Corrupción y Coincidencia [Libre, Feria de Invierno]
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Corrupción y Coincidencia [Libre, Feria de Invierno]
Alisha se encontraba paseando por las calles de Lunargenta, pensando profundamente mientras tarareaba una canción sobre gatos celestiales. Había oído que los brujos de Beltrexus hacían por esta época una feria de productos, para intercambiar artículos, recetas y esas cosas… Y por supuesto que ella quería participar.
Pero sonaba un poco como gorronear si iba allí sin nada que ofrecer y esperaba que todo el mundo le enseñara cosas chulas sin nada a cambio. Y tampoco era como si pudiera pagarles por las molestias, porque era pobre y esas cosas eran muy caras. Con lo que se había gastado en una de las recetas básicas, tenía para comprar galletas para el mes entero. Bueno, no ella, ni con el descuento de cliente fiel, pero una persona normal sí.
Y sus recetas, las aprendidas eran… básicas, ni siquiera se atrevía a llamarlas normalitas. ¿Y las inventadas? Bueno, mejor no volver a tocar ese bálsamo enfriante hasta dentro de unos años, pensaba que se le iba a caer la mano con el frio que provocaba esa cosa y ni siquiera había un cambio de temperatura real. No, tachado, tachadisimo, muy peligroso, necesitaba algo original, que nadie, o muy pocos, al menos, hubieran visto nunca… ¿Pero qué?
Y pensando en posibles recetas, aplicaciones y trucos paseaba por las calles de Lunargenta. Se pasó por delante de la tiendecilla de flores de Lisa y ese encanto de niña le regalo una flor, y por supuesto, eso implicaba que tuvo que pasarse por el puesto de la señora Marta, comprarle unas cuantas galletas y volver con Lisa a darle una de dichas galleta, de las buenas.
Y allí estaba, una hora tras haber salido de casa, con un montón de galletas, una rosa y cero ideas. –Debes concentrarte, no es como si la idea fuera a caerte del cielo…- Decidido, atajaría por ese callejón, volvería a casa y no saldría hasta tener al menos tres ideas, ¡y al menos una de ellas sería buena! Presentaría la mejor receta que esos brujos hubieran visto nunca. Dentro de la categoría más básica. Porque tendrían categorías según la dificultad, ¿no?
Pero sonaba un poco como gorronear si iba allí sin nada que ofrecer y esperaba que todo el mundo le enseñara cosas chulas sin nada a cambio. Y tampoco era como si pudiera pagarles por las molestias, porque era pobre y esas cosas eran muy caras. Con lo que se había gastado en una de las recetas básicas, tenía para comprar galletas para el mes entero. Bueno, no ella, ni con el descuento de cliente fiel, pero una persona normal sí.
Y sus recetas, las aprendidas eran… básicas, ni siquiera se atrevía a llamarlas normalitas. ¿Y las inventadas? Bueno, mejor no volver a tocar ese bálsamo enfriante hasta dentro de unos años, pensaba que se le iba a caer la mano con el frio que provocaba esa cosa y ni siquiera había un cambio de temperatura real. No, tachado, tachadisimo, muy peligroso, necesitaba algo original, que nadie, o muy pocos, al menos, hubieran visto nunca… ¿Pero qué?
Y pensando en posibles recetas, aplicaciones y trucos paseaba por las calles de Lunargenta. Se pasó por delante de la tiendecilla de flores de Lisa y ese encanto de niña le regalo una flor, y por supuesto, eso implicaba que tuvo que pasarse por el puesto de la señora Marta, comprarle unas cuantas galletas y volver con Lisa a darle una de dichas galleta, de las buenas.
Y allí estaba, una hora tras haber salido de casa, con un montón de galletas, una rosa y cero ideas. –Debes concentrarte, no es como si la idea fuera a caerte del cielo…- Decidido, atajaría por ese callejón, volvería a casa y no saldría hasta tener al menos tres ideas, ¡y al menos una de ellas sería buena! Presentaría la mejor receta que esos brujos hubieran visto nunca. Dentro de la categoría más básica. Porque tendrían categorías según la dificultad, ¿no?
Alisha Lessard
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Re: Corrupción y Coincidencia [Libre, Feria de Invierno]
El viejo ejercicio de pasearse por el mercado a robar algo.
No es que realmente lo necesitase, en sus aventuras había reunido una cantidad de aeros que muchos considerarían una fortuna, sin mencionar otros objetos de gran valor, pero la riqueza nunca había llamado mucho la atención del joven. No en vano había crecido en un templo. Un templo de asesinos, claro, pero templo al fin.
Más tarde, como gorrión aún inexperto, había tenido que obtener pan para su sustento mediante meter las manos en bolsillos ajenos. Y eso se había vuelto un estilo de vida.
A veces el desafío era demasiado fácil. Cuando se es un ilusionista, ni siquiera debes ser cuidadoso. Basta un hechizo bien hecho para que nadie se percate de que tu mano ha entrado y salido de un bolsillo... eso si siquiera eres visible.
Por lo mismo, Demian gustaba de ponerse desafíos y limitantes para forzarse a sí mismo a experimentar y aprender. En esta ocasión, el robo debía hacerlo de espaldas a la víctima, sin mirarle, caminando en un sólo pie, con un ojo tapado y mientras cantaba una canción a toda voz sobre robar. Y claro, sin magia.
De más está decir que las condiciones fueron demasiado extremas. Incluso para un ladrón experimentado, aquello era demasiado rebuscado y ruidoso. Pronto se encontró con un trío de guardias persiguiéndole.
Escapar, sin embargo, sólo lo hacía más entretenido. Los guardias eran grandes y, aunque la gente se hacía a un lado, no tenían la agilidad de Demian, quien con facilidad trepó un muro.
Los sujetos rodearon el lugar y Demian se divirtió lanzándoles tomates podridos ilusorios. Dejó que se acercasen lo suficiente para hacerlo más interesante, esquivando un par de golpes, para luego saltar y pasar por debajo de unos puestos de verduras.
La carrera duró otros pocos minutos, pero pronto se encontró con que ya no veía a nadie siguiéndole.
Fue entonces que se fijó en la presencia de aquella mujer, la que había conocido en la cueva. En ese entonces la luz no era muy buena, pero podía reconocerle.
–Hola, mujer de los cantos para gatos –dijo con un gesto de su mano.
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Demian
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Re: Corrupción y Coincidencia [Libre, Feria de Invierno]
¡ALERTA!
Detectado:
Objeto volador no identificado
— ¡CUIDADO ABAJO! ¡¡¡AAAH!!! —se escuchó un grito a través de la ciudad, seguido del sonido de una pila de cajas y barriles cayendo en aquel callejón.
Siguiendo la dirección en la que le había visto volar, elaborando cálculos para determinar su posición; en base a su velocidad, altura y tiempo de vuelo, corría detrás de él.
Me hallaba despojado de mi armadura y bajo la fachada de mi identidad secreta: Adam Ront.
— ¡Arthur! Te dije que era una terrible idea. —exclamé preocupado mientras retiraba con prisa las cajas que habían caído sobre él.
Realizando diagnóstico...
Detectado:
Objeto volador no identificado
— ¡CUIDADO ABAJO! ¡¡¡AAAH!!! —se escuchó un grito a través de la ciudad, seguido del sonido de una pila de cajas y barriles cayendo en aquel callejón.
Siguiendo la dirección en la que le había visto volar, elaborando cálculos para determinar su posición; en base a su velocidad, altura y tiempo de vuelo, corría detrás de él.
Me hallaba despojado de mi armadura y bajo la fachada de mi identidad secreta: Adam Ront.
— ¡Arthur! Te dije que era una terrible idea. —exclamé preocupado mientras retiraba con prisa las cajas que habían caído sobre él.
Realizando diagnóstico...
___________________________
— Arthur, esto es una terrible idea. —le indiqué al muchacho, mientras encontraba cero racionalidad en sus pensamientos.
— ¡Te lo juro, Adam! ¡Puedo hacerlo! ¡Confía en mi! —insistía él con entusiasmo— Te lo digo, fue así como escapé del idiota del virrey de Ciudad Lagarto. —argumentó él.
— ¿Estás seguro de que fue esa la razón, Arthur? Existen muchas variables. —cuestioné inseguro de los resultados— Además, si de verdad tienes estos "poderes", deberías recordar lo que dice pa... —añadí antes de ser interrumpido.
— "Un gran poder requiere una gran no sé qué cosa", ¡lo sé! —se adelantó restándole importancia— ¿Pero cómo esperas que me haga responsable de un poder que no sé controlar? ¡Tengo que practicar! ¿Cierto?
Elaborando cálculos...
Buscaba un contraargumento solido frente aquella afirmación, sin embargo, tenía, lamentablemente, cierto uso de la lógica.
Arthur me observaba con una sonrisa de oreja a oreja, tratando de convencerme.
— Afff... Está bien. —cedí con un bufido.
— ¡WUJUUU! —celebró mi hermano— De acuerdo, ¡entonces a la de tres! —indicó.
Le cargué sobre mis hombros. Adicional a ser naturalmente liviano por su contextura y ausencia de masa muscular, mi fuerza me permitió cargarle sin problemas.
— Uno... —adopté la postura correcta— Dos... —equilibré el peso de mi cuerpo— Y... —estaba listo, aunque esto terminaría en catástrofe— ¡TRES!
Y le lancé por los aires cual jabalina.
— ¡Te lo juro, Adam! ¡Puedo hacerlo! ¡Confía en mi! —insistía él con entusiasmo— Te lo digo, fue así como escapé del idiota del virrey de Ciudad Lagarto. —argumentó él.
— ¿Estás seguro de que fue esa la razón, Arthur? Existen muchas variables. —cuestioné inseguro de los resultados— Además, si de verdad tienes estos "poderes", deberías recordar lo que dice pa... —añadí antes de ser interrumpido.
— "Un gran poder requiere una gran no sé qué cosa", ¡lo sé! —se adelantó restándole importancia— ¿Pero cómo esperas que me haga responsable de un poder que no sé controlar? ¡Tengo que practicar! ¿Cierto?
Elaborando cálculos...
Buscaba un contraargumento solido frente aquella afirmación, sin embargo, tenía, lamentablemente, cierto uso de la lógica.
Arthur me observaba con una sonrisa de oreja a oreja, tratando de convencerme.
— Afff... Está bien. —cedí con un bufido.
— ¡WUJUUU! —celebró mi hermano— De acuerdo, ¡entonces a la de tres! —indicó.
Le cargué sobre mis hombros. Adicional a ser naturalmente liviano por su contextura y ausencia de masa muscular, mi fuerza me permitió cargarle sin problemas.
— Uno... —adopté la postura correcta— Dos... —equilibré el peso de mi cuerpo— Y... —estaba listo, aunque esto terminaría en catástrofe— ¡TRES!
Y le lancé por los aires cual jabalina.
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Re: Corrupción y Coincidencia [Libre, Feria de Invierno]
Alisha estaba acortando por el callejón tranquilamente, aun absorta en sus ideas, cuando vio una figuro correr doblando la esquina, y finalmente ir aligerando el paso. ¿Era eso un pedazo de lechuga? Bueno, poco importaba, era un niño al fin y al cabo, y uno que conocía. Ese de la cueva de los gatos.
Y él también se acordaba de ella, por supuesto, siempre causaba una impresión en la gente. Aunque… hubiera preferido que la recordara con otra… serie de palabras. -¿Sabes? Hago más que cantos para gatos. Soy Bardo… profesionalmente.- y por supuesto que pronunció la mayúscula, pues esa era la mejor y más noble profesión de todas. Suspiró. No pasaba nada, habían pasado muchas cosas ese día, y los niños no eran famosos por su gran memoria. –Me alegro de verte Demian. Trágicamente no llevo gatos conmigo hoy.- Ni ningún día la verdad, salvo que contaras ese que maullaba en el tejado de la taberna y que la ignoraba completamente. Otra pequeña entrada a las injusticias de la vida junto a no poder tener una dieta saludable a base de unicamente galletas. En cualquier caso, volviendo al chaval. ¿Debía recordarle su nombre? Eso era algo violento. Puede que SI se acordara, y que solo hubiera dicho lo primero que le había venido a la cabeza sobre ella.
Además, su hilo de pensamiento se vio interrumpido por un estruendo cerca. -¿Has oído eso cierto?- Preguntó, más para asegurarse de que no estaba volviendose loca que por hacer algo al respecto.
Ademas, daba igual, no podía distraerse, ¡tenía pociones que destilar! Seguramente, aún estaba un poco vacía de ideas en ese momento, pero era cuestión de ponerse a pensar muy muy fuerte con una taza de leche caliente. –Bueno Dem, voy a mi taller a pensar en pociones, puedes venir si qu…- sus palabras se interrumpieron cuando una sombra tapo la luna y ella alzó la cabeza para ver que enorme paloma cubría el cielo. Salvo que eso parecía una persona.
Y él también se acordaba de ella, por supuesto, siempre causaba una impresión en la gente. Aunque… hubiera preferido que la recordara con otra… serie de palabras. -¿Sabes? Hago más que cantos para gatos. Soy Bardo… profesionalmente.- y por supuesto que pronunció la mayúscula, pues esa era la mejor y más noble profesión de todas. Suspiró. No pasaba nada, habían pasado muchas cosas ese día, y los niños no eran famosos por su gran memoria. –Me alegro de verte Demian. Trágicamente no llevo gatos conmigo hoy.- Ni ningún día la verdad, salvo que contaras ese que maullaba en el tejado de la taberna y que la ignoraba completamente. Otra pequeña entrada a las injusticias de la vida junto a no poder tener una dieta saludable a base de unicamente galletas. En cualquier caso, volviendo al chaval. ¿Debía recordarle su nombre? Eso era algo violento. Puede que SI se acordara, y que solo hubiera dicho lo primero que le había venido a la cabeza sobre ella.
Además, su hilo de pensamiento se vio interrumpido por un estruendo cerca. -¿Has oído eso cierto?- Preguntó, más para asegurarse de que no estaba volviendose loca que por hacer algo al respecto.
Ademas, daba igual, no podía distraerse, ¡tenía pociones que destilar! Seguramente, aún estaba un poco vacía de ideas en ese momento, pero era cuestión de ponerse a pensar muy muy fuerte con una taza de leche caliente. –Bueno Dem, voy a mi taller a pensar en pociones, puedes venir si qu…- sus palabras se interrumpieron cuando una sombra tapo la luna y ella alzó la cabeza para ver que enorme paloma cubría el cielo. Salvo que eso parecía una persona.
Alisha Lessard
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Re: Corrupción y Coincidencia [Libre, Feria de Invierno]
Demian se encogió de hombros ante la ausencia de especímenes felinos y, así de pronto como había comenzado, parecía que la conversación iba a terminar, excepto que entonces ocurrió algo un tanto inesperado. Literalmente una persona pasó volando.
Demian reaccionó igual de veloz que un gato, llevando su mano hacia la daga que reposaba en su costado, tomándola firmemente y ocultándola en una ilusión, todo en un sólo sutil movimiento.
Hizo un giro para explorar rápidamente el área circundante. Si alguien pasaba volando era perfectamente que hubiese más personas involucradas alrededor.
¿Era eso un ataque?
Pronto se dio cuenta que no parecía estar bajo una amenaza inminente. Bien podía ser que la violencia observada no tenía ninguna relación con ellos y era una mera casualidad.
–Iré primero a ver qué ha sido eso –comentó el brujo.
Decidió moverse de manera segura. Disimuladamente, adoptó una postura natural y se acercó al lugar del ruido como cualquier chico curioso.
Movió sus dedos mientras acumulaba el Éter, generando una pequeña ilusión. Sólo se trataba de exagerar el polvo levantado en la zona, pero en específico en su dirección, de modo que para cualquier enemigo que hubiese en la zona fuese más difícil verle y utilizarle de objetivo. Nunca se podía ser demasiado precavido, no para un asesino entrenado.
–Hay... –comenzó a decir, intentando ver bien el lugar–... ¿una persona?
Aquello no era lo que esperaba.
–¿Estás bien? –preguntó.
Lo que Demian no sabía es que no eran los únicos mirando la escena. Alguien más, en las sombras, les seguía los pasos.
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–Señor, hemos encontrado a la vampiresa –comentó una figura escondida en un rincón, mientras ajustaba su ballesta.
–Bien, bien –respondió un sujeto más corpulento, escondido detrás del callejón.
El líder se ajustó su ancho sombrero y levantó su hacha del suelo. A diferencia de sus subalternos, su estilo no era precisamente la sutileza, razón por la que prefería quedarse más atrás y sólo intervenir una vez que la sorpresa dejara de ser relevante.
–Ataquen en cuanto la vean concentrada en lo que sea que haya caído –ordenó.
Los cazavampiros demostraron haber escuchado la orden mediante su tradicional señal, un puño en el pecho simulando clavar una estaca.
Demian
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Re: Corrupción y Coincidencia [Libre, Feria de Invierno]
—¡Arthur! ¡Arthur! —exclamaba, mientras sacudía el cuerpo inerte de mi joven hermano. —¡Reacciona! —solicité, antes de proceder con los parámetros de diagnóstico y atención.
—A... A-Ad... am... —murmuró Arthur.
Realizando análisis del sujeto...
—Arthur... —musité preocupado, mientras esperaba los resultados del diagnóstico. Arrugué las cejas extrañado, cuando finalmente concluyó el proceso. —Estás perfectamente bien.
No se han detectado lesiones...
Riesgo de mortandad: 0%...
—¡¡Lo hice!! —exclamó alegre el muchacho, despertando de golpe, tomándome por sorpresa. —¡Te dije que podía hacerlo! ¡Tengo poderes! —celebró sonriente, observando sus manos. Parpadeé. Era cierto. Había sobrevivido a semejantes circunstancias... Una sonrisa comenzó a dibujarse en mis labios. —Justo cuando estaba a punto de caer y morir... ¡¡FIUSH!! Detuve mi caída con mis poderes. —explicó, poniéndose en pié y dramatizando la escena. Comencé a reír junto a él. —¡Tengo poderes, Adam! ¡¡Tengo poderes!! —exclamó una vez más, no cabiendo en sí de la emoción.
—¡Eso fue increíble, Arthur! —celebré junto a él, recomponiéndome y brindándole mis felicitaciones; colocando mis manos sobre sus hombros, junto a una leve sacudida. —¡Mamá y Papá estarán orgullosos de ti! —acoté con entusiasmo, inocente del efecto que causaría.
—Santos dioses... —razonó, transformando su sonrisa entusiasta en una mueca de pánico. Tragó saliva antes de tornarse pálido y tenso. Le observé confuso. No entendía qué ocurría.
¡ALERTA!
Actividad paranormal detectada...
Condensación irregular de polvo...
Arthur dió inicio a una extensa explicación, anexando sus miedos e inseguridades sobre el tema, de cómo y porqué Mamá y Papá le quemarían vivo si descubrían su naturaleza.
No estaba prestándole atención. Prioricé buscarle sentido a las anomalías detectadas por mis sensores. Ciertamente, la cantidad de polvo que permanecía en el ambiente era absurda. Su levantamiento había acontecido hace unos minutos y aún no se desvanecía. Algo estaba mal.
Sin embargo, no tendría oportunidad de dar con una respuesta, pues una figura infantil emergió entre las nubes de polvo.
—¡Hola! —recibí al individuo con una sonrisa. Arthur, por otro lado, se murmuraba cosas para sí mismo en posición fetal. —Afirmativo. Se encuentra a salvo. —le indiqué al niño, en respuesta a su pregunta. —Al menos físicamente. —bromeé, cruzándome de brazos. —Disculpadnos. No queríamos alarmarte. —comencé. —Mi hermano descubrió hace poco que tiene poderes misteriosos, e intentabamos descubrir com...
Antes de que pudiera proceder con mi alegato, sentí un par de piernas amarrarse a mi torso con la fuerza de un centenar de ardillas, mientras las manos de Arthur cubrieron mi boca y me impidieron continuar. El muchacho había escalado por mi espalda y ahora colgaba de mi.
—¡No le digas nada, Adam! ¡O me quemará por brujo! —exclamó el muchacho en medio de su paranoia. —No podemos confiar en él... ¡Ya no podemos confiar en nadie! —agregó, intentando sacudirme. Me limité a arquear una ceja en confusión. No tenía elaborado un algoritmo efectivo para esta situación. Miré al niño y me encogí de hombros, como una disculpa, tratando de restarle importancia al asunto.
—A... A-Ad... am... —murmuró Arthur.
Realizando análisis del sujeto...
—Arthur... —musité preocupado, mientras esperaba los resultados del diagnóstico. Arrugué las cejas extrañado, cuando finalmente concluyó el proceso. —Estás perfectamente bien.
No se han detectado lesiones...
Riesgo de mortandad: 0%...
—¡¡Lo hice!! —exclamó alegre el muchacho, despertando de golpe, tomándome por sorpresa. —¡Te dije que podía hacerlo! ¡Tengo poderes! —celebró sonriente, observando sus manos. Parpadeé. Era cierto. Había sobrevivido a semejantes circunstancias... Una sonrisa comenzó a dibujarse en mis labios. —Justo cuando estaba a punto de caer y morir... ¡¡FIUSH!! Detuve mi caída con mis poderes. —explicó, poniéndose en pié y dramatizando la escena. Comencé a reír junto a él. —¡Tengo poderes, Adam! ¡¡Tengo poderes!! —exclamó una vez más, no cabiendo en sí de la emoción.
—¡Eso fue increíble, Arthur! —celebré junto a él, recomponiéndome y brindándole mis felicitaciones; colocando mis manos sobre sus hombros, junto a una leve sacudida. —¡Mamá y Papá estarán orgullosos de ti! —acoté con entusiasmo, inocente del efecto que causaría.
—Santos dioses... —razonó, transformando su sonrisa entusiasta en una mueca de pánico. Tragó saliva antes de tornarse pálido y tenso. Le observé confuso. No entendía qué ocurría.
¡ALERTA!
Actividad paranormal detectada...
Condensación irregular de polvo...
Arthur dió inicio a una extensa explicación, anexando sus miedos e inseguridades sobre el tema, de cómo y porqué Mamá y Papá le quemarían vivo si descubrían su naturaleza.
No estaba prestándole atención. Prioricé buscarle sentido a las anomalías detectadas por mis sensores. Ciertamente, la cantidad de polvo que permanecía en el ambiente era absurda. Su levantamiento había acontecido hace unos minutos y aún no se desvanecía. Algo estaba mal.
Sin embargo, no tendría oportunidad de dar con una respuesta, pues una figura infantil emergió entre las nubes de polvo.
—¡Hola! —recibí al individuo con una sonrisa. Arthur, por otro lado, se murmuraba cosas para sí mismo en posición fetal. —Afirmativo. Se encuentra a salvo. —le indiqué al niño, en respuesta a su pregunta. —Al menos físicamente. —bromeé, cruzándome de brazos. —Disculpadnos. No queríamos alarmarte. —comencé. —Mi hermano descubrió hace poco que tiene poderes misteriosos, e intentabamos descubrir com...
Antes de que pudiera proceder con mi alegato, sentí un par de piernas amarrarse a mi torso con la fuerza de un centenar de ardillas, mientras las manos de Arthur cubrieron mi boca y me impidieron continuar. El muchacho había escalado por mi espalda y ahora colgaba de mi.
—¡No le digas nada, Adam! ¡O me quemará por brujo! —exclamó el muchacho en medio de su paranoia. —No podemos confiar en él... ¡Ya no podemos confiar en nadie! —agregó, intentando sacudirme. Me limité a arquear una ceja en confusión. No tenía elaborado un algoritmo efectivo para esta situación. Miré al niño y me encogí de hombros, como una disculpa, tratando de restarle importancia al asunto.
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Re: Corrupción y Coincidencia [Libre, Feria de Invierno]
No era la única que había visto eso, cosa que era buena, significaba que no se estaba volviendo loca. Y la persona se estampo contra el suelo cerca, por lo que tampoco era uno de los suyos con esas alas de vampiro que Aradia creía que les crecían a todos en algún momento. Espero unos segundos, a ver si caía algo más, pero eso parecía ser todo, ni personas, ni cerdos, ni siquiera estrellas fugaces. Mientras tanto Demian se había ido a ver quién había caído. Tan valiente, siempre preocupado por los demás. Aunque no estaba segura de que un niño pudiera atender a un herido adecuadamente, así que lo siguió unos pasos más atrás.
Había mucho polvo, pero solo parecían haber dos personas en la zona del…incidente. Y una se dio prisa a intentar explicar el alboroto, seguro que se pensaban que eran vecinos preocupados por el ruido. Aunque la explicación no tenía demasiado sentido. Es decir, los brujos de aire no volaban….¿cierto?
-Puede que… si queríais mantenerlo en secreto… podríais… no haberlo hecho en medio de la ciudad, digo yo…- intentó ayudar Alisha. –O gritarle a tu hermano que había funcionado…- en fin, no pasaba nada, seguro que el chaval tenía miedo de ser diferente, pero no tardaría en darse cuenta de que no pasaba nada. Ella era una vampira, ¡y vivía en Lunargenta perfectamente, con cero problemas!
Oyó unos pasos detrás suyo, sin duda esa vez sí, vecinos preocupados por el alboroto y los gritos. –No se preocupen buenos ciudadanos, ha habido un pequeño incidente pero ya está so…- y entonces un virote de ballesta silbo tan cerca de la cabeza que le cortó un mechón de pelo.
¿Un atraco a mano armada? ¿En su pacifica ciudad? Es decir, LUCÍAN como delincuentes, tan tapados con ropa negra, pero estaba feo asumir. En cualquier caso, se tiró al suelo, buscando algo de cobertura.
Había mucho polvo, pero solo parecían haber dos personas en la zona del…incidente. Y una se dio prisa a intentar explicar el alboroto, seguro que se pensaban que eran vecinos preocupados por el ruido. Aunque la explicación no tenía demasiado sentido. Es decir, los brujos de aire no volaban….¿cierto?
-Puede que… si queríais mantenerlo en secreto… podríais… no haberlo hecho en medio de la ciudad, digo yo…- intentó ayudar Alisha. –O gritarle a tu hermano que había funcionado…- en fin, no pasaba nada, seguro que el chaval tenía miedo de ser diferente, pero no tardaría en darse cuenta de que no pasaba nada. Ella era una vampira, ¡y vivía en Lunargenta perfectamente, con cero problemas!
Oyó unos pasos detrás suyo, sin duda esa vez sí, vecinos preocupados por el alboroto y los gritos. –No se preocupen buenos ciudadanos, ha habido un pequeño incidente pero ya está so…- y entonces un virote de ballesta silbo tan cerca de la cabeza que le cortó un mechón de pelo.
¿Un atraco a mano armada? ¿En su pacifica ciudad? Es decir, LUCÍAN como delincuentes, tan tapados con ropa negra, pero estaba feo asumir. En cualquier caso, se tiró al suelo, buscando algo de cobertura.
Alisha Lessard
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Re: Corrupción y Coincidencia [Libre, Feria de Invierno]
–¿Poderes misteriosos...? –repitió Demian, tratando de encontrar un sentido a aquellas palabras.
No entendía realmente a qué podían referirse ellos con ese término. Si se refería a la magia, todo el mundo conocía la existencia de los brujos, los dragones, elfos, vampiros y cuanta fuente más de magia en el mundo, por tanto la lógica le decía que debían estar hablando de algo más, algo más misterios.
–Oh, eres brujo –continuó entonces ante las palabras del menor–, yo también, g-gusto en conocerte.
Lamentablemente, no tuvo oportunidad de continuar una conversación. Tan repentinamente como habían sido sorprendidos por la caída, ahora un grupo se hacía presente amenazando de muerte y tomando acciones hostiles. Por un instante el chico pensó que iban por él. Al fin y al cabo, Demian poseía una lista bastante extensa de crímenes, asesinatos y otras acciones por las que alguien pudiera querer vengarse. Eso cambió cuando el ataque fue lanzado hacia la mujer.
–¡¿Y tú que puedes haber hecho para enojar a alguien?! –le dice a Alisha, poniéndose en actitud de combate.
La experiencia que tenía con ella le decía que básicamente era una persona más bien inocentona, juguetona y amante de los animales. Quizás su juicio de carácter no era el mejor.
–No frente a mí, ¿vale? –le dice a los atacantes, dejando caer una de sus dagas.
La daga se clavó en el suelo y entonces algo comenzó a suceder. Probablemente desapercibidas por su insignificancia, una serie de muertes de pequeños insectos ocurrieron en la zona. Hormigas que se quedaron quietas, escarabajos que de pronto se dieron vuelta, un grillo que dejó de cantar... así mismo, el moho adherido a una carreta cercana se secó al instante, lo mismo que alguna maleza dispersa por aquí y allá.
Demian sintió su magia fortalecerse, como si el Éter le llenara y alimentara. Era un Éter sombrío, pero ¿qué más daba?(1)
Extendió su mano.
–Ignis Fatuus –dijo en un susurro.
Al instante, a su alrededor se levantaron desde el suelo lo que parecían almas en pena. Eran tres figuras, cada una transparente y similar a alguien fallecido de manera violenta, con partes de sus cuerpos rotas y sangrantes o miembros cercenados. Las almas se elevaron y se fundieron para formar tres llamas de un verde azulino. Si alguien miraba de cerca esas llamas se daría cuenta que parecían formar rostros desesperados.
A una señal del muchacho, las llamas se lanzaron hacia tres enemigos, cada uno de los cuales comenzó a gritar de inmediato.
Las llamas, por supuesto, se trataban de ilusiones, pero no ilusiones comunes y corrientes. El Fuego Fatuo hacía sentir a la persona que estaba siendo quemada viva, de manera incesante, sin que su cuerpo de verdad sufriera daños. Se trataba de un hechizo cruel, diseñado para torturar y debilitar enemigos.(2)
–Si se van anulo el hechizo, ¿vale? –dijo con una mirada cruel en el rostro.
En ese instante emergió del fondo del grupo un sujeto fornido, corriendo con una hacha en alto, directo hacia intentar cercenar la cabeza de la vampiresa.
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(1) Demian usa su objeto Daga Corrupta, que genera una zona a diez metros a la redonda en donde la magia de Brujos y Vampiros es más fuerte. Esto significa que también debe beneficiarles a ustedes.
(2) Demian ha usado su habilidad Ignis Fatuus, que le permite crear tres llamas ilusorias que causan horribles sufrimientos a quienes se adhieren.
Demian
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Re: Corrupción y Coincidencia [Libre, Feria de Invierno]
Me crucé de brazos, mientras observaba a una damisela aproximarse detrás del joven muchacho.
—Eso intenté comunicarle... —contesté a la señorita, observando a mi hermano con ironía. —Pero no quiso escucharme... —indiqué con una leve risa.
—Es un buen punto. —expresó Arthur, luego de detenerse un momento y descender de mi espalda. Se rascó la nuca con incomodidad, observando al muchacho de la capucha con incredulidad. —¿B-Brujo...? No soy un brujo, c-creo... —afirmó, cruzándose de brazos. —Es imposible. Mamá y Papá son humanos.
—No sabemos realmente de qué se tratan estos "misteriosos poderes", ni a qué adjudicar su aparición. —informé al joven, adoptando una postura marcial.
Actividad sospechosa detectada...
Escaneando sujetos...
Intentaría proceder con mi alegato, buscando iniciar apropiadamente los parámetros de interacción social. Sin embargo, mi interfaz rápidamente informó sobre el ingreso de un grupo en la zona. Me mantuve alerta. Padre siempre me informaba sobre los peligros de operar durante un horario nocturno. Sin embargo, se me dificultaba elaborar una conclusión precisa sobre aquellas personas as, siendo incapaz de observarles en medio de la oscuridad y el polvo de aquel callejón.
Iniciando protocolos de combate...
Se han incrementado los niveles de energía negativa en la zona...
Me coloqué en guardia, interponiéndome entre los atacantes y mi hermano, en el momento en que aquel proyectil ingresó en el rango de mis radares.
Asaltantes, probablemente. Debieron ser atraídos por los gritos de Arthur mientras zurcaba la ciudad por los cielos. No desaprovecharon la oportunidad. Había que detenerlos de inmediato.
Me dediqué a calcular una forma efectiva de neutralizar y apresar al grupo con la menor cantidad de movimientos, mientras observaba al brujo conjurar una especie de llama tenebrosa. Su ataque logró inmovilizarlos, era el momento de actuar.
—Al suelo, Arthur. —le ordené con seriedad.
Me dispuse a cargar contra mis objetivos. Sin embargo, antes que pudiera culminar la orden en mis sistemas, pude detectar a aquel hombre macizo cargar contra el grupo. Precisamente, contra aquella muchacha.
No lograría esquivarlo en aquella posición. Me interpuse entre el hombre y la señorita, y materialicé una barrera de energía para detener su ataque.
Cristales de luz formaron una estructura esférica que resistió el impacto de aquel arma. El hombre retrocedió, perdiendo el equilibrio, producto del momento de su ataque. Sin embargo, pronto recuperó la compostura y liberó una serie de ataques.
—De prisa, señorita. —le indiqué a la mujer. —Debe evacuar la zona de inmediato. —expliqué entre dientes, haciendo mi mayor esfuerzo por no flaquear mi defensa. —Cruce la barrera, no le hará daño.
No obstante, antes que la señorita pudiera actuar, los ataques del bruto culminaron de pronto. Una energía rojiza le envolvió el cuello, y le embistió fuertemente contra la pared con un pulso mágico.
—A-A-A-Adam... —tartamudeó Arthur.
Al mirar a mi hermano, comprobé que el muchacho se hallaba de pié, mientras extendía sus manos hacia el verdugo. Sus palmas emitían una extraña aura rojiza, idéntica a la que envolvía el cuello del hombre.
—Arthur... Tú... —musité en medio de mi sorpresa.
El muchacho comenzó a acercarse al hombre. A cada paso, lograba levantarlo un centímetro más del suelo. Finalmente, con un movimiento, logró lanzar a aquél hombre como un proyectil inmenso contra el grupo de asaltantes.
Arthur se giró hacia mí, con un gesto de sorpresa mezclado con un éxtasis de felicidad. Era increíble...
Arthur era un brujo.
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Hago uso de mi habilidad "Escudo de Electrones", para defender a Alisha Lessard del atacante. Recibo apoyo de Arthur, quien absorbe los efectos de la daga de Demian.
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Re: Corrupción y Coincidencia [Libre, Feria de Invierno]
Y en un momento, se armó una buena. –¡No los conozco de nada!- aseguró al niño, Demian, mientras este dejaba caer una de sus daga. Primero, no era una experta, pero lucia como mala idea, segundo, ¿Qué diablos hacía con las dagas? ¿Es que ahora todo niño necesitaba ir armado para no ser atracado? ¿En su pacifica ciudad? ¡Se iba por un par de semanas y todo se iba al garete!
En cualquier caso, allí, tirada en el suelo, se sentía calentita. Cosa rara, porque sus manos le decían que el suelo estaba helado, tan helado, de hecho, que una polilla cayó muerta ante su cara. Y eso que eran de los insectos más peludos.
Y entonces Demian, el inocente Demian, alzó almas en pena. Así, tal cual, extendió la mano, dijo dos palabras, y alzó a tres personas. ¿Expersonas? Daba igual, lo importante era que ni siquiera era una por palabra. Y que la pobre polillita había muerto por algún otro tipo de conjuro nigromántico. Algo que redirigía la vida de la zona hacia las personas, haciendo, seguramente, algo más que mantenerlas calentitas. Murmuró una disculpa silenciosa hacia esa pobre polilla, pero eso lucia como una emergencia, así que no le echaría la bronca al niño.
Es más, como adulta, era su obligación protegerlo a él, así que se alzó, rebuscando su ballesta para enseñarles que en su ciudad no se toleraban los atracos, cuando uno de esos maleantes se dirigió hacia ella con un hacha, siendo bloqueado por el otro adulto, con… ¿magia? Nunca había visto algo así, y luego su hermano prácticamente lo estrangulo y lo arrojó contra su grupo de maleantes.
Tantas cosas que preguntar. Pero no era el momento. Miró su ballesta, aun cargada, miró al amasijo de brazos y piernas que eran los maleantes y decidió disparar, ya que se había molestado en sacarla, prepararla y eran malas personas, dándole a uno en el culo.
-Maldita sea, yo solo quería hacer una poción chula. ¡Retirada! ¡Seguidme!- los llevaría a su taller, allí estaría Elaine, ella sabría qué hacer, seguro. –No te preocupes, no le diré a nadie que eres un nigromante, pero no hagas cosas malas con esta magia ¿vale?- Le susurró al niño antes de salir por patas.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] al taller, por si queréis llegar hasta alli y describirlo.
En cualquier caso, allí, tirada en el suelo, se sentía calentita. Cosa rara, porque sus manos le decían que el suelo estaba helado, tan helado, de hecho, que una polilla cayó muerta ante su cara. Y eso que eran de los insectos más peludos.
Y entonces Demian, el inocente Demian, alzó almas en pena. Así, tal cual, extendió la mano, dijo dos palabras, y alzó a tres personas. ¿Expersonas? Daba igual, lo importante era que ni siquiera era una por palabra. Y que la pobre polillita había muerto por algún otro tipo de conjuro nigromántico. Algo que redirigía la vida de la zona hacia las personas, haciendo, seguramente, algo más que mantenerlas calentitas. Murmuró una disculpa silenciosa hacia esa pobre polilla, pero eso lucia como una emergencia, así que no le echaría la bronca al niño.
Es más, como adulta, era su obligación protegerlo a él, así que se alzó, rebuscando su ballesta para enseñarles que en su ciudad no se toleraban los atracos, cuando uno de esos maleantes se dirigió hacia ella con un hacha, siendo bloqueado por el otro adulto, con… ¿magia? Nunca había visto algo así, y luego su hermano prácticamente lo estrangulo y lo arrojó contra su grupo de maleantes.
Tantas cosas que preguntar. Pero no era el momento. Miró su ballesta, aun cargada, miró al amasijo de brazos y piernas que eran los maleantes y decidió disparar, ya que se había molestado en sacarla, prepararla y eran malas personas, dándole a uno en el culo.
-Maldita sea, yo solo quería hacer una poción chula. ¡Retirada! ¡Seguidme!- los llevaría a su taller, allí estaría Elaine, ella sabría qué hacer, seguro. –No te preocupes, no le diré a nadie que eres un nigromante, pero no hagas cosas malas con esta magia ¿vale?- Le susurró al niño antes de salir por patas.
_____________
So… vamos hacia el taller y recibimos la explicación de la daga y empezamos? Y quien se aburra de la alquimia siempre puede ir con mi acompañante a patear bandidos. Y dado que estoy maldita…. Realmente no queréis ser los únicos cerca mío en el siguiente turno, que me entrara hambre (¿)[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] al taller, por si queréis llegar hasta alli y describirlo.
Alisha Lessard
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Re: Corrupción y Coincidencia [Libre, Feria de Invierno]
Definitivamente no era el mejor día para esos sujetos. Esperaban tener una presa fácil, pero se encontraron con formas de oposición en los miembros en apariencia más inofensivos del grupo.
–Los humanos no pueden hacer esto –dijo Demian al muchacho, apuntando a los sujetos quemándose por llamas ilusorias–. No hay nada de malo en ser brujos, somos la mejor raza.
Demian miró por unos momentos a los atacantes, y luego al sujeto que acompañaba al que parecía ser un joven brujo.
–Parece ser que se retiran –comentó.
En efecto. Estaban preparados para enfrentar una vampiresa, pero no un grupo completo con habilidades mágicas. Claramente no consideraban su misión algo por lo que arriesgar sus vidas, así que a una orden de su líder emprendieron la huída.
Demian estiró una mano y la daga del suelo levitó hasta llegar a su mano. Luego se la mostró al pequeño.
–Si al cerrar tus ojos sientes una energía emanar de esta daga, si sientes que puedes "verla", aunque cierres tus ojos. No verla como una imagen, sino... sentirla... entonces eres un brujo –dijo Demian con una sonrisa de orgullo–... o un elfo, pero no veo orejas raras en tu cabeza. Y si lo sientes, seguro también puedes sentir que hay conexiones entre todo. No puedes verlas, pero puedes sentirlas... t-todo está conectado. Y como todo está conectado, puedes tirar de esas conexiones para mover las cosas.
Demian levantó un dedo y una piedra se elevó desde el suelo hasta su mano.
–Así... sólo tiras de las uniones, las mueves. Todo está conectado.
Dicho esto, se giró. La muchacha parecía apresurada por llegar a algún lado y mencionó algo sobre una poción.
–¿Seguirte? –dijo Demian, más para sí que como una pregunta real.
No tenía un motivo real para seguirla, pero tampoco uno para no hacerlo. Se encogió de hombros, enfundó su daga y caminó en la misma dirección que ella lo hacía.
–Como nigromantes al desayuno –comentó Demian en el camino–. No me compares con esas escorias.
Demian
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Re: Corrupción y Coincidencia [Libre, Feria de Invierno]
¿La mejor raza? Más quisieran, vivían como… cuarenta años. Nada que ver con los trescientos años de un vampiro. ¡Claramente mejor! Aunque era cierto que ella no podía levantar a espectros para que cumplieran su voluntad. ¿Puede que sombras? Pero lucía un poco cruel… Y sin embargo el niño aseguro que no era un nigromante. Hasta parecía ofendido. Pero no dio ninguna explicación más. Sin estar muy segura de como proceder con esa situación incómoda, la vampiresa optó por llevar al niño, Demian, por las calles de Lunargenta, hasta llegar al taller. También había invitado a los otros dos, pero estos parecieron… perderse por el camino, o no estar muy interesados. En cualquier caso no se despidieron, y eso era cruel.
-Eeeeeeeel, ya hemos llegado.- Alisha buscó a su acompañante, que estaba leyendo un libro como de costumbre, con los pies encima de la mesa.
-Bienvenida … ¿”hemos”?- eso si arrancó su mirada del libro sucio de turno, y la pelirroja se la quedó mirando. Ella se limitó a apartarse de la puerta y dejo que el niño entrara.
-Ese es Demian, un nig… ¿espiritista? Algún tipo de mago. Más importante, tiene una daga chulísima con algún tipo de efecto de área oscuro que da calorcito. ¡Puede que consiga sacar una nueva poción de eso!- Elaine dejó el libro sobre la mesa, muy lentamente, y bajo los pies de la mesa.
-Bien, explícame, muy lentamente, para que lo entienda. ¿Qué clase de situación provocó que un niño cualquiera te enseñara una claramente mágica y peligrosa daga? ¿Te has hecho amiga de tu atracador otra vez?-
-¿Q-que? Por supuesto que no, pffff. Unos tipos intentaron matarme.- dijo bien flojito, bajando la voz hasta que fue prácticamente un susurro.
-No te he oído.- Sabía perfectamente lo que había dicho, solo quería que lo admitiera. Dioses, no iba a poder volver a salir sola en la vida después de eso.
-Unos tipos intentaron matarme...- la pelirroja cerró los ojos, dejando escapar un lento suspiro, para finalmente levantarse, recoger sus espadas y arrastrar su silla al lado de la puerta.
-Gracias por cuidar de esa cabeza de chorlito.- dijo, entre las protestas de Alisha. -Haced lo que sea que tengáis que hacer con vuestros potingues. Voy a traeros la cena en cuando me asegure de que no os siguieron.- Ambas mujeres cruzaron miradas, Elaine manteniendo unos ojos serios y fríos. –Me alegro de que estés bien.- dijo al final, lo que le ganó un abrazó que prácticamente la derribó.
-¿Por dónde quieres empezar? Creo que podríamos extraer el efecto de la daga y luego trabajar con los residuos, así no tendrás que estar usándola continuamente y que se gaste. Podríamos intentar transmitir las propiedades a un fluido o cristalizarlo, y luego intentar aislar sus propiedades….- Alisha siguió hablando, moviéndose como un torbellino y empezando a colocar tarros e instrumentos sobre la mesa mientras Elaine agitaba la cabeza incrédula.
-Eeeeeeeel, ya hemos llegado.- Alisha buscó a su acompañante, que estaba leyendo un libro como de costumbre, con los pies encima de la mesa.
-Bienvenida … ¿”hemos”?- eso si arrancó su mirada del libro sucio de turno, y la pelirroja se la quedó mirando. Ella se limitó a apartarse de la puerta y dejo que el niño entrara.
-Ese es Demian, un nig… ¿espiritista? Algún tipo de mago. Más importante, tiene una daga chulísima con algún tipo de efecto de área oscuro que da calorcito. ¡Puede que consiga sacar una nueva poción de eso!- Elaine dejó el libro sobre la mesa, muy lentamente, y bajo los pies de la mesa.
-Bien, explícame, muy lentamente, para que lo entienda. ¿Qué clase de situación provocó que un niño cualquiera te enseñara una claramente mágica y peligrosa daga? ¿Te has hecho amiga de tu atracador otra vez?-
-¿Q-que? Por supuesto que no, pffff. Unos tipos intentaron matarme.- dijo bien flojito, bajando la voz hasta que fue prácticamente un susurro.
-No te he oído.- Sabía perfectamente lo que había dicho, solo quería que lo admitiera. Dioses, no iba a poder volver a salir sola en la vida después de eso.
-Unos tipos intentaron matarme...- la pelirroja cerró los ojos, dejando escapar un lento suspiro, para finalmente levantarse, recoger sus espadas y arrastrar su silla al lado de la puerta.
-Gracias por cuidar de esa cabeza de chorlito.- dijo, entre las protestas de Alisha. -Haced lo que sea que tengáis que hacer con vuestros potingues. Voy a traeros la cena en cuando me asegure de que no os siguieron.- Ambas mujeres cruzaron miradas, Elaine manteniendo unos ojos serios y fríos. –Me alegro de que estés bien.- dijo al final, lo que le ganó un abrazó que prácticamente la derribó.
-¿Por dónde quieres empezar? Creo que podríamos extraer el efecto de la daga y luego trabajar con los residuos, así no tendrás que estar usándola continuamente y que se gaste. Podríamos intentar transmitir las propiedades a un fluido o cristalizarlo, y luego intentar aislar sus propiedades….- Alisha siguió hablando, moviéndose como un torbellino y empezando a colocar tarros e instrumentos sobre la mesa mientras Elaine agitaba la cabeza incrédula.
Alisha Lessard
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Re: Corrupción y Coincidencia [Libre, Feria de Invierno]
Demian aún no sabía si realmente quería que se usara su daga para experimentos y aquella mujer ya parecía darlo por hecho. El muchacho, como de costumbre, no se mostró muy comunicativo con la otra persona, limitándose a un discreto saludo.
–Para ser honesto, en algún momento de mi vida, hace no mucho, hubiese hecho lo mismo al ver un v-vampiro –comentó el brujo, dando un pequeño paseo por el lugar.
–He matado a más de uno, por supuesto –añadió luego.
Se dirigió a la mesa, en donde una serie de implementos eran frenéticamente dispuestos. Los examinó con la vista, sin aún tocar nada, mientras en sus manos jugueteaba con el arma que de pronto se volvía de tanto interés.
–Se la compré a un perro –comentó–, uno gruñón.
La hizo levitar, lentamente, hasta depositarla sobre la madera, aunque con atención discretamente alerta. No era un objeto cualquiera que estuviese dispuesto a perder. Esa arma había probado ser muy útil en más de una batalla.
–Yo creo que su funcionamiento es bastante claro. Los seres vivos poseen una gran cantidad de Éter. Incluso organismos pequeños concentran en su interior un flujo constante. Hasta el insecto más pequeño mueve más Éter que una roca gigante –explicó, agachándose para mirar a una araña que pretendía cruzar de manera discreta el pasillo–. Lo que hace esta daga es tomar ese Éter, el de pequeños seres, exprimirlos y luego darlo a seres que usen la magia. No se cómo lo hace, pero estoy bastante seguro de que eso es lo que hace.
Se enderezó y deslizó un dedo por la hoja del arma.
–Lo curioso es que sólo beneficia a brujos y vampiros. ¿Qué tienen estas dos razas en común? –dijo mirando al mesón, dejando un momento de silencio–... estas dos razas han hecho uso de la magia oscuro, ya sea actualmente o en algún momento de su historia.
Demian se quedó unos momentos absorto en la daga. A menudo prefería pasar el hecho por alto, pero era muy claro que la magia que usaba esa cosa era corrupta, malvada en esencia. Otorgaba un gran poder, no sin pagar un precio por ello, un precio en vidas, aunque fuese vidas insignificantes.
Demian
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Re: Corrupción y Coincidencia [Libre, Feria de Invierno]
-Por supuesto, no todos los vampiros son tan encantadores como yo…- dijo Alisha, sintiendo con la cabeza, intentando calmar al chico. De hecho, la mayoría eran bastante gruñones. Que se la comprara a un perro era un detalle… raro. Es decir, había ayudado a un montón de gatos y nunca le habían regalado un arma siniestra. Mimos, algún pájaro muerto, seguro, pero no armas. Puede que los perros fueran más fáciles de convencer, solo necesitaban un hueso bien grande y jugoso.
-Mmmm. ¿Estás seguro?- Preguntó tras escuchar la explicación. –Que solo afecte a vampiros y brujos porque hay cierta… compatibilidad con la magia es razonable. Pero no creo que unos pocos insectos den la fuerza necesaria para potenciar el efecto de manera apreciable. ¿Has comprobado si el efecto es mayor cuando más cosas hay? ¿Y si no hay ni un solo ser vivo? O puede que el área varié según los seres vivos que alcanza el efecto... - a ella más bien le parecía un subproducto. Chupaba el éter, emponzoñando un área, y aquello demasiado débil… moría y era chupado también. Pobre polilla.
Bueno, había maneras de comprobarlo, allí no había nada especialmente vivo. Le pediría a Elaine que se llevara a Marta en un tarro y ya estaba. La araña era el único ser vivo que sería vulnerable seguramente. Puede. Esperaba que la madera que estaban pisando no se pudriera y se cayeran al piso de abajo.
…
Buscaría un lugar con piedra, aunque fuera la calle. ¿Pero que hacer una vez en el lugar? El área corrompida era bastante grande así que no veía viable excavar la zona a pico y pala y de alguna manera intentar destilar la corrupción. Corrupción concentrada era el primer paso para intentar a experimentar, así que si no iba a cargar un saco de tierra, ¿Qué hacer entonces?
Y entonces le vino la inspiración. Primero, corteza, puesto que la daga necesitaba clavarse. Y corcho debajo, para que el acero no pasara de largo y destrozara el cristal. Y luego el cristal, por supuesto, con agua purificada. Que a pesar del nombre, no tenía nada mágico ni luminoso. Ese honor lo tenía reservado para otro tipo de agua, que tuvo que rebuscar un poco aquí y allá, sacando un montón de potes. –AJA.- Y alzó triunfante la botella de agua bendecida. De verdad, por un elfo. Aun podían verse trazas de luz si la agitabas un poco bajo la luz correcta. Y también un montón de cristales de sal. Había oído muchas historias sobre como la sal alejaba al mal, así que no era un mal intento, por si no tenía suficiente agua bendecida.
La idea era simple. Un tarro con agua normal, con la corteza y el corcho para clavar la daga, rodeado de un tarro con agua bendecida más grande, en una caja con sal, por si acaso. O bien Luz y corrupción se neutralizaban la una a la otra y no pasaba nada, o bien la corrupción ganaba y tenía una versión concentrada, con dos tarros de agua y cristales de sal corrupta, o más probablemente, era contenida en el agua interior, bloqueada pero sin neutralizarse, y tenía algún tipo de mega-agua malvada con la que podía trabajar y empezar a determinar propiedades. –Y ese es el plan, Demian.- dijo, tras explicarle el apaño que estaba montando. –Solo tenemos que encontrar un lugar con piedra debajo, por si acaso, y podemos empezar. ¡Por la ciencia!-
-Mmmm. ¿Estás seguro?- Preguntó tras escuchar la explicación. –Que solo afecte a vampiros y brujos porque hay cierta… compatibilidad con la magia es razonable. Pero no creo que unos pocos insectos den la fuerza necesaria para potenciar el efecto de manera apreciable. ¿Has comprobado si el efecto es mayor cuando más cosas hay? ¿Y si no hay ni un solo ser vivo? O puede que el área varié según los seres vivos que alcanza el efecto... - a ella más bien le parecía un subproducto. Chupaba el éter, emponzoñando un área, y aquello demasiado débil… moría y era chupado también. Pobre polilla.
Bueno, había maneras de comprobarlo, allí no había nada especialmente vivo. Le pediría a Elaine que se llevara a Marta en un tarro y ya estaba. La araña era el único ser vivo que sería vulnerable seguramente. Puede. Esperaba que la madera que estaban pisando no se pudriera y se cayeran al piso de abajo.
…
Buscaría un lugar con piedra, aunque fuera la calle. ¿Pero que hacer una vez en el lugar? El área corrompida era bastante grande así que no veía viable excavar la zona a pico y pala y de alguna manera intentar destilar la corrupción. Corrupción concentrada era el primer paso para intentar a experimentar, así que si no iba a cargar un saco de tierra, ¿Qué hacer entonces?
Y entonces le vino la inspiración. Primero, corteza, puesto que la daga necesitaba clavarse. Y corcho debajo, para que el acero no pasara de largo y destrozara el cristal. Y luego el cristal, por supuesto, con agua purificada. Que a pesar del nombre, no tenía nada mágico ni luminoso. Ese honor lo tenía reservado para otro tipo de agua, que tuvo que rebuscar un poco aquí y allá, sacando un montón de potes. –AJA.- Y alzó triunfante la botella de agua bendecida. De verdad, por un elfo. Aun podían verse trazas de luz si la agitabas un poco bajo la luz correcta. Y también un montón de cristales de sal. Había oído muchas historias sobre como la sal alejaba al mal, así que no era un mal intento, por si no tenía suficiente agua bendecida.
La idea era simple. Un tarro con agua normal, con la corteza y el corcho para clavar la daga, rodeado de un tarro con agua bendecida más grande, en una caja con sal, por si acaso. O bien Luz y corrupción se neutralizaban la una a la otra y no pasaba nada, o bien la corrupción ganaba y tenía una versión concentrada, con dos tarros de agua y cristales de sal corrupta, o más probablemente, era contenida en el agua interior, bloqueada pero sin neutralizarse, y tenía algún tipo de mega-agua malvada con la que podía trabajar y empezar a determinar propiedades. –Y ese es el plan, Demian.- dijo, tras explicarle el apaño que estaba montando. –Solo tenemos que encontrar un lugar con piedra debajo, por si acaso, y podemos empezar. ¡Por la ciencia!-
Alisha Lessard
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Re: Corrupción y Coincidencia [Libre, Feria de Invierno]
Demian se quedó en silencio unos instantes, procurando analizar la información de lo que sugería la mujer que cantaba a los gatos.
–Si la muerte fuese sólo un subproducto, ¿no debería afectar a todos? –dijo, como pensando en voz alta–... digo, aquí claramente hay un tipo de transferencia y las cosas vivas son las que más Éter poseen.
Aún analizando las implicancias del cómo ocurría, escucha el plan de usar agua y corcho para intentar retener la corrupción.
–Hmmm... no creo que baste con agua, sal o cosas tan simples para retener el Éter. El Éter no es una... cosa, no es algo que esté allí, físicamente... o si lo está, no respeta los límites de la materia. Fluye por las personas, pero no por su sangre, no como... f-fluidos... sólo está, libre de atravesar todo –replicó, comenzando a buscar entre las cosas disponibles.
–Si queremos retenerlo, vamos a necesitar de algún material que sea especialmente afín al Éter... como las tintas que se usan en los Arcanos. Esas tintas están hechas con plantas que son afines al Éter, por lo que lo retienen con más facilidad. Si usamos algo parecido como base, seguro podemos retener el Éter corrupto.
Dio unas vueltas, mirando el lugar. Si lo que suponía era cierto, aquello tenía muy poca "vida" a su alrededor.
–Quizás sea mejor hacerlo afuera, en un lugar con plantas y bichos. Al menos así podemos observar su efecto y saber si está funcionando –propuso.
Mientras más pensaba en esa cosa, más se daba cuenta de lo siniestra de su naturaleza. Aún así, mayor era la curiosidad y el poder que otorgaba, por lo que era mejor dejar las consideraciones éticas de lado. Como decía su viejo amigo Chimar, "por la ciencia".
–Y una cosa más... –dijo apuntando a la chica–. Nosotros absorbemos ese Éter... si queremos que sea retenido por otra cosa, es mejor que cuando comencemos el experimento nos alejemos a más de 10 metros. Así no nos quedamos nosotros con el Éter, sino que dejamos que lo que usemos para retenerlo funcione. No creo que haya materiales más fuertes para absorberlos que nosotros mismos, así que mejor no contaminar –propuso.
Demian
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Re: Corrupción y Coincidencia [Libre, Feria de Invierno]
La verdad, tenía sus dudas con eso de que no fuera a funcionar, pero nunca se había molestado demasiado en aprender magia, y si tenían los materiales, no perdían nada por intentarlo. Y tintas no tenía, pero tenía materiales similares, muchas de las pociones causaban efectos mágicos, y hasta sabía hacer pociones que repelían la magia parcialmente, así que su plan podía aplicarse igual con los nuevos ingredientes, una cobertura externa para limitar el efecto, y una interior para permearse tanto como fuera posible de la daga. Y el corcho, porque clavarla en el líquido seguía siendo un problema.
Y aunque le daba pena, lo mejor sería intentar conseguir una muestra con el máximo efecto, antes de empezar a refinar la extracción o retocar parámetros. Primero conseguir algo, luego intentar no matar a esos pobres bichitos.
Ahora, paso 1, necesitaban un lugar rebosante de vida, de al menos diez metros en un círculo, lo que era…bastante grande, no bastaba con encontrar un árbol, necesitaría más bien un jardín a cuyo dueño no le importara mucho el destrozo que harían… Y no conocía nadie tan amable, por lo que tendrían que salir de la ciudad, ir al bosque, o a un campo donde pastara el ganado. Alejaría a los animales primero, eso si, una cosa era encontrarse un circulo de hierba seca y otra un montón de animales muertos. Pobrecitos.
Preparó una mochila con los materiales que consideraba que iba a necesitar, los ingredientes, el corcho, algo de comida por si tomaba más tiempo del necesario, y un caldero pequeñito unto al vaso de cristal. Si querían volver a tiempo para dormir, puede que incluso experimentar un poco antes de que amaneciera, no podían irse muy lejos, así que la vampiresa había pensado en uno de los campos donde los animales pastaban, no muy lejos de la puerta de la ciudad. Y era de noche, por lo que los animales estarían en el granero o como se llamara el lugar donde dormían. ¿Era un establo si no eran caballos?
Daba igual, lo importante era que guio a su ayudante de investigación con convicción hasta el borde del campo de pastar. No era tan rebosante de vida como un bosque, pero los animales comían allí por una razón, y las hierbas y hierbajos varios deberían ser más que suficientes, junto con cualquier insecto que hubiera por allí. Saltó la triste valla que a duras penas le llegaba a la cintura, más para el ganado que para las personas, y miro a lo lejos, buscando si el perro estaba despierto. Pero Toby estaría durmiendo con su dueño, así que se quedaría sin acariciar su suave tripita. –Bien, ¿Qué te parece el lugar? ¿Empezamos?- susurró, no era como si fueran a oírles, la casa quedaba algo lejos, pero se sentía como una criminal, colándose en un campo para hacer magia rara y potencialmente prohibida.
Y aunque le daba pena, lo mejor sería intentar conseguir una muestra con el máximo efecto, antes de empezar a refinar la extracción o retocar parámetros. Primero conseguir algo, luego intentar no matar a esos pobres bichitos.
Ahora, paso 1, necesitaban un lugar rebosante de vida, de al menos diez metros en un círculo, lo que era…bastante grande, no bastaba con encontrar un árbol, necesitaría más bien un jardín a cuyo dueño no le importara mucho el destrozo que harían… Y no conocía nadie tan amable, por lo que tendrían que salir de la ciudad, ir al bosque, o a un campo donde pastara el ganado. Alejaría a los animales primero, eso si, una cosa era encontrarse un circulo de hierba seca y otra un montón de animales muertos. Pobrecitos.
Preparó una mochila con los materiales que consideraba que iba a necesitar, los ingredientes, el corcho, algo de comida por si tomaba más tiempo del necesario, y un caldero pequeñito unto al vaso de cristal. Si querían volver a tiempo para dormir, puede que incluso experimentar un poco antes de que amaneciera, no podían irse muy lejos, así que la vampiresa había pensado en uno de los campos donde los animales pastaban, no muy lejos de la puerta de la ciudad. Y era de noche, por lo que los animales estarían en el granero o como se llamara el lugar donde dormían. ¿Era un establo si no eran caballos?
Daba igual, lo importante era que guio a su ayudante de investigación con convicción hasta el borde del campo de pastar. No era tan rebosante de vida como un bosque, pero los animales comían allí por una razón, y las hierbas y hierbajos varios deberían ser más que suficientes, junto con cualquier insecto que hubiera por allí. Saltó la triste valla que a duras penas le llegaba a la cintura, más para el ganado que para las personas, y miro a lo lejos, buscando si el perro estaba despierto. Pero Toby estaría durmiendo con su dueño, así que se quedaría sin acariciar su suave tripita. –Bien, ¿Qué te parece el lugar? ¿Empezamos?- susurró, no era como si fueran a oírles, la casa quedaba algo lejos, pero se sentía como una criminal, colándose en un campo para hacer magia rara y potencialmente prohibida.
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Re: Corrupción y Coincidencia [Libre, Feria de Invierno]
Demian consintió con la cabeza.
—Es tu idea, yo sólo estoy para dar mi opinión y asegurarme que no me robes la daga —dijo el chico ante su pregunta, con una mirada que daba a entender que no era realmente un chiste lo que había dicho.
Estaba afuera y todo parecía en orden. Habían seres vivos, aunque Demian no estaba seguro si bastaría sólo con la tierra, sospechaba que sería necesario recoger el Éter con algún material que fuese compatible con el mismo.
—Si tienes alguna planta o ingrediente que sea afín al Éter, que lo absorba bien, es el momento de ponerla en el área —comentó.
Estiró su mano. La fuerza de su telekinesis levantó la daga maldita, aquel objeto misterioso que había obtenido, curiosamente, en una feria. El arma flotó algunos metros, hasta quedar justo sobre el lugar indicado, para luego descender hasta clavarse en el suelo.
Las cosas a su alrededor se marchitaron, como era pervisible. Los insectos visibles murieron de inmediato.
—Yo tomaría una muestra de esos bichos. Si han absorbido algo del Éter, y eso les ha matado, quizás pueda ser extraído —comentó.
Sintió una misteriosa tentación por ponerse dentro del área y absorber ese influjo de poder. Debía reconocer que se sentía bien cuando usaba esa cosa, incluso si al mismo tiempo causaba algo extraño, como si se lidiara con fuerzas oscuras. Soportó la tentación, no podía simplemente dejarse llevar por ella para arruinar el experimento.
Dio un par de pasos atrás, dejando que la vampiresa se encargase de llevar a cabo la parte técnica del asunto.
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(*) Uso el objeto Daga Maldita de mi inventario, con el fin de experimentar.
Demian
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Re: Corrupción y Coincidencia [Libre, Feria de Invierno]
-¡Hey! ¡Soy una honesta y excelente alquimista! ¡Hasta has estado en mi taller!- protestó la vampiresa pero no insistió, no iba a quitarle el juguete y punto, y si realmente quería asegurarse y puede que mirar, pues podía hacerlo, no tenía ningún problema en dejarle.
Tenía varios ingredientes con ella que podían cumplir lo que el niño le pedía, para hacer poción de Thor, sueño de Pym y una poción de resistencia mágica entre otras, aunque no estaba segura de cómo funcionaba esta última. Pero tenía sentido que absorbiera parte de la magia como protección, así como su efecto limitado. En cualquier caso, tiró una bolsa con los materiales dentro, a ver si alguno absorbía un poco mejor que la alternativa y empezó a sacar tarros mientras la daga hacia lo suyo.
Le seguía dando pena ver todo ese campo marchitarse, pero con suerte, no volverían a necesitar usar la daga para eso nunca más, puede que hasta pudieran replicar el proceso sin tanta muerte. Pero ahora no era tiempo de lamentarse, sino de hacer ciencia. Empezó recolectando muestras, recuperando su bolsa de ingredientes, luego tomando bichos, plantas, y muestras de tierra en varios puntos, principalmente para comprobar si la corrupción aumentaba su presencia cuando más cerca del punto céntrico sacara la muestra.
Elaine le habría dicho que había llenado su mochila de basura, pero ella no entendería el potencial. Se levantó, necesitando un momento para mantener el equilibrio con tanto peso extra, pero se recuperó rápidamente y le indico al chaval que ya podían volver, mientras pensaba opciones.
Lo primero que hizo al volver fue intentar una clásica extracción. Empezaría con la tierra, la más común y seguramente menos valiosa, por si metía la pata o solo uno de sus métodos funcionaba. Dividió la primera muestra en tres partes, las sumergió en agua, aceite o alcohol y las calentó, suavemente, intentando extraer lo que fuera que esa esencia de corrupción fuese, mirando atentamente, esperando…algo, un cambio visible. Y realmente juraría que la tierra desprendía ligeramente un humo negro, pero era tan fino que podía ser simplemente polvo arremolinándose.
Si mataba cosas, lo más probable era que reaccionara al agua, pero eso no significaba que no reaccionara en absoluto al resto, la cuestión seria medir si reaccionaba mejor o peor. Luego intentaría concentrarlo y finalmente, cuando tuviera algunas ideas tangibles, pasaría a las muestras más valiosas.
-¿Qué te gustaría probar?- Le dijo a su ayudante. -La opción lógica seria veneno, para embadurnar armas o para beber, pero podríamos hacer más cosas… me pregunto si funcionaria bien si usara este aceite para fuego embotellado…- se estaba adelantando a los hechos, pero la verdad era que esa idea en particular sonaba absolutamente genial. Pero una buena alquimista debía tener alternativas. -También podríamos intentar una poción para potenciar algunas habilidades, o dar de nuevas puede…- esa última sonaba dudosa, pero valía la pena intentarlo, aunque solo fuera por el potencial que abriría si funcionaba. -¿Cuál quieres intentar tú?-
Tenía varios ingredientes con ella que podían cumplir lo que el niño le pedía, para hacer poción de Thor, sueño de Pym y una poción de resistencia mágica entre otras, aunque no estaba segura de cómo funcionaba esta última. Pero tenía sentido que absorbiera parte de la magia como protección, así como su efecto limitado. En cualquier caso, tiró una bolsa con los materiales dentro, a ver si alguno absorbía un poco mejor que la alternativa y empezó a sacar tarros mientras la daga hacia lo suyo.
Le seguía dando pena ver todo ese campo marchitarse, pero con suerte, no volverían a necesitar usar la daga para eso nunca más, puede que hasta pudieran replicar el proceso sin tanta muerte. Pero ahora no era tiempo de lamentarse, sino de hacer ciencia. Empezó recolectando muestras, recuperando su bolsa de ingredientes, luego tomando bichos, plantas, y muestras de tierra en varios puntos, principalmente para comprobar si la corrupción aumentaba su presencia cuando más cerca del punto céntrico sacara la muestra.
Elaine le habría dicho que había llenado su mochila de basura, pero ella no entendería el potencial. Se levantó, necesitando un momento para mantener el equilibrio con tanto peso extra, pero se recuperó rápidamente y le indico al chaval que ya podían volver, mientras pensaba opciones.
Lo primero que hizo al volver fue intentar una clásica extracción. Empezaría con la tierra, la más común y seguramente menos valiosa, por si metía la pata o solo uno de sus métodos funcionaba. Dividió la primera muestra en tres partes, las sumergió en agua, aceite o alcohol y las calentó, suavemente, intentando extraer lo que fuera que esa esencia de corrupción fuese, mirando atentamente, esperando…algo, un cambio visible. Y realmente juraría que la tierra desprendía ligeramente un humo negro, pero era tan fino que podía ser simplemente polvo arremolinándose.
Si mataba cosas, lo más probable era que reaccionara al agua, pero eso no significaba que no reaccionara en absoluto al resto, la cuestión seria medir si reaccionaba mejor o peor. Luego intentaría concentrarlo y finalmente, cuando tuviera algunas ideas tangibles, pasaría a las muestras más valiosas.
-¿Qué te gustaría probar?- Le dijo a su ayudante. -La opción lógica seria veneno, para embadurnar armas o para beber, pero podríamos hacer más cosas… me pregunto si funcionaria bien si usara este aceite para fuego embotellado…- se estaba adelantando a los hechos, pero la verdad era que esa idea en particular sonaba absolutamente genial. Pero una buena alquimista debía tener alternativas. -También podríamos intentar una poción para potenciar algunas habilidades, o dar de nuevas puede…- esa última sonaba dudosa, pero valía la pena intentarlo, aunque solo fuera por el potencial que abriría si funcionaba. -¿Cuál quieres intentar tú?-
Alisha Lessard
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Re: Corrupción y Coincidencia [Libre, Feria de Invierno]
Demian contempló el trabajo en silencio, analizando lo realizado por su compañero de experimentos. Aquella metodología era novedosa, ciertamente.
—No he visto que haga daño a personas y, al contrario, parece aumentar el poder del Éter, así que dudo que tenga utilidad como veneno —comentó Demian, acercándose a mirar un escarabajo con las patas hacia arriba—... salvo que seas un bicho.
Jugueteó un poco con el insecto, picándolo con un palito muy delgado que encontró por el lugar. El momento en que la vida dejaba de existir siempre le había resultado interesante.
—Supongo que algún tipo de elixir sería lo apropiado, algo para beneficiar la magia –agregó.
No estaba seguro de si funcionaría. Después de todo, la daga era mágica, bien podía ser que el efecto sólo estuviera asociado a algún encantamiento muy complejo, pero valía la pena intentarlo.
—El efecto no suele durar mucho, así que, si quieres atraparlo, deberíamos intentar convertirlo rápidamente en algo más permanente, o sólo tendremos una mezcla de... bichos y tierra.
Dejó el bicho con el que jugueteaba y sacó un vial de su cinturón. Contenía un liquido en su interior.
—El aceite de grasa de coatl es bueno estabilizando mezclas con Éter, por suerte tengo un poco —comenta, ofreciéndole el vial—. Cuidado, que se endurece si se expone mucho al aire.
Viendo que su arma ya ha hecho su trabajo, abre una de sus manos y la telekinesis hace su trabajo, levitando la daga para que vuelva con él. Limpia su hoja, ahora con algo de tierra, para luego volverla a introducir en su funda.
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Demian
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Re: Corrupción y Coincidencia [Libre, Feria de Invierno]
-Ah, pero dime, ¿sabes cuál es la diferencia entre un bicho y una persona? No solo el tamaño, también el sistema respiratorio, por eso el humo funciona tan bien contra los bichos. Así que podría ser simplemente una cuestión de tamaño, o del efecto transmitiéndose por el aire. Las personas no notan nada porque el efecto es minúsculo, al transmitirse por un área tan grande, pero concentrado… ¿has usado la daga al apuñalar a alguien? ¿El alcance fue el mismo? Puede que solo arranque una cantidad determinada de éter y lo redistribuya, por lo que si eres muy grande, no lo notas… pero lo dicho, podría concentrarse…puede. No lo sabrás hasta que lo intentes. ¿Donde esta tu curiosidad? ¿Tu afán por la ciencia? ¡Estamos haciendo historia! Bueno, solo si funciona, ¡pero aun así!- Mientras hablaba, había ido preparando el resto de muestras. Las tres opciones, agua, aceite y alcohol parecían algo más oscuras de lo habitual, pero el color no era uniforme, más bien una neblina haciendo pequeños torbellinos, así que era difícil determinar cuál era más puro… eso implicaba otro paso extra, pero lo importante era que las tres servían.
-Si quieres hacer un elixir, tú puedes, como si estuvieras en casa, allí tienes los alcoholes, el de más arriba es el de madera, el resto son bebibles. ¡Pero no te los bebas!- le dijo, señalando una estantería.
El niño usaría las muestras en alcohol, por lo que quedaba agua y aceite. Ella se dedicaría al aceite, pero primero, filtró las muestras para eliminar tierra y bichos, que guardó, por si acaso, y empezó a destilarlas, para reducir el volumen. Mientras tanto, empezó a reunir materiales, intentaría un fuego alquímico, y luego algo con el agua. Que el veneno fuera improbable, no significaba que no fuera a funcionar…aunque aún no tenía claro como comprobaría exactamente que funcionaba, no podía simplemente tirarlo encima de una planta y declarar victoria si se marchitaba…
El fuego alquímico no necesitaba tantas cosas realmente, así que rápidamente se vio relegada a mirar como las muestras burbujeaban, con cada vez menos líquido. El aceite iba especialmente lento, porque no quería quemar su taller, pero el agua no tenía tantos problemas, y efectivamente, con menos líquido por el que arremolinarse, la neblina se estaba expandiendo, volviendo el líquido más oscuro. Intentaría reducirlo hasta que fuera completamente negro.
Puede… puede que incluso pudiera cristalizarlo, tener una pequeña joya de oscuridad que… no estaba segura de que haría exactamente, algo similar al elixir seguramente, salvo que consiguiera hacer que explotara, eso sería espectacular.
-Si quieres hacer un elixir, tú puedes, como si estuvieras en casa, allí tienes los alcoholes, el de más arriba es el de madera, el resto son bebibles. ¡Pero no te los bebas!- le dijo, señalando una estantería.
El niño usaría las muestras en alcohol, por lo que quedaba agua y aceite. Ella se dedicaría al aceite, pero primero, filtró las muestras para eliminar tierra y bichos, que guardó, por si acaso, y empezó a destilarlas, para reducir el volumen. Mientras tanto, empezó a reunir materiales, intentaría un fuego alquímico, y luego algo con el agua. Que el veneno fuera improbable, no significaba que no fuera a funcionar…aunque aún no tenía claro como comprobaría exactamente que funcionaba, no podía simplemente tirarlo encima de una planta y declarar victoria si se marchitaba…
El fuego alquímico no necesitaba tantas cosas realmente, así que rápidamente se vio relegada a mirar como las muestras burbujeaban, con cada vez menos líquido. El aceite iba especialmente lento, porque no quería quemar su taller, pero el agua no tenía tantos problemas, y efectivamente, con menos líquido por el que arremolinarse, la neblina se estaba expandiendo, volviendo el líquido más oscuro. Intentaría reducirlo hasta que fuera completamente negro.
Puede… puede que incluso pudiera cristalizarlo, tener una pequeña joya de oscuridad que… no estaba segura de que haría exactamente, algo similar al elixir seguramente, salvo que consiguiera hacer que explotara, eso sería espectacular.
Alisha Lessard
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Re: Corrupción y Coincidencia [Libre, Feria de Invierno]
—Ya está —dijo solemne Demian, elevando un vial con la mezcla obtenida.
Habían probado con distintos estabilizadores, así que finalmente tenían distintas alternativas, aunque aún no sabían realmente cuál era la que había resultado y cuál no.
—Es hora de que descubramos cuál ha dado resultado, ¿no? —comentó el chico.
Debía confesarlo, lo más divertido de la alquimia era probar los resultados. No siempre se obtenía lo que uno quería. Es más, a menudo los efectos resultaban inestables e inesperados, pero ¿no era eso lo mejor de experimentar?.
Demian comenzó rápidamente a recolectar unos insectos del lugar, principalmente unas cucarachas que encontró en un rincón. El tamaño de esas cosas resultaba perfecto para poder observar resultados, sin tener que gastar demasiado de cada fórmula.
Encerró a cada una en un frasquito, los que luego ordenó en fila.
Abrió el primero de ellos y depositó una gota de la mezcla de otro sobre la cucaracha. Ésta sólo se sacudió un poco, mientras que el líquido se evaporaba rápidamente.
—Hmmm... el alcohol parece ser demasiado volátil, se evapora antes de que pueda hacer efecto —comentó algo desilusionado—... quizás si se bebe... pero no quiero beber esta cosa hasta no tener una idea más clara.
Depositó otra gota sobre otra cucaracha. Esta vez se trataba de un líquido más espeso. El insecto comenzó a agitarse y por todos sus poros comenzó a salir una especie de vapor o humo, aunque no parecía tener fuego en su interior.
—Interesante, aunque... peligroso —confesó.
Hizo lo mismo nuevamente, obteniendo otro resultado con otra mezcla. En esta ocasión el insecto comenzó a brillar, como una fluorescencia, pero de color rojo. Al cabo de unos segundos el brillo cesó.
—Hmmm... me pregunto qué significa ese brillo. Algo con la magia, seguro, ¿pero qué? Quizás debamos probarlo con algo o alguien que sea capaz de usar magia, no creo que una cucaracha sea un hechicero —comentó Demian, mostrando cada vez más interés en los resultados que estaban obteniendo.
El chico miró a la vampiresa.
—¿Qué crees, con cuál nos quedamos? ¿Has obtenido otros resultados interesantes?
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(*) Perdón nuevamente. ¿Te parece si terminamos este tema con tu siguiente post? Ya hemos cumplido con todos los requisitos y ya nos quedaría esperar la receta por parte del master.
Demian
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