[cerrada] De Invitados [interpretativo][libre]
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[cerrada] De Invitados [interpretativo][libre]
No se como solías vivir en Dundarak, pero esto es lo que hay le dije a Athos con cierto amague de orgullo. Probablemente aún no aparezca en los mapas, pero esto es Ulmer señalé hacia abajo de la pequeña colina que nos encontrábamos, el sol estaba poniéndose y sus rayos anaranjados bañaban los fértiles campos que rodeaban el pueblo. Aún estamos acomodándonos expliqué y comencé a bajar la cresta con Furia de la brida. A ella no le gustaba demasiado la idea de estar encerrada y lo demostraba con su reticencia para bajar.
Tengo una casa en las afueras del Pueblo, tiene vista hacia el Río para poder vigilarlo mejor miraba con esmero el rostro de mi compañero. Llevábamos semanas viajando y no se había mostrado reacio ante ninguna de mis facetas, por lo que me sentía cómoda hablando con él. Allí tengo un pequeño establo y un corral de piedra, que en realidad es para mantener alejados a mis vecinos más que para mantener a Furia dentro ante el comentario comencé a reír. Chy se había adelantado a la casa y había desaparecido de mi vista.
Es un lugar tranquilo al menos. Por algún motivo sentía muchas ganas de conversar y de explicarle cosas de licántropos como él me había enseñado acerca de los dragones. Me detuve unos momentos para esperarle. La nieve era su elemento, pero no la tierra y se le notaba en el rostro. Sus piernas además, eran más cortas que las de Bravía y las mías, por lo que algunas veces le sacábamos ventaja.
Como siempre en el pueblo, salieron los pequeños curiosos y casi el resto de las familias mientras atravesábamos la calle principal. Blackuart dije interrumpiendo a Athos con un gesto apologético mientras señalaba al único mocoso de no más de siete que se acercaba para darme la bienvenida, aunque tenía el ceño fruncido a modo de reproche. Blackuart, este es Athos, Athos, Blackuart. Supongo que no incendiaste mi casa, ¿verdad? le pregunté desordenándole el pelo que siempre mantenía cuidadosamente peinado. Negó con la cabeza y flasheó una sonrisa incompleta. Más tarde le expliqué a mi compañero algunas cosas sobre el chiquillo.
Es el menor de siete hermanos y es bueno con sus manos. Le pago a la familia para que él “cuide” de la casa mientras estoy fuera, que es casi siempre. Aunque él cree que lo hace por las historias que le cuento y por una buena cantidad de dulces mis ojos se perdían en las profundidades de los recuerdos mientras abría la puerta de la pequeña casa y un cálido olor a sol bañaba mi cuerpo. Adelante le dije, señalando el interior del pequeño lugar.
Tengo una casa en las afueras del Pueblo, tiene vista hacia el Río para poder vigilarlo mejor miraba con esmero el rostro de mi compañero. Llevábamos semanas viajando y no se había mostrado reacio ante ninguna de mis facetas, por lo que me sentía cómoda hablando con él. Allí tengo un pequeño establo y un corral de piedra, que en realidad es para mantener alejados a mis vecinos más que para mantener a Furia dentro ante el comentario comencé a reír. Chy se había adelantado a la casa y había desaparecido de mi vista.
Es un lugar tranquilo al menos. Por algún motivo sentía muchas ganas de conversar y de explicarle cosas de licántropos como él me había enseñado acerca de los dragones. Me detuve unos momentos para esperarle. La nieve era su elemento, pero no la tierra y se le notaba en el rostro. Sus piernas además, eran más cortas que las de Bravía y las mías, por lo que algunas veces le sacábamos ventaja.
Como siempre en el pueblo, salieron los pequeños curiosos y casi el resto de las familias mientras atravesábamos la calle principal. Blackuart dije interrumpiendo a Athos con un gesto apologético mientras señalaba al único mocoso de no más de siete que se acercaba para darme la bienvenida, aunque tenía el ceño fruncido a modo de reproche. Blackuart, este es Athos, Athos, Blackuart. Supongo que no incendiaste mi casa, ¿verdad? le pregunté desordenándole el pelo que siempre mantenía cuidadosamente peinado. Negó con la cabeza y flasheó una sonrisa incompleta. Más tarde le expliqué a mi compañero algunas cosas sobre el chiquillo.
Es el menor de siete hermanos y es bueno con sus manos. Le pago a la familia para que él “cuide” de la casa mientras estoy fuera, que es casi siempre. Aunque él cree que lo hace por las historias que le cuento y por una buena cantidad de dulces mis ojos se perdían en las profundidades de los recuerdos mientras abría la puerta de la pequeña casa y un cálido olor a sol bañaba mi cuerpo. Adelante le dije, señalando el interior del pequeño lugar.
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Woodpecker
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Re: [cerrada] De Invitados [interpretativo][libre]
Un camino por demás ameno. Hubo silencios cuando debía haber, relajando la mente de los viajeros para poder disfrutar el espectáculo que la naturaleza ofrecía, y también hubo entretenidas conversaciones. No fueron charlas exactamente memorables, en el sentido que nada importante se dijo, sólo un intercambio de ideas con frecuentes intervenciones cómicas o señalización de algún objeto bonito y brillante, o curioso y verde. Un sendero digno de ser repetido.
"Ulmer". Repitió en su psiquis, concentrándose con todo su esfuerzo, excavando en sus memorias. El nombre sonaba familiar, pero desconocido a la vez. Tal vez lo había leído una vez para jamás encontrarlo de nuevo. Era una lástima que antes no hubiese indagado sobre ese lugar, sabría un poco mejor sobre su compañera, mas ahora sentía la curiosidad por preguntar detalles de ese sitio que bien parecía conocer. Ella misma fue dando información, librando a Athos de la tensión de servir como interrogador.
Cuando mencionó la casa en el río recordó de inmediato la cabaña ficticia en el lago. "No hay mucha diferencia entre ambos cuerpos de agua". Ciertamente existían similitudes y distinciones, pero a fin de cuentas ambas eran formas de agua. Así que realmente el tener una casita en un lago no sería lo más novedoso del mundo, al menos no para Wood. Sacudió la cabeza. Estaba dedicando demasiada reflexión a un comentario distractor.
—Es pacífico, y a la vez lleno de vida. —Agregó saboreando la vista, inhalando el aire puro y disfrutando los sonidos de ahí. Sentía la energía fluir de un modo muy distinto que en Dundarak. No sólo por la temperatura, sino por el conjunto de de elementos variados que hacían presencia. El agua del río fluyendo era el factor que más satisfacción le traía, era como escuchar las gotas de lluvia arremeter contra el piso, pero en lugar de ser sólo una, eran muchas lluvias simultáneas. Impresionante y relajante.
Se adentraron al peculiar pueblito. De nuevo, muy distinto a Dundarak. De inmediato se notaba que no era una ciudad, sino un poblado tranquilo y simple. Parecía que todos se conocían y estaban siempre atentos a su alrededor. Sintió de inmediato los ojos curiosos sobre él, no como aquellas miradas desafiantes y analíticas. Athos avanzaba con una sonrisa satisfecha, y a un ritmo despacio, disfrutando por el mayor tiempo posible ese ambiente.
Su expectación se interrumpió por una exclamación de la dama. No comprendió lo que había dicho. Fue una palabra, una extraña, tal vez en otro idioma o quizá un regionalismo. Al segundo después, se comprobó que ese vocablo en realidad era un nombre, la nombradía de un chico que corría a recibir a Wood—. Hola, juventud. —Saludó con rapidez a Blackuart, sonriendo tanto por formalidad como por gracia. "¿Acaso a amenazado con incendiarla?" A esas alturas, estaba acostumbrado a tanta insinuación hipotética.
Elevó ambas cejas al escuchar la descripción del crío. Hubiese elevado sólo una, pero no sabía cómo. Resultaba que el niño servía como mayordomo o poco más, y parecía trabajo de tiempo completo, tomando en cuenta que la ama no estaba la mayoría de la semana. "O del mes"—. Deben ser historias muy buenas si sólo las escucha de vez en cuando. ¿O quizá son los exquisitos dulces? —Un comentario fugaz, realmente una especie de halago.
Y finalmente sus pasos le habían conducido a ese lujoso hogar. No 'lujoso' en el sentido de enorme y artificial, sino rico en vegetación. La decoración era completamente natural y verde, distinta a las estructuras bruscas y blancas, imposibles de adornar con plantas así de llamativas. Ingresó con una ferviente curiosidad emocionada, después de Wood, claro. Lo que encontró fue exactamente lo que esperaba, muebles simples en posiciones simples con funciones simples. "Acogedor".
—¿En qué piensa cada vez que debe alejarse de este lugar? —Inquirió sin previo aviso y sin enfocarla, pues su vista aún rebotaba aquí y allá, como un niño que exploraba una habitación—. No debe ser fácil dejar este bonito pueblo con la posibilidad latente de no verlo de nuevo. —Suavemente puso la vista sobre ella—. ¿Hmm? —Más que buscar iniciar un diálogo, quería escuchar su perspectiva sobre el desapego, que claramente debía tener. "Supongo".
"Ulmer". Repitió en su psiquis, concentrándose con todo su esfuerzo, excavando en sus memorias. El nombre sonaba familiar, pero desconocido a la vez. Tal vez lo había leído una vez para jamás encontrarlo de nuevo. Era una lástima que antes no hubiese indagado sobre ese lugar, sabría un poco mejor sobre su compañera, mas ahora sentía la curiosidad por preguntar detalles de ese sitio que bien parecía conocer. Ella misma fue dando información, librando a Athos de la tensión de servir como interrogador.
Cuando mencionó la casa en el río recordó de inmediato la cabaña ficticia en el lago. "No hay mucha diferencia entre ambos cuerpos de agua". Ciertamente existían similitudes y distinciones, pero a fin de cuentas ambas eran formas de agua. Así que realmente el tener una casita en un lago no sería lo más novedoso del mundo, al menos no para Wood. Sacudió la cabeza. Estaba dedicando demasiada reflexión a un comentario distractor.
—Es pacífico, y a la vez lleno de vida. —Agregó saboreando la vista, inhalando el aire puro y disfrutando los sonidos de ahí. Sentía la energía fluir de un modo muy distinto que en Dundarak. No sólo por la temperatura, sino por el conjunto de de elementos variados que hacían presencia. El agua del río fluyendo era el factor que más satisfacción le traía, era como escuchar las gotas de lluvia arremeter contra el piso, pero en lugar de ser sólo una, eran muchas lluvias simultáneas. Impresionante y relajante.
Se adentraron al peculiar pueblito. De nuevo, muy distinto a Dundarak. De inmediato se notaba que no era una ciudad, sino un poblado tranquilo y simple. Parecía que todos se conocían y estaban siempre atentos a su alrededor. Sintió de inmediato los ojos curiosos sobre él, no como aquellas miradas desafiantes y analíticas. Athos avanzaba con una sonrisa satisfecha, y a un ritmo despacio, disfrutando por el mayor tiempo posible ese ambiente.
Su expectación se interrumpió por una exclamación de la dama. No comprendió lo que había dicho. Fue una palabra, una extraña, tal vez en otro idioma o quizá un regionalismo. Al segundo después, se comprobó que ese vocablo en realidad era un nombre, la nombradía de un chico que corría a recibir a Wood—. Hola, juventud. —Saludó con rapidez a Blackuart, sonriendo tanto por formalidad como por gracia. "¿Acaso a amenazado con incendiarla?" A esas alturas, estaba acostumbrado a tanta insinuación hipotética.
Elevó ambas cejas al escuchar la descripción del crío. Hubiese elevado sólo una, pero no sabía cómo. Resultaba que el niño servía como mayordomo o poco más, y parecía trabajo de tiempo completo, tomando en cuenta que la ama no estaba la mayoría de la semana. "O del mes"—. Deben ser historias muy buenas si sólo las escucha de vez en cuando. ¿O quizá son los exquisitos dulces? —Un comentario fugaz, realmente una especie de halago.
Y finalmente sus pasos le habían conducido a ese lujoso hogar. No 'lujoso' en el sentido de enorme y artificial, sino rico en vegetación. La decoración era completamente natural y verde, distinta a las estructuras bruscas y blancas, imposibles de adornar con plantas así de llamativas. Ingresó con una ferviente curiosidad emocionada, después de Wood, claro. Lo que encontró fue exactamente lo que esperaba, muebles simples en posiciones simples con funciones simples. "Acogedor".
—¿En qué piensa cada vez que debe alejarse de este lugar? —Inquirió sin previo aviso y sin enfocarla, pues su vista aún rebotaba aquí y allá, como un niño que exploraba una habitación—. No debe ser fácil dejar este bonito pueblo con la posibilidad latente de no verlo de nuevo. —Suavemente puso la vista sobre ella—. ¿Hmm? —Más que buscar iniciar un diálogo, quería escuchar su perspectiva sobre el desapego, que claramente debía tener. "Supongo".
Athos
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Re: [cerrada] De Invitados [interpretativo][libre]
Sonreí ante el comentario de los dulces y negué silenciosamente la cabeza. Athos parecía más abstraído de lo usual con la casa. Probablemente no era lo que un dragón esperara, pero mi casa era su casa y si estaba poniendo esas expresiones porque no había más que una cama no debía de preocuparse, ya que tenía todo pensado: dormiría con Bravía. Pero mis cavilaciones acerca de sus cavilaciones se interrumpieron cuando preguntó algo que me tomó desprevenida.
Le señalé un de las dos sillas que rodeaban la mesa para que se acomodara mientras en dos pasos llegaba a la cocina. La casa tenía un solo ambiente, en donde todo estaba distribuido a mano. La “cocina” así nombrada más por costumbre que por rigor consistía en un rincón bien iluminado con una ventana de dos alas. Allí tenía una mesada tosca que usaba para descuartizar cosas o poner utensilios para comer, como platos, cubiertos y eso… eso de ser un ama de casa no era lo mío y no veía como Athos no lo había percibido. O las cosas por Dundarak eran muy diferentes que en el resto de los lugares o mi amigo tampoco era muy bueno con esos negocios.
Me encogí de hombros y busqué una jarra con agua. Blackuart tenía la orden de mantener siempre el mínimo de una jarra de agua para cuando yo regresara y fielmente, estaba donde solía dejarla. Saqué un par de vasos y los deposité en la mesa gesticulando para que se sirviera. No soy una buena ama de casa dije frunciendo el ceño y mirando alrededor. No había desorden simplemente porque casi que no habían cosas. Fuera de la mesa y ese reducido rincón de cocina, estaba la cama tendida que no estaba segura de haber usado más de un par de veces, la chimenea a su lado, un ropero que si era abierto no tenía más que dos o tres trapos y algunas perchas. Me serví un buen vaso de agua y lo saboree.
Mis padres murieron cuando no era más que como Blackuart. Viví un tiempo con un pariente pero fue poco en realidad a que fui mordida. Después de la transformación vagué sin rumbo por algún tiempo hasta que fui adoptada por mi mentor y finalmente amante miré a Athos a los ojos, pocas veces contaba esa parte de mi historia y no sabía qué palabras elegir. Con él tampoco tuve un hogar por lo que esta casa no es para mí más que una especie de ancla. Verás, me comprometí con el pueblo por unas tensiones entre clanes. Es por eso que rodeamos la arboleda mientras veníamos. Me expulsaron de allí hace un par de años me encogí de hombros Aquí soy general y entreno críos para defender el pueblo en mi ausencia, pero no nací para establecerme, simplemente no puedo.
Me estiré sobre la silla y continué Estoy aquí para ayudar pero tengo otros negocios en Lunargenta y en el Lago. Acepté esta casa porque es lo que se suponía debía hacer y con ello ayudo a unos cuantos. El niño, es… bueno, el hombre que te mencioné fue asesinado. Yo llevaba su cachorro en mi vientre cuando eso pasó, por lo que él me recuerda a ese niño y me sale eso de querer protegerle, pero tampoco es que pueda estar mucho tiempo con él a mi alrededor… En fin. La casa es tuya, iré a darme un buen baño al río, te lo recomiendo le guiñe un ojo mmm no hay comida fresca hasta la caza en la mañana pero algo encontrarás, debería de haber carne seca si ese demonio no acabó con las reservas. Ah, y dormiré bajo el manto de las estrellas, por lo que mi casa es tu casa como acabo de decirte.
Le señalé un de las dos sillas que rodeaban la mesa para que se acomodara mientras en dos pasos llegaba a la cocina. La casa tenía un solo ambiente, en donde todo estaba distribuido a mano. La “cocina” así nombrada más por costumbre que por rigor consistía en un rincón bien iluminado con una ventana de dos alas. Allí tenía una mesada tosca que usaba para descuartizar cosas o poner utensilios para comer, como platos, cubiertos y eso… eso de ser un ama de casa no era lo mío y no veía como Athos no lo había percibido. O las cosas por Dundarak eran muy diferentes que en el resto de los lugares o mi amigo tampoco era muy bueno con esos negocios.
Me encogí de hombros y busqué una jarra con agua. Blackuart tenía la orden de mantener siempre el mínimo de una jarra de agua para cuando yo regresara y fielmente, estaba donde solía dejarla. Saqué un par de vasos y los deposité en la mesa gesticulando para que se sirviera. No soy una buena ama de casa dije frunciendo el ceño y mirando alrededor. No había desorden simplemente porque casi que no habían cosas. Fuera de la mesa y ese reducido rincón de cocina, estaba la cama tendida que no estaba segura de haber usado más de un par de veces, la chimenea a su lado, un ropero que si era abierto no tenía más que dos o tres trapos y algunas perchas. Me serví un buen vaso de agua y lo saboree.
Mis padres murieron cuando no era más que como Blackuart. Viví un tiempo con un pariente pero fue poco en realidad a que fui mordida. Después de la transformación vagué sin rumbo por algún tiempo hasta que fui adoptada por mi mentor y finalmente amante miré a Athos a los ojos, pocas veces contaba esa parte de mi historia y no sabía qué palabras elegir. Con él tampoco tuve un hogar por lo que esta casa no es para mí más que una especie de ancla. Verás, me comprometí con el pueblo por unas tensiones entre clanes. Es por eso que rodeamos la arboleda mientras veníamos. Me expulsaron de allí hace un par de años me encogí de hombros Aquí soy general y entreno críos para defender el pueblo en mi ausencia, pero no nací para establecerme, simplemente no puedo.
Me estiré sobre la silla y continué Estoy aquí para ayudar pero tengo otros negocios en Lunargenta y en el Lago. Acepté esta casa porque es lo que se suponía debía hacer y con ello ayudo a unos cuantos. El niño, es… bueno, el hombre que te mencioné fue asesinado. Yo llevaba su cachorro en mi vientre cuando eso pasó, por lo que él me recuerda a ese niño y me sale eso de querer protegerle, pero tampoco es que pueda estar mucho tiempo con él a mi alrededor… En fin. La casa es tuya, iré a darme un buen baño al río, te lo recomiendo le guiñe un ojo mmm no hay comida fresca hasta la caza en la mañana pero algo encontrarás, debería de haber carne seca si ese demonio no acabó con las reservas. Ah, y dormiré bajo el manto de las estrellas, por lo que mi casa es tu casa como acabo de decirte.
Woodpecker
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Re: [cerrada] De Invitados [interpretativo][libre]
Aceptó con gusto el tomar asiento. Una parte de él estaba esperando a que un ángel bajara y otorgara un suave colchón para descansar después de un largo viaje. Wood quizá no era un ángel, y no estaba sobre un colchón, pero igual dar un respiro a sus piernas ya era suficiente. No moría del cansancio, era muy resistente, mas una caminata siempre agotaba, y el reposar siempre era bien recibido.
Al sentarse, Athos imaginaba que ella también lo haría, mas se sintió traicionado cuando descubrió que así no sucedería. Se levantó casi por completa, con la idea de ayudarla a servir el agua, pero ya era muy tarde. "Bien jugado". Todo pareció ser una artimaña para dejarlo fuera de la jugada, de forma en que ella se tomara la molestia por su cuenta. Cierto que era la anfitriona, pero no justificara que ella hiciera todo mientras él sólo esperaba como un parásito.
—Gracias. —Tomó el vaso y de inmediato bebió un poco. La frescura en el aire era refrescante, pero sólo para sus pulmones, el líquido rejuvenecería el resto de su cuerpo—. Yo no sé qué significa ser una 'buena ama de casa', así que no podría darle la razón o corregirla. —Se encogió de hombros—. Pero me siento muy cómodo como invitado. Eso debería ser suficiente, ¿no? —No lo decía sólo para que ella se sintiera bien, jamás hacía eso, realmente se sentía cómodo. Lo de la 'trampa' era un tema muy aparte, realmente del lado de la comedia.
Aquello quedó atrás, perdiendo importancia ante lo que se avecinaba. El caballero fue todo oídos, escuchando con atención, dedicando toda su concentración a lo que escuchaba. Inevitablemente su mente divagaba un poco, entre desglosar sus palabras, interpretar sus gestos y planificar su respuesta. Algo muy común en él, de hecho en todos, seguramente. Cuando uno escuchaba, no sólo oía los sonidos, debía interpretarlos y prepararse para tomar la palabra, de forma que el diálogo pudiera continuar. Y vaya que había mucho que comprender.
Era curioso que haya entrado en tantos detalles a raíz de su pregunta. Había encontrado la respuesta y mucho más, tal vez porque la dama deseaba hablar al respecto o creía necesario tocar diferentes puntos con tal de llegar a una conclusión específica. En cualquier caso, Komar le dio el enfoque para descifrar su respuesta. "Es fácil despedirse de algo que no amas". En especial si lo veía como algo que le mantenía estancada, naturalmente trataría de encontrar algo mejor, un lugar que no le trajera agrios recuerdos, por ejemplo.
"No sé cómo se siente perder lo que ella ha perdido". Mas no era un obstáculo para sus suposiciones. No sólo hipótesis, sino aplicación de las enseñanzas de su maestro. Cuando uno ama, se crea un potente frágil lazo. Esa dualidad era lo peligroso del asunto, puesto que así como podía hacer florecer buenas emociones, también podría engendrar tóxicos sentimientos. Si el enlace llegaba a romperse, las dos partes que una vez estuvieron unidas sufrirían inevitablemente. Por esa razón vivía sin crear relaciones directas, ya ni siquiera con sus padres. "Donde no hay nubes, no hay lluvia". Una filosofía simple.
Pero así como comenzó a hablar, calló. O más específicamente, abandonó el tema. Fue algo súbito, como si no quisiera seguir con ello o como si se hubiese arrepentido de lo dicho. Ya era tarde, la curiosidad de Athos había hecho de las suyas y ahora buscaba ser saciada. Sin embargo, se detendría si la señorita llegara a incomodarse. Además, no tenía que interrogarla ahí mismo, la noche aún no llegaba y mañana otro día sería. "Para todo hay tiempo". Y hablando de tiempo, más correcto sería tratar los temas inmediatos antes de retomar lo anterior.
—No vine hasta aquí para dormir en una cama. —Sonrió irónico. Realmente era un poco absurdo viajar para a fin de cuentas terminar en la misma situación de donde salió—. Más interesante sería acompañarla y disfrutar del firmamento nocturno. —Dundarak pocas veces ofrecía mostrar sus astros, siempre los guardaba con recelo detrás de su cielo nublado—. Aunque falta para eso... —Rodó los ojos, calculando cuántas horas o minutos quedaban para que el Sol se pusiera—. Y creo que sí aceptaré la invitación al río. Aunque luego, después de usted. —Sería otra nueva experiencia. Siempre se bañaba con agua helada o hervida, se preguntaba qué tan diferente sería ir a un río. "Más agradable, supongo". Mas aún no comprendía del todo el guiño de ojo, ¿acaso era sarcasmo? "¿Será que realmente no recomienda que vaya?" Dato curioso, pero irrelevante, si realmente fuera importante, lo haría notar, lo más seguro es que sólo jugaba con él.
—Ahora mismo no tengo hambre, aunque no significa que no pueda comer. —El dragón prefería comer cuando era necesario y no por un deseo de gula. Sin mencionar que tenía un estómago maratonista—. Aunque podría ser divertido ir a recolectar frutas para saborear y hojas para el té, ¿hmm? —Su gesto era ameno, de alguna forma no dando seriedad a lo que dijo—. Sirve que conversamos un poco más y usted patrulla la zona. —Aquello lo expresó con más sobriedad, pues era lo que realmente quería—. ¿Hmm?
Sólo era una opción. Wood ya había dicho que iría a bañarse, y no parecía del tipo de persona que cambiara de parecer por algo tan vano como buscar frutas. De hecho, más probable sería que caminaran juntos hacia el río, y entonces separarse. "Yo recolecto mientras ella se zambulle". Era tan factible que ya lo visualizaba. "Pues hablaremos después". Tal vez antes de dormir.
Al sentarse, Athos imaginaba que ella también lo haría, mas se sintió traicionado cuando descubrió que así no sucedería. Se levantó casi por completa, con la idea de ayudarla a servir el agua, pero ya era muy tarde. "Bien jugado". Todo pareció ser una artimaña para dejarlo fuera de la jugada, de forma en que ella se tomara la molestia por su cuenta. Cierto que era la anfitriona, pero no justificara que ella hiciera todo mientras él sólo esperaba como un parásito.
—Gracias. —Tomó el vaso y de inmediato bebió un poco. La frescura en el aire era refrescante, pero sólo para sus pulmones, el líquido rejuvenecería el resto de su cuerpo—. Yo no sé qué significa ser una 'buena ama de casa', así que no podría darle la razón o corregirla. —Se encogió de hombros—. Pero me siento muy cómodo como invitado. Eso debería ser suficiente, ¿no? —No lo decía sólo para que ella se sintiera bien, jamás hacía eso, realmente se sentía cómodo. Lo de la 'trampa' era un tema muy aparte, realmente del lado de la comedia.
Aquello quedó atrás, perdiendo importancia ante lo que se avecinaba. El caballero fue todo oídos, escuchando con atención, dedicando toda su concentración a lo que escuchaba. Inevitablemente su mente divagaba un poco, entre desglosar sus palabras, interpretar sus gestos y planificar su respuesta. Algo muy común en él, de hecho en todos, seguramente. Cuando uno escuchaba, no sólo oía los sonidos, debía interpretarlos y prepararse para tomar la palabra, de forma que el diálogo pudiera continuar. Y vaya que había mucho que comprender.
Era curioso que haya entrado en tantos detalles a raíz de su pregunta. Había encontrado la respuesta y mucho más, tal vez porque la dama deseaba hablar al respecto o creía necesario tocar diferentes puntos con tal de llegar a una conclusión específica. En cualquier caso, Komar le dio el enfoque para descifrar su respuesta. "Es fácil despedirse de algo que no amas". En especial si lo veía como algo que le mantenía estancada, naturalmente trataría de encontrar algo mejor, un lugar que no le trajera agrios recuerdos, por ejemplo.
"No sé cómo se siente perder lo que ella ha perdido". Mas no era un obstáculo para sus suposiciones. No sólo hipótesis, sino aplicación de las enseñanzas de su maestro. Cuando uno ama, se crea un potente frágil lazo. Esa dualidad era lo peligroso del asunto, puesto que así como podía hacer florecer buenas emociones, también podría engendrar tóxicos sentimientos. Si el enlace llegaba a romperse, las dos partes que una vez estuvieron unidas sufrirían inevitablemente. Por esa razón vivía sin crear relaciones directas, ya ni siquiera con sus padres. "Donde no hay nubes, no hay lluvia". Una filosofía simple.
Pero así como comenzó a hablar, calló. O más específicamente, abandonó el tema. Fue algo súbito, como si no quisiera seguir con ello o como si se hubiese arrepentido de lo dicho. Ya era tarde, la curiosidad de Athos había hecho de las suyas y ahora buscaba ser saciada. Sin embargo, se detendría si la señorita llegara a incomodarse. Además, no tenía que interrogarla ahí mismo, la noche aún no llegaba y mañana otro día sería. "Para todo hay tiempo". Y hablando de tiempo, más correcto sería tratar los temas inmediatos antes de retomar lo anterior.
—No vine hasta aquí para dormir en una cama. —Sonrió irónico. Realmente era un poco absurdo viajar para a fin de cuentas terminar en la misma situación de donde salió—. Más interesante sería acompañarla y disfrutar del firmamento nocturno. —Dundarak pocas veces ofrecía mostrar sus astros, siempre los guardaba con recelo detrás de su cielo nublado—. Aunque falta para eso... —Rodó los ojos, calculando cuántas horas o minutos quedaban para que el Sol se pusiera—. Y creo que sí aceptaré la invitación al río. Aunque luego, después de usted. —Sería otra nueva experiencia. Siempre se bañaba con agua helada o hervida, se preguntaba qué tan diferente sería ir a un río. "Más agradable, supongo". Mas aún no comprendía del todo el guiño de ojo, ¿acaso era sarcasmo? "¿Será que realmente no recomienda que vaya?" Dato curioso, pero irrelevante, si realmente fuera importante, lo haría notar, lo más seguro es que sólo jugaba con él.
—Ahora mismo no tengo hambre, aunque no significa que no pueda comer. —El dragón prefería comer cuando era necesario y no por un deseo de gula. Sin mencionar que tenía un estómago maratonista—. Aunque podría ser divertido ir a recolectar frutas para saborear y hojas para el té, ¿hmm? —Su gesto era ameno, de alguna forma no dando seriedad a lo que dijo—. Sirve que conversamos un poco más y usted patrulla la zona. —Aquello lo expresó con más sobriedad, pues era lo que realmente quería—. ¿Hmm?
Sólo era una opción. Wood ya había dicho que iría a bañarse, y no parecía del tipo de persona que cambiara de parecer por algo tan vano como buscar frutas. De hecho, más probable sería que caminaran juntos hacia el río, y entonces separarse. "Yo recolecto mientras ella se zambulle". Era tan factible que ya lo visualizaba. "Pues hablaremos después". Tal vez antes de dormir.
Athos
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Re: [cerrada] De Invitados [interpretativo][libre]
“No vine aquí para dormir en una cama” esas fueron las palabras de Athos. Yo que ya había comenzado la moción de pararme me senté en la silla con cierta pesadez pensando en lo que cualquier mujer pensaría estando sola en una casa con un hombre y escuchando eso. Sentí que mi ceja derecha se levantaba un par de grados pero no dije nada, para dar crédito correctamente de lo que escuchaba y no sonar apresurada ni nada por el estilo. Había sido un viaje largo y tedioso, no me sorprendería que quisiera descargar…se un poco conmigo. Me encogí de hombros casi imperceptiblemente, descartando el pensamiento.
Firmamento nocturno… si bien sonaba más a él, mi nivel de perversión era extremo y leía entre líneas cosas que quizás no debería. Achiqué los ojos, tratando de desvelar alguna verdad oculta en él, pero su mirada era tan transparente que casi dolía. ¡Ahí estaba! se apuntaba para el río… pero después de mi. Me llevé una mano al pecho, ese dragón me iba a matar del corazón si es que eso era posible para alguien como yo.
Te… repetí como una autómata mientras me recuperaba de toda la oleada de emociones que esperaba hubieran pasado desapercibidas; de lo contrario parecería una especie de loca. Sonreí de lado, él no creería que estaba loca, ya lo había demostrado. Era un buen tipo ese Athos. Asentí. ¡Te! dije con convicción Sí, fruta, té y esas cosas para acompañar la carne. En el bosque en los alrededores hay nueces y fruta silvestre. Quizás también té me levanté demasiado rápido y con cierta torpeza me di contra la mesa provocando un movimiento violento que casi acaba por derramar el agua.
Lo siento dije pasándome la diestra por la frente. Me di media vuelta y rebusqué en el armario una barra de jabón, una toalla y una muda de ropa. Si, sirve así le contesté Mañana, antes de que salga el sol, saldremos a cazar con alguna partida de jóvenes ¿te apuntas? De vuelta en el pueblo los cazadores hacemos trueques. Por ejemplo, podría cambiar la piel de mi presa por algún vegetal que desees le adelanté.
Marchamos así al río, el sol parecía iluminar nuestro camino con una alfombra de oro y ámbar. La caminata no tomaba más de diez minutos a paso lento. Cuando estuvimos cerca de la orilla salí corriendo hacia el agua y deshaciéndome de la ropa en el camino me transformé en medio de un salto, haciéndome bolita para caer en lo profundo. Me tomé mi tiempo por debajo de la superficie y cuando fue hora de subir simplemente volví a tomar forma humana. El agua me chorreaba de los pelos, aún estaba a varias brazadas de la orilla cuando grité su nombre.
¡Athos! El agua está deliciosa
Firmamento nocturno… si bien sonaba más a él, mi nivel de perversión era extremo y leía entre líneas cosas que quizás no debería. Achiqué los ojos, tratando de desvelar alguna verdad oculta en él, pero su mirada era tan transparente que casi dolía. ¡Ahí estaba! se apuntaba para el río… pero después de mi. Me llevé una mano al pecho, ese dragón me iba a matar del corazón si es que eso era posible para alguien como yo.
Te… repetí como una autómata mientras me recuperaba de toda la oleada de emociones que esperaba hubieran pasado desapercibidas; de lo contrario parecería una especie de loca. Sonreí de lado, él no creería que estaba loca, ya lo había demostrado. Era un buen tipo ese Athos. Asentí. ¡Te! dije con convicción Sí, fruta, té y esas cosas para acompañar la carne. En el bosque en los alrededores hay nueces y fruta silvestre. Quizás también té me levanté demasiado rápido y con cierta torpeza me di contra la mesa provocando un movimiento violento que casi acaba por derramar el agua.
Lo siento dije pasándome la diestra por la frente. Me di media vuelta y rebusqué en el armario una barra de jabón, una toalla y una muda de ropa. Si, sirve así le contesté Mañana, antes de que salga el sol, saldremos a cazar con alguna partida de jóvenes ¿te apuntas? De vuelta en el pueblo los cazadores hacemos trueques. Por ejemplo, podría cambiar la piel de mi presa por algún vegetal que desees le adelanté.
Marchamos así al río, el sol parecía iluminar nuestro camino con una alfombra de oro y ámbar. La caminata no tomaba más de diez minutos a paso lento. Cuando estuvimos cerca de la orilla salí corriendo hacia el agua y deshaciéndome de la ropa en el camino me transformé en medio de un salto, haciéndome bolita para caer en lo profundo. Me tomé mi tiempo por debajo de la superficie y cuando fue hora de subir simplemente volví a tomar forma humana. El agua me chorreaba de los pelos, aún estaba a varias brazadas de la orilla cuando grité su nombre.
¡Athos! El agua está deliciosa
Woodpecker
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Re: [cerrada] De Invitados [interpretativo][libre]
"Creo que le gustó lo del té". No podía leer su mente, pero sí podía descifrar su tono de voz y gesticulaciones. Lucía animada, muy deseosa de ello; no como una niña exaltada, era algo más mesurado, quizá al nivel de una ancianita que felicita a sus nietos por primera vez. "No es tan así". De hecho, era más como una madre que congratulaba a su hijo por una quinta maqueta. "Algo así". No parecía tener una verdadera comparación. Bueno era que no tenía importancia, lo relevante es que ella aprobaba la idea.
"Nueces". Un fruto muy curioso, no de sus favoritos por sí solo, pero definitivamente agradable. Por alguna razón, Athos rememoró detalles sobre las nueces, cosas que no venían al caso en ese momento. A pesar de ese divague, no se perdió ni una palabra de la señorita. Infortunadamente, esa distracción mental hicieron que su cuerpo no respondiera a tiempo a lo que sucedía —o sí. Wood se golpeó contra la mesa, haciéndola vibrar y hacer que los recipientes se tambalearan. El semi-dragón trató de alcanzarlos antes de que pudieran caerse, pero a fin de cuentas no fue necesario, sólo se habían mecido un poco. En realidad, la arremetida no había sido tan dura, la licántropa seguía con su paso natural y no demostraba alguna queja.
—Sí está bien, ¿verdad? —Musitó entre alarmado, escéptico y reservado. Era ridículo hacer un alboroto por algo así de insignificante, él también se había golpeado antes y estaba bien. Igual, quería estar seguro. Después de todo, no había de qué preocuparse. Inclusive ella pedía disculpas. "Qué curioso". Se preguntó si así se sentía su hermana cuando él le ofrecía sus perdones de repente, cuando ella afirmaba que no había necesidad.
Se había levantado para ir por una muda de ropa y lo necesario para bañarse. Sin duda esa idea en ella seguía en pie. Pronto aclaró lo que en mente tenía—. Sí. Claro. Suena... No hay problema. —Empezó diciéndolo con total seguridad, pero al final de la frase se notó una pizca de inquietud. "Está bien cazar, mientras sea totalmente necesario". Aunque sólo aplicaba para sí mismo. Era una mentalidad que se guardaba en privado. No discutía con otros al respecto, simplemente no mataba ni comía animales a menos que la situación lo meditara, y en realidad él no tendría que hacer ninguna de esas dos cosas, los muchacho se encargarían de ello. Mas eso no le quitaba lo interesante, pues realmente tenía curiosidad por saber cómo cazaban aquí, más si se trataban de jóvenes con poca experiencia. Siempre era agradable ver a la juventud aprender.
Se dirigieron entonces al río en una breve caminata, la cual aprovechó para gozar los alrededores de nuevo. Parecía que siempre había algo que ver ahí. Pasaba su inquieta y anonarada vista por todas partes, sin poder concentrarse en un punto en específico, hasta que unos curiosos colores llamaron su atención. Era el cabello gris de Wood. Por sí solo ya era curioso, pero con la luz del Sol pronto a irse, acentuaba el tono de tal manera que parecía ser un evento extraño, como una aurora boreal, sólo que con dos matices. Fue algo... "Absorbente".
Faltaban unos metros para llegar al río, mas su acompañante no quiso transcurrirlos al mismo ritmo. Comenzó a correr y a despojarse de su atuendo durante la carrera. Le bastó un segundo a Athos para predecir lo que sucedería, así que en cuanto entendió el escenario, cerró los ojos, y dio unos pasos más, creyéndolos suficientes para colocarse casi en el borde. "Pudo haber avisado". No le molestara que no lo haya hecho, ni que haya hecho lo que había hecho, simplemente hubiese sido más simple haber estado bajo aviso.
Sólo había escuchado el clavado, luego silencio. Al principio lo tomó como algo normal que demorara en dar alguna señal, mas rápidamente comenzó a formar sospechas. "¿Estará bien?" Cierto que sólo habían pasado algunos segundos, pero es que no escuchaba ningún ruido proveniente de ella. Tal vez se había golpeado con algo y perdido la consciencia, o algo peor, o algo no tan terrible pero igual de inconveniente. Quería abrir los párpados para así saber con claridad, mas existía la probabilidad que ella sólo estuviese tranquila sobre el agua, por lo que tomó una diferente aproximación previa.
—¿Señorita? ¿Todo bien? —Apretó un pocos sus labios al no obtener respuesta—. ¿Wood, sigue ahí? —Chasqueó sus dedos. No cabía duda, ella estaba... A salvo. Oyó cómo salía del agua y le exclamaba algunas palabras. "Qué alivio". Ella estaba sumergida durante ese instante, tal vez adaptándose a la temperatura del agua o sólo jugando en el fondo—. Es bueno saber eso. —Le respondió con una sonrisa.
—Permítame, le acercaré sus cosas. —Se dio media vuelta, recogió los objetos que Wood había traído consigo precisamente para limpiarse y vestirse, pero que había soltado en su maniobra, posteriormente se los acercó. Cuando estaba de espaldas al río, se fío de su vista periférica para calcular la distancia que había entre él y la orilla, con el propósito de acercarse sin tener que violar la privacidad de su amiga.
—¿Todo bien? —Inquirió con quietud para cerciorarse de que no faltara algo. Todo debería estar en orden, pero con uno de sus sentidos cancelado, mejor era no dejar lugar a la duda. De nuevo recordó a su hermana al no estar usando su vista. "Lo lamento".
"Nueces". Un fruto muy curioso, no de sus favoritos por sí solo, pero definitivamente agradable. Por alguna razón, Athos rememoró detalles sobre las nueces, cosas que no venían al caso en ese momento. A pesar de ese divague, no se perdió ni una palabra de la señorita. Infortunadamente, esa distracción mental hicieron que su cuerpo no respondiera a tiempo a lo que sucedía —o sí. Wood se golpeó contra la mesa, haciéndola vibrar y hacer que los recipientes se tambalearan. El semi-dragón trató de alcanzarlos antes de que pudieran caerse, pero a fin de cuentas no fue necesario, sólo se habían mecido un poco. En realidad, la arremetida no había sido tan dura, la licántropa seguía con su paso natural y no demostraba alguna queja.
—Sí está bien, ¿verdad? —Musitó entre alarmado, escéptico y reservado. Era ridículo hacer un alboroto por algo así de insignificante, él también se había golpeado antes y estaba bien. Igual, quería estar seguro. Después de todo, no había de qué preocuparse. Inclusive ella pedía disculpas. "Qué curioso". Se preguntó si así se sentía su hermana cuando él le ofrecía sus perdones de repente, cuando ella afirmaba que no había necesidad.
Se había levantado para ir por una muda de ropa y lo necesario para bañarse. Sin duda esa idea en ella seguía en pie. Pronto aclaró lo que en mente tenía—. Sí. Claro. Suena... No hay problema. —Empezó diciéndolo con total seguridad, pero al final de la frase se notó una pizca de inquietud. "Está bien cazar, mientras sea totalmente necesario". Aunque sólo aplicaba para sí mismo. Era una mentalidad que se guardaba en privado. No discutía con otros al respecto, simplemente no mataba ni comía animales a menos que la situación lo meditara, y en realidad él no tendría que hacer ninguna de esas dos cosas, los muchacho se encargarían de ello. Mas eso no le quitaba lo interesante, pues realmente tenía curiosidad por saber cómo cazaban aquí, más si se trataban de jóvenes con poca experiencia. Siempre era agradable ver a la juventud aprender.
Se dirigieron entonces al río en una breve caminata, la cual aprovechó para gozar los alrededores de nuevo. Parecía que siempre había algo que ver ahí. Pasaba su inquieta y anonarada vista por todas partes, sin poder concentrarse en un punto en específico, hasta que unos curiosos colores llamaron su atención. Era el cabello gris de Wood. Por sí solo ya era curioso, pero con la luz del Sol pronto a irse, acentuaba el tono de tal manera que parecía ser un evento extraño, como una aurora boreal, sólo que con dos matices. Fue algo... "Absorbente".
Faltaban unos metros para llegar al río, mas su acompañante no quiso transcurrirlos al mismo ritmo. Comenzó a correr y a despojarse de su atuendo durante la carrera. Le bastó un segundo a Athos para predecir lo que sucedería, así que en cuanto entendió el escenario, cerró los ojos, y dio unos pasos más, creyéndolos suficientes para colocarse casi en el borde. "Pudo haber avisado". No le molestara que no lo haya hecho, ni que haya hecho lo que había hecho, simplemente hubiese sido más simple haber estado bajo aviso.
Sólo había escuchado el clavado, luego silencio. Al principio lo tomó como algo normal que demorara en dar alguna señal, mas rápidamente comenzó a formar sospechas. "¿Estará bien?" Cierto que sólo habían pasado algunos segundos, pero es que no escuchaba ningún ruido proveniente de ella. Tal vez se había golpeado con algo y perdido la consciencia, o algo peor, o algo no tan terrible pero igual de inconveniente. Quería abrir los párpados para así saber con claridad, mas existía la probabilidad que ella sólo estuviese tranquila sobre el agua, por lo que tomó una diferente aproximación previa.
—¿Señorita? ¿Todo bien? —Apretó un pocos sus labios al no obtener respuesta—. ¿Wood, sigue ahí? —Chasqueó sus dedos. No cabía duda, ella estaba... A salvo. Oyó cómo salía del agua y le exclamaba algunas palabras. "Qué alivio". Ella estaba sumergida durante ese instante, tal vez adaptándose a la temperatura del agua o sólo jugando en el fondo—. Es bueno saber eso. —Le respondió con una sonrisa.
—Permítame, le acercaré sus cosas. —Se dio media vuelta, recogió los objetos que Wood había traído consigo precisamente para limpiarse y vestirse, pero que había soltado en su maniobra, posteriormente se los acercó. Cuando estaba de espaldas al río, se fío de su vista periférica para calcular la distancia que había entre él y la orilla, con el propósito de acercarse sin tener que violar la privacidad de su amiga.
—¿Todo bien? —Inquirió con quietud para cerciorarse de que no faltara algo. Todo debería estar en orden, pero con uno de sus sentidos cancelado, mejor era no dejar lugar a la duda. De nuevo recordó a su hermana al no estar usando su vista. "Lo lamento".
Athos
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Re: [cerrada] De Invitados [interpretativo][libre]
Al parecer Athos tenía cierto pudor con eso de verme desnuda. Había malinterpretado las cosas pero no tenía como saberlo a no ser que se lo preguntara y antes de responder a sus comentarios lancé mi cuestionamiento ¿Los dragones no se transforman rompiendo sus ropas? Me disculparía por hacerte sentir mal por mi comportamiento, pero… en realidad no lo siento jajaja. Es muy común por aquí eso de no tener ropa, sobre todo entre los jóvenes que no controlan sus estados de ánimo ni sus transformaciones. Las costureras siempre tienen trabajo le informé mientras me acercaba para tomar lo que me alcanzaba.
Sonreí abiertamente a su espalda y me permití salir un poco para tomar mis cosas, al menos algunas, porque no pensaba dejar por unos momentos más el agua, aunque sí tomé la ropa que había usado para viajar, mataba dos pájaros de un tiro y no tendría que esperar todo un día para que me la lavaran las otras mujeres del pueblo.
Todo sumamente bien le respondí, nadando de espaldas en el río. Y elevando el tono desde un lugar lo suficientemente profundo para que cubriera mis vergüenzas –para alguien como Athos, porque yo no las consideraba tales- le llamé el agua está tibia Athos, me siento como una cachorra, por cierto, puedes voltearte le informé para que no mantuviera esa pose tan rígida. No había dejado de notar que parecía incómodo con algo, y dudaba que fuera conmigo. ¿todo bien por allí? le pregunté, ahora un poco extrañada, quizás estuviera haciendo toda una escena por nada, pero sentí algo distinto en él. Esto es muy distinto a tu hogar… ¿extrañas Dundarak? pregunté después de unos minutos, dispuesta a salir y gesticulando que lo haría para no volver a cometer el mismo error.
Tenía ganas de tomarle del cuello y echarle al agua, pero luego decidí que no era una buena idea. Me vestí y me sentí como la seda. Estaba dispuesta a hacer todo lo que él quisiera, tomar un vaso de leche y dormir como el buen lobo que era. Por unos momentos me pregunté si él sabría nadar. Cuando se hizo un silencio entre ambos me volví hacia él y le pregunté ¿los dragones nadan? con tal seriedad como si se tratara de un tema de vida o muerte –y lo era- quizás le hubiera ahogado si le hubiese tirado al río.
Sonreí abiertamente a su espalda y me permití salir un poco para tomar mis cosas, al menos algunas, porque no pensaba dejar por unos momentos más el agua, aunque sí tomé la ropa que había usado para viajar, mataba dos pájaros de un tiro y no tendría que esperar todo un día para que me la lavaran las otras mujeres del pueblo.
Todo sumamente bien le respondí, nadando de espaldas en el río. Y elevando el tono desde un lugar lo suficientemente profundo para que cubriera mis vergüenzas –para alguien como Athos, porque yo no las consideraba tales- le llamé el agua está tibia Athos, me siento como una cachorra, por cierto, puedes voltearte le informé para que no mantuviera esa pose tan rígida. No había dejado de notar que parecía incómodo con algo, y dudaba que fuera conmigo. ¿todo bien por allí? le pregunté, ahora un poco extrañada, quizás estuviera haciendo toda una escena por nada, pero sentí algo distinto en él. Esto es muy distinto a tu hogar… ¿extrañas Dundarak? pregunté después de unos minutos, dispuesta a salir y gesticulando que lo haría para no volver a cometer el mismo error.
Tenía ganas de tomarle del cuello y echarle al agua, pero luego decidí que no era una buena idea. Me vestí y me sentí como la seda. Estaba dispuesta a hacer todo lo que él quisiera, tomar un vaso de leche y dormir como el buen lobo que era. Por unos momentos me pregunté si él sabría nadar. Cuando se hizo un silencio entre ambos me volví hacia él y le pregunté ¿los dragones nadan? con tal seriedad como si se tratara de un tema de vida o muerte –y lo era- quizás le hubiera ahogado si le hubiese tirado al río.
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Re: [cerrada] De Invitados [interpretativo][libre]
Hizo una media sonrisa. Era graciosa el enfoque que estaba obteniendo. Era considerado de su parte que se tomara la molestia de explicar su perspectiva, pero lo hacía de tal modo que no parecía darle importancia. "Y es que realmente no la tiene". Era cosa de él que estuviera evitando el contacto visual, realmente no había un gran secreto detrás de eso o un motivo severo, simple respeto a la privacidad. Además de que casi siempre había estado solo, el contacto que con otros había tenido solía ser muy breve y limitado al diálogo, a excepción de su maestro y hermana.
—No tiene que disculparse. No me incomoda de alguna manera, ni considero que haya hecho algo malo. Simplemente me parece correcto darle privacidad. Para empezar, jamás me dio permiso para verla desvestida. —Era rarísimo que Athos hiciera algo sin el permiso de alguien—. En segundo lugar, no hay necesidad de tal cosa, hay muchas cosas que puedo observar por aquí. —Movió su cabeza a los lados, para demostrar su punto—. Y por último, es importante que mantenga el control.
Se escuchó una sutil risa venir de él—. No es que vaya a perder el balance de esa manera, es sólo que el detalle vino a mi mente cuando usted comentó el comportamiento de los jóvenes. —Entrelazó sus dedos a la altura de su cintura—. Yo solía ser así en mi adolescencia. Volátil, hiperactivo, negligente... —Rodó los ojos, imaginando la gran cantidad de adjetivos que podía dar—. Muy diferente. No quiero ser así. —Revisó su postura, asegurándose de estar en una posición firme, con la espalda recta y la cabeza elevada.
Era bueno saber que ella estaba bien, y no en una situación de peligro como al principio había imaginado, o aburrida. Wood parecía ser del tipo de persona que le gustaba estar entretenida con algo, y él era consciente que no siempre tenía algo que decir o hacer, principalmente porque se perdía demasiado en sus propios pensamientos. "Eso es natural". Los dragones tenían esa característica, o al menos los que conocía, que eran muchos.
Aceptó la idea de voltearse, aunque siempre evitando dirigir la vista hacia ella. Esta vez no cerró los ojos, sino que alzó la mirada, divisando el cielo con sus nubes. Sin duda una vista muy diferente a la de Dundarak, más despejada, mucho más cálida, definitivamente era algo distinto. Y en la noche sería algo igual de impresionante.
Cerró los ojos y dirigió su rostro en dirección a ella—. Todo bien. Tienen un cielo hermoso aquí. —Era curioso hablar con alguien sin estarle viendo directamente. En otra situación lo hubiese considerado una falta de respeto, pero ahora mismo tenía su excusa, como su hermana. "No como mi hermana". Eran situaciones diferentes, pues ella estaba completamente ciega, en cambio Athos, aún con los párpados sellados, podía notar el brillo del sol traslucir a través de ellos.
Asintió con la cabeza al oír la pregunta de su compañera—. Ciertamente Ulmer es un lugar casi opuesto a mi ciudad natal. Hay un gran contraste. Sin embargo, no le extraño. —Volvió a sonreír—. Y nunca lo haría. Por más cariño que le tenga, estoy dispuesto a dejarlo atrás, como todo. Prefiero concentrarme en lo positivo del ahora que perderme en la nostalgia. —La única excepción bien podría ser su hermana, pero era un caso un tanto más neutral, algo que había superado pero que igual tenía en la mente.
Dio unos pasos hacia atrás, dando espacio a Wood para que saliera y se vistiera. No le cabía duda que ella tenía pleno terreno para hacerlo, pero aun así no quiso esperar a que ella se lo pudiera pedir. Y así como tuvo cuidado con ello, también se privó de recuperar la vista, estaba seguro que su amiga le avisaría cuando fuera seguro verla. Mas el permiso no fue lo primero que ella dijo, sino que inquirió algo que llamó su atención.
—Los dragones volamos... Hmm. —Acarició su barbilla, analizando lo que oía, preparando la mejor respuesta—. Me parece que todos los dragones estamos físicamente aptos para maniobrar en el agua. Pero no sabría decirle si todos los dragones saben nadar. Yo tuve que aprender, por ejemplo. No es algo que se dé de manera natural o espontánea. Hmm... Aunque primero aprendí a nadar antes que ganar mi transformación. —Subió y bajó los hombros inocente—. Tal vez en la forma dragón el nadar sea algo nato. En cualquier caso, me considero un excelente nadador. —Asintió con seguridad—. ¿Por qué la pregunta? —¿Tal vez le propondría una carrera acuática? Eso sonaba divertido, y una mejor opción que un combate.
—No tiene que disculparse. No me incomoda de alguna manera, ni considero que haya hecho algo malo. Simplemente me parece correcto darle privacidad. Para empezar, jamás me dio permiso para verla desvestida. —Era rarísimo que Athos hiciera algo sin el permiso de alguien—. En segundo lugar, no hay necesidad de tal cosa, hay muchas cosas que puedo observar por aquí. —Movió su cabeza a los lados, para demostrar su punto—. Y por último, es importante que mantenga el control.
Se escuchó una sutil risa venir de él—. No es que vaya a perder el balance de esa manera, es sólo que el detalle vino a mi mente cuando usted comentó el comportamiento de los jóvenes. —Entrelazó sus dedos a la altura de su cintura—. Yo solía ser así en mi adolescencia. Volátil, hiperactivo, negligente... —Rodó los ojos, imaginando la gran cantidad de adjetivos que podía dar—. Muy diferente. No quiero ser así. —Revisó su postura, asegurándose de estar en una posición firme, con la espalda recta y la cabeza elevada.
Era bueno saber que ella estaba bien, y no en una situación de peligro como al principio había imaginado, o aburrida. Wood parecía ser del tipo de persona que le gustaba estar entretenida con algo, y él era consciente que no siempre tenía algo que decir o hacer, principalmente porque se perdía demasiado en sus propios pensamientos. "Eso es natural". Los dragones tenían esa característica, o al menos los que conocía, que eran muchos.
Aceptó la idea de voltearse, aunque siempre evitando dirigir la vista hacia ella. Esta vez no cerró los ojos, sino que alzó la mirada, divisando el cielo con sus nubes. Sin duda una vista muy diferente a la de Dundarak, más despejada, mucho más cálida, definitivamente era algo distinto. Y en la noche sería algo igual de impresionante.
Cerró los ojos y dirigió su rostro en dirección a ella—. Todo bien. Tienen un cielo hermoso aquí. —Era curioso hablar con alguien sin estarle viendo directamente. En otra situación lo hubiese considerado una falta de respeto, pero ahora mismo tenía su excusa, como su hermana. "No como mi hermana". Eran situaciones diferentes, pues ella estaba completamente ciega, en cambio Athos, aún con los párpados sellados, podía notar el brillo del sol traslucir a través de ellos.
Asintió con la cabeza al oír la pregunta de su compañera—. Ciertamente Ulmer es un lugar casi opuesto a mi ciudad natal. Hay un gran contraste. Sin embargo, no le extraño. —Volvió a sonreír—. Y nunca lo haría. Por más cariño que le tenga, estoy dispuesto a dejarlo atrás, como todo. Prefiero concentrarme en lo positivo del ahora que perderme en la nostalgia. —La única excepción bien podría ser su hermana, pero era un caso un tanto más neutral, algo que había superado pero que igual tenía en la mente.
Dio unos pasos hacia atrás, dando espacio a Wood para que saliera y se vistiera. No le cabía duda que ella tenía pleno terreno para hacerlo, pero aun así no quiso esperar a que ella se lo pudiera pedir. Y así como tuvo cuidado con ello, también se privó de recuperar la vista, estaba seguro que su amiga le avisaría cuando fuera seguro verla. Mas el permiso no fue lo primero que ella dijo, sino que inquirió algo que llamó su atención.
—Los dragones volamos... Hmm. —Acarició su barbilla, analizando lo que oía, preparando la mejor respuesta—. Me parece que todos los dragones estamos físicamente aptos para maniobrar en el agua. Pero no sabría decirle si todos los dragones saben nadar. Yo tuve que aprender, por ejemplo. No es algo que se dé de manera natural o espontánea. Hmm... Aunque primero aprendí a nadar antes que ganar mi transformación. —Subió y bajó los hombros inocente—. Tal vez en la forma dragón el nadar sea algo nato. En cualquier caso, me considero un excelente nadador. —Asintió con seguridad—. ¿Por qué la pregunta? —¿Tal vez le propondría una carrera acuática? Eso sonaba divertido, y una mejor opción que un combate.
Athos
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Re: [cerrada] De Invitados [interpretativo][libre]
Eché los labios hacia afuera y los apreté haciendo una especie de mohín ante el pensamiento. Athos era simplemente refrescante en comparación con todos los hombres que había tenido y que había cruzado en mi vida. Eres el primero que me da tanta privacidad dije entre dientes, aunque permitiéndole que continuara con sus explicaciones. En su momento me reí con su consuelo de ver cosas por los alrededores, aunque no lo hice de forma disimulada. Ese dragón era bueno, quizás lo único bueno que había tenido cerca de mi vida y quizás podría aprender una o dos cosas de él. Ideas abstractas pasaron por mi mente, probablemente encontraría algún momento para preguntarle sobre esa tan aclamada “paz” “armonía” “bondad” y “esperanza”.
Cuando él finalizó su discurso, toqué su hombro suavemente, para demostrarle que ya estaba bien tapada y vestida. “¿Por qué la pregunta?” él me estaba preguntando y le sonreí abiertamente mientras fruncía la nariz. Ahora que todos los vestigios del largo viaje habían desaparecido de mí, era capaz de sentir que él estaba necesitando un chapuzón igual que lo había hecho yo Sólo me preguntaba si podría ver tu otro yo ¿y si podrías perdonarme? lo último sonó como si un cachorro le estuviese pidiendo autorización a un adulto para hacer algo que sabe que no le permitirán. Acto seguido me acerqué a él lentamente y con un movimiento súbito y cerrando los ojos le empujé al agua.
Comencé a reir a carcajadas de nuevo y ahora retruqué con efecto retardado.No te imagino como a ninguno de nuestros jóvenes. Por mi risa no había podido escuchar el característico “spalsh” cuando alguien cae pesadamente al agua y ciertamente no era lo suficientemente valiente para abrir los ojos. ¡¿Qué tal si se encontraba allí?!, observándome con sus ojos grandes y sus labios apretados en una línea de pensamiento que solía poner, o peor aún, si estuviese liberando a aquél joven que parecía ser loco pero a su vez lleno de vida. No, no sabía con lo que me encontraría, pero alguien tendría que hacerse responsable… Por algo era general ¿no?
Tragué saliva y abrí los ojos lentamente. ¿Cómo vas Athos? pregunté con voz de gallina clueca. Más que al daño físico le temía a las consecuencias en la relación que teníamos hasta el momento. Quizás no debí…comencé a balbucear mirando para un costado y otro del suelo, sin levantar la mirada.
Cuando él finalizó su discurso, toqué su hombro suavemente, para demostrarle que ya estaba bien tapada y vestida. “¿Por qué la pregunta?” él me estaba preguntando y le sonreí abiertamente mientras fruncía la nariz. Ahora que todos los vestigios del largo viaje habían desaparecido de mí, era capaz de sentir que él estaba necesitando un chapuzón igual que lo había hecho yo Sólo me preguntaba si podría ver tu otro yo ¿y si podrías perdonarme? lo último sonó como si un cachorro le estuviese pidiendo autorización a un adulto para hacer algo que sabe que no le permitirán. Acto seguido me acerqué a él lentamente y con un movimiento súbito y cerrando los ojos le empujé al agua.
Comencé a reir a carcajadas de nuevo y ahora retruqué con efecto retardado.No te imagino como a ninguno de nuestros jóvenes. Por mi risa no había podido escuchar el característico “spalsh” cuando alguien cae pesadamente al agua y ciertamente no era lo suficientemente valiente para abrir los ojos. ¡¿Qué tal si se encontraba allí?!, observándome con sus ojos grandes y sus labios apretados en una línea de pensamiento que solía poner, o peor aún, si estuviese liberando a aquél joven que parecía ser loco pero a su vez lleno de vida. No, no sabía con lo que me encontraría, pero alguien tendría que hacerse responsable… Por algo era general ¿no?
Tragué saliva y abrí los ojos lentamente. ¿Cómo vas Athos? pregunté con voz de gallina clueca. Más que al daño físico le temía a las consecuencias en la relación que teníamos hasta el momento. Quizás no debí…comencé a balbucear mirando para un costado y otro del suelo, sin levantar la mirada.
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Re: [cerrada] De Invitados [interpretativo][libre]
¿Qué significaría ser el primero en algo así? Por un lado, era un poco triste que la privacidad no fuera algo de todos los días para ella. Por supuesto que no podía comparar ambas realidad, ya que eran seres distintos con sus propias maneras de vivir. No en balde, Athos consideraba el respeto hacia los demás como algo fundamental, línea que no se debía traspasar como si fuera lo más normal del mundo. Se reconfortaba con saber que sus niveles de 'educación' podía ser un poco extremos en ocasiones, algunos incluso podían pensar que el dragón deliberadamente evitaba el contacto como si le diera asco. No era el caso, claro.
Para entonces Komar ya había obtenido el permiso de abrir los ojos. Algo satisfactorio, ahora podría jugar con su mirada sin preocupación. Y lo primero que enfocaba era una dama un poco húmeda, sobre todo del pelo, que a pesar de ser corto aún guardaba gotas de agua. Le daba un aspecto un tanto distinto. Algo curioso.
"¿Mi otro yo?" Ladeó la cabeza. Le parecía un poco ilógico que se refiriera a su complexión turbia y amarga. ¿Quizá hacía alusión a su forma de dragón? Eso sonaba posible, no ahí ni en ese momento, pero sí bajo otro panorama. Tendría cierta gracia hacerlo y seguramente la señorita disfrutaría de volar sobre su hombro y sentir el viento de una manera distinta. Realmente cambiar de altitud era un gran factor que no se olvidaba de la noche a la mañana.
Las dudas continuaban. ¿A qué clase de perdón podría ella referirse? No había hecho algo malo, y creía haber dejado eso en claro. Crédulo, Athos trató de musitar—: Le perdono todo lo... —"que ha hecho". Así quería terminar, mas no pudo. Fue incapaz. Su cuerpo entró en un estado de alerta y sus reflejos se agudizaron, buscando desesperadamente la mejor solución. Y en un parpadeo ocurrieron tantas cosas.
Su primer intentó consistió en sujetarse de ella, ya sea para evitar caer o para llevarla consigo, pero era una grosería y un enfoque demasiado agresivo, no estaba en un combate. Así que trató de ajustar sus pies, moviéndolos, buscando un balance. Fracasó. Fue tanto peor, pues ahora su cuerpo comenzaba a rotar 180° y las opciones se le escurrían. Se esforzó por intentar una maniobra improvisada, lanzando su cuerpo hacia enfrente, con la idea de amortiguar el impacto con sus manos y aterrizar con los pies. Casi lo lograba. Posó una de las palmas en una roca de la orilla, resbalando aún más dentro del río, finalmente sumergiéndose por completo en una especie de deslizamiento. Al menos no fue una caída completa.
Vencido por la gravedad y el asalto sorpresa de su amiga, se dejó llevar y permitió que su cuerpo se hundiera, mientras reflexionaba sobre el motivo. "¿Acaso huelo mal?" Sin duda su olor no era el más agradable del mundo, ¿pero sería posible que su hedor sería tan grave que requería una ducha inmediata? De ser así, debería dar sus disculpas. Otra posibilidad quizá era que tenía un insecto en su abdomen, uno que atemorizó a Wood y le hizo reaccionar de esa manera. Finalmente, y para englobar más variantes, era una acción obra de la versátil mente de la licántropa.
Sacó su cabeza y parte de su cuello y hombros, encontrando a una dama apenada o un poquito fuera de sí misma. Era curioso, pero se concentraría primero en contestarle—. He de admitir que es un poco incómodo zambullirse con ropa. Aunque... —Se tomó un segundo para disfrutar un poco más la sensación—. Es cálido. —Sonrió complacido, cambiando rápidamente de tono, a uno interrogativo—. ¿No debió qué? Hmm... ¿Lanzarme, dice? —Parecía ganar un toque bufónico—. Cero problema. Tal vez lo merecía. Supongo que a veces puedo hablar más de la cuente... En tal caso, yo debería ser quien diga lo siento. —Le sonrió con toda su amabilidad—. Lo siento. —Acarició la superficie del agua con sus yemas.
—Igual iba a entrar al agua. —Se encogió de hombros—. No tardaré. —Rodó los ojos, pensativo—. Hmm... —Quería restarle importancia al asunto. Y no sólo lo del empujón, que comenzaba a ser algo cómico, sino a su nueva situación. Irónicamente, a él no le importaba si le faltaban al respeto o si violaban su privacidad, así como no le importaba ser visto ridiculizado o despojado de prenda alguna, mas no obtenía por eso un permiso para hacer lo que quisiera.
—Me desvestiré y pondré mi ropa en la orilla. —Comenzó a desbotonar su sotana—. Si desea puede retirarse y esperarme en su hogar. —Sugirió con cierta duda. Obviamente ella no tenía que esperar ahí, podía ir a cualquier lugar que quisiera—. O esperarme aquí mismo y contarme una de sus historias, ¿quizá? —Pareció que reía, ¿o no?—. Eso parece entretenido y se lo agradecería. —Con ella habiendo tomado la decisión, hizo lo que dijo que haría. En Dundarak entraba al agua, se aseaba y listo, pero porque no siempre la temperatura era agradable, pero ahí en el río... Realmente podía quedarse por mucho tiempo.
Para entonces Komar ya había obtenido el permiso de abrir los ojos. Algo satisfactorio, ahora podría jugar con su mirada sin preocupación. Y lo primero que enfocaba era una dama un poco húmeda, sobre todo del pelo, que a pesar de ser corto aún guardaba gotas de agua. Le daba un aspecto un tanto distinto. Algo curioso.
"¿Mi otro yo?" Ladeó la cabeza. Le parecía un poco ilógico que se refiriera a su complexión turbia y amarga. ¿Quizá hacía alusión a su forma de dragón? Eso sonaba posible, no ahí ni en ese momento, pero sí bajo otro panorama. Tendría cierta gracia hacerlo y seguramente la señorita disfrutaría de volar sobre su hombro y sentir el viento de una manera distinta. Realmente cambiar de altitud era un gran factor que no se olvidaba de la noche a la mañana.
Las dudas continuaban. ¿A qué clase de perdón podría ella referirse? No había hecho algo malo, y creía haber dejado eso en claro. Crédulo, Athos trató de musitar—: Le perdono todo lo... —"que ha hecho". Así quería terminar, mas no pudo. Fue incapaz. Su cuerpo entró en un estado de alerta y sus reflejos se agudizaron, buscando desesperadamente la mejor solución. Y en un parpadeo ocurrieron tantas cosas.
Su primer intentó consistió en sujetarse de ella, ya sea para evitar caer o para llevarla consigo, pero era una grosería y un enfoque demasiado agresivo, no estaba en un combate. Así que trató de ajustar sus pies, moviéndolos, buscando un balance. Fracasó. Fue tanto peor, pues ahora su cuerpo comenzaba a rotar 180° y las opciones se le escurrían. Se esforzó por intentar una maniobra improvisada, lanzando su cuerpo hacia enfrente, con la idea de amortiguar el impacto con sus manos y aterrizar con los pies. Casi lo lograba. Posó una de las palmas en una roca de la orilla, resbalando aún más dentro del río, finalmente sumergiéndose por completo en una especie de deslizamiento. Al menos no fue una caída completa.
Vencido por la gravedad y el asalto sorpresa de su amiga, se dejó llevar y permitió que su cuerpo se hundiera, mientras reflexionaba sobre el motivo. "¿Acaso huelo mal?" Sin duda su olor no era el más agradable del mundo, ¿pero sería posible que su hedor sería tan grave que requería una ducha inmediata? De ser así, debería dar sus disculpas. Otra posibilidad quizá era que tenía un insecto en su abdomen, uno que atemorizó a Wood y le hizo reaccionar de esa manera. Finalmente, y para englobar más variantes, era una acción obra de la versátil mente de la licántropa.
Sacó su cabeza y parte de su cuello y hombros, encontrando a una dama apenada o un poquito fuera de sí misma. Era curioso, pero se concentraría primero en contestarle—. He de admitir que es un poco incómodo zambullirse con ropa. Aunque... —Se tomó un segundo para disfrutar un poco más la sensación—. Es cálido. —Sonrió complacido, cambiando rápidamente de tono, a uno interrogativo—. ¿No debió qué? Hmm... ¿Lanzarme, dice? —Parecía ganar un toque bufónico—. Cero problema. Tal vez lo merecía. Supongo que a veces puedo hablar más de la cuente... En tal caso, yo debería ser quien diga lo siento. —Le sonrió con toda su amabilidad—. Lo siento. —Acarició la superficie del agua con sus yemas.
—Igual iba a entrar al agua. —Se encogió de hombros—. No tardaré. —Rodó los ojos, pensativo—. Hmm... —Quería restarle importancia al asunto. Y no sólo lo del empujón, que comenzaba a ser algo cómico, sino a su nueva situación. Irónicamente, a él no le importaba si le faltaban al respeto o si violaban su privacidad, así como no le importaba ser visto ridiculizado o despojado de prenda alguna, mas no obtenía por eso un permiso para hacer lo que quisiera.
—Me desvestiré y pondré mi ropa en la orilla. —Comenzó a desbotonar su sotana—. Si desea puede retirarse y esperarme en su hogar. —Sugirió con cierta duda. Obviamente ella no tenía que esperar ahí, podía ir a cualquier lugar que quisiera—. O esperarme aquí mismo y contarme una de sus historias, ¿quizá? —Pareció que reía, ¿o no?—. Eso parece entretenido y se lo agradecería. —Con ella habiendo tomado la decisión, hizo lo que dijo que haría. En Dundarak entraba al agua, se aseaba y listo, pero porque no siempre la temperatura era agradable, pero ahí en el río... Realmente podía quedarse por mucho tiempo.
Athos
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Re: [cerrada] De Invitados [interpretativo][libre]
Todos mis temores fueron barridos desde su raíz cuando Athos respondió con su normal elocuencia. Su tono no era agitado ni parecía enojado por lo que levanté la vista y abrí los ojos de par en par con una sonrisa que creció desde una ovejuna hasta una risa abierta que parecía seguir el comportamiento de las pequeñas olas que se formaban en la orilla del río. ¡Claro que es cálido! repetí con ímpetu y la sonrisa aun haciendo eco en mi voz. Asentí ante su pregunta y me encogí de hombros, siguiendo el dialogo corporal que estábamos llevando. Negué con la cabeza No se que sientes y a no ser que estés pensando en lanzarme una bola de fuego, dudo que alguna vez tenga la necesidad de dar mi perdón fruncí el entrecejo “no es que tenga la autoridad moral tampoco…” pensé en agregar, pero quizá era un poco mucho para el momento.
Oh, ¿es que el dragón no tiene pudor? pregunté devolviéndole el gesto de momentos atrás de la mejor manera que me salía. Mis formas no eran las mejores pero intentaría extender la misma delicadeza, aunque expresándolo con otras palabras, toscas como siempre, pero mis propias palabras. Dejé escapar una carcajada solitaria ante su proposición de la historia Las historias son derecho exclusivo de Blackuart peeeero… hice una pausa para observar el cielo. Las nubes parecían haber sido trituradas e infladas una por una en pequeños trozos que se teñían de gris bajo un fondo azul oscuro casi negro. Podría hacer una excepción un par de metros río arriba mientras saco algunos peces del agua le respondí observándole con detenimiento.
Estaba completamente empapado y las pequeñas gotas del líquido transparente rodaban por su piel que parecía de cristal, las depresiones de sus músculos no eran realmente grandes pero sí armoniosas. Retiré mi vista cuando las prendas que se desprendían comenzaban a alcanzar partes en las que cualquier hombre se sentiría… incomodado. Una vez conocí a un médico llamado Killian que me enseñó buena parte de la bondad humana. Lo encontré por primera vez en el lago helado creo, sólo recuerdo que me estaba congelando y había gran cantidad de agua reí con ganas esta vez Creo que él fue el primero que me mostró que había algo de bondad en la raza a la que una vez había pertenecido…
Athos estaba en lo profundo del agua, al menos eso me pareció por lo que escuché. Yo me mantenía sentada con las piernas hacia adelante y una pequeña mata de pasto entre las manos con la que jugaba. Aunque supongo que te interesa saber más acerca de los lugares en donde he estado le dije, echando la lengua y guiñándole un ojo como una vez ya había hecho con él. mmm he estado en muchos lugares y a la vez ninguno, cuando recorres lo suficiente siempre te das cuenta que no es mi una pequeña parte de lo que deseabas ver… Pero para completar mi libro con los sellos de los lugares en donde he estado, me falta el territorio de los brujos. Dejé de hablar, me interesaba saber más de él y de lo que pensaba. Dejé el pastito y me acerqué a la orilla, yendo en paralelo a la misma y usando algunas piedritas como puentes elegí un lugar propicio para intentar cazar algunos peces saltarines con las manos, atenta a lo que él estaba diciendo o cualquier sonido desde su dirección.
Oh, ¿es que el dragón no tiene pudor? pregunté devolviéndole el gesto de momentos atrás de la mejor manera que me salía. Mis formas no eran las mejores pero intentaría extender la misma delicadeza, aunque expresándolo con otras palabras, toscas como siempre, pero mis propias palabras. Dejé escapar una carcajada solitaria ante su proposición de la historia Las historias son derecho exclusivo de Blackuart peeeero… hice una pausa para observar el cielo. Las nubes parecían haber sido trituradas e infladas una por una en pequeños trozos que se teñían de gris bajo un fondo azul oscuro casi negro. Podría hacer una excepción un par de metros río arriba mientras saco algunos peces del agua le respondí observándole con detenimiento.
Estaba completamente empapado y las pequeñas gotas del líquido transparente rodaban por su piel que parecía de cristal, las depresiones de sus músculos no eran realmente grandes pero sí armoniosas. Retiré mi vista cuando las prendas que se desprendían comenzaban a alcanzar partes en las que cualquier hombre se sentiría… incomodado. Una vez conocí a un médico llamado Killian que me enseñó buena parte de la bondad humana. Lo encontré por primera vez en el lago helado creo, sólo recuerdo que me estaba congelando y había gran cantidad de agua reí con ganas esta vez Creo que él fue el primero que me mostró que había algo de bondad en la raza a la que una vez había pertenecido…
Athos estaba en lo profundo del agua, al menos eso me pareció por lo que escuché. Yo me mantenía sentada con las piernas hacia adelante y una pequeña mata de pasto entre las manos con la que jugaba. Aunque supongo que te interesa saber más acerca de los lugares en donde he estado le dije, echando la lengua y guiñándole un ojo como una vez ya había hecho con él. mmm he estado en muchos lugares y a la vez ninguno, cuando recorres lo suficiente siempre te das cuenta que no es mi una pequeña parte de lo que deseabas ver… Pero para completar mi libro con los sellos de los lugares en donde he estado, me falta el territorio de los brujos. Dejé de hablar, me interesaba saber más de él y de lo que pensaba. Dejé el pastito y me acerqué a la orilla, yendo en paralelo a la misma y usando algunas piedritas como puentes elegí un lugar propicio para intentar cazar algunos peces saltarines con las manos, atenta a lo que él estaba diciendo o cualquier sonido desde su dirección.
Woodpecker
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Re: [cerrada] De Invitados [interpretativo][libre]
Era gracioso. Ambos estaban en la misma situación, rogando por absolución, recibiendo perplejidad entre sí. Athos aseguraba que Wood no había errado, y Wood viendo el futuro de Athos para suponer un escenario que disculpar. Y ese era otro punto gracioso. El caballero tenía mala memoria, y la señorita mucha imaginación. Uno probablemente olvidaría algo importante y otro divagaría más de la cuente, creando situaciones imposibles. Ese par estaba chiflado, al menos en ese ámbito. "No estoy loco". Yo soy el narrador, y considero que están zafados del coco.
"¿Tengo pudor?" Una cosa era poner la vergüenza a un lado y otra muy diferente era no tenerla del todo. Y realmente era probable que Komar no tuviera ni una pizca. Revisaba en lo profundo de su corazón y no encontraba un fragmento de pena, sólo de respeto. "No ando descubierto porque es algo indebido, perturbaría la paz". Ese era su argumento, era lo único con lo que podía dar, nada más—. Ahora que lo pienso, tal vez no... —Musitó, aún con cierta duda en su rostro. No estaba del todo convencido, mas no daba con una respuesta más acertada.
"Ese Blackuart es un suertudo". Pensó con cierta gracia, al mismo tiempo sintiéndose con mala fortuna. No lloraría por perder esa oportunidad, pero sin duda tampoco haría un festejo. Poco había que hacer, ella tenía su privacidad y la respetaría. ¡Espera! Había más. Wood accedía a quedarse, y no en silencio. Qué gran noticia. Athos afinó oído, listo a prestar atención. "¿Pero sí logrará atrapar alguno?" Tal vez eran tan abundantes que no importaba si su presencia los espantaba, quizá hasta los dirigiría a ella. Pobres criaturas... Tal parecía que su fortuna se traducía en desfortuna para otros.
Ese Killian sonaba como una gran persona, de corazón abierto. Anhelaba el momento de poder encontrarle, de conocerle, intercambiar ideas y aumentar su perspectiva. Sin embargo, por más interesante que sonaba el encuentre, en ese momento él estaba enfocado en saber sobre ella. Por ejemplo, ¿qué hacía ahí? ¿Lo invitó a pelear? Mas no era capaz de pedirle que entrara en detalles, era su historia y estaba haciendo una excepción por él, debía comportarse.
Su paciencia fue recompensada... en parte. No habló exactamente de sí misma, pero sí le regalaba una perspectiva de la vida. Una forma curiosa de pensar, una en la que estaba de acuerdo, y a la vez, en desacuerdo. Justo como ella. Athos consideraba que eran muchos los elementos que entraban en juego para realmente decir 'conozco este lugar'. El dragón había pasado toda su vida en el Reino del Norte, y aun así no se sentía capaz de decir algo como eso. Tal vez el Pico Más Alto, y aún así éste daba sus sorpresas.
Se creó un silencio temporal, el cual aprovechó para terminar su labor higiénica. Al tallarse, sentía la mugre salir de su cuerpo, incluso podía verla. Tal vez sí olía mal... No era mucha, pero se notaba un poco, sobre todo del cuello. Ya estaba limpio, y se sentía más fresco. Pudo quedarse un rato más, a seguir disfrutando del agua, mas creía que sería más cómodo salir y llevar una conversación más directa. La licántropa había sido muy considerada en traerle una toalla*, pero sin ropa seca para ponerse... Tendría que volver a la cabaña, donde tenía un cambio. "O usar el atuendo de Wood". Rió en su interior por la idea. Era algo ridículo. En primer lugar, ni le quedaría.
—Entonces, ¿qué le parece visitar a los Brujos? —Sonrió—. Yo tampoco he estado ahí. Podríamos conocerlo juntos, al mismo tiempo. ¿Hmm? —Dejó la propuesta en el aire. La verdad es que estaba un poco lejos, y primero pasarían a Lunargenta, tal vez. Y en ese largo camino cualquier cosa podía pasar. Apretó la toalla alrededor de la cintura. Lástima que no era tan grande para cubrir todo su cuerpo. Estaba bien.
—¿Alguna vez se ha puesto a contar las hojas? —Espontáneamente lanzó la pregunta, aunque tenía fijo la idea que perseguía—. Son muchas, ¿verdad? Pero no infinitas. Y quizá si nos pusiéramos a contarlas y a estudiarlas, nunca acabaríamos. Pero eso no significa que sean infinitas... —Comenzaba a divagar un poco y a perder el enfoque. Qué bien que se había dado cuenta y pronto recuperó el sentido—. Lo mismo con los lugares. Son muchos, sí. Y quizá nunca los visitaremos todos. Sin embargo, creo que debemos darle su lugar a cada uno y reconocerlo, por más pequeño que sea. —Hizo una breve pausa, sintiendo que su punto no estaba claro y buscando una manera de enfatizar—. Yo jamás la olvidaría... —Sí, eso parecía bien—. Sin importar lo que pasara, sin importar la cantidad de gente que llegue a conocer. Usted siempre formará una parte importante de mi memoria. —Sonrió ampliamente, con sinceridad.
Él sabía que Wood no había dicho 'ningún lugar', sino que dijo 'muchos y a la vez ninguno'. Él simplemente quería conversar un poco, charlar, crear un espacio para tratar otros temas. Pasó la vista con más cuidado sobre ella, sobre su canasta. Había capturado algunos peces, qué hábil. Toda una superviviente. No cabía duda que había estado mucho tiempo fuera de casa.
____
*Supongo que trajo un par...? xD Si no, pues usó la de ella (¿?)
"¿Tengo pudor?" Una cosa era poner la vergüenza a un lado y otra muy diferente era no tenerla del todo. Y realmente era probable que Komar no tuviera ni una pizca. Revisaba en lo profundo de su corazón y no encontraba un fragmento de pena, sólo de respeto. "No ando descubierto porque es algo indebido, perturbaría la paz". Ese era su argumento, era lo único con lo que podía dar, nada más—. Ahora que lo pienso, tal vez no... —Musitó, aún con cierta duda en su rostro. No estaba del todo convencido, mas no daba con una respuesta más acertada.
"Ese Blackuart es un suertudo". Pensó con cierta gracia, al mismo tiempo sintiéndose con mala fortuna. No lloraría por perder esa oportunidad, pero sin duda tampoco haría un festejo. Poco había que hacer, ella tenía su privacidad y la respetaría. ¡Espera! Había más. Wood accedía a quedarse, y no en silencio. Qué gran noticia. Athos afinó oído, listo a prestar atención. "¿Pero sí logrará atrapar alguno?" Tal vez eran tan abundantes que no importaba si su presencia los espantaba, quizá hasta los dirigiría a ella. Pobres criaturas... Tal parecía que su fortuna se traducía en desfortuna para otros.
Ese Killian sonaba como una gran persona, de corazón abierto. Anhelaba el momento de poder encontrarle, de conocerle, intercambiar ideas y aumentar su perspectiva. Sin embargo, por más interesante que sonaba el encuentre, en ese momento él estaba enfocado en saber sobre ella. Por ejemplo, ¿qué hacía ahí? ¿Lo invitó a pelear? Mas no era capaz de pedirle que entrara en detalles, era su historia y estaba haciendo una excepción por él, debía comportarse.
Su paciencia fue recompensada... en parte. No habló exactamente de sí misma, pero sí le regalaba una perspectiva de la vida. Una forma curiosa de pensar, una en la que estaba de acuerdo, y a la vez, en desacuerdo. Justo como ella. Athos consideraba que eran muchos los elementos que entraban en juego para realmente decir 'conozco este lugar'. El dragón había pasado toda su vida en el Reino del Norte, y aun así no se sentía capaz de decir algo como eso. Tal vez el Pico Más Alto, y aún así éste daba sus sorpresas.
Se creó un silencio temporal, el cual aprovechó para terminar su labor higiénica. Al tallarse, sentía la mugre salir de su cuerpo, incluso podía verla. Tal vez sí olía mal... No era mucha, pero se notaba un poco, sobre todo del cuello. Ya estaba limpio, y se sentía más fresco. Pudo quedarse un rato más, a seguir disfrutando del agua, mas creía que sería más cómodo salir y llevar una conversación más directa. La licántropa había sido muy considerada en traerle una toalla*, pero sin ropa seca para ponerse... Tendría que volver a la cabaña, donde tenía un cambio. "O usar el atuendo de Wood". Rió en su interior por la idea. Era algo ridículo. En primer lugar, ni le quedaría.
—Entonces, ¿qué le parece visitar a los Brujos? —Sonrió—. Yo tampoco he estado ahí. Podríamos conocerlo juntos, al mismo tiempo. ¿Hmm? —Dejó la propuesta en el aire. La verdad es que estaba un poco lejos, y primero pasarían a Lunargenta, tal vez. Y en ese largo camino cualquier cosa podía pasar. Apretó la toalla alrededor de la cintura. Lástima que no era tan grande para cubrir todo su cuerpo. Estaba bien.
—¿Alguna vez se ha puesto a contar las hojas? —Espontáneamente lanzó la pregunta, aunque tenía fijo la idea que perseguía—. Son muchas, ¿verdad? Pero no infinitas. Y quizá si nos pusiéramos a contarlas y a estudiarlas, nunca acabaríamos. Pero eso no significa que sean infinitas... —Comenzaba a divagar un poco y a perder el enfoque. Qué bien que se había dado cuenta y pronto recuperó el sentido—. Lo mismo con los lugares. Son muchos, sí. Y quizá nunca los visitaremos todos. Sin embargo, creo que debemos darle su lugar a cada uno y reconocerlo, por más pequeño que sea. —Hizo una breve pausa, sintiendo que su punto no estaba claro y buscando una manera de enfatizar—. Yo jamás la olvidaría... —Sí, eso parecía bien—. Sin importar lo que pasara, sin importar la cantidad de gente que llegue a conocer. Usted siempre formará una parte importante de mi memoria. —Sonrió ampliamente, con sinceridad.
Él sabía que Wood no había dicho 'ningún lugar', sino que dijo 'muchos y a la vez ninguno'. Él simplemente quería conversar un poco, charlar, crear un espacio para tratar otros temas. Pasó la vista con más cuidado sobre ella, sobre su canasta. Había capturado algunos peces, qué hábil. Toda una superviviente. No cabía duda que había estado mucho tiempo fuera de casa.
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*Supongo que trajo un par...? xD Si no, pues usó la de ella (¿?)
Athos
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Re: [cerrada] De Invitados [interpretativo][libre]
Levanté la mirada ante su propuesta y se me escapó el pez que tenía casi atrapado, produciendo un fuerte “splash” al chocar violentamente con el agua en donde se mimetizó casi por completo. Me sequé la cara con el reverso de mi brazo lentamente, pensando. “Sería la segunda persona con la que he pasado tanto tiempo” pensé sorprendida de que aún quisiera viajar conmigo. Transformé mis brazos desde los hombros a la forma feral para poder cazar con más precisión y sin dejar de atender lo que hacía seguí la conversación.
Antes de poder contestarle –porque quizás no esperaba una respuesta directamente- se puso a hablar de hojas “No, pero me he puesto a contar mis pelos” pensé en responderle con media sonrisa en mi rostro mientras echaba a tierra un buen pez gordo. ¿Toda la charla confusa sobre las hojas para saber dónde he estado? le pregunté con una ceja levantada sin poder dejar de mirarle algo impresionada. Ya ese tipo de razonamiento no debería de perturbarme, pero aún no me acostumbraba a tener que pensar en algo de una forma tan escueta y llena de palabras. Podrías ser más directo le informé, esta vez frunciendo el ceño y volviendo mis brazos a su forma humana.
Ah, y se que no soy olvidable. Muchos recuerda cuanto me desprecian cuando ando por lugares lo suficientemente transitados le dije recordando algunos sucesos con personas que su rostro ya había sido eliminado de mi memoria. Tomé la canasta con los peces y comencé a marchar hacia el bosque pero algo me hizo volverme y vi a Athos envuelto en la toalla que había llevado por algo como esto. hmmmm dije apretando los labios observándole entretenida en aquél pequeño trozo de tela. Reprimí una sonrisa y entrecerré los ojos Creo que tendremos que ir primero a la casa dije sonriendo.
¿Supongo que tienes otra muda? le pregunté agachándome para recoger la ropa mojada de ambos. Athos era bastante quisquilloso con eso de ayudar, por lo que dejé que llevara sus prendas. Era chistoso verle trabajar su camino con una sola mano. Pues, a ver… si quieres saber dónde he estado te lo diré con detalles dije retomando la conversación anterior, absolutamente creída de que todo lo de las hojas había ido en ese sentido. Lunargenta, allí tengo muchos conocidos, de hecho suelo trabajar en una casa donde venden de todo con un viejito muy bueno. En las afueras de la ciudad también hay una familia muy trabajadora que siempre me recibe con sonrisas, allí me hice de Chy agregué levantando la cabeza para buscarlo en el cielo que comenzaba a estrellarse. El olor al calor de la noche en contraste con el fresco del lago anunciaban Lluvia, mañana lloverá informé.
El segundo Pico, la Llanura nevada… he estado allí circunstancialmente y siempre metida en problemas le dije con media sonrisa mientras levantaba los peces. Ya habíamos llegado a la casa. Adelántate, me quedaré a limpiar los peces sugerí sacando mi navaja que siempre llevaba oculta en la pierna. Furia extrañamente parecía alegre de estar en la casa. Le alcancé para acariciarla y entrarla al establo mientras buscaba el mejor lugar para asar la comida y dormir. Aún falta el paseo para recolectar dije en voz baja masajeándome los hombros y entre suspiros creyendo estar sola. Lo cierto es que me agradaba la idea casi de sobremanera. Me gustaba salir por las noches a patrullar y ahora tenía la excusa perfecta.
__________________________
Off:T^T en la mañana vine dispuesta a editar el post que era insuficiente y me encontré con tu tremenda respuesta. Puedes rolear incluso con eso mal hecho. Mis reverencias
Antes de poder contestarle –porque quizás no esperaba una respuesta directamente- se puso a hablar de hojas “No, pero me he puesto a contar mis pelos” pensé en responderle con media sonrisa en mi rostro mientras echaba a tierra un buen pez gordo. ¿Toda la charla confusa sobre las hojas para saber dónde he estado? le pregunté con una ceja levantada sin poder dejar de mirarle algo impresionada. Ya ese tipo de razonamiento no debería de perturbarme, pero aún no me acostumbraba a tener que pensar en algo de una forma tan escueta y llena de palabras. Podrías ser más directo le informé, esta vez frunciendo el ceño y volviendo mis brazos a su forma humana.
Ah, y se que no soy olvidable. Muchos recuerda cuanto me desprecian cuando ando por lugares lo suficientemente transitados le dije recordando algunos sucesos con personas que su rostro ya había sido eliminado de mi memoria. Tomé la canasta con los peces y comencé a marchar hacia el bosque pero algo me hizo volverme y vi a Athos envuelto en la toalla que había llevado por algo como esto. hmmmm dije apretando los labios observándole entretenida en aquél pequeño trozo de tela. Reprimí una sonrisa y entrecerré los ojos Creo que tendremos que ir primero a la casa dije sonriendo.
¿Supongo que tienes otra muda? le pregunté agachándome para recoger la ropa mojada de ambos. Athos era bastante quisquilloso con eso de ayudar, por lo que dejé que llevara sus prendas. Era chistoso verle trabajar su camino con una sola mano. Pues, a ver… si quieres saber dónde he estado te lo diré con detalles dije retomando la conversación anterior, absolutamente creída de que todo lo de las hojas había ido en ese sentido. Lunargenta, allí tengo muchos conocidos, de hecho suelo trabajar en una casa donde venden de todo con un viejito muy bueno. En las afueras de la ciudad también hay una familia muy trabajadora que siempre me recibe con sonrisas, allí me hice de Chy agregué levantando la cabeza para buscarlo en el cielo que comenzaba a estrellarse. El olor al calor de la noche en contraste con el fresco del lago anunciaban Lluvia, mañana lloverá informé.
El segundo Pico, la Llanura nevada… he estado allí circunstancialmente y siempre metida en problemas le dije con media sonrisa mientras levantaba los peces. Ya habíamos llegado a la casa. Adelántate, me quedaré a limpiar los peces sugerí sacando mi navaja que siempre llevaba oculta en la pierna. Furia extrañamente parecía alegre de estar en la casa. Le alcancé para acariciarla y entrarla al establo mientras buscaba el mejor lugar para asar la comida y dormir. Aún falta el paseo para recolectar dije en voz baja masajeándome los hombros y entre suspiros creyendo estar sola. Lo cierto es que me agradaba la idea casi de sobremanera. Me gustaba salir por las noches a patrullar y ahora tenía la excusa perfecta.
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Off:T^T en la mañana vine dispuesta a editar el post que era insuficiente y me encontré con tu tremenda respuesta. Puedes rolear incluso con eso mal hecho. Mis reverencias
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Re: [cerrada] De Invitados [interpretativo][libre]
¿Realmente había sido confuso? Ciertamente estaba uniendo dos temas que estaban alejados entre sí, mas creía haber hecho un buen trabajo al unirlos, ¿o no? Su maestro utilizaba analogías de ese tipo para hacerle reflexionar, y lo hacía muy bien. Claro que estaba muy lejos de alcanzar la sabiduría de ese gran hombre, pero no lo hacía tan mal... ¿verdad? Tal vez sí. Debería estudiar más sobre lógica y redacción. En cualquier caso, no le gustaba ser directo, prefería lanzar mucha información para hacer reflexionar a su interlocutor, de forma que pudiera llegar a una conclusión.
Athos recordó lo sucedido en la Posada del Abuelo y cómo por arte de magia Wood se había metido en un problema. Irremediablemente, Komar imaginaba que eso o algo peor había sucedido incontables veces. Era desagradable, un tanto deanimador. Le gustaría encontrar una manera para que dejara de involucrarse en tantos conflictos, ¿pero cómo lograrlo si ella simplemente era una imán para éstos? Lo mejor sería que aprendiera a responder a ellos. Entonces sería la pregunta sería... "¿Se supone que la entrene, le dé consejos o le diga cómo actuar?" Sonaban puntos de vistas inadecuados. Una cosa era dar su opinión y otra entrometerse del todo en su vida. ¿Qué hacer? "Ser un buen amigo".
Asintió con la cabeza para confirmar que tenía un cambio allá. Tomó sus ropas y procedieron a regresar. Esperaba que no fuese una molestia para ella, estar dando vueltas, casi perdiendo el tiempo. Sí quería escuchar más sobre ella, pero si ella no deseaba hacerlo... Bueno, ya era tarde para detenerla.
Aunque qué bien que lo contó. Ahora veía una parte más brillante de su vida. La imaginaba ayudando en la tienda, con su actitud pésima de ama de casa, según ella—. Qué linda historia. —Musitó con media sonrisa. ¿Hace cuánto que no habría ido con ellos, tendría la oportunidad para conocerlos? Hacía mucho contraste con su experiencia en la Llanura Nevada. Una lástima que no la pasara tan bien como él.
—Gracias por contarme esto. —Le dijo con suavidad, aún perdido un poco en sus reflexiones—. Es interesante. La imagino en esas situaciones, y me hace pensar en tantas cosas. Con eso dicho, espero que me esté contando esto porque quiere y no sólo porque se lo pedí... —No cambió mucho su tono, se mantenía bastante neutral. Hizo una reverencia—. No tardaré. —Entró a la casita, pensando en la recolección, parecía que sucedería antes. Qué bien. El hogar se veía un tanto distinta sin la iluminación del Sol.
Salió para encontrar a su compañera—. ¿Necesitará ayuda con el pescado? —Se ofreció con una sonrisa.
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OFF: Mmm... No me pareció insuficiente, al contrario. Aunque, admito que sería interesante la versión "mejorada" xD Sin duda sería algo impresionante.
Athos recordó lo sucedido en la Posada del Abuelo y cómo por arte de magia Wood se había metido en un problema. Irremediablemente, Komar imaginaba que eso o algo peor había sucedido incontables veces. Era desagradable, un tanto deanimador. Le gustaría encontrar una manera para que dejara de involucrarse en tantos conflictos, ¿pero cómo lograrlo si ella simplemente era una imán para éstos? Lo mejor sería que aprendiera a responder a ellos. Entonces sería la pregunta sería... "¿Se supone que la entrene, le dé consejos o le diga cómo actuar?" Sonaban puntos de vistas inadecuados. Una cosa era dar su opinión y otra entrometerse del todo en su vida. ¿Qué hacer? "Ser un buen amigo".
Asintió con la cabeza para confirmar que tenía un cambio allá. Tomó sus ropas y procedieron a regresar. Esperaba que no fuese una molestia para ella, estar dando vueltas, casi perdiendo el tiempo. Sí quería escuchar más sobre ella, pero si ella no deseaba hacerlo... Bueno, ya era tarde para detenerla.
Aunque qué bien que lo contó. Ahora veía una parte más brillante de su vida. La imaginaba ayudando en la tienda, con su actitud pésima de ama de casa, según ella—. Qué linda historia. —Musitó con media sonrisa. ¿Hace cuánto que no habría ido con ellos, tendría la oportunidad para conocerlos? Hacía mucho contraste con su experiencia en la Llanura Nevada. Una lástima que no la pasara tan bien como él.
—Gracias por contarme esto. —Le dijo con suavidad, aún perdido un poco en sus reflexiones—. Es interesante. La imagino en esas situaciones, y me hace pensar en tantas cosas. Con eso dicho, espero que me esté contando esto porque quiere y no sólo porque se lo pedí... —No cambió mucho su tono, se mantenía bastante neutral. Hizo una reverencia—. No tardaré. —Entró a la casita, pensando en la recolección, parecía que sucedería antes. Qué bien. El hogar se veía un tanto distinta sin la iluminación del Sol.
Salió para encontrar a su compañera—. ¿Necesitará ayuda con el pescado? —Se ofreció con una sonrisa.
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OFF: Mmm... No me pareció insuficiente, al contrario. Aunque, admito que sería interesante la versión "mejorada" xD Sin duda sería algo impresionante.
Athos
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Re: [cerrada] De Invitados [interpretativo][libre]
No había escuchado sus pasos, por lo que me sorprendió cuando escuché la súbita pregunta. M encontraba sentada sobre una piedra, con una pequeña fogata encendida y a su luz limpiando los peces. La navaja se me corrió, haciéndome un tajo no muy profundo, pero como fue en la palma de la mano sangraba profusamente. Miré el tajo y naturalmente levanté la mano y lo lamí. Creo que sí o se llenará de mi sangre le dije con expresión apologética. A veces puedo ser un poco torpe por demás me encogí de hombros, no me gustaba mi sangre y no pensaba seguir lamiéndome infinitamente. Athos parecía no muy contento con la situación, por lo que hice uso de su sempiterna amabilidad Eh… esto es incómodo le dije con la mano bien levantada y consciente que con mi zurda no era buena vendando.
En la casa hay unas vendas limpias y algo de agua. ¿Podrías pcuparte? le pregunté volviendo a tomar mi lugar en la piedra. Me temo que si entro nuestra cena será devorada con la máxima sutilidad que pude –para alguien que no nació con ella- señalé por encima de mi hombro algunos ojos entre los árboles del bosque cercano.
Creo que soy peligrosa para el resto con mis hachas y la navaja, pero cuando se trata de comida, es más seguro que la coma al natural le dije con media sonrisa. Me gustaba sentir el dolor, lo disfrutaba. Le miré a los ojos ¿Me pides saber porque te interesa o porque te sientes en la obligación? le pregunté haciendo alusión a la conversación que habíamos dejado sin terminar.
El tiempo se estaba yendo como agua entre los dedos, posiblemente le sugiriera a Athos posponer para la mañana la recolección de la comida.
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Off: siento la tardanza ._. el post es corto, pero asumí algunas cosas y no quise avanzar más hasta conocer tus respuestas.
En la casa hay unas vendas limpias y algo de agua. ¿Podrías pcuparte? le pregunté volviendo a tomar mi lugar en la piedra. Me temo que si entro nuestra cena será devorada con la máxima sutilidad que pude –para alguien que no nació con ella- señalé por encima de mi hombro algunos ojos entre los árboles del bosque cercano.
Creo que soy peligrosa para el resto con mis hachas y la navaja, pero cuando se trata de comida, es más seguro que la coma al natural le dije con media sonrisa. Me gustaba sentir el dolor, lo disfrutaba. Le miré a los ojos ¿Me pides saber porque te interesa o porque te sientes en la obligación? le pregunté haciendo alusión a la conversación que habíamos dejado sin terminar.
El tiempo se estaba yendo como agua entre los dedos, posiblemente le sugiriera a Athos posponer para la mañana la recolección de la comida.
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Off: siento la tardanza ._. el post es corto, pero asumí algunas cosas y no quise avanzar más hasta conocer tus respuestas.
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Re: [cerrada] De Invitados [interpretativo][libre]
Alzó ambas cejas, sorprendiéndose por lo que veía. Definitivamente no esperaba regresar sólo para verla herida, esperaba quizá que se hubiese comido los pescados, o que estuviera jugando con alguien, incluso esperaba alguna bola de nieve en la cara. "Aquí no hay nieve". No subestimaría las capacidades de esa muchacha para hacer locuras. Eso sí, había montado una buena fogata. Afortunadamente, no moriría por un corte así, aunque definitivamente debían hacer algo al respecto.
Le sonrió, negando con la cabeza. Qué más podía decirle, ninguna palabra mágica cerraría ese corte. Podría hablarle un poco sobre la torpeza y cómo intentar controlarla, como él mismo lo hacía, pero no parecía ser un buen momento. Además, lo accidentes siempre pasaban. "Siempre se pueden disminuir". Mas nunca anular.
También quería negarse a la orden, decirle que él se encargaba del pescado, pero no quiso quitarle la intención, así que hizo una reverencia de obediencia—. No demoraré. —No sabía dónde estaban las vendas... El agua sí, pero las vendas no. "Al menos sé dónde no están". No estaban sobre la mesa, por ejemplo. Quizá en el ropero. Debía ser rápido, cada segundo que demorara era una cantidad de sangre brotando de la lesión.
Intentó hacerlo rápido. No estaba corriendo, mas sus movimientos estaban claramente acelerados. Buscaba por todas partes superficialmente, esperando poder encontrar lo que buscaba sólo con la vista, sin la necesidad de revolver las pertenencias de Wood. No estaba teniendo éxito, definitivamente no. Empezó a mover algunas cosas con mucho cuidado, viendo detrás de algunos muebles, dentro de algunos cajones, abriendo puertillas. Hasta que finalmente las halló. Las tomó y se apresuró a la puerta. "El agua". Regresó con rapidez para tomar la jarra. Ya estaba listo para volver con ella después de un minuto o poco más.
—Lamento la tardanza. ¿Cómo va la herida? —Dijo acercándose con los objetos en mano, evaluando el escenario, tomando una decisión—. ¿Le molesta si yo la vendo? —Habló a manera de sugerencia—. Es más fácil hacerlo con dos manos, sin mencionar que tiene un poco de pescado en su otra mano. —Sonrió un poco apenado. No acostumbraba acercarse de esa manera a otros, siempre respetaba ese espacio personal, pero ahora rompía esa costumbre con tal de ayudar al prójimo.
Sostuvo con suavidad su mano, no queriendo ocasionar más daños. Revisó con más detenimiento la cortada. Nada grave. Colocó agua sobre ésta, limpiando la poca sangre que quedaba, sin importarle que se estuviera mojando a sí mismo. Con aún más sutileza, comenzó a cubrir la palma con la gasa, asegurándose de tapar bien el área, rodeando la mano de tal forma que no fuera algo incómodo tener [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]. No fue algo perfecto, pero al menos no se vería mal, y sobre todo protegería el daño.
En paralelo al cubrimiento que hacía, contestó su curiosa duda—. Quiero saber por varios motivos. Curiosidad, interés, fascinación, información. Me gusta mucho escuchar a los demás, y más si tienen cosas tan absorbentes como usted. —Mantenía un tono de voz muy relajado y pausado, pues debía concentrarse también en lo que estaba haciendo—. Sin embargo, a pesar de esa variedad, en ningún momento me he sentido obligado a mantener la conversación o a otra razón. —Se encogió de hombros. No había un gran motivo detrás, era algo simple.
—Está listo. —Levantó la mirada hacia ella, retirándose un poco, volviendo a esa actitud reservada—. ¿Cómo se siente?
Le sonrió, negando con la cabeza. Qué más podía decirle, ninguna palabra mágica cerraría ese corte. Podría hablarle un poco sobre la torpeza y cómo intentar controlarla, como él mismo lo hacía, pero no parecía ser un buen momento. Además, lo accidentes siempre pasaban. "Siempre se pueden disminuir". Mas nunca anular.
También quería negarse a la orden, decirle que él se encargaba del pescado, pero no quiso quitarle la intención, así que hizo una reverencia de obediencia—. No demoraré. —No sabía dónde estaban las vendas... El agua sí, pero las vendas no. "Al menos sé dónde no están". No estaban sobre la mesa, por ejemplo. Quizá en el ropero. Debía ser rápido, cada segundo que demorara era una cantidad de sangre brotando de la lesión.
Intentó hacerlo rápido. No estaba corriendo, mas sus movimientos estaban claramente acelerados. Buscaba por todas partes superficialmente, esperando poder encontrar lo que buscaba sólo con la vista, sin la necesidad de revolver las pertenencias de Wood. No estaba teniendo éxito, definitivamente no. Empezó a mover algunas cosas con mucho cuidado, viendo detrás de algunos muebles, dentro de algunos cajones, abriendo puertillas. Hasta que finalmente las halló. Las tomó y se apresuró a la puerta. "El agua". Regresó con rapidez para tomar la jarra. Ya estaba listo para volver con ella después de un minuto o poco más.
—Lamento la tardanza. ¿Cómo va la herida? —Dijo acercándose con los objetos en mano, evaluando el escenario, tomando una decisión—. ¿Le molesta si yo la vendo? —Habló a manera de sugerencia—. Es más fácil hacerlo con dos manos, sin mencionar que tiene un poco de pescado en su otra mano. —Sonrió un poco apenado. No acostumbraba acercarse de esa manera a otros, siempre respetaba ese espacio personal, pero ahora rompía esa costumbre con tal de ayudar al prójimo.
Sostuvo con suavidad su mano, no queriendo ocasionar más daños. Revisó con más detenimiento la cortada. Nada grave. Colocó agua sobre ésta, limpiando la poca sangre que quedaba, sin importarle que se estuviera mojando a sí mismo. Con aún más sutileza, comenzó a cubrir la palma con la gasa, asegurándose de tapar bien el área, rodeando la mano de tal forma que no fuera algo incómodo tener [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]. No fue algo perfecto, pero al menos no se vería mal, y sobre todo protegería el daño.
En paralelo al cubrimiento que hacía, contestó su curiosa duda—. Quiero saber por varios motivos. Curiosidad, interés, fascinación, información. Me gusta mucho escuchar a los demás, y más si tienen cosas tan absorbentes como usted. —Mantenía un tono de voz muy relajado y pausado, pues debía concentrarse también en lo que estaba haciendo—. Sin embargo, a pesar de esa variedad, en ningún momento me he sentido obligado a mantener la conversación o a otra razón. —Se encogió de hombros. No había un gran motivo detrás, era algo simple.
—Está listo. —Levantó la mirada hacia ella, retirándose un poco, volviendo a esa actitud reservada—. ¿Cómo se siente?
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Y claro, si Wood se llegara a negar a que Athos le ponga la venda, avísame y quito eso. O sólo ignóralo xD Igual diría lo que dijo.
Athos
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Re: [cerrada] De Invitados [interpretativo][libre]
“Eficiente” pensé poco menos que disgustada por no estar sintiendo el dolor punzante que debería. El trato de Athos era como el de un profesional. Jillian, el hombre del que te hablé es médico y te digo algo, no tienes nada que envidiarle le dije con un guiño en respuesta a como me sentía. Flexioné mi muñeca e intenté moverla, pero los vendajes eran lo suficientemente constrictivos, me gustaba. Se sentía bien…
Dado que a él le gustaba escuchar acerca de mis andanzas proseguí No es un secreto que desde que tengo memoria me meto en problemas. La verdad es que he estado intentando saber cómo tú no lo haces fruncí el entrecejo más desvié mi mirada hacia las lenguas del fuego, volviendo al pasado. En un lenguaje no hablado le dejé el resto del trabajo y le observé preparar el resto de la improvisada comida. Ese dragón era genial haciéndolo todo. Suspiré algo decepcionada Esperaba que tuvieras alguna falla le dije haciéndome la triste para volverme nuevamente hacia su rostro con total neutralidad.
¿Conoces las minas? le pregunté sin mirarle Una vez las atravesé. Éramos tres, un dragón llamado Kaymi y un compañero humano que se volvió amigo. Las historias quedan cortas con lo que puedes encontrar en ese lugar… el dragón se separó de nosotros y al salir de las minas el humano y yo nos apartamos. Así fue como herida y sin ropa conocí a este médico que me llevó por pequeños pueblos donde él hacía guardias hasta las afueras de Lunargenta, en donde ya te conté me hice de Furia… un buen tiempo atrás…
Probablemente tienes muchas dudas… o cosas que me quieras contar quizás la última palabra tenía un deje de pregunta. No faltaba mucho para que los pescados estuvieran listos. Antes de que comiences me apuré a decir, Espero no te importe esperar hasta mañana para la recolección… nuevamente, aquél tono de pregunta vergonzoso. Atrás de nosotros estaba el establo y por muy raro que pareciese allí tenía guardadas las mantas de sobra. Por lo que no necesité más que estirarme un poco para sacarlas de su sitio en el fondo de un cajón.
Me volví luego hacia Athos con las manos llenas y hecha toda oídos.
____________________
Off: Para nada, está perfecto. Yo misma asumí algunas cosas ahora ^^''
Dado que a él le gustaba escuchar acerca de mis andanzas proseguí No es un secreto que desde que tengo memoria me meto en problemas. La verdad es que he estado intentando saber cómo tú no lo haces fruncí el entrecejo más desvié mi mirada hacia las lenguas del fuego, volviendo al pasado. En un lenguaje no hablado le dejé el resto del trabajo y le observé preparar el resto de la improvisada comida. Ese dragón era genial haciéndolo todo. Suspiré algo decepcionada Esperaba que tuvieras alguna falla le dije haciéndome la triste para volverme nuevamente hacia su rostro con total neutralidad.
¿Conoces las minas? le pregunté sin mirarle Una vez las atravesé. Éramos tres, un dragón llamado Kaymi y un compañero humano que se volvió amigo. Las historias quedan cortas con lo que puedes encontrar en ese lugar… el dragón se separó de nosotros y al salir de las minas el humano y yo nos apartamos. Así fue como herida y sin ropa conocí a este médico que me llevó por pequeños pueblos donde él hacía guardias hasta las afueras de Lunargenta, en donde ya te conté me hice de Furia… un buen tiempo atrás…
Probablemente tienes muchas dudas… o cosas que me quieras contar quizás la última palabra tenía un deje de pregunta. No faltaba mucho para que los pescados estuvieran listos. Antes de que comiences me apuré a decir, Espero no te importe esperar hasta mañana para la recolección… nuevamente, aquél tono de pregunta vergonzoso. Atrás de nosotros estaba el establo y por muy raro que pareciese allí tenía guardadas las mantas de sobra. Por lo que no necesité más que estirarme un poco para sacarlas de su sitio en el fondo de un cajón.
Me volví luego hacia Athos con las manos llenas y hecha toda oídos.
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Woodpecker
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Re: [cerrada] De Invitados [interpretativo][libre]
No quiso concentrarse en algo más, sólo en la respuesta que le daría. Era muy importante para él saber si estaba bien o no, para así reparar el daño de ser necesario. Sostuvo su mirada sobre ella, esperando atento lo que diría. "Vale". Fue una forma interesante de decir que estaba bien. Era bueno saber que no le incomodaba la venda, al menos no mucho. Un vendaje siempre sería molesto, sin importar lo bien hecho que estuviera. Sólo le sonrió, no queriendo contestar algo más. Él no quería envidiar a alguien, mucho menos quería sentirse mejor que otra persona, sentimientos así sólo le hacían brotar horribles pensamientos.
Mejor se concentró en el fuego, pensando en la dualidad de sus prioridades. Energía que daba vida, energía que destruía. Una potencia que calentaba, un intenso poder que quemaba. Podía ayudar, y asimismo, perjudicar. Y así como esas llamas tenían su aspecto positivo y negativo, Athos también lo tenía y era consciente de éste—. No soy perfecto... —Musitó despacio, simplemente viendo la fogata. Estaba dispuesto a darle razones, a explicarle sus esfuerzos para no enloquecer, pero se reservó un momento esa justificación, permitiendo que Wood relatara.
Las Minas Oscuras siempre fueron un objetivo para él, mas nunca tuvo una buena oportunidad para ir. Sin duda iría en algún momento, incluso quizá con ella. En cualquier caso, parecía una oportunidad lejos de llegar. Más que reflexionar en ese viaje, se preguntaba qué pasó con Kaymi y con el otro individuo, cuyo nombre no se mencionó. "Debe tener una razón". Parecía bastante obvio que ella desconocía el destino del dragón, y tal vez se guardaba los comentarios del humano porque no tenía algo agradable que decir.
Mejor le dio total importancia a su relación con el médico. Definitivamente parecía un gran sujeto, alguien a quien le gustaría conocer. Y sin duda era un elemento fundamental en la vida de la licántropa. ¿Dónde estaría ella de no ser por él?—. Toda una aventura, ¿eh? —Sin mover la cabeza, pasó su mirada sobre ella. También estaba apreciando el fuego.
En algún momento Athos se había dedicado a cuidar de los pescados. No quería que ella se distrajera, ni que hiciera movimientos innecesarios, tanto para cuidar de su mano como para ser útil y justo. Ella había atrapado la cena, lo menos que podía hacer era prepararlos para comerlos. Debía tener cuidado, mucho cuidado. Si los peces se acercaban demasiado a las llamas, se quemarían por fueran y por dentro seguirían crudos; pero si se quedaban alejados, demoraría muchísimo tiempo en estar listos. También debía girarlos constantemente para que se calentaran de ambos lados. Definitivamente era una tarea simple, mas para Komar era una especie de dificultad tener que oír y ver al mismo tiempo que debía mantenerse tranquilo. Confiaba en sí mismo, nada malo sucedería.
—No hay problema. —Aseguro calmado—. Está oscureciendo e ir a recolectar resultaría muy complicado con poca luz. —No es que estuviera oscureciendo, ya estaba oscuro. De alguna manera agradecía que pospusieran ese trayecto para mañana, menos problemas y más ventajas. Prefería quedarse ahí, disfrutando bajo el velo nocturno, a un lado de una buena fogata, observando las estrellas.
Sonrió de medio lado—. Es verdad que tengo muchas preguntas y un par de cosas que me gustaría decir. —Se esforzó para hacer memoria y recordar esa lista de cuestiones que tenía—. Ahora mismo no tengo todas en mente, tiendo a olvidar cosas. Pero creo que iré rememorando paulatinamente. Hmm... —Pensó un poco, tratando de establecer un orden. ¿Cuál sería la mejor forma de continuar?— Creo que en lugar de ir en orden cronológico... —Quería asegurarse de estar tomando la mejor decisión, realmente no parecía haber una forma de empezar que fuera incorrecta—. Diré lo primero que recuerdo. —Y lo primero que recordaba era lo último que había pasado.
—Una vez me metí en un gran problema. —Pasó la vista por los pescados, les faltaba casi nada para estar listos—. Cuando estaba aprendiendo a controlar mi transformación, lancé fuego hacia el rostro de mi hermana y la dejé ciega. —No había cambios en su voz, era tan serena como siempre—. Me decían que había sido un accidente, mas no es así. Yo sé bien por qué había sucedido. Fui demasiado débil para controlar mi imprudencia y mi naturaleza caótica. Cada vez que sentía el calor, la furia y el poder en mí, perdía el control. —Acercó su mano a las llamas, a propósito—. Después de muchos años de entrenamiento y meditación, logré encadenar esos pensamientos. —Giró por última vez los pescados. Unos segundos más y estarían perfectos.
—Aún hoy en día puedo escuchar esa voz que me susurra y me incita a hacer el caos. Mas dejó de ser un problema hace mucho tiempo. Sólo debo concentrarme en lo que hago, pensar antes de actuar y, sobre todo... —Tomó dos pescados, uno dándoselo a Wood—. Anteponer mi bienestar por el bien de los demás. —Le sonrió ampliamente—. Así es como me mantengo lejos de problemas. —Juntó sus manos y simuló una reverencia hacia la dama—. Gracias por la comida. Gracias por confiar en mí, por mostrarme tanto y por todo lo demás. Ha sido un buen día.
Esperó a que ella diera el primer mordisco antes de empezar a comer también—. Una pregunta que me había estado guardando es... —Analizó en su mente que estuviera bien formulada—. ¿Usted se considera feliz?
Mejor se concentró en el fuego, pensando en la dualidad de sus prioridades. Energía que daba vida, energía que destruía. Una potencia que calentaba, un intenso poder que quemaba. Podía ayudar, y asimismo, perjudicar. Y así como esas llamas tenían su aspecto positivo y negativo, Athos también lo tenía y era consciente de éste—. No soy perfecto... —Musitó despacio, simplemente viendo la fogata. Estaba dispuesto a darle razones, a explicarle sus esfuerzos para no enloquecer, pero se reservó un momento esa justificación, permitiendo que Wood relatara.
Las Minas Oscuras siempre fueron un objetivo para él, mas nunca tuvo una buena oportunidad para ir. Sin duda iría en algún momento, incluso quizá con ella. En cualquier caso, parecía una oportunidad lejos de llegar. Más que reflexionar en ese viaje, se preguntaba qué pasó con Kaymi y con el otro individuo, cuyo nombre no se mencionó. "Debe tener una razón". Parecía bastante obvio que ella desconocía el destino del dragón, y tal vez se guardaba los comentarios del humano porque no tenía algo agradable que decir.
Mejor le dio total importancia a su relación con el médico. Definitivamente parecía un gran sujeto, alguien a quien le gustaría conocer. Y sin duda era un elemento fundamental en la vida de la licántropa. ¿Dónde estaría ella de no ser por él?—. Toda una aventura, ¿eh? —Sin mover la cabeza, pasó su mirada sobre ella. También estaba apreciando el fuego.
En algún momento Athos se había dedicado a cuidar de los pescados. No quería que ella se distrajera, ni que hiciera movimientos innecesarios, tanto para cuidar de su mano como para ser útil y justo. Ella había atrapado la cena, lo menos que podía hacer era prepararlos para comerlos. Debía tener cuidado, mucho cuidado. Si los peces se acercaban demasiado a las llamas, se quemarían por fueran y por dentro seguirían crudos; pero si se quedaban alejados, demoraría muchísimo tiempo en estar listos. También debía girarlos constantemente para que se calentaran de ambos lados. Definitivamente era una tarea simple, mas para Komar era una especie de dificultad tener que oír y ver al mismo tiempo que debía mantenerse tranquilo. Confiaba en sí mismo, nada malo sucedería.
—No hay problema. —Aseguro calmado—. Está oscureciendo e ir a recolectar resultaría muy complicado con poca luz. —No es que estuviera oscureciendo, ya estaba oscuro. De alguna manera agradecía que pospusieran ese trayecto para mañana, menos problemas y más ventajas. Prefería quedarse ahí, disfrutando bajo el velo nocturno, a un lado de una buena fogata, observando las estrellas.
Sonrió de medio lado—. Es verdad que tengo muchas preguntas y un par de cosas que me gustaría decir. —Se esforzó para hacer memoria y recordar esa lista de cuestiones que tenía—. Ahora mismo no tengo todas en mente, tiendo a olvidar cosas. Pero creo que iré rememorando paulatinamente. Hmm... —Pensó un poco, tratando de establecer un orden. ¿Cuál sería la mejor forma de continuar?— Creo que en lugar de ir en orden cronológico... —Quería asegurarse de estar tomando la mejor decisión, realmente no parecía haber una forma de empezar que fuera incorrecta—. Diré lo primero que recuerdo. —Y lo primero que recordaba era lo último que había pasado.
—Una vez me metí en un gran problema. —Pasó la vista por los pescados, les faltaba casi nada para estar listos—. Cuando estaba aprendiendo a controlar mi transformación, lancé fuego hacia el rostro de mi hermana y la dejé ciega. —No había cambios en su voz, era tan serena como siempre—. Me decían que había sido un accidente, mas no es así. Yo sé bien por qué había sucedido. Fui demasiado débil para controlar mi imprudencia y mi naturaleza caótica. Cada vez que sentía el calor, la furia y el poder en mí, perdía el control. —Acercó su mano a las llamas, a propósito—. Después de muchos años de entrenamiento y meditación, logré encadenar esos pensamientos. —Giró por última vez los pescados. Unos segundos más y estarían perfectos.
—Aún hoy en día puedo escuchar esa voz que me susurra y me incita a hacer el caos. Mas dejó de ser un problema hace mucho tiempo. Sólo debo concentrarme en lo que hago, pensar antes de actuar y, sobre todo... —Tomó dos pescados, uno dándoselo a Wood—. Anteponer mi bienestar por el bien de los demás. —Le sonrió ampliamente—. Así es como me mantengo lejos de problemas. —Juntó sus manos y simuló una reverencia hacia la dama—. Gracias por la comida. Gracias por confiar en mí, por mostrarme tanto y por todo lo demás. Ha sido un buen día.
Esperó a que ella diera el primer mordisco antes de empezar a comer también—. Una pregunta que me había estado guardando es... —Analizó en su mente que estuviera bien formulada—. ¿Usted se considera feliz?
Athos
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Re: [cerrada] De Invitados [interpretativo][libre]
Le escuché con atención, la palabra “problema” no parecía estar en el vocabulario del dragón por lo que mis orejas no dejaban de perderse ni una de las pocas palabras que salían de su boca. Mantuve mi expresión lo más serena posible e incapaz de dejar mis pensamientos dentro de mi cabeza los exterioricé mientras pasaban por mi mente. No me imagino en esa situación… pero creo que fue un desafortunado accidente y no el hecho de no poder controlarte Athos, las transformaciones son cosas muy poderosas, no podrías… silencié por unos minutos mi murmullo. Sabía que ese era un tema delicado y que cualquier cosa que yo agregase siendo tan mal ejemplo yo misma iba a ser contraproducente.
Quería pensar en una forma para ayudarle, más él continuó con otro tema, pero algo en mi interior me decía que esa espina estaba clavada en su corazón y que él era una especie de mártir, auto sentenciado a sufrir por siempre por la ceguera de su hermana. Fruncí el ceño, dejaría el tema por el momento, pero no para siempre.
Tomé el pescado que él me ofrecía, le soplé un poco y le hinqué el diente con tanta hambre que probablemente hubiera sido capaz de tragármelo entero de no estar acompañada. Tragué un par de mordidas que tenía acumuladas en la boca Para nada, no hay nada que agradecer. Yo… aún tengo mi naturaleza “caótica” le dije haciendo acopio de mi memoria para usar sus mismos términos y aunque no se de voces incitantes se de alucinaciones jajaja hice una pausa de un par de minutos para dar algunas mordidas más Creo Athos que mi imán de atraer problemas contigo queda un poco anulado… dije algo pensativa, antes de contestarle su pregunta.
¿No crees que la palabra feliz es muy grande y abarcativa? le pregunté tirando los restos de mi pescado y tomando un segundo del fuego He hecho cosas terribles con las que debo de vivir y no por accidente. Mi vida ha estado en juego y probablemente seguirá estándolo porque aunque hoy no soy ni la sombra de lo que fui, igualmente no me gusta seguir a las masas y hago las cosas de la forma que creo que tienen que ser hechas. Eso me hace sentir bien. Correr… subir a lomos de Furia y perdernos en nuestras naturalezas eso me hace feliz, pero son instantes, islas. Se sentía raro decir esas cosas a alguien, que salieran de mi boca, de alguna forma me había emocionado y un leve borrón se había hecho en mis ojos.
¿tú qué opinas? ¿Eres feliz? le pregunté con curiosidad. Probablemente ahora confirmaría mi teoría del mártir. Me eché hacia atrás para mirar el cielo estrellado mientras me disponía a escuchar su respuesta.
Quería pensar en una forma para ayudarle, más él continuó con otro tema, pero algo en mi interior me decía que esa espina estaba clavada en su corazón y que él era una especie de mártir, auto sentenciado a sufrir por siempre por la ceguera de su hermana. Fruncí el ceño, dejaría el tema por el momento, pero no para siempre.
Tomé el pescado que él me ofrecía, le soplé un poco y le hinqué el diente con tanta hambre que probablemente hubiera sido capaz de tragármelo entero de no estar acompañada. Tragué un par de mordidas que tenía acumuladas en la boca Para nada, no hay nada que agradecer. Yo… aún tengo mi naturaleza “caótica” le dije haciendo acopio de mi memoria para usar sus mismos términos y aunque no se de voces incitantes se de alucinaciones jajaja hice una pausa de un par de minutos para dar algunas mordidas más Creo Athos que mi imán de atraer problemas contigo queda un poco anulado… dije algo pensativa, antes de contestarle su pregunta.
¿No crees que la palabra feliz es muy grande y abarcativa? le pregunté tirando los restos de mi pescado y tomando un segundo del fuego He hecho cosas terribles con las que debo de vivir y no por accidente. Mi vida ha estado en juego y probablemente seguirá estándolo porque aunque hoy no soy ni la sombra de lo que fui, igualmente no me gusta seguir a las masas y hago las cosas de la forma que creo que tienen que ser hechas. Eso me hace sentir bien. Correr… subir a lomos de Furia y perdernos en nuestras naturalezas eso me hace feliz, pero son instantes, islas. Se sentía raro decir esas cosas a alguien, que salieran de mi boca, de alguna forma me había emocionado y un leve borrón se había hecho en mis ojos.
¿tú qué opinas? ¿Eres feliz? le pregunté con curiosidad. Probablemente ahora confirmaría mi teoría del mártir. Me eché hacia atrás para mirar el cielo estrellado mientras me disponía a escuchar su respuesta.
Woodpecker
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Re: [cerrada] De Invitados [interpretativo][libre]
Muchos decían eso, exactamente eso. Muchas veces Athos escuchó esas palabras. 'Fue un accidente'. 'No podías controlarlo'. Claro que podía, sólo no lo intentó lo suficiente. La voluntad lo es todo, y en aquel momento su voluntad no fue suficiente. Todo por no escuchar las enseñanzas de sus padres, por no entrenar con más empeño, por no tener más cuidado. Sabía que era su culpa, nada cambiaría eso. Mas no se trataba de librarse de la culpa, sino de ser alguien mejor que no cayera de nuevo. No más yerro, ni pena, ni culpa o soledad. Sólo entendimiento.
Sonrió junto con ella. A fin de cuentas no eran tan diferentes. Caóticos por naturaleza, ella con sus espejismos y él con esas voces en su cabeza. Quién de los dos estaría más loco. No importaba, lo único que importaba era la seguridad que ella decía tener. Si realmente la señorita se sentía alejada de los problemas, ¿qué mejor aliento que ése? Demostraba el punto de que todos podían ser pasivos y dejar esa actitud iracunda. Cierto que era un camino obstaculizado, pero los buenos senderos siempre eran los más rocosos.
Asintió a su primera pregunta. Era verdad que el concepto de felicidad podía ser muy amplio, ambiguo, generalizado, incluso despreciativo hacia algunos detalles. Pero no se trataba de ser específico, sino de ver dentro de uno mismo y preguntarle al corazón. Si respondía con duda, entonces aún estaba en busca de la felicidad. Si respondía con seguridad, entonces había arrogancia. Pero si la respuesta era cálida y humilde, pacífica, sin duda era un corazón feliz. "Retóricamente". A su Maestro le encantaba usar esas metáforas, aunque a él le costaban un poco entenderlas en un inicio.
"No seguir a las masas". Era una perspectiva muy curiosa. ¿Realmente qué significaban esas palabras? ¿Cuáles eran esas 'masas'? Es muy difícil conocer a todas las personas de todos los rincones, y con un planeta completo cruzando un portal, aún más difícil era tener en cuenta a todos. Con eso en mente, ¿quiénes estaban en el promedio? Ya había meditado sobre eso, y lo único que concluía era que todos eran iguales, porque todos tenían el mismo derecho a la vida; pero distintos, porque cada individuo tenía sus propias maneras de vivir. Realmente no existía un camino 'común', sólo perspectivas similares.
Sin embargo, comprendía a lo que se refería. "No ser como la mayoría. No inclinarse ante lo ordinario. No satisfacerse con lo evidente. Buscar más allá". Era una linda perspectiva, una que, irónicamente, muchos tenían. El problema eran las barreras de la sociedad que evitaban la expresión de esos sentimientos, pues no todos tenían la misma capacidad para sostener en alto esos ideales, requerían de un impulso de confianza. ¿Cómo impulsarlos? Esa era la cuestión. Al menos, eso la hacía feliz, y era lo importante, ser feliz.
—¿Yo? —Inquirió con una sonrisa, alzando la mirada, recargándose sobre sus manos echadas atrás. El cielo era espectacular. Tantas estrellas que le tomarían una vida contarlas. Tantas constelaciones que con sólo un puñado de puntos brillantes podía formar tantas figuras. Tanto brillo, tanta energía. Ver el firmamento era tan enriquecedor. Era una golosina al alma. Contemplar algo tan majestuoso como los astros le recordaba lo diminuto que era, lo efímero e insignificante. ¿Cómo no ser feliz cuando se le ha dado la oportunidad de existir, ser y pensar? "Pensar y existir".
Echó al fuego los huesos del pescado. Ya estaba satisfecho y no veía necesario comer más—. Yo soy feliz, señorita. —Amplió su sonrisa, girando hacia ella—. Tengo la oportunidad de explorar Aerandir. Poseo control sobre mis acciones. Gozo de salud. No tengo enemigos. He encontrado la dicha en este mundo y no cambiaría ningún aspecto de mi pasado, puesto que me han conducido a este momento de goce. —Regresó la vista al cielo—. Mi felicidad interna jamás será arrebatada de nuevo. Lo único que falta es la felicidad externa. Quiero llevar dicha a otros, ver que no soy el único que es feliz. Resolver los conflictos de esta tierra. Liberar las mentes de todos los que me rodean.
Se dejó caer en el suelo, con las manos detrás de la cabeza—. ¿Me ayudaría con eso? —Volvió a enfocarla, esta vez con un gesto de desosiego, no apelativo, sino inocuo—. ¿Le gustaría conocer nuevas personas y llevarles felicidad? —Una pregunta que hacía con total sinceridad, y que deseaba que la respuesta fuera positivo. "Ojalá". No es que la juzgara como una mala persona, pero ya podía imaginarla negándose, optando por una vida enfocada a su propia felicidad. No le sorprendería, ni mucho menos la vería como alguien egoísta. Era normal concentrarse en uno mismo. Aunque, quizá Wood pudiera encontrar más dicha cuando lleve a otros la dicha. "Mejor escucho". Divagaba demasiado.
Sonrió junto con ella. A fin de cuentas no eran tan diferentes. Caóticos por naturaleza, ella con sus espejismos y él con esas voces en su cabeza. Quién de los dos estaría más loco. No importaba, lo único que importaba era la seguridad que ella decía tener. Si realmente la señorita se sentía alejada de los problemas, ¿qué mejor aliento que ése? Demostraba el punto de que todos podían ser pasivos y dejar esa actitud iracunda. Cierto que era un camino obstaculizado, pero los buenos senderos siempre eran los más rocosos.
Asintió a su primera pregunta. Era verdad que el concepto de felicidad podía ser muy amplio, ambiguo, generalizado, incluso despreciativo hacia algunos detalles. Pero no se trataba de ser específico, sino de ver dentro de uno mismo y preguntarle al corazón. Si respondía con duda, entonces aún estaba en busca de la felicidad. Si respondía con seguridad, entonces había arrogancia. Pero si la respuesta era cálida y humilde, pacífica, sin duda era un corazón feliz. "Retóricamente". A su Maestro le encantaba usar esas metáforas, aunque a él le costaban un poco entenderlas en un inicio.
"No seguir a las masas". Era una perspectiva muy curiosa. ¿Realmente qué significaban esas palabras? ¿Cuáles eran esas 'masas'? Es muy difícil conocer a todas las personas de todos los rincones, y con un planeta completo cruzando un portal, aún más difícil era tener en cuenta a todos. Con eso en mente, ¿quiénes estaban en el promedio? Ya había meditado sobre eso, y lo único que concluía era que todos eran iguales, porque todos tenían el mismo derecho a la vida; pero distintos, porque cada individuo tenía sus propias maneras de vivir. Realmente no existía un camino 'común', sólo perspectivas similares.
Sin embargo, comprendía a lo que se refería. "No ser como la mayoría. No inclinarse ante lo ordinario. No satisfacerse con lo evidente. Buscar más allá". Era una linda perspectiva, una que, irónicamente, muchos tenían. El problema eran las barreras de la sociedad que evitaban la expresión de esos sentimientos, pues no todos tenían la misma capacidad para sostener en alto esos ideales, requerían de un impulso de confianza. ¿Cómo impulsarlos? Esa era la cuestión. Al menos, eso la hacía feliz, y era lo importante, ser feliz.
—¿Yo? —Inquirió con una sonrisa, alzando la mirada, recargándose sobre sus manos echadas atrás. El cielo era espectacular. Tantas estrellas que le tomarían una vida contarlas. Tantas constelaciones que con sólo un puñado de puntos brillantes podía formar tantas figuras. Tanto brillo, tanta energía. Ver el firmamento era tan enriquecedor. Era una golosina al alma. Contemplar algo tan majestuoso como los astros le recordaba lo diminuto que era, lo efímero e insignificante. ¿Cómo no ser feliz cuando se le ha dado la oportunidad de existir, ser y pensar? "Pensar y existir".
Echó al fuego los huesos del pescado. Ya estaba satisfecho y no veía necesario comer más—. Yo soy feliz, señorita. —Amplió su sonrisa, girando hacia ella—. Tengo la oportunidad de explorar Aerandir. Poseo control sobre mis acciones. Gozo de salud. No tengo enemigos. He encontrado la dicha en este mundo y no cambiaría ningún aspecto de mi pasado, puesto que me han conducido a este momento de goce. —Regresó la vista al cielo—. Mi felicidad interna jamás será arrebatada de nuevo. Lo único que falta es la felicidad externa. Quiero llevar dicha a otros, ver que no soy el único que es feliz. Resolver los conflictos de esta tierra. Liberar las mentes de todos los que me rodean.
Se dejó caer en el suelo, con las manos detrás de la cabeza—. ¿Me ayudaría con eso? —Volvió a enfocarla, esta vez con un gesto de desosiego, no apelativo, sino inocuo—. ¿Le gustaría conocer nuevas personas y llevarles felicidad? —Una pregunta que hacía con total sinceridad, y que deseaba que la respuesta fuera positivo. "Ojalá". No es que la juzgara como una mala persona, pero ya podía imaginarla negándose, optando por una vida enfocada a su propia felicidad. No le sorprendería, ni mucho menos la vería como alguien egoísta. Era normal concentrarse en uno mismo. Aunque, quizá Wood pudiera encontrar más dicha cuando lleve a otros la dicha. "Mejor escucho". Divagaba demasiado.
Athos
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Re: [cerrada] De Invitados [interpretativo][libre]
“Por todas las cosas grandes y espirituales de este mundo” pensé cuando escuché lo que él estaba diciendo. Definitivamente Athos era un tipo raro. “Un dragón…” me corregí con media sonrisa que me entibiaba el alma. Definitivamente yo no era como él, eso de la felicidad… “por todos las cosas…” volví a pensar negando con mi cabeza aún incrédula de lo que él buscaba y encontraba. “No… jamás seré como él” y esa misma respuesta fue la que hallé cuando él me preguntó acerca de ayudarle a dar felicidad a los demás. Se me ocurrían muchas formas de dar felicidad a muchos tipos de gente y me preguntaba si él habría lidiado con aquellas personas del bajo mundo como lo había hecho yo y de ser así cómo.
Respiré profundamente antes de darle una respuesta. Miré el cielo y olfatee la brisa que provenía del bosque cercano. Athos, yo no soy precisamente la felicidad andante ni lo que estás buscando. Le sonreí abiertamente. Ambos sabemos que no soy buena mi tono no admitía dudas, era una certeza, como que cada mañana el sol se pone por el Este y se esconde por el Oeste Pero creo que incluso yo puedo ser una ayudante realmente no estaba segura de eso.
Deberías pensarlo mejor, es decir, no tengo problemas en echarte una mano y eso, pero te meteré en más problemas de los que resolveremos esta vez intentaba ser sincera con él. Mira, mañana iremos de caza y después de eso tengo que pasar al territorio de elfos por hice una pausa, no estaba segura de cómo explicarle lo que le quería explicar. De golpe a porrazo sentía que él y yo eramos como el agua y el aceite. Quiero conseguir una poción para poder hablar como lo hago contigo cuando soy un lobo. Eso me ahorraría algunos mal entendidos. Creo que es lo mejor que puedo hacer por ahora. Mierda Athos, deberías de pensar que quizás no… mejor dicho que no soy una buena compañía.
Le miré directamente a los ojos, esperando su respuesta, la que siempre me daba. Cuando él terminara iría directamente al establo con Furia. No me sentía yo misma, él me confundía, confundía mis más básicos instintos y era peligroso. Muy peligroso. Mi reputación dentro del gremio podría perderse o incluso podría tener problemas en el pueblo. Después de todo, muy poca gente sabía acerca de mis dobles identidades… Mierda… volví a susurrar con los dientes apretados, cerrando el puño para sentir cómo se cortaba la sangre sobre mi tajo.
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Off:Lo siento Athos ~-~ mmm… te parece ir cerrando para seguir con lo que habíamos planeado?
Respiré profundamente antes de darle una respuesta. Miré el cielo y olfatee la brisa que provenía del bosque cercano. Athos, yo no soy precisamente la felicidad andante ni lo que estás buscando. Le sonreí abiertamente. Ambos sabemos que no soy buena mi tono no admitía dudas, era una certeza, como que cada mañana el sol se pone por el Este y se esconde por el Oeste Pero creo que incluso yo puedo ser una ayudante realmente no estaba segura de eso.
Deberías pensarlo mejor, es decir, no tengo problemas en echarte una mano y eso, pero te meteré en más problemas de los que resolveremos esta vez intentaba ser sincera con él. Mira, mañana iremos de caza y después de eso tengo que pasar al territorio de elfos por hice una pausa, no estaba segura de cómo explicarle lo que le quería explicar. De golpe a porrazo sentía que él y yo eramos como el agua y el aceite. Quiero conseguir una poción para poder hablar como lo hago contigo cuando soy un lobo. Eso me ahorraría algunos mal entendidos. Creo que es lo mejor que puedo hacer por ahora. Mierda Athos, deberías de pensar que quizás no… mejor dicho que no soy una buena compañía.
Le miré directamente a los ojos, esperando su respuesta, la que siempre me daba. Cuando él terminara iría directamente al establo con Furia. No me sentía yo misma, él me confundía, confundía mis más básicos instintos y era peligroso. Muy peligroso. Mi reputación dentro del gremio podría perderse o incluso podría tener problemas en el pueblo. Después de todo, muy poca gente sabía acerca de mis dobles identidades… Mierda… volví a susurrar con los dientes apretados, cerrando el puño para sentir cómo se cortaba la sangre sobre mi tajo.
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Off:Lo siento Athos ~-~ mmm… te parece ir cerrando para seguir con lo que habíamos planeado?
Woodpecker
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Re: [cerrada] De Invitados [interpretativo][libre]
"No buena persona... Ayudante... Más problemas que soluciones".Tocaba varios puntos interesantes, a los cuales le hubiese dedicado una reflexión más profunda de la que podía en esos segundos. Ya estaba claro que ella no se veía a sí misma como un modelo ejemplar, pero eso estaba bien, tampoco era la maldad andante. No la quería ver como una persona que sólo le ayudara, prefería que ella adoptara una posición determinada a la causa, de forma que compartieran el mismo ideal, porque cualquiera podía 'echar una mano'. Y las dificultades no le molestaban, realmente él sabía que el camino que recorría no era sencillo, y eso estaba bien. "Si fuera fácil, todos lo estuvieran haciendo". Habrían muchos problemas, y los problemas se resolverían.
No pudo meditar al respecto porque un tema mucho más importante salió a flote. "Una poción mágica". Y vaya magia. Eso significaría un paso enorme para ella, sin duda. Parecía que le gustaba conversar, no con cualquiera, pero sí que se notaba un brillo en sus ojos al hablar; y no cabía duda que adoraba su transformación. Si Wood llegaba a combinar ambos elementos, sería feliz, o al menos estaría más cerca de la felicidad. Precisamente, Athos veía que cumplir ese objetivo significaría librar a la señorita de un lío, quitarle presión, hacerla sentir mejor consigo misma y quizá, tan sólo quizá, que aceptara su lado 'bueno'.
"¿No es una buena compañía?" Hasta ahora, sólo dos inconvenientes habían surgido. Ambos por malentendidos que fácilmente pudieron haber sido evitados. Si ella se refería a ese tipo de problemas, entonces en cuestión de semanas sabrían sobrellevarlos o esfumarlos. De ahí en fuera, el resto había sido entretenido. No sabía si etiquetarla como la mejor de las compañías, ya que pocas compañías había tenido, pero no temía en llamarla buena compañía.
Sonrió un tanto incrédulo hacia ella—. Somos lo que queremos ser. —Ya lo había dicho antes, en algún momento, de alguna forma, pero realmente no había abundado en el significado que hay detrás de esas palabras. Aunque poco podía haber para explicar, realmente por sí solas se daban a entender, mas existía un pequeñito detalle. Giro su cabeza, volviendo a ver el cielo estrellado, sonriendo, disfrutando los luceros estáticos.
—Si usted quiere, puede ser todo lo que se proponga. Puede ser una gran guerrera que lucha contra la maldad en Aerandir. Puede ser la mejor de las ladronas. Puede ser la mejor de las personas que todo el mundo aprecia y confía. Puede ser una estrella en el cielo, a la que todos miren por las noches y le pidan deseos. Sólo tiene que confiar mucho en usted misma, esforzarse al máximo y seguir a su corazón. —Puso las manos sobre su plexo solar y cerró los ojos, inhalando profundamente. No olía a frío como en Dundarak, sino a una flora paradisíaca. "Aunque jamás he estado en el paraíso".
Escuchó a Wood ponerse de pie, probablemente se dirigiría a recoger algo más antes de dormir, o a asegurarse que todo estaba en orden. Athos ya no quería presionarla más, si ella no quería ir con él, estaba bien. Sin embargo, no quería que se quedara pensando en que era una mala persona. Tal vez en el interior su naturaleza la hacían tener malos pensamientos, mas ella era quien elegía cómo actuar y cómo ser. Quizá por eso Komar esbozó la siguiente pregunta—. ¿Usted qué quiere ser?
Y hubo silencio. Claro que habían algunos grillos tocando, ráfagas de viento aullando, corrientes de agua cayendo, pero todo era tranquilo. Y aunque no estaba cansado, Athos pudo quedar plácidamente dormido con ese ambiente que le arrullaba, con la seguridad de que todo estaría bien, ansioso de que el siguiente día comenzara.
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OFF: Sepes :v Me parece muy bien. Ésta puede ser la última respuesta, si quieres. No sé qué más podría decir.
No pudo meditar al respecto porque un tema mucho más importante salió a flote. "Una poción mágica". Y vaya magia. Eso significaría un paso enorme para ella, sin duda. Parecía que le gustaba conversar, no con cualquiera, pero sí que se notaba un brillo en sus ojos al hablar; y no cabía duda que adoraba su transformación. Si Wood llegaba a combinar ambos elementos, sería feliz, o al menos estaría más cerca de la felicidad. Precisamente, Athos veía que cumplir ese objetivo significaría librar a la señorita de un lío, quitarle presión, hacerla sentir mejor consigo misma y quizá, tan sólo quizá, que aceptara su lado 'bueno'.
"¿No es una buena compañía?" Hasta ahora, sólo dos inconvenientes habían surgido. Ambos por malentendidos que fácilmente pudieron haber sido evitados. Si ella se refería a ese tipo de problemas, entonces en cuestión de semanas sabrían sobrellevarlos o esfumarlos. De ahí en fuera, el resto había sido entretenido. No sabía si etiquetarla como la mejor de las compañías, ya que pocas compañías había tenido, pero no temía en llamarla buena compañía.
Sonrió un tanto incrédulo hacia ella—. Somos lo que queremos ser. —Ya lo había dicho antes, en algún momento, de alguna forma, pero realmente no había abundado en el significado que hay detrás de esas palabras. Aunque poco podía haber para explicar, realmente por sí solas se daban a entender, mas existía un pequeñito detalle. Giro su cabeza, volviendo a ver el cielo estrellado, sonriendo, disfrutando los luceros estáticos.
—Si usted quiere, puede ser todo lo que se proponga. Puede ser una gran guerrera que lucha contra la maldad en Aerandir. Puede ser la mejor de las ladronas. Puede ser la mejor de las personas que todo el mundo aprecia y confía. Puede ser una estrella en el cielo, a la que todos miren por las noches y le pidan deseos. Sólo tiene que confiar mucho en usted misma, esforzarse al máximo y seguir a su corazón. —Puso las manos sobre su plexo solar y cerró los ojos, inhalando profundamente. No olía a frío como en Dundarak, sino a una flora paradisíaca. "Aunque jamás he estado en el paraíso".
Escuchó a Wood ponerse de pie, probablemente se dirigiría a recoger algo más antes de dormir, o a asegurarse que todo estaba en orden. Athos ya no quería presionarla más, si ella no quería ir con él, estaba bien. Sin embargo, no quería que se quedara pensando en que era una mala persona. Tal vez en el interior su naturaleza la hacían tener malos pensamientos, mas ella era quien elegía cómo actuar y cómo ser. Quizá por eso Komar esbozó la siguiente pregunta—. ¿Usted qué quiere ser?
Y hubo silencio. Claro que habían algunos grillos tocando, ráfagas de viento aullando, corrientes de agua cayendo, pero todo era tranquilo. Y aunque no estaba cansado, Athos pudo quedar plácidamente dormido con ese ambiente que le arrullaba, con la seguridad de que todo estaría bien, ansioso de que el siguiente día comenzara.
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OFF: Sepes :v Me parece muy bien. Ésta puede ser la última respuesta, si quieres. No sé qué más podría decir.
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Re: [cerrada] De Invitados [interpretativo][libre]
Me giré sobre el heno fresco de Bravía. La yegua se había echado a mi lado y ambas yacíamos acurrucadas en aquél espacioso lugar. No dejaba de pensar en las palabras de Athos. Creerle era muy peligroso, de niña había sido como él era en ese momento o bueno, al menos había querido llevarle la felicidad a todos ¿y cómo terminé? Mal… muy mal. Pero quizás llevar la felicidad a otros también significaba acabar con los Francis de Aerandir y ¿por qué no? Con otras escorias que solamente se dedicaban a hacer cosas feas o terribles. Quizás podría volcar mi maldad hacia otros que hacían más mal. Mastiqué mis pensamientos hasta que me quedé plácidamente dormida, tanto que probablemente me hubiera pasado por arriba toda una manada de upeleros y no me hubiera dado cuenta.
Desperté antes del amanecer, bastante antes. La humedad estaba en el aire, el ambiente estaba pesado, tenso. Salí sigilosamente sin despertar ni a Furia ni a Chy quién estaba arrebujado entre la yegua y yo, en medio de nuestro calor. Athos estaba dormido y así le dejé para ponerme contra el viento. Era claro que teníamos compañía y no sabía qué esperar de ella. Después de olfatear bien el viento me di cuenta que se trataba de Blackuart. ¿Ya es hora? le pregunté asintiendo con la cabeza. El pequeño estaba en su forma lupina, pero sus pensamientos eran un libro abierto para mi. Me dirigí a la casa y volví a ponerme mi vestido que me permitía transformarme. Guardé mi cuchillo y tomé las hachas. Le di una mirada a mi vendaje sin estar segura de quitármelo o no… finalmente me decanté por dejarle ser hasta el último momento posible.
Athos susurré cerca de su oído tocándole suavemente su brazo Athos volví a decir un poco más alto Es hora de la caza. Frente a él deposité un saco por si quería hacer una de sus cosas de recolección. Yo misma llevaba unas sogas colgando de mi cuerpo para transportar a la o las presas. Le gesticulé que mantuviera silencio y deposité entre sus manos tibias una pulsera con una pequeña campana y un cascabel, uno al lado del otro. Eso te diferenciará de cualquier presa le confié, apartándome lo suficiente como para que viera nada, la nada que nos rodeaba. Todo estaba blanco por la neblina matinal que surgía entre el río y el calor. Pronto nos transformaremos y seremos como fantasmas.
Ahora era decisión suya si quería participar o no de nuestra empresa, seguirnos o no… era un problema de él.
Desperté antes del amanecer, bastante antes. La humedad estaba en el aire, el ambiente estaba pesado, tenso. Salí sigilosamente sin despertar ni a Furia ni a Chy quién estaba arrebujado entre la yegua y yo, en medio de nuestro calor. Athos estaba dormido y así le dejé para ponerme contra el viento. Era claro que teníamos compañía y no sabía qué esperar de ella. Después de olfatear bien el viento me di cuenta que se trataba de Blackuart. ¿Ya es hora? le pregunté asintiendo con la cabeza. El pequeño estaba en su forma lupina, pero sus pensamientos eran un libro abierto para mi. Me dirigí a la casa y volví a ponerme mi vestido que me permitía transformarme. Guardé mi cuchillo y tomé las hachas. Le di una mirada a mi vendaje sin estar segura de quitármelo o no… finalmente me decanté por dejarle ser hasta el último momento posible.
Athos susurré cerca de su oído tocándole suavemente su brazo Athos volví a decir un poco más alto Es hora de la caza. Frente a él deposité un saco por si quería hacer una de sus cosas de recolección. Yo misma llevaba unas sogas colgando de mi cuerpo para transportar a la o las presas. Le gesticulé que mantuviera silencio y deposité entre sus manos tibias una pulsera con una pequeña campana y un cascabel, uno al lado del otro. Eso te diferenciará de cualquier presa le confié, apartándome lo suficiente como para que viera nada, la nada que nos rodeaba. Todo estaba blanco por la neblina matinal que surgía entre el río y el calor. Pronto nos transformaremos y seremos como fantasmas.
Ahora era decisión suya si quería participar o no de nuestra empresa, seguirnos o no… era un problema de él.
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La caza había comenzado y la sangre se sentía en el aire. La presa estaba delante de él, al alcance. Como buen depredador, se había mantenido oculto, acechando a la presa, colocándola en una posición donde no sería capaz de escapar de su potente garra y sus voraz mordida. Sólo debía esperar un momento más, el instante en donde su presa diera el último paso, entonces sería el momento perfecto para atacar, entonces la caza habría terminado. Sólo un momento más.
Finalmente, después de tanto esperar, Wood lo hizo. Se lanzó sobre un venado y desgarró su cuello, dejándolo sin vida, convirtiéndolo en su desayuno. Ése había sido su último paso. No del venado, sino de la licántropa. Athos se convirtió en dragón en un instante y atacó a Wood con un zarpazo violento, dañando tanto su ser que la sacó de su transformación. Trató de huir, trató de defenderse, trató de salvarse, pero un segundo garrazo hizo que se estrellara contra un árbol.
Acercó su boca a ella y comenzó a morder sus piernas, desgarrando su carne, devorándolas. Escuchó que dijo su nombre, como si fuera una suplica de que parara, pero no lo hizo. Continuó clavando sus enormes colmillos sobre su piel, provocando que la sangre se esparciera por todas partes, colocando el resto de su cuerpo dentro de sus fauces, terminando de comer. Gritó por segunda vez su nombre y...
Despertó. Abrió sus ojos, divisando a su amiga frente a él. Todo había sido un cruel sueño, una inmunda pesadilla. No era novedad que durante las noches imágenes donde él perdía el control llegaran a su mente. Le incomodaban tanto, mas no les daba importancia. Sólo era un sueño, un recordatorio constante que debía de mantener la calma en todo momento o eso podría pasar. Estaba bien no olvidar eso.
—Días. —Dijo con una sonrisa, poniéndose de pie. Aún no amanecía, se podía sentir. A pesar de que estaba acostumbrado a amanecer cubierto de nieve, realmente podía comprender que el Sol estaba a poco de salir y bañar de nuevo a toda la tierra—. Ah, esto será útil. —Recogió la canasta, de inmediato imaginándola repleta de fruta para comer después. Ya había comido demasiada carne. Pero más útil resultaría el pequeño cascabel acampanado en su muñeca, ya que si no lo tendría quizá él terminaría por ser la presa, y eso no sería muy bueno—. Gracias.
Todo parecía estar listo para iniciar, sólo faltaba un pequeño detalle—. ¿Durmió bien, señorita? —No curiosidad ni formalidad, realmente quería saber si estaba bien, y esa era una buena manera para saberlo. Después de todo, no parecía muy bueno que una cazadora emprendiera una caza si no se encontraba en buen estado, menos si tenía discípulos a los que servir como ejemplo.
Finalmente, después de tanto esperar, Wood lo hizo. Se lanzó sobre un venado y desgarró su cuello, dejándolo sin vida, convirtiéndolo en su desayuno. Ése había sido su último paso. No del venado, sino de la licántropa. Athos se convirtió en dragón en un instante y atacó a Wood con un zarpazo violento, dañando tanto su ser que la sacó de su transformación. Trató de huir, trató de defenderse, trató de salvarse, pero un segundo garrazo hizo que se estrellara contra un árbol.
Acercó su boca a ella y comenzó a morder sus piernas, desgarrando su carne, devorándolas. Escuchó que dijo su nombre, como si fuera una suplica de que parara, pero no lo hizo. Continuó clavando sus enormes colmillos sobre su piel, provocando que la sangre se esparciera por todas partes, colocando el resto de su cuerpo dentro de sus fauces, terminando de comer. Gritó por segunda vez su nombre y...
Despertó. Abrió sus ojos, divisando a su amiga frente a él. Todo había sido un cruel sueño, una inmunda pesadilla. No era novedad que durante las noches imágenes donde él perdía el control llegaran a su mente. Le incomodaban tanto, mas no les daba importancia. Sólo era un sueño, un recordatorio constante que debía de mantener la calma en todo momento o eso podría pasar. Estaba bien no olvidar eso.
—Días. —Dijo con una sonrisa, poniéndose de pie. Aún no amanecía, se podía sentir. A pesar de que estaba acostumbrado a amanecer cubierto de nieve, realmente podía comprender que el Sol estaba a poco de salir y bañar de nuevo a toda la tierra—. Ah, esto será útil. —Recogió la canasta, de inmediato imaginándola repleta de fruta para comer después. Ya había comido demasiada carne. Pero más útil resultaría el pequeño cascabel acampanado en su muñeca, ya que si no lo tendría quizá él terminaría por ser la presa, y eso no sería muy bueno—. Gracias.
Todo parecía estar listo para iniciar, sólo faltaba un pequeño detalle—. ¿Durmió bien, señorita? —No curiosidad ni formalidad, realmente quería saber si estaba bien, y esa era una buena manera para saberlo. Después de todo, no parecía muy bueno que una cazadora emprendiera una caza si no se encontraba en buen estado, menos si tenía discípulos a los que servir como ejemplo.
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Re: [cerrada] De Invitados [interpretativo][libre]
mmmggph ese sonido raro surgió mecánicamente de mi garganta como respuesta automática de su pregunta antes siquiera de poder pensar en algo coherente. Mis pensamientos en ese momento habían dado un salto del lugar en el que nos encontrábamos hacia la caza y estaba mirando fijamente los dorados ojos de Blackuart cuando la voz de Athos me había sorprendido. Me giré hacia él y por primera vez en esa madrugada reparé en él. Pese a las horas se le veía despierto y animado, como solía ser. Respiré profundamente y me recliné hacia él para besarle rápida y fugazmente la frente. Mejor que una cachorra le respondí, sonreí ampliamente y le miré por largo rato a los ojos, perdiéndome momentáneamente en ellos.
Lo cierto era que eran contadas las noches en las que no tenía pesadillas. Yo soy una persona a la que las ojeras la asaltan incluso solo por el mero cansancio y ellas ya eran como mis amigas, pero a esas horas podía sentir cómo faltaba su peso habitual. Abrí y cerré la mano de mi vendaje para sentir algo de dolor y recordar donde estaba y luego desvié mi mirada hacia la entrada del bosque, allí habían a la vista dos jóvenes en sus apariencias humanas, con poca ropa, armados, uno con un machete, otro con arco y flechas, pero sabía que bajo el manto de las sombras del bosque nos esperaba una pequeña partida de caza que era poco menos que una manada.
La niebla era una buena conductora del sonido y los suaves murmullos de mis novatos compañeros ya eran impacientes.Ya es hora comenté lo obvio e hice ademán de marchar para reunirme con ellos, más algo me hizo detenerme a preguntar ¿tú como dormiste? Parecías algo tenso, creo que en adelante deberías dormir en mi catre…. El cachorro se acercó entonces a mí y me empujó con su cabeza, impaciente; le devolví la moción y miré al hombre. ¿deberíamos? inquirí gesticulando hacia la oscura entrada del bosque, el pequeño se adelantó moviendo la cola dándose por bien pagado para anunciarnos.
Off: bueno, siento esto de mas de dos semanas u.u primero sin conexión y luego con eámenes. Me limité a eso porque aunque supongo que irás a la partida, no acordamos nada concretamente. También podríamos ir cerrando, no lo se >_> te dejo carta blanca ^^
Lo cierto era que eran contadas las noches en las que no tenía pesadillas. Yo soy una persona a la que las ojeras la asaltan incluso solo por el mero cansancio y ellas ya eran como mis amigas, pero a esas horas podía sentir cómo faltaba su peso habitual. Abrí y cerré la mano de mi vendaje para sentir algo de dolor y recordar donde estaba y luego desvié mi mirada hacia la entrada del bosque, allí habían a la vista dos jóvenes en sus apariencias humanas, con poca ropa, armados, uno con un machete, otro con arco y flechas, pero sabía que bajo el manto de las sombras del bosque nos esperaba una pequeña partida de caza que era poco menos que una manada.
La niebla era una buena conductora del sonido y los suaves murmullos de mis novatos compañeros ya eran impacientes.Ya es hora comenté lo obvio e hice ademán de marchar para reunirme con ellos, más algo me hizo detenerme a preguntar ¿tú como dormiste? Parecías algo tenso, creo que en adelante deberías dormir en mi catre…. El cachorro se acercó entonces a mí y me empujó con su cabeza, impaciente; le devolví la moción y miré al hombre. ¿deberíamos? inquirí gesticulando hacia la oscura entrada del bosque, el pequeño se adelantó moviendo la cola dándose por bien pagado para anunciarnos.
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_________________________Off: bueno, siento esto de mas de dos semanas u.u primero sin conexión y luego con eámenes. Me limité a eso porque aunque supongo que irás a la partida, no acordamos nada concretamente. También podríamos ir cerrando, no lo se >_> te dejo carta blanca ^^
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