Aerandir
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

Últimos temas
» El retorno del vampiro [Evento Sacrestic]
Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] EmptyHoy a las 14:43 por Eilydh

» Días de tormenta + 18 [Privado]
Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] EmptyAyer a las 23:14 por Iori Li

» Laboratorio Harker [Alquimia+Ingeniería]
Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] EmptyAyer a las 19:13 por Zelas Hazelmere

» Pócimas y Tragos: La Guerra de la Calle Burbuja [Interpretativo] [Libre]
Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] EmptyAyer a las 16:18 por Mina Harker

» El vampiro contraataca [Evento Sacrestic]
Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] EmptyAyer a las 05:53 por Lukas

» La Procesión de los Skógargandr [Evento Samhain (Halloween)]
Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] EmptyMar Nov 19 2024, 22:49 por Eltrant Tale

»  Entre Sombras y Acero [LIBRE][NOCHE]
Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] EmptyMar Nov 19 2024, 22:42 por Cohen

» [Zona de culto] Altar de las Runas de los Baldíos
Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] EmptyLun Nov 18 2024, 12:29 por Tyr

» Susurros desde el pasado | Amice H.
Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] EmptyLun Nov 18 2024, 04:12 por Amice M. Hidalgo

» [Zona de culto] Iglesia del único Dios
Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] EmptySáb Nov 16 2024, 21:38 por Tyr

» Enjoy the Silence 4.0 {Élite]
Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] EmptyMiér Nov 13 2024, 20:01 por Nana

» Vampiros, Gomejos, piernas para qué las tengo. [Privado]
Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] EmptyMar Nov 12 2024, 04:51 por Tyr

» Derecho Aerandiano [Libre]
Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] EmptyDom Nov 10 2024, 13:36 por Tyr

» Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] EmptyVie Nov 08 2024, 18:40 por Lukas

» Lamentos de un corazón congelado [Libre 3/3]
Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] EmptyVie Nov 08 2024, 01:19 por Tyr


Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado]

Ver el tema anterior Ver el tema siguiente Ir abajo

Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] Empty Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado]

Mensaje  Elen Calhoun Dom Ago 26 2018, 01:42

Los primeros rayos de sol llegaron para perturbar el descanso de la pareja, provocando que instintivamente, la de cabellos cenicientos tirase de las sábanas para cubrirse a medias el rostro, movimiento que hizo reaccionar al dragón. Alister entreabrió ligeramente los ojos y observó como la claridad avanzaba por el suelo de la habitación en dirección a la cama, arrepintiéndose de no haber comprobado las cortinas antes de irse a dormir, pero con todo lo que había pasado la noche anterior no podía culparse por aquel descuido. Todavía con un brazo alrededor de la cintura de su compañera, tiró un poco de ella y la estrechó contra su pecho, permitiéndose dejar de lado el problema de la luz durante unos segundos para darle un suave beso en la frente. - Buenos días. - susurró, en cuanto Elen se destapó la cara para mirarlo. - Buenos días. - respondió la vampira, cómodamente apoyada sobre su hombro.

- ¿Cómo te encuentras? - preguntó, levantándose ligeramente para poder examinar la zona sobre la que descansaba su cabeza. La huella de sus colmillos podía verse aún en la piel del cazador, justo por debajo de la clavícula, pero ya no salía sangre, y pronto su pócima de cicatrización sin marcas haría que desapareciese por completo. - Estoy bien, no te preocupes. - la tranquilizó el alado, dejando escapar un suspiro de resignación antes de obligarse a abandonar el lecho para ir a la ventana y correr las cortinas, detalle que los delicados ojos de la criatura de la noche agradecieron de inmediato. - Mucho mejor. - comentó la benjamina de los Calhoun, mientras se estiraba para luego volver a la misma posición. - Aún es pronto, quedémonos un rato más. - pidió en voz baja, y sin poder decirle que no, Alister volvió a recostarse a su lado y la envolvió con uno de sus brazos, perdiéndose en el agradable aroma a hierbas que desprendía su melena.

Aquellos momentos de calma que precedían a la tempestad eran los que más valoraba, los últimos meses habían sido bastante difíciles para ambos, pero incluso en mitad de una guerra, sabían encontrar algo de tiempo para ellos. Sin prisa, ya que no irían a ninguna parte mientras el sol reinase en el cielo, se quedaron abrazados en aquel modesto camastro hasta que el hambre asaltó al dragón, haciendo rugir sus tripas. - Bajemos a la taberna. - sugirió la centinela, esbozando una sonrisa. Dicho esto se incorporó hasta quedar sentada, echó un último vistazo a su amado y sin decir nada, se puso en pie y avanzó hacia una cómoda de madera en busca de una muda de ropa limpia para cambiarse.

En cuanto dio con las prendas básicas que conformaban su atuendo se encaminó hacia el baño y cerró la puerta tras de sí para asearse con tranquilidad, dando de paso a su compañero la oportunidad de preparar sus cosas, ya que sería el siguiente en entrar para adecentarse. Una vez listos bajaron las escaleras y saludaron amablemente al propietario del local, pidiéndole algo de comer y beber para iniciar el día de la mejor manera posible. - ¿Y bien? ¿cuál es el plan para hoy? - inquirió Alister, ocupando una de las mesas más apartadas, fuera del alcance de los brillantes rayos que se colaban por las ventanas. - Nada nos retiene aquí… Roilkat tiene problemas pero toda Verisar los tiene, debemos regresar a Lunargenta. - respondió la de cabellos cenicientos, poco antes de que el tabernero llegase para entregarles lo que habían pedido.

- Que aproveche. - dijo, colocando uno de los platos más alabados de la casa frente al cazador y una jarra opaca delante de la joven, junto con dos vasos, uno lleno de cerveza y el otro vacío. - Gracias. - replicaron los dos a la vez, esperando a que se marchase para empezar a desayunar. Elen tomó la jarra y vertió parte de su contenido en el recipiente vacío, llevándoselo a los labios casi al momento para degustar la sangre que le habían servido. Estaba bien conservada, como toda la que sus congéneres Nórgedos obtenían de personas voluntarias para alimentarse, pero a decir verdad no podía compararse con la de su acompañante, aunque existía la posibilidad de que la suya le gustase más por la relación que había entre ellos.

Los minutos pasaron, y el tranquilo ambiente del local les permitió mantener una amena charla sobre lo que harían en cuanto regresasen a Lunargenta, al menos hasta que una mujer entró en escena, avanzando tímidamente por la sala hasta la barra para intercambiar unas palabras con el propietario. El aroma que la envolvía era fuerte, olía a sangre seca y productos alquímicos, detalles que la criatura de la noche no pasó por alto, algo le decía que no estaba allí para llenar su estómago. - Me han dicho que una aliada de la guardia se hospeda aquí, ¿dónde está? - preguntó, consiguiendo que la expresión de la vampira se tornase seria. - Supongo que se refiere a la señorita Calhoun, ahí la tiene. - contestó el hombre, señalando con el dedo la mesa que la pareja ocupaba. - Y así se acabó la calma. - susurró Elen, consiguiendo que el dragón la mirase algo confundido.

- Disculpen la interrupción… - intervino, en cuanto se acercó a ellos. - ¿Fueron ustedes los que ayudaron a eliminar al causante de las desapariciones que estaban teniendo lugar en las afueras? - preguntó sin miramientos, para comprobar que estaba ante las personas correctas. - Así es. - reveló la benjamina de los Calhoun, consciente de que si la buscaban era para pedirle algo. - Necesito que vengan conmigo al hospital, algo extraño está pasando en los suburbios. - informó, pero daba muy poca información. - Explíquese. - pidió Alister, olvidando la idea de que podrían marcharse esa noche. - Es una extraña afección, bueno… no estamos seguros de ello, quizá tenga que ver con esos miembros del aquelarre que han estado deambulando por Roilkat últimamente. - empezó a decir, bajo la atenta mirada de la señora de sombras.

- El caso es que hace poco más de una semana encontramos a un hombre prácticamente al borde de la muerte tirado en un callejón cercano al hospital, lo atendimos de inmediato pensando que estaría herido a causa de alguna pelea pero no presentaba lesiones importantes, solo un golpe en la sien. - relató, juntando las manos a la altura de su vientre. - Tendría que haberse repuesto en un par de días pero aún sigue postrado en una de nuestras camas, apenas reacciona y no recuerda nada de lo que le pasó… - continuó, haciendo una breve pausa antes de seguir. - Lo peor es que no es el único, después de él aparecieron otros tres pacientes con los mismos síntomas, dos mujeres y un hombre, ya no sabemos qué hacer por ellos… cada dos días aparece un nuevo caso y no somos capaces de sanarlos con los medios que tenemos. - confesó, con tristeza. - Ayúdennos por favor. - pidió para terminar, sin apartar la vista de ellos.

- Mi situación no me permite abandonar este lugar hasta el anochecer, pero iremos al hospital en cuanto el sol se ponga. - aseguró Elen, dejando entrever los colmillos para que la enfermera pudiese entenderla. Agradecida, la mujer se despidió para regresar a toda prisa a sus quehaceres, confiando en que finalmente pudiesen desentrañar el misterio que envolvía todo aquello. A la pareja solo le restaba terminar su comida y descansar el resto del día, preparándose para lo que la pudiese pasar.



Off: Aquí comienza el tema, tengo pensada la trama y quién será el responsable, al cual introduciré más adelante, por ahora podemos buscar pistas acerca de lo que está pasando, cosa que no será fácil por el estado de las víctimas. Si tenéis cualquier pregunta al respecto mandadme mp ^^


Última edición por Elen Calhoun el Mar Oct 09 2018, 23:12, editado 2 veces
Elen Calhoun
Aerandiano de honor
Elen Calhoun
Cantidad de envíos : : 1954
Nivel de PJ : : 10

Volver arriba Ir abajo

Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] Empty Re: Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado]

Mensaje  Nuria Dom Ago 26 2018, 18:08

El viaje desde Baslodia hasta Roilkat había sido largo, Nuria estaba cansada. Tiempo atrás había dejado aquellos parajes desérticos en busca de otro comienzo con nuevas personas. Ser tachada de hacer brujería o de asesina no eran precisamente rumores positivos para una criada que gustaba de su oficio; recordaba muy bien haber sido mal vista cuando enviudó tan pronto. Esas eran las tierras que fugazmente le habían prometido sueños y estrellas, y que de la misma forma en la que se truncaron, eclipsaron las escasas metas de la criada. Nuria no sabía exactamente cuál era el motivo por el que Ircan quería ir a ese lugar específico, en un momento de valentía poco frecuente, le preguntó sobre su destino, obteniendo unas vagas explicaciones por parte de él y Toro, su siempre fiel acompañante. La caravana llegó a las murallas antes del atardecer. La joven miró hacia el sol y suspiró, aunque no era la hora pico, el calor era sofocante, había olvidado esos detalles en la ciudad del desierto.

Miró a sus compañeros y volvió a suspirar, como si se estuviese desinflando. Eran contadas las ocasiones en las que la joven estaba visiblemente tan afligida. No se trataba de la herida en su brazo que comenzaba a supurar, ella podía manejar hasta cierto nivel, el dolor físico. Abrazó la herida mirando el suelo, recordar la forma en la que épicamente cayó del carro intentando subirse, o la forma en la que acto seguido rodó hasta golpearse contra algo afilado que la dejó inconsciente, no era una de sus mejores memorias del presente inmediato tampoco. Levantó cobardemente la cabeza - Aquí me conocen como “la viuda”, “la bruja” y otros nombres…- Nuria levantó la cabeza para mirar a Toro y llamar su atención, entonces señaló sus propios ojos con sus dedos índices y medio y los de Toro en el mismo gesto un par de veces, era una advertencia que debería figurar como interpretar él mismo - El caso es que ¿estuve casada? – jugaba con sus manos como si se las estuviera lavando bajo agua invisible.

- Creí que era buena idea que lo supieran…- miró incómodamente hacia los lados, le gustaría escudarse bajo la capucha de Ircan o ser una parte de Toro. Suspiró. - Conozco un doctor que puede tratarme, no quiero ir a su casa porque está cerca de la de mi…- escondió su rostro de unos transeúntes y se acercó a Ircan, todavía no terminaba de superar los eventos de la mansión del vampiro. - Seguro que en el hospital podremos encontrarlo- Si Nuria era por lo general bastante distraída, en esos momentos parecía que era un animalito asustado que presta atención a todo y nada al mismo tiempo. Tomó la mano de Toro para darse valor y comenzó a guiar el camino conocido hacia el hospital, sin embargo, volver al hogar provoca en todos más de una reacción inesperada. Nuria sintió el olor de la comida de Roilkat y se detuvo un momento, con ojos divididos entre seguir un poco más –ya se podía ver el centro de salud- o detenerse en la siguiente posada y llenar su nostálgico estómago.

Miró a Ircan, no quería entrar sola, pero él era el más insistente en ir a tratar su brazo -¿Podemos pedir algo para comer mientras me curan? Se van a tardar y…- Por regla general, nunca le pedía nada a Ircan y siempre trataba de dar más de lo que recibía, pero durante ese crepúsculo, la joven se sintió un poquito egoísta. No era masoquista al punto de no querer ir a curarse, pero sabía que probablemente le dolería, el brazo y el bolsillo. Unos murmullos y personas reuniéndose alrededor de algo en un callejón oscuro hicieron que la criada desviara su vista, arrugó el entrecejo, oía algunas voces que sobresalían, comentaban cosas como “un nuevo caso”, “perdición” y “maldiciones”. Tragó saliva y buscó esconder de alguna forma su presencia. La imaginación de la criada creó varios escenarios caóticos, entre ellos ser una nueva víctima de fuera lo que fuera que estaba ocurriendo y/o ser vista por algunas de las personas mal intencionadas de su pasado que le relacionaran con lo que ocurría. Empalideció, necesitaba estar dento de cuatro apredes para sentirse más segura.
Nuria
Experto
Nuria
Cantidad de envíos : : 118
Nivel de PJ : : 0

Volver arriba Ir abajo

Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] Empty Re: Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado]

Mensaje  Ircan Dom Ago 26 2018, 22:14

El viaje a Balsodía podríamos decir que había acabado bien, aunque había supuesto un duro daño mental en una de mis amigas, Nuria. Pero eso no podía hacernos abandonar nuestro propósito. La guerra había levantado junto a ella otros males fuera del ojo de la tormenta, Lunargenta. Nuestro deber era ver como estaban las personas de otros lugares de la península. Ya lo habíamos hecho con éxito en Balsodia y ahora tocaba Rolkiat.

Tanto el viaje como la propia estancia fue dura para mi. No estaba acostumbrado para el calor del desierto y a la sequedad del ambiente. Mi mundo era el bosque y unas temperaturas medias-bajas, no aquel calor abrasador en medio de la nada que representaba el desierto al lado de la ciudad. El viento era fuerte pero caliente, lo que no ayudaba a mi situación por lo que intenté andar bajo la sombra de Toro mientras Nuria nos guiaba; al parecer era natural de aquel lugar.

La ciudad estaba más o menos preparada para soportar el calor: calles estrechas con los edificios muy cercanos para crear sombras y recubrimiento de blando para los muros de las casas con tal de reflejar la luz del sol; lo que no era bueno para mis ojos. Y al parecer no era la única persona incomoda en aquel sitio. Al parecer para Nuria aquello estaba suponiendo un gran esfuerzo, lo que me hizo sentirme mal conmigo mismo.

"Ya van dos veces seguidas que le pido algo mayor de lo que puede soportar..." me mordí los llaves molesto conmigo mismo pero sabiendo que volvernos atrás en aquel momento no valdría para nada.

-Una viuda que viste de negro... ¿Y no te llaman la viuda negra? ¡JA! - Toro como siempre soltó una de sus bromas con tal de relajar un poco la tensión. Pero esta no fue bien recibida por la criada, que le lanzó una amenaza muda. - Vale... Perdón...

Le eché una mirada de reprimenda al mercenario mientras que Nuria decidió sincerarse con nosotros contándonos uno de sus numerosos secretos que acompañaban a su enigmática figura.

-Vaya nunca lo hubiera imaginado... - mis ojos se abrieron como platos al saber la noticia, ¿era eso algo malo? - ¿Pero en que nos influye eso? Eres nuestra compañera. Todos tenemos un pasado... complicado. - añadí tanto para mi como para Toro pues sabía que tras la herida de ese ojo se ocultaba una oscura historia. -Bien. No perdamos más el tiempo. Te necesitamos en plenas condiciones físicas. - "y mentales" añadí mentalmente sin atreverme a decirlo en voz alta.

Y no lo decía por nada, pero la chica estaba más nerviosa de lo habitual. Al parecer temía que cualquier persona pudiera invadir de nuevo su intimidad, incluso personas que no existían pues se giraba una y otra vez hacía espacios vacíos. Sentía lastima por ella, debía de estar viviendo un verdadero infierno. Al menos, cuando se cogió de la mano de Toro pudo tranquilizarse, cualquiera lo haría si tuviera la protección de alguien como él, y comenzó a guiarnos por la ciudad hasta el hospital.

Cuando estabamos a punto de llegar a nuestro objetivo, en el momento en el que la tarde amenazaba con dar paso a la noche, a Nuria pareció entrarle hambre.

"Que oportuna..." - le miré sonriente al ver sus intentos de intentar atrasar lo inevitable, pues tenía que curarse o la cosa podía ponerse seria. - Toro se encargará... pero tu te quedas conmigo en el hospital. No te vas a... -

Nuria no me estaba escuchando, su atención estaba totalmente absorta en un lugar a escasos metros nuestra. Un lugar marcado por un corro de gente. Aquello daba muy mala espina.

-Toro... llévala dentro del hospital yo iré a ver que ocurre.

Toro tomó a la sirvienta por el brazo y la metió dentro del hospital mientras yo iba a examinar aquella confluencia de personas; unas personas muy temerosas y confusas. Haciendome sitio pude ver a una mujer con un feo golpe en la sien tendida en el suelo, inmovil mientras la gente no hacía nada para ayudarla. Al parecer temían algo sobre una maldición, ¡eso era absurdo!

-¿¡Qué haceís!? ¡Necesita ayuda!. - pero sólo yo me acerqué a aquella mujer con un atuendo de enfermera intentando cargármela a los hombros para llevarla al hospital. -Maldita sea. - sentí como el peso cuerpo del delgado cuerpo de la mujer caía a plomo sobre mi, haciéndolo más pesado de lo que parecía.

-¿Qué haces muchacho? - un hombre de avanzada edad intentó detenerme alzando su palma izquierda hacía mi. - Te estas jugando la vida. Esa mujer ayudo a otra persona con el mismo golpe y ahora... ahora mira como ha quedado... ¡Te estás poniendo dentro del punto de mira de la maldición! ¡Estás loco!

-¡Me dan igual esas cosas! - respondí a pleno grito mientras me alejaba consciente de que no podía perder el tiempo por el bien de la mujer. - ¡No voy a abandonar a una persona que necesite ayuda! ¡Y más si es una enfermera que cuida de la gente. Debería daros vergüenza, tratarla como un articulo de circo para cubrir vuestras aburridas vidas.

Puede que estuviera siendo demasiado duro, pero después de haber vivido en mis carnes la poca compasión y ayuda que había en este mundo cuando fui infectado por la pandemía, no podía ver a alguien en una situación similar a la mía que estaba siendo dejado de lado por todos.

Con paso firme y con la frente con ríos de sudor conseguí llevar de una forma bastante lenta a la paciente al hospital. Gracias a los dioses, cuando estaba a escasos metros de las puertas, salieron unos enfermeros para llevarse a su compañera mientras me daban las gracias no sin mirar asustados a la victima.

"¿Qué demonios está pasando en esta ciudad?"

Al entrar dentro del edificio pude ver a Nuria y a Toro en una esquina ocupándose de las heridas de Nuria; pese a que había varias camas llenas no había mucho trabajo para los sanitarios. Les saludé con la mano pero en aquel momento la emergencia era otra muy diferente.

-¿Quién manda en este lugar?- asalté a uno de los enfermeros que pasaba a mi lado.

-Es una mujer, pero ha salido. Debería estar al llegar.

No quedaba otra que esperar. Por lo que me acerqué a Nuria para ver como se encontraba.

-¿Mejor? - miré la herida de la joven y espere su reacción. - Antes de que lo preguntes... Al parecer ha habido algún tipo de pelea o accidente que esta siendo muy recurrente. Creo que esta vez el motivo de nuestra visita nos ha buscado a nosotros y no al revés.

Mientras intercambiaba mis impresiones con ello la noche comenzó a imperar en el mundo y varios minutos después traería consigo la llegada consigo de la encargada de aquel lugar y de...

-¿Elen? - pregunté más a mi mismo que a la joven acompañada de un hombre fornido. - Sí, eres tu. - después de lo vivido en el castillo de Lunargenta, podía confirmar con exactitud la identidad de la vampiresa mata vampiros. - ¿Qué te trae por aquí?

Una parte de mi instinto me dijo que a aquella mujer le movían los mismos motivos que a mi. No por nada teníamos el don de la oportunidad, como habíamos mostrado al embarcarnos en la peligrosa aventura de la fortaleza durante la guerra. Aunque puede que estuviera equivocado. Sólo la de cabellos cenicientos podía decidirlo.
Ircan
Honorable
Ircan
Cantidad de envíos : : 466
Nivel de PJ : : 4

Volver arriba Ir abajo

Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] Empty Re: Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado]

Mensaje  Elen Calhoun Mar Ago 28 2018, 01:48

- Ya podemos salir. - indicó Elen, en cuanto el sol terminó de ocultarse tras el horizonte, dejando la taberna tenuemente iluminada gracias a las velas y lámparas de aceite que había esparcidas por la estancia. La pareja aguardaba en la misma mesa que había ocupado a la hora del desayuno, y sobre esta descansaban los vacíos recipientes de la cena que acababan de tomar. - Pongámonos en marcha, cuanto antes encontremos al culpable mejor. - replicó el cazador, levantándose de su asiento para dirigirse hacia la salida del local. La criatura de la noche lo siguió de cerca, y una vez fuera aspiró el fresco aire nocturno, cerrando los ojos durante unos segundos antes de ponerse en marcha hacia su destino, el hospital.

El trayecto no fue largo, en apenas quince minutos dieron con el lugar en cuestión, percatándose inmediatamente de que como en muchas otras ciudades, los efectivos que tenían para atender a los enfermos no eran demasiados. Si la parte más cruda de la guerra llegaba hasta allí se verían desbordados, pero de momento parecían tenerlo todo bajo control, o al menos la mayor parte. - Por fin llegan, los estábamos esperando. - dijo una mujer, acercándoseles por uno de los costados. Su atuendo dejaba claro que trabajaba allí pero no era como el de la enfermera que había venido a buscarlos durante la mañana, tenía algunos detalles diferentes que hacían pensar que podría tener un rango algo mayor dentro de la institución. - Vengan conmigo, rápido. - instó, encaminándose hacia la entrada del edificio a toda prisa. - ¿Qué ocurre? - se atrevió a preguntar la de ojos verdes, que podía sentir el acelerado corazón de la dama bombeando sangre a todo su cuerpo.

- Es Vivienne, la curandera a la que mandé a buscar su ayuda… no regresó al hospital como debía, llevo toda la tarde registrando las calles y justo ahora me han informado de que la han encontrado cerca de aquí… pero parece que se ha convertido en otra víctima del mal que se extiende por Roilkat desde hace días. - explicó, cruzando el umbral de la puerta principal para acto seguido escrutar los pasillos con la mirada en un intento por dar con su empleada. La expresión de la centinela se tornó más seria de lo normal, al tiempo que maldecía mentalmente las limitaciones que su naturaleza le ponía. - Si la hubiese acompañado esto no habría pasado. - se dijo interiormente, comenzando a sentirse algo molesta con la situación, sobre todo porque de momento, los sanadores del lugar no habían hallado ningún medicamento ni pócima capaz de restaurar la salud de sus pacientes.

- Llévenos con ella, si queremos averiguar qué está pasando necesitaremos pistas. - intervino Alister, adelantándose a su compañera. La encargada los guió a través de un largo pasillo, pero poco antes de que llegasen a la sala en que se estaba manteniendo a los afectados por aquella “maldición”, como algunos lo llamaban ya, un par de rostros conocidos hicieron que la joven se detuviese. - Ircan… Toro… - musitó, desviando la vista del espadachín al hombre bestia, junto al cual también se encontraba una mujer, desconocida para ella. Que se reencontrasen allí tras lo sucedido en el castillo era cuanto menos, una extraña coincidencia, pero no desagradable sino todo lo contrario, el enorme guerrero había conseguido caer bien a la vampira durante el asedio a la fortaleza, y aunque Ircan había padecido el poder de la corona del dominador, estaban del mismo bando.

El encapuchado no dudó en preguntarle qué hacían allí, y teniendo en cuenta que no podían perder mucho tiempo, la benjamina de los Calhoun se limitó a dar la información estrictamente necesaria. - Nos han llamado por unos ataques que están teniendo lugar en la ciudad desde hace algo más de una semana, ahora íbamos a examinar a la última víctima. ¿Y vosotros? - inquirió, mientras la responsable del hospital seguía avanzando y abría de par en par las puertas de una sala cercana. - Dense prisa por favor. - pidió la dama, cruzando una angustiada mirada con la centinela y su acompañante. - Disculpad, quizá podáis ponernos al día un poco más tarde. - comentó, al tiempo que dirigía sus pasos hacia la habitación, con el dragón a su lado.

El ambiente que había en el interior era bastante desesperanzador, de las ocho camas que había cinco estaban ocupadas por las víctimas, todas ellas inconscientes y estrechamente vigiladas por varios miembros del hospital, que seguían intentando en vano hacerlos reaccionar. Hasta entonces su único avance había sido despertarlos por poco más de diez minutos gracias a un brebaje preparado por la alquimista de la institución, pero conscientes de que no les sacarían nada en ese escaso período de tiempo, dedicaban aquellos preciados minutos diarios a alimentar e hidratar a los enfermos para que no muriesen.

Sin decir nada, la de cabellos cenicientos cruzó la sala hasta llegar a la cama de Vivienne, justo para ver cómo terminaban de aplicarle un ungüento en la zona posterior de la cabeza, en el punto exacto en que la habían golpeado para que perdiese el conocimiento. - Apenas noto su corazón, está muy débil. - susurró, de modo que solo Alister y la encargada pudiesen escucharla. Básicamente la habían dejado al borde de la muerte, pero ¿cómo podían haberlo hecho con un simple impacto? Y lo que le preocupaba aún más, ¿por qué?

¿La habría visto el culpable yendo a la taberna para hablar con ellos? ¿Acaso temía ser descubierto? Podía ser una razón, pero si deseaba mantenerse en el anonimato ¿por qué abandonaba a aquellas personas donde pudiesen ser encontradas? ¿eran sus remordimientos los que lo empujaban a hacerlo? Elen tenía demasiadas preguntas, y por desgracia, ninguna respuesta. - ¿Podéis despertarla? - preguntó el alado, echando un vistazo a la estancia y calculando si tenía espacio para transformarse. En su forma bestial, Alister poseía un agudo sentido del olfato que con suerte los guiaría hasta su objetivo, pero no podía iniciar el proceso de metamorfosis allí dentro, no mientras hubiese tantos pacientes indefensos a su alrededor.

- Sí, pero solo durante unos minutos. - respondió uno de los médicos que atendían a la mujer, tomando al instante un pequeño frasco que descansaba sobre la mesilla de noche y destapándolo para acercarlo a los labios de la enfermera. El líquido bajó por su garganta y tardó un poco en hacer efecto, pero lentamente, los ojos de Vivienne empezaron a abrirse, observando con confusión cuanto la rodeaba. - ¿Q..Qué ha… pasado? - consiguió formular, con esfuerzo. - Te han golpeado en la cabeza. - contestó su superior, sin querer abordar el tema directamente. - Vivienne quiero que intentes apretarme la mano, ¿puedes hacerlo? - indicó Elen, pero el bajo nivel de energía de la curandera le impidió hacerlo. - ¿Recuerdas algo? Cualquier cosa servirá. - añadió tras ver el alcance que aquel mal tenía sobre ella. - Solo sé que salí de la taberna… después de eso todo está borroso. - confesó, haciendo acopio de buena parte de las fuerzas que le quedaban solo para hablar.

- Prueben con una pócima revitalizadora, hasta que no mejore su estado no sacaremos nada en claro. - soltó, apartándose de la cama y examinando al resto de los afectados, quizá el primero se hubiese recuperado lo suficiente como para darles alguna pista.
Elen Calhoun
Aerandiano de honor
Elen Calhoun
Cantidad de envíos : : 1954
Nivel de PJ : : 10

Volver arriba Ir abajo

Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] Empty Re: Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado]

Mensaje  Nuria Miér Ago 29 2018, 05:35

A ella no le gustaba que él se pusiera en plan jefe. Técnicamente, Ircan era su empleador, pero Nuria no sentía que necesitaba una nana extra grande que la llevara al hospital con tal de asegurarse de que se cure. Al menos podía ir sola al médico ¿no? Lo único que quería era llenar su estómago, más no pudo hacerlo. La criada sabía que Toro seguía las órdenes del licántropo a rajatabla, por lo que ni siquiera intentó oponerse a sus voluntades. Eso sí, le aplicó el tratamiento del silencio por toda la estancia en el hospital al hombre bestia. Toro podía llegar a ser muy bruto con esas manos gigantes que tenía, y ella no estaba para nada contenta con ninguno de los dos hombres. Ignoraban sus deseos y no sabían cómo tratar a una mujer. Pero lo que la tenía de peor humor, era estar con el estómago vacío. Ella podía soportarlo todo y ocultar casi todas sus emociones, menos el hambre. Se ponía gruñona cuando su estómago estaba vacío, se le notaba entre las dos cejas: se le formaba una pequeña “v”.

En el centro de salud no tardaron en atenderle, le había tocado un equipo diligente que no tardó en diagnosticar una “infección debido a herida cortante en brazo derecho producida por objeto contundente y sin higienizar. Tratamiento: desinfección y sutura. Pócima cicatrizante a elección”. Nuria estaba atenta a lo que pasaba allí dentro. Siempre le había llamado la atención todo lo relacionado a curar personas y sentía que entendía gran parte de lo que allí sucedía, era parte de algo. Sus ojos bailaban alrededor de los pacientes, mientras prestaba oídos a todo lo que pudiera absorber. Estaba tan absorta en ese mundillo de medicina y pestilentes heridas, que tardó en darse cuenta de la presencia de Ircan. Cuando lo hizo, fijó sus ojos en él y lo miró seriamente, aún no decidía si hablarle o no, pero veía que estaba más sudado de lo que debería. Su oficio le impelía levantarse y limpiarle la frente, preguntarle qué había pasado y por qué estaba así. No obstante, por el momento desvió su mirada, intentando encontrar en su ser a la “Nuria de siempre”.

Habían pasado tantas cosas desde su reencuentro, que con horror, la joven se dio cuenta que no recordaba cómo era ser la “Nuria de siempre”. Miró a Toro con ojos girantes y perplejos, como si él tuviese alguna respuesta. La enfermera que la atendía, terminó de suturar junto con el efecto del sedante local que le habían administrado. -Auch- se quejó por lo bajo, de haber estado atenta a su propio procedimiento se hubiera podido morder el labio o parecer mejor preparada. Pero tenía, como siempre, la atención desviada en otros puntos; muy interesante todo eso de curar, pero no a su persona, sino a los demás. La mujer sonrió y le dio una palmadita en la espalda -¿De verdad no quieres la pócima de cicatrización?- preguntó con la expresión dividida entre lástima y curiosidad. La criada negó con la cabeza -Ya me ocuparé yo. Sólo tengo que ventilarla un rato todos los días ¿verdad?- preguntó, con seriedad. Estaba luchando contra un leve mareo, por lo que se encontraba más pálida que de costumbre -Así es, si tienes que lavar la herida, que sea con agua que ya ha sido hervida. Y nada de tensionar el brazo. Los puntos te los quitaremos en unos días-.Nuria asintió, pero en su interior sabía que no volverían a verla por esos lares por un largo tiempo.

La aparición de la mujer de cabello blanco y el sorpresivo saludo entre los presentes hizo que la humana se sintiera excluida. La fémina era obviamente una guerrera como Ircan y como Toro, Nuria no era más que una simple humana que se lastimaba gratuitamente y se tropezaba con sus propios pies. Además ella estaba muy bien dotada y era toda una mujer hecha y derecha. La criada bajó su mirada a su pecho y luego al de la recién llegada, apretó los labios y decidió mirar al hombre que se movía de una forma protectora al costado de la dama, evidentemente intentando borrar cualquier imagen mental que se le hubiera cruzado. Fue entonces cuando decidió que ella sobraba en toda la explicación y decidió ir a comprar los remedios de la lista que le había dado la enfermera, así ahorrarían tiempo y podrían irse para cuando Ircan terminase sus asuntos allí.

Cuando regresó masticando un bollo gigante que llevaba entre sus manos, encontró a Toro fuera de una habitación. Se puso tras él y asomó su cabeza con curiosidad. Dentro estaba la voluptuosa mujer de silueta grácil con el mismo hombre de barba y bigote. Parecían observar con detenimiento a las personas de las que hablaban anteriormente. Nuria dio un paso al frente tratando de entrar a mirar, pero los guardas que custodiaban la habitación la detuvieron. La joven intercambió miradas silenciosas con el personal y luego hacia dentro, como si fuese un cachorrito perdido. Si Toro estaba allí, por algo sería. Aunque el bollo estuviera calmándola, aún se sentía bastante terca. -No entienden, necesito entrar…- les pidió, poniendo gesto desesperanzado y mirada buena. No obtuvo más que otra silenciosa negativa. Claramente, la de los cabellos blancos tenía bastante influencia, Nuria pensó que no sería de extrañarse si Ircan decidía seguirla de ahora en más. Ella misma, de estar en su lugar, probablemente lo hacía. Mejor irse preparando mentalmente para ello. Dejó salir el aire con fuerza y mordió el bollo, arrancándole un buen pedazo para rumiarlo lentamente, igual que la forma en la que se movían sus pensamientos.

- ¿Nuria?

La joven conocía la voz del médico que estaba en la sala, había trabajado para él años atrás. Le hizo adiós con una mano y le sonrió. Acto seguido miró a los guardas, su expresión tan solemne que parecía inocente. Era obvio que de una forma u otra, tenía que estar dentro de esa sala. Se volvió para darle una mirada de despedida al coloso Toro, aún no le había perdonado.

-¿Qué haces aquí? Te hacía lejos desde… el incidente. No es seguro, deberías irte- La recomendación era bien intencionada, pero él conocía aquella mirada y ella la de él.

-Tú sabes algo Terrence ¿qué es?

Mordió el bollo con tanta violencia que parecía estar amenazando a su antiguo jefe de una forma muy poco sutil.
Nuria
Experto
Nuria
Cantidad de envíos : : 118
Nivel de PJ : : 0

Volver arriba Ir abajo

Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] Empty Re: Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado]

Mensaje  Ircan Jue Ago 30 2018, 01:48

La llegada de Elen y Alister no nos ayudó mucho en descubrir que estaba pasando, sólo pudimos saber que ellos llevaban el caso y que nosotros estábamos fuera; obviamente no podíamos en competir en fama con la centinela. No tardaron en llevarla a una sala privada dónde estaban el resto de victimas mientras que a nosotros nos prohibieron la entrada. Resoplé mirando con odio al guardia. ¡Nosotros habíamos encontrado a la ultima victima! ¡Teníamos derecho a saber que estaba pasando! Pero todo era inútil, el guardia era inflexible y amenazó con llegar a mayores empuñando con fuerza la empuñadura de su alabarda. Entonces lo deje por perdido, pero no me iba a rendir. Cuando me giré para buscar a Nuria y a Toro para investigar por nuestra cuenta me encuentro sólo con el hombre bestia.

-¿Dónde se ha metido Nuria?

El hombre bestia se encogió de hombros y señaló la puerta de entrada.

-Parecía algo enfadada. Creo que le ha molestado que al final no compráramos nada para comer...- esbozó una sonrisa, seguramente le parecía divertida la cara que se me había quedado con la noticia.

Me llevé la mano al rostro y negué sin comprender los movimientos aleatorios de la criada.

-Mujeres... - susurré para mi. - Bueno, no pasa nada. Cuando vuelva buscadme en el lugar del ataque. Voy a ir a investigar ahora que el rastro seguirá caliente. Y...- le lancé una bolsa con aeros a Toro. - si aún no ha comprado algo para comer compra para los tres. Yo también tengo hambre.

Dicho eso, me encaminé a la puerta y salí a la ciudad, buscando volver al lugar del incidente.

De camino fui pensando tanto en las causas del ataque como de la condición en la que había quedado la mujer con muestras de un único golpe. ¿Qué tipo de arma podía hacer eso? Y más aún, ¿como de grave era ese estado como para que en las calles se hubiese comenzado a catalogar de "maldición?

La verdad es que era una situación muy extraña y en mi experiencia como herrero no conocía un arma que pudiera hacer eso, así que sólo quedaba como opción que dicha arma estuviera impregnada de algún componente alquímico, campo que desconocía, o de algún elemento mágico o arcano, cosa que me quedaba más cerca aunque no mucho por aquel entonces.

Inmerso en mis pensamientos no me di cuenta de todo el trayecto que había realizado hasta que casi me choco contra una de las paredes de la escena del crimen.

-Veamos... - intentando ignorar el "pequeño" despiste antes de que algún transeúnte se diera cuenta comencé a mirar detenidamente el lugar del incidente. - La mujer estaba tirada aquí cuando la encontré... - intenté imaginarme en mi mente el lugar que ocupaba el cuerpo. -Estaba tumbada completamente de espaldas, así que el ataque lo más probable es que viniera de frente, ¿habrán forcejeado? Si le hubiese arrancado cualquier parte de su vestimenta podría... - maldije en voz baja por no tener acceso a la victima, eso me facilitaría mucho las cosas. -Sigamos... En el caso de que el agresor estuviera de frente... estaría... - visualicé el cuerpo del susodicho enfrente de la victima portando su enigmática arma. -¿Pero por qué no matarla? ¿Por qué dejarla en ese estado? ¿Por que hacerlo cuando aún hay luz?, alguien debe de haber visto algo seguro.

El lugar estaba demasiado contaminado como para seguir un rastro de olor sin tener ninguna muestra del criminal. Mucha gente había pasado y la mezcla de olores no iba a llevarme a un sólo individuo, y más sin saber una aproximación de su aspecto y complexión.

-Un momento... - vi un pequeño frasco de cristal a unos metros de la escena, no era algo muy corriente de ver. Bien podría ser de un perfume caro pero... ¿y si no?

Al recogerlo me permití olerlo, mala idea, el olor era demasiado fuerte y pútrido como para ser un perfume. Sin embargo, no era un olor que pudiera percibir en la escena del crimen, ¿por qué?
Ircan
Honorable
Ircan
Cantidad de envíos : : 466
Nivel de PJ : : 4

Volver arriba Ir abajo

Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] Empty Re: Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado]

Mensaje  Elen Calhoun Vie Ago 31 2018, 22:22

- ¿Cuál de ellos fue el primero en aparecer? - preguntó la centinela, alzando la vista hacia la encargada del hospital, que de inmediato los guió hasta la cama que ocupaba la esquina del cuarto. - ¿En qué estado se encuentra? - volvió a formular, inclinándose sobre el individuo en cuestión para poder examinarlo con detenimiento. Su pulso era solo un poco más constante que el de la enfermera a pesar de los días que llevaba internado y recibiendo cuidados, aparte de es lo único que lo diferenciaba del resto era que su herida estaba curada por completo. - El mismo de los demás, nos cuesta menos despertarlo pero no es capaz de moverse y tampoco recuerda lo que le pasó. - explicó, cruzando los brazos sobre el pecho con la tristeza reflejada en el rostro, aquella mujer estaba realmente desesperada, necesitaba una solución.

- Cinco víctimas en un corto lapso de tiempo y que ninguna de ellas pueda aportar pistas de su agresor… demasiada casualidad. - comentó el cazador, frunciendo el ceño ligeramente, aquel misterio no iba a ser fácil de resolver. - Dudo mucho que esto sea fruto de la casualidad, un golpe como el que presenta Vivienne no debería ser suficiente para borrarles la memoria, aunque sí bastaría para dejarlos inconscientes. - soltó Elen, acercando una mano al cuello del hombre para comprobar que tal como imaginaba, sus pulso no era lo único débil que tenía. Apenas podía percibir su energía, no había ningún flujo o aura a su alrededor, prácticamente estaba muerto en vida, y si no se daban prisa sus escasas fuerzas desaparecerían, mucho habían durado ya.

- ¿Tenéis algún elfo entre los curanderos? - inquirió, clavando sus brillantes ojos verdes en los de la directora de la institución. - No, hace algunos meses teníamos a uno pero se marchó a Lunargenta en cuanto estalló la guerra para dar apoyo al hospital del puerto. - explicó la morena, algo cabizbaja. - Entonces buscad a cuantos podáis, enviad mensajeros a las ciudades vecinas y que vengan de inmediato, sospecho que solo su magia podrá darles alguna oportunidad de sobrevivir. - indicó la benjamina de los Calhoun, incorporándose de nuevo a tiempo de ver como la acompañante de Ircan y Toro, cuyo nombre aún desconocía, conseguía entrar en la estancia y se ponía a hablar con uno de los médicos. - Así lo haré. - replicó la encargada, asintiendo con la cabeza. - Las víctimas, ¿sobre qué horas fueron encontradas y dónde? - volvió a retomar la conversación la joven, centrándose en recabar toda la información posible antes de abandonar el edificio para ir tras el responsable.

- A excepción de Vivienne, a la cual encontraron en un callejón cercano hace apenas una hora, los demás aparecieron al amanecer, en la zona norte de los suburbios. Los guardias que custodian la habitación tienen un mapa de la ciudad con los puntos exactos en que estaban y han hablado con las familias, quizá puedan darles alguna pista. - contestó, intentando ayudar en todo lo que podía. - Gracias, eso será útil. - dijo la vampira, despidiéndose al instante para cruzar la sala hasta la puerta, donde Toro aguardaba a que lo dejasen pasar. - ¿Qué crees que está pasando? - le preguntó Alister en un susurro mientras caminaban hacia la posición del hombre bestia. - Alguien les ha arrebatado casi toda su energía vital, no sé cómo, pero los ha dejado en un estado del que no podrán salir sin la magia curativa de los hijos del Sandorai. - musitó ella en respuesta, sin dejar de pensar que el aquelarre tenía que estar detrás de todo aquello, cuán equivocada estaba.

- ¿Y lo de la memoria? - prosiguió el alado, con curiosidad. - El golpe no es la causa, creo que les han administrado algo, puede que les hayan dado algún brebaje de Thomyr o estrella del tiempo, eso podría haberles hecho olvidar lo ocurrido. - explicó, revelando sus sospechas. Por un momento el pasado asaltó a la señora de sombras, trayendo a su mente un recuerdo de cuando aun siendo una bruja, se llegó a plantear utilizar aquellas hierbas para que el dragón se olvidase de ella y siguiese su propio camino. - Que estúpida fui. - se reprochó interiormente, dando gracias a que sus investigaciones la hubiesen llevado a la conclusión de que una dosis lo suficientemente grande para borrar parte de la memoria a largo plazo del cazador también podría acabar con él, motivo por el cual descartó la idea.

Apartando aquellos malos pensamientos de su mente, la de cabellos cenicientos llegó hasta los guardias de la entrada y les pidió que le entregasen el mapa que la encargada había mencionado, desplegándolo al momento para intentar determinar la zona de actuación del sujeto. Acto seguido preguntó a ambos por lo que las familias les habían contado acerca de las víctimas, cuándo habían sido vistos por última vez antes de los ataques y a dónde se dirigían, detalles que Toro también podría escuchar gracias a su cercanía. - ¿No te apetece un poco de acción? Alguien está causando problemas y vuestra ayuda podría venirnos bien, así cubriríamos más terreno. - soltó, mirando al imponente guerrero. Ircan no estaba en el hospital, o al menos no lo veía allí, pero seguramente no costase mucho convencerlo para que se uniese a la caza, y si la mujer que los acompañaba accedía serían cinco en vez de dos, lo que duplicaría sus posibilidades de dar con el culpable antes de que se produjese un nuevo caso.

- Mierda, tenemos que salir de aquí,  si queréis uniros a la búsqueda os esperamos fuera. - indicó tendiéndole el mapa mientras sus dedos comenzaban a cambiar, volviéndose más alargados y blanquecinos. En cuanto Toro tuvo en su poder el pergamino, Alister la tomó de la mano y tiró de ella hacia el exterior a toda prisa, consciente de lo que iba a pasar y de que en un lugar como aquel había demasiados enfermos que no serían capaces de defenderse de la creación del Hombre Muerto. Una vez fuera comenzó a transformarse tan rápido como pudo, mientras las sombras del Nigromante envolvían a su compañera y la convertían en aquella criatura llena de odio que de vez en cuando, tomaba el control de su cuerpo.

La proyección elemental del reptil evitó que el oscuro ser pudiese abalanzarse sobre los transeúntes, que con terror, observaron la escena desde cierta distancia, no todos los días eran testigos de algo semejante, y al parecer, su instinto de supervivencia debía estar por debajo de su curiosidad. La barrera de fuego que rodeaba al monstruo se fue estrechando lentamente, obligando a su prisionera a agacharse y hacerse un ovillo sobre los fríos adoquines de piedra de la calle, hecho que por supuesto, no le agradó en absoluto. Gruñó varias veces, se revolvió y trató de buscar una escapatoria a aquella brillante jaula de llamas, pero no había ninguna, y en cuanto sus energías menguaron lo suficiente, la de cabellos cenicientos volvió a hacerse con la situación, regresando a la normalidad para sorpresa de los mirones, que no entendían como de un ser de pesadilla podía surgir una mujer.

La maldición de Flagg no la dejaba en paz en ningún momento, pero al menos mientras se mantuviese cerca de su amado estaría a salvo, él podía detenerla antes de que cometiese algo de lo que pudiese arrepentirse.

***


- ¿Qué más puedo hacer amor? ¿cómo puedo acabar con tu tormento? - se preguntó Fëanor, sosteniendo la mano de su esposa entre las suyas y con los ojos anegados en lágrimas. Su adorada Lyza había caído enferma dos semanas antes por culpa de la pandemia que aún deambulaba por Verisar, y desde entonces no había mejorado en absoluto. Sus primeros intentos por sanarla habían fracasado, y consciente de que al tratarse de una humana aquel mal podía arrebatársela con facilidad, el elfo hizo lo único que estaba a su alcance, mantenerla viva a costa de arrebatar a otros la energía que a ella le faltaba.

Tendida sobre una modesta cama, en una casa de las afueras, la joven de vibrantes ojos azules y cabellos castaños se consumía con el paso de los días ante la triste mirada de su marido, su compañero, el hombre que había abandonado Sandorai por ella y que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para conservarla a su lado. Sin embargo, cada vez necesitaba salir más a menudo a por “donantes” para evitar que el proceso de la enfermedad continuase, la trabajadora del hospital a la que había atacado a plena luz del día cargaba con el desgaste de varios días de trabajo casi ininterrumpidos y no había aportado mucho, así que pronto tendría que volver a las calles para encontrar a otra persona. Puede que incluso tuviese que hacerlo en mitad de la noche para asegurarse de que Lyza despertase al día siguiente.




Off: Alister usa proyección elemental.

Aquí os presento al "malo" de la historia, aunque como veréis no es un malo al uso sino más bien un hombre desesperado. Fëanor es un elfo experto en curación mediante transmisión de enegía desde la naturaleza o como se ve en la foto de abajo, de un ser vivo a otro semejante. Mi intención es no matarlo pero claramente tenemos que detenerlo antes de que siga por ese camino.
Fëanor y Lyza:
Elen Calhoun
Aerandiano de honor
Elen Calhoun
Cantidad de envíos : : 1954
Nivel de PJ : : 10

Volver arriba Ir abajo

Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] Empty Re: Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado]

Mensaje  Nuria Dom Sep 02 2018, 03:20

-Sólo rumores… Hay quienes afirman que alguien está creando un monstruo, un ser oscuro
-No entiendo Terrence. ¿Qué tiene que ver un monstruo con todas estas personas?
- ¿No lo ves? Les está quitando la vida para vaciársela a ese engendro
-Um hmmm…

Nuria le dio otra mordida a su bollo y se despidió del hombre, sabía que el médico era influenciable. Tal vez no debió preguntarle, pero al menos estaba más cerca de la información a la que accedió la conocida de Ircan. No era propio de la criada escuchar conversaciones, pero era más que simple curiosidad propia, se trataba de vidas ajenas y sabía que debía hacer lo correcto. En el fondo comprendía muy bien que el hombre con el que viajaba, no tendría su nariz lejos del asunto, por lo que sería mejor tener todos los ángulos posibles de la verdad. Fue tras de la pareja en silencio, quería llamar su atención de alguna forma para iniciar una conversación, pero sus intentos fueron fútiles, ellos estaban inmersos en su propio mundo de acción, donde su pequeña voz no alcanzaba.

Tenía una vaga idea de la zona en donde la o las personas, tras de los incidentes podría estar operando. -Um… Hmm- se aclaró la garganta y quiso llamar la atención de la señora de los cabellos blancos o del señor a su lado, pero lo único que logró fue circunvalar su posición sin lograr nada. El apuro impelía al hombre y la mujer. Nuria miró a Toro, entrecerró los ojos, terminó su bollo y observó el mapa. Dio un salto e intentó quitárselo para corroborar sus sospechas, pero no logró más que algunas risas de espectadores indeseados. - Está bien, vamos por Ircan- dijo en un suspiro. Su estómago se quejó - Y compremos algo más en el camino- agregó con su rostro sonrojado. Se agarró del cinto del hombre bestia, aún necesitaba un poco de ayuda para tener el valor de salir fuera sola.

►   ►   ►  

Ella se arrebujó bajo sus ropajes, conocía muy bien el frío de la noche en los arenales, pero hacía años que no los sentía en carne propia, ni siquiera estaba preparada para toda esa expedición. Secretamente, Nuria se sentía alegre por estar en el campo de batalla esa vez, al lado de Toro e Ircan. Tal vez pudiera serles de ayuda incluso. Con tres raciones extra grandes de carne asada que compraron en el camino, se encontraron con Ircan. Toro y él se pusieron al día con la información. Momento en el que la criada aprovechó para escudriñar el mapa.

- Probablemente esté en las inmediaciones de la granja Dodger, ellos crian Tamedos. Tal vez debamos ir hacia allá para buscar pistas, puede que el o los culpables de estos sucesos viva allá… um hmm… Si vemos el mapa hay cierta tendencia hacia allí…

Nuria se puso nerviosa, estaba contenta de que fuera de noche y no pudieran ver su expresión. Atacó su comida, como si fuese un ratoncito. No era que precisamente el mapa mostrara que había una tendencia hacia esa granja, sino que, conociendo la topografía, Nuria suponía que la persona seguía determinado camino.

- Deberíamos continuar… ¿sabes cómo contactar con esas personas…?

La criada se volvió hacia sus compañeros, en un momento estaban juntos y al otro se encontraba sola. Cerró sus ojos, se tapó los oídos y se agachó. Sus labios se movían, murmuraba algo para sí de una forma enfermiza y repetitiva. Cuando parecía que no podía caer más bajo, abrió sus ojos de forma repentina -sus vasos sanguíneos estaban visiblemente dilatados- y se puso en pie mecánicamente. -Sólo tengo que pararme en la mitad de la calle y esperar. Pronto me encontrarán- intentaba llenar el vacío con su voz, sin embargo su valor parecía esfumarse en igual proporción que su calor corporal. Una sombra se asomó por una esquina, estaba precedida por pasos lentos. A la joven se le cayeron los restos de su comida al suelo. Se mordió la mejilla e intentó esconderse inútilmente.
Nuria
Experto
Nuria
Cantidad de envíos : : 118
Nivel de PJ : : 0

Volver arriba Ir abajo

Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] Empty Re: Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche]

Mensaje  Ircan Lun Sep 03 2018, 20:43

-Oh... mierda... - comencé a sentir los efectos de la maldición de los sueños que había vivido en Discordia y con un profundo dolor sentí como aquellas raíces plateadas crecían entre mis dientes y como mi brazo desaparecía por completo.1 - Occa guez... (Otra vez...)

Aquello acababa de dar al traste con el plan de interrogar a toda aquella persona cercana que hubiese podido ver algo. Nadie se sinceraría ante una persona que mostrara un aspecto monstruoso como yo, sino aprovechaban para echarme la culpa directamente a mi y así acabar psicológicamente con sus problemas hasta que apareciera otra victima.

"Debería esperar a que vengan Toro y Nuria, pero si me ve algún ciudadano..."

Pero no tuve que tardar mucho, pues Toro y Nuria llegaron enseguida cargados de carne; a la cual miré con infinita tristeza, pues pese a la hambre en ese estado me era imposible comer cualquier cosa. Pero Nuria no me prestó mucha atención y no se dio cuenta de mi aspecto. Estaba perdida por completo en el trozo de carne y en sus pensamientos producidos por una especie de mapa que no dejaba de mirar.

-Bueno... ¿Has podido averiguar algo? - me preguntó directamente pegando un gran bocado a la carne.

Le miré con cierto enfado mientras pensaba que seguro que lo estaba haciendo aposta.

-Ehl gasco eca mhuy concamhinago, aji que eh imcogible de eguir nhaga... Jolo je que lhe acaco gue genque y no se pugo defhenguer. (El rastro está muy contaminado, así que es imposible de seguir nada... Solo se que le atacó de frente y no se pudo defender.) - señalé las muestras en el suelo agachandome hacia ellas. -Acaque ehnconque eco... (Aunque encontré esto...) - le acerqué el frasco que no tardó en llevarse a la nariz provocandole una horrible mueca. -Ji... Huegue jacal... Quego cahmcoco hay gasco... (Si... Huele fatal... Pero tampoco hay rastro...) - le sonreí vengándome en silencio por el acto de la carne. - Guegueguiamos queguncar a la genque, quego en eque... uhn mhomhenco... ¿y Nugia? (Deberíamos preguntar a la gente, pero en este... un momento... ¿y Nuria?)

Miré a todos lados esperando encontrar a la criada, pero no había ni rastro de ella.

-¿Dónde habrá ido? - me levanté nervioso apretando el puño de mi único brazo mientras Toro también la buscaba.

-¡Nho coguemos guejarga joga chon uhn ageginho juelco! ¡Gamos! (¡No podemos dejarla sola con un asesino suelto! ¡Vamos!) -
comencé a buscar la fragancia de su perfume que tan conocida me era hasta encontrarlo y marcar el camino que había hecho Nuria. - ¡Quenhemhos que enconcahla cuanco anques! (¡Tenemos que encontrarla cuanto antes!)

Recorrimos las calles de la ciudad a toda prisa, sintiendo la necesidad de encontrar a la chica antes de que le pasara nada malo. Solo la posibilidad de cuando la encontrara encontrarla en el suelo hacía que me dieran punzadas en el corazón y me culpara a mi mismo de no haber sido más atento. Nuría no era buena combatiente, no podría ofrecer mucha resistencia, o eso pensaba.

En nuestro recorrido, tras unos minutos, encontramos un trozo de carne tirado en el suelo. Mis ojos se abrieron como platos pues al continuar con el rastro pude ver como una figura ataviada de negro buscaba algo unos tramos más allá de nosotros.

-¡Cogo a co ehl! (¡Toro a por él!)- grité al hombre bestia para que el embistiera. Pero el encapuchado fue más rápido que nosotros y escapó subiéndose a los tejados con una gran facilidad. - ¡Magquica jea! (¡Maldita sea!)  

Pero sin embargo el olor de Nuria seguía por ahí, de hecho... me agaché para mirar debajo de un carro y pude ver a la criada totalmente hecha un ovillo.

-¿¡Nugia!? (¿¡Nuria!?)

Pero cuando Nuria me vio pego tal grito que me hizo crear que había algo detrás mía y casi me da un vuelco al corazón; si nos quedábamos mucho ahí seguro que los vecinos no iban a tardar mucho en agradecer nuestros gritos con el "Agua va".

-¿¡Poj que que ha iguo!? ¡Eh queguigojo! ¿En qué escagas quencango? (¿¡Por qué te has ido!? ¡Es peligroso! ¿En que estabas pensando?) - le reprendí cuando salió de debajo del carro maquillando la alegría que me había producido encontrarla sana y salva.

Cuando me hubo dado sus explicaciones continué por dónde nos habíamos quedado.

-Guien... Guegueguiamos queguncar a los quesquigos... ¿Agueis coguigo jaguer quienes jon? (Bien... Deberiamos preguntar a los testigos... ¿Habéis podido saber quienes son?

Esperaba que hubiesen podido averiguar algo para poder tirar de algún hilo. No me gustaba la idea de tener que esperar a otra victima para tener una oportunidad para saber lo que estaba pasando en aquella ciudad.

_________________________________________
1:Descripción de los efectos de la maldición de Discordia.

Manejo de Nuria autorizado por la user
Ircan
Honorable
Ircan
Cantidad de envíos : : 466
Nivel de PJ : : 4

Volver arriba Ir abajo

Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] Empty Re: Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado]

Mensaje  Elen Calhoun Miér Sep 05 2018, 11:29

La vampira dejó escapar un suspiro de resignación en cuanto pudo volver a ponerse en pie, aquella maldición del Hombre Muerto la mantenía constantemente en tensión, pero no le quedaba más remedio que aceptar su situación y dar gracias porque Alister pudiese contenerla. - Démonos prisa, cuanto antes demos con el culpable antes podremos dejar las calles y regresar a la posada. - instó, sacudiendo la falda de su armadura al tiempo que veía salir del hospital a un par de figuras fácilmente reconocibles. El corpulento Toro no pasaba desapercibido, y la mujer que lo acompañaba debía ser la joven que ya había visto antes en el interior del edificio, así que solo faltaba Ircan.

- ¿Quieres contar con ellos? - preguntó el alado, mientras abandonaba su forma bestial para no llamar tanto la atención de los viandantes. - Creo que es la mejor idea, la ciudad es grande y podríamos tardar demasiado en encontrar al responsable de los ataques, no quiero que aparezcan más víctimas. - respondió Elen, tirando de la capucha para cubrirse los cabellos y ocultar ligeramente su rostro como solía hacer cuando vagaba por la villa. Sus enemigos eran tantos que ya no podía contarlos, así que por precaución intentaría no causar demasiado revuelo, necesitaba apartar de sí toda la atención indeseada que por culpa de la sombra de odio, había atraído.

- Entonces vayamos a buscarlos, se han ido por ahí. - indicó el cazador, señalando la calle por la que habían desaparecido el hombre bestia y su acompañante. Al momento se pusieron en marcha, dejando atrás la apartada zona a la que se habían visto obligados a ir para alejarse de los enfermos e ignorando las miradas y cuchicheos de quienes habían sido testigos del enfrentamiento entre el reptil y la sombría criatura. La mayoría de los curiosos se largaron al ver que el espectáculo había terminado, pero otros menos considerados optaron por seguir a la pareja con la mirada, al menos hasta que la benjamina de los Calhoun, cansada de que los observasen tan descaradamente, se giró sobre sus talones para obsequiarles una mirada cargada de significado, si no los dejaban en paz lo lamentarían.

Eso terminó de convencerlos para desaparecer de su vista, y una vez solos, pudieron continuar su camino en la dirección que Toro y la muchacha habían tomado. El problema llegó cuando el laberinto de callejuelas los hizo dudar sobre a dónde podían haberse dirigido, pero valiéndose de su agudo olfato, la de ojos verdes pudo determinar la ruta que habían seguido, aunque pronto otro indicativo la ayudaría a comprobar que estaba en lo cierto. Alguien exclamaba algo inteligible a viva voz, y aunque no pudo descifrar lo que decía, la entonación con que lo hacía dejaba claro que algo malo estaba pasando. - Rápido. - instó, echando correr hacia el origen del sonido, sin poder evitar que una parte de ella pensase que le resultaba extrañamente familiar.

Los acelerados pasos que les precedían bastaron para que no perdiesen el rastro, y en cuanto doblaron una de las esquinas pudieron alcanzar al par de individuos, que se habían detenido junto a un carro. Una tercera figura, envuelta en una oscura capa, corría por encima del tejado de una de las casas cercanas, perdiéndose de la vista en cuanto saltó a la siguiente para alejarse a toda prisa de allí. ¿Quién era? ¿acaso acababan de ver al responsable de los recientes ataques o se encontraban ante un delincuente cualquiera?

Un agudo grito de mujer sacó a la vampira de sus pensamientos, consiguiendo que se acercase mientras recuperaba el aliento tras la frenética carrera. Toro seguía siendo inconfundible, pero ¿y su acompañante? Todavía no entendía ni una palabra de lo que decía pero sus ropas le sonaban de algo. En cuanto se reveló la identidad de la persona que se había escondido debajo del carro todo empezó a cobrar sentido, excepto el hecho de que a Ircan ahora le faltase un brazo. - Pero si lo vimos antes, estoy segura de que tenía los dos. - musitó para sí la centinela, con la confusión grabada en el rostro.

Sin perder tiempo decidió aproximarse al grupo y ver qué estaba ocurriendo, pero la extremidad del espadachín no era el único cambio que había sufrido, unas raíces plateadas habían crecido entre sus dientes, dándole un aspecto de lo más raro. - Ircan, pero qué demonios… ¿qué te ha pasado? - inquirió, en cuanto estuvo lo suficientemente cerca de ellos. Pronto reparó en la joven que iba con el par de guerreros, y atando cabos supuso que la persona que acababa de huir por los tejados había intentado atacarla, obligándola a buscar un lugar en que esconderse. - Esa figura del tejado, ¿qué quería de ti? ¿llevaba algún arma? ¿pudiste verle la cara? - preguntó, situándose justo frente a la morena. Ni siquiera sabía cómo se llamaba pero ahora la estaba bombardeando con cuestiones que quizá no pudiese responder, aunque de todos modos era la mejor opción que tenía. - Cualquier rasgo servirá, ¿era hombre o mujer? - continuó, antes de girar el rostro hacia el alado durante unos instantes.

- ¿Puedes buscarlo desde el aire? - pidió, y Alister asintió inmediatamente, apartándose del grupo para transformarse y alzar el vuelo. Con el dragón en una posición ventajosa en las alturas podrían controlar más o menos la situación, y gracias a sus desarrollados sentidos era muy posible que hallase pistas que los condujesen hasta el primer sospechoso de la noche.

En cuanto perdió de vista al reptil, Elen volvió a centrarse en los presentes, necesitaba información para reconducir la investigación y esperaba que ellos pudiesen dársela.
Elen Calhoun
Aerandiano de honor
Elen Calhoun
Cantidad de envíos : : 1954
Nivel de PJ : : 10

Volver arriba Ir abajo

Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] Empty Re: Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado]

Mensaje  Nuria Vie Sep 07 2018, 00:19

Podía verlo, podía escucharlo. Su corazón dio un vuelco al ver cómo la figura desconocida que caminaba de forma errática se dirigía hacia ella con las manos levemente iluminadas. En cada ocasión que apuntaba hacia ella, había un nuevo destello, era como si la estuviese rastreando de alguna forma… confiando en otro sentido que no era la vista o el olfato. “No es ni vampiro ni licántropo u hombre bestia” pensó para sí. Se volvió un ovillo bajo el carromato, el único lugar que podía ofrecerle cierta protección visual. Sus dientes castañeaban, su cuerpo entero había comenzado a temblar. Se cubrió la boca para que el vapor de su respiración no delatase su ubicación. El aire entraba con dificultad, sentía como si el simple sonido de inspirar y expirar era suficiente para que él la escuchara. Cerró sus ojos, lo hizo con tanta fuerza que se le arrugó todo el rostro. Quería olvidar el mundo exterior hasta que pasara lo que tenía que pasar.

El acercamiento de Ircan obligó a la joven a afrontar el mundo de la realidad. Abrió un ojo al escuchar su nombre en un idioma gangoso y entrecortado. No quería gritar, pero de todas formas lo hizo, por impulso, por liberar tensión, porque era el joven bueno y no el criminal sin nombre ni rostro. Dio otro grito, por el simple hecho de estar viva y se abrazó a la figura que le faltaba un brazo. Cuando comenzaron los reproches se apartó con la cabeza gacha -No fue a posta… me perdí, esperaba que vinieran por mí…- su voz era tan suave que era difícil escucharla. Ahora volvía a temblar, pero porque todo había pasado y los nervios le estaban cobrando factura. La pregunta sobre los testigos incomodó a la humana, se había esmerado tanto en averiguar cosas que se le había olvidado lo más importante. Agachó la cabeza, avergonzada y sólo volvió a levantarla cuando se percató de la presencia de la dama de cabellos blancos.

- N…no se qué quería… sólo apareció silenciosamente y parecía seguirme con alguna especie de luz o conjuro, no como si dependiera de la vista o del olfato, era como si me buscara a mí… No vi su cara, pero era más o menos… del porte de Ircan. Estaba muy oscuro- hizo una pausa, se sentía mal por ser tan vaga en la explicación - ss  su ropa, su ropa era cara, olía a flores, como la… la combinación de las tres hermanas sí ¿tal vez Nairas?...- se mordió el labio superior y su expresión se volvió agria cuando naturalmente se salió hacia fuera su labio inferior. Se cruzó de brazos, ahora Toro se reiría de ella hasta qe encontrara otro motivo para hacerle bromas. - Hombre, definitivamente hombre. Caminaba erráticamente, pero sus pasos eran seguros y pesados, más como un señor que como un sirviente- la analogía no era buena, pero era la única que le salía en ese momento.

Nuria abrió la boca como si eso  le ayudara a procesar lo que acababa de ver. Se olvidó que estaba temblando y que acababa de tener una experiencia bastante extrema. No estaba segura de que el hombre desconocido era el que estaban buscando, pero definitivamente no olvidaría estar viendo a un hombre transformarse en dragón. Una vez había visto transformarse a una chica en lobo, pero no tenía comparación. Entrecerró los ojos y miró apreciativamente a Ircan. Nunca le había visto en su forma animal suspiró triste, estaba segura que se debía a que ella no era lo suficientemente buena como para verle la piel. Miró su carne tirada en el suelo con resignación. - Sigo pensando que deberíamos ir a las inmediaciones de la granja Dodger. Yo creo que el criminal recorre este camino cada vez que sale de caza- murmuró, abriendo el mapa y señalando un área general alrededor de una serie de callejuelas.
Nuria
Experto
Nuria
Cantidad de envíos : : 118
Nivel de PJ : : 0

Volver arriba Ir abajo

Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] Empty Re: Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado]

Mensaje  Ircan Dom Sep 09 2018, 22:33

En cuanto Nuria salió debajo del carro, está se acercó a mi y me abrazó con todas sus fuerzas, y aunque estuviera molesto por el susto que me había dado, le correspondí con mi único brazo.

-Gueno... ha ha cajado cogo... (Bueno... ya ha pasado todo.) - le dije con una sonrisa que con las raíces debería de ser algo macabra.

Mientras nos recuperábamos del susto e intentabas rearmar el operativo, Elen apareció por donde habíamos venido yo y Toro. Puede que las pistas que sólo tenía ella le hubieran llevado hasta ahí o que hubiese sido producto del sonido que había armado aquel revuelo, pero al menos sería un buen momento para meternos por completo en el asunto y unir fuerzas; todos queríamos darle una solución a aquel misterio, con más motivo después de que seguramente Nuria se hubiese visto amenazada por él.

-¿Egco? (¿Esto?) - me señalé las raíces de la boca que justo en ese momento comenzaron a desaparecer entrando de nuevo en mis encías con un doloroso dolor acompañado del que me produjo el brazo que volvía a salir de golpe como si fuera la cola de un lagarto. -Aggg... - apreté los dientes, con cierto alivió por volver a poder cerrar la boca. -Es un recuerdo de un enfrentamiento contra un ser... un ser oscuro. - seguramente si le hablaba de Discordia la mujer se quedaría igual. - Tendría que buscar a alguien que me ayudara, pero ahora mismo hay otros asuntos primero.

Inmediatamente después Elen interrogó a Nuria, buscando obtener de ella cualquier dato útil sobre el agresor, cosa que también me interesaba, aunque para nuestra mala suerte la chica no pudo darnos grandes detalles. Aunque si usaba algún tipo de magia las posibilidades al menos comenzaban a reducirse. Cuando dijo lo del olor no tardé en buscar aquel aroma en el aire, y en efecto lo encontré, dirigiéndose justo por donde se había marchado el sospechoso1.

-Lo capto... he conseguido diferenciar su rastro. Podría seguirlo. -

Miré a Elen pero esta ya había hecho sus propios movimientos mandando al dragón que supervisará por el aire, aunque también vendría bien un equipo en tierra. Después de todo el lobo de mi interior no paraba de gruñir que un lobo tiene mejor olfato que un lagarto; menos mal que estaba más tranquilo de lo normal.

-Yo no se dónde está esa granja, pero por ahora el rastro va hacia el sur. - me encojo de hombros y entonces recuerdo el frasco encontrado en la escena del anterior crimen. - Por cierto, he encontrado esto. - saco el frasco y lo coloco a la luz para que ambas lo vean. - Estaba dónde atacaron a aquella enfermera. Mis conocimientos de alquimia y herbología son bastante vagos, ¿alguna tiene afinidad con esas artes? Puede que nos de alguna pista de lo que emplea el enemigo.

-¡Cuidado! - exclamó Toro haciendo que me pusiera alerta en unos segundos llevando las manos a las empuñaduras de mis espadas. - ¡Huele fatal! ¡Yo casi vomito!

-La madre que te hizo... - maldije intentando recuperar la respiración y dejando mis aceros donde estaban. - ¡No es momento para esas cosas! - me giré al resto del grupo. - ¿Y bien? ¿Cómo nos dividimos? Por separado ocuparemos más terreno, yo propongo seguir el rastro o ir a la granja que dice Nuria. Ella al parecer es de aquí, tiene un mejor conocimiento de la zona que yo.
________________________________________________________________________________________________________
Efecto de la habilidad de nivel 2: Sentidos mejorados.
Ircan
Honorable
Ircan
Cantidad de envíos : : 466
Nivel de PJ : : 4

Volver arriba Ir abajo

Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] Empty Re: Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado]

Mensaje  Elen Calhoun Mar Sep 11 2018, 10:24

Ircan no tardó en volver a la normalidad y explicarle que aquellos cambios que había visto en su cuerpo eran consecuencia de un enfrentamiento con un ser oscuro, cosa que no le extrañó en absoluto, aquellos seres solían ser los culpables de muchas de las desgracias que se encontraba en su camino. Aun así le sorprendió que dejase en segundo plano su problema para centrarse en resolver aquel misterioso caso, teniendo en cuenta lo molesto que debía resultar era algo admirable.

Sin perder tiempo se giró hacia la mujer que los acompañaba, escuchando con atención cada palabra que salía de su boca. Pedir que hubiese visto el rostro del sospechoso con la escasa iluminación que tenía la calle era demasiado, todo apuntaba a que la morena era humana y eso indicaba que su sentido de la vista, a diferencia del de la vampira, no estaba tan desarrollado. A pesar de eso logró aportar datos importantes, buscaban a un hombre cuya complexión se asemejaba a la del espadachín, y que a juzgar por las ropas que la muchacha había descrito destacaría sobre el resto, pero no solo eso… también manejaba la magia. Ese detalle reducía la lista de posibles razas a la que debía pertenecer, y de paso les daba una idea de a lo que tendrían que atenerse cuando finalmente lo encontrasen.

Elen bajó la mirada al mapa que sostenía su interlocutora, prestando especial atención a la zona que señalaba, según ella allí había una granja y a juzgar por lo que se veía en el pergamino podía ser un buen lugar para esconderse ya que estaba algo apartada del resto de casas pero no lo suficiente como para quedar aislada. Si el sospechoso de verdad estaba utilizando la vivienda solo tenía que cuidarse de que nadie lo viese entrar ni salir con las víctimas, cosa que teniendo en cuenta la guerra y los sucesos de las últimas noches, no debía resultarle complicado. - Deberíamos investigarla. - musitó, en cuanto el encapuchado les indicó que había encontrado un rastro que iba hacia el sur. - Va en la misma dirección, pero si realmente es su guarida quizá de un rodeo antes de regresar allí por precaución, o quizá nos lleve directamente hasta la granja… dependerá de lo listo que sea. - añadió, aspirando el aroma a flores que la acompañante del par de guerreros había mencionado.

Sí, ya lo tenía, podría haberlo seguido por los tejados de inmediato, pero con Alister controlando el cielo no sería necesario, así que prefirió quedarse con los demás y girarse en dirección a Ircan cuando éste decidió mostrarles lo que podía resultar una prueba crucial. - Déjame verlo. - pidió, alargando la mano hacia él para que le entregase el frasco, aunque su agudo olfato reaccionó antes incluso de tocarlo. La benjamina de los Calhoun llevaba gran parte de su vida trabajando con todo tipo de hierbas, tanto que su nariz y garganta se habían acostumbrado a los desagradables aromas y sabores de las pociones que elaboraba, efectivas sí, pero no había manera de hacerlas más agradables sin poner en riesgo su efecto.

Una leve sonrisa asomó en los labios de la señora de sombras cuando el imponente hombre bestia intervino para advertirles acerca del recipiente, por un momento le recordó al dragón y las muecas que todavía ponía cada vez que tenía que tomarse algún brebaje. Sin hacerle caso acercó el recipiente a su rostro y arrugó ligeramente la nariz, todo empezaba a encajar. - Thomyr y unas gotas de estrella del tiempo, esto es lo que usa para borrar la memoria de sus víctimas. - informó, dejando por confirmadas las sospechas que se habían formado en su cabeza durante la breve estancia en el hospital. - Parece que buscamos a un individuo que maneja magia y alquimia, podría ser un brujo así que tened cuidado. - continuó, guardando el frasco.

Ante la idea de dividir al grupo en dos su expresión se tornó algo seria, ninguno de los presentes sería capaz de controlar a la sombra de odio, solo el fuego y la luz podían detenerla. - ¿Seréis capaces de retener a esa cosa si vuelve a tomar el control otra vez? - pensó, comunicándose con las almas del medallón. - Por supuesto, no fallaremos de nuevo. - respondieron las moradoras de la reliquia.

Sin embargo, aquella preocupación quedó de lado cuando un leve cosquilleo le recorrió la columna. En cuestión de segundos su boca se deformó hasta convertirse en un pico, su piel se cubrió de vivos tonos verdes y azulados, los brazos fueron sustituidos por coloridas alas y una larga cola de plumas brotó de su cintura, haciéndose visible por debajo de la falda de su armadura. Una vez más, los dioses se divertían a su costa transformándola en una mujer bestia pavo real. - Ignorad esto por favor, solo durará unos minutos. - pidió, visiblemente incómoda. - Si me indicas el camino puedo revisar la granja Dodger y sus alrededores, vosotros podríais seguir el rastro y ver a dónde conduce…  con un intento frustrado ese hombre podría buscar una nueva víctima, no podemos permitir que la encuentre. - soltó, dirigiendo sus palabras primero a Nuria y después al par de guerreros.

No podía pedir a ninguno de ellos que la acompañase, ya que sin saberlo estarían arriesgando sus vidas. Pero sin contar con eso, una nueva idea tomaba forma, el supuesto atacante se había interesado por la morena, es decir que buscaba a una mujer como siguiente objetivo, y en cuanto las plumas desapareciesen, ella podría hacer de cebo para atraerlo y atraparlo. Solo tenía que rezar para que la creación del Hombre Muerto no arruinase sus planes, aunque eso tenía solución, contar con el apoyo de sus aliadas o del alado, que aún seguía sobrevolando la ciudad en busca del sospechoso.

***


Fëanor abandonó los tejados en cuanto escuchó el batir de las alas del dragón, ¿por qué habían tenido que aparecer aquel par de extraños para arruinarle una oportunidad tan buena? Ya casi tenía a la chica… habría sido tan sencillo, pero no, había vuelto al punto de partida, y para colmo de males ahora un enorme hombre bestia y un reptil volador tenían razones para perseguirlo. ¿Acaso había elegido mal? Hasta el momento no había tenido problemas, siempre había sido lo suficientemente precavido como para seleccionar a individuos solitarios y esperar al momento apropiado para atacarlos, pero con la muchacha había cometido un terrible error, tendría que haberse asegurado de que nadie la echaría en falta.

Frustrado, echó a correr por las estrechas callejuelas hasta que se sintió lo suficientemente seguro como para detenerse a pensar su próximo paso, no podía volver junto a su amada con las manos vacías, necesitaba a un nuevo donante, y teniendo en cuenta la situación, cuanto más fácil de raptar mejor. Los niños vagabundos eran sin duda los candidatos que menos resistencia opondrían, pero sus pequeños cuerpos no tenían la energía suficiente para mantener a raya la enfermedad de Lyza, tenía que encontrar a otra mujer, a ser posible joven y sana. ¿Era el momento de acudir a los bajos fondos de la ciudad? El elfo sabía que aparte de los burdeles había trabajadoras del placer que atendían a sus clientes directamente en callejones y sitios apartados, pero éstas solían estar bien vigiladas y controladas por los dueños de los establecimientos en los que se hospedaban, eran una de sus mayores fuentes de ingresos así que no podían dejarlas a su aire.

Descartada la idea, ya solo tenía una opción, vagar por la ciudad hasta que se le presentase otra ocasión tan buena como la que acababa de perder.



Off: Al no haber visto llegar a Elen y Alister a la escena, Fëanor cree que Ircan es el dragón que lo persigue. Elen aceptará ayuda si alguien se ofrece a acompañarla pero con su situación y los riesgos, no sale de ella pedirla.

Tercera transformación en mujer bestia por el evento.
Elen Calhoun
Aerandiano de honor
Elen Calhoun
Cantidad de envíos : : 1954
Nivel de PJ : : 10

Volver arriba Ir abajo

Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] Empty Re: Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado]

Mensaje  Nuria Sáb Sep 15 2018, 22:58

Tan poco aguda para las obviedades, la joven humana retuvo su respiración un poco más de la cuenta. Después de todo aquél tiempo viajando con el nuevo Ircan, aún no era suficiente para acostumbrarse a que aparezca y desaparezca su brazo con aquellas temibles raíces. Miró a los alrededores, dubitativa; conocía aquella calle. El presente y el pasado se superponían ante sus ojos, indudablemente situaciones distintas y con diferentes resultados. Nuria pegó un salto ante las palabras de advertencia de Toro creyendo  que estaban bajo un peligro inminente, pero no fue tan buena con él como Ircan; la humana no tenía un corazón tan noble, se remangó un poco la falda de su vestido y le propinó un puntapié que estaba segura le dolió más a ella que a él. Intentó con dudoso éxito no caerse parada, abrió sus brazos para hacer equilibrio y ocultar su propia torpeza de la forma más sutil posible.

La deducción de la mujer guerrera sorprendió a Nuria. La humana estaba acostumbrada a rodearse de féminas recatadas y… mejor comidas, con apariencia menos musculosas y magras. La presencia de la mujer que estaba frente a ella era la de una persona fuerte, decidida e inteligente. La criada apretó sus labios y miró a un lado, pensativa; estaba dándole vueltas a la idea de un brujo malvado. Además de los típicos vampiros malos, la siguiente idea de maldad que le venía a la mente era, precisamente, la de los brujos. La criada no deseaba inmiscuirse en esos asuntos, los brujos tenían artes ocultas… artes prohibidas. El hombre de minutos atrás le había aterrorizado y ahora el grupo proponía separarse. Se agarró uno de sus propios brazos mientras ponderaba lo que debería de hacer. Fue entonces cuando la mujer de cabellos blancos comenzó a deformarse y adquirir nuevas características… rasgos de una criatura humana y animal. Nuria se refregó los ojos, sin dar crédito a lo que estaba viendo y se apuró a bajar los ojos al escuchar las duras palabras de la dama.

- Co… cocorrecto- intentaba ignorar la nueva condición de pavo real humano, pero la petición solamente logró causar el efecto contrario -Tiene que seguir la calle de los suspiros, doblar en la taberna de Esteban Qhito e ir derecho hasta el puente de la zanja honda. No el puente del guardián tuerto, eso solamente la va a retrasar. Finalmente deberá continuar hacia la salida de la muralla, la granja de los Doger es el único lugar donde hay establos como para Tamedos- le dejó el mapa donde había estado señalando cada parte de los tramos y entrecerró los ojos - Yo… creo que iré a la posada del viejo Marlowe el destripado. Allí siempre tienen habitaciones disponibles. Supongo que… será mejor eso que intentar sumarme y retrasarlos. Ya me perdí una vez hoy - se encogió de hombros -no tengo buen olfato como Ircan, ni soy tan fuerte como Toro, ni siquiera tan inteligente como usted… tampoco puedo transformarme en nada… será mejor volver. Siento no poder ser de más ayuda-

La joven estaba evidentemente triste, pero decidida a no retrasar más a sus compañeros - No pueden perder tiempo, hay vidas inocentes en juego- Le dio una última mirada a sus compañeros y comenzó a caminar a paso rápido hacia el hospedaje que había propuesto. Avanzaba torpemente, se detenía en cada esquina temiendo lo peor y siempre intentaba mantenerse en la luz de las pocas farolas encendidas. Se sobaba los brazos, el frío del arenal le calaba los huesos y el efecto de la anestesia dejaba de hacer efecto. Estaba a medio camino cuando escuchó unos pasos que le seguían. Nuria se volteó rápidamente, con el corazón acelerado. Miró hacia todos lados, pero aunque sus ojos se habían adaptado a la oscuridad, no era capaz de ver más allá de la tenue iluminación. Exhaló audiblemente, bajando la guardia - Imaginaciones mías- susurró, retomando su camino. Pero alguien fuerte la tomó por detrás.

- Shhh shhh. Tranquila ¡soy yo!
- ¿Quién es yo? preguntó, reconociendo vagamente la voz.
- Chess, claro está- respondió, poniéndose a la vista de la humana, quién respiró aliviada y le dio un cabezazo bajo la barbilla - Ow ouch ouch- se quejó, sobándose el golpe con manos gigantes.
- Es bueno volver a verte viejo amigo
- Lo mismo digo… aunque no estoy seguro si eres la Nuria que conocía. ¿Qué te hicieron? Creí que volverías fina de la capital humana y vuelves convertida en toda una salvaje…

►►►

El hombre bestia felino acompañó a la criada hasta el frente de la posada del viejo Marlowe, sólo accedió a irse ante la amenaza de Nuria con no volver a verle antes de irse de Roilkat. Aunque no quisiera dejarla, Chess podía ver que Nuria necesitaba un tiempo para ella. La joven se disponía a entrar a la posada cuando escuchó un quejido en la oscuridad. Entrecerró los ojos pensando en que Chess podía estarle jugando alguna chanza. -¿Chess?- llamó una vez, sin respuesta. Una mano se agitó tras una esquina, una mano humanoide. La criada no tardó en concluir que alguien estaba siendo atacado por el misterioso brujo maligno, por lo que corrió hacia el lugar del crimen con la esperanza de ser de ayuda. Craso error puesto que nadie estaba siendo atacado, sino que era atraída hacia una trampa que le costaría muy caro.



Off:El personaje que aparece es [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]. Elen, si quieres usar a Nu como la siguiente víctima o como carnada… es tu momento. Sino Chess se encargará ~<3
Gracias por esperarme =)


Nuria
Experto
Nuria
Cantidad de envíos : : 118
Nivel de PJ : : 0

Volver arriba Ir abajo

Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] Empty Re: Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado]

Mensaje  Ircan Dom Sep 16 2018, 02:14

"Asi que magia y alquimia..." miré a Toro. No era nuestra especialidad enfrentarnos a magos y nuestros conocimientos en alquimia eran prácticamente inexistentes. - ¿Con esos conocimientos podrías elaborar un antídoto para los afectados? -pero en ese momento Elen se transformó en una especie de mujer pájaro. -Vaya... No soy el único que sufre cambios... - sonreí secundado por Toro.

Miré a Nuria cuando esta se puso a dar las indicaciones para llegar a la granja, madre mía... menos mal que tenía mi nariz. Con todo lo que había dicho yo ya dudaba de que siguiera estando en Aerandir en aquel instante.

-Vaya... que camino más complicado. - miré a Elen sin mucha seguridad de que se hubiese quedado con la copla. - Bien pues tenemos dos opciones de seguir. Si podemos encontrar su guarida daríamos un gran paso, puede que tenga otras victimas retenidas, y que estén en un estado peor que las que hay en el hospital. - me rasqué el mentón pensando sobre la situación. - Y otro grupo debería seguir el rastro claro, ha fallado por lo que esta noche no ha saciado su sed. No se rendirá tan fácilmente - prácticamente podía entender al criminal, mi lobo psicópata haría lo mismo.

"Recuerda que se lo que piensas..." bramó el lobo claramente enfadado por aquel pensamiento.

"Lo siento..." me llevé las manos a la cabeza sufriendo el ataque de jaqueca que me estaba provocando a sabiendas. -Perdón... Será mejor que nos pongamos... - Nuria había caído en una especie de depresión. - ¡Nuria espera! - pero esta no se volvió.

Estaba muy decidida en quedarse sola, el encuentro con aquel ser le había afectado mucho después del trauma de la mansión; necesitaba tiempo para curarse, pero tampoco podía dejarla sola. Miré a Toro y este asintió sin necesidad de que le dijera nada. Se encargaría de seguir a Nuria a una distancia prudente y en velar por la seguridad de la muchacha. Ya había podido comprobar que el criminal temía al mercenario, por lo que no había mejor protección para mi amiga.

- Bueno... creo que nos hemos quedado solos... - le miré esbozando una sonrisa a modo de disculpa. - Ella está... muy sensible. No se lo tengas en cuenta. - me puse serio. -Pues sólo podemos dividirnos de dos formas. Yo seguiré el rastro y tu ves a la casa, que a mi no me ha quedado muy claro el como llegar. Me pierdo en las ciudades... no se me da bien eso de los nombres de las calles.. - reconocí encogiéndome de hombros.

Me concentré y capté el olor del criminal; aún perduraba y estaba fresco. Sonreí y miré a Elen para asegurarle que no se preocupara de nada.

-Daremos con él antes de que dañe a alguien más.

Inclinándome hacia delante, comencé a seguir el rastro al tiempo que comenzaba a correr al coger confianza, recreando el camino de huida del agresor subiendo a los tejados. Pude ver a Alister, al que saludé con la mano en señal de respeto. Luego miré taciturno a la ciudad que se extendía a mis pies.

"¿Dónde estás maldito...? No voy a dejar que te vayas sin castigo después de lo que le has hecho a Nuria...." mis ojos relampaguearon con un tono ámbar.

"Ahora comienzas a caerme mejor maldito crió... ¡Vamos de caza!" exclamó el lobo entusiasmado, lo que provocó que mis sentidos se agudizaran aún más.

Corrí por los tejados en una forma semi-animal, pero desde una posición que me permitía guardar mejor el equilibrio y captar más rápidamente el olor de mi presa, a la cual le daría alcance más pronto de lo que su falso sentido de la seguridad le estaría dictando.

________________________________________________________________________________________________________
Toro se va con Nuria, tal y como indico y a partir de ahora queda en su completo uso con todo mi beneplácito, hasta que nos volvamos a juntar.

Ircan
Honorable
Ircan
Cantidad de envíos : : 466
Nivel de PJ : : 4

Volver arriba Ir abajo

Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] Empty Re: Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado]

Mensaje  Elen Calhoun Lun Sep 17 2018, 11:51

Ignorando la forma en que la miraban a causa de su transformación, la ahora mujer bestia se centró en escuchar con atención a Nuria y grabar sus indicaciones en su mente, lo último que quería era perderse por el camino. Gracias al mapa no tendría demasiados problemas, o al menos eso esperaba, pero por si acaso, extrajo un trozo de carboncillo de su bolso y marcó la ruta, trazando un círculo alrededor de su destino. Una vez hecho esto volvió a levantar la vista hacia la humana, que parecía decidida a quitarse de en medio, según ella para no retrasarlos ni volver a exponerse al peligro.

Por un momento se le cruzó por la cabeza la idea de utilizarla como cebo para una trampa, pero inmediatamente sacudió la cabeza, segura de que ni Ircan ni Toro lo permitirían. - Gracias por la información, si de verdad es su guarida lo atraparemos antes de que vuelva a actuar. - comentó, esperando que la muchacha no se sintiese inútil, les había dado una pista prometedora y eso no podía negarlo. Nuria no tardó en marcharse, seguida de Toro, que esperó lo justo para no ser descubierto al instante por su compañera. Al menos no tendrían que preocuparse por su seguridad, no con el guerrero vigilándola en secreto.

- Saldré hacia la granja de inmediato, si das con el culpable intenta atraparlo con vida… no sabemos qué es lo que ha hecho a sus víctimas… y aunque yo pudiese encontrar el modo de restaurarles la memoria no podría hacer mucho más por ellos, tenemos que averiguar cómo los dejó en ese estado y si es capaz de revertirlo. - indicó, justo antes de que el encapuchado echase a correr y se subiese a los tejados para seguir mejor el rastro del sospechoso. Finalmente sola, la de cabellos cenicientos pudo relajarse, dando gracias porque la creación del Hombre Muerto no se hubiese apoderado de su cuerpo, aunque era algo que todavía podía ocurrir de un momento a otro.

Elen volvió a abrir el mapa y memorizó la ruta que debía seguir, poniéndose en marcha a paso ligero nada más devolverlo junto con el carboncillo al interior de su bolsa. Por suerte las calles estaban prácticamente desiertas, con lo que no tuvo que preocuparse demasiado por poner en peligro a cuantos la rodeaban. A pesar de todo el jaleo la noche se había calmado, tanto que aparte del quedo sonido de sus pasos y la brisa, apenas se escuchaba nada. Eso le dio algo de tranquilidad, al menos hasta que el alado, tras cruzarse con Ircan, fue a buscarla para asegurarse de que todo estuviese en orden.

- ¿Alguna novedad? - preguntó la joven, en cuanto el reptil aterrizó a un par de metros de ella. - El aroma se mantiene en esta zona, no ha ido lejos. - indicó Alister, con seguridad. - Bien, Ircan lo encontrará, nosotros tenemos que visitar otro sitio. - replicó la vampira, explicándole de camino las sospechas de Nuria acerca de la granja Dodger. - ¿Crees que ese lugar es su guarida? - inquirió el cazador, avanzando a su lado sin abandonar la forma bestial. - Está lo suficientemente apartado como para cumplir esa función. - contestó la señora de sombras, doblando una esquina tal como la humana le había explicado, buscando el siguiente punto de referencia, un puente.

El resto del trayecto no les llevó mucho, apenas unos diez minutos, y nada más acercarse a la vivienda pudieron percibir un leve rastro de olor a flores, el mismo que la morena había descrito y se encontraba en la escena en que supuestamente habían intentado atacarla. - Estaba en lo cierto. - musitó, deteniéndose a cierta distancia. - No parece que el culpable esté aquí pero podría tener más rehenes dentro, tenemos que revisar el área. - añadió al poco, volviendo el rostro hacia el norteño. - Me ocuparé de la parte trasera y los establos. - indicó, consciente de que con su voluminoso cuerpo no podría pasar por la puerta sin romperla. Elen asintió en respuesta y utilizó su elemento para mimetizarse con la oscuridad reinante, obteniendo la cobertura perfecta para acercarse a la parte delantera de la casa sin ser vista.

Mientras su compañero tomaba posición en el lado opuesto de la propiedad, la de ojos verdes giró el pomo y comprobó que estaba cerrado, pero eso no la tomó por sorpresa. Reuniendo sus sombras, levantó un negro muro y lo estampó contra la entrada, consiguiendo que las bisagras cediesen ante el impacto y la puerta de madera cayese pesadamente sobre el suelo. Una vez cruzado el umbral respiró hondo y pudo distinguir el olor de Vivienne, la víctima más reciente de aquel sujeto, con lo que pudo estar segura de que se encontraban en el lugar correcto, pero había algo más.

El fuerte aroma del Thomyr la guió hasta una pequeña habitación en que había todo tipo de enseres alquímicos, estancia en la cual también descubrió varios libros de temática variada, medicina, magia, hierbas y por último, y más preocupante, nigromancia. - Esto no me gusta. - susurró, agachándose para tomar el tomo de artes oscuras y examinarlo. La gruesa capa de polvo que lo cubría daba a entender que no se había usado en algún tiempo, eso resultó un alivio, pero la verdad era que una parte de ella la impulsaba a quemarlo, después de ver lo que el aquelarre era capaz de hacer no quería que aquel conocimiento estuviese al alcance de nadie más.

- ¿Fëanor? - escuchó pronunciar a una débil voz que venía del sótano, y de inmediato, dejó lo que tenía entre manos para ir a investigar el origen de la misma. El problema llegó en cuanto la de cabellos cenicientos enfiló el pasillo para buscar la escalera que bajaba al piso inferior, sus manos se cubrieron de sombras y poco a poco fue perdiendo el control de su ser en favor de la maldición de Randall Flagg. - ¡Alister! - fue lo único que alcanzó a decir antes de perderse en la oscuridad.


***


Dando vueltas sin rumbo alguno, el elfo buscó por los alrededores a una candidata aceptable para la extracción de energía, pero el destino quiso volver a poner en su camino a la misma mujer de antes, aunque ahora iba a acompañada de otro hombre bestia diferente. En silencio, y manteniéndose fuera de la vista, los observó hasta que se separaron frente a una posada, momento que aprovechó para tenderle una trampa sin pensar en que intentarlo de nuevo con la misma persona podía ser un grave error. Así pues, llevado por la desesperación, fingió un ataque tras el edificio y aguardó a que la morena se acercase para curiosear, momento en que la recibió con un limpió golpe en la sien, que como poco, la aturdiría lo suficiente como para poder raptarla sin que opusiese gran resistencia.

Antes de que la muchacha pudiese caerse la sostuvo, y echándose uno de sus brazos por encima de los hombros, mientras con el otro la rodeaba por la espalda, empezó a tirar de ella hacia su guarida, deseando llegar junto a su amada Lyza.



Off: Elen utiliza su habilidad de Mimetización.
Nuria en tus manos queda el desenlace de este ataque hacia ti, ya que tienes el control de Toro puedes decidir que te rescate y obligue a huir a Fëanor o que no llegue a tiempo, como prefieras ^^
Mi intención es que el npc no muera en este tema ya que pienso utilizarlos a los dos más adelante.
Elen Calhoun
Aerandiano de honor
Elen Calhoun
Cantidad de envíos : : 1954
Nivel de PJ : : 10

Volver arriba Ir abajo

Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] Empty Re: Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado]

Mensaje  Nuria Mar Sep 18 2018, 04:14

Su corta carrera terminó junto con su consciencia. La joven apenas fue capaz de exhalar un suspiro al darse cuenta de que había caído en la trampa como un débil conejo. En su interior lo sabía “los humanos son los primeros en morir” sólo se había hecho la fuerte y su historia terminaba allí. El aturdimiento inicial y su resentimiento por sus últimas acciones eran graves, pero pronto se desmoronaron, difuminándose en la oscura y fría inconciencia. El cuerpo sin fuerza de la criada, se movía como una muñeca de trapo en brazos del parco captor, que era perseguido de cerca por Toro. El hombre bestia, siguiendo las órdenes de Ircan, se había mantenido a una distancia prudencial de la joven durante todo ese tiempo.

Minutos atrás, había estado a punto de agarrar al hombre bestia gato y estrangularlo con su propia cola, se detuvo a tiempo cuando vio que Nuria le reconocía como a un amigo. En ese momento, había dejado escapar un suspiro que sonó como un gruñido. Quería mucho a la humana, pero a veces no lograba entenderla, a ella y su extraña conexión con su protegido; de momento se centró en seguir a la pareja bajo el cobijo de las sombras. Chess no lo pasó por alto, sabía que su amiga estaba siendo perseguida y por eso había dudado en dejarla sola en lo de Marlowe. Nuria estaba muy cambiada desde la última vez que la había visto, pero por sobre todo, la encontraba nerviosa y perturbada; miedosa, mirando a cada rato por encima del hombro. Sabía que estaba en problemas, pero no podía imaginarse a su muy tranquila “Nuris” en un lío grande.

Chess golpeó la pared de una casa con su gran brazo - Estúpido yo. ¿Por qué le hago caso como un chucho fiel? Puedo seguirla sin que se entere. Es Nuria después de todo- las palabras verbalizadas le dieron fuerza. Le tenía mucho respeto y aprecio a la humana, pero conocía de primera mano la extensión de sus pobres sentidos y la facilidad con la que se distraía. Llegó justo a tiempo para ver a Nuria ser abatida por “el oscuro” aunque él prefería llamarle - …el loco- y tras de él el hombre bestia que les había estado persiguiendo. Chess siempre había estado orgulloso de su instinto felino, no había sentido maldad del hombre bestia y por eso no había tomado medidas contra él, pero su propia estupidez le había enfurecido. Haciendo uso de su destreza felina, siguió por los tejados al trío. Cuando tuvo la oportunidad se tiró sobre Toro, quien lo agarró del pescuezo en el aire y se lo llevó a las sombras sin esfuerzo, la resistencia del hombre gato fue fútil.

La expresión fiera en el rostro del hombre bóvido, hizo que Chess pensara dos veces en intentar sacarle el otro ojo - QUIETO. Sólo está inconsciente. Debemos avisarle al jefe- dijo el leal Toro, pero Chess no era un ser comprensivo que otorgaba el perdón por gracia divina. Le mordió la mano y se apartó de un salto, buscando con la vista al hombre que parecía detenerse en un oscuro desolado. -Nyo hay tiempo. ¡Le dejará muerta en vida!- exclamó apenas un momento antes de salir disparado hacia el elfo que comenzaba a recitar unas palabras, parecía un ritual antiguo y prohibido. En sus manos un brillo de mal augurio, un color enfermizo y movedizo, como una flama danzante, hipnótica y eléctrica.

Toro no titubeó esta vez, si algo le pasaba a la jovencita no se lo perdonaría nunca. Ircan tampoco se lo perdonaría, con un mugido, se lanzó al ataque con la intención de atrapar al captor o dejarlo convertido en una mancha de lodo líquida contra el suelo del puente; ya había tenido que portarse demasiado bien hasta ese momento como para andarse con miramientos.



Off: Me tomé la libertad de usar muy usados a sus pnjs xDD Espero haberlo hecho bien, así que si hay algo que no cuadre, me lo dicen en seguido y edito asapito.
También me tomé la libertad de contar con la habilidad nivel 1 de Toro: PIEL RESISTENTE para atrapar a Chess sin que le haga daño.
La idea es que ahora estén en las cercanías del puente. Nuria va a recobrar el conocimiento en este turno =)
Nuria
Experto
Nuria
Cantidad de envíos : : 118
Nivel de PJ : : 0

Volver arriba Ir abajo

Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] Empty Re: Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado]

Mensaje  Ircan Sáb Sep 22 2018, 22:28

Seguía el rastro a toda velocidad mientras me fijaba en pisar bien las cejas de las casas para no precipitarme al suelo. Todo marchaba bien hasta que de repente un terrible dolor se instaló en mi hombro y en mis dientes a plena carrera. Aquello hizo que me distrajera lo suficiente como para tropezar y caer rodando por el tejado. De nada sirvió que intentara sujetarme con mi único brazo, mi cuerpo se precipito al vació encontrándose por el camino ventanas, cuerdas de tender y finalmente un carro. Golpe que me hizo perder por un momento la respiración, el sonido de mi voz y el pleno control de mi cuerpo.

-Magdicasea.... (Maldita sea...) - me levanté como pude llevandome la mano a la espalda, al costado, a la cintura, ¡me faltaban manos para cubrir todo lo que me dolía!

Tardé en recomponerme, pero en cuanto lo hice pude sentir que el olor aún seguía allí, fresco. Despues del porrazo que me había pegado la necesidad de encontrar a aquel criminal era doble. Sali corriendo de nuevo, aunque esta vez cojeando de una forma evidente; aún así nada iba a pararme, había atacado a Nuria y debía de pagar por eso.

Tardé pero al final el rastro me llevo a un puente de la ciudad en el que pude ver a mi presa cargando con algo, o con alguien... era...

-¡Nugia! (¡Nuria!)

El dolor desapareció durante unos momentos, pues empecé a correr sin impedimentos hacia aquel hombre que comenzaba a hacer algo con sus manos sobre el cuerpo de Nuria. Cuando estaba a escasos metros, desenvainé a Marlowe, lo que le tuvo que advertir, pues en el ultimo instante se echó para atrás esquivando el golpe. El dolor hizo que me desestabilizara y comenzara a caer, pero no iba a dejar que aquella persona volviera a librarse de mi. Giré en el aire antes de caer extendiendo el brazo de la espada, sintiendo como ésta se clavaba en su piel deslizándose por ella1. Caí al lado de Nuria sabiendo que le había dañado, ahora solo faltaba... De repente todo se lleno de un humo asfixiante que me hizo toser y no me deja ver. Me levanté, pero al segundo algo me tiro al suelo y comenzo a atacarme con sus garras arañándome la piel de la cara. Aquella maldita criatura me estaba dando una paliza de la que no me podía defender por tener un sólo brazo.

Pero cuando ya estaba apunto de rendirme algo tiró de ella obligando a separarse de mi. El humo se había ido y podía ver como Toro sujetaba del pescuezo a un hombre gato que seguía moviéndose queriendo alcanzarme mientras soltaba insultos. Lo miré con odio y tomé la espada levantandome contra él, ¡me las iba a pagar!

-¡Espera jefe! - Toro apartó al hombre gato y me detuvo con su otro brazo. Lo miré incrédulo. - Creo que es amigo de Nuria, seguramente pensó que eras el criminal. Por cierto, ¿dónde está?

-Geo unha equequie gue humho i guejacaguegio. Quego he gogago gagharlhe. (Creo una especie de humo y desapareció. Pero he logrado dañarle). -le mostré la espada manchada de sangre. - Gue nho aguer quenhigo a mhinhinho enquima a go mecor coguía aguer eguicago que ecacaga. (De no haber tenido al minino encima a lo mejor podría haber evitado que escapara.) - lo miré con enfado, pues no por nada ahora tenía la cara llena de profundos arañazos.

Suspire con fuerza y vi que Nuria estaba en el suelo inconsciente. De forma automática me arrodille junto a ella, tomé mi pellejo y le eche algo de agua para ayudarla a despertar.

-Nuguia... (Nuria) - le di unos pequeños golpecitos en los mofletes. - Guesquierca... Gamos.. No me ajusques... (Despierta... Vamos... No me asustes...)

_________________________________________________________________________________________________________
1:Utilizo mi habilidad de nivel 3: Marcar

He sido autorizado por Nuria para el uso de Chess su pnj.

Lamento la tardanza en responder, intentaré que no vuelva a ocurrir u.u
Ircan
Honorable
Ircan
Cantidad de envíos : : 466
Nivel de PJ : : 4

Volver arriba Ir abajo

Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] Empty Re: Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado]

Mensaje  Elen Calhoun Dom Sep 23 2018, 13:00

La sombra de odio se deslizó por el pasillo, y percibiendo la presencia de un ser vivo en el sótano, se dirigió hacia las escaleras que llevaban mismo, descendiendo lentamente hasta llegar a una especie de laboratorio, aunque poco le importaba el lugar. Lo único que le interesaba de aquella estancia era la mujer que ocupaba una cama en el rincón, la cual al ver aparecer al monstruo chilló con todas sus fuerzas, quedando al borde del desmayo solo de la impresión. Un fuerte estruendo en el piso superior, acompañado por una sucesión de impactos que sacudieron la propiedad, hicieron que la creación del Hombre Muerto se detuviese para darse la vuelta y encarar al responsable de aquello, un objetivo que se le antojaba mucho más interesante que la débil humana.

Así pues, la criatura regresó al pie de las escaleras para enfrentarse al dragón, pero éste, sabiendo lo que tenía que hacer, utilizó la proyección de su elemento nada más verla, atrapándola en cuanto intentó abalanzarse sobre él. Lyza, con la visión borrosa, apenas pudo ver como un halo brillante encerraba al monstruo que acababa de asustarla, segundos antes de que la oscuridad se cerniese sobre ella, sumiéndola en la inconsciencia. ¿Qué hacía aquella bestia allí? Y lo más importante, ¿dónde estaba su amado Fëanor?

En cuanto la sombra dejó de luchar y revolverse en su ígnea prisión, Elen recuperó su forma, quedando tirada sobre los escalones de madera, sobre los cuales se mantuvo apoyada durante unos instantes más antes de levantarse. - Ese malnacido… cuando lo encuentre me las va a pagar. - masculló, harta de la maldición que Randall Flagg le había impuesto. - No te preocupes, nos ocuparemos de él. - aseguró el cazador, regresando a su forma humana para no seguir destrozando la granja. Tanto el marco de la puerta principal como las paredes del pasillo habían sufrido graves desperfectos a causa del voluminoso cuerpo del reptil, pero su ruidosa entrada no parecía haber alertado a nadie más en el resto de la vivienda, con lo que asumió rápidamente que allí solo había una persona, la que poco antes había chillado desde el sótano.

- Comprobemos qué hay ahí abajo. - instó, descendiendo hasta alcanzar a su compañera para luego seguir hasta la tétrica sala que sin duda, el secuestrador utilizaba para sus experimentos. El lugar estaba tenuemente iluminado por unas lámparas de aceite, y en el centro del mismo había dos camillas vacías, una casi impoluta y la otra con pequeñas manchas de sangre en la zona en que el paciente debería apoyar la cabeza. Multitud de frascos y libros de todo tipo llenaban las estanterías de las paredes, pero lo interesante se encontraba alrededor de los camastros, o más bien brillaba por su ausencia. No había instrumental médico de ningún tipo, detalle que indicaba que aquella estancia no se estaba utilizando para realizar intervenciones, sino más bien para otro tipo de actividades, unas mucho más siniestras.

El débil latido de la mujer atrajo la atención de la vampira, que rápidamente cruzó la habitación hasta situarse junto a la extraña, creyendo que su sospechoso había encontrado una nueva víctima antes de que pudiesen atraparlo. - ¿Otra más? - inquirió el norteño, colocándose a su lado. - No estoy segura… tiene más energía que el resto, pero parece enferma. - susurró, examinando a la muchacha mientras seguía inconsciente. - ¿Ves su rostro? Demasiado pálido para una humana, y su temperatura tampoco es normal… podría tratarse de la pandemia que asoló Lunargenta hace meses. - indicó, momentáneamente agradecida porque su naturaleza la protegiese del contagio.

- Mantén la distancia por si acaso, voy a intentar despertarla. - dijo a continuación, echando mano a su bolsa de cuero para buscar algún brebaje de olor fuerte y desagradable, eso debería bastar para que reaccionase. En aquel momento necesitaba respuestas, y teniendo en cuenta que era la única capaz de dárselas, su deber era mantenerla con vida y tratar de interrogarla.


***


Iba demasiado lento, apenas había llegado al puente y su cuerpo ya comenzaba a quejarse, la frenética huida por los tejados y el cargar con la muchacha le estaban pasando factura. - No puedo rendirme, Lyza lo necesita. - se dijo interiormente, optando por cambiar de planes. Normalmente llevaba a los “donantes” hasta la granja para llevar a cabo el proceso, pero viendo que de hacer eso tardaría más de lo esperado, y que quizá aún no estuviese a salvo de ser descubierto, optó por alejarse del camino hacia una zona algo abandonada, donde con cuidado tumbó a la chica y se dispuso a extraer su energía, aceptándola para sí mismo antes de entregársela a su esposa.

Fëanor colocó ambas manos a escasos centímetros del pecho de la morena y comenzó a recitar algo en su lengua materna, consiguiendo que las palmas brillasen con un eléctrico tono azulado. Solo debía mantenerse así durante unos minutos sin perder la concentración, pero los acelerados pasos de un individuo que iba directamente hacia él lo obligaron a girar el rostro en su dirección, a tiempo de ver como espada en mano, corría a detenerlo. Apenas los separaban unos metros, pero milagrosamente consiguió echarse hacia atrás a tiempo de evitar la peor parte del ataque, que no todo.

La hoja lo alcanzó en el vientre, deslizándose en diagonal y atravesando su túnica para hundirse en la carne, ya no podía quedarse allí, solo le quedaba una opción, huir. Por suerte iba preparado, y sin perder ni un segundo, tiró de uno de los frascos que llevaba en el cinturón para estamparlo contra el suelo, aprovechando el humo producido por la sustancia para escabullirse a toda prisa del lugar. Dos veces, dos veces había subestimado a aquella muchacha creyendo que podría utilizarla, pero a juzgar por la fiereza con que la defendían, debía ser alguien importante.

Herido, y consciente de que no podía permitir que lo matasen, Fëanor optó por rendirse, no conseguiría nada aquella noche así que tendría que ceder a Lyza parte de su propia fuerza vital para que aguantase hasta el día siguiente. Cubriendo la zona afectada por el tajo con la diestra, el elfo corrió tan rápido como le permitieron las piernas, y en cuanto encontró un lugar en que esconderse y recuperar el aliento, recurrió a la magia sanadora de los de su raza para detener el sangrado y cerrar el corte. - Tengo que llegar a la granja. - alcanzó a decir entre dientes, sin librarse aún del dolor.

Quizá los dioses le estuviesen mandando una señal, puede que lo mejor fuese abandonar Roilkat y buscar otro sitio en que tratar a su amada, una aldea de campesinos por ejemplo, donde no encontrase gran resistencia.

Haciendo acopio de las fuerzas que le quedaban, recorrió el resto del trayecto hasta su guarida, aún con molestias por culpa del espadachín, pero éstas desaparecieron de su mente en cuanto sus ojos se posaron sobre la destrozada entrada de la propiedad. - No… Lyza. - musitó, echando a correr de inmediato hacia la puerta, que parecía haber sido arrancada de golpe. Con el rostro contraído a causa de la preocupación, el sanador no dudó en enfilar el pasillo y descender al sótano, donde un par de extraños, alertados por el ruido de sus pasos, lo esperaban. - ¡Alejaos de ella! - exigió, sin quitar ojo de encima a la extraña que mantenía un frasco junto al rostro de su esposa.

- ¿Fëanor? ¿eres tú? - preguntó la humana, que volvía en sí tras oler el desagradable aroma del recipiente. - Vaya vaya, esto nos facilita mucho las cosas. - intervino la joven de cabellos cenicientos, volviendo a tapar el brebaje para guardarlo. Ambos, tanto ella como su acompañante, un hombre de aspecto serio y complexión fuerte, se interponían entre él y su querida Lyza, pero ¿cómo se suponía que debía enfrentarlos? Algo en la oscura aura de aquella individua dejaba claro que no se la debía tomar a la ligera. - Tengo algunas preguntas para ti, Fëanor, supongo que ese es tu nombre… o ¿está delirando? - inquirió la fémina, midiéndolo con la mirada hasta encontrar el roto en su túnica. - Parece que ya te has topado con nuestros amigos, seguramente no tardarán en seguir tu rastro hasta aquí así que por tu bien, deberías cooperar. - le aconsejó, cruzando los brazos sobre el pecho.

Por un instante pensó en usar nuevamente el humo, pero eso solo empeoraría las cosas, tenía que encontrar otro modo de salir airoso de la situación. - No delira, es mi nombre. - contestó, aunque de mala gana. - Bien, entonces ya puedes empezar a explicarme lo que has estado haciendo en este sitio… o sino… la interrogaré a ella. - soltó la mujer, causándole un escalofrío.

Elen Calhoun
Aerandiano de honor
Elen Calhoun
Cantidad de envíos : : 1954
Nivel de PJ : : 10

Volver arriba Ir abajo

Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] Empty Re: Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado]

Mensaje  Nuria Lun Sep 24 2018, 01:28

La intervención de Ircan no fue bien recibida por Chess, quién no conociéndolo de antemano se precipitó sobre él. El hombre bestia estaba en un estado frenético, de lo contrario, se hubiera percatado de las evidencias en la escena. El licántropo intentaba hacer que la joven volviese en sí, mientras que el verdadero culpable aprovechaba para escapar. No fue hasta que Toro intervino, que el fiel hombre gato pudo ver con más claridad el panorama. - ¿Jefe?- preguntó incrédulo, la apariencia del joven no era precisamente la de un patrón, más bien todo lo contrario. El chico de pelo blanco bien podría ser el paje del hombre vaca gigante, la acidez de su pensamiento se reflejaba en la forma en la que se paraba y miraba cómo tocaba a su amiga. Movía la cola de lado a lado, atento a sus manos y dónde las ponía.

- Nyan, nube viajera ha hablado- sentenció, evidentemente molesto.

El agua y las suaves palmadas, ayudaron a que Nuria volviese en sí. -¿Ches…?- preguntó en un estado de semi-consciencia. El hombre gato se irguió, inflando su pecho mientras se acercaba –no sin cierto resentimiento- a la dupla.  Estaba a punto de acariciarle el rostro, cuando la criada abrió los ojos y vio la silueta recortada de Ircan a contraluz. Entonces dio un grito y le estampó, con la escasa fuerza que tenía,  una bofetada a la cara. Después de que el golpe hiciera eco, y bastante tarde para el pesar de su consciencia, la joven se dio cuenta que había confundido al raptor con su amigo y empleador. Se cubrió el rostro avergonzada y sintió, por fin, el dolor del golpe en su cabeza. Chess puso una mano sobre su hombro - Nyo estamos enojados por la bofetada. Chess también le ha atacado. Es un tonto- afirmó el gato, tratando de consolarla. Nuria abrió sus dedos para ver, tímidamente a los hombres y, aunque no quería, se llevó la mano a la zona del golpe.

- Lo siento…

Susurró, poniéndose a llorar. Apoyó su cabeza en el pecho de Ircan y volvió a disculparse varias veces entre sollozos, en una voz tan apagada que era apenas audible. - ¿Estás bien Nuris?- preguntó Chess, por la forma en la que actuaba, parecía que no le caía en gracia la forma en la que esos dos interactuaban. - Estoy bien- era evidente que mentía - ¿dónde está…?- no quiso terminar la pregunta, le daba miedo ponerle una denominación a esa criatura. Chess se adelantó a responder - Ha huido- encogiéndose de hombros y tendiéndole las manos para ayudarla a ponerse en pie. Estaba haciéndolo a posta, quería cabrear de alguna forma a Ircan. Por su parte, la humana estaba en su propio mundo, ida. Las palabras de su amigo tardaron en hacerle efecto, pero cuando las comprendió, comenzó a temblar. - Ircan, no puede escapar, es peligroso. Es muy peligroso-

Miró a Toro y se apoyó en Chess - Esta vez no me separaré- aseguró. Tener a su amigo de años le hacía sentir más segura y menos como una carga. - Tenemos que apresurarnos- sus fuerzas le flaqueaban, pero estaba segura que si ponía su mente en ello, sería capaz de resistir un poco más. Ya había aprendido por las malas que no debía separarse, ahora sólo le quedaba una opción: ponerse valiente y continuar hasta el fin.
Nuria
Experto
Nuria
Cantidad de envíos : : 118
Nivel de PJ : : 0

Volver arriba Ir abajo

Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] Empty Re: Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado]

Mensaje  Ircan Jue Sep 27 2018, 02:25

"¿Qué le pasará a esa mezcla de gato y humano?" me pregunté irremediablemente mientras atendía a Nuria.

"¡Qué tiene menos luces que un topo! ¡Es un maldito gato! ¡Vamos a cena maldita sea!" sentí la sed de sangre en el lobo, algo que en cierto modo era compartido por el escozor que me estaban provocando ya las heridas.

"No... es amigo de Nuria..." cerré los ojos

"Pues comamonoslo antes de que la chica despierte..." propuso el lobo de forma tentadora en cierto modo provocado por las altaras horas de la noche.

"¡Que no!" y para mi sorpresa me llevé una hostia que me hizo apartarme de Nuria.

Me llevé mi única mano a mi mejilla confundido por el golpe, buscando con la mirada al agresor. Pero la unica mano levantada era la de mi compañera que ya parecía estar consciente.

"¿Pero que les ha dado hoy a todos por pegarme?" me recompuse aunque tuve que soportar como el gato se disculpaba en mi nombre, ¿pero quién se creía que era? ¡Y encima me insultaba! Y Nuria no le dijo nada...

Sin embargo, se disculpó conmigo a su manera, llorando y apoyándose en mi hombro; lo que me hizo dirigir una sonrisa con horripilante rostro al gato, no sabría decir si fue un acto reflejo o algo planeado pero me sentó tan bien.... Pero aquello duró poco, el gato no tardó en adelantarse para levántarla y separarla de mi. Intentaba provocarme...

"Estás jugando con quien no debes gatito..." pensé intentando morderme el labio sin éxito debido a las raíces. Me levanté.

"Lo mataremos cuando menos se lo espere..." añadió el lobo también enfurecido al parecer por aquel trato sufrido, últimamente se mostraba más afín conmigo.

"Si... ¡digo no! No hay que llegar a tanto sólo hay..." miré fijamente a Chess. "Que marcar adecuadamente el territorio..."

"Ya caerás ya... y me llamaras para ello... y yo lo disfrutare de cincuenta formas diferentes..." y desapareció de mi mente dejándome aún con tentación por saber a que sabría.

Apenas intenté dar un paso las raíces volvieron a meterse entre mis dientes desapareciendo y el brazo volvió a surgirme del hombro con un árbol que crecía en una centésima de segundo, provocándome un agudo y molesto dolor que se mantuvo durante un rato.

-Ufff... mucho mejor... - me lamí las encías con la lengua y moví el hombro para desentumecerlo. -Menos mal que yo soy útil y he herido al tipo, ahora podre seguirlo allí donde intente esconderse. -miré a Chess con una sonrisa de superioridad, no se porqué no podía evitar hacerlo. - Por aquí. - dije captando rápidamente el olor de su sangre.

Corrí por las calles siguiendo la estela que mi presa me había dejado seguido por mis compañeros hasta llegar a una esquina en la que el olor y la sangre estaba más concentrada, para luego desaparecer está de los adoquines de la ciudad.

-Aquí se curo de una forma muy rápida. ¿Será fruto de una poción o será un elfo? - los datos sobre el sospechoso eran cada vez mayores, pero no suficientes. - Aún así el rastro sigue, no se ha quitado las ropas ensangrentadas.

Vuelvo a iniciar la persecución tras el olor viendo como las casas cada vez son más bajas hasta que sobrepasamos la linea de la muralla para salir al exterior, y de ahí a lo que parecía ser una granja, tal y como había dicho Nuria al principio.

Una vez nos acercamos más pude ver que la puerta estaba destrozada.

-Preparaos... No hemos sido los primeros en llegar. - saqué ambas espadas y me interné cauteloso en la vivienda.

Una vez dentro mi sensibilidad auditiva captó rapidamente una voz femenina en lo que debía de ser el sótano. Conforme más me acerqué a la escalera que descendía más se aclaraba la misma, era la voz de Elen. Esta se vio acompañada por la voz de un hombre, en lo que parecía ser una afirmación. Seguí bajando ahora más rápido hasta que pude escuchar claramente a Elen.

-Si... ya puedes empezar a explicarte.. - dije causando el sobresalto en el hombre mientras me acercaba al hombre con ambos aceros. - Y mientras Elen la interroga a ella. - ni idea de quien era ella. - Yo y mi amigo el grandullón te interrogaremos a ti... Se nos da bastante bien. - Toro apareció justo en ese momento detrás mía. - No hay escapatoria maldita escoria... Vas a pagar por lo que le has hecho a Nuria...

Había llegado el momento de estallar, y después de la noche que había vivido no era para menos... Dos ataques a Nuria, el dolor de aquella maldición que se repetía en el tiempo, el haberme caído de un tejado, el ataque improvisto de un hombre gato que me había arañado la cara y que para colmo había puesto su empeño en tocarme la moral; todo ello sin contar del efecto que la noche causaba en mi con la imperiosa personalidad del lobo de mi interior mezclándome con la mía propia y todos aquellos acontecimientos. Y delante mía estaba el culpable de todo ello, o al menos de la gran parte, había llegado el momento de dejar de ser razonable para dejarse llevar por las pasiones, si es que no quería que me explotara la cabeza con tanta emoción junta arremolinándose en mi interior y que no sabía como orientar de una forma racional.

Moviéndome más rápido de lo que nadie esperaba me acerqué lo suficiente a él como darle un poderoso golpe con la empuñadura de Marlowe en el costado que le había herido con anterioridad, que aunque se hubiese curado hizo que se retorciera de dolor para caer al suelo.

-¿¡Por qué has atacado a Nuria!? - le amenacé colocando mi filo en su cuello. No tenía muy claro si eso iba a servirme de algo para aplacar mi furia, pero quería saberlo.
Ircan
Honorable
Ircan
Cantidad de envíos : : 466
Nivel de PJ : : 4

Volver arriba Ir abajo

Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] Empty Re: Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado]

Mensaje  Elen Calhoun Vie Sep 28 2018, 19:20

- Fëanor… ¿qué ocurre? ¿quiénes son estas personas? - consiguió pronunciar la mujer, haciendo un gran esfuerzo para incorporarse hasta quedar sentada sobre el camastro. Su respiración se agitó con lo que cualquiera haría sin pestañear, pero no solo eso, pronto empezó a toser sin control, obligándose a taparse la boca para que la sangre que expulsaba no manchase la sábana que cubría sus piernas. - Tranquila, tienes que descansar. - le contestó el elfo desde el otro extremo de la estancia, pero la situación no se prestaba a ello. - Pero… el monstruo… - susurró, dirigiendo una nerviosa mirada hacia las escaleras. - Yo soy la sombra que viste, si os portáis bien no volverá pero si me mentís… dejaré que se encargue de vosotros. - amenazó Elen con frialdad, sin necesidad de añadir nada más.

El sanador ya había visto los destrozos de la entrada, y no le hacía falta más para saber que la joven hablaba totalmente en serio. Sin embargo, antes de que pudiese empezara a explicarse, se vio sobresaltado por la llegada de más enemigos, encabezados por el espadachín que lo había herido y el enorme hombre bestia. El ataque del encapuchado no se hizo esperar, avanzó a toda prisa hacia su objetivo y castigó severamente la zona en que ya lo había dañado anteriormente, golpeándolo con la empuñadura de su arma y consiguiendo que tras soltar un quejido de dolor, su adversario terminase de rodillas sobre el suelo, sujetándose el costado y concentrándose en recobrar el aliento tras el impacto.

- ¡Fëanor! - exclamó la enferma, con el terror grabado en el rostro. - Cálmate Ircan, recuerda que de momento es más valioso vivo que muerto. - intervino la vampira, observando el peligroso filo que ahora, su sospechoso tenía contra el cuello. - Vamos, empieza a hablar antes de que mi amigo pierda la paciencia. - instó, apartándose de la camilla para acuclillarse delante del rubio. - Por favor, no le hagan nada a mi esposa… está muy débil. - pidió nada más comenzar, con el rostro contraído y embargado por la preocupación. - Eso dependerá de lo cooperativo que te muestres, dime qué has estado haciendo a los ciudadanos. - exigió la benjamina de los Calhoun, sin quitarle ojo de encima.

El elfo dedicó una triste mirada a su amada antes de volver a centrarse en la de cabellos cenicientos, inevitablemente, sus acciones iban a quedar al descubierto, incluso para Lyza. - Los he utilizado… les he robado la energía vital para transmitirla a su cuerpo y evitar que su estado siguiese empeorando. - confesó, para horror de la humana, quien sin idea de aquello, se cubrió el rostro avergonzada. - Empecé buscando objetivos sencillos y trayéndolos de noche hasta aquí para hacer el ritual mientras dormía pero su afección no mejoró, solo conseguía detenerla durante unas horas… y cada vez necesitaba más “donantes”. - continuó, sin poder mirar a la cara a cónyuge.

- Intenté sanarla de otras formas ¡se los juro! pero nada funcionaba… solo de este modo conseguí frenar los síntomas. - trató de justificarse, sin moverse ni lo más mínimo, ya que la afilada hoja seguía contra su cuello. - Si elegí a su compañera fue porque la vi sola y creí  que sería una candidata adecuada, de haber sabido que estaba tan protegida no me habría acercado a ella. - dijo instantes después, para que el espadachín tuviese su respuesta. - Entonces has usado tu control sobre los flujos de energía para dejarlos como están ahora, ¿se puede revertir el proceso? - preguntó la criatura de la noche, con algo de esperanza. - No, no puedo despojar a Lyza de las pocas fuerzas que le quedan… moriría…pero podría intentar tomarlas de otra parte, de la naturaleza quizá. - contestó con rapidez, consciente de que si dejaba de ser útil, probablemente los matasen a los dos.

- ¿Y por qué no hiciste eso desde el principio? - volvió a intervenir la centinela. - El ritual es más complicado, no podía perder el tiempo así que opté por la opción más sencilla. - soltó, mientras los débiles sollozos de la mujer llegaban a oídos de la señora de sombras. - Ya veo. - musitó, levantándose para acercarse al camastro sobre el que descansaba. - Comprenderás que no podemos permitir que sigas con esto. - agregó, dándole la espalda. - ¡No, por favor! ¡no le haga daño! ¡todo es culpa mía! - exclamó, poniéndose en lo peor, en que iba a ser testigo de cómo aquella extraña le arrebataba lo que más quería.

Elen buscó el rostro de su compañero sin saber bien qué hacer al respecto, pero la expresión del dragón le dio la respuesta. - Arreglarás lo que has hecho, te llevaremos al hospital para que cures a tus víctimas. - sentenció, girando el rostro para mirarlo por encima del hombro. Tanto la voz como sus ojos dejaban claro que no aceptaría un no por respuesta, era una orden, y eso también implicaba que Fëanor de momento, estaba a salvo, cosa que no agradaría a Ircan. Levantando la vista, Elen buscó la cara del encapuchado para asegurarse de que no iba a cometer una estupidez, no importaba cuán enfadado pudiese estar, otras vidas estaban en juego y no iba a dejar que su furia lo arruinase todo. - Aparta la espada de su cuello, ya no es necesaria. - instó, haciendo un gesto al cazador para que se hiciese cargo de la situación antes de que pudiese empeorar.  

- Vamos, levanta. - dijo Alister, aproximándose al rubio para sujetarlo por un brazo y ayudarlo a incorporarse. - ¿Y luego? ¿qué pasará conmigo? - se atrevió a preguntar, poco antes de que la benjamina de los Calhoun alcanzase a su esposa. - Eres un criminal, tendrás que ser juzgado. - respondió la joven, sin miramientos. - ¡Pero si me encierran Lyza morirá! ¿quién cuidará de ella? La enfermedad acabará con su salud. - protestó, visiblemente preocupado. La de cabellos cenicientos se detuvo en seco, planteándose algo que hasta aquel momento, jamás había considerado.

- Dime una cosa, ¿qué estarías dispuesto a dar porque ella viviese? - inquirió en voz baja. - Cualquier cosa, si estuviese seguro de que sacrificando mi vida podría salvar la suya ¡lo haría sin dudarlo! - replicó el elfo al instante. - ¿La aceptarías sin importar lo que fuese? - continuó, provocando que el cuerpo del norteño se tensase, sabía lo que estaba pensando. - Por supuesto, es mi esposa, la mujer que elegí y por la que abandoné mi hogar. - soltó, ligeramente confundido por la pregunta. - Bien, espero que sea verdad. - susurró, antes de sentarse al borde del camastro y tomar las manos de la humana para descubrir su faz.

Las lágrimas anegaban sus ojos y corrían por las mejillas sin descanso, mientras sus labios, manchados por la sangre que expulsaba al toser, temblaban. - Escúchame bien Lyza. - indicó con un hilo de voz, no quería que los demás alcanzasen a oír la propuesta que iba a hacerle. - Ya te has enterado de lo que ha hecho, ¿aún quieres estar con él? - formuló, obteniendo un leve asentimiento de cabeza por parte de la enferma como respuesta. - Lo que te ocurre es producto de la pandemia, y por desgracia parece haberse extendido demasiado como para sanarte de un modo tradicional… ¿quieres vivir? ¿aceptarías transformarte para seguir en este mundo? - prosiguió, dejando a la vista los colmillos.

La joven volvió a asentir, pero antes de que ocurriese, tenía que estar al tanto de todo lo que aquella decisión conllevaría. - Te advierto que no será un camino fácil, y que te estaré vigilando… si llegas a asesinar a alguien será responsabilidad mía y no me dejarás más remedio que matarte. ¿Lo has entendido? - la amenaza era real, pero a pesar de ello, aceptó el riesgo.

- Ya estás bastante débil, no creo que haga falta hacerte más daño… - comentó, elevando la voz para que ahora sí, los demás pudiesen enterarse de lo que tramaba. - Voy a transformarla, los vampiros no nos contagiamos así que eso debería eliminar la enfermedad de su cuerpo, ¿alguna objeción Fëanor? - añadió, mirando al curandero. - Me haré cargo de controlarla durante sus inicios pero luego tendrá que hacerlo por sí sola. - dijo, para luego tomarse nos segundos. - No permitiré que arrebate vidas inocentes, si lo hace vendré a por ella así que tenlo en cuenta. - informó, sin que una palabra escapase de labios del rubio, si de aquella forma podía salvar a su amada, aceptaría las condiciones que le pusiese.

Esquivando los ojos del dragón, ya que temía encontrar en ellos algo diferente a la tristeza que había visto antes, Elen desenvainó su daga e instó a la humana a recostarse antes de colocar la diestra sobre su cara y realizarse un corte en el interior de la muñeca. La sangre empezó a caer, manchando aún más su boca y alcanzando su lengua para luego deslizarse a través de la garganta.  - Sé que no tiene buen sabor pero debes aguantar. - musitó, ante la asqueada expresión de la que ahora, sería su creación.
Elen Calhoun
Aerandiano de honor
Elen Calhoun
Cantidad de envíos : : 1954
Nivel de PJ : : 10

Volver arriba Ir abajo

Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] Empty Re: Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado]

Mensaje  Nuria Sáb Sep 29 2018, 20:10

Nuria no podía acostumbrarse al misterioso aparecer y desaparecer del brazo y las raíces en Ircan. Tampoco entendía esas malas vibras que notaba entre sus amigos, pero no comentó nada en ese mismo momento, aunque cuando ella y el hombre bestia gato quedaron un poco rezagados, agarró a Chess de una oreja , tras un buen par de intentos a saltos, y lo atrajo hacia sí. - tu no le has dejado así la cara, ¿verdad? ¿de qué me perdí?- preguntó, soltando la oreja peluda, no sin antes darle un besito de disculpa en la mejilla. - Claro que he sido yo ¡creí que te iba a comer junto con ese otro! ¿Cómo podía saber que ellos eran tus amigos?- respondió ultrajado, sin dejar de caminar y sostener a la criada para que avanzara más rápidamente.

- Acordemos que no son los amigos a los que estás acostumbrado a conocer- respondió con un sonrojo que solamente él sería capaz de ver. El hombre bestia negó con la cabeza - Tendrás bastante que explicar. Porque antes yo era el más peligroso de tus amigos, pero he quedado bastante atrás- le echó una ojeada a Toro y volvió a negar con la cabeza -  Lo cual es terriblemente preocupante- la conversación se interrumpió cuando Ircan se detuvo a explicarles lo que estaba deduciendo. Por su parte, Nuria se daba cuenta con horror, que cada vez se acercaban más a la granja Dodger. - Los Dodger no viven allí desde hace tiempo- la voz del joven era siniestra. Ella no le respondió. Se apartó de Chess para caminar por su cuenta, eso era lo único que se le ocurría para “prepararse”: darle espacio a los demás para que se protegieran de la mejor forma posible.

El grupo llegó a un lugar que Nuria catalogó como “tenebroso”, no solamente por el ambiente en general, y por estar escondido, sino porque se encontró con una fémina que parecía enferma en una cama, a su lado la amiga de Ircan y su acompañante dragón y más allá… se tapó la boca y se agarró de Chess mientras veía como su amigo licántropo tomaba acción. Nuria cerró los ojos, no quería ver a Ircan tan violento, ni siquiera por un buen motivo o porque se tratase de ella. El compañero de la señora, tenía una expresión similar a como ella se estaba sintiendo. Apartó la vista de la escena, aunque no podía estar segura, intuía la respuesta del hombre de las orejas en punta y eso le hacía sentirse mal. La situación le daba una profunda tristeza, un sentimiento pesado y oscuro que le hacía sentir el pecho pesado.

Chess puso una de sus garras sobre la cabeza de Nuria y la otra en su hombro - Merece que le maten- le susurró al oído. La criada se sorprendió tanto por esas palabras que sus lágrimas se secaron en sus ojos. - Nadie merece eso- refutó, pero viendo el par de ojos de su amigo, se dio cuenta que no lo decía en ese sentido. No pudo contra aquella lógica, sus hombros se cayeron y dejó que las lágrimas fluyeran mientras escuchaba el trágico relato de Fëanor. No había forma de que pudiera culparle por lo que le había hecho a ella, pero tampoco había obrado bien. La vida de su Lyza no era más valiosa que la de las demás personas, una nueva oleada de un silencioso llanto le sacudió todo su pequeño marco. El Señor su dios, podía ser muy cruel con las lecciones que le mostraba.

Nuria estuvo a punto de ofrecerse para cuidar de Lyz, su inocencia juvenil no veía límites cuando quería hacer algún bien, pero la de los cabellos blancos intervino antes, sus palabras tan seguras y profundas que podía sentir el irremediable peso de la voz de la razón y la experiencia. La humana se sentía inútil y tonta, ese no era su mundo. Nunca debió haberse metido en algo así, no era lo suficientemente fuerte ni curtida como ellos para resistirse a una escena como la que presenciaba. Otro golpe de sorpresa hizo que su llanto se detuviera, la idea de la transformación le hizo cuestionarse muchas cosas, sacudió prejuicios que tenía arraigados en su corazón como si fuesen parte de su ser. La amiga de Ircan era una vampiresa; una mujer dispuesta a todo y llena de recursos. Observó cómo comenzaba el rito y sintió que el cuerpo se le ponía rígido y que toda la habitación se movía a su alrededor. Comenzó a respirar por la boca y finalmente huyó de la escena.

La joven detuvo su huida fuera de la casa, donde se dejó caer de rodillas y sin fuerzas. No tenía palabras para todo lo que había vivido esa noche. Sólo se quedó allí, mirando el cielo en silencio.
Nuria
Experto
Nuria
Cantidad de envíos : : 118
Nivel de PJ : : 0

Volver arriba Ir abajo

Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] Empty Re: Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado]

Mensaje  Ircan Sáb Oct 06 2018, 23:38

Por una vez mi lobo interno y el gato estuvieron de acuerdo, pero no, yo no era así. Un criminal debía de ser juzgado y además, teníamos que sacarle como curar a las victimas antes. Por ello empecé a aplacar mi ira. Mientras tanto Elen le preguntó por sus motivos, algo que también me interesaba...

Atendí a la historia y pude comprender su desesperación, yo mismo había pasado aquella enfermedad, incluso había conseguido la cura, podría ofrecerle la otra dosis y acabar allí el problema, sólo tenía que esperar unas semanas hasta que volviera de Ulmer... Pero no... Elen tenía otros planes...

Su amigo, el dragón, no dudo en alejarme con una mirada amenazadora del individuo ocupandose ahora él.

-¿Quién te ha nombrado jefa de esto? - miré a Elen enfadado, no comprendía a que venía tanta brusquedad conmigo. No me importaba dejar de amenazas al hombre pero que me forzaran a ello...

Ella siguió a la suya, con su propio plan sin contar con el resto de agraviados de todo aquello. Nuria no quiso ver aquello, así que se salió acompañada e Chess. Toro me miraba sin comprender que hacer, ni siquiera yo lo sabía. Elen y su acompañante habían decidido hacer imperar su ley por la fuerza, ¿qué le pasaba a esa chica? Pero lo peor fue cuando desveló su plan.

-¡Espera! - intenté avanzar hacia ella pero Alister me detivo con una mirada cargada de amenazas, aunque parecía que a él tampoco le gustaba aquello. - ¡Detenla! ¡Hay otra manera!

-Jefe...- Toro comenzaba a ponerse nervioso.

¿Pero acaso saldríamos vivos de allí si buscábamos pelea? No, no lo hariamos, Elen y su compañero estaban muy por encima de nosotros.

Miré furioso como realizaban el ritual, como Elen, a la que había considerado uno de los pocos especímenes defectos de aquella maldita raza, llevaba a cabo todos los preparativos para transformar a la mujer. Apreté los dientes furioso y mi rabia ignoró la cautela.

-Como haga daño a alguien seré yo mismo quien te cace a ti, vampiresa. - mis ojos lloraban por la impotencia y la furia. - La única responsable de lo que haga serás tú, y tú serás la que lo pague. - Alister me miraba con cara de pocos amigos pero le ignoré. - Todo por tu orgullo, si lo hubieses dejado a un lado y hubieses mirado al resto de personas que estaban aquí hubieses podido saber que yo tengo la cura para la pandemia, sólo hubiesen hecho falta unas semanas... - apreté los puños. - Pero no... no podías escuchar al resto de insectos... - la miré fijamente a los ojos. - Ahora mismo no puedo hacerte frente, pero como esa mujer haga algo malo a alguien ten por seguro que encontraré la forma de hacértelo pagar.

Me di la vuelta y salí todo lo rápido que pude de aquel lugar, el lobo estaba a punto de tomar el control de mi cuerpo y no quería eso, no no lo quería. Ya había demasiados monstruos en aquel lugar.

Una vez fuera, seguido por el mercenario tome aire hasta que infle por completo mis pulmones y me sequé los ojos.

-Vamonos. - le dije a Nuria con un tono seco mientras echaba a caminar.
Ircan
Honorable
Ircan
Cantidad de envíos : : 466
Nivel de PJ : : 4

Volver arriba Ir abajo

Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] Empty Re: Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado]

Mensaje  Elen Calhoun Mar Oct 09 2018, 11:12

Las reacciones a su decisión no se hicieron esperar. Nuria, abrumada por la situación, abandonó precipitadamente la sala para no ser testigo del proceso de transformación, mientras Ircan, visiblemente enfadado por lo que estaba ocurriendo, criticó sus acciones y el hecho de que no hubiese contado con el resto de los presentes para decidir. Sin embargo, lo que proponía el encapuchado era absurdo, ¿acaso no había comprendido el estado de la mujer? Esperar semanas para que trajese la cura que tenía supondría arrebatar otras vidas, seguir permitiendo que Fëanor robase energía a inocentes para mantener con vida a su esposa hasta que regresase con el remedio, ¿de verdad quería colaborar con eso?

Cada día que tuviesen que esperar por él conllevaría un nuevo ataque y una víctima más en el hospital, así que a sus ojos, no tenía ningún sentido. Mirándolo con seriedad, la de cabellos cenicientos aceptó su amenaza, no tenía nada que decir al respecto, ahora Lyza era problema suyo y tendría que hacerse responsable de ella para que se mantuviese en el buen camino, cosa de la que se aseguraría antes de marcharse de regreso a Lunargenta.

Cuando finalmente los guerreros abandonaron la casa, la centinela dejó escapar un suspiro de resignación, no tenía caso salir a hablar con Ircan o intentar que comprendiese que su idea solo traería más problemas a la ciudad, quizá volviesen a encontrarse en el futuro… en mejores condiciones.

- La conversión está empezando… - indicó, apartando la mano del rostro de la humana para vendársela con un trozo de tela y detener el sangrado. - Alister llévate a Fëanor al hospital y asegúrate de que arregle lo que ha hecho… luego tráelo de vuelta, su presencia nos servirá para estabilizarla. - añadió a continuación, dando algo de esperanza al elfo, que todavía veía alguna posibilidad de librarse de la cárcel a pesar de sus deshonrosos actos. - Ya la has oído, en marcha. - instó el cazador, tirando de él hacia las escaleras sin darle tiempo a despedirse de su esposa. - ¿Y si le pasa algo? ¿Y si no funciona? - protestó el rubio, al tiempo que subía los escalones hacia la planta superior. - Tranquilo, todo irá bien… y además, será mejor que os reencontréis cuando ella ya se haya alimentado por primera vez, así habrá menos riesgos para todos. - explicó, consiguiendo que el sanador entendiese la situación.

Sin nada que objetar, ambos dejaron atrás la granja y recorrieron las calles principales hasta llegar a su destino, donde con el pretexto de una ayuda desinteresada, Fëanor comenzó a utilizar su dominio sobre la energía para devolver parte de la vitalidad que había robado a aquellas personas, tomándola del ambiente que lo rodeaba. Aquel sería un proceso largo y agotador, pero si quería volver a ver a su amada debía cumplir con su parte del trato, así que no se detuvo, curaría a todas y cada una de sus víctimas aunque le llevase toda la noche, agradeciendo por supuesto que ninguna de ellas pudiese reconocerlo.



Mientras tanto en la antigua propiedad de los Dodger...

Lyza dejó de retorcerse minutos después de que se quedasen a solas, su respiración se normalizó lentamente y volvió a abrir los ojos, observando con asombro cada rincón de la estancia ahora que su sentido de la vista se había vuelto mucho más agudo. Logró incorporarse hasta quedar sentada sin apenas esfuerzo, detalle que también la sorprendió gratamente después de haber pasado las últimas semanas atada a aquella cama. - Bienvenida a la oscuridad. - comentó Elen, que seguía sentada a su lado. - Agghh, mi garganta. - se quejó la nueva criatura de la noche, llevándose las manos al cuello. - Sí, lo sé… el ardor es muy molesto pero tendrás que aprender a soportarlo. - soltó, echando mano a uno de los frascos de sangre que llevaba consigo. - Por hora toma esto, te calmará. - instó, entregándole el recipiente.

Sin pensárselo dos veces, la de cabellos castaños aceptó su gesto y probó el rojizo líquido, torciendo el gesto al principio, pero poco a poco le fue encontrando el gusto. - Gracias. - musitó al terminar el contenido, pero aún tenía sed, se le notaba en el rostro, así que para evitar problemas, la benjamina de los Calhoun le tendió otro. - Al principio tendrás que tener más cuidado, la sed es más fuerte durante los primeros meses y puede llevarte a atacar a personas, pero hay alternativas. - le informó, asumiendo su papel de mentora. - Puedes alimentarte de animales, no sabe tan bien como lo que acabas de probar pero funciona, y aparte de eso están las reservas, sangre conservada mediante un proceso alquímico. - prosiguió, señalando el frasco que sostenía la mujer al pronunciar las últimas palabras.

- Por suerte he aprendido a hacerlo así que enseñaré el método a Fëanor, de ese modo no te verás sin existencias y podrás pasar la primera etapa sin demasiadas dificultades. - soltó, provocando que la mujer se detuviese y la mirase intensamente. - Entonces, ¿dejarás que se quede conmigo? ¿no lo entregarás a las autoridades? - preguntó, apartando el recipiente a medio beber de sus labios. - Debería hacerlo, pero dejarte sola por el mundo me traería muchos problemas, ya oíste al encapuchado, tus actos también me repercutirán a mí así que estoy empezando a considerar otra opción… - respondió, tomándose unos instantes para pensar.

- Nada os ata a este lugar y teniendo en cuenta lo sucedido será mejor que no os quedéis aquí por más tiempo, os vendréis con nosotros a Lunargenta… allí podré vigilarte. - continuó tras la breve pausa, con tono serio. Lyza bajó la mirada, ahora era un peligro para los demás e incluso para su marido, no podía negarse a acompañarlos, necesitaba que alguien pudiese enseñarla a afrontar todo lo que aquella nueva vida traía consigo. - Será lo mejor. - susurró, antes de beberse el resto del rojizo líquido y probar a ponerse en pie sola, esbozando una amplia sonrisa a pesar de lo simple de la acción. Una negra aura la rodeaba, indicando que probablemente se tratase de otra señora de sombras, pero eso ya lo trabajarían más adelante, en cuanto pudiese controlar por sí misma la imperiosa necesidad de alimentarse.

Lo siguiente que la ex humana quiso hacer también fue algo básico, calentar un poco de agua y bañarse por sí sola, sin que el elfo tuviese que ayudarla por culpa de su frágil estado. - Cuidado con el fuego, somos muy vulnerables a él, igual que a la luz solar. - le recordó la centinela, supervisándola para que no terminase quemándose en un descuido. Una vez lista la bañera, decidió darle algo de intimidad, aprovechando aquellos momentos para cuestionarse interiormente si no estaba haciendo lo mismo que Géminis le había hecho a ella, acababa de transmitir una maldición, pero las circunstancias eran muy distintas, o al menos eso fue lo que se dijo para convencerse de que no se parecía a la fulana de Vladimir.

Lyza no tardó en salir y vestirse, parecía ilusionada con todo lo que era capaz de hacer por su cuenta, pero por encima de todo eso, quería estar perfecta para cuando Fëanor volviese a verla, quería agradecerle lo que había hecho y soportado por ella, para mantenerla con vida. Elen la observó con curiosidad desde una de las sillas mientras se arreglaba el pelo y se acostumbraba a su nueva palidez, tener el estómago lleno sin duda ayudaba a que pareciese una persona normal y corriente, pero no podía dejarse engañar, la sed sería un castigo con el que tendría que aprender a vivir para no convertirse en un monstruo, y su labor sería estar allí para que eso no sucediese.

El resto de la noche transcurrió sin incidentes, y teniendo en cuenta que estarían solas durante unas horas, la benjamina de los Calhoun aprovechó ese tiempo para ponerla al corriente de las ventajas y desventajas de su nueva naturaleza.



Off: Con este post doy por finalizada mi intervención en el hilo, si queréis completar la ronda adelante, si preferís dar el tema por acabado avisadme y lo cierro. Gracias a los dos por participar ^^
Elen Calhoun
Aerandiano de honor
Elen Calhoun
Cantidad de envíos : : 1954
Nivel de PJ : : 10

Volver arriba Ir abajo

Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado] Empty Re: Cuestión de energía [Libre] [3/3] [Noche] [Cerrado]

Mensaje  Contenido patrocinado

Contenido patrocinado

Volver arriba Ir abajo

Ver el tema anterior Ver el tema siguiente Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.