[Evento] El coloso.

El ámbito silvestre convidaba de su frescura a aquellos que pudiesen gozar de ese entorno. Lleno de vida estaba el bosque; el verde bañaba todos los rincones y el trino de las aves componía una melodía placentera al oído. La enorme arboleda imponía respeto entre los seres a los que daba refugio. Esta mantenía su magnificencia gracias a los elfos que cuidaban del territorio, evitando así que cualquier invasor se atraviese a perpetrar en contra de la adorada Naturaleza.

En aquel arcano reinado de armonía y solemne paz, se elevaba un monumento a la prosperidad de los elfos: El Coloso. Así llamaban los nativos a un robusto árbol en el centro de un claro. Recibía su nombre por su tamaño y altura, que alcanzaba casi los quince metros. A pesar de no contar con las ramas más largas de Sandorai ni el tronco más grueso, el Coloso llevaba ese nombre no sólo por su tamaño, sino debido a que era uno de los árboles más antiguos del Bosque. En la corteza era imposible hallar mella alguna, su salud era hasta envidiada por los locales y su magnificencia lo convertía en la reliquia que el pueblo más cercano consideraba que era.

Un anciano elfo observaba la copa del árbol ladeando su cabeza de un lado a otro con ambos pies sobre una raíz que sobresalía de la tierra. - Oye, tú. - Diría a la persona que pasase por allí. - Sí, tú. - Reiteraría. - Necesito tu ayuda. Un ave ha tomado mi bolsa y la ha dejado en su nido, en lo alto del Coloso. - Señalaría con su dedo una gruesa rama en lo alto de la copa del árbol, donde un misterioso destello destacaría en la vista.
- Te daré una recompensa si me ayudas. - Replicaría el anciano una vez más, intentando convencer a su nuevo compañero.





Para participar deberás:
♠ Realizar un post de 20 líneas completas como mínimo.
♣ Trepar el Coloso hasta llegar a la copa, donde podrás ponerte de pie con un poco de dificultad.
Nota: El Coloso tiene una serie de cavidades, rugosidades y ramas que puedes usar para trepar.
♦ Explicar cómo y por qué te encuentras en el Bosque de Sandorai.
♥ Elegir un conflicto y desarrollarlo: a) te resbalas del árbol. b) un animal te ataca. c) un elfo te ataca por 'profanar' el Coloso.


♪ Sólo un personaje puede participar a la vez. Una vez un personaje postee y cumpla con los requisitos, este Tema será cerrado.


Proviene del Evento [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo].

Hacía ya un par de días que había cruzado la frontera de tierras de orejudos. No era ni la primera ni la última vez, pero en esta ocasión en especial hasta quejarme me parecía insuficiente... Thorbald insistía en que le trajera una planta en concreto, una que ni siquiera los rastreadores de la Manada pudieron conseguir, y claro, ahí era donde aparecía mi nombre... ¿Pero una planta? ¿¡Qué clase de interés podría tener el líder de los lícantropos en una maldita planta élfica!? Bah... Al parecer no era lo suficientemente buena como para que me revelase los detalles, pero sí lo bastante como mandarme a buscarla, a mí, a la Sombra...

Volví a mirar la silueta de mi objetivo dibujada en un trozo de pergamino viejo y arrugado. No había palabras escritas en él, solo una extraña silueta la cual... ¡Difícilmente podría ser una planta! Pero las órdenes eran órdenes y aunque ya de lejos veía que volvería con las manos vacías al menos tenía que hacerlo parecer como que me había esforzado, pues, venga ya, es imposible encontrar una planta con una forma tan extr... .... - Ah... La planta... - se me escapó sin querer al llegar a un claro apartado.

Abrí la boca de par en par, sin preocuparme en absoluto de la pinta de estúpida que tenía en aquel momento. ¡Había encontrado la flor de aspecto imposible! ¡Estaba ahí mismo, al lado de un árbol gigante! Di un par de pasos impacientada cuando me detuve de golpe... Había un elfo justo delante... Centré mi mirada fija en el anciano, pero no parecía prestarme atención alguna. "Si no hago ruido tal vez aún pueda marcharme sin ser vista..." Poco a poco, muy lentamente, trate de girarme sin hacer ruido y entonces...

- Oye, tú. Sí, tú. Necesito tu ayuda. Un ave ha tomado mi bolsa y la ha dejado en su nido, en lo alto del Coloso. - "Mierda..." lamenté.

Esta vez me acerqué al viejo y seguí la dirección que me marcaba con la punta de su dedo. - ¿Eso de ahí arriba? - pregunté levantando una ceja. - Já. ¡Pan comido! -

Coloqué una rodilla en el suelo y me tomé menos de 5 segundos para prepararme. Concentré la energía necesaria en la parte inferior de mi cuerpo y sentí la fuerza recorrer mis piernas; pegué un salto de más de 3 metros con tan solo un impulso. Una vez en el aire fue fácil agarrarse de una de las ramas del árbol. Pegué una voltereta y volví a usarlo de apoyo saltando ahora de rama en rama. Llegar hasta la cima no fue ningún problema después de eso.

Encontré el nido y sin detenerme agarré la bolsa de tela ya algo desgastada, pero en lugar de bajar de inmediato decidí aprovechar la carrera para llegar hasta lo alto. Me coloqué de pie, perdiendo el equilibrio por un instante. - Fiuu~ ¡Menudo viento que hace aquí arriba! - reí, pero entonces noté que la bolsa no era tan liviana como para que un pájaro... - Gyaaaa~ - Me giré al escuchar el potente graznido y casi noté como si mi boca abierta se llenase de mil y un insectos. Un pájaro del tamaño de un dragón se acercaba surcando los cielos en picado y parecía dirigirse justo hacia mí. - ¡Me cago en...! -

Resbalé cayendo hacia atrás. No había mucho que pudiese hacer, la verdad, y entre ser devorada por aquel bicho raro y caer hacia el vacío prefería lo segundo, así que simplemente me dejé llevar. Al principio ninguna rama parecía querer detener mi caída, pero al menos me había librado de aquella monstruosidad. El verde de las hojas pasaba a mi lado como si no fuesen más que manchas flotantes en el aire y; ¡BUMBA! Llegó lo que tenía que llegar tarde o temprano; una de las ramas por fin se había molestado en atraparme en su abrazo... Su doloroso abrazo... Después de eso me escurrí cabizbaja y con una mano en la espalda el resto del camino y sin decir palabra alguna le entregué al viejo su dichosa bolsa de tela...