[CERRADO] Adefesio de Natura I [Interpretativo][Libre][2/2]

Aliena Vie Jun 26 2015, 05:42

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Música para ambientar:

Aliena sabía que con cada milisegundo que transcurría, más cercana estaba a su fin. Quizá no un fin definitivo (el cual no le vendría mal) pues debía seguir viviendo, pero podía sentir en el aire que cerca estaba el día del juicio de su corazón. Sabía que en algún momento aquella criatura nacería y ella no tendría ni la menor de idea de qué hacer, sentir, pensar…
Se mantenía a flote gracias a una tan pequeña como irracional esperanza basada en la desgracia que veía posible en la relación de su anterior amado.
Frecuentemente y por pura inercia, viajaba a la playa donde creyó conocer al más grande humano sobre la superficie. Erróneamente también creyó que él, en algún momento la añoraría y entonces, solo por pura casualidad, la encontraría allí, esperándolo fiel. Entonces podría decirle cuánto le extrañaba y amaba todavía, que era capaz de perdonarlo al margen de todo el dolor que había originado tantos úlceras en su marino corazón.

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—Muévete. Hoy quizás sí. Hoy quizás sí....Se decía a sí misma, empujando todo sus huesos a nadar, a llegar ansiosa a comprobar su fe en creencias absurdas. Ya se le había hecho costumbre. Era como una especie de droga, si no obtenía contacto con el lugar, no estaba tranquila, una terrible ansiedad se apoderaba de ella. Así duraba hasta bien entrada la noche, a veces cantando, a veces mirando al horizonte, a veces a la luna, a veces implemente recostada buscando caer en brazos de Morfeo sin mucho éxito, otras recordando sus días bajo un cálido sol llamado ¿amor?.

El ocaso donde transcurrirán estos hechos es lluvioso. En el ambiente hay un profundo y peculiar tufo a algas podridas. En una situación en la cual la sirena estuviera menos embotada en sí misma, buscaría el origen del mal olor y lo erradicaría. Mas, esta vez no tenía nada de importancia. El sol se iba escondiendo tímidamente para dar paso a una noche sin rastro alguno de luz blanca. Aliena aprovechó para trazar algunos símbolos ininteligibles sobre la arena húmeda iluminada por los últimas ráfagas de luz. Tenía tanto dentro de la cabeza que pronto varios demonios conocidos comenzaron a pujar en su pecho. La chica puso una mano allí, cerró los ojos con fuerza y comenzó a cantar. Era el único método para encontrar algo de sosiego. Los símbolos en la arena dejaron de significar nada para convertirse en las letras del canto melancólico que ahora emitía. Las líricas eran una combinación entre el cetáceo antiguo y la lengua de las sirenas.

—Come in out of the rain thou sayest - but thou ne'er step'st aside;
And I am trapp'd, I'm trapp'd
A distance there is...
None, save me and the bodkin - pitter-patter on the roof:
Behold! - 'tis not the rain; thence me it has to be -
I will not drink thy vintage wine, my dear;
Thou hast heed'd that I am of innocence, yet thou let'st thy lass into peril
Thou let'st me be parched;

Unas cuantas lágrimas se asomaron por sus verdes ojos. Intentó no soltarlas tan de prisa. Por tanto, un nudo le apretó la garganta.

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OFF: La voz de Aliena es similar [exactamente la misma ] a la de la Liv Kristine :3 [La voz de la chica de la canción] Sé que, Bio, tú me entiendes

**Bio** Sáb Jun 27 2015, 06:50

Finalmente había conseguido salir de ese misterioso barco, traía conmigo algunos aeros extras que no me caerían nada mal, un regalo para mi pequeña maguita que casi me había salido gratis, y además, un oso, la verdad, no es que en algún momento hubiera deseado tener un oso, pero al final me había encariñado con el animal, siempre había querido un caballo, así que el nombre ideal para este oso sería “Caballo”, pero su aspecto tenía una particularidad, las manchas de su cara hacían parecer que llevara puesto un par de anteojos, oso de anteojos, así que lo llamaría “Señor Caballo”.

La noche apenas comenzaba y transcurría lentamente, una fina y delicada lluvia comenzó a caer mientras yo permanecía sentado a la orilla de la playa, al menos hasta donde lograba mantenerme quieto, pues el oso no dejaba de halarme por la camisa para sacarme del agua, y aunque caminaba hasta la orilla el animal volvía a acercarse para sacarme, la situación era realmente desesperante, una y otra vez lo mismo, finalmente dirigí mi atención mi peludo compañero - Deja de sacarme del agua, ya no me ahogaré, lo prometo - Le dije mientras le acariciaba la cabeza, para ser un oso feroz; resultaba extrañamente amigable, e incluso, me resultaba un animal bastante inteligente, tal vez podría enseñarle un par de trucos.

Ya sabía de antemano que el Señor Caballo era buen nadador, ya que anteriormente había conseguido sacarme del agua para evitar que me ahogara, lo cual era una habilidad bastante destacable, sin embargo, como todo buen caballo, debería ser capaz de correr a una velocidad al menos decente, subí al lomo del Señor Caballo y lo insté a correr - Vamos Señor Caballo - Le dije emocionado pero nada pasó - Adelante, adelante - Intenté algo nuevo pero apenas conseguí que caminara, era realmente desesperante ¿cómo podría hacerlo correr?

Entonces vino a mi mente una gran idea, me bajé del oso y caminé frente a él por la orilla de la playa, tras lo cual camino tras de mí, luego aceleré el paso y él hizo lo mismo, más adelante comencé a trotar, logrando que acelerara su ritmo para poder seguirme, y finalmente comencé a correr haciendo que el oso corriera a una buena velocidad, entonces lo esperé y tras un salto preciso caí sobre él y avanzamos hasta que se cansó de correr, pero entonces siguió caminando y se veía bastante feliz, tal vez solo necesitaba jugar un poco, a fin de cuentas era un oso bastante joven, llevé mis manos a su cabeza y le revolví su espeso pelo de manera alegre.

Sin embargo, mi cabalgata sobre el oso se vio interrumpida por una hermosa canción, el animal y yo nos detuvimos completamente hipnotizados por aquella preciosa voz ¿Qué podría ser? El oso caminó llevándome sobre él hasta donde se podía ver una silueta a lo lejos ¿Sería acaso...? Parecía ser, pero intentaría primero acercarme más, aunque muy despacio para no asustarla...

Señor Caballo:

Aliena Lun Jun 29 2015, 22:14

—My heart , My heart , My heart ,
My heart , My heart , My heart ,
My heart is of frailty, my pale skin is hued damask.
When thou thy tears hast hidden, "Come back!", thou sayest -
There I soon am to be - but how am I to run when my bones, my heart!
Thou hast me bereft! -
But run thou sayest; I run , I run ,I run ,
I run ,I run ,I run ,
I run ,I run ,I run ,
I run ,I run ,I run ,
I r...u…— No pudo proseguir su canto porque las lágrimas que venía conteniendo hacía algunos minutos le atiborraron los ojos hasta que finalmente escaparon.

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Al menos está lloviendo… no se notará tanto Se consoló a sí misma en la preocupación de que alguien pudiese notar sus nostálgicas emociones. Vio hacia la oscurecida noche. Parecía ser aquella visión el reflejo exterior de cómo lucía su alma en aquellos momentos. Se sintió tan estúpida como ingenua. Para qué continuar llorando por un malagradecido. Si mis lágrimas tuviesen sentido útil, en estos momentos no estaría como una incauta torturada por su auto conmiseración sino comportándome como las mesalinas que tanto él suele odiar. Ahora mismo se andará revolcando con la fulana. ¡Qué asco me producen los seres humanos! Pero, pero, no… No me puedo llenar de odio por culpa de un enfermo mental, no, no. Ni siquiera supo ser lo suficientemente bueno como para que yo me vuelva como él ¡No! ¡Eso nunca! ¡Dejaría de llamarme Aliena Kuehnemund y ser una sirena! A fin de cuentas, sí… todo este dolor es necesario. Sin embargo, ha sido suficiente. Ha pasado casi más de un año desde que todo este infierno llegó. Sé que llegará la hora en que todo deberá cambiar… Después de todo, me resta tanto de vida… Pudo razonar un poco hasta que los demonios volvían a chuzar sobre su pecho. La congoja parecía manifestarse como un punzón de infarto. Tenía la suficiente fuerza como para debilitar cualquier pensamiento confortante.

Estuvo a punto de explotar en llanto cuando… ¿Qué tenemos aquí? Es Bio. El vampiro que conocimos en el caótico suceso de la Basilik. Aliena no pudo reconocer su silueta a lo lejos debido a que la lluvia molestaba en sus párpados. Además, le atemorizó la bestia en la cual venía montado. Juntos parecía un monstruo gigantesco.
Fue tal la sorpresa que como acto reflejo, saltó sin pensar al agua. Hundió hasta el principio de sus mejillas, dejando solamente los ojos, su frente y sus orejas escamosas por fuera, atenta a lo que fuera aquel ser.

**Bio** Miér Jul 01 2015, 05:58

Acercarme tan despacio fue en vano, pues la criatura se lanzó al agua escondiéndose completamente, y aunque había resultado gracioso el repentino chapuzón, también es cierto que me había quedado con la curiosidad de saber si realmente era ella, bajé del oso de un salto y me acerqué a donde se encontraba, y el oso caminó detrás de mí - Detente... Y espera - Le dije al oso al voltear a mirarlo esperando que me obedeciera y lo hizo, al menos por un rato, pues cuando seguí mi camino el oso continuó avanzando tal como si mis palabras hubiesen sido lanzadas al viento, al comenzar a meterme al agua pude ver difusamente la mitad de una cabeza tímidamente asomada, - ¡¡Hey...!! - Grité para llamar su atención pero mis palabras fueron interrumpidas por el oso que nuevamente halaba mi camisa para llevarme a la orilla arrastrado - Ya suéltame, que no me estoy ahogando - Le dije al oso en tono severo causando que bajara la cabeza un poco acongojado y haciendo adorables sonidos de tristeza - Está bien, está bien, gracias por salvarme, eres un gran rescatista, ahora déjame acercarme a ver quién nos observa - Tras mis palabras el oso saltó súper enérgico y se puso delante de mí observando en todas direcciones en busca de algún peligro - Tranquilo, no nos observan de forma peligrosa, incluso creo que nosotros somos más peligrosos que quien nos vigila - El oso bajó un poco la guardia y se sentó a la orilla de la playa mientras yo me acercaba cuidadosamente intentando no asustar a quien estaba ahí.

Las olas hacían subir y bajar el nivel del mar, por lo que a veces lograba ver al menos la forma de su cabeza, pero con la luna tras ella no lograba identificar su rostro, sin embargo yo si estaba de frente a la luz de la luna, por lo que yo sí podía ser reconocido - Hola - Dije en tono tranquilo mientras continuaba acercándome - No te haré daño - Agregué para tratar de que no sintiera miedo alguno, aunque igual el oso podría resultar bastante intimidante - Solo soy un viajero perdido que va montado en un oso - Dije intentando romper el hielo con un comentario que justo al decirlo ya perdía la gracia, pero que había sonado divertido en mi cabeza.

Aliena Miér Jul 01 2015, 08:33

¡Por todos los mares! ¿Qué clase de criatura es esta? ¡¡¡Puede separar sus partes!!! Aliena sintió un corrientazo en toda la médula espinal. Sus branquias empezaron a intercambiar oxígeno más rápido con el agua, como siempre lo hacían cuando había un estímulo similar. Se le erizó la piel de mamífera: tenía miedo, mas, estaba alerta. No podía escuchar muy bien la conversación que una parte del monstruo tenía con la otra pero le pareció sin duda, singular. Enarcó una ceja sin quitar la vista de la escena. Al parecer una de estas no quería dejarse desprender. Había visto eso en muchas anémonas, seres de poca evolución… ¡Jamás en uno multicelular!

Quién sabe qué otra aberración hicieron los humanos al llegar aquí Renegó contra tiempos pasados. Se preparó para atacar cuando vio a la bestia más cerca.
Ahora la parte más ancha se aproximaba. Estuvo a punto de sacar una garra y defenderse. No fue necesario. Todo se calmó. La sirena se dio cuenta que era su amigo Bio. Tocó el anillo colgado a su cuello como reflejo. Con cada paso que él daba podía confirmarlo más. No obstante, tuvo un mal presentimiento de la nada. ¿Qué tal que sea muy muy parecido a Bio. ¡Qué tal que pase una vergüenza! No, no… Esperemos a que primero hable . Su voz era idéntica. Casi que igual. Estaba pensando tomar el riesgo de arrojarle agua y saludarlo para preguntarle qué significaba aquella denominación ‘oso’ que puso a su compañero, cuando vislumbró con la luz de la luna a este último nadar en sus aguas. Lo contempló fijamente, estudiándolo. Súbitamente, no supo en qué momento, se descuidó y esa criatura mordió su aleta derecha.

—¡AHHHHHH! — Pegó un gritó aturdidor del dolor. Sacó el brazo correspondiente, acercó su garra al infractor. Por suerte, no recordó que llevaba el guante puesto. No logró hacerle mayor daño.

OFF: El Señor Caballo y su correspondiente uso fue autorizado por el usuario Bio.

**Bio** Jue Jul 02 2015, 04:39

Las delicadas y modestas olas transitaban entre la criatura y yo - No te haré daño - Dije mientras levantaba las manos mostrando que estaba desarmado - Espero que tampoco quieras lastimarme tú - Dije tratando de convencerla de que no era una amenaza para su seguridad - Solo estoy perdido - Continué diciendo. Las pequeñas olas poco a poco comenzaban a levantar mi cuerpo a medida que me adentraba para tratar de acercarme, ya el agua me llegaba casi a la cintura cuando una osada ola me movió con más fuerza al tiempo que mi pie resbaló en un pequeño agujero y acabé cayendo al suelo, el oso sin pensarlo saltó hacia mí pero logré levantarme a tiempo para detenerlo antes que intentara sacarme de nuevo - ¡Estoy bien, estoy bien, cálmate! - Le dije mientras trataba de detenerlo con las manos, finalmente acabó por entender que por ahora no necesitaba ser salvado, así que comenzó a alejarse, pero un extraño gesto que hacía debió haber llamado mi atención, al parecer estaba oliendo algo, con lo que le gusta el pescado, seguro era eso, al menos podría deshacerme de él por un rato.

Continué acercándome a la criatura cuando de pronto el Señor Caballo se sumergió bajo el agua desapareciendo por unos instantes hasta que finalmente salió del agua sosteniendo en su boca lo que parecía se la aleta de un pez grande y flaco, me miraba con cara de triunfo, como si esperara una felicitación, pero el extraño momento fue interrumpido por un grito que casi me desgarra el cerebro, el extraño pez en la boca del oso comenzó a chapotear agua hasta que un brazo salió del agua impactando al oso que abrió la boca dejando ir a su presa y se alejó entre nadando y corriendo según las olas le permitían, hasta esconderse detrás de mí - ¡Rayos! ¡Ve a la orilla! - Le dije al oso mientras lo empujaba intentando moverlo, aunque sin éxito alguno; finalmente mis palabras pudieron más que mis brazos y el animal acabó saliendo por su cuenta hasta la orilla.

Me acerqué a donde estaba la criatura intentando encontrarla - Disculpa a mi amigo, es que tiene hambre - Me encontraba completamente apenado, seguro tendría que dar alguna retribución por mi irresponsabilidad y no poder controlar al oso.

Aliena Vie Jul 03 2015, 04:48

Temblaba de rabia y ganas de llorar ante el malestar que aún tenía sobre su aleta herida. Tuvo deseos inmensos de perseguir a la criatura y darle su merecido. Sin embargo, se escondió detrás del presunto Bio. ¡Al menos corretearlo! ¡Debe aprender que no debes morder a una sirena! ¡Menos intentar comértela! ¡No soy comida! Le enfadaba que la vieran de ese modo. Le enfada muchísimo. Había tenido muchos incidentes con marineros y pescadores quienes con frecuencia la confundían con un pez enorme y la intentaban capturar dentro de sus horribles redes. Con cierta perspicacia y suerte lograba escapar.
Un rayo de calma rompió la irritación cuando finalmente el tal oso se alejaba. El mordisco del animal le había dolido considerablemente. No obstante, recordó que las terminaciones nerviosas de sus aletas no eran tan sensibles como en otras partes del cuerpo. Hubiese sido peor. Además, supo que las disculpas de Bio eran sinceras, por lo que pudo calmar su instinto de ira.

—¡Y SEGURAMENTE TU TAMBIÉN, QUERIDO BIO! — Gritó efusivamente, lanzándole agua por el rostro al pelinegro. Nadó muy cerca a sus piernas, sin dejar espacio buscando tumbarlo al agua. Luego, se dirigió hasta la orilla para ser reconocida. Buscó un lugar medio lejano al Señor Caballo. No dejó de mirarlo con una mezcla de perturbación y algo de resentimiento.

—Y bien, ¿Qué coméis vosotros? Quizá esta S-I-R-E-N-A —Reiteró para indicarle al oso lo que realmente era ella —Pueda ayudaros— Puso las manos tras su espalda, apoyándose y esperando respuesta.

**Bio** Vie Jul 03 2015, 05:57

Esa inconfundible voz me daba una pista de quién era, no podía ser nadie más, a menos que todas las sirenas tuvieran la misma voz, cosa que era bastante improbable, cuando finalmente se dejó ver, no pude hacerlo por mucho tiempo, pues me lanzó agua a la cara tomándome por sorpresa, para cuando logré limpiarme la cara la sentí pasar cerca de mis piernas haciéndome perder el equilibrio y caer de nuevo sentado bajo el agua, y en consecuencia, los colmillos de Señor Caballo terminaron de nuevo clavados en mi camisa mientras me arrastraba hacia afuera del agua, quedando de nuevo escondido detrás de mí mientras observaba a la sirena que ya había llegado a la orilla de la playa, aunque discretamente alejada del oso.

Sonreí ante su pregunta, decirle la verdad de mi alimentación la asustaría seguramente, así que por ahora mentiría un poco - Mi amigo, Señor Caballo, come pescado, por eso confundió tu aleta - Dije mientras bajaba la cabeza un poco apenado aún por la mordida - Y yo, pues, yo como... - Pensé unos instantes qué decir hasta que finalmente pude inventar algo - Yo como pelusa de ombligo de oso - Sonreí al decir eso, aunque imaginarlo me había resultado bastante asqueroso.

Dejando al oso atrás me acerqué a donde se encontraba y me senté junto a ella - ¿Qué andas haciendo tan... - Hice una pausa al ver que el oso se acercaba discretamente - Lejos de tu... - Continué hablando sin perder de vista al oso que se seguía acercando disimuladamente como si no quisiera que nos diéramos cuenta - Reino? - Dije finalmente mientras comenzaba a ponerme nervioso que el oso se acercara tanto, pero finalmente el animal solo inclinó su cabeza hasta acercar la boca a la aleta herida de Aliena y comenzó a lamerla con ternura como intentando calmarle el dolor - ¡Déjala, oso! - Le dije mientras le señalaba con la mano que volviera a donde estaba antes - Que agradable sorpresa verte, no esperaba encontrarte por acá - Le dije con una amable sonrisa - Y no intentes conseguirme pelusa de ombligo, ya he comido hace rato - Le dije para evitar que mi mentira me costara pasar un trago amargo por querer pasarme de gracioso.

Aliena Dom Jul 05 2015, 09:05

Rio con algo de ganas cuando vio a la gran criatura llevando a Bio hasta la orilla. La escena le pareció simplemente hilarante. —Tampoco es como si os hubieras caído a la profundidad abismal— se burló.
Así que le gusta el pescado… Hmmm… No pudo evitar sentir molestia. No le gustaba que los seres provenientes de otras tierras tomaran como comida a los miembros del gran ecosistema que era el mar. Además, tenía el resentimiento de la mordida.
Por otro lado, enarcó una ceja ante lo extraño de su respuesta. ¿Pelusa de ombligo de oso? Hubiese sentido ganas de regurgitar pero no sabía con exactitud qué era una pelusa ni un oso. Aprovechó la oportunidad para preguntar; carraspeó.

—No sé cómo hacéis para comer eso. Sobre todo porque desconozco qué es una pelusa o un oso— anotó con cierto aire de inocencia. Ignoró la palabra ‘caballo’ pues le parecía muy similar a ‘cabello’ y podría ser un nombre. Quién sabe . Advirtió al hombre aproximarse. Tanto centró su atención sobre él que ni siquiera el tartamudeo logró avisarle cuando el Señor Caballo se le avecinaba.

—¿Reino?— Sonrío con algo de ironía. —Soy una sirena fugitiva. Hace mucho que no regreso. Entre varias prohibiciones allí establecidas, está la de tener contacto alguno con tierra. Yo he hecho mucho… muchísimo más que ello. Aborrecen tierra firme. A veces extraño a mi familia, pero Serafín, mi hermano delfín me ayuda con llevarles diversas muestras de que aún sigo viva. Sé que algún día iré de nuevo. Por ahora, no quiero que nada tenga mi descubrimiento de este mundo sin agua—

Lo imprevisto de la acción del oso fue tal que Aliena sorprendida dio un gritico agudo; pudo calmar este al notar la muestra de arrepentimiento del animal. Se enterneció por completo. No pudo evitar querer acariciarle la cabeza. Esperaba que no fuera una estrategia para hacerle bajar la guardia y luego comerla. Su dueño le indicó que se alejara.
—No, dejadlo, dejadlo. Mira qué tierno. No os preocupéis, Cabello. Volverá a estar bien pronto— Erró al pronunciar el nombre, mas, no lo notó. Correspondió a las amables de Bio con una sonrisa.
—Bueno, pues… Si tiene hambre, puede cazar unos cuantos peces. Solo, por favor, que lo haga rápido, sin dolor y a una distancia prudente. Puedo escuchar los pensamientos de muchos de ellos—

Vamos, Aliena, relájate. Es solo un animal cuyos hábitos alimenticios fueron elaborados para ser así. Es parte de la naturaleza. Tranquila, tranquila, no es un humano que sí podría cambiar sus hábitos al ser omnívoro. Tranquilízate. Se consolaba internamente, sabiendo que a veces exageraba un poco con su territorialidad.

**Bio** Lun Jul 06 2015, 07:25

Me resultaba agradable saber que la sirena no me guardaba rencor por el detalle de las escamas, incluso le había alegrado verme de nuevo, eso al menos ya era una buena señal - Hey, no menosprecies mi arriesgada caída - Dije sin poder evitar dejar salir una leve risa que poco a poco se iría haciendo más fuerte hasta que logré controlarla, pero el hecho de que no supiera lo que era la pelusa me pareció más gracioso por lo que acabé riendo otro rato - Un oso es eso que ves ahí - Dije mientras señalaba al Señor Caballo - Y la pelusa pues, te diré luego mejor - Agregué evitando dar muchos detalles sobre la pelusa.

El gesto del oso me había dejado bastante impresionado, era un animal bastante inteligente para algunas cosas, pero no para saber cuándo me estaba ahogando y cuándo no - Tranquila - Le dije en tono amable - No necesita comer por ahora, ya podrá comer luego, además el pescado no es su única dieta, puede comer otras cosas - Esperara que el Señor Caballo supiera comportarse y no saltara a la playa a comerse todos los peces, por ahora había conseguido parecerle agradable a la sirena.

Observé detalladamente a la chica - Entiendo que no les guste el contacto con la superficie, hay personas horribles acá afuera, sobre todos los humanos, les da por cazar a todo el que es diferente a ellos, es realmente tétrico - Cerré los ojos y me dejé caer de bruces sobre la arena - A veces hasta yo odio relacionarme con las personas de la superficie, si todos los seres de tu reino acuático son como tú, entonces ese es un lugar más agradable - Dije mientras le regalaba una amable sonrisa al tiempo que buscaba en ella algún rastro del anillo que le había dejado la última vez - ¿Aún tienes el anillo? - Le pregunté con algo de curiosidad, esperaba saber qué tan valioso había sido para ella

Aliena Mar Jul 07 2015, 09:38

Compartió la carcajada de Bio hasta formar un unísono. No obstante, este se detuvo lentamente una vez el hombre señaló a Aliena lo que era un oso. Ella inició su proceso de aprendizaje. Palpó el pelaje del animal, lo detalló minuciosamente: sus rasgos, lo poco que veía de su color, su olor, la forma de sus garras, su comportamiento,… el cual sin duda la había llenado de una ternura adicional puesto que se sentó a su lado, recostando la cabeza sobre el torso, así la sirena pudo propinarle caricias en una zona más amplia. Estaba distraída en aquellas acciones que no prestó mucha atención a la no-respuesta de Bio respecto a la pelusa.

Un segundo.

Aliena no puede contener su curiosidad, no importa qué tan en las nubes se encuentre. Dejaría de ser ella misma. Por tanto, giró rápidamente hacia el precursor de su duda y le interrogó con los ojos entrecerrados. —Noooo, decidme, decidme. No juguéis con la curiosidad de una sirena nunca—

La conciencia logró calmarse cuando escuchó que la dieta del oso no era necesariamente pescado. Fue como quitarse un peso mediano de encima. —Está bien. Queda claro que ninguno de vosotros quiere comer. Pero si eso cambia, avisadme— Pronunció, aun dudando del deseo real del oso. También percibió interés en preguntar qué podría ser aquello que la criatura comía —Hum, ¿Cuál es su alimentación? —

Prestó oído atento a las palabras del pelinegro.

Entiendo que no les guste el contacto con la superficie, hay personas horribles acá afuera, sobre todos los humanos, les da por cazar a todo el que es diferente a ellos, es realmente tétrico

—Ni que os lo digáis. No solo cazar, sino herir, pisotear… Como si todo hubiese sido para ellos nada más — Exclamó con las úlceras de su alma todavía abiertas, observando al horizonte. La luna brillaba tenuemente en su cuarto menguante, y al parecer, una gran nube negra la oscurecería mientras soltaba su lluvia sin piedad pues hasta ahora pequeños nubarrones no más humedecían la arena. Esta parecía estar más furiosa.

A veces hasta yo odio relacionarme con las personas de la superficie, si todos los seres de tu reino acuático son como tú, entonces ese es un lugar más agradable

—Gracias. Pero ojalá fuera así… Nuestra parte humana nos hace aún muy desperfectos. A veces demasiado…— Esbozó una sonrisa ante el halago que pronto desapareció ante un suspiro. De repente y ante el cuestionamiento acerca del anillo, recordó que, claro, aún lo llevaba colgado. No se lo había quitado desde la entrega. Allí también podía observarse el regalo de antaño de Sarez. Se hizo hacia atrás el cabello y dejó su cuello a la vista con los dos obsequios y su usual gargantilla.

OFF: A partir de este post, cualquier uso del Señor Caballo fue previamente autorizado por el usuario Bio.

**Bio** Miér Jul 08 2015, 03:52

Era agradable ver reír a la sirena, no parecía ser alguien que pudiera reír todos los días, incluso a veces su rostro parecía bastante triste, así que verla sonreír me resultaba bastante placentero, parecía divertirse matando su curiosidad conociendo los detalles del oso, sin embargo, ya luego volvió a preguntar de manera más insistente acerca de la pelusa de ombligo de oso, tendría que inventar algo para distraerla antes que acabara probando la pelusa del oso - Jamás jugaría con tu curiosidad - Dije mientras pensaba en algún invento para evadir de nuevo su pregunta.

Su cara de incertidumbre al preguntar por la alimentación del oso era todo un poema - Pues... - Contesté pensativo - Come... - Hice una pausa antes de responder - ¡¡Sirenas!! - Dije con una sonrisa - Las engaña aparentando ser tierno y luego cuando están descuidadas se las come de un solo bocado - Terminé riendo de nuevo, hacía mucho que no reía tanto y de forma tan despreocupada, aunque luego acabé por desmentir para no asustarla más de la cuenta - Es un animal de gustos simples, puede comer carne o frutas, nueces, plantas, hojas, en fin; come lo que tenga cerca, pero mientras le agrades no te comerá - Dije mientras le ofrecía una amable sonrisa.

La lluvia se dejaba caer sobre nosotros de manera cada vez más fuerte, incluso, parecía que me mojaba más acá que metido en el agua, y además, el frío de la noche era realmente espeluznante, al cabo de un rato sin darme cuenta ya había comenzado a temblar de frío - Oh, genial, aún lo llevas - Dije al ver el anillo en su cuello junto a otros objetos por los que preferí no preguntar - Ojalá pudiera conocer un poco del mundo en el que vives - Dije finalmente con algo de timidez, pero no podía evitar sentir curiosidad por lo que se podría hallar bajo el agua, aunque difícilmente podría estar mucho tiempo debido a que me quedaría sin oxígeno...

Aliena Jue Jul 09 2015, 09:04

Realmente logró asustarla cuando mencionó el tipo de alimentación que el oso tenía, el peor susto se lo llevó al informar que la ternura del animal era solo una estrategia para hacer su cacería mucho más simple. Dejó de acuchuchar a Señor Caballo lentamente, con una cara petrificada. ¿Por qué se está riendo? ¿Es que acaso también me va a comer? Por un momento hasta llegó a invadirse por una desconfianza pendenciera.
Después vino a entender su explicación y la razón de su carcajada. No era una sádica, sino como señal de que no debería tomarlo demasiado en serio. Pudo volver a bajar la guardia.

—¡Oh! ¡Me habéis asustado, bribón! — Advirtió entre risas al tiempo que le daba un suave empujón a Bio.
Su piel y cabello eran de rápido secar así que Aliena volvió a sentirse húmeda por la lluvia. Sin embargo, esa humedad era fría; no le gustaba mucho excepto porque a veces jugaba con las gotas de agua livianas a las cosquillas faciales. Curiosamente, el frío no causaba ningún efecto nocivo sobre sus sistemas internos moldeados para resistir aguas de cualquier temperatura. El único riesgo de hipotermia era fuera del agua. Pocas, casi ausentes, veces la sirena ha estado al borde del congelamiento.
A diferencia de su acompañante pues, era o parecía ser similar a un humano. Estaba temblando. Empero, la marina no conocía muy bien el funcionamiento de su cuerpo, le cautivaban los movimientos inesperados del hombre, además de que el oso no los tenía; más bien, disfrutaba lamiéndole la garra vestida de guante, como si nada. ¿Por qué solo Bio se mueve tan graciosamente? Recordó que solo había visto algo así en algunas ocasiones donde mamíferos marinos convulsionaban. Se asustó. ¡Nooo! ¡Se está muriendoooo!
—Amigo, ¿Estáis bien? ¿No estás convulsionando? ¿Qué os ocurre? —

Por último, atendió a las palabras de Bio. ¿Ir a mi casa? Hm… Ya he violado muchas reglas ¿Una más estaría mal? ¿Podré confiar en este ‘humano’? ¿Hay algo que no sabré de él? Si llegase a mostrarle algo, a la parte donde iríamos, seguramente no podría regresar sin algún alga que le permitiese respirar bajo el agua. Mi temor es que esas molestosas inventa-cosas humanas puedan luego descubrir los secretos de las aguas… No podría permitir eso, sería como ir en contra de mis ideales más profundos Caviló en silencio, esperando la respuesta a su interrogación respecto a los temblores corporales. Una vez el tema estuviera terminado, podría pasar a dar un veredicto.

**Bio** Vie Jul 10 2015, 04:01

Su reacción me había resultado sumamente graciosa - Tranquila, no vamos a comerte - Dije con una sonrisa - Mientras yo esté cerca, no dejaría que nadie te haga daño - Concluí en tono amigable mientras me cruzaba de brazos; la noche, la lluvia, el frío, todo se había conjugado para matarme de frío; intentaba ocultarlo, fingir que estaba bien para parecer más rudo pero finalmente mi cuerpo parecía estar al límite de la resistencia, al igual que en mi paseo por la Llanura Nevada donde casi moría congelado.

Finalmente me encogí de hombros y solté mi cuerpo para que pudiera temblar de frío con toda libertad, aunque eso al parecer había preocupado a la pobre sirena - Amigo, ¿Estáis bien? ¿No estás convulsionando? ¿Qué os ocurre? - Me preguntó con rostro de preocupación, lo cual me pareció un lindo gesto, aunque tampoco era que me iba a morir de congelamiento - Estoy bien - Le dije para calmarla - Es una reacción normal en los cuerpos de quienes habitan la superficie - Expliqué lo que sucedía exactamente para enseñarle algo más acerca de nosotros y para tranquilizarla - Nuestros cuerpos deben mantener una temperatura media, si ésta baja demasiado, el cuerpo tiene una reacción automática que consiste en contraer los músculos y liberarlos de manera rápida e involuntaria con el fin de generar algo de calor - Hice una pequeña pausa - Aunque como verás - Me crucé de brazos con más frío - No es muy efectivo porque me sigo congelando - Sonreí tratando de disimular la molestia que me causaba la baja temperatura.

Tras observarla unos instantes pregunté con algo de curiosidad - ¿Sientes curiosidad de la superficie? - La miré a los ojos esperando una respuesta que de hecho, era evidente - Si un día lo deseas, te puedo dar un paseo, el señor oso estaría encantado en llevarte sobre él - Sonreí animado mientras el animal nos observaba con cara de interrogación como si entendiera claramente que nos referíamos a él.

Aliena Sáb Jul 11 2015, 01:27

Mientras yo esté cerca, no dejaría que nadie te haga daño Oyó proclamar a Bio. Sin duda aquellas palabras produjeron un derretimiento en el corazón de Aliena. Sonaba bastante fiel, ahora experimentaba con satisfacción esa sensación de saberlo su amigo aunque no diría nada aún. Prefería que el tiempo sentara la naturaleza de las bases de su fraternidad. Los ojos claros de la sirena iluminaron la noche convirtiéndose en un reflejo exacto de la terneza que allí, en su interior, había sido despertada. Acompañó el espectáculo con una sonrisa ladina muy sincera.

Ahora bien, cuando él comenzó a explicarle respecto a la reacción de los seres de la superficie frente a los cambios de temperatura, se asombró. Pudo relajarse también, al menos no estaba muriendo. Abrió los ojos como platos ante el conocimiento que estaba adquiriendo. Incluso llegó a afirmar con la cabeza, como si con cada asentimiento estuviera profundizando la información. Y de hecho, esa era su forma de expresar que entendía a la perfección; pero, sobre todo, que le interesaba el tema. Aunque como verás. No es muy efectivo porque me sigo congelando Aquellas palabras le resultaron particularmente jocosa pues su amigo temblaba para hallar su ‘temperatura media’ y aún tenía su prende superior desapuntada.
—Podrías comenzar por apuntar vuestra… ¿Camisa? Prenda superior… No sé cómo os la llaméis — Destacó, enarcando una ceja para hacerle caer en la cuenta de su pequeño error. Agarró un pedazo de la tela para dar más énfasis a su mensaje.

Así que había respondido ya el interrogante. Pues bien, era hora de que ella respondiera el suyo sobre un posible viaje a su hogar. Ya no tenía tanto temor ni desconfianza cortesía de las conmovedoras palabras de Bio. Se impresionó ante el ofrecimiento.
—Por supuesto que deseo conocer la superficie. Para eso estoy aquí. Y vuestra propuesta, no parece una mala idea… Solamente debo recalcar el hecho de que si paso demasiado tiempo sin contacto de algún líquido sobre mis partes de pez, moriré disecada. ¿No sería muy tedioso para vosotros mantenerme hidratada cada media hora? Por demás, me encantaría viajar sobre esta K'norfka— Formuló mientras dejaba un besito sobre la nariz húmeda del Señor Caballo —O incluso, a veces, solo a veces… Me gustaría saber qué se siente tener un par de piernas— Declaró, volteando a ver las piernas de Bio sin disimulo.

—Y bueno, vos queréis visitar mi mundo. No os puedo llevar exactamente a una ciudad de sirenas y tritones. Con suerte y solo nos capturarían… Empero, puedo mostraros cómo hubiésemos terminado en un accidente como el de la Basilik. ¿Os acordáis? — Propuso finalmente. —El único problema sería qué podríais tomar o comer para respirar bajo el agua sin que vuestro organismo sea dañado…—

**Bio** Sáb Jul 11 2015, 17:18

La pequeña y adorable sirena escuchaba mi explicación con mucha atención, realmente le interesaba aprender acerca de los seres de la superficie, lo cual me parecía encantador, aunque finalmente me hizo una observación bastante obvia, si me abotonaba la camisa tal vez tendría menos frío, comencé a reír ante su lógico argumento - Claro, cerrar la camisa - Dije mientras estrellaba la palma de mi mano contra mi frente - Que tonto he sido - Sin embargo, la camisa en realidad ya no tenía botones, se habían ido cayendo en diferentes batallas y ahora solo quedaban los pequeños agujeros, sin embargo, intenté cerrarla con mis manos para tratar de que no se abriera de nuevo y gracias a la lluvia que había empapado la tela, esta de adhirió bien a mi cuerpo manteniéndose cerrada, sin embargo, la tela estaba mojada y fría, por lo que no sabía si me congelaba más con ella o sin ella.

Su problema con andar en la superficie me parecía triste, había que ser muy cuidadoso al intentar sacarla o la acabaría matando, ya luego pensaría en algún plan para ello; observé con detenimiento sus casi piernas, eran bastante extrañas, y aunque inútiles en la tierra, la convertía en una criatura muy rápida y hábil bajo el agua - Tienes lindas aletas en vez de piernas - Dije con una amable sonrisa - Yo por mi parte, quisiera tener alas, y volar, pero, bajo el agua te mueves a donde desees, como si pudieras volar, a mí me gustaría experimentar eso - Expresé con algo de timidez mi deseo de volar que hasta ahora no le había comentado a nadie más.

Aliena me formuló una nueva propuesta que parecía bastante curiosa - Claro que lo recuerdo, no podría olvidar a esa cosa - Dije mientras arrugaba la cara con desagrado al recordar esos momentos de tensión - Iré a donde me quieras llevar - Expresé mientras esperaba saber más, aunque nos quedaba un problema por resolver, pero seguramente encontraríamos la manera, o en el peor de los casos, tendría que aguantar la respiración el tiempo que pudiera, aunque en ese casi mi visita a sus dominios sería corta y rápida.

Aliena Lun Jul 13 2015, 05:42

Se alegró de que cumpliera con la sugerencia que le había hecho. La luz no era muy buena, así que no pudo notar la razón por la cual Bio no apuntaba nunca su camisa. Sin embargo, le causó algo de gracia la forma como se veía cerrada y empapada. Cuando lo conoció pensó que la llevaba desapuntada simplemente por darse su propio estilo o comodidad. Por el momento concluyó que simplemente la llevaba así todo el tiempo por despiste. Su narradora por otra parte, también logró entender el porqué del exhibicionismo del personaje. Qué mal costurero tienes, vampirito.

Tienes lindas aletas en vez de piernas
Aliena intentó no sonrojarse ante el halago pero fue inevitable. Esa noche parecía ser la noche de los halagos. Guardaba la modestia al tratarse de hacer amigos —Gracias— manifestó. Además, debía reconocer el hecho de que alguien a quien comenzaba a tomarle aprecio, resaltara sus virtudes.

—Sí, sí. ¡Volar sería increíble! Aunque el espacio aéreo es mucho más limitado que el marino… Además, aquí nadie puede verte. Puedes ocultarte de los humanos molestosos porque no duran mucho bajo el agua— Presumió de su hogar con orgullo —Meh… Luego veremos cómo podremos volar juntos. Por ahora, venid— Exclamó mientras lo halaba de la mano y se deslizaba con emoción sobre la arena para volver al mar.

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