La cacería [Libre] [Noche] [Cerrado]
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La cacería [Libre] [Noche] [Cerrado]
Era de noche.
Llevaba una semana alimentándome de peces del lago, y algún que otro alimento que compré a los mercaderes ambulantes... pero tenía hambre. No estaba acostumbrado a alimentarme tan poco.
Había salido a cazar. Necesitaba carne.
Caminaba en silencio, descalzo.
La tierra y las hojas no sonaban si las acariciaba entre mis dedos al caminar descalzo.
El bosque, su espesura, las hojas, su olor. Olía a casa.
La humedad de la madera y el liquen de las piedras me recordaban al olor de mi antigua cueva.
Debía seguir un rastro. Me agaché para oler la tierra.
El pelo de algún animal se había enganchado en una rama.
Me concentré en seguir el rastro.
Debía aprender a cazar en mi forma humana, pero era difícil rastrear una presa con aquél olfato tan ridículo.
Me concentré más.
El sonido de un búho en una rama. El sonido del viento meciendo las ramas.
El olor del humus, de los insectos del barro, y el olor de mi presa, que intenté aislar.
Era un mamífero, eso estaba claro.
Seguí su rastro, despacio, en silencio.
La luz de la luna apenas brillaba entre las ramas, aquella noche.
Llevaba una semana alimentándome de peces del lago, y algún que otro alimento que compré a los mercaderes ambulantes... pero tenía hambre. No estaba acostumbrado a alimentarme tan poco.
Había salido a cazar. Necesitaba carne.
Caminaba en silencio, descalzo.
La tierra y las hojas no sonaban si las acariciaba entre mis dedos al caminar descalzo.
El bosque, su espesura, las hojas, su olor. Olía a casa.
La humedad de la madera y el liquen de las piedras me recordaban al olor de mi antigua cueva.
Debía seguir un rastro. Me agaché para oler la tierra.
El pelo de algún animal se había enganchado en una rama.
Me concentré en seguir el rastro.
Debía aprender a cazar en mi forma humana, pero era difícil rastrear una presa con aquél olfato tan ridículo.
Me concentré más.
El sonido de un búho en una rama. El sonido del viento meciendo las ramas.
El olor del humus, de los insectos del barro, y el olor de mi presa, que intenté aislar.
Era un mamífero, eso estaba claro.
Seguí su rastro, despacio, en silencio.
La luz de la luna apenas brillaba entre las ramas, aquella noche.
Última edición por Havok el Lun Jul 29 2019, 18:44, editado 1 vez
Havok
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Re: La cacería [Libre] [Noche] [Cerrado]
El revoloteo de mariposas se podía escuchar en el solitario campo de flores, olía dulce y seco, justo como el olor de la miel. El campo estaba llenos de flores de todas las clases y colores; Margaritas, claveles, lilias, amapolas, lunarias ¡De toda clase! ¡Había incluso algunas rosas! Y era de esperar que las mariposas, amantes de las flores, se arremolinan alrededor de ellas y revolotearan cerca suya. Ruru no era una excepción incluso como mujer bestia no podía evitar querer estar rodeada de toda aquella colorida flora como buena mujer mariposa que era.
“click click click”
Desde lo que parecía ser la boca de Ruru, chascarridos y sonidos propios de insectos salían animadamente y a su vez,como si le respondieran, las mariposas, abejas y otros insectos se acercaban a Ruru y la rodeaban, lo cierto era que si estaba hablando con ellos; En el lenguaje de los insectos, el único que Ruru podía hablar debido a la estructura de sus cuerdas vocales y su morfología.
Las hermosas alas de Ruru, que medían aproximadamente 2 metros de alto y 1 de ancho. Eran de bonitos colores azulados y lilosos que llenaban de hermosos y elegantes patrones cada rincón de las 4 alas, como si tuvieran brillo propio, reflejaban la luz y se volvían un poco translúcidas para provocar el efecto de una vidriera azul lilosa, era sencillamente una imagen sacada de un cuento de hadas. Ruru por lo general no extendía de esa forma sus alas, prefería mantenerlas replegadas y aseguras para evitar dañarlas, pero era igualmente dañino para ella no extenderlas y moverlas como una mariposa normal haría. Ahora, en la soledad del bosque, en donde solo los insectos y ella estaban, tenía la seguridad de extenderlas sin miedo. En respuesta, varios insectos alados se posaron en sus alas.
“Click click click”
El sonido de la voz chirriante de Ruru siguió resonando mientras los insectos la escuchaban atentamente. La mujer bestia les estaba contando su historia y su misión; Como su pueblo fue consumido por una mortal enfermedad, como ella y unos pocos jóvenes y niños inmunes pudieron sobrevivir, como fueron separados por culpa del ataque de unos bandidos y como viajaba buscándoles para traerlos de vuelta a casa. En cuanto acabó, el chirrido de innumerables insectos, como si fueran llantos, resonaron. Ruru parecía un poco desconcertada, pero a su vez, feliz de cómo los insectos la intentaban ayudar y consolar lo mejor que podían.
“...”
Durante un rato, los insectos estuvieron chasqueando y chirriando, mientras que Ruru escuchaba uno a uno atentamente. Gracias a los insectos supo de rumores, historias y noticias que las pequeñas criaturas escuchaban de viajeros, mercaderes y aventureros, pero ni uno solo mencionaba a niños u adolescentes insecto. Suspirando rendida, Ruru entendió que ese tampoco descubriría nada bueno, aún así, premió y halago a las pequeñas figuras por su esfuerzo.
“¡....!”
Habiendo escuchado el sonido de pisadas, Ruru se alarmó y miró hacía la dirección en que lo escuchó ¿Un alquimista? ¿O tal vez un viajero perdido? Las pisadas eran rápidas y fuertes, no parecía que estuviera en el bosque recolectando o estuviera perdido ¿Bandidos? ¿Un cazador? Sea lo que sea, por precaución, Ruru replegó sus alas, se puso la capucha que solo permitía ver sus largas y mullidas antenas azuladas y luego, con un gesto de mano, dispersó a todos los insectos, que como si de un hechizo se tratara, regresaron a lo que estaban haciendo o se marcharon directamente. Sin hacer ruido, la joven mariposa comenzó a caminar hacia el origen del ruido.
Ruru Lepidoptera
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Re: La cacería [Libre] [Noche] [Cerrado]
Me agaché, para olfatear mejor. Me dirigía a un claro.
Oí el aleteo de insectos.
"Cuidado" pensé.
Un ser extraño, con una armadura centelleante y antenas se hallaba frente a mí.
"Podría ser un enemigo"
Pensé que podría ser una amenaza.
"Mejor no ser humano si tengo que defenderme de ésta criatura"
Me puse a cuatro patas, y mi cuerpo empezó a crujir.
Notaba la luz de la luna con más intensidad en aquél claro.
El pelo, saliendo de mis poros a borbotones.
La cola, creciendo de mi columna, dolorosamente.
Las garras, alargándose y rompiendo la piel de mis dedos.
Los colmillos, creciendo, mientras mi mandíbula se alargaba.
Me levanté, lentamente. Mi forma de lobo bípedo solía asustar a cualquier humano, pero aquella criatura...
"¿Qué es eso?" me preguntaba, mientras olfateaba desde la distancia a aquél ser.
Parecía una mariposa.
Me acerqué lentamente, para observarla de cerca.
Nunca había visto nada semejante.
__________
HABILIDADES
Lobo bípedo:
El licántropo logra un dominio fino de su forma de lobo, de tal modo que aprende a transformarse de manera parcial, obteniendo la forma de una criatura humanoide con rasgos animales. Puede privilegiar pelear con armas o en un estilo salvaje mediante garras y mordiscos.
Oí el aleteo de insectos.
"Cuidado" pensé.
Un ser extraño, con una armadura centelleante y antenas se hallaba frente a mí.
"Podría ser un enemigo"
Pensé que podría ser una amenaza.
"Mejor no ser humano si tengo que defenderme de ésta criatura"
Me puse a cuatro patas, y mi cuerpo empezó a crujir.
Notaba la luz de la luna con más intensidad en aquél claro.
El pelo, saliendo de mis poros a borbotones.
La cola, creciendo de mi columna, dolorosamente.
Las garras, alargándose y rompiendo la piel de mis dedos.
Los colmillos, creciendo, mientras mi mandíbula se alargaba.
Me levanté, lentamente. Mi forma de lobo bípedo solía asustar a cualquier humano, pero aquella criatura...
"¿Qué es eso?" me preguntaba, mientras olfateaba desde la distancia a aquél ser.
Parecía una mariposa.
Me acerqué lentamente, para observarla de cerca.
Nunca había visto nada semejante.
__________
HABILIDADES
Lobo bípedo:
El licántropo logra un dominio fino de su forma de lobo, de tal modo que aprende a transformarse de manera parcial, obteniendo la forma de una criatura humanoide con rasgos animales. Puede privilegiar pelear con armas o en un estilo salvaje mediante garras y mordiscos.
Havok
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Re: La cacería [Libre] [Noche] [Cerrado]
La vista de Ruru era una bastante pobre, de hecho, debido a su morfología de insecto apenas podía ver un poco más que un insecto promedio y su capacidad de distinguir colores era bastante decadente, sin embargo, se compensaba con un oído y percepción del movimiento sobresalientes, volviéndola extremadamente sensible a movimientos y ruidos. Sabía que había alguien en su zona, no muy lejos de ella, pero no podía verlo. La personalidad de Ruru era la de una mujer muy educada y respetuosa así que antes que nada, valiéndose de la vaina de su espada, escribió en la tierra:
“Perdón si interrumpo su velada. Mi nombre es Ruru Lepidoptera, pero si lo prefiere puede referirse a mí como Lazuli.”
Era consciente de que no todos ne aerandir sabían escribir o leer, de echo eran menos que más, pero era la única forma que la joven mariposa tenía para comunicarse si no era por señas, su garganta no podía emitir fonemas mínimamente “reconocibles” para personas incluso si la mujer-bestia lo deseaba.
“...”
Procurando no emitir ruidos, la mariposa pacientemente esperó que la persona, cuya mirada podía sentir sobre ella, se aproximara lo suficiente para poder verla. Por lo general a la gente le desagradaba su apariencia desde que apenas se podía diferenciar del de un insecto promedio, de echo por eso utilizaba una capa que cubría un mínimo su rostro, por eso se preparó para la reacción del desconocido ¡Incluso si no le gustaba se juzgada lo cierto era que era una reacción natural!
Suspirando, la mariposa volvió a situar su envainada espada a su cintura, en donde un cinturón de cuero que mantenía fija una bolsa de viaje y algunos bolsillos para cosas pequeñas. Para demostrar que no tenía intenciones de pelear, la mariposa alejó sus manos de la espada y tomó una postura más tranquila, sus antenas, que sobre salían desde su capucha, se movieron a la expectativa de cualquier ruido o movimiento.
Finalmente pudo ver a la persona que estaba esperando.....Un licantropo o un hombre-bestia ¿Que porque lo sabía? Bueno, todo su aspecto lo gritaba. Era un lobo que caminaba sobre dos patas, literalmente. Ruru no se sorprendió o reaccionó, como un ser alejado de un aspecto "normal" no sintió nada de miedo, en su lugar sintió una sensación de cercanía y comprensión dado que seguramente esa persona tuvo que tener sus.....momento, debido a su aspecto aunque al menos, ese hombre era un lobo, un animal normal y aceptado debido a que eran frecuentes entre los hombre-bestia. Ruru, al ser una mujer perteneciente a un estirpe extraña y poco frecuente era por otra parte.....
Negando con la cabeza, pues era un tema del que no le agradaba pensar, la mujer-mariposa ofreció un elegante y suave asentimiento al lobo a modo de saludo, luego dio con sus pies golpecitos para enseñarle las letras en el suelo. En secreto rezó para que el hombre-lobo supiera leer.
“Perdón si interrumpo su velada. Mi nombre es Ruru Lepidoptera, pero si lo prefiere puede referirse a mí como Lazuli.”
Era consciente de que no todos ne aerandir sabían escribir o leer, de echo eran menos que más, pero era la única forma que la joven mariposa tenía para comunicarse si no era por señas, su garganta no podía emitir fonemas mínimamente “reconocibles” para personas incluso si la mujer-bestia lo deseaba.
“...”
Procurando no emitir ruidos, la mariposa pacientemente esperó que la persona, cuya mirada podía sentir sobre ella, se aproximara lo suficiente para poder verla. Por lo general a la gente le desagradaba su apariencia desde que apenas se podía diferenciar del de un insecto promedio, de echo por eso utilizaba una capa que cubría un mínimo su rostro, por eso se preparó para la reacción del desconocido ¡Incluso si no le gustaba se juzgada lo cierto era que era una reacción natural!
Suspirando, la mariposa volvió a situar su envainada espada a su cintura, en donde un cinturón de cuero que mantenía fija una bolsa de viaje y algunos bolsillos para cosas pequeñas. Para demostrar que no tenía intenciones de pelear, la mariposa alejó sus manos de la espada y tomó una postura más tranquila, sus antenas, que sobre salían desde su capucha, se movieron a la expectativa de cualquier ruido o movimiento.
Finalmente pudo ver a la persona que estaba esperando.....Un licantropo o un hombre-bestia ¿Que porque lo sabía? Bueno, todo su aspecto lo gritaba. Era un lobo que caminaba sobre dos patas, literalmente. Ruru no se sorprendió o reaccionó, como un ser alejado de un aspecto "normal" no sintió nada de miedo, en su lugar sintió una sensación de cercanía y comprensión dado que seguramente esa persona tuvo que tener sus.....momento, debido a su aspecto aunque al menos, ese hombre era un lobo, un animal normal y aceptado debido a que eran frecuentes entre los hombre-bestia. Ruru, al ser una mujer perteneciente a un estirpe extraña y poco frecuente era por otra parte.....
Negando con la cabeza, pues era un tema del que no le agradaba pensar, la mujer-mariposa ofreció un elegante y suave asentimiento al lobo a modo de saludo, luego dio con sus pies golpecitos para enseñarle las letras en el suelo. En secreto rezó para que el hombre-lobo supiera leer.
Ruru Lepidoptera
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Re: La cacería [Libre] [Noche] [Cerrado]
Aquella criatura no dijo nada ni se movió.
Tan solo sacó algo de su cinturón con el que dibujó algo en el suelo, y luego lo guardó.
Supuse entonces que no habría tal amenaza.
Me acerqué en silencio, con las orejas hacia atrás.
Tenía curiosidad por saber qué habría dibujado la criatura.
Miré el suelo, en silencio, inclinando levemente la cabeza.
Llevaba una año mezclándome con humanos, aprendiendo a hablar y a relacionarme, pero aún no era muy diestro.
Algunos aspectos de la cultura humana se me escapaban.
Había llegado incluso a intentar aprender a leer, pues el mercader con el que me relacionaba había apuntado varias cosas en su libreta para llevar la contabilidad, y había intentado enseñarme para "agilizar" sus negocios conmigo.
Aquél ser había asentido en silencio y había dado golpecitos señalándome los símbolos, con su delgada pata.
Quería que leyese, pero me costaba concentrarme en aquellos símbolos danzarines del suelo.
"Perdón [...]" sabía que aquello significaba arrepentimiento, pero lo siguiente no fui capaz de comprenderlo.
"Mi nombre es Ruru [...]" la criatura se estaba presentando, y se llamaba Ruru. No comprendí el nombre en mayúsculas al lado de aquella palabra, pero supuse que debía ser un "apellido". Por lo que sabía, muchas personas tenían nombre y apellido y el apellido era compartido por alguno de los padres.
"[...] puede [...] a mí como Lazuli.” aquello fue lo último que entendí. ¿Lazuli? ¿Sería un mote o algo?
Pero seguía sin saber porqué me pedía perdón.
Miré en silencio a mi extraña acompañante, asumiendo que probablemente se tratase de una hembra.
Recordé entonces aquellas noches persiguiendo luciérnagas en el bosque con mis hermanos lobos.
Me centré de nuevo en lo que Ruru había escrito. Se había presentado, por lo que lo correcto en aquellas circunstancias era presentarse también.
-Y...o s...oy Havok- dije, costosamente. Era difícil expresarse en idioma humano transformado en lobo. Sonaba como un aullido grave, casi mudo y gutural, de modo que cogí una ramita y escribí en el suelo, con letra infantil y faltas de ortografía (por la falta de vocabulario y práctica):
"Soi Havok, encntado de conozerte, Ruru Lazuli"
Antes de poder tender mi mano en la dirección de Ruru, para darle un apretón como solían hacer los humanos, oí algo.
Voces, no muy lejos de allí.
Me giré y señalé, advirtiendo a Ruru.
Quizás debería de haber salido corriendo, pues aquello parecía una cacería.
Y noté entonces como una flecha se acercaba silvando hacia mí, clavándose en mi hombro.
_____________________
OFF ROL
Vamos a ver qué pasa con esos cazadores:
Tan solo sacó algo de su cinturón con el que dibujó algo en el suelo, y luego lo guardó.
Supuse entonces que no habría tal amenaza.
Me acerqué en silencio, con las orejas hacia atrás.
Tenía curiosidad por saber qué habría dibujado la criatura.
Miré el suelo, en silencio, inclinando levemente la cabeza.
Llevaba una año mezclándome con humanos, aprendiendo a hablar y a relacionarme, pero aún no era muy diestro.
Algunos aspectos de la cultura humana se me escapaban.
Había llegado incluso a intentar aprender a leer, pues el mercader con el que me relacionaba había apuntado varias cosas en su libreta para llevar la contabilidad, y había intentado enseñarme para "agilizar" sus negocios conmigo.
Aquél ser había asentido en silencio y había dado golpecitos señalándome los símbolos, con su delgada pata.
Quería que leyese, pero me costaba concentrarme en aquellos símbolos danzarines del suelo.
"Perdón [...]" sabía que aquello significaba arrepentimiento, pero lo siguiente no fui capaz de comprenderlo.
"Mi nombre es Ruru [...]" la criatura se estaba presentando, y se llamaba Ruru. No comprendí el nombre en mayúsculas al lado de aquella palabra, pero supuse que debía ser un "apellido". Por lo que sabía, muchas personas tenían nombre y apellido y el apellido era compartido por alguno de los padres.
"[...] puede [...] a mí como Lazuli.” aquello fue lo último que entendí. ¿Lazuli? ¿Sería un mote o algo?
Pero seguía sin saber porqué me pedía perdón.
Miré en silencio a mi extraña acompañante, asumiendo que probablemente se tratase de una hembra.
Recordé entonces aquellas noches persiguiendo luciérnagas en el bosque con mis hermanos lobos.
Me centré de nuevo en lo que Ruru había escrito. Se había presentado, por lo que lo correcto en aquellas circunstancias era presentarse también.
-Y...o s...oy Havok- dije, costosamente. Era difícil expresarse en idioma humano transformado en lobo. Sonaba como un aullido grave, casi mudo y gutural, de modo que cogí una ramita y escribí en el suelo, con letra infantil y faltas de ortografía (por la falta de vocabulario y práctica):
"Soi Havok, encntado de conozerte, Ruru Lazuli"
Antes de poder tender mi mano en la dirección de Ruru, para darle un apretón como solían hacer los humanos, oí algo.
Voces, no muy lejos de allí.
Me giré y señalé, advirtiendo a Ruru.
Quizás debería de haber salido corriendo, pues aquello parecía una cacería.
Y noté entonces como una flecha se acercaba silvando hacia mí, clavándose en mi hombro.
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OFF ROL
Vamos a ver qué pasa con esos cazadores:
- Los cazadores del bosque:
-Runa muy mala: Los cazadores están buscando concretamente a un hombre lobo (pues ha aparecido un joven desgarrado en un pueblo cercano y creen que un licántropo es el culpable), perseguirán a Havok y estarán preparados para darle caza. Son 6 cazadores bien armados.
-Runa mala: Los cazadores están buscando a un lobo pues ha aparecido un joven desgarrado en un pueblo cercano y creen que un lobo es el culpable), pero al ver a Havok le darán caza por si acaso. Son 5 cazadores con ballestas y arcos.
-Runa neutral: Los cazadores buscan cualquier cosa que tenga pelo, y al ver a Havok han pensado que sería buena idea despellejarlo y vender su piel. Son 4 cazadores con redes, trampas y arcos.
-Runa buena: Los cazadores salieron buscando algo con lo que alimentar a sus familias, pero se asustaron al ver a Havok y dispararon. Son 3 cazadores poco experimentados.
-Runa muy buena: Los cazadores son dos hermanos jóvenes, poco experimentados, que salían a cazar la cena, pero dispararon por error y su intención no es hacer daño.
Havok
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Re: La cacería [Libre] [Noche] [Cerrado]
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Tyr
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Re: La cacería [Libre] [Noche] [Cerrado]
Ruru suspira aliviada en cuanto nota que el hombre lobo de nombre Havok puede leer mínimamente bien lo que escribe incluso si parece que le cuesta un poco. La mujer mariposa, animada y más abierta, entonces se disponía a intentar obtener información sobre qué hacía solo, en medio de la noche y sin armas visibles en medio del bosque el ruido de una flecha siendo disparada la distrajo y la puso en alerta.
“¡Click!”
Ruru intentó apartar a Havok del curso de la flecha con sus brazos pero no lo logró a tiempo, el hombre lobo acabó con una larga flecha incrustado en su brazo. La capucha de Ruru cayó sobre sus hombros, revelando su apariencia de insecto a la perfección debido a la rapidez y rudeza de sus movimientos para apartar al licántropo. Sus antenas estaban erguidas para captar cualquier movimiento y el suave chirrido de amenaza que salía desde su boca se volvieron obvios, Ruru saltó delante del hombre lobo y desenvainó su espada; Su espíritu y sentido del deber propio de un caballero de cuento de hadas le impedía abandonar a una persona que acababa de ser herida en frente de ella a un inminente peligro.
“....”
La joven mariposa escuchó el ruido de pasos sobre la hierba aproximándose, sus fina audición le hizo entender que eran dos personas, tal vez adolescentes desde que sus pisadas eran más ligeras que los cazadores normales. La mariposa se puso en posición en cuanto los arbustos frente a ella se movieron y dejaron ver dos figuras masculinas humanas.
“¡Ah! ¡U-Un monstruo..!”
La voz del humano más pequeño era masculina pero a su vez fina y aún no madura, revelando que su usuario debía ser un muchacho de apenas 15 o 16 años. Su estatura era la promedia para un muchacho de sus características, castaño y con un cuerpo que denotaba aún un poco de desproporción infantil pero que comenzaba a adquirir una figura masculina trabajada. Portaba vestimenta de cazador y una espada en su cintura, al igual que un par de dagas. El chaval clavó sus ojos asustados en Ruru y Havok, desenvainado su espada y apuntando contra la mujer mariposa pero una mano un poco más grande y trabajada le detuvo, Ruru se mantuvo a la espera.
“¡No digas gilipolleces, baja tu espada ahora mismo! Si fueran monstruos nos habrían atacado apenas nos vieran ¡Si te fijas te darás cuenta de que son hombres bestia!”
El hombre que acompañaba al chaval era joven, prácticamente otro niño, pero sus mirada era más aguda y firme, su cuerpo más trabajado y su voz más madura, probablemente era mayor que el otro por 2 o 3 años. Por su parentesco físico Ruru comprendió que debían ser dos hermanos. El hermano mayor portaba las mismas vestimentas que su hermano menor, pero este en vez de una espada llevaba un arco, todo apuntaba a que fue él quien disparó la flecha a Havok.
“Lamento el comportamiento de mi hermano…..Y la flecha también….Es la primera que estamos en esta parte del bosque, no sabíamos sobre que había un hombre-lobo aquí ¡Lo siento! Terminé por confundirte por un lobo común...Y…..¡Lo siento! S-Si hay alguna forma de poder compensarlos….”
El hermano mayor se inclinó de inmediato hacía Havok, obviamente temeroso de que el hombre fuera a tomar represalias por la flecha, un par de pasos por detrás le hermano menor imito al mayor y se inclinó aún algo nervioso. Ruru, viendo a dos mocosos asustados e inexpertos que no significaban un riesgo para ella envainó su espada y esperó la reacción de Havok tranquilamente; No iba a dañar a dos críos inexpertos que pecaron de arrogantes, aunque tampoco detendría a Havok si quería tomar represalias desde que el descuido del par de humos le costó un flechazo en todo el hombro.
Ruru Lepidoptera
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Re: La cacería [Libre] [Noche] [Cerrado]
Sólo notaba el agudo dolor de la flecha clavada en mi hombro derecho.
Dirigí mi mano izquierda hacia la fuente del dolor, involuntariamente.
Pude ver como Ruru se había intentado interponer entre el proyectil humano y yo.
Pero, ¿porqué?
Solo había visto gestos desinteresados de protección entre miembros de mi manada, o entre otros animales y sus crías, pero nunca de un desconocido hacia mí.
Pude ver que Ruru tenía una especie de antenas, pues la tela que las cubría había caído sobre su cuerpo.
Olí a dos humanos. Sangre joven.
Les oí acercarse, y luego les vi entre los arbustos.
“¡Ah! ¡U-Un monstruo..!” dijo uno de ellos, señalando a la mariposa con su espada.
Eran jóvenes.
El mayor parecía estar regañando al menor, pues le hizo bajar la espada, y le estaba gritando.
Notaba miedo en su voz, y en sus gestos... en los de ambos.
Me pidieron perdón, agachándose. Por lo que logré entender -pues aún no conocía bien algunos artificios de la lengua humana-, me habían confundido con un lobo.
¿Y acaso no era un lobo?
Criado con lobos y pudiendo convertirme en una especie de lobo... me sentía así... pero no era bien aceptado entre los míos, así que me limitaba a ser una mezcla, un mestizo sin casta, luchando por encajar en algún lado.
Miré a los críos, con desprecio.
Se habían equivocado, pero me habían herido.
Se merecían un escarmiento.
Me arranqué la flecha con mis monstruosas manos, sintiendo como se desgarraba mi carne al llegar a la punta.
Pero no vacilé.
-Grrr.... -gruñía, en parte por el dolor y en parte para asustar a los críos, que miraban boquiabiertos la escena.
Me puse a cuatro patas y corrí hacia ellos, que se giraron, mientras gritaban y huían despavoridos.
Al llevar unos treinta metros recorridos, dejé de seguirlos, y me tiré al suelo.
Dolorido, tumbado boca arriba sobre la hojarasca, reía a carcajada limpia al recordar la cara de los niños.
Mi risa sonaba más grave y ronca con aquella forma de lobo.
Suspiré finalmente, mientras abría los ojos, descubriendo un cielo despejado y cubierto de estrellas.
Dirigí mi mano izquierda hacia la fuente del dolor, involuntariamente.
Pude ver como Ruru se había intentado interponer entre el proyectil humano y yo.
Pero, ¿porqué?
Solo había visto gestos desinteresados de protección entre miembros de mi manada, o entre otros animales y sus crías, pero nunca de un desconocido hacia mí.
Pude ver que Ruru tenía una especie de antenas, pues la tela que las cubría había caído sobre su cuerpo.
Olí a dos humanos. Sangre joven.
Les oí acercarse, y luego les vi entre los arbustos.
“¡Ah! ¡U-Un monstruo..!” dijo uno de ellos, señalando a la mariposa con su espada.
Eran jóvenes.
El mayor parecía estar regañando al menor, pues le hizo bajar la espada, y le estaba gritando.
Notaba miedo en su voz, y en sus gestos... en los de ambos.
Me pidieron perdón, agachándose. Por lo que logré entender -pues aún no conocía bien algunos artificios de la lengua humana-, me habían confundido con un lobo.
¿Y acaso no era un lobo?
Criado con lobos y pudiendo convertirme en una especie de lobo... me sentía así... pero no era bien aceptado entre los míos, así que me limitaba a ser una mezcla, un mestizo sin casta, luchando por encajar en algún lado.
Miré a los críos, con desprecio.
Se habían equivocado, pero me habían herido.
Se merecían un escarmiento.
Me arranqué la flecha con mis monstruosas manos, sintiendo como se desgarraba mi carne al llegar a la punta.
Pero no vacilé.
-Grrr.... -gruñía, en parte por el dolor y en parte para asustar a los críos, que miraban boquiabiertos la escena.
Me puse a cuatro patas y corrí hacia ellos, que se giraron, mientras gritaban y huían despavoridos.
Al llevar unos treinta metros recorridos, dejé de seguirlos, y me tiré al suelo.
Dolorido, tumbado boca arriba sobre la hojarasca, reía a carcajada limpia al recordar la cara de los niños.
Mi risa sonaba más grave y ronca con aquella forma de lobo.
Suspiré finalmente, mientras abría los ojos, descubriendo un cielo despejado y cubierto de estrellas.
Havok
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Re: La cacería [Libre] [Noche] [Cerrado]
Ruru observó la escena sin intervenir. Podía comprender la ira de Havok, y solo pretendía detenerle si el licántropo infligía un castigo demasiado severo al par de niños. La mariposa siguió a paso lento a la rauda figura del hombre y los críos que salieron huyendo del terror, podía escuchar perfectamente la risa del hombre gracias a su aguda audición, haciendo que sus antenas azuladas bailaran levemente al son de la risa.
De forma natural, las mariposas y otros pequeños insectos comenzaron a rodearla y perseguirla mientras caminaba en dirección a la risa; Volvieron cuando comprendieron que era segura para ellas y que el licántropo no aprecia ser particularmente malintencionado. Sin darle importancia, la joven mujer-mariposa permitió que las pequeñas criaturas aladas se posaran sobre ella o revolotearan a su alrededor e incluso se sintió a gusto sabiendo de su presencia dado, que especialmente ne la noche, las mariposas se agrupaban para dormir juntas.
“...”
Cuando llegó el hombre lobo seguía riendo a carcajadas, la mariposa lo observó entre confusa y curiosa ¡Que hombre más raro! Reía aún cuando estaba tan furioso antes ¿De que se estaría riendo? La herida seguía sangrando, tiñendo la verde hierba humedecida por el rocío que olía dulce de un color carmesí que desprendía un aroma a metal, Ruru no podía evitar sentirse preocupada de que la hemorragia no se detuviera ¡Su noble alma le impedía hacer ojos ciegos a una herida como esa!
Aproximándose silenciosamente, Ruru se agazapó al lado del hombre-lobo -Aunque siempre respetando el espacio ajeno.- y le tendió un trozo de tela para que al menos cubriera su herida con algo ¡Lastima que no traía agua con ella! Podría haberle ofrecido para que al menos limpiase la herida antes de cubrirla. Una vez ya intervino en aquello que la estaba preocupando, la mujer-bestia se preguntó que miraba con tanta insistencia el hombre lobo ¿Que había tan interesante en el cielo?
“¡Click!”
La noche era encantadora, la Luna iluminaba con fuerza aún cuando no estaba en su máximo esplendor y plenitud mientras que las pequeñas figuras tintineantes de las estrellas le hacía compañía al gran satélite luminoso ¡Una vista magnífica! Como si de un lienzo se tratara, tanto que no pudo evitar exclamar “¡Que hermoso!” en su lengua natal, la de los insectos. Como si las mariposas respondieran a los pensamientos de la mujer-bestia, comenzaron a revolotear por los alrededores en diferentes alturas, de forma que parecieran estar observando también las estrellas y la Luna.
Ruru se puso en pie y estirando un poco los brazos se ofreció como un posadero para la multitud de criaturas aladas que la acompañaban ¡De esa forma no estarían revoloteando y entorpeciendo la vista con su vuelo! Algunas posándose obedientemente sobre ella y otras, un poco más atrevidas, sobre otras superficies ¡Un par de ellas se atrevieron incluso a hacerlo sobre Havok! Como si estuvieran bromeando o jugando, las pequeñas criaturas aladas revolotearon un poco alrededor antes de posarse uno sobre las orejas caninas de licántropo y otro sobre la nariz. Ruru chirrió en desaprobación y les llamó la atención en la lengua de los insectos, aún así, las juguetonas mariposas solo se limitaron a mover sus alas de hermosos patrones sin moverse del lugar.
De forma natural, las mariposas y otros pequeños insectos comenzaron a rodearla y perseguirla mientras caminaba en dirección a la risa; Volvieron cuando comprendieron que era segura para ellas y que el licántropo no aprecia ser particularmente malintencionado. Sin darle importancia, la joven mujer-mariposa permitió que las pequeñas criaturas aladas se posaran sobre ella o revolotearan a su alrededor e incluso se sintió a gusto sabiendo de su presencia dado, que especialmente ne la noche, las mariposas se agrupaban para dormir juntas.
“...”
Cuando llegó el hombre lobo seguía riendo a carcajadas, la mariposa lo observó entre confusa y curiosa ¡Que hombre más raro! Reía aún cuando estaba tan furioso antes ¿De que se estaría riendo? La herida seguía sangrando, tiñendo la verde hierba humedecida por el rocío que olía dulce de un color carmesí que desprendía un aroma a metal, Ruru no podía evitar sentirse preocupada de que la hemorragia no se detuviera ¡Su noble alma le impedía hacer ojos ciegos a una herida como esa!
Aproximándose silenciosamente, Ruru se agazapó al lado del hombre-lobo -Aunque siempre respetando el espacio ajeno.- y le tendió un trozo de tela para que al menos cubriera su herida con algo ¡Lastima que no traía agua con ella! Podría haberle ofrecido para que al menos limpiase la herida antes de cubrirla. Una vez ya intervino en aquello que la estaba preocupando, la mujer-bestia se preguntó que miraba con tanta insistencia el hombre lobo ¿Que había tan interesante en el cielo?
“¡Click!”
La noche era encantadora, la Luna iluminaba con fuerza aún cuando no estaba en su máximo esplendor y plenitud mientras que las pequeñas figuras tintineantes de las estrellas le hacía compañía al gran satélite luminoso ¡Una vista magnífica! Como si de un lienzo se tratara, tanto que no pudo evitar exclamar “¡Que hermoso!” en su lengua natal, la de los insectos. Como si las mariposas respondieran a los pensamientos de la mujer-bestia, comenzaron a revolotear por los alrededores en diferentes alturas, de forma que parecieran estar observando también las estrellas y la Luna.
Ruru se puso en pie y estirando un poco los brazos se ofreció como un posadero para la multitud de criaturas aladas que la acompañaban ¡De esa forma no estarían revoloteando y entorpeciendo la vista con su vuelo! Algunas posándose obedientemente sobre ella y otras, un poco más atrevidas, sobre otras superficies ¡Un par de ellas se atrevieron incluso a hacerlo sobre Havok! Como si estuvieran bromeando o jugando, las pequeñas criaturas aladas revolotearon un poco alrededor antes de posarse uno sobre las orejas caninas de licántropo y otro sobre la nariz. Ruru chirrió en desaprobación y les llamó la atención en la lengua de los insectos, aún así, las juguetonas mariposas solo se limitaron a mover sus alas de hermosos patrones sin moverse del lugar.
Ruru Lepidoptera
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Re: La cacería [Libre] [Noche] [Cerrado]
La noche era oscura, pero las estrellas y la luna bañaban el bosque de un resplandor azul.
Mi herida sangraba, pero estaba tranquilo.
Ruru se acercó y me tendió un trozo de tela.
-Gra...cias- dije, como pude, con los gruñidos inherentes a mi condición de lobo.
Traté de envolver la herida, pero algunos trozos de la tela se agujerearon con mis garras. Tardé un poco más de lo normal en tapar la zona, pero lo conseguí.
Me di cuenta de que al igual que yo, Ruru había comenzado a ver las estrellas.
Emitió una especie de sonido y yo incliné la cabeza con curiosidad.
De pronto, multitud de insectos alados rodearon a mi acompañante y se posaron en ella, creando un sinfín de tonalidades reflejados en sus alas. Era increíblemente hermoso.
Ella estiró los brazos, igual que una flor que se abre en la noche para esparcir su olor, y las mariposas nocturnas acuden para beber su néctar. Me pregunté de dónde habría salido aquella criatura, que parecía ser parte de la tierra misma, comulgando en igualdad con la naturaleza, de forma majestuosa.
Antes de que pudiese darme cuenta, dos mariposas se posaron en mí. Me hacían cosquillas con sus pequeñas patitas recorriendo mi pelaje. Me quedé quieto, intentando que no se marcharan, pero la que estaba en mi nariz me hizo estornudar, y ambas salieron volando. Miré a Ruru, cómo su coraza brillaba con aquella luz, cómo los insectos abrían y cerraban sus alas con tranquilidad.
Quería decirle tantas cosas... que sentía que formaba parte de algo que se estaba acabando y que había que preservar; que yo era naturaleza, y ella también, así como todos aquellos insectos que nos rodeaban. Quería decirle que no encontraba mi lugar en aquél mundo de humanos, cómo me sentía por el malentendido que tuve con mi familia de lobos, antes de que me desterrasen... quería decirle tantas cosas, y ni siquiera sabría como decirlo en aquella lengua, o cómo escribirlo.
Me levanté, despacio y sin mediar palabra, me acerqué a ella.
No sabía muy bien cómo hacerle llegar todos aquellos pensamientos, pero le señalé la luna, que en ese momento estaba cubierta por algunas nubes, y después puse mi mano en mi pecho y la señalé.
-Todos... iguales- logré decir.
Mi herida sangraba, pero estaba tranquilo.
Ruru se acercó y me tendió un trozo de tela.
-Gra...cias- dije, como pude, con los gruñidos inherentes a mi condición de lobo.
Traté de envolver la herida, pero algunos trozos de la tela se agujerearon con mis garras. Tardé un poco más de lo normal en tapar la zona, pero lo conseguí.
Me di cuenta de que al igual que yo, Ruru había comenzado a ver las estrellas.
Emitió una especie de sonido y yo incliné la cabeza con curiosidad.
De pronto, multitud de insectos alados rodearon a mi acompañante y se posaron en ella, creando un sinfín de tonalidades reflejados en sus alas. Era increíblemente hermoso.
Ella estiró los brazos, igual que una flor que se abre en la noche para esparcir su olor, y las mariposas nocturnas acuden para beber su néctar. Me pregunté de dónde habría salido aquella criatura, que parecía ser parte de la tierra misma, comulgando en igualdad con la naturaleza, de forma majestuosa.
Antes de que pudiese darme cuenta, dos mariposas se posaron en mí. Me hacían cosquillas con sus pequeñas patitas recorriendo mi pelaje. Me quedé quieto, intentando que no se marcharan, pero la que estaba en mi nariz me hizo estornudar, y ambas salieron volando. Miré a Ruru, cómo su coraza brillaba con aquella luz, cómo los insectos abrían y cerraban sus alas con tranquilidad.
Quería decirle tantas cosas... que sentía que formaba parte de algo que se estaba acabando y que había que preservar; que yo era naturaleza, y ella también, así como todos aquellos insectos que nos rodeaban. Quería decirle que no encontraba mi lugar en aquél mundo de humanos, cómo me sentía por el malentendido que tuve con mi familia de lobos, antes de que me desterrasen... quería decirle tantas cosas, y ni siquiera sabría como decirlo en aquella lengua, o cómo escribirlo.
Me levanté, despacio y sin mediar palabra, me acerqué a ella.
No sabía muy bien cómo hacerle llegar todos aquellos pensamientos, pero le señalé la luna, que en ese momento estaba cubierta por algunas nubes, y después puse mi mano en mi pecho y la señalé.
-Todos... iguales- logré decir.
Havok
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Re: La cacería [Libre] [Noche] [Cerrado]
Las voces de las mariposas eran muy bajas, prácticamente inaudibles ¡Aún con su muy buena audición, Ruru necesitaba que estas pasasen cerca de sus antenas para escucharlas! A pesar de ello, Ruru era capaz de predecir que las dos traviesas mariposas se estaban riendo por como rotaban cerca del hombre lobo, burlándose cariñosamente del hombre. Ruru finalmente les dirigió una mirada de advertencia, provocando que estas finalmente se posaran en Ruru obedientemente para no probar más la paciencia de la mujer-bestia, lastima que lo hicieron demasiado tarde.
“Click Click”
Entre chirridos, Ruru reprendió la actitud de las desobedientes mariposas. Tal vez para alguien que no fuera un insecto sonaría a chirridos, chasquidos y sonidos de origen prácticamente extraterrestre pero lo cierto es que era una lengua basada en los tonos, matices y frecuencia que solo los de esta índole podrían interpretar. Incluso ahora, Ruru estaba diciéndoles a las dos pequeñas figuras; “No seáis groseras con una persona que acabáis de conocer”
“....¿..?”
Girando su cabeza hacía la mirada de Havok, Ruru ladeó su cabeza un poco confusa sobre la repentina mirada sobre ella ¿Hizo algo que llamara su atención? ¿Tal vez le desagradan su chasquidos? Una vez, por estar hablando con polillas comunes, se ganó algunas miradas de confusión y desagrado de los otros mercenarios debido a eso así que no le sorprendería si Havok fuera igual. Aunque a la joven mariposa se le daba bien ignorar los insultos hacía su persona, seguía siendo una chica joven de 19 años, una parte de ella se sentía dolida sobre el comportamiento que tomaban contra ella así que guardó silencio y sostuvo la mirada de Havok expectante ¿Que le diría el licántropo con su mirada? ¿O le diría con palabras lo disgustado que estaba? ¿Le pediría que se alejara o tal vez la trataría como una bestia más y la intentará alejar por las malas?
“....”
La inexpresiva Ruru, incapaz de expresar con su rostro de insecto lo que pensaba parecía ¿Confusa? ¿Anonadada? Esperaba que Havok viese desagradable sus lados de insecto pero ¿Las ignoró? Y no solo eso….”Todos iguales” nunca nadie le había dicho eso ¡Ni siquiera los de su propia raza, los hombre-bestia! Estaba acostumbrada y en parte podía entender la actitud de los demás hacia los hombre insectos, quienes eran raros y tímidos por naturaleza ¡Así que hace mucho dejó de esperar un trato favorable en el primer encuentro! No es como si se dejara ser un felpudo, pero ya esperaba la desconfianza y el estigma desde un buen inicio.
Qué hombre más extraño
No parecía estar mintiendo, la mirada del hombre se lo decía. Era una mirada pulcra y desprovista de manipulación, reflejándose levemente la luz de las estrellas y Luna. No era una mirada que Ruru pudiera calificar negativamente, todo lo contrario, hacía sentirse calmada a la mujer-mariposa y algo nostálgica. Era como si….
Hace tiempo que no sentía esta sensación
Su mirada le recordaba a su hogar, la colmena, ese lugar que perdió debido a la enfermedad. Era un poblado situado en la profundidad de una cueva en el territorio licántropo, pequeña y humilde, pero para Ruru era un reino entero y su mundo; Un paraíso para los insectos. El olor de la miel que impregnaba el lugar, las casas adaptadas a las necesidades de los habitantes, la figura de los hombre-insectos residentes y sus voces; todo era el precioso mundo que, como futura reina, Ruru deseaba proteger desde el fondo de su corazón, pero, como fichas de dominó, ese deseo cayó en un pozo negro de enfermedad y muerte. Ruru se prometió que protegería lo poco que quedaba pero incluso eso lo perdió por culpa de un error suyo durante en ataque de unos bandidos. Cuando empezó su viaje, fue todo muy duro; No sabía las costumbres de la sociedad, todos parecían verla como un monstruo y era incapaz de articular las palabras aún cuando sabía la lengua a la perfección. Fue solitario, muy solitario, pero pensando en lo desolados que debían estar los pequeños apartó cualquier emoción que pudiera entorpecerla y prosiguió su viaje para buscar a los niños perdidos.
¿Porque hace que me acuerde de algo que ya no está?
Si tuviera la fisiología de un humano ¿Habría llorado? Tal vez, si…..Pero ¿Como un insecto podría hacerlo si ni siquiera tenía glándulas lagrimales? Aún así, Ruru juró que sus ojos se sentían algo aguados por un momento y que de sus grandes ojos caían lágrimas a pesar de no poseer lagrimales¿Tal vez si heredó algo de las personas aparte de su figura humanoide? Tal vez fueron sus palabras o su ojos, pero Ruru sintió como si en verdad estuviera llorando. Incluso si eran torpes o meros susurros, Ruru quiso poder hablar la lengua para poder responderle; “Yo también lo creo, que también somos iguales”
“Click click...”
Incluso si forzaba su garganta, todo lo que saldrían sería chasquidos y quejidos de insecto. Bajando levemente su cabeza con tristeza, Ruru se movió y provocó que las pequeñas figuras posadas en ella comenzaran a volar a su alrededor. Ruru bajó los brazos y replegó sus alas al no sentirlas sobre ella ya.
“No estés triste mi pequeña mariposa”
“No llore, su majestad”
“Estamos contigo, pequeña reina”
Cuando pasaban por al lado de sus antenas podía escuchar las voces de sus amiguitas, animandola y tratando de detener sus ¿lágrimas? Si es que se podría decir que Ruru lo estaba haciendo.
Se sentía cálida y triste a la vez, alegre pero desolada quería responder a la mirada de Havok pero no podía, quería explicarle todo al hombre; Su pasado, presente y lo que temía. Quería decirle lo solitaria que se sentía y lo asustada que estaba de perder lo poco que aún le quedaba de su hogar, quería decirle que odiaba tener que usar su espada matar y dañar en vez de proteger en pos de conseguir dinero para su viaje y como de dolida se sentía por ser rechazada debido a su aspecto de insecto ¿Pero cómo podría decirle tanto si no podía hablar? El hombre lobo parecía poder leer, y Ruru podría decirle por escrito todo lo que sentía y pensaba pero eso no la satisfacía, quería hablarle y decirle todo con su voz.
“.....”
Ruru Lepidoptera
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Re: La cacería [Libre] [Noche] [Cerrado]
Ruru replegó sus alas ante mi afirmación, y parecía algo triste.
Me preocupaba que se sintiese así por mi culpa.
Incluso parecía estar llorando.
Emitía sonidos vibrantes con su pequeña boquita de insecto, parecidos a los que generan las hojas de los árboles al ser golpeadas con la llovizna, o las telas de araña al ser mecidas por el viento.
"Me pregunto qué estará diciendo" pensé.
Hermosos seres alados pasaban cerca de sus antenas.
"¿Se estarán comunicando?"
Pese a no poder comprenderla, noté que una sensación de melancolía surgía de aquella criatura.
Sentí una gran ternura, como si se tratase de mi hermana menor, y como no supe cómo detener su pesar, la abracé.
Estuve un rato abrazando a Ruru con los ojos cerrados y en cuanto los abrí, pude ver cómo el cielo intentaba levantarnos el ánimo.
-Mira...- logré decir, mientras señalaba el cielo.
Una lluvia de estrellas nos sorprendió en mitad de aquella mágica noche, cruzando el cielo como luceritos tintineantes.
Me preocupaba que se sintiese así por mi culpa.
Incluso parecía estar llorando.
Emitía sonidos vibrantes con su pequeña boquita de insecto, parecidos a los que generan las hojas de los árboles al ser golpeadas con la llovizna, o las telas de araña al ser mecidas por el viento.
"Me pregunto qué estará diciendo" pensé.
Hermosos seres alados pasaban cerca de sus antenas.
"¿Se estarán comunicando?"
Pese a no poder comprenderla, noté que una sensación de melancolía surgía de aquella criatura.
Sentí una gran ternura, como si se tratase de mi hermana menor, y como no supe cómo detener su pesar, la abracé.
Estuve un rato abrazando a Ruru con los ojos cerrados y en cuanto los abrí, pude ver cómo el cielo intentaba levantarnos el ánimo.
-Mira...- logré decir, mientras señalaba el cielo.
Una lluvia de estrellas nos sorprendió en mitad de aquella mágica noche, cruzando el cielo como luceritos tintineantes.
Havok
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Re: La cacería [Libre] [Noche] [Cerrado]
Casi nunca había sido abrazada, de hecho, incluso de vuelta a sus días en la colmena tampoco había recibidos demasiados. Rara vez pudo ver a sus padres biológicos y la reina, su madre adoptiva y mentora, era más bien exigente y fría, recuerda vagamente palmaditas en la cabeza y halagos de parte de ella ¡Pero desde luego jamás la habían abrazado! Sintiéndose tensa y un poco incómoda, la mujer-bestia tensó las alas y cuerpo como si de un gato se tratara aunque a medida que pasaban los segundos parecía que se iba relajando cada vez más hasta finalmente mostrarse relajada y a gusto entre los brazos del licántropo ¡Que calidez! Hacía tiempo que no se sentía tan cálida.
“click click...”
Inconscientemente, Ruru dejó salir de su garganta un cómodo y suave chirrido relajado, casi asemejándose más a un ronroneo que a los chasquidos de un bicho ¡Incluso sus “lágrimas” parecían haberse detenido! Las mariposas, como si le estuvieran agradeciendo al licántropo. comenzaron a posarse y revolotear gentilmente por sus alrededores sin realmente llegar a ser molestas ¡Casi parecía un especie de abrazo grupal entre una mariposa humanoide, un licántropo y un puñado de mariposas! ¡Curioso cuanto menos!
Ah, espera yo…...
En aquel momento Ruru recordó que no debería estar tan tranquila y relajada ¡Que indigno de una reina! Relajarse en brazos de un completo desconocido aún cuando su gente sufría sola y aterrada. Una punzada de culpabilidad recorrió el pecho de la mariposa y se dispuso a separarse del licántropo si no fuera porque este fue el primero en hacerlo.
“...”
Incluso si no quería admitirlo la verdad es que la mujer-bestia está algo decepcionada y triste por la separación ¡No podía negar que los pocos segundos que duró el abrazo fueron los más reconfortantes en mucho tiempo! Pero el peso de su orgullo y sentido del a responsabilidad le impidieron expresar abiertamente su descontento, en su lugar se separó silenciosamente.
Obedeciendo a la indicación de Havok, Ruru miró al cielo y se maravilló ante la hermosa visión. Las estrellas caían y dejaban a su paso una leve estela que desaparecía a los segundos ¡Era tan encantador! Su visión era ciertamente pobre pero la clara brillantes del cielo nocturno le ayudó a presenciarlo bastante bien ¡Era la primera vez que presenciaba una lluvia de estrellas! Casi parecía que caerían encima de ellos. Tan emocionada estaba que sin querer replegó sus enormes alas azul-moradas con ilusión y emoción, respondiendo a las emociones de la mujer-mariposa, las mariposas revoloteaban de aquí para allá felices y emocionadas de ver a su reina sonreír de nuevo alrededor del licántropo como si le estuvieran agradeciendo. Ruru sabía porque lo estaban haciendo. Las mariposas revoloteaban cerca de él para poder susurrarle palabras, pero ella dudaba que incluso si podía escuchar la voz tenue de las criaturas aladas él pudiera comprenderlas, sonarían a chasquidos sin significado para Havok. Aún así, Ruru lo permitió dado que el licántropo no parecía molestarle la cercanía de estas, o al menos, así fue cuando dos se le posaron encima.
Ruru Lepidoptera
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Re: La cacería [Libre] [Noche] [Cerrado]
Ruru parecía haberse calmado y parecía más animada mientras contemplaba a mi lado la lluvia de estrellas.
Yo era feliz de haber conseguido que mi amiga se sintiese mejor.
Sus alas se desplegaron y no supe distinguir qué era más hermoso, si las alas de la mariposa o el cielo lleno de luceritos bailarines.
Las pequeñas criaturas aladas que acompañaban a Ruru comenzaron a rodearme, y pude oír el zumbido de sus alas cuando pasaban cerca de mis orejas. Toscamente, con aquellos colmillos de lobo, sonreí.
Tenía dos mariposas en el pelaje y me hacían cosquillas, pero no quería reírme pos si se marchaban.
De pronto, mi estómago recordó el motivo por el que había ido al bosque aquella noche.
Mi estómago rugió como si tuviese vida propia, y noté cómo mis tripas se revolvían, pidiendo comida.
-Hambre...- dije, tocándome el vientre despacio para no espantar a los pequeños insectos
Había salido a cazar, pues los peces que pescaba en el lago y los pequeños y raquíticos frutos, tubérculos y raíces que encontraba en el bosque no eran suficientes para saciar mi voraz apetito de lobo.
Pero me preocupaba despedirme tan pronto de Ruru, y era capaz de apartar mis instintos un rato, con tal de disfrutar un rato más con mi amiga.
Mi única amiga.
Yo era feliz de haber conseguido que mi amiga se sintiese mejor.
Sus alas se desplegaron y no supe distinguir qué era más hermoso, si las alas de la mariposa o el cielo lleno de luceritos bailarines.
Las pequeñas criaturas aladas que acompañaban a Ruru comenzaron a rodearme, y pude oír el zumbido de sus alas cuando pasaban cerca de mis orejas. Toscamente, con aquellos colmillos de lobo, sonreí.
Tenía dos mariposas en el pelaje y me hacían cosquillas, pero no quería reírme pos si se marchaban.
De pronto, mi estómago recordó el motivo por el que había ido al bosque aquella noche.
Mi estómago rugió como si tuviese vida propia, y noté cómo mis tripas se revolvían, pidiendo comida.
-Hambre...- dije, tocándome el vientre despacio para no espantar a los pequeños insectos
Había salido a cazar, pues los peces que pescaba en el lago y los pequeños y raquíticos frutos, tubérculos y raíces que encontraba en el bosque no eran suficientes para saciar mi voraz apetito de lobo.
Pero me preocupaba despedirme tan pronto de Ruru, y era capaz de apartar mis instintos un rato, con tal de disfrutar un rato más con mi amiga.
Mi única amiga.
Havok
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Re: La cacería [Libre] [Noche] [Cerrado]
Ruru movió sus antenas emocionadamente, como si estuviera siguiendo el movimiento del as estrellas, sin apartar la mirada del cielo ¡No fue hasta que escuchó el sonido de tripas que recordó al licántropo! Girándose un poco sorprendida, Ruru miró curiosamente a Havok. La postura de la mujer-bestia era más relajada y animada, siendo más fácil notar que de hecho la mariposa era una joven de apenas 19 años ¡De hecho se podía ver la leve ingenuidad de una chica adolescente! Cosa que antes la mariposa, por naturaleza, jamás hubiera mostrado de forma consciente.
“¡Click!”
Chirriando alegremente, como si estuviera riendo, la mariposa comenzó a rebuscar en su bolsa algo. Durante unos segundos se detuvo y comenzó a meditar algo en silencio, sin prestar demasiada atención; “¿Los licántropos comen miel?”. Ruru sabía que las razas más similares a los humanos comían miel perfectamente, pero también habían otras subclases de hombre bestia que no podían ¿No que un licántropo era prácticamente un lobo? ¿Su dieta sólo toleraba la carne? Tal vez podría sonar a una pregunta o racismo pero lo cierto era que Ruru, genuinamente hablando, estaba preocupada por la dieta de Havok dado que ella misma no toleraba muchos alimentos por su morfología de mariposa.
Quizá lo esté sobre pensando. De todas formas, si no puede lo rechazará, probablemente...
Pensando eso, Ruru sacó un pote más o menos grande lleno de un líquido viscoso ámbar-anaranjado. Las mariposas, al verlo, volaron de inmediato cerca del tarro de forma animada y hambrienta, Ruru les echó la bronca con un chirrido provocando que se alejaran un poco. El alimento de Ruru era, como no, néctar de flores ¡Aunque no solo se alimentaba de ello! Sino de pulpa de frutas, miel, néctar y otras cosas a base de flores…..E incluso de otros insectos.
“¡Click!”
Sacando algo de pan-galleta, la silenciosa mariposa puso el pote y las galletas entre Havok y ella misma, como mucho era un aperitivo para un lobo pero al menos, si es que podía comerlo, detendría su hambre un par de horas. Curiosamente, Ruru sacó otro pote más pequeño relleno de lago un poco más arenoso-viscoso que la miel, al verlo, las mariposas volvieron a revolotear hambrientamente; Esta vez sí era la comida de las mariposas.
Dejó el pote a una distancia prudencial y permitió que las alegre y hambrientas mariposas arremetieran contra él. La habilidad que Ruru llevaba consigo misma desde su nacimiento, “Mente Colmena” , le permitía regir sobre otras mariposas e incluso obligarlas a cumplir su voluntad incluso si estás no lo deseaban ¡Pero Ruru aprendió a comandarlas de otra forma! Incluso en su colmena, los insectos promedio no eran vistos como miembros ya que “carecían de inteligencia” pero, curiosamente, Ruru comprendió con el tiempo que esto era en parte falso; Aunque la mayoría carecían de esta, también había otras muy inteligentes. Antes de que se diera cuenta, la mujer-insecto aprendió a ver como iguales a esas pequeñas e inteligentes criaturas ¡Fue solo cuestión de tiempo antes de que viera a todos los insectos por igual! Actualmente, no veía diferencia entre esas pequeñas criaturas voladoras y la gente de su colmena incluso si no fueran inteligentes ¡Los protegería y cuidaría de la misma forma!
“.....”
Tomando una galleta, Ruru la remojó en la miel y luego comió silenciosamente, parecía ser su usual tranquila e imparcial ella pero de hecho se veían gestos animados y alegres en ellos ¡Incluso sus antenas parecían moverse de forma más alegre! Ruru se había acostumbrado a mantener la frialdad y serenidad que se esperaba de ella como futura reina de una colmena, peor no parecía esforzarse demasiado en mantenerla frente al licántropo sin querer ¿Tal vez se sentía tan a gusto que sencillamente ya no se acordaba de mantener su actitud refinada y educada?
Ruru Lepidoptera
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Re: La cacería [Libre] [Noche] [Cerrado]
Vi como Ruru sacaba algo de su bolsa. Nos sentamos, cerca, y entre nosotros pude ver cómo ella dejaba un bote de miel.
-¡Miel!- exclamé. Mi cola se movía de un lado a otro, debido a mi alegría.
Vi entonces cómo algunos insectos se acercaban al bote, y tuve precaución de no interponerme en su camino.
Tenían hambre, igual que yo, y aquello me recordó a mi infancia.
A veces caía un panal de algún árbol, y se rompía contra el suelo. Mis hermanos y yo salíamos corriendo de la cueva al oír el estruendo. Recuerdo que nos peleábamos por coger el trozo más grande, y masticábamos la cera blanda, para poder saborear el ambarino e irresistiblemente dulce manjar. Sin embargo, muchas veces las abejas nos picaban la nariz y el morro, y teníamos que salir huyendo de allí, habiendo comido muy poco.
¡Pero en el bote había mucho más de lo que habría podido comer entonces!
Ruru sacó un botecito para mantener alejados a los pequeños insectos, y vi cómo cogían aquellos gránulos con sus patitas para comerlos.
Ella también tomó una especie de galleta que mojó el la miel.
Mis tripas rugían más fuerte al percibir el dulce olor de aquél alimento.
-Gra... cias- logré decir animado a Ruru, mientras la imitaba, mojando la galleta también en la miel y comiéndola.
¡Era delicioso!
Una sinfonía de sabores me revoloteaba, igual que me habían revoloteado los insectos.
Al cabo de un rato de comer despacio, con las orejas hacia atrás por el placer del alimento, mi hambre se sació.
Miré a Ruru e incliné la cabeza.
Entonces hice un gesto para que me esperase y me escondí tras uno de los arbustos de la arboleda. Necesitaba hablarle y me costaba horrores en mi forma de lobo. Mis vértebras empezaron a juntarse y rugí de dolor. Mi pelo se convirtió en vello y mis garras en uñas.
Me acerqué después al lugar donde se encontraba mi amiga.
-Nunca había visto a mariposa grande como Ruru- le dije.
-¿Dónde familia de Ruru?- pregunté.
-Yo poca familia lobo y ya no quieren a Havok porque Havok no es lobo... Havok es hombre- dije, señalándole mi cuerpo.
-Ruru amiga, yo quiero ayudar a Ruru-
-¡Miel!- exclamé. Mi cola se movía de un lado a otro, debido a mi alegría.
Vi entonces cómo algunos insectos se acercaban al bote, y tuve precaución de no interponerme en su camino.
Tenían hambre, igual que yo, y aquello me recordó a mi infancia.
A veces caía un panal de algún árbol, y se rompía contra el suelo. Mis hermanos y yo salíamos corriendo de la cueva al oír el estruendo. Recuerdo que nos peleábamos por coger el trozo más grande, y masticábamos la cera blanda, para poder saborear el ambarino e irresistiblemente dulce manjar. Sin embargo, muchas veces las abejas nos picaban la nariz y el morro, y teníamos que salir huyendo de allí, habiendo comido muy poco.
¡Pero en el bote había mucho más de lo que habría podido comer entonces!
Ruru sacó un botecito para mantener alejados a los pequeños insectos, y vi cómo cogían aquellos gránulos con sus patitas para comerlos.
Ella también tomó una especie de galleta que mojó el la miel.
Mis tripas rugían más fuerte al percibir el dulce olor de aquél alimento.
-Gra... cias- logré decir animado a Ruru, mientras la imitaba, mojando la galleta también en la miel y comiéndola.
¡Era delicioso!
Una sinfonía de sabores me revoloteaba, igual que me habían revoloteado los insectos.
Al cabo de un rato de comer despacio, con las orejas hacia atrás por el placer del alimento, mi hambre se sació.
Miré a Ruru e incliné la cabeza.
Entonces hice un gesto para que me esperase y me escondí tras uno de los arbustos de la arboleda. Necesitaba hablarle y me costaba horrores en mi forma de lobo. Mis vértebras empezaron a juntarse y rugí de dolor. Mi pelo se convirtió en vello y mis garras en uñas.
Me acerqué después al lugar donde se encontraba mi amiga.
-Nunca había visto a mariposa grande como Ruru- le dije.
-¿Dónde familia de Ruru?- pregunté.
-Yo poca familia lobo y ya no quieren a Havok porque Havok no es lobo... Havok es hombre- dije, señalándole mi cuerpo.
-Ruru amiga, yo quiero ayudar a Ruru-
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Re: La cacería [Libre] [Noche] [Cerrado]
Con curiosidad Ruru miró hacía donde el hombre lobo se dirigió, ladeando levemente su cabeza con un gesto juvenil ¿Sucedió algo? ¡Parecía bastante apresurado! Moviendo sus antenas, la joven mariposa permaneció en el lugar mientras mordisqueaba su pan-galleta remojada en miel.
“¿Click?”
Ruru se medio incorporó visiblemente preocupada y exaltada por el sonido de los huesos y quejidos de dolor del lobo ¿Podía ser que en verdad la miel le cayó mal? ¿O tal vez la herida del hombre se agravó? Justo cuando se disponía a asomarse en pos de asegurarse que el hombre estuviera bien vio la figura ahora totalmente humana de Havok, Ruru hizo un leve gesto de sorpresa que se tradujo en un extraño y gracioso movimiento de sus antenas.
La apariencia humana de Havok despertó la curiosidad de Ruru, quien le miró por unos segundos con una ingenua curiosidad sana ¡Finalmente comprendió que el hombre frente a él era un licántropo! La mujer-mariposa desconocía mucho sobre las otras razas, su conocimiento era vago quitando a los numerosos humanos ¡De hecho Havok era el primer licántropo con el que se cruzaba! O al menos, era el primero con el que era consiente su raza.
“.....”
Ante la pregunta de Havok, Ruru se puso rígida y bajó la cabeza un tanto decaída. Dudó unos segundos en contarle sobre la colmena y lo que sucedió, pero finalmente comenzó a escribir en el suelo ayudándose de una ramita. No tenía realmente ganas de detallar lo que pasó, así que lo resumió de la forma mas corta y directa posible.
Mi familia sucumbió hace un tiempo por una enfermedad, ahora solo quedo yo y unos pocos más
Los insectos eran duros, resistentes y podían sobrevivir bajo situaciones extremas perfectamente, para los hombres-bestia insecto era similar. La colmena de Ruru estaba ubicada en una enorme caverna en lo profundo de una cueva, lejos de cualquier rayo de Sol ¡Incluso respirar era difícil! Un inhabitable lugar para cualquier raza, pero para los hombres-insecto era un lugar perfecto; Discreto, silencioso, húmedo y lo suficientemente grande para hacer una aldea de tamaño considerable. Las paredes llenas de piedras, gemas y cristales que reflejaban hermosamente el fuego con el que alumbraban el lugar, la limpia y cristalina agua del lago subterráneo donde solían cazar ¡E incluso perpetuo aroma a piedra y humedad! Era el paraíso para una colmena…..Un paraíso que evolucionó a infierno antes de que se dieran cuenta.
Hasta el final nunca supieron de donde apareció la enfermedad que masacró toda la aldea ¿Fue agua o alimento fue contaminado? ¿El largo tiempo de aislamiento en un lugar encerrado provocó una enfermedad? ¿O tal vez sencillamente estaban malditos por el destino? Como si de papel se tratara, esa maldita enfermedad hizo trizas la enorme resistencia y capacidad de adaptación que heredaron de los insectos y comenzó a mermar su vitalidad a pasos agigantados.
Primero cayeron los más débiles, ancianos y niños. luego comenzaron a caer los machos y hembras débiles. Finalmente, como si el patógeno ya no le temiera a nada, comenzó a matar y esparcirse sin control, lo que es peor, el ambiente cerrado de la cueva solo hizo que fuera un caldo de cultivo para la enfermedad; El hermoso paraíso para los insectos se volvió su tumba predestinada. Aún así, aún había esperanza para unos pocos; Unos pocos jóvenes y niños pequeños con genes y cuerpos fuertes resultaron ser inmunes a la enfermedad. Ruru, estando entre esos afortunados inmunes, se le encargó la misión por la cual fue criada; Ser la reina de la colmena. Con esa incertidumbre y responsabilidad, la joven que por aquel entonces debía tener apenas 17 años, abandonó junto al resto de inmunes la cueva.
Aunque por ciertas circunstancias fuimos separados
Añadiendo esas palabras, la mariposa bajó su mirada un poco oscurecida y bastante más compuesta. En aquel momento, si no hubiera bajado la guardia podría haber lidiado con los bandidos sin necesidad de separar el grupo, fue un grave error cometido por una líder mediocre o al menos así lo pensaba Ruru. Para ella, criada desde su primer día para ser líder, ser una reina equivalía a ser perfecta en todos los aspectos; combate, estrategia, política, consejera e incluso una madre para todos. Su personalidad y compostura debían también ser no menos que perfectas bajo cualquier circunstancia por el bien de todos. Sin embargo Ruru fracasó en esa importante labor, excusas como ser “novata” o “estar bajo una enorme presión” no le valían, fracasó como reina y debido a eso los niños estaban perdidos y desprotegidos.
No sé demasiado bien sobre la cultura y formas de hacer las cosas de los licántropos, pero a mis ojos el señor Havok es un magnífico hombre y amigo con o sin apariencia humana.
Ruru tenía una buena visión de Havok, le agradaba su presencia y se sentía extrañamente cómoda ¿Es así cómo se siente tener un hermano mayor confiable? Era como si supiera que cualquier problema tenía solución siempre y cuando el licántropo estuviera alrededor. Era una sensación agradable pero un poco atemorizante para la mariposa, pues temía volver a bajar la guardia y perder su máscara de líder sin querer. Aún así, no podía comprender el porqué Havok no sería aceptado en una “manada”, tal vez era porque lo miraba desde el punto de vista de un insecto, pero a sus ojos el hombre sería un individuo eficiente y adecuado para una “manada” o “colmena”.
Gracias por su ayuda….
Dudando y deteniéndose varias veces antes, escribió esa frase ambigua que ni rechazaba o aceptaba la ayuda del hombre. Por una parte quería rechazarlo, pues la búsqueda de los niños era algo que solo concierne a Ruru, pero por otra parte deseaba aferrarse a la calmante sensación del licántropo y aceptar su ayuda. Finalmente, incapaz de ninguna de las dos, decidió no responder.
Ruru Lepidoptera
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Re: La cacería [Libre] [Noche] [Cerrado]
Esperé con curiosidad la respuesta de Ruru.
No podía leer muy bien debido a mi escasa formación, pero por lo que pude entender, una enfermedad asoló la tierra donde nació la joven mariposa, acabando con la vida de su familia. Se quedó sola, junto con pocos individuos de su especie.
Recordé entonces la mirada de mi madre loba en aquella cueva, ciega de ira, e irreconocible. Supuse que creía que había acabado con la vida de mis hermanos, pero no era así... yo los intentaba vengar, matando a aquellos humanos. Al verme con aquella hacha en la mano, mi madre me desterró.
"Nunca intenté volver"
Pero ella seguía siendo parte de una manada... reducida a pocos individuos, pero seguía siendo una manada.
Para ella aún no estaba todo perdido, aunque fueran separados.
-Tenemos que encontrarlos- musité.
-A todos-
Ella me dio las gracias, pero no me dijo si quería que la acompañase o no.
Miré a Ruru y a las mariposas que revoloteaban a nuestro alrededor.
"¿Podrían ser éstas criaturas la nueva manada de éste lobo solitario?" me pregunté.
"La especie no es importante mientras permanezcamos unidos"
-Déjame acompañarte, hermana- dije, tendiéndole mi mano.
-Volveremos a reunirles a todos-
________
OFF ROL
Por mí podemos cerrar éste tema, si quieres, después de tu respuesta.
Puedes contar conmigo para continuar la búsqueda de los miembros de tu clan, Ruru, para mí sería un honor.
Me ha encantado rolear contigo, ha sido un auténtico placer, y espero que volvamos a vernos.
No podía leer muy bien debido a mi escasa formación, pero por lo que pude entender, una enfermedad asoló la tierra donde nació la joven mariposa, acabando con la vida de su familia. Se quedó sola, junto con pocos individuos de su especie.
Recordé entonces la mirada de mi madre loba en aquella cueva, ciega de ira, e irreconocible. Supuse que creía que había acabado con la vida de mis hermanos, pero no era así... yo los intentaba vengar, matando a aquellos humanos. Al verme con aquella hacha en la mano, mi madre me desterró.
"Nunca intenté volver"
Pero ella seguía siendo parte de una manada... reducida a pocos individuos, pero seguía siendo una manada.
Para ella aún no estaba todo perdido, aunque fueran separados.
-Tenemos que encontrarlos- musité.
-A todos-
Ella me dio las gracias, pero no me dijo si quería que la acompañase o no.
Miré a Ruru y a las mariposas que revoloteaban a nuestro alrededor.
"¿Podrían ser éstas criaturas la nueva manada de éste lobo solitario?" me pregunté.
"La especie no es importante mientras permanezcamos unidos"
-Déjame acompañarte, hermana- dije, tendiéndole mi mano.
-Volveremos a reunirles a todos-
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OFF ROL
Por mí podemos cerrar éste tema, si quieres, después de tu respuesta.
Puedes contar conmigo para continuar la búsqueda de los miembros de tu clan, Ruru, para mí sería un honor.
Me ha encantado rolear contigo, ha sido un auténtico placer, y espero que volvamos a vernos.
Havok
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Re: La cacería [Libre] [Noche] [Cerrado]
Algo en el corazón de Ruru se movió ante las palabras del hombre, “Déjame acompañarte”, que magnificas y aliviantes palabras para la joven. Era como si llevara piedras y pesas por todo su cuerpo para que de repente, como si todo fuera falso, cayeran y se sintiera liberada ¿Así se sentía recibir ayuda? Bajo una circunstancia normal, Ruru se hubiera negado sin siquiera pensarlo; Nada le aseguraba que sus palabras fueran ciertas y tampoco creía propio de una reina tener que recibir ayuda de terceros para solucionar sus propios problemas ¡Aún así, no podía evitar pensar seriamente en las palabras de Havok! ¿Tal vez era esa sensación de similitud? ¿O la tranquilidad que le procesaba? ¿Ambas, tal vez? Aunque lo cierto era que la mariposa sentía una fuerte empatía y cercanía al lobo; Ambos no podían comunicarse correctamente con el resto incluso si lo deseaban, ambos perdieron a sus respectivas familias, ambos no tenían un lugar fijo en donde estar.........
“...”
Clavó sus grandes ojos azulados-morados de insecto en Havok, para cualquiera serían inexpresivos y anormales pero para los de su estirpe sería fácil notar la confusión y temor en estos. No sabía bien que hacer, su mentalidad y orgullo le decían que declinara pero su corazón le pedía que aceptara ¡Hacía mucho que no tenía ese momento de incertidumbre y desconfianza en sí misma! Siempre, hasta cuando tenía que tomar las decisiones más frías y desagradables, se había comportado como debía y había tomado la decisión que más le convenía a la colmena y sus gentes independientemente de la voluntad o moral de Ruru; Si debía matar a gente inocente por el bien de la un solo miembro de su colmena, lo haría. No estaba acostumbrada a dudar de una decisión, se sentía inquieta y un poco asustada.
La última vez que me sentí así fue cuando abandoné la colmena
En aquel momento, Ruru pensaba que se quedaría en aquel lugar hasta el final y moriría al lado de su gente. Sus padres, hermanos y hermanas biológicos murieron, su preciado amigo de la infancia e hijo biológico de la reina también lo hizo, y en apenas unos segundos perdería a dicha reina que fue como una madre y mentora para ella.
Ruru siguió cuidándola, preguntándose como la antigua poderosa y soberbia líder se había convertido en un lamentable y frágil ser, la enferma mujer le dio su ultima orden a su pupila junto a sus últimos segundos de existencia; “No puedes morir aquí, aún tienes un deber que cumplir; Vete de esta tierra maldita, encuentra un nuevo hogar y funda una nueva colmena junto a los inmunes. Esta es mi última orden para ti, niña” En ese entonces la mariposa se quedó plantada ahí por varios minutos, sujetando la mano de la reina y temblando de tristeza pero también de miedo por el peso de la responsabilidad que se le había dado ¿Porque no podía quedarse incluso si deseaba morir junto a los demás? ¿Por la colmena? ¿Aunque ya había sido destruida? Fue una conflictiva batalla para ella, finalmente siguió ciegamente las órdenes de forma mecánica y abandonó la cueva pero….¿Era realmente lo correcto? ¿Era lo que realmente quería hacer? ¿Se arrepentirá de su decisión? Demasiadas preguntas, demasiada responsabilidad y demasiada inexperiencia para una sola muchacha tan joven e inexperta como lo era ella; Inconscientemente comenzó a cerrar cada pequeña muestra de voluntad, personalidad y opinión para sumergirse en su otra identidad…….Tal vez de esa forma las inseguridades y miedos dejarían de acorralarla.
Esa postura la salvó y ayudó en muchos momentos, sobre todo en momentos duros y difíciles en donde una mala elección significa perderlo todo. Pero parecía que esa indiferencia y frialdad autoimpuesta no la salvaría en aquella ocasión, pues las dudas y el temor volvían a perseguirla una vez más como en aquel último día en la cueva.
Gracias, estoy realmente agradecida por tus palabras pero yo...
Como si algo le impidiera de continuar, Ruru detuvo el movimiento del palo a medio camino y dudo por unos segundos. Al igual que aquel día, Ruru tenía dificultades para tomar la decisión pero porque será ¿Porque lo difícil era rechazarle? En aquel momento lo difícil fue no irse de la cueva, pero esta vez lo que era difícil era no aceptar al hombre. Soltó un débil suspiro y continuó aún torpemente.
....Esto es algo que debo hacer por mi cuenta, algo que solo yo puedo hacer.
En cuanto acabó de escribir la mariposa suspiró de forma triste pero aliviada. La responsabilidad de lidiar con su propio error solo le pertenecía a ella, y a nadie más. Solo ella podía hacerlo, tal vez fuera algo extremista pero sentía que nadie debía meterse en sus deberes como reina incluso si se ahogaba lentamente en estos.
“Aún así, si no es molestia ¿Podría permanecer contigo un poco más?”
Tal vez no podía compartir la carga y responsabilidad de sus deberes, pero si quería compartir aquella noche con él un poco más incluso si era algo bastante egoísta de su parte. Esa tranquila noche donde conoció a un peculiar licántropo que le recordó a sí misma, le gustaría que durara un poco más ¡Incluso si mañana volvía a ser la misma Ruru de siempre! Durante solo esa noche quería permanecer así al lado de su nuevo amigo.
--------------------OFF ROL----------------------
¡Claro! A mi también me encantó rolear contigo
Ruru tiene un profundo sentido de la responsabilidad y orgullo, no será tan fácil que acepte ayuda incluso si se encariñó rápidamente de Havok
Ojala nos veamos pronto en otro tema~~ <3 <3 <3 ^w^
Ruru Lepidoptera
Experto
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