[Guerra de Lunargenta] [Libre] [2/2] Noche de juegos diabólicos [Cerrado]
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[Guerra de Lunargenta] [Libre] [2/2] Noche de juegos diabólicos [Cerrado]
Con la situación de Lunargenta a punto de estallar al igual que un juego de química queda poco tiempo para los sanos placeres personales, cada pieza del tablero se alinea en un intento por sacar el máximo beneficio de su situación. Toda persona tiene sus partidarios favoritos ya sea por el bien común o no tan común.
Lo cierto es que cuando comience el conflicto todo se ira por la letrina, al final de la batalla habrá ganadores, perdedores y mucha gente pillada en medio. Es triste haber llegado a un punto tan pesimista del relato con la misma capital como campo de juego para ejércitos pero sin duda nadie lo vio venir.
La esfera se encuentra sellada a cal y canto para mantener sus integrantes seguros, los gorriones tienen suficiente allí adentro para durar meses en las mismas condiciones que el rey de Lunargenta. Actualmente el único niño del grupo que se mueve por las calles es Maquiavelo… ¿o tal vez no?
Moverse por una ciudad en la mira es poco sano aunque esta vez Chimar tiene razones apremiantes, una carta encontrada en plena entrada de su instalación le dio motivos para anteponerse a los peligros. El frente del mensaje se encuentra en blanco y la parte trasera muestra un dibujo de buena calidad que resulta perturbadoramente conocido al niño, su antigua casa en el distrito alto.
Es de noche, si bien una ciudad llena de vampiros dificulta la navegación nocturna… ya el mocoso tiene suficiente experiencia para pecar de osado. Llega a su hogar a buena hora y permanece afuera varios minutos, por alguna razón inexplicable siente temor de entrar y debe convencerse cual iniciado.
Abre la puerta y de inmediato nota una luz arriba, su miedo aumenta pues no percibe a nadie. Sube la escalera con cautela tratando de reunir valor y al llegar a la salita superior se encuentra un panorama desconcertante, tres platos de comida languidecen en la mesa de centro con la temperatura óptima para ser comidos.
Esto es bastante aterrador…
Vuelve mirar alrededor y sigue sin encontrar absolutamente nada, es como si la casa estuviera desierta pero la ausencia no monta una atractiva cena con decoración incluida. Es claro que alguien le espera aunque su negativa a mostrarse no da mucha confianza, eso sin mencionar que a Chimar no le gusta que alguien hondee en su historia personal.
Si alguien desea aparecer es el momento, me largo en cinco.
Lo cierto es que cuando comience el conflicto todo se ira por la letrina, al final de la batalla habrá ganadores, perdedores y mucha gente pillada en medio. Es triste haber llegado a un punto tan pesimista del relato con la misma capital como campo de juego para ejércitos pero sin duda nadie lo vio venir.
La esfera se encuentra sellada a cal y canto para mantener sus integrantes seguros, los gorriones tienen suficiente allí adentro para durar meses en las mismas condiciones que el rey de Lunargenta. Actualmente el único niño del grupo que se mueve por las calles es Maquiavelo… ¿o tal vez no?
Moverse por una ciudad en la mira es poco sano aunque esta vez Chimar tiene razones apremiantes, una carta encontrada en plena entrada de su instalación le dio motivos para anteponerse a los peligros. El frente del mensaje se encuentra en blanco y la parte trasera muestra un dibujo de buena calidad que resulta perturbadoramente conocido al niño, su antigua casa en el distrito alto.
Es de noche, si bien una ciudad llena de vampiros dificulta la navegación nocturna… ya el mocoso tiene suficiente experiencia para pecar de osado. Llega a su hogar a buena hora y permanece afuera varios minutos, por alguna razón inexplicable siente temor de entrar y debe convencerse cual iniciado.
Abre la puerta y de inmediato nota una luz arriba, su miedo aumenta pues no percibe a nadie. Sube la escalera con cautela tratando de reunir valor y al llegar a la salita superior se encuentra un panorama desconcertante, tres platos de comida languidecen en la mesa de centro con la temperatura óptima para ser comidos.
Esto es bastante aterrador…
Vuelve mirar alrededor y sigue sin encontrar absolutamente nada, es como si la casa estuviera desierta pero la ausencia no monta una atractiva cena con decoración incluida. Es claro que alguien le espera aunque su negativa a mostrarse no da mucha confianza, eso sin mencionar que a Chimar no le gusta que alguien hondee en su historia personal.
Si alguien desea aparecer es el momento, me largo en cinco.
Última edición por Chimar el Mar Mayo 22 2018, 00:07, editado 1 vez
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [2/2] Noche de juegos diabólicos [Cerrado]
Seguir a su propio amigo resultaba raro.
Normalmente cuando seguía a alguien despertaban sus instintos asesinos, imaginándose las distinta maneras cómo su daga trazaría mórbidos dibujos sobre la piel de la presa, o las tripas desparramándose en artísticos desplantes sobre el suelo, incluso los últimos ruidos que daría el sujeto. ¿Gritaría?, ¿lloraría?, ¿gemiría?
Nada de eso tenía cabida cuando se trataba de un amigo. ¿O sí?. Era cierto que la costumbre le despertaba imágenes en su cabeza, pequeñas escenas fugaces que duraban apenas un instante antes de ser removidas. Alguno que otro órgano vital de Chimar fue visto en vívidos detalles despojado del resto del cuerpo, pero nada más. Demian sabía mantener las cosas a raya y, a pesar de todo, había conocido la amistad.
Por supuesto, la daga que llevaba en sus manos no era para asesinar a Chimar, claro que no. Sólo la llevaba por precaución. Nunca se sabía cuándo los vampiros podían querer alimentarse y no disponía de cantidades excesivas de sangre para compartir cual botella de jugo.
Era la primera vez que estaba tan cerca de su amigo en... ¿cuánto tiempo?, ni siquiera estaba seguro. En alguna ocasión se había escondido lejos, pero sólo había presenciado una figura vaga, nada más. Sentía un impulso por salir, hacerle alguna broma y pretender como si nada hubiera pasado, pero su amigo estaba preocupado.
Luego estaban esos platos de comida. No debían estar allí, algo andaba mal. Revelarse en esos momentos sólo podía poner más en peligro a su amigo. Ya llegaría el momento. Primero debía saber de qué se trataba todo aquello.
Concentró, pues, sus energías mágicas, dejando que el flujo del éter corriera por sus venas y se liberara por sus poros, cubriéndolo de una ilusoria oscuridad que se volvía transparencia, pero una transparencia que le incluía a él también.
Se agazapó tras un mueble, algún viejo estante, procurando no hacer el más mínimo ruido. Escuchó los comentarios de su amigo, pero se abstuvo de decir nada. Sólo era una sombra, parte del ambiente, un flujo de aire irrelevante, nada más. Él no estaba allí, ya no.
Demian
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [2/2] Noche de juegos diabólicos [Cerrado]
La incertidumbre nunca es agradable, esperar que alguien salte de las sombras genera repulsión hasta en el más valeroso. Chimar es un niño genio con fortaleza en abundancia pero… quizás no tan valiente. Según dijo un sabio hace tiempo, quien no sienta miedo esta muerto o es un necio.
Irónicamente entre todas las emociones exaltada Maquiavelo no nota un detalle bastante obvio, el enorme reloj de cuerda se encuentra funcionando. Padre e hijo lo construyeron hace años, puede durar activo bastante pero ya debería está reposando en espera de más cuerda.
El segundero resuena bastante, resulta extraño que no lo hubiera pillado en su entrada. Niega con la cabeza para sacarse ideas raras, tal vez sus cálculos están errados y si le dejo cuerda durante la ultima fiesta de cumpleaños… totalmente irracional y falto de base pero puede pasar.
Una mujer llora porque no puede encontrar a su hijo… es curioso, lleva haciendo lo mismo una semana.
Aquella voz infantil desconocida hace que el genio se ponga tan blanco como la leche, temerosamente voltea y se encuentra a un niño raro mirando por la ventana. Trata de preguntar algo, de soltar un comentario soez, de siquiera reaccionar… no lo logra, esta es una de las pocas veces en que lo pillan desprevenido.
Lo siento, creo que te asuste, suelo asustar a la gente sin intención pero puedo arreglarlo esta vez.
El chico se voltea revelando su apariencia, es un chiquillo bastante pequeño y por alguna razón lleva cierto tambor de hojalata encima, de los que venden en las jugueterías caras. Toma un palito en cada mano y da varios toques al instrumento, dicha acción aunque suene ilógico logra disminuir una buena cantidad de temor en el genio.
Siempre ayuda “sonríe” me gusta ayudar.
Avanza y toma asiento en la mesa de centro, luego comienza a comer como si nada. Sabe manejar los cubiertos de buena forma lo que revela cierta educación, un dato curioso como mínimo. Chimar quien aun no sabe muy bien como interpretar lo que pasa le sigue el juego y se sienta en una de las sillas, da algunas probadas a la cena sorprendiéndose por el buen sabor.
¿Sabe bien?
Si… debo preguntar “trata de centrarse” ¿porque hay tres platos?
Menuda pregunta más inútil pero fue lo único que se le ocurrió, lo considero más lógico que decir ¿Quién eres?... esa interrogante sí que es un cliché. Su interlocutor sigue comiendo y luego se detiene, pega una mirada al vacío con cierto aire de confusión antes de contestar.
No lo sé… imagine que sería apropiado “mira con nobleza” a veces tampoco entiendo las cosas.
El niño genio sigue comiendo antes de darse cuenta de la trama poco lógica que rodea su situación actual, es demasiado extraño como para seguir aceptando indirectas amables. No sabe si debe preguntarle otra cosa al niño o patearle el trasero para sacarle información, vale destacar que la última estrategia comienza a ganar puntos en su mente.
De acuerdo, ¿qué pasa aquí?
Aun no, esperemos.
Irónicamente entre todas las emociones exaltada Maquiavelo no nota un detalle bastante obvio, el enorme reloj de cuerda se encuentra funcionando. Padre e hijo lo construyeron hace años, puede durar activo bastante pero ya debería está reposando en espera de más cuerda.
El segundero resuena bastante, resulta extraño que no lo hubiera pillado en su entrada. Niega con la cabeza para sacarse ideas raras, tal vez sus cálculos están errados y si le dejo cuerda durante la ultima fiesta de cumpleaños… totalmente irracional y falto de base pero puede pasar.
Una mujer llora porque no puede encontrar a su hijo… es curioso, lleva haciendo lo mismo una semana.
Aquella voz infantil desconocida hace que el genio se ponga tan blanco como la leche, temerosamente voltea y se encuentra a un niño raro mirando por la ventana. Trata de preguntar algo, de soltar un comentario soez, de siquiera reaccionar… no lo logra, esta es una de las pocas veces en que lo pillan desprevenido.
Lo siento, creo que te asuste, suelo asustar a la gente sin intención pero puedo arreglarlo esta vez.
El chico se voltea revelando su apariencia, es un chiquillo bastante pequeño y por alguna razón lleva cierto tambor de hojalata encima, de los que venden en las jugueterías caras. Toma un palito en cada mano y da varios toques al instrumento, dicha acción aunque suene ilógico logra disminuir una buena cantidad de temor en el genio.
Siempre ayuda “sonríe” me gusta ayudar.
Avanza y toma asiento en la mesa de centro, luego comienza a comer como si nada. Sabe manejar los cubiertos de buena forma lo que revela cierta educación, un dato curioso como mínimo. Chimar quien aun no sabe muy bien como interpretar lo que pasa le sigue el juego y se sienta en una de las sillas, da algunas probadas a la cena sorprendiéndose por el buen sabor.
¿Sabe bien?
Si… debo preguntar “trata de centrarse” ¿porque hay tres platos?
Menuda pregunta más inútil pero fue lo único que se le ocurrió, lo considero más lógico que decir ¿Quién eres?... esa interrogante sí que es un cliché. Su interlocutor sigue comiendo y luego se detiene, pega una mirada al vacío con cierto aire de confusión antes de contestar.
No lo sé… imagine que sería apropiado “mira con nobleza” a veces tampoco entiendo las cosas.
El niño genio sigue comiendo antes de darse cuenta de la trama poco lógica que rodea su situación actual, es demasiado extraño como para seguir aceptando indirectas amables. No sabe si debe preguntarle otra cosa al niño o patearle el trasero para sacarle información, vale destacar que la última estrategia comienza a ganar puntos en su mente.
De acuerdo, ¿qué pasa aquí?
Aun no, esperemos.
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [2/2] Noche de juegos diabólicos [Cerrado]
No fue necesario esperar demasiado para averiguar quién estaba detrás de la extraña escena. Alguien esperaba a Chimar, alguien que le conocía de una manera bastante profunda, pues había apelado a su origen familiar. Lo extraño de todo eso radicaba en la anticipación de preparar la mesa.
Demian esperaba que su amigo reaccionara con el cuidado que habían aprendido a la fuerza en las calles y en sus peligrosas aventuras. Nunca se sabía qué se podía encontrar, ni qué planes podía tener algún enemigo con uno, así que siempre era sensato esperar antes de aceptar un regalo servido así sin más, sin explicación. Era muy fácil envenenar una comida.
Para su decepción, Chimar se sentó sin más y comenzó a comer.
Demian decide que ya no puede simplemente esconderse a esperar. Su amigo podría morir entre horribles dolores si las cosas salen mal y él simplemente ser un testigo impotente. Después de todo, él conoce algunos trucos para manipular venenos.
Sale de su rincón y comienza a caminar. Sus pasos son ligeros, como plumas que apenas rozan el suelo, su respiración ha sido reducida al mínimo, hasta los latidos de su corazón son tomados en cuenta para coincidir con su movimiento. No es más que una sombra, o menos que eso, porque una sombra puede ser vista.
El plan original era herir primero y preguntar después, pero el otro sujeto es un niño, y uno bastante pequeño por lo demás. Demian puede ser un asesino y haber tomado tantas vidas en su corta carrera que ya ni siquiera puede contarlas, pero no ha tomado la de otros niños. Al contrario, los Gorriones fueron su intento de incluso ayudar a otros chicos en condiciones de abandono. Él sabe las injusticias del mundo hacia aquellos cuya cabeza aún no llega a alcanzar el mostrador de algunas tiendas.
Ahora tiene también otro dilema. Durante un tiempo ha usado siempre máscaras, ilusiones que cubren su rostro y le hacen parecer otra persona. Se ha vuelto bastante bueno en ello, cambiando de tanto en tanto su alias, para evitar llamar demasiado la atención. Por otro lado, sabe que si aparece desde una ilusión sosteniendo un cuchillo contra una potencial víctima será obvio quién es. Su amigo no es ningún idiota y ha visto el truco al menos un centenar de veces. No es que improvise o evolucione mucho la forma de hacerlo. Se podría decir que es su sello personal.
Decide que no insultará la inteligencia de Chimar pretendiendo ser otro.
Aparece.
El hecho que el otro sea pequeño y se encuentre sentado a la mesa hace más fácil dejar la punta de su filosa daga justo a la altura del cuello, casi reposando sobre el punto exacto donde pasa la arteria yugular.
–¿Quién eres?, ¿por qué has atraído a mi amigo hasta aquí?, ¿hay algún tipo de veneno en la comida?, ¿estás bajo las órdenes de alguien? —pregunta con una mezcla de premura con calma. Premura en la velocidad, pero calma en el tono de voz.
Saludaría a Chimar, pero no es momento. Su atención está completamente puesta en el potencial enemigo y no desviará sus ojos un segundo de aquel.
Demian
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [2/2] Noche de juegos diabólicos [Cerrado]
El chico es desconcertante, en el sentido más aterrador de la palabra. Es imposible saber sus motivaciones y eso solo sirve para aumentar la repulsión de un cauteloso Chimar. Por otro lado no ha realizado ninguna acción hostil, se muestra calmado e incluso asertivo.
Yo…
Finalmente.
De la nada alguien mas aparece, otra barra al nivel del rarómetro. Se trata nada mas y nada menos que de Demian… un extraño momento para volver sin duda. Chimar se pellizca en un intento por despertar de la extraña pesadilla en la que cree estar inmerso, solo falta que ambos chicos se transformen en criaturas come cerebros.
¿¿¡¡Dónde rayos has estado enano y que en el nombre de la ciencia haces aquí!!??
Dem no vacila, sigue amenazando al chiquillo con su característica personalidad homicida y una daga afilada. Su hermano sabe que no se le deben dar largas al pequeño brujo aunque jamás lo ha visto lastimar otro niño, parece tenerles cierto respeto en su intrincada moralidad.
Me llamo Canel “dice mientras toma algo de te sin comprometer su cuello al filo” los cite aquí para conversar “sonríe” la comida no tiene nada malo, aunque me disculpo pues quizás está un poco salada “pone una cara confusa” hablo por mí… no es bueno hablar por otras criaturas, ¿no lo creen?... Demian y Chimar.
Es claro que lleva planeando esta reunión desde hace tiempo, eso sin mencionar su estudio exhaustivo de los personajes involucrados. Una aproximación lógica que no sirve para disminuir la tensión en el ambiente. La única persona intelectual del recinto traga saliva por los nervios mientras espera.
Por favor coman, no se deben desperdiciar los alimentos.
Finquita esto tomando bocado, es sorprendente como logra mover las extremidades con la daga tan cerca del cuello. Lo cierto es que no se muestra asustado, nervioso, inundado por la adrenalina o molesto… solo continua con sus acciones como si ya hubiera experimentado la situación un millar de veces.
Me gusta tu vieja casa “Mira al niño genio” es bastante acogedora, claro que tu nueva adquisición resulta más interesante.
Vale, has dejado claro que llevas vigilándome bastante tiempo… ¿podemos llegar a la parte en la que demandas algo?
Sera un placer pero primero debo terminar la comida.
Dicho esto sigue enfocado en el plato, siempre erguido para evitar que la daga del enano ilusionista lo lastime. Su contemporáneo intelectual se queda con un rostro de confusión palpable, luego toma algo de su propia comida… aunque odie admitirlo el cocinero merece un premio.
Yo…
Finalmente.
De la nada alguien mas aparece, otra barra al nivel del rarómetro. Se trata nada mas y nada menos que de Demian… un extraño momento para volver sin duda. Chimar se pellizca en un intento por despertar de la extraña pesadilla en la que cree estar inmerso, solo falta que ambos chicos se transformen en criaturas come cerebros.
¿¿¡¡Dónde rayos has estado enano y que en el nombre de la ciencia haces aquí!!??
Dem no vacila, sigue amenazando al chiquillo con su característica personalidad homicida y una daga afilada. Su hermano sabe que no se le deben dar largas al pequeño brujo aunque jamás lo ha visto lastimar otro niño, parece tenerles cierto respeto en su intrincada moralidad.
Me llamo Canel “dice mientras toma algo de te sin comprometer su cuello al filo” los cite aquí para conversar “sonríe” la comida no tiene nada malo, aunque me disculpo pues quizás está un poco salada “pone una cara confusa” hablo por mí… no es bueno hablar por otras criaturas, ¿no lo creen?... Demian y Chimar.
Es claro que lleva planeando esta reunión desde hace tiempo, eso sin mencionar su estudio exhaustivo de los personajes involucrados. Una aproximación lógica que no sirve para disminuir la tensión en el ambiente. La única persona intelectual del recinto traga saliva por los nervios mientras espera.
Por favor coman, no se deben desperdiciar los alimentos.
Finquita esto tomando bocado, es sorprendente como logra mover las extremidades con la daga tan cerca del cuello. Lo cierto es que no se muestra asustado, nervioso, inundado por la adrenalina o molesto… solo continua con sus acciones como si ya hubiera experimentado la situación un millar de veces.
Me gusta tu vieja casa “Mira al niño genio” es bastante acogedora, claro que tu nueva adquisición resulta más interesante.
Vale, has dejado claro que llevas vigilándome bastante tiempo… ¿podemos llegar a la parte en la que demandas algo?
Sera un placer pero primero debo terminar la comida.
Dicho esto sigue enfocado en el plato, siempre erguido para evitar que la daga del enano ilusionista lo lastime. Su contemporáneo intelectual se queda con un rostro de confusión palpable, luego toma algo de su propia comida… aunque odie admitirlo el cocinero merece un premio.
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [2/2] Noche de juegos diabólicos [Cerrado]
El asunto era desconcertante y, si no fuera por la presencia de Chimar y que aparentemente confiaba en aquel chiquillo, habría terminado con el problema allí, de inmadiato, sin cavilaciones. Una cosa es que en sus reglas estaba ayudar a otros niños, otra cosa era ser usado y posiblemente amenazado por uno. Hasta allí duraba su voluntad de perdonar la vida.
–Más te vale que esto valga la pena —le murmura algo molesto al niño antes de guardar la daga. Por supuesto, la dejó cómodamente disponible para ser desenfundada ante la menor necesidad.
Se paseó un poco por la habitación, ignorando la comida. No le gustaba el cariz que estaba tomando la escena. Sentirse usado, por la persona que fuera, no le ponía de buen humor, mucho menos cuando no se le explicaba lo ocurrido. Atrás habían quedado los años en que obedecía ciegamente, habían muerto junto a un viejo hechicero que él mismo había perforado con su daga. Un hechicero que había sido un padre para él.
–Al grano con esto o me largo —gruñe finalmente. Es una suerte que, mientras más molesto y más golpeado hable, menos tendencia tiene al tartamudeo.
Camina entonces hacia donde su amigo Chimar comía y le tiende una mano a modo de saludo.
–He estado ocupado con... cosas... cosas de b-b-brujo —dice en un tono más amistoso.
Finalmente es por el joven humano que está allí y es por esa misma razón que no se ha largado ya en una nube ilusoria. De alguna manera esto tiene que ver con Chimar y es potencialmente peligroso. A pesar de la distancia que ha mantenido, aún sus amigos, Los Gorriones, están en sus pensamientos y no dejará que les ocurra nada malo.
Es probablemente el momento en que su amigo notará algunos cambios en su apariencia. Sus ropas son mucho más sencillas, apenas lo necesario, sin una capa, aunque sí con una conveniente capucha que sale de sus ropas. Sus pies van descalzos y su cabello está más largo y descuidado. Extrañamente no está especialmente sucio ni maloliente, al contrario, es una contradicción su aparente descuido con una buena higiene. En sus muñecas aún están las protecciones de cuero, aquellas donde esconde su pequeño bisturí y botellitas de veneno, esas cosas nunca están de más.
Toma un poco de aire y lo expulsa lentamente, lo que se refleja en su tensión muscular, que desciende al unísono. Su expresión facial pierde dureza y se aprecia ahora más tranquila.
–Espero que los ch-chicos estén bien —comenta.
Ya va un buen tiempo desde que no ve a los otros niños. Extraña especialmente a Ratita, con quien más alcanzó a compartir.
Demian
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [2/2] Noche de juegos diabólicos [Cerrado]
Demian se pone de mal humor y eso nunca es bueno, guarda su daga pero un chico con su velocidad es peligroso incluso a tres cuadras de distancia. Ciertamente ambos enanos ahora bailan al Compás del autodenominado Canel, no es un sentimiento muy agradable cuando se supera el miedo de muerte que da ese niño al entrar.
Su anfitrión “de casa ajena vale destacar” sigue comiendo, parece tan inmerso en la acción que resulta difícil pillar si es una mentira. Quizás este dando tiempo para que el ambiente se calme o literalmente le gusta mucho la comida… justo cuando Maquiavelo empezaba a conocer al gorrión mayor llega otro personaje más raro aún.
Claro… “Cosas de brujo”, tienes suerte de que sea un genio o me rebajaría al encuentro físico ahora mismo.
Se marcho en medio de situaciones complejas y ahora aparece como si nada… solo Dem hace cosas tan locas. Sin duda su vida monetaria a menguado mucho debido al aspecto que ostenta, es irónico que los gorriones no hayan hecho otra cosa más que escalar posiciones desde su partida.
Los chicos están mejor que nunca, Maquiavelo los cuida jeje.
Incluso antes de aparecer la esfera su grupito de ladrones había alcanzado cotas importantes, ahora son una fuerza a tener en cuenta. Tienen miembros, recursos y liderazgo nato… no se puede poner a un intelectual en la silla del jefe sin esperar que todo cambia drásticamente a mejor.
Es tiempo de que te pases por la esfera enano, debes pedir tu uniforme y… un corte de pelo.
Las cosas han cambiado bastante, ya no son solo criminales. Es claro que Chimar planea conquistar el mundo con un ejército de niños superdotados pero no lo dirá a diestra y siniestra, eso o le gusta mantener todo con más estética que una orden de caballería.
Buena comida, creo que ya puedo entrar en detalles “cierra los ojos y luego los abre formando un rostro juguetón” dos personas deben morir esta noche, por su bienestar.
¿Bienestar?
La esfera a despertado intereses ocultos y dos personas quieren hacerle daño… bueno, en realidad solo desean poseerla pero no tienen la voluntad necesaria “vuelve su sonrisa más seria” me gusta la esfera, no quiero verla dañada “asiente varias veces para sí mismo” revisen debajo de sus platos.
Maquiavelo avanza hasta su plato de comida medio lleno y lo levanta con cuidado, abajo encuentra una nota. Tiene escrita cierta frase que indica el objetivo, “Anthonias se escuda en la ciencia pero tiene intereses más oscuros, vio algo maravilloso y esta dispuesto a sacrificarlo todo por otra probada”.
Esto es… ¡Pero que rayos!
Canel ya no se encuentra en la habitación, desaparece sin dejar rastro. Es como la habilidad ilusoria que usa Demian pero… incluso el parece sorprendido. El genio observa la nota de nuevo, sabe que Anthonias era el galeno real y que de alguna manera termino colaborando con los vampiros luego de la retirada del rey.
¿Qué dice la tuya enano?
Su anfitrión “de casa ajena vale destacar” sigue comiendo, parece tan inmerso en la acción que resulta difícil pillar si es una mentira. Quizás este dando tiempo para que el ambiente se calme o literalmente le gusta mucho la comida… justo cuando Maquiavelo empezaba a conocer al gorrión mayor llega otro personaje más raro aún.
Claro… “Cosas de brujo”, tienes suerte de que sea un genio o me rebajaría al encuentro físico ahora mismo.
Se marcho en medio de situaciones complejas y ahora aparece como si nada… solo Dem hace cosas tan locas. Sin duda su vida monetaria a menguado mucho debido al aspecto que ostenta, es irónico que los gorriones no hayan hecho otra cosa más que escalar posiciones desde su partida.
Los chicos están mejor que nunca, Maquiavelo los cuida jeje.
Incluso antes de aparecer la esfera su grupito de ladrones había alcanzado cotas importantes, ahora son una fuerza a tener en cuenta. Tienen miembros, recursos y liderazgo nato… no se puede poner a un intelectual en la silla del jefe sin esperar que todo cambia drásticamente a mejor.
Es tiempo de que te pases por la esfera enano, debes pedir tu uniforme y… un corte de pelo.
Las cosas han cambiado bastante, ya no son solo criminales. Es claro que Chimar planea conquistar el mundo con un ejército de niños superdotados pero no lo dirá a diestra y siniestra, eso o le gusta mantener todo con más estética que una orden de caballería.
Buena comida, creo que ya puedo entrar en detalles “cierra los ojos y luego los abre formando un rostro juguetón” dos personas deben morir esta noche, por su bienestar.
¿Bienestar?
La esfera a despertado intereses ocultos y dos personas quieren hacerle daño… bueno, en realidad solo desean poseerla pero no tienen la voluntad necesaria “vuelve su sonrisa más seria” me gusta la esfera, no quiero verla dañada “asiente varias veces para sí mismo” revisen debajo de sus platos.
Maquiavelo avanza hasta su plato de comida medio lleno y lo levanta con cuidado, abajo encuentra una nota. Tiene escrita cierta frase que indica el objetivo, “Anthonias se escuda en la ciencia pero tiene intereses más oscuros, vio algo maravilloso y esta dispuesto a sacrificarlo todo por otra probada”.
Esto es… ¡Pero que rayos!
Canel ya no se encuentra en la habitación, desaparece sin dejar rastro. Es como la habilidad ilusoria que usa Demian pero… incluso el parece sorprendido. El genio observa la nota de nuevo, sabe que Anthonias era el galeno real y que de alguna manera termino colaborando con los vampiros luego de la retirada del rey.
¿Qué dice la tuya enano?
- Off:
- La nota de Demian dice: “escoger entre el deber y el honor es un dilema que atormenta a Cooper pues la muerte de un soldado es ligera como el viento, especialmente cuando actúa sin importar lo que cueste”
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [2/2] Noche de juegos diabólicos [Cerrado]
–No necesito un uniforme —comenta Demian, con una voz más calma– este es mi uniforme.
Da la impresión de que el niño brujo ha comenzado a sencillamente ignorar al pequeño de gestos raros. Escucha cuando habla de dos personas que deben morir y de instrucciones bajo el plato, de una esfera que para él no es relevante y de asuntos que poco le conciernen.
–No mato para otros, ya no —comenta con cierto desprecio.
En algún momento fue un asesino para una organización, en algún momento de su vida las cosas se reducían a algo sencillo, a ver quién era la víctima, seguirla, acecharla, asesinarla y volver a la base.
El chico críptico desaparece de pronto y Demian sigue tranquilo. Sus ojos no parecen mirar nada en particular mientras su mente explora rincones difíciles de escudriñar. Lentamente levanta su mano y el plato se eleva por efecto de su telekinesis. Debajo de la loza hay un papel, una nota, pero no se molesta en traerla hacia sí. La fuerza de su magia hace que el papel levite y vaya a parar justo en frente de Chimar.
–Tómalo... déjalo... estoy aquí para honrar lo q-q-que nos une, para defender a los Gorriones y a esta ciudad, pero no para tomar órdenes de alguien que ni siquiera explica sus intenciones.
Camina hasta estar más cerca de Chimar y extiende su mano. No se trata de un simple saludo, sino de una oferta, un acuerdo.
–Voy a pelear contigo, Chimar, vamos a salir de esta. No me importa lo que diga ese papel ni lo que quiera ese crío del tambor, vamos a estar hombro con hombro y vamos a terminar con estos jodidos vampiros, nigromantes y hasta con sus putas madres.
Hay decisión en su mirada, pero no la decisión que muestra cuando va a asesinar a alguien. Es una certeza con calma, una esperanza optimista, un impulso por hacer las cosas bien y acabar con lo que sea que se encuentre haciendo sombra sobre la ciudad.
Luego de esto se coloca la capucha y camina hacia la ventana, dando un salto se para en el marco en cuclillas, con la ciudad a sus espaldas.
–¿Dónde vamos primero?.
Demian
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [2/2] Noche de juegos diabólicos [Cerrado]
Con el chico espeluznante desaparecido las cosas vuelven a sentirse en control, solo queda Demian pero es un personaje ya conocido por Chimar. Ambas entidades son como el agua y el aceite, claramente el antiguo líder gorrión tiene su nuevo antagonista predilecto.
Veo que esas clases de superación han calado enano jajaja.
Dice a modo de broma por los comentarios emitidos por su hermano mayor, es raro verle despreciando una oportunidad para cometer asesinado. Tal vez Maquiavelo y los gorriones no fueron los únicos en cambiar durante todo el tiempo transcurrido.
Haciendo gala de su peculiar magia telequinética el niño brujo termina cediendo su papelito, va en serio eso de no querer jugar bajo las reglas de Canel. Con premura la única persona con titulo científico se apresura a leer y reconoce la referencia de nuevo vale destacar.
Interesante “pone mueca pensativa” muy interesante.
Cooper era un oficial de alto rango en la guardia antes del problemilla vampiro, su cuartel estaba cerca de lo que ahora es el patio trasero de la esfera. En parte lo expresado por su contacto parece posible, ambos sujetos pueden haber desarrollado una fijación con el nuevo fuerte gorrión.
Sin duda tenemos un problemilla agregado, tendremos que solucionarlo como en los viejos tiempos “se ríe entre dientes”
Los viejos tiempos se traducen en situaciones complicadas y difíciles… si bien continúa siendo la norma ahora ambos personajes realizan sus incursiones por separado. Los dos niños individualmente son duros de pelar pero juntos se transforman en una fuerza a tener en cuenta.
El primer objetivo está a varias cuadras, cerca de la plaza del reloj… ¡carrera!
Dice esto último mientras comienza a correr para después tirarse por la ventana, conoce lo suficiente su vieja casa como para saber todo atajo discreto. Una vez afuera y luego de cierta caída vistosa avanza como si no hubiera mañana, revivir una competitividad desaparecida sienta bien.
Avanza por las calles esquivando obstáculos e intentando pasar desapercibidos a los escasos transeúntes, nunca se sabe quien puede ser un vampiro. Minutos después logra divisar la plaza del reloj, un sitio bastante bonito que indica a todo turista que se encuentra en una de las partes caras.
Pega algunos vistazos a su retaguardia y no logra divisar al mocoso de personalidad compleja aunque tristemente eso no significa victoria, dicho personaje puede camuflase y suele hacerlo tan seguido como respirar… será un final debatido sin duda.
¡Lo siento enano pero esta la gano yo!
Veo que esas clases de superación han calado enano jajaja.
Dice a modo de broma por los comentarios emitidos por su hermano mayor, es raro verle despreciando una oportunidad para cometer asesinado. Tal vez Maquiavelo y los gorriones no fueron los únicos en cambiar durante todo el tiempo transcurrido.
Haciendo gala de su peculiar magia telequinética el niño brujo termina cediendo su papelito, va en serio eso de no querer jugar bajo las reglas de Canel. Con premura la única persona con titulo científico se apresura a leer y reconoce la referencia de nuevo vale destacar.
Interesante “pone mueca pensativa” muy interesante.
Cooper era un oficial de alto rango en la guardia antes del problemilla vampiro, su cuartel estaba cerca de lo que ahora es el patio trasero de la esfera. En parte lo expresado por su contacto parece posible, ambos sujetos pueden haber desarrollado una fijación con el nuevo fuerte gorrión.
Sin duda tenemos un problemilla agregado, tendremos que solucionarlo como en los viejos tiempos “se ríe entre dientes”
Los viejos tiempos se traducen en situaciones complicadas y difíciles… si bien continúa siendo la norma ahora ambos personajes realizan sus incursiones por separado. Los dos niños individualmente son duros de pelar pero juntos se transforman en una fuerza a tener en cuenta.
El primer objetivo está a varias cuadras, cerca de la plaza del reloj… ¡carrera!
Dice esto último mientras comienza a correr para después tirarse por la ventana, conoce lo suficiente su vieja casa como para saber todo atajo discreto. Una vez afuera y luego de cierta caída vistosa avanza como si no hubiera mañana, revivir una competitividad desaparecida sienta bien.
Avanza por las calles esquivando obstáculos e intentando pasar desapercibidos a los escasos transeúntes, nunca se sabe quien puede ser un vampiro. Minutos después logra divisar la plaza del reloj, un sitio bastante bonito que indica a todo turista que se encuentra en una de las partes caras.
Pega algunos vistazos a su retaguardia y no logra divisar al mocoso de personalidad compleja aunque tristemente eso no significa victoria, dicho personaje puede camuflase y suele hacerlo tan seguido como respirar… será un final debatido sin duda.
¡Lo siento enano pero esta la gano yo!
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [2/2] Noche de juegos diabólicos [Cerrado]
El miembro 'Chimar' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [2/2] Noche de juegos diabólicos [Cerrado]
¿Cuánto había pasado desde su desaparición?, ¿hace cuánto eran "los viejos tiempos"? De algunas cosas no estaba seguro. Sabía que en todo lo ocurrido habían vacíos, periodos de tiempo que no podía explicar, pero no tenía una referencia clara de exactamente cuánto era eso. Sólo sabía que antes había una ciudad pacífica en donde vivía con sus amigos y ahora el lugar estaba infectado de criaturas malignas.
El prospecto de atacar a un miembro de la guardia parecía distante, irrelevante, indigno siquiera de consideración. ¿Qué lograba con eso? nada.
Pero Chimar, por otro lado, parecía interesado y completamente positivo de que lo que había en esos papeles era, de alguna manera, un elemento clave en su supervivencia. Él no compartía el mismo sentimiento.
"Mátalos a todos".
Había un costo para su calma y autocontrol, la escisión de su pensamiento en ocasionales ráfagas de ideas, de imágenes y fantasías peligrosas, imposibles de predecir en cuanto a su momento en el continuo del tiempo, pero claras en su contenido.
Muerte.
Chimar echó a correr, pero él no hizo lo mismo. Caminó con calma, dejando la casa con una mirada distinta, de ceño fruncido y ojos intensos, de labios tensos y con una leve, casi imperceptible, media sonrisa.
La mirada del cazador.
La vida de una rata es efímera, impredecible. Se puede morir en cualquier momento, razón por la cual su imperativo biológico es reproducirse con cuanta frecuencia sea posible, alimentarse y volver a reproducirse. Sólo un gran número de ratas puede reemplazar a las mueren a diario. Se podría decir que una rata está siempre preparada para la muerte.
La rata del rincón de la cocina de la vieja casa de Chimar no estaba, sin embargo, lista para morir de esa forma.
Fue elevada del suelo por una fuerza misteriosa, una fuerza invisible que le jalaba de los pelos y le presentaba con el vientre expuesto hacia esa cría de hombre, ese ser enorme y terrible que le miraba de manera intensa.
La primitiva mente ni siquiera intentaba comprender lo que ocurría, sólo buscaba desesperadamente salir de allí, encontrar apoyo, correr de alguna manera. Este esfuerzo cesó cuando literalmente desde la nada se oyó el crujir de los huesos de su pata delantera derecha. Chilló, pero eso no impidió que el proceso se repitiera en su pata izquierda y luego en las posteriores.
La cría de hombre sólo miraba.
El instinto de la rata le advertía que estaba en grave peligro, trató de hacerse la muerta, no porque tuviera un plan, sino porque era la reacción de su cerebro ante el dolor.
No surgió mucho efecto.
El gigante levantó un objeto, una cosa fría, negra, con un espeluznante brillo. La rata quiso correr, pero el esfuerzo fue en vano. El objeto negro tocó su vientre.
Dolor.
Demian caminó relajado. El impulso de asesinar ya no estaba, había quedado atrás, hundido en el vientre de esa desafortunada rata, la misma que ahora estaba con sus interiores repartidos en un macabro orden sobre el suelo de la vieja cocina.
Llegaría tarde, al menos según lo que su amigo estimaría, pero era mejor llegar al encuentro con el hambre saciada. El hambre de muerte. Claro estaba, una rata no tenía el mismo impacto que una persona, pero al menos serviría.
Y allí estaba, la plaza del reloj. Puede que hubiese estado ausente (¿por cuánto?, ¿por qué), puede que hubiera vampiros por las calles y muertos vivientes en las cloacas, pero nada de eso le haría perder la orientación. Las calles había sido su hogar.
–Vale, ¿ahora qué? —pregunta a Chimar una vez que lo encuentra. Se le observa tranquilo, relajado, casi contento.
Una rata disentiría.
Demian
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [2/2] Noche de juegos diabólicos [Cerrado]
Demian llega mucho después… a perdido el toque sin duda. Claro que eso no disminuye las buenas sensaciones que genera en su hermano menor una marcada victoria, ese rostro de superioridad que Chimar forma cuando gana algo no tiene comparación.
Estas viejo Dem.
Sin duda ver la plaza del reloj en tal estado de soledad puede sorprender a cualquier nativo de Lunargenta como Maquiavelo, las cosas han cambiado. Quizás retomar la ciudad tome muchas vidas pero es un mal necesario, como cuando un científico medico experimenta con sujetos vivos.
Alrededor de la plaza pueden verse contadas mansiones, cada una limitada por el tamaño de la otra. Sin duda tributos a la vanidad, solo gente influyente puede comprarse una vivienda en la zona. Resulta curioso que Giaco tuviera oportunidad de elegir una quinta como suya en el pasado, solo declino la oferta por su extraño sentido de humildad.
Allí enano, la casa de Anthonias, debo admitir que tiene buen sentido de la estética.
Aquella mansión tiene varios niveles y cubre casi una cuadra entera, su estilo arquitectónico es bastante adelantado e incluso posee un nivel superior a modo estudio con secciones en cristal. Claramente el dueño a diseñado cada rincón, puliendo detalles con los años transcurridos.
Y la gente se queja de mi esfera…
Dice mientras se recuesta de un farol luminoso, cierto invento característico de Anthonias. Usa gases combustibles para mantener su llama e iluminar, todo funciona con un entramado sistema subterráneo que alimente la mecha. El niño genio conoce cada invención creada por sus rivales pues le ayuda a comparar líneas tecnológicas.
Tenemos tres formas de entrar, por arriba, por abajo o de frente “pone mueca pensativa” ¿Alguna preferencia?
Visito la casa en el pasado con su padre, antes de que el propietario se convirtiera en galeno real. Si bien en ese entonces la edificación era más modesta no se pueden mover algunas secciones. El enano se perdió por las calderas en ese entonces, lo encontraron arrojando engranajes a la forja en un intento por crear su propio juguete… incluso con cuatro años ya tenia en mente su norte.
Algo le dice que su segunda visita será menos placentera, la fortaleza de un intelectual suele tener muchas cosas diseñadas para eliminar intrusos. En ese aspecto son similares a cualquier mago, para bien o para mal ambos personajes cultivan la inteligencia aunque su propósito final difiera rotundamente.
“Me pregunto si podre quedarme algunos recuerdos”
Revisa sus bolsillos, más de una decena al contarse los de su capa especial. Chimar no roba diseños pero no le parece tan terrible tomar algo como base para generar un articulo muy diferente. Los inventores suelen tener una especie de “mente colectiva” en cuanto a creaciones, casi siempre terminan coincidiendo en varias cosas sin influencia alguna de las partes.
Estas viejo Dem.
Sin duda ver la plaza del reloj en tal estado de soledad puede sorprender a cualquier nativo de Lunargenta como Maquiavelo, las cosas han cambiado. Quizás retomar la ciudad tome muchas vidas pero es un mal necesario, como cuando un científico medico experimenta con sujetos vivos.
Alrededor de la plaza pueden verse contadas mansiones, cada una limitada por el tamaño de la otra. Sin duda tributos a la vanidad, solo gente influyente puede comprarse una vivienda en la zona. Resulta curioso que Giaco tuviera oportunidad de elegir una quinta como suya en el pasado, solo declino la oferta por su extraño sentido de humildad.
Allí enano, la casa de Anthonias, debo admitir que tiene buen sentido de la estética.
Aquella mansión tiene varios niveles y cubre casi una cuadra entera, su estilo arquitectónico es bastante adelantado e incluso posee un nivel superior a modo estudio con secciones en cristal. Claramente el dueño a diseñado cada rincón, puliendo detalles con los años transcurridos.
Y la gente se queja de mi esfera…
Dice mientras se recuesta de un farol luminoso, cierto invento característico de Anthonias. Usa gases combustibles para mantener su llama e iluminar, todo funciona con un entramado sistema subterráneo que alimente la mecha. El niño genio conoce cada invención creada por sus rivales pues le ayuda a comparar líneas tecnológicas.
Tenemos tres formas de entrar, por arriba, por abajo o de frente “pone mueca pensativa” ¿Alguna preferencia?
Visito la casa en el pasado con su padre, antes de que el propietario se convirtiera en galeno real. Si bien en ese entonces la edificación era más modesta no se pueden mover algunas secciones. El enano se perdió por las calderas en ese entonces, lo encontraron arrojando engranajes a la forja en un intento por crear su propio juguete… incluso con cuatro años ya tenia en mente su norte.
Algo le dice que su segunda visita será menos placentera, la fortaleza de un intelectual suele tener muchas cosas diseñadas para eliminar intrusos. En ese aspecto son similares a cualquier mago, para bien o para mal ambos personajes cultivan la inteligencia aunque su propósito final difiera rotundamente.
“Me pregunto si podre quedarme algunos recuerdos”
Revisa sus bolsillos, más de una decena al contarse los de su capa especial. Chimar no roba diseños pero no le parece tan terrible tomar algo como base para generar un articulo muy diferente. Los inventores suelen tener una especie de “mente colectiva” en cuanto a creaciones, casi siempre terminan coincidiendo en varias cosas sin influencia alguna de las partes.
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [2/2] Noche de juegos diabólicos [Cerrado]
Chimar parecía entusiasta por llevar a cabo las instrucciones del chico del tambor y ello le resultaba curioso a Demian. Miró la lujosa casa con un casi imperceptible suspiro. Como en los viejos tiempos, era llevado a blandir su daga con intenciones mortales hacia un objetivo desconocido.
–Vivir en un lugar luj-j-oso, o inusualmente llamativo, es llamar a los problemas —comentó.
Luego de eso miró hacia la casa y se encogió de hombros. En un lugar tan grande como ese había numerosas entradas posibles. Sólo bastaba con escoger un punto y decidirse a ir por allí, aunque cabían algunas precauciones, por supuesto.
Pasar el cerco no fue difícil, una vez hubo decidido el camino que tomaría. Un poco más complejos fueron los jardines, no por sus obstáculos, sino por lo abierto de su estructura, que permitía que cualquiera desde las ventanas pudiera ver a cualquier invasor atravesarlo.
Por supuesto, ese tipo de obstáculos no era gran cosa para Demian. El chico generó una especie de pantalla en sus manos. No era la misma técnica que usaba para volverse invisible, sino que era una especie de barrera ilusoria en forma de la mitad de una esfera, tras la cual avanzaba el joven mago.
–Vamos, Chim, detrás de mi —le indica a su compañero antes de comenzar a avanzar.
Para quien mirara de cerca, la pantalla tendría errores y no calzaría bien en los bordes, pero para los efectos prácticos de atravesar un jardín de noche debía ser más que suficiente.
Y en general lo fue.
Una vez llegado a la mansión, Demian deshizo la pantalla mientras buscaba un espacio cómodo para trepar que, sobre todo, no fuera fácil de vigilar.
–Arriba —dice, gesticulando con su dedo.
Llegó a una esquina en donde los desniveles de los ladrillos y adoquines hacían fácil el pisar sin hacer ruido, además de que no tenía ninguna ventana que apuntara de manera directa. La presencia de algunas enredaderas sólo hacía el proceso más fácil.
En general, para un asesino siempre era mejor entrar desde arriba, un lugar menos vigilado y con menos control que las entradas principales, donde la gente solía sentirse segura, cuando se trataba de invadir espacio privado.
Trepó hasta llegar a la ventana más alta.
–¿Ahora qué? —le pregunta a su amigo.
Demian
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [2/2] Noche de juegos diabólicos [Cerrado]
Cruzar el jardín no resulta difícil, Demian usa una de sus ilusiones para hacerles pasar desapercibidos. A Chimar lo invade la nostalgia por el acontecimiento, no ha tenido la oportunidad de conocer otros ilusionistas diestros y amistosos en su tiempo lejos del enano brujo.
Debo admitir que te extrañaba Dem, nadie sirve para una infiltración como tú.
Vale, ya dijo un cumplido y no volverá a hacerlo en mucho tiempo. Es un genio y tiene una reputación que mantener, la lógica no ve con buenos ojos tales cursilerías. Maquiavelo decide centrarse en lo que viene pues tiene que asesinar a un personaje casi tan listo como él.
Cruzan los matorrales cuidados y escalan a una ventana, tan diestros como dos fantasmas. Ya tienen suficiente habilidad como para burlar cualquier escenario, cuando lleguen a mayores podrían reclamar el liderato de algún gremio espía.
¿No es obvio?
Dice mientras burla el seguro de la ventana y les abre camino, tienen una labor que realizar. Demian no se siente muy a gusto con el asesinato encargado, sin duda un aspecto curioso teniendo en cuenta sus origines. Fue difícil para el dejar esa vida atrás, su hermano menor tendrá cuidado de no involucrarle de nuevo en cosas que lo puedan hacer “recaer”.
Entran en una especie de sala llena con aparatos, están exhibidos en grandes repisas selladas en cristal. Chimar mira detalladamente cada artilugio y siente la necesidad de llevarse todo al bolsillo aunque por desgracia Anthonias es precavido, no se pueden abrir los contenedores sin romperlos o desmontarlos y ambos métodos traen complicaciones agregadas.
Muy listo, este sujeto sabe cómo cuidar sus piezas.
Dice en voz ligera, con cierta admiración en sus palabras. Sabe reconocer algo eficiente cuando lo ve, sobre todo si tiene ciencia involucrada. Niega con la cabeza para volver a centrarse, no es buena idea encariñarse de algo que debes destruir… porque para eso están allí.
Dem… no quiero matar a Anthonias “baja la mirada” es un científico genial y me cae mejor que el niño del tambor.
Se detiene en seco y mira a su hermano buscando consejo, un extraño momento para arrepentirse sin duda. Lo cierto es que trato de ignorar el sentimiento toda la caminata sin mucho éxito, no lo ve como algo correcto. Existen pocos genios en Aerandir, deben cuidarse entre ellos para alcanzar la grandeza.
Si una amenaza realmente se cierne sobre la esfera lo mejor seria cerrar filas y esperar su ataque, luego responder acordemente. Tales acciones preventivas no dejan buen sabor de boca en el chico listo, le recuerdan a su padre y la gama de situaciones que desencadenaron su muerte bajo las sombras.
Debo admitir que te extrañaba Dem, nadie sirve para una infiltración como tú.
Vale, ya dijo un cumplido y no volverá a hacerlo en mucho tiempo. Es un genio y tiene una reputación que mantener, la lógica no ve con buenos ojos tales cursilerías. Maquiavelo decide centrarse en lo que viene pues tiene que asesinar a un personaje casi tan listo como él.
Cruzan los matorrales cuidados y escalan a una ventana, tan diestros como dos fantasmas. Ya tienen suficiente habilidad como para burlar cualquier escenario, cuando lleguen a mayores podrían reclamar el liderato de algún gremio espía.
¿No es obvio?
Dice mientras burla el seguro de la ventana y les abre camino, tienen una labor que realizar. Demian no se siente muy a gusto con el asesinato encargado, sin duda un aspecto curioso teniendo en cuenta sus origines. Fue difícil para el dejar esa vida atrás, su hermano menor tendrá cuidado de no involucrarle de nuevo en cosas que lo puedan hacer “recaer”.
Entran en una especie de sala llena con aparatos, están exhibidos en grandes repisas selladas en cristal. Chimar mira detalladamente cada artilugio y siente la necesidad de llevarse todo al bolsillo aunque por desgracia Anthonias es precavido, no se pueden abrir los contenedores sin romperlos o desmontarlos y ambos métodos traen complicaciones agregadas.
Muy listo, este sujeto sabe cómo cuidar sus piezas.
Dice en voz ligera, con cierta admiración en sus palabras. Sabe reconocer algo eficiente cuando lo ve, sobre todo si tiene ciencia involucrada. Niega con la cabeza para volver a centrarse, no es buena idea encariñarse de algo que debes destruir… porque para eso están allí.
Dem… no quiero matar a Anthonias “baja la mirada” es un científico genial y me cae mejor que el niño del tambor.
Se detiene en seco y mira a su hermano buscando consejo, un extraño momento para arrepentirse sin duda. Lo cierto es que trato de ignorar el sentimiento toda la caminata sin mucho éxito, no lo ve como algo correcto. Existen pocos genios en Aerandir, deben cuidarse entre ellos para alcanzar la grandeza.
Si una amenaza realmente se cierne sobre la esfera lo mejor seria cerrar filas y esperar su ataque, luego responder acordemente. Tales acciones preventivas no dejan buen sabor de boca en el chico listo, le recuerdan a su padre y la gama de situaciones que desencadenaron su muerte bajo las sombras.
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [2/2] Noche de juegos diabólicos [Cerrado]
–Mi maestro decía que extrañar es de los débiles... —mencionó Demian casi con enojo–, pero puedo decir lo mismo, excepto p-p-por la infiltración.
Ya estaban dentro de la mansión y algunas cosas allí parecían interesantes, sin embargo lo más interesante de todo no era el lugar, sino el cambio en la conducta de su amigo. Hasta ahora el chico parecía bastante convencido de lo que hacían allí, pero de pronto mostraba dudas.
Demian suspiró, mientras una parte de sí le decía que ahora él iba a tener que completar lo que habían ido a hacer. Una línea más a una muralla lacerada completamente.
Ahora debía hacer el ejercicio inverso a lo que había estado haciendo. Así como antes había despertado su calma mediante la meditación y había dejado ir su instinto asesino mediante un pequeño acto, ahora debía hacer lo contrario. Cerró sus ojos.
Imaginó sus tiempos de entrenamiento en las Islas Illidenses, sus primeros pasos con la daga... y la primera vez que derramó sangre ajena. El aroma metálico, la agradable temperatura del líquido vital al derramarse sobre la piel, el intenso color escarlata... todo eso era agradable.
Abrió los ojos con una nueva mirada, más fría e intensa, como la de un cazador en busca de su presa.
–La opción más obvia sería el dormitorio principal... veamos —comenta más para sí que para Chimar.
Con pasos ligeros, inaudibles, se desplaza hasta la puerta y se asoma al pasillo. El lugar es claramente un despliegue de ostentación, no sólo económica, sino de ciertos llamativos artefactos. Sus ojos reposan sobre las puertas.
La distancia entre las puertas puede decir mucho sobre las dimensiones de la misma y Demian calcula cuál de ellas es la más amplia. Su ubicación respecto a lo que parece el servicio, la escalera y la posición central le hacían un perfecto candidato a dormitorio principal.
Se acercó con paso aún más suave, dejando que sus instintos le movieran. Estaba atento, mirando los pasillos ante posibles señales de intromisión.
Una vez frente a la puerta dejó que el éter le rodeara. Su magia se hizo presente, cubriéndolo de ilusiones, de esas que su amigo conocía muy bien. Se ocultó, favorecido por las sombras, para evitar ser detectado.
Luego de eso extendió su mano invisible hacia la cerradura. Su telekinesis movió lentamente el bloqueo desde el interior. No se trataba de un truco complejo, era algo que venía haciendo hace ya bastante y que dominaba muy bien.
La puerta cedió, abriéndose muy lentamente hasta tener el espacio justo para entrar.
Y Demian entró, una sombra invisible cruzando el pórtico, daga en mano, ojos de cazador.
Demian ha usado su habilidad de nivel 0: Presencia Fantasmal.
Demian
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [2/2] Noche de juegos diabólicos [Cerrado]
La respuesta ante las inseguridades del enano inventor por parte de su hermano resulta previsible, seguir adelante. Aunque Demian se mostro renuente en un principio a terminar con Anthonias… una vez se le mete una misión homicida no hay nada que lo haga desistir.
El joven genio niega con la cabeza resignado, mejor hacerle caso al brujo y terminar todo rápido. Al menos toma un leve consuelo en que su sentimiento de nostalgia fue compartido, claramente ambos gorriones no volverán a tocar el tema pero lo tienen en mente.
A partir de allí los dos niños avanzan con un objetivo claro, acabar con la vida del adulto listo. Maquiavelo tendrá que buscar redención personal creando muchas cosas geniales pero no puede renunciar a la misión actual, ha llegado demasiado lejos.
Su hermano mayor se encarga de allanar el terreno, claramente esos meses de vacaciones no lo volvieron inexperto. Sin duda debió tener entretenimiento poco sano durante su ausencia, ya tendrá que soltar prenda durante la cena.
Cuando su puerta predilecta se abre y el chiquillo hechicero avanza tiene lugar algo que ningún criminal quiere escuchar cuando esta infiltrado, el sonido de una placa de presión. Chimar posa los ojos en el suelo con su mejor expresión de sorpresa aunque por desgracia no puede evitar que suenen las alarmas.
¡¡Rayos!!
Un ruido perturbador similar a una corneta se hace presente, luego toda la casa comienza… digamos que cobra vida. Las salidas externas se cierran y el edificio pasa a iluminarse por completo usando el mismo mecanismo del poste exterior, es claro que se sabe de su entrada forzada.
Aquella corneta sonando es un insulto a los sentidos pero Maquiavelo logra pillar con esfuerzo el sonido de pisadas y no son los característicos pasos humanos, es como si un pedazo de metal estuviera caminando. Para empeorar las cosas no es un solo juego, tienen varios entes moviéndose en curso de intersección por la casa.
Quien dijo que la ciencia no da seguridad personal…
Corre a ocultarse tras una cobertura, mas para impedir un ataque a distancia que otra cosa pues las sombras brillan por su ausencia. Por cierta ventana que da al interior logra ver la nueva amenaza que les acecha ahora, una serie de autómatas de aspecto bastante capaz.
Aquel pequeño genio vuelve a ocultarse con cierto temor palpable, combatir maquinas nunca es sencillo. Tiene muchas creaciones pero funcionan mejor contra seres vivos, monstruos artificiales son muy difíciles de pelar. Resulta irónico que le tenga miedo a luchar contra artilugios rivales teniendo en cuenta su especialización aunque el colmo del inventor es…
Hace unos gestos desesperados al hechicero compacto para intentar indicarle que tales creaciones suelen tener buenas formas de detección, es fácil notar su silueta con todo iluminado como feria. En este momento Maquiavelo es partidario de la política discreta, esa que da la capacidad para salir entero usando sigilo.
El joven genio niega con la cabeza resignado, mejor hacerle caso al brujo y terminar todo rápido. Al menos toma un leve consuelo en que su sentimiento de nostalgia fue compartido, claramente ambos gorriones no volverán a tocar el tema pero lo tienen en mente.
A partir de allí los dos niños avanzan con un objetivo claro, acabar con la vida del adulto listo. Maquiavelo tendrá que buscar redención personal creando muchas cosas geniales pero no puede renunciar a la misión actual, ha llegado demasiado lejos.
Su hermano mayor se encarga de allanar el terreno, claramente esos meses de vacaciones no lo volvieron inexperto. Sin duda debió tener entretenimiento poco sano durante su ausencia, ya tendrá que soltar prenda durante la cena.
Cuando su puerta predilecta se abre y el chiquillo hechicero avanza tiene lugar algo que ningún criminal quiere escuchar cuando esta infiltrado, el sonido de una placa de presión. Chimar posa los ojos en el suelo con su mejor expresión de sorpresa aunque por desgracia no puede evitar que suenen las alarmas.
¡¡Rayos!!
Un ruido perturbador similar a una corneta se hace presente, luego toda la casa comienza… digamos que cobra vida. Las salidas externas se cierran y el edificio pasa a iluminarse por completo usando el mismo mecanismo del poste exterior, es claro que se sabe de su entrada forzada.
Aquella corneta sonando es un insulto a los sentidos pero Maquiavelo logra pillar con esfuerzo el sonido de pisadas y no son los característicos pasos humanos, es como si un pedazo de metal estuviera caminando. Para empeorar las cosas no es un solo juego, tienen varios entes moviéndose en curso de intersección por la casa.
Quien dijo que la ciencia no da seguridad personal…
Corre a ocultarse tras una cobertura, mas para impedir un ataque a distancia que otra cosa pues las sombras brillan por su ausencia. Por cierta ventana que da al interior logra ver la nueva amenaza que les acecha ahora, una serie de autómatas de aspecto bastante capaz.
Aquel pequeño genio vuelve a ocultarse con cierto temor palpable, combatir maquinas nunca es sencillo. Tiene muchas creaciones pero funcionan mejor contra seres vivos, monstruos artificiales son muy difíciles de pelar. Resulta irónico que le tenga miedo a luchar contra artilugios rivales teniendo en cuenta su especialización aunque el colmo del inventor es…
Hace unos gestos desesperados al hechicero compacto para intentar indicarle que tales creaciones suelen tener buenas formas de detección, es fácil notar su silueta con todo iluminado como feria. En este momento Maquiavelo es partidario de la política discreta, esa que da la capacidad para salir entero usando sigilo.
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [2/2] Noche de juegos diabólicos [Cerrado]
–Genial.
Ahora resulta que Chimar no era el único que perdía su tiempo en hacer esas máquinas que non hacían sino replicar pobremente lo grandioso que se podía lograr con la magia, pero así eran los humanos. Después de todo, ellos no sabían usar la magia y algo debían hacer para compensarlo.
Lamentablemente, no tenía mucho tiempo para ponderar sobre los misterios de la vida sin sentir el éter (¡qué horrible!), ahora tenía que pensar rápido y buscar una solución al problema.
Los puñales resultaban herramientas muy efectivas para acabar con la vida, capaces de herir de manera casi quirúrgica los finos canales por donde corría el líquido vital de los seres vivos. La sangre era como el éter, corría por con flujos fijos, determinados e importantes, predecibles al punto que manipularles permitía manipular la realidad misma.
Era una lástima que las máquinas no llevaran sangre.
Chimar inmediatamente buscó refugio, pero Demian, a pesar de su prudencia, se daba cuenta que ya era tarde para pretender que no estaban allí. Los problemas requerían soluciones y las soluciones requerían pensar.
Miró con detenimiento las máquinas que se acercaban en su contra.
El tiempo con Chimar le había permitido entender bastante de esas cosas. No se había interesado en armar versiones propias, mas comprendía bastante de su estructura. Sabía que al final todo se reducía a una cadena de movimientos. Una cosa movía a la otra y ésta, a su vez, movía a la siguiente. Era en el fino calibre de los cambios entre una pieza y otra, como los distintos tamaños y la distinta manera en que la fuerza era transferida en que se lograba la magia.
Como una persona, al fin y al cabo.
Las personas también tenían piezas pequeñas que causaban efectos sobre otras más grandes y, saber dónde atacarlas hacía mucho más fácil matar a alguien.
En el caso de los seres vivos, sin embargo, las piezas usualmente estaban bien ocultas bajo capas de piel, grasa y músculo. En el caso de estas máquinas él podía ver con claridad algunas de las piezas en movimiento.
Se concentró.
El flujo del éter era como un entramado infinito de filamentos unidos a todas y cada de las cosas. Mover un hilo en un lugar podía tener un impacto sobre los hilos en otro, en una relación invisible a la mayoría de los seres. Pero no a un brujo.
Movió sus dedos concentrado, dejando que la telekinesis hiciera su efecto. Bastó mover una pieza pequeña, un engranaje que podía ver cómo conectaba a 3 de mayor tamaño y estaba en constante movimiento, manteniendo todo en orden.
Tal y como había calculado, el mover esa pieza, sacarla de su sitio y desconectarla del resto de las uniones hacía que todo el aparataje se alterara. Las funciones de movimiento de la máquina cesaron, entrando un inútil giro de engranajes que no llegaban a mover los "músculos" mecánicos.
Demian sonrió.
No por mucho.
En el tiempo que había gastado en desarmar esta pieza de una de las máquinas, la otra de esas cosas le había alcanzado y, sin miramientos, le había propinado un fuerte golpe en el costado. Como un saco liviano, Demian fue a parar de lado al suelo, con un intenso dolor en el costado y una línea entre las costillas que pronto se convertiría en un moretón.
Aturdido, buscó a su atacante con la mirada.
Demian
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [2/2] Noche de juegos diabólicos [Cerrado]
Anthonias tiene buen gusto para las creaciones, es imposible de negar incluso para un mocoso arrogante como Chimar. Los adultos suelen tener más posibilidades para desarrollar sus caprichos y contar con el puesto de galeno real hasta hace poco dotaba al frijol de muchos recursos.
Mientras el genio admira los artilugios de un digno aunque caprichosamente aventajado rival no cae en cuenta de que su hermano desafía sin reservas a uno de los aparatos. Cuando el niño intelectual pilla la escena no puede evitar preguntarse que hará a continuación el diminuto brujo.
“Sí Demian aprendió a lanzar fuego en su ausencia perderé una gran apuesta con Ratita”
Por suerte las reservas monetarias personales del líder gorrión no sufren ningún golpe, Dem solo aplica la telequinesis intrínseca que rodea a cualquier brujo. Ciertamente su lógica resulta acertada en cuando al juego de engranajes, tal acción despierta un poco de orgullo en su colega presente.
Y yo que me imaginaba que solo mirabas el vacío en mis clases.
Maquiavelo dio varias clases en la ratonera, mas que todo para Motas pero como era un espacio común todos terminaban empapados de teoremas científicos. Es bueno saber que sus lecciones calaron en alguien más… Ratita por su parte sigue siendo uno de los casos más severos en cuanto a falta de atención se refiere.
Por desgracia los recuerdos no pueden ser escrudiñados mucho tiempo en la mente del joven listo ya que otro autómata aparece y da sus mejores lecciones de vuelo al brujo. Teniendo su blanco incapacitado la maquina despliega varias cuchillas para avanzar después con una clara misión entre manos.
¡Sorpresa!
Chim Interviene arrojando su botella de acido concentrado y sonríe maliciosamente cuando el cristal se revienta, pronto la maquina termina empapada de material corrosivo por lo que su existencia se apaga poco a poco. Antes de lo que canta un gallo solo quedan pedazos de metal retorcido en el suelo, todo un crimen a la ciencia aunque bastante necesario.
Arriba enano, no es tiempo para siestas.
Esos eran los dos hostiles más cercanos, se siguen escuchando pisadas pero las restantes circulan otras áreas de la casa. Acaban de comprarse varios instantes de tranquilidad, suficientes para sacarse del bolsillo algún plan eficiente por consenso.
Podemos volver a la casa, atravesar el jardín interior o subir escalando… “le arroja una moneda a su hermano con delicadeza” que decida la suerte.
No posee muchas preferencias sobre el modo de actuar, sabe que Anthonias debe tener contramedidas en todos lados. Irrumpir en la morada de un genio es horrible en todas las etapas, incluso con otra mente brillante las cosas nunca pueden estar en control para los infiltrados.
Mientras el genio admira los artilugios de un digno aunque caprichosamente aventajado rival no cae en cuenta de que su hermano desafía sin reservas a uno de los aparatos. Cuando el niño intelectual pilla la escena no puede evitar preguntarse que hará a continuación el diminuto brujo.
“Sí Demian aprendió a lanzar fuego en su ausencia perderé una gran apuesta con Ratita”
Por suerte las reservas monetarias personales del líder gorrión no sufren ningún golpe, Dem solo aplica la telequinesis intrínseca que rodea a cualquier brujo. Ciertamente su lógica resulta acertada en cuando al juego de engranajes, tal acción despierta un poco de orgullo en su colega presente.
Y yo que me imaginaba que solo mirabas el vacío en mis clases.
Maquiavelo dio varias clases en la ratonera, mas que todo para Motas pero como era un espacio común todos terminaban empapados de teoremas científicos. Es bueno saber que sus lecciones calaron en alguien más… Ratita por su parte sigue siendo uno de los casos más severos en cuanto a falta de atención se refiere.
Por desgracia los recuerdos no pueden ser escrudiñados mucho tiempo en la mente del joven listo ya que otro autómata aparece y da sus mejores lecciones de vuelo al brujo. Teniendo su blanco incapacitado la maquina despliega varias cuchillas para avanzar después con una clara misión entre manos.
¡Sorpresa!
Chim Interviene arrojando su botella de acido concentrado y sonríe maliciosamente cuando el cristal se revienta, pronto la maquina termina empapada de material corrosivo por lo que su existencia se apaga poco a poco. Antes de lo que canta un gallo solo quedan pedazos de metal retorcido en el suelo, todo un crimen a la ciencia aunque bastante necesario.
Arriba enano, no es tiempo para siestas.
Esos eran los dos hostiles más cercanos, se siguen escuchando pisadas pero las restantes circulan otras áreas de la casa. Acaban de comprarse varios instantes de tranquilidad, suficientes para sacarse del bolsillo algún plan eficiente por consenso.
Podemos volver a la casa, atravesar el jardín interior o subir escalando… “le arroja una moneda a su hermano con delicadeza” que decida la suerte.
No posee muchas preferencias sobre el modo de actuar, sabe que Anthonias debe tener contramedidas en todos lados. Irrumpir en la morada de un genio es horrible en todas las etapas, incluso con otra mente brillante las cosas nunca pueden estar en control para los infiltrados.
Chimar usa su habilidad de Lvl 7 (Sustancia corrosiva)
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [2/2] Noche de juegos diabólicos [Cerrado]
El fragor de la batalla, incluso aunque fuera mediante el dolor, siempre tenía un efecto activador.
Demian se puso de pie sosteniendo ambas dagas y con una mirada decidida. Ya estaban allí, ya tenían el agua hasta el cuello y no se iba a solucionar el asunto con sólo correr, buscar refugio y pretender volver más tarde. Era ahora o nunca.
–Yo que tú no andaría con es-sa cosa encima —comenta al ver el poderoso efecto del ácido.
Cierra los ojos unos momentos para reordenar sus ideas. Al parecer el sujeto al que buscan no estaba en el dormitorio principal, lo que significa que es muy probable que esté despierto, quizás en otra parte de la casa, o bien que simplemente, para mala suerte, no se encuentre en estos momentos.
Como precaución, realiza una rápida inspección del dormitorio, por si el sujeto se encuentra escondido en algún lugar. Revisa bajo la cama, detrás de cualquier puerta y se asegura de perforar el colchón y otros lugares con ropa en que fuera posible esconderse.
–Debemos cubrir cualquier puerta de retirada —informa a su compañero.
Lo que se suponía sería una misión de infiltración y sigilo se ha convertido en una batalla y una cacería abierta. No es la situación más cómoda para Demian, pero aún así es un escenario para el que está entrenado. No todo en el arte del asesinato se encuentra en esconderse acechar, a veces hay que pelear.
Sale de la habitación y se mueve con rapidez, aunque manteniendo el silencio de sus pies descalzos lo más que puede. Aún, a pesar de haber activado alarmas, es probable que el enemigo no conozca su posición exacta y se esté parapetando en algún rincón ante la alarma.
Siguiendo la lógica de que si no estaba durmiendo, debe haber estado ocupado en algo, y considerando que no se oía ruido de conversaciones, una conclusión lógica es que el sujeto se haya encontrado en su taller.
Según recuerda, no era raro que Chimar se encerrara en su taller por largas horas, a veces hasta perder la noción del tiempo. Así, puede esperar una conducta similar por parte de alguien que se dedica a manufacturar similares creaciones.
Empieza a buscar lo que pueda parecer un taller. Debe ser un lugar donde se aprecie algo de suciedad, probablemente más hacia un rincón de la casa donde pueda recibir luz natural sin ser molestado. Si considera que la mejor fuente de luz está en la mañana y las personas dedicadas suelen ser más eficientes en esa misma hora, sería de esperar que un taller se encontrara mirando hacia alguna ventana del lado este.
Camina en esa dirección, decidiéndose por la puerta más hacia el fondo que pudiera recibir tal luz, asumiendo que tampoco quiere que sus creaciones sean tan visibles, por lo que una ubicación natural es hacia el patio trasero.
Camina con cuidado, dando ahora pasos más delicados.
Demian
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [2/2] Noche de juegos diabólicos [Cerrado]
Dem muestra temor por el frasquito acido, una respuesta bastante lógica y que a sido imitada por muchos testigos en su situación. La ciencia puede ser… grotesca si se lo propone, es una cualidad que suele animar bastante al chiquillo inventor.
No te preocupes Dem, solo ataca a mis enemigos.
Forma una mueca maliciosa al final, no es muy común despertar miedo en el enano brujo y tales momentos deben ser guardados como tesoros invaluables. De momento pueden hacer tonterías pues no están en medio de una pelea, instantes de calma antes del huracán.
Asiente ante un comentario más técnico de su hermano, deben moverse. Lo cierto es que tiene bien presente que dadas las circunstancias Anthonias ya puede estar en el reino dragón… no es la infiltración mas callada del siglo sin lugar a dudas.
Inmediatamente aquel pequeño asesino entra en su “modo búsqueda”, intentando pillar algún detalle que lo lleve al homicidio deseado. Maquiavelo permanece cerca ayudando cada que puede y siguiendo las amenazas para poder cumplir años entero.
Su objetivo no está en la habitación, esa realidad es innegable. Pese a todo Demian continúa buscando cual sabueso hasta que finalmente abandonan el recinto actual, parece tener una pista buena pero no suelta detalle alguno.
Muy cerca viene su amigo inventor, inmerso en los patrones de movimiento que siguen las maquinas raras. Es sorprendente verle tan decidido si tenemos en cuenta que hace instantes abrazaba la idea de retirarse, nadie puede debatir el poder que tienen las circunstancias.
Las maquinaciones del chico ilusionista finalizan en el patio trasero, allí se puede ver una estructura interior con pinta de taller. No tiene nada que envidiarle a la esfera y por lo que se logra entrever de sus ventanales estéticos, está lleno de tesoros.
Esta vez me toca.
Dice mientras fuerza la cerradura con sus ganzúas en un periquete, una vez abierta la puerta pasa a desactivar la placa de presión. Cuando los ruidos agradables cesan aquel chiquillo mira con una sonrisa de oreja a oreja a su hermano buscando cierta aprobación.
No parece haber más protecciones pero el lugar esta desierto, busquemos pistas.
Es difícil para Chimar no comenzar a llevarse cada artefacto bonito al bolsillo aunque tiene la capacidad de pensar en la cuarta dimensión incluso ahora, si Anthonias muere la casa quedara abandonada un tiempo y podrá realizar muchas incursiones ilegales al sitio… quizás con toda la partida de gorriones para aumentar su capacidad de carga potencial.
No te preocupes Dem, solo ataca a mis enemigos.
Forma una mueca maliciosa al final, no es muy común despertar miedo en el enano brujo y tales momentos deben ser guardados como tesoros invaluables. De momento pueden hacer tonterías pues no están en medio de una pelea, instantes de calma antes del huracán.
Asiente ante un comentario más técnico de su hermano, deben moverse. Lo cierto es que tiene bien presente que dadas las circunstancias Anthonias ya puede estar en el reino dragón… no es la infiltración mas callada del siglo sin lugar a dudas.
Inmediatamente aquel pequeño asesino entra en su “modo búsqueda”, intentando pillar algún detalle que lo lleve al homicidio deseado. Maquiavelo permanece cerca ayudando cada que puede y siguiendo las amenazas para poder cumplir años entero.
Su objetivo no está en la habitación, esa realidad es innegable. Pese a todo Demian continúa buscando cual sabueso hasta que finalmente abandonan el recinto actual, parece tener una pista buena pero no suelta detalle alguno.
Muy cerca viene su amigo inventor, inmerso en los patrones de movimiento que siguen las maquinas raras. Es sorprendente verle tan decidido si tenemos en cuenta que hace instantes abrazaba la idea de retirarse, nadie puede debatir el poder que tienen las circunstancias.
Las maquinaciones del chico ilusionista finalizan en el patio trasero, allí se puede ver una estructura interior con pinta de taller. No tiene nada que envidiarle a la esfera y por lo que se logra entrever de sus ventanales estéticos, está lleno de tesoros.
Esta vez me toca.
Dice mientras fuerza la cerradura con sus ganzúas en un periquete, una vez abierta la puerta pasa a desactivar la placa de presión. Cuando los ruidos agradables cesan aquel chiquillo mira con una sonrisa de oreja a oreja a su hermano buscando cierta aprobación.
No parece haber más protecciones pero el lugar esta desierto, busquemos pistas.
Es difícil para Chimar no comenzar a llevarse cada artefacto bonito al bolsillo aunque tiene la capacidad de pensar en la cuarta dimensión incluso ahora, si Anthonias muere la casa quedara abandonada un tiempo y podrá realizar muchas incursiones ilegales al sitio… quizás con toda la partida de gorriones para aumentar su capacidad de carga potencial.
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [2/2] Noche de juegos diabólicos [Cerrado]
–Hasta que por error se reviente en tu bolsillo —comenta Demian en el tema de la botella.
Pero por ahora está más concentrado en otra cosa. Sigue la búsqueda del objetivo en aquella casa. Parece ser que los sistemas de seguridad no están dando problemas nuevamente. Aún le duele la zona del golpe de esa cosa, pero no es nada grave y está en plena capacidad de combate.
Luego de que Chimar hace su trabajo y desactiva una posible segunda ronda de máquinas asesinas, logran entrar a una habitación en el patio que, a todas luces, parece ser un taller.
En efecto, tras hacer su entrada descubre que hay distintos objetos que tienen bastante reminiscencia con lo que ha visto en el taller de su amigo, la mayoría claramente inconclusos o fallidos.
–Creo que aquí hay varios ju-juguetes que te pueden interesar.
Por supuesto, la mirada de Demian no se detiene en ellos. Aún deben encontrar al sujeto que los construye, que ha logrado mantenerse a salvo de la invasión de una manera bastante efectiva. Demian se pregunta si no estará ya en el otro extremo de la ciudad y buscan en vano. Si ese es el caso, razona, ya están en mucha desventaja para intentar salir en su búsqueda. Por ahora su mejor opción es seguir intentando encontrarle escondido.
Demian da una vuelta rápida al lugar y luego busca un lugar alto. Se trata de una mesa, de la que corre objetos hacia el costado y se sienta allí.
Por supuesto, el chico no se ha rendido ni intenta descansar, sino que deja que la magia fluya a través suyo.
Las ilusiones comienzan a aparecer, pero no son ilusiones comunes. Uno a uno, Demian examina cada rincón y lo va marcando. Etiquetas mágicas de un tenue brillo aparecen sobre cada cosa en la habitación. Los objetos que no son considerados relevantes son vueltos tenues, casi invisibles, mientras que las señales relevantes son destacadas.
Con un resplandor rojo, Demian marca ciertos objetos en el suelo, uno de ellos roto, otro que dejó un pequeño orificio en el piso que se encuentra limpio.
–Estas cosas fueron d-d-derribadas en un apuro —explica.
Luego en el piso comienzan a aparecer flechas que indican la dirección desde donde pareciera que fueron derribados. Apuntan en distintas direcciones, puesto que no es posible deducir a la perfección lo que pasó con cada uno, pero en su conjunto comienza a aparecer un patrón. Demian hace desaparecer las flechas que apuntan en direcciones que no se conforman con el resto, hasta que tiene más o menos un camino.
–Luego de entrar fue hacia allá —dice apuntando a una muralla donde hay unos libros– y luego de eso fue hacia esa otra muralla.
Demian marca con otra señal rola la falta de suciedad de esa última muralla en relación con los otros rincones.
Con las cartas sobre la mesa, Demian concluye que debe ser un paso necesario el de los libros para el camino tomado por el sujeto, claramente en un apuro. Se dirige hacia allí y comienza a examinar los libros.
Uno a uno, Demian extrae los libros del librero, hasta que de pronto uno se niega a salir. Al jalar con fuerza se oye un click.
La muralla antes señalada comienza a moverse.
Demian
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [2/2] Noche de juegos diabólicos [Cerrado]
Dem se toma a pecho la búsqueda de pistas, posee un bizarro sentido del deber inmaculado. Es difícil pillar compañeros así y Chimar lo sabe bien, casi siempre terminan metiendo la pata, muriendo o en muchas oportunidades ambas cosas.
Haciendo gala de sus ilusiones técnicas el chico brujo une cabos, todo esto mientras Maquiavelo saca una manzana de su bolsillo y comienza a morderla. Este último personaje no intervendrá, dejará que su hermano mayor haga los honores.
Mientras Dem sigue con sus juegos el genio pasa a detallar algunas maquinas interesantes por el taller, es suficiente con decir que la decisión sobre si robar o no los artículos de Anthonias luego de su deceso está más que tomada.
Cual detective de mundo alterno el diminuto hechicero termina descifrando su mayor misterio conjunto en meses, al característico sonido de un mecanismo logra activar la puerta secreta... se le dan bien las cosas misteriosas sin duda.
Para ese entonces Chimar ya está a su lado pues no quiere perderse nada, dicho niño es el primero en adentrarse por la entrada secreta. Recorren un camino descendente que termina en un taller interior con una pinta más siniestra que la zona elevada.
Allí se pueden ver jaulas junto con manchones de elementos naturales y sangre… nada agradable si se piensa con detenimiento posibles fuentes. La sala esta iluminada artificialmente y en la zona central del recinto se logra observar un aparato en cierto modo conocido para Maquiavelo.
Ese es un artefacto de comunicación lejano, e visto varios en la esf…
Lo interrumpe el sonido de aplausos secos, cuando voltea para revisar se encuentra con una figura conocida. Anthonias ha visto mejores días, si bien ya tiene sus años es claro que a pasado muchas noches sin dormir. Ojeras enormes y semblante desequilibrado rodean al personaje que en su momento fue galeno real... duro de ver.
Y aquí llegan los gorriones, los lideres nada menos “sonríe con perversidad” dos pájaros de un tiro.
¿¡Que quieres con la esfera!?
Merece un maestro mas acorde, no es nada personal, nada puede detener el progreso.
¿Llamas progreso a esta cámara de tortura?
Es solo un medio para un fin “se deja envolver por sus ideales” hice lo mismo con el patinete rey y la ocupación vampira, ahora paso información falsa a los humanos pero cuando reclamen el trono volveré a su lado “ríe para sí mismo” son solo piezas… lo cierto es que tengo un maestro mucho mejor.
¿De quién hablas?
Se forma un silencio incomodo mientras el antiguo galeno real hace un gesto para que Maquiavelo se acerque, instrucción que decide seguir ya sea por curiosidad o confianza. Para su desgracia cuando está cerca un apéndice mecánico lo manda a volar, tan fuerte es el golpe que termina noqueado en un rincón.
Bailemos chico “dice esta vez a Demian” mi señor prohíbe experimentar con niños pero… no tiene que enterarse.
De repente una extraña armadura se ensambla como por obra de magia alrededor de Anthonias, toda una obra de arte que Chimar apreciaría si no estuviera incapacitado. El artilugio personal posee placas de protección móviles junto con apéndices que se extienden y reclinan a voluntad, en todo sentido un hostil difícil.
Haciendo gala de sus ilusiones técnicas el chico brujo une cabos, todo esto mientras Maquiavelo saca una manzana de su bolsillo y comienza a morderla. Este último personaje no intervendrá, dejará que su hermano mayor haga los honores.
Mientras Dem sigue con sus juegos el genio pasa a detallar algunas maquinas interesantes por el taller, es suficiente con decir que la decisión sobre si robar o no los artículos de Anthonias luego de su deceso está más que tomada.
Cual detective de mundo alterno el diminuto hechicero termina descifrando su mayor misterio conjunto en meses, al característico sonido de un mecanismo logra activar la puerta secreta... se le dan bien las cosas misteriosas sin duda.
Para ese entonces Chimar ya está a su lado pues no quiere perderse nada, dicho niño es el primero en adentrarse por la entrada secreta. Recorren un camino descendente que termina en un taller interior con una pinta más siniestra que la zona elevada.
Allí se pueden ver jaulas junto con manchones de elementos naturales y sangre… nada agradable si se piensa con detenimiento posibles fuentes. La sala esta iluminada artificialmente y en la zona central del recinto se logra observar un aparato en cierto modo conocido para Maquiavelo.
Ese es un artefacto de comunicación lejano, e visto varios en la esf…
Lo interrumpe el sonido de aplausos secos, cuando voltea para revisar se encuentra con una figura conocida. Anthonias ha visto mejores días, si bien ya tiene sus años es claro que a pasado muchas noches sin dormir. Ojeras enormes y semblante desequilibrado rodean al personaje que en su momento fue galeno real... duro de ver.
Y aquí llegan los gorriones, los lideres nada menos “sonríe con perversidad” dos pájaros de un tiro.
¿¡Que quieres con la esfera!?
Merece un maestro mas acorde, no es nada personal, nada puede detener el progreso.
¿Llamas progreso a esta cámara de tortura?
Es solo un medio para un fin “se deja envolver por sus ideales” hice lo mismo con el patinete rey y la ocupación vampira, ahora paso información falsa a los humanos pero cuando reclamen el trono volveré a su lado “ríe para sí mismo” son solo piezas… lo cierto es que tengo un maestro mucho mejor.
¿De quién hablas?
Se forma un silencio incomodo mientras el antiguo galeno real hace un gesto para que Maquiavelo se acerque, instrucción que decide seguir ya sea por curiosidad o confianza. Para su desgracia cuando está cerca un apéndice mecánico lo manda a volar, tan fuerte es el golpe que termina noqueado en un rincón.
Bailemos chico “dice esta vez a Demian” mi señor prohíbe experimentar con niños pero… no tiene que enterarse.
De repente una extraña armadura se ensambla como por obra de magia alrededor de Anthonias, toda una obra de arte que Chimar apreciaría si no estuviera incapacitado. El artilugio personal posee placas de protección móviles junto con apéndices que se extienden y reclinan a voluntad, en todo sentido un hostil difícil.
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [2/2] Noche de juegos diabólicos [Cerrado]
La comisura del lado derecho del rostro de Demian se eleva de manera casi imperceptible, mientras su cabeza se inclina hacia el frente y sus ojos observan con atención al enemigo. Suspira, pero no movido por emoción alguna, sino para tranquilizar sus impulsos y pensar con claridad.
Guarda sus dagas.
No se está rindiendo, pero su cuerpo pareciera no querer realizar lucha alguna. Sus hombros bajan ligeramente, su respiración se concentra en su vientre, con el pecho tranquilo. Sus pies se separan un palmo y sus rodillas se flectan en unos 15 grados. Demian parece un poco más pequeño.
Una especie de fuego que no parece quemar aparece en sus manos, de un violeta que varía a celeste, con una apariencia que a ratos da la impresión de ser un fuego fatuo.
El enemigo ya parece listo, equipado con su armadura para el combate. Demian avanza.
–No importa con qué te protejas... nada de eso es barrera para un fantasma.
La apariencia de Demian se ve alterada, una especie de transparencia le da un aspecto siniestro y pequeñas ilusiones se desprenden de su persona, como si almas fantasmales salieran de su cuerpo.
Se arroja sobre el enemigo.
A diferencia de su estilo tradicional de apuñalar y huir, ahora Demian combate de manera directa a su oponente, desarmado, moviéndose como una brisa, esquivando más que atacando.
No lanza combos ni patadas, sino que sólo se dedica a defenderse, aunque en esta defensa va tocando a su rival. Los toques son suaves, un empujón en el brazo para desviar un ataque, un roce sobre el vientre, una mano apoyándose en el muslo para impulsarse... pero cada roce tiene un efecto agregado.
Las llamas fatuas no dañan la armadura ni las ropas, sino que parecen ir más allá, buscando la carne en cada contacto, adhiriéndose al cuerpo como fuego sobre el papel, pero sin expandirse ni generar olor a quemado. Sólo están allí, causando un efecto más allá de lo evidente.
Demian recibe un par de golpes en el intercambio, no le es posible esquivar por completo tantas partes en movimiento. No se queja, pues sabe que el efecto de las llamas acabará por dañar directamente las articulaciones, causando un insoportable dolor en la víctima, limitando sus movimientos hasta paralizarle.
Ya el golpe de gracia vendrá luego, quizás de las manos de su amigo.
Un tercer golpe lo arroja a un lado. Por un momento parece que el rival tiene la delantera, mientras Demian termina caído sobre unas cajas. El chico sonríe.
–Ya deberías estar s-sintiendo los efectos –dice poniéndose de pie.
Las llamas de sus manos adquieren un color más oscuro.
Demian ha usado su habilidad de nivel 3: Filo Espectral, que tiene un efecto paralizante cuando no se usa con armas.
–
Demian
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [2/2] Noche de juegos diabólicos [Cerrado]
Demian conserva la calma, algo natural en él. No importa si lucha contra un asesino en serie o el dragón más grande de Dundarak… siempre se mantiene tan expresivo como una piedra. Por suerte dicha disciplina obra bien esta vez.
Con su mente calmada aquel niño usa algunos trucos arcanos, se le debe dar crédito a sus habilidades. No solo ignoran la gruesa armadura de Anthonias si no que además consiguen causar daño acumulativo.
Nada mal, pero la magia nunca logra alcanzar a la ciencia.
Los movimientos del galeno se ven reducidos aunque no parece sufrir un daño considerable, eso sin mencionar sigue operando su maquina a pesar de todo. Demian no lo sabe pero aquel artilugio tiene la capacidad de seguir funcionando con el mínimo esfuerzo del piloto, solo la muerte del genio adulto acabara la amenaza.
Algo azul comienza a brillar en las manos del frijol, no es un color normal y se asemeja a la incandescencia de algunas criaturas marinas. Apunta las palmas al chico brujo y desencadena un flujo de fuego continuo de igual tonalidad.
Solo apunta cual brujo y suelta tal poder, sin duda una invención tan terrible como útil. La mazmorra por su parte tiene pocas cosas inflamables así que no se prende en llamas… ya es fácil deducir de donde vienen los manchones dispersos.
Mientras tanto el niño intelectual sigue inconsciente, recibió un poderoso golpe y tardara en reaccionar sin ayuda externa. Su enemigo armado predilecto parece querer evitar encenderle en llamas aunque las motivaciones distan mucho de ser altruistas, como aseguro al inicio del combate tiene intenciones de llenar las jaulas con sujetos de pruebas “dispuestos”.
Y ahora entiendes porque las patéticas razas pugnantes de este mundo no me interesan, dios me ha dado su sabiduría pues soy digno.
Expresa decidido mientras genera un ataque de área agitando los chorros de fuego incandescente, parece disfrutar con tal despliegue de fuerza e incluso le hace ignorar que se encuentra limitado por los ataques anteriores de su rival infantil.
En este punto debe resultar extraño para el chiquillo hechicero el porque las demás creaciones se mantienen al margen, lo cierto es que la lógica del galeno dista mucho de ser prudente. Quizás desea acabar el problema por si solo, probar la fortaleza de su invención o simplemente se divierte… imposible saberlo.
Todo el jaleo termina por hacer despertar al joven intelectual quien hace un esfuerzo sobrehumano para sentarse, le duele todo. Segundos después abre los ojos y pilla la terrible escena aunque cualquier intento por ayudar se ve frenado. Afortunadamente la mente requiere poca movilidad física.
¡¡El tanque de la espalda Dem!!
Con su mente calmada aquel niño usa algunos trucos arcanos, se le debe dar crédito a sus habilidades. No solo ignoran la gruesa armadura de Anthonias si no que además consiguen causar daño acumulativo.
Nada mal, pero la magia nunca logra alcanzar a la ciencia.
Los movimientos del galeno se ven reducidos aunque no parece sufrir un daño considerable, eso sin mencionar sigue operando su maquina a pesar de todo. Demian no lo sabe pero aquel artilugio tiene la capacidad de seguir funcionando con el mínimo esfuerzo del piloto, solo la muerte del genio adulto acabara la amenaza.
Algo azul comienza a brillar en las manos del frijol, no es un color normal y se asemeja a la incandescencia de algunas criaturas marinas. Apunta las palmas al chico brujo y desencadena un flujo de fuego continuo de igual tonalidad.
Solo apunta cual brujo y suelta tal poder, sin duda una invención tan terrible como útil. La mazmorra por su parte tiene pocas cosas inflamables así que no se prende en llamas… ya es fácil deducir de donde vienen los manchones dispersos.
Mientras tanto el niño intelectual sigue inconsciente, recibió un poderoso golpe y tardara en reaccionar sin ayuda externa. Su enemigo armado predilecto parece querer evitar encenderle en llamas aunque las motivaciones distan mucho de ser altruistas, como aseguro al inicio del combate tiene intenciones de llenar las jaulas con sujetos de pruebas “dispuestos”.
Y ahora entiendes porque las patéticas razas pugnantes de este mundo no me interesan, dios me ha dado su sabiduría pues soy digno.
Expresa decidido mientras genera un ataque de área agitando los chorros de fuego incandescente, parece disfrutar con tal despliegue de fuerza e incluso le hace ignorar que se encuentra limitado por los ataques anteriores de su rival infantil.
En este punto debe resultar extraño para el chiquillo hechicero el porque las demás creaciones se mantienen al margen, lo cierto es que la lógica del galeno dista mucho de ser prudente. Quizás desea acabar el problema por si solo, probar la fortaleza de su invención o simplemente se divierte… imposible saberlo.
Todo el jaleo termina por hacer despertar al joven intelectual quien hace un esfuerzo sobrehumano para sentarse, le duele todo. Segundos después abre los ojos y pilla la terrible escena aunque cualquier intento por ayudar se ve frenado. Afortunadamente la mente requiere poca movilidad física.
¡¡El tanque de la espalda Dem!!
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [2/2] Noche de juegos diabólicos [Cerrado]
–No es hora de dormir, Chim –dice mirando un momento a su amigo.
Vuelve a concentrarse en el enemigo. A estas alturas ya debería estar bastante limitado en sus movimientos, pero sigue siendo una amenaza. No sólo eso, ahora ha sumado un lanzallamas a su arsenal.
Considerando el espacio reducido en el que se encuentran, un arma de esa naturaleza es una amenaza demasiado peligrosa, que cambia por completo el escenario de la batalla. Ya no sirve mantener la distancia, el único lugar seguro será lo más cerca posible del enemigo, siempre y cuando éste no ogre apuntar su lanzallamas de manera directa.
Chimar da un consejo, algo que, en efecto, Demian había considerado antes, pero su manera de pelear no está especialmente enfocada a romper cosas. Estima que si el inventor aquel es inteligente como parece ser, el estanque no será fácilmente roto por un impacto de daga, necesita ir más fino.
Demian da un paso y sus ilusiones lo envuelven por completo. Una nube de humo se levanta en su lugar, pero no es un humo proveniente del fuego ni los químicos. Su viejo truco nunca deja de ser útil.
Invisible, avanza agachado y presto para evadir los erráticos disparos de fuego. No perderá tiempo, es su oportunidad de realizar un ataque por sorpresa al enemigo. A pesar de que se observa bien, es seguro que debe estar sintiendo un intenso dolor por el fuego ilusorio, dolor que debe reducir su tiempo de reacción. No importa si la armadura puede mover sus extremidades, aún requiere de claridad en la percepción para actuar de manera certera.
Esta vez toma su daga.
Con cuidado, camina hasta estar al lado del enemigo y hasta se da unos segundos para estudiar la manera como funciona el curioso artefacto del lanzallamas. De alguna manera, su propio consejo a Chimar de antes se le viene a la cabeza.
El problema de los químicos, a diferencia de la magia, radica en que no son impulsados por la voluntad, por tanto responderán de similar manera a todas las circunstancias. Un científico sabe usar eso a su favor, pero a veces puede ser usado en su propia contra.
Los tubos que salen de la espalda son rígidos, hechos de metal, por tanto no tendrá éxito en ellos, pero siguiendo la línea, aquellos que pasan por el brazo deben por fuerza ser flexibles para permitir el movimiento. Nota una manguera.
Es claro que por esa manguera corren fluidos y, siguiendo la lógica, tales fluidos deben ir a parar al lanzallamas.
Introduce su daga hasta la manguera y la jala con fuerza, cortándola con ello.
Si sus estimaciones son correctas, el líquido debiera salpicar y escurrir hasta convertir al enemigo en una interesante figura mojada... e inflamable, portando su propio iniciador del fuego en las manos.
Demian retrocede de inmediato, ya visible, consciente de que las cosas pueden subir de temperatura en cualquier momento.
Demian ha usado su habilidad de nivel 1: Cortina Espectral.
Demian
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