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MERCADO de Aerandir
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Re: MERCADO de Aerandir
Anders Sáb Oct 31 2020, 22:36
Off. Voy a advertir de una vez que no recuerdo hasta donde se estiraba lo del multipost en mercado, voy a lanzar 4 seguidos. Si era máximo 2 o algo, me avisas por mp y borro, Fehu.
Lucía mucho peor por dentro que por fuera.
Corrí los ojos por el lugar. El escritorio; la mesa de trabajo; un par de sillas; herramientas… todo medio quemado. Había casi tanta ceniza como madera en el taller.
—No es que no hayan sido violentos antes, pero esto… —me bajé la capucha. Tenía que moverme así o eran problemas como estos.
—Bueno… —titubeó antes de continuar. No era propio de él, así que lo estaba viendo ya sin darme cuenta—. No creí que fuese a pasar, mencioné que aquí trabajaba un héroe y-
Fue apenas un latido y un golpe seco. Un latido, y tenía mi pierna sobre su estómago. Rodilla y mano sobre sus brazos. El filo plateado de mi arma junto a su cuello. Noté mi respiración agitada y retiré el hacha, murmurando.
—…Estás moviéndote más rápido —dijo con una voz quejosa, incorporándose.
—Reaccionando menos lento —corregí—. Estoy algo borde cada vez que entro a un lugar, ya sabes cómo son las cosas en las ciudades para mí ahora… —deje la explicación colgando en el aire. Me le había quitado de encima, pero lo estaba viendo con el ceño fruncido.
Terminó de levantarse. No dijo nada.
—Vengo de matar a dos cazadores, Rick —gruñí—. Dijiste que no-
—Ya sé.
—-dirías nada —golpeé la armadura con el lado del hacha—. Esto me protege de que un corte alcance demasiado profundo. No de morir asfixiado o quemado o aplastado porque le prendan fuego a mi taller mientras estoy durmiendo. Si te preguntas, la basura de que el metal se dobla ante mi piel es mentira.
—¡Ya sé!
—¿¡Entonces por qué hablaste!?
Cuando el hombre retrocedió volví a notar cosas que estuve haciendo sin darme cuenta. Tenía unos días subsistiendo en solo agua, sin dormir bien. Tiré el hacha a un lado y baje la mano, tapándome el rostro.
—…Estuviste un mes y unos días fuera. Ya no estás tomando clientes por esto. Viene el invierno, conseguir comida es más difícil, todo está más caro. No estabas aquí, pensé que quizás atraer algo de atención ayudaría con las cuentas... no hay mucha gente yendo por ahí con los ojos de tu color, ¿sabes?
—De sobra…
—Empezó a llegar algo más de gente al taller. Ha entrado dinero. Dos semanas y todo perfecto... ¿cómo iba a sa-
—Te he dicho a lo que algunos han llegado. ¿Debo contarte de nuevo lo de la última semana?
—No-
—Dos cazadores, un maldito halcón entrenado. Uno tenía una cadena. Risible, con armadura, pero resultó ser un tensai de-
—Anders —interrumpió—, sí, dije que ya sé. Lo siento. ¿Crees qué si supiese qué iban a prenderle fuego a esto habría dicho algo?
—Eres una de las personas en las que usé el maldito polvo, de cinco bolsas. ¡Cinco! Para que me recordasen. Antes de saber que se podía hacer más. Prometiste no hablar porque te advertí que podía pasar esto o peor. Debería…
Exhalé en vez de terminar de hablar. Había hecho bien en deshacerme del hacha.
Fueron largos minutos en silencio antes de que uno de los dos volviese a decir algo y, más calmado y comido de lo que me trajo, decidí dejarlo ir. Reí, incluso, al recordar que mis encuentros con viejos compañeros parecían entrar en casi matarnos y luego hablar tranquilamente. ¿Valyria golpeándome el estómago por reflejo, como respuesta a un abrazo? ¿Asher y Elt secuestrándome?
Hasta mi primer encuentro con Naharu envolvió un hacha aterrizando peligrosamente cerca de mí cabeza. Con Uri fue en pleno ataque de vampiros; todavía tenía cicatrices de esa vez…
—Ven. Te enseñaré de runas mientras hago un encantamiento.
—¿Enseñarme de runas? Si tú no sabes nada.
—Sé más que tú. Vas a necesitarlo para cuando termine de quemar lo que queda, ven.
—Bue- ¿Qué?
Ignoré su pregunta y abrí unos tomos sobre lo que quedaba de la mesa. Al menos había salvado estos.
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Lucía mucho peor por dentro que por fuera.
Corrí los ojos por el lugar. El escritorio; la mesa de trabajo; un par de sillas; herramientas… todo medio quemado. Había casi tanta ceniza como madera en el taller.
—No es que no hayan sido violentos antes, pero esto… —me bajé la capucha. Tenía que moverme así o eran problemas como estos.
—Bueno… —titubeó antes de continuar. No era propio de él, así que lo estaba viendo ya sin darme cuenta—. No creí que fuese a pasar, mencioné que aquí trabajaba un héroe y-
Fue apenas un latido y un golpe seco. Un latido, y tenía mi pierna sobre su estómago. Rodilla y mano sobre sus brazos. El filo plateado de mi arma junto a su cuello. Noté mi respiración agitada y retiré el hacha, murmurando.
—…Estás moviéndote más rápido —dijo con una voz quejosa, incorporándose.
—Reaccionando menos lento —corregí—. Estoy algo borde cada vez que entro a un lugar, ya sabes cómo son las cosas en las ciudades para mí ahora… —deje la explicación colgando en el aire. Me le había quitado de encima, pero lo estaba viendo con el ceño fruncido.
Terminó de levantarse. No dijo nada.
—Vengo de matar a dos cazadores, Rick —gruñí—. Dijiste que no-
—Ya sé.
—-dirías nada —golpeé la armadura con el lado del hacha—. Esto me protege de que un corte alcance demasiado profundo. No de morir asfixiado o quemado o aplastado porque le prendan fuego a mi taller mientras estoy durmiendo. Si te preguntas, la basura de que el metal se dobla ante mi piel es mentira.
—¡Ya sé!
—¿¡Entonces por qué hablaste!?
Cuando el hombre retrocedió volví a notar cosas que estuve haciendo sin darme cuenta. Tenía unos días subsistiendo en solo agua, sin dormir bien. Tiré el hacha a un lado y baje la mano, tapándome el rostro.
—…Estuviste un mes y unos días fuera. Ya no estás tomando clientes por esto. Viene el invierno, conseguir comida es más difícil, todo está más caro. No estabas aquí, pensé que quizás atraer algo de atención ayudaría con las cuentas... no hay mucha gente yendo por ahí con los ojos de tu color, ¿sabes?
—De sobra…
—Empezó a llegar algo más de gente al taller. Ha entrado dinero. Dos semanas y todo perfecto... ¿cómo iba a sa-
—Te he dicho a lo que algunos han llegado. ¿Debo contarte de nuevo lo de la última semana?
—No-
—Dos cazadores, un maldito halcón entrenado. Uno tenía una cadena. Risible, con armadura, pero resultó ser un tensai de-
—Anders —interrumpió—, sí, dije que ya sé. Lo siento. ¿Crees qué si supiese qué iban a prenderle fuego a esto habría dicho algo?
—Eres una de las personas en las que usé el maldito polvo, de cinco bolsas. ¡Cinco! Para que me recordasen. Antes de saber que se podía hacer más. Prometiste no hablar porque te advertí que podía pasar esto o peor. Debería…
Exhalé en vez de terminar de hablar. Había hecho bien en deshacerme del hacha.
Fueron largos minutos en silencio antes de que uno de los dos volviese a decir algo y, más calmado y comido de lo que me trajo, decidí dejarlo ir. Reí, incluso, al recordar que mis encuentros con viejos compañeros parecían entrar en casi matarnos y luego hablar tranquilamente. ¿Valyria golpeándome el estómago por reflejo, como respuesta a un abrazo? ¿Asher y Elt secuestrándome?
Hasta mi primer encuentro con Naharu envolvió un hacha aterrizando peligrosamente cerca de mí cabeza. Con Uri fue en pleno ataque de vampiros; todavía tenía cicatrices de esa vez…
—Ven. Te enseñaré de runas mientras hago un encantamiento.
—¿Enseñarme de runas? Si tú no sabes nada.
—Sé más que tú. Vas a necesitarlo para cuando termine de quemar lo que queda, ven.
—Bue- ¿Qué?
Ignoré su pregunta y abrí unos tomos sobre lo que quedaba de la mesa. Al menos había salvado estos.
| RECETAS A APRENDER | AEROS | |
|---|---|---|
| Fuente de Luz | [Encantamiento] El objeto encantado emitirá luz o dejará de hacerlo según una orden verbal de su portador. Esta luz ilumina un radio de 30 metros. | 5 |
| Pudor | [Encantamiento]: Cuando el portador del objeto se transforme, todo su equipamiento lo hará consigo, desapareciendo hasta que vuelva a forma humana. No cuenta para el límite de encantamientos por personaje. | 5 |
| Runa de Localización | [Encantamiento]: El dueño del objeto encantado puede concentrarse durante 2 minutos para saber su ubicación. Mientras más distancia, menos precisa es la información. Si el dueño ya posee un objeto con este encantamiento al momento de encantar, el anterior se removerá. No cuenta para el límite de encantamientos. | 5 |
| Runa de Armonía Natural | [Encantamiento]: Los animales y criaturas salvajes evitarán atacar al portador, a excepción que éste tome una acción hostil en su contra. | 5 |
| Glifo de Fisura | [Pergamino, Limitado, 1 Uso]: Al poner este pergamino sobre una superficie sólida se comenzará a formar una grieta que se irá expandiendo de a poco hasta romper la estructura o alcanzar una extensión de 10 metros. | 5 |
| TOTAL | 25 | |
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Re: MERCADO de Aerandir
Anders Sáb Oct 31 2020, 22:44
—…esta runa significa “oscuridad”.
Terminé de dibujar el símbolo con una tiza sobre una tabla quemada. El negro achicharrado hacia un gran contraste al blanco. Bajo el primero, tracé rápidamente un segundo símbolo. Hablé mientras empezaba la tercero:
—Y estas “contacto” y-
—Por como tienes los dedos llenos de cicatrices con golpes que te has hecho trabajando madera, no pensé que fueses bueno para nada con las manos.
—¿Bueno? Soy increíble con las manos —dije sin verlo mientras terminaba la tercera—, he vendido más esculturas que muebles, y tengo buena memoria visu-
—Increíble con las manos.
Al voltear vi a Rick, pasándose lentamente las manos por el pecho y lo que tenía de panza, mientras me guiñaba el ojo. Le fruncí el ceño y apreté los labios inútilmente ante la carcajada que se me venía formando en el estómago. Ambos reímos, y lo empujé cuando iba a decir algo más, para que no interrumpiese.
—Concéntrate —le reprimí. Sonriendo.
—Sí, sí. ¿Qué acababas de decir? ¿Oscuridad? —asentí, señalando la runa apropiada—. ¿Cómo sombras?
—Sí. Creo.
—De lo que se… debería hacer sombras. O oscuridad. Cómo sea. Incluso si no fuese eso, no veo que nada esté pasando. ¿La hiciste mal?
—No. No pasa nada porque esta tiza es normal —dije, y me vio la cara como si fuese estúpido. Me costó unos segundos entender porqué—. Quiero decir, no es mágica. Las runas necesitan que las traces con materiales mágicos. Hay plantas… sensibles al éter. Frutos. Pigmentos.
—Sangre —ofreció.
—Sí, sangre también. ¿Cómo sa- no vas a empezar con tus vampiras.
—¡Pero sus colmillitos! Bestias de la noche. Quiero morir seco por culpa de una.
—Imagina si solo dibujar una runa bastara para que haga algo —continué, ignorándolo—. Cuantos niños o adultos aburridos no habrían perdido una pierna por, no sé, trazar una accidentalmente en el suelo, con una varita —dije, dibujando un garabato sobre la tabla y luego abriendo dramáticamente los brazos para simular una explosión.
—Terrible —dijo con una gota de sarcasmo—. Ok, la tiza no es mágica.
—Como decía… estás son “contacto” y “cubrir” —señalé las respectivas runas.
—…Contacto —repitió—. ¿Las runas no son…? Uh. Elementos. O como le llamen. ¿Qué haría eso? ¿Abrazarte? —cuestionó, ojeando la runa como si fuese una bolsa de aeros con menos de los que deberían pagarle por la estadía de una noche.
Sí, lo que las vampiras no hacen contigo.
—Esa es una runa ‘de condición’. La otra es de instrucción, u orden, como quieras decirle —apunté a la runa de “oscuridad”, y señalé cuidadosamente para que notase que la de “contacto” nacía directamente de esa. “Cubrir” estaba entre ambas, mucho más pequeña, pero no tocándolas. Rodeé las tres con un círculo.
—La de oscuridad es una runa base. Todas son runas- er, obviamente, pero digo… estas clasificaciones, deben ser un constructo dragón, o humano, o de quien haya intentado darles sentido primero. Es para evitar confundirse —coloqué las manos alrededor de “oscuridad” y “contacto”—. Verás, la runa de oscuridad podría estar trazada con un material mágico e igual no haría nada sola, porque necesita de otras que le indiquen qué hacer, por eso tiene una de condición. La condición es lo que tu nombre te dice, contacto. Si toca sombras, se cumple.
—¿Cómo tocas una sombra?
—Magia —me encogí de hombros—. Piénsalo como… que haya sombras proyectándose sobre ella, ¿mejor? —asintió, y continué—. Bien, usualmente lo que pasa si tienes una runa base y una de contacto, y se está cumpliendo, es que el glifo empieza a volver el éter lo que indica la runa base. Importa que material hayas usado, claro, no suelen ser infinitas… aunque no sé si eso sea por propósitos comerciales…
Pestañeé un poco y agité la cabeza para evitar divagar.
—Vuelve el éter lo que indica la runa base. Si esto fuese fuego, bueno, haría fuego. El cuanto aparte de depender del material, y el cómo, vienen por el comportamiento. Eso le va a dar la forma a la llama, cuanta intensidad, um, el tiempo… —volteé a verlo—. Básicamente, dice lo que se lee. Por eso la base y la condición están pegadas, sería como “oscuridad-contacto.” Un… sí hay contacto con oscuridad, haz tal instrucción.
—Si hay contacto con oscuridad… ¿cubre? Ah, la runa de sombras. Es como un lenguaje para tontos. Parece fácil-
Reí, estridente.
—Si fuera tan fácil —empecé, sonriendo—, todos seríamos arcanistas. Sigamos, Rick, esto no es ni la mitad del encantamiento apropiado.
Terminé de dibujar el símbolo con una tiza sobre una tabla quemada. El negro achicharrado hacia un gran contraste al blanco. Bajo el primero, tracé rápidamente un segundo símbolo. Hablé mientras empezaba la tercero:
—Y estas “contacto” y-
—Por como tienes los dedos llenos de cicatrices con golpes que te has hecho trabajando madera, no pensé que fueses bueno para nada con las manos.
—¿Bueno? Soy increíble con las manos —dije sin verlo mientras terminaba la tercera—, he vendido más esculturas que muebles, y tengo buena memoria visu-
—Increíble con las manos.
Al voltear vi a Rick, pasándose lentamente las manos por el pecho y lo que tenía de panza, mientras me guiñaba el ojo. Le fruncí el ceño y apreté los labios inútilmente ante la carcajada que se me venía formando en el estómago. Ambos reímos, y lo empujé cuando iba a decir algo más, para que no interrumpiese.
—Concéntrate —le reprimí. Sonriendo.
—Sí, sí. ¿Qué acababas de decir? ¿Oscuridad? —asentí, señalando la runa apropiada—. ¿Cómo sombras?
—Sí. Creo.
—De lo que se… debería hacer sombras. O oscuridad. Cómo sea. Incluso si no fuese eso, no veo que nada esté pasando. ¿La hiciste mal?
—No. No pasa nada porque esta tiza es normal —dije, y me vio la cara como si fuese estúpido. Me costó unos segundos entender porqué—. Quiero decir, no es mágica. Las runas necesitan que las traces con materiales mágicos. Hay plantas… sensibles al éter. Frutos. Pigmentos.
—Sangre —ofreció.
—Sí, sangre también. ¿Cómo sa- no vas a empezar con tus vampiras.
—¡Pero sus colmillitos! Bestias de la noche. Quiero morir seco por culpa de una.
—Imagina si solo dibujar una runa bastara para que haga algo —continué, ignorándolo—. Cuantos niños o adultos aburridos no habrían perdido una pierna por, no sé, trazar una accidentalmente en el suelo, con una varita —dije, dibujando un garabato sobre la tabla y luego abriendo dramáticamente los brazos para simular una explosión.
—Terrible —dijo con una gota de sarcasmo—. Ok, la tiza no es mágica.
—Como decía… estás son “contacto” y “cubrir” —señalé las respectivas runas.
—…Contacto —repitió—. ¿Las runas no son…? Uh. Elementos. O como le llamen. ¿Qué haría eso? ¿Abrazarte? —cuestionó, ojeando la runa como si fuese una bolsa de aeros con menos de los que deberían pagarle por la estadía de una noche.
Sí, lo que las vampiras no hacen contigo.
—Esa es una runa ‘de condición’. La otra es de instrucción, u orden, como quieras decirle —apunté a la runa de “oscuridad”, y señalé cuidadosamente para que notase que la de “contacto” nacía directamente de esa. “Cubrir” estaba entre ambas, mucho más pequeña, pero no tocándolas. Rodeé las tres con un círculo.
—La de oscuridad es una runa base. Todas son runas- er, obviamente, pero digo… estas clasificaciones, deben ser un constructo dragón, o humano, o de quien haya intentado darles sentido primero. Es para evitar confundirse —coloqué las manos alrededor de “oscuridad” y “contacto”—. Verás, la runa de oscuridad podría estar trazada con un material mágico e igual no haría nada sola, porque necesita de otras que le indiquen qué hacer, por eso tiene una de condición. La condición es lo que tu nombre te dice, contacto. Si toca sombras, se cumple.
—¿Cómo tocas una sombra?
—Magia —me encogí de hombros—. Piénsalo como… que haya sombras proyectándose sobre ella, ¿mejor? —asintió, y continué—. Bien, usualmente lo que pasa si tienes una runa base y una de contacto, y se está cumpliendo, es que el glifo empieza a volver el éter lo que indica la runa base. Importa que material hayas usado, claro, no suelen ser infinitas… aunque no sé si eso sea por propósitos comerciales…
Pestañeé un poco y agité la cabeza para evitar divagar.
—Vuelve el éter lo que indica la runa base. Si esto fuese fuego, bueno, haría fuego. El cuanto aparte de depender del material, y el cómo, vienen por el comportamiento. Eso le va a dar la forma a la llama, cuanta intensidad, um, el tiempo… —volteé a verlo—. Básicamente, dice lo que se lee. Por eso la base y la condición están pegadas, sería como “oscuridad-contacto.” Un… sí hay contacto con oscuridad, haz tal instrucción.
—Si hay contacto con oscuridad… ¿cubre? Ah, la runa de sombras. Es como un lenguaje para tontos. Parece fácil-
Reí, estridente.
—Si fuera tan fácil —empecé, sonriendo—, todos seríamos arcanistas. Sigamos, Rick, esto no es ni la mitad del encantamiento apropiado.
| RECETAS A APRENDER | AEROS | |
|---|---|---|
| Runa de Sombras | [Encantamiento de Armadura]: Mientras el portador esté en un lugar oscuro, no será posible verle si está a más de 2 metros, ni siquiera con habilidades para ver en la oscuridad. | 5 |
| Armadura Engañosa | [Encantamiento de Armadura]: La armadura encantada generará una ilusión elegida al encantarla que la hará parecer distinta de lo que en verdad es, pudiendo aparentar ser un conjunto de ropa común o lo que desee el creador (siempre vestimenta o armadura). Esta apariencia puede activarse o desactivarse a voluntad del usuario. | 5 |
| Glifo Cerradura | [Técnica] Al aplicarse sobre una puerta o cerradura abiertas, ésta pasará a estar cerrada mágicamente y sólo se abrirá mediante una palabra que tú decidas al momento de cerrar (puede ser destruida normalmente y la cerradura forzada). | 10 |
| Glifo Brújula | [Técnica] Al aplicarse sobre una superficie, la runa se girará hasta apuntar el camino a casa o a un lugar del que se conozca su ubicación general (no necesariamente dirección relativa) y en el que se esté pensando. | 10 |
| Trasto Encantado | [Técnica] Al aplicarse a un objeto metálico, éste adquirirá la capacidad de generar calor por sí mismo (alrededor de 300º C) durante 7 días. El efecto puede activarse o desactivarse con una palabra que elijas el encantarlo y tarda 1 minuto en alcanzar el calor máximo. | 10 |
| TOTAL | 40 | |
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Re: MERCADO de Aerandir
Anders Sáb Oct 31 2020, 22:48
Fueron varios minutos, y runas y runas y runas… antes de que el encantamiento estuviese listo. Rick tenía una mano sobre la cabeza, sin duda confundido o decepcionado de que algo que parecía simple hubiese evolucionado a esto.
—¿Pero qué mierda? ¿Por qué estás usando…? Dioses, no sé cuántas hay. ¿El otro no servía?
—No- bueno, servir… tal vez… pero no era un encantamiento útil. Suponiendo que trabajase bien, debería cubrirte de oscuridad, ¿estamos bien hasta ahí? —asintió—. Imagina… um, una manta negra. Si te lanzo una encima, no podré verte, pero tú tampoco podrás verme a mí. Eso no vendería. Tampoco es algo de lo que alguien estaría orgulloso de hacer.
Puse la tabla con el glifo y el encantamiento de runa de sombra real frente a él.
—Esto te oculta de los demás y permite que los veas. Y te oculta más que solo… cubriéndote de oscuridad. Es muy distinto, porque ni un elfo ni un animal podría ver a quien lo lleve a más de… ¿dos metros, era? Sí, dos metros. Estas cosas —agité un par de tomos—, no las venden, usualmente. Es difícil de comprender ya para que solo por tener uno se esparza conocimiento. Se transmite más de a boca, como nosotros ahora, y viene de forma mucho menos fácil.
—Gremios.
—Sí, cosas así. Una vez terminé en una competencia de uno sin querer… prueban a ver quién puede hacer un encantamiento en menos tiempo y con menos runas.
—¿Y?
—No pasé de la primera ronda. Luego de paso se dieron cuenta que no debía estar ahí, porque ‘nadie tan bruto habría logrado entrar a su gremio’ en primer lugar.
Río. Fue de esas risas cortas, más una inspiración fuerte que una carcajada.
—Al final esto es otro lenguaje, y no lo parece, pero es mucho más complicado que este. O el élfico. Peor si imaginas que hay… uh… ¿letras desconocidas?
—¿Caracteres? Símbolos. Sí, sí. Runas que no saben que existen o lo que sea, entiendo. ¿De dónde sacaste los tomos si no los venden? Pensé que eran planos, o algo…
—Usualmente —estresé la palabra—. Viajé con un arcanista un par de semanas. Lo ayudé con unas cosas y a cambio le pedí que me explicase, pero llegó a su destino y yo tenía que seguir, así que hizo esto bastante rápido y me dejó instrucciones así a lo salvaje. Al menos yo lo entiendo. Por otro lado, ciertos tomos sí son planos de carpintería. Mira —abrí uno para enseñárselo. Era de uno de mis enemigos personales; techos.
—¿Todavía no puedes hacer un techo qué no se te caiga encima?
—Son los techos, no yo.
No lucía muy convencido.
—No, no no. Escucha. Tengo pruebas. Te voy a contar-
—De cómo te caíste de un techo.
—-de cómo me caí de varios techos que no he hecho yo. Y luego vamos a ver tu horno, para suerte tuya, es más fácil que tener que dibujar un glifo entero. Es una runa que se desgasta y hace que deje de servir.
Cerré los tomos y los guardé, debía leer y entender los otros, pero eso sería más tarde. Le conté mi serie de accidentes (que probaban que los techos tenían algo contra mí.) Le enseñé como ‘reparar’ el encantamiento de su horno, y lo dejé solo, bajando de nuevo al taller.
Era lo más parecido a un escondite que tenía en Lunargenta. O en cualquier ciudad, si lo pensaba, así que acomodé las cosas como pude, y barrí para no tragar ceniza cuando fuese a dormir.
No lo hice, entre una mezcla de ansiedad y ser de las personas que pensaban demasiadas estúpideces a la vez. Pasé la noche y la mejor parte de la mañana trabajando. Si de verdad quemaba el lugar abajo para falsificar algo y moverme con una gota más de tranquilidad en Verisar, necesitaría dinero, así que comencé a preparar cosas.
Arcos, ballestas, escudos. No figuras de ningún tipo, haría evidente quién las hizo. Casas tampoco. Consumían demasiado tiempo.
Y llevaban techos.
—¿Pero qué mierda? ¿Por qué estás usando…? Dioses, no sé cuántas hay. ¿El otro no servía?
—No- bueno, servir… tal vez… pero no era un encantamiento útil. Suponiendo que trabajase bien, debería cubrirte de oscuridad, ¿estamos bien hasta ahí? —asintió—. Imagina… um, una manta negra. Si te lanzo una encima, no podré verte, pero tú tampoco podrás verme a mí. Eso no vendería. Tampoco es algo de lo que alguien estaría orgulloso de hacer.
Puse la tabla con el glifo y el encantamiento de runa de sombra real frente a él.
—Esto te oculta de los demás y permite que los veas. Y te oculta más que solo… cubriéndote de oscuridad. Es muy distinto, porque ni un elfo ni un animal podría ver a quien lo lleve a más de… ¿dos metros, era? Sí, dos metros. Estas cosas —agité un par de tomos—, no las venden, usualmente. Es difícil de comprender ya para que solo por tener uno se esparza conocimiento. Se transmite más de a boca, como nosotros ahora, y viene de forma mucho menos fácil.
—Gremios.
—Sí, cosas así. Una vez terminé en una competencia de uno sin querer… prueban a ver quién puede hacer un encantamiento en menos tiempo y con menos runas.
—¿Y?
—No pasé de la primera ronda. Luego de paso se dieron cuenta que no debía estar ahí, porque ‘nadie tan bruto habría logrado entrar a su gremio’ en primer lugar.
Río. Fue de esas risas cortas, más una inspiración fuerte que una carcajada.
—Al final esto es otro lenguaje, y no lo parece, pero es mucho más complicado que este. O el élfico. Peor si imaginas que hay… uh… ¿letras desconocidas?
—¿Caracteres? Símbolos. Sí, sí. Runas que no saben que existen o lo que sea, entiendo. ¿De dónde sacaste los tomos si no los venden? Pensé que eran planos, o algo…
—Usualmente —estresé la palabra—. Viajé con un arcanista un par de semanas. Lo ayudé con unas cosas y a cambio le pedí que me explicase, pero llegó a su destino y yo tenía que seguir, así que hizo esto bastante rápido y me dejó instrucciones así a lo salvaje. Al menos yo lo entiendo. Por otro lado, ciertos tomos sí son planos de carpintería. Mira —abrí uno para enseñárselo. Era de uno de mis enemigos personales; techos.
—¿Todavía no puedes hacer un techo qué no se te caiga encima?
—Son los techos, no yo.
No lucía muy convencido.
—No, no no. Escucha. Tengo pruebas. Te voy a contar-
—De cómo te caíste de un techo.
—-de cómo me caí de varios techos que no he hecho yo. Y luego vamos a ver tu horno, para suerte tuya, es más fácil que tener que dibujar un glifo entero. Es una runa que se desgasta y hace que deje de servir.
Cerré los tomos y los guardé, debía leer y entender los otros, pero eso sería más tarde. Le conté mi serie de accidentes (que probaban que los techos tenían algo contra mí.) Le enseñé como ‘reparar’ el encantamiento de su horno, y lo dejé solo, bajando de nuevo al taller.
Era lo más parecido a un escondite que tenía en Lunargenta. O en cualquier ciudad, si lo pensaba, así que acomodé las cosas como pude, y barrí para no tragar ceniza cuando fuese a dormir.
No lo hice, entre una mezcla de ansiedad y ser de las personas que pensaban demasiadas estúpideces a la vez. Pasé la noche y la mejor parte de la mañana trabajando. Si de verdad quemaba el lugar abajo para falsificar algo y moverme con una gota más de tranquilidad en Verisar, necesitaría dinero, así que comencé a preparar cosas.
Arcos, ballestas, escudos. No figuras de ningún tipo, haría evidente quién las hizo. Casas tampoco. Consumían demasiado tiempo.
Y llevaban techos.
| RECETAS A APRENDER | AEROS | |
|---|---|---|
| Arco Normal | [Arma de Proyectil] Arma que permite lanzar flechas. Posee una calidad Normal. | 15 |
| Ballesta Normal | [Arma de Proyectil] Ballesta que permite lanzar dardos. Posee una calidad Normal. | 15 |
| Ballesta Montada Normal | [Guante, Arma de Proyectil] Pequeña arma montada en un guante que permite lanzar dardos a cortas distancias. Posee una calidad Normal. | 15 |
| Arma de Asta Normal | [Arma de Asta] Arma principalmente elaborada en madera, como una lanza, una alabarda, un bastón, etc. Su calidad Normal la hace efectiva en el combate. | 15 |
| Escudo Normal | [Escudo] Eficaz protección contra ataques, su calidad es Normal. | 15 |
| TOTAL | 75 | |
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Re: MERCADO de Aerandir
Anders Sáb Oct 31 2020, 22:51
Hice las herramientas a un lado y me asomé entre los espacios que quedaron de clavar y cruzar tablas sobre la ventana. No se veía a nadie, y no se escuchaba nada obvio. Me estiré, cubierto de algo de hollín que había quedado inevitablemente en el lugar. Ese era mi destino, más fuego.
Tomé la capa reforzada y la ajusté alrededor, al final había venido a ser útil que me quedase grande, porque podía cubrirme por completo si la cerraba. Me ajusté la capucha, apagué la única llama que le daba luz al lugar, y salí.
Oscuridad absoluta, aplacada por la luz de mis ojos. Era tan fuerte que a esta altura me había acostumbrado a usarla en lugar de una antorcha. Tenía meses sin sostener una así que no recordaba cuanto brillo producían, pero igual, me atrevo a decir que si comparabas, podían ser cuatro antorchas e igual perdían.
Fue un largo camino hasta la herrería de Eltrant.
Fue costoso entrar al lugar, no me acordaba muy bien donde había dejado oculta una llave. Tan poco me acordaba que recordé que no había dejado llave oculta. Nos había dado una copia a cada uno.
Suspiré y entré al lugar con la mía. Podría haber operado sin encender nada, pero no me gustaba el tinte violeta que le ponía al lugar mis ojos. Me llevó unos minutos hacerme idea de donde Eltrant había dejado algunas cosas.
Había visto a Eltrant hacerlo un par de veces, así que puse a calentar la forja.
Fue lo único fácil. Asir un martillo lo único que tenía de referencia era las mazas de roca, y mi hacha, por el simple hecho de que ambas cosas tenían mucho peso en una punta. Desequilibradas. Costaba detenerlas una vez las hacías moverse.
Como dicen, la carga no le pesa al burro que no la lleva. Arruiné materia prima varias veces por malos golpes. Consumí más carbón del que debería, seguramente. Pasé horas en algo que seguramente él podía hacer en frío en unos minutos.
…Mierda. ¿Y si esto se hacía en frío y estaba saliendo mal por qué yo estaba calentándolo?
Sentí la necesidad de clavarle la frente a algo, o patear alguna cosa, pero no eran mis paredes ni mis sillas. Tomé aire y me relajé del impulso, intentando consolarme con que estaba así solo por irritación acumulada, y no porque fuese un salvaje.
Cada golpe me hacía pensar lo mucho más sencillo que sería si alguien me explicase.
Ver el brillo violeta reflejarse sobre los dientes metálicos malhechos me hacía pensar que no, en este estado, no sería más sencillo.
Seguí martillando.
Tomé la capa reforzada y la ajusté alrededor, al final había venido a ser útil que me quedase grande, porque podía cubrirme por completo si la cerraba. Me ajusté la capucha, apagué la única llama que le daba luz al lugar, y salí.
Oscuridad absoluta, aplacada por la luz de mis ojos. Era tan fuerte que a esta altura me había acostumbrado a usarla en lugar de una antorcha. Tenía meses sin sostener una así que no recordaba cuanto brillo producían, pero igual, me atrevo a decir que si comparabas, podían ser cuatro antorchas e igual perdían.
Fue un largo camino hasta la herrería de Eltrant.
Fue costoso entrar al lugar, no me acordaba muy bien donde había dejado oculta una llave. Tan poco me acordaba que recordé que no había dejado llave oculta. Nos había dado una copia a cada uno.
Suspiré y entré al lugar con la mía. Podría haber operado sin encender nada, pero no me gustaba el tinte violeta que le ponía al lugar mis ojos. Me llevó unos minutos hacerme idea de donde Eltrant había dejado algunas cosas.
Había visto a Eltrant hacerlo un par de veces, así que puse a calentar la forja.
Fue lo único fácil. Asir un martillo lo único que tenía de referencia era las mazas de roca, y mi hacha, por el simple hecho de que ambas cosas tenían mucho peso en una punta. Desequilibradas. Costaba detenerlas una vez las hacías moverse.
Como dicen, la carga no le pesa al burro que no la lleva. Arruiné materia prima varias veces por malos golpes. Consumí más carbón del que debería, seguramente. Pasé horas en algo que seguramente él podía hacer en frío en unos minutos.
…Mierda. ¿Y si esto se hacía en frío y estaba saliendo mal por qué yo estaba calentándolo?
Sentí la necesidad de clavarle la frente a algo, o patear alguna cosa, pero no eran mis paredes ni mis sillas. Tomé aire y me relajé del impulso, intentando consolarme con que estaba así solo por irritación acumulada, y no porque fuese un salvaje.
Cada golpe me hacía pensar lo mucho más sencillo que sería si alguien me explicase.
Ver el brillo violeta reflejarse sobre los dientes metálicos malhechos me hacía pensar que no, en este estado, no sería más sencillo.
Seguí martillando.
| RECETAS A APRENDER | AEROS | |
|---|---|---|
| Trampa de Osos | [Trampa, Limitado, 1 Uso] Mecanismo con dientes metálicos que, al ser pisado, se cierra con fuerza en torno al pie de la víctima. Causa daños moderados y retiene al objetivo en el lugar. Una persona puede abrir la trampa para sacar el pie, pero esto gasta al menos 30 segundos. | 15 |
| Trampa Explosiva | [Trampa, Limitado, 1 Uso] Mecanismo que, al gatillarse por una placa de presión, permite una reacción que genera una explosión que realiza daño moderado, especialmente en el pie, tanto a quien la pisa como en una zona de metro y medio de radio. La explosión arroja a los afectados al suelo. | 15 |
| Trampa Punzante | [Trampa, Limitado, 2 Usos] Una serie de pequeñas trampas equipadas con una punta camuflada, de tal manera de enterrarse en el pie de quien la pise. Cada uso libera 4 de estas púas. Poseen la resistencia suficiente para atravesar diferentes tipos de calzado, incluso metal, si se pisa muy fuerte. | 15 |
| Casa Común | [Vivienda] Casa común, capaz de albergar una familia sin grandes lujos, pero cómodamente. Nada ostentoso, pero es un buen techo. | 30 |
| Vehículo Mediano | [Vehículo] Vehículo en que caben, como máximo, 6 personas, tales como un barcazas o carruajes. | 30 |
| TOTAL | 105 | |
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Re: MERCADO de Aerandir
Fehu Lun Nov 02 2020, 20:18
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Re: MERCADO de Aerandir
Caín Dalamud Mar Nov 03 2020, 21:05
El joven Lord Silvand se observaba desde su balcón. Las vistas de la mansión eran verdaderamente gloriosas por la mañana. Sin duda, el mejor lugar después del Castillo Real para observar Lunargenta. Estaba en la parte más rica de la ciudad, tal y como correspondía a alguien de su status.
¡Y que status! Silvand se había ganado el apodo de "el Príncipe". No tenía parentesco verdadero con el rey actual, pero esto no le impedía actuar como uno. Había heredado toda su fortuna después de que su padre muriese durante la guerra de Lunargenta, unos pocos años atrás. Y tras la reconstrucción y el apoyo económico de la corona por los daños causados, el chico de apenas veinte años había gozado de una vida por todo lo alto, sin la más mínima preocupación.
Tenía todo lo que quería. Dinero, una enorme mansión, sus sirvientes, y... aquella bolsa. Lo último era lo que más le había costado, a decir verdad. No era ningún bolso normal y corriente: era un artefacto mágico casi inigualable. Podía guardar todo lo que quería en ella, y no pesaría lo más mínimo. Podría incluso esconderse a si mismo, si quería. Conseguirla no había sido fácil. Aquella había sido una subasta salvaje, y a pesar de sus intenciones iniciales, había tenido que limitarse a solo aquel objeto.
No había conseguido los cuadros o esculturas que su antiguo amigo había puesto a la venta, pero iba a hacer que valiese la pena. Iba a presumir de aquella bolsa y de sus cualidades tanto como pudiese. Se merecía un puesto en la corte, y la popularidad que ganase con aquello podía ser un buen paso para conseguirlo.
Alguien llamó a su puerta.
-¿Mi señor?- preguntó una voz femenina. Era María, una de sus sirvientes. Era una chica tímida, pero adorable. El príncipe disfrutaba de ponerle nerviosa de distintas formas, sorprendiéndole con determinados cumplidos o gestos afectivos. Le encantaba como se sonrojaba. Le invitó a entrar con un gesto, aún sin darse la vuelta. María entró con la bandeja de plata en la mano y le sirvió su desayuno, como de costumbre.
Silvand le miró a los ojos. ¿Había captado su atención?
-¿Te gusta?- presumió el lord, mostrando la bolsa de la que tanto estaba orgulloso. -No sé si te la he enseñado. Es inigualable.- dijo. Sabía que lo había hecho, pero no podía contenerse. Abrió el bolso e introdujo su brazo en él. Momentos después, sacó una botella de vino con dos copas. La joven lo miró y boqueó, sorprendida. -¿Te apetece algo de vino?- preguntó el príncipe, sonriente.
-Yo... oh, no debería. Estoy trabajando y... es tan temprano... yo no...- La chica se cubrió la cara, tratando de ocultar su sonrojo. Silvand dejó escapar una carcajada, encantado con su reacción, mientras volvía a guardar la botella y las copas. Tras unos instantes, Maria se recompuso. -Es precioso... ¿Puedo tocarlo?- preguntó.
-Por supuesto. Con cuidado.- cedió. La chica lo tomó con cautela, sopesándolo.
-Es tan ligero... es como si estuviese vacío.- dijo, asombrada. Silvand asintió. Tras dejarlo de vuelta, la joven sonrió agradecida. -Sus amigos estarán envidiosos.-
-¡Ja! Definitivamente. Esto vale más que cualquier cuadro. Lo cual me recuerda... van a visitar esta tarde. Ve a asegurarte de que está todo listo para invitados, ¿hmm? Y ve a la panadería, quiero un brioche listo para entonces.- dijo.
Tras la retirada de su sirvienta, el joven lord empezó con su desayuno, pensativo. Nunca se cansaría de aquello. María era tan adorable... aunque no se esperaba una reacción tan abierta. Después de todo, ya se lo había mostrado en el pasado. ¿Lo haría sólo porque le gustaba verlo...? Bueno, era natural. Era quien le pagaba, después de todo.
Media hora después, Silvand se levantó. Se le había olvidado darle el dinero para sus recados. Alcanzó su bolso y lo abrió... o lo intentó. El noble frunció el ceño. Estaba... raro. El tacto era distinto, y no se abría. Lo intentó con más fuerza y lo miró sin creer sus ojos. ¿Que estaba pasando? Su preciado bolso estaba desapareciendo. En cuestión de momentos, se desvaneció, como si nunca hubiese existido.
Caín bebió un sorbo de su copa, mirando la mansión que se alzaba en la colina, y sonrió. Definitivamente, Silvand tenía buen gusto en vino.
Nada que oficializar aquí. Roleo la obtención mi objeto épico gratuito por ser PJ+: Bolso sin fondo. Porque dejarlo solo en un registro sería algo cutre.
¡Y que status! Silvand se había ganado el apodo de "el Príncipe". No tenía parentesco verdadero con el rey actual, pero esto no le impedía actuar como uno. Había heredado toda su fortuna después de que su padre muriese durante la guerra de Lunargenta, unos pocos años atrás. Y tras la reconstrucción y el apoyo económico de la corona por los daños causados, el chico de apenas veinte años había gozado de una vida por todo lo alto, sin la más mínima preocupación.
Tenía todo lo que quería. Dinero, una enorme mansión, sus sirvientes, y... aquella bolsa. Lo último era lo que más le había costado, a decir verdad. No era ningún bolso normal y corriente: era un artefacto mágico casi inigualable. Podía guardar todo lo que quería en ella, y no pesaría lo más mínimo. Podría incluso esconderse a si mismo, si quería. Conseguirla no había sido fácil. Aquella había sido una subasta salvaje, y a pesar de sus intenciones iniciales, había tenido que limitarse a solo aquel objeto.
No había conseguido los cuadros o esculturas que su antiguo amigo había puesto a la venta, pero iba a hacer que valiese la pena. Iba a presumir de aquella bolsa y de sus cualidades tanto como pudiese. Se merecía un puesto en la corte, y la popularidad que ganase con aquello podía ser un buen paso para conseguirlo.
Alguien llamó a su puerta.
-¿Mi señor?- preguntó una voz femenina. Era María, una de sus sirvientes. Era una chica tímida, pero adorable. El príncipe disfrutaba de ponerle nerviosa de distintas formas, sorprendiéndole con determinados cumplidos o gestos afectivos. Le encantaba como se sonrojaba. Le invitó a entrar con un gesto, aún sin darse la vuelta. María entró con la bandeja de plata en la mano y le sirvió su desayuno, como de costumbre.
Silvand le miró a los ojos. ¿Había captado su atención?
-¿Te gusta?- presumió el lord, mostrando la bolsa de la que tanto estaba orgulloso. -No sé si te la he enseñado. Es inigualable.- dijo. Sabía que lo había hecho, pero no podía contenerse. Abrió el bolso e introdujo su brazo en él. Momentos después, sacó una botella de vino con dos copas. La joven lo miró y boqueó, sorprendida. -¿Te apetece algo de vino?- preguntó el príncipe, sonriente.
-Yo... oh, no debería. Estoy trabajando y... es tan temprano... yo no...- La chica se cubrió la cara, tratando de ocultar su sonrojo. Silvand dejó escapar una carcajada, encantado con su reacción, mientras volvía a guardar la botella y las copas. Tras unos instantes, Maria se recompuso. -Es precioso... ¿Puedo tocarlo?- preguntó.
-Por supuesto. Con cuidado.- cedió. La chica lo tomó con cautela, sopesándolo.
-Es tan ligero... es como si estuviese vacío.- dijo, asombrada. Silvand asintió. Tras dejarlo de vuelta, la joven sonrió agradecida. -Sus amigos estarán envidiosos.-
-¡Ja! Definitivamente. Esto vale más que cualquier cuadro. Lo cual me recuerda... van a visitar esta tarde. Ve a asegurarte de que está todo listo para invitados, ¿hmm? Y ve a la panadería, quiero un brioche listo para entonces.- dijo.
Tras la retirada de su sirvienta, el joven lord empezó con su desayuno, pensativo. Nunca se cansaría de aquello. María era tan adorable... aunque no se esperaba una reacción tan abierta. Después de todo, ya se lo había mostrado en el pasado. ¿Lo haría sólo porque le gustaba verlo...? Bueno, era natural. Era quien le pagaba, después de todo.
Media hora después, Silvand se levantó. Se le había olvidado darle el dinero para sus recados. Alcanzó su bolso y lo abrió... o lo intentó. El noble frunció el ceño. Estaba... raro. El tacto era distinto, y no se abría. Lo intentó con más fuerza y lo miró sin creer sus ojos. ¿Que estaba pasando? Su preciado bolso estaba desapareciendo. En cuestión de momentos, se desvaneció, como si nunca hubiese existido.
[. . .]
Caín bebió un sorbo de su copa, mirando la mansión que se alzaba en la colina, y sonrió. Definitivamente, Silvand tenía buen gusto en vino.
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Nada que oficializar aquí. Roleo la obtención mi objeto épico gratuito por ser PJ+: Bolso sin fondo. Porque dejarlo solo en un registro sería algo cutre.
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Re: MERCADO de Aerandir
Anders Jue Nov 05 2020, 16:35
¿Lo qué dije de no poder conseguir alguien qué me explicase? Sí, olvídalo. Conseguí uno, y pasamos dos maravillosos meses juntos.
Nos encontramos cuando me apuntó con una corcesca y dijo algo que no oí. Amenazas o lo que sea. Al año eso se volvía ruido de fondo, como las conversaciones de una taberna, a menos de que hablase alguien poderoso. Sea lo que sea que entiendas por eso.
Había jodido mi pie entonces pisando en una trampa, por lo que había optado por cortar una gruesa rama y usarla de bastón. Peleamos, gané, pero la rama se había quebrado. El asta de su corcesca no, y era mucho menos grueso. Ahora, esto no es algo que suene importante, o le interese a mucha gente... dudo que le interese a alguien, pero a mí, en mi profesión, se me hizo raro. No había cortado cualquier rama, era madera dura. Esa asta no estaba hecha de mejor madera.
Deberías entender a donde voy. ¿Por qué habría de aguantar más? Recibió golpes de mi hacha. No fue fácil cortarla.
Como me hizo saber luego de amenazas (departamento en el que tenía que mejorar) se trataba de eso, los cortes.Cuando ves un tronco desde arriba, de adentro hacía afuera vas a ver, hmm, sus distintas capas. La corteza, el cámbium, la albura. El duramen era la parte oscura y más dura, por un "alto contenido de lignina." ¿Sabía qué era eso? Sí, tal vez: algo que enseñan en el Hekshold.
En el tronco también ibas a observar unos anillos. Nunca le hice particular caso, pero había notado que no todos tenían la misma cantidad. Se llamaban anillos anuales de crecimiento por - bueno, adivina. Indicaban cuantos años tenía el árbol. También eran un excelente indicador para los cortes, y lo digo en plural porque existían varios tipos.
La forma tradicional eran simples cortes paralelos. Es lo que había estado usando porque usabas la mayor parte del material, pero, en algo que debo admitir que quizás debí encontrar obvio, no hacía las piezas de buena calidad porque la mayoría tendría porcentaje de albura y duramen, es decir, de la parte suave y dura.
Me explicó mejores maneras. Si hacía cortes paralelos a los ejes obtenía tablas con muchas vetas a la vista, menos propensas a deformaciones.
Sí, me venía a enterar de eso ahora, la albura contenía bastante agua. Eventualmente la madera se secaba al separar el tronco del suelo porque ya no tenía de donde absorber, lo que hacía las contracciones que provocaban que las tablas se le 'alzasen' de pisos o paredes de casas, por ejemplo.
Dependían de la especie del árbol, pero una forma de ayudar a evitarlos era ver la forma que tendrían los anillos en el corte. Si eran tangenciales, mayor posibilidad. Los cortes radiales los disminuía. Usabas menos del tronco, pero simplemente sacabas mejores piezas.
Honestamente, había decidido trabajar la madera como un reflejo, o una combinación de varios. Alquimia... solo me da risa pensar en alquimia. No sabes la de veces que me he envenenado yo mismo. Los demás artes podía transmitirse mucho viendo, escuchando, haciendo que alguien te hable. No era bueno concentrándome para leer y era como uno de los requerimientos. Tenías que quemarte los ojos leyendo y viendo nombres y propiedades. Pfft, si hasta oliendo las cosas podían identificar ciertos asuntos, como había hecho la bruja bajita, aunque sospechaba que no era una practicante cualquiera.
En el fondo también sabía, yo no era bueno haciendo magia. No era bueno con nada que tuviese que ver con ella. Ese fue mi primer reflejo. Huí. Me rendí antes de intentarlo.
Me gustaban el arcanismo, pero era un arte complicado, y valía más la creatividad que la imitación. Podía aprender cualquier encantamiento existente... casi cualquiera, pero si lo vendían mil más, ¿por qué alguien me compraría a mí? Además, ya conocía como lucía la cima. No era escalable. Era peluda y terriblemente alta. Huí. Me rendí antes de intentarlo.
¿Ingeniería? Me interesaba. Me quedaba bien, como una prenda de vestir. Mucho de lo que hacía con mi magia era buscar formas de transformar mi fuerza o hacerla auto-sostenible para pelear, pero la ingeniería era... relativamente nueva, y sucedía lo mismo que en el arcanismo. Un imitador lo era por no tener el ingenio de pensar sus propias soluciones. Huí. Me rendí antes de intentarlo.
¿Herrería? Ja. Ja... apenas lograba entenderme con algo más suave que eso. Ni las rocas me obedecían. ¿Por qué sería tan iluso de creer qué me escucharía algo más terco, cómo el hierro?
Huí. Me rendí antes de intentarlo.
Tenía razones para no intentar nada. Muchos de mis esfuerzos los hallé inútiles. A veces, a día de hoy todavía los encontraba.
Entonces... ¿por qué madera? Bueno... solo por eso: era madera. Eran los preciados árboles de los elfos. Los sagrados hijos de Imbar. Fue, simplemente, un acto de rebeldía contra los míos. Infantil, ¿verdad?
Aprendí dos o tres cortes más. Dejé al hombre ir, y le advertí que si intentaba algo de nuevo, la próxima vez moriría.
Entonces huí. Supuse que tal vez intentaría esto.
Nos encontramos cuando me apuntó con una corcesca y dijo algo que no oí. Amenazas o lo que sea. Al año eso se volvía ruido de fondo, como las conversaciones de una taberna, a menos de que hablase alguien poderoso. Sea lo que sea que entiendas por eso.
Había jodido mi pie entonces pisando en una trampa, por lo que había optado por cortar una gruesa rama y usarla de bastón. Peleamos, gané, pero la rama se había quebrado. El asta de su corcesca no, y era mucho menos grueso. Ahora, esto no es algo que suene importante, o le interese a mucha gente... dudo que le interese a alguien, pero a mí, en mi profesión, se me hizo raro. No había cortado cualquier rama, era madera dura. Esa asta no estaba hecha de mejor madera.
Deberías entender a donde voy. ¿Por qué habría de aguantar más? Recibió golpes de mi hacha. No fue fácil cortarla.
Como me hizo saber luego de amenazas (departamento en el que tenía que mejorar) se trataba de eso, los cortes.Cuando ves un tronco desde arriba, de adentro hacía afuera vas a ver, hmm, sus distintas capas. La corteza, el cámbium, la albura. El duramen era la parte oscura y más dura, por un "alto contenido de lignina." ¿Sabía qué era eso? Sí, tal vez: algo que enseñan en el Hekshold.
En el tronco también ibas a observar unos anillos. Nunca le hice particular caso, pero había notado que no todos tenían la misma cantidad. Se llamaban anillos anuales de crecimiento por - bueno, adivina. Indicaban cuantos años tenía el árbol. También eran un excelente indicador para los cortes, y lo digo en plural porque existían varios tipos.
La forma tradicional eran simples cortes paralelos. Es lo que había estado usando porque usabas la mayor parte del material, pero, en algo que debo admitir que quizás debí encontrar obvio, no hacía las piezas de buena calidad porque la mayoría tendría porcentaje de albura y duramen, es decir, de la parte suave y dura.
Me explicó mejores maneras. Si hacía cortes paralelos a los ejes obtenía tablas con muchas vetas a la vista, menos propensas a deformaciones.
Sí, me venía a enterar de eso ahora, la albura contenía bastante agua. Eventualmente la madera se secaba al separar el tronco del suelo porque ya no tenía de donde absorber, lo que hacía las contracciones que provocaban que las tablas se le 'alzasen' de pisos o paredes de casas, por ejemplo.
Dependían de la especie del árbol, pero una forma de ayudar a evitarlos era ver la forma que tendrían los anillos en el corte. Si eran tangenciales, mayor posibilidad. Los cortes radiales los disminuía. Usabas menos del tronco, pero simplemente sacabas mejores piezas.
Honestamente, había decidido trabajar la madera como un reflejo, o una combinación de varios. Alquimia... solo me da risa pensar en alquimia. No sabes la de veces que me he envenenado yo mismo. Los demás artes podía transmitirse mucho viendo, escuchando, haciendo que alguien te hable. No era bueno concentrándome para leer y era como uno de los requerimientos. Tenías que quemarte los ojos leyendo y viendo nombres y propiedades. Pfft, si hasta oliendo las cosas podían identificar ciertos asuntos, como había hecho la bruja bajita, aunque sospechaba que no era una practicante cualquiera.
En el fondo también sabía, yo no era bueno haciendo magia. No era bueno con nada que tuviese que ver con ella. Ese fue mi primer reflejo. Huí. Me rendí antes de intentarlo.
Me gustaban el arcanismo, pero era un arte complicado, y valía más la creatividad que la imitación. Podía aprender cualquier encantamiento existente... casi cualquiera, pero si lo vendían mil más, ¿por qué alguien me compraría a mí? Además, ya conocía como lucía la cima. No era escalable. Era peluda y terriblemente alta. Huí. Me rendí antes de intentarlo.
¿Ingeniería? Me interesaba. Me quedaba bien, como una prenda de vestir. Mucho de lo que hacía con mi magia era buscar formas de transformar mi fuerza o hacerla auto-sostenible para pelear, pero la ingeniería era... relativamente nueva, y sucedía lo mismo que en el arcanismo. Un imitador lo era por no tener el ingenio de pensar sus propias soluciones. Huí. Me rendí antes de intentarlo.
¿Herrería? Ja. Ja... apenas lograba entenderme con algo más suave que eso. Ni las rocas me obedecían. ¿Por qué sería tan iluso de creer qué me escucharía algo más terco, cómo el hierro?
Huí. Me rendí antes de intentarlo.
Tenía razones para no intentar nada. Muchos de mis esfuerzos los hallé inútiles. A veces, a día de hoy todavía los encontraba.
Entonces... ¿por qué madera? Bueno... solo por eso: era madera. Eran los preciados árboles de los elfos. Los sagrados hijos de Imbar. Fue, simplemente, un acto de rebeldía contra los míos. Infantil, ¿verdad?
Aprendí dos o tres cortes más. Dejé al hombre ir, y le advertí que si intentaba algo de nuevo, la próxima vez moriría.
Entonces huí. Supuse que tal vez intentaría esto.
| RECETAS A APRENDER | AEROS | |
|---|---|---|
| Arco Superior | [Arma de Proyectil] Arma que permite lanzar flechas. Posee una calidad Superior. | 30 |
| Ballesta Superior | [Arma de Proyectil] Ballesta que permite lanzar dardos. Posee una calidad Superior. | 30 |
| Ballesta Montada Superior | [Guante, Arma de Proyectil] Pequeña arma montada en un guante que permite lanzar dardos a cortas distancias. Posee una calidad Superior. | 30 |
| Arma de Asta Superior | [Arma de Asta] Arma principalmente elaborada en madera, como una lanza, una alabarda, un bastón, etc. Su calidad Superior la hace muy efectiva en el combate y difícil de dañar. | 30 |
| Vara del Rey Mono | [Arma de Asta, Limitado] Vara de maderas mágicas, capaz de acortarse hasta medio metro y alargarse hasta 5 metros a voluntad del usuario (tarda alrededor de 3 segundos). Puede reemplazar el asta de otra arma. Es de calidad Superior. | 30 |
| TOTAL | 150 | |
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Re: MERCADO de Aerandir
Fehu Jue Nov 05 2020, 17:54
ACTUALIZADO
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Re: MERCADO de Aerandir
Aleen Sokolov Vie Nov 06 2020, 15:30
El lugar estaba prácticamente vacío.
Artilugios, aparatos y un centenar de artefactos repletos de engranajes estaban repartidos por doquier. Aquel lugar le encantaba, era su lugar de paz, la única tienda del centro de Lunargenta en la que podía pasar horas encerrados.
Sí, también había más, y esperaba visitarlas todas y cada una de ellas durante aquel día. Pero para Aleen aquella era la mejor.
A simple vista, la relojería de un encanecido cibernético que nadie parecía tener en cuenta, pero la realidad era que el enjuto hombre ocultaba tantos secretos tras su vetusta apariencia como su propio taller. Cada engranaje, cada pequeño detalle, cada tornillo...
Todo era perfecto, a su manera. Incluso los objetos más viejos, cubiertos por una ligera capa de polvo eran únicos
- Aleen… - El hombre sonrió al recién llegado y se levantó. - ¿Vienes a hablarme de otro de tus…? – El inventor negó con la cabeza y, sonriendo, dejó encima de la mesa un puñado de Aeros.
- En realidad, Rellan, hoy vengo a que me hables tú a mí. Estoy haciendo una especie de tour por la ciudad. – Sonrió y alzó señaló el ajado libro que traía consigo. - ¿Qué puedes enseñarme, relojero? – Preguntó sonriente tomando una silla y acercándola hasta el dueño de la relojería, quien respondió dicha sonrisa con una propia y abrió el libro.
- Veamos… -
El cibernético se aclaró la garganta, dejando escapar una especie de sonido metálico en el proceso, y comenzó a leer el manuscrito. Aleen comenzó a tomar apuntes inmediatamente.
Artilugios, aparatos y un centenar de artefactos repletos de engranajes estaban repartidos por doquier. Aquel lugar le encantaba, era su lugar de paz, la única tienda del centro de Lunargenta en la que podía pasar horas encerrados.
Sí, también había más, y esperaba visitarlas todas y cada una de ellas durante aquel día. Pero para Aleen aquella era la mejor.
A simple vista, la relojería de un encanecido cibernético que nadie parecía tener en cuenta, pero la realidad era que el enjuto hombre ocultaba tantos secretos tras su vetusta apariencia como su propio taller. Cada engranaje, cada pequeño detalle, cada tornillo...
Todo era perfecto, a su manera. Incluso los objetos más viejos, cubiertos por una ligera capa de polvo eran únicos
- Aleen… - El hombre sonrió al recién llegado y se levantó. - ¿Vienes a hablarme de otro de tus…? – El inventor negó con la cabeza y, sonriendo, dejó encima de la mesa un puñado de Aeros.
- En realidad, Rellan, hoy vengo a que me hables tú a mí. Estoy haciendo una especie de tour por la ciudad. – Sonrió y alzó señaló el ajado libro que traía consigo. - ¿Qué puedes enseñarme, relojero? – Preguntó sonriente tomando una silla y acercándola hasta el dueño de la relojería, quien respondió dicha sonrisa con una propia y abrió el libro.
- Veamos… -
El cibernético se aclaró la garganta, dejando escapar una especie de sonido metálico en el proceso, y comenzó a leer el manuscrito. Aleen comenzó a tomar apuntes inmediatamente.
________________________________________________________
| RECETAS A APRENDER | AEROS | |
|---|---|---|
| Lentes de Visión Nocturna | [Yelmo] anteojos que amplifican la luz, permitiendo ver en la oscuridad. Todo parece de color verde. | 5 |
| Brújula Simple | [Artilugio] Una brújula sencilla. Siempre apunta al norte. | 5 |
| Brújula de Rastreo X-1 | [Artilugio, Limitado] Consiste en un orbe pequeño, que puede ser disimulado como una joya, y una especie de brújula de bolsillo. La aguja de la brújula siempre apuntará hacia el orbe, sin importar lo lejos que esté. | 5 |
| Catalejos del Pirata | [Artilugio] Catalejos simple y retráctil, fácilmente portátil, que permite ver a la distancia. | 5 |
| Pistola de Cuerda | [Artilugio, Limitado, 1 Uso] Aparato similar a una ballesta, que posee una firme, pero delgada cuerda terminada en un gancho metálico. Al lanzarse, se engancha para poder escalar fácilmente. Puede usarse como arma. Es posible recuperar su uso si se tienen algunos minutos para rebobinar la cuerda y volver a poner todo en su lugar. | 5 |
| TOTAL | 25 | |
Aleen Sokolov
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Re: MERCADO de Aerandir
Aleen Sokolov Vie Nov 06 2020, 16:13
El segundo taller al que fue distaba mucho del local del relojero.
Muchas manos engrasadas, siempre ocupadas, siempre trabajando. Eso era lo primero en lo que se percató el primogénito de los Sokolov al adentrarse en el edificio. Un fuerte olor a sudor, metal y a diferentes componentes alquímicos impregnaba el lugar.
Casi parecía más una herrería que un taller donde se hiciese trabajo de precisión.
- Oh, espíritus… - Una mujer alta, visiblemente musculada y tan rubia que podría parecer canosa salió al encuentro del inventor tan pronto como este comenzó a curiosear el trabajo de uno de los empleados. – Sí has venido a venderme una de tus ideas absurdas puedes irte por dónde has venido, Sokolov. – dijo esta con el ceño fruncido.
Aleen sonrió.
- Vamos, vamos… no seas así Faye. - dijo Aleen, rodeándola con el brazo izquierdo y señaló a un hipotético y distante horizonte con el derecho. – Imagina un futuro en el que podamos llevarnos bien de nuevo. ¿Lo ves? Está justo ahí delante, entre ese ladrillo húmedo de color rojo y la fragua. – La rubia dejó escapar un gruñido y se zafó del agarre de Aleen.
- Un futuro lleno de cráteres. Ese el único que veo alrededor tuya. – dijo de vuelta, anudándose el pañuelo rojo alrededor de la cabeza con más fuerza, justo por encima de las cejas. - ¿Qué quieres entonces, Sokolov? – La mujer le dio la espalda al inventor y comenzó a darle forma a un trozo de metal que tenía justo al lado.
El mencionado sacó el mismo libro que había usado en la relojería y lo zarandeó frente al rostro de la dueña del establecimiento. “El Engranaje de Latón”, el nombre tenía su encanto, a él seguía sin quedarle nada claro cuál usar para su proyecto.
- Tanta dureza… me hieres, Faye. Después de todo lo que hemos pasado juntos… -
La mujer se giró sobre si misma con el martillo en su mano derecha. Sus dos metros diez de persona se apartaron del trabajo que tenía entre manos y se acercaron a Aleen de dos grandes zancadas, mirándole con una ceja enarcada y de brazos cruzados.
- ¡Eh! ¡No me mires así! – Protestó Aleen, señalándola acusadoramente. – Me dejaste tú a mí. – dijo a continuación el hombre. – En esa fatídica noche que aún recuerdo como… -
- ¡Porque eres un crío, Aleen! ¡Madura! – Respondió de vuelta Faye con un grito, cortando a hombre a mitad de una frase que la rubia sabía que iba a terminar con “El despertar de la bestia de 1272”. - ¡No puedes pretender que…! - Algunos trabajadores se giraron a mirar a su jefa, esta levantó el martillo. - ¿¡Es que os pago por mirar!? ¡A trabajar! – Los hombres volvieron inmediatamente al trabajo dando aceleradas excusas.
Aleen dejó escapar una risita.
- Eso, que no sabéis como se pone cuando… ¡OH DIOSES, NO! – Faye había levantado a Aleen al peso, del cuello de su recién fabricada cazadora nueva. Tenía que mandarle una nota de agradecimiento a la dueña del Gato Negro, la ropa era muy resistente.
- Tu eres un personajillo que se cree muy listo. -
- ¡Paz! ¡Piedad! ¡Voto a bríos! ¡Parlamento! – El hombre se revolvió entre las manos de su antigua pareja en vano, aquello había sucedido más de una vez y sabía que no tenía escapatoria alguna. - ¿Te he dicho alguna vez que me encanta tu carácter? – Articuló pobremente, sonriendo como buenamente podía. – Faye, Faye, que me quedo sin… - La palabra “aire” salió de su garganta más bien como un gemido gutural que como una palabra propiamente dicha, cosa que pareció contentar a Faye, pues tras esto dejó a Aleen en el suelo e hizo como que le limpiaba el polvo de la ropa.
Y después le dio dos palmaditas en la cabeza.
- Tienes las manos tan suaves como de costumbre. – dijo Aleen, recobrando el aliento. – Adorable. – Carraspeó un poco y se irguió tímidamente.
- Idiota. – Respondió esta, volviendo al trabajo. – Ahora, habiendo dejado claro que puedo estrangularte con una facilidad inusitada… ¿Qué quieres, Aleen? – El hombre volvió a zarandear el libro que casi se le había caído con todo el incidente.
- Aprender más de ti, por supuesto. –
Faye enarcó una ceja.
- Vaya, para todo hay una primera vez. -
Muchas manos engrasadas, siempre ocupadas, siempre trabajando. Eso era lo primero en lo que se percató el primogénito de los Sokolov al adentrarse en el edificio. Un fuerte olor a sudor, metal y a diferentes componentes alquímicos impregnaba el lugar.
Casi parecía más una herrería que un taller donde se hiciese trabajo de precisión.
- Oh, espíritus… - Una mujer alta, visiblemente musculada y tan rubia que podría parecer canosa salió al encuentro del inventor tan pronto como este comenzó a curiosear el trabajo de uno de los empleados. – Sí has venido a venderme una de tus ideas absurdas puedes irte por dónde has venido, Sokolov. – dijo esta con el ceño fruncido.
Aleen sonrió.
- Vamos, vamos… no seas así Faye. - dijo Aleen, rodeándola con el brazo izquierdo y señaló a un hipotético y distante horizonte con el derecho. – Imagina un futuro en el que podamos llevarnos bien de nuevo. ¿Lo ves? Está justo ahí delante, entre ese ladrillo húmedo de color rojo y la fragua. – La rubia dejó escapar un gruñido y se zafó del agarre de Aleen.
- Un futuro lleno de cráteres. Ese el único que veo alrededor tuya. – dijo de vuelta, anudándose el pañuelo rojo alrededor de la cabeza con más fuerza, justo por encima de las cejas. - ¿Qué quieres entonces, Sokolov? – La mujer le dio la espalda al inventor y comenzó a darle forma a un trozo de metal que tenía justo al lado.
El mencionado sacó el mismo libro que había usado en la relojería y lo zarandeó frente al rostro de la dueña del establecimiento. “El Engranaje de Latón”, el nombre tenía su encanto, a él seguía sin quedarle nada claro cuál usar para su proyecto.
- Tanta dureza… me hieres, Faye. Después de todo lo que hemos pasado juntos… -
La mujer se giró sobre si misma con el martillo en su mano derecha. Sus dos metros diez de persona se apartaron del trabajo que tenía entre manos y se acercaron a Aleen de dos grandes zancadas, mirándole con una ceja enarcada y de brazos cruzados.
- ¡Eh! ¡No me mires así! – Protestó Aleen, señalándola acusadoramente. – Me dejaste tú a mí. – dijo a continuación el hombre. – En esa fatídica noche que aún recuerdo como… -
- ¡Porque eres un crío, Aleen! ¡Madura! – Respondió de vuelta Faye con un grito, cortando a hombre a mitad de una frase que la rubia sabía que iba a terminar con “El despertar de la bestia de 1272”. - ¡No puedes pretender que…! - Algunos trabajadores se giraron a mirar a su jefa, esta levantó el martillo. - ¿¡Es que os pago por mirar!? ¡A trabajar! – Los hombres volvieron inmediatamente al trabajo dando aceleradas excusas.
Aleen dejó escapar una risita.
- Eso, que no sabéis como se pone cuando… ¡OH DIOSES, NO! – Faye había levantado a Aleen al peso, del cuello de su recién fabricada cazadora nueva. Tenía que mandarle una nota de agradecimiento a la dueña del Gato Negro, la ropa era muy resistente.
- Tu eres un personajillo que se cree muy listo. -
- ¡Paz! ¡Piedad! ¡Voto a bríos! ¡Parlamento! – El hombre se revolvió entre las manos de su antigua pareja en vano, aquello había sucedido más de una vez y sabía que no tenía escapatoria alguna. - ¿Te he dicho alguna vez que me encanta tu carácter? – Articuló pobremente, sonriendo como buenamente podía. – Faye, Faye, que me quedo sin… - La palabra “aire” salió de su garganta más bien como un gemido gutural que como una palabra propiamente dicha, cosa que pareció contentar a Faye, pues tras esto dejó a Aleen en el suelo e hizo como que le limpiaba el polvo de la ropa.
Y después le dio dos palmaditas en la cabeza.
- Tienes las manos tan suaves como de costumbre. – dijo Aleen, recobrando el aliento. – Adorable. – Carraspeó un poco y se irguió tímidamente.
- Idiota. – Respondió esta, volviendo al trabajo. – Ahora, habiendo dejado claro que puedo estrangularte con una facilidad inusitada… ¿Qué quieres, Aleen? – El hombre volvió a zarandear el libro que casi se le había caído con todo el incidente.
- Aprender más de ti, por supuesto. –
Faye enarcó una ceja.
- Vaya, para todo hay una primera vez. -
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| RECETAS A APRENDER | AEROS | |
|---|---|---|
| Inyección | [Artilugio, Limitado, 2 Usos] Tubo metálico que contiene un recipiente de vidrio y dos agujas. Optimiza el uso de una poción o veneno, al inyectarlo directamente al torrente sanguíneo. Permite consumir una carga de cualquier pócima o veneno para llenarla. Luego de eso, gastar una carga de este objeto equivale a usar el efecto del la mezcla usada (es decir, permite 2 usos de tal poción o veneno). No funciona con mezclas de calida Épica o Legendaria. | 5 |
| Bomba Luminosa | [Artilugio, Limitado, 1 Uso] Esfera que, al ser reventada (puede ser en la mano, no causa daño), libera por un instante una intensa luz, capaz de encandilar severamente a quienes la vean. | 5 |
| Casco del Genio Paranoico | [Yelmo] Llamativo casco con extrañas antenas. Otorga protección frente a efectos de control e influencia mental, disminuyendo notoriamente su potencia. No ofrece protección particular frente a ataques. | 5 |
| Manitas | [Técnica] Permite fabricar on-rol un objeto de ingeniería improvisado (algo inventado en el momento). El objeto debe ser simple, consistir sólo en engranajes y partes fijas, sin efectos complejos más que movimiento de poleas o palancas. | 10 |
| Identificar | [Técnica] Mediante pequeños experimentos y astuto uso de herramientas, logras identificar cómo funciona, así como los materiales que componen, cualquier maquinaria o estructura compleja, así como nociones de cómo desactivarla o destruirla. | 10 |
| TOTAL | 35 | |
Aleen Sokolov
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Re: MERCADO de Aerandir
Aleen Sokolov Vie Nov 06 2020, 16:49
El ultimo taller que visitó aquel día era, más bien, una tienda.
“Kits, Kits y muchos más Kits”
Lo regentaba un antiguo conocido de Aleen, un hombre de Dundarak que había decidido especializar su local hasta límites absurdos. Su tienda, visitada solo por algunas pocas personas con unas necesidades muy específicas, estaba en el centro de la parte central de los barrios más bajos de Lunargenta.
Él quería el centro de la ciudad, pero no pudo ser.
- ¡Ulises! ¡Viejo lobo de... norteño! – dijo Aleen irrumpiendo en el lugar con los brazos abiertos. – La verdad es que podría adornar un poco más esto… - dijo para sí algo ausente, girándose a mirar el taller.
- ¡Aleen! ¡Viejo loco de…! ¿Qué has dicho? – Sokolov negó con la cabeza y levantó una mano quitándole importancia a lo que acababa de decir en voz alta. Tenía que quitarse la costumbre de hablar consigo mismo, cuando estaba solo no pasaba nada, pero normalmente le tenían por alguien… excéntrico, como mínimo.
- ¡Venía a pedirte un favor! – dijo Aleen, sacando el libro de “recetas” del bolso que colgaba de su espalda.
- Espero que sea un favor pagado con dinero. – respondió Ulises, jugueteando con un pequeño Aero que tenía entre los dedos.
- ¿Es que hay otro tipo de favores? – Respondió Aleen, con una sonrisa tranquilizadora. – Bueno, sí que los hay, pero no esperaría que alguien como tú lo supiese. –
- ¿Cómo yo? – Inquirió Ulises de mala gana.
- Quiero decir que tienes un corte de pelo increíble. – Se corrigió Aleen rápidamente, maldiciendo su bocaza. - ¿Te lo haces tú mismo? -
Varios segundos en silencio siguieron a aquello. Ulises se pasó la mano por la cabeza, peinada hacía un lado a modo de cortinilla y sonrió.
- Pues sí. ¿Te has dado cuenta? – Aleen respiró aliviado y depositó el libro con el que había cargado todo el día sobre la mesa.
- Me interesa saber más sobre tus kits. – dijo directamente, mirando a los ojos a Ulises.
Ulises se atusó la perilla de chivo que tenía, fingiendo pensar detenidamente la proposición del recién llegado, para ladear al final el cabeza indeciso.
- ¿Y que gano yo con eso? ¿No le estaría dando a la competencia el modo de fabricar sus propios productos?¿Cómo podría mantener mi negocio como autónomo en un mercado tan competitivo como el de hoy día? – Aleen dejó una maldición interna, cuidándose por una vez en no soltarla en voz alta.
- Por supuesto, te haré publicidad en todo kit creado. “Kits, Kits y muchos más Kits” será tendencia en menos de un mes y en dos tendrás sucursales abiertas por todo Aerandir. ¿Quintaesencia? ¿El Gato Negro? ¿La Espada Arcana? ¿El Pájaro Carpintero? ¿Parts and Service? … -
- Sí, sí, te sabes el nombre de muchos talleres. –
- ... todo eso no van a ser más que tiendecillas de nada al lado de “Kits, Kits y muchos más Kits”. Y lo que es mejor… con toda esa publicidad… - Se acercó al tendero, como si le estuviese contándole un secreto. – ...quizás puedas incluso expandirte. – Susurró.
Los ojos de Ulises se abrieron de par en par.
El hombre se relamió los labios.
- ¿Quieres decir que… podría vender incluso... bolsos? – Susurró de igual forma que Aleen. - ¿Qué podría abrir “Kits, Kits y muchos más Kits. (Pero también bolsos)”? – El inventó alargó la mano hasta el hombro de Ulises, lo sujetó con firmeza y, tras mirarle a los ojos, asintió con decisión.
- Solo necesito que me enseñes. -
“Kits, Kits y muchos más Kits”
Lo regentaba un antiguo conocido de Aleen, un hombre de Dundarak que había decidido especializar su local hasta límites absurdos. Su tienda, visitada solo por algunas pocas personas con unas necesidades muy específicas, estaba en el centro de la parte central de los barrios más bajos de Lunargenta.
Él quería el centro de la ciudad, pero no pudo ser.
- ¡Ulises! ¡Viejo lobo de... norteño! – dijo Aleen irrumpiendo en el lugar con los brazos abiertos. – La verdad es que podría adornar un poco más esto… - dijo para sí algo ausente, girándose a mirar el taller.
- ¡Aleen! ¡Viejo loco de…! ¿Qué has dicho? – Sokolov negó con la cabeza y levantó una mano quitándole importancia a lo que acababa de decir en voz alta. Tenía que quitarse la costumbre de hablar consigo mismo, cuando estaba solo no pasaba nada, pero normalmente le tenían por alguien… excéntrico, como mínimo.
- ¡Venía a pedirte un favor! – dijo Aleen, sacando el libro de “recetas” del bolso que colgaba de su espalda.
- Espero que sea un favor pagado con dinero. – respondió Ulises, jugueteando con un pequeño Aero que tenía entre los dedos.
- ¿Es que hay otro tipo de favores? – Respondió Aleen, con una sonrisa tranquilizadora. – Bueno, sí que los hay, pero no esperaría que alguien como tú lo supiese. –
- ¿Cómo yo? – Inquirió Ulises de mala gana.
- Quiero decir que tienes un corte de pelo increíble. – Se corrigió Aleen rápidamente, maldiciendo su bocaza. - ¿Te lo haces tú mismo? -
Varios segundos en silencio siguieron a aquello. Ulises se pasó la mano por la cabeza, peinada hacía un lado a modo de cortinilla y sonrió.
- Pues sí. ¿Te has dado cuenta? – Aleen respiró aliviado y depositó el libro con el que había cargado todo el día sobre la mesa.
- Me interesa saber más sobre tus kits. – dijo directamente, mirando a los ojos a Ulises.
Ulises se atusó la perilla de chivo que tenía, fingiendo pensar detenidamente la proposición del recién llegado, para ladear al final el cabeza indeciso.
- ¿Y que gano yo con eso? ¿No le estaría dando a la competencia el modo de fabricar sus propios productos?¿Cómo podría mantener mi negocio como autónomo en un mercado tan competitivo como el de hoy día? – Aleen dejó una maldición interna, cuidándose por una vez en no soltarla en voz alta.
- Por supuesto, te haré publicidad en todo kit creado. “Kits, Kits y muchos más Kits” será tendencia en menos de un mes y en dos tendrás sucursales abiertas por todo Aerandir. ¿Quintaesencia? ¿El Gato Negro? ¿La Espada Arcana? ¿El Pájaro Carpintero? ¿Parts and Service? … -
- Sí, sí, te sabes el nombre de muchos talleres. –
- ... todo eso no van a ser más que tiendecillas de nada al lado de “Kits, Kits y muchos más Kits”. Y lo que es mejor… con toda esa publicidad… - Se acercó al tendero, como si le estuviese contándole un secreto. – ...quizás puedas incluso expandirte. – Susurró.
Los ojos de Ulises se abrieron de par en par.
El hombre se relamió los labios.
- ¿Quieres decir que… podría vender incluso... bolsos? – Susurró de igual forma que Aleen. - ¿Qué podría abrir “Kits, Kits y muchos más Kits. (Pero también bolsos)”? – El inventó alargó la mano hasta el hombro de Ulises, lo sujetó con firmeza y, tras mirarle a los ojos, asintió con decisión.
- Solo necesito que me enseñes. -
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| RECETAS A APRENDER | AEROS | |
|---|---|---|
| Kit de Ingeniería Inferior | [Limitado, 2 Usos] Mediante este kit, compuesto por engranajes y otros materiales mecánicos, puedes usar el efecto de cualquier Técnica de Ingeniería a nivel Aprendiz que conozcas en un rol. | 5 |
| TOTAL | 5 | |
Aleen Sokolov
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Re: MERCADO de Aerandir
Fehu Sáb Nov 07 2020, 06:44
ACTUALIZADO
Aleen: Recibes 3 px por uso del mercado, 11 pp en Ingeniería y se te restan 65 aeros por aprendizaje de recetas.
No olvides añadir las nuevas recetas a tu taller.
Fehu
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Re: MERCADO de Aerandir
Anders Miér Nov 11 2020, 02:17
Encajé el último trozo de madera en la casa.
La tercera de en una semana. Me gustaba como lucía, pero no me adelanté a decidir que era mi favorita entre las tres. Después de todo, había pensado que la segunda era mejor que la primera al terminarla… y al segundo día de ésta tercera, estaba mirando con mejores ojos a la primera que a la segunda.
Estaba rodeada de pilares que sostenían un piso sobre la construcción misma, varios metros arriba más. Simplemente un suelo con un enorme hueco en el centro sin nada más. Estaba pensando dos cosas. Una, colocar un barco allí.
Dos, colgar de una barra en ese piso la edificación entera, como una enorme jaula para aves.
Tenía tres pisos, cada uno más alto de lo uno se imaginaba cuando le decían un piso de altura. En cada uno había unas cuatro ventanas, haciendo un patrón con las del piso superior e inferior de rombos, y las ventanas en sí mismas seguían las siluetas de distintas aves.
El último de ellos tenía un tragaluz, que caía justo sobre un vidrio del suelo del segundo piso. Más pequeño que el tragaluz en sí, con una silueta más de un ave. Bueno, se supone que fuese de un ave… pero a cierto punto me había desconectado al trabajar y solo seguí y seguí, y terminó más como la silueta de un dragón emplumado. Idealmente, abajo habría un espejo que reflejaría esa luz hacia una pared donde la madera sería más oscura, encima de un reloj que sacaba un lindo upelero cada tantas horas. No recordaba si eran 6 o 12.
Quería una fuente grande para la noche, posiblemente nacida de runas, para jugar con las sombras del upelero del reloj. Ver que podía hacer con eso y la luz del tragaluz.
Tal vez haría todo eso. Hacer una plataforma superior sobre toda la edificación que sostuviera un barco con una compuerta que en vez de guardar provisiones o un bote pequeño sea un tragaluz que dé hacia el tragaluz de abajo con todo el lugar colgando de allí, mientras abajo está sostenido por una estatua gigante.
Miré a una piedra a medio tallar.
—¿Cómo llamarías algo así? ¿’Pájaro carpintero,’ aún?
—¿Considerando que es una mala idea tener un edificio colgando? De cualquier cosa. Y que tiene encima algo pesado que si se cae hundiría todo el lugar fácilmente. O casi todo el lugar. Y que parece tener cualquier ave menos esa.
—Sí.
—…Espera. ¿Los upeleros son aves? No vuelan.
Me encogí de hombros.
—¿Entonces, qué nombre? Todo considerado.
—“Una Mala Idea.”
—“Una idea muy costosa.” Calculando, son unos 1300 aeros. Si hago el trabajo yo solo.
—Woa.
Asentí. Soplé el montón de polvo que tenía y agarré un trocito pequeño de madera que estaba tirado a un lado mío en la esquina del lugar. Tropecé la botella sin querer, y salió rodando, lento pero lejos.
—Me pregunto si es posible hacer una botella gigante… y meter un barco normal dentro. Y hacer que flote por el mar.
La piedra no respondió. Supuse que ya no quería hablar más de construcciones grandes luego de escucha la cantidad anterior.
Bajé la mirada y empecé a lijar. Haría una cuarta, y una quinta, y una sexta y una séptima…
Entonces haría miniaturas de otras cosas más.
La tercera de en una semana. Me gustaba como lucía, pero no me adelanté a decidir que era mi favorita entre las tres. Después de todo, había pensado que la segunda era mejor que la primera al terminarla… y al segundo día de ésta tercera, estaba mirando con mejores ojos a la primera que a la segunda.
Estaba rodeada de pilares que sostenían un piso sobre la construcción misma, varios metros arriba más. Simplemente un suelo con un enorme hueco en el centro sin nada más. Estaba pensando dos cosas. Una, colocar un barco allí.
Dos, colgar de una barra en ese piso la edificación entera, como una enorme jaula para aves.
Tenía tres pisos, cada uno más alto de lo uno se imaginaba cuando le decían un piso de altura. En cada uno había unas cuatro ventanas, haciendo un patrón con las del piso superior e inferior de rombos, y las ventanas en sí mismas seguían las siluetas de distintas aves.
El último de ellos tenía un tragaluz, que caía justo sobre un vidrio del suelo del segundo piso. Más pequeño que el tragaluz en sí, con una silueta más de un ave. Bueno, se supone que fuese de un ave… pero a cierto punto me había desconectado al trabajar y solo seguí y seguí, y terminó más como la silueta de un dragón emplumado. Idealmente, abajo habría un espejo que reflejaría esa luz hacia una pared donde la madera sería más oscura, encima de un reloj que sacaba un lindo upelero cada tantas horas. No recordaba si eran 6 o 12.
Quería una fuente grande para la noche, posiblemente nacida de runas, para jugar con las sombras del upelero del reloj. Ver que podía hacer con eso y la luz del tragaluz.
Tal vez haría todo eso. Hacer una plataforma superior sobre toda la edificación que sostuviera un barco con una compuerta que en vez de guardar provisiones o un bote pequeño sea un tragaluz que dé hacia el tragaluz de abajo con todo el lugar colgando de allí, mientras abajo está sostenido por una estatua gigante.
Miré a una piedra a medio tallar.
—¿Cómo llamarías algo así? ¿’Pájaro carpintero,’ aún?
—¿Considerando que es una mala idea tener un edificio colgando? De cualquier cosa. Y que tiene encima algo pesado que si se cae hundiría todo el lugar fácilmente. O casi todo el lugar. Y que parece tener cualquier ave menos esa.
—Sí.
—…Espera. ¿Los upeleros son aves? No vuelan.
Me encogí de hombros.
—¿Entonces, qué nombre? Todo considerado.
—“Una Mala Idea.”
—“Una idea muy costosa.” Calculando, son unos 1300 aeros. Si hago el trabajo yo solo.
—Woa.
Asentí. Soplé el montón de polvo que tenía y agarré un trocito pequeño de madera que estaba tirado a un lado mío en la esquina del lugar. Tropecé la botella sin querer, y salió rodando, lento pero lejos.
—Me pregunto si es posible hacer una botella gigante… y meter un barco normal dentro. Y hacer que flote por el mar.
La piedra no respondió. Supuse que ya no quería hablar más de construcciones grandes luego de escucha la cantidad anterior.
Bajé la mirada y empecé a lijar. Haría una cuarta, y una quinta, y una sexta y una séptima…
Entonces haría miniaturas de otras cosas más.
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Sí, está tomado.
| RECETAS A APRENDER | AEROS | |
|---|---|---|
| Escudo Superior | [Escudo] Eficaz protección contra ataques, su calidad es Superior. | 30 |
| Barco Grande | [Vehículo] Barco capaz de navegar grandes distancias y albergar una numerosa tripulación. Posee grandes velas, mástiles, camarotes y todo lo que un capitán podría esperar. | 60 |
| Casa Lujosa | [Vivienda] Casa de excelentes materiales, con todo lo necesario para una vida acomodada. Está bien ubicada y puede tener un staff de servicio básico de uno o dos PNJs. | 60 |
| Improvisar Trampa | [Técnica] Crea una Trampa de calidad hasta Superior, de la que conozcas la receta. Debes disponer de alguna fuente de materiales y tiempo necesarios. Esta trampa sólo existe en el rol en curso. | 100 |
| Kit de Carpintería Superior | [Limitado, 2 Usos] Mediante este kit, compuesto por diversas herramientas, puedes usar el efecto de cualquier Técnica de Carpintería de nivel Experto o inferior que conozcas en un rol. | 30 |
| TOTAL | 280 | |
Anders
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Re: MERCADO de Aerandir
Raymond Lorde Miér Nov 11 2020, 17:52
Dos golpes a la puerta metálica anunciaron mi entrada al basurero donde se escondía el viejo ingeniero que servía como mi maestro.
No tenía mucha propiedad para criticar, pues mi propio taller no es que se hallara en mejores condiciones, pero vamos, ¿no podía limpiar un poco? Si bien, el olor a aceite no era fácil de remover, habían mezclas alquímicas para eso, ¿no?, y no había excusa alguna que justificara el montón de metales y piezas dispersadas en la entrada. ¿Cómo es que aún tenía clientes?
Abriéndome paso entre el desastre que había, logré acercarme al humano que se hallaba sentado frente a un largo mesón de plomo iluminado por la ardiente llama de la forja.
—¿Y bien, Slade? —llamé su atención, palmeando su hombro para sacarle de la dimensión alterna a la que viajaba el sujeto cuando se concentraba. "La clave para ser un buen ingeniero es la concentración", y bla, bla, bla—. ¿Qué tienes esta semana para...?
Antes que pudiera continuar, me interrumpió una ferviente luz que emano de las manos del viejo ingeniero. Comenzó con un pequeño brillo acompañado del sonido característico del vidrio rompiéndose, para luego transformarse en un potente y ardiente destello que me cegó.
—¿¡Pero qué demo...!? —me quejé mientras frotaba mis ojos con insistencia, intentando mitigar el ardor—. ¡Pudiste avisarme, al menos! —gruñí al escucharle reír a carcajadas.
—¡Jajaja! No seas llorón, niño. —se mofó de mi, antes de propiciarme un buen manotazo en la espalda. Agradecía que estuviera recubierto de metal; no quería pensar en lo que tal acción podría hacerme si no fuera así—. ¿Te gustó la Bomba Luminosa? Espero hayas traído tu bolsa de aeros. —río una vez más, guiándome hacia un asiento para empezar a tomar apuntes de las recetas de la semana.
¿Cómo demonios planeaba que escribiera con el propio infierno crepitando en mis ojos?
No tenía mucha propiedad para criticar, pues mi propio taller no es que se hallara en mejores condiciones, pero vamos, ¿no podía limpiar un poco? Si bien, el olor a aceite no era fácil de remover, habían mezclas alquímicas para eso, ¿no?, y no había excusa alguna que justificara el montón de metales y piezas dispersadas en la entrada. ¿Cómo es que aún tenía clientes?
Abriéndome paso entre el desastre que había, logré acercarme al humano que se hallaba sentado frente a un largo mesón de plomo iluminado por la ardiente llama de la forja.
—¿Y bien, Slade? —llamé su atención, palmeando su hombro para sacarle de la dimensión alterna a la que viajaba el sujeto cuando se concentraba. "La clave para ser un buen ingeniero es la concentración", y bla, bla, bla—. ¿Qué tienes esta semana para...?
Antes que pudiera continuar, me interrumpió una ferviente luz que emano de las manos del viejo ingeniero. Comenzó con un pequeño brillo acompañado del sonido característico del vidrio rompiéndose, para luego transformarse en un potente y ardiente destello que me cegó.
—¿¡Pero qué demo...!? —me quejé mientras frotaba mis ojos con insistencia, intentando mitigar el ardor—. ¡Pudiste avisarme, al menos! —gruñí al escucharle reír a carcajadas.
—¡Jajaja! No seas llorón, niño. —se mofó de mi, antes de propiciarme un buen manotazo en la espalda. Agradecía que estuviera recubierto de metal; no quería pensar en lo que tal acción podría hacerme si no fuera así—. ¿Te gustó la Bomba Luminosa? Espero hayas traído tu bolsa de aeros. —río una vez más, guiándome hacia un asiento para empezar a tomar apuntes de las recetas de la semana.
¿Cómo demonios planeaba que escribiera con el propio infierno crepitando en mis ojos?
| RECETAS A APRENDER | AEROS | |
|---|---|---|
| Brújula de Rastreo X-1 | [Artilugio, Limitado] Consiste en un orbe pequeño, que puede ser disimulado como una joya, y una especie de brújula de bolsillo. La aguja de la brújula siempre apuntará hacia el orbe, sin importar lo lejos que esté. | 5 |
| Catalejos del Pirata | [Artilugio] Catalejos simple y retráctil, fácilmente portátil, que permite ver a la distancia. | 5 |
| Inyección | [Artilugio, Limitado, 2 Usos] Tubo metálico que contiene un recipiente de vidrio y dos agujas. Optimiza el uso de una poción o veneno, al inyectarlo directamente al torrente sanguíneo. Permite consumir una carga de cualquier pócima o veneno para llenarla. Luego de eso, gastar una carga de este objeto equivale a usar el efecto del la mezcla usada (es decir, permite 2 usos de tal poción o veneno). No funciona con mezclas de calida Épica o Legendaria. | 5 |
| Bomba Luminosa | [Artilugio, Limitado, 1 Uso] Esfera que, al ser reventada (puede ser en la mano, no causa daño), libera por un instante una intensa luz, capaz de encandilar severamente a quienes la vean. | 5 |
| Casco del Genio Paranoico | [Yelmo] Llamativo casco con extrañas antenas. Otorga protección frente a efectos de control e influencia mental, disminuyendo notoriamente su potencia. No ofrece protección particular frente a ataques. | 5 |
| TOTAL | 25 | |
Raymond Lorde
Experto
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Re: MERCADO de Aerandir
Raymond Lorde Miér Nov 11 2020, 18:23
—¡Muévete, niño! ¡Termina de una vez! —ordenó el tuerto impaciente, cruzado de brazos.
—¡Ya voy, ya voy! —contesté, irritado. Si tan apurado estaba, no debió haberme derretido los ojos con aquella granada de luz—. ¡Listo, listo! ¡Maldición! —solté furioso, tras finalizar con el último trazo de aquel pergamino.
Había perdido la cuenta de cuantas veces había tenido que pestañear para recuperar, medianamente, la visión. Aún tenía cierto picor en los párpados, pero nada suficientemente grave para ganarme la piedad de mi maestro.
Enrollé el papiro y lo coloqué junto al resto al que me había dedicado en trazar en las últimas horas. No eran una maravilla caligráfica, pero con que yo pudiera entenderlos era suficiente. No es como que pudiera hacer mucho más con aquel anciano decrepito reventándome las pelotas. ¿Cuál era la prisa? Ni siquiera había tenido tanta clientela desde mi llegada a su taller. Solo disfrutaba el hacerme enfurecer.
—Eso es todo por la semana. —concluyó Slade, entregándome los pergaminos—. No olvides calibrar bien el magneto de la brujula, o no servirá de nada. —indicó, rascándose la nuca.
—Si, si. Entendido. —contesté obstinado.
—Y pule bien el lente del catalejo. —continuó, muy a mi molestia. Ya sabía esas cosas—. O harás lucir aún menos profesional a esa pocilga tuya. ¿Cómo es que decidiste llamarla? ¿Parts y no se qué...? —comentó el malnacido.
—¡Si! No tienes que recordármelo. —expuse esta vez mi molestia—. Está todo en los pergaminos. —intenté hacerle callar.
—¡Oh! Y también... —quiso seguir su juego, pero se vio interrumpido por la bolsa de aeros que le arrojé, logrando atraparla antes que impactara contra su estómago. Sonrió malicioso.
—Nos vemos luego, anciano. —me despedí obstinado, antes de decidir retirarme del lugar.
—¡Ya voy, ya voy! —contesté, irritado. Si tan apurado estaba, no debió haberme derretido los ojos con aquella granada de luz—. ¡Listo, listo! ¡Maldición! —solté furioso, tras finalizar con el último trazo de aquel pergamino.
Había perdido la cuenta de cuantas veces había tenido que pestañear para recuperar, medianamente, la visión. Aún tenía cierto picor en los párpados, pero nada suficientemente grave para ganarme la piedad de mi maestro.
Enrollé el papiro y lo coloqué junto al resto al que me había dedicado en trazar en las últimas horas. No eran una maravilla caligráfica, pero con que yo pudiera entenderlos era suficiente. No es como que pudiera hacer mucho más con aquel anciano decrepito reventándome las pelotas. ¿Cuál era la prisa? Ni siquiera había tenido tanta clientela desde mi llegada a su taller. Solo disfrutaba el hacerme enfurecer.
—Eso es todo por la semana. —concluyó Slade, entregándome los pergaminos—. No olvides calibrar bien el magneto de la brujula, o no servirá de nada. —indicó, rascándose la nuca.
—Si, si. Entendido. —contesté obstinado.
—Y pule bien el lente del catalejo. —continuó, muy a mi molestia. Ya sabía esas cosas—. O harás lucir aún menos profesional a esa pocilga tuya. ¿Cómo es que decidiste llamarla? ¿Parts y no se qué...? —comentó el malnacido.
—¡Si! No tienes que recordármelo. —expuse esta vez mi molestia—. Está todo en los pergaminos. —intenté hacerle callar.
—¡Oh! Y también... —quiso seguir su juego, pero se vio interrumpido por la bolsa de aeros que le arrojé, logrando atraparla antes que impactara contra su estómago. Sonrió malicioso.
—Nos vemos luego, anciano. —me despedí obstinado, antes de decidir retirarme del lugar.
| RECETAS A APRENDER | AEROS | |
|---|---|---|
| Brújula Simple | [Artilugio] Una brújula sencilla. Siempre apunta al norte. | 5 |
| TOTAL | 5 | |
Raymond Lorde
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Re: MERCADO de Aerandir
Reike Miér Nov 11 2020, 18:46
ACTUALIZADO
Anders: Recibes 1 px por uso del mercado, 5 pp en Carpintería y se te restan 280 aeros por aprendizaje de recetas.
Raymond: Recibes 2 px por uso del mercado, 6 pp en Ingeniería y se te restan 30 aeros por aprendizaje de recetas.
¡Acordaos de añadir las nuevas recetas a vuestros respectivos talleres!
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Re: MERCADO de Aerandir
Asher Daregan Dom Nov 15 2020, 22:34
Era curioso.
De un día para otro, todo había encajado. Como si hubiese comprendido una extraña verdad sobre los compuestos alquímicos. Ahora lo comprendía mejor.
Hasta entonces, había estado intentando entenderlo de forma similar a las runas arcanas. Pero la "verdad" sobre la alquimia era muy distinta. No podía verlo como una ecuación o una suma de cosas. Tenía que entender todos los componentes, aprovecharlos de una forma estable y, salvo que lo quisiera, no tóxica.
Era difícil de poner en palabras. Pero me sentía con la seguridad suficiente para probar cosas más avanzadas. Primero tendría que conseguir las recetas.
No quería depender mucho de una sola fuente, por lo que no volví a molestar a Demian ni a aquella chica de la taberna. En su lugar, fui al mercado, cubierto bajo mi capa y capucha mientras avanzaba. Hacía tiempo que no lo visitaba. Desde antes de Sandorai, incluso.
No fue difícil encontrar un alquimista. Sin embargo, parecía más propenso a venderme una cura para mi "condición" que a enseñarme. Sin embargo, me dio algo de información. Al parecer, conocía a un apotecario ambulante que podía ayudarme. Como no, lo encontraría en una posada.
Fui directo al grano. Era la clase de hombre que no dejaba de sonreír. Aquella clase de persona amable que parecía sólo querer ayudar. No tenía miedo ni tensión al mirarme a los ojos. Ni siquiera pena.
No estaba seguro de si aquello me molestaba o no.
El hombre me enseñó recetas con nombres de persona, y tomó su pago por las clases. A las pocas horas, ya había olvidado su nombre. Era mejor así.
Suspiré y volví a mi tienda en Dundarak. Tenía que poner aquellas cosas a prueba. No me las sacaría de la cabeza hasta que lo hiciese.
| RECETAS A APRENDER | AEROS | |
|---|---|---|
| Poción de Salud Concentrada | [Elixir, Limitado, 1 Uso] Sana la herida más grave en pocos segundos. | 30 |
| Poción de Jekill | [Elixir, Limitado, 1 Uso] La masa de tu cuerpo aumenta en un 50% durante 5 minutos. Interacciones en que la fuerza o tamaño sean importantes se te serán más fáciles. | 30 |
| Suero de Pym | [Elixir, Limitado, 1 Uso] La masa de tu cuerpo disminuye a una cuarta parte del original, con una disminución de tamaño proporcional, durante 5 minutos. Tu fuerza y resistencia se ven perjudicadas. | 30 |
| Toque Paralizante | [Veneno, Limitado, 1 Uso] Esencia que, aplicada a un arma, hace que envenene al herir. El veneno, tras entrar al sistema, paralizará en cosa de segundos al afectado por un turno (el afectado puede moverse, pero muy lento). Cualquier objetivo afectado se vuelve inmune por una hora. El veneno se diluye del arma a los 10 minutos o tras afectar a 2 personas. | 30 |
| Pócima de Freya | [Elixir, Limitado, 1 Uso] Líquido en base a amorttentia. Quien lo beba, se enamorará perdidamente durante 24 horas de la persona que se lo dio. | 30 |
| TOTAL | 150 | |
Asher Daregan
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Re: MERCADO de Aerandir
Reike Lun Nov 16 2020, 11:23
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Asher: Recibes 1 px por uso del mercado y se te restan 150 aeros por aprendizaje de recetas.
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Re: MERCADO de Aerandir
Magazubi Mar Nov 17 2020, 05:07
Los días de compras habían sido divertidos, sin embargo me estaba quedando sin aeros de forma acelerada. Tenía que dejar la pereza y aprender a hacer las cosas por mí misma, sino seguiría gastando y gastando.
Lo primero que tendría que aprender era sobre los elementos mínimos que necesito para hacer mis encantamientos arcanos. Entender los materiales de la tinta para poder escribir runas en cualquier momento que pudiesen salvar mi vida; y a partir de eso aprender alguna que otra runa nueva para estas situaciones. Entre ellas estaba el glifo de visión y el asistente arcano.
Entre libros antiguos conseguí varias runas muy interesantes. Había una técnica que me permitiría ver a través de una esfera; no parecía demasiado difícil pero iba a necesitar entender bien el funcionamiento de ese glifo.
Otro encantamiento que me pareció marvilloso fue el de la maldición necrótica, lo imaginé en mis agujas y el resultdo fue hermoso, definitivamente quería aprender a hacerlo.
Por último nunca estaba de más aprender a controlar pequeños objetos como muñecos, ya que si planeaba hacer eso con humanos podía ser bien interesante empezar probando con estos minimuñecos.
Fue una tarde de mucha lectura, de mucha práctica y ensayo y error, necesitaba que las runas y los materiales fueran perfectos.
Lo primero que tendría que aprender era sobre los elementos mínimos que necesito para hacer mis encantamientos arcanos. Entender los materiales de la tinta para poder escribir runas en cualquier momento que pudiesen salvar mi vida; y a partir de eso aprender alguna que otra runa nueva para estas situaciones. Entre ellas estaba el glifo de visión y el asistente arcano.
Entre libros antiguos conseguí varias runas muy interesantes. Había una técnica que me permitiría ver a través de una esfera; no parecía demasiado difícil pero iba a necesitar entender bien el funcionamiento de ese glifo.
Otro encantamiento que me pareció marvilloso fue el de la maldición necrótica, lo imaginé en mis agujas y el resultdo fue hermoso, definitivamente quería aprender a hacerlo.
Por último nunca estaba de más aprender a controlar pequeños objetos como muñecos, ya que si planeaba hacer eso con humanos podía ser bien interesante empezar probando con estos minimuñecos.
Fue una tarde de mucha lectura, de mucha práctica y ensayo y error, necesitaba que las runas y los materiales fueran perfectos.
| RECETAS A APRENDER | AEROS | |
|---|---|---|
| Glifo de Visión | [Técnica] Sobre la superficie encantada se formará una esfera sólo visible para quienes perciban el Éter. Encantas además un pergamino. Quien sostenga el pergamino podrá ver a través de la esfera. Dura hasta 1 hora. | 100 |
| Asistente Arcano | [Técnica] Trazas con cuidado runas sobre un muñeco, figura de barro o similar, que no puede superar los 30 centímetros de altura. Éste cobrará vida por 10 minutos, realizando tareas para ti. No tomará decisiones, más que seguir al pie de la letra tus instrucciones. Es algo torpe y no puede realizar acciones de combate. | 100 |
| Kit de Arcanos Superior | [Limitado, 2 Usos] Mediante este kit, compuesto por pinceles y tintas mágicas, puedes usar el efecto de cualquier Técnica de Arcanos de nivel Experto o inferior que conozcas en un rol. | 30 |
| Maldición Necrótica | [Encantamiento de Arma] Las heridas realizadas por esta arma o sus proyectiles se sanan a la mitad de efectividad por efectos mágicos o alquímicos (se requieren 2 pociones, por ejemplo). | 30 |
| TOTAL | 260 | |
Magazubi
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Re: MERCADO de Aerandir
Magazubi Mar Nov 17 2020, 05:32
La verdad había abandonado un poco mi aprendizaje arcano y alquímico estos años y me había dedicado más a aprender sobre defensa personal, buen vestir y modales de una señorita (cosa que necesitaba repasar constantemente porque a veces se me olvidaban cosas). La cuestión es que como había vuelto a la actividad necesitaba actualizar un poco mis herramientas de trabajo y había gastado bastante en eso, sobre todo en cuestiones medicinales porque sentía que eran una gran inversión, pero había llegado el momento de aprender.
Debía buscar a alguien que estuviera cerca de mi locación para que me ayudara a aprender uno que otro truquillo más en alquimia.
Para ser sincera me gustaba mucho más el arte arcano pero en ese momento me estaba divirtiendo bastante aprendiendo a realizar un kit de primeros auxilios, unos antídotos muy básicos y los materiales base que necesito para poder hacer mis pequeños inventos alquímicos.
Este era un mundo bastante diferente al de arcanos, aquí era importante conocer bien algunas plantas y sus propiedades, mientras que en arcanos consistía en usar los materiales correctos y hacer la runa adecuada.
Fui anotando en una libretica las recetas que este alquimista me dictaba y aproveché de anotar en la parte trasera de la libreta algunos materiales con sus propiedades.Aprendí mucho de plantas, y al final pude hacer yo solita unas pociones muy interesantes.
Salí emocionada de mi clase a contarle a Pelusa todo lo que había aprendido y me dispuse a ir a mi taller a probarlo todo.
Debía buscar a alguien que estuviera cerca de mi locación para que me ayudara a aprender uno que otro truquillo más en alquimia.
Para ser sincera me gustaba mucho más el arte arcano pero en ese momento me estaba divirtiendo bastante aprendiendo a realizar un kit de primeros auxilios, unos antídotos muy básicos y los materiales base que necesito para poder hacer mis pequeños inventos alquímicos.
Este era un mundo bastante diferente al de arcanos, aquí era importante conocer bien algunas plantas y sus propiedades, mientras que en arcanos consistía en usar los materiales correctos y hacer la runa adecuada.
Fui anotando en una libretica las recetas que este alquimista me dictaba y aproveché de anotar en la parte trasera de la libreta algunos materiales con sus propiedades.Aprendí mucho de plantas, y al final pude hacer yo solita unas pociones muy interesantes.
Salí emocionada de mi clase a contarle a Pelusa todo lo que había aprendido y me dispuse a ir a mi taller a probarlo todo.
| RECETAS A APRENDER | AEROS | |
|---|---|---|
| Primeros Auxilios | [Técnica] Aplicas una mezcla de hierbas sobre una herida, bajando un nivel de gravedad (de moderada a leve, de grave a moderada, sanándola si es leve). | 50 |
| Crear Antídoto | [Técnica] Mezclas ingredientes para crear un antídoto para un veneno que sepas fabricar. | 50 |
| Kit Alquímico Regular | [Limitado, Requiere ser Alquimista, 2 Usos] Set de viales con fórmulas secretas diversas que permiten llevar a cabo una Técnica de Alquimia a nivel Avanzado o inferior. | 15 |
| TOTAL | 115 | |
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Re: MERCADO de Aerandir
Reike Mar Nov 17 2020, 19:08
ACTUALIZADO
Maga: Recibes 2 px por uso del mercado, 4 pp en Arcanos, 3 pp en Alquimia y se te restan 375 aeros por aprendizaje de recetas.
¡No olvides añadir las recetas al taller! Lo demás ya lo añado yo.
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Re: MERCADO de Aerandir
Aleen Sokolov Dom Nov 22 2020, 23:05
Se adentró en el edificio con una enorme sonrisa.
El vapor, el humo y el olor a carbón impregnaba el ambiente; los sonidos se veían opacados por el de la maquinaria activa. Le encantaba, quizás algún día consiguiese que su taller fuese similar.
Sin muchos preámbulos, atravesó las mesas de trabajo.
- ¡Hola Faye! – Saludó el brujo, alzando su mano derecha.
- UUUUUUUUUUUUGH – Fue lo único que respondió la imponente mujer al oír la voz de Aleen según se alejaba de él con los ojos en blanco.
- ¡Faye! ¡Pero…! ¡Vengo en son de paz! – Aleen se apresuró a seguir a la dueña del lugar a paso ligero. - ¡Espera! – Solo consiguió alcanzarla cuando esta se detuvo frente a varios artilugios a medio terminar.
Mientras la ingeniera sacaba varias herramientas de su cinturón y comenzaba a juguetear con los objetos que tenía frente a ella, Aleen tomó de su bolso de viaje el pesado manuscrito en el que tenía todos sus diseños. “El mejor libro de Hechizos que vais a encontrar nunca” tenía este escrito con una caligrafía bastante conseguida en la parte frontal.
Faye, dejando lo que tenía entre manos en la mesa, tomó lo que le ensañaba Aleen con cara de pocos amigos cuando el hombre y, alzando una ceja, examinó su contenido. Después miró a Aleen, después volvió a mirar el libro… y una vez más miró a Aleen.
- Has estado aplicando lo que te enseñé la última vez. – dijo, pasando varias páginas.
- ¡Lo sé! - Exclamó Aleen, orgulloso de lo que había en el tomo. – No, espera… - Ladeó la cabeza. – Bueno, sí. – Asintió finalmente, Faye, habituada a la personalidad del ingeniero no hizo demasiado caso al hecho de que ahora susurraba en voz baja para sí ladeó la cabeza.
- Si quieres más diseños y apuntes míos… te va a costar dinero. – dijo al final devolviéndole el libro a su dueño.
- ¡Claro, claro! – Respondió Aleen con tono jovial. – No esperaba menos por tu trabajo. –
- Já. – dijo esta simplemente, tomando sus propias anotaciones. – Últimamente tus chistes tienen gracia. -
_______________________________________________
El vapor, el humo y el olor a carbón impregnaba el ambiente; los sonidos se veían opacados por el de la maquinaria activa. Le encantaba, quizás algún día consiguiese que su taller fuese similar.
Sin muchos preámbulos, atravesó las mesas de trabajo.
- ¡Hola Faye! – Saludó el brujo, alzando su mano derecha.
- UUUUUUUUUUUUGH – Fue lo único que respondió la imponente mujer al oír la voz de Aleen según se alejaba de él con los ojos en blanco.
- ¡Faye! ¡Pero…! ¡Vengo en son de paz! – Aleen se apresuró a seguir a la dueña del lugar a paso ligero. - ¡Espera! – Solo consiguió alcanzarla cuando esta se detuvo frente a varios artilugios a medio terminar.
Mientras la ingeniera sacaba varias herramientas de su cinturón y comenzaba a juguetear con los objetos que tenía frente a ella, Aleen tomó de su bolso de viaje el pesado manuscrito en el que tenía todos sus diseños. “El mejor libro de Hechizos que vais a encontrar nunca” tenía este escrito con una caligrafía bastante conseguida en la parte frontal.
Faye, dejando lo que tenía entre manos en la mesa, tomó lo que le ensañaba Aleen con cara de pocos amigos cuando el hombre y, alzando una ceja, examinó su contenido. Después miró a Aleen, después volvió a mirar el libro… y una vez más miró a Aleen.
- Has estado aplicando lo que te enseñé la última vez. – dijo, pasando varias páginas.
- ¡Lo sé! - Exclamó Aleen, orgulloso de lo que había en el tomo. – No, espera… - Ladeó la cabeza. – Bueno, sí. – Asintió finalmente, Faye, habituada a la personalidad del ingeniero no hizo demasiado caso al hecho de que ahora susurraba en voz baja para sí ladeó la cabeza.
- Si quieres más diseños y apuntes míos… te va a costar dinero. – dijo al final devolviéndole el libro a su dueño.
- ¡Claro, claro! – Respondió Aleen con tono jovial. – No esperaba menos por tu trabajo. –
- Já. – dijo esta simplemente, tomando sus propias anotaciones. – Últimamente tus chistes tienen gracia. -
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| RECETAS A APRENDER | AEROS | |
|---|---|---|
| Kit de Ingeniería Regular | [Limitado, 2 Usos] Mediante este kit, compuesto por engranajes y otros materiales mecánicos, puedes usar el efecto de cualquier Técnica de Ingeniería hasta nivel Avanzado que conozcas en un rol. | 15 |
| Ingeniería Reversa | [Técnica] Permite desarmar o sabotear cualquier objeto con partes mecánicas móviles, incluyendo cerraduras de llave, puertas o estructuras más complejas. | 50 |
| Reparar Máquinas | [Técnica] Repara fallos en partes mecánicas de un Bio-cibernético, o máquinas complejas. Esto es similar a realizar sanación, pero sólo de partes mecánicas. No puede restaurar efectos tecnológicos avanzados como circuitos, pero sí realizar cosas como parchar cosas rotas, devolver movilidad, etc. | 50 |
| Comunicador de Bolsillo | [Artilugio, Limitado] Compuesto por elementos mecánicos y arcanos, consiste en 2 objetos de alrededor de 15 centímetros. Al sostenerlo y hablar en él, el par emitirá la voz si está a menos de 500 metros. Sólo funciona con su propio par, no con otras copias de este mismo objeto. | 15 |
| Paracaídas Portátil | [Artilugio, Limitado, 1 Uso] Pequeña mochila capaz de desplegar un paracaídas. Si el usuario tiene tiempo para volver a poner todo en su lugar tras aterrizar (al menos 5 minutos), recupera el uso gastado. | 15 |
| TOTAL | 145 | |
Aleen Sokolov
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Re: MERCADO de Aerandir
Aleen Sokolov Dom Nov 22 2020, 23:20
Bueno, no podía abusar de la “generosidad” de Faye todo el tiempo.
Por eso estaba en aquel taller. No era de sus favoritos de Lunargenta, de hecho, no estaba siquiera en el top diez. Eran pretenciosos, juzgones y, le dolía decirles palabras como aquellas a estimados compañeros de profesión, demasiado precavidos.
No es que ser precavido fuese malo per se.
Pero tenían normas para todo. “Aleen, no puedes hacer eso”, “Sokolov, no uses la máquina para eso, que puede romperse”, “Aleen, por última vez, no, no puedes crear un puñal automatizado”. Habían sido los tres días más largos de toda su vida y los dueños del lugar le dirían que le despidieron, pero a sus ojos se fue él.
- Mira quien ha venido… - Un hombre regordete, algo canoso, salió al encuentro del ingeniero antes de que este pudiese adentrarse aún más en el taller. - ¿Qué te trae por aquí, Sokolov? Si buscas trabajo… - Las palabras del hombre quedaron acalladas cuando
Aleen le mostró el manuscrito.
- Simplemente recopilo información, viejo amigo. – Le dijo zarandeando el libro.
- Ajá… - El dueño del lugar se atusó el bigote. - ¿Buscas recetas? Justamente tenemos algunas a la venta… - dijo sacando un tomo similar al de Aleen y colocándolo en el mostrador que tenían al lado.
Aquello había sido bastante más fácil de lo que había esperado. No iba a negar que durante todo el camino hasta el lugar había estado pensando cómo ganarse la confianza del hombre. Estaba incluso un poco decepcionado.
- ¿Ves alguna que te guste? –
Aleen parpadeó varias veces, volviendo a la realidad.
- Ah, sí. Todas. ¿No vamos a regatear? –
- No, págame y vete de aquí. –
Sonrió depositando el dinero en manos del dueño, comprendiendo la intención del hombre. Aquella actitud sí que tenía más sentido.
Por eso estaba en aquel taller. No era de sus favoritos de Lunargenta, de hecho, no estaba siquiera en el top diez. Eran pretenciosos, juzgones y, le dolía decirles palabras como aquellas a estimados compañeros de profesión, demasiado precavidos.
No es que ser precavido fuese malo per se.
Pero tenían normas para todo. “Aleen, no puedes hacer eso”, “Sokolov, no uses la máquina para eso, que puede romperse”, “Aleen, por última vez, no, no puedes crear un puñal automatizado”. Habían sido los tres días más largos de toda su vida y los dueños del lugar le dirían que le despidieron, pero a sus ojos se fue él.
- Mira quien ha venido… - Un hombre regordete, algo canoso, salió al encuentro del ingeniero antes de que este pudiese adentrarse aún más en el taller. - ¿Qué te trae por aquí, Sokolov? Si buscas trabajo… - Las palabras del hombre quedaron acalladas cuando
Aleen le mostró el manuscrito.
- Simplemente recopilo información, viejo amigo. – Le dijo zarandeando el libro.
- Ajá… - El dueño del lugar se atusó el bigote. - ¿Buscas recetas? Justamente tenemos algunas a la venta… - dijo sacando un tomo similar al de Aleen y colocándolo en el mostrador que tenían al lado.
Aquello había sido bastante más fácil de lo que había esperado. No iba a negar que durante todo el camino hasta el lugar había estado pensando cómo ganarse la confianza del hombre. Estaba incluso un poco decepcionado.
- ¿Ves alguna que te guste? –
Aleen parpadeó varias veces, volviendo a la realidad.
- Ah, sí. Todas. ¿No vamos a regatear? –
- No, págame y vete de aquí. –
Sonrió depositando el dinero en manos del dueño, comprendiendo la intención del hombre. Aquella actitud sí que tenía más sentido.
_____________________________________________________
| RECETAS A APRENDER | AEROS | |
|---|---|---|
| Botas de Araña | [Botas] Calzado capaz de aferrarse a las paredes mientras soportan el peso de una persona. Permiten caminar (no correr) por los muros. | 15 |
| Detector de Metales | [Artilugio, Limitado, 2 Usos] Disco que, al activarse, ilumina puntos que indican la ubicación y masa (tamaño del punto) de cualquier objeto metálico en un radio de 50 metros, por un minuto. No permite identificar la naturaleza del objeto. | 15 |
| Prótesis Mecánica | [Prótesis] Esta prótesis sólo puede ser usada por una persona, ya que es diseñada específicamente para su cuerpo. Reemplaza una extremidad perdida con funcionalidad básica. No sirve para el combate ni actúa como una extremidad real, sino que es controlada por engranajes y movimientos básicos de la parte unida del cuerpo, pero permite cosas como sostener un objeto o desplazarse, incluso correr, con algo de entrenamiento. | 15 |
| Domo Portátil | [Artilugio] Pequeña maleta que, al ser instalada en el suelo, se desplegará, creando un domo que sirve como tienda de campaña. Aísla bien el frío y el calor y permite un buen descanso de hasta 2 personas. | 15 |
| Guanteletes Percutores | [Guantes, Arma] Guantes metálicos equipados con un sistema mecánico que amplifica la fuerza de los puñetazos. Diseñados para personas de poca fuerza. Si los usa alguien fuerte, se rompen. Son de calidad Normal. | 15 |
| TOTAL | 75 | |
Aleen Sokolov
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Re: MERCADO de Aerandir
Reike Lun Nov 23 2020, 19:13
ACTUALIZADO
Aleen: Recibes 2 px por uso del mercado, 10 pp en Ingeniería y se te restan 220 aeros por aprendizaje de recetas.
¡No olvides añadir las recetas al taller! Lo demás ya lo añado yo.
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