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¡Ese no es mi bebé! [Desafío]

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Mensaje  Sigel Sáb Jun 29 2019, 19:10

—¡Oh! Menos mal que ha venido —la mujer hablaba nerviosa; tenía razones para estarlo —. Estamos desesperados. No sabemos qué hacer. Usted es el cazador de quienes hablan, ¿no es así? Sabe tratar con todas las criaturas de Aerandir, por muy peligrosa que sea. Oh, por los Dioses. Espero que sepa tratar con ésta. Hace tres días que se coló en nuestra casa. Es horrible.

La mujer se echó a un lado, permitiendo que Marvilin Meyi pasase al interior de la casa. La chica pasó justo detrás de él. Luego, otros tres cazadores. Los brinos se quedaron en el jardín, respondiendo a los demás perros que aullaban a la luna.

—Permitid que me presente: soy la señora Prana, Nora Prana. Mi marido, el señor Ferros espera en la habitación. Esta vigilando a la criatura. Yo no quería quedarme con ella. ¿Saben? Me insulta cuando nadie mira. Dice cosas horribles que no soy capaz de repetir. Malas palabras, las peores — Meyi se imaginaba qué clases de palabras eran esas.

La señora Prana condujo a los cazadores al piso superior. Antes de cruzar el umbral de la habitación donde se encontraba la criatura, se metió la mano por el escote y sacó un par de colgantes con runas con inscripciones mágicas. Meyi, aunque no seguía los ideales de los Dioses tradicionales conocía de buena mano sus historias, reconoció los símbolos de Odín, Freya y Frigg. Nora Prana cogió la runa de Frigg con ambas manos y la besó con delicadeza. Después del pequeño ritual, dio un pasó atrás e hizo una ligera reverencia a los cazadores.

—Por favor, pasen ustedes primero. No, no me atrevo a cruzar esa puerta. La criatura está esperándome — Meyi dio un paso hacia dentro, la mujer le agarró de la camisa antes de que diese un segundo —. No le escuche. Cualquier cosa que diga, no se lo crea. Hágame caso. Esa criatura hará lo que sea para tentarle. Le querrá volverle loco, como creo que me ha vuelto loca a mí. Es horrible. Un espanto. No se lo deseo a nadie. No sé cómo tiene el coraje de entrar.

—De nada, supongo — contestó Meyi sin darle más importancia.

Ferros Prana estaba sentado al lado de la cuna del bebé. Parecía no haber dormido en días. Tenía las manos en la cabeza como si estuviera soportando el peso del mundo. A Meyi no le sorprendió, es lo que tiene ser padre de un mocoso. Se acercó a él y le dio un apretón de manos. El hombre le respondió sin verle a la cara.

—Al final, lo hizo. Le dije que no le hiciera llamar. Le dije que se quedase quieta. No me hizo caso. Qué mal. Siento haberle hecho venir para nada — hablaba en voz baja para que Noora Prana no pudiera escucharlo.

—No le entiendo, señor. Su mujer me llamó a través de mi contacto en Baslodia. Según él, son víctimas de un espíritu maligno, un hijo de putas de primera clase. No poseo más detalles al respecto. Su mujer está atemorizada y no me he atrevido a preguntarle al respecto. Dígame, ¿qué es lo que sucede?

—Nada — Prana sonreía sin ganas —, no sucede nada. Ahí está el problema. Mi mujer, bendita sea, está convencida que un duende raptó a nuestro bebé y que ha usurpado su puesto. Dice que la insulta cuando nadie mira. Le acusa de haber matado a su madre; si no se hubiera venido a Baslodia con mi familia, si se hubiera quedado en las afueras de Verisar con la suya, ella todavía viviría. Eso es lo que dice, según Noora. Por supuesto, yo nunca lo he oí pronunciar ninguna palabra. Gugu gaga. Es lo único que le oigo decir.

—¡Miente! — Noora Prana espiaba a su marido desde el umbral de la habitación, sin llegar a pasar. Metió los colgantes, de nuevo al interior de la blusa, con tan deprisa que se le escapó un pecho — ¡Es un mentiroso! ¡El duende le ha comido la cabeza! Lo mismo hará con usted, cazador, si se acerca a la cuna. Es un experto mentiroso, pero a mí no me engaña. Tendría que haberle oído. No dijo ni una sola palabra que no sonase como si hubiera emergido de los mismísimos infiernos. Ese bebé no es mi hijo. ¡Haga algo! Meyi, se lo suplico. No podré vivir un día más al lado de esa criatura.

—Noora, cariño —Ferro intentaba con voz dulce y comprensiva, pero el cansancio se lo impedía; en realidad sonaba grosero — Si él no es nuestro pequeño Néstor, ¿dónde está nuestro hijo?

—¡El duende se lo llevó! Estará en el bosque. Los otros duendes se lo habrán co… — la palabra fue ahogada con un llanto seco — ¡Por favor! Meyi, se lo suplico. Usted también tiene una hija. Sabe lo que siento.

—Ella no es mi hija — el rostro del cazador se mantenía sereno e indiferente —. No es hija de nadie — removió el pelo de La Chica como lo haría con uno de sus perros.

Meyi se quitó la bolsa y sacó una herradura. Las criaturas feéricas sienten debilidad por el hierro, igual como los vampiros por el sol.

—¿Tienen una chimenea donde pueda calentar la herradura? Le dolerá más si está caliente. También me harían falta unas pinzas y unos guantes de cuero grueso, si tiene.

—¿Qué pretende? — intervino apurado Ferros Prana.

—Justo lo que se imagina, ni más ni menos. Voy a quemar la herradura y la depositará sobre el pecho del bebé. Si es un duende, descubriremos sus mentiras y se deshará el hechizo. Fin de la historia. En caso de que usted tenga razón, vuestro niño tendrá que vivir por el resto de su vida con la marca de una herradura en el pecho. Es un pago menor, desde mi punto de vista.

—¡Qué Odín cuide su camino y Frigg su descanso señor Meyi! — Noora Praga rezaba desde la puerta.

—¡No lo permitiré! — y Ferros Praga gritaba a la vez que se levantaba de su butaca.

_____________________

* Bienvenido/a cazador de… ¿bebés?: un desafío clásico para aquellos que, como a mí, nos gusta jugar con las leyendas del foro. Llegas con el equipo de Meyi. El primer turno es muy sencillo: resolver la disyuntiva. ¿Depositar la herradura caliente en el pecho del bebé o impedir que Meyi lo haga? La resolución, si es verdad que el bebé es un duende, será un secreto que resolveré en el segundo turno.
La suerte que se obtendrá en la zona de culto nos dirá cuánto daño hacemos al bebé/duende.

Requisitos:
Lanzar la Voluntad de los Dioses, antes de empezar el desafío, en la zona de culto más acorde a tu personaje.

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¡Ese no es mi bebé! [Desafío] Empty Re: ¡Ese no es mi bebé! [Desafío]

Mensaje  Lyra Lun Sep 09 2019, 01:13

Sus viajes le habían llevado a terminar junto a ese cazador por unos cuantos aeros, una persona asquerosa, una persona que apuñalaría con gusto un par de veces, que quizá hasta azotaría antes de finalmente hacerle cerrar los ojos por una última vez, en todo su viaje había estado haciendo chistes estúpidos, aveces de mal gusto y cada tanto, intentando echarle miradas, algo a lo que ella correspondía de manera fría y sin ninguna gracia, claro, al igual que a la chica que le acompañaba, quien nunca le dijo su nombre, bah, siquiera y habian charlado más allá del "buen día" forzado para intentar llevarse bien.

Ciertamente, el estar acompañada de esa manera le hacía acordar a los viejos tiempos en su clan, pero para nada era lo mismo, tan solo le ayudó a acordarse el estar cerca de tanta gente a punto de ir a ser contratados para... ¿Qué era? ¿Asesinar un duende? O algo así le pareció escuchar bien por arriba en la conversación.

De todas formas, un trabajo era un trabajo, le daba igual lo que tenía que hacer, más o menos, después de todo tampoco es que no tuviera moral.

La casa era modesta, humilde, parecían una familia común y corriente, al menos visto desde afuera, miró a los dos cazadores que le acompañaban detrás y luego a Meyi delante de ella a nada de entrar tras tocar la puerta.
Finalmente fueron atendidos, la esposa apenas abrió empezó a parlotear como loca, que molestia... Hacía a Lyra querer agarrarse la cabeza, o más bien, la ajena y callarla de unos buenos golpes, le molestaba la gente de ese tipo.

Y callada se mantuvo en todo el trayecto, era así con quienes no tenía confianza, y realmente en Aerandir no había mucha gente que tenga la suya, por no decir nadie. Escuchó tranquilamente la conversación entre Meyi y aquel hombre, el padre del niño, mientras claro, observaba al bebé fijamente, quería saber el porque la mujer creía que era un monstruo, parecía un infante común y corriente hasta ahora, pero claro, quizá el monstruito sabría que aquellos eran cazadores y solo estaban fingiendo... "¿Qué el duende mató a la madre de la esposa? Debe ser un duende bastante hijo de puta y escurridizo."

Y al fín Meyi tomaba un lado de la historia, bueno, seguro quería ser recompensado con lindos Aeros, igual que Lyra, miró el hierro y escuchó sus palabras salir de su boca, ella rápidamente miró al padre apenas empezó a levantarse, y caminando, se colocó frente al hombre que se opondría.

— ¿Estás dispuesto a ver a tú esposa morir? ¿Estás dispuesto a morir? Porque eso pasará en una noche muy cercana sí es que nos vamos y todo esto queda así, ese duende aparentemente mató a tú hijo, y pronto hará lo mismo con el resto de tú familia, y quien sabe, quizá hará lo propio con tus vecinos y así poco a poco hasta que alguien con las pelotas le marque y asesine. —

Musitó tranquilamente de forma calmada y serena, con sus ojos fijos en los ajenos, hasta suspirar.
— Deje a mi compañero marcar a su "niño" y se asegurará de que nada de esas infortunias le pase ni a usted, ni a su esposa, ni a sus vecinos, ni a nadie más, creame, no va a querer dejar a un duende suelto. —

Claro que ni ella creía eso, eran patrañas en su mente, ¿Por qué un duende haría algo así? Bah, aunque no sabía nada de criaturas, en su lógica ningún duende haría algo así, o eso pensó, solo quería recibir sus aeros y por eso intentó mantener al tipo calmado.

Pero el hombre al parecer pareció entrar en "razón" no convencido totalmente por las palabras de Lyra, fue a buscar las herramientas con una mirada un tanto perdida.
Pasaron unos minutos y trajo unos guantes de cuero de trabajo y unas pinzas de metal bastante usadas, pero seguro servirían para sostener la herradura.
— Más le vale que tenga razón... —
Se las entregó a Meyi y fue a sentarse al mismo lugar en el que se le encontró, al lado de la cuna, mirando al supuesto niño con cierto temblor y claramente inseguro de lo que había hecho, juntaba sus manos y empezaba a mirar el suelo mientras se veían sus pies golpeando el suelo de madera de los nervios.

Ya solo faltaba calentar la herradura y colocarla en el pecho del supuesto monstruo, y finalmente demostrar sí era un asesino o realmente un infante.
Y Lyra comenzó a pensar, realmente aquella mujer podría estar loca, y su precio a pagar por todo ello serían unos cuantos aeros a cada cazador y finalmente el más alto, aquella marca en su hijo por el resto de su vida. Y pobre del hombre sí llegara a ser una ilusión de su esposa.

Mientras pensaba, por precaución se colocó frente al esposo, mirando la cuna, mirando al niño fijamente, no quería que nada salga, quería marcharse rápidamente del lugar.
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¡Ese no es mi bebé! [Desafío] Empty Re: ¡Ese no es mi bebé! [Desafío]

Mensaje  Sigel Dom Sep 15 2019, 17:45

Marvilin Meyi arrebató a la chica la pinza con la que sujetaba la herradura de un fuerte tirón a la vez que le dedicaba media sonrisa. Era su forma de decir que siempre tenía razón. Cualquier cazador que hubiera viajado con él en más de un viaje podía asegurarlo. A lo que criaturas y bestias se refería, la palabra de Meyi era la palabra de un Dios. Desobedecerle, sería la condena eterna. Ferros Prana la hubiera sufrido en caso de que no hubiera permitido a Meyi realizar su trabajo. Le habría cobrado de igual manera que si hubiera salido de cacería, más un pago adicional por las molestias. Habría dejado a Ferros Prana con un duende que fingía llorar como un bebé y una mujer, Noora, que realmente lloraba como un bebé. Antes de abandonar la propiedad de los Prana, habría dejado que los perros aplastasen las flores y orinasen en la entrada. Contradecir a Marvilin Meyi era contradecir a un Dios. La sonrisa que dirigió a la chica, sería la que se esperaría que hiciera Thor a cualquiera que le debatiese sobre los mares y las tormentas.

El falso niño estaba en la cama. Gugu, gaga. Movía las piernas y los brazos como una tortuga bocarriba. Había escuchado la conversación entre la familia Prana y los cazadores. Por el tono de voz que Meyi empleó, debería estar acojonado. El chico no lo estaba, reía divertido. Meyi le mostró la herradura y la agitó sobre su cabeza como si fuera un sonajero. ¿Te gusta como suena? El niño alargó la mano hacia la herradura sin llegar a tocarla.

—¿Crees que un bebé de verdad no estaría asustado? — dijo Meyi mirando a la chica —. Un duende sin duda lo estaría, por eso finge no estarlo.

Con la mano libre, levantó los pantalones del niño descubriendo su trasero. Fue descendiendo la tenaza hacia el chico. El bebé comenzó a sudar y gimotear, todavía se reía. Meyi aplastó la herradura en la nalga izquierda del bebé. De la risa, pasó al llanto y del llanto a un agudo sonido que estaba entre un rugido de dolor y el chirriar de una puerta oxidada al abrirse.

El duende saltó de la cama. Buscó la ventana para escapar de regreso al bosque, donde tendría escondido al bebé de verdad. Meyi hizo un gesto con la mano indicando a los cazadores que tapasen todas las salidas.

—Es un diaño, un tipo de duende burlón. Son pequeños y escurridizos. No escuchéis sus palabras y por nada del mundo, aceptéis alguna de sus apuestas — Meyi se río entre dientes —; si es que puede hablar después de que el hierro le haya quemado.

—Pue…pue…puedo hacerlo — el diaño daba saltitos con ambos manos en el trasero como lo haría una caricatura.

Meyi soltó una risotada.

—Que no salga de esta habitación. Atrapadle y hacedle hablar, que nos diga dónde ha escondido al bebé de los Praga. Si consigue escapar, se esconderá en el bosque. Se comerá al bebé y no lo volveremos a ver.

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_____________________

* Lyra: ¡Se ha descubierto la mentira! El bebé es en realidad un diaño. ¿Te resulta familiar el nombre? Son un tipo de duendes de la mitología celta (norte de España, Francia y, en especial, Reino Unido). Dentro de poco, se añadirán los diaños en el bestiario del foro. ¡Es más! Este tema sirve para introducir a la criatura e invitarte a aportarla, si lo deseas.
Ahora mismo, centrémonos en nuestro tema. En este turno, último del tema, deberás capturar al diaño, sonsacarle dónde se encuentra escondido el bebé de los Prana (en algún lugar del bosque) e ir a rescatarlo.
¿Qué habría pasado si llegases a detener a Meyi? Jamás hubieras encontrado el bebé. El diaño habría huido al final al bosque y se lo habría comido.


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¡Ese no es mi bebé! [Desafío] Empty Re: ¡Ese no es mi bebé! [Desafío]

Mensaje  Lyra Lun Sep 23 2019, 20:46

La actitud altanera de Meyi le caía como ron caliente a la garganta, un asco, sobre todo cuando ella consideraba que no tenía con que actuar así. Nada para proteger ese ego, al menos en sus ojos. Pero da igual, estaba ahí por las monedas, era un trabajo más. Con un imbécil, pero un trabajo más.

Observaba al enano, supuesto duende, supuesto bebé con atención, veía ansiosa y fijamente como la ardiente herradura ahora se colocaba frente a él, jugueteando con ella pero nunca tocándola miró fijamente con la mano diestra ya tomando la cuerda de su arco que aún cerrado, se encontraba en su espalda.

El bebé se reía sin parar, era algo inusual, ¿Por qué reiría cuando tres extraños están frente a él moviéndolo de un lado a otro con algo caliente en frente? No importaba, pronto la verdad sería demostrada y así, afirmó el agarre a la cuerda, ya preparada para sacar el arco en caso de que el mejor resultado (Al menos para ella) sea demostrado frente a sus ojos.

Y que grito más molesto, tan agudo que causó un escalofrío en su cabeza y un leve dolor en sus tímpanos, odió eso y su reacción estuvo de más, pues rápidamente sacó el arco, las curvas de metal se extendieron mientras se movía rápidamente colocándose frente a la ventana, impidiendo al menos que escape por ella, asumió que la chica se colocaría en la puerta y así, le atraparían en la habitación.

El duende saltando con el culo quemado era cómico, incluso le hizo sonreír a Lyra bajo sus tapujos, pero al oír las palabras de Meyi le hizo recordarle que aún está la vida de un bebé en juego.
Se calmó en cuestión de un segundo, dejó salir una bocanada de aire y aguantó la respiración para tensar la cuerda del arco con una flecha que tomó del carcaj en su espalda baja y apuntó con precisión en su hombro, más o menos, después de todo se estaba moviendo.

Soltó la flecha cuando le pareció adecuado y rápidamente no el hombro, pero el brazo del diaño fue clavado contra el suelo, pues la flecha salió con tal impulso y el diaño era tan ligero que arrastró su cuerpo con ella hasta clavarse en la madera, un grito de dolor se escuchó en la habitación ocasionando un fuerte eco.

— ¿Dónde está el bebé? Solo lo preguntaré una vez. —

— ¡D-debo escapar! ¡E-es mi comida no te lo diré! ¡Consíguete la tuya! —
Dijo Lyra acercándose a él y clavándole los tacones de sus botas en el estómago, recargandole bastante peso en él para causarle malestar, el enano gritaba de dolor y molestia retorciéndose mientras su flaco brazo libre, el zurdo, se apoyaba en su bota para intentar quitársela de encima.

La vampiresa levantó la mirada hacia Meyi, le clavó los ojos a la herradura y luego al pecho del duende, Meyi sonrió y le pasó la herradura a Lyra, quien contrajo las curvas de su arco con un pequeño botón y luego posó a su espalda para tomar ahora los guantes y finalmente tras colocarselos, la herradura, no parecía querer hacer el trabajo sucio aquel cazador.

— ¿Dónde... Está... Él... Bebé? —

Y le colocó dicho metal caliente en todo su pecho, apretujando con fuerza y hundiendo con sus manos se lo dejó un par de segundos para luego retirarlo.
Otro grito de dolor, esta vez uno mucho más fuerte, ese tipo de gritos que lastimaba gargantas y cuerdas vocales, ella sonrió ante este ahora más preparada y volvió a colocarle la herradura, dándole un golpecito en la frente por mero gusto antes de que hablara.

— ¡P-para, para! ¡E-está en el bosque! ¡A-a quince minutos de aquí! ¡Tras el edificio grande, el edificio grande! —

No había entendido ni muh de sus indicaciones, y ahora con el asunto más calmado se le vino a su cabeza aquella pareja de casados, como ambos se veían preocupados y la mujer, aún lloraba desconsoladamente.

— Tienes el cerebro del tamaño de una nuez, y por ende, nos vas a llevar a donde se encuentra el bebé, o la próxima flecha irá al medio de tú cabeza. —

Esta vez fue la chica quien tomó la iniciativa y tomó unas cuerdas que traían siempre los cazadores en sus mochilas por sí acaso, empezó a atar los pies y las manos del duende detrás de él, en su espalda, antes Lyra removiendo la flecha de su brazo tras jalar de ella y limpiar la sangre ajena por la piel propia.
Lo levantó jalándolo de una de sus largas orejas y mientras tanto, lo empezó a encaminar hacia afuera, ahora tomándolo firmemente de la atadura en sus manos.

Meyi, se regocijaba por haber tenido la razón, miraba con una sonrisa a la pareja, sabía que el trabajo ya estaba arreglado y así, se quedó en la casa con ellos para charlar su paga, dejó que Lyra sea quien se lleve el trabajo sucio de ir a buscar aquel niño, después de todo, un duende así no se le escaparía.

Los minutos pasaron y tras seguir la guía del duende, pronto llegó a lo que parecía ser un pequeño hueco en el árbol acomodado con paja, heno y hasta ramas, un hogar bastante precario, pero en el centro, estaba el pequeño bebé llorando sin parar y con... Bastante olor, no sabía hace cuanto estaba ese niño allí pero el olor acumulado le daba la idea que no hace poco.

— Buen niño... Y no te lo decía a tí, duende asqueroso. —

— ¿Ya me dejarás ir? ¿Ya me dejarás ir? ¡Cumplí con mi parte! —
Lo pateó en su espalda para tirarlo al suelo, tomó el arco con tranquilidad de su espalda y tras ver la mirada asustada del duende, pudo ver como a los gritos empezaría a levantarse para huír, tropezándose por el camino.
La asesina como sí estuviese jugando con su comida lo siguió un rato y finalmente, una flecha fue todo lo que tomó para que su rostro caiga de lleno al piso con un tremendo agujero en su cabeza y su frente, que sea objeto de demostración para los demás duendes que puedan llegar a deambular por allí de lo que pasaría sí seguían con sus jugarretas.

Optó por tomar al niño con cierto asco, para llevarselo nuevamente a la familia que tanto le extrañaba en ese momento.
Y así, recibir su paga de una vez por todas.
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¡Ese no es mi bebé! [Desafío] Empty Re: ¡Ese no es mi bebé! [Desafío]

Mensaje  Sigel Sáb Sep 28 2019, 10:43

Dejó que la chica insolente llevase el bebé durante gran parte del trayecto de vuelta a la casa de los Prana. Detrás de su capa escondía una mueca de desagrado, descubierta porque sus ojos estaban ligeramente apretados. Marvilin Meyi lanzaba miradas socarronas a la chica. Ella había la mayor parte del trabajo: capturó al diaño, lo torturó hasta que confesase el lugar donde estaba el bebé y, milagro, encontró el bebé con vida, sin ninguna marca de dientes de duende en sus jugosos muslos. Aquí tienes tu primera recompensa, pensaba Meyi, llevar al bebé con sus padres. Espero que la disfrutes.

El crío estaba envuelto en un trapo, seguramente puesto por el diaño, húmedo de orina y manchado de hez; lo cual hacía más agradable el trayecto; para Meyi, por supuesto.

Cuando llegaron al jardín de los Prana, Meyi arrebató el bebé a la chica insolente adjuntando una de sus peculiares sonrisas, más amenazadora que simpática.

—Deja que lleve la criatura — ahora que llegaba el momento de entregarla y recibir la recompensa por ella —, me lo agradecerás.

Hizo un gesto con la mano a los cazadores indicando que se quedasen en el jardín. Los señores Prana podrían asustarse, más de lo que estarían, si vieran a todo el pelotón de hombres armados alrededor de su recuperado bebé. Avanzó despacio por el camino del jardín, mirando hacia las cortinas entreabiertas de las ventanas, asegurándose que hubiera al menos un par de ojos vigilándolo su llegada.

Se colocó delante de la puerta y se limpió el barro de los zapatos para causar una mejor imagen. Llamó a la puerta con los nudillos de la mano derecha, solo un par de golpes. Las cortinas de la ventana hicieron un leve movimiento de ondulación, cualquiera que estuviera detrás, las habría soltado de golpe.

Fue Ferros Prana quien abrió la puerta y recibió a Meyi entre halagos y gritos de victoria. ¡Oh, nuestro bebé! Lo ha encontrado. Benditos sean los Dioses y bendito sea usted, cazador. Se lo debemos todo. Meyi había escuchados esas frases, y otras muy parecidas, un centenar de veces. No le incomodaría oírlas un segundo centenar; al tercero, puede que se incomodara.

Ferros fue a recoger a su hijo con las dos manos, pero Meyi se echó hacia atrás, impidiéndolo.

—No se olvide de nuestra recompensa — dedicó una sonrisa a los cazadores que esperaban en el jardín, especialmente a la chica —. Ha de saber que nuestro precio ha subido considerablemente. El diaño nos engañó al llegar al bosque, caímos en su trampa — mintió, Meyi acostumbraba a mentir para obtener una mejor recompensa — malgastamos flechas y saetas. Tendrá que pagarlas y no son baratas, créame.

Sacó una de las saetas que guardaba en el carcaj para enseñarla a Ferros Prana. No fue un accidente que pasase la saeta a un palmo de distancia de la cabeza del bebé; el cual gimoteaba como el diaño debería haber hecho cuando le enseñó el hierro candente.

—Pagaremos lo que sea…. — Ferros tartamudeaba — pa-pa-pagaremos.

Gran parte del dinero adicional que Meyi recibió, lo empleó en mejorar las armas y armaduras de sus cazadores. Lo consideró una inversión.

_____________________

* Lyra: Puedes dormir hoy tranquila. Gracias a ti, los Prana han recuperado a su hijo. Meyi también dormirá tranquilo, aunque, gracias a él, los Prana lo pasarán canutas para conseguir dinero para dar de comer al bebé.  

Recompensas:
* +2 ptos de experiencia en función de la calidad del texto.
* +3 ptos de experiencia en función de la originalidad del usuario.
* 5 ptos totales de experiencia

Obsequio:
Armadura: Noche Inmortal
Los señores Prana ofrecen una mayor recompensa a Marvilin Meyi por sus labores, "casi" de forma voluntaria. Meyi es todo un profesional, sabe beneficiar a sus compañeros. Utiliza el dinero adicional para mejorar las armas y las armaduras de los cazadores que han participado con él.
Refina la armadura de Lyra, haciéndola más resistente y liviana. Su nueva calidad será la común. Además de teñirla de color de negro, favoreciendo así las habilidades de sigilo.
—Te dije que me lo agradecerías
“Noche Inmortal”:

Adicionalmente, si te gusta jugar con criaturas de fantasía tanto como a mí, te animo a aportar a los diaños que hemos descubierto en este tema al bestiario de Aerandir. En el anterior post dije que los diaños pertenecen a la mitología celta, común en el norte de España, Francia y Reino Unido. Sin embargo, fui tonta y me faltó decir el nombre inglés, más reconocido y fácil de buscar: changelings. Para el foro, preferí usar el nombre Diaño o Diantres, ya que el español es un idioma que entendemos todos. Pero, por si quieres buscar más información al respecto, te aconsejo utilizar la palabra inglesa.
Para hacer los aportes al bestiario: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
No quiero obligarte a hacer el aporte al bestiario, mi intención es descubrirte un aportado del foro que quizás no hayas experimentado. Si, por lo que sea, no te gusta o prefieres otros apartados, no pasa nada. Yo misma introduciré los diaños al bestiario. Tomes la decisión que tomes, dímelo por mp para yo saber si he de hacer el aporte o confío en ti.


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