El vigilante de Lunargenta [Libre][Noche]][2/3]
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El vigilante de Lunargenta [Libre][Noche]][2/3]
Era una fría y oscura noche en Lunargenta. La mayoría de sus ciudadanos estaban descansando en sus casas. Sin embargo, había quienes no descansaban por las noches: los criminales y yo. Soy Alex Raider, vigilante de la noche y a menudo actuó como juez, jurado y verdugo, y no solo de Lunargenta.
Había llegado a mis oídos los rumores de que unos tipos andaban comercializando con mujeres. He estado investigando el asunto y las pistas me han llevado hasta una casa cerca del puerto.
Vestido con mi ceñido traje de cuero esmeralda, formado por pantalón que marcaba demasiado bien mi entrepierna, y un peto que me permitía lucir brazo, agarre mi arco y fui rápidamente hacia allá.
Al llegar, con sigilo y saltando por los tejados, me encontré con mucha calma en los alrededores. Sin embargo, la luz de la planta superior me confirmaba que había alguien en casa. Había acertado con la noche. Solo me quedaba actuar.
Rápidamente, salte del tejado hacia la ventana que tenía delante y lo hice lanzando una de mis flechas, que rompió el cristal justo antes de que yo llegara, permitiedome caer, sano y salvo, sobre el suelo de aquel piso y rodando para reincorporarme, a la vez que usaba una nueva flecha para incrustar a un tipo contra la pared, al clavar su hombro contra la pared.
Solo quedaba otro hombre, que se abalanzó sobre mí, buscando darme un puñetazo. Sin embargo, demostrando mis dotes de combate, no tarde en estampar su rostro contra el suelo y apoyar mi rodilla sobre su espalda.
- Dime donde tenéis a esas mujeres.
- Llegas tarde justiciero. Hace un rato que salieron hacia la capital de los vampiros -me dijo aquel tipo desde el suelo, entre risas.
Fue entonces cuando la puerta se abrió de golpe y una dinámita cayó cerca mía, obligandome a tomar una mesa cercana como escudo. Sin embargo, el impacto hizo que saliera disparado cayendo por la ventana y dándome un buen golpe en la espalda.
Me dolió bastante pero no fue tanto como para que no fuera capaz de salir corriendo, antes de que la puerta de la casa se abriera. Tras una esquina, vi que eran unas cuatro personas más las que dejé arriba, por lo que decidi huir. No tarde en escuchar a mis perseguidores, que me terminaron viendo, y eso me obligo a tirarme al agua y refugiarme, aprovechando la propia noche, debajo de los tablones de madera del puerto. Poco a poco y con cuidado, fui pasando por debajo, sin importarme demasiado el frío del agua y tratando de llegar al otro lado del puerto.
Había llegado a mis oídos los rumores de que unos tipos andaban comercializando con mujeres. He estado investigando el asunto y las pistas me han llevado hasta una casa cerca del puerto.
Vestido con mi ceñido traje de cuero esmeralda, formado por pantalón que marcaba demasiado bien mi entrepierna, y un peto que me permitía lucir brazo, agarre mi arco y fui rápidamente hacia allá.
Al llegar, con sigilo y saltando por los tejados, me encontré con mucha calma en los alrededores. Sin embargo, la luz de la planta superior me confirmaba que había alguien en casa. Había acertado con la noche. Solo me quedaba actuar.
Rápidamente, salte del tejado hacia la ventana que tenía delante y lo hice lanzando una de mis flechas, que rompió el cristal justo antes de que yo llegara, permitiedome caer, sano y salvo, sobre el suelo de aquel piso y rodando para reincorporarme, a la vez que usaba una nueva flecha para incrustar a un tipo contra la pared, al clavar su hombro contra la pared.
Solo quedaba otro hombre, que se abalanzó sobre mí, buscando darme un puñetazo. Sin embargo, demostrando mis dotes de combate, no tarde en estampar su rostro contra el suelo y apoyar mi rodilla sobre su espalda.
- Dime donde tenéis a esas mujeres.
- Llegas tarde justiciero. Hace un rato que salieron hacia la capital de los vampiros -me dijo aquel tipo desde el suelo, entre risas.
Fue entonces cuando la puerta se abrió de golpe y una dinámita cayó cerca mía, obligandome a tomar una mesa cercana como escudo. Sin embargo, el impacto hizo que saliera disparado cayendo por la ventana y dándome un buen golpe en la espalda.
Me dolió bastante pero no fue tanto como para que no fuera capaz de salir corriendo, antes de que la puerta de la casa se abriera. Tras una esquina, vi que eran unas cuatro personas más las que dejé arriba, por lo que decidi huir. No tarde en escuchar a mis perseguidores, que me terminaron viendo, y eso me obligo a tirarme al agua y refugiarme, aprovechando la propia noche, debajo de los tablones de madera del puerto. Poco a poco y con cuidado, fui pasando por debajo, sin importarme demasiado el frío del agua y tratando de llegar al otro lado del puerto.
Alex Raider
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Tras varios días de navegación, finalmente el barco llegó al puerto de Lunargenta. El retraso había sido considerable: el navío debía haber llegado aquel día por la mañana. Sin embargo, había transcurrido ya un tercio de la noche cuándo el barco llegó al puerto. Tanto era así que el agitado puerto de la capital humana, lleno de personas durante el día, estaba en una silenciosa calma.
En la lejanía se escuchó un gran estruendo que rompió el silencio de la noche. Los pocos pasajeros que desembarcaron allí, quedaron paralizados durante un breve instante, mirando sus caras, pero a los pocos segundos, reanudaron sus caminos separándose por las numerosas pasarelas del puerto y las callejuelas que daban la entrada a la ciudad.
Wind llevaba su bolsa de viaje colgada a su espalda. Se dirigió hacia la zona izquierda del puerto, ya que la taberna dónde debía alojarse, estaba en aquella zona. Sólo esperaba no causar molestias a esa hora de la madrugada. Tener que despertar al tabernero no era una buena forma de comenzar cómo huésped en ningún lugar.
Ensimismado en sus preocupaciones, escuchó un fuerte chapoteo, cómo si alguien en algún lugar cercano, se hubiese tirado al mar. Tras no ver nada, continuó su camino hacia una de las calles laterales al puerto.
Vio a un pequeño grupo de hombres que corrían en su dirección. Cuándo se acercaron a él, le miraron desafiantes y dubitativos, y antes de que Wind pudiera remediarlo, antes de que incluso pudiese hablar, recibió un fuerte golpe en la cabeza, quedando inconsciente al instante.
En la lejanía se escuchó un gran estruendo que rompió el silencio de la noche. Los pocos pasajeros que desembarcaron allí, quedaron paralizados durante un breve instante, mirando sus caras, pero a los pocos segundos, reanudaron sus caminos separándose por las numerosas pasarelas del puerto y las callejuelas que daban la entrada a la ciudad.
Wind llevaba su bolsa de viaje colgada a su espalda. Se dirigió hacia la zona izquierda del puerto, ya que la taberna dónde debía alojarse, estaba en aquella zona. Sólo esperaba no causar molestias a esa hora de la madrugada. Tener que despertar al tabernero no era una buena forma de comenzar cómo huésped en ningún lugar.
Ensimismado en sus preocupaciones, escuchó un fuerte chapoteo, cómo si alguien en algún lugar cercano, se hubiese tirado al mar. Tras no ver nada, continuó su camino hacia una de las calles laterales al puerto.
Vio a un pequeño grupo de hombres que corrían en su dirección. Cuándo se acercaron a él, le miraron desafiantes y dubitativos, y antes de que Wind pudiera remediarlo, antes de que incluso pudiese hablar, recibió un fuerte golpe en la cabeza, quedando inconsciente al instante.
Wind
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Hacía mucho frio en el agua, mi cuerpo se estaba helando y el cuero no ayudaba mucho la verdad, pero no tenía más remedio. Eran demasiados hombres y debía tratar de ser discreto si quería que esto acabara bien. Con cuidado, seguía pasando por debajo de aquellas pasarelas y justo cuando llegaba un barco de pasajeros. Eso era bueno, ya que me daría una buena dosis de invisibilidad.
Cuando creí que estaba lo suficientemente alejado, salí del agua, dejando que el agua resbalara por mi cuero y viendo como el cuero empapado se pegaba en mi cuerpo. Rápidamente, me meto dentro de un pequeño callejón y, antes de continuar, me asome para ver si me seguían. Al asomarme, vi a lo lejos como aquellos tipos se llevaban a alguien. Eso me alerto.
- ¿Porque se llevarian a ese hombre? ¿Alguien habría intentado ayudarme o esta pasando algo más? -No podía quedarme con la duda y ese hombre corría peligro.
Mire a mi karcaj y vi que todavía tenía muchas flechas conmigo, por lo que decidí usar una con el cable extensible de mi arco para elevarme hasta los tejados, por los que comencé a seguir de nuevo a aquellos tipos, saltando con cuidado, de tejado en tejado. La guardia de lunargenta vigilaba los tejados, pero me conocían y me dejaban vía libre, por orden de los caballeros de la ciudad.
Como me esperaba, la persecución me llevó al mismo sitio de antes, solo que no entraron en la misma casa, sino en una especie de almacén que había justo detrás y que era algo más grande. Debía de ir con cuidado y con bastante sigilo. El sitio debía de ser importante porque en el tejado tenían hasta dos vigilantes, uno a cada extremo del tejado.
Escondido tras una chimenea, espere al momento oportuno y cuando vi que el primer vigilante me daba la espalda, apunte con mi flecha y lo ensarte por la garganta, haciendo que cayera muerto al suelo. El golpe de la caída sobre las tejas llamó la atención del segundo. Sin embargo, esos segundos que aquel perdió en atender al cadáver, fueron los que yo use para lanzar una nueva flecha que le atravesó el cráneo, haciendo que compartiera destino con su compañero, incluso su cuerpo cayó sobre el estómago del primero.
Cuando creí que estaba lo suficientemente alejado, salí del agua, dejando que el agua resbalara por mi cuero y viendo como el cuero empapado se pegaba en mi cuerpo. Rápidamente, me meto dentro de un pequeño callejón y, antes de continuar, me asome para ver si me seguían. Al asomarme, vi a lo lejos como aquellos tipos se llevaban a alguien. Eso me alerto.
- ¿Porque se llevarian a ese hombre? ¿Alguien habría intentado ayudarme o esta pasando algo más? -No podía quedarme con la duda y ese hombre corría peligro.
Mire a mi karcaj y vi que todavía tenía muchas flechas conmigo, por lo que decidí usar una con el cable extensible de mi arco para elevarme hasta los tejados, por los que comencé a seguir de nuevo a aquellos tipos, saltando con cuidado, de tejado en tejado. La guardia de lunargenta vigilaba los tejados, pero me conocían y me dejaban vía libre, por orden de los caballeros de la ciudad.
Como me esperaba, la persecución me llevó al mismo sitio de antes, solo que no entraron en la misma casa, sino en una especie de almacén que había justo detrás y que era algo más grande. Debía de ir con cuidado y con bastante sigilo. El sitio debía de ser importante porque en el tejado tenían hasta dos vigilantes, uno a cada extremo del tejado.
Escondido tras una chimenea, espere al momento oportuno y cuando vi que el primer vigilante me daba la espalda, apunte con mi flecha y lo ensarte por la garganta, haciendo que cayera muerto al suelo. El golpe de la caída sobre las tejas llamó la atención del segundo. Sin embargo, esos segundos que aquel perdió en atender al cadáver, fueron los que yo use para lanzar una nueva flecha que le atravesó el cráneo, haciendo que compartiera destino con su compañero, incluso su cuerpo cayó sobre el estómago del primero.
Alex Raider
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Wind despertó con un fuerte dolor de cabeza. De forma instintiva, intentó llevar su mano izquierda hasta su sien, pero se dio cuenta de que tenía el movimiento de las manos limitado.
Tardó aún un par de segundos en comprender lo que ocurría. Al alzar la cabeza, se encontró en una sala, rodeado de un grupo de personas que no recordaba conocer. Al intentar moverse, se dio cuenta de que estaba atado a una silla, con las manos a la espalda.
Intentó defenderse, pero había demasiadas personas a su alrededor y no sabía las capacidades de ninguna de ellas cómo para emprenderse en una tarea semejante. Además, intentaría conocer cual era su situación exacta antes de pasar a la acción.
- ¿Qué ocurre? ¿Quiénes sois vosotros?- preguntó al hombre más cercano a él, que le miraba de forma amenazante y con cara de tener pocos amigos y de no querer ninguno nuevo.
Segundos después, recibió un nuevo golpe en la cara. A causa del dolor, su vista se nubló por completo durante un instante. Sintió cómo la sangre brotaba levemente desde el punto de fricción, para caer mejilla abajo por su rostro.
-¡Joder!- expresó, mientras asumía el golpe y el dolor, y la desagradable sensación de sentir la cara arder.
- No intentes disimular. Sabemos quién eres y vas a pagar por tus acciones- amenazó, plantándole un nuevo golpe en el rostro, antes de darle la espalda y dirigirle una mirada hacia otro de los allí presentes- ¡Traedme mis herramientas! Pienso comenzar arrancándole los dientes… uno a uno.
En cuanto el hombre se alejó y quedó sin compañía en una distancia prudencial, Wind no dudó en protegerse. Para ello, creó una cúpula de aire a su alrededor, que impediría el acceso a cualquier persona que intentara acercarse a él. (1)
Ahora sólo debía encontrar la forma de desatarse. Y fue entonces, cuándo al fondo de la sala, Wind vio sus armas arrojadizas sobre una de las mesas de la habitación.
(1) Uso de mi Habilidad: Cúpula de Aire [Mágica, 1 uso de 2 turnos]
Wind crea una cúpula de aire a su alrededor, entorpeciendo a quiénes queden fuera, entrar en la misma. Cualquier arma, hechizo u objeto lanzado por otros tendrá dificultades para penetrar en ella. Desde su interior, podrá salir todo tipo de hechizos mágicos. Las armas arrojadizas y los objetos sólo podrán salir al exterior, si quién los lanza tiene control elemental de Aire entre sus habilidades.
Tardó aún un par de segundos en comprender lo que ocurría. Al alzar la cabeza, se encontró en una sala, rodeado de un grupo de personas que no recordaba conocer. Al intentar moverse, se dio cuenta de que estaba atado a una silla, con las manos a la espalda.
Intentó defenderse, pero había demasiadas personas a su alrededor y no sabía las capacidades de ninguna de ellas cómo para emprenderse en una tarea semejante. Además, intentaría conocer cual era su situación exacta antes de pasar a la acción.
- ¿Qué ocurre? ¿Quiénes sois vosotros?- preguntó al hombre más cercano a él, que le miraba de forma amenazante y con cara de tener pocos amigos y de no querer ninguno nuevo.
Segundos después, recibió un nuevo golpe en la cara. A causa del dolor, su vista se nubló por completo durante un instante. Sintió cómo la sangre brotaba levemente desde el punto de fricción, para caer mejilla abajo por su rostro.
-¡Joder!- expresó, mientras asumía el golpe y el dolor, y la desagradable sensación de sentir la cara arder.
- No intentes disimular. Sabemos quién eres y vas a pagar por tus acciones- amenazó, plantándole un nuevo golpe en el rostro, antes de darle la espalda y dirigirle una mirada hacia otro de los allí presentes- ¡Traedme mis herramientas! Pienso comenzar arrancándole los dientes… uno a uno.
En cuanto el hombre se alejó y quedó sin compañía en una distancia prudencial, Wind no dudó en protegerse. Para ello, creó una cúpula de aire a su alrededor, que impediría el acceso a cualquier persona que intentara acercarse a él. (1)
Ahora sólo debía encontrar la forma de desatarse. Y fue entonces, cuándo al fondo de la sala, Wind vio sus armas arrojadizas sobre una de las mesas de la habitación.
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(1) Uso de mi Habilidad: Cúpula de Aire [Mágica, 1 uso de 2 turnos]
Wind crea una cúpula de aire a su alrededor, entorpeciendo a quiénes queden fuera, entrar en la misma. Cualquier arma, hechizo u objeto lanzado por otros tendrá dificultades para penetrar en ella. Desde su interior, podrá salir todo tipo de hechizos mágicos. Las armas arrojadizas y los objetos sólo podrán salir al exterior, si quién los lanza tiene control elemental de Aire entre sus habilidades.
Wind
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Alex recorrió aquel tejado, en busca de una buena posición desde la que saltar para colarse en el interior de una de las ventanas. Cuando lo hizo, tan solo tuvo que lanzar su flecha con cuerda, clavándola en una chimenea, para luego balancearse hacia aquella ventana. Tras la ventana, se encontraba la espalda de un guardia, que miraba hacia unas escaleras descendentes, por lo que Alex aprovechó el impulso que había cogido con sus piernas para aterrizar con los pies por delante, en la espalda del guardia. El guardia se llevó un gran golpe que hizo que terminará inconsciente en el suelo.
Mientras Alex se reincorporaba, escuchó como alguien llegaba por abajo y él miro hacia el descansillo que había al final de la escalera que tenía delante. Alex preparó su flecha y cuando vio al enemigo, soltó la cuerda y la flecha atravesó el cráneo del enemigo, dejándolo incrustado contra la pared.
El arquero bajo por las escaleras, recogió la flecha del cadáver y siguió bajando para llegar a un largo pasillo, con varias puertas, por las que llegaron varios hombres armados con espadas. Alex esbozó una sonrisa y luego se dispuso a combatirlos con su arco. Bloqueo la espada del primero con el arco mientras daba una patada en el estómago del segundo y luego aprovechaba para, con la misma pierna y sin bajarla al suelo, dar un buen rodillazo al primero en su costado, con el que Alex pudo rematarlo con un segundo golpe de arco. El siguiente venía corriendo y Alex esquivo su puñetazo, ganándose su costado y asestándole un buen golpe de arco en la cabeza, mientras cogía una flecha y la usaba para terminar con el último.
- Podían darme algo de nivel -susurraba Alex mientras se dirigía a las escaleras del otro lado del pasillo.
Entre tanto, en el exterior, un misterioso hombre vestido y equipado como arquero, parecido a Alex, observaba hacia el edificio, clavando su siniestra mirada en la ventana por la que acababa de ver como Alex se deshacía de esos dos últimos hombres. El arquero esbozó una sonrisa.
Mientras Alex se reincorporaba, escuchó como alguien llegaba por abajo y él miro hacia el descansillo que había al final de la escalera que tenía delante. Alex preparó su flecha y cuando vio al enemigo, soltó la cuerda y la flecha atravesó el cráneo del enemigo, dejándolo incrustado contra la pared.
El arquero bajo por las escaleras, recogió la flecha del cadáver y siguió bajando para llegar a un largo pasillo, con varias puertas, por las que llegaron varios hombres armados con espadas. Alex esbozó una sonrisa y luego se dispuso a combatirlos con su arco. Bloqueo la espada del primero con el arco mientras daba una patada en el estómago del segundo y luego aprovechaba para, con la misma pierna y sin bajarla al suelo, dar un buen rodillazo al primero en su costado, con el que Alex pudo rematarlo con un segundo golpe de arco. El siguiente venía corriendo y Alex esquivo su puñetazo, ganándose su costado y asestándole un buen golpe de arco en la cabeza, mientras cogía una flecha y la usaba para terminar con el último.
- Podían darme algo de nivel -susurraba Alex mientras se dirigía a las escaleras del otro lado del pasillo.
Entre tanto, en el exterior, un misterioso hombre vestido y equipado como arquero, parecido a Alex, observaba hacia el edificio, clavando su siniestra mirada en la ventana por la que acababa de ver como Alex se deshacía de esos dos últimos hombres. El arquero esbozó una sonrisa.
Alex Raider
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Re: El vigilante de Lunargenta [Libre][Noche]][2/3]
Wind concentró su atención en las personas que hablaban al fondo de la habitación. Su atención era máxima, pero quedó interrumpida por el fuerte sonido que parecía haberse producido unos pisos más arriba.
Aprovechó aquel desconcertante ruido para mirar los shuriken e intentar atraerlos hacia sí. A un ritmo moderado, consiguió que sus armas levitasen acercándose a él. [1]
A la mitad de su trayecto, el hombre que había estado golpeando su rostro, se dio cuenta de la magia que Wind estaba utilizando para proporcionarse armas y corrió hacia ellas, para impedir que llegaran hasta él.
Afortunadamente, las estrellas arrojadizas entraron en el interior de la cúpula antes de ser interceptadas y el hombre que había estado golpeándole tan sólo unos instantes antes, chocó con ella, cayendo al suelo tras el golpe contra la barrera invisible.
- ¡Vaya! Eso debe haber dolido… - dijo Wind, mientras las armas llegaban hasta él, quedando una de ellas en una de sus manos- No seré el único con un moratón los próximos días…
Introdujo el shuriken entre sus dedos índice y corazón y los llevó hacia la cuerda que mantenía unida sus muñecas a la espalda. Entre sus pies, otra estrella arrojadiza cortaba lentamente la cuerda.
En el exterior de la cúpula, su agresor intentaba golpear y tirar objetos contra ella, rompiendo una vieja silla en el proceso, quedando hecha trizas.
- Maldito. Te mataré en cuánto te ponga una mano encima- le dijo, mientras Wind notaba que la cuerda que había mantenido atadas sus piernas ya estaba totalmente cortada.
Cuándo finalmente quedó liberado por completo de las cuerdas, se puso en pie. Su cuerpo estaba débil a causa de la inconsciencia y de los golpes que había recibido, pero se mantuvo concentrado en su agresor.
Saltó repentinamente hacia adelante un par de pasos, obligando a la cúpula a moverse a su alrededor. La barrera invisible chocó de nuevo contra el hombre al desplazarse, ganándose éste un segundo golpe.
- Hora de jugar- exclamó el brujo, mientras se agachaba a recoger sus armas, mientras numerosos golpes se escuchaban en los pisos superiores.
/ Consumo el primer turno de Cúpula de Aire /
Aprovechó aquel desconcertante ruido para mirar los shuriken e intentar atraerlos hacia sí. A un ritmo moderado, consiguió que sus armas levitasen acercándose a él. [1]
A la mitad de su trayecto, el hombre que había estado golpeando su rostro, se dio cuenta de la magia que Wind estaba utilizando para proporcionarse armas y corrió hacia ellas, para impedir que llegaran hasta él.
Afortunadamente, las estrellas arrojadizas entraron en el interior de la cúpula antes de ser interceptadas y el hombre que había estado golpeándole tan sólo unos instantes antes, chocó con ella, cayendo al suelo tras el golpe contra la barrera invisible.
- ¡Vaya! Eso debe haber dolido… - dijo Wind, mientras las armas llegaban hasta él, quedando una de ellas en una de sus manos- No seré el único con un moratón los próximos días…
Introdujo el shuriken entre sus dedos índice y corazón y los llevó hacia la cuerda que mantenía unida sus muñecas a la espalda. Entre sus pies, otra estrella arrojadiza cortaba lentamente la cuerda.
En el exterior de la cúpula, su agresor intentaba golpear y tirar objetos contra ella, rompiendo una vieja silla en el proceso, quedando hecha trizas.
- Maldito. Te mataré en cuánto te ponga una mano encima- le dijo, mientras Wind notaba que la cuerda que había mantenido atadas sus piernas ya estaba totalmente cortada.
Cuándo finalmente quedó liberado por completo de las cuerdas, se puso en pie. Su cuerpo estaba débil a causa de la inconsciencia y de los golpes que había recibido, pero se mantuvo concentrado en su agresor.
Saltó repentinamente hacia adelante un par de pasos, obligando a la cúpula a moverse a su alrededor. La barrera invisible chocó de nuevo contra el hombre al desplazarse, ganándose éste un segundo golpe.
- Hora de jugar- exclamó el brujo, mientras se agachaba a recoger sus armas, mientras numerosos golpes se escuchaban en los pisos superiores.
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[1] Telequinesis [Mágica]: Puedo hacer levitar objetos ligeros a velocidades moderadas./ Consumo el primer turno de Cúpula de Aire /
Wind
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Re: El vigilante de Lunargenta [Libre][Noche]][2/3]
Mientras trataba de abrirme camino por las plantas superiores, a mis oidos me llegaban ruidos de batalla en las plantas inferiores. Tal vez la presa se estuviera revelando. Espero que no este haciendo tontearías. No me gustaría tener que cargar al final con un cadáver. Empiezo a escuchar pasos a medida que me acerco a esta puerta del fondo, será mejor que me esconda detrás.
Dejando la pared a mi espalda, espero a que la puerta se abra y cuando lo hace, veo llegar a un hombre armado con un machete. Sin previo aviso, le doy un fuerte golpe con la propia puerta y lo remato con un buen gancho en la cabeza que lo dejó inconsciente en el suelo.
Salgo por aquella puerta y llego a la escalera, que parecía llegar a cada planta del edificio. Esto me permitirá llegar hasta la persona cautiva rápidamente, pero primero tendré que eliminar a la horda que sube por las escaleras. Rápidamente saco un par de flechas, asomó por el hueco de la escalera, apuntó y logro clavar los pies de ambos hombres a media planta por debajo de mi. A continuación, salto con los pies por delante, aterrizando en su posición y derribando a ambos hombres de una buena patada. Finalmente, recojo ambas flechas y las uso para atravesar el pecho de otros hombres que llegaban por una puerta que había a mi lado.
No estaba seguro de por donde debía de ir, empecé a bajar hasta que, cuando pase junto a una puerta, un enorme brazo emergió, atravesando la puerta, agarrándome por el cuello y llevándome con fuerza contra la puerta, haciéndome atravesarla sintiendo un buen golpe en mi espalda y cayendo por aquel pasillo, por el que rodé varias vueltas. Mientras trataba de recuperarme y levantarme, vi a un tipo muy robusto y fortachón, con ganas de hacerme papilla. Que enérgicos son siempre estos tíos. Yo use una flecha contra su pecho pero el tipo es tan fuerte que parecía no haber sentido nada y se quito la flecha como si nada. Luego, el tipo me agarro del pie y como si fuera un trapo me lanzó contra la pared provocándome grandes daños. Era la hora de tomarme en serio a este tipo. Me reincorpore y decidí hacer uso de una buena combinación de agilidad y golpes secos y concretos. Comencé a esquivar sus puñetazos mientras le iba debilitando, empezando por dar una buena patada en su rodilla, dejándosela bastante tocada y luego, tras girar por el suelo para esquivar su zarpazo, le destroce la otra rodilla, para luego dar una voltereta hacia atrás y mientras el tipo gritaba de dolor, yo le remataba lanzando una flecha a su cuello, con la que el tipo cayó finalmente muerto al suelo.
Entre tanto, junto a la ventana por la que Alex entró en el edificio, el primer hombre en dejar inconsciente despertaba, con intención de perseguir al intruso. Sin embargo, al levantarme sintió una fuerte respiración en su nuca. Se dio media vuelta y vio ante él, la imponente figura de aquel misterioso arquero que llevaba un rato observando desde fuera. El arquero agarro al tipo por el cuello y se lo rompió como si nada.
Dejando la pared a mi espalda, espero a que la puerta se abra y cuando lo hace, veo llegar a un hombre armado con un machete. Sin previo aviso, le doy un fuerte golpe con la propia puerta y lo remato con un buen gancho en la cabeza que lo dejó inconsciente en el suelo.
Salgo por aquella puerta y llego a la escalera, que parecía llegar a cada planta del edificio. Esto me permitirá llegar hasta la persona cautiva rápidamente, pero primero tendré que eliminar a la horda que sube por las escaleras. Rápidamente saco un par de flechas, asomó por el hueco de la escalera, apuntó y logro clavar los pies de ambos hombres a media planta por debajo de mi. A continuación, salto con los pies por delante, aterrizando en su posición y derribando a ambos hombres de una buena patada. Finalmente, recojo ambas flechas y las uso para atravesar el pecho de otros hombres que llegaban por una puerta que había a mi lado.
No estaba seguro de por donde debía de ir, empecé a bajar hasta que, cuando pase junto a una puerta, un enorme brazo emergió, atravesando la puerta, agarrándome por el cuello y llevándome con fuerza contra la puerta, haciéndome atravesarla sintiendo un buen golpe en mi espalda y cayendo por aquel pasillo, por el que rodé varias vueltas. Mientras trataba de recuperarme y levantarme, vi a un tipo muy robusto y fortachón, con ganas de hacerme papilla. Que enérgicos son siempre estos tíos. Yo use una flecha contra su pecho pero el tipo es tan fuerte que parecía no haber sentido nada y se quito la flecha como si nada. Luego, el tipo me agarro del pie y como si fuera un trapo me lanzó contra la pared provocándome grandes daños. Era la hora de tomarme en serio a este tipo. Me reincorpore y decidí hacer uso de una buena combinación de agilidad y golpes secos y concretos. Comencé a esquivar sus puñetazos mientras le iba debilitando, empezando por dar una buena patada en su rodilla, dejándosela bastante tocada y luego, tras girar por el suelo para esquivar su zarpazo, le destroce la otra rodilla, para luego dar una voltereta hacia atrás y mientras el tipo gritaba de dolor, yo le remataba lanzando una flecha a su cuello, con la que el tipo cayó finalmente muerto al suelo.
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Entre tanto, junto a la ventana por la que Alex entró en el edificio, el primer hombre en dejar inconsciente despertaba, con intención de perseguir al intruso. Sin embargo, al levantarme sintió una fuerte respiración en su nuca. Se dio media vuelta y vio ante él, la imponente figura de aquel misterioso arquero que llevaba un rato observando desde fuera. El arquero agarro al tipo por el cuello y se lo rompió como si nada.
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Re: El vigilante de Lunargenta [Libre][Noche]][2/3]
Wind pudo comprobar el desconcierto del hombre en su rostro. No comprendía cómo el aire podía dañarle de aquella forma. Pero retrocedía indeciso, animándole a dar unos pasos en su dirección para amedrentarle.
En una de sus manos, cogió una estrella arrojadiza y la introdujo entre sus dedos índice y pulgar, preparándola para lanzarla.
El movimiento fue rápido y el arma voló por el aire, atravesando la cúpula invisible hasta impactar contra el brazo izquierdo del hombre, provocándole un corte que pronto provocó una hemorragia.
- Tienes dos opciones: dejarme marchar o terminar con miles de cortes en tu mísero cuerpo. Tú decides- amenazó el brujo, mientras preparaba su segunda shuriken, preparándose para lanzársela.
El hombre, decidido, corrió hacia él. Wind le respondió también adelantándose, provocando que por segunda vez, la barrera invisible impactara contra el desgraciado, que esta vez, cayó inconsciente al suelo a causa del impacto.
Los dos hombres que estaban al fondo de la habitación miraban la escena con cierta credulidad y cuándo Wind dio un par de pasos hacia ellos, ambos salieron por la puerta más cercana dejando al brujo solo en la estancia.
Wind corrió en dirección al lugar dónde había caído su arma arrojadiza y tras recogerla, se dirigió hacia la salida más cercana. Quería salir de aquel lugar lo antes posible y ahora que la protección de su escudo se acababa, debía ser silencioso, desplazándose con el mayor de los sigilos.
/ Consumo el segundo turno de Cúpula de Aire /
En una de sus manos, cogió una estrella arrojadiza y la introdujo entre sus dedos índice y pulgar, preparándola para lanzarla.
El movimiento fue rápido y el arma voló por el aire, atravesando la cúpula invisible hasta impactar contra el brazo izquierdo del hombre, provocándole un corte que pronto provocó una hemorragia.
- Tienes dos opciones: dejarme marchar o terminar con miles de cortes en tu mísero cuerpo. Tú decides- amenazó el brujo, mientras preparaba su segunda shuriken, preparándose para lanzársela.
El hombre, decidido, corrió hacia él. Wind le respondió también adelantándose, provocando que por segunda vez, la barrera invisible impactara contra el desgraciado, que esta vez, cayó inconsciente al suelo a causa del impacto.
Los dos hombres que estaban al fondo de la habitación miraban la escena con cierta credulidad y cuándo Wind dio un par de pasos hacia ellos, ambos salieron por la puerta más cercana dejando al brujo solo en la estancia.
Wind corrió en dirección al lugar dónde había caído su arma arrojadiza y tras recogerla, se dirigió hacia la salida más cercana. Quería salir de aquel lugar lo antes posible y ahora que la protección de su escudo se acababa, debía ser silencioso, desplazándose con el mayor de los sigilos.
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Re: El vigilante de Lunargenta [Libre][Noche]][2/3]
Cada vez escuchaba más cerca los ruidos de batalla de los pisos inferiores. Tenía pinta de que la persona que trataba de rescatar sabía defenderse. No obstante, ya había llegado lejos y probablemente entre dos sería mucho más fácil deshacerse de esta banda criminal.
Llegue al final de aquellas escaleras, planta donde mis oídos decían que se ubicaba el jaleo, pero cuando iba a abrirla, una flecha se incrusto en la puerta impidiendo que fuera capaz de abrirla. Me gire y fue entonces cuando le vi, vi a aquel arquero con un traje de cuero parecido al mío, pero con tonos más oscuros. Su mirada era fría y algo me decía que su presencia tenía que ver conmigo.
- Veamos quien es mejor arquero de los dos -susurró aquel tipo.
De forma sincronizada, ambos nos apuntamos con el arco y nos lanzamos a la vez nuestras flechas. Ambas flechas chocaron entre sí y luego nos lanzamos, el uno contra el otro, para protagonizar un pequeño y reñido combate cuerpo a cuerpo, en el que nuestros arcos no dejaban de golpearse el uno contra el otro. El arco de mi adversario no tardo en encontrar hueco, golpeando mi pie y provocando que yo fuera derribado contra el suelo. A continuación, sentí la fuerte mano de mi enemigo, agarrándome por la nuca y lanzándome con fuerza contra la puerta, haciéndome atravesar también esta y caer más allá, en el nuevo pasillo, donde había enormes ventanales que daban a la estancia donde se encontraba la persona que trataba de rescatar.
- Vamos levanta. Esperaba que fueras un mayor reto antes de eliminarte.
Llegue al final de aquellas escaleras, planta donde mis oídos decían que se ubicaba el jaleo, pero cuando iba a abrirla, una flecha se incrusto en la puerta impidiendo que fuera capaz de abrirla. Me gire y fue entonces cuando le vi, vi a aquel arquero con un traje de cuero parecido al mío, pero con tonos más oscuros. Su mirada era fría y algo me decía que su presencia tenía que ver conmigo.
- Veamos quien es mejor arquero de los dos -susurró aquel tipo.
De forma sincronizada, ambos nos apuntamos con el arco y nos lanzamos a la vez nuestras flechas. Ambas flechas chocaron entre sí y luego nos lanzamos, el uno contra el otro, para protagonizar un pequeño y reñido combate cuerpo a cuerpo, en el que nuestros arcos no dejaban de golpearse el uno contra el otro. El arco de mi adversario no tardo en encontrar hueco, golpeando mi pie y provocando que yo fuera derribado contra el suelo. A continuación, sentí la fuerte mano de mi enemigo, agarrándome por la nuca y lanzándome con fuerza contra la puerta, haciéndome atravesar también esta y caer más allá, en el nuevo pasillo, donde había enormes ventanales que daban a la estancia donde se encontraba la persona que trataba de rescatar.
- Vamos levanta. Esperaba que fueras un mayor reto antes de eliminarte.
Alex Raider
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Re: El vigilante de Lunargenta [Libre][Noche]][2/3]
Cuando la situación parecía haberse tranquilizado, Wind estaba dispuesto a marcharse. Lo que no esperaba era que, de pronto, un arquero entrase en aquella habitación, atravesando un débil panel, cayendo sobre el suelo.
- ¡Pero qué diablos! - dijo, sobresaltado, dispuesto a lanzar sus armas arrojadizas contra él si resultaba amenazante.
Fue entonces cuándo escuchó una voz al otro lado de la pared. Al parecer, alguien quería acabar también con su vida, tal y cómo casi lo habían hecho con él.
Al entrar en la estancia, aquel segundo arquero advirtió su presencia y dirigió su arco en su dirección. Lanzó un par de flechas hacia él, pero Wind lanzó una ráfaga de aire que cambió rápidamente la trayectoria de las flechas.
Se ocultó tras una robusta columna, mientras miraba detrás de ella con cierto recelo. No sabía qué ocurría. No sabía cual de ellos podría ser más peligroso. O quién más benévolo.
Pero respondió al ataque recibido lanzando una de sus shuriken con fuerza, haciendo que la estrella arrojadiza danzara en el aire en dirección a aquel hombre.
Advirtió un breve instante más tarde que el hombre que había atravesado en la pared se había desprendido de su arco durante el golpe, así que utilizó su telekinesis y arrastró el arma hacia las manos del hombre, para permitirle seguir defendiéndose. [1]
Si cada uno de ellos centraba su atención en el otro, quizás tuviera tiempo de decidir qué hacer con algo más de información.
[1] Telequinesis [Mágica]: Puedo hacer levitar objetos ligeros a velocidades moderadas.
- ¡Pero qué diablos! - dijo, sobresaltado, dispuesto a lanzar sus armas arrojadizas contra él si resultaba amenazante.
Fue entonces cuándo escuchó una voz al otro lado de la pared. Al parecer, alguien quería acabar también con su vida, tal y cómo casi lo habían hecho con él.
Al entrar en la estancia, aquel segundo arquero advirtió su presencia y dirigió su arco en su dirección. Lanzó un par de flechas hacia él, pero Wind lanzó una ráfaga de aire que cambió rápidamente la trayectoria de las flechas.
Se ocultó tras una robusta columna, mientras miraba detrás de ella con cierto recelo. No sabía qué ocurría. No sabía cual de ellos podría ser más peligroso. O quién más benévolo.
Pero respondió al ataque recibido lanzando una de sus shuriken con fuerza, haciendo que la estrella arrojadiza danzara en el aire en dirección a aquel hombre.
Advirtió un breve instante más tarde que el hombre que había atravesado en la pared se había desprendido de su arco durante el golpe, así que utilizó su telekinesis y arrastró el arma hacia las manos del hombre, para permitirle seguir defendiéndose. [1]
Si cada uno de ellos centraba su atención en el otro, quizás tuviera tiempo de decidir qué hacer con algo más de información.
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[1] Telequinesis [Mágica]: Puedo hacer levitar objetos ligeros a velocidades moderadas.
Wind
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Re: El vigilante de Lunargenta [Libre][Noche]][2/3]
Por alguna razón estaba asustado, y eso que no era una persona que se asustaba fácilmente. Aquel tipo parecía ser más fuerte que yo y no entendía nada. Parecía que aquel arquero tenía especial interés en mi. Cuando mi arco llegó hasta mi, gracias a las habilidades de lo que debía de ser un brujo, le asentí con la cabeza en gesto de agradecimiento.
- Vamos levanta, muchacho. No he orquestado todo esto solo para que caigas tan fácilmente -afirmó el tipo, dejándome flipando ante tal revelación.
- ¡¿Qué?! ¿Tu contrataste a estos hombres?
- Si y todo para atraer a la polilla a la luz. He oído hablar mucho de ti. Vas de aquí para allá, salvando a todo el mundo. Tu fama llego hasta mis oídos y quería saber si realmente eras un arquero tan bueno. Sabia que si contrataba a estos tipos para que comerciaran con mujeres, tu vendrías. Y así ha sido -afirmó el arquero antes de mirar hacia el tipo al que yo intentaba rescatar -. Hechicero, que asco dais.
Aquel arquero cogió una flecha especial de su carcaj y la lanzó contra aquel tipo, esa flecha tenía algo especial. No estaba seguro pero jure reconocer lo que llevaba. Era un dispositivo antimagia, la magia no afectaría a aquella flecha y, además, si alcanzaba a aquel tipo, se vería sin poderes mientras la llevara consigo.
Aprovechando la distracción de mi adversario, aproveche para rápidamente lanzar un par de flechas contra él mientras corría hacia él. El las esquivo y me recibió bloqueando mi golpe de arco. No se si el brujo había sido capaz de esquivar aquella flecha, pero esperaba que me ayudara a derrotar a este tipo. Yo trate de mantener ocupado a aquel arquero, defendiendo cada uno de sus ataques mientras lograba que le diera la espalda al brujo. Probablemente el arquero se haya dado cuenta de mis intenciones pero debía intentarlo y, tal vez, al brujo se le haya ocurrido algo.
- Vamos levanta, muchacho. No he orquestado todo esto solo para que caigas tan fácilmente -afirmó el tipo, dejándome flipando ante tal revelación.
- ¡¿Qué?! ¿Tu contrataste a estos hombres?
- Si y todo para atraer a la polilla a la luz. He oído hablar mucho de ti. Vas de aquí para allá, salvando a todo el mundo. Tu fama llego hasta mis oídos y quería saber si realmente eras un arquero tan bueno. Sabia que si contrataba a estos tipos para que comerciaran con mujeres, tu vendrías. Y así ha sido -afirmó el arquero antes de mirar hacia el tipo al que yo intentaba rescatar -. Hechicero, que asco dais.
Aquel arquero cogió una flecha especial de su carcaj y la lanzó contra aquel tipo, esa flecha tenía algo especial. No estaba seguro pero jure reconocer lo que llevaba. Era un dispositivo antimagia, la magia no afectaría a aquella flecha y, además, si alcanzaba a aquel tipo, se vería sin poderes mientras la llevara consigo.
Aprovechando la distracción de mi adversario, aproveche para rápidamente lanzar un par de flechas contra él mientras corría hacia él. El las esquivo y me recibió bloqueando mi golpe de arco. No se si el brujo había sido capaz de esquivar aquella flecha, pero esperaba que me ayudara a derrotar a este tipo. Yo trate de mantener ocupado a aquel arquero, defendiendo cada uno de sus ataques mientras lograba que le diera la espalda al brujo. Probablemente el arquero se haya dado cuenta de mis intenciones pero debía intentarlo y, tal vez, al brujo se le haya ocurrido algo.
Alex Raider
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Re: El vigilante de Lunargenta [Libre][Noche]][2/3]
Por un breve instante, Wind pudo esquivar una bala que el segundo arquero había enviado contra él. Decidió tomar partido por el contrario y se dispuso a utilizar su magia y sus armas para ayudar a que venciera en la batalla.
Cómo los movimientos de ambos eran rápidos, Wind no se atrevía a lanzar sus armas, aunque sí podía hacer intervenir la magia en la lucha.
Miró a su alrededor y pudo ver que aquella sala podía contener varios objetos con los que intervenir en la batalla. Paró su mirada en los restos de la silla que aquel vulgar hombre había lanzado contra la cúpula de aire. Una de sus patas se había roto y un punzante palo de madera sobresalía, en forma de estaca.
Con su telequinesis, elevó el palo unos centímetros del suelo lentamente y cuándo estuvo a la altura suficiente, lo impulsó rápidamente contra el muslo del arquero enemigo, incrustándose en su carne, causándole una inesperada herida.
- ¡Que te jodan!- exclamó enfadado por el arquero desconocido que había disparado contra él.
Esperaba que aquella herida ayudara al que parecía que sería su aliado en ese conflicto para que se opusiera a su enemigo. Wind quedó preparado para lanzar algún hechizo de aire o desviar alguna rápida flecha si volvía a disparar una contra él, aunque esperaba que su aliado terminase pronto con aquella pelea.
Cómo los movimientos de ambos eran rápidos, Wind no se atrevía a lanzar sus armas, aunque sí podía hacer intervenir la magia en la lucha.
Miró a su alrededor y pudo ver que aquella sala podía contener varios objetos con los que intervenir en la batalla. Paró su mirada en los restos de la silla que aquel vulgar hombre había lanzado contra la cúpula de aire. Una de sus patas se había roto y un punzante palo de madera sobresalía, en forma de estaca.
Con su telequinesis, elevó el palo unos centímetros del suelo lentamente y cuándo estuvo a la altura suficiente, lo impulsó rápidamente contra el muslo del arquero enemigo, incrustándose en su carne, causándole una inesperada herida.
- ¡Que te jodan!- exclamó enfadado por el arquero desconocido que había disparado contra él.
Esperaba que aquella herida ayudara al que parecía que sería su aliado en ese conflicto para que se opusiera a su enemigo. Wind quedó preparado para lanzar algún hechizo de aire o desviar alguna rápida flecha si volvía a disparar una contra él, aunque esperaba que su aliado terminase pronto con aquella pelea.
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Re: El vigilante de Lunargenta [Libre][Noche]][2/3]
La oportunidad que le había dado al brujo para ayudarme, parecía que había servido para algo. El arquero estaba tan pendiente de mi que ignoró por completo lo que mi nuevo mejor amigo estaba haciendo. Cuando le alcanzó el palo, aquel arquero grito de dolor y yo aproveche para asestarle un buen golpe de mi arco en su cabeza, provocando que perdiera el conocimiento y que su cuerpo cayera desplomado al suelo.
- No esta muerto, solo inconsciente -dije a aquel brujo mientras me acercaba -. Gracias por ayudarme. Tiene gracia, vine a salvarte y al final casi se podría decir que me has salvado tu a mi -le dije esbozando una leve sonrisa.
No se muy bien porque capturarían al brujo, pero las palabras del arquero me hacían pensar que probablemente fuera simplemente para atraerle a él, por lo que no podía evitar sentirse culpable.
- Te pido disculpas por lo ocurrido. Parece que él lo orquesto todo para atraerme aquí y hacerme caer en una trampa. Lo último que esperaba cuando empecé a llevar este cuero, es que mis acciones fueran a generar victimas inocentes.
Segundos después, la guardia de Lunargenta irrumpió, armados y amenazantes, hasta que un capitán se abrió paso y se detuvo ante mi.
- Ha sido todo él. Lo planeo todo para atraerme.
- Te dije que no tardaria en pasar algo así -me dijo el capitán, a quién conocía demasiado bien, por ayudarme en varias ocasiones ya -. Lleváoslo, hay una celda preciosa para él en el calabozo.
- No esta muerto, solo inconsciente -dije a aquel brujo mientras me acercaba -. Gracias por ayudarme. Tiene gracia, vine a salvarte y al final casi se podría decir que me has salvado tu a mi -le dije esbozando una leve sonrisa.
No se muy bien porque capturarían al brujo, pero las palabras del arquero me hacían pensar que probablemente fuera simplemente para atraerle a él, por lo que no podía evitar sentirse culpable.
- Te pido disculpas por lo ocurrido. Parece que él lo orquesto todo para atraerme aquí y hacerme caer en una trampa. Lo último que esperaba cuando empecé a llevar este cuero, es que mis acciones fueran a generar victimas inocentes.
Segundos después, la guardia de Lunargenta irrumpió, armados y amenazantes, hasta que un capitán se abrió paso y se detuvo ante mi.
- Ha sido todo él. Lo planeo todo para atraerme.
- Te dije que no tardaria en pasar algo así -me dijo el capitán, a quién conocía demasiado bien, por ayudarme en varias ocasiones ya -. Lleváoslo, hay una celda preciosa para él en el calabozo.
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Re: El vigilante de Lunargenta [Libre][Noche]][2/3]
Wind no llegó a ver qué ocurrió para que el arquero que le había atacado cayese al suelo. Desconocía si había muerto o no. Fue en ese momento, dónde el otro, se acercó a él interesado en su estado y agradecerle su ayuda.
Escuchó las excusas de aquel desconocido y las aceptó sin reparo, ya que intuía que no era su culpa.
- No te preocupes por mí. Me he repuesto de cosas peores.
En ese momento, varios soldados irrumpieron de súbito en la habitación. Wind se inquietó durante un breve instante, pero al parecer, conocían de sobra al joven que tenían delante. Decidieron intercambiar unas palabras, contándose lo que había sucedido.
El brujo aprovechó ese momento para acercarse a su bolsa de viaje, dónde tenía algunas vendas por usar. Su rostro estaba magullado a causa de los golpes que le habían propiciado pero no tenía ninguna herida grave que pudiera atender en ese instante.
Tras comprobar que estaba bien, se acercó de nuevo con las vendas en sus manos al arquero que le había ayudado a salir con vida de aquel incidente.
- ¿Estás herido? Tengo aquí unas vendas que probablemente te hagan sentir mejor- dijo, mientras le ofrecía una de ellas para que la tomase, para luego añadir- ¡Menuda bienvenida me ha dado vuestra ciudad! ¿Suelen pasar cosas así a menudo? La última vez que estuve aquí jamás pude imaginar que pudiera pasarme algo así...
Escuchó las excusas de aquel desconocido y las aceptó sin reparo, ya que intuía que no era su culpa.
- No te preocupes por mí. Me he repuesto de cosas peores.
En ese momento, varios soldados irrumpieron de súbito en la habitación. Wind se inquietó durante un breve instante, pero al parecer, conocían de sobra al joven que tenían delante. Decidieron intercambiar unas palabras, contándose lo que había sucedido.
El brujo aprovechó ese momento para acercarse a su bolsa de viaje, dónde tenía algunas vendas por usar. Su rostro estaba magullado a causa de los golpes que le habían propiciado pero no tenía ninguna herida grave que pudiera atender en ese instante.
Tras comprobar que estaba bien, se acercó de nuevo con las vendas en sus manos al arquero que le había ayudado a salir con vida de aquel incidente.
- ¿Estás herido? Tengo aquí unas vendas que probablemente te hagan sentir mejor- dijo, mientras le ofrecía una de ellas para que la tomase, para luego añadir- ¡Menuda bienvenida me ha dado vuestra ciudad! ¿Suelen pasar cosas así a menudo? La última vez que estuve aquí jamás pude imaginar que pudiera pasarme algo así...
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Re: El vigilante de Lunargenta [Libre][Noche]][2/3]
Mientras se llevaban al misterioso arquero, el brujo se interesó por mi estado y me ofreció algunas vendas. La verdad es que me encontraba bastante bien para los golpes que me habían dado. No creo que hiciera falta ninguna venda. Solo necesitaba llegar a casa y descansar.
- Oh descuida, son más moratones que otra cosa. Ha sido una noche dura -afirmé esbozando una sonrisa mientras escuchaba sus impresiones sobre el lugar -. Tratamos de hacer de esta una ciudad segura, pero no todos los días se consigue -aseguré tratando de restarle importancia al asunto - Apareciste probablemente en el momento más inoportuno y te cogieron, como podrían coger a otra persona.
Me di media vuelta y me disponía a alejarme del lugar, por el mismo camino por el que irrumpió la guardia. Sin embargo, me di cuenta de que era tarde y de que probablemente el viajero no tuviera donde alojarse, a estas horas las posadas seguramente estuvieran ya cerradas.
- Es tarde, los alojamientos están cerrados. Si quieres puedes pasar la noche en mi casa -le ofrecí en compensación por lo ocurrido.
En caso de negarse, seguiría mi camino hacia mi casa para poder dormir unas cuantas horas. Al día siguiente, tocaba preocuparse por aquel arquero. Puede que este encerrado pero algo dentro de mí hace que me sienta realmente preocupado ante esta nueva figura en mi vida.
- Oh descuida, son más moratones que otra cosa. Ha sido una noche dura -afirmé esbozando una sonrisa mientras escuchaba sus impresiones sobre el lugar -. Tratamos de hacer de esta una ciudad segura, pero no todos los días se consigue -aseguré tratando de restarle importancia al asunto - Apareciste probablemente en el momento más inoportuno y te cogieron, como podrían coger a otra persona.
Me di media vuelta y me disponía a alejarme del lugar, por el mismo camino por el que irrumpió la guardia. Sin embargo, me di cuenta de que era tarde y de que probablemente el viajero no tuviera donde alojarse, a estas horas las posadas seguramente estuvieran ya cerradas.
- Es tarde, los alojamientos están cerrados. Si quieres puedes pasar la noche en mi casa -le ofrecí en compensación por lo ocurrido.
En caso de negarse, seguiría mi camino hacia mi casa para poder dormir unas cuantas horas. Al día siguiente, tocaba preocuparse por aquel arquero. Puede que este encerrado pero algo dentro de mí hace que me sienta realmente preocupado ante esta nueva figura en mi vida.
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El arquero le comentó que no necesitaba de su asistencia, por lo que Wind quedó tranquilo sobre la gravedad de sus heridas. A la vez, escuchaba sus palabras, que justificaba la conducta de los malhechores.
- Sí, supongo que sólo tuve mala suerte- exclamó, sonriendo levemente, mientras guardaba sus vendas en la bolsa de viaje.
Tras su respuesta, escuchó su propuesta de alojamiento. Le sorprendió que alguien de su oficio le ofreciera a un desconocido quedarse en su hogar. ¿Acaso no daría demasiadas pistas sobre el paradero del lugar que debería considerar seguro? De todas formas, tenía claro de que iba a desistir su oferta.
- No te preocupes. Además, intuyo que ya no faltará mucho tiempo para el amanecer… Llegué al puerto avanzada ya la noche y después de todo este tiempo… Muchas gracias, de todas formas.
Miró de nuevo hacia el fondo de la estancia, viendo cómo los soldados recogían el cuerpo del hombre que había perdido el conocimiento.
- Ten cuidado con ese. Espero que no te lo vuelvas a encontrar… - dijo, mientras se disponía a marcharse- Por cierto, estaré alojado en El Potro Cojo. Si necesitas de alguna venda o de asistencia, estaré allí unos días.
Tras ofrecer amablemente sus servicios, el brujo se abrió camino, deseoso de salir de aquel edificio y llegar hasta la taberna, para conseguir descansar al fin.
- Sí, supongo que sólo tuve mala suerte- exclamó, sonriendo levemente, mientras guardaba sus vendas en la bolsa de viaje.
Tras su respuesta, escuchó su propuesta de alojamiento. Le sorprendió que alguien de su oficio le ofreciera a un desconocido quedarse en su hogar. ¿Acaso no daría demasiadas pistas sobre el paradero del lugar que debería considerar seguro? De todas formas, tenía claro de que iba a desistir su oferta.
- No te preocupes. Además, intuyo que ya no faltará mucho tiempo para el amanecer… Llegué al puerto avanzada ya la noche y después de todo este tiempo… Muchas gracias, de todas formas.
Miró de nuevo hacia el fondo de la estancia, viendo cómo los soldados recogían el cuerpo del hombre que había perdido el conocimiento.
- Ten cuidado con ese. Espero que no te lo vuelvas a encontrar… - dijo, mientras se disponía a marcharse- Por cierto, estaré alojado en El Potro Cojo. Si necesitas de alguna venda o de asistencia, estaré allí unos días.
Tras ofrecer amablemente sus servicios, el brujo se abrió camino, deseoso de salir de aquel edificio y llegar hasta la taberna, para conseguir descansar al fin.
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