[CERRADO] Extraños compañeros de viaje [Privado: Zöe / Taliesin]

La última parte de ese trayecto no tuvo mayores contratiempos, Sophi masticaba las vendas en silencio, pero no era como antes que parecía esperar algo de Taliesin, su mirada ahora se perdía en el camino, o en la oscuridad del paisaje. En un momento se separó del grupo, dijo que había visto pasar unos animales entre la vegetación y que eso sería un poco más satisfactorio que chupar una venda.

Entonces se me acercó Skatha, preguntando por el cambio de humor.

-Me dijo que apoyara las manos en sus mejillas y que le dijera que “deje de pensar tonterías”-Le explique exactamente lo que había pasado – No quiso decirme el porqué, así que solo seguí sus instrucciones – La vampiro se había perdido en la oscuridad, nos había dicho que siguiéramos caminando, que nos alcanzaría, pero si en unos minutos más no regresaba tendría que ir a buscarla.

Llegamos al cobertizo del que había hablado Reike, Sophi se nos unió unos instantes después, sonreía ampliamente y aún se estaba limpiando la sangre de la comisura de los labios.

-Vaya cuchitril se armaron aquí – Dijo mientras se asomaba en la habitación – Jajaja, imagina cuando venga alguna parejita durante el día y se encuentre con dos vampiros y una Bio durmiendo en su nidito de amor – Aparentemente la imagen mental era muy graciosa para ella, se siguió riendo y se tiró en uno de los rincones.

-Es importante que los tres descansen bien, yo vigilaré que nadie entre – Si no dormían lo suficiente se sentirían débiles y a la larga podría deteriorar su salud.

-Sí, sí, ni falta hace que lo digas, estoy agotada – Se encogió contra el rincón que había elegido, abrazando sus piernas, y apoyando la cabeza contra la pared, no tardó en quedarse dormida.

El espacio era reducido, ya que entre mis funciones no estaba la de dormir, lo más sensato sería que vigilara estando afuera del cobertizo. El sol ya estaba asomando por el horizonte, pero aun no llegaba a cubrir el sitio en el que nos refugiábamos, era seguro abrir la puerta, por el momento.

-Estaré justo del lado de afuera ¿Correcto? – Sonreí casi al instante en que terminé la frase, lo cual era un notable progreso en mis habilidades – Que duerman bien –

Abrí la puerta lo menos posible y salí de la habitación, luego me senté justo al lado del marco y esperé, los rayos del sol fueron avanzando lentamente por el paisaje, alcanzando primero mis pies y subiendo por mis piernas hasta que me cubrió por completo. Una idea extraña cruzó mi mente, la certeza de que sería un lindo día, no uno con clima estable, o con una temperatura que superaría la máxima de las últimas jornadas.

Simplemente: Sería un lindo día.