Matando la curiosidad [Libre] 3/3
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Matando la curiosidad [Libre] 3/3
La noche había caído sin previo aviso en Vulwulfar junto a una breve llovizna que refrescaba el ambiente, volviéndolo fresco para las personas que transitaban en la zona... exceptuando a Artorias debido al traje que, si bien lo protegía del daño, también lo "aislaba" del contacto intimo con el medio que le rodeaba y la naturaleza que tanto apreciaba. Era algo que tristemente Artorias había tenido que vivir desde que tiene memoria, y que no podría dejar debido a su años de capacitación en la Base de los Bios, lugar donde le inculcaron que debía estar siempre listo para cualquier situación; incluyendo llevar aquel pesado traje.
La posada que había alquilado estaba siempre abierta por los viajeros y siempre era un buen punto de encuentro. Sin embargo, había algo que no le permitía descansar esa noche. - Tal vez lo mejor sea caminar un rato, quizá eso me despeje un poco. - Pensó el centinela mientras estaba en su habitación, sentado en una esquina debido a que la cama no soportaba demasiado bien su peso y no quería arriesgarse a romperla y pagarla.
Tras unos momentos de estar levantándose del suelo y cerrar a puerta de su habitación con llave, El Bio-cibernético saldría de aquella posada con aquel paso lento y pesado que parecía ser su sello personal. No tomaría ningún camino fijo, tan solo caminaría sin un rumbo fijo alrededor de la ciudad, recorriendo sus calles en forma de patrulla para solventar cualquier irregularidad que se presentase en el trayecto.
Las personas miraban con cierta curiosidad al centinela que estaba deambulando por la ciudad. Algunos decían que era una garantía de seguridad y confianza, otros que era un pobre esclavo sin un propósito en la vida mas que servir a personas que tal vez ni le dé las gracias por ayudarles, y otros mas que sentían cierto temor al ver a un ser tan corpulento, pesado y, como no, antinatural, caminando por las calles sin nadie que lo "mantuviese a raya". Y sin embargo, eso era algo que Artorias comprendía perfectamente y hasta aceptaba, rozando la sumisión. Simplemente no podía culparlos por algo que no comprendía. ¿O de ahí no proviene la célebre frase de "el ser humano le teme a los desconocido"?
Su caminar era firme y constante, y hasta sentía que estaba cumpliendo su labor a cabalidad, pero había algo que le inquietaba, un pensamiento que estaba fuera del raciocinio que con tanto esmero y esfuerzo le inculcaron en esos 5 años y que parecía perforar aquella cabeza recubierta de metal.
La posada que había alquilado estaba siempre abierta por los viajeros y siempre era un buen punto de encuentro. Sin embargo, había algo que no le permitía descansar esa noche. - Tal vez lo mejor sea caminar un rato, quizá eso me despeje un poco. - Pensó el centinela mientras estaba en su habitación, sentado en una esquina debido a que la cama no soportaba demasiado bien su peso y no quería arriesgarse a romperla y pagarla.
Tras unos momentos de estar levantándose del suelo y cerrar a puerta de su habitación con llave, El Bio-cibernético saldría de aquella posada con aquel paso lento y pesado que parecía ser su sello personal. No tomaría ningún camino fijo, tan solo caminaría sin un rumbo fijo alrededor de la ciudad, recorriendo sus calles en forma de patrulla para solventar cualquier irregularidad que se presentase en el trayecto.
Las personas miraban con cierta curiosidad al centinela que estaba deambulando por la ciudad. Algunos decían que era una garantía de seguridad y confianza, otros que era un pobre esclavo sin un propósito en la vida mas que servir a personas que tal vez ni le dé las gracias por ayudarles, y otros mas que sentían cierto temor al ver a un ser tan corpulento, pesado y, como no, antinatural, caminando por las calles sin nadie que lo "mantuviese a raya". Y sin embargo, eso era algo que Artorias comprendía perfectamente y hasta aceptaba, rozando la sumisión. Simplemente no podía culparlos por algo que no comprendía. ¿O de ahí no proviene la célebre frase de "el ser humano le teme a los desconocido"?
Su caminar era firme y constante, y hasta sentía que estaba cumpliendo su labor a cabalidad, pero había algo que le inquietaba, un pensamiento que estaba fuera del raciocinio que con tanto esmero y esfuerzo le inculcaron en esos 5 años y que parecía perforar aquella cabeza recubierta de metal.
Última edición por Artorias el Miér Dic 22 2021, 02:46, editado 2 veces
Artorias
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Re: Matando la curiosidad [Libre] 3/3
-Vulwulfar..... ja a la primera- celebraba el borracho que sin importar que tan ebrio estuviera, aun tenia forma de decir nombres complicados sin enredarse la lengua, su caminata era errante y trastabillaba a momentos, no sabia que día era con suerte sabia que estaba en Vulwulfar y que era temporada de lluvias, eso ultimo debido a la llovizna que entraba en contacto con su piel, recibiendo una involuntaria ducha de parte de la madre naturaleza, pero hey!, quien era el para quejarse.
Con una espada al cinto y una cadena con cuchillas enterrada en su brazo, Nero llamaba la atención de todas las maneras equivocadas, por lo mismo salió en busca de un lugar concurrido, al parecer hace algunos días algo raro había pasado porque la gente estaba muy alerta, algunas edificaciones estaban rotas, se detuvo y hizo una leve reverencia hacia la taberna que se encontraba destruida, una verdadera pena, le sorprendió de grata manera el ver un tablón de anuncios al medio de aquel pueblo y se presto a pasar unos minutos en busca de su cara, para su buena suerte su rostro no se encontraba en el.
-Bueno eso es un alivio-
-¿Qué eres un forajido acaso?-
-No en este pueblo-
- Eso es bueno, una pregunta ¿Conoces a Zelas Hazelmere?-
-Ni puta idea de quien hablas lo siento-
-Que bueno, hace unas semanas vino un extraño grupo y gran parte del pueblo fue encantado para sacarse a golpeas quien era ese tal Zelas Hazelmere... si lo vemos le partiremos el trasero-
-Si por culpa de el rompieron esa hermosa taberna que había ahí, pues me uniré a la multitud-
Ambos hombres rieron un poco antes de seguir por sus caminos, aquello sin lugar a dudas fue bastante extraño, pero entonces un tipo en un enorme traje bastante extraño llamo su atención, era muy maciza y bastante rara para lo que había visto... Y había visto muchas cosas locas en su vida, su curiosidad y falta del sentido le vergüenza hicieron que se acercara al tipo de la armadura y le preguntara sin rodeos -¿Cómo le haces para ir al baño en esa cosa?- exclamo mientras intentaba analizar aquella armadura con la cabeza ladeada.
Con una espada al cinto y una cadena con cuchillas enterrada en su brazo, Nero llamaba la atención de todas las maneras equivocadas, por lo mismo salió en busca de un lugar concurrido, al parecer hace algunos días algo raro había pasado porque la gente estaba muy alerta, algunas edificaciones estaban rotas, se detuvo y hizo una leve reverencia hacia la taberna que se encontraba destruida, una verdadera pena, le sorprendió de grata manera el ver un tablón de anuncios al medio de aquel pueblo y se presto a pasar unos minutos en busca de su cara, para su buena suerte su rostro no se encontraba en el.
-Bueno eso es un alivio-
-¿Qué eres un forajido acaso?-
-No en este pueblo-
- Eso es bueno, una pregunta ¿Conoces a Zelas Hazelmere?-
-Ni puta idea de quien hablas lo siento-
-Que bueno, hace unas semanas vino un extraño grupo y gran parte del pueblo fue encantado para sacarse a golpeas quien era ese tal Zelas Hazelmere... si lo vemos le partiremos el trasero-
-Si por culpa de el rompieron esa hermosa taberna que había ahí, pues me uniré a la multitud-
Ambos hombres rieron un poco antes de seguir por sus caminos, aquello sin lugar a dudas fue bastante extraño, pero entonces un tipo en un enorme traje bastante extraño llamo su atención, era muy maciza y bastante rara para lo que había visto... Y había visto muchas cosas locas en su vida, su curiosidad y falta del sentido le vergüenza hicieron que se acercara al tipo de la armadura y le preguntara sin rodeos -¿Cómo le haces para ir al baño en esa cosa?- exclamo mientras intentaba analizar aquella armadura con la cabeza ladeada.
Nero Crimson
Borracho de Aerandir
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Re: Matando la curiosidad [Libre] 3/3
Aquel patrullaje de Artorias aun no lograba sacarle aquel sentimiento que estaba rondando en su cabeza por un muy buen rato, un sentimiento que simplemente no lograba describirlo pese a que había sido entrenado para ser lo mas racional y frío posible. Las miradas y uno que otro susurro muy mal disimulado era lo único que parecía ser normal... O eso era lo que él creía. Sin notarlo, un hombre en un aparente estado de ebriedad se le había acercado para hacerle una indecorosa pregunta que, si bien no era la mejor forma de presentación, no lo podía culpar por su ignorancia respecto a la fisiología de su cuerpo. - Buenas noche señor, espero que esté bien. - Diría cordialmente con el eco metálico en su voz que tanto destacaba. - La verdad es que no necesito realizar otras actividades fisiológicas que no sea dormir; lo demás es prescindible. - Mencionaría para sacarlo de su duda y se quedase satisfecho, aunque eso no quitaría el hecho de que aquella pregunta tan directa fuese incómoda para cualquiera que escuchase la plática, Artorias incluido.
- Me llamo Artorias, ¿me puede permitir saber su nombre? - Preguntaría mientras miraba detrás del ebrio para ver si alguien venía siguiéndolo, y luego de ello volvería a dirigirle la palabra. - Creo que debería buscar un lugar donde quedarse señor, ya es tarde y la lluvia puede enfermarlo. Aquí cerca hay una posada donde ofrecen alimento y bebidas y si quiere lo puedo guiar hasta allí. - Se ofrecería el Bio-cibernético mientras hacía ademanes para señalarle el lugar al que se refería. Con suerte aceptaría para velar por el bienestar de aquel "humano".
Ahora bien, el tema de conversación no solo se limitaría a ofrecer ayuda, sino también conocer un poco mejor la situación y tal vez obtener un poco de información de aquel hombre que estaba muy lejos del estado de lucidez. - ¿Y usted está aquí de paso o también está buscando algo o a alguien? - Preguntaría con curiosidad, aunque manteniendo un tono serio como el que debía tener un centinela hecho y derecho. Ahora solo quedaba ver si la situación no se volvía mas incómoda de lo que ya era.
- Me llamo Artorias, ¿me puede permitir saber su nombre? - Preguntaría mientras miraba detrás del ebrio para ver si alguien venía siguiéndolo, y luego de ello volvería a dirigirle la palabra. - Creo que debería buscar un lugar donde quedarse señor, ya es tarde y la lluvia puede enfermarlo. Aquí cerca hay una posada donde ofrecen alimento y bebidas y si quiere lo puedo guiar hasta allí. - Se ofrecería el Bio-cibernético mientras hacía ademanes para señalarle el lugar al que se refería. Con suerte aceptaría para velar por el bienestar de aquel "humano".
Ahora bien, el tema de conversación no solo se limitaría a ofrecer ayuda, sino también conocer un poco mejor la situación y tal vez obtener un poco de información de aquel hombre que estaba muy lejos del estado de lucidez. - ¿Y usted está aquí de paso o también está buscando algo o a alguien? - Preguntaría con curiosidad, aunque manteniendo un tono serio como el que debía tener un centinela hecho y derecho. Ahora solo quedaba ver si la situación no se volvía mas incómoda de lo que ya era.
Artorias
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Re: Matando la curiosidad [Libre] 3/3
-Wow, jamás se me paso por la mente esa posibilidad- comento mientras se sujetaba el mentón con una mueca pensante, Nero había visto muchas cosas en el desierto viajando con los Norgedos, jamás vio algo que no tuviera ese tipo de necesidades, sin embargo, como con todo aquello que estaba mas allá de su comprensión simplemente se encogió de hombros y dejo ir aquel asunto.
-Me llamo Nero, no te preocupes, el frio y la lluvia es lo de menos, pero me interesa eso de conseguir bebidas, háblame mas al respecto- exclamo mientras lo seguía con una sonrisa, era un tipo extraño este tal Artorias, cubierto completamente que clase de persona usaría una vestimenta así, no lo sabia, pero estaba dispuesto a averiguarlo, solo había que beber las cantidades de licor que fueran necesarias.
La pregunta seria de Artorias, le tomo sin ningún temor ahora que sabia que no era la persona mas buscada de ese lugar y respondió con sinceridad, -estaba con un grupo y una de mis compañeras se puso demasiado cargante, así que simplemente me fui, hay que intentar alejarse de la gente toxica en tu vida- reflexiono sabiamente, cuidarse a uno mismo al final era lo que mejor se le daba al borracho, y aquella llovizna tenue inyectaba algo de energía en ese cuerpo tan maltratado -Y que hay de ti Artorias ¿Cómo lograste hacer una armadura que llamara tanto la atención?- comento a modo de broma, para una persona ebria los minutos que comparte con otros son determinantes para saber si eran amigos o enemigos, a pesar de que siempre los trataba a todos por igual, Astorias le agradaba... de momento(?)
-Me llamo Nero, no te preocupes, el frio y la lluvia es lo de menos, pero me interesa eso de conseguir bebidas, háblame mas al respecto- exclamo mientras lo seguía con una sonrisa, era un tipo extraño este tal Artorias, cubierto completamente que clase de persona usaría una vestimenta así, no lo sabia, pero estaba dispuesto a averiguarlo, solo había que beber las cantidades de licor que fueran necesarias.
La pregunta seria de Artorias, le tomo sin ningún temor ahora que sabia que no era la persona mas buscada de ese lugar y respondió con sinceridad, -estaba con un grupo y una de mis compañeras se puso demasiado cargante, así que simplemente me fui, hay que intentar alejarse de la gente toxica en tu vida- reflexiono sabiamente, cuidarse a uno mismo al final era lo que mejor se le daba al borracho, y aquella llovizna tenue inyectaba algo de energía en ese cuerpo tan maltratado -Y que hay de ti Artorias ¿Cómo lograste hacer una armadura que llamara tanto la atención?- comento a modo de broma, para una persona ebria los minutos que comparte con otros son determinantes para saber si eran amigos o enemigos, a pesar de que siempre los trataba a todos por igual, Astorias le agradaba... de momento(?)
Nero Crimson
Borracho de Aerandir
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Re: Matando la curiosidad [Libre] 3/3
En este momento era bien aventurado ni mucho menos el mas afortunado, sobre todo cuando el alba se cierne sobre mi y la lluvia hace acto de presencia como si todo estuviese planeado. O los dioses me odiaban o estaba en una conveniente falta de buena fortuna, al menos podría equilibrar la balanza al encontrarme con un sitio poblado cerca, algo que hizo acelerar mas mi paso hacia lo que seria mi salvación para la lluvia y el frió de la noche.
Por fin había llegado al sitio, que por si acaso pregunté por a uno de los transeúntes el nombre del lugar.- ¡Salve compañero! ¿Como se llama este lugar? -Saludé y pregunte con algo de vigor, pero sin tan buen humor por el clima que había humedecido mis ropajes haciéndolo incomodo.- Esto es Vulwulfar extranjero. La ciudad no está en mejor condición por... -Mientras seguía parloteando, mi mente viajaba como un drakkar en el aire con una pregunta primordial,- Wulf ¿qué? -
Ya mas centrado y de haber ignorado suprema mente a la persona que me hablaba, emprendí en trote sujetando mi espada envainada en mi cintura para que no estorbase e ir hacia cualquier taberna cercana en son de saciar mi sed de bebida y jubilo en un ambiente agradable, movido por el alcohol y malas decisiones. Fue en ese momento que vi de forma decepcionada la taberna destruida.- Mierda. -De hecho, todo el lugar estaba del asco ¿que había pasado?
Con eso fue que me fui del lugar un poco amargado y decepcionado en trote hacia mi alguna posada u hogar de arriendo, hasta que me choqué de cara con algo muy duro para luego caer de nalgas con el suelo. Enojado y con el ceño fruncido levante la vista mas y mas...y mas ¿que tan alto es este maldito?- Que mierda? -Me levanté y emprendí viaje con mi puño para hacerle toc toc para comprobar la dureza.- Oye ¿porque la armadura tan grande? No, espera ¿Como mierda te la pusiste? -Este sujeto debe estar acalorado dentro de tanto metal, y de hecho, sigue siendo un enorme misterio como se puso tanto metal encima.
Por fin había llegado al sitio, que por si acaso pregunté por a uno de los transeúntes el nombre del lugar.- ¡Salve compañero! ¿Como se llama este lugar? -Saludé y pregunte con algo de vigor, pero sin tan buen humor por el clima que había humedecido mis ropajes haciéndolo incomodo.- Esto es Vulwulfar extranjero. La ciudad no está en mejor condición por... -Mientras seguía parloteando, mi mente viajaba como un drakkar en el aire con una pregunta primordial,- Wulf ¿qué? -
Ya mas centrado y de haber ignorado suprema mente a la persona que me hablaba, emprendí en trote sujetando mi espada envainada en mi cintura para que no estorbase e ir hacia cualquier taberna cercana en son de saciar mi sed de bebida y jubilo en un ambiente agradable, movido por el alcohol y malas decisiones. Fue en ese momento que vi de forma decepcionada la taberna destruida.- Mierda. -De hecho, todo el lugar estaba del asco ¿que había pasado?
Con eso fue que me fui del lugar un poco amargado y decepcionado en trote hacia mi alguna posada u hogar de arriendo, hasta que me choqué de cara con algo muy duro para luego caer de nalgas con el suelo. Enojado y con el ceño fruncido levante la vista mas y mas...y mas ¿que tan alto es este maldito?- Que mierda? -Me levanté y emprendí viaje con mi puño para hacerle toc toc para comprobar la dureza.- Oye ¿porque la armadura tan grande? No, espera ¿Como mierda te la pusiste? -Este sujeto debe estar acalorado dentro de tanto metal, y de hecho, sigue siendo un enorme misterio como se puso tanto metal encima.
Eirik
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Re: Matando la curiosidad [Libre] 3/3
Para la buena suerte Artorias, la respuesta dada a aquel sujeto había bastado para saciar su curiosidad y hasta estaba dispuesto a seguir la recomendación que le había dado. Era algo que se agradecía por su buena cooperación. - No hay que caminar demasiado señor Nero, tan solo hay que continuar un poco por este camino y llegaremos en breves momentos. - Respondería el Centinela mientas continuaba su paso pesado que se robaba, sin quererlo, las miradas de las personas que estuviesen en los alrededores. - Yo considero que debería tratar de hacer las pases con su compañera. Los errores son una cosa común y debería ser diplomático al tratar con esa clase de personas; quizás ella solo pasaba por un mal momento. Aunque la verdad desconozco todos los detalles y, por ende, yo no debería de opinar, Señor Nero. - Comentaría el Bio-cibernético mientras continuaba con su paso, mirando ocasionalmente por el borde de la ventanilla que tenía delante suya.
- No hay una explicación real a su pregunta con respecto a este traje, señor Nero, solo se que las personas les da curiosidad ver algo que nunca han visto. Es algo natural en los seres inteligentes. - Explicaría el Centinela. - No destaco por gusto ni porque quiero. Supongo que es algo bueno porque así puedo hacer un trabajo mas eficiente. pero no debería sentirse mal por e... - Sería interrumpido cuando algo chocó contra él, como si se hubiera llevado a alguien por delante. Nadie lo vería, pero Artorias sudaría frío al pensar que tal vez había empujado a un niño o a una persona discapacitada. Bajaría su mirada y suspiraría aliviado al ver que era un hombre en sus mejores años de vida que había caído al suelo, sentado.
- Me disculpo por eso señor, no era mi intención hacerl... - Sería interrumpido al escuchar unos golpes a su traje. Al parecer el sujeto que tenía delante no era muy atento a su entorno. - Mi traje no es grande señor, tan solo es así para protegerme del daño. Y con respeto a su duda... - Diría el Bio-cibernético mientras que, por primera vez, su mente hacía un ligero cortocircuito. No recordaba cuando le habían puesto el traje, tan solo recordaba las modificaciones que le hacían para mejorar su rendimiento. - Es una muy buena pregunta que hacer, señor, y no le tengo una respuesta. ¿Puedo saber cual es su nombre? - Diría Artorias mientras le extendía su mano para que el hombre caído pudiese levantarse sin muchos problemas. - ¿También está buscando una posada señor? Si quiere puede venir conmigo para que encuentre alojamiento y comida. - Le propondría mientras miraba a sus alrededores, asegurándose de que nadie mas necesitase su ayuda.
- No hay una explicación real a su pregunta con respecto a este traje, señor Nero, solo se que las personas les da curiosidad ver algo que nunca han visto. Es algo natural en los seres inteligentes. - Explicaría el Centinela. - No destaco por gusto ni porque quiero. Supongo que es algo bueno porque así puedo hacer un trabajo mas eficiente. pero no debería sentirse mal por e... - Sería interrumpido cuando algo chocó contra él, como si se hubiera llevado a alguien por delante. Nadie lo vería, pero Artorias sudaría frío al pensar que tal vez había empujado a un niño o a una persona discapacitada. Bajaría su mirada y suspiraría aliviado al ver que era un hombre en sus mejores años de vida que había caído al suelo, sentado.
- Me disculpo por eso señor, no era mi intención hacerl... - Sería interrumpido al escuchar unos golpes a su traje. Al parecer el sujeto que tenía delante no era muy atento a su entorno. - Mi traje no es grande señor, tan solo es así para protegerme del daño. Y con respeto a su duda... - Diría el Bio-cibernético mientras que, por primera vez, su mente hacía un ligero cortocircuito. No recordaba cuando le habían puesto el traje, tan solo recordaba las modificaciones que le hacían para mejorar su rendimiento. - Es una muy buena pregunta que hacer, señor, y no le tengo una respuesta. ¿Puedo saber cual es su nombre? - Diría Artorias mientras le extendía su mano para que el hombre caído pudiese levantarse sin muchos problemas. - ¿También está buscando una posada señor? Si quiere puede venir conmigo para que encuentre alojamiento y comida. - Le propondría mientras miraba a sus alrededores, asegurándose de que nadie mas necesitase su ayuda.
Artorias
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Re: Matando la curiosidad [Libre] 3/3
-Solo dime Nero, el Señor esta demás Artorias, no te preocupes- dijo mientras caminaban y el buen hombre comenzó a hablarle acerca de como debería intentar reparar la situación con sus antiguos compañeros, se notaba que no los conocía y Nero se llego a apiadar del pobre Artorias, a nadie le deseaba el caos que rodeaba a Mina Harker.
-Oh no sientas empatía por esa bruja, yo lo hice y solo conseguí una deuda enorme con una mafia de homosexuales y que me tratara horriblemente mal, cortar con esas relaciones toxicas es lo mejor créeme- dijo mientras seguían avanzando a lo que era la taberna y Artorias procedía a explicar las mecánicas de su armadura hasta que fue interrumpido por un tipo un poco bajito, Artorias procedió a disculparse y Nero le recrimino aquello, -No es tu culpa, si alguien debe disculparse es el que te choco, es imposible no darse cuenta que estas en el camino- exclamo al momento de encogerse de hombros ante lo sucedido y la forma en que Artorias llevaba la conversación de la manera mas apacible que había visto, ante lo cual Nero no tenia nada que hacer.
-Artorias, se hace tarde y la lluvia no se detendrá, vamos a beber de una vez todos y hablamos en la taberna como buenos amigos- exclamo el joven dragón mas que nada porque quería beber, ojala del licor mas fuerte que hubiera en el lugar.
-Oh no sientas empatía por esa bruja, yo lo hice y solo conseguí una deuda enorme con una mafia de homosexuales y que me tratara horriblemente mal, cortar con esas relaciones toxicas es lo mejor créeme- dijo mientras seguían avanzando a lo que era la taberna y Artorias procedía a explicar las mecánicas de su armadura hasta que fue interrumpido por un tipo un poco bajito, Artorias procedió a disculparse y Nero le recrimino aquello, -No es tu culpa, si alguien debe disculparse es el que te choco, es imposible no darse cuenta que estas en el camino- exclamo al momento de encogerse de hombros ante lo sucedido y la forma en que Artorias llevaba la conversación de la manera mas apacible que había visto, ante lo cual Nero no tenia nada que hacer.
-Artorias, se hace tarde y la lluvia no se detendrá, vamos a beber de una vez todos y hablamos en la taberna como buenos amigos- exclamo el joven dragón mas que nada porque quería beber, ojala del licor mas fuerte que hubiera en el lugar.
Nero Crimson
Borracho de Aerandir
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Re: Matando la curiosidad [Libre] 3/3
Me sorprendería el tono y las respuestas del mastodonte metálico, escuchaba toda su respuesta al respecto de la armadura y eso me dejó mas consternado y con una ligera irritación acerca de esa evasiva, sobre todo porque no tenia sentido tal argumento y, aunque no era el mas privilegiado por el don del conocimiento como Odín, aunque mamá decía que era un chico muy listo, pero sabia perfectamente que esa respuesta no estaba del todo bien, todo por simple lógica.- ¿Como que no sabes, quien tiene los calzones puestos y no sabe como se los puso? Entonces ¿como cagas, sale por una abertura en el pantalón o qué rayos? -Este tipo era muy raro y no me sentía muy cómodo que digamos, puede que sea algo...aburrido, pero bastante raro.
Cuando hizo su proposición acerca de ir una posada, estaba interesado, pero a la vez dudoso mas que nada por como es.- Si hay cerveza... -Refunfuñaba hasta que el otro sujeto, mas bajo que el titan de hierro, empezó a hablar y decir ciertas cosas que me hicieron enojar un poco ¡Pero!- Mhf. -Al final, el maldito tenia razón, así que no podía negarle nada y era mejor que mantuviese la calma antes de que me dejara llevar...como las otras veces.
Cuando escuché la palabra "beber" es que mi rostro de iluminó con jubilo al escuchar como este hombre habla mi mismo idioma.- ¡Salve compañero, hablamos el mismo idioma! ¡¡Vamos, vamos, la bebida nos espera, compañeros!! -Con mucho animo empecé a dirigir la marcha hasta que me giro y pregunto un tanto confundido.- Eh...¿donde queda la posada? -
Algo que me incomodaba eran los susurros y murmullos y estaban consumiendo mi paciencia de a poco. Suponía yo que era por el trió tan extravagante que se había formado con su jornada hacia el dulce néctar de la bebida alcohólica y del deseo del confort hogareño en un sitio lleno de borrachos ¿Que mas puedes pedir? Así que esta gente no tenia derecho a nada ¡Que fueran de chismoso a otro lado!- ¡Que pasa caballeros! ¿Tan guapo me veo? ¡¡Despachen que aqui no ha muerto nadie!! -Algunos si se iban espantados y otros se mantenían al margen con respecto a la amenaza, ya me sentia mas conforme de no sentir que me iban a asaltar con los ojos a cada paso que daba. Aprovechaba para dirigirme a mis nuevos compañeros de bebida y malas decisiones con mas calma y tomando algo de aire para tener mas plenitud interior.- Hey ¿son buscados por la ley o por qué tanta gente alrededor de ustedes? No tengo problemas, siempre que bebamos a gusto. -Realmente yo no era trigo limpio, aquí si, pero no tardaría en armar un lió y salir corriendo o a puñetazos y patadas a mi siguiente destino y esperar que ahí tampoco hubiera dejado mi marca. Apenas estaba empezando mi viaje para volverme un hombre de verdad y un guerrero formidable y recto, lo menos que quería era cagarla y terminar pudriéndome en una celda golpeando rocas para intentar escapar, o terminar ahí culpa de las compañías que tenia.
Pero si podemos beber....
Cuando hizo su proposición acerca de ir una posada, estaba interesado, pero a la vez dudoso mas que nada por como es.- Si hay cerveza... -Refunfuñaba hasta que el otro sujeto, mas bajo que el titan de hierro, empezó a hablar y decir ciertas cosas que me hicieron enojar un poco ¡Pero!- Mhf. -Al final, el maldito tenia razón, así que no podía negarle nada y era mejor que mantuviese la calma antes de que me dejara llevar...como las otras veces.
Cuando escuché la palabra "beber" es que mi rostro de iluminó con jubilo al escuchar como este hombre habla mi mismo idioma.- ¡Salve compañero, hablamos el mismo idioma! ¡¡Vamos, vamos, la bebida nos espera, compañeros!! -Con mucho animo empecé a dirigir la marcha hasta que me giro y pregunto un tanto confundido.- Eh...¿donde queda la posada? -
Algo que me incomodaba eran los susurros y murmullos y estaban consumiendo mi paciencia de a poco. Suponía yo que era por el trió tan extravagante que se había formado con su jornada hacia el dulce néctar de la bebida alcohólica y del deseo del confort hogareño en un sitio lleno de borrachos ¿Que mas puedes pedir? Así que esta gente no tenia derecho a nada ¡Que fueran de chismoso a otro lado!- ¡Que pasa caballeros! ¿Tan guapo me veo? ¡¡Despachen que aqui no ha muerto nadie!! -Algunos si se iban espantados y otros se mantenían al margen con respecto a la amenaza, ya me sentia mas conforme de no sentir que me iban a asaltar con los ojos a cada paso que daba. Aprovechaba para dirigirme a mis nuevos compañeros de bebida y malas decisiones con mas calma y tomando algo de aire para tener mas plenitud interior.- Hey ¿son buscados por la ley o por qué tanta gente alrededor de ustedes? No tengo problemas, siempre que bebamos a gusto. -Realmente yo no era trigo limpio, aquí si, pero no tardaría en armar un lió y salir corriendo o a puñetazos y patadas a mi siguiente destino y esperar que ahí tampoco hubiera dejado mi marca. Apenas estaba empezando mi viaje para volverme un hombre de verdad y un guerrero formidable y recto, lo menos que quería era cagarla y terminar pudriéndome en una celda golpeando rocas para intentar escapar, o terminar ahí culpa de las compañías que tenia.
Pero si podemos beber....
Eirik
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Re: Matando la curiosidad [Libre] 3/3
- Esa es la verdad señor. No se como o cuando adquirí esta acoraza protectora, solo recuerdo que la tenía y ya. - Contestaría la pregunta refunfuñante de aquel hombre que parecía ser propenso a la ira con toda la honestidad y serenidad que tenía. Sin embargo, a Artorias no le gustaba la actitud de Nero al ver como el Centinela se disculpaba con él, aunque toda la verdad sea dicha; no podía negar que tenía un punto tan bueno que no podía negarlo aunque quisiese. Pese a todo, su mente se confundiría un poco al ver como aquel humano, que hace unos momentos estaba en suelo, estaba de pie caminando sin siquiera saber el rumbo que debía tomar y que había dejado a Artorias con la mano extendida y sin siquiera dar su nombre. Un gesto bastante desagradable y maleducado para cualquier persona que no fuese un Bio-cibernético con la capacitación adecuada como para entender que, así como había gente elegante, también había gente maleducada, sea por instinto o por un estilo de vida.
Sin embargo no debía molestarse por esa nimiedad y Artorias lo tenía muy en claro, así que solo se limitaría a retomar la marcha a la posada... Solo para contemplar sin previo aviso un cambio brusco en la actitud y comportamiento de aquel humano con solo escuchar que había bebidas alcohólicas de por medio. Sonaría un metálico suspiro para retomar la compostura. - Solo debe seguirme señor, no se preocupe por nada más... y le pido por favor que no altere la situación en este lugar; la gente está bastante alterada con lo acontecido hace unos días y desconfían hasta de este servidor que solo busca Cumplir su labor como Centinela - Regañaría al ver que aquel hombre estaba tomando nuevamente una actitud incorrecta y, hasta cierto punto, volátil. - Y no, según mi base de datos ninguno de nosotros somos criminales. Yo no soy buscado por la ley; Soy un representante de la Ley, y por favor le pido que no causes problemas. - Artorias tomaría mas el papel de un guía advirtiéndole que siempre y cuando no cometiese ningún crimen, contaría con su apoyo. Reflejandolo en su forma de hablar con un tono autoritario y haciendo énfasis en palabras clave para dejar en claro su punto.
Si nada malía sal, pronto estarían a las afueras del lugar. Si entraba, encontraría a un puñado de gente comiendo y bebiendo para preservar su calor corporal en aquel recinto. El lugar estaba hecho principalmente de madera y piedra, teniendo mesas, sillas y variantes de estas diseminadas por el lugar a comodidad de las personas, y tenía velas en puntos estratégicos para brindar la mayor iluminación posible. En la pared que tenían delante suya estaba la cocina y el mostrador separados por un muro de piedra. A la izquierda había unas escaleras que daban con las habitaciones de los hospedados y a la derecha estaba un tablón de anuncios con información pertinente. Ya habían llegado a su destino, ahora solo faltaba que aquellos hombres hiciesen lo suyo para que Artorias pudiese descansar.
Sin embargo no debía molestarse por esa nimiedad y Artorias lo tenía muy en claro, así que solo se limitaría a retomar la marcha a la posada... Solo para contemplar sin previo aviso un cambio brusco en la actitud y comportamiento de aquel humano con solo escuchar que había bebidas alcohólicas de por medio. Sonaría un metálico suspiro para retomar la compostura. - Solo debe seguirme señor, no se preocupe por nada más... y le pido por favor que no altere la situación en este lugar; la gente está bastante alterada con lo acontecido hace unos días y desconfían hasta de este servidor que solo busca Cumplir su labor como Centinela - Regañaría al ver que aquel hombre estaba tomando nuevamente una actitud incorrecta y, hasta cierto punto, volátil. - Y no, según mi base de datos ninguno de nosotros somos criminales. Yo no soy buscado por la ley; Soy un representante de la Ley, y por favor le pido que no causes problemas. - Artorias tomaría mas el papel de un guía advirtiéndole que siempre y cuando no cometiese ningún crimen, contaría con su apoyo. Reflejandolo en su forma de hablar con un tono autoritario y haciendo énfasis en palabras clave para dejar en claro su punto.
Si nada malía sal, pronto estarían a las afueras del lugar. Si entraba, encontraría a un puñado de gente comiendo y bebiendo para preservar su calor corporal en aquel recinto. El lugar estaba hecho principalmente de madera y piedra, teniendo mesas, sillas y variantes de estas diseminadas por el lugar a comodidad de las personas, y tenía velas en puntos estratégicos para brindar la mayor iluminación posible. En la pared que tenían delante suya estaba la cocina y el mostrador separados por un muro de piedra. A la izquierda había unas escaleras que daban con las habitaciones de los hospedados y a la derecha estaba un tablón de anuncios con información pertinente. Ya habían llegado a su destino, ahora solo faltaba que aquellos hombres hiciesen lo suyo para que Artorias pudiese descansar.
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Artorias
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Re: Matando la curiosidad [Libre] 3/3
Las acciones de sus acompañantes le traían sin cuidado, mientras llegara a beber lo demás era solo un tramite, por so ni se inmuto cuando el enano ciego sin nombre comenzó a despotricar contra la gente que les miraba, -Cuando haces ese tipo de cosas usualmente obtienes el resultado contrario- dijo sin cuidado mientras le restaba importancia al asunto de las miradas, además probablemente estaban mirando a Artorias, ya que era difícil no notarle.
Cuando estaban por llegar a la posada el enano ciego sin nombre dijo algo que definitivamente no sonó para nada sospechoso, viendo que el pequeño seguía paranoico Nero opto por explicar el motivo de las miradas, que de por si ya era bastante evidente -No soy buscado en este pueblo, además creo que es bastante obvio que no me miran a mi y tampoco te miran a ti, Artorias es quien se lleva todas las miradas.... Salvo la tuya claro que según tu no lo viste- comento lo ultimo riendo un poco, y se alegro cuando por fin llegaron al lugar.
Una vez adentro de la posada el borracho se fue al mostrador a conseguir una botella del licor mas fuerte y barato que podía encontrar y ya con el botín en sus manos procedió a sentarse en una de las mesas, la botella tenia una etiqueta indescifrable y su fuerte olor al momento de destaparla le hizo dudar un momento "has bebido cosas peores" se dijo a si mismo y se empino un trago de la botella, hizo un par de arcadas, vomito adentro de su boca y se trago el vomito para no derramar nada, luego de toser un poco y con los ojos lagrimiantes exclamo un breve -si, esto servirá- dijo antes de beber otro sorbo y repetir el mismo proceso.
Cuando estaban por llegar a la posada el enano ciego sin nombre dijo algo que definitivamente no sonó para nada sospechoso, viendo que el pequeño seguía paranoico Nero opto por explicar el motivo de las miradas, que de por si ya era bastante evidente -No soy buscado en este pueblo, además creo que es bastante obvio que no me miran a mi y tampoco te miran a ti, Artorias es quien se lleva todas las miradas.... Salvo la tuya claro que según tu no lo viste- comento lo ultimo riendo un poco, y se alegro cuando por fin llegaron al lugar.
Una vez adentro de la posada el borracho se fue al mostrador a conseguir una botella del licor mas fuerte y barato que podía encontrar y ya con el botín en sus manos procedió a sentarse en una de las mesas, la botella tenia una etiqueta indescifrable y su fuerte olor al momento de destaparla le hizo dudar un momento "has bebido cosas peores" se dijo a si mismo y se empino un trago de la botella, hizo un par de arcadas, vomito adentro de su boca y se trago el vomito para no derramar nada, luego de toser un poco y con los ojos lagrimiantes exclamo un breve -si, esto servirá- dijo antes de beber otro sorbo y repetir el mismo proceso.
Nero Crimson
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Re: Matando la curiosidad [Libre] 3/3
Solo había dos razones por las que se negaba a responder tal argumento y es que el compañero de gran armadura sufría de perdida de memoria o directamente no quería decirlo, pero como no me importa en lo mas mínimo preferí levantar los hombros no seguir con el tema y evitar estresarlo, tampoco es como si fuera algo imprescindible para mi viaje, para mi o para mi aburrimiento.- Muchas gracias por guiarnos, compañero. -Era bueno ver que había gente amable como este enorme camarada, aunque ser demasiado bueno puede ser malo, pero malo también seria no beber y nos está llevando a beber así que, bajo mi lógica, todo bien. Me sorprendería que de hecho, él trabajara con la ley y que tuviera un cargo de centinela así que...¿Quien coño contrata a un sujeto que ni sabe como se puso su armadura? La seguridad en Vulturmur lo que sea era penosa.- Ya...comprendo, no causaré muchos problemas. -Intentare, pero no diría "No causare" porque era evidente que causare problemas, o los terminaré, dependerá de que tan borracho o fuera de lugar me encuentre.
El otro hablaría sin pelos en la lengua y con simplicidad.- Buen punto, buen punto, pero ya los cobardes se irán, solo quedará gente interesante. -Lo bueno es que no tendría problemas con la ley tan pronto, porque ninguno era buscado, aunque le quitaba la diversión a la cosa. Pronto tendría juerga, pero prefería andar borracho para ese entonces.- No es como que no lo notase, pero es un poco raro que no sepa como se puso la armadura. -¿Me pregunto yo si sabe como quitársela? No sé si podrá beber con tanto metal encima.
Al fin llegamos y el sujeto que acompañaba al mastodonte de hierro se adelantaría a meterse la buena bebida.- ¡¡Gracias por traernos, ven ven!! Te invito unos tragos por las molestias, camarada. -Lo invitaría a unirse al otro hombre y pasar un buen rato juntos y matar tiempo, emborracharse o directamente hablar, aunque haría un poco de todo y no precisamente en ese orden. Imitaría la acción del otro hombre y me sentaría cerca de él e invitando al grandote a juntarse igual. Seria las caras que pondría y el trago que bebería lo que trajo mi atención e interés.- ¡Denme lo mismo que el hombre de acá! -Apenas tuve en posesion aquella botella en mis manos, le di un buen trago de una y ¡¡Por las bolas de Thor!! Estaba fuerte.- BRLUGH...Está bueno. -Y otro trago iba al fondo. - Brrhg, mi nombre es Eirik y me interesaría saber que le pasó a este sitio. -La situacion era extraña y tal vez pueda aprovechar la situacion precaria para ganar dinero o ver el drama que se arme y ser util.
El otro hablaría sin pelos en la lengua y con simplicidad.- Buen punto, buen punto, pero ya los cobardes se irán, solo quedará gente interesante. -Lo bueno es que no tendría problemas con la ley tan pronto, porque ninguno era buscado, aunque le quitaba la diversión a la cosa. Pronto tendría juerga, pero prefería andar borracho para ese entonces.- No es como que no lo notase, pero es un poco raro que no sepa como se puso la armadura. -¿Me pregunto yo si sabe como quitársela? No sé si podrá beber con tanto metal encima.
Al fin llegamos y el sujeto que acompañaba al mastodonte de hierro se adelantaría a meterse la buena bebida.- ¡¡Gracias por traernos, ven ven!! Te invito unos tragos por las molestias, camarada. -Lo invitaría a unirse al otro hombre y pasar un buen rato juntos y matar tiempo, emborracharse o directamente hablar, aunque haría un poco de todo y no precisamente en ese orden. Imitaría la acción del otro hombre y me sentaría cerca de él e invitando al grandote a juntarse igual. Seria las caras que pondría y el trago que bebería lo que trajo mi atención e interés.- ¡Denme lo mismo que el hombre de acá! -Apenas tuve en posesion aquella botella en mis manos, le di un buen trago de una y ¡¡Por las bolas de Thor!! Estaba fuerte.- BRLUGH...Está bueno. -Y otro trago iba al fondo. - Brrhg, mi nombre es Eirik y me interesaría saber que le pasó a este sitio. -La situacion era extraña y tal vez pueda aprovechar la situacion precaria para ganar dinero o ver el drama que se arme y ser util.
Eirik
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Re: Matando la curiosidad [Libre] 3/3
La llegada a la dichosa taberna no tuvo ningun contratirnpo salvo las incesantes miradas de la personas que contemblaba como un trozo de metal andante se la pasaba yendo de un ligar a otro sin que nadie lo supervise. Era algo normal, es decir, toda la gente fuera de la base de los Bios desconocian todo el proceso de formacion y capacitación que debía de tener un Bio-cibernético para que pudiese salir con la autoridad y potestad de hacer todo lo que sus ojos les pareciese bueno. Aunque cabía resaltar que Artorias no se sintió muy alegre al escuchar que el humano no causaría "muchos problemas" porque indirectamente afirmaba que causaría algunos; pero lo dejaría pasar esta vez ya que solo pudo ser una mala forma de expresarse.
Con solo entrar al dichoso lugar, recibiría la gratitud del hombre que no se habia molestado en presentarse hace un rato; y eso no era lo las importante ni crucial, pero si que daba pie para que Artorias pudiese referirse a él con un nombre y no con apodos o variantes que, desde la perspectiva del Centinela, era una falta considerable de respeto. – No me tiene que agradecer señor, es parte de mi trabajo. – Afirmaría el Centinela. – Pero me gustaría saber si solo se quedará aquí o si piensa ir a otro lugar para darle indicaciones... Y tambien para su nombre y así referirme a usted de manera mas respetuosa, señor. – concluiría el Bio mientras acompañaba al par de borrachos a que pudieran beber del embriagante líquidos que nunca había ni debe probar Artorias por el bien de su servicio y de la reputación de los Centienlas.
– ¿Se encuentra bien señor Nero? – Artorias preguntaria mientras miraba un poco preocupado al hombre debido a aquella botella que, pese a estar algo lejos de la botella, se sentia que el alcohol estaba concentrado... Y sin embargo ahí estaba el otro hombre emocionado por probar esa bebida. ¿Acaso no habia visto la reaccion de Nero o es que no le importaba en absoluto lo que le podía hacer a su cuerpo si decidía ingerir eso? Con razon los humanos necesitaban la proteccion de los Bio-cibernéticos: Aparentemente no eran capaces de preveer los peligros pese a tenerlos en sus narices.
– Nadie se ha muerto por beber, asi que no te preocupes tanto, hojalata. – Diría uno de los encargados del lugar mientras llegaba al lugar donde estaban ellos mientras servía mas botellas de la misma marca que la que poseía Nero. – Aquí se sirve lo mejor que podras encontrar en Verisar si pagas lo suficiente, y el que tenga miedo a morir que no nazca ¿no creen? ‐ Razonaría mientras extendía su mano en la espera de los Aeros corrsspondientes. Eirik le daría un fuerte trago a esa bebdia para después, tras hacerse esperar por un buen rato, se presentaría y preguntaría sobrela condición actual de la ciudad.
Ese pensamiento tan extraño por parte del hombre que le servia las bebidas no cabía en la cabeza del Centinela, es decir, ¿Quien elije nacer, o quien en su sano juicio se lanza de cabeza a tomar una decisión que a todas luces se ve que puede acabar muy mal? Era algo incomprensible para una mente que solo pensaba en base a la razón o la lógica. - ¿No lo saben? Se formó un escandalo en una taberna no muy cerca de aquí, era una pareja buscando a un tal Zelas; y ni idea de para qué lo querían. Pero vaya que hicieron un espectaculo al hacer trizas el lugar y hacer que la gente tuviese una batalla campal para saber quien es Zelas. - Diría el hombre mientras aun esperaba su paga y una propina. Aún quedaba mucho tiempo para pasar, asi que todos tenian la libertad de realizar lo que quisiesen siempre y cuando estuviese dentro de los parámetros justos para no causar alborotos o problemas.
Con solo entrar al dichoso lugar, recibiría la gratitud del hombre que no se habia molestado en presentarse hace un rato; y eso no era lo las importante ni crucial, pero si que daba pie para que Artorias pudiese referirse a él con un nombre y no con apodos o variantes que, desde la perspectiva del Centinela, era una falta considerable de respeto. – No me tiene que agradecer señor, es parte de mi trabajo. – Afirmaría el Centinela. – Pero me gustaría saber si solo se quedará aquí o si piensa ir a otro lugar para darle indicaciones... Y tambien para su nombre y así referirme a usted de manera mas respetuosa, señor. – concluiría el Bio mientras acompañaba al par de borrachos a que pudieran beber del embriagante líquidos que nunca había ni debe probar Artorias por el bien de su servicio y de la reputación de los Centienlas.
– ¿Se encuentra bien señor Nero? – Artorias preguntaria mientras miraba un poco preocupado al hombre debido a aquella botella que, pese a estar algo lejos de la botella, se sentia que el alcohol estaba concentrado... Y sin embargo ahí estaba el otro hombre emocionado por probar esa bebida. ¿Acaso no habia visto la reaccion de Nero o es que no le importaba en absoluto lo que le podía hacer a su cuerpo si decidía ingerir eso? Con razon los humanos necesitaban la proteccion de los Bio-cibernéticos: Aparentemente no eran capaces de preveer los peligros pese a tenerlos en sus narices.
– Nadie se ha muerto por beber, asi que no te preocupes tanto, hojalata. – Diría uno de los encargados del lugar mientras llegaba al lugar donde estaban ellos mientras servía mas botellas de la misma marca que la que poseía Nero. – Aquí se sirve lo mejor que podras encontrar en Verisar si pagas lo suficiente, y el que tenga miedo a morir que no nazca ¿no creen? ‐ Razonaría mientras extendía su mano en la espera de los Aeros corrsspondientes. Eirik le daría un fuerte trago a esa bebdia para después, tras hacerse esperar por un buen rato, se presentaría y preguntaría sobrela condición actual de la ciudad.
Ese pensamiento tan extraño por parte del hombre que le servia las bebidas no cabía en la cabeza del Centinela, es decir, ¿Quien elije nacer, o quien en su sano juicio se lanza de cabeza a tomar una decisión que a todas luces se ve que puede acabar muy mal? Era algo incomprensible para una mente que solo pensaba en base a la razón o la lógica. - ¿No lo saben? Se formó un escandalo en una taberna no muy cerca de aquí, era una pareja buscando a un tal Zelas; y ni idea de para qué lo querían. Pero vaya que hicieron un espectaculo al hacer trizas el lugar y hacer que la gente tuviese una batalla campal para saber quien es Zelas. - Diría el hombre mientras aun esperaba su paga y una propina. Aún quedaba mucho tiempo para pasar, asi que todos tenian la libertad de realizar lo que quisiesen siempre y cuando estuviese dentro de los parámetros justos para no causar alborotos o problemas.
Artorias
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Re: Matando la curiosidad [Libre] 3/3
-BLEEERRRRG..... Si, de maravilla- respondió Nero ante la pregunta del buen Artorias y brindo ante el otro individuo que parecía saber reconocer un buen licor, cuando el cantinero estiro el brazo en busca de su paga Nero le observo de reojo, esto debido a que el ya había pagado por su trago antes de comenzar a beber así que de seguro esperaba a Artorias y al otro.
El encargado había lanzado una muy buena frase antes de cobrar ante lo cual el dragón decidió compartir su propia dosis de sabiduría -BLEERRG.... ¿Qué son los excesos sino los resquemores del alma?, si he de vivir que sea sin timón y en el delirio- exclamo bebiendo y haciendo arcadas, entonces el pequeño hombre se presento como Eirik y realizo la pregunta que todos nos hacíamos, que diablos había pasado en ese lugar, nuevamente el tal Zelas salía al baile, al parecer había ocurrido un desmadre de grandes proporciones por culpa de el, e incluso se había destruido una hermosa taberna por culpa de el, por lo que hizo lo que cualquier borracho que se respete haría. -Cuélguenlo desde el poste mas alto mas alto que-BLEEERRG- termino la sentencia con una gran arcada.
Ya de por si estaba ebrio antes de llegar pero ahora aquello era mucho mas debido al contenido de aquella botella con etiqueta ilegible, siendo un poco mas precavido decidió levantarse con cuidado, camino hasta el otro extremo de la estancia y tomo una cubeta y la llevo consigo hasta donde estaban sentados, tenia el presentimiento de que tendría que usarla en algún momen-BLERRG BLERRRG BLEEERRREEGGGG.
-Carajo hombre, eso ha sido horrible-
-Por eso la cubeta- exclamo al momento que escupia dentro de la cubeta.
Por suerte había logrado tirar todo dentro de la cubeta lo cual lo hacia uno de los grandes aciertos, lo mejor de todo podía seguir bebiendo y ahora ya no tenia aquel impedimento de las arcadas puesto que ya los ácidos gástricos se acababan de llevar su sentido del gusto por lo que quedaba de ese día.
El encargado había lanzado una muy buena frase antes de cobrar ante lo cual el dragón decidió compartir su propia dosis de sabiduría -BLEERRG.... ¿Qué son los excesos sino los resquemores del alma?, si he de vivir que sea sin timón y en el delirio- exclamo bebiendo y haciendo arcadas, entonces el pequeño hombre se presento como Eirik y realizo la pregunta que todos nos hacíamos, que diablos había pasado en ese lugar, nuevamente el tal Zelas salía al baile, al parecer había ocurrido un desmadre de grandes proporciones por culpa de el, e incluso se había destruido una hermosa taberna por culpa de el, por lo que hizo lo que cualquier borracho que se respete haría. -Cuélguenlo desde el poste mas alto mas alto que-BLEEERRG- termino la sentencia con una gran arcada.
Ya de por si estaba ebrio antes de llegar pero ahora aquello era mucho mas debido al contenido de aquella botella con etiqueta ilegible, siendo un poco mas precavido decidió levantarse con cuidado, camino hasta el otro extremo de la estancia y tomo una cubeta y la llevo consigo hasta donde estaban sentados, tenia el presentimiento de que tendría que usarla en algún momen-BLERRG BLERRRG BLEEERRREEGGGG.
-Carajo hombre, eso ha sido horrible-
-Por eso la cubeta- exclamo al momento que escupia dentro de la cubeta.
Por suerte había logrado tirar todo dentro de la cubeta lo cual lo hacia uno de los grandes aciertos, lo mejor de todo podía seguir bebiendo y ahora ya no tenia aquel impedimento de las arcadas puesto que ya los ácidos gástricos se acababan de llevar su sentido del gusto por lo que quedaba de ese día.
Nero Crimson
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Re: Matando la curiosidad [Libre] 3/3
El sitio era de lo mas normal, aunque viendo como estaba la situación en general del resto del lugar y de nuestro ambiente general, este sitio era algo...antinatural. No importaba de todos modos, puesto que al menos habría cobijo en este sitio, una buena bebida que hacia que te arrepientes de tu propia vida, y un respiro de la lluvia y eso, señoras y señores, es un ganar por ganar. ¡Ah! Si, casi se me olvidaba, le di mi paga al tabernero y seguí matando mi vida con el trago, como todo buen guerrero, arruinando mi futuro.
Tanto el tatuado como el tabernero escupían algo que simplemente me dejó anonadado.- ¡Brindo por esa maldita sabiduría, salud! Jajajaja. BLREEEEEGH. -Tras un eructo fuerte, di otro gran trago entrando por mi garganta y revolviéndose en mis entrañas ya destruidas de tanto alcohol. Reposaba mis codos en la barra y me relajaba mientras escuchaba como ese tal Zelas había hecho una fiesta muy "interesante" en este lugar, y cuando hablo de fiesta, me refiero a un desastre significativamente importante como para llamar mi atención.- Si pagan por su cabeza, hasta yo me uno. -Pelea, juerga y con ganancia de por medio, si alguien ofrecía su monedero, yo le entro al tema.
El pintado sacó un eructo que hasta el tabernero se quedó perplejo y quejó de ello. Habia sacado toda y mas, lo que quedaba ya fue a la cubeta con un escupitajo, y yo solo miraba esto con gracia y algo de asco.- ¡¡Mi-er-da!! No se a que muerto te comiste, pero lo soltaste pero bien. -Me sentía engreído por ver como aguantaba...aunque el sujeto ya iba algo ido cuando llegamos, igual estoy aguantando mas que él, y en la guerra todo se vale.
- Oye Artorias ¿No vienes a beber, o te acobardas? -Reía mientras retaba al gigante de hierro, aunque me pregunto si se quitara el casco para beber o si de verdad se acobardaría. Habría que insistirle en todo caso para unirse al juegueteo y las risas ya que el otro, el acompañante del cual no había pedido su nombre porque creo que se me olvido anteriormente en preguntarlselo, ya soltó la sopa, la cena y si te fijabas bien, seguramente el desayuno.
Tanto el tatuado como el tabernero escupían algo que simplemente me dejó anonadado.- ¡Brindo por esa maldita sabiduría, salud! Jajajaja. BLREEEEEGH. -Tras un eructo fuerte, di otro gran trago entrando por mi garganta y revolviéndose en mis entrañas ya destruidas de tanto alcohol. Reposaba mis codos en la barra y me relajaba mientras escuchaba como ese tal Zelas había hecho una fiesta muy "interesante" en este lugar, y cuando hablo de fiesta, me refiero a un desastre significativamente importante como para llamar mi atención.- Si pagan por su cabeza, hasta yo me uno. -Pelea, juerga y con ganancia de por medio, si alguien ofrecía su monedero, yo le entro al tema.
El pintado sacó un eructo que hasta el tabernero se quedó perplejo y quejó de ello. Habia sacado toda y mas, lo que quedaba ya fue a la cubeta con un escupitajo, y yo solo miraba esto con gracia y algo de asco.- ¡¡Mi-er-da!! No se a que muerto te comiste, pero lo soltaste pero bien. -Me sentía engreído por ver como aguantaba...aunque el sujeto ya iba algo ido cuando llegamos, igual estoy aguantando mas que él, y en la guerra todo se vale.
- Oye Artorias ¿No vienes a beber, o te acobardas? -Reía mientras retaba al gigante de hierro, aunque me pregunto si se quitara el casco para beber o si de verdad se acobardaría. Habría que insistirle en todo caso para unirse al juegueteo y las risas ya que el otro, el acompañante del cual no había pedido su nombre porque creo que se me olvido anteriormente en preguntarlselo, ya soltó la sopa, la cena y si te fijabas bien, seguramente el desayuno.
Eirik
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Re: Matando la curiosidad [Libre] 3/3
Artorias en verdad no comprendía para nada la lógica de esas personas a su alrededor. Simplemente no tenía sentido y hasta era algo irracionalmente estúpido, pero aun así hacían comentarios sobre el tema de la bebida y al sabiduría no tan sabia como si nada. El Bio no sabría decir si eran muy fieles hacia ellos mismos o eran irremediablemente tontos. Sea como fuese el caso, el cantinero había recibido su pago y eso le dejaba un buen sabor de boca obviando la posibilidad de que llenasen todo el lugar de vómito. Aunque su sed de dinero le llevaría a continuar con su jugada: – ¿Y acaso usted no piensa acompañar a sus colegas? ¿O es que tiene inseguridades? – Preguntaría con cierta malicia en sus palabras, pero Artorias, fiel a sí mismo, se tomaría cada palabra como literal. – No comprendo su pregunta, señor. Quiero decir, ya estoy al lado de ellos, acompañándolos. Y no sé cuál es la relación de acompañarlos con las inseguridades. ¿Se refiere a la inseguridad en las calles? – Podría sonar raro unas palabras tan inocentes con una voz metálica de un soldado, pero es que así era el centinela en varios campos que no tuviesen que ver con su labor como Centinela.
El cantinero, evidentemente, estaba confundido con una respuesta de ese calibre. En sus años como el típico cantinero que ha escuchado todo tipo de historias y respuestas provenientes de fanfarrones y personas de todo tipo, era la primera vez que escuchaba algo así en esas circunstancias tan peculiares. Aunque eso no lo detuvo en lo absoluto. – M-me refiero a que debería beber con ellos y comprar cuantas botellas pueda, ¿no lo cree? – Trataría de apelar a ese lado “inocente” para engatusarlo, pero pronto se daría cuenta de que sus palabras no tenían efecto. – No puedo beber ni comer nada, señor. Esto debido a que el casco está unido al traje por tornillos especiales. Además, yo obtengo energía del sol y no me hace falta ingerir alimentos, pero le agradezco su interés. – Respondería el Bio mientras volvía a dirigir su mirada hacia el par de borrachos para darse cuenta que, mientras el centinela dialogaba con el cantinero, el señor Nero había tomado un balde para poder expulsar el contenido en su estómago.
Los comentarios no se hicieron esperar y Eirik también haría presión para que Artorias bebiera, pero la respuesta era obvia. – Aún si pudiera quitarme el casco, no debo someterme a esa clase de peligros si los puedo evitar. Sin contar que debo mantenerme alerta todo el tiempo – Artorias ya había visto los resultados de aquella bebida y no quería romper el reglamento de tomarse descansos innecesarios ni quedarse descubierto. Pese a todo, no habían problemas y todo estaba bien… Hasta ahora.
Sin previo aviso, se sentiría el sonido característico de una arcada, una particularmente fuerte que desparramó contenido estomacal cerca de sus pies, arruinando sus ropajes nuevos. Era un grupo de 3 hombres en una mesa justo al otro extremo de la estancia estaban sentados, disfrutando de sus bebidas hasta que el alcohol hizo mella en uno ellos y terminó en ese estrepitoso espectáculo. – ¿EN DONDE ESTÁ MI MALDITA CUBETA? – Exclamaría evidentemente enojado, y en pocos segundos se daría cuenta de que su cubeta había sido tomada inadvertidamente por Nero. – Tú… – Diría entre dientes, amenazante, y empezaría a caminar hacia el hombre tatuado con intenciones inciertas, pero ya se podía ver venir el resultado para los presentes salvo Artorias y su particular incapacidad de leer bien el ambiente. ¿Qué pasaría a continuación? Eso estaba por verse.
El cantinero, evidentemente, estaba confundido con una respuesta de ese calibre. En sus años como el típico cantinero que ha escuchado todo tipo de historias y respuestas provenientes de fanfarrones y personas de todo tipo, era la primera vez que escuchaba algo así en esas circunstancias tan peculiares. Aunque eso no lo detuvo en lo absoluto. – M-me refiero a que debería beber con ellos y comprar cuantas botellas pueda, ¿no lo cree? – Trataría de apelar a ese lado “inocente” para engatusarlo, pero pronto se daría cuenta de que sus palabras no tenían efecto. – No puedo beber ni comer nada, señor. Esto debido a que el casco está unido al traje por tornillos especiales. Además, yo obtengo energía del sol y no me hace falta ingerir alimentos, pero le agradezco su interés. – Respondería el Bio mientras volvía a dirigir su mirada hacia el par de borrachos para darse cuenta que, mientras el centinela dialogaba con el cantinero, el señor Nero había tomado un balde para poder expulsar el contenido en su estómago.
Los comentarios no se hicieron esperar y Eirik también haría presión para que Artorias bebiera, pero la respuesta era obvia. – Aún si pudiera quitarme el casco, no debo someterme a esa clase de peligros si los puedo evitar. Sin contar que debo mantenerme alerta todo el tiempo – Artorias ya había visto los resultados de aquella bebida y no quería romper el reglamento de tomarse descansos innecesarios ni quedarse descubierto. Pese a todo, no habían problemas y todo estaba bien… Hasta ahora.
Sin previo aviso, se sentiría el sonido característico de una arcada, una particularmente fuerte que desparramó contenido estomacal cerca de sus pies, arruinando sus ropajes nuevos. Era un grupo de 3 hombres en una mesa justo al otro extremo de la estancia estaban sentados, disfrutando de sus bebidas hasta que el alcohol hizo mella en uno ellos y terminó en ese estrepitoso espectáculo. – ¿EN DONDE ESTÁ MI MALDITA CUBETA? – Exclamaría evidentemente enojado, y en pocos segundos se daría cuenta de que su cubeta había sido tomada inadvertidamente por Nero. – Tú… – Diría entre dientes, amenazante, y empezaría a caminar hacia el hombre tatuado con intenciones inciertas, pero ya se podía ver venir el resultado para los presentes salvo Artorias y su particular incapacidad de leer bien el ambiente. ¿Qué pasaría a continuación? Eso estaba por verse.
Artorias
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Re: Matando la curiosidad [Libre] 3/3
El sonido de alguien pidiendo por una cubeta denotaba que al parecer Nero había tomado algo sin permiso, rápidamente tomo control de la situación al tomar la cubeta y vaciarla por la ventana mas cercana, acto seguido se acercaría al hombre y le devolvería su cubeta.
-Lo siento, me ha venido la urgencia y he manoteado lo primero que tenia a mano, que tal si te devuelvo la cubeta y les invito algo de lo que estaba bebiendo para compensarles?-
-Huh?-
-No seas tímido, a todos nos pasa, déjame compensártelo, cantinero, dele a estos buenos hombres una botella de lo que yo estaba bebiendo, asegúrate de tener la cubeta a mano, la necesitaras jajaja-
Exclamaría Nero, haciendo que la situación des escalara rápidamente, la sorpresa en la cara de todos fue bastante graciosa para el borracho quien se sentaría de nuevo junto a sus compañeros y le señalaría al cantinero que anotara la botella que había ofrecido a la cuenta de Artorias. Bebió otro trago y en esta ocasión se aguanto las ganas de vomitar, cuando el liquido ingerido intento salir nuevamente, Nero simplemente se lo volvió a tragar.
Por la otra mesa las cosas no parecían ir muy bien ya que se podían escuchar los sonidos de 3 tipos vomitando hasta sus almas.
-Lo siento, me ha venido la urgencia y he manoteado lo primero que tenia a mano, que tal si te devuelvo la cubeta y les invito algo de lo que estaba bebiendo para compensarles?-
-Huh?-
-No seas tímido, a todos nos pasa, déjame compensártelo, cantinero, dele a estos buenos hombres una botella de lo que yo estaba bebiendo, asegúrate de tener la cubeta a mano, la necesitaras jajaja-
Exclamaría Nero, haciendo que la situación des escalara rápidamente, la sorpresa en la cara de todos fue bastante graciosa para el borracho quien se sentaría de nuevo junto a sus compañeros y le señalaría al cantinero que anotara la botella que había ofrecido a la cuenta de Artorias. Bebió otro trago y en esta ocasión se aguanto las ganas de vomitar, cuando el liquido ingerido intento salir nuevamente, Nero simplemente se lo volvió a tragar.
Por la otra mesa las cosas no parecían ir muy bien ya que se podían escuchar los sonidos de 3 tipos vomitando hasta sus almas.
Nero Crimson
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Re: Matando la curiosidad [Libre] 3/3
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Aylizz Wendell
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