La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
El vampiro hizo una parada en la penumbra de aquellos túneles. Abrió su bolsa de viaje y acarició a su pequeña pantera, que parecía asustada por la inminente oscuridad y se había refugiado, algo nerviosa, en el fondo de su bolsa.
―¡Ya queda menos!
Tras unos instantes, prosiguió su camino por el laberinto. Dobló de nuevo a la izquierda y continuó unos metros para dar con una pared. Un pasadizo sin salida.
―¡Genial! -dijo, volviendo tras sus pasos.
Pero el vampiro no avanzó demasiado. Había accedido por allí mismo, pero no había apertura alguna que le permitiera salir de allí. ¿Cómo había quedado atrapado en aquel lugar? ¿Había alguna otra salida por la que poder continuar su camino?
―Maldita sea ―dijo, mirando a su alrededor sin hallar solución posible― ¡Tengan cuidado! ¡Los túneles se abren y cierran a su antojo!
Intentó advertir a los que habían sido sus acompañantes, pero el sonido pareció rebotar entre las paredes. Tampoco llegaba voz alguna de nadie de los que se encontraban allí.
De repente, un conjunto de luces arcanas se encendieron, iluminando una pared en específico del túnel. Al deparar la vista en ella, con gran atención, vio que se trataba de una construcción artificial realizada por el hombre, sin formar parte de ninguna estructura natural.
Sobre dicha pared, había el dibujo de tres manos de colores: una blanca, una amarilla y otra celeste. Cada uno de los dibujos de las manos estaba rodeado por un círculo, cómo si fueran grandes botones que se podían presionar.
Dirigió su mano hacia el dibujo de la mano celeste y vio que éste cedía ligeramente. El túnel comenzó a llenarse entonces de un gas que irritó su vista, haciéndole llorar fácilmente por la quemazón que causaba en sus ojos. En ese momento, agradeció que la pequeña pantera estuviera a salvo en el interior de la bolsa cerrada.
Pulsó entonces la mano blanca, buscando la salvación. Pero de nuevo, se trataba de una trampa. Grandes porciones de algodón caían de algún lugar desde el techo, sobre él. Aquellas masas de algodón se quedaban prendidas de sus ropas. Ligeras plumas se unieron poco después, cayendo sobre su oscuro pelo, quedando entrelazadas con sus cabellos.
Tras pulsar a tientas sobre la mano amarilla, un líquido de fétido olor salió disparado hacia él desde los laterales de la caverna, mojando sus ropas de aquella maloliente sustancia.
Pulsadas las tres manos, la puerta delante de él volvió a abrirse, permitiéndole volver tras sus pasos. Con problemas de visión, no podría seguir avanzando tan rápido cómo lo había hecho anteriormente. Además, su peculiar aspecto y el fétido olor que le acompañaba a cada paso le terminaban avergonzando.
―Malditos sean. ¡Tengan cuidado con las trampas! Sobretodo si aprecian sus ropas.
El vampiro continuó adelante preocupado de que su ropa interior, una elegante y cara prenda de lencería negra, confeccionada por el mismísimo Luminicious Champagne, hubiera resultado dañada.
A continuación, tercera tirada de Cohen para avanzar por el laberinto. Sumo 2 puntos al resultado por mi vista vampírica.
Primera tirada: 13
Segunda tirada: 9
Tercera tirada: 3 + 2 - 1 = 4
Total: 26 casillas.
Cohen sale del laberinto gaseado, con dificultades de visión, con su ropa negra con algodones y plumas adheridos a la misma y apestando a lo peor del mundo...
―¡Ya queda menos!
Tras unos instantes, prosiguió su camino por el laberinto. Dobló de nuevo a la izquierda y continuó unos metros para dar con una pared. Un pasadizo sin salida.
―¡Genial! -dijo, volviendo tras sus pasos.
Pero el vampiro no avanzó demasiado. Había accedido por allí mismo, pero no había apertura alguna que le permitiera salir de allí. ¿Cómo había quedado atrapado en aquel lugar? ¿Había alguna otra salida por la que poder continuar su camino?
―Maldita sea ―dijo, mirando a su alrededor sin hallar solución posible― ¡Tengan cuidado! ¡Los túneles se abren y cierran a su antojo!
Intentó advertir a los que habían sido sus acompañantes, pero el sonido pareció rebotar entre las paredes. Tampoco llegaba voz alguna de nadie de los que se encontraban allí.
De repente, un conjunto de luces arcanas se encendieron, iluminando una pared en específico del túnel. Al deparar la vista en ella, con gran atención, vio que se trataba de una construcción artificial realizada por el hombre, sin formar parte de ninguna estructura natural.
Sobre dicha pared, había el dibujo de tres manos de colores: una blanca, una amarilla y otra celeste. Cada uno de los dibujos de las manos estaba rodeado por un círculo, cómo si fueran grandes botones que se podían presionar.
Dirigió su mano hacia el dibujo de la mano celeste y vio que éste cedía ligeramente. El túnel comenzó a llenarse entonces de un gas que irritó su vista, haciéndole llorar fácilmente por la quemazón que causaba en sus ojos. En ese momento, agradeció que la pequeña pantera estuviera a salvo en el interior de la bolsa cerrada.
Pulsó entonces la mano blanca, buscando la salvación. Pero de nuevo, se trataba de una trampa. Grandes porciones de algodón caían de algún lugar desde el techo, sobre él. Aquellas masas de algodón se quedaban prendidas de sus ropas. Ligeras plumas se unieron poco después, cayendo sobre su oscuro pelo, quedando entrelazadas con sus cabellos.
Tras pulsar a tientas sobre la mano amarilla, un líquido de fétido olor salió disparado hacia él desde los laterales de la caverna, mojando sus ropas de aquella maloliente sustancia.
Pulsadas las tres manos, la puerta delante de él volvió a abrirse, permitiéndole volver tras sus pasos. Con problemas de visión, no podría seguir avanzando tan rápido cómo lo había hecho anteriormente. Además, su peculiar aspecto y el fétido olor que le acompañaba a cada paso le terminaban avergonzando.
―Malditos sean. ¡Tengan cuidado con las trampas! Sobretodo si aprecian sus ropas.
El vampiro continuó adelante preocupado de que su ropa interior, una elegante y cara prenda de lencería negra, confeccionada por el mismísimo Luminicious Champagne, hubiera resultado dañada.
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A continuación, tercera tirada de Cohen para avanzar por el laberinto. Sumo 2 puntos al resultado por mi vista vampírica.
Primera tirada: 13
Segunda tirada: 9
Tercera tirada: 3 + 2 - 1 = 4
Total: 26 casillas.
Cohen sale del laberinto gaseado, con dificultades de visión, con su ropa negra con algodones y plumas adheridos a la misma y apestando a lo peor del mundo...
Última edición por Cohen el Dom Oct 16 2022, 10:16, editado 2 veces
Cohen
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
El miembro 'Cohen' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Desde la valla, a la cual se aferraba con fuerza para que el alterado público no la empujase, Ennie contempló con preocupación el desarrollo del combate entre Sango y el par de hombres lagarto, rezando al guía que protegía a los humanos y pidiendo que lo ayudase a salir victorioso una vez más. ¿Intercedería el Constructor en favor del guerrero? No podía saberlo, pero afortunadamente su compañero, a pesar de encontrarse en desventaja, pudo mantener a raya a sus oponentes.
- Pelea muy bien. - pensó la niña, sin quitar ojo a los movimientos del hombre. Pero su suerte no duró mucho, en cuanto uno de los reptiles utilizó veneno para dañar a su oponente, las cosas se torcieron. - ¡No! - exclamó, subiéndose a uno de los postes de madera. - ¡Sango, levántate! - gritó, tan alto como pudo. - ¡No te rindas! ¡Sigue luchando! - continuó, intentando animarlo para que aprovechase que su contrincante le estaba dando un respiro y se repusiese.
¿Podría oírla entre el barullo? Probablemente no, pero de todos modos, rendirse no entraba en las opciones del pelirrojo. Sin perder tiempo, atrapó una de las patas del lagarto y consiguió derribarlo con un barrido, equilibrando la balanza antes de colocarse sobre su adversario y golpearlo contra el suelo. - Bien, ahora líbrate de él. - pensó, sin olvidarse de que en la arena aún había otra amenaza potencial.
De algún modo, la criatura consiguió zafarse y empezó a arrastrarse para ganar distancia con el humano, pero antes de que pudiese volver a levantarse, éste le cayó encima, golpeándolo en el centro de la espalda y tirando peligrosamente de uno de sus brazos hacia arriba. Retorciendo la extremidad hasta alcanzar el punto en que el dolor resultara insoportable, Sango interrogó al extraño que lo había retado y obtuvo una nueva pista acerca del posible paradero de Enrik Ulster y Lasha, momento en que finalmente, se apartó de él, dejándolo tirado en mitad del recinto, entre gritos.
Una contundente patada fue suficiente para mantener al otro fuera de juego, y sin más enemigos a la vista, el guerrero pudo regresar junto a la insectoide, que se bajó de la valla para recibirlo. - ¡¿Estás bien?! - preguntó rápidamente, preocupada no solo por los golpes que había recibido sino también por el veneno, que en aquel momento era lo más peligroso. - Tenemos que buscar un médico que te revise. - dijo a continuación, pero su compañero tenía otra idea en mente.
Arrodillándose junto a ella, le ofreció una sonrisa y se disculpó por haberla dejado sola, consiguiendo que la chiquilla al ver que se preocupaba más por ella que por su propio estado, lo abrazase con cuidado durante unos instantes. - ¿Estás seguro de que no quieres que te traten eso primero? - dijo, señalando la zona del costado en cuanto lo soltó. Sin embargo, Sango parecía decidido a seguir con la búsqueda, así que se limitó a asentir con la cabeza en respuesta a su pregunta.
- Sé dónde tienen al ganado, pasé por allí ayer mientras nos instalábamos. - aseguró Ennie, guiando a su acompañante a través de las tiendas y puestos, hacia una zona algo apartada del centro de la feria. Allí había varios recintos de diferentes tamaños, en cuyo interior descansaban animales de todo tipo, unos para servir de alimento y otros para que las tribus pudiesen comerciar con ellos.
- ¿Qué debemos buscar ahora? - quiso saber, ya que entre el jaleo ella solo había alcanzado a oír parte de lo que había dicho el reptil, lo referente al ganado, nada sobre la tienda de color rojo ocre que estaba no muy lejos de donde se hallaban. ¿Habría llegado Ava también hasta aquel punto? La pequeña esperaba que sí, pero al alzar la vista al cielo no vio señal alguna de la cuerva en los alrededores. - Deberíamos reagruparnos antes de seguir, ¿no? - pensó la insectoide, consciente de sus limitaciones.
- Sango… ¿y si es una trampa? ¿no deberíamos pedir ayuda? - expuso sus preocupaciones, volviendo a plantearse el recurrir a Gonerk y al resto de su tribu si no daban pronto con la morena. - Si se desata otra pelea yo no podré apoyarte… - añadió en un susurro, con expresión triste.
Ennie no era más que una niña, ni siquiera había empezado a entrenar para aprender a manejar las armas aún, aunque después de aquella noche sin duda se pondría a ello.
En el bosque…
Los ambarinos ojos de la mujer bestia seguían clavados en el sujeto que tenía delante, atenta a cualquier movimiento de éste que pudiese alertarla de que planeaba huir, pero a pesar de su brusca entrada, el hombre ni siquiera lo intentó. - Menos mal, parece que no lo he asustado. - pensó aliviada, justo antes de que la saludase. Su boca lo traicionó, haciendo que las palabras le saliesen desordenadas, detalle que llamó la atención de la morena, consiguiendo que ladease ligeramente la cabeza.
- ¿Estará nervioso? - se preguntó mentalmente, aunque no sería raro, una completa desconocida acababa de abordarlo sin ningún tipo de delicadeza. - Debería disculparme de nuevo, esto me pasa por no pensar las cosas antes de hacerlas. - se reprendió a sí misma, pero no tuvo ocasión, ya que su interlocutor volvió a hablar, notablemente más animado ésta vez y consiguiendo completar la frase sin problemas.
Lo que Ava no esperaba era que la actitud del humano hacia ella cambiase repentinamente, y que tras asegurar que no era Enrik Ulster, se ofreciese a ser quien ella quisiese. Completamente descolocada, la híbrida dio un paso atrás inconscientemente, mientras sus brillantes ojos se abrían desmesuradamente y el rubor comenzaba a cubrirle las mejillas. Su más bien escasa interacción con el sexo opuesto hacía que no supiese cómo reaccionar ante aquel tipo de situaciones, más que nada porque hacía lo posible por evitar que se dieran.
- ¿Es...está in…intentando coquetear conmigo? - pensó, pasando a ser ella la nerviosa. Momentáneamente paralizada, escuchó la presentación de Dante y los graznidos de fondo que debían pertenecer a su compañero. - El cuervo… ¿será el mismo de antes? - consiguió distraerse, al recordar al ave que había visto mientras revisaba la feria desde el aire.
Otro detalle atrajo la vista de la joven, pues aunque ya había visto la metálica prótesis que ocupaba el puesto del brazo izquierdo, en aquel instante el otro quedó al descubierto, mostrándole que era totalmente normal y que en efecto, se había equivocado. Si tan solo lo hubiese observado con mayor detenimiento no habría cometido aquel error que ahora la estaba poniendo en una incómoda posición.
El rojizo tono que se había apoderado de parte de su rostro se intensificó al oírlo hablar de nuevo, ésta vez para halagar su belleza y preguntar su nombre, añadiendo que si venía para matarlo, moriría feliz. - ¿Có...cómo pu...puede decir algo así con esa tranquilidad? - Ava no podía entenderlo, y la turbación que se apoderaba de ella iba en aumento con cada segundo que pasaba.
Abrió la boca para responder, sin saber si en aquel estado sería capaz de decir algo coherente, por lo que optó por ceñirse a lo que Dante quería averiguar. - A...Ava. - alcanzó a pronunciar, haciendo retroceder uno de los pies levemente en busca de algo de distancia. - Tengo que calmarme… - se dijo interiormente, respirando de forma lenta y profunda. - No… no voy a hacerte daño… yo me… me he e...equivocado de persona, lo… lo siento. - logró disculparse, titubeando.
Una parte de ella, la inocente e inexperta, hacía que no supiese cómo lidiar con sus emociones en aquel caso, mientras otra, la que no olvidaba las palabras de Celene, trataba de imponerse para protegerla. Cuando la voz de su madre resonó dentro de su cabeza, el semblante de la morena se relajó un poco, y sus ojos adquirieron un matiz triste. - Es cierto… puede que ella tuviese razón… - pensó, alzando la mirada hacia el humano y dando por hecho que tal como le había dicho aquella maldita mujer, algunas personas no verían más allá de su apariencia.
- Será mejor que termine con esto y me reúna con los demás. - concluyó, pero una idea cruzó sus pensamientos cuando se disponía a despedirse. Dante era el individuo más parecido a Ulster que había encontrado tras sobrevolar prácticamente toda la feria, quizá él hubiese visto a su objetivo. - El hom...hombre al que busco, Enrik, per...perdió los dos brazos y lleva prótesis biocibernéticas. - explicó, esforzándose por mantenerse tranquila.
- Po… por eso al ver la tuya te confundí con él… - siguió, centrando su atención sobre la metálica extremidad. - ¿No… no lo habrás visto por casualidad? - preguntó, sin poder ofrecerle ningún otro dato acerca del sujeto ya que no disponía de más información que aquella.
Off: Ennie interactúa con Sango y avanza un poco en la búsqueda de Enrik y Lasha siguiendo parte de la pista del hombre lagarto.
Ava se da cuenta de su error, pero sigue interactuando con Dante.
- Pelea muy bien. - pensó la niña, sin quitar ojo a los movimientos del hombre. Pero su suerte no duró mucho, en cuanto uno de los reptiles utilizó veneno para dañar a su oponente, las cosas se torcieron. - ¡No! - exclamó, subiéndose a uno de los postes de madera. - ¡Sango, levántate! - gritó, tan alto como pudo. - ¡No te rindas! ¡Sigue luchando! - continuó, intentando animarlo para que aprovechase que su contrincante le estaba dando un respiro y se repusiese.
¿Podría oírla entre el barullo? Probablemente no, pero de todos modos, rendirse no entraba en las opciones del pelirrojo. Sin perder tiempo, atrapó una de las patas del lagarto y consiguió derribarlo con un barrido, equilibrando la balanza antes de colocarse sobre su adversario y golpearlo contra el suelo. - Bien, ahora líbrate de él. - pensó, sin olvidarse de que en la arena aún había otra amenaza potencial.
De algún modo, la criatura consiguió zafarse y empezó a arrastrarse para ganar distancia con el humano, pero antes de que pudiese volver a levantarse, éste le cayó encima, golpeándolo en el centro de la espalda y tirando peligrosamente de uno de sus brazos hacia arriba. Retorciendo la extremidad hasta alcanzar el punto en que el dolor resultara insoportable, Sango interrogó al extraño que lo había retado y obtuvo una nueva pista acerca del posible paradero de Enrik Ulster y Lasha, momento en que finalmente, se apartó de él, dejándolo tirado en mitad del recinto, entre gritos.
Una contundente patada fue suficiente para mantener al otro fuera de juego, y sin más enemigos a la vista, el guerrero pudo regresar junto a la insectoide, que se bajó de la valla para recibirlo. - ¡¿Estás bien?! - preguntó rápidamente, preocupada no solo por los golpes que había recibido sino también por el veneno, que en aquel momento era lo más peligroso. - Tenemos que buscar un médico que te revise. - dijo a continuación, pero su compañero tenía otra idea en mente.
Arrodillándose junto a ella, le ofreció una sonrisa y se disculpó por haberla dejado sola, consiguiendo que la chiquilla al ver que se preocupaba más por ella que por su propio estado, lo abrazase con cuidado durante unos instantes. - ¿Estás seguro de que no quieres que te traten eso primero? - dijo, señalando la zona del costado en cuanto lo soltó. Sin embargo, Sango parecía decidido a seguir con la búsqueda, así que se limitó a asentir con la cabeza en respuesta a su pregunta.
- Sé dónde tienen al ganado, pasé por allí ayer mientras nos instalábamos. - aseguró Ennie, guiando a su acompañante a través de las tiendas y puestos, hacia una zona algo apartada del centro de la feria. Allí había varios recintos de diferentes tamaños, en cuyo interior descansaban animales de todo tipo, unos para servir de alimento y otros para que las tribus pudiesen comerciar con ellos.
- ¿Qué debemos buscar ahora? - quiso saber, ya que entre el jaleo ella solo había alcanzado a oír parte de lo que había dicho el reptil, lo referente al ganado, nada sobre la tienda de color rojo ocre que estaba no muy lejos de donde se hallaban. ¿Habría llegado Ava también hasta aquel punto? La pequeña esperaba que sí, pero al alzar la vista al cielo no vio señal alguna de la cuerva en los alrededores. - Deberíamos reagruparnos antes de seguir, ¿no? - pensó la insectoide, consciente de sus limitaciones.
- Sango… ¿y si es una trampa? ¿no deberíamos pedir ayuda? - expuso sus preocupaciones, volviendo a plantearse el recurrir a Gonerk y al resto de su tribu si no daban pronto con la morena. - Si se desata otra pelea yo no podré apoyarte… - añadió en un susurro, con expresión triste.
Ennie no era más que una niña, ni siquiera había empezado a entrenar para aprender a manejar las armas aún, aunque después de aquella noche sin duda se pondría a ello.
En el bosque…
Los ambarinos ojos de la mujer bestia seguían clavados en el sujeto que tenía delante, atenta a cualquier movimiento de éste que pudiese alertarla de que planeaba huir, pero a pesar de su brusca entrada, el hombre ni siquiera lo intentó. - Menos mal, parece que no lo he asustado. - pensó aliviada, justo antes de que la saludase. Su boca lo traicionó, haciendo que las palabras le saliesen desordenadas, detalle que llamó la atención de la morena, consiguiendo que ladease ligeramente la cabeza.
- ¿Estará nervioso? - se preguntó mentalmente, aunque no sería raro, una completa desconocida acababa de abordarlo sin ningún tipo de delicadeza. - Debería disculparme de nuevo, esto me pasa por no pensar las cosas antes de hacerlas. - se reprendió a sí misma, pero no tuvo ocasión, ya que su interlocutor volvió a hablar, notablemente más animado ésta vez y consiguiendo completar la frase sin problemas.
Lo que Ava no esperaba era que la actitud del humano hacia ella cambiase repentinamente, y que tras asegurar que no era Enrik Ulster, se ofreciese a ser quien ella quisiese. Completamente descolocada, la híbrida dio un paso atrás inconscientemente, mientras sus brillantes ojos se abrían desmesuradamente y el rubor comenzaba a cubrirle las mejillas. Su más bien escasa interacción con el sexo opuesto hacía que no supiese cómo reaccionar ante aquel tipo de situaciones, más que nada porque hacía lo posible por evitar que se dieran.
- ¿Es...está in…intentando coquetear conmigo? - pensó, pasando a ser ella la nerviosa. Momentáneamente paralizada, escuchó la presentación de Dante y los graznidos de fondo que debían pertenecer a su compañero. - El cuervo… ¿será el mismo de antes? - consiguió distraerse, al recordar al ave que había visto mientras revisaba la feria desde el aire.
Otro detalle atrajo la vista de la joven, pues aunque ya había visto la metálica prótesis que ocupaba el puesto del brazo izquierdo, en aquel instante el otro quedó al descubierto, mostrándole que era totalmente normal y que en efecto, se había equivocado. Si tan solo lo hubiese observado con mayor detenimiento no habría cometido aquel error que ahora la estaba poniendo en una incómoda posición.
El rojizo tono que se había apoderado de parte de su rostro se intensificó al oírlo hablar de nuevo, ésta vez para halagar su belleza y preguntar su nombre, añadiendo que si venía para matarlo, moriría feliz. - ¿Có...cómo pu...puede decir algo así con esa tranquilidad? - Ava no podía entenderlo, y la turbación que se apoderaba de ella iba en aumento con cada segundo que pasaba.
Abrió la boca para responder, sin saber si en aquel estado sería capaz de decir algo coherente, por lo que optó por ceñirse a lo que Dante quería averiguar. - A...Ava. - alcanzó a pronunciar, haciendo retroceder uno de los pies levemente en busca de algo de distancia. - Tengo que calmarme… - se dijo interiormente, respirando de forma lenta y profunda. - No… no voy a hacerte daño… yo me… me he e...equivocado de persona, lo… lo siento. - logró disculparse, titubeando.
Una parte de ella, la inocente e inexperta, hacía que no supiese cómo lidiar con sus emociones en aquel caso, mientras otra, la que no olvidaba las palabras de Celene, trataba de imponerse para protegerla. Cuando la voz de su madre resonó dentro de su cabeza, el semblante de la morena se relajó un poco, y sus ojos adquirieron un matiz triste. - Es cierto… puede que ella tuviese razón… - pensó, alzando la mirada hacia el humano y dando por hecho que tal como le había dicho aquella maldita mujer, algunas personas no verían más allá de su apariencia.
- Será mejor que termine con esto y me reúna con los demás. - concluyó, pero una idea cruzó sus pensamientos cuando se disponía a despedirse. Dante era el individuo más parecido a Ulster que había encontrado tras sobrevolar prácticamente toda la feria, quizá él hubiese visto a su objetivo. - El hom...hombre al que busco, Enrik, per...perdió los dos brazos y lleva prótesis biocibernéticas. - explicó, esforzándose por mantenerse tranquila.
- Po… por eso al ver la tuya te confundí con él… - siguió, centrando su atención sobre la metálica extremidad. - ¿No… no lo habrás visto por casualidad? - preguntó, sin poder ofrecerle ningún otro dato acerca del sujeto ya que no disponía de más información que aquella.
Off: Ennie interactúa con Sango y avanza un poco en la búsqueda de Enrik y Lasha siguiendo parte de la pista del hombre lagarto.
Ava se da cuenta de su error, pero sigue interactuando con Dante.
Ava Kenrith
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Meleis se sintió aliviado de que el eco de la voz de Ryra llegara a sus oídos. Al menos podría decir que ella estaba bien y que no debía preocuparse y continuar su trayecto.
Confiando más por su instinto que por su carencia de habilidad, llegó a una pared falsa que atravesó y lo llevó a otro pasillo, sin embargo a lo lejos, un punto amarillo y blanco se iluminaba, podía tratarse de la salida o su mala suerte lo había devuelto a la entrada. Como fuera debía continuar y ver de qué se trataba.
No sabía si alucinaba o no, pero de que hbaía una luz tenue había. Pronto la voz más cercana de lo que esperaba de Cohen llegó a sus oídos. Había salido y los alertaba a ellos que habían trampas que podían comprometer la ropa, eso no era buen augurio para el joven dragón. Tragó saliva.
- ¡Muchas gracias por el aviso, señor Cohen! - Respondió a lo alto. Hasta cierto punto ese resonar lo había ayudado en el pasado y tal vez ayudar a la chica que parecía compartir las misma dificultades que él en aquel sitio.
- Ya estamos cerca, Bomull. Tratemos de salir de aquí lo más pronto posible. - Susurro al durmiente gomejo que era bastante ignorante de lo que sucedía afuera en el cobijo de aquel bolsillo.
Retomó sus pasos y volvió a tantear con la mano hacia el frente, rezaba por todos los medios, hasta los inventados si eso era posible, para no toparse con alguna trampa como la que mencionó Cohen. - Ya casi, ya casi... - Se repetía para sí.
Confiando más por su instinto que por su carencia de habilidad, llegó a una pared falsa que atravesó y lo llevó a otro pasillo, sin embargo a lo lejos, un punto amarillo y blanco se iluminaba, podía tratarse de la salida o su mala suerte lo había devuelto a la entrada. Como fuera debía continuar y ver de qué se trataba.
No sabía si alucinaba o no, pero de que hbaía una luz tenue había. Pronto la voz más cercana de lo que esperaba de Cohen llegó a sus oídos. Había salido y los alertaba a ellos que habían trampas que podían comprometer la ropa, eso no era buen augurio para el joven dragón. Tragó saliva.
- ¡Muchas gracias por el aviso, señor Cohen! - Respondió a lo alto. Hasta cierto punto ese resonar lo había ayudado en el pasado y tal vez ayudar a la chica que parecía compartir las misma dificultades que él en aquel sitio.
- Ya estamos cerca, Bomull. Tratemos de salir de aquí lo más pronto posible. - Susurro al durmiente gomejo que era bastante ignorante de lo que sucedía afuera en el cobijo de aquel bolsillo.
Retomó sus pasos y volvió a tantear con la mano hacia el frente, rezaba por todos los medios, hasta los inventados si eso era posible, para no toparse con alguna trampa como la que mencionó Cohen. - Ya casi, ya casi... - Se repetía para sí.
- Off:
- - Sigue la interacción entre Cohen y Ryra por medio de telecomunicaciones gritos. (?)
Pasos en Laberinto
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- 12 [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] [Obstáculo]
- 6 (-1) = 5 [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] [Atajo]
- 12 (+2) = 14 [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Total: 32 [Salí del laberinto]
----
Conteo de Huevos:
- 1 [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- 3 [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Total: 4
----- (1) Escucho y obedezco [Nivel 1]: [2 usos] Puedo hacer que algún animal dócil efectúe tareas simples.[Habilidad Meleis]
(2) Don Ancestral: [Mágica, 2 usos] Puedo convertirme en un dragón de hasta 4 metros (nariz a punta de la cola), lo que aumenta considerablemente mi resistencia. Puedo volver a forma humana a voluntad.[Habilidad Meleis]- Forma Dragón:
(3) Habitante de los Cielos: Puedo volar en forma de dragón.[Habilidad Meleis]Recuerden que aquellos que quieran interactuar con Meleis, son libres de hacerlo.Besos
- Inventario:
- Bomull (Cría de Gomejo)
Última edición por Meraxes el Dom Oct 16 2022, 16:54, editado 1 vez (Razón : Conteo de pasos. Salida Triunfal del laberinto (?))
Meraxes
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Me detuve al percatarme de un pequeño relieve en las baldosas de aquel pasillo donde me ubicaba. Seguramente se trataría de un obstáculo para dificultar el paso por aquel laberinto, ya que el resto del camino no presentaba tan curioso detalle. Ya previamente había visto algunas runas en las paredes e incluso trampas activadas, posiblemente incautos habían activado aquellos mecanismos, ahora me tocaría a mí lidiar con aquel detalle llamativo para mis ojos capaces de ver en la oscuridad.
Una mujer se acercó en silencio a mi posición mientras estudiaba la estructura y las posibles consecuencias de aquella trampa. Podía tomarme unos pocos minutos para evaluar la situación, ya que según mis cuentas mentales posiblemente ya habría avanzado bastante y mi tiempo era prácticamente perfecto.
Resulta que hay un obstáculo delante… - le señalé a la mujer, no se trataba de una advertencia empática sino de un aviso de que no continuara, si activaba la trampa podría entorpecer mi recorrido.
Generalmente, las trampas de presión eran difíciles de evitar y desactivarlas me tomaría mucho tiempo sin mi equipo de ingeniería. Por lo que, lo más adecuado era probar cuáles eran las baldosas sin repercusiones y procurar solo pisar las buenas.
Me agaché tomando una roca que supuse sería lo suficientemente pesada para activar la trampa. Algunas losas tenían el símbolo de una garra y otras la de una pluma, usando un poco la intuición lancé la piedra apuntando a que cayera sobre una placa con la marca de pluma. Apenas el peso de la roca causó un leve hundimiento en la baldosa, la misma desaparecido con magia dando paso a un pequeño charco de un líquido viscoso que posiblemente se trataría de algún pegamento, ya que la intención del laberinto sería enlentecer el paso, no matar a ningún visitante….
Bueno, ya está, esto me va a costar algunos minutos extras. Supongo que puedes seguir mis pasos, te noto perdida – dije con un tono altanero, tratando de que pareciera más broma que ofensa, tampoco mi intención sería buscar problemas con desconocidos.
Nos vemos en la salida, si es que llegas. – Comenté mientras retomaba mi paso procurando pisar solo las baldosas con el dibujo de garra. Quizás una carrera con aquella mujer podría hacer el reto más divertido.
La postura de la cuerva era difícil de interpretar para Dante quien seguía obnubilado por su presencia.
Yo si quieres puedo ayudarte a buscar a ese biocibernético, mi amigo es bueno para encontrar cosas – dijo mientras recordaba que no habían encontrado ningún huevo, aspecto que le causaba cierta duda. – eh, si, si quieres podemos acompañarte si deseas.
El humano tenía una estrategia clara, no quería alejarse de aquella mujer. No le importaba encontrar al tal bio de brazos robóticos, pero si, cooperando en dicha búsqueda ayudaba a fomentar una buena impresión en la mujer cuervo y disipar las sospechas de él, sería suficiente motivación para ayudar.
Kvasir salió de las ramas y se posó en el hombro del humano al ver que ya no habría peligro, el humano con su mano derecha acarició el ave y con su dedo índice empezó a tocar levemente sobre él, replicando el código de comunicación que tenían entre ambos.
Listo, tengo una cita con ella - señaló en su código solo entendible por el ave.
A lo que el ave contestó picoteando el brazo metálico para responder, procurando que su diálogo no pareciera una comunicación sino conductas naturales del ave con su amo. La idea es que la mujer cuervo no entendiera de que hablaban y tampoco supusiera que ellos dos podían entenderse.
Ni en sueños, no estás en su liga…
¡Que sí, deja los celos!
Ambos esperaron la respuesta de la mujer cuervo que con lentitud ya había dado varios pasos atrás.
_______________________Una mujer se acercó en silencio a mi posición mientras estudiaba la estructura y las posibles consecuencias de aquella trampa. Podía tomarme unos pocos minutos para evaluar la situación, ya que según mis cuentas mentales posiblemente ya habría avanzado bastante y mi tiempo era prácticamente perfecto.
Resulta que hay un obstáculo delante… - le señalé a la mujer, no se trataba de una advertencia empática sino de un aviso de que no continuara, si activaba la trampa podría entorpecer mi recorrido.
Generalmente, las trampas de presión eran difíciles de evitar y desactivarlas me tomaría mucho tiempo sin mi equipo de ingeniería. Por lo que, lo más adecuado era probar cuáles eran las baldosas sin repercusiones y procurar solo pisar las buenas.
Me agaché tomando una roca que supuse sería lo suficientemente pesada para activar la trampa. Algunas losas tenían el símbolo de una garra y otras la de una pluma, usando un poco la intuición lancé la piedra apuntando a que cayera sobre una placa con la marca de pluma. Apenas el peso de la roca causó un leve hundimiento en la baldosa, la misma desaparecido con magia dando paso a un pequeño charco de un líquido viscoso que posiblemente se trataría de algún pegamento, ya que la intención del laberinto sería enlentecer el paso, no matar a ningún visitante….
Bueno, ya está, esto me va a costar algunos minutos extras. Supongo que puedes seguir mis pasos, te noto perdida – dije con un tono altanero, tratando de que pareciera más broma que ofensa, tampoco mi intención sería buscar problemas con desconocidos.
Nos vemos en la salida, si es que llegas. – Comenté mientras retomaba mi paso procurando pisar solo las baldosas con el dibujo de garra. Quizás una carrera con aquella mujer podría hacer el reto más divertido.
___________________________________________________________________
La postura de la cuerva era difícil de interpretar para Dante quien seguía obnubilado por su presencia.
Yo si quieres puedo ayudarte a buscar a ese biocibernético, mi amigo es bueno para encontrar cosas – dijo mientras recordaba que no habían encontrado ningún huevo, aspecto que le causaba cierta duda. – eh, si, si quieres podemos acompañarte si deseas.
El humano tenía una estrategia clara, no quería alejarse de aquella mujer. No le importaba encontrar al tal bio de brazos robóticos, pero si, cooperando en dicha búsqueda ayudaba a fomentar una buena impresión en la mujer cuervo y disipar las sospechas de él, sería suficiente motivación para ayudar.
Kvasir salió de las ramas y se posó en el hombro del humano al ver que ya no habría peligro, el humano con su mano derecha acarició el ave y con su dedo índice empezó a tocar levemente sobre él, replicando el código de comunicación que tenían entre ambos.
Listo, tengo una cita con ella - señaló en su código solo entendible por el ave.
A lo que el ave contestó picoteando el brazo metálico para responder, procurando que su diálogo no pareciera una comunicación sino conductas naturales del ave con su amo. La idea es que la mujer cuervo no entendiera de que hablaban y tampoco supusiera que ellos dos podían entenderse.
Ni en sueños, no estás en su liga…
¡Que sí, deja los celos!
Ambos esperaron la respuesta de la mujer cuervo que con lentitud ya había dado varios pasos atrás.
Off
Avanzo por el laberinto con Zagreus y realizo nueva tirada contemplando el -1, supero el obstáculo e interactúo con Aylizz (a ver si desea una carrerilla)
Con Dante continuo charlando con Ava.
Conteo de pasos (10 + 2)=12 + (4 - 1 + 2)= 5 Total= 17
+2 en próxima tirada por atajo
Última edición por Zagreus el Dom Oct 16 2022, 17:04, editado 1 vez
Zagreus
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
El miembro 'Zagreus' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
El abrazo fue medicina suficiente para sus heridas y para su ánimo que se calmó al instante. La cantidad de reacciones que era capaz de generar un gesto tan sencillo como un abrazo era abrumador. Ben correspondió con el gesto pasando varias veces la palma de la mano por la espalda de la niña.
- No te preocupes Ennie, no es lo más grave que me ha pasado. Vamos, te sigo a las cuadras.
Siguió a Ennie en cuerpo, pero en pensamiento estaba en otra parte. El lagarto le había advertido sobre un incumplimiento, un trato que no había llegado a buen puerto. Lo achacó a que Lasha y Enrik eran feriantes, pero, ¿tanto como para secuestrar a alguien? Sin embargo, no era eso lo que le molestaba. Era el hecho de haber sido utilizado desde el principio. Pero lo peor no era eso. No. Lo peor era haber involucrado a Ennie y Ava en todo eso.
Cuando llegaron la tienda rojo ocre era bien visible. Además del color, era la más grande de todas las que había en la zona. Posó sus ojos en ella, escuchando las palabras de precaución de Ennie. Aquella niña era un regalo de los Dioses. Se apoyó en un poste con la mirada fija en la tienda. Se cruzó de brazos y habló con la niña.
- ¿Tienes alguna forma de llamar a Ava? Si me dices que- un gritó del interior de la tienda llegó a sus oídos.- Busca ayuda, Ennie, busca a Ava. Que arrase con la puñetera tienda.
Sango salió disparado hacia la tienda e irrumpió a través de la lona que cubría la entrada. Al fondo, sobre una improvisada mesa, estaba tendido un hombre, atado de piernas y brazos. Sobre él, un hombre con escaso pelo y unas lentes observaba a un Sango que trataba de asimilar la escena. A un lado estaba Latrovasha amordazada y con dos reptiles encima. Los reptiles se miraron confundidos y luego al tipo de las lentes.
Ben se fijó que tenía instrumentos cortantes en sus manos. Tragó saliva y dio un paso al frente.
- Sí, yo también lo huelo. El veneno no hizo mella en él. Impresionante- hizo una breve pausa para posar los instrumentos a un lado.- Digno sujeto para un estudio.
- ¿Qué estás haciendo?
- Cobrar una deuda- respondió con naturalidad. Se echó hacia atrás en la silla y echó una pierna por encima de la otra. Dejó que las lentes se deslizaron por su nariz.- Bueno, y cumplir el sueño de la joven Latrovasha- suspiró y con un gesto, uno de los lagartos se aprestó a llevarle un vaso con bebida.- Verás, mi robusto amigo desconocido, en la vida, quien algo quiere, algo le cuesta. La avaricia es, quizá, el mayor de los pecados- dio un pequeño sorbo antes de continuar.- ¿Por qué? Te preguntarás. Tengo una respuesta que te puedo dar si accedes a sentarte frente a mi, si compartes conmigo una buena bebida espirituosa. Estos hombres bestia son fascinantes. Hay una familia de hombres y mujeres insecto que se dedican a destilar este maravilloso "uisqui". Es uno de los pequeños placeres que me permito, sinceramente, que el Altísimo me perdone.
Ben miró a Lasha, que tenía los ojos enrojecidos por el llanto y brillaban a la luz de las candelas y las antorchas del interior. ¿En qué me has metido, Lasha? Sus ojos se volvieron a posar en el hombre. Que se pasaba la lengua por los labios después de saborear el "uisqui".
- No acepto tu oferta. Menos cuando tienes a dos personas prisioneras y estabas a punto de rajar a uno por puro placer. Te ofrezco otro trato.
El hombre gruñó y posó las lentes junto a los instrumentos de corte, también hizo lo propio con el vaso. Los lagartos adoptaron una posición que a Ben le resultaba familiar. Se permitió sonreir.
- Sí, vuestros camaradas están en el suelo de la Arena. Deberíais ir a ver cómo están.
- Calmaos, los dos. Los tres- el tono de voz cambió a uno más autoritario.- Por el Señor, lo que hay que aguantar- descruzó las piernas y se levantó.- Una vez, una señora me contó una historia que no viene al caso, desde luego, pero que en esencia, venía a decir que tuviera cuidado con los que perseveran en sus ambiciones, porque tienden a hacer locuras en nombre de alguna causa- hizo una mueca.- Tú me recuerdas al protagonista de esa historia.
- Conozco la historia. Y creo que si se me diera una explicación, podría estar más calmado. Solo escuché una mentira de una parte- miró a Lasha.- Antes de que esto escale- volvió la vista al hombre- creo que deberías contarme que es eso de la deuda y a qué te refieres con cumplir un sueño. Yo prefiero quedarme aquí, ya sabes, por si los Dioses deciden que haga alguna locura- le enseñó los dientes.
El hombre sonrió y volvió a sentarse recuperando su posición anterior, y el vaso que había dejado a un lado. Señaló a tipo de la mesa.
- Este de aquí es, como ya te habrás imaginado, el amigo de Latrovasha, Enrik. Su historia es, cuanto menos, fascinante y seguro que aquí Latrovasha estará dispuesta a compartirla, pero claro, no puedo evitar que se ponga a gritar y los gritos me alteran mucho- hizo una mueca como si se arrepintiera de aquello que acababa de decir.- En cualquier caso, aquí el bueno de Enrik vivía por y para la familia de Latrovasha, unos feriantes del tres al cuarto que le dieron algo de cariño y se sintió en deuda eterna con ellos. Pero claro, para pagar su deuda emocional, debía endeudarse a un nivel, digamos, terrenal- dio otro sorbo y estudió a Sango.- Al principio funcionó bien con nosotros. Tuvimos buena relación comercial, pero las cosas se torcieron, ¿verdad Latrovasha? Una sombra seguía a esta familia de feriantes. Tenían buena fama, eran buenos, yo los vi un par de veces, esta familia, rota, tiene talento, te lo digo yo. Pero esa sombra... ¡Ay! Esa sombra- hizo una pausa y negó con la cabeza mientras Lasha y él mantenían la mirada.- ¿Sabes que allá donde iba esta familia, desaparecía una o dos personas? Rápidamente se extendió el rumor de los feriantes caníbales, de los feriantes secuestradores, de los feriantes que hacían rituales oscuros... No- hizo un gesto para restarle importancia.- Era Enrik pagando deudas. Deudas conmigo, con nosotros. Pero aún así, seguían teniendo amistades, estos brazos... Hmm, sí, amistades poderosas. Amistades que se desvanecieron cuando no los aceptaron en ningún pueblo, cuando la sombra era tan extensa sobre ellos que tuvieron que separarse para sobrevivir- apuró el vaso y lo posó a un lado.- Una historia triste, sin duda. Más triste fue para mi, porque yo no era consciente de esta situación y cuando pidió el último préstamo, se desvanecieron como polvo en el viento- se levantó.- Estuve años detrás de ellos, años preguntándome cómo era posible que hubieran desaparecido sin rastro. Años de enviar a unos y otros a seguir pistas: callejones sin salida, rastros falsos... No, no era posible. Pero, ¡ah! Dios siempre recompensa a sus seguidores más fieles. Incluso para los hombres de ciencia, como yo. Un día, una mujer se acercó a mi y me pidió unas alas. Algo con lo que al menos poder planear. Y cuando firmamos el contrato y vi su nombre, me llevó directamente hacia él. Porque sí, Latrovasha, la desgracia de tu familia se la debes a Enrik Ulster.
Latrovasha movía los hombros arriba y abajo. Las lágrimas caían como un torrente sin fin. Sango retiró sus ojos de ella y los posó sobre el hombre que se había sentado de nuevo y sonreía con aire de superioridad.
- Sí, esa sombra viajó con vosotros. Mientras Enrik se encargaba de que vuestras bolsas estuvieran llenas, se dedicaba a pagar su deuda con nosotros. No hacíais preguntas, ¿para qué? No. Amigo mío,- volvió la cabeza hacia él- ahí tienes una historia sobre avaricia. Una historia sobre cómo se puede romper una familia por no hacer las preguntas adecuadas, cuando el brillo de las monedas ciega a los menos precavidos. No. Es hora de ponerse a trabajar.
Sango alzó una mano y el hombre respondió alzando las cejas.
- Esas desapariciones, ¿por qué están relacionadas con Enrik?
- ¿No está claro? Por el deseo de emular la más grande civilización que anduvo sobre la faz de este continente. Porque es necesario recuperar ese conocimiento. Porque estoy cerca de conseguirlo. Porque...
- Así que eres el responsable último de la desaparición de gente- Sango observó como el hombre entornaba los ojos.- Tienes una gran deuda que pagar. No con Enrik pero sí con las familias de esos desaparecidos. Por suerte para ti, los Dioses me han puesto en tu camino para que pagues tu deuda.
El hombre sonrió con tristeza en el rostro. Sango le vio tragar saliva. Caminó hasta colocarse por delante del cuerpo de Enrik. Los lagartos enseñaron las lenguas.
- ¿Hay tiempo para un trato?
- No.
- Lástima.
Los reptiles avanzaron hacia él.
Interactúo con Ennie.
La búsqueda de Enrik Ulster y Lasha llega al desenlace.
A por ellos Ava
- No te preocupes Ennie, no es lo más grave que me ha pasado. Vamos, te sigo a las cuadras.
Siguió a Ennie en cuerpo, pero en pensamiento estaba en otra parte. El lagarto le había advertido sobre un incumplimiento, un trato que no había llegado a buen puerto. Lo achacó a que Lasha y Enrik eran feriantes, pero, ¿tanto como para secuestrar a alguien? Sin embargo, no era eso lo que le molestaba. Era el hecho de haber sido utilizado desde el principio. Pero lo peor no era eso. No. Lo peor era haber involucrado a Ennie y Ava en todo eso.
Cuando llegaron la tienda rojo ocre era bien visible. Además del color, era la más grande de todas las que había en la zona. Posó sus ojos en ella, escuchando las palabras de precaución de Ennie. Aquella niña era un regalo de los Dioses. Se apoyó en un poste con la mirada fija en la tienda. Se cruzó de brazos y habló con la niña.
- ¿Tienes alguna forma de llamar a Ava? Si me dices que- un gritó del interior de la tienda llegó a sus oídos.- Busca ayuda, Ennie, busca a Ava. Que arrase con la puñetera tienda.
Sango salió disparado hacia la tienda e irrumpió a través de la lona que cubría la entrada. Al fondo, sobre una improvisada mesa, estaba tendido un hombre, atado de piernas y brazos. Sobre él, un hombre con escaso pelo y unas lentes observaba a un Sango que trataba de asimilar la escena. A un lado estaba Latrovasha amordazada y con dos reptiles encima. Los reptiles se miraron confundidos y luego al tipo de las lentes.
Ben se fijó que tenía instrumentos cortantes en sus manos. Tragó saliva y dio un paso al frente.
- Sí, yo también lo huelo. El veneno no hizo mella en él. Impresionante- hizo una breve pausa para posar los instrumentos a un lado.- Digno sujeto para un estudio.
- ¿Qué estás haciendo?
- Cobrar una deuda- respondió con naturalidad. Se echó hacia atrás en la silla y echó una pierna por encima de la otra. Dejó que las lentes se deslizaron por su nariz.- Bueno, y cumplir el sueño de la joven Latrovasha- suspiró y con un gesto, uno de los lagartos se aprestó a llevarle un vaso con bebida.- Verás, mi robusto amigo desconocido, en la vida, quien algo quiere, algo le cuesta. La avaricia es, quizá, el mayor de los pecados- dio un pequeño sorbo antes de continuar.- ¿Por qué? Te preguntarás. Tengo una respuesta que te puedo dar si accedes a sentarte frente a mi, si compartes conmigo una buena bebida espirituosa. Estos hombres bestia son fascinantes. Hay una familia de hombres y mujeres insecto que se dedican a destilar este maravilloso "uisqui". Es uno de los pequeños placeres que me permito, sinceramente, que el Altísimo me perdone.
Ben miró a Lasha, que tenía los ojos enrojecidos por el llanto y brillaban a la luz de las candelas y las antorchas del interior. ¿En qué me has metido, Lasha? Sus ojos se volvieron a posar en el hombre. Que se pasaba la lengua por los labios después de saborear el "uisqui".
- No acepto tu oferta. Menos cuando tienes a dos personas prisioneras y estabas a punto de rajar a uno por puro placer. Te ofrezco otro trato.
El hombre gruñó y posó las lentes junto a los instrumentos de corte, también hizo lo propio con el vaso. Los lagartos adoptaron una posición que a Ben le resultaba familiar. Se permitió sonreir.
- Sí, vuestros camaradas están en el suelo de la Arena. Deberíais ir a ver cómo están.
- Calmaos, los dos. Los tres- el tono de voz cambió a uno más autoritario.- Por el Señor, lo que hay que aguantar- descruzó las piernas y se levantó.- Una vez, una señora me contó una historia que no viene al caso, desde luego, pero que en esencia, venía a decir que tuviera cuidado con los que perseveran en sus ambiciones, porque tienden a hacer locuras en nombre de alguna causa- hizo una mueca.- Tú me recuerdas al protagonista de esa historia.
- Conozco la historia. Y creo que si se me diera una explicación, podría estar más calmado. Solo escuché una mentira de una parte- miró a Lasha.- Antes de que esto escale- volvió la vista al hombre- creo que deberías contarme que es eso de la deuda y a qué te refieres con cumplir un sueño. Yo prefiero quedarme aquí, ya sabes, por si los Dioses deciden que haga alguna locura- le enseñó los dientes.
El hombre sonrió y volvió a sentarse recuperando su posición anterior, y el vaso que había dejado a un lado. Señaló a tipo de la mesa.
- Este de aquí es, como ya te habrás imaginado, el amigo de Latrovasha, Enrik. Su historia es, cuanto menos, fascinante y seguro que aquí Latrovasha estará dispuesta a compartirla, pero claro, no puedo evitar que se ponga a gritar y los gritos me alteran mucho- hizo una mueca como si se arrepintiera de aquello que acababa de decir.- En cualquier caso, aquí el bueno de Enrik vivía por y para la familia de Latrovasha, unos feriantes del tres al cuarto que le dieron algo de cariño y se sintió en deuda eterna con ellos. Pero claro, para pagar su deuda emocional, debía endeudarse a un nivel, digamos, terrenal- dio otro sorbo y estudió a Sango.- Al principio funcionó bien con nosotros. Tuvimos buena relación comercial, pero las cosas se torcieron, ¿verdad Latrovasha? Una sombra seguía a esta familia de feriantes. Tenían buena fama, eran buenos, yo los vi un par de veces, esta familia, rota, tiene talento, te lo digo yo. Pero esa sombra... ¡Ay! Esa sombra- hizo una pausa y negó con la cabeza mientras Lasha y él mantenían la mirada.- ¿Sabes que allá donde iba esta familia, desaparecía una o dos personas? Rápidamente se extendió el rumor de los feriantes caníbales, de los feriantes secuestradores, de los feriantes que hacían rituales oscuros... No- hizo un gesto para restarle importancia.- Era Enrik pagando deudas. Deudas conmigo, con nosotros. Pero aún así, seguían teniendo amistades, estos brazos... Hmm, sí, amistades poderosas. Amistades que se desvanecieron cuando no los aceptaron en ningún pueblo, cuando la sombra era tan extensa sobre ellos que tuvieron que separarse para sobrevivir- apuró el vaso y lo posó a un lado.- Una historia triste, sin duda. Más triste fue para mi, porque yo no era consciente de esta situación y cuando pidió el último préstamo, se desvanecieron como polvo en el viento- se levantó.- Estuve años detrás de ellos, años preguntándome cómo era posible que hubieran desaparecido sin rastro. Años de enviar a unos y otros a seguir pistas: callejones sin salida, rastros falsos... No, no era posible. Pero, ¡ah! Dios siempre recompensa a sus seguidores más fieles. Incluso para los hombres de ciencia, como yo. Un día, una mujer se acercó a mi y me pidió unas alas. Algo con lo que al menos poder planear. Y cuando firmamos el contrato y vi su nombre, me llevó directamente hacia él. Porque sí, Latrovasha, la desgracia de tu familia se la debes a Enrik Ulster.
Latrovasha movía los hombros arriba y abajo. Las lágrimas caían como un torrente sin fin. Sango retiró sus ojos de ella y los posó sobre el hombre que se había sentado de nuevo y sonreía con aire de superioridad.
- Sí, esa sombra viajó con vosotros. Mientras Enrik se encargaba de que vuestras bolsas estuvieran llenas, se dedicaba a pagar su deuda con nosotros. No hacíais preguntas, ¿para qué? No. Amigo mío,- volvió la cabeza hacia él- ahí tienes una historia sobre avaricia. Una historia sobre cómo se puede romper una familia por no hacer las preguntas adecuadas, cuando el brillo de las monedas ciega a los menos precavidos. No. Es hora de ponerse a trabajar.
Sango alzó una mano y el hombre respondió alzando las cejas.
- Esas desapariciones, ¿por qué están relacionadas con Enrik?
- ¿No está claro? Por el deseo de emular la más grande civilización que anduvo sobre la faz de este continente. Porque es necesario recuperar ese conocimiento. Porque estoy cerca de conseguirlo. Porque...
- Así que eres el responsable último de la desaparición de gente- Sango observó como el hombre entornaba los ojos.- Tienes una gran deuda que pagar. No con Enrik pero sí con las familias de esos desaparecidos. Por suerte para ti, los Dioses me han puesto en tu camino para que pagues tu deuda.
El hombre sonrió con tristeza en el rostro. Sango le vio tragar saliva. Caminó hasta colocarse por delante del cuerpo de Enrik. Los lagartos enseñaron las lenguas.
- ¿Hay tiempo para un trato?
- No.
- Lástima.
Los reptiles avanzaron hacia él.
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Nada más llegar al final del pasillo y doblar la esquina, la criatura de la noche entornó los ojos al percatarse de algo que resultaba sospechoso, unas gruesas rendijas en las paredes del túnel que tenían delante, pero no contaba con que hubiese algo más que callejones sin salida, así que continuaron. Con la vista clavada al frente, y aguzando el oído por si captaba algún ruido del exterior, Elen no se dio cuenta de un pequeño relieve en el suelo hasta que pisó sin querer la placa de presión, activando uno de los mecanismos del laberinto.
Un muro surgió a través de las hendiduras que había visto para cortarles el paso. - ¿Eh? ¿Qué ha sido eso? - preguntó enseguida el cazador, que solo podía guiarse por el sonido. - Lo siento, creo que he pisado donde no debía, el camino se ha cerrado, tendremos que regresar y tomar otra ruta. - dijo con tranquilidad, hasta que el ruido volvió a repetirse, ahora a su espalda. - ¡No! - exclamó, soltando al dragón para correr hacia el otro lado, pero no había nada que hacer.
- ¿Qué está pasando Elen? Por lo que más quieras, dime algo. - pidió nervioso Alister, mientras algo empezaba a caerles desde algún punto por encima de sus cabezas. - Estamos atrapados. - reveló la vampira, sacudiéndose al sentir aquel polvo que llegaba del techo. - ¿Arena? - musitó, examinando el montoncito que se acumulaba sobre la palma de su mano. - ¿Cómo que arena? ¿Van a sepultarnos vivos o qué? - se quejó el norteño, sin verle la gracia por ningún lado a la bromita de los responsables de la actividad.
Poco a poco la cantidad que caía empezó a aumentar, instándolos a darse prisa y buscar una forma de escapar de la trampa. - Se activó al presionar la placa, debe haber otro mecanismo para detenerlo, busca por las paredes. - instó la señora de sombras, de modo que su compañero pudiese colaborar mientras ella, valiéndose de su visión nocturna, trataba de hallar cualquier cosa que no encajase con el resto.
En el suelo no quedaba nada sospechoso, así que se centró en revisar el lado opuesto al que ocupaba el alado, recorriendo con los dedos la superficie mientras intentaba evitar que la molesta arena le entrase en los ojos o en la boca. Tras de sí, escuchó toser a su acompañante, que a ciegas debía estar pasándolo realmente mal.
- Creo que he encontrado algo. - avisó el cazador, cuando la acumulación de polvo ya casi les llegaba a las rodillas, haciendo que moverse fuese más complicado. La vampira acudió a su lado tan rápido como le fue posible, colocando una de las manos en su hombro para que supiese que estaba allí. - Déjame ver. - susurró, comprobando que tal como decía, había una pequeña hendidura redonda en mitad de la pared. - No perdemos nada por probar ¿no? - añadió, y ante el silencio del hijo de Dundarak, introdujo la diestra en la abertura, accionando otro mecanismo que abrió el túnel.
- ¡Ha funcionado! Salgamos de aquí. - instó la joven, tirando del dragón para llevárselo tan lejos de la trampa como pudiese. En cuanto estuvieron fuera de peligro, se detuvieron para sacudirse las ropas, pero parte de aquella fina arena se quedó pegada a ellos. - Elen, si vuelves a ver a un vigilante avísame, pienso decirle un par de cosas. - soltó Alister, tosiendo aún de vez en cuando.
- Busquemos la salida, pero vayamos con cuidado. - indicó la criatura de la noche, que a partir de ese momento prestaría mucha más atención al suelo y a todo lo que los rodeaba antes de avanzar.
Off: Tercera tirada de dado con bonus de visión nocturna (+2) y penalización por obstáculo (-1)
Conteo de pasos: 14 + 9 + 14 = 37
La pareja consigue salir del laberinto, con un par de kilos de arena encima pero salen.
Un muro surgió a través de las hendiduras que había visto para cortarles el paso. - ¿Eh? ¿Qué ha sido eso? - preguntó enseguida el cazador, que solo podía guiarse por el sonido. - Lo siento, creo que he pisado donde no debía, el camino se ha cerrado, tendremos que regresar y tomar otra ruta. - dijo con tranquilidad, hasta que el ruido volvió a repetirse, ahora a su espalda. - ¡No! - exclamó, soltando al dragón para correr hacia el otro lado, pero no había nada que hacer.
- ¿Qué está pasando Elen? Por lo que más quieras, dime algo. - pidió nervioso Alister, mientras algo empezaba a caerles desde algún punto por encima de sus cabezas. - Estamos atrapados. - reveló la vampira, sacudiéndose al sentir aquel polvo que llegaba del techo. - ¿Arena? - musitó, examinando el montoncito que se acumulaba sobre la palma de su mano. - ¿Cómo que arena? ¿Van a sepultarnos vivos o qué? - se quejó el norteño, sin verle la gracia por ningún lado a la bromita de los responsables de la actividad.
Poco a poco la cantidad que caía empezó a aumentar, instándolos a darse prisa y buscar una forma de escapar de la trampa. - Se activó al presionar la placa, debe haber otro mecanismo para detenerlo, busca por las paredes. - instó la señora de sombras, de modo que su compañero pudiese colaborar mientras ella, valiéndose de su visión nocturna, trataba de hallar cualquier cosa que no encajase con el resto.
En el suelo no quedaba nada sospechoso, así que se centró en revisar el lado opuesto al que ocupaba el alado, recorriendo con los dedos la superficie mientras intentaba evitar que la molesta arena le entrase en los ojos o en la boca. Tras de sí, escuchó toser a su acompañante, que a ciegas debía estar pasándolo realmente mal.
- Creo que he encontrado algo. - avisó el cazador, cuando la acumulación de polvo ya casi les llegaba a las rodillas, haciendo que moverse fuese más complicado. La vampira acudió a su lado tan rápido como le fue posible, colocando una de las manos en su hombro para que supiese que estaba allí. - Déjame ver. - susurró, comprobando que tal como decía, había una pequeña hendidura redonda en mitad de la pared. - No perdemos nada por probar ¿no? - añadió, y ante el silencio del hijo de Dundarak, introdujo la diestra en la abertura, accionando otro mecanismo que abrió el túnel.
- ¡Ha funcionado! Salgamos de aquí. - instó la joven, tirando del dragón para llevárselo tan lejos de la trampa como pudiese. En cuanto estuvieron fuera de peligro, se detuvieron para sacudirse las ropas, pero parte de aquella fina arena se quedó pegada a ellos. - Elen, si vuelves a ver a un vigilante avísame, pienso decirle un par de cosas. - soltó Alister, tosiendo aún de vez en cuando.
- Busquemos la salida, pero vayamos con cuidado. - indicó la criatura de la noche, que a partir de ese momento prestaría mucha más atención al suelo y a todo lo que los rodeaba antes de avanzar.
Off: Tercera tirada de dado con bonus de visión nocturna (+2) y penalización por obstáculo (-1)
Conteo de pasos: 14 + 9 + 14 = 37
La pareja consigue salir del laberinto, con un par de kilos de arena encima pero salen.
Última edición por Elen Calhoun el Dom Oct 16 2022, 22:23, editado 1 vez
Elen Calhoun
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Caminos que profundizaban en la tierra, oscuridad, caminos que ascendían hacia más oscuridad, había llegado a una sección del recorrido que aunque estaba algo mejor iluminado se volvía aún mas laberíntico. La voz del susodicho vampiro casi parecía cargada de sorna y aunque parecía tener una cierta direccionalidad su sonido, allí dentro era imposible tratar de ubicarlo.
Empapado y en constante oscuridad, la sensación de frío aumentaba, instándome a cruzar los brazos buscando mantener mi propio calor corporal a costa de perder la guía que me daba el relieve de la caverna al ir avanzando. intenté concentrarme entonces en sentir las corrientes de aire, si es que la caverna unía dos grutas o discernir lo viciado del aire para avanzar siempre hacia donde mas reciclado pareciera.
Acabé por llegar a una sala natural plagada de estalactitas y estalagmitas. Algunas de esas formaciones cálcicas eran tan longevas que se habían unificado con las opuestas formando una suerte de pilares que a estas alturas parecía mantener la estructura del lugar. La luz de la luna se filtraba por una grieta e iluminaba, junto con algunos hongos, un lago interior en aquella misma sala, de aguas cristalinas que reflejaban como un espejo al satélite.
De nuevo, frente a la salida de aquel lugar se extendía una cuadrícula con otras runas luminiscentes en un suave color violeta. Al acercarme lo suficiente pude ver que la salida estaba cerrada por una neblina densa que hacía las veces de barrera, antinatural pero de seguro ligada aquellas runas de pronto una de ellas se iluminó en turquesa un instante y volvió a su color original. Mantuve la atención sobre las runas intentando descifrar su utilidad, o como desactivarlas, activarlas o a fin de cuentas, emplearlas para poder continuar.
de nuevo la misma runa se iluminó de la misma forma que la anterior pero esta vez un sonido desde mi derecha captó mi atención. Una cuadrícula idéntica en miniatura y flotando en el aire aparecía. Instintivamente fui a tocar la runa que se había iluminado intermitentemente y la runa miniaturizada reaccionó imitando a su homónima mas grande. entonces en la cuadricula mayor ocurrió lo mismo, la primera runa se ilumino un instante para luego hacer lo mismo en otra runa distinta. tenía que seguir la secuencia.
Tras un par de intentos logré completar la serie haciendo disiparse la barrera y abriendo el camino para poder continuar, algo que no dudé en hacer. Aquel juego, de alguna forma me había relajado un instante, o quizá fuese el reflejo de Isil en aquel lago quien lo habría hecho, y supe que Aylizz seguramente estaría bien, a fin de cuentas había demostrado en varias ocasiones que era una muchacha escurridiza, si estaba en apuros seguro que podría darle esquinazo, tal como hizo en Nagnu. De seguro se encontrarían a la salida, y quien sabe si de hecho ella no estaba ya esperándome y decidiendo que bebida pedir.
Empapado y en constante oscuridad, la sensación de frío aumentaba, instándome a cruzar los brazos buscando mantener mi propio calor corporal a costa de perder la guía que me daba el relieve de la caverna al ir avanzando. intenté concentrarme entonces en sentir las corrientes de aire, si es que la caverna unía dos grutas o discernir lo viciado del aire para avanzar siempre hacia donde mas reciclado pareciera.
Acabé por llegar a una sala natural plagada de estalactitas y estalagmitas. Algunas de esas formaciones cálcicas eran tan longevas que se habían unificado con las opuestas formando una suerte de pilares que a estas alturas parecía mantener la estructura del lugar. La luz de la luna se filtraba por una grieta e iluminaba, junto con algunos hongos, un lago interior en aquella misma sala, de aguas cristalinas que reflejaban como un espejo al satélite.
De nuevo, frente a la salida de aquel lugar se extendía una cuadrícula con otras runas luminiscentes en un suave color violeta. Al acercarme lo suficiente pude ver que la salida estaba cerrada por una neblina densa que hacía las veces de barrera, antinatural pero de seguro ligada aquellas runas de pronto una de ellas se iluminó en turquesa un instante y volvió a su color original. Mantuve la atención sobre las runas intentando descifrar su utilidad, o como desactivarlas, activarlas o a fin de cuentas, emplearlas para poder continuar.
de nuevo la misma runa se iluminó de la misma forma que la anterior pero esta vez un sonido desde mi derecha captó mi atención. Una cuadrícula idéntica en miniatura y flotando en el aire aparecía. Instintivamente fui a tocar la runa que se había iluminado intermitentemente y la runa miniaturizada reaccionó imitando a su homónima mas grande. entonces en la cuadricula mayor ocurrió lo mismo, la primera runa se ilumino un instante para luego hacer lo mismo en otra runa distinta. tenía que seguir la secuencia.
Tras un par de intentos logré completar la serie haciendo disiparse la barrera y abriendo el camino para poder continuar, algo que no dudé en hacer. Aquel juego, de alguna forma me había relajado un instante, o quizá fuese el reflejo de Isil en aquel lago quien lo habría hecho, y supe que Aylizz seguramente estaría bien, a fin de cuentas había demostrado en varias ocasiones que era una muchacha escurridiza, si estaba en apuros seguro que podría darle esquinazo, tal como hizo en Nagnu. De seguro se encontrarían a la salida, y quien sabe si de hecho ella no estaba ya esperándome y decidiendo que bebida pedir.
Edición tras el dado:
A medida que avanzaba por las grutas siguientes a aquellas salas, la inclinación siempre ascendente y la simplicidad del recorrido respecto a los segmentos anteriores, unido a que el aire volvía a estar mas fresco me daban las indicaciones suficientes de que estaba alcanzando el final del juego. Por fin al fondo podía volver a ver los árboles y las estrellas, además que se filtraban de nuevo los tambores, las voces y las risas de quienes participaban de las fiestas en el exterior. - Si no te das prisa te va a tocar pagar las bebidas. - Le dije mientras sonreía y adelantaba a la mujer con la que había hablado momentos antes de entrar al laberinto y que acompañaba al artífice de aquella apuesta a la que con gusto me había unido.
A medida que avanzaba por las grutas siguientes a aquellas salas, la inclinación siempre ascendente y la simplicidad del recorrido respecto a los segmentos anteriores, unido a que el aire volvía a estar mas fresco me daban las indicaciones suficientes de que estaba alcanzando el final del juego. Por fin al fondo podía volver a ver los árboles y las estrellas, además que se filtraban de nuevo los tambores, las voces y las risas de quienes participaban de las fiestas en el exterior. - Si no te das prisa te va a tocar pagar las bebidas. - Le dije mientras sonreía y adelantaba a la mujer con la que había hablado momentos antes de entrar al laberinto y que acompañaba al artífice de aquella apuesta a la que con gusto me había unido.
- offrol:
- Interactúo levemente con Ryra.
atravieso el obstáculo que marcaba el dado de mi anterior tirada
puntuación post 1: 12
puntuación post 2: 7 (-1 por obstáculo)
puntuación post 3: 8 (-1 por obstáculo)
puntuación total: 25
puntuación restante: 1
- Apariencia:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]A través del cuello de su ropa y al final de sus mangas se pueden ver aún las quemaduras que le hicieron las mariposas. Tiene una herida que casi daña su ojo y abarca desde mas arriba de la ceja hasta la mitad de la mejilla
Al estar cerca de Eleandris debería notarse el olor de la flor del naranjo
Última edición por Eleandris el Lun Oct 17 2022, 03:31, editado 3 veces (Razón : Actualizar la puntuación del dado en la tirada y adición de un leve texto en consecuencia a la puntuación total adquirida hasta el momento)
Eleandris
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
La bruja continuaba su andar a través de aquel oscuro lugar. Sus pasos eran lentos, pero no por eso descuidados. Siempre mantenía sus manos alertas, buscando evitar que chocara. Estaba más que consciente que Cohen y Meleis la habían adelantado. O eso era lo que suponía, ya que ambos se les escuchaba a lo lejos. - Entiendo que Cohen lleve ventaja, pero ese muchacho Meleis era más habilidoso de lo que aparentaba. Es eso, o el ingrato corre con demasiada suerte. - Se decía en sus adentros mientras continuaba avanzando despacio.
Continuó su andar hasta que se detuvo algo confundida. ¿Estaba yendo por el camino correcto? Ya tenía un rato que no escuchaba a ninguno de esos dos. ¿Se habría perdido ella en uno de los caminos. Negó con la cabeza. Ella juraba que había estado caminando hacia la dirección que escuchaba sus voces. No podía estar errada. Se negaba a pensar de esa manera.
Fue en ese momento que logró escuchar de nueva cuenta a Cohen, quien le advirtió tanto a Meleis como a ella de la existencia de trampas. Aquello le hizo abrir sus ojos de par en par. Aunque claro, eso visualmente sería difícil de apreciar debido a la gran oscuridad en el lugar. Luego de eso escuchó a Meleis responderle a Cohen con su manera de hablar tan propia que le causaba ternura. - ¡Muchas gracias cariño! ¡Lo tendré a consideración! - Genial... No solamente debía de lidiar con la dificultad del laberinto y su oscuridad, sino también con trampas.
Pero al menos algo bueno había resultado de todo esto. Había escuchado a ese par de nueva cuenta. Por lo que era el momento de seguir adelante. No podía quedarse atrás. Tenía que continuar y seguir avanzando. No quería se quien pagara esas cervezas. No lo iba a permitir por nada de este mundo.
OFF: Interactúa a la distancia con Cohen y Meleis
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Continuó su andar hasta que se detuvo algo confundida. ¿Estaba yendo por el camino correcto? Ya tenía un rato que no escuchaba a ninguno de esos dos. ¿Se habría perdido ella en uno de los caminos. Negó con la cabeza. Ella juraba que había estado caminando hacia la dirección que escuchaba sus voces. No podía estar errada. Se negaba a pensar de esa manera.
Fue en ese momento que logró escuchar de nueva cuenta a Cohen, quien le advirtió tanto a Meleis como a ella de la existencia de trampas. Aquello le hizo abrir sus ojos de par en par. Aunque claro, eso visualmente sería difícil de apreciar debido a la gran oscuridad en el lugar. Luego de eso escuchó a Meleis responderle a Cohen con su manera de hablar tan propia que le causaba ternura. - ¡Muchas gracias cariño! ¡Lo tendré a consideración! - Genial... No solamente debía de lidiar con la dificultad del laberinto y su oscuridad, sino también con trampas.
Pero al menos algo bueno había resultado de todo esto. Había escuchado a ese par de nueva cuenta. Por lo que era el momento de seguir adelante. No podía quedarse atrás. Tenía que continuar y seguir avanzando. No quería se quien pagara esas cervezas. No lo iba a permitir por nada de este mundo.
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Última edición por Gaegel el Lun Oct 17 2022, 05:18, editado 2 veces
Gaegel
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
El hombre de giró hacia ella desde el suelo, pareciendo que manipulaba algo allí. Se acercó precavida, aunque con curiosidad. Forzó un poco más la vista cuando él la advirtió y distinguió que trataba de desmontar, o al menos evitar, una trampa oculta en las baldosas del suelo. Arqueó una ceja, de modo que aquello no era un simple laberinto. Yo que más le extrañaba era no haber caído en una antes. No quiso entorpecer la tarea del desconocido, claramente no hacerlo le convenía a ella también, por lo que mantuvo la distancia mientras observaba, con cuánto detalle alcanzaba a distinguir, sus movimientos.
—Un poco sólo.— admitió con reparo ante su observación —Lo suficiente para darle pena alguien que se preste a facilitarme el camino.— correspondió a su tono jocoso.
Caminó tras él, dándole algunas baldosas de espacio para asegurar sus pasos. Aquel tipo parecía moverse en su elemento, distinguiendo en la oscuridad el mejor lugar para poner los pies. Tardó un momento en razonar aquel último pensamiento y se estremeció cuando lo hizo. ¿Qué criaturas conocía que bailasen en las sombras?
Empezó a ralentizar sus pasos y el hombre comenzó a tomar distancia. Sin embargo, se fijó en las marcas de las baldosas que pisaba sin activar las trampas. Quizá debería dejar que se perdiese en el fondo del túnel antes de seguir ella, por precaución, pero lo cierto es que el tiempo allí dentro, sin puntos de referencia, se le había desorientado por completo.
[Edición tras dado] A medida que avanzaba su vista se le hacía más clara a la oscuridad, distinguiendo con mayor claridad las marcas en el suelo. Garras y plumas, ahora terminaba de entenderlo. Empezó a acortar la distancia con el desconocido, que pareció verla acercarse de nuevo, pareciendo que la retaba a ser más rápida. De nuevo, el hombre avanzó y ella se quedó atrás.
—No tengo ninguna intención de quedarme aquí abajo.— respondió a su provocación.
SÉl era rápido, pero ella podía alcanzarlo. Podía dar zancadas más largas, saltar varias losas de una vez ahora que no le era necesario esperar a ver donde pisaba él. O eso creyó. Una pisada mal puesta y resvaló con la humedad del subterráneo. Sin embargo, los Dioses debieron apiadarse de ella en aquel tropezón, porque cayó de bruces contra una roca que al moverse, abrió un hueco en la pared lo bastante amplio como para escurrise a través de él. Se asomó, antes de optar por cruzarlo. Al otro lado había, sin duda, más claridad que siguiendo aquel camino minado. ¿Quizá más cerca de la salida?
—¡Gracias y nos vemos!— advirtió al hombre, a quien despidió con la mano en un gesto divertido.
1ª Tirada: +7
2ª Tirada: +5 (+2 por atajo en siguiente tirada)
3ª Tirada: +8 (6+2)
Total: 20
Restan: 6
Sigo los pasos de Zagreus, con quién interactúo hasta que me tropiezo con el atajo.
Última edición por Aylizz Wendell el Lun Oct 17 2022, 20:34, editado 2 veces
Aylizz Wendell
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Poco después de alcanzar las cuadras del ganado, Sango dio con la tienda que su contrincante había mencionado durante el combate en la arena, y sin perder tiempo se dirigió hacia aquel punto, con Ennie pisándole los talones. - ¿Una forma de llamar a Ava? - pensó la niña, pero no tenía nada semejante, y antes de que pudiese ocurrírsele algo, un estremecedor grito proveniente del interior hizo que el humano se lanzase hacia la estructura.
- ¡Sango espera! - exclamó, pero no la escuchó, iba directo hacia la boca del lobo, y una vez más lo hacía solo. Frustrada y preocupada por lo que pudiese pasarle, Ennie solo pudo hacer una cosa, lo que su compañero acababa de pedirle.
La insectoide echó a correr hacia la zona más concurrida de la feria tan rápido como le permitieron las delgadas piernas, buscando desesperadamente a la mujer bestia. - ¡¡Ava!! - gritó a pleno pulmón, atrayendo las miradas de algunos de los visitantes. - ¡¡Avaaaa!! - continuó, sin dejar de avanzar por entre la multitud, levantando de vez en cuando la vista al cielo.
- Tengo que encontrarla. - pensó, con el corazón encogido.
En el bosque…
En respuesta a las preguntas de la joven, Dante no tardó en ofrecerse a ayudarla, asegurando que a su amigo se le daban bien aquel tipo de tareas. Más tranquilo tras el susto inicial, el cuervo abandonó la seguridad de los árboles para regresar junto a su amo, que lo recibió acariciando con delicadeza sus cuidadas plumas, a lo que el animal respondió picoteándole el metálico brazo.
La morena centró su atención en el ave, preguntándose aún si sería la misma que había visto anteriormente, pero como era una cuestión que no sería capaz de resolver, pasó a considerar la propuesta del hombre. - ¿Será buena idea que acepte? - esa era la duda que la embargaba, ya que aún seguía algo nerviosa por la actitud que había mostrado hacia ella. El problema era que si insistía en flirtear con ella, Ava no sería capaz de concentrarse en lo que tenía que hacer, así que su presencia se volvería contraproducente.
Pero por otra parte, contar con un par de ojos más, o dos en este caso, quizá decantase la balanza finalmente, puede que ellos viesen algo que la híbrida hubiese pasado por alto. La cuerva se debatió entre ambas opciones durante unos segundos, optando finalmente por ser práctica. - Es...está bien, a...acepto tu ayuda. - dijo, poniéndose en marcha nada más acabar la frase.
Convencida de que no habría pistas sobre Ulster en el bosque, Ava dirigió sus pasos hacia la salida y posteriormente hacia la zona comercial, observando por el rabillo del ojo a su nuevo acompañante de vez en cuando, aunque intentando que éste no se diese cuenta de ello claro. No sabía qué esperar de Dante, así que se mantenía atenta a sus movimientos, y eso de por sí la distraía de su misión, justo lo que se temía.
También recorría los puestos y a la multitud con los ambarinos orbes que decoraban su rostro por supuesto, pero no con el detenimiento que debería. - No… no parece que haya nada por aquí. - comentó, ya que a pesar de tener problemas para interactuar con hombres a veces el silencio se sentía aún peor.
- ¡¡Ava!! - aquel grito lejano paralizó a la morena, que de inmediato comenzó a mirar en todas direcciones, tratando de aislar la voz de la pequeña para determinar su posición. - Ennie… ¡Ennie! - la llamó, abriéndose paso entre la multitud. - ¡¡Avaaaa!! - chilló la pequeña de nuevo, y fue entonces cuando pudo situarla, llegando desde la arena.
En cuanto la insectoide reconoció la silueta de la mujer el corazón le dio un vuelco, e ignorando que la visión se le nublaba a causa de la emoción, corrió hacia ella, abrazándola por la cintura nada más alcanzarla. - Ennie… ¿qué te pasa? - preguntó la cuerva, notando como la niña temblaba y rompía a llorar, superada por una mezcla de frustración y alivio. - Sango… Sango y Lasha están en problemas… necesitan ayuda… date prisa. - consiguió decir entre sollozos, separándose levemente de la joven.
- ¿Dónde Ennie? - pidió, tomándola por los hombros con la preocupación grabada en el rostro. - Dime dónde están. - insistió, hincando una de las rodillas en el suelo para quedar a su altura. - Al… al borde del recinto, pasando las cuadras del ganado… en una tienda de color rojo ocre. - indicó la chica lo mejor que pudo, acompañando las palabras con un gesto de su brazo.
La hija de Midgar no necesitó más, soltó a la pequeña y tomó carrerilla, desplegando las negras alas para alzar el vuelo. - ¡Ten cuidado! - exclamó, limpiándose las lágrimas de las mejillas con la manga de su vestido, antes de reparar en el humano. - ¿Tú ibas con Ava verdad? ¿Nos ayudarás? - preguntó, girando sobre sí misma antes de obtener cualquier respuesta para echar a correr de regreso por donde había venido.
- Aguanta Sango, ya va en camino. - pensó la chiquilla, alegre por haber podido cumplir lo que el guerrero le había pedido.
La híbrida surcó el cielo velozmente, identificando la zona a la que Ennie se refería en cuanto su mirada se posó sobre los animales, que ajenos a lo que ocurría a su alrededor, pastaban o dormían tranquilamente. Giró, desviando sus dorados ojos hacia la tienda, y comenzó a descender, cayendo en picado con las oscuras extremidades casi pegadas al cuerpo. Cuando a punto estaba de alcanzar el piso volvió a abrirlas para cambiar de trayectoria, volando casi a ras de suelo, directa hacia la abertura de la lona.
Aquel no era un movimiento demasiado sensato, no tenía idea de lo que encontraría dentro pero aún así, se dejó llevar por su parte impulsiva, irrumpiendo bruscamente en el lugar y valiéndose de su agilidad para maniobrar. Plegando de nuevo las plumíferas extremidades pero sin perder el impulso que llevaba, la mujer bestia pasó junto a Sango en un instante y embistió a uno de los hombres lagarto que iban hacia él, enviándolo a la otra punta de la tienda mientras ella quedaba en el centro de la misma.
Su inesperada llegada dejó atónitos a los presentes, así que aprovechó la confusión para analizar la escena, considerando automáticamente a cualquiera que no fuese Sango, Lasha o Enrik su enemigo. La felina yacía en una esquina, atada y amordazada, mientras su compañero estaba retenido sobre una camilla, junto a la cual se encontraba otro sujeto, sosteniendo un afilado utensilio. Las alargadas pupilas de la muchacha se clavaron en él, y antes de que pudiese reaccionar, Ava ya había tomado impulso para saltar por encima del camastro y propinarle una patada en medio del pecho.
Con ello logró alejarlo de su víctima, Ulster, al cual se apresuró a liberar valiéndose de otra de las herramientas de aquel tipo. - ¿Enrik verdad? Llévate a Lasha de aquí, nosotros nos encargamos del resto. - indicó, mientras cortaba las ataduras. Irónicamente, bajo presión o en mitad de un enfrentamiento, la hija de Midgar no tenía problemas para comunicarse.
- Nadie va a ir a ninguna parte. - intervino el reptil al que había golpeado, nuevamente en pie. Rápidamente, la morena se interpuso en su camino, cubriendo al bio y a la chica. - Tengo que sacarlo de la tienda. - se dijo mentalmente, ya que en espacios cerrados no podía pelear con libertad. Desarmada como estaba, no le quedó más remedio que improvisar con el mobiliario que tenía a su disposición, por lo que no dudó en coger una silla cercana y estamparla contra el piso, destrozándola en el proceso.
Así se hizo con una de las patas, eligiendo la que al romperse, había terminado con uno de los extremos más afilados. - Ahora ya tengo algo, lo atacaré y haré que me siga al exterior. - era un plan sencillo, solo tenía que enfadar a su oponente lo suficiente como para que se centrase en ella, dando de ese modo algo de margen a Enrik y a Lasha para escapar mientras Sango se ocupaba del otro.
Con eso en mente batió las alas y se elevó ligeramente, para luego abalanzarse sobre su objetivo, que no tuvo problemas para esquivarla haciéndose a un lado, movimiento con el que ella ya contaba. No buscaba herirlo frontalmente sino su espalda, así que viró bruscamente y aprovechó el impulso para rodearlo, hundiendo el trozo de madera en la parte posterior de su hombro. Un gruñido escapó de la garganta de la bestia, mientras con un manotazo, obligó a retroceder a la cuerva. - Maldita, lo lamentarás. - amenazó, mostrando los dientes y la viperina lengua al tiempo que se extraía la pata de la silla para dejarla caer.
Enseguida se lanzó a por la híbrida, que se movió estratégicamente para evadir sus golpes y acercarse a la entrada de la tienda.
Una vez fuera, Ava mantuvo las distancias hasta que su adversario se apartó lo suficiente de la estructura, y entonces desplegó las negras extremidades por completo, pues igual que los felinos enseñaban los colmillos para intimidar, las aves también tenían su forma de hacerlo usando su plumaje. - Si crees que vas a asustarme con eso estás muy equivocada. - soltó el lagarto, preparando su próximo movimiento.
La córvida se elevó en el aire y ganó algo de altura antes de que pudiese atraparla, descendiendo en picado para volver a valerse de su peso y embestirlo, haciéndolo rodar por la tierra. Desafortunadamente al ser la segunda vez que utilizaba aquello contra él, el reptil pudo encajar mejor el golpe y se repuso velozmente, poniéndose en pie de un salto para apresar una de las muñecas de la joven antes de que quedase fuera de su alcance.
Instintivamente, la morena trató de golpearle el rostro con la otra, pero también consiguió agarrarla antes de que llegase a impactarle. - Te tengo pajarillo. - dijo con tono burlón. - Veamos si te quedan ganas de pelear cuando te arranque las alas. - añadió, sonriendo. Ava echó el cuerpo hacia atrás y tiró tan fuerte como pudo para liberarse de su agarre, pero cuanto más se resistía, más presión hacía aquel desgraciado sobre sus muñecas.
Apretando los dientes, empezó a batir las plumíferas extremidades para apartarse de él, ignorando el dolor que empezaba a extenderse por sus brazos. - Si no hago algo me romperá los huesos. - pensó, cerrando los puños y tomando impulso para lanzar un ataque a la desesperada.
Flexionó las rodillas y saltó, sosteniéndose gracias a las alas mientras le propinaba una patada en el centro del pecho con ambas piernas a la vez. Su oponente no esperaba que hiciese algo así, se dobló y aflojó la fuerza con que la sujetaba, momento que ella aprovechó para deshacerse de él y salir despedida hacia atrás.
Ava voló sobre su propia espalda, describiendo un círculo en el aire antes de volver a tocar el suelo, a unos metros de su enemigo. Nada más aterrizar probó a abrir y cerrar las manos, comprobando que a pesar del daño, podía seguir luchando.
Off: Ennie interactúa con Sango y luego se reecuentra con Ava, avisándola de la situación. En cuanto la cuerva se marcha, interactúa con Dante, dándole la oportunidad de seguirla si quiere echar una mano al grupo.
Ava llega a la tienda y comienza la pelea.
- ¡Sango espera! - exclamó, pero no la escuchó, iba directo hacia la boca del lobo, y una vez más lo hacía solo. Frustrada y preocupada por lo que pudiese pasarle, Ennie solo pudo hacer una cosa, lo que su compañero acababa de pedirle.
La insectoide echó a correr hacia la zona más concurrida de la feria tan rápido como le permitieron las delgadas piernas, buscando desesperadamente a la mujer bestia. - ¡¡Ava!! - gritó a pleno pulmón, atrayendo las miradas de algunos de los visitantes. - ¡¡Avaaaa!! - continuó, sin dejar de avanzar por entre la multitud, levantando de vez en cuando la vista al cielo.
- Tengo que encontrarla. - pensó, con el corazón encogido.
En el bosque…
En respuesta a las preguntas de la joven, Dante no tardó en ofrecerse a ayudarla, asegurando que a su amigo se le daban bien aquel tipo de tareas. Más tranquilo tras el susto inicial, el cuervo abandonó la seguridad de los árboles para regresar junto a su amo, que lo recibió acariciando con delicadeza sus cuidadas plumas, a lo que el animal respondió picoteándole el metálico brazo.
La morena centró su atención en el ave, preguntándose aún si sería la misma que había visto anteriormente, pero como era una cuestión que no sería capaz de resolver, pasó a considerar la propuesta del hombre. - ¿Será buena idea que acepte? - esa era la duda que la embargaba, ya que aún seguía algo nerviosa por la actitud que había mostrado hacia ella. El problema era que si insistía en flirtear con ella, Ava no sería capaz de concentrarse en lo que tenía que hacer, así que su presencia se volvería contraproducente.
Pero por otra parte, contar con un par de ojos más, o dos en este caso, quizá decantase la balanza finalmente, puede que ellos viesen algo que la híbrida hubiese pasado por alto. La cuerva se debatió entre ambas opciones durante unos segundos, optando finalmente por ser práctica. - Es...está bien, a...acepto tu ayuda. - dijo, poniéndose en marcha nada más acabar la frase.
Convencida de que no habría pistas sobre Ulster en el bosque, Ava dirigió sus pasos hacia la salida y posteriormente hacia la zona comercial, observando por el rabillo del ojo a su nuevo acompañante de vez en cuando, aunque intentando que éste no se diese cuenta de ello claro. No sabía qué esperar de Dante, así que se mantenía atenta a sus movimientos, y eso de por sí la distraía de su misión, justo lo que se temía.
También recorría los puestos y a la multitud con los ambarinos orbes que decoraban su rostro por supuesto, pero no con el detenimiento que debería. - No… no parece que haya nada por aquí. - comentó, ya que a pesar de tener problemas para interactuar con hombres a veces el silencio se sentía aún peor.
- ¡¡Ava!! - aquel grito lejano paralizó a la morena, que de inmediato comenzó a mirar en todas direcciones, tratando de aislar la voz de la pequeña para determinar su posición. - Ennie… ¡Ennie! - la llamó, abriéndose paso entre la multitud. - ¡¡Avaaaa!! - chilló la pequeña de nuevo, y fue entonces cuando pudo situarla, llegando desde la arena.
En cuanto la insectoide reconoció la silueta de la mujer el corazón le dio un vuelco, e ignorando que la visión se le nublaba a causa de la emoción, corrió hacia ella, abrazándola por la cintura nada más alcanzarla. - Ennie… ¿qué te pasa? - preguntó la cuerva, notando como la niña temblaba y rompía a llorar, superada por una mezcla de frustración y alivio. - Sango… Sango y Lasha están en problemas… necesitan ayuda… date prisa. - consiguió decir entre sollozos, separándose levemente de la joven.
- ¿Dónde Ennie? - pidió, tomándola por los hombros con la preocupación grabada en el rostro. - Dime dónde están. - insistió, hincando una de las rodillas en el suelo para quedar a su altura. - Al… al borde del recinto, pasando las cuadras del ganado… en una tienda de color rojo ocre. - indicó la chica lo mejor que pudo, acompañando las palabras con un gesto de su brazo.
La hija de Midgar no necesitó más, soltó a la pequeña y tomó carrerilla, desplegando las negras alas para alzar el vuelo. - ¡Ten cuidado! - exclamó, limpiándose las lágrimas de las mejillas con la manga de su vestido, antes de reparar en el humano. - ¿Tú ibas con Ava verdad? ¿Nos ayudarás? - preguntó, girando sobre sí misma antes de obtener cualquier respuesta para echar a correr de regreso por donde había venido.
- Aguanta Sango, ya va en camino. - pensó la chiquilla, alegre por haber podido cumplir lo que el guerrero le había pedido.
La híbrida surcó el cielo velozmente, identificando la zona a la que Ennie se refería en cuanto su mirada se posó sobre los animales, que ajenos a lo que ocurría a su alrededor, pastaban o dormían tranquilamente. Giró, desviando sus dorados ojos hacia la tienda, y comenzó a descender, cayendo en picado con las oscuras extremidades casi pegadas al cuerpo. Cuando a punto estaba de alcanzar el piso volvió a abrirlas para cambiar de trayectoria, volando casi a ras de suelo, directa hacia la abertura de la lona.
Aquel no era un movimiento demasiado sensato, no tenía idea de lo que encontraría dentro pero aún así, se dejó llevar por su parte impulsiva, irrumpiendo bruscamente en el lugar y valiéndose de su agilidad para maniobrar. Plegando de nuevo las plumíferas extremidades pero sin perder el impulso que llevaba, la mujer bestia pasó junto a Sango en un instante y embistió a uno de los hombres lagarto que iban hacia él, enviándolo a la otra punta de la tienda mientras ella quedaba en el centro de la misma.
Su inesperada llegada dejó atónitos a los presentes, así que aprovechó la confusión para analizar la escena, considerando automáticamente a cualquiera que no fuese Sango, Lasha o Enrik su enemigo. La felina yacía en una esquina, atada y amordazada, mientras su compañero estaba retenido sobre una camilla, junto a la cual se encontraba otro sujeto, sosteniendo un afilado utensilio. Las alargadas pupilas de la muchacha se clavaron en él, y antes de que pudiese reaccionar, Ava ya había tomado impulso para saltar por encima del camastro y propinarle una patada en medio del pecho.
Con ello logró alejarlo de su víctima, Ulster, al cual se apresuró a liberar valiéndose de otra de las herramientas de aquel tipo. - ¿Enrik verdad? Llévate a Lasha de aquí, nosotros nos encargamos del resto. - indicó, mientras cortaba las ataduras. Irónicamente, bajo presión o en mitad de un enfrentamiento, la hija de Midgar no tenía problemas para comunicarse.
- Nadie va a ir a ninguna parte. - intervino el reptil al que había golpeado, nuevamente en pie. Rápidamente, la morena se interpuso en su camino, cubriendo al bio y a la chica. - Tengo que sacarlo de la tienda. - se dijo mentalmente, ya que en espacios cerrados no podía pelear con libertad. Desarmada como estaba, no le quedó más remedio que improvisar con el mobiliario que tenía a su disposición, por lo que no dudó en coger una silla cercana y estamparla contra el piso, destrozándola en el proceso.
Así se hizo con una de las patas, eligiendo la que al romperse, había terminado con uno de los extremos más afilados. - Ahora ya tengo algo, lo atacaré y haré que me siga al exterior. - era un plan sencillo, solo tenía que enfadar a su oponente lo suficiente como para que se centrase en ella, dando de ese modo algo de margen a Enrik y a Lasha para escapar mientras Sango se ocupaba del otro.
Con eso en mente batió las alas y se elevó ligeramente, para luego abalanzarse sobre su objetivo, que no tuvo problemas para esquivarla haciéndose a un lado, movimiento con el que ella ya contaba. No buscaba herirlo frontalmente sino su espalda, así que viró bruscamente y aprovechó el impulso para rodearlo, hundiendo el trozo de madera en la parte posterior de su hombro. Un gruñido escapó de la garganta de la bestia, mientras con un manotazo, obligó a retroceder a la cuerva. - Maldita, lo lamentarás. - amenazó, mostrando los dientes y la viperina lengua al tiempo que se extraía la pata de la silla para dejarla caer.
Enseguida se lanzó a por la híbrida, que se movió estratégicamente para evadir sus golpes y acercarse a la entrada de la tienda.
Una vez fuera, Ava mantuvo las distancias hasta que su adversario se apartó lo suficiente de la estructura, y entonces desplegó las negras extremidades por completo, pues igual que los felinos enseñaban los colmillos para intimidar, las aves también tenían su forma de hacerlo usando su plumaje. - Si crees que vas a asustarme con eso estás muy equivocada. - soltó el lagarto, preparando su próximo movimiento.
La córvida se elevó en el aire y ganó algo de altura antes de que pudiese atraparla, descendiendo en picado para volver a valerse de su peso y embestirlo, haciéndolo rodar por la tierra. Desafortunadamente al ser la segunda vez que utilizaba aquello contra él, el reptil pudo encajar mejor el golpe y se repuso velozmente, poniéndose en pie de un salto para apresar una de las muñecas de la joven antes de que quedase fuera de su alcance.
Instintivamente, la morena trató de golpearle el rostro con la otra, pero también consiguió agarrarla antes de que llegase a impactarle. - Te tengo pajarillo. - dijo con tono burlón. - Veamos si te quedan ganas de pelear cuando te arranque las alas. - añadió, sonriendo. Ava echó el cuerpo hacia atrás y tiró tan fuerte como pudo para liberarse de su agarre, pero cuanto más se resistía, más presión hacía aquel desgraciado sobre sus muñecas.
Apretando los dientes, empezó a batir las plumíferas extremidades para apartarse de él, ignorando el dolor que empezaba a extenderse por sus brazos. - Si no hago algo me romperá los huesos. - pensó, cerrando los puños y tomando impulso para lanzar un ataque a la desesperada.
Flexionó las rodillas y saltó, sosteniéndose gracias a las alas mientras le propinaba una patada en el centro del pecho con ambas piernas a la vez. Su oponente no esperaba que hiciese algo así, se dobló y aflojó la fuerza con que la sujetaba, momento que ella aprovechó para deshacerse de él y salir despedida hacia atrás.
Ava voló sobre su propia espalda, describiendo un círculo en el aire antes de volver a tocar el suelo, a unos metros de su enemigo. Nada más aterrizar probó a abrir y cerrar las manos, comprobando que a pesar del daño, podía seguir luchando.
Off: Ennie interactúa con Sango y luego se reecuentra con Ava, avisándola de la situación. En cuanto la cuerva se marcha, interactúa con Dante, dándole la oportunidad de seguirla si quiere echar una mano al grupo.
Ava llega a la tienda y comienza la pelea.
Ava Kenrith
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Por fin llegando a la salida me detuve, haciéndome a un lado y aprovechando que la luz filtrada ya me permitía ver con claridad el interior. Sabiendo que aún la mujer quedaba dentro supuse que no sería el último en abandonar la caverna. Durante todo el recorrido apenas me había cruzado con nadie y aunque no paré de avanzar no fui capaz de alcanzar a Aylizz lo que me llevaba a pensar que aquel laberinto tenía mas de un recorrido posible.
Por otro lado ¿Por que se había separado? y mas importante aún ¿A que se refería exactamente con aquello de que me asegurase de no perderla? Quizá era sólo un juego suyo, quizá había notado algo y me ponía a prueba. Y luego ese maldito vampiro también allí. Parecía estar haciendo el recorrido por lo que eventualmente podría encontrarlo al salir y entonces ¿Qué iba a hacer? No solo no tenía mis armas sino que además el lugar tenía guardias apostados y yo no tenía forma alguna de demostrar que aquel sujeto era un asesino.
En cuanto noté al fondo otra figura emerger de entre las sombras dejé mis cavilaciones para el exterior y continué hacia la salida, aún con el pelo y la parte superior del jubón húmeda, hacia la promesa de una hoguera que me hiciese entrar en calor. ¿Cuántos conformábamos el grupo que participaba en la apuesta? Esperaba que mi bolsa no quedase demasiado vacía de aeros tras esa noche, pues el camino de vuelta era largo.
Edición tras el dado
A la salida me pude encontrar con dos de los sujetos que participaban en la apuesta, el que parecía mas joven y educado y otro varón que ahora estaba cubierto de plumas y y otra cosa mas, que además desprendía un olor desagradable al acercarse. Pareciera que el camino no le había tratado demasiado bien a este último.
- Bueno, parece que solo quedan las dos mujeres en el interior. ¿habéis pensado que vais a pedirles? - Guiñe un ojo al dragón que parecía aliviado de no ser el ultimo
Por otro lado ¿Por que se había separado? y mas importante aún ¿A que se refería exactamente con aquello de que me asegurase de no perderla? Quizá era sólo un juego suyo, quizá había notado algo y me ponía a prueba. Y luego ese maldito vampiro también allí. Parecía estar haciendo el recorrido por lo que eventualmente podría encontrarlo al salir y entonces ¿Qué iba a hacer? No solo no tenía mis armas sino que además el lugar tenía guardias apostados y yo no tenía forma alguna de demostrar que aquel sujeto era un asesino.
En cuanto noté al fondo otra figura emerger de entre las sombras dejé mis cavilaciones para el exterior y continué hacia la salida, aún con el pelo y la parte superior del jubón húmeda, hacia la promesa de una hoguera que me hiciese entrar en calor. ¿Cuántos conformábamos el grupo que participaba en la apuesta? Esperaba que mi bolsa no quedase demasiado vacía de aeros tras esa noche, pues el camino de vuelta era largo.
Edición tras el dado
A la salida me pude encontrar con dos de los sujetos que participaban en la apuesta, el que parecía mas joven y educado y otro varón que ahora estaba cubierto de plumas y y otra cosa mas, que además desprendía un olor desagradable al acercarse. Pareciera que el camino no le había tratado demasiado bien a este último.
- Bueno, parece que solo quedan las dos mujeres en el interior. ¿habéis pensado que vais a pedirles? - Guiñe un ojo al dragón que parecía aliviado de no ser el ultimo
- offrol:
- Interactúo con Meleis y Cohen (sin saber quien es aún) al salir del laberinto
puntuación post 1: 12
puntuación post 2: 7 (-1 por obstáculo)
puntuación post 3: 8 (-1 por obstáculo)
puntuación post 4: 11
puntuación total: 36 (salida del laberinto)
puntuación restante:
- Apariencia:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]A través del cuello de su ropa y al final de sus mangas se pueden ver aún las quemaduras que le hicieron las mariposas. Tiene una herida que casi daña su ojo y abarca desde mas arriba de la ceja hasta la mitad de la mejilla.
Al estar cerca de Eleandris debería notarse el olor de la flor del naranjo
Última edición por Eleandris el Lun Oct 17 2022, 21:32, editado 1 vez
Eleandris
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
El miembro 'Eleandris' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Tras un tramo estrecho que le dejó algún que otro zorrostrón en los brazos y varios enganchones en los bajos del vestido, logró sacar todo el cuerpo del hueco que unía ambos corredores. Agradeció la tenue claridad residual que llegaba hasta allí, aunque el rocoso pasillo que aún le quedaba por delante dibujaba algún giro y dejaba ver algún desnivel. El último tramo podría ser el más fácil o el más traicionero.
Se adecentó lo que pudo mientras rezumaba maldiciones para sí. Por qué, ¿por qué se había separado? Había resultado más engorroso de lo imaginado. Y por el tiempo que se le había pasado allí dentro como largas horas, que quizá por la sensación de encerramiento comenzaban a resultar claustrofóbicas, supuso que Eleandris llevaría largo rato esperando fuera.
Avanzó hacia el extremo del túnel por el que se filtraba la claridad, pensando cada paso que daba esta vez, siguiendo a conciencia cada tuerce en el suelo y cada muesca en la pared. Lo último que necesitaba era una trampa. Frenó en seco cuando pensó en ello y se agachó, buscando con la mano algunas piedrecillas sueltas. Encontró una no más grande que un puño y otras dos más pequeñas. Las lanzó hacia delante, una por encima de su cabeza, otra a media altura y la más grande, rodando por el suelo.
Edición tras dado.
Sigue nadando, sigue nadando
Sigue nadando, nadando, nadando.
¿Qué se hace?
Nadar.
Sigue nadando, nadando, nadando.
¿Qué se hace?
Nadar.
Al menos las piedras no revelaron ninguna trampa.
1ª Tirada: +7
2ª Tirada: +5 (+2 por atajo en siguiente tirada)
3ª Tirada: +8 (6+2)
4ª Tirada: +2
Total: 22
Restan: 4
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Última edición por Aylizz Wendell el Lun Oct 17 2022, 22:43, editado 1 vez
Aylizz Wendell
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
El miembro 'Aylizz Wendell' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
Avancé por las baldosas con cuidado, sabiendo que detrás de mí la mujer comenzaba a seguir mis pasos accediendo a mis provocaciones para “endulzar” el laberinto y convertirlo en una carrera. Mientras más avanzaba mis movimientos se volvían más veloces. El sentimiento de verme obligado a llegar a la meta antes que la rubia, impulsaba a que apresurara mi caminar, logrando así sacar algunos metros de distancia en el pasillo.
Al pasar la zona de las baldosas trampa, y anticipando a que ya la distancia con la elfa sería difícil de superar, una sonrisa victoriosa cubrió mi rostro. Otra vez el laberinto comenzaba con su estructura clásica de paredes y callejones sin salida, solo quedaban algunas pocas baldosas que serían fácil de esquivar, por lo que aplicar nuevamente la estrategia que emplee al inicio del desafío seguramente me garantizaría salir pronto. No obstante, un grito hizo que me detuviera, era la mujer que agradecía. Volteé de inmediato y no pude ubicarla entre la oscuridad, el hecho de que la rubia desapareciera me confundía, ya que en todo momento estuvo detrás de mis pasos y ahora no estaba. Incluso si hubiese optado por rendirse en el laberinto, hubiese logrado ver su espalda regresando por aquel pasillo de obstáculos.
No lograba comprender que había ocurrido y donde estaría aquella mujer, mientras la duda me invadía traté de retomar el paso, al volver la vista al suelo me percaté que una última baldosa de pluma se situaba enfrente de mí y ya había iniciado el movimiento con mi pierna para avanzar, parecía inevitable pisar la trampa. Tratando de no terminar la acción con mi pierna, hice un movimiento brusco que me sacó de equilibrio, causando que me topara con una de las paredes del pasillo angosto. Mientras me apoyaba en la pared, la misma hizo un leve sonido y una marca rectangular se hizo notar en la superficie de la misma. Tardé unos pocos segundos en darme cuenta de que aquel rectángulo se hundía en la pared, pero mi mente actuaba más rápido que mis reflejos, por lo que cuando aquella puerta cedió para dentro caí con ella.
Al otro lado, un pasillo recto parecía funcionar como atajo, ya que por aquel trayecto se evitaba las equinas y caminos alternos propios del laberinto. Me levanté y sacudí mis ropas llenas de polvo para continuar con paso veloz por aquel camino secreto, quizás la rubia se había topado con un camino similar, eso explicaba su desaparición, pero también activaba mis alarmas de que llegara antes a la meta con tales artimañas.
Edición post tirada de dado
Seguí por el camino y la luz de la luna iluminó lo que parecía ser la salida del laberinto. Había finalizado y mis cuentas confirmaban que mi desempeño había sido excepcional. Volteé a mis alrededores y no divisé a la chica de pelo rubio con la que había interactuado brevemente durante el recorrido. Confirmando así mi victoria.
Supongo que soy el mejor tiempo – les comenté a un par de vampiros que me recibían fuera del laberinto.
Oh señor, lo hizo excelente, pero no es el mejor – aquel comentario causó cierta indignación en mí, quien sería la competencia de aquel desafío. – Resulta que hasta ahora hay 4 personas, contándolo a usted, que lo hicieron en un tiempo impresionante. Primero salió una pareja llena de arena, luego un sujeto de barba fina cubierto de plumas y con un olor particular. Me atrevería a decir que usted es el que sale en mejores condiciones – señaló mientras continuaba sacudiendo el polvo de mis vestimentas.
No ser el mejor me causaba incomodidad, pero un comentario final de aquellos sujetos alivió mi malestar. – Ellos están por allá esperando sus bebidas, aunque siendo honestos, todos comparten algo en común. – el sujeto sonrió dejando ver sus caninos prominentes – Creo que todos preferiríamos un tipo distinto de bebida. – dejando en claro que la cualidad racial de vampiro se correlacionaba con la victoria.
Dante se colocó la capa para cubrir su brazo metálico, debajo de las gruesas telas frotaba su prótesis metálica con su brazo de carne y hueso tres veces, una de las varias compulsiones características del humano cuando la ansiedad o el malestar lo atacaba.
El humano con lentitud empezó a seguir el paso apresurado de la mujer. Kvasir seguía en su hombro y notando la incomodidad de Dante en aquella marcha, empezó su diálogo privado con el humano. Una conversación silenciosa entre dos amigos que se conocían muy bien.
¿Qué pasa? ¿Ya no te emociona salir con el amor de tu vida? Sí que eres tonto…
No es eso K, no sé qué decir, Ava no ha correspondido mis halagos y perder esta oportunidad sería perder la razones de vivir.
La mirada de Kvasir se fijaba en la del humano cuestionando sus palabras. - De verdad que eres idiota, la acabas de conocer y ya morirías por ella…
Si, pero es distinto, bien sabes que el contacto con otras personas no es lo mío, pero ella… ella es diferente.
Bueno y por qué no le dices que hace un rato estabas en la casa del placer buscando que los glúteos de alguien te asfixiasen.
IMBÉCIL. – señaló haciendo más presión en el toque de su índice, cuestión que exaltaba sus palabras.
Kwah – el pájaro rio a su manera burlesca. – Tú solo trata de no ser tan como tú... y sé más como yo.
¿Un cobarde?
Un galán, créeme que, si no la conquistas, yo lo haré en una hora. Ella seguro entiende que los cuervos tenemos dotes especiales. Ya sabes lo que dicen de nosotros los de plumas negras.
Ya va, ¿Qué? Te juro que te utilizaré como diana de tiro cuando recupere mi ballesta.
La mujer cuervo en ocasiones decía comentarios aislados para eliminar el silencio incómodo que se generaba durante el camino. Dante apenas respondía aquellas palabras por miedo a que sus comentarios causaran el rechazo de la mujer con cuernos. Caminaron varios minutos hasta que el grito pronunciando el nombre de Ava captó toda la atención de la mujer bestia.
Una pequeña apareció abrazando a la mujer cuervo. Ennie, según llamó Ava estaba alterada por la situación de un tal Sango, al parecer corría peligro y tras una pequeña explicación la actitud de la mujer de alas negras cambió. La alegría de encontrarse con la pequeña insecto se transformó en lo que parecía ser una determinación empujada por la rabia. Ava inició vuelo con velocidad, dejando a Dante con la custodia de la pequeña Ennie.
Kvasir, síguela – ordenó el humano que sabía que no podría alcanzar a la mujer que volaba con gran velocidad, pero quizás el cuervo podría acompañarla y apoyarla, aunque su cobardía en ocasiones limitaba su actuar.
Si, yo ayudaré a Ava – respondió Dante a la pequeña criatura de apariencia tétrica, generalmente los vínculos que Dante establecía con otras personas solían ser inadecuados y toscos, llenos de paranoia y escepticismo. Pero incluso con ese panorama, esta vez parecía diferente, aunque pudiese explicarse desde sus intenciones románticas con Ava, Dante estaba dispuesto a cuidar de la pequeña que resultaba importante a la mujer cuervo.
Vamos a la tienda, espero que no lastimen a Ava… - dijo desde la impotencia, ya que en combate su capacidad se vería limitada sin su arma a distancia y se percibia inofensivo. Igualmente, la misión impuesta de cuidar a la pequeña chica bestia parecía ser prioritaria, por lo que, si bien el humano querría hacer de “caballero” y proteger a Ava, en sus adentros reconocía que tenía un rol que cumplir. Quedaba en las alas de Kvasir cuidar a la mujer cuervo y a ese tal Sango.
____________________________________
Off
Con Dante continúo con Ava (el amor de mi vida) mientras se dirige a la tienda donde está Sango. Kvasir la sigue, aunque cabe señalar que el ave suele ser cobarde, solo en situaciones muy extremas actúa con valentía (pueden interactuar con ella o darle órdenes si desean, entiende perfectamente el lenguaje del hombre).
Zagreus sigue en el laberinto y realiza tercera tirada con +2 por visión y +2 por atajo.
Conteo de pasos (10 + 2)= 12 + (4 - 1 + 2)= 5 + (7 + 2 + 2)=11 Total= 28
Salí del laberinto y hago mención al rendimiento de mis compañeros que lograron terminar en tres turnos (Elen y Cohen, ambos parte del club de la mejor raza de Aerandir). Igualmente, señalo la victoria aplastante contra Aylizz.
Al pasar la zona de las baldosas trampa, y anticipando a que ya la distancia con la elfa sería difícil de superar, una sonrisa victoriosa cubrió mi rostro. Otra vez el laberinto comenzaba con su estructura clásica de paredes y callejones sin salida, solo quedaban algunas pocas baldosas que serían fácil de esquivar, por lo que aplicar nuevamente la estrategia que emplee al inicio del desafío seguramente me garantizaría salir pronto. No obstante, un grito hizo que me detuviera, era la mujer que agradecía. Volteé de inmediato y no pude ubicarla entre la oscuridad, el hecho de que la rubia desapareciera me confundía, ya que en todo momento estuvo detrás de mis pasos y ahora no estaba. Incluso si hubiese optado por rendirse en el laberinto, hubiese logrado ver su espalda regresando por aquel pasillo de obstáculos.
No lograba comprender que había ocurrido y donde estaría aquella mujer, mientras la duda me invadía traté de retomar el paso, al volver la vista al suelo me percaté que una última baldosa de pluma se situaba enfrente de mí y ya había iniciado el movimiento con mi pierna para avanzar, parecía inevitable pisar la trampa. Tratando de no terminar la acción con mi pierna, hice un movimiento brusco que me sacó de equilibrio, causando que me topara con una de las paredes del pasillo angosto. Mientras me apoyaba en la pared, la misma hizo un leve sonido y una marca rectangular se hizo notar en la superficie de la misma. Tardé unos pocos segundos en darme cuenta de que aquel rectángulo se hundía en la pared, pero mi mente actuaba más rápido que mis reflejos, por lo que cuando aquella puerta cedió para dentro caí con ella.
Al otro lado, un pasillo recto parecía funcionar como atajo, ya que por aquel trayecto se evitaba las equinas y caminos alternos propios del laberinto. Me levanté y sacudí mis ropas llenas de polvo para continuar con paso veloz por aquel camino secreto, quizás la rubia se había topado con un camino similar, eso explicaba su desaparición, pero también activaba mis alarmas de que llegara antes a la meta con tales artimañas.
Edición post tirada de dado
Seguí por el camino y la luz de la luna iluminó lo que parecía ser la salida del laberinto. Había finalizado y mis cuentas confirmaban que mi desempeño había sido excepcional. Volteé a mis alrededores y no divisé a la chica de pelo rubio con la que había interactuado brevemente durante el recorrido. Confirmando así mi victoria.
Supongo que soy el mejor tiempo – les comenté a un par de vampiros que me recibían fuera del laberinto.
Oh señor, lo hizo excelente, pero no es el mejor – aquel comentario causó cierta indignación en mí, quien sería la competencia de aquel desafío. – Resulta que hasta ahora hay 4 personas, contándolo a usted, que lo hicieron en un tiempo impresionante. Primero salió una pareja llena de arena, luego un sujeto de barba fina cubierto de plumas y con un olor particular. Me atrevería a decir que usted es el que sale en mejores condiciones – señaló mientras continuaba sacudiendo el polvo de mis vestimentas.
No ser el mejor me causaba incomodidad, pero un comentario final de aquellos sujetos alivió mi malestar. – Ellos están por allá esperando sus bebidas, aunque siendo honestos, todos comparten algo en común. – el sujeto sonrió dejando ver sus caninos prominentes – Creo que todos preferiríamos un tipo distinto de bebida. – dejando en claro que la cualidad racial de vampiro se correlacionaba con la victoria.
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Dante se colocó la capa para cubrir su brazo metálico, debajo de las gruesas telas frotaba su prótesis metálica con su brazo de carne y hueso tres veces, una de las varias compulsiones características del humano cuando la ansiedad o el malestar lo atacaba.
El humano con lentitud empezó a seguir el paso apresurado de la mujer. Kvasir seguía en su hombro y notando la incomodidad de Dante en aquella marcha, empezó su diálogo privado con el humano. Una conversación silenciosa entre dos amigos que se conocían muy bien.
¿Qué pasa? ¿Ya no te emociona salir con el amor de tu vida? Sí que eres tonto…
No es eso K, no sé qué decir, Ava no ha correspondido mis halagos y perder esta oportunidad sería perder la razones de vivir.
La mirada de Kvasir se fijaba en la del humano cuestionando sus palabras. - De verdad que eres idiota, la acabas de conocer y ya morirías por ella…
Si, pero es distinto, bien sabes que el contacto con otras personas no es lo mío, pero ella… ella es diferente.
Bueno y por qué no le dices que hace un rato estabas en la casa del placer buscando que los glúteos de alguien te asfixiasen.
IMBÉCIL. – señaló haciendo más presión en el toque de su índice, cuestión que exaltaba sus palabras.
Kwah – el pájaro rio a su manera burlesca. – Tú solo trata de no ser tan como tú... y sé más como yo.
¿Un cobarde?
Un galán, créeme que, si no la conquistas, yo lo haré en una hora. Ella seguro entiende que los cuervos tenemos dotes especiales. Ya sabes lo que dicen de nosotros los de plumas negras.
Ya va, ¿Qué? Te juro que te utilizaré como diana de tiro cuando recupere mi ballesta.
La mujer cuervo en ocasiones decía comentarios aislados para eliminar el silencio incómodo que se generaba durante el camino. Dante apenas respondía aquellas palabras por miedo a que sus comentarios causaran el rechazo de la mujer con cuernos. Caminaron varios minutos hasta que el grito pronunciando el nombre de Ava captó toda la atención de la mujer bestia.
Una pequeña apareció abrazando a la mujer cuervo. Ennie, según llamó Ava estaba alterada por la situación de un tal Sango, al parecer corría peligro y tras una pequeña explicación la actitud de la mujer de alas negras cambió. La alegría de encontrarse con la pequeña insecto se transformó en lo que parecía ser una determinación empujada por la rabia. Ava inició vuelo con velocidad, dejando a Dante con la custodia de la pequeña Ennie.
Kvasir, síguela – ordenó el humano que sabía que no podría alcanzar a la mujer que volaba con gran velocidad, pero quizás el cuervo podría acompañarla y apoyarla, aunque su cobardía en ocasiones limitaba su actuar.
Si, yo ayudaré a Ava – respondió Dante a la pequeña criatura de apariencia tétrica, generalmente los vínculos que Dante establecía con otras personas solían ser inadecuados y toscos, llenos de paranoia y escepticismo. Pero incluso con ese panorama, esta vez parecía diferente, aunque pudiese explicarse desde sus intenciones románticas con Ava, Dante estaba dispuesto a cuidar de la pequeña que resultaba importante a la mujer cuervo.
Vamos a la tienda, espero que no lastimen a Ava… - dijo desde la impotencia, ya que en combate su capacidad se vería limitada sin su arma a distancia y se percibia inofensivo. Igualmente, la misión impuesta de cuidar a la pequeña chica bestia parecía ser prioritaria, por lo que, si bien el humano querría hacer de “caballero” y proteger a Ava, en sus adentros reconocía que tenía un rol que cumplir. Quedaba en las alas de Kvasir cuidar a la mujer cuervo y a ese tal Sango.
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Con Dante continúo con Ava (el amor de mi vida) mientras se dirige a la tienda donde está Sango. Kvasir la sigue, aunque cabe señalar que el ave suele ser cobarde, solo en situaciones muy extremas actúa con valentía (pueden interactuar con ella o darle órdenes si desean, entiende perfectamente el lenguaje del hombre).
Zagreus sigue en el laberinto y realiza tercera tirada con +2 por visión y +2 por atajo.
Conteo de pasos (10 + 2)= 12 + (4 - 1 + 2)= 5 + (7 + 2 + 2)=11 Total= 28
Salí del laberinto y hago mención al rendimiento de mis compañeros que lograron terminar en tres turnos (Elen y Cohen, ambos parte del club de la mejor raza de Aerandir). Igualmente, señalo la victoria aplastante contra Aylizz.
Última edición por Zagreus el Mar Oct 18 2022, 04:53, editado 1 vez (Razón : Conteo de pasos y post tirada de dado)
Zagreus
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
El miembro 'Zagreus' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
El andar de la bruja era lento. Pero cuando intentó seguir adelante, de pronto se detuvo. ¿Por qué? Ella desaba salir ya de ese lugar. Ya tenía un rato que no escuchaba la voz de Cohen ni la de Meleis. Eso quería indicar que ese par ya habían salido. - Por los infiernos ardientes. - Maldecía en voz baja. Se recargó en una pared y dio un golpe en ese muro a manera de rabieta. Se sentía enojada, y eso no lo iba a ocultar aprovechando la oscuridad del lugar. Ella era algo competitiva, y sentía que su orgullo salía sumamente herido por fracasar.
Luego de algunos segundos de una rabieta interna que sentía que debía de liberar. Tras eso suspiró con pesadez. La bruja admitía que el haber sacado ese sentimiento negativo le había ayudado a sentirse mejor. Tenía que hacerse a la idea de que había perdido la apuesta, y eso implicaba un golpe a su economía, pero bueno. Eso es parte de las apuestas, así como puedes ganar, también puedes perder, y ella tenía un código de ética sobre las apuestas. Estas se debían de pagar, fuese como fuese.
Ya después podría encontrar la manera de aumentar sus aeros. Robando un poco, o coqueteando con algún hombre incauto. A pesar de la oscuridad, ella aprovechó para hacer sus mechones hacia atrás y se dispuso a continuar su andar por aquel lugar. Tras dar algunos pasos, y girar en una esquina, ella logró ver algo de iluminación sabía que había llegado a la línea final del laberinto. - Vine a sacar mi rabieta ya prácticamente para salir de este espantoso laberinto. - Se dijo en sus adentros mientras negaba con su cabeza. Una vez que salió, logró ver a los dos rubios, y también a Cohen, el cual había sufrido los percances de la trampa que nos había advertido. - Pues parece que fui la última. - Dijo con una media sonrisa. En ese momento ya se había resignado a que debía de pagar su deuda. de juego.
OFF: En mi post aclaro que ha salido del laberinto. Matemáticamente es imposible que no salga del laberinto salga el número que salga. XDD
Interactúa con Meleis, Eleandris y Cohen una vez que salió.
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5 Post: 5 Pasos
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Luego de algunos segundos de una rabieta interna que sentía que debía de liberar. Tras eso suspiró con pesadez. La bruja admitía que el haber sacado ese sentimiento negativo le había ayudado a sentirse mejor. Tenía que hacerse a la idea de que había perdido la apuesta, y eso implicaba un golpe a su economía, pero bueno. Eso es parte de las apuestas, así como puedes ganar, también puedes perder, y ella tenía un código de ética sobre las apuestas. Estas se debían de pagar, fuese como fuese.
Ya después podría encontrar la manera de aumentar sus aeros. Robando un poco, o coqueteando con algún hombre incauto. A pesar de la oscuridad, ella aprovechó para hacer sus mechones hacia atrás y se dispuso a continuar su andar por aquel lugar. Tras dar algunos pasos, y girar en una esquina, ella logró ver algo de iluminación sabía que había llegado a la línea final del laberinto. - Vine a sacar mi rabieta ya prácticamente para salir de este espantoso laberinto. - Se dijo en sus adentros mientras negaba con su cabeza. Una vez que salió, logró ver a los dos rubios, y también a Cohen, el cual había sufrido los percances de la trampa que nos había advertido. - Pues parece que fui la última. - Dijo con una media sonrisa. En ese momento ya se había resignado a que debía de pagar su deuda. de juego.
OFF: En mi post aclaro que ha salido del laberinto. Matemáticamente es imposible que no salga del laberinto salga el número que salga. XDD
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Última edición por Gaegel el Mar Oct 18 2022, 05:43, editado 1 vez (Razón : Recuento de pasos en el laberinto)
Gaegel
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Re: La Feria del Orgullo Bestial [Evento Social]
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