Ay... ¡Brumhilda! [trabajo] [Rak-Wood]
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Ay... ¡Brumhilda! [trabajo] [Rak-Wood]
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Miré a Rak por el rabillo del ojo ciertamente preocupada, no estaba segura de cuánto había visto u oído la noche anterior; tampoco qué opinaba de mi matrimonio. No es como que algo fuese a cambiar en la realidad, pero me interesaba conocer su opinión porque le consideraba mi amigo. Si quieres decirme algo… comencé a decir después de haber masticado mucho esas palabras. Después de nuestro encuentro en las catacumbas de Sacrestic, el día anterior, Rakan y su compañero dragón Merlín, vinieron a la mansión como mis invitados. Claramente, busqué darles una de las habitaciones más alejadas de donde se celebraban los “ritos” de Amanda, esos rezos y reuniones oscuras que ella mantenía podían terminar en orgías de grandes proporciones –que de hecho era lo que ocurría con más frecuencia- la noche anterior no había sido precisamente de las más sutiles. Creo que mi vampiresa se esforzó en hacer notar su cálido recibimiento “hogareño” –en una forma extremadamente particular.
Yo no solía participar activamente de las interacciones sexuales, a no ser que fuese con ella… pero prefería dar que recibir. Aunque esa gente le era fiel a mi esposa, yo no iba a dejarme a merced de esos vampiros con serios problemas en sus cabezas. Cuando tenía la cabeza en recibir placer, sólo la veía a ella y como sueñen decir por ahí “sólo hay que estar vivo para morir.” La vampiresa dueña de mis días, parecía no haber dado con la ocasión de verse con mis amigos, eso o todavía les estaba observando. En mi interior me gustaba esa parte misteriosa de ella y le seguía el juego. A veces me daba miedo intentar desvelar las sombras de sus ojos. Respiré profundamente y dejé salir el aire. Siento haberles interrumpido el desayuno de esa forma continué, sintiendo que me sonrojaba un poco, me cubrí la mordida de Amanda con cierta modestia. Mis horarios de dormir estaban hechos un lío desde que viniera a vivir a la mansión Bradbury, solía dormir de a ratos, algunas siestas en la mañana y un tirón a eso del crepúsculo. Amanda tenía el hábito de acompañarme los días que yo decidía desayunar, pero esa mañana estaba un poco… golosa.
Como podrás ver… mi esposa es una mujer vampiro y… bueno, debido a que ella tiene conexiones e influencias, soy tanto muy bienvenida como muy odiada entre los vampiros. Miré a Merlín y agaché la cabeza avergonzada. El hecho de que la puerta cediera y casi nos cayéramos sobre él mientras tomaba sus alimentos había sido, cuanto menos, embarazoso. ¿Va bien el golpe en el hombro? ¡Realmente lo siento! me apresuré a disculparme otra vez. Después de ese momento en el desayunador de la mansión, me apresuré a llevarme al par de hombres con excusas varias. No estaba acostumbrada a esas escenas hogareñas y melosas, y tampoco quería hacer un espectáculo de nuestra relación frente a buenos amigos.
Finalmente… dije enfilando por un sendero lleno de hojas caídas, bastante descuidado. Esa casa del fondo pertenece a un mercader reconocido. Anoche… me aclaré la garganta llegó a mis oídos que buscaba personas para rescatar a su hija. Parece que se la llevaron para chantajearlo, tengo entendido que su mayor rival en ventas en Sacrestic es el culpable. ¿Y se imaginan? Casualmente el otro vampiro pertenece a la facción que me quiere cortar la cabeza. Llevé las manos a mi cuello con cierto dramatismo y sonreí, aliviando la tensión en el ambiente.
Creo que será un buen ejercicio. Rescatar a la chica y pasar un buen rato a costa de esos desgraciados. Pero bueno, será mejor que entremos y escuchemos de primera mano lo que el hombre tiene que decir. Ah, yo no le conozco personalmente, así que ¿por qué no aprovechamos para ver que tanto podemos confiar en él y su relación con “la condesa”? pregunté, levantando la capucha de mi capa y escondiéndome tras la misma. Tal vez fuera tonto, pero no me gustaba ir por ahí anunciándome. Casi todo Sacrestic conocía mi rostro por las fiestas en la casa, pero no perdía nada con albergar esperanzas.
Yo no solía participar activamente de las interacciones sexuales, a no ser que fuese con ella… pero prefería dar que recibir. Aunque esa gente le era fiel a mi esposa, yo no iba a dejarme a merced de esos vampiros con serios problemas en sus cabezas. Cuando tenía la cabeza en recibir placer, sólo la veía a ella y como sueñen decir por ahí “sólo hay que estar vivo para morir.” La vampiresa dueña de mis días, parecía no haber dado con la ocasión de verse con mis amigos, eso o todavía les estaba observando. En mi interior me gustaba esa parte misteriosa de ella y le seguía el juego. A veces me daba miedo intentar desvelar las sombras de sus ojos. Respiré profundamente y dejé salir el aire. Siento haberles interrumpido el desayuno de esa forma continué, sintiendo que me sonrojaba un poco, me cubrí la mordida de Amanda con cierta modestia. Mis horarios de dormir estaban hechos un lío desde que viniera a vivir a la mansión Bradbury, solía dormir de a ratos, algunas siestas en la mañana y un tirón a eso del crepúsculo. Amanda tenía el hábito de acompañarme los días que yo decidía desayunar, pero esa mañana estaba un poco… golosa.
Como podrás ver… mi esposa es una mujer vampiro y… bueno, debido a que ella tiene conexiones e influencias, soy tanto muy bienvenida como muy odiada entre los vampiros. Miré a Merlín y agaché la cabeza avergonzada. El hecho de que la puerta cediera y casi nos cayéramos sobre él mientras tomaba sus alimentos había sido, cuanto menos, embarazoso. ¿Va bien el golpe en el hombro? ¡Realmente lo siento! me apresuré a disculparme otra vez. Después de ese momento en el desayunador de la mansión, me apresuré a llevarme al par de hombres con excusas varias. No estaba acostumbrada a esas escenas hogareñas y melosas, y tampoco quería hacer un espectáculo de nuestra relación frente a buenos amigos.
* * *
Finalmente… dije enfilando por un sendero lleno de hojas caídas, bastante descuidado. Esa casa del fondo pertenece a un mercader reconocido. Anoche… me aclaré la garganta llegó a mis oídos que buscaba personas para rescatar a su hija. Parece que se la llevaron para chantajearlo, tengo entendido que su mayor rival en ventas en Sacrestic es el culpable. ¿Y se imaginan? Casualmente el otro vampiro pertenece a la facción que me quiere cortar la cabeza. Llevé las manos a mi cuello con cierto dramatismo y sonreí, aliviando la tensión en el ambiente.
Creo que será un buen ejercicio. Rescatar a la chica y pasar un buen rato a costa de esos desgraciados. Pero bueno, será mejor que entremos y escuchemos de primera mano lo que el hombre tiene que decir. Ah, yo no le conozco personalmente, así que ¿por qué no aprovechamos para ver que tanto podemos confiar en él y su relación con “la condesa”? pregunté, levantando la capucha de mi capa y escondiéndome tras la misma. Tal vez fuera tonto, pero no me gustaba ir por ahí anunciándome. Casi todo Sacrestic conocía mi rostro por las fiestas en la casa, pero no perdía nada con albergar esperanzas.
Woodpecker
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Re: Ay... ¡Brumhilda! [trabajo] [Rak-Wood]
-------- [ La noche anterior] -------
Estábamos en nuestra habitación, la que Wood nos había asignado por acompañarla, estaba claro que íbamos a estar un par de días aquí y este solo era el primero, mientras me ponía una ropa cómoda, vi que Merlín estaba quieto. Mire de reojo, intentando descubrir qué hacía y me pareció ver que sus ojos brillaron de manera extraña
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Me levante rápido - ¡¿Como hiciste eso?!... ¡mi hermano menor lo hacia! - Dije mirándolo intrigado, pensando en si mi mente no me había fallado, Merlín rápidamente se puso a hacer su cama - ¿Que te sucede?, no hice nada. Deja de actuar como un loco. - Dijo Merlín sin mirarme, las catacumbas me habían afectado seguramente, tanta muerte, tanta sangre y oscuridad afectaban a cualquiera. Me acosté en mi cama y mire para arriba, Merlín se encargo de apagar las velas y acostarse, ahora la única luz que entraba era la de la Luna. - ¿Que te parece Wood? - Dije mirando el techo, sonriendo.
- Es agradable... pero esconde algo Rakan, debes tener cuidado. - Dijo Merlín con una voz mas seria, mas autoritaria. - Tranquilo Merlín, Wood es buena. - Merlín dejo de hablar cuando pronuncie eso, y durante el gran silencio que se hizo mientras estábamos en nuestros mundos, se empezaron a escuchar ruidos, Merlín se levanto de la almohada y giro su cabeza y sus ojos, mirándome mientras yo hacia lo mismo. Nos miramos entre los dos, seguíamos escuchando ruidos.
- Creo que tendré que tomarme tu consejo un poco mas literal... - Dije mirando a Merlín, a lo que el me respondió - Si es lo que creo que es... son gritos en una mansión de vampiros... pero están lejos - Me levante de la cama, prendiendo una de las velas.
Agarre mi espada y la puse al lado de mi cama, Merlín había entendido que debíamos estar alertas, seguramente solo por esta noche era mejor no dormir hasta que sepamos mejor si era seguro, me volví a acostar, esta vez con la vela prendida y la espada a mi lado. Pero el plan de "quedarse despierto" no funciono, al rato el sueño me gano y me había dormido completamente.
------ [ Maldición Dragón Oscuro ] -------
Me desperté y esta vez no estaba en el castillo de Dundarak, estaba en la isla volcánica, no había nada, solo estaba yo. No sabia ni como era esa isla, pero si donde estaba no me mentía, por los fuertes vientos era la isla. Mire a mi alrededor pero no había nadie, solo cuando me gire logre ver a un gran hombre en una armadura verde brillosa. - Tenemos que movernos - Dijo el hombre moviéndose y subiendo el volcán, mire mis manos que parecían estar perdiendo un gran brillo que estaba consumiéndolas. Como si hubiera aparecido de la nada ante todo, como si no existiera y me creara en ese mismo momento, como si estuviera dormido años y despertara en el momento justo. Seguí al gran hombre de armadura verde por un gran sendero que condujo a una casa cerca de la punta del volcán
- ¿Que es este lugar? - Dije mirando la casa
- El dragón de luz me dijo que viniera hacia acá. - Dijo entrando a la casa, yo procedí a hacer lo mismo, era claro que el dragón de luz era el líder, sus palabras eran ordenes para todos los ancestrales.
- Pero acá no hay nada. - Dejo su gran espada en un costado y se sentó en una silla, como si descansando estuviéramos después del gran ataque a Dundarak. Lo que me hizo acordar cuando el dragón oscuro y el dragón de luz tuvieron la gran batalla titanica por todo Aerandir.
- Guardián... nuestro gran guardián y protector, hoy es el día que temíamos que llegara, escúchame atentamente por que solo tu podrás entenderlo y saberlo, amigo mio. - Dijo acercandoce a mi y apoyando una de sus manos en mi hombro
- La gente no es lo mismo que antes... esta corrompida, la oscuridad que libero el dragón oscuro llego hasta lo mas profundo del hombre, y no podemos seguir junto a ellos, por eso, quiero que me lleves hasta la punta mas alta de Dundarak, donde habita nuestra raza, quiero que me dejes ahí. ¿Puedes hacerlo, guardián? -
- No... no entiendo, ¿por que? - Dije mirándolo, intrigado y sin entender - No importa el por que, debes hacerme caso, necesito que me lleves hasta allí. Dijo dándome una palmada en la espalda, antes de que pueda decir algo mas, empezó a cambiar de forma, pero esta vez no a un dragón, un gran brillo verde cegó mi vista por unos segundos, cuando logre recuperarla un gran huevo de jade estaba frente a mi, no podía ahora rechazar lo que me había dicho, tenia que hacerlo.
cambie de forma a un gran dragón dorado y tome el huevo con mis garras, destruyendo la casa del volcán, tomando vuelo y dirigiéndome a la gran punta de Dundarak, pero en el camino una figura negra de gran tamaño aparece en escena.
- ¡No, el huevo!. - rugía, gritaba, hablaba mientras se dirigía a mi con gran velocidad, lanzaba un fuego que yo cubría con mi cuerpo, el huevo no debía ser destruido. Cuando estaba llegando, otra figura de luz frente a mi emerge desde el suelo, cargando contra el dragón oscuro y llevándoselo hacia la isla volcánica, mientras rugía tan fuerte que arboles caían, la tierra temblaba.
Llegue al gran monte nevado, donde había una cueva, una cueva donde el huevo estaría a salvo de cualquier humano por lo menos un tiempo. Cambie mi forma volviéndome un humano, me sentía cansado... pero al mismo tiempo bien, como su hubiese cumplido mi deber.
me acosté a un costado del huevo, protegiéndolo. Cuatro figuras elementales aparecieron delante de mi, y una quinta salio del medio, una luz.
- No esperaba que las cosas llegaran a este punto... pero lo que el oscuro hizo no debe olvidarse, y de nosotros tampoco. -
- No podemos seguir... debemos descansar y castigar a los que hicieron todo esto. - Dijo una figura de fuego
- Castigar no ayudara a nadie, debemos hacer como nuestro hermano de tierra. - Dijo una figura de agua.
- ¡Silencio!... déjenme solo con el guardián. - Dijo acercándose a mi mientras las demás figuras se transformaban en gigantes dragones y se iban, se sentó a mi lado y soltó una leve risa. - Lo lamento... pero te prometo que volveremos, un día. - Dijo agarrando mi cabeza - ¿Que... que sucede?... me siento cansado, me siento agotado. -
- Te hemos invocado, te invocamos cuando mas te necesitamos y tu objetivo se cumplió guardián... no te pongas triste, el día que mas te necesitemos, resurgirás... Hasta entonces, cuídate, y nunca dejes de soñar, nunca dejes la esperanza en Aerandir... ni en nosotros. - Dijo, solamente pude tocar su gran brazo de luz, antes de que mi vista se vuelva negra completamente, ya no podía ver nada
-------- [ Maldición Dragón Oscuro ] ---------
--------- [ Al día siguiente, en la mansión. ] -----------
Me desperté derrepente, transpirando como nunca antes, ya había tenido una de estas pesadillas, pero no entendía por que... por que la historia de los ancestrales se repetía en mi mente y yo estaba en ella... pero cuando uno duerme, todo es posible. Estas pesadillas, estas imágenes y el nombre "Namkkar", me perseguirían por mucho, mucho tiempo.
Me levante, vistiéndome y dejando mi cama sin hacer, mire la cama de Merlín y parecía ya haberse levantado, porque no estaba. Espada, armadura, botas, guantes, capa. Todo listo para ir a desayunar y empezar el día. Me dirigí escaleras abajo hacia el comedor. - No... solo unos gritos... - pero antes de que termine, Merlín me golpeo el hombro y nos fuimos a sentar. Logre notar una mordida mientras Wood se la tapaba había olvidado por completo que Wood era lesbiana. - Claro... no hay problema. - Mire a Merlín que me estaba mirando, ambos entendimos que en esta "mansión", no había ni un momento que no te haga recordar al sexo.
- Ya me imagino por que. - Dije sonriendo y mirando a Wood, mientras que Merlín la miraba con una cara desafiante y enojada. Wood se apresuro a sacarnos de ahí, pude notarlo.
-------- [ Afuera de la mansión ] ---------
Seguíamos a Wood con Merlín y escuchábamos cada palabra que Wood decía. - Cualquiera que sea enemigo de Wood, es mi enemigo. - Dije sonriendo.
- Nos llenaremos de enemigos - dijo Merlín serio, mirando fijamente a Wood.
- Estoy de acuerdo, rescatar a una chica, atrapar a los malos, nada fuera de lo normal. - Dije golpeándole el hombro a Merlín y dirigiéndome hacia adentro.
- Si... nada fuera de lo normal. - Dijo Merlín suspirando y tocándose la frente, dirigiéndose hacia adentro.
Rakan'Drag
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Re: Ay... ¡Brumhilda! [trabajo] [Rak-Wood]
Probablemente estaba haciendo algo muy mal, porque tenía la sensación que no le caía muy bien a Merlín. De acuerdo, no nos habíamos conocido precisamente en las mejores circunstancias, pero se movía de una forma muy protectora alrededor de Rakan, como si le perteneciese o algo. Y sí, yo no era una buena compañía, pero vamos… tampoco era como que Rakan fuese una princesa que se rompiera fácilmente, es decir ¡era un dragón! Ambos lo eran ¿acaso estaba mal tener una amistad con él?... A su favor sólo tenía un argumento: la probablemente terrible noche que deben de haber pasado. Eso me hacía sentir lo suficientemente mal como para no tomar al dragón por los cuernos y preguntarle cuál era exactamente el problema. Tal vez sólo eran imaginaciones mías. Suspiré y miré al criado que nos abrió. Estaba vestido muy pobre, como la usanza por esos lares.
Venimos en busca del mercader Krause, entendemos que esta es su casa el siervo pareció ver a través de mi capucha, pareció reconocerme, pero al mismo tiempo, reinar sobre cualquier emoción que estuviera sintiendo. Hizo un gesto afirmativo con la cabeza -Esperen aquí- respondió y nos cerró la puerta en la cara. Miré a Rakan y suspiré audiblemente. No me acostumbro a todo esto. “Tómate un tiempo aquí, has ésto, aquello, o lo otro.” Todo lleva tiempo aquí. La peor parte es tener que vivir con todo este tufo en la nariz a cada rato ¿puedes entenderlo? comenté, encogiéndome de hombros y dramatizando un poco mi expresión, realmente necesitaba compartir eso de los tufos con alguien en confianza. ¿Y qué es esto? No se le puede llamar una mañana, todos los días son iguales ¡grises! estaba a punto de hacer uno de esos malos chistes, cuando la puerta volvió a abrirse, sorprendiéndome. Me puse derecha y agaché la cabeza. Evidentemente no era la esencia del criado humano, sino de un vampiro que se escondía de la poca claridad, tras la puerta.
- No tengo todo el día. ¿Quiénes sois?
Dejé que Merlin y Rakan hicieran el primer intercambio de palabras, hasta que el hombre nos dejó pasar. Mi capa era gruesa, me escondí tras ella hasta que estuvimos dentro. Cuando pasé a su lado el tufo fue claro: se trataba de un vampiro. Era alto, de pelo entre naranjo y rojizo, enrulado y largo. Tenía algunas pecas y estaba bien vestido, el vampirismo le había detenido en sus veintes. Las ojeras apagaban el azul de sus ojos. Nunca lo había visto en la mansión, pero estaba segura que la cresta de su apellido estaba dentro de los que querían revivir a Habak.
- Empezaba a pensar que nadie se presentaría para ayudarme a recatar a mi buena Brumhilda. La más hermosa de mis tres hijas, y también la más joven
Chácharas. No es como que me importase cuánto de buena era. Aunque supongo que ayudaba a tener mejores deseos de que la joven estuviese bien. Tenía preguntas puntuales, necesitaba hacerlas antes de que el hombre se derrumbara.
¿Cómo se ve su hija? ¿Tiene alguna idea de quién se la ha llevado?
El hombre se levantó de la silla en donde se había dejado caer y me miró, entrecerrando sus ojos. Aparentemente no esperaba la voz de una mujer.
- Es muy hermosa… ella… ¡Por nuestro padre Habakhuk! ¿Qué haré si ella muere? Volvió a sus diatribas y murmuraciones. Suspiré y sonó más audiblemente de lo que debería. - Usted no tiene hijos ¿Cómo podría entender el dolor de un padre?- dijo en un momento de claridad, encarándome y poniéndose a escasos centímetros de mí. Cerré mi puño con bastante rencor y giré el rostro para no tentarme a romperle la nariz de un cabezazo.
Ha pedido mercenarios y ayuda. Si tiene tanta culpa porque se la llevaron ¡por algo será! No está cuidando muy bien de su tan buena hija ¡los dioses le castigan! chillé, me di media vuelta y salí golpeando la puerta tras de mí. Con el aire limpio y a una distancia prudente comencé a aclararme un poco los pensamientos. Me había comportado como una majadera y había tirado al traste los planes para averiguar algo. Esperaba que Rakan y Merlin pudieran manejar mejor que yo la situación. Me senté en uno de los escalones de la entrada a esperar, ahora era yo quien tenía mi rostro escondido tras mis manos. Pensaba en mis hijos y sentía un abismo en mi corazón. Quería ir a refugiarme a los brazos de Amanda, pero quedaría como una sentimentalista irresponsable. Nadie allí sabía de la existencia de mis hijos y tampoco pensaba regalarle esa información en bandeja de plata a esos estúpidos chupasangre.
Venimos en busca del mercader Krause, entendemos que esta es su casa el siervo pareció ver a través de mi capucha, pareció reconocerme, pero al mismo tiempo, reinar sobre cualquier emoción que estuviera sintiendo. Hizo un gesto afirmativo con la cabeza -Esperen aquí- respondió y nos cerró la puerta en la cara. Miré a Rakan y suspiré audiblemente. No me acostumbro a todo esto. “Tómate un tiempo aquí, has ésto, aquello, o lo otro.” Todo lleva tiempo aquí. La peor parte es tener que vivir con todo este tufo en la nariz a cada rato ¿puedes entenderlo? comenté, encogiéndome de hombros y dramatizando un poco mi expresión, realmente necesitaba compartir eso de los tufos con alguien en confianza. ¿Y qué es esto? No se le puede llamar una mañana, todos los días son iguales ¡grises! estaba a punto de hacer uno de esos malos chistes, cuando la puerta volvió a abrirse, sorprendiéndome. Me puse derecha y agaché la cabeza. Evidentemente no era la esencia del criado humano, sino de un vampiro que se escondía de la poca claridad, tras la puerta.
- No tengo todo el día. ¿Quiénes sois?
Dejé que Merlin y Rakan hicieran el primer intercambio de palabras, hasta que el hombre nos dejó pasar. Mi capa era gruesa, me escondí tras ella hasta que estuvimos dentro. Cuando pasé a su lado el tufo fue claro: se trataba de un vampiro. Era alto, de pelo entre naranjo y rojizo, enrulado y largo. Tenía algunas pecas y estaba bien vestido, el vampirismo le había detenido en sus veintes. Las ojeras apagaban el azul de sus ojos. Nunca lo había visto en la mansión, pero estaba segura que la cresta de su apellido estaba dentro de los que querían revivir a Habak.
- Empezaba a pensar que nadie se presentaría para ayudarme a recatar a mi buena Brumhilda. La más hermosa de mis tres hijas, y también la más joven
Chácharas. No es como que me importase cuánto de buena era. Aunque supongo que ayudaba a tener mejores deseos de que la joven estuviese bien. Tenía preguntas puntuales, necesitaba hacerlas antes de que el hombre se derrumbara.
¿Cómo se ve su hija? ¿Tiene alguna idea de quién se la ha llevado?
El hombre se levantó de la silla en donde se había dejado caer y me miró, entrecerrando sus ojos. Aparentemente no esperaba la voz de una mujer.
- Es muy hermosa… ella… ¡Por nuestro padre Habakhuk! ¿Qué haré si ella muere? Volvió a sus diatribas y murmuraciones. Suspiré y sonó más audiblemente de lo que debería. - Usted no tiene hijos ¿Cómo podría entender el dolor de un padre?- dijo en un momento de claridad, encarándome y poniéndose a escasos centímetros de mí. Cerré mi puño con bastante rencor y giré el rostro para no tentarme a romperle la nariz de un cabezazo.
Ha pedido mercenarios y ayuda. Si tiene tanta culpa porque se la llevaron ¡por algo será! No está cuidando muy bien de su tan buena hija ¡los dioses le castigan! chillé, me di media vuelta y salí golpeando la puerta tras de mí. Con el aire limpio y a una distancia prudente comencé a aclararme un poco los pensamientos. Me había comportado como una majadera y había tirado al traste los planes para averiguar algo. Esperaba que Rakan y Merlin pudieran manejar mejor que yo la situación. Me senté en uno de los escalones de la entrada a esperar, ahora era yo quien tenía mi rostro escondido tras mis manos. Pensaba en mis hijos y sentía un abismo en mi corazón. Quería ir a refugiarme a los brazos de Amanda, pero quedaría como una sentimentalista irresponsable. Nadie allí sabía de la existencia de mis hijos y tampoco pensaba regalarle esa información en bandeja de plata a esos estúpidos chupasangre.
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Re: Ay... ¡Brumhilda! [trabajo] [Rak-Wood]
Habíamos entrado finalmente al lugar, el que parecía ser el sirviente del dueño, nos ordeno esperar y accedimos, lo que pareció no agradarle mucho a Wood, aunque viéndolo así, el gran golpe que dejo con la puerta, la verdad no tenia el mejor de los modales. - La paciencia es uno de los valores mas grandes en la nobleza, tendrás que acostumbrarte y aprenderlo Wood. - Dije sonriendo y dándole unas palmadas en el hombro.
Antes de que pueda contestarle a Wood su ultima queja, un vampiro escondido empezó a hablar, y también sin modales - Somos caballeros de la condesa Feith, ella nos mando a recuperar a tu hija. - Dije sin estirar demasiado la presentación, dada la actitud del vampiro.
El pobre vampiro había perdido a una de sus hijas y podía comprender su dolor, por eso quería ayudarlo mas que nada, por eso seguramente actuaba tan asi, necesitaba a su pobre hija. No paraba de lamentarse por haberla perdido, el dolor de un padre por la perdida de su hijo... creo que el mio no sintió eso, dado que fue el, el que se encargo de llevarme lejos de casa.
- Tienes razón, no tenemos hijos... pero puedo entender tu dolor de cierta forma, como también puedo sentir el dolor de tu hija por no estar a tu lado, por estar lejos de su familia. - Dije mirándolo serio con los ojos entre-cerrados.
Wood se había enojado con el Mercader, diciéndole palabras muy duras, y se había alejado. Mire a Merlín y asentí con la cabeza, el se quedaba mientras yo salia a hablar con Wood.
------- [ Rakan'Drag] ------
Me acerque y me senté al lado de Wood al salir de la casa. - Paciencia, y honor es la palabra, siempre debes acordarte de esas dos palabras, no importa cuan enojada estés. Nadie te respetara si no consigues dominar ambas virtudes. - Dije mirándola serio, ese era el Rakan tratando de dar un consejo, pero el Rakan amigo no pensaba igual - Escucha Wood... no entiendo que te sucedió así que supongo que es el cansancio que trae ser condensa. Pero eres mi amiga y quiero ayudarte, quiero que cuando me vaya, estés segura y protegida por fieles vampiros. Por eso necesitas no hablarle así a la gente, y mas si le falta su hija. No te imaginas el dolor de un padre al perder a su hijo. - Dije mirándola y suspirando, la abrace mientras recordaba a mi padre.
- En cierta forma me hubiera gustado tener un padre... cuando uno de mis hermanos murió, mi padre pensó que era una maldición, que fue mi culpa, me llevo en su lomo dejándome lejos de casa... sabes, es un buen recuerdo en parte, fui a lomos de mi padre. - Dije ocultando la tristeza que me estaba ocasionando hablar sobre aquel día en cierto sarcasmo.
------- [ Merlín ] -------
Mire al vampiro y en parte me sentía mal ante pobre hombre - Queremos ayudarte, por eso debes decirnos donde llevaron a tu hija - el vampiro me miro intrigado - No muy lejos de aquí - mire al vampiro fijamente, quien empezó a contarme todos los detalles sobre lo que había pasado con su hija y demás, ahora mas que nunca debíamos ponernos en marcha en busca de su hija, ya teníamos los datos que necesitábamos. Me fui del lugar y me acerque a Wood y a Rakan - Tengo los datos, están en una posada no muy lejos de aquí, pero esta protegida por bandidos, al norte. - dije golpeándole el hombro a Rakan, ya era hora de movernos.
Antes de que pueda contestarle a Wood su ultima queja, un vampiro escondido empezó a hablar, y también sin modales - Somos caballeros de la condesa Feith, ella nos mando a recuperar a tu hija. - Dije sin estirar demasiado la presentación, dada la actitud del vampiro.
El pobre vampiro había perdido a una de sus hijas y podía comprender su dolor, por eso quería ayudarlo mas que nada, por eso seguramente actuaba tan asi, necesitaba a su pobre hija. No paraba de lamentarse por haberla perdido, el dolor de un padre por la perdida de su hijo... creo que el mio no sintió eso, dado que fue el, el que se encargo de llevarme lejos de casa.
- Tienes razón, no tenemos hijos... pero puedo entender tu dolor de cierta forma, como también puedo sentir el dolor de tu hija por no estar a tu lado, por estar lejos de su familia. - Dije mirándolo serio con los ojos entre-cerrados.
Wood se había enojado con el Mercader, diciéndole palabras muy duras, y se había alejado. Mire a Merlín y asentí con la cabeza, el se quedaba mientras yo salia a hablar con Wood.
------- [ Rakan'Drag] ------
Me acerque y me senté al lado de Wood al salir de la casa. - Paciencia, y honor es la palabra, siempre debes acordarte de esas dos palabras, no importa cuan enojada estés. Nadie te respetara si no consigues dominar ambas virtudes. - Dije mirándola serio, ese era el Rakan tratando de dar un consejo, pero el Rakan amigo no pensaba igual - Escucha Wood... no entiendo que te sucedió así que supongo que es el cansancio que trae ser condensa. Pero eres mi amiga y quiero ayudarte, quiero que cuando me vaya, estés segura y protegida por fieles vampiros. Por eso necesitas no hablarle así a la gente, y mas si le falta su hija. No te imaginas el dolor de un padre al perder a su hijo. - Dije mirándola y suspirando, la abrace mientras recordaba a mi padre.
- En cierta forma me hubiera gustado tener un padre... cuando uno de mis hermanos murió, mi padre pensó que era una maldición, que fue mi culpa, me llevo en su lomo dejándome lejos de casa... sabes, es un buen recuerdo en parte, fui a lomos de mi padre. - Dije ocultando la tristeza que me estaba ocasionando hablar sobre aquel día en cierto sarcasmo.
------- [ Merlín ] -------
Mire al vampiro y en parte me sentía mal ante pobre hombre - Queremos ayudarte, por eso debes decirnos donde llevaron a tu hija - el vampiro me miro intrigado - No muy lejos de aquí - mire al vampiro fijamente, quien empezó a contarme todos los detalles sobre lo que había pasado con su hija y demás, ahora mas que nunca debíamos ponernos en marcha en busca de su hija, ya teníamos los datos que necesitábamos. Me fui del lugar y me acerque a Wood y a Rakan - Tengo los datos, están en una posada no muy lejos de aquí, pero esta protegida por bandidos, al norte. - dije golpeándole el hombro a Rakan, ya era hora de movernos.
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Re: Ay... ¡Brumhilda! [trabajo] [Rak-Wood]
El dragón se sentó a mi lado, sus palabras eran duras pero ciertas. De paciencia tenía poco, toda la que me había nacido como una nueva extremidad cuando tuve a mis hijitos entre mis brazos, se había ido con ellos y se agotaba cada vez más con la tensión de tener vampiros en mi cuello todo el tiempo, literalmente. ¿Honor? Miré a Rakan e intenté ver el mundo como él, realmente lo intenté. Yo era una asesina y una mercenaria, me había convertido en eso cuando lo perdí todo. Ya había olvidado lo que significaba el honor o tal vez nunca lo había sabido. Tch hice sonar mi lengua contra el paladar, dejando salir una sonrisa remolona ¿Un licántropo siendo protegido por vampiros? era una idea que me parecía muy remota. Me dejé abrazar y apoyé mi cabeza en él, los dragones eran buenos. Rakan era bueno. Más de lo que me merecía. Entendía muy bien a Merlín. Le dejaría ir… pero por ahora me los quedaría un poquito más, sólo un poquito.
Yo también el abracé por unos momentos cuando me contó lo de su padre. Entonces me aparté un poco y le miré a esos increíbles ojos azules. Bajé el tono para que sólo él me escuchara, no quería que nadie que pudiera estar espiando escuchara lo que quería decirle No dudo de lo que dices pero, un padre nunca deja de amar a sus hijos me permití poner un dedo sobre sus labios por sólo un instante, no quería que me interrumpiese Mira le susurré, sacando un guardapelo de uno de los bolsillos de la capa, lo abrí para que viera tres pequeños mechones de pelo. Me llevé el dedo índice a los labios por las dudas que no se sorprendiera. Sabía que podría resultarle un poco raro, así que me apresuré a explicarle, mientras guardaba toda evidencia rápidamente.
No siempre viví como me ves. Era una mujer más “normal”, con una familia dejé que mis ojos otearan la distancia un momento, recorriendo una vez más la memoria de mi hogar, pero los cerré y tomé la mano del dragón para afirmarme a la realidad Pero… a él le mataron y a mí me persiguieron. Y… yo misma también los llevé lejos en mi lomo esas palabras eran apenas un hilo de voz, me sentí fría por dentro y por fuera. …seguros y bien murmuré las palabras, el pensamiento me hería ¿pronunciar las palabras también?. Casi que pegué un salto cuando sentí a Merlín tras nosotros. Me sequé discretamente una lagrimilla y me chupé los mocos mientras me refregaba los brazos. Esos momentos de nostalgia eran pocos, pero cuando me daban eran como si me agarraran a palos.
¿Así que es muy similar físicamente con el padre? Pregunté para corroborar los datos, pero la respuesta de Merlín fue opacada por la voz del elfo del mal. Me volví hacia él con los ojos en blanco. - ¡Qué coincidencia!- ese saludo era más falso que un aero con la cara de Maritornes Lavigne. Sí, pero qué coincidencia. Sacrestic es lo suficientemente populosa como para que los vampiros te chuparan la sangre en ¿cuánto? ¿Todo un día sin vernos? le solté, en realidad no había querido ser tan grosera, pero ese saludo suyo había sacado todo mi veneno acumulado del mal rato anterior. Me sentía un poco mejor, así que le golpee la espalda a Will.
- Sabía que no podías ser tan mala. ¿Cómo están muchachos?- preguntó casi que adueñándose de la escena, mientras saludaba amigablemente a los dos dragones. ¿De dónde tenía tanta confianza? No lo sabía, pero tampoco quería averiguarlo. Traté de que mis labios no mostraran esa mezcla de celos y desconformidad. El elfo se volvió hacia mí con sus manos encendidas y casualmente me tocó el cuello. Eh ¡quita! le dije, pero mi palmada sobre esa mano sanadora, no llegó a tiempo. Tch otra cosa más que explicarle a Amanda. Suspiré mientras le veía reírse de mi reacción. Parecía que quisiera tocarme la fibra, pero no se lo permitiría… al menos no tan fácilmente como el día anterior.
- Veo que aceptaron el trabajo- levanté una ceja interrogativa - Vamos, por supuesto que fue mi informante el que te dio la información condesita. El vampiro realmente se preocupó de buscar con discreción a un contratista de mercenarios, pero fue con la gente equivocada y pues…- se encogió de hombros - Digamos que iba a pagarle a los mismos que tenían a su hija, así que tomé las cosas en mis manos y- me puse frente a él.
Espera ¿me estás diciendo que ya estabas involucrado y que mandaste a alguien que me informara?¿por qué tanto rodeo? Miré a Rakan y Merlín, por si podían traducirme algo de lo que ese hombre con orejas en punta y un sentido distorsionado de la realidad me estaba diciendo, pero él se adelantó. - Me inspiré en el vampiro de las catacumbas… ¿no les pareció interesante?- apreté los dientes y comencé a citar como un mantra Paciencia y Honor…pa..cien…cia y HONOR el elfo sonrió y se dirigió a los dragones -¿Un nuevo ejercio?-
Entre Merlín y Willow completamos bastante el cuadro de lo que estaba sucediendo. Al parecer estaba este Krause que tenía su negocio, por otro lado estaba su competidor, el mercader Njord. Njord era uno de esos vampiros de la vieja escuela, uno de los primeros que querían mi cabeza y la de Amanda. Rivales en los negocios y en el amor, Njord casi mató a Krause y le robó la esposa, a la que convirtió en una vampiresa. Tiempo después Krauser fue convertido y ambas fuerzas se igualaron, convirtiéndose en enemigos jurados. Las hijas de Krause pertenecían al matrimonio cuando aún eran humanos. Tenía que aceptarlo, yo había sido dura gratuitamente con el pelirrojo, aunque vamos… tenía que estar desesperado por depositar su confianza en nosotros cuatro.
Muy bien, creo que tenemos tres posibilidades. La primera, ir de frente, hacer uso de mi título y pedir por las buenas que liberen a la joven. Estaba totalmente segura que no funcionaría, esa sección de la ciudad no estaba dentro de las esferas de Amanda ni su condado. - Descartable, les avisarás que estás allí e irán directo por ti- finalmente decía algo coherente ese elfo Gracias. Segundo, colarnos, buscarla y robársela a los raptores. O tercero, usarme como carnada mientras los tres se meten a rescatar a la joven dama. Yo debería de ser capaz de sobrevivir mientras ustedes hacen lo suyo. Sea cual fuere la situación, me ceñiría al plan que votase la mayoría.
Off: Te dejo a Wood y Will Rak
Yo también el abracé por unos momentos cuando me contó lo de su padre. Entonces me aparté un poco y le miré a esos increíbles ojos azules. Bajé el tono para que sólo él me escuchara, no quería que nadie que pudiera estar espiando escuchara lo que quería decirle No dudo de lo que dices pero, un padre nunca deja de amar a sus hijos me permití poner un dedo sobre sus labios por sólo un instante, no quería que me interrumpiese Mira le susurré, sacando un guardapelo de uno de los bolsillos de la capa, lo abrí para que viera tres pequeños mechones de pelo. Me llevé el dedo índice a los labios por las dudas que no se sorprendiera. Sabía que podría resultarle un poco raro, así que me apresuré a explicarle, mientras guardaba toda evidencia rápidamente.
No siempre viví como me ves. Era una mujer más “normal”, con una familia dejé que mis ojos otearan la distancia un momento, recorriendo una vez más la memoria de mi hogar, pero los cerré y tomé la mano del dragón para afirmarme a la realidad Pero… a él le mataron y a mí me persiguieron. Y… yo misma también los llevé lejos en mi lomo esas palabras eran apenas un hilo de voz, me sentí fría por dentro y por fuera. …seguros y bien murmuré las palabras, el pensamiento me hería ¿pronunciar las palabras también?. Casi que pegué un salto cuando sentí a Merlín tras nosotros. Me sequé discretamente una lagrimilla y me chupé los mocos mientras me refregaba los brazos. Esos momentos de nostalgia eran pocos, pero cuando me daban eran como si me agarraran a palos.
* * *
¿Así que es muy similar físicamente con el padre? Pregunté para corroborar los datos, pero la respuesta de Merlín fue opacada por la voz del elfo del mal. Me volví hacia él con los ojos en blanco. - ¡Qué coincidencia!- ese saludo era más falso que un aero con la cara de Maritornes Lavigne. Sí, pero qué coincidencia. Sacrestic es lo suficientemente populosa como para que los vampiros te chuparan la sangre en ¿cuánto? ¿Todo un día sin vernos? le solté, en realidad no había querido ser tan grosera, pero ese saludo suyo había sacado todo mi veneno acumulado del mal rato anterior. Me sentía un poco mejor, así que le golpee la espalda a Will.
- Sabía que no podías ser tan mala. ¿Cómo están muchachos?- preguntó casi que adueñándose de la escena, mientras saludaba amigablemente a los dos dragones. ¿De dónde tenía tanta confianza? No lo sabía, pero tampoco quería averiguarlo. Traté de que mis labios no mostraran esa mezcla de celos y desconformidad. El elfo se volvió hacia mí con sus manos encendidas y casualmente me tocó el cuello. Eh ¡quita! le dije, pero mi palmada sobre esa mano sanadora, no llegó a tiempo. Tch otra cosa más que explicarle a Amanda. Suspiré mientras le veía reírse de mi reacción. Parecía que quisiera tocarme la fibra, pero no se lo permitiría… al menos no tan fácilmente como el día anterior.
- Veo que aceptaron el trabajo- levanté una ceja interrogativa - Vamos, por supuesto que fue mi informante el que te dio la información condesita. El vampiro realmente se preocupó de buscar con discreción a un contratista de mercenarios, pero fue con la gente equivocada y pues…- se encogió de hombros - Digamos que iba a pagarle a los mismos que tenían a su hija, así que tomé las cosas en mis manos y- me puse frente a él.
Espera ¿me estás diciendo que ya estabas involucrado y que mandaste a alguien que me informara?¿por qué tanto rodeo? Miré a Rakan y Merlín, por si podían traducirme algo de lo que ese hombre con orejas en punta y un sentido distorsionado de la realidad me estaba diciendo, pero él se adelantó. - Me inspiré en el vampiro de las catacumbas… ¿no les pareció interesante?- apreté los dientes y comencé a citar como un mantra Paciencia y Honor…pa..cien…cia y HONOR el elfo sonrió y se dirigió a los dragones -¿Un nuevo ejercio?-
* * *
Entre Merlín y Willow completamos bastante el cuadro de lo que estaba sucediendo. Al parecer estaba este Krause que tenía su negocio, por otro lado estaba su competidor, el mercader Njord. Njord era uno de esos vampiros de la vieja escuela, uno de los primeros que querían mi cabeza y la de Amanda. Rivales en los negocios y en el amor, Njord casi mató a Krause y le robó la esposa, a la que convirtió en una vampiresa. Tiempo después Krauser fue convertido y ambas fuerzas se igualaron, convirtiéndose en enemigos jurados. Las hijas de Krause pertenecían al matrimonio cuando aún eran humanos. Tenía que aceptarlo, yo había sido dura gratuitamente con el pelirrojo, aunque vamos… tenía que estar desesperado por depositar su confianza en nosotros cuatro.
Muy bien, creo que tenemos tres posibilidades. La primera, ir de frente, hacer uso de mi título y pedir por las buenas que liberen a la joven. Estaba totalmente segura que no funcionaría, esa sección de la ciudad no estaba dentro de las esferas de Amanda ni su condado. - Descartable, les avisarás que estás allí e irán directo por ti- finalmente decía algo coherente ese elfo Gracias. Segundo, colarnos, buscarla y robársela a los raptores. O tercero, usarme como carnada mientras los tres se meten a rescatar a la joven dama. Yo debería de ser capaz de sobrevivir mientras ustedes hacen lo suyo. Sea cual fuere la situación, me ceñiría al plan que votase la mayoría.
Off: Te dejo a Wood y Will Rak
Woodpecker
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Re: Ay... ¡Brumhilda! [trabajo] [Rak-Wood]
Mire a Wood, ella decía que un padre jamas deja de amar a sus hijos, bueno, quizás es cierto, Mordred a veces si lo mostraba, sobretodo en su cumpleaños, cuando me mostró los tres mechones de pelo, y me contó que fue una mujer normal, entonces me di cuenta que Wood si tenia hijos, nunca lo hubiera imaginado, Merlín dio unos pasos para atrás, pero al ver la situación guardo silencio.
- Pero tu los llevaste para protegerlos, el mio por que me expulso de mi propia casa, de mi propio clan, nunca vas a entender Wood lo que pase, y no se lo deseo a nadie. - Dije mirándola a los ojos, para nuestra suerte, un miembro mas se sumaba a la escena, el gran elfo, preguntándonos como estábamos
- Hey Will - respondimos con Merlín mirando aquella escena que estaba ocurriendo entre el elfo y Wood. El elfo se estaba burlando demasiado de Wood, aunque supuse que cariñosamente, ellos ya se conocían y al parecer desde antes de las catacumbas.
- El sujeto en el que te inspiraste, es el que secuestro 11 inocentes... incluyéndome. - Dijo Merlín, tenia razón el estaba con ellos, pero era raro, cuando los once salieron, yo los había contado y Merlín no estaba incluido, quizás me equivoque en ese momento.
- Estamos en ello - dije sonriendo al elfo, cuando Wood pronuncio "paciencia y honor", después de eso Wood empezó a nombrar unos planes para entrar, había nombrado el primero y levante mi mano, pero al parecer lo descartaron todos, así que la volví a bajar, espere a que nombre sus otros dos planes, que parecía ya tener en su mente.
- El tercero no es opción, y no se discute. - Dije levantándome y dándole una palmada en el hombro a Merlín, era hora de emprender el camino. Wood y Will venían atrás de nosotros.
------- [ Unos grandes pasos después, llegando a la noche ] ------
Estábamos llegando a la zona, una gran casa o posada estaba frente a nosotros, sola en el medio del bosque, como si de una granja se tratara. [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Hice una señal de alto, escondiéndome entre los arboles y observando la zona, había gente adelante de la casa, un grupo hablando, probablemente de guardias. Le hice una señal a Merlín para que viniera - Voy a entrar, aseguro la entrada y vienen. - dije susurrando en su oído, el asintió.
Empece a rodear la casa para que los guardias no me vieran, metiéndome por una de las ventanas de atrás, había dos sujetos y ni bien entre ya me habían visto, me acerque a uno y le clave mi espada por atrás, pero la clave de cierta forma que no lo mate al instante - AAAGHHH, AYUDA - dijo el sujeto muriendo, saque mi espada y la volví a clavar varias veces, pero antes de que pueda sacarla, tenia a su compañero en la habitación lanzándose sobre mi, me tumbo al suelo y con su daga intento darme varias veces, intente llegar a la Excalibur pero no fue posible, el vampiro clavo una de sus dagas en mi estomago, apreté mis dientes y cerré mis ojos, rápidamente volví a abrirlos y use su propia daga agarrando su mano para clavársela en la garganta. Lo empuje rápidamente y agarre mi Excalibur, di unos pasos para atrás, por que cuando levante la Excalibur tres vampiros mas estaban mirándome.
Levante mi espada cubriendo sus tres espadas
- Maldición - dije antes de recibir otra daga en el estomago, hiriéndome, empuje con mi espada a los tres vampiros, no sentía fuerzas como para gritar, solo que el dragón quería salir, pero salir acá dentro derrumbaría la estructura. No eran sujetos cualquieras. Estaba tratando de contener a mi otra forma, mis escamas volvían a empezar a subir, consumiéndome, el dragón quería salir por que el podía soportar las heridas y pelear, en cambio yo no.
------ [ Merlín y el resto afuera ] ------
Cuando vi que Rakan había entrado, solté varios suspiros, esos planes de separarse nunca salían bien, en especial por que Rakan era idiota. Espere varios minutos pero no había señal de el, solamente vi que el grupo que estaba parado en la puerta empezaba a moverse, todos habían entrado. Era raro, no había ruidos ni nada. - Lo siento, pero no voy a esperar a la señal de Rakan - dije moviéndome y haciendo el mismo camino que Rakan hacia, entrando por una ventana al edificio, primer piso. Cuando entre, adelante mio había tres vampiros acorralando a Rakan, quien parecía estar herido. Deje que mis rayos tomaran posesión de mis manos, cubrí mis ojos con electricidad para evitar que Rakan viera mis ojos brillando, y lance una descarga eléctrica hacia uno de los vampiros, matándolo, la descarga llego a los otros dos, pero no pareció haberles hecho nada mas que moverlos un poco.
Ahora dependíamos los dos de Wood y Will.
Off = complicación subrayada, Los rufianes no son simples ladrones de poca monta, sino expertos que te pondrán en grave peligro, pudiendo herirte.
- Pero tu los llevaste para protegerlos, el mio por que me expulso de mi propia casa, de mi propio clan, nunca vas a entender Wood lo que pase, y no se lo deseo a nadie. - Dije mirándola a los ojos, para nuestra suerte, un miembro mas se sumaba a la escena, el gran elfo, preguntándonos como estábamos
- Hey Will - respondimos con Merlín mirando aquella escena que estaba ocurriendo entre el elfo y Wood. El elfo se estaba burlando demasiado de Wood, aunque supuse que cariñosamente, ellos ya se conocían y al parecer desde antes de las catacumbas.
- El sujeto en el que te inspiraste, es el que secuestro 11 inocentes... incluyéndome. - Dijo Merlín, tenia razón el estaba con ellos, pero era raro, cuando los once salieron, yo los había contado y Merlín no estaba incluido, quizás me equivoque en ese momento.
- Estamos en ello - dije sonriendo al elfo, cuando Wood pronuncio "paciencia y honor", después de eso Wood empezó a nombrar unos planes para entrar, había nombrado el primero y levante mi mano, pero al parecer lo descartaron todos, así que la volví a bajar, espere a que nombre sus otros dos planes, que parecía ya tener en su mente.
- El tercero no es opción, y no se discute. - Dije levantándome y dándole una palmada en el hombro a Merlín, era hora de emprender el camino. Wood y Will venían atrás de nosotros.
------- [ Unos grandes pasos después, llegando a la noche ] ------
Estábamos llegando a la zona, una gran casa o posada estaba frente a nosotros, sola en el medio del bosque, como si de una granja se tratara. [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Hice una señal de alto, escondiéndome entre los arboles y observando la zona, había gente adelante de la casa, un grupo hablando, probablemente de guardias. Le hice una señal a Merlín para que viniera - Voy a entrar, aseguro la entrada y vienen. - dije susurrando en su oído, el asintió.
Empece a rodear la casa para que los guardias no me vieran, metiéndome por una de las ventanas de atrás, había dos sujetos y ni bien entre ya me habían visto, me acerque a uno y le clave mi espada por atrás, pero la clave de cierta forma que no lo mate al instante - AAAGHHH, AYUDA - dijo el sujeto muriendo, saque mi espada y la volví a clavar varias veces, pero antes de que pueda sacarla, tenia a su compañero en la habitación lanzándose sobre mi, me tumbo al suelo y con su daga intento darme varias veces, intente llegar a la Excalibur pero no fue posible, el vampiro clavo una de sus dagas en mi estomago, apreté mis dientes y cerré mis ojos, rápidamente volví a abrirlos y use su propia daga agarrando su mano para clavársela en la garganta. Lo empuje rápidamente y agarre mi Excalibur, di unos pasos para atrás, por que cuando levante la Excalibur tres vampiros mas estaban mirándome.
Levante mi espada cubriendo sus tres espadas
- Maldición - dije antes de recibir otra daga en el estomago, hiriéndome, empuje con mi espada a los tres vampiros, no sentía fuerzas como para gritar, solo que el dragón quería salir, pero salir acá dentro derrumbaría la estructura. No eran sujetos cualquieras. Estaba tratando de contener a mi otra forma, mis escamas volvían a empezar a subir, consumiéndome, el dragón quería salir por que el podía soportar las heridas y pelear, en cambio yo no.
------ [ Merlín y el resto afuera ] ------
Cuando vi que Rakan había entrado, solté varios suspiros, esos planes de separarse nunca salían bien, en especial por que Rakan era idiota. Espere varios minutos pero no había señal de el, solamente vi que el grupo que estaba parado en la puerta empezaba a moverse, todos habían entrado. Era raro, no había ruidos ni nada. - Lo siento, pero no voy a esperar a la señal de Rakan - dije moviéndome y haciendo el mismo camino que Rakan hacia, entrando por una ventana al edificio, primer piso. Cuando entre, adelante mio había tres vampiros acorralando a Rakan, quien parecía estar herido. Deje que mis rayos tomaran posesión de mis manos, cubrí mis ojos con electricidad para evitar que Rakan viera mis ojos brillando, y lance una descarga eléctrica hacia uno de los vampiros, matándolo, la descarga llego a los otros dos, pero no pareció haberles hecho nada mas que moverlos un poco.
Ahora dependíamos los dos de Wood y Will.
Off = complicación subrayada, Los rufianes no son simples ladrones de poca monta, sino expertos que te pondrán en grave peligro, pudiendo herirte.
Rakan'Drag
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Re: Ay... ¡Brumhilda! [trabajo] [Rak-Wood]
Poco a poco nos alejamos del centro de la ciudad y de los caminos transitados, aquello comenzaba a ponerse tétrico cuando, prácticamente de la nada, se apareció uno de esos vendedores ambulantes con cachivaches raros. - Muy buenas tardes- le miré con cara de pocos amigos y continué con nuestro camino, si les dejabas acercarse eran capaces de venderte tu propia alma. Willow por su parte, parecía tener otras ideas, puesto que se rezagó para hablar con él. - Eh Feith, creo que esto puede interesarte, deberías verlo- entrecerré los ojos y me volví con pocas ganas. Tenía que practicar eso de la paciencia, aunque creo que cuanto más lo intentaba, más me exasperaba. ¿Qué? dije, pero la pregunta quedaba de más, el vampiro tenía abierta su capa y de ella colgaban muchos cachivaches interesantes. - Te lo dije- sonrió con altanería. No le respondí. Arrugué la nariz ¿Huelo materiales alquímicos? pregunté con cierto descreimiento.
- El kit básico, más algunos implementos. Todo esto a un módico precio de…- giré mi cabeza hacia Merlin y Rakan, no quería hacerles perder el tiempo o que nos extraviásemos, por lo que apresuré al vampiro, corroboré el olor y la calidad de algunos de los productos y le compré dos o tres cosas que me llamaron la atención. Además, tuve que comprarle un bolsito para acarrear todo. Tch, borra esa sonrisa de tu cara, elfo mascullé, mientras alcanzábamos al par. - Te lo dije. Aunque creí que te interesarían más las armas que esas cosas…- me ojeó con interés. Ya comenzaba yo a interpretar algunas de esas miradas. Es algo que hago en mi tiempo libre y por puro placer. Te sorprendería saber cuántas formas distintas de hacer sufrir en sueños a un elfo comenté, no sin cierta acritud. No es que me cayera mal, pero me ponía nerviosa que quisiera saberlo todo de mí.
Después de eso, seguimos caminando hasta el punto en el que comencé a preguntarme si no debíamos de haber venido a caballo. Esos dragones –incluida Siria- tendían a pensar en las distancias como algo mucho más pequeño de lo que era para el resto de las personas. A mi no se me ocurriría caminar como humana todo eso cuando podía ir más rápido en mi forma de lobo “Paciencia, practica la paciencia Wood. Disfruta del paisaje y la compañía” me repetía, pero el elfo era… como su propia categoría de molesto. Parecía estar buscando cualquier excusa para probarme. Ya ni siquiera le buscaba una explicación a tanta pesadez, era como mi martirio personal y listo. Finalmente recurrí a verlo como una de esas plantas carnívoras que siempre están hambrientas y pesadas… santo remedio.
Rakan fue el primero en ver el escondite y entrar. No quería que fuese solo, después del incidente en Lunargenta y lo de Sacrestic, empezaba a pensar que eso de la paciencia no era precisamente lo que solía practicar una vez que comenzaba a hacer algo y se apasionaba. Si me hubiese hecho señas a mí, en vez de su nuevo mejor amigo, no le hubiese permitido entrar solo. Aquello era muy peligroso… y por lo que pude notar, Merlín también lo sabía. - Jóvenes- dijo Will, quitándome las palabras de la boca. Te seguimos respondí, aunque demasiado tarde, pues el dragón se había perdido en la oscuridad. Apuesto a que son más viejos que yo, pero seguro se comportan como niños. De todas formas, tú eres el que más mocoso se ve ¿cuántos tienes? le pregunté, rodeando la casa por el otro lado de donde se habían perdido los dos dragones.
- En la siguiente época de lluvias por mis jóvenes ochenta y tres- me detuve y me acerqué a él para mirarle a los ojos, no podía estar hablando en serio…¿o sí? Me pregunto cómo te conservas tan bien le pregunté en susurros, retomando el camino, en realidad el comentario iba entre las líneas de “te comportas más idiota que lobezno en época de apareamiento aunque seas así de anciano” pero el comentario me había salido bonito y casi complaciente. Sentí el rastro de sangre y me tensé, él advirtió el cambio y se apuró a mi lado Sangre
- Por Anar- fue toda su respuesta, negando con la cabeza - Necesito unos momentos, estaré con ustedes en breve- desconfié pero asentí, el día anterior había resultado útil y confiable, además esos dos probablemente no estaban siendo precisamente discretos. Si yo había olfateado la sangre, los vampiros no tardarían en enterarse de lo que estaba pasando. Salté por la ventana y me tomó un momento entender lo que estaba viendo. Tendidos en el suelo habían tres cuerpos, dos de ellos ensangrentados, adivinaba que Rakan se había ocupado de ellos y del tercero salía un olor a carne quemada que daba náuseas, ese era evidente cómo había muerto. ¿Rak? pregunté, viéndolo herido, pero no había tiempo que perder, quedaban dos vampiros armados con espadas que estaban atacando a Merlín.
Dejé caer mi capa y los petates que había comprado mientras echaba mano al hacha larga que cargaba a mi espalda, entonces salté sobre uno de ellos, desatando la ira de mi asalto salvaje Merlín, protege a Rak, Will no tarda las palabras salían como si me las estuvieran arrancando, no era fácil seguirles el ritmo a los vampiros en mi forma humana, aunque tampoco imposible. Ya comenzaba a habituarme a luchar contra ellos y mi cuerpo reaccionaba prácticamente solo. A uno de los vampiros, logré herirle lo suficiente en las piernas como para enlentecer su ataque drásticamente. Debido a que el hacha estaba en desventaja contra las espadas, la tenía agarrada contra la cabeza, usándola para escudarme de los ataques y como ofensa en cuanto tenía la posibilidad de hacerles una abertura a través de un golpe directo con su pico.
Cuando estaba en lo peor del enfrentamiento, hubo un leve temblor en la estructura y parte de la ventana cedió ante la inmensidad de una cosa que nunca antes había visto. En mi cara se dibujó una sonrisa invertida y los vampiros cesaron su ataque por un momento. Mierda mascullé al ver que se metía donde estábamos y que rápidamente se acercaba a mí. Entonces levantó una mano como para golpearme, los vampiros rieron a viva voz, me aparté de un salto y la criatura dio un paso, acercándose tanto a mí como a los chupasangres.
Entonces escuché la voz de Willow a mi lado - Kirilin ataca- y la criatura, que tenía que medir unos dos metros de altura, dio otro paso, poniendo contra la pared a uno de los vampiros, su espada atravesó a la bestia pero no sangró. Dio otro paso y lo reventó contra la pared. Aparté la mirada, el otro vampiro parecía estar tan desorientado como yo, pero reaccionó muy tarde. La criatura lo tenía agarrado por el cuello y no le soltaba. Willow también parecía estar sosteniendo algo con su mano, era como si le estuviera guiando con su propio cuerpo. Sus ojos estaban concentrados y serios. Hubo un crack y el cuerpo cayó sin vida.- No me enorgullece usar a mis guardianes para este tipo de tareas. Matar es malo- refunfuñó, mientras se acercaba a Rakan con la intención de curarlo.
Mientras Willow hacía sus cosas, me puse a mirar a la cosa esa. Era como una cabeza más alta que yo, pero muy, muy ancha Este guardian es… bueno, se impone comenté, usando un dedo para tocar el estómago con el que había aplastado al vampiro. Aunque había sido sólido como roca anteriormente, se sentía como arcilla… pero viva. Eh… entrecerré los ojos. Los elfos y sus cosas. Mejor no preguntar… Supongo que estos estaban resguardando a la chica perdida, así que tenemos que estar en el lugar correcto. Pero… es una posada, podemos encontrarnos con cualquier cosa. Será mejor que nos separemos para encontrarla. Rakan y Willow pueden encargarse de este piso. Merlín y yo del piso de arriba. - Los que la encuentren primero pueden avisar al resto haciendo un sonido de animal, como el búho del Norte- asentí, esos bichejos tenían ese canto particular y ligeramente diferente a los de esos lares. Esperaría a escuchar la decisión de los muchachos y partiría hacia el siguiente piso de la forma más sigilosa posible.
- Habrán más de estos, tenemos que ser cuidadosos- Nos recordó Will, poniéndose listo al terminar con las heridas.
- El kit básico, más algunos implementos. Todo esto a un módico precio de…- giré mi cabeza hacia Merlin y Rakan, no quería hacerles perder el tiempo o que nos extraviásemos, por lo que apresuré al vampiro, corroboré el olor y la calidad de algunos de los productos y le compré dos o tres cosas que me llamaron la atención. Además, tuve que comprarle un bolsito para acarrear todo. Tch, borra esa sonrisa de tu cara, elfo mascullé, mientras alcanzábamos al par. - Te lo dije. Aunque creí que te interesarían más las armas que esas cosas…- me ojeó con interés. Ya comenzaba yo a interpretar algunas de esas miradas. Es algo que hago en mi tiempo libre y por puro placer. Te sorprendería saber cuántas formas distintas de hacer sufrir en sueños a un elfo comenté, no sin cierta acritud. No es que me cayera mal, pero me ponía nerviosa que quisiera saberlo todo de mí.
Después de eso, seguimos caminando hasta el punto en el que comencé a preguntarme si no debíamos de haber venido a caballo. Esos dragones –incluida Siria- tendían a pensar en las distancias como algo mucho más pequeño de lo que era para el resto de las personas. A mi no se me ocurriría caminar como humana todo eso cuando podía ir más rápido en mi forma de lobo “Paciencia, practica la paciencia Wood. Disfruta del paisaje y la compañía” me repetía, pero el elfo era… como su propia categoría de molesto. Parecía estar buscando cualquier excusa para probarme. Ya ni siquiera le buscaba una explicación a tanta pesadez, era como mi martirio personal y listo. Finalmente recurrí a verlo como una de esas plantas carnívoras que siempre están hambrientas y pesadas… santo remedio.
Rakan fue el primero en ver el escondite y entrar. No quería que fuese solo, después del incidente en Lunargenta y lo de Sacrestic, empezaba a pensar que eso de la paciencia no era precisamente lo que solía practicar una vez que comenzaba a hacer algo y se apasionaba. Si me hubiese hecho señas a mí, en vez de su nuevo mejor amigo, no le hubiese permitido entrar solo. Aquello era muy peligroso… y por lo que pude notar, Merlín también lo sabía. - Jóvenes- dijo Will, quitándome las palabras de la boca. Te seguimos respondí, aunque demasiado tarde, pues el dragón se había perdido en la oscuridad. Apuesto a que son más viejos que yo, pero seguro se comportan como niños. De todas formas, tú eres el que más mocoso se ve ¿cuántos tienes? le pregunté, rodeando la casa por el otro lado de donde se habían perdido los dos dragones.
- En la siguiente época de lluvias por mis jóvenes ochenta y tres- me detuve y me acerqué a él para mirarle a los ojos, no podía estar hablando en serio…¿o sí? Me pregunto cómo te conservas tan bien le pregunté en susurros, retomando el camino, en realidad el comentario iba entre las líneas de “te comportas más idiota que lobezno en época de apareamiento aunque seas así de anciano” pero el comentario me había salido bonito y casi complaciente. Sentí el rastro de sangre y me tensé, él advirtió el cambio y se apuró a mi lado Sangre
- Por Anar- fue toda su respuesta, negando con la cabeza - Necesito unos momentos, estaré con ustedes en breve- desconfié pero asentí, el día anterior había resultado útil y confiable, además esos dos probablemente no estaban siendo precisamente discretos. Si yo había olfateado la sangre, los vampiros no tardarían en enterarse de lo que estaba pasando. Salté por la ventana y me tomó un momento entender lo que estaba viendo. Tendidos en el suelo habían tres cuerpos, dos de ellos ensangrentados, adivinaba que Rakan se había ocupado de ellos y del tercero salía un olor a carne quemada que daba náuseas, ese era evidente cómo había muerto. ¿Rak? pregunté, viéndolo herido, pero no había tiempo que perder, quedaban dos vampiros armados con espadas que estaban atacando a Merlín.
Dejé caer mi capa y los petates que había comprado mientras echaba mano al hacha larga que cargaba a mi espalda, entonces salté sobre uno de ellos, desatando la ira de mi asalto salvaje Merlín, protege a Rak, Will no tarda las palabras salían como si me las estuvieran arrancando, no era fácil seguirles el ritmo a los vampiros en mi forma humana, aunque tampoco imposible. Ya comenzaba a habituarme a luchar contra ellos y mi cuerpo reaccionaba prácticamente solo. A uno de los vampiros, logré herirle lo suficiente en las piernas como para enlentecer su ataque drásticamente. Debido a que el hacha estaba en desventaja contra las espadas, la tenía agarrada contra la cabeza, usándola para escudarme de los ataques y como ofensa en cuanto tenía la posibilidad de hacerles una abertura a través de un golpe directo con su pico.
Cuando estaba en lo peor del enfrentamiento, hubo un leve temblor en la estructura y parte de la ventana cedió ante la inmensidad de una cosa que nunca antes había visto. En mi cara se dibujó una sonrisa invertida y los vampiros cesaron su ataque por un momento. Mierda mascullé al ver que se metía donde estábamos y que rápidamente se acercaba a mí. Entonces levantó una mano como para golpearme, los vampiros rieron a viva voz, me aparté de un salto y la criatura dio un paso, acercándose tanto a mí como a los chupasangres.
Entonces escuché la voz de Willow a mi lado - Kirilin ataca- y la criatura, que tenía que medir unos dos metros de altura, dio otro paso, poniendo contra la pared a uno de los vampiros, su espada atravesó a la bestia pero no sangró. Dio otro paso y lo reventó contra la pared. Aparté la mirada, el otro vampiro parecía estar tan desorientado como yo, pero reaccionó muy tarde. La criatura lo tenía agarrado por el cuello y no le soltaba. Willow también parecía estar sosteniendo algo con su mano, era como si le estuviera guiando con su propio cuerpo. Sus ojos estaban concentrados y serios. Hubo un crack y el cuerpo cayó sin vida.- No me enorgullece usar a mis guardianes para este tipo de tareas. Matar es malo- refunfuñó, mientras se acercaba a Rakan con la intención de curarlo.
Madre Imbar
La de los ojos tristes
Diosa generosa, ninfa lunar
Bendíceme con destellos de tus luces
Permíteme a estos dragones curar.
La de los ojos tristes
Diosa generosa, ninfa lunar
Bendíceme con destellos de tus luces
Permíteme a estos dragones curar.
Mientras Willow hacía sus cosas, me puse a mirar a la cosa esa. Era como una cabeza más alta que yo, pero muy, muy ancha Este guardian es… bueno, se impone comenté, usando un dedo para tocar el estómago con el que había aplastado al vampiro. Aunque había sido sólido como roca anteriormente, se sentía como arcilla… pero viva. Eh… entrecerré los ojos. Los elfos y sus cosas. Mejor no preguntar… Supongo que estos estaban resguardando a la chica perdida, así que tenemos que estar en el lugar correcto. Pero… es una posada, podemos encontrarnos con cualquier cosa. Será mejor que nos separemos para encontrarla. Rakan y Willow pueden encargarse de este piso. Merlín y yo del piso de arriba. - Los que la encuentren primero pueden avisar al resto haciendo un sonido de animal, como el búho del Norte- asentí, esos bichejos tenían ese canto particular y ligeramente diferente a los de esos lares. Esperaría a escuchar la decisión de los muchachos y partiría hacia el siguiente piso de la forma más sigilosa posible.
- Habrán más de estos, tenemos que ser cuidadosos- Nos recordó Will, poniéndose listo al terminar con las heridas.
Off: Uso de habilidad lvl6:Asalto Salvaje:[gatillable]
Wood ataca con gran ferocidad a un objetivo cercano, buscando realizar cortes profundos sea con hacha o con garras.
Si está en forma humana, este ataque produce lesiones en una extremidad, reduciendo la Fuerza o Destreza del enemigo en un 50% durante dos turnos (dependiendo de si ataca a un brazo o una pierna)
De nuevo te dejo las elecciones a ti. Si te llevas a Will, tú decide qué hacer con el golem. P.S: se ve así
- golem:
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Woodpecker
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Re: Ay... ¡Brumhilda! [trabajo] [Rak-Wood]
Cuando pensé que estaba solo y nadie iba a aparecer, Merlín y Wood saltaron por la ventana para ayudarme, solté un gran suspiro de alivio. Pense que terminaría exangüe, Willow fue el siguiente en aparecer y recitar unas palabras que curaron mis heridas, ayudándome a poder moverme.
Ahora el plan era separarnos y buscar entre este piso y el piso de arriba a la chica, mire a Merlín - Merlín no hagas estupideces. - dije separándome de Wood y Merlín con Willow. Teníamos que investigar este piso, parecía estar en calma y eso no era bueno. El golem nos acompañaba, era bueno tener a uno mas en el equipo.
Investigamos habitación por habitación y lo raro era que no había resistencia, eso significaba que derrotamos a todos los guardias... o el resto estaba arriba preparándose para agarrar a Wood y a Merlín. Me preocupaba que pase eso. Mire a Willow - No hay nadie... - Solo quedaba una habitación, parecía ser el comedor, entre y mire a mi alrededor, seguía sin haber alguien.
Mire a mi alrededor y le hice una seña a Willow para que me ayude a levantar los sillones y muebles, a lo mejor una entrada secreta o algo, movimos varios muebles pero no encontramos nada, ni una puerta, ni una entrada, ni a un vampiro, era raro.
- Creo que deberíamos subir para ver como están los demás... o quedarnos a esperar aquí - Dije mirando a Willow, no sabia que debíamos hacer ahora.
Ahora el plan era separarnos y buscar entre este piso y el piso de arriba a la chica, mire a Merlín - Merlín no hagas estupideces. - dije separándome de Wood y Merlín con Willow. Teníamos que investigar este piso, parecía estar en calma y eso no era bueno. El golem nos acompañaba, era bueno tener a uno mas en el equipo.
Investigamos habitación por habitación y lo raro era que no había resistencia, eso significaba que derrotamos a todos los guardias... o el resto estaba arriba preparándose para agarrar a Wood y a Merlín. Me preocupaba que pase eso. Mire a Willow - No hay nadie... - Solo quedaba una habitación, parecía ser el comedor, entre y mire a mi alrededor, seguía sin haber alguien.
Mire a mi alrededor y le hice una seña a Willow para que me ayude a levantar los sillones y muebles, a lo mejor una entrada secreta o algo, movimos varios muebles pero no encontramos nada, ni una puerta, ni una entrada, ni a un vampiro, era raro.
- Creo que deberíamos subir para ver como están los demás... o quedarnos a esperar aquí - Dije mirando a Willow, no sabia que debíamos hacer ahora.
- Spoiler:
- Te dejo a Merlín... y para este post no se me ocurrió nada.
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Re: Ay... ¡Brumhilda! [trabajo] [Rak-Wood]
Yo lo sabía pero no quería aceptarlo, los dioses me odiaban. No fue difícil llegar al segundo piso, Merlín me acompañaba de cerca. Usemos alguna excusa para que las personas no se alarmen. No se… digamos que nuestro hijo se ha perdido o algo así recomendé. Sabía que yo no era el santo de la devoción del joven, pero habiéndolos visto juntos a él y a Rak, me daba miedo dejarlos solos en medio de una misión importante. Toqué la primera puerta y abrí sin esperar confirmación. Me encontré con una escena cuanto menos… eh… Lo siento, puerta equivocada me apresuré a decir, golpeando la abertura tras de mí.
Estaba un poco nerviosa cuando me enfrenté con la siguiente entrada, repetí la misma moción: golpe y abrir. Un gato voló a mi cabeza - ¡Fuera Fuera!- gritó la voz chillona de un hombre -¡Y devuélveme el gato! ¡Ladrona!- agarré al animal de la piel del pescuezo y pensé en tirárselo por la cabeza, pero aproveché la situación para acunarlo entre mis brazos como si me importase, vamos, esos animales del demonio por mí podían estar extintos, pero ese estaba asustado y me daba una excusa para echarle un ojo -Nadie te ha dado permiso para entrar ¡fuera!- gritó, pegándome con un bastón por la cintura. Le tiré el felino por la cabeza De nada solté y me fui volviendo a golpear la puerta.
Me encontré con el dragón en el pasillo, parecía que él tampoco había dado con nada aún. Fui a la siguiente entrada, respiré profundamente. Esperaba que no me tiraran agua, aunque sería peor si aparecía algún brujo, odiaba a esos maestros del éter. Golpee y abrí, pero todas mis preparaciones fueron en vano, pues no había nadie. Me adentré, habían signos de que hubo algo turbio allí. Habían cuerdas cortadas alrededor de una silla solitaria, me agaché y olfatee todo lo que pude. Tenía tufo a vampiro, una esencia muy particular. La cuerda había sido cortada por un objeto de filo irregular, la fibra estaba destrozada. Me apresuré a salir de la habitación, pensaba buscar a Merlín, pero una figura encapuchada salió de otra de las habitaciones a las que aún no llegaba y ¿coincidencia? Tenía ese mismo olor. Me le puse enfrente en el estrecho pasillo, pero me evadió con rapidez, por lo que no tuve más remedio que agarrarle de un brazo al tiempo que le decía Detente, tenemos que hablar
Oh… podría haber dicho algo mejor que eso. Nadie nunca quería escuchar esas tres palabras. Esta persona, pareció no estar muy conforme con que le hubiese detenido, puesto que se detuvo en seco, pareció pensar algo por unos momentos y se volvió con tanta violencia y velocidad que por puro instinto me aparté a tiempo para evitar que me rajara la garganta con un trozo de cristal rudimentario ¡Tu! espeté apuntándole con un dedo, mientras esquivaba otro ataque. Detente le ordené, pero hizo caso omiso de mis palabras. A Fenrir gracias que iba con mi armadura, puesto que antes de que me diera cuenta, se rodeó de sombras y comenzó a atacarme sin que pudiera seguirle el rastro.
Krause me ha contratado. ¿Brumhilda? me aventuré a decir, no quería enfrentarme a ella, pero por como se estaban dando las cosas, era eso o arriesgarme a perder la vida tontamente. Vaya hijita indefensa de dieciséis años que tenía el buen mercader ¡patrañas! Eso hacía años que se había congelado en los dieciséis, pero de ahí en más… habían varios años de distancia. Estúpidos padres con estúpidos ojos sesgados y rosamente tiernos que no son capaces de darte buenos detalles. -¡Mientes! – oh… seguí la voz y pude agarrarla de nuevo, pero esta vez no pensaba soltarla. ¿No crees que tu papi te quiera de vuelta? pregunté, jalándola hacia mi. El tirón hizo que la capucha cayera y sus facciones se descubrieran. Sonreí, pero era demasiado temprano para cantar victoria.
-¡Estúpida! has llamado la atención- me increpó y yo me quedé en blanco. La que estaba haciendo un escándalo y atacando inocentes era ella. Apreté los dientes al percibir con mi olfato que estábamos siendo rodeados. Malditos vampiros… “Mocosa…”tonta, silencio mascullé, luchando para retenerla conmigo por el momento.
Estaba un poco nerviosa cuando me enfrenté con la siguiente entrada, repetí la misma moción: golpe y abrir. Un gato voló a mi cabeza - ¡Fuera Fuera!- gritó la voz chillona de un hombre -¡Y devuélveme el gato! ¡Ladrona!- agarré al animal de la piel del pescuezo y pensé en tirárselo por la cabeza, pero aproveché la situación para acunarlo entre mis brazos como si me importase, vamos, esos animales del demonio por mí podían estar extintos, pero ese estaba asustado y me daba una excusa para echarle un ojo -Nadie te ha dado permiso para entrar ¡fuera!- gritó, pegándome con un bastón por la cintura. Le tiré el felino por la cabeza De nada solté y me fui volviendo a golpear la puerta.
Me encontré con el dragón en el pasillo, parecía que él tampoco había dado con nada aún. Fui a la siguiente entrada, respiré profundamente. Esperaba que no me tiraran agua, aunque sería peor si aparecía algún brujo, odiaba a esos maestros del éter. Golpee y abrí, pero todas mis preparaciones fueron en vano, pues no había nadie. Me adentré, habían signos de que hubo algo turbio allí. Habían cuerdas cortadas alrededor de una silla solitaria, me agaché y olfatee todo lo que pude. Tenía tufo a vampiro, una esencia muy particular. La cuerda había sido cortada por un objeto de filo irregular, la fibra estaba destrozada. Me apresuré a salir de la habitación, pensaba buscar a Merlín, pero una figura encapuchada salió de otra de las habitaciones a las que aún no llegaba y ¿coincidencia? Tenía ese mismo olor. Me le puse enfrente en el estrecho pasillo, pero me evadió con rapidez, por lo que no tuve más remedio que agarrarle de un brazo al tiempo que le decía Detente, tenemos que hablar
Oh… podría haber dicho algo mejor que eso. Nadie nunca quería escuchar esas tres palabras. Esta persona, pareció no estar muy conforme con que le hubiese detenido, puesto que se detuvo en seco, pareció pensar algo por unos momentos y se volvió con tanta violencia y velocidad que por puro instinto me aparté a tiempo para evitar que me rajara la garganta con un trozo de cristal rudimentario ¡Tu! espeté apuntándole con un dedo, mientras esquivaba otro ataque. Detente le ordené, pero hizo caso omiso de mis palabras. A Fenrir gracias que iba con mi armadura, puesto que antes de que me diera cuenta, se rodeó de sombras y comenzó a atacarme sin que pudiera seguirle el rastro.
Krause me ha contratado. ¿Brumhilda? me aventuré a decir, no quería enfrentarme a ella, pero por como se estaban dando las cosas, era eso o arriesgarme a perder la vida tontamente. Vaya hijita indefensa de dieciséis años que tenía el buen mercader ¡patrañas! Eso hacía años que se había congelado en los dieciséis, pero de ahí en más… habían varios años de distancia. Estúpidos padres con estúpidos ojos sesgados y rosamente tiernos que no son capaces de darte buenos detalles. -¡Mientes! – oh… seguí la voz y pude agarrarla de nuevo, pero esta vez no pensaba soltarla. ¿No crees que tu papi te quiera de vuelta? pregunté, jalándola hacia mi. El tirón hizo que la capucha cayera y sus facciones se descubrieran. Sonreí, pero era demasiado temprano para cantar victoria.
-¡Estúpida! has llamado la atención- me increpó y yo me quedé en blanco. La que estaba haciendo un escándalo y atacando inocentes era ella. Apreté los dientes al percibir con mi olfato que estábamos siendo rodeados. Malditos vampiros… “Mocosa…”tonta, silencio mascullé, luchando para retenerla conmigo por el momento.
Off: Subrayado complicación: La hija del mercader no es ni tan joven ni tan indefensa, atacándote en cuanto ve una oportunidad, pensando que eres un asesino.
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Re: Ay... ¡Brumhilda! [trabajo] [Rak-Wood]
Estábamos en el piso de abajo y no escuchábamos nada de lo que estaba sucediendo en el piso de arriba, solo sabíamos que Merlín y Wood estaban arriba, me preocupaban, sobre todo Wood, no podía dejar que le pasara algo, mire a Will, estaba por hablar y decirle que subamos cuando ambos nos quedamos quietos, escuchábamos como golpeaban el suelo.
- Wood. - Sabia que algo estaba pasando, no eran pisadas normales, eran con fuerza y continuas, algo estaba pasando arriba, empece a correr en dirección a las escaleras y subí por ellas dando lugar a unos pasillos, me tire contra la pared agarrando a Will conmigo cuando escuche varios pasos de personas corriendo, sin duda vampiros que cuidaban el lugar.
Rápidamente, los pasos dejaron de escucharse y solo las voces de los vampiros podían oírse - Búsquenla... - dijo uno de los vampiros, señalando a sus hombres para que se dispersen, en situaciones como estas, siempre peleaba de frente, pero esta vez tenia que ser mas sigiloso, o podría poner en peligro a Wood. "Mantente sigiloso, no alertes a nadie" pensaba mientras empezaba a dirigirme a una de las habitaciones, uno de los vampiros estaba pasando, me acerque rápidamente a el y atravesé con mi espada su espalda, lo agarre rápido de la boca y lo lleve a la habitación, cerrando la puerta con llave.
Por suerte no había nadie en el dormitorio, me acerque al armario y lo abrí, para mi sorpresa, un idiota estaba dentro de ella. - Merlín, no estamos jugando a las escondidas, haz algo. - dije mirándolo y dándole la mano para que salga del armario, le hice señas para que me ayude a meter el cuerpo y cerramos el armario.
- ¿Donde esta Wood? - le pregunte mirándolo
- Esta en un par de habitaciones mas lejos, tiene a la niña pude verla. - dijo hablando agitado, parecía venir de un apuro. Nos empezamos a mover en dirección a la habitación de Wood, esquivando a los guardias, estaba siendo muy fácil, estos guardias eran nuevos en esto. Guardias baratos.
Entramos a la habitación y cerramos sin hacer mucho ruido, miramos el armario y mire a Merlín. Me dirigí y lo abrí, estaba Wood y la niña. - ¡Wood! - dije sonriendo y soltando una leve risa, a lo que Merlín me callo - Shhh, nos van a encontrar si gritas. - dijo levantando el dedo y mirando la puerta.
----- [ Merlín ] -------
Empezamos a investigar las habitaciones con Wood, encontrándonos parejas, parejas... y mas parejas. Empezaba a creer que esto no era una posada cualquiera. Me separe de Wood por que creía que íbamos a encontrarla mas rápido si nos separábamos y buscábamos en mas lugares, pero al parecer ella se adelanto, a lo lejos después de investigar unas habitaciones mas pude verla peleando con Brumhilda, estaba claro que era ella.
Empece a correr en su dirección pero rápidamente me detuve cuando escuche a los guardias empezar a subir, me metí en la primera habitación mas cercana, la cerré y me metí en el armario, pero dos guardias habían entrado, empece a juntar mi electricidad
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Sali del armario y cargue contra los dos sujetos, calcinandolos sin que puedan reaccionar, volví a meterme en el armario esperando mas guardias, pero esta vez cuando escuche entrar a otra persona me quede en el armario, para mi suerte, era Rakan, aunque el "guardián" había llegado un poco tarde, rematando con una frase " No estamos jugando a las escondidas ". Era de esperarse que dijera algo.
Salimos de las habitaciones y nos dirigimos a la habitación en la que se encontraba Wood, Rakan caminaba pensando que era todo un maestro del sigilo, lo que no veía es que yo estaba ayudándolo a caminar, se nos estaba acercando un guardia por mi derecha, a lo lejos logre avistar un jarrón, concentre mi energía en el jarrón, pronuncie las palabras [Idioma Draco] Al tol - y mis ojos se iluminaron, explotando el jarrón y llamando la atención del guardia.
Nos acercamos a la habitación y entramos. Todavía quedaban muchos guardias pero ahora que estábamos todos juntos, creo que seria mas fácil movernos y pelear. - Debemos salir de aquí cuanto antes. -
- Wood. - Sabia que algo estaba pasando, no eran pisadas normales, eran con fuerza y continuas, algo estaba pasando arriba, empece a correr en dirección a las escaleras y subí por ellas dando lugar a unos pasillos, me tire contra la pared agarrando a Will conmigo cuando escuche varios pasos de personas corriendo, sin duda vampiros que cuidaban el lugar.
Rápidamente, los pasos dejaron de escucharse y solo las voces de los vampiros podían oírse - Búsquenla... - dijo uno de los vampiros, señalando a sus hombres para que se dispersen, en situaciones como estas, siempre peleaba de frente, pero esta vez tenia que ser mas sigiloso, o podría poner en peligro a Wood. "Mantente sigiloso, no alertes a nadie" pensaba mientras empezaba a dirigirme a una de las habitaciones, uno de los vampiros estaba pasando, me acerque rápidamente a el y atravesé con mi espada su espalda, lo agarre rápido de la boca y lo lleve a la habitación, cerrando la puerta con llave.
Por suerte no había nadie en el dormitorio, me acerque al armario y lo abrí, para mi sorpresa, un idiota estaba dentro de ella. - Merlín, no estamos jugando a las escondidas, haz algo. - dije mirándolo y dándole la mano para que salga del armario, le hice señas para que me ayude a meter el cuerpo y cerramos el armario.
- ¿Donde esta Wood? - le pregunte mirándolo
- Esta en un par de habitaciones mas lejos, tiene a la niña pude verla. - dijo hablando agitado, parecía venir de un apuro. Nos empezamos a mover en dirección a la habitación de Wood, esquivando a los guardias, estaba siendo muy fácil, estos guardias eran nuevos en esto. Guardias baratos.
Entramos a la habitación y cerramos sin hacer mucho ruido, miramos el armario y mire a Merlín. Me dirigí y lo abrí, estaba Wood y la niña. - ¡Wood! - dije sonriendo y soltando una leve risa, a lo que Merlín me callo - Shhh, nos van a encontrar si gritas. - dijo levantando el dedo y mirando la puerta.
----- [ Merlín ] -------
Empezamos a investigar las habitaciones con Wood, encontrándonos parejas, parejas... y mas parejas. Empezaba a creer que esto no era una posada cualquiera. Me separe de Wood por que creía que íbamos a encontrarla mas rápido si nos separábamos y buscábamos en mas lugares, pero al parecer ella se adelanto, a lo lejos después de investigar unas habitaciones mas pude verla peleando con Brumhilda, estaba claro que era ella.
Empece a correr en su dirección pero rápidamente me detuve cuando escuche a los guardias empezar a subir, me metí en la primera habitación mas cercana, la cerré y me metí en el armario, pero dos guardias habían entrado, empece a juntar mi electricidad
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Sali del armario y cargue contra los dos sujetos, calcinandolos sin que puedan reaccionar, volví a meterme en el armario esperando mas guardias, pero esta vez cuando escuche entrar a otra persona me quede en el armario, para mi suerte, era Rakan, aunque el "guardián" había llegado un poco tarde, rematando con una frase " No estamos jugando a las escondidas ". Era de esperarse que dijera algo.
Salimos de las habitaciones y nos dirigimos a la habitación en la que se encontraba Wood, Rakan caminaba pensando que era todo un maestro del sigilo, lo que no veía es que yo estaba ayudándolo a caminar, se nos estaba acercando un guardia por mi derecha, a lo lejos logre avistar un jarrón, concentre mi energía en el jarrón, pronuncie las palabras [Idioma Draco] Al tol - y mis ojos se iluminaron, explotando el jarrón y llamando la atención del guardia.
Nos acercamos a la habitación y entramos. Todavía quedaban muchos guardias pero ahora que estábamos todos juntos, creo que seria mas fácil movernos y pelear. - Debemos salir de aquí cuanto antes. -
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Re: Ay... ¡Brumhilda! [trabajo] [Rak-Wood]
* * *Relato de Will* * *
Era grato saber que la mujer que tanto había ansiado conocer, fuese mejor de lo que me la imaginaba. Gran parte de mi vida había luchado contra los prejuicios de aquellos que pretendían que me viera como cualquier otro elfo genérico ¡pues no!, mi físico no era mi fuente de orgullo, pero me cargaba de sobremanera que la mayoría de las personas a las que conocía, se guiaran meramente por el sentido que tenían más desarrollado: la vista. Estúpidos humanos, estúpidos elfos, estúpidos todos. Mi crisis existencial no podía caer más bajo, sería como intentar llegar al núcleo de Aerandir solo para darse cuenta que de tanto indagar, terminas en otro universo alterno. Mi bestia, Kirilin se detuvo, esperando otra orden. Le había creado vacío para que en su efímera existencia no pesara la muerte de esos vampiros. Estaba con Rakan buscando en la parte inferior de la posada, la misma en la que había rechazado el contrato de crearle una joya maldita a Feith Greenwood, varias semanas atrás.
Njord finalmente había dado su primer paso; todos dicen que los vampiros y los licántropos son las razas que más se odian mutuamente… y puede que tengan razón. Pero los que en realidad más se oponen, a mi forma de verlo, somos nosotros y los vampiros. A los brujos que les den, son unos mentecatos que apenas viven un momento efímero de nuestras vidas, un suspiro fatuo. Esos jovencitos no llegan a aprender a dominar realmente su elemento cuando su tiempo expira, voluble, sin alcanzar su máximo potencial. Los vampiros en cambio… ellos son nuestros verdaderos némesis. Que yo tenga una reputación dudosa, no significa que por ello pensara tan sólo un momento en matar a una inocente, por más prontuario que tuviese. Ahora que conocía a la Woodpecker, me alegraba por haber rechazado el trabajo. Aún la observaba, parecía preocuparse por el par de dragones y por la reputación de su esposa, pero a mí no me engañaba. Sabía que había más y tenía infinita curiosidad por la fémina que actuaba de la forma en la que yo me sentía. Era un intercambio interesante y atrayente, me veía impelido a observarla, a seguirla, tal vez ver su vida podría enseñarme algo más de la mía propia.
Terminamos de revisar el piso inferior, no había nada fuera de lo ordinario. Puse a Kirilín en modo seguimiento y subimos escaleras arriba. Compartía la preocupación de Rakan y tenía mis propias ideas con respecto a todo ese despliegue. Temía que toda la situación fuese un circo para atrapar a la licántropo. Nos escondimos, unos cuantos guardias avanzaron sin percatarse de nuestra presencia. No podía ser tan fácil. Hice que el golem llamara la atención de los vampiros, me estaba cansando de mantenerlo con vida y la noche prometía ser larga. Su muerte sería un sacrificio digno. Kirilin estaba masacrando vampiros del otro lado del pasillo cuando los dragones salieron de una habitación y se metieron a otra. Les seguí después de sentir que la presencia de mi familiar desaparecía. Me sorprendí de ver a las mujeres escondidas dentro de un armario. Hubiese esperado una respuesta más explosiva de la mujer lobo. Tenía otras referencias de ella, sin duda estaban desactualizadas o eran en parte, mentiras.
La condesa liberó a la chica a la que habíamos venido a rescatar -parecía que no se entendían para nada bien, había tensión entre ambas- y me miró con una expresión mortecina. Estaba claro para mí que intentaba mantenerse bajo control y pese a la situación, me daban muchas ganas de tentar la suerte y probar cuán férrea era su determinación por subyugar sus instintos más primitivos. Pero tras esa mirada cansada había cierto fuego oscuro, ese era uno de los momentos en los que quisiera vender una parte de mi alma por conocer sus pensamientos exactos. - Es bueno saber que se mantuvo fiel a su palabra de mantenerse con vida condesita- sonreí y miré a la hija de las sombras - Brumhilda Krause, somos quienes tendremos el honor de escoltarla a vuestro hogar en compañía de su bien querido progenitor. Tenga a bien, dejar de intentar atacar a la Condesa, porque aunque no lo parezca, su autocontrol pende de un hilo y no quiero ser presuntuoso, pero apuesto a que… desde allí en el armario, podría matarla con facilidad. No se aproveche usted de su buena voluntad-
Estúpidas palabras. Estúpida situación. No sabía por qué mi boca había defendido a la mujer, pero algo en ella la hacía vulnerable a mis ojos. Me despertaba cierta caballerosidad latente que reservaba para momentos especiales “Estúpido elfo” fue todo su agradecimiento, de alguna forma, me sacó las palabras de la mente y en el mismo acto encontró la forma de golpearme el hombro mientras iba a toquetear al dragón de los ojos brillosos. Atiné a sobarme, pero mi orgullo hizo que bajase el brazo en la mitad de la acción. El trato a Rakan era preferencial, me hacía preguntarme el motivo de tanta amabilidad “¡Raks estás bien! ¿Merlín? ¿Todo en orden?” cuando se dirigía a la lagartija miniatura se la veía insegura, como si él tuviese alguna especie de poder sobre ella. Estúpidos todos, perdiendo el tiempo en nimiedades - Es conmovedora la reunión, pero ¿qué haremos?Lag... Dragones ¿creen que pueden transformarse antes de caer al suelo si se tiran por la ventana?
La mirada que me dirigió la condesita no fue exactamente aprobatoria. -¿Qué? Estoy seguro que podría lanzarse desde el segundo piso y salir sin ningún raspón ¿me equivoco acaso? Acepto que no es precisamente el proceder de las damas pero la situación no se presta para demasiadas posibilidades distintas- Miré la habitación, la niña Krause estaba muy silenciosa, demasiado. “Pero me lleva Anar” pensó mi lado menos bueno, la hija de la noche se había escondido de nuestra vista, bajo mis propias narices. Me gané la ventana por si intentaba huir por allí. -¿Ideas?-
Njord finalmente había dado su primer paso; todos dicen que los vampiros y los licántropos son las razas que más se odian mutuamente… y puede que tengan razón. Pero los que en realidad más se oponen, a mi forma de verlo, somos nosotros y los vampiros. A los brujos que les den, son unos mentecatos que apenas viven un momento efímero de nuestras vidas, un suspiro fatuo. Esos jovencitos no llegan a aprender a dominar realmente su elemento cuando su tiempo expira, voluble, sin alcanzar su máximo potencial. Los vampiros en cambio… ellos son nuestros verdaderos némesis. Que yo tenga una reputación dudosa, no significa que por ello pensara tan sólo un momento en matar a una inocente, por más prontuario que tuviese. Ahora que conocía a la Woodpecker, me alegraba por haber rechazado el trabajo. Aún la observaba, parecía preocuparse por el par de dragones y por la reputación de su esposa, pero a mí no me engañaba. Sabía que había más y tenía infinita curiosidad por la fémina que actuaba de la forma en la que yo me sentía. Era un intercambio interesante y atrayente, me veía impelido a observarla, a seguirla, tal vez ver su vida podría enseñarme algo más de la mía propia.
Terminamos de revisar el piso inferior, no había nada fuera de lo ordinario. Puse a Kirilín en modo seguimiento y subimos escaleras arriba. Compartía la preocupación de Rakan y tenía mis propias ideas con respecto a todo ese despliegue. Temía que toda la situación fuese un circo para atrapar a la licántropo. Nos escondimos, unos cuantos guardias avanzaron sin percatarse de nuestra presencia. No podía ser tan fácil. Hice que el golem llamara la atención de los vampiros, me estaba cansando de mantenerlo con vida y la noche prometía ser larga. Su muerte sería un sacrificio digno. Kirilin estaba masacrando vampiros del otro lado del pasillo cuando los dragones salieron de una habitación y se metieron a otra. Les seguí después de sentir que la presencia de mi familiar desaparecía. Me sorprendí de ver a las mujeres escondidas dentro de un armario. Hubiese esperado una respuesta más explosiva de la mujer lobo. Tenía otras referencias de ella, sin duda estaban desactualizadas o eran en parte, mentiras.
La condesa liberó a la chica a la que habíamos venido a rescatar -parecía que no se entendían para nada bien, había tensión entre ambas- y me miró con una expresión mortecina. Estaba claro para mí que intentaba mantenerse bajo control y pese a la situación, me daban muchas ganas de tentar la suerte y probar cuán férrea era su determinación por subyugar sus instintos más primitivos. Pero tras esa mirada cansada había cierto fuego oscuro, ese era uno de los momentos en los que quisiera vender una parte de mi alma por conocer sus pensamientos exactos. - Es bueno saber que se mantuvo fiel a su palabra de mantenerse con vida condesita- sonreí y miré a la hija de las sombras - Brumhilda Krause, somos quienes tendremos el honor de escoltarla a vuestro hogar en compañía de su bien querido progenitor. Tenga a bien, dejar de intentar atacar a la Condesa, porque aunque no lo parezca, su autocontrol pende de un hilo y no quiero ser presuntuoso, pero apuesto a que… desde allí en el armario, podría matarla con facilidad. No se aproveche usted de su buena voluntad-
Estúpidas palabras. Estúpida situación. No sabía por qué mi boca había defendido a la mujer, pero algo en ella la hacía vulnerable a mis ojos. Me despertaba cierta caballerosidad latente que reservaba para momentos especiales “Estúpido elfo” fue todo su agradecimiento, de alguna forma, me sacó las palabras de la mente y en el mismo acto encontró la forma de golpearme el hombro mientras iba a toquetear al dragón de los ojos brillosos. Atiné a sobarme, pero mi orgullo hizo que bajase el brazo en la mitad de la acción. El trato a Rakan era preferencial, me hacía preguntarme el motivo de tanta amabilidad “¡Raks estás bien! ¿Merlín? ¿Todo en orden?” cuando se dirigía a la lagartija miniatura se la veía insegura, como si él tuviese alguna especie de poder sobre ella. Estúpidos todos, perdiendo el tiempo en nimiedades - Es conmovedora la reunión, pero ¿qué haremos?
La mirada que me dirigió la condesita no fue exactamente aprobatoria. -¿Qué? Estoy seguro que podría lanzarse desde el segundo piso y salir sin ningún raspón ¿me equivoco acaso? Acepto que no es precisamente el proceder de las damas pero la situación no se presta para demasiadas posibilidades distintas- Miré la habitación, la niña Krause estaba muy silenciosa, demasiado. “Pero me lleva Anar” pensó mi lado menos bueno, la hija de la noche se había escondido de nuestra vista, bajo mis propias narices. Me gané la ventana por si intentaba huir por allí. -¿Ideas?-
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Re: Ay... ¡Brumhilda! [trabajo] [Rak-Wood]
Cuando el elfo empezó a actuar raramente nos miramos con Merlín, no sabíamos que estaba pasando con el elfo, pero rápidamente deje de preocuparme cuando Wood pregunto por mi, sonreí rápidamente y la abrace. - Nosotros estamos perfectamente... al menos dos de nosotros. - dije al escuchar la respuesta del elfo.
- No es tan simple como piensas Will... entiendo que no lo sepas por que no eres un dragón. - dije mirándolo y poniendo mi brazo sobre su hombro, nadie sabia como era la transformación de un dragón, si dolía, cuanto duraba, cuanta energía consumía. Por eso con una sonrisa le respondí - Nuestra transformación tarda en cambiar, los mas grandes se transforman mas rápido que los mas chicos. -
Merlín se acerco al elfo - Que raro que un elfo tan inteligente no sepa algo tan básico como eso. - Me acerque a el y lo tome por el ante brazo, tirándolo para atrás. Sabia que Merlín no tenia el mismo temperamento ni la misma paciencia que yo, pero eso era algo que iba a tener que enseñarle.
Estaba pensando en posibles salidas y el tiempo corría, si no nos movíamos los guardias iban a entrar en la habitación tarde o temprano. No había muchas opciones, no podíamos lanzarnos por la ventana como la idea del elfo, solo veía una opción y era salir por la puerta y caminar por donde vinimos, pero eso seria peligroso para Brumhilda.
- Merlín y yo los distraeremos mientras ustedes salen, y los alcanzaremos mas adelante. - Dije tomando mi espada y mirando a Merlín. - ¿Nosotros? - dijo mirándome y casi riéndose. Puse mis ojos en blanco y camine hacia la puerta - Si Merlín, nosotros. - Pero todavía no iba a salir sin saber que opinaban los demás, sabiendo que quizás tenían un plan diferente o algo.
En ese momento volví a pensar la idea del elfo, saltar por la ventana y transformarse seria sencillo y rápido, pero eso solo era una habilidad la cual solo un dragón humanoide podía hacerla, para nuestra mala suerte, ninguno lo era, por lo que seguir pensando en esa idea era inútil. También pensar que Merlín peleaba era inútil, ni siquiera tenia una espada a mano. Solo podías confiar en sus rayos lo cual no daba demasiada confianza.
Pero antes de salir, me percate cuando mire en dirección a Wood, que faltaba la vampiresa que tanto nos costo salvar... bueno, les costo. Mire a todas direcciones y solté un suspiro, ahora teníamos otra carga y no podíamos irnos sin encontrarla, estaba claro que si era una vampiresa solo había una forma en la que podía esconderse, sombras.
Pero antes de seguir con la chica, recordé a Merlín y aquella luz que pensé o imagine haber visto. Me aleje del resto mientras Merlín me seguía, mirándome. - ¿Que sucede? - dijo señalando la puerta.
- Kremm, ¿te lo dijo? - dije entre-cerrando los ojos.
- ¿Que cosa? - esta vez pregunto mirándome fijamente.
- Sobre mis hermanos... lo que sucedió. - dije con una voz suave y calmada.
- Si... ya me contó, lo siento mucho... -
- ¿Seguro no hiciste nada con los ojos hace un rato?... Merlín, sabes cuanto extraño a mis hermanos, y daría lo imposible por volver a tenerlos a mi lado... necesito saberlo. - dije tristemente, dolido.
- Yo... Rakan yo. - trato de explicar antes de ser interrumpido por gritos y una puerta que fue derrumbada, nos habían encontrado y no teníamos tiempo a reaccionar, eran muchos. Lo único que pude pensar era en el peligro, y seguramente a Merlín disculpándose de nuevo y diciendo "no, no se nada". Era obvio, no iba a saberlo.
Mire a los vampiros que habían ingresado esta vez a la sala, saque mi espada y la tire sobre los pies del vampiro, siendo el primero en desarmarse. - La niña... ahora. - dijo mirándonos a los 4. Ahora era imposible saber donde estaba, y estábamos en un problema.
- No... no la tenemos. - el vampiro, furioso, soltó en un grito - ¡¿Como que no la tienen?! - hizo una seña, indicándole a sus vampiros que me agarraran, llevándome afuera de la sala. Lo único que vi fue a Merlín corriendo en mi dirección. - ¡Rakan! - grito antes de que vea como lo golpeaban en el rostro, tirándolo al suelo. Me llevaron por toda la taberna hasta una sala que estaba por debajo de la tierra, podía ver el polvo caer y como me arrojaban a una clase de jaula. Sin embargo, estaba solo o al menos eso pensaba, ahora tenia que buscar la forma de salir sin mi espada, tenia que pensar... en este momento, no podía dejar de pensar en Wood y en Merlín, si algo les había pasado, esos vampiros iban a conocer a mi dragón. - ¡Wood!, ¡Merlín! - Dije agarrando los barrotes de la jaula, sin poder hacer mucho mas, me tire al suelo y agarre mi cabeza. Que los ancestrales me ayuden ahora.
---- [ Merlín ] ----
De los nervios no se me había ocurrido usar mi magia, solamente correr y tratar de ir con Rakan, pero fue en vano, fui noqueado y llevado a una especie de jaula lejos de los demás, solamente eso es lo que recuerdo, mientras fui noqueado al parecer no tenia fuerza para cargar mis rayos, cuando junte mis dedos solo un par de chispas salieron.
Era en vano intentar salir ahora de acá, no tenia fuerza ni nada en mi poder para salir. Si ahora había una manera y seguían vivos, eran Wood y Will. Y no solo teníamos que salvarnos a nosotros mismos, si no que la vampiresa también corría peligro, escuche a lo lejos un ruido, como si de un grito se trataba, por la voz creo que era Rakan, estaba vivo y en otro lugar, creo que era de imaginárselo. Pero gritar no iba a sacarnos de este lugar, solo iba a meternos en otro peor.
Era triste saber que no podía contarle a Rakan la verdad, de quien soy, de que paso y toda la historia detrás de lo que el se encontró en Dundarak aquel día. A pesar de que casi le cuento, ahora que lo pensaba bien, era mejor mantenerlo en secreto, sabiendo que un día iba a poder hacerlo, sabiendo que el un día iba a aceptar la verdad.
Limpie la lagrima que caía de mi ojo y me senté, no podía hacer nada ahora mismo, era inútil seguir intentando.- [Idioma Draco] Kun, hiif zey. - pronuncie, sacando chispas y mirándolas, mientras mis ojos se iluminaban cada vez que lo hacia... si tan solo pudiera hacer eso frente a el.
----
Subrayo = Eres capturado por los rufianes, debiendo no sólo rescatar a la joven, sino también salvarte a ti mismo.
- No es tan simple como piensas Will... entiendo que no lo sepas por que no eres un dragón. - dije mirándolo y poniendo mi brazo sobre su hombro, nadie sabia como era la transformación de un dragón, si dolía, cuanto duraba, cuanta energía consumía. Por eso con una sonrisa le respondí - Nuestra transformación tarda en cambiar, los mas grandes se transforman mas rápido que los mas chicos. -
Merlín se acerco al elfo - Que raro que un elfo tan inteligente no sepa algo tan básico como eso. - Me acerque a el y lo tome por el ante brazo, tirándolo para atrás. Sabia que Merlín no tenia el mismo temperamento ni la misma paciencia que yo, pero eso era algo que iba a tener que enseñarle.
Estaba pensando en posibles salidas y el tiempo corría, si no nos movíamos los guardias iban a entrar en la habitación tarde o temprano. No había muchas opciones, no podíamos lanzarnos por la ventana como la idea del elfo, solo veía una opción y era salir por la puerta y caminar por donde vinimos, pero eso seria peligroso para Brumhilda.
- Merlín y yo los distraeremos mientras ustedes salen, y los alcanzaremos mas adelante. - Dije tomando mi espada y mirando a Merlín. - ¿Nosotros? - dijo mirándome y casi riéndose. Puse mis ojos en blanco y camine hacia la puerta - Si Merlín, nosotros. - Pero todavía no iba a salir sin saber que opinaban los demás, sabiendo que quizás tenían un plan diferente o algo.
En ese momento volví a pensar la idea del elfo, saltar por la ventana y transformarse seria sencillo y rápido, pero eso solo era una habilidad la cual solo un dragón humanoide podía hacerla, para nuestra mala suerte, ninguno lo era, por lo que seguir pensando en esa idea era inútil. También pensar que Merlín peleaba era inútil, ni siquiera tenia una espada a mano. Solo podías confiar en sus rayos lo cual no daba demasiada confianza.
Pero antes de salir, me percate cuando mire en dirección a Wood, que faltaba la vampiresa que tanto nos costo salvar... bueno, les costo. Mire a todas direcciones y solté un suspiro, ahora teníamos otra carga y no podíamos irnos sin encontrarla, estaba claro que si era una vampiresa solo había una forma en la que podía esconderse, sombras.
Pero antes de seguir con la chica, recordé a Merlín y aquella luz que pensé o imagine haber visto. Me aleje del resto mientras Merlín me seguía, mirándome. - ¿Que sucede? - dijo señalando la puerta.
- Kremm, ¿te lo dijo? - dije entre-cerrando los ojos.
- ¿Que cosa? - esta vez pregunto mirándome fijamente.
- Sobre mis hermanos... lo que sucedió. - dije con una voz suave y calmada.
- Si... ya me contó, lo siento mucho... -
- ¿Seguro no hiciste nada con los ojos hace un rato?... Merlín, sabes cuanto extraño a mis hermanos, y daría lo imposible por volver a tenerlos a mi lado... necesito saberlo. - dije tristemente, dolido.
- Yo... Rakan yo. - trato de explicar antes de ser interrumpido por gritos y una puerta que fue derrumbada, nos habían encontrado y no teníamos tiempo a reaccionar, eran muchos. Lo único que pude pensar era en el peligro, y seguramente a Merlín disculpándose de nuevo y diciendo "no, no se nada". Era obvio, no iba a saberlo.
Mire a los vampiros que habían ingresado esta vez a la sala, saque mi espada y la tire sobre los pies del vampiro, siendo el primero en desarmarse. - La niña... ahora. - dijo mirándonos a los 4. Ahora era imposible saber donde estaba, y estábamos en un problema.
- No... no la tenemos. - el vampiro, furioso, soltó en un grito - ¡¿Como que no la tienen?! - hizo una seña, indicándole a sus vampiros que me agarraran, llevándome afuera de la sala. Lo único que vi fue a Merlín corriendo en mi dirección. - ¡Rakan! - grito antes de que vea como lo golpeaban en el rostro, tirándolo al suelo. Me llevaron por toda la taberna hasta una sala que estaba por debajo de la tierra, podía ver el polvo caer y como me arrojaban a una clase de jaula. Sin embargo, estaba solo o al menos eso pensaba, ahora tenia que buscar la forma de salir sin mi espada, tenia que pensar... en este momento, no podía dejar de pensar en Wood y en Merlín, si algo les había pasado, esos vampiros iban a conocer a mi dragón. - ¡Wood!, ¡Merlín! - Dije agarrando los barrotes de la jaula, sin poder hacer mucho mas, me tire al suelo y agarre mi cabeza. Que los ancestrales me ayuden ahora.
---- [ Merlín ] ----
De los nervios no se me había ocurrido usar mi magia, solamente correr y tratar de ir con Rakan, pero fue en vano, fui noqueado y llevado a una especie de jaula lejos de los demás, solamente eso es lo que recuerdo, mientras fui noqueado al parecer no tenia fuerza para cargar mis rayos, cuando junte mis dedos solo un par de chispas salieron.
Era en vano intentar salir ahora de acá, no tenia fuerza ni nada en mi poder para salir. Si ahora había una manera y seguían vivos, eran Wood y Will. Y no solo teníamos que salvarnos a nosotros mismos, si no que la vampiresa también corría peligro, escuche a lo lejos un ruido, como si de un grito se trataba, por la voz creo que era Rakan, estaba vivo y en otro lugar, creo que era de imaginárselo. Pero gritar no iba a sacarnos de este lugar, solo iba a meternos en otro peor.
Era triste saber que no podía contarle a Rakan la verdad, de quien soy, de que paso y toda la historia detrás de lo que el se encontró en Dundarak aquel día. A pesar de que casi le cuento, ahora que lo pensaba bien, era mejor mantenerlo en secreto, sabiendo que un día iba a poder hacerlo, sabiendo que el un día iba a aceptar la verdad.
Limpie la lagrima que caía de mi ojo y me senté, no podía hacer nada ahora mismo, era inútil seguir intentando.- [Idioma Draco] Kun, hiif zey. - pronuncie, sacando chispas y mirándolas, mientras mis ojos se iluminaban cada vez que lo hacia... si tan solo pudiera hacer eso frente a el.
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Rakan'Drag
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Re: Ay... ¡Brumhilda! [trabajo] [Rak-Wood]
Matar es un vicio. Así como hay personas que timan, otras que duermen sus sentidos con alcohol u otras sustancias… estamos los otros que disfrutamos de ver morir a otros seres vivos. Y es algo que no se detiene, como una rueda que comienza a girar cuesta abajo, sólo toma más velocidad y fuerza, hasta que inevitablemente se destruye. Llevaba años negándome a mi naturaleza pero con Amanda todo se vivía al extremo, a flor de piel. Mis instintos más primitivos resurgían con fuerza, una fuerza aterrorizante y atroz.
Más vale que salgas por las buenas, porque mi paciencia tiene un límite y te arrepentirás amenacé a la Brumhilda esa, mientras los dragones hablaban entre ellos. Me dirigí a Will Si no sale, usa esa cosa brillosa tuya y achichárrala él abrió la boca para responder, pero el barullo de la puerta silenció cualquiera haya sido su respuesta. Comenzaron a entrar vampiros uno tras otro y Rakan tiró su espada, rindiéndose. Yo retrocedí un par de pasos, algo estaba extremadamente mal. El elfo se acercó a mí - Será complicado- susurró y yo asentí, viendo como Raks jugaba bien su carta, fingiendo no saber de la chica. Se lo llevaron, a él y a su fiel amigo. Adelantemos los planes de asado sugerí, entrecerrando los ojos y amenazando con toda mi expresión corporal a aquellos que se habían abierto en abanico frente a nosotros.
La formación se abrió, dejando pasar a un vampiro vestido como un maldito terrateniente rico. Aparentaba unos treinta y tantos, de barba larga y bigote, su pelo era largo, como el de mi Amanda. Su mirada era taciturna y nostálgica. Se movía dramáticamente, haciendo gestos angulosos y exagerados; evidentemente era el líder allí. -Njord- dijo Will, pareció escupir el nombre, a continuación se cruzó de brazos, cambiando el peso en una y otra pierna cada poco tiempo. Se conocían. - Oh, la esposa de Amanda. Te daría la bienvenida a mis humildes zonas de control, pero eres la persona indeseable número uno entre nuestras filas ¿no es verdad… hermanos?- los vampiros que no eran más de diez en total, desataron un fuerte murmullo.
Tch torcí mi boca en un gesto de obvio desagrado El sentimiento es recíproco respondí escupiendo a sus pies y mirándole desafiante. Esperaba que me saltara al cuello o algo, pero me miró con algo parecido a admiración. - No no hermanos. Aún no- ordenó abriendo sus brazos para que nadie se adelantara hacia nosotros. -Willow Wisp… me causa mucho dolor ver que le regales tus dones a esta…- Las luces azules del elfo se encendieron frente a nosotros, separándonos a nosotros y a ellos y silenciaron al vampiro. -Como le dije, hace años que dejé de forjar esos objetos. Estoy con Feith por simple conveniencia- esas palabras me tocaron un punto en el corazón. Elfo idiota, podría haber disfrazado un poco la verdad ¿no? Eso no era nada caballeroso. Suspiré, atrayendo la atención nuevamente a mí.
-Hermanos. Matadla
…Se había tardado demasiado. El cambio en su forma de hablar también fue bastante dramático. -Sobre mi cadáver- respondió fervientemente el elfo, dándole fuerza a su luz, regalándome el tiempo suficiente para saltarle a la yugular al que estaba más cerca. Le herí en varios lugares sin llegar a matarle, fueron necesarios tres vampiros para separarme de mi presa. Me estaban dando una buena golpiza entre varios y poco a poco comenzaba a hacerme efecto, aunque mi asalto salvaje probó ser de ayuda. Aún con la combinación de nuestras fuerzas, estábamos en desventaja, sobre todo si teníamos en cuenta que pronto volverían los vampiros que se habían llevado a nuestros amigos. Pero una serie de ladridos y gruñidos conocidos, me devolvieron la fe en el mundo y poco a poco, volví a reinar sobre mis sentidos, atacado con un poco menos de saña… aunque creo que el mejor hito fue no recurrir al frenesí del depredador. Me abrí paso hasta la puerta con mi hacha, alguien me tomó desprevenida y me quitó el arma, por lo que le encajé un zarpazo que le abrió en canal… el hocico a un licántropo.
Sacudió la cabeza para limpiarse la sangre y me devolvió el arma, empujándome en la acción para ir a matar vampiros dentro. Éste fue seguido por otra licántropo y el tercero se detuvo a mi lado, volviendo fugazmente a su forma humana para ponerme en actas. - Condesa preocupada toda tarde por ayer. Nosotros únicos voluntarios. Amigos abajo. Muchos enemigos- vaya… era la primera vez que el viejo Tams estaba tan comunicativo, estaba tan excitado que se le notaba en cada poro del cuerpo desnudo. Le golpee el hombro ya peludo de nuevo en señal de aprobación Gracias aunque no estaba segura si me escuchó, porque rápidamente se había enfrascado en la batalla, le eché una ojeada a Will ¿Will? el elfo apenas levantó la vista -Ve, nos encargaremos aquí- respondió con prontitud. Sin perder un momento más, salí corriendo escaleras abajo, tratando en vano de seguir su rastro, había demasiada peste de vampiro.
Tres oponentes se cruzaron en mi camino mientras me acercaba a mi objetivo. Ni siquiera me detuve a pelear con ellos, el primero pereció cuando le clavé el hacha entre el cuello y la clavícula; idiota, nadie ataca de frente a un licántropo. Al segundo lo dejé lisiado, rajándole una rodilla en su intento por atacarme por la espalda. El tercero huyó ileso después de una finta. Finalmente di con esa especie de bodega/sótano/cárcel bajo tierra. Raks fue al primero al que vi, volví a mi forma humana ¿Estás bien? pregunté acercándome a los barrotes. Espera, creo que puedo hacer algo
- uso de profesión:
- Desaté de mi cinto los implementos que había comprado temprano en la tarde, estaba segura que tenía que tener algo que pudiera ayudarme a romper rápidamente esos barrotes que se veían fuertes y resistentes. Saqué todos los implementos, entre ellas las compras del elfo. Sonreí de lado al leer la etiqueta que decía “Ëi-Fial” Raks, tenemos tu llave aquí mismo. Comencé a mezclar varios compuestos alquímicos para lograr el color y el olor de la sustancia que estaba buscando. Quería lograr un líquido altamente inflamable, con el que pudiera hacerle “bum” a la cerradura. La balanza era muy pobre, me costó bastante poder medir con precisión los materiales, sobre todo teniendo en cuenta la presión de la mirada del dragón y el tiempo que corría. Cada minuto podía ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Hacía las preparaciones en frascos vacíos diferentes, por si las reacciones no resultaban…y efectivamente, uno de ellos no salió como quería… aunque tuve una corazonada y la dejé para atrás, en reserva. Terminando dije sin salir de mi concentración. Si mi memoria no fallaba, tenía que hacer un mechero para poner a determinada temperatura –la necesaria para que la hoja de una planta reactiva se pusiera de color morado- parte de la poción para luego volcarla sobre la otra preparación. Al terminar, soplé tres veces la boca del tubo, esas cosas de cábala que una hacía para que todo saliera bien. Arranqué otro pedazo de tela de la capa –uno se había convertido en mechero- y luego lo puse dentro del cerrojo, llenando el resto del espacio con pequeñísimos cristales de Ëi-Fial alrededor, finalmente, remojé una punta de la tela que había dejado afuera en la solución.
Raks… vas a querer protegerte y esconder muy bien tu cabeza sugerí antes de echarle el fuego del mechero y salir corriendo hacia la voz de Merlín. En su caso, rocié la preparación que había dejado en reserva, sobre el cerrojo –hice una pausa cuando sentí una explosión que hizo eco en todo el lugar- Tendrás que confiar. Este no va a explotar, pero tendrás que usar tu elemento sobre el lugar donde cayó esa solución para que se derrita... probablemente.
Off: Subrayado uso de habilidades de ficha de combate.
Vamos a jugar un poco con la suerte. Es la primera vez que Wood hace que algo explote de esta forma, por lo que lanzaré dos voluntades de los Dioses para ver qué tan efectiva fue la solución que halló Wood. La primera en el caso de Raks, la segunda en el caso de Merlín (en su caso, será tanto el poder de la poción como la fuerza eléctrica del dragón)
Suerte Buena y similares: Pasamos con flores y estrellas
Suerte Mediana, tendrán que usar su fuerza como una pequeña ayudita para que termine de abrirse
Suerte Mala: Fue contraproducente (podrás usar a los licántropos para que vengan preparados para abrirla)
- licántropo1: Tams:
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Este es el herido. Es malo xD
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Woodpecker
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Re: Ay... ¡Brumhilda! [trabajo] [Rak-Wood]
El miembro 'Woodpecker' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
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Tyr
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Re: Ay... ¡Brumhilda! [trabajo] [Rak-Wood]
Estaba en la jaula esperando con esperanzas la ayuda de los dioses, de los ancestrales. Sabia que ellos no iban a abandonarme... me había dormido unos segundos cuando empiezo a escuchar nuevos pasos por el pasillo, me levante rápidamente esperando otra vez a los vampiros queriendo información sobre la chica.
Para mi suerte no fueron los vampiros los que aparecieron, era Wood quien al parecer se había logrado escapar de los vampiros. Sonreí y me acerque al barrote, solté un suspiro de alivio, los ancestrales... y Wood no me abandonaban todavía. Cuando Wood me dijo que me corriera cumplí su orden y me aleje lo mas que pude de la puerta de la jaula.
Espere a que haga efecto mientras Wood parecía irse de la habitación, pero el efecto nunca llego y la jaula seguía cerrada, empece a mover los barrotes con fuerza, pero nada parecía abrirlos. La jaula seguía cerrada y Wood se había ido. - ¡Wood!. - grite tratando de que me oiga y regrese.
Esta vez empece a empujar con mas fuerza, quería salir de aquí ahora que podía. Mire a mi alrededor y busque algo con lo que poder abrir la jaula, pero no veía nada a la vista con que poder hacerlo. En ese momento volví a pensar en los ancestrales, quienes no me ayudaron a escapar, ¿por que enviar a alguien a sacarme de aquí si no van a abrir la jaula?.
Volví a sentarme al ver que mis esfuerzos por salir eran en vano, no había manera de escapar de la jaula, no había nada cerca para poder usarlo. Solo esperaba que Merlín consiguiera salir de este lugar, el no tiene el físico que tengo yo para aguantar todas las cosas que los vampiros podrían llegar a hacerle si se quedaba acá.
Otra vez, los ancestrales volvían a abandonarme, aunque prefería pensar que no me habían abandonado, en situaciones tan pequeñas no deberían involucrarse solo para salvarme, creo que era una buena manera de verlo ahora mismo. Empece a escuchar ruidos de lo que parecía ser un combate a lo lejos de la habitación, ruidos de espada y gritos de batalla y dolor. ¿Eran las autoridades?... seguramente eran ellos, nosotros solamente eramos 4 y no teníamos a ningún guerrero salvo por Wood que ahora mismo estaba afuera. Pero los gritos parecían ser varios, quiere decir que no estaba combatiendo uno solo.
Solo pensé que podían llegar a ser refuerzos, después de todo Wood era una condesa y seguramente tenia sus soldados. Era bueno tener gente que te respalde, un equipo... quizás yo debería buscar también uno, o formarlo quizás. Jóvenes dragones con ganas de aprender y liberar a Aerandir de las garras de la oscuridad... una orden en el nombre de los ancestrales.
Logre escuchar otros pasos en dirección a mi habitación, esta vez esperaba que fuera Wood quien volvía a liberarme, sin embargo mi sorpresa fue mayor al ver que el que recordó de liberarme era Merlín. - Volviste, ¡estas vivo! - Dije sonriendo.
- No iba a dejarte, aunque seas arrogante, idiota y un engreído... Aerandir te necesita para otro día. - Dijo sonriendo y cargando sus brazos con electricidad, listo para terminar de abrir la reja... cargo sus rayos y los disparo, haciendo que la puerta termine abriéndose en una pequeña explosión. Sonreí y le di una palmada en el hombro.
Ahora que ambos estábamos libres, era hora de seguir con el plan, fuimos en dirección a Wood, teníamos que reunirnos si queríamos hacer otro plan... o al menos pensar que íbamos a hacer. En el camino recordé que me habían quitado la Excalibur, sin ella era como Merlín, un inútil, aunque por los sucesos recientes, pude notar que después de todo, es una persona leal, eso es algo que aprecio mucho.
Detuve a Merlín con mi mano, volteandome para verlo - Necesito mi espada y no se donde la llevaron. - Le explique a Merlín.
- El que te la saco, el la debe tener. - Dijo señalándome en dirección a la pelea por donde venían los gritos. Empece a correr en esa dirección y al llegar, una pelea de licantropos contra vampiros estaba ocurriendo. Mire a cada uno de los guerreros, buscando mi espada. Logre notar a uno de los vampiros que la estaba usando en la pelea actual, eso me enojo mucho, solo yo debía usar esa espada.
Empece a correr, esquivando a los demás vampiros mientras Merlín se unía a la pelea cargando sus rayos y disparando hacia los vampiros que luchaban contra los lobos. El vampiro que poseía mi espada no había logrado verme por el desastre que estaba ocurriendo.
Busque la manera de tirarlo y lo primero que se me ocurrió fue partirle una silla en la cabeza. Busque una silla rápidamente, tomándola y corriendo en dirección al sujeto, para partirle la silla no en la cabeza, si no en la espalda. No tuvo el efecto que esperaba, pero si logro hacer que el vampiro perdiera la espada, rápidamente la agarre deslizándome y clavandola en su yugular.
Ahora estaba listo para combatir junto a los lobos - ¡Juntos! - grite mientras me unía a las filas de los licantropos. Era irónico, históricamente los licantropos, vampiros y dragones se odian entre si.
Para mi suerte no fueron los vampiros los que aparecieron, era Wood quien al parecer se había logrado escapar de los vampiros. Sonreí y me acerque al barrote, solté un suspiro de alivio, los ancestrales... y Wood no me abandonaban todavía. Cuando Wood me dijo que me corriera cumplí su orden y me aleje lo mas que pude de la puerta de la jaula.
Espere a que haga efecto mientras Wood parecía irse de la habitación, pero el efecto nunca llego y la jaula seguía cerrada, empece a mover los barrotes con fuerza, pero nada parecía abrirlos. La jaula seguía cerrada y Wood se había ido. - ¡Wood!. - grite tratando de que me oiga y regrese.
Esta vez empece a empujar con mas fuerza, quería salir de aquí ahora que podía. Mire a mi alrededor y busque algo con lo que poder abrir la jaula, pero no veía nada a la vista con que poder hacerlo. En ese momento volví a pensar en los ancestrales, quienes no me ayudaron a escapar, ¿por que enviar a alguien a sacarme de aquí si no van a abrir la jaula?.
Volví a sentarme al ver que mis esfuerzos por salir eran en vano, no había manera de escapar de la jaula, no había nada cerca para poder usarlo. Solo esperaba que Merlín consiguiera salir de este lugar, el no tiene el físico que tengo yo para aguantar todas las cosas que los vampiros podrían llegar a hacerle si se quedaba acá.
Otra vez, los ancestrales volvían a abandonarme, aunque prefería pensar que no me habían abandonado, en situaciones tan pequeñas no deberían involucrarse solo para salvarme, creo que era una buena manera de verlo ahora mismo. Empece a escuchar ruidos de lo que parecía ser un combate a lo lejos de la habitación, ruidos de espada y gritos de batalla y dolor. ¿Eran las autoridades?... seguramente eran ellos, nosotros solamente eramos 4 y no teníamos a ningún guerrero salvo por Wood que ahora mismo estaba afuera. Pero los gritos parecían ser varios, quiere decir que no estaba combatiendo uno solo.
Solo pensé que podían llegar a ser refuerzos, después de todo Wood era una condesa y seguramente tenia sus soldados. Era bueno tener gente que te respalde, un equipo... quizás yo debería buscar también uno, o formarlo quizás. Jóvenes dragones con ganas de aprender y liberar a Aerandir de las garras de la oscuridad... una orden en el nombre de los ancestrales.
Logre escuchar otros pasos en dirección a mi habitación, esta vez esperaba que fuera Wood quien volvía a liberarme, sin embargo mi sorpresa fue mayor al ver que el que recordó de liberarme era Merlín. - Volviste, ¡estas vivo! - Dije sonriendo.
- No iba a dejarte, aunque seas arrogante, idiota y un engreído... Aerandir te necesita para otro día. - Dijo sonriendo y cargando sus brazos con electricidad, listo para terminar de abrir la reja... cargo sus rayos y los disparo, haciendo que la puerta termine abriéndose en una pequeña explosión. Sonreí y le di una palmada en el hombro.
Ahora que ambos estábamos libres, era hora de seguir con el plan, fuimos en dirección a Wood, teníamos que reunirnos si queríamos hacer otro plan... o al menos pensar que íbamos a hacer. En el camino recordé que me habían quitado la Excalibur, sin ella era como Merlín, un inútil, aunque por los sucesos recientes, pude notar que después de todo, es una persona leal, eso es algo que aprecio mucho.
Detuve a Merlín con mi mano, volteandome para verlo - Necesito mi espada y no se donde la llevaron. - Le explique a Merlín.
- El que te la saco, el la debe tener. - Dijo señalándome en dirección a la pelea por donde venían los gritos. Empece a correr en esa dirección y al llegar, una pelea de licantropos contra vampiros estaba ocurriendo. Mire a cada uno de los guerreros, buscando mi espada. Logre notar a uno de los vampiros que la estaba usando en la pelea actual, eso me enojo mucho, solo yo debía usar esa espada.
Empece a correr, esquivando a los demás vampiros mientras Merlín se unía a la pelea cargando sus rayos y disparando hacia los vampiros que luchaban contra los lobos. El vampiro que poseía mi espada no había logrado verme por el desastre que estaba ocurriendo.
Busque la manera de tirarlo y lo primero que se me ocurrió fue partirle una silla en la cabeza. Busque una silla rápidamente, tomándola y corriendo en dirección al sujeto, para partirle la silla no en la cabeza, si no en la espalda. No tuvo el efecto que esperaba, pero si logro hacer que el vampiro perdiera la espada, rápidamente la agarre deslizándome y clavandola en su yugular.
Ahora estaba listo para combatir junto a los lobos - ¡Juntos! - grite mientras me unía a las filas de los licantropos. Era irónico, históricamente los licantropos, vampiros y dragones se odian entre si.
Rakan'Drag
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Re: Ay... ¡Brumhilda! [trabajo] [Rak-Wood]
Merlín logró abrir su propia reja, pero la de Rakan no había explotado como yo quería. El dragón me hizo seña que él se encargaba y confié. Tenía muchas cosas en la cabeza como para volver con mi amigo, me resultaba cuanto menos incómodo, saber que me había equivocado en alguno de los pasos. Salí rauda hacia donde estaban mis compañeros, en el camino ponderaba la obligatoria necesidad de encerrarme en uno de los cuartos de la mansión a experimentar con mis pociones. Cuando llegué a mi destino, me encontré con un escenario bastante caótico, parecía más una batalla campal que un maldito rescate… hablando de rescatados, la mocosa no daba señales de estar por allí. Las cosas se habían salido de las manos el Njord ese, se notaba un hombre previsivo, pues se había armado de un pequeño ejército de vampiros luchadores. Había de todo, desde guerreros experimentados hasta mercenarios, pero ninguno era exactamente lo que se puede llamar “desperdicio”. Si los licántropos no hubieran llegado en mi defensa, probablemente yo ya sería historia de loba.
Me apresuré a ponerme al lado de Will, espalda con espalda. Keüla y Varol también se flanqueaban mutuamente, el único que luchaba solo era Tams, ese viejo era de pocas pulgas y tenía la fuerza de tres Woods juntas. Una vez habíamos luchado el uno contra el otro y él casi me mata, en mi defensa, yo no luchaba con intenciones de matar, él sí. Eso no quita que me ganó, desde entonces cada uno respetaba al otro. Keüla era más ágil que yo y Varol más resistente. Con ella nunca habíamos chocado aceros, era más del tipo observador. Ella y Tams se habían vuelto unidos desde que se conocieron en los terrenos de Amanda, pero Varol… Varol era sanguinario; vestía con las pieles de nuestros hermanos caídos bajo su hacha. Con él estábamos bastante parejos, creo que tenía otras intenciones para conmigo, aunque nunca le permití que estuviera más cerca que la distancia de mi hacha en su pescuezo. Lo que podía decir a partir de ese día, era que estaba conociendo los verdaderos caracteres de estos licántropos y sabía que saldría de allí llamándolos hermanos.
Rakan y Merlín se nos unieron poco después. Juntos coreamos al mismo tiempo con Will, mientras que los lobos aullaron ¡era poderoso! El instinto de la manada, de volver a luchar con amigos. Sentía que ese era un momento importante para mí, porque revivía en lo más profundo de mi ser, la noche en la que dejé de ser la niña humana Feith y pasé a vivir como la asesina Wood. Algo en mi interior me obligaba a masacrar a los vampiros, algo terrenal e instintivo. La batalla se extendió por varios minutos más, yo estaba luchando en mi forma bípeda, pero comenzaba a cansarme. Entonces, cuando todo parecía estar por encaminarse… la tal Brumhilda esa, se materializó desde las sombras para intentar atacar a Rakan, entonces le lancé mi hacha como si fuese una jabalina, pero se desvaneció nuevamente, esquivándola. “Malditos todos” pensé, comenzando a desconfiar que realmente no había sido secuestrada. Me mantuve más al tanto entonces, y pude verla aparecer nuevamente, pero en esa oportunidad, fue aprehendida por uno de los vampiros, amenazando con matarla si no nos deteníamos. Regresé a mi forma humana sin perder tiempo.
Deténganse o la matarán dije en un tono autoritario, respiraba con pesadez, pues estaba comenzando a cansarme y los nervios me estaban pasando factura. No podíamos dejar que esa problemática mujer se nos escapara de las manos, independientemente de su afiliación. La llevaría con su padre aunque fuese por pedacitos, malditos chupasangres. Los vampiros sobrevivientes comenzaron a salir, ayudándose los unos a los otros mientras mis compañeros licántropos liberaban su furia a través de gruñidos. El Njord ese fue el último en salir, tenía sus ojos fríos de odio, pero una sonrisa pintada en sus labios, era una fachada, una mala fachada. - La muerte de Brumhilda pesará sobre ustedes, será su sombra. Envíenle saludos a Krause de mi parte-
-Maldito- espetó Will por debajo de su aliento, pero vi que levantaba su mirada con cierta esperanza. - Njord ¿unas palabras antes de irte? Claramente has ganado…- levantó sus manos en señal de paz. Yo miré a los presentes y deposité mis ojos en Rak, sabía que no me estaba prestando atención a mí en ese momento, el brillo de sus ojos podía ser ligeramente interpretativo. -¿Qué es joven elfo? ¿Te has arrepentido acaso?- oh.. el tono magnánimo, te daban ganas de rajarle la garganta sólo por eso. Miré a Merlín y le hice señas con los ojos, tal vez uno o ambos captaran la indirecta. Tal vez… tuviéramos suerte y pudiésemos atrapar a Njord.
- ¿Eh? Nada de eso. Sólo pensaba en Brumhilda y su relación con su esposa… tal vez realmente no está pensando en matarla y todo esto sea simplemente un teatro.-
El vampiro pareció enojarse ante esas palabra y dio un paso dentro de la habitación, amenazante. Will se las arregló para parecer atemorizado –o tal vez lo estaba realmente- yo también me fui hacia atrás, interponiendo mis manos cobardemente frente a mí, como si él fuese el amo. Los licántropos gruñeron, no sabía que tanto habían captado ellos. Los vampiros comenzaron a llamar a su líder, pero él hizo caso omiso, levantando una de sus manos, haciéndose el todopoderoso.
- ¿Crees que mi esposa tiene algún dominio sobre mí? Ella es mí propiedad. Me ama a mí. Todo lo que tiene que ver con su anterior vida está muerto. Sus hijas están muertas-
Otro paso.
Me apresuré a ponerme al lado de Will, espalda con espalda. Keüla y Varol también se flanqueaban mutuamente, el único que luchaba solo era Tams, ese viejo era de pocas pulgas y tenía la fuerza de tres Woods juntas. Una vez habíamos luchado el uno contra el otro y él casi me mata, en mi defensa, yo no luchaba con intenciones de matar, él sí. Eso no quita que me ganó, desde entonces cada uno respetaba al otro. Keüla era más ágil que yo y Varol más resistente. Con ella nunca habíamos chocado aceros, era más del tipo observador. Ella y Tams se habían vuelto unidos desde que se conocieron en los terrenos de Amanda, pero Varol… Varol era sanguinario; vestía con las pieles de nuestros hermanos caídos bajo su hacha. Con él estábamos bastante parejos, creo que tenía otras intenciones para conmigo, aunque nunca le permití que estuviera más cerca que la distancia de mi hacha en su pescuezo. Lo que podía decir a partir de ese día, era que estaba conociendo los verdaderos caracteres de estos licántropos y sabía que saldría de allí llamándolos hermanos.
Rakan y Merlín se nos unieron poco después. Juntos coreamos al mismo tiempo con Will, mientras que los lobos aullaron ¡era poderoso! El instinto de la manada, de volver a luchar con amigos. Sentía que ese era un momento importante para mí, porque revivía en lo más profundo de mi ser, la noche en la que dejé de ser la niña humana Feith y pasé a vivir como la asesina Wood. Algo en mi interior me obligaba a masacrar a los vampiros, algo terrenal e instintivo. La batalla se extendió por varios minutos más, yo estaba luchando en mi forma bípeda, pero comenzaba a cansarme. Entonces, cuando todo parecía estar por encaminarse… la tal Brumhilda esa, se materializó desde las sombras para intentar atacar a Rakan, entonces le lancé mi hacha como si fuese una jabalina, pero se desvaneció nuevamente, esquivándola. “Malditos todos” pensé, comenzando a desconfiar que realmente no había sido secuestrada. Me mantuve más al tanto entonces, y pude verla aparecer nuevamente, pero en esa oportunidad, fue aprehendida por uno de los vampiros, amenazando con matarla si no nos deteníamos. Regresé a mi forma humana sin perder tiempo.
Deténganse o la matarán dije en un tono autoritario, respiraba con pesadez, pues estaba comenzando a cansarme y los nervios me estaban pasando factura. No podíamos dejar que esa problemática mujer se nos escapara de las manos, independientemente de su afiliación. La llevaría con su padre aunque fuese por pedacitos, malditos chupasangres. Los vampiros sobrevivientes comenzaron a salir, ayudándose los unos a los otros mientras mis compañeros licántropos liberaban su furia a través de gruñidos. El Njord ese fue el último en salir, tenía sus ojos fríos de odio, pero una sonrisa pintada en sus labios, era una fachada, una mala fachada. - La muerte de Brumhilda pesará sobre ustedes, será su sombra. Envíenle saludos a Krause de mi parte-
-Maldito- espetó Will por debajo de su aliento, pero vi que levantaba su mirada con cierta esperanza. - Njord ¿unas palabras antes de irte? Claramente has ganado…- levantó sus manos en señal de paz. Yo miré a los presentes y deposité mis ojos en Rak, sabía que no me estaba prestando atención a mí en ese momento, el brillo de sus ojos podía ser ligeramente interpretativo. -¿Qué es joven elfo? ¿Te has arrepentido acaso?- oh.. el tono magnánimo, te daban ganas de rajarle la garganta sólo por eso. Miré a Merlín y le hice señas con los ojos, tal vez uno o ambos captaran la indirecta. Tal vez… tuviéramos suerte y pudiésemos atrapar a Njord.
- ¿Eh? Nada de eso. Sólo pensaba en Brumhilda y su relación con su esposa… tal vez realmente no está pensando en matarla y todo esto sea simplemente un teatro.-
El vampiro pareció enojarse ante esas palabra y dio un paso dentro de la habitación, amenazante. Will se las arregló para parecer atemorizado –o tal vez lo estaba realmente- yo también me fui hacia atrás, interponiendo mis manos cobardemente frente a mí, como si él fuese el amo. Los licántropos gruñeron, no sabía que tanto habían captado ellos. Los vampiros comenzaron a llamar a su líder, pero él hizo caso omiso, levantando una de sus manos, haciéndose el todopoderoso.
- ¿Crees que mi esposa tiene algún dominio sobre mí? Ella es mí propiedad. Me ama a mí. Todo lo que tiene que ver con su anterior vida está muerto. Sus hijas están muertas-
Otro paso.
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Re: Ay... ¡Brumhilda! [trabajo] [Rak-Wood]
La batalla estaba por terminar, la victoria era nuestra. Mientras cada uno luchaba contra un rival, la fuerza de los lobos era imparable, incluso podían acabar con la fuerza de los "dragones" con solo mirarnos. Sus ojos estaban llenos de odio, de ira, y claramente no era ninguna novedad que se odiaran mutuamente.
Pero las cosas no salieron como todos esperábamos, Brumhilda volvió a aparecer esta vez tratando de atacarme, gracias a Wood que lanzo una hacha en dirección a nosotros, ambos dimos un paso hacia atrás, y rápidamente ella desapareció en sus sombras, solté una leve risa. Esa chica se la pasaba en sombras.
Pero esta vez, volvió a aparecer capturada por enemigos, los vampiros la habían vuelto a capturar y esta vez nos amenazaron con asesinarla si no parábamos, fui el primero en guardar la espada para que no la lastimaran, solo podía mirar a la chica y a Merlín, quien parecía estar mirando a Wood.
Los vampiros habían empezado a alejarse con la chica, se la estaban llevando y nada podíamos hacer, hasta que mire a Merlín quien estaba cargando su cuerpo entero con electricidad, estaba transpirando y parecía estar gastando sus ultimas energías en el próximo movimiento.
Como parecía ser el mas inocente de nosotros, los vampiros que quedaban adentro incluyendo a ese tal "Njord", no miraron a Merlín. Rápidamente empece a subir mis escamas hasta mi cuello, consumiéndome casi por completo. Mi voz estaba cambiando a un rugido, por eso solamente mire a Njord. [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- Merlín, ahora. - dije con una voz draconiana, Merlín rápidamente con su mano cargada de rayos se agacho golpeando el suelo y dejando su mano sobre el mismo, cegando a todo el grupo de vampiros con una luz producto de los rayos. Aproveche la confusión para salir por la misma parte que se llevaron a Brumhilda.
Parecía ser que el plan de los vampiros era llevarse a Brumhilda a otra parte ahora, corrí rápidamente, alcanzando a los otros que tenían a Brumhilda. Blandí mi espada y ellos hicieron lo mismo, nos miramos los unos con los otros. Eran cinco y yo estaba solo, aunque Merlín debía alcanzarme en nada.
- Rindete, no te servirá de nada pelear, tu espada es inútil. - dijo uno de los vampiros tomando la delantera, el que tenia a Brumhilda se mantuvo atrás de los otros cuatro. - Somos mas. - Justo cuando Merlín viene corriendo por atrás mio, parándose a mi lado.
- Ya conocieron la fuerza de los lobos, demostremosle la fuerza de los dragones. - dijo Merlín, dejándose consumir por unas escamas de color blanco como las nubes, procedí a terminar mi transformación, cambiando a un dragón dorado como el sol.
Soltamos un rugido, intentando infligirles miedo y duda. Esta iba a ser nuestra segunda pelea juntos, ambos en la forma de dragón, era emocionante pelear por fin con un dragón a mi lado, alguien leal y fiel. Saber que esta persona esta conmigo desde hace días, y probablemente lo este por años. Saber que el dragón que se encontraba a mi lado, iba a ser la persona mas fiel, leal... y un poco idiota, que haya conocido... o eso es lo que yo quería creer.
Podía notar como Merlín, incluso aparentando ser inocente, sin tener ni una espada ni artes en el combate, era una persona valiente, por eso lo respetaba mucho. Ambos corrimos contra dos vampiros cada uno. Ninguno tenia oportunidad ante nosotros, parecían ser vampiros novicios, excepto por el que tenia a Brumhilda en sus manos.
no espere mas y me lance contra el primero que se había mandado, atrapándolo en mis garras y aplastandolo contra el suelo, pero el vampiro se había vuelto una sombra y escapo fácilmente de mis garras. Solté un rugido mirándolo fijamente, me miro y empezó a correr en la dirección opuesta a todos - Me largo - fue lo único que dijo mientras se iba corriendo y agarrándose el pecho.
Cuando me di vuelta para ver si Merlín necesitaba ayuda, dos vampiros estaban tendidos contra el suelo, sin poder moverse pero con vida. Mire al vampiro restante y mire a los ojos a Merlín, el vampiro no estaba mostrando resistencia y los ojos de Merlín me pedían que no lo matara. Hice caso y solamente lo deje inconsciente con un cabezazo.
El vampiro que quedaba no paraba de gritarles "¡Cobardes!" al resto de vampiros, pero tenia a Brumhilda en sus manos, puso la navaja en el cuello de ella y repitió la misma frase que adentro de la posada. No podíamos movernos, Merlín no paraba de rugir pero de nada iba a servir rugir... al menos que usemos el rugido correcto.
Mire a Merlín y negué con mi cabeza, se había detenido... mire la luna presente y cerré mis ojos, subiendo mi cabeza y sacando pecho, soltando un aullido poderoso haciendo que retumbe hasta la posada, solo esperaba que Wood lo escuchara, no era un lobo de su manada... pero en el fondo, yo sentía que eramos de la misma manada.
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[>] Transformación en dragón = 5 metros.
[>] Transformación en dragón = 4 metros.
Pero las cosas no salieron como todos esperábamos, Brumhilda volvió a aparecer esta vez tratando de atacarme, gracias a Wood que lanzo una hacha en dirección a nosotros, ambos dimos un paso hacia atrás, y rápidamente ella desapareció en sus sombras, solté una leve risa. Esa chica se la pasaba en sombras.
Pero esta vez, volvió a aparecer capturada por enemigos, los vampiros la habían vuelto a capturar y esta vez nos amenazaron con asesinarla si no parábamos, fui el primero en guardar la espada para que no la lastimaran, solo podía mirar a la chica y a Merlín, quien parecía estar mirando a Wood.
Los vampiros habían empezado a alejarse con la chica, se la estaban llevando y nada podíamos hacer, hasta que mire a Merlín quien estaba cargando su cuerpo entero con electricidad, estaba transpirando y parecía estar gastando sus ultimas energías en el próximo movimiento.
Como parecía ser el mas inocente de nosotros, los vampiros que quedaban adentro incluyendo a ese tal "Njord", no miraron a Merlín. Rápidamente empece a subir mis escamas hasta mi cuello, consumiéndome casi por completo. Mi voz estaba cambiando a un rugido, por eso solamente mire a Njord. [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- Merlín, ahora. - dije con una voz draconiana, Merlín rápidamente con su mano cargada de rayos se agacho golpeando el suelo y dejando su mano sobre el mismo, cegando a todo el grupo de vampiros con una luz producto de los rayos. Aproveche la confusión para salir por la misma parte que se llevaron a Brumhilda.
Parecía ser que el plan de los vampiros era llevarse a Brumhilda a otra parte ahora, corrí rápidamente, alcanzando a los otros que tenían a Brumhilda. Blandí mi espada y ellos hicieron lo mismo, nos miramos los unos con los otros. Eran cinco y yo estaba solo, aunque Merlín debía alcanzarme en nada.
- Rindete, no te servirá de nada pelear, tu espada es inútil. - dijo uno de los vampiros tomando la delantera, el que tenia a Brumhilda se mantuvo atrás de los otros cuatro. - Somos mas. - Justo cuando Merlín viene corriendo por atrás mio, parándose a mi lado.
- Ya conocieron la fuerza de los lobos, demostremosle la fuerza de los dragones. - dijo Merlín, dejándose consumir por unas escamas de color blanco como las nubes, procedí a terminar mi transformación, cambiando a un dragón dorado como el sol.
Soltamos un rugido, intentando infligirles miedo y duda. Esta iba a ser nuestra segunda pelea juntos, ambos en la forma de dragón, era emocionante pelear por fin con un dragón a mi lado, alguien leal y fiel. Saber que esta persona esta conmigo desde hace días, y probablemente lo este por años. Saber que el dragón que se encontraba a mi lado, iba a ser la persona mas fiel, leal... y un poco idiota, que haya conocido... o eso es lo que yo quería creer.
Podía notar como Merlín, incluso aparentando ser inocente, sin tener ni una espada ni artes en el combate, era una persona valiente, por eso lo respetaba mucho. Ambos corrimos contra dos vampiros cada uno. Ninguno tenia oportunidad ante nosotros, parecían ser vampiros novicios, excepto por el que tenia a Brumhilda en sus manos.
no espere mas y me lance contra el primero que se había mandado, atrapándolo en mis garras y aplastandolo contra el suelo, pero el vampiro se había vuelto una sombra y escapo fácilmente de mis garras. Solté un rugido mirándolo fijamente, me miro y empezó a correr en la dirección opuesta a todos - Me largo - fue lo único que dijo mientras se iba corriendo y agarrándose el pecho.
Cuando me di vuelta para ver si Merlín necesitaba ayuda, dos vampiros estaban tendidos contra el suelo, sin poder moverse pero con vida. Mire al vampiro restante y mire a los ojos a Merlín, el vampiro no estaba mostrando resistencia y los ojos de Merlín me pedían que no lo matara. Hice caso y solamente lo deje inconsciente con un cabezazo.
El vampiro que quedaba no paraba de gritarles "¡Cobardes!" al resto de vampiros, pero tenia a Brumhilda en sus manos, puso la navaja en el cuello de ella y repitió la misma frase que adentro de la posada. No podíamos movernos, Merlín no paraba de rugir pero de nada iba a servir rugir... al menos que usemos el rugido correcto.
Mire a Merlín y negué con mi cabeza, se había detenido... mire la luna presente y cerré mis ojos, subiendo mi cabeza y sacando pecho, soltando un aullido poderoso haciendo que retumbe hasta la posada, solo esperaba que Wood lo escuchara, no era un lobo de su manada... pero en el fondo, yo sentía que eramos de la misma manada.
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[>] Transformación en dragón = 5 metros.
[>] Transformación en dragón = 4 metros.
Rakan'Drag
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