[Misión Logia] Dentro de la tormenta
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Habían partido desde las costas del norte en la mejor embarcación que pudieron conseguir; estaba claro que la orgullosa Abbey preferiría viajar en otras condiciones y con lujos acordes a su condición, por lo que su humor parecía ser un poco más molesto de lo normal; por otro lado los pocos tripulantes del barco hacían lo posible por mantener cómodas a las dos señoritas de la Logia; aunque al parecer había otra razón por la que la pelirroja no terminaba de sentirse a gusto.
No sabían exactamente a dónde se dirigían, a qué se enfrentarían o siquiera si sus compañeros de gremio se encontraban en ese lugar, pero a falta de una pista más clara, simplemente les quedaba llegar hasta algún punto en el mar en donde se había producido un extraño fenómeno mágico unas horas atrás; ante la prisa por salir de inmediato Abbey fue en busca de la integrante del gremio que había demostrado ser la más capaz para la tarea, una jovencita que no se acobardaba ante nada y que estaría dispuesta a dar todo de sí misma para alcanzar el éxito en la misión; tristemente no pudo encontrarla y en su lugar decidió llevarse a la novata Ingela, a fin de cuentas peor era nada.
La arrogante hechicera no parecía estar aún muy convencida con respecto a la joven rubia, así que ésta sería su oportunidad para demostrar todo lo que era capaz de hacer y ganarse el respeto de la encantadora Abbey Frost. Esta última se mostraba muy tensa cada vez que se acercaba a ella el joven capitán, un ex integrante de la orden de los Caballeros Dragón que parecía tener algún tipo de pasado junto a la encantadora, aunque ambos parecían guardar dichos recuerdos de manera hermética.
∞ Bienvenida a tu primera misión oficial del gremio.
∞ En esta misión deberás ganarte el respeto y la confianza de la alta sacerdotisa, cosa que te podría resultar muy útil a futuro.
∞ En esta primera respuesta deberás narrar tu llegada al barco y la manera en que eres invitada, podría ser una carta, o una invitación personal de Abbey, lo dejo a tu imaginación.
∞ También puedes describir las impresiones de Ingela acerca del barco y la intrigante relación entre la encantadora y el apuesto capitán.
No sabían exactamente a dónde se dirigían, a qué se enfrentarían o siquiera si sus compañeros de gremio se encontraban en ese lugar, pero a falta de una pista más clara, simplemente les quedaba llegar hasta algún punto en el mar en donde se había producido un extraño fenómeno mágico unas horas atrás; ante la prisa por salir de inmediato Abbey fue en busca de la integrante del gremio que había demostrado ser la más capaz para la tarea, una jovencita que no se acobardaba ante nada y que estaría dispuesta a dar todo de sí misma para alcanzar el éxito en la misión; tristemente no pudo encontrarla y en su lugar decidió llevarse a la novata Ingela, a fin de cuentas peor era nada.
La arrogante hechicera no parecía estar aún muy convencida con respecto a la joven rubia, así que ésta sería su oportunidad para demostrar todo lo que era capaz de hacer y ganarse el respeto de la encantadora Abbey Frost. Esta última se mostraba muy tensa cada vez que se acercaba a ella el joven capitán, un ex integrante de la orden de los Caballeros Dragón que parecía tener algún tipo de pasado junto a la encantadora, aunque ambos parecían guardar dichos recuerdos de manera hermética.
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∞ Bienvenida a tu primera misión oficial del gremio.
∞ En esta misión deberás ganarte el respeto y la confianza de la alta sacerdotisa, cosa que te podría resultar muy útil a futuro.
∞ En esta primera respuesta deberás narrar tu llegada al barco y la manera en que eres invitada, podría ser una carta, o una invitación personal de Abbey, lo dejo a tu imaginación.
∞ También puedes describir las impresiones de Ingela acerca del barco y la intrigante relación entre la encantadora y el apuesto capitán.
Ansur
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Re: [Misión Logia] Dentro de la tormenta
Miraba su mochila armada y pensaba en el problema en que se metería luego. Porque eso eran los viajes últimamente: una serie de problemas, algunos con resultados divertidos, otros... eran lágrimas. Pero a pesar de ello, allí estaba, voluntariamente, en aquel barco que había tenido mejores épocas, poniéndose a las órdenes de una mujer a quien llamaban encantadora... pero que era cualquier cosa menos "encantadora".
Abbey Frost se había presentado personalmente a su casa para pedirle su ayuda. Aquello impresionó a sus padres, pero sobre todo a su abuela. La invitación casi los hizo desmayar de la emoción así que no tenía opción de rechazarla. La chica no soportaría la mirada de desilusión de sus padres, mucho menos la de su abuela. Ingela deseaba estar en casa, descansar, pero la vida y el destino parecían oponerse. ¿Quién era ella para ir en contra de su destino? Que Abbey Frost llegara a tu puerta y te pidiera ayuda era algo que no podía ser rechazado, sobre todo cuando recurre a alguien que no pertenece a la Logia.
Al parecer, la misión era urgente, así que no tuvo mucho tiempo para preparar sus cosas. Con ayuda de su Oma, armó una pequeña mochila con lo básico y más necesario. Esta vez llevaba su mandoble, no volvería a viajar sin él. Antes de que despuntara el alba, el barco ya había zarpado. No tenía muy claro hacia dónde se dirigían, pero sí que era una misión peligrosa en la que la encantadora tenía mucho que perder. Y ella misma si no tenía cuidado.
Lo que le sorprendió fue reconocer al Capitán de la nave. -Teniente- lo saludó con respeto la joven dragona cuando lo tuvo en frente -Hace tiempo ya que no llevo este título, ahora solo soy Capitán- le respondió con igual respeto. El hombre había sido Caballero Dragón, en el regimiento de su hermano. Desconocía las razones por las cuales fue dado de baja, o si él mismo había renunciado, no era algo que le incumbiera a Ingela. Lo que sí le incumbía, era su seguridad y tener a un ex Caballero cerca le brindaba confianza, ya que conocía el entrenamiento y sabía que eran hombres valientes y fuertes.
-Me alegra que no estaremos tan solas en la misión- le dijo a Abbey una vez en el mar. La hechicera la miró extrañada -¿A qué te refieres?- le dijo Abbey. -Pues al Capitán- respondió sonriente la dragona -Le conozco, estuvo en el regimiento con mi hermano. Siempre es bueno contar con un Caballero Dragón en el equipo- dijo alegremente. La respuesta de la hechicera fue un soplido, una mirada fuerte y el que se marchara sin decir una sola palabra.
El viaje sería muy entretenido.
Abbey Frost se había presentado personalmente a su casa para pedirle su ayuda. Aquello impresionó a sus padres, pero sobre todo a su abuela. La invitación casi los hizo desmayar de la emoción así que no tenía opción de rechazarla. La chica no soportaría la mirada de desilusión de sus padres, mucho menos la de su abuela. Ingela deseaba estar en casa, descansar, pero la vida y el destino parecían oponerse. ¿Quién era ella para ir en contra de su destino? Que Abbey Frost llegara a tu puerta y te pidiera ayuda era algo que no podía ser rechazado, sobre todo cuando recurre a alguien que no pertenece a la Logia.
Al parecer, la misión era urgente, así que no tuvo mucho tiempo para preparar sus cosas. Con ayuda de su Oma, armó una pequeña mochila con lo básico y más necesario. Esta vez llevaba su mandoble, no volvería a viajar sin él. Antes de que despuntara el alba, el barco ya había zarpado. No tenía muy claro hacia dónde se dirigían, pero sí que era una misión peligrosa en la que la encantadora tenía mucho que perder. Y ella misma si no tenía cuidado.
Lo que le sorprendió fue reconocer al Capitán de la nave. -Teniente- lo saludó con respeto la joven dragona cuando lo tuvo en frente -Hace tiempo ya que no llevo este título, ahora solo soy Capitán- le respondió con igual respeto. El hombre había sido Caballero Dragón, en el regimiento de su hermano. Desconocía las razones por las cuales fue dado de baja, o si él mismo había renunciado, no era algo que le incumbiera a Ingela. Lo que sí le incumbía, era su seguridad y tener a un ex Caballero cerca le brindaba confianza, ya que conocía el entrenamiento y sabía que eran hombres valientes y fuertes.
-Me alegra que no estaremos tan solas en la misión- le dijo a Abbey una vez en el mar. La hechicera la miró extrañada -¿A qué te refieres?- le dijo Abbey. -Pues al Capitán- respondió sonriente la dragona -Le conozco, estuvo en el regimiento con mi hermano. Siempre es bueno contar con un Caballero Dragón en el equipo- dijo alegremente. La respuesta de la hechicera fue un soplido, una mirada fuerte y el que se marchara sin decir una sola palabra.
El viaje sería muy entretenido.
Ingela
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Re: [Misión Logia] Dentro de la tormenta
La pobre Ingela no tenía idea del problema en el que se estaba metiendo, y es que mucho peor que cualquier ataque de nigromantes o señores del tiempo, peor y más catastrófico que cualquier desastre que hubiera alguna vez azotado los rincones de Aerandir, peor que cualquier pesadilla imaginable era la furia de una mujer traicionada -Eso es, vete, huye, eso es lo tuyo- Dijo el capitán con aires de gracioso aunque no lo sería del mismo modo para la encantadora, quien se detuvo y apretó los puños furiosa; luego se giró muy despacio con una mirada completamente gélida -Me... Debes... Respeto... Val...- Profirió en voz baja pero claramente entendible -Oh, pero claro, disculpe usted, Gran Encantadora del Palacio de Dundarak...- Siguió bromeando el capitán -Ah pero espera, si no estamos en Dundarak- Dijo con arrogancia señalando al mar, hacían ya horas que el hogar de los dragones había quedado atrás -Estamos en MI barco y son mis reglas... Y nada de Val, para ti soy Valnir- Dijo tomando un tono más serio -Si quieres respeto, da respeto- Finalizó el hombre que a su extraña manera, había dado una buena lección a la pelirroja que no tenía fama de humildad precisamente.
El enojo se evidenciaba a leguas en el rostro de la encantadora mientras el capitán mostraba una sonrisa de victoria -Vámonos, Ingela, tenemos cosas qué planear- Dijo en tono severo ofreciendo su mano a la jovencita aunque no sería tan sencillo -No, lo lamento, pero ella no va a ningún lado, es mi navegante oficial- Dijo el hombre generando una mueca de extrañeza en el rostro de la bruja -Ese es tu navegante- Dijo señalando a uno de los tripulantes que llevaba un monóculo y estaba pendiente al frente -¡¡Claus!!- Gritó el capitán haciendo que el hombre se volteara a mirarlo; bastó una seña para que el pobre hombre cayera al piso gritando que se había roto una pierna a pesar de que se encontraba bien unos instantes atrás -Pues se me ha enfermado el navegante, necesito uno nuevo- Dijo estirando la mano para tomar el hombro de la joven dragona quien sin saberlo había acabado atrapada en el fuego cruzado de la discusión de poderes.
¡¡Viene conmigo!! Con evidente ira- Dijo Abbey cada vez más alterada -No, dejemos que decida, es lo justo- Ofreció -Me elegirá a mí- Dijo la encantadora -¿Estás segura?- Replicó el capitán -Decide, pequeña ¿Con ella o conmigo?- Preguntó el capitán con voz dulce para convencerla; serían unos instantes de incómodo silencio hasta que alguien interrumpió el momento tal vez por suerte para la joven rubia -Señor, el agua, hay alguien en el agua- Advirtieron al rubio que permaneció inmóvil sin apartar la vista de la bruja, quién hacía lo mismo sobre él, ahora al parecer habían cambiado las palabras por un desafío de miradas -Señor, es importante ¡Señor!- Dijo el pobre tripulante en su desesperación para recibir una respuesta tajante y simultánea de parte del capitán y de la encantadora -¡¿Quué?!- Dijeron ambos de manera sincronizada asustando al pobre hombre que apenas pudo señalar hacia estribor en donde flotaba el cuerpo de un hombre Inconsciente.
Súbanlo a la nave- Dijo el capitán un poco más calmado y acto seguido sus hombres lanzaron una red en la que atraparon y subieron el cuerpo de aquel misterioso hombre; para su sorpresa al dejarlo caer en la cubierta del barco notaron que a pesar de su apariencia humana tenía unas grandes alas negras, quemadas por alguna razón en uno de los lados; también llevaba una especie de armadura con franjas rojas, lo que daba a entender que no era una persona común, era a todas luces un guerrero, aunque no llevaba el uniforme de los caballeros dragones.
∞ La misión tendrá una dificultad adicional, y será evitar que la encantadora y el capitán se terminen matando entre ellos, tienen un pasado juntos que tal vez no deba salir a flote.
∞ Puedes elegir un bando si lo deseas o aprovechar la interrupción para eludirlo, aunque eventualmente te lo van a preguntar de nuevo.
∞ ¿Quién es ese misterioso semidragón en el agua? ¿Por qué sus alas están quemadas? Si quieres las respuestas tendrás que ayudarlo.
∞ Tienes la profesión de Medicina, es momento de demostrar lo que sabes; estás entre guerreros, así que tus conocimientos en medicina serán indispensables pero ¿Es sensato ayudar a ese hombre misterioso? De tus decisiones dependerá el futuro de la misión.
El enojo se evidenciaba a leguas en el rostro de la encantadora mientras el capitán mostraba una sonrisa de victoria -Vámonos, Ingela, tenemos cosas qué planear- Dijo en tono severo ofreciendo su mano a la jovencita aunque no sería tan sencillo -No, lo lamento, pero ella no va a ningún lado, es mi navegante oficial- Dijo el hombre generando una mueca de extrañeza en el rostro de la bruja -Ese es tu navegante- Dijo señalando a uno de los tripulantes que llevaba un monóculo y estaba pendiente al frente -¡¡Claus!!- Gritó el capitán haciendo que el hombre se volteara a mirarlo; bastó una seña para que el pobre hombre cayera al piso gritando que se había roto una pierna a pesar de que se encontraba bien unos instantes atrás -Pues se me ha enfermado el navegante, necesito uno nuevo- Dijo estirando la mano para tomar el hombro de la joven dragona quien sin saberlo había acabado atrapada en el fuego cruzado de la discusión de poderes.
¡¡Viene conmigo!! Con evidente ira- Dijo Abbey cada vez más alterada -No, dejemos que decida, es lo justo- Ofreció -Me elegirá a mí- Dijo la encantadora -¿Estás segura?- Replicó el capitán -Decide, pequeña ¿Con ella o conmigo?- Preguntó el capitán con voz dulce para convencerla; serían unos instantes de incómodo silencio hasta que alguien interrumpió el momento tal vez por suerte para la joven rubia -Señor, el agua, hay alguien en el agua- Advirtieron al rubio que permaneció inmóvil sin apartar la vista de la bruja, quién hacía lo mismo sobre él, ahora al parecer habían cambiado las palabras por un desafío de miradas -Señor, es importante ¡Señor!- Dijo el pobre tripulante en su desesperación para recibir una respuesta tajante y simultánea de parte del capitán y de la encantadora -¡¿Quué?!- Dijeron ambos de manera sincronizada asustando al pobre hombre que apenas pudo señalar hacia estribor en donde flotaba el cuerpo de un hombre Inconsciente.
Súbanlo a la nave- Dijo el capitán un poco más calmado y acto seguido sus hombres lanzaron una red en la que atraparon y subieron el cuerpo de aquel misterioso hombre; para su sorpresa al dejarlo caer en la cubierta del barco notaron que a pesar de su apariencia humana tenía unas grandes alas negras, quemadas por alguna razón en uno de los lados; también llevaba una especie de armadura con franjas rojas, lo que daba a entender que no era una persona común, era a todas luces un guerrero, aunque no llevaba el uniforme de los caballeros dragones.
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∞ La misión tendrá una dificultad adicional, y será evitar que la encantadora y el capitán se terminen matando entre ellos, tienen un pasado juntos que tal vez no deba salir a flote.
∞ Puedes elegir un bando si lo deseas o aprovechar la interrupción para eludirlo, aunque eventualmente te lo van a preguntar de nuevo.
∞ ¿Quién es ese misterioso semidragón en el agua? ¿Por qué sus alas están quemadas? Si quieres las respuestas tendrás que ayudarlo.
∞ Tienes la profesión de Medicina, es momento de demostrar lo que sabes; estás entre guerreros, así que tus conocimientos en medicina serán indispensables pero ¿Es sensato ayudar a ese hombre misterioso? De tus decisiones dependerá el futuro de la misión.
Ansur
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Re: [Misión Logia] Dentro de la tormenta
Aunque era evidente que Abbey no estaba muy entusiasmada con conversar con Ingela, la joven dragona la siguió después que la dejara sola en la baranda de la nave, a fin de cuentas, estaba allí para ayudar a la hechicera en aquella misión. Cuando llegó junto a la encantadora, la encontró discutiendo con el Capitán. Al verlos, se quedó inmóvil, sorprendida, un poco espantada y sin saber para nada qué hacer.
Vámonos, Ingela, tenemos cosas qué planear- dijo la hechicera estirando la mano para que la chica la tomara, lo cual hizo muy obedientemente la joven dragona. -No, lo lamento, pero ella no va a ningún lado, es mi navegante oficial- replicó el Capitán agarrando a la rubia firmemente por el hombro contrario. Fue en ese momento en que creyó que lo más indicado sería mejor... ustedes saben... desaparecer. -Un pis pas y ¡pum! me hago dragona y salgo volando de vuelta a Dundarak- pensó cuando la hechicera tiró de ella para su lado mientras que el Capitán hizo lo mismo pero para el lado de él. -Mal lugar, muy mal lugar, pésima estrategia, Ingela- pensaba la rubia buscando qué decir para librarse de aquella situación incómoda. Ella solo deseaba desaparecer.
¡Pero la salvó un ángel caído! Bueno, no, era un pobre miserable, medio chamuscado e inconsciente que flotaba medio muerto a la deriva en el mar y que el Capitán tuvo a bien el rescatar de su miserable destino.
Ingela, en su inagotablemente tonto espíritu de servir y ayudar al desvalido, corrió a revisarlo. -¡Ponerlo boca arriba! ¡Rápido!- exclamó corriendo hacia el hombre y zafándose de las manos que la apretaban y tiraban. -Gracias... gracias por aparecer... murmuró cuando estuvo sobre el hombre, oscultando si tenía latidos o si respiraba. -Tiene pulso- dijo en voz alta, muy seria. -Necesito que me traigan el licor más fuerte que tengan- dijo mirando a los marineros, quienes se miraron unos a otros. Uno salió corriendo. Ella seguía revisando al desconocido; levantaba sus párpados para ver los globos oculares, irritados por la sal del mar, que se volteaban y perdían. Era claro que no iba a despertar así como así.
Tras asegurarse que seguía con vida, comenzó a revisar sus alas. Eran, aparentemente, de dragón. -Este es un humanoide- dijo extrañada -Conozco pocos dragones que consiguen esto, de transformar partes de su cuerpo en la forma dragón a su voluntad- a medida que lo revisaba y que la emoción de verse libre de la pelea entre Abbey y el Capitán pasaba, su ceño se fruncía y en su rostro se notaba el recelo.
Se levantó justo cuando le pasaron la botella con un licor ambáreo que aún con el corcho puesto, apestaba a alcohol. Creo que la mejor idea es que lo acostemos en un catre del cuál poder amarrarlo- dijo firme y fríamente. Miró a Abbey y al Capitán -Como están estos tiempos, no me atrevo a despertarlo sin asegurarme que luego no tendré que enfrentarlo, poniendo en riesgo a toda la tripulación- dijo levantando una ceja y mirando de reojo al hombre que yacía en la cubierta, desmayado.
Vámonos, Ingela, tenemos cosas qué planear- dijo la hechicera estirando la mano para que la chica la tomara, lo cual hizo muy obedientemente la joven dragona. -No, lo lamento, pero ella no va a ningún lado, es mi navegante oficial- replicó el Capitán agarrando a la rubia firmemente por el hombro contrario. Fue en ese momento en que creyó que lo más indicado sería mejor... ustedes saben... desaparecer. -Un pis pas y ¡pum! me hago dragona y salgo volando de vuelta a Dundarak- pensó cuando la hechicera tiró de ella para su lado mientras que el Capitán hizo lo mismo pero para el lado de él. -Mal lugar, muy mal lugar, pésima estrategia, Ingela- pensaba la rubia buscando qué decir para librarse de aquella situación incómoda. Ella solo deseaba desaparecer.
¡Pero la salvó un ángel caído! Bueno, no, era un pobre miserable, medio chamuscado e inconsciente que flotaba medio muerto a la deriva en el mar y que el Capitán tuvo a bien el rescatar de su miserable destino.
Ingela, en su inagotablemente tonto espíritu de servir y ayudar al desvalido, corrió a revisarlo. -¡Ponerlo boca arriba! ¡Rápido!- exclamó corriendo hacia el hombre y zafándose de las manos que la apretaban y tiraban. -Gracias... gracias por aparecer... murmuró cuando estuvo sobre el hombre, oscultando si tenía latidos o si respiraba. -Tiene pulso- dijo en voz alta, muy seria. -Necesito que me traigan el licor más fuerte que tengan- dijo mirando a los marineros, quienes se miraron unos a otros. Uno salió corriendo. Ella seguía revisando al desconocido; levantaba sus párpados para ver los globos oculares, irritados por la sal del mar, que se volteaban y perdían. Era claro que no iba a despertar así como así.
Tras asegurarse que seguía con vida, comenzó a revisar sus alas. Eran, aparentemente, de dragón. -Este es un humanoide- dijo extrañada -Conozco pocos dragones que consiguen esto, de transformar partes de su cuerpo en la forma dragón a su voluntad- a medida que lo revisaba y que la emoción de verse libre de la pelea entre Abbey y el Capitán pasaba, su ceño se fruncía y en su rostro se notaba el recelo.
Se levantó justo cuando le pasaron la botella con un licor ambáreo que aún con el corcho puesto, apestaba a alcohol. Creo que la mejor idea es que lo acostemos en un catre del cuál poder amarrarlo- dijo firme y fríamente. Miró a Abbey y al Capitán -Como están estos tiempos, no me atrevo a despertarlo sin asegurarme que luego no tendré que enfrentarlo, poniendo en riesgo a toda la tripulación- dijo levantando una ceja y mirando de reojo al hombre que yacía en la cubierta, desmayado.
Ingela
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Re: [Misión Logia] Dentro de la tormenta
La joven dragona había sido salvada por la campana, o más bien por el herido al que no tardaron en subir al barco para ofrecerle ayuda, el capitán se veía preocupado por aquel que parecía ser uno más de su raza, aunque con una vestimenta bastante particular -Su atuendo pertenece a las fuerzas de los Caballeros Dragón, a los misteriosos Capas Púrpuras, de hecho no reconozco nada parecido en todo Aerandir- Dijo el apuesto capitán una vez que se acercó a la escena donde varios miembros de la tripulación había arrastrado al enigmático sujeto con una red para finalmente tenderlo en el piso.
Abbey se acercó luego de brazos cruzados y con claro recelo -Coincido con Ingela, hay que amarrarlo- Dijo la encantadora haciendo señas a los hombres para que lo ataran antes que lo hicieran despertar aunque ninguno movió un dedo para obedecerla, en su lugar solo miraron al capitán de manera interrogante hasta que éste les diera la orden -¡¡Oh por los seis, es uno de nosotros!!- Exclamó Valnir como si lo más obvio fuera ayudarle -No confío en dragones con armadura- Se mostró orgullosa la encantadora al mismo tiempo que le lanzaba una mirada desafiante -¡¡Déjalo ir, mujer!! Lo nuestro no funcionó, es pasado- Dijo el capitán claramente aludido -No todo tiene que ver contigo- La encantadora respondía de manera tan fría como su mismo elemento.
Mientras aquellos dos peleaban como niños fueron sorprendidos por los gritos de los tripulantes quienes anunciaban los vestigios de lo que parecía haber sido una caótica batalla -Capitán, restos, por todos lados- Dijo uno de aquellos navegantes mientras señalaba alrededor, la escena era una colección de pedazos de barcos, trozos de madera, velas roídas e incluso algunos pequeños botes salvavidas partidos a la mitad; al avanzar un poco más se encontraban incluso algunos cuerpos flotando, aunque la encantadora no podría reconocer a ninguno, o no desde esa distancia, sus compañeros de gremio no parecían estar ahí.
Busquen sobrevivientes- Ordenó Abbey aunque de nuevo los hombres no movieron un dedo hasta que el capitán les dio la misma orden, cosa que enfurecía aún más a la gélida pelirroja quien apretando los puños fingía que no le afectaba, de momento había cosas más importantes en qué pensar, como el paradero de sus amigos.
No podrían siquiera imaginar lo que había pasado ahí, a qué clase de amenazas se habían enfrentado para que se generara semejante desastre -¿Hay alguien con vida?- Gritó la encantadora a viva voz con las manos alrededor de su boca y contra todo pronóstico alguien pareció responder entre los escombros.
∞ Las disputas entre esos dos se extenderá todo el viaje, la pobre Ingela se encuentra en una prueba de paciencia.
∞ Puedes manejar a algunos tripulantes y amarrar al dragón náufrago, aunque también necesitarás espacio para otros en el mismo o peor estado.
∞ La voz que le responde a Abbey pertenece a una joven rubia, además de ella comienzan a escuchar otros gritos de auxilio.
∞ Puedes atender a los heridos que vayan sacando los otros, o transformarte en dragón y ayudar a sacarlos, aunque notarás que son muy pocos los que pueden salvarse.
Abbey se acercó luego de brazos cruzados y con claro recelo -Coincido con Ingela, hay que amarrarlo- Dijo la encantadora haciendo señas a los hombres para que lo ataran antes que lo hicieran despertar aunque ninguno movió un dedo para obedecerla, en su lugar solo miraron al capitán de manera interrogante hasta que éste les diera la orden -¡¡Oh por los seis, es uno de nosotros!!- Exclamó Valnir como si lo más obvio fuera ayudarle -No confío en dragones con armadura- Se mostró orgullosa la encantadora al mismo tiempo que le lanzaba una mirada desafiante -¡¡Déjalo ir, mujer!! Lo nuestro no funcionó, es pasado- Dijo el capitán claramente aludido -No todo tiene que ver contigo- La encantadora respondía de manera tan fría como su mismo elemento.
Mientras aquellos dos peleaban como niños fueron sorprendidos por los gritos de los tripulantes quienes anunciaban los vestigios de lo que parecía haber sido una caótica batalla -Capitán, restos, por todos lados- Dijo uno de aquellos navegantes mientras señalaba alrededor, la escena era una colección de pedazos de barcos, trozos de madera, velas roídas e incluso algunos pequeños botes salvavidas partidos a la mitad; al avanzar un poco más se encontraban incluso algunos cuerpos flotando, aunque la encantadora no podría reconocer a ninguno, o no desde esa distancia, sus compañeros de gremio no parecían estar ahí.
Busquen sobrevivientes- Ordenó Abbey aunque de nuevo los hombres no movieron un dedo hasta que el capitán les dio la misma orden, cosa que enfurecía aún más a la gélida pelirroja quien apretando los puños fingía que no le afectaba, de momento había cosas más importantes en qué pensar, como el paradero de sus amigos.
No podrían siquiera imaginar lo que había pasado ahí, a qué clase de amenazas se habían enfrentado para que se generara semejante desastre -¿Hay alguien con vida?- Gritó la encantadora a viva voz con las manos alrededor de su boca y contra todo pronóstico alguien pareció responder entre los escombros.
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∞ Las disputas entre esos dos se extenderá todo el viaje, la pobre Ingela se encuentra en una prueba de paciencia.
∞ Puedes manejar a algunos tripulantes y amarrar al dragón náufrago, aunque también necesitarás espacio para otros en el mismo o peor estado.
∞ La voz que le responde a Abbey pertenece a una joven rubia, además de ella comienzan a escuchar otros gritos de auxilio.
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Ansur
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Re: [Misión Logia] Dentro de la tormenta
Por fin cayó en cuenta de lo que pasaba entre Abbey y el capitán: tenían un pasado juntos que no terminó nada de bien. Ingela resopló, era obvio que lo que haya sido que ocurriera, afectaba aún. Continuaron discutiendo y eso colmó la paciencia de la joven dragona, quien a pesar de tener aquella virtud como una de sus cualidades, este par definitivamente la sobre pasaba.
Mientras los dragones continuaban revisando los restos del naufragio Ingela se tomó un minuto para hablarle al capitán -Disculpe, Capitán... mire, no sé qué tuvo o tiene con Abbey y no me interesa, no quiero que me vuelvan a meter en su disputa de poder. Lo que sí me interesa es mi seguridad y la del resto de la tripulación. Si le digo que debe desconfiar de los extraños, sobre todo si aparecen de esta manera tan sospechosa, no es porque sea una antojadiza. Usted conoce a mi hermano mayor, Linus, quien fue su compañero en el regimiento de caballería. Por favor, escuche lo que le digo... Si considera exagerado amarrar al hombre, está bien, no lo haga, pero por favor avise a sus hombres que estén prevenidos. Junto con Abbey hemos visto y vivido cosas demasiado extrañas como para no tomar medidas ante cualquier evento que se sienta raro- le dijo en voz baja y mirándolo con la seriedad y severidad del caso. -Ahora, necesito que autorice a algunos de sus hombres para ayudarme con los sobrevivientes y heridos- finalizó con la misma postura.
A pesar de lucir como una chica dulce y jovial, Ingela tenía dentro una personalidad fuerte que solo salía a la luz cuando la ocasión lo ameritaba. Aquel era uno de esos momentos en los cuales nada resolvía con una sonrisa y una palabra dulce, tenía que adoptar una postura firme, sobre todo frente al capitán y la encantadora.
Ante el hallazgo de los restos de un navío, todos se habían avocado a la tarea de buscar sobrevivientes y rescatarlos. Algunos miembros de la tripulación eran dragones quienes tras la orden del capitán, se transformaron a sus formas aladas y sobrevolaron la zona. Algunos regresaban con cuerpos de sobrevivientes. Ingela corría a recibir a los rescatados y pidió a seis hombres que la ayudaran a acomodar los cuerpos uno junto al otro en grupos, dependiendo de la gravedad de las heridas. Aquel que habían encontrado primero seguía inconsciente.
Luego de decirle aquello, la joven dragona volvió a atender a los heridos. Uno a uno, revisaba si tenían pulso, pegaba su oreja a sus pechos para sentir sus latidos, y con un pequeño espejo revisaba si tenían vaho de respiración. Para la chica era doloroso descubrir que la mayoría de los cuerpos estaban sin vida. Con un carbón marcaba en la frente aquellos que debían tirar por la borda. Habían otros cuyas heridas eran muy graves y seguramente no sobrevivirían, sin embargo, eso no detuvo los intentos de la joven dragona por ayudarlos. Hizo acopio de todo el licor que pudo para limpiar heridas, usó trozos de tela para hacer improvisados vendajes y entablillados con trozos de madera que habían en el barco. Los implementos que llevaba no darían abasto, pero aún así, se las ingenió para darles a todos algo de leche de amapola para mitigar los dolores o ron, que también servía.
El último de los dragones llegó a la cubierta del barco con una chica rubia entre sus patas, ella estaba despierta, bastante agotada y deshidratada, pero consciente. Ingela la recibió y la ayudó a sentarse. Uno de los hombres le llevó una manta para cubrirla e Ingela le pasó una cantimplora con agua. Abbey y el capitán se acercaron a ella, quien era la única que podría contar quiénes eran y qué había pasado.
Mientras los dragones continuaban revisando los restos del naufragio Ingela se tomó un minuto para hablarle al capitán -Disculpe, Capitán... mire, no sé qué tuvo o tiene con Abbey y no me interesa, no quiero que me vuelvan a meter en su disputa de poder. Lo que sí me interesa es mi seguridad y la del resto de la tripulación. Si le digo que debe desconfiar de los extraños, sobre todo si aparecen de esta manera tan sospechosa, no es porque sea una antojadiza. Usted conoce a mi hermano mayor, Linus, quien fue su compañero en el regimiento de caballería. Por favor, escuche lo que le digo... Si considera exagerado amarrar al hombre, está bien, no lo haga, pero por favor avise a sus hombres que estén prevenidos. Junto con Abbey hemos visto y vivido cosas demasiado extrañas como para no tomar medidas ante cualquier evento que se sienta raro- le dijo en voz baja y mirándolo con la seriedad y severidad del caso. -Ahora, necesito que autorice a algunos de sus hombres para ayudarme con los sobrevivientes y heridos- finalizó con la misma postura.
A pesar de lucir como una chica dulce y jovial, Ingela tenía dentro una personalidad fuerte que solo salía a la luz cuando la ocasión lo ameritaba. Aquel era uno de esos momentos en los cuales nada resolvía con una sonrisa y una palabra dulce, tenía que adoptar una postura firme, sobre todo frente al capitán y la encantadora.
Ante el hallazgo de los restos de un navío, todos se habían avocado a la tarea de buscar sobrevivientes y rescatarlos. Algunos miembros de la tripulación eran dragones quienes tras la orden del capitán, se transformaron a sus formas aladas y sobrevolaron la zona. Algunos regresaban con cuerpos de sobrevivientes. Ingela corría a recibir a los rescatados y pidió a seis hombres que la ayudaran a acomodar los cuerpos uno junto al otro en grupos, dependiendo de la gravedad de las heridas. Aquel que habían encontrado primero seguía inconsciente.
Luego de decirle aquello, la joven dragona volvió a atender a los heridos. Uno a uno, revisaba si tenían pulso, pegaba su oreja a sus pechos para sentir sus latidos, y con un pequeño espejo revisaba si tenían vaho de respiración. Para la chica era doloroso descubrir que la mayoría de los cuerpos estaban sin vida. Con un carbón marcaba en la frente aquellos que debían tirar por la borda. Habían otros cuyas heridas eran muy graves y seguramente no sobrevivirían, sin embargo, eso no detuvo los intentos de la joven dragona por ayudarlos. Hizo acopio de todo el licor que pudo para limpiar heridas, usó trozos de tela para hacer improvisados vendajes y entablillados con trozos de madera que habían en el barco. Los implementos que llevaba no darían abasto, pero aún así, se las ingenió para darles a todos algo de leche de amapola para mitigar los dolores o ron, que también servía.
El último de los dragones llegó a la cubierta del barco con una chica rubia entre sus patas, ella estaba despierta, bastante agotada y deshidratada, pero consciente. Ingela la recibió y la ayudó a sentarse. Uno de los hombres le llevó una manta para cubrirla e Ingela le pasó una cantimplora con agua. Abbey y el capitán se acercaron a ella, quien era la única que podría contar quiénes eran y qué había pasado.
- Profesión:
- Uso de la profesión primaria: Medicina.
Ingela
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Re: [Misión Logia] Dentro de la tormenta
La actitud de la dragona sorprendió al capitán, quien no se esperaba que una chica tan adorable pudiera expresarse con tanta seriedad e incluso hablarle de manera un tanto autoritaria; en otras circunstancias el a veces malcriado capitán la habría lanzado por la borda, de no ser porque era familia de un antiguo camarada, y porque no quería aguantar un sermón y quejas de Abbey, ese habría sido sin duda el destino de la chica, aunque de momento podría sentirse a salvo, no hubo respuesta hacia la chica de parte del capitán aunque la expresión en su rostro dejaba claro que había captado el mensaje.
A medida que avanzaban el agua comenzaba a estar decorada por restos de cuerpos cada vez en peor estados, incluso habían cosas que difícilmente podría identificarse a qué parte del cuerpo pertenecían; la espantosa escena revelaba los vestigios de una dura batalla, una que ni siquiera podrían imaginar, incluso la misma Lucy que recién aparecía entre las patas de uno de los semidragones que habían conseguido sacarla del agua donde flotaba sobre algunos trozos de madera.
Apenas vio a Lucy abrió los ojos y claramente feliz de verla le explicó lo sucedido -No-muertos, estaban por todos lados- Respiraba agitada -Y luego la ola, una enorme ola arrasó los barcos ¿Dónde están los otros?- Se interrumpió a sí misma cambiando bruscamente de tema mientras miraba hacia todos lados en busca de rostros que no encontraría -Niniel, Vincent... ¡Oh por los dioses, Rachel!- Se desbordó de preocupación al deducir que la biocibernética tal vez no podía flotar, lo que la señalaba como la primera víctima.
Lo que sí notó de inmediato fue la presencia del semidragón quien ya comenzaba a despertar tan solo para advertirles que salieran de ahí pronto, aunque Lucy al reconocerlo ordena detenerlo e ignorar sus advertencias -¡Tú! ¿Por qué está él aquí?- Preguntó la rubia aunque la prioridad era claramente encontrar al resto y nada la detendría en ese propósito -¿Y qué rayos es esta cosa? ¿Ya no quedaban barcos de verdad?- Preguntó de manera despectiva -Pues gracias a esta “cosa” estás viva- Añadió receloso el capitán mientras sus hombres intentaban retener y atar al semidragón que Lucy señalaba como alguien peligroso, aunque el esfuerzo fue detenido por una severa sacudida que se sintió debajo del navío -¿Qué fue eso?- Preguntó Abbey dirigiendo la vista a su ex amante -Estamos lejos de la costa, no deberíamos chocar contra nada- Apenas acabó su frase un nuevo golpe se sintió bajo la embarcación, haciendo que la nave incluso se levantara un poco.
Un breve silencio se adueñó de los presentes hasta que el semidragón de cabellos negros siguió advirtiendo -Ya viene, ya viene, hay que alejarnos de este lugar maldito- Advertía realmente atemorizado y con un rostro de evidente angustia aunque sin dar ninguna prueba real de lo que pudiera tratarse o qué era eso que lo asustaba tanto.
∞ De momento te has librado de la pelea de exparejas, aunque ahora todo parece más misterioso.
∞ Lucy parece conocer al semidragón, atarlo o no lo dejaré a tu decisión, aunque tal vez haga falta liberarlo luego.
∞ Hay algo debajo de la embarcación y el semidragón lo sabe, aunque no se mostrará hasta la siguiente ronda.
∞ Puedes preguntarle al semidragón a qué le teme o a Lucy acerca de lo ocurrido, tal vez te den alguna pista importante.
∞ Se acerca una batalla difícil, por lo que debes considerar que el enemigo de tu enemigo es tu amigo, al menos temporalmente, ya lo entenderás cuando llegue el momento.
A medida que avanzaban el agua comenzaba a estar decorada por restos de cuerpos cada vez en peor estados, incluso habían cosas que difícilmente podría identificarse a qué parte del cuerpo pertenecían; la espantosa escena revelaba los vestigios de una dura batalla, una que ni siquiera podrían imaginar, incluso la misma Lucy que recién aparecía entre las patas de uno de los semidragones que habían conseguido sacarla del agua donde flotaba sobre algunos trozos de madera.
Apenas vio a Lucy abrió los ojos y claramente feliz de verla le explicó lo sucedido -No-muertos, estaban por todos lados- Respiraba agitada -Y luego la ola, una enorme ola arrasó los barcos ¿Dónde están los otros?- Se interrumpió a sí misma cambiando bruscamente de tema mientras miraba hacia todos lados en busca de rostros que no encontraría -Niniel, Vincent... ¡Oh por los dioses, Rachel!- Se desbordó de preocupación al deducir que la biocibernética tal vez no podía flotar, lo que la señalaba como la primera víctima.
Lo que sí notó de inmediato fue la presencia del semidragón quien ya comenzaba a despertar tan solo para advertirles que salieran de ahí pronto, aunque Lucy al reconocerlo ordena detenerlo e ignorar sus advertencias -¡Tú! ¿Por qué está él aquí?- Preguntó la rubia aunque la prioridad era claramente encontrar al resto y nada la detendría en ese propósito -¿Y qué rayos es esta cosa? ¿Ya no quedaban barcos de verdad?- Preguntó de manera despectiva -Pues gracias a esta “cosa” estás viva- Añadió receloso el capitán mientras sus hombres intentaban retener y atar al semidragón que Lucy señalaba como alguien peligroso, aunque el esfuerzo fue detenido por una severa sacudida que se sintió debajo del navío -¿Qué fue eso?- Preguntó Abbey dirigiendo la vista a su ex amante -Estamos lejos de la costa, no deberíamos chocar contra nada- Apenas acabó su frase un nuevo golpe se sintió bajo la embarcación, haciendo que la nave incluso se levantara un poco.
Un breve silencio se adueñó de los presentes hasta que el semidragón de cabellos negros siguió advirtiendo -Ya viene, ya viene, hay que alejarnos de este lugar maldito- Advertía realmente atemorizado y con un rostro de evidente angustia aunque sin dar ninguna prueba real de lo que pudiera tratarse o qué era eso que lo asustaba tanto.
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∞ De momento te has librado de la pelea de exparejas, aunque ahora todo parece más misterioso.
∞ Lucy parece conocer al semidragón, atarlo o no lo dejaré a tu decisión, aunque tal vez haga falta liberarlo luego.
∞ Hay algo debajo de la embarcación y el semidragón lo sabe, aunque no se mostrará hasta la siguiente ronda.
∞ Puedes preguntarle al semidragón a qué le teme o a Lucy acerca de lo ocurrido, tal vez te den alguna pista importante.
∞ Se acerca una batalla difícil, por lo que debes considerar que el enemigo de tu enemigo es tu amigo, al menos temporalmente, ya lo entenderás cuando llegue el momento.
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Re: [Misión Logia] Dentro de la tormenta
Ingela estaba confundida. Miraba a la joven que habían rescatado y cada vez le entendía menos. Lo que entendió claramente fue cuando habló de los "no-muertos". Apenas dijo aquello, Ingela y Abbey intercambiaron miradas. Aún recordaba la terrible mordida que recibió un par de semanas atrás. De hecho, aún le quedaban las marcas de los dientes en su hombro. No le gustaba la idea de tener que volver a enfrentar aquellos seres.
La rubia siguió hablando y cuando mencionó unos nombres, la expresión de Abbey cambiaba de su habitual ceño fruncido a una de sorpresa y angustia. Al parecer, quellos nombres le eran conocidos. Quizás era a quien ella estaba buscando. Tanto el Capitán, como Abbey e Ingela guardaban silencio mientras la rubia desvariaba, trataban de entenderla. Además, estaba tan alterada que no daba espacio a que le hicieran alguna pregunta.
Hasta que se dio cuenta de la presencia del semi-dragón y pasó de alterada a horrorizada -Te dije que había que amarrarlo- le dijo Ingela al capitán en voz baja pero dura, mirándolo con la misma dureza de su voz. La joven dragona dio un paso para acercarse a la rubia y tratar de calmarla para preguntarle qué había pasado, cuando sintió un golpe en el casco del barco. Todos quedaron inmóviles y en silencio. Un segundo golpe.
-Ya viene, ya viene, hay que alejarnos de este lugar maldito- dijo el semi-dragón con su voz rasposa y agotada. Ingela dejó de lado a la chica y se dirigió al hombre -¿Qué viene? Habla. ¿Qué viene?- inquirió comenzando a exasperarse. Tanto misterio, y ninguno hablaba con claridad. -¿Quién eres y qué pasó aquí?- volvió a hablarle al semi-dragon, quien a pesar de estar mal herido, parecía menos alterado que la chica.
La rubia siguió hablando y cuando mencionó unos nombres, la expresión de Abbey cambiaba de su habitual ceño fruncido a una de sorpresa y angustia. Al parecer, quellos nombres le eran conocidos. Quizás era a quien ella estaba buscando. Tanto el Capitán, como Abbey e Ingela guardaban silencio mientras la rubia desvariaba, trataban de entenderla. Además, estaba tan alterada que no daba espacio a que le hicieran alguna pregunta.
Hasta que se dio cuenta de la presencia del semi-dragón y pasó de alterada a horrorizada -Te dije que había que amarrarlo- le dijo Ingela al capitán en voz baja pero dura, mirándolo con la misma dureza de su voz. La joven dragona dio un paso para acercarse a la rubia y tratar de calmarla para preguntarle qué había pasado, cuando sintió un golpe en el casco del barco. Todos quedaron inmóviles y en silencio. Un segundo golpe.
-Ya viene, ya viene, hay que alejarnos de este lugar maldito- dijo el semi-dragón con su voz rasposa y agotada. Ingela dejó de lado a la chica y se dirigió al hombre -¿Qué viene? Habla. ¿Qué viene?- inquirió comenzando a exasperarse. Tanto misterio, y ninguno hablaba con claridad. -¿Quién eres y qué pasó aquí?- volvió a hablarle al semi-dragon, quien a pesar de estar mal herido, parecía menos alterado que la chica.
Ingela
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Re: [Misión Logia] Dentro de la tormenta
El capitán siguió a la joven Ingela y tomó al misterioso semidragón del cuello levantándolo del piso con una fuerza impresionante -¡Dime qué ocurre!- Lo sacudió mientras gritaba -Si algo le pasa a mi barco te voy a romper cada hueso de- El barco se sacudió ante un nuevo golpe en la parte inferior, cosa que desequilibró al apuesto capitán y permitió que su presa escapara dando un par de pasos atrás para luego llevarse las manos al cuello intentando aliviar el dolor.
Un grito se escuchó entre los hombres de la popa pero cuando voltearon no había rastro de quien había gritado -¡¡Fedrus!!- Gritó el que estaba más cerca -¡Algo se lo llevó!- Su cara alarmada evidenciaba el pavor que sentía, algo estaba sucediendo; mientras la conmoción se centraba en el desaparecido otro grito de escuchó desde la proa con una situación similar, los tripulantes comenzaban a desaparecer -Esa cosa, no es de este mundo, y viene por m...- El semidragón hizo una pequeña pausa en su discurso -Por nosotros, viene por todos nosotros- Se acercó al centro del barco -¡¡Aléjense de los bordes!!- Sus órdenes no pasaron desapercibidas con lo asustada que estaba la tripulación y para cuando se dieron cuenta ya parecía ser quien estaba a cargo.
Al menos había hablado, pero comenzaba a salirse de control aquella situación -¿Quién te puso a cargo?- Preguntó Abbey con su característica soberbia aunque fue rápidamente callada -Haz un piso de hielo bajo nosotros, que no salga esa cosa- Le dijo Valnir a la encantadora que a regañadientes, y ante la mirada de Lucy que también le imploraba lo mismo, asomó su mano por el borde del barco y comenzó a congelar el agua hasta que se formó un bloque de hielo bajo la nave.
Abbey retrocedió asustada y cayó sentada en el piso al ver que el rostro de la criatura se estrellaba contra el bloque de hielo que había formado y le creaba ligeras fisuras; Valnir acudió de prisa y la levantó preocupado aunque luego se miraron y se empujaron mutuamente -¿Cómo luchar contra esa cosa?- Preguntó la encantadora un poco devastada ante la imagen que había visto.
Los golpes se sucedían uno tras otro y el hielo recién formado chillaba buscando romperse, un par de tentáculos asomaban por uno de los lados del barco pero gracias al hielo no alcanzaban a ninguno de los tripulantes -Sobreviví a un ejército de no-muertos- Dijo Lucy encendiendo sus puños -Sobreviví a un agujero en el mar- Hizo las esferas de fuego en sus puños cada vez más grandes -Sobreviví a una ola del tamaño de la torre de la logia- Juntó las dos esferas en una sola más grande frente a su pecho -No me va a matar un simple pulpo estúpido- Tras aquellas palabras arrojó la esfera hacia uno de los tentáculos del animal haciendo que saliera un fuerte olor a pescado frito al chamuscarle un lateral de la extremidad que escondió rápidamente bajo el agua.
Aquello no pudo sino dar esperanzas al capitán que se puso a planear su estrategia -Hay que hacerlo salir, una vez fuera lo capturamos con hielo y una vez quieto lo atacamos con fuego- El ex-caballero parecía querer revivir sus viejos tiempos pues abrió su camisa dispuesto a transformarse cuando llegara el momento indicado -Ustedes, preparen los arpones- Ordenó a algunos -Preparen escudos para formar barreras- Ordenó a otros hasta que su mirada se cruzó con la joven Ingela -Y tú... ponte a salvo- Francamente no sabía qué hacer con ella, con su apariencia sería cruel enviarla a pelear.
El otro semidragón permanecía parado en el centro del barco sin hacer nada, estaba resignado a no poder luchar contra esa enorme cosa, pero evidentemente sabía más de lo que les había dicho.
∞ Ahora comienza tu verdadera aventura.
∞ El capitán tiene una estrategia, será tu tarea llevarla a cabo, aunque deberás lanzar una runa para ver si los dioses te apoyan.
∞ Si lo deseas, puedes conseguir algo más de información acerca de la criatura antes de lanzar el ataque, tal vez tenga un punto débil.
∞ El misterioso semidragón sabe más de lo que ha dicho.
∞ No será una batalla fácil, sin embargo tienes a dos poderosas pnjs del gremio para apoyarte, úsalas sabiamente.
Un grito se escuchó entre los hombres de la popa pero cuando voltearon no había rastro de quien había gritado -¡¡Fedrus!!- Gritó el que estaba más cerca -¡Algo se lo llevó!- Su cara alarmada evidenciaba el pavor que sentía, algo estaba sucediendo; mientras la conmoción se centraba en el desaparecido otro grito de escuchó desde la proa con una situación similar, los tripulantes comenzaban a desaparecer -Esa cosa, no es de este mundo, y viene por m...- El semidragón hizo una pequeña pausa en su discurso -Por nosotros, viene por todos nosotros- Se acercó al centro del barco -¡¡Aléjense de los bordes!!- Sus órdenes no pasaron desapercibidas con lo asustada que estaba la tripulación y para cuando se dieron cuenta ya parecía ser quien estaba a cargo.
Al menos había hablado, pero comenzaba a salirse de control aquella situación -¿Quién te puso a cargo?- Preguntó Abbey con su característica soberbia aunque fue rápidamente callada -Haz un piso de hielo bajo nosotros, que no salga esa cosa- Le dijo Valnir a la encantadora que a regañadientes, y ante la mirada de Lucy que también le imploraba lo mismo, asomó su mano por el borde del barco y comenzó a congelar el agua hasta que se formó un bloque de hielo bajo la nave.
Abbey retrocedió asustada y cayó sentada en el piso al ver que el rostro de la criatura se estrellaba contra el bloque de hielo que había formado y le creaba ligeras fisuras; Valnir acudió de prisa y la levantó preocupado aunque luego se miraron y se empujaron mutuamente -¿Cómo luchar contra esa cosa?- Preguntó la encantadora un poco devastada ante la imagen que había visto.
Los golpes se sucedían uno tras otro y el hielo recién formado chillaba buscando romperse, un par de tentáculos asomaban por uno de los lados del barco pero gracias al hielo no alcanzaban a ninguno de los tripulantes -Sobreviví a un ejército de no-muertos- Dijo Lucy encendiendo sus puños -Sobreviví a un agujero en el mar- Hizo las esferas de fuego en sus puños cada vez más grandes -Sobreviví a una ola del tamaño de la torre de la logia- Juntó las dos esferas en una sola más grande frente a su pecho -No me va a matar un simple pulpo estúpido- Tras aquellas palabras arrojó la esfera hacia uno de los tentáculos del animal haciendo que saliera un fuerte olor a pescado frito al chamuscarle un lateral de la extremidad que escondió rápidamente bajo el agua.
Aquello no pudo sino dar esperanzas al capitán que se puso a planear su estrategia -Hay que hacerlo salir, una vez fuera lo capturamos con hielo y una vez quieto lo atacamos con fuego- El ex-caballero parecía querer revivir sus viejos tiempos pues abrió su camisa dispuesto a transformarse cuando llegara el momento indicado -Ustedes, preparen los arpones- Ordenó a algunos -Preparen escudos para formar barreras- Ordenó a otros hasta que su mirada se cruzó con la joven Ingela -Y tú... ponte a salvo- Francamente no sabía qué hacer con ella, con su apariencia sería cruel enviarla a pelear.
El otro semidragón permanecía parado en el centro del barco sin hacer nada, estaba resignado a no poder luchar contra esa enorme cosa, pero evidentemente sabía más de lo que les había dicho.
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No es tan grande como parece, mide unos 7 metros de la cabeza a la cola... Y se los comerá a todos, fuera de eso no es peligroso
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∞ Ahora comienza tu verdadera aventura.
∞ El capitán tiene una estrategia, será tu tarea llevarla a cabo, aunque deberás lanzar una runa para ver si los dioses te apoyan.
∞ Si lo deseas, puedes conseguir algo más de información acerca de la criatura antes de lanzar el ataque, tal vez tenga un punto débil.
∞ El misterioso semidragón sabe más de lo que ha dicho.
∞ No será una batalla fácil, sin embargo tienes a dos poderosas pnjs del gremio para apoyarte, úsalas sabiamente.
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Re: [Misión Logia] Dentro de la tormenta
Desconcertada. Para describir con una palabra el estado en el que estaba Ingela era ese: desconcertada. No estaba asustada, no estaba angustiada, no era desesperación, no era incredulidad. Era desconcierto.
-¿Que me ponga a salvo?- respondió al capitán. -¡Póngase usted a salvo!- exclamó abriéndose camino hacia el borde del barco. Ingela era una chica joven. con sus 30 años draconianos, lucía como una adolescente de 15 años, de rostro redondo, ojos grandes y expresivos, y un aura de inocencia y ternura típica de las jovencitas de esa edad. Y aunque para muchas cosas era como una niña pequeña, entendía bastante bien la vida. Por lo menos en teoría.
Además, todas las jornadas con su padre entrenando no eran en vano y habían inculcado en ella un carácter fuerte y combativo; era la oportunidad perfecta para demostrarse a si misma que era todo aquello que creía ser. Fue junto a Abbey, y con una seguridad que sorprendía, le dijo -Que esa capa de hielo no se rompa-.
La joven dragona fue hasta los arpones y tomó uno -Hay que sacarlo del agua, hay que halarlo fuera para poder acabar con él- gritó. Su idea era simple: como el animal seguía intentando alcanzarlos, arponeándolo podrían tirar de la bestia lo suficiente como para que Abbey lo congelara en parte, para inmovilizarlo, y luego Lucy pudiera quemarlo. Ella misma la ayudaría. Pero primero lo primero, hacer que esa cosa saliera del agua.
-¿Que me ponga a salvo?- respondió al capitán. -¡Póngase usted a salvo!- exclamó abriéndose camino hacia el borde del barco. Ingela era una chica joven. con sus 30 años draconianos, lucía como una adolescente de 15 años, de rostro redondo, ojos grandes y expresivos, y un aura de inocencia y ternura típica de las jovencitas de esa edad. Y aunque para muchas cosas era como una niña pequeña, entendía bastante bien la vida. Por lo menos en teoría.
Además, todas las jornadas con su padre entrenando no eran en vano y habían inculcado en ella un carácter fuerte y combativo; era la oportunidad perfecta para demostrarse a si misma que era todo aquello que creía ser. Fue junto a Abbey, y con una seguridad que sorprendía, le dijo -Que esa capa de hielo no se rompa-.
La joven dragona fue hasta los arpones y tomó uno -Hay que sacarlo del agua, hay que halarlo fuera para poder acabar con él- gritó. Su idea era simple: como el animal seguía intentando alcanzarlos, arponeándolo podrían tirar de la bestia lo suficiente como para que Abbey lo congelara en parte, para inmovilizarlo, y luego Lucy pudiera quemarlo. Ella misma la ayudaría. Pero primero lo primero, hacer que esa cosa saliera del agua.
Ingela
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Re: [Misión Logia] Dentro de la tormenta
No solo el capitán sino todos los presentes se quedaron boquiabiertos ante la determinación con la que la señorita frágil e inofensiva no mostraba miedo alguno frente a aquella criatura; parecía tener un plan, no es que lo entendieran todos muy bien pero algo era mejor que nada, Abbey asintió con la cabeza dándole un voto de confianza a la chica y Lucy también se mostró dispuesta a combatir bajo las instrucciones de la chica.
Abbey dirigió sus manos a la capa de hielo que había formado haciéndola más gruesa y resistente para que no cediera ante los golpes que la criatura daba desde abajo, Lucy por su parte se preparó formando un par de esferas de fuego en sus manos completamente lista para freír al abominable ser cuando apenas se asomara a la superficie a una buena distancia para no fallar, el factor sorpresa sería determinante para que el plan funcionara.
Incluso el capitán que se había despojado de su camisa, se asumió su forma de dragón para ayudar a la jovencita a lograr su cometido, a fin de cuentas, la vida de los presentes dependía de que su plan funcionara, no había tiempo para planear otra cosa, era tener éxito y salvarse o morir en el intento.
Tal como la chica rubia deseaba, la criatura salió del agua por el extremo del hielo, usando sus extremidades para arrastrarse por encima del hielo y llegar hasta los tripulantes; los fuertes rugidos de la criatura inspiraban terror en los tripulantes del barco a tal punto que varios dejaron caer sus armas resignándose al final de sus días, pero no las encantadoras; Abbey consiguió levantar una ola de tamaño considerable en el borde de la capa de hielo para formar un muro al congelarla, de ese modo la criatura estaba atrapada y no le quedaba más que avanzar hacia el barco -Bien, tenemos su atención ¿Ahora qué?- Preguntó el capitán a la dragoncita esperando la siguiente indicación, los tentáculos de la criatura golpeaban el hielo y la acercaban lentamente a la embarcación.
∞ Tienes un plan, es momento de comenzar a ejecutarlo.
∞ No temas usar los pnjs, son tu ventaja frente a la criatura, date la libertad de hacer lo que imaginas, los masters no somos tan malvados para sancionarte después de autorizarte a usarlos.
∞ Si consigues que tu plan funcione obtendrás el respeto de las dos encantadoras de la Logia, nada mal para un comienzo.
∞ La misión terminará pronto, es tiempo de actuar, si tienes dudas o inquietudes puedes preguntarme vía mp.
Abbey dirigió sus manos a la capa de hielo que había formado haciéndola más gruesa y resistente para que no cediera ante los golpes que la criatura daba desde abajo, Lucy por su parte se preparó formando un par de esferas de fuego en sus manos completamente lista para freír al abominable ser cuando apenas se asomara a la superficie a una buena distancia para no fallar, el factor sorpresa sería determinante para que el plan funcionara.
Incluso el capitán que se había despojado de su camisa, se asumió su forma de dragón para ayudar a la jovencita a lograr su cometido, a fin de cuentas, la vida de los presentes dependía de que su plan funcionara, no había tiempo para planear otra cosa, era tener éxito y salvarse o morir en el intento.
Tal como la chica rubia deseaba, la criatura salió del agua por el extremo del hielo, usando sus extremidades para arrastrarse por encima del hielo y llegar hasta los tripulantes; los fuertes rugidos de la criatura inspiraban terror en los tripulantes del barco a tal punto que varios dejaron caer sus armas resignándose al final de sus días, pero no las encantadoras; Abbey consiguió levantar una ola de tamaño considerable en el borde de la capa de hielo para formar un muro al congelarla, de ese modo la criatura estaba atrapada y no le quedaba más que avanzar hacia el barco -Bien, tenemos su atención ¿Ahora qué?- Preguntó el capitán a la dragoncita esperando la siguiente indicación, los tentáculos de la criatura golpeaban el hielo y la acercaban lentamente a la embarcación.
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∞ Tienes un plan, es momento de comenzar a ejecutarlo.
∞ No temas usar los pnjs, son tu ventaja frente a la criatura, date la libertad de hacer lo que imaginas, los masters no somos tan malvados para sancionarte después de autorizarte a usarlos.
∞ Si consigues que tu plan funcione obtendrás el respeto de las dos encantadoras de la Logia, nada mal para un comienzo.
∞ La misión terminará pronto, es tiempo de actuar, si tienes dudas o inquietudes puedes preguntarme vía mp.
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Re: [Misión Logia] Dentro de la tormenta
¡Funcionaba! ¡La bestia salía del agua! Se arrastraba sobre el hielo y estiraba sus tentáculos hacia el barco. Ingela estaba atónita, no podía creer que en realidad, EN REALIDAD, su plan estaba funcionando.
-Abbey, cuando la bestia esté unos metros más cerca, encárgate de congelar sus tentáculos, pegarlos al piso de hielo- le dijo mientras apretaba el arpón en su mano. -¡Pase lo que pase, que esos tentáculos no se separen del hielo!- recalcó antes de correr junto a Lucy y el capitán. La chica estaba lista, tenía listas sus bolas de fuego en sus manos, el capitán estaba listo para transformarse en dragón, una vez junto a ellos les dijo -Cuando inmovilicemos a la bestia, lancen tanto fuego como puedan al centro de su cabeza, hay que quemar al maldito- les pidió.
Al resto de la tripulación le gritó -Nosotros arponearémos a la bestia, que si el fuego no lo mata, alguien tendrá que darle al corazón- exclamó con una seguridad y fiereza admirables.
Los rugidos y bramidos de la bestia eran ensordecedores, entremecían hasta la médula de quien los escuchara. -Así debe sonar el infierno- dijo uno de los marineros. Ingela lucía resuelta y valiente, pero solo en apariencia. En su cabeza había una pequeña Ingelita que lloraba y gritaba de pánico, tirada en el piso, abrazada a sus rodillas. Las tripas se le habían apretado tanto que sentía que se le iba a hacer un nudo y tenía la quijada tan apretada que sentía que se le iba a desencajar en cualquier momento.
-Ingela, ¿cuándo?- le gritó Abbey.
-Espera, aún no...- le respondió -Un poco más cerca...- dijo la joven dragona.
-¡Ingela!- gritaba Abbey, la bestia se acercaba peligrosamente
-¡Aún no!- respondió a gritos Ingela.
-¡INGELA!- gritó nuevamente Abbey al ver que uno de los tentáculos llegaba al barco.
-¡AHORA!- gritó la joven dragona a todo pulmón, corriendo hacia el borde del barco y lanzó su arpón al ojo del kraken. Inmediatamente, Abbey hizo aparecer tres bloques de hielo que cayeron sobre los tentáculos de la bestia, aplastándolos y fusionándose con el hielo sobre el que avanzaba el animal, impidiendo que avanzara más.
Una lluvia de arpones y flechas cayeron sobre este, que chillaba de dolor e ira. Se movía desesperado, tratando de zafarse del hielo. Su fuerza era impresionante, tal, que quebraba el hielo que lo tenía preso. -¡Fuego!- gritó Ingela. El capitán se transformó en un instante y volando sobre el kraken, lanzaba su flama potente sobre esta mientras Lucy lo bombardeaba con sus poderosas bolas de fuego.
Ingela saltó fuera del barco y en el aire consiguió transformarse también. Junto al capitán lucía como un pequeño dragón, aunque ella lograse medir casi 3,5 metros desde la punta de su nariz hasta la punta de su cola. El capitán era un enorme dragón, imponente, empequeñeciendo a la dragona roja. Pero aquello no la intimidó, y también lanzó su aliento de fuego sobre la cabeza de la bestia.
-Abbey, cuando la bestia esté unos metros más cerca, encárgate de congelar sus tentáculos, pegarlos al piso de hielo- le dijo mientras apretaba el arpón en su mano. -¡Pase lo que pase, que esos tentáculos no se separen del hielo!- recalcó antes de correr junto a Lucy y el capitán. La chica estaba lista, tenía listas sus bolas de fuego en sus manos, el capitán estaba listo para transformarse en dragón, una vez junto a ellos les dijo -Cuando inmovilicemos a la bestia, lancen tanto fuego como puedan al centro de su cabeza, hay que quemar al maldito- les pidió.
Al resto de la tripulación le gritó -Nosotros arponearémos a la bestia, que si el fuego no lo mata, alguien tendrá que darle al corazón- exclamó con una seguridad y fiereza admirables.
Los rugidos y bramidos de la bestia eran ensordecedores, entremecían hasta la médula de quien los escuchara. -Así debe sonar el infierno- dijo uno de los marineros. Ingela lucía resuelta y valiente, pero solo en apariencia. En su cabeza había una pequeña Ingelita que lloraba y gritaba de pánico, tirada en el piso, abrazada a sus rodillas. Las tripas se le habían apretado tanto que sentía que se le iba a hacer un nudo y tenía la quijada tan apretada que sentía que se le iba a desencajar en cualquier momento.
-Ingela, ¿cuándo?- le gritó Abbey.
-Espera, aún no...- le respondió -Un poco más cerca...- dijo la joven dragona.
-¡Ingela!- gritaba Abbey, la bestia se acercaba peligrosamente
-¡Aún no!- respondió a gritos Ingela.
-¡INGELA!- gritó nuevamente Abbey al ver que uno de los tentáculos llegaba al barco.
-¡AHORA!- gritó la joven dragona a todo pulmón, corriendo hacia el borde del barco y lanzó su arpón al ojo del kraken. Inmediatamente, Abbey hizo aparecer tres bloques de hielo que cayeron sobre los tentáculos de la bestia, aplastándolos y fusionándose con el hielo sobre el que avanzaba el animal, impidiendo que avanzara más.
Una lluvia de arpones y flechas cayeron sobre este, que chillaba de dolor e ira. Se movía desesperado, tratando de zafarse del hielo. Su fuerza era impresionante, tal, que quebraba el hielo que lo tenía preso. -¡Fuego!- gritó Ingela. El capitán se transformó en un instante y volando sobre el kraken, lanzaba su flama potente sobre esta mientras Lucy lo bombardeaba con sus poderosas bolas de fuego.
Ingela saltó fuera del barco y en el aire consiguió transformarse también. Junto al capitán lucía como un pequeño dragón, aunque ella lograse medir casi 3,5 metros desde la punta de su nariz hasta la punta de su cola. El capitán era un enorme dragón, imponente, empequeñeciendo a la dragona roja. Pero aquello no la intimidó, y también lanzó su aliento de fuego sobre la cabeza de la bestia.
- Master Ansurito!!!:
- Plan ejecutado, Ud. decide si el Kraken vive o muere! Un besito!!
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Re: [Misión Logia] Dentro de la tormenta
El plan de la joven dragona había sido tan épico como inesperado, había demostrado ser más que solo una cara bonita, pues su astucia había llevado al grupo a una elaborada estrategia de defensa que inmovilizó a la criatura; los tentáculos de la bestia quedaron aplastados bajo gruesos bloques de hielo mientras una decena de arpones y lanzas se incrustaban en la piel del monstruo; al mismo tiempo y casi como una coreografía de dragones danzando en el aire el espantoso ser no tuvo más remedio que sucumbir ante las fuerzas unidas de los bravos aventureros y aunque al verse superada la criatura intentó escapar, sus intentos fueron en vano y acabó por dibujar una espesa mancha roja sobre el hielo y el mar.
Entre ovaciones y gritos de júbilo la pequeña y adorable rubia se había convertido en toda una estratega con el plan de la victoria; luego de dejar atrás a la criatura siguieron el rastro de escombros y pedazos de naves hasta llegar a una isla donde encontrarían a sus compañeros de la logia que se encontraban perdidos.
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- 15 puntos de experiencia (10 ptos base + 5 por buen desarrollo)
- 300 aeros.
- 10 ptos de influencia con gremio de La Logia.
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Entre ovaciones y gritos de júbilo la pequeña y adorable rubia se había convertido en toda una estratega con el plan de la victoria; luego de dejar atrás a la criatura siguieron el rastro de escombros y pedazos de naves hasta llegar a una isla donde encontrarían a sus compañeros de la logia que se encontraban perdidos.
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Ansur
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