Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
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Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
Noche
Taberna La Dalia Negra
Ciudad Lagarto
conZagreus
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La noche era fría y estaba en su apogeo cuando la gran tortuga empezó a correr, no entendía como en tan poco tiempo las cosas se habían torcido tanto. Miro hacia atrás, viendo a quien había sido su aliado no mucho tiempo atrás corriendo tras de el para asesinarlo, y se acercaba a pasos agigantados pues la tortuga no era la más veloz cuando de correr se trataba.
-Zag soy yo. ¿Qué no me reconoces? No quiero hacerte daño – dijo Lukas, sin embargo, el vampiro no parecía querer razonar, o al menos esa fue la impresión que la tortuga tenia. El del gran caparazón meditaba todo lo que había pasado en tan poco tiempo…
Sus pies le dolían, pero al fin luego de varios días de caminata podría sentarse y disfrutar una comida caliente en esa fría noche en La Dalia Negra, la taberna más decente de Ciudad Lagarto, según el criterio para nada humilde de Lukas. El lugar estaba siempre abarrotado por ladrones, asesinos, estafadores, prostitutas, hechiceros y mercenarios, sin embargo, era una mejor taberna que El Ojo Tuerto, La Dama Degollada o Enigma, la última era una taberna misteriosa donde el caos hacia que la gente fuera más malvada de lo habitual, Lukas casi había perdido un ojo la última vez que había estado en ese lugar.
-Hace tiempo que no te veía grandulón, hoy tengo estofado de pato – dijo Tom el cantinero, tenía un ojo morado y caminaba rengueando lo cual hizo que la tortuga se interesara en él. - ¿Mala semana? – pregunto ante lo que el cantinero soltó una risa sarcástica, en todos los años que Lukas había frecuentado La Dalia Negra nunca lo había visto soltar una risa asi.
-Lo más peligroso del mundo no es un hechizo o una espada afilada, lo más peligroso del mundo son las ideas, y últimamente hay ideas muy peligrosas rondando en Ciudad Lagarto – dijo el cantinero preparando el plato de estofado, la tortuga lo escucho atentamente. –Desde hace un par de meses que las cosas han estado extrañas en la ciudad, empezó con palomas mensajeras con ideas extrañas, extremistas y alocadas. Hablaban sobre que había que tener dignidad, que había que luchar por recuperar lo que era propio. Decían que Baslodia estaba en pos de un cambio de mando – dijo el cantinero rascándose la barbilla – uno forzoso, quieren quitar a la nobleza y que gobierne el pueblo para el pueblo, o eso decían las gentes que hablan sobre lo que FMS proclama.
- ¿FMS? – pregunto la tortuga pensando en que la idea de que el pueblo gobernara al pueblo no estaba tan mal, ¿qué hacían de bueno los nobles de la realeza después de todo?
-Nadie sabe quién es el que está detrás de estas ideas tan raras, solo sabemos que firma toda su propaganda extremista con esa sigla. FMS, me pregunto quién será.
- ¿Cómo fue que terminaste golpeado? – pregunto Lukas, Tom suspiro indicándole el lugar donde antes había un espejo, estaba quebrado y se veían trozos de vidrio pegados en algunos puntos de la pared.
-Hace una semana las prostitutas de la ciudad decidieron que ellas debían hacer una huelga hasta que la gente las valorara y les pagara lo que merecían además de tratarlas con más respeto del que ya las tratan, la gente estuvo por tres días tratando de negociar pero mira que sus precios se fueron a las nubes, ahora cobran más de 600 aeros por encuentro, ¿puedes creerlo? – pregunto mirando como las mujeres de la vida social activa reían en una esquina de la taberna, se veía que sus precios se habían disparado. –En fin, durante esos tres días todos estaban vueltos locos y llego gente aquí que decía que la taberna debía REGALAR el licor y la comida, que todos tenían derecho a comer y beber y mira que yo no discrimino a ningún cliente pero yo también debo comer, si no cobro no tengo como comprar provisiones para mí y para todos los demás, pero esos tipos empezaron a golpearse con los vecinos que no están de acuerdo con que estas ideas extrañas de Baslodia se implemente aquí – dijo Tom escupiendo al piso. –Al diablo con ellos, nosotros no les decimos como han de vivir, ¿por qué tienen que venir a decirme a mí como operar mi negocio? – Tom soltó un suspiro, se veía más cansado de lo que nunca Lukas había visto, y él lo conocía hacía más de 15 años. – Durante esa pelea campal termine asi.
Lukas escucho atento mientras Tom hablaba y le servía su plato de estofado de pato, pago y comió pensando en que por un lado apoyaba el que la gente se independizara de la nobleza y que si uno tenía un talento debía ser pagado de acuerdo al valor que uno aportaba, sin embargo, la gente en Ciudad Lagarto parecía estar llevando todo al extremo, no sabía bien como sentirse.
- ¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte viejo amigo? – pregunto a lo que el cantinero le indico un sujeto bajito, de cabello y barba larga y blanca como la nieve que estaba sentado al lado de la chimenea con una pluma, un bote de tinta y un pergamino, escribiendo mientras refunfuñaba, se veía molesto. –Él es Vajamond, antes era el dueño de un burdel, pero cuando sucedió la huelga perdió su negocio, ahora está buscando gente para poder acabar con la amenaza de FMS
Lukas suspiro, la noche acababa de caer y estaba cansado, pero Tom era un amigo fiel por lo que decidió que era momento de ayudarle. La gran tortuga apuro su plato y se levantó caminando hacia la mesa de Vajamond en donde se sentó mirándolo de frente. –Mi nombre es Lukas, creo que tienes un problema entre manos…
-Oye suéltame, te dije que no trabajo esta noche – dijo la chica en uno de los callejones, estaba rodeada de tres hombres que la miraban con rabia.
- ¿Y crees que nos importa lo que una puta piense? – dijo uno de ellos, tenía una sonrisa perversa, detrás de ellos una risita los alerto.
-Si yo fuera ustedes pensaría que van a hacer, puede ser lo último que hagan en la vida.
- ¿Quién carajos eres tú? – dijo el segundo hombre. –Metete en tus asuntos – exclamo el tercero.
-Ustedes son mi asunto – susurro la mujer recitando unas palabras en un idioma antiguo, arcano, los tres hombres sufrieron una descarga potente que hizo que sus corazones se detuvieran, cayendo muertos y humeantes.
-Por favor no me haga daño – dijo la mujer en apuros con lágrimas en los ojos, la salvadora se acercó a ella y tomo su mano con delicadeza.
-Vengo a salvarte querida, mi nombre es Fidelia Marxwell Stalingrado, creo que necesitamos tener una buena conversación.
-Zag soy yo. ¿Qué no me reconoces? No quiero hacerte daño – dijo Lukas, sin embargo, el vampiro no parecía querer razonar, o al menos esa fue la impresión que la tortuga tenia. El del gran caparazón meditaba todo lo que había pasado en tan poco tiempo…
-6 horas antes-
Sus pies le dolían, pero al fin luego de varios días de caminata podría sentarse y disfrutar una comida caliente en esa fría noche en La Dalia Negra, la taberna más decente de Ciudad Lagarto, según el criterio para nada humilde de Lukas. El lugar estaba siempre abarrotado por ladrones, asesinos, estafadores, prostitutas, hechiceros y mercenarios, sin embargo, era una mejor taberna que El Ojo Tuerto, La Dama Degollada o Enigma, la última era una taberna misteriosa donde el caos hacia que la gente fuera más malvada de lo habitual, Lukas casi había perdido un ojo la última vez que había estado en ese lugar.
-Hace tiempo que no te veía grandulón, hoy tengo estofado de pato – dijo Tom el cantinero, tenía un ojo morado y caminaba rengueando lo cual hizo que la tortuga se interesara en él. - ¿Mala semana? – pregunto ante lo que el cantinero soltó una risa sarcástica, en todos los años que Lukas había frecuentado La Dalia Negra nunca lo había visto soltar una risa asi.
-Lo más peligroso del mundo no es un hechizo o una espada afilada, lo más peligroso del mundo son las ideas, y últimamente hay ideas muy peligrosas rondando en Ciudad Lagarto – dijo el cantinero preparando el plato de estofado, la tortuga lo escucho atentamente. –Desde hace un par de meses que las cosas han estado extrañas en la ciudad, empezó con palomas mensajeras con ideas extrañas, extremistas y alocadas. Hablaban sobre que había que tener dignidad, que había que luchar por recuperar lo que era propio. Decían que Baslodia estaba en pos de un cambio de mando – dijo el cantinero rascándose la barbilla – uno forzoso, quieren quitar a la nobleza y que gobierne el pueblo para el pueblo, o eso decían las gentes que hablan sobre lo que FMS proclama.
- ¿FMS? – pregunto la tortuga pensando en que la idea de que el pueblo gobernara al pueblo no estaba tan mal, ¿qué hacían de bueno los nobles de la realeza después de todo?
-Nadie sabe quién es el que está detrás de estas ideas tan raras, solo sabemos que firma toda su propaganda extremista con esa sigla. FMS, me pregunto quién será.
- ¿Cómo fue que terminaste golpeado? – pregunto Lukas, Tom suspiro indicándole el lugar donde antes había un espejo, estaba quebrado y se veían trozos de vidrio pegados en algunos puntos de la pared.
-Hace una semana las prostitutas de la ciudad decidieron que ellas debían hacer una huelga hasta que la gente las valorara y les pagara lo que merecían además de tratarlas con más respeto del que ya las tratan, la gente estuvo por tres días tratando de negociar pero mira que sus precios se fueron a las nubes, ahora cobran más de 600 aeros por encuentro, ¿puedes creerlo? – pregunto mirando como las mujeres de la vida social activa reían en una esquina de la taberna, se veía que sus precios se habían disparado. –En fin, durante esos tres días todos estaban vueltos locos y llego gente aquí que decía que la taberna debía REGALAR el licor y la comida, que todos tenían derecho a comer y beber y mira que yo no discrimino a ningún cliente pero yo también debo comer, si no cobro no tengo como comprar provisiones para mí y para todos los demás, pero esos tipos empezaron a golpearse con los vecinos que no están de acuerdo con que estas ideas extrañas de Baslodia se implemente aquí – dijo Tom escupiendo al piso. –Al diablo con ellos, nosotros no les decimos como han de vivir, ¿por qué tienen que venir a decirme a mí como operar mi negocio? – Tom soltó un suspiro, se veía más cansado de lo que nunca Lukas había visto, y él lo conocía hacía más de 15 años. – Durante esa pelea campal termine asi.
Lukas escucho atento mientras Tom hablaba y le servía su plato de estofado de pato, pago y comió pensando en que por un lado apoyaba el que la gente se independizara de la nobleza y que si uno tenía un talento debía ser pagado de acuerdo al valor que uno aportaba, sin embargo, la gente en Ciudad Lagarto parecía estar llevando todo al extremo, no sabía bien como sentirse.
- ¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte viejo amigo? – pregunto a lo que el cantinero le indico un sujeto bajito, de cabello y barba larga y blanca como la nieve que estaba sentado al lado de la chimenea con una pluma, un bote de tinta y un pergamino, escribiendo mientras refunfuñaba, se veía molesto. –Él es Vajamond, antes era el dueño de un burdel, pero cuando sucedió la huelga perdió su negocio, ahora está buscando gente para poder acabar con la amenaza de FMS
Lukas suspiro, la noche acababa de caer y estaba cansado, pero Tom era un amigo fiel por lo que decidió que era momento de ayudarle. La gran tortuga apuro su plato y se levantó caminando hacia la mesa de Vajamond en donde se sentó mirándolo de frente. –Mi nombre es Lukas, creo que tienes un problema entre manos…
-En Algún Lugar de la Ciudad-
-Oye suéltame, te dije que no trabajo esta noche – dijo la chica en uno de los callejones, estaba rodeada de tres hombres que la miraban con rabia.
- ¿Y crees que nos importa lo que una puta piense? – dijo uno de ellos, tenía una sonrisa perversa, detrás de ellos una risita los alerto.
-Si yo fuera ustedes pensaría que van a hacer, puede ser lo último que hagan en la vida.
- ¿Quién carajos eres tú? – dijo el segundo hombre. –Metete en tus asuntos – exclamo el tercero.
-Ustedes son mi asunto – susurro la mujer recitando unas palabras en un idioma antiguo, arcano, los tres hombres sufrieron una descarga potente que hizo que sus corazones se detuvieran, cayendo muertos y humeantes.
-Por favor no me haga daño – dijo la mujer en apuros con lágrimas en los ojos, la salvadora se acercó a ella y tomo su mano con delicadeza.
-Vengo a salvarte querida, mi nombre es Fidelia Marxwell Stalingrado, creo que necesitamos tener una buena conversación.
- Vajamond:
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Lukas
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Re: Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
Ciudad Lagarto era una alternativa interesante para mis planes. Por fortuna, nunca había tenido que ir a la ratonera del este, siempre había sido algo de paso, un punto a rodear y evitar. Sin embargo, ahora tenía una idea que me obligaba a pisar aquellas tierras y pasar unas semanas allí.
La capital de la degradación humana. Una villa precaria y joven que reúne malhechores y sabandijas. La calaña de Verisar se reúne allí para sus tratos inmorales. Recordaba a Alacrán Jack y como sus intereses de armas congeniaban perfectamente con las leyendas que acompañaban a Ciudad Lagarto Un sitio despreciable de gente despreciable.
Ciertamente, las historias no se quedaban lejos, la noche por aquellas calles marginales eran ambientadas con peleas entre borrachos, furcias intentando ganarse el pan y desgraciados escondidos entre las sombras para hacer sus fechorías. La gente sostenía que Ciudad Lagarto si tenía una cara amable, pero las noches sin duda hacía que las plagas se movieran por las cloacas.
Caminaba perdido, pidiendo direcciones a incautos que, temerosos o desquiciados, caminaban por los callejones nocturnos. Me siguen… - Pensé mientras con disimulo confirmaba mis sospechas mirando hacia atrás.
Una figura encapuchada con vestimenta andrajosa copiaba mis pasos a la distancia, ocultándose entre sombras y la multitud que hacía su vida durante la noche. Había tomado mis precauciones cuando me di cuenta de aquel sujeto, no quería ser presa de delirios paranoicos, por lo que tomé caminos serpenteantes que nadie seguiría a menos de que estuviese perdido… o quisiera perder a alguien.
Venía a Ciudad Lagarto como heraldo de la oscuridad, la idea de conseguir gente digna de Hodr motivaba mi misión en aquellas tierras decrépitas, pero la simple idea de lidiar con ladrones y vagabundos me irritaba.
Eh tú, señor refinado, dame todo lo que tienes. - Reclamó una voz ronca a causa de años de malos vicios.
Me giré para enfrentar al hombre al entrar en un oscuro callejón, la noche me arropaba y mis ojos dorados se posaron sobre aquella insignificante criatura que blandía un cuchillo artesanal, todo oxidado y desgastado.
Lo miraba con desprecio y fastidio. En ningún momento la idea de satisfacer su petición pasó por mi cabeza, pero tampoco tenía intención de perder el tiempo. Ciudad Lagarto me decepcionó.
Estiré mi mano al frente y varios hilos de sangre empezaron a deslizarse entre mis dedos. Parecía una cascada de líquido rojo que sutilmente caía con elegancia (1).
¿Eh, que intentas, que haces? - dijo la voz ahora timorata. Nervioso temblaba el cuchillo que me apuntaba.
Lo único que puedo darte es una muerte rápida como muestra de benevolencia, aunque admito que no la mereces (2). - Mis palabras fracturaron la poca valentía que le quedaba al despreciable. Ni siquiera había terminado mi demostración de poder sobre la sangre cuando el hombre salió corriendo y gritando de la callejuela. Sus gritos desesperados atrajeron a una multitud que empezó a inquirir sobre qué le había ocurrido.
Salí viendo a los hombres y mujeres que rodeaban al ladronzuelo que gimoteaba nervioso. La idea de justicia del pueblo y un escarmiento público, incluso lincharlo, me parecía un desenlace justo. Sin embargo, la realidad me sorprendió.
Tú - dijo una mujer histérica. - Como te atreves a asustar al pobre hombre así, él solo quería un poco de dinero para comer.
¿Disculpa? - dije confundido.
Sí, los de tu clase creen que son dueños de todo. Todas tus joyas y aeros seguramente son robados, ustedes solo saben robar al pueblo honesto y trabajador.
¿Pero qué coño estás diciendo?
La marea de gente que decía estupideces empezó a caminar decididos hacia mi posición. No me quedó más remedio que retroceder y caminar con paso rápido por una calle que ascendía. A los segundos ya estaba trotando huyendo de un puñado de idiotas que me perseguían acusándome de ser “el malo” por no dejarme robar.
Maldita ciudad está demente.
_____________________La capital de la degradación humana. Una villa precaria y joven que reúne malhechores y sabandijas. La calaña de Verisar se reúne allí para sus tratos inmorales. Recordaba a Alacrán Jack y como sus intereses de armas congeniaban perfectamente con las leyendas que acompañaban a Ciudad Lagarto Un sitio despreciable de gente despreciable.
Ciertamente, las historias no se quedaban lejos, la noche por aquellas calles marginales eran ambientadas con peleas entre borrachos, furcias intentando ganarse el pan y desgraciados escondidos entre las sombras para hacer sus fechorías. La gente sostenía que Ciudad Lagarto si tenía una cara amable, pero las noches sin duda hacía que las plagas se movieran por las cloacas.
Caminaba perdido, pidiendo direcciones a incautos que, temerosos o desquiciados, caminaban por los callejones nocturnos. Me siguen… - Pensé mientras con disimulo confirmaba mis sospechas mirando hacia atrás.
Una figura encapuchada con vestimenta andrajosa copiaba mis pasos a la distancia, ocultándose entre sombras y la multitud que hacía su vida durante la noche. Había tomado mis precauciones cuando me di cuenta de aquel sujeto, no quería ser presa de delirios paranoicos, por lo que tomé caminos serpenteantes que nadie seguiría a menos de que estuviese perdido… o quisiera perder a alguien.
Venía a Ciudad Lagarto como heraldo de la oscuridad, la idea de conseguir gente digna de Hodr motivaba mi misión en aquellas tierras decrépitas, pero la simple idea de lidiar con ladrones y vagabundos me irritaba.
Eh tú, señor refinado, dame todo lo que tienes. - Reclamó una voz ronca a causa de años de malos vicios.
Me giré para enfrentar al hombre al entrar en un oscuro callejón, la noche me arropaba y mis ojos dorados se posaron sobre aquella insignificante criatura que blandía un cuchillo artesanal, todo oxidado y desgastado.
Lo miraba con desprecio y fastidio. En ningún momento la idea de satisfacer su petición pasó por mi cabeza, pero tampoco tenía intención de perder el tiempo. Ciudad Lagarto me decepcionó.
Estiré mi mano al frente y varios hilos de sangre empezaron a deslizarse entre mis dedos. Parecía una cascada de líquido rojo que sutilmente caía con elegancia (1).
¿Eh, que intentas, que haces? - dijo la voz ahora timorata. Nervioso temblaba el cuchillo que me apuntaba.
Lo único que puedo darte es una muerte rápida como muestra de benevolencia, aunque admito que no la mereces (2). - Mis palabras fracturaron la poca valentía que le quedaba al despreciable. Ni siquiera había terminado mi demostración de poder sobre la sangre cuando el hombre salió corriendo y gritando de la callejuela. Sus gritos desesperados atrajeron a una multitud que empezó a inquirir sobre qué le había ocurrido.
Salí viendo a los hombres y mujeres que rodeaban al ladronzuelo que gimoteaba nervioso. La idea de justicia del pueblo y un escarmiento público, incluso lincharlo, me parecía un desenlace justo. Sin embargo, la realidad me sorprendió.
Tú - dijo una mujer histérica. - Como te atreves a asustar al pobre hombre así, él solo quería un poco de dinero para comer.
¿Disculpa? - dije confundido.
Sí, los de tu clase creen que son dueños de todo. Todas tus joyas y aeros seguramente son robados, ustedes solo saben robar al pueblo honesto y trabajador.
¿Pero qué coño estás diciendo?
La marea de gente que decía estupideces empezó a caminar decididos hacia mi posición. No me quedó más remedio que retroceder y caminar con paso rápido por una calle que ascendía. A los segundos ya estaba trotando huyendo de un puñado de idiotas que me perseguían acusándome de ser “el malo” por no dejarme robar.
Maldita ciudad está demente.
Off
(1) Alusión a mis talentos sobre el control de sangre. Arquetipo Sangromante: Debido a la lectura de un tomo ancestral sumado a mi potencial racial como vampiro puedo tener control sobre la sangre. Siendo capaz de darle forma a la misma, manipularla a mi antojo o crear efectos positivos o debilitaciones a través del torrente sanguíneo.
(2) Presencia Vampírica: [Mágica] Puedo alterar la percepción de los demás sobre mí, haciéndoles verme más aterrador o atractivo, sin que sepan por qué.
- Inventario:
- Zagreus
Equipamiento- Item 1: Daga del crepúsculo arma a una mano versátil, la misma posee un filo dentado que le permite cortar, rasgar y penetrar. Por lo que la convierte en un objeto práctico no solo para el combate si no también como herramienta. Posee detalles afilados que permite a la daga ser usada desde varias posturas y continuar siendo letal y útil. Su agarre es ergonómico por lo que su uso es cómodo y debido a su tamaño puede ser ocultada con facilidad.
Posee detalles estéticos relacionados al motivo crepuscular de los vampiros Recibida como regalo de Fer´Avlis [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- Item 2: Armadura Media Normal [Armadura Media] hecha en base a cuero y refuerzos en malla u otros materiales resistentes, otorga equilibrio entre protección y movilidad. Hace algo de ruido al moverse. De calidad Normal.
Vestimenta de cuero negro y apliques metálicos profusamente decorados. Posee placas que brindan mayor resistencia elaboradas de una mezcla de cuero y madera, después endurecidas en baños metálicos. Presenta un peto ornamentado con una apertura para poder encajar el rubí de Zagreus. Fue elaborada por el maestro curtidor [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo].
- Diseño:
- Item 3: Trepadoras de Araña [Botas] Calzado capaz de aferrarse a las paredes mientras soportan el peso de una persona. Permiten caminar (no correr) por los muros. Que ninguna pared detenga tu paso [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- Item 4: Collar de Rubí de la familia Markov prenda con un Rubí carmesí, recuerdo del linaje de su familia extinta. Recibido como herencia [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Objetos limitados- Item 1: Volarcina [Elixir, Limitado, 2 usos] Esencia a base de raíz de volarce. Al rociar abundantemente con ella un objeto, disminuirá su peso a la mitad, facilitando su transporte. El efecto dura hasta dos rondas. Recibido en [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- Item 2: Poción de Salud [Elixir, Limitado, 1 Uso] Sana hasta 2 heridas moderadas o leves en pocos segundos. Comprado en [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- Item 3: Extracto de Respirantia [Elixir, Limitado, 2 usos] Líquido ligero de un suave verde fosforito que, al beberse, hará que la persona pueda respirar bajo el agua. El efecto dura aproximadamente 1 hora. Comprado en [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- Item 3: Pesadilla Embotellada [Veneno, Limitado, 1 Uso] Líquido grisáceo oscuro que parece gas atrapado. Al contacto con el aire se levanta una nube negra, que al ser aspirada causará alucinaciones de los temores más profundos de la persona por un turno. Comprado en [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- Item 5: Kit de Ingeniería Avanzado [Limitado, 2 Usos] Mediante este kit, compuesto por engranajes y otros materiales mecánicos, puedes usar el efecto de cualquier Técnica de Ingeniería hasta nivel Avanzado que conozcas en un rol. Incluye herramientas básicas.[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- Item 6: Pistola de Gancho [Artilugio, Limitado, 1 Uso] Aparato complejo similar a una ballesta, que posee una firme, pero delgada cuerda terminada en un gancho metálico. Al lanzarse, se engancha para poder escalar fácilmente. Puede usarse como arma. Es posible recuperar su uso si se tienen algunos minutos para rebobinar la cuerda y volver a poner todo en su lugar. El objeto favorito de los murciélagos [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- Item 7: Manto de Ícaro[Artilugio, Limitado, 1 Uso] Pequeña mochila capaz de desplegar un paracaídas. Si el usuario tiene tiempo para volver a poner todo en su lugar tras aterrizar (al menos 5 minutos), recupera el uso gastado. Solo son útiles para descender, no para llegar al Sol. [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Objetos consumibles- Item 1: Hongos de Lithe [Consumible] Al consumirse, producen un estado de conciencia alterada capaz de producir visiones y un gran bienestar. Útil para distraer enemigos (si consigues que lo consuman), reducir temporalmente las molestias de una herida o pasar una buena tarde en general. Conseguido en tirada [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] durante evento [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- Item 2: Lágrimas de Balder [Elixir, Consumible] Al verterlas sobre un animal salvaje, este se volverá dócil como un cachorrito durante el resto del tema. Conseguido en tirada [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] durante evento [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- Item 3: Medicina multipropósito [Elixir, Consumible] Analgésico, antiséptico, antibiótico y desinfectante todo en uno en base a hierbas. Puede ayudar con varias enfermedades. Se fabrican 3 por el costo de producción.Comprado en [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- Item 4: Gema de sangre [Consumible, 2 unidades] Pequeño cristal con una gota carmesí en su centro. Rómpelo en tu mano y la sangre purificada de su interior te proporcionará un impulso de energía: Recuperas todos los usos de una habilidad de nivel 5 o inferior. Conseguido en Desafío [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- Item 5: Cristal de sueños [Consumible] Si lo miras fijamente, podrías jurar que refleja imágenes de ciertos recuerdos vividos en una extraña noche que apenas eres capaz de evocar. Su efecto se libera al romperse y es el siguiente: Los recuerdos del laboratorio se dibujarán con claridad en tu mente durante un turno, lo suficiente para mitigar los daños de un aliado o causar máximo dolor a un enemigo. Conseguido en Evento social [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- Item 1: Daga del crepúsculo arma a una mano versátil, la misma posee un filo dentado que le permite cortar, rasgar y penetrar. Por lo que la convierte en un objeto práctico no solo para el combate si no también como herramienta. Posee detalles afilados que permite a la daga ser usada desde varias posturas y continuar siendo letal y útil. Su agarre es ergonómico por lo que su uso es cómodo y debido a su tamaño puede ser ocultada con facilidad.
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Re: Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
Noche
La Dalia Negra - Plaza de Ciudad Lagarto
Ciudad Lagarto
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Vajamond se acarició la barba mientras miraba a la gran tortuga azul, luego empezó a reír mientras miraba a Tom. –Tú te ves muy fuerte, sin lugar a dudas vamos a darle una paliza al mal nacido que está trayendo estas ideas peligrosas a Ciudad Lagarto.
-No sabemos si es un hombre, tenemos que meditar la posibilidad de que sea una mujer la que está soltando esta propaganda incendiaria, después de todo ¿Quién más trataría que las mujerzuelas tuvieran derechos? – dijo en la mesa de al lado un hombre grande, albino y de cabello rojo como el fuego, Vajamond rio sarcásticamente.
-Te presento a Sheamus, mi mano derecha. – dijo presentándole a Lukas al albino pelirrojo. –Sheamus piensa que las mujeres pueden organizarse por sí mismas, como si tuvieran la capacidad cerebral para hacer eso – dijo poniendo los ojos en blanco, Lukas había conocido a varias mujeres muy capaces, inteligentes y fuertes por lo que no simpatizaba con las palabras de Vajamond, miro atrás, Tom cojeaba rumbo a una de las mesas llevando unas jarras de cerveza, Lukas suspiro y decidió ayudar a que Ciudad Lagarto pudiera dejar de ser un peligro para su amigo.
- ¿Cómo lo haremos? ¿Hay algún plan? – pregunto Lukas, los ojos de Vajamond brillaron como si un fuego oscuro y malévolo los encendiera – Han convocado una marcha en la plaza de la ciudad exigiendo que todos los nobles y dueños de posadas, tabernas y mercados entreguen sus establecimientos al pueblo, yo digo que nos metamos y les partamos la cara a todos estos sujetos.
La Dalia Negra se llenó con un grito, en la mayoría de las mesas había al menos una persona que estaba de acuerdo con las palabras de Vajamond, Lukas no lo había notado hasta ese momento, pero todos en el lugar estaban escuchando atentamente a las palabras que intercambiaba con el de la barba blanca. Luego de que todos comieron y empezaron a prepararse Lukas se volteo hacia Tom quien solo se encogió de hombros. –Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas, sé que Vajamond es un idiota, pero es apoyarlo a él o ver la taberna en la que he invertido 20 años desaparecer entre mis narices.
-Tranquilo viejo amigo, encontraremos una manera – dijo Lukas, veía como Sheamus lo miraba de reojo, la tortuga sintió un escalofrió recorriéndole el caparazón. Durante el viaje hasta la plaza Lukas vio como en varias paredes estaban las siglas FMS escritas o de frentón cortadas, como si hubieran usado sables para arañar las paredes, se veía que quien quiera que fuera FMS era muy popular por la ciudad. Además de eso algunos sujetos hablaban de como partirían cráneos, varios tenían palos e incluso espadas, uno de ellos, el tuerto Aemond, tenía una antorcha encendida que les daba luz a todos. Antes de llegar a la plaza Sheamus les repartió a varios hombres antorchas, miro a Lukas de pies a cabeza antes de sonreír. –Espero que estés realmente con nosotros – dijo dandole una antorcha, Aemond encendió una a una cada antorcha y llegaron al centro de la plaza, ahí un hombre regordete estaba de pie en el centro al lado de una fuente de agua sucia, Lukas empezó a pensar si alguna vez habrían cuidado la fuente.
-Estimados vecinos de Ciudad Lagarto – empezó el regordete –Los insto a todos a que sigamos las enseñanzas de FMS
-FMS – corearon cientos de personas ante las palabras del regordete, Lukas tenía la idea que había visto a Sheamus susurrar las siglas.
-FMS nos enseñó en Baslodia que la nobleza no hace nada por nosotros, ellos viven gracias a nosotros y eso no es justo, ACABEMOS CON LA NOBLEZA
Cientos de personas aplaudieron y gritaron apoyando al regordete, Vajamond dio un paso al frente, tenía la cara roja de rabia. - ¿Desde cuándo importan otros lugares en nuestra maravillosa ciudad? – decenas de personas lo vitorearon, Lukas pensó que estaban en desventaja numérica. –Aquí en Ciudad Lagarto no nos importa Lunargenta, Roilkat ni mucho menos Baslodia, en Ciudad Lagarto solo importa Ciudad Lagarto y lo que nosotros queramos hacer – mas vítores, definitivamente Vajamond tenía gente que pensaba como él, sin embargo, seguían siendo menos. - ¿Por qué deberíamos seguir lo que FMS diga cuando ni siquiera tiene los cojones de aparecer por sí mismo?
-En eso te equivocas viejo amigo, FMS está en cada persona que cree en su palabra – dijo Sheamus, todos los que portaban antorchas se dieron vuelta mirando a los hombres de Vajamond, el pelirrojo miro a Lukas con una sonrisa de oreja a oreja. - ¿Estas con nosotros tortuga o tenemos que sacarte el caparazón y matarte? – dijo Sheamus antes de darle un golpe a Vajamond tirándolo al piso, en ese momento el caos se desato y la plaza se convirtió en una zona de guerra.
-No sabemos si es un hombre, tenemos que meditar la posibilidad de que sea una mujer la que está soltando esta propaganda incendiaria, después de todo ¿Quién más trataría que las mujerzuelas tuvieran derechos? – dijo en la mesa de al lado un hombre grande, albino y de cabello rojo como el fuego, Vajamond rio sarcásticamente.
-Te presento a Sheamus, mi mano derecha. – dijo presentándole a Lukas al albino pelirrojo. –Sheamus piensa que las mujeres pueden organizarse por sí mismas, como si tuvieran la capacidad cerebral para hacer eso – dijo poniendo los ojos en blanco, Lukas había conocido a varias mujeres muy capaces, inteligentes y fuertes por lo que no simpatizaba con las palabras de Vajamond, miro atrás, Tom cojeaba rumbo a una de las mesas llevando unas jarras de cerveza, Lukas suspiro y decidió ayudar a que Ciudad Lagarto pudiera dejar de ser un peligro para su amigo.
- ¿Cómo lo haremos? ¿Hay algún plan? – pregunto Lukas, los ojos de Vajamond brillaron como si un fuego oscuro y malévolo los encendiera – Han convocado una marcha en la plaza de la ciudad exigiendo que todos los nobles y dueños de posadas, tabernas y mercados entreguen sus establecimientos al pueblo, yo digo que nos metamos y les partamos la cara a todos estos sujetos.
La Dalia Negra se llenó con un grito, en la mayoría de las mesas había al menos una persona que estaba de acuerdo con las palabras de Vajamond, Lukas no lo había notado hasta ese momento, pero todos en el lugar estaban escuchando atentamente a las palabras que intercambiaba con el de la barba blanca. Luego de que todos comieron y empezaron a prepararse Lukas se volteo hacia Tom quien solo se encogió de hombros. –Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas, sé que Vajamond es un idiota, pero es apoyarlo a él o ver la taberna en la que he invertido 20 años desaparecer entre mis narices.
-Tranquilo viejo amigo, encontraremos una manera – dijo Lukas, veía como Sheamus lo miraba de reojo, la tortuga sintió un escalofrió recorriéndole el caparazón. Durante el viaje hasta la plaza Lukas vio como en varias paredes estaban las siglas FMS escritas o de frentón cortadas, como si hubieran usado sables para arañar las paredes, se veía que quien quiera que fuera FMS era muy popular por la ciudad. Además de eso algunos sujetos hablaban de como partirían cráneos, varios tenían palos e incluso espadas, uno de ellos, el tuerto Aemond, tenía una antorcha encendida que les daba luz a todos. Antes de llegar a la plaza Sheamus les repartió a varios hombres antorchas, miro a Lukas de pies a cabeza antes de sonreír. –Espero que estés realmente con nosotros – dijo dandole una antorcha, Aemond encendió una a una cada antorcha y llegaron al centro de la plaza, ahí un hombre regordete estaba de pie en el centro al lado de una fuente de agua sucia, Lukas empezó a pensar si alguna vez habrían cuidado la fuente.
-Estimados vecinos de Ciudad Lagarto – empezó el regordete –Los insto a todos a que sigamos las enseñanzas de FMS
-FMS – corearon cientos de personas ante las palabras del regordete, Lukas tenía la idea que había visto a Sheamus susurrar las siglas.
-FMS nos enseñó en Baslodia que la nobleza no hace nada por nosotros, ellos viven gracias a nosotros y eso no es justo, ACABEMOS CON LA NOBLEZA
Cientos de personas aplaudieron y gritaron apoyando al regordete, Vajamond dio un paso al frente, tenía la cara roja de rabia. - ¿Desde cuándo importan otros lugares en nuestra maravillosa ciudad? – decenas de personas lo vitorearon, Lukas pensó que estaban en desventaja numérica. –Aquí en Ciudad Lagarto no nos importa Lunargenta, Roilkat ni mucho menos Baslodia, en Ciudad Lagarto solo importa Ciudad Lagarto y lo que nosotros queramos hacer – mas vítores, definitivamente Vajamond tenía gente que pensaba como él, sin embargo, seguían siendo menos. - ¿Por qué deberíamos seguir lo que FMS diga cuando ni siquiera tiene los cojones de aparecer por sí mismo?
-En eso te equivocas viejo amigo, FMS está en cada persona que cree en su palabra – dijo Sheamus, todos los que portaban antorchas se dieron vuelta mirando a los hombres de Vajamond, el pelirrojo miro a Lukas con una sonrisa de oreja a oreja. - ¿Estas con nosotros tortuga o tenemos que sacarte el caparazón y matarte? – dijo Sheamus antes de darle un golpe a Vajamond tirándolo al piso, en ese momento el caos se desato y la plaza se convirtió en una zona de guerra.
Lukas
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Re: Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
Mi paso rápido me encaminaba entre las casas humildes que se amontonaban por la pendiente. Cada vez que pensaba que había perdido a aquellos locos con sus disparates, una voz acusándome de “burgués” aparecía de alguna esquina. No entendía a qué se refería, yo sencillamente era un extranjero que sí, desencajaba de aquellos de Ciudad Lagarto que parecían no conocer un baño, pero no esperaba tanta hostilidad.
Cada paso que daba escapando de la psicosis colectiva, más odiaba aquel lugar. Las calles llenas de miseria, basura y penurias. Las paredes con pinturas que decían FMS, no tenía noción de que era eso, pero era parte de la consigna de aquellos que seguían mis pasos. No sabía qué era aquello y nadie me había anticipado de aquel estado fallido llamado Ciudad Lagarto, la ciudad maldita por la pena y la mentira.
La multitud parecía aglomerarse a la dirección en donde iba. Por un lado, veía eso como positivo, ya que me ayudaría a perderme de mis perseguidores y por fin avanzar hacia una posada. Algunos carteles mostraban flechas a un establecimiento llamado la Dalia Negra - 100m que me recordaba a mis inicios por Sacrestic con el asunto de Zana. Sin embargo, al llegar a una plaza amplia me di cuenta de que la multitud y el bullicio tenía una razón particular.
Mis ojos quedaron abiertos cuando hombres con antorchas, armas e incluso equipos de arado que sin duda alguna no servían en aquella tierra infértil, pero podría ser utilizado para luchar; discutían con otro grupo. La turba estaba preparada para enfrentarse entre si. Había humanos, bestias y elfos. Las razas se combinaban en aquella ciudad multicultural de la desgracia. Y dentro del grupo, destacaba un hombre alto y fornido que conversaba con un anciano de barba larga acompañado de una tortuga.
Intenté girar, sabía que aquel espectáculo era una contienda a punto de comenzar. En sus rostros se veía la sed de sangre entre las partes. No obstante, al voltear me di cuenta de que varios me observaban detenidamente, rodeándome, haciéndome dar pasos cautelosos hacia detrás acercándome sin quererlo a la plaza armada.
Aquí tenemos a otro explotador. - gritó uno acusándome de un cargo falso seguido por un grito de apoyo de varios.
Esto es un malentendido, solo me dirijo a la Dalia Negra. - repliqué sin mostrar atisbo de nervios, aunque sabía que mi desventaja me comprometía de forma importante.
Ah, tú quieres ir a ese sitio donde el dueño maltrata al pueblo. ¿No entiendes que ellos son los que ponen los precios y se quedan con todo? Yo antes traía desde los campos de Verisar el trigo para hacer el pan, porque esta maldita tierra está envenenada. Y todo mi esfuerzo solo valía un par de aeros, ni siquiera podía alimentar a mi burro que terminó... - se detuvo un instante con un silencio que en un inicio asomaba tristeza, pero luego demostró determinación. - ¿Y los desgraciados piensan cobrar más de lo que me pagaban por el pan?
Algunos murmullos apoyaban la denuncia mientras en el fondo lo que parecía ser el otro bando excusaba la situación.
Ahora debo robar para sobrevivir, todo por culpa de los ladrones que no comparten. Si todos…
Es absurdo… - susurré ante lo irónico de su respuesta.
El hombre fornido se acercó tronando su cuello. Colocó su mano sobre el hombro del ladrón que me acusaba de ser parte del problema y comentó. - Tranquilo Dash, con FMS todo cambiará, tú tendrás lo que quieras con solo pedirlo, pero ya sabes lo que ordenó. Todo aquel que se interponga debe ser eliminado. Somos más y debemos cumplir con este sueño.
El conflicto era inevitable. Tenía que idear un plan para escapar de aquel sitio. Sin duda nos superan en número y no quería ser linchado por no ser de allí y pertenecer a una supuesta clase beneficiada.
Mi sangre empezó a hervir, debía idear alguna estrategia para salir de aquel lugar. Las ideas de la supuesta FMS eran tan peligrosas como el acero más afilado.
__________________________Cada paso que daba escapando de la psicosis colectiva, más odiaba aquel lugar. Las calles llenas de miseria, basura y penurias. Las paredes con pinturas que decían FMS, no tenía noción de que era eso, pero era parte de la consigna de aquellos que seguían mis pasos. No sabía qué era aquello y nadie me había anticipado de aquel estado fallido llamado Ciudad Lagarto, la ciudad maldita por la pena y la mentira.
La multitud parecía aglomerarse a la dirección en donde iba. Por un lado, veía eso como positivo, ya que me ayudaría a perderme de mis perseguidores y por fin avanzar hacia una posada. Algunos carteles mostraban flechas a un establecimiento llamado la Dalia Negra - 100m que me recordaba a mis inicios por Sacrestic con el asunto de Zana. Sin embargo, al llegar a una plaza amplia me di cuenta de que la multitud y el bullicio tenía una razón particular.
Mis ojos quedaron abiertos cuando hombres con antorchas, armas e incluso equipos de arado que sin duda alguna no servían en aquella tierra infértil, pero podría ser utilizado para luchar; discutían con otro grupo. La turba estaba preparada para enfrentarse entre si. Había humanos, bestias y elfos. Las razas se combinaban en aquella ciudad multicultural de la desgracia. Y dentro del grupo, destacaba un hombre alto y fornido que conversaba con un anciano de barba larga acompañado de una tortuga.
Intenté girar, sabía que aquel espectáculo era una contienda a punto de comenzar. En sus rostros se veía la sed de sangre entre las partes. No obstante, al voltear me di cuenta de que varios me observaban detenidamente, rodeándome, haciéndome dar pasos cautelosos hacia detrás acercándome sin quererlo a la plaza armada.
Aquí tenemos a otro explotador. - gritó uno acusándome de un cargo falso seguido por un grito de apoyo de varios.
Esto es un malentendido, solo me dirijo a la Dalia Negra. - repliqué sin mostrar atisbo de nervios, aunque sabía que mi desventaja me comprometía de forma importante.
Ah, tú quieres ir a ese sitio donde el dueño maltrata al pueblo. ¿No entiendes que ellos son los que ponen los precios y se quedan con todo? Yo antes traía desde los campos de Verisar el trigo para hacer el pan, porque esta maldita tierra está envenenada. Y todo mi esfuerzo solo valía un par de aeros, ni siquiera podía alimentar a mi burro que terminó... - se detuvo un instante con un silencio que en un inicio asomaba tristeza, pero luego demostró determinación. - ¿Y los desgraciados piensan cobrar más de lo que me pagaban por el pan?
Algunos murmullos apoyaban la denuncia mientras en el fondo lo que parecía ser el otro bando excusaba la situación.
Ahora debo robar para sobrevivir, todo por culpa de los ladrones que no comparten. Si todos…
Es absurdo… - susurré ante lo irónico de su respuesta.
El hombre fornido se acercó tronando su cuello. Colocó su mano sobre el hombro del ladrón que me acusaba de ser parte del problema y comentó. - Tranquilo Dash, con FMS todo cambiará, tú tendrás lo que quieras con solo pedirlo, pero ya sabes lo que ordenó. Todo aquel que se interponga debe ser eliminado. Somos más y debemos cumplir con este sueño.
El conflicto era inevitable. Tenía que idear un plan para escapar de aquel sitio. Sin duda nos superan en número y no quería ser linchado por no ser de allí y pertenecer a una supuesta clase beneficiada.
Mi sangre empezó a hervir, debía idear alguna estrategia para salir de aquel lugar. Las ideas de la supuesta FMS eran tan peligrosas como el acero más afilado.
Off
Primera complicación, los seguidores de FMS se preparan para lincharnos.
Zagreus
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Re: Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
Noche
Plaza de Ciudad Lagarto - Cuartel de FMS
Ciudad Lagarto
con Zagreus
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La plaza se había convertido en una zona de guerra, hermanos peleaban contra hermanos, vecinos que por décadas habían sido unidos ahora se enfrascaban en una campal de violencia y en el centro de todo estaba Lukas, la gran tortuga azul. Vajamond estaba siendo pisoteado en el piso por Sheamus y aunque la tortuga creía que el anciano era un idiota era la mejor opción para que su amigo Tom el cantinero pudiera continuar en el negocio.
-Detente – dijo apartando a Sheamus que lo miro con una sonrisa psicótica. –Esta tortuga esta contra nosotros, denle una paliza – dijo haciendo que decenas de hombres y mujeres fieles a FMS saltaran sobre él, Lukas empezó a sacudírselos tratando de apartarlos sin hacerles demasiado daño, no creía que una guerra sin cuartel en la plaza de la ciudad fuera la solución. –TODOS CONTRA EL GORDO – grito una chica corriendo y dandole una patada en la cola, Lukas se indignó ante ese comentario. –¡Hey! No estoy gordo, solo soy de huesos anchos – exclamo antes que volvieran todos a la carga, como pudo trato de defenderse, pero el tuerto Aemond salto y le golpeo con una antorcha en la cara.
- ¡Maldito tuerto de mierda! – grito suspirando y sintiendo su cara lastimada, no tenía más opción que pelear, por lo que tenso sus músculos y se lanzó con su Karate Gyojin (1) golpeando, pateando y embistiendo a todos a su paso partiendo por el tuerto Aemond, si no querían cooperar había que disuadir a la mayoría por la fuerza, tal vez asi las cosas se calmarían.
A pesar de que Lukas era bueno peleando por cada sujeto que golpeaba dos más aparecían, parecía que todos, partidarios de FMS y de Vajamond por igual, estaban contra él y eso solo hacía que su lucha fuera interminable, su cuerpo empezaba a cansarse cuando noto algo, una cabellera blanca en medio de la turba.
- ¿Zagreus? – se preguntó, deteniendo su Karate Gyojin, efectivamente era el vampiro, Lukas quiso ir a por el para ayudarlo, pues parecía que también estaba en problemas y entre los dos podrían solucionar más rápidamente el incordio en el que estaban pero estaba muy lejos y la superioridad numérica empezaba a pasarle factura, podía tener una piel más fuerte que la mayoría de humanos pero eso no lo hacía invencible, luego de varios minutos de pelear entre varios lograron lanzarlo al piso, cuando trato de levantarse una patada de Sheamus le apago las luces.
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- ¿El arma esta lista? – pregunto Fidelia Marxwell Stalingrado, dentro de su círculo un hombre de bigote frondoso dio un paso al frente. –Todo listo, el arma está preparada para el transporte. – Anuncio, la mujer sonrió acercándose al sujeto y acariciando su cara. –Muy bien Verde – dijo con tono maternal, el hombre se sonrojo.
-Mi nombre no es Verde, es Nicolás – dijo mirándola a los ojos, llevaban años trabajando juntos y seguía diciéndole ese apodo pues encontraba que aún no había madurado suficiente como para poder ser su mano derecha, la mujer le recordaba siempre que lo encontraba inexperto, o como ella decía, verde.
-Cuando nuestro plan funcione ya no serás Nick Verde, te deje los preparativos del arma para ver si al fin podías hacer bien el trabajo, cuando todo funcione serás Nick Maduro – dijo con una sonrisa sádica en sus labios, la revuelta en la plaza de Ciudad Lagarto solo era la primera fase de su plan malévolo.
-Detente – dijo apartando a Sheamus que lo miro con una sonrisa psicótica. –Esta tortuga esta contra nosotros, denle una paliza – dijo haciendo que decenas de hombres y mujeres fieles a FMS saltaran sobre él, Lukas empezó a sacudírselos tratando de apartarlos sin hacerles demasiado daño, no creía que una guerra sin cuartel en la plaza de la ciudad fuera la solución. –TODOS CONTRA EL GORDO – grito una chica corriendo y dandole una patada en la cola, Lukas se indignó ante ese comentario. –¡Hey! No estoy gordo, solo soy de huesos anchos – exclamo antes que volvieran todos a la carga, como pudo trato de defenderse, pero el tuerto Aemond salto y le golpeo con una antorcha en la cara.
- ¡Maldito tuerto de mierda! – grito suspirando y sintiendo su cara lastimada, no tenía más opción que pelear, por lo que tenso sus músculos y se lanzó con su Karate Gyojin (1) golpeando, pateando y embistiendo a todos a su paso partiendo por el tuerto Aemond, si no querían cooperar había que disuadir a la mayoría por la fuerza, tal vez asi las cosas se calmarían.
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A pesar de que Lukas era bueno peleando por cada sujeto que golpeaba dos más aparecían, parecía que todos, partidarios de FMS y de Vajamond por igual, estaban contra él y eso solo hacía que su lucha fuera interminable, su cuerpo empezaba a cansarse cuando noto algo, una cabellera blanca en medio de la turba.
- ¿Zagreus? – se preguntó, deteniendo su Karate Gyojin, efectivamente era el vampiro, Lukas quiso ir a por el para ayudarlo, pues parecía que también estaba en problemas y entre los dos podrían solucionar más rápidamente el incordio en el que estaban pero estaba muy lejos y la superioridad numérica empezaba a pasarle factura, podía tener una piel más fuerte que la mayoría de humanos pero eso no lo hacía invencible, luego de varios minutos de pelear entre varios lograron lanzarlo al piso, cuando trato de levantarse una patada de Sheamus le apago las luces.
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- ¿El arma esta lista? – pregunto Fidelia Marxwell Stalingrado, dentro de su círculo un hombre de bigote frondoso dio un paso al frente. –Todo listo, el arma está preparada para el transporte. – Anuncio, la mujer sonrió acercándose al sujeto y acariciando su cara. –Muy bien Verde – dijo con tono maternal, el hombre se sonrojo.
-Mi nombre no es Verde, es Nicolás – dijo mirándola a los ojos, llevaban años trabajando juntos y seguía diciéndole ese apodo pues encontraba que aún no había madurado suficiente como para poder ser su mano derecha, la mujer le recordaba siempre que lo encontraba inexperto, o como ella decía, verde.
-Cuando nuestro plan funcione ya no serás Nick Verde, te deje los preparativos del arma para ver si al fin podías hacer bien el trabajo, cuando todo funcione serás Nick Maduro – dijo con una sonrisa sádica en sus labios, la revuelta en la plaza de Ciudad Lagarto solo era la primera fase de su plan malévolo.
OFFROL: (1) Karate Gyojin: (1 uso) Arte marcial de razas submarinas, consiste en tensar los musculos para adquirir mas fuerza y proceder a atacar en una rafaga de este tipo de karate creado en el fondo submarino
Lukas
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Re: Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
Ya no había salida alguna, la contienda rápidamente pasó de intentar atemorizar a una batalla campal. Los números estaban en contra, puesto que aquellos “justicieros sociales” parecían salir de las cloacas de aquella ciudad maldita. Analizaba mis alrededores, tenía que escapar, por más que no dudaba de mis capacidades en combate, era absurdo intentar abatir a docenas de fanáticos.
Los edificios eran bajos, por lo que intentar utilizar mis botas junto a mi pistola de gancho se tornaba complicado. Las salidas estaban todas tapadas por personas con rostro de pocos amigos, era inevitable luchar. Me preparé (1), estudiar los posibles combatientes con intención de abrir una salida entre la multitud y escapar. Poco a poco un plan se dibujaba en mi mente.
En el centro empezaron algunos intercambios de golpes, la muchedumbre empezó a luchar. La gente gritaba y aclamaba muerte a los que conspiraban en contra del “pueblo”. Rápidamente, saqué el frasco de pesadilla embotellada y lo arrojé a la turba (2). Con la nube negra la angustia y el tormento de los afectados hizo que se arrojaran al suelo desesperados por liberarse del miedo que se apoderaba de ellos. Atrás quedaron sus sueños de igualdad y “justicia”, ahora solo el pánico los acompañaba. Sin embargo, solo logré quitar del medio un puñado de idiotas.
Desenvainé mi daga y procuré mantener alejados a un par de cretinos que intentaban rodearme entre ambos. Sin embargo, un empujón por detrás me hizo tambalear y para no caerme tuve que dar pasos torpes que me acercaron al centro donde la batalla parecía más viva.
Tras recomponerme, un sujeto se abalanzó por mí, aquel llamado Dash. Tenía un parche y era evidente que todo aquello de FMS era una excusa para pelear. Apenas se acercó, con mis reflejos aumentados pude agacharme para esquivar su golpe telegrafiado. Una vez el puño pasó de largo, con un gancho ascendente contra su estómago con todas mis fuerzas lo levanté del suelo. Al caer, el desgraciado en el piso de tierra empezó a vomitar.
Otros dos se aproximaron torpemente, nuevamente al estar un paso por delante me resultó fácil esquivarlos mientras alcanzaba a propiciar cortes con mi daga. Nada letal lamentablemente, entre tanto alboroto se tornaba difícil asegurar la muerte de aquellos desgraciados.
La sensación de sentirme acorralado era innegable, pero con cada arremetida victoriosa su moral se veía turbada. Muchos de ellos empezaban a asustarse y dudar en atacarme; sin embargo, era innegable que estaban ganando. En aquella plaza mis “aliados” caían como moscas sobrepasadas por la agenda ignorante de aquello llamado FMS.
Si bien mis sentidos estaban híperalerta, atendiendo todo lo que pasaba a mi alrededor. Un nombre me sacó de aquella concentración plena, Zagreus. La idea de que alguien de aquella calaña me conociera me distrajo y con eso vino la desgracia. Un segundo que desvié la mirada fue mi condena, dos sujetos lograron tomarme por la espalda, sujetándome con todas sus fuerzas. Mis intentos de zafarme fueron neutralizados y posteriormente una tipa obesa con muslos del tamaño de un tronco me propinó un golpe en la boca del estómago haciéndome corvar sobre mí mismo.
Y con eso las esperanzas de un escape se esfumaron, los idiotas atendían sus heridas y levantaban a los caídos. Ahora los payasos del circo celebraban. Estaba atrapado, rodeado de la más grande ignorancia y prácticamente solo. Además, que las dudas sobre quien me había llamado invitaban al pensamiento obsesivo, e incluso paranoico. ¿Aquella tortuga me conocía? Tenía la certeza de no haber visitado aquella ciudad de bribones, el suponer conocer a alguien de allá me hacía dudar de muchas cosas, pero la bestia azul estaba noqueada como para responder mis interrogantes.
Varios minutos pasaron mientras los extremistas recobraron el aliento. Los que habíamos estado en contra de la ideología, y habíamos sobrevivido, yacíamos en el suelo en el centro de la plaza, custodiados por aquellos idiotas que victoriosos nos juzgaban.
Una mujer llegó y al parecer era importante, ya que el sujeto que parecía liderarlos agachaba la cabeza al hablar con ella. No lograba mirarla bien, pues al intentar levantar la mirada un necio me golpeó con una especie de palo. Su voz era suave, pero autoritaria. Los verdugos hablaban sobre un arma, sin duda ella tendría que ser crucial para el FMS.
Al parecer el arma era la prioridad de aquellos fanáticos políticos. No obstante, nosotros estábamos ahí y contrario a lo que podríamos esperar, lo cual suponía una muerte deshonrosa. La dama tenía otros planes.
La mujer se acercó a los que seguíamos consciente, no nos permitían verla, pero sus pisadas delicadas parecían apartar el polvo de aquella tierra cubierta de sangre y sueños rotos.
Una muerte lenta y dolorosa seguramente es lo que merecen, pero en esta guerra a veces el merecer no es lo más inteligente. Tras meditarlo - hizo una pausa - considero que es mejor llevarlos con nosotros. Obviamente, no existe la alternativa de negarse, pues ahora ustedes me pertenecen… así como ustedes se creen dueño de todo… - terminó con la frase casi entre dientes.
Irán a la celda de nuestros cuarteles, ahí tendrán tres opciones que bueno, dependen de su “cooperación” con el partido. Si bien los quiero muertos, esto es una guerra. - asomó una sutil risa - y necesito soldados.
La mujer empezó a marchar, caminar como militar en línea recta para luego dar una vuelta y recorrer el mismo trayecto. Mientras tanto, hablaba con un discurso que parecía ensayado con un tono engreído y pretencioso.
Serán sometidos a un programa de reeducación, donde aprenderán a ser un camarada capaz, obviamente no todos podrán completar dicho curso. Entiendo que hay gente que es muy devoto a "sus ideas”. - indicó mientras el sujeto con el palo de madera golpeaba a un viejo de baja estatura y barba larga. - Aquellos que no puedan… tienen dos opciones, serán utilizados como moneda de cambio. Asumo que alguno de ustedes valdrá como secuestro… y los que no, simple, serán eliminados. Ven, tres alternativas. - dijo pedante con sarcasmo.
Oh, señorita, la carne de tortuga es muy cotizada en el muelle. Si eso sucede con este gordinflón… - algunos mostraron evidente rechazo a la petición de aquel marginado que apuntaba a una especie de canibalismo con los hombres bestia. Una conducta detestable, deleznable incluso para los seres más bajos, pero al parecer permitido en aquel estado fallido llamado Ciudad Lagarto.
Hmm, se discutirá en su momento, esperemos que despierte. Pero si pones un dedo en su caparazón, te cortaré y comeré tus vísceras yo misma. Estoy segura de que tiene potencial como camarada de FMS, ¿acaso no viste su pelea? - la mujer detuvo su marcha.
Ahora, adelante, tenemos que atender el tema del arma. Verde, ocúpate de cargar a tu amigo tortuga.
Señora, ¿llevaremos a todos? - inquirió el hombre fornido.
Tienes razón… simple, tomaremos cinco para iniciar con nuestro plan de reconversión. Los que no… ya saben qué hacer.
El sujeto de bigote eligió. El hombre enano de barba larga, la tortuga de mar, una mujer delgada de pelos rojizos, un sujeto encapuchado cubierto de harapos y yo. El resto, al menos 6 personas, empezaron a llorar y gritar al saber su destino.
Y así, fuimos llevados a las celdas del cuartel del FMS.
_______________________________Los edificios eran bajos, por lo que intentar utilizar mis botas junto a mi pistola de gancho se tornaba complicado. Las salidas estaban todas tapadas por personas con rostro de pocos amigos, era inevitable luchar. Me preparé (1), estudiar los posibles combatientes con intención de abrir una salida entre la multitud y escapar. Poco a poco un plan se dibujaba en mi mente.
En el centro empezaron algunos intercambios de golpes, la muchedumbre empezó a luchar. La gente gritaba y aclamaba muerte a los que conspiraban en contra del “pueblo”. Rápidamente, saqué el frasco de pesadilla embotellada y lo arrojé a la turba (2). Con la nube negra la angustia y el tormento de los afectados hizo que se arrojaran al suelo desesperados por liberarse del miedo que se apoderaba de ellos. Atrás quedaron sus sueños de igualdad y “justicia”, ahora solo el pánico los acompañaba. Sin embargo, solo logré quitar del medio un puñado de idiotas.
Desenvainé mi daga y procuré mantener alejados a un par de cretinos que intentaban rodearme entre ambos. Sin embargo, un empujón por detrás me hizo tambalear y para no caerme tuve que dar pasos torpes que me acercaron al centro donde la batalla parecía más viva.
Tras recomponerme, un sujeto se abalanzó por mí, aquel llamado Dash. Tenía un parche y era evidente que todo aquello de FMS era una excusa para pelear. Apenas se acercó, con mis reflejos aumentados pude agacharme para esquivar su golpe telegrafiado. Una vez el puño pasó de largo, con un gancho ascendente contra su estómago con todas mis fuerzas lo levanté del suelo. Al caer, el desgraciado en el piso de tierra empezó a vomitar.
Otros dos se aproximaron torpemente, nuevamente al estar un paso por delante me resultó fácil esquivarlos mientras alcanzaba a propiciar cortes con mi daga. Nada letal lamentablemente, entre tanto alboroto se tornaba difícil asegurar la muerte de aquellos desgraciados.
La sensación de sentirme acorralado era innegable, pero con cada arremetida victoriosa su moral se veía turbada. Muchos de ellos empezaban a asustarse y dudar en atacarme; sin embargo, era innegable que estaban ganando. En aquella plaza mis “aliados” caían como moscas sobrepasadas por la agenda ignorante de aquello llamado FMS.
Si bien mis sentidos estaban híperalerta, atendiendo todo lo que pasaba a mi alrededor. Un nombre me sacó de aquella concentración plena, Zagreus. La idea de que alguien de aquella calaña me conociera me distrajo y con eso vino la desgracia. Un segundo que desvié la mirada fue mi condena, dos sujetos lograron tomarme por la espalda, sujetándome con todas sus fuerzas. Mis intentos de zafarme fueron neutralizados y posteriormente una tipa obesa con muslos del tamaño de un tronco me propinó un golpe en la boca del estómago haciéndome corvar sobre mí mismo.
Y con eso las esperanzas de un escape se esfumaron, los idiotas atendían sus heridas y levantaban a los caídos. Ahora los payasos del circo celebraban. Estaba atrapado, rodeado de la más grande ignorancia y prácticamente solo. Además, que las dudas sobre quien me había llamado invitaban al pensamiento obsesivo, e incluso paranoico. ¿Aquella tortuga me conocía? Tenía la certeza de no haber visitado aquella ciudad de bribones, el suponer conocer a alguien de allá me hacía dudar de muchas cosas, pero la bestia azul estaba noqueada como para responder mis interrogantes.
Varios minutos pasaron mientras los extremistas recobraron el aliento. Los que habíamos estado en contra de la ideología, y habíamos sobrevivido, yacíamos en el suelo en el centro de la plaza, custodiados por aquellos idiotas que victoriosos nos juzgaban.
Una mujer llegó y al parecer era importante, ya que el sujeto que parecía liderarlos agachaba la cabeza al hablar con ella. No lograba mirarla bien, pues al intentar levantar la mirada un necio me golpeó con una especie de palo. Su voz era suave, pero autoritaria. Los verdugos hablaban sobre un arma, sin duda ella tendría que ser crucial para el FMS.
Al parecer el arma era la prioridad de aquellos fanáticos políticos. No obstante, nosotros estábamos ahí y contrario a lo que podríamos esperar, lo cual suponía una muerte deshonrosa. La dama tenía otros planes.
La mujer se acercó a los que seguíamos consciente, no nos permitían verla, pero sus pisadas delicadas parecían apartar el polvo de aquella tierra cubierta de sangre y sueños rotos.
Una muerte lenta y dolorosa seguramente es lo que merecen, pero en esta guerra a veces el merecer no es lo más inteligente. Tras meditarlo - hizo una pausa - considero que es mejor llevarlos con nosotros. Obviamente, no existe la alternativa de negarse, pues ahora ustedes me pertenecen… así como ustedes se creen dueño de todo… - terminó con la frase casi entre dientes.
Irán a la celda de nuestros cuarteles, ahí tendrán tres opciones que bueno, dependen de su “cooperación” con el partido. Si bien los quiero muertos, esto es una guerra. - asomó una sutil risa - y necesito soldados.
La mujer empezó a marchar, caminar como militar en línea recta para luego dar una vuelta y recorrer el mismo trayecto. Mientras tanto, hablaba con un discurso que parecía ensayado con un tono engreído y pretencioso.
Serán sometidos a un programa de reeducación, donde aprenderán a ser un camarada capaz, obviamente no todos podrán completar dicho curso. Entiendo que hay gente que es muy devoto a "sus ideas”. - indicó mientras el sujeto con el palo de madera golpeaba a un viejo de baja estatura y barba larga. - Aquellos que no puedan… tienen dos opciones, serán utilizados como moneda de cambio. Asumo que alguno de ustedes valdrá como secuestro… y los que no, simple, serán eliminados. Ven, tres alternativas. - dijo pedante con sarcasmo.
Oh, señorita, la carne de tortuga es muy cotizada en el muelle. Si eso sucede con este gordinflón… - algunos mostraron evidente rechazo a la petición de aquel marginado que apuntaba a una especie de canibalismo con los hombres bestia. Una conducta detestable, deleznable incluso para los seres más bajos, pero al parecer permitido en aquel estado fallido llamado Ciudad Lagarto.
Hmm, se discutirá en su momento, esperemos que despierte. Pero si pones un dedo en su caparazón, te cortaré y comeré tus vísceras yo misma. Estoy segura de que tiene potencial como camarada de FMS, ¿acaso no viste su pelea? - la mujer detuvo su marcha.
Ahora, adelante, tenemos que atender el tema del arma. Verde, ocúpate de cargar a tu amigo tortuga.
Señora, ¿llevaremos a todos? - inquirió el hombre fornido.
Tienes razón… simple, tomaremos cinco para iniciar con nuestro plan de reconversión. Los que no… ya saben qué hacer.
El sujeto de bigote eligió. El hombre enano de barba larga, la tortuga de mar, una mujer delgada de pelos rojizos, un sujeto encapuchado cubierto de harapos y yo. El resto, al menos 6 personas, empezaron a llorar y gritar al saber su destino.
Y así, fuimos llevados a las celdas del cuartel del FMS.
(1)= Nivel 1: Un paso por delante [Mágica] – Activa (1 uso) Duración= 2 turnos
Zagreus aumenta la producción y trasporte en su torrente sanguíneo de catecolaminas (adrenalina, noradrenalina y dopamina), aumentando considerablemente sus reflejos, concentración y velocidad (mental y física) en combate.
(2)= Pesadilla Embotellada [Veneno, Limitado, 1 Uso] Líquido grisáceo oscuro que parece gas atrapado. Al contacto con el aire se levanta una nube negra, que al ser aspirada causará alucinaciones de los temores más profundos de la persona por un turno.
La primera complicación continúa (y empeora). Ahora los seguidores del FMS nos tienen como rehenes.
Zagreus
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Re: Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
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camino hacia el centro de re-educacion
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Cuando la gran tortuga azul abrió los ojos estaba con grilletes en manos y piernas y estaba siendo arrastrada por cinco hombres y dos mujeres, se veían flacos y famélicos lo que fue aprovechado por Lukas quien se sentó haciendo peso muerto en el piso solo para recibir un golpe en la cabeza de parte de un sujeto con un gran palo de madera.
-Muévete, FMS te venderá en el mercado por partes, con toda tu carne podremos cambiarla por un festín y tu caparazón servirá para hacer armadura para todos – dijo con una sonrisa perversa, Lukas no le caía para nada bien ese sujeto. –Verde, mételos en el carromato con celdas y llévalos al centro de re-educación, no tenemos tiempo que perder y recuerda lo que FMS dijo, nadie le hará nada a la tortuga hasta que se diga lo contrario.
Sheamus, el traidor, al menos lo estaba defendiendo, Lukas tenía que tratar de pelear, pero era difícil con los grilletes, miro al carromato y vio que Vajamond estaba siendo metido en una celda, necesitaba entrar asi que miro a Sheamus a los ojos. –Oye, no sé por qué estoy encadenado, yo estoy con ustedes – mintió, necesitaba ganarse su confianza – bueno, con todos menos con el tuerto que me ataco con la antorcha, me duele la cara, por cierto.
Sheamus enarco una ceja y le tendió la mano, Lukas se levantó y miro el carromato, podía pelear, pero sabía que estaba en desventaja. –Al diablo esta ciudad, yo solo quería ayudar a Tom, pero si me garantizas que estará bien entonces puede hacer que tus enemigos sean mis enemigos – antes de traicionarte agrego la tortuga mentalmente, necesitaba ganar la confianza del hombre y no podría a menos que fingiera un poco, pero la venganza es un plato que se sirve mejor frio. Para probar que no haría problemas se metió en el carromato que los llevaría al cuartel de FMS, el sujeto al que llamaban Verde y Sheamus subieron con ellos.
Su celda estaba al lado de la de Vajamond y de una pelirroja que se contorsionaba como si fuera una circense, mas allá estaba un tipo negro con una capucha y ropa harapienta y finalmente la cabellera blanca que había visto en medio de la multitud, entonces si era su amigo el que estaba en ciudad Lagarto.
-Curioso donde nos vinimos a encontrar Zag, hace un tiempo ya que no te veía – dijo la tortuga, el vampiro lo miro a los ojos con lo que parecía una mezcla de duda. - ¿Cómo sabes mi nombre tortuga? – pregunto el vampiro, Lukas se sintió confundido. –Zag soy yo, Lukas – dijo tomando las rejas de su celda - ¿no me recuerdas? ¿no recuerdas como juntos explotamos de D’Orlind Ûr? ¿Nuestra explosión siguiente en la casa de Tita Melínoe?
-Parece que estar cerca de ustedes dos es una verdadera explosión – dijo la pelirroja con una sonrisa coqueta. –Mi nombre es Felurian, por cierto.
-Cállense prisioneros – exclamo Verde, Vajamond se acercó a su celda y escupió en dirección a Sheamus. –Sucio traidor, te vendiste a ese grupo de radicales sin vergüenzas.
-Te dije que FMS no era un hombre, ella llevara la revolución al siguiente nivel – Lukas miro a Sheamus, era claro que era un tipo en lo más alto de la cadena alimenticia, si quería detener a quien fuera FMS tenía que usarlo y la mejor forma era manipularlo. –Pensé que este era un buen trabajo, pero solo me mandaste a una trampa, me cago en tus muertos Vajamond, por mí que FMS gane – dijo Lukas mirando a Sheamus quien sonrió ante el tortugo, el resto del viaje transcurrió en silencio hasta que se detuvieron frente a un edificio grande, Lukas se aventuró a pensar que estaban ante el centro de re-educación.
-Salgan escorias – dijo Verde abriendo las puertas de las celdas y poniendo una cadena entre cada prisionero, sin embargo, no esperaba que la mujer contorsionista, Felurian, dislocara sus pulgares para escapar de los grilletes de las manos y usara estos para estrangular a Verde. – ¡Ahora Adewale! – grito, el negro de los harapos saco una hoja que tenía escondida entre sus pordioseras ropas y apuñalo varias veces a Verde cuya vida se apagó de sus ojos grises.
-AYUDA – grito Sheamus abriendo la puerta del carromato y saliendo, Adewale lanzo su puñal, pero este choco con el caparazón de Lukas. –Escapa – dijo la tortuga, Sheamus le asintió y corrió hacia el carromato que los seguía detrás, en este iba una mujer que miro toda la escena, el carromato empezó a ir en la dirección contraria.
-Traidor, eres un sucio traidor – dijo Vajamond a lo que Lukas solo sonrió acercándose al cadáver de Verde y tomando las llaves. –Pan para hoy, hambre para mañana, nos conviene que Sheamus viva por ahora y que crea que yo soy fiel a su causa, averiguare donde está su cuartel general y los ayudare a entrar – dijo lanzándoles las llaves a Felurian quien libero sus pies y procedió a liberar a los demás. – Yo sé cómo encontrar el centro de mando – dijo corriendo fuera y abriendo las puertas del centro de re-educación, alguien dentro de ese lugar debía saber algo.
Adewale se acercó a la tortuga, lo miro de pies a cabeza y asintió, claramente era un hombre de pocas palabras, luego salió del carromato y ayudo a la pelirroja Felurian, Lukas se acercó con las llaves hasta Zagreus y lo libero. - ¿En serio no me recuerdas nada? – pregunto con tristeza.
-Muévete, FMS te venderá en el mercado por partes, con toda tu carne podremos cambiarla por un festín y tu caparazón servirá para hacer armadura para todos – dijo con una sonrisa perversa, Lukas no le caía para nada bien ese sujeto. –Verde, mételos en el carromato con celdas y llévalos al centro de re-educación, no tenemos tiempo que perder y recuerda lo que FMS dijo, nadie le hará nada a la tortuga hasta que se diga lo contrario.
Sheamus, el traidor, al menos lo estaba defendiendo, Lukas tenía que tratar de pelear, pero era difícil con los grilletes, miro al carromato y vio que Vajamond estaba siendo metido en una celda, necesitaba entrar asi que miro a Sheamus a los ojos. –Oye, no sé por qué estoy encadenado, yo estoy con ustedes – mintió, necesitaba ganarse su confianza – bueno, con todos menos con el tuerto que me ataco con la antorcha, me duele la cara, por cierto.
Sheamus enarco una ceja y le tendió la mano, Lukas se levantó y miro el carromato, podía pelear, pero sabía que estaba en desventaja. –Al diablo esta ciudad, yo solo quería ayudar a Tom, pero si me garantizas que estará bien entonces puede hacer que tus enemigos sean mis enemigos – antes de traicionarte agrego la tortuga mentalmente, necesitaba ganar la confianza del hombre y no podría a menos que fingiera un poco, pero la venganza es un plato que se sirve mejor frio. Para probar que no haría problemas se metió en el carromato que los llevaría al cuartel de FMS, el sujeto al que llamaban Verde y Sheamus subieron con ellos.
Su celda estaba al lado de la de Vajamond y de una pelirroja que se contorsionaba como si fuera una circense, mas allá estaba un tipo negro con una capucha y ropa harapienta y finalmente la cabellera blanca que había visto en medio de la multitud, entonces si era su amigo el que estaba en ciudad Lagarto.
-Curioso donde nos vinimos a encontrar Zag, hace un tiempo ya que no te veía – dijo la tortuga, el vampiro lo miro a los ojos con lo que parecía una mezcla de duda. - ¿Cómo sabes mi nombre tortuga? – pregunto el vampiro, Lukas se sintió confundido. –Zag soy yo, Lukas – dijo tomando las rejas de su celda - ¿no me recuerdas? ¿no recuerdas como juntos explotamos de D’Orlind Ûr? ¿Nuestra explosión siguiente en la casa de Tita Melínoe?
-Parece que estar cerca de ustedes dos es una verdadera explosión – dijo la pelirroja con una sonrisa coqueta. –Mi nombre es Felurian, por cierto.
-Cállense prisioneros – exclamo Verde, Vajamond se acercó a su celda y escupió en dirección a Sheamus. –Sucio traidor, te vendiste a ese grupo de radicales sin vergüenzas.
-Te dije que FMS no era un hombre, ella llevara la revolución al siguiente nivel – Lukas miro a Sheamus, era claro que era un tipo en lo más alto de la cadena alimenticia, si quería detener a quien fuera FMS tenía que usarlo y la mejor forma era manipularlo. –Pensé que este era un buen trabajo, pero solo me mandaste a una trampa, me cago en tus muertos Vajamond, por mí que FMS gane – dijo Lukas mirando a Sheamus quien sonrió ante el tortugo, el resto del viaje transcurrió en silencio hasta que se detuvieron frente a un edificio grande, Lukas se aventuró a pensar que estaban ante el centro de re-educación.
-Salgan escorias – dijo Verde abriendo las puertas de las celdas y poniendo una cadena entre cada prisionero, sin embargo, no esperaba que la mujer contorsionista, Felurian, dislocara sus pulgares para escapar de los grilletes de las manos y usara estos para estrangular a Verde. – ¡Ahora Adewale! – grito, el negro de los harapos saco una hoja que tenía escondida entre sus pordioseras ropas y apuñalo varias veces a Verde cuya vida se apagó de sus ojos grises.
-AYUDA – grito Sheamus abriendo la puerta del carromato y saliendo, Adewale lanzo su puñal, pero este choco con el caparazón de Lukas. –Escapa – dijo la tortuga, Sheamus le asintió y corrió hacia el carromato que los seguía detrás, en este iba una mujer que miro toda la escena, el carromato empezó a ir en la dirección contraria.
-Traidor, eres un sucio traidor – dijo Vajamond a lo que Lukas solo sonrió acercándose al cadáver de Verde y tomando las llaves. –Pan para hoy, hambre para mañana, nos conviene que Sheamus viva por ahora y que crea que yo soy fiel a su causa, averiguare donde está su cuartel general y los ayudare a entrar – dijo lanzándoles las llaves a Felurian quien libero sus pies y procedió a liberar a los demás. – Yo sé cómo encontrar el centro de mando – dijo corriendo fuera y abriendo las puertas del centro de re-educación, alguien dentro de ese lugar debía saber algo.
Adewale se acercó a la tortuga, lo miro de pies a cabeza y asintió, claramente era un hombre de pocas palabras, luego salió del carromato y ayudo a la pelirroja Felurian, Lukas se acercó con las llaves hasta Zagreus y lo libero. - ¿En serio no me recuerdas nada? – pregunto con tristeza.
OFFROL:
1) la manipulacion de Zagreus fue discutida y aprobada por su usuario.
2) primera complicacion resuelta.
2) primera complicacion resuelta.
Lukas
Experto
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Re: Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
El simple hecho de imaginar las torturas en su sala de reeducación me irritaba. Su discurso estúpido y carente de sentido solo buscaba darle una excusa a los marginados para ser alguien, o mejor dicho, pertenecer a una unidad. Un todo sin distinción que solo alentaba la mediocridad. ¿Acaso yo era comparable con alguno de aquellos mortales que me acusaban de privilegiado? Obvio no, era mejor, mucho mejor y en sus patéticas vidas no podrían ni tomar un atisbo de esperanza para equipararse conmigo.
Mantenía la compostura, pero la incomodidad e impotencia ganaban espacio dentro de mi mente. El viaje como prisionero, sin saber el recorrido solo esperando lo peor, se tornaba largo y desesperante. Veía los rostros de pena de mis compañeros secuestrados. Pensando en como hacer para que mi historia no tuviera un fin tan lamentable.
Entre murmullos y escuchando atento una que otras palabras de nuestros captores. Logré entender un poco el panorama relacionado con FMS, sin duda una semilla podrida que ya había corrompido un bosque entero y amenazaba con destruir todo para lograr su meta. Un sueño imposible.
La tortuga ahora despierta insistía en que me conocía, no lograba dar con su feo rostro dentro de mi memoria, pero por como reaccionaba podía confirmar que era verdad. Y por lo visto, dentro de una cordialidad que hacía que pudiera tenerme cierta estima. Preferí mantenerme cauteloso, no confirmar que no sabía quién era la tortuga.
La conversación no duró mucho, puesto que el carromato se detuvo y nos obligaron entre gritos y gruñidos a salir de las celdas, todos esposados. No obstante, en un giro de acontecimientos una escaramuza se armó y algunos lograron liberarse y atacar. Uno cayó, pues al parecer los prisioneros no eran simples viejos decrépitos, la mujer y el hombre misterioso tenían un as bajo la manga.
Disfruté la muerte de aquel inútil, con impotencia pisotee su rostro un par de veces procurando no ser visto en mi arrebato de rabia. Aquel Nick me sacaba de mis casillas con sus idioteces de FMS, lamentando no haber sido yo quien lo asesinara. Sin embargo el otro, con ayuda del hombre bestia, logró escapar.
La tortuga abogó que todo era parte de su estrategia, y bien podría darnos una ventaja para avanzar, pero no podía confiar plenamente en él, que insistía en verificar si me acordaba o no de quien era
Hmm D’Orlind Ûr dices... quizás si... un poco. - hice una pausa fingiendo pensar - Lukas, claro, recuerdo que había muchos hombres bestia amigables... - dije dejando escapar la idea de ser aliados para que la bestia marina me confirmará mis sospechas del pasado.
Evidentemente, no había tiempo para charlar, Sheamus había huido y seguramente ahora seríamos perseguidos por el ejército del FMS. Conocíamos sus intenciones y la existencia de su arma. Éramos una amenaza para sus planes. Teníamos que actuar, era momento de avanzar y pretendía tomar el liderazgo para que aquellos desconocidos no metieran la pata y arruinaran mis planes.
Tú, Felurian, adelántate con Lukas. Ellos pensarán que tienen un aliado con la tortuga que bien puede llegar gritando que huyo para no combatir con nosotros. Puedes ocultarte sosteniéndote de su caparazón, quizás podemos usar una capa igual para esconderte. Obvio Lukas procura que no vean tu gran espalda porque se darán cuenta de un bulto extraño. - dije mirando con detenimiento a ambos. Al parecer nadie tenia el valor para confrontar mi intención de dirigir. - Logren abrir las puertas y nosotros iremos a la distancia, interceptando todo aquel que insista en perseguirnos. Ahora podemos actuar furtivos y aprovechar nuestra ventaja.
Era arriesgado, pero quizás cooperando podríamos invadir el centro de FMS y conocer esa supuesta arma. Además, ciertamente la venganza debía ser algo frío y calculado. Lukas podría utilizar la carta de falso aliado para mezclarse.
Me aparté con el resto que se recuperaban de la acometida. Dejando solos a la mujer que charlaba con la tortuga para proceder. Con voz baja comenté al otro par - No confío nada en esa tortuga. Creo que te conoce a ti barbón, pero alguien que es un doble agente siempre jugará para el bando ganador... No dudo que nos traicione si la cosa se oscurece.
¿Pero como mandas a Felurian con él? - dijo molesto el hombre bajo la capucha.
Ella conoce el camino y dudo que se deje capturar nuevamente. Es la única manera de avanzar. - dije argumentando un riesgo que estaba dispuesto a correr, ya que no me importaba que piezas sacrificaba si lograba mi cometido.
Tenemos que prepararnos, avanzar y esperar que FMS nos ataque. Incluso no descarto evitar el conflicto. Mejor vamos a acomodar esta escena para que parezca que combatimos contra Lukas y luego escapamos. Huellas y escombros que apunten en dirección contraria. Vamos, rápido.
Tras dar la instrucción, me acerqué nuevamente a la pareja. - ¿Ya tienen un plan? Necesitamos que se infiltren y nos puedan aligerar el camino. Obviamente, no podrán hacer mucho solo ustedes dos, pero ir todos juntos sería imprudente. Confío en que puedan dejar señales para que nosotros no tengamos tantas complicaciones. Aquí vamos a fingir que huimos. Así que Lukas, puedes advertir que escapamos tras luchar contra ti. Intenta hacer que Sheamus y FMS se dejen llevar por sus emociones e ideales estúpidos y descuiden su propia base y ... El arma.
___________________________Mantenía la compostura, pero la incomodidad e impotencia ganaban espacio dentro de mi mente. El viaje como prisionero, sin saber el recorrido solo esperando lo peor, se tornaba largo y desesperante. Veía los rostros de pena de mis compañeros secuestrados. Pensando en como hacer para que mi historia no tuviera un fin tan lamentable.
Entre murmullos y escuchando atento una que otras palabras de nuestros captores. Logré entender un poco el panorama relacionado con FMS, sin duda una semilla podrida que ya había corrompido un bosque entero y amenazaba con destruir todo para lograr su meta. Un sueño imposible.
La tortuga ahora despierta insistía en que me conocía, no lograba dar con su feo rostro dentro de mi memoria, pero por como reaccionaba podía confirmar que era verdad. Y por lo visto, dentro de una cordialidad que hacía que pudiera tenerme cierta estima. Preferí mantenerme cauteloso, no confirmar que no sabía quién era la tortuga.
La conversación no duró mucho, puesto que el carromato se detuvo y nos obligaron entre gritos y gruñidos a salir de las celdas, todos esposados. No obstante, en un giro de acontecimientos una escaramuza se armó y algunos lograron liberarse y atacar. Uno cayó, pues al parecer los prisioneros no eran simples viejos decrépitos, la mujer y el hombre misterioso tenían un as bajo la manga.
Disfruté la muerte de aquel inútil, con impotencia pisotee su rostro un par de veces procurando no ser visto en mi arrebato de rabia. Aquel Nick me sacaba de mis casillas con sus idioteces de FMS, lamentando no haber sido yo quien lo asesinara. Sin embargo el otro, con ayuda del hombre bestia, logró escapar.
La tortuga abogó que todo era parte de su estrategia, y bien podría darnos una ventaja para avanzar, pero no podía confiar plenamente en él, que insistía en verificar si me acordaba o no de quien era
Hmm D’Orlind Ûr dices... quizás si... un poco. - hice una pausa fingiendo pensar - Lukas, claro, recuerdo que había muchos hombres bestia amigables... - dije dejando escapar la idea de ser aliados para que la bestia marina me confirmará mis sospechas del pasado.
Evidentemente, no había tiempo para charlar, Sheamus había huido y seguramente ahora seríamos perseguidos por el ejército del FMS. Conocíamos sus intenciones y la existencia de su arma. Éramos una amenaza para sus planes. Teníamos que actuar, era momento de avanzar y pretendía tomar el liderazgo para que aquellos desconocidos no metieran la pata y arruinaran mis planes.
Tú, Felurian, adelántate con Lukas. Ellos pensarán que tienen un aliado con la tortuga que bien puede llegar gritando que huyo para no combatir con nosotros. Puedes ocultarte sosteniéndote de su caparazón, quizás podemos usar una capa igual para esconderte. Obvio Lukas procura que no vean tu gran espalda porque se darán cuenta de un bulto extraño. - dije mirando con detenimiento a ambos. Al parecer nadie tenia el valor para confrontar mi intención de dirigir. - Logren abrir las puertas y nosotros iremos a la distancia, interceptando todo aquel que insista en perseguirnos. Ahora podemos actuar furtivos y aprovechar nuestra ventaja.
Era arriesgado, pero quizás cooperando podríamos invadir el centro de FMS y conocer esa supuesta arma. Además, ciertamente la venganza debía ser algo frío y calculado. Lukas podría utilizar la carta de falso aliado para mezclarse.
Me aparté con el resto que se recuperaban de la acometida. Dejando solos a la mujer que charlaba con la tortuga para proceder. Con voz baja comenté al otro par - No confío nada en esa tortuga. Creo que te conoce a ti barbón, pero alguien que es un doble agente siempre jugará para el bando ganador... No dudo que nos traicione si la cosa se oscurece.
¿Pero como mandas a Felurian con él? - dijo molesto el hombre bajo la capucha.
Ella conoce el camino y dudo que se deje capturar nuevamente. Es la única manera de avanzar. - dije argumentando un riesgo que estaba dispuesto a correr, ya que no me importaba que piezas sacrificaba si lograba mi cometido.
Tenemos que prepararnos, avanzar y esperar que FMS nos ataque. Incluso no descarto evitar el conflicto. Mejor vamos a acomodar esta escena para que parezca que combatimos contra Lukas y luego escapamos. Huellas y escombros que apunten en dirección contraria. Vamos, rápido.
Tras dar la instrucción, me acerqué nuevamente a la pareja. - ¿Ya tienen un plan? Necesitamos que se infiltren y nos puedan aligerar el camino. Obviamente, no podrán hacer mucho solo ustedes dos, pero ir todos juntos sería imprudente. Confío en que puedan dejar señales para que nosotros no tengamos tantas complicaciones. Aquí vamos a fingir que huimos. Así que Lukas, puedes advertir que escapamos tras luchar contra ti. Intenta hacer que Sheamus y FMS se dejen llevar por sus emociones e ideales estúpidos y descuiden su propia base y ... El arma.
Off
La primera complicación fue resuelta. Logramos escapar del FMS.
Zagreus
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Re: Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
Noche
camino hacia la fortaleza de FMS
Ciudad Lagarto
con Zagreus
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La gran tortuga escucho al vampiro, este había dicho que lo recordaba, pero se mostraba distante, eso lastimaba un poco el corazón de Lukas quien aprovecho de que Zagreus hablaba con Vajamond para mirar a la chica, Felurian.
-Súbete – dijo apartando su capa de la noche, la chica se subió a su espalda y Lukas dejo caer la capa envolviéndola antes de empezar a caminar en círculos para que ella entrenara su agarre. –El plan suena bien para mí, nada más entremos aprovechare la primera oportunidad para salirme de tu espalda y poder esconderme, luego solo será cosa de que los chicos nos alcancen.
- ¿Cómo sabes donde está el cuartel de FMS? – pregunto la tortuga, si todo era demasiado fácil posiblemente era una trampa, la pelirroja empezó a reír. –No lo conozco… aun, pero Adewale está dentro del centro de re-educación mientras hablamos, créeme que nadie puede sacar información tan bien como el
Lukas miro el centro y escucho gritos provenientes de su interior, seguro que las personas fieles a FMS estaban dudando en estos momentos sobre su lealtad. Zagreus se acercó a ellos y hablo con determinación. - ¿Ya tienen un plan? Necesitamos que se infiltren y nos puedan aligerar el camino. Obviamente, no podrán hacer mucho solo ustedes dos, pero ir todos juntos sería imprudente. Confío en que puedan dejar señales para que nosotros no tengamos tantas complicaciones. Aquí vamos a fingir que huimos. Así que Lukas, puedes advertir que escapamos tras luchar contra ti. Intenta hacer que Sheamus y FMS se dejen llevar por sus emociones e ideales estúpidos y descuiden su propia base y ... El arma. – al momento de decir esas últimas palabras un cuerpo salió volando desde la ventana y cayo a los pies del grupo inconsciente.
-Ya conozco la ubicación del cuartel de FMS – anuncio Adewale saliendo también por la ventana con un mapa de Ciudad Lagarto y sus alrededores, el grupo se acercó al moreno quien les explico que el cuartel estaba en una pendiente en la salida noroeste de la ciudad, cerca del bosque.
-Podemos ir hasta más de la mitad del camino en el transporte que nos traía aquí – dijo Lukas mirando el mapa y deteniéndose en un punto. –Y detenernos aquí, ahí empezare a correr y gritar con Felurian en mi espalda, pero necesitare que alguien me persiga para hacerlo creíble, una vez lleguemos a la entrada Sheamus debería dejarme entrar, quien me persiga deberá retroceder rápidamente y yo me infiltrare
-Me gusta el plan – dijo Felurian desde su espalda, todos asintieron y subieron al carromato que los transporto hacia el lugar, el viaje fue silencioso y varios aprovecharon la lejanía para echarse una siesta, necesitaban estar en óptimas condiciones si querían derrocar a FMS. Una vez se detuvo el carromato Adewale y Zagreus habían sido los únicos dos que estaban en la lista de posibles perseguidores de Lukas, Vajamond no era muy ágil ni intimidante por lo que había sido descartado rápidamente.
-Deberías ser tu quien me persiga Zag, sé que tienes buenos reflejos y que podrás escapar a tiempo – ante las palabras de Lukas el vampiro solo suspiro y asintió, tenían un plan. Lukas empezó a correr, tenía ventaja pues la velocidad no era lo suyo, cuando hubo avanzado un buen tramo Zagreus empezó a correr detrás de él ganando terreno rápidamente, la tortuga admiraba su velocidad y capacidad de correr.
- Zag soy yo. ¿Qué no me reconoces? No quiero hacerte daño – grito Lukas mientras se acercaba al cuartel de FMS que más bien parecía una fortaleza.
Miro a lo alto de la torre y pudo ver a Sheamus con la mujer que antes había estado en la plaza y que había ayudado a Sheamus a escapar, Lukas no sabía quién era ella, pero en definitiva era importante. –Sheamus, ayuda – grito Lukas acercándose cada vez más a la entrada, miro atrás y vio que ya nadie lo perseguía, también noto que la puerta se abrió y que había varias cajas y muebles apilados en una pared – Lo siento – susurro y se “tropezó” rodando por el suelo, sintió como Felurian gruñía bajo mientras rodaban, al llegar a donde estaban las cosas apiladas la chica bajo de su espalda y se refugió en el desorden, la primera fase del plan había sido resuelta.
- ¿Qué tenemos aquí? – pregunto una voz femenina, Lukas miro a la mujer que estaba junto a Sheamus bajar por una gran escalinata, era alta, de tez un poco oscura y con unos ojos verdes como esmeraldas. - Guardias, vayan a buscar al hombre que perseguía a nuestro amigo aquí presente, y tráiganmelo vivo – dijo la bella mujer con una sonrisa de oreja a oreja.
-Súbete – dijo apartando su capa de la noche, la chica se subió a su espalda y Lukas dejo caer la capa envolviéndola antes de empezar a caminar en círculos para que ella entrenara su agarre. –El plan suena bien para mí, nada más entremos aprovechare la primera oportunidad para salirme de tu espalda y poder esconderme, luego solo será cosa de que los chicos nos alcancen.
- ¿Cómo sabes donde está el cuartel de FMS? – pregunto la tortuga, si todo era demasiado fácil posiblemente era una trampa, la pelirroja empezó a reír. –No lo conozco… aun, pero Adewale está dentro del centro de re-educación mientras hablamos, créeme que nadie puede sacar información tan bien como el
Lukas miro el centro y escucho gritos provenientes de su interior, seguro que las personas fieles a FMS estaban dudando en estos momentos sobre su lealtad. Zagreus se acercó a ellos y hablo con determinación. - ¿Ya tienen un plan? Necesitamos que se infiltren y nos puedan aligerar el camino. Obviamente, no podrán hacer mucho solo ustedes dos, pero ir todos juntos sería imprudente. Confío en que puedan dejar señales para que nosotros no tengamos tantas complicaciones. Aquí vamos a fingir que huimos. Así que Lukas, puedes advertir que escapamos tras luchar contra ti. Intenta hacer que Sheamus y FMS se dejen llevar por sus emociones e ideales estúpidos y descuiden su propia base y ... El arma. – al momento de decir esas últimas palabras un cuerpo salió volando desde la ventana y cayo a los pies del grupo inconsciente.
-Ya conozco la ubicación del cuartel de FMS – anuncio Adewale saliendo también por la ventana con un mapa de Ciudad Lagarto y sus alrededores, el grupo se acercó al moreno quien les explico que el cuartel estaba en una pendiente en la salida noroeste de la ciudad, cerca del bosque.
-Podemos ir hasta más de la mitad del camino en el transporte que nos traía aquí – dijo Lukas mirando el mapa y deteniéndose en un punto. –Y detenernos aquí, ahí empezare a correr y gritar con Felurian en mi espalda, pero necesitare que alguien me persiga para hacerlo creíble, una vez lleguemos a la entrada Sheamus debería dejarme entrar, quien me persiga deberá retroceder rápidamente y yo me infiltrare
-Me gusta el plan – dijo Felurian desde su espalda, todos asintieron y subieron al carromato que los transporto hacia el lugar, el viaje fue silencioso y varios aprovecharon la lejanía para echarse una siesta, necesitaban estar en óptimas condiciones si querían derrocar a FMS. Una vez se detuvo el carromato Adewale y Zagreus habían sido los únicos dos que estaban en la lista de posibles perseguidores de Lukas, Vajamond no era muy ágil ni intimidante por lo que había sido descartado rápidamente.
-Deberías ser tu quien me persiga Zag, sé que tienes buenos reflejos y que podrás escapar a tiempo – ante las palabras de Lukas el vampiro solo suspiro y asintió, tenían un plan. Lukas empezó a correr, tenía ventaja pues la velocidad no era lo suyo, cuando hubo avanzado un buen tramo Zagreus empezó a correr detrás de él ganando terreno rápidamente, la tortuga admiraba su velocidad y capacidad de correr.
- Zag soy yo. ¿Qué no me reconoces? No quiero hacerte daño – grito Lukas mientras se acercaba al cuartel de FMS que más bien parecía una fortaleza.
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Miro a lo alto de la torre y pudo ver a Sheamus con la mujer que antes había estado en la plaza y que había ayudado a Sheamus a escapar, Lukas no sabía quién era ella, pero en definitiva era importante. –Sheamus, ayuda – grito Lukas acercándose cada vez más a la entrada, miro atrás y vio que ya nadie lo perseguía, también noto que la puerta se abrió y que había varias cajas y muebles apilados en una pared – Lo siento – susurro y se “tropezó” rodando por el suelo, sintió como Felurian gruñía bajo mientras rodaban, al llegar a donde estaban las cosas apiladas la chica bajo de su espalda y se refugió en el desorden, la primera fase del plan había sido resuelta.
- ¿Qué tenemos aquí? – pregunto una voz femenina, Lukas miro a la mujer que estaba junto a Sheamus bajar por una gran escalinata, era alta, de tez un poco oscura y con unos ojos verdes como esmeraldas. - Guardias, vayan a buscar al hombre que perseguía a nuestro amigo aquí presente, y tráiganmelo vivo – dijo la bella mujer con una sonrisa de oreja a oreja.
Lukas
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Re: Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
Aún mantenía mis dudas sobre la tortuga que con ímpetu pretendía avanzar sin importar los riesgos. Algo que despertaba mi paranoia, ya que tanto entusiasmo solo era propio de un maníaco o de alguien que no se juega nada. Lidiar con un loco no sería difícil, pero confiar en un traidor sería sentenciar mi muerte.
Mi intención era alejar a la tortuga para avanzar sin el sentimiento de tener una espada sobre mi cabeza pendiendo de un hilo. Además, cuestionaba las habilidades para infiltrarse y ser discreto de aquel gigante azul. Por ello, era más sensato que él fuera solo con su discurso de mercenario y seguidor de la FMS.
No obstante, Lukas tenía razón, podíamos hacer una escena para garantizar la cooperación del hombre bestia con el partido. Sería arriesgado acercarnos tanto a las instalaciones custodiadas, pero no podíamos desaprovechar la oportunidad de tomar la delantera.
Nuevamente, maldecía en mis adentros aquella noche y aquella sucia ciudad.
Con la señal del reptil, corrí detrás de la bestia procurando lucir aterrador. Mi presencia apabullante sería capaz incluso de asustar a mis aliados (1). Mientras lo perseguía como cazador a su presa, la idea de asesinar a la tortuga cruzaba por mi mente. Desde mi encuentro con Hodr la oscuridad se asomaba por cualquier rendija que conseguía en mi psique… y no la rechazaba.
Sin embargo, la razón siempre sería más fuerte que cualquier emoción. La fantasía de cortar la piel gruesa de aquella bestia solo quedaría como un deseo reprimido. Tenía que hacer un papel y solo actuar.
La escena fue convincente, pues una tropa de al menos cinco sujetos salió para perseguirme luego de permitirle la entrada al hombre bestia y a la mujer escondida en sus espaldas. Lukas junto a Felurian ya estaban dentro y tenían que continuar por su cuenta.
Todo estaba saliendo según lo planeado. Avancé entre las sombras, los tipos entre gritos sacudían sus antorchas y armas. No tenían orden y al parecer las tácticas de guerra eran escasas, ya que solo corrían y gritaban desorganizados, incluso tropezando entre ellos mismos.
Tras correr por varios minutos, con una ventaja que me permitía incluso mantener una velocidad que no me fatigara, llegamos a lo que sería una calle ciega, un callejón sin salida con poca luz y apartado de los caminos principales de Ciudad Lagarto. Ahí esperé a mis perseguidores.
Cuando llegaron se mofaron por haberme arrinconado, risas de hiena que retumbaban mientras sacaban una cuerda para llevarme con su líder. Sin embargo, no estaba solo, Adewale salió por sus espaldas y logró atacar a un par por sorpresa. Cuando se dieron cuenta del ataque ya era muy tarde, me había acercado con mi navaja y rápidamente habían sido abatidos por nosotros.
La FMS solo sembraba el pánico con sus ideales de igualdad gracias a sus números. No eran guerreros, solo eran idiotas a quienes le habían lavado el cerebro con un sueño de superarse y ser alguien. O mejor dicho, no ser nadie con la esperanza de que eso significaba que nadie lo fuera. Todos iguales, todos ignorantes, todos mediocres.
Limpié mi daga y me acerqué a mis compañeros recobrando la respiración. - Debemos avanzar al cuartel, espero que aquel par ya sepa como hacer que entremos sin hacer mucho revuelo. Una organización como esa solo vive por su cabeza, basta con que acabemos con los lideres para que se desmorone.
Al fin está sucediendo... gra-gracias. - comentó el anciano de barba.
No lo hago por ti. - comenté, haciendo que Adewale suspirara en tono de queja. Su lucha no era la mía, pero las circunstancias nos había convertido en aliados. No confiaba en ninguno, pero sus convicciones para vengar los estragos que había causado la FMS y defender su "ciudad" eran fuertes y garantizaban que lucharían hasta el final. Cuestión de la cual pretendía sacar provecho para salir de aquella pocilga.
______________________Mi intención era alejar a la tortuga para avanzar sin el sentimiento de tener una espada sobre mi cabeza pendiendo de un hilo. Además, cuestionaba las habilidades para infiltrarse y ser discreto de aquel gigante azul. Por ello, era más sensato que él fuera solo con su discurso de mercenario y seguidor de la FMS.
No obstante, Lukas tenía razón, podíamos hacer una escena para garantizar la cooperación del hombre bestia con el partido. Sería arriesgado acercarnos tanto a las instalaciones custodiadas, pero no podíamos desaprovechar la oportunidad de tomar la delantera.
Nuevamente, maldecía en mis adentros aquella noche y aquella sucia ciudad.
Con la señal del reptil, corrí detrás de la bestia procurando lucir aterrador. Mi presencia apabullante sería capaz incluso de asustar a mis aliados (1). Mientras lo perseguía como cazador a su presa, la idea de asesinar a la tortuga cruzaba por mi mente. Desde mi encuentro con Hodr la oscuridad se asomaba por cualquier rendija que conseguía en mi psique… y no la rechazaba.
Sin embargo, la razón siempre sería más fuerte que cualquier emoción. La fantasía de cortar la piel gruesa de aquella bestia solo quedaría como un deseo reprimido. Tenía que hacer un papel y solo actuar.
La escena fue convincente, pues una tropa de al menos cinco sujetos salió para perseguirme luego de permitirle la entrada al hombre bestia y a la mujer escondida en sus espaldas. Lukas junto a Felurian ya estaban dentro y tenían que continuar por su cuenta.
Todo estaba saliendo según lo planeado. Avancé entre las sombras, los tipos entre gritos sacudían sus antorchas y armas. No tenían orden y al parecer las tácticas de guerra eran escasas, ya que solo corrían y gritaban desorganizados, incluso tropezando entre ellos mismos.
Tras correr por varios minutos, con una ventaja que me permitía incluso mantener una velocidad que no me fatigara, llegamos a lo que sería una calle ciega, un callejón sin salida con poca luz y apartado de los caminos principales de Ciudad Lagarto. Ahí esperé a mis perseguidores.
Cuando llegaron se mofaron por haberme arrinconado, risas de hiena que retumbaban mientras sacaban una cuerda para llevarme con su líder. Sin embargo, no estaba solo, Adewale salió por sus espaldas y logró atacar a un par por sorpresa. Cuando se dieron cuenta del ataque ya era muy tarde, me había acercado con mi navaja y rápidamente habían sido abatidos por nosotros.
La FMS solo sembraba el pánico con sus ideales de igualdad gracias a sus números. No eran guerreros, solo eran idiotas a quienes le habían lavado el cerebro con un sueño de superarse y ser alguien. O mejor dicho, no ser nadie con la esperanza de que eso significaba que nadie lo fuera. Todos iguales, todos ignorantes, todos mediocres.
Limpié mi daga y me acerqué a mis compañeros recobrando la respiración. - Debemos avanzar al cuartel, espero que aquel par ya sepa como hacer que entremos sin hacer mucho revuelo. Una organización como esa solo vive por su cabeza, basta con que acabemos con los lideres para que se desmorone.
Al fin está sucediendo... gra-gracias. - comentó el anciano de barba.
No lo hago por ti. - comenté, haciendo que Adewale suspirara en tono de queja. Su lucha no era la mía, pero las circunstancias nos había convertido en aliados. No confiaba en ninguno, pero sus convicciones para vengar los estragos que había causado la FMS y defender su "ciudad" eran fuertes y garantizaban que lucharían hasta el final. Cuestión de la cual pretendía sacar provecho para salir de aquella pocilga.
Off
(1) Presencia Vampírica: [Mágica] Puedo alterar la percepción de los demás sobre mí, haciéndoles verme más aterrador o atractivo, sin que sepan por qué.
Última edición por Zagreus el Jue Sep 26 2024, 16:57, editado 1 vez
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La primera parte del plan había funcionado. Lukas y Felurian estaban dentro de la fortaleza del FMS, uno como agente doble y la otra como espía encargada de encontrar una entrada para los demás.
-Bienvenido Lukas, es bueno ver que estas con nosotros, siempre es bueno tener un aliado como tú – dijo Sheamus abrazando al tortugo quien miro al tuerto Aemond quien sonreía burlonamente al lado de la mujer morena de ojos verdes como esmeraldas quien parecía estar al mando.
-Sí, estoy con ustedes… Al menos con la mayoría, excepto ese tuerto cabron – dijo dando un paso al frente esperando vengarse por lo que había hecho en la plaza de la ciudad cuando lo ataco con la antorcha. –Calma, aquí todos somos iguales, como deberíamos ser. – dijo la mujer interponiéndose entre ambos. –No hay nadie que sea superior a otro, todos somos amigos y estamos en el mismo nivel.
“excepto tu que eres la líder” pensó Lukas asintiendo mientras miraba al otro de mala manera. –Solo mantengan a ese tipo alejado de mí. – dijo antes de suspirar. Los guardias empezaban a dar sus rondas, se acercaban a donde estaba Felurian escondida por lo que el tortugo decidió dar un paso al frente y abrazar a la líder, los guardias alzaron sus armas para protegerla, pero ella levanto su mano en señal de calma.
-Es bueno tenerte Lukas, bienvenido al lado bueno de la historia – dijo riendo. –Tal vez ahora haya gente que no lo acepte, pero somos héroes que liberaremos los pueblos de la opresión de la monarquía y de los regímenes dictatoriales que amenazan la libertad de los individuos.
Felurian desde su ubicación escondida rodo los ojos, conocía a bastantes opresores como para darse cuenta que la mujer era una opresora que solo quería alzarse con el poder. –Ven por aquí Lukas, déjame mostrarte nuestra fortaleza y nuestra arma secreta, vamos a probarla en ciudad Lagarto antes de llevarla a Lunargenta para acabar con esos abusadores del pueblo. – dijo la mujer llevando a Lukas, Sheamus y el tuerto Aemond dentro de la fortaleza, se metieron entre los pasillos y subieron unas escaleras para luego bajarlas por otro sector, claramente lo que escondían estaba muy bien guardado.
-Necesitaremos tu ayuda – dijo Sheamus cuando finalmente llegaron a la habitación que albergaba el arma, abriendo la puerta. –Como ves es enorme asi que la ayuda de un fortachón como tú nos vendría bien. - Lukas abrió los ojos pensando en que debían detener al FMS a como dé lugar.
Mientras que Lukas veía las instalaciones Felurian salió de su escondite, ocultándose en las sombras y corriendo cuando los guardias estaban mirando a otra parte. La chica pelirroja corrió y se escondió antes de subir por las escaleras, necesitaba encontrar una manera de que los demás pudieran entrar en la fortaleza. Luego de varios minutos esquivando y escondiéndose llego hasta la cima, a la torre más alta, al entrar se topó cara a cara con un soldado quien la miro con miedo, se veía que no era más que un jovencito, aun sin llegar a la adultez.
-Lo siento niño – dijo la pelirroja antes de darle una fuerte patada en el vientre, luego tomo la lanza del guardia y lo tiro al piso, usándola para asfixiarlo. El color poco a poco fue desapareciendo del rostro del chico quien perdió el conocimiento, Felurian se levantó y miro desde la cima buscando una apertura, pero no se veía ninguna, estaban ubicados estratégicamente justo al lado de la montaña, al final de la ciudad, sin embargo, abajo se veía una tubería que tiraba agua y desperdicios. –Pues…nadie dijo que sería un trabajo limpio – dijo suspirando y saliendo de la habitación. Al llegar a las escaleras sintió unas voces por lo que corrió a esconderse viendo desde las sombras como el grupo de Lukas venia, cuando estos pasaron descendió por las escaleras en dirección al piso subterráneo.
-La vista desde aquí arriba es hermosa – dijo la mujer abriendo la puerta antes de mirar horrorizada como el joven guardia yacía en el piso. –GUARDIAS – grito mientras Sheamus se arrodillaba y chequeaba el pulso del joven. –Solo esta desmayado.
-Me parece curioso que cuando llego esta tortuga nuestro buen Frederick quedo fuera de combate, ¿acaso ayudaste a alguien a entrar? – pregunto el tuerto haciendo enfadar a Lukas quien le dio un empujón que lo mando al borde de la torre. –Acusarme sin fundamentos es un insulto, desde que llegue he estado con ustedes en todo momento bellaco – dijo antes de darle una bofetada en el rostro.
-BASTA USTEDES DOS – grito la mujer, se veía intimidante enojada. – Debemos buscar a quien sea que haya hecho esto, vamos no puede estar muy lejos. – dijo saliendo del torreón, Lukas temía que estuviera en lo cierto.
Felurian mientras tanto había logrado llegar hasta el piso inferior, paso por las cocinas viendo como tenían comida para un festín, kilos y kilos de comida, platillos deliciosos mientras el pueblo de ciudad Lagarto moría de hambre. – ¿No que eran muy salvadores del pueblo? Patrañas – dijo entrando en la cocina y cogiendo unas patatas asadas las cuales engullo con hambre. Tomo un poco más para el camino y se encontró con una mujer vestida de blanco y con un sombrero de chef, la pelirroja miro a su alrededor viendo un cuchillo el cual clavo rápidamente en la yugular de la mujer, liquidándola. –Lo siento, no puedo permitir que me descubran – dijo antes de sentir campanadas y gritos de alerta, cogió un trozo de carne y una antorcha antes de correr por las escaleras hasta llegar al acueducto y las alcantarillas en las cuales se adentró hasta llegar a la reja del final la cual abrió antes de coger unas hierbas de sus bolsillos y ponerlas en el piso y encenderlas con la antorcha, soltando un potente humo de color morado.
-Adewale notara la señal y vendrá por aquí – susurro devolviéndose, debía asegurarse que no cerraran el paso a las alcantarillas por lo que tendría que hacer un escándalo. Corrió de vuelta a las cocinas y empezó a comer todo lo que podía, si iba a morir al menos se encargaría de tener el estómago lleno.
-Ahí está, atrápenla – exclamo Sheamus corriendo hacia ella, quien empezó a tirarle panes mientras retrocedía, aunque eventualmente fue atrapada. La pelirroja miro a Lukas con una sonrisa, esperando que entendiera que había cumplido con su trabajo.
- ¿Vieron? Seguro esta sabandija se escabullo con la tortuga para envenenarnos – dijo el tuerto, Lukas dio un paso hacia la pelirroja con quien intercambiaron miradas cómplices diciéndose todo sin decir una palabra. –Nunca había visto a esta mujer en mi vida – exclamo Lukas haciendo que la mujer alzara una ceja.
-Pues entonces no te molestara mostrarnos tu compromiso con la causa – dijo soltando una risita. –Querida, prepárate a ser torturada por nuestro buen Lukas.
-Bienvenido Lukas, es bueno ver que estas con nosotros, siempre es bueno tener un aliado como tú – dijo Sheamus abrazando al tortugo quien miro al tuerto Aemond quien sonreía burlonamente al lado de la mujer morena de ojos verdes como esmeraldas quien parecía estar al mando.
-Sí, estoy con ustedes… Al menos con la mayoría, excepto ese tuerto cabron – dijo dando un paso al frente esperando vengarse por lo que había hecho en la plaza de la ciudad cuando lo ataco con la antorcha. –Calma, aquí todos somos iguales, como deberíamos ser. – dijo la mujer interponiéndose entre ambos. –No hay nadie que sea superior a otro, todos somos amigos y estamos en el mismo nivel.
“excepto tu que eres la líder” pensó Lukas asintiendo mientras miraba al otro de mala manera. –Solo mantengan a ese tipo alejado de mí. – dijo antes de suspirar. Los guardias empezaban a dar sus rondas, se acercaban a donde estaba Felurian escondida por lo que el tortugo decidió dar un paso al frente y abrazar a la líder, los guardias alzaron sus armas para protegerla, pero ella levanto su mano en señal de calma.
-Es bueno tenerte Lukas, bienvenido al lado bueno de la historia – dijo riendo. –Tal vez ahora haya gente que no lo acepte, pero somos héroes que liberaremos los pueblos de la opresión de la monarquía y de los regímenes dictatoriales que amenazan la libertad de los individuos.
Felurian desde su ubicación escondida rodo los ojos, conocía a bastantes opresores como para darse cuenta que la mujer era una opresora que solo quería alzarse con el poder. –Ven por aquí Lukas, déjame mostrarte nuestra fortaleza y nuestra arma secreta, vamos a probarla en ciudad Lagarto antes de llevarla a Lunargenta para acabar con esos abusadores del pueblo. – dijo la mujer llevando a Lukas, Sheamus y el tuerto Aemond dentro de la fortaleza, se metieron entre los pasillos y subieron unas escaleras para luego bajarlas por otro sector, claramente lo que escondían estaba muy bien guardado.
-Necesitaremos tu ayuda – dijo Sheamus cuando finalmente llegaron a la habitación que albergaba el arma, abriendo la puerta. –Como ves es enorme asi que la ayuda de un fortachón como tú nos vendría bien. - Lukas abrió los ojos pensando en que debían detener al FMS a como dé lugar.
Mientras que Lukas veía las instalaciones Felurian salió de su escondite, ocultándose en las sombras y corriendo cuando los guardias estaban mirando a otra parte. La chica pelirroja corrió y se escondió antes de subir por las escaleras, necesitaba encontrar una manera de que los demás pudieran entrar en la fortaleza. Luego de varios minutos esquivando y escondiéndose llego hasta la cima, a la torre más alta, al entrar se topó cara a cara con un soldado quien la miro con miedo, se veía que no era más que un jovencito, aun sin llegar a la adultez.
-Lo siento niño – dijo la pelirroja antes de darle una fuerte patada en el vientre, luego tomo la lanza del guardia y lo tiro al piso, usándola para asfixiarlo. El color poco a poco fue desapareciendo del rostro del chico quien perdió el conocimiento, Felurian se levantó y miro desde la cima buscando una apertura, pero no se veía ninguna, estaban ubicados estratégicamente justo al lado de la montaña, al final de la ciudad, sin embargo, abajo se veía una tubería que tiraba agua y desperdicios. –Pues…nadie dijo que sería un trabajo limpio – dijo suspirando y saliendo de la habitación. Al llegar a las escaleras sintió unas voces por lo que corrió a esconderse viendo desde las sombras como el grupo de Lukas venia, cuando estos pasaron descendió por las escaleras en dirección al piso subterráneo.
-La vista desde aquí arriba es hermosa – dijo la mujer abriendo la puerta antes de mirar horrorizada como el joven guardia yacía en el piso. –GUARDIAS – grito mientras Sheamus se arrodillaba y chequeaba el pulso del joven. –Solo esta desmayado.
-Me parece curioso que cuando llego esta tortuga nuestro buen Frederick quedo fuera de combate, ¿acaso ayudaste a alguien a entrar? – pregunto el tuerto haciendo enfadar a Lukas quien le dio un empujón que lo mando al borde de la torre. –Acusarme sin fundamentos es un insulto, desde que llegue he estado con ustedes en todo momento bellaco – dijo antes de darle una bofetada en el rostro.
-BASTA USTEDES DOS – grito la mujer, se veía intimidante enojada. – Debemos buscar a quien sea que haya hecho esto, vamos no puede estar muy lejos. – dijo saliendo del torreón, Lukas temía que estuviera en lo cierto.
Felurian mientras tanto había logrado llegar hasta el piso inferior, paso por las cocinas viendo como tenían comida para un festín, kilos y kilos de comida, platillos deliciosos mientras el pueblo de ciudad Lagarto moría de hambre. – ¿No que eran muy salvadores del pueblo? Patrañas – dijo entrando en la cocina y cogiendo unas patatas asadas las cuales engullo con hambre. Tomo un poco más para el camino y se encontró con una mujer vestida de blanco y con un sombrero de chef, la pelirroja miro a su alrededor viendo un cuchillo el cual clavo rápidamente en la yugular de la mujer, liquidándola. –Lo siento, no puedo permitir que me descubran – dijo antes de sentir campanadas y gritos de alerta, cogió un trozo de carne y una antorcha antes de correr por las escaleras hasta llegar al acueducto y las alcantarillas en las cuales se adentró hasta llegar a la reja del final la cual abrió antes de coger unas hierbas de sus bolsillos y ponerlas en el piso y encenderlas con la antorcha, soltando un potente humo de color morado.
-Adewale notara la señal y vendrá por aquí – susurro devolviéndose, debía asegurarse que no cerraran el paso a las alcantarillas por lo que tendría que hacer un escándalo. Corrió de vuelta a las cocinas y empezó a comer todo lo que podía, si iba a morir al menos se encargaría de tener el estómago lleno.
-Ahí está, atrápenla – exclamo Sheamus corriendo hacia ella, quien empezó a tirarle panes mientras retrocedía, aunque eventualmente fue atrapada. La pelirroja miro a Lukas con una sonrisa, esperando que entendiera que había cumplido con su trabajo.
- ¿Vieron? Seguro esta sabandija se escabullo con la tortuga para envenenarnos – dijo el tuerto, Lukas dio un paso hacia la pelirroja con quien intercambiaron miradas cómplices diciéndose todo sin decir una palabra. –Nunca había visto a esta mujer en mi vida – exclamo Lukas haciendo que la mujer alzara una ceja.
-Pues entonces no te molestara mostrarnos tu compromiso con la causa – dijo soltando una risita. –Querida, prepárate a ser torturada por nuestro buen Lukas.
Lukas
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Re: Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
Al parecer el molestarse en limpiar la escena de un asesinato no solía ser una preocupación para los residentes de Ciudad Lagarto. El viejo enano insistía que ya la ciudad tenía problemas para lidiar con la cantidad de cadáveres que solían aparecer en las callejuelas y ya los “carroñeros” se encargarían de no dejar rastro alguno al salir el sol.
El decaimiento de aquella sociedad era alarmante, no concebía el hecho de que el rey permitiera tener aquel estado podrido tan cerca de la capital. Una nación escoria que encarnaba la peste en sus calles y costumbres. No quería profundizar en su cultura y menos en Adewale y Vajamond que ya se habían presentado y parecían conocer muy bien aquella pocilga.
Retomamos el trayecto sobre nuestros pasos para volver a lo que sería el cuartel del FMS, esperábamos cualquier señal que nos permitiera entrar. Tras una larga caminata entre las sombras, nos quedamos a la distancia, impacientes, observando atentos por cualquier pista que indicase que tanto la tortuga como la chica llamada Felurian habían cumplido con su parte y continuaban con vida.
Adewale parecía incómodo ante la espera, caminaba de lado a lado mientras que por su parte el anciano parecía más interesado en quejarse sobre la FMS y los traidores que seguían ciegamente su propaganda absurda. Yo por mi parte observaba en silencio, pensando con tranquilidad para no dejar que las emociones y oscuridad me tomarán por completo. Desde que acepté servir al dios ciego se tornaba muy fácil sentir odio, cuestión que me obligaba a contenerme para no dejarme llevar por los impulsos viscerales.
Humo morado. - señalé a mis compañeros tras ver como una señal violeta se elevaba al costado de una de las torres. Al parecer el plan continuaba en pie y ahora atacaríamos desde adentro a los insensatos que se habían atrevido a ofenderme. Tras un intercambio de miradas con el resto, avanzamos raudos a la marca.
Al llegar al origen del humo, Adewale se propuso apagarlo con tierra para confirmar que más nadie viera aquella llamativa señal. La humareda nos había dirigido a lo que parecía ser la salida de los ductos de desagüe. Las cañerías olían de forma llamativa y tenían una pequeña corriente de agua oscura que desembocaba a un pequeño canal de tierra a las afueras de la torre.
Las rejas estaban ya abiertas, seguro por los infiltrados que habían dado la señal, sin embargo, no había rastro de nadie a nuestra espera. No dijeron comentario alguno, pero podía reconocer en el rostro la preocupación de mis compañeros al no encontrar a nuestros aliados.
Continuamos por las alcantarillas aguantando la respiración, yo a la cabeza con mi visión nocturna. El pequeño laberinto de tuberías parecía conectar con varias salas de aquel cuartel. No sabíamos por donde salir, ya que no teníamos certeza de la distribución de aquel edificio, no obstante, siguiendo lo que parecía ser la intuición del encapuchado, seguimos un camino que nos condujo a las cocinas.
No había nadie, pero algunas ollas seguían encendidas, liberando un humo oscuro, desbordadas por no ser apagadas a tiempo. Sin duda algo había pasado, ya que nadie vigilaba aquellas preparaciones estropeadas.
Aprovechamos la oportunidad para continuar e intentar orientarnos dentro del cuartel. Teníamos que ubicar a Lukas y Felurian, pero mi verdadera intención era ver aquella dichosa arma y terminar con los idiotas que osaron golpearme e insultarme. No hablábamos, cautelosos íbamos con señas abrazando las paredes, todos sabíamos cual era la misión. Aunque evidentemente el viejo enano no estaba diseñado para ese tipo de trabajos solía quedarse atrás tembloroso, solo impulsado por una falsa sensación de deber o justicia.
El decaimiento de aquella sociedad era alarmante, no concebía el hecho de que el rey permitiera tener aquel estado podrido tan cerca de la capital. Una nación escoria que encarnaba la peste en sus calles y costumbres. No quería profundizar en su cultura y menos en Adewale y Vajamond que ya se habían presentado y parecían conocer muy bien aquella pocilga.
Retomamos el trayecto sobre nuestros pasos para volver a lo que sería el cuartel del FMS, esperábamos cualquier señal que nos permitiera entrar. Tras una larga caminata entre las sombras, nos quedamos a la distancia, impacientes, observando atentos por cualquier pista que indicase que tanto la tortuga como la chica llamada Felurian habían cumplido con su parte y continuaban con vida.
Adewale parecía incómodo ante la espera, caminaba de lado a lado mientras que por su parte el anciano parecía más interesado en quejarse sobre la FMS y los traidores que seguían ciegamente su propaganda absurda. Yo por mi parte observaba en silencio, pensando con tranquilidad para no dejar que las emociones y oscuridad me tomarán por completo. Desde que acepté servir al dios ciego se tornaba muy fácil sentir odio, cuestión que me obligaba a contenerme para no dejarme llevar por los impulsos viscerales.
Humo morado. - señalé a mis compañeros tras ver como una señal violeta se elevaba al costado de una de las torres. Al parecer el plan continuaba en pie y ahora atacaríamos desde adentro a los insensatos que se habían atrevido a ofenderme. Tras un intercambio de miradas con el resto, avanzamos raudos a la marca.
Al llegar al origen del humo, Adewale se propuso apagarlo con tierra para confirmar que más nadie viera aquella llamativa señal. La humareda nos había dirigido a lo que parecía ser la salida de los ductos de desagüe. Las cañerías olían de forma llamativa y tenían una pequeña corriente de agua oscura que desembocaba a un pequeño canal de tierra a las afueras de la torre.
Las rejas estaban ya abiertas, seguro por los infiltrados que habían dado la señal, sin embargo, no había rastro de nadie a nuestra espera. No dijeron comentario alguno, pero podía reconocer en el rostro la preocupación de mis compañeros al no encontrar a nuestros aliados.
Continuamos por las alcantarillas aguantando la respiración, yo a la cabeza con mi visión nocturna. El pequeño laberinto de tuberías parecía conectar con varias salas de aquel cuartel. No sabíamos por donde salir, ya que no teníamos certeza de la distribución de aquel edificio, no obstante, siguiendo lo que parecía ser la intuición del encapuchado, seguimos un camino que nos condujo a las cocinas.
No había nadie, pero algunas ollas seguían encendidas, liberando un humo oscuro, desbordadas por no ser apagadas a tiempo. Sin duda algo había pasado, ya que nadie vigilaba aquellas preparaciones estropeadas.
Aprovechamos la oportunidad para continuar e intentar orientarnos dentro del cuartel. Teníamos que ubicar a Lukas y Felurian, pero mi verdadera intención era ver aquella dichosa arma y terminar con los idiotas que osaron golpearme e insultarme. No hablábamos, cautelosos íbamos con señas abrazando las paredes, todos sabíamos cual era la misión. Aunque evidentemente el viejo enano no estaba diseñado para ese tipo de trabajos solía quedarse atrás tembloroso, solo impulsado por una falsa sensación de deber o justicia.
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Re: Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
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La habitación estaba sumida en la penumbra, iluminada solo por un par de luces de las velas y de la chimenea, Felurian estaba atada a una silla, podía sentir la presión del sudor en su frente. Había sido capturada y el precio a pagar seria alto, pero si Adewale y los demás podían entrar por la apertura que había hecho entonces valdría la pena.
Los ojos de la pelirroja, llenos de determinación, se encontraban con los de Lukas, que se mantenía a unos pasos, la expresión en su rostro un mar de conflictos. La orden del FMS era clara: obtener información de quien era esa chica a cualquier costo. Ella sonrió con ironía, consciente de la línea delgada en que se tambaleaban, la tortuga era demasiado buena para hacerle daño, pero si no lo hacía entonces ambos estarían perdidos.
—¿Empezamos? Quiero ver como la haces hablar acerca de cómo entro en nuestra fortaleza. – dijo la mujer, líder del FMS. Lukas respiró hondo, las palabras de la mujer resonaban con eco en la habitación. La misión, el arma, todo dependía de su que Lukas hiciera lo que era necesario, pero al mirarla sintió una puntada de culpa en el fondo de sus entrañas.
-Sabes lo que necesitamos saber de ti, no hagas esto más difícil – dijo Lukas mirándola fijamente. –Dinos como llegaste a nuestra fortaleza y que es lo que pretendes hacer aquí – dijo con firmeza, ella mantuvo la mirada desafiante en Lukas. —No podrás quebrarme. – dijo con una sonrisa, Lukas le dio una bofetada que le hizo sangrar el labio mientras los del FMS aplaudían y miraban fijamente, Lukas sentía una tensión palpable en el corazón.
-No digas que no lo intente por las buenas – dijo tratando de hacer tiempo, la mujer golpeteaba con su zapato en el piso, marcando un ritmo vertiginoso de presión en la tortuga. –Despéjenle la espalda – ordeno Lukas, los guardias rasgaron la ropa de Felurian en su espalda, dejando la piel al descubierto mientras la tortuga se acercaba al fuego de la chimenea y ponía el filo de una lanza en este. –Te repito. ¿Cómo entraste en nuestra fortaleza? – dijo tomando la lanza, el filo estaba al rojo vivo. Felurian sonrió, como dandole permiso a Lukas, antes de escupir en el piso. –Muy bien, veamos si asi quieres hablar – dijo poniendo el filo rojo y candente en la espalda de la pelirroja quien grito mientras una gran quemadura le marcaba su impoluta piel.
Mientras tanto Adewale, alertado por el grito, corrió apurando a Zagreus y el resto del grupo, corriendo escaleras arriba hasta llegar al cuarto de la tortura. - ¿Qué significa esto? – exclamo Sheamus, al ver la llegada del grupo Lukas lanzo la lanza hacia el tuerto Aemond, empalándolo en la pared, Sheamus estaba pálido al ver como el tuerto moría a su lado.
-Supe que eras un traidor desde que dijiste no conocerla, siendo que ambos viajaron juntos en el mismo carromato – exclamo la líder del FMS lanzando de sus manos un relámpago azul que mando escaleras abajo a Adewale. –Yo, la bruja Fidelia Marxwell Stalingrado voy a hacer que todos ustedes paguen.
Los ojos de la pelirroja, llenos de determinación, se encontraban con los de Lukas, que se mantenía a unos pasos, la expresión en su rostro un mar de conflictos. La orden del FMS era clara: obtener información de quien era esa chica a cualquier costo. Ella sonrió con ironía, consciente de la línea delgada en que se tambaleaban, la tortuga era demasiado buena para hacerle daño, pero si no lo hacía entonces ambos estarían perdidos.
—¿Empezamos? Quiero ver como la haces hablar acerca de cómo entro en nuestra fortaleza. – dijo la mujer, líder del FMS. Lukas respiró hondo, las palabras de la mujer resonaban con eco en la habitación. La misión, el arma, todo dependía de su que Lukas hiciera lo que era necesario, pero al mirarla sintió una puntada de culpa en el fondo de sus entrañas.
-Sabes lo que necesitamos saber de ti, no hagas esto más difícil – dijo Lukas mirándola fijamente. –Dinos como llegaste a nuestra fortaleza y que es lo que pretendes hacer aquí – dijo con firmeza, ella mantuvo la mirada desafiante en Lukas. —No podrás quebrarme. – dijo con una sonrisa, Lukas le dio una bofetada que le hizo sangrar el labio mientras los del FMS aplaudían y miraban fijamente, Lukas sentía una tensión palpable en el corazón.
-No digas que no lo intente por las buenas – dijo tratando de hacer tiempo, la mujer golpeteaba con su zapato en el piso, marcando un ritmo vertiginoso de presión en la tortuga. –Despéjenle la espalda – ordeno Lukas, los guardias rasgaron la ropa de Felurian en su espalda, dejando la piel al descubierto mientras la tortuga se acercaba al fuego de la chimenea y ponía el filo de una lanza en este. –Te repito. ¿Cómo entraste en nuestra fortaleza? – dijo tomando la lanza, el filo estaba al rojo vivo. Felurian sonrió, como dandole permiso a Lukas, antes de escupir en el piso. –Muy bien, veamos si asi quieres hablar – dijo poniendo el filo rojo y candente en la espalda de la pelirroja quien grito mientras una gran quemadura le marcaba su impoluta piel.
Mientras tanto Adewale, alertado por el grito, corrió apurando a Zagreus y el resto del grupo, corriendo escaleras arriba hasta llegar al cuarto de la tortura. - ¿Qué significa esto? – exclamo Sheamus, al ver la llegada del grupo Lukas lanzo la lanza hacia el tuerto Aemond, empalándolo en la pared, Sheamus estaba pálido al ver como el tuerto moría a su lado.
-Supe que eras un traidor desde que dijiste no conocerla, siendo que ambos viajaron juntos en el mismo carromato – exclamo la líder del FMS lanzando de sus manos un relámpago azul que mando escaleras abajo a Adewale. –Yo, la bruja Fidelia Marxwell Stalingrado voy a hacer que todos ustedes paguen.
Lukas
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Re: Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
Con cautela nos movimos por los pasillos de aquel edificio. Contrario a lo que podríamos esperar, todo parecía desalojado. Lo que suponía la fortaleza de la unidad y el pueblo, parecía un cuartel desolado sin alma alguna. No obstante, las habitaciones daban cuenta de que no es que estuviera abandonado, sino que todos sus huéspedes estaban en otro lugar.
Comenzamos la búsqueda de la tortuga y la chica, así como de los líderes del movimiento unitario. Sin embargo, cada puerta que habríamos implicaba desenfundar nuestras armas esperando encontrarnos a algún desquiciado al otro lado. La ansiedad era una compañía fija mientras exploramos.
Los minutos pasaban y nadie se dignaba a hacernos compañía. Hasta que unos gritos provenientes de los niveles superiores del cuartel nos marcaron la pauta a seguir. Empezamos a correr en dirección al estruendo lo más rápido que podíamos, sin duda era la mujer que ahora enfrentaba un horrible dolor. Adewale rugía impaciente.
Llegamos y el encapuchado tumbó la puerta de una patada. Dentro, un grupo de la FMS, incluido sus líderes, torturaban a la mujer con ayuda de la tortuga marina. Por un instante, el comprobar que aquel ser era un traidor atravesó mi mente de forma amarga, recalcando el hecho de no confiar en nadie. Sin embargo, con un movimiento veloz, Lukas el olvidado arrojó una lanza certera reafirmando su compromiso con la causa.
Adewale se adelantó para auxiliar a la mujer torturada que seguía amarrada a la silla, sin embargo, sus intentos de socorrer a su amiga fueron en vano cuando FMS con un rayo fulgurante mandó a volar al encapuchado. La bruja habló desde la rabia y ordenó acabar con nosotros.
Sheamus inició su carga para enfrentar a Lukas junto a uno de los matones de la FMS, mientras el enano desesperado intentaba ayudar a Adewale que había sido abatido y se retorcía en el suelo entre espasmos. Quedaba de mi parte acercarme a la bruja que era acompañada por dos miembros del partido.
No tenía mucho que hacer ante la magia de rayos de la mujer, pero si era capaz de interponer a aquellos sujetos en el camino, seguramente lo pensaría dos veces antes de atacarme.
Corrí con mi navaja en mano y listo para hacer gala de los recursos de sangre, los sujetos no suponían un reto genuino, pero contrario a lo que había especulado, la mujer conjuró un nuevo ataque eléctrico apuntando directamente a la espalda de uno de los seguidores. Como conductor de carne el rayo se canalizó por su compañero y finalmente impactó sobre mí.
El primer sujeto había quedado chamuscado por la electricidad y se había desplomado sobre el suelo emitiendo un leve humo desde su espalda. Por su parte, el segundo sujeto y yo no habíamos recibido una carga fatal, pero el dolor nos había obligado a caer de rodillas. Aquella mujer era despiadada y no dudaría en usar a cualquiera para lograr sus objetivos.
¿Acaso creen que pueden cambiar la idea del pueblo? Todos lucharán por mí, todos lucharán por FMS y por el cambio que merecemos. - pronunció la mujer en su consigna disparatada mientras sus hombres cuestionaban sus métodos inhumanos.
Había soltado mi daga al suelo por el impacto y moverme a recogerla parecía un suplicio. Respiraba con dificultad mirando al suelo mientras algunos mechones de mi cabellera caían sobre mi rostro. Escondí mis manos dentro de mis ropajes, dando la impresión de que tocaba mi pecho como si mi corazón pidiera ser auxiliado, tenía una idea...
Maldita sea… - exclamé mientras un hilo de saliva caía de mi boca, el impacto de aquel trueno había sido capaz de aniquilar a un hombre y los daños sobre mí eran significativos. La bruja era en extremo poderosa. Además, solo quedaba la tortuga luchando contra aquel sujeto musculoso. No parecía que tuviéramos muchas probabilidades de acabar bien.
Que se siente que su muerte sea parte de las bases que sostengan un nuevo mundo, un mundo donde todos seremos iguales bajo mi mandato. No habrá ricos, no habrá reyes, no habrá jefes...
Comenzamos la búsqueda de la tortuga y la chica, así como de los líderes del movimiento unitario. Sin embargo, cada puerta que habríamos implicaba desenfundar nuestras armas esperando encontrarnos a algún desquiciado al otro lado. La ansiedad era una compañía fija mientras exploramos.
Los minutos pasaban y nadie se dignaba a hacernos compañía. Hasta que unos gritos provenientes de los niveles superiores del cuartel nos marcaron la pauta a seguir. Empezamos a correr en dirección al estruendo lo más rápido que podíamos, sin duda era la mujer que ahora enfrentaba un horrible dolor. Adewale rugía impaciente.
Llegamos y el encapuchado tumbó la puerta de una patada. Dentro, un grupo de la FMS, incluido sus líderes, torturaban a la mujer con ayuda de la tortuga marina. Por un instante, el comprobar que aquel ser era un traidor atravesó mi mente de forma amarga, recalcando el hecho de no confiar en nadie. Sin embargo, con un movimiento veloz, Lukas el olvidado arrojó una lanza certera reafirmando su compromiso con la causa.
Adewale se adelantó para auxiliar a la mujer torturada que seguía amarrada a la silla, sin embargo, sus intentos de socorrer a su amiga fueron en vano cuando FMS con un rayo fulgurante mandó a volar al encapuchado. La bruja habló desde la rabia y ordenó acabar con nosotros.
Sheamus inició su carga para enfrentar a Lukas junto a uno de los matones de la FMS, mientras el enano desesperado intentaba ayudar a Adewale que había sido abatido y se retorcía en el suelo entre espasmos. Quedaba de mi parte acercarme a la bruja que era acompañada por dos miembros del partido.
No tenía mucho que hacer ante la magia de rayos de la mujer, pero si era capaz de interponer a aquellos sujetos en el camino, seguramente lo pensaría dos veces antes de atacarme.
Corrí con mi navaja en mano y listo para hacer gala de los recursos de sangre, los sujetos no suponían un reto genuino, pero contrario a lo que había especulado, la mujer conjuró un nuevo ataque eléctrico apuntando directamente a la espalda de uno de los seguidores. Como conductor de carne el rayo se canalizó por su compañero y finalmente impactó sobre mí.
El primer sujeto había quedado chamuscado por la electricidad y se había desplomado sobre el suelo emitiendo un leve humo desde su espalda. Por su parte, el segundo sujeto y yo no habíamos recibido una carga fatal, pero el dolor nos había obligado a caer de rodillas. Aquella mujer era despiadada y no dudaría en usar a cualquiera para lograr sus objetivos.
¿Acaso creen que pueden cambiar la idea del pueblo? Todos lucharán por mí, todos lucharán por FMS y por el cambio que merecemos. - pronunció la mujer en su consigna disparatada mientras sus hombres cuestionaban sus métodos inhumanos.
Había soltado mi daga al suelo por el impacto y moverme a recogerla parecía un suplicio. Respiraba con dificultad mirando al suelo mientras algunos mechones de mi cabellera caían sobre mi rostro. Escondí mis manos dentro de mis ropajes, dando la impresión de que tocaba mi pecho como si mi corazón pidiera ser auxiliado, tenía una idea...
Maldita sea… - exclamé mientras un hilo de saliva caía de mi boca, el impacto de aquel trueno había sido capaz de aniquilar a un hombre y los daños sobre mí eran significativos. La bruja era en extremo poderosa. Además, solo quedaba la tortuga luchando contra aquel sujeto musculoso. No parecía que tuviéramos muchas probabilidades de acabar bien.
Que se siente que su muerte sea parte de las bases que sostengan un nuevo mundo, un mundo donde todos seremos iguales bajo mi mandato. No habrá ricos, no habrá reyes, no habrá jefes...
Zagreus
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