[Cerrado] El Club de la Pelea... [Trabajo]
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[Cerrado] El Club de la Pelea... [Trabajo]
Y aquí estaba de nuevo, en otra de mis malas ideas, caminando entre las malolientes catacumbas en busca de algo que no me interesaba realmente, pero ya había iniciado con esta labor y debía terminarla de cualquier manera, pero, ¿Cómo llegué hasta aquí? Aún podía recordar cada detalle ocurrido hasta ahora:
Mi paso por Lunargenta debía ser rápido y sigiloso, la ciudad de los humanos no era el mejor lugar del mundo para hacer turismo a menos que se tuviera suficiente dinero para cerrar la boca de todos, caminaba tan rápido como podía cuando vi a lo lejos a un anciano forcejando con un par de sujetos, al parecer intentaban robarlo pero el viejo se defendía frenéticamente sin soltar sus pertenencias, o más bien, su pertenencia, puesto que todo lo que intentaban quitarle era una vieja camisa podrida y sucia, no parecía ser gran cosa, pero dos contra uno era una gran injusticia, quisiera o no, tendría que hacer algo -¡Hey! Idiotas, dejen al viejo en paz, es mi cena- Dije en tono siniestro, haciendo que mi voz sonara más gruesa que de costumbre solo para intimidarlos, cosa que de momento parecía haber funcionado, pues habían dejado tranquilo al viejo pero solo para enfocar su atención en mí, se acercaron colocándose a ambos lados intentando rodearme y luego atacaron ambos al mismo tiempo, con mi velocidad y un poco de suerte logré retroceder a tiempo y empujar sus cuerpos cada uno hacia el otro para que acabaran estrellados entre ellos mismos, ambos quedaron un poco aturdidos en el piso, cosa que aproveché para estrellar contra el suelo la cabeza de cada uno hasta hacer que quedaran desmayados.
Me acerqué entonces al anciano para asegurarme de que estaba bien, pero me sorprendió bastante su manera de agradecerme -¡No seré tu cena, monstruo!- Gritó mientras cerraba los ojos y se cubría con las manos, en las cuales aún sujetaba esa espantosa camisa -No voy a comerte, viejo idiota- Dije esta vez con una voz menos intimidante -Y aleja esa fea camisa de mi vista o me matarás de mal gusto- El viejo se levantó tras mis palabras con los ojos casi a punto de inundarse de lágrimas -Es la camisa de mi hijo, su camisa favorita- Levanté una ceja mientras escuchaba sus palabras, bastante malo era el gusto de su hijo para vestirse con algo así -¿Y dónde está tu hijo?- Pregunté con desgano, a lo que el viejo dejó caer los brazos apretando la camisa con sus manos -No lo sé- Respondió de manera triste -Mi hijo es un gran peleador, hace unos días recibió una invitación para participar en un misterioso torneo que se realiza en las catacumbas, le dije que era peligroso ese lugar, que no debía ir, pero somos pobres y necesitábamos el dinero, así que, se fue a escondidas y aún no ha regresado- Casi podía sentir el dolor que el hombre expresaba con su mirada, y por alguna razón, llegué a sentir algo de piedad -Buscaré a tu hijo, solo dime su nombre- Le dije al viejo mientras ponía una mano en su hombro intentando tranquilizarlo -Su nombre es Dixon y se ve así- Dijo mientras me entregaba un pequeño dibujo en pergamino con el rostro del chico.
Fue así como inicié el viaje hacia una nueva tarea, encontrar al hijo de un desconocido en lugar de atender mis propios asuntos, pero a fin de cuentas, amanecería dentro de poco y no quería pasar el día entero sin hacer nada.
Mi paso por Lunargenta debía ser rápido y sigiloso, la ciudad de los humanos no era el mejor lugar del mundo para hacer turismo a menos que se tuviera suficiente dinero para cerrar la boca de todos, caminaba tan rápido como podía cuando vi a lo lejos a un anciano forcejando con un par de sujetos, al parecer intentaban robarlo pero el viejo se defendía frenéticamente sin soltar sus pertenencias, o más bien, su pertenencia, puesto que todo lo que intentaban quitarle era una vieja camisa podrida y sucia, no parecía ser gran cosa, pero dos contra uno era una gran injusticia, quisiera o no, tendría que hacer algo -¡Hey! Idiotas, dejen al viejo en paz, es mi cena- Dije en tono siniestro, haciendo que mi voz sonara más gruesa que de costumbre solo para intimidarlos, cosa que de momento parecía haber funcionado, pues habían dejado tranquilo al viejo pero solo para enfocar su atención en mí, se acercaron colocándose a ambos lados intentando rodearme y luego atacaron ambos al mismo tiempo, con mi velocidad y un poco de suerte logré retroceder a tiempo y empujar sus cuerpos cada uno hacia el otro para que acabaran estrellados entre ellos mismos, ambos quedaron un poco aturdidos en el piso, cosa que aproveché para estrellar contra el suelo la cabeza de cada uno hasta hacer que quedaran desmayados.
Me acerqué entonces al anciano para asegurarme de que estaba bien, pero me sorprendió bastante su manera de agradecerme -¡No seré tu cena, monstruo!- Gritó mientras cerraba los ojos y se cubría con las manos, en las cuales aún sujetaba esa espantosa camisa -No voy a comerte, viejo idiota- Dije esta vez con una voz menos intimidante -Y aleja esa fea camisa de mi vista o me matarás de mal gusto- El viejo se levantó tras mis palabras con los ojos casi a punto de inundarse de lágrimas -Es la camisa de mi hijo, su camisa favorita- Levanté una ceja mientras escuchaba sus palabras, bastante malo era el gusto de su hijo para vestirse con algo así -¿Y dónde está tu hijo?- Pregunté con desgano, a lo que el viejo dejó caer los brazos apretando la camisa con sus manos -No lo sé- Respondió de manera triste -Mi hijo es un gran peleador, hace unos días recibió una invitación para participar en un misterioso torneo que se realiza en las catacumbas, le dije que era peligroso ese lugar, que no debía ir, pero somos pobres y necesitábamos el dinero, así que, se fue a escondidas y aún no ha regresado- Casi podía sentir el dolor que el hombre expresaba con su mirada, y por alguna razón, llegué a sentir algo de piedad -Buscaré a tu hijo, solo dime su nombre- Le dije al viejo mientras ponía una mano en su hombro intentando tranquilizarlo -Su nombre es Dixon y se ve así- Dijo mientras me entregaba un pequeño dibujo en pergamino con el rostro del chico.
Fue así como inicié el viaje hacia una nueva tarea, encontrar al hijo de un desconocido en lugar de atender mis propios asuntos, pero a fin de cuentas, amanecería dentro de poco y no quería pasar el día entero sin hacer nada.
Última edición por Bio el Lun Oct 05 2015, 00:06, editado 1 vez
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Aerandiano de honor
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Re: [Cerrado] El Club de la Pelea... [Trabajo]
Lo primero que debía hacer era buscar la ubicación de las famosas peleas, y no se me ocurría mejor lugar que una de esas improvisadas tabernas de las catacumbas, lugares con bebidas que nadie sabía con certeza de dónde eran sacadas y que podrían emborrachar a los incautos con tan solo olerlas, eran lugares donde los rumores corrían y se multiplicaban como conejos, caminé hacia la más cercana, o la única que lograba ver, y al entrar me ubiqué en la mesa más alejada mientras cerraba los ojos y preparaba mis oídos para estar atento a cualquier comentario, debía concentrarme al máximo para que no se me escapara nada, aunque ser tan meticuloso no sería tan bueno como yo pensaba; al cabo de un rato me había enterado de todo, menos de las peleas, sabía cuántos hombres sospechaban que eran engañados por sus esposas, y cuántos lo eran realmente, me había enterado de negocios turbios y hasta de venta de personas, pero nada de peleas, o al menos hasta ahora.
Un sujeto de gran tamaño entró a la sala con una actitud bastante prepotente -Hola Campeón, que bueno tenerte por ac...- Saludó el tabernero hasta que fue tomado por la mano derecha del sujeto que luego lo estrelló de cara contra la barra -Cállate y sirve, lo de siempre- Dijo en el tono más arrogante que había escuchado en mi vida mientras el resto de las personas guardaban un profundo y completo silencio, definitivamente tenía que ser un peleador, era demasiada evidencia junta, y lo mejor es que no parecía ser muy listo, así que no sería problema seguirlo hasta el lugar de las peleas, solo debía esperar a que se aburriera de beber, lo que no tardó mucho en suceder, no porque no pudiera beber más, sino porque al parecer, se acercaba la hora de su siguiente pelea y no quería llegar tarde, se levantó y se fue del lugar, sin haber pagado, aunque misteriosamente nadie se atrevió a reclamarle nada; tras él, me levanté sin haber consumido ni un caramelo, y fui a la salida dispuesto a seguirlo, un par de sujetos se acercaron a la puerta, tal vez con el fin de impedirme la salida pero logré escabullirme mientras un trío de Guardias de Lunargenta venían entrando y comentando asuntos un tanto sospechosos, tal vez un caso de guardias corruptos, pero ya habría tiempo para investigar eso luego.
Al salir, casi había perdido de vista al “Campeón”, aunque por su tamaño no tardé mucho en ubicar su cabezota por encima del tamaño de las demás personas, así que fui en su dirección, aunque manteniendo siempre cierta distancia para no despertar sospechas hasta que finalmente llegamos a una misteriosa puerta de metal custodiada por dos sujetos de buen tamaño que simulaban estar ahí parados sin hacer nada, pero recibían a quienes llegaban y tras inspeccionarlos, decidían si dejarlos entrar o no; el “Campeón” había logrado entrar sin problemas, pero mi caso no sería igual, debía encontrar la manera de hacerlo de la manera correcta, pues si fallaba al primer intento, sería más difícil entrar luego cuando ya reconocieran mi rostro y que ya antes había tratado de entrar...
Un sujeto de gran tamaño entró a la sala con una actitud bastante prepotente -Hola Campeón, que bueno tenerte por ac...- Saludó el tabernero hasta que fue tomado por la mano derecha del sujeto que luego lo estrelló de cara contra la barra -Cállate y sirve, lo de siempre- Dijo en el tono más arrogante que había escuchado en mi vida mientras el resto de las personas guardaban un profundo y completo silencio, definitivamente tenía que ser un peleador, era demasiada evidencia junta, y lo mejor es que no parecía ser muy listo, así que no sería problema seguirlo hasta el lugar de las peleas, solo debía esperar a que se aburriera de beber, lo que no tardó mucho en suceder, no porque no pudiera beber más, sino porque al parecer, se acercaba la hora de su siguiente pelea y no quería llegar tarde, se levantó y se fue del lugar, sin haber pagado, aunque misteriosamente nadie se atrevió a reclamarle nada; tras él, me levanté sin haber consumido ni un caramelo, y fui a la salida dispuesto a seguirlo, un par de sujetos se acercaron a la puerta, tal vez con el fin de impedirme la salida pero logré escabullirme mientras un trío de Guardias de Lunargenta venían entrando y comentando asuntos un tanto sospechosos, tal vez un caso de guardias corruptos, pero ya habría tiempo para investigar eso luego.
Al salir, casi había perdido de vista al “Campeón”, aunque por su tamaño no tardé mucho en ubicar su cabezota por encima del tamaño de las demás personas, así que fui en su dirección, aunque manteniendo siempre cierta distancia para no despertar sospechas hasta que finalmente llegamos a una misteriosa puerta de metal custodiada por dos sujetos de buen tamaño que simulaban estar ahí parados sin hacer nada, pero recibían a quienes llegaban y tras inspeccionarlos, decidían si dejarlos entrar o no; el “Campeón” había logrado entrar sin problemas, pero mi caso no sería igual, debía encontrar la manera de hacerlo de la manera correcta, pues si fallaba al primer intento, sería más difícil entrar luego cuando ya reconocieran mi rostro y que ya antes había tratado de entrar...
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Re: [Cerrado] El Club de la Pelea... [Trabajo]
La puerta se había mantenido sin actividad durante un largo rato, sin embargo, finalmente comenzaron a llegar personas, algunos se veían rudos, pero otros en cambio parecían ser chicos adinerados de Lunargenta que bajaban en busca de riesgo y emoción, cosas que arriba difícilmente podrían comprar; el modo de entrada parecía ser por invitación o solo para personas conocidas, por lo que, sin conocer a nadie sería más difícil poder entrar como invitado, tal vez si iba como peleador tendría una mayor probabilidad de ser aceptado, aunque tampoco sabía cómo funcionaba el acceso para los peleadores.
De pronto apareció frente a mis ojos mi boleto de entrada, un chico joven con aspecto de peleador, pero sin muchas esperanzas de poder ganar algo, se acercaba con algo de dudas mientras llevaba una especie de invitación en su mano, caminé de prisa hacia él, con tal sigilo que apenas me vio acercarme cuando ya fue demasiado tarde; lo tomé por el cuello y lo empujé hacia la pared sin darle tiempo de reaccionar hasta que mordí su cuello sin remordimiento alguno hasta que comenzó a perder sus fuerzas y cayó desmayado en el suelo, tomé de sus manos la invitación, ahora mi nombre debía ser Elzo Quete, pues era el nombre que estaba escrito en la invitación, algo en ese nombre me resultaba perturbadoramente gracioso, pero no había tiempo que perder en tonterías; así que me dirigí de inmediato hasta la entrada donde los sujetos me inspeccionaron de arriba abajo con una mirada inquisidora en busca de cualquier motivo para echarme a patadas, mostré la invitación a uno de los sujetos para evitar las sospechas tanto como fuera posible -Bienvenido, Señor Elzo- Dijo mientras miraba al otro y le indicaba con un gesto de la cabeza que me dejaran entrar, acto seguido la puerta se abrió y pude por fin entrar al que esperaba que fuera el lugar de la pelea, triste sería haberme equivocado y no estar en el lugar correcto.
Bajé unas largas escaleras siguiendo el único camino posible, donde al final se podía ver mucha luz y algo de ruido y gritos, al parecer sí estaba en el lugar correcto, apenas entrar pude ver una especie de arena de combates de forma circular, cubierta a modo de jaula en donde los peleadores eran enfrentados y donde al parecer, solo uno podría salir con vida de la arena, lo cual me daba una clara imagen de lo que habría podido suceder con el hijo del viejo, en resumen: vino, luchó, perdió, murió.
Aunque tenía la idea, intentaría averiguar un poco más acerca de todo este asunto, resultaba bastante curioso que se llevaran a cabo este tipo de actividades ilegales sin que la Guardia Real se enterara de nada, así que seguramente esto tendría más implicaciones de las que parecía tener, seguramente gente influyente y poderosa movía sus influencias para mantener esto en secreto, al menos hasta ahora.
De pronto apareció frente a mis ojos mi boleto de entrada, un chico joven con aspecto de peleador, pero sin muchas esperanzas de poder ganar algo, se acercaba con algo de dudas mientras llevaba una especie de invitación en su mano, caminé de prisa hacia él, con tal sigilo que apenas me vio acercarme cuando ya fue demasiado tarde; lo tomé por el cuello y lo empujé hacia la pared sin darle tiempo de reaccionar hasta que mordí su cuello sin remordimiento alguno hasta que comenzó a perder sus fuerzas y cayó desmayado en el suelo, tomé de sus manos la invitación, ahora mi nombre debía ser Elzo Quete, pues era el nombre que estaba escrito en la invitación, algo en ese nombre me resultaba perturbadoramente gracioso, pero no había tiempo que perder en tonterías; así que me dirigí de inmediato hasta la entrada donde los sujetos me inspeccionaron de arriba abajo con una mirada inquisidora en busca de cualquier motivo para echarme a patadas, mostré la invitación a uno de los sujetos para evitar las sospechas tanto como fuera posible -Bienvenido, Señor Elzo- Dijo mientras miraba al otro y le indicaba con un gesto de la cabeza que me dejaran entrar, acto seguido la puerta se abrió y pude por fin entrar al que esperaba que fuera el lugar de la pelea, triste sería haberme equivocado y no estar en el lugar correcto.
Bajé unas largas escaleras siguiendo el único camino posible, donde al final se podía ver mucha luz y algo de ruido y gritos, al parecer sí estaba en el lugar correcto, apenas entrar pude ver una especie de arena de combates de forma circular, cubierta a modo de jaula en donde los peleadores eran enfrentados y donde al parecer, solo uno podría salir con vida de la arena, lo cual me daba una clara imagen de lo que habría podido suceder con el hijo del viejo, en resumen: vino, luchó, perdió, murió.
Aunque tenía la idea, intentaría averiguar un poco más acerca de todo este asunto, resultaba bastante curioso que se llevaran a cabo este tipo de actividades ilegales sin que la Guardia Real se enterara de nada, así que seguramente esto tendría más implicaciones de las que parecía tener, seguramente gente influyente y poderosa movía sus influencias para mantener esto en secreto, al menos hasta ahora.
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Re: [Cerrado] El Club de la Pelea... [Trabajo]
Finalmente había conseguido entrar a ese espantoso lugar, desde afuera me habría imaginado muchas cosas, pero jamás algo tan sangriento como lo que estaba viendo justo ahora, la arena estaba teñida de sangre en varios lugares al igual que las rejas de la enorme jaula en donde peleaban los luchadores, al momento de mi llegada una pelea ya se estaba llevando a cabo, dos colosos de gran tamaño se enfrentaban entre sí, uno de ellos era al que había estado siguiendo hasta llegar a este lugar, y el otro, parecía ser más fuerte pues lo superaba en tamaño; levanté una ceja un poco impresionado por el tamaño de semejantes titanes y me acerqué tanto como pude hasta estar muy cerca de la arena, los golpes que se daban sonaban tan fuerte que parecían hacer vibrar el suelo, aunque seguramente era solo mi loca imaginación, habría que estar demente para enfrentarse a semejantes colosos, mientras la pelea se llevaba a cabo, intenté preguntar por el chico al que había venido a buscar, pero nadie me respondía nada, todos estaban muy concentrados en la batalla que se llevaba a cabo, me tocaría esperar a que terminaran de pelear para poder seguir mi investigación, y a fin de cuentas, no sería aburrido ver la colosal batalla que se estaba llevando a cabo.
El público, lleno de euforia gritaba una y otra vez -Campeón, Campeón- Yo dudaba si el tipo era el campeón o su nombre era Campeón, pero al parecer gozaba de todo el apoyo del público; aunque el otro sujeto era más grande, el Campeón recibía los fuertes golpes casi sin inmutarse, parecía no sentir dolor aunque eso era algo imposible, ni siquiera se preocupaba en esquivar los golpes, incluso, parecía disfrutarlos -¡Ataca! ¿Es todo lo que tienes? ¡Me matas de aburrimiento!- Gritaba el Campeón mientras el otro sujeto indignado comenzaba a caer en la desesperación, repetía golpes al pecho y la cara sin conseguir nada hasta que comenzó a dar señales de agotamiento, fue entonces cuando el campeón lo golpeó en la cabeza con ambas manos lanzándolo directo hacia el suelo para luego pisarlo en el cuello con una de sus botas y presionarlo violentamente sin que el otro pudiera hacer nada para evitarlo.
La euforia se adueñó del lugar mientras a manera de coro comenzaban todos a gritar -Iugula, Iugula, Iugula- Mientras el Campeón levantaba las manos en señal de victoria -(Qué podrá significar esa frase?)- Pensé mientras veía como el Campeón lanzaba una fuerte patada directo al cuello del caído que terminaba en un crujiente sonido de huesos rotos dejando la cabeza del pobre hombre aparentemente desprendida en una escena que enmudeció el lugar por apenas unos instantes hasta que el público volvió a explotar a gritos de emoción mientras gritaban y aclamaban el nombre del Campeón.
El sujeto parecía ser invencible, se había enfrentado a alguien mucho más grande y no solo había resistido los golpes, sino que además había logrado salir ileso del combate, sin más que algunos moretones producto de los golpes, lo que indicaba al menos que aunque no sintiera o expresara dolor, inevitablemente su cuerpo sufría los daños de los golpes, por lo que con algo de tiempo, esfuerzo y suerte, al final sí podría ser derrotado.
El público, lleno de euforia gritaba una y otra vez -Campeón, Campeón- Yo dudaba si el tipo era el campeón o su nombre era Campeón, pero al parecer gozaba de todo el apoyo del público; aunque el otro sujeto era más grande, el Campeón recibía los fuertes golpes casi sin inmutarse, parecía no sentir dolor aunque eso era algo imposible, ni siquiera se preocupaba en esquivar los golpes, incluso, parecía disfrutarlos -¡Ataca! ¿Es todo lo que tienes? ¡Me matas de aburrimiento!- Gritaba el Campeón mientras el otro sujeto indignado comenzaba a caer en la desesperación, repetía golpes al pecho y la cara sin conseguir nada hasta que comenzó a dar señales de agotamiento, fue entonces cuando el campeón lo golpeó en la cabeza con ambas manos lanzándolo directo hacia el suelo para luego pisarlo en el cuello con una de sus botas y presionarlo violentamente sin que el otro pudiera hacer nada para evitarlo.
La euforia se adueñó del lugar mientras a manera de coro comenzaban todos a gritar -Iugula, Iugula, Iugula- Mientras el Campeón levantaba las manos en señal de victoria -(Qué podrá significar esa frase?)- Pensé mientras veía como el Campeón lanzaba una fuerte patada directo al cuello del caído que terminaba en un crujiente sonido de huesos rotos dejando la cabeza del pobre hombre aparentemente desprendida en una escena que enmudeció el lugar por apenas unos instantes hasta que el público volvió a explotar a gritos de emoción mientras gritaban y aclamaban el nombre del Campeón.
El sujeto parecía ser invencible, se había enfrentado a alguien mucho más grande y no solo había resistido los golpes, sino que además había logrado salir ileso del combate, sin más que algunos moretones producto de los golpes, lo que indicaba al menos que aunque no sintiera o expresara dolor, inevitablemente su cuerpo sufría los daños de los golpes, por lo que con algo de tiempo, esfuerzo y suerte, al final sí podría ser derrotado.
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Re: [Cerrado] El Club de la Pelea... [Trabajo]
El combate había terminado, pero no sería el último de esta noche, al salir el Campeón, un grupo de sujetos entraron a toda prisa para sacar el cuerpo del hombre muerto y tras apenas unos minutos, la arena aún ensangrentada ya estaba lista para iniciar una nueva pelea, esta vez los candidatos eran hombres de menor tamaño, al parecer no todos eran esas criaturas colosales y aparentemente invencibles, ahora los peleadores fueron presentados como Rex y Bass; Rex era un sujeto bastante fornido, pero de tamaño aceptable, con el cabello largo, suelto y el pecho descubierto, no parecía ser muy hábil con sus piernas pero sus brazos le bastaban para todo, por su parte Bass era un poco más delgado, aunque tenía el cabello largo, éste lo llevaba atado en una especie de clineja, la cual parecía danzar en el aire al ritmo de sus movimientos.
Rex permaneció en el centro de la arena mientras Bass se movía por todo el borde de la arena dando saltos y haciendo piruetas una tras otra, tal vez con la idea de impresionar e intimidar al adversario, aunque evidentemente no estaba funcionando, pues el otro hombre permanecía de brazos cruzados esperando el momento indicado para atacar, Bass vio la oportunidad de realizar su ataque y emprendió una vertiginosa carrera, al estar cerca dio una voltereta en el piso para tomar impulso y dar un salto y dejarse caer sobre la cabeza de Rex, pero éste simplemente lo tomó en el aire y lo estrelló de cabeza contra el suelo matándolo de manera instantánea; todos se miraron unos a otros ante lo absurdo del combate, sin duda esperaban algo mejor que eso, pero, finalmente, había ganado, sin embargo, el hombre esperaba ganarse el apoyo del público, así que pidió a un nuevo retador.
Yo por mi parte había seguido preguntando, intentando saber algo del paradero del chico hasta que alguien comenzó a sospechar de mí -¿Quién eres?- Me preguntó el sujeto, a lo que intenté contestar de prisa -Elzo, soy Elzo- Dije mientras intentaba crear algo de distancia entre los dos -Tú no eres Elzo, yo lo conozco- Sus palabras me habían dejado entre la espada y la pared, di un paso atrás para respirar profundo e inventar alguna mentira que me salvara de la situación pero fue en vano -¡Tenemos un infiltrado!- Vociferó el hombre -¡Un espía!- Cosa que atrajo la atención de todo el público, e incluso de Rex, que aún seguía en la arena esperando un contrincante -Tráiganlo ante mí y lo haré pagar por su osadía- Dijo el agresivo peleador mientras entre varios me sujetaban para llevarme a la arena, en el camino fui despojado de mis dagas que quedaron clavadas en una mesa cercana a la arena, al parecer, finalmente había quedado involucrado en estas peligrosas peleas, ahora tendría que buscar la manera de sobrevivir y escapar de este gran problema.
Me lanzaron a la arena y cerraron la puerta de la gran jaula, estaba ahora atrapado con el sujeto que había matado al otro de un solo golpe, mi situación era bastante alarmante, y por si no fuera suficiente, Rex intentó asustarme aún más -Eres hombre muerto, no podrás vencerme, y si lo haces, perderás la cabeza en la guillotina, es el destino de los espías que han venido- Intenté no asustarme demasiado y prepararme para sobrevivir al combate, luego me preocuparía por las demás cosas, por ahora, solo una a la vez...
Rex permaneció en el centro de la arena mientras Bass se movía por todo el borde de la arena dando saltos y haciendo piruetas una tras otra, tal vez con la idea de impresionar e intimidar al adversario, aunque evidentemente no estaba funcionando, pues el otro hombre permanecía de brazos cruzados esperando el momento indicado para atacar, Bass vio la oportunidad de realizar su ataque y emprendió una vertiginosa carrera, al estar cerca dio una voltereta en el piso para tomar impulso y dar un salto y dejarse caer sobre la cabeza de Rex, pero éste simplemente lo tomó en el aire y lo estrelló de cabeza contra el suelo matándolo de manera instantánea; todos se miraron unos a otros ante lo absurdo del combate, sin duda esperaban algo mejor que eso, pero, finalmente, había ganado, sin embargo, el hombre esperaba ganarse el apoyo del público, así que pidió a un nuevo retador.
Yo por mi parte había seguido preguntando, intentando saber algo del paradero del chico hasta que alguien comenzó a sospechar de mí -¿Quién eres?- Me preguntó el sujeto, a lo que intenté contestar de prisa -Elzo, soy Elzo- Dije mientras intentaba crear algo de distancia entre los dos -Tú no eres Elzo, yo lo conozco- Sus palabras me habían dejado entre la espada y la pared, di un paso atrás para respirar profundo e inventar alguna mentira que me salvara de la situación pero fue en vano -¡Tenemos un infiltrado!- Vociferó el hombre -¡Un espía!- Cosa que atrajo la atención de todo el público, e incluso de Rex, que aún seguía en la arena esperando un contrincante -Tráiganlo ante mí y lo haré pagar por su osadía- Dijo el agresivo peleador mientras entre varios me sujetaban para llevarme a la arena, en el camino fui despojado de mis dagas que quedaron clavadas en una mesa cercana a la arena, al parecer, finalmente había quedado involucrado en estas peligrosas peleas, ahora tendría que buscar la manera de sobrevivir y escapar de este gran problema.
Me lanzaron a la arena y cerraron la puerta de la gran jaula, estaba ahora atrapado con el sujeto que había matado al otro de un solo golpe, mi situación era bastante alarmante, y por si no fuera suficiente, Rex intentó asustarme aún más -Eres hombre muerto, no podrás vencerme, y si lo haces, perderás la cabeza en la guillotina, es el destino de los espías que han venido- Intenté no asustarme demasiado y prepararme para sobrevivir al combate, luego me preocuparía por las demás cosas, por ahora, solo una a la vez...
Off: Subrayada la complicación, ser descubierto
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Re: [Cerrado] El Club de la Pelea... [Trabajo]
Una nueva batalla estaba por comenzar, y ni siquiera habían alcanzado a sacar el cadáver del otro sujeto que aún reposaba en el piso con la cabeza en el ombligo y su cuerpo hecho sopa, Rex me observaba con gran desprecio, por ser un espía, y no dudaría ni por un segundo en hacerme polvo con tal de proteger este lugar que consideraba su hogar, esta vez también se quedó parado con los brazos cruzados esperando a que yo lo atacara, pero esta vez no se la iba a poner tan fácil, en vez de atacarlo directamente usaría algo para golpearlo, y ese algo estaba muy cerca de mí, corrí hasta el cadáver de Bass y lo agarré por una pierna, lo arrastré hasta estar cerca de Rex y usé el cuerpo para lanzar un par de ataques que mi adversario logró bloquear sin mucho problema, aunque mi objetivo no era lastimarlo directamente, sino crear una pequeña distracción que me permitiera atacar por sorpresa, aunque Rex comenzaba a perder la paciencia ante lo que consideraba seguro una falta de seriedad -Basta de juegos- Dijo en tono severo mientras golpeaba el cadáver y lo arrojaba lejos de mí, la fuerza fue tal que ya no pude sostenerlo más y preferí soltarlo, sin embargo, estos momentos de distracción me habían dado una pequeña idea para vencer a Rex.
Hasta ahora mi oponente había demostrado ser fuerte, pero no muy veloz, pues apenas y se había movido en sus combates, yo en cambio me sentía muy seguro de mi velocidad, así que intentaría ataques rápidos y precisos, en primer lugar emprendí una veloz carrera hasta estar lo suficientemente cerca, entonces di varios golpes a su abdomen y di luego un salto hacia atrás antes que sus manos lograran alcanzarme, si me sujetaba sería muy difícil soltarme, así que debía evitarlo, pero por otro lado, mis golpes no le habían hecho mucho, definitivamente debía encontrar puntos específicos para golpear, lo que hacía la pelea un poco más complicada, fue entonces cuando me lancé en un nuevo ataque, al verme acercarme Rex lanzó un poderoso golpe hacia mi dirección pero me lancé hacia la derecha y tras girar en el suelo di una fuerte patada a su rodilla izquierda, lo que lo hizo perder el equilibrio e irse hacia adelante sin control alguno, me levanté entonces y juntando ambas manos di un fuerte golpe en la base de su cuello dejándolo un poco mareado, sin embargo, más por reflejos que por habilidad, lanzó un manotazo con su brazo derecho buscando alcanzarme, ese ataque me había tomado por sorpresa y no pude esquivarlo a tiempo, pero junte mis antebrazos a la altura del golpe que se aproximaba y conseguí bloquearlo al costo de salir empujado un par de pasos hacia atrás.
Rex estaba completamente furioso... Y mareado, definitivamente el golpe al cuello había surtido efecto, sin embargo, seguía de pie y se acercaba hacia mí a paso lento pero firme, no parecía ver muy bien, pues lanzaba golpes aleatorios intentando acertarme, aunque yo los esquivaba sin mucho esfuerzo, finalmente cuando comenzó a mostrar signos de agotamiento lancé un golpe con todas mis fuerzas, directo a la parte frontal de su cuello causando un grito silencioso y ahogado, tras el cual se llevó las manos a la zona afectada intentando en vano recuperarse del golpe hasta caer de bruces en el suelo.
Un nuevo silencio se adueñó de la escena desde el momento del golpe hasta la caída de Rex, pero tras eso, el público se levantó emocionado ante la impredecible victoria que habían presenciado, el poderoso Rex había caído y se encontraba en el piso luchando por respirar -Iugula, Iugula, Iugula- Comenzó a gritar nuevamente el público, aunque aún ignoraba lo que pudiera significar, pronto lo asocié con lo que había hecho el Campeón anteriormente “Degollar” era tal vez el significado de la palabra y era lo que el público pedía que hiciera -(¿Debo complacerlos para ganarme su apoyo o debo dejar vivir a este pobre hombre?)- Pensé mientras veía al pobre Rex casi ahogado y con los ojos rojos, pensaba dejarlo vivir, incluso ayudarle a recuperarse, pero al intentar agacharme sacó de su cinturón una pequeña navaja con la que intentó alcanzar mi rostro, pero su escasa velocidad me dio tiempo de sujetar sus manos y dirigirlas hacia su propio cuello haciendo que se degollara a sí mismo, con esto, el público me ovacionó de pie, lo cual era bastante bueno, ahora matarme sería malo para el espectáculo, y si deseaban hacerlo debería ser en una pelea, eso me daba al menos unas horas más de vida, pero luego del torneo, seguramente me matarían de la manera más traicionera posible.
Hasta ahora mi oponente había demostrado ser fuerte, pero no muy veloz, pues apenas y se había movido en sus combates, yo en cambio me sentía muy seguro de mi velocidad, así que intentaría ataques rápidos y precisos, en primer lugar emprendí una veloz carrera hasta estar lo suficientemente cerca, entonces di varios golpes a su abdomen y di luego un salto hacia atrás antes que sus manos lograran alcanzarme, si me sujetaba sería muy difícil soltarme, así que debía evitarlo, pero por otro lado, mis golpes no le habían hecho mucho, definitivamente debía encontrar puntos específicos para golpear, lo que hacía la pelea un poco más complicada, fue entonces cuando me lancé en un nuevo ataque, al verme acercarme Rex lanzó un poderoso golpe hacia mi dirección pero me lancé hacia la derecha y tras girar en el suelo di una fuerte patada a su rodilla izquierda, lo que lo hizo perder el equilibrio e irse hacia adelante sin control alguno, me levanté entonces y juntando ambas manos di un fuerte golpe en la base de su cuello dejándolo un poco mareado, sin embargo, más por reflejos que por habilidad, lanzó un manotazo con su brazo derecho buscando alcanzarme, ese ataque me había tomado por sorpresa y no pude esquivarlo a tiempo, pero junte mis antebrazos a la altura del golpe que se aproximaba y conseguí bloquearlo al costo de salir empujado un par de pasos hacia atrás.
Rex estaba completamente furioso... Y mareado, definitivamente el golpe al cuello había surtido efecto, sin embargo, seguía de pie y se acercaba hacia mí a paso lento pero firme, no parecía ver muy bien, pues lanzaba golpes aleatorios intentando acertarme, aunque yo los esquivaba sin mucho esfuerzo, finalmente cuando comenzó a mostrar signos de agotamiento lancé un golpe con todas mis fuerzas, directo a la parte frontal de su cuello causando un grito silencioso y ahogado, tras el cual se llevó las manos a la zona afectada intentando en vano recuperarse del golpe hasta caer de bruces en el suelo.
Un nuevo silencio se adueñó de la escena desde el momento del golpe hasta la caída de Rex, pero tras eso, el público se levantó emocionado ante la impredecible victoria que habían presenciado, el poderoso Rex había caído y se encontraba en el piso luchando por respirar -Iugula, Iugula, Iugula- Comenzó a gritar nuevamente el público, aunque aún ignoraba lo que pudiera significar, pronto lo asocié con lo que había hecho el Campeón anteriormente “Degollar” era tal vez el significado de la palabra y era lo que el público pedía que hiciera -(¿Debo complacerlos para ganarme su apoyo o debo dejar vivir a este pobre hombre?)- Pensé mientras veía al pobre Rex casi ahogado y con los ojos rojos, pensaba dejarlo vivir, incluso ayudarle a recuperarse, pero al intentar agacharme sacó de su cinturón una pequeña navaja con la que intentó alcanzar mi rostro, pero su escasa velocidad me dio tiempo de sujetar sus manos y dirigirlas hacia su propio cuello haciendo que se degollara a sí mismo, con esto, el público me ovacionó de pie, lo cual era bastante bueno, ahora matarme sería malo para el espectáculo, y si deseaban hacerlo debería ser en una pelea, eso me daba al menos unas horas más de vida, pero luego del torneo, seguramente me matarían de la manera más traicionera posible.
Off: Subrayado el uso de la pasiva Conocimiento Antiguo (Lenguas)
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Re: [Cerrado] El Club de la Pelea... [Trabajo]
Al terminar la pelea, fui rodeado por un grupo de sujetos con espadas que amenazaban con matarme, pero el público comenzó a gritar para que me dejaran vivir, así que los organizadores vieron en esto una gran oportunidad de sacar algunos ingresos extras de una situación imprevista, ya tendrían tiempo para matarme después; tras una señal de unos misteriosos y elegantes sujetos, los guardias se retiraron, pero tres de ellos se quedaron cerca y me empujaron hasta afuera de la arena, en donde me ataron a una silla hasta mi siguiente batalla; los demás peleadores me miraban con mucho recelo y profundo rencor, amenazándome con señas intimidatorias cada vez que volteaba a mirarlos, de pronto un sujeto misterioso se acercó a mí y me lanzó un golpe directo a la cara -El chico que buscas no está aquí- Susurró de manera casi inaudible mientras sacaba del bolsillo de mi camisa el pequeño dibujo con el rostro del chico -Vino un día, pero se horrorizó al ver los combates y yo le ayudé a escapar- Susurró de nuevo mientras se levantaba y me daba otro golpe en la mejilla -Sigue mi juego y te ayudaré a escapar- Susurró antes de alejarse lentamente hasta desaparecer de mi vista, al parecer, tenía un misterioso aliado en este lugar, no me quedaba más remedio que confiar en él.
A causa de esa distracción me había perdido uno de los combates, el Campeón había derrotado a otro adversario sin mucho esfuerzo y nuevamente era mi turno de pelear, pero esta vez, mi adversario no era una colosal máquina de músculos, incluso, yo parecía tener más músculos, a pesar de no tener casi nada, caminé de nuevo hacia la arena, esta vez un poco más confiado y preocupándome solo del combate, ya luego buscaría manera de escapar, el adversario fue presentado como Bruce Long, un hábil peleador cuyos puños y patadas se deslizaban en el viento como si danzaran.
Apenas comenzar la pelea el sujeto se lanzó hacia mí en un ataque frenético que acabó en una serie de contundentes golpes en mi pecho sin que pudiera evitarlos o reaccionar ante ellos, hasta que un golpe que se dirigía a mi cara me hizo salir del estado tan anonadado en que me encontraba, levanté el brazo derecho para apenas bloquear el puñetazo y retroceder un par de pasos, pero no había terminado de retroceder cuando ya venía de nuevo con un ataque que combinaba puños y patadas, aunque esta vez no pensaba subestimar su velocidad y había puesto todo el empeño de mi parte por evadir tantos golpes como pudiera, sin embargo, defenderme solamente no me ayudaría a ganar la pelea, así que intenté memorizar algunos de sus propios movimientos y atacarlo tan rápido y fuerte como podía, la pelea se hacía más vistosa y el público se mantenía sin un ápice de ruido, comenzaba a adaptarme a su velocidad y bloqueaba muchos de sus ataques con mis antebrazos, aunque siempre había algunos que me tomaban por sorpresa, mientras tanto, a cada respiro que me daba, lanzaba algún puñetazo impactando algunas veces en su pecho y su rostro, aunque los ataques no solían ser muy fuertes, la pelea se llevaba a cabo de manera increíblemente rápida, jamás había conocido a alguien con tal destreza, y lo peor es que parecía no agotarse mientras que a mí ya me estaba afectando el ritmo de la pelea.
A causa de esa distracción me había perdido uno de los combates, el Campeón había derrotado a otro adversario sin mucho esfuerzo y nuevamente era mi turno de pelear, pero esta vez, mi adversario no era una colosal máquina de músculos, incluso, yo parecía tener más músculos, a pesar de no tener casi nada, caminé de nuevo hacia la arena, esta vez un poco más confiado y preocupándome solo del combate, ya luego buscaría manera de escapar, el adversario fue presentado como Bruce Long, un hábil peleador cuyos puños y patadas se deslizaban en el viento como si danzaran.
Apenas comenzar la pelea el sujeto se lanzó hacia mí en un ataque frenético que acabó en una serie de contundentes golpes en mi pecho sin que pudiera evitarlos o reaccionar ante ellos, hasta que un golpe que se dirigía a mi cara me hizo salir del estado tan anonadado en que me encontraba, levanté el brazo derecho para apenas bloquear el puñetazo y retroceder un par de pasos, pero no había terminado de retroceder cuando ya venía de nuevo con un ataque que combinaba puños y patadas, aunque esta vez no pensaba subestimar su velocidad y había puesto todo el empeño de mi parte por evadir tantos golpes como pudiera, sin embargo, defenderme solamente no me ayudaría a ganar la pelea, así que intenté memorizar algunos de sus propios movimientos y atacarlo tan rápido y fuerte como podía, la pelea se hacía más vistosa y el público se mantenía sin un ápice de ruido, comenzaba a adaptarme a su velocidad y bloqueaba muchos de sus ataques con mis antebrazos, aunque siempre había algunos que me tomaban por sorpresa, mientras tanto, a cada respiro que me daba, lanzaba algún puñetazo impactando algunas veces en su pecho y su rostro, aunque los ataques no solían ser muy fuertes, la pelea se llevaba a cabo de manera increíblemente rápida, jamás había conocido a alguien con tal destreza, y lo peor es que parecía no agotarse mientras que a mí ya me estaba afectando el ritmo de la pelea.
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Re: [Cerrado] El Club de la Pelea... [Trabajo]
Aún me faltaba un combate, no podía agotarme más de la cuenta o sería derrotado a la siguiente, así que me vi obligado a tomar medidas desesperadas, dejé de bloquear y esquivar algunos golpes para preparar un feroz ataque con todas mis fuerzas directo a su cabeza, aunque sus golpes me causaban dolor, no fueron muchos los que recibí mientras mi puño viajaba hacia su rostro, y aunque se bloqueó con uno de sus antebrazos, evidentemente mi fuerza le superaba y acabó por fracturarlo, ante lo cual hizo un gesto de dolor y bajó el brazo, momento que aproveché para golpear con el otro puño directo a la cara, eso lo dejó aturdido y me dio la oportunidad de seguir dando golpes con tal fuerza que parecía que le iba a desprender la cabeza hasta que finalmente se dejó caer al suelo desmayado; los misteriosos hombres vestidos de manera elegante vociferaron frases de enojo mientras el público aplaudía emocionados por tan emocionante pelea, aunque, sin darme tiempo a descansar, llamaron a la arena de nuevo al Campeón, para dar inicio de inmediato a la batalla final.
El público estaba impresionado por la velocidad en la sucesión de peleas, la final se llevaría a cabo de inmediato, el espía contra el campeón, solo uno de los dos lograría salir con vida de este lugar, de momento, mi estrategia sería mantenerme alejado para descansar, el Campeón tenía un aspecto bastante intimidante, sus pasos se veían bastante pesados, golpeaba sus propios puños produciendo un fuerte y estruendoso sonido que me erizaba la piel, un solo golpe de esos enormes puños me convertiría en sopa de Bio, me alejé tanto como pude mientras él intentaba alcanzarme, pero su poca velocidad me daba una clara ventaja de movimiento para alejarme y recuperar mis energías antes de iniciar el último combate.
De momento la estrategia funcionaba, pero sus ataques comenzaban a tomar cada vez más velocidad y me cortaba el paso cada vez que intentaba cambiar de lado, hasta que finalmente me vi atrapado en un pequeño espacio de la arena, que el grandote aprovecharía sin dudar; se lanzó sobre mí intentando sujetarme pero me escabullí bajo sus piernas casi arrastrándome, lo que hizo que se enfureciera aún más de lo que ya estaba, me espanté tanto al ver su rostro que corrí para alejarme pero él corrió detrás hasta alcanzar el cuerpo de Bruce Long, al que levantó del piso y lo arrojó hacia mí con mucha fuerza.
No esperaba que me arrojara nada, así que me había tomado por sorpresa, perdería mucho tiempo calculando si debía avanzar para pasar bajo el cuerpo, o saltarle por encima, sin embargo, antes de planear cualquier cosa noté que Bruce abría los ojos estando en el aire -Sigue vivo- Recordé que no había llegado a matarlo y me coloqué justo en el punto donde iba a caer para intentar evitarle el impacto, a fin de cuentas había dado una buena batalla, no merecía morir de esta manera; finalmente lo tomé en el aire aunque la fuerza con que venía fue tal que ambos fuimos a dar al piso, sacudí mi cabeza a los lados para recuperar el enfoque y me levanté para arrastrar a Bruce y dejarlo a la orilla de la arena donde ya no volvieran a lanzarlo de la misma manera, luego me retiré de su lado para llamar la atención del Campeón -Eh Idiota- Dije en tono insultante y despectivo -¿Vas a pelear o no?- Dije mientras estrellaba mis puños un par de veces igual que lo hacía él, aunque sin el efecto intimidatorio, tras haber recuperado un poco de mis energías, ahora comenzaría la verdadera batalla.
El público estaba impresionado por la velocidad en la sucesión de peleas, la final se llevaría a cabo de inmediato, el espía contra el campeón, solo uno de los dos lograría salir con vida de este lugar, de momento, mi estrategia sería mantenerme alejado para descansar, el Campeón tenía un aspecto bastante intimidante, sus pasos se veían bastante pesados, golpeaba sus propios puños produciendo un fuerte y estruendoso sonido que me erizaba la piel, un solo golpe de esos enormes puños me convertiría en sopa de Bio, me alejé tanto como pude mientras él intentaba alcanzarme, pero su poca velocidad me daba una clara ventaja de movimiento para alejarme y recuperar mis energías antes de iniciar el último combate.
De momento la estrategia funcionaba, pero sus ataques comenzaban a tomar cada vez más velocidad y me cortaba el paso cada vez que intentaba cambiar de lado, hasta que finalmente me vi atrapado en un pequeño espacio de la arena, que el grandote aprovecharía sin dudar; se lanzó sobre mí intentando sujetarme pero me escabullí bajo sus piernas casi arrastrándome, lo que hizo que se enfureciera aún más de lo que ya estaba, me espanté tanto al ver su rostro que corrí para alejarme pero él corrió detrás hasta alcanzar el cuerpo de Bruce Long, al que levantó del piso y lo arrojó hacia mí con mucha fuerza.
No esperaba que me arrojara nada, así que me había tomado por sorpresa, perdería mucho tiempo calculando si debía avanzar para pasar bajo el cuerpo, o saltarle por encima, sin embargo, antes de planear cualquier cosa noté que Bruce abría los ojos estando en el aire -Sigue vivo- Recordé que no había llegado a matarlo y me coloqué justo en el punto donde iba a caer para intentar evitarle el impacto, a fin de cuentas había dado una buena batalla, no merecía morir de esta manera; finalmente lo tomé en el aire aunque la fuerza con que venía fue tal que ambos fuimos a dar al piso, sacudí mi cabeza a los lados para recuperar el enfoque y me levanté para arrastrar a Bruce y dejarlo a la orilla de la arena donde ya no volvieran a lanzarlo de la misma manera, luego me retiré de su lado para llamar la atención del Campeón -Eh Idiota- Dije en tono insultante y despectivo -¿Vas a pelear o no?- Dije mientras estrellaba mis puños un par de veces igual que lo hacía él, aunque sin el efecto intimidatorio, tras haber recuperado un poco de mis energías, ahora comenzaría la verdadera batalla.
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Re: [Cerrado] El Club de la Pelea... [Trabajo]
En circunstancias normales todo el mundo corearía el nombre del Campeón, pero por esta vez estaban divididos, muchos apoyaban con sus gritos al campeón, pero otros gritaban “Desconocido”, la batalla transcurría cada vez más rápido, Campeón se había lanzado sobre mí con una avalancha de golpes que a pesar de su masa y tamaño eran cada vez más rápidos, apenas y podía esquivarlos mientras continuaba retrocediendo hasta llegar al borde de la arena, me sentí sin salida cuando mi espalda tocó la reja de la jaula, estaba completamente atrapado pero aún me que quedaba mi velocidad para jugármela, Campeón se preparó para darme un golpe con todas sus fuerzas, totalmente confiado de que lograría impactarme, pero justo antes que lo lograra me moví hacia un lado dejando que su golpe pasara de largo y se estrellara brutalmente contra la reja doblándola un poco pero al costo de romperse el puño derecho, aparentemente el más fuerte, eso me daba una pequeña ventaja frente a él, que ahora tendría que usar solo su puño izquierdo y sus piernas para atacar.
Sin embargo no todo fue como yo pensaba, pues el estado de cólera que tenía lo hacía producir mucha adrenalina y bajo su efecto ignoraba completamente el dolor que podría estar sintiendo y en consecuencia, golpeaba con ambas manos, me confié por unos momentos pensando que solo usaría una mano pero al bloquear el golpe de su mano izquierda, fui alcanzado en el pecho por el puñetazo que lanzó con su mano derecha lanzándome al piso donde rodé un poco hasta casi llegar a la orilla de la arena; tosí un par de veces antes de levantarme, el golpe había sido bastante fuerte aunque de momento no parecía tener nada roto, si bien podía golpear con su mano herida, los golpes no eran igual de fuertes que serían en condiciones normales.
El fuerte golpe me había dejado un poco mareado, así que lo mejor sería usar algún truco sucio, pues de manera justa no lograría vencerlo rápidamente; cerré mis ojos un instante para concentrarme y luego dejé salir una mirada intimidante que más allá de ser notoria a la vista, era una onda mental directa a su cerebro [1], ahora, al menos por unos instantes debía sentirse limitado al momento de atacar, lo cual me daría unos instantes, pocos, pero suficientes para realizar un ataque definitivo que lo enviara directo al piso; Campeón llevó ambas manos a su cabeza tratando de sacar de su mente lo que sea que estuviese viendo, perdiendo con ello la guardia y quedando vulnerable ante mi ataque, o más bien, serie de ataques, lo primero fue darle una fuerte patada en la entrepierna, porque sin importar qué tan grande y poderoso seas, nadie puede soportar eso, ante el golpe inclinó su cuerpo y cayó de rodillas en el piso, momento que aproveché para saltar sobre él e incrustar violentamente mis colmillos en su cuello; no tenía mucho tiempo para sedarlo con mi mordida así que preferí la opción del desangramiento, mordí con más fuerza y arranqué con mis colmillos varios pedazos de piel hasta causar una fuerte hemorragia que bañaba todo el cuello y una parte del pecho hasta que finalmente lo empujé hacia atrás para que cayera sin vida al piso mientras yo me limpiaba la boca con el brazo derecho, apenas estaba terminando de caer el Campeón cuando la puerta de la jaula se abrió y entró una docena de hombres armados y dispuestos a acabar con mi vida, al parecer ahora sí era el fin del juego...
Sin embargo no todo fue como yo pensaba, pues el estado de cólera que tenía lo hacía producir mucha adrenalina y bajo su efecto ignoraba completamente el dolor que podría estar sintiendo y en consecuencia, golpeaba con ambas manos, me confié por unos momentos pensando que solo usaría una mano pero al bloquear el golpe de su mano izquierda, fui alcanzado en el pecho por el puñetazo que lanzó con su mano derecha lanzándome al piso donde rodé un poco hasta casi llegar a la orilla de la arena; tosí un par de veces antes de levantarme, el golpe había sido bastante fuerte aunque de momento no parecía tener nada roto, si bien podía golpear con su mano herida, los golpes no eran igual de fuertes que serían en condiciones normales.
El fuerte golpe me había dejado un poco mareado, así que lo mejor sería usar algún truco sucio, pues de manera justa no lograría vencerlo rápidamente; cerré mis ojos un instante para concentrarme y luego dejé salir una mirada intimidante que más allá de ser notoria a la vista, era una onda mental directa a su cerebro [1], ahora, al menos por unos instantes debía sentirse limitado al momento de atacar, lo cual me daría unos instantes, pocos, pero suficientes para realizar un ataque definitivo que lo enviara directo al piso; Campeón llevó ambas manos a su cabeza tratando de sacar de su mente lo que sea que estuviese viendo, perdiendo con ello la guardia y quedando vulnerable ante mi ataque, o más bien, serie de ataques, lo primero fue darle una fuerte patada en la entrepierna, porque sin importar qué tan grande y poderoso seas, nadie puede soportar eso, ante el golpe inclinó su cuerpo y cayó de rodillas en el piso, momento que aproveché para saltar sobre él e incrustar violentamente mis colmillos en su cuello; no tenía mucho tiempo para sedarlo con mi mordida así que preferí la opción del desangramiento, mordí con más fuerza y arranqué con mis colmillos varios pedazos de piel hasta causar una fuerte hemorragia que bañaba todo el cuello y una parte del pecho hasta que finalmente lo empujé hacia atrás para que cayera sin vida al piso mientras yo me limpiaba la boca con el brazo derecho, apenas estaba terminando de caer el Campeón cuando la puerta de la jaula se abrió y entró una docena de hombres armados y dispuestos a acabar con mi vida, al parecer ahora sí era el fin del juego...
Offrol: [1] Uso mi habilidad de nivel 3: Espíritus de los muertos
Última edición por Bio el Lun Oct 05 2015, 04:49, editado 1 vez
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Re: [Cerrado] El Club de la Pelea... [Trabajo]
Me encontraba totalmente rodeado mientras en el fondo, los sujetos vestidos con trajes elegantes señalaban en mi dirección, tal vez dando órdenes de que me ejecutaran ahora que tenían una buena excusa para ello, había resultado ser un vampiro, un monstruo, hasta ahora el requisito principal es que todos los participantes debían ser solo humanos, por lo que la invasión de un vampiro era algo imperdonable, sin embargo, en medio de la furia que me había desatado el beber sangre de manera descontrolada, pude ver a lo lejos, al fondo de las tribunas, al sujeto que había ofrecido ayudarme, tras ubicarse en el lugar más alto extendió sus manos e hizo aparecer un flujo de viento helado que hizo menguar el fuego de las antorchas que iluminaban la sala haciendo que se apagaran la mayoría de ellas, quedando muy pocas encendidas.
El pánico no se hizo esperar entre los presentes que comenzaron a correr en busca de la salida, yo intentaría hacer lo mismo, pero antes debía escapar de los que me tenían rodeado, en mi estado de agotamiento habría sido difícil, pero la poca iluminación sería mi aliada, corrí de prisa hacia el lado contrario de donde estaba la puerta y los atacantes corrieron detrás de mí, al verlos cerca comencé a trepar por la enorme jaula hasta una buena altura y entonces salté hacia el otro lado pasando por encima de los atacantes, corrí hacia la puerta tan rápido como pude y al salir cerré la puerta dejando a todos adentro, intenté buscar con la mirada a los misteriosos sujetos elegantes pero fue en vano, al parecer ya se habían marchado, la masa de personas que intentaban salir del lugar se estancó en la escalera de la salida, pues a fin de cuentas, la puerta estaba cerrada desde fuera, aunque al cabo de unos instantes las personas comenzaron a salir, imaginé que habían derribado la puerta de alguna manera, pero al parecer era algo peor que eso, había llegado la Guardia Real con el objetivo de poner fin a este centro de peleas ilegales, aunque difícilmente lograrían detener a la ola de personas que estaban saliendo, era el momento ideal para escapar yo también, así que, tras tomar mis dagas, me mezclé entre la multitud y a pesar de algunos pisotones, empujones y malos olores, conseguí salir al exterior donde una incapaz tropa de la Guardia Real intentaba entrar al lugar pero la multitud no se lo permitía, instantes después llegaron más tropas y al fin pudieron apresar a muchos de los que intentaba huir pero yo entonces ya estaba muy lejos y aparentemente a salvo, aunque muchas dudas habían quedado en mi cabeza, como la identidad de aquellos misteriosos sujetos de trajes elegantes que no tenían ni la más mínima señal de pertenecer a las catacumbas.
Caminé hasta la entrada de las catacumbas donde me esperaba el anciano que me había encomendado la misión -Que bueno que te encuentro- Me dijo con una sonrisa amable -Ya no es necesario que busques a mi hijo, ya ha vuelto a casa- Concluyó mientras ponía su mano en mi hombro; un pequeño tic nervioso se adueñaba de mi ojo izquierdo mientras luchaba contra mis ganas de asesinarlo por hacer que me metiera en tantos problemas para nada.
El pánico no se hizo esperar entre los presentes que comenzaron a correr en busca de la salida, yo intentaría hacer lo mismo, pero antes debía escapar de los que me tenían rodeado, en mi estado de agotamiento habría sido difícil, pero la poca iluminación sería mi aliada, corrí de prisa hacia el lado contrario de donde estaba la puerta y los atacantes corrieron detrás de mí, al verlos cerca comencé a trepar por la enorme jaula hasta una buena altura y entonces salté hacia el otro lado pasando por encima de los atacantes, corrí hacia la puerta tan rápido como pude y al salir cerré la puerta dejando a todos adentro, intenté buscar con la mirada a los misteriosos sujetos elegantes pero fue en vano, al parecer ya se habían marchado, la masa de personas que intentaban salir del lugar se estancó en la escalera de la salida, pues a fin de cuentas, la puerta estaba cerrada desde fuera, aunque al cabo de unos instantes las personas comenzaron a salir, imaginé que habían derribado la puerta de alguna manera, pero al parecer era algo peor que eso, había llegado la Guardia Real con el objetivo de poner fin a este centro de peleas ilegales, aunque difícilmente lograrían detener a la ola de personas que estaban saliendo, era el momento ideal para escapar yo también, así que, tras tomar mis dagas, me mezclé entre la multitud y a pesar de algunos pisotones, empujones y malos olores, conseguí salir al exterior donde una incapaz tropa de la Guardia Real intentaba entrar al lugar pero la multitud no se lo permitía, instantes después llegaron más tropas y al fin pudieron apresar a muchos de los que intentaba huir pero yo entonces ya estaba muy lejos y aparentemente a salvo, aunque muchas dudas habían quedado en mi cabeza, como la identidad de aquellos misteriosos sujetos de trajes elegantes que no tenían ni la más mínima señal de pertenecer a las catacumbas.
Caminé hasta la entrada de las catacumbas donde me esperaba el anciano que me había encomendado la misión -Que bueno que te encuentro- Me dijo con una sonrisa amable -Ya no es necesario que busques a mi hijo, ya ha vuelto a casa- Concluyó mientras ponía su mano en mi hombro; un pequeño tic nervioso se adueñaba de mi ojo izquierdo mientras luchaba contra mis ganas de asesinarlo por hacer que me metiera en tantos problemas para nada.
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Re: [Cerrado] El Club de la Pelea... [Trabajo]
En general el relato ha sido ameno y es interesante que optes por un final de esas características, sin embargo tengo algunos comentarios de cosas que puedes mejorar para futuros trabajos:
Recompensas:
- La motivación de tu PJ para participar de este trabajo resulta algo vaga y poco convincente.
- Describes en detalle elementos accesorios y los momentos donde tu PJ realmente soluciona conflictos pasan muy rápido, no quedando total claridad de cómo logra las cosas.
- Bio parece tener mucha suerte, a menudo da la impresión que logra las cosas por simples golpes de suerte.
- Me parece un poco extraño que te llamen espía si son peleas con público. Suena forzado. La misión, de hecho, parece más de rescate que de espionaje.
- El uso de la habilidad pasiva es casi anecdótico, algo forzado y aporta muy poco al conflicto en general.
Recompensas:
- 17 puntos de experiencia.
- 400 Aeros.
- 2 puntos de Habilidad Pasiva Conocimiento Antiguo.
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