Re: The Storm before the calm [privado][Cerrado]

Baltazar Mar Dic 07 2021, 04:22

Lo suyo no era nada que un descansito no pudiera solucionar, lo sabía, aunque fuera tirado en un piso que además se encontraba mojado. También sabía que si iba a quedarse allí haciendo nomas que ver el culo de la rubia perderse, lo iba a hacer en comodidad, así que apoyó el codo en el piso y el cachete en su palma. Antes de tomarse la molestia, sin embargo, decidió ver hacia el "centro" de la contienda.

Los ruidos que advertían un verdadero desastre se habían intensificado, y cuando agudizó su sentido de la vista, notó que muchas de las personas corrían hacia el suroeste del poblado. Algo estaba sucediendo, ¿tal vez aquel demente estuviera por all...? No. Lo supo antes de maquinar más de la cuenta cuando lo vio caminar en su dirección. Se le erizó el vello. Para su suerte, antes de siquiera agarrar el coraje de levantarse alguien más le ahorró el trabajo: precisó que fue Mera quien lo cargó para alejarse con la misma rapidez.

- Ocultar la buena voluntad detrás de patéticos bienes... es tan típico de ustedes, orejas redondas - se mofó mientras delineaba con un dedo la oreja de la chica. -También me caes bien, te devolveré el favor eventualmente. - agregó mientras abandonaba su tono, sin evitar devolver la mirada hacia donde estaba aquel demente. Zelas parecía haber pescado su atención nuevamente y la verdad es que ya comenzaba a preocuparle la exposición que estaba teniendo con el peligro. "No es que sea avaricioso, pero a este paso nos iremos de aquí sin un duro...". Mientras pensaba, la voz de la compañera se alzó de nuevo, y fue mientras volteaba a ver la dichosa casa que cayó de culo al suelo. - Tch.. ¡Gracias, que amable! - se quejó, aunque una vez más le diera la espalda y no su atención.

Se levantó, sacudió la ya bastante sucia ropa y terminó apoyándose en la pared del callejón. Se cruzó de brazos con una mueca. - ¿Y bien? - murmuró - ¿Intervendrán o la situación ya está en buenas manos? - miró al cielo, al suelo, y a los signos de naturaleza creciente en el lugar de forma inquisitiva, y se quedó en silencio, como si esperara a que, así fuera el aire, le respondiera.

Habilidades:

**Gaegel** Miér Dic 08 2021, 06:39

El ambiente parecía ser calmado, parecía que había tomado una buena decisión al tomar este camino. Suspiré por un momento hasta que escuché la voz de alguien con la intención de hacerse notar. Me giré y miré hacia aquel sujeto. - ¿Por qué siento que esto ya lo he vivido? - Dije en voz baja mientras recordaba lo que había sucedido en la taberna hace tan solo unos momentos. Aunque el actuar de aquel sujeto era diferente, el otro ya hubiera matado al tipo que se le había acercado, pero eso no quería decir que por como se le veía al tipo que pretendía hacerse el gracioso estuviera en un lecho de rosas.

De un momento a otro, aquel tipo le ordenó matar a aquel sujeto, y este sin ningún miramiento lo asesinó. Al ver aquello abrí mis ojos de par en par. La gente comenzó a gritar, pero cuando el tipo malvado exigió silencio se detuvieron en el acto. No pude evitar mirar de reojo a cada una de las personas que me rodeaban. Casi hasta parecía que todo esto estaba planeado y todos estuviesen actuando, quizá por eso mismo la presión que sentía era más aterradora.

Aquel hombre les pidió que la multitud averiguara quien era Zelas. - Con un demonio... ¿Con qué tipos raros te metiste? - Pensé mientras notaba como alguien que estaba al lado de mi se acercaba de manera amenazante. - Hey tu, ¿eres Zelas? - Apenas y alcancé a evadir el golpe que me lanzó y entrecerré mis ojos con molestia. - Tu me dirás donde se encuentra Zelas. - Dicho esto le di un puñetazo a aquel sujeto. Estaba en medio de una batalla campal. Y no sabía por completo lo que ocurría, pero si quería sobrevivir debía de seguir la corriente mientras encontraba la forma de escabullirme de allí

**Zelas Hazelmere** Jue Dic 09 2021, 03:34

Una pequeña onda expansiva producto del impacto esparció barro y sangre hacia distintos lugares, Zelas ahora se encontraba frente al enemigo de la posada el cual había recibido el ataque de lleno con su brazo, el cual ahora se encontraba cercenado por el medio casi hasta la altura del hombro, aquello le devolvió algo de confianza al rubio en su cruzada por acabar con los miembros de aquella nefasta organización, podías ser el mas fuerte del lugar y sin embargo ante aquella ridículamente grande espada con un mas que conveniente encantamiento seguías siendo solo mas carne para cortar.

-Vaya, al parecer no fue una gran idea intentar detener aquel ataque verdad-
-no me percate del encantamiento hasta que fue tarde supongo-
-Oh vamos ni siquiera te vas a quejar?-
-Por algo como esto?, no, es mucho trabajo, ya conseguiré a alguien que me haga crecer uno nuevo-

Exclamo el hombre mientras que con su brazo bueno arrancaba de cuajo los remanentes del brazo cercenado por el no-elfo, luego golpeo unos lugares específicos de los músculos del hombro donde estaba la herida y la musculatura de esta se contrajo violentamente y de tal manera que la hemorragia había sido detenida, recordándole a Hazelas que aquello a lo que se enfrentaba seguía siendo una amenaza, ante lo cual el rubio se acerco a toda velocidad y comenzó a conectar un ataque tras otro de fuertes golpes con aquella espada gigante, el enemigo ahora se encontraba esquivando y desviando con mayor cuidado y en el momento que encontró una apertura ataco con una patada lateral al momento que le rubio intentaba protegerse con su espada saliendo despedido de vuelta al lugar donde había quedado la primera vez que lo hizo salir de la taberna.

-Agh, que mierda porque no se ha activado el hechizo de los aros- exclamo el rubio mientras revisaba uno de los aros que seguía en su lugar, no necesito revisar el otro puesto que yacía frente a el entre los escombros del muro de la taberna, rápidamente lo tomo y se lo ajusto a la otra oreja. El plan era sencillo, soportar el golpe y cortarlo a la mitad. el problema era que este cabrón golpeaba muy fuerte y probablemente le podría matar.

-Sabes la pereza que me produce tener que ir a buscarte de un lugar a otro- exclamo el individuo ahora sin un brazo el cual caminaba sin reparos hasta donde estaba Zelas, el rubio por su parte estaba en una pose de batalla un tanto extraña, esperaba con una mando delante de la hoja y blandiendo el arma con una sola mano, cuando el enemigo arremetió con su ataque Zelas bloqueo el golpe con la espada al momento que una barrera de hexágonos le cubría, impidiendo que saliera despedido por los aires una vez mas(1), con toda su fuerza clavo su espada ridículamente grande en el muslo de su enemigo, abarcando hasta la rodilla y un poco mas abajo, para luego saltar hacia atrás y caer en una de sus rodillas debido a que la barrera prevenía que saliera volando pero no impedía que se colara el daño, vomito un poco de sangre mientras intentaba que su cuerpo se adaptara rápidamente al ataque recibido.

-Eres un bastardo duro e ingenioso, literalmente me ha costado un brazo y una pierna-
-eso fue un atisbo de emoción? jaja cofcofcof, malditos monstruos-
-Te vez como un humano pero el éter que expeles es propio de un elfo-
-Supongo que no sirve de mucho seguir aparentando-

"Si tan solo hubiéramos tenido algo con que comunicarnos" pensó el no-elfo, pedir refuerzos ahora habría venido bien, -¿Cuál es tu numero?- pregunto el no elfo mientras intentaba comprar tiempo para recuperarse del golpe.

-Mi nombre es Reiner, soy el numero 8 en la Dark Order-
-Y tu eras un buen prospecto para ser el numero 1 y habrías escalado fácilmente... Zelas del viento-
Aquella voz desconocida estremeció a Zelas, no lo conocía, pero por el apodo que menciono era evidente que era otro miembro de la Dark Order.

-Wolfgang ya estaba por...-
-Calla Reiner, te dije que lo quería vivo, pero no era para que perdieras un brazo y una pierna-
Reiner aun atrapado por la espada de Zelas cerro la boca en un instante mientras aquel individuo que estaba vestido con todas las pintas de ser el jefe de la organización seguía caminando tranquilamente.

-He escuchado como te has llenado la boca acerca de que nos ibas a acabar, pero Reiner te tuvo en las cuerdas y Vaal Hazak casi te mato, eres un elfo afortunado para no verte como uno... Puedo entender el interés que V tiene en ti-
-Ni siquiera se de quien estas hablando-
-Oh pero pronto lo sabrás-.....

El rubio empapado en barro y sangre comenzó a tener mas preguntas con todo lo relacionado, y sobre todo, ¿Quién carajos era V?, un par de gotas comenzaron a caer y la lluvia que había amenazado con su presencia por la gran parte del día y de la noche comenzaba a caer nuevamente.

-Supongo que el elemento sorpresa esta perdido, igual por mas que me cambiara el nombre todos parecían reconocerme de todas formas- exclamo el joven atrayendo su espada con un gesto de mano y terminando de lacerar la pierna de Reiner(2), limpio la sangre agitando su espada y se puso en guardia una vez mas.

OFF: habilidades y cosas usadas:
1_Aros de éter cristalizado imbuidos con fortaleza inamovible
2_ Retorno.

**Meraxes** Jue Dic 09 2021, 21:11

- Si tan sólo hubiera una forma de comunicarnos...- Pensaba en la medida que corría de regreso en búsqueda del siguiente. Con Baltazar había tenido la suerte que salió justo detrás de mí, pero los otros dos, uno se había ido por laureles y el otro técnicamente salió volando del recinto.

Estaba segura que encontrarlos en medio de ese caos no sería tan sencillo, sin embargo, rezaba a los dioses antaño a que me guiaran en esta travesía. Había ruidos en en el cielo, de tormenta tal vez, que se mezclaban con el barullo y la conmoción que ahora estaba en tierra. - Oh... mierda. - Pensé en voz alta al verme en medio de una pelea brutal de personas golpeando a personas y sólo un nombre familiar rondaba: Zelas. Ese maldito elfo me las iba a pagar por hacerme pasar por semejante suicidio sin siquiera haber percibido el más mínimo aero, si esos sujetos no lo mataban, yo me encargaría de hacerlo.

Estaba furiosa y eso se notó cuando una mujer desquiciada venía hacía y le propiné un puñetazo en la nariz que la dejó plasmada en el suelo. Tomé con la diestra el látigo donde posteriormente comencé a correr esquivando a la gente con agilidad buscando alguna cara familiar. Y azotando hacia los pies de las personas para hacerlas tropezar y no me interrumpieran.

Me tomó un par de minutos dar con esa cara familiar, y donde también por gracia divina la lluvia comenzó a desatarse en torrente. - ¡De eso estaba hablando! - Exclamé expresando mi devoción hacia el clima. A unos pocos metros, estaba una de las personas que buscaba, era Gaegel quien parecía un salvaje golpeando a diestra y siniestra, Por precaución, pues no sabía si estaba bajo los efectos de esa euforia colectiva hice lo que creí más prudente: dirigir mi látigo hacia y amarrarlo ahí donde calzara para arrastrarlo conmigo hacia el lugar donde había llevado al elfo.

No perdí el tiempo, y con la tormenta en pleno apogeo la huellas serían cosa de niños. Agité con firmeza y sin siquiera ver hacia que lugar de su cuerpo fue a parar, el amarre cumpliría su propósito dado la distancia y lo distraído que se encontraba. Lo siguiente fue cosa de impulso, que mis piernas y el poder divino del agua hicieran todo el trabajo. Esperaba que los efectos pasaran conforme nos alejáramos y sin perder un segundo hablaba para darme a entender. - Escúchame bien porque no tengo tiempo de repetir. - Jadeaba un poco, en comparación con Baltazar este hombre pesaba más. - Te llevarás al elfo hacia la salida del río, está cerca de donde te dejaré. Entrarán en él y nadaran contra corriente, con esta lluvia no esperaran que hagamos eso, busca una maldita cuerda de camino y amárrense la cintura con ella. ¿Entendiste?- No era una pregunta para esperar una respuesta, y el ritmo con el que hablaba fue el suficiente para llegar anueva cuenta en donde esperaba que Baltazar se encontrara oculto.

Respiré profundo, aquel arrastre me había dejado exhausta pero aún quedaba uno al que sacar de ese embrollo. - Ya sabes que hacer, nos veremos río arriba. - Sin más y deshaciendo la "la envoltura", tomando aire volví sobre mis pasos veloces a la muchedumbre, Zelas estaba en peligro, ese farol que había lanzado hacía tan sólo algunos minutos atrás estaba segura que llamaría mucho, mucho la atención.

- Tu puedes... tu puedes... tu puedes... - Me daba ánimos a mí misma, el agua era parte también de mí debía aprovechar eso para reponer fuerzas. Era un maldito dragón, unas carreritas no me iban a cansar, además no sería difícil dar con la espada ridículamente grande, y evidentemente, luego de llegar al barullo y esquivar gente por aquí y por allá a menos de seis metros veía mi objetivo. - ¡A tu izquierda! - grité pensando en que reconocería mi voz, si lo hacía habría esperanza y podríamos salir de ahí.

Habilidades:

Baltazar Vie Dic 10 2021, 00:01

Silencio fue lo que recibió en respuesta a sus palabras y de repente se sintió tonto, no por haber hablado al aire, sino por esperar a que la respuesta de los dioses fuera explícita, fácil de leer, o peor aún: inmediata. Tales términos jamás podían llevarse bien con la idea de comunicarse con seres superiores, pero a esas alturas de la vida no había nada de lo que pudiera quejarse. Estaba más que a gusto y acostumbrado. Volviendo a lo importante...

El hecho es que permaneció quien sabe cuanto en total silencio. No se percató de las gotas de lluvia que estaban salpicando hasta que se desataron de forma más notable, y su piel, su cabello y sus ropas comenzaron a ser limpiadas de forma lenta y progresiva. Supo entonces que era la respuesta que esperaba cuando un pequeño charco formándose en el piso le recordó como la chica, Mera, parecía patinar sobre el agua para favorecer su carrera. Una lluvia sin dudas le daría un empujón a cualquier cosa que hiciera.

- ¿Entonces lo dejo en sus manos? - preguntó, siendo esto una pregunta retórica puesto que no le cabían dudas. Ella tenía actitud. Aún así, deseó por un momento poder comunicarse con los demás para saber a ciencia cierta cómo iban a proceder para no liarla a menos de un día de haber aceptado el "pequeño trabajo" de Zelas. Pronto, afortunadamente, apareció la rubia arrastrando de una manera peculiar a uno de los conocidos que había hecho hace nada. Gaegel. Ella se marchó con unas palabras que no entendió plenamente, pero supuso que el de ojos penetrantes tenía algo que decir.

- Sería tonto preguntar si estás bien, ¿verdad? - expresó.

La realidad no podía ser más evidente.

**Gaegel** Vie Dic 10 2021, 07:24

No podía evitar sentirme mal por golpear a personas inocentes, pero lo que menos deseaba en este momento era llamar la atención, eso lo único que causaría sería que toda la muchedumbre me vea como un blanco para sacar la información que les habían pedido, y no creo tener la resistencia para soportar los embates de tanta gente, por lo que mi prioridad era mantenerme al margen de la situación. Fluir en este mar de caos que acontecía en la calle, y a la primera oportunidad que tuviese, escapar, pero la lluvia que comenzó a azotar lo único que hacía era hacer más caótico todo.

Me encontraba repartiendo puñetazos y patadas a cualquier tipo que se me acercara, en cuanto a las mujeres que se me acercaban lo único que hacía era hacerlas chocar con otra persona. Atacar a hombres controlados era una cosa, pero a una mujer controladas, eso si que no lo iba a hacer. De un momento a otro un sujeto muy alto se me acercó con intenciones de preguntarme sobre Zelas. El tipo trató de patearme, aunque alcancé a bloquearla. Este sujeto era más musculoso y fuerte que los otros tipos promedio que me había encontrado, por lo que con este sujeto debía de de una manera más directa. Tomé su pierna y la jalé hacia mi con la intención de darle un puñetazo, pero mi ataque no fue lo suficientemente efectivo y también me respondió con un puñetazo que esta vez si alcancé a recibirlo.

Tsk... Seguro que tu sabes quien es Zelas. - Le dije con rabia por el puñetazo que me había dado mientras le daba un izquierdazo y luego un derechazo, le clavé mi rodilla en su barriga, y con mi fuerza lo levanté del suelo. - Ahora si vas a ver. - Dicho eso lo arrojé contra el suelo. Eso me dio un golpe de vigor y me llenó de orgullo, por lo que me vanaglorie alzando mis brazos en forma victoriosa. - Jaja! Eso te pasa por meterte conmigo.

¿Qué pasó a continuación? Alcancé a sentir como algo me rodeaba del cuello y era jalado con una gran fuerza, esto me hizo emitir un chillido canino algo ahogado. Comencé a ser arrastrado por alguien, ¿me habían capturado alguno de los secuaces de los tipos locos. Como pude puse mis manos para evitar ser ahorcado en el proceso, y ya que logré hacer que el aire bajara a mis pulmones giré mi vista y alcancé a ver un trasero que me resultaba familiar, y al escuchar su voz terminé por corroborar que se trataba de Merax.

Ella me dio unas indicaciones, y al final alcancé a escuchar una pregunta, pero el aire que lograba bajar no era el suficiente para hacerme hablar. Luego de un rato ella dejó de jalarme y deshizo el agarre de su látigo. Al poder pasar más aire no pude evitar respirar de manera profunda. Mientras recuperaba mi aliento logré escuchar la pregunta del pelirrojo, después de todo ahora estaba cubierto de barro al se jalado por la fémina. - He estado peor. - Dije para luego toser un poco. - Pero no hay momento de detenernos por nimiedades como estas. Tenemos que nadar río arriba. - Le comenté para así tomar rumbo hacia allá, después de todo lo único que deseaba era perderles el rumbo a estos psicópatas. - Ojalá hubiera alguna forma de comunicarnos entre nosotros. - Pensé mientras me dirigía hacia el río. En el trayecto alcancé a ver una cuerda y me la llevé, después de todo nos serviría para mantenernos unidos mientras nadábamos río arriba.

**Zelas Hazelmere** Vie Dic 10 2021, 20:11

-Guarda tu espada y no la saques de nuevo- exclamo el líder de la Dark Order obligando a Zelas a posicionar aquella enorme espada en su espalda sujetándola con el imán que traía en sus ropas, Reiner por su parte terminaba de arrancar su pierna lacerada y al igual que como hizo con su brazo golpeo algunas partes de su muslo obligando que los músculos se contrajeran fuertemente y parando una vez mas la hemorragia.

Reiner observo a su líder y este esbozo media sonrisa, le había ordenado que se callara y por su poder ahora parecía que su súbdito solicitaba la palabra sin poder emitir palabra alguna.

-Habla-
-Este maldito me ha costado un brazo y una pierna-
-Si, y eso me hace pensar que seria mejor, matarlo o reclutarlo-
-La oferta ya se hizo, sabes lo que queda por hacer-
-Oigan sigo acá..-
-Cállate-
-Mátalo y volvamos de una vez, necesito un brazo y una pierna nuevos-
-No se, planeas perder el brazo y la pierna que te faltan por culpa de V-
-Solo quiero irme-

Zelas observaba con impotencia, intentaba blandir su espada pero no podía, quería gritarle al maldito por explicaciones y no era capaz de emitir sonido alguno, una habilidad aterradora sin lugar a dudas, ¿Realmente seria capaz de acabar con una organización así?, sopeso la idea por un momento, la primera vez los había enfrentado prácticamente solo, y ahora la cosa no pintaba muy diferente.

-Bueno, creo que ya se que hare, la curiosidad me ha podido mas quiero saber como planeas acabar con nosotros... Habla-
-Los matare a todos malditos hijos de...-
-Suficiente cállate-

Zelas intento alcanzar su espada cuando noto que aun no podía blandirla, entre el sonido de la lluvia cayendo un leve siseo llamo su atención y entonces escucho las palabras. -¡A tu izquierda!- El rubio rápidamente pateo barro hacia el rostro del Líder a la vez que estiraba el brazo y algo se envolvía en este a la vez que era jalado de aquel lugar su espada cumplía ahora la función de trineo y mientras se alejaban realizo con su mano libre la señal universal de "vete a la mierda".

Wolfgang se limpio el rostro y escupio algo de barro que le había entrado a la boca, Reiner temeroso de decir alguna palabra solo observaba boquiabierto la situación. -tpf tpf, esto será divertido, definitivamente lo matare, podríamos darles caza, pero tendríamos que estar pendientes de la hora... Y aun necesito conseguir aquello por lo que vinimos, vamos a conseguirte un brazo y una pierna nuevos, dejemos que la paranoia haga su trabajo con Zelas y sus amigos- Exclamo mientras procedían a dirigirse en la dirección contraria.

**Meraxes** Lun Dic 13 2021, 20:21

Gracias a los dioses y mis palabras fueron escuchadas por él, sólo fue cuestión de pasarle el mango de mi látigo que ya tenía previamente preparado para la alocada idea y dejar que mis piernas hicieran el resto. No iba a negar que ya estaba algo cansada, hacía años que no sabía lo que era hacer tal maratón y mucho menos llevar a tres hombres conmigo, eso no dejaba de sonar irónico en mi cabeza.

Mi mano ya tenía el otro extremo de, ahora cuerda de trineo, látigo, eso sumado a la velocidad con la que me impulsaba, el lodo en el suelo, el agua cayendo a torrenciales facilitaban las cosas a la hora de huir de allí.

- Fiu... - jadeé algo cansada sin detener mi marcha rumbo a la salida oeste de aquella villa rumbo al río. Mis planes, tal como le había dicho a Gaegel antes de dejarlo con el elfo, amarrarme a este idiota y lanzarnos al río, con algo de suerte me desquitaría con el tonto en el agua por darme semejante susto y arriesgar mi preciada vida antes de recibir paga.

- Iremos al río... Una vez en la orilla enfunda tu arma, nos amarra...remos con el látigo y nadaremos contra corriente. Tus otros amigos ya deben estar en ello. Espero sigan vivos... De nada, mas te vale pagarme porque esto no son servicios gratuitos - Hablaba entre jadeos, sin duda esta jornada había sido superior a muchas. Era este tipo de situaciones las que me frustraban un poco al no poder usar mi otra forma, creo que de no estar bloqueada hallar y sacar a todos de allí hubiese sido mucho más rápido y menos agotador.

A mi velocidad, el camino hacia el río fue cuestión de no menos de diez minutos, bueno tal vez más, la verdad el sentido del tiempo en pleno apogeo me era difícil de llevar cuando sólo pensaba en salvar mi pellejo. Ya le había indicado al maldito suicida que hacer, huiríamos por el agua y rezar a los dioses para que no nos ahogáramos en el proceso, aunque francamente prefería morir allí que a manos de esos locos que habían atacado.

Habilidades:

Baltazar Jue Dic 16 2021, 23:53

Aunque exento del acuerdo al que Gaegel había llegado con Mera, Baltazar decidió seguirlo tras el manifiesto de nadar río arriba. Que desconociera a estas personas que recién se proponían convertirse en colegas era un hecho, pero dadas las circunstancias, eran las mejor calificadas para confiar. Lo que incentivó su fe ciega, sin embargo, fue la idea optimista de no vendría mal una lavadita. La rubia al parecer había barrido el pueblo con el de ojos penetrantes y él, aunque en menor medida, se quedó sucio después de su estrepitoso encuentro con el piso.

De repente se sintió mal; pensar en cosas tan triviales mientras dejaba atrás un desastre que involucraba vidas civiles era, cuanto menos, inmoral, pero entendía que aquella no era su batalla. Era el preludio de una serie de eventos que pondrían a prueba su compromiso con la vida. Así lo sentía.

Pronto el flujo de un río que se alimentó de la lluvia, haciéndose de más fuerza en su recorrido, opacó el ajetreo distante. El pelirrojo apretó bien el abanico antes de pensar si quiera acercarse, y le tocó repetir el proceso consigo mismo cuando Gaegel le pasó una cuerda que, por motivos de seguridad, los dos tenían que atarse antes de zambullirse en el agua. - A la gente por estos lares le encanta medirse con los demás, ¿cierto? - dijo mientras se quitaba un gran collar de perlas y lo envolvía en su antebrazo. Caía recién en que, por el clima, el agua reflejada en sus ojos debía de estar más helada que de costumbre. -. Pierde entonces el que se queje, gruña o diga una grosería una vez dentro. - frotó sus dedos ansiosamente, y una vez listo el contrario, no perdería tiempo. Nadaría río arriba, golpeando en contra de la corriente, tan sumergido en el proceso que ni siquiera se aseguraría de cumplir con la propuesta infantil de hacía un momento.

Le bastaron segundos para darse cuenta de que la actividad, para su desgracia, no sería tan agradable como lo pensó cuando escuchó la idea. Solo quedaba llegar arriba.

**Gaegel** Sáb Dic 18 2021, 07:07

Al parecer, el plan de escape, según la muchacha que había barrido la calle conmigo, de manera literal, estaba viento en popa. Lo cual solo indicaba que solo nos quedaba nadar río arriba. Escuché la pregunta sobre que a la gente de por aquí le gusta medirse, no pude evitar reír levemente. - Un poco. Aunque es una constante en los sitios en donde he estado. - Noté como el pelirrojo se quitaba el collar para asegurarlo en uno de sus antebrazos. Yo mientras tanto me aseguré la cuerda a nivel de la cintura.

Antes de lanzarnos volví a escuchar el comentario de Baltazar. - Pues te quedarás esperando, yo amo el agua. - Tras decir aquello ambos nos lanzamos. La corriente tenía una fuerza considerable, pero no era nada que mis aptitudes personales no pudieran superar. Aunque también de lo que había que cuidarse era de alguna que otra rama que fuera junto al cause, al mismo tiempo debía de evitar que dichas ramas se cruzaran con la cuerda que nos ataba al elfo y a mi, un descuido de nosotros y podríamos seguir el cause de la corriente por culpa de una rama.

¿Por cuanto rato estuvimos nadando a contracorriente? No lo sé con seguridad. Solo se que cuando las cosas estuviesen más tranquilas tendría que volver al poblado por mi burrito. Mi fiel y noble corcel debía de estarme esperando aún a pesar del caos que acontecía, y yo no lo iba a dejar a su suerte, no señor. Por los dioses que me encargaría de que el resto de su vida le sirva a un buen amo, ya que no lo iba a exponer a una misión tan peligrosa como la que Zelas nos había planteado.

**Zelas Hazelmere** Dom Dic 19 2021, 04:38

Los rubios habían llegado ya al rio y cuando Mera comenzó a amarrarlo después de contarle aquel plan descabellado, Zelas solo se limito a reír, -Oh por dios al fin puedo hablar, ese maldito bastardo y sus poderes molestos- se quejo Zelas al momento que simplemente lanzaba su espada al torrente y esperaba un poco, Mera que ahora había de terminado de amarrarse junto a él le miro extrañado.

-¿Qué rayos estas haciendo?-
-Tranquila mujer solo sujétate, me toca cargarte en esta idea suicida pero no imposible-

Acto seguido el rubio sujeto a la rubia desde la cintura y centro su éter en sus pies, saltando por sobre el rio con unas cuantas explosiones a la vez que avanzaban por sobre el caudal del rio(1) y en un determinado momento llamo a su espada de vuelta a su mano(2), un truco que ya había aprendido a utilizar en múltiples ocasiones, cuando aquel enorme trozo de metal se acerco a toda velocidad basto con que Zelas la tomara para que tanto el como Mera salieran impulsados hacia adelante con mucha velocidad abarcando una parte considerable del rio que habría sido demasiado cansadora de seguir el plan original, repitió el mismo proceso un par de veces mas y sin problemas llegaron finalmente al punto designado. De esa forma los 4 amigos habían vuelto a reunirse y mientras Mera se desataba y desataba a Zelas, este se apresuro a tomarle el rostro y besarle para la sorpresa de todos los presentes.

-Eso ha sido por salvarme la vida allá-
-...-

Una sonora bofetada de parte de la rubia al rubio hizo que este girara la cabeza casi en un ángulo de 90º, pero el rubio ni se inmuto, probablemente había cruzado algún limite por lo que lo asumió, observo a Baltazar y Gaegel y aparentando un evidente fingido desdén exclamo -Para ustedes no hay besos, cobardes- intento disimular la risa, mientras tomaba asiento por alguno minutos.

-Al parecer el líder de la organización a la que pretendemos atacar ya saber que iremos por ellos, así que pueden volver a llamarme Zelas tranquilamente, ya no importa eso.... El trabajo sigue en pie, si es que se sienten capacitados para ello- exclamo al momento que sacaba algo de su bolsillo, una pequeña flor la cual aplasto porque no recordaba para que servía(3) y simplemente se levanto para que retomaran la marcha y salieran de ese lugar que ya estaba condenado.

Fin.

off:
1_vuelo fulgido
2_retorno
3 Flor de la fortuna (para recibir mas aeros :B)

**Fehu** Dom Dic 26 2021, 20:01

Recompensa

Al llegar a la otra orilla, perciben un objeto que refleja la luz entre los guijarros del suelo. Se trata de un disco metálico que, ante los elfos ojos de Zelas y Baltazar, desprende un evidente halo mágico. Al levantar la pieza del suelo, ésta se divide en cuatro partes iguales, aún conectadas entre sí por medio del éter. Cada una de las Piezas metálicas puede ser fácilmente adaptada para convertirse en un broche o colgante fácil de transportar. Poseen el siguiente Encantamiento:

Conexión [Encantamiento, 1 uso] Cuando dos o más de estas cuatro piezas se encuentran en un área de 200 metros de diámetro, una ligera vibración indicará que puede ser activado su efecto. Al activarse, los personajes dentro del radio de acción podrán comunicarse telepáticamente durante un máximo de dos turnos. El personaje no sabrá cuál de las otras piezas es la que está activa hasta que establezca la comunicación, pero la vibración de la suya será más intensa cuantas más piezas se encuentren en el área de acción.

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