Borrachera precoz [Trabajo]
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Borrachera precoz [Trabajo]
El ambiente de la taberna sin duda trae buenos recuerdos a la mente del salvaje, más que todo por el paisaje que se puede apreciar en las ventanas. Están rodeados de árboles grandes lo que emula en cierto modo a bosque negro.
El pequeño bárbaro encontró el sitio por casualidad al tomar un camino frondoso para llegar a Lunargenta, los dioses de la ironía deben sentirse nostálgicos hoy para traerle un retrato vivido de su pasado.
Algo melancólico, comienza a beber una buena cantidad de hidromiel exterior. Sabe horrible pero su efecto embriagador sigue allí, bastante disminuido aunque nada que un aumento en la cantidad no arregle.
Cuando se da cuenta, el joven muchacho siente entonces los efectos del alcohol en su cuerpo. No era su intención sucumbir ante la vil bebida pero la referencia de casa fue suficiente como para hacerle cometer el error.
Nota que los intervalos entre las miradas que hace desaparecen, sin duda ha tomado mucho más de lo que suele hacer. Debió parar luego de haber visitado la letrina por quinta vez pero la obstinación del bárbaro no tiene límites.
O mierda…
Una vez vertical, da varios tumbos hasta estrellarse con el primer idiota que tiene enfrente. El sujeto no se lo toma de mala manera ni nada pero ha cometido un pecado capital, interponerse en el camino de un salvaje ebrio.
Tor… “eructa” pe… ¡A pelear!
Le suelta un golpe con su mano diestra tan fuerte que lo derriba a la primera, acto seguido todos alrededor guardan silencio. Las miradas se entrecruzan, al principio son de confusión pero no tardan en escalar a la malicia.
¡¡Lucha masiva!!
Grita un paleto que no tarda en recibir cierta jarra en la frente, a partir de allí inicia un típica pelea de taberna. Kosir sonríe mientras dispensa golpes como si fuera un dios de la guerra, con cada puñetazo que recibe su semblante se vuelve más eufórico.
Mesas, sillas, vasos, botellas, jarras y en ocasiones comensales vuelan por todos lados, una sinfonía preciosa para cualquier gamberro de corazón. Pobre local tendrá que remodelar por una semana.
No hay nadie digno aqu… “alguien le revienta un palo de escoba sorprendentemente duro en la nuca mandándolo al quinto sueño”.
“Segundos después arrojan al pelirrojo inconsciente fuera de la taberna cual costal de papas” ¡¡Y no vuelvas!! “justo al lado de una petición de empleo”.
El pequeño bárbaro encontró el sitio por casualidad al tomar un camino frondoso para llegar a Lunargenta, los dioses de la ironía deben sentirse nostálgicos hoy para traerle un retrato vivido de su pasado.
Algo melancólico, comienza a beber una buena cantidad de hidromiel exterior. Sabe horrible pero su efecto embriagador sigue allí, bastante disminuido aunque nada que un aumento en la cantidad no arregle.
Cuando se da cuenta, el joven muchacho siente entonces los efectos del alcohol en su cuerpo. No era su intención sucumbir ante la vil bebida pero la referencia de casa fue suficiente como para hacerle cometer el error.
Nota que los intervalos entre las miradas que hace desaparecen, sin duda ha tomado mucho más de lo que suele hacer. Debió parar luego de haber visitado la letrina por quinta vez pero la obstinación del bárbaro no tiene límites.
O mierda…
Una vez vertical, da varios tumbos hasta estrellarse con el primer idiota que tiene enfrente. El sujeto no se lo toma de mala manera ni nada pero ha cometido un pecado capital, interponerse en el camino de un salvaje ebrio.
Tor… “eructa” pe… ¡A pelear!
Le suelta un golpe con su mano diestra tan fuerte que lo derriba a la primera, acto seguido todos alrededor guardan silencio. Las miradas se entrecruzan, al principio son de confusión pero no tardan en escalar a la malicia.
¡¡Lucha masiva!!
Grita un paleto que no tarda en recibir cierta jarra en la frente, a partir de allí inicia un típica pelea de taberna. Kosir sonríe mientras dispensa golpes como si fuera un dios de la guerra, con cada puñetazo que recibe su semblante se vuelve más eufórico.
Mesas, sillas, vasos, botellas, jarras y en ocasiones comensales vuelan por todos lados, una sinfonía preciosa para cualquier gamberro de corazón. Pobre local tendrá que remodelar por una semana.
No hay nadie digno aqu… “alguien le revienta un palo de escoba sorprendentemente duro en la nuca mandándolo al quinto sueño”.
“Segundos después arrojan al pelirrojo inconsciente fuera de la taberna cual costal de papas” ¡¡Y no vuelvas!! “justo al lado de una petición de empleo”.
Kosir
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Re: Borrachera precoz [Trabajo]
Viajar a Lunargenta no había sido mala idea después de todo. Resultó ser una caja de sorpresas y aventuras casi tanto como Beltrexus. Extrañaba su hogar y su taller por el hecho de que ahí podía usar su magia casi a diestras y siniestras, sin embargo nadie le reprochó por ser brujo y trabajar con un pequeño vampiro para desenmascarar a un grupo de piratas traficantes escondidos en un barco “embrujado”. Aún no sabía muy bien como había salido con vida de ahí, pero era momento de ganar algo de dinero y si era posible volver con materiales locales para la Forja Tensai. No estaría nada mal sin duda.
De pronto y ya casi que por instinto al escuchar los ruidos de una pelea lejana, el joven mago empuña su espada de acero. Había resultado ser un arma bastante fiel para ser la primera forjada por sus manos. A los pocos pasos pudo observar una posada y se notaba bastante ajetreada. Borrachos peleando, pensó.
Aún no entendía muy bien como funcionaba esos lugares, pero recordó más de alguna vez ver a su padre llegar a casa ebrio y bien golpeado tras la muerte de su madre. La culpa se hizo presente de nuevo y empuño su espada con más fuerza.
Estando a tan solo algunos pasos de la puerta pudo notar como un hombre lanzaba a un niño por la puerta como si se tratará de otro borracho local. Había visto la escena por los muelles alguna vez, casi siempre era igual pero un niño ebrio eso si era nuevo. A penas se le notaba que había alcanzado la mayoría de edad. Supuso que era uno de esos casos como Chimar y Uri, antiguos compañeros de aventura entre otros. Se pregunto que sería de ellos, había conocido a tanta gente ya desde que abandonó el hogar de sus padres.
Se acuclilló frente al niño para verlo más de cerca. Estaba inconsciente, aún respiraba y su aliento apestaba a alcohol. El pelirrojo era casi tan curioso como el pequeño Uri.. Podía apreciar tantas cicatrices y a tan corta edad más varios tatuajes tribales, aunque no podía reconocer a que tribu pertenecían pues solo había leído algo sobre la existencia de estas. Lo que más llamo la atención sin embargo fue su espada, como aprendiz de herrero le llamaba la atención. No era de acero y se veía a simple vista tan ligera, casi deseaba poder empuñarla, pero pensó que sería descortés aprovecharse de un crío ebrio. Alzó la vista para levantarse y entonces pudo ver una nota. Una oferta de trabajo. “¡Bingo!” Pensó el mago. Justo lo que necesitaba y tras ponerse nuevamente en píe pudo terminar de leer.
-Una caravana y bandidos... Algo de magia supongo que no les vendrá mal de ser necesario, aunque también es cierto que necesito mejorar con mi acero-. Pensó en voz alta confiándose en que el niño aún seguiría inconsciente. Tomo el papel entre sus manos y pensó por donde debía empezar pues solo habían nombres que no había escuchado. Quizás alguno lo había leído pero no le había tomado importancia en su momento. -Lo cierto es que necesito el dinero, tomaré el trabajo-. Volvió a decir guardándose la nota en su mochila junto a las tantas más que siempre llevaba consigo.
De pronto y ya casi que por instinto al escuchar los ruidos de una pelea lejana, el joven mago empuña su espada de acero. Había resultado ser un arma bastante fiel para ser la primera forjada por sus manos. A los pocos pasos pudo observar una posada y se notaba bastante ajetreada. Borrachos peleando, pensó.
Aún no entendía muy bien como funcionaba esos lugares, pero recordó más de alguna vez ver a su padre llegar a casa ebrio y bien golpeado tras la muerte de su madre. La culpa se hizo presente de nuevo y empuño su espada con más fuerza.
Estando a tan solo algunos pasos de la puerta pudo notar como un hombre lanzaba a un niño por la puerta como si se tratará de otro borracho local. Había visto la escena por los muelles alguna vez, casi siempre era igual pero un niño ebrio eso si era nuevo. A penas se le notaba que había alcanzado la mayoría de edad. Supuso que era uno de esos casos como Chimar y Uri, antiguos compañeros de aventura entre otros. Se pregunto que sería de ellos, había conocido a tanta gente ya desde que abandonó el hogar de sus padres.
Se acuclilló frente al niño para verlo más de cerca. Estaba inconsciente, aún respiraba y su aliento apestaba a alcohol. El pelirrojo era casi tan curioso como el pequeño Uri.. Podía apreciar tantas cicatrices y a tan corta edad más varios tatuajes tribales, aunque no podía reconocer a que tribu pertenecían pues solo había leído algo sobre la existencia de estas. Lo que más llamo la atención sin embargo fue su espada, como aprendiz de herrero le llamaba la atención. No era de acero y se veía a simple vista tan ligera, casi deseaba poder empuñarla, pero pensó que sería descortés aprovecharse de un crío ebrio. Alzó la vista para levantarse y entonces pudo ver una nota. Una oferta de trabajo. “¡Bingo!” Pensó el mago. Justo lo que necesitaba y tras ponerse nuevamente en píe pudo terminar de leer.
-Una caravana y bandidos... Algo de magia supongo que no les vendrá mal de ser necesario, aunque también es cierto que necesito mejorar con mi acero-. Pensó en voz alta confiándose en que el niño aún seguiría inconsciente. Tomo el papel entre sus manos y pensó por donde debía empezar pues solo habían nombres que no había escuchado. Quizás alguno lo había leído pero no le había tomado importancia en su momento. -Lo cierto es que necesito el dinero, tomaré el trabajo-. Volvió a decir guardándose la nota en su mochila junto a las tantas más que siempre llevaba consigo.
Kendovlah
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Re: Borrachera precoz [Trabajo]
Lo cierto es que Kosir no es de los que se quedan inconscientes mucho tiempo, menos después de un ataque rastrero. Las palabras de un personaje cercano son suficientes para hacerlo despabilar enseguida.
Se pone de pie y tira un golpe al aire, un reflejo que obviamente no consigue nada. Eventualmente se lleva las manos a la cabeza y emite un ligero quejido, siente que se le van a salir los sesos por todas partes.
No puede evitar tambalearse un poco, eventualmente se recuesta de una pared. Sigue quejándose y es que el alcohol es un mal compañero de la juventud, claro que su deplorable estado no le impide notar el personaje que tiene al lado.
Lo mira con recelo, vale destacar que por algunos instantes se debate si golpearlo o no. ¿Cuál es la razón?, cosas de bárbaro. Acaba por entender algo entre sus argumento, otro personaje curioso que habla solo.
Si necesitas un luchador “amaga una caída” soy tu hombre.
Sin duda no es una escena que evoca confianza, el muchacho ebrio anotándose a un trabajo peligroso. Pero Kosir viene de una sociedad donde luchar acapara cada aspecto vital, puede combatir incluso sin todos sus sentidos.
Mejor “eructo” hablas tú.
Claramente los dueños de la posada no le tendrán mucha estima por al menos varias lunas, mucho menos confianza. Después de todo inicio la pelea que llevo su local al camino de la remodelación total.
Entonces el salvaje le pega un vistazo a su nuevo colega laboral, no es un personaje demasiado curtido que digamos. Que lleve una túnica es en cierto modo desconcertante, parece más un chamán que otra cosa.
Al menos tiene acero consigo, será de utilidad en una pelea. Cuando se combate incluso las distracciones convenientes ayudan a los bandos, no se debe ser quisquilloso con los elementos… al menos fuera de bosque negro.
¡A trabajar!
Dice bastante animado, claro que apenas logra mantenerse en pie. Solo puede aspirar que el primer trayecto en el carro sea sin contratiempos, eso le daría tiempo para recuperarse de la asquerosa bebida exterior con sabor a orina.
Se pone de pie y tira un golpe al aire, un reflejo que obviamente no consigue nada. Eventualmente se lleva las manos a la cabeza y emite un ligero quejido, siente que se le van a salir los sesos por todas partes.
No puede evitar tambalearse un poco, eventualmente se recuesta de una pared. Sigue quejándose y es que el alcohol es un mal compañero de la juventud, claro que su deplorable estado no le impide notar el personaje que tiene al lado.
Lo mira con recelo, vale destacar que por algunos instantes se debate si golpearlo o no. ¿Cuál es la razón?, cosas de bárbaro. Acaba por entender algo entre sus argumento, otro personaje curioso que habla solo.
Si necesitas un luchador “amaga una caída” soy tu hombre.
Sin duda no es una escena que evoca confianza, el muchacho ebrio anotándose a un trabajo peligroso. Pero Kosir viene de una sociedad donde luchar acapara cada aspecto vital, puede combatir incluso sin todos sus sentidos.
Mejor “eructo” hablas tú.
Claramente los dueños de la posada no le tendrán mucha estima por al menos varias lunas, mucho menos confianza. Después de todo inicio la pelea que llevo su local al camino de la remodelación total.
Entonces el salvaje le pega un vistazo a su nuevo colega laboral, no es un personaje demasiado curtido que digamos. Que lleve una túnica es en cierto modo desconcertante, parece más un chamán que otra cosa.
Al menos tiene acero consigo, será de utilidad en una pelea. Cuando se combate incluso las distracciones convenientes ayudan a los bandos, no se debe ser quisquilloso con los elementos… al menos fuera de bosque negro.
¡A trabajar!
Dice bastante animado, claro que apenas logra mantenerse en pie. Solo puede aspirar que el primer trayecto en el carro sea sin contratiempos, eso le daría tiempo para recuperarse de la asquerosa bebida exterior con sabor a orina.
Kosir
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Re: Borrachera precoz [Trabajo]
El posadero volvió a salir para comprobar que el joven bárbaro aún se encontraba en el lugar y se le quedo mirando severamente. -¡Creí haberte dicho que no vuelvas!-. Demandó y antes de que el humano pudiese ponerse a pelear de nuevo, Kendovlah se puso entre los dos.
-De hecho ya estamos por irnos-. Respondió volviendo a sacar la nota del trabajo y mostrarla con su mano derecha -Estoy seguro que mi camarada será de gran ayuda una vez que se le pase la resaca y si las cosas se salen de control...- El brujo disimulo escondiendo su mano izquierda para que solo la vieran el bárbaro y el posadero. Esta mano aún no le sanaba por completo y se podía notar un corte profundo en la parte gruesa de la piel, ya no dolía pero podía abrirse de nuevo. Entonces una pequeña bola de fuego sale de la mano de este. -Tengo mis trucos bajo la manga-. Dijo y apago la bola antes de que el fuego comenzara a calentar la dañada piel del mago. Sinceramente no quería recordar el olor a carne humana quemada, no le traían buenos recuerdos y bastaba ya la herida para recordar su última aventura en los muelles.
El posadero trato de disimular el asombro y en parte temor, tal vez porque no acostumbraba la visita de muchos brujos por la zona o porque había escuchado los rumores de lo ocurrido en los muelles. En tal caso, el brujo también disimulaba el ligero dolor que le provocaba usar esa mano y mantenía una expresión mucho más sería y fría que antes. Lo cierto es que sus últimas aventuras habían ayudado al mago para fortalecer su temple. -Bien, pueden irse...-. Y con esto el posadero les dio la información que necesitaban para llegar a la granja anunciada en la nota.
Camino al carro aprovecho de presentarse con su nuevo compañero de viaje. -Kendovlah, por cierto. Puedo notar que tienes una espada de lo más curiosa, si alguna vez necesitas afilarla puedes pasarte a mi taller. La forja Tensai, en Beltrexus-. A decir verdad, las presentaciones se le daban fatal y estaba claro que sus intenciones era aprender más sobre el material usado para forjarla, de ser posible también empuñarla. Después de todo como estudioso de la magia cualquier oportunidad de aprender para Kendo era de lo más valiosa aunque no se tratase de magia o de su madre.
El camino de la posada a la granja del tal Enrique por fortuna no había sido muy largo. Al menos el bárbaro podía caminar hasta ahí tambaleándose de vez en cuanto sin la necesidad de que el mago le ayudase y dudaba que este fuera a aceptar tal ayuda. El cargamento y los cinco carros ya estaban listos para partir a las afueras del recinto, aunque solo los granjeros locales se encontraban haciendo guardia. El mago se puso a estudiar la situación. Si tan solo ellos dos iban a ser los encargados de la seguridad de tal cargamento, iba a ser necesario tener visión de todos los alrededores. Había mucho campo que cubrir y ciertamente no estaba muy seguro de que tanto podía hacer su nuevo colega en aquel estado.
-Lo complicado será que no dañen el encargo. Estaría bien saber los puntos en que los bandidos han atacado antes, quizás podamos pillarlos por sorpresa-. Pensó el brujo en voz alta, aunque dudaba que todo lo que se estuviese planteando fuese a resultar o siquiera bienvenido por su compañero.
-De hecho ya estamos por irnos-. Respondió volviendo a sacar la nota del trabajo y mostrarla con su mano derecha -Estoy seguro que mi camarada será de gran ayuda una vez que se le pase la resaca y si las cosas se salen de control...- El brujo disimulo escondiendo su mano izquierda para que solo la vieran el bárbaro y el posadero. Esta mano aún no le sanaba por completo y se podía notar un corte profundo en la parte gruesa de la piel, ya no dolía pero podía abrirse de nuevo. Entonces una pequeña bola de fuego sale de la mano de este. -Tengo mis trucos bajo la manga-. Dijo y apago la bola antes de que el fuego comenzara a calentar la dañada piel del mago. Sinceramente no quería recordar el olor a carne humana quemada, no le traían buenos recuerdos y bastaba ya la herida para recordar su última aventura en los muelles.
El posadero trato de disimular el asombro y en parte temor, tal vez porque no acostumbraba la visita de muchos brujos por la zona o porque había escuchado los rumores de lo ocurrido en los muelles. En tal caso, el brujo también disimulaba el ligero dolor que le provocaba usar esa mano y mantenía una expresión mucho más sería y fría que antes. Lo cierto es que sus últimas aventuras habían ayudado al mago para fortalecer su temple. -Bien, pueden irse...-. Y con esto el posadero les dio la información que necesitaban para llegar a la granja anunciada en la nota.
Camino al carro aprovecho de presentarse con su nuevo compañero de viaje. -Kendovlah, por cierto. Puedo notar que tienes una espada de lo más curiosa, si alguna vez necesitas afilarla puedes pasarte a mi taller. La forja Tensai, en Beltrexus-. A decir verdad, las presentaciones se le daban fatal y estaba claro que sus intenciones era aprender más sobre el material usado para forjarla, de ser posible también empuñarla. Después de todo como estudioso de la magia cualquier oportunidad de aprender para Kendo era de lo más valiosa aunque no se tratase de magia o de su madre.
El camino de la posada a la granja del tal Enrique por fortuna no había sido muy largo. Al menos el bárbaro podía caminar hasta ahí tambaleándose de vez en cuanto sin la necesidad de que el mago le ayudase y dudaba que este fuera a aceptar tal ayuda. El cargamento y los cinco carros ya estaban listos para partir a las afueras del recinto, aunque solo los granjeros locales se encontraban haciendo guardia. El mago se puso a estudiar la situación. Si tan solo ellos dos iban a ser los encargados de la seguridad de tal cargamento, iba a ser necesario tener visión de todos los alrededores. Había mucho campo que cubrir y ciertamente no estaba muy seguro de que tanto podía hacer su nuevo colega en aquel estado.
-Lo complicado será que no dañen el encargo. Estaría bien saber los puntos en que los bandidos han atacado antes, quizás podamos pillarlos por sorpresa-. Pensó el brujo en voz alta, aunque dudaba que todo lo que se estuviese planteando fuese a resultar o siquiera bienvenido por su compañero.
Kendovlah
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Re: Borrachera precoz [Trabajo]
Cuando el tabernero sale espetando amenazas, Kosir siente la necesidad de blandir su mandoble para hacer respetar su honor. Afortunadamente para el exterior molesto, está demasiado ebrio de momento.
Antes de siquiera poder generar el primer insulto tribal pertinente, el personaje de la túnica se interpone entre los dos individuos de carácter fuerte. Usando la palabra no solo evita que el problema escale, sino que además le consigue un empleo a Kosir.
El muchacho pone una mueca de asombro al ver que el dueño del local accede, sin duda en el exterior se puede ganar mucho con una lengua diestra y afilada… senda que no puede ser más diferente que la tomada por el chico.
Con la promesa de trabajo, el pelirrojo sigue de cerca a su compañero. Vale destacar que se tambalea como un barril cuesta abajo pero siempre evita caerse en el último momento, en cierto modo una escena hilarante.
Kosir, habitante de bosque negro y “su rostro se enseria” antiguo brumoso.
Obviamente una vez esta ebrio sus sentimientos sobre el exilio se vuelven más viscerales, solo cuando la bebida cala en su ser es que siente realmente la necesidad de derramar lagrima por su penosa situación aunque siempre se contiene. Podrá ser un exiliado pero sigue siendo duro, solo los duros sobreviven en su hogar y pese a todo pronóstico sigue bastante vivo.
Kaiju no necesita filo “dice empuñando su espada con una mano como si no pesara nada” es perfecta.
Luego de hacer un par de maromas que casi salen mal en varias oportunidades, vuelve a guardar su arma. Solo los habitantes de bosque negro hacen armas de hueso tan grandes y para eso requieren de un elemento nativo especial.
Bellcruz… “niega con la cabeza para quitarse un mareo” ¿Dónde queda?, ¿Cuantos días a caminata?
Eventualmente llegan al sitio destino, allí les espera una nutrida carreta de licor. Por motivos obvios el joven guerrero siente la necesidad de abrir un barril y continuar con su borrachera pero se contiene, seguir ese camino nunca acaba bien.
Nadie en su sano juicio atacaría “se tambalea tan fuerte que debe agarrarse del brazo de Kendovlah para no caer” la bebida, si atacan vendrán por nosotros… puedes usar tu lengua con los granjeros, quizás te digan algo “importante” “dice esto último formando comillas irónicas con los dedos”.
Antes de siquiera poder generar el primer insulto tribal pertinente, el personaje de la túnica se interpone entre los dos individuos de carácter fuerte. Usando la palabra no solo evita que el problema escale, sino que además le consigue un empleo a Kosir.
El muchacho pone una mueca de asombro al ver que el dueño del local accede, sin duda en el exterior se puede ganar mucho con una lengua diestra y afilada… senda que no puede ser más diferente que la tomada por el chico.
Con la promesa de trabajo, el pelirrojo sigue de cerca a su compañero. Vale destacar que se tambalea como un barril cuesta abajo pero siempre evita caerse en el último momento, en cierto modo una escena hilarante.
Kosir, habitante de bosque negro y “su rostro se enseria” antiguo brumoso.
Obviamente una vez esta ebrio sus sentimientos sobre el exilio se vuelven más viscerales, solo cuando la bebida cala en su ser es que siente realmente la necesidad de derramar lagrima por su penosa situación aunque siempre se contiene. Podrá ser un exiliado pero sigue siendo duro, solo los duros sobreviven en su hogar y pese a todo pronóstico sigue bastante vivo.
Kaiju no necesita filo “dice empuñando su espada con una mano como si no pesara nada” es perfecta.
Luego de hacer un par de maromas que casi salen mal en varias oportunidades, vuelve a guardar su arma. Solo los habitantes de bosque negro hacen armas de hueso tan grandes y para eso requieren de un elemento nativo especial.
Bellcruz… “niega con la cabeza para quitarse un mareo” ¿Dónde queda?, ¿Cuantos días a caminata?
Eventualmente llegan al sitio destino, allí les espera una nutrida carreta de licor. Por motivos obvios el joven guerrero siente la necesidad de abrir un barril y continuar con su borrachera pero se contiene, seguir ese camino nunca acaba bien.
Nadie en su sano juicio atacaría “se tambalea tan fuerte que debe agarrarse del brazo de Kendovlah para no caer” la bebida, si atacan vendrán por nosotros… puedes usar tu lengua con los granjeros, quizás te digan algo “importante” “dice esto último formando comillas irónicas con los dedos”.
Kosir
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Re: Borrachera precoz [Trabajo]
Kendo no pudo hacer más que resignarse ante la negativa de su nuevo compañero Kosir. Una verdadera lástima y cosa curiosa era para el mago dejar pasar una oportunidad de obtener más conocimiento.
Le hacía gracia a la vez que admiraba la tenacidad y convicción del muchacho, a simple vista se notaba mejor entrenado que el mago al menos físicamente. Su resistencia a la resaca a tan temprana edad era sin duda motivo de elogio, pero esto era algo que al joven mago no le agradaba para nada. Había comprobado en varias ocasiones y a temprana edad que darse cuenta uno mismo de sus mejoras era el motor suficiente que uno necesitaba para seguir adelante.
Las palabras de este sin embargo le causaron gracia, claro ningún ebrio en su sano juicio atacaría la bebida, pero estaban hablando de bandidos desesperados que no tenían nada que perder y muchos aeros que ganar. -¿Te parece? Vayamos solos o con los granjeros notarán que nuestro trabajo es proteger el encargo, reducir nuestra paga por dañarlo sería motivo suficiente. No planeo perder ni una sola moneda por eso-. Dijo casi convencido, lo cierto es que no sabía a ciencia correcta de que clase de bandidos se enfrentarían, pero lo que había leído de estos era que la mayoría actuaban de forma similar. Ciertamente no era como enfrentar piratas, estos podrían tomarse la bebida mientras peleaban a muerte y a penas tambalearse. Ya conocía muy bien lo bueno que eran estos para el alcohol y la mentalidad similar que tenían con el joven bárbaro.
Llegaron donde los granjeros y estos prepararon lo que tuviesen a mano para defenderse. Rastrillos, horcas, palas. En fin... Salió de forma tan natural que el mago llego a imaginar el problema con los bandidos más grave de lo anunciado en la nota de trabajo.
Kendovlah por su parte hizo algo de esfuerzo para no caerse por el súbito agarrón por parte de su compañero, era sabido que la fuerza bruta no era lo suyo. La mano buena del mago se poso sobre el mango de su arma, aunque permaneció tranquilo. -Señores, por favor bajen las armas. Mi compañero Kosir y su servidor Kendovlah venimos por el trabajo de escolta-. Dijo en tono calmado aunque alerta. En sus anteriores aventuras había podido comprobar que Aerandir no era un lugar en el que uno podía bajar la guardia, incluso en su propia casa.
Se llevo la mano a la boca haciendo un ademán de reflexión y asintió una vez elegida las palabras. -Si fueran tan amables nos gustaría saber más detalles. Como las veces y los lugares donde han sido atacados. De ser posible también había pensado que sería bueno para no levantar sospechas hacernos pasar por campesinos-. Dijo tratando de llamar a la calma y la reflexión, con la mano como la tenía sabía que tenía que elegir entre su magia o su arma, además no era necesario provocar peleas inútiles y su Kosir también necesitaba tiempo para... -Ah lo olvidaba, mi compañero se paso un poco de copas, ¿serían tan amables de ayudarlo con la resaca? Estoy seguro de que así nos será de más ayuda-. Agregó aunque no estaba seguro del todo, probablemente ya habían arruinado la primera impresión. Después de todo eran un niño ebrio que apenas cumplía la mayoría de edad y un mago herido que físicamente no prometía nada para el trabajo. Ahora que Kendovlah pensaba en esto, ya podía ver venir las risas de los granjeros.
Le hacía gracia a la vez que admiraba la tenacidad y convicción del muchacho, a simple vista se notaba mejor entrenado que el mago al menos físicamente. Su resistencia a la resaca a tan temprana edad era sin duda motivo de elogio, pero esto era algo que al joven mago no le agradaba para nada. Había comprobado en varias ocasiones y a temprana edad que darse cuenta uno mismo de sus mejoras era el motor suficiente que uno necesitaba para seguir adelante.
Las palabras de este sin embargo le causaron gracia, claro ningún ebrio en su sano juicio atacaría la bebida, pero estaban hablando de bandidos desesperados que no tenían nada que perder y muchos aeros que ganar. -¿Te parece? Vayamos solos o con los granjeros notarán que nuestro trabajo es proteger el encargo, reducir nuestra paga por dañarlo sería motivo suficiente. No planeo perder ni una sola moneda por eso-. Dijo casi convencido, lo cierto es que no sabía a ciencia correcta de que clase de bandidos se enfrentarían, pero lo que había leído de estos era que la mayoría actuaban de forma similar. Ciertamente no era como enfrentar piratas, estos podrían tomarse la bebida mientras peleaban a muerte y a penas tambalearse. Ya conocía muy bien lo bueno que eran estos para el alcohol y la mentalidad similar que tenían con el joven bárbaro.
Llegaron donde los granjeros y estos prepararon lo que tuviesen a mano para defenderse. Rastrillos, horcas, palas. En fin... Salió de forma tan natural que el mago llego a imaginar el problema con los bandidos más grave de lo anunciado en la nota de trabajo.
Kendovlah por su parte hizo algo de esfuerzo para no caerse por el súbito agarrón por parte de su compañero, era sabido que la fuerza bruta no era lo suyo. La mano buena del mago se poso sobre el mango de su arma, aunque permaneció tranquilo. -Señores, por favor bajen las armas. Mi compañero Kosir y su servidor Kendovlah venimos por el trabajo de escolta-. Dijo en tono calmado aunque alerta. En sus anteriores aventuras había podido comprobar que Aerandir no era un lugar en el que uno podía bajar la guardia, incluso en su propia casa.
Se llevo la mano a la boca haciendo un ademán de reflexión y asintió una vez elegida las palabras. -Si fueran tan amables nos gustaría saber más detalles. Como las veces y los lugares donde han sido atacados. De ser posible también había pensado que sería bueno para no levantar sospechas hacernos pasar por campesinos-. Dijo tratando de llamar a la calma y la reflexión, con la mano como la tenía sabía que tenía que elegir entre su magia o su arma, además no era necesario provocar peleas inútiles y su Kosir también necesitaba tiempo para... -Ah lo olvidaba, mi compañero se paso un poco de copas, ¿serían tan amables de ayudarlo con la resaca? Estoy seguro de que así nos será de más ayuda-. Agregó aunque no estaba seguro del todo, probablemente ya habían arruinado la primera impresión. Después de todo eran un niño ebrio que apenas cumplía la mayoría de edad y un mago herido que físicamente no prometía nada para el trabajo. Ahora que Kendovlah pensaba en esto, ya podía ver venir las risas de los granjeros.
Kendovlah
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Re: Borrachera precoz [Trabajo]
Lo cierto es que Kosir se pierde con las primeras palabras de Kendovlah, está demasiado intoxicado como para entender de bandos… incluso con pleno uso de sus facultades no suele tener tales cosas en mente.
Tan solo dime a quien hay que decapitar jajajaja.
El chico bárbaro suele generar más temor con sus palabras pero ahora mismo parece bufón, no puede ni mantenerse erguido sin tambalearse y su rostro no se decide por cual mueca adoptar. Suerte que es un exiliado o tendría que enfrentar correctivo por su espectáculo.
Terminan frente a un grupo de granjeros armados, la escena hace que el pelirrojo estalle en una carcajada burlesca. Ciertamente no son defensores muy peligrosos que digamos, con razón los roban a cada oportunidad.
¿No es un poco tarde para “eructa” ir a trabajar la tierra? “se ríe con la boca cerrada”.
Los personajes no se toman muy bien la personalidad del joven pero muestran más miedo que odio, en su mente aun no comprenden si las personas que tienen delante son el apoyo o los mismos ladrones fingiendo.
Al final es Kendovlah quien nuevamente pone todo en armonía, sus palabras calman a los granjeros y evitan una inminente turba… bueno, sus palabras y la repentina caída del salvaje quien hace maromas por dos minutos para ponerse de pie otra vez.
¡¡A quien llamas ebrio!! Estoy en pleno uso de mis… ¿Facultades?, esa es una bonita palabra “aplaude para sí mismo tres veces”.
Ya sea por ganas de vengarse o porque realmente tienen experiencia en el tema de la resaca, los granjeros se lanzan sobre Kosir. Este no tarda en responder con violencia pero el único golpe que puede dispensar termina noqueando a un caballo desafortunado.
¡¡Atrás cobardes!! “dice mientras lo sujetan” ¡¡Usen sus filos!!
Una vez inmovilizan al bárbaro, sus insultos se vuelven más ininteligibles. Lo más extraño ocurre segundos después cuando algunas lágrimas escapan de sus ojos, por obvias razones no es algo que acostumbre.
Padre idiota “solloza” ¡¡No tienes las bolas de matarme tu mismo!!
Eventualmente obligan al muchacho a tomar una bebida extraña y contra todo pensamiento seguro le sueltan, dicho personaje abre los ojos de par en par e inicia una carrera que termina con su cabeza estrellándose en la carreta… al final acaba decorando el suelo.
Se despertara en media hora completamente sobrio, nunca falla.
Tan solo dime a quien hay que decapitar jajajaja.
El chico bárbaro suele generar más temor con sus palabras pero ahora mismo parece bufón, no puede ni mantenerse erguido sin tambalearse y su rostro no se decide por cual mueca adoptar. Suerte que es un exiliado o tendría que enfrentar correctivo por su espectáculo.
Terminan frente a un grupo de granjeros armados, la escena hace que el pelirrojo estalle en una carcajada burlesca. Ciertamente no son defensores muy peligrosos que digamos, con razón los roban a cada oportunidad.
¿No es un poco tarde para “eructa” ir a trabajar la tierra? “se ríe con la boca cerrada”.
Los personajes no se toman muy bien la personalidad del joven pero muestran más miedo que odio, en su mente aun no comprenden si las personas que tienen delante son el apoyo o los mismos ladrones fingiendo.
Al final es Kendovlah quien nuevamente pone todo en armonía, sus palabras calman a los granjeros y evitan una inminente turba… bueno, sus palabras y la repentina caída del salvaje quien hace maromas por dos minutos para ponerse de pie otra vez.
¡¡A quien llamas ebrio!! Estoy en pleno uso de mis… ¿Facultades?, esa es una bonita palabra “aplaude para sí mismo tres veces”.
Ya sea por ganas de vengarse o porque realmente tienen experiencia en el tema de la resaca, los granjeros se lanzan sobre Kosir. Este no tarda en responder con violencia pero el único golpe que puede dispensar termina noqueando a un caballo desafortunado.
¡¡Atrás cobardes!! “dice mientras lo sujetan” ¡¡Usen sus filos!!
Una vez inmovilizan al bárbaro, sus insultos se vuelven más ininteligibles. Lo más extraño ocurre segundos después cuando algunas lágrimas escapan de sus ojos, por obvias razones no es algo que acostumbre.
Padre idiota “solloza” ¡¡No tienes las bolas de matarme tu mismo!!
Eventualmente obligan al muchacho a tomar una bebida extraña y contra todo pensamiento seguro le sueltan, dicho personaje abre los ojos de par en par e inicia una carrera que termina con su cabeza estrellándose en la carreta… al final acaba decorando el suelo.
Se despertara en media hora completamente sobrio, nunca falla.
Kosir
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Re: Borrachera precoz [Trabajo]
Kendovlah observo el pequeño espectáculo de Kosir casi sintiendo la necesidad de cubrirse el rostro y que le tragará la tierra. No sabía ni quería comprender entonces como eran criados los niños en la tierra natal del bárbaro, pero le sorprendió la fuerza que tenía este al noquear un caballo de tan solo un golpe. Lo curioso es que llegó a sentir cierta empatía con el muchacho cuando mencionó a su padre. No podía llegar a entenderlo de todo pero si se sentiría mal el mismo llegando a odiar a su difunto padre, quizás a esas alturas más que a su madre.
Mientras Kosir dormía lograron hacer los preparativos en media hora. Fue difícil para el mago deajar atrás la vergüenza y dejar de sentirse idiota por elegir al primer bárbaro que se le cruzó en el camino para llevar a cabo aquella misión pero trabajo era trabajo y había que hacerlo.
Las cinco carrozas habían sido preparadas y sobre las vestimentas de ambos pudieron conseguir trapos de granjeros para pasar como tales. A Kendovlah le hacía gracia el sombrero de paja que le habían regalado, casi como sacado de otro cuento, pero le permitía ocultar la vergüenza que le daba al recordar la escena de Kosir. Tomo las riendas del primer caballo y comenzó a guiarlo. Los granjeros acompañaron al grupo hasta los limites del bosque y la granja. No querían volver a ser atacados y solo cuatro acompañaron a los aventureros. Uno bastante joven, quería asegurarse de que el cargamento llegará a salvo. Se trataba de un joven desconfiado de los extraños, aparentemente de la misma edad que Kosir quien descansaba sobre el caballo que guiaba el mago. Los otros tres granjeros y el joven ayudaban a guiar al resto marchando en caravana por el camino principal del bosque.
El joven mago y herrero avanzaba atento a las señales que pudiese encontrar en el camino. A unos diez metros podía divisar los restos de una antigua caravana. No quedaban señales de la bebida, solo de una destruida carroza que había quedado tirada.
-A partir de ahí es donde comienzan los ataques, espero que tu amigo sepa diferenciar granjeros de bandidos-. Dijo el joven señalando la carroza destruida. El sol anunciaba ya el medio día y el bosque daba poco refugio de un posible ataque debido a la estación del año. Kendovlah deseó lo mismo que el joven, pues no quería recibir un golpe capaz de derribar un caballo adulto.
El brujo solo asintió con la cabeza, no quería levantar sospechas si es que los bandidos ya los estuviesen vigilando. El factor sorpresa era crucial en campo abierto.
Al llegar junto a la carroza destruida, el mago se detuvo dándole las riendas del caballo al joven granjero. Quería inspeccionar mejor el camino, nada aparte del paisaje delataba la presencia de posibles atacantes y aquello no le gustaba. Parecía ser que aquellos bandidos eran más inteligentes que el promedio y eso sería un problema mayor para la caravana. Tampoco quería decir nada más al respecto por temor a alterar a su compañero y provocar una pelea innecesaria con los granjeros. Debía ser más inteligente que ambos bandos o el trabajo fallaría naturalmente.
Mientras Kosir dormía lograron hacer los preparativos en media hora. Fue difícil para el mago deajar atrás la vergüenza y dejar de sentirse idiota por elegir al primer bárbaro que se le cruzó en el camino para llevar a cabo aquella misión pero trabajo era trabajo y había que hacerlo.
Las cinco carrozas habían sido preparadas y sobre las vestimentas de ambos pudieron conseguir trapos de granjeros para pasar como tales. A Kendovlah le hacía gracia el sombrero de paja que le habían regalado, casi como sacado de otro cuento, pero le permitía ocultar la vergüenza que le daba al recordar la escena de Kosir. Tomo las riendas del primer caballo y comenzó a guiarlo. Los granjeros acompañaron al grupo hasta los limites del bosque y la granja. No querían volver a ser atacados y solo cuatro acompañaron a los aventureros. Uno bastante joven, quería asegurarse de que el cargamento llegará a salvo. Se trataba de un joven desconfiado de los extraños, aparentemente de la misma edad que Kosir quien descansaba sobre el caballo que guiaba el mago. Los otros tres granjeros y el joven ayudaban a guiar al resto marchando en caravana por el camino principal del bosque.
El joven mago y herrero avanzaba atento a las señales que pudiese encontrar en el camino. A unos diez metros podía divisar los restos de una antigua caravana. No quedaban señales de la bebida, solo de una destruida carroza que había quedado tirada.
-A partir de ahí es donde comienzan los ataques, espero que tu amigo sepa diferenciar granjeros de bandidos-. Dijo el joven señalando la carroza destruida. El sol anunciaba ya el medio día y el bosque daba poco refugio de un posible ataque debido a la estación del año. Kendovlah deseó lo mismo que el joven, pues no quería recibir un golpe capaz de derribar un caballo adulto.
El brujo solo asintió con la cabeza, no quería levantar sospechas si es que los bandidos ya los estuviesen vigilando. El factor sorpresa era crucial en campo abierto.
Al llegar junto a la carroza destruida, el mago se detuvo dándole las riendas del caballo al joven granjero. Quería inspeccionar mejor el camino, nada aparte del paisaje delataba la presencia de posibles atacantes y aquello no le gustaba. Parecía ser que aquellos bandidos eran más inteligentes que el promedio y eso sería un problema mayor para la caravana. Tampoco quería decir nada más al respecto por temor a alterar a su compañero y provocar una pelea innecesaria con los granjeros. Debía ser más inteligente que ambos bandos o el trabajo fallaría naturalmente.
Kendovlah
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Re: Borrachera precoz [Trabajo]
Mientras duerme, Kosir tiene extraños sueños. Ya sea por la bebida, el golpe o la cosa que le dieron… se sumerge en un curioso universo visceral que no hace más que generarle escalofríos terribles.
Nada tan normal para el salvaje como demonios o batallas carniceras llenas de dolor, esas temáticas lo hubieran divertido mas bien. Los dioses le reservan esta vez un panorama bastante desagradable.
Se ve a sí mismo con un traje pomposo, moviendo papeles de un lado a otro en lo que parece alguna institución administrativa exterior. Las horas se vuelven días y luego semanas pero el tedioso trabajo no cambia su rutina, simplemente leer, acomodar y firmar papeles.
La horrible y larga visión finalmente termina luego de lo que parece una eternidad, el chico se despierta agitado descubriéndose a sí mismo en una carreta móvil. No tarda mucho en ser recibido por un poderoso dolor de cabeza.
Lo cierto es que los granjeros tenían razón, la borrachera paso a segundo plano sorprendentemente rápido… ojala se pudiera decir lo mismo de la resaca pero a caballo regalado mejor no verle la dentadura.
A medida que recobra el conocimiento pleno, Kosir nota que tiene encima un sobretodo de granjero que hace juego con el ridículo sombrero en su cabeza. Afortunadamente contiene las ganas de quitarse todo y es que su aliado lleva prendas similares.
Discreción… táctica de cobardes.
Masculla para sí mismo, decide no tirar al suelo la estrategia por simple honor bárbaro… luego del penoso espectáculo que hizo es el camino más aceptable. De todas formas su sed de sangre interna le dice que tendrán pelea en esta gesta.
Disminuye la velocidad, para ese entonces el pelirrojo ya está sentado en el carro. Ha logrado enumerar la “sorprendente fuerza armada” que les acompaña, basta con decir que los granjeros son afortunados de tener al chico guerrero entre sus filas.
La velocidad de desplazamiento baja aún más, una medida estratégica ya que tienen los restos de otra caravana a punto de contacto. No es un panorama alentador y se nota el miedo entre los voluntarios.
Kendovlah se adelanta para revisar el camino, parece una buena jugada pero el tribal nota algo. Se apresura entonces a tomar el arma que tiene el joven granjero de su carreta en el cinto y la arroja justo frente al vanguardia.
“El muchacho hace un gesto de silencio cuando los ojos se posan en su persona”.
Con todos los elementos de la caravana detenidos, Kosir avanza al sitio de su colega laboral más directo. Le pasa de largo avanzando varios pasos, una vez en el lugar deseado se agacha para luego señalar cierta cuerdita discreta a ras de suelo.
“Señala los laterales y luego hace una simulación vistosa de ruido sin emitir sonido o palabra”.
Nada tan normal para el salvaje como demonios o batallas carniceras llenas de dolor, esas temáticas lo hubieran divertido mas bien. Los dioses le reservan esta vez un panorama bastante desagradable.
Se ve a sí mismo con un traje pomposo, moviendo papeles de un lado a otro en lo que parece alguna institución administrativa exterior. Las horas se vuelven días y luego semanas pero el tedioso trabajo no cambia su rutina, simplemente leer, acomodar y firmar papeles.
La horrible y larga visión finalmente termina luego de lo que parece una eternidad, el chico se despierta agitado descubriéndose a sí mismo en una carreta móvil. No tarda mucho en ser recibido por un poderoso dolor de cabeza.
Lo cierto es que los granjeros tenían razón, la borrachera paso a segundo plano sorprendentemente rápido… ojala se pudiera decir lo mismo de la resaca pero a caballo regalado mejor no verle la dentadura.
A medida que recobra el conocimiento pleno, Kosir nota que tiene encima un sobretodo de granjero que hace juego con el ridículo sombrero en su cabeza. Afortunadamente contiene las ganas de quitarse todo y es que su aliado lleva prendas similares.
Discreción… táctica de cobardes.
Masculla para sí mismo, decide no tirar al suelo la estrategia por simple honor bárbaro… luego del penoso espectáculo que hizo es el camino más aceptable. De todas formas su sed de sangre interna le dice que tendrán pelea en esta gesta.
Disminuye la velocidad, para ese entonces el pelirrojo ya está sentado en el carro. Ha logrado enumerar la “sorprendente fuerza armada” que les acompaña, basta con decir que los granjeros son afortunados de tener al chico guerrero entre sus filas.
La velocidad de desplazamiento baja aún más, una medida estratégica ya que tienen los restos de otra caravana a punto de contacto. No es un panorama alentador y se nota el miedo entre los voluntarios.
Kendovlah se adelanta para revisar el camino, parece una buena jugada pero el tribal nota algo. Se apresura entonces a tomar el arma que tiene el joven granjero de su carreta en el cinto y la arroja justo frente al vanguardia.
“El muchacho hace un gesto de silencio cuando los ojos se posan en su persona”.
Con todos los elementos de la caravana detenidos, Kosir avanza al sitio de su colega laboral más directo. Le pasa de largo avanzando varios pasos, una vez en el lugar deseado se agacha para luego señalar cierta cuerdita discreta a ras de suelo.
“Señala los laterales y luego hace una simulación vistosa de ruido sin emitir sonido o palabra”.
Kosir
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Re: Borrachera precoz [Trabajo]
Pudo notar que Kosir por fin despertaba de la resaca y comprobar que sus movimientos lo delataban mucho más sobrio. Decidió permanecer en silencio al notar como este se adelantaba y se agacha a un costado de los caminos. Al principio no pudo notar que había causado la reacción del joven bárbaro, pero luego de agudizar la vista y acercarse unos pasos pudo ver la cuerda trampa sobre el suelo. Acto seguido el brujo también se agacha. Las señas del bárbaro para sorpresa del hechicero, alertan a los granjeros y estos acuden a esconderse entre los arbustos.
Estaba todo demasiado tranquilo y en el camino actual solo se veía el humano y el brujo. Detrás las carrozas con sus respectivos caballos.
La mente del brujo comenzó a funcionar aceleradamente como de costumbre, tenía que ver la forma de detectar a los bandidos antes que ellos los detecten. Admitió para si mismo que la jugada de su compañero fue bastante inteligente. Le hizo una seña a este para que se escondiera a un costado mientras que el brujo se escondía al contrario.
Estiro su mano y concentró su magia para hacer levitar un tablón de madera no muy grande de la carroza destruida y comenzó a moverla. Cualquiera que pasará por el camino juraría que se trataba de un alma en pena, pero el mago sabía o más bien esperaba que el enemigo saltará ante la primera señal de movimiento.
Movió el tablón de un lado a otro, pero no hubo respuesta alguna. Al comprobar que el enemigo no tenía visual o era inteligente, decidió no gastar más reservas y mando la madera a chocar contra el tronco de un árbol, que luego se dejo caer sobre hojas y ramas secas aumentando el sonido. Si no reaccionaban con eso aumentaría mucho más la dificultad de avance, pues tendrían que prepararse para una emboscada en cualquier momento.
Estaba todo demasiado tranquilo y en el camino actual solo se veía el humano y el brujo. Detrás las carrozas con sus respectivos caballos.
La mente del brujo comenzó a funcionar aceleradamente como de costumbre, tenía que ver la forma de detectar a los bandidos antes que ellos los detecten. Admitió para si mismo que la jugada de su compañero fue bastante inteligente. Le hizo una seña a este para que se escondiera a un costado mientras que el brujo se escondía al contrario.
Estiro su mano y concentró su magia para hacer levitar un tablón de madera no muy grande de la carroza destruida y comenzó a moverla. Cualquiera que pasará por el camino juraría que se trataba de un alma en pena, pero el mago sabía o más bien esperaba que el enemigo saltará ante la primera señal de movimiento.
Movió el tablón de un lado a otro, pero no hubo respuesta alguna. Al comprobar que el enemigo no tenía visual o era inteligente, decidió no gastar más reservas y mando la madera a chocar contra el tronco de un árbol, que luego se dejo caer sobre hojas y ramas secas aumentando el sonido. Si no reaccionaban con eso aumentaría mucho más la dificultad de avance, pues tendrían que prepararse para una emboscada en cualquier momento.
Kendovlah
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Re: Borrachera precoz [Trabajo]
La lógica del muchacho es asimilada enseguida por su compañero, nada mal para un exterior frágil. Lo cierto es que Kosir puede ser bastante táctico si la situación lo requiere, incluso en bosque negro con su cultura de diversión guerrera saben cuándo ponerse serios.
El de la túnica naranja planea entonces una contramedida a la trampa, usarla en contra de sus dueños. En cierto modo resulta bastante justo incluso para el chico tribal, después de todo es una probada de su propia medicina para cobardes que recurren a estrategias tan rastreras.
Con los elementos en posición, inicia la treta. Vale destacar que el pelirrojo se sorprende bastante por la escena del madero flotante, al final termina por entender que su acompañante es uno de los numerosos chamanes del exterior.
Cuando se interactúa con la cuerda, Kosir espera atento cualquier señal de ataque para responder… esto no ocurre. Al final el propio Kendovlah pierde la paciencia y arroja el despojo contra un árbol.
Mostrando cierta decepción, el salvaje se prepara para abandonar su cobertura, entonces un ruido raro tiene lugar. Cuerdas moviéndose a una velocidad sorprendente por poleas ocultas hasta que cumplen su función.
Un sonido de campanas tiene lugar y retumba por todo el camino, especialmente en las zonas colmadas por follaje. Parece que accionaron un mecanismo de alerta bastante ruidoso… mala señal sin duda.
El chico vuelve a su escondite pues nota movimiento, múltiples enemigos se acercan sin ocultar un mínimo su posición. Pronto comienza el ruido de armas chocando contra escudos, quieren causar miedo en su presa.
Cierta sonrisa maliciosa se forma en el joven bárbaro, tal escena le divierte. Si planean asustar a un habitante de bosque negro, más les vale comenzar a abrir los nueve infiernos a ver si tienen suerte con los demonios de su lado.
Por desgracia no se puede pedir que un granjero tenga el mismo valor, comienzan a flaquear. Solo el joven de edad contemporánea con el tribal mantiene una compostura combativa, temeroso pero dispuesto a pelear.
Los “guerreros” se acercan y Kosir desenfunda su mandoble, ya puede sentir el golpe mortal que ejecutara a la primera. Debe esperar el mejor momento para quedar rodeado de hostiles confusos y comenzar a dispensar tajos.
El de la túnica naranja planea entonces una contramedida a la trampa, usarla en contra de sus dueños. En cierto modo resulta bastante justo incluso para el chico tribal, después de todo es una probada de su propia medicina para cobardes que recurren a estrategias tan rastreras.
Con los elementos en posición, inicia la treta. Vale destacar que el pelirrojo se sorprende bastante por la escena del madero flotante, al final termina por entender que su acompañante es uno de los numerosos chamanes del exterior.
Cuando se interactúa con la cuerda, Kosir espera atento cualquier señal de ataque para responder… esto no ocurre. Al final el propio Kendovlah pierde la paciencia y arroja el despojo contra un árbol.
Mostrando cierta decepción, el salvaje se prepara para abandonar su cobertura, entonces un ruido raro tiene lugar. Cuerdas moviéndose a una velocidad sorprendente por poleas ocultas hasta que cumplen su función.
Un sonido de campanas tiene lugar y retumba por todo el camino, especialmente en las zonas colmadas por follaje. Parece que accionaron un mecanismo de alerta bastante ruidoso… mala señal sin duda.
El chico vuelve a su escondite pues nota movimiento, múltiples enemigos se acercan sin ocultar un mínimo su posición. Pronto comienza el ruido de armas chocando contra escudos, quieren causar miedo en su presa.
Cierta sonrisa maliciosa se forma en el joven bárbaro, tal escena le divierte. Si planean asustar a un habitante de bosque negro, más les vale comenzar a abrir los nueve infiernos a ver si tienen suerte con los demonios de su lado.
Por desgracia no se puede pedir que un granjero tenga el mismo valor, comienzan a flaquear. Solo el joven de edad contemporánea con el tribal mantiene una compostura combativa, temeroso pero dispuesto a pelear.
Los “guerreros” se acercan y Kosir desenfunda su mandoble, ya puede sentir el golpe mortal que ejecutara a la primera. Debe esperar el mejor momento para quedar rodeado de hostiles confusos y comenzar a dispensar tajos.
Kosir
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Re: Borrachera precoz [Trabajo]
Después de todo si había dado en el blanco. Los ruidos de maza y escudo comienzan a escucharse, aproximándose hacía donde estaban el túnica naranja y el pelirrojo. Con el tiempo se podrían ver tres bandidos con armaduras de acero, dos con maza y escudo, el otro portando un mandoble de acero. Tras de estos dos arqueros manteniendo distancia*. -¡Ja! Los pobres se asustaron y dejaron un cargamento más grande, el jefe nos pagará bien esta-. Pudo escucharse decir al del mandoble. Doblaban en edad a Kosir y ciertamente se veían mucho más temerarios que este.
Sin embargo, el joven mago ya tenía una estrategia planificada y con la poca experiencia en batalla contaba que serviría al menos para pasar la primera dificultad sin mayores daños. El factor sorpresa era crucial y contaban con dos; la fuerza sobrenatural del pelirrojo y la astucia del brujo quien con anterioridad había preparado un pergamino explosivo menor.
Evaluó bien quienes podrían dar mayor problema y apostó por los arqueros, se la habían jugado difícil anteriormente y esta vez no les iba a dar oportunidad. Soltó la cuerda que amarraba el pergamino y lo arrojó abriéndose en la cara de los dos arqueros**. La explosión no era la deseada, pero sirvió para dañar la visión de los dos y alertar a los tres guerreros. Kendovlah por su parte no perdió tiempo y activo su habilidad de ascuas, las llamas fueron a parar directamente a los arqueros en la cara quienes comenzaron a correr alejándose del lugar con el rostro quemado y tambaleándose por la perdida de visión. -¡Eso les enseñará!-. Gritó orgulloso y levantándose. Grave error pues había delatado torpemente su ubicación y ahora era presa fácil. Empuño su espada siendo la única arma que le quedaba a su disposición. -Señores, creo que están en problemas-. Dijo apuntando hacía donde se escondía Kosir, sujetando su sombrero de paja y esperando que este ya estuviera listo para atacar al tiempo que los torpes bandidos caían en la treta y se daban vuelta.
En cierta manera la situación le hacía gracia al mago. No era para nada un guerrero pero dicen que la magia nació para la guerra y así lo había comprobado en sus anteriores aventuras. Se estaba en cierto modo volviendo un adicto a la aventura más que al estudio de la magia. Suerte que ya no estaba su madre presente para regañarle por aquel pensamiento.
----
Off:
* : Primera complicación del trabajo.
**: Uso de profesión arcanos (pergamino explosivo menor).
Sin embargo, el joven mago ya tenía una estrategia planificada y con la poca experiencia en batalla contaba que serviría al menos para pasar la primera dificultad sin mayores daños. El factor sorpresa era crucial y contaban con dos; la fuerza sobrenatural del pelirrojo y la astucia del brujo quien con anterioridad había preparado un pergamino explosivo menor.
Evaluó bien quienes podrían dar mayor problema y apostó por los arqueros, se la habían jugado difícil anteriormente y esta vez no les iba a dar oportunidad. Soltó la cuerda que amarraba el pergamino y lo arrojó abriéndose en la cara de los dos arqueros**. La explosión no era la deseada, pero sirvió para dañar la visión de los dos y alertar a los tres guerreros. Kendovlah por su parte no perdió tiempo y activo su habilidad de ascuas, las llamas fueron a parar directamente a los arqueros en la cara quienes comenzaron a correr alejándose del lugar con el rostro quemado y tambaleándose por la perdida de visión. -¡Eso les enseñará!-. Gritó orgulloso y levantándose. Grave error pues había delatado torpemente su ubicación y ahora era presa fácil. Empuño su espada siendo la única arma que le quedaba a su disposición. -Señores, creo que están en problemas-. Dijo apuntando hacía donde se escondía Kosir, sujetando su sombrero de paja y esperando que este ya estuviera listo para atacar al tiempo que los torpes bandidos caían en la treta y se daban vuelta.
En cierta manera la situación le hacía gracia al mago. No era para nada un guerrero pero dicen que la magia nació para la guerra y así lo había comprobado en sus anteriores aventuras. Se estaba en cierto modo volviendo un adicto a la aventura más que al estudio de la magia. Suerte que ya no estaba su madre presente para regañarle por aquel pensamiento.
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* : Primera complicación del trabajo.
**: Uso de profesión arcanos (pergamino explosivo menor).
Kendovlah
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Re: Borrachera precoz [Trabajo]
Cierta explosión desconcierta al bárbaro, claro que al ver las acciones de Kendovlah vuelve a tranquilizarse. Es solo su chamán predilecto haciendo cosas mágicas… si los exteriores fueran más diferentes ni siquiera serian personas.
Kosir no puede evitar pensar en que esta desventaja ante tales entidades, nunca ha tenido que combatir directamente con fuerzas sobrenaturales de peso. Las escaramuzas menores claramente no cuentan.
Para luchar bien contra un enemigo se debe tener experiencia previa con su estilo de batalla o al menos algo similar, todo guerrero recién destetado sabe eso. En caso contrario la batalla será desventajosa en el mejor de los casos.
Ya el pelirrojo no puede negar que necesita pulirse en cuanto a elementos mágicos, parecen abundar fuera de bosque negro. Es tiempo de pensar seriamente en aprender como sobrellevarles usando a los nativos.
Piensa en todo esto con la adrenalina combativa al máximo mientras el campo de batalla evoluciona, para ese entonces Kendovlah parece haber puesto en retirada a los arqueros aunque llamando la atención del grupo restante.
Claro que el muchacho sabe esto pues sigue todo con pericia guerrera, espera el momento perfecto para arremeter. Que su cobertura sea expuesta por el de la túnica naranja resulta extraño aunque es un camino agradable igual, adelanta las cosas.
Sale en carga rumbo al trio que apenas intenta establecer una guardia conjunta, el salvaje comienza la ofensiva con una patada doble que tumba al suelo a uno de los enlatados. Buen inicio sin duda.
Lo malo de las armaduras pesadas es que restan mucha movilidad, los brumosos saben elaborarlas pero pocos eligen ese camino. Prefieren luchar ligeros y aumentados con sus pociones tribales de batalla.
El pequeño salvaje se pone de pie con una pirueta y lanza tajos al del mandoble, no le toma mucho superar su defensa pues Kaiju es más ligera que cualquier arma de acero. Pobre diablo no tiene oportunidad y al final es incapaz logra bloquear el golpe que le destroza la cabeza.
¡¡Vamos que apenas estoy calentando!!
Dice con una sonrisa homicida, está feliz y eso le agrada. Adora la batalla como todo brumoso, no es una cuestión de mera supervivencia, es gozo. Algo que los exteriores nunca entenderán al nacer en culturas tan recatadas.
Kosir no puede evitar pensar en que esta desventaja ante tales entidades, nunca ha tenido que combatir directamente con fuerzas sobrenaturales de peso. Las escaramuzas menores claramente no cuentan.
Para luchar bien contra un enemigo se debe tener experiencia previa con su estilo de batalla o al menos algo similar, todo guerrero recién destetado sabe eso. En caso contrario la batalla será desventajosa en el mejor de los casos.
Ya el pelirrojo no puede negar que necesita pulirse en cuanto a elementos mágicos, parecen abundar fuera de bosque negro. Es tiempo de pensar seriamente en aprender como sobrellevarles usando a los nativos.
Piensa en todo esto con la adrenalina combativa al máximo mientras el campo de batalla evoluciona, para ese entonces Kendovlah parece haber puesto en retirada a los arqueros aunque llamando la atención del grupo restante.
Claro que el muchacho sabe esto pues sigue todo con pericia guerrera, espera el momento perfecto para arremeter. Que su cobertura sea expuesta por el de la túnica naranja resulta extraño aunque es un camino agradable igual, adelanta las cosas.
Sale en carga rumbo al trio que apenas intenta establecer una guardia conjunta, el salvaje comienza la ofensiva con una patada doble que tumba al suelo a uno de los enlatados. Buen inicio sin duda.
Lo malo de las armaduras pesadas es que restan mucha movilidad, los brumosos saben elaborarlas pero pocos eligen ese camino. Prefieren luchar ligeros y aumentados con sus pociones tribales de batalla.
El pequeño salvaje se pone de pie con una pirueta y lanza tajos al del mandoble, no le toma mucho superar su defensa pues Kaiju es más ligera que cualquier arma de acero. Pobre diablo no tiene oportunidad y al final es incapaz logra bloquear el golpe que le destroza la cabeza.
¡¡Vamos que apenas estoy calentando!!
Dice con una sonrisa homicida, está feliz y eso le agrada. Adora la batalla como todo brumoso, no es una cuestión de mera supervivencia, es gozo. Algo que los exteriores nunca entenderán al nacer en culturas tan recatadas.
Kosir
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Re: Borrachera precoz [Trabajo]
Tras haber comprobado que la treta había resultado exitosa, el túnica naranja empuña su espada de acero como último recurso. Como buen estudioso de la magia sabía que a su nivel necesitaba recargar sus reservas para volver a utilizarla en combate. Kosir resultó ser de mucha ayuda después de todo y ya no se avergonzaba tanto de la escena que dio al comienzo del viaje. Como buen bárbaro parecía estar disfrutando la batalla al noquear al primer guerrero y romper el cráneo del que portaba el mandoble. La escena no era de sus favoritas, pero ya había vivido cosas peores y tenido que matar con su espada con anterioridad. La primera vez siempre es más chocante supuso, pues estaba listo para ayudar como fuese posible.
Aun quedaba otro guerrero que retrocedió sorprendido al ver la fuerza del pelirrojo adolescente. Entonces fue que el mago aprovecha para entrar en batalla lanzando un tajo cruzado. Los movimientos del mago no eran especialmente rápidos con su arma por lo que el guerrero logra bloquearla con el escudo, pero la espada era más rápida que la maza sin duda. El hechicero logra prepararse para la segunda estocada antes que el enemigo levante la pesada maza por lo alto. La espada esta vez se mueve de forma vertical mientras que la maza alcanza a golpear el acero desviando el golpe. El enemigo prepara un ataque con escudo para hacer retroceder al mago, pero este alcanza a esquivarlo por los pelos y sonríe tratando de ocultar el miedo por la dificultad que le estaba generando. -He salido de peores, pero creo que mi amigo no me dará tiempo de demostrarlo-. Dijo esperando que el bárbaro supiera entender la forma en que pedía su ayuda.
Aquello no le hizo nada de gracia al enemigo y arremetió un mazaso con furia, por suerte Kendovlah pudo esquivarlo y vuelve a usar el truco del tablón y la telequinesia para confundir al enemigo quien golpea el tronco con su escudo tirándolo de vuelta al piso, para cuando esto sucede el mago ya se había retirado varios pasos para no estar al alcance de la maza.
-Juguemos un poco, Kosir. ¿Cuánto a que lo mato primero?-. Sonrió en tono burlón. Esta vez apostó por el orgullo del bárbaro al desafiarlo por si este le picaba la curiosidad de ver como se defendía solo. Sabía que no iba a ganar la apuesta pero ciertamente prefería reservar sus fuerzas para futuras complicaciones.
Aun quedaba otro guerrero que retrocedió sorprendido al ver la fuerza del pelirrojo adolescente. Entonces fue que el mago aprovecha para entrar en batalla lanzando un tajo cruzado. Los movimientos del mago no eran especialmente rápidos con su arma por lo que el guerrero logra bloquearla con el escudo, pero la espada era más rápida que la maza sin duda. El hechicero logra prepararse para la segunda estocada antes que el enemigo levante la pesada maza por lo alto. La espada esta vez se mueve de forma vertical mientras que la maza alcanza a golpear el acero desviando el golpe. El enemigo prepara un ataque con escudo para hacer retroceder al mago, pero este alcanza a esquivarlo por los pelos y sonríe tratando de ocultar el miedo por la dificultad que le estaba generando. -He salido de peores, pero creo que mi amigo no me dará tiempo de demostrarlo-. Dijo esperando que el bárbaro supiera entender la forma en que pedía su ayuda.
Aquello no le hizo nada de gracia al enemigo y arremetió un mazaso con furia, por suerte Kendovlah pudo esquivarlo y vuelve a usar el truco del tablón y la telequinesia para confundir al enemigo quien golpea el tronco con su escudo tirándolo de vuelta al piso, para cuando esto sucede el mago ya se había retirado varios pasos para no estar al alcance de la maza.
-Juguemos un poco, Kosir. ¿Cuánto a que lo mato primero?-. Sonrió en tono burlón. Esta vez apostó por el orgullo del bárbaro al desafiarlo por si este le picaba la curiosidad de ver como se defendía solo. Sabía que no iba a ganar la apuesta pero ciertamente prefería reservar sus fuerzas para futuras complicaciones.
Kendovlah
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Re: Borrachera precoz [Trabajo]
El cobarde restante retrocede, está claro que ha subestimado su comida y ahora trata de no morir ahogado. Menuda falta de honor guerrero, debería luchar hasta el último momento y gozar con la muerte.
Kosir suspira, no se puede esperar mucho de exteriores. Al menos mueren bien y de tanto en tanto sirven para un buen combate, en cierto modo cumple la inferior labor que los dioses les encomendaron.
En ese momento interviene Kendovlah, parece que quiere demostrar su valía. Para ser un chamán se desenvuelve bien cuerpo a cuerpo aunque su técnica dista mucho de ser formidable, se nota que la usa como apoyo secundario nada más.
Evita daños y tumba a su rival una vez pero es claro que no podrá finiquitar el combate, debido a esto sus comentarios posteriores son predecibles. El chico bárbaro tendrá que endosarse todas las muertes.
Empuña el mandoble, aunque al principio no tiene mucho ánimo por meterse en un combate singular ajeno, las puntas de su aliado acaban por ponerle de buen humor. Espera el momento oportuno y entonces…
Cuida siempre “dice ya a punto de contacto luego de enterrarle el mandoble entero a su rival” tu espalda.
Un consejo para la próxima vida pues dicho personaje muere rápido, justo cuando Kosir está retirando su arma. Lograron ganar sin mucho esfuerzo, es claro que a pesar de su pericia los bandidos no estaban preparados para contrincantes reales.
Por esperar ovejas encontraron lobos.
Expresa mientras limpia a Kaiju con los ropajes del muerto, eventualmente pega un vistazo alrededor pero no tiene caso, ya no quedan enemigos. Entretenido aunque demasiado rápido, como todo lo exterior.
Todavía nos falta trabajo, ¿No?
Cree recordar que no solo tenían que defender el cargamento, es una misión de entrega. Al pelirrojo le encantaría abrir varios barriles ahora mismo para su disfrute personal pero su moral brumosa se lo impide, acepto el encargo y la palabra vale mucho para él.
Poco a poco los granjeros regresan a sus respectivos carros, no hay heridas en el bando aliado. Incluso el joven labrador que permaneció en el sitio sale ileso, tendrá una buena historia que contar a sus hermanos.
Kosir suspira, no se puede esperar mucho de exteriores. Al menos mueren bien y de tanto en tanto sirven para un buen combate, en cierto modo cumple la inferior labor que los dioses les encomendaron.
En ese momento interviene Kendovlah, parece que quiere demostrar su valía. Para ser un chamán se desenvuelve bien cuerpo a cuerpo aunque su técnica dista mucho de ser formidable, se nota que la usa como apoyo secundario nada más.
Evita daños y tumba a su rival una vez pero es claro que no podrá finiquitar el combate, debido a esto sus comentarios posteriores son predecibles. El chico bárbaro tendrá que endosarse todas las muertes.
Empuña el mandoble, aunque al principio no tiene mucho ánimo por meterse en un combate singular ajeno, las puntas de su aliado acaban por ponerle de buen humor. Espera el momento oportuno y entonces…
Cuida siempre “dice ya a punto de contacto luego de enterrarle el mandoble entero a su rival” tu espalda.
Un consejo para la próxima vida pues dicho personaje muere rápido, justo cuando Kosir está retirando su arma. Lograron ganar sin mucho esfuerzo, es claro que a pesar de su pericia los bandidos no estaban preparados para contrincantes reales.
Por esperar ovejas encontraron lobos.
Expresa mientras limpia a Kaiju con los ropajes del muerto, eventualmente pega un vistazo alrededor pero no tiene caso, ya no quedan enemigos. Entretenido aunque demasiado rápido, como todo lo exterior.
Todavía nos falta trabajo, ¿No?
Cree recordar que no solo tenían que defender el cargamento, es una misión de entrega. Al pelirrojo le encantaría abrir varios barriles ahora mismo para su disfrute personal pero su moral brumosa se lo impide, acepto el encargo y la palabra vale mucho para él.
Poco a poco los granjeros regresan a sus respectivos carros, no hay heridas en el bando aliado. Incluso el joven labrador que permaneció en el sitio sale ileso, tendrá una buena historia que contar a sus hermanos.
Kosir
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Re: Borrachera precoz [Trabajo]
-Supongo que te debo una ronda-. Dijo el mago a Kosir una vez la cabeza del bandido comenzó a rodar por el suelo.
Comenzaron a avanzar nuevamente con paso más lento, Kosir y Kendovlah lideraban la marcha y el joven muchacho se había quedado en la retaguardia. Lógico, tras el espectáculo que había montado al inicio el joven bárbaro y con las palabras del mago, los granjeros entendieron que este no mentía y más con el resultado del primer enfrentamiento temían una paliza por parte del pelirrojo más que a los bandidos. Sin embargo el brujo por poca pero suficiente experiencia se mostraba algo intranquilo y reflexivo.
En sus anteriores aventuras apenas había escapado con vida de las dificultades y el patrón que estas seguían era que hasta el final cada evento era más peligroso que el anterior. No sabía hasta que punto podía confiarse, aún estaba el líder que había mencionado uno de los bandidos y cabía la opción de que los arqueros hayan quedado como cabos sueltos o mejor dicho informantes. -Creo que deberíamos aflojar la marcha o esconder mejor la caravana. Según he leído los líderes bandidos suelen ser los más fuertes y hasta pueden ser inteligentes-. Mencionó el mago mientras vigilaba el camino y calculaba las posibilidades. -Además mi magia aún necesita tiempo para ser usada en combate-. Suspiró tras este último comentario. Era un mago orgulloso sin duda, admitir el debilitamiento mágico ante un colega, aunque fuese algo inteligente en ocasiones no era de su mayor agrado.
Seguía la marcha y poco a poco se comenzaba a ver una división de camino. Ambos seguía en la misma dirección pero en el medio quedaba un claro bordeado por árboles bastante grande como para esconder un campamento. Kendovlah notó el espacio entre medio pasando la pared natural de árboles y se logró escuchar entonces los gritos agónicos de uno de los arqueros que habían escapado. Los granjeros se anticiparon al peligro y decidieron amarrar los caballos y esconderse tras los matorrales. Por su parte el mago se agachó y trato de mirar por uno de los caminos por si llegase a encontrar otra trampa.
-Tendremos que dividirnos y ver con cuidado que hay más adelante. No podemos dejar que la caravana avance aún-. Sugirió a su compañero. Aquello debía ser el campamento de donde provenían los bandidos que habían logrado derrotar con anterioridad. ¿Cuántos más habría que enfrentar y cuán peligroso sería el líder? Solo pensar en aquello le parecía tedioso. Claro, podría provocar un incendio y quemarlos a todos, sería mucho más sencillo, pero el problema radicaba en que la caravana y todo el maldito alrededor era combustible para el fuego. Simplemente debía ser más cuidadoso con su elemento favorito.
Comenzaron a avanzar nuevamente con paso más lento, Kosir y Kendovlah lideraban la marcha y el joven muchacho se había quedado en la retaguardia. Lógico, tras el espectáculo que había montado al inicio el joven bárbaro y con las palabras del mago, los granjeros entendieron que este no mentía y más con el resultado del primer enfrentamiento temían una paliza por parte del pelirrojo más que a los bandidos. Sin embargo el brujo por poca pero suficiente experiencia se mostraba algo intranquilo y reflexivo.
En sus anteriores aventuras apenas había escapado con vida de las dificultades y el patrón que estas seguían era que hasta el final cada evento era más peligroso que el anterior. No sabía hasta que punto podía confiarse, aún estaba el líder que había mencionado uno de los bandidos y cabía la opción de que los arqueros hayan quedado como cabos sueltos o mejor dicho informantes. -Creo que deberíamos aflojar la marcha o esconder mejor la caravana. Según he leído los líderes bandidos suelen ser los más fuertes y hasta pueden ser inteligentes-. Mencionó el mago mientras vigilaba el camino y calculaba las posibilidades. -Además mi magia aún necesita tiempo para ser usada en combate-. Suspiró tras este último comentario. Era un mago orgulloso sin duda, admitir el debilitamiento mágico ante un colega, aunque fuese algo inteligente en ocasiones no era de su mayor agrado.
Seguía la marcha y poco a poco se comenzaba a ver una división de camino. Ambos seguía en la misma dirección pero en el medio quedaba un claro bordeado por árboles bastante grande como para esconder un campamento. Kendovlah notó el espacio entre medio pasando la pared natural de árboles y se logró escuchar entonces los gritos agónicos de uno de los arqueros que habían escapado. Los granjeros se anticiparon al peligro y decidieron amarrar los caballos y esconderse tras los matorrales. Por su parte el mago se agachó y trato de mirar por uno de los caminos por si llegase a encontrar otra trampa.
-Tendremos que dividirnos y ver con cuidado que hay más adelante. No podemos dejar que la caravana avance aún-. Sugirió a su compañero. Aquello debía ser el campamento de donde provenían los bandidos que habían logrado derrotar con anterioridad. ¿Cuántos más habría que enfrentar y cuán peligroso sería el líder? Solo pensar en aquello le parecía tedioso. Claro, podría provocar un incendio y quemarlos a todos, sería mucho más sencillo, pero el problema radicaba en que la caravana y todo el maldito alrededor era combustible para el fuego. Simplemente debía ser más cuidadoso con su elemento favorito.
Kendovlah
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Re: Borrachera precoz [Trabajo]
La acotación del chamán es bien recibida por su acompañante quien asiente mostrando aprobación, pese a estar sufriendo una resaca no le molesta ir planeando su próxima borrachera como buen bárbaro.
Veremos si estas a la altura, ¡JAJAJA!
El combate siempre lo pone de buen humor, eso sin mencionar que tiene una personalidad un tanto eufórica si las situaciones son propicias. No suele ser un patrón muy seguido por los exteriores.
Entonces reanudan la marcha, ahora con todos los elementos más alertas. Ya no es el simple rumor de un posible ataque lo que perturba a todo el mundo, sino una segunda ola mucho más nutrida.
Fallaron su ofensiva directa, incluso con su líder tienen las de perder ahora.
Su argumento tiene sentido y es que sabe bien de la temática, este tipo de enfrentamientos son comunes en bosque negro aunque por ocio tribal nada más. También duda de que un líder bandido pueda resultar una figura complicada de eliminar.
¿Tus poderes se agotan?
Es bueno saber tales detalles, especialmente con la peculiar vida que lleva Kosir. Quizás pueda ir aprendiendo un poco sobre las artes mágicas exteriores y como combatirlas desde este mismo momento.
Cuando llegan a una bifurcación del camino ocurre algo que alerta a todos, el grito lastimero de un personaje oculto por el follaje. Los granjeros actúan rápido y pasan a ocultar la caravana pues se hacen una idea de a quién pertenecen esos quejidos.
Ante las sugerencias de Kendovlah, el pelirrojo asiente. No tiene sentido volver a pisar una trampa ahora que entienden la situación a cabalidad, el punto más inteligente ahora es arremeter contra la amenaza debilitada.
A medida que el muchacho guerrero avanza, puede divisar un campamento. Nada que ver con los puestos rurales de bosque negro, parece más un punto de reunión para cazadores furtivos sin mayores defensas que algunas empalizadas podridas.
No le toma mucho al chico subirse a un árbol, busca visión panorámica. Una vez arriba nota cuantos hostiles defienden. Sin contar a los arqueros lisiados solo tienen tres combatientes activos, uno de los cuales duplica en tamaño a los demás.
Ese es mío “masculla para sí mismo”.
Veremos si estas a la altura, ¡JAJAJA!
El combate siempre lo pone de buen humor, eso sin mencionar que tiene una personalidad un tanto eufórica si las situaciones son propicias. No suele ser un patrón muy seguido por los exteriores.
Entonces reanudan la marcha, ahora con todos los elementos más alertas. Ya no es el simple rumor de un posible ataque lo que perturba a todo el mundo, sino una segunda ola mucho más nutrida.
Fallaron su ofensiva directa, incluso con su líder tienen las de perder ahora.
Su argumento tiene sentido y es que sabe bien de la temática, este tipo de enfrentamientos son comunes en bosque negro aunque por ocio tribal nada más. También duda de que un líder bandido pueda resultar una figura complicada de eliminar.
¿Tus poderes se agotan?
Es bueno saber tales detalles, especialmente con la peculiar vida que lleva Kosir. Quizás pueda ir aprendiendo un poco sobre las artes mágicas exteriores y como combatirlas desde este mismo momento.
Cuando llegan a una bifurcación del camino ocurre algo que alerta a todos, el grito lastimero de un personaje oculto por el follaje. Los granjeros actúan rápido y pasan a ocultar la caravana pues se hacen una idea de a quién pertenecen esos quejidos.
Ante las sugerencias de Kendovlah, el pelirrojo asiente. No tiene sentido volver a pisar una trampa ahora que entienden la situación a cabalidad, el punto más inteligente ahora es arremeter contra la amenaza debilitada.
A medida que el muchacho guerrero avanza, puede divisar un campamento. Nada que ver con los puestos rurales de bosque negro, parece más un punto de reunión para cazadores furtivos sin mayores defensas que algunas empalizadas podridas.
No le toma mucho al chico subirse a un árbol, busca visión panorámica. Una vez arriba nota cuantos hostiles defienden. Sin contar a los arqueros lisiados solo tienen tres combatientes activos, uno de los cuales duplica en tamaño a los demás.
Ese es mío “masculla para sí mismo”.
Kosir
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Re: Borrachera precoz [Trabajo]
Kendovlah avanzó por la parte trasera al campamento mientras que Kosir decidió avanzar por donde estaba la parte frontal. A penas tenía visión por donde caminaba, el follaje parecía más espeso desde ese lado y una cabaña pequeña ocupaba lugar detrás del campamento. Al parecer el jefe bandido y los arqueros lastimados no eran la única amenaza. Había algo más inteligente en el bando enemigo. Al escuchar el segundo grito del arquero la persona salió de la tienda. Llevaba pantalones de piel de lobo y botas del mismo material. La cabeza cubierta con la piel de una cabeza de oso que también le cubría la espalda. Era un mago, pocos grupos de bandidos contaban con magia. Eso explicaba el número reducido de combatientes.
El viento comenzó a arremolinarse sobre la mano del mago creando una esfera de viento, la cual usa para derribar un tronco de un solo golpe. Parecía estar molesto por el alboroto. El túnica naranja traga saliva, un tensai de viento. Hasta el momento no había tenido oportunidad de enfrentarse a otro tensai, aquello sería interesante. Por fortuna no era uno de agua, aquello sería problemático.
El de fuego decide continuar su avance pero pisa unas cuantas ramas que alertan al de viento y al mismo percutor del sonido. Por fortuna solo el mago enemigo se había percatado y Kendo vuelve al camino abierto tratando de hacer que lo siga solo.
Ambos estaban por fin cara a cara. Kendovlah ya había desenfundado su espada y formaba una bola de fuego en su mano libre mientras que el de viento formaba dos esferas de aire en su mano y mira con sonrisa maligna al contrincante.
-No necesito a esos brutos para acabar con un tensai que apenas puede valerse de su magia-. Dice altanero y el mago guerrero frunce el ceño. Cabían dos posibilidades si solo se apoyaba de su magia tensai; o era muy bueno o era muy confiado.
-Eso esta por verse-. Respondió tirando la bola de fuego al aíre en forma de bengala. Esperaba que Kosir pudiera verla y entender la señal de ayuda o de comenzar la batalla, lo cierto era que se habían complicado las cosas. El nivel del mago enemigo era superior y este no tardo en acercarse para lanzar la primera bola a quema ropa. Sin embargo, el túnica naranja pudo esquivarla por los pelos cuando sintió como otro tronco caía por la mitad tras de él.
Ambos se hicieron a un costado. Ascuas ya estaba listo para volver a usarlo. Ambos arremetieron contra el rival con la mano contraria, la segunda bola de aíre iba a la cabeza del fuego, pero este sabe que el viento incrementa las llamas y lo intercepta lanzando su habilidad de ascuas lo que provoca que las llamas salten con mas fuerzas, algunas quemando el brazo del enemigo y otras por fortuna caen a tierra donde no tienen combustible suficiente para propagarse.
Miraba satisfecho como el de aíre trataba desesperado de apagar su brazo ardiendo, este sin duda no podría utilizarlo debido a las quemaduras, pero la batalla estaba lejos de terminar. Aún tenía nivel suficiente para valerse con un solo brazo y el de fuego nuevamente tenía que apoyarse con su espada. -Por hablador-. Dice el brujo quien comienza a planear como usar el fuego que aún se mantenía en el lugar sin propagarse. La telequinesis iba a ser de ayuda en tal caso
El viento comenzó a arremolinarse sobre la mano del mago creando una esfera de viento, la cual usa para derribar un tronco de un solo golpe. Parecía estar molesto por el alboroto. El túnica naranja traga saliva, un tensai de viento. Hasta el momento no había tenido oportunidad de enfrentarse a otro tensai, aquello sería interesante. Por fortuna no era uno de agua, aquello sería problemático.
El de fuego decide continuar su avance pero pisa unas cuantas ramas que alertan al de viento y al mismo percutor del sonido. Por fortuna solo el mago enemigo se había percatado y Kendo vuelve al camino abierto tratando de hacer que lo siga solo.
Ambos estaban por fin cara a cara. Kendovlah ya había desenfundado su espada y formaba una bola de fuego en su mano libre mientras que el de viento formaba dos esferas de aire en su mano y mira con sonrisa maligna al contrincante.
-No necesito a esos brutos para acabar con un tensai que apenas puede valerse de su magia-. Dice altanero y el mago guerrero frunce el ceño. Cabían dos posibilidades si solo se apoyaba de su magia tensai; o era muy bueno o era muy confiado.
-Eso esta por verse-. Respondió tirando la bola de fuego al aíre en forma de bengala. Esperaba que Kosir pudiera verla y entender la señal de ayuda o de comenzar la batalla, lo cierto era que se habían complicado las cosas. El nivel del mago enemigo era superior y este no tardo en acercarse para lanzar la primera bola a quema ropa. Sin embargo, el túnica naranja pudo esquivarla por los pelos cuando sintió como otro tronco caía por la mitad tras de él.
Ambos se hicieron a un costado. Ascuas ya estaba listo para volver a usarlo. Ambos arremetieron contra el rival con la mano contraria, la segunda bola de aíre iba a la cabeza del fuego, pero este sabe que el viento incrementa las llamas y lo intercepta lanzando su habilidad de ascuas lo que provoca que las llamas salten con mas fuerzas, algunas quemando el brazo del enemigo y otras por fortuna caen a tierra donde no tienen combustible suficiente para propagarse.
Miraba satisfecho como el de aíre trataba desesperado de apagar su brazo ardiendo, este sin duda no podría utilizarlo debido a las quemaduras, pero la batalla estaba lejos de terminar. Aún tenía nivel suficiente para valerse con un solo brazo y el de fuego nuevamente tenía que apoyarse con su espada. -Por hablador-. Dice el brujo quien comienza a planear como usar el fuego que aún se mantenía en el lugar sin propagarse. La telequinesis iba a ser de ayuda en tal caso
Kendovlah
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Re: Borrachera precoz [Trabajo]
Curiosamente, es Kosir quien demuestra más sigilo en esta ofensiva. Desde su posición elevada detalla todo sin llamar la atención… algo que no se puede decir de Kendovlah y su accidentado acercamiento.
Es como un brumoso de cinco años…
Otra figura se revela entonces en el campamento, tiene mucha semejanza con los chamanes tribales que hay en bosque negro. Para ese entonces el arcano aliado se encuentra completamente descubierto ante los enemigos.
Resulta ser que las apariencias no siempre engañan afuera, el nuevo participante resulta ser otro usuario de la magia. Esta tan seguro de su superioridad que orquesta un duelo sin siquiera apoyarse en la superioridad numérica.
Esto será interesante.
Expresa un animado bárbaro quien rompe cierta nuez con la mano para comer su contenido, claro que el ataque aéreo incendiario lo saca de su comodidad pues resulta claro lo que su aliado solicita.
Típico…
Hace lo mismo con otro aperitivo y luego baja usando su destreza. De momento la batalla se decanta por el anaranjado pero es claro que en algún momento los observadores entraran en acción, no tienen honor guerrero ni mucho menos.
Aprovechando que el espectáculo mágico colma todas las atenciones, Kosir avanza con discreción y de un tajo elimina al primer combatiente de tamaño normal. Sus aliados reaccionan con sorpresa lo que termina costándole la vida al segundo guardaespaldas del líder.
Tu y yo, nadas más “sonríe maliciosamente”.
Trata de encadenar otro ataque critico pero de un puñetazo lo hacen retroceder, el segundo es más una cachetada aunque sirve su propósito. Se forma una distancia de seguridad entre ambos combatientes y es que los dos tienen nivel.
Nesner, nada mal “escupe sangre”.
Los mandobles finalmente chocan y se puede sentir el impacto a buena distancia, cada tajo encuentra respuesta en este turno de ataques. Kosir usa su agilidad para tratar de ganar ventaja pero por desgracia se enfrenta a una montaña inamovible.
Es como un brumoso de cinco años…
Otra figura se revela entonces en el campamento, tiene mucha semejanza con los chamanes tribales que hay en bosque negro. Para ese entonces el arcano aliado se encuentra completamente descubierto ante los enemigos.
Resulta ser que las apariencias no siempre engañan afuera, el nuevo participante resulta ser otro usuario de la magia. Esta tan seguro de su superioridad que orquesta un duelo sin siquiera apoyarse en la superioridad numérica.
Esto será interesante.
Expresa un animado bárbaro quien rompe cierta nuez con la mano para comer su contenido, claro que el ataque aéreo incendiario lo saca de su comodidad pues resulta claro lo que su aliado solicita.
Típico…
Hace lo mismo con otro aperitivo y luego baja usando su destreza. De momento la batalla se decanta por el anaranjado pero es claro que en algún momento los observadores entraran en acción, no tienen honor guerrero ni mucho menos.
Aprovechando que el espectáculo mágico colma todas las atenciones, Kosir avanza con discreción y de un tajo elimina al primer combatiente de tamaño normal. Sus aliados reaccionan con sorpresa lo que termina costándole la vida al segundo guardaespaldas del líder.
Tu y yo, nadas más “sonríe maliciosamente”.
Trata de encadenar otro ataque critico pero de un puñetazo lo hacen retroceder, el segundo es más una cachetada aunque sirve su propósito. Se forma una distancia de seguridad entre ambos combatientes y es que los dos tienen nivel.
Nesner, nada mal “escupe sangre”.
Los mandobles finalmente chocan y se puede sentir el impacto a buena distancia, cada tajo encuentra respuesta en este turno de ataques. Kosir usa su agilidad para tratar de ganar ventaja pero por desgracia se enfrenta a una montaña inamovible.
Kosir
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Re: Borrachera precoz [Trabajo]
Kendovlah sacudió la cabeza negando su plan pues ya había pensado en uno mejor y de menor esfuerzo. El aún estaba ileso y sus aventuras le habían permitido en cierta manera aguantar el dolor un poco más mientras que su enemigo ya estaba dañado. -¡Maldito!-. Gritó desesperadamente el enemigo quien arremetió con otra bola de aíre, esta vez el de fuego no la esquivo del todo. Parte le dio en el torso que uso para levantar su espada.
El enemigo volvió a gritar, el aprendiz de mago pudo sobreponerse al dolor y el acero de su espada corto en dos el brazo quemado del enemigo. La rabia se apoderó del túnica naranja quien sujeto la cabeza del rival para hacerla caer mientras gritaba sobre una de las llamas aún prendidas en el suelo. El cabrón aún seguía con vida y el joven mago entendió que debía volver a matar. Suspiró mientras lo veía retorcerse de dolor y clavo la punta de su filo en el corazón. La sangré brotó cubriendo parte de la cara y la hoja del brujo. Cerró los ojos y recordó su aventura en los muelles. Tomando en cuenta eso, esta batalla apenas le había servido de entrenamiento. -Aún falta para alcanzarte-. Dijo en voz alta, pensando en su madre.
Trato de limpiarse algo la cara y escuchó el choque de espadas no muy lejos. Supuso que Kosir andaba haciendo de las suyas. Avanzó entre los árboles y se detuvo a ver la pelea. Se sorprendió al ver que su amigo estaba teniendo dificultades contra otro guerrero de similares características. Era momento de devolverle el favor. La mente de Kendovlah se había vuelto más fría y metódica. Ya no pensaba en como salir del apuro sino más bien en como acabarlo. Recordaba que matar en ciertas ocasiones era necesario, aunque no le gustara.
Estaba de espaldas al enemigo, por lo que Kosir podría verlo. Sabía que este necesitaba una distracción para poder tomar la ventaja de su adversario. Tomó el sombrero de paja que había estado vistiendo y lo arrojó haciendo que impactará en la espalda del enemigo. -¡Oye tu, esperpento!-. Dijo calmado pero claramente molestó, luego toma una piedra y se la vuelve a tirar a la espalda en el momento que las espadas vuelven a chocar. Este enfadado retrocede y se da la media vuelta pero entonces el mago apunta hacía su compañero. -¡¿Serás idiota?¡-. Grita en tono burlón para provocarlo aún más. Había funcionado, descuido su espalda y ahora estaba furioso con el túnica naranja, pero este sabía que había dejado de ser una amenaza.
Después de esto suponía que estaría a mano con Kosir y podrían terminar el trabajo sin mayores dificultades. El brujo rueda los ojos algo molesto y mira su espada aún ensangrentada. -Pft, tendré que limpiarla de nuevo...-.
El enemigo volvió a gritar, el aprendiz de mago pudo sobreponerse al dolor y el acero de su espada corto en dos el brazo quemado del enemigo. La rabia se apoderó del túnica naranja quien sujeto la cabeza del rival para hacerla caer mientras gritaba sobre una de las llamas aún prendidas en el suelo. El cabrón aún seguía con vida y el joven mago entendió que debía volver a matar. Suspiró mientras lo veía retorcerse de dolor y clavo la punta de su filo en el corazón. La sangré brotó cubriendo parte de la cara y la hoja del brujo. Cerró los ojos y recordó su aventura en los muelles. Tomando en cuenta eso, esta batalla apenas le había servido de entrenamiento. -Aún falta para alcanzarte-. Dijo en voz alta, pensando en su madre.
Trato de limpiarse algo la cara y escuchó el choque de espadas no muy lejos. Supuso que Kosir andaba haciendo de las suyas. Avanzó entre los árboles y se detuvo a ver la pelea. Se sorprendió al ver que su amigo estaba teniendo dificultades contra otro guerrero de similares características. Era momento de devolverle el favor. La mente de Kendovlah se había vuelto más fría y metódica. Ya no pensaba en como salir del apuro sino más bien en como acabarlo. Recordaba que matar en ciertas ocasiones era necesario, aunque no le gustara.
Estaba de espaldas al enemigo, por lo que Kosir podría verlo. Sabía que este necesitaba una distracción para poder tomar la ventaja de su adversario. Tomó el sombrero de paja que había estado vistiendo y lo arrojó haciendo que impactará en la espalda del enemigo. -¡Oye tu, esperpento!-. Dijo calmado pero claramente molestó, luego toma una piedra y se la vuelve a tirar a la espalda en el momento que las espadas vuelven a chocar. Este enfadado retrocede y se da la media vuelta pero entonces el mago apunta hacía su compañero. -¡¿Serás idiota?¡-. Grita en tono burlón para provocarlo aún más. Había funcionado, descuido su espalda y ahora estaba furioso con el túnica naranja, pero este sabía que había dejado de ser una amenaza.
Después de esto suponía que estaría a mano con Kosir y podrían terminar el trabajo sin mayores dificultades. El brujo rueda los ojos algo molesto y mira su espada aún ensangrentada. -Pft, tendré que limpiarla de nuevo...-.
Kendovlah
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Re: Borrachera precoz [Trabajo]
Lo cierto es que el orgullo de Kosir comienza a sentirse herido, este enemigo está jugando con él. Por otro lado y aunque resulte irónico, no puede estar más feliz por encontrar alguien con quien batirse dignamente.
Los brumosos son asi, pura pasión guerrera sin control. No es malicia, ni maldad, solo fuerza de combate desencadenada. Llevan siguiendo ese camino desde su aparición y nada los alejara del glorioso salvajismo combativo.
Con cada golpe que recibe Kosir, cada corte afortunado, cada mirada de menosprecio, el chico se anima más y más. Aunque su rostro comience a dar lastima, ahora mismo está comulgando con sus deidades.
Entonces, el seco grito de una muerte rompe la escena, Kendovlah gana su combate singular. Una sorpresa curiosa sin duda, el personaje no tiene la apariencia de un luchador eficiente pero aun asi sabe desenvolverse.
En ese momento, el chamán de anaranjado decide intervenir la otra pelea. Kosir tiene tiempo de formar una mueca de aversión pero nada más, distrae completamente a su enemigo y corta la gloriosa pelea en dos.
No es prudente cometer tales actos con un brumoso inspirado, el chico debe hacer un esfuerzo por no dejarse envolver por una cólera que a sus ojos es justa. Claro que al final termina por aprovechar la ventaja aunque solo para salvarle el trasero a su aliado.
Esto no debió acabar así, sener…
Cierta disculpa tribal que dispensa luego de atravesar al contrario descuidado, nunca se le debe dar la espalda a un habitante de bosque negro pues será tu último error. Menuda forma más impotente de acabar un excelente combate.
No vuelvas a hacer eso, nunca.
Su rostro es más serio que de costumbre, lo dice a su colega con el corazón. Eventualmente ambos personajes regresan a las carretas y cada uno toma un asiento separado, es tiempo de seguir el camino aunque ahora sin sorpresas.
Tienen un avance sereno, algo que agradecen todos los granjeros a sobremanera. Kosir no emite comentario y es que aún se encuentra perturbado por las acciones de Kendovlah… están legalmente a mano ahora.
Cuando llegan al destino son recibidos por el comprador, el mismo tabernero que tiro al salvaje de su local por montar una pelea. Su ánimo es muy diferente y es que ya tenía las reservas bajas, lo siguiente es un agradecimiento endulzado con dinero.
Quizás nuestros caminos se crucen de nuevo, suerte.
Sinceramente espero que no…
Los brumosos son asi, pura pasión guerrera sin control. No es malicia, ni maldad, solo fuerza de combate desencadenada. Llevan siguiendo ese camino desde su aparición y nada los alejara del glorioso salvajismo combativo.
Con cada golpe que recibe Kosir, cada corte afortunado, cada mirada de menosprecio, el chico se anima más y más. Aunque su rostro comience a dar lastima, ahora mismo está comulgando con sus deidades.
Entonces, el seco grito de una muerte rompe la escena, Kendovlah gana su combate singular. Una sorpresa curiosa sin duda, el personaje no tiene la apariencia de un luchador eficiente pero aun asi sabe desenvolverse.
En ese momento, el chamán de anaranjado decide intervenir la otra pelea. Kosir tiene tiempo de formar una mueca de aversión pero nada más, distrae completamente a su enemigo y corta la gloriosa pelea en dos.
No es prudente cometer tales actos con un brumoso inspirado, el chico debe hacer un esfuerzo por no dejarse envolver por una cólera que a sus ojos es justa. Claro que al final termina por aprovechar la ventaja aunque solo para salvarle el trasero a su aliado.
Esto no debió acabar así, sener…
Cierta disculpa tribal que dispensa luego de atravesar al contrario descuidado, nunca se le debe dar la espalda a un habitante de bosque negro pues será tu último error. Menuda forma más impotente de acabar un excelente combate.
No vuelvas a hacer eso, nunca.
Su rostro es más serio que de costumbre, lo dice a su colega con el corazón. Eventualmente ambos personajes regresan a las carretas y cada uno toma un asiento separado, es tiempo de seguir el camino aunque ahora sin sorpresas.
Tienen un avance sereno, algo que agradecen todos los granjeros a sobremanera. Kosir no emite comentario y es que aún se encuentra perturbado por las acciones de Kendovlah… están legalmente a mano ahora.
Cuando llegan al destino son recibidos por el comprador, el mismo tabernero que tiro al salvaje de su local por montar una pelea. Su ánimo es muy diferente y es que ya tenía las reservas bajas, lo siguiente es un agradecimiento endulzado con dinero.
Quizás nuestros caminos se crucen de nuevo, suerte.
Sinceramente espero que no…
Kosir
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