[Mastereado 2/2] Las cabras del pantano
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[Mastereado 2/2] Las cabras del pantano
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En algún lugar recóndito en uno de los pantanos del bosque del oeste, hay una pequeña aldea formada por humanos y hombres-bestia. Esta aldea ha aprendido a refugiarse de las extrañas criaturas que habitan este pantano construyendo sus hogares sobre los árboles y construyendo pequeños caminitos de madera por los que los peatones caminan o moviéndose mediante pequeñas canoas. Los habitantes del lugar subsisten gracias a la pesca y a la ganadería de dos únicos pastores de cabras. Han vivido aparentemente en paz, sin embargo unas recientes desapariciones de ganado en ambos rebaños a despertado cierta rivalidades entre las dos razas y las discusiones y peleas están a la orden del día.
Por un lado Aaron, cree que las desapariciones de sus cabras son culpa de los hombres-bestia o más concretamente de unos matones que posiblemente ha contratado Lacabricus, la otra pastora de la aldea. Esta lo desmiente todo por supuesto y acusa a Aaron argumentando que este siempre ha envidiado que sus cabras diesen más leche y que tuviesen la carne más tierna de la zona.
Esto no debería de pasar de una simple disputa entre dos pastores, sin embargo simpatizantes de ambos lados han empezado a hacerse la vida imposible entre ellos y esto esta creado más conflictos, creando así dos bandos, uno de humanos y otros de hombres-bestia, así está empezando a germinarse una semilla de odio entre estas razas que amenaza con conflictos aún mayores con el objetivo de que una de las dos razas sea expulsada de la aldea. Algo que podría solucionarse encontrando al culpable del robo de las cabras ¿Quién tendrá la culpa? ¿El envidioso Aaron o Lacabricus? ¿O quizás sea algo ajeno a ellos que se oculte en las oscuras aguas?
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Este es un rol mastereado libre, lo que significa que no habrá puntos de experiencia, pero puede que Aaron o Lacabricus se sientan lo bastante generoso como para pagar unos cuantos Aeros al que pille al culpable. También promete por supuesto una buena historia.
Será de posteo fluido 48h por turno, el orden de turnos empezara en cuanto entre el primer pj siguiendo este orden;
Master +personaje1 + Master +personaje 2
Tras esto los turnos seguiran con normalidad, sease primero Master, pj 1 y luego pj2.
Esta vez serán 2 los pj que podrán participar bajo las siguientes condiciones:
*Los nuevos deben tener al menos 10 post antes de entrar en el mastereado.
*No se debe de estar participando en Quest u otro rol mastereado
*Esta vez el rol no entrañara riesgos altos para los pjs.
*No será un mastereado absoluto,pero tendré algo en cuenta atributos y objetos del pj.
*Se debe notificar si no se responderá dentro de las 48hs, de lo contrario, pasado el plazo, el pj será quien sufra la consecuencia, la segunda vez, con más gravedad, y la tercera, con una maldición segura o una herida que incapacitará al personaje y la expulsión del rol, además de las sanciones debidas.
En algún lugar recóndito en uno de los pantanos del bosque del oeste, hay una pequeña aldea formada por humanos y hombres-bestia. Esta aldea ha aprendido a refugiarse de las extrañas criaturas que habitan este pantano construyendo sus hogares sobre los árboles y construyendo pequeños caminitos de madera por los que los peatones caminan o moviéndose mediante pequeñas canoas. Los habitantes del lugar subsisten gracias a la pesca y a la ganadería de dos únicos pastores de cabras. Han vivido aparentemente en paz, sin embargo unas recientes desapariciones de ganado en ambos rebaños a despertado cierta rivalidades entre las dos razas y las discusiones y peleas están a la orden del día.
Por un lado Aaron, cree que las desapariciones de sus cabras son culpa de los hombres-bestia o más concretamente de unos matones que posiblemente ha contratado Lacabricus, la otra pastora de la aldea. Esta lo desmiente todo por supuesto y acusa a Aaron argumentando que este siempre ha envidiado que sus cabras diesen más leche y que tuviesen la carne más tierna de la zona.
Esto no debería de pasar de una simple disputa entre dos pastores, sin embargo simpatizantes de ambos lados han empezado a hacerse la vida imposible entre ellos y esto esta creado más conflictos, creando así dos bandos, uno de humanos y otros de hombres-bestia, así está empezando a germinarse una semilla de odio entre estas razas que amenaza con conflictos aún mayores con el objetivo de que una de las dos razas sea expulsada de la aldea. Algo que podría solucionarse encontrando al culpable del robo de las cabras ¿Quién tendrá la culpa? ¿El envidioso Aaron o Lacabricus? ¿O quizás sea algo ajeno a ellos que se oculte en las oscuras aguas?
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Será de posteo fluido 48h por turno, el orden de turnos empezara en cuanto entre el primer pj siguiendo este orden;
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Tras esto los turnos seguiran con normalidad, sease primero Master, pj 1 y luego pj2.
Esta vez serán 2 los pj que podrán participar bajo las siguientes condiciones:
*Los nuevos deben tener al menos 10 post antes de entrar en el mastereado.
*No se debe de estar participando en Quest u otro rol mastereado
*Esta vez el rol no entrañara riesgos altos para los pjs.
*No será un mastereado absoluto,pero tendré algo en cuenta atributos y objetos del pj.
*Se debe notificar si no se responderá dentro de las 48hs, de lo contrario, pasado el plazo, el pj será quien sufra la consecuencia, la segunda vez, con más gravedad, y la tercera, con una maldición segura o una herida que incapacitará al personaje y la expulsión del rol, además de las sanciones debidas.
Última edición por Wyn el Sáb Sep 27 2014, 02:36, editado 2 veces
Wyn
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Re: [Mastereado 2/2] Las cabras del pantano
Han pasado varios días desde que Naiten el caballero dragón partió de su tierra natal en el país del norte. Por ser un caballero dragón, la comunidad le asignó una misión en dirección hacia las islas illidenses. Sin embargo, en la actualidad la población nórdica no se encontraba económicamente estable como si sucedía en los distintos países, por lo que sus recursos hicieron que solo lo pudieran transportar en un carro de mula hasta las fronteras del país más cercano que era el reino del oeste y de esta forma conseguir un barco y llegar a aquellas islas.
El camino fue largo y gélido, a pesar, de que estos seres viven en bajas temperaturas, adaptarse a ellas son un problema siempre y más aún cuando sobrepasan los -20°C. Luego de días de viaje, siguiendo el trayecto del río tymer hasta por fin llegar al lago. Ya en estas zonas, el dragón se bajó del carro de mula y se despidió de aquel transportador dragón que le deseó buenas nuevas en su camino hacia las islas. Sin embargo, me encontraba a días de llegar a los reinos del sur y más aún lo han dejado en zona desconocida para él lleno de vegetaciones como setas y árboles de gran tamaño y pocas hojas.
El clima en este lugar era húmedo y en su caminata vivía refugiándose en los árboles por las constantes lluvias que había en el sector. Naiten el dragón se sentía incómodo en dicho lugar, era nublado, húmedo y lluvioso, le costaba llevar el ritmo y de esta forma se fue introduciendo más y más en las profundidades del conocido bosque del oeste.
Después de varios días de caminata llegó a un sitio nunca antes visto, al parecer se había perdido en su recorrido, pero se encontraba algo dichoso porque había encontrado casas, que colgaban en los colosales árboles, lo que significaba que aquí había una comunidad y seguramente le encaminarían nuevamente su camino hacia su rumbo perdido. El sitio a pesar de sus cosas en contra dados por el clima, era algo hermoso, cuando se acercó más sin darse cuenta estaba caminando sobre unos pisos de madera y a su alrededor se encontraba lleno de agua, mas lejano se podían ver balsas en la cual remaban humanos y hombres bestias para ir de un lugar a otro, sin lugar a duda Naiten, estaba fascinado por dicho lugar.
El dragón se encontraba analizando todo el lugar, llevaba puesto su típico sombrero de paja para el sol y lluvias, el cual tapaba su pálido rostro, cubierto su cuerpo por unas pieles de lobo que tiene para cubrirse del frío y más abajo de las pieles hay una pequeña armadura que solo cubre su torso y una parte de la pelvis, su katana envainada en su cintura y un kimono que cubría su cuerpo, atrás en su espalda cargaba un pequeño morral.
Naiten una vez se acercó al centro de la ciudad en busca de su información para llegar a su destino, denota que el ambiente esta tenso, se acerca para ver que sucede y encuentra aglomeraciones separadas en grupos de humanos y hombres bestias, al parecer discutían por algo, el motivo aún no lo sabía, pero pronto lo irá a descubrir.
El camino fue largo y gélido, a pesar, de que estos seres viven en bajas temperaturas, adaptarse a ellas son un problema siempre y más aún cuando sobrepasan los -20°C. Luego de días de viaje, siguiendo el trayecto del río tymer hasta por fin llegar al lago. Ya en estas zonas, el dragón se bajó del carro de mula y se despidió de aquel transportador dragón que le deseó buenas nuevas en su camino hacia las islas. Sin embargo, me encontraba a días de llegar a los reinos del sur y más aún lo han dejado en zona desconocida para él lleno de vegetaciones como setas y árboles de gran tamaño y pocas hojas.
El clima en este lugar era húmedo y en su caminata vivía refugiándose en los árboles por las constantes lluvias que había en el sector. Naiten el dragón se sentía incómodo en dicho lugar, era nublado, húmedo y lluvioso, le costaba llevar el ritmo y de esta forma se fue introduciendo más y más en las profundidades del conocido bosque del oeste.
Después de varios días de caminata llegó a un sitio nunca antes visto, al parecer se había perdido en su recorrido, pero se encontraba algo dichoso porque había encontrado casas, que colgaban en los colosales árboles, lo que significaba que aquí había una comunidad y seguramente le encaminarían nuevamente su camino hacia su rumbo perdido. El sitio a pesar de sus cosas en contra dados por el clima, era algo hermoso, cuando se acercó más sin darse cuenta estaba caminando sobre unos pisos de madera y a su alrededor se encontraba lleno de agua, mas lejano se podían ver balsas en la cual remaban humanos y hombres bestias para ir de un lugar a otro, sin lugar a duda Naiten, estaba fascinado por dicho lugar.
El dragón se encontraba analizando todo el lugar, llevaba puesto su típico sombrero de paja para el sol y lluvias, el cual tapaba su pálido rostro, cubierto su cuerpo por unas pieles de lobo que tiene para cubrirse del frío y más abajo de las pieles hay una pequeña armadura que solo cubre su torso y una parte de la pelvis, su katana envainada en su cintura y un kimono que cubría su cuerpo, atrás en su espalda cargaba un pequeño morral.
Naiten una vez se acercó al centro de la ciudad en busca de su información para llegar a su destino, denota que el ambiente esta tenso, se acerca para ver que sucede y encuentra aglomeraciones separadas en grupos de humanos y hombres bestias, al parecer discutían por algo, el motivo aún no lo sabía, pero pronto lo irá a descubrir.
Brood
Experto
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Re: [Mastereado 2/2] Las cabras del pantano
De nuevo, esa mañana nublosa y húmeda despertaba en Charca estancada, que así se llamaba aquel pequeño pueblo semi colgando sobre las aguas de aquel remoto pantano, había llegado un viajero nuevo a la ciudad y por allá donde iba la gente miraba a aquel hombre de manera recelosa, pues en Charca estancada se había extendido una especie de paranoia colectiva, en la que la gente se señalaba los unos a los otros como culpables de cualquier tontería que sucedía allí, y como no un recién llegado tenía todas las papeletas de convertirse en el chivo expiatorio perfecto para todos .
Solo había que ver que por allá donde pasaba Brood, la gente lo miraba y señalaba con el dedo o corría a esconderse en sus casas, donde cerraban las puertas y ventanas. Mientras a lo lejos se escuchaban los gritos de una nueva discusión.
De nuevo una acalorada disputa se iniciaba, como casi siempre era entre un grupo de humanos liderados por Aaron que frustrado, al ver que esa mañana de nuevo una de sus queridas cabras había desaparecido, había decidido alentar a sus más allegados formando así lo que pretendía ser una torva enfurecida para expulsar a los hombres-bestia. Por suerte, el proyecto se había quedado en eso, un simple intento, por lo que en realidad la discusión era entre Aaron un par de amigos suyos y un hombre-bestia que había tenido la mala suerte de pasar por ahí en el momento más inoportuno.
-¡¿Dónde está?! –gritaba Aaron enfurecido con su cayado de pastor en la mano, mientras sus dos amigos, ambos tipos corpulentos preparaban sus porras para golpear a las víctimas de su enfado.
-¿Dónde está que…?-preguntó entrecortadamente el hombre-pato ladeando ligeramente la cabeza y meneando los dedos inquieto, pues sabía que esos tipos iban en busca de problemas sí o sí. Uno de los amigos de Aaron, cuyo nombre era Chandler, un hombre bajito peor forzudo, con algo de barriga y una clapa calva en la cabeza que hacía que su peinado recordase al de un fraile, que vestía con unos pantalones de tela cortos de color marrón y una camisa blanca llena de manchurrones rojos, que sugería que se trataba o una de dos, o el carnicero del pueblo o el encargado de sacrificar las cabras que iban destinadas para el consumo. Se adelantó un par de pasos dando golpecitos a su porra.
-¡No te hagas el tonto sabemos que has sido tú! –lo amenazó señalándolo con el arma, al hombre-bestia se le escapó un ahogado “cuek…” al mismo tiempo que daba un respingo y retrocedía un par de pasos.
-¡Eso! ¡¿Dónde está la cabra?! –exclamó el otro amigo de Aaron, Steffen. Este también bastante corpulento, aunque no tanto como Chandler, además no tenía tanta barriga y sus estropeadas manos sugerían que trabajaba las escasa tierra que encontraban en aquella zona pantanosa, su ropa estaba más desgastada y algo rota, denotando que había dejado sus precarios cultivos a medias para acosar al pobre hombre-bestia.
-No… No lo sé… -contestó el hombre-pato cada vez más intimidado, Chandler se adelantó y agarró al ave por el pescuezo apretandolo con fuerza
-¡Habla! –exclamó, el pato dejó escapar un grito asustado y empezó a intentar zafarse del agarre de su agresor al notar como este le apretaba su largo y emplumado cuello con tanta fuerza que le cortaba la respiración. Aaron se cruzó de brazos y levantó una ceja.
--Sí, ¿Qué has hecho con mi cabra Bert? –le preguntó con engañosa calma, Bert apretó los ojos y tragó saliva
-¡No he sido yo!¡¿Para qué se supone que voy a querer una cabra?! –chilló aterrado al mismo tiempo que indignado, pues no era culpable de nada y tampoco podía soltarse de aquellos hombres, además de que sabía de antemano que no podría hacerles cambiar de idea, Bert deseó no haberse levantado de la cama aquel día.
--¿Ha sido Lacabricus verdad? –preguntó retóricamente el pastor, al mismo tiempo que Chandler sin soltar a su víctima levantaba la porra y vociferaba
-¡Te voy a reventar esa asquerosa cabeza emplumada! –lo amenazó dispuesto a golpearlo, Bert apretó los ojos he intentó soltarse
-¡No por favor! –rogó, pues no iba a ser la primera vez que unos humanos hacían daño a alguien de su raza, lo más curioso era que solo se atrevían con los que eran aparentemente inofensivos como él, claro, Aaron nunca se atrevería ni a mirar mal a un hombre-tigre por ejemplo.
River, debes de postear tu llegada a Charca estancada, la reacción de los pueblerinos (que será similar a la que han tenido al ver a Brood). Llegaras a tiempo de oír parte de la discusión y ver como Chandler esta a punto de golpear a Bert con la porra en la cabeza. En estos momentos el camino del mastereado va en función de como reacciones ante esta escena, recuerda que tras tu turno irá uno mío con la reacción de los npjs que dará paso al ya ritmo normal del posteo.
Solo había que ver que por allá donde pasaba Brood, la gente lo miraba y señalaba con el dedo o corría a esconderse en sus casas, donde cerraban las puertas y ventanas. Mientras a lo lejos se escuchaban los gritos de una nueva discusión.
***
De nuevo una acalorada disputa se iniciaba, como casi siempre era entre un grupo de humanos liderados por Aaron que frustrado, al ver que esa mañana de nuevo una de sus queridas cabras había desaparecido, había decidido alentar a sus más allegados formando así lo que pretendía ser una torva enfurecida para expulsar a los hombres-bestia. Por suerte, el proyecto se había quedado en eso, un simple intento, por lo que en realidad la discusión era entre Aaron un par de amigos suyos y un hombre-bestia que había tenido la mala suerte de pasar por ahí en el momento más inoportuno.
-¡¿Dónde está?! –gritaba Aaron enfurecido con su cayado de pastor en la mano, mientras sus dos amigos, ambos tipos corpulentos preparaban sus porras para golpear a las víctimas de su enfado.
-¿Dónde está que…?-preguntó entrecortadamente el hombre-pato ladeando ligeramente la cabeza y meneando los dedos inquieto, pues sabía que esos tipos iban en busca de problemas sí o sí. Uno de los amigos de Aaron, cuyo nombre era Chandler, un hombre bajito peor forzudo, con algo de barriga y una clapa calva en la cabeza que hacía que su peinado recordase al de un fraile, que vestía con unos pantalones de tela cortos de color marrón y una camisa blanca llena de manchurrones rojos, que sugería que se trataba o una de dos, o el carnicero del pueblo o el encargado de sacrificar las cabras que iban destinadas para el consumo. Se adelantó un par de pasos dando golpecitos a su porra.
-¡No te hagas el tonto sabemos que has sido tú! –lo amenazó señalándolo con el arma, al hombre-bestia se le escapó un ahogado “cuek…” al mismo tiempo que daba un respingo y retrocedía un par de pasos.
-¡Eso! ¡¿Dónde está la cabra?! –exclamó el otro amigo de Aaron, Steffen. Este también bastante corpulento, aunque no tanto como Chandler, además no tenía tanta barriga y sus estropeadas manos sugerían que trabajaba las escasa tierra que encontraban en aquella zona pantanosa, su ropa estaba más desgastada y algo rota, denotando que había dejado sus precarios cultivos a medias para acosar al pobre hombre-bestia.
-No… No lo sé… -contestó el hombre-pato cada vez más intimidado, Chandler se adelantó y agarró al ave por el pescuezo apretandolo con fuerza
-¡Habla! –exclamó, el pato dejó escapar un grito asustado y empezó a intentar zafarse del agarre de su agresor al notar como este le apretaba su largo y emplumado cuello con tanta fuerza que le cortaba la respiración. Aaron se cruzó de brazos y levantó una ceja.
--Sí, ¿Qué has hecho con mi cabra Bert? –le preguntó con engañosa calma, Bert apretó los ojos y tragó saliva
-¡No he sido yo!¡¿Para qué se supone que voy a querer una cabra?! –chilló aterrado al mismo tiempo que indignado, pues no era culpable de nada y tampoco podía soltarse de aquellos hombres, además de que sabía de antemano que no podría hacerles cambiar de idea, Bert deseó no haberse levantado de la cama aquel día.
--¿Ha sido Lacabricus verdad? –preguntó retóricamente el pastor, al mismo tiempo que Chandler sin soltar a su víctima levantaba la porra y vociferaba
-¡Te voy a reventar esa asquerosa cabeza emplumada! –lo amenazó dispuesto a golpearlo, Bert apretó los ojos he intentó soltarse
-¡No por favor! –rogó, pues no iba a ser la primera vez que unos humanos hacían daño a alguien de su raza, lo más curioso era que solo se atrevían con los que eran aparentemente inofensivos como él, claro, Aaron nunca se atrevería ni a mirar mal a un hombre-tigre por ejemplo.
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River, debes de postear tu llegada a Charca estancada, la reacción de los pueblerinos (que será similar a la que han tenido al ver a Brood). Llegaras a tiempo de oír parte de la discusión y ver como Chandler esta a punto de golpear a Bert con la porra en la cabeza. En estos momentos el camino del mastereado va en función de como reacciones ante esta escena, recuerda que tras tu turno irá uno mío con la reacción de los npjs que dará paso al ya ritmo normal del posteo.
Wyn
Master
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Re: [Mastereado 2/2] Las cabras del pantano
Lo primero que le llamó la atención a la sirena, fueron las casa que colgaban en los árboles.
River se quedó mirando asombrada el lugar al que acaba de llegar. Se trataba de una aldea que se encontraba por los pantanos del oeste, con pequeños caminos hechos de madera para que los habitantes pudieran pasar andando si no utilizaban la opción de ir en pequeñas canoas. Era un lugar curioso a la vez que precioso. Se sintió orgullosa de haber sido capaz de encontrar aquel sitio ella sola y no pudo evitar pensar en cómo había cambiado durante sus viajes, ya no tenía tanto miedo y se sentía más segura que cuando se fue del lago donde vivía con sus compañeras.
Se adentró emocionada hacia el centro de la aldea y mientras paseaba se dio cuenta de otro detalle: allí vivían humanos y hombres-bestia en comunidad. River no pudo evitar sonreír, ¡Qué maravilla! Recordaba como en su comunidad no se fiaban de los humanos… ella había terminado aprendiendo que no todos los humanos eran malos y que era posible una convivencia conjunta… ¿Qué pensarían sus hermanas si vieran aquella aldea? ¿Se escandalizarían o cambiaran de opinión?
Pero a medida que avanzaba, la sirena se dio cuenta que tal vez tenía una idea errónea de aquella comunidad… se fijó en cómo, a pesar de vivir en el mismo sitio, los humanos y los hombres-bestia más bien se juntaban en aglomeraciones de sus propias razas que estar todos juntos. Un sonido la distrajo, se volteó hacia el lado de donde creía que provenía y vio como algunos habitantes cerraban las puertas y las ventanas de sus casas. River arqueó una ceja y miró hacia otro lado confusa y se topó con un hombre que la señalaba mirándola con sospecha mientras cuchicheaba con el compañero que tenía al lado. La sirena no tardó en darse cuenta de que por allá donde pasaba, las reacciones eran las mismas: los habitantes la miraban, se escondían en sus casas, la señalaban e incluso la evitaban cuando ella quería acercarse para preguntarles donde podría ir. Daba igual si eran humanos u hombres-bestias, ambas razas reaccionaban igual. La pelirroja aun así no se dio por vencida y continuó avanzando su camino, pero terminó topándose con una pelea entre un grupo de humanos contra un hombre-pato.
River se horrorizó al ver a dos de los humanos con porras preparados para golpear al hombre-bestia, y se adelantó para poder ver qué pasaba. A medida que se acercaba, la pelirroja escuchó como aquellos hombres estaban acusando al hombre-pato de haberles robado. ¿Sería verdad? Pero aquel hombre-bestia parecía inocente… River no pudo evitar sentir pena hacia él. La sirena dio un sobresalto al ver como uno de los humanos agarraba del pescuezo con fuerza al pato y él dio un grito asustado y empezó a intentar zafarse del agarre mientras los humanos continuaban insistiendo en que le respondieran.
.- ¡Te voy a reventar esa asquerosa cabeza emplumada! –le amenazó uno de los humanos con intención de golpearle con la porra en la cabeza y River abrió los ojos asustada.
.- ¡No por favor! –rogó el pato, apretando los ojos e intentando soltarse.
“Esto no es justo, no lo es…” pensó River removiéndose incomoda y mordiéndose el labio inferior. Aquellos humanos estaban siendo muy injustos, seguro que había una alternativa… y entonces, cuando menos quiso darse cuenta, River se adelantó un paso y exclamó suplicante al hombre en un intento de detenerle:
.- ¡Detente! ¡Déjale en paz!
River se quedó mirando asombrada el lugar al que acaba de llegar. Se trataba de una aldea que se encontraba por los pantanos del oeste, con pequeños caminos hechos de madera para que los habitantes pudieran pasar andando si no utilizaban la opción de ir en pequeñas canoas. Era un lugar curioso a la vez que precioso. Se sintió orgullosa de haber sido capaz de encontrar aquel sitio ella sola y no pudo evitar pensar en cómo había cambiado durante sus viajes, ya no tenía tanto miedo y se sentía más segura que cuando se fue del lago donde vivía con sus compañeras.
Se adentró emocionada hacia el centro de la aldea y mientras paseaba se dio cuenta de otro detalle: allí vivían humanos y hombres-bestia en comunidad. River no pudo evitar sonreír, ¡Qué maravilla! Recordaba como en su comunidad no se fiaban de los humanos… ella había terminado aprendiendo que no todos los humanos eran malos y que era posible una convivencia conjunta… ¿Qué pensarían sus hermanas si vieran aquella aldea? ¿Se escandalizarían o cambiaran de opinión?
Pero a medida que avanzaba, la sirena se dio cuenta que tal vez tenía una idea errónea de aquella comunidad… se fijó en cómo, a pesar de vivir en el mismo sitio, los humanos y los hombres-bestia más bien se juntaban en aglomeraciones de sus propias razas que estar todos juntos. Un sonido la distrajo, se volteó hacia el lado de donde creía que provenía y vio como algunos habitantes cerraban las puertas y las ventanas de sus casas. River arqueó una ceja y miró hacia otro lado confusa y se topó con un hombre que la señalaba mirándola con sospecha mientras cuchicheaba con el compañero que tenía al lado. La sirena no tardó en darse cuenta de que por allá donde pasaba, las reacciones eran las mismas: los habitantes la miraban, se escondían en sus casas, la señalaban e incluso la evitaban cuando ella quería acercarse para preguntarles donde podría ir. Daba igual si eran humanos u hombres-bestias, ambas razas reaccionaban igual. La pelirroja aun así no se dio por vencida y continuó avanzando su camino, pero terminó topándose con una pelea entre un grupo de humanos contra un hombre-pato.
River se horrorizó al ver a dos de los humanos con porras preparados para golpear al hombre-bestia, y se adelantó para poder ver qué pasaba. A medida que se acercaba, la pelirroja escuchó como aquellos hombres estaban acusando al hombre-pato de haberles robado. ¿Sería verdad? Pero aquel hombre-bestia parecía inocente… River no pudo evitar sentir pena hacia él. La sirena dio un sobresalto al ver como uno de los humanos agarraba del pescuezo con fuerza al pato y él dio un grito asustado y empezó a intentar zafarse del agarre mientras los humanos continuaban insistiendo en que le respondieran.
.- ¡Te voy a reventar esa asquerosa cabeza emplumada! –le amenazó uno de los humanos con intención de golpearle con la porra en la cabeza y River abrió los ojos asustada.
.- ¡No por favor! –rogó el pato, apretando los ojos e intentando soltarse.
“Esto no es justo, no lo es…” pensó River removiéndose incomoda y mordiéndose el labio inferior. Aquellos humanos estaban siendo muy injustos, seguro que había una alternativa… y entonces, cuando menos quiso darse cuenta, River se adelantó un paso y exclamó suplicante al hombre en un intento de detenerle:
.- ¡Detente! ¡Déjale en paz!
River
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Re: [Mastereado 2/2] Las cabras del pantano
Al escuchar la voz de la joven, Chandler detuvo la porra en el aire y tanto los humanos como Bert se voltearon lentamente para mirar a la joven. Un ominoso silencio se formó en el lugar, los hombres estudiaron a River de arriba abajo, luego se miraron entre ellos, todos estaban de acuerdo en que era una forastera. Y como todos los forasteros era una sospechosa potencial.
-¿Y tú quién eres? –preguntó Steffen cruzándose de brazos, Aaron puso los brazos en jarra y se adelantó unos pasos achicando los ojos con suspicacia
-¿No te habrá contratado Lacabricus a ti también? –preguntó en un tono retorico, que más que una simple deducción sonaba a una acusación directa. Chandler soltó a Bert, que cayó de culo al suelo entre toses y acariciándose el cuello, mientras el matón avanzaba amenazadoramente hacia la pelirroja.
-Eso, ¿También tu estas robándonos las cabras? –la acusó sin dejarse de aproximar a la joven haciendo crujir los puños, dando a entender que no tenía buenas intenciones.
Los gritos de la discusión no habían cesado, pero cerca de Brood se escucharon varias salpicaduras, se trataban de un par de hombres-bestia, ambos eran medio pez, ni tritones ni sirenas, eran literalmente hombres pez. A pesar de su aspecto poco inteligente, estaban subiendo sobre los tablones que formaban uno de los multiples caminos sobre el agua del pantano y parecían tener prisa, pues en el mismo momento que pusieron los pies en el suelo, salieron corriendo como alma que lleva el diablo, de tal manera que por poco pudieron esquivar al dragón, al que ni se molestaron en pedir disculpas.
Los hombres pez se alejaron corriendo torpemente tirando algunas cosas por su camino y ganándose los insultos de varios humanos que incluso les lanzaban piedras.
Brood, tienes dos opciones; Si avanzas un poco más te encontrarás con River en apuros, por otro lado no es obligatorio que vayas a su rescate. Basta con que no avances más y te vayas hacia otro lado del pueblo. En otras palabras, eres libre de explorar el pueblo a tus anchas.
River, actúa en consecuencia con lo que escriba Brood. Si ves que necesitas ayuda enviame un mp e intervendré para ayudarte.
-¿Y tú quién eres? –preguntó Steffen cruzándose de brazos, Aaron puso los brazos en jarra y se adelantó unos pasos achicando los ojos con suspicacia
-¿No te habrá contratado Lacabricus a ti también? –preguntó en un tono retorico, que más que una simple deducción sonaba a una acusación directa. Chandler soltó a Bert, que cayó de culo al suelo entre toses y acariciándose el cuello, mientras el matón avanzaba amenazadoramente hacia la pelirroja.
-Eso, ¿También tu estas robándonos las cabras? –la acusó sin dejarse de aproximar a la joven haciendo crujir los puños, dando a entender que no tenía buenas intenciones.
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Los gritos de la discusión no habían cesado, pero cerca de Brood se escucharon varias salpicaduras, se trataban de un par de hombres-bestia, ambos eran medio pez, ni tritones ni sirenas, eran literalmente hombres pez. A pesar de su aspecto poco inteligente, estaban subiendo sobre los tablones que formaban uno de los multiples caminos sobre el agua del pantano y parecían tener prisa, pues en el mismo momento que pusieron los pies en el suelo, salieron corriendo como alma que lleva el diablo, de tal manera que por poco pudieron esquivar al dragón, al que ni se molestaron en pedir disculpas.
Los hombres pez se alejaron corriendo torpemente tirando algunas cosas por su camino y ganándose los insultos de varios humanos que incluso les lanzaban piedras.
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Brood, tienes dos opciones; Si avanzas un poco más te encontrarás con River en apuros, por otro lado no es obligatorio que vayas a su rescate. Basta con que no avances más y te vayas hacia otro lado del pueblo. En otras palabras, eres libre de explorar el pueblo a tus anchas.
River, actúa en consecuencia con lo que escriba Brood. Si ves que necesitas ayuda enviame un mp e intervendré para ayudarte.
Wyn
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Re: [Mastereado 2/2] Las cabras del pantano
Una vez que llegó a ese húmedo lugar, en las profundidades de aquel bosque en busca de soluciones para retomar el camino, Naiten notó, que las cosas no iban a ser tan fácil como esperaba. Al parecer, este pueblo era bastante extraño, tanto que los forasteros como el dragón no eran bienvenido en sus moradas. Una vez caminando las baldosas de madera que estaban sobre el agua para llegar al centro de esta extraña vereda, todos los pueblerinos empezaban a murmurar y señalar al dragón. -Algo anda mal en este sitio... pensó el dragón.
Este mientras continuaba su caminata de repente siente que casi pierde el equilibrio que es desplazado por seres corriendo, pero mientras recoge su mochila que es tirada observa como hombres peces corren con gran velocidad y torpeza por los escalones, tirando objetos y personas a su alrededor. Sin más, Naiten llega tranquilo al centro de la ciudad, en donde las cosas estarían peores a cuando llegó. El dragón ver como en ese mismo momento un humano corpulento, rodeado de otros de su clase intimidaban a un hombre bestia tipo pato, por unos robos de unas cabras, mientras los tímidos hombres bestias, se defendían que ellos no habían hecho tal malaña.
Naiten no quería involucrarse en lo sucedido y más aún cuando desconocía a ciencia cierta que pasaba y se encontraba en terrenos extraños para él, cuando pensaba dar la espalda una cálida pero fuerte voz paralizó toda riña. Naiten levantó su sombrero de paja para ver mejor y observar quién había dicho alto. Y se trataba de una pálida mujer de una gran melena de color castaño claro, sus ojos verde como la esmeralda, de estatura promedio y de buena figura y curvas, no había duda que era una persona que poseía una gran belleza física.
Esta se encontraba muy nerviosa después de lo sucedido y más aún cuando todo el mundo hizo silencio. Naiten observó que el fornido hombre y sus secuaces quitaron la atención al hombre pato y la enfocaron en la dulce dama de ojos esmeralda. Por la forma en que la interrogaban, Naiten llegó a la conclusión que de que al igual que él, era extranjera y al parecer la culpaba solamente por no ser lugareña, la xenofobia en este lugar no tenía límites. Aquellos hombres se tornaron furiosos y se portaban algo agresivo con la esbelta mujer, Naiten tan solo pensó -no se porque me pasa esto a mi..., pero no puedo dejar que le pase algo a esta chica... y sin más se adentró al circulo en donde estaba el pleito.
Naiten muy tranquilo tapando su armadura y una parte de su katana por sus pieles de lobo y su rostro no se observaba bien debido a su sombrero de paja al llegar al centro donde estaba la nerviosa mujer por dicha situación, se colocó al frente de ella para que los humanos musculosos no pudiera tocarla, entonces, el dragón sin mostrar mucho miedo pero sin buscar problemas habló a aquel grupo -Pido disculpa de parte de ella y mio, somos forasteros perdidos y tan solo estamos de paso por ayuda, no hemos robado cabras como afirmas y no sabemos de que va esta discusión..., dejó de hablar unos segundos y prosiguió... -lamentamos el hecho honorables señores, espero podamos continuar esta dama y yo nuestro camino sin problema... De esta forma Naiten esperaba respuesta de aquel grupo ya que trataba de bajar las revoluciones a lo que se estaba formando y solucionarlo de la forma más pacífica posible, sin nadie resultar herido.
Este mientras continuaba su caminata de repente siente que casi pierde el equilibrio que es desplazado por seres corriendo, pero mientras recoge su mochila que es tirada observa como hombres peces corren con gran velocidad y torpeza por los escalones, tirando objetos y personas a su alrededor. Sin más, Naiten llega tranquilo al centro de la ciudad, en donde las cosas estarían peores a cuando llegó. El dragón ver como en ese mismo momento un humano corpulento, rodeado de otros de su clase intimidaban a un hombre bestia tipo pato, por unos robos de unas cabras, mientras los tímidos hombres bestias, se defendían que ellos no habían hecho tal malaña.
Naiten no quería involucrarse en lo sucedido y más aún cuando desconocía a ciencia cierta que pasaba y se encontraba en terrenos extraños para él, cuando pensaba dar la espalda una cálida pero fuerte voz paralizó toda riña. Naiten levantó su sombrero de paja para ver mejor y observar quién había dicho alto. Y se trataba de una pálida mujer de una gran melena de color castaño claro, sus ojos verde como la esmeralda, de estatura promedio y de buena figura y curvas, no había duda que era una persona que poseía una gran belleza física.
Esta se encontraba muy nerviosa después de lo sucedido y más aún cuando todo el mundo hizo silencio. Naiten observó que el fornido hombre y sus secuaces quitaron la atención al hombre pato y la enfocaron en la dulce dama de ojos esmeralda. Por la forma en que la interrogaban, Naiten llegó a la conclusión que de que al igual que él, era extranjera y al parecer la culpaba solamente por no ser lugareña, la xenofobia en este lugar no tenía límites. Aquellos hombres se tornaron furiosos y se portaban algo agresivo con la esbelta mujer, Naiten tan solo pensó -no se porque me pasa esto a mi..., pero no puedo dejar que le pase algo a esta chica... y sin más se adentró al circulo en donde estaba el pleito.
Naiten muy tranquilo tapando su armadura y una parte de su katana por sus pieles de lobo y su rostro no se observaba bien debido a su sombrero de paja al llegar al centro donde estaba la nerviosa mujer por dicha situación, se colocó al frente de ella para que los humanos musculosos no pudiera tocarla, entonces, el dragón sin mostrar mucho miedo pero sin buscar problemas habló a aquel grupo -Pido disculpa de parte de ella y mio, somos forasteros perdidos y tan solo estamos de paso por ayuda, no hemos robado cabras como afirmas y no sabemos de que va esta discusión..., dejó de hablar unos segundos y prosiguió... -lamentamos el hecho honorables señores, espero podamos continuar esta dama y yo nuestro camino sin problema... De esta forma Naiten esperaba respuesta de aquel grupo ya que trataba de bajar las revoluciones a lo que se estaba formando y solucionarlo de la forma más pacífica posible, sin nadie resultar herido.
Brood
Experto
Experto
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Re: [Mastereado 2/2] Las cabras del pantano
A partir de ahora retomo yo esta quest por problemas con el master Wyn
Los tres hombres miraron a la muchacha, se acercaban lentamente con una sonrisa siniestra en los labios mientras Chandler aporreaba su porra con la mano derecha contra su otra mano. Pero la cosa no salió como ellos querían, pues un hombre desconocido entró en escena y se interpuso entre la joven y los tres hombres. Aaron torció la boca y frunció el ceño con un gesto de desagrado. Hizo un ademán con la cabeza a sus dos acompañantes que se acercaron a él.
Mientras, el pequeño hombre pato se había refugiado literalmente en las faldas de la joven, acurrucado de cuclillas tras ella buscaba la protección de quien le había defendido.
-¿Quienes sois y qué tenéis que ver con ese sucio pato? -Preguntó Aaron, que llevaba la voz cantante, señalando al pato con el gallato de pastor que llevaba en la mano. Ambos compañeros se pusieron en aptitud defensiva, agarrando fuerte sus armas mientras Aaron se acercó a ellos y le propinó una patada al hombre bestia en el pico. -Bueno entonces, vosotros podéis marcharos, nosotros tenemos una cuenta pendiente con él. -Dijo con una media sonrisa en el rostro y sus compañeros rieron y asintieron con la cabeza.
-No por favor, son mis amigos y no dejarán que me hagas daño. -Dijo el hombre pato en un intento desesperado de librarse de una muerte segura después de una tortura. Se aferró de nuevo a la pierna de la mujer, y la miró desde el suelo mientras se limpiaba el pico con la manga de la camisa. -Por favor... -Susurró para que no lo escucharan los tres hombres que habían ido a por él.
-¡Pero si el hombre ha dicho que solo eran viajantes! -Dijo Steffen y sacó de su bolsillo una pequeña daga de hoja corta. -¡Se está marcando un farol! -Gritó mirando a Aaron y después miró a ambos extraños a ver cuál era su reacción. -Torturemosle hasta que nos diga dónde está la cabra, y sino pues podemos cenar pato hoy. -Dijo y rió malévolamente sin soltar la daga que tenía en la mano.
___________________________________
No obstante en otro lugar no muy lejos de allí, en una de las cabañas que había sobre los árboles, rota y quizá abandonada meses atrás. Los dos hombres pez parecían nerviosos, como esperando algo, cuando un hombre de avanzada edad, de pelo grisáceo pero fornido pese a su edad abrió la puerta de la choza con un saco marrón y grande, lo dejó sobre el suelo y se sentó sobre una de las sillas de madera.
-¿Qué miras Biscoso? ¿Crees que el trabajo se hace solo? -Dijo el hombre tomando la jarra de cerveza que anteriormente estaba bebiendo el hombre pez. Puso los pies sobre la mesa y dio un buen trago a la jarra.
Ambos hombres pez asintieron con la cabeza y salieron corriendo hacia alguna parte con una nota en la mano.
_________________
Podéis pasar del pato y seguir vuestro camino y os encontraríais con los dos hombres pez, o quedaros en la disputa por la cabra.
Turno de River, y después responderá Brood siguiendo el ritmo de posteo.
Tyr
Master
Master
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Re: [Mastereado 2/2] Las cabras del pantano
Ha pasado más de un mes, por tanto este tema debería ser cerrado al no tener uso.
Al ser una quest, ruego al master que me comunique si debo cerrar ya el tema o precisa de tenerlo abierto, por si se ha producido abandono o se trata de una pausa acordada.
Al ser una quest, ruego al master que me comunique si debo cerrar ya el tema o precisa de tenerlo abierto, por si se ha producido abandono o se trata de una pausa acordada.
Ébano
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
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