Si hay cadáveres ¡Obviamente es obra de vampiros! [privado. Go'el]

" ¿Que hace un crío tan pequeño viajando solo?"


La mujer, con una suave sonrisita amigable, pues hace mucho tiempo que no tiene un cliente tan....pequeño, deja una vaso lleno con leche aguada con un poco de miel en frente de cierto niño castaño y de ojos miel-marrones. Tomando el vaso y dirigiéndolo a sus labios, el infante, Uriel, dijo animadamente:


"¡Gracias señorita! ¡Soy un viajero! Quiero llegar a Vulw-.....Valw-......Vulwal-..."


"¿Vulwurfar?"


"¡S-Si! Jejejeje.....Es un nombre un poquito complicado...Gracias."


La mujer sonrió amistosamente al niño. Esa villa estaba situada en una bifurcación de caminos entre Ciudad Lagarto, Baslodia y Vulwulfar así que la taberna de la villa recibía bastante visitantes de las tres ciudades ¡Pero ninguno tan joven! La mujer era la dueña de una taberna que pasaba de generación en generación, se había criado entre aventureros, rufianes, bandidos y viajeros ¡Había visto un poco de todo! Debido a eso su personalidad era fuerte y ruda, sin permitir que nadie la pisara a ella y su taberna pero no pudo evitar ser dulce con ese pequeño cliente, quien aparte de educado y humilde era adorablemente dulce ¡Un golpe directo a su instinto maternal!


"Y dime, dulzura ¿Planeas quedarte mucho tiempo? ¿O solo estas de paso?"


Los niños viajero y tan tarde en la noche eran extraños, pero no imposibles, cualquier aerandiano sabía cuan alta era la tasa de niños abandonados y/o huérfanos que empezaban sus travesías en busca de una mejor vida, arriesgándose a terminar como esclavos o ser asesinados por el cruel destino antes de tiempo. La tabernera, sabiéndolo, no indago demasiado o se hizo preguntas de la circunstancia del pequeño niño, sabía que no debía meterse demasiado en el asunto incluso si no podía evitar sentir una sensación de maternidad por su propio bien ¡El oficio le enseñó que no debía meterse demasiado con sus clientes! Aún así, nada le impedía hacer una pregunta tan amena.


"¡No mucho! Para mañana ya me iré."


"Ya veo, ya veo....Un lindo y pequeño aventurero ¿Huh? Bien, bien ¡Solo por esta vez invita la casa! Una vez crezcas y te vuelvas un galán caballero ven de nuevo ¿Vale? ¡Entonces esta tabernera estará feliz de recibirte! Jajajaja"


Uriel asintió animadamente, aunque sin entender demasiado las palabras dela tabernera, y volvió a llevar a sus labio el vasito de leche con miel. La tabernera siguió hablando con lo que ella no sabía que era un vampiro, hasta finalmente llegar a algo que captó la atención del infante:


"¿Amenaza de vampiros en la zona?"


"Si, es algo que ha estado sucediendo últimamente. Gente de las villas aledañas a esta han estado desapareciendo casi 1 semana entera, según escuché, cuando los encuentran están irreconocibles y masacrados ¡Si no es obra de vampiros que me parta un rayo!"


Uriel se quedó pensativo ¿Vampiros en al zona? ¡Pero había pasado por aldeas aledañas y no vio nada parecido! Uriel sabía quier era un vampiro en cuanto lo veía ¡El mismo lo era, y fue educado especialmente para ello! Aunque eso explicaba el aura de recelo e incertidumbre de las otras aldeas, si no fuera porque Uriel era un niño....¡Estaba bastante seguro que le hubieran echado a patadas! Afortunadamente bajaron la guardia en cuando vieron que le forastero era un hombrecito de 133 cm de altura de no mas de 11 años ¡Que listos y que responsables!


Jugueteando con sus piernas balanceándolas de atrás hacia adelante, pues el asiento de la barra era mas alto que Uriel, el niño siguió escuchando la historia de la boca de la inquieta mujer.


"Empezó como máximo hace 1 mes en la villa vecina, un par de horas la sur de aquí ¡Una pobre criatura fue encontrada mutilada! Al principio creeimos que era una desgracia provocada por bandidos, pero al poco otro incidente similar ocurrió en otra villa cercana, antes de que nos diéramos cuenta ya habían más de...Hmmm ¿Cuantas dijo Charles? ¡Ah! Si...Unas 12 victimas en un solo mes ¡Tan horrible! ¡Definitivamente es la obra de un vampiro!"


El niño ni asintió o dijo nada, peor por sus grandes y brillantes ojos infantiles se veía un tinte de confusión y a la vez interés ¡Estaba bastante seguro de que no era obra de un vampiro! Peor tampoco podía asegurarlo hasta comprobar un cuerpo del a victima ¡Para empezar! Es verdad que los vampiros adoran hacer ese tipo de cosas, pero no eran tan tontos como para seguir cazando de la misma forma una y otra en una misma zona ¡Es prácticamente decir que lo maten! Uriel sentía que había algo raro en al historia.


"Así que, cariño, por tu seguridad es mejor que vayas a tu posada lo mas pronto posible y te vayas lo mas lejos que puedas aprovechando el Sol, y te alejes de esta zona lo mas rápido que puedas. No han habido casos de asesinatos ne esta villa aún ¡Pero nunca se sabe!"


El niño asintió dulcemente de forma animada ¡Eso pretendía hacer! Aunque se iría por la noche. Incluso si le llamaba la atención toda esa situación no pretendía entrometerse demasiado, menos aún cuando su maestro le dijo explicitamente que fuese a buscar información a Vulwurfar sin poner ne riesgo su vida o involucrarse demasiado con otros vampiros, y una vez acabase, se estableciese en la zona hasta nuevo aviso.


El niño se despidió de la tabernera con una educada y amigable actitud, la mujer, encantada, le despidió amablemente. El niño llevó el  vaso de leche a sus labio una vez más, luego lo dejó sobre el mostrador mientras saltaba de la silla para caer agilmente ne el suelo. El niño caminó hasta la puerta de la taberna llena de personas borrachas o aventureros que planeaban sus siguientes planes, no parecieron notar siquiera que un joven niño, desentonado en todo sentido de la palabra, estaba ahí para empezar. Tomando el vaso de leche para limpiarlo, con una risita dulce y encantadora, la tabernera vacío el contenido sin percatarse de algo; El vaso no había sido siquiera vaciado. Todo el contenido seguía allí hasta que ella lo tiró para limpiarlo.


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"Vampiros en la zona..."


Murmuró el vampirito mientras bebía de una cantimplora hermética, obviamente llena de sangre. Sonrío levemente ¡Esa señorita fue realmente amable en ofrecerle leche con miel gratis! Lastima que no pudiera beberla.....Afortunadamente, los vampiros tenían trucos buenos para estos momentos, Uriel fingió que bebía leche mientras tapaba con sus manos y brazos la evidencia a la amable  tabernera ¡Aunque casi no hizo falta fingir! La señora bajó su guardia por el aspecto aniñado de su vampirico cliente. Sintiendo un ligero mareo, el niño bebió otro trago ¡Odiaba tener que fingir comer o beber! La maldición se manifestaba una vez la bebida o comida era ingerida, pero era inevitable que incluso si no la bebías o comías, un poco sería ingerida por accidente. Afortunadamente, en estos casos, la consecuencia no era tan grave como sería si fuera un bocado completo. Probablemente sentiría nauseas, fiebre leve y como máximo un dolor estomacal considerable ¡Pero comparado con el peligro de muerte, era mucho mas preferible!


Suspirando, el niño decidió que por esa noche ya no sentía mas interés en nada ¡Incluso si apenas había empezado la noche, Uriel estaba realmente cansado! Había tomado información de la zona tal y como se le ordeno de la zona, y ya había comprobado si la zona era segura ¡Incluso se las arreglo para encontrar un buen refugio! Ya no tenían as razones para seguir exponiéndose a ser descubierto ¡Y la maldición ya empezaba a ser efecto! Pero si descansaba hasta el anochecer del día siguiente, probablemente se sentiría mejor. El niño giró por una callejuela, dirección su refugio.

Los dragones cabalgaban de nuevo por los senderos de Verisar con unos caballos que no eran suyos, según Go´el estaban en medio de una investigación importante sobre el mestizaje de las razas, según Gali solo se estaban dando un paseo para satisfacer los morbosos gustos del galeno, pero eso estaba bien, el monje no tenia ningún problema las motivaciones de su compañero a fin de cuentas siempre acababa descubriendo algo que ayudaría en el futuro.
Por cada villa o pueblo por el que pasaban se llevaba a cabo una prueba, en total habían recorrido 12 localidades en un mes y el doctor estaba sorprendido de ver la flexibilidad de los humanos, pues eran estos quienes casi siempre se apareaban con otras razas, de alguna manera se sentían atraídos por las hembras y machos de todas las especies con excepción de una, los biociberneticos. Ya de por si esta especie era escasa lo que la convertía en la más intrigante para Go´el, apenas se sabia nada de ellos (a parte de que eran humanos mezclados con metal por los antiguos científicos humanos) ¿Podrían reproducirse con otras razas o entre ellos? ¿Serian estériles como los vampiros?

La descendencia más abundante entre los múltiples cruces eran las de humanos con licantropos y humanos con elfos, estos últimos (al igual que los brujos) eran conocidos por ser unos elitistas que mantenían puro su linaje, pero la realidad era muy diferente. El dragón atribuía aquel porcentaje de mestizos al hecho de que los elfos poseían un rango muy amplio de vida y a los errores de juventud que todos suelen cometer, pues en la mayoría de los casos la descendencia se quedaba con el progenitor humano y elfo desaparecía con el paso de los años.
Existía otra raza con una variante sanguínea mucho más amplia que según las anotaciones del medico exhibía una conducta mucho más fuerte de reproducción, pero con una tasa de natalidad mucho más baja, se trataban de los hombres-bestias, los cuales se sentían atraídos tanto por sus congéneres como por los humanos. Estos casos atraían mucho a Go´el pues dependiendo de la mezcla de la bestia la posibilidad de tener una cría sana variaban, el problema radicaba en que si el macho bestia tenia medidas desproporcionadas sobre la hembra humana el resultado solía ser siempre que la madre, el bebe o ambos morían en el parto o durante el embarazo, si el caso era al contrario los resultados terminaban en el nacimiento de una o barias crías muertas, deformes o con escaso o nulo parecido con el padre humano.

Era uno de estos últimos casos el que hoy tenia intrigado a Go´el, la pareja de dragones se había detenido a comer en una humilde taberna en medio de una villa surgida de un cruce de caminos, junto a la dueña del local se encontraba un hombre que a juzgar por el parecido tenia que ser su hijo. Este ultimo hablaba animado aunque preocupado sobre su mujer, estaba afligido.
-Hace días que tendría que haber dado a luz cada vez que miro sus ojos los veo más apagados.
Por ahora la conversación tenia todas las papeletas para que Go´el se presentara como medico y fuera a ver que sucedía, pero todo cambio cuando el humano dijo:
-Y sus alas parecen apunto de romperse, como si una brizna de paja pudiera traspasarlas.
Al rubio se le iluminaron los ojos, era una oportunidad única que no podía desperdiciar. Una mujer con alas membranosas, quizá sea una hembra dragón. Pensaba el doctor levantándose de la mesa y saliendo a paso ligero del local.

Más tarde el científico descubrió que no se trataba de una mujer dragón, sino de una mujer-bestia con apariencia de murciélago. No era lo que él esperaba encontrarse, pero resultaba igual de interesante. Con la ayuda de Gali no resultó difícil encontrar a la embarazada y Go´el consiguió llevársela del poblado aprovechando el miedo que sufría ante la posibilidad de perder a su hijo. Por el camino el dragón preguntó todo tipo de detalles sobre la raza de la mujer, la bestia pensando que así facilitaría un tratamiento contó sin tapujos todo lo que sabia. La mujer-bestia dictó su sentencia cuando se apeo del caballo al llegar a la cueva donde Go´el trabajaba, ella no lo sabia, pero no volvería a salir de aquel lugar.

El pequeño infante, repasando la sucias paredes de las casas con sus infantiles manos, camino lentamente y un poco tambaleante ¡La maldición comenzó mas rápido de lo que esperaba! Pero no era algo con lo que el pequeño diablito vampirico no pudiera lidiar. Bostezando, Uriel caminó con al familiaridad y la tranquilidad que la noche siempre le otorgaba, cualquiera que le viera notaría lo anormal que le niño trataba el ambiente, sin sentirse inquieto o miedoso de los peligros ocultos de la noche.

¿Hmmm? ¿Personas?

Pensó el niño mientras estaba por salir de una callejuela, deteniéndose, el infante, sin llegar a salir de su escondite, asomó su pequeña cabecita desde la pared de una casa y miró curioso la escena frente a él: Un par de hombres, uno rubio y otro bastante alto, parecían llevar a una mujer hacía algún lugar ¡Ah! ¿No era esa una de las trabajadoras de la taberna? Según lo que la animada dueña le contó, su hijo mayor, Charles, estaba casado y esperando un hijo ¿No era esa la mujer de Charles? ¿Que hacía ahí?

Pecando de curioso, el niño miró toda la escena con sus ojitos marrón-miel que fácilmente podían atravesar la oscuridad de la noche y ver claramente todo lo que sucedía ¡Incluso podía ver claramente el rostro de esos sujetos! Ella parecía bastante feliz ¿Tal vez son sus amigos? ¿Le dieron una buena noticia? ¡Ah! ¡Quizá era una fiesta sorpresa! ¡O tal vez...! Pensando en mil y una historias, el pequeño niño, sonriendo de forma curiosa, miró un poco más hasta finalmente proseguir su camino ¡Que curioso! No vio a ese par entre los aldeanos ¿Viajeros?

"¡Ah! El amanecer esta por llegar, tengo que darme prisa...."

El niño miró hacia el cielo con un poco de temor y nerviosismo, los leves colores del Sol podían vislumbrarse en el cielo ¡Menos mal que estaba cerca de su escondite! Acelerando su paso en un trote infantil y tambaleante, el niño avanzó con mas rapidez ¡Seria problemático si la mañana le pillaba desprevenido! La pequeña figura infantil correteo entre las casas de madera y barro con nerviosismo y prisas.

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Uriel salió desde una puerta medía rota de una casa abandonada ¡Esta vez tuvo suerte! Rara vez encuentra refugios tan agradables y cómodos cuando viaja ¡Normalmente son o cuevas, o huecos en arboles lo suficientemente grandes como para que un infante pueda esconderse! En cuanto comenzó a caminar, el niño correteo lejos de las calles principales, dirección a la ruta de Vulwurfar ¡Sería mejor si se iba sin que nadie le viese! Al niño le hubiera gustado despedirse de la amable tabernera, pero sería extraño si se aparecía en un mismo lugar muchas veces por la noche ¡Era como aclamar a los 4 vientos que era un vampiro! Por eso, era mejor tomar el camino menos concurrido y salir de la villa lo mas rápido que pudiera.

"¿Hmm? Extraño....Es de noche pero hay mucho movimiento en el pueblo..."

Deteniéndose, el niño, desde una distancia de seguridad, podía ver como los aldeanos estaban en su mayoría reunidos, hablando entre ellos nerviosos y temerosos ¿Algo ocurrió? Uriel tenía curiosidad pero temía acercarse demasiado a preguntar.

"¡Ah! Pero si es el encantador cliente de ayer...Pensé que te habías ido ya...."

Girándose nervioso, el niño encaró con nerviosismo a la ya conocida cara de la tabernera ¡Pero estaba algo cambiada! De su alegre y orgulloso semblante ya no quedaba casi nada, su piel estaba un poco manchada y unas arrugas se podían ver en su cansado y un poco deprimido rostro ¡Mirando bien, sus ojos estaban inflamados y rojos! ¿Sucedió algo? Curiosamente, incluso cuando su mirada denotaba tristeza y desesperación, ella le sonrío con una versión mas escueta y seca de su sonrisa de ayer. No era como si Uriel se preocupara por ella, pero incluso así, sentía un leve agrado por la amable tabernera así que con su infantil y suave voz preguntó:

"¿Se encuentra bien? ¿sucedió algo? ¡Todos están muy agitados!"

"Ah, no es nada de lo que un pequeño forastero como tú deba preocuparse......simplemente.....Una mujer desapareció....."

En cuanto la tabernera dijo esas palabras su voz comenzó a desquebrajarse en un lamentable y sollozante tono mientras ella  parecía apunto de caerse de rodillas ¡Parece que si sucedió algo! Con una sonrisita educada y confundida, el niño ayudó a la mujer a sentarse en unos grandes cajones de madera,  en la noche no podía verse demasiado bien pero su rostro no estaba particularmente preocupado o interesado en el estado de la mujer, denotaba más bien  confusión y nerviosismo ¡Si en verdad algo sucedió, debía darse prisa y abandonar ese lugar!

"G-Gracias....¿Sabes?....La mujer que desapareció es la esposa de mi hijo ¡Pobre muchacha! ¡Ella estaba tan feliz por....... su.....su.....embarazo! "

La mujer rompió a llorar en cuanto llegó a la ultima palabra, Uriel acarició educadamente su espalda pero por dentro empezaba a perder la paciencia.

"S-Si es muy doloroso no hace falta que lo digas ¿Sabes? ¡De echo yo tengo que ir-...!"

"¡No! ¡Debes saberlo! ¡Escúchame pequeño! Ese monstruo enfermo chupasangre, el hijo de puta que se llevó a mi nuera y nieto, esta en esta villa ¡Si ve un pequeño solo, fijo que seras su objetivo, porfa-....!"

Uriel sintió que lago muy dentro de él se rompía ¿Su paciencia? ¿Su muy superficial cariño por la tabernera? ¿O tal vez saber de que estaba condenado a escuchar la charla de esa mujer? ¡Menos mal que se entrenó para mantener la compostura! Sino a estas alturas podría revelar su naturaleza de vampiro y meterse en un lío tremendo. Entre un suspiro de resignación, el niño escucho todo lo que esa mujer tenía que decir.....

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Había pasado mucho tiempo desde que Uriel sintió tanta confusión y menos precio por los humanos ¡Por eso son ganado inferior! ¡Lleva escuchando a esa mujer un buen rato y nada de lo que dice tiene sentido! No al menos para Uriel, el vampiro. Al parecer, si Uriel pudo entenderlo correctamente, una mujer desapreció nuevamente, esta vez en esa villa y resultaba ser la nuera de la tabernera, una mujer-bestia murciélago embarazada. Asustados y enfadados, en cuanto se notó la ausencia de la mujer, toda la aldea dio la voz de alarma y se cerró la entrada y salida de esta. Mujeres y niños se quedaron junto a unos pocos hombres mientras los mas fuertes y diestros fueron a dar caza al supuesto vampiro ¡Y ahí es donde empezaba lo divertido! Parece ser que todo forastero esta siendo prácticamente acosado por los pueblerinos en su búsqueda por ese supuesto vampiro.

¡Para empezar! Incluso si era un hecho que había un desquiciado asesino suelto por la zona, eso no quería decir que fuera necesariamente un vampiro ¡No todo es culpa de ellos! ¡Luego! Incluso si esa mujer estaba embaraza y era una particularmente querida por ser una trabajadora de la taberna ¡Era demasiado extremo cerrar el pueblo en banda y empezar a acosar a todos los forasteros y viajeros! Si, por remota e inexistente que fuera la posibilidad, se trataba en verdad de un vampiro.....¡Era seguro que ese tipo ya se había borrado de la aldea! ¡No había sentido en sus acciones! ¡eran totalmente inútiles frente a un verdadero vampiro

Aún así, el niño seguía fallando en algo muy importante ¡Su propia forma de pensar! Como vampiro, era bastante obvio que el niño carecía de capacidad para ponerse en los zapatos de otro ¡Uriel no podía entender el corazón humano! Para él, el dolor de perder una nuera y un nieto, e incluso los sentimientos de la tabernera hacía él mismo, siendo un niño que podría haber sido dicho nieto perfectamente, eran nulos e inexistente, mera basura que no merecía ser considerada. Tampoco podía entender la ira del pueblo, quienes habían encontrado que una persona de la villa había desaparecido, como la paranoia de perder a alguien preciado como sus espos@s e hij@s podrían ser l@s siguientes, e incluso reventar al ver que en realidad ese peligro era real y que sucedió en verdad. Era emociones que el arrogante e inocentemente insensible niño no podía siquiera intentar comprender. Alguien tan insensible jamás podrá ver que la razón por la que los vampiros son acusados de crímenes tan rápido y sin pruebas, es precisamente porque eran criaturas insensibles, arrogantes y, en su mayoría, violentas.


Uriel siguió acumulando su frustración y ganas de irse a la fuerza de la villa, pero lo contuvo de la mejor forma que pudo ¡No podía deshonrar su entrenamiento! Además, solo se pondría en peligro si intentaba hacer algo incoherente o imprudente. La molestia y frustración del infante podían ser vistas fácilmente por cualquiera, pero tal vez por la oscuridad o porque podía ser confundido por horror y rechazo por le supuesto vampiro, nadie a su alrededor le dijo algo o lo encontró extraño.

"Ahhh De todas formas, no puedo irme ¡Pero sera problemático si esto dura demasiado tiempo! "

El niño miró impasible y con resignación la horda de humanos furiosos correr de un lado para otro, portando armas rusticas y antorchas en la mano ¡Tampoco es como si pudiera hacer mucho! La villa estaba cerrada y si se movía demasiado despertaría sospechas ¡Ya tenía bastante suerte de no ser sospechoso a pesar de ser un forastero! Si tentaba a la suerte, ni siquiera su infantil e inocente apariencia podrían salvarlo de la ira de humanos locos y enfurecidos. Recordando lo que sucedió en Lunargenta con esa niña aquella noche junto a Kosir, el vampirito tuvo una profunda sensación de terror y nerviosismo ¿Que podrían hacerle si decidían que él era el responsable de todas las matanzas? Solo de pensarlo un profundo terror recorría la espalda y pecho del niño. No podía permitirse quedarse demasiado en la aldea o que le descubrieran, sino todo se acabó.

Entonces le niño lo recordó; Esos dos sujetos. Y con ellos estaba.....Oh, mierda......

"Oh, mierda....."

Musitó muy bajito el niño, lo suficiente para que nadie a su alrededor lo escuchara, esos tipos estaban con la desaparecida.....Justo ayer a la noche, Uriel no era demasiado inteligente por su edad mental, pero aún así lo comprendió a la perfección; Estaba realmente jodido. Él....

Y-Yo.....vi algo que no debí haber visto.....

Y en cuanto lo pensó, deseó no haber ido a esa villa en toda su vida. Sintió un terror y nerviosismo mas grande que toda esa situación, y el brillantemente violento bailoteo del fuego de las antorchas, le provocaban.

La mujer-murciélago bajó del caballo con mucha dificultad, cada vez se la veía más cansada y aunque el trayecto no había sido largo le pasó factura, Gali sin mucho esfuerzo y pidiendo permiso levanto a la mujer del suelo llevándola en brazos hasta el interior de la caverna, donde Go´el ya preparaba un elixir de acónito que acabaría con el sufrimiento de la mujer de forma rápida y sin dolor.
-Quédese tranquila señora antes de que se de cuenta sus hijos estarán fueran.
El galeno no mentía, nunca lo hacia, pero eso no quería decir que dijera la verdad. En efecto, en cuanto el acónito hiciera su trabajo las crías de la mujer estarían fuera de la madre, pero ni ella ni sus retoños estarían vivos, poco se podía hacer para salvar a una madre en un estado tan grave y los síntomas que poseía indicaban al galeno que los bebes que portaba habían muerto hace tiempo.
-Pobre gente. -Dijo Gali antes de salir de la cueva. -Esta vez podría haber salido bien, ella casi no tiene parecido animal.
El monje nunca estaba presente durante los experimentos de su compañero a menos que el se lo pidiera, no es que tuviera miedo o le repugnara la sangre, simplemente sabia que su presencia no le serviría de nada a Go´el.
-Tienes razón, pero algo falló. Igual fue una simple complicación en el embarazo, a veces pasa, o a lo mejor el funcionamiento interno de esta hembra se parece más a su parte animal. Enciendeme las lamparas al salir, por favor.

El monje obedeció mientras la mujer yacía placida y tranquila sobre un altar de piedra, seguramente aquella cueva sirvio en su momento para hacer sacrificios a algún dios humano, pero hacia tiempo que la caverna fue olvidada pues cuando los dragones llegaron solo hallaron polvo y viejos huesos de la cena de algún animal salvaje.
Con la luz de las lamparas de aceite el rostro de la mujer parecía aun más hermoso casi parecía que estuviera durmiendo, Go´el sacó de su zurrón un trozo de cuero enrollado y una libreta, en el interior del cuerpo habían diversos objetos y herramientas de medicina, una pluma y tinta para el cuaderno.
-Mujer-bestia con rasgos físicos de murciélago aunque en su apariencia total es más humana que bestia, edad estimada... entre 25 y 30 años, causa del fallecimiento: Ingesta de acónito debido a un embarazo malogrado.
Mientras Go´el hablaba iba desvistiendo a la fallecida haciendo pequeños parones para anotar el procedimiento, como siempre, la paciente poseía una hoja genérica para ella donde había una pequeña cuadricula y unos espacios vacíos que serian rellenados con una compleja escritura de símbolos, que facilitaban al medico escribir más rápido.
-Según e podido investigar mientras el sujeto estaba vivo, su vista es como la de cualquier humano, pues no vi en ella carencias de visión en cortas o largas distancias. -El galeno sacó un escalpelo del royo de cuero y abrió el bajo vientre de la mujer. -Tal como suponía, las crías de la hembra llevan entre 12 y 24 horas muertos, el saco que los protege esta intacto pero ennegrecido. En su interior hay dos fetos perfectamente formados, a juzgar por su desarrollo el embarazo avanzaba sin contratiempos. El problema tiene que haberse debido a que los dos están unidos por la espalda lo que les negó la posibilidad de salir de la madre.

El doctor comenzó a examinar la unión de los dos bebes. fue fascinante descubrir que los músculos de la espalda estaban duplicados pero unidos y que la columna vertebral se volvía una a la altura de las dorsales, en los hombros tenían desarrolladas dos pequeños pares de alas atrofiadas.
-Es increíble como la naturaleza castiga a aquellas personas que se juntan con quien no deben. Las mutaciones que posee esta criatura habrían impedido que viviera más de... no se, en caso de que los padres no la repudiaran y se la dieran de comer a los lobos igual hubieran vivido entre 6 y 9 meses, pero lo más probable es que hubieran muerto al poco de nacer. En cualquier caso la vida de este sujeto hubiera sido imposible e intentar separarlos para conservar a uno de los dos hubiera resultado en la muerte de ambos pues comparte una parte fundamental del cuerpo.

Go´el dejo a un lado al engendro que tenia en las manos y se centro en la mujer. Descubrió que sus dientes eran más pequeño de lo habitual, sus cuerdas vocales estaban mucho más desarrolladas y su oído interno era más complejo que el de un humano, la mujer-bestia tenia todas las ventajas de un murciélago, pero el cuerpo de un humano, sin duda era un espécimen de perfecta evolución pues estaba en medio de dos mundos, con las mejores características posibles, aunque claro, eso no quería decir que estuviera preparada para engendrar una estirpe descendiente de una unión con un simple humano.

Para cuando el dragón hubo terminado de examinar las alas el cielo se había vuelto a oscurecer y las paginas de su cuaderno estaban salpicadas con gotas de sangre. En el exterior de la cueva esperaba Gali con un par de conejos sobre una hoguera y un cubo lleno de agua.
-Llevas todo el día ahí dentro ¿Descubriste algo interesante?
El monje rompió su posición de loto y le acercó el cubo de agua al rubio el cual tenia los brazos repletos de sangre.
-Descubrí cosas, pero no encontré la razón por la que suceden esta clase de mutaciones. Lo más seguro es que sea por la diferencia entre especies, pero por ahora eso sigue siendo solo una teoría.

¡Joder! ¡D-Diablos! ¿Me vieron? ¡E-Es decir! E-Era de noche...N-No d-debieron.....


Los pensamientos del pequeño infante se volvieron un gran desastre mientras miraba nerviosamente los alrededores, como si buscara algo ¿Que haría esos tipos pudieran reconocerlo? ¡Estaba metido en un gran lío! Debía salir de esa aldea lo mas rápido que pudiera. Nerviosamente, el pequeño saltó desde la caja de madera, la tabernera, quien estaba medio dormida a su lado, se despertó y miró al nervioso niño.


"¿Pequeño.....? ¿Donde vas? ¡Es peligroso! Aún no han logrado cazar al vampiro..."


"¿Hmmm? ¿Eh? B-Bueno....e-esto.....¡Q-quiero i-ir al baño! ¡Si! O-Originalmente s-salí de la posada p-por e-eso..... "


El niño miró nerviosamente a la señora ¡Incluso si era arriesgado debía salir de ese lugar! Olvidando su racionalidad y lo peligroso que era forzar una huida, el niño no esperó una respuesta por parte de la tabernera y salió disparado hacía la oscuridad, su fuente de tranquilidad y estabilidad más cercana ¿Que se podía esperar de un vampiro con mentalidad de niño? podía jactarse de su larga vida pero de echo no difería de un niño promedio ante una crisis o una situación que identificaba que podía costarle muy cara incluso si su pánico y acciones precipitadas contradecían su postura de hace un rato ¡Una vez más su naturaleza de infante le juega una mala pasada!


Volviendo a su escondite, el niño se acurrucó en un rincón mientras piensa que hacer ¡Debía irse lo mas antes que pudiera! Una cosa era tener que fingir ser humano durante unos días hasta que finalmente abrieran la aldea y pudiese irse ¡Otra completamente era tener que fingir ignorancia ante unos tipos que no sabía si le habían visto o no! Afortunada mente había logrado ver sus rostros así que sabría reconocerlos si los veía de nuevo. Conteniendo sus lagrimas, el niño se animó murmurando:


"¡Esta bien, Uriel! ¡E-Eres el aprendiz del maestro! Como un noble Nova esta situación no es sino una mal chiste para ti! ¡Puedes salir fácilmente de esta aldea! Fufufufu ¡Claro que puedes! ¡No hay nadie que pueda contra ti! FufufuahahahahaHAHAHA "


Riendo sonoramente, el niño se puso de pie mientras ponía arrogantemente las menudas manos en su infantil cintura para tomar una postura repleta de arrogancia y confianza ¡Aunque se veía mas adorable e infantil que poderoso! Pero afortunadamente, logró su objetivo; Alejar un poco su miedo e incertidumbre. Sintiendo un poco de ansiedad y temor que escasamente logró ocultar en la profundidad de su asustado corazón, el niño salió del escondite fingiendo pasos seguros ¡Como un noble vampiro Nova no permitiría que el miedo le impidiese irse de la ladea!


Dando pasitos infantilmente juguetones y a su vez ágiles, el niño se adentró al bosque ¡Era bastante bueno jugando a las escondidas! Rara vez descubrían sus escondites y siempre tuvo fama de escurridizo en su hogar humano y en la mansión de su maestro ¡Unos inferiores insectos humanos jamás podrían siquiera empezar a intentar descubrirlo cuando se esconde!

La cena entre los dos hombres apenas tuvo un par de frases banales, charlaron sobre la calidad de la piel de los conejos que estaban cenando y sobre cuanto pedirían en el mercado por ellas. Salio a relucir la pregunta sobre que harían con los cuerpos de la cueva, la respuesta fue fácil, se quedarían donde están, servirían de alimento para los animales del bosque, a fin de cuentas los cuerpos estaban sanos.
-Y dime Gali. -Comentaba el doctor al tiempo que azuzaba las brasas con un palo. -¿Sigues hablando con ese dragón oscuro?
El monje observaba el fuego con las piernas cruzadas y las manos relajadas sobre las rodillas, tenia la mirada perdida en un hilo que sobresalía entre uno de los botones de su chaleco.
-Hace un tiempo que no me habla, hay veces que ni se me aparece. Creo que le pasa algo, como si estuviera cansado, enfermo o como si le costara mucho esfuerzo establecer una conexión.
-¿A que crees que se debe?
Go´el se levantó un momento de las mantas que lo separaban del suelo y sirvió en dos tazas la infusión que había estado calentándose en el fuego.
-No estoy muy seguro. -Respondió el moreno tomando el vaso. -Creo que le sucede algo al mundo, algo tan grave y serio como para interferir en la conexión de un dios. A medida que nos acercamos al bosque de los elfos me es más difícil contactar con el oscuro.

Ahí estaba de nuevo, el monje estaba seguro de tener encuentros divinos con un dios caído y atrapado en algún lugar del mundo. Go´el no creía en la existencia de los dioses, pero si que pensaba que habían sujetos de extraordinario poder en el mundo, dudaba que uno de ellos hablara en la mente de su amigo y sostenía que en realidad lo que Gali veía era una proyección de el mismo. Hasta ahora todo lo que "su maestro" le había dicho no había tenido repercusiones negativas, pero tampoco las había tenido positivas, así que el galeno le otorgaba el beneficio de la duda.
-Bueno, aquí ya hemos terminado y necesito entrar al bosque Sandorai para recolectar unas plantas que usare en la nueva droga de Oromë. Mañana iremos al siguiente pueblo en esa dirección. Ahora ya es tarde, no dejes que...
-El fuego se apague.
Gali terminó la frase del rubio y este resoplo, el dragón de tierra sabia cuanto le molestaba que hiciera eso, pero el doctor poco a poco toleraba más aquella actitud.
-Quédate tranquilo traje suficiente leña.
Go´el asintió, dejó la taza cerca del circulo de piedras que rodeaban la hoguera y se tumbó sobre las mantas apoyando la cabeza en el brazo.

Los grandes arboles tapaban el cielo nocturno y la luz de la Luna y las estrellas, haciéndolo todo mucho mas tenebroso. Pero como si de un gato se tratase, la figura de Uriel se movía entre ella sin dudar o temerle ha la imponente figura de los arboles ¡Incluso las mas oscuras noches de Aerandir no podían cegar esos grandes e inocente ojos! Su camino era solido y fijo, sabiendo con cada menudo e infantil pasito a donde se dirigía.

Procurando no hacer ruido o llamar la atención, el niño caminaba entre los arbustos y la espesa vegetación lejos de caminos o alejándose de luces de antorchas en la distancia. Uriel era mu familiar con la oscuridad, y temía por su naturaleza de vampiro el fuego y las luces fuertes, así que le fue sencillo alejarse de focos de luz.

No tardó demasiado en cruzar un largo tramo del bosque, y estaba por salir de la zona en donde la aldea se hallaba ¿Fue porque se confió? ¿Tuvo mala suerte? ¿O sencillamente pasó porque debía pasar? Cuando ya empezaba a aliviarse, pues desde hace un rato el infante no notó luces de antorcha, una voz masculina resonó para golpear su sensación de seguridad.

"¿No eres tú el niño viajero? ¿Que haces aquí?"

Era Charles, el hijo de la tabernera y esposo de la victima. Diablos....

"Y-Yo....."

"¡Vete de vuelta a la aldea, niño! Hay un vampiro suelto por el lugar y es peligroso ¡Ahora vete! "

Uriel observó al hombre un poco temeroso ¡Esa mirada! La había visto ya antes en varias ocasiones, cuando sin querer presenciaba una cacería de vampiros; Paranoia, ira, miedo....Sed de sangre. Era la clase de mirada de alguien que le daba igual cuantas personas debían ser discriminadas o asesinadas hasta finalmente encontrar al vampiro, ojos que olvidaron ética y moral para poder exterminar a su enemigo ¡Era la mirada del odio! Uriel se estremeció, ese hombre definitivamente lo matará si descubre su identidad.

"S-Si...Volveré..."

Sin mediar palabras, el niño hizo caso del humano y comenzó a volver a paso lento hacía la aldea ¡Cuanto menos llamase la atención mas rápido podría alejarse! Podía sentir la mirada del hombre clavarse en su menuda espalda temblorosa, buscando fisuras en su comportamiento. Uriel intentó mantener la compostura lo mejor que pudo, sin dejar ver su miedo o nerviosismo. Únicamente se dignó a suspirar cuando sintió que la oprimente mirada del hombre finalmente dejó su espalda ¡Eso si que estuvo cerca!

"E-Eso.....estuvo cerca.....¿Que debo hacer? Ese humano esta tapando la salida del territorio...."

Uriel caminó en silencio, sin mirar a sus pies a pesar de que se hallaba en un estrecho y repleto de hojas camino elevado, a su lado derecho había una gran pendiente y a su izquierdo una caída que aunque no le mataría, si le haría bastante daño e incluso podría romperle algún hueso. El infante, obviamente, como no podía ser de otra forma, resbaló y calló con un sordo gritito e intentos vanos de sujetarse a algo para frenar su caída.

Rodó cuesta abajo montando un estruendo de hojas, arbustos y sus propios gritos de confusión y terror. El vampirito no supo por cuantos minutos rodó ni la cantidad de veces que chocó contra troncos, arbustos, troncos ¡E incluso se golpeó la frente contra una roca! Únicamente su caída se detuvo cuando llegó al final de la pendiente y chocó contra un árbol ¡Para ese entonces ya estaba prácticamente inconsciente! Solo pudo ver la escasamente y de forma muy borrosa una fogata y un par de figura que le resultaban familiares antes de cerrar sus ojos dolorosamente.

Hojas rompiéndose, gritos de niño, rasgones de ropa, choques contra piedras y el final apoteósico de un cuerpo colisionando con un árbol, aquello lo había escuchado todo el mundo, bueno... todo el mundo no, Go´el seguía durmiendo. Fue Gali quien alarmado, pero tranquilo, se dirigió al lugar del accidente.
Con la luz de una antorcha improvisada el monje descubrió el cuerpo maltrecho de un niño, con cuidado y sin esfuerzo el grandullón levantó al pequeño del suelo para dejarlo momentos después sobre sus sabanas.
-Go´el despierta. -Aquello no iba a funcionar y el hombre lo sabia. -Galeno tiene un paciente urgente.
Las palabras "paciente urgente" seguidas de un lanzamiento de piedra directo a la cabeza lograron despertar al dragón humanoide. Go´el se levantó algo desorientado aunque con la cabeza centrada, el deber le llamaba.
-¿Que a sucedido?
-Si no tuvieras un sueño tan profundo lo sabrías.
Gali no pudo evitar soltar aquel chascarrillo mientras su compañero sacaba medicinas y material básico de curación.
-El niño se a despeñado y a terminado hecho puré.

Go´el hizo oídos sordos a la burla de su amigo y se arrodilló junto a su paciente apoyando los glúteos sobre los talones. Niño de raza desconocida, de entre 10 y 13 años, complexión débil. El galeno enumeraba mentalmente las características del joven al tiempo que examinaba su cuerpo, el muchacho poseía pequeños arañazos y contusiones menores, nada que no se solucionara con un poco de alcohol y unas gasas, la perdida de conciencia seguramente se debía a la cantidad de golpes, el problema en todo esto era la grotesca forma del brazo izquierdo de la criatura.

-Hay que aprovechar que esta inconsciente para devolver los huesos al sitio, Hashim sujeta el humero y mantén su cuerpo inmóvil, por si acaso despierta.
El codo del niño se había salido del sitio dejando el antebrazo girado hacia atrás en un angulo de 90 grados. Go´el poseía la técnica para devolver a su lugar la articulación, pero esta clase de heridas tienden a repetirse con el tiempo.
-Si su etapa de crecimiento hubiera terminado estaría condenado a sufrir nuevas dislocaciones, por suerte para él es joven y su cuerpo podrá recuperar la forma original de la unión.
Go´el puso las manos sobre el codo del muchacho y después de varias torsiones y estiramientos consiguió que el brazo recuperara su forma y posición original.
-Duerme un rato, yo me quedo con el chico.
Gali no discutió, sabia que no serviría de nada, cuando su amigo tenia un paciente de por medio ya podía llover lava que él seguiría velando por el enfermo. Así pues, el monje se fue a las sabanas del rubio y se tiró sobre ellas tapándose los ojos con el turbante.
Go´el cumplió con su rol de medico, inmovilizó el brazo del infante y seguidamente se dedico a limpiar y curar el resto de heridas menores.

Extrañamente su cuerpo no dolía, tampoco recordaba nada o entendía que estaba en un sueño ¿O si? Uriel entendió que la imagen frente a él era extraña. Era su él de hace un tiempo, su él humano. Apenas recuerda el nombre que su madre biológica que su madre se molestó en ponerle antes de empezar a tratar su existencia como si no estuviera; Amaru. Y sin embargo ahora tan claro como el agua.


Amaru estaba sentado en un rincón del pequeño almacén de su hogar, comiendo miel, su alimento favorito por aquel entonces. Su escondite favorito era ese lugar porque rara vez coincidía con su familia, y por lo tanto, rara vez se molestarían por mostrarle su rostro. Recuerda claramente como pasaba días enteros sin salir de ahí, únicamente, salía sin que le vieran para jugar en el bosque cuando se aburría. Todo con la máxima discreción posible, procurando que nadie le viese y recordase a la familia la desgracia de un bastardo.


No era particularmente doloroso revivir esos momentos, pero le hacían recordar cosas molestas. Cosas como que en aquellos tiempos meros humanos negaron su existencia, o que en aquellos días todo eso era normal. Era frustrante, molesto....y a su vez eran reconfortantes. Después de todo, sabe que es la reproducción del mismo día que conoció a su maestro. Ese día comió miel, como de costumbre, luego se escabulló para jugar en el bosque, y para cuando regresó, todo ardía en llamas.

¡Ansiaba tanto llegar a la noche! Entonces podría volver a ver la noche en que su maestro lo adoptó, su figura entre las flamas y su penetrante mirada. Esa fue la noche la todo verdaderamente comenzó a vivir, ese día.....

Uriel no llegó a verlo, antes de eso, el penetrante dolor en su brazo lo acribilló como si de potentes agujas imbuidas de electricidad perforasen su extremidad, luego el dolor en otras zonas llegó; Su cabeza, torso, piernas y prácticamente cada rincón de su pequeño cuerpo empezó a picar, arder e incluso resentirse con un acalambrado dolor.


"Huggg.......hick...."

Gimoteando dolorosamente, el niño entreabrió sus pequeños e infantiles ojos ¡No había un solo musculo que no le doliera! Tanto era que un pequeño hilito de lagrimas se formó y comenzó a caer lentamente de sus ojos.

D-Duele....hu-......"

Intentando incorporarse por instinto, el niño comprendió que aparte de haber cometido el mas grande error de su vida, estaba metido en un serio lío ¡Jamás se había sentido tan débil! Acostumbrado a su flexibilidad, agilidad y resistencia infantil, que se sumaba con los beneficios naturales de ser un vampiro, siempre dio por sentado que era muy difícil dañarse seriamente ¡Pero ese día entendió que es estar en una pésima condición! Lanzando un grito agudo de dolor, el niño desistió de ponerse en pie o siquiera intentar mover un musculo, podía lidiar hasta cierto punto con el dolor, pero aquello estaba en un nuevo nivel. Uriel comprendió que si no fuera porque es un vampiro, como mínimo habría quedado con secuelas grave e incluso haber muerto durante la caída.

Gimoteando y sollozando bajito, el niño trató de ver a la figura a su lado. Era un hombre, rubio y con un bonito cabello largo ¿De que le sonaba? El vampirito intentaba recordar peor estaba tan confuso y adolorido que apenas recordaba que estaba haciendo. Estaba intentado huir del a aldea porque......¿Porque era? ¡No puede recordarlo! ¿El shock se lo impedía? ¿O sencillamente era lo confusión del momento? Conteniendo un suspiro, el niño murmuro dolorosamente

"¿Qu-Quien es usted? Y-Yo....Hugg.....D-Duele..."

Las heridas no eran serias si dejábamos a un lado el destrozado codo, que te vapuleen el cuerpo no era precisamente como estar tumbado en un lecho de pétalos de rosa, pero tampoco era como si te hubieran cortado un pie. El medico entendía que la resistencia al dolor de un niño seria mucho menor que la de un adulto, así que rebuscó entre sus pertenencias y sacó un frasquito, cogió una gasa y aplicó el liquido sobre las heridas.

-Esto es un calmante, hará que deje de dolerte el cuerpo.
El galeno fregaba con cuidado la gasa por los moratones y los pequeños cortes del niño.
-Me llamo Go´el soy el medico de mi ciudad.
Desde la colina por la que había bajado rodando el joven empezaron a llegar los gritos de un hombre, llamaba preocupado a un chico al tiempo que pronunciaba lo que al doctor le parecía un nombre femenino. El desconocido no tardó en divisar el fuego de la hoguera.
-Chico, ¿te encuentras bien? ¿Y quienes sois vosotros?
El hombre preocupado cambio rápidamente de carácter, se olvido del muchacho adoptando una posición y voz defensiva y desconfiada.
-Yo soy Go´el y el que duerme es Gali ¿Que eres tu?
Aquella pregunta desconcertó al hijo de la tabernera y le hizo plantearse que igual el no era el único que buscaba vampiros, aunque... ¿Que clase de vampiro respondería aquella pregunta?
-Yo... Yo soy humano ¿Y vosotros?
El hombre titubeó al preguntar, se le veía muy alterado. Cosa que no pasó desapercibida para el rubio, pero si le dio importancia a aquel hecho no lo demostró.
-Somos dragones.
-¿Y eso como lo se yo? Como puedo saber que no mientes. ¿Y si eres un vampiro?
Go´el suspiro y por primera vez levanto la vista de las heridas del muchacho, aquella conversación de besugos comenzaba a exasperarle.
-Es más simple demostrar mi raza que la tuya. ¿Como se yo que tu no eres un vampiro?
El doctor le había devuelto el interrogante al hombre con intención de hacerle ver lo absurdo de la pregunta. Mientras lo hacia cambió de forma adoptando su figura de hombre-lagarto. El supuesto humano dio un traspié ante la repentina transformación.
-Y bien, ¿como demostraras que eres humano?
-Pues... pues yo soy humano ¡y punto!
Exclamó con frustración al darse cuenta que no podía comprobarlo, si, podría haber mordido algo de la carne que reposaba cerca del fuego, pero podrían acusarle de estar engañándolos.
-Estoy buscando a mi Greta, un vampiro se la a llevado. ¿La viste? ¿Viste al vampiro?
-No conozco a ninguna Greta y tampoco me e encontrado con vampiros en este bosque. Y si me cruce con alguno no lo identifique.
El galeno que seguía sin cambiar de forma se cruzo de brazos esperando a que el supuesto humano dijera algo o se fuera.
-N-no deberíais estar aquí con un vampiro suelto. Si encontráis a mi Greta llevadla a la aldea por favor.

Go´el asintió y vio marchar a aquel hombre de mirada taciturna y derrotada. El dragón sabia quien era aquella persona y sabia que era humano, lo que no sabia era que el nombre de la mujer-murciélago era Greta. Su inteligencia podía deducir que la mujer del interior de la cueva era la fallecida del viudo, también podía razonar que el hombre se estaba dejando llevar por el rencor que sienten todos hacia los vampiros, pero sin saber el nombre de la mujer de la cueva... ¿Como podría saber Go´el lo que el humano buscaba? A lo mejor Greta era su madre, su hermana, su amiga o su tía, quizás la mujer-murciélago no se llamaba Greta y tal vez era cierto que había un vampiro en el bosque que raptaba mujeres.
Habían tantas opciones plausibles que el doctor tan solo se limito a contestar con lo que sabia, con la verdad.

El niño escuchó vagamente la discusión del humano y el señor que le salvó, pero estaba mas concentrado en intentar orientarse y entender que le sucedió ¿Cayó? Recuerda estar caminando por la montaña y de repente estar rodando montaña abajo sin poder detenerlo. En cuanto intentaba recordar, el infante sentía una gran punzada de dolor en su cabeza ¡Que diablos! Cuando intentaba recordar que hacía en medio de la montaña y porque, aparte de no poder hacerlo, la cabeza comenzaba a resentirse dolorosamente de ello.


Cuando comenzó a recomponerse, el niño finalmente pudo manejar correctamente su malherido cuerpo para lograr sentarse torpemente ¡Tuvo que haberse dado un gran castañazo! Apenas podía recordar algo, su cuerpo estaba realmente adolorido -Aunque gracias a lo que sea que le puso su salvador le dio, ahora era un dolor oc el que podía lidiar fácilmente.- y estaba tan aturdido que apenas podía entender lo que sucedía a su alrededor. Mirando la discusión del humano y el rubio, el niño dio su mejor esfuerzo para comprender lo que sucedía ¿Vampiros? ¿Que habían echo su gente? ¡Ah! Pero según empieza a recordar, no vio vampiros por la zona ¿Les estaban acusando de algo que no hicieron?


¡Ah! ¡Es verdad! Vine aquí porque quería ir a Vulwurfar, pero debido a la frustración de las continuas desapariciones y sobre la desaparición de una mujer de la aldea, todos los humanos se volvieron locos ¡Yo quería irme de este lugar....!


El niño entonces finalmente comprendió lo que estaba sucediendo y recuperando poco a poco los recuerdos que la caída le arrebató, pudo orientarse y darse cuenta de su situación ¡Gracias a los cielos que ese hombre rubio logró convencer al humano de irse! Ese tipo atacaría a cualquiera que despertara la mas mínima de las sospechas, incluso si era un endeble niño o un medico errante. Sintiéndose doblemente agradecido hacía el desconocido, el niño hablo en tono bajito, procurando no molestar al señor durmiendo cerca de ellos;


"Hummm....Disculpe, mi nombre es Uriel Nova pero puede llamarme Uri si lo desea.....Realmente estoy agradecido de que me ayudara, señor Go.....Hmmmm....."


El niño bajó su cabecita tímidamente mientras esbozaba una mirada un poco tristona ¡No podía recordar del todo el nombre de su salvador! Había estado escuchando la conversación de Go'el y el humano, escuchando su nombre ne el proceso, pero estaba tan desorientado y confuso que apenas puede recordar algo de lo que decían, para Uriel, eso fue una patada, dado que el señor le salvó y le ayudó quería recordar su nombre correctamente al menos y mostrarle el debido respeto.


Por otro lado ¿Porque se sentía tan inquieto? Sentía que se estaba olvidando de algo muy importante, algo que le impulsó a querer dejar la aldea, también, no podía evitar pensar que vio sus rostros en alguna parte ¿Quienes eran esas personas? Uriel sintió que debía irse lo mas rápido posible, pero lo ignoró y desechó fácilmente ¡Ese hombre le había salvado! Lo menos que podía hacer era ser educado y agradecérselo correctamente.

Hasta ahora todo el mundo supo decir el nombre del doctor, pero al ver que al niño se le dificultaba recordó que los compañeros de Merié no sabían pronunciar el nombre de la mujer, así que el galeno optó por darle al joven Nova una alternativa en lugar de pensar que su paciente estaba conmocionado por el golpe.

-Mi apellido es Zorven, también puedes llamarme por mi profesión sino puedes pronunciar mi nombre. Elige el que te sea más fácil, yo respondo de igual manera a cualquiera de ellos.
Una persona normal, como lo podía ser Gali, ofrecería alimento y bebida a cualquier viajero... Go´el no era esa clase de persona, el podía ofrecer comida y alimento al joven Nova, pero lo haría por tratarse de un paciente en estado de recuperación y tampoco le daría cualquier cosa.
-¿Que tipo de raza eres?
Preguntó escueto y neutral aunque con la voz más grave por seguir en su forma reptiliana.

Go´el podía descartar gran parte de las razas de Aerandir al ver a un niño a estas alturas de la noche y en medio de bosque, lo más lógico era pensar en un licantropo o un vampiro, pues después de la inspección no se veían anomalías que relacionaran al chico con un hombre-bestia y los humanos no dejarían sola a una de sus crías a menos que fuera huérfano. El doctor también podía deducir que Uriel había salido corriendo al ver al otro humano, pues los dos venían de la misma dirección, y la única razón para hacer eso es que fuera un vampiro. Pero el galeno no dio nada por sentado, pues sucedía lo mismo que con la pregunta del hombre que acababa de irse, habían demasiad posibilidades como para decantarse por una y elegir sin asegurarse antes del resultado no era nada lógico (al menos no para el dragón humanoide).

Go´el volvió a su forma humana mientras esperaba a que Uriel respondiera su pregunta, detestaba tener que romper sus ropas por nimiedades, pero en este caso vio necesario cambiar su cuerpo por completo, dado que el nerviosismo y la paranoia del humano indicaban que una transformación parcial hubiera derivado en una posible pelea, sobre religión y la pertenencia a la estirpe demoníaca asociado al mito de que los vampiros hacen rituales de magia oscura.
El medico no tardó demasiado en vestirse y en cuanto se hubo calzado las botas volvió junto al muchacho.
-¿Hay algún alimento que no puedas ingerir? ¿Que te siente mal?

Zol-...Zu-...Ze-....Hmmm...Zo..Zorv..en...Vale...Señor Zorv-...en


El vampirito murmuró una y otra vez el apellido del excéntrico hombre para si mismo ¡Quería aprender correctamente su nombre! Incluso si era una verdadera molestia la pronunciación,  Uriel quería aprender a decirlo y recordarlo correctamente ¡Le debía su brazo al hombre! Los vampiros se regeneraban rápidamente y eran bastante mas resistentes, de esa caída probablemente no habría muerto, pero si haría quedado a merced de animales y humanos mientras se recuperaba ¡Eso si habría sido peligroso para el niño! Es por eso que consideraba que Go'el le había salvado la vida, podía ser un arrogante e infantiloide vampirito, pero era también muy agradecido y respetuoso con aquellos a los que le debe un favor.


Yo soy.....


Bajando su mirada, el vampirito no respondió a su pregunta ¿Debía decirle su raza? El niño no se avergonzaba de su naturaleza vampirica ¡Estaba bastante orgulloso de ello! Pero entendía que ponía en riesgo su vida decirlo tan fácilmente y nada le aseguraba que ese hombre no fuera un cazador. Tímidamente y de forma un poco torpe el niño desvió la pregunta:


¿En que parte del bosque estamos? ¿Cuanto falta para que amanezca? Hmmm Mis recuerdo siguen algo difusos....


Mirando hacía el cielo nocturno, el pequeño vampiro planteó su pregunta con tal de que Go'el desviase su atención a otra cosa. Pero al ver que el dragón aún seguía expectante el niño comenzó a sentir un poco de nerviosismo ¿Porque quería saberlo? ¡Pero es un médico! ¿Y si es un médico loco que hace experimentos con vampiros? ¡Pero le salvó la vida! ¡Seguro que es una buena persona! ¿Pero y si es un abusador infantil? ¡No! ¡Debía confiar en su salvador!


Manteniendo una lucha interna consigo mismo, el vampirito debatió  si debía o no debía confiar en el señor. Había conocido muchas personas, algunas de ellas fueron amables y no le temieron aún cuando sabían que era él ¡Pero luego estaban aquellos como el hijo d la tabernera, quienes culpaban de todo mal al os vampiros! Bajando su cabeza un poco triste, el infante negó ante la invitación de comida del medico ¡En verdad quería ser educado con él! Pero su miedo natural a ser dañado pesaba demasiado en su consciencia.


....Esta bien ¡No tengo hambre!


El vampirito esbozó una suave sonrisita mientras ponía la primera excusa que se le venía al a cabeza ¡De echo si tenía bastante hambre! Debido a la fuerte vigilancia no había podido comer desde hace casi 2 días correctamente ¡Moría por una gota de sangre! Pero no podía permitirse comer algo que proviniese de un desconocido, incluso si en verdad se sentía agradecido por haberle ayudado.


Y sin embargo, su barriga y el destino le lanzaron una bofetada en toda la cara ¡En cuanto dijo esas palabras su estomago resonó ruidosamente! Sonrojándose, el infante se encogió sobre si mismo mientras tímidamente escondió su rostro ¡Diablos! Intentando articular palabras pero sin decir nada entendible, el infante buscó desesperadamente explicar el gruñido hambriento de su estomago ¡Lastima que Uriel fuera un pésimo mentiroso!

-Doctor. -Dijo escuetamente el rubio mientras enrollaba unas vendas. -Si tampoco puedes con el apellido, dime doctor, Uriel.
Sin cambiar la expresión de su rostro el dragón apuntó algunos jeroglíficos en su cuaderno. Que la gente tuviera problemas de pronunciación para nombres de otras razas era, hasta cierto punto normal, pero el apellido del galeno no tenia ninguna complicación lingüística, ahora Go´el se planteaba la idea de que el niño hubiera sufrido alguna herida interna en el cerebro.
Para averiguar aquella hipótesis solo podía hacer dos cosas: Abrirle la cabeza al niño y comprobar el estado físico de la masa gris o hacerle pronunciar palabras complejas y frases largas.
El dragón humanoide optó por la segunda opción ya que la gravedad del paciente no era suficiente para hacer una intervención quirúrgica.
De aquellas operaciones no salia nadie con vida, pues Go´el aun no había conseguido que sus sujetos de prueba superaran el punto critico del proceso. Por lo que aquella opción era solo un ultimo recurso.

-Estamos en los bosques de Verisar y faltaran unas... -El hombre meditó unos instantes al tiempo que guardaba unos frascos en su bolsa. -Tres, puede que cuatro horas antes de que despunte el alba.
Go´el asintió ante la negativa del joven. Los sonidos en la tripa del Nova delataban el hambre del niño, pero el doctor no le daría nada sin antes saber que clase de alimentos podían o no, ser perjudiciales para su paciente.
-Si cambias de idea házmelo saber. Dime, Uriel ¿Que haces en este bosque?
El rubio avivó la hoguera, removió los leños con un palo y comprobó que hubieran suficientes brasas para el resto de la noche. Al dragón poco le importaba lo que hacia el crío o los motivos por los que se encontraba en aquel lugar, tan solo quería hacerlo hablar para comprobar el estado de su cerebro.
-¿Vienes de Vulwufar? Es raro que un niño viaje solo, ¿Te separaste de tu grupo?

El galeno estaba cansado, su sueño se había visto interrumpido y por más que lo intentara no recuperaría las horas de sueño que le faltaban y necesitaba. Pero tenia un paciente al que atender y no estaría tranquilo hasta estar aseguro de haberle dado todos los tratamientos necesarios.

“Oh, doctor entonces…..”


Murmuró el vampirito un tanto decaído, no es como si estuviera de humor para ser cabezota y no tampoco quería seguir diciendo mal su apellido o nombre, de todas formas ¡Doctor era un buen apodo! Suspirando el niño tomó las cantimploras desde el interior de su bolsa ¿Como era que todo estaba en orden? Cualquiera pensaría que tras semejante porrazo, todas sus pertenencias quedarían dispersas por cada rincón pero curiosamente todo estaba en orden dentro de su mochila ¿El Doctor lo recogió y puso de vuelta en su bolso? Aunque tampoco le importaba demasiado ¡Lo que realmente quería saber es cómo estaban sus cantimploras herméticas! suspiró aliviado que ambas parecían estar en perfecto estado.


Abriendo la que contenía sangre, silenciosamente comenzó a beber las últimas gotas que quedaban ¡Ahora estaba sin reservas! Por lo general, la cantimplora guardaba sangre únicamente para día y medio en caso de no poder acceder a comida rápidamente. La sangre era principalmente de animales pequeños como conejos, ratones de campo y aves mezclada con sangre de personas ¡Era bastante curioso! Desconocía si era así para todos los vampiros pero si se mezclaba la sangre de animales, lo cual solo alimentaba parcialmente, y se mezclaba con una pequeña porción de sangre de alguna de las razas ¡Alimentaba casi tanto como si bebieras únicamente de una persona! Salía bastante a cuenta. Aunque todo debía ser dicho; Su sabor era cuanto menos…..exótico.


Mucho más sobrio desde que pudo comer algo, el vampirito comenzó a regresar sobre sus cabales ¡Ciertamente ahora comienza a recordarlo todo! Estaba en dirección a la ciudad de Vulwurfar cuando se detuvo en un grupò de villas y poblado de paso ¡Pero resultó que había extrañas muertes y desapariciones en la zona entonces….!


“Ah...”


Como si algo sonase dentro de su cabecita, Uriel finalmente recordó todo lo que pasó y lo que vio en aquel amanecer….Esa mujer siendo llevada por...¿Quienes? Vio sus rostros perfectamente pero no lograba acordarse realmente de ellos ¡Pero ciertamente eso le asustó! Habiendo recordado al razón por la que estaba tan desesperado por salir de esa zona, Uriel se volvió un poco nervioso e inquieto.


“¿Humm? ¡Ah! Perdón….Estoy un poco….ralentizado...jeje...Veamos….No soy originario de este territorio ¡Viajo solo! No lo parece pero soy lo suficientemente fuerte como para defenderme solo…"


Reaccionando al as preguntas del hombre, Uriel le contestó con una suave sonrisita alegre pero algo nerviosa ¡Aún no se rendía en intentar recordar el rostro de los hombres que se llevaron a la mujer! Tampoco es como si realmente fuera importante, pero como mínimo quería saber de quién debía alejarse ¡También quería advertirle al Doctor! Dado que le salvó la vida, no quería que estuviera en riesgo o a merced de los humanos enloquecidos.


Ahora que lo pienso, el rostro del Doctor….¿Porque me es familiar?


Sumido en sus pensamientos, el infante se olvidó del dolor de su brazo y de la presencia del dragón mientras intentaba recordar ¡Estaba seguro de que uno era rubio! Un rostro exótico como el del…..¡OH!....Diablos.


“.....”


Uriel no era tonto, podía estar apresado en el cuerpo y la mente de un niño de 11 años pero eso no quitaba que había vivido por 89 años ¡Sabía por experiencia que la respuesta a todo era siempre la peor! Confiando en su instinto se percató de que lo poco que recordaba de los secuestradores coincidía con los dos adultos ¡Incluso el lugar donde estaban era el adecuado para ocultar….!


“Doctor…¿Usted..?”


Uriel dirigió una mirada confusa al dragón ¡No es como si se le preguntaría directamente! Pero sencillamente quería confirmarlo, pero se detuvo al ver los cansados del hombre ¿Tenía sueño? Entonces se percató de lo tarde que era y de que la gran mayoría de las personas duermen de noche ¡Mira que olvidarlo! Estaba tan acostumbrado a vivir entre el abrazo de la noche que se olvidó que esta no era para todos. Sonriendo levemente de forma comprensiva, dijo;


“Hummm…..Si está cansado, Doctor ¿Porque no se va a dormir? Yo ya estoy bien, el dolor en mi brazo es tolerable y tampoco soy tan frágil….¡Ah! y de todas formas yo también me voy a dormir ahora...Así que...”


Uriel realmente no sentía rechazo tras entender que ese par es el responsable de la desaparición de la mujer-murciélago ¡Le daba bastante igual! Era más bien que temía que fueran encontrados y asesinados ¡No quería que el amable doctor fuera herido! Incluso si mató a esa mujer, el vampirito seguía viéndolo como su salvador dado su vampírica forma de ver el mundo.


“....Doctor….Debería….Debería deshacerse de los restos de su “caza” ¡Atrae animales salvajes! Y esta noche especialmente los lobos y osos están revoltosos….”


Ya que no quería que algo malo le sucediera al dragón, le dijo esas palabras mientras acomodaba su brazo lo más correctamente posible para no lastimarse a la par que acomodaba el resto de su cuerpo, tomando una postura de que se iba a dormir. Uriel no dormiría obviamente, pero esperaría hasta que el dragón lo estuviera para buscar un refugio y esperar la próxima noche para huir, si el Go’el entendió sus palabras, haría lo mismo y saldría de ahí lo más rápido que pudiera.

El niño hablaba con pequeñas pausas, pero sumado al resto de movimiento del cuerpo Go´el supo ver que se trataba de la típica vergüenza o miedo que sienten los niños cuando se les descubre haciendo algo o estando en un lugar que no deben.
Viaja solo y no es de aquí, mmm... Meditaba el galeno observando al muchacho. ...tiene hambre pero solo bebe ¿Se preocupa por mi sueño o solo quiere una oportunidad para huir?

Con cada pensamiento el doctor estrechaba el cerco de la raza del infante, Uriel se había negado a contestar, pero siempre existían otros métodos para hallar la respuesta. Si Nova fuera un humano esta noche no estaría en el bosque por la caza del vampiro, era evidente que no era un elfo, si fuera un brujo se habría defendido del hombre que iba detrás de él, estaba claro que no era un cibernetico, un dragón tampoco pues entonces haría su trayecto volando... sin contar que a esa edad los retoños de la raza reptiliana no salían de Dundarak, después de la investigación inicial la raza de los hombre-bestia quedaba descartada, con lo que solo habían dos opciones: O bien el joven Nova era un licantropo o un vampiro, y teniendo en cuenta que faltaba poco para que saliera el sol era normal que el niño quisiera buscar un lugar más apropiado para no morir abrasado.

-¿Caza? -Preguntó el rubio algo distraído. -Como quieras.
Prosiguió tirando los restos de la cena al fuego, pues era lo único que Gali había cazado esa noche.
-Mmm si, supongo que puedo. -Respondió Go´el cavilando las horas de sueño que podría recuperar. -Si cuando despiertes tienes hambre ve a esa cueva de ahí. -El rubio levantó el brazo y señaló el orificio en la roca que había quedado a su espalda. -Tengo la impresión de que encontraras algo de tu agrado.

Con aquella ultima frase Go´el sacó una gruesa chaqueta de su mochila y la colocó cerca del fuego a modo de cojín, miró una ultima vez al niño y su amigo, le dio la espalda a la hoguera y se acomodó en el suelo.