Miedo y asco en Vulwurfar [Libre 3/4] [Noche]
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Miedo y asco en Vulwurfar [Libre 3/4] [Noche]
Murfurwar o como se llame, no andaba en sus mejores momentos, mas aun así la cosa iba en viento en popa para mejor que antes de a poco para su gente y cual era ese gran avance que hacia que mi cuerpo se sienta feliz ¡¡Abrieron la taberna joder!! Y eso significa que la bebida de la buena había vuelto. El lugar ya estaba habitado por personas con necesidad de ahogar sus penas en el alcohol y de olvidar el desastre de su entorno o la situación precaria que algunos estaban viviendo, que del cual no se culpaba, la vida no era tan fácil para muchos en estos tiempos y menos para los menos aptos.
El clima volvió a cernirse sobre los menos afortunados sin hogar, una ligera llovizna hizo aparición que de apoco fue creciendo a una lluvia mas notable y fuerte.- Al menos el techo no goteara...tanto ¡Jajajaja! -Me decía a mi mismo mientras el tabernero me echaba mal de ojo por aquel comentario, pero era muy cierto, podía resistir al menos para que no hubiera un exceso de goteras. Algo que caracterizaba al ambiente era la comida regular y la inconformidad, estaban bastante inconformes que tuvieran que tener el derecho de beber y relajarse entre restos re-usados y reparados en vez de su taberna confiable que estaba decente, mas que esto.
Estaba bebiendo en la barra con tranquilidad, una bebida solo no es disfrutable, mucho menos mas satisfactorio sin una buena pierna cocinada, pero tampoco iba a meterme con cualquiera de este lugar, puesto que tenían caras de "Largate" pegadas en la frente y no iba a beber con una panda de amargados o solitarios, y vaya ironía, era un solitario también sin nadie que me acompañe.
Era de noche, y no había venido tanta gente, pero al menos el lugar no estaba vació como para escuchar mis pensamientos en eco, supongo que tendría que conformarme con una pacifica y aburrida noche si nadie mas vendría.
El clima volvió a cernirse sobre los menos afortunados sin hogar, una ligera llovizna hizo aparición que de apoco fue creciendo a una lluvia mas notable y fuerte.- Al menos el techo no goteara...tanto ¡Jajajaja! -Me decía a mi mismo mientras el tabernero me echaba mal de ojo por aquel comentario, pero era muy cierto, podía resistir al menos para que no hubiera un exceso de goteras. Algo que caracterizaba al ambiente era la comida regular y la inconformidad, estaban bastante inconformes que tuvieran que tener el derecho de beber y relajarse entre restos re-usados y reparados en vez de su taberna confiable que estaba decente, mas que esto.
Estaba bebiendo en la barra con tranquilidad, una bebida solo no es disfrutable, mucho menos mas satisfactorio sin una buena pierna cocinada, pero tampoco iba a meterme con cualquiera de este lugar, puesto que tenían caras de "Largate" pegadas en la frente y no iba a beber con una panda de amargados o solitarios, y vaya ironía, era un solitario también sin nadie que me acompañe.
Era de noche, y no había venido tanta gente, pero al menos el lugar no estaba vació como para escuchar mis pensamientos en eco, supongo que tendría que conformarme con una pacifica y aburrida noche si nadie mas vendría.
Última edición por Eirik el Lun Ene 03 2022, 01:18, editado 2 veces
Eirik
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Re: Miedo y asco en Vulwurfar [Libre 3/4] [Noche]
Podría sencillamente decir que estaba haciendo un mal día, regresar a donde se hospedaba y disfrutar lo que restaba del día con la gastronomía de la ciudad costera, pero las nubes grises que cubrían el cielo no estaban allí desde hace un par de horas, ni desde ayer. ¡Llevaban lo suficiente como para anhelar por una vez ese calor que amenazaba con tostar su piel! No le quedaba de otra que movilizarse y cumplir con lo pendiente aún dadas las circunstancias. Su estancia en Vulwufar, para bien o para mal, no sería larga. No obstante, aquel día, pese a tener la situación bien clara, se vio obligado a detenerse por las condiciones climáticas; las nubes pasaron de arreciar chispas a gotas que mojaba como un balde y su ropa, que seguía sin ser la más adecuada, no iba a dar para mucho. En el peor de los casos enfermaría. Lo último que necesitaba. Por eso cuando llegó a una taberna, sin fijarse a cuál de tantas, lo hizo con una ruidosa premura y empapado de agua. Sus cabellos mojados estaban caídos cual clásico espanto femenino, solo que detrás se escondía una cara frustrada.
-¿Qué?- dijo, altanero, ante las miradas que inevitablemente trajo. -Así me peino - pero lejos de intimidar, provocó risas entre las mesas ocupadas. No le dio mayor importancia. Entró con la seguridad de un cliente frecuente, ocupó un asiento en la barra y sacó los hombros de la túnica que llevaba puesta, y esta, por el peso del agua absorbida, cayó hasta guindar por el cinturón que llevaba el pelirrojo. -¿Quieres algo, pelorrojo? Aparte de un paño seco - preguntó burlonamente el tabernero. Baltazar, con una fulminante mirada, agarró sus cabellos entre dos manos y con una tiró: el agua recogida comenzó a chorrear sobre el suelo. - ¡Oye, no hagas eso! - , -Algo caliente, por favor - sacó una moneda y la tiró sobre la barra. Aunque entre quejas y malas miradas, el hombre se alejó para buscar algo que se ajustara al pedido y presupuesto. El elfo esperó, sonriendo en son de victoria.
No fue hasta que recargó los codos en la madera que prestó atención a su entorno. El establecimiento podría ser mejor, porqué negarlo. Los clientes tenían caras largas. La comida, al menos lo que tenía a vista, no se veía tan apetitosa como para aprovechar la ocasión. Por lo visto no había dado con el mejor sitio para escampar, y por desgracia, ya había pedido un trago. Recordó entonces lo que le sucedió la última vez que estuvo en un local "decente" y bebió sin cuestionar un carajo. Arrugó la cara. Miró a los lados y se encontró con alguien degustando tranquilamente su bebida, era robusto, tenía características que normalmente atribuirían a una mala impresión, pero se veía mucho más tranquilo que los demás y no evitó preguntarle.
-¿Está buena? - apuntó al trago con la barbilla.
-¿Qué?- dijo, altanero, ante las miradas que inevitablemente trajo. -Así me peino - pero lejos de intimidar, provocó risas entre las mesas ocupadas. No le dio mayor importancia. Entró con la seguridad de un cliente frecuente, ocupó un asiento en la barra y sacó los hombros de la túnica que llevaba puesta, y esta, por el peso del agua absorbida, cayó hasta guindar por el cinturón que llevaba el pelirrojo. -¿Quieres algo, pelorrojo? Aparte de un paño seco - preguntó burlonamente el tabernero. Baltazar, con una fulminante mirada, agarró sus cabellos entre dos manos y con una tiró: el agua recogida comenzó a chorrear sobre el suelo. - ¡Oye, no hagas eso! - , -Algo caliente, por favor - sacó una moneda y la tiró sobre la barra. Aunque entre quejas y malas miradas, el hombre se alejó para buscar algo que se ajustara al pedido y presupuesto. El elfo esperó, sonriendo en son de victoria.
No fue hasta que recargó los codos en la madera que prestó atención a su entorno. El establecimiento podría ser mejor, porqué negarlo. Los clientes tenían caras largas. La comida, al menos lo que tenía a vista, no se veía tan apetitosa como para aprovechar la ocasión. Por lo visto no había dado con el mejor sitio para escampar, y por desgracia, ya había pedido un trago. Recordó entonces lo que le sucedió la última vez que estuvo en un local "decente" y bebió sin cuestionar un carajo. Arrugó la cara. Miró a los lados y se encontró con alguien degustando tranquilamente su bebida, era robusto, tenía características que normalmente atribuirían a una mala impresión, pero se veía mucho más tranquilo que los demás y no evitó preguntarle.
-¿Está buena? - apuntó al trago con la barbilla.
Baltazar
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Re: Miedo y asco en Vulwurfar [Libre 3/4] [Noche]
Aparecería un joven de curiosa apariencia y su melena llamativa, ropajes igual y encima siendo menor que un buen gambeson ¡Tapaba mas el culo de una vaca que esas telas! Lo único bueno es que entraba como gato mojado, así que no sufriría la incomodidad de llevar una armadura toda mojada. Era bueno ver que el sujeto había logrado hacer reír a todos con sus ocurrencias, hasta dejó callado al tabernero, así que de lengua afilada, también tiene bolas, eso me agrada. Fue el único que logró quitarle la cara nalga de cerdo a la mayoría por un momento y eso me daba una idea, pero seria para mas tarde.
Curiosamente el pelirrojo se dirigió hacia mi con respecto a la bebida.- Pues que decirte...sabe mejor la orina de un burro. -Para los que me escucharon se pusieron a reír, después, un silencio.- No preguntes como lo sé. -
Mientras el tabernero me asesinaba con la mirada y fruncía el ceño tan fuerte que parecía que iba a explotar, me ponía mas cómodo para hablar con el nuevo compañero de bebida y charla.- Pues que decirte, es de esas bebidas que sabe mejor cuanto menor consciente eres. Ademas, beber en compañía sabe mejor que solo ¿Que te trae a este lugar, caminante? -Preguntaba mientras daba un sorbo considerable a mi bebida. Mi rostro era estoico ante la bebida, pero por mucho que se intentase ocultar, se notaba que ya andaba algo borracho, pero consciente en su mayoría. Esto no era bueno porque la cerveza aun sabia a mierda.- Por cierto, mi nombre es Eirik. -Anteriormente no queria cometer el mismo error de pasar una jornada completa con un grupo de raros y ni saber sus nombres, o ellos el mio.
El clima empeoraba y daba ligeros empujones con su imponente presencia al establecimiento. Se escuchaba la madera crujir levemente y las gotas de lluvia golpear frenéticamente el techo improvisado y las pocas goteras que habían volverse un chorro, creando pequeños riachuelos en el suelo hasta que uno de los clientes se tropezase con el agua y caerse.- No aguantan ni una taza ¡Tabernero, bájale dos rayitas al alcohol y mejor ponle sabor! -Respuestas varias y entre ellas risas y carcajadas.- ¡Yo pagando por esta mierda, cuando pude orinarme en un vaso y beberla! -La mayoría estalló en carcajadas y entre ello el animo mejoró un poco, aunque las goteras provocó el descontento de algunos y se retiraron.- Igual se van a mojar... -La taberna parecía temblar, en algunas partes olía a culo, la comida no era del otro mundo, la bebida...cuestionable, la moral deplorable y apenas estábamos iniciando un poco esta larga noche, pero aparentemente la actitud del pelirrojo y un enemigo común hizo que al menos esta noche avanzara un poco.
Curiosamente el pelirrojo se dirigió hacia mi con respecto a la bebida.- Pues que decirte...sabe mejor la orina de un burro. -Para los que me escucharon se pusieron a reír, después, un silencio.- No preguntes como lo sé. -
Mientras el tabernero me asesinaba con la mirada y fruncía el ceño tan fuerte que parecía que iba a explotar, me ponía mas cómodo para hablar con el nuevo compañero de bebida y charla.- Pues que decirte, es de esas bebidas que sabe mejor cuanto menor consciente eres. Ademas, beber en compañía sabe mejor que solo ¿Que te trae a este lugar, caminante? -Preguntaba mientras daba un sorbo considerable a mi bebida. Mi rostro era estoico ante la bebida, pero por mucho que se intentase ocultar, se notaba que ya andaba algo borracho, pero consciente en su mayoría. Esto no era bueno porque la cerveza aun sabia a mierda.- Por cierto, mi nombre es Eirik. -Anteriormente no queria cometer el mismo error de pasar una jornada completa con un grupo de raros y ni saber sus nombres, o ellos el mio.
El clima empeoraba y daba ligeros empujones con su imponente presencia al establecimiento. Se escuchaba la madera crujir levemente y las gotas de lluvia golpear frenéticamente el techo improvisado y las pocas goteras que habían volverse un chorro, creando pequeños riachuelos en el suelo hasta que uno de los clientes se tropezase con el agua y caerse.- No aguantan ni una taza ¡Tabernero, bájale dos rayitas al alcohol y mejor ponle sabor! -Respuestas varias y entre ellas risas y carcajadas.- ¡Yo pagando por esta mierda, cuando pude orinarme en un vaso y beberla! -La mayoría estalló en carcajadas y entre ello el animo mejoró un poco, aunque las goteras provocó el descontento de algunos y se retiraron.- Igual se van a mojar... -La taberna parecía temblar, en algunas partes olía a culo, la comida no era del otro mundo, la bebida...cuestionable, la moral deplorable y apenas estábamos iniciando un poco esta larga noche, pero aparentemente la actitud del pelirrojo y un enemigo común hizo que al menos esta noche avanzara un poco.
Eirik
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Re: Miedo y asco en Vulwurfar [Libre 3/4] [Noche]
- Blewh, tranquilo, creo que ya pregunté suficiente - rió mientras agitaba la mano.
Aquel había sido un dato que hubiera estado mejor no saber, no importa si le mentían y le daba un trago fuerte a la bebida. Pero fue él quien preguntó, qué se le iba a hacer. Dejó de romperse la cabeza y se encargó de arreglarse bien el cabello de forma que, mientras estuviera mojado, no le molestara. Las buenas cualidades siempre guardan buenas complicaciones y aquella, bueno, era una de ellas. Nada nuevo en su vida.
- Quizá no se note, pero fue el chaparrón de allá afuera - respondió con su típico sarcasmo. Volvió a recargarse en la madera, más relajado, y recibió el trago de vino especiado al que tuvo que ojear, oler, y meterle el dedo para probar un poquito a ver si eso también sabía mal. Aparentemente no pese a que no era el mejor que había probado. -En algún momento regresé a la práctica de dejar cosas para último momento y los dioses no me favorecieron. Ya ves. Mi nombre es Baltazar, mucho gusto - levantó su trago como quien va a realizar un brindis y le dio un trago largo, no sin antes encomendarse a los dioses. ¿El resultado? ... Nada. Lo asimiló mejor de lo que esperaba y la temperatura ayudó a que su cuerpo conservara calor.
Más luego reparó los comentarios que derivaron de la caída del sujeto. ¿Qué tantos grados de alcohol debían tener las bebidas de ellos para que el hombre llegara a esos extremos? -Solo por casualidad, ¿qué están... - y le siguió, en lugar de palabras, un eructo característico por su rudeza que no había expulsado hace mucho. El silencio de impresión se hizo entre los pocos que quedaban. ¿Cómo alguien como él, que no era ni de coña el de contextura más gruesa y tenía una pinta delicada, podía soltar eructos como esos? Ni el pelirrojo lo sabía, solo maldijo el vino especiado e improvisó.
- ...¿Que acaso nunca han escuchado eructar a un hombre? ¡Salud, caballeros!
---OFF:
Maldición del Puerco: en curso (?)
Baltazar
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Re: Miedo y asco en Vulwurfar [Libre 3/4] [Noche]
Sarcastico, simplista y serio, con un toque de encanto y tener un cuchillo por lengua, su nombre era Baltazar y brindaba con el.- ¡Salud, camarada! -Y el choque se hizo presente con vigor y jubilo, aunque nuestra zona fuera la única que tenia ese ambiente y fuese únicamente yo al menos.
Antes de que pudiese terminar su oración, un imponente eructo salió de la boca de su perfilada cara, haciendo eco en todo el cuchitril que asumíamos, era la taberna. Su respuesta solo hizo que todo el sitio quedara en un frió sepulcral que duró unos segundos hasta que todo el lugar, incluyéndome a mi y el tabernero, estallamos en carcajadas eufóricas por el hilarante comentario.- ¡Con cara de bebedor de leche, pero eructa como leñador JAJAJAJA! ¡¡¡SALUD!! - ¡¡SALUD!! -Todos levantaron sus vasos y jarras brindando por Baltazar y levantando el animo abruptamente. Entre risas y cotilleo entre los integrantes de la taberna, hubo un comentario que llegó a mi oído.-El de cara de princesa eructa mas fuerte que tu jajaja. ! - ¡Hasta tu mujer eructa mejor jajaja! -Ya algunos se empezaban a emborrachar y aunque el ambiente era bueno, sus comentarios eran evidentes burlas y ofensas a mi nuevo compañero bebedor.- ¡Tal vez le puedas pedir el vestido a tu mujer, tal vez te haga mas hombre! -Todos nos rodeaban ahora, vitoreando y burlándose con un "Puedes hacerlo mejor, ¿Vas a dejar que te ofenda?"- ¿Lo dice el que parece salido del culo de un cerdo? Hasta el olor tienes. - Lo que yo huelo son celos camarada, no te sientas mal por mi atractivo. -Sin palabras y riendo como idiota, decidió meterse un trago profundo a su bebida, había iniciado un concurso de Escarnio y la gente se animaba enormemente, sacando sus mejores insultos y vanagloriandose de la lengua de oro de algunos.
Volvía con mi nuevo amigo de locuras por esta noche, Baltazar, con un buen trago de lo que suponía que era cerveza.- ¡¡Mi amigo Baltazar!! ¿Por qué no te unes? No tienes reparos con tu lengua jajaja. -Quería introducir a mi compañero a la juerga y tal vez le gusté el desmadre, si no quisiera pues seguiría jodiendo con el acá mientras el resto se mata con la bebida y el Escarnio.
Las reglas de este Escarnio eran simples: Rondas sin limites hasta que tu oponente no tenga respuesta ¿El castigo? Tener que beber y pagar mas por la bebida que daba este tabernero. El alcohol y vino fluía y poco a poco se acababa, pero la fiesta seguía y aun quedaba algo por beber. Esto era un reto de fuerza de voluntad, lengua de oro, carisma y aguante, todo en uno en una pelea divertida de ofensas mutuas sin precedentes en un ambiente asqueroso.
Antes de que pudiese terminar su oración, un imponente eructo salió de la boca de su perfilada cara, haciendo eco en todo el cuchitril que asumíamos, era la taberna. Su respuesta solo hizo que todo el sitio quedara en un frió sepulcral que duró unos segundos hasta que todo el lugar, incluyéndome a mi y el tabernero, estallamos en carcajadas eufóricas por el hilarante comentario.- ¡Con cara de bebedor de leche, pero eructa como leñador JAJAJAJA! ¡¡¡SALUD!! - ¡¡SALUD!! -Todos levantaron sus vasos y jarras brindando por Baltazar y levantando el animo abruptamente. Entre risas y cotilleo entre los integrantes de la taberna, hubo un comentario que llegó a mi oído.-El de cara de princesa eructa mas fuerte que tu jajaja. ! - ¡Hasta tu mujer eructa mejor jajaja! -Ya algunos se empezaban a emborrachar y aunque el ambiente era bueno, sus comentarios eran evidentes burlas y ofensas a mi nuevo compañero bebedor.- ¡Tal vez le puedas pedir el vestido a tu mujer, tal vez te haga mas hombre! -Todos nos rodeaban ahora, vitoreando y burlándose con un "Puedes hacerlo mejor, ¿Vas a dejar que te ofenda?"- ¿Lo dice el que parece salido del culo de un cerdo? Hasta el olor tienes. - Lo que yo huelo son celos camarada, no te sientas mal por mi atractivo. -Sin palabras y riendo como idiota, decidió meterse un trago profundo a su bebida, había iniciado un concurso de Escarnio y la gente se animaba enormemente, sacando sus mejores insultos y vanagloriandose de la lengua de oro de algunos.
Volvía con mi nuevo amigo de locuras por esta noche, Baltazar, con un buen trago de lo que suponía que era cerveza.- ¡¡Mi amigo Baltazar!! ¿Por qué no te unes? No tienes reparos con tu lengua jajaja. -Quería introducir a mi compañero a la juerga y tal vez le gusté el desmadre, si no quisiera pues seguiría jodiendo con el acá mientras el resto se mata con la bebida y el Escarnio.
Las reglas de este Escarnio eran simples: Rondas sin limites hasta que tu oponente no tenga respuesta ¿El castigo? Tener que beber y pagar mas por la bebida que daba este tabernero. El alcohol y vino fluía y poco a poco se acababa, pero la fiesta seguía y aun quedaba algo por beber. Esto era un reto de fuerza de voluntad, lengua de oro, carisma y aguante, todo en uno en una pelea divertida de ofensas mutuas sin precedentes en un ambiente asqueroso.
Eirik
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Re: Miedo y asco en Vulwurfar [Libre 3/4] [Noche]
Si algo bueno podía sacar de todo aquello, es que el ambiente de la taberna (si así se le podía llamar) estaba empezando a cobrar vida. La bebida podía estar muy mala, el alrededor bastante pobre y el servicio ni tan de primera, pero el ambiente creado por la clientela siempre iba a poder con lo demás. Eso era un hecho.
Baltazar pasó de la pena, pues no se halla acostumbrado a tales eructos, a disfrutar en silencio como cada uno se animaba a bromear. No tenía el temor de que en cualquier momento comenzaran a pelearse porque la vibra que le transmitían era de despreocupación, tanta que, bajo el pensamiento de que de todas maneras ya había desatado lo que no había querido, prefirió seguir adelante con el vino. Ya no podía empeorar más, ¿cierto? Ni tiempo de averiguarlo ni de disfrutar su tranquilidad tuvo en demasía, pues, 'Eirik' tenía otros planes en consideración.
- Oh, no, no - se apresuró a negar con la mayor gentilidad que pudo - no me va eso de los insultos.
- Tampoco lo de ser hombre - se mofó alguien entre risas, fingiendo batir un largo cabello cual damisela. La más evidente burla sobre como el pelirrojo se arreglaba hacía un momento. Y entre las risas que acompañaron, con una expresión de sorpresa graciosa, el elfo agudizó su mirar.
- Tu madre no pensó lo mismo - animó su expresión - ¡Como has crecido, hijo mío! Veo que no saliste a papá.
Y se le fue otro eructo como para adornar. No faltó quien se riera como si hubiera escuchado el chiste del siglo, pero de cierta forma era un alivio. Siendo tan poco diestro en el tema de los insultos, ¿sería bien recibido o quizá se le pasaría la mano? Muy en el fondo procuró tener el control y no dejarse llevar por el ambiente.
Baltazar
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Re: Miedo y asco en Vulwurfar [Libre 3/4] [Noche]
Puede ser por el calor del momento, el alcohol excesivo en sus cuerpos o la ebriedad de euforia que hizo que el sentido común de aquel que enfrentaba a Baltazar olvidara que esto era un Escarnio y no una ofensa agresiva. La gente se reía ante la hilarante respuesta del pelirojo y yo, como buen hombre maduro que soy, me reía como un maldito asno vigorosamente. El sujeto era robusto, barbon y se notaba sus músculos bien trabajado, su rostro estaba completamente rojo y su rostro pasible y risueño cambio a uno enrabiado e ido.- ¡Bastardo de mierda! -Exclamó mientras el grupo reía y gritaba haciendo un circulo entre ambos. El sujeto se tronaba los nudillos y se preparaba para embestir con un puñetazo en su rostro ¡Que empiece la juerga! El tabernero a ver que su suministro de bebidas se agotó, fue al sótano a buscar mas, pues ya nadie estaba en la barra libre de la fiesta para pedir su ayuda así que resignado fue el mismo descuidando al desastre de borrachos que tenia como clientela.
No iba a intervenir hasta que vi que que dos sujetos se iban a unir a la fiesta contra Baltazar, el flaquito logró avanzar hacia él pelirojo de orejas puntiagudas de forma escurridiza, pero detuve al otro de un puñetazo usando toda mi fuerza, noqueandolo en el acto.- ¡¡Hey, peleen con honor!! -Sonriente y atrevido me lancé de peligro contra el peligro. La gente alzaba la voz y mas gente animaba a la pelea. Fue en ese entonces que se unieron 2 mas lanzarse contra mi. Esquivaba agilmente su arremetida contra mi cansandolos, dos puñetazos bastaban para tirar a uno y el otro se ponía en posición defensiva ante esto. Su resistencia era disminuida debido a su consumo excesiva de cerveza, y los pocos con dinero, vino.
Habían sillas y mesas redondas al rededor del circulo, parece que si nos movíamos, podrían trasladar el ring y usar a nuestro favor, las ventanas estaban entabladas y algunas secciones habían goteras, haciendo que los charcos hacían presencia imponente poco a poco. De tanta juerga y los ánimos que se extendieron hizo que mas gente curiosa viniera y se uniera a la fiesta, habían mucha mas gente que antes de que llegáramos a ese deprimente lugar, así que esta pelea iba a estar mas interesante de lo usual.
- Ost combat:
No iba a intervenir hasta que vi que que dos sujetos se iban a unir a la fiesta contra Baltazar, el flaquito logró avanzar hacia él pelirojo de orejas puntiagudas de forma escurridiza, pero detuve al otro de un puñetazo usando toda mi fuerza, noqueandolo en el acto.- ¡¡Hey, peleen con honor!! -Sonriente y atrevido me lancé de peligro contra el peligro. La gente alzaba la voz y mas gente animaba a la pelea. Fue en ese entonces que se unieron 2 mas lanzarse contra mi. Esquivaba agilmente su arremetida contra mi cansandolos, dos puñetazos bastaban para tirar a uno y el otro se ponía en posición defensiva ante esto. Su resistencia era disminuida debido a su consumo excesiva de cerveza, y los pocos con dinero, vino.
Habían sillas y mesas redondas al rededor del circulo, parece que si nos movíamos, podrían trasladar el ring y usar a nuestro favor, las ventanas estaban entabladas y algunas secciones habían goteras, haciendo que los charcos hacían presencia imponente poco a poco. De tanta juerga y los ánimos que se extendieron hizo que mas gente curiosa viniera y se uniera a la fiesta, habían mucha mas gente que antes de que llegáramos a ese deprimente lugar, así que esta pelea iba a estar mas interesante de lo usual.
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Eirik
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Re: Miedo y asco en Vulwurfar [Libre 3/4] [Noche]
No fue un hombre cualquiera el que resultó ser víctima de su escarnio. Era lo bastante robusto como para que alguien como Baltazar, nada destacable en lo que a fuerza física respecta, huyera de cualquier posibilidad de buscarle un problema, pero ahí estaba: el hombre tenía la cara roja, y con toda seguridad no era por gracia, licor o vergüenza. -Lo que me faltaba -resopló, levantando el mechón que bloqueaba su ojo izquierdo mientras se apartaba de la barra. No estaba, sin embargo, en posición de defenderse o de querer tomar la iniciativa.
- Escucha - levantó las manos en son de paz - no fue mi intención... - y fue todo lo que pudo decir antes que un flaco lo agarrara por la espalda y el robusto al que había ofendido aprovechara de clavarle un puñetazo en toda la cara. El dolor agudo en su nariz no le pudo dejar más claro que, no importa cuanto hablara, no iba a salir impune de allí.
El ajetreo se formó en su alrededor como si el golpe hubiera gatillado algo más que el enfado del pelirrojo, quien, no contento de que un viejo intolerante terminara de arruinarle el día, le dio un cabezazo al flaco en cara y se zafó de su agarre cuando otro puñetazo vino de parte del robusto. Éste se cargó de eliminarlo de la ecuación sin querer, dejándolo tonto si es que no lo había dejado inconsciente. Entonces Baltazar, que había acabado de agacharse, hizo un puño y lo clavó con todo y vuelo en las nueces del grandote. Lo vio arrodillarse con una cara de inexplicable dolor mientras él se tocaba la nariz con el dorso, confirmando, para su desgracia, que tenía una hemorragia.
Cuando volteó se encontró con Eirik peleando con otros dos sujetos. Esquivaba de una forma que hacía ver el encuentro como un juego para niños. ¡Y ni hablar de esos puñetazos! Mínimo necesitarían revisión médica profesional. Pero justo cuando pensó que tenía ganado ese 1 vs 1 con el borracho que le quedaba, se le fueron encima otros tres que vieron en el luchador un muro derribable. Para completar no se veían tan fuera de sus cabales por culpa del alcohol. Pintaba mal.
Baltazar apenas se había movido en su dirección, articulando para advertirle, cuando alguien le partió una silla en la espalda. Se cayó al piso. Voltearía con rapidez, pero una mano apresaría su cuello antes de ver y lo alzaría con una facilidad aterradora. Era el mismo robusto al que se supone había dejado fuera de combate, aunque a juzgar por su cara de sufrimiento, todavía lidiaba con las sensaciones.
-¡Por mi madre que desfiguraré esa cara bonita que tienes, cabrón! - sentenció, y arrojó el cuerpo del elfo hacia unas mesas que terminó por volcar. Sus ojos de color miel miraron de reojo hacia Eirik. El tipo de las arreglaba con cuatro y él estaba sufriendo con nada más uno. ¿Así es como pretendía ayudar a Zelas, al equipo? ¿Siendo el saco de arena ante cada uno de sus problemas? Se limpió la nariz con frustración y se levantó otra vez con una cara de pocos amigos, quizá la primera muestra de rabia que había mostrado en muchos años, y esperó al hombre robusto que se acercaba con los puños prensados. - No puedo creer que tenga que recurrir a esto - Un golpe nada más y estaría en muchos problemas, lo sabía, por lo que no vio otra opción que recurrir a esa energía que le gustaba describir como la muestra de su estrecha relación con los dioses.
- Escucha - levantó las manos en son de paz - no fue mi intención... - y fue todo lo que pudo decir antes que un flaco lo agarrara por la espalda y el robusto al que había ofendido aprovechara de clavarle un puñetazo en toda la cara. El dolor agudo en su nariz no le pudo dejar más claro que, no importa cuanto hablara, no iba a salir impune de allí.
El ajetreo se formó en su alrededor como si el golpe hubiera gatillado algo más que el enfado del pelirrojo, quien, no contento de que un viejo intolerante terminara de arruinarle el día, le dio un cabezazo al flaco en cara y se zafó de su agarre cuando otro puñetazo vino de parte del robusto. Éste se cargó de eliminarlo de la ecuación sin querer, dejándolo tonto si es que no lo había dejado inconsciente. Entonces Baltazar, que había acabado de agacharse, hizo un puño y lo clavó con todo y vuelo en las nueces del grandote. Lo vio arrodillarse con una cara de inexplicable dolor mientras él se tocaba la nariz con el dorso, confirmando, para su desgracia, que tenía una hemorragia.
Cuando volteó se encontró con Eirik peleando con otros dos sujetos. Esquivaba de una forma que hacía ver el encuentro como un juego para niños. ¡Y ni hablar de esos puñetazos! Mínimo necesitarían revisión médica profesional. Pero justo cuando pensó que tenía ganado ese 1 vs 1 con el borracho que le quedaba, se le fueron encima otros tres que vieron en el luchador un muro derribable. Para completar no se veían tan fuera de sus cabales por culpa del alcohol. Pintaba mal.
Baltazar apenas se había movido en su dirección, articulando para advertirle, cuando alguien le partió una silla en la espalda. Se cayó al piso. Voltearía con rapidez, pero una mano apresaría su cuello antes de ver y lo alzaría con una facilidad aterradora. Era el mismo robusto al que se supone había dejado fuera de combate, aunque a juzgar por su cara de sufrimiento, todavía lidiaba con las sensaciones.
-¡Por mi madre que desfiguraré esa cara bonita que tienes, cabrón! - sentenció, y arrojó el cuerpo del elfo hacia unas mesas que terminó por volcar. Sus ojos de color miel miraron de reojo hacia Eirik. El tipo de las arreglaba con cuatro y él estaba sufriendo con nada más uno. ¿Así es como pretendía ayudar a Zelas, al equipo? ¿Siendo el saco de arena ante cada uno de sus problemas? Se limpió la nariz con frustración y se levantó otra vez con una cara de pocos amigos, quizá la primera muestra de rabia que había mostrado en muchos años, y esperó al hombre robusto que se acercaba con los puños prensados. - No puedo creer que tenga que recurrir a esto - Un golpe nada más y estaría en muchos problemas, lo sabía, por lo que no vio otra opción que recurrir a esa energía que le gustaba describir como la muestra de su estrecha relación con los dioses.
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Re: Miedo y asco en Vulwurfar [Libre 3/4] [Noche]
- Ost combat:
Estaba en ese momento de esperar a que el atacara y dejara una abertura para reventar la existencia a puñetazos y hacer que conozca a su Dios, resucite, lo vuelva a enviar y lo traiga a puñetazos, pero en ese momento se me tiraron 3 mas encima mio.- ¡¡Malditos, tienen cojones para atacarme en grupo!! -Sonreía colérico. Me aprisionaban las extremidades mientras me castigaban con algunos golpes. Cuando estaba a punto de arremeter contra ellos, el que era anteriormente mi primer oponente se lanzó atinandome 2 puñetazos fuertes a mi rostro, logrando hacer que se me hinche muy levemente la mejilla, ademas de que los golpes provocaron que me cortara el labio y también sentir un dolor creciente en el parpado.- Jeje...me toca. -Escupiéndole sangre a los ojos, me safé ferozmente de mis captores, dejándolos impactados de la facilidad que logré librarme. Le di un cabezazo tan duro que casi le hundo la frente, azotandolo contra el suelo como si fuera un costal de papas.
Vi de reojo como tiraban a Balt a una mesa, eso me daba ideas. Mi sangre ardía en deseo de romperle la cara a todos, una sonrisa maniática crecía en mi rostro y algunas venas en mi rostro y cuello, sumado a la sangre de mi boca y mi anterior acto, algunos se volvieron temerosos, pero tomaron valor viendo lo peligroso que se estaba volviendo la situación, arremetiendo los 3 anteriores queriendo acabar de una vez. Dando un paso veloz, esquivaba el primer ataque suicida y feroz de uno de ellos, rodaba en el segundo y tercero que querían someterme de nuevo, arrancando parte de la ropa que pudieron alcanzar de mi.
Corría en son de salvar a mi amigo recién conocido y seguir con la pelea felizmente ¡¡Estaba extasiado!! Saltaba y me impulsé en el pecho de uno de los que miraban ¡Pobre diablo! Lo tiré encima de otros que furiosos ahora me buscaban también. Habiendo saltado e impulsándome di un puñetazo en caída al rostro del robusto hombre que era oponente de Balt, haciéndolo tambalear.- ¡¡JAJAJAJA, MAS DURO QUE TESTICULO DE TORO!! -La situación se volvía hilarante, bizarra, extraña y bastante peligrosa. Con semejante puñetazo el sujeto aun seguía de pie, mareado, pero aun listo para mas. Sonriente y extasiado, empujé a Baltazar en son de guiarlo detrás de la mesa que habían tumbado con él porque no solo era este fuerte hombre en que nos cazaban, sino mas o menos la mitad de todo el gentío presente, la otra restante andaban matándose entre ellos por un efecto dominó.- ¡¡Vamos amigo, ayudame!! -Agarraba el soporte de la mesa y lo usaba como ariete, llevándome a una gran mayoría de estos desgraciados, pero evidentemente no logré tumbarlos a todos. Pasé de avanzar vigorosamente a terminar poco a poco reducir mi velocidad hasta deternos completamente. Algunos se asomaban por los bordes intentando dar arañazos, uno logró darme de lleno un sillazo en mi cabeza, logrando hincharme mas donde antes me habían golpeado el ojo, reduciendo mi visión, pero aumentando mas mi sonrisa maniática y mi Rabia.
2 personas delgaduchas usaban su condición para tener mayor facilidad e intentar subirse al borde y alcanzarme, si no los detenían o no recibía apoyo en la arremetida con el ariete, puede que la cosa se ponga mas fea de lo normal...
Uno de ellos era un campesino que no ha tenido buen cultivo por los climas húmedos, quedando en si situación actual sin mucha ganancia y raspando la bolsa por una bebida que lo haga ignorar su vida, el otro era un aguasero que, por el evidente clima, ha estado desempleado esta temporada de lluvias, terminando igual que el otro y uniéndose a una causa: partirnos la cara.
Eirik
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Re: Miedo y asco en Vulwurfar [Libre 3/4] [Noche]
La impresión que de pronto deformó la mirada del robusto manifestó la inesperada alteración de "algo". Bien pudo a ver sido el hecho de que alguien tan delicado pudiera hacer tal gesto de rechazo, pero fue, en cambio, el hecho de que estelas de una energía sin precedentes comenzaran a recubrir su cuerpo. No eran demasiado visibles, pensó que había visto mal, y cuando sintió que tal vez aquello podía deberse a otro truco de esos malditos aventureros que de vez en cuando merodean, un puñetazo lo privó del pensamiento. Había sido un buen golpe.
Lo que fuera que había comenzado a rodear al pelirrojo se difuminó en un pispás, casi tan rápido como dejó su motivación de lado por el imprevisto. Eirik no había terminado de lidiar con los de su lado pero, de alguna manera, se las arregló para echarle una mano. Lo agradeció muy en el fondo. ¿Pero había sido lo mejor? Más temprano que tarde supo la respuesta: con la ayuda se vinieron más problemas, gente ebria y semi-lúcida que si antes no habían visto motivos para clavar los ojos en el par, ahora se las arreglaban para ello.
Justo entonces Baltazar sería testigo de otra muestra de la fuerza que tenía el hombre. Con nada más que una mesa comenzó a embestir a los demás, encargándose él solo de toda una estampida a punta de fuerza y algo de ingenio... sí, él solo, porque cuando pidió ayuda, si prestaba atención, notaría que el pelirrojo se encontraba tras la barra agarrando tranquilamente un trapo para cubrirse la nariz.
Él había aprovechado que el humano fue el foco de atención para escabullirse cuando estuvo tras la mesa. Tenía clarísimo que aquella no era su pelea, solo eran un montón de civiles ebrios y tontos, así que cuanto menos se involucrase, mejor. Aparte el sillazo en su espalda no es que hubiera dejado cosquillas, mejor asimilarlo mientras aprovechaba que nadie lo veía. Parecían muy ocupados como para tomarse la molestia.
-No se qué me sorprende más - pensó - si este montón de locos o que el guerrero lo disfrute...
Lo que fuera que había comenzado a rodear al pelirrojo se difuminó en un pispás, casi tan rápido como dejó su motivación de lado por el imprevisto. Eirik no había terminado de lidiar con los de su lado pero, de alguna manera, se las arregló para echarle una mano. Lo agradeció muy en el fondo. ¿Pero había sido lo mejor? Más temprano que tarde supo la respuesta: con la ayuda se vinieron más problemas, gente ebria y semi-lúcida que si antes no habían visto motivos para clavar los ojos en el par, ahora se las arreglaban para ello.
Justo entonces Baltazar sería testigo de otra muestra de la fuerza que tenía el hombre. Con nada más que una mesa comenzó a embestir a los demás, encargándose él solo de toda una estampida a punta de fuerza y algo de ingenio... sí, él solo, porque cuando pidió ayuda, si prestaba atención, notaría que el pelirrojo se encontraba tras la barra agarrando tranquilamente un trapo para cubrirse la nariz.
Él había aprovechado que el humano fue el foco de atención para escabullirse cuando estuvo tras la mesa. Tenía clarísimo que aquella no era su pelea, solo eran un montón de civiles ebrios y tontos, así que cuanto menos se involucrase, mejor. Aparte el sillazo en su espalda no es que hubiera dejado cosquillas, mejor asimilarlo mientras aprovechaba que nadie lo veía. Parecían muy ocupados como para tomarse la molestia.
-No se qué me sorprende más - pensó - si este montón de locos o que el guerrero lo disfrute...
Baltazar
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Re: Miedo y asco en Vulwurfar [Libre 3/4] [Noche]
Podríamos haber terminado esta pelea fácilmente con la ayuda de mi compadre, pero aparentemente como que era demasiado bueno para ser verdad o le intereso lo suficientemente poco como para ayudarme, porque el muy maldito no hizo acto de presencia.- B-Baltazar? -Ok, ahora si me pondría mas serio, aunque seguía altamente caliente por la situación. (No de forma sexual.) Por suerte uno de ellos había resbalado con el charco del suelo y con eso gané unos segundos para meter una patada y empujarlos por la inercia y sorpresa. Se partió la mesa. Se partió mi defensa. Agarrando la pata de la mesa, empecé a agitarlo de un lado a otro ganando distancia o directamente mandando a dormir a todo que entrara en el rango.
¡¡Impresionante lo poco organizados que eran contra mi!! Puros novatos, en una pelea seria estaría totalmente jodido, pero aquí como ninguno, aparte del grandote, tenia experiencia, lanzar golpes a diestra y siniestra lograba reducir de a poco a la gran mayoría del grupo. La gente del grupo se preguntaba que carajo estaba pasando, si esto era real o si el alcohol sabor meados les había pegado lo suficiente para alucinar. Estaba serio, pero emocionado mientras arremetía contra uno agarrándole del rostro y estamparlo contra la barra. Alguno que andaban aun sobrios lograban asestarme algunos golpes, pero nada redujo mi brutalidad contra su pobres culos y mi feroz patada en dirección a los ya mencionados.
Todo iba bien dentro de lo jodido hasta que...nada, todo se volvió borroso y un olor a vino empezó a entrar a mi nariz.- Vaya...el suelo se ve cómodo ¿les molesta si me duermo un poco? -Y fue así como caí como un tronco estampandome contra el suelo inconsciente. El tabernero había aparecido y me estampó de lleno una botella en la nuca.- Tanta destrucción...tanta gente golpeada ¡¡¿POR UN MALDITO VAGABUNDO?!! -El tabernero estaba con las vena bien pronunciadas, gritando y escupiendo con ira un sermón impresionante, exclamando que apenas despierte, tanto yo como el resto de nosotros pagaremos el desastre. Me arrastraron y me aventaron a un lado cerca de la puerta, no al lado. No iban a esperar que me levantara pronto y así iba a ser.
No dejó ir a nadie de los presentes que vio, les estaba aventando el regaño, escarnio, escupitajos, bilis y odio a cada uno de los presentes, algunos cobrándoles y otros dándoles un buen cachetadon y puñetazo ¿y quien se iba a oponer? Al dueño se le respeta o se quedaban sin sitio lejos de sus esposas o de la torrencial lluvia de afuera. Tenia mucha rabia reprimida, sobre todo porque no entendía en su cerebro como era posible que todo iban, en sus palabras: Un vagabundo enano borracho y estúpido.
¡¡Impresionante lo poco organizados que eran contra mi!! Puros novatos, en una pelea seria estaría totalmente jodido, pero aquí como ninguno, aparte del grandote, tenia experiencia, lanzar golpes a diestra y siniestra lograba reducir de a poco a la gran mayoría del grupo. La gente del grupo se preguntaba que carajo estaba pasando, si esto era real o si el alcohol sabor meados les había pegado lo suficiente para alucinar. Estaba serio, pero emocionado mientras arremetía contra uno agarrándole del rostro y estamparlo contra la barra. Alguno que andaban aun sobrios lograban asestarme algunos golpes, pero nada redujo mi brutalidad contra su pobres culos y mi feroz patada en dirección a los ya mencionados.
Todo iba bien dentro de lo jodido hasta que...nada, todo se volvió borroso y un olor a vino empezó a entrar a mi nariz.- Vaya...el suelo se ve cómodo ¿les molesta si me duermo un poco? -Y fue así como caí como un tronco estampandome contra el suelo inconsciente. El tabernero había aparecido y me estampó de lleno una botella en la nuca.- Tanta destrucción...tanta gente golpeada ¡¡¿POR UN MALDITO VAGABUNDO?!! -El tabernero estaba con las vena bien pronunciadas, gritando y escupiendo con ira un sermón impresionante, exclamando que apenas despierte, tanto yo como el resto de nosotros pagaremos el desastre. Me arrastraron y me aventaron a un lado cerca de la puerta, no al lado. No iban a esperar que me levantara pronto y así iba a ser.
No dejó ir a nadie de los presentes que vio, les estaba aventando el regaño, escarnio, escupitajos, bilis y odio a cada uno de los presentes, algunos cobrándoles y otros dándoles un buen cachetadon y puñetazo ¿y quien se iba a oponer? Al dueño se le respeta o se quedaban sin sitio lejos de sus esposas o de la torrencial lluvia de afuera. Tenia mucha rabia reprimida, sobre todo porque no entendía en su cerebro como era posible que todo iban, en sus palabras: Un vagabundo enano borracho y estúpido.
Eirik
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Re: Miedo y asco en Vulwurfar [Libre 3/4] [Noche]
Porthia había estado ahí desde el principio, en una esquina de la taberna con sus vestimentas oscuras y el cabello recogido, no se había molestado en echarse la capucha ni en cubrirse el rostro, ¿Quién iba a conocerla en Vulwulfar? ¿A quién le iba a importar? Pidió una cerveza y se quedó esperando, la taberna estaba muerta y tenía que pensar en cómo conseguir las llaves del dueño. Aquel encargo era una auténtica tontería, pero había sido un reto encontrar la manera de buscar al fulano e idear una forma de encontrarle con las manos en la masa.
Como de costumbre, apenas reparaban en ella, alguien común en un lugar de mala muerte, nada desdeñable, nada destacable. Por suerte, no tuvo que esperar demasiado, dos imbéciles empezaron una pelea en el antro, parecía que quisieran echar el lugar abajo, al menos uno de ellos porque el pelirrojo dejó en la estacada al rubio en cuanto pudo. Le sonreía la fortuna, no había nada mejor que dejar que los vientos empujen sus velas. Se puso en pie mientras la gente gritaba y se peleaba, vio volar una silla, una jarra de cerveza y algún diente también. Se alejó de la zona de la trifulca y en cuanto salió el tabernero a lanzar improperios y salivazos, ella se dedicó a colarse detrás de la barra sin demasiada preocupación por ser más discreta.
Estaba prácticamente al lado del amigo semi desnudo y pelirrojo, el que lo había empezado todo por tener la boca demasiado grande y el ego a la misma altura. Empezó a buscar sin hacer amago de ocultar lo que estaba haciendo, delante de sus narices, hasta que debajo de una jarra corriente vuelta hacia abajo encontró lo que buscaba. Otro imbécil, no había emoción al robar a este tipo de gentuza. Levantó la vista hacia el elfo.- Yo no me pondría ese trapo en la cara, a saber dónde ha estado.- Y sin más, pasó por encima de la barra esquivando gente, charcos y los improperios del dueño.
Pasó por encima del cuerpo del rubiales que acababa de caer hacía pocos segundos al suelo, sin pisarle, pero se detuvo a medio camino, le empujó una pierna con el pie, para ver si conseguía moverse, al comprender que era poco probable sonrió divertida y salió fuera de la taberna, se pegó a la pared y se puso la capucha, para evitar lo máximo la lluvia que seguía cayendo incesante. A los borrachos era más fácil robarles, hasta podría hacerlo en su cara, lo que le resultaba aun más divertido.
Como de costumbre, apenas reparaban en ella, alguien común en un lugar de mala muerte, nada desdeñable, nada destacable. Por suerte, no tuvo que esperar demasiado, dos imbéciles empezaron una pelea en el antro, parecía que quisieran echar el lugar abajo, al menos uno de ellos porque el pelirrojo dejó en la estacada al rubio en cuanto pudo. Le sonreía la fortuna, no había nada mejor que dejar que los vientos empujen sus velas. Se puso en pie mientras la gente gritaba y se peleaba, vio volar una silla, una jarra de cerveza y algún diente también. Se alejó de la zona de la trifulca y en cuanto salió el tabernero a lanzar improperios y salivazos, ella se dedicó a colarse detrás de la barra sin demasiada preocupación por ser más discreta.
Estaba prácticamente al lado del amigo semi desnudo y pelirrojo, el que lo había empezado todo por tener la boca demasiado grande y el ego a la misma altura. Empezó a buscar sin hacer amago de ocultar lo que estaba haciendo, delante de sus narices, hasta que debajo de una jarra corriente vuelta hacia abajo encontró lo que buscaba. Otro imbécil, no había emoción al robar a este tipo de gentuza. Levantó la vista hacia el elfo.- Yo no me pondría ese trapo en la cara, a saber dónde ha estado.- Y sin más, pasó por encima de la barra esquivando gente, charcos y los improperios del dueño.
Pasó por encima del cuerpo del rubiales que acababa de caer hacía pocos segundos al suelo, sin pisarle, pero se detuvo a medio camino, le empujó una pierna con el pie, para ver si conseguía moverse, al comprender que era poco probable sonrió divertida y salió fuera de la taberna, se pegó a la pared y se puso la capucha, para evitar lo máximo la lluvia que seguía cayendo incesante. A los borrachos era más fácil robarles, hasta podría hacerlo en su cara, lo que le resultaba aun más divertido.
Porthia
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Re: Miedo y asco en Vulwurfar [Libre 3/4] [Noche]
Si la bebida no fuera tan mala, aquella fuera una escena digna de ver mientras se degustaba un trago, pero él no estaba de ánimos para permitirse tal cosa. No hizo sino recargarse en la barra mientras veía con interés que el muchacho estaba hecho un demonio lidiando con todos esos borrachos... Hasta que alguien más listo que ese montón de tontos tomó la delantera, le reventó en la cabeza una botella de vino y lo dejó inconsciente. No fue otro que el tabernero. - Fue bueno mientras duró. - pensó el pelirrojo mientras volvía a erguirse, notando entonces como alguien más aprovechaba el escarmiento del viejo para... ¿robar?
- ... Buen punto. - respondería tardíamente a la chica, quien para entonces se encontraba rumbo a la salida, y soltó el objeto con asco. Aún procesaba el pequeño suceso, pero esto no le impidió darse cuenta de que intentar salir fue, quizá, el peor error que pudo haber cometido si lo suyo era salir con sigilo. La puerta resonó a sus espaldas cuando abandonó el sitio, y el tabernero volteó encolerizado. Él no había terminado de poner los puntos sobre los íes. Hasta el último iba a pagarle los destrozos del lugar. - ¿Quién mierdas fue el que salió? ¿No hablé claro? - levantó la voz - ¡Ustedes! ¡No se queden parados, agarren a ese bastardo o pagarán el doble! - dijo a los que se había encargado de reprender como a muchachos pequeños. Sin dudas su voz había arrancado la voluntad de más de uno.
- ¡Esperen, esperen tengan cuidado! - se adelantó el pelirrojo, saltándose la barra para caminar con pasos largos al centro. Las personas se detuvieron y enfocaron su atención en él - ¿Qué pasa? - quejó de muy malas el tabernero. - Esto - extendió sus brazos como si mostrara algo en su cuerpo y expulsó un fogonazo de luz (1) que, desde el exterior del local, se notaría incluso que algo fuerte había reventado ahí dentro, pero sin otro sonido más que las quejas de varios hombres chillando que no podían ver nada, que algo les había caído en los ojos. Segundos después, el pelirrojo semi-desnudo salió al frío exterior, víctima de las lluvias, arrastrando al luchador Eirik por el cuello como si fuera un costal pesado.
- Estás de suerte, luchador - habló, aunque dudando de que el eludido estuviera consciente - La única deuda con la que llegarás a esta noche será la que me debes por esta... ah, y a esa ladronzuela que se ocupó de llamar la atención. Fue útil, ¿la viste? Solo que ella se esfumó. Mantengo que estás de suerte, podría ser peor - monologó prácticamente solo, sin preocuparse de que, obviando a Eirik, tal vez no lo estuviera...
- ... Buen punto. - respondería tardíamente a la chica, quien para entonces se encontraba rumbo a la salida, y soltó el objeto con asco. Aún procesaba el pequeño suceso, pero esto no le impidió darse cuenta de que intentar salir fue, quizá, el peor error que pudo haber cometido si lo suyo era salir con sigilo. La puerta resonó a sus espaldas cuando abandonó el sitio, y el tabernero volteó encolerizado. Él no había terminado de poner los puntos sobre los íes. Hasta el último iba a pagarle los destrozos del lugar. - ¿Quién mierdas fue el que salió? ¿No hablé claro? - levantó la voz - ¡Ustedes! ¡No se queden parados, agarren a ese bastardo o pagarán el doble! - dijo a los que se había encargado de reprender como a muchachos pequeños. Sin dudas su voz había arrancado la voluntad de más de uno.
- ¡Esperen, esperen tengan cuidado! - se adelantó el pelirrojo, saltándose la barra para caminar con pasos largos al centro. Las personas se detuvieron y enfocaron su atención en él - ¿Qué pasa? - quejó de muy malas el tabernero. - Esto - extendió sus brazos como si mostrara algo en su cuerpo y expulsó un fogonazo de luz (1) que, desde el exterior del local, se notaría incluso que algo fuerte había reventado ahí dentro, pero sin otro sonido más que las quejas de varios hombres chillando que no podían ver nada, que algo les había caído en los ojos. Segundos después, el pelirrojo semi-desnudo salió al frío exterior, víctima de las lluvias, arrastrando al luchador Eirik por el cuello como si fuera un costal pesado.
- Estás de suerte, luchador - habló, aunque dudando de que el eludido estuviera consciente - La única deuda con la que llegarás a esta noche será la que me debes por esta... ah, y a esa ladronzuela que se ocupó de llamar la atención. Fue útil, ¿la viste? Solo que ella se esfumó. Mantengo que estás de suerte, podría ser peor - monologó prácticamente solo, sin preocuparse de que, obviando a Eirik, tal vez no lo estuviera...
- Técnica/Habilidad usada:
(1) - Que el naturismo te deslumbre: [Mágico, 1 uso] Despido de mi cuerpo un poderoso destello que se encarga de cegar a objetivos cercanos por un turno. Mientras menos ropa, más efectivo.
Baltazar
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Re: Miedo y asco en Vulwurfar [Libre 3/4] [Noche]
Estaba en el paraíso nórdico ¡El valhalla! Bebiendo como un desgraciado mientras vanagloriaba de mis múltiples batallas con mis seres queridos y mis antepasados ante la mirada de los dioses que reían y festejaban. Todo iba bien hasta que mi pierna sintió como era jalado y sintiendo un calambrazo horrible.- ¡¡Camaradas, ayuda, me está llevando los espiritus chacarreros o algo!! -Sentía como rodaba hacia las profundidades del Hades y era arrastrado por Caronte hacia su barco- ¡¡¡NOOO, SOY DEMASIADO GUAPO PARA IR AL HADES!!! -¡¡Salvenme!! Yo no pertenecía a este lugar, mi lugar estaba en la gloria y la eterna batalla ¿no? Para esto era bueno, en esto me destaco y me sentía bien así que debía de hacerlo ¿No?
¿No?...
¿Hace cuanto que me había sentido tan débil e indefenso? Estaba flotando y siendo arrastrado en el rió Estigia, sin poder ser capaz de oponerme a las almas que me arrastraban y a la corriente del rió. Extrañamente sentía rasposo mi espalda aunque estuviera en ¿agua? No ¿saben qué? No seria raro, el rió estigia no es precisamente "normal" como para que mi espalda fuese algo de que preocuparme; recuerdo tiempos pasados cuando no tenia ni un pelo en la cara y mi madre me cuidaba con una sopa de manzana y miel. Una suave caricia en la frente y una cobija rasposa, pero cómoda Se sentía bien ser cuidado y no andar demostrando mi valía en todo momento, pero se sentía horrible ser incapaz de cuidar de mi mismo ¡¡Vaya paralelismo mas hipócrita!! Mas aun así es un recuerdo nostálgico, un recuerdo de un momento incapaz de cuidar de mi y sentir cariño mas allá de los golpes.
¿Que son estos recuerdos atormentándome, pesadillas acaso? Eso significa ¿que me estoy convirtiendo en Baldr, me estoy convirtiendo en un Dios? Supongo que no pasara nada si relato los poemas de Baldr y sus pesadillas. Simplemente me dejaba llevar mientras recitaba los poemas, para calmar mi alma.
Y veía una luz creciente del cielo, así que sin perder oportunidad saltaría en bolas arrastrándome de los confines mas profundos del hades hacia el sitio donde debía pertenecer, meneando al titan y arrastrándome y escalando con mucha intensidad para ¡¡Por fin lograr llegar a...!!
¿No?...
¿Hace cuanto que me había sentido tan débil e indefenso? Estaba flotando y siendo arrastrado en el rió Estigia, sin poder ser capaz de oponerme a las almas que me arrastraban y a la corriente del rió. Extrañamente sentía rasposo mi espalda aunque estuviera en ¿agua? No ¿saben qué? No seria raro, el rió estigia no es precisamente "normal" como para que mi espalda fuese algo de que preocuparme; recuerdo tiempos pasados cuando no tenia ni un pelo en la cara y mi madre me cuidaba con una sopa de manzana y miel. Una suave caricia en la frente y una cobija rasposa, pero cómoda Se sentía bien ser cuidado y no andar demostrando mi valía en todo momento, pero se sentía horrible ser incapaz de cuidar de mi mismo ¡¡Vaya paralelismo mas hipócrita!! Mas aun así es un recuerdo nostálgico, un recuerdo de un momento incapaz de cuidar de mi y sentir cariño mas allá de los golpes.
¿Que son estos recuerdos atormentándome, pesadillas acaso? Eso significa ¿que me estoy convirtiendo en Baldr, me estoy convirtiendo en un Dios? Supongo que no pasara nada si relato los poemas de Baldr y sus pesadillas. Simplemente me dejaba llevar mientras recitaba los poemas, para calmar mi alma.
Y veía una luz creciente del cielo, así que sin perder oportunidad saltaría en bolas arrastrándome de los confines mas profundos del hades hacia el sitio donde debía pertenecer, meneando al titan y arrastrándome y escalando con mucha intensidad para ¡¡Por fin lograr llegar a...!!
Eirik
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Re: Miedo y asco en Vulwurfar [Libre 3/4] [Noche]
Porthia había aprovechado el caos para alejarse por la puerta, evitando a la gente, ella ya tenía lo que andaba buscando. Movió las llaves entre sus dedos y la guardó en uno de sus bolsillos, mirando a su alrededor para decidir qué camino escoger. Entonces notó el destello cegador que chocó contra su espalda proyectando su sombra durante unos segundos, fue un fogonazo bastante intenso, seguramente había llamado la atención, por no mencionar las quejas el griterío del interior de la posada. Al darse la vuelta vio cómo el elfo arrastraba al tipo corpulento y alzó una ceja. Esto sí que era digno de ver.
Se hizo a un lado, caminando tranquilamente hasta quedarse en la esquina de la posada que daba a un callejón sin salida. Observó desde allí porque de todas maneras el ruido de la lluvia impediría que a ella se le escuchase demasiado. La tormenta ya empezaba a calarle las ropas, algo que no le gustaba en lo absoluto, no quería quedarse por allí más de lo necesario. Pero un elfo sacando a rastras a un bárbaro de una taberna en medio de la noche, parecía el comienzo de un chiste malo, demasiado tentador como para irse sin más. Además, como ya había notado antes, a los inconscientes se les robaba muy fácilmente, el problema era que el pelirrojo se lo pondría difícil.
Escuchó más griterío por encima de todas las quejas, seguramente serían capaces de espabilar bastante rápido, así que se acercó, evitando hacerse notar, pisando con suma precisión sobre los adoquines que menos encharcados estaban para ponerse muy cerca del elfo, aproximándose desde un lateral. Con los brazos cruzados todavía observaba al rubio que sufría espasmos, balbuceaba y parecía recitar alguna cosa..- El tabernero está a punto de salir.- Levantó la vista, bastante, porque el tal Baltazar le llevaba un buen trecho en altura, aunque eso no parecía que le preocupara.- ¿Te ayudo a despertarlo?- Sonrió, como si lo suyo fueran las buenas acciones, se acercó al rubio en el suelo, poniéndose a la altura de su hombro, se puso en cuclillas y procurando no estar en la trayectoria de su cabeza cuando se levantara, le soltó un guantazo. Sonó, más de lo que dolió, tampoco era como si ella le hubiera dado con todas sus ganas, tal vez con un pelín más de saña de la necesaria. Todo por levantar al pobre.- Arriba rubita.
Se hizo a un lado, caminando tranquilamente hasta quedarse en la esquina de la posada que daba a un callejón sin salida. Observó desde allí porque de todas maneras el ruido de la lluvia impediría que a ella se le escuchase demasiado. La tormenta ya empezaba a calarle las ropas, algo que no le gustaba en lo absoluto, no quería quedarse por allí más de lo necesario. Pero un elfo sacando a rastras a un bárbaro de una taberna en medio de la noche, parecía el comienzo de un chiste malo, demasiado tentador como para irse sin más. Además, como ya había notado antes, a los inconscientes se les robaba muy fácilmente, el problema era que el pelirrojo se lo pondría difícil.
Escuchó más griterío por encima de todas las quejas, seguramente serían capaces de espabilar bastante rápido, así que se acercó, evitando hacerse notar, pisando con suma precisión sobre los adoquines que menos encharcados estaban para ponerse muy cerca del elfo, aproximándose desde un lateral. Con los brazos cruzados todavía observaba al rubio que sufría espasmos, balbuceaba y parecía recitar alguna cosa..- El tabernero está a punto de salir.- Levantó la vista, bastante, porque el tal Baltazar le llevaba un buen trecho en altura, aunque eso no parecía que le preocupara.- ¿Te ayudo a despertarlo?- Sonrió, como si lo suyo fueran las buenas acciones, se acercó al rubio en el suelo, poniéndose a la altura de su hombro, se puso en cuclillas y procurando no estar en la trayectoria de su cabeza cuando se levantara, le soltó un guantazo. Sonó, más de lo que dolió, tampoco era como si ella le hubiera dado con todas sus ganas, tal vez con un pelín más de saña de la necesaria. Todo por levantar al pobre.- Arriba rubita.
Porthia
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Re: Miedo y asco en Vulwurfar [Libre 3/4] [Noche]
Bajo el resonar de una lluvia que ahora es cuando daba rienda suelta, Baltazar intentó rescatar algo de lo que escupía delirante aquel bárbaro. Podía jurar que lo escuchó sisear un par de veces, y que siguió en ello incluso más. ¿Es que intentaba decir algo? ¿O solo lo intentaba callar...? La curiosidad, por grande que resultó, no bastó para superar la necesidad del momento; bajo un clima friolento, acompañado de lluvias y un cielo nocturno que advertía que sólo era el comienzo, lo único de lo que en verdad tenía ganas era de refugiarse.
Puede que esta preocupación fuera la razón de su despiste, o tal vez solo había sido algo que se escapaba de sus sentidos, pero cuando recibió la interrupción de aquella voz reconocible pegó un respingo. ¿De dónde había sido esa pequeña figura? No tardó en notar que se trataba de la misma ladronzuela que había visto en el bar. - ¿Puedes hacerlo? - enarcó una ceja, sin esperar realmente a que la desconocida procediera a tomarse la molestia de despertar al tipejo. Antes de preguntarse cómo, el resonar de un guantazo cortó incluso el repique de la lluvia por un instante. Si había sido tan doloroso como aparentó, lo más seguro es que Eirik estuviera muerto si no despertaba.
- Que radical... ¿Gracias?, seguro lo mataste - le echó un vistazo al castaño y luego sus orejas finas se estremecieron por el ajetreo perceptible en la taberna. Ciertamente no tenían mucho tiempo. Se agachó a hacerle soporte a Eirik para alzarlo y agilizar las cosas, pero no hizo sino alborotarse el dolor de espalda que le dejó la contienda. Se le escapó un quejido. Aún con esto prefirió mantenerse hasta alzar al moribundo, bajo la obligación de encorvarse por la diferencia de alturas - Aprecio la intención, pero... *burrrp* ...se me da que ahora mismo no puedo agradecer como se debe. - maldijo en sus adentros. Ya había olvidado el ataque de esos escabrosos eructos.
- Podría.. *burrrp* ..ceder a los intereses detrás de tu buena acción si me echas una mano. ¿Sabes de alguna posada? ¿Un establo? Creo que estamos de acuerdo en que bastante mala es la noche como para quedarnos aquí afuera - sugirió, contemplando la posibilidad de que la intención de la chica al cometer la 'buena acción' no estuviera muy lejana al hurto que le había visto hacer, cosa que no le importaba mucho. Tenía lo suficiente como para compensar una 'buena acción' y sabía lo necesario para no sentirse vulnerable ante su presencia. Lo que no poseía eran, ni ganas de quedarse bajo la lluvia, ni cerca de aquella taberna. Comenzó a llevar a rastras al castaño, como quien lleva a un colega borracho, priorizando por encima de todo no saber más de lugar.
- ¿Sigues vivo, luchador? - Preguntó, ahogando otro eructo.
Ya podía sentir el cosquilleo de la sangre escurriéndose otra vez de sus narices.
Puede que esta preocupación fuera la razón de su despiste, o tal vez solo había sido algo que se escapaba de sus sentidos, pero cuando recibió la interrupción de aquella voz reconocible pegó un respingo. ¿De dónde había sido esa pequeña figura? No tardó en notar que se trataba de la misma ladronzuela que había visto en el bar. - ¿Puedes hacerlo? - enarcó una ceja, sin esperar realmente a que la desconocida procediera a tomarse la molestia de despertar al tipejo. Antes de preguntarse cómo, el resonar de un guantazo cortó incluso el repique de la lluvia por un instante. Si había sido tan doloroso como aparentó, lo más seguro es que Eirik estuviera muerto si no despertaba.
- Que radical... ¿Gracias?, seguro lo mataste - le echó un vistazo al castaño y luego sus orejas finas se estremecieron por el ajetreo perceptible en la taberna. Ciertamente no tenían mucho tiempo. Se agachó a hacerle soporte a Eirik para alzarlo y agilizar las cosas, pero no hizo sino alborotarse el dolor de espalda que le dejó la contienda. Se le escapó un quejido. Aún con esto prefirió mantenerse hasta alzar al moribundo, bajo la obligación de encorvarse por la diferencia de alturas - Aprecio la intención, pero... *burrrp* ...se me da que ahora mismo no puedo agradecer como se debe. - maldijo en sus adentros. Ya había olvidado el ataque de esos escabrosos eructos.
- Podría.. *burrrp* ..ceder a los intereses detrás de tu buena acción si me echas una mano. ¿Sabes de alguna posada? ¿Un establo? Creo que estamos de acuerdo en que bastante mala es la noche como para quedarnos aquí afuera - sugirió, contemplando la posibilidad de que la intención de la chica al cometer la 'buena acción' no estuviera muy lejana al hurto que le había visto hacer, cosa que no le importaba mucho. Tenía lo suficiente como para compensar una 'buena acción' y sabía lo necesario para no sentirse vulnerable ante su presencia. Lo que no poseía eran, ni ganas de quedarse bajo la lluvia, ni cerca de aquella taberna. Comenzó a llevar a rastras al castaño, como quien lleva a un colega borracho, priorizando por encima de todo no saber más de lugar.
- ¿Sigues vivo, luchador? - Preguntó, ahogando otro eructo.
Ya podía sentir el cosquilleo de la sangre escurriéndose otra vez de sus narices.
Baltazar
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Re: Miedo y asco en Vulwurfar [Libre 3/4] [Noche]
De un fantástico mundo de nuestras religiones mas añoradas, estudiadas, representadas y anheladas para despertar por un bofetón impresionantemente sonoro resonando en aquella calle lluviosa. Justamente cuando regresaba al mundo real del políticamente trágico sueño de gran gloria vikinga, me viene una bofetada de real tan literal como el rojizo de mi jeta.- Au... -Con simplicidad y amargura respondí ante esa cachetada.
Escuchaba que Baltazar hablaba acerca de retirarnos a un sitio con nuestra nueva invitada, la que me propinó la hermosa bienvenida ¿Un amorío pasado o una amante mientras andaba borracho? Quien sabe, seguramente, solo esperaba que no fuera alguien que le dejé un hijo, eso seria muy, muy complicado para mi en mi actual situación.- No sugiero ir a la posada, nos seguirán y no quiero que me boten del único lugar que aun puedo sentar mi culo en una cama normal...ademas, esta lejos de aquí. -Definitivamente la posada no es opción y no habría mejor opción que el establo, un refugio, alcantarillas, casas abandonadas...un prostíbulo ¡¡Cualquier cosa era mejor opción!!
Me levantaba sacudiéndome la basurilla de mi parte inferior del cuerpo con una cara de culo tan grande debido a mi recibimiento al mundo cuerdo, la cruda, y porque ahora ando sobrio y no borracho lo que me amarga mil y un veces mas de lo que ya estaría por una cruda.- Si, si, ando tan bien como a los mierdecillas que golpee. -Respondiendo al pelirojo acerca de mi estado, eso ya es algo. Por fortuna o desgracia, aun estaba en condiciones para seguir, con un dolor punzante en la nuca, oliendo a vino especiado y acomodando y tronando mi espalda, maldito muchacho, me dejó la espalda para no descansar a gusto en una cama.
A lo lejos se escuchaba ya mas escándalo y, si tenias un oído tan fino, pasos y chaputeos de los pies chocando con los charcos del suelo, en mi caso, solo lo intuía, porque sonaba mas interesante, tanto como algún poema, aunque todo fuese mas feo que hijo de burra.- ¡Vamos al establo, a tu casa o donde sea, pero tenemos que irnos, YA! -Quisiera terminar la pelea por donde lo dejamos, pero acordándome todo el desastre y será su madre y Odin el que vaya a pagar porque yo no lo iba a hacer.
Escuchaba que Baltazar hablaba acerca de retirarnos a un sitio con nuestra nueva invitada, la que me propinó la hermosa bienvenida ¿Un amorío pasado o una amante mientras andaba borracho? Quien sabe, seguramente, solo esperaba que no fuera alguien que le dejé un hijo, eso seria muy, muy complicado para mi en mi actual situación.- No sugiero ir a la posada, nos seguirán y no quiero que me boten del único lugar que aun puedo sentar mi culo en una cama normal...ademas, esta lejos de aquí. -Definitivamente la posada no es opción y no habría mejor opción que el establo, un refugio, alcantarillas, casas abandonadas...un prostíbulo ¡¡Cualquier cosa era mejor opción!!
Me levantaba sacudiéndome la basurilla de mi parte inferior del cuerpo con una cara de culo tan grande debido a mi recibimiento al mundo cuerdo, la cruda, y porque ahora ando sobrio y no borracho lo que me amarga mil y un veces mas de lo que ya estaría por una cruda.- Si, si, ando tan bien como a los mierdecillas que golpee. -Respondiendo al pelirojo acerca de mi estado, eso ya es algo. Por fortuna o desgracia, aun estaba en condiciones para seguir, con un dolor punzante en la nuca, oliendo a vino especiado y acomodando y tronando mi espalda, maldito muchacho, me dejó la espalda para no descansar a gusto en una cama.
A lo lejos se escuchaba ya mas escándalo y, si tenias un oído tan fino, pasos y chaputeos de los pies chocando con los charcos del suelo, en mi caso, solo lo intuía, porque sonaba mas interesante, tanto como algún poema, aunque todo fuese mas feo que hijo de burra.- ¡Vamos al establo, a tu casa o donde sea, pero tenemos que irnos, YA! -Quisiera terminar la pelea por donde lo dejamos, pero acordándome todo el desastre y será su madre y Odin el que vaya a pagar porque yo no lo iba a hacer.
Eirik
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Re: Miedo y asco en Vulwurfar [Libre 3/4] [Noche]
Porthia perdió de vista un instante al espécimen en el suelo para asegurarse de que había escuchado el exabrupto del elfo. Torció ligeramente la cabeza hacia un lado, frunciendo el ceño con sorpresa y curiosidad, nunca hubiera imaginado que semejante sonido fuera a salir de él precisamente, aunque en general todos los de esa raza le parecían delicados, este los superaba. Supuso que se había pasado con las bebidas en aquella taberna porque lo que salía de aquella boca podía competir con cualquier animal mugiendo.
Cuando el que estaba tirado en el suelo se empezó a levantar, con ayuda del elfo, ella se alejó poniendo una distancia prudencial entre ellos y ella, obviamente no les iba a ayudar a llevar semejante peso, no sería más que un estorbo. Levantó una ceja, curiosa por la petición y se llevó una mano a la mejilla acariciándola con tranquilidad, como si estuviera sopesando el lugar..Cuando en realidad se preguntaba qué sacaba ella de toda esta tontería, unas horas de risas..Eso seguro.- Ya hablaremos del pago.- Dijo, sin más, con una gran sonrisa inocente perfectamente fingida.
Empezó a caminar, con bastante prisa en cuanto escuchó al puerta de la taberna abrirse y escuchar el griterío. Miró hacia atrás, el dueño de la posada, todavía algo desorientado agitaba lo que parecía una porra y los más fuertes del local le seguían buscándolos a ellos con la mirada. Sin pensarlo dos veces, Porthia empezó a correr hacia uno de los callejones, ya veríamos si ellos podrían seguirla el ritmo, el elfo era alto y el otro un armario empotrado y ella era todo lo contrario.
Los camorristas les pisaban los talones, pero Porthia les guió por los callejones, haciendo quiebros hacia la derecha, hacia la izquierda, incluso podría parecer que no tenía ni idea de a dónde les llevaba, hasta que finalmente en uno de los giros se encontraron con un callejón sin salida. Al menos, para quien no tuviera buen ojo. Porthia tomó impulso, dando un paso hacia atrás y corrió lo más rápido que pudo hacia una de las paredes que les cortaban el paso, apoyó el pie en un saliente, se impulsó hacia la pared contraria y volvió impulsarse hacia arriba, con lo que pudo colgarse de uno de los salientes de una de las casas. Le llevó unos segundos más estabilizarse, haciendo fuerza con los brazos y subiendo todo su cuerpo hasta conseguir llegar al techo. Les miró con una sonrisa y les hizo un gesto para que la siguieran: Que ellos se buscasen la vida para subir y esperaba que tuvieran la mente ágil porque llevaban ventaja a sus perseguidores, pero tampoco tanta.
Cuando el que estaba tirado en el suelo se empezó a levantar, con ayuda del elfo, ella se alejó poniendo una distancia prudencial entre ellos y ella, obviamente no les iba a ayudar a llevar semejante peso, no sería más que un estorbo. Levantó una ceja, curiosa por la petición y se llevó una mano a la mejilla acariciándola con tranquilidad, como si estuviera sopesando el lugar..Cuando en realidad se preguntaba qué sacaba ella de toda esta tontería, unas horas de risas..Eso seguro.- Ya hablaremos del pago.- Dijo, sin más, con una gran sonrisa inocente perfectamente fingida.
Empezó a caminar, con bastante prisa en cuanto escuchó al puerta de la taberna abrirse y escuchar el griterío. Miró hacia atrás, el dueño de la posada, todavía algo desorientado agitaba lo que parecía una porra y los más fuertes del local le seguían buscándolos a ellos con la mirada. Sin pensarlo dos veces, Porthia empezó a correr hacia uno de los callejones, ya veríamos si ellos podrían seguirla el ritmo, el elfo era alto y el otro un armario empotrado y ella era todo lo contrario.
Los camorristas les pisaban los talones, pero Porthia les guió por los callejones, haciendo quiebros hacia la derecha, hacia la izquierda, incluso podría parecer que no tenía ni idea de a dónde les llevaba, hasta que finalmente en uno de los giros se encontraron con un callejón sin salida. Al menos, para quien no tuviera buen ojo. Porthia tomó impulso, dando un paso hacia atrás y corrió lo más rápido que pudo hacia una de las paredes que les cortaban el paso, apoyó el pie en un saliente, se impulsó hacia la pared contraria y volvió impulsarse hacia arriba, con lo que pudo colgarse de uno de los salientes de una de las casas. Le llevó unos segundos más estabilizarse, haciendo fuerza con los brazos y subiendo todo su cuerpo hasta conseguir llegar al techo. Les miró con una sonrisa y les hizo un gesto para que la siguieran: Que ellos se buscasen la vida para subir y esperaba que tuvieran la mente ágil porque llevaban ventaja a sus perseguidores, pero tampoco tanta.
Porthia
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Re: Miedo y asco en Vulwurfar [Libre 3/4] [Noche]
Tenia ahora mismo una cruda tan grande que solo era igualado por la amargura que traía y una mirada que solo un padre decepcionado podría igualar y comparar. ¿Saben que hace que la situación hace mas irritante? La lluvia haciendo mas incomoda y pesada mi ropa, el hecho que se pegue lo suficiente como para presionarme los pezones y que encima, la irritación del dolor de la mejilla. Seguía a la muchacha que evidentemente tenia Lios Amorosos conmigo para justificar la cachetada a traces de los callejones siguiéndole bien el ritmo, no tanto, pero no la perdía y me mantenía decentemente, cosa que no sabría del otro sujeto y encima nos perseguían, así que le haría un favor lanzando algunas cosas y cajas a nuestros perseguidores que nos pisaban los talones.
Giro hacia la derecha, esquivar basura del suelo y no resbalarme con el suelo mojado. Giro hacia la izquierda, ¡¡Santa mierda!! Casi me caigo de jeta contra el suelo, pero logré mantenerme en pie antes de volver al valhalla del sueño. Todo fue para llegar a un callejón sin salida sin posibilidad de encontrar otra salida ademas de estar con ella y no tener escape.- Bien, nos va a coger ¿Seguro que fue buena idea seguirla? -¡Ah! No, ahora salta como si fuera un conejo o algo y se salta el muro, luego a otro lado y llegando al techo, dejándonos atrás.- ¡Hey! ¡¿Acaso tambien debemos pagar por el trabajo en equipo?! -Me quejaría al ver que, directamente se fue, dejándonos al sujeto semi desnudo y a mi en el callejón sin salida, suponiendo que logró seguirnos el paso, escuchando como los otros sujetos ya estaban llegando.- Joder. -
¿Saben qué? A la mierda. Este tipo de situaciones me daban bastante estrés y no estaba de humor para toda esta basura, así que le agarré del pantalón, calzón, interior, correa, todo, al sujeto exhibicionista...- ¡¡A VOLAR!! -Lanzandolo encima de mi hacia algún agarre, saliente, o hasta el techo si me luzco. Usando toda mi fuerza de antebrazos, biceps, hombro y hasta espalda para que vuele como un ave, un ave muy desnudo y exhibicionista.
Los sujetos ya estaban embistiendo contra mi, así que simplemente hice lo mas honrado que podría hacer en este tipo de situación, enfrentar mis problemas y responsabilidades dándole una patada en la cara a uno de ellos e impulsarme a uno de los salientes, ejercer fuerza en los hombros y brazos, saltar a otro agarre y alcanzar al techo con esfuerzo y de forma algo tosca intentando imitar a la muchacha de dudosas intensiones.
Los músculos me dolían y se sentían quemados. Jadeaba un poco recuperando el aliento y algo de fatiga empezaba a emerger como la espuma de la cerveza al ser servido, sentía algo pesado los ojos y no sabría que tanto podría seguir el juego con el cansancio, suponiendo que no tendría que tener que hacer esta osadía nuevamente.- Entonces ¿Ahora a donde? -
Giro hacia la derecha, esquivar basura del suelo y no resbalarme con el suelo mojado. Giro hacia la izquierda, ¡¡Santa mierda!! Casi me caigo de jeta contra el suelo, pero logré mantenerme en pie antes de volver al valhalla del sueño. Todo fue para llegar a un callejón sin salida sin posibilidad de encontrar otra salida ademas de estar con ella y no tener escape.- Bien, nos va a coger ¿Seguro que fue buena idea seguirla? -¡Ah! No, ahora salta como si fuera un conejo o algo y se salta el muro, luego a otro lado y llegando al techo, dejándonos atrás.- ¡Hey! ¡¿Acaso tambien debemos pagar por el trabajo en equipo?! -Me quejaría al ver que, directamente se fue, dejándonos al sujeto semi desnudo y a mi en el callejón sin salida, suponiendo que logró seguirnos el paso, escuchando como los otros sujetos ya estaban llegando.- Joder. -
¿Saben qué? A la mierda. Este tipo de situaciones me daban bastante estrés y no estaba de humor para toda esta basura, así que le agarré del pantalón, calzón, interior, correa, todo, al sujeto exhibicionista...- ¡¡A VOLAR!! -Lanzandolo encima de mi hacia algún agarre, saliente, o hasta el techo si me luzco. Usando toda mi fuerza de antebrazos, biceps, hombro y hasta espalda para que vuele como un ave, un ave muy desnudo y exhibicionista.
Los sujetos ya estaban embistiendo contra mi, así que simplemente hice lo mas honrado que podría hacer en este tipo de situación, enfrentar mis problemas y responsabilidades dándole una patada en la cara a uno de ellos e impulsarme a uno de los salientes, ejercer fuerza en los hombros y brazos, saltar a otro agarre y alcanzar al techo con esfuerzo y de forma algo tosca intentando imitar a la muchacha de dudosas intensiones.
Los músculos me dolían y se sentían quemados. Jadeaba un poco recuperando el aliento y algo de fatiga empezaba a emerger como la espuma de la cerveza al ser servido, sentía algo pesado los ojos y no sabría que tanto podría seguir el juego con el cansancio, suponiendo que no tendría que tener que hacer esta osadía nuevamente.- Entonces ¿Ahora a donde? -
Eirik
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Re: Miedo y asco en Vulwurfar [Libre 3/4] [Noche]
Gracias a los dioses que Eirik ya se podía alzar sobre sus piernas cuando el cotorreo del bar pasó a las afueras. Aparte de que sería imposible escapar lidiando con su peso, la ladronzuela que había accedido a ayudar no contempló en el 'servicio' la idea de repartir el peso. Un fiasco. Baltazar, sin embargo, no tenía cabeza para darle vueltas al detalle y procuró más bien seguir sus pasos. Se sorprendió al notar que el luchador sabía usar las piernas, lo suficiente como para -a diferencia de cierta persona- no chocar contra todo lo que pudiera cada vez que se tomaba un quiebre... Y todo para llegar a un callejón sin salida.
Mentiría si dijera que no temió que la chica los hubiera traicionado, hasta se sintió ingenuo por confiar la situación a una completa desconocida a la que se topó robando, pero el gesto que les dedicó después de hacer presunción de una increíble destreza puso en dudas la idea. - Tal vez no... - estuvo apunto de hablar para calmar la clara preocupación del robusto cuando, de la nada, el muy animal lo alzó por las escasas ropas que llevaba y lo lanzó hacia el techo como quien lanza un saco de papas, solo que parecía que no pesara un carrizo. El pelirrojo pasó de la saliente y aterrizó de golpe poco más allá. A saber si la mueca en su rostro iba por el golpe en el hombro del aterrizaje o por sus genitales estrujadas cuando lo alzaron. Lo que sí se notó fueron las chorrocientas injurias contenidas cuando intentó reincorporarse.
Le tomó un par de segundos lograrlo, aunque a duras penas, siendo suficiente para que el luchador se las arreglara para llegar hasta allá arriba. Abrió los ojos alarmado en cuanto escuchó su pregunta - A donde no hayan más calles cerradas, por favor... - pidió con esfuerzo a la ladronzuela mientras se volvía a alzar sobre sus piernas, y se desplazó con penosos pasos a ver si se le pasaba el martirio entre sus piernas que amenazaba con no dejarlo. No iba ni agradecer ni reprochar los métodos del robusto en un momento como ese.
Mentiría si dijera que no temió que la chica los hubiera traicionado, hasta se sintió ingenuo por confiar la situación a una completa desconocida a la que se topó robando, pero el gesto que les dedicó después de hacer presunción de una increíble destreza puso en dudas la idea. - Tal vez no... - estuvo apunto de hablar para calmar la clara preocupación del robusto cuando, de la nada, el muy animal lo alzó por las escasas ropas que llevaba y lo lanzó hacia el techo como quien lanza un saco de papas, solo que parecía que no pesara un carrizo. El pelirrojo pasó de la saliente y aterrizó de golpe poco más allá. A saber si la mueca en su rostro iba por el golpe en el hombro del aterrizaje o por sus genitales estrujadas cuando lo alzaron. Lo que sí se notó fueron las chorrocientas injurias contenidas cuando intentó reincorporarse.
Le tomó un par de segundos lograrlo, aunque a duras penas, siendo suficiente para que el luchador se las arreglara para llegar hasta allá arriba. Abrió los ojos alarmado en cuanto escuchó su pregunta - A donde no hayan más calles cerradas, por favor... - pidió con esfuerzo a la ladronzuela mientras se volvía a alzar sobre sus piernas, y se desplazó con penosos pasos a ver si se le pasaba el martirio entre sus piernas que amenazaba con no dejarlo. No iba ni agradecer ni reprochar los métodos del robusto en un momento como ese.
Baltazar
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Re: Miedo y asco en Vulwurfar [Libre 3/4] [Noche]
La chica no se había ido en ningún momento, les observaba desde arriba esperando que usaran los cerebros para poder salir de ahí, cuando les vio parados demasiado tiempo estuvo a punto de buscar otra alternativa, pero finalmente el más resolutivo de los dos decidió jugar a lanzar jabalinas usando al elfo como objeto. En cuanto el cuerpo del elfo cayó sobre el tejado, Porthia le enganchó de las pochas ropas que llevaba y luego alcanzó uno de sus brazos para tirar de él lejos del borde. La lluvia no ayudaba en nada a que el lugar fuera estable, pero era una buena forma de despistar a los idiotas que les perseguían. Apartó un poco como pudo al elfo, para dejar espacio al armario empotrado que hizo uso de sus músculos para subir, este no necesitó ayuda, así que Porthia se levantó muy poco a poco, asegurándose de que no pisaba ninguna teja suelta, aunque eran inestables por culpa de la lluvia.- Callaos los dos, parecéis vacas pariendo.- Se quejó, a baja voz e hizo un gesto con la mano, llevándose un dedo a los labios para ver si conseguían trabajar el puñetero silencio.
Empezó a moverse despacio, enseñándoles dónde pisar mientras cruzaba el tejado entero, vio a los perseguidores entrar en el mismo callejón donde habían estado momentos antes y les hizo otro gesto para que se quedasen quietos y no respiraran. Necesitaron quedarse unos segundos bajo la lluvia, antes de que les buscasen en otra parte. Fue entonces cuando la chica decidió bajar del tejado, no era seguro para ella estar allí arriba durante una ventisca, así que para ellos mucho menos. Caminó por las cuatro esquinas del tejado y finalmente encontró una manera segura de bajar, se acercó a ellos y chasqueó las manos delante de la cara del musculado, para llamar su atención.- Baja tú primero, de ese lado el tejado está más bajo, si te cuelgas desde el borde no hay mucha distancia hasta el suelo. Luego vas tú.-Antes de que empezase a moverse, le dio un ligero golpe en el hombro al gigante, con el reverso de la mano, ni siquiera debería picarle puesto que ella no había impreso mucha fuerza.- Y en silencio.
Empezó a moverse despacio, enseñándoles dónde pisar mientras cruzaba el tejado entero, vio a los perseguidores entrar en el mismo callejón donde habían estado momentos antes y les hizo otro gesto para que se quedasen quietos y no respiraran. Necesitaron quedarse unos segundos bajo la lluvia, antes de que les buscasen en otra parte. Fue entonces cuando la chica decidió bajar del tejado, no era seguro para ella estar allí arriba durante una ventisca, así que para ellos mucho menos. Caminó por las cuatro esquinas del tejado y finalmente encontró una manera segura de bajar, se acercó a ellos y chasqueó las manos delante de la cara del musculado, para llamar su atención.- Baja tú primero, de ese lado el tejado está más bajo, si te cuelgas desde el borde no hay mucha distancia hasta el suelo. Luego vas tú.-Antes de que empezase a moverse, le dio un ligero golpe en el hombro al gigante, con el reverso de la mano, ni siquiera debería picarle puesto que ella no había impreso mucha fuerza.- Y en silencio.
Porthia
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