No sé nada sobre ti, nada sobre mi, nada sobre nada.[Privado/ Zöe] [CERRADO]
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No sé nada sobre ti, nada sobre mi, nada sobre nada.[Privado/ Zöe] [CERRADO]
Estaba realmente agotada. Ya me había olvidado por completo cuanto tiempo llevaba metida en el bosque y lejos de los caminos y si alguien me preguntara porque era tan idiota como para hacer eso, pues me pondría de acuerdo con ellos porque ¿Qué diablos hacía yo ahora? Había bastado con unos pocos días en mitad de la nada para desorientarme, para que sintiera por fin como mis pies se rendían a querer seguir caminando, la noche estaba cada vez más cerca y no significaba nada si eras una persona ruda o temerosa. Sí querías vivir, lo mejor era alejarse del suelo y de cualquier ojo que brillara a la mínima de luz. Incluso con tan frondoso bosque la luna hacía su trabajo medianamente bien e iluminaba lo necesario, de esta forma el sentimiento de seguridad era cada vez mayor dentro de mi aunque no lo suficiente. Sí al menos tuviera compañía podría tener el lujo de dormir unas cuantas horas mientras otro hacía guardia pero una vez que había logrado alejarme de Lunargenta me fui por mi propio camino, y sinceramente no confiaba en ninguno de aquellos con los cuales había salido como para preguntar ni mucho menos considerarlo.
Estaba a mitad de la noche ya y la rama del árbol que había elegido no era nada cómoda, había decidido aprovechar la oscuridad y tomar mi otra forma por la practicidad más que por camuflaje, mi piel escamosa iba de los tonos grises a blancos y con suerte cualquier animal que lograra verme, preferiría alejarse. Y como alguien me avistara y considerara una buena idea el seguir adelante, entonces se merecían el destino que les tocaría después.
Los dioses debían de estar en buenos términos hoy, porque durante mis largas horas en vela, nada se acercó, ni siquiera un animal nocturno buscando su presa y no sabría decir si era buena suerte para mi o para aquellas almas. Fuera lo que fuera, el sol ya estaba saludando y no quería desperdiciar mi tiempo... Necesitaba encontrar el camino de nuevo, necesitaba llegar pronto a cualquier lado y descansar como se debe. Trataba de recordar cuando había sido la ultima vez que había dormido una noche completa y creo que habían pasado al menos unos tres o cuatro días.
Mi pequeña bolsa con mis pertenencias -al menos, las más importantes- se sentía realmente pesada y eso que casi no había nada más que un cambio de ropa, mi traje de cuerpo entero que tenía unos cuantos agujeros y una manzana si es que no me la había comido ya y por supuesto la vieja espada de mi padre en mi espalda, bajo la capa que cubría mis facciones. Incluso en pleno verano no pensaba quitármela, el vivido color rojo de la misma me daba tranquilidad y no sabría explicar por qué; ¿tendría algo que ver con que me la había dado mi madre? No tenía idea.
Ya era pasado el mediodía si es que la altura del sol no me engañaba y un traqueteo lejano me sacó de mis pensamientos vagos y de mi constante mordisqueo al corazón de la manzana. -Por favor que sea lo que yo creo que es- Pensé mientras comenzaba a trotar entre los arboles, no sin antes abandonar mi apariencia de semi-dragon y volver a mi forma más humana con algo de dificultad, -la falta de sueño cobrando factura como de costumbre- no tenía ganas de asustar a nadie y menos que menos atraer la atención equivocada.
Podía alcanzar a ver el suelo de tierra seca, ¡el camino! y ¡Oh Dioses Benditos, una caravana!. Me lancé como si nada al medio del camino, luchando por mantener la compostura y no agitar mis brazos como una lunática mientras esta se detenía delante de mi y el hombre que lo manejaba me miraba con el ceño fruncido y una clara señal de desconfianza. -Lamento interrumpir pero ¿hacia donde se dirige?- Tuve que modular lo suficiente mi voz para que sonara lo más suave y dulce posible, cualquier cosa que evitara el alterarlo. -Vamos de camino a Ulmer, jovencita, ¿Se puede saber que hace saliendo del medio del bosque?- No sonaba autoritario pero algo en la forma que lo decía me dejaba claro que como hiciera un movimiento en falso la que saldría perdiendo aquí sería yo. -Salí de Lunargenta cuando estalló la guerra y llevo días caminando, no me queda más comida ni agua pero sí tengo con que pagarle si me lleva a Ulmer- No veía la necesidad de mentir, así que rebusqué en el fondo de la bolsa y saqué un par de monedas doradas a la vez que el miraba entre ellas y al mango de mi espada sobresaliendo a un costado de mi nuca -No sé preocupe, es vieja y no soy buena usándola, es un regalo de mi padre-. Tal vez fue mi pequeña historia sin los aderezos de lo que hice, lo que borró la duda de sus ojos, tal vez era mi rostro, mis ojos, que bajo la capa de mugre aún parecían llamar la atención de cualquiera... Tal vez hoy si era mi día de suerte, todo era una posibilidad salvo por una cosa: Ulmer. No tenía demasiadas ganas de acercarme tanto a Dundarak porque me conocía bastante bien; allí era donde reposaba mi corazón. Mi familia, mis amados padres y queridas hermanas, deseaba verlos pero no podía, no debía. A diferencia de ellos yo no poseía ese honor el cual mis hermanas lucían y la única que conocía lo que yo hacía por dinero o aburrimiento, era Elide, la dulce, adorable y aún así con corazón de fuego. Lo lamentaba por mis padres pero no volvería a menos que me lo mereciera y ciertamente hoy no pasaría.
No había demasiado espacio donde sentarse entre las cosas y las pocas personas que ya estaban en la caravana pero no me importaba, mi cuerpo se había vuelto como miel apenas apoyé mi trasero sobre una caja de madera y mas pronto que tarde, me sumía en el sueño, abrazando mi espada y balanceándome lentamente.
Estaba a mitad de la noche ya y la rama del árbol que había elegido no era nada cómoda, había decidido aprovechar la oscuridad y tomar mi otra forma por la practicidad más que por camuflaje, mi piel escamosa iba de los tonos grises a blancos y con suerte cualquier animal que lograra verme, preferiría alejarse. Y como alguien me avistara y considerara una buena idea el seguir adelante, entonces se merecían el destino que les tocaría después.
Los dioses debían de estar en buenos términos hoy, porque durante mis largas horas en vela, nada se acercó, ni siquiera un animal nocturno buscando su presa y no sabría decir si era buena suerte para mi o para aquellas almas. Fuera lo que fuera, el sol ya estaba saludando y no quería desperdiciar mi tiempo... Necesitaba encontrar el camino de nuevo, necesitaba llegar pronto a cualquier lado y descansar como se debe. Trataba de recordar cuando había sido la ultima vez que había dormido una noche completa y creo que habían pasado al menos unos tres o cuatro días.
Mi pequeña bolsa con mis pertenencias -al menos, las más importantes- se sentía realmente pesada y eso que casi no había nada más que un cambio de ropa, mi traje de cuerpo entero que tenía unos cuantos agujeros y una manzana si es que no me la había comido ya y por supuesto la vieja espada de mi padre en mi espalda, bajo la capa que cubría mis facciones. Incluso en pleno verano no pensaba quitármela, el vivido color rojo de la misma me daba tranquilidad y no sabría explicar por qué; ¿tendría algo que ver con que me la había dado mi madre? No tenía idea.
Ya era pasado el mediodía si es que la altura del sol no me engañaba y un traqueteo lejano me sacó de mis pensamientos vagos y de mi constante mordisqueo al corazón de la manzana. -Por favor que sea lo que yo creo que es- Pensé mientras comenzaba a trotar entre los arboles, no sin antes abandonar mi apariencia de semi-dragon y volver a mi forma más humana con algo de dificultad, -la falta de sueño cobrando factura como de costumbre- no tenía ganas de asustar a nadie y menos que menos atraer la atención equivocada.
Podía alcanzar a ver el suelo de tierra seca, ¡el camino! y ¡Oh Dioses Benditos, una caravana!. Me lancé como si nada al medio del camino, luchando por mantener la compostura y no agitar mis brazos como una lunática mientras esta se detenía delante de mi y el hombre que lo manejaba me miraba con el ceño fruncido y una clara señal de desconfianza. -Lamento interrumpir pero ¿hacia donde se dirige?- Tuve que modular lo suficiente mi voz para que sonara lo más suave y dulce posible, cualquier cosa que evitara el alterarlo. -Vamos de camino a Ulmer, jovencita, ¿Se puede saber que hace saliendo del medio del bosque?- No sonaba autoritario pero algo en la forma que lo decía me dejaba claro que como hiciera un movimiento en falso la que saldría perdiendo aquí sería yo. -Salí de Lunargenta cuando estalló la guerra y llevo días caminando, no me queda más comida ni agua pero sí tengo con que pagarle si me lleva a Ulmer- No veía la necesidad de mentir, así que rebusqué en el fondo de la bolsa y saqué un par de monedas doradas a la vez que el miraba entre ellas y al mango de mi espada sobresaliendo a un costado de mi nuca -No sé preocupe, es vieja y no soy buena usándola, es un regalo de mi padre-. Tal vez fue mi pequeña historia sin los aderezos de lo que hice, lo que borró la duda de sus ojos, tal vez era mi rostro, mis ojos, que bajo la capa de mugre aún parecían llamar la atención de cualquiera... Tal vez hoy si era mi día de suerte, todo era una posibilidad salvo por una cosa: Ulmer. No tenía demasiadas ganas de acercarme tanto a Dundarak porque me conocía bastante bien; allí era donde reposaba mi corazón. Mi familia, mis amados padres y queridas hermanas, deseaba verlos pero no podía, no debía. A diferencia de ellos yo no poseía ese honor el cual mis hermanas lucían y la única que conocía lo que yo hacía por dinero o aburrimiento, era Elide, la dulce, adorable y aún así con corazón de fuego. Lo lamentaba por mis padres pero no volvería a menos que me lo mereciera y ciertamente hoy no pasaría.
No había demasiado espacio donde sentarse entre las cosas y las pocas personas que ya estaban en la caravana pero no me importaba, mi cuerpo se había vuelto como miel apenas apoyé mi trasero sobre una caja de madera y mas pronto que tarde, me sumía en el sueño, abrazando mi espada y balanceándome lentamente.
Última edición por Oromë Vánadóttir el Vie Feb 08 2019, 20:49, editado 1 vez
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Re: No sé nada sobre ti, nada sobre mi, nada sobre nada.[Privado/ Zöe] [CERRADO]
Revise nuevamente la articulación en el brazo de SEPA-IV, aún no reaccionaba, el agua salada había dañado muchos sus circuitos. Mire con gesto imperturbable a los otros dos robots que descansaban junto a mí, ellos también seguían apagados, los había separado en varias partes para poder revisar los cables y los circuitos. Ninguna pieza estaba dañada, pero seguía encontrando agua hasta en los sitios menos sospechados.
Hace seis días y catorce horas había terminada involucrada en una incursión junto con Alward, Anko, Alanna y un hechicero misterioso para rescatar a unos esclavos que estaban atrapados en un barco. Llevar conmigo a SEPA-IV, AMA y ATAC no había sido una buena idea [ERROR] Había sido una decisión muy poco acertada, en un primer momento creía que podría salir sin tener que tocar siquiera el agua, pero cuando el barco comenzó a hundirse tuve que elegir entre mantenerlos activos o rescatar a los orgánicos.
Agarre un clavo que estaba girando por la carreta, era uno de los clavos de ATAC, lo guarde en mi bolsillo y luego me dispuse a acomodar las distintas partes de mis acompañantes dentro del morral. No podía realizar un trabajo tan meticuloso estando en un vehículo en movimiento.
Había encontrado a la caravana al poco tiempo de salir de Lunargenta, mientras caminaba sola por el camino principal habían pasado junto a mí y me habían ordenado que suba a uno de los carros. Mi sistema era reticente a negarse cuando se trataba de órdenes directas, sobre todo si no tenía motivo alguno para negarme, por lo que sin decir una palabra me subí.
Desde entonces no había tenido mucha interacción con el resto de los orgánicos, los había escuchado hablando sobre mi “Puede protegernos si nos atacan en el camino”, “Escuche que no puede hacerle nada a los humanos”, “Yo escuché que si le das una orden tiene que obedecerla de inmediato”. No toda esa información era correcta, pero como no me preguntaron, no me pareció necesario intervenir para sacarlos de su error.
Era pasado el mediodía cuando la caravana se detuvo repentinamente, supuse que sería algo que interrumpía el camino, pero mis sensores captaron la voz de una mujer que no coincidía con el de ninguna de las que estaban hasta el momento en el grupo. Pronto la nueva integrante fue aceptada y subió al mismo carro donde yo estaba, llevaba una manta tapándome, no sentía frío, ni tampoco calor, pero varias veces los humanos se habían asustado cuando se asomaban para sacar algo de las cajas, y habían preferido cubrir un poco mi presencia.
La nueva subió con cansancio al carro y a los pocos minutos de sentarse en las cajas se quedó dormida, no sabía si había notado mi presencia o no [ANALIZANDO] lo normal era que cuando un orgánico se acercaba saludaba a las persona que ya se encontraba en el lugar, incluso conmigo solían proceder de esa manera. [ESCANEANDO] estaba profundamente dormida, debía necesitar mucho el descanso.
Me mantuve en silencio, mi mirada no estaba especialmente fija en ella, aunque quizás desde afuera podría dar esa sensación. Pero si nadie requería de mis servicios entonces no tenía motivo alguno para actuar, cuando pasaba largos periodos de tiempo en silencio mi base de datos traía a mi mente los recuerdos de los años pasados en el depósito.
La mujer se removía, parecía despertar.
-Buenas tardes- Saludar a un orgánico cuando se despertaba era lo que dictaban las normas sociales ¿Correcto?
Hace seis días y catorce horas había terminada involucrada en una incursión junto con Alward, Anko, Alanna y un hechicero misterioso para rescatar a unos esclavos que estaban atrapados en un barco. Llevar conmigo a SEPA-IV, AMA y ATAC no había sido una buena idea [ERROR] Había sido una decisión muy poco acertada, en un primer momento creía que podría salir sin tener que tocar siquiera el agua, pero cuando el barco comenzó a hundirse tuve que elegir entre mantenerlos activos o rescatar a los orgánicos.
Agarre un clavo que estaba girando por la carreta, era uno de los clavos de ATAC, lo guarde en mi bolsillo y luego me dispuse a acomodar las distintas partes de mis acompañantes dentro del morral. No podía realizar un trabajo tan meticuloso estando en un vehículo en movimiento.
Había encontrado a la caravana al poco tiempo de salir de Lunargenta, mientras caminaba sola por el camino principal habían pasado junto a mí y me habían ordenado que suba a uno de los carros. Mi sistema era reticente a negarse cuando se trataba de órdenes directas, sobre todo si no tenía motivo alguno para negarme, por lo que sin decir una palabra me subí.
Desde entonces no había tenido mucha interacción con el resto de los orgánicos, los había escuchado hablando sobre mi “Puede protegernos si nos atacan en el camino”, “Escuche que no puede hacerle nada a los humanos”, “Yo escuché que si le das una orden tiene que obedecerla de inmediato”. No toda esa información era correcta, pero como no me preguntaron, no me pareció necesario intervenir para sacarlos de su error.
Era pasado el mediodía cuando la caravana se detuvo repentinamente, supuse que sería algo que interrumpía el camino, pero mis sensores captaron la voz de una mujer que no coincidía con el de ninguna de las que estaban hasta el momento en el grupo. Pronto la nueva integrante fue aceptada y subió al mismo carro donde yo estaba, llevaba una manta tapándome, no sentía frío, ni tampoco calor, pero varias veces los humanos se habían asustado cuando se asomaban para sacar algo de las cajas, y habían preferido cubrir un poco mi presencia.
La nueva subió con cansancio al carro y a los pocos minutos de sentarse en las cajas se quedó dormida, no sabía si había notado mi presencia o no [ANALIZANDO] lo normal era que cuando un orgánico se acercaba saludaba a las persona que ya se encontraba en el lugar, incluso conmigo solían proceder de esa manera. [ESCANEANDO] estaba profundamente dormida, debía necesitar mucho el descanso.
Me mantuve en silencio, mi mirada no estaba especialmente fija en ella, aunque quizás desde afuera podría dar esa sensación. Pero si nadie requería de mis servicios entonces no tenía motivo alguno para actuar, cuando pasaba largos periodos de tiempo en silencio mi base de datos traía a mi mente los recuerdos de los años pasados en el depósito.
La mujer se removía, parecía despertar.
-Buenas tardes- Saludar a un orgánico cuando se despertaba era lo que dictaban las normas sociales ¿Correcto?
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Re: No sé nada sobre ti, nada sobre mi, nada sobre nada.[Privado/ Zöe] [CERRADO]
Sabía que no había pasado demasiado tiempo desde que me había dormido. El sol que se filtraba por entre las copas de los arboles seguía calentando mi cabeza, y a veces creo que lo sentía quemando mis parpados y mis sucias mejillas. Tal vez no estaba tan dormida como yo creía, sino más bien en una especie de duermevela, vagamente consciente de mi alrededor: aves cantando, el bamboleo de la caravana sobre el suelo duro y el susurro de las demás personas sobre esta. No estaba tan atenta como para entender que era lo que decían, solo sabía que lo hacían y ya... A esta altura creo que les dejaría robarme todo lo que llevaba encima, con tal de que me dejaran dormir tranquila. Mi humor de hoy decía, no molesten y me preguntaba cuanto soportaría.
Logré irme más profundo dentro del mundo de los sueños y creo que comenzaba a soñar pues no dejaba de verme a mi misma de pequeña, persiguiendo a mis hermanas y como Asterin lograba cazarme al vuelo cuando yo salía corriendo y me llevaba colgando bajo su brazo sin que yo dejara de intentar zafarme. Aún después de terminado el recuerdo, seguía escuchando su risa salvaje y veía sus inconstantes ojos; si los míos eran el sol brillante los de ella eran la profunda y oscura noche, veteados por pequeñas estrellas doradas... Diablos, como extrañaba a mis hermanas, en especial a la insufrible de Sorrel con su actitud impertérrita o Vesta y su provocadora forma de ser frente a los hombres y mujeres.
Hubiera disfrutado de esto por la eternidad, ver sus caras en mi memoria, si no fuera por la sacudida que dio la caravana cuando una rueda pasó sobre una piedra, haciéndome que rasguñara mi rostro con un pequeño trozo viejo y puntiagudo del mango de mi espada. No era la gran cosa, solo era una pequeña marca roja en mi mejilla, pero el dolor repentino hizo que gritara una retahíla de improperios que haría cuajar toda la leche de Dundarak.
De un momento a otro, me crucé con la mirada del resto de las personas en el carro, algunas estaban asustadas y podía ver por la forma en la que se encogían sobre si mismos que venían de un lugar donde habían visto lo peor; la otra parte que no mostraba miedo me escudriñaban por completo, seguramente considerando si deberían haberme dejado en el camino posiblemente desangrándome y no los culpaba por pensar así de mi. Yo no dudaría en hacerlo.
Mientras volvía a retomar mi antigua postura que se podría asemejar a la de una planta alguien me saludó y tal vez estos últimos días en completa solitud me convirtieron en una idiota porque estaba realmente desconcertada por la imagen de la persona que me observaba ahora. Así como estábamos, cubiertos de pies a cabeza no era del todo fácil identificar si era un hombre o una mujer aunque su timbre de voz me decía lo segundo. Su cara pulida y sus brillantes ojos eran hermosos, de otro mundo salvo por una marca que desentonaba sobre su ceja. ¿Qué era eso? o ¿Qué le habían hecho?, preguntas que se quedarían sin respuesta pues no pensaba hacerlas, al menos no de esta forma tan descortés. Yo podía ser una ladrona, una asesina, pero tenía modales todavía... mas o menos. -... Hola... ¿Sabes cuanto tiempo llevo dormida?- Podía hacer un estimativo pero mi mente no estaba en tan buenas condiciones como para siquiera molestarse en comenzar a funcionar.
Logré irme más profundo dentro del mundo de los sueños y creo que comenzaba a soñar pues no dejaba de verme a mi misma de pequeña, persiguiendo a mis hermanas y como Asterin lograba cazarme al vuelo cuando yo salía corriendo y me llevaba colgando bajo su brazo sin que yo dejara de intentar zafarme. Aún después de terminado el recuerdo, seguía escuchando su risa salvaje y veía sus inconstantes ojos; si los míos eran el sol brillante los de ella eran la profunda y oscura noche, veteados por pequeñas estrellas doradas... Diablos, como extrañaba a mis hermanas, en especial a la insufrible de Sorrel con su actitud impertérrita o Vesta y su provocadora forma de ser frente a los hombres y mujeres.
Hubiera disfrutado de esto por la eternidad, ver sus caras en mi memoria, si no fuera por la sacudida que dio la caravana cuando una rueda pasó sobre una piedra, haciéndome que rasguñara mi rostro con un pequeño trozo viejo y puntiagudo del mango de mi espada. No era la gran cosa, solo era una pequeña marca roja en mi mejilla, pero el dolor repentino hizo que gritara una retahíla de improperios que haría cuajar toda la leche de Dundarak.
De un momento a otro, me crucé con la mirada del resto de las personas en el carro, algunas estaban asustadas y podía ver por la forma en la que se encogían sobre si mismos que venían de un lugar donde habían visto lo peor; la otra parte que no mostraba miedo me escudriñaban por completo, seguramente considerando si deberían haberme dejado en el camino posiblemente desangrándome y no los culpaba por pensar así de mi. Yo no dudaría en hacerlo.
Mientras volvía a retomar mi antigua postura que se podría asemejar a la de una planta alguien me saludó y tal vez estos últimos días en completa solitud me convirtieron en una idiota porque estaba realmente desconcertada por la imagen de la persona que me observaba ahora. Así como estábamos, cubiertos de pies a cabeza no era del todo fácil identificar si era un hombre o una mujer aunque su timbre de voz me decía lo segundo. Su cara pulida y sus brillantes ojos eran hermosos, de otro mundo salvo por una marca que desentonaba sobre su ceja. ¿Qué era eso? o ¿Qué le habían hecho?, preguntas que se quedarían sin respuesta pues no pensaba hacerlas, al menos no de esta forma tan descortés. Yo podía ser una ladrona, una asesina, pero tenía modales todavía... mas o menos. -... Hola... ¿Sabes cuanto tiempo llevo dormida?- Podía hacer un estimativo pero mi mente no estaba en tan buenas condiciones como para siquiera molestarse en comenzar a funcionar.
Última edición por Oromë Vánadóttir el Jue Ago 09 2018, 07:16, editado 1 vez (Razón : Soy idiota, estaba con prisas x el cumple de mi primo y olvidé un pedazo xD)
Oromë Vánadóttir
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Re: No sé nada sobre ti, nada sobre mi, nada sobre nada.[Privado/ Zöe] [CERRADO]
La mujer aún estaba desorientada producto del sueño, probablemente había entrado en un estado profundo como resultado del cansancio. [ANALIZÁIS TERMINADO] La joven tenía una complexión física muy delgada, no podía descartar la posibilidad de que estuviera por debajo del peso aconsejado. Su piel era muy blanca, eso hacía que sus ojos y su boca resaltaran producto del contraste, pero también podía ser otra posible señal de que estaba necesitando consumir más nutrientes.
Quite la sábana que me tapaba, interrumpía mi análisis, y me acerque un poco más a la mujer.
-Dormiste durante dos horas y veinticinco minutos, faltan tres horas para el mediodía – Metí la mano en mi morral y saque una manzana – Debes comer adecuadamente, o podrías enfermarte – Se la ofrecí, ya que de todos modos yo no necesitaba alimentarme tan seguido como los orgánicos – Una dieta equilibrada hace a la buena salud de cualquier ser vivo ¿Correcto?
El carro se agito y como mi bolsa ya estaba abierta los restos de mis acompañantes se dispersaron por el piso, los humanos se apartaron espantados. No sabían qué eran esas cosas, no habían conocido a SEPA-IV, AMA y ATAC cuando estaban en funcionamiento, y probablemente se hubieran asustado incluso así.
-Lo siento – Dije cumpliendo con las formalidades de los de su especie, y comencé a levantar las distintas piezas. Brazos, piernas, todo estaba disperso, era sumamente inconveniente el tenerlos de esa manera [ANALIZANDO] Podría al menos ajustar las piezas mínimas para que el transportarlos no fuera tan incomodo.
Hice que mi dedo índice se abriera para dejar paso a un destornillados muy pequeño, agarre los brazos de SEPA-IV y los ajuste de modo improvisado, luego repetí el proceso con las piernas. Una vez que termine lo sacudí dos veces para asegurarme de que no se salían, conforme con los resultados lo metí nuevamente en el morral y me dispuse a repetir el proceso con los otros dos.
Estaba terminando de ajustar a AMA cuando de pronto sus luces se prendieron y comenzó a agitar los brazos.
-… Qué curioso – No creía haber tocado nada como para que mi acompañante se activara, y sin embargo parecía haber despertado [ESCANEANDO] solo los componentes relacionados con el movimiento se habían encendido, pero no había lógica alguna, ni tampoco podía escucharme – Será mejor que te apague.
Quité la tapa que cubría los circuitos en su espalda y provoque un cortocircuito diminuto, ahora tardaría más en repararlo, pero al menos estaba segura que no se prendería de modo sorpresivo en medio del camino.
Quite la sábana que me tapaba, interrumpía mi análisis, y me acerque un poco más a la mujer.
-Dormiste durante dos horas y veinticinco minutos, faltan tres horas para el mediodía – Metí la mano en mi morral y saque una manzana – Debes comer adecuadamente, o podrías enfermarte – Se la ofrecí, ya que de todos modos yo no necesitaba alimentarme tan seguido como los orgánicos – Una dieta equilibrada hace a la buena salud de cualquier ser vivo ¿Correcto?
El carro se agito y como mi bolsa ya estaba abierta los restos de mis acompañantes se dispersaron por el piso, los humanos se apartaron espantados. No sabían qué eran esas cosas, no habían conocido a SEPA-IV, AMA y ATAC cuando estaban en funcionamiento, y probablemente se hubieran asustado incluso así.
-Lo siento – Dije cumpliendo con las formalidades de los de su especie, y comencé a levantar las distintas piezas. Brazos, piernas, todo estaba disperso, era sumamente inconveniente el tenerlos de esa manera [ANALIZANDO] Podría al menos ajustar las piezas mínimas para que el transportarlos no fuera tan incomodo.
Hice que mi dedo índice se abriera para dejar paso a un destornillados muy pequeño, agarre los brazos de SEPA-IV y los ajuste de modo improvisado, luego repetí el proceso con las piernas. Una vez que termine lo sacudí dos veces para asegurarme de que no se salían, conforme con los resultados lo metí nuevamente en el morral y me dispuse a repetir el proceso con los otros dos.
Estaba terminando de ajustar a AMA cuando de pronto sus luces se prendieron y comenzó a agitar los brazos.
-… Qué curioso – No creía haber tocado nada como para que mi acompañante se activara, y sin embargo parecía haber despertado [ESCANEANDO] solo los componentes relacionados con el movimiento se habían encendido, pero no había lógica alguna, ni tampoco podía escucharme – Será mejor que te apague.
Quité la tapa que cubría los circuitos en su espalda y provoque un cortocircuito diminuto, ahora tardaría más en repararlo, pero al menos estaba segura que no se prendería de modo sorpresivo en medio del camino.
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Re: No sé nada sobre ti, nada sobre mi, nada sobre nada.[Privado/ Zöe] [CERRADO]
¿Fingir mi sorpresa? Para nada, apenas ella se quitó su propia capa mi cuerpo se estremeció y mi espalda se enderezó. No recordaba haber visto jamas a alguien así, sí escuchado de ellos pero nunca tenido la oportunidad de tener una frente a frente. Era algo realmente curioso: su apariencia era tan humana como se podría esperar si ignorabas los huecos en su cráneo como si de ellos fueran a entrar o salir gusanos, pero por lo demás no habría nada que me hiciera dudar.
No mentiré, era raro, mientras me miraba no se sentía como un humano lo haría, sino como si me evaluara...¿Acaso los que son como ella no hacen eso?¿Todo lo veían desde un punto más analítico y menos personal? Creo que mi cabeza iba a explotar si la escuchaba hablar así por varias horas seguidas. -Eh.. gracias- Tal vez era yo la que estaba hecha de acero y no carne por dentro, mis movimientos eran rígidos, mecánicos mientras estiraba mi mano y tomaba la manzana. -No siempre se puede comer bien ni esperar encontrar una delicia debajo de una roca- Yo no era rica, incluso si viviera con mi familia o tuviera un trabajo el cual me asegurara una buena vida, dudaba que así ganara lo suficiente. Me había acostumbrado a este tipo de vida sin certezas ni seguridades, teniendo días buenos donde derrochar el dinero en lo que quisiera y luego días donde podría roer la madera de los arboles si con eso aguantaba un día más... esta vez era lo segundo.
-¿Tienes alguna idea de que tan lejos estamos? No es que tenga prisa pero...- No tenía un pero, solo tenía curiosidad de si ella también sabría eso con tanta exactitud. El carro se agitó y varias cosas salieron volando y no tenía ni idea que rayos eran, ella simplemente se disculpó a nadie en particular y a recuperar lo perdido mientras que yo divisé algo que bien podría ser un pie. -Creo que esto es de tu lo que sea- Se lo alcancé mientras la miraba unir los trozos con algo de fascinación si debía de admitir. Ella sabía reparar cosas, a diferencia de mi que solía destrozarlas y no sabría porque pero era interesante de ver como tomaba forma aquella cosa. -¿Qué es eso?¿Es como tu?...¿Eso... duele?- En teoría y si te caía un rayo fuera lo que fueras, no solo dolería pero me preguntaba si esa cosa de hojalata sentía algo luego de recibir ese chispazo.
Me estaba comportando como una niña al ahogarla con preguntas, pero no podía detenerme, era diferente y diferente me interesaba. Mi vida era algo repetitiva en ciertos aspectos y esto hacía del viaje a Ulmer algo más soportable. Mientras más me acercaba a Dundarak, más nerviosa estaba y tendía a ponerme de mal humor y a ser desagradable. Esto, ella, era algo bueno. -Ah,soy Oromë por cierto-
No mentiré, era raro, mientras me miraba no se sentía como un humano lo haría, sino como si me evaluara...¿Acaso los que son como ella no hacen eso?¿Todo lo veían desde un punto más analítico y menos personal? Creo que mi cabeza iba a explotar si la escuchaba hablar así por varias horas seguidas. -Eh.. gracias- Tal vez era yo la que estaba hecha de acero y no carne por dentro, mis movimientos eran rígidos, mecánicos mientras estiraba mi mano y tomaba la manzana. -No siempre se puede comer bien ni esperar encontrar una delicia debajo de una roca- Yo no era rica, incluso si viviera con mi familia o tuviera un trabajo el cual me asegurara una buena vida, dudaba que así ganara lo suficiente. Me había acostumbrado a este tipo de vida sin certezas ni seguridades, teniendo días buenos donde derrochar el dinero en lo que quisiera y luego días donde podría roer la madera de los arboles si con eso aguantaba un día más... esta vez era lo segundo.
-¿Tienes alguna idea de que tan lejos estamos? No es que tenga prisa pero...- No tenía un pero, solo tenía curiosidad de si ella también sabría eso con tanta exactitud. El carro se agitó y varias cosas salieron volando y no tenía ni idea que rayos eran, ella simplemente se disculpó a nadie en particular y a recuperar lo perdido mientras que yo divisé algo que bien podría ser un pie. -Creo que esto es de tu lo que sea- Se lo alcancé mientras la miraba unir los trozos con algo de fascinación si debía de admitir. Ella sabía reparar cosas, a diferencia de mi que solía destrozarlas y no sabría porque pero era interesante de ver como tomaba forma aquella cosa. -¿Qué es eso?¿Es como tu?...¿Eso... duele?- En teoría y si te caía un rayo fuera lo que fueras, no solo dolería pero me preguntaba si esa cosa de hojalata sentía algo luego de recibir ese chispazo.
Me estaba comportando como una niña al ahogarla con preguntas, pero no podía detenerme, era diferente y diferente me interesaba. Mi vida era algo repetitiva en ciertos aspectos y esto hacía del viaje a Ulmer algo más soportable. Mientras más me acercaba a Dundarak, más nerviosa estaba y tendía a ponerme de mal humor y a ser desagradable. Esto, ella, era algo bueno. -Ah,soy Oromë por cierto-
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Re: No sé nada sobre ti, nada sobre mi, nada sobre nada.[Privado/ Zöe] [CERRADO]
Asentí ante el comentario de la joven mujer, ciertamente no siempre los orgánicos tenían alguna fuente de comida cercana. Además, tenían un complejo sistema de intercambio de vienes materiales a cambio de un valor estipulado en monedas que les impedía agarrar lo que quisieran cuando sea que lo necesitaran.
-Entiendo eso – Pero mi sistema no comprendía esos pequeños inconvenientes, y de todos modos me obligaba a cuidar de los orgánicos. De haber estado en un peso en el cual corriera riesgo su vida, probablemente hubiese bajado del carro para poder encontrar algo de comida – Puedo buscar más alimentos si lo deseas – Ofrecí mi ayuda, no todos los orgánicos sabían como funcionaba la lógica de los Bio- cibernéticos.
Cuando la muchacha me pregunto por la distancia tuve que detener el resto de mis funciones durante algunos segundos [ANALIZANDO] … [DESCARGANDO MAPAS] … [RESPUESTA]
-Estamos a seis días y catorce horas de llegar a Ulmer, allí es donde termina el camino para esta caravana, luego regresaran a tierras humanas – Claramente el calculo había sido hecho en base a la suposición de que no tendríamos ningún tipo de inconveniente, ni lluvias, o alguna otra situación que pudiera hacer que perdiéramos tiempo – Es bueno que no tengas prisa, ya que pueden existir complicaciones varias dado lo rudimentario de nuestro transporte ¿Si?
Acepté la pierna que me pasaba la joven, parecía ser la única orgánica del carro que no se asusto cuando vio las partes de los robots dispersas por todos lados [ANALIZANDO] en realidad parecía tener algo como… ¿Curiosidad? Si, los patrones de su rostro eran similares a otros que había visto en el pasado.
-Él es un robot, se llama AMA – Dije mientras le mostraba al pequeño ser amarillo. Luego señale a los otros dos por turnos – Y ellos son SEPA-IV y ATAC. No, no son como yo – Una vez le había explicado esto mismo a Alward, el modo en que lo había ejemplificado había hecho que el humano lo entendiera bien, por lo que repetir el proceso parecía lo más adecuado - La mayor parte de mi cuerpo esta hecho de carne y órganos, al igual que el tuyo. Pero además tengo otros materiales en mi cuerpo que no son orgánicos. En cambio ellos son únicamente robots, no son mas que un montón de metal y circuitos ordenados de forma tal que funcionen – Los guarde con cuidado junto al muñeco Neil – Yo los fabrique, su funcionamiento es en verdad bastante sencillo, y no son capaces de hablar o de interactuar de otro modo que no sea por señas. Pero… Hace unos días se mojaron, y no pude volver a prenderlos desde entonces.
La respuesta en relación al dolor era más compleja de responder, de forma lógica sabia que no había instalado en ellos circuitos para que sean receptores de dolor. Sin embargo, en varias oportunidades los había visto actuar como si sintieran algo, aunque no podía confirmar si se trataba de una respuesta sincera o si simplemente imitaban lo que veían en los humanos.
-No, no sienten dolor alguno, al igual que yo. Sensaciones como esas no tendrían motivo de ser – Agarre la mano de la muchacha y la apreté ligeramente, pero sin causarle dolor – Sientes eso porque tu cuerpo quiere avisarte que alguien tiene tu mano agarrada, si te lastimara la palma, entonces tu cuerpo te avisaría que algo esta mal y que tienes que hacer algo para evitar que te sigan dañando – La solté y agregué – Nosotros no necesitamos eso, tenemos un sistema que nos avisa cuando algo sucede-
Tal vez mi explicación había sido algo directa, le sonreí de modo mecanico para intentar transmitirle que no era peligrosa.
-Mi nombre es Zöe. Es un placer conocerte, Oromë ¿Correcto? –
El carro fue deteniendo su velocidad progresivamente.
-Abajo todos, algo bloquea el camino – Escuché que decía uno de los humanos – Son solo algunos troncos, pero tardaremos en moverlos – Me baje para ver qué tan complejo era el problema – Oye, que lo haga la robot, para eso la trajimos ¿No?
-Entiendo eso – Pero mi sistema no comprendía esos pequeños inconvenientes, y de todos modos me obligaba a cuidar de los orgánicos. De haber estado en un peso en el cual corriera riesgo su vida, probablemente hubiese bajado del carro para poder encontrar algo de comida – Puedo buscar más alimentos si lo deseas – Ofrecí mi ayuda, no todos los orgánicos sabían como funcionaba la lógica de los Bio- cibernéticos.
Cuando la muchacha me pregunto por la distancia tuve que detener el resto de mis funciones durante algunos segundos [ANALIZANDO] … [DESCARGANDO MAPAS] … [RESPUESTA]
-Estamos a seis días y catorce horas de llegar a Ulmer, allí es donde termina el camino para esta caravana, luego regresaran a tierras humanas – Claramente el calculo había sido hecho en base a la suposición de que no tendríamos ningún tipo de inconveniente, ni lluvias, o alguna otra situación que pudiera hacer que perdiéramos tiempo – Es bueno que no tengas prisa, ya que pueden existir complicaciones varias dado lo rudimentario de nuestro transporte ¿Si?
Acepté la pierna que me pasaba la joven, parecía ser la única orgánica del carro que no se asusto cuando vio las partes de los robots dispersas por todos lados [ANALIZANDO] en realidad parecía tener algo como… ¿Curiosidad? Si, los patrones de su rostro eran similares a otros que había visto en el pasado.
-Él es un robot, se llama AMA – Dije mientras le mostraba al pequeño ser amarillo. Luego señale a los otros dos por turnos – Y ellos son SEPA-IV y ATAC. No, no son como yo – Una vez le había explicado esto mismo a Alward, el modo en que lo había ejemplificado había hecho que el humano lo entendiera bien, por lo que repetir el proceso parecía lo más adecuado - La mayor parte de mi cuerpo esta hecho de carne y órganos, al igual que el tuyo. Pero además tengo otros materiales en mi cuerpo que no son orgánicos. En cambio ellos son únicamente robots, no son mas que un montón de metal y circuitos ordenados de forma tal que funcionen – Los guarde con cuidado junto al muñeco Neil – Yo los fabrique, su funcionamiento es en verdad bastante sencillo, y no son capaces de hablar o de interactuar de otro modo que no sea por señas. Pero… Hace unos días se mojaron, y no pude volver a prenderlos desde entonces.
La respuesta en relación al dolor era más compleja de responder, de forma lógica sabia que no había instalado en ellos circuitos para que sean receptores de dolor. Sin embargo, en varias oportunidades los había visto actuar como si sintieran algo, aunque no podía confirmar si se trataba de una respuesta sincera o si simplemente imitaban lo que veían en los humanos.
-No, no sienten dolor alguno, al igual que yo. Sensaciones como esas no tendrían motivo de ser – Agarre la mano de la muchacha y la apreté ligeramente, pero sin causarle dolor – Sientes eso porque tu cuerpo quiere avisarte que alguien tiene tu mano agarrada, si te lastimara la palma, entonces tu cuerpo te avisaría que algo esta mal y que tienes que hacer algo para evitar que te sigan dañando – La solté y agregué – Nosotros no necesitamos eso, tenemos un sistema que nos avisa cuando algo sucede-
Tal vez mi explicación había sido algo directa, le sonreí de modo mecanico para intentar transmitirle que no era peligrosa.
-Mi nombre es Zöe. Es un placer conocerte, Oromë ¿Correcto? –
El carro fue deteniendo su velocidad progresivamente.
-Abajo todos, algo bloquea el camino – Escuché que decía uno de los humanos – Son solo algunos troncos, pero tardaremos en moverlos – Me baje para ver qué tan complejo era el problema – Oye, que lo haga la robot, para eso la trajimos ¿No?
Zöe
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Re: No sé nada sobre ti, nada sobre mi, nada sobre nada.[Privado/ Zöe] [CERRADO]
Su interés por hacerme comer más no sabría si era porque se preocupaba o era eso que llamaban ¿sistema era? No tenía certeza alguna que era lo que la motivaba a actuar así. ¿Tenía motivos o simplemente era un montón de cables y circuitos, instintos sin sentimientos como los animales a la hora de actuar? Ellos sabían que hacer con sus crías, como conseguir comida, que rutas volar para llegar a su destino...¿Sería algo así lo que rondaba por su mente?. -Estoy bien así, así como me vez es como luzco habitualmente... Tal vez menos sucia y cansada- MI tono era moderadamente jocoso, pero luego dudé que ella lo tomara de forma divertida o si comprendería que era un intento por romper el hielo... Hielo que ya se había roto hace rato considerando mi inesperado entusiasmo por conocerla.
Vaya, no sabía que ellos planeaban regresar, supuse que se quedarían en Ulmer o avanzarían más allá, hasta las montañas. Dependiendo de mi estado de animo posiblemente hasta decida regresar con ellos. Era mejor eso a quedarme de nuevo atorada, y por lo poco que recordaba de Ulmer, no era un lugar en el que deseara quedarme por demasiado tiempo por varias razones. -Seis días es bastante razonable considerando nuestro transporte, ciertamente.- Si tuviera la fuerza y hasta la capacidad para aguantarlo, iría volando pero por culpa de la guerra y cientos de cosas sin sentido, no hice más que retrasar mi entrenamiento y no había avanzado nada. Briar se sentiría decepcionada por mi falta de constancia y me reprocharía mi falta de responsabilidad y etc etc. Mi hermana mayor -la primera de todas al menos- era bastante frígida debo admitir. Cuando mi padre ya estaba cansado de enseñarle a toda una camada de niñas que eran todo lo contrario a su elemento, renunció por completo y le paso el lastre a ella, lo cual sería entendible del porque de su actitud tan sería pero ella ya era así desde mucho antes me había contado Edda, la segunda en nacer.
-Tengo cosas que hacer pero las estoy dejando para más adelante, cuando deje de parecer que el mundo se va al diablo- Aunque por estas mismas razones es por lo que debería ser mi prioridad, seré imbécil.
El pequeño robot que ella me mostraba era extrañamente adorable, aunque se viera como un juguete roto. Lo toqué con la punta de mi uña y luego un poco más; estaba frío al tacto pero seguía pareciéndome lindo incluso para no ser algo a lo que yo llamaría encantador... Nunca le decía lindo a nada básicamente. -¿Tu les diste esos nombres? Son bastante raros la verdad- Me encogí de hombros, no es que fueran feos, sino que sonaban tan faltos de cariño o tal vez yo solo me imaginaba estas cosas porque ella no era enteramente una persona. Pero que esta mujer delante mio se tomara su tiempo para devolverlos a su estado anterior me hacía creer que debía de importarles y eso ya era un sentimiento más del que yo podría expresar por algo o alguien que no fuera mi familia.
-Entonces si tienes partes de ti que son de carne hueso eso significa que eres humana, realmente no creo que importe como funcione tu mente, en este mundo nadie es completamente humano, bueno o malo.- Yo podría ignorar por completo lo que salía de sus manos metálicas o los huecos en su cabeza, para mi, o algo en mi la veía como otra persona más. -Podrías trabajar creando pequeños robots que ayuden a la gente con sus tareas diarias y ganarías mucho dinero- No, mis ojos no brillaban por la idea del dinero, para nada... -La gente de buena cuna adoraría hacer de sus aburridas vidas aun más aburridas si tienen a alguien más que haga sus quehaceres y que no necesiten de paga cada mes.- Ahora que lo analizaba detenidamente, no era para nada una mala idea, y hasta estaba tentada de ayudarla de simple capricho y porque me interesaba verla construir algo. Como dije antes, lo diferente me divertía más.
Al apretarme la mano, mis sentidos se alertaron como si fueran un venado frente a un lobo, pero fue solo por un segundo aunque se sintió como un muy largo segundo.
No podía explicarme a mi misma, pero tenía un fuerte deseo de discrepar con ella en todo lo que decía y no entendía por qué. Ella me estaba explicando como funcionaba su cuerpo y mente, si es que se lo podía llamar así y yo simplemente no lograba imaginar que alguien pudiera funcionar así. La idea de estar en sus zapatos y no sentir absolutamente nada era como si me cortaran un brazo o me arrancaran de cuajo el corazon y algo más...
Era triste e irónico que yo sintiera lastima por ella cuando Zöe no parecía sentirlo en absoluto, ella no sentía nada, tenía que recordarme eso cada segundo que cruzaba por mi mente. Si ignoraba por completo este extraño sentimiento de culpa en ciertos aspectos eramos iguales... Yo era de carne y hueso pero a veces actuaba como si dentro mio no hubiera espacio para nada salvo para lo que yo quería en ese momento y me olvidaba de todo y todos, pisoteando cadáveres a mi paso si fuera necesario. Creo que a veces no me comprendía a mi misma y eso era muy humano.
Cuando el carro se detuvo dí un salto hacía fuera y me acerqué a ver los troncos, demasiada buena suerte que justo cayeran en medio del camino... Sí, claro. De acuerdo, si había que tardar ¿cuanto? seis días y 18 horas, si consideraba lo que la cibernetica había dicho más este pequeño retraso, no iba a preocuparme, pero -siempre hay un pero- cuando alguien más abrió su estúpida boca para decir que Zöe debía hacerlo pues debo decir que si yo tuviera cables en mi cabeza, estos estarían enredados haciendo chispas como AMA. -Ella no es tu sirviente, que sea un robot no significa que pueda hacerlo sola ni que te deba rendir culto. Deberían ser más respetuosos y mejor pedirle consejo de como podrían ustedes hombres sin hombría, hacerse cargo de los troncos- Casi que podía ver el ácido que escupía por mi boca derretir el suelo, no literalmente claro.
Me voltee hacia ella con decisión y me tomé la molestia de tener mas pelotas que el resto y preguntarle. -Zöe, yo puedo sujetar uno de esos troncos y levantarlo apenas pero no creo poder moverlo sola, ¿tienes de casualidad alguna idea útil con lo que hay a mano de romperlos o correrlos del camino? Apreciaría mucho tu gran intelecto.- A la mierda los humanos, Zöe tenia suerte de no sentir nada en este momento porque yo ya quería cortarles la garganta por sentir tanto.
Vaya, no sabía que ellos planeaban regresar, supuse que se quedarían en Ulmer o avanzarían más allá, hasta las montañas. Dependiendo de mi estado de animo posiblemente hasta decida regresar con ellos. Era mejor eso a quedarme de nuevo atorada, y por lo poco que recordaba de Ulmer, no era un lugar en el que deseara quedarme por demasiado tiempo por varias razones. -Seis días es bastante razonable considerando nuestro transporte, ciertamente.- Si tuviera la fuerza y hasta la capacidad para aguantarlo, iría volando pero por culpa de la guerra y cientos de cosas sin sentido, no hice más que retrasar mi entrenamiento y no había avanzado nada. Briar se sentiría decepcionada por mi falta de constancia y me reprocharía mi falta de responsabilidad y etc etc. Mi hermana mayor -la primera de todas al menos- era bastante frígida debo admitir. Cuando mi padre ya estaba cansado de enseñarle a toda una camada de niñas que eran todo lo contrario a su elemento, renunció por completo y le paso el lastre a ella, lo cual sería entendible del porque de su actitud tan sería pero ella ya era así desde mucho antes me había contado Edda, la segunda en nacer.
-Tengo cosas que hacer pero las estoy dejando para más adelante, cuando deje de parecer que el mundo se va al diablo- Aunque por estas mismas razones es por lo que debería ser mi prioridad, seré imbécil.
El pequeño robot que ella me mostraba era extrañamente adorable, aunque se viera como un juguete roto. Lo toqué con la punta de mi uña y luego un poco más; estaba frío al tacto pero seguía pareciéndome lindo incluso para no ser algo a lo que yo llamaría encantador... Nunca le decía lindo a nada básicamente. -¿Tu les diste esos nombres? Son bastante raros la verdad- Me encogí de hombros, no es que fueran feos, sino que sonaban tan faltos de cariño o tal vez yo solo me imaginaba estas cosas porque ella no era enteramente una persona. Pero que esta mujer delante mio se tomara su tiempo para devolverlos a su estado anterior me hacía creer que debía de importarles y eso ya era un sentimiento más del que yo podría expresar por algo o alguien que no fuera mi familia.
-Entonces si tienes partes de ti que son de carne hueso eso significa que eres humana, realmente no creo que importe como funcione tu mente, en este mundo nadie es completamente humano, bueno o malo.- Yo podría ignorar por completo lo que salía de sus manos metálicas o los huecos en su cabeza, para mi, o algo en mi la veía como otra persona más. -Podrías trabajar creando pequeños robots que ayuden a la gente con sus tareas diarias y ganarías mucho dinero- No, mis ojos no brillaban por la idea del dinero, para nada... -La gente de buena cuna adoraría hacer de sus aburridas vidas aun más aburridas si tienen a alguien más que haga sus quehaceres y que no necesiten de paga cada mes.- Ahora que lo analizaba detenidamente, no era para nada una mala idea, y hasta estaba tentada de ayudarla de simple capricho y porque me interesaba verla construir algo. Como dije antes, lo diferente me divertía más.
Al apretarme la mano, mis sentidos se alertaron como si fueran un venado frente a un lobo, pero fue solo por un segundo aunque se sintió como un muy largo segundo.
No podía explicarme a mi misma, pero tenía un fuerte deseo de discrepar con ella en todo lo que decía y no entendía por qué. Ella me estaba explicando como funcionaba su cuerpo y mente, si es que se lo podía llamar así y yo simplemente no lograba imaginar que alguien pudiera funcionar así. La idea de estar en sus zapatos y no sentir absolutamente nada era como si me cortaran un brazo o me arrancaran de cuajo el corazon y algo más...
Vacía, fría como una roca.
Era triste e irónico que yo sintiera lastima por ella cuando Zöe no parecía sentirlo en absoluto, ella no sentía nada, tenía que recordarme eso cada segundo que cruzaba por mi mente. Si ignoraba por completo este extraño sentimiento de culpa en ciertos aspectos eramos iguales... Yo era de carne y hueso pero a veces actuaba como si dentro mio no hubiera espacio para nada salvo para lo que yo quería en ese momento y me olvidaba de todo y todos, pisoteando cadáveres a mi paso si fuera necesario. Creo que a veces no me comprendía a mi misma y eso era muy humano.
Cuando el carro se detuvo dí un salto hacía fuera y me acerqué a ver los troncos, demasiada buena suerte que justo cayeran en medio del camino... Sí, claro. De acuerdo, si había que tardar ¿cuanto? seis días y 18 horas, si consideraba lo que la cibernetica había dicho más este pequeño retraso, no iba a preocuparme, pero -siempre hay un pero- cuando alguien más abrió su estúpida boca para decir que Zöe debía hacerlo pues debo decir que si yo tuviera cables en mi cabeza, estos estarían enredados haciendo chispas como AMA. -Ella no es tu sirviente, que sea un robot no significa que pueda hacerlo sola ni que te deba rendir culto. Deberían ser más respetuosos y mejor pedirle consejo de como podrían ustedes hombres sin hombría, hacerse cargo de los troncos- Casi que podía ver el ácido que escupía por mi boca derretir el suelo, no literalmente claro.
Me voltee hacia ella con decisión y me tomé la molestia de tener mas pelotas que el resto y preguntarle. -Zöe, yo puedo sujetar uno de esos troncos y levantarlo apenas pero no creo poder moverlo sola, ¿tienes de casualidad alguna idea útil con lo que hay a mano de romperlos o correrlos del camino? Apreciaría mucho tu gran intelecto.- A la mierda los humanos, Zöe tenia suerte de no sentir nada en este momento porque yo ya quería cortarles la garganta por sentir tanto.
Oromë Vánadóttir
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Re: No sé nada sobre ti, nada sobre mi, nada sobre nada.[Privado/ Zöe] [CERRADO]
De haber estado funcionando seguramente habrían disfrutado de la atención que la muchacha les ofrecía, ellos siempre buscaban que la gente les hablara, incluso aunque eran incapaces de comunicarse. Pero ahora estaban apagados, y no estaba segura de cuánto tiempo seguirían así, probablemente cuando despertaran tendría que actualizar su base de datos.
-En verdad sus nombres son siglas que definen su funcionalidad – Saque a SEPA-IV y dije – Él utiliza un Soplete Eléctrico de Punta Afilada y logré definirlo en el cuarto intento – Le mostré a AMA – Este es un Artefacto para el Manejo de Aleaciones, y… - Señale a ATAC – Arroja Tornillos con Aire Comprimido – Los guarde a los tres y cerré el morral – Decir sus nombres completos cada vez era poco eficiente, por eso decidí dejar solo la primer letra de cada palabra – Y eso aun sin estar segura de si entendían del todo mis palabras.
Su definición de lo que era un humano y sus diferencias con los Bio-cibernéticos era poco precisa, además, lo mezclaba con otras categorías como la bondad o la maldad [ANALIZANDO] No podía entender qué era lo que quería decirme, y su cambio abrupto de tema hizo que perdiera la oportunidad de preguntárselo. [NOTA: PREGUNTAR LUEGO]
-No tengo particular interés por el dinero, no hay nada que pueda hacer con él – Tenía bastante reunido en mi bolsa, pero aún no le había encontrado un buen uso – Pero he creado en el pasado algunas máquinas sencillas, cuando estuve viviendo en las tierras del norte con los dragones. Ellos me dieron un lugar donde vivir, y a cambio intenté ayudarlos en todo lo que me fue posible – Aunque había logrado ciertas mejoras, con tan pocos materiales de base era difícil superar ciertos límites.
Me sorprendió la reacción de Oromë, incline la cabeza hacia un lado mientras la miraba discutir con el resto de los orgánicos, luego me gire para analizar los troncos [ESCANENADO] parecían ser el resultado de un árbol que se había caído luego de una tormenta, era normal que eso pase luego de una lluvia, ya que aflojaba la tierra alrededor de las raíces.
-El tronco principal parece ser el más complejo de mover, creo que deberíamos empezar por las ramas más pequeñas y dejar ese para el final, lo quitaremos con ayuda de una soga ¿Correcto? – Los humanos me miraron en silencio, y también a la muchacha, no respondieron pero se pusieron a trabajar – Bien.
Entre todos fuimos sacando poco a poco los troncos más ligeros que cubrían el camino, cuando llegamos a los intermedio tuvimos que agarrarlos de a dos pero luego de unos minutos habíamos logrado despejar casi todo el camino. Solo faltaba la parte central del árbol, y para eso saque una soga de mi morral.
-La pasare por arriba de una rama lo suficientemente gruesa, y luego lo ataremos al tronco – Les explique, aunque varios no parecían entenderme, mire en los alrededores hasta encontrar una rama grande y tire la soga para que pase por arriba, luego me acerque al árbol e hice un nudo en una parte que se separaba ligeramente del piso – Será necesario que tiremos de este lado, no sé si podremos mantenerlo mucho tiempo, por lo que recomiendo que pasen rápido con los carros ¿Si?
Di varias vueltas a la soga en mi brazo y en las manos, mi fuerza era superior a la de los humanos promedio, por lo que no les pedí ayuda.
-Oromë ¿Podrías sujetar esta parte? Es solo por si llega a soltarse ¿Si? – Con el peso compensado por el ángulo de la soga, resultaba mucho más sencillo levantarlo. Mis pies se hundieron en la tierra, pero pude ir retrocediendo lentamente y dejar suficiente espacio para que los carros pasaran sin problema.
Y siguieron….Y jamás se detuvieron.
Solté la soga con lo que el árbol volvió a caerse en plena ruta, mire a Oromë con algo similar al desconcierto en mi rostro.
-Creo… Que se olvidaron de nosotras -
-En verdad sus nombres son siglas que definen su funcionalidad – Saque a SEPA-IV y dije – Él utiliza un Soplete Eléctrico de Punta Afilada y logré definirlo en el cuarto intento – Le mostré a AMA – Este es un Artefacto para el Manejo de Aleaciones, y… - Señale a ATAC – Arroja Tornillos con Aire Comprimido – Los guarde a los tres y cerré el morral – Decir sus nombres completos cada vez era poco eficiente, por eso decidí dejar solo la primer letra de cada palabra – Y eso aun sin estar segura de si entendían del todo mis palabras.
Su definición de lo que era un humano y sus diferencias con los Bio-cibernéticos era poco precisa, además, lo mezclaba con otras categorías como la bondad o la maldad [ANALIZANDO] No podía entender qué era lo que quería decirme, y su cambio abrupto de tema hizo que perdiera la oportunidad de preguntárselo. [NOTA: PREGUNTAR LUEGO]
-No tengo particular interés por el dinero, no hay nada que pueda hacer con él – Tenía bastante reunido en mi bolsa, pero aún no le había encontrado un buen uso – Pero he creado en el pasado algunas máquinas sencillas, cuando estuve viviendo en las tierras del norte con los dragones. Ellos me dieron un lugar donde vivir, y a cambio intenté ayudarlos en todo lo que me fue posible – Aunque había logrado ciertas mejoras, con tan pocos materiales de base era difícil superar ciertos límites.
Me sorprendió la reacción de Oromë, incline la cabeza hacia un lado mientras la miraba discutir con el resto de los orgánicos, luego me gire para analizar los troncos [ESCANENADO] parecían ser el resultado de un árbol que se había caído luego de una tormenta, era normal que eso pase luego de una lluvia, ya que aflojaba la tierra alrededor de las raíces.
-El tronco principal parece ser el más complejo de mover, creo que deberíamos empezar por las ramas más pequeñas y dejar ese para el final, lo quitaremos con ayuda de una soga ¿Correcto? – Los humanos me miraron en silencio, y también a la muchacha, no respondieron pero se pusieron a trabajar – Bien.
Entre todos fuimos sacando poco a poco los troncos más ligeros que cubrían el camino, cuando llegamos a los intermedio tuvimos que agarrarlos de a dos pero luego de unos minutos habíamos logrado despejar casi todo el camino. Solo faltaba la parte central del árbol, y para eso saque una soga de mi morral.
-La pasare por arriba de una rama lo suficientemente gruesa, y luego lo ataremos al tronco – Les explique, aunque varios no parecían entenderme, mire en los alrededores hasta encontrar una rama grande y tire la soga para que pase por arriba, luego me acerque al árbol e hice un nudo en una parte que se separaba ligeramente del piso – Será necesario que tiremos de este lado, no sé si podremos mantenerlo mucho tiempo, por lo que recomiendo que pasen rápido con los carros ¿Si?
Di varias vueltas a la soga en mi brazo y en las manos, mi fuerza era superior a la de los humanos promedio, por lo que no les pedí ayuda.
-Oromë ¿Podrías sujetar esta parte? Es solo por si llega a soltarse ¿Si? – Con el peso compensado por el ángulo de la soga, resultaba mucho más sencillo levantarlo. Mis pies se hundieron en la tierra, pero pude ir retrocediendo lentamente y dejar suficiente espacio para que los carros pasaran sin problema.
Y siguieron….Y jamás se detuvieron.
Solté la soga con lo que el árbol volvió a caerse en plena ruta, mire a Oromë con algo similar al desconcierto en mi rostro.
-Creo… Que se olvidaron de nosotras -
Zöe
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Re: No sé nada sobre ti, nada sobre mi, nada sobre nada.[Privado/ Zöe] [CERRADO]
Mi cara era todo un poema pues no tenía ni la mas mínima idea de lo que estaba hablando. ¿Acaso había alguien más en el mundo que lo comprendiera? Yo misma le pediría a quien fuera que se le ocurrió tales palabras que me iluminara un poco con su sabiduría.
-¿Soplete punta afilada?, ¿Arroja tornillos? De acuerdo, tienes un 10 en ingenio eso es seguro- Lo decía enserio, ahora que significaban al completo, eso ya era otra historia. Si algún día llegaba a verlos en funcionamiento tal vez tendría sentido.
Levanté una mano para acallarla a la vez que negaba con la cabeza. -Eso es, mi querido cibernetico, porque ustedes no ven más allá de sus necesidades o lo que sea que las personas les pidan. Deberían pensar en grande y a futuro. A ti no te sirve pero al resto sí, a mi con un demonio que sí me sirve- Di vuelta hacia fuera uno de mis bolsillos que estaba completamente vacío. -No es cuestión del dinero, sino lo que puedes conseguir con él, no es más que una construcción social: lo tienes y eres alguien, no lo tienes y eres menos que nada. Podrías hacer grandes cosas o todo lo contrario, es a elección de cada quien....- Me detuve un momento y lo pensé detenidamente. -Bueno, no se cuanto puedes decidir por ti misma. ¿Como es siquiera que tu estas aquí ahora? Alguien debe haberte no sé, ¿creado? Porque vaya genio el que se le ocurrió que fueras tan sumisa- No encontraba mejor forma de explicarlo, conocía de su lado "servicial" porque yo misma lo había puesto a prueba y era un poco molesto. No me gustaba ser así de amable y decir todo que sí solo porque tenía que ser una buena samaritana y muchísimo más aun odiaba la gente que era todo encanto y buena voluntad.
No negaré que era un poco divertido ordenar y que otros acataran sin rechistar pero perdía el encanto si por lo menos no oponían cierta resistencia o como mínimo, una mala cara que pudiera disfrutar.... Zöe se volvía en la primera excepción a la regla porque al parecer no tenía elección para hacer un cambio.
Y otra vez, la sorpresa plasmada a fuego en mi cara. Escucharla hablar del norte solo me hacía pensar en mi propia familia. Si Elide la conociera no la dejaría irse, mi madre la obligaría a sentarse en la mesa con el resto a comer, aunque se preguntaría luego si podía digerir o necesitaba algo más particular, Vesta saltaría con alguna idiotez como aceite y todo el mundo se reiría y probablemente Zöe se quedaría allí quieta sin siquiera hacer una mueca... Se sentía tan real que el fantasma de una sonrisa se formo en mis labios. -Vaya no son tan estirados en el norte entonces, ¿esa familia sigue viva?- Seguro mis padres se llevarían bien con ellos.
Su solución al problema era mucho mejor que la que se cruzaba por mi mente, la cual era intentar partir el tronco de la manera más salvaje posible: con las manos y a golpes.
Nadie dijo una sola palabra y tal vez fuera porque no tenían razón para discutir su plan pero yo lo atribuía a mi cara furibunda que hacía acto de presencia cada vez que alguna mirada se cruzaba con la mía.
Todo continuo de acuerdo a lo dicho, y trabajamos en un mejor orden del que imaginaba. Mis manos apretaban la corteza y mi rostro se ponía rojo por la fuerza que hacía pero nada de esto me mataría incluso con esta apariencia delicada que llevaba encima pero para cuando llego el momento de mover el ultimo tronco sabía que no serviría de mucho así. -De acuerdo, solo un momento- Me quité el calzado y subí las mangas de mi camisa por encima de mis codos, dando paso al cambio en mis manos y pies hasta que estos se asemejaron a las de un dragón: mis manos estaban cubiertas de blancas escamas hasta el antebrazo y finalizaba con unas garras casi tan largas como cada dedo mientras que mis "patas" carecían de un talón propiamente dicho y por esto era un poco más alta. Una versión un poco mas pequeña de las zarpas en mis manos pero no menos letales servían perfectamente para sujetarme al suelo con mayor firmeza que un pie plano y liso. -Mucho mejor- Cacaree mientras agarraba la soga con firmeza y mis piernas se posicionaba de forma que fuera mas fácil sujetarme. -¿Creías que te dejaría hacer toda la fuerza tu sola? Pfff, quedaría en ridículo luego de lo que dije sobre que no tenías porque hacerlo todo tu-
Unas cuantas gotas de sudor cayeron de mi rostro mientras jalábamos y el carro pasaba, me tardé un poco más que Zöe en notar que se alejaban pero ni me inmuté al respecto. Solo me quedé allí mirando como se hacía cada vez más pequeño.
La miré de soslayo mientras regresaba a una apariencia más humana, aún me costaba un poco mantener ciertas partes de forma precisa. -Podría decir que se olvidaron de algo, pero definitivamente no somos nosotras- Saqué una bolsa de detrás mio, la cual llevaba escondida bajo la capa. -Cuando lleguen a Ulmer y vean que no tienen dinero tal vez allí es cuando me sienta mal, pero por ahora no siento absolutamente nada.- Le dediqué mi sonrisa más salvaje mientras sacudía la bolsa y hacia tintinear las monedas dentro de esta. -Creo que también debería haber aflojado una de las ruedas, por error claro... Tendría que haberlo pensado antes-Medité en voz alta.
Me coloqué mis botas de nuevo mientras observaba a mi alrededor... Ahora temía preguntarle cuanto tardaríamos en llegar. -No sé tu pero yo necesitaré agua si vamos a seguir a pie- No quería considerar tampoco el tiempo que nos tomaría encontrarla antes de que me agotara por completo. A todo esto, ¿ella se agotaba?¿Tendría que recargar baterías en algún lado?¿Tal vez de un árbol? -Odio decirlo pero en tu mapa interno, ¿donde esta la fuente de agua más cercana? Mejor si nos preparamos pronto para dormir en la intemperie-
-¿Soplete punta afilada?, ¿Arroja tornillos? De acuerdo, tienes un 10 en ingenio eso es seguro- Lo decía enserio, ahora que significaban al completo, eso ya era otra historia. Si algún día llegaba a verlos en funcionamiento tal vez tendría sentido.
Levanté una mano para acallarla a la vez que negaba con la cabeza. -Eso es, mi querido cibernetico, porque ustedes no ven más allá de sus necesidades o lo que sea que las personas les pidan. Deberían pensar en grande y a futuro. A ti no te sirve pero al resto sí, a mi con un demonio que sí me sirve- Di vuelta hacia fuera uno de mis bolsillos que estaba completamente vacío. -No es cuestión del dinero, sino lo que puedes conseguir con él, no es más que una construcción social: lo tienes y eres alguien, no lo tienes y eres menos que nada. Podrías hacer grandes cosas o todo lo contrario, es a elección de cada quien....- Me detuve un momento y lo pensé detenidamente. -Bueno, no se cuanto puedes decidir por ti misma. ¿Como es siquiera que tu estas aquí ahora? Alguien debe haberte no sé, ¿creado? Porque vaya genio el que se le ocurrió que fueras tan sumisa- No encontraba mejor forma de explicarlo, conocía de su lado "servicial" porque yo misma lo había puesto a prueba y era un poco molesto. No me gustaba ser así de amable y decir todo que sí solo porque tenía que ser una buena samaritana y muchísimo más aun odiaba la gente que era todo encanto y buena voluntad.
No negaré que era un poco divertido ordenar y que otros acataran sin rechistar pero perdía el encanto si por lo menos no oponían cierta resistencia o como mínimo, una mala cara que pudiera disfrutar.... Zöe se volvía en la primera excepción a la regla porque al parecer no tenía elección para hacer un cambio.
Y otra vez, la sorpresa plasmada a fuego en mi cara. Escucharla hablar del norte solo me hacía pensar en mi propia familia. Si Elide la conociera no la dejaría irse, mi madre la obligaría a sentarse en la mesa con el resto a comer, aunque se preguntaría luego si podía digerir o necesitaba algo más particular, Vesta saltaría con alguna idiotez como aceite y todo el mundo se reiría y probablemente Zöe se quedaría allí quieta sin siquiera hacer una mueca... Se sentía tan real que el fantasma de una sonrisa se formo en mis labios. -Vaya no son tan estirados en el norte entonces, ¿esa familia sigue viva?- Seguro mis padres se llevarían bien con ellos.
Su solución al problema era mucho mejor que la que se cruzaba por mi mente, la cual era intentar partir el tronco de la manera más salvaje posible: con las manos y a golpes.
Nadie dijo una sola palabra y tal vez fuera porque no tenían razón para discutir su plan pero yo lo atribuía a mi cara furibunda que hacía acto de presencia cada vez que alguna mirada se cruzaba con la mía.
Todo continuo de acuerdo a lo dicho, y trabajamos en un mejor orden del que imaginaba. Mis manos apretaban la corteza y mi rostro se ponía rojo por la fuerza que hacía pero nada de esto me mataría incluso con esta apariencia delicada que llevaba encima pero para cuando llego el momento de mover el ultimo tronco sabía que no serviría de mucho así. -De acuerdo, solo un momento- Me quité el calzado y subí las mangas de mi camisa por encima de mis codos, dando paso al cambio en mis manos y pies hasta que estos se asemejaron a las de un dragón: mis manos estaban cubiertas de blancas escamas hasta el antebrazo y finalizaba con unas garras casi tan largas como cada dedo mientras que mis "patas" carecían de un talón propiamente dicho y por esto era un poco más alta. Una versión un poco mas pequeña de las zarpas en mis manos pero no menos letales servían perfectamente para sujetarme al suelo con mayor firmeza que un pie plano y liso. -Mucho mejor- Cacaree mientras agarraba la soga con firmeza y mis piernas se posicionaba de forma que fuera mas fácil sujetarme. -¿Creías que te dejaría hacer toda la fuerza tu sola? Pfff, quedaría en ridículo luego de lo que dije sobre que no tenías porque hacerlo todo tu-
Unas cuantas gotas de sudor cayeron de mi rostro mientras jalábamos y el carro pasaba, me tardé un poco más que Zöe en notar que se alejaban pero ni me inmuté al respecto. Solo me quedé allí mirando como se hacía cada vez más pequeño.
La miré de soslayo mientras regresaba a una apariencia más humana, aún me costaba un poco mantener ciertas partes de forma precisa. -Podría decir que se olvidaron de algo, pero definitivamente no somos nosotras- Saqué una bolsa de detrás mio, la cual llevaba escondida bajo la capa. -Cuando lleguen a Ulmer y vean que no tienen dinero tal vez allí es cuando me sienta mal, pero por ahora no siento absolutamente nada.- Le dediqué mi sonrisa más salvaje mientras sacudía la bolsa y hacia tintinear las monedas dentro de esta. -Creo que también debería haber aflojado una de las ruedas, por error claro... Tendría que haberlo pensado antes-Medité en voz alta.
Me coloqué mis botas de nuevo mientras observaba a mi alrededor... Ahora temía preguntarle cuanto tardaríamos en llegar. -No sé tu pero yo necesitaré agua si vamos a seguir a pie- No quería considerar tampoco el tiempo que nos tomaría encontrarla antes de que me agotara por completo. A todo esto, ¿ella se agotaba?¿Tendría que recargar baterías en algún lado?¿Tal vez de un árbol? -Odio decirlo pero en tu mapa interno, ¿donde esta la fuente de agua más cercana? Mejor si nos preparamos pronto para dormir en la intemperie-
Oromë Vánadóttir
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Re: No sé nada sobre ti, nada sobre mi, nada sobre nada.[Privado/ Zöe] [CERRADO]
Podía entender que para un orgánico la idea que teníamos los bio- cibernéticos de “plan a futuro” no era muy emocionante ni tampoco ambicioso, éramos una comunidad muy reducida y que no seguía ninguno de los patrones del resto de los seres vivos. No teníamos pretensión alguna de conseguir riquezas ni poder, y nuestra existencia era mayoritariamente para servir a otras razas.
-Fui creada por un grupo de científicos, se supone que tenían que hacer algunas mejores en mi cuerpo para facilitarme mi labor, es decir, reparar a otros Bio- cibernéticos – Saqué varias herramientas de mis dedos para ejemplificar a lo que me refería – Algo sucedió luego – [ANALIZANDO] [ERROR] – No puedo acceder a los archivos que hablan sobre eso – Mi sistema era muy riguroso con la información, no podía entrar en aquellos lugares que estaban bloqueados – Si, ellos siguen allí, viven en las estepas y se dedican al cultivo y al comercio de lo que pueden cosechar de sus tierras –
Una vez pasado el enojo inicial, Oromë se mostró muy amable y participativa, quitando tantos trozos de madera como cualquiera de los hombres allí presentes. Todo eso hizo más sencillo nuestra labor, cuando llego el momento de quitar el tronco final transformo parte de su cuerpo, lo cual hizo que todos los de la caravana hicieran exclamaciones de sorpresa y se alejaran un poco.
-Oh, eres un dragón también ¿Cierto? – Le dije mientras miraba el modo en que había cambiado su imagen – No he conocido a muchos que puedan cambiar parcialmente su cuerpo, eso es interesante – Tiramos juntas de la cuerda ya que la mujer se negó a dejarme sola con la tarea.
Me quede mirando como el carro desaparecía y solo aparte la vista cuando escuche el sonido de monedas, Oromë les había quitado parte de su dinero [ANALIZANDO] eso seguro iba a resultar todo un problema para ellos.
-Aflojar una rueda no puede suceder por error – Le respondí y continué mirando el camino – No necesito de tanta agua como ustedes, pero sin duda podría ser un problema ya que mi… mi modo para poder regular la temperatura de mi cuerpo, es usando agua – Intentaba poner la explicación en palabras que Oromë pudiera entender – Por adentro mío el agua circula y de esa manera puedo enfriar todo mi cuerpo ¿Correcto?
[ACTUALIZANDO MAPAS] [DESCARGANDO] [ARCHIVO ENCONTRADO]
-Hay un rio que pasa a unos ochocientos metros de aquí, pero tendremos que salirnos del camino – Eso significaba más esfuerzo, y era poco probable que pudiéramos encontrar a otra caravana que nos lleve, pero tal vez a Oromë no le molestaba – Sigueme, por favor –
Gire hacía mi derecha y comencé a caminar en línea recta, agachándome para pasar por debajo de algunas ramas. Aún faltaba para que oscureciera, pero ciertamente era buena idea el ser precavido y buscar un sitio donde la dragona pudiera descansar.
-Yo no necesito dormir, así que podré cuidarte mientras descansas ¿Si? Los bosques no son buenos lugares para relajarse – Quitando la vez que había conocido a Gwynn, siempre me había ocurrido algo malo estando en un bosque, habían demasiadas variantes y potenciales peligros.
Estar sentadas y sin movimiento al menos podría darme tiempo para reparar a mis acompañantes, eso era algo bueno.
-Fui creada por un grupo de científicos, se supone que tenían que hacer algunas mejores en mi cuerpo para facilitarme mi labor, es decir, reparar a otros Bio- cibernéticos – Saqué varias herramientas de mis dedos para ejemplificar a lo que me refería – Algo sucedió luego – [ANALIZANDO] [ERROR] – No puedo acceder a los archivos que hablan sobre eso – Mi sistema era muy riguroso con la información, no podía entrar en aquellos lugares que estaban bloqueados – Si, ellos siguen allí, viven en las estepas y se dedican al cultivo y al comercio de lo que pueden cosechar de sus tierras –
Una vez pasado el enojo inicial, Oromë se mostró muy amable y participativa, quitando tantos trozos de madera como cualquiera de los hombres allí presentes. Todo eso hizo más sencillo nuestra labor, cuando llego el momento de quitar el tronco final transformo parte de su cuerpo, lo cual hizo que todos los de la caravana hicieran exclamaciones de sorpresa y se alejaran un poco.
-Oh, eres un dragón también ¿Cierto? – Le dije mientras miraba el modo en que había cambiado su imagen – No he conocido a muchos que puedan cambiar parcialmente su cuerpo, eso es interesante – Tiramos juntas de la cuerda ya que la mujer se negó a dejarme sola con la tarea.
Me quede mirando como el carro desaparecía y solo aparte la vista cuando escuche el sonido de monedas, Oromë les había quitado parte de su dinero [ANALIZANDO] eso seguro iba a resultar todo un problema para ellos.
-Aflojar una rueda no puede suceder por error – Le respondí y continué mirando el camino – No necesito de tanta agua como ustedes, pero sin duda podría ser un problema ya que mi… mi modo para poder regular la temperatura de mi cuerpo, es usando agua – Intentaba poner la explicación en palabras que Oromë pudiera entender – Por adentro mío el agua circula y de esa manera puedo enfriar todo mi cuerpo ¿Correcto?
[ACTUALIZANDO MAPAS] [DESCARGANDO] [ARCHIVO ENCONTRADO]
-Hay un rio que pasa a unos ochocientos metros de aquí, pero tendremos que salirnos del camino – Eso significaba más esfuerzo, y era poco probable que pudiéramos encontrar a otra caravana que nos lleve, pero tal vez a Oromë no le molestaba – Sigueme, por favor –
Gire hacía mi derecha y comencé a caminar en línea recta, agachándome para pasar por debajo de algunas ramas. Aún faltaba para que oscureciera, pero ciertamente era buena idea el ser precavido y buscar un sitio donde la dragona pudiera descansar.
-Yo no necesito dormir, así que podré cuidarte mientras descansas ¿Si? Los bosques no son buenos lugares para relajarse – Quitando la vez que había conocido a Gwynn, siempre me había ocurrido algo malo estando en un bosque, habían demasiadas variantes y potenciales peligros.
Estar sentadas y sin movimiento al menos podría darme tiempo para reparar a mis acompañantes, eso era algo bueno.
Zöe
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Re: No sé nada sobre ti, nada sobre mi, nada sobre nada.[Privado/ Zöe] [CERRADO]
Creo que yo era una mosca, sí, una pequeña, diminuta e insignificante vida yendo directamente hacía lo que creía era un regalo o un premio de consolación pero que no era más que una maldita planta carnívora... Si tuviera que explicar mis emociones en este instante con todo lo que Zöe decía pues esto lo explicaba bastante bien a mi parecer. Ella era interesante, muy interesante. Su funcionamiento era peculiar al igual que cualquier otro cibernetico imagino, pero como ella era el primero que conocía y con el cual entablaba una conversación pues me era difícil hacer una comparación. Aunque sabía de alguien que tal vez estaría tan fascinado como yo de conocerle.
-Entonces tu trabajo es básicamente reparar cosas en general, no solo los que son como tu. Aún así me pregunto que es lo que haces aquí ahora?¿Alguna especie de orden o solamente te mueves a la espera de una?- Miraba sus manos abrirse y traté de asimilarlo a como mis manos cambiaban cuando adquiría una forma mas draconiana.
-¿Y por qué no? ¿Es algún fallo?- Y yo que pensaba que alguien como ella lo sabría todo pero al parecer Zöe desconocía cosas sobre si misma, lo cual era una lastima porque me hubiera gustado saber como fue el proceso.
-Imagino que los visitas de tanto en tanto, sería un poco maleducado si no lo haces luego de que lleguemos a Ulmer- Tal vez y solo si algo demasiado importante o necesario pasara, consideraría seguir derechito hasta las montañas y vería a mi familia... o tal vez no.
Aunque eran cambios pequeños, no pasaban desapercibidos y los humanos estaban más que sorprendidos ahora que me veía menos como ellos. Patéticos. Eran tan frágiles e incapaces de mantener sus emociones al mínimo. -¿Qué tanto miran? Ni siquiera deberían de pestañear considerando hacia donde vamos- Puse los ojos en blanco mientras gesticulaba un no con mi cabeza y luego me dirigía a Zöe. -Me sorprende que saques una conclusión tan acertada a la primera. Por lo general cuando cambio me confunden con un hombre bestia- Tomé aire para no flaquear mientras cargábamos con el tronco más pesado. -No es que sea algo especial pero pasa muy pocas veces si consideras nuestro tiempo de vida y la cantidad de hijos que podemos llegar a tener. En mi familia somos todas mujeres y soy la única que no desarrolló una conexión con los elementos en comparación a mis hermanas. Aunque eso tampoco significa que cuando tenga hijos ellos hereden mis habilidades, todo puede suceder, no podría decirte como funciona o porque- Cosas del destino supongo, yo no sabía nada de nada salvo que me había costado demasiado comprender el que mis hermanas estaban hechas para incendiar todo a su paso mientras que yo tardaba años en manejar un cambio pequeño que ahora era algo natural.
Me dediqué a contar las monedas dentro del saco una vez que mi mal humor se había calmado y con todas las que había comería y dormiría de lujo apenas llegara a mi destino. -Claro que no sería un error pero solo porque ahora lo sabes. Si no te dijera nada y lo vieras por ti misma, tal vez creerías que se aflojó por lo viejo del carro- Puse la bolsa de monedas de nuevo en mi pequeño escondite secreto mientras alejaba mi pelo apelmazado de mi cara y me disponía a atarlo en una larga trenza. -Entonces tampoco es tan diferente a como el resto usa el agua, en términos generales claro-¿Tengo que volver a repetir que no se nada de casi absolutamente nada? Mis habilidades se reducían a tomar lo que no era mio y a quitarlo por la fuerza, incluyendo vidas.
-Es un gran desvío pero uno necesario, no creo que tengamos muchas opciones, vamos- La seguí unos pocos pasos detrás de ella, el camino era bastante espeso y mi capa se trababa con cuanto cosa me cruzara pero eso no hizo más lento mi andar. -Ah!, no tienes que preocuparte por ello, puedo mantener a los animales lejos si es necesario, pero con otras personas la historia puede ser muy diferente. Aunque me preocuparía más por lo que sea que salga a la noche estando tan adentro del bosque.- Nunca me había pasado por suerte de encontrar algo fuera de lo común y tampoco quería tentar más a la mala suerte que nos perseguía desde que nos dejaron tiradas...
-Entonces tu trabajo es básicamente reparar cosas en general, no solo los que son como tu. Aún así me pregunto que es lo que haces aquí ahora?¿Alguna especie de orden o solamente te mueves a la espera de una?- Miraba sus manos abrirse y traté de asimilarlo a como mis manos cambiaban cuando adquiría una forma mas draconiana.
-¿Y por qué no? ¿Es algún fallo?- Y yo que pensaba que alguien como ella lo sabría todo pero al parecer Zöe desconocía cosas sobre si misma, lo cual era una lastima porque me hubiera gustado saber como fue el proceso.
-Imagino que los visitas de tanto en tanto, sería un poco maleducado si no lo haces luego de que lleguemos a Ulmer- Tal vez y solo si algo demasiado importante o necesario pasara, consideraría seguir derechito hasta las montañas y vería a mi familia... o tal vez no.
Aunque eran cambios pequeños, no pasaban desapercibidos y los humanos estaban más que sorprendidos ahora que me veía menos como ellos. Patéticos. Eran tan frágiles e incapaces de mantener sus emociones al mínimo. -¿Qué tanto miran? Ni siquiera deberían de pestañear considerando hacia donde vamos- Puse los ojos en blanco mientras gesticulaba un no con mi cabeza y luego me dirigía a Zöe. -Me sorprende que saques una conclusión tan acertada a la primera. Por lo general cuando cambio me confunden con un hombre bestia- Tomé aire para no flaquear mientras cargábamos con el tronco más pesado. -No es que sea algo especial pero pasa muy pocas veces si consideras nuestro tiempo de vida y la cantidad de hijos que podemos llegar a tener. En mi familia somos todas mujeres y soy la única que no desarrolló una conexión con los elementos en comparación a mis hermanas. Aunque eso tampoco significa que cuando tenga hijos ellos hereden mis habilidades, todo puede suceder, no podría decirte como funciona o porque- Cosas del destino supongo, yo no sabía nada de nada salvo que me había costado demasiado comprender el que mis hermanas estaban hechas para incendiar todo a su paso mientras que yo tardaba años en manejar un cambio pequeño que ahora era algo natural.
Me dediqué a contar las monedas dentro del saco una vez que mi mal humor se había calmado y con todas las que había comería y dormiría de lujo apenas llegara a mi destino. -Claro que no sería un error pero solo porque ahora lo sabes. Si no te dijera nada y lo vieras por ti misma, tal vez creerías que se aflojó por lo viejo del carro- Puse la bolsa de monedas de nuevo en mi pequeño escondite secreto mientras alejaba mi pelo apelmazado de mi cara y me disponía a atarlo en una larga trenza. -Entonces tampoco es tan diferente a como el resto usa el agua, en términos generales claro-¿Tengo que volver a repetir que no se nada de casi absolutamente nada? Mis habilidades se reducían a tomar lo que no era mio y a quitarlo por la fuerza, incluyendo vidas.
-Es un gran desvío pero uno necesario, no creo que tengamos muchas opciones, vamos- La seguí unos pocos pasos detrás de ella, el camino era bastante espeso y mi capa se trababa con cuanto cosa me cruzara pero eso no hizo más lento mi andar. -Ah!, no tienes que preocuparte por ello, puedo mantener a los animales lejos si es necesario, pero con otras personas la historia puede ser muy diferente. Aunque me preocuparía más por lo que sea que salga a la noche estando tan adentro del bosque.- Nunca me había pasado por suerte de encontrar algo fuera de lo común y tampoco quería tentar más a la mala suerte que nos perseguía desde que nos dejaron tiradas...
Oromë Vánadóttir
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Re: No sé nada sobre ti, nada sobre mi, nada sobre nada.[Privado/ Zöe] [CERRADO]
Decir que el no poder acceder a mis recuerdos era un “fallo” no era correcto, en verdad era exactamente así como debía funcionar, los Bio – cibernéticos no teníamos permitido acceder a nuestros recuerdos, era una medida de seguridad necesaria para que no surgieran conflictos con el sistema. Pero intentar explicarle todo esto a Oromë sería muy difícil, su lógica de orgánica le impediría entender.
¿Visitarlos de vez en cuando? [ANALIZANDO] Seguramente eso era porque la dragona no sabía que mi despertar había sido reciente, aún no había pasado el suficiente tiempo como para que un “de vez en cuando” pudiera tener algún sentido. Tampoco entendía porque tendría que regresar a un sitio que ya había visitado si ya no tenía ningún tipo de actividad para realizar allí.
-Probablemente esa capacidad en los dragones sea un gene recesivo, por lo que es necesario que dos de tu especie con el mismo gen se junten y procreen para poder aumentar el porcentaje de posibilidad. Aún así es una probabilidad bastante baja, tal como demuestra la camada que conforman tus hermanas y tu – [REGISTRANDO DATOS] Era un tema fascinante, tendría que continuar analizándolo más tarde.
El uso del agua que hacían los orgánicos y el que tenía yo eran sumamente diferentes, pero probablemente el intentar explicarle eso a la dragona sería crear más confusión, así que simplemente asentí.
-Mis experiencias en el bosque han sido de lo más mmm interesantes ¿Si? Aunque es posible que al sentir el olor de un dragón no se acerquen los animales pequeños, si es posible toparnos con licántropos, o seres de mayor tamaño – Las probabilidades de pasar una noche sin interrupción alguna eran de un setenta porciento, no era un mal número, pero tampoco era cien.
Oromë tenía un paso muy firme al andar, por más que se le cruzaran ramas o plantas ella avanzaba con ímpetu, llevándolas por delante o rompiéndolas sin que eso alterada su gesto.
-Estas acostumbrada a este tipo de cosas ¿Correcto? No parece causarte inquietud el que estemos ingresando aún más profundo en el bosque ¿Sueles hacer cosas así? – Sin duda el tener que cruzar por un sitio como ese era necesario si viajaba seguido al norte, pero el que aceptara salirse del camino sin dudarlo hablaba de otro tipo de viajera - ¿Sueles hacerlo estando sola? –
Llegamos finalmente al sitio donde el mapa de mi sistema había señalado que tenía que haber agua. Un arroyo pasaba serpenteando y desaparecía en un giro abrupto hacía la derecha, perdiéndose en la espesura. No había demasiado espacio entre el agua y la pared de árboles, incluso algunos se habían caído y atravesaban el rio de lado a lado, pero parecía suficiente como para poder acampar.
-Aquí parece un buen lugar – Deje mi morral lo más alejado del agua posible, no quería que mis acompañantes volvieran a mojarse, luego me acerqué a la corriente y juntando las manos me dedique a llenar mis reservas de agua hasta que el sistema me indico que era suficiente – No está contaminada, eso es bueno.
Luego me senté y espere a que Oromë indicara qué era lo siguiente que quería hacer.
¿Visitarlos de vez en cuando? [ANALIZANDO] Seguramente eso era porque la dragona no sabía que mi despertar había sido reciente, aún no había pasado el suficiente tiempo como para que un “de vez en cuando” pudiera tener algún sentido. Tampoco entendía porque tendría que regresar a un sitio que ya había visitado si ya no tenía ningún tipo de actividad para realizar allí.
-Probablemente esa capacidad en los dragones sea un gene recesivo, por lo que es necesario que dos de tu especie con el mismo gen se junten y procreen para poder aumentar el porcentaje de posibilidad. Aún así es una probabilidad bastante baja, tal como demuestra la camada que conforman tus hermanas y tu – [REGISTRANDO DATOS] Era un tema fascinante, tendría que continuar analizándolo más tarde.
El uso del agua que hacían los orgánicos y el que tenía yo eran sumamente diferentes, pero probablemente el intentar explicarle eso a la dragona sería crear más confusión, así que simplemente asentí.
-Mis experiencias en el bosque han sido de lo más mmm interesantes ¿Si? Aunque es posible que al sentir el olor de un dragón no se acerquen los animales pequeños, si es posible toparnos con licántropos, o seres de mayor tamaño – Las probabilidades de pasar una noche sin interrupción alguna eran de un setenta porciento, no era un mal número, pero tampoco era cien.
Oromë tenía un paso muy firme al andar, por más que se le cruzaran ramas o plantas ella avanzaba con ímpetu, llevándolas por delante o rompiéndolas sin que eso alterada su gesto.
-Estas acostumbrada a este tipo de cosas ¿Correcto? No parece causarte inquietud el que estemos ingresando aún más profundo en el bosque ¿Sueles hacer cosas así? – Sin duda el tener que cruzar por un sitio como ese era necesario si viajaba seguido al norte, pero el que aceptara salirse del camino sin dudarlo hablaba de otro tipo de viajera - ¿Sueles hacerlo estando sola? –
Llegamos finalmente al sitio donde el mapa de mi sistema había señalado que tenía que haber agua. Un arroyo pasaba serpenteando y desaparecía en un giro abrupto hacía la derecha, perdiéndose en la espesura. No había demasiado espacio entre el agua y la pared de árboles, incluso algunos se habían caído y atravesaban el rio de lado a lado, pero parecía suficiente como para poder acampar.
-Aquí parece un buen lugar – Deje mi morral lo más alejado del agua posible, no quería que mis acompañantes volvieran a mojarse, luego me acerqué a la corriente y juntando las manos me dedique a llenar mis reservas de agua hasta que el sistema me indico que era suficiente – No está contaminada, eso es bueno.
Luego me senté y espere a que Oromë indicara qué era lo siguiente que quería hacer.
Zöe
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Re: No sé nada sobre ti, nada sobre mi, nada sobre nada.[Privado/ Zöe] [CERRADO]
Creo que tenía algún extraño fetiche hacia cosas que eran diferentes o raras, no sabría como describirlo ya que me era completamente desconocido pero a través de los años hacia prácticamente lo mismo y ya era una tendencia en mi. Si veía algo que destacaba por sobre lo demás me era imposible quitar mis ojos y querer aprender, conocer y entender aquello -aunque era más fácil decirlo que lograr tal propósito-. Creo que venía de familia.
-¿Genrecequé?- Y ahí se iba a la basura toda mi comprensión, vaya mala idea. -No entiendo tus palabras pero si te refieres a dos dragones con el mismo elemento, no sé si eso haría algún cambio. Por norma general los hijos heredamos el elemento de nuestra madre... Si hubieras visto a mi padre tratando de enseñarle a todo un enjambre de niñas capaces de incinerar toda la casa cuando sangraban te hubieras compadecido del pobre, aunque su viento evitó un par de veces el que sucediera- No pude evitar reírme ante el recuerdo. Las gemelas eran las que más solían hacer esa clase de cosas a veces por enojo y otras porque adoraban el fuego como un par de maniáticas, pero mi padre siempre estaba cerca y apagaba las llamas con un fuerte aire gélido... Siempre supe que mis padres se merecían el uno al otro, el viento y el fuego eran un buen complemento.
Zöe asentía muy seguido y no sé si lo hacía para complacerme. No es que yo fuera una idiota ignorante pero estaba bastante segura que mi pequeña visión del mundo en general y de su propio ser eran bastante erróneas. Podría preguntarle para que me explicara y yo intentaría no parecer más confundida pero las circunstancias me impedían centrarme pues antes tenía cosas más importantes que hacer. Luego, cuando estuviéramos más cómodas y no corriendo contra el tiempo.
-Llegados al caso de que ocurriera, lo cual sería algo extra que sumar a nuestra mala suerte entonces no tendré otra opción más que matarlos o morir en el proceso. No es que realmente me agrade la idea de morir en medio del bosque pero creo que sería mejor que no midieras tanto nuestras probabilidades. El bosque es lo suficientemente grande y siempre podemos irnos corriendo o... ya veremos en el momento, mejor no adelantarnos.-
-He viajado mucho y completamente sola, sí. Las personas suelen ser una traba... Sin ofender, aunque tu eres lo contrario, nadie sería capaz de encontrar tan rápido una fuente de agua. Si estuviera aquí sin ti ya sería de noche para cuando llegara aquí o me estaría muriendo de sed- Lo segundo era más probable pero si yo hubiese estado menos interesada en conocerla tal vez aún estaría en el carro. -He tenido bueno y malos momentos por igual, no me quejo. Tampoco le tengo miedo al bosque, sería una tonta si lo hiciera, las personas son diferentes y a ellas si hay que tenerles pavor-
Di unos cuantos pasos rápidos para alcanzarla y sonreí abiertamente al agua. -Hola pequeño río- Me senté a su lado y estiré las manos tal cual lo hizo ella, salvo que antes de beberla me lave la cara y la nuca sintiendo un alivio instantáneo.
Me tomé unos pocos momentos para relajar mi cuerpo mientras hundía mis manos en el barro suave, considerando, analizando aunque no tan bien como Zöe lo haría. -Es un río bastante pequeño y hay muchos arboles que dan buena protección así que estaremos muy bien aquí en la noche. Con un par de ramas y hojas podemos hacer una fogata pequeña, la encenderemos al atardecer para que el humo pase más desapercibido aunque habría que ir a buscarlas un poco más lejos, aquí la yesca esta muy húmeda; el tema será la comida...¿Tu comes? Creo haber visto un pino del cual podemos comer la corteza blanda y hasta hacer té con las agujas ¡ah!, no tengo nada donde poner el agua para aquello, olvídalo.¿Que tal pescar?- Lo segundo tomaría tiempo y aunque ahora no sentía un hambre voraz, cuando cayera la noche mi estomago sonaría como el de un oso. -¿Quieres que nos dividamos el trabajo? Puedes elegir lo que veas mejor para ti- Yo no destacaba en ninguna de esas tareas con grandes honores, lo hacía bien y ya pero tal vez ella con sus habilidades fuera mejor que yo haciendo no sé, ¿una super red que sale de la nada y atrapa cada cosa que aparezca en un radio de 4 metros? Nunca se sabe.
-¿Genrecequé?- Y ahí se iba a la basura toda mi comprensión, vaya mala idea. -No entiendo tus palabras pero si te refieres a dos dragones con el mismo elemento, no sé si eso haría algún cambio. Por norma general los hijos heredamos el elemento de nuestra madre... Si hubieras visto a mi padre tratando de enseñarle a todo un enjambre de niñas capaces de incinerar toda la casa cuando sangraban te hubieras compadecido del pobre, aunque su viento evitó un par de veces el que sucediera- No pude evitar reírme ante el recuerdo. Las gemelas eran las que más solían hacer esa clase de cosas a veces por enojo y otras porque adoraban el fuego como un par de maniáticas, pero mi padre siempre estaba cerca y apagaba las llamas con un fuerte aire gélido... Siempre supe que mis padres se merecían el uno al otro, el viento y el fuego eran un buen complemento.
Zöe asentía muy seguido y no sé si lo hacía para complacerme. No es que yo fuera una idiota ignorante pero estaba bastante segura que mi pequeña visión del mundo en general y de su propio ser eran bastante erróneas. Podría preguntarle para que me explicara y yo intentaría no parecer más confundida pero las circunstancias me impedían centrarme pues antes tenía cosas más importantes que hacer. Luego, cuando estuviéramos más cómodas y no corriendo contra el tiempo.
-Llegados al caso de que ocurriera, lo cual sería algo extra que sumar a nuestra mala suerte entonces no tendré otra opción más que matarlos o morir en el proceso. No es que realmente me agrade la idea de morir en medio del bosque pero creo que sería mejor que no midieras tanto nuestras probabilidades. El bosque es lo suficientemente grande y siempre podemos irnos corriendo o... ya veremos en el momento, mejor no adelantarnos.-
-He viajado mucho y completamente sola, sí. Las personas suelen ser una traba... Sin ofender, aunque tu eres lo contrario, nadie sería capaz de encontrar tan rápido una fuente de agua. Si estuviera aquí sin ti ya sería de noche para cuando llegara aquí o me estaría muriendo de sed- Lo segundo era más probable pero si yo hubiese estado menos interesada en conocerla tal vez aún estaría en el carro. -He tenido bueno y malos momentos por igual, no me quejo. Tampoco le tengo miedo al bosque, sería una tonta si lo hiciera, las personas son diferentes y a ellas si hay que tenerles pavor-
Di unos cuantos pasos rápidos para alcanzarla y sonreí abiertamente al agua. -Hola pequeño río- Me senté a su lado y estiré las manos tal cual lo hizo ella, salvo que antes de beberla me lave la cara y la nuca sintiendo un alivio instantáneo.
Me tomé unos pocos momentos para relajar mi cuerpo mientras hundía mis manos en el barro suave, considerando, analizando aunque no tan bien como Zöe lo haría. -Es un río bastante pequeño y hay muchos arboles que dan buena protección así que estaremos muy bien aquí en la noche. Con un par de ramas y hojas podemos hacer una fogata pequeña, la encenderemos al atardecer para que el humo pase más desapercibido aunque habría que ir a buscarlas un poco más lejos, aquí la yesca esta muy húmeda; el tema será la comida...¿Tu comes? Creo haber visto un pino del cual podemos comer la corteza blanda y hasta hacer té con las agujas ¡ah!, no tengo nada donde poner el agua para aquello, olvídalo.¿Que tal pescar?- Lo segundo tomaría tiempo y aunque ahora no sentía un hambre voraz, cuando cayera la noche mi estomago sonaría como el de un oso. -¿Quieres que nos dividamos el trabajo? Puedes elegir lo que veas mejor para ti- Yo no destacaba en ninguna de esas tareas con grandes honores, lo hacía bien y ya pero tal vez ella con sus habilidades fuera mejor que yo haciendo no sé, ¿una super red que sale de la nada y atrapa cada cosa que aparezca en un radio de 4 metros? Nunca se sabe.
Oromë Vánadóttir
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Re: No sé nada sobre ti, nada sobre mi, nada sobre nada.[Privado/ Zöe] [CERRADO]
La dragona elogiaba mis capacidades para encontrar agua, eso era algo bueno, que los orgánicos encontraran sentido a mi funcionamiento me aseguraba que continuaría encontrando motivos para hacer algo, para moverme [ANALIZANDO] básicamente para seguir en funcionamiento.
-Es correcto, la gran mayoría de mis dificultades han estado relacionadas con otros orgánicos queriendo realizar actos violentos hacía mi o hacía terceros – [BUSCANDO ARCHIVOS] [DATOS ENCONTRADOS] podía recordar cuando rescatamos a unos esclavos con Alward y Alanna, o cuando me secuestraron los mercenarios para venderme por pieza, o el templo de los monos fanáticos… Muchas dificultades que podrían haberse simplificado o incluso evitado de no haber orgánicos involucrados – Viajar solo a veces es bueno –
Era a la única conclusión a la que podía llegar, incluso aunque ahora mismo estaba buscando a Dag, pero eso era diferente, se trataba de una orden directa de mi sistema, no podía contradecirlo. El vampiro se había ido sin decir una sola palabra, y yo necesitaba que me dijera que ya no necesitaba de mis servicios para que así mis datos se actualizaran y cambiaran de programación.
-Si mis acompañantes estuvieran en funcionamiento podría mandarlos a buscar madera pero… - Era poco probable que fueran a prenderse – Yo buscare algo entonces ¿Correcto? Tu deberías descansar – Yo no dormía, no me cansaba, era mejor que me encargara de las tareas del campamento – No, no necesito comer – [ANALIZANDO] Oromë hablaba muy rápido, no lograba discernir si era por algún factor emocional, o si era la manera en que normalmente se relacionaba con sus semejantes – Puedo pescar si eso es lo que deseas –
Me resultaba indiferente el tipo de comida que la dragona quisiera comer, podía realizar múltiples acciones y todas ellas darían como resultado una solución adecuada.
-En un arroyo tan pequeño es poco probable que encontremos muchos peces, y los que atrapemos serán muy pequeños, no creo que pudieran satisfacer tu apetito ¿Si? – Incline la cabeza a un lado mientras pensaba – Buscare animales, eso debería ser suficiente si prendemos una fogata luego –
Me puse en pie y me dirigí hacía la espesura, era mejor comenzar cuando aún estaban en actividad los animales diurnos, el que hubiese luz o no resultaba lo mismo para mi programa, ya que podía cambiar mis sensores para poder ver en la oscuridad. Me moví lentamente por entre las plantas [ESCANEANDO] habían pájaros ocultos en esos árboles.
[ANALIZANDO] No, eso era muy poca comida. Algo conejos parecía ser mejor “¿Recuerdas como odiaba Dag el comer conejo?” Si, decía que el sabor de su sangre no era comparable a la de los humanos. Pero no podía permitir que lastimara a otros seres, por lo que se había tenido que conformar con eso durante todo el camino. La punta derecha de mi boca se curvo ligeramente hacía arriba, una acción repentina y sin sentido que pronto quedo en el olvido.
Luego de buscar durante un tiempo encontré una madriguera de conejos con mi escáner, no fue sencillo atraparlos, pero finalmente lo conseguí. Mi cuerpo estaba lleno de tierra y restos de pelos de conejo [ANALIZANDO] hacía ya mucho tiempo que llevaba esa ropa.
Regresé al campamento donde se encontraba Oromë, le mostré los dos conejos muertos.
-Podremos cocinarlos sobre el fuego ¿Si? La carne te dará más energía que la corteza de los árboles o incluso que el pescado – Dicho eso me senté e hice salir el bisturí de mis dedo índice, abrí uno de los conejos con precisión quirúrgica y le saque las entrañas, luego me dispuse a quitarle la piel – Sé cómo limpiar un animal para que sea apetecible para los orgánicos pero… No sé cocinar, creo que en eso no podré ser útil – Le advertí con mi tono neutro habitual, y agregando un adecuado gesto de preocupación.
-Es correcto, la gran mayoría de mis dificultades han estado relacionadas con otros orgánicos queriendo realizar actos violentos hacía mi o hacía terceros – [BUSCANDO ARCHIVOS] [DATOS ENCONTRADOS] podía recordar cuando rescatamos a unos esclavos con Alward y Alanna, o cuando me secuestraron los mercenarios para venderme por pieza, o el templo de los monos fanáticos… Muchas dificultades que podrían haberse simplificado o incluso evitado de no haber orgánicos involucrados – Viajar solo a veces es bueno –
Era a la única conclusión a la que podía llegar, incluso aunque ahora mismo estaba buscando a Dag, pero eso era diferente, se trataba de una orden directa de mi sistema, no podía contradecirlo. El vampiro se había ido sin decir una sola palabra, y yo necesitaba que me dijera que ya no necesitaba de mis servicios para que así mis datos se actualizaran y cambiaran de programación.
-Si mis acompañantes estuvieran en funcionamiento podría mandarlos a buscar madera pero… - Era poco probable que fueran a prenderse – Yo buscare algo entonces ¿Correcto? Tu deberías descansar – Yo no dormía, no me cansaba, era mejor que me encargara de las tareas del campamento – No, no necesito comer – [ANALIZANDO] Oromë hablaba muy rápido, no lograba discernir si era por algún factor emocional, o si era la manera en que normalmente se relacionaba con sus semejantes – Puedo pescar si eso es lo que deseas –
Me resultaba indiferente el tipo de comida que la dragona quisiera comer, podía realizar múltiples acciones y todas ellas darían como resultado una solución adecuada.
-En un arroyo tan pequeño es poco probable que encontremos muchos peces, y los que atrapemos serán muy pequeños, no creo que pudieran satisfacer tu apetito ¿Si? – Incline la cabeza a un lado mientras pensaba – Buscare animales, eso debería ser suficiente si prendemos una fogata luego –
Me puse en pie y me dirigí hacía la espesura, era mejor comenzar cuando aún estaban en actividad los animales diurnos, el que hubiese luz o no resultaba lo mismo para mi programa, ya que podía cambiar mis sensores para poder ver en la oscuridad. Me moví lentamente por entre las plantas [ESCANEANDO] habían pájaros ocultos en esos árboles.
[ANALIZANDO] No, eso era muy poca comida. Algo conejos parecía ser mejor “¿Recuerdas como odiaba Dag el comer conejo?” Si, decía que el sabor de su sangre no era comparable a la de los humanos. Pero no podía permitir que lastimara a otros seres, por lo que se había tenido que conformar con eso durante todo el camino. La punta derecha de mi boca se curvo ligeramente hacía arriba, una acción repentina y sin sentido que pronto quedo en el olvido.
Luego de buscar durante un tiempo encontré una madriguera de conejos con mi escáner, no fue sencillo atraparlos, pero finalmente lo conseguí. Mi cuerpo estaba lleno de tierra y restos de pelos de conejo [ANALIZANDO] hacía ya mucho tiempo que llevaba esa ropa.
Regresé al campamento donde se encontraba Oromë, le mostré los dos conejos muertos.
-Podremos cocinarlos sobre el fuego ¿Si? La carne te dará más energía que la corteza de los árboles o incluso que el pescado – Dicho eso me senté e hice salir el bisturí de mis dedo índice, abrí uno de los conejos con precisión quirúrgica y le saque las entrañas, luego me dispuse a quitarle la piel – Sé cómo limpiar un animal para que sea apetecible para los orgánicos pero… No sé cocinar, creo que en eso no podré ser útil – Le advertí con mi tono neutro habitual, y agregando un adecuado gesto de preocupación.
Zöe
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Re: No sé nada sobre ti, nada sobre mi, nada sobre nada.[Privado/ Zöe] [CERRADO]
-¿Cierto? Es mucho mejor viajar solo, mientras menos gente mejor pasas desapercibido.- Encontrar algo en común con ella era agradable. Volvía todo más ameno y no me sentía como si le estuviera ordenando constantemente que hacer o que no. No digo que no fuera divertido de cierta manera el que pudiera sentarme y ver a alguien acatar mis ordenes sin tener que recurrir a la violencia verbal o física, pero se sentía... no sé, mal.
Creo que estaba intentando ponerme en su lugar. Nunca había pasado por los problemas que ella por ser lo que era. Mi propia raza era bastante engreída cuando la sangre de los dragones ancestrales salía a colación y cultivaban el honor y la responsabilidad desde antes de poder caminar, pero ese no había sido mi camino a seguir. Lo había intentado y había visto cosas horribles y había hecho prácticamente lo mismo a terceros. Una parte de mi lo había odiado y la otra mitad de mi ser no se inmutaba siquiera un poco y entonces comprendí que no importaba en que lugar estuvieras parado, nada cambiaría salvo lo que eligiera para mi misma y yo no podía soportar las estrictas leyes que me ataban o las constantes ordenes que cargaba con mis actos. Nunca era yo quien giraba la rueda, siempre era otro diciéndome que lo hiciera.
De todas formas, no había comparación pues ella a cada paso que daba se ponía en peligro para servir a personas que no lo merecían. Yo no me merecía su ayuda, sinceramente.
Por mucho que me picaran estos pensamientos, tenía bastantes ganas de recostarme y olvidarme de todo lo que me rodeaba hasta el fin de los tiempos. Lo que fuera que quedara de mi orgullo me lo tragué mientras asentía lentamente y le dedicaba una sonrisa dolida a modo de disculpas.
-No, esta bien. Tienes razón sobre los peces, aunque servirá para un baño- Lo cual planeaba hacer más pronto que tarde. La dejé irse sin más, y una vez que ella estuvo lo bastante lejos me ocupé de conseguir algunas buenas ramas. Lo mejor sería arrancarlas de los arboles menos agraciados y no muy lejos de donde habíamos dejado nuestras cosas había uno pequeño y raquítico.
No era suficiente lo que había conseguido por lo que hice dos viajes, yendo un poco mas lejos y del lado contrario al cual Zöe se había dirigido. Lo que sea que fuera a conseguir de comida no quería espantarlos con el ruido y mucho menos que viera que me había pasado sus palabras sobre que descansara por un lugar donde no daba la luz. "Bah, de todas formas se enterará"
Lo bueno de un bosque es que todo lo que necesitabas estaba al alcance de tu mano sin tener que mirar demasiado, siempre y cuando supieras lo que buscabas. Las hojas caídas y secas abundaban, unas cuantas piedras de formas varias que sostendrían la comida y mantendrían el calor del fuego chocaban unas a otras en uno de mis bolsillos mientras volvía con las manos cargadas a nuestro pequeño campamento. Incluso me tomé el atrevimiento de arrancar un pequeño hongo de una planta lista para mostrárselo a Zöe primero, con la esperanza de no haberme equivocado en su apariencia y morir al primer bocado. "Estoy bastante confiada de que este es de los buenos pero solo por las dudas" me decía en un ridículo intento de convencerme de que no lo había olvidado.
Mientras acomodaba todo lo que había traído, Zöe regresaba con la mejor sorpresa del día, al menos para mi. Incluso muertos y con los pelos ya estaba gruñendome el estomago con hambre renovada. -No has tardado prácticamente nada, que envidia, yo tengo que esperar horas para que uno se digne a aparecer- Ya había visto antes a sus dedos abrirse para dejar paso a objetos útiles pero eso no evitaba que volviera a hacerlo y apreciara el uso que le daba -aunque fuera el proceso menos limpio de todos-. Sus manos estaban manchadas y ahora que la observaba un poco mejor, estaba bastante sucia, tal vez demasiado. -Deberías aprovechar y limpiarte un poco en el río, puedo prestarte algo si quieres lavar tu ropa.- Aún era temprano y el sol estaba lo bastante alto como para secar cualquier cosa en un segundo. La carne tomaría su tiempo en hacerse una vez encendiera la fogata. -Luego te enseñaré a cocinarlo, o a no dejarlo crudo. Nada sale mal cuando cocinas en un palo- Mis artes culinarias dejaban mucho que desear pero no había ningún secreto o atajo cuando a cocinar en una fogata se refiere... creo.
Creo que estaba intentando ponerme en su lugar. Nunca había pasado por los problemas que ella por ser lo que era. Mi propia raza era bastante engreída cuando la sangre de los dragones ancestrales salía a colación y cultivaban el honor y la responsabilidad desde antes de poder caminar, pero ese no había sido mi camino a seguir. Lo había intentado y había visto cosas horribles y había hecho prácticamente lo mismo a terceros. Una parte de mi lo había odiado y la otra mitad de mi ser no se inmutaba siquiera un poco y entonces comprendí que no importaba en que lugar estuvieras parado, nada cambiaría salvo lo que eligiera para mi misma y yo no podía soportar las estrictas leyes que me ataban o las constantes ordenes que cargaba con mis actos. Nunca era yo quien giraba la rueda, siempre era otro diciéndome que lo hiciera.
De todas formas, no había comparación pues ella a cada paso que daba se ponía en peligro para servir a personas que no lo merecían. Yo no me merecía su ayuda, sinceramente.
Por mucho que me picaran estos pensamientos, tenía bastantes ganas de recostarme y olvidarme de todo lo que me rodeaba hasta el fin de los tiempos. Lo que fuera que quedara de mi orgullo me lo tragué mientras asentía lentamente y le dedicaba una sonrisa dolida a modo de disculpas.
-No, esta bien. Tienes razón sobre los peces, aunque servirá para un baño- Lo cual planeaba hacer más pronto que tarde. La dejé irse sin más, y una vez que ella estuvo lo bastante lejos me ocupé de conseguir algunas buenas ramas. Lo mejor sería arrancarlas de los arboles menos agraciados y no muy lejos de donde habíamos dejado nuestras cosas había uno pequeño y raquítico.
No era suficiente lo que había conseguido por lo que hice dos viajes, yendo un poco mas lejos y del lado contrario al cual Zöe se había dirigido. Lo que sea que fuera a conseguir de comida no quería espantarlos con el ruido y mucho menos que viera que me había pasado sus palabras sobre que descansara por un lugar donde no daba la luz. "Bah, de todas formas se enterará"
Lo bueno de un bosque es que todo lo que necesitabas estaba al alcance de tu mano sin tener que mirar demasiado, siempre y cuando supieras lo que buscabas. Las hojas caídas y secas abundaban, unas cuantas piedras de formas varias que sostendrían la comida y mantendrían el calor del fuego chocaban unas a otras en uno de mis bolsillos mientras volvía con las manos cargadas a nuestro pequeño campamento. Incluso me tomé el atrevimiento de arrancar un pequeño hongo de una planta lista para mostrárselo a Zöe primero, con la esperanza de no haberme equivocado en su apariencia y morir al primer bocado. "Estoy bastante confiada de que este es de los buenos pero solo por las dudas" me decía en un ridículo intento de convencerme de que no lo había olvidado.
Mientras acomodaba todo lo que había traído, Zöe regresaba con la mejor sorpresa del día, al menos para mi. Incluso muertos y con los pelos ya estaba gruñendome el estomago con hambre renovada. -No has tardado prácticamente nada, que envidia, yo tengo que esperar horas para que uno se digne a aparecer- Ya había visto antes a sus dedos abrirse para dejar paso a objetos útiles pero eso no evitaba que volviera a hacerlo y apreciara el uso que le daba -aunque fuera el proceso menos limpio de todos-. Sus manos estaban manchadas y ahora que la observaba un poco mejor, estaba bastante sucia, tal vez demasiado. -Deberías aprovechar y limpiarte un poco en el río, puedo prestarte algo si quieres lavar tu ropa.- Aún era temprano y el sol estaba lo bastante alto como para secar cualquier cosa en un segundo. La carne tomaría su tiempo en hacerse una vez encendiera la fogata. -Luego te enseñaré a cocinarlo, o a no dejarlo crudo. Nada sale mal cuando cocinas en un palo- Mis artes culinarias dejaban mucho que desear pero no había ningún secreto o atajo cuando a cocinar en una fogata se refiere... creo.
Oromë Vánadóttir
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Re: No sé nada sobre ti, nada sobre mi, nada sobre nada.[Privado/ Zöe] [CERRADO]
Oromë había preferido usar su tiempo libre para juntar ramas, un hongo y poner en orden el lugar donde acamparíamos [ANALIZANDO] Era la actitud correcta, de cualquier manera eran todos materiales que le permitirían descansar mejor una vez que termináramos con los preparativos del almuerzo.
-Los animales no parecen verme como una amenaza, no perciben mi olor ni mi presencia, por lo que me resulta más sencillo el poder atraparlos – Le expliqué a la dragona – Es cuestión de quedarse muy quietos durante el tiempo suficiente… O encontrar su madriguera, como sucedió con estos dos – Aparte la piel y luego abrí la parte del abdomen para quitar las vísceras [ANALIZANDO] – Será mejor que las deje lejos del campamento, el olor podría atraer a otros animales ¿Correcto? –
Estaba repitiendo el proceso con el segundo conejo cuando Oromë señalo mi falta de higiene, me la quede mirando e incliné la cabeza a un lado mientras pensaba, luego mire mi ropa, mis manos llenas de sangre, y de nuevo a la dragona. Asentí, dejé los dos conejos limpios y abiertos a un lado y me puse en pie.
-Es cierto, debería tener en cuenta mi pulcritud, a los orgánicos no les gusta el estar en presencia de seres que no cuidan su aspecto – Solo quedaba cocinar la carne, y Oromë había dicho que se encargaría, por lo que estaba libre para hacer otras cosas.
Me puse en pie y fui hacía el arroyo [ANALIZANDO] había pasado en verdad mucho tiempo “Y muchas cosas” Si, y muchas cosas. Primero acerqué mis manos y les quite los restos de sangre, no quería manchar aún más mi ropa. Luego pase a quitarme la camisa, busqué alguna piedra grande donde poder fregar las manchas, era más difícil sin un jabón.
Repetí el proceso varias veces hasta que quedé conforme con los resultados y luego la colgué de la rama de un árbol. Ya solo faltaba el pantalón, me lo quité e intenté limpiarlo también, pero era bastante más difícil que la prenda de arriba [ANALIZANDO] esa tela había estado cuando nos atacaron los vampiros, cuando rescatamos a los esclavos, en las distintas festividades de los orgánicos y cuando encontramos al monstruo en el lago.
Sería más sencillo el conseguir uno nuevo, pero al menos no tendría tantas manchas ahora. Luego de colgarlo junto a la camisa me dedique a limpiar mi cuerpo, el frío del agua no me molestaba, me senté en el piso lodoso del río y agache la cabeza para mojar mi pelo, limpiar mi rostro y mis hombros.
El agua era tan cristalina que podían verse los pequeños peces pasando, alguna rana, renacuajos e insectos varios. Junté mis manos y las acerqué con mucho cuidado hasta encerrar a uno de los gusanos que se revolvían por el fondo del río, los seres vivos eran tan fascinantes, jamás me cansaba de verlos. Separé las manos y lo dejé caer nuevamente a donde pertenecía.
-Creo que el baño fue una buena idea – Me levanté y fui hacia la dragona – Ahora mi aspecto no llamará tanto la atención ¿Si? – Agaché la cabeza y escurrí mi pelo antes de sentarme junto al fuego – Es un clima agradable, mi ropa se secara rápido –
Me quedé sentada agarrando mis rodillas, el viento y la calidez del sol acariciaba mi piel y la secaba hasta que solo quedaban pequeñas gotitas repartidas por aquí y por allá. Mientras esperaba noté que el hongo continuaba apartado, lo agarré y lo examine con cuidado [ANALIZANDO]
-Es bueno ¿Lo comerás? Los hongos son muy nutritivos, deberías hacerlo – Le comenté a Oromë.
-Los animales no parecen verme como una amenaza, no perciben mi olor ni mi presencia, por lo que me resulta más sencillo el poder atraparlos – Le expliqué a la dragona – Es cuestión de quedarse muy quietos durante el tiempo suficiente… O encontrar su madriguera, como sucedió con estos dos – Aparte la piel y luego abrí la parte del abdomen para quitar las vísceras [ANALIZANDO] – Será mejor que las deje lejos del campamento, el olor podría atraer a otros animales ¿Correcto? –
Estaba repitiendo el proceso con el segundo conejo cuando Oromë señalo mi falta de higiene, me la quede mirando e incliné la cabeza a un lado mientras pensaba, luego mire mi ropa, mis manos llenas de sangre, y de nuevo a la dragona. Asentí, dejé los dos conejos limpios y abiertos a un lado y me puse en pie.
-Es cierto, debería tener en cuenta mi pulcritud, a los orgánicos no les gusta el estar en presencia de seres que no cuidan su aspecto – Solo quedaba cocinar la carne, y Oromë había dicho que se encargaría, por lo que estaba libre para hacer otras cosas.
Me puse en pie y fui hacía el arroyo [ANALIZANDO] había pasado en verdad mucho tiempo “Y muchas cosas” Si, y muchas cosas. Primero acerqué mis manos y les quite los restos de sangre, no quería manchar aún más mi ropa. Luego pase a quitarme la camisa, busqué alguna piedra grande donde poder fregar las manchas, era más difícil sin un jabón.
Repetí el proceso varias veces hasta que quedé conforme con los resultados y luego la colgué de la rama de un árbol. Ya solo faltaba el pantalón, me lo quité e intenté limpiarlo también, pero era bastante más difícil que la prenda de arriba [ANALIZANDO] esa tela había estado cuando nos atacaron los vampiros, cuando rescatamos a los esclavos, en las distintas festividades de los orgánicos y cuando encontramos al monstruo en el lago.
Sería más sencillo el conseguir uno nuevo, pero al menos no tendría tantas manchas ahora. Luego de colgarlo junto a la camisa me dedique a limpiar mi cuerpo, el frío del agua no me molestaba, me senté en el piso lodoso del río y agache la cabeza para mojar mi pelo, limpiar mi rostro y mis hombros.
El agua era tan cristalina que podían verse los pequeños peces pasando, alguna rana, renacuajos e insectos varios. Junté mis manos y las acerqué con mucho cuidado hasta encerrar a uno de los gusanos que se revolvían por el fondo del río, los seres vivos eran tan fascinantes, jamás me cansaba de verlos. Separé las manos y lo dejé caer nuevamente a donde pertenecía.
-Creo que el baño fue una buena idea – Me levanté y fui hacia la dragona – Ahora mi aspecto no llamará tanto la atención ¿Si? – Agaché la cabeza y escurrí mi pelo antes de sentarme junto al fuego – Es un clima agradable, mi ropa se secara rápido –
Me quedé sentada agarrando mis rodillas, el viento y la calidez del sol acariciaba mi piel y la secaba hasta que solo quedaban pequeñas gotitas repartidas por aquí y por allá. Mientras esperaba noté que el hongo continuaba apartado, lo agarré y lo examine con cuidado [ANALIZANDO]
-Es bueno ¿Lo comerás? Los hongos son muy nutritivos, deberías hacerlo – Le comenté a Oromë.
Zöe
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Re: No sé nada sobre ti, nada sobre mi, nada sobre nada.[Privado/ Zöe] [CERRADO]
Si no la viera como una persona -mas bien como algún niño grande y mas inteligente- consideraría el atarla a mi espalda y llevarla a todas partes como una mochila multiusos.
Haría las cosas mas simples en todos los sentidos, pero no podía quitarme de la cabeza que según mi perspectiva ella era tan humana como yo y quizá más. Diablos... Los seres vivos eramos complicados y nos encantaba embrollar lo que nos rodeaba para mantener las cosas en equidad.
Tal vez sus gestos no fueron tan iguales a los de un humano, sus movimientos de cabeza me hacían pensar en un cachorro confundido intentando darle sentido a las palabras de su dueño, que al verlo se moría de ternura porque hasta cierto punto se veía bobo con sus enormes ojos... Tal vez no quedaba muy bien el ejemplo si tenía en cuenta el hecho de que jamas tuve un perro pero lo había leído en alguna parte y para mi era bastante semejante.
-Sabes, cuando dices orgánicos me haces sentir una planta. ¿No has considerado una palabra mas humana para dirigirte a, bueno, humanos?- Comenté mientras estiraba mis manos para tomar la carne la cual envolví en unas hojas y luego metí en mi bolsa, así evitaría que esta se ensuciara. Por consiguiente la colgué de una rama en caso de que algún animalito se pasara de listo.
Mis ojos se posaron en Zöe mientras se desvestía, mas por curiosidad que por deseo -yo podía amar tanto a hombres como mujeres por igual pero dudaba que alguna vez eligiera a ninguno de por vida-. -Tienes un cuerpo muy bonito y femenino. Admitiré que esperaba alguna extremidad mas metalizada- Me preguntaba si alguien como ella conservaba la capacidad de reproducirse o de disfrutar del acto sexual... No podía preguntar eso aunque me pagaran por ello. No porque pudiera ofenderle, a estas alturas y por lo que conocía de ella seguramente su respuesta sería bastante analítica e impersonal. Era porque la veía como un ser humano, uno hermoso y interesante, y yo no era una buena persona pero tampoco quería sumar violación a mi repertorio -aunque dudaba que alguien la considerara una "victima" mas que una "cosa"-
Estaba acomodando algunas piedras para la fogata con total parsimonia hasta que Zöe salió del agua del mismo modo en el que entró. -Si, emm, así creo que atraerás mucha más atención que el que apestes como un chiquero- Me reí mientras le pasaba mi capa. -Tal vez no esté tan limpia pero solo será hasta que se sequé tu ropa- Me levanté y sacudí el polvo de mi trasero para luego comenzar a desabrocharme la camisa y luego el pantalón. -Mi turno- No me molesté en lavar mi ropa, la arrojé al agua sobre una piedra y luego lentamente me sumergí. Escalofríos sacudían mi cuerpo y mi piel se erizaba del frío, pero el sol estaba en lo más alto y generaba el calor suficiente para que no sufriera un resfrío más adelante o peor, hipotermia.
-Grandioso, claro que lo comeré. Sera un buen acompañamiento para el conejo- Sonreí mientras me volteaba para tener mi rostro en su dirección a pesar de que tenía los ojos cerrados.
Luego de refregarme lo suficiente y de lavarme el cabello regrese a tierra atándomelo en una trenza. -Cierto que dijiste que nunca habías visto un dragón como yo ¿no?- Como si fuera el moverse del sol sobre el cielo, lento pero seguro, comencé a cambiar de forma. A veces dolía mucho y otras solo podía sentir el pequeño crujir de mis articulaciones estirándose como si solo las hiciera sonar y ya no era una mujer de apariencia humana. Mi cuerpo entero era de un blanco brillante, las escamas cubrían cada centímetro de mi como si de ropa se tratara incluyendo mi femineidad; mi boca no era tal, sino un hocico larguirucho repleto de caninos y una larga cola se balanceaba de un lado a otro como la de un gato nervioso. Lo único que aún se mantenía igual era mi cabello aún en su trenza y mis ojos dorados que ahora tenían en vez de pupilas redondas, dos rendijas negras de punta a punta. -Se podría decir que básicamente, no estoy desnuda- La practica de años hacía que ya no sonara como un balbuceo todo lo que decía, aunque las "s" eran ligeramente más largas.
Haría las cosas mas simples en todos los sentidos, pero no podía quitarme de la cabeza que según mi perspectiva ella era tan humana como yo y quizá más. Diablos... Los seres vivos eramos complicados y nos encantaba embrollar lo que nos rodeaba para mantener las cosas en equidad.
Tal vez sus gestos no fueron tan iguales a los de un humano, sus movimientos de cabeza me hacían pensar en un cachorro confundido intentando darle sentido a las palabras de su dueño, que al verlo se moría de ternura porque hasta cierto punto se veía bobo con sus enormes ojos... Tal vez no quedaba muy bien el ejemplo si tenía en cuenta el hecho de que jamas tuve un perro pero lo había leído en alguna parte y para mi era bastante semejante.
-Sabes, cuando dices orgánicos me haces sentir una planta. ¿No has considerado una palabra mas humana para dirigirte a, bueno, humanos?- Comenté mientras estiraba mis manos para tomar la carne la cual envolví en unas hojas y luego metí en mi bolsa, así evitaría que esta se ensuciara. Por consiguiente la colgué de una rama en caso de que algún animalito se pasara de listo.
Mis ojos se posaron en Zöe mientras se desvestía, mas por curiosidad que por deseo -yo podía amar tanto a hombres como mujeres por igual pero dudaba que alguna vez eligiera a ninguno de por vida-. -Tienes un cuerpo muy bonito y femenino. Admitiré que esperaba alguna extremidad mas metalizada- Me preguntaba si alguien como ella conservaba la capacidad de reproducirse o de disfrutar del acto sexual... No podía preguntar eso aunque me pagaran por ello. No porque pudiera ofenderle, a estas alturas y por lo que conocía de ella seguramente su respuesta sería bastante analítica e impersonal. Era porque la veía como un ser humano, uno hermoso y interesante, y yo no era una buena persona pero tampoco quería sumar violación a mi repertorio -aunque dudaba que alguien la considerara una "victima" mas que una "cosa"-
Estaba acomodando algunas piedras para la fogata con total parsimonia hasta que Zöe salió del agua del mismo modo en el que entró. -Si, emm, así creo que atraerás mucha más atención que el que apestes como un chiquero- Me reí mientras le pasaba mi capa. -Tal vez no esté tan limpia pero solo será hasta que se sequé tu ropa- Me levanté y sacudí el polvo de mi trasero para luego comenzar a desabrocharme la camisa y luego el pantalón. -Mi turno- No me molesté en lavar mi ropa, la arrojé al agua sobre una piedra y luego lentamente me sumergí. Escalofríos sacudían mi cuerpo y mi piel se erizaba del frío, pero el sol estaba en lo más alto y generaba el calor suficiente para que no sufriera un resfrío más adelante o peor, hipotermia.
-Grandioso, claro que lo comeré. Sera un buen acompañamiento para el conejo- Sonreí mientras me volteaba para tener mi rostro en su dirección a pesar de que tenía los ojos cerrados.
Luego de refregarme lo suficiente y de lavarme el cabello regrese a tierra atándomelo en una trenza. -Cierto que dijiste que nunca habías visto un dragón como yo ¿no?- Como si fuera el moverse del sol sobre el cielo, lento pero seguro, comencé a cambiar de forma. A veces dolía mucho y otras solo podía sentir el pequeño crujir de mis articulaciones estirándose como si solo las hiciera sonar y ya no era una mujer de apariencia humana. Mi cuerpo entero era de un blanco brillante, las escamas cubrían cada centímetro de mi como si de ropa se tratara incluyendo mi femineidad; mi boca no era tal, sino un hocico larguirucho repleto de caninos y una larga cola se balanceaba de un lado a otro como la de un gato nervioso. Lo único que aún se mantenía igual era mi cabello aún en su trenza y mis ojos dorados que ahora tenían en vez de pupilas redondas, dos rendijas negras de punta a punta. -Se podría decir que básicamente, no estoy desnuda- La practica de años hacía que ya no sonara como un balbuceo todo lo que decía, aunque las "s" eran ligeramente más largas.
Oromë Vánadóttir
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Re: No sé nada sobre ti, nada sobre mi, nada sobre nada.[Privado/ Zöe] [CERRADO]
Me quedé analizando en las palabras de Oromë, no se me había ocurrido pensar que podrían tomarse a mal el que los llamara “orgánicos”. Lo cierto es que consideraba que era la palabra más adecuada, ser netamente “orgánicos” era la característica que más nos diferenciaba. Decirles “humanos” no sería correcto en todos los casos, ya que estábamos en tierras donde otras razas no-humanas se sentirían muy ofendidas si les llamaba así.
“¿Y si los llamas seres vivos?” Me susurró Neil, negué con la cabeza, en otra época le hubiese dado la razón, pero ahora no estaba tan segura ¿Qué era estar vivo? ¿Los Bio- cibernéticos estábamos vivos? Si no lo estábamos ¿Qué características nos faltaban para poder ser considerados como tales? Aún necesitaba conocer muchas cosas para poder responder.
-No, no era necesario agregarme extremidades mecánicas, mi trabajo no es de fuerza, sino de precisión. Por eso incluyeron herramientas pequeñas en mis dedos, para que pudiera hacer el trabajo fino en las reparaciones – Le expliqué a Oromë – Sin embargo, tuvieron que quitarme muchos de mis órganos – Señalé toda la zona de mi abdomen – Quitaron aquellos que no eran fundamentales para que pudiera vivir, y ocuparon el espacio con partes Bio –
Agarré su capa y cubrí mis hombros con ella, a veces olvidaba que los orgánicos se mostraban avergonzados ante la desnudez ajena. [ANALIZANDO] Pensando en ello, aparté la vista de Oromë mientras se quitaba la ropa y se bañaba, en lugar de eso, me encargué de mantener el fuego bien prendido.
-Así es. Conocí a muchos dragones cuando estuve en el norte, pero es extraño encontrar a los que pueden transformarse parcialmente – La mire con atención mientras las escamas cubrían su cuerpo, su rostro cambiaba a uno más reptiliano y hasta una cola surgía desde atrás – Fascinante - Dije con sinceridad - ¿Puedo? –
Pedí permiso antes de acercarme. Caminé alrededor de ella, analizando y archivando cada dato que encontraba, agarré uno de sus brazos, era muy interesante la forma en que la piel había cambiado. Toqué las escamas más filosas que sobresalían de sus brazos y los que recorrían su espalda y cola.
-¿Siempre has podido transformarte así? ¿O tuviste que practicarlo hasta controlarlo? – Me puse frente a ella – Es cierto, supongo que los humanos no considerarían que estar en esa forma es “estar desnuda” – Me acerqué a su rostro, quería examinar su dentadura, pero probablemente eso sería demasiado invasivo – Aunque jamás entendí esa extraña obsesión de los orgánicos con la desnudez –
Apoyé las manos en sus caderas, parecían haber cambiado de forma significativa, examine su abdomen y noté que sus partes privadas habían sido cubiertas también. Eso tenía sentido, los reptiles no llevaban sus genitales a la vista, di un par de pasos hacía atrás y asentí.
-Agradezco que me lo mostraras, es en verdad una forma muy interesante, pude anotar gran cantidad de datos – [DATOS ARCHIVADOS] -¿Comerás? – Le pregunté y luego de unos segundos agregué una sonrisa mecánica – Si la carne pasa demasiado tiempo en el fuego se pierden sus nutrientes –
Me senté nuevamente. Ya que yo no necesitaba comer, saqué a mis tres robots y los acomodé de modo ordenado frente a mí. Elegí para comenzar a SEPA-IV, lo agarré y comencé a desarmarlo, dejando cada pieza cuidadosamente ordenada para que no se perdiera.
“¿Y si los llamas seres vivos?” Me susurró Neil, negué con la cabeza, en otra época le hubiese dado la razón, pero ahora no estaba tan segura ¿Qué era estar vivo? ¿Los Bio- cibernéticos estábamos vivos? Si no lo estábamos ¿Qué características nos faltaban para poder ser considerados como tales? Aún necesitaba conocer muchas cosas para poder responder.
-No, no era necesario agregarme extremidades mecánicas, mi trabajo no es de fuerza, sino de precisión. Por eso incluyeron herramientas pequeñas en mis dedos, para que pudiera hacer el trabajo fino en las reparaciones – Le expliqué a Oromë – Sin embargo, tuvieron que quitarme muchos de mis órganos – Señalé toda la zona de mi abdomen – Quitaron aquellos que no eran fundamentales para que pudiera vivir, y ocuparon el espacio con partes Bio –
Agarré su capa y cubrí mis hombros con ella, a veces olvidaba que los orgánicos se mostraban avergonzados ante la desnudez ajena. [ANALIZANDO] Pensando en ello, aparté la vista de Oromë mientras se quitaba la ropa y se bañaba, en lugar de eso, me encargué de mantener el fuego bien prendido.
-Así es. Conocí a muchos dragones cuando estuve en el norte, pero es extraño encontrar a los que pueden transformarse parcialmente – La mire con atención mientras las escamas cubrían su cuerpo, su rostro cambiaba a uno más reptiliano y hasta una cola surgía desde atrás – Fascinante - Dije con sinceridad - ¿Puedo? –
Pedí permiso antes de acercarme. Caminé alrededor de ella, analizando y archivando cada dato que encontraba, agarré uno de sus brazos, era muy interesante la forma en que la piel había cambiado. Toqué las escamas más filosas que sobresalían de sus brazos y los que recorrían su espalda y cola.
-¿Siempre has podido transformarte así? ¿O tuviste que practicarlo hasta controlarlo? – Me puse frente a ella – Es cierto, supongo que los humanos no considerarían que estar en esa forma es “estar desnuda” – Me acerqué a su rostro, quería examinar su dentadura, pero probablemente eso sería demasiado invasivo – Aunque jamás entendí esa extraña obsesión de los orgánicos con la desnudez –
Apoyé las manos en sus caderas, parecían haber cambiado de forma significativa, examine su abdomen y noté que sus partes privadas habían sido cubiertas también. Eso tenía sentido, los reptiles no llevaban sus genitales a la vista, di un par de pasos hacía atrás y asentí.
-Agradezco que me lo mostraras, es en verdad una forma muy interesante, pude anotar gran cantidad de datos – [DATOS ARCHIVADOS] -¿Comerás? – Le pregunté y luego de unos segundos agregué una sonrisa mecánica – Si la carne pasa demasiado tiempo en el fuego se pierden sus nutrientes –
Me senté nuevamente. Ya que yo no necesitaba comer, saqué a mis tres robots y los acomodé de modo ordenado frente a mí. Elegí para comenzar a SEPA-IV, lo agarré y comencé a desarmarlo, dejando cada pieza cuidadosamente ordenada para que no se perdiera.
Zöe
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Re: No sé nada sobre ti, nada sobre mi, nada sobre nada.[Privado/ Zöe] [CERRADO]
-Debes admitir que de todos modos hubiera estado genial. Aunque ya pareces ser bastante multiusos como para necesitar mas- Por mi cabeza circulaban ideas tales como, un super brazo que diera un puñetazo que despegara la cabeza del resto del cuerpo con nada de fuerza. Tratar de quitar una a hachazo limpio no siempre resultaba ser tan... bueno, limpio.
Mi mano fue directa a mi boca, tratando de cubrir la mueca que amenazaba con aparecer. No era una agradable, tampoco era la idea de que te quitaran los órganos. Yo había visto un par de veces como sucedía, y debía admitir que también lo había hecho y no por puro placer, sino con fines mas, educativos por así decirlo. -Entonces, ¿allí no hay nada?¿Que ocupa ahora el espacio donde deberías tener un vientre para fertilizar o tu estomago?- No pensaba comentar sobre aquellos que te hacían ir al baño.
-Como dije, no se como funciona realmente, la mayoría se centra en el control de un elemento pero yo no poseo ni una gota de la magia que lo genere. Mis hermanas solían decir que se sentía como una semilla atorada en la boca de tu estomago o como si un hilo jalara de tus costillas cuando se acercaban al fuego.- Me encogí de hombros, invitándola a acercarse sin miedo a inspeccionar.
Sus manos tocaban mi cuerpo con calma curiosa, y en ciertos puntos donde las escamas eran mas delgadas, una corriente eléctrica me causaba escalofríos. -Lo siento, cosquillas- Me reí suavemente, mi cola moviéndose perezosamente de lado a lado. -El cambiar de forma, se desarrolla con el tiempo, es doloroso y más para las crías el regresar a una forma mas humana. Imagina un niño que cambia al tener una rabieta; es peor pues el dolor los tensa aún más y temen regresar a su otra forma debido a esto. Yo tengo 50 años de practica y error y aún hay cosas que debo explorar de mi propio cuerpo- Cuando estuvo mirándome directamente a la cara, intenté una sonrisa, o al menos lo que podría ser una cuando careces de labios, para mostrar la hilera de dientes afilados. Le saqué la lengua, larga y delgada. -No muerdo...mucho-
-Si crees que me alteraré por verte desnuda, no debes preocuparte. Como dragón estoy mas que acostumbrada a romper unas cuantas prendas de tanto en tanto.- Me senté a su lado y estiré las manos frente al fuego, dejando que el calor evaporara el agua para luego acomodar mi cuerpo de forma que tuviera espacio de liberar mis alas. Un suave suspirar hizo acto de presencia mientras cerraba mis ojos de placer. -Imagina tener una piedra en tu zapato... así se siente pero con huesos y músculos de por medio- Me estiré como un gato, quitando algo de presión a mi espalda y luego dirigí mis ojos a los pequeños robots que ella sacó de su bolso. -¿Puedo ayudarte en algo?- En una de mis manos ya tenía la mitad de la carne a medio comer, y en la otra el hongo que había conseguido, el cual rozaba con la punta de mi lengua y concluía que seguía demasiado caliente como para intentar devorarlo.
Mi mano fue directa a mi boca, tratando de cubrir la mueca que amenazaba con aparecer. No era una agradable, tampoco era la idea de que te quitaran los órganos. Yo había visto un par de veces como sucedía, y debía admitir que también lo había hecho y no por puro placer, sino con fines mas, educativos por así decirlo. -Entonces, ¿allí no hay nada?¿Que ocupa ahora el espacio donde deberías tener un vientre para fertilizar o tu estomago?- No pensaba comentar sobre aquellos que te hacían ir al baño.
-Como dije, no se como funciona realmente, la mayoría se centra en el control de un elemento pero yo no poseo ni una gota de la magia que lo genere. Mis hermanas solían decir que se sentía como una semilla atorada en la boca de tu estomago o como si un hilo jalara de tus costillas cuando se acercaban al fuego.- Me encogí de hombros, invitándola a acercarse sin miedo a inspeccionar.
Sus manos tocaban mi cuerpo con calma curiosa, y en ciertos puntos donde las escamas eran mas delgadas, una corriente eléctrica me causaba escalofríos. -Lo siento, cosquillas- Me reí suavemente, mi cola moviéndose perezosamente de lado a lado. -El cambiar de forma, se desarrolla con el tiempo, es doloroso y más para las crías el regresar a una forma mas humana. Imagina un niño que cambia al tener una rabieta; es peor pues el dolor los tensa aún más y temen regresar a su otra forma debido a esto. Yo tengo 50 años de practica y error y aún hay cosas que debo explorar de mi propio cuerpo- Cuando estuvo mirándome directamente a la cara, intenté una sonrisa, o al menos lo que podría ser una cuando careces de labios, para mostrar la hilera de dientes afilados. Le saqué la lengua, larga y delgada. -No muerdo...mucho-
-Si crees que me alteraré por verte desnuda, no debes preocuparte. Como dragón estoy mas que acostumbrada a romper unas cuantas prendas de tanto en tanto.- Me senté a su lado y estiré las manos frente al fuego, dejando que el calor evaporara el agua para luego acomodar mi cuerpo de forma que tuviera espacio de liberar mis alas. Un suave suspirar hizo acto de presencia mientras cerraba mis ojos de placer. -Imagina tener una piedra en tu zapato... así se siente pero con huesos y músculos de por medio- Me estiré como un gato, quitando algo de presión a mi espalda y luego dirigí mis ojos a los pequeños robots que ella sacó de su bolso. -¿Puedo ayudarte en algo?- En una de mis manos ya tenía la mitad de la carne a medio comer, y en la otra el hongo que había conseguido, el cual rozaba con la punta de mi lengua y concluía que seguía demasiado caliente como para intentar devorarlo.
Oromë Vánadóttir
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Re: No sé nada sobre ti, nada sobre mi, nada sobre nada.[Privado/ Zöe] [CERRADO]
Me quedé pensando en las preguntas de Oromë, podría haberle dado un informe detallado de cuantas partes de mi cuerpo eran aún humanas, pero eso seguramente confundiría a la mujer. Era mejor ser más general, hablar sobre ese tipo de cosas ponía sensibles a los orgánicos.
-No tengo un vientre, era un material totalmente inútil dadas las tareas que me serían asignadas luego de la operación. Mi sistema digestivo está casi completo, pero atrofiado ya que casi no lo uso – Apoye una mano sobre mi pecho – Tengo un corazón, aunque modificado para que pueda hacer circular un líquido que no es completamente sangre por mis venas – Baje la mano hasta detenerme en mitad del tórax – Tengo pulmones, aunque con un sistema de emergencia implementado para cuando mi sistema se sobrecalienta –
Esperaba que esa explicación saciara la curiosidad de la dragona, podía decirse que tenía deseos de que supiera de mi tanto como me había enseñado sobre ella. Por lo mismo no la interrumpí cuando me explicó cómo se sentía en primera persona el transformarse.
La demostración de la lengua fue especialmente interesante [ANALIZANDO] Era fascinante que pudiera articular tan bien las palabras con una mandíbula tan diferente a la normal.
-No sería bueno que me mordieras, hay metal bajo la piel, podrías lastimarte ¿Si? – Respondí en mi habitual tono neutro – De todos modos, estando a la intemperie y sin un equipo adecuado sería inútil el intentar investigar más a fondo – Si en verdad quería realizar un análisis profundo necesitaba un laboratorio, tal como el que teníamos en la Base, y eso estaba fuera de mis posibilidades.
Saque los brazos de SEPA-IV, luego las piernas y la cabeza, finalmente abrí el cuerpo para revisar los circuitos.
-Que no te moleste la falta de ropa es algo bueno, sino me vería obligada a ponerme mis prendas aún mojadas, y ahora mismo eso sería muy incómodo – Le señale los robots y agregué – Tengo que impedir que vuelvan a mojarse ¿Si? El tener tela llena de agua cerca de ellos no sería de gran ayuda – Hice que saliera un pequeño destornillados de mi dedo índice y saque la tapa que cubría el interior de mi robot – En realidad… - Baje la vista sin expresar emoción alguna – No hay mucho que yo pueda hacer tampoco –
Las condiciones no eran las ideales, y aunque encontrara el error probablemente no tendría los materiales para poder repararlos. Sabía que ya estaban secos, quizás las placas se habían quemado, y si era así no podría hacer demasiado [ESCANEANDO]
-Parece ser que hay un objeto extraño dentro del cuerpo de SEPA-IV, quizás una pequeña piedra, o arena – Terminé de desarmar su cuerpo hasta que solo me quedaron las partes fundamentales, hice que dos de mis dedos tomaran la forma de pinzas – Esto es – Saque los restos de un alga seca de entre medio de los circuitos – Parece ser que esto interrumpía el circuito – Con mucho cuidado terminé de limpiar la pieza – Aquí falla la conexión – Hice que la punta de otro de mis dedos se calentara y volví a unir dos partes que se habían soltado – Quizás ahora podré lograr que funcione –
Era interesante, la situación parecía generar en mi ¿Ansiedad? [Estado de agitación o inquietud del ánimo] Si, eso parecía ser correcto.
-Creo que… Me había acostumbrado demasiado a su compañía – Le dije a Oromë sin mirarla ya que estaba concentrada en terminar de armar a mi robot – Eso es curioso – Levante la vista - ¿Cierto? Es como les pasa a los orgánicos, a veces pasan mucho tiempo junto a alguien y luego les resulta difícil el separarse ¿Correcto? Es una de las tantas conductas que no entiendo – [ERROR] – Que no entendía -
-No tengo un vientre, era un material totalmente inútil dadas las tareas que me serían asignadas luego de la operación. Mi sistema digestivo está casi completo, pero atrofiado ya que casi no lo uso – Apoye una mano sobre mi pecho – Tengo un corazón, aunque modificado para que pueda hacer circular un líquido que no es completamente sangre por mis venas – Baje la mano hasta detenerme en mitad del tórax – Tengo pulmones, aunque con un sistema de emergencia implementado para cuando mi sistema se sobrecalienta –
Esperaba que esa explicación saciara la curiosidad de la dragona, podía decirse que tenía deseos de que supiera de mi tanto como me había enseñado sobre ella. Por lo mismo no la interrumpí cuando me explicó cómo se sentía en primera persona el transformarse.
La demostración de la lengua fue especialmente interesante [ANALIZANDO] Era fascinante que pudiera articular tan bien las palabras con una mandíbula tan diferente a la normal.
-No sería bueno que me mordieras, hay metal bajo la piel, podrías lastimarte ¿Si? – Respondí en mi habitual tono neutro – De todos modos, estando a la intemperie y sin un equipo adecuado sería inútil el intentar investigar más a fondo – Si en verdad quería realizar un análisis profundo necesitaba un laboratorio, tal como el que teníamos en la Base, y eso estaba fuera de mis posibilidades.
Saque los brazos de SEPA-IV, luego las piernas y la cabeza, finalmente abrí el cuerpo para revisar los circuitos.
-Que no te moleste la falta de ropa es algo bueno, sino me vería obligada a ponerme mis prendas aún mojadas, y ahora mismo eso sería muy incómodo – Le señale los robots y agregué – Tengo que impedir que vuelvan a mojarse ¿Si? El tener tela llena de agua cerca de ellos no sería de gran ayuda – Hice que saliera un pequeño destornillados de mi dedo índice y saque la tapa que cubría el interior de mi robot – En realidad… - Baje la vista sin expresar emoción alguna – No hay mucho que yo pueda hacer tampoco –
Las condiciones no eran las ideales, y aunque encontrara el error probablemente no tendría los materiales para poder repararlos. Sabía que ya estaban secos, quizás las placas se habían quemado, y si era así no podría hacer demasiado [ESCANEANDO]
-Parece ser que hay un objeto extraño dentro del cuerpo de SEPA-IV, quizás una pequeña piedra, o arena – Terminé de desarmar su cuerpo hasta que solo me quedaron las partes fundamentales, hice que dos de mis dedos tomaran la forma de pinzas – Esto es – Saque los restos de un alga seca de entre medio de los circuitos – Parece ser que esto interrumpía el circuito – Con mucho cuidado terminé de limpiar la pieza – Aquí falla la conexión – Hice que la punta de otro de mis dedos se calentara y volví a unir dos partes que se habían soltado – Quizás ahora podré lograr que funcione –
Era interesante, la situación parecía generar en mi ¿Ansiedad? [Estado de agitación o inquietud del ánimo] Si, eso parecía ser correcto.
-Creo que… Me había acostumbrado demasiado a su compañía – Le dije a Oromë sin mirarla ya que estaba concentrada en terminar de armar a mi robot – Eso es curioso – Levante la vista - ¿Cierto? Es como les pasa a los orgánicos, a veces pasan mucho tiempo junto a alguien y luego les resulta difícil el separarse ¿Correcto? Es una de las tantas conductas que no entiendo – [ERROR] – Que no entendía -
Zöe
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Re: No sé nada sobre ti, nada sobre mi, nada sobre nada.[Privado/ Zöe] [CERRADO]
Creo que estaba a punto de vomitar lo poco que acababa de comer. Mientras Zöe señalaba lo que poseía y carecía dentro de su cuerpo no dejaba de imaginarme a mi misma abriendo en canal el cuerpo de alguien y sacando pedazos de ellos para luego colocar objetos metálicos, coser y esperar que de la nada se levantara como nuevo.
Raro quedaba corto para describir lo que sea que hicieron con ella y más aún que funcionara. ¿Qué clase de persona tenía tal habilidad?¿Como lo aprendía?.
Estaba a un solo paso de ponerme verde cuando dijo tener metal bajo la piel. -No planeo morderte en realidad, ademas si es como dices perdería cada uno de mis dientes... No sería bonito.-
Me dediqué a observarla hablar sobre la ropa mojada a la vez que reparaba a sus amiguitos. De vez en cuando agregaba alguna pregunta de más pero en general el silencio era lo bastante cómodo aunque no fuera plenamente un vacío total, a fin de cuentas estábamos en medio del bosque con un pequeño rio al lado; y mejor no hablar del chisporroteo de la fogata y del constante ruido del trabajo de Zöe...
No había notado como el tiempo había pasado hasta que ella dijo algo que sonó tan... humano. Mis ojos se fijaron luego de demasiado rato en los de ella y era inevitable no sonreirle con ternura -o intentarlo bajo tantos dientes y escamas-. -Incluso alguien como tu necesita de compañía, supongo que hay cosas que no se pueden quitar sin importar cuanto dejes de parecerte a ti- Me encogí de hombros y tomé una rama para avivar las llamas. La noche estaba comenzando a caer y cada vez era más difícil de ver.
-Deberíamos tratar de descansar un poco, mañana seguimos la marcha- Ah cierto, que ella no dormía...-Bueno quiero decir, tu entiendes- Mi cola se movía nerviosa mientras empujaba un montón de hojas en una misma zona y las tanteaba con mis patas para luego acomodarme sobre ellas. -¡Ah! No esta tan mal, mejor que tierra dura, definitivamente.- No estaba segura de si ella había dicho algo al respecto, no cuando el sueño me arrastraba como al río a la deriva.
Raro quedaba corto para describir lo que sea que hicieron con ella y más aún que funcionara. ¿Qué clase de persona tenía tal habilidad?¿Como lo aprendía?.
Estaba a un solo paso de ponerme verde cuando dijo tener metal bajo la piel. -No planeo morderte en realidad, ademas si es como dices perdería cada uno de mis dientes... No sería bonito.-
Me dediqué a observarla hablar sobre la ropa mojada a la vez que reparaba a sus amiguitos. De vez en cuando agregaba alguna pregunta de más pero en general el silencio era lo bastante cómodo aunque no fuera plenamente un vacío total, a fin de cuentas estábamos en medio del bosque con un pequeño rio al lado; y mejor no hablar del chisporroteo de la fogata y del constante ruido del trabajo de Zöe...
No había notado como el tiempo había pasado hasta que ella dijo algo que sonó tan... humano. Mis ojos se fijaron luego de demasiado rato en los de ella y era inevitable no sonreirle con ternura -o intentarlo bajo tantos dientes y escamas-. -Incluso alguien como tu necesita de compañía, supongo que hay cosas que no se pueden quitar sin importar cuanto dejes de parecerte a ti- Me encogí de hombros y tomé una rama para avivar las llamas. La noche estaba comenzando a caer y cada vez era más difícil de ver.
-Deberíamos tratar de descansar un poco, mañana seguimos la marcha- Ah cierto, que ella no dormía...-Bueno quiero decir, tu entiendes- Mi cola se movía nerviosa mientras empujaba un montón de hojas en una misma zona y las tanteaba con mis patas para luego acomodarme sobre ellas. -¡Ah! No esta tan mal, mejor que tierra dura, definitivamente.- No estaba segura de si ella había dicho algo al respecto, no cuando el sueño me arrastraba como al río a la deriva.
Oromë Vánadóttir
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