[Cerrado] Encontrando el Dorado [Interpretativo-Libre]

**Bio** Vie Ene 01 2016, 19:00

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La noche había resultado extremadamente larga y pesada, habíamos enfrentado peligros que de ninguna manera habría siquiera imaginado que tendría que ver en una noche tan tranquila como la que estaba pasando antes de meterme en esta búsqueda, y lo peor de todo es que cuando habíamos hecho también había resultado ser en vano, tan solo éramos piezas usadas para lograr los fines de Alimet -Ese miserable, lo haré pagar cuando lo encuentre- Dije con rabia mientras me mantenía acostado con los ojos cerrados y descansando después de todos los problemas de los que apenas habíamos logrado salir.

Me encontraba descansando cómodamente cuando de pronto la voz del elfo me hizo reaccionar y volver al mundo, me encontraba muy agotado como para prestar atención a todo lo que el peliblanco estaba diciendo y apenas entendía “bla bla bla, salvar vida, bla bla bla, agradecido, bla bla bla, deuda, bla bla bla Danshee”, eso último sí que había conseguido llamar mi atención ¿Se trataría acaso de la misma Danshee que nos había metido en el problema de los círculos? -Espera ¿Dices Danshee?- Pregunté intrigado -¿Bruja, rubia, ojos rojos?- Intenté confirmar que habláramos de la misma persona aunque ciertamente no era un nombre muy común que digamos -O tal vez deba ser más preciso- Dije tras una breve pausa -¿Bruja, manipuladora y mentirosa?- Murmuré al recordar lo que nos había hecho pasar en la torre -¿Qué sabes de ella?- Pregunté con cierta intriga, un poco inquietado por el hecho de que este elfo conociera a la bruja.

Me levanté decidido a continuar la búsqueda, aunque ahora por el camino también podría conocer un poco más acerca de esa misteriosa bruja -Antes de llegar acá, vi un camino que seguro daba hacia un pueblo cercanos, deberíamos ir allá para buscar algo de información acerca del upelero- Le dije al chico mientras comenzaba a caminar esperando escuchar sus respuestas -¿Y tú de dónde saliste? Eres un elfo muy raro- Pregunté para resolver también ese misterio -Un elfo con tu actitud tal vez no sería bien recibido en Sandorai- Le advertí en caso de que planeara visitar el lugar, pues obviamente no parecía pertenecer a esa comunidad.

Caminamos por un pequeño sendero hasta ver a lo lejos un pequeño pueblo donde parecían estar celebrando algo, pues una multitud gritaba eufórica mientras algunos destellos brillantes sacaban los gritos de asombro de los presentes -¿Qué rayos es eso?- Murmuré para mí mismo mientras me apresuraba para ver de qué se trataba.

**Rauko** Vie Ene 01 2016, 20:55

Después de atravesar por muchos peligros inesperados, hablé con Bio y le prometí que lo protegería hasta pagarle mi deuda ya que anteriormente me había sacado de un gran aprieto, pero pude notar que no prestaba mucha atención a mis palabras y parecía estar más cansado que un chico gordo que ha recorrido diez mundos sin parar, sin embargo, logré llamar su atención gracias a que había mencionado a Danshee, luego me preguntó varias cosas para verificar si era ella, lo que me sorprendió un poco -(¿Qué podría hacer Danshee con un vampiro como él?)- Me pregunté sin decir alguna palabra, entonces Bio continuó con sus preguntas sobre aquella mujer, este personaje no parecía agradarle mucho al vampiro, pero siguió preguntando -Cállate, hablas demasiado, recuerda que debemos buscar a Dorado, así que vamos a movernos- Dije mientras esperaba que se levantara para seguir con nuestra búsqueda, yo no sabía a dónde ir y por eso esperé que él marcara el rumbo -Esa bruja fue como una madre para mí, me cuidó, me crió como si yo realmente fuese su hijo, me dio un lugar en su hermandad, en su familia y en su corazón- Dije a la vez que sentía nostalgia, hacía mucho tiempo que no la veía y realmente extrañaba su compañía -Y si, es rubia y de ojos rojos, pero solo es manipuladora y mentirosa cuando quiere recuperar algo valioso que le fue arrebatado- Comenté con un tono serio, no me había gustado la forma en que se refería a ella, seguramente tendría motivos para ello, pero de todas formas no me agradaba su tono al hablar de alguien quien fue muy importante en mi vida.

Después de unos segundos caminando hacia un pueblo que se situaba cerca, Bio pregunta sobre mi origen y luego me dice “elfo raro” como si ya me tuviera mucha confianza, ese comentario tampoco me había gustado -Nací en Vulwulfar, luego de un incidente tuve que vivir con Danshee, eso es todo lo que puedo decirte por el momento- Respondí con cierta seriedad, de todas formas no quería recordar a mi verdadera familia, pero en mis ojos se podía ver un gran vacío en mi alma -No soy un elfo, jamás lo he sido y jamás lo seré, puede que lo parezca, pero mi alma es totalmente distinta a la de ellos- Dije para finalizar la conversación, me estaba frustrando en ese momento, los sucesos de mi pasado solo eran un tormento que no desaparecía, además, tenía hambre y Dorado no aparecía.

Mientras caminábamos, yo respiraba profundamente para hacer desaparecer mi estrés y tratar de ignorar los gruñidos de mi estómago, entonces opté por buscar mi ocarina para tocar una melodía y así poder distraerme, sin embargo, no pude interpretar algún tema gracias al escándalo de un pueblo que se encontraba cerca celebrando algo, entonces cuando miro hacia mi lado para ver a Bio… Él ya no estaba, había acelerado sus pasos para llegar al origen del alboroto, así que no tuve otra opción que no fuese hacer lo mismo que el vampiro, no tenía nada mejor que hacer y tal vez podría encontrar un poco de comida en ese pequeño pueblo.

**Bio** Dom Ene 03 2016, 18:01

Al chico parecía no haberle gustado que hablara mal de Danshee, parecía tenerle algo de aprecio, lo cual me recordaba que con todas sus mentiras, la bruja nos había guiado a la base del clan, así que no era del todo mala, pero que este niño la conociera resultaba bastante enigmático, tampoco era difícil entender los motivos que tenía la bruja para habernos mentido -Entiendo, está bien- Dije bajando el tono -Pertenezco a un grupo que se formó con la ayuda de Danshee, si quieres verla, podemos ir a la base al acabar todo esto- Le dije en tono un poco más amable, si era tan importante para él, tal vez le gustaría saber de su paradero.

Seguíamos caminando y las respuestas del elfo seguían siendo cada vez más intrigantes -Impresionante, puedes pronunciar Vulwufurufu- Dije con una sonrisa -Creí que todos ustedes nacían en árboles de Sandorai- Comenté para molestarlo de nuevo -Claro, te entiendo- Dije finalmente -Yo tampoco soy un vampiro, aunque lo parezca... Mi alma es... Bueno, tengo alma- Concluí mientras nos acercábamos el pueblo donde el alboroto parecía deberse a que estaban celebrando algo; a los lados de la calle habían varias mesas con comida que aparentaba ser gratis... Pero no lo eran.

Avancé entre la multitud hasta llegar a una especie de teatro donde unas bailarinas danzaban al son de un arpa tocada armoniosamente por otra hermosa chica, las personas parecían hipnotizadas con ello, sobre todo un hombre de sombrero y cabello largo que se encontraba junto a una pequeña chica disfrutando el espectáculo mientras comían sin parar, me acerqué un poco y alcancé a oír que el sujeto estaba tramando algo, pero no podía imaginar lo que fuera, solo sabía que comenzaría tras la próxima canción, o al menos eso era lo que había logrado entender, pero ¿Qué comenzaría? ¿Pensaba ser parte del espectáculo también?

Lo que más llamaba mi atención era que el sujeto tenía en su mano derecha un báculo que parecía forjado por los más perfeccionistas herreros élficos, una barra de un brillante metal decorado con algunas perlas y sostenía en sus extremos unas misteriosas esferas de color verde brillante, sin duda parecía ser un objeto bastante poderoso, lo que me hacía sospechar que ese sujeto no era un tipo normal.

Bastón:

**Rauko** Dom Ene 03 2016, 20:37

Bio había cambiado de parecer gracias a mis respuestas, pero aun así Danshee parecía haber cambiado gracias al tiempo al igual que yo, ya no éramos los mismos de antes, las cicatrices del destino siempre perduran en el alma, a veces hasta hacernos parecer unos completos desconocidos para aquellos quienes estuvieron en nuestro pasado. Entonces el vampiro me habla sobre un nuevo grupo que se había formado gracias a Danshee y luego me invita a su nueva base para verla a ella -Déjame adivinar ¿El grupo se llama “El séptimo círculo”?- Comenté con un poco de sarcasmo, todos los grupos que se formaban o que se relacionaban con aquella bruja llevaban en sus nombres “El” y “Círculo”, el último que conocí era el sexto así que supuse que este era el séptimo, pero realmente no lo creía -Acepto, de todas maneras no tengo nada mejor que hacer- Dije mostrando una leve y muy leve sonrisa en mi pálido rostro -(Creo que se me está olvidando algo)- Pensé al mismo tiempo que miraba hacia los lados tratando de recordar.

Mientras continuábamos por el camino al pueblo, Bio seguía comentando cosas que realmente no importaban, pero por lo menos pude ver una gran diferencia entre él y la mayoría de los vampiros, sin duda alguna estaba acompañado de alguien que tarde o temprano podría controlar, solo necesitaba ganarme un poco más de su confianza, entonces llegamos al lugar donde el alboroto parecía ser algo normal, muchas personas estaban allí celebrando alguna cosa que seguramente no tendría gran importancia para mí, pero a los lados de la calle habían mesas cubiertas de comida y en una de ellas se podía apreciar una gran pirámide hecha de cubos de chocolate cremoso -¿Cómo es posible que los humanos puedan ser capaces de crear tan deliciosa comida, con esa forma y con ese sabor?- Pensé en voz alta mientras trataba de no bañarme con la baba que salía de mi boca, así que me acerqué y lentamente aproximé mis manos hacia uno de esos hermosas y perfectas obras de arte, pero con gran velocidad una vara golpea mi cabeza con gran fuerza causándome un insoportable dolor -Son quinientos aeros por cada dulce de chocolate, primero las monedas y luego te doy lo que quieres, muchacho- Dijo un viejo o una vieja, no identificaba su sexo debido a su cuerpo delgado, su cabello largo y su rostro que estaba tan arrugado que me daba un poco de escalofríos, pero tuve que retirarme debido a mi situación económica.

Luego de unos segundos donde estuve sobando mi cabeza para quitarme el dolor, busqué con la mirada a Bio y otra vez lo había perdido de vista, pero solo por un momento, después pude notar que se encontraba entra la multitud espiando a un hombre -¿Acaso tiene algún tipo de desviación sexual?- Me pregunté mientras optaba por hacer lo mismo que el vampiro, el sujeto que ambos veíamos tenía en su mano un báculo que parecía tener origen élfico, pero bien hecho, eso había llamado mi atención y decidí acércame un poco de forma sigilosa.

**Bio** Lun Ene 04 2016, 20:17

Al chico no parecía haberle entusiasmado la idea de ver a Danshee, pero en cierto modo era algo bueno, pues no sabía si de verdad esa bruja estaba aún en la torre o había vuelto a desaparecer, finalmente mientras el elfo caminaba entre las veredas observando la comida, me yo me había quedado mirando fijamente el extraño cetro de aquel sujeto, de pronto una chica que sostenía un extraño instrumento se acercó a él y tras escuchar algunas indicaciones se alejó sin decir una palabra; no pasó mucho tiempo antes que el cielo cambiara a un tono rojizo, las nubes parecían estar envueltas en fuego y todo se veía sumamente tétrico; por si eso fuera poco un enorme dragón apareció en el cielo, abriéndose paso entre las nubes con sus grandes garras para luego dirigirse hacia el pequeño pueblo -¿Qué rayos pasa?- Pensé mientras retrocedía para ponerme a salvo y evitando tropezar a las personas que corrían despavoridas chocando unos con otros y pasando sobre las mesas de comida que sin contemplaciones acababa tirada en el piso e incluso pisada por quienes corrían desesperados intentando alejarse de la espantosa criatura, huían todos menos el sujeto del sombrero quien había permanecido sereno y calmado mirando a la criatura como si se sintiera tan poderoso que el enorme dragón sería incapaz de hacerle daño alguno.

Sin mucha prisa se levantó de su silla y caminó hacia el dragón que a pesar de su amenazante entrada y el despliegue de poder que había hecho en el cielo antes de su dramática entrada, no había destruido nada al aterrizar, no había lanzado fuego, aire caliente o al menos baba como otros que conocía, de éste no salía más que gritos amedrentadores; algunos valientes intentaron hacerle frente pero fueron empujados a un lado por el brujo del sombrero para salvarlos de una bola de fuego que por fin había lanzado el dragón pero que se desvaneció antes de impactar contra el suelo; el brujo levantó su extraño y llamativo cetro que comenzó a emitir un brillo azulado, aunque fue interrumpido por las zarpas del dragón que intentaron aplastarlo, el brujo escapó hábilmente rodando por el piso pero las garras del dragón no produjeron ningún daño al impactar contra el suelo, tan solo un sonido que difícilmente podría corresponderse a un golpe que no dejó ninguna marca en el suelo -Aquí hay algo extraño- Murmuré para mí mismo mientras seguía observando cada detalle de aquella extraña pelea; el brujo levantó por fin su bastón, del que salió un bonito rayo azul y atravesó el pecho del dragón, la criatura dio un grito de dolor y tomándose el pecho se levantó hacia el cielo volando a toda prisa hasta desaparecer tras las nubes tan rápido como había aparecido.

Los aplausos no se hicieron esperar y el brujo fue colmado de regalos en agradecimiento por su heroico acto completamente desinteresado -Mi nombre es Thoumas, Cazador de Dragones... Y otras criaturas- Dijo en voz alta captando la atención de todos los presentes -Apenas logré alejar a la criatura, pero estoy seguro que regresará buscando venganza- Sus palabras causaron una gran conmoción y todos comenzaron a lanzar gritos de angustia -Yo me dirijo hacia tierras del norte, pero si me ofrecen una buena paga, comida y hospedaje para mí y mi aprendiz, yo los libraré de esa bestia- Levantó su cetro mientras decía esas palabras causando que la multitud eufórica gritara clamando su nombre -Le daremos lo que pida pero por favor, debe protegernos- Dijeron unos ancianos mientras le entregaban algunas bolsas llenas de aeros que el brujo tomó en un parpadeo -Entonces mis poderes están a su disposición, gente de... Emmm... De como se llame este pueblo- Concluyó mientras la chica con la que había conversado antes se acercaba de nuevo a él.

Tomé un par de biusas que habían caído al suelo en el alboroto y tras ubicarlo, me acerqué a donde se encontraba Rauko para darle una de las biusas que había tomado del piso -¿También te pareció extraño?- Le pregunté en voz baja intentando no llamar la atención de las personas del pueblo.

Pareja Extraña:

**Rauko** Lun Ene 04 2016, 22:24

Seguíamos observando al sujeto sin descubrir alguna cosa interesante y su cetro tampoco parecía hacer algo, entonces una joven mujer se acercó a él para recibir algunas órdenes y luego se marchó, ella había llamado mi atención gracias al instrumento que portaba, nunca había visto un objeto como ese y me parecía muy interesante, dejé de ver al sujeto del cetro y solo me concentré en la chica, no obstante, repentinamente el cielo imitó el color de la sangre y las nubes parecían estar quemándose, el lugar festivo cambió hasta llegar a ser algo parecido a un infierno, luego apareció un dragón entre las nubes para hacer una gran entrada hasta llegar al pueblo donde me encontraba -Asombroso- Dije admirando a la temible criatura alada.

Por otro lado, las personas alarmadas corrieron desesperadas y tumbando todo lo que estuviese en su camino, miré hacia las mesas que estaban cubiertas de frutas, panes y dulces, entonces los estúpidos humanos derribaron todo para huir del lugar -Idiotas- Dije a la vez que mis ojos se llenaban de lágrimas, toda la deliciosa comida estaba en el suelo y las personas solo pasaban por encima sin prestar atención a lo que realmente importaba en el momento, pero la pirámide de chocolate aún se encontraba en buen estado, al parecer nadie tropezaba con eso, así que decidí proteger esos preciosos dulces a cualquier costo, pero antes de acercarme a la mesa una gran multitud corre a mi dirección, tropezaron conmigo y luego me derribaron, por suerte nadie me pisó o me lastimaron gravemente -Nunca debí obedecer a las órdenes de Hyro- Dije mientras me levantaba del suelo que estaba cubierto de comida, no podía creer lo ridículo que me veía en ese momento, pero por lo menos el dragón que había causado el escándalo estaba recibiendo su merecido, el sujeto que Bio y yo estábamos observando estaba luchando intensamente con la criatura alada, sin embargo, la pelea parecía ser algo ficticio, nadie resultaba herido y no habían destrozos por parte de aquellos dos combatientes, era muy raro lo que podía ver, entonces unos sujetos decidieron ayudar al luchador del sombrero, pero estos fueron empujados hacia un lado salvándose de una ráfaga de fuego que salió de la boca del temible dragón, seguramente gracias a que el hombre del cetro era un brujo -¿Cómo puede luchar sin que se le caiga el sombrero?- Me pregunté sin encontrar respuesta, de un momento a otro el brujo vence con unas luces azules que salían desde el cetro -¿Por qué lanza luces azules si el cetro es plateado con verde?- Dije nuevamente con un tono de pregunta.

Sin darme cuenta, el combate termina de una forma extraña, pero todas las personas que todavía estaban presentes no hicieron más que adorar al heroico brujo, luego de un diálogo entre el hombre del cetro y las personas del pueblo el anciano o anciana dueña de los chocolates se dirige ante el brujo y le entrega todos los dulces en una bolsa -Necesito un amigo dragón para realizar obras como esa y así ganarme los dulces- Susurré mientras miraba mi hambriento estómago, entonces la joven mujer con el extraño instrumento aparece para situarse al lado del cazador de dragones, el sujeto se queda con la gloria y la chica mientras que yo no obtengo ni la menor atención.

Después de unos segundos, Bio se acercó a mi posición y me brindó una biusa para preguntarme luego sobre lo raro que había sido todo el espectáculo, saber que él también había notado algo extraño me hiso sentir bien, por un momento creí que era yo el paranoico, pero no estaba loco -Todo me parece muy falso, nada quedó destrozado en el combate, nadie resultó herido por el dragón y al brujo no se le cayó el sombrero mientras luchaba- Susurré para contestarle al vampiro y luego comencé a comer la biusa con sabor a chocolate -¿Cómo sabías que yo tenía hambre?- Le pregunté en voz baja a Bio, nunca le dije que quería alimentarme con algo, pero aun así me dio una biusa -Gracias- Dije para finalizar con el mismo tono bajo, entonces nuevamente llega a mi mente la tarea de encontrar al upelero, por un momento me había olvidado de Dorado.

**Bio** Miér Ene 06 2016, 04:36

Tras el caos generado por la aparición del misterioso dragón, los ciudadanos emocionados se acercaban a su nuevo héroe ofreciendo comidas de todo tipo mientras otros se dedicaban a recoger las cosas del piso y organizar el desorden que ellos mismos habían causado en su alboroto, pero que de alguna manera, les parecía más sencillo culpar a la criatura de la que ahora necesitaban estar protegidos y las habilidades del misterioso brujo del sombrero habían dejado a los ciudadanos perplejos, cosa que sin duda el astuto sujeto había sabido aprovechar para hacerse con buenas sumas de dinero y provisiones.

Mientras estábamos distraídos con el alboroto, pude ver a lo lejos una silueta que luchaba para arrastrar a un animal, estaba muy lejos y la gran cantidad de ciudadanos que se cruzaban en el camino no me dejaban ver claramente lo que sucedía, sin embargo, tras un gran esfuerzo el sujeto consiguió halar a la criatura que llevaba, dejando ver a un adorable upelero dorado -Vamos Rauko- Dije mientras comenzaba a correr sin dar explicación alguna; el animal aleteaba intentando resistirse pero estaba fuertemente atado con cuerdas y en apenas unos instantes otros sujetos aparecieron para ayudar con la difícil tarea, las personas parecían atravesarse a propósito haciendo que tropezara con todos ellos y casi fui a dar al piso en varias ocasiones mientras intentaba no perder de vista al upelero.

Había hecho todo cuanto había podido para llegar, pero sin embargo lo había perdido de vista, miré hacia atrás para ver si Rauko había venido conmigo, con algo de suerte al percatarse de la situación habría tomado otro camino para llegar al upelero mientras yo tomaba la ruta más difícil y acababa por perderlo de vista. Corrí de nuevo hacia la última ubicación donde lo había visto pero ya no había rastro alguno y el camino se bifurcaba en dos senderos, ambos largos, demasiado como para que alguien lograra atravesarlo tan rápido con un animal que se resistía a caminar, fue entonces cuando a mi izquierda escuché el característico sonido de los upeleros, parecía venir del interior de una de las casas ¿Pero cuál de ellas?

**Rauko** Miér Ene 06 2016, 19:40

Después de lo ocurrido con lo del dragón y el alboroto de las personas, me encontraba limpiando mi vestimenta que estaba cubierta de polvo con comida, por lo menos había saciado mi estómago gracias a la biusa que Bio decidió brindarme, pero no podía dejar de pensar en aquel brujo que estaba siendo tratado como un gran héroe cazador de dragones malvados, en su batalla se podía apreciar varios detalles que difícilmente podrían encajar con lo normal o lo esperado, toda la destrucción que se había provocado solo fue causado por las mismas personas del pueblo, nadie resultó herido excepto por el dragón que de alguna manera salió lastimado gracias a una luz azul, pero lo más extraño seguía siendo su sombrero que nunca se cayó durante el combate, todo era muy raro, sin embargo, nadie parecía notarlo -(¿La chica tocará su instrumento o solo lo tendrá como un adorno?)- Me pregunté sin decir nada, la acompañante del brujo no parecía que pudiera hacer algo y yo quería ver cómo se interpretaba canciones con esa cosa que tenía en sus manos.

Miré a Bio para ver si tenía algún plan para encontrar al Dorado -¿Qué hacemos?- Pregunté mientras limpiaba mi cabello que todavía estaba cubierto de comida, deliciosa comida que ya no se podría comer, luego el vampiro me invita a seguirlo hacia algún lado, pero no dijo dónde o por qué, simplemente salió corriendo y no tuve otra opción más que hacer lo mismo que él, fue entonces cuando pude ver al precioso upelero de color dorado resistiéndose al maltrato de los sujetos que intentaban arrastrarlo con unas cuerdas -Bio, mira eso, es nuestro upelero- Dije tras señalar el lugar donde se encontraba Dorado, seguramente no lo habría notado sin mi valiosa ayuda, no obstante, por alguna extraña razón una gran multitud de personas caminaban frente a nosotros solo para estorbar, no sabía si lo hacían por simple maldad o teníamos mala suerte, así que opté por tomar una calle a mi izquierda para girar a la derecha cuando tuviera la oportunidad y luego voltear hacia mi destino, la ruta era larga y perdería de vista al upelero, pero en el camino se encontraban una menor cantidad de molestias.

Tras recorrer rápidamente el camino seleccionado, Dorado se encontraba muy lejos y apenas se lograba ver una silueta del upelero mientras que Bio seguía luchando para pasar a través de la gran multitud, no tenía tiempo para esperar que me alcanzara, así que tuve que continuar mi camino sin compañía del vampiro -No puedo creer que Bio todavía esté ahí- Susurré expresando mi decepción, ahora me encontraba persiguiendo al valioso upelero que forzaron hasta meterlo en una casa, me acerqué lentamente para no llamar la atención y para no entrar por la puerta delantera caminé hasta rodear la casa y llegar a la parte trasera con el objetivo de encontrar una entrada que estuviese por allí -(Ahora resulta que tengo ganas de hacer pipí)- Pensé tras sentir algo dentro de mí que me indicaba que era el momento para orinar, en esa noche mi cuerpo era muy fastidioso y me estaba frustrando por eso.

**Bio** Vie Ene 08 2016, 07:28

De momento había perdido de vista al elfo, no teía idea de dónde se había metido, tal vez se había quedado distraído intentando ver de cerca al gran héroe matadragones, de momento, me enfocaría en sacar a Dorado de donde lo tuvieran escondido, llegué entonces a una casa donde se escuchaba un gran alboroto, me las ingenié para trepar la pared que afortunadamente no era muy alta y fue entonces cuando por fin pude verlo, estaba ahí rodeado de varios sujetos que intentaban derribarlo -Hey, dejen en paz a ese upelero- Les dije mientras me dejaba caer desde lo alto de la pared aunque los sujetos no parecían tener la más mínima intención de obedecerme, se miraron unos a otros extrañados por mi presencia hasta que un par de ellos se acercaron de manera intimidante; no parecían ser malvados ni tampoco asesinos, así que de momento trataría de evitar el uso de mis dagas para hacerles daño -Esto no tiene que ser así, pueden entregarme al upelero y nadie saldrá lastimado- Dije con voz gruesa intentando parecer más intimidante pero el efecto fue muy diferente a lo esperado -Un ladrón- Dijo uno de los sujetos -Seguro hay recompensa por él- Continuó completamente seguro de que yo era el malo de la historia; los dos sujetos que se habían acercado me atacaron sin piedad alguna y aunque lograba defenderme no podría aguantar mucho rato contra los dos al mismo tiempo -Ustedes son los ladrones, ese animal no les pertenece- Dije molesto ante la confusión pero su respuesta me tomó completamente desprevenido -Es nuestro upelero, pagamos por él- Dijo sorpresivamente uno de los que se habían quedado junto al animal.

Uno de los sujetos consiguió sujetarme mientras el otro me distraía, ahora seguro me sostendría para que su compañero intentara golpearme, no parecía que fuese a ser divertido así que me empujé muy fuerte hacia atrás haciendo que la espalda del hombre que me sujetaba se estrellara fuertemente contra la pared, causando que su agarre se debilitara lo suficiente como para poder liberarme aunque no sin antes haber recibido un par de golpes, rodé por el piso para terminar golpeando la rodilla de uno de los atacantes haciéndole caer pero aun así eran demasiados, sería difícil poder neutralizar a todos sin matarlos para poder sacar al animal y aunque lo sacáramos de esta casa tendríamos que enfrentarnos a todo el pueblo, incluso tal vez también al recién nombrado héroe mata dragones -¿A quién le pagaron por el upelero?- Pregunté sin esperar una respuesta y más aún sin imaginar lo que iban a decirme -Alimet, esa era el nombre del sujeto que nos lo vendió- Dijo un chico que a causa de sus palabras terminó recibiendo un fuerte golpe en la cabeza de parte de otro sujeto -Eso no te incumbe, ladrón- Dijo mientras sus dos compañeros se recuperaban y venían de nuevo hacia mí -¿Dónde estás? Rauko- Murmuré entre dientes mientras pensaba seriamente en sacar mis dagas para acabar con todos ellos...

**Rauko** Vie Ene 08 2016, 18:32

Al rodear la casa que no era tan grande como esperaba, encontré una puerta en la parte trasera que por alguna extraña razón se encontraba abierta, pero antes de entrar solo me mantuve pegado a la pared para escuchar el escándalo de adentro, sin duda alguna el upelero estaba en ese lugar siendo forzado por otros hombres quienes querían mantenerlo quieto, los sonidos de sus pisadas me dieron una pista que utilicé para tener una idea sobre el número de personas que allí se encontraban, parecían ser más de cinco, yo solo no podría matarlos a todos -¡¿Bio?!- Me pregunté tras escuchar la voz del vampiro quien había logrado encontrar una entrada que no pude ver, sin embargo, su plan de entrar tomar y salir no resultó del todo bien, sus palabras intentaban asustar a los demás pero estos sujetos respondieron como lo haría una persona normal, tal vez aquellos hombres no eran los responsables de la desaparición de Dorado -(¿Cómo ha llegado el upelero a sus manos?)- Pregunté en mi mente confundido ante la embarazosa situación, por suerte encontré la respuesta gracias a la intervención de un hombre que habló en ese momento tratando de justificar su inocencia diciendo que habían comprado a Dorado, ahora todo estaba más claro, pero ¿Quién había sido el vendedor?

Bio parecía estar luchando contra los sujetos con algo de dificultad, aunque él podría matarlos a todos sin tantos problemas, sin embargo, esas personas solo eran unos inocentes ingenuos que hicieron una mala compra y eso evitaba que el vampiro intentara eliminarlos -¿Ayudo a Bio o espero el mejor momento para hacer una gran entrada?- Pregunté en voz baja mientras pensaba qué hacer, el vampiro podría aguantar un poco más y yo no debía entrar sin alguna buena razón o también sería considerado un ladrón, no obstante, un comentario me amargó la noche, según los sujetos el vendedor había sido Alimet, me frustré por haber sido engañado por un miserable granjero y haberme enterado de esa forma, así que me aparté un unos cuantos metros del lugar para orinar tranquilamente y relajarme, por suerte no había ninguna persona cerca que pudiera verme y eso me tranquilizó un poco -¿Cuál podría ser la mejor excusa para entrar sin ser visto de mala forma? Tal vez debería… No, es muy exagerado ¿Y si digo? No, es muy poco creíble, también podría… Solo si fuera de día- Mis palabras salían fluidamente junto con el orina que ya no aguantaba tenerlo dentro de mí, era demasiado para ser contenido por mucho tiempo, pero finalmente me había liberado de eso -Lo tengo, no puede fallar y si algo sale mal será culpa del vampiro- Dije mientras guardaba mi cosa dentro de mi pantalón.

Luego de orinar y pensar qué hacer, por fin me dirigí hacia el lugar donde se encontraba Bio, corrí hasta entrar a mi destino, desenvainé mi espada y luego los miré a todos -¡Deténgase en nombre de la ley!- Grité para llamar la atención, luego me hice el sorprendido mientras miraba al vampiro -Increíble, ustedes fueron capaces de atrapar a este peligroso criminal- Comenté a la vez que guardaba mi espada para hacerles creer a los sujetos que no era su enemigo -Lo siento por esta intromisión, soy un guardia de Lunargenta que tiene la misión de capturar a este criminal, tuve que vestirme así para no ser reconocido por él, pero de todas formas escapó de mí y no tuve otra opción que no fuese perseguirlo hasta que ambos terminamos aquí- Expliqué para tratar de no parecer otro loco -Pero si eres un niño ¿Cómo puedes ser un guardia?- Dijo uno de los sujetos de era más detallista de lo que esperaba, así que tuve que recurrir a lo que tanto había evitado -Soy un elfo, mi raza envejece cuatro veces más lento que los humanos, mi apariencia es la de un niño pero tengo tres décadas de edad- Con eso se tranquilizó el sujeto aunque seguía un poco confundido, entonces me aproximé a Bio para levantar mi mano derecha y luego la dejé caer para tratar de golpear la cabeza del vampiro, eso seguramente me daría la confianza de los demás -Él junto con su compañero Alimet han hecho grandes robos en diferentes lugares de Aerandir, nadie sabe quiénes son ellos porque saben actuar y cambiar su personalidad para parecer unas buenas personas, pero finalmente tengo a uno, ahora debo conseguir a su compañero que seguramente está cerca ¿Ustedes saben algo de él? Recuerden que todo lo que provenga de Alimet es robado, por favor, su colaboración será recompensada- Hice una pausa para darles la oportunidad de hablar, seguramente no sabrían que solo era un vago, ahora Bio no debía decir algo que nos delatara, él no creería la historia y entendería mi plan.

**Bio** Sáb Ene 09 2016, 19:24

La noche avanzaba de prisa y yo seguía parado frente a esos sujetos esperando alguna intervención divina, tal vez la aparición de un dragón mágico que hiciera un poco de caos para que pudiéramos escapar junto con el upelero, pero nada sucedía, no había alarmas, ni alborotos, ni dragones, retrocedí pensando qué hacer hasta que sentí una pared en mi espalda, estaba acorralado, tenía que resolver esa situación de cualquier manera y no se me ocurría ninguna.

Fue entonces cuando de la nada apareció Rauko con la idea más descabellada y absurda que había escuchado en todos mis años, que eran muchos, alcé una ceja ante el montón de locuras que estaba diciendo mientras palmeaba mi frente con la mano izquierda, tal como era de esperarse, las preguntas obvias no tardaron en llegar, era demasiado chico para ser un guardia, y su respuesta a eso fue mucho peor de lo que imaginaba y parecía intencionado a hundirnos con cada palabra que decía -Está bien- Escuché con sorpresa a uno de los sujetos -Puedes llevarte a ese sujeto por meterse a nuestra casa, pero no te llevarás al upelero a menos que nos traigas a Alimet y nos regrese lo que pagamos por el animal- Exigió el sujeto; quedé anonadado de que un plan tan absurdo funcionara, tenían que ser idiotas todos -No me llevarás con vida- Dramaticé para darle algo de credibilidad, corrí hacia el pequeño elfo haciendo creer que iba a darle un golpe pero me detuve discretamente cerca de él para darle la oportunidad de detenerme, ante lo cual caería al piso y él tendría la facilidad para fingir un arresto más creíble.

Sin embargo no sería tan sencillo -Tienes solo un par de horas, pequeño guardia- Advirtió el hombre -Si pasa el tiempo y no llegas, podrás comer sopa de upelero luego- La amenaza parecía ser bastante sincera, disponíamos apenas de un par de horas para encontrar a un sujeto del que habíamos perdido toda pista, y justo cuando la esperanza se había escasa, una nueva pista surgió de aquellos hombres -Si vas hacia el norte encontrarás una casa de color azul con una pequeña fuente frente a ella, hace poco vieron a Alimet llegar a ese lugar con una carreta cargada de algo, tal vez aún esté ahí- La pista parecía un buen indicio, tal vez era la misma carreta que había robado a los ladrones con nuestra ayuda, y nos la iba a pagar el muy desgraciado, pero apenas teníamos un par de horas para resolver este difícil caso.

**Rauko** Sáb Ene 09 2016, 22:28

Después de todo el drama que había hecho, un silencio se mantuvo por unos segundos, el plan no parecía funcionar como lo esperaba, tal vez los sujetos eran unos expertos analizando cosas, aun así mi idea era a prueba de fallos, todo estaba tan bien pensado y mi actuación había sido excelente, pero si algo salía mal entonces no tendría otra opción que no fuese matarlos a todos por maltratar a un pobre animal que era inocente de todos las maldades de Alimet.

Finalmente uno de los sujetos habla y me permite llevarme al vampiro -(¿Funcionó? Claro que funcionó, mi plan era perfecto)- Pensé un poco aliviado al ver que esos hombres se habían creído el maravilloso teatro -Nunca dije que me llevaría al upelero, ni siquiera lo nombré, pero gracias por decirme que fue Alimet quien les vendió esta criatura, ahora haré justicia. Pero antes, entréguenme al ladrón- Dije mientras esperaba la colaboración de todos, entonces Bio finge ser el malo y luego se dirige hacia mi posición para lanzarme un ataque, pero antes se detuvo ligeramente para darme una oportunidad para frenarlo y arrestarlo, otra vez debía pensar rápido porque no tenía ningún objeto que me fuese útil para amarrarlo o algo así, así que dirigí rápidamente mi mano derecha hacia su abdomen para tratar golpearlo con todas mis fuerzas -Cáete- Susurré mientras agarraba mi colgante para intentar colocárselo al vampiro y luego poner mis manos en su cabeza -¡Huinë, nuruhuinë, morquendi nin, ilya turúna!- Exclamé intentando que en toda la escena pareciera que estaba realizando algún conjuro arcanos, aunque realmente solo pronunciaba las primeras palabras que llegaban a mi mente -Ahora no podrás quitarte mi colgante, pero cuando lo intentes, cuando me desobedezcas, cuando trates de lastimarme y cuando mis labios pronuncien la palabra “turúna” sentirás un terrible dolor que no dejará que te muevas desde… Ahora- Expliqué para levantarme tranquilamente sin que los demás pensaran que estaba dejando libre a Bio que seguramente estaría confundido por mi estupendo teatro -Ese pequeño me está dando miedo- Comentó uno de los sujetos que estaba al lado del upelero -Quédate cerca de mí y no digas nada- Le dije al vampiro mientras guiñaba mi ojo izquierdo.

Nuevamente uno de aquellos hombres habla para que me apresure y luego me da una pista que me podría servir para encontrar a Alimet -Gracias por su valiosa ayuda, les aseguro que tendrán de vuelta su dinero- mis palabras tranquilizaron a dos sujetos, pero uno continuaba dudando sobre cada una de mis palabras -(No puedo creer que sean tan idiotas)- Pensé sin decir nada, solo giré y luego me dirigí hacia afuera -Volveré- Dije para despedirme de los estúpidos que creyeron todo mi teatro, había ejecutado ese plan unas tres veces en el pasado y en todas las ocasiones había fallado de la peor forma, pero finalmente todo salía bien.

Al salir del lugar, miré al cielo en busca de alguna señal que me permitiera saber dónde quedaba el norte, pero fue inútil -Vamos Bio, después de ti, y... Lamento lo ocurrido- Dije mientras le daba el paso al vampiro, no quería quedar como un tonto, así que preferí dejar que él tomara el mando.

**Bio** Dom Ene 10 2016, 06:46

La magistral actuación del elfo había conseguido dejar a todos boquiabiertos e impresionados, incluso le habían creído su montón de patrañas sin rechistar más de la cuenta, lo más convincente de todo había sido su manera de capturarme, me dejé caer como me lo había indicado y casi exploté de la risa con su montón de palabras que parecían haber sido construidas de manera aleatoria, sin embargo me mantuve bajo control en todo momento fingiendo que ese collar que me había colocado hábilmente realmente tenía efecto sobre mí, todavía me costaba creer que estos sujetos se habían creído toda esa parafernalia, entonces recordé que se habían creído el asunto del dragón así que no sería muy difícil engañarlos; permanecí inmóvil durante un rato hasta que el elfo me invitó a seguirlo, entonces me levanté y caminé tras él hacia la salida.

Al alejarnos del lugar y ver que ya nadie nos observaba le regresé su colgante y me adelanté al notar que se detenía, me paré frente a él, miré su rostro y exploté en un ataque de risa como no había pasado en mucho tiempo -¿Cómo se te ocurrió algo ten demente?- Pregunté aun riendo -No sé cómo se lo creyeron- Reí un rato más mientras miraba hacia el cielo buscando la posición de las estrellas -Hacia allá- Dije mientras señalaba en una dirección después de haber mirado a las estrellas por un rato -Este Alimet pagará caro habernos engañado, pero procura no matarlo hasta que hayamos recuperado al upelero- Dije al chico antes de tomar el camino hacia el lugar indicado.

Una vez que llegamos a una cabaña que coincidía con la descripción que nos habían dado, encontramos que la casa estaba custodiada por apenas dos sujetos que esperaban junto a la carreta, al parecer no estarían mucho tiempo ahí ¿Estaría planeando marcharse? Tal vez ya había juntado suficiente dinero como para iniciar de nuevo en otra parte, había que apresurarnos -Son apenas dos- Le dije a Rauko con cierta malicia -No será problema derribarlos, toma al que prefieras, yo iré por el otro- Dije mientras preparaba mis dagas para comenzar el último baile de esta noche.

Debíamos darnos prisa, si conseguíamos eliminar a los guardias en silencio, podríamos atrapar a Alimet cuando viniera bajando, un ataque sorpresa lo tomaría completamente desprevenido, era un buen plan a pesar de que no había plan, solo ir por él y atraparlo, pero, nada podía salir mal, eran tan solo dos mercenarios los que custodiaban el lugar ¿O no?

**Rauko** Mar Ene 12 2016, 00:48

Me sentía bien por haber engañado a un grupo de sujetos sin que ellos lo notaran, siempre me había gustado actuar y si mi vida no hubiese sido tan desastrosa tal vez me hubieran conocido como un actor, por dentro quería estallar de risa, pero quería mantener mi imagen de tipo rudo, sin embargo, después de que Bio me entrega el colgante empieza reírse, no pude contenerme y también me reí como nunca lo había hecho en mi vida, me sentía tan cómodo en ese instante, sin peligro, sin preocupaciones, sin hambre en mi estómago, solo disfrutando del momento, luego el vampiro me pregunta cómo había pensado en algo así, quería responderle y traté hacerlo pero la risa no me dejaba hablar, apenas respiraba y después de unos segundos me tranquilicé un poco -No lo sé, llegó a mi mente y actué- Respondí para empezar a reírme nuevamente, todo era demasiado bueno para ser cierto, por unos minutos por fin había sentido paz y alegría, no obstante, teníamos que seguir con la tarea -Como gustes… “Peligroso criminal”- Dije sonriendo mientras me colocaba mi colgante, nuevamente recordé lo que había que hacer para salvar al pobre upelero.

Nos dirigíamos al lugar indicado y ya nos encontrábamos cerca, Alimet nos había causado varios problemas y debía pagarnos de alguna forma -Bio, gracias por regalarme estos momentos que son escasos en mi vida, antes yo era diferente, amable, solidario, tierno, pero la desgracia de mi pasado fue demasiado para mí, era demasiado para un niño, entonces tuve que convertirme en alguien más… Tuve que convertirme en algo más. Desde mi cambio no he tenido muchos momentos así, por eso te lo agradezco- Le dije al vampiro mientras veíamos a dos sujetos que esperaban al lado de la una carreta -Aquel se ve más chico, eliminaré al otro de la derecha, seguramente no será problema- Respondí a Bio para dirigirme hacia el lugar donde se encontraba mi objetivo -Eso espero- Susurré sin dejar de mirar hacia adelante.

Mi objetivo se mantenía quieto y con sus brazos cruzados, no le encontré armas en algún lado y traté de aproximarme lentamente para no causar algún ruido que llamara la atención, escabullándome entre los arbustos hasta situarme lo más cerca posible de él, Bio podría encargarse del sujeto que se encontraba del otro lado de la carreta, sin embargo, había algo en el lugar que me daba un mal presentimiento ¿Por qué solo habían dos hombres custodiando la zona? Pronto podría descubrir la respuesta de ese misterio, aunque no sabía el costo de aquel conocimiento.

**Bio** Miér Ene 13 2016, 06:13

Escuché con atención esta vez las palabras del chico que finalmente llegaba a conmoverme un poco ¿Qué clase de pasado habría podido tener para acabar siendo de esa forma, me acerqué y estiré la mano para revolver su cabello con cariño, afortunadamente el romanticismo fue interrumpido al iniciar el plan, Rauko había tomado a su objetivo y yo pues, me quedaría con el otro, avancé rápido pero con cautela evitando llamar la atención, mis pasos parecían apenas tocar el piso, como si me deslizara por el viento en una imparable carrera hasta que me di cuenta que lo de imparable no era tan buena idea, me acercaba muy deprisa y no encontraba cómo detenerme sin hacer mucho ruido, por lo que la solución más fácil fue dirigirme directo hacia aquel sujeto que impresionado y sorprendido apenas tuvo tiempo de interponer sus brazos para bloquearse aunque igualmente fue embestido y ambos acabamos rodando por el suelo.

Estábamos un poco adoloridos por el choque y sólo podía esperar que Rauko apareciera rápido pues el otro sujeto que vigilaba ya se había percatado de mi presencia y en cualquier momento además de venir por mí, también podría dar la voz de alarma y llamar refuerzos, por ahora nos convenía mucho que fueran solo dos; ya que mi oponente estaba en el piso tan indefenso, le hinqué los dientes en el cuello y bebí sangre como no había bebido en semanas, no me importaba en absoluto la vida de aquel sujeto y a causa de eso no me importó acabar con su vida en apenas unos minutos.

Me levanté con sangre goteando de mis labios, no sabía si Rauko había acabado con su oponente, pero de momento solo deseaba ir tras el cobarde Alimet, así que sin pensarlo mucho me adentré a la casa abriendo la puerta de una fuerte patada; no era la entrada más prudente que había logrado tener en mi vida, pero sin duda había tenido mucha suerte, no había más guardias en la cabaña, caminé por la cabaña en busca de Alimet y lo encontré distraído en una mesa de la cocina juntando en bolsas, grandes cantidades de aeros -Tú, maldito desgraciado- Dije enfadado al ver que parecía dispuesto a marcharse con todo lo que había logrado estafar, aunque verme le produjo tal impresión que dejó todo lo que estaba haciendo y corrió para saltar por la ventana y luego correr a su carreta, la cual puso en marcha al instante dejándonos de nuevo atrás.

Seguí al cobarde saltando a través de la misma ventana y noté que se alejaba de prisa, no podríamos alcanzarle corriendo, pero teníamos a la suerte de nuestro lado, había un pequeño establo conexo a la cabaña, no era muy grande pero evidentemente tenían algunos caballos en ese lugar, si conseguíamos abrir la puerta tendríamos cómo alcanzar al ladrón, pero no había mucho tiempo, si tardábamos mucho se nos escaparía, el establo estaba cerrado por un candado que unía los extremos de una gruesa cadena negra y con ello cerraba la gran entrada, finalmente no sabía qué hacer ¿Cómo luchar contra ese tipo de artilugios científicos?

**Rauko** Miér Ene 13 2016, 20:07

La muestra de cariño por parte de Bio me había parecido un poco incómoda, pero por suerte el momento no había durado mucho, ahora me encontraba escondido en la oscuridad de la noche mientras observaba al sujeto del que debía encargarme, para acabar con él era necesario utilizar el sigilo, con tan solo un pequeño sonido la misión podría fallar, todo tenía que ser preciso y rápido -(¿Cómo debo aniquilarlo? ¿Espero que gire y me dé la espalda? ¿Me arriesgo a atacarlo de frente? ¿Le doy por atrás? ¿Eso es algo que no debería decir en voz alta?)- Mis pensamientos solo eran preguntas que al final no importaron, del otro lado de la carreta se dejó escuchar un sonido que llamó la atención del sujeto que inmediatamente me dio la espalda, corrí hacia él mientras desenvainaba mi espada y con una estocada le clavé las hojillas en su cráneo dejándolo sin vida al instante, dejé caer su cuerpo y limpié mi espada con su traje, ahora debía averiguar qué había ocasionado el ruido.

Al rodear la carreta encontré el cadáver del otro sujeto con su cuello cubierto de sangre que formaba un pequeño charco en el suelo, Bio se encontraba corriendo hacia la cabaña donde seguramente estaría el manipulador de Alimet, entonces decidí seguirlo antes de que hiciera algo y se llevara toda la gloria o algo así, de todas formas debía salvarlo de algún peligro para pagar mi deuda, entré a la casa y pude ver cómo Alimet saltaba por una ventana y detrás de él lo perseguía el vampiro que parecía estar desesperado por atraparlo, debía ayudar y salí de la cabaña para tratar de interceptar al objetivo por otro lado, sin embargo, él había logrado llegar a la carreta y arrancó antes de que yo pudiera hacer algo para detenerlo, intenté correr tras Alimet, pero no pude alcanzarlo.

La salvación del upelero se veía cada vez más lejos, había que actuar rápido si quería alcanzar al descarado de Alimet, pero no se me ocurría ninguna idea que me ayudara a obtener alguna solución al problema, fue entonces cuando miré hacia atrás y descubrí que había un pequeño establo donde podría encontrar algún animal que se pudiera montar, tal vez algún caballo o un upelero, sin embargo, la puerta estaba sellada por una cadena y un candado colocados de una forma que evitara el acceso al lugar, era más fácil alcanzar a Alimet corriendo que lograr abrir esa puerta -(¿Ahora qué debo hacer? ¿Busco una llave? ¿Trato de cortar la gruesa cadena con mi delgada espada? ¿Salgo corriendo tras la carreta? ¿Por qué no había visto el establo cuando llegué?)- Nuevamente se llenaba mi mente de preguntas que solo me quitaban tiempo valioso, pero de todas maneras me aproximé a la cabaña para tratar de encontrar dentro alguna cosa que pudiese ser de gran utilidad.

Corrí, entré y busqué en todos lados dentro de la casa y en una mesa se situaba unas cuantas llaves, no tenía tiempo para saber cuál de todas era la correcta, así que las tomé todas y luego me dirigí al establo lo más veloz posible y usé cada una de las llaves, pero ninguna parecía funcionar, hasta que finalmente sirve una que resultó ser la última que faltaba por probar -¿Por qué nunca puede ser al primer intento?- Susurré mientras mis manos se movían rápidas por mi desesperación, quité el candado junto a la cadena como pude y finalmente abrí la puerta con una gran patada -Es hora de buscar venganza- Dije con cierta malicia para entrar al lugar.

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