La Luz de Hartem

El trabajo en el que dedicó nueve largos años se perdió tras el incidente en la forja. Heck Hartem resopló como buey. Incidente era una palabra refinada, propia del comelibros Rutherford. Él prefería utilizar otras palabras: “catástrofe, incendio,  desastre…”. Volvió a resoplar. No era típico de Hartem concentrarse tanto por no soltar una de sus particulares groserías.  Si tuviera plena libertad en escribir lo que quisiera en el gran libro de actas de Hekshold no usaría la palabra incidente ni la palabra desastre; mojaría la punta de pluma de ganso en la tinta mientras se humedecía los labios y escribiría con orgullo por culpa del caprichoso de un crío. Muy diferente a lo que estaba haciendo: resoplar como un buey de Aender y retener sus groserías.

Alguien tenía que culpar y si no podía descargar su ira contra el crío porque ya estaba muerto, él lo había ejecutado como castigo, lo haría sobre Rutherford y su lenguaje cargado cultismos y purismos.

Una vez terminó de relatar todo lo sucedido en la forja, la ejecución del crío y la maldición que impuso al Blando Tale por defender al niñato; dio un seco golpe a la mesa con el puño. Dio grandes soplidos al libro para que se secase la tinta y así poderlo cerrar lo antes posible, quería perderlo de vista. Cerró el libro con un golpe seco, que sonó como un solitario aplauso en la habitación, y se largó de allí con los brazos cruzados y la cabeza erguida. Se había terminado, ya no tenía que fingir ser lo que no era. Si algún insensato se atreviera a preguntarle qué había escrito en el libro de actos, le diría las groserías que realmente pensaba no las parrafadas que se obligó a escribir.

-Nueve años- repetía entre murmullos a cada minuto - Nueve largos años de mi vida perdidos-.

Tenía motivos para estar enfado. Había hecho grandes avances con los metales y descubierto cosas que, de haberlo podido enseñar a un amplio número de alumnos, se habrían quedado absortos, babearían pidiendo saber más: ¿Cómo lo había conseguido, de qué estaba hecho, había usado alguna clase de hechizo o todo aquello era fruto de las propiedades de los metales? El maestro levantaría los brazos como si estuviera recibiendo todas aquellas preguntas y sonreiría con la boca abierta. ”Todavía no habéis visto nada” La pieza maestra de todos sus estudios era una lámpara de aceite que llevaba cinco años encendida y que hasta el momento no se había consumido. La había bautizado como la Luz Hartem o la Inconsumible. Por inventos como aquel se había ganado el sobre nombre de Thundermaul. Por sus inventos, por su mal humor y por sus brazos tan pesados como dos martillos.

-Nueve malditos años. Cinco bajo el resplandor de la Luz Hartem -.

¿Y Dónde quedaba ahora la Inconsumible? Pensaba mientras apretaba sus brazos contra su pecho. El crío, osado, débil y tempestuoso, la tiró a tierra cuando convocó las piedras que cerraron la forja.  Los alumnos que quedaron en el mar de llamas y humo terminaron por romperla con sus nerviosos pisotones. No les culpaba a ellos, se estaban muriendo atrapados en un horno sin ninguna ventilación. Culpaba al crío y, en una segunda instancia, culpaba a Rutherford por predicar que todas las personas eran aptas para cualquier tipo de aprendizaje. Por pensamientos como aquel, perdió nueve años de trabajos con los metales y su mejor invento: Inconsumible, Luz Hartem.

Rendirse era una palabra tan absurda como lo era incidente. Volvería a realizar su trabajo desde el principio. Tras haber aprendido de sus errores en el pasado y con el don de la experiencia a su favor, calculaba mentalmente, tardaría tres años en volver a tener todo lo que tenía antes que el crío destrozase la forja. Lo que más le preocupaba era la Inconsumible. El trabajo no era para una sola persona. Aunque quisiera, solo no podría hacer gran cosa. Sus mejores alumnos estaban ingresados en la enfermería de la maestra Lovelace, y lo seguirían estando por quince días más. Dos semanas era demasiado tiempo, no podía estarse con los brazos cruzados pensando en lo mucho que había por hacer.

Carraspeó, maldijo entre susurros y al final tomó una decisión.

El mejor lugar para llevar a cabos sus planes era la taberna El Sol Rojo de Belltrexus. El maestro Hartem vestía sus mejores galas, todos los presentes lo reconocieron y le presentaron inmediatamente sus respetosos. La camarera, una mujer de generosas caderas y voluptuosos pechos, llevó al maestro a un elegante asiento que a Heck le pareció un taburete mal disfrazado de trono. Acto seguido, le trajo una jarra de hidromiel y se quedó a su diestra esperando una nueva orden.

Las noticias se extendieron rápido, pronto El Sol Rojo quedó repleto de curiosos que se acercaban a ver a uno de los legendarios maestros de Hekshold en persona. Fue entonces cuando llegó el momento de poner en marcha lo planeado. Thundermaul se levantó del asiento y llamó la atención del público. Él era el centro de atención, todo lo demás quedó en completo silencio. Eso le gustó.

-No he dejado pausados mis quehaceres en el Hekshold para venir a veros, sino para que me enseñéis de lo que sois capaces. Abro las puertas de la Casa Hartem a tres discípulos nuevos, no me importa de qué raza sean. Tengo muchos proyectos entre manos, os lo resumiré en pocas palabras: Metal, conocimiento y poder. Quienes quieran aprender de mí, solamente tenéis que dar un paso adelante y demostradme que sois aptos para seros llamar mis discípulos- dio un aplauso seco y sonoro, la camarera de su diestra repitió el aplauso - Adelante-.

Decenas de personas dieron un paso hacia delante. Se formó una cola, cada uno demostraba a Hartem su mejor facultad. Una chica reptil sacó del bolsillo de su túnica dos piedras magnéticas y estuvo jugando con los imanes como si creyese que aquello era algo impresionante. Heck Hartem bostezó. Un humano tenía un dimmo en las manos y lo transformaba continuaba en utensilios vulgares: una cuchara, un plato, una lámpara… Impresionante para que no conociese a la criatura, al maestro Hartem le aburrió.  Después de diecisiete mediocres truco, llegó una joven y atractiva mujer de piel morena, procedente del desierto de Roilkat. Tenía un cubo de hierro con el que llevaba metal fundido. Metió el brazo entero en su interior; no gritó ni una sola vez. Cuando lo hubo sacado, parecía que todo su brazo estaba hecho de metal. La chica explicó que ella descubrió el metal hace unos años en las minas de los Norgedos y que lo había bautizado como “metal frío”. La chica pecó de orgullosa, se sabía la existencia del metal desde hacía eones; sin embargo a Thundermaul le gustó su descaro y valía al intentar engañarle. La dejó para una segunda. ¡Siguiente!



* Bienhallado/a domador/a de calderos: Estás en Belltrexus, no me importa cómo has llegado hasta aquí, por mi parte, no seré estricta con tu cronología, pero puedes explicarlo si lo deseas. Es más importante que te encuentres en la taberna El Sol Rojo y te presentas voluntario para acceder a ser discípulo del maestro Heck Hartem. Deberás sorprenderlo con algo que no haya visto, cosa que no será nada fácil. Tienes el herbolario y bestiario a tu disposición, sin embargo, aconsejo usar mejor la astucia que el conocimiento. Hartem ha vivido y visto más cosas que tú y que yo juntos.

Si consigues el favor de la maestra Thundermaul podrás ganar una plaza en la Academia Hekshold, concretamente, en la Casa Hartem.

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¿Todo siempre era así de lindo? hasta las hojas que tanto me asustaban en un principio, me parecían brillantes como una simple exención de mi. Todo tenía un color distinto, no podía quitarme la sonrisa de la boca. Al salir de la gala era la felicidad encarnada, es verdad no gané ningún premio del dichoso Oscar, pero lo vivido en esa gala fue más valioso que cualquier galardón. Todavía recordaba los labios de Magazubi, los latidos más fuertes que he tenido y el hormigueo en mi estomago.

Estando fuera, me moví junto con la masa de invitados, asegurándome que Mirla me siguiera, poco a poco se fue vaciando el salón y las personas comenzaban a dirigirse a diferentes partes de Veltreux.

Como no sabía exactamente a donde ir, me habría gustado haberle dicho algo a Mag ¿pero qué cosa? Lo mejor era aclararme dejar que todos estos sentimientos se ordenaran, pero algo tenía claro "todo brilla más cuando estoy con Mag".

Seguí a un pequeño grupo de personas, no tenía rumbo fijo así que daba igual a donde fueran. Quería aprovechar de explorar la isla, mira que el viaje en barco no se lo doy ni a mi peor enemigo —como si tuviera jajaja—. Mi estómago rugía, no sabía bien si era otro producto del beso o simplemente era que durante la gala nunca me llevaron el plato de comida, eso sí, me decantaba más por la última. —¿Hola?— me salió una voz cantada, despuntante de alegría —¿saben dónde puedo comer algo?— le pregunté al pequeño grupo al que seguía —Nosotros vamos al sol rojo, la taberna oímos que estaba el maestro, puedes comer ahí— para mi eso sonó como un lenguaje completamente diferente ¿sol rojo? ¿Maestro? Lo poco que entendí fue que a donde iban podía comer. —Oh, muchísimas gracias, los acompañaré entonces— lamentable volvió mi frase parecer letra de canción y seguí al grupo a una distancia moderada.

Nadie se atrevió a acabarlo, solo su dueño tomó la decisión de interrumpirlo. Nadie me había causado tanta admiración como él, todos parecían respetarle. Continuó con su petición y todos formaron una fila, instintivamente me puse en ella, había olvidado hasta mi hambre con la impresión que me causó.

Quedé en el lugar 19 de la fila, cada presentación me parecía asombrosa, la criatura que cambiaba de forma me pareció la más novedosa, la fila avanzaba rápido, se escuchaban los bostezos de la figura imponente. ¿Qué no había visto este hombre?  A diferencia mía no mostraba admiración por nadie.

Ya casi era mi turno, la mujer reptil que estaba adelante decía tener un metal frío, me fascinó su presentación ¿cómo podría mejorar algo así? Una vez acabada pase adelante, me temblaban las piernas, solía tener un don a la hora de socializar pero esto era diferente. Se me había olvidado un grandísimo punto ¿qué le iba a mostrar? Para hacer tiempo me presenté —Mi nombre es Dendreius Ureck— actuando disimulé mi nerviosismo, además di mi nombre completo para tener más confianza eso y mi traje rojo pasión me permitió seguir —Y tengo dos cosas que mostrarle— las palabras salían solas como exclamaciones, hasta ahora era el único que había montado un espectáculo -perfecto Den no tienes ninguna y ofreces dos- al momento de pensar eso recordé mi recubrimiento de enredaderas —Primero les presentaré la creación de hojas infinitas— comencé a arrancar muchas hojas quedando al descubierto el pelaje manchado de mi brazo. Tiré las hojas al suelo y pocos segundos después comenzaron a regenerarse las hojas.

Moviéndome mientras exponía, con gran desplante comencé a enumerar unos usos prácticos del tener raíces y hojas infinitas —almidón que puede ser usado para papiros, las raíces son comestibles y eso que aun no investigo si se puede hacer una infusión con las hojas— concluí mi primer “don” dejando un silencio, esta vez me pertenecía a mi no quería abusar de este poder de forma que continúe.

—Por otro lado, le mostraré que domino Bestias— sí, definitivamente se me da bien improvisar. Ejecuté un silbido intentando mantener la expectación, a los pocos segundos llegó mirla que había permanecido a la entrada de la taberna. Algunos de los presentes se rieron, admito que no sabía bien en que pensaba, mirla es solo una cachorra. Entré unos segundos en pánico, me sentí humillado, me sentí en peligro¹… —acompáñenme afuera— dije, sintiendo cqomo el colgante de aquella noche me daba valor. Salí con mirla a mi lado incrementando lentamente de tamaño.

Una vez llegamos afuera, mirla ya había incrementado su tamaño, cambiado su morfología y había aumentado en agresividad, sabía muy bien eso ya que habíamos desarrollado un vínculo especial. Su primer instinto fue arremeter contra a un parroquiano que salía a espetarnos al ver su cara recordé que era uno de los que había reído.

Un imponente —¡No!— hizo que se detuviera en seco. Si quería asombrar los tenía que hacer un pequeño drama ¿no? Me estaba divirtiendo, era solo un juego ¿verdad? Mi espíritu infantil había aflorado con aquel tierno beso con la brujita y Mirla también lo notaba —ven acá— dije esta vez de forma calmada quería que de verdad vieran mi “control” sobre mi amiga. Mirla se acercó a paso Mirla bajó su cabeza, toqué justo arriba de su nariz quedándonos en esas posiciones al menos un minuto. Acabado ese tiempo me subí a su lomo. —definitivamente tengo que haber ganado el juego, pensé viendo a los que habían salido— Todo seguía brillando y esta vez me sentía poderoso.

Off: 1 uso objeto master Cristal de Mork: Puedes llevarlo como un collar, mientras lo lleves encima, si estás en peligro Mirla aumentará de tamaño durante 2 turnos en los que será más grande y fuerte pero también más agresiva; solo se puede activar una vez por tema, tiene 3 usos. (conseguido en masterado "la noche más bestia")

No fue el primero que intentó llamar la atención anunciando que iba a realizar dos trucos en lugar de uno. Realmente, era una práctica muy común. La mayoría pensaba que, cuanto más espectáculo daban, más posibilidades tendrían que ser elegidos como discípulos del maestro Heck Hartem. Se equivocaban. Thundermaul prefería una sola prueba, muy buena, que les demostrasen aptos para considerarse sus alumnos que varios trucos penosos. Como señal ante su desagrado por la presentación del hombre jaguar, dio un largo bostezo.

La primera cosa que mostró lo llevaba en la piel. El maestro Heck Hartem inclinó la espalda, sin moverse de la silla, para verlo mejor. No era un experto herbolario como lo podría ser la maestra Lovelace. Eso no quitaba que no conociese algunas plantas, las comunes y extrañas. Sin embargo, lo que el chico jaguar presentó no era ninguna planta que conociese, dudaba que se pudiera considerar como vegetal. Era él mismo, estaba recubierto por una capa de hojas y raíces que brotaban de su piel con la misma facilidad que lo harían en los huertos mágicos de la maestra Lovelace.

Interesante. ¿Suficiente? Dejó caer la cabeza a un lado pensativo. El trabajo de Thundermaul tenía que ver con los metales, no las plantas; al menos no de forma directa. Tenía muy en cuenta que un ingrediente esencial para las lámparas de aceite era, obviamente, el aceite y éste se obtenía a partir de vegetales. Con un gesto con la mano derecha, dejó que el chico continuase hablando. Ya le había sorprendido, ahora faltaba que le convenciese.

La segunda cosa a mostrar parecía, en un primer momento, que se la podría haber ahorrado. Los animales no sorprendían a Hartem. Que pudiera hacer llamar a un felino no era nada del otro mundo; al fin y al cabo, los animales se comunican entre ellos. Dejó de prestar interés al jaguar y se reclinó en el sillón adornado como un trono.

El espectáculo no había terminado. En pocos segundos, el felino creció, potencialmente, de tamaño. Estuvo a punto de atacar a los presentes, el jaguar consiguió domarlo. Un cambio de tamaño era otra historia. Típico, pero interesante. Con un aplauso, hizo que pasará el siguiente. No daría el resultado, hasta el final.


Terminados todos los espectáculos, dio su veredicto final. Agrupó a los cuatro mejores participantes en dos grupos de dos. El jaguar y la humana de Roilkat se enfrentarían al licántropo de Ulmer y a la bruja de Belltrexus. El combate no sería convencional; ambos grupos tenían que enfrentarse en un duelo de sorpresas e ingenio. Quién se quedase sin ideas, sería el perdedor. Premiaba el trabajo en equipo y el sentimiento de rivalidad. Se castigaba la vacilación y, primordialmente, la debilidad.

Humana de Roilkat:

Licántropo de Ulmer:

Bruja de Belltrexus:

* Dendrei Estás en la segunda fase de la prueba. Thundermaul solo quiere a dos alumnos. Debes enfrentarte al otro grupo en una batalla de ingenio e inteligencia. ¿Cómo? Es ahí donde entra tu originalidad como usuario. En el siguiente turno deberás relatar la batalla, hazla como te la imagines. Tienes total libertad a la hora de controlar a los personajes. Puedes crearle una personalidad, habilidades, darles nombres.... lo que se te ocurra. Por mi parte, pondré simples imágenes de referencia (si deseas que cambiemos alguna imagen, también me lo puedes decir por mp con total libertad). Te lo advierto, la batalla debe de ser emocionante, tus rivales deben de estar a la altura. Si te dejo total libertad es porque confío en que puede quedar algo magistral.

seguía arriba de mirla esperando respuesta por la espectacular presentación que creí haberle dado, pero se mantuvo la tónica de no hacer comentario. entré a la taberna montado en mi gata gigante, no sin antes chocar con la puerta, mover 5 mesas y hacer que un camarero tirase una bandeja por haberlo pasado a empujar.

estando adentro quedé en una espectacular posición para ver el resto de presentaciones, lo digo por tener a mi "gatita" como silla. casi todas me dejaban atónito, hubo una muy divertida, una dragona, lo se porque se presentó como tal afirmaba haber encontrado una fórmula para que cualquiera que probara su brebaje llorara y quisiera tomar agua, para su espectáculo tomó a alguien del público era un hombre mayor altanero que afirmaba no que algo tan simple como un líquido lo haría llorar, hacía muescas mientras hablaba la dragona. En cuanto tuvo que probar desde arriba de mirla pude notar la mueca de disgusto —Pero si esto es un caldo de urtica— dijo entre tos y tos. muchos reíamos del espectáculo —Tú el de la bandeja tráeme eso— decía ya con lágrimas en los ojos.

Continuaron por un tiempo presentando sus habilidades, hasta la hora del veredicto, no tenía ni remota sospecha de los que ocuparían las plazas pues todos me habían parecido interesantes, o como mínimo divertidos. El maestro impuso nuevamente su silencio para decir que habíamos quedado cuatro preseleccionados, por lo que habría una segunda prueba, sí, dije habíamos ya que estaba entre ellos.

Mire a mis futuros adversarios intentando recordar sus presentaciones la más fácil fue mi pareja, era la chica que había estado justo frente a mí, había mostrado como metía su mano a lo que parecía metal fundido sin siquiera inmutarse, para luego explicar que era su descubrimiento. Por el otro lado había una bruja era la alquimista, su presentación durmió a medo público... y no porque fuera aburrida, ella había logrado crear un somnífero en polvo inoloro e insípido a base de lenguas de Annuras voladores, ver como al soplo del polvo cayeron de siete a ocho hombres fue seguramente lo que la dejó entre los clasificados. Su pareja había presentado una desplante de fuerza bruta y precisión, la espada que llevaba estaba imbuida con arcanos no sabía cuales eran pero al parecer le otorgaban un filo excepcional, eso y la exactitud de su técnica que lograba cortar botellas sin que quedaran reducidas a partes, formando diseños pretenciosos y complejos.

—Así que un duelo en parejas— gritó emocionada mi pareja, me sorprendió notar que no era mesurada ni soberbia como la había imaginado —un duelo de ingenio— la corregí sonriéndole, con el gesto se asomaron un poco mis incisivos —Suenas con buen ánimo, haces bien porque Dendreius y Nala ganarán ¿sabes por qué? porque Nala significa éxito en Roilkat— ja, seria no era pero sí que tenía un gran orgullo —Lindo nombre, me sorprende que recordarás el mio... Deberíamos centrarnos un poco, planificar algo— mientras mencionaba eso se escuchó gritos de parte de la pareja adversaria —No me digas que hacer, ellos no tienen oportunidad contra mi espada— exclamó el calvo —¿Tú no sabes lo que es ataque conjunto verdad? tenemos que dominarlos con ingenio, no moviendo tu juguetito y ya, la inteligencia, que parece ser lo que te falta, es la que va a ser evaluada— decía de forma serena la bruja —la verdad no entiendo porque discuten eso— susurre a Nala —es el nerviosismo, ambos quieren entrar a su manera a la academia, por cierto sí recuerdo tu nombre, los nombres significan mucho para mi— me agradó el comentario, ella es amable y a la vez astuta, se parece a Mag en cierto sentido. Su comentario me hizo tener una idea —Mira, les haremos un favor, "ayudándolos" a decidir y hacemos que se decanten por inteligencia, no tenemos oportunidad en duelo, Mirla mi gata grande puede ayudarnos un poco, pero no es la idea, solo sígueme el juego—

—Ey, ustedes debemos empezar ¿recuerdan?— Nala hacía un gesto con su dedo simulando el paso del sol —Eh, sí... si se demoran tanto en una decisión de cabeza es porque les falta ya la inteligencia  que será evaluada— me pareció perfecta la comunicación no verbal que teníamos —Vamos entonces— se frotó la cabeza y desenfundó su arma —Ey no querrás atacarnos demostrando tu barbarie ¿verdad?— parece que le hicieron sentido al "puro musculo" —¿Pues qué piensas hacer gatito, si no es así?— esa era la palabra que quería escuchar, nos pidió la opinión, me disponía a hablar pero me adelantó Nala —¿No es obvio? lo que nos pidieron, un duelo pero de ingenio.— me miró, había ocupado la misma respuesta que le había dado antes —Tu compañera lo sabe ¿no es así? que tal si les planteo uno yo... Querida ¿todavía te queda de tu somnífero?— Eran pocos los elementos en la taberna que podíamos ocupar, así que pensamos en lo mismo, teníamos una idea en mente. La bruja asintió a su pregunta —me parece bien que ocupemos la inteligencia, pues no son rival contra la mía— —Perfecto, mesero no puedes traer cuatro copas con agua— observaba la reacción de ambas chicas, no me importaba mucho el esgrimista, mi compañera tenía la cabeza en alto, mientras que la otra seguía igual de tranquila como cuando ordenaba calma al espadachín.

Una vez el mesero y la bruja me pasaron lo que les habíamos pedido —todos sabemos el gran efecto que tuvo tu polvo no es así y ¿disuelto en agua sirve igual?— pregunté para continuar el plan —¿por quién me tomas, no sería buena alquimista si no fuese así?— dijo sin inmutarse, casi inexpresiva. comencé a tomar las copas, llamé para que mirla tapara la visión de los adversarios —¿Ey que haces?— gritó con descontento el calvo —Tranquilos es parte de nuestra propuesta— hice señas a Nala para que viera —En estos momentos estoy poniendo tu receta en copas— una vez terminado ordené a mirla que los dejara ver —bien vamos a la mesa que me cansé de estar de pie— llevó las copas y las depositó en el mismo orden inicial —muy bien ¿cuáles los harán dormir? la batalla comienza y terminará cuando escojan y bebamos— el espadachín gritó como ya se hacía costumbre —¡esto no es ingenio! no tenemos pista alguna — se me había pasado ese detalle por la cabeza, disimulé cualquier atisbo de sorpresa porque sabía que mi orgullosa compañera no rectificaría error alguno, ya sea cometido por ella o por mí. —JAJAJAJAJAJA— eso era nuevo, la chica calmada se río extremadamente fuerte exagerando a más no poder, me puse nervioso tal vez lo notó —Dedícate más a la espada que al ingenio compañero, todas las pistas están dadas podemos deducirlo fácilmente de ellos— sentí un alivio profundo el duelo continuaba —es fácil como te digo, debemos averiguar si son de los que vierten veneno en su copa o en la de su enemigo— era una interesante propuesta —los listos, verteríamos aquel polvo en nuestra propia copa, porque sabemos que los idiotas como mi compañero creerían lo que parece lógico. Pero eso es muy básico y como sabe que yo soy inteligente no elegiré el que tienen frente a ellos— acababa su reflexión, o eso creí —Aun no termino gato— dijo rápidamente —A eso hay que agregarle que ustedes pudieron haber previsto que mi inteligencia me llevaría a esa conclusión, por lo que no elegiré la copa frente a mi— no comprendí muy bien lo que quería decir —¿Decidiste ya?— preguntó Nala —Eso quisieran, pero no. porque también se de ti precisamente que provienes de Roilkat, y como todos sabemos ahí está lleno de embusteros, gente que no tiene confianza en nadie, como yo que no confío en ustedes así que no elegiré el que está frente a ti Roilkatniana— sus conclusiones eran cada ves más extrañas y la velocidad con las que comenzaba a decirlo denotaba su ansiedad —Mmm— no alcancé a decir nada antes de que siguiera hablando —Así como se eso de ella de ti hombre hoja se que trabajas con los animales, esa gente suele no hacerle daño a nadie por lo que elegiré el que está frente a ti— dando por acabado sus desesperadas respuesta dije Wow, es impresionante tu intelecto ¿hora de elegir? esperaba que por fin acabara quieren que siga deduciendo, si no no me lo preguntarían ¿dónde me quedé? ya estaba fallando su cerebro —En Roilkat y en animales— me causó risa que se lo tuvieran que recordar —Cierto. Tal vez ustedes confiaban en que usara eso de forma que elegiré la que está frente a La roilkatniana y la más cercana a mi— su compañero se rascaba la calva —Ja, te dije Dendreius que ganaríamos estás confundida— me parecía perfecto que la comenzara a molestar —Les encantaría que fuera así ¿no es verdad? pero ya voy a decidir— cuando terminó de decir eso, se quebró una botella de vino, todos miramos hacia allá, mientras eso llamaba nuestra atención la bruja que se vio sobrepasada cambió las copas de lugar —vamos a beber, todos de la que tienen al frente— curiosa deducción sin argumento daba esta vez la chica enemiga —La verdad no se el porqué pero confío en tí— haciendo caso todos levantamos las copas, ella comenzó a reír suave —¿de qué te ríes?— pregunté —nada, nada solo espera un poco— notaba que ella seguía expectante de nuestro movimientos. subimos un poco más y se escuchó un sorbo —eligieron mal, eso te pasa por insultar mis tierras, y por el simple hecho de enfrentarte al éxito— dijo con la frente en alto —JAJAJAJAJA eso es lo que me da risa, cambie las copas cuando vieron la botella de vino romperse JAJAJAJA— no acababa de decir eso y se escuchó caer al calvo —Ey— dijo suavemente antes de caer dormida apoyándose en la mesa.

—Creo que tenías razón Nala, por el simple hecho de participar ganamos— sonreí mostrando nuevamente los incisivos —O mejor dicho ellos perdieron simplemente por escoger— me guiñó un ojo —Parroquianos, si no entendieron muy bien, tenemos que decirles que las cuatro copas tenían aquella sustancia—

Off: Tal vez sea aburrido leer a la bruja, pero es que quería darle esa personalidad a lo "predicciones de jugador competitivo de pokemon"

Después de que la batalla de ingenio diera su final, permaneció largos segundos sentado en el sillón adornado como un trono totalmente en silencio. Estaba pensando en lo que había ocurrido, analizaba cada detalle de la escena con tal de comprender las decisiones de cada uno. De estar en lugar de la bruja y el licántropo, jamás hubiera aceptado el juego que propuso la humana, hubiera cogido las copas de vino envenenadas y se las hubiera hecho tragar a sus enemigos una por una. Hubo un momento en el que pensó que el licántropo estuvo a punto de utilizar su fuerza para ganar el combate. ¿Acaso no era ingenioso utilizar su ventaja física sobre sus enemigos? Fue una verdadera lástima que el lobo se quedase en completa sumisión detrás de la bruja. A ella, los nervios y las ansias de quedar por encima le hicieron perder. Una vez la bruja cayó en la trampa, el lobo fue detrás como un perro faldero. Heck Hartem tenía esperanzas de que la bruja ganase. Su orgullo y su necesidad de quedar por encima se podían comparar con los del maestro. Como fuera, no sintió lástima por ellos. Si acaso, se entristecía por no haber tenido un combate más interesante; pero sin ninguna compasión por los perdedores.

Thundermaul se levantó apoyándose con los reposabrazos, igual como lo hacen los reyes. La camarera le ofreció la mano para acompañarle hacia el escenario donde estaban los vencedores; al lado del maestro, ella pensaría que era una princesa. Tomó su mano y caminó por el pasillo que llevaba hacia la mesa cuatro veces maldita por el veneno de la bruja. Dedicó una mirada de desagrada hacia los durmientes perdedores, no les dijo nada más; para el maestro, dejaron de existir.

Enfrente de los vencedores, soltó la mano de la camarera la cual hizo una reverencia y se marchó y se puso a un lado para no molestar. Thundermaul miró de hito a hito a la humana y al animal. No eran brujos, eso no le gustaba, pero eran inteligentes y tenían grandes ideas. Por toda la sala de la posada, se escuchó un carraspeó proveniente del interior de la boca del maestro, estaba meditando qué decir sin dar ninguna pista sobre sus secretas intenciones, aquellas que iban más allá de la Luz Hartem.

Finalmente, decidió no decir nada. La respuesta de Thundermaul fue empezar a aplaudir lenta y sonoramente. Poco a poco, el público, cada vez más animado, siguió los aplausos del maestro. Nala y  Dendreius Ureck estaban dentro de la Casa Hartem.


* Dendrei: Gustar al maestro Hartem no es nada fácil, Eltrant Tale no pudo lograrlo. Puedes estar orgulloso de que te ha aceptado a unirte a su casa.

Recompensas:
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Estás dentro de la Academia Hekshold, podrás participar a sus clases (sin importar de qué maestro sean), las cuales haré más adelante, cuando hayan más alumnos, con la misma mecánica de los desafíos. Por otra parte, estate atento porque podrás participar en mastereados en los que se necesite, especialmente, un miembro de la Casa Hartem.

Recompensa extra es que podrás utilizar a Nala como npc en todos los temas relacionados con la Academia Hekshold siempre que lo necesites.

CASA HARTEM: