Nido de víboras [Mastereado][Asesinos]
Página 1 de 1. • Comparte
Nido de víboras [Mastereado][Asesinos]
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Bosques del Oeste, 6:15 pm.
Algunos relámpagos adornan la noche a ratos, desfilando como hilos de luces blancas seguidos del imponente sonido atronador que les acompaña, la lluvia castiga con fuerza en unas gotas que parecen drenar la ira del cielo sobre los pobres mortales que se encuentren debajo de las oscuras nubes que adornan el cielo; a lo lejos se puede ver una mansión grande pero no lujosa; definitivamente el tiempo no la ha tratado bien, pues las paredes roídas hacen parecer que se va a desplomar al más mínimo soplido, sin embargo sigue en pie, resistiendo las salvajes embestidas del viento que no cesa y hace que a ratos haga parecer que la lluvia cae de manera horizontal.
Nadie con sentido de autopreservación tomaría la aventura de recorrer aquel bosque con semejante clima, y tal vez esa era la primera prueba que debían enfrentar los seleccionados, llegar al punto de encuentro, con un clima adverso y con muy pocos datos, a fin de cuentas la carta que se les había enviado tan solo contenía algunas indicaciones, un pequeño mapa sin muchas especificaciones y una vaina de cuero para guardar una daga, pero no había daga ¿Acaso se trataba de un chiste? Probablemente no.
Solamente unos pocos habían conseguido llegar al lugar indicado, aunque no se sabía exactamente cuántas cartas habían sido enviadas, había rumores de que los asesinos estaban extintos, que su nombre no era más que el vestigio de una antigua gloria, incluso se había corrido el rumor de la muerte de todos ellos, un ataque al corazón del gremio que había acabado con la mayoría de los mismos aunque nadie había podido confirmar nada.
Únicamente había que llegar a la mansión y mostrar la pequeña vaina, ese era el boleto de entrada, confirmaciones de identidad no serían necesarias, bien sea porque recibieron la carta o porque la robaron a alguien, el solo hecho de llegar ahí les hacía merecedores de su entrada al lugar, la razón: una invitación al gremio de los despiadados asesinos. Lo que no decía la carta era que la única opción válida en el caso de asistir era superar las pruebas y convertirse en uno de ellos, fracasar no era una alternativa que les permitiera seguir con vida, si fallaban no volverían a tener una oportunidad jamás.
Reunidos a la entrada de la mansión se puede ver a tres sujetos, el primero de ellos es una mujer de largo cabello rojo humedecido por la lluvia que no demora en mostrar algo al portero y entrar, el otro por su parte parece probar suerte con artimañas y mentiras, no lleva invitación pero cuenta con que podrá ganarse un lugar entre los asesinos por la fuerza; ante las negativas del portero intenta someterlo pero es detenido en un parpadeo, por alguna razón se queda paralizado y es apuñalado para luego ser lanzado a un lado junto a otros tres que seguro lo intentaron de otros modos pero con la misma suerte.
∞ Zatch: en tu caso, eres de los elegidos que han recibido la carta de invitación junto a una misteriosa vaina vacía, no sabes de qué se trata pero sabes que debes llevarla y presentarla para poder entrar; también te entregaron un mapa que a estas alturas ya casi se ha deshecho por la fuerte lluvia aunque al menos te sirvió para llegar al sitio indicado; en este primer turno tu tarea será relatar tu travesía para llegar al sitio y tus razones para hacerlo, terminarás el turno mostrando la vaina al portero de la mansión.
∞ Otros: Quedarán abiertas un par de plazas para otros dos participantes, antes de entrar deben enviar un mp avisando su deseo de unirse a la Hermandad de la Media Noche, a diferencia de los otros gremios, en este no hay héroes y las misiones no siempre estarán del lado de la justicia.
Nadie con sentido de autopreservación tomaría la aventura de recorrer aquel bosque con semejante clima, y tal vez esa era la primera prueba que debían enfrentar los seleccionados, llegar al punto de encuentro, con un clima adverso y con muy pocos datos, a fin de cuentas la carta que se les había enviado tan solo contenía algunas indicaciones, un pequeño mapa sin muchas especificaciones y una vaina de cuero para guardar una daga, pero no había daga ¿Acaso se trataba de un chiste? Probablemente no.
Solamente unos pocos habían conseguido llegar al lugar indicado, aunque no se sabía exactamente cuántas cartas habían sido enviadas, había rumores de que los asesinos estaban extintos, que su nombre no era más que el vestigio de una antigua gloria, incluso se había corrido el rumor de la muerte de todos ellos, un ataque al corazón del gremio que había acabado con la mayoría de los mismos aunque nadie había podido confirmar nada.
Únicamente había que llegar a la mansión y mostrar la pequeña vaina, ese era el boleto de entrada, confirmaciones de identidad no serían necesarias, bien sea porque recibieron la carta o porque la robaron a alguien, el solo hecho de llegar ahí les hacía merecedores de su entrada al lugar, la razón: una invitación al gremio de los despiadados asesinos. Lo que no decía la carta era que la única opción válida en el caso de asistir era superar las pruebas y convertirse en uno de ellos, fracasar no era una alternativa que les permitiera seguir con vida, si fallaban no volverían a tener una oportunidad jamás.
Reunidos a la entrada de la mansión se puede ver a tres sujetos, el primero de ellos es una mujer de largo cabello rojo humedecido por la lluvia que no demora en mostrar algo al portero y entrar, el otro por su parte parece probar suerte con artimañas y mentiras, no lleva invitación pero cuenta con que podrá ganarse un lugar entre los asesinos por la fuerza; ante las negativas del portero intenta someterlo pero es detenido en un parpadeo, por alguna razón se queda paralizado y es apuñalado para luego ser lanzado a un lado junto a otros tres que seguro lo intentaron de otros modos pero con la misma suerte.
- Vaina:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
∞ Zatch: en tu caso, eres de los elegidos que han recibido la carta de invitación junto a una misteriosa vaina vacía, no sabes de qué se trata pero sabes que debes llevarla y presentarla para poder entrar; también te entregaron un mapa que a estas alturas ya casi se ha deshecho por la fuerte lluvia aunque al menos te sirvió para llegar al sitio indicado; en este primer turno tu tarea será relatar tu travesía para llegar al sitio y tus razones para hacerlo, terminarás el turno mostrando la vaina al portero de la mansión.
∞ Otros: Quedarán abiertas un par de plazas para otros dos participantes, antes de entrar deben enviar un mp avisando su deseo de unirse a la Hermandad de la Media Noche, a diferencia de los otros gremios, en este no hay héroes y las misiones no siempre estarán del lado de la justicia.
Ansur
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2001
Nivel de PJ : : 0
Re: Nido de víboras [Mastereado][Asesinos]
Varios meses habían pasado desde su encuentro con Moreau. Luego del 'favor' que le había hecho ayudándole a saldar cuentas pendientes con un enemigo, esperó la carta prometida hasta que el paso del tiempo redujo su entusiasmo hasta convertirlo en descontento e indignación. Comenzaba a pensar que el vampiro lo había embaucado, engañándole para que se ensuciase las manos e hiciese el trabajo sucio sin recibir más que falsas promesas a cambio. ¡Desgraciado! ¡Malnacido! ¡Embustero! Cree el ladrón que todos son de su condición, y para Zatch no era difícil acusar a los demás de ser tan deshonrosos como él.
Tenía ya al vampiro en su lista de “lo veo y lo mato” cuando un buen día el dichoso sobre llegó a sus manos. El mensajero le dijo que había tardado más de la cuenta en encontrarle debido a que carecía de dirección postal donde dirigirse y lo había tenido que buscar como loco por toda Lunargenta. Cuando Zatch leyó lo que rezaba la carta supo que eso no volvería a suceder; luego de unirse exitosamente a la Hermandad de la Media Noche podría hacer tanto dinero como para comprarse una buena casa con una biblioteca llena de libros, una chimenea, una dirección postal y un elegante buzón que estaría siempre rebosante de cartas de admiradoras y de mensajeros que no perderían el tiempo buscándolo. ¡Claro que sí! En cuanto a la vaina, tuvo que interrogar amablemente al muchacho para ver si había robado la daga o extraviado en el camino. Cuando, tras una tediosa insistencia, el chico gimoteó por enésima vez que el arma faltaba desde un principio, se dio por vencido y enganchó la vaina a su cinturón, junto a su propia daga.
A las pocas horas ya estaba “pidiendo prestado” un upelero para emprender la marcha hacia las tierras del Oeste. Al igual que el viaje que había dado inicio a todo aquello meses atrás, ésta vez también le tomó un par de días llegar a destino y la lluvia lo atosigó con la misma determinación.
Por lo menos ya no hacía tanto frío, aunque la descerebrada montura se detenía ante cada trueno o relámpago y debía hincarle los talones en los muslos cada vez con más dureza para que retomase la marcha. Para cuando llegaron a las inmediaciones de los nebulosos bosques, al mediodía del tercer día, tuvo que bajarse del animal y atarlo bajo el cobijo de un frondoso árbol ante su inutilidad, puesto que las patas le temblaban, soltaba graznidos insoportables y de nada le serviría un pajarraco muerto a la hora de regresar. Así pues, dispuesto a recorrer el tramo faltante a pie, desenrolló el mapa dispuesto a descifrar su ubicación. ¡Desagradable fue la sorpresa cuando el papel empapado y baboso se le deshizo entre los dedos!
-¡Me cago en Thor! -Gruñó, sacudiendo las manos para quitarse de encima los rastros de celulosa. Las patas, tal como aquella vez, se le hundían en el barro más y más a cada paso que daba, y su gruesa capa pesaba cuatro kilos más por el agua que le chorreaba. Caminó durante un buen rato a tientas, entre quejas y quebraderos de cabeza intentando recordar el camino que creía haber memorizado tras tanto leer el mapa. Cuando las luces de la tarde presagiaban el próximo anochecer, encontró por fin el primer rastro de vida inteligente en horas: una enorme casona que se cernía imponente entre árboles, lluvia y niebla.
-“Si este no es el lugar, que me parta un rayo”. -Tras un suspiro se afirmó la capucha de tal manera que sólo pudiese distinguirse la punta de su hocico y, a paso cauteloso, se acercó a la entrada del lugar.
-“Vaya... no parecen contar con mucho presupuesto.” -Se desanimó al percatarse del desprolijo estado en que se encontraba la mansión, pero ya había ido hasta allí y no pensaba echarse atrás. Al observar la entrada pudo ver que dos personas se topaban con un tercero, que parecía encargarse de elegir quién entraba y quién no. Mientras la primera accedió sin problemas tras mostrar algo, probablemente la invitación, el segundo terminó agrandando el montón de cuerpos en estado de putrefacción que adornaban un costado. Al ver eso no le cupo duda de que estaba en el lugar correcto y, tras tragar saliva, se acercó a la gran puerta... y al gran portero.
El sujeto le observó como si su propia mirada hubiese tenido la habilidad de partir a la gente en dos. Zatch se detuvo frente a él con seguridad quizás sobreactuada y, sin mediar palabra, metió la mano en el bolsillo interno de la capa para buscar la invitación.
La expresión de su rostro debió evidenciar una clara sorpresa al sentir que sus dedos se topaban con una masa viscosa tal como había sucedido con el mapa, pues el guardián de la entrada dio un paso adelante cerniéndose sobre él con impaciencia.
-¡Se deshizo con el agua! -Exclamó indignado, como si se le pudiese pedir explicaciones a la lluvia por su mal comportamiento. El hombre dio otro paso adelante con expresión hostil y el zorro retrocedió- Soy Zatch, ¡te estoy diciendo que la invitación se deshizo! ¿No tienes una maldita lista de nombres o algo? -...- ...Parece que no. -No pudo evitar mirar de soslayo el montón de cuerpos de personas a las que quizás también se les había derretido el papel. ¡No había llegado hasta ahí para convertirse en la decoración de la entrada! Dispuesto a quitar de en medio al único obstáculo entre él y su destino, metió una mano bajo la capa y manoteó su daga... O eso creyó hacer, pero cuando se lanzó hacia el portero lo que esgrimió fue una vaina vacía. -¡Agh, maldita se...! -Puedes pasar. -Su maldición fue interrumpida por la rotunda voz del otro, que no parecía para nada amedrentado por el fallido ataque- Tienes la vaina, puedes pasar. -Repitió lentamente, como quien le habla a un imbécil, al ver el gesto de estupefacción del zorro.
Tenía ya al vampiro en su lista de “lo veo y lo mato” cuando un buen día el dichoso sobre llegó a sus manos. El mensajero le dijo que había tardado más de la cuenta en encontrarle debido a que carecía de dirección postal donde dirigirse y lo había tenido que buscar como loco por toda Lunargenta. Cuando Zatch leyó lo que rezaba la carta supo que eso no volvería a suceder; luego de unirse exitosamente a la Hermandad de la Media Noche podría hacer tanto dinero como para comprarse una buena casa con una biblioteca llena de libros, una chimenea, una dirección postal y un elegante buzón que estaría siempre rebosante de cartas de admiradoras y de mensajeros que no perderían el tiempo buscándolo. ¡Claro que sí! En cuanto a la vaina, tuvo que interrogar amablemente al muchacho para ver si había robado la daga o extraviado en el camino. Cuando, tras una tediosa insistencia, el chico gimoteó por enésima vez que el arma faltaba desde un principio, se dio por vencido y enganchó la vaina a su cinturón, junto a su propia daga.
A las pocas horas ya estaba “pidiendo prestado” un upelero para emprender la marcha hacia las tierras del Oeste. Al igual que el viaje que había dado inicio a todo aquello meses atrás, ésta vez también le tomó un par de días llegar a destino y la lluvia lo atosigó con la misma determinación.
Por lo menos ya no hacía tanto frío, aunque la descerebrada montura se detenía ante cada trueno o relámpago y debía hincarle los talones en los muslos cada vez con más dureza para que retomase la marcha. Para cuando llegaron a las inmediaciones de los nebulosos bosques, al mediodía del tercer día, tuvo que bajarse del animal y atarlo bajo el cobijo de un frondoso árbol ante su inutilidad, puesto que las patas le temblaban, soltaba graznidos insoportables y de nada le serviría un pajarraco muerto a la hora de regresar. Así pues, dispuesto a recorrer el tramo faltante a pie, desenrolló el mapa dispuesto a descifrar su ubicación. ¡Desagradable fue la sorpresa cuando el papel empapado y baboso se le deshizo entre los dedos!
-¡Me cago en Thor! -Gruñó, sacudiendo las manos para quitarse de encima los rastros de celulosa. Las patas, tal como aquella vez, se le hundían en el barro más y más a cada paso que daba, y su gruesa capa pesaba cuatro kilos más por el agua que le chorreaba. Caminó durante un buen rato a tientas, entre quejas y quebraderos de cabeza intentando recordar el camino que creía haber memorizado tras tanto leer el mapa. Cuando las luces de la tarde presagiaban el próximo anochecer, encontró por fin el primer rastro de vida inteligente en horas: una enorme casona que se cernía imponente entre árboles, lluvia y niebla.
-“Si este no es el lugar, que me parta un rayo”. -Tras un suspiro se afirmó la capucha de tal manera que sólo pudiese distinguirse la punta de su hocico y, a paso cauteloso, se acercó a la entrada del lugar.
-“Vaya... no parecen contar con mucho presupuesto.” -Se desanimó al percatarse del desprolijo estado en que se encontraba la mansión, pero ya había ido hasta allí y no pensaba echarse atrás. Al observar la entrada pudo ver que dos personas se topaban con un tercero, que parecía encargarse de elegir quién entraba y quién no. Mientras la primera accedió sin problemas tras mostrar algo, probablemente la invitación, el segundo terminó agrandando el montón de cuerpos en estado de putrefacción que adornaban un costado. Al ver eso no le cupo duda de que estaba en el lugar correcto y, tras tragar saliva, se acercó a la gran puerta... y al gran portero.
El sujeto le observó como si su propia mirada hubiese tenido la habilidad de partir a la gente en dos. Zatch se detuvo frente a él con seguridad quizás sobreactuada y, sin mediar palabra, metió la mano en el bolsillo interno de la capa para buscar la invitación.
La expresión de su rostro debió evidenciar una clara sorpresa al sentir que sus dedos se topaban con una masa viscosa tal como había sucedido con el mapa, pues el guardián de la entrada dio un paso adelante cerniéndose sobre él con impaciencia.
-¡Se deshizo con el agua! -Exclamó indignado, como si se le pudiese pedir explicaciones a la lluvia por su mal comportamiento. El hombre dio otro paso adelante con expresión hostil y el zorro retrocedió- Soy Zatch, ¡te estoy diciendo que la invitación se deshizo! ¿No tienes una maldita lista de nombres o algo? -...- ...Parece que no. -No pudo evitar mirar de soslayo el montón de cuerpos de personas a las que quizás también se les había derretido el papel. ¡No había llegado hasta ahí para convertirse en la decoración de la entrada! Dispuesto a quitar de en medio al único obstáculo entre él y su destino, metió una mano bajo la capa y manoteó su daga... O eso creyó hacer, pero cuando se lanzó hacia el portero lo que esgrimió fue una vaina vacía. -¡Agh, maldita se...! -Puedes pasar. -Su maldición fue interrumpida por la rotunda voz del otro, que no parecía para nada amedrentado por el fallido ataque- Tienes la vaina, puedes pasar. -Repitió lentamente, como quien le habla a un imbécil, al ver el gesto de estupefacción del zorro.
Zatch
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 535
Nivel de PJ : : 2
Re: Nido de víboras [Mastereado][Asesinos]
Atrás queda el camino teñido de recuerdos, las vidas que se extinguen, los sueños que se marchan, delante está el futuro, está el nuevo comienzo; muchos han abandonado las vidas que llevaban, dejando atrás todo aquello que una vez amaron, a otros no les queda nada, y sin algo que perder les importa poco el peligro al que se enfrentan; el trabajo es duro, vaya que lo es, pero las recompensas serán gratificantes, no serán recordados como héroes ni se contarán epopeyas en su nombre, no figurarán en libros de historia como un recuerdo de sus buenas acciones, para nada, son asesinos, la vida es tan solo una enfermedad que se cura por unos cuantos aeros.
Nunca antes se había hecho una invitación de este tipo para formar parte del gremio, lo que resultaba un poco curioso, aunque los incautos que habían asistido no sabían que aquello estaba fuera de lo que se podía considerar normal; habían sido varios los invitados y todos ellos, o al menos los que habían llegado antes, giraron a mirar la magistral y poco elegante entrada del hombre-zorro, y es que los zorros no destacaban por ser destacables cazadores, sino más bien por su velocidad para escapar de situaciones complejas, por lo que algunos comenzaron a susurrarse entre ellos mientras lo miraban con desagrado.
Se encontraba reunido un grupo de lo más variopinto, al fondo había unas escaleras a un lado de la casa donde se había postrado una pareja con aspecto elegante y tétrica a la vez, su ropa estirada y rostros pálidos los delataban como vampiros; más al fondo cerca de la chimenea se encontraba un par de chicas con un aspecto más tribal y agresivo, el poco cuidado a su ropa y la facilidad de la misma para quitarse de forma práctica decía que posiblemente eran licántropos. Junto a ellas aunque sin mediar palabras se encontraba un ser elegante de orejas puntiagudas acompañado de una persona cubierta por una capa que ocultaba gran parte de su cuerpo, aunque el hocico que a veces se veía al girar el rostro la delataba como algún tipo de hombre o mujer bestia. Hacia la derecha en el rincón más oscuro de la casa había alguien más, otra figura misteriosa que no alcanzaba a verse por la falta de luz.
Una vez que estuvieron todos dentro, o al menos todos los que habían llegado hasta ese entonces, las puertas y ventanas se cerraron repentinamente, dejando atrapados a todos los presentes y un misterioso sujeto con aspecto de mayordomo que se había mantenido hasta ahora junto a la puerta, se aproximó al centro del salón, carraspeó su garganta para llamar la atención y luego comenzó a hablar -Bienvenidos a la prueba de vida- Dijo en voz alta con aires de solemnidad -Mi nombre es Boris- parecía un simple humano pero la seguridad con la que se mostraba indicaba que seguramente no lo fuera -Hoy admitiremos a dos de ustedes en nuestro selecto grupo- Sacó dos dagas de su chaqueta, curiosamente del tamaño y forma de la vaina con la que les habían invitado -El problema es que han venido ocho- Señaló girando en sus manos las dagas -¿Cómo podremos resolverlo?- lanzó una de las dagas a la pared sobre la chimenea clavándola sobre un cuadro y la otra la lanzó a la entrada quedando sobre la puerta.
Rio con malicia por un instante antes de continuar -Su vaina era la llave para entrar, esas dagas serán la llave para salir con vida- Aquello sorprendió a los presentes que ciertamente no esperaban ese tipo de prueba desde el inicio, si solo dos saldrían, quien trabajara por su cuenta estaría en desventaja -Pero no es tan sencillo, en el último piso hay una llave, deberán ir a buscarla antes de tratar de salir a mostrar sus dagas- Señaló hacia arriba donde las escaleras se extendían a lo alto de 3 pisos -También les advierto que mi señora tiene poca paciencia, por lo que... Si nadie sale en 30 minutos, todos morirán- Concluyó finalmente antes de desvanecerse en una nube etérea.
∞ Zatch: Tal como ha explicado Boris; deben eliminar a los otros y encontrar una llave en la parte superior para superar la misión, no solo se trata de fuerza, la estrategia y la astucia serán determinantes, si te fijas, he descrito a todos los personajes menos a uno, esa será otra de tus tareas, te encargarás de describir a ese personaje que será tu aliado, usa esa ventaja con sabiduría pues vas a necesitarla, dejaré sus capacidades a tu conveniencia según lo consideres, alguien fuerte, o alguien rápido, como creas que te sirva de más ayuda.
∞ Adicional: En este turno aún no comenzará la acción, los presentes se encuentran confundidos o intrigados, cada quién espera que otros tomen la primera acción excepto los vampiros que sin pensarlo toman las escaleras en busca de la llave, tal vez planean dejar que los demás se maten entre ellos para enfrentar a los que queden al final, sea como sea, éste será un turno muy táctico, una vez decidas qué hacer iniciaremos las muertes..
Nunca antes se había hecho una invitación de este tipo para formar parte del gremio, lo que resultaba un poco curioso, aunque los incautos que habían asistido no sabían que aquello estaba fuera de lo que se podía considerar normal; habían sido varios los invitados y todos ellos, o al menos los que habían llegado antes, giraron a mirar la magistral y poco elegante entrada del hombre-zorro, y es que los zorros no destacaban por ser destacables cazadores, sino más bien por su velocidad para escapar de situaciones complejas, por lo que algunos comenzaron a susurrarse entre ellos mientras lo miraban con desagrado.
Se encontraba reunido un grupo de lo más variopinto, al fondo había unas escaleras a un lado de la casa donde se había postrado una pareja con aspecto elegante y tétrica a la vez, su ropa estirada y rostros pálidos los delataban como vampiros; más al fondo cerca de la chimenea se encontraba un par de chicas con un aspecto más tribal y agresivo, el poco cuidado a su ropa y la facilidad de la misma para quitarse de forma práctica decía que posiblemente eran licántropos. Junto a ellas aunque sin mediar palabras se encontraba un ser elegante de orejas puntiagudas acompañado de una persona cubierta por una capa que ocultaba gran parte de su cuerpo, aunque el hocico que a veces se veía al girar el rostro la delataba como algún tipo de hombre o mujer bestia. Hacia la derecha en el rincón más oscuro de la casa había alguien más, otra figura misteriosa que no alcanzaba a verse por la falta de luz.
Una vez que estuvieron todos dentro, o al menos todos los que habían llegado hasta ese entonces, las puertas y ventanas se cerraron repentinamente, dejando atrapados a todos los presentes y un misterioso sujeto con aspecto de mayordomo que se había mantenido hasta ahora junto a la puerta, se aproximó al centro del salón, carraspeó su garganta para llamar la atención y luego comenzó a hablar -Bienvenidos a la prueba de vida- Dijo en voz alta con aires de solemnidad -Mi nombre es Boris- parecía un simple humano pero la seguridad con la que se mostraba indicaba que seguramente no lo fuera -Hoy admitiremos a dos de ustedes en nuestro selecto grupo- Sacó dos dagas de su chaqueta, curiosamente del tamaño y forma de la vaina con la que les habían invitado -El problema es que han venido ocho- Señaló girando en sus manos las dagas -¿Cómo podremos resolverlo?- lanzó una de las dagas a la pared sobre la chimenea clavándola sobre un cuadro y la otra la lanzó a la entrada quedando sobre la puerta.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Rio con malicia por un instante antes de continuar -Su vaina era la llave para entrar, esas dagas serán la llave para salir con vida- Aquello sorprendió a los presentes que ciertamente no esperaban ese tipo de prueba desde el inicio, si solo dos saldrían, quien trabajara por su cuenta estaría en desventaja -Pero no es tan sencillo, en el último piso hay una llave, deberán ir a buscarla antes de tratar de salir a mostrar sus dagas- Señaló hacia arriba donde las escaleras se extendían a lo alto de 3 pisos -También les advierto que mi señora tiene poca paciencia, por lo que... Si nadie sale en 30 minutos, todos morirán- Concluyó finalmente antes de desvanecerse en una nube etérea.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
∞ Zatch: Tal como ha explicado Boris; deben eliminar a los otros y encontrar una llave en la parte superior para superar la misión, no solo se trata de fuerza, la estrategia y la astucia serán determinantes, si te fijas, he descrito a todos los personajes menos a uno, esa será otra de tus tareas, te encargarás de describir a ese personaje que será tu aliado, usa esa ventaja con sabiduría pues vas a necesitarla, dejaré sus capacidades a tu conveniencia según lo consideres, alguien fuerte, o alguien rápido, como creas que te sirva de más ayuda.
∞ Adicional: En este turno aún no comenzará la acción, los presentes se encuentran confundidos o intrigados, cada quién espera que otros tomen la primera acción excepto los vampiros que sin pensarlo toman las escaleras en busca de la llave, tal vez planean dejar que los demás se maten entre ellos para enfrentar a los que queden al final, sea como sea, éste será un turno muy táctico, una vez decidas qué hacer iniciaremos las muertes..
Ansur
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2001
Nivel de PJ : : 0
Re: Nido de víboras [Mastereado][Asesinos]
Tras mostrar sin saberlo la verdadera invitación, le fue permitido entrar. Y ahí estaba, atravesando la puerta mientras devolvía la vaina a su cinturón y dejaba tras de sí una estela de gotas que chorreaban desde su capa, que desabrochó rápidamente para colgar en algo que parecía un perchero, y si no lo era pues él acababa de reclamarlo como suyo. Tan usual era escuchar comentarios respecto a su persona que ni siquiera les prestó atención; así como todos lo juzgaban, él los juzgaba a todos con una punzante y agria mirada. Jamás habría pensado que existían tantas personas con vocación por el asesinato, ¡incluso uno parecía pertenecer a la raza élfica tan conocida por dar vida, no quitarla! Su hocico se arrugó ante la idea de que una agrupación como aquella a la que aspiraban entrar no permitía simplemente que un montón de gente se uniese de inmediato a sus filas. Vio que la mayoría estaban en parejas y detuvo la mirada en la silueta del único que, aparte de él, se encontraba solo.
Un atronador sonido anunció el cierre de puertas y ventanas, y Zatch tuvo que contener un respingo con todas sus fuerzas. Al instante, el extraño hombre que atrajo la atención del grupo dio las instrucciones con aires de estar disfrutando su tarea. El reto era sádico, como cabía esperar en una prueba para gente que se contentaba con ir por ahí matando a otros. A medida que fluían las palabras, el zorro se deslizó silenciosamente hasta donde había intuido la presencia de alguien más. Se trataba de un hombre fornido y más alto que él, de unos treinta años, que estaba poniendo atención al discurso hasta que bajó sus ojos negros como la obsidiana para observar a quien osaba invadir su espacio.
No tenía orejas puntiagudas, su atuendo era modesto hasta el punto en que iba descalzo, y exudaba un olor a perro que se percibía a metros de distancia. El zorro no era tonto y sabía que necesitaba un aliado; quizás aquel tipo estaría pensando lo mismo.
-Dos dagas, una llave. -Murmuró, y cuando lo miró a los ojos supo que había captado favorablemente su atención- ¿Unimos fuerzas? Me llamo Zatch. -El hombre lo midió durante un momento y, por un instante, paseó su mirada sobre las otras parejas. Parecía estar reflexionando la mejor opción. La verdad era que aunque consiguiera una daga, si actuaba solo estaría faltándole el otro elemento y viceversa, prácticamente no quedaba elección- Está bien. Soy Brieno. Tú sube, yo me encargo de las dagas. -Estrecharon las manos y asintieron con la cabeza. Tras esbozar una sonrisa cómplice, el zorro volteó y, nuevamente bajo las miradas del resto, emprendió una veloz carrera subiendo las escaleras, pisándole los talones a los hijos de la noche. Mientras corría se llevó la vaina a la nariz y comenzó a olisquearla con presteza. En ese momento, lo único que existía en su mente era la implacable necesidad de conseguir esa llave, y quizás tuviese impregnada el mismo aroma de quien había mandado las invitaciones. Esa era su ventaja sobre los vampiros, que no tenían más opción que ponerse a buscarla a tientas.
Por otro lado, su corpulento compañero salió de la penumbra dando tres pasos hacia adelante y clavó los negros ojos sucesivamente en cada uno de los participantes al tiempo en que desabotonaba su vieja capa.
Sería una noche entretenida.
Un atronador sonido anunció el cierre de puertas y ventanas, y Zatch tuvo que contener un respingo con todas sus fuerzas. Al instante, el extraño hombre que atrajo la atención del grupo dio las instrucciones con aires de estar disfrutando su tarea. El reto era sádico, como cabía esperar en una prueba para gente que se contentaba con ir por ahí matando a otros. A medida que fluían las palabras, el zorro se deslizó silenciosamente hasta donde había intuido la presencia de alguien más. Se trataba de un hombre fornido y más alto que él, de unos treinta años, que estaba poniendo atención al discurso hasta que bajó sus ojos negros como la obsidiana para observar a quien osaba invadir su espacio.
No tenía orejas puntiagudas, su atuendo era modesto hasta el punto en que iba descalzo, y exudaba un olor a perro que se percibía a metros de distancia. El zorro no era tonto y sabía que necesitaba un aliado; quizás aquel tipo estaría pensando lo mismo.
-Dos dagas, una llave. -Murmuró, y cuando lo miró a los ojos supo que había captado favorablemente su atención- ¿Unimos fuerzas? Me llamo Zatch. -El hombre lo midió durante un momento y, por un instante, paseó su mirada sobre las otras parejas. Parecía estar reflexionando la mejor opción. La verdad era que aunque consiguiera una daga, si actuaba solo estaría faltándole el otro elemento y viceversa, prácticamente no quedaba elección- Está bien. Soy Brieno. Tú sube, yo me encargo de las dagas. -Estrecharon las manos y asintieron con la cabeza. Tras esbozar una sonrisa cómplice, el zorro volteó y, nuevamente bajo las miradas del resto, emprendió una veloz carrera subiendo las escaleras, pisándole los talones a los hijos de la noche. Mientras corría se llevó la vaina a la nariz y comenzó a olisquearla con presteza. En ese momento, lo único que existía en su mente era la implacable necesidad de conseguir esa llave, y quizás tuviese impregnada el mismo aroma de quien había mandado las invitaciones. Esa era su ventaja sobre los vampiros, que no tenían más opción que ponerse a buscarla a tientas.
Por otro lado, su corpulento compañero salió de la penumbra dando tres pasos hacia adelante y clavó los negros ojos sucesivamente en cada uno de los participantes al tiempo en que desabotonaba su vieja capa.
Sería una noche entretenida.
Zatch
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 535
Nivel de PJ : : 2
Re: Nido de víboras [Mastereado][Asesinos]
Afuera la lluvia, cual infame diluvio se precipita incesante sobre los roídos tejados, adentro el caos se dibuja en la necesidad de triunfar, la necesidad de ganar que ha llevado a los presentes a caer en una encarnizada lucha en donde la supervivencia lo es todo; la noche se adueña lentamente del paisaje y por las ventanas se cuelan fugaces destellos de una inminente tormenta; los ruidos dentro de la casa comienzan aunque el zorro deberá dejar todo atrás sin poder saber lo que ocurra ahora con su nuevo compañero, tal vez consiga las dagas, tal vez no lo haga, pero sea como sea se ha quedado con el trabajo pesado.
Nadie más ha subido tras los vampiros sino simplemente el peludo hombre bestia; aunque lamentablemente parecen ser demasiado rápido como para seguirles el paso y solo consigue verse rodeado por unas largas y vacías escaleras que juegan a ser una especie de laberinto; podría jugar al ensayo y error, avanzar entre puertas y pasillos que solo llevan a más escaleras o quizá algo peor; al subir la primera tanda de escalones encuentra un largo pasillo desde donde se puede ver a quienes luchan en la planta baja, golpes y gritos desfilan hasta los oídos del zorro aunque mirar abajo y distraerse no parece una muy buena opción, si los vampiros están cerca y al acecho aprovecharán cualquier descuido para deshacerse de él mientras está solo.
Se escuchan los truenos en el exterior dando un ambiente más tétrico, aunque a la vez los mismos rayos funcionan para iluminar brevemente la estancia; en uno de ellos una figura parece esconderse detrás de las cortinas al final del pasillo; tal vez uno de los vampiros se haya quedado atrás para deshacerse del intruso de un solo ataque furtivo, o tal vez sea solo su imaginación, pero es mejor ser precavido; está rodeado de asesinos de los que desconoce las capacidades; ser descuidado no es una buena idea.
Unos gritos sumados al sonido de llamas en la parte inferior dejó en evidencia que alguien parecía estar acabado; los gritos del elfo en llamas, arrojado a la chimenea por alguno de los otros rivales eran un verdadero espectáculo de pánico; intentaba en vano apagarse rodando por el piso pero cuando lo consiguió ya era demasiado tarde; alguien más había aprovechado su momento de debilidad para dibujarle una boca en el cuello por donde se desangraba ya sin vida.
Risas y susurros podían escucharse levemente en la apenas iluminada vía de ascenso del zorro, tenía frente a él tres opciones; la primera era llegar al final del pasillo y de inmediato tomar las escaleras para seguir ascendiendo; la segunda era descubrir y enfrentar lo que se encontrara oculto al final del pasillo; y una tercera opción era evitar el enfrentamiento y revisar la primera puerta que encontraría en el pasillo a su mano derecha; si los vampiros no sabían dónde estaba la llave, con algo de suerte podrían haber pasado de largo sin revisar adecuadamente; era poco probable tener tanta suerte pero soñar nunca ha estado de más.
∞ Zatch: Atrás han quedado las señales de una sinuosa batalla, frente a ti tienes una amenaza más inminente o tal vez sea tan solo un mero susto; tienes ante ti las tres opciones antes mencionadas; si te inclinas por el enfrentamiento encontrarás ahí a uno de los vampiros, si le atacas o decides intentar pasar deberás lanzar una runa; aunque para la tercera opción no será necesaria la suerte, encontrarás un estudio con un escritorio y varios estantes de libros y trofeos, puedes describirlo como desees.
∞ Nota: Recuerda que tanto luchar, como evadir el combate o investigar cualquier rincón disponible son opciones válidas; la violencia no es la única característica de un asesino, también lo son la estrategia y la astucia.
Nadie más ha subido tras los vampiros sino simplemente el peludo hombre bestia; aunque lamentablemente parecen ser demasiado rápido como para seguirles el paso y solo consigue verse rodeado por unas largas y vacías escaleras que juegan a ser una especie de laberinto; podría jugar al ensayo y error, avanzar entre puertas y pasillos que solo llevan a más escaleras o quizá algo peor; al subir la primera tanda de escalones encuentra un largo pasillo desde donde se puede ver a quienes luchan en la planta baja, golpes y gritos desfilan hasta los oídos del zorro aunque mirar abajo y distraerse no parece una muy buena opción, si los vampiros están cerca y al acecho aprovecharán cualquier descuido para deshacerse de él mientras está solo.
Se escuchan los truenos en el exterior dando un ambiente más tétrico, aunque a la vez los mismos rayos funcionan para iluminar brevemente la estancia; en uno de ellos una figura parece esconderse detrás de las cortinas al final del pasillo; tal vez uno de los vampiros se haya quedado atrás para deshacerse del intruso de un solo ataque furtivo, o tal vez sea solo su imaginación, pero es mejor ser precavido; está rodeado de asesinos de los que desconoce las capacidades; ser descuidado no es una buena idea.
Unos gritos sumados al sonido de llamas en la parte inferior dejó en evidencia que alguien parecía estar acabado; los gritos del elfo en llamas, arrojado a la chimenea por alguno de los otros rivales eran un verdadero espectáculo de pánico; intentaba en vano apagarse rodando por el piso pero cuando lo consiguió ya era demasiado tarde; alguien más había aprovechado su momento de debilidad para dibujarle una boca en el cuello por donde se desangraba ya sin vida.
Risas y susurros podían escucharse levemente en la apenas iluminada vía de ascenso del zorro, tenía frente a él tres opciones; la primera era llegar al final del pasillo y de inmediato tomar las escaleras para seguir ascendiendo; la segunda era descubrir y enfrentar lo que se encontrara oculto al final del pasillo; y una tercera opción era evitar el enfrentamiento y revisar la primera puerta que encontraría en el pasillo a su mano derecha; si los vampiros no sabían dónde estaba la llave, con algo de suerte podrían haber pasado de largo sin revisar adecuadamente; era poco probable tener tanta suerte pero soñar nunca ha estado de más.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
∞ Zatch: Atrás han quedado las señales de una sinuosa batalla, frente a ti tienes una amenaza más inminente o tal vez sea tan solo un mero susto; tienes ante ti las tres opciones antes mencionadas; si te inclinas por el enfrentamiento encontrarás ahí a uno de los vampiros, si le atacas o decides intentar pasar deberás lanzar una runa; aunque para la tercera opción no será necesaria la suerte, encontrarás un estudio con un escritorio y varios estantes de libros y trofeos, puedes describirlo como desees.
∞ Nota: Recuerda que tanto luchar, como evadir el combate o investigar cualquier rincón disponible son opciones válidas; la violencia no es la única característica de un asesino, también lo son la estrategia y la astucia.
Ansur
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2001
Nivel de PJ : : 0
Re: Nido de víboras [Mastereado][Asesinos]
Aunque no le agradaba actuar bajo situaciones de tanta presión, al final había tenido que acostumbrarse le gustara o no. Desde los simples robos hasta el más complicado encargo, solía terminar viéndose en situaciones tan surrealistas que había aprendido a controlar el temblor de sus manos y la sudoración para controlar estrictamente las reacciones de su cuerpo, y así no fallar dejándose dominar por la torpeza. Aunque el corazón le galopaba raudo en el pecho, un único pensamiento era el motor de sus acciones: encontrar la llave. Así pues no se distrajo con los agónicos sonidos provenientes del piso inferior ni se molestó en preocuparse demasiado por los vampiros; con suerte ni siquiera tendría que cruzárselos si es que conseguía la llave antes. Sólo tuvo la certeza de que, a juzgar por cierto grito agónico e insoportable, ahora en vez de ocho eran siete y el tiempo corría rápido.
Las escaleras parecían eternas y ya había perdido el ritmo de los hijos de la noche. No obstante él no se contentaba con subir a tontas y a locas hasta el último piso; todos eran importantes y la llave podía llegar a encontrarse en el sitio más obvio y próximo. Optó por ingresar a la primer puerta que encontró, siempre manteniendo cerca la vaina a su nariz. Cuando abrió pudo percibir el mismo suave aroma, pero era difícil saber si se debía a que el antiguo dueño de la vaina había estado allí, o porque el anhelado premio se escondía en algún sitio. Volvió a enganchar el objeto a su cinturón y entró, cerrando tras de sí.
El estudio había sido alguna vez un sitio acogedor. Ahora apestaba a polvo y una gotera había manchado de humedad la alfombra. Sobre el pequeño escritorio descansaban papeles garabateados y los estantes soportaban libros y diversos objetos a los que no valía la pena echar mano. Las gotas chocaban en la ventana creando una atmósfera apacible y el salón era tenuemente iluminado cada vez que un rayo crujía en el cielo. A Zatch le pareció extraño que carbón en la chimenea estuviese encendido y aún crepitase débilmente. Aquello le causaba mala espina; alguien había pasado por allí hacía poco. Se acercó y tomó con el atizador un pequeño carbón flamante para encender la vela del escritorio, luego dejó el carbón, pero mantuvo la herramienta candente en la mano por si alguien decidía hacerle compañía.
-Veamos... -Tras exhalar un profuso suspiro, comenzó a indagar en todos los recovecos que parecieran ser un buen escondite. Retiró los papeles de la mesa, levantó los adornos, miró atrás de los trofeos, abrió todos los cajones y finalmente, sin obtener resultado alguno, se acercó al estante más grande con libros. Uno a uno los abrió y los lanzó al suelo, debiendo contener los estornudos causados por el polvo. Nada. La llave no parecía estar en ningún lado y, aunque comenzaba a ponerse nervioso y apretar los dientes, se convenció de que era natural que las cosas no fueran tan fáciles.
Se quedó parado en el centro de la habitación para tener una perspectiva más amplia. Y entonces, bajo sus pies, sintió un pequeño bulto. La alfombra escondía algo bajo ella.
¿Sería un obsequio de los dioses o el cadáver disecado de un ratón?
Las escaleras parecían eternas y ya había perdido el ritmo de los hijos de la noche. No obstante él no se contentaba con subir a tontas y a locas hasta el último piso; todos eran importantes y la llave podía llegar a encontrarse en el sitio más obvio y próximo. Optó por ingresar a la primer puerta que encontró, siempre manteniendo cerca la vaina a su nariz. Cuando abrió pudo percibir el mismo suave aroma, pero era difícil saber si se debía a que el antiguo dueño de la vaina había estado allí, o porque el anhelado premio se escondía en algún sitio. Volvió a enganchar el objeto a su cinturón y entró, cerrando tras de sí.
El estudio había sido alguna vez un sitio acogedor. Ahora apestaba a polvo y una gotera había manchado de humedad la alfombra. Sobre el pequeño escritorio descansaban papeles garabateados y los estantes soportaban libros y diversos objetos a los que no valía la pena echar mano. Las gotas chocaban en la ventana creando una atmósfera apacible y el salón era tenuemente iluminado cada vez que un rayo crujía en el cielo. A Zatch le pareció extraño que carbón en la chimenea estuviese encendido y aún crepitase débilmente. Aquello le causaba mala espina; alguien había pasado por allí hacía poco. Se acercó y tomó con el atizador un pequeño carbón flamante para encender la vela del escritorio, luego dejó el carbón, pero mantuvo la herramienta candente en la mano por si alguien decidía hacerle compañía.
- Spoiler:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
-Veamos... -Tras exhalar un profuso suspiro, comenzó a indagar en todos los recovecos que parecieran ser un buen escondite. Retiró los papeles de la mesa, levantó los adornos, miró atrás de los trofeos, abrió todos los cajones y finalmente, sin obtener resultado alguno, se acercó al estante más grande con libros. Uno a uno los abrió y los lanzó al suelo, debiendo contener los estornudos causados por el polvo. Nada. La llave no parecía estar en ningún lado y, aunque comenzaba a ponerse nervioso y apretar los dientes, se convenció de que era natural que las cosas no fueran tan fáciles.
Se quedó parado en el centro de la habitación para tener una perspectiva más amplia. Y entonces, bajo sus pies, sintió un pequeño bulto. La alfombra escondía algo bajo ella.
¿Sería un obsequio de los dioses o el cadáver disecado de un ratón?
Zatch
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 535
Nivel de PJ : : 2
Re: Nido de víboras [Mastereado][Asesinos]
Augurios de lo indecible, vestigios de un cruel final; los gritos de dolor en la parte baja de aquel tétrico lugar parecer aletargadas en el aire, reptando a través del viento hasta estrujarse contra los muros enfriados y humedecidos por la incesante lluvia; un nuevo grito se escucha y estremece toda la casa para luego callar al instante, uno más ha caído pero siguen quedando demasiados.
No hay certeza de cuál sea el camino correcto, sin embargo el zorro parece tener una ventaja olfativa que lo lleva en buena dirección, ha llegado a una instancia prometedora pero a la vez perjudicial, el fuerte olor de los libros confunde el experimentado olfato del hombre bestia, puede sentir un olor similar al de la vaina muy cerca pero sin poder encontrar la ubicación exacta.
Súbitos e impredecibles destellos asaltan la sala a través de los grandes ventanales; aunque al menos con tales ráfagas de luz el aspirante a asesino podría orientarse hasta encontrar lo que busca; no obstante la mayor sorpresa la encuentra en un pequeño bulto bajo su pie; algo pequeño y aparentemente móvil es escondido por la gruesa alfombra. Dado que el olor a humedad es muy fuerte, tendrá que quitarla para descubrir lo que oculta.
Una pequeña puerta se atrinchera bajo la pesada tela color púrpura; el pequeño bulto bajo su pie acaba siendo una fría argolla que le servirá para abrir la puerta que parece llevar a algún tipo de pasadizo o sala secreta sin mucho esfuerzo, encontrando dentro una decoración de tétricas máscaras blancas y al fondo, agazapadas en el último rincón, tres llaves de color plateado y aspecto refinadamente elegante.
Recoger las llaves es una tarea sencilla, pero salir de allí con ellas parece que será otra historia; la puerta que va al pasillo se cierra bruscamente ¿La había dejado abierta? Las ventanas se cierran y pesadas cortinas negras se dejan caer sobre ellas para oscurecer la sala; una tétrica risa femenina comienza a escucharse describiendo un círculo alrededor, no tardará en lanzarse sobre el zorro cuando encuentre el momento oportuno.
∞ Zatch: Has encontrado algo bajo tu pie, la pista te llevará a tres llaves entre las que podría estar la que buscas, tal vez sean todas o tal vez ninguna, ahora el problema será abandonar el lugar, ir arriba y seguir buscando para estar seguro, o volver y probar será tu decisión, aunque antes deberás deshacerse de una amenaza oculta.
∞ Nota: Estás autorizado a manejar al pjn siempre y cuando sigas su perfil: es mujer, muy rápida pero no muy fuerte; matar le resulta divertido y no le bastará con quitarte las llaves, su objetivo es asesinarte, describe la batalla y lanza una runa al final de tu turno.
No hay certeza de cuál sea el camino correcto, sin embargo el zorro parece tener una ventaja olfativa que lo lleva en buena dirección, ha llegado a una instancia prometedora pero a la vez perjudicial, el fuerte olor de los libros confunde el experimentado olfato del hombre bestia, puede sentir un olor similar al de la vaina muy cerca pero sin poder encontrar la ubicación exacta.
Súbitos e impredecibles destellos asaltan la sala a través de los grandes ventanales; aunque al menos con tales ráfagas de luz el aspirante a asesino podría orientarse hasta encontrar lo que busca; no obstante la mayor sorpresa la encuentra en un pequeño bulto bajo su pie; algo pequeño y aparentemente móvil es escondido por la gruesa alfombra. Dado que el olor a humedad es muy fuerte, tendrá que quitarla para descubrir lo que oculta.
Una pequeña puerta se atrinchera bajo la pesada tela color púrpura; el pequeño bulto bajo su pie acaba siendo una fría argolla que le servirá para abrir la puerta que parece llevar a algún tipo de pasadizo o sala secreta sin mucho esfuerzo, encontrando dentro una decoración de tétricas máscaras blancas y al fondo, agazapadas en el último rincón, tres llaves de color plateado y aspecto refinadamente elegante.
Recoger las llaves es una tarea sencilla, pero salir de allí con ellas parece que será otra historia; la puerta que va al pasillo se cierra bruscamente ¿La había dejado abierta? Las ventanas se cierran y pesadas cortinas negras se dejan caer sobre ellas para oscurecer la sala; una tétrica risa femenina comienza a escucharse describiendo un círculo alrededor, no tardará en lanzarse sobre el zorro cuando encuentre el momento oportuno.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
∞ Zatch: Has encontrado algo bajo tu pie, la pista te llevará a tres llaves entre las que podría estar la que buscas, tal vez sean todas o tal vez ninguna, ahora el problema será abandonar el lugar, ir arriba y seguir buscando para estar seguro, o volver y probar será tu decisión, aunque antes deberás deshacerse de una amenaza oculta.
∞ Nota: Estás autorizado a manejar al pjn siempre y cuando sigas su perfil: es mujer, muy rápida pero no muy fuerte; matar le resulta divertido y no le bastará con quitarte las llaves, su objetivo es asesinarte, describe la batalla y lanza una runa al final de tu turno.
Ansur
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2001
Nivel de PJ : : 0
Re: Nido de víboras [Mastereado][Asesinos]
Aquella acogedora estancia aislaba los sonidos del resto de la mansión y causaba la sensación atemporal de estar fuera de peligro. Sin embargo, Zatch no debía olvidar que las agujas del reloj seguían corriendo velozmente y no había tiempo que perder. Tras dar un par de pasos atrás, levantó la apestosa y roída alfombra para descubrir aquello con lo que se había topado su pie: La argolla de una puerta en el suelo que abrió sin pensarlo dos veces, manteniendo en su mano el atizador de la chimenea. El pasadizo lo condujo a una sala secreta cuya decoración, tétrica e intimidante, le erizó cada vello del cuerpo. Pero no podía echarse atrás; allí el aroma de la vaina se percibía con mayor claridad.
Caminó hasta el centro de la habitación y le bastó barrer el lugar con la mirada para encontrarse con el destello de las llaves que brillaban en el otro extremo. Con una sonrisa triunfal, el zorro fue hacia ellas y no dudó en agarrar las tres y guardarlas en el pequeño morral que colgaba de su cinturón. Estaba dispuesto a marcharse de ahí cuanto antes, pues el sitio le daba mala espina, cuando la portezuela se cerró y la estancia se oscureció. Tal había sido su emoción al ver las llaves que no reparó en que tenía compañía, y el potente olor a humedad había escondido exitosamente a quien lo acechaba desde las sombras.
Echó la mano derecha a su daga, levantó el atizador en la zurda y se puso en guardia cuando una risa aguda retumbó torno a él. “-¿¡Qué demonios!?-” Pensó, irritado ante la posibilidad de que alguno de los contrincantes que se encontraba abajo de alguna manera se le hubiese adelantado. Sus ojos, que se habían acostumbrado a la luz de las velas de la habitación anterior, tardaron en acostumbrarse a la penumbra. Y esos segundos fueron la ventaja que tuvo su adversaria sobre él.
Por el momento sólo le quedaba el fino sentido del oído como defensa. Pudo escuchar los suaves susurros de la respiración y el rozar de la ropa a su alrededor, como si la mujer estuviese caminando en círculos, estudiándole. Cuando el zorro tensó los músculos en el preludio de lo que sería su ataque, recibió un fuerte empujón en la espalda que lo aventó al suelo. Las exacerbadas risotadas estaban más cerca, y giró con apenas medio segundo de ventaja antes de que un cuchillo le perforase la tráquea. Tras rodar se incorporó con presteza y zarandeó ambas armas a tientas, pero su enemiga era rápida y lo esquivó con facilidad. La desgraciada parecía disfrutar de la contienda.
Sus grandes ojos ámbar ya comenzaban a captar las siluetas y él también caminaba en círculos, siguiendo a la mujer en una especie de danza que anticipaba un nuevo encontronazo. Esta vez no se sorprendió tanto cuando la criatura se le echó encima lanzando rabiosas estocadas con sus largos cuchillos, uno en cada mano. El zorro también era rápido, pero al ser su masa corporal bastante más grande, la mujer le ganaba en agilidad. Daga y cuchillo se encontraron, pero no pudo evitar que el otro arma le propinase una tajada en el antebrazo, arrancándole un rugido de furia. El estilo de la mujer era atacar y retroceder, cortar y ponerse en guardia, y luego de unos minutos el zorro pudo comenzar a especular sus siguientes movimientos. Así pues, cuando ya tenía varios cortes encima, Zatch esperó el próximo ataque con confianza y, cuando la mujer se abalanzó sobre él, se apartó rápidamente a un costado e interpuso el atizador entre sus piernas para hacerla caer de bruces. Ésta vez, con los roles invertidos, el zorro se le tiró encima y le tomó las muñecas para tirar de éstas hacia atrás, sintiendo el crujir de los hombros probablemente dislocados. Aunque ella forcejeaba con furia, él era más fuerte. Los cuchillos cayeron y en vez de risas, esta vez fue un grito el que retumbó entre las paredes. Un grito que acabó súbitamente cuando le torció el cuello y la dejó caer hacia adelante.
No tuvo tiempo para vanagloriarse. Así como hubo entrado salió, abriendo la portezuela y regresando a la estancia anterior. Corrió rápidamente hacia la salida para volver a las escaleras, decidido a retornar a la planta baja. Con tres llaves en su poder, no vio motivos para seguir buscando.
______
Off: Aunque lanzo la runa de todas maneras, aclaro que tengo la siguiente maldición (porque soy honesta, aunque sé que me voy a arrepentir :'D)
Maldición: Dije del desamparo.
La mala suerte acompaña a este dije pues, quien lo posea quedará desamparado por los dioses. Las siguientes dos runas que tires en cualquier tema, instantáneamente serán de muy mala o mala suerte, independientemente del resultado.
Caminó hasta el centro de la habitación y le bastó barrer el lugar con la mirada para encontrarse con el destello de las llaves que brillaban en el otro extremo. Con una sonrisa triunfal, el zorro fue hacia ellas y no dudó en agarrar las tres y guardarlas en el pequeño morral que colgaba de su cinturón. Estaba dispuesto a marcharse de ahí cuanto antes, pues el sitio le daba mala espina, cuando la portezuela se cerró y la estancia se oscureció. Tal había sido su emoción al ver las llaves que no reparó en que tenía compañía, y el potente olor a humedad había escondido exitosamente a quien lo acechaba desde las sombras.
Echó la mano derecha a su daga, levantó el atizador en la zurda y se puso en guardia cuando una risa aguda retumbó torno a él. “-¿¡Qué demonios!?-” Pensó, irritado ante la posibilidad de que alguno de los contrincantes que se encontraba abajo de alguna manera se le hubiese adelantado. Sus ojos, que se habían acostumbrado a la luz de las velas de la habitación anterior, tardaron en acostumbrarse a la penumbra. Y esos segundos fueron la ventaja que tuvo su adversaria sobre él.
Por el momento sólo le quedaba el fino sentido del oído como defensa. Pudo escuchar los suaves susurros de la respiración y el rozar de la ropa a su alrededor, como si la mujer estuviese caminando en círculos, estudiándole. Cuando el zorro tensó los músculos en el preludio de lo que sería su ataque, recibió un fuerte empujón en la espalda que lo aventó al suelo. Las exacerbadas risotadas estaban más cerca, y giró con apenas medio segundo de ventaja antes de que un cuchillo le perforase la tráquea. Tras rodar se incorporó con presteza y zarandeó ambas armas a tientas, pero su enemiga era rápida y lo esquivó con facilidad. La desgraciada parecía disfrutar de la contienda.
Sus grandes ojos ámbar ya comenzaban a captar las siluetas y él también caminaba en círculos, siguiendo a la mujer en una especie de danza que anticipaba un nuevo encontronazo. Esta vez no se sorprendió tanto cuando la criatura se le echó encima lanzando rabiosas estocadas con sus largos cuchillos, uno en cada mano. El zorro también era rápido, pero al ser su masa corporal bastante más grande, la mujer le ganaba en agilidad. Daga y cuchillo se encontraron, pero no pudo evitar que el otro arma le propinase una tajada en el antebrazo, arrancándole un rugido de furia. El estilo de la mujer era atacar y retroceder, cortar y ponerse en guardia, y luego de unos minutos el zorro pudo comenzar a especular sus siguientes movimientos. Así pues, cuando ya tenía varios cortes encima, Zatch esperó el próximo ataque con confianza y, cuando la mujer se abalanzó sobre él, se apartó rápidamente a un costado e interpuso el atizador entre sus piernas para hacerla caer de bruces. Ésta vez, con los roles invertidos, el zorro se le tiró encima y le tomó las muñecas para tirar de éstas hacia atrás, sintiendo el crujir de los hombros probablemente dislocados. Aunque ella forcejeaba con furia, él era más fuerte. Los cuchillos cayeron y en vez de risas, esta vez fue un grito el que retumbó entre las paredes. Un grito que acabó súbitamente cuando le torció el cuello y la dejó caer hacia adelante.
No tuvo tiempo para vanagloriarse. Así como hubo entrado salió, abriendo la portezuela y regresando a la estancia anterior. Corrió rápidamente hacia la salida para volver a las escaleras, decidido a retornar a la planta baja. Con tres llaves en su poder, no vio motivos para seguir buscando.
______
Off: Aunque lanzo la runa de todas maneras, aclaro que tengo la siguiente maldición (porque soy honesta, aunque sé que me voy a arrepentir :'D)
Maldición: Dije del desamparo.
La mala suerte acompaña a este dije pues, quien lo posea quedará desamparado por los dioses. Las siguientes dos runas que tires en cualquier tema, instantáneamente serán de muy mala o mala suerte, independientemente del resultado.
Zatch
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 535
Nivel de PJ : : 2
Re: Nido de víboras [Mastereado][Asesinos]
El miembro 'Zatch' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Tyr
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2234
Nivel de PJ : : 0
Re: Nido de víboras [Mastereado][Asesinos]
Algo no va bien, puede sentirse en el pesado y lúgubre ambiente, las luces que se escurren sin dejar ningún rastro y la sonora risa que pícara se desliza entre las cuerdas del viento expresa a la vez cierto grado de angustia; un aire lúgubre invade la estancia al tiempo que la oscuridad embarga toda la escena; no hay marcha atrás; el zorro ha sido marcado como el objetivo de la vampira y no se detendrá hasta conseguir su presa; oculta y silente se mueve la mujer hasta que finalmente ataca; una y otra vez se repiten los intentos jugando más al desgaste que a la muerte súbita, al parecer le gusta jugar con sus víctimas aunque esta vez el juego le saldrá caro.
Nadie esperaría que la vampira fuera derrotada pero efectivamente así es, y como un relámpago el hombre bestia emerge de la sala rumbo a las escaleras; extrañamente al llegar a estas consigue en el piso al compañero de la vampira; el sujeto reposa en el suelo como un mero despojo, su tráquea fue arrancada de su garganta con una fuerza que seguramente habrá sido brutal; da miedo pensar que alguien haya asesinado de esa manera al vampiro aunque al menos eso juega a favor de Zatch quien se ha salvado de una emboscada que seguramente lo pondría en problemas.
Seguramente el zorro podría pensar que se encontraba a salvo, pero una enorme figura cae desde las escaleras del nivel superior, se posa tras él y de un garrazo le arranca el pequeño bolso donde había escondido las llaves; aunque no todo es tan malo y la criatura no consigue hacerse con el premio sino que éste cae hasta a planta baja en donde se escuchan cada vez menos gritos.
Un poderoso e imponente rugido sale del hocico de aquel ser, aparentemente el que se encontraba cubierto por la gruesa capa y del que solo se veía un hocico -Grrracias porrr hacerrrrr mi trrrrabajo- Dice la criatura hablando con dificultad, no parece ser un licántropo, más bien parece un hombre bestia mitad lobo, un hombre-lobo propiamente dicho, y uno que parece estar de muy mal humor -Solo hay lugar parrra una bestia en este sitio- Dice amenazante el peludo ser mientras coloca sus manos a los lados y hace salir una brillantes garras con las que en poco intentará despellejar al indefenso zorro.
Reaccionar rápido será vital en la carrera por las escaleras, el enemigo es más fuerte pero Zatch debe ser más rápido y astuto, las escaleras son demasiado pequeñas para entablar una batalla injusta, una donde pueda hacer trampas porque las batallas justas no son cosas de villanos; su esperanza se encuentra en la planta baja donde tiene que ir para tomar de nuevo su bolso con las supuestas llaves pero también, tiene un aliado que tal vez pueda aportar algo de fuerza bruta para derrotar a la criatura.
∞ Zatch: De antemano es oportuno decirte que tu maldición no representaba algo desconocido, y de hecho la petición de runa y la misión en sí misma no son más que una trampa para verte sufrir. Has tomado las llaves pero luego las has perdido, deberás descender las escaleras narrando lo complicado que resulta hacerlo con semejante bestia pisándote los talones; llegados a este punto tienes dos opciones, sangrar por tu cuenta o esperar que el malvado master te haga sangrar, a fin de cuentas, es un tema para personajes rudos y malos.
∞ Nota: Puedes manejar también al hombre-bestia que te persigue para hacerlo más emocionante, es fuerte pero también pesado y algo torpe (No idiota, solo la torpeza derivada de su tamaño). Tu respuesta debe terminar al llegar a la planta baja para encontrarte con un Brieno cubierto de sangre, aunque afortunadamente la mayoría de ella no le pertenece; varios cuerpos reposan en el piso y tras de ti, una amenaza inminente les exigirá trabajar en equipo.
Nadie esperaría que la vampira fuera derrotada pero efectivamente así es, y como un relámpago el hombre bestia emerge de la sala rumbo a las escaleras; extrañamente al llegar a estas consigue en el piso al compañero de la vampira; el sujeto reposa en el suelo como un mero despojo, su tráquea fue arrancada de su garganta con una fuerza que seguramente habrá sido brutal; da miedo pensar que alguien haya asesinado de esa manera al vampiro aunque al menos eso juega a favor de Zatch quien se ha salvado de una emboscada que seguramente lo pondría en problemas.
Seguramente el zorro podría pensar que se encontraba a salvo, pero una enorme figura cae desde las escaleras del nivel superior, se posa tras él y de un garrazo le arranca el pequeño bolso donde había escondido las llaves; aunque no todo es tan malo y la criatura no consigue hacerse con el premio sino que éste cae hasta a planta baja en donde se escuchan cada vez menos gritos.
Un poderoso e imponente rugido sale del hocico de aquel ser, aparentemente el que se encontraba cubierto por la gruesa capa y del que solo se veía un hocico -Grrracias porrr hacerrrrr mi trrrrabajo- Dice la criatura hablando con dificultad, no parece ser un licántropo, más bien parece un hombre bestia mitad lobo, un hombre-lobo propiamente dicho, y uno que parece estar de muy mal humor -Solo hay lugar parrra una bestia en este sitio- Dice amenazante el peludo ser mientras coloca sus manos a los lados y hace salir una brillantes garras con las que en poco intentará despellejar al indefenso zorro.
Reaccionar rápido será vital en la carrera por las escaleras, el enemigo es más fuerte pero Zatch debe ser más rápido y astuto, las escaleras son demasiado pequeñas para entablar una batalla injusta, una donde pueda hacer trampas porque las batallas justas no son cosas de villanos; su esperanza se encuentra en la planta baja donde tiene que ir para tomar de nuevo su bolso con las supuestas llaves pero también, tiene un aliado que tal vez pueda aportar algo de fuerza bruta para derrotar a la criatura.
- Hombre-Lobo:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
∞ Zatch: De antemano es oportuno decirte que tu maldición no representaba algo desconocido, y de hecho la petición de runa y la misión en sí misma no son más que una trampa para verte sufrir. Has tomado las llaves pero luego las has perdido, deberás descender las escaleras narrando lo complicado que resulta hacerlo con semejante bestia pisándote los talones; llegados a este punto tienes dos opciones, sangrar por tu cuenta o esperar que el malvado master te haga sangrar, a fin de cuentas, es un tema para personajes rudos y malos.
∞ Nota: Puedes manejar también al hombre-bestia que te persigue para hacerlo más emocionante, es fuerte pero también pesado y algo torpe (No idiota, solo la torpeza derivada de su tamaño). Tu respuesta debe terminar al llegar a la planta baja para encontrarte con un Brieno cubierto de sangre, aunque afortunadamente la mayoría de ella no le pertenece; varios cuerpos reposan en el piso y tras de ti, una amenaza inminente les exigirá trabajar en equipo.
Ansur
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2001
Nivel de PJ : : 0
Re: Nido de víboras [Mastereado][Asesinos]
Cuando las cosas le iban bien, el sentimiento de satisfacción era prontamente opacado por la certeza de que su buenaventura sería breve; a los malhechores la suerte nunca les sonreía demasiado tiempo. Apenas emergió al pasillo se topó con el cuerpo desmenuzado del vampiro que antes había corrido frente a él con ventaja. Una mezcla grotesca de alegría y mala espina le recorrió la espalda en forma de escalofrío. Era un contrincante menos, sí, pero si se quedaba viéndolo demasiado tiempo temía enfrentar el mismo destino, por lo cual pasó por encima del cadáver para tomar las escaleras.
Entonces un tirón le hizo retroceder y el “crack” de la tira de cuero del bolso cortándose bastó para ponerse en guardia. Se ladeó rápidamente para ver con espanto al enorme lobo que acababa de arrancarle las llaves quien, a su vez, vio iracundo cómo éstas caían a la planta baja. El ser comenzó a hablarle entre gruñidos guturales, pero Zatch no planeaba perder su valioso tiempo escuchándole; antes de oír lo último que le decía se aventuró escaleras abajo como un relámpago, bajando los escalones de tres en tres. Tras de sí, los pesados pasos del enemigo persiguiéndolo le instaban a ir más, más y más rápido. Las escaleras eran lo suficientemente angostas como para que el lobo no pudiese pasar a su lado y adelantarlo... En cambio, para llegar antes tendría que pasarle por encima, idea que al zorro no le causaba mucha gracia. Cuando un zarpazo le rozó la cola, tuvo que echar una mano atrás para agarrarla y así alejarla del alcance del lobo. Sin embargo, en parte por la distracción y en parte por la pérdida de equilibrio que suponía prescindir de su cola, pronto se abalanzó demasiado hacia adelante y perdió el control de la bajada. No pudo evitar rodar escaleras abajo.
Pese a que ser un saco de huesos resultó bastante útil para darle envión y velocidad, es un método bastante desagradable. Escondió el rostro entre los hombros e hizo lo posible por no golpearse la cabeza, pero todos sus huesos tronaron y, para cuando llegó por fin al suelo, su cabeza dolía como si se hubiese sometido a media hora de martillazos en la nuca. Perdió impulso a unos cuantos metros del fin de los escalones, cuando chocó con algo blando y aún tibio que sirvió de mullida barrera. Con el mundo dándole vueltas, intentó incorporarse para descubrir que había topado con dos cuerpos ensangrentados y sin vida, uno encima del otro, marcados con mordidas y arañazos.
Era difícil enfocar la mirada, más aún mientras se concentraba en no vomitar, pero con esfuerzo consiguió detener paulatinamente el mareo para encontrar a Brieno, quien tapado únicamente por un manto de líquido carmesí, observaba intensamente las escaleras. A juzgar por su falta de vestimenta, el hombre debía haberse transformado en lobo para llevar a cabo la matanza, y ahora parecía dispuesto a volver a hacerlo. Mientras que los ojos del licántropo vigilaban al lobo-bestia, los de éste buscaban con insistencia el morral, al igual que Zatch.
-¡Un bolso, Brieno! ¿¡Dónde está!? -Se puso de pie con dificultad. Entre las entrañas, la sangre y los cuerpos no conseguía encontrar su pertenencia; el olfato no le servía de nada con toda esa pestilencia. También observó de soslayo los lugares donde debían estar las dagas; ahora ya no se encontraban allí- Ni siquierrra lo intenten -Rugió la bestia- ¡Las llaves me perrrtenecen!
Zorro y licántropo cruzaron miradas y el último apenas negó para indicar que no sabía dónde había ido a parar el morral. Sin embargo, señaló al lobo con un gesto de la cabeza apenas perceptible y Zatch pronto entendió la idea. Podían ocuparse de las llaves luego; cuando se encargasen de la bestia sería tarea fácil ponerse a buscarlas entre todo aquel desastre.
Entonces un tirón le hizo retroceder y el “crack” de la tira de cuero del bolso cortándose bastó para ponerse en guardia. Se ladeó rápidamente para ver con espanto al enorme lobo que acababa de arrancarle las llaves quien, a su vez, vio iracundo cómo éstas caían a la planta baja. El ser comenzó a hablarle entre gruñidos guturales, pero Zatch no planeaba perder su valioso tiempo escuchándole; antes de oír lo último que le decía se aventuró escaleras abajo como un relámpago, bajando los escalones de tres en tres. Tras de sí, los pesados pasos del enemigo persiguiéndolo le instaban a ir más, más y más rápido. Las escaleras eran lo suficientemente angostas como para que el lobo no pudiese pasar a su lado y adelantarlo... En cambio, para llegar antes tendría que pasarle por encima, idea que al zorro no le causaba mucha gracia. Cuando un zarpazo le rozó la cola, tuvo que echar una mano atrás para agarrarla y así alejarla del alcance del lobo. Sin embargo, en parte por la distracción y en parte por la pérdida de equilibrio que suponía prescindir de su cola, pronto se abalanzó demasiado hacia adelante y perdió el control de la bajada. No pudo evitar rodar escaleras abajo.
Pese a que ser un saco de huesos resultó bastante útil para darle envión y velocidad, es un método bastante desagradable. Escondió el rostro entre los hombros e hizo lo posible por no golpearse la cabeza, pero todos sus huesos tronaron y, para cuando llegó por fin al suelo, su cabeza dolía como si se hubiese sometido a media hora de martillazos en la nuca. Perdió impulso a unos cuantos metros del fin de los escalones, cuando chocó con algo blando y aún tibio que sirvió de mullida barrera. Con el mundo dándole vueltas, intentó incorporarse para descubrir que había topado con dos cuerpos ensangrentados y sin vida, uno encima del otro, marcados con mordidas y arañazos.
Era difícil enfocar la mirada, más aún mientras se concentraba en no vomitar, pero con esfuerzo consiguió detener paulatinamente el mareo para encontrar a Brieno, quien tapado únicamente por un manto de líquido carmesí, observaba intensamente las escaleras. A juzgar por su falta de vestimenta, el hombre debía haberse transformado en lobo para llevar a cabo la matanza, y ahora parecía dispuesto a volver a hacerlo. Mientras que los ojos del licántropo vigilaban al lobo-bestia, los de éste buscaban con insistencia el morral, al igual que Zatch.
-¡Un bolso, Brieno! ¿¡Dónde está!? -Se puso de pie con dificultad. Entre las entrañas, la sangre y los cuerpos no conseguía encontrar su pertenencia; el olfato no le servía de nada con toda esa pestilencia. También observó de soslayo los lugares donde debían estar las dagas; ahora ya no se encontraban allí- Ni siquierrra lo intenten -Rugió la bestia- ¡Las llaves me perrrtenecen!
Zorro y licántropo cruzaron miradas y el último apenas negó para indicar que no sabía dónde había ido a parar el morral. Sin embargo, señaló al lobo con un gesto de la cabeza apenas perceptible y Zatch pronto entendió la idea. Podían ocuparse de las llaves luego; cuando se encargasen de la bestia sería tarea fácil ponerse a buscarlas entre todo aquel desastre.
Zatch
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 535
Nivel de PJ : : 2
Re: Nido de víboras [Mastereado][Asesinos]
Angustiantes gritos vienen siendo la inexpugnable señal de las vidas que se extinguen, uno tras otro los gritos ahogados en sangre despiden a las víctimas al tiempo que el zorro desciende las escaleras a un ritmo vertiginoso y muy poco ortodoxo; golpe tras golpe le han llevado hasta el final de los escalones y en el camino se ha perdido aquel que le daba caza, de pronto simplemente ya no está ahí, lo que tratándose de semejante bestia seguro que es una mala señal, lo ideal es no perderlo de vista un instante, el zorro debería mantener de su lado el factor sorpresa pero no es así, la tiene difícil aunque al menos ahora que tiene a su improvisado aliado cerca, tendrá una mayor oportunidad de sobrevivir; este trabajo no se trata de ser el más fuerte, sino de ser el más astuto.
No hay rastro del pequeño bolso con las llaves en ningún lugar cercano, o al menos no al ras del suelo, pues al mirar arriba podrán ver el bolso colgando en un saliente de la pared cerca de la chimenea; aunque llegar a él es otra historia, una que debe esperar a ser contada luego de que consigan librarse de la amenaza inminente que ahora se ha proclamado dueño de las dagas y de las llaves, aunque no posea estas últimas.
Solo es uno, no parece ser una tarea tan difícil, sin embargo a simple vista pareciera ser incluso más fuerte que el mismo Brieno, y no es que puedan ponerse a medir fuerzas, el plan es más simple que eso; mientras uno de los dos lo entretiene el otro podrá atacarlo por la espalda, no es el ataque más honesto del mundo pero nadie alcanza la grandeza siendo honesto; Brieno lo tiene claro y trata de señalarlo con la mirada a su improvisado compañero, pondrá la vida en juego contando con que el zorro haga lo necesario, no solo porque espere que lo aprecien o porque quiera jugar al compañerismo, sino porque si él cae, el zorro tendrá que enfrentarse solo contra semejante bestia.
Unos segundos apenas son el preludio de la batalla -¡¡Errres mío!!- Anuncia el lobo al tiempo que emprende una veloz carrera en dirección al zorro, sabe que una cadena siempre se rompe por su eslabón más débil y en ese caso el papel lo tiene Zatch; apenas alcanza a lanzar un par de arañazos antes de ser embestido por Brieno, quien lo sujeta por la cintura y se lo lleva de un salto al piso; ambos se golpean al caer y el lobo humanoide queda libre para reiniciar su ataque -Estorrrbas- Murmura entre dientes mientras trata de asomar su cabeza sobre la silueta de Brieno en busca de la presa más fácil, una que de momento no está a su alcance.
Repetidas veces el feroz hombre bestia intenta evadir por un lado y por el otro pero Brieno está siempre un paso adelante para cortarle el camino, hasta que finalmente queda marcado como el objetivo -Así que quierrres morrrir prrrimero- El bestial adversario lo señala y saca sus garras para mostrarlas con ferocidad pero el aliado de Zatch no se intimida, tampoco mira hacia atrás pero cuenta con que el zorro encontrará la manera de aprovechar el tiempo que le ha dado...
∞ Zatch: Muy bien, casi llegas al momento decisivo, ahora debes enfrentarte al salvaje rival, no puedes vencerlo solo, ni tampoco podrá hacerlo Brieno, pero sí que pueden hacerlo trabajando en equipo y eso es justo lo que espero que hagan; puedes controlar a ambos pnj para darte más libertad con la batalla y por esta vez no te pediré runas.
∞ Nota: Puedes ver tu bolso en medio de la batalla, tendrás que debatirte entre ir por el bolso para asegurar las llaves o ayudar a tu compañero en problemas, aunque salvarlo parece la opción más lógica, cualquier decisión tendrá un camino diferente, hasta ahora hay un final malo y uno peor, suerte.
No hay rastro del pequeño bolso con las llaves en ningún lugar cercano, o al menos no al ras del suelo, pues al mirar arriba podrán ver el bolso colgando en un saliente de la pared cerca de la chimenea; aunque llegar a él es otra historia, una que debe esperar a ser contada luego de que consigan librarse de la amenaza inminente que ahora se ha proclamado dueño de las dagas y de las llaves, aunque no posea estas últimas.
Solo es uno, no parece ser una tarea tan difícil, sin embargo a simple vista pareciera ser incluso más fuerte que el mismo Brieno, y no es que puedan ponerse a medir fuerzas, el plan es más simple que eso; mientras uno de los dos lo entretiene el otro podrá atacarlo por la espalda, no es el ataque más honesto del mundo pero nadie alcanza la grandeza siendo honesto; Brieno lo tiene claro y trata de señalarlo con la mirada a su improvisado compañero, pondrá la vida en juego contando con que el zorro haga lo necesario, no solo porque espere que lo aprecien o porque quiera jugar al compañerismo, sino porque si él cae, el zorro tendrá que enfrentarse solo contra semejante bestia.
Unos segundos apenas son el preludio de la batalla -¡¡Errres mío!!- Anuncia el lobo al tiempo que emprende una veloz carrera en dirección al zorro, sabe que una cadena siempre se rompe por su eslabón más débil y en ese caso el papel lo tiene Zatch; apenas alcanza a lanzar un par de arañazos antes de ser embestido por Brieno, quien lo sujeta por la cintura y se lo lleva de un salto al piso; ambos se golpean al caer y el lobo humanoide queda libre para reiniciar su ataque -Estorrrbas- Murmura entre dientes mientras trata de asomar su cabeza sobre la silueta de Brieno en busca de la presa más fácil, una que de momento no está a su alcance.
Repetidas veces el feroz hombre bestia intenta evadir por un lado y por el otro pero Brieno está siempre un paso adelante para cortarle el camino, hasta que finalmente queda marcado como el objetivo -Así que quierrres morrrir prrrimero- El bestial adversario lo señala y saca sus garras para mostrarlas con ferocidad pero el aliado de Zatch no se intimida, tampoco mira hacia atrás pero cuenta con que el zorro encontrará la manera de aprovechar el tiempo que le ha dado...
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
∞ Zatch: Muy bien, casi llegas al momento decisivo, ahora debes enfrentarte al salvaje rival, no puedes vencerlo solo, ni tampoco podrá hacerlo Brieno, pero sí que pueden hacerlo trabajando en equipo y eso es justo lo que espero que hagan; puedes controlar a ambos pnj para darte más libertad con la batalla y por esta vez no te pediré runas.
∞ Nota: Puedes ver tu bolso en medio de la batalla, tendrás que debatirte entre ir por el bolso para asegurar las llaves o ayudar a tu compañero en problemas, aunque salvarlo parece la opción más lógica, cualquier decisión tendrá un camino diferente, hasta ahora hay un final malo y uno peor, suerte.
Ansur
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2001
Nivel de PJ : : 0
Re: Nido de víboras [Mastereado][Asesinos]
La bestia lobuna no parecía dispuesta a perder el tiempo dudando a quién atacar; Zatch era el blanco más fácil y pronto se le abalanzó encima. Por fortuna, Brieno contuvo la embestida y le dio tiempo al zorro de esquivar un zarpazo que casi le abre el cogote de par en par. Uno tras otro, el licántropo se esforzó por contener los ataques e intentos de escape del lobo mutante, mientras él buscaba con la mirada algo que le sirviese para dar muerte de una maldita vez a su congénere.
Entre la sangre y trozos de lo que parecían ser sesos derramados por doquier, dio con unas cadenas un tanto oxidadas cuyos extremos terminaban en largas púas de acero. Las levantó del pegajoso charco y se ladeó para encarar la encarnizada lucha. Ambos lobos se debatían entre mordiscos y arañazos, la sangre salpicaba por doquier ante cada nuevo ataque. -¡¡¡No sirrrve de nada que te rrresistas!!! -Clamaba el lobo, pero Brieno se mantuvo estoico y aprovechó el peso de su corpachón para insistir en un embiste que volvió a tumbar al contrincante. Por un instante Zatch vio los ojos de su compañero, y eran ojos que le instaban fervientemente a que se apurase. Pero estaban tan pegados y rodaban tan rápido por el suelo, que no podía atacar sin riesgo de herir a su aliado.
Gruñó mientras se acercaba para rodearlos con cautela, caminando en círculos a una distancia prudente mientras esperaba el momento idóneo para hacer su jugada. Durante un instante la bestia ganó ventaja y se situó encima de Brieno, echándole las manos al rostro con intenciones de arrancarle los ojos. Zatch vio su oportunidad y lanzó la cadena al cuello del adversario, dándole una vuelta para asfixiarlo y halando hacia atrás con toda la capacidad de sus brazos. El lobo tuvo que soltar al otro para llevarse las manos al pescuezo en un intento por aliviar la presión que lo asfixiaba. Zatch no cesó de tirar, con esperanzas de poder retenerlo lo suficiente, pero no fue así: Las cadenas se rompieron bajo la brutal fuerza del hombre bestia. Al menos el intento fallido le había dado tiempo a Brieno para que se recompusiese.
El zorro cayó hacia atrás y tropezó con los cuerpos apenas reconocibles de las jóvenes licántropos que había visto al llegar. Recordó que escaleras arriba acababan de perecer ambos vampiros, lo que daba un total de cuatro muertes... No, cinco, ya que dentro de la chimenea aún humeaba el pestilente cadáver del elfo. ¡La chimenea!
Corrió hacia allá y se inclinó hacia el fuego. El mango de la espada del muerto sobresalía fuera de las llamas y Zatch la tomó sin pensarlo dos veces. La larga hoja refulgía en un anaranjado candente, perfecta para ocasionar un daño terminal para cualquiera. Cuando estaba girando para regresar a la lucha vio sobre su cabeza al morral, que parecía observarlo con burla desde la altura. “-¡Tsk! Ahí estaba...” -Apretó las muelas hasta que le chirriaron, ¿qué hacer?- “Primero hay que deshacerse de esa maldita aberración” -Decidió, trotando hacia licántropo y lobo.
Pero se encontró con la misma historia. Ambos hombres parecían iguales en cuanto a capacidades y no se separaban; cuando uno intentaba escapar, el otro lo pinzaba con fuerza. No obstante, Brieno parecía ser el que más estaba sufriendo los ataques y el más proclive a ser doblegado. Su piel sangraba a borbotones y los párpados le pesaban sobre los ojos. El otro, a diferencia, mostraba los colmillos con una sonrisa masoquista y sardónica. Zatch tuvo la horrible certeza de que su compañero no aguantaría mucho más tiempo.
Y en ese instante tomó una decisión.
Tal como había hecho antes, se acercó con cautela y los rodeó con la espada fuertemente aferrada y los ojos entrecerrados, clavados en su presa. Los gruñidos, los gritos, la pestilencia, los rayos que tronaban fuera y la lluvia que percutía en el tejado; nada de eso existía para él. Paso a paso, seguía de cerca el encarnizado baile de los canes y sólo rompió el barullo para gritar: -¡Llévalo a la pared! ¡A LA PARED! -Brieno intentó seguir la indicación- ¡¡¡Suéltame, hijo de perrrra!!! -Aunque estaban a sólo un par de metros de la pared las embestidas le resultaban cada vez más dificultosas, por lo cual el zorro corrió tras él y le ayudó a empujar. Cuatro piernas son más fuertes que un par, y con su ayuda el licántropo consiguió acorralar al enemigo con su corpachón- ¡Eso, sostenlo ahí! ¡Sólo un momento más! -El hombre asintió, resistiendo con estoicismo las garras del otro clavándosele en las costillas. Zatch retrocedió y puso la espada frente a sí. Respiró profundo. Tomó impulso. Y ensartó la candente hoja en la espalda de Brieno, tan fuerte y tan rápido que pronto alcanzó también las entrañas del hombre bestia.
Nuevos gritos agónicos resonaron a lo largo de la mansión, y los cuerpos lobunos cayeron al suelo con un golpe seco. Dado que el calor de la hoja cauterizaba los cortes de inmediato, ni una gota de sangre se derramó. Los pequeños ojos amarillos del zorro descansaron por un momento sobre los de Brieno, inertes, fríos, sin brillo alguno. Y antes de darse la media vuelta para ir a rescatar su bolso, murmuró:
-Lo siento, amigo, no te lo tomes personal. De todas formas no habrías llegado mucho más lejos... Eras demasiado confiable.
Entre la sangre y trozos de lo que parecían ser sesos derramados por doquier, dio con unas cadenas un tanto oxidadas cuyos extremos terminaban en largas púas de acero. Las levantó del pegajoso charco y se ladeó para encarar la encarnizada lucha. Ambos lobos se debatían entre mordiscos y arañazos, la sangre salpicaba por doquier ante cada nuevo ataque. -¡¡¡No sirrrve de nada que te rrresistas!!! -Clamaba el lobo, pero Brieno se mantuvo estoico y aprovechó el peso de su corpachón para insistir en un embiste que volvió a tumbar al contrincante. Por un instante Zatch vio los ojos de su compañero, y eran ojos que le instaban fervientemente a que se apurase. Pero estaban tan pegados y rodaban tan rápido por el suelo, que no podía atacar sin riesgo de herir a su aliado.
Gruñó mientras se acercaba para rodearlos con cautela, caminando en círculos a una distancia prudente mientras esperaba el momento idóneo para hacer su jugada. Durante un instante la bestia ganó ventaja y se situó encima de Brieno, echándole las manos al rostro con intenciones de arrancarle los ojos. Zatch vio su oportunidad y lanzó la cadena al cuello del adversario, dándole una vuelta para asfixiarlo y halando hacia atrás con toda la capacidad de sus brazos. El lobo tuvo que soltar al otro para llevarse las manos al pescuezo en un intento por aliviar la presión que lo asfixiaba. Zatch no cesó de tirar, con esperanzas de poder retenerlo lo suficiente, pero no fue así: Las cadenas se rompieron bajo la brutal fuerza del hombre bestia. Al menos el intento fallido le había dado tiempo a Brieno para que se recompusiese.
El zorro cayó hacia atrás y tropezó con los cuerpos apenas reconocibles de las jóvenes licántropos que había visto al llegar. Recordó que escaleras arriba acababan de perecer ambos vampiros, lo que daba un total de cuatro muertes... No, cinco, ya que dentro de la chimenea aún humeaba el pestilente cadáver del elfo. ¡La chimenea!
Corrió hacia allá y se inclinó hacia el fuego. El mango de la espada del muerto sobresalía fuera de las llamas y Zatch la tomó sin pensarlo dos veces. La larga hoja refulgía en un anaranjado candente, perfecta para ocasionar un daño terminal para cualquiera. Cuando estaba girando para regresar a la lucha vio sobre su cabeza al morral, que parecía observarlo con burla desde la altura. “-¡Tsk! Ahí estaba...” -Apretó las muelas hasta que le chirriaron, ¿qué hacer?- “Primero hay que deshacerse de esa maldita aberración” -Decidió, trotando hacia licántropo y lobo.
Pero se encontró con la misma historia. Ambos hombres parecían iguales en cuanto a capacidades y no se separaban; cuando uno intentaba escapar, el otro lo pinzaba con fuerza. No obstante, Brieno parecía ser el que más estaba sufriendo los ataques y el más proclive a ser doblegado. Su piel sangraba a borbotones y los párpados le pesaban sobre los ojos. El otro, a diferencia, mostraba los colmillos con una sonrisa masoquista y sardónica. Zatch tuvo la horrible certeza de que su compañero no aguantaría mucho más tiempo.
Y en ese instante tomó una decisión.
Tal como había hecho antes, se acercó con cautela y los rodeó con la espada fuertemente aferrada y los ojos entrecerrados, clavados en su presa. Los gruñidos, los gritos, la pestilencia, los rayos que tronaban fuera y la lluvia que percutía en el tejado; nada de eso existía para él. Paso a paso, seguía de cerca el encarnizado baile de los canes y sólo rompió el barullo para gritar: -¡Llévalo a la pared! ¡A LA PARED! -Brieno intentó seguir la indicación- ¡¡¡Suéltame, hijo de perrrra!!! -Aunque estaban a sólo un par de metros de la pared las embestidas le resultaban cada vez más dificultosas, por lo cual el zorro corrió tras él y le ayudó a empujar. Cuatro piernas son más fuertes que un par, y con su ayuda el licántropo consiguió acorralar al enemigo con su corpachón- ¡Eso, sostenlo ahí! ¡Sólo un momento más! -El hombre asintió, resistiendo con estoicismo las garras del otro clavándosele en las costillas. Zatch retrocedió y puso la espada frente a sí. Respiró profundo. Tomó impulso. Y ensartó la candente hoja en la espalda de Brieno, tan fuerte y tan rápido que pronto alcanzó también las entrañas del hombre bestia.
Nuevos gritos agónicos resonaron a lo largo de la mansión, y los cuerpos lobunos cayeron al suelo con un golpe seco. Dado que el calor de la hoja cauterizaba los cortes de inmediato, ni una gota de sangre se derramó. Los pequeños ojos amarillos del zorro descansaron por un momento sobre los de Brieno, inertes, fríos, sin brillo alguno. Y antes de darse la media vuelta para ir a rescatar su bolso, murmuró:
-Lo siento, amigo, no te lo tomes personal. De todas formas no habrías llegado mucho más lejos... Eras demasiado confiable.
Zatch
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 535
Nivel de PJ : : 2
Re: Nido de víboras [Mastereado][Asesinos]
Aquella lucha se llevó a cabo de tal manera que el astuto zorro pudo mantenerse convenientemente a salvo; Brieno daba todo de sí por mantenerse con vida contando con que el zorro sabría aprovechar el momento y poner fin a la disputa, de alguna manera le había tomado algo de aprecio y confianza a Zatch a sabiendas que era un completo desconocido. Los ojos de Brieno se llenaron de esperanza y una ligera sonrisa maliciosa se dibujaba en su rostro mientras sujetaba a su adversario pero para su sorpresa el plan de su compañero no incluía en ninguna parte el salvarse ambos de tan espantoso lugar.
Nunca se habría imaginado el licántropo que su final vendría justamente del único en ese lugar en quien había depositado su confianza; el zorro les atravesó a ambos con la hoja al rojo vivo; un par de espantosos gritos se hicieron presentes, uno de ellos acompañado de maldiciones y reproches -¡¡Maldito traidor!! ¡¡Desgraciado!!- Esputaba Brieno al tiempo que tosía sangre y apretaba los puños intentando sacar más fuerzas para encargarse de la treta que le había tendido su asesino, quien al parecer solo había buscado desde el inicio una manera para asegurarse su propia supervivencia.
Salpicando sangre en todas direcciones, los cuerpos de los dos moribundos se tambalearon hasta caer al piso uno sobre el otro y un largo y misterioso silencio se hizo presente adueñándose de la sala hasta que el mismo fue roto por los aplausos de Boris quien había permanecido oculto y vigilante de las acciones -Impresionante, señor... ¿Zatch?- Interrogó acercándose sin dejar de aplaudir de manera pausada y un rostro inmutable aunque caminaba sobre los cadáveres de los caídos.
Un estupendo trabajo, sin duda- Continuó mirando y haciendo un conteo de cadáveres -Puede ir por su bolso y las llaves- Señaló en dirección a donde colgaba el objeto; no sería difícil para el zorro alcanzarlas -Una será necesaria para salir de este lugar; otra la usará en su próxima misión- Explicó con el mismo carácter pausado -Y la tercera es un bonito recuerdo- Añadió finalmente a modo de burla aunque sin terminar de mostrar la sonrisa, era un hombre bastante serio. Se agachó cerca de los cadáveres para tomar una de las dagas y arrojarla a los pies del zorro -Eso es otro recuerdo, espero que pueda darle uso- Añadió metiendo las manos a sus bolsillos.
Repentinamente se dio la vuelta y avanzó hasta la salida en el tiempo que Zatch aprovechara de ir por su bolso -Espero volver a verlo... pronto... señor Zatch; como comprenderá, no podemos dejar rastros de la actividad de hoy- Fue lo último que se escuchó decir antes que la puerta principal se cerrara tras de sí; no pasaron más que unos segundos cuando la misma puerta comenzó a arder en llamas y no sería solo eso; apenas unos instantes después todo el frente se la casa estaba cubierto de llamas rojas que danzaban invadiendo todas las paredes a pesar de la fuerte lluvia, sin duda se trataba de magia y sería cuestión de tiempo antes que todo el lugar se colapsara en un vertiginoso incendio que se expandía rápidamente desde el frente de la casa.
∞ Zatch: Tan solo una respuesta más; en ella deberás narrar tu escape de la casa en llamas; todo el frente ha sido consumido así que deberás buscar la puerta trasera y encontrar la llave que la abre; podrás usar cualquiera de las tres y ésta desaparecerá una vez que haya sido usada; las otras dos permanecerán en tu poder hasta la próxima misión.
∞ Nota: Esa acción inesperada para eliminar a toda la competencia ha sido muy bien jugada, realmente has mostrado ser un asesino a sangre fría, al parecer has llegado al lugar correcto, aunque también puede que ganes más enemigos que aliados.
Nunca se habría imaginado el licántropo que su final vendría justamente del único en ese lugar en quien había depositado su confianza; el zorro les atravesó a ambos con la hoja al rojo vivo; un par de espantosos gritos se hicieron presentes, uno de ellos acompañado de maldiciones y reproches -¡¡Maldito traidor!! ¡¡Desgraciado!!- Esputaba Brieno al tiempo que tosía sangre y apretaba los puños intentando sacar más fuerzas para encargarse de la treta que le había tendido su asesino, quien al parecer solo había buscado desde el inicio una manera para asegurarse su propia supervivencia.
Salpicando sangre en todas direcciones, los cuerpos de los dos moribundos se tambalearon hasta caer al piso uno sobre el otro y un largo y misterioso silencio se hizo presente adueñándose de la sala hasta que el mismo fue roto por los aplausos de Boris quien había permanecido oculto y vigilante de las acciones -Impresionante, señor... ¿Zatch?- Interrogó acercándose sin dejar de aplaudir de manera pausada y un rostro inmutable aunque caminaba sobre los cadáveres de los caídos.
Un estupendo trabajo, sin duda- Continuó mirando y haciendo un conteo de cadáveres -Puede ir por su bolso y las llaves- Señaló en dirección a donde colgaba el objeto; no sería difícil para el zorro alcanzarlas -Una será necesaria para salir de este lugar; otra la usará en su próxima misión- Explicó con el mismo carácter pausado -Y la tercera es un bonito recuerdo- Añadió finalmente a modo de burla aunque sin terminar de mostrar la sonrisa, era un hombre bastante serio. Se agachó cerca de los cadáveres para tomar una de las dagas y arrojarla a los pies del zorro -Eso es otro recuerdo, espero que pueda darle uso- Añadió metiendo las manos a sus bolsillos.
Repentinamente se dio la vuelta y avanzó hasta la salida en el tiempo que Zatch aprovechara de ir por su bolso -Espero volver a verlo... pronto... señor Zatch; como comprenderá, no podemos dejar rastros de la actividad de hoy- Fue lo último que se escuchó decir antes que la puerta principal se cerrara tras de sí; no pasaron más que unos segundos cuando la misma puerta comenzó a arder en llamas y no sería solo eso; apenas unos instantes después todo el frente se la casa estaba cubierto de llamas rojas que danzaban invadiendo todas las paredes a pesar de la fuerte lluvia, sin duda se trataba de magia y sería cuestión de tiempo antes que todo el lugar se colapsara en un vertiginoso incendio que se expandía rápidamente desde el frente de la casa.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
∞ Zatch: Tan solo una respuesta más; en ella deberás narrar tu escape de la casa en llamas; todo el frente ha sido consumido así que deberás buscar la puerta trasera y encontrar la llave que la abre; podrás usar cualquiera de las tres y ésta desaparecerá una vez que haya sido usada; las otras dos permanecerán en tu poder hasta la próxima misión.
∞ Nota: Esa acción inesperada para eliminar a toda la competencia ha sido muy bien jugada, realmente has mostrado ser un asesino a sangre fría, al parecer has llegado al lugar correcto, aunque también puede que ganes más enemigos que aliados.
Ansur
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2001
Nivel de PJ : : 0
Re: Nido de víboras [Mastereado][Asesinos]
La repentina aparición de Boris causó en Zatch un sobresalto mucho más notable que el que podría haber sentido a causa de los insultos, maldiciones y gritos de su supuesto aliado. Brieno no era la primer persona que el zorro traicionaba a sangre fría, y bien sabía que tampoco sería la última. Y es que cuando se trataba de su propia supervivencia, la existencia de alguien más pasaba a no significar absolutamente nada para él... por lo menos mientras estaba en “modo automático”.
Se giró hacia el extraño hombre con gesto escueto, disimulando el hecho de que estaba en guardia ante el más mínimo ademán que presagiase un ataque. Sin embargo Boris no parecía querer dañarlo y elogiaba su desempeño en la matanza. Zatch no quería halagos, quería su maldito premio.
Mientras el tipo no dejaba de admirar los cuerpos muertos de sus adversarios los ojos ámbar de la bestia seguían al desconocido con precaución, mas cuando fue instado a recuperar su bolso no dudó en correr hacia el mismo y tomarlo con un buen salto. Lo abrió para asegurarse de que todo estuviese allí y sacó el manojo de llaves. Al voltear, vio una de las preciadas dagas que fue lanzada a sus pies. La tomó, limpió con el pelaje del antebrazo la sangre que la cubría y la envainó junto a la propia. -Pues gracias, es usted muy... -Lo que sería un venenoso comentario cargado de sarcasmo fue cortado a la mitad con un portazo. Zatch gruñó y caminó entre los cuerpos para recuperar su capa, que aún estaba colgada donde la había dejado al entrar. Pero cuando estaba echándose el manto encima y acomodando el morral en su cinturón, las llamas que lamían las paredes delanteras no pasaron desapercibidas. -¿¡Qué demonios!? ¡Tsk! ¡Hubiese preferido ahorrarme la salida dramática, imbécil! -Pero no tenía sentido gritarle a la puerta. Se echó la capucha sobre las orejas y corrió, llaves en mano, hacia la única puerta que logró ver. La puerta de atrás, también enorme y ornamentada pero menos espectacular que la de la entrada, se situaba bajo las escaleras y no parecía haber un escape más obvio.
El fuego avanzaba rápido y el humo no tardó en colmar el lugar. Tapándose la nariz con la gruesa tela verde de su capa, corrió evitando los pequeños trozos de empapelado y madera que caían desde lo más alto de las paredes. Al llegar a la puerta observó el llavero para descubrir que las tres llaves eran exactamente iguales y supuso que daba igual cuál usara. Sin mirar atrás, encajó la del medio y la giró, escuchando el bendito “crack” tras un par de intentos y abriendo el portón de una patada. La bocanada de aire que entró avivó las llamas al punto en que el zorro pudo sentir el fuego subiéndole por la cola. -¡Maldición! -Rugió, saliendo a la lluvia y echándose barro para apagarse, alejándose de la mansión entre improperios e insultos. Ciertamente no recordaría aquel lugar con mucho aprecio.
Miró hacia el cielo permitiendo que la lluvia limpiara parcialmente el sudor y la sangre que se le había endurecido en el pelaje. No era tan entrada la noche y no podía creer que sólo había transcurrido media hora desde su llegada; tardó más en encontrar su upelero que en finalizar la misión. Su rostro expresaba cansancio y los pequeños ojos de depredador lucían el brillo apagado de quien consigue una victoria a medias.
Acababa de obtener las llaves, la daga y la tan ansiada aprobación, pero un detalle lo molestaba como una espina en el zapato. Y ese detalle era la jodida imagen de los ojos de Brieno clavados en su memoria.
-Ya se te pasará... -Pensó mientras saltaba sobre el lomo de la montura y le hincaba los talones para que se echase a andar- ...Fue su culpa por meterse donde no debía.
Se giró hacia el extraño hombre con gesto escueto, disimulando el hecho de que estaba en guardia ante el más mínimo ademán que presagiase un ataque. Sin embargo Boris no parecía querer dañarlo y elogiaba su desempeño en la matanza. Zatch no quería halagos, quería su maldito premio.
Mientras el tipo no dejaba de admirar los cuerpos muertos de sus adversarios los ojos ámbar de la bestia seguían al desconocido con precaución, mas cuando fue instado a recuperar su bolso no dudó en correr hacia el mismo y tomarlo con un buen salto. Lo abrió para asegurarse de que todo estuviese allí y sacó el manojo de llaves. Al voltear, vio una de las preciadas dagas que fue lanzada a sus pies. La tomó, limpió con el pelaje del antebrazo la sangre que la cubría y la envainó junto a la propia. -Pues gracias, es usted muy... -Lo que sería un venenoso comentario cargado de sarcasmo fue cortado a la mitad con un portazo. Zatch gruñó y caminó entre los cuerpos para recuperar su capa, que aún estaba colgada donde la había dejado al entrar. Pero cuando estaba echándose el manto encima y acomodando el morral en su cinturón, las llamas que lamían las paredes delanteras no pasaron desapercibidas. -¿¡Qué demonios!? ¡Tsk! ¡Hubiese preferido ahorrarme la salida dramática, imbécil! -Pero no tenía sentido gritarle a la puerta. Se echó la capucha sobre las orejas y corrió, llaves en mano, hacia la única puerta que logró ver. La puerta de atrás, también enorme y ornamentada pero menos espectacular que la de la entrada, se situaba bajo las escaleras y no parecía haber un escape más obvio.
El fuego avanzaba rápido y el humo no tardó en colmar el lugar. Tapándose la nariz con la gruesa tela verde de su capa, corrió evitando los pequeños trozos de empapelado y madera que caían desde lo más alto de las paredes. Al llegar a la puerta observó el llavero para descubrir que las tres llaves eran exactamente iguales y supuso que daba igual cuál usara. Sin mirar atrás, encajó la del medio y la giró, escuchando el bendito “crack” tras un par de intentos y abriendo el portón de una patada. La bocanada de aire que entró avivó las llamas al punto en que el zorro pudo sentir el fuego subiéndole por la cola. -¡Maldición! -Rugió, saliendo a la lluvia y echándose barro para apagarse, alejándose de la mansión entre improperios e insultos. Ciertamente no recordaría aquel lugar con mucho aprecio.
Miró hacia el cielo permitiendo que la lluvia limpiara parcialmente el sudor y la sangre que se le había endurecido en el pelaje. No era tan entrada la noche y no podía creer que sólo había transcurrido media hora desde su llegada; tardó más en encontrar su upelero que en finalizar la misión. Su rostro expresaba cansancio y los pequeños ojos de depredador lucían el brillo apagado de quien consigue una victoria a medias.
Acababa de obtener las llaves, la daga y la tan ansiada aprobación, pero un detalle lo molestaba como una espina en el zapato. Y ese detalle era la jodida imagen de los ojos de Brieno clavados en su memoria.
-Ya se te pasará... -Pensó mientras saltaba sobre el lomo de la montura y le hincaba los talones para que se echase a andar- ...Fue su culpa por meterse donde no debía.
Zatch
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 535
Nivel de PJ : : 2
Re: Nido de víboras [Mastereado][Asesinos]
Finalmente la travesía del zorro llegaba a su final, aunque no sin antes poner a prueba sus habilidades de supervivencia, pues todo asesino debe contar con un avanzado instinto que le ayude a pensar rápido en situaciones complejas; de la casa tras él no quedó nada más que una pila de escombros, vestigios de la triste experiencia que había llevado al final de su vida a varios prospectos.
Inundado de un olor a sangre y muerte, fuego y caos, queda atrás el escenario de la tétrica matanza, una que podría resultar difícil de olvidar para cualquier persona normal, pero no para un asesino; muchos misterios quedaban por resolver, pero todas las respuestas llegarían a su tiempo, sobre todo el saber para quién debería trabajar.
Nada más que una pequeña daga le quedó en las manos al hombre-bestia, pero si algo saben hacer bien los asesinos es encontrar personas, así que más pronto que tarde recibiría seguramente una nueva carta con una misión que cumplir, sin espacio para fallar.
∞ Has completado los retos incluso mejor de lo que se esperaba y con ello te has ganado un lugar en esta organización.
∞ Próximamente has de recibir una carta con tu primera misión oficial de la organización a la que ahora respondes; aunque resulta recomendable no confiar en estas personas.
∞ Recibes la daga "Asesino de Asesinos", no te emociones, es una simple daga; pero no olvides agregarla a tu lista de tareas.
∞ Por tu desempeño recibes 20 puntos de experiencia y 350 aeros que ya han sido sumados a tu perfil.
Inundado de un olor a sangre y muerte, fuego y caos, queda atrás el escenario de la tétrica matanza, una que podría resultar difícil de olvidar para cualquier persona normal, pero no para un asesino; muchos misterios quedaban por resolver, pero todas las respuestas llegarían a su tiempo, sobre todo el saber para quién debería trabajar.
Nada más que una pequeña daga le quedó en las manos al hombre-bestia, pero si algo saben hacer bien los asesinos es encontrar personas, así que más pronto que tarde recibiría seguramente una nueva carta con una misión que cumplir, sin espacio para fallar.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
∞ Has completado los retos incluso mejor de lo que se esperaba y con ello te has ganado un lugar en esta organización.
∞ Próximamente has de recibir una carta con tu primera misión oficial de la organización a la que ahora respondes; aunque resulta recomendable no confiar en estas personas.
∞ Recibes la daga "Asesino de Asesinos", no te emociones, es una simple daga; pero no olvides agregarla a tu lista de tareas.
- Asesino de Asesinos:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
∞ Por tu desempeño recibes 20 puntos de experiencia y 350 aeros que ya han sido sumados a tu perfil.
Ansur
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2001
Nivel de PJ : : 0
Temas similares
» [CERRADO] Cómo sacar una rata de un nido de asesinos (Volviendo a casa - Capítulo 5) [interpretativo - libre]
» Nido de sierpes [Mastereado][Alward+Reivy]
» Con un pie fuera del nido[libre]
» Dos asesinos y tres dementes [Trabajo]
» [Misión] Llamados por la sangre [Gremio de Asesinos]
» Nido de sierpes [Mastereado][Alward+Reivy]
» Con un pie fuera del nido[libre]
» Dos asesinos y tres dementes [Trabajo]
» [Misión] Llamados por la sangre [Gremio de Asesinos]
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Hoy a las 14:43 por Eilydh
» Días de tormenta + 18 [Privado]
Ayer a las 23:14 por Iori Li
» Laboratorio Harker [Alquimia+Ingeniería]
Ayer a las 19:13 por Zelas Hazelmere
» Pócimas y Tragos: La Guerra de la Calle Burbuja [Interpretativo] [Libre]
Ayer a las 16:18 por Mina Harker
» El vampiro contraataca [Evento Sacrestic]
Ayer a las 05:53 por Lukas
» La Procesión de los Skógargandr [Evento Samhain (Halloween)]
Mar Nov 19 2024, 22:49 por Eltrant Tale
» Entre Sombras y Acero [LIBRE][NOCHE]
Mar Nov 19 2024, 22:42 por Cohen
» [Zona de culto] Altar de las Runas de los Baldíos
Lun Nov 18 2024, 12:29 por Tyr
» Susurros desde el pasado | Amice H.
Lun Nov 18 2024, 04:12 por Amice M. Hidalgo
» [Zona de culto] Iglesia del único Dios
Sáb Nov 16 2024, 21:38 por Tyr
» Enjoy the Silence 4.0 {Élite]
Miér Nov 13 2024, 20:01 por Nana
» Vampiros, Gomejos, piernas para qué las tengo. [Privado]
Mar Nov 12 2024, 04:51 por Tyr
» Derecho Aerandiano [Libre]
Dom Nov 10 2024, 13:36 por Tyr
» Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
Vie Nov 08 2024, 18:40 por Lukas
» Lamentos de un corazón congelado [Libre 3/3]
Vie Nov 08 2024, 01:19 por Tyr