Frenesí de medianoche [privado Zero] [Cerrado]

"¡Ah! ¡No corras! ¡Diablos! Por moverte tanto lo hice mal...."

En el medio de la noche,  en el noroeste de la península, una pequeña y ágil figura se deslizaba entre los arbustos rápidamente, parecía estar siguiendo un conejo. Entre el espeso bosque las tenues figuras eran apenas visibles pero los pasos pisando arbustos y hierba no podían engañar a los sucesos, era una persecución realmente reñida.  El animal, nacido para correr entre la espesura de los bosques, era obviamente más rápido que su contrincante, un niño humano, pero la gran sangrante herida de su cuello le impedía huir con todas sus fuerza e incluso si pudieras, su contrincante poseía un poderoso olfato con al sangre ¡Ese animal ya estaba perdido incluso si huía de su persecutor!

El que estaba cazando al animalito de pelaje castaño, Uriel, el niño vampiro, seguía con una juguetona sonrisa al asustado animal ¡Como si permitiese que su cena de la noche huyera así! ¡Y encima mira toda esa deliciosa sangre desperdiciándose! El niño aceleró su sprint en cuanto notó que el animal empezaba a desacelerar ante la perdida de sangre y el cansancio, el niño gruño gustoso ante el echo.

"¡Te pillé! Fufufufu ¿Pensabas que podías huir de mi? ¡Ahora muere de una vez!"

El niño, una vez tuvo entre sus manos al moribundo animal, sin dudarlo un segundo y con una amplia sonrisa infantil, como si no se tratase de un ser vivo sufriendo, lo mató sin miramiento de una puñalada al cuello. Con una hambrienta mirada, el niño levanto el sangrante cadáver del conejo con sus dos ensangrentadas manos hacía su rostro, mas específicamente, su boca.

La tenue luz de Luna que se podía filtrar entre la copas de los granes arboles de los alrededores no era demasiada, apenas la suficiente para poder ver un mínimo, pero de entre los finos hilos de luz plateada y las luciérnagas, fieles testigos de los echos, se podía apreciar la figura de un niño arrodillado. Su piel era tan pálida como los rayos de la luna y sus ojos de un bonito color marron-miel, pero su mirada era extraña; Perdida, como si de un trance se tratase, llena de hambre y sed se sangre , brillaban con un tétrico y profundo reflejo carmesí. Sus incisivos estaban firmemente clavados en el cuello del acabado animal, y, a pesar de que su quijada y cuello empezaban a escurrirse brillantes hilos de carmesí sangre, se podía ver como su manzana de adán subía y bajaba, señal de estar bebiendo el rojizo y espeso liquido vital del animal. Era la vista de un vampiro en estado puro; Condenados a ansiar la vida de otros, malditos y sin poder huir de la profunda hambruna de sangre, insensible y corrompidos hijos de la noche que vivirían por 350 años encadenados a la crueldad y la sangre.

En cuanto toda la sangre fue succionada del pequeño animal, como si de basura se tratase, el niño lo lanzo a un rincón alejado de él. Se podía ver un rastro de nubladez en los ojos del niño, como si no fuera el mismo, era el frenesí de sangre, que no se desvanecería hasta quedar totalmente satisfecho o hasta que lago le sacara de ese estado. El niño miró su aspecto desde una charca cercana y esbozó un rostro problemático ¡Realmente se había manchado un montón! La mirad inferior de su rostro chorreaba sangre del animal y su ropa estaba ligeramente sucia ¡Tan molesto! Pero no se podía evitar, si no practicaba su ineficiente mordida, jamás podría cazar con normalidad. Suspirando, el niño se preparó para buscar a su segunda presa ¡Con un poco de suerte un zorro olería la sangre y caería ne la trampa del vampirito por su propia voluntad!

El infante notó un ruido entre los arbustos y esbozó una tierna pero nublada sonrisa hambrienta ¡Su segundo plato se aproximaba! En su estado de frenesí, sus sentido se agudizaban así que podía sentir la presencia de un ser viviente ¡Y lo mas importante, con sangre! aproximándose. Apretando su puñal lleno de sangre, el niño caminó en dirección a su segunda presa de la noche, su rostro era juguetona e incluso dulce, su rostro de siempre, pero esta vez, debido a sus nublados ojos, daba mas miedo que otra cosa. Era la mirada de un depredador hacía su presa.

Con esta, ya debería bastar....Menos mal que vi un lago no demasiado lejos.

Pensó le niño mientras movía el matorral que lo separaba de su siguiente presa ¡Tenía tanta hambre!

"¿Zero?....."


Uriel miró con un rostro honestamente sorprendido a su amigo bio ¿De entre todos los lugares....? ¡Y cuando estaba comiendo! Sintiendo un profundo desconcierto, el niño lo miró en silencio. Su frenesí seguía activo así que sus ojos seguían nublados y llenos de sed de sangre ¡Diablos! ¡De entre todos los momentos y lugares.....!


¿Porque est-....? ¡Ah! ¡No, no, no! ¡Diablos! ¡Esto no es.....! Bueno si lo es, peor no....¡Huwaaaa...! ¡Dame un segundo!


Con una mirada nerviosa y llena de confusión el niño se apresuró a soltar el ensangrentado puñal como si con ello le dijese a Zero que no planeaba hacer nada con él ¡Su cara y mandíbula estaba llenas de sangre! Si se sabía la raza del pequeño infante era fácil suponer que estuvo haciendo el niño ¡Tan fácil como sumar 2+2! Pero no dejaba de ser shockeante para el vampiro ¡No es agradable ser pillado por sorpresa de esa forma! Si hubiera sido otra persona al infante le habría dado igual e incluso hubiera aprovechado el momento de confusión para obtener su segunda comida ¡Pero la cosa cambiaba si se trataba de un conocido! No peor aún ¡Un amigo!


Dándole la espalda del bio para no mostrarle su apariencia actual, el infante sin dudarlo corrió en dirección al lago ¡Lo principal ahora es tener una imagen mas presentable! Avanzando  a paso rápido, el niño apartó cualquier árbol, arbusto o roca que se entrometiese en su camino apresuradamente., sin dudar de la dirección, pues podía oler y escuchar el agua del lago gracias a sus extremadamente agudos sentidos. Una vez localizó la cristalina  y calmada parecencia del agua, no tardó ni 3 segundos en arrodillarse y comenzar limpiarse desesperadamente la sangre ¡Eso fue realmente vergonzoso!


No mucho los saben, de echo es bastante curioso pero entre los vampiros, en especial para uno noble como lo son los Nova, el acto de comer era algo bastante preciado e intimo ¡Era casi como invitar a un desconocido al cual quieres impresionar y que toda tu casa este echa un desastre! Esto era únicamente algo para las personas que al susodicho vampiro aprecie o sencillamente desee impresionar, con todo el resto estaba perfectamente bien ser descubierto ¡Por eso Uriel se sintió tan aprensivo de que Zero le viese de esa forma! ¡En especial con el chico bio, no era de su misma raza y le desagradaba la violencia!  Uriel no era tonto, sabía que los vampiros no eran precisamente bine vistos ¡En especial cuando se están alimentando! No le importaría ser repudiado o ser temido por otros pero no quería que su amigo sintiese rechazo por él o le temiese.


Finalmente logró quitarse toda la sangre de la cara tras lavársela durante un buen rato, suspirando aliviado, el niño esbozó una ligera sonrisita irónica ¡Eso si fue peligroso! Poniéndose de pie, el niño se giró y con su usual juguetona voz, aunque mantenía un deje de vergüenza, dijo;


"Siento que tuvieras que ver eso....Bueno....¡Es un curioso lugar para volver a vernos! ¿Como has estado?"


No había sentido en preguntarle eso, en especial cuando tampoco pasó tanto desde la ultima vez que se vieron, pero el niño deseaba cambiar el tema lo mas rápido posible y lo único que se le ocurrió fue preguntarle por su estado a Zero ¡Aunque de verdad estaba preocupado por el estado de su amigo! Uriel es bastante celoso y protector de sus amigos y familia ¡Si se entera de que algo mal le sucede a estos, lo toma como algo personal! Especialmente porque sabe el caso de Zero, quería saber su situación ¡Esa sucia rata arrogante! ¡Seguro que planeaba volver a dañar a su amigo de laguna forma! Quería coger su soberbia cabeza y estamparla contra un muro repetidas veces hasta partirle la cabeza cual melón ¡Y luego devorar cada parte suya hasta no dejar nada! Y una vez estuviera muerto, despedazaría su repugnante cuerpo y se lo daría de comer a las bestias para que no quedará ni rastro de todo su molesto ser ¡Mejor aún! Uriel recuerda perfectamente le contenido de ciertos libros que su maestro coleccionaba y leyó a sus espaldas ¡Uno tenía un contenido bastante curioso! Eran formas de hacer que uno lamente estar vivo ¿Funcionará si lo prueba con la rata arrogante? ¡Probarlo no le matará! Ante los ojos de Uriel, Verne ya ni siquiera era una persona, simplemente una molesta y repugnante figura que debía ser eliminada sin importar que fuera un niño o tuviera sus razones, simplemente ganado.


El niño esbozó una suave sonrisita, ante sus pensamientos asesinos y el frenesí esta se veía mas peligrosa y amenazante que juguetona e inocente como normalmente eran, obviamente no iba dirigida a ser así, no tenía ninguna intención de amenazar o amedrentar a su robotico amigo ¡Sencillamente el frenesí le impedía darse cuenta de que tan lejos llevaba sus pensamientos! Su estado de hambre y sed de sangre no solo le otorgaba sentidos mas agudos, también afectaba a su estado mental, volviéndolo mas propenso a ideas violentas. En circunstancias normales le infante no se comportaría de forma tan.....vampira.

"¿Es así? ¡Me alegro! jejeje..."


Uriel se rasca la mejilla tímidamente y aún un poco nervioso, pero parece que su actitud volvió a ser similar como normalmente es. Alejándose levemente del lago, el niño recordó su puñal ¡Como su única arma no podía permitirse abandonarla! Pero se detuvo ante la pregunta de su amigo robotico, sus ojos marrón miel, aún con un resplandor hambriento y algo enloquecido, se contrajeron ante su pregunta ¡Era de lo que menos quería hablar! No es como si se sintiera mal por todas los animales y personas de las que se alimenta ¡Era la ley del cazador y la presa! Pero no quería que Zero le viese con malos ojos.


"No, era un conejo....."


Dijo el niño con un escueta y seca respuesta, como si le estuviese diciendo al niño que no debía preguntar más sobre el tema. No era como si tuviera algo que esconder y esta muy orgulloso de su naturaleza vampirica ¿Pero Zero lo estaría? ¿Podría aceptar del todo la forma en que los vampiros vivían? ¡No quería saber la respuesta ello!


"¡Ah! ¡Disculpa si te asusto! Digamos que.....pierdo un poco el juicio cuando bebo sangre o tengo hambre ¡Ah! ¡Pero esta bien! ¡Soy buen con el autocontrol! ¡Jamás atacaría a un conocido o amigo! Jejeje "


El niño siguió caminando lentamente hacía donde abandonó anteriormente le puñal, no mintió sobre ello ¡En verdad tenía mucho autocontrol! Podía pasar mas tiempo sin comer y no enloquecer por ello que otros vampiros ya grandes, y necesitaba menos sangre que la media para satisfacerse ¡Su maestro siempre le elogió por su autocontrol! Y como viajero aprendió a controlarse a si mismo incluso mejor, si decía que no le tocaría un pelo a Zero incluso con su frenesí, es que ne verdad no lo haría ¡Como vampiro de los Nova el no mentiría nunca a un amigo!


Volviendo a la zona anterior, el niño tomó su puñal del suelo, su filo estaba completamente sucio ne sangre que comenzaba a secarse, de forma que denotaba lo acostumbrado que estaba, el niño clavó el pequeño puñal en la tierra y luego volvió a sacarlo, la sangre había sido retirada, una vez se aseguro que ya no estaba sucia, el niño la guardó en su funda.


"¿A donde te diriges, Zero? ¡Yo voy dirección a Vulwurfar! Mi maestro me ordenó ir a busca-¡Ah! ¡Quiero decir! Mi maestro me dijo queme quedará en esa zona de momento....."


Recuperando su amigable y dulce sonrisita, el niño le preguntó emocionado a Zero por su viaje ¡Era bien sabido que los viajes eran más agradables cuando se hacían en compañía! ¡Y era el doble de mejor si era con un amigo! El emocionado niño comenzó a corretear en los alrededores del niño menor ¡Que pintoresca vista! No era sencillo de ver, pero si uno se fijaba se podía apreciar que Zero era menor que Uriel ¡Era curioso ver como el mayor se comportaba mas infantilmente que el menor!


"¿Tienes prisa? ¡Si no tienes prisa juguemos un rato!"


El vampirito miró felizmente y con una rebosante emoción juguetona a Zero ¡Su amigo es mas importante que su persistente hambre! De todas formas ya comió un conejo, era suficiente para aplacar su hambre hasta la próxima noche incluso si no había satisfecho del todo su estomago. El niño quería tomar la mano de Zero y llevarle a jugar por todo el bosque sin preguntarle su opinión como hizo en Lunargenta ¡Pero tenía que contenerse! No estaba bien obligar a un amigo a jugar cuando no quería ¡Solo los niños malos hacen eso, y Uriel no lo es! Dando saltitos de emoción contenida, el niño esperó impaciente la contestación de su robotico amigo ¡Casi podía apreciarse el comportamiento de un pequeño cachorro meneando la cola y esperando impaciente que sus hermanos jugaran con él!

"¡Yay! ¡Está decidido entonces! Jejeje ¡Ya sé, ya sé! Déjame mostrarte algo muy chulo"


Tomando la mano del bio, el contento vampirito comenzó a caminar hacía el norte del bosque ¡Quería compartir una
misterioso fenómeno que ocurre en el lago algunas noches! Eral a razón también por la cual se quedó un par de días en ese sitio. El niño camino a paso seguro entre los arboles y la espesura de los matorrales, el niño de mientras hablaba con Zero.


"¿Sabes? Cerca de aquí, en el lago que estuvimos antes, durante la noche ocurre algo bastante bonito y curioso ¡Es una preciosidad! Los humanos cercanos dicen que este lago es morada de espíritus y ninfas que vienen a celebrar sus festivales bajo el agua durante ¡Yo creo que es otra cosa!"


El lugar la que Uriel llevó al bio resulto ser el lago de antes, solo que visto desde un punto un poco mas elevado. El lugar en el que estaban era un miradero natural del lago echo de rocas, dejaba una hermosa vista del cielo nocturno lleno de estrellas que extrañamente el lago no parecía reflejar, ante la vista de un lago que no se comportaba normal, el niño vampiro sonrío ¡Parece que podrá mostrárselo a su amigo!


"¡Bien, bien! ¿Ves que el lago se comporta raro? ¡Pues aún no has visto nada! ¡Mira!"


El niño tomó una piedra del suelo y la lanzó contra el quieto lago que de inmediato hizo un sonoro chapoteo y el clásico movimiento de la ondas, pero estas eran especiales; Era de un bonito azul cielo eléctrico. Resaltaba incluso más desde que el lago era completamente negro, estelas en forma de ondas azul eléctrico bailaban cual humo en la superficie del agua. Uriel no se detuvo y siguió lanzando cosas al agua para provocar ese maravilloso efecto.


"¡Es genial! Lo descubrí cuando me metí al agua para limpiarme ¡Terminé con el cuerpo lleno de esa cosa azul! ¡Ah! Es inofensiva, no importó cuanto me llenase de ella no me hizo ningún daño ¡Ah! "


Mirando con emoción el agua, al niño se le pasó una idea por la cabeza ¡Le mostraría a Zero que en verdad era inofensiva! Olvidando que seguía siendo Invierno, y que por lo tanto había frío incluso si era un poco mas cálido,  el niño comenzó a quitarse la ropa animadamente ¡De todas formas Zero era un chico! Y para empezar a Uriel poco le importaba ser visto desnudo, únicamente era pudoroso por las historias que su maestro le explico sobre enfermos que gustan de ver a niño pequeños desnudos  ¡Pero su maestro no le dijo nada sobre desnudarse delante de otro niño! Así que sin dudarlo lo hizo.


Una vez estuvo como su madre lo trajo al mundo, el vampirito, con una risa emocionada y juguetona tomó carrerilla antes de lanzarse desde el miradero al lago con una sonora y divertida risa. Por la fuerza del salto, Uriel cayó justo en el centro del lago con un fuerte y húmedo sonido, de inmediato el lago entero se iluminó en un potente azul cielo eléctrico. De entre el azulado eléctrico se podía ver una figura infantil negruzca buceando.


"Wuuaaaaah......Fuahahahahaha ¡¿Ves?! ¡Totalmente inofensivas! "


Sacando su menuda cabeza infantil del agua, Uriel le habló a su robotico amigo alzando sus brazos medio azulados, su cabello también tenía rastros azules. El vampirito siguió nadando un rato entre el lago teñido mientras seguía hablando a gritos con su amigo.


"¿sabes nadar, Zero? ¡Entonces también deberías venir! ¡Es incluso mas fascinante de cerca! KUHAHAHAHA "

off-rol:

"¿Estás seguro de entrar con ropa? ¡Necesitarás ropa seca para cuando salgas! ¡Oh, bueno! Eres un bio-nosequemas Jejeje"


Mirándolo con curiosidad, desde el centro del lago, Uriel le habló con un deje de preocupación ¡Como viajero niño lo mas básico es siempre mantener al menos una muda de ropa seca! Aunque imprudente, Uriel sabía por instinto y experiencia de 89 años que debia valorar mucho sus ropas, pues eran lo único que podían protegerte ante los elementos. Aún así, recordando la naturaleza de su robótico amigo, apesar de no entenderlos del todo ¡No hay forma que algo creado por los terrestres pueda caer porcalgo como el frío!


Nadando para quedar más cerca de Zero, el niño observa al bio con curiosidad ¿No era mas fácil sencillamente quitarse la ropa? ¡Que muchacho mas extraño! Esbozando una sonrisa traviesa y juguetona, el niño comenzó a aproximarse en silencio cada vez más cerca de Zero hasta quedar apenas a un metro de él, entonces, a traición, utilizando su propio cuerpo el infante vampiro le lanza agua luminosa a su amigo, empapando completamente a Zero.


"KUAHAHAHA ¡Eres ingenuo Zero! ¡Mira que distraerte frente a un vampiro! Kuhuhuhu "


Nadando hacía el centro del lago, el vampiro miró con provocativa diversión e inocente malicia al robot, invitando al muchacho a perseguirlo para vengarse. Una vez lejos el niño se quedó flotando en el centro del lago riéndose en broma de su amigo para provocar un juego de persecución y juego de alcanzarse agua el uno al otro.


"Fufuahahaha ¡Vamos, Zero! ¿Acaso me tienes miedo? ¡Derrotame en el agua si puedes! "


Riéndose y zarandeando sus azulados brazitos, el niño, debido a su extrema emocion y ansias de juegos, no se percató de que justo en el lugar que estaba había algas que cada vez se enredaban más y más en las piernas del infante debido a sus sucesivos y erráticos movimientos. Para cuando se dio cuenta de que poco a poco se hundía, el agua ya le llegaba a la barbilla al vampirito y luchar significativa hundirse más rápido.


"¿Eh? ¿Porqué...? ¡GHUUUAAAA-..!"


El mero hecho de haber intentado alejarse de las lagas moviendo sus piernas provocó que el vampirito se hundiera del todo, asustado, pudo ver gracias a su impecable vista en la oscuridad el responsable de encontrarse en semejante situación, una larga alga estaba enrollada en su pierna izquierda hasta su palido muslo. Esforzándose por librarse de la alga, Uriel intentó romperla con sus manos pero estaba tan pegada a su piel que únicamente estaba dañando su propia extremidad. Uriel entonces sintió que se quedaba sin oxígeno ¡Ahora si que estaba en problemas!

"A-ah....Gracias....."

Tras pasarse unos minutos tosiendo el infante porfin pudo articular unas agradecidas palabras ¡Eso estuvo cerca! Sintiendo aún debilidad en su cuerpo, se negó a separarse de Zero aunque no solo es por eso, en verdad estuvo cerca de morir ahogado, si el bio no huviera estado ahí podría haber muerto en verdad.....El mero pensamiento de que su vida, una que se extendió por casi 90 años y que daba por infinita, casi se extingue tan fácilmente, Uriel entnces recordó sus días como humano; El rechazo, las miradas e incluso saber que milagrosamente era únicamente ignorando y no abusado hasta la muerte ¿Si en verdad era tan fácil para él morir asi, que diferencia había con el pasado? Uriel se aferró a su amigo, aquel que le salvó, mientras temblaba aterrorizado, no cómo vampiro, sino como un niño cualquiera asustado de morir.

"¿Me ayudas a llegar a la orilla? En estás condiciones es complicado nadar.....y no creo poder hacerlo en un rato. "

En cuanto tocó tierra firme el niño cayó sobre sus propias rodillas, su cuerpo sucio por los microorganismos  fluorescentes y la viscosa alga en su muslo totalmente rasgunado por sus desesperados intentos de huir. Se quedó un rato en esa postura, hacía frío y su cuerpo estaba húmedo pero Uriel no parecía notarlo, no, mas bien lo estaba ignorando ¿Que hubiera pasado si muriese en ese momento? Todo hubiera acabado como si nada, 89 años desechados en menos de 10 minutos. Temblando de frío y miedo, finalmente el niño se dignó a intentar moverse y ponerse de pie, cosa que apenas logró.

"Voy a por mi ropa, ahora vuelvo....."

Poniendo una leve sonrisa falsa que esbozó más que nada para que Zero viese que estaba bien, comenzo a caminar hacía el mirador en dónde dejó tirada su ropa. En cuanto llegó y la tuvo en sus manos, el niño se vistió con el rostro inexpresivo mientras parecía enfrascado en sus pensamientos.

Entonces, una pregunta impropia para su corta edad mental apareció: ¿Alguien lloraria o le recordaría si muriese?

Un escalofrío atravesó su espalda y un leve mareo le hizo tambalearse ¿Si muriese alguien recordaría al vampirito llamado Uriel?......¿Su maestro? Ciertamente, su maestro siempre lo trató como a un hijo y un aprendiz, no duda de la veracidad y la absolutez de su persona y palabras, pero Uriel lo sabía, su maestro también era capaz de olvidar completamente a alguien y negar su mera existencia si consideraba que era demasiado molesto o no le gustaba el desarrollo, tal y como hizo con "ella" ¿Quién entonces lo haría? ¿Gwynn? ¿Chimar? ¿Zöe?

"Mi cabeza...."

Sintiendo una profunda punzada de dolor, el niño dejó la última prenda que le faltaba por vestir, su camisa de lino, de sus manos ¿Porqué de repente siente tanto dolor? El niño no lo sabía pero era un mecanismo de defensa de su cerebro para que deje de pensar en la muerte, algo para lo que un niño no está preparado para comprender.

Incluso cuándo volvió al lado de Zero, ya totalmente vestido, su dolor de cabeza seguía aturdiendole y atacandole sin piedad, sin dejarle un mero segundo para pensar en cosas que puedan dañar su infantil y frágil mente de niño.

"Disculpa lo de antes.....yo....."

Con un rostro culpable el niño bajo su cabeza, Uriel parecía mas humano que nunca, su usual aura infantil y arrogante había desaparecido y su forma de pararse eran mas bien retraidas y llenas de timidez, impropias de su normal sobradez y exceso de confianza. Pero lo que mas llamaba la atención era su voz, era la de un niño que sabía que había cometido una travesura grave que provocó la ira de un adulto. Era exactamente como cualquier niño promedio humano, la única prueba de su vampirica naturaleza era su extrema palidez. El niño acariciaba nerviosamente su lado izquierdo del cuello, justo donde habían marcas de piquetes que conformaban una dentadura.

Escuchando al bio hablar, Uriel comenzó a juntar ramas y hojas secas para formar un fuego. Como vampiro, le resultaba desagradable estar en presencia de una fogata, le recordaba al Sol y no podía evitar sentirse inquieto a la par que atraído ¿Tal vez porque era lo mas cercano que jamás volverá a estar del día? Juntando los suficientes materiales, el niño se arrodilló frente a ellos y comenzó a trabajar en encenderdo. Todo muy lentamente y de forma silenciosa, poniendo especial atención a cada palabra de su amigo.


"Yo...."


Uriel soltó la piedra que hacía de pedernal y se quedó quieto, mirando hacia la futura fogata pero sin prestar real atención ¿Como podría explicar como se siente? ¿Como de cercano a la muerte de la identidad es ser convertido? Como de muerto en vida puedes llegar a estar sin que te des cuenta de ello, es doloroso y solitario, lo es aún más cuando te das cuenta de que nunca antes lo habías notando. Uriel abrió su boca múltiples veces para hablar, pero ningunas de ellas sirvieron que mucho.


Entonces dejemos que las acciones hablen por si solas.


Dejando de lado la apagada fogata, Uriel se puso de pie y caminó hasta quedar justo delante de su amigo, curiosamente se veía un poco mas pequeño e infantil que de costumbre ¿O siempre lo fue? En Lunargenta se percató de que de hecho el bio era mas bajo y joven que él, pero nunca notó lo pequeño de su mano, tampoco lo fría que estaba, tampoco lo anormalmente serio y maduro que era. Le vió, jugaron, se volvieron amigos incluso, pero Uriel no notó cosas tan básicas, simplemente tomó su mano y arrogantemente arrastró de aquí para allá al bio como si de un juguete se tratara. Nunca se preguntó nada, no se molestó siquiera en preguntarle a Zero por sus pensamientos, ni por como se sentía.


Odiaba a Verne por dañar a Zero y por haberlo metido en una situación peliaguda. Pero justo aquí, hizo una tontería y le recordó sobre cosas dolorosas ¿Era mejor que esa sucia rata de Verne? Se suponía que debía alegrarle la noche a su amigo, y sin querer reabrió una vieja herida. Por primera vez, Uriel sintió el peso de su propia actitud egocéntrica y egoísta.


Extendiendo sus brazos, el infante pasó sus extremidades por los hombros de su amigo y la parte trasera de la cabeza para poder abrazalo suavemente y de forma gentil. La cabeza del menor quedó justo en el pecho de Uriel, enla zona del corazón que latía rítmicamente, mostrando que Uriel estaba vivo. Alguien una vez le abrazó de esa forma, fue cuando no sabía que era ni quien era, pero cuando le abrazaron y le dijeron que podría ser un vampiro Nova, se sintió mucho mejor.


"Yo....soy feliz de poder hablar con el Zero de ahora....."


Sin saber porque dijo esas palabras, Uriel acarició su cabeza amablemente, como si le estuviera consolando. Uriel no podía huir de la maldición que suponía su edad mental, pero si sabía, incluso si no podía entenderlo, que estaba feliz y agradecido de poder estar esa noche con Zero. Sin importar nada más, se prometió recordarlo, sin importar lo largo que es la vida de un vampiro, queria recordar esa noche y el pequeño niño que tiene entre sus brazos.

Con una suave sonrisita, el infante se sentó justo al lado de su amigo, lo suficientemente cerca como para que se notase su confianza mutua pero no tanto como para que Zero se sintiera incomodo ¡Un gesto curioso viniendo del vampiro que viola los derechos de espacio personal a su antojo!


"Ah, me olvidé de encender la fogata ¡Oh, bueno! De todas formas era complicado con mi cuerpo aún húmedo....¡Huaaaa! ¡Tan aburrido! Hmmmm ¿Que deberíamos hacer?...."


Suspirando, el vampirito dirigió su atención al lago que seguía brillando con su hermosa luminiscencia azulada eléctrica ¡Era tan bonita! Casi te invitaba a a sumergirte a ella, pero como ya comprobó las consecuencias en su piel, el niño desechó la idea y la miró mas con curiosidad que con emoción ¿Porque brillaría de esa forma? ¿Que lo provocaría? Uriel, después de todas sus visitas al a biblioteca de La Esfera, entendió que no todo era explicado mediante la magia, sino que había una razón perfectamente normal detrás de todo. Uriel espiraba a conocer todos esos secretos ¡E incluso a descubrir aquellos aún por hallar! Recientemente empezó a hacerse preguntas, y a su vez entendió que su larga esperanza de vida no quería decir que tuviera que postergar sus estudios ¡Tenia 300 años! Debía aprovecharlos los máximos posibles.


Como si recordara algo, de repente el niño esbozó una brillante sonrisa y su mirada comenzó a mostrar su usual brillito juguetón. parecía ser que Uriel recuperó su humor extremadamente rápido, como buen niño.


"Hey Zero ¿Porque crees el lago tiene este extraño fenómeno? ¡Ah! Incluso si lo sabes no me lo digas ¡Quiero estudiarlo por mi cuenta!"


El vampirito le sonrió descaradamente a su amigo ¡Preguntar algo solo paran negar la respuesta! El caprichoso Uriel sonrío con un poco de autodesprecio, incluso si lo intentaba no podía evitar seguir siendo egoísta y caprichoso incluso con sus amigos ¡Pero no había nada que hacer! Era la naturaleza de un vampiro. Levantándose y caminando, el niño caminó hasta quedar frente a su bolsa de investigación que siempre carga.


"¿Hay algo que quieras ser de mayor, Zero? ¿Un sueño? ¿Aspiraciones? ¿Ambiciones? ¡Yo los tengo! Cuando crezca quiero volverme el mayor investigador y científico de toda Aerandir ¡Sabré más sobre este mundo más que cualquier otro ser! ¡Mas que incluso los terrestres!"


Uriel tomó de la bolsa su mayor tesoro, su microscopio, roto tras su encuentro con Gwynn, pero que sigue manteniendo con gran cariño y amor. El niño se lo mostró a su amigo con una amplia sonrisa y mirada brillante.


"¡No me creo que cosas como la magia, los vampiros e incluso la magia no tengan explicación! Igual que el brillo de este lago tiene una razón, también debe de haber una para nuestra maldición y para la magia ¡Estoy seguro! ¡Y la averiguaré! La descubriré y les demostraré a los míos como avanzar ¡Sabes! Los vampiros somos conservadores....Demasiado, tanto que el mundo comienza a avanzar a un ritmo mas rápido que los vampiros ¡Así que les mostraré como avanzar! Y entonces, seguro que nuestra situación podrá mejorar...."


Uriel, mientras estudiaba, se dio cuenta de algo muy importante; La raza vampira era arrogante, y muy, demasiado para su propio bien, ignorante. Uriel no dudaba del a supremacía de su raza, pero era innegable, tras 10 años de viajes, que la raza comenzaba a ser doblegada y dejada atrás ¿Porqué? Uriel llegó a una conclusión; Porque eran ignorantes y conservadores. Los vampiros, especialmente los nobles, tendían a pensar que por su gran fuerza, larga esperanza de vida y poder todas las demás razas se doblegarían como meros animales sin inteligencia ¡Pero era justo lo contrario! Las razas, especialmente los humanos, no dejaban avanzar constantemente, antes de que se dieran cuenta, ya poseían los materiales, arma y conocimientos para rechazarlos e incluso derrotarles. Era la ventaja de aquellos con una corta vida y escasa fuerza natural; Avanzaban extremadamente rápido.


Por eso Uriel decidió que si su raza se había estancado en su larga vida y el pasado ¡El mismo les haría avanzar! Les demostraría cuan cegados están, y entonces los vampiros volverán a tener le mismo poderío de antes ¡No permitirá que la raza que lo adoptó desapareciera de esa forma!

"¿Embajador? ¡Ah! Entonces, si algún dí acabas en el territorio de los vampiros ¡Iré contigo! Fufufu Soy de una facción bastante bien posicionada ¡Si te ven conmigo probablemente pocos te atacarían! "


En cuanto Uriel escuchó sus aspiraciones, el niño esbozó una amplia sonrisa alegre ¡Los verdaderos amigos se apoyan entre ellos! Como vampiro sabía que Zero definitivamente estará en peligros si tuviera que ir solo hasta el territorio de los hijos de la noche ¡Peor debería ser mas seguro si había un vampiro protegido por una facción ahí con el! Los Nova no eran ni de lejos los mas peligrosos, pero si uno de los mas antiguos, si Zero iba bajo su protección debería estar bien.


Tomando las manos de su amigo, el vampirito dio salitos llenos de emoción ¡Su hiperactividad atacaba de nuevo! Y una vez más, sin querer, estaba tratando a su compañero como una simple muñeca de trapo que podía tomar, zarandear y tocar como le diera la gana ¡Pero no lo hacía apropósito! Incluso si sabía que no estaba bien tratar a Zero así, no podía evitar comportarse de esa forma cuando se emocionaba y perdía de vista como se estaba comportando.


"¡Ah! L-Lo siento...."


En cuanto el infante se percató de que una vez mas se estaba comportando de forma incorrecta con su preciado amigo, soltó sus manos y dejó de saltar para luego bajas su carita como un cachorrito regañado ¡Debía esforzarse más para ser mejor con Zero! No quería que el bio terminase odiandole por su comportamiento insensible.


Logrando tranquilizarse, el niño recordó las palabras de Zero. Ladeando su cabeza y mostrándose curioso, dijo:


"¿Porque dices que no puedes volverte un adulto? ¡Solo para que lo sepas! Mi edad verdadera y mental son relativas, y mi cuerpo se quedará de esta forma para siempre ¡Pero eso no quiere decir que tarde o temprano no creceré! ¡Ah! Aunque no sé del todo bien como va....He vivido por 89 años, pero sigo estancado....¡Oh! ¡Bueno! Seguro que ambos tendremos nuestras razones y circunstancias..."


El niño, en cuanto escuchó el ofrecimiento del humano, esbozó una brillante y genuina expresión de felicidad y alegría. No esperó a que le niño añadiese nada más para abalanzarse sobre Zero y darle un fuerte abrazo ¡Al diablo con el respeto! Para Uriel ese microscopio era algo sumamente importante, fue lo que empezó su sueño y ambiciones ¡Saber que podía ser reparado fue su mayor felicidad!


"¡Ah! Pero no tengo materiales que puedas usar......"


El infante bajó su cabeza decepcionado al recordar, que obviamente, Zero no podría reconstruir de la nada el microscopio sin materiales. Bajando su cabeza decepcionado, el niño soltó finalmente a su amigo, pero enseguida esbozó una sonrisita traviese ¡Si no tenía los materiales sencillamente debía conseguirlos! Sonriendo dulcemente y aún así maliciosamente a su amigo, dijo:


"¡Oh! Bueno ¡De todas formas tenemos mas cosas que hacer! ¡Vamos! aún no terminé con las luces del lago FufufuahahahahaHAHAHAHA....."


Corriendo hacía el lago de vuelta, el niño volvió a jugar con el agua. Aunque esta vez no se separó de la orilla ¡La noche aún no acababa, al igual que sus imparables ganas de jugar!

El niño se quedó unos segundo en shock, sin mover un solo musculo a pesar de que algunas partes se había llenado de granilla y su cabello estaba casi totalmente tintado en azul eléctrico. Como si recuperara su compostura, el niño comenzó a esbozar una sonrisita traviesa y vengativa ¡Conque Zero quería pelea! Mi que buscarla con un vampiro.


"Fufufu Tu solito te la has buzado, Zero ¡Wuaaaaah!"


Saltando sobre el bio, el niño empapó totalmente a Zero justo como lo hizo con el. Como estaban cerca de la orilla, el agua les llegaba apenas al a cintura pero fácilmente podían sumergirse si se tiraban en plancha, sabiéndolo, Uriel no aplicó demasiada fuerza para que ambos pudieran ponerse ne pie fácilmente.


El niño se recompuso y permitió que su amigo pudiera ponerse en pie para respirar ¿Un bio-cibernetico podía ahogarse? ¡O tal vez incluso podían respirar bajo el agua! Pensándolo durante un segundo, el vampirito siguió lanzandole agua luminiscente a su amigo ¿En donde quedó mantener la muda de ropa seca cuando uno se va a sumergir en el agua en pleno Invierno? ¡Que le den al frío! Ya lidiaría luego con el problema cuando llegase ¡El arrogante infante desechó cualquier problema con la facilidad e ingenuidad propia de su edad mental!


La noche había llegado justo a su apogeo, un vampiro prudente comenzaría a buscar un refugio seguro pero afortunadamente, Uriel ya tenía uno bastante cerca de donde estaban jugando ¡Podían estar ahí hasta el amanecer! Uriel tenía un buen sentido del horario dado que dependía de ello ser sorprendido o no por el día y el mortífero Sol, sabía que el momento de despedirse de su robotico amigo y volver a su escondite se aproximaba ¡Peor aún había tiempo! Hasta que los primeros rayos del día llegasen, el vampirito seguiría jugando con Zero ¡Porque eso hacen los amigos!