Reinos del Sur

Llamado así por referencias religiosas a otros mundos, el bosque de Midgard es un bosque único en Aerandir, ya que es el hábitat de unos pequeños seres llamados mikakos midgarianos, los cuales se encargan de mantener en ascuas el suelo de este bosque. Esto ha hecho que se desarrolle todo un ecosistema de plantas y animales resistentes a altas temperaturas que tan solo se encuentran aquí.

El bosque sagrado de Sandorai es, sin duda, el más frondoso de todo Aerandir. Relegados a estos bosques tras perder la Segunda Guerra Illidense, los elfos hicieron suyos los reinos del sur, estableciendo aldeas en lo más alto de estos enormes árboles milenarios.

El gran Árbol Madre siempre ha sido un símbolo para la comunidad élfica, tras la batalla del Árbol Madre su copa se vio arrasada, sobreviviendo a las consecuencias de la guerra. Las zonas más altas del árbol han quedado inhabitables y los elfos utilizan a diario su magia de luz para sanar a este gran ente.

Estas runas están lindando con el bosque de Midgard y casi metidas dentro del bosque sagrado de Sandorai, aquí, los druidas elfos antaño se reunían, así como los jefes de los clanes. Era lugar sagrado y de sacrificios a los dioses, pero con la deforestación estas quedaron fuera del bosque y por tanto sin uso. Algunos afirman que puede ser un portal a otros mundos, por ello los humanos terrestres las investigaron en su día pero sin mucho éxito.

La playa de los Ancestros es la más grande de todo Aerandir, el cual es en su mayoría rocoso, pero el aire que azota las islas Illidenses desgasta las piedras y lleva la arena hasta la playa de los Ancestros, siendo esta de las únicas playas de arena blanca y fina de todo Aerandir. Se extiende desde los lindes con la Península de Verisar por todo el extremo Sur del continente hasta su extremo más occidental.

Recientemente redescubierta, la ciudad de D’Orlind Ûr se asienta entre las montañas de Nôxhupi-Xhü, junto al nacimiento del Nôctehzu-Mäh. Aunque aún se está reconstruyendo, ya cuenta con un variado contingente de habitantes, bajo el mando del igualmente reciente Consejo de clanes. Los imponentes edificios de piedra conviven con la frondosa vegetación haciendo que parezcan mimetizarse con el bosque circundante.