[Cerrado] Cazando mitos [Libre][Noche]
Aerandir :: Reinos del este. :: Ulmer
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Desquiciado y suicida, no había otras palabras para definir al vampiro que aceptara realizar aquella misión, y es que de todos los territorios posibles, Ulmer era el menos recomendable para realizar cualquier tarea, fuera cual fuera; no obstante no había podido resistirme a la encomienda, más aún cuando el objetivo era nada menos que la intrusión en la casa de uno de los más influyentes líderes de manada para obtener algunos documentos que resultaban de vital importancia para prevenir un supuesto ataque a Sacrestic, sí, tal cual, un supuesto porque ni siquiera teníamos la confirmación de que la amenaza fuera real, así que tanto ésta como los documentos eran hasta ahora tan solo un mito que debería aclarar.
Y allí estaba, llegando a tierras de licántropos cubierto con una capa oscura con capucha, una incipiente barba y una ingeniosa loción que serviría para ocultar mi olor a los licántropos al menos por un rato, aunque al parecer la solución a eso había sido peor que la enfermedad misma, pues neutralizar el olor era demasiado trabajo así que la solución fue combatirlo con uno más fuerte, así que todo mi cuerpo olía básicamente a orina de aión, con eso pretendían lograr que los lobos evitaran olerme o su olfato acabaría en coma.
Había sido una tarde lluviosa con un hermoso cielo nublado, aún caían algunas gotas de un helado rocío cuando pisé la entrada del lugar; un lugar que por todos lados destilaba odio a los vampiros, incluso los más pequeños jugaban a despedazar al vampiro, nos odiaban, realmente nos odiaban; así que para mantenerme con vida lo mejor sería pasar desapercibido -¡¡Oye!!- Reclamé al ser tropezado por unos niños que jugaban -¿No te enseñan a respetar a los adultos?- Pregunté en todo de reprimenda consiguiendo simplemente que el pequeño me sacara la lengua de manera burlesca y huyera corriendo -Ya te mataré cuando seas más grande y no me de remordimientos- Murmuré para mí mismo mientras detallaba la calle principal, al fondo de esta se detallaba una taberna que parecía haber tenido mejores tiempos alguna vez, pero ahora no parecía más que una arcaica ratonera.
Ante la falta de más pistas o de la veracidad de la información que había recibido debía dirigirme al lugar donde la información volaba desperdigada en todas direcciones, y es que nada habla con más facilidad que un borracho, y los borrachos abundan en las tabernas, y esa era una taberna, por ende habrían borrachos -A veces soy tan listo- Murmuré para mí mismo mientras avanzaba hacia el lugar aunque justo al estar en la puerta un par de hombres semidesnudos rompieron una ventana y cayeron al piso golpeándose; una trifulca que de hecho no me interesaba e incluso podría servir como foco de atención mientras yo pasaba desapercibido, pero no sería tan sencillo, los curiosos obstruyeron la puerta y las ventanas evitándome inconscientemente la entrada al lugar.
Y allí estaba, llegando a tierras de licántropos cubierto con una capa oscura con capucha, una incipiente barba y una ingeniosa loción que serviría para ocultar mi olor a los licántropos al menos por un rato, aunque al parecer la solución a eso había sido peor que la enfermedad misma, pues neutralizar el olor era demasiado trabajo así que la solución fue combatirlo con uno más fuerte, así que todo mi cuerpo olía básicamente a orina de aión, con eso pretendían lograr que los lobos evitaran olerme o su olfato acabaría en coma.
Había sido una tarde lluviosa con un hermoso cielo nublado, aún caían algunas gotas de un helado rocío cuando pisé la entrada del lugar; un lugar que por todos lados destilaba odio a los vampiros, incluso los más pequeños jugaban a despedazar al vampiro, nos odiaban, realmente nos odiaban; así que para mantenerme con vida lo mejor sería pasar desapercibido -¡¡Oye!!- Reclamé al ser tropezado por unos niños que jugaban -¿No te enseñan a respetar a los adultos?- Pregunté en todo de reprimenda consiguiendo simplemente que el pequeño me sacara la lengua de manera burlesca y huyera corriendo -Ya te mataré cuando seas más grande y no me de remordimientos- Murmuré para mí mismo mientras detallaba la calle principal, al fondo de esta se detallaba una taberna que parecía haber tenido mejores tiempos alguna vez, pero ahora no parecía más que una arcaica ratonera.
Ante la falta de más pistas o de la veracidad de la información que había recibido debía dirigirme al lugar donde la información volaba desperdigada en todas direcciones, y es que nada habla con más facilidad que un borracho, y los borrachos abundan en las tabernas, y esa era una taberna, por ende habrían borrachos -A veces soy tan listo- Murmuré para mí mismo mientras avanzaba hacia el lugar aunque justo al estar en la puerta un par de hombres semidesnudos rompieron una ventana y cayeron al piso golpeándose; una trifulca que de hecho no me interesaba e incluso podría servir como foco de atención mientras yo pasaba desapercibido, pero no sería tan sencillo, los curiosos obstruyeron la puerta y las ventanas evitándome inconscientemente la entrada al lugar.
Última edición por Bio el Jue Jun 15 2017, 16:58, editado 2 veces
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Aerandiano de honor
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Re: [Cerrado] Cazando mitos [Libre][Noche]
Nada mejor que caminar, al menos pera mi, pensar que mañana por la mañana dejare de tocar las calles de Ulmer, la que mas extrañare serán estos paseos nocturnos, tal vez debería quedarme... no, no y no, no me quedare en Ulmer, quiero conocer todo Aerandir y eso nada ni nadie lo cambiara, ¿enserio así de egoísta sueno?, tal vez, debería hacer otra cosa y distraerme, esa eran las cosas que me decía mientras caminaba por las calles alumbrada por faroles mirando a mi alrededor para ver que encontraba para hacer, allí lo vi, ya sabia que aria para no pensar en tantas cosas sobre el tema de irme, are lo que mas me gusta, jugar con los cachorros ¿que pierdo al hacerlo?.
Me acerque a donde los niños corrían a un lado al otro y me acerque al que parecía el mas grande del grupo - Oye, ¿no hay problema si me uno a su juego? - pregunte al niño el cual con una sonrisa me contesto que si para luego gritarle al resto del grupo que yo me la quedaba - Les daré una ventaja de 10 segundos para que corran lo mas que puedan, 1... - Dije mientras miraba a los niños empezar a huir de mi, luego de haber llegado al 10 empece a correr suave para acercarme a los niños, los cuales uno por uno los iba atrapando solo me faltaba uno que se acerco mas a la entrada del bosque, que luego que se despisto un momento le salte atrapándolo - Te la quedas - Le dije con una sonrisa mientras volvíamos al grupo, el niño miro a todo lados para luego jalarme del brazo para decirme que se había topado con un hombre extraño que salia del bosque y se caminaba hacia la vía principal, luego de eso yo volite y mire a mi alrededor y allí iba el sujeto ¿que estaría haciendo a estas horas en el bosque?.
Al volver al grupo de niños me despedí de cada uno para luego buscar al misterioso hombre, luego de caminar durante un momento lo encontré en la calle en efecto allí iba, sus ropas eran algo diferente, siempre la curiosidad debe de ser la que me haga hacer las coas, un día de estos la curiosidad me matara, pero que mas da, me encamine siguiéndole el paso al sujeto a una buena distancia, hasta que vi que se acerco a una taberna, esto se pone interesante, quiero saber como terminara...
Me acerque a donde los niños corrían a un lado al otro y me acerque al que parecía el mas grande del grupo - Oye, ¿no hay problema si me uno a su juego? - pregunte al niño el cual con una sonrisa me contesto que si para luego gritarle al resto del grupo que yo me la quedaba - Les daré una ventaja de 10 segundos para que corran lo mas que puedan, 1... - Dije mientras miraba a los niños empezar a huir de mi, luego de haber llegado al 10 empece a correr suave para acercarme a los niños, los cuales uno por uno los iba atrapando solo me faltaba uno que se acerco mas a la entrada del bosque, que luego que se despisto un momento le salte atrapándolo - Te la quedas - Le dije con una sonrisa mientras volvíamos al grupo, el niño miro a todo lados para luego jalarme del brazo para decirme que se había topado con un hombre extraño que salia del bosque y se caminaba hacia la vía principal, luego de eso yo volite y mire a mi alrededor y allí iba el sujeto ¿que estaría haciendo a estas horas en el bosque?.
Al volver al grupo de niños me despedí de cada uno para luego buscar al misterioso hombre, luego de caminar durante un momento lo encontré en la calle en efecto allí iba, sus ropas eran algo diferente, siempre la curiosidad debe de ser la que me haga hacer las coas, un día de estos la curiosidad me matara, pero que mas da, me encamine siguiéndole el paso al sujeto a una buena distancia, hasta que vi que se acerco a una taberna, esto se pone interesante, quiero saber como terminara...
Última edición por Zukura Kito el Sáb Abr 08 2017, 04:55, editado 1 vez
Zukura Kito
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Re: [Cerrado] Cazando mitos [Libre][Noche]
La absurda pelea atrae a más de uno, y es que los que riñen no parecen ser simples borrachos, a saber por qué estarán luchando pero lo hacen como si sus vidas dependieran de ello, los que les rodean vitorean los nombres de cada uno -Arthuir y Rufus- Repetí en voz baja los nombres que escuché corear a los presentes, peleaban a golpes, patadas y mordidas, por raro que pueda sonar el hecho de... Bueno, sí, también he mordido en medio de una batalla pero a mí me queda bien.
El alboroto causado por los que riñen me ha dejado el camino libre hasta la taberna, aunque entrar ahora no sería lo más inteligente del mundo, con nadie adentro es poco lo que podría lograr conseguir, de momento quedarse afuera parece ser la mejor opción -¿Por qué pelean?- Pregunté curioso aunque sin querer llamar la atención -Nadie lo sabe, pero en algo debemos divertirnos- Dijo un viejo de largas barbas que sostenía en sus manos algunas monedas como si apostara con ellas; de momento no podía pensar sino en que todos los licántropos estaban un poco mal de la cabeza pero aquel pensamiento fue calmado cuando noté a aquella chica que... Bueno, seguía pensando que estaban locos, más porque la chica traía la cara pintada cual guerrero tribal.
Sin darme cuenta la pelea llegó a su fin sin saber quién había ganado a causa de la distracción que me había causado -Ah, genial, me distrajo la cazadora fanática- Murmuré de mala gana antes que el mismo viejo barbudo comenzara su campaña de desprestigio -Oye, este sujeto te acaba de llamar sucia cazadora maloliente y despreciable- Le gritó a la chica rara mientras me señalaba -Ey, no, yo no, claro que no- Negué con ambas manos retrocediendo -¿Qué hace?- Murmuré en voz baja para el hombre que parecía conducir en asunto a su favor -Oh, caballero- Retrocedió sorprendido -Ha dicho que te puede patear el trasero en una pelea mano a mano, o más bien garra a garra... y otras cosas que por respeto a la dama no puedo repetir- Propuso a la chica poniéndome en un terrible aprieto, primero porque quería pasar desapercibido y segundo por el pequeño detalle de que no tenía garras, si no era suficiente con no ser licántropo, en cuanto se enteraran que era un vampiro iría de mal a peor.
Retrocedí lentamente hasta que un muro de hombres se formó a mi espalda para detenerme -Parece que tenemos otra pelea- Anunció el viejo desgraciado -Este hombre ha mancillado el honor de la cazadora y ahora deberá darle peso a sus palabras- Continuó formando pretextos para la pelea -No, no, yo no quiero pelear- Le dije al viejo entre susurros tratando de que enmendara su error sin parecer un cobarde -¡Dice que se muere por pelear!- Gritó seguido de la euforia de los presentes que ya no me dejaban seguir retrocediendo -Oye, espera, no, no tienes que hacer esto- Le dije a la chica en tono casi suplicante -Insinúa que ni siquiera necesita pelear contigo- Le dijo el viejo avivando el conflicto y convirtiendo la situación en algo cada vez peor...
El alboroto causado por los que riñen me ha dejado el camino libre hasta la taberna, aunque entrar ahora no sería lo más inteligente del mundo, con nadie adentro es poco lo que podría lograr conseguir, de momento quedarse afuera parece ser la mejor opción -¿Por qué pelean?- Pregunté curioso aunque sin querer llamar la atención -Nadie lo sabe, pero en algo debemos divertirnos- Dijo un viejo de largas barbas que sostenía en sus manos algunas monedas como si apostara con ellas; de momento no podía pensar sino en que todos los licántropos estaban un poco mal de la cabeza pero aquel pensamiento fue calmado cuando noté a aquella chica que... Bueno, seguía pensando que estaban locos, más porque la chica traía la cara pintada cual guerrero tribal.
Sin darme cuenta la pelea llegó a su fin sin saber quién había ganado a causa de la distracción que me había causado -Ah, genial, me distrajo la cazadora fanática- Murmuré de mala gana antes que el mismo viejo barbudo comenzara su campaña de desprestigio -Oye, este sujeto te acaba de llamar sucia cazadora maloliente y despreciable- Le gritó a la chica rara mientras me señalaba -Ey, no, yo no, claro que no- Negué con ambas manos retrocediendo -¿Qué hace?- Murmuré en voz baja para el hombre que parecía conducir en asunto a su favor -Oh, caballero- Retrocedió sorprendido -Ha dicho que te puede patear el trasero en una pelea mano a mano, o más bien garra a garra... y otras cosas que por respeto a la dama no puedo repetir- Propuso a la chica poniéndome en un terrible aprieto, primero porque quería pasar desapercibido y segundo por el pequeño detalle de que no tenía garras, si no era suficiente con no ser licántropo, en cuanto se enteraran que era un vampiro iría de mal a peor.
Retrocedí lentamente hasta que un muro de hombres se formó a mi espalda para detenerme -Parece que tenemos otra pelea- Anunció el viejo desgraciado -Este hombre ha mancillado el honor de la cazadora y ahora deberá darle peso a sus palabras- Continuó formando pretextos para la pelea -No, no, yo no quiero pelear- Le dije al viejo entre susurros tratando de que enmendara su error sin parecer un cobarde -¡Dice que se muere por pelear!- Gritó seguido de la euforia de los presentes que ya no me dejaban seguir retrocediendo -Oye, espera, no, no tienes que hacer esto- Le dije a la chica en tono casi suplicante -Insinúa que ni siquiera necesita pelear contigo- Le dijo el viejo avivando el conflicto y convirtiendo la situación en algo cada vez peor...
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Re: [Cerrado] Cazando mitos [Libre][Noche]
Allí estaba frente a la taberna mirando el combate mientras me acercaba al desconocido ¿Por qué los hombres licántropos borrachos dejan en pena nuestras especie?, mientras me acercaba al desconocido un olor desagradable que azoto con fuerza a mi sensible olfato causando que no distinguiera ningún aroma, lo admito, ese sujeto tonto no era, pero ocultar su aroma daba a entender que planeaba algo o que no querían que supiera quién era o que era, como fuera la cosa cada vez sentía curiosidad de saber que hacia ese sujeto en este lugar.
Allí me quede mirando hasta que la pelea acabo, me recosté en una pared hasta que sentí unas cuantas miradas sobre mí, ice como si nada, para tratar de disimular pero, era algo notorio que no funcionaba, luego de eso escuche la voz de un viejo ebrio dirigiéndose a mi diciéndome toda clase de barbaridades, cada vez que me dirigía la palabra respiraba con fuerza para no partirle la cara, se notaba que simplemente buscaban pelea entre el desconocido y yo, el pobre se encontraba tan preocupado que creía que saldría corriendo de allí si no hubiera sido acorralado, pero ¿Qué daño hacia seguir la corriente a la situación?, me acerque con los brazos cruzados quedando a centímetros del desconocido – Así que buscando pelea ¿no? – Me quede viendo al desconocido el cual era más alto que yo, admito que tener que levantar la mirada no me molestaba, ya que ser la menor de tres hermanos me enseño a no dejarme intimidar con facilidad por alguien mas alto, lo tome por el cuello de su abrigo y lo azote contra un muro un poco más lejana del grupo de hombres – Escucha con atención – Dije con seriedad mirándolo a los ojos – Te lanzare contra el suelo, pondré mi pie sobre tu cuello sin presionar, patalearas como si te faltara aire y te quedaras quieto ¿Entendiste? – Luego de terminar mi frase lo lance sin mucha fuerza pero la suficiente para que pareciera real – Yo que creía que serias más entretenido – Dije en voz alta escuchando las carcajadas de los hombres ebrios, luego de eso pase a realizar lo que había explicado, puse mi pie sobre su cuello sin presionar, luego de la actuación me voltee y mire al publico – Ahora para celebrar, una ronda de cerveza que corre de mi parte – dije sonriendo de forma falsa.
Luego que los hombres entraron levante rápido al desconocido para lejos jalarlo lejos de allí – Con eso se endeudaran y digamos que se enojaran… y jamás estés cerca de un licántropo ebrio, enojado y propensos a masacrar lo que vean en su camino – Ya luego estando en un lugar seguro lo jale para que me mirara a la cara – A leguas se nota que no eres de aquí así que contesta me: ¿Quién eres? Y ¿Qué haces en Ulmer? -
Allí me quede mirando hasta que la pelea acabo, me recosté en una pared hasta que sentí unas cuantas miradas sobre mí, ice como si nada, para tratar de disimular pero, era algo notorio que no funcionaba, luego de eso escuche la voz de un viejo ebrio dirigiéndose a mi diciéndome toda clase de barbaridades, cada vez que me dirigía la palabra respiraba con fuerza para no partirle la cara, se notaba que simplemente buscaban pelea entre el desconocido y yo, el pobre se encontraba tan preocupado que creía que saldría corriendo de allí si no hubiera sido acorralado, pero ¿Qué daño hacia seguir la corriente a la situación?, me acerque con los brazos cruzados quedando a centímetros del desconocido – Así que buscando pelea ¿no? – Me quede viendo al desconocido el cual era más alto que yo, admito que tener que levantar la mirada no me molestaba, ya que ser la menor de tres hermanos me enseño a no dejarme intimidar con facilidad por alguien mas alto, lo tome por el cuello de su abrigo y lo azote contra un muro un poco más lejana del grupo de hombres – Escucha con atención – Dije con seriedad mirándolo a los ojos – Te lanzare contra el suelo, pondré mi pie sobre tu cuello sin presionar, patalearas como si te faltara aire y te quedaras quieto ¿Entendiste? – Luego de terminar mi frase lo lance sin mucha fuerza pero la suficiente para que pareciera real – Yo que creía que serias más entretenido – Dije en voz alta escuchando las carcajadas de los hombres ebrios, luego de eso pase a realizar lo que había explicado, puse mi pie sobre su cuello sin presionar, luego de la actuación me voltee y mire al publico – Ahora para celebrar, una ronda de cerveza que corre de mi parte – dije sonriendo de forma falsa.
Luego que los hombres entraron levante rápido al desconocido para lejos jalarlo lejos de allí – Con eso se endeudaran y digamos que se enojaran… y jamás estés cerca de un licántropo ebrio, enojado y propensos a masacrar lo que vean en su camino – Ya luego estando en un lugar seguro lo jale para que me mirara a la cara – A leguas se nota que no eres de aquí así que contesta me: ¿Quién eres? Y ¿Qué haces en Ulmer? -
Zukura Kito
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Re: [Cerrado] Cazando mitos [Libre][Noche]
El contrato estaba casi cerrado, faltaba que yo entregase la cabeza del vampiro que estaba atormentando un pequeño poblado cercano al Tymer. Ni siquiera me acuerdo del nombre, pero los humanos que ahí vivían se sentían atormentados porque, por las noches, un vampiro se dedicaba a masacrar a los más pequeños de la aldea. Hartos de no poder enfrentarse a ese demonio nocturno, recurrieron a los cazadores. ¡Obvio! Éramos su única alternativa. ¿Acaso pensaban que unos campesinos con azadas podrían echar del pueblo a un vampiro? Para eso estábamos nosotros. Éramos quienes hacíamos una buena limpieza de esos seres tan asquerosos. Y este era mi contrato.
Después de investigar un poco por el lugar y tratar de que los lugareños me dieran información, un habitante me dijo que en Ulmer también se habían dado casos que parecían estar relacionados con los del pequeño poblado. ¿En serio? ¿A viajar hasta la tierra de los lobos? Bueno, el trabajo es trabajo. Armé una pequeña mochila con lo necesario y otra más grande para los que me acompañaban, pues obviamente no iba a viajar sola con comida en sal y bebiendo agua de río.
Después de unos días llegué a Ulmer, junto a mis dos compañeros, trabajadores de mi padre que velaban por mí durante mis viajes. Me había cargado al vampiro que atormentaba el pequeño pueblo, pero en esta ciudad era donde se escuchaban ataques similares, y se repetían bastante, aunque al ser territorio de lobos, no solían llamarnos ni requerir nuestros servicios. El odio que tenían a esos seres hacía que quisieran despedazarlos por sí mismos, sin necesidad de que los Cazadores nos metiéramos en esas reyertas.
Al llegar me pareció una ciudad curiosa aunque de olor peculiar. Tal vez estaba demasiado acostumbrada a Beltrexus, pero ese lugar me resultaba extraño. Claro está que no iba a estar dando mi opinión a diestro y siniestro sobre lo que no me gustaba de Ulmer, tenía trabajo que hacer, esto no era un viaje de ocio. Faltaban unas horas para el anochecer, así que después de encontrar una buena posada –o al menos, la más decente –, nos instalamos. Esa noche no dormiríamos mucho, teníamos que ver si los ataques seguían, o sólo eran habladurías de los pueblos, por lo que nos bajamos al comedor a cenar.
Yo era bastante especial a la hora de tomar comida de otros lugares, pero a la fuerza me había tenido que acostumbrar a que, por desgracia, los que cocinaban para nosotros en Beltrexus, no estaban en todos los sitios a los que íbamos. ¡Por mucha desgracia! Al ver en el plato una especie de puré de extraño color, juntándose con unos filetes grasientos de cordero, sí que eché de menos a nuestra cocinera particular. Pero, ¿qué remedio? No me quedaba otra que dejar de pensar en pegas y comer, necesitaría fuerzas para esa noche si alguno de esos chupasangres aparecía.
- Este lugar es… Curioso. - Comentó Andrew, uno de los hombres de mi padre, que me acompañaba a este viaje. Él no era cazador, como yo, pero sí se encargaba de mi seguridad. Era un hombre muy grande y diestro en le manejo de armas a corto alcance. Por más que insistía que no me hacía falta protección, Andrew solía acompañarme si el viaje lo hacía sola. Cosas de mi padre.
- Sí… Muy curioso. -Respondí con un tonito sarcástico apoyando mi cabeza en una de mis manos, con aire aburrido.
- Acostúmbrese, señorita Harrowmont, esta noche la pasará aquí. - Respondió Andrew con el mismo tonito jocoso.
- Sigue recordándomelo.
-¿No quería ser cazadora? - Preguntó Pet, otro de los trabajadores de mi padre. Este hombre, más menudo, se encargaba de llevar mis bultos de viaje. Era un hombre de confianza de los Harrowmont. De tanta confianza que se atrevía a usar el mismo tonito divertido de su compañero. - Nadie dijo que fuera fácil. Piénselo de esta forma: Conoce mundo y culturas... Exóticas.
- Ja, ja. Os estáis divirtiendo bastante. - Resoplé ante las bromas de mis compañeros y aparté el plato, después de dar la cena por terminada. No me había fijado en la gente que había en el lugar, pero eran muy curiosos. Y, cómo no, gente peleando y otros animando. ¿Cómo no me había dado cuenta del jaleo que tenían montado? Bueno, tal vez porque ahora habían elevado un poco más la voz.
Una muchacha estaba golpeando a un encapuchado que había por ahí. O eso parecía, pues estaba bastante… Raro. Parecía una especie de baile. - Tenemos espectáculo y todo. - Comenté con sorna antes de que la chica invitase a todo el mundo a una ronda de cerveza. - Quedaos con la mía. - No me gustaba esa bebida, me parecía que tenía un horrible sabor. - Yo me voy a ver si averiguo algo. - Tomé mi arco de metal y salí por la puerta, poco antes que los otros dos de la pelea programada.
Paseaba por las calles de Ulmer en busca de cualquier pista que me llevase a la verdad o al descubrimiento del mito de los vampiros. A veces me parecía una estupidez haber venido, pues en un territorio de licántropos que hubiera un chupasangres sería bastante extraño. Tardaría poco en ser despedazado por los lobos. Pero, claro, esos seres infestos se movían por donde menos esperásemos para acabar desangrando a cualquier persona. Detrás de mí escuché unas voces y me giré, sosteniendo el arco con fuerza. Eran los dos de la taberna, los más destacables porque, después de nosotros tres, eran los únicos que no voceaban demasiado. Estaban hablando y, por un segundo pensé que sería una parejita tratando de buscar intimidad en la noche que ya había caído. Pero al instante pensé que ellos me ayudarían a recabar información, si eran habitantes. La chica, al menos, lo parecía. Tenía el atuendo del extraño estilo que llevaban en ese lugar. El otro no sabía siquiera si era del pueblo, pues vestía una capa y no alcanzaba a ver su rostro.
- Buenas noches. - Tenía que ser educada si quería información. A pasos lentos me fui aproximando un poco. - ¿Sois de por aquí?
Después de investigar un poco por el lugar y tratar de que los lugareños me dieran información, un habitante me dijo que en Ulmer también se habían dado casos que parecían estar relacionados con los del pequeño poblado. ¿En serio? ¿A viajar hasta la tierra de los lobos? Bueno, el trabajo es trabajo. Armé una pequeña mochila con lo necesario y otra más grande para los que me acompañaban, pues obviamente no iba a viajar sola con comida en sal y bebiendo agua de río.
Después de unos días llegué a Ulmer, junto a mis dos compañeros, trabajadores de mi padre que velaban por mí durante mis viajes. Me había cargado al vampiro que atormentaba el pequeño pueblo, pero en esta ciudad era donde se escuchaban ataques similares, y se repetían bastante, aunque al ser territorio de lobos, no solían llamarnos ni requerir nuestros servicios. El odio que tenían a esos seres hacía que quisieran despedazarlos por sí mismos, sin necesidad de que los Cazadores nos metiéramos en esas reyertas.
Al llegar me pareció una ciudad curiosa aunque de olor peculiar. Tal vez estaba demasiado acostumbrada a Beltrexus, pero ese lugar me resultaba extraño. Claro está que no iba a estar dando mi opinión a diestro y siniestro sobre lo que no me gustaba de Ulmer, tenía trabajo que hacer, esto no era un viaje de ocio. Faltaban unas horas para el anochecer, así que después de encontrar una buena posada –o al menos, la más decente –, nos instalamos. Esa noche no dormiríamos mucho, teníamos que ver si los ataques seguían, o sólo eran habladurías de los pueblos, por lo que nos bajamos al comedor a cenar.
Yo era bastante especial a la hora de tomar comida de otros lugares, pero a la fuerza me había tenido que acostumbrar a que, por desgracia, los que cocinaban para nosotros en Beltrexus, no estaban en todos los sitios a los que íbamos. ¡Por mucha desgracia! Al ver en el plato una especie de puré de extraño color, juntándose con unos filetes grasientos de cordero, sí que eché de menos a nuestra cocinera particular. Pero, ¿qué remedio? No me quedaba otra que dejar de pensar en pegas y comer, necesitaría fuerzas para esa noche si alguno de esos chupasangres aparecía.
- Este lugar es… Curioso. - Comentó Andrew, uno de los hombres de mi padre, que me acompañaba a este viaje. Él no era cazador, como yo, pero sí se encargaba de mi seguridad. Era un hombre muy grande y diestro en le manejo de armas a corto alcance. Por más que insistía que no me hacía falta protección, Andrew solía acompañarme si el viaje lo hacía sola. Cosas de mi padre.
- Sí… Muy curioso. -Respondí con un tonito sarcástico apoyando mi cabeza en una de mis manos, con aire aburrido.
- Acostúmbrese, señorita Harrowmont, esta noche la pasará aquí. - Respondió Andrew con el mismo tonito jocoso.
- Sigue recordándomelo.
-¿No quería ser cazadora? - Preguntó Pet, otro de los trabajadores de mi padre. Este hombre, más menudo, se encargaba de llevar mis bultos de viaje. Era un hombre de confianza de los Harrowmont. De tanta confianza que se atrevía a usar el mismo tonito divertido de su compañero. - Nadie dijo que fuera fácil. Piénselo de esta forma: Conoce mundo y culturas... Exóticas.
- Ja, ja. Os estáis divirtiendo bastante. - Resoplé ante las bromas de mis compañeros y aparté el plato, después de dar la cena por terminada. No me había fijado en la gente que había en el lugar, pero eran muy curiosos. Y, cómo no, gente peleando y otros animando. ¿Cómo no me había dado cuenta del jaleo que tenían montado? Bueno, tal vez porque ahora habían elevado un poco más la voz.
Una muchacha estaba golpeando a un encapuchado que había por ahí. O eso parecía, pues estaba bastante… Raro. Parecía una especie de baile. - Tenemos espectáculo y todo. - Comenté con sorna antes de que la chica invitase a todo el mundo a una ronda de cerveza. - Quedaos con la mía. - No me gustaba esa bebida, me parecía que tenía un horrible sabor. - Yo me voy a ver si averiguo algo. - Tomé mi arco de metal y salí por la puerta, poco antes que los otros dos de la pelea programada.
Paseaba por las calles de Ulmer en busca de cualquier pista que me llevase a la verdad o al descubrimiento del mito de los vampiros. A veces me parecía una estupidez haber venido, pues en un territorio de licántropos que hubiera un chupasangres sería bastante extraño. Tardaría poco en ser despedazado por los lobos. Pero, claro, esos seres infestos se movían por donde menos esperásemos para acabar desangrando a cualquier persona. Detrás de mí escuché unas voces y me giré, sosteniendo el arco con fuerza. Eran los dos de la taberna, los más destacables porque, después de nosotros tres, eran los únicos que no voceaban demasiado. Estaban hablando y, por un segundo pensé que sería una parejita tratando de buscar intimidad en la noche que ya había caído. Pero al instante pensé que ellos me ayudarían a recabar información, si eran habitantes. La chica, al menos, lo parecía. Tenía el atuendo del extraño estilo que llevaban en ese lugar. El otro no sabía siquiera si era del pueblo, pues vestía una capa y no alcanzaba a ver su rostro.
- Buenas noches. - Tenía que ser educada si quería información. A pasos lentos me fui aproximando un poco. - ¿Sois de por aquí?
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Off: Perdón por la tardanza, he estado ocupadita <3 (y ayer se me borró el post -_-)
Cassandra C. Harrowmont
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Re: [Cerrado] Cazando mitos [Libre][Noche]
Todos mis esfuerzos por evitar un conflicto fueron en vano, y si descubrían que no era un licántropo como ellos entonces todo iría de mal a peor -Eh, no, no, claro que- No alcancé a defenderme cuando de pronto la pequeña mujer me tomó del cuello como si fuera un trapo y me estrelló contra un muro, claro está que me moví de tal manera que le resultara más fácil hacerlo, tal vez si la dejaba ganar todo terminaría más rápido, sin embargo ella tenía sus propios planes y afortunadamente me servían para salir del aprieto -Está bien, así que solo debo grit- Sin dejarme terminar de hablar me tomó de nuevo lanzándome al piso aunque me tocó impulsarme un poco más para hacerlo parecer más violento.
Luego venía la parte más difícil, dejar que me pusiera el pie encima era un claro golpe al orgullo pero ya ni modo, ni siquiera alcancé a quejarme cuando ya tenía su apestoso pie sobre mí -¡No, no, mi cuello no, es mi debilidad!- Grité dramáticamente -¡Me rindo, me rindo!- grité por piedad hasta que la chica avanzó dejándome atrás como algo aburrido, había sido un juego que me había salvado de enfrentarme a alguien peor, aunque algunos de los presentes no parecían convencidos con la actuación, pero los que habían ganado dinero con las apuestas preferían dejarlo de ese modo antes que perder su botín de la noche.
No lograron resistirse a su invitación de bebidas y sin orden o respeto se lanzaron de nuevo hacia adentro de la taberna en busca de licor gratis, uno que no llegaría de ese modo; la misteriosa y agresiva chica me llevó lejos de todo el alboroto para darme algunos consejos de supervivencia -Pues, no, no soy de aquí- Contesté justo antes de confesarle la verdad, y es que después de casi perecer cuando se dieran cuenta que no podía transformarme en lobo, lo más correcto era decir la verdad o una mentira más fácil de llevar -No te mentiré, soy de Dundarak, un caballero dragón- Confesé casi por inercia esperando que a nadie se le ocurriera pedirme que me transformara -Mi nombre es Elmo- Extendí mi mano hacia ella -Elmo Jado- Tal vez no era la mejor idea sustituir una mentira con otra pero ya no había marcha atrás.
Ahora que me había presentado solo debía generar algo de empatía -Estoy aquí buscando a una mujer, una asesina de licántropos- Llevé el dedo índice a mi boca -Pero nadie debe saberlo, es una misión secreta- Expliqué esperando que aquello solo quedaba entre nosotros -Si ella sabe que sabemos que está aquí, escapará, pero sabemos que no sabe que sabemos que está aquí- Al final había sido más confuso de como lo imaginaba.
Nuestra conversación fue interrumpida por una nueva curiosa -¿Cuántas mentiras necesitaré inventar?- Pensé sin decir nada mirando a la chica nueva -Creo que es ella- Susurré a mi compañera -Sí, claro, somos de aquí- Me acerqué un poco a la licántropa -Somos hermanos, más que hermanos, amigos de sangre- Aquello último no tenía mucho sentido -Crecimos juntos- Intenté mejorar lo que había dicho con algo más creíble; no tenía idea de quién era la recién llegada pero me esforzaría en mantener mi perfil bajo y pasar desapercibido.
Luego venía la parte más difícil, dejar que me pusiera el pie encima era un claro golpe al orgullo pero ya ni modo, ni siquiera alcancé a quejarme cuando ya tenía su apestoso pie sobre mí -¡No, no, mi cuello no, es mi debilidad!- Grité dramáticamente -¡Me rindo, me rindo!- grité por piedad hasta que la chica avanzó dejándome atrás como algo aburrido, había sido un juego que me había salvado de enfrentarme a alguien peor, aunque algunos de los presentes no parecían convencidos con la actuación, pero los que habían ganado dinero con las apuestas preferían dejarlo de ese modo antes que perder su botín de la noche.
No lograron resistirse a su invitación de bebidas y sin orden o respeto se lanzaron de nuevo hacia adentro de la taberna en busca de licor gratis, uno que no llegaría de ese modo; la misteriosa y agresiva chica me llevó lejos de todo el alboroto para darme algunos consejos de supervivencia -Pues, no, no soy de aquí- Contesté justo antes de confesarle la verdad, y es que después de casi perecer cuando se dieran cuenta que no podía transformarme en lobo, lo más correcto era decir la verdad o una mentira más fácil de llevar -No te mentiré, soy de Dundarak, un caballero dragón- Confesé casi por inercia esperando que a nadie se le ocurriera pedirme que me transformara -Mi nombre es Elmo- Extendí mi mano hacia ella -Elmo Jado- Tal vez no era la mejor idea sustituir una mentira con otra pero ya no había marcha atrás.
Ahora que me había presentado solo debía generar algo de empatía -Estoy aquí buscando a una mujer, una asesina de licántropos- Llevé el dedo índice a mi boca -Pero nadie debe saberlo, es una misión secreta- Expliqué esperando que aquello solo quedaba entre nosotros -Si ella sabe que sabemos que está aquí, escapará, pero sabemos que no sabe que sabemos que está aquí- Al final había sido más confuso de como lo imaginaba.
Nuestra conversación fue interrumpida por una nueva curiosa -¿Cuántas mentiras necesitaré inventar?- Pensé sin decir nada mirando a la chica nueva -Creo que es ella- Susurré a mi compañera -Sí, claro, somos de aquí- Me acerqué un poco a la licántropa -Somos hermanos, más que hermanos, amigos de sangre- Aquello último no tenía mucho sentido -Crecimos juntos- Intenté mejorar lo que había dicho con algo más creíble; no tenía idea de quién era la recién llegada pero me esforzaría en mantener mi perfil bajo y pasar desapercibido.
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Re: [Cerrado] Cazando mitos [Libre][Noche]
Cerca del sujeto mi olfato estaba volviendo a funcionar poco a poco pero ese horrible aroma no me permitía distinguir nada, me quede mirando al sujeto mientras escuchaba sus estupideces, no pude creer ni un poco las palabras del desconocido ya que no tenían sentido alguno, Un dragón, Asesina de Licántropos - Mientes, no eres dragón, uno: Los dragones son bien recibidos en Ulmer - Lo dije cruzándome de brazos con una voz seria - Así que ¿Para qué ocultar tu aroma? - Dije señalándole de arriba abajo - Y dos: ¿En que afecta a los dragones que allá una asesina de licántropos? - Me acerque un poco más a él, mirándolo con completa seriedad - Te recomiendo que me digas la verdad o esta vez si me encargare de destrozarte - Dije en forma de amenaza.
La cual fue interrumpida por otra desconocida pero esta tenía aspecto de cazadora, tal vez humana o bruja, yo que sé sin olfato solo puedo fiarme de mis oídos y ojos, sentí como el sujeto se acercaba a mí y me susurraba al oído que ella podía ser la cazadora, ahora estaba en medio de dos desconocidos que no me daban buena espina ninguno - Si soy de por aquí… - Pero fui interrumpida por el supuesto "Caballero dragón" que empezó a decir sus mentiras, lo cual no evite mirar al sujeto con una mirada de reprimenda.
Luego que el desconocido terminara de hablar me aclare la garganta para tratar de emparejar las estupideces del desconocido - Perdónelo señorita, no está en sus mejore condiciones - Dije con una sonrisa fingida, como odio mentir, y ahora debo asarlo para salvarle el pescuezo a un desconocido que no sabe decir una mentira coherente - Mi amigo bebió demasiado... - Dije mientras acentuando la palabra amigo, me dedique a mirar al desconocido con una mirada de que lo terminaría matando - Así que ignore todas sus estupideces - dije mientras le daba unos golpecitos con el codo al desconocido, terminando dándole una fuerte para sacarle el aire en forma de juego y así hacer que se callara de una buena vez.
Luego de eso me dedique a prestarle total atención a la chica que tenía en frente, mientras me ponía alado del desconocido - Si hablas te desprenderé el brazo - Murmure para que el me escuchara mientras pasaba a agarrar el brazo con fuerza - Y dígame señorita ¿Qué necesita? - dije con un tono amable pero fingido.
La cual fue interrumpida por otra desconocida pero esta tenía aspecto de cazadora, tal vez humana o bruja, yo que sé sin olfato solo puedo fiarme de mis oídos y ojos, sentí como el sujeto se acercaba a mí y me susurraba al oído que ella podía ser la cazadora, ahora estaba en medio de dos desconocidos que no me daban buena espina ninguno - Si soy de por aquí… - Pero fui interrumpida por el supuesto "Caballero dragón" que empezó a decir sus mentiras, lo cual no evite mirar al sujeto con una mirada de reprimenda.
Luego que el desconocido terminara de hablar me aclare la garganta para tratar de emparejar las estupideces del desconocido - Perdónelo señorita, no está en sus mejore condiciones - Dije con una sonrisa fingida, como odio mentir, y ahora debo asarlo para salvarle el pescuezo a un desconocido que no sabe decir una mentira coherente - Mi amigo bebió demasiado... - Dije mientras acentuando la palabra amigo, me dedique a mirar al desconocido con una mirada de que lo terminaría matando - Así que ignore todas sus estupideces - dije mientras le daba unos golpecitos con el codo al desconocido, terminando dándole una fuerte para sacarle el aire en forma de juego y así hacer que se callara de una buena vez.
Luego de eso me dedique a prestarle total atención a la chica que tenía en frente, mientras me ponía alado del desconocido - Si hablas te desprenderé el brazo - Murmure para que el me escuchara mientras pasaba a agarrar el brazo con fuerza - Y dígame señorita ¿Qué necesita? - dije con un tono amable pero fingido.
Zukura Kito
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Re: [Cerrado] Cazando mitos [Libre][Noche]
Me quedé mirando a esos dos como si fueran bufones que amenizaban las calles. Resultaban muy cómicos pero a la vez muy estresantes. El tipo ese, "Elmo", era demasiado extraño. Sí que parecía haber bebido, pues la sarta de tonterías que soltaba por la boca no eran las que te soltaría un ciudadano normal por la calle. Claro, al menos los ciudadanos que yo conocía, pues me juntaba con las altas esferas de Beltrexus, con gente de educación ejemplar, si un atisbo de gracia sin sentido. ¡Eso era cosa de bufones y trovadores! Esa gente que se dedicaba a entretenernos a cambio de un par de aeros. Pero estos dos lo hacían gratis. Sería muy bonito, salvo por el hecho de que ahora mismo no quería divertimento, y menos aún, tonterías.
Y la muchacha tenía cara de circunstancia al darse cuenta de lo que intentaba el otro chico. Eso de mentir no estaba entre sus cualidades, estaba claro.
Simplemente lo dejé estar, en mi cabeza no eran más que una parejita que había sido pillada en un mal momento y estaban nerviosos. Pero la chica se dirigió a mí.
- Eh... Bueno - recobré la compostura un poco -, verán: Vengo desde el otro lado del Tymer en busca de un vampiro. Hace un tiempo, en un pequeño poblado, otro de esos chupasangres estaba masacrando a los lugareños. Acabamos con él, pero también se han dado casos en Ulmer y cercanías. - Comenté con un tono seguro. No solía tratar con gente. Llegaba al lugar donde me contrataban, acababa con el vampiro, y me iba después de haber cobrado los honorarios. No entablaba apenas conversación, se solían encargar de ello los que me acompañaban. Mi trabajo era ser cazadora, no relaciones públicas, así que esa parte solía evitarla.
En ningún momento aparté la vista de ellos, a la espera de que pudieran responderme.
También echaba en falta ahora mismo a sus dos compañeros, que estaban todavía bebiendo en la taberna. ¿Y estos eran los que tenían que acompañarla?
Justo en ese momento apareció una sombra por la calle. Llevaba a alguien más entre sus brazos, una figura pequeña y blanquecina que gritaba y lloraba asustado: Era un niño. Mis ojos se abrieron de golpe al ver lo que estaba ocurriendo, y al instante descargué una de mis flechas contra él. Esa "sombra" era un vampiro que pretendía darse un festín con la sangre del infante. Pero no llegaría muy lejos, pues la punta metálica de mi flecha impactó en su hombro, haciendo que soltase al pequeño de golpe.
Este quedó tirado en el suelo, tal como había caído, y se puso a llorar más aún, atrayendo la atención de los vecinos, que salían de sus casas algo desconcertados. - Otro chupasangres... - musité para mí mientras cargaba otra flecha. El sonido de la cuerda de mi arco al tensarse era música para mis oídos pues era la coda para ese ser. La segunda flecha impactó en su cabeza y cayó fulminado. Había cometido el error de tratar de recuperar su presa, ¿tantas ansias de sangre tenía?
Me acerqué al cuerpo para recuperar mis virotes, era la parte asquerosa del trabajo, tener que limpiarlos, pues la sangre y los coágulos se quedaban en la punta y era un poco repugnante, aunque ya estaba acostumbrada. - Este era a quien buscaba.
Alguien fue a recoger al pequeño, mientras yo observé el cadáver del vampiro. Pero había algo que no me cuadraba, ese ser llevaba un colgante con el emblema de un clan, pero no era del aquelarre a quien estaba buscando. Según los lugareños de la aldea al otro lado del Tymer, pertenecían a otro grupo y tenían muy claro a quien. Este vampiro había sido la víctima pero no a quien yo buscaba, simplemente había aparecido en el momento equivocado y se había cruzado con la persona equivocada.
Y la muchacha tenía cara de circunstancia al darse cuenta de lo que intentaba el otro chico. Eso de mentir no estaba entre sus cualidades, estaba claro.
Simplemente lo dejé estar, en mi cabeza no eran más que una parejita que había sido pillada en un mal momento y estaban nerviosos. Pero la chica se dirigió a mí.
- Eh... Bueno - recobré la compostura un poco -, verán: Vengo desde el otro lado del Tymer en busca de un vampiro. Hace un tiempo, en un pequeño poblado, otro de esos chupasangres estaba masacrando a los lugareños. Acabamos con él, pero también se han dado casos en Ulmer y cercanías. - Comenté con un tono seguro. No solía tratar con gente. Llegaba al lugar donde me contrataban, acababa con el vampiro, y me iba después de haber cobrado los honorarios. No entablaba apenas conversación, se solían encargar de ello los que me acompañaban. Mi trabajo era ser cazadora, no relaciones públicas, así que esa parte solía evitarla.
En ningún momento aparté la vista de ellos, a la espera de que pudieran responderme.
También echaba en falta ahora mismo a sus dos compañeros, que estaban todavía bebiendo en la taberna. ¿Y estos eran los que tenían que acompañarla?
Justo en ese momento apareció una sombra por la calle. Llevaba a alguien más entre sus brazos, una figura pequeña y blanquecina que gritaba y lloraba asustado: Era un niño. Mis ojos se abrieron de golpe al ver lo que estaba ocurriendo, y al instante descargué una de mis flechas contra él. Esa "sombra" era un vampiro que pretendía darse un festín con la sangre del infante. Pero no llegaría muy lejos, pues la punta metálica de mi flecha impactó en su hombro, haciendo que soltase al pequeño de golpe.
Este quedó tirado en el suelo, tal como había caído, y se puso a llorar más aún, atrayendo la atención de los vecinos, que salían de sus casas algo desconcertados. - Otro chupasangres... - musité para mí mientras cargaba otra flecha. El sonido de la cuerda de mi arco al tensarse era música para mis oídos pues era la coda para ese ser. La segunda flecha impactó en su cabeza y cayó fulminado. Había cometido el error de tratar de recuperar su presa, ¿tantas ansias de sangre tenía?
Me acerqué al cuerpo para recuperar mis virotes, era la parte asquerosa del trabajo, tener que limpiarlos, pues la sangre y los coágulos se quedaban en la punta y era un poco repugnante, aunque ya estaba acostumbrada. - Este era a quien buscaba.
Alguien fue a recoger al pequeño, mientras yo observé el cadáver del vampiro. Pero había algo que no me cuadraba, ese ser llevaba un colgante con el emblema de un clan, pero no era del aquelarre a quien estaba buscando. Según los lugareños de la aldea al otro lado del Tymer, pertenecían a otro grupo y tenían muy claro a quien. Este vampiro había sido la víctima pero no a quien yo buscaba, simplemente había aparecido en el momento equivocado y se había cruzado con la persona equivocada.
Cassandra C. Harrowmont
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Re: [Cerrado] Cazando mitos [Libre][Noche]
No entendía lo que sucedía, mi infalible y descarada capacidad de mentir estaba fallando o todos se habían vuelto más listos últimamente, fuera como fuera estaba en problemas, como la chica supiera que no solo era un forastero sino que además era un vampiro no tendría sitio a donde correr; desde un principio ir a ese lugar me había parecido una mala idea, sin embargo alguien tenía que ir y yo debía... Bueno, siendo sincero, simplemente me habían obligado y no pude resistirme -Yo no estoy ocultando mi aroma... Solo estoy... Yo solo... Pues...- Pensé en una respuesta convincente -Pues me gusta bañarme- Respondí algo que de hecho no era lo más convincente que se me habría ocurrido -Y no digo que ustedes no lo hagan- Me disculpé de inmediato por si había creído eso -No es mi culpa que huelan a perro remojado- Pensé sin decir nada mientras dejaba salir una amable sonrisa.
Llevé el dedo índice a mis labios para pedirle que hiciera silencio -No lo grites, nadie debe saber que soy un dragón- Le expliqué acercándome ligeramente -Será nuestro secreto- Justo entonces fuimos interrumpidos por aquella otra chica cuyo atuendo no me inspiraba nada bueno, me había topado un par de veces con personas vestidas de esa forma y no habían sido encuentros agradables, sobre todo cuando se trataba de la díscola Huracán.
Seguí la corriente a la chica rarita que al menos por ahora no parecía tener intenciones de delatarme -Sí, así es, bebí demasiado- Secundé a la astuta chica que parecía poder mentir mejor que yo; tosí con el último golpe que me dio y me entraron ganas de retorcerle el cuello pero de momento la necesitaba para salir del apuro, si aquella otra chica era lo que creía que era, la cosa se podía poner muy fea.
Guardé silencio para dejarla hablar porque no quería que intentara arrancarme el brazo, se expresaba bastante bien para ser una sucia, asquerosa, maloliente y graciosa licántropa -¿Vampiros? ¿Bromeas? No hay vampiros aquí- Aclaré de inmediato -Ninguno sería tan idiota para venir- Y efectivamente mis palabras tenían todo el sentido del mundo, yo mismo preferiría estar en cualquier otro lado -No nos gustan los vampiros, ni los forasteros en general- Aclaré con cierto tono hostil y amenazante mientras me escondía detrás de la chica licántropa.
Me daba mucha curiosidad su atuendo así que no estaba de más obtener un poco de información, aunque antes debía darla -Mi nombre es Elmo Jado y mi compañera acá es Susana Oria- Nos presenté esperando que la cazadora hiciera lo mismo -Si está perdida podemos acompañarla a la salida- Dije con el mismo tono hostil antes de reír con ironía -Vampiros en Ulmer, a quién se le ocurre que...- No acabé de decir la frase cuando pasó un sujeto corriendo con un niño en brazos y la misteriosa forastera no dudó en dispararle.
El niño que iba en brazos del ladrón cayó al piso golpeándose y habría sido peor de no ser por las mantas que lo envolvían -¿Estás mal de la cabeza?- Dije en voz alta aprovechando que el lugar se llenaba de gente; disparó una segunda flecha hacia la cabeza del sujeto y entonces corrí hacia el pequeño para envolverlo en mis brazos -¿No viste que llevaba un niño? ¡Pudo morir en la caída!- Tras mis palabras las personas que estaban cerca comenzaron a repetir lo mismo -¿Quieres salvarnos o matarnos a todos?- Mis consignas se hacían pegajosas entre los curiosos que me apoyaban por mera empatía con el chiquillo.
Al menos algo me podía salir bien en esa noche, aquel descuido de la cazadora no podía pasar en vano -Si así es como piensas salvarnos, prefiero que no lo hagas- Seguí lanzando acusaciones sin soltar al niño quien se había convertido en mi rehén indirecto, si se atrevía a atacarme con la criatura escudándome, se metería en problemas con el resto del pueblo y si algo caracterizaba a aquellas mugres bestias peludas era su cooperación y hermandad; varias personas comenzaron a apoyarme sin darse cuenta que los usaba para deshacerme de la cazadora.
Llevé el dedo índice a mis labios para pedirle que hiciera silencio -No lo grites, nadie debe saber que soy un dragón- Le expliqué acercándome ligeramente -Será nuestro secreto- Justo entonces fuimos interrumpidos por aquella otra chica cuyo atuendo no me inspiraba nada bueno, me había topado un par de veces con personas vestidas de esa forma y no habían sido encuentros agradables, sobre todo cuando se trataba de la díscola Huracán.
Seguí la corriente a la chica rarita que al menos por ahora no parecía tener intenciones de delatarme -Sí, así es, bebí demasiado- Secundé a la astuta chica que parecía poder mentir mejor que yo; tosí con el último golpe que me dio y me entraron ganas de retorcerle el cuello pero de momento la necesitaba para salir del apuro, si aquella otra chica era lo que creía que era, la cosa se podía poner muy fea.
Guardé silencio para dejarla hablar porque no quería que intentara arrancarme el brazo, se expresaba bastante bien para ser una sucia, asquerosa, maloliente y graciosa licántropa -¿Vampiros? ¿Bromeas? No hay vampiros aquí- Aclaré de inmediato -Ninguno sería tan idiota para venir- Y efectivamente mis palabras tenían todo el sentido del mundo, yo mismo preferiría estar en cualquier otro lado -No nos gustan los vampiros, ni los forasteros en general- Aclaré con cierto tono hostil y amenazante mientras me escondía detrás de la chica licántropa.
Me daba mucha curiosidad su atuendo así que no estaba de más obtener un poco de información, aunque antes debía darla -Mi nombre es Elmo Jado y mi compañera acá es Susana Oria- Nos presenté esperando que la cazadora hiciera lo mismo -Si está perdida podemos acompañarla a la salida- Dije con el mismo tono hostil antes de reír con ironía -Vampiros en Ulmer, a quién se le ocurre que...- No acabé de decir la frase cuando pasó un sujeto corriendo con un niño en brazos y la misteriosa forastera no dudó en dispararle.
El niño que iba en brazos del ladrón cayó al piso golpeándose y habría sido peor de no ser por las mantas que lo envolvían -¿Estás mal de la cabeza?- Dije en voz alta aprovechando que el lugar se llenaba de gente; disparó una segunda flecha hacia la cabeza del sujeto y entonces corrí hacia el pequeño para envolverlo en mis brazos -¿No viste que llevaba un niño? ¡Pudo morir en la caída!- Tras mis palabras las personas que estaban cerca comenzaron a repetir lo mismo -¿Quieres salvarnos o matarnos a todos?- Mis consignas se hacían pegajosas entre los curiosos que me apoyaban por mera empatía con el chiquillo.
Al menos algo me podía salir bien en esa noche, aquel descuido de la cazadora no podía pasar en vano -Si así es como piensas salvarnos, prefiero que no lo hagas- Seguí lanzando acusaciones sin soltar al niño quien se había convertido en mi rehén indirecto, si se atrevía a atacarme con la criatura escudándome, se metería en problemas con el resto del pueblo y si algo caracterizaba a aquellas mugres bestias peludas era su cooperación y hermandad; varias personas comenzaron a apoyarme sin darse cuenta que los usaba para deshacerme de la cazadora.
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Re: [Cerrado] Cazando mitos [Libre][Noche]
No pude evitar soltar una carcajada cuando la joven mensiono sobre ataques de vampiro en Ulmer, jamas antes habia desfrutado de reirme en la cara de una persona que dijiera santas barvaridare - Señorita creo que se golpeo muy fuerte la cabeza, nunca un vampiro cuerdo vendria a Ulmer - dije entre risas, las cuales fueron calladas gracias a los disparos de dos flechas de las cazadora con las cuales mato a un sujeto que jamas habia visto en Ulmer.
Pero lo que mas me sorprendio fue lo que mi desconocido compañero, tomo al niño que el ya muerto ladron llevaba en brazos se quejaba sobre los actos de la cazadora, poco a poco la calle se lleno de mas pobladores, sabia que si alguien no detenia esto, todo saldria muy mal, lo primero que me dirigi a hacer fue quitarle el pobre niño que lloraba sin consuelo de ensima al desconocido para luego revisarlo asegurandome que no tenia ningun golpe.
Luego de eso se lo entrege a una mujer que llego desesperada al tumulto de gente que se aserco prendida en llanto a tomar al pequeño ur sus brazos y luego de revisarlo con nerviosismos y se dedico a consolar al pequeño - Primero:... - me puse en medio de ambos desconocidos - Usted... - señale a la cazadora - Tuvo que tener mas sensates al momento de atacar ¿Que tal si al que ubiera matado fuera ese niño? - dije seria para luego señalar a la mujer con el niño.
Luego de eso me enfoque en el desconocido - y Segundo: Tu no puedes ir por alli causando pleitos, que ademas de no ser de aqui como te gusta animar el fuego - Dije con toda la seriedad del mundo.
Pero lo que mas me sorprendio fue lo que mi desconocido compañero, tomo al niño que el ya muerto ladron llevaba en brazos se quejaba sobre los actos de la cazadora, poco a poco la calle se lleno de mas pobladores, sabia que si alguien no detenia esto, todo saldria muy mal, lo primero que me dirigi a hacer fue quitarle el pobre niño que lloraba sin consuelo de ensima al desconocido para luego revisarlo asegurandome que no tenia ningun golpe.
Luego de eso se lo entrege a una mujer que llego desesperada al tumulto de gente que se aserco prendida en llanto a tomar al pequeño ur sus brazos y luego de revisarlo con nerviosismos y se dedico a consolar al pequeño - Primero:... - me puse en medio de ambos desconocidos - Usted... - señale a la cazadora - Tuvo que tener mas sensates al momento de atacar ¿Que tal si al que ubiera matado fuera ese niño? - dije seria para luego señalar a la mujer con el niño.
Luego de eso me enfoque en el desconocido - y Segundo: Tu no puedes ir por alli causando pleitos, que ademas de no ser de aqui como te gusta animar el fuego - Dije con toda la seriedad del mundo.
Zukura Kito
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Re: [Cerrado] Cazando mitos [Libre][Noche]
- ¿Perdón? - Pregunté con incredulidad ante la mirada y las acusaciones de la gente. ¡¿Yo, Cassandra Harrowmont, menospreciada de ese modo?! Esos animales pulgosos no sabían con quién se estaban metiendo. ¡Había salvado a un niño! Pese a que no era el vampiro por quien estaba en Ulmer, había ayudado a ese enano llorón.
La rabia se hizo más que presente en mi expresión. Me faltó poco para apuntar con el arco a esos dos borrachos y dejarlos como al vampiro que estaba en el suelo. Fruncí los labios con furia, tratando de calmar los nervios. No podía enfrascarme en una pelea en mitad de un pueblo de perros.
Ante los gritos, Andrew y Pet salieron de la taberna y se quedaron detrás de la pareja, con cara de preocupación. No se esperaban encontrarme en medio del embrollo... O tal vez sí. La cara de ambos era un poema, pues no sabían qué había sucedido instantes antes en una tranquila noche.
- Señorita Harrowmont, ¿está bien? - Se adelantó Pet varios pasos. Asentí.
- ¿Qué ha sucedido? - Andrew vino hacia mí y, de reojo, pude ver que escudriñaba a la gente que seguía increpándome.
- Nada. - Respondí de mala gana. En mi mente insultaba con palabras soeces a cada uno de los pueblerinos que alzaba la voz contra mí. ¡No tenían ni idea de nada esos catetos! Despacio, me giré para quedar frente a los dos payasos de circo que me había encontrado en primer lugar, y quienes avivaban a la muchedumbre. - Cualquier cosa que le hubiese podido pasar a ese niño en la caída hubiese sido mejor a que este tipejo se lo llevase. - Señalé el cuerpo del vampiro. - Y sí, ¡vampiros en Ulmer! Por eso estamos aquí. ¿Creéis que me metería yo... ?
- Señorita Harrowmont... Tranquilícese. - Intervino Andrew, apoyando la mano en mi hombro izquierdo, al ver que me estaba acelerando y acabaría soltando cualquier barbaridad.
- ¿... Que me metería yo en un lugar imposible para vampiros, si no los hubiera? No nos habrían llamado de no ser así. El tipo que llevaba al niño era un chupasangres. Les guste o no. Nos enviaron porque se han dado casos de ataques. Si este, que era débil, ha conseguido llevarse a un niño. ¿Qué no hará uno más fuerte? - Terminé, mirando de reojo a Andrew.
- Así es. - Siguió Pet. - Nos avisaron de que habían ocurrido ataques. Pocos. Pero los había.
Mientras acallaban a la muchedumbre, me acerqué un par de pasos a la muchacha. - Ah, y yo no fallo. No habría dado al niño. - Mi prepotencia se derramaba por los cuatro costados, pero una pueblerina no iba a dudar de mis capacidades como futura maestra cazadora. Ni ella, ni nadie. Estaba más que preparada para dar caza a vampiros como ese y mi puntería era infalible. Que no viniese con consejitos estúpidos y se fuera a seguir bebiendo a la taberna más cercana, y me dejase hacer mi trabajo. Dicho eso, pasé la mirada por el chico de la capucha. - No estoy aquí para salvarte a ti. Sino por cumplir con mi trabajo. Vámonos. - Ordené a los hombres de mi padre para que me siguieran, y dejar atrás a esos perros ladradores.
De no ser porque había firmado un contrato, me hubiese largado en ese instante. Pero no podía incumplirlo. Tenía que llevarles la cabeza del vampiro que estaba causando los estragos. Pet me pidió permiso para quedarse a recoger el cuerpo. Simplemente asentí y, junto a Andrew, eché a andar, haciendo caso omiso al griterío.
La rabia se hizo más que presente en mi expresión. Me faltó poco para apuntar con el arco a esos dos borrachos y dejarlos como al vampiro que estaba en el suelo. Fruncí los labios con furia, tratando de calmar los nervios. No podía enfrascarme en una pelea en mitad de un pueblo de perros.
Ante los gritos, Andrew y Pet salieron de la taberna y se quedaron detrás de la pareja, con cara de preocupación. No se esperaban encontrarme en medio del embrollo... O tal vez sí. La cara de ambos era un poema, pues no sabían qué había sucedido instantes antes en una tranquila noche.
- Señorita Harrowmont, ¿está bien? - Se adelantó Pet varios pasos. Asentí.
- ¿Qué ha sucedido? - Andrew vino hacia mí y, de reojo, pude ver que escudriñaba a la gente que seguía increpándome.
- Nada. - Respondí de mala gana. En mi mente insultaba con palabras soeces a cada uno de los pueblerinos que alzaba la voz contra mí. ¡No tenían ni idea de nada esos catetos! Despacio, me giré para quedar frente a los dos payasos de circo que me había encontrado en primer lugar, y quienes avivaban a la muchedumbre. - Cualquier cosa que le hubiese podido pasar a ese niño en la caída hubiese sido mejor a que este tipejo se lo llevase. - Señalé el cuerpo del vampiro. - Y sí, ¡vampiros en Ulmer! Por eso estamos aquí. ¿Creéis que me metería yo... ?
- Señorita Harrowmont... Tranquilícese. - Intervino Andrew, apoyando la mano en mi hombro izquierdo, al ver que me estaba acelerando y acabaría soltando cualquier barbaridad.
- ¿... Que me metería yo en un lugar imposible para vampiros, si no los hubiera? No nos habrían llamado de no ser así. El tipo que llevaba al niño era un chupasangres. Les guste o no. Nos enviaron porque se han dado casos de ataques. Si este, que era débil, ha conseguido llevarse a un niño. ¿Qué no hará uno más fuerte? - Terminé, mirando de reojo a Andrew.
- Así es. - Siguió Pet. - Nos avisaron de que habían ocurrido ataques. Pocos. Pero los había.
Mientras acallaban a la muchedumbre, me acerqué un par de pasos a la muchacha. - Ah, y yo no fallo. No habría dado al niño. - Mi prepotencia se derramaba por los cuatro costados, pero una pueblerina no iba a dudar de mis capacidades como futura maestra cazadora. Ni ella, ni nadie. Estaba más que preparada para dar caza a vampiros como ese y mi puntería era infalible. Que no viniese con consejitos estúpidos y se fuera a seguir bebiendo a la taberna más cercana, y me dejase hacer mi trabajo. Dicho eso, pasé la mirada por el chico de la capucha. - No estoy aquí para salvarte a ti. Sino por cumplir con mi trabajo. Vámonos. - Ordené a los hombres de mi padre para que me siguieran, y dejar atrás a esos perros ladradores.
De no ser porque había firmado un contrato, me hubiese largado en ese instante. Pero no podía incumplirlo. Tenía que llevarles la cabeza del vampiro que estaba causando los estragos. Pet me pidió permiso para quedarse a recoger el cuerpo. Simplemente asentí y, junto a Andrew, eché a andar, haciendo caso omiso al griterío.
Cassandra C. Harrowmont
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Re: [Cerrado] Cazando mitos [Libre][Noche]
Con una risa nerviosa secundé las palabras de la chica rara -Sí, cierto, nunca un vampiro cuerdo, claro- Bajé la mirada para asegurarme de mantener el rostro cubierto, aunque ya había terminado la temporada de caza de Bio en Dundarak, no sabía cuántos afiches quedaban regados y qué cazador ambicioso podría tratar de probar suerte; la distracción causada por la conmoción del niño me sirvió como anillo al dedo para enredar a la cazadora y deshacerme de ella -Sí, eso ¿Qué tal si hubieras matado al niño?- Recriminé con tono acusador aunque lo que siguió ya no me lo esperaba -¿Cómo que no soy de por acá?- Pregunté ofendido -¿Qué edad tienes?- La miré fijamente -Vivía aquí cuando a ti apenas te cambiaban los pañales- Dije arrogante -Soy primo de Mike- Inventé el nombre porque en todos lados había siempre un Mike, así que ellos no podían ser la excepción ¿O sí?
Afortunadamente no tendría que hablar mucho pues aunque la habían defendido, la actitud pedante de la cazadora no hacía más que hundirla más y más; negué con la cabeza cuando dijo que habría sido peor que se lo llevara el vampiro aunque por dentro estaba feliz de que el plan saliera mejor de lo esperado; era tan orgullosa como ingenua como para atorarse a sí misma en lugar de encontrar una salida pacífica, por eso no hay cazadores viejos, la mayoría mueren jóvenes y ésta, no parecía ser más que una niña malcriada, fingiendo ser rebelde para vengarse de sus padres que no le daban atención y cariño -Eso, huye, que a la próxima te irá peor- Añadí en voz alta, aunque no tan alta, tan solo quería que me escucharan los más cercanos.
El sujeto en el piso efectivamente parecía un vampiro, por más que buscara la manera de encubrirlo no podría, y lo que había dicho la cazadora no era para nada una locura, si había uno más fuerte seguro podría hacer más daño; aunque siendo francos, ningún vampiro cuerdo se acercaría a Ulmer... Solo, no a menos que planearan un ataque y si eso ocurría, tal vez lo mejor sería usar a la cazadora para entretenerlos mientras yo iba a por el líder; mis pensamientos fueron interrumpidos por un grito en una de las casas cercanas, una voz femenina gritaba que había desaparecido su bebé, lo mismo con una casa al final de la calle y luego una más; un solo vampiro no podría estar en tantos lugares a la vez y a menos que fuera mitad pulpo, no podría llevarse a todos los niños.
Súbitamente y sin que nos diéramos cuenta, en medio de la conmoción causada por los gritos cercanos, el cuerpo del vampiro en el piso desapareció, aunque había dejado un rastro de sangre por el suelo -Te dije que la cazadora tenía razón- Murmuré a la joven licántropa muy cerca de su oído -Parece que estamos bajo ataque, no debiste poner a la gente en su contra- Confundir a la chica no parecía tan complicado, aunque tal vez resultara ser más lista, menos manipulable y predecible, por lo que solo podía esperar tener suerte; las personas se dispersaron corriendo a sus casas para asegurarse que sus niños estaban a salvo y solo se quedaron algunos que tenían más aspectos de guerrero, no pensaban perdonar un ataque a sus cachorros en su propia y querida Ulmer.
Afortunadamente no tendría que hablar mucho pues aunque la habían defendido, la actitud pedante de la cazadora no hacía más que hundirla más y más; negué con la cabeza cuando dijo que habría sido peor que se lo llevara el vampiro aunque por dentro estaba feliz de que el plan saliera mejor de lo esperado; era tan orgullosa como ingenua como para atorarse a sí misma en lugar de encontrar una salida pacífica, por eso no hay cazadores viejos, la mayoría mueren jóvenes y ésta, no parecía ser más que una niña malcriada, fingiendo ser rebelde para vengarse de sus padres que no le daban atención y cariño -Eso, huye, que a la próxima te irá peor- Añadí en voz alta, aunque no tan alta, tan solo quería que me escucharan los más cercanos.
El sujeto en el piso efectivamente parecía un vampiro, por más que buscara la manera de encubrirlo no podría, y lo que había dicho la cazadora no era para nada una locura, si había uno más fuerte seguro podría hacer más daño; aunque siendo francos, ningún vampiro cuerdo se acercaría a Ulmer... Solo, no a menos que planearan un ataque y si eso ocurría, tal vez lo mejor sería usar a la cazadora para entretenerlos mientras yo iba a por el líder; mis pensamientos fueron interrumpidos por un grito en una de las casas cercanas, una voz femenina gritaba que había desaparecido su bebé, lo mismo con una casa al final de la calle y luego una más; un solo vampiro no podría estar en tantos lugares a la vez y a menos que fuera mitad pulpo, no podría llevarse a todos los niños.
Súbitamente y sin que nos diéramos cuenta, en medio de la conmoción causada por los gritos cercanos, el cuerpo del vampiro en el piso desapareció, aunque había dejado un rastro de sangre por el suelo -Te dije que la cazadora tenía razón- Murmuré a la joven licántropa muy cerca de su oído -Parece que estamos bajo ataque, no debiste poner a la gente en su contra- Confundir a la chica no parecía tan complicado, aunque tal vez resultara ser más lista, menos manipulable y predecible, por lo que solo podía esperar tener suerte; las personas se dispersaron corriendo a sus casas para asegurarse que sus niños estaban a salvo y solo se quedaron algunos que tenían más aspectos de guerrero, no pensaban perdonar un ataque a sus cachorros en su propia y querida Ulmer.
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Aerandiano de honor
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Re: [Cerrado] Cazando mitos [Libre][Noche]
Solo me aguante las ganas de arrancarle la cabeza a ambos desconocidos, uno por mentiroso y busca pleito y a la otra por no saber callarse, justamente la gota que colmo el bazo fue el comentario que el desconocido me susurro, lo tome del cuello acercando su rostro al mío, mirándolo con rabia y apretando su cuello con fuerza - Tu… de esto no saldrás ileso… - Fui interrumpida por gritos que salían de las casas cercanas ¿Desapariciones de niños?, esto no me gusta nada, casualidad llega una cazadora de vampiros diciendo sobre ataques y casualidad comienzan los ataques, esto cada vez me huele mal, algo pasa aquí y lo descubriría por las buenas o las malas, pero de que lo descubría lo aria.
Solté al desconocido para luego mirar a la desconocida y sus acompañantes con desconfianza - Ustedes… - Dije con seriedad - Por mera coincidencia o casualidad de la vida llegaron ustedes y las desapariciones comenzaron… - Comente cruzándome de brazos - Como se que ustedes no están detrás de todo esto - Me acerque a la cazadora - Y no vallas a dártela de ofendida esta vez - Dije para a legarme de ellos tres y pasar alado del extraño desconocido, justo allí me di de cuenta que es lo que era… un vampiro por eso los nervios al mentir.
Solo me detuve un tiempo - Bueno supongo que se encargaran de todo esto ¿no? - Mire al grupo de desconocidos cazadores para luego tomar al vampiro mentiroso y jalarlo del brazo para tomar rumbo en dirección de las casa atacadas y le susurre - ¿Eres el vampiro que ella busca? - Pregunte con seriedad.
Me detuve en medio de la calle haber si encontraba un aroma que me diera una pista para empezar a buscar a los vampiros que se llevaron a los niños, me esforcé un poco para tratar de distinguir el aroma de otros vampiros pero nada mi olfato aun se recupera del mal olor del perfume del vampiro mentiroso - Bueno gracias a tu perfume mi olfato sigue muy débil como para seguir un rastro - dije mientras me acercaba a una de las casa para encontrar una pista mientras el gran grupo de hombres seguía un rastro hacia el bosque, miraba alrededor de la casa buscando una pista.
Solté al desconocido para luego mirar a la desconocida y sus acompañantes con desconfianza - Ustedes… - Dije con seriedad - Por mera coincidencia o casualidad de la vida llegaron ustedes y las desapariciones comenzaron… - Comente cruzándome de brazos - Como se que ustedes no están detrás de todo esto - Me acerque a la cazadora - Y no vallas a dártela de ofendida esta vez - Dije para a legarme de ellos tres y pasar alado del extraño desconocido, justo allí me di de cuenta que es lo que era… un vampiro por eso los nervios al mentir.
Solo me detuve un tiempo - Bueno supongo que se encargaran de todo esto ¿no? - Mire al grupo de desconocidos cazadores para luego tomar al vampiro mentiroso y jalarlo del brazo para tomar rumbo en dirección de las casa atacadas y le susurre - ¿Eres el vampiro que ella busca? - Pregunte con seriedad.
Me detuve en medio de la calle haber si encontraba un aroma que me diera una pista para empezar a buscar a los vampiros que se llevaron a los niños, me esforcé un poco para tratar de distinguir el aroma de otros vampiros pero nada mi olfato aun se recupera del mal olor del perfume del vampiro mentiroso - Bueno gracias a tu perfume mi olfato sigue muy débil como para seguir un rastro - dije mientras me acercaba a una de las casa para encontrar una pista mientras el gran grupo de hombres seguía un rastro hacia el bosque, miraba alrededor de la casa buscando una pista.
Zukura Kito
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Re: [Cerrado] Cazando mitos [Libre][Noche]
Según me iba a girar oí la voz del encapuchado insinuando que podía haber matado al niño. De espaldas a él y sin girarme, levanté la mano un poco como expresando que me dejase en paz. No iba a perder más el tiempo con esos bufones. ¿Que huyera? En cualquier otra circunstancia le habría dado un golpe con mi arco. Por supuesto, también lo usaba así, ya que no es que fuera un arco ligero de madera hueca como lo usaban los elfos, no. El mío era puro metal, algunas partes filosas, y era bastante contundente así que podía hacer daño si el golpe era certero. Algún diente fijo que se le saltaría y eso era agradable de ver si te habían estado incordiando.
Pero la muchacha también quiso aportar su granito de arena a joderme el día y rápidamente me volteé, cansada de esos dos y dispuesta a darles un puñetazo a cada uno. Por suerte, Andrew estaba conmigo y, en cuanto vio mis intenciones,me agarró del brazo.
- Señorita Harrowmont, no es el momento ni el lugar.
- Lo sé, lo sé. Estoy calmada. - Bajé los brazos y estiré las manos para mostrar que no iba a atacar a nadie, aunque ganas no me faltaban. Inspiré con calma exagerada y volví a girarme, sin mediar palabra con esos dos.
Pet se quedó atrás para recoger el cadáver del vampiro, mientras que Andrew y yo nos dirigimos a la posada donde teníamos nuestras cosas. De veras necesitaba relajarme, esa gente me había puesto muy nerviosa y me notaba tensa. ¿De verdad podía aguantar el carácter de Huracán y no aguantar las payasadas de dos borrachos? Bueno, había que tener en cuenta que la cazadora estaba a mi mismo nivel, estos dos no. Sólo eran despojos sociales que disfrutaban de ingerir grandes cantidades de alcohol, o de pasar toda la noche dejándose llevar por el placer en un callejón oscuro. ¡Qué frío! Si querían retozar, que lo hicieran en una casa, por lo menos. Y no exhibiendo sus cuerpos desnudos a los colmillos de los chupasangres.
Estaba enfadada al pensar que esos dos idiotas habían echado al pueblo contra mí a pesar de que había salvado a ese crío. No los entendía, ¿en serio me abucheaban porque el niño se había caído al suelo? Si esa criatura lo llevaba en brazos, el menor de los males era la caída. Al menos al día siguiente despertaría con su sangre aún moviéndose por su diminuto cuerpo. De haberlo dejado escapar habría un infante menos en Ulmer.
Pero lo que más me llamaba la atención era que ese emblema no era del clan que buscaba. ¿Había más grupos de vampiros atacando el pueblo? Eso era preocupante, ya que si los chupasangres se atrevían a atacar la ciudad de los lobos... Algo fallaba.
El griterío continuó, pero no sabía el porqué.
Pet recogió el cuerpo del vampiro y, haciendo caso omiso a esos dos, con un simple saludo, emprendió el camino hacia la taberna donde Andrew y yo nos hospedábamos.
Pero no llegó.
Al girar la calle para dirigirse a la taberna, justo en la esquina, un ser de la noche lo estaba esperando. También era joven como el anterior, y estaba sediento de sangre. Pero no sólo estaba él, dos mujeres más lo acompañaban, aunque dispersas por otras calles de Ulmer. Esos seres parecían no tener aprecio a la vida al meterse en ese poblado. Pet apenas pudo gritar, el cadáver que llevaba del otro vampiro cayó y la cabeza rodó, quedando al descubierto en la calle que algo extraño estaba pasando.
El chupasangres degustó a mi compañero con avidez y, cuando no pudo continuar, dejó el cadáver en medio de la calle, sin ningún tipo de respeto.
Escondidos en las tinieblas buscaban presas fáciles... Pero no sólo eso, sino sembrar el miedo entre una población que se suponía que eran sus enemigos.
Andrew se asomó por la ventana, aunque no consiguió ver nada, sólo escuchar las voces.
- Aún siguen gritando. - Comentó. Yo me encogí de hombros, tirada en la cama con una flecha de metal entre mis dedos. La intentaba mantener en equilibrio sin usar la telequinesia ni ningún tipo de magia.
- Que griten lo que quieran.
- Pero si nos hemos ido ya de la calle, ¿a quién gritan?
- Estarán borrachos.
- No sé...
- Por cierto, ¿dónde está Pet? Tarda mucho en venir.
- Ya, y eso me preocupa. Iré a buscarlo.
- Como quieras, ¿te acompaño?
- No hace falta, quédese aquí, ahora mismo vuelvo.
Pero la muchacha también quiso aportar su granito de arena a joderme el día y rápidamente me volteé, cansada de esos dos y dispuesta a darles un puñetazo a cada uno. Por suerte, Andrew estaba conmigo y, en cuanto vio mis intenciones,me agarró del brazo.
- Señorita Harrowmont, no es el momento ni el lugar.
- Lo sé, lo sé. Estoy calmada. - Bajé los brazos y estiré las manos para mostrar que no iba a atacar a nadie, aunque ganas no me faltaban. Inspiré con calma exagerada y volví a girarme, sin mediar palabra con esos dos.
Pet se quedó atrás para recoger el cadáver del vampiro, mientras que Andrew y yo nos dirigimos a la posada donde teníamos nuestras cosas. De veras necesitaba relajarme, esa gente me había puesto muy nerviosa y me notaba tensa. ¿De verdad podía aguantar el carácter de Huracán y no aguantar las payasadas de dos borrachos? Bueno, había que tener en cuenta que la cazadora estaba a mi mismo nivel, estos dos no. Sólo eran despojos sociales que disfrutaban de ingerir grandes cantidades de alcohol, o de pasar toda la noche dejándose llevar por el placer en un callejón oscuro. ¡Qué frío! Si querían retozar, que lo hicieran en una casa, por lo menos. Y no exhibiendo sus cuerpos desnudos a los colmillos de los chupasangres.
Estaba enfadada al pensar que esos dos idiotas habían echado al pueblo contra mí a pesar de que había salvado a ese crío. No los entendía, ¿en serio me abucheaban porque el niño se había caído al suelo? Si esa criatura lo llevaba en brazos, el menor de los males era la caída. Al menos al día siguiente despertaría con su sangre aún moviéndose por su diminuto cuerpo. De haberlo dejado escapar habría un infante menos en Ulmer.
Pero lo que más me llamaba la atención era que ese emblema no era del clan que buscaba. ¿Había más grupos de vampiros atacando el pueblo? Eso era preocupante, ya que si los chupasangres se atrevían a atacar la ciudad de los lobos... Algo fallaba.
El griterío continuó, pero no sabía el porqué.
Pet recogió el cuerpo del vampiro y, haciendo caso omiso a esos dos, con un simple saludo, emprendió el camino hacia la taberna donde Andrew y yo nos hospedábamos.
Pero no llegó.
Al girar la calle para dirigirse a la taberna, justo en la esquina, un ser de la noche lo estaba esperando. También era joven como el anterior, y estaba sediento de sangre. Pero no sólo estaba él, dos mujeres más lo acompañaban, aunque dispersas por otras calles de Ulmer. Esos seres parecían no tener aprecio a la vida al meterse en ese poblado. Pet apenas pudo gritar, el cadáver que llevaba del otro vampiro cayó y la cabeza rodó, quedando al descubierto en la calle que algo extraño estaba pasando.
El chupasangres degustó a mi compañero con avidez y, cuando no pudo continuar, dejó el cadáver en medio de la calle, sin ningún tipo de respeto.
Escondidos en las tinieblas buscaban presas fáciles... Pero no sólo eso, sino sembrar el miedo entre una población que se suponía que eran sus enemigos.
Andrew se asomó por la ventana, aunque no consiguió ver nada, sólo escuchar las voces.
- Aún siguen gritando. - Comentó. Yo me encogí de hombros, tirada en la cama con una flecha de metal entre mis dedos. La intentaba mantener en equilibrio sin usar la telequinesia ni ningún tipo de magia.
- Que griten lo que quieran.
- Pero si nos hemos ido ya de la calle, ¿a quién gritan?
- Estarán borrachos.
- No sé...
- Por cierto, ¿dónde está Pet? Tarda mucho en venir.
- Ya, y eso me preocupa. Iré a buscarlo.
- Como quieras, ¿te acompaño?
- No hace falta, quédese aquí, ahora mismo vuelvo.
Cassandra C. Harrowmont
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Re: [Cerrado] Cazando mitos [Libre][Noche]
La extraña chica parecía ser demasiado enojona, menudo carácter que se gastaba, seguramente sería una solterona hasta la muerte con esa actitud, aunque también había escuchado que a los de Ulmer les gustaban las rudas así que todo podía ser posible en ese lugar de seres con costumbres extrañas -Así es, de esto no saldrá ilesa esa cazadora- Susurré a la joven de manera cómplice fingiendo no haber entendido que se refería a mí, la chica había tomado en sus manos la situación aunque a pesar de todo trataba de mediar entre ambos bandos, si la cazadora no fuera tan cabezota seguramente ya tendría a todos de su lado con la evidencia del vampiro muerto.
Conclusiones más, conclusiones menos, me valía un pepino lo que hicieran con ella, al fin y al cabo ya sentía que me había librado del grupito de la presumida, más aún cuando decidieron alejarse, aunque eso solo fue el inicio del fin; apenas se alejaron la chica me haló por el brazo para seguir con sus acusaciones y no solo eso, ahora había descubierto mi naturaleza de vampiro sensualoso -Oh, no, espera, no ¿Qué dices? ¿Yo?- Traté de disuadirla pero al parecer no iba a funcionar -Bien, sí, soy un vampiro- Le susurré en voz baja -Pero no el que ella busca, seguro que no- Me defendí de inmediato -Estoy aquí por negocios solamente, pensaba irme al terminar pero ahora...- Miré el alboroto que se había formado -Les ayudaré a resolver esto, sé de vampiros, puedo ayudar, solo no me delates- Confié en su buen juicio y en que podríamos resolver la situación sin ayuda de los cazadores pero la verdad es que los vampiros tenían algo muy bien organizado y varios focos de miedo y angustia comenzaban a propagarse por diversos rincones del pueblo.
Lo lamento, el perfume era necesario- Me excusé con la chica -Aunque el olfato no es lo único necesario para seguir un rastro- Señalé el rastro de sangre en el piso de quien fuera que se había llevado el cuerpo del vampiro -Ven, sigamos este rastro- Le indiqué adelantándome a donde se dirigía; al llegar a donde terminaba el rastro ya era demasiado tarde, el cadáver estaba en el piso junto a otro que parecía ser de los compañeros de la cazadora -Oh, rayos, esto va a empeorar las cosas- Dije quejándome de la pésima decisión que habían tomado los vampiros y la mala presa que habían decidido tomar.
Miré hacia arriba al escuchar pasos sobre las casas -Ve por la cazadora, hará falta toda la ayuda posible, además creo que ahora será personal para ella- Saqué mis dagas y retrocedí hasta el centro de la calle mirando los tejados hasta que oí algunos gritos y golpes en una casa cercana, corrí de prisa pero algo se enredó en mi pie y me mandó al piso aparatosamente; un látigo había descendido desde el techo con una precisión envidiable y se había anidado en mi tobillo izquierdo -Presa equivocada, querida- Dije al ver que se trataba de una vampira y sujetando el látigo lo halé con fuerza para quitárselo o bajarla de ese lugar.
Conclusiones más, conclusiones menos, me valía un pepino lo que hicieran con ella, al fin y al cabo ya sentía que me había librado del grupito de la presumida, más aún cuando decidieron alejarse, aunque eso solo fue el inicio del fin; apenas se alejaron la chica me haló por el brazo para seguir con sus acusaciones y no solo eso, ahora había descubierto mi naturaleza de vampiro sensualoso -Oh, no, espera, no ¿Qué dices? ¿Yo?- Traté de disuadirla pero al parecer no iba a funcionar -Bien, sí, soy un vampiro- Le susurré en voz baja -Pero no el que ella busca, seguro que no- Me defendí de inmediato -Estoy aquí por negocios solamente, pensaba irme al terminar pero ahora...- Miré el alboroto que se había formado -Les ayudaré a resolver esto, sé de vampiros, puedo ayudar, solo no me delates- Confié en su buen juicio y en que podríamos resolver la situación sin ayuda de los cazadores pero la verdad es que los vampiros tenían algo muy bien organizado y varios focos de miedo y angustia comenzaban a propagarse por diversos rincones del pueblo.
Lo lamento, el perfume era necesario- Me excusé con la chica -Aunque el olfato no es lo único necesario para seguir un rastro- Señalé el rastro de sangre en el piso de quien fuera que se había llevado el cuerpo del vampiro -Ven, sigamos este rastro- Le indiqué adelantándome a donde se dirigía; al llegar a donde terminaba el rastro ya era demasiado tarde, el cadáver estaba en el piso junto a otro que parecía ser de los compañeros de la cazadora -Oh, rayos, esto va a empeorar las cosas- Dije quejándome de la pésima decisión que habían tomado los vampiros y la mala presa que habían decidido tomar.
Miré hacia arriba al escuchar pasos sobre las casas -Ve por la cazadora, hará falta toda la ayuda posible, además creo que ahora será personal para ella- Saqué mis dagas y retrocedí hasta el centro de la calle mirando los tejados hasta que oí algunos gritos y golpes en una casa cercana, corrí de prisa pero algo se enredó en mi pie y me mandó al piso aparatosamente; un látigo había descendido desde el techo con una precisión envidiable y se había anidado en mi tobillo izquierdo -Presa equivocada, querida- Dije al ver que se trataba de una vampira y sujetando el látigo lo halé con fuerza para quitárselo o bajarla de ese lugar.
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Re: [Cerrado] Cazando mitos [Libre][Noche]
Me dedique a seguir el plan del vampiro y me dirigí a buscar a la cazadora la cual de seguro me partiría su arco en la cabeza en el momento que me dedicara a explicarle la situación pero, que mas me tocaba, teníamos que acabar con este ataque, tome el camino que ella y su compañeros habían tomado y llegue a una posada en la cual le pregunte a la casera con voz entre cortada por la carrera - Por favor dígame… que ya llegaron… los cazadores extranjeros - Dije mientras mi respiración se calmaba mientras ella me decía que si, no la deje terminar de hablar cuando ya me encontraba subiendo las escaleras me tope con el compañero de la muchacha el cual me dirigió una mirada de confusión y antes de poder dejarlo decir algo le dije - Su otro compañero esta muerto, los vampiros que buscan lo mataron - encontré la forma mas directa de decírselo para no perder tiempo - Busca rápido a tu compañera, necesitamos su ayuda para acabar con esto o almenas háganlo para vengar a su amigo.
Dije mientras lo miraba con seriedad para luego tomarlo del brazo y jalarlo hasta llegar a la habitación donde se quedaban y abrí la puerta para mirar a la muchacha con seriedad, solamente con mirarla sentía el enojo que ella tenia hacia mi, así que me adelante a hablar - Perdón por molestarte otra vez pero mataron a tu compañero vengo a pedirte ayuda para matar a los vampiros que están atacando - Dije con seriedad y antes de dejarla hablar para que pusiera una escusa le dije - Si no lo aras por eso, hazlo por tu amigo... - Fui interrumpida por unos ruidos de pasos en el techo.
No espere a que la joven me respondiera cuando salí del cuarto corriendo para luego salir de la posada, al estar en la calle me puse a observar el techo cuando escuche un leve silbido a mis espalda y solo pase a voltearme cuando un cuchillo paso rosando mi oreja, por lo cual supuse que había un vampiro siguiéndome así que empezó a correr en dirección donde el desconocido se encontraba el desconocido que me ayudaría a desasirnos de estos chupasangres.
Dije mientras lo miraba con seriedad para luego tomarlo del brazo y jalarlo hasta llegar a la habitación donde se quedaban y abrí la puerta para mirar a la muchacha con seriedad, solamente con mirarla sentía el enojo que ella tenia hacia mi, así que me adelante a hablar - Perdón por molestarte otra vez pero mataron a tu compañero vengo a pedirte ayuda para matar a los vampiros que están atacando - Dije con seriedad y antes de dejarla hablar para que pusiera una escusa le dije - Si no lo aras por eso, hazlo por tu amigo... - Fui interrumpida por unos ruidos de pasos en el techo.
No espere a que la joven me respondiera cuando salí del cuarto corriendo para luego salir de la posada, al estar en la calle me puse a observar el techo cuando escuche un leve silbido a mis espalda y solo pase a voltearme cuando un cuchillo paso rosando mi oreja, por lo cual supuse que había un vampiro siguiéndome así que empezó a correr en dirección donde el desconocido se encontraba el desconocido que me ayudaría a desasirnos de estos chupasangres.
Zukura Kito
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Re: [Cerrado] Cazando mitos [Libre][Noche]
Todavía estaba tirada en la cama justo cuando Andrew salió. Pero el ruido escandaloso de unas pisadas subir por las escaleras me hizo mirar hacia la puerta con algo de alarma. ¿Era él? Me incorporé un poco, apoyando la mano en uno de los lados de mi arco, dispuesta a cogerlo. No era Andrew para avisarme, sino la tal “Susana Oria”, la pueblerina que me había increpado hacía un ratillo por haber salvado a aquel niño.
Enarqué una ceja mirándola con cierta molestia, pues se había colado en mi cuarto como un torbellino y hablaba muy apresuradamente. ¿Vampiros? ¿Ataque? Todas esas palabras no me sonaban tan extrañas. Pese a que minutos antes me había echado la bronca por atacar a uno de esos chupasangres, ahora estaba arrastrándose para solicitar mi ayuda. Si había uno solía haber más, y precisamente para eso me habían llamado. Pero esos lugareños incrédulos confiaban únicamente en sus habladurías y su falsa protección sobre que los vampiros no se acercaban nunca a Ulmer. ¡Error! Se habían acercado más de la cuenta y estaban atacando a la gente.
Me levanté quedando sentada y tomé el carcaj con las flechas metálicas dentro. Eran muy poquitas pero no solía perderlas, además que en Beltrexus siempre me tenían preparadas unas pocas, por lo que pudiera pasar. Tampoco se doblaban ni se partían. Eran perfectas para atravesar a esos chupasangres repulsivos.
- Ya veo, ahora sí me necesitas. - Apenas me incorporé salió corriendo, mencionando a mi amigo. ¿A cuál de ellos? Ni a Andrew ni a Pet los consideraba amigos, solo eran compañeros que mi padre había enviado para que no estuviese sola.
Me coloqué el carcaj y salí corriendo. Aquello parecía una masacre. Todos gritaban y corrían sin rumbo. Andrew había sacado su arma, una pequeña ballesta de corto alcance que llevaba en ristre y disparaba contra uno que corría hacia él. Por suerte cayó abatido.
- ¡Andrew! - Grité para avisarle y justo en ese momento me giré para disparar a uno que trataba de saltar sobre mí. En la cabeza, un solo disparo y se desplomó contra el suelo. Colocando el pie en su frente saqué la flecha y la reutilicé para disparar a otro. En el suelo estaba el encapuchado tirando del látigo de una vampiresa. Me coloqué cerca de Andrew e hice volar una flecha más en el aire con mi telequinesis. Esto requería algo más que sólo el arco.
Solté la cuerda con intención de que esa flecha impactase contra la que llevaba el látigo. Por suerte golpeó en su pierna y cayó hacia donde el otro tipo tiraba. Con tanto movimiento que estaba teniendo el que yo pensaba que era un bufón pude verle la cara. Y, aunque no lo vi del todo, era inconfundible. Ese maldito rostro estaba en la base de los cazadores. ¿Era culpa suya que estuvieran esos vampiros ahí?
La rabia se apoderó de mi cuerpo y la segunda flecha, la que volaba por medio de la telequinesis, fue lanzada contra él.
- ¡Cassandra! - Levantando la ballesta, Andrew disparó varios metros por encima de mí y una criatura cayó al suelo, aunque aún se levantaba y volvió a envestir.
Con un movimiento de mis manos levanté un muro de tierra, tal como había hecho en la parroquia de aquel hombre tan extraño. No supe si la flecha había impactado contra el vampiro que llevaba la capucha, ahora solo me importaba detener a ese. Mi compañero se encargó de otro mientras yo trataba de envolver a ese asqueroso chupasangres con la tierra. Quería que el muro cayera sobre él, se escuchaba cono intentaba escarbar con sus dedos.
- ¿Quién decía que los vampiros no atacaban Ulmer? - comenté con retintín concentrada en la tierra. Por fin quedó oculta su cabeza, aunque todavía trataba de moverse, en el suelo, sobre la arena. Saqué una tercera flecha, la puse en el arco y disparé a bocajarro. En ese momento el cuerpo de la criatura quedó inerte. - Se acabó.
- Señorita Harrowmont… Mire. - Andrew me había vuelto a llamar por el formalismo. Señalaba el cuerpo sin vida de Pet. Mi expresión se quedó pétrea al ver eso.
- Pet…
Esos repulsivos vampiros habían acabado con mi compañero. ¡No iba a dejar a ninguno salir vivo de este jodido lugar!
Enarqué una ceja mirándola con cierta molestia, pues se había colado en mi cuarto como un torbellino y hablaba muy apresuradamente. ¿Vampiros? ¿Ataque? Todas esas palabras no me sonaban tan extrañas. Pese a que minutos antes me había echado la bronca por atacar a uno de esos chupasangres, ahora estaba arrastrándose para solicitar mi ayuda. Si había uno solía haber más, y precisamente para eso me habían llamado. Pero esos lugareños incrédulos confiaban únicamente en sus habladurías y su falsa protección sobre que los vampiros no se acercaban nunca a Ulmer. ¡Error! Se habían acercado más de la cuenta y estaban atacando a la gente.
Me levanté quedando sentada y tomé el carcaj con las flechas metálicas dentro. Eran muy poquitas pero no solía perderlas, además que en Beltrexus siempre me tenían preparadas unas pocas, por lo que pudiera pasar. Tampoco se doblaban ni se partían. Eran perfectas para atravesar a esos chupasangres repulsivos.
- Ya veo, ahora sí me necesitas. - Apenas me incorporé salió corriendo, mencionando a mi amigo. ¿A cuál de ellos? Ni a Andrew ni a Pet los consideraba amigos, solo eran compañeros que mi padre había enviado para que no estuviese sola.
Me coloqué el carcaj y salí corriendo. Aquello parecía una masacre. Todos gritaban y corrían sin rumbo. Andrew había sacado su arma, una pequeña ballesta de corto alcance que llevaba en ristre y disparaba contra uno que corría hacia él. Por suerte cayó abatido.
- ¡Andrew! - Grité para avisarle y justo en ese momento me giré para disparar a uno que trataba de saltar sobre mí. En la cabeza, un solo disparo y se desplomó contra el suelo. Colocando el pie en su frente saqué la flecha y la reutilicé para disparar a otro. En el suelo estaba el encapuchado tirando del látigo de una vampiresa. Me coloqué cerca de Andrew e hice volar una flecha más en el aire con mi telequinesis. Esto requería algo más que sólo el arco.
Solté la cuerda con intención de que esa flecha impactase contra la que llevaba el látigo. Por suerte golpeó en su pierna y cayó hacia donde el otro tipo tiraba. Con tanto movimiento que estaba teniendo el que yo pensaba que era un bufón pude verle la cara. Y, aunque no lo vi del todo, era inconfundible. Ese maldito rostro estaba en la base de los cazadores. ¿Era culpa suya que estuvieran esos vampiros ahí?
La rabia se apoderó de mi cuerpo y la segunda flecha, la que volaba por medio de la telequinesis, fue lanzada contra él.
- ¡Cassandra! - Levantando la ballesta, Andrew disparó varios metros por encima de mí y una criatura cayó al suelo, aunque aún se levantaba y volvió a envestir.
Con un movimiento de mis manos levanté un muro de tierra, tal como había hecho en la parroquia de aquel hombre tan extraño. No supe si la flecha había impactado contra el vampiro que llevaba la capucha, ahora solo me importaba detener a ese. Mi compañero se encargó de otro mientras yo trataba de envolver a ese asqueroso chupasangres con la tierra. Quería que el muro cayera sobre él, se escuchaba cono intentaba escarbar con sus dedos.
- ¿Quién decía que los vampiros no atacaban Ulmer? - comenté con retintín concentrada en la tierra. Por fin quedó oculta su cabeza, aunque todavía trataba de moverse, en el suelo, sobre la arena. Saqué una tercera flecha, la puse en el arco y disparé a bocajarro. En ese momento el cuerpo de la criatura quedó inerte. - Se acabó.
- Señorita Harrowmont… Mire. - Andrew me había vuelto a llamar por el formalismo. Señalaba el cuerpo sin vida de Pet. Mi expresión se quedó pétrea al ver eso.
- Pet…
Esos repulsivos vampiros habían acabado con mi compañero. ¡No iba a dejar a ninguno salir vivo de este jodido lugar!
Off: Uso la habilidad racial (telequinesis) y la maestría Tensái de Tierra para hacer el muro. Está bien marcado?? owo
Cassandra C. Harrowmont
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Re: [Cerrado] Cazando mitos [Libre][Noche]
Atraparme con un látigo, por favor ¿En qué pensaba? Solamente tenía que agacharme para tomar el látigo y halar con fuerza para -Auch- Haló el látigo antes que yo y me hizo perder el equilibrio cayendo al piso aparatosamente; el pueblo a estas alturas había caído presa del pánico pero si algo sabía de la gente de Ulmer era que olían a perro mojado, sí, ciertamente, pero además de eso también eran famosos por su capacidad de pelear contra cualquiera que se atreva a perturbar su paz.
Algunos jóvenes del pueblo comenzaron a transformarse y luchar contra algunos vampiros haciéndolos salir de las casas, pero la mayoría de esos asquerosos chupasangres los... ah rayos, yo también era uno, pero bueno, me refería a los que no eran yo; el punto es que la mayoría de esos vampiros se encontraban sobre los tejados y atacaban a distancia, menguando progresivamente la cantidad de guerreros peludos disponibles para el combate, aunque odiara admitirlo, necesitábamos la presencia de la cazadora para resolver la situación.
¿A dónde crees que vas? Sucio licántropo, transfórmate y diviérteme- Dijo la vampira esperando algo que claramente no podría darle. Me empujé con una pierna hacia atrás pero al estar en el piso la tenía difícil, intenté levantarme pero de nuevo tensó el látigo para mandarme de nuevo al piso, de alguna manera parecía solo estarse divirtiendo conmigo la muy maldita; saqué una de mis dagas para cortar el látigo pero antes que pudiera al menos intentarlo una flecha voló hasta clavarse en la pierna de la vampira que entre gritos de dolor rodó hasta quedar al borde del tejado muy cerca de caer.
¡Toma eso idiota!- Grité a la vampira burlándome de su falta de precaución -No debes descuidarte cuando hay cazadores cerca- Le dije entre risas hasta que sentí una picada en el hombro; el grito vino justo después al ver que una enorme y espantosa flecha se me había incrustado con tal fuerza que parecía haber sido lanzada a matar; miré al punto de origen y la vi, ahí estaba la cazadora y justo desde su dirección, la chica gruñona venía corriendo, era el momento indicado para iniciar mi plan en donde la cazadora era indispensable.
Si antes pensaba hacerlo solo por diversión, ahora la imprudente chica lo había convertido en algo personal -Y ahí la tienen, ante ustedes- Dije alzando la voz hacia los vampiros mientras señalaba a la bruja -La famosa cazadora de vampiros- Ignoraba si fuera famosa o no, pero eso le daría más fuerza a la estrategia -Ella es su verdadero enemigo, los lobos no tienen nada que ver- Si algo habría el instinto cazador de un vampiro más que un licántropo, eran esos fulanos cazadores, por lo que tenerla como presa les resultaría más suculento.
Ya había enfocado la atención de los vampiros en la cazadora, ahora solo debía usar sus impulsivos descuidos para terminar de hundirla completamente -Sí, sí, es ella, es a quien buscamos- [1] Usé mi magia para hacer que una voz se escuchara en uno de los tejados cercanos a algunos de los licántropos para hacerles creer que los vampiros decían eso -Sí, dejemos a un lado a los insignificantes licántropos, acabemos con ella y larguémonos- [1] repetí el mismo truco pero con otra voz y desde otro punto cercano a otros jóvenes de la aldea -Esos cazadores no protegen a nadie, solo les importa el dinero y la gloria- [1] acusé de nuevo con otra voz desde otro punto de modo que pudiera poner en contra de la chica a todos los presentes, aunque me faltaba una -Mira, esta demente me ha disparado- Me escondí sutilmente tras la chica licántropa dejándola entre la cazadora y mi cuerpo que a estas alturas debía ser una bonita diana -Está loca, no le importa matarnos a todos- Hice un poco de drama esperando ganarme la empatía de la chica con esa actuación tan favorablemente impulsiva de la niña cazavampiros.
[1] Habilidad de Nivel 6: El que acecha en el umbral Algunos jóvenes del pueblo comenzaron a transformarse y luchar contra algunos vampiros haciéndolos salir de las casas, pero la mayoría de esos asquerosos chupasangres los... ah rayos, yo también era uno, pero bueno, me refería a los que no eran yo; el punto es que la mayoría de esos vampiros se encontraban sobre los tejados y atacaban a distancia, menguando progresivamente la cantidad de guerreros peludos disponibles para el combate, aunque odiara admitirlo, necesitábamos la presencia de la cazadora para resolver la situación.
¿A dónde crees que vas? Sucio licántropo, transfórmate y diviérteme- Dijo la vampira esperando algo que claramente no podría darle. Me empujé con una pierna hacia atrás pero al estar en el piso la tenía difícil, intenté levantarme pero de nuevo tensó el látigo para mandarme de nuevo al piso, de alguna manera parecía solo estarse divirtiendo conmigo la muy maldita; saqué una de mis dagas para cortar el látigo pero antes que pudiera al menos intentarlo una flecha voló hasta clavarse en la pierna de la vampira que entre gritos de dolor rodó hasta quedar al borde del tejado muy cerca de caer.
¡Toma eso idiota!- Grité a la vampira burlándome de su falta de precaución -No debes descuidarte cuando hay cazadores cerca- Le dije entre risas hasta que sentí una picada en el hombro; el grito vino justo después al ver que una enorme y espantosa flecha se me había incrustado con tal fuerza que parecía haber sido lanzada a matar; miré al punto de origen y la vi, ahí estaba la cazadora y justo desde su dirección, la chica gruñona venía corriendo, era el momento indicado para iniciar mi plan en donde la cazadora era indispensable.
Si antes pensaba hacerlo solo por diversión, ahora la imprudente chica lo había convertido en algo personal -Y ahí la tienen, ante ustedes- Dije alzando la voz hacia los vampiros mientras señalaba a la bruja -La famosa cazadora de vampiros- Ignoraba si fuera famosa o no, pero eso le daría más fuerza a la estrategia -Ella es su verdadero enemigo, los lobos no tienen nada que ver- Si algo habría el instinto cazador de un vampiro más que un licántropo, eran esos fulanos cazadores, por lo que tenerla como presa les resultaría más suculento.
Ya había enfocado la atención de los vampiros en la cazadora, ahora solo debía usar sus impulsivos descuidos para terminar de hundirla completamente -Sí, sí, es ella, es a quien buscamos- [1] Usé mi magia para hacer que una voz se escuchara en uno de los tejados cercanos a algunos de los licántropos para hacerles creer que los vampiros decían eso -Sí, dejemos a un lado a los insignificantes licántropos, acabemos con ella y larguémonos- [1] repetí el mismo truco pero con otra voz y desde otro punto cercano a otros jóvenes de la aldea -Esos cazadores no protegen a nadie, solo les importa el dinero y la gloria- [1] acusé de nuevo con otra voz desde otro punto de modo que pudiera poner en contra de la chica a todos los presentes, aunque me faltaba una -Mira, esta demente me ha disparado- Me escondí sutilmente tras la chica licántropa dejándola entre la cazadora y mi cuerpo que a estas alturas debía ser una bonita diana -Está loca, no le importa matarnos a todos- Hice un poco de drama esperando ganarme la empatía de la chica con esa actuación tan favorablemente impulsiva de la niña cazavampiros.
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Re: [Cerrado] Cazando mitos [Libre][Noche]
Al llegar a donde se encontraba el tal Elmo, cuando llegue lo encontré en el suelo con un látigo en el tobillo y me dedique a cortarlo con la hoja oculta, para luego de acabar ser utilizada de escudo entre la furiosa caza vampiros, y es como en estos momentos me pregunto en que consiste este plan por que solo veo que la va a hacer enojar otra vez y lo que necesitamos es su ayuda no que nos quiera atravesar a todos con una flecha - Oye no es que me guste criticar pero ¿Tu plan a que va? - Le susurre al vampiro que me utilizaba de escudo contra las posibles flechas de la cazadora.
Y lo dicho y echo la cazadora no parecía nada feliz, aunque si ante ya se veía amargada ahora debía de estar por explotar de enojo, y para colmo estábamos siendo rodeados por vampiros aunque centraban mas sus atención a la caza vampiros y su compañero - Ok, definitivamente estas desquiciado - dije mientras miraba a mi alrededor y luego pase a mirar al vampiro que me utilizaba de escudo viviente - hiciste que vinieran aquí todos los vampiros que estaba atacando, ases enojar a la cazadora gruñona y nos dejas en medio - me volteé y lo tomo de los hombros - ¡En que estas pensando! - Dije zarandeándolo un poco para luego enderezarme.
La Vampira con la flecha en la pierna fue ayudada a bajar del techo por otro vampiro de un muy feo aspecto, a mi parecer, cada vez en circulo se hacia cada vez mas pequeño mientras también me di de cuenta de que un grupo de licántropos se acercaban y nada felices y me vino a la cabeza la pequeña idea de lo que el desquiciado vampiro pensaba - Aras que todos se maten aquí ¿no? - Lo mire de reojo con seriedad por tan gran locura pero la cual podría salvarnos.
Mientras el circulo de vampiros se encogía cada vez mas y los licántropos enojados se acercaban y con una cazadora irritada enfrente solo reaccione tomando mi hacha - Mas te vale que me digas como piensas salir ileso de todo esto - Dije poniéndome a su lado dejando de ser su escudo.
Y lo dicho y echo la cazadora no parecía nada feliz, aunque si ante ya se veía amargada ahora debía de estar por explotar de enojo, y para colmo estábamos siendo rodeados por vampiros aunque centraban mas sus atención a la caza vampiros y su compañero - Ok, definitivamente estas desquiciado - dije mientras miraba a mi alrededor y luego pase a mirar al vampiro que me utilizaba de escudo viviente - hiciste que vinieran aquí todos los vampiros que estaba atacando, ases enojar a la cazadora gruñona y nos dejas en medio - me volteé y lo tomo de los hombros - ¡En que estas pensando! - Dije zarandeándolo un poco para luego enderezarme.
La Vampira con la flecha en la pierna fue ayudada a bajar del techo por otro vampiro de un muy feo aspecto, a mi parecer, cada vez en circulo se hacia cada vez mas pequeño mientras también me di de cuenta de que un grupo de licántropos se acercaban y nada felices y me vino a la cabeza la pequeña idea de lo que el desquiciado vampiro pensaba - Aras que todos se maten aquí ¿no? - Lo mire de reojo con seriedad por tan gran locura pero la cual podría salvarnos.
Mientras el circulo de vampiros se encogía cada vez mas y los licántropos enojados se acercaban y con una cazadora irritada enfrente solo reaccione tomando mi hacha - Mas te vale que me digas como piensas salir ileso de todo esto - Dije poniéndome a su lado dejando de ser su escudo.
Zukura Kito
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Re: [Cerrado] Cazando mitos [Libre][Noche]
El cuerpo de Pet estaba totalmente destrozado, su expresión daba miedo, incluso. Me llevé la mano a la boca para acallar el ruido de sorpresa que iba a soltar. No me lo podía creer. Andrew se acercó a mí pero sin perder de vista a los chupasangres que cada vez se aproximaban más.
- Señorita Harrowmont… - Me avisó, quedándose a mi espalda con su arma en ristre. –No podemos hacer nada por Pet.
- Pero… -Quería llevarlo a Beltrexus, ese era su lugar. No me parecía normal abandonar su cuerpo aquí. Y no pensaba hacerlo. Iba a sembrar de cadáveres toda la calle y luego, el suyo, sería el único merecedor de tener un funeral digno, no como esos vampiros. Levanté el arco, de nuevo, y dos flechas a ambos lados de mí por si acaso las necesitaba. Andrew disparó a la primera criatura que se plantó ante él, dejándolo seco.
Entre el gentío se escuchaban voces acerca de los cazadores así que me planté ante ellos, pues los vampiros también estaban algo desconcertados mirando a quién debían atacar. Habían entrado irrumpiendo en Ulmer y no eran muy conscientes de quién era el enemigo. Los lobos también se habían transformado para luchar contra los vampiros pero también estaban desconcertados.
Me fijé en lo que decían, sobre todo de los cazadores. - ¡Basta de decir sandeces! ¡Los cazadores hemos venido a ayudaros! - Insté a los ciudadanos, pero sin bajar el arco, apuntando a un vampiro que se incorporaba para seguir la lucha.
- Nos avisaron de esto. ¡Hemos venido a ayudaros! - Andrew levantó la voz con intención de acallar la masa enfurecida que se estaba empezando a formar.
- ¡Te he disparado porque eres un chupasangres! - Señalé. - ¡Ese tipo de la capucha está aquí para haceros daño!
Pero por mucho que decíamos, nada valía. Los vampiros empezaron a acercarse a nosotros y Andrew volvió a disparar. Hice lo mismo, haciendo que los tres virotes salieran a gran velocidad contra un par de criaturas que también se aproximaban. Una era la vampiresa del látigo, que cayó fulminada.
- ¡Vamos! - Andrew me agarró del hombro y echamos a correr. Casi al instante otro vampiro se lanzó contra nosotros, pero una de mis flechas acabó en su garganta. Necesitábamos un lugar más seguro desde donde tener buen ángulo de tiro y desde donde pudiéramos ver todo mejor.
Mientras tanto, algunos lobos aparecían desde otras calles tratando de defender su territorio. Corrí junto a Andrew hasta que entramos en una casa a las afueras de Ulmer. Estaba abandonada y algo derruida. Pero nos vendría bien, pues de las habitaciones podíamos hacer un fuerte y defendernos mediante trampas, ya que estábamos en minoría frente a esas criaturas de la noche.
- Bien, ¿qué hacemos?
- No sé… ¿Qué ha pasado, por qué estaban todos contra nosotros?
- Alguien estaba alentando al resto. Y ese tipo de la capucha, ¿te suena su cara?
- No me he fijado.
- Hay varios carteles con su cara en la base de los cazadores. Si llevase su cabeza…
Un fuerte ruido interrumpió nuestra charla. Un vampiro trataba de entrar por las tablas que tapaban la ventana, ya sin cristales. Mi compañero sacó la daga y por uno de los huecos, consiguió dar una puñalada en el ojo de la criatura.
- Prepárate para lo que viene. - Advertí a Andrew, levantando el arco y colocando dos flechas a ambos lados de la puerta.
- Señorita Harrowmont… - Me avisó, quedándose a mi espalda con su arma en ristre. –No podemos hacer nada por Pet.
- Pero… -Quería llevarlo a Beltrexus, ese era su lugar. No me parecía normal abandonar su cuerpo aquí. Y no pensaba hacerlo. Iba a sembrar de cadáveres toda la calle y luego, el suyo, sería el único merecedor de tener un funeral digno, no como esos vampiros. Levanté el arco, de nuevo, y dos flechas a ambos lados de mí por si acaso las necesitaba. Andrew disparó a la primera criatura que se plantó ante él, dejándolo seco.
Entre el gentío se escuchaban voces acerca de los cazadores así que me planté ante ellos, pues los vampiros también estaban algo desconcertados mirando a quién debían atacar. Habían entrado irrumpiendo en Ulmer y no eran muy conscientes de quién era el enemigo. Los lobos también se habían transformado para luchar contra los vampiros pero también estaban desconcertados.
Me fijé en lo que decían, sobre todo de los cazadores. - ¡Basta de decir sandeces! ¡Los cazadores hemos venido a ayudaros! - Insté a los ciudadanos, pero sin bajar el arco, apuntando a un vampiro que se incorporaba para seguir la lucha.
- Nos avisaron de esto. ¡Hemos venido a ayudaros! - Andrew levantó la voz con intención de acallar la masa enfurecida que se estaba empezando a formar.
- ¡Te he disparado porque eres un chupasangres! - Señalé. - ¡Ese tipo de la capucha está aquí para haceros daño!
Pero por mucho que decíamos, nada valía. Los vampiros empezaron a acercarse a nosotros y Andrew volvió a disparar. Hice lo mismo, haciendo que los tres virotes salieran a gran velocidad contra un par de criaturas que también se aproximaban. Una era la vampiresa del látigo, que cayó fulminada.
- ¡Vamos! - Andrew me agarró del hombro y echamos a correr. Casi al instante otro vampiro se lanzó contra nosotros, pero una de mis flechas acabó en su garganta. Necesitábamos un lugar más seguro desde donde tener buen ángulo de tiro y desde donde pudiéramos ver todo mejor.
Mientras tanto, algunos lobos aparecían desde otras calles tratando de defender su territorio. Corrí junto a Andrew hasta que entramos en una casa a las afueras de Ulmer. Estaba abandonada y algo derruida. Pero nos vendría bien, pues de las habitaciones podíamos hacer un fuerte y defendernos mediante trampas, ya que estábamos en minoría frente a esas criaturas de la noche.
- Bien, ¿qué hacemos?
- No sé… ¿Qué ha pasado, por qué estaban todos contra nosotros?
- Alguien estaba alentando al resto. Y ese tipo de la capucha, ¿te suena su cara?
- No me he fijado.
- Hay varios carteles con su cara en la base de los cazadores. Si llevase su cabeza…
Un fuerte ruido interrumpió nuestra charla. Un vampiro trataba de entrar por las tablas que tapaban la ventana, ya sin cristales. Mi compañero sacó la daga y por uno de los huecos, consiguió dar una puñalada en el ojo de la criatura.
- Prepárate para lo que viene. - Advertí a Andrew, levantando el arco y colocando dos flechas a ambos lados de la puerta.
Cassandra C. Harrowmont
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Re: [Cerrado] Cazando mitos [Libre][Noche]
La inteligente jovencita me ayudó a liberarme del látigo, al final me había terminado pareciendo agradable, algo ingenua sin duda, pero esa misma ingenuidad la hacía lucir graciosa en vez de ruda como seguramente esperaba parecer; me llamó desquiciado al no comprender mi plan, ciertamente era bastante complicado y muy arriesgado, pues básicamente estaba jugando contra todos y al mismo tiempo a favor de todos, un doble juego que podía resultar bastante peligroso aunque de momento la peor parte se la llevaba el grupo de cazadores quienes habían sido postulados como la carnada del día; yo por mi parte solo sonreía con malicia mientras me mantenía escondido tras la jovencita.
Esta misma chica en medio de su desesperación me tomó de los hombros para sacudirme, lo cual dejé hacer tan solo para parecer más débil, nadie le creería a la cazadora si yo les daba a entender que era solo un perdedor que además estaba herido, arranqué la flecha de mi hombro y la sangre comenzó a salir, cosa que solo me daba más puntos como la víctima de la noche, ni siquiera intenté defenderme, las acciones violentas de la cazadora ya le habían dado bastante mala fama entre los pueblerinos de Ulmer, y los vampiros por su parte, se emocionaban ante la posibilidad de acabar con una cazadora, era un trofeo inesperado que no pensaban encontrar.
Una vez que terminó de sacudirme fingí estar mareado mientras la cazadora acababa con algunas de las amenazas, aunque no sin antes acusarme de querer dañar al pueblo, me costó aguantar la risa ante su triste intento de voltear la balanza pues sus capacidades de socialización eran tan nulas como las de una piedra en medio del mar -Tranquila, no soy tan malo- Susurré a la jovencita una vez que se puso a mi lado -Solo detendremos el ataque, pero para eso necesitaré tu ayuda- Continué explicándole en qué consistía mi plan, ahora que confiaba en ella era la única aliada con la que podía contar sin que quisiera dispararme nada.
La cazadora y su amigo huyeron repentinamente, dejando atrás a los vampiros que rasantes no se detendrían hasta extinguir el fuego de sus vidas -Síganme si pueden, asquerosos chupasangres- [1] Dije usando la voz de la cazadora haciendo que el sonido viniera de su espalda -Aunque tenga el trasero flácido y piernas de pollo soy más rápida que todos ustedes- [1] Añadí también y aunque aquello había sido innecesario, era como un pequeño insulto agregado, si me iba a odiar pues que me odiara con todas las letras y no sin motivos.
Tras la cazadora, los vampiros abandonaron Ulmer, y los licántropos celebraron haber alejado a aquellas criaturas, aunque claramente regresarían una vez que acabaran con la cazadora, por lo que el trabajo apenas iba por la mitad -Reúne un par de guerreros contigo y luego de un par de minutos vengan en mi dirección- Le dije a la chica -Enfocarán sus ataques en un solo vampiro, son demasiados para luchar con todos pero si acabamos al líder los demás se dispersarán- Le indiqué para luego comenzar a correr esperando alcanzar a la cazadora y su compañero.
Los habría perdido de no ser porque los demás vampiros atacaban enérgicamente una casa en terrible estado, había signos de lucha y también de que la cazadora no duraría mucho contra las hordas de chupasangres, corrí de prisa pasando a través de los más cercanos y salté hacia la puerta de la pequeña casa y la abrí de una patada para luego llamar a los vampiros invitándolos a entrar -¡Aquí están! ¡Los tengo!- Llamé la atención de todos atrayéndolos hacia un mismo lugar y aprovechando toda la confusión generada -Cubran sus oídos, no querrán escuchar esto- Dije hacia adentro de la casa sin querer asomarme para evitar ser decorado por una flecha en medio de la cara, cubrirse los oídos era una opción apenas, de hecho si no lo hacía me importaba poco, pero una vez que los vampiros estuvieron cerca de la puerta, inicié.
Tomé todo el aire que pude contener en los pulmones y de un solo grito liberé toda la potencia mágica que podía emitir mi voz -¡¡PEDÍCULUS!!- [2] Pronuncié con todas mis fuerzas dejando salir tal vez todo el poder mágico que era capaz de controlar; los vampiros más cercanos no tardaron en caer al piso adoloridos y quejumbrosos, los más lejanos que eran pocos tan solo cayeron de rodillas cubriendo sus oídos, entre ellos el más alejado tan solo retrocedió un par de pasos y se recostó a un árbol, esperaba que a estas alturas la chica ya estuviera llegando, justo ahora y no antes para que pudiera librarse del efecto mágico del grito que causaba fuertes dolores musculares en un radio bastante grande; señalé al vampiro indicándolo como el líder al tiempo que me alejaba de la casa donde se habían atrincherado los cazadores, ahora todo dependía de la joven licántropa y de que los cazadores hubieran aceptado mi sugerencia de cubrirse los oídos para que el grito les afectara mucho menos.
[1] Habilidad de Nivel 6: El que acecha en el umbral Esta misma chica en medio de su desesperación me tomó de los hombros para sacudirme, lo cual dejé hacer tan solo para parecer más débil, nadie le creería a la cazadora si yo les daba a entender que era solo un perdedor que además estaba herido, arranqué la flecha de mi hombro y la sangre comenzó a salir, cosa que solo me daba más puntos como la víctima de la noche, ni siquiera intenté defenderme, las acciones violentas de la cazadora ya le habían dado bastante mala fama entre los pueblerinos de Ulmer, y los vampiros por su parte, se emocionaban ante la posibilidad de acabar con una cazadora, era un trofeo inesperado que no pensaban encontrar.
Una vez que terminó de sacudirme fingí estar mareado mientras la cazadora acababa con algunas de las amenazas, aunque no sin antes acusarme de querer dañar al pueblo, me costó aguantar la risa ante su triste intento de voltear la balanza pues sus capacidades de socialización eran tan nulas como las de una piedra en medio del mar -Tranquila, no soy tan malo- Susurré a la jovencita una vez que se puso a mi lado -Solo detendremos el ataque, pero para eso necesitaré tu ayuda- Continué explicándole en qué consistía mi plan, ahora que confiaba en ella era la única aliada con la que podía contar sin que quisiera dispararme nada.
La cazadora y su amigo huyeron repentinamente, dejando atrás a los vampiros que rasantes no se detendrían hasta extinguir el fuego de sus vidas -Síganme si pueden, asquerosos chupasangres- [1] Dije usando la voz de la cazadora haciendo que el sonido viniera de su espalda -Aunque tenga el trasero flácido y piernas de pollo soy más rápida que todos ustedes- [1] Añadí también y aunque aquello había sido innecesario, era como un pequeño insulto agregado, si me iba a odiar pues que me odiara con todas las letras y no sin motivos.
Tras la cazadora, los vampiros abandonaron Ulmer, y los licántropos celebraron haber alejado a aquellas criaturas, aunque claramente regresarían una vez que acabaran con la cazadora, por lo que el trabajo apenas iba por la mitad -Reúne un par de guerreros contigo y luego de un par de minutos vengan en mi dirección- Le dije a la chica -Enfocarán sus ataques en un solo vampiro, son demasiados para luchar con todos pero si acabamos al líder los demás se dispersarán- Le indiqué para luego comenzar a correr esperando alcanzar a la cazadora y su compañero.
Los habría perdido de no ser porque los demás vampiros atacaban enérgicamente una casa en terrible estado, había signos de lucha y también de que la cazadora no duraría mucho contra las hordas de chupasangres, corrí de prisa pasando a través de los más cercanos y salté hacia la puerta de la pequeña casa y la abrí de una patada para luego llamar a los vampiros invitándolos a entrar -¡Aquí están! ¡Los tengo!- Llamé la atención de todos atrayéndolos hacia un mismo lugar y aprovechando toda la confusión generada -Cubran sus oídos, no querrán escuchar esto- Dije hacia adentro de la casa sin querer asomarme para evitar ser decorado por una flecha en medio de la cara, cubrirse los oídos era una opción apenas, de hecho si no lo hacía me importaba poco, pero una vez que los vampiros estuvieron cerca de la puerta, inicié.
Tomé todo el aire que pude contener en los pulmones y de un solo grito liberé toda la potencia mágica que podía emitir mi voz -¡¡PEDÍCULUS!!- [2] Pronuncié con todas mis fuerzas dejando salir tal vez todo el poder mágico que era capaz de controlar; los vampiros más cercanos no tardaron en caer al piso adoloridos y quejumbrosos, los más lejanos que eran pocos tan solo cayeron de rodillas cubriendo sus oídos, entre ellos el más alejado tan solo retrocedió un par de pasos y se recostó a un árbol, esperaba que a estas alturas la chica ya estuviera llegando, justo ahora y no antes para que pudiera librarse del efecto mágico del grito que causaba fuertes dolores musculares en un radio bastante grande; señalé al vampiro indicándolo como el líder al tiempo que me alejaba de la casa donde se habían atrincherado los cazadores, ahora todo dependía de la joven licántropa y de que los cazadores hubieran aceptado mi sugerencia de cubrirse los oídos para que el grito les afectara mucho menos.
[2] Habilidad de Nivel 10: El caos reptante
[3] Zuky, cuando llegas ya el efecto del grito ha pasado, por lo que no debería afectarte a menos que llegues antes de tiempo; Cassandra, si cubres tus oídos te sentirías ligeramente adolorida unos segundos apenas, y al salir encontrarás un festival de vampiros indefensos, si no los cubres sí te afectará, no he querido indicar nada de ello así que dejo que seas tú quien lo decida.
[4] Nota adicional: casi nadie lo nota pero si ponen el cursor sobre las letritas azules del offrol, aparecen textos explicativos.
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Re: [Cerrado] Cazando mitos [Libre][Noche]
Luego que el vampiro me explicara un poco mejor el plan para luego de que se fuera siguiendo el rastro de la cazadora y yo me dirigí en busca de unos cuantos mas para ayudar al loco vampiro, convencerlos no será algo difícil por lo cual solo me puse delante de un grupo de licántropos y me aclare la garganta - Aver, busquemos a esos vampiros y acabemos con ellos - Dije con fuerza señalando hacia el camino que los vampiros tomaron - Si no lo hacemos volverán a atacar así que ¡¿Quien quiere matar a unos muchos Vampiros?! - pregunte con fuerza al grupo de hombres los cuales respondieron con un fuerte grupo en una sola voz - ¡Mostrémosles que Los Vampiros no nos atacan y salen ilesos! - Dijo un hombre a mi lado - !ANDANDO¡ - Grite para luego tomar el mismo camino del Vampiro loco.
Al llegar a la escena nos encontramos con una imagen algo confusa Ese loco enserio es hábil... ¿Como hiso para inmovilizar a tantos vampiros solos? Me dije a mi misma mientras me volteaba a ver al grupo de hombres - Busquen al líder, si el jefe muere los demás se irán - Dije mientras caminaba en dirección a los Vampiros - Aprovechen que están débiles ellos atacaron primero a sus hijos por ser los mas débiles... Devuélvanles el favor - Luego de decir eso el grupo numeroso de hombres se abalanzaron sobre los Vampiros que aun no se habían recuperado de lo que supuse fue un ataque y me encamine a la cabaña en donde en la entrada me encontré con el loco vampiro - De acuerdo, ¿Cual es el líder? - le pregunte mirándolo seria mientras miro al grupo de hombres atacar a los Vampiros, algunos transformados otros con su forma humana - Ok.... ¿Y la cazadora? - No pude evitar mirarle con duda para luego pasar a mirar la cabaña encogiéndome de hombros.
Los vampiros mas afectados por lo que allá echo el loco que tenia a un lado ivan muriendo rápido pero los que se encontraban mas lejos ponían Pelea, aunque aun seles veía lastimados parecía que no se dejarían matar por unos Licántropos - ¿Cual es la siguiente parte de tu plan? - No pude evitar preguntarle al Vampiro.
Al llegar a la escena nos encontramos con una imagen algo confusa Ese loco enserio es hábil... ¿Como hiso para inmovilizar a tantos vampiros solos? Me dije a mi misma mientras me volteaba a ver al grupo de hombres - Busquen al líder, si el jefe muere los demás se irán - Dije mientras caminaba en dirección a los Vampiros - Aprovechen que están débiles ellos atacaron primero a sus hijos por ser los mas débiles... Devuélvanles el favor - Luego de decir eso el grupo numeroso de hombres se abalanzaron sobre los Vampiros que aun no se habían recuperado de lo que supuse fue un ataque y me encamine a la cabaña en donde en la entrada me encontré con el loco vampiro - De acuerdo, ¿Cual es el líder? - le pregunte mirándolo seria mientras miro al grupo de hombres atacar a los Vampiros, algunos transformados otros con su forma humana - Ok.... ¿Y la cazadora? - No pude evitar mirarle con duda para luego pasar a mirar la cabaña encogiéndome de hombros.
Los vampiros mas afectados por lo que allá echo el loco que tenia a un lado ivan muriendo rápido pero los que se encontraban mas lejos ponían Pelea, aunque aun seles veía lastimados parecía que no se dejarían matar por unos Licántropos - ¿Cual es la siguiente parte de tu plan? - No pude evitar preguntarle al Vampiro.
Zukura Kito
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Re: [Cerrado] Cazando mitos [Libre][Noche]
Andrew y yo nos encontrábamos en la casa a medio derruir, escuchando cómo se acercaban cada vez más y más criaturas de la noche. Necesitábamos un plan inmediato. Las dos flechas estaban levitando al lado de la puerta, cada una a un lado del marco, a la espera de la entrada de cualquier ser, a quien dejaría agujereado con tres virotes metálicos atravesando su cuerpo. Andrew, por detrás, me protegía y también miraba hacia la única ventana que había en la sala donde nos encontrábamos, tapiada, por suerte para nosotros. Había un vampiro que trataba de entrar a toda costa, se escuchaban los fuertes golpes contra las tablas.
-Sólo es uno… De un tiro nos lo cargamos.
- Sí, Andrew, pero dejará un hueco en la ventana por donde podrán entrar más. No podemos arriesgarnos a que entre.
- Lo sé.
Sabía que no era uno quien nos perseguía, sino una buena docena. Si permitíamos entrar a ese, los demás aprovecharían para colarse y nos superaban en número, por eso habíamos huido. Aunque no lo consideraba como tal, sino como una búsqueda y aprovechamiento de recursos. En medio de una calle principal, con tejados, callejuelas aledañas y el pueblo contra nosotros, poco podíamos hacer. Necesitábamos confinarnos en un sitio y hacer de ese lugar nuestra fortaleza. No atravesarían la casa o irían cayendo uno a uno.
No querían a los cazadores, bien. Mi contrato ya estaba firmado y había cumplido la parte de eliminar a los vampiros en el pueblo donde me habían convocado. Aquí no tenía nada más que hacer aparte de salvar mi vida. Una vez acabase, se apañarían los lobos. Tanto decir que allí no entraban chupasangres…
El cazador y yo pronto escuchamos una voz que sobresalía por encima de los gritos desesperados de los vampiros. Nos advertía de que nos cubriésemos los oídos y, sin saber quién era, le hicimos caso. El brujo que me acompañaba y yo, usamos la telequinesis para mantener a flote nuestras armas mientras nuestras manos tapaban nuestras orejas. Escuchamos algo, por suerte los gritos de las criaturas tapaban bastante la voz.
Al instante volvimos a tomar nuestras armas en la posición que estaban y yo hice, con la misma habilidad, que se levantaran los virotes de la puerta, pues se habían caído al concentrar mi telequinesis en mantener flotando el arco. Las voces de los chupasangres pasaron de ser desesperadas y ansiosas por tenernos, a agónicas, como si los estuvieran torturando. Se estaban apartando del lugar y, no sabía bien por qué, empecé a sentirme un poco cansada. Lo atribuí al exceso de adrenalina que habíamos experimentado en unos minutos. Pero no iba a dejar que el cansancio me venciese. Seguí manteniendo mi postura, con el arco cargado y listo para disparar, y los virotes en la puerta.
Un fuerte golpe en la ventana hizo que nos girásemos muy rápido y disparásemos casi sin preguntar. Tanto Andrew como yo habíamos visto cómo un chupasangres acababa de romper los tablones para intentar meterse por ellos. Ese despreciable ser ganó dos tiros en la cara con virotes metálicos y su consecuente salpicón de sangre que se esparció por todo el marco de la ventana y parte de la pared. Miré al brujo, que estaba unos pasos detrás de mí y lo único que hizo fue lanzarme una sonrisa un poco forzada.
Ambos lo estábamos pasando realmente mal, no por vernos rodeados de vampiros, pues sabíamos que era un riesgo a correr por nuestro trabajo de cazadores, sino porque cuando los aniquilásemos, debíamos volver al pueblo y recoger el cadáver del pobre Pet.
El agujero de la ventana fue el lugar por el que otro vampiro intentó entrar, mientras estábamos cavilando. Pero rápidamente, Andrew le lanzó otro flechazo.
- ¡Tenemos que cerrar ese hueco!
- Coloca ese mueble, yo seguiré vigilando. - Le dije sin dejar de perder de vista la puerta, aun cerrada.
Junto a los gritos de los vampiros, se escuchaban otros más: Los de los lobos. Habían venido a defender su territorio.
-Sólo es uno… De un tiro nos lo cargamos.
- Sí, Andrew, pero dejará un hueco en la ventana por donde podrán entrar más. No podemos arriesgarnos a que entre.
- Lo sé.
Sabía que no era uno quien nos perseguía, sino una buena docena. Si permitíamos entrar a ese, los demás aprovecharían para colarse y nos superaban en número, por eso habíamos huido. Aunque no lo consideraba como tal, sino como una búsqueda y aprovechamiento de recursos. En medio de una calle principal, con tejados, callejuelas aledañas y el pueblo contra nosotros, poco podíamos hacer. Necesitábamos confinarnos en un sitio y hacer de ese lugar nuestra fortaleza. No atravesarían la casa o irían cayendo uno a uno.
No querían a los cazadores, bien. Mi contrato ya estaba firmado y había cumplido la parte de eliminar a los vampiros en el pueblo donde me habían convocado. Aquí no tenía nada más que hacer aparte de salvar mi vida. Una vez acabase, se apañarían los lobos. Tanto decir que allí no entraban chupasangres…
El cazador y yo pronto escuchamos una voz que sobresalía por encima de los gritos desesperados de los vampiros. Nos advertía de que nos cubriésemos los oídos y, sin saber quién era, le hicimos caso. El brujo que me acompañaba y yo, usamos la telequinesis para mantener a flote nuestras armas mientras nuestras manos tapaban nuestras orejas. Escuchamos algo, por suerte los gritos de las criaturas tapaban bastante la voz.
Al instante volvimos a tomar nuestras armas en la posición que estaban y yo hice, con la misma habilidad, que se levantaran los virotes de la puerta, pues se habían caído al concentrar mi telequinesis en mantener flotando el arco. Las voces de los chupasangres pasaron de ser desesperadas y ansiosas por tenernos, a agónicas, como si los estuvieran torturando. Se estaban apartando del lugar y, no sabía bien por qué, empecé a sentirme un poco cansada. Lo atribuí al exceso de adrenalina que habíamos experimentado en unos minutos. Pero no iba a dejar que el cansancio me venciese. Seguí manteniendo mi postura, con el arco cargado y listo para disparar, y los virotes en la puerta.
Un fuerte golpe en la ventana hizo que nos girásemos muy rápido y disparásemos casi sin preguntar. Tanto Andrew como yo habíamos visto cómo un chupasangres acababa de romper los tablones para intentar meterse por ellos. Ese despreciable ser ganó dos tiros en la cara con virotes metálicos y su consecuente salpicón de sangre que se esparció por todo el marco de la ventana y parte de la pared. Miré al brujo, que estaba unos pasos detrás de mí y lo único que hizo fue lanzarme una sonrisa un poco forzada.
Ambos lo estábamos pasando realmente mal, no por vernos rodeados de vampiros, pues sabíamos que era un riesgo a correr por nuestro trabajo de cazadores, sino porque cuando los aniquilásemos, debíamos volver al pueblo y recoger el cadáver del pobre Pet.
El agujero de la ventana fue el lugar por el que otro vampiro intentó entrar, mientras estábamos cavilando. Pero rápidamente, Andrew le lanzó otro flechazo.
- ¡Tenemos que cerrar ese hueco!
- Coloca ese mueble, yo seguiré vigilando. - Le dije sin dejar de perder de vista la puerta, aun cerrada.
Junto a los gritos de los vampiros, se escuchaban otros más: Los de los lobos. Habían venido a defender su territorio.
Cassandra C. Harrowmont
Experto
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Re: [Cerrado] Cazando mitos [Libre][Noche]
Me alegré al ver llegar a la chica rarita con refuerzos, la verdad era que yo ya no daba para más; ahora que la adrenalina había bajado, la herida en mi brazo comenzaba a doler con intensidad -Maldita cazadora- Cerré los ojos y coloqué mi mano sobre la herida para aplicar presión; aplicar aquel truco mágico tan excesivamente fuerte me había dejado bastante débil, por lo que ahora dependía mucho de lo que pudieran hacer los licántropos y por supuesto, rogar que no llegaran a descubrir que yo también era un vampiro.
Sabía cuál era el líder, sin duda el más arrogante de ellos, pero de la cazadora solo imaginaba que estaba dentro de la cabaña que con tanto frenesí habían intentado atacar los vampiros, incluso algunos aún parecían seguir intentando y no hizo falta que respondiera nada pues los ruidos delataron que la chica estaba ahí dentro -Ya imaginarás dónde está- Dije con ironía tratando de alejarme un poco de donde fuera que estaba la molesta chica amargada -¿Qué plan?- Pregunté extrañado -Ah ya ya, claro, ese plan- Intenté rápidamente enmendar mi error para que no le pareciera que no tenía un plan y que todo lo había ido improvisando según salían las cosas.
Avancé lentamente para ver el espectáculo donde los vampiros eran ahuyentados por los licántropos y los que habían conseguido avanzar hasta donde se hallaba escondida la cazadora habían perecido antes de poder siquiera lanzarle un insulto, aunque el líder de los vampiros sí que tendría tiempo para lanzarnos más de un insulto -¡¡Esto no ha terminado, y no se quedará así!!- Dijo furioso mientras se defendía asesinando a uno de los licántropos que se le acercaron para atacarlo y acabaron siendo derrotados con mucha facilidad; parecía bastante fuerte, por lo que la siguiente parte del plan podía ser solo una: abandonar a la chica y correr por mi vida como si no hubiera mañana.
Justo cuando estaba a punto de largarme de la manera más cobarde posible, el vampiro dijo algo que me erizó cada vello del cuerpo -Devoraremos su futuro- Aquella frase me daba a entender que en lugar de aniquilar a los licántropos adultos, pensaban aniquilar a los más pequeños, de ese modo los adultos morirían con el tiempo sin dejar descendencia y para los vampiros el tiempo no era un problema; no podíamos permitir que ese sujeto escapara, ninguno de ellos, aunque los peludos amigos ya se habían encargado de la mayoría, era necesario e imperativo acabar con el líder, uno que se veía bastante diestro con su espada, al punto que los más fieros guerreros no habían podido acercarse a él -El siguiente paso del plan es acabar a ese tipo- Le dije a mi lupina compañera al tiempo que sacaba mis dagas y me preparaba para lo peor.
El vampiro avanzó hacia nosotros aunque parecía más interesado en alcanzar el premio que se escondía dentro de la casa; afortunadamente conseguí cortarle el paso parándome frente a él con la esperanza de que la chica me apoyara -¿En serio creen poder detenerme?- Preguntó con arrogancia y mucha seguridad, estaba decidido a ir por la cazadora y nosotros no éramos más que un mero estorbo en su camino ¿Cómo podríamos detener a semejante sujeto?.
Sabía cuál era el líder, sin duda el más arrogante de ellos, pero de la cazadora solo imaginaba que estaba dentro de la cabaña que con tanto frenesí habían intentado atacar los vampiros, incluso algunos aún parecían seguir intentando y no hizo falta que respondiera nada pues los ruidos delataron que la chica estaba ahí dentro -Ya imaginarás dónde está- Dije con ironía tratando de alejarme un poco de donde fuera que estaba la molesta chica amargada -¿Qué plan?- Pregunté extrañado -Ah ya ya, claro, ese plan- Intenté rápidamente enmendar mi error para que no le pareciera que no tenía un plan y que todo lo había ido improvisando según salían las cosas.
Avancé lentamente para ver el espectáculo donde los vampiros eran ahuyentados por los licántropos y los que habían conseguido avanzar hasta donde se hallaba escondida la cazadora habían perecido antes de poder siquiera lanzarle un insulto, aunque el líder de los vampiros sí que tendría tiempo para lanzarnos más de un insulto -¡¡Esto no ha terminado, y no se quedará así!!- Dijo furioso mientras se defendía asesinando a uno de los licántropos que se le acercaron para atacarlo y acabaron siendo derrotados con mucha facilidad; parecía bastante fuerte, por lo que la siguiente parte del plan podía ser solo una: abandonar a la chica y correr por mi vida como si no hubiera mañana.
Justo cuando estaba a punto de largarme de la manera más cobarde posible, el vampiro dijo algo que me erizó cada vello del cuerpo -Devoraremos su futuro- Aquella frase me daba a entender que en lugar de aniquilar a los licántropos adultos, pensaban aniquilar a los más pequeños, de ese modo los adultos morirían con el tiempo sin dejar descendencia y para los vampiros el tiempo no era un problema; no podíamos permitir que ese sujeto escapara, ninguno de ellos, aunque los peludos amigos ya se habían encargado de la mayoría, era necesario e imperativo acabar con el líder, uno que se veía bastante diestro con su espada, al punto que los más fieros guerreros no habían podido acercarse a él -El siguiente paso del plan es acabar a ese tipo- Le dije a mi lupina compañera al tiempo que sacaba mis dagas y me preparaba para lo peor.
El vampiro avanzó hacia nosotros aunque parecía más interesado en alcanzar el premio que se escondía dentro de la casa; afortunadamente conseguí cortarle el paso parándome frente a él con la esperanza de que la chica me apoyara -¿En serio creen poder detenerme?- Preguntó con arrogancia y mucha seguridad, estaba decidido a ir por la cazadora y nosotros no éramos más que un mero estorbo en su camino ¿Cómo podríamos detener a semejante sujeto?.
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Aerandiano de honor
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Re: [Cerrado] Cazando mitos [Libre][Noche]
Mire la cabaña en la cual escuche a la cazadora - Ya me di de cuenta - murmure para luego voltear a ver a dichoso líder del grupo de vampiros el cual se notaba nadita complacido por lo sucedido en aquel momento, empezó a gritar - huy pero que mal perdedores son los vampiros - dije poniendo los ojos en blanco luego una frase me puso atónita, pieza matar a todos los niños de Ulmer pero ¿Que demonios le pasa por la cabeza a los vampiros hoy en día?¿Que le han echó esos niñitos? Lo que si se y de lo que espero no echarme atrás es de detenerlo al parecer a mi loco compañero le paso lo mismo por que le corto el paso al vampiro que se dirigida a la cabaña donde la cazadora estaba con su compañero.
Tome aire y me dirigí corriendo a la cabaña en la cual la cazadora debía de estar irrumpí en la cabaña y antes de que me mandaran una flecha en toda la frente me arrodille y puse las manos arriba - No soy vampiro, solo vengo a decirles que allí esta el líder de los vampiros que atacaron Ulmer - dije levantándome lentamente - Y los quiere matar asi que supongo que deberían salir y también supongo que ese es el vampiro que buscan - dije para luego salir de espaldas de la cabaña y me volví a asomar con una sonrisita - Si no es molestia... Salgan ahora - dije con voz amable aunque fingida.
Y al alejarme suspire para luego ayudar al loco vampiro poniéndome cerca de el pero detrás de el desenfundando mi hacha mirando con seriedad al vampiro diabólico aunque sentía como la mirada insípida y fría de ese vejestorio me desnudaba, que asco sentí en ese momento sacudí un poco la cabeza y mire al viejo vampiro de forma fría - Para matar a los niños de Ulmer tendrás que pasar sobre nosotros - mientras decía eso me paso por la cabeza ¿Segura de que ese "nosotros" esta de mas?.
Tome aire y me dirigí corriendo a la cabaña en la cual la cazadora debía de estar irrumpí en la cabaña y antes de que me mandaran una flecha en toda la frente me arrodille y puse las manos arriba - No soy vampiro, solo vengo a decirles que allí esta el líder de los vampiros que atacaron Ulmer - dije levantándome lentamente - Y los quiere matar asi que supongo que deberían salir y también supongo que ese es el vampiro que buscan - dije para luego salir de espaldas de la cabaña y me volví a asomar con una sonrisita - Si no es molestia... Salgan ahora - dije con voz amable aunque fingida.
Y al alejarme suspire para luego ayudar al loco vampiro poniéndome cerca de el pero detrás de el desenfundando mi hacha mirando con seriedad al vampiro diabólico aunque sentía como la mirada insípida y fría de ese vejestorio me desnudaba, que asco sentí en ese momento sacudí un poco la cabeza y mire al viejo vampiro de forma fría - Para matar a los niños de Ulmer tendrás que pasar sobre nosotros - mientras decía eso me paso por la cabeza ¿Segura de que ese "nosotros" esta de mas?.
Zukura Kito
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