Obteniendo respuestas. (Wood + 18 y abierto bajo petición MP )

Ta.. también te q… qui…e… tosí un poco y terminé de soltarlo Te quiero. Estaba sentada sobre sus piernas sintiéndome como una niña en el regazo de un adulto. Philip me abrazaba y prestaba atenciones al tiempo que me contaba más de su historia. Pasé una mano hacia su espalda y deposité mi cabeza sobre su pecho, escuchándole así una voz gruesa y templada.

Me maree un poco con las leyes y no leyes, aunque dejé que continuara su relato. Parecía que sus ojos se iluminaban con nostalgia y amor a ese lugar. Cuando dijo lo de la colada, me aparté para verle y me reí a carcajadas de su sonrojo. Si que había sido un chiquillo travieso. Le di un beso en la línea de su mandíbula y deje que continuara. Me puse a acariciarle y jugar con mis dedos sobre su suave piel, aunque me divertía más sentir sus músculos latentes bajo el suave tacto de esta piel fina.

Alcé las cejas cuando dijo el tiempo que llevaban juntos sus padres. Y no pude evitar una risilla traviesa ante un pensamiento incómodo. Creo que sería evidente mi identidad si me aventuro a las termas le dije sonriéndole melosa y buscando sus labios para unirnos en un largo beso. Y también supongo que si sale alguna cría cambiada, sería fácil adivinarlo le dije dándole una mordidita juguetona en el cuello. No se como reaccionaría ante eso dije frunciendo el ceño por enésima vez en ese día. Creo que los cachorros son demasiado frágiles susurré más para mí que para él tratando de borrar un amargo recuerdo de mi pasado.

Le acaricié el abdomen y le miré aún sentada en sus piernas, recobrando cierto aplomo ¿Qué edad tienes Phil? me mordí el labio inferior, era difícil estimarlo en un joven de una raza tan exótica. Deberíamos ir saliendo, ¿no crees?. Le besé por última vez con mucha ternura en su hocico y luego en los labios por un buen rato. Finalmente me puse en pie y le esperé para ponernos en marcha.

El ecutauro deja que ella se apoyara contra él y acariciara su cuerpo, el también hacia lo mismo, con suavidad y cariño. Cuando ella lanza una carcajada cuando le contó que se había intentado colar con 12 años en aquellas termas, se nota sonrojar mucho.


-No seas mala… pase muy mal rato mientras la Matrona me echaba una buena regañina… me gane también unos azotes en el trasero.- Dice con una mueca de disgusto, al recordar quizás el mal rato. El potro acepta el beso de ella como disculpa, y sacude la espesa cola de crines tras el.- Bueno, todos sabes quienes son todos, y todos te respetarían fuera de las termas como si nunca hubieras estado allí, en cuanto a eso te lo aseguro.- Dice convencido asintiendo para si.- ¿Alguna cría cambiada? No te entiendo…- El potro ladea la cabeza curioso, dejando caer una oreja, en actitud de que  intentaba decir la licántropo con aquello. Lanza un pequeño relinchito de protesta y sumiso cuando le muerde el cuello, pero se deja hacer y no se aparta.- Si te refieres a dejar a entrar a los potros jóvenes, no te preocupes la Matrona, vigila que las cosas no se desmadren, hay una especie de reglas que impiden que los adultos intenten nada con los más jóvenes, los pequeños entre 14  a 16 años, tienen como una especie de zona apartada, hay otra zona de los 17 a 21 y luego ya no hay más límite de edad, aunque están todos en un mismo lugar, hay algo que mantiene separado los grupos, solo bajo la aprobación de la Matrona, un jovencito puede buscar la compañía de un adulto, y eso nunca a ocurrido que yo sepa.


El hunde su hocico en el cuello de ella, lamiéndola suave y acariciándola, cariñoso, haciendo sentir su cálida respiración en la piel desnuda de la mujer.


-En abril cumpliré los 17.- Dice el potro con sorpresa, como si no hubiera pensado en que ese momento estaba mucho más cerca de lo que él pensaba. Él la mira, parece que iba a hacerle la misma pregunta, pero luego hace una mueca divertida y la besa cuando ella busca sus labios, uniéndose durante unos largos y placenteros minutos.


-Sí, salgamos.- Dice el mientras la hace levantarse con suavidad de sus piernas, va a donde había dejado su ropa, se pone el taparrabos, acomodándose la cola, luego se pone la camisa y el chaleco de cuero, se pone el cinturón de su espada recién restaurada y se la ajusta. También llevaba las dos dagas gemelas en el cinturón. Tenía un aspecto imponente de guerrero. El ecutauro espera a que la mujer se preparase, para salir a la calle y dirigirse donde la licántropo pensara que podrían encontrar la próxima pista.

Phil se unió a mi armado como para ir a la guerra, por unos momentos no pude evitar verle con cierta preocupación, le estreché entre mis brazos y luego le robé un beso. …Con que 16 años, ¿eh? dije enarcando una ceja y bajando deliberadamente mi vista a su entrepierna, luego me di media vuelta riendo y enfilé hacia la puerta.

Caminamos por un buen rato calle arriba, ya no era necesario pasar por la posada puesto que mi amiga habría terminado su turno y debería de estar en su casa. Envié a Chy delante para que su presencia delatara nuestra compañía mientras manteníamos un paso diligente mmm… no se como te vayas a tomar esto. Hoy cuando dije lo de crías cambiadas, me refería a… que una ecutaura quedara embarazada en las termas, ¿es eso posible?. Me detuve al final de la cuadra para dejar pasar una carreta lenta frente a nosotros. Y le señalé a Philip que no estábamos muy lejos de nuestro destino.

Rosemary nos recibió en su humilde casa aprehensiva, discreta y rápida.

-Wood, Philip saludó haciéndonos pasar y tomar asiento con rostro serio Hay buenas y malas noticias hizo una pausa y nos observó, le hice gesto de que continuara. Al parecer, tan sólo hay un capitán de barco que regresó de la dirección en que quedan las tierras de Philip cuando él fue traído.
Respiré profundo y le tomé la mano a él. Esas eran muy buenas, noticias, nos estaría ahorrando tiempo y desgaste. Asentí.
-Pero parece que se está preparando para zarpar en poco tiempo, además hay conmoción porque algunos de sus marineros han resultado heridos o… miró hacia los costados y bajó el tono muertos.
Miré a Philip y luego pensé en nuestro encuentro en el hospital de Lunargenta. Gracias Rose, te debo un favor.
Ella se levantó de su asiento para despedirnos Tengan cuidado, no es un hombre de ley, Wood. Le sonreí con algo de tristeza, claro que no lo sería.

Al traspasar el umbral de su puerta me dirigí a Philip. ¿En qué piensas? Enfrentarnos a un barco de piratas no es una muy buena idea. Tomé la dirección de la tienda de Julien Quizás deberíamos ir con Julien antes de hacer nada, ¿no crees? no me gustaba ver su cara de preocupación, pero tampoco había mucho que pudiera hacer…

El ecutauro le devuelve el abrazo, algo sorprendido pero al mismo tiempo complacido, la estrecha con firmeza y le devuelve el beso con cariño, luego alza una ceja extrañado, asiente a lo que ella dice de su edad y cuando la ve bajar la vista y mirarle de forma tan descarada a la entre pierna enrojece como un tomate maduro, puede que no s ele notara por el pelaje y la piel oscura del hocico, pero se le notaba bastante sofocado.


-¿Por qué me has mirado mi… el…la… bueno. “ahí” y te has reído? .¿Pasa algo malo?- Pregunta el preocupado mientras salen al exterior de la casa. Escucha lo que dice sobre ecutauros embarazadas y niega con la cabeza.- Eso ya se solucionó hace mucho, antes de llegar a las termas, hay un largo pasillo, en él se dan de beber unos brebajes o pociones a los ecutauros y ecutauros, en caso de ellas el brebaje les impide quedar preñadas y les da energías. Y en caso de los machos nos da vigor y resistencia… -dice algo avergonzado y se encoge de hombros.- Nos permite estar horas…”inspirados” así se puede complacer a las hembras más exigentes. En ese mismo pasillo escoges la máscara que vayas a llevar, son de colores distintos y tienen runas. Cada color y las runas indican a los demás que tipo de relación buscas y ofreces.- Le explica el un poco sonrojado mientras camina por la calle, junto a ella.


Portaba las armas con elegancia, dando ver que era un guerrero experimentado moviéndose con facilidad portando espada a su cadera izquierda. El mira hacia donde señala ella y asiente, la verdad es que el lugar a donde iba estaba mucho más cerca de lo que había pensado. Al llegar, el ecutauro saludo educado y cortes a la amiga de Wood, escucha interesado y luego preocupado la información que aquella mujer les da. Cuando salen de nuevo a la calle el rostro del ecutauro denotaban una gran ansiedad y preocupación por las noticias, tenían que actuar lo antes posible, ser precisos y certeros como una flecha de un arco ecutauro. Agradece a Rose la información que le había proporcionado y al salir a la calle suspira largamente y se frota con las manos el rostro.


-Pienso que deberíamos darnos prisas en actuar… Sacarle a ese capitán la información de cómo llegar al territorio de los míos y luego acabar con él, una vez muerto no creo que pueda informar a más gente sobre la ubicación de mi pueblo.-El potro se frota la nuca preocupado por lo que le dice Wood.- Lo se Feith… sé que es una locura atacar solos el barco… pero podemos pedir ayuda al caballero Keyan, y quizás a alguien más…- Hace una mueca pensativa y asiente.-Si, hablemos con el viejo Julien, quizás él pueda darnos alguna idea más o presentarnos a más gente que pudiera unirse a nosotros… aunque no tengo ni idea de cómo vamos a pagar los servicios de mercenarios y la gente no arriesga el pellejo por desconocidos, al menos, no es lo habitual.- Dice el potro mientras camina junto a la mujer hacia la tienda del viejo.

¿Qué si pasa algo extraño? le devolví la pregunta como si realmente algo ocurriera solamente pensé que con dieciséis años… lo haces muy bien tomé aire mirando al cielo Hoy en día causarías estragos en esas termas, incluso te pedirían que cambiaras de máscaras. . . dije con total convicción.

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Escuché pensativa las palabras de él, le tomé la mano y se la apreté entre las mias. No había nada que pudiera decir, las palabras no eran algo que se me diera con facilidad y creía que entorpecían mis sentimientos. Levanté nuestras manos y le acaricié el torso de la suya con mis labios.

-Tranquilo, de alguna forma saldremos del paso mi…querido aún me resultaba extraño y un poco incómodo demostrar afecto a través de palabras.

Después de varios minutos, llegamos a la puerta de la ya conocida tienda. El viejo humano parecía pensativo bajo una cascada de luz que entraba por la puerta y traslucía pequeñas marcas de polvo en el aire que ingresaba de la ajetreada calle. Levantó la vista cuando nos vio pasar, asintió, más para sí que para nosotros y luego se hizo un gran silencio.

Me cabreaba un poco que nos hiciera perder el tiempo mientras él miraba la nada, como intentando averiguar los secretos de la vida, pero cuando fui a decir algo, él me ganó.

-He… estado recabando información y pensando en su situación muchachos. Adelantándome a lo que pueda llegar a ocurrir en varios casos hipotéticos..

Miré a Julien y luego a Philip con algo de preocupación y desconfianza. No sabía que el humano era un estratega, pero después de masticar un poco el pensamiento me di cuenta que por algo habría llegado a viejo siendo un mercader. Asentí con la cabeza para que continuara hablando, siempre podríamos decir que no a cualquier idea y escucharle parecía lo más razonable e inteligente por el momento.

El viejo pareció reparar en que ambos íbamos armados y negó con la cabeza, de nuevo no supe si era a nosotros o para sí mismo y retomó la palabra con aire profundo y enhiesto.

-Quién te ha traído Philip, ha sido el capitán Celestino. Conocido mercader que también tiene sus asuntos en los mercados paralelos de la ciudad. Digamos que será difícil atacarle por ley o por fuerza.

Apreté mi agarre sobre el joven para darle esperanzas [b]Pero supongo que ya has pensado en algo, mi querido Julien dije aferrándome a la poca fe que tenía. El hombre me devolvió una sonrisa meticulosamente cuidada.

-Digamos… que ciertas fuentes, me han dicho que tiene un rival de su mismo abolengo y fuerza… y que cierto mercader, se ha acostado con su mujer…

Le sonreí de una forma torcida, pues lo que me decía no tenía demasiado sentido para mí. Eso no me dice nada Julien, si esp ha llegado a ti, ya es de público conocimiento y si no ha pasado nada du… me hicieron gesto para que me callase y así lo hice.

-Lo que no es de público conocimiento es que está pensando en robarse a su hija y casarse en secreto con ella para que ambas familias queden unidas por gracia, o desgracia. Y piensan hacerlo…

-“Esta noche” nuestras voces parecían unirse en la habitación y por un momento se hizo el silencio.

-Lo importante ahora es pensar bien las cosas. La contraparte de Celestino es el capitán Morgan Macluff y él tiene interés por cierta reliquia que está en mi poder.

Abrí los ojos muy grandes, no estaría insinuando sacrificar algo suyo por nosotros… ¿o sí?.

-Querida Feith, no me mires así, yo no tengo hijos ni hijas. Nadie más que los buitres carroñeros y los esbirros del rey se quedarán con mi pequeña fortuna, permítele a este viejo disfrutar de lo que dispone en sus últimos años.


Se me hizo un nudo en la garganta y no pude hablar. Dejaría que ellos mismos terminasen de perfilar los detalles más críticos. Lo que parecía por el momento es que hiciéramos equipo con el otro capitán. Quizás con suerte, podríamos apelar a algún sindicato de mercaderes para prohibirle esa ruta…

Cuando llegan a la tienda, el ecutauro ya había recuperado la calma, entra con ella en la tienda y se apoya contra la pared, mientras escucha atento la información que había conseguido el anciano Julien. No le sorprende que aquel viejo hubiera pensado incluso en una forma de actuar, bajo aquella apariencia frágil de un anciano mercader, se escondía un hombre que en su tiempo debió de ser un gran guerrero, y no se podía llegar a la edad de Julien sin ser un estratega además de guerrero.


-El capitán Celestino…- Repite para sí mismo el ecutauro con rostro sombrío, asintiendo al anciano para que siguiera con la explicación, el ecutauro se había cruzado de brazos, con la espalda apoyada en la pared.


Cuando Julien menciona lo de un rival, el ecutauro sacude un poco las orejas, y deja car la oreja izquierda mientras la derecha se mantenía erguida, era una costumbre que había cogido cuando pensaba en algo con seriedad. Todo lo que empieza a contar luego el anciano le parece terriblemente complicado. ¿Cómo podían ser los humanos tan retorcidos?. Se rasca una quijada, guardando silencio, intentando procesar toda aquella información. Cuando el anciano menciono lo de una reliquia que guardaba iba a abrir el hocico para protestar, igual que había hecho Wood, pero el anciano se les adelanto a los dos. Suspira largamente cerrando los ojos un momento, murmura algo para sí mismo, abre los ojos y se aparta de la pared.


-Bien, supongo que lo que debemos hacer es ir a hablar con ese capitán Morgan Macluff, si desea vengarse de Celestino, lo mismo le dará que lo hagan otros que el mismo. Macluff podría proporcionarnos ciertos recursos… como un grupo de hombres, aunque el caballero Keyan decidiera poner su espada a nuestro servicio, no me parece bien abusar del ofrecimiento del caballero.-- Hace una mueca preocupado frotándose con una mano la nuca. -Lo principal seria acabar con Celestino he intentan prender fuego a su barco, o al menos a su cabina, allí debe guardar documentos que podrían llevar a otras personas hasta los míos…- El ecutauro mira a Wood y al anciano, esperando ver si opinaban como él, necesitaban hombres, matar a Celestino y acabar con la posibilidad de que alguien más llegar a sus tierras, eran los tres puntos importantes.

-Quemar el barco no será suficiente si tiene el apoyo de otros mercaderes o de alguien fuerte. Tenemos que averiguar si alguien más sabe sobre el tema y… disuadir a su tripulación, pero para siempre. enarqué una ceja y miré a Philip y luego a Julien.

-Me gusta esa mirada mi niña, pero aún no se me ocurre una forma de disuadir a tanta gente… ¿en qué estás pensando?

-Pues… es fácil. ¿No creen que a veces es más fácil persuadir a las masas que a una sola persona? hice una leve pausa perfilando aún mi plan ¿Qué tal si les hacemos creer que tu especie está maldita Phil? Que no vale la pena tanto trabajo si al final sus clientes estarán desconformes contigo?

-Eso está bien por un lado, pero también hay que desprestigiarle, para así, si se ocupan de sus recursos físicos, tampoco pueda pedir empréstito y salirse con las suyas. Yo puedo ocuparme de eso, hay gente que me debe favores.

Con eso, Julien desapareció por unos minutos para regresar con una pequeña bolsa de terciopelo verde. En su interior había un objeto contundente y no más grande que un puño.

-Vayan donde Macluff, díganle que van de parte de J. Wanmald y que están dispuestos a hacer un trato. No olviden que es un mercader, su oficio es regatear.

El viejo nos dio instrucciones para llegar a las oficinas de la firma de quien seria nuestro futuro aliado. Antes de partir, le abracé con infinita gratitud y partimos hacia el puerto.

-Phil, necesitaremos arrendar a una niña o una joven… y tal vez a algún brujo que pueda usar sus dones en nuestro favor. Tenemos que crear una escena inolvidable jajaja.

El ecutauro escucha la conversación que mantienen Feith y el viejo Julien, las ideas de ella parecían buenas, muy buenas, el viejo mercader parecía estar diacuerdo en su mayor parte y añade ciertos toques a las ideas de la licántropo, el no estaba del todo convencido al principio, pero al final asiente con seguridad.


-Bueno, aun no sé qué tienes pensado para hacer algo que haga pensar a la gente que mi raza esta maldita, pero parece una idea razonable, más que la de matar a un montón de gente y quemar un barco…- Se rasca pensativo una quijada.- ¿Qué debería hacer yo exactamente.- Pregunta sin saber aún, que ideas rondaban la cabeza de la mujer.


Escucha a la mujer discutir con Julien sobre el objeto que le da el ,mercader, seguramente la reliquia de la que hablaba antes, el ecutauro no deseaba separarse de ella, pero tardarían menos tiempo si ambos iban por separado para cumplir cada uno su parte.


-Bien, ve al puerto y habla con el capitán Macluff, yo veré si puedo hablar con algún brujo o bruja que nos pueda ayudar…-Hace una mueca de disgusto.- Lo de la niña será más complicado… aunque iré a los barrios pobres, solo espero que no me tomen por un pervertido cuando intente “arrendar” a una niña.- Dice mientras se separa de la pared, había pensado en Nafen, pero no quería encontrar con el brujo, intentaría buscar a otra persona, y recurriría al brujo de cabello plateado solo como último recurso.- Bien, ¿cuánto tiempo crees que llevara hacer esto?.- El ecutauro se dirige a Wood, le d aun suave y cálido beso de despedida, y se dirige a la puerta tras obtener las respuestas de ella, marchándose a cumplir con su parte del plan.

Me giré un poco para mirar el rostro de Philip mientras hablaba y caminábamos con cierta premura. Pues… se una sola cosa de los marineros: son engañables. Creen en misterios y fantasías, así como en maldiciones o fantasmas. Si les decimos que un ecutauro trae más mala suerte que una mujer en proa les habremos convencido… mucho más, si ese ecutauro es un fantasma.

Haremos que la niña o joven actúe como “médium” por unos minutos y vaya a reclamarle a Celestino armando un gran alboroto y exponiendo al mercader frente a su competencia en el puerto por cosas que según, le contó tu fantasma y nuestros informantes le guiñe un ojo y continué Necesitaremos al brujo para que haga bailar algo similar a ti por los aires, crearemos una marioneta sin hilos muy enojada. Y ese será nuestro seguro para con Macluff y cualquier otro imbécil que intente ponerte una mano encima dije con coraje y convicción además de enojo ante la idea.

Por el momento, sólo te dejarás ver por el mago y la chica. le entregué unos aeros que llevaba conmigo Ellos deberán olvidar tu rostro corazón, no lo olvides y tú… deberías tratar de pasar desapercibido cuando yo venga con Macluff a enfrentar a Celestino. Tu o yo o ambos deberíamos colarnos a su camarote para robar sus cartas de navegación y posibles ubicaciones de tu aldea.

Sonreí ante la mueca de él al pensar en la niña, me detuve frente a él y le miré directo a los ojos Ya cielo, no pongas esa cara o te saldrán arrugas jajaja. Vamos vamos, estamos tan cerca ya… después de todo lo que has pasado. Ánimos.

Le di un beso en los labios, rápido y cariñoso, luego otro con más pasión y calor. Estamos muy cerca ya de las oficinas, creo que entre dos o tres horas deberíamos estar todos reunidos en el puerto. No olvides que tu presencia no debe ser notada. Quemaremos las evidencias y hundiremos a Celestino. Le robé un último beso y salí corriendo con Chy piando sobre mi cabeza. No volví la vista atrás.