Entre burbujas y explosiones [Trabajo]
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Entre burbujas y explosiones [Trabajo]
Alisha se despidió amablemente de Peter, saludándolo con la mano mientras este se alejaba con ambos caballos. Tan majo. Se había negado a dejarla ir sola a donde fuera que iba en plena noche, y había insistido en acompañarla con los caballos de su carro, Suave y Esponjoso. Bueno no se llamaban así de verdad, pero esos nombres eran mucho mejores, y creía firmemente que si esos dos pudieran haber escogido sus propios nombres, se habrían quedado con esos. Les pegaba.
En cualquier caso, había llegado a un acuerdo intermedio con Peter, y la había acompañado hasta donde se desviaba del camino real, para no poner en peligro a los caballos con una rama perdida o algo así, le daba pena solo de pensar en ese par de adorables criaturas heridas.
No estaba demasiado segura de porque hacia eso. Es decir, no necesitaba el dinero tan desesperadamente, pero… puede que fuera por la orientación vampírica de los inventos. No quería ser una molestia pidiéndoles un mordisquito a sus amigos, aunque ciertamente no pareciera importarles en absoluto, y poder beber algo que sonaba como un megaconcentrado para no tener que comer en una semana sonaba muy, muy bien para no tener que depender de la gente, sobretodo si viajaba. Además, puede que le dejara quedarse alguno de los inventos y pudiera hacer algo útil con ello, o aprender algo, sonaba a que el tipo era algún tipo de alquimista muy específico.
Además, era completamente seguro, lo había dicho. ¿Quién mentiría en un tablón público? Nadie.
Así que se desvió del camino real y en un rato llego a donde debía estar. Probablemente. No estaba muy segura la verdad, pero era una mansión, así que sería importante, por lo que aunque se hubiera equivocado, seguro que sabrían indicarle el lugar correcto. La vampiresa tocó la puerta, y esta se abrió sola. –UuuUUuuUuuUUuuuuh.- Dijo Alisha, en su mejor invitación de un fantasma. Pero no hubo respuesta sobrenatural. Puede que necesitara sonido de cadenas igualmente. O puede que le hubiera abierto la puerta alguien muy muy bajito. Miró hacia abajo. No. -¿Hola?- probó una última vez. Puede que se hubiera abierto sola. Con runas. Las runas siempre eran la respuesta. Alisha entró un poco más en la casa, para mirar detrás de la puerta en búsqueda de…algo rúnico. Si brillaba intensamente mejor, no era como si fuera a reconocerla igualmente.
Y la puerta se cerró lentamente, dejándola a oscuras. –Uh…- Y un candelabro en el techo empezó a brillar con una luz azul. –Oh, gracias.-
En cualquier caso, había llegado a un acuerdo intermedio con Peter, y la había acompañado hasta donde se desviaba del camino real, para no poner en peligro a los caballos con una rama perdida o algo así, le daba pena solo de pensar en ese par de adorables criaturas heridas.
No estaba demasiado segura de porque hacia eso. Es decir, no necesitaba el dinero tan desesperadamente, pero… puede que fuera por la orientación vampírica de los inventos. No quería ser una molestia pidiéndoles un mordisquito a sus amigos, aunque ciertamente no pareciera importarles en absoluto, y poder beber algo que sonaba como un megaconcentrado para no tener que comer en una semana sonaba muy, muy bien para no tener que depender de la gente, sobretodo si viajaba. Además, puede que le dejara quedarse alguno de los inventos y pudiera hacer algo útil con ello, o aprender algo, sonaba a que el tipo era algún tipo de alquimista muy específico.
Además, era completamente seguro, lo había dicho. ¿Quién mentiría en un tablón público? Nadie.
Así que se desvió del camino real y en un rato llego a donde debía estar. Probablemente. No estaba muy segura la verdad, pero era una mansión, así que sería importante, por lo que aunque se hubiera equivocado, seguro que sabrían indicarle el lugar correcto. La vampiresa tocó la puerta, y esta se abrió sola. –UuuUUuuUuuUUuuuuh.- Dijo Alisha, en su mejor invitación de un fantasma. Pero no hubo respuesta sobrenatural. Puede que necesitara sonido de cadenas igualmente. O puede que le hubiera abierto la puerta alguien muy muy bajito. Miró hacia abajo. No. -¿Hola?- probó una última vez. Puede que se hubiera abierto sola. Con runas. Las runas siempre eran la respuesta. Alisha entró un poco más en la casa, para mirar detrás de la puerta en búsqueda de…algo rúnico. Si brillaba intensamente mejor, no era como si fuera a reconocerla igualmente.
Y la puerta se cerró lentamente, dejándola a oscuras. –Uh…- Y un candelabro en el techo empezó a brillar con una luz azul. –Oh, gracias.-
Alisha Lessard
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Re: Entre burbujas y explosiones [Trabajo]
Estaba decepcionada y en parte orgullosa, de todo lo que planteaban en ese cartel de trabajo (raro no haber pensado que esas cosas existían y buscarlas), vampiros, humanos, hombres lobo, ¿acaso los elfos no teníamos problemas que solucionar con pociones y magia? Al parecer no, pero sería muy interesante conocer de esa magia tan peculiar que era la alquimia y todo lo relacionado con ella. Le picaba la curiosidad casi tanto como saber de las demás razas y sus particularidades.
Si podía aprender y obtener algo de paga, parecía muy buen intercambio. Que mejor ejemplo de juventud y salud que una elfa en busca de la senda de la sanación y la potencia de la luz. Así emprendió el camino a los bosques. Era algo que agradecía, estar en su elemento afín. Tocaba árboles y ramitas como si fueran sus hermanos.
Su destino chocó por completo con el bosque. La fría piedra ensombrecía el ya oscuro lugar por la noche que caía, y miro la mansión con ese toque tétrico de un lobo esperando morder a su presa. Agitó la mano como quien espanta un insecto y tomó el aro de metal que colgaba de la puerta para hacerla sonar, y espero alguna especie de mayordomo. Se bamboleó en sus pies cuando la puerta se abrió pero nadie parecía estar ahí..-Woo levitación.
Adivinaba y esperaba atinar cuando entro al lugar, y ya había alguien ahí. El lugar estaba espectralmente iluminado por una particular azul que provenía de un candelabro. Entonces corrió para abrazar a la figura que estaba también en ese lugar.-¡¡¡¡Alisha!!! Que genial, así no haré estas prácticas sola, o con gente rara que debo conocer por primera vez. ¿Qué has hecho?
Bastante emocionada con el hecho de no estar con alguien desconocido, ignoraba el hecho de que aún no sabían nada de quien les había contratado. Por lo que la soltó y miraba el lugar observando lo particularmente grande que se veía a comparación del tamaño exterior.- Creo que daremos con tu mago y su vino mágico…
Si podía aprender y obtener algo de paga, parecía muy buen intercambio. Que mejor ejemplo de juventud y salud que una elfa en busca de la senda de la sanación y la potencia de la luz. Así emprendió el camino a los bosques. Era algo que agradecía, estar en su elemento afín. Tocaba árboles y ramitas como si fueran sus hermanos.
Su destino chocó por completo con el bosque. La fría piedra ensombrecía el ya oscuro lugar por la noche que caía, y miro la mansión con ese toque tétrico de un lobo esperando morder a su presa. Agitó la mano como quien espanta un insecto y tomó el aro de metal que colgaba de la puerta para hacerla sonar, y espero alguna especie de mayordomo. Se bamboleó en sus pies cuando la puerta se abrió pero nadie parecía estar ahí..-Woo levitación.
Adivinaba y esperaba atinar cuando entro al lugar, y ya había alguien ahí. El lugar estaba espectralmente iluminado por una particular azul que provenía de un candelabro. Entonces corrió para abrazar a la figura que estaba también en ese lugar.-¡¡¡¡Alisha!!! Que genial, así no haré estas prácticas sola, o con gente rara que debo conocer por primera vez. ¿Qué has hecho?
Bastante emocionada con el hecho de no estar con alguien desconocido, ignoraba el hecho de que aún no sabían nada de quien les había contratado. Por lo que la soltó y miraba el lugar observando lo particularmente grande que se veía a comparación del tamaño exterior.- Creo que daremos con tu mago y su vino mágico…
Última edición por Aradia Hazelmere el Jue Mar 19 2020, 02:29, editado 2 veces (Razón : Corrección de ortografia :P)
Aradia Hazelmere
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Re: Entre burbujas y explosiones [Trabajo]
Y mientras Alisha observaba el salón, un poco lleno de polvo, la verdad, la puerta se abrió y prácticamente al mismo tiempo que se giraba, fue derribada por un proyectil elfico, cayendo de culo. –Hey Ara…d...- dijo, acariciándole la cabeza en el abrazo, mientras intentaba no pensar en lo que le dolía el trasero después de caer de culo. – ¿También aquí con los experimentos? Acabo de llegar, aún no he hecho nada, no sé ni si es el lugar correcto. Bueno, si estás aquí, supongo que si…- Pero sus pensamientos sobre vino mágico fueron interrumpidos por el candelabro, que se apagó, y luego se volvió a encender, varias veces, para que luego unas lámparas de cristal en las escaleras se encendieran. –Creo que es nuestra señal de que subamos.- Y de que estamos tardando demasiado, pero daba igual, que se esperara, haber bajado a buscarles.
Las luces iluminaban el camino hacia un estudio, con la puerta abierta, y un ocupante dentro… Ahora entendía porque no había bajado a recibirlos.
-Os encontráis ante el gran Haakon Abels, alquimista, arcanista, ¡y el mejor inventor que ha servido a su majestad!- Por suerte había contenido su risa con la habilidad de una actriz profesional. Puesto que el gran Haakon Abels, estaba subido a una silla, de pie, y aun así, a duras penas le llegaba al pecho. Habría pensado que era un niño si el tipo no fuera calvo y con una frondosa barba negra. Pero esa túnica que pasaría por un albornoz no ayudaba a su look adulto, sinceramente.
-Uh… yo soy Alisha, alquimista, supongo…- dijo ella, pero el tipo ya había sacado una lupa de…vete a saber dónde y estaba mirándola a través de ella.
-Ah, sí, vampiro… no muy fuerte, pero un buen espécimen en general… bien alimentado…-
-¡Hey! Como que deb… ¿me estas llamando gorda?-
-Supongo que os preguntareis porque me he visto…miniaturizado. Muy sencillo, mi experimento sobre pociones de agrandamiento sufrió dos fallos. Ni fue localizado, ni fue temporal. Cosa que, la verdad, es un golpe de suerte si consigo aislar el componente que la hizo permanente… podrían darme un título nobiliario incluso…. Eso implica que no tengo tiempo de probar el resto de mis inventos en persona Y tomar notas sobre sus efectos. ¡Felicidades!- ¿Agrandamiento localizado? ¿Cómo un brazo?
Las luces iluminaban el camino hacia un estudio, con la puerta abierta, y un ocupante dentro… Ahora entendía porque no había bajado a recibirlos.
-Os encontráis ante el gran Haakon Abels, alquimista, arcanista, ¡y el mejor inventor que ha servido a su majestad!- Por suerte había contenido su risa con la habilidad de una actriz profesional. Puesto que el gran Haakon Abels, estaba subido a una silla, de pie, y aun así, a duras penas le llegaba al pecho. Habría pensado que era un niño si el tipo no fuera calvo y con una frondosa barba negra. Pero esa túnica que pasaría por un albornoz no ayudaba a su look adulto, sinceramente.
-Uh… yo soy Alisha, alquimista, supongo…- dijo ella, pero el tipo ya había sacado una lupa de…vete a saber dónde y estaba mirándola a través de ella.
-Ah, sí, vampiro… no muy fuerte, pero un buen espécimen en general… bien alimentado…-
-¡Hey! Como que deb… ¿me estas llamando gorda?-
-Supongo que os preguntareis porque me he visto…miniaturizado. Muy sencillo, mi experimento sobre pociones de agrandamiento sufrió dos fallos. Ni fue localizado, ni fue temporal. Cosa que, la verdad, es un golpe de suerte si consigo aislar el componente que la hizo permanente… podrían darme un título nobiliario incluso…. Eso implica que no tengo tiempo de probar el resto de mis inventos en persona Y tomar notas sobre sus efectos. ¡Felicidades!- ¿Agrandamiento localizado? ¿Cómo un brazo?
Última edición por Alisha Lessard el Sáb Oct 05 2019, 22:34, editado 1 vez
Alisha Lessard
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Re: Entre burbujas y explosiones [Trabajo]
Y la había hecho caer a la pobre, pero la emoción de verla le había ganado y ahora se levantaba para ayudarla, al parecer nos daban la bienvenida de una forma poco ortodoxa y ciertamente le hacía pensar que los brujos parecían desperdiciar éter en cualquier cosa con tal de facilitarse la vida. –Parece ser que sí.-Mascullo y comenzó a subir la escala con Alisha, pensando seriamente que era medio mala idea. Entonces fue hacia el estudio y se mordió la lengua para no soltar la risa. El hombre parecía más el presentador de un espectáculo, un circo de pulgas por que el apenas superaba la escala de un niño… Y así parecía pavonearse como un niño con juguete nuevo que no era lo que había pensado.
Tras presentarse Alisha y recibir su aprobación Aradia se puso derechita en una forma burda de presentar respetos pero solo la vio de arriba abajo.-Un elfo parece sano, pero mis investigaciones no van dirigidos hacia ellos. Pero de algo servirá- Dijo con cierto desdén tras su peculiar información, se pudo dar una idea de lo que había querido agrandar y se alegró que quedara del tamaño de un champiñón.
-Supongo que con una poción ya haciéndole efecto los resultados no serían fiables pero bueno ya estamos acá para ayudar a su progreso.- Dijo sin más mientras el mago miniatura les guiaba en ese estudio a donde tenía sus experimentos, cada uno de los frascos minuciosamente etiquetados y entonces tomo uno que le tendió a la elfa.-Bueno pero miren que si puedes servirme de algo, ¡un elfo sano con mi poción energética! Úsala úsala así los experimentos no tendrán momento de descanso necesario.
Miro algo nerviosa a Alisha, viendo lo que había hecho una poción al tío, pero para eso estaba ahí.-Bueno, si sale bien terminaremos pronto con su lio. -Bebió la poción que le supo raramente dulce, y más allá de un hormigueo en la panza no parecía sentir nada más, bueno solo menos cansancio del viaje miro la botella.-Pues hala que parece que funciona al menos de momento.
-Debes de mencionar cualquier cosa que sientas de ahora en más para ver sus reacciones a detalle- Dijo el hombrecillo y su mirada le dio mala espina a la elfa, pero era un mago, todos ellos le daban cosa. El hombre ese se enfrascó en señalar para que era cada poción, una rojo cereza al parecer inhibiría el apetito vampírico, una cosa en un tarro que parecía transparente y viscosa para protegerlos de la luz del sol, y algo peculiar que resaltaba mucho era un montón de flores atadas con un lazo plateado que desprendía un aroma como el de la primavera, algo para evitar la transformación de los hombres lobo, Aradia miro con sospecha esos inventos, eran útiles claro pero, que tanto podían aportar de beneficios a las otras razas que no fueran humana… Alisha podía responder por sí misma.
-Así que Alisha ¿¡eh!? Bueno aquí tengo esto para ti, -Entonces le señalo la poción rojo cereza, fue entonces cuando Aradia se quedó con la idea que había dicho antes el hombre y se arrepintió de tomar sin más la poción dada.
-Ehe he, si aún no sabe cuál es el componente que lo hizo permanente, ¿quiere decir que ya mezclo todo en estas cosas? ¿O a cada una le puso algún componente de la que lo dejo así?-Ella que lo de menos seria que o se quedara dormida permanentemente... nada bueno, pero si Alisha bebía eso y en vez de quitarle el apetito la hacía insaciable.
Tras presentarse Alisha y recibir su aprobación Aradia se puso derechita en una forma burda de presentar respetos pero solo la vio de arriba abajo.-Un elfo parece sano, pero mis investigaciones no van dirigidos hacia ellos. Pero de algo servirá- Dijo con cierto desdén tras su peculiar información, se pudo dar una idea de lo que había querido agrandar y se alegró que quedara del tamaño de un champiñón.
-Supongo que con una poción ya haciéndole efecto los resultados no serían fiables pero bueno ya estamos acá para ayudar a su progreso.- Dijo sin más mientras el mago miniatura les guiaba en ese estudio a donde tenía sus experimentos, cada uno de los frascos minuciosamente etiquetados y entonces tomo uno que le tendió a la elfa.-Bueno pero miren que si puedes servirme de algo, ¡un elfo sano con mi poción energética! Úsala úsala así los experimentos no tendrán momento de descanso necesario.
Miro algo nerviosa a Alisha, viendo lo que había hecho una poción al tío, pero para eso estaba ahí.-Bueno, si sale bien terminaremos pronto con su lio. -Bebió la poción que le supo raramente dulce, y más allá de un hormigueo en la panza no parecía sentir nada más, bueno solo menos cansancio del viaje miro la botella.-Pues hala que parece que funciona al menos de momento.
-Debes de mencionar cualquier cosa que sientas de ahora en más para ver sus reacciones a detalle- Dijo el hombrecillo y su mirada le dio mala espina a la elfa, pero era un mago, todos ellos le daban cosa. El hombre ese se enfrascó en señalar para que era cada poción, una rojo cereza al parecer inhibiría el apetito vampírico, una cosa en un tarro que parecía transparente y viscosa para protegerlos de la luz del sol, y algo peculiar que resaltaba mucho era un montón de flores atadas con un lazo plateado que desprendía un aroma como el de la primavera, algo para evitar la transformación de los hombres lobo, Aradia miro con sospecha esos inventos, eran útiles claro pero, que tanto podían aportar de beneficios a las otras razas que no fueran humana… Alisha podía responder por sí misma.
-Así que Alisha ¿¡eh!? Bueno aquí tengo esto para ti, -Entonces le señalo la poción rojo cereza, fue entonces cuando Aradia se quedó con la idea que había dicho antes el hombre y se arrepintió de tomar sin más la poción dada.
-Ehe he, si aún no sabe cuál es el componente que lo hizo permanente, ¿quiere decir que ya mezclo todo en estas cosas? ¿O a cada una le puso algún componente de la que lo dejo así?-Ella que lo de menos seria que o se quedara dormida permanentemente... nada bueno, pero si Alisha bebía eso y en vez de quitarle el apetito la hacía insaciable.
Última edición por Aradia Hazelmere el Dom Mar 15 2020, 17:26, editado 1 vez
Aradia Hazelmere
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Re: Entre burbujas y explosiones [Trabajo]
Aradia había recibido lo que el hombre aseguraba que era una poción energética. A saber si lo era, o funcionaba siquiera, pero seguramente, solo el tiempo lo diría.
-Oh, no, la mayoría son solo cachivaches que fui inventando y acumulando porque no tenía sujetos en los que probarlos. Es decir, no puedo probarlo todo conmigo, se mezclarían los resultados así que pruebo solo unos pocos ¡solo los más importantes!- la poción rojiza que había puesto ante ella fue recogida otra vez. –puede que nos esperemos a que la otra haga efecto, solo por seguridad, si… prueba esto.- y dejo un… ¿mortero? Con algo transparente que parecía gelatina. –Lo llamo… crema solar. Es para vampiros…- procedio a explicarlo, pero sí, se hacía una idea de lo que hacía. –Puede que…tócala solo con el dedo para empezar.-
Sí, eso le inspiraba completa confianza en el invento. Alisha alargó el dedo y, muuuuy lentamente, toco la gelatina. No tenía la consistencia de gelatina, más bien parecía miel. –Bien, no has estallado en llamas… eso es bueno.- De algún lugar había sacado una libretita y estaba apuntando con una pluma. Pero eso no era importante ahora mismo.
-Espera ¿QUÉ?- protestó ella, limpiándose la porquería del dedo.
-Bueno, he usado flores que solo florecen de día, como las tulipas o los hibiscos, así que cabía la posibilidad de que…bueno, hubieran acumulado energía solar y te quemaran al contacto en cantidades tan concentradas. Pero parece que esa teoría es falsa, perfecto. Puedes extendértela por la mano con seguridad.-
-¿Y cómo piensas probar que protege de la luz solar? Es de noche.-
-Me alegra que preguntes, usare…. Esto.- sacó una vela… de cristal…no un candelabro, no, literalmente una estatuilla de cristal negro de una vela, llama incluida, la única parte transparente. –Está encantada con luz solar, mucho mejor para leer por la noche que con la luz de las velas como un bárbaro.- Sacó lo que parecía ser un tubo de madera que cubrió la vela y, efectivamente, una palabra más tarde había una columna de luz presuntamente solar. Y el enano la miraba expectante…bien… era hora…podía hacerlo.
Su mano prácticamente chorreaba esa crema solar, la izquierda, por si acaso, y Alisha pasó la mano por la columna de luz, tan rápido como pudo. No pasó nada, aparte de manchar la pared de esa porquería, pero Haakon no pareció darse cuenta, con los ojos tan fijos en la luz. –Venga, parece que funciona, ¡pero no poder tener datos si no pones la mano más tiempo!- ¿Funcionaba? No tenía ni idea en realidad, “cuanto tardo en ser calcinada por el sol” no era un experimento que ella ni ningún vampiro que hubiera conocido había probado. Así que puso la mano en el haz de luz otra vez, y efectivamente, cuando dejo la mano allí, solo notó un agradable calor. La vampiresa soltó una risita nerviosa. –¡Haakon! ¡Funciona! ¡FuncAGH!- Y sacó la mano al instante al notar un ardor. En un segundo, toda su mano, incluso la que estaba en la sombra de la luz estaba gris, y su palma tenía una quemadura muy fea. Y dolía, vaya si dolía, quería tirarse al suelo y llorar, pero se conformó con doblarse sobre si misma.
-Mmmm, parece que el ratio de amapola es muy bajo, no absorbe durante el suficiente tiempo antes de agotarse y volverse gris… ¿Puede que deba cambiar la base a algo más absorbente? La fracción destilada debería ser la correcta… Puede que el problema sea la falta de absorción al cuerpo vampírico… Oh, seguramente deberías atender eso, y limpiarte la mano antes de que la energía solar sea liberada…- “o no podrás probar la poción, porque estarás muerta” parecía querer decir por su tono sombrío.
-Oh, no, la mayoría son solo cachivaches que fui inventando y acumulando porque no tenía sujetos en los que probarlos. Es decir, no puedo probarlo todo conmigo, se mezclarían los resultados así que pruebo solo unos pocos ¡solo los más importantes!- la poción rojiza que había puesto ante ella fue recogida otra vez. –puede que nos esperemos a que la otra haga efecto, solo por seguridad, si… prueba esto.- y dejo un… ¿mortero? Con algo transparente que parecía gelatina. –Lo llamo… crema solar. Es para vampiros…- procedio a explicarlo, pero sí, se hacía una idea de lo que hacía. –Puede que…tócala solo con el dedo para empezar.-
Sí, eso le inspiraba completa confianza en el invento. Alisha alargó el dedo y, muuuuy lentamente, toco la gelatina. No tenía la consistencia de gelatina, más bien parecía miel. –Bien, no has estallado en llamas… eso es bueno.- De algún lugar había sacado una libretita y estaba apuntando con una pluma. Pero eso no era importante ahora mismo.
-Espera ¿QUÉ?- protestó ella, limpiándose la porquería del dedo.
-Bueno, he usado flores que solo florecen de día, como las tulipas o los hibiscos, así que cabía la posibilidad de que…bueno, hubieran acumulado energía solar y te quemaran al contacto en cantidades tan concentradas. Pero parece que esa teoría es falsa, perfecto. Puedes extendértela por la mano con seguridad.-
-¿Y cómo piensas probar que protege de la luz solar? Es de noche.-
-Me alegra que preguntes, usare…. Esto.- sacó una vela… de cristal…no un candelabro, no, literalmente una estatuilla de cristal negro de una vela, llama incluida, la única parte transparente. –Está encantada con luz solar, mucho mejor para leer por la noche que con la luz de las velas como un bárbaro.- Sacó lo que parecía ser un tubo de madera que cubrió la vela y, efectivamente, una palabra más tarde había una columna de luz presuntamente solar. Y el enano la miraba expectante…bien… era hora…podía hacerlo.
Su mano prácticamente chorreaba esa crema solar, la izquierda, por si acaso, y Alisha pasó la mano por la columna de luz, tan rápido como pudo. No pasó nada, aparte de manchar la pared de esa porquería, pero Haakon no pareció darse cuenta, con los ojos tan fijos en la luz. –Venga, parece que funciona, ¡pero no poder tener datos si no pones la mano más tiempo!- ¿Funcionaba? No tenía ni idea en realidad, “cuanto tardo en ser calcinada por el sol” no era un experimento que ella ni ningún vampiro que hubiera conocido había probado. Así que puso la mano en el haz de luz otra vez, y efectivamente, cuando dejo la mano allí, solo notó un agradable calor. La vampiresa soltó una risita nerviosa. –¡Haakon! ¡Funciona! ¡FuncAGH!- Y sacó la mano al instante al notar un ardor. En un segundo, toda su mano, incluso la que estaba en la sombra de la luz estaba gris, y su palma tenía una quemadura muy fea. Y dolía, vaya si dolía, quería tirarse al suelo y llorar, pero se conformó con doblarse sobre si misma.
-Mmmm, parece que el ratio de amapola es muy bajo, no absorbe durante el suficiente tiempo antes de agotarse y volverse gris… ¿Puede que deba cambiar la base a algo más absorbente? La fracción destilada debería ser la correcta… Puede que el problema sea la falta de absorción al cuerpo vampírico… Oh, seguramente deberías atender eso, y limpiarte la mano antes de que la energía solar sea liberada…- “o no podrás probar la poción, porque estarás muerta” parecía querer decir por su tono sombrío.
Última edición por Alisha Lessard el Lun Feb 10 2020, 14:04, editado 2 veces
Alisha Lessard
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Re: Entre burbujas y explosiones [Trabajo]
Aradia asentía, claro era lógico necesitar de conejillos de indias, si no terminabas como él, bajito por querer agrandar otras cosas, se daba la idea de que, pero no quería asegurar nada. Entonces recordó que ni pensó en el contenido de lo que había bebido y ahora que escuchaba sus hipótesis con la gelatina solar, esta se sobo la panza esperando que lo único que le pudiera causar fuera dolor de estómago, siendo algo francos ya era noche y se podría decir que no tenía sueño de momento, habría que ver más adelante. Sin embargo lo que le ofrecía a Alisha mirando con curiosidad el mortero, y como Alisha, Aradia lo vio con los ojos como platos.
-¿Cómo?
La cosa no le parecía muy buena idea ahora, viendo los inventos todo parecía girar en torno a flores y el estrafalario hombrecillo no hacía más que aumentar las ganas de salir en fuga y dejarlo con eso, pero realmente necesitaba el dinero y bueno si algo pasaba ella podía curar a Alisha, pensaba eso con la mirada perdida en un punto en el mortero mientras los últimos dos reaccionaban al experimento y a la luz que emanaba de otra peculiar creación, sin poder evitar pensar que no era tan malo después de todo. Ayudó a la vampiresa a poner ese gel en abundancia sobre su mano y mordiendo el dedo pulgar esperaba ansiosa que fuera bien Alish era su amiga y sabía que los vampiros y el sol no eran los mejores amigos sonrió ampliamente con el aparente éxito –Gracias a los dioses- Susurraba muy bajito y entonces paso al miedo y al enojo, no, furia contra el bajito mientras su amiga se dobló sobre si y ella tomaba un trapo para limpiar la pomada y este lo lanzó bien lejos y hasta agua de su petaca le derramó para asegurar que no quedara nada mientras Hakoon hablaba y remarcaba el desagrado de la elfa por los brujos, ninguno hasta ahora demostraba tener el mínimo ápice de respeto por la vida.
-Por suerte tiene un elfo presente. Tranquila Ali yo te curo, si no, puedes tomar tantita de mi sangre –Le dijo en un tono más bajito como cómplice, aceptaba que era algo que se “debía” hacer en pro de la ciencia pero no le agradaba que la dañada fuera su amiga “Tal vez otro vampiro” se odio un poco por ello, pero también pensaba en como afectaba la luz a los vampiros, y decidió centrarse, estaba hablando de su amiga, no sabía que tanto podría preguntarle acerca de su naturaleza en el futuro pero de momento centró sus manos en la quemadura y en un susurro suplicaba a Anar y los dioses le permitieran sanar a su amiga en su lengua madre mientras el cosquilleo que producía la emanación de la energía sanaba el tejido de Alisha. Miro a su amiga con extrañeza.
-Bueno parece que la poción funciona, no me ha causado nada de cansancio el sanarte.-Temía preguntar que contenía lo que bebió sin siquiera chistar.
-¿Cómo?
La cosa no le parecía muy buena idea ahora, viendo los inventos todo parecía girar en torno a flores y el estrafalario hombrecillo no hacía más que aumentar las ganas de salir en fuga y dejarlo con eso, pero realmente necesitaba el dinero y bueno si algo pasaba ella podía curar a Alisha, pensaba eso con la mirada perdida en un punto en el mortero mientras los últimos dos reaccionaban al experimento y a la luz que emanaba de otra peculiar creación, sin poder evitar pensar que no era tan malo después de todo. Ayudó a la vampiresa a poner ese gel en abundancia sobre su mano y mordiendo el dedo pulgar esperaba ansiosa que fuera bien Alish era su amiga y sabía que los vampiros y el sol no eran los mejores amigos sonrió ampliamente con el aparente éxito –Gracias a los dioses- Susurraba muy bajito y entonces paso al miedo y al enojo, no, furia contra el bajito mientras su amiga se dobló sobre si y ella tomaba un trapo para limpiar la pomada y este lo lanzó bien lejos y hasta agua de su petaca le derramó para asegurar que no quedara nada mientras Hakoon hablaba y remarcaba el desagrado de la elfa por los brujos, ninguno hasta ahora demostraba tener el mínimo ápice de respeto por la vida.
-Por suerte tiene un elfo presente. Tranquila Ali yo te curo, si no, puedes tomar tantita de mi sangre –Le dijo en un tono más bajito como cómplice, aceptaba que era algo que se “debía” hacer en pro de la ciencia pero no le agradaba que la dañada fuera su amiga “Tal vez otro vampiro” se odio un poco por ello, pero también pensaba en como afectaba la luz a los vampiros, y decidió centrarse, estaba hablando de su amiga, no sabía que tanto podría preguntarle acerca de su naturaleza en el futuro pero de momento centró sus manos en la quemadura y en un susurro suplicaba a Anar y los dioses le permitieran sanar a su amiga en su lengua madre mientras el cosquilleo que producía la emanación de la energía sanaba el tejido de Alisha. Miro a su amiga con extrañeza.
-Bueno parece que la poción funciona, no me ha causado nada de cansancio el sanarte.-Temía preguntar que contenía lo que bebió sin siquiera chistar.
- off:
- Off: Uso de imposición de manos para sanar las quemaduras de Alisha
Última edición por Aradia Hazelmere el Dom Mar 15 2020, 19:35, editado 2 veces
Aradia Hazelmere
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Re: Entre burbujas y explosiones [Trabajo]
Alisha le estaba dedicando una mirada llena de significado al enano mientras Aradia la sanaba. Pero el tipo parecía no darse cuenta o no importarle. Y en nada, todo parecía estar solucionado. Su mano estaba limpia y, más importante, de vuelta a como se suponía que debía ser, sin quemaduras solares. Le dedicó una mirada a la elfa, para agradecérselo, y se dio cuenta de un pequeño detalle.
Tenía que encontrar una manera fina de decírselo, para que no se alterara, ya había habido demasiados desastres.
-Oh, parece que las manchas verdes no han sido removidas con el refinamiento…Trágico- dijo el bocazas apuntando en su libretita.
Efectivamente, Aradia recordaba a un dálmata, pero con manchas verdes. No se había dado cuenta hasta ahora, así que al menos no dolería o tendría más síntomas siquiera. –No te preocupes, no es permanente, debería empezar a irse poco a poco en un par de semanas.-
Un par de semanas. Oh no. Ni hablar. Alisha se levantó, llena de determinación. Una mano por una mano. Más o menos. Ella se entendía. –Tu caldero, ¿dónde está?-
-Uh…allí en la esquina, ¿pero qué pretendes…?- mala suerte para él, no le importaba lo que tuviera que decir.
-Pues salvo que quieras esperarte a que las manchitas se vayan, vamos a tener que arreglarla. Vamos a ver… ¿Qué usaste para la energía?-
-No voy a revelar mis formulas secretas a una incul…- el bufido siempre funcionaba. Había algo profundamente perturbador en un vampiro imitando a un gato. Los colmillos seguramente. En cualquier caso, señaló a un tarro, un tarro que, estaba segura, tenía cachitos de rana. Bien, al menos el verde era algún tipo de tinte y no una reacción rara. Y sabía cómo tratar eso. Más o menos. Alisha se movió por la sala, mirando potes, de vez en cuando cogiendo alguno y olisqueándolo, hasta que tuvo lo que necesitaba. El enano la miró, con curiosidad, mientras espolvoreaba un polvo blanco y llenaba el caldero de agua y removía para que se disolviera.
-¿Qué harás con el bario?- pero lo ignoró, vertiendo un poco de otra botella que olía horrible, un ácido. La mezcla no tardo en sisear y burbujear, momento en el que añadió unas pocas cosas más, secreto de la casa, hasta tener la mezcla deseada. Luego solo quedaba que Aradia se lo aplicara, para lo que tendría que aplicar un trapo, porque no iba a beberse esa guarrada. Así que se agenció unos cuantos tarros y los lleno del agua burbujeante. –Aplícatelo en las manchas. Picara un poco, es normal.-
Mientras esperaban a Aradia, en absoluto silenció, porque la vampira le estaba clavando la mirada al supuesto mejor inventor del reino, este se dedicó a tomar unas pocas notas y finalmente, tras lo que aprecio una eternidad, le dio una botellita roja. -¿Tienes hambre?- no contestó, mirando la botella con absoluta sospecha. –No tiene nada que no sea sangre de algún animal, palabra.- bueno…eso era esperanzador… no podía salir tan mal como el resto ¿no?
La tomó antes de arrepentirse y la descorchó. Era una botella razonablemente grande, habría llenado una copa de vino seguramente. Le dedicó una última mirada, que fue respuesta con un gesto de la mano para que se la bebiera entera. –Allá vamos supongo…- Y se la bebió de cuatro tragos. Un segundo pasó. Dos, cinco. Y su cuerpo se contrajo, mientras ella se retorcía hacia el caldero y vomitaba hasta su primera comida.
-Uh… no es exactamente lo que esperaba, pero me alegra ver que funciona…-
-Como…diablos… puedes decir…eso…- dijo, mientras su estómago se revolvía aún más, ahora que no tenía nada que echar fuera, aún era peor.
-Bueno, no tienes hambre ¿no?-
-Voy a matarte. Palabra.- dijo, aún abrazada al caldero que ya estaba a punto de rebosar entre su pequeño experimento y su comida.
-Pero no parece calmar la agresividad natural de la raza, puede que incluso la aumente, Nota: Revisar que los roedores estaban en perfecto estado de salud, no rabiosos o enfermos.- dijo, apuntando en su libretita.
-R…¿Roedores?- pudo notar otra arcada subiéndole por la tripa.
-Oh, solo ardillas, no te preocupes.- mintió el enano. Estaba segura de que había mentido. 150%. ¿Le darían la mitad de la paga si se iba ahora?
Tenía que encontrar una manera fina de decírselo, para que no se alterara, ya había habido demasiados desastres.
-Oh, parece que las manchas verdes no han sido removidas con el refinamiento…Trágico- dijo el bocazas apuntando en su libretita.
Efectivamente, Aradia recordaba a un dálmata, pero con manchas verdes. No se había dado cuenta hasta ahora, así que al menos no dolería o tendría más síntomas siquiera. –No te preocupes, no es permanente, debería empezar a irse poco a poco en un par de semanas.-
Un par de semanas. Oh no. Ni hablar. Alisha se levantó, llena de determinación. Una mano por una mano. Más o menos. Ella se entendía. –Tu caldero, ¿dónde está?-
-Uh…allí en la esquina, ¿pero qué pretendes…?- mala suerte para él, no le importaba lo que tuviera que decir.
-Pues salvo que quieras esperarte a que las manchitas se vayan, vamos a tener que arreglarla. Vamos a ver… ¿Qué usaste para la energía?-
-No voy a revelar mis formulas secretas a una incul…- el bufido siempre funcionaba. Había algo profundamente perturbador en un vampiro imitando a un gato. Los colmillos seguramente. En cualquier caso, señaló a un tarro, un tarro que, estaba segura, tenía cachitos de rana. Bien, al menos el verde era algún tipo de tinte y no una reacción rara. Y sabía cómo tratar eso. Más o menos. Alisha se movió por la sala, mirando potes, de vez en cuando cogiendo alguno y olisqueándolo, hasta que tuvo lo que necesitaba. El enano la miró, con curiosidad, mientras espolvoreaba un polvo blanco y llenaba el caldero de agua y removía para que se disolviera.
-¿Qué harás con el bario?- pero lo ignoró, vertiendo un poco de otra botella que olía horrible, un ácido. La mezcla no tardo en sisear y burbujear, momento en el que añadió unas pocas cosas más, secreto de la casa, hasta tener la mezcla deseada. Luego solo quedaba que Aradia se lo aplicara, para lo que tendría que aplicar un trapo, porque no iba a beberse esa guarrada. Así que se agenció unos cuantos tarros y los lleno del agua burbujeante. –Aplícatelo en las manchas. Picara un poco, es normal.-
Mientras esperaban a Aradia, en absoluto silenció, porque la vampira le estaba clavando la mirada al supuesto mejor inventor del reino, este se dedicó a tomar unas pocas notas y finalmente, tras lo que aprecio una eternidad, le dio una botellita roja. -¿Tienes hambre?- no contestó, mirando la botella con absoluta sospecha. –No tiene nada que no sea sangre de algún animal, palabra.- bueno…eso era esperanzador… no podía salir tan mal como el resto ¿no?
La tomó antes de arrepentirse y la descorchó. Era una botella razonablemente grande, habría llenado una copa de vino seguramente. Le dedicó una última mirada, que fue respuesta con un gesto de la mano para que se la bebiera entera. –Allá vamos supongo…- Y se la bebió de cuatro tragos. Un segundo pasó. Dos, cinco. Y su cuerpo se contrajo, mientras ella se retorcía hacia el caldero y vomitaba hasta su primera comida.
-Uh… no es exactamente lo que esperaba, pero me alegra ver que funciona…-
-Como…diablos… puedes decir…eso…- dijo, mientras su estómago se revolvía aún más, ahora que no tenía nada que echar fuera, aún era peor.
-Bueno, no tienes hambre ¿no?-
-Voy a matarte. Palabra.- dijo, aún abrazada al caldero que ya estaba a punto de rebosar entre su pequeño experimento y su comida.
-Pero no parece calmar la agresividad natural de la raza, puede que incluso la aumente, Nota: Revisar que los roedores estaban en perfecto estado de salud, no rabiosos o enfermos.- dijo, apuntando en su libretita.
-R…¿Roedores?- pudo notar otra arcada subiéndole por la tripa.
-Oh, solo ardillas, no te preocupes.- mintió el enano. Estaba segura de que había mentido. 150%. ¿Le darían la mitad de la paga si se iba ahora?
- off:
- Subrayado el uso de Alquimia para curar a Ari
Última edición por Alisha Lessard el Lun Feb 10 2020, 14:16, editado 1 vez
Alisha Lessard
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Re: Entre burbujas y explosiones [Trabajo]
Respiro hondo y con alivio al ver como sanaba su amiga y entonces paro de sanarla mirándole con una sonrisa pero la cara de Alisha no parecía en lo absoluto aliviada, y cuando iba a preguntar que le pasaba la respuesta le vino como balde de agua fría “Manchas Verdes”… Dado que Alisha seguía viéndose con un cutis perfecto y una piel tan blanca como la leche la elfa se vio las manos y noto las manchitas verdes que no había percibido por la luz que emanaban al momento de sanar las cuales apretó mirando al hombrecillo y que diera gracias a los dioses que no tenía espadas por ojos…-¿DOS SEMANAS?
La voz de la elfa sonó aguda y estridente, una nota de menos y seguro que todo el cristal ahí habría tronado pero de momento tenían otro asunto entre manos y la vampireza soltó un bufido que la hizo regresar de su estado irascible y se puso entre ella y el enano que comenzaba a palabrear sobre sus secretos y con voz chillona aleteaba para que su amiga dejase los implementos pero seguro noto que Alisha tenía más talento en su meñique que el en todo el cuerpo porque se le quedo viendo y haciendo el gesto de estar escribiendo.
-Oh gracias gracias.-Dijo sin pensarlo la elfa que ya estaba que trepaba las paredes al ver su piel tan arruinada- Sin o fuera porque no sirve para lo que debe… Esto serviría mucho para camuflarse en el bosque.-Musito más para sí mientras sacaba un espejo y comenzaba a poner la solución en sus manchas y apretaba los labios sintiendo como hormigueaba la piel, notando como poco a poco estas regresaban a la normalidad, y allá donde vio manchita ahí donde la puso y rascándose pensó en cómo se pondría esa solución en la espalda o allá donde ella no viera manchas.-Las manchas salen en todo el cuerpo o.-
Oh oh… Ok si habían aceptado ser conejillos pero este hombre no daba una, y juntando las manos como si rezara se tapó la boca para no soltar de gritos.- ¿En qué diablos se parecen los roedores a un vampiro? Si me dice que lo experimento con murciélagos se lo creería mas...-Bueno por simple lógica ¿no?
Se acercó a Alisha para sobarle la espalda entre arcada y arcada pensando seriamente en como revertir ese efecto, se mordió el labio. –Alish no se dé alquimia pero dime que hacer para revertir ese efecto. –Se acercó a ella y susurro- Aquí entre nos si seguimos acá nos va a matar con sus inventos.- Se incorporó y fue hacia el enano pensando seriamente en que su tamaño era el mejor de los efectos que sus pociones e inventos podrían tener –Para toda solución debe tener una contraparte que neutralice o elimine los efectos, ahora, o me dices como revertir esa opción, o tú tamaño será el menor de tus problema…
Un sonido húmedo y viscoso resonó en el lugar cuando el caldero por fin reboso y mirando a Alish se preguntaba si el devolver el estómago sería el único efecto de la poción, ella de momento no sentía nada, tal vez que por ser de noche no tuviera sueño pero había noches así, ¿cómo saber si había tenido otro efecto aparte de las manchas? Ella sujetaba el cuello de la túnica del brujo mientras este balbuceaba sobre el secretismo de su trabajo, su magnificencia y su porte ante el reino, ella como sanadora conocía de hierbas, mas no de alquimia… Ese día tendría una lección concentrada, avanzada y que seguro la haría internarse a ese conocimiento sin duda alguna.
La voz de la elfa sonó aguda y estridente, una nota de menos y seguro que todo el cristal ahí habría tronado pero de momento tenían otro asunto entre manos y la vampireza soltó un bufido que la hizo regresar de su estado irascible y se puso entre ella y el enano que comenzaba a palabrear sobre sus secretos y con voz chillona aleteaba para que su amiga dejase los implementos pero seguro noto que Alisha tenía más talento en su meñique que el en todo el cuerpo porque se le quedo viendo y haciendo el gesto de estar escribiendo.
-Oh gracias gracias.-Dijo sin pensarlo la elfa que ya estaba que trepaba las paredes al ver su piel tan arruinada- Sin o fuera porque no sirve para lo que debe… Esto serviría mucho para camuflarse en el bosque.-Musito más para sí mientras sacaba un espejo y comenzaba a poner la solución en sus manchas y apretaba los labios sintiendo como hormigueaba la piel, notando como poco a poco estas regresaban a la normalidad, y allá donde vio manchita ahí donde la puso y rascándose pensó en cómo se pondría esa solución en la espalda o allá donde ella no viera manchas.-Las manchas salen en todo el cuerpo o.-
Oh oh… Ok si habían aceptado ser conejillos pero este hombre no daba una, y juntando las manos como si rezara se tapó la boca para no soltar de gritos.- ¿En qué diablos se parecen los roedores a un vampiro? Si me dice que lo experimento con murciélagos se lo creería mas...-Bueno por simple lógica ¿no?
Se acercó a Alisha para sobarle la espalda entre arcada y arcada pensando seriamente en como revertir ese efecto, se mordió el labio. –Alish no se dé alquimia pero dime que hacer para revertir ese efecto. –Se acercó a ella y susurro- Aquí entre nos si seguimos acá nos va a matar con sus inventos.- Se incorporó y fue hacia el enano pensando seriamente en que su tamaño era el mejor de los efectos que sus pociones e inventos podrían tener –Para toda solución debe tener una contraparte que neutralice o elimine los efectos, ahora, o me dices como revertir esa opción, o tú tamaño será el menor de tus problema…
Un sonido húmedo y viscoso resonó en el lugar cuando el caldero por fin reboso y mirando a Alish se preguntaba si el devolver el estómago sería el único efecto de la poción, ella de momento no sentía nada, tal vez que por ser de noche no tuviera sueño pero había noches así, ¿cómo saber si había tenido otro efecto aparte de las manchas? Ella sujetaba el cuello de la túnica del brujo mientras este balbuceaba sobre el secretismo de su trabajo, su magnificencia y su porte ante el reino, ella como sanadora conocía de hierbas, mas no de alquimia… Ese día tendría una lección concentrada, avanzada y que seguro la haría internarse a ese conocimiento sin duda alguna.
Aradia Hazelmere
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Re: Entre burbujas y explosiones [Trabajo]
-Sí... experimentos…- se limitó a decir el hombre con un tono que hacia dudar sobre la frase entera. Al menos ya quedaba bastante claro cuál era la sangre de animal. Aunque a saber cuántas ardillas habían sufrido para hacer la poción.
En cualquier caso, Aradia parecía muy preocupada con su estado actual. Aunque ya estaba mejor, en serio.
Que va.
Pero algo tenía que decirle a la pobre chica para que dejara de preocuparse, y ya que estaba, en el caso de que los espasmos no se fueran, podía preparar una infusión… Bueno, puede que infusión no fuera la mejor idea, pero tampoco había muchas otras opciones, así que las tomaría sorbito a sorbito. –Empecemos… con jengibre, es… una raíz marrón.- dijo, pausando tras cada palabra. –No se usa… si se está embarazada… no es un problema ahora mismo. Manzanilla, flor amarilla de pétalos blancos.- para purgar lo que fuera que tenía esa cosa hecha con roedores. –Trompetas de la muerte, setas de color negro. Deben hervirse muy bien, usa solo un pellizquito. No, las otras, más pequeñas, esas. Machaca la raíz y hiérvelo todo, bien, con cuidado… luego se filtra.-
Estaba empapada de sudor, entre los espasmos y la explicación, al tener que alternar las pausas entre hablar y respirar, pero las instrucciones ya estaban hechas y ahora básicamente solo tenía que esperar.
-Bueno, ya que parece que pasara un rato hasta retomar los experimentos, puede que sea un buen momento para mencionar que necesito un ingrediente más…- empezó el hombrecito, impasible. –Hay una pequeña seta fluorescente que crece en una cueva cercana. Azulada, bastante bonita, pero pierde el brillo a la media hora de cosecharla, así que no podéis entreteneros, la necesito intacta.- ¿No podía siquiera leer el ambiente? ¿O les estaba ofreciendo un descanso indirectamente? Alisha entrecerró los ojos, centrándolos en el hombrecillo y la estúpida libretita.
No, imposible, solo era así de idiota. Alisha se dejó desplomar un poco en el suelo con un gimoteo. Ahora que no tenía nada que sacar, no importaba donde estuviera sufriendo, y se moría de calor, mientras que el suelo era convenientemente frio.
En cualquier caso, Aradia parecía muy preocupada con su estado actual. Aunque ya estaba mejor, en serio.
Que va.
Pero algo tenía que decirle a la pobre chica para que dejara de preocuparse, y ya que estaba, en el caso de que los espasmos no se fueran, podía preparar una infusión… Bueno, puede que infusión no fuera la mejor idea, pero tampoco había muchas otras opciones, así que las tomaría sorbito a sorbito. –Empecemos… con jengibre, es… una raíz marrón.- dijo, pausando tras cada palabra. –No se usa… si se está embarazada… no es un problema ahora mismo. Manzanilla, flor amarilla de pétalos blancos.- para purgar lo que fuera que tenía esa cosa hecha con roedores. –Trompetas de la muerte, setas de color negro. Deben hervirse muy bien, usa solo un pellizquito. No, las otras, más pequeñas, esas. Machaca la raíz y hiérvelo todo, bien, con cuidado… luego se filtra.-
Estaba empapada de sudor, entre los espasmos y la explicación, al tener que alternar las pausas entre hablar y respirar, pero las instrucciones ya estaban hechas y ahora básicamente solo tenía que esperar.
-Bueno, ya que parece que pasara un rato hasta retomar los experimentos, puede que sea un buen momento para mencionar que necesito un ingrediente más…- empezó el hombrecito, impasible. –Hay una pequeña seta fluorescente que crece en una cueva cercana. Azulada, bastante bonita, pero pierde el brillo a la media hora de cosecharla, así que no podéis entreteneros, la necesito intacta.- ¿No podía siquiera leer el ambiente? ¿O les estaba ofreciendo un descanso indirectamente? Alisha entrecerró los ojos, centrándolos en el hombrecillo y la estúpida libretita.
No, imposible, solo era así de idiota. Alisha se dejó desplomar un poco en el suelo con un gimoteo. Ahora que no tenía nada que sacar, no importaba donde estuviera sufriendo, y se moría de calor, mientras que el suelo era convenientemente frio.
Alisha Lessard
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Re: Entre burbujas y explosiones [Trabajo]
La elfa estaba al borde, y como no quería repetir la escena con el troll decidió soltar al hombrecillo y respirar hondo para recuperar la calma e invadirse de la serenidad de los bosques y disponer así toda su atención a ayudar a Alisha, alejo un poco a su amiga del caldero que había rebosado, busco esperando el hombrecillo tuviera otro caldero, pero en medio de su búsqueda Alisha respondió su duda para ayudarla. Se acercó al estante con una cantidad grosera se tarros, frascos y cajitas y podría decirse que lo único bueno del hombre era que todo estaba etiquetado. Tomo una olla para usarla de canasta y como si fuera de compras tomo frascos y cajitas con aquello que describía la vampira y hacia nota de lo que faltaba cuando iba a la mesa donde con cuidado vaciaba las cosas. Pensaba seriamente en usar el caldero pero a falta de encontrar otro y de no saber dónde desechar el el contenido de el usado por Alisha pues se hizo de una olla sencilla de metal que le recordó las que usaba en casa para hacer sopa.
El brujo alquimista se sentó en un banco, con una extraña sonrisa mientras la elfa se ponía a mover frascos y quitando uno especialmente grande con un líquido incoloro que yacía cómodamente en una base de metal, eso no era lo que requería la elfa pero si el mechero bajo la pesada burbuja de cristal y lo usaría a modo de estufa. El hombre estaba demasiado callado como si las idas y venidas de la joven le causaran risa o una especie de espectáculo personal, ella se contuvo de enfrentarlo sin saber que para ese hombre la situación era como ver una granja de hormigas, las pociones cumplían en parte su cometido así como las dos voluntarias y hasta se tomaban la molestia de hacer por él la búsqueda de una solución a los efectos secundarios y que podrían ser útiles para otras tantas cosas más.
-Sabes que cantidades usar ¿verdad?- Dijo el hombrecillo cuando la joven se asomó a una pileta que parecía contener agua y lleno la olla a poco más de la mitad de la capacidad, ella tuvo un respingo y se mordió la lengua, conocía las plantas muy bien y algunas podía darse idea de cómo usarlas y cuando llego a la mesa el hombrecillo encendió el mechero con el movimiento de la mano divertido de la inutilidad de la elfa, ese cambio de actitud le causo un escalofrió tratando de tomar el gesto como una ayuda.
Alisha hablaba en pausas y de lo que le daba indicación por cantidades las agregaba a la olla que había puesto en la estufa improvisada, retomo algunos de sus conocimientos en herbolaria agradeciendo a sus padres por las lecciones.-Son infusiones remedios, las cantidades son menos complicadas–
Trato de sonar segura y fue cuando miro la mesa con detalle todo lo necesario parecía estar a mano, el cuchillo de plata, los morteros, parecía ser descuidado por que no estaba ordenados o acomodados de forma que tuviera coherencia el cuchillo estaba bajo hojas de papel y un frasco que convenientemente tenia setas negras, despejo sus malas ideas mientas canturreaba los ingredientes y memorizar así la infusión que según Alisha podría aliviarla o mínimo reducir los síntomas, manzanilla para calmar los dolores, jengibre para limpiar, las otras no las sabia del todo pero se había hecho hincapié en un solo pellizco de algunas. Entonces espero a que eso hirviera, era una mezcla que jamás habría pensado pero los remedios de los elfos eran muy distintos a los de los hombres. Se contuvo de probar la poción cuando esta rompió en hervor y comenzaba a reducirse, tomo la cazuelilla del mortero y vacío un poco de la pócima en su interior, por lo grueso del crisol era difícil que le quemara las manos y así fue a con la vampira para que tomara de a sorbos la medicación“Te suplico Hoeth guíes a tu sierva en estos momentos de confusión” El hombrecillo volvió a hablar de nuevo con la jovialidad anterior.
Se sobo la frente mirando con más tranquilidad al hombre mientras hablaba de la cueva cercana y hongos brillantes.-Así que es ir por ellas y correr para que sirvan, ¿puedo saber para qué sirve ese hongo?
Off: Uso de alquimia
El brujo alquimista se sentó en un banco, con una extraña sonrisa mientras la elfa se ponía a mover frascos y quitando uno especialmente grande con un líquido incoloro que yacía cómodamente en una base de metal, eso no era lo que requería la elfa pero si el mechero bajo la pesada burbuja de cristal y lo usaría a modo de estufa. El hombre estaba demasiado callado como si las idas y venidas de la joven le causaran risa o una especie de espectáculo personal, ella se contuvo de enfrentarlo sin saber que para ese hombre la situación era como ver una granja de hormigas, las pociones cumplían en parte su cometido así como las dos voluntarias y hasta se tomaban la molestia de hacer por él la búsqueda de una solución a los efectos secundarios y que podrían ser útiles para otras tantas cosas más.
-Sabes que cantidades usar ¿verdad?- Dijo el hombrecillo cuando la joven se asomó a una pileta que parecía contener agua y lleno la olla a poco más de la mitad de la capacidad, ella tuvo un respingo y se mordió la lengua, conocía las plantas muy bien y algunas podía darse idea de cómo usarlas y cuando llego a la mesa el hombrecillo encendió el mechero con el movimiento de la mano divertido de la inutilidad de la elfa, ese cambio de actitud le causo un escalofrió tratando de tomar el gesto como una ayuda.
Alisha hablaba en pausas y de lo que le daba indicación por cantidades las agregaba a la olla que había puesto en la estufa improvisada, retomo algunos de sus conocimientos en herbolaria agradeciendo a sus padres por las lecciones.-Son infusiones remedios, las cantidades son menos complicadas–
Trato de sonar segura y fue cuando miro la mesa con detalle todo lo necesario parecía estar a mano, el cuchillo de plata, los morteros, parecía ser descuidado por que no estaba ordenados o acomodados de forma que tuviera coherencia el cuchillo estaba bajo hojas de papel y un frasco que convenientemente tenia setas negras, despejo sus malas ideas mientas canturreaba los ingredientes y memorizar así la infusión que según Alisha podría aliviarla o mínimo reducir los síntomas, manzanilla para calmar los dolores, jengibre para limpiar, las otras no las sabia del todo pero se había hecho hincapié en un solo pellizco de algunas. Entonces espero a que eso hirviera, era una mezcla que jamás habría pensado pero los remedios de los elfos eran muy distintos a los de los hombres. Se contuvo de probar la poción cuando esta rompió en hervor y comenzaba a reducirse, tomo la cazuelilla del mortero y vacío un poco de la pócima en su interior, por lo grueso del crisol era difícil que le quemara las manos y así fue a con la vampira para que tomara de a sorbos la medicación“Te suplico Hoeth guíes a tu sierva en estos momentos de confusión” El hombrecillo volvió a hablar de nuevo con la jovialidad anterior.
Se sobo la frente mirando con más tranquilidad al hombre mientras hablaba de la cueva cercana y hongos brillantes.-Así que es ir por ellas y correr para que sirvan, ¿puedo saber para qué sirve ese hongo?
Off: Uso de alquimia
Última edición por Aradia Hazelmere el Vie Nov 22 2019, 13:16, editado 1 vez (Razón : Subrayar uso de profesion alquimia)
Aradia Hazelmere
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Re: Entre burbujas y explosiones [Trabajo]
Alisha estaba tumbada en el suelo, haciendo, o al menos intentando, hacer ángeles de nieve en el suelo de piedra, con una croqueta de vez en cuando, repartiendo el calor de su cuerpo, mientras Aradia trabajaba. Había escogido algo sencillo, no era como si ella supiera mucho más, por lo que las palabras del hombrecillo la molestaron de sobremanera.
Es decir, olía bien, como debía. No era como si hubiera podido identificar si había algo de más o de menos, pero desde luego no olía quemado, ni a algo que no debía, así que era suficiente. La vampiresa se sentó en el suelo y tomo con las manos el mortero, soplando para enfriar el líquido y apartarse el humo de la cara, bebiendo un sorbo al poco. Sabía cómo debía también, nada bien en absoluto, pero eso significaba que funcionaba. Asintió hacia la elfa, murmurando un gracias y siguió tomando un sorbo de vez en cuando.
-¿El hongo? Para nada en especial per se, aunque he oído que sabe bien. El tinte fluorescente en cambio puede preservarse y mediante métodos totalmente secretos, agregarse a otras sustancias para su estudio. Por ejemplo, detectar donde un paciente está sangrando internamente haciendo la sangre fosforescente. O detectar fácilmente un tumor u órgano de interés en una operación. En teoría claro, cada tipo de fluido o tejido requiere su método, y algunos son poco eficientes o desconocidos, hay mucho espacio para mejoras.- seguramente algo que ver con su agrandamiento localizado, aunque no lo dijera. Daba igual, ella no iba a insistir, estaba muy ocupada dando sorbitos y eso sonaba mucho más fácil que beber esos venenos.
Aún tenía la mitad del mejunje cuando se atrevió a levantarse, mucho mejor. Se lo bebería entero, porque la elfa se había tomado las molestias de prepararlo, y total, no era como si fuera a llenársele el estómago ahora que estaba vaciado, pero estaba bastante segura de que ya no necesitaba más.
En cualquier caso, no quería que el día la pillara allí fuera haciendo el tonto, y si el hongo caducaba a la media hora, la cueva estaría cerca, así que recogió sus cosas mientras preguntaba direcciones al hombre. Muy fácil, salir por la puerta, seguir el camino hacia la derecha por el bosque y cuando llegaran al rio, subir por este hasta encontrar la catarata. Y entonces la primera cueva a la izquierda. No sonaba a la manera más rápida de llegar, la verdad, pero desde luego no se perderían. Puede que pudieran recortar un poco de tiempo a la vuelta, según como de lejos estuviera la cueva del rio. Alisha se acabó su mejunje de un par de tragos con una mueca y comprobó que su compañera estuviera preparada para la pequeña excursión.
Es decir, olía bien, como debía. No era como si hubiera podido identificar si había algo de más o de menos, pero desde luego no olía quemado, ni a algo que no debía, así que era suficiente. La vampiresa se sentó en el suelo y tomo con las manos el mortero, soplando para enfriar el líquido y apartarse el humo de la cara, bebiendo un sorbo al poco. Sabía cómo debía también, nada bien en absoluto, pero eso significaba que funcionaba. Asintió hacia la elfa, murmurando un gracias y siguió tomando un sorbo de vez en cuando.
-¿El hongo? Para nada en especial per se, aunque he oído que sabe bien. El tinte fluorescente en cambio puede preservarse y mediante métodos totalmente secretos, agregarse a otras sustancias para su estudio. Por ejemplo, detectar donde un paciente está sangrando internamente haciendo la sangre fosforescente. O detectar fácilmente un tumor u órgano de interés en una operación. En teoría claro, cada tipo de fluido o tejido requiere su método, y algunos son poco eficientes o desconocidos, hay mucho espacio para mejoras.- seguramente algo que ver con su agrandamiento localizado, aunque no lo dijera. Daba igual, ella no iba a insistir, estaba muy ocupada dando sorbitos y eso sonaba mucho más fácil que beber esos venenos.
Aún tenía la mitad del mejunje cuando se atrevió a levantarse, mucho mejor. Se lo bebería entero, porque la elfa se había tomado las molestias de prepararlo, y total, no era como si fuera a llenársele el estómago ahora que estaba vaciado, pero estaba bastante segura de que ya no necesitaba más.
En cualquier caso, no quería que el día la pillara allí fuera haciendo el tonto, y si el hongo caducaba a la media hora, la cueva estaría cerca, así que recogió sus cosas mientras preguntaba direcciones al hombre. Muy fácil, salir por la puerta, seguir el camino hacia la derecha por el bosque y cuando llegaran al rio, subir por este hasta encontrar la catarata. Y entonces la primera cueva a la izquierda. No sonaba a la manera más rápida de llegar, la verdad, pero desde luego no se perderían. Puede que pudieran recortar un poco de tiempo a la vuelta, según como de lejos estuviera la cueva del rio. Alisha se acabó su mejunje de un par de tragos con una mueca y comprobó que su compañera estuviera preparada para la pequeña excursión.
Alisha Lessard
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Re: Entre burbujas y explosiones [Trabajo]
Respiro hondo, seguro salía siendo una experta en terapia de control de la ira de ese lugar, mientras sobaba la espalda de Alisha como si esto pudiera reconfortarle de algún modo mientras le sonreía ante el gracias, un calor en el pecho le evocaba el querer protegerla de cualquier cosa, especialmente de los inventos de ese alquimista. Aunque una parte muy profunda del corazón le decía que esos sufrimientos eran necesarios para el avance, las experiencias pasadas le hacían pensar que se podía lograr algo sin tanto sufrimiento, o sabiendo a quien usar, y no precisamente a alguien que solo quería aprender un poco más.
El hombre no tardó mucho en dar respuesta a su pregunta pero seguía con su gran misticismo que a ella ya le parecía la parafernalia de alguien desesperado para parecer importante sin tener siquiera idea de lo que hacía. El uso de ese hongo le parecía peculiarmente interesante, pero curiosamente inaccesible, pensaba en cuanto duraba la efectividad de la planta una vez extraída y sintió que algo no iba del todo bien. Pero bueno de eso a seguir tomando o usando algo que las fuera a matar posiblemente por combustión interna era mejor ir por setas de hongos.
-Muy bien vamos y regresamos.-Musito ayudando a Alisha aponerse en pie y como ella tomando su mochila y tomaba un frasco para vaciar el remedio a sus manchas y tras taponarlo y acomodarlo, un macabro pensamiento le cruzo la mente, y apuro el paso hacia donde el hombrecillo les decía estaba el ingrediente milagroso antes de que algo más se le ocurriera al hombre que parecía ir a la mesa de trabajo y ni tarda ni perezosa llego hasta la puerta y cuando salió sintió el aire fresco inundar sus pulmones, notando lo viciado del aire adentro.
-Te juro que estaba casi oyéndole decirte que te pusieras el ungüento ese solar para que lo probaras al amanecer. –Se estremeció y abrazo a sí misma mientras atravesaban el lugar sin desvió alguno, ya de regreso tal vez podrían improvisar un retorno más rápido, seguramente saltando por la cascada… No no era la mejor idea pero la picazón la estaba volviendo loca y seguramente tenia manchas ahí donde la ropa cubría y pensaba seriamente que mientras buscaban ese hongo tomar un momento en la cueva y que Alisha le ayudase con ese tema… Ya lo vería luego, mientras tanto solo prestaba atención al camino atenta de oír el ruido mientras se rascaba los brazos.-Es casi como si una horda de mosquitos me hubiera picado, espero puedas ayudarme ahí donde no vi manchas te lo suplico.
Musito y apenas oyó el río le fue imposible el resistir a hundir las manos en él. – ¿Tú crees que esa cosa realmente exista? No soy experta alquimista pero en lo que llevo estudiando curación no había oído de ese hongo.-Algo más aliviada comenzó la andanza hacia la cascada hablaba con un tono de voz algo agudo y acelerado mientras daba pasos apretados y luego se relajaba, realmente todo parecía demasiado lejos, y cerca a la vez, eso o su percepción del tiempo estaba más que alterada y comenzaba a temblar, más bien vibrar como si tuviera frio, mirándose las manos casi las veía como si dejaran una estela de luz tras de sí.
-Ohh mira,- le dijo mientras caminaba contra río, mirándose las manos, sintiendo ganas de ponerse a saltar correr. Era como una euforia que le brotaba desde el estómago y le hacía sentir el cerebro como una esponja y sin darse cuenta estaba yendo por el camino a saltitos canturreando un –LA LA LALALA LALA vamos contra el rio por honguitos para sanar al enanito de pito chico- Se detuvo y con una risita se tapó la boca con ambas manos y respiro hondo como si con eso ganara compostura.-Ahora a donde, mapa mapita mapón, dime donde la cueva esta hoy.
Entonces se quedó doblada con la mano en la frente como visera hablando muy rápido y mirando a los lados sin recordar por donde era la cueva.
off:
Complicación: Trabajar con un agente tractora. La comezón y efectos secundarios de la poción bebida afectando también la concentración de mi compañera.
El hombre no tardó mucho en dar respuesta a su pregunta pero seguía con su gran misticismo que a ella ya le parecía la parafernalia de alguien desesperado para parecer importante sin tener siquiera idea de lo que hacía. El uso de ese hongo le parecía peculiarmente interesante, pero curiosamente inaccesible, pensaba en cuanto duraba la efectividad de la planta una vez extraída y sintió que algo no iba del todo bien. Pero bueno de eso a seguir tomando o usando algo que las fuera a matar posiblemente por combustión interna era mejor ir por setas de hongos.
-Muy bien vamos y regresamos.-Musito ayudando a Alisha aponerse en pie y como ella tomando su mochila y tomaba un frasco para vaciar el remedio a sus manchas y tras taponarlo y acomodarlo, un macabro pensamiento le cruzo la mente, y apuro el paso hacia donde el hombrecillo les decía estaba el ingrediente milagroso antes de que algo más se le ocurriera al hombre que parecía ir a la mesa de trabajo y ni tarda ni perezosa llego hasta la puerta y cuando salió sintió el aire fresco inundar sus pulmones, notando lo viciado del aire adentro.
-Te juro que estaba casi oyéndole decirte que te pusieras el ungüento ese solar para que lo probaras al amanecer. –Se estremeció y abrazo a sí misma mientras atravesaban el lugar sin desvió alguno, ya de regreso tal vez podrían improvisar un retorno más rápido, seguramente saltando por la cascada… No no era la mejor idea pero la picazón la estaba volviendo loca y seguramente tenia manchas ahí donde la ropa cubría y pensaba seriamente que mientras buscaban ese hongo tomar un momento en la cueva y que Alisha le ayudase con ese tema… Ya lo vería luego, mientras tanto solo prestaba atención al camino atenta de oír el ruido mientras se rascaba los brazos.-Es casi como si una horda de mosquitos me hubiera picado, espero puedas ayudarme ahí donde no vi manchas te lo suplico.
Musito y apenas oyó el río le fue imposible el resistir a hundir las manos en él. – ¿Tú crees que esa cosa realmente exista? No soy experta alquimista pero en lo que llevo estudiando curación no había oído de ese hongo.-Algo más aliviada comenzó la andanza hacia la cascada hablaba con un tono de voz algo agudo y acelerado mientras daba pasos apretados y luego se relajaba, realmente todo parecía demasiado lejos, y cerca a la vez, eso o su percepción del tiempo estaba más que alterada y comenzaba a temblar, más bien vibrar como si tuviera frio, mirándose las manos casi las veía como si dejaran una estela de luz tras de sí.
-Ohh mira,- le dijo mientras caminaba contra río, mirándose las manos, sintiendo ganas de ponerse a saltar correr. Era como una euforia que le brotaba desde el estómago y le hacía sentir el cerebro como una esponja y sin darse cuenta estaba yendo por el camino a saltitos canturreando un –LA LA LALALA LALA vamos contra el rio por honguitos para sanar al enanito de pito chico- Se detuvo y con una risita se tapó la boca con ambas manos y respiro hondo como si con eso ganara compostura.-Ahora a donde, mapa mapita mapón, dime donde la cueva esta hoy.
Entonces se quedó doblada con la mano en la frente como visera hablando muy rápido y mirando a los lados sin recordar por donde era la cueva.
off:
Complicación: Trabajar con un agente tractora. La comezón y efectos secundarios de la poción bebida afectando también la concentración de mi compañera.
Última edición por Aradia Hazelmere el Jue Mar 19 2020, 04:00, editado 1 vez
Aradia Hazelmere
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Re: Entre burbujas y explosiones [Trabajo]
Alisha arrugó la nariz al pensar en lo que acababa de decir Aradia. Menos mal que el tipo había querido presumir de antorcha solar. Aunque no dijo mucho más durante el resto del camino hacia la cascada, dejando que Aradia hablara. Gran error, porque su sonrisa ante los comentarios se borró de golpe cuando la mujer pareció acelerarse hasta pasar a un ritmo que la vampira desde luego no consideraba natural y sano. No estaba preparada para intentar evitar un infarto en absoluto.
-Quédate quieta, cuando antes deje de molestarte mejor.- porque, pensó, mantener al manojo de energía que era la elfa ahora mismo quieta sería un desafío si ella no se esforzaba activamente y, creía, esperaba más bien, que con los cinco minutos que tardaría en acabar de aplicarle su mejunje ya le hubiera dado el bajón y estuviera a su estado natural. Es decir, no es que estar un poco excitada fuera malo pero… podía decirse que le sorprendía que no estuviera literalmente vibrando porque era una poción a base de alas de mosca o alguna guarrada así.
Así que cogió un trapo, el mejunje y esperó pacientemente a que la elfa se quitara la ropa para poder aplicarle su remedio, que por suerte aprecia funcionar. De arriba abajo, con cuidado, casi no tuvo que pedirle que se estuviera quieta. Casi. Solo entonces, cuando hubo acabado, y su compañera estuvo vestida, indicó la dirección de la cueva. Y no porque temiera que su elfa-ardilla hiperactiva fuera corriendo hacia la cueva en variados grados de desnudez y se la comiera un lobo o se abriera la cabeza al tropezar con una rama, no.
Bueno si, a quien quería engañar, exactamente por eso había esperado hasta acabar. Siguieron el camino, Alisha ojeando de vez en cuando a Aradia para comprobar su grado de… energía. No parecía haber bajado aún, pero tampoco había subido. Pequeñas victorias. Era la primera cueva a la izquierda había dicho el tipo, así que siguieron la pared de roca hacia la izquierda, obviamente, mirando de vez en cuando el bosque. No estaba segura de que esperaba encontrar la verdad. ¿Algún lobo con tentáculos, producto de tirar sus guarradas alquímicas por la ventana? Tentador y seguramente impresionante, pero improbable. Lo único que vio en la oscuridad fue una lechuza, al menos hasta que llegaron a una cueva. LA cueva, ya que era la primera que habían encontrado en esa dirección, así que el hongo debería estar allí.
-Quédate quieta, cuando antes deje de molestarte mejor.- porque, pensó, mantener al manojo de energía que era la elfa ahora mismo quieta sería un desafío si ella no se esforzaba activamente y, creía, esperaba más bien, que con los cinco minutos que tardaría en acabar de aplicarle su mejunje ya le hubiera dado el bajón y estuviera a su estado natural. Es decir, no es que estar un poco excitada fuera malo pero… podía decirse que le sorprendía que no estuviera literalmente vibrando porque era una poción a base de alas de mosca o alguna guarrada así.
Así que cogió un trapo, el mejunje y esperó pacientemente a que la elfa se quitara la ropa para poder aplicarle su remedio, que por suerte aprecia funcionar. De arriba abajo, con cuidado, casi no tuvo que pedirle que se estuviera quieta. Casi. Solo entonces, cuando hubo acabado, y su compañera estuvo vestida, indicó la dirección de la cueva. Y no porque temiera que su elfa-ardilla hiperactiva fuera corriendo hacia la cueva en variados grados de desnudez y se la comiera un lobo o se abriera la cabeza al tropezar con una rama, no.
Bueno si, a quien quería engañar, exactamente por eso había esperado hasta acabar. Siguieron el camino, Alisha ojeando de vez en cuando a Aradia para comprobar su grado de… energía. No parecía haber bajado aún, pero tampoco había subido. Pequeñas victorias. Era la primera cueva a la izquierda había dicho el tipo, así que siguieron la pared de roca hacia la izquierda, obviamente, mirando de vez en cuando el bosque. No estaba segura de que esperaba encontrar la verdad. ¿Algún lobo con tentáculos, producto de tirar sus guarradas alquímicas por la ventana? Tentador y seguramente impresionante, pero improbable. Lo único que vio en la oscuridad fue una lechuza, al menos hasta que llegaron a una cueva. LA cueva, ya que era la primera que habían encontrado en esa dirección, así que el hongo debería estar allí.
Última edición por Alisha Lessard el Lun Feb 10 2020, 14:40, editado 1 vez
Alisha Lessard
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Re: Entre burbujas y explosiones [Trabajo]
Quieta, quieta quietaquietaquietaquietaquietaquiiiieeeeettaaaaaaaaa……..
NO PODÍA.
Alisha había sido lista en ponerla a ella también a ayudar con el problema manchas verdes, “Aquí aquí y aquí aquí", su animada situación era tal que no sentía ni el fresco de la noche golpeando la humedad del menjunje. Trataba de verdad que trataba de mantenerse quieta pero ya fuera que moviera los pies como si estuviera oyendo una melodía, o hacía ruiditos chasqueando la lengua. Por fin Alisha parecía satisfecha y todo pareciera estar en su lugar procedieron a avanzar. La elfa miraba las estrellas distraídas, seguía tarareando, teniendo un tic aquí y allá en los dedos de las manos pero ya no iba por medio bosque corriendo y brincando, y por alguna razón se había decidido por caminar tras la vampiresa…
Bajaba y subía la cabeza como si los ojos no pudieran moverse por sí mismo mirando mirando y estiro la mano cuando Alisha se detuvo para sujetar un rizo e cabello, un mechón en específico que bailoteaba cuando ella caminaba. Entonces soltó el mechón cuando vio su destino…-¡¡Mira la encontraste!!- Y así sin más la delgada elfa rodeo a la vampiresa y se internó en la cueva, oía sus pasos resonar en la húmeda roca, no se preocupaba de no llevar luz, después de todo eran hongos brillantes lo que buscaban ¿no? Un goteo por aquí y por allá, pero no veía hongos, se comenzó a rascar ahí done había puesto Alisha la poción especialmente el cuello le comenzaba a picar y no se había dado cuenta que ya no sentía el subidón anterior, aun así seguía algo ida y dio un gritito de alegría. Ahí estaba el hongo, solo así se explicaba ahora que no se hubiera dado un santo golpe en todo lo que llevaba internándose en esa cueva.
-¡Por fin Alish! – Dijo y señalo el techo, no estaba tapizado pero estaban dispersos por los recovecos del lugar, le parecía curioso que solo hubiera en el techo pero ella no iba a discutir con un hongo brillante y de color casi azul del porque crecía en el techo, lo que había que preguntarse era como iban a subir por ellos, no era una cueva exageradamente alta pero por más que se estiraba no lograba dar con ellos, tomo a Alish y de una forma que solo alguien con las ideas en las nubes podría “midió” que si Alisha subía a sus hombros la primera podría coger los hongos. –Mira si se paras así te impulso y pum sacas tus alas de murciélago vampriresco todo temible y listo tenemos los hongos.. ¿No te parece?- En sus ideas estaba midiendo los pies de Alisha con el ancho de sus hombros que no presto atención a un ruido que reptaba y se arrastraba pesadamente desde los más hondo de la cueva. Ella solo quería asegurarse de que Alisha sacara sus alas de murciélago para alcanzar el techo. Para felicidad de la vampireza al menos ya no estaba hablando a mil por hora ni vibrando como si fuera una abeja.
Off:
Complicación: Se mantiene el efecto que va agravandoce entre alucinaciones e hiperactividad.
NO PODÍA.
Alisha había sido lista en ponerla a ella también a ayudar con el problema manchas verdes, “Aquí aquí y aquí aquí", su animada situación era tal que no sentía ni el fresco de la noche golpeando la humedad del menjunje. Trataba de verdad que trataba de mantenerse quieta pero ya fuera que moviera los pies como si estuviera oyendo una melodía, o hacía ruiditos chasqueando la lengua. Por fin Alisha parecía satisfecha y todo pareciera estar en su lugar procedieron a avanzar. La elfa miraba las estrellas distraídas, seguía tarareando, teniendo un tic aquí y allá en los dedos de las manos pero ya no iba por medio bosque corriendo y brincando, y por alguna razón se había decidido por caminar tras la vampiresa…
Bajaba y subía la cabeza como si los ojos no pudieran moverse por sí mismo mirando mirando y estiro la mano cuando Alisha se detuvo para sujetar un rizo e cabello, un mechón en específico que bailoteaba cuando ella caminaba. Entonces soltó el mechón cuando vio su destino…-¡¡Mira la encontraste!!- Y así sin más la delgada elfa rodeo a la vampiresa y se internó en la cueva, oía sus pasos resonar en la húmeda roca, no se preocupaba de no llevar luz, después de todo eran hongos brillantes lo que buscaban ¿no? Un goteo por aquí y por allá, pero no veía hongos, se comenzó a rascar ahí done había puesto Alisha la poción especialmente el cuello le comenzaba a picar y no se había dado cuenta que ya no sentía el subidón anterior, aun así seguía algo ida y dio un gritito de alegría. Ahí estaba el hongo, solo así se explicaba ahora que no se hubiera dado un santo golpe en todo lo que llevaba internándose en esa cueva.
-¡Por fin Alish! – Dijo y señalo el techo, no estaba tapizado pero estaban dispersos por los recovecos del lugar, le parecía curioso que solo hubiera en el techo pero ella no iba a discutir con un hongo brillante y de color casi azul del porque crecía en el techo, lo que había que preguntarse era como iban a subir por ellos, no era una cueva exageradamente alta pero por más que se estiraba no lograba dar con ellos, tomo a Alish y de una forma que solo alguien con las ideas en las nubes podría “midió” que si Alisha subía a sus hombros la primera podría coger los hongos. –Mira si se paras así te impulso y pum sacas tus alas de murciélago vampriresco todo temible y listo tenemos los hongos.. ¿No te parece?- En sus ideas estaba midiendo los pies de Alisha con el ancho de sus hombros que no presto atención a un ruido que reptaba y se arrastraba pesadamente desde los más hondo de la cueva. Ella solo quería asegurarse de que Alisha sacara sus alas de murciélago para alcanzar el techo. Para felicidad de la vampireza al menos ya no estaba hablando a mil por hora ni vibrando como si fuera una abeja.
Off:
Complicación: Se mantiene el efecto que va agravandoce entre alucinaciones e hiperactividad.
Última edición por Aradia Hazelmere el Jue Mar 19 2020, 04:03, editado 1 vez
Aradia Hazelmere
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Re: Entre burbujas y explosiones [Trabajo]
La manera como la elfa se movía no era… ideal, pero estaba bastante segura de que no podía pedirle más, que trasladar la hiperactividad a una única parte del cuerpo era lo máximo que podía conseguir de ella ahora mismo.
Pero tampoco era ácido, podía tomarse su tiempo, y si fallaba la mancha… pues simplemente la ensuciaba un poco más de lo que debía, ningún drama. Y desde luego darle una tarea en la que enfocarle ayudo un poco también.
Y en cuando encontraron la cueva, Aradia salió despedida dentro. Es decir, no pasaba nada, ¿cierto? Si fuera peligroso, el tipo se lo habría dicho.
…
Alisha la siguió con la ballesta preparada. La elfa había localizado el hongo, allí en el techo. Era un hongo, y brillaba, así que sería ese, no veía otro. No creía que fuera a llegar saltando, y entregar el hongo con un agujero sospechosamente similar a un virote sonaba problemático…porque no estaba segura de que fuera a arrancarlo, la verdad. Así que dejó que la elfa la mirara no demasiado sutil, sin duda considerando algún plan raro como lanzarla en catapulta.
Pero solo era darle un empujón, debía estar marchándose el efecto. No espera… -No… no tengo alas de murciélago.- dijo, sin estar muy segura de sí debería. Nunca había visto un vampiro con unas… pero si podían sacarse y guardarse…
No, había sido criada por vampiros, no se habrían olvidado algo tan importante como “cuando una joven vampiresa alcanza los cincuenta años, experimenta cambios en su cuerpo…” Debía ser un apaño de los que usaban sombras.
En cualquier caso, ese plan era el mejor, por el simple hecho de ser el único que tenían en ese momento. Alisha se subió a la elfa, y se alargó tanto como pudo, hasta rozar el premio con las puntas de los dedos, y luego la elfa hizo algo para alzarla un poquito más y lo agarró. Estaba…sorprendentemente bien sujeto, pero una simple níscalo no era rival para su legendario poder vampírico, con o sin alas. Y cuando bajaba de la elfa, sujetando el hongo en alto, triunfante, vio que no eran las únicas cubiertas por el haz azulado.
Eso era un hocico.
Y eso un gruñido.
-CORRE.- fue todo lo que alcanzó a decir antes de salir por patas.
Pero tampoco era ácido, podía tomarse su tiempo, y si fallaba la mancha… pues simplemente la ensuciaba un poco más de lo que debía, ningún drama. Y desde luego darle una tarea en la que enfocarle ayudo un poco también.
Y en cuando encontraron la cueva, Aradia salió despedida dentro. Es decir, no pasaba nada, ¿cierto? Si fuera peligroso, el tipo se lo habría dicho.
…
Alisha la siguió con la ballesta preparada. La elfa había localizado el hongo, allí en el techo. Era un hongo, y brillaba, así que sería ese, no veía otro. No creía que fuera a llegar saltando, y entregar el hongo con un agujero sospechosamente similar a un virote sonaba problemático…porque no estaba segura de que fuera a arrancarlo, la verdad. Así que dejó que la elfa la mirara no demasiado sutil, sin duda considerando algún plan raro como lanzarla en catapulta.
Pero solo era darle un empujón, debía estar marchándose el efecto. No espera… -No… no tengo alas de murciélago.- dijo, sin estar muy segura de sí debería. Nunca había visto un vampiro con unas… pero si podían sacarse y guardarse…
No, había sido criada por vampiros, no se habrían olvidado algo tan importante como “cuando una joven vampiresa alcanza los cincuenta años, experimenta cambios en su cuerpo…” Debía ser un apaño de los que usaban sombras.
En cualquier caso, ese plan era el mejor, por el simple hecho de ser el único que tenían en ese momento. Alisha se subió a la elfa, y se alargó tanto como pudo, hasta rozar el premio con las puntas de los dedos, y luego la elfa hizo algo para alzarla un poquito más y lo agarró. Estaba…sorprendentemente bien sujeto, pero una simple níscalo no era rival para su legendario poder vampírico, con o sin alas. Y cuando bajaba de la elfa, sujetando el hongo en alto, triunfante, vio que no eran las únicas cubiertas por el haz azulado.
Eso era un hocico.
Y eso un gruñido.
-CORRE.- fue todo lo que alcanzó a decir antes de salir por patas.
- Spoiler:
- Complicación, somos perseguidas por un malvado oso que solo quiere continuar su siesta.
Última edición por Alisha Lessard el Lun Feb 10 2020, 14:46, editado 1 vez
Alisha Lessard
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Re: Entre burbujas y explosiones [Trabajo]
Ya había sido un completo desanimo el saber que no tenía alas, pero tras algo de esfuerzo, bastante de parte de la elfa al concentrarse lo más posible en su tarea de mantenerse balanceada y poniéndose en puntillas se logro conseguir el objetivo, un hongo azul.
Podía remontar a su más tierna infancia y podía jurar que lo más loco que jamás había hecho en su existencia había sido el escabullirse de casa o buscar mil escusas para pasar el día con su tía, más allá de eso su vida era lecciones, templo, curación… Y ahora iba y venía como si ella fuera un tornado atrayendo cada situación peculiar y admitámoslo riesgosa. Su frase pasaba de “Lo tuyo no es pensar “a “Eres un rico bocadillo y el mundo te quiere comer”
Y justo en ese momento se volvía algo literal, aunque, no lo veía así ese instante donde había girado hacia un ruido en la cueva que retumbaba y hacia vibrar cada fibra de su ser, algo muy muy dentro de sí estaba gritando, pero su cerebro escuchaba un “LALALALALALALALAAA” corriendo en un campo de margaritas y realmente lo único que corría era Alisha. En cambio ella se quedó plantada donde estaba y miraba desorientada a ambos lados, no terminaba de entender por qué un gruñido había hecho correr a la vampiresa por lo que volvió a mirar el interior de la cueva aguzando la vista hasta que vio como morosamente una bola de pelos negra y con dos puntos brillantes que le seguían en el fulgor azul del techo se movía en un vaivén lento y emitía un grupo de gruñidos que le recordaban a Zelas cuando dormía. La joven soltó una pequeña risa ante el recuerdo y entonces la bola de pelos soltó un gruñido que resonó en cada rincón del lugar casi al mismo tiempo que el grito de Aradia -¡¡Un un un oso!!
Grito señalándolo y entendiendo por qué su compañera de juegos había puesto pies en polvorosa, dio un par de pasos atrás y término dándose de culo al piso y cual parodia tomo los guijarros que había en el suelo para lanzarlos al oso de forma algo frenética, el animal dio quejidos al parecer tanto o más sorprendido que las aludidas y su paciencia se vio mermada cuando una de las piedras termino justo en la nariz del animal haciendo que se pusiera a dos patas y se extendiera todo cuan largo era gruñendo como si en ello se le fuera la vida opacando el grito de la elfa que ya estaba de rodillas maldiciendo la falda que la entorpecía y sintiendo la fría cadena recordó que tenía un arma, tomo la punta fina y cortando la falda a la altura dela rodilla o más sin soltar ambas cosas comenzó a correr rezando a cada dios que conocía por que el oso la dejara ir.-¡¡SOY DEMASIADO DELGADA NO TENGO CARNE NO ME COMAS!!
Podía remontar a su más tierna infancia y podía jurar que lo más loco que jamás había hecho en su existencia había sido el escabullirse de casa o buscar mil escusas para pasar el día con su tía, más allá de eso su vida era lecciones, templo, curación… Y ahora iba y venía como si ella fuera un tornado atrayendo cada situación peculiar y admitámoslo riesgosa. Su frase pasaba de “Lo tuyo no es pensar “a “Eres un rico bocadillo y el mundo te quiere comer”
Y justo en ese momento se volvía algo literal, aunque, no lo veía así ese instante donde había girado hacia un ruido en la cueva que retumbaba y hacia vibrar cada fibra de su ser, algo muy muy dentro de sí estaba gritando, pero su cerebro escuchaba un “LALALALALALALALAAA” corriendo en un campo de margaritas y realmente lo único que corría era Alisha. En cambio ella se quedó plantada donde estaba y miraba desorientada a ambos lados, no terminaba de entender por qué un gruñido había hecho correr a la vampiresa por lo que volvió a mirar el interior de la cueva aguzando la vista hasta que vio como morosamente una bola de pelos negra y con dos puntos brillantes que le seguían en el fulgor azul del techo se movía en un vaivén lento y emitía un grupo de gruñidos que le recordaban a Zelas cuando dormía. La joven soltó una pequeña risa ante el recuerdo y entonces la bola de pelos soltó un gruñido que resonó en cada rincón del lugar casi al mismo tiempo que el grito de Aradia -¡¡Un un un oso!!
Grito señalándolo y entendiendo por qué su compañera de juegos había puesto pies en polvorosa, dio un par de pasos atrás y término dándose de culo al piso y cual parodia tomo los guijarros que había en el suelo para lanzarlos al oso de forma algo frenética, el animal dio quejidos al parecer tanto o más sorprendido que las aludidas y su paciencia se vio mermada cuando una de las piedras termino justo en la nariz del animal haciendo que se pusiera a dos patas y se extendiera todo cuan largo era gruñendo como si en ello se le fuera la vida opacando el grito de la elfa que ya estaba de rodillas maldiciendo la falda que la entorpecía y sintiendo la fría cadena recordó que tenía un arma, tomo la punta fina y cortando la falda a la altura dela rodilla o más sin soltar ambas cosas comenzó a correr rezando a cada dios que conocía por que el oso la dejara ir.-¡¡SOY DEMASIADO DELGADA NO TENGO CARNE NO ME COMAS!!
Aradia Hazelmere
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Re: Entre burbujas y explosiones [Trabajo]
Alisha paró por un breve instante en la entrada de la cueva, aun tenia energías para seguir, pero quería comprobar que Aradia la seguía, y no venía más unos pocos segundos para recuperar el aliento.
Y esperó…. Y esperó un poco más.
No iba a luchar sola contra el oso, ¿cierto? Aunque sí que se había estado comportando de manera un poco imprudente…temeraria. –Maldita sea.- Preparó la ballesta y entro de vuelta, en un valiente acto que, esperaba, no fuese el ultimo. De verdad lo esperaba, sería una manera muy estúpida de dormir, especialmente si ahora chocaban de cabeza y quedaban noqueadas. Agudizó la vista un momento, por si acaso estaba a punto de pasar precisamente eso, pero parecía que no. En su lugar, se encontró a una elfa en el suelo, rasgándose la falda por algún motivo, para correr más rápido seguramente, y un oso al menos el triple de enfadado de lo que estaba originalmente. En cualquier caso, viendo que Aradia no pretendía luchar contra el oso, volvió a emprender una salvaje carrera.
Técnicamente, no tenía que correr más que el oso, solo que la elfa, y tenía la ballesta lista… pero ella era demasiado buena persona para pensar de esa manera, y desde luego asaetar al oso sonaba como una muy mala idea, porque no lo iba a matar, no era tan buena, ni siquiera era decente, así que concentró todas sus energías en correr al lado de la elfa, con el oso aún persiguiéndolas. ¿Hacia dónde? Estaba segura, casi al 80%, que más o menos hacia la casa del gnomo. En la dirección general al menos. Y oye, una firme puerta de madera sonaba como un muy buen obstáculo que interponer entre ella y un oso, y si conseguía entrar….
Seguro que si le lanzaba tres de los inventos del tipo, al menos dos ahuyentarían o matarían al oso.
Y esperó…. Y esperó un poco más.
No iba a luchar sola contra el oso, ¿cierto? Aunque sí que se había estado comportando de manera un poco imprudente…temeraria. –Maldita sea.- Preparó la ballesta y entro de vuelta, en un valiente acto que, esperaba, no fuese el ultimo. De verdad lo esperaba, sería una manera muy estúpida de dormir, especialmente si ahora chocaban de cabeza y quedaban noqueadas. Agudizó la vista un momento, por si acaso estaba a punto de pasar precisamente eso, pero parecía que no. En su lugar, se encontró a una elfa en el suelo, rasgándose la falda por algún motivo, para correr más rápido seguramente, y un oso al menos el triple de enfadado de lo que estaba originalmente. En cualquier caso, viendo que Aradia no pretendía luchar contra el oso, volvió a emprender una salvaje carrera.
Técnicamente, no tenía que correr más que el oso, solo que la elfa, y tenía la ballesta lista… pero ella era demasiado buena persona para pensar de esa manera, y desde luego asaetar al oso sonaba como una muy mala idea, porque no lo iba a matar, no era tan buena, ni siquiera era decente, así que concentró todas sus energías en correr al lado de la elfa, con el oso aún persiguiéndolas. ¿Hacia dónde? Estaba segura, casi al 80%, que más o menos hacia la casa del gnomo. En la dirección general al menos. Y oye, una firme puerta de madera sonaba como un muy buen obstáculo que interponer entre ella y un oso, y si conseguía entrar….
Seguro que si le lanzaba tres de los inventos del tipo, al menos dos ahuyentarían o matarían al oso.
Última edición por Alisha Lessard el Lun Feb 10 2020, 14:51, editado 1 vez
Alisha Lessard
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Re: Entre burbujas y explosiones [Trabajo]
Paso lista de los dioses, desde Anar hasta Hoeth mientras sentía las piernas libres y su cabeza algo más despejada, tal vez si apretaba el paso… Ok corrió más rápido de lo que pensaba pues ya estaba alcanzando a Alisha – ¡Dioses soy muy rápida corriendo WUJU!- grito dando saltitos hacía ella, pero ciertamente no había notado que la vampiresa era quien se acercaba con ballesta en mano y apenas la elfa se acercaba sonriendo y celebrando esta volvía a correr y no quedo más que seguirla con la tela que había cortado de su falda ondeando como bandera. Por un momento parecía que había olvidado al oso que corría tras ellas y salieron de la cueva al fresco de la noche.
Bien Aradia pensó un poco, habían ido a la cueva por un hongo azul brilloso que estaba en el techo, y tenían tiempo limitado para llevarlo, si seguro por eso corrían porque si la orejas puntiagudas había dado alcance a la vampiresa que se había adelantado, seguro habían dejado atrás al oso. -Vamos con el gnomo para que nos diga cómo usar el hongo. - Canturreo y estaba por detenerse cuando el gruñido del oso le recordó al inmenso animal y se giró para ver que no estaba tan lejos y parecía bastante seguro de querer usarlas como reserva para el invierno. – ¡ESA COSA VUELA!- Grito y le lanzo el largo trozo de tela que había cortado y tomo la mano de su amiga para correr lo más rápido que pudo medio recordando por donde era la casa del alquimista que ahora tachaba de el más incompetente que jamás hubiera conocido.
Una parte de ella pensaba que si habían podido contra un troll, un oso era pan comido. Pero había un pequeño detalle, les faltaba un pelirrojo que hiciera de daño masivo. Soltaba de repente algunas maldiciones en elfico. No quería ver atrás pensando que si lo hacía esa cosa peluda les daría alcance. Entonces ocurrió lo inevitable, miro atrás cuando vio que el hogar del alquimista estaba ya casi a vuelta de esquina y tras un –JAJA TE GANAMOS- se le cruzo la idea e que un abrigo e oso no le vendría nada mal para el viaje. El animal parecía bastante decidió a hacer bocadillos de chicas lindas.
Bien Aradia pensó un poco, habían ido a la cueva por un hongo azul brilloso que estaba en el techo, y tenían tiempo limitado para llevarlo, si seguro por eso corrían porque si la orejas puntiagudas había dado alcance a la vampiresa que se había adelantado, seguro habían dejado atrás al oso. -Vamos con el gnomo para que nos diga cómo usar el hongo. - Canturreo y estaba por detenerse cuando el gruñido del oso le recordó al inmenso animal y se giró para ver que no estaba tan lejos y parecía bastante seguro de querer usarlas como reserva para el invierno. – ¡ESA COSA VUELA!- Grito y le lanzo el largo trozo de tela que había cortado y tomo la mano de su amiga para correr lo más rápido que pudo medio recordando por donde era la casa del alquimista que ahora tachaba de el más incompetente que jamás hubiera conocido.
Una parte de ella pensaba que si habían podido contra un troll, un oso era pan comido. Pero había un pequeño detalle, les faltaba un pelirrojo que hiciera de daño masivo. Soltaba de repente algunas maldiciones en elfico. No quería ver atrás pensando que si lo hacía esa cosa peluda les daría alcance. Entonces ocurrió lo inevitable, miro atrás cuando vio que el hogar del alquimista estaba ya casi a vuelta de esquina y tras un –JAJA TE GANAMOS- se le cruzo la idea e que un abrigo e oso no le vendría nada mal para el viaje. El animal parecía bastante decidió a hacer bocadillos de chicas lindas.
Aradia Hazelmere
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Re: Entre burbujas y explosiones [Trabajo]
No, no volaba, por más que dijera la elfa, aunque sí que era muy, muy rápido. Y la verdad, teniendo en cuenta lo cerca que vivía del gnomo ese, no le extrañaría que de alguna manera de súbito su cara se partiera por la mitad y le salieran alas con un asqueroso crujido.
Genial, acababa de darse pesadillas.
En cualquier caso, después de una frenética carrera por el bosque, estaban de vuelta, la casa a la vista, y ella desde luego no iba a jugársela, abrió la puerta, metió la elfa dentro y cerró la puerta. Y tras un segundo, dándose cuenta de que había abierto la puerta, por lo tanto estaba abierta, empezó a tirar muebles delante como una posesa. Una mesilla, una estantería, algo alargado en el pomo, incluso una armadura que, casi segura, se movía sola. Y luego esperó, al primer golpe, seguido de un gruñido enfadado y algún arañazo que astilló la madera. Y cuando decía que esperó, quería decir que estaba subiendo las escaleras de espaldas, alejándose lo más posible de ese bicho.
-Ah, llegasteis, a tiempo, dádmelo.- se limitó a decir el hombre, que extendió una mano para que le diera el estúpido hongo.
-Había un oso en la cueva ¿sabes?-
-¿Si? Mmm, bueno, no voy muy a menudo, demasiado ocupado…- pero ya había desaparecido con el hongo, guardándolo en un cajón del estudio. –Ahora, es momento de conseguir el ingrediente más importante. VOSOTRAS.- Y la apuntó con algún tipo de… no tenía ni idea de que era, la verdad, era como una ballesta, pero sin arco y demasiados aros.
Poco importaba, puesto que el aparatejo se ilumino de un peligroso verde y chisporreo, sacando un montón de humo. –Maldita sea, conseguiré vuestros cuerpos, ¡no pienso quedarme así toda la vida!-
No parecía estar hablando de escupir en un tubo o algo de pelo, y “cuerpos” sonaba muy sucio, así que ella ya estaba alzando la ballesta, cuando un pedrusco cayó cerca suyo y explotó en una onda de fuerza, mandándola contra una pared. Estaba un poco grogi, con su arma tirada por algún sitio, pero tenía que dar gracias que ese idiota tiraba como una niña y no le había dado directamente en el cuerpo.
Genial, acababa de darse pesadillas.
En cualquier caso, después de una frenética carrera por el bosque, estaban de vuelta, la casa a la vista, y ella desde luego no iba a jugársela, abrió la puerta, metió la elfa dentro y cerró la puerta. Y tras un segundo, dándose cuenta de que había abierto la puerta, por lo tanto estaba abierta, empezó a tirar muebles delante como una posesa. Una mesilla, una estantería, algo alargado en el pomo, incluso una armadura que, casi segura, se movía sola. Y luego esperó, al primer golpe, seguido de un gruñido enfadado y algún arañazo que astilló la madera. Y cuando decía que esperó, quería decir que estaba subiendo las escaleras de espaldas, alejándose lo más posible de ese bicho.
-Ah, llegasteis, a tiempo, dádmelo.- se limitó a decir el hombre, que extendió una mano para que le diera el estúpido hongo.
-Había un oso en la cueva ¿sabes?-
-¿Si? Mmm, bueno, no voy muy a menudo, demasiado ocupado…- pero ya había desaparecido con el hongo, guardándolo en un cajón del estudio. –Ahora, es momento de conseguir el ingrediente más importante. VOSOTRAS.- Y la apuntó con algún tipo de… no tenía ni idea de que era, la verdad, era como una ballesta, pero sin arco y demasiados aros.
Poco importaba, puesto que el aparatejo se ilumino de un peligroso verde y chisporreo, sacando un montón de humo. –Maldita sea, conseguiré vuestros cuerpos, ¡no pienso quedarme así toda la vida!-
No parecía estar hablando de escupir en un tubo o algo de pelo, y “cuerpos” sonaba muy sucio, así que ella ya estaba alzando la ballesta, cuando un pedrusco cayó cerca suyo y explotó en una onda de fuerza, mandándola contra una pared. Estaba un poco grogi, con su arma tirada por algún sitio, pero tenía que dar gracias que ese idiota tiraba como una niña y no le había dado directamente en el cuerpo.
- Spoiler:
- Subrayada la inesperada (?) traición como compliacación
Última edición por Alisha Lessard el Lun Mar 09 2020, 15:44, editado 2 veces
Alisha Lessard
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Re: Entre burbujas y explosiones [Trabajo]
Le ardían las piernas, los pulmones y le palpitaba la cabeza como el día después del día de la Alianza, la peor resaca que tuviera jamás pero ya estaban cerca de la mansión. La carrera fue cuando menos frenética - ¿Que rayos tenía esa poción?- Gimoteo sobándose la panza cuando Alisha la lanzo adentro del lugar, la verdad no esperaba que el oso quisiera entrar y como su amiga se puso a buscar cuanto mueble encontrara para trancar la puerta ella le siguió en el intento de enclaustramiento. Al contrario que la vampira ella se quedó y oía al oso gruñir tras la puerta. Un golpe que hizo temblar el montón de cosas que le habían lanzado a la puerta la convenció de seguir a la chica y así de ligera la elfa subió la escalera.
Cuando llego a la habitación, la elfa tenía el brazo en el pecho recuperando el aliento mientras Alisha entregaba el hongo. – ¿Nosotras?- De la plática no había oído mucho pero el que apuntara a la vampira no le dio buena espina y recordó cuando Sarez lanzo la flecha de luz, solo que tenía la leve sospecha de que eso no curaba. Y mientras pensaba eso la vampira salió volando por el golpe y ella se había sujetado la cabeza y encogiéndose por el estruendo y la aspereza que sintió en el aire conforme esa cosa era disparada y la onda que dejo le recordó mucho al lente de energía que ella usaba para atacar. Solamente que potenciado muchísimas veces.
-¡¡ALISHA!!- Grito sumamente preocupada y miraba al duende y luego a su amiga, no sabía cuánto calentamiento podría tener esa arma, el gnomo hablaba con el gesto distorsionado mientras miraba con furia a la vampiresa. No se arriesgó y en vez de ir contra el hombrecillo, dejo la mochila y corrió hacia su amiga tomándola del costado como si fuera a levantarla pero solo se impulsó para ocultarse tras la mesa en el centro de la habitación que tenía otros los frasco imaginables y que parecía ms un escritorio que podría cubrirlas de esas ondas. Mientras el hombre le daba unos golpecitos al mango el arma. –¿Estas bien?- Se asomó y tomo el primer frasco que sintió pesado y mientras el gnomo se iba acercando lanzo el frasco hacia este que lanzó un alarido cuando el cristal se hizo añicos al chocar en la ballesta y bañarlo en un líquido traslucido. Por un momento maldijo pensando que había lanzado uno con agua pero la reacción del hombre que se había protegido con el brazo le mostró que no era solo agua.
Se sacudió la túnica mientras el líquido de consistencia viscosa parecía soltar humo ahí donde había caído.
Cuando llego a la habitación, la elfa tenía el brazo en el pecho recuperando el aliento mientras Alisha entregaba el hongo. – ¿Nosotras?- De la plática no había oído mucho pero el que apuntara a la vampira no le dio buena espina y recordó cuando Sarez lanzo la flecha de luz, solo que tenía la leve sospecha de que eso no curaba. Y mientras pensaba eso la vampira salió volando por el golpe y ella se había sujetado la cabeza y encogiéndose por el estruendo y la aspereza que sintió en el aire conforme esa cosa era disparada y la onda que dejo le recordó mucho al lente de energía que ella usaba para atacar. Solamente que potenciado muchísimas veces.
-¡¡ALISHA!!- Grito sumamente preocupada y miraba al duende y luego a su amiga, no sabía cuánto calentamiento podría tener esa arma, el gnomo hablaba con el gesto distorsionado mientras miraba con furia a la vampiresa. No se arriesgó y en vez de ir contra el hombrecillo, dejo la mochila y corrió hacia su amiga tomándola del costado como si fuera a levantarla pero solo se impulsó para ocultarse tras la mesa en el centro de la habitación que tenía otros los frasco imaginables y que parecía ms un escritorio que podría cubrirlas de esas ondas. Mientras el hombre le daba unos golpecitos al mango el arma. –¿Estas bien?- Se asomó y tomo el primer frasco que sintió pesado y mientras el gnomo se iba acercando lanzo el frasco hacia este que lanzó un alarido cuando el cristal se hizo añicos al chocar en la ballesta y bañarlo en un líquido traslucido. Por un momento maldijo pensando que había lanzado uno con agua pero la reacción del hombre que se había protegido con el brazo le mostró que no era solo agua.
Se sacudió la túnica mientras el líquido de consistencia viscosa parecía soltar humo ahí donde había caído.
Aradia Hazelmere
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Re: Entre burbujas y explosiones [Trabajo]
-Perfectamente.- Mintió Alisha, cuando Aradia la arrastró tras alguna mesa y empezó a lanzarle frascos al gnomo. Bueno, solo uno de momento, pero no parecía hacer mucho efecto. Alzó la cabeza por encima de la cobertura y vio al tipo humeando. Algo era algo. Tenía que pensar en algún plan magistral. Su ballesta estaba por algún lado triada. ¿Podía rodar, recogerla y disparar un tiro magistral? Probó a moverse un poco, agitando el cuerpo. No lo tenía muy claro, le dolían las costillas, hacer la croqueta y/o una voltereta sonaba fuera de sus capacidades ahora mismo.
Así que…plan B seguramente, hacer lo que hacía Aradia. Tirar frascos sin saber que hacían era…inefectivo y a la vez, peligroso, pero realmente abrirlo, olerlo, saber por algún milagro que era, cerrarlo y luego arrojarlo sonaba muy lento. Así que nada, a tirar al azar.
Omitió los tarros que tenían cosas… solidas, como setas o hierbas, pero incluyo los que tenían polvos sospechosos. Lanzó uno en toda la cabeza del gnomo, aunque este se agacho y no le dio, estampándose detrás suyo. Por como salto la nube, estaba bastante segura de que eso era azúcar, así que tampoco era una gran pérdida. Así que procedió con un líquido plateado que, estaba bastante segura, era mercurio, y ese si le dio en su fea cara. Y luego siguió con… no sabía que era eso la verdad, pero lucia grasiento, así que fue a los pies. Y cuando medio cegado por el veneno plateado dio un paso delante, resbalo y se fue directo al suelo.
Y luego le estampo una silla en la cabeza, dos veces. Para que arriesgarse. –Bien… cierto… estábamos aquí…para trabajar…- Dijo, calmándose después de básicamente pintar el suelo de rojo. Iba a rebuscar el estudio en busca de monedas o, a falta de estas, productos valiosos e iban a salir pitando de allí. Seguro que podía vender algunas de esas cosas a un buen precio en Lunargenta… Y de paso visitar un sanador profesional. Estaba bastante segura de que alguna costilla estaba rota. O todas, a saber, era una primera vez.
Así que…plan B seguramente, hacer lo que hacía Aradia. Tirar frascos sin saber que hacían era…inefectivo y a la vez, peligroso, pero realmente abrirlo, olerlo, saber por algún milagro que era, cerrarlo y luego arrojarlo sonaba muy lento. Así que nada, a tirar al azar.
Omitió los tarros que tenían cosas… solidas, como setas o hierbas, pero incluyo los que tenían polvos sospechosos. Lanzó uno en toda la cabeza del gnomo, aunque este se agacho y no le dio, estampándose detrás suyo. Por como salto la nube, estaba bastante segura de que eso era azúcar, así que tampoco era una gran pérdida. Así que procedió con un líquido plateado que, estaba bastante segura, era mercurio, y ese si le dio en su fea cara. Y luego siguió con… no sabía que era eso la verdad, pero lucia grasiento, así que fue a los pies. Y cuando medio cegado por el veneno plateado dio un paso delante, resbalo y se fue directo al suelo.
Y luego le estampo una silla en la cabeza, dos veces. Para que arriesgarse. –Bien… cierto… estábamos aquí…para trabajar…- Dijo, calmándose después de básicamente pintar el suelo de rojo. Iba a rebuscar el estudio en busca de monedas o, a falta de estas, productos valiosos e iban a salir pitando de allí. Seguro que podía vender algunas de esas cosas a un buen precio en Lunargenta… Y de paso visitar un sanador profesional. Estaba bastante segura de que alguna costilla estaba rota. O todas, a saber, era una primera vez.
Alisha Lessard
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Re: Entre burbujas y explosiones [Trabajo]
Casi rio cuando su amiga le mentía de forma tan descarada, esperaba que solo fuera para evitar que se preocupara pero tenía otra cosa de que preocuparse el hombrecillo que bufaba por el líquido transparente que le había lanzado y que seguro era algún acido, vaya suerte habían tenido. Alisha siguió su ejemplo y comenzó a lanzarle potes, pero la elfa se embutía algunos de los frascos que no se lanzaban dejándolos a un lado a buen resguardo de que no fueran a romperse y terminaran ellas con un efecto colateral. Más de lo que ya. Y la vampiresa tomo la iniciativa mientras que ella volvía a distraerse amenamente con los frasquitos y botes mientras miraba por entre volutas de humo producto por polvo y líquidos varios que Alisha sabía bien como y donde lanzar mientras el hombre bajo soltaba alaridos y lanzaba hacia ellas lo que había parecido una ballesta barriendo con algunas cosas en la mesa mientras la elfa se encogió con un gritito.
Espero unos momentos y entonces el sonido de algo crujiendo entre graznidos y borboteos húmedos le hizo asomarse y mirar como Alisha tenía un exabrupto que le recordó a cuando ella había descargado muchas emociones en su encuentro con el troll, donde precisamente había conocido a la vampira, se acercó y toco su hombro. – ¿Mejor?
Dijo mirando a la chica y como por la ventana del lugar se asomaba el amanecer comenzando a sentir un cansancio agotador. Pero la forma de respirar de la pelinegra no le agradaba. –Creo que deberíamos descansar un poco, no sé qué tenía todo lo que probamos, pero no tienes buena pinta está saliendo el sol, y creo que puedo sanarte antes de quedarme dormida. ¿Te parece? – Le sonrió de lado y suspiro, la verdad es que Alisha era la que peor la había llevado. Miro alrededor y seguro algo de valor podrían llevarse, ella miraba la mina de ingredientes y como podría usar esos ingredientes relativamente gratis para practicar y conseguir algo de dinero con remedios. Por alguna razón no se sentía mal por la muerte del hombre, aparte de sobreestimarse al menos en primera impresión, esa arma que había usado contra Alisha era algo muy peculiar y si no la había fabricado él sería interesante saber quién fabricaba esas cosas.
Espero unos momentos y entonces el sonido de algo crujiendo entre graznidos y borboteos húmedos le hizo asomarse y mirar como Alisha tenía un exabrupto que le recordó a cuando ella había descargado muchas emociones en su encuentro con el troll, donde precisamente había conocido a la vampira, se acercó y toco su hombro. – ¿Mejor?
Dijo mirando a la chica y como por la ventana del lugar se asomaba el amanecer comenzando a sentir un cansancio agotador. Pero la forma de respirar de la pelinegra no le agradaba. –Creo que deberíamos descansar un poco, no sé qué tenía todo lo que probamos, pero no tienes buena pinta está saliendo el sol, y creo que puedo sanarte antes de quedarme dormida. ¿Te parece? – Le sonrió de lado y suspiro, la verdad es que Alisha era la que peor la había llevado. Miro alrededor y seguro algo de valor podrían llevarse, ella miraba la mina de ingredientes y como podría usar esos ingredientes relativamente gratis para practicar y conseguir algo de dinero con remedios. Por alguna razón no se sentía mal por la muerte del hombre, aparte de sobreestimarse al menos en primera impresión, esa arma que había usado contra Alisha era algo muy peculiar y si no la había fabricado él sería interesante saber quién fabricaba esas cosas.
Aradia Hazelmere
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