La Espada Robada [Quest] [Klinge]
Página 1 de 2. • Comparte
Página 1 de 2. • 1, 2
La Espada Robada [Quest] [Klinge]
Medio día, un sol inclemente golpeaba con fuerza en la ciudad de los mineros; tras lo ocurrido en Roilkat los habitantes de la ciudad se mostraban desconfiados con los extranjeros; aunque intentaban disimularlo debido a que sus más importantes clientes venían de fuera aunque de momento, habían dejado como su principal comprador a la Guardia Real de Lunargenta, quienes eran fáciles de identificar en general, el pequeño puerto de la ciudad había sido asegurado y se mantenían alertas, en una tensa paz que no sabían cuándo podría romperse.
La ciudad estaba llena de herreros y tiendas de tal elemento, desde utensilios del hogar comunes hasta las más exóticas y llamativas armas y armaduras; y aunque en algunos casos al ver que un extranjero se acercaba cerraban sus puertas y mostraban avisos de “Cerrado”; había al menos uno que siempre estaba dispuesto a ofrecer sus productos a cualquiera que pudiera pagar su precio; su tienda era pequeña y modesta pero con muy buena reputación entre los demás armeros, cualquiera que fuera exigente con las espadas tenía que cuando menos visitar la tienda y maravillarse con las cosas que ofrecía el hombre a la venta.
Sin embargo extrañamente ese día también esa tienda estaba cerrada, algo extraño pues dicho herrero trabajaba día tras día sin descanso. “Las espadas han sido concedidas para que ninguno sea esclavo” Se podría leer en una larga tabla de madera colocada sobre la puerta del negocio; afortunadamente el hombre no demoró en aparecer aunque no parecía tener la más mínima intención de atender su negocio.
De ese modo, allí en casa del herrero, justo al lado de la pequeña tienda se desarrollaba el inicio de nuestra historia -¡¡Se ha ido!!- Dijo Edmund, que tras salir a la calle agitado miró a los lados en busca de alguien; tras él salió su esposa Rina con rostro de angustia y llevando las manos a la cara se dejó caer de rodillas al piso -¿Acaso perderemos a ambos?- Preguntó la mujer en voz alta entre sollozos; el hombre claramente preocupado, luego de permanecer unos instantes recorriendo el paisaje con la vista y la esperanza de encontrar a quien buscaba, se acercó a su esposa y se arrodilló junto a ella para abrazarla -Lo encontraremos, mujer, cálmate- Expresó Edmund.
No eran un matrimonio joven, se notaba claramente por las muchas arrugas que se dibujaban en los rostros de ambos, más aún los blancos cabellos que se habían adueñado de la cabeza del marido -¡¡Es mi culpa, todo esto es mi culpa!!- Dijo la mujer culpándose de lo ocurrido; no hubo palabras de consuelo para ella, tal vez si fuera la culpable y aunque su esposo no quería culparla, tampoco se atrevía a liberarla del remordimiento que sentía -Perdimos a Matt, y ahora también a Andy- Continuó la mujer lloriqueando hasta que fue interrumpida por su esposo -No perderemos a nadie más- Dijo levantándose con el pecho inflado y lleno de determinación aunque no tenía idea de qué podría hacer o dónde podría ir a buscar.
∞ En un primer post, debe explicarse cómo llegan y por qué están en Baslodia y cómo terminan encontrando la casa del herrero en donde podrán ver la situación descrita e interactuar con los personajes mencionados.
∞ Esta quest ha sido diseñada para Klinge más un personaje adicional que desee entrar.
∞ Los nuevos deben tener al menos 10 post antes de entrar en una quest.
∞ Para participar, no se debe estar participando en otro rol mastereado, trabajo, duelo o entrenamiento simultáneamente.
∞ 15 ptos de experiencia + 10 en función del desarrollo.
∞ Este rol puede causar daños leves a los pjs.; no hay riesgo de maldiciones pero toda decisión tendrá sus consecuencias.
∞ Se debe llevar un ritmo de posteo rápido. Se deben respetar los límites de posteo cada 48 horas.
La ciudad estaba llena de herreros y tiendas de tal elemento, desde utensilios del hogar comunes hasta las más exóticas y llamativas armas y armaduras; y aunque en algunos casos al ver que un extranjero se acercaba cerraban sus puertas y mostraban avisos de “Cerrado”; había al menos uno que siempre estaba dispuesto a ofrecer sus productos a cualquiera que pudiera pagar su precio; su tienda era pequeña y modesta pero con muy buena reputación entre los demás armeros, cualquiera que fuera exigente con las espadas tenía que cuando menos visitar la tienda y maravillarse con las cosas que ofrecía el hombre a la venta.
Sin embargo extrañamente ese día también esa tienda estaba cerrada, algo extraño pues dicho herrero trabajaba día tras día sin descanso. “Las espadas han sido concedidas para que ninguno sea esclavo” Se podría leer en una larga tabla de madera colocada sobre la puerta del negocio; afortunadamente el hombre no demoró en aparecer aunque no parecía tener la más mínima intención de atender su negocio.
De ese modo, allí en casa del herrero, justo al lado de la pequeña tienda se desarrollaba el inicio de nuestra historia -¡¡Se ha ido!!- Dijo Edmund, que tras salir a la calle agitado miró a los lados en busca de alguien; tras él salió su esposa Rina con rostro de angustia y llevando las manos a la cara se dejó caer de rodillas al piso -¿Acaso perderemos a ambos?- Preguntó la mujer en voz alta entre sollozos; el hombre claramente preocupado, luego de permanecer unos instantes recorriendo el paisaje con la vista y la esperanza de encontrar a quien buscaba, se acercó a su esposa y se arrodilló junto a ella para abrazarla -Lo encontraremos, mujer, cálmate- Expresó Edmund.
No eran un matrimonio joven, se notaba claramente por las muchas arrugas que se dibujaban en los rostros de ambos, más aún los blancos cabellos que se habían adueñado de la cabeza del marido -¡¡Es mi culpa, todo esto es mi culpa!!- Dijo la mujer culpándose de lo ocurrido; no hubo palabras de consuelo para ella, tal vez si fuera la culpable y aunque su esposo no quería culparla, tampoco se atrevía a liberarla del remordimiento que sentía -Perdimos a Matt, y ahora también a Andy- Continuó la mujer lloriqueando hasta que fue interrumpida por su esposo -No perderemos a nadie más- Dijo levantándose con el pecho inflado y lleno de determinación aunque no tenía idea de qué podría hacer o dónde podría ir a buscar.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
∞ En un primer post, debe explicarse cómo llegan y por qué están en Baslodia y cómo terminan encontrando la casa del herrero en donde podrán ver la situación descrita e interactuar con los personajes mencionados.
∞ Esta quest ha sido diseñada para Klinge más un personaje adicional que desee entrar.
∞ Los nuevos deben tener al menos 10 post antes de entrar en una quest.
∞ Para participar, no se debe estar participando en otro rol mastereado, trabajo, duelo o entrenamiento simultáneamente.
∞ 15 ptos de experiencia + 10 en función del desarrollo.
∞ Este rol puede causar daños leves a los pjs.; no hay riesgo de maldiciones pero toda decisión tendrá sus consecuencias.
∞ Se debe llevar un ritmo de posteo rápido. Se deben respetar los límites de posteo cada 48 horas.
Última edición por Ansur el Lun Sep 12 2016, 22:32, editado 1 vez
Ansur
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2001
Nivel de PJ : : 0
Re: La Espada Robada [Quest] [Klinge]
La vida de un mercenario era demandante, uno tenía que viajar constantemente a los lugares en donde se encontraba el trabajo, y muchas veces arriesgar su vida por unas pocas monedas, pero eso no le molestaba al joven espadachín. Si hubiese querido una vida larga y paga asegurada por su destreza se hubiese unido a los presuntuosos de la guardia real, él deseaba algo más al llevar este estilo de vida, algo que no conseguiría atándose a lugares o juramentos. Sin embargo… otra de las exigencias de la profesión eran herramientas de calidad y en buen estado, esto último no se podía decir de sus armas, que habían quedado bastante mal trechas después de sus últimas aventuras.
El mercenario había escuchado de otro compañero en su profesión, con el cual platico en una posada de Lunargenta, que en una ciudad llamada Baslodia podría conseguir los servicios de un buen herrero por un módico precio, este le aseguro que su acero quedaría más brillante y afilado que nunca, afirmación que respaldo mostrándole su espada al joven, quien no podía negar que su compañero llevaba un arma de muy buena calidad.
Klinge se encamino inmediatamente a dicha ciudad con intenciones de contratar los servicios de un buen herrero, pero se desilusionaría mucho al notar como todo taller por el que pasaba se encontraba cerrado.
Frustrado por su poco éxito en encontrar un herrero que reparase sus armas, decidió preguntarle a un lugareño por indicaciones, cuando se encontró con un muchachito por los catorce años, decidió acercársele para preguntarle donde podría encontrar un herrero que estuviese disponible, el chico lo ignoro, incluso trato de alejarse del mercenario corriendo, pero este era más alto, de piernas más largas, y más rápido.
No le tomo mucho tiempo atrapar al niño agarrándolo de la nunca mientras lo forzaba a mirarlo a la cara, para luego exigirle respuestas luego de reprocharle su descortesía. El chico le dijo entre lamentos y quejidos de dolor donde podría encontrar un herrero llamado Edmund que seguramente estaría abierto.
Cuando llego al lugar, el espadachín se llevaría otro disgusto al ver cómo, también ese taller, estaba cerrado. Klinge ya estaba agarrando la fachada del local a patadas por la frustración cuando vio toda la conmoción hecha por un hombre y su esposa que salieron de una casa al lado del taller, este se acerco a la pareja de mayores y con voz áspera que acentuaba su mal humor pregunto.
Klinge: ¿Qué, en nombre de las ocho piernas de Sleipnir está pasando aquí?
El mercenario había escuchado de otro compañero en su profesión, con el cual platico en una posada de Lunargenta, que en una ciudad llamada Baslodia podría conseguir los servicios de un buen herrero por un módico precio, este le aseguro que su acero quedaría más brillante y afilado que nunca, afirmación que respaldo mostrándole su espada al joven, quien no podía negar que su compañero llevaba un arma de muy buena calidad.
Klinge se encamino inmediatamente a dicha ciudad con intenciones de contratar los servicios de un buen herrero, pero se desilusionaría mucho al notar como todo taller por el que pasaba se encontraba cerrado.
Frustrado por su poco éxito en encontrar un herrero que reparase sus armas, decidió preguntarle a un lugareño por indicaciones, cuando se encontró con un muchachito por los catorce años, decidió acercársele para preguntarle donde podría encontrar un herrero que estuviese disponible, el chico lo ignoro, incluso trato de alejarse del mercenario corriendo, pero este era más alto, de piernas más largas, y más rápido.
No le tomo mucho tiempo atrapar al niño agarrándolo de la nunca mientras lo forzaba a mirarlo a la cara, para luego exigirle respuestas luego de reprocharle su descortesía. El chico le dijo entre lamentos y quejidos de dolor donde podría encontrar un herrero llamado Edmund que seguramente estaría abierto.
Cuando llego al lugar, el espadachín se llevaría otro disgusto al ver cómo, también ese taller, estaba cerrado. Klinge ya estaba agarrando la fachada del local a patadas por la frustración cuando vio toda la conmoción hecha por un hombre y su esposa que salieron de una casa al lado del taller, este se acerco a la pareja de mayores y con voz áspera que acentuaba su mal humor pregunto.
Klinge: ¿Qué, en nombre de las ocho piernas de Sleipnir está pasando aquí?
Klinge
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 267
Nivel de PJ : : 1
Re: La Espada Robada [Quest] [Klinge]
Aquella dramática escena parecía no mejorar, mientras la mujer lloraba desconsoladamente, su esposo permanecía junto a ella mirando al cielo en busca de alguna esperanza; afortunadamente se encontraba tan distraído en aquello que no alcanzó a notar al agresivo sujeto que pateaba el frente de la tienda; tanto la mujer como su esposo giraron en dirección a la voz que les había hecho aquella extraña pregunta -¡¡Sleipnir!!- Dijo el marido sin prestar más atención al extraño recién llegado y corrió de inmediato al interior de la casa.
La mujer por su parte se quedó mirando al piso por unos instantes hasta que por fin se animó a mirar al sujeto, no parecía ser muy cortés al parecer, pues su actitud lo denunciaba como bárbaro y tosco, sin embargo la mujer tal vez solo necesitaba desahogarse y en ausencia de su esposo había encontrado una nueva víctima para que escuchara sus quejas y lamentaciones -Es mi hijo- Dijo por fin enjuagando los ojos con sus manos para limpiar las lágrimas -Ha desaparecido de nuevo- Dijo entre sollozos -Discutió con su padre, lo enviamos a su habitación y cuando fuimos a buscarlo ya no estaba- Mencionó la mujer aunque aquello tal vez dejaba más preguntas que respuestas.
Apenas unos instantes después volvió a aparecer el padre del chico con rostro de preocupación y enojo a la vez -Se ha llevado a Sleipnir- Dijo a la mujer de forma severa desencadenando una mirada de tragedia en el rostro de la mujer -Entonces ha ido a las minas, es seguro que está allá- Dijo la mujer convencida de lo que había sucedido -¡¡Avisemos a la guardia!!- Advirtió Rina a su esposo dejando a un lado al misterioso hombre que le había recordado la existencia de Sleipnir -Por favor, mujer, si no han hecho nada hasta ahora, no será diferente esta vez- Dijo Edmund con negatividad -Alguien tiene que ayudarnos- Dijo ella levantándose y sacudiendo por los hombros a su esposo que tras unos instantes de mirar al extraño y agresivo guerrero acabó por preguntar -¿Y tú quién eres?- Más allá de mirar su rostro o atuendo, el herrero se enfocó en las armas que portaba aquel sujeto -¿Sabes pelear?- Preguntó cuando al parecer se le ocurrió una idea.
El misterioso hombre no tenía aspecto de ser muy listo, pero sí bastante bélico, por lo que tal vez podría ser un candidato para cuando menos, ganar algo de tiempo hasta tener un mejor plan -Si eres un verdadero guerrero y no tienes miedo a pelear, podrías hacer algo por mí a cambio de una buena recompensa- Dijo Edmund intentando convencer al forastero aunque no tenía muchas esperanzas de ello, primero porque no sabía si realmente el sujeto supiera combatir o fuera solo un fanfarrón, y segundo porque aunque lo fuera, enfrentarse solo al grupo bandidos de las Minas no era una tarea nada fácil.
∞Patear la fachada del negocio de un hombre no es la mejor manera de socializar, afortunadamente el herrero estaba distraído y no lo ha notado.
∞Toma este turno para socializar, conversar y obtener más información; alguna pista de las razones de la fuga del chico o tal vez te interese saber qué es esa tal Sleipnir a la que se refiere Edmund.
∞Te han hablado de un grupo de bandidos, no sabes cuántos son o qué los hace temibles, intenta ordenar las piezas faltantes para poder ordenar el rompecabezas.
∞Puedes aceptar la misión en este turno o esperar a que tus preguntas sean respondidas, la prudencia nunca ha estado de más.
∞Aún queda una ronda en la que podría unirse alguien más, ten en cuenta que sin ayuda los riesgos podrían ser más elevados
La mujer por su parte se quedó mirando al piso por unos instantes hasta que por fin se animó a mirar al sujeto, no parecía ser muy cortés al parecer, pues su actitud lo denunciaba como bárbaro y tosco, sin embargo la mujer tal vez solo necesitaba desahogarse y en ausencia de su esposo había encontrado una nueva víctima para que escuchara sus quejas y lamentaciones -Es mi hijo- Dijo por fin enjuagando los ojos con sus manos para limpiar las lágrimas -Ha desaparecido de nuevo- Dijo entre sollozos -Discutió con su padre, lo enviamos a su habitación y cuando fuimos a buscarlo ya no estaba- Mencionó la mujer aunque aquello tal vez dejaba más preguntas que respuestas.
Apenas unos instantes después volvió a aparecer el padre del chico con rostro de preocupación y enojo a la vez -Se ha llevado a Sleipnir- Dijo a la mujer de forma severa desencadenando una mirada de tragedia en el rostro de la mujer -Entonces ha ido a las minas, es seguro que está allá- Dijo la mujer convencida de lo que había sucedido -¡¡Avisemos a la guardia!!- Advirtió Rina a su esposo dejando a un lado al misterioso hombre que le había recordado la existencia de Sleipnir -Por favor, mujer, si no han hecho nada hasta ahora, no será diferente esta vez- Dijo Edmund con negatividad -Alguien tiene que ayudarnos- Dijo ella levantándose y sacudiendo por los hombros a su esposo que tras unos instantes de mirar al extraño y agresivo guerrero acabó por preguntar -¿Y tú quién eres?- Más allá de mirar su rostro o atuendo, el herrero se enfocó en las armas que portaba aquel sujeto -¿Sabes pelear?- Preguntó cuando al parecer se le ocurrió una idea.
El misterioso hombre no tenía aspecto de ser muy listo, pero sí bastante bélico, por lo que tal vez podría ser un candidato para cuando menos, ganar algo de tiempo hasta tener un mejor plan -Si eres un verdadero guerrero y no tienes miedo a pelear, podrías hacer algo por mí a cambio de una buena recompensa- Dijo Edmund intentando convencer al forastero aunque no tenía muchas esperanzas de ello, primero porque no sabía si realmente el sujeto supiera combatir o fuera solo un fanfarrón, y segundo porque aunque lo fuera, enfrentarse solo al grupo bandidos de las Minas no era una tarea nada fácil.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
∞Patear la fachada del negocio de un hombre no es la mejor manera de socializar, afortunadamente el herrero estaba distraído y no lo ha notado.
∞Toma este turno para socializar, conversar y obtener más información; alguna pista de las razones de la fuga del chico o tal vez te interese saber qué es esa tal Sleipnir a la que se refiere Edmund.
∞Te han hablado de un grupo de bandidos, no sabes cuántos son o qué los hace temibles, intenta ordenar las piezas faltantes para poder ordenar el rompecabezas.
∞Puedes aceptar la misión en este turno o esperar a que tus preguntas sean respondidas, la prudencia nunca ha estado de más.
∞Aún queda una ronda en la que podría unirse alguien más, ten en cuenta que sin ayuda los riesgos podrían ser más elevados
- Edmund y Rina:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Ansur
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2001
Nivel de PJ : : 0
Re: La Espada Robada [Quest] [Klinge]
El espadachín levanto una ceja ante la pregunta del herrero, por lo que había escuchado de la esposa, su muchachito malcriado había escapado a buscar algo de aventuras, cuando el herrero le ofreció una recompensa a cambio de un favor, el mercenario estaba seguro de lo que quería.
Klinge: déjame adivinar… tu hijo se enojo con tigo luego de que lo pusiste en su sitio y se fue a esa mina que probablemente esté llena de bandidos que lo van a matar luego, de la forma más sádica que os podéis imaginar, solo por diversión.
El mercenario izo una pausa mientras se encogió de hombros soltando un profundo suspiro para luego seguir.
Klinge: aceptare hacer este trabajo por ti si tú haces uno por mí…
Dijo mientras desenganchaba una de sus espadas del cinturón y la pasaba al herrero para que la analizara, no se necesitaba un genio para darse cuenta de a qué se refería, la espada estaba en muy mal estado, el filo totalmente romo, lleno de abolladuras, y la hoja con oxido y viejas manchas de sangre.
Klinge: cómo ves mi espada está en muy malas condiciones y no es la única, cargo con otras tres armas que están igual de desgastadas, así que, cumpliere con mi parte del trato siempre que arregles mi acero sin cargo alguno, ¡pero tengo tres condiciones!
Dijo tajante mientras le mostraba los tres dedos de su mano derecha al herrero.
Klinge: me vas a tener que prestar dos de tus armas mientras dejo las mías bajo tu cuidad, si tengo que enfrentar a los bandidos no lo voy a hacer con estos filos romos…
Así pues, le paso al hombre su otra espada, un hacha de mano y una daga.
Klinge: hablando de ellos, quiero que me digas cuantos son, y de que tengo que preocuparme cuando valla a rescatar a tu muchacho… ¡y una cosa más!
Entonces se dibujo una expresión de perplejidad en su rostro.
Klinge: ¿Qué demonios se llevo tu hijo?
Klinge: déjame adivinar… tu hijo se enojo con tigo luego de que lo pusiste en su sitio y se fue a esa mina que probablemente esté llena de bandidos que lo van a matar luego, de la forma más sádica que os podéis imaginar, solo por diversión.
El mercenario izo una pausa mientras se encogió de hombros soltando un profundo suspiro para luego seguir.
Klinge: aceptare hacer este trabajo por ti si tú haces uno por mí…
Dijo mientras desenganchaba una de sus espadas del cinturón y la pasaba al herrero para que la analizara, no se necesitaba un genio para darse cuenta de a qué se refería, la espada estaba en muy mal estado, el filo totalmente romo, lleno de abolladuras, y la hoja con oxido y viejas manchas de sangre.
Klinge: cómo ves mi espada está en muy malas condiciones y no es la única, cargo con otras tres armas que están igual de desgastadas, así que, cumpliere con mi parte del trato siempre que arregles mi acero sin cargo alguno, ¡pero tengo tres condiciones!
Dijo tajante mientras le mostraba los tres dedos de su mano derecha al herrero.
Klinge: me vas a tener que prestar dos de tus armas mientras dejo las mías bajo tu cuidad, si tengo que enfrentar a los bandidos no lo voy a hacer con estos filos romos…
Así pues, le paso al hombre su otra espada, un hacha de mano y una daga.
Klinge: hablando de ellos, quiero que me digas cuantos son, y de que tengo que preocuparme cuando valla a rescatar a tu muchacho… ¡y una cosa más!
Entonces se dibujo una expresión de perplejidad en su rostro.
Klinge: ¿Qué demonios se llevo tu hijo?
Klinge
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 267
Nivel de PJ : : 1
Re: La Espada Robada [Quest] [Klinge]
Edmund se tomó unos instantes para pensar en la propuesta del extraño sujeto, ciertamente su modo de explicar la situación, aunque tenía razón carecía completamente de tacto, cosa que solo avivó el llanto en la pobre Rina; aunque luego por lo menos accedió a realizar el trabajo, cosa que de hecho el herrero dudaba que pudiera hacer, pero al menos le concedería el beneficio de la duda, con algo de suerte este sujeto podría armar una buena distracción como para que el chico escapara, aunque con lo decidido que estaba el pequeño nada parecía poder convencerlo de desistir en sus planes, cualesquiera que fueran.
Desde que escuchó el sonido producido por la espada al desenfundarla el herrero supo que no estaban nada bien -Mi nombre es Edmund ¿Tú cómo te llamas?- Preguntó al extraño espadachín mientras tomaba la espada que éste le ofrecía para examinarla -Esta espada está hecha un caos- Dijo El herrero mientras negaba con la cabeza ante el terrible estado del arma; no obstante aquello mismo delataba que el filo de la espada había disputado muchas batallas, tantas como para desgastarse de esa manera; escuchaba las condiciones del hombre aunque no le dirigía la mirada para enfocarse en el roído filo; en cierto modo aquello podría ser un síntoma de que el espadachín no era tan mala opción como su aspecto lo hacía aparentar.
Aprovechando que la mujer había entrado a la casa el herrero decidió contarle toda la misión al extraño -Repararé tus armas, y si traes a mi hijo tal vez haga más que eso por ti- Ofreció aunque sin ser muy específico con la posible recompensa -Pero debes saber en lo que te estás metiendo- Advirtió mirando a los ojos al espadachín -Un grupo de bandidos se ha adueñado de las minas y asesinan a todo el que se opone- Relató con algo de rabia en la voz -Cada cierto tiempo vienen a ordenar que se les fabriquen armas; mi hijo mayor los enfrentó hace un par de semanas y lo mataron frente a todos como ejemplo- Expresó apretando los puños con fuerza -Mi hijo menor desea vengar la muerte de su hermano, pero ni él ni nosotros somos capaces de lograrlo- Reveló por fin los motivos de la partida del chico.
Tras unos instantes en los que Edmund se limitó a suspirar decepcionado de su impotencia, terminó de explicar la situación -No sabemos exactamente cuántos son, se dicen un ejército aunque entre los que vienen solo hay unos 10 hombres y no más, tal vez solo lo dicen para intimidar- Especuló acerca de la situación -Lo más peligroso es su líder, un desalmado asesino de gran habilidad con la espada- Advirtió acerca del mayor peligro -No te aconsejo enfrentarlo, dicen que jamás ha sido derrotado.
El herrero tomó las armas del forastero y tras indicarle con la mano que le esperara, entró a la casa para salir luego con una pequeña lona que lanzó al piso descubriendo dentro de ella un juego de brillantes filos en donde se encontraba una espada grande, una espada pequeña y dos hermosas dagas -Necesitarás un buen equipo si vas a traer a mi hijo Andy- Dijo el hombre con la mirada llena de orgullo, no en vano era considerado uno de los mejores herreros de la ciudad -Pero debo pedirte algo más, mi hijo se ha llevado la espada “Sleipnir”, no debes permitir que caiga en manos de Rocko, el líder de los bandidos, o sería imparable con ella- Dijo con tono de alarma -Cumple tu parte del trato y yo cumpliré con la mía- Dijo mientras señalaba el camino a las minas -No será difícil encontrar las minas si caminas en esa dirección- Indicó con algo de esperanza en aquel misterioso hombre.
∞ Finalmente tienes algo de información para iniciar la aventura
∞ Edmund ha aceptado tu trato y te ha prestado algunas armas, sin embargo no debes ignorar sus advertencias, recuerda que el exceso de confianza y la arrogancia merman la sabiduría.
∞ Al final de tu respuesta llegarás a las minas en donde se esconden los bandidos, un lugar amplio y sin más personas que un pequeño grupo de 4 bandidos sentados al rededor de una fogata en la entrada de la mina ¿Serán todos?
∞ Actuar de inmediato contra los 4 bandidos o esperar a tener más información será tu decisión.
∞ Aún no hay rastros del chico al que debes rescatar, no sabes siquiera si aún estará con vida.
Desde que escuchó el sonido producido por la espada al desenfundarla el herrero supo que no estaban nada bien -Mi nombre es Edmund ¿Tú cómo te llamas?- Preguntó al extraño espadachín mientras tomaba la espada que éste le ofrecía para examinarla -Esta espada está hecha un caos- Dijo El herrero mientras negaba con la cabeza ante el terrible estado del arma; no obstante aquello mismo delataba que el filo de la espada había disputado muchas batallas, tantas como para desgastarse de esa manera; escuchaba las condiciones del hombre aunque no le dirigía la mirada para enfocarse en el roído filo; en cierto modo aquello podría ser un síntoma de que el espadachín no era tan mala opción como su aspecto lo hacía aparentar.
Aprovechando que la mujer había entrado a la casa el herrero decidió contarle toda la misión al extraño -Repararé tus armas, y si traes a mi hijo tal vez haga más que eso por ti- Ofreció aunque sin ser muy específico con la posible recompensa -Pero debes saber en lo que te estás metiendo- Advirtió mirando a los ojos al espadachín -Un grupo de bandidos se ha adueñado de las minas y asesinan a todo el que se opone- Relató con algo de rabia en la voz -Cada cierto tiempo vienen a ordenar que se les fabriquen armas; mi hijo mayor los enfrentó hace un par de semanas y lo mataron frente a todos como ejemplo- Expresó apretando los puños con fuerza -Mi hijo menor desea vengar la muerte de su hermano, pero ni él ni nosotros somos capaces de lograrlo- Reveló por fin los motivos de la partida del chico.
Tras unos instantes en los que Edmund se limitó a suspirar decepcionado de su impotencia, terminó de explicar la situación -No sabemos exactamente cuántos son, se dicen un ejército aunque entre los que vienen solo hay unos 10 hombres y no más, tal vez solo lo dicen para intimidar- Especuló acerca de la situación -Lo más peligroso es su líder, un desalmado asesino de gran habilidad con la espada- Advirtió acerca del mayor peligro -No te aconsejo enfrentarlo, dicen que jamás ha sido derrotado.
El herrero tomó las armas del forastero y tras indicarle con la mano que le esperara, entró a la casa para salir luego con una pequeña lona que lanzó al piso descubriendo dentro de ella un juego de brillantes filos en donde se encontraba una espada grande, una espada pequeña y dos hermosas dagas -Necesitarás un buen equipo si vas a traer a mi hijo Andy- Dijo el hombre con la mirada llena de orgullo, no en vano era considerado uno de los mejores herreros de la ciudad -Pero debo pedirte algo más, mi hijo se ha llevado la espada “Sleipnir”, no debes permitir que caiga en manos de Rocko, el líder de los bandidos, o sería imparable con ella- Dijo con tono de alarma -Cumple tu parte del trato y yo cumpliré con la mía- Dijo mientras señalaba el camino a las minas -No será difícil encontrar las minas si caminas en esa dirección- Indicó con algo de esperanza en aquel misterioso hombre.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
∞ Finalmente tienes algo de información para iniciar la aventura
∞ Edmund ha aceptado tu trato y te ha prestado algunas armas, sin embargo no debes ignorar sus advertencias, recuerda que el exceso de confianza y la arrogancia merman la sabiduría.
∞ Al final de tu respuesta llegarás a las minas en donde se esconden los bandidos, un lugar amplio y sin más personas que un pequeño grupo de 4 bandidos sentados al rededor de una fogata en la entrada de la mina ¿Serán todos?
∞ Actuar de inmediato contra los 4 bandidos o esperar a tener más información será tu decisión.
∞ Aún no hay rastros del chico al que debes rescatar, no sabes siquiera si aún estará con vida.
- Armas Prestadas:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Ansur
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2001
Nivel de PJ : : 0
Re: La Espada Robada [Quest] [Klinge]
El mercenario escucho atentamente lo que le decía el herrero mientras le respondía de forma seca “Klinge” cuando este le pregunto su nombre, la mirada del guerrero se ilumino cuando vio la calidad de las armas que el artesano le ofrecía como remplazo temporal de las suyas mientras las reparaba.
El espadachín coloco la espada más larga en el costado derecho del cinturón y la más pequeña en el izquierdo y empezó a practicar su característico método de desenfunde, en el cual, agarraba el arma de su costado derecho con la mano derecha y la jalaba asía arriba, de esta forma evitaba el aparatoso movimiento de llevar la mano al otro costado y desenfundarla de una forma que le costarían segundos importantes, practico con ambas armas un par de veces, las blandió y las agito para sentir su peso y balance, y acostumbrarse a sus particularidades. Una vez listo, vuelve a enfundar sus nuevas espadas y ata a las dagas a sus brazos con el mango apuntando asía arriba.
Llegando a la mina nota a cuatro bandidos pero ni rastro de un niño estúpido con una espada, o de un hábil guerrero que podría tener la influencia de reunir un ejército bajo su mando, aunque, para ser sinceros, eso sonaba mas a habladurías de los locales, sinceramente no parecía que tendría que lidiar con más de una decena de hombres.
El espadachín noto que los bandidos todavía no lo habían visto, así que decidió actuar de forma calmada en un principio y fingir demencia, y se acerco a los cuatro hombres sin intenciones de ocultar su presencia.
Klinge: disculpen buenas gentes, estoy buscando a alguien y escuche que podría estar por aquí… ¿de casualidad no vieron pasar a un niño muy tonto con una espada por estos lares?
El espadachín coloco la espada más larga en el costado derecho del cinturón y la más pequeña en el izquierdo y empezó a practicar su característico método de desenfunde, en el cual, agarraba el arma de su costado derecho con la mano derecha y la jalaba asía arriba, de esta forma evitaba el aparatoso movimiento de llevar la mano al otro costado y desenfundarla de una forma que le costarían segundos importantes, practico con ambas armas un par de veces, las blandió y las agito para sentir su peso y balance, y acostumbrarse a sus particularidades. Una vez listo, vuelve a enfundar sus nuevas espadas y ata a las dagas a sus brazos con el mango apuntando asía arriba.
Llegando a la mina nota a cuatro bandidos pero ni rastro de un niño estúpido con una espada, o de un hábil guerrero que podría tener la influencia de reunir un ejército bajo su mando, aunque, para ser sinceros, eso sonaba mas a habladurías de los locales, sinceramente no parecía que tendría que lidiar con más de una decena de hombres.
El espadachín noto que los bandidos todavía no lo habían visto, así que decidió actuar de forma calmada en un principio y fingir demencia, y se acerco a los cuatro hombres sin intenciones de ocultar su presencia.
Klinge: disculpen buenas gentes, estoy buscando a alguien y escuche que podría estar por aquí… ¿de casualidad no vieron pasar a un niño muy tonto con una espada por estos lares?
Klinge
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 267
Nivel de PJ : : 1
Re: La Espada Robada [Quest] [Klinge]
El día se había escapado, prófugo del tiempo para dar paso a un atardecer naranja en donde los últimos rayos de sol bañaban apenas las copas de los árboles; atrás había quedado el herrero con su preocupada mujer, y pronto quedaron atrás también las casas juntas y negocios de herrería, todo vestigio de sociedad era gradualmente sustituido por los árboles que ornamentaban el camino a las minas cercanas a la ciudad de Baslodia.
Klinge había caminado un largo rato tal vez sin darse cuenta, la brisa soplaba fuerte y solo el canto de los pájaros rodeaba al misterioso humano, o al menos así era hasta que llegó a donde se encontraba su objetivo; a lo lejos se veía la entrada de las minas con aquellos cuatro sujeto que preparados para la inminente llegada de la negra noche y conocedores no solo de lo oscuro, sino además lo frío que podría llegar a ser ese lugar en el que les tocaba hacer vigilia cada ciertos turnos, habían encendido una fogata y se preparaban para una jornada larga y aburrida hasta el amanecer.
Relajados al pensar que nadie estaba tan loco como para intentar atacarlos, más aún después de haber usado a aquel chico como ejemplo de castigo frente a los ciudadanos; comentaban entre ellos los diversos abusos que cometían en total impunidad, manteniendo sus armas en el piso a un lado de sus pies sin prestarles mucha atención; eso por supuesto hasta que escucharon que alguien se acercaba; un silencio se hizo cargo del ambiente en cuanto el primero de los vigilantes vio acercarse a Klinge y le avisó a los otros apuntándole con la boca.
El más grande de los bandidos, un bárbaro robusto fue el primero en tomar su hacha del piso pero rápidamente otro menos agresivo le indicó con la mano que esperara -¿Qué te hace creer que podrías encontrar eso aquí?- Preguntó en tono amenazante el hombre que a diferencia de su colega, era menos robusto, más bien bastante delgado y cuya arma permanecía oculta si es que llevaba alguna -¿No eres de por aquí verdad?- Continuó tratando de saber más acerca del recién llegado -¿Sabes quiénes somos?- Preguntó el otro fortachón con aires de grandeza -Claro que no sabe- Respondió rápidamente el otro sujeto -Si lo supiera no estaría aquí, o estaría temblando de miedo- Afirmó el más pequeño desatando las risas de sus compañeros.
Vamos, acércate- Dijo el sujeto delgado haciendo gestos con las manos para que Klinge se sentara con ellos junto a la fogata mientras el resto le miraba con desconfianza, sobre todo el grandulón -¿Cómo es ese niño que andas buscando?- Preguntó mientras con un gesto de la cabeza hacía una seña a uno de sus compañeros, un pelirrojo de baja estatura que no tardó en levantarse para ir adentro de la mina precipitadamente -Mi nombre es Jack- Se presentó en primer lugar -El grandulón de mi lado es Kam y el callado es Brando- Señaló a los dos de sus camaradas que aún permanecían en el lugar.
Mientras hacían preguntas o esperaban las respuestas de Klinge, los sujetos se miraban entre ellos torciendo los ojos como si de esa forma se comunicaran algún plan -¿Y a qué te dedicas?- Preguntó Jack con una sonrisa fingida buscando saber las verdaderas intenciones del sujeto y tal vez su interés en el chico que aún seguía sin aparecer; a ratos, uno y otro de los vigilantes miraban hacia la entrada de la mina tal vez a la espera de que regresara su compañero que finalmente apareció...
∞Los vigilantes tienen actitud sospechosa, supongo que puedes imaginar lo que viene.
∞De tus respuestas dependerá su reacción para mi próxima intervención
∞Como pista, si les agradas podrían dejar que te quedes y tal vez revelarte algún dato, si no les agradas... Imagina.
∞De igual modo, debes encontrar al chico lo más pronto posible y tal como ellos buscan sacarte información, podrías sacarle a ellos, de una forma u otra.
∞No hay decisión buena o mala, ambas tendrán consecuencias que desembocarán en una situación peligrosa.
Klinge había caminado un largo rato tal vez sin darse cuenta, la brisa soplaba fuerte y solo el canto de los pájaros rodeaba al misterioso humano, o al menos así era hasta que llegó a donde se encontraba su objetivo; a lo lejos se veía la entrada de las minas con aquellos cuatro sujeto que preparados para la inminente llegada de la negra noche y conocedores no solo de lo oscuro, sino además lo frío que podría llegar a ser ese lugar en el que les tocaba hacer vigilia cada ciertos turnos, habían encendido una fogata y se preparaban para una jornada larga y aburrida hasta el amanecer.
Relajados al pensar que nadie estaba tan loco como para intentar atacarlos, más aún después de haber usado a aquel chico como ejemplo de castigo frente a los ciudadanos; comentaban entre ellos los diversos abusos que cometían en total impunidad, manteniendo sus armas en el piso a un lado de sus pies sin prestarles mucha atención; eso por supuesto hasta que escucharon que alguien se acercaba; un silencio se hizo cargo del ambiente en cuanto el primero de los vigilantes vio acercarse a Klinge y le avisó a los otros apuntándole con la boca.
El más grande de los bandidos, un bárbaro robusto fue el primero en tomar su hacha del piso pero rápidamente otro menos agresivo le indicó con la mano que esperara -¿Qué te hace creer que podrías encontrar eso aquí?- Preguntó en tono amenazante el hombre que a diferencia de su colega, era menos robusto, más bien bastante delgado y cuya arma permanecía oculta si es que llevaba alguna -¿No eres de por aquí verdad?- Continuó tratando de saber más acerca del recién llegado -¿Sabes quiénes somos?- Preguntó el otro fortachón con aires de grandeza -Claro que no sabe- Respondió rápidamente el otro sujeto -Si lo supiera no estaría aquí, o estaría temblando de miedo- Afirmó el más pequeño desatando las risas de sus compañeros.
Vamos, acércate- Dijo el sujeto delgado haciendo gestos con las manos para que Klinge se sentara con ellos junto a la fogata mientras el resto le miraba con desconfianza, sobre todo el grandulón -¿Cómo es ese niño que andas buscando?- Preguntó mientras con un gesto de la cabeza hacía una seña a uno de sus compañeros, un pelirrojo de baja estatura que no tardó en levantarse para ir adentro de la mina precipitadamente -Mi nombre es Jack- Se presentó en primer lugar -El grandulón de mi lado es Kam y el callado es Brando- Señaló a los dos de sus camaradas que aún permanecían en el lugar.
Mientras hacían preguntas o esperaban las respuestas de Klinge, los sujetos se miraban entre ellos torciendo los ojos como si de esa forma se comunicaran algún plan -¿Y a qué te dedicas?- Preguntó Jack con una sonrisa fingida buscando saber las verdaderas intenciones del sujeto y tal vez su interés en el chico que aún seguía sin aparecer; a ratos, uno y otro de los vigilantes miraban hacia la entrada de la mina tal vez a la espera de que regresara su compañero que finalmente apareció...
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
∞Los vigilantes tienen actitud sospechosa, supongo que puedes imaginar lo que viene.
∞De tus respuestas dependerá su reacción para mi próxima intervención
∞Como pista, si les agradas podrían dejar que te quedes y tal vez revelarte algún dato, si no les agradas... Imagina.
∞De igual modo, debes encontrar al chico lo más pronto posible y tal como ellos buscan sacarte información, podrías sacarle a ellos, de una forma u otra.
∞No hay decisión buena o mala, ambas tendrán consecuencias que desembocarán en una situación peligrosa.
Ansur
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2001
Nivel de PJ : : 0
Re: La Espada Robada [Quest] [Klinge]
Tres hombres lo encaran, uno entra en las minas a buscar refuerzos, dos grandotes y fuertes, uno más pequeño y listo, una situación bastante típica si se trataba con bandidos a decir verdad.
Klinge dio tres pasos al frente cuando Jack lo invito, pero se mantuvo a cierta distancia para que no lo pudiesen rodear sin que él se diera cuenta, al mirar a Jack, el espadachín sospechaba que su arma fuera algo como una o varias dagas ocultas en sus ropas, no parecía el tipo de bandido que buscase la confrontación directa, sino que, prefería atacar cuando su adversario estuviese desprevenido.
El espadachín considero sus opciones y las fue eligiendo por orden de descarte, empezar una pelea hiriendo, y con suerte, matando a alguno de los tres no parecía buena idea, no sabía cuan larga era el tamaño de su banda, así que, decidió mantener su acero enfundando mientras esperaba que vinieran sus refuerzos, si es que llegaban, por lo pronto, tenía que responder a la pregunta de Jack de forma convincente.
Klinge: soy un buscador… alguien que se encarga de encontrar objetos o personas perdidas, si pierdes un familiar en las montañas o algún recuerdo de tu abuelo en el bosque, me llamas a mí para que te lo recuperes.
Una mentira barata, pero no muy descabellada, ser un recuperados podría incluso justificar el porqué de tantas armas a cuestas, explorar bosques y montañas desarmado podría significar un suicidio, sobre todo considerando que gente como ellos podría ocultarse en semejantes lugares.
Klinge: un hombre del pueblo me contrato para que buscara a su hijo que se perdió en el bosque cuando salió a jugar, tampoco estaba la vieja espada del abuelo, así que el hombre sospecha que el chico se llevo el viejo filo romo para enseñárselo a sus amigos, la espada no vale nada en sí, solo es un recuerdo familiar, pero estoy dispuesto a darles una parte de mi pago si me podríais dar indicaciones.
Finalmente volvió el cuarto sujeto, quería esperar a ver cuántos hombres habían venido junto a él, de no haberlo seguido nadie Klinge cortaría con el asunto, tanto de forma figurativa como literal, no quería perder mucho tiempo con cuatro idiotas.
Klinge dio tres pasos al frente cuando Jack lo invito, pero se mantuvo a cierta distancia para que no lo pudiesen rodear sin que él se diera cuenta, al mirar a Jack, el espadachín sospechaba que su arma fuera algo como una o varias dagas ocultas en sus ropas, no parecía el tipo de bandido que buscase la confrontación directa, sino que, prefería atacar cuando su adversario estuviese desprevenido.
El espadachín considero sus opciones y las fue eligiendo por orden de descarte, empezar una pelea hiriendo, y con suerte, matando a alguno de los tres no parecía buena idea, no sabía cuan larga era el tamaño de su banda, así que, decidió mantener su acero enfundando mientras esperaba que vinieran sus refuerzos, si es que llegaban, por lo pronto, tenía que responder a la pregunta de Jack de forma convincente.
Klinge: soy un buscador… alguien que se encarga de encontrar objetos o personas perdidas, si pierdes un familiar en las montañas o algún recuerdo de tu abuelo en el bosque, me llamas a mí para que te lo recuperes.
Una mentira barata, pero no muy descabellada, ser un recuperados podría incluso justificar el porqué de tantas armas a cuestas, explorar bosques y montañas desarmado podría significar un suicidio, sobre todo considerando que gente como ellos podría ocultarse en semejantes lugares.
Klinge: un hombre del pueblo me contrato para que buscara a su hijo que se perdió en el bosque cuando salió a jugar, tampoco estaba la vieja espada del abuelo, así que el hombre sospecha que el chico se llevo el viejo filo romo para enseñárselo a sus amigos, la espada no vale nada en sí, solo es un recuerdo familiar, pero estoy dispuesto a darles una parte de mi pago si me podríais dar indicaciones.
Finalmente volvió el cuarto sujeto, quería esperar a ver cuántos hombres habían venido junto a él, de no haberlo seguido nadie Klinge cortaría con el asunto, tanto de forma figurativa como literal, no quería perder mucho tiempo con cuatro idiotas.
Klinge
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 267
Nivel de PJ : : 1
Re: La Espada Robada [Quest] [Klinge]
Pese a parecer despistado, Klinge se mantenía atento a cualquier peligro y los bandidos podrían notarlo, a pesar de que cada bando jugaba a estar calmado, la tensión crecía a cada momento -¿Un buscador?- Preguntó Jack con curiosidad y un poco de burla -Jamás había escuchado de tal profesión- Continuó para luego mirar a los otros de manera sospechosa al escuchar acerca de lo que buscaba el forastero -Un niño y una espada son algo difícil de encontrar, pero si sigues buscando tal vez encuentres otra cosa- Dijo de manera más amenazante aunque aún sin sacar su arma.
Finalmente volvió el que había ido al interior de la cueva aunque no fue mucho lo que aportó al momento, tan solo se dirigió a Jack para darle una noticia que resultaba difícil de comprender pero fácil de imaginar -El jefe ha dicho que lo hagas- Sin decir más volvió a perderse hacia adentro entre las sombras de la mina mientras Jack y los otros intentaban rodear al buscador -Tal parece que ya encontraste algo- Dijo Jack mientras con un gesto de la cabeza enviaba a sus compañeros a hacerse cargo -Ya era hora- Dijo el grandulón tomando su hacha y dirigiéndose a su objetivo.
Mientras Jack se quedaba atrás cruzado de brazos, el otro sujeto se agachó para tomar un pequeño arco que reposaba en el piso junto a un caraj de flechas y sin prisa tomó distancia avanzando hacia un lado en busca de un buen disparo -Espero que pelees mejor de lo que hablas- Dijo Kam mientras se preparaba para lanzar un golpe vertical descendente con el hacha que sostenía en su mano derecha, buscando alcanzar directamente la cabeza de Klinge -O esto terminará demasiado pronto- Agregó el mismo antes de lanzar un segundo golpe, ahora horizontal de izquierda a derecha.
El buscador debía estar atento no solo a los ataques del grandulón que planeaba partirlo en dos con su hacha, sino también al arquero que buscaba ganar con menos esfuerzo, Jack por su parte se limitaría a observar el combate sin ánimos de participar al menos por ahora...
∞Finalmente ha llegado el momento de pelear, enfrentas a dos oponentes, no te confíes o te costará
∞Puedes controlar los ataques de Kam y periódicamente habrá ataques de Brando, debes idear una estrategia para defenderte de ambos
∞De momento Jack no se unirá a la batalla, será solo un observador.
∞Deberás lanzar una runa al final de tu turno para decidir si la suerte te acompaña... Por ahora.
Finalmente volvió el que había ido al interior de la cueva aunque no fue mucho lo que aportó al momento, tan solo se dirigió a Jack para darle una noticia que resultaba difícil de comprender pero fácil de imaginar -El jefe ha dicho que lo hagas- Sin decir más volvió a perderse hacia adentro entre las sombras de la mina mientras Jack y los otros intentaban rodear al buscador -Tal parece que ya encontraste algo- Dijo Jack mientras con un gesto de la cabeza enviaba a sus compañeros a hacerse cargo -Ya era hora- Dijo el grandulón tomando su hacha y dirigiéndose a su objetivo.
Mientras Jack se quedaba atrás cruzado de brazos, el otro sujeto se agachó para tomar un pequeño arco que reposaba en el piso junto a un caraj de flechas y sin prisa tomó distancia avanzando hacia un lado en busca de un buen disparo -Espero que pelees mejor de lo que hablas- Dijo Kam mientras se preparaba para lanzar un golpe vertical descendente con el hacha que sostenía en su mano derecha, buscando alcanzar directamente la cabeza de Klinge -O esto terminará demasiado pronto- Agregó el mismo antes de lanzar un segundo golpe, ahora horizontal de izquierda a derecha.
El buscador debía estar atento no solo a los ataques del grandulón que planeaba partirlo en dos con su hacha, sino también al arquero que buscaba ganar con menos esfuerzo, Jack por su parte se limitaría a observar el combate sin ánimos de participar al menos por ahora...
- Kam, Guerrero de hacha:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
- Brando, Arquero:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
∞Finalmente ha llegado el momento de pelear, enfrentas a dos oponentes, no te confíes o te costará
∞Puedes controlar los ataques de Kam y periódicamente habrá ataques de Brando, debes idear una estrategia para defenderte de ambos
∞De momento Jack no se unirá a la batalla, será solo un observador.
∞Deberás lanzar una runa al final de tu turno para decidir si la suerte te acompaña... Por ahora.
Ansur
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2001
Nivel de PJ : : 0
Re: La Espada Robada [Quest] [Klinge]
Por fin se habían terminado las malas mentiras y comenzaba la pelea, aun así, Klinge no podía perder el tiempo con un par de bandidos de poca monta mientras un pez más gordo lo esperaba dentro de esa mina, y posiblemente los minutos de vida se le estaban acabando a ese chico que andaba buscando, tendría que despachar rápidamente a los que tenía en frente.
El grandote lo atacaba con un hacha mientras un arquero tuerto intentaba tomar distancia para dispararle, su armadura bien podría parar una flecha, aun así, no quería arriesgarse a que le dieran en la cara, así que, cuando el otro bandido lanzo su golpe descendiente, el espadachín lo esquivo asiéndose a un lado, colocándose de tal forma que Brando no pudiese apuntarle a Klinge sin tener a Kam en medio.
Cuando kam lanzo su golpe horizontal, Klinge volvería a evadirlo dando un paso atrás, viendo que su oponente dejo su pecho cuerpo descubierto por unos instantes, el guerrero decidió aprovechar esta oportunidad y cargo de frente contra su adversario, mientras se mantenía en un ángulo en el cual este le servía de escudo contra el arquero.
Ya estando a una distancia corta, el espadachín agarra el brazo armado de su oponente con su mano derecha a la vez utiliza su clásico estilo de desenfunde para sacar la espada corta que tenía guardada en el costado izquierdo, usando su mano izquierda, con la intención de apuñalar el hígado de su adversario, y así matarlo instantáneamente, mientras seguía usando ese cuerpo como escudo de las flechas.
El grandote lo atacaba con un hacha mientras un arquero tuerto intentaba tomar distancia para dispararle, su armadura bien podría parar una flecha, aun así, no quería arriesgarse a que le dieran en la cara, así que, cuando el otro bandido lanzo su golpe descendiente, el espadachín lo esquivo asiéndose a un lado, colocándose de tal forma que Brando no pudiese apuntarle a Klinge sin tener a Kam en medio.
Cuando kam lanzo su golpe horizontal, Klinge volvería a evadirlo dando un paso atrás, viendo que su oponente dejo su pecho cuerpo descubierto por unos instantes, el guerrero decidió aprovechar esta oportunidad y cargo de frente contra su adversario, mientras se mantenía en un ángulo en el cual este le servía de escudo contra el arquero.
Ya estando a una distancia corta, el espadachín agarra el brazo armado de su oponente con su mano derecha a la vez utiliza su clásico estilo de desenfunde para sacar la espada corta que tenía guardada en el costado izquierdo, usando su mano izquierda, con la intención de apuñalar el hígado de su adversario, y así matarlo instantáneamente, mientras seguía usando ese cuerpo como escudo de las flechas.
Klinge
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 267
Nivel de PJ : : 1
Re: La Espada Robada [Quest] [Klinge]
El miembro 'Klinge' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Tyr
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2235
Nivel de PJ : : 0
Re: La Espada Robada [Quest] [Klinge]
Definitivamente la situación tan compleja de enfrentar a 4 bandidos se había vuelto más fácil de lo que podría haber sido, pues uno se había marchado al interior de la mina y el otro se limitaba a observar la batalla sin participar en ella; Jack permanecía cruzado de brazos observando la formación de sus compañeros que al parecer formaban un buen equipo de ataque, mientras tanto Kam y Brando se enfocaban en destruir al pobre forastero incauto en el menor tiempo posible.
No obstante, el buscador no se los pondría tan fácil, pues al tiempo que peleaba contra el grandulón lo usaba también como escudo para defenderse del arquero quien por ahora, a pesar de moverse hacia los lados en busca de un tiro limpio no alcanzaba a tener un disparo seguro contra el oponente; el grandulón sonrió al ver que Klinge esquivaba su primero golpe, sin duda necesitaba una buena pelea y lo mejor era que ésta no terminara tan pronto o la noche se volvería aburrida nuevamente.
Un segundo golpe de Kam también fue esquivado con relativa facilidad por parte del humano que osadamente se atrevió a tomar la mano de su contrincante al tiempo que intentaba cortarlo con la espada; técnica que de hecho no estaba nada mal, y habría funcionado tal vez si él fuera más fuerte o su oponente más débil -¿Qué crees que intentas? Debilucho- Dijo Kam echándose atrás violentamente más para evitar el corte que apenas llegó a rasgarle un poco la ropa, pero si el buscador no lo soltaba sería arrastrado hacia adelante por su oponente que era claramente más fuerte.
¿Qué pasa Kam? ¿No puedes con él?- Dijo Jack en tono divertido pues al parecer aún no comenzaban a tomar en serio al forajido -Claro que puedo- Dijo mientras tomaba su hacha con ambas manos y se preparaba para arremeter de nuevo, esta vez con un poderoso golpe vertical que dejaría el hacha clavada al piso dando a Klinge la más clara oportunidad de ataque que había tenido hasta ahora para eliminar al grandulón, aunque a la vez eliminarlo significaría también quedarse sin su escudo humano.
Mientras tanto, el arquero había tomado iniciado una estrategia más activa, moviéndose constantemente alrededor de donde se encontraban los peleadores, de ese modo el buscador debía girar también a cada instante para asegurarse de estar resguardado por el cuerpo del grandulón; afortunadamente el piso cubierto de hojas secas hacía que fuera sencillo escuchar los pasos del arquero y ubicarlo rápidamente en caso que lo perdiera de vista.
∞ No te ha ido bien con la runa, pero los dioses podrían estar a tu favor esta vez, lanzarás una runa en este turno para ver tu suerte.
∞ Kam y Brando son un equipo fuerte, pero una vez que hayas vencido a uno, el otro será más fácil.
∞ Lo mejor será terminar rápido esta pelea o la situación se podría poner peor... Mucho peor.
∞ Por favor, vigila tu ortografía, esto no te traerá consecuencias onrol, pero sí podría menguar tus recompensas en cuestión de puntos.
No obstante, el buscador no se los pondría tan fácil, pues al tiempo que peleaba contra el grandulón lo usaba también como escudo para defenderse del arquero quien por ahora, a pesar de moverse hacia los lados en busca de un tiro limpio no alcanzaba a tener un disparo seguro contra el oponente; el grandulón sonrió al ver que Klinge esquivaba su primero golpe, sin duda necesitaba una buena pelea y lo mejor era que ésta no terminara tan pronto o la noche se volvería aburrida nuevamente.
Un segundo golpe de Kam también fue esquivado con relativa facilidad por parte del humano que osadamente se atrevió a tomar la mano de su contrincante al tiempo que intentaba cortarlo con la espada; técnica que de hecho no estaba nada mal, y habría funcionado tal vez si él fuera más fuerte o su oponente más débil -¿Qué crees que intentas? Debilucho- Dijo Kam echándose atrás violentamente más para evitar el corte que apenas llegó a rasgarle un poco la ropa, pero si el buscador no lo soltaba sería arrastrado hacia adelante por su oponente que era claramente más fuerte.
¿Qué pasa Kam? ¿No puedes con él?- Dijo Jack en tono divertido pues al parecer aún no comenzaban a tomar en serio al forajido -Claro que puedo- Dijo mientras tomaba su hacha con ambas manos y se preparaba para arremeter de nuevo, esta vez con un poderoso golpe vertical que dejaría el hacha clavada al piso dando a Klinge la más clara oportunidad de ataque que había tenido hasta ahora para eliminar al grandulón, aunque a la vez eliminarlo significaría también quedarse sin su escudo humano.
Mientras tanto, el arquero había tomado iniciado una estrategia más activa, moviéndose constantemente alrededor de donde se encontraban los peleadores, de ese modo el buscador debía girar también a cada instante para asegurarse de estar resguardado por el cuerpo del grandulón; afortunadamente el piso cubierto de hojas secas hacía que fuera sencillo escuchar los pasos del arquero y ubicarlo rápidamente en caso que lo perdiera de vista.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
∞ No te ha ido bien con la runa, pero los dioses podrían estar a tu favor esta vez, lanzarás una runa en este turno para ver tu suerte.
∞ Kam y Brando son un equipo fuerte, pero una vez que hayas vencido a uno, el otro será más fácil.
∞ Lo mejor será terminar rápido esta pelea o la situación se podría poner peor... Mucho peor.
∞ Por favor, vigila tu ortografía, esto no te traerá consecuencias onrol, pero sí podría menguar tus recompensas en cuestión de puntos.
Ansur
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2001
Nivel de PJ : : 0
Re: La Espada Robada [Quest] [Klinge]
Klinge soltó el brazo de su adversario cuando este se lanzo para atrás, antes de ser arrastrado por el impulso junto a él, se le notaba en el rostro algo de frustración por no haber conseguido matarlo en ese ataque, lo cierto es, que Kam resultaba un oponente bastante aburrido.
Mientras tanto, el ruidoso Brando tampoco pasaba desapercibido a los ojos, o mejor dicho, las orejas, del espadachín, puesto que se había colocado en su costado derecho con la intención de dispararle en el momento preciso en el que atacara a su compañero.
El rostro de frustración y aburrimiento no paso desapercibido a ojos de Kam, que inmediatamente se puso furioso lanzando un golpe a dos manos con su hacha que lo dejo bastante expuesto, Klinge no desaprovecharía esta oportunidad y arremetería contra el bandido lanzando una estocada de su espada corta con la intención de clavársela en la garganta y acabar con el rápidamente.
Para evitar recibir el flechazo de su otro enemigo, el mercenario decidió solucionar el asunto, al cambiar de mano su arma, para así, facilitarle el posicionarse a la derecha de Kam cuando atacara, de este modo, volvería a quedar entre él y Brando.
Mientras tanto, el ruidoso Brando tampoco pasaba desapercibido a los ojos, o mejor dicho, las orejas, del espadachín, puesto que se había colocado en su costado derecho con la intención de dispararle en el momento preciso en el que atacara a su compañero.
El rostro de frustración y aburrimiento no paso desapercibido a ojos de Kam, que inmediatamente se puso furioso lanzando un golpe a dos manos con su hacha que lo dejo bastante expuesto, Klinge no desaprovecharía esta oportunidad y arremetería contra el bandido lanzando una estocada de su espada corta con la intención de clavársela en la garganta y acabar con el rápidamente.
Para evitar recibir el flechazo de su otro enemigo, el mercenario decidió solucionar el asunto, al cambiar de mano su arma, para así, facilitarle el posicionarse a la derecha de Kam cuando atacara, de este modo, volvería a quedar entre él y Brando.
- nota:
- Lamento que el post me quede tan justo de líneas, pero en cierto modo no tenía mucho sobre lo que escribir, y gracias por hacerme notar lo de la ortografía.
Klinge
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 267
Nivel de PJ : : 1
Re: La Espada Robada [Quest] [Klinge]
El miembro 'Klinge' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Tyr
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2235
Nivel de PJ : : 0
Re: La Espada Robada [Quest] [Klinge]
El grandulón se mostró seguro de su fuerza al notar que el buscador lo soltó rápidamente y aunque se había salvado de un corte en el abdomen su suerte no le duraría mucho, pues al intentar el nuevo ataque su hacha quedaría clavada en el piso más fuerte de lo que esperaba, dándole un poco de trabajo para sacarla, momento que Klinge aprovechó para lanzar una nueva estocada que esta vez iría a parar sin errores a la garganta del coloso del hacha; con los ojos abiertos de par en par, tal vez aún sin querer aceptar que su garganta había sido atravesada; Kam parecía negarse a morir aunque sus pocos intentos por sacar el hacha serían en vano y finalmente toda la adrenalina sería insuficiente para continuar moviendo su cuerpo que se desplomó hacía Klinge, aún después de muerto el molesto Kam intentaba aplastar al menos a su oponente.
No obstante eliminar al feroz guerrero del hacha no era el final de la batalla, era apenas el principio; ahora el arquero tenía el campo libre para disparar una y otra vez; el primer disparo lo haría de prisa y furioso por la muerte de su compañero al que pensaba vengar, nada difícil de esquivar para el héroe, pero el segundo disparo lo haría más calmado; tensó el arco hasta el extreño de su fuerza más cuando tenía la flecha a punto de ser lanzada fue interrumpido de forma severa por Jack -¡¡Detente!!- Dijo levantando la mano izquierda hacia Brando, mientras con la derecha dejaba caer al piso una larga cadena de unos tres metros y que acababa en una especie de filosa daga -Yo me haré cargo, no intervengas- Dijo ahora con la mirada muy seria, al parecer por fin se dejaría de juegos y dejaría de subestimar al extraño individuo que se había atrevido a enfrentarlos.
Parece que sabes defenderte mejor de lo que pensaba- Dijo Jack como una especie de elogio hacia el desconocido espadachín -Veamos cómo te va contra un guerrero más hábil- Dijo presumiendo mientras tomaba el extremo de la cadena con su mano izquierda y deslizaba la derecha hasta cerca de la mitad para luego hacerla girar con una gran destreza a un lado y otro de su cuerpo -Deberíamos avisarle al jef...- Intentó advertir Brando pero fue interrumpido -¡¡Cállate!! He dicho que me haré cargo- Insistió un iracundo Jack muy diferente a calmado que había mostrado al principio.
Los ataques de la cadena podrían parecer predecibles, solo era cuestión de analizar la locomoción y prepararse en el momento indicado, pero después del primer lanzamiento de cadena que se estrelló contra el piso a pocos centímetros de los pies de Klinge, los ataques se volverían más y más sucesivos, haciendo que a ratos pareciera que la cadena se movía de manera que retaba a la gravedad y la lógica, incluso regresando después de haber pasado en dirección contraria; y es que a pesar de parecer un tipo normal, Jack era un hábil brujo con buen dominio en la escuela de telequinesis, lo que le permitía sumar a la destreza con su arma, una ventaja mágica que le había asegurado el triunfo muchas veces antes ¿Sería ésta la excepción?
∞ La suerte ha estado de tu lado y tu habilidad ha contribuído a poner fin al primer enemigo, afortunadamente el orgulloso Jack ha dejado fuera al arquero, por lo que es algo menos de qué preocuparse, aunque son bandidos ¿Qué te asegura que no disparará?
∞ Para que no te quedes sin mucho qué decir, puedes manejar las acciones y ataques de Jack, describe una buena batalla, tienes una idea de lo que el brujo es capaz de hacer, úsalo para desarrollar una batalla emocionante.
∞ La intervención de Brando, si decidiera hacerlo, lo dejo también a tu criterio, solo recuerda narrar acciones abiertas, yo decidiré los resultados en base a tu suerte.
∞ Deberás lanzar una nueva runa para ver tu suerte, si eres afortunado pondrás fin a este ciclo de peleas y tendrás un pequeño descanso que bien le hará falta a tu espadachín.
No obstante eliminar al feroz guerrero del hacha no era el final de la batalla, era apenas el principio; ahora el arquero tenía el campo libre para disparar una y otra vez; el primer disparo lo haría de prisa y furioso por la muerte de su compañero al que pensaba vengar, nada difícil de esquivar para el héroe, pero el segundo disparo lo haría más calmado; tensó el arco hasta el extreño de su fuerza más cuando tenía la flecha a punto de ser lanzada fue interrumpido de forma severa por Jack -¡¡Detente!!- Dijo levantando la mano izquierda hacia Brando, mientras con la derecha dejaba caer al piso una larga cadena de unos tres metros y que acababa en una especie de filosa daga -Yo me haré cargo, no intervengas- Dijo ahora con la mirada muy seria, al parecer por fin se dejaría de juegos y dejaría de subestimar al extraño individuo que se había atrevido a enfrentarlos.
Parece que sabes defenderte mejor de lo que pensaba- Dijo Jack como una especie de elogio hacia el desconocido espadachín -Veamos cómo te va contra un guerrero más hábil- Dijo presumiendo mientras tomaba el extremo de la cadena con su mano izquierda y deslizaba la derecha hasta cerca de la mitad para luego hacerla girar con una gran destreza a un lado y otro de su cuerpo -Deberíamos avisarle al jef...- Intentó advertir Brando pero fue interrumpido -¡¡Cállate!! He dicho que me haré cargo- Insistió un iracundo Jack muy diferente a calmado que había mostrado al principio.
Los ataques de la cadena podrían parecer predecibles, solo era cuestión de analizar la locomoción y prepararse en el momento indicado, pero después del primer lanzamiento de cadena que se estrelló contra el piso a pocos centímetros de los pies de Klinge, los ataques se volverían más y más sucesivos, haciendo que a ratos pareciera que la cadena se movía de manera que retaba a la gravedad y la lógica, incluso regresando después de haber pasado en dirección contraria; y es que a pesar de parecer un tipo normal, Jack era un hábil brujo con buen dominio en la escuela de telequinesis, lo que le permitía sumar a la destreza con su arma, una ventaja mágica que le había asegurado el triunfo muchas veces antes ¿Sería ésta la excepción?
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
∞ La suerte ha estado de tu lado y tu habilidad ha contribuído a poner fin al primer enemigo, afortunadamente el orgulloso Jack ha dejado fuera al arquero, por lo que es algo menos de qué preocuparse, aunque son bandidos ¿Qué te asegura que no disparará?
∞ Para que no te quedes sin mucho qué decir, puedes manejar las acciones y ataques de Jack, describe una buena batalla, tienes una idea de lo que el brujo es capaz de hacer, úsalo para desarrollar una batalla emocionante.
∞ La intervención de Brando, si decidiera hacerlo, lo dejo también a tu criterio, solo recuerda narrar acciones abiertas, yo decidiré los resultados en base a tu suerte.
∞ Deberás lanzar una nueva runa para ver tu suerte, si eres afortunado pondrás fin a este ciclo de peleas y tendrás un pequeño descanso que bien le hará falta a tu espadachín.
Ansur
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2001
Nivel de PJ : : 0
Re: La Espada Robada [Quest] [Klinge]
Klinge saco a tiempo su espada corta de la carne de su enemigo caído para ver como la extraña arma de su nuevo adversario golpeaba el piso cerca de sus pies, al notar el tono imperativo en el que le hablaba a sus compañeros se le dibujo una sonrisa en el rostro, el no era el jefe, pero seguro era un rango más alto de los presentes, y entre bandidos eso se ganaba siendo el más fuerte, por ende, si el moría los demás se rendirían.
Los movimientos erráticos de la cadena forzaron al mercenario retroceder mientras pasaba su espada corta de vuelta a la mano izquierda y desenfundaba la espada larga, intento dar un paso al frente, pero la cadena volvió a golpear el piso cerca de sus pies.
Jack empleaba sus manos para lanzar ataques a larga distancia con la cadena, y usaba su magia para cambiar la dirección de la misma en pleno aire para desconcertar y tomar por sorpresa a sus oponentes, pocos podrían hacerle frente a alguien así, la idea de que alguien más fuerte pudiera estar al mando de estos bandoleros provoco en el mercenario una excitación que resulto en una carcajada incontenible.
Al ver como se reía su adversario, Jack se enfurece más y lanza un nuevo ataque sobre el espadachín, quien dio otro salto asía atrás logrando salir del alcance, la daga se detiene a unos centímetros del pecho de Klinge y Jack se ve forzado a retraer su cadena con una expresión de frustración en su rostro que era imposible de ocultar.
Había caído en la provocación de su oponente, que ahora conocía el rango exacto de su arma, aun así, seguía sosteniendo la sartén por el mango, puesto que Klinge no podría atacarlo sin entrar en su rango de ataque primero, lo cual lo dejaría expuesto, aun así… no contaba que Klinge tenía una ventaja importante, Jack no sabía de lo que él era capaz, su complejo de superioridad lo forzaba a subestimar a alguien que no supiera magia, aparte, no era la primera vez que Klinge escuchaba de las armas de cadena, y daba la casualidad que conocía un método bastante efectivo para contrarrestarlas.
Sin más demora, Klinge cargo de frente contra Jack a toda velocidad, este respondió inmediatamente lanzando un tajo descendiente de su arma con la intención de clavarle la daga en la cabeza a Klinge, pero este desvió el arma con su espada larga en el último momento, en ese momento el bandido opta por usar su magia para enrollar su cadena alrededor de la espada larga y arrancarla de las manos de su adversarios, Klinge se esperaba esto, de hecho, el deseaba esto, sostuvo con fuerza su espada, inmovilizando así, la cadena de Jack, mientras seguía su carrera contra su adversario, preparando una estocada a la cara de su oponente con su espada corta.
Mientras que, en cuanto a Jack se le ocurriese liberar su cadena para defenderse y contraatacar con ella, Klinge lanzaría un tajo horizontal a la altura del costado de su enemigo con la espada larga, apenas esta estuviese libre.
Los movimientos erráticos de la cadena forzaron al mercenario retroceder mientras pasaba su espada corta de vuelta a la mano izquierda y desenfundaba la espada larga, intento dar un paso al frente, pero la cadena volvió a golpear el piso cerca de sus pies.
Jack empleaba sus manos para lanzar ataques a larga distancia con la cadena, y usaba su magia para cambiar la dirección de la misma en pleno aire para desconcertar y tomar por sorpresa a sus oponentes, pocos podrían hacerle frente a alguien así, la idea de que alguien más fuerte pudiera estar al mando de estos bandoleros provoco en el mercenario una excitación que resulto en una carcajada incontenible.
Al ver como se reía su adversario, Jack se enfurece más y lanza un nuevo ataque sobre el espadachín, quien dio otro salto asía atrás logrando salir del alcance, la daga se detiene a unos centímetros del pecho de Klinge y Jack se ve forzado a retraer su cadena con una expresión de frustración en su rostro que era imposible de ocultar.
Había caído en la provocación de su oponente, que ahora conocía el rango exacto de su arma, aun así, seguía sosteniendo la sartén por el mango, puesto que Klinge no podría atacarlo sin entrar en su rango de ataque primero, lo cual lo dejaría expuesto, aun así… no contaba que Klinge tenía una ventaja importante, Jack no sabía de lo que él era capaz, su complejo de superioridad lo forzaba a subestimar a alguien que no supiera magia, aparte, no era la primera vez que Klinge escuchaba de las armas de cadena, y daba la casualidad que conocía un método bastante efectivo para contrarrestarlas.
Sin más demora, Klinge cargo de frente contra Jack a toda velocidad, este respondió inmediatamente lanzando un tajo descendiente de su arma con la intención de clavarle la daga en la cabeza a Klinge, pero este desvió el arma con su espada larga en el último momento, en ese momento el bandido opta por usar su magia para enrollar su cadena alrededor de la espada larga y arrancarla de las manos de su adversarios, Klinge se esperaba esto, de hecho, el deseaba esto, sostuvo con fuerza su espada, inmovilizando así, la cadena de Jack, mientras seguía su carrera contra su adversario, preparando una estocada a la cara de su oponente con su espada corta.
Mientras que, en cuanto a Jack se le ocurriese liberar su cadena para defenderse y contraatacar con ella, Klinge lanzaría un tajo horizontal a la altura del costado de su enemigo con la espada larga, apenas esta estuviese libre.
Última edición por Klinge el Miér Sep 21 2016, 02:22, editado 1 vez
Klinge
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 267
Nivel de PJ : : 1
Re: La Espada Robada [Quest] [Klinge]
El miembro 'Klinge' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Tyr
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2235
Nivel de PJ : : 0
Re: La Espada Robada [Quest] [Klinge]
La cadena recorría el aire cual indomable serpiente, revelando a su paso leves destellos al chocar contra las piedras, o levantando polvo al estrellarse en tierra; Jack mantenía una estrategia constante y efectiva para mantener al buscador a raya, lanzaba su arma solo al ver que el espadachín estaba en rango y realizaba diversas piruetas para intimidar cuando éste se encontraba lejos, pues como buen maestro con su arma estaba muy al tanto del alcance que tenían sus ataques a pesar del rango que alcanzaba su inusual arma.
A ratos, se podía ver en el brazo derecho de Jack un tatuaje tribal que simbolizaba a una serpiente, pues ese era el apodo que había adquirido su arma en las batallas que había tenido, en las cuales hasta ahora jamás había perdido, y no solo por la innegable destreza que tenía en el manejo de aquella exótica arma, sino además por el uso discreto de su telequinesis para controlarla, aunque siempre trataba de ser moderado para hacer creer que todo lo lograba mediante pura habilidad y nada más.
Sin embargo la batalla contra el espadachín lo había llevado a usar sus bajos trucos para poder someterlo; Brando se encontraba caminando alrededor, con el arco tensado y preparado para disparar aunque su respeto hacia Jack lo mantenía a raya; si bien el domador de la serpiente, como algunos le llamaban, no era el líder del grupo, era su hombre de confianza y cuando se trataba de fuerza y destreza era el único que tal vez podría medianamente mantener un combate sin mucha diferencia; aunque también afirmaban que el líder de la banda de delincuentes no había luchado jamás con todo su potencial.
Jack no alcanzó a notarlo pero una vez que la daga se detuvo; a pesar de que la haló rápidamente ya era demasiado tarde, el humano había medido y calculado el alcance de la misma, por lo que fácilmente podría mantenerse a salvo de los ataques, además de que, evidentemente entre más lejos estuviera más fácil le resultaba evadir los ataques, cosa que no sería igual si se acercaba; una y otra vez lanzó Jack sus ataques que a ratos parecían desprenderse de la serena calma que había manifestado al principio y se llenaban de cierta frustración al no poder dar con su enemigo.
Finalmente cuando el buscador decidió atacar de frente, Jack vio la mejor oportunidad que había tenido hasta ahora y lanzó la cadena en una estocada de línea recta hacia el pecho del hombre; no contaba con que había hecho justo lo que el espadachín esperaba y su ataque fue bloqueado aunque la estrategia del humano no acababa ahí, había predicho también que Jack intentaría capturar su espada para desarmarlo y así fue, era algo bastante arriesgado, si no hubiera tenido suficiente fuerza habría quedado cerca y completamente expuesto, pero la suerte le había sonreído esta vez y logró mantener la espada en sus manos.
Jack contrajo su cadena pero eso solo daría más velocidad al humano que sin darle tiempo a nada, una vez que Jack liberó su cadena para dirigirla con un desesperado ataque telequinético al cuello del humano, éste le hizo un severo corte en el abdomen por donde luego se dibujaría una larga y profunda línea roja; un silbido se escuchó de inmediato cortando el aire en dirección al humano; Brando asustado ante la derrota de Jack había decidido disparar, pero su proyectil se detuvo incrustado en la espalda de Jack, quien en un último acto de honor había hecho cumplir su palabra de que nadie intervendría en su pelea -Te dije que no intervinieras, es mi pelea- Dijo el bandido mientras posaba la mano izquierda sobre su abdomen que cada vez lanzaba más y más sangre.
Agitó su cadena un par de veces goteando sangre sobre el piso y con la flecha en la espalda -Bien jugado, buscador, pero esto aún no termina- Dijo mientras se preparaba para un ataque más de su cadena pero antes de conseguirlo su cuerpo se fue hacia adelante y vomitando sangre cayó de rodillas al piso y sin fuerzas -Tonterías, lo mataré, lo mataré- Dijo Brando que ahora en un ataque de furia comenzaría a lanzar flechas, una tras otra hacia el humano aunque el incremento de rabia había menguado su precisión y las flechas iban a pasear a todos lados menos al objetivo que no tendría problemas ahora en acabar al arquero.
Mientras tanto Jack, aún de rodillas en el piso negándose a morir decidió retribuir al humano por una formidable pelea -El niño que buscas está dentro de la cueva, lo matarán mañana frente al pueblo con la misma espada que ha traído- Reveló el bandido entre borbotones de sangre -Si te das prisa y eres listo podrás sacarlo antes de que el jefe termine de comer, nunca pelea mientras come- Un dato curioso sin duda, podría ser cierto o no, aquello sería un riesgo para el humano y solo él podría decidir si confiar en las palabras de su oponente o no.
El camino hacia el interior de la mina sería un intrincado laberinto, una sucesión de bifurcaciones en donde resultaba muy fácil perderse; no obstante, el sonido de música y gritos en el interior harían que la dirección a seguir no fuera tan complicada; al final del camino encontraría una sala grande y circular donde unos 10 hombres charlaban alrededor de una mesa con planos, tal vez de la misma mina; un poco más allá se podía ver una mesa donde un hombre vestido de blanco impoluto comía rodeado de dos bailarinas encadenadas de la pierna izquierda, aparentemente obligadas a bailar para el que parecía ser el líder.
∞ Una batalla formidable y la buena fortuna con las runas te han permitido salir victorioso de la primera batalla.
∞ Puedes acabar con el arquero como desees, sus flechas se acabarán pronto y su precisión no está en su mejor momento.
∞ Describe el camino dentro de la mina y deja volar tu imaginación, explota la percepción de tu personaje, deja saber qué es lo que piensa o siente en esos momentos.
∞ El resto de la banda está distraída y no notan tu llegada, debes decidir cómo enfrentar esta nueva situación, son demasiados para enfrentarlos a todos, hara falta más astucia que fuerza bruta.
∞ No olvides que el objetivo de la misión es rescatar al chico del cual aún no hay rastro.
A ratos, se podía ver en el brazo derecho de Jack un tatuaje tribal que simbolizaba a una serpiente, pues ese era el apodo que había adquirido su arma en las batallas que había tenido, en las cuales hasta ahora jamás había perdido, y no solo por la innegable destreza que tenía en el manejo de aquella exótica arma, sino además por el uso discreto de su telequinesis para controlarla, aunque siempre trataba de ser moderado para hacer creer que todo lo lograba mediante pura habilidad y nada más.
Sin embargo la batalla contra el espadachín lo había llevado a usar sus bajos trucos para poder someterlo; Brando se encontraba caminando alrededor, con el arco tensado y preparado para disparar aunque su respeto hacia Jack lo mantenía a raya; si bien el domador de la serpiente, como algunos le llamaban, no era el líder del grupo, era su hombre de confianza y cuando se trataba de fuerza y destreza era el único que tal vez podría medianamente mantener un combate sin mucha diferencia; aunque también afirmaban que el líder de la banda de delincuentes no había luchado jamás con todo su potencial.
Jack no alcanzó a notarlo pero una vez que la daga se detuvo; a pesar de que la haló rápidamente ya era demasiado tarde, el humano había medido y calculado el alcance de la misma, por lo que fácilmente podría mantenerse a salvo de los ataques, además de que, evidentemente entre más lejos estuviera más fácil le resultaba evadir los ataques, cosa que no sería igual si se acercaba; una y otra vez lanzó Jack sus ataques que a ratos parecían desprenderse de la serena calma que había manifestado al principio y se llenaban de cierta frustración al no poder dar con su enemigo.
Finalmente cuando el buscador decidió atacar de frente, Jack vio la mejor oportunidad que había tenido hasta ahora y lanzó la cadena en una estocada de línea recta hacia el pecho del hombre; no contaba con que había hecho justo lo que el espadachín esperaba y su ataque fue bloqueado aunque la estrategia del humano no acababa ahí, había predicho también que Jack intentaría capturar su espada para desarmarlo y así fue, era algo bastante arriesgado, si no hubiera tenido suficiente fuerza habría quedado cerca y completamente expuesto, pero la suerte le había sonreído esta vez y logró mantener la espada en sus manos.
Jack contrajo su cadena pero eso solo daría más velocidad al humano que sin darle tiempo a nada, una vez que Jack liberó su cadena para dirigirla con un desesperado ataque telequinético al cuello del humano, éste le hizo un severo corte en el abdomen por donde luego se dibujaría una larga y profunda línea roja; un silbido se escuchó de inmediato cortando el aire en dirección al humano; Brando asustado ante la derrota de Jack había decidido disparar, pero su proyectil se detuvo incrustado en la espalda de Jack, quien en un último acto de honor había hecho cumplir su palabra de que nadie intervendría en su pelea -Te dije que no intervinieras, es mi pelea- Dijo el bandido mientras posaba la mano izquierda sobre su abdomen que cada vez lanzaba más y más sangre.
Agitó su cadena un par de veces goteando sangre sobre el piso y con la flecha en la espalda -Bien jugado, buscador, pero esto aún no termina- Dijo mientras se preparaba para un ataque más de su cadena pero antes de conseguirlo su cuerpo se fue hacia adelante y vomitando sangre cayó de rodillas al piso y sin fuerzas -Tonterías, lo mataré, lo mataré- Dijo Brando que ahora en un ataque de furia comenzaría a lanzar flechas, una tras otra hacia el humano aunque el incremento de rabia había menguado su precisión y las flechas iban a pasear a todos lados menos al objetivo que no tendría problemas ahora en acabar al arquero.
Mientras tanto Jack, aún de rodillas en el piso negándose a morir decidió retribuir al humano por una formidable pelea -El niño que buscas está dentro de la cueva, lo matarán mañana frente al pueblo con la misma espada que ha traído- Reveló el bandido entre borbotones de sangre -Si te das prisa y eres listo podrás sacarlo antes de que el jefe termine de comer, nunca pelea mientras come- Un dato curioso sin duda, podría ser cierto o no, aquello sería un riesgo para el humano y solo él podría decidir si confiar en las palabras de su oponente o no.
El camino hacia el interior de la mina sería un intrincado laberinto, una sucesión de bifurcaciones en donde resultaba muy fácil perderse; no obstante, el sonido de música y gritos en el interior harían que la dirección a seguir no fuera tan complicada; al final del camino encontraría una sala grande y circular donde unos 10 hombres charlaban alrededor de una mesa con planos, tal vez de la misma mina; un poco más allá se podía ver una mesa donde un hombre vestido de blanco impoluto comía rodeado de dos bailarinas encadenadas de la pierna izquierda, aparentemente obligadas a bailar para el que parecía ser el líder.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
∞ Una batalla formidable y la buena fortuna con las runas te han permitido salir victorioso de la primera batalla.
∞ Puedes acabar con el arquero como desees, sus flechas se acabarán pronto y su precisión no está en su mejor momento.
∞ Describe el camino dentro de la mina y deja volar tu imaginación, explota la percepción de tu personaje, deja saber qué es lo que piensa o siente en esos momentos.
∞ El resto de la banda está distraída y no notan tu llegada, debes decidir cómo enfrentar esta nueva situación, son demasiados para enfrentarlos a todos, hara falta más astucia que fuerza bruta.
∞ No olvides que el objetivo de la misión es rescatar al chico del cual aún no hay rastro.
Ansur
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2001
Nivel de PJ : : 0
Re: La Espada Robada [Quest] [Klinge]
Luego de que Jack soltara sus últimas palabras, Klinge se vio forzado en volcar su atención en el arquero que no dejaba de lanzarle flechas de forma estúpida mientras gritaba de rabia y desesperación, el espadachín lo despacho rápidamente luego de que agotara sus flechas en fallidos intentos, cargo contra él en una rápida carrera que corto la distancia entre los dos hombres en unos instantes, entonces apuñalo al bandido dos veces con su espada corta, una vez en el hígado y otra en el corazón.
Después de que Brando cayera muerto, a Klinge se le empezó a formular un plan en mente, si el líder de los bandidos era tan fuerte para tener bajo su mando a alguien como Jack, sería un adversario interesante, aun así, sabía que tendría que rescatar al chico y recuperar la espada, pero si el niño ya fue capturado eso quería decir que la espada ya debía de estar en manos de los bandidos, lo cual complicaría la situación.
Si simplemente se escabullía dentro de la base y sacaba al muchacho a escondidas, nada detendría a los bandidos de asaltar la casa del herrero en venganza cuando se dieran cuenta de la muerte de sus camaradas, y el mercenario solo habría cumplido con la mitad de la misión.
Klinge fue a recoger el hacha de Kam con la cual corto las cabezas de este y su compañero Brando, pero por respeto a un adversario digno no izo lo mismo con la cabeza de Jack, en su lugar, tomaría su arma como trofeo y se adentraría en la mina.
Los angostos y oscuros lo hubiesen confundido y, definitivamente, se hubiese perdido dentro de ese laberinto lleno de vetas de minerales visibles de no ser que el sonido del banquete más adelante lo ayudo a orientarse, era obvio que los demás miembros de la banda no sabían lo que había sucedido afuera y contaban con que sus compañeros seguirían vigilando el exterior, eso le dio un par de ideas al mercenario, podría esperar a que se duerman y escabullirse para buscar al muchacho o simplemente podría poner su plan en marcha, la pereza le incito a tomar la segunda opción.
Le dio un par de vueltas a la bolsa que cargaba consigo y la arrojo a la mesa donde los demás bandidos se reunían, se mantuvo oculto para que no lo pudieran encontrar, y aprovechando que los hechos de la mina harían difícil que lo localizasen por el sonido empezó a hablar.
Klinge: escuche que el jefe de estos pusilánimes seria un guerrero formidable, pero resulto que es un cobarde que asesina a niños para asustar a unos pueblerinos, debo decir que estoy decepcionado…
Puso en marcha su plan, provocar al líder de los bandidos para que aceptara enfrentarlo en un combate uno a uno con el fin de vengar la muerte de sus subordinados y dar una mejor demostración de fuerza, por la actitud de Jack, Klinge decidió arriesgarse a ver si el jefe también tendría un atisbo de honor.
Después de que Brando cayera muerto, a Klinge se le empezó a formular un plan en mente, si el líder de los bandidos era tan fuerte para tener bajo su mando a alguien como Jack, sería un adversario interesante, aun así, sabía que tendría que rescatar al chico y recuperar la espada, pero si el niño ya fue capturado eso quería decir que la espada ya debía de estar en manos de los bandidos, lo cual complicaría la situación.
Si simplemente se escabullía dentro de la base y sacaba al muchacho a escondidas, nada detendría a los bandidos de asaltar la casa del herrero en venganza cuando se dieran cuenta de la muerte de sus camaradas, y el mercenario solo habría cumplido con la mitad de la misión.
Klinge fue a recoger el hacha de Kam con la cual corto las cabezas de este y su compañero Brando, pero por respeto a un adversario digno no izo lo mismo con la cabeza de Jack, en su lugar, tomaría su arma como trofeo y se adentraría en la mina.
Los angostos y oscuros lo hubiesen confundido y, definitivamente, se hubiese perdido dentro de ese laberinto lleno de vetas de minerales visibles de no ser que el sonido del banquete más adelante lo ayudo a orientarse, era obvio que los demás miembros de la banda no sabían lo que había sucedido afuera y contaban con que sus compañeros seguirían vigilando el exterior, eso le dio un par de ideas al mercenario, podría esperar a que se duerman y escabullirse para buscar al muchacho o simplemente podría poner su plan en marcha, la pereza le incito a tomar la segunda opción.
Le dio un par de vueltas a la bolsa que cargaba consigo y la arrojo a la mesa donde los demás bandidos se reunían, se mantuvo oculto para que no lo pudieran encontrar, y aprovechando que los hechos de la mina harían difícil que lo localizasen por el sonido empezó a hablar.
Klinge: escuche que el jefe de estos pusilánimes seria un guerrero formidable, pero resulto que es un cobarde que asesina a niños para asustar a unos pueblerinos, debo decir que estoy decepcionado…
Puso en marcha su plan, provocar al líder de los bandidos para que aceptara enfrentarlo en un combate uno a uno con el fin de vengar la muerte de sus subordinados y dar una mejor demostración de fuerza, por la actitud de Jack, Klinge decidió arriesgarse a ver si el jefe también tendría un atisbo de honor.
Klinge
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 267
Nivel de PJ : : 1
Re: La Espada Robada [Quest] [Klinge]
Con un intrigante plan que había implicado decapitar a sus oponentes, Klinge se adentró en la mina donde había podido mantenerse en la ruta gracias al estridente sonido de festejos que se escuchaba al fondo, el sonido viajaba encapsulado y errático a lo largo del túnel aunque se perdía en algún momento antes de llegar a la entrada del lugar en donde se escuchaba poco o nada, tras un rápido recorrido el improvisado héroe llegó al lugar donde se encontraban reunidos los bandidos.
A pesar de lo arcaica que parecía la construcción de la mina, esta última sala estaba muy bien decorada con algunos lujos que tal vez no deberían existir en semejante lugar, los hombres hablaban de cualquier cosa trivial que les viniera a la cabeza mientras algunos miraban de lejos hasta donde se encontraba el líder disfrutando de los lujos que le brindaba el estar a la cabeza; repentinamente un grito de espanto sacudió el lugar dejando a todos paralizados ante la espantosa escena -Esos son...- Dijo un hombre con cierta incredulidad ante lo que veían sus ojos -¿Quién pudo hacerles eso?- Respondió otro preguntando al mismo tiempo.
Mientras el jefe se mantenía inmutable desde la mesa donde comía, los otros planeaban salir y encontrar al culpable -Esto no se quedará así- Dijo uno de ellos -Busquemos a quien ha hecho esto, dispérsense, no puede estar lejos, ustedes vayan a la entrada, que nada salga de la mina- Advirtió cuando de pronto una voz se dejó escuchar con un tono muy intimidante -Viene de allá- Dijo uno de los bandidos -No, viene de acá- Respondió el otro señalando en dirección contraria -¡Revisen todo!- Dijo de nuevo hasta que un fuerte golpe a la mesa del líder de los bandidos los detuvo a todos en seco.
Aquel hombre de aspecto peculiar se había puesto de pie, empujando al piso la silla donde se encontraba como claro gesto de molestia, la distancia y la oscuridad en el lugar donde se encontraba, no habían permitido detallarlo hasta ahora; tras tomar por el cuello a la fuerza a una de las bailarinas y besarla mientras le apretaba el trasero, se dejó ver al fin gritando con una voz que aunque gruesa y ruda, no llegaba a ser del todo masculina.
Un par de pasos al frente hicieron que los hombres se quedaran pasmados de miedo ante el “jefe” que finalmente se podía detallar bien y que resultaba ser, contra todo pronóstico, una mujer -Lo resolveremos jefe, no tiene que mancharse las manos- Dijo asustado uno de los bandidos pero era completamente ignorado por la mujer -Son unos inútiles todos, quién haya hecho eso con Brando y Kam está acá adentro- Explicó con una voz que parecía llena de amargura -Jack debe haber sufrido el mismo destino- Continuó la ruda mujer cuyos cabellos negros y despeinados casi bañaban todo su rostro en señal de que poco le importaba verse femenina.
Avanzó la mujer hasta el centro del lugar y entonces gritó con soberbia -No sé quién seas, pero si has venido en busca de tu muerte, la encontrarás conmigo- Dijo la mujer con rudeza mientras sacaba la espada que llevaba en su cinto -¡¡Muéstrate si te atreves!!- Dijo como un reto al atacante que se había mantenido oculto entre las sombras.
∞ Has creado conmoción entre el grupo de bandidos y el jefe ha caído en tu trampa, es tiempo de seguir tu estrategia.
∞ Antes de iniciar un combate podrás darte cuenta que al final del salón, más allá de la mesa en donde se encontraba el "Jefe" se puede ver una especie de jaula grande con una pequeña figura dentro, puede que se trate del chico que buscas; puedes aprovechar la confusión para moverte entre las columnas que sostienen la mina y explorar un poco.
∞ Aún no hay rastros de la espada, pero una vez que encuentres al niño, éste te podría dar la información que buscas.
∞ El Jefe resulta ser una mujer, pero por el miedo que causa entre sus subordinados parece que no debe ser subestimada.
A pesar de lo arcaica que parecía la construcción de la mina, esta última sala estaba muy bien decorada con algunos lujos que tal vez no deberían existir en semejante lugar, los hombres hablaban de cualquier cosa trivial que les viniera a la cabeza mientras algunos miraban de lejos hasta donde se encontraba el líder disfrutando de los lujos que le brindaba el estar a la cabeza; repentinamente un grito de espanto sacudió el lugar dejando a todos paralizados ante la espantosa escena -Esos son...- Dijo un hombre con cierta incredulidad ante lo que veían sus ojos -¿Quién pudo hacerles eso?- Respondió otro preguntando al mismo tiempo.
Mientras el jefe se mantenía inmutable desde la mesa donde comía, los otros planeaban salir y encontrar al culpable -Esto no se quedará así- Dijo uno de ellos -Busquemos a quien ha hecho esto, dispérsense, no puede estar lejos, ustedes vayan a la entrada, que nada salga de la mina- Advirtió cuando de pronto una voz se dejó escuchar con un tono muy intimidante -Viene de allá- Dijo uno de los bandidos -No, viene de acá- Respondió el otro señalando en dirección contraria -¡Revisen todo!- Dijo de nuevo hasta que un fuerte golpe a la mesa del líder de los bandidos los detuvo a todos en seco.
Aquel hombre de aspecto peculiar se había puesto de pie, empujando al piso la silla donde se encontraba como claro gesto de molestia, la distancia y la oscuridad en el lugar donde se encontraba, no habían permitido detallarlo hasta ahora; tras tomar por el cuello a la fuerza a una de las bailarinas y besarla mientras le apretaba el trasero, se dejó ver al fin gritando con una voz que aunque gruesa y ruda, no llegaba a ser del todo masculina.
Un par de pasos al frente hicieron que los hombres se quedaran pasmados de miedo ante el “jefe” que finalmente se podía detallar bien y que resultaba ser, contra todo pronóstico, una mujer -Lo resolveremos jefe, no tiene que mancharse las manos- Dijo asustado uno de los bandidos pero era completamente ignorado por la mujer -Son unos inútiles todos, quién haya hecho eso con Brando y Kam está acá adentro- Explicó con una voz que parecía llena de amargura -Jack debe haber sufrido el mismo destino- Continuó la ruda mujer cuyos cabellos negros y despeinados casi bañaban todo su rostro en señal de que poco le importaba verse femenina.
Avanzó la mujer hasta el centro del lugar y entonces gritó con soberbia -No sé quién seas, pero si has venido en busca de tu muerte, la encontrarás conmigo- Dijo la mujer con rudeza mientras sacaba la espada que llevaba en su cinto -¡¡Muéstrate si te atreves!!- Dijo como un reto al atacante que se había mantenido oculto entre las sombras.
- Jefe:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
∞ Has creado conmoción entre el grupo de bandidos y el jefe ha caído en tu trampa, es tiempo de seguir tu estrategia.
∞ Antes de iniciar un combate podrás darte cuenta que al final del salón, más allá de la mesa en donde se encontraba el "Jefe" se puede ver una especie de jaula grande con una pequeña figura dentro, puede que se trate del chico que buscas; puedes aprovechar la confusión para moverte entre las columnas que sostienen la mina y explorar un poco.
∞ Aún no hay rastros de la espada, pero una vez que encuentres al niño, éste te podría dar la información que buscas.
∞ El Jefe resulta ser una mujer, pero por el miedo que causa entre sus subordinados parece que no debe ser subestimada.
Ansur
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2001
Nivel de PJ : : 0
Re: La Espada Robada [Quest] [Klinge]
El mercenario levantaba una ceja por la curiosidad que le provocaba el hecho que el tan afamado líder de la banda fuera una mujer, volvió a reír con ganas y su risa izo eco en toda la cueva, confundiendo aun más a los bandidos, y enfureciendo aun más a su líder.
Klinge: ¿Porque aquí? ¿Por qué ahora?
Klinge era alguien que entienda rápido a las personas, eso le era útil para sacar ventaja de situaciones sociales, y evitar complicaciones innecesarias, y entendía perfectamente que ella debía de ser una mujer orgullosa y feroz que no se dejaría provocar sin más.
Klinge: si quieres demostrar que eres fuerte ante la gente de estos lares matar a un guerrero que se para desafiante ante ti en un combate singular es mejor prueba de tu valía que asesinar a un mocoso atado a un poste frente a unos campesinos…
El mercenario izo una pausa para que sus palabras sonaras más fuerte en la guerrera y la provocación calara más hondo en su orgullo herido.
Klinge: ágamos un trato… libera al niño ahora mismo, y yo a cambio te daré la mejor oportunidad, tal vez la única, de vengar a Jack que tendrás en la vida… al final él era el único que valía la pena, no como ese par de ineptos que dejaste como su compañía…
Insultar abiertamente a sus subordinados era una táctica mas para provocar a la jefa de esos buenos para nada, mientras que decir algo “amable” sobre Jack era su forma de mostrar que era alguien que mantenía su palabra.
Klinge: deja que el niño salga caminando de esta fosa, y mañana al atardecer te estaré esperando en las puertas de la ciudad exhibiendo la cadena de Jack como trofeo, trae la espada que tenía el niño consigo y trae a toda tu banda si lo deseas, pero has de enfrentarme sola, si vences podrás vengar a tu amigo y exhibir mi cabeza en la ciudad para demostrar tu poder, si yo gano tomare la espada de tu cadáver y tus hombres tendrás que irse de esta ciudad lo más rápido que puedan o no dejare a ninguno de ellos con vida…
El espadachín izo otra pausa mientras seguía manteniéndose oculto, estaba seguro que sin una orden de su jefa los bandoleros no lo irían a buscar, después de unos instantes volvió hablar, pero con un tono más serio y amenazante.
Klinge: cumple con mis condiciones y libera al niño ahora mismo, de otro modo, volveré mañana y matare a otros tres de tus hombres y entregare sus cabezas a las puertas de la ciudad, y así cada día, hasta que te quedes sola en esta pocilga sin nadie que pueda vigilar por ti mientras duermes… y una vez que estés agotada por el miedo y el cansancio, solo cuando todas tus fuerzas fueran drenadas por la locura y la paranoia, vendré en persona a acabar con tu miseria.
Sabía que esa amenaza barata no la asustaría, pero era más que suficiente para plantar la incertidumbre en sus lacayos, quienes se reirían en un principio, pero Klinge cumpliría su palabra, y se terminarían devorando los unos a los otros por el miedo, los aliados en pánico eran los peores enemigos que podría hacerse cualquier guerrero. El espadachín ya había lanzado su desafió, ahora le tocaba a la líder de esos pusilánimes responder.
Klinge: ¿Porque aquí? ¿Por qué ahora?
Klinge era alguien que entienda rápido a las personas, eso le era útil para sacar ventaja de situaciones sociales, y evitar complicaciones innecesarias, y entendía perfectamente que ella debía de ser una mujer orgullosa y feroz que no se dejaría provocar sin más.
Klinge: si quieres demostrar que eres fuerte ante la gente de estos lares matar a un guerrero que se para desafiante ante ti en un combate singular es mejor prueba de tu valía que asesinar a un mocoso atado a un poste frente a unos campesinos…
El mercenario izo una pausa para que sus palabras sonaras más fuerte en la guerrera y la provocación calara más hondo en su orgullo herido.
Klinge: ágamos un trato… libera al niño ahora mismo, y yo a cambio te daré la mejor oportunidad, tal vez la única, de vengar a Jack que tendrás en la vida… al final él era el único que valía la pena, no como ese par de ineptos que dejaste como su compañía…
Insultar abiertamente a sus subordinados era una táctica mas para provocar a la jefa de esos buenos para nada, mientras que decir algo “amable” sobre Jack era su forma de mostrar que era alguien que mantenía su palabra.
Klinge: deja que el niño salga caminando de esta fosa, y mañana al atardecer te estaré esperando en las puertas de la ciudad exhibiendo la cadena de Jack como trofeo, trae la espada que tenía el niño consigo y trae a toda tu banda si lo deseas, pero has de enfrentarme sola, si vences podrás vengar a tu amigo y exhibir mi cabeza en la ciudad para demostrar tu poder, si yo gano tomare la espada de tu cadáver y tus hombres tendrás que irse de esta ciudad lo más rápido que puedan o no dejare a ninguno de ellos con vida…
El espadachín izo otra pausa mientras seguía manteniéndose oculto, estaba seguro que sin una orden de su jefa los bandoleros no lo irían a buscar, después de unos instantes volvió hablar, pero con un tono más serio y amenazante.
Klinge: cumple con mis condiciones y libera al niño ahora mismo, de otro modo, volveré mañana y matare a otros tres de tus hombres y entregare sus cabezas a las puertas de la ciudad, y así cada día, hasta que te quedes sola en esta pocilga sin nadie que pueda vigilar por ti mientras duermes… y una vez que estés agotada por el miedo y el cansancio, solo cuando todas tus fuerzas fueran drenadas por la locura y la paranoia, vendré en persona a acabar con tu miseria.
Sabía que esa amenaza barata no la asustaría, pero era más que suficiente para plantar la incertidumbre en sus lacayos, quienes se reirían en un principio, pero Klinge cumpliría su palabra, y se terminarían devorando los unos a los otros por el miedo, los aliados en pánico eran los peores enemigos que podría hacerse cualquier guerrero. El espadachín ya había lanzado su desafió, ahora le tocaba a la líder de esos pusilánimes responder.
Klinge
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 267
Nivel de PJ : : 1
Re: La Espada Robada [Quest] [Klinge]
Ante la confusión que imperaba en la cueva se dejó escuchar la voz del mercenario retumbando de un lugar a otro y haciendo que por las disonancias del eco resultara difícil ubicarlo al menos por ahora; los hombres en alerta se movían de un lugar a otro cubriendo en el proceso la entrada para que el atacante no tuviera oportunidad de escapar; la risa que siguió a sus palabras fue algo bastante perturbador para los hombres, pero no para esa mujer a la que llamaban “Jefe”, quien permanecía atenta a todo lo que decía el misterioso invasor; el sujeto que había estado afuera con los otros, se acercó a la mujer para susurrarle unas cosas al oído y luego se alejó temeroso de las acciones que la misma pudiera tener en su contra.
La mujer que lideraba aquella banda seguramente se preguntaría lo que tramaba el mercenario o a dónde intentaba llegar con tanta intriga, pero lo comprendería cuando el atacante hizo una propuesta ante la cual como primera reacción la mujer se echó a reír de manera burlesca; sin embargo, al cabo de un rato se lo pensaría mejor, hasta ahora había puesto como ejemplo de castigo apenas a algunos aldeanos sin capacidades para dar pelea, por eso en cierto modo mantenían las esperanzas de que podría haber un salvador, un guerrero capaz de vencer al jefe de los bandidos, ahora con este sujeto podría dar el ejemplo ideal y matar de una vez por todas cualquier esperanza que pudieran tener las personas; sin duda no estaba mal y la mujer se lo estaba pensando cada vez más.
La mujer finalmente convencida hizo una seña con la mano izquierda y de inmediato uno de sus hombres corrió a liberar al niño que parecía haber sido golpeado, tenía sangre en su rostro y varios moretones pero aún así no perdía la oportunidad de lanzar golpes y patadas cada vez que podía -Vaya que tienes hagallas para venir aquí, matar a mis hombres y pretender que te deje ir... Pero puedes llevarte al mocoso- Dijo la mujer en tono arrogante mientras empujaba al chico con una patada haciéndolo caer al piso -Ahora da la cara, así si huyes al menos recordaré tu rostro de cobarde, y si te quedas habrás sentenciado a la familia del niño- Anunció la mujer completamente segura de que tendría la victoria.
Pero si algo había podido hacer enojar a la mujer era esa última amenaza del mercenario, con la promesa de eliminarlos a todos, ante lo cual los hombres comenzaron a gritar furiosos con ganas de caerle todos encima al hombre que a estas alturas ya habría sido ubicado por la mujer que comandaba a los bandidos, aunque bastó con que ésta levantara su mano para que todos como perros hicieran silencio y se calmaran -Déjenlo salir, que se vaya, y disfruta tu último amanecer- Le lanzó en la cara la clara amenaza de que lo mataría al día siguiente.
∞ Te has adelantado a mis malvados planes en los que todos morían, y has ideado un inteligente plan para derrotar a la banda frente a todos, bien hecho.
∞ Entre miradas de odio e insultos los bandidos te permitirán salir con el chico que aún golpeado intentará regresar por la espada, deberás controlarlo y retirarte como has ofrecido a la líder de los bandidos.
∞ Tal vez el pequeño te pueda decir qué hace tan especial esa espada.
∞ Terminarás tu próxima respuesta entregando al chico a sus padres.
∞ Ya casi llegamos al final, aunque lo peor apenas comienza
La mujer que lideraba aquella banda seguramente se preguntaría lo que tramaba el mercenario o a dónde intentaba llegar con tanta intriga, pero lo comprendería cuando el atacante hizo una propuesta ante la cual como primera reacción la mujer se echó a reír de manera burlesca; sin embargo, al cabo de un rato se lo pensaría mejor, hasta ahora había puesto como ejemplo de castigo apenas a algunos aldeanos sin capacidades para dar pelea, por eso en cierto modo mantenían las esperanzas de que podría haber un salvador, un guerrero capaz de vencer al jefe de los bandidos, ahora con este sujeto podría dar el ejemplo ideal y matar de una vez por todas cualquier esperanza que pudieran tener las personas; sin duda no estaba mal y la mujer se lo estaba pensando cada vez más.
La mujer finalmente convencida hizo una seña con la mano izquierda y de inmediato uno de sus hombres corrió a liberar al niño que parecía haber sido golpeado, tenía sangre en su rostro y varios moretones pero aún así no perdía la oportunidad de lanzar golpes y patadas cada vez que podía -Vaya que tienes hagallas para venir aquí, matar a mis hombres y pretender que te deje ir... Pero puedes llevarte al mocoso- Dijo la mujer en tono arrogante mientras empujaba al chico con una patada haciéndolo caer al piso -Ahora da la cara, así si huyes al menos recordaré tu rostro de cobarde, y si te quedas habrás sentenciado a la familia del niño- Anunció la mujer completamente segura de que tendría la victoria.
Pero si algo había podido hacer enojar a la mujer era esa última amenaza del mercenario, con la promesa de eliminarlos a todos, ante lo cual los hombres comenzaron a gritar furiosos con ganas de caerle todos encima al hombre que a estas alturas ya habría sido ubicado por la mujer que comandaba a los bandidos, aunque bastó con que ésta levantara su mano para que todos como perros hicieran silencio y se calmaran -Déjenlo salir, que se vaya, y disfruta tu último amanecer- Le lanzó en la cara la clara amenaza de que lo mataría al día siguiente.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
∞ Te has adelantado a mis malvados planes en los que todos morían, y has ideado un inteligente plan para derrotar a la banda frente a todos, bien hecho.
∞ Entre miradas de odio e insultos los bandidos te permitirán salir con el chico que aún golpeado intentará regresar por la espada, deberás controlarlo y retirarte como has ofrecido a la líder de los bandidos.
∞ Tal vez el pequeño te pueda decir qué hace tan especial esa espada.
∞ Terminarás tu próxima respuesta entregando al chico a sus padres.
∞ Ya casi llegamos al final, aunque lo peor apenas comienza
Ansur
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2001
Nivel de PJ : : 0
Re: La Espada Robada [Quest] [Klinge]
El espadachín finalmente salió de su escondite para revelar su figura ante los bandidos mostrándoles a un hombre joven, de alrededor de unos 20 años, de gran estatura y embutido en una armadura de cuero tachonada rojiza, cubría su frente y cejas con un pañuelo rojo, sobre sus hombros descansaba la cadena de Jack que guardaría como trofeo.
El mercenario se mantenía de brazos cruzados y confiado viendo como el niño era llevando frente a él a patadas y empujones, el guerrero lo agarraría de la nuca y toscamente se lo llevaría a rastras de la cueva, pero antes de salir, se dio la vuelta para echarle una última mirada a la Jefa de esos bandidos.
Klinge: como acordamos, nos encontraremos maña al anochecer en las puertas de la ciudad, conservare la cadena de tu amigo hasta entonces.
Sin más que decir, salió de la cueva llevándose al chiquillo, que no dejaba de patalear y chillar, intentando liberarse para ir de nuevo a por la espada, el niño tenía pinta de haber recibido abuso, pero menos de lo que el guerrero esperaba, a estas alturas el espadachín tenía miedo de entregarle al herrero lo que quedaba de su hijo luego de haber sido apaleado e incluso violado por los bandidos, pero, por suerte se la dejaron barata, puede que estuviesen de buen humor al capturarlo puesto que llevaba un arma de calidad consigo.
Cuando llego a la salía de la cueva el espadachín se arto del carácter inquieto del niño y sin más, le soltó un fuerte golpe de su izquierda en la boca de, provocando que el niño cayera de rodillas sin aliento, entonces el tosco guerrero lo forzó a levantarse de nuevo agarrándolo de las greñas y lo obligo a mirar los cadáveres mutilados de los bandidos sobre los cuales Klinge tuvo que pasar para poder entrar en la mina y rescatarlo.
Klinge: hoy tuve que matar a tres hombres para que pudieras volver con tus padres que están muriéndose de la angustia en casa, tu padre accedió arreglar mis armas sin costo alguno para poder contratar mis servicios e incluso me prestó estas espadas que ves que cargo.
Klinge observo la obvia reacción de espanto del niño al ver a tres hombres muertos, y dos de ellos sin cabeza, entonces se daría cuenta de que ese hombre que vino a rescatarlo era parecido a esos bandidos que mataron a su hermano, puesto que, no se tocaba el corazón cuando se trataba de dar muerte a sus enemigos.
Klinge: *suspiro* recuperare la espada de tu padre… pero no será hoy, te llevare de vuelta con tus padres, mientras háblame de ese acero que te quitaron.
Llegaron a la casa del herrero ya entrada la noche, el mercenario entrego al golpeado niño de vuelta con sus padres y se dirigió a Edmund, quien, ni siquiera le pregunto por la espada en ese momento solo quería abrazar a su hijo de nuevo.
Klinge: tengo una buena y una mala noticia… la buena noticia es que mañana podre traerte de vuelta tu espada, la mala es que necesitaré de tus espadas un rato más.
Decía mientras le enseñaba al herrero su trofeo de guerra con la esperanza de que este pudiera reconocer el arma y a su dueño.
El mercenario se mantenía de brazos cruzados y confiado viendo como el niño era llevando frente a él a patadas y empujones, el guerrero lo agarraría de la nuca y toscamente se lo llevaría a rastras de la cueva, pero antes de salir, se dio la vuelta para echarle una última mirada a la Jefa de esos bandidos.
Klinge: como acordamos, nos encontraremos maña al anochecer en las puertas de la ciudad, conservare la cadena de tu amigo hasta entonces.
Sin más que decir, salió de la cueva llevándose al chiquillo, que no dejaba de patalear y chillar, intentando liberarse para ir de nuevo a por la espada, el niño tenía pinta de haber recibido abuso, pero menos de lo que el guerrero esperaba, a estas alturas el espadachín tenía miedo de entregarle al herrero lo que quedaba de su hijo luego de haber sido apaleado e incluso violado por los bandidos, pero, por suerte se la dejaron barata, puede que estuviesen de buen humor al capturarlo puesto que llevaba un arma de calidad consigo.
Cuando llego a la salía de la cueva el espadachín se arto del carácter inquieto del niño y sin más, le soltó un fuerte golpe de su izquierda en la boca de, provocando que el niño cayera de rodillas sin aliento, entonces el tosco guerrero lo forzó a levantarse de nuevo agarrándolo de las greñas y lo obligo a mirar los cadáveres mutilados de los bandidos sobre los cuales Klinge tuvo que pasar para poder entrar en la mina y rescatarlo.
Klinge: hoy tuve que matar a tres hombres para que pudieras volver con tus padres que están muriéndose de la angustia en casa, tu padre accedió arreglar mis armas sin costo alguno para poder contratar mis servicios e incluso me prestó estas espadas que ves que cargo.
Klinge observo la obvia reacción de espanto del niño al ver a tres hombres muertos, y dos de ellos sin cabeza, entonces se daría cuenta de que ese hombre que vino a rescatarlo era parecido a esos bandidos que mataron a su hermano, puesto que, no se tocaba el corazón cuando se trataba de dar muerte a sus enemigos.
Klinge: *suspiro* recuperare la espada de tu padre… pero no será hoy, te llevare de vuelta con tus padres, mientras háblame de ese acero que te quitaron.
Llegaron a la casa del herrero ya entrada la noche, el mercenario entrego al golpeado niño de vuelta con sus padres y se dirigió a Edmund, quien, ni siquiera le pregunto por la espada en ese momento solo quería abrazar a su hijo de nuevo.
Klinge: tengo una buena y una mala noticia… la buena noticia es que mañana podre traerte de vuelta tu espada, la mala es que necesitaré de tus espadas un rato más.
Decía mientras le enseñaba al herrero su trofeo de guerra con la esperanza de que este pudiera reconocer el arma y a su dueño.
Klinge
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 267
Nivel de PJ : : 1
Re: La Espada Robada [Quest] [Klinge]
Finalmente el mercenario salió de las sombras para mostrarse ante las miradas furiosas de los bandidos -Creí que eras más que solo... Eso- Dijo la mujer señalándolo de manera despectiva -Espero que no huyas- Advirtió de nuevo en forma amenazante y seria mientras se daba media vuelta para regresar a su mesa -Ahora lárgate de mi vista- Dijo mientras hacía una seña que sus subordinados entendieron de inmediato y se apartaron para dejar salir al invasor junto al pequeño que parecía no querer irse sin la espada.
Así había completado al menos una parte de la misión, tenía al chico y podía entregarlo a sus padres, sin embargo el pequeño seguía siendo una molestia, forcejaba intentando soltarse y a pesar de sus golpes aún luchaba como una fiera aunque afortunadamente sus escasas fuerzas no le permitían hacer mucho; fue entonces cuando Klinge lo sentó en el piso de un fuerte golpe que silenció al pequeño solo durante un rato pues segundos después ya se levantaba con energías para protestar, o al menos lo intentaría pues antes el mercenario le mostró lo que había tenido que pasar para lograr el rescate, ante lo cual el niño no pudo más que guardar silencio y sorber sus propios mocos una y otra vez intentando no derramarse en llanto.
Finalmente el hombre de modo no muy ortodoxo había conseguido dominar al niño que no ofreció más resistencia durante el resto del camino, incluso respondió aunque con un tono rencoroso al mercenario cuando éste preguntó por la espada de la que hasta ahora nadie le había dado detalles -Es una espada muy especial- Dijo el chico -El maestro de mi padre fue quien la forjó y se la regaló a mi padre- Relató entre pequeñas pausas -Por eso es tan importante para mi padre pero también dicen que tiene cualidades secretas; dicen que la espada fue imbuida en magia vampírica y es capaz de sanar a su portador cada vez que lastima a alguien- Dijo con la total certeza de que aquello era cierto -Mi padre no lo cree y solo la guarda por su valor sentimental, pero yo lo he visto y es cierto- Dijo el chico casi rogando que alguien le creyera tal historia que rayaba casi en lo absurdo, tal magia difícilmente podría existir.
Con todas las dudas que pudieran quedar en el aire llegaron por fin a la casa del chico donde la madre aguardaba en la puerta esperando con angustia y apenas reconoció a su hijo corrió a toda prisa para encontrarlo y limpiarle la cara -Oh, mi pequeño, mi pequeño- Gritaba la mujer con la cara envuelta en una marea de lágrimas; su esposo no tardó en asomarse emocionado por el regreso de su hijo y finalmente todos entraron a la casa invitando adentro también al mercenario.
El herrero asintió con la cabeza a la petición del mercenario, le dejaría las armas un poco más si con eso recuperaba su preciada espada -Has matado a Jack...- Dijo con voz pasmada -El jefe estará furioso- Musitó con algo de miedo aunque inevitablemente sabía que habría bajas -Cuando vienen, el jefe usa máscara, siempre está cubierto y nunca habla, Jack siempre era su voz frente a nosotros- Dijo el hombre dando sentido a que nadie supiera que el jefe era en realidad una jefa.
La noche pasaría de prisa, al mercenario le ofrecieron comida y hospedaje durante su estancia hasta que al día siguiente tuviera que finalizar el asunto; al día siguiente se habría corrido rumores de que los bandidos arrasarían con los ciudadanos en general; algunos corrieron desesperados a buscar a la Guardia Real pero difícilmente llegarían a tiempo, de momento todas las esperanzas estaban puestas en que el plan del mercenario funcionara y no muriera antes de tiempo.
∞ Por fin tienes algo de información acerca del valor de la espada Sleipnir, un arma muy poderosa en manos del enemigo.
∞ Tienes la noche y la mañana para prepararte, tal vez quieras un poco más de información acerca de los bandidos o la espada.
∞ No olvides que los bandidos son, pues, bandidos, nada te asegura que si matas a su líder se irán tranquilos, tal vez podrías intentar convencer a las personas de luchar en tal caso.
∞ Tu próxima respuesta terminará con la llegada de los bandidos.
∞ En este punto también tienes la opción de huir, has completado la misión de traer al niño y recibierías tu recompensa, aunque la fuga traería consecuencias negativas para la imagen de tu personaje.
Así había completado al menos una parte de la misión, tenía al chico y podía entregarlo a sus padres, sin embargo el pequeño seguía siendo una molestia, forcejaba intentando soltarse y a pesar de sus golpes aún luchaba como una fiera aunque afortunadamente sus escasas fuerzas no le permitían hacer mucho; fue entonces cuando Klinge lo sentó en el piso de un fuerte golpe que silenció al pequeño solo durante un rato pues segundos después ya se levantaba con energías para protestar, o al menos lo intentaría pues antes el mercenario le mostró lo que había tenido que pasar para lograr el rescate, ante lo cual el niño no pudo más que guardar silencio y sorber sus propios mocos una y otra vez intentando no derramarse en llanto.
Finalmente el hombre de modo no muy ortodoxo había conseguido dominar al niño que no ofreció más resistencia durante el resto del camino, incluso respondió aunque con un tono rencoroso al mercenario cuando éste preguntó por la espada de la que hasta ahora nadie le había dado detalles -Es una espada muy especial- Dijo el chico -El maestro de mi padre fue quien la forjó y se la regaló a mi padre- Relató entre pequeñas pausas -Por eso es tan importante para mi padre pero también dicen que tiene cualidades secretas; dicen que la espada fue imbuida en magia vampírica y es capaz de sanar a su portador cada vez que lastima a alguien- Dijo con la total certeza de que aquello era cierto -Mi padre no lo cree y solo la guarda por su valor sentimental, pero yo lo he visto y es cierto- Dijo el chico casi rogando que alguien le creyera tal historia que rayaba casi en lo absurdo, tal magia difícilmente podría existir.
Con todas las dudas que pudieran quedar en el aire llegaron por fin a la casa del chico donde la madre aguardaba en la puerta esperando con angustia y apenas reconoció a su hijo corrió a toda prisa para encontrarlo y limpiarle la cara -Oh, mi pequeño, mi pequeño- Gritaba la mujer con la cara envuelta en una marea de lágrimas; su esposo no tardó en asomarse emocionado por el regreso de su hijo y finalmente todos entraron a la casa invitando adentro también al mercenario.
El herrero asintió con la cabeza a la petición del mercenario, le dejaría las armas un poco más si con eso recuperaba su preciada espada -Has matado a Jack...- Dijo con voz pasmada -El jefe estará furioso- Musitó con algo de miedo aunque inevitablemente sabía que habría bajas -Cuando vienen, el jefe usa máscara, siempre está cubierto y nunca habla, Jack siempre era su voz frente a nosotros- Dijo el hombre dando sentido a que nadie supiera que el jefe era en realidad una jefa.
La noche pasaría de prisa, al mercenario le ofrecieron comida y hospedaje durante su estancia hasta que al día siguiente tuviera que finalizar el asunto; al día siguiente se habría corrido rumores de que los bandidos arrasarían con los ciudadanos en general; algunos corrieron desesperados a buscar a la Guardia Real pero difícilmente llegarían a tiempo, de momento todas las esperanzas estaban puestas en que el plan del mercenario funcionara y no muriera antes de tiempo.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
∞ Por fin tienes algo de información acerca del valor de la espada Sleipnir, un arma muy poderosa en manos del enemigo.
∞ Tienes la noche y la mañana para prepararte, tal vez quieras un poco más de información acerca de los bandidos o la espada.
∞ No olvides que los bandidos son, pues, bandidos, nada te asegura que si matas a su líder se irán tranquilos, tal vez podrías intentar convencer a las personas de luchar en tal caso.
∞ Tu próxima respuesta terminará con la llegada de los bandidos.
∞ En este punto también tienes la opción de huir, has completado la misión de traer al niño y recibierías tu recompensa, aunque la fuga traería consecuencias negativas para la imagen de tu personaje.
Ansur
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2001
Nivel de PJ : : 0
Re: La Espada Robada [Quest] [Klinge]
Esa noche el mercenario se quedo a cenar y dormir en la casa del herrero, aunque no comió en la misma mesa que sus anfitriones, excusándose con el hecho de que sería mejor si el chico se quedase alejado de el después de lo que paso, la esposa del herrero le ofrecería dormir en el cuarto de su difunto hijo mayor, propuesta a la cual el guerrero no se negó, pero preferiría dormir en el piso que en la cama.
A la mañana siguiente el mercenario se despertaría con la primera bruma de la mañana, bajaría a la forja para encontrar a Edmund trabajando en una de sus espadas, el herrero se quedo mirándolo, fue la primera vez que veía al mercenario sin su armadura de cuero tachonada, puesto que se la quito para dormir a gusto, este le pregunto si no pensaba marcharse puesto que había cumplido con lo prometido, a lo que Klinge le contesto diciéndole que no podría marcharse del lugar sin sus armas, puesto que sabía que tomaría semanas, si no es que meses arreglarlas todas, y que, de todos modos había un premio por el cual valía la pena quedarse.
Klinge saldría de la casa y se dirigiría a la taberna local para buscar algo que desayunar, prometiéndole a Edmund que regresaría como al mediodía por su armadura, tomaría la cadena de Jack consigo, y la pondría sobre sus hombros como lo izo cuando estaba en la guarida de los bandidos.
Caminaba por las calles de la ciudad vistiendo solo la camisa de tela negra y el pantalón marrón con la espada larga que le dio Edmund colgaba de su cinturón, mientras exhibía la cadena a la vista como trofeo a la vista de todo con el que se cruzara, su mensaje era claro, el había matado a Jack y no le temía a sus compañeros, al entrar en la taberna una sonrisa que iba de esquina a esquina se dibujo en su rostro cuando vio como todas las miradas de los presentes se clavaban en el.
El nervioso tabernero tomo su pedido a la vez que le pregunto por la cadena que, como todos los que se habían cruzado con el mercenario esa mañana, reconoció en seguida a lo que el espadachín respondió sin perder su sonrisa:
Klinge: la tome de su cadáver luego de asesinarlo en combate singular, ahora estoy esperando para enfrentarme con su jefe en las puertas de la ciudad hoy en la tarde.
Todos los presentes de la taberna entraron en shock inmediatamente, no podían creer la osadía de aquel desgraciado, asesinar a la mano derecha de aquel monstruo, desafiarlo en combate y actuar tan calmado el día que se enfrentaría a él en combate singular.
Luego de terminar su comida con calma, pagaría generosamente y se encaminaría fuera de la taberna, no sin antes darse la vuelta y entregar un último mensaje a los demás comensales.
Klinge: si están ansiosos por un buen espectáculo vengan a ver el duelo hoy al anochecer en las puertas, valdrá la pena verlo.
Se pasaría el resto de la jornada hasta el mediodía paseándose sin pudor por las calles de la ciudad, llamando más la atención de la gente del lugar, llegaría con un poco de retraso a la casa del Edmund, y subiría con calma a la habitación de su hijo donde dejo sus armas y armadura.
Se coloco cada pieza de cuero reforzada con el cuidado y meticulosidad con la que se tejía un telar de lo más complejo, atando con lentitud, pero a la vez con firmeza cada una de las cintas, al cabo de una media hora de exhaustiva preparación, el espadachín estaba listo con su cita con el destino, bajo las escaleras con su armadura y armas en su lugar, tomo un banquillo y se marcharía a la entrada principal de la ciudad, en la cual esperaría sentado a la llegada de su adversario, aun portando la cadena de Jack como trofeo.
Como era de esperarse, una gran multitud de gente expectante se reunió alrededor del lugar, esperando para que empezara el evento principal de esta noche.
A la mañana siguiente el mercenario se despertaría con la primera bruma de la mañana, bajaría a la forja para encontrar a Edmund trabajando en una de sus espadas, el herrero se quedo mirándolo, fue la primera vez que veía al mercenario sin su armadura de cuero tachonada, puesto que se la quito para dormir a gusto, este le pregunto si no pensaba marcharse puesto que había cumplido con lo prometido, a lo que Klinge le contesto diciéndole que no podría marcharse del lugar sin sus armas, puesto que sabía que tomaría semanas, si no es que meses arreglarlas todas, y que, de todos modos había un premio por el cual valía la pena quedarse.
Klinge saldría de la casa y se dirigiría a la taberna local para buscar algo que desayunar, prometiéndole a Edmund que regresaría como al mediodía por su armadura, tomaría la cadena de Jack consigo, y la pondría sobre sus hombros como lo izo cuando estaba en la guarida de los bandidos.
Caminaba por las calles de la ciudad vistiendo solo la camisa de tela negra y el pantalón marrón con la espada larga que le dio Edmund colgaba de su cinturón, mientras exhibía la cadena a la vista como trofeo a la vista de todo con el que se cruzara, su mensaje era claro, el había matado a Jack y no le temía a sus compañeros, al entrar en la taberna una sonrisa que iba de esquina a esquina se dibujo en su rostro cuando vio como todas las miradas de los presentes se clavaban en el.
El nervioso tabernero tomo su pedido a la vez que le pregunto por la cadena que, como todos los que se habían cruzado con el mercenario esa mañana, reconoció en seguida a lo que el espadachín respondió sin perder su sonrisa:
Klinge: la tome de su cadáver luego de asesinarlo en combate singular, ahora estoy esperando para enfrentarme con su jefe en las puertas de la ciudad hoy en la tarde.
Todos los presentes de la taberna entraron en shock inmediatamente, no podían creer la osadía de aquel desgraciado, asesinar a la mano derecha de aquel monstruo, desafiarlo en combate y actuar tan calmado el día que se enfrentaría a él en combate singular.
Luego de terminar su comida con calma, pagaría generosamente y se encaminaría fuera de la taberna, no sin antes darse la vuelta y entregar un último mensaje a los demás comensales.
Klinge: si están ansiosos por un buen espectáculo vengan a ver el duelo hoy al anochecer en las puertas, valdrá la pena verlo.
Se pasaría el resto de la jornada hasta el mediodía paseándose sin pudor por las calles de la ciudad, llamando más la atención de la gente del lugar, llegaría con un poco de retraso a la casa del Edmund, y subiría con calma a la habitación de su hijo donde dejo sus armas y armadura.
Se coloco cada pieza de cuero reforzada con el cuidado y meticulosidad con la que se tejía un telar de lo más complejo, atando con lentitud, pero a la vez con firmeza cada una de las cintas, al cabo de una media hora de exhaustiva preparación, el espadachín estaba listo con su cita con el destino, bajo las escaleras con su armadura y armas en su lugar, tomo un banquillo y se marcharía a la entrada principal de la ciudad, en la cual esperaría sentado a la llegada de su adversario, aun portando la cadena de Jack como trofeo.
Como era de esperarse, una gran multitud de gente expectante se reunió alrededor del lugar, esperando para que empezara el evento principal de esta noche.
Klinge
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 267
Nivel de PJ : : 1
Página 1 de 2. • 1, 2
Temas similares
» [TRABAJO] Ayudante de pruebas [Klinge/Chimar]
» Pactos honrados en favor de la gloria [Niniel-Klinge]
» La espada Arcana {Arcanos/Herrería}
» 1 - La Espada Kaliha [Robo organizado][Noche]
» La espada reluciente de Cegatón [Mastereado] Ashryn Elaynor]
» Pactos honrados en favor de la gloria [Niniel-Klinge]
» La espada Arcana {Arcanos/Herrería}
» 1 - La Espada Kaliha [Robo organizado][Noche]
» La espada reluciente de Cegatón [Mastereado] Ashryn Elaynor]
Página 1 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Hoy a las 02:42 por Tyr
» Ofidios en la ciudad [Adoradores de la Serpiente - Parte 1] [Libre 3/3]
Hoy a las 02:39 por Zagreus
» El vampiro contraataca [Evento Sacrestic]
Hoy a las 00:20 por Caoimhe
» La Procesión de los Skógargandr [Evento Samhain (Halloween)]
Ayer a las 17:58 por Reike
» Conocidos por error [Solitario]
Ayer a las 17:16 por Eberus
» El secreto del Ahogado [Privado] [Noche]
Sáb Nov 23 2024, 16:56 por Thomas J. Hidalgo
» Susurros desde el pasado | Amice H.
Sáb Nov 23 2024, 16:15 por Thomas J. Hidalgo
» Una sombra sobre Lunargenta: 2ª parte. [Privado]
Vie Nov 22 2024, 04:03 por Níniel Thenidiel
» Ecos De Guerra [Evento Sacrestic] [Noche]
Jue Nov 21 2024, 21:35 por Cohen
» Entre Sombras y Acero [LIBRE][NOCHE]
Jue Nov 21 2024, 20:16 por Seraphine Valaryon
» Días de tormenta + 18 [Privado]
Jue Nov 21 2024, 16:30 por Iori Li
» Laboratorio Harker [Alquimia+Ingeniería]
Miér Nov 20 2024, 19:13 por Zelas Hazelmere
» Pócimas y Tragos: La Guerra de la Calle Burbuja [Interpretativo] [Libre]
Miér Nov 20 2024, 16:18 por Mina Harker
» [Zona de culto] Altar de las Runas de los Baldíos
Lun Nov 18 2024, 12:29 por Tyr
» [Zona de culto] Iglesia del único Dios
Sáb Nov 16 2024, 21:38 por Tyr