[Guerra de Lunargenta] [Libre] [3/3] Formando Parte... [Cerrado]
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Ya habían ocurrido tres semanas desde que recibí aquella visita inesperada de un brujo encapuchado arropado en telas largas como vestidos, que afirmaba venir desde una ciudad no muy lejana al Bosque de Sandorai (donde yo moraba). Aunque no era mas que simple información, su elocuente mensaje termino intrigandome ya que decía mucho con pocas palabras:
Lo siniestro te invita a lo profundo de Lunargenta,
Vive o muere, no habrá diferencia al final.
Si no temes a la parca, busca verme entre tierra y gusanos. Si no yo te buscare a ti.
Vive o muere, no habrá diferencia al final.
Si no temes a la parca, busca verme entre tierra y gusanos. Si no yo te buscare a ti.
Jugamos? C. G. S.
La estrofa era precisa y cualquiera con moralidad dudosa entendería a que refería, moralidad tan dudosa como la mía. Este hombre se refirió a si mismo como SLAYV pero desconfié que se tratase de su nombre real ya que se refirió a mi como SEER (apodo irónico bautizado por los aldeanos de las villas vecinas).
SLAYV: - Es un juego... una invitación abierta, escuche de ti por alrededores y no podía dejar de venir a conocer que tan cierto era. - dijo y comenzó a mover su mano frente a mi rostro. La continua humedad a mi alrededor me permitía sentirlo tras cada partícula y si bien no era una imagen detallada, su chistesito a mi ceguera resultaba hiriente.
- Que es C. G. S.?
SLAYV: - El nombre de la Compañia, Guerreros de Sangre.
- Por que iría a morir allá? - pregunte sin hacer gesto alguno y sin retroceder, ignorando su falta de respeto.
SLAYV: - Por diversión? No estas aburrida escondiéndote en este monótono bosque?. Vi cadáveres en el camino, no se que tanto hagas, pero en las Catacumbas subirás y subirás si lo haces bien, o eso tengo entendido, realmente se tan poco como tu, todos pudimos mandar esta nota.
Di un paso atrás como queriendo ofrecerle acceso y él cayó en mi amague, mas sin embargo mi intención solo fue salir del paso de la puerta que cerraría en su rostro.
SLAYV: - Oye! No! Espera... Una cosa mas y me iré: Un gran poder se avecina, podrías salir beneficiada de todo esto, solo piénsalo niña.
No necesite manos, solo entre y la puerta se cerro sola ferozmente. Aquel hombre sin rendirse tomo un papel y en el escribio la palabra "Seer" en el margen superior derecho con un carbon en su bolsillo.
SLAYV: - Dejare una nota por debajo de tu puuerta. - gritaba desde afuera - llévala contigo siempre y revisa los cadáveres, si son GS llevaran la suya, debes juntarlas y anota en la tuya sus nombres... Mata a todo quien te cruces, tarde o temprano sera un GS y empezaras a subir. -
--------------------
Tres semanas y ahora estaba llegando a Lunargenta, algo me latía fuerte por dentro como si deseara con locura ese alcance de oscuridad que aun no lograba ni estando ciega y es que sus palabras sonaron muy deliciosas a mi codicia. Sabia de esta especie de batalla civil en la ciudad de Lunargenta, mas no era algo que me incumbiera, hasta esta noche. La oferta interesante, la mirada devastadora de la realidad dictada con elocuencia y una lógica interesante fueron los puntos que determinaron mi destino: Seria una Guerrera de Sangre.
Llegue a la ciudad esa tarde, mas no perdí tiempo analizando el lugar o el porque las calles parecían vacías y lúgubres, SLAYV menciono las Catacumbas, y allí me dirigí. Al cabo de un rato encontré escaleras con la ayuda de quienes se animaban a responderme. No era mi rostro lo que asustaba ya que lo había vendado casi completamente desde el tabique para arriba, era mas bien la capa con capucha de colores opacos y manchados, ademas de mi fétido aroma característico cortesía de la poca higiene.
Deje de sentir la brisa al bajar unas escaleras.
Me adentraba cautelosa buscando, no a cualquiera, a un Guerrero de Sangre, para así matarlo y entrar al juego.
SLAYV: - Es un juego... una invitación abierta, escuche de ti por alrededores y no podía dejar de venir a conocer que tan cierto era. - dijo y comenzó a mover su mano frente a mi rostro. La continua humedad a mi alrededor me permitía sentirlo tras cada partícula y si bien no era una imagen detallada, su chistesito a mi ceguera resultaba hiriente.
- Que es C. G. S.?
SLAYV: - El nombre de la Compañia, Guerreros de Sangre.
- Por que iría a morir allá? - pregunte sin hacer gesto alguno y sin retroceder, ignorando su falta de respeto.
SLAYV: - Por diversión? No estas aburrida escondiéndote en este monótono bosque?. Vi cadáveres en el camino, no se que tanto hagas, pero en las Catacumbas subirás y subirás si lo haces bien, o eso tengo entendido, realmente se tan poco como tu, todos pudimos mandar esta nota.
Di un paso atrás como queriendo ofrecerle acceso y él cayó en mi amague, mas sin embargo mi intención solo fue salir del paso de la puerta que cerraría en su rostro.
SLAYV: - Oye! No! Espera... Una cosa mas y me iré: Un gran poder se avecina, podrías salir beneficiada de todo esto, solo piénsalo niña.
No necesite manos, solo entre y la puerta se cerro sola ferozmente. Aquel hombre sin rendirse tomo un papel y en el escribio la palabra "Seer" en el margen superior derecho con un carbon en su bolsillo.
SLAYV: - Dejare una nota por debajo de tu puuerta. - gritaba desde afuera - llévala contigo siempre y revisa los cadáveres, si son GS llevaran la suya, debes juntarlas y anota en la tuya sus nombres... Mata a todo quien te cruces, tarde o temprano sera un GS y empezaras a subir. -
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Tres semanas y ahora estaba llegando a Lunargenta, algo me latía fuerte por dentro como si deseara con locura ese alcance de oscuridad que aun no lograba ni estando ciega y es que sus palabras sonaron muy deliciosas a mi codicia. Sabia de esta especie de batalla civil en la ciudad de Lunargenta, mas no era algo que me incumbiera, hasta esta noche. La oferta interesante, la mirada devastadora de la realidad dictada con elocuencia y una lógica interesante fueron los puntos que determinaron mi destino: Seria una Guerrera de Sangre.
Llegue a la ciudad esa tarde, mas no perdí tiempo analizando el lugar o el porque las calles parecían vacías y lúgubres, SLAYV menciono las Catacumbas, y allí me dirigí. Al cabo de un rato encontré escaleras con la ayuda de quienes se animaban a responderme. No era mi rostro lo que asustaba ya que lo había vendado casi completamente desde el tabique para arriba, era mas bien la capa con capucha de colores opacos y manchados, ademas de mi fétido aroma característico cortesía de la poca higiene.
Deje de sentir la brisa al bajar unas escaleras.
Me adentraba cautelosa buscando, no a cualquiera, a un Guerrero de Sangre, para así matarlo y entrar al juego.
Última edición por Merida DunBroch el Vie 11 Mayo - 20:51, editado 1 vez
Merida DunBroch
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [3/3] Formando Parte... [Cerrado]
Con la ciudad de Vulwulfar asegurada y abastecida decidí poner rumbo a otro lugar donde seria de mas utilidad, algún lugar donde pudiera rebuscar secretos e información sobre el enemigo. ¿Y que mejor lugar que en los suburbios de Lunargenta?
Así es como termine metida dentro la ciudad, justo en la campanilla de la boca del lobo. Entrar a las catacumbas no fue difícil, habían varios accesos a lo largo de la ciudad y la indumentaria oscura y de dudosa reputación que tenia puesta para la ocasión, ayudaba a pasar desapercibida y a que al preguntar por indicaciones no levantara sospechas. Se trataba de un conjunto de cuero de un marrón muy oscuro, que se acerca bastante al negro, una falda abierta en medio que permite gran libertad de movimientos y un corpiño adornado con cordeles que deja todo bien sujeto y en su sitio, cerrado con una chaquetilla que cubre los hombros.
En mitad de vete a saber donde, sola y sin espacio para cambiar de forma, y lo peor de todo es que esto tan solo era el principio, apenas había bajado las escaleras que llevaban a las catacumbas y ya me sentía fuera de lugar, por no hablar del olor y el aire enrarecido por la falta de ventilación. Delante mía podía ver a una figura encapuchada, con una capa tan sucia que ni se veía el color original, había un sin fin de manchas que hacían todo un mosaico grotesco a demás, también se le añadía un toque de rigidez a la capa gracias al tiempo que llevaba sin limpiar aquella pobre tela. Al pasar al pordiosero encapuchado un olor rancio llego hasta mis fosas nasales, era asqueroso, el aroma que esa persona desprendía tenia una mezcla tan mortal de olores que era inconfundible, había de todos los olores: Podredumbre, moho, barro, agua estancada, sangre... la lista era interminable.
De pronto me pare en seco, yo conocía esos olores. Había pasado tanto tiempo que casi los había olvidado (aunque no así a su portadora) gire en seco sobre mi misma, y ahí estaba ella. Por debajo de la capucha se dejaba ver un pelo rojizo y apelmazado gracias a la ausencia de agua, hasta tenia algunos mechones que comenzaban a ser rastras, llevaba los ojos vendados y por tanto mi teoría se reafirmaba, era la ciega del bosque.
-Bruja, eres tu. -Le dije con una media sonrisa. -Si, no hay duda eres la cieg.. la mujer del bosque. -Pare en seco la palabra ciega, lo ultimo que quería era ofenderla. Estaba muy sorprendida, no esperaba encontrármela aquí. -A pasado mucho tiempo ¿Que haces tan lejos de tu bosque? ¿Te acuerdas de mi? Quisiste comerme.
Así es como termine metida dentro la ciudad, justo en la campanilla de la boca del lobo. Entrar a las catacumbas no fue difícil, habían varios accesos a lo largo de la ciudad y la indumentaria oscura y de dudosa reputación que tenia puesta para la ocasión, ayudaba a pasar desapercibida y a que al preguntar por indicaciones no levantara sospechas. Se trataba de un conjunto de cuero de un marrón muy oscuro, que se acerca bastante al negro, una falda abierta en medio que permite gran libertad de movimientos y un corpiño adornado con cordeles que deja todo bien sujeto y en su sitio, cerrado con una chaquetilla que cubre los hombros.
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En mitad de vete a saber donde, sola y sin espacio para cambiar de forma, y lo peor de todo es que esto tan solo era el principio, apenas había bajado las escaleras que llevaban a las catacumbas y ya me sentía fuera de lugar, por no hablar del olor y el aire enrarecido por la falta de ventilación. Delante mía podía ver a una figura encapuchada, con una capa tan sucia que ni se veía el color original, había un sin fin de manchas que hacían todo un mosaico grotesco a demás, también se le añadía un toque de rigidez a la capa gracias al tiempo que llevaba sin limpiar aquella pobre tela. Al pasar al pordiosero encapuchado un olor rancio llego hasta mis fosas nasales, era asqueroso, el aroma que esa persona desprendía tenia una mezcla tan mortal de olores que era inconfundible, había de todos los olores: Podredumbre, moho, barro, agua estancada, sangre... la lista era interminable.
De pronto me pare en seco, yo conocía esos olores. Había pasado tanto tiempo que casi los había olvidado (aunque no así a su portadora) gire en seco sobre mi misma, y ahí estaba ella. Por debajo de la capucha se dejaba ver un pelo rojizo y apelmazado gracias a la ausencia de agua, hasta tenia algunos mechones que comenzaban a ser rastras, llevaba los ojos vendados y por tanto mi teoría se reafirmaba, era la ciega del bosque.
-Bruja, eres tu. -Le dije con una media sonrisa. -Si, no hay duda eres la cieg.. la mujer del bosque. -Pare en seco la palabra ciega, lo ultimo que quería era ofenderla. Estaba muy sorprendida, no esperaba encontrármela aquí. -A pasado mucho tiempo ¿Que haces tan lejos de tu bosque? ¿Te acuerdas de mi? Quisiste comerme.
Reivy Abadder
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [3/3] Formando Parte... [Cerrado]
Este lugar era algo nuevo y alucinante para mi, no esperaba dar con una situación igual en la vida, la humedad en el ambiente era tanta que leer cada detalle era fácil y práctico, se veían rostros con total definición, puertas, ventanas, era un tétrico poblado escondido, pero casi sin personas. Vagabundos dormidos, muertos, era indiferente, el olor a putrefacción parecía ya no ser un problema ni se sentía tan fuerte y penetrante, quizás eran muertos recién, quizás si estaban vivos.
Seguí caminando aun sin saber qué es lo que buscaba, sabía que tenía que matar lo que viese pero aun no era parte de nada, necesitaba empezar a jugar y lo más seguro es que parecía ser un blanco fácil, era cuestión de esperar hasta que alguien quisiera atacarme.
Un extraño se me adelanto al paso, luego otro y yo me mantenía con la guardia en alto, eran personas que como yo se escondía bajo capuchas y evitaban toda interacción innecesaria. Todo me era sospechoso. Los nervios y el calor comenzaban a increparme y molestarme, allí abajo no rondaba una sola briza de aire, y bajo aquella capa había metros y metros de tela en un raudo vestido y metros y metros de cabello enmarañado, la cinta en mi cara y la humedad, un combo completo para morir sofocada o bajar de peso.
Camine sin interactuar con nadie. Avancé entre las personas buscando callejones y lugares recónditos, pero aun nadie se me acercaba, tampoco es como si hubiera demasiadas personas, todos parecían tener miedo y no entendía muy bien el porqué.
Entonces una tercer figura se me adelanto pero freno en seco a pocos metros de mi, los músculos en mis brazos se tensaron y frene mi marcha también imitándolo, "alerta" era una palabra que decía poco para como yo me sentía en ese momento. "Es este! Un GS, freno para matarme! debería matarlo primero, y si no es?? Como no va a ser, que hago, lo ataco ya, no lo ataco, y si no lo ataco que va a pasar y si es demasiado tarde, si su primer ataque me destroza?!" mil quinientas ideas comenzaron a pasar por mi cabeza mientras con desesperación reunía cada molécula de hidrogeno a mi alrededor. La humedad comenzaba a sentirse y esa persona se movió bruscamente hacia mí.
Comenzó a hablarme, y se acerco, se acerco mucho, escuchaba lo que decía pero no entendía nada, su rostro no se me hacía para nada familiar por lo que solo reaccione de la manera que solía hacerlo.
Cada molécula encontraba un oxigeno para unirse, levante ambas manos apuntando a su rostro y lleve toda esa agua dispersa hasta su nariz y su boca tratando de inundarlo y así ahogarle.
Tenía miedo, realmente temía por mi vida como nunca antes, o si... como aquella vez...
En mi mente un vago recuerdo latió.
Seguí caminando aun sin saber qué es lo que buscaba, sabía que tenía que matar lo que viese pero aun no era parte de nada, necesitaba empezar a jugar y lo más seguro es que parecía ser un blanco fácil, era cuestión de esperar hasta que alguien quisiera atacarme.
Un extraño se me adelanto al paso, luego otro y yo me mantenía con la guardia en alto, eran personas que como yo se escondía bajo capuchas y evitaban toda interacción innecesaria. Todo me era sospechoso. Los nervios y el calor comenzaban a increparme y molestarme, allí abajo no rondaba una sola briza de aire, y bajo aquella capa había metros y metros de tela en un raudo vestido y metros y metros de cabello enmarañado, la cinta en mi cara y la humedad, un combo completo para morir sofocada o bajar de peso.
Camine sin interactuar con nadie. Avancé entre las personas buscando callejones y lugares recónditos, pero aun nadie se me acercaba, tampoco es como si hubiera demasiadas personas, todos parecían tener miedo y no entendía muy bien el porqué.
Entonces una tercer figura se me adelanto pero freno en seco a pocos metros de mi, los músculos en mis brazos se tensaron y frene mi marcha también imitándolo, "alerta" era una palabra que decía poco para como yo me sentía en ese momento. "Es este! Un GS, freno para matarme! debería matarlo primero, y si no es?? Como no va a ser, que hago, lo ataco ya, no lo ataco, y si no lo ataco que va a pasar y si es demasiado tarde, si su primer ataque me destroza?!" mil quinientas ideas comenzaron a pasar por mi cabeza mientras con desesperación reunía cada molécula de hidrogeno a mi alrededor. La humedad comenzaba a sentirse y esa persona se movió bruscamente hacia mí.
Comenzó a hablarme, y se acerco, se acerco mucho, escuchaba lo que decía pero no entendía nada, su rostro no se me hacía para nada familiar por lo que solo reaccione de la manera que solía hacerlo.
Cada molécula encontraba un oxigeno para unirse, levante ambas manos apuntando a su rostro y lleve toda esa agua dispersa hasta su nariz y su boca tratando de inundarlo y así ahogarle.
Tenía miedo, realmente temía por mi vida como nunca antes, o si... como aquella vez...
En mi mente un vago recuerdo latió.
Merida DunBroch
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [3/3] Formando Parte... [Cerrado]
No se si fue porque la conocía, no se si fue por la tensión de su cuerpo o si fue por la carga que se estaba condensando en el aire, pero la cuestión es que supe lo que venia a continuación.
-¿A ti que te pasa? ¿Quieres volver a comerme o solo intentas matarme? -Con rápido y ágil movimiento moví mi cuerpo hasta colocarlo detrás de la bruja y con un gran esfuerzo aguante las ganas de querer vomitar por culpa de su olor. -La primera vez no te funciono, así que no creas que funcionara ahora.
Para curarme en salud preferí ponerme dentro de su radio de respiración. Mas vale que sea precavida, esta pobre parece un poco loca.
-Yo soy el "Bicho" al que curaste en el bosque. No quiero hacerte daño. Así que, por favor, baja esas manos.
Me quede al lado de la bruja, tranquila pero alerta. Esperaba que la mujer entrara en razón, el tiempo pasaba y alrededor nuestro no pasa ni una sola alma, lo que era extraño porque estábamos cerca de calle de una de las entradas principales. Se podía escuchar el goteo persistente y métrico que se filtraba a través del suelo que había sobre nuestras cabeza, pero también se oía como el cumulo de agua que pretendía ahogarme se movía en el aire.
-¿A ti que te pasa? ¿Quieres volver a comerme o solo intentas matarme? -Con rápido y ágil movimiento moví mi cuerpo hasta colocarlo detrás de la bruja y con un gran esfuerzo aguante las ganas de querer vomitar por culpa de su olor. -La primera vez no te funciono, así que no creas que funcionara ahora.
Para curarme en salud preferí ponerme dentro de su radio de respiración. Mas vale que sea precavida, esta pobre parece un poco loca.
-Yo soy el "Bicho" al que curaste en el bosque. No quiero hacerte daño. Así que, por favor, baja esas manos.
Me quede al lado de la bruja, tranquila pero alerta. Esperaba que la mujer entrara en razón, el tiempo pasaba y alrededor nuestro no pasa ni una sola alma, lo que era extraño porque estábamos cerca de calle de una de las entradas principales. Se podía escuchar el goteo persistente y métrico que se filtraba a través del suelo que había sobre nuestras cabeza, pero también se oía como el cumulo de agua que pretendía ahogarme se movía en el aire.
Reivy Abadder
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [3/3] Formando Parte... [Cerrado]
Me tomo por sorpresa su reacción, como si ya supiese que planeaba hacer antes de hacerlo, nunca me había enfrentado a nadie por encima de mi nivel pero esto sobrepaso mis expectativas, si iba a tomar esto enserio tendría que ser consciente de que algo así pasaría, mi magia no era tan experimentada ni yo una gran hechicera como para hacer frente a todos mis enemigos. Si quería vivir y seguir en esta misión suicida tendría que enfrentarle con todo hasta el último momento, en buen plan de matarlo.
Estaba muy tensa y ansiosa por toda la situación, mas sin embargo me permití escuchar sus palabras antes de intentar algo más, no sabía que tan en desventaja me encontraba con él y eso me ponía los nervios de punta.
Lo que dijo no tenía lógica en absoluto... "bicho?" los recuerdos llegaron a mi auxilio pues no había pasado tanto tiempo desde aquella visita por casa, mas sin embargo no tenía logia, no había forma, no, no y no! "Bicho" era un gran animal, un reptil gigante, como esta persona sabia tanto y afirmaba todo eso, no era posible.
- Como es que sabes de él!??!?! Quien eres!?!?!?! - lo único que me quedaba en claro es que no era un él, sino una ella. Aun así no creía que por ser ambas mujeres se apiadaría más de mi alma, por lo que no tenía que confiarme
Estaba a la defensiva pero frenar la marcha para intentar comunicarme con ella me daba el margen ideal para reservar energías y por hacer algo, lo que sea, para un enfrentamiento posterior, el truco del agua quedaba suspendido por lo que necesitaba crear un nuevo plan de juego.
Estaba muy tensa y ansiosa por toda la situación, mas sin embargo me permití escuchar sus palabras antes de intentar algo más, no sabía que tan en desventaja me encontraba con él y eso me ponía los nervios de punta.
Lo que dijo no tenía lógica en absoluto... "bicho?" los recuerdos llegaron a mi auxilio pues no había pasado tanto tiempo desde aquella visita por casa, mas sin embargo no tenía logia, no había forma, no, no y no! "Bicho" era un gran animal, un reptil gigante, como esta persona sabia tanto y afirmaba todo eso, no era posible.
- Como es que sabes de él!??!?! Quien eres!?!?!?! - lo único que me quedaba en claro es que no era un él, sino una ella. Aun así no creía que por ser ambas mujeres se apiadaría más de mi alma, por lo que no tenía que confiarme
Estaba a la defensiva pero frenar la marcha para intentar comunicarme con ella me daba el margen ideal para reservar energías y por hacer algo, lo que sea, para un enfrentamiento posterior, el truco del agua quedaba suspendido por lo que necesitaba crear un nuevo plan de juego.
Merida DunBroch
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [3/3] Formando Parte... [Cerrado]
-Resulta que "él" -Le dije viendo los dedos de las manos haciendo un gesto de comillas. -Soy yo.Yo soy la dragona a la que salvaste aquel día. Me llamo Reivy. Gracias a ti hoy puedo estar parada en frente tuyo. -Por unos instantes repase mentalmente todo lo que me había sucedido después y sonreí al pensar en los acontecimientos. -Y de forma colateral también salvaste a una joven niña, porque de no ser por tu auxilio hacia mi persona, esa pequeña hoy estaría muerta.
A decir verdad cabía la posibilidad de que Lavey ya lo estuviera, pero eso no podía ser, le había dado indicaciones y el mapa para llegar a un sitio seguro, la guerra apenas había comenzado y dentro de todo el caos reinante todavía persistían pequeños remansos de calma.
Tras mi breve explicación y presentación, me aleje de ella un par de pasos y me puse enfrente suyo, mi nariz agradeció con creces la escasa lejanía, pero en el lugar en el que estamos seguía oliendo mal y para desgracia mía, mis fosas nasales ya se comenzaban a acostumbrar a su olor.
-¿Que haces tan lejos de tu casa? ¿Paso algo? -Ahora mi preocupación recaía en saber los motivos por los que la bruja estaba dentro de la zona enemiga de guerra. -Este lugar no es seguro, estamos en medio de una guerra.
Mientras hablaba con ella se podían escuchar voces a la lejanía que bajaban las escaleras de la entrada, a simple vista y a contraluz, se podían ver dos figuras: Una muy alta y corpulenta que daba la sensación de estar recubierto de roca y otra mas pequeña y delgada, de orejas puntiagudas y con una cola que se movía de un lado a otro.
-Te digo que yo puedo llegar antes. -La voz era ronca y gutural, pero se perfilaban notas agudas que podría dar a entender que la que hablaba era una mujer. -Si claro, con ese cuerpo seguro que llegas antes que una tortuga, jajajaja acéptalo nena. Nunca podrás ganarme. -Ahora se escuchaba la replica altiva y presumida del felino, una voz masculina, potente, pero demasiado aguda para un hombre. -¿Que no? ya vas a ver.
Si previo aviso la gigantesca mujer empezó a correr, ya habían pasado el umbral de las escaleras y sus cuerpos se dejaban ver a la perfección. Mediría lo menos 2 metros de altura, tenia todo el cuerpo lleno de placas endurecidas y su cara se asemejaba a la de un roedor, en conjunto daba la impresión de ser una mujer bestia con ADN de armadillo. Por detrás de ella y empezando a correr a cuatro patas, estaba el felino que no tardo en adelantarla. Tenia pelaje animal por todo su cuerpo, moteado de negro sobre un fondo ambarino, sin duda alguna el era un leopardo.
En cuanto el hombre adelanto a la mujer empezó a reír, pero la mujer sin cejar en su esfuerzo por ganar salto en el aire y se convirtió en una esfera arrolladora que ocupaba casi todo el pasaje. El felino miro hacia atrás y al ver venir a la mujer salto rápidamente el rió de desechos que había en medio del camino y siguió corriendo por la otra calle. La mujer se acercaba cada vez mas deprisa sin repara en nosotras.
Movida por el instinto de supervivencia agarre a la bruja por los hombros y la empuje contra la pared, dejando nuestros cuerpos pegados el uno al otro, ella enjaulada entre mi cuerpo y la pared y yo con la espalda hacia afuera. Las piedras del suelo comenzaron a vibrar, la barbarica mujer-bestia ya estaba a menos de un metro de nosotras, pegue mi cuerpo todo lo que pude al de la pelirroja y cerré los ojos con fuerza esperando que fuera suficiente para que no me arroyara.
No lo fue, aun con todos mis intentos por salvar el pellejo la mujer era demasiado grande. Al pasar a mi lado su placas endurecida rozaron con mi ropa abrasándola en cada lugar donde tocaba, el cuero impidió que mi piel no se lacerara con la carrera, pero no toda mi piel se salvo. En la espalda, donde las costillas son mas anchas, la abrasión logro sacarme un pedazo de cuero y mi piel se lacero dejando una marca recta y enrojecida, que comenzaba a sangra en algunos puntos. Apreté los dientes y aguante lo mejor que pude el grito de dolor. La bola rodante golpeo contra la burbuja de agua flotante y esta se rompió como si fuera una burbuja de jabón.
-Aarg... la madre que la pario! -Al abrir los ojos vi a la pelirroja a escasos milímetros de mi cara, me separe de ella ahora que el peligro había pasado y tocando mi espalda con las mano, para tantear la herida. -¿Te encuentras bien? Te pido perdón por aplastarte de ese modo.
A decir verdad cabía la posibilidad de que Lavey ya lo estuviera, pero eso no podía ser, le había dado indicaciones y el mapa para llegar a un sitio seguro, la guerra apenas había comenzado y dentro de todo el caos reinante todavía persistían pequeños remansos de calma.
Tras mi breve explicación y presentación, me aleje de ella un par de pasos y me puse enfrente suyo, mi nariz agradeció con creces la escasa lejanía, pero en el lugar en el que estamos seguía oliendo mal y para desgracia mía, mis fosas nasales ya se comenzaban a acostumbrar a su olor.
-¿Que haces tan lejos de tu casa? ¿Paso algo? -Ahora mi preocupación recaía en saber los motivos por los que la bruja estaba dentro de la zona enemiga de guerra. -Este lugar no es seguro, estamos en medio de una guerra.
Mientras hablaba con ella se podían escuchar voces a la lejanía que bajaban las escaleras de la entrada, a simple vista y a contraluz, se podían ver dos figuras: Una muy alta y corpulenta que daba la sensación de estar recubierto de roca y otra mas pequeña y delgada, de orejas puntiagudas y con una cola que se movía de un lado a otro.
-Te digo que yo puedo llegar antes. -La voz era ronca y gutural, pero se perfilaban notas agudas que podría dar a entender que la que hablaba era una mujer. -Si claro, con ese cuerpo seguro que llegas antes que una tortuga, jajajaja acéptalo nena. Nunca podrás ganarme. -Ahora se escuchaba la replica altiva y presumida del felino, una voz masculina, potente, pero demasiado aguda para un hombre. -¿Que no? ya vas a ver.
Si previo aviso la gigantesca mujer empezó a correr, ya habían pasado el umbral de las escaleras y sus cuerpos se dejaban ver a la perfección. Mediría lo menos 2 metros de altura, tenia todo el cuerpo lleno de placas endurecidas y su cara se asemejaba a la de un roedor, en conjunto daba la impresión de ser una mujer bestia con ADN de armadillo. Por detrás de ella y empezando a correr a cuatro patas, estaba el felino que no tardo en adelantarla. Tenia pelaje animal por todo su cuerpo, moteado de negro sobre un fondo ambarino, sin duda alguna el era un leopardo.
En cuanto el hombre adelanto a la mujer empezó a reír, pero la mujer sin cejar en su esfuerzo por ganar salto en el aire y se convirtió en una esfera arrolladora que ocupaba casi todo el pasaje. El felino miro hacia atrás y al ver venir a la mujer salto rápidamente el rió de desechos que había en medio del camino y siguió corriendo por la otra calle. La mujer se acercaba cada vez mas deprisa sin repara en nosotras.
Movida por el instinto de supervivencia agarre a la bruja por los hombros y la empuje contra la pared, dejando nuestros cuerpos pegados el uno al otro, ella enjaulada entre mi cuerpo y la pared y yo con la espalda hacia afuera. Las piedras del suelo comenzaron a vibrar, la barbarica mujer-bestia ya estaba a menos de un metro de nosotras, pegue mi cuerpo todo lo que pude al de la pelirroja y cerré los ojos con fuerza esperando que fuera suficiente para que no me arroyara.
No lo fue, aun con todos mis intentos por salvar el pellejo la mujer era demasiado grande. Al pasar a mi lado su placas endurecida rozaron con mi ropa abrasándola en cada lugar donde tocaba, el cuero impidió que mi piel no se lacerara con la carrera, pero no toda mi piel se salvo. En la espalda, donde las costillas son mas anchas, la abrasión logro sacarme un pedazo de cuero y mi piel se lacero dejando una marca recta y enrojecida, que comenzaba a sangra en algunos puntos. Apreté los dientes y aguante lo mejor que pude el grito de dolor. La bola rodante golpeo contra la burbuja de agua flotante y esta se rompió como si fuera una burbuja de jabón.
-Aarg... la madre que la pario! -Al abrir los ojos vi a la pelirroja a escasos milímetros de mi cara, me separe de ella ahora que el peligro había pasado y tocando mi espalda con las mano, para tantear la herida. -¿Te encuentras bien? Te pido perdón por aplastarte de ese modo.
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [3/3] Formando Parte... [Cerrado]
No entendía nada, lo que decía no tenía sentido. Como era posible que ella fuera él, mi amigo lagarto... acaso Bicho era una mujer? qué clase de mal chiste era este? Estaba muy confundida y esto lograba solo jaquecas en mi cabeza.
Aun así su actitud estaba muy lejos de ser conflictiva o peligrosa, nuevamente aquel pensamiento que tuve frente al gran animal surgió "si me quisiera muerta, ya lo estaría", por el contrario esta tía era agradable en su forma de hablarme y cálida con sus palabras, como si realmente me conociera y agradeciera un buen gesto lo cual, sonaba más ridículo aun viniendo de mí; nadie que me conociera haría o me trataría como ella lo estaba haciendo. Puede que no tuviera lógica alguna, pero salvo por mi amigo reptil, hacía mucho tiempo tenía una relación buena con alguien, por algo estaba la.
- Yo... yo... - no podía mas que tartamudear muy desorientada - no sabía de ninguna guerra, algo me llamo... - Atisbé a decir, si bien no era la verdad del todo, tampoco era mentira. No sabía que se tratase de una guerra, yo estaba aquí por el juego, nada más. Y algo me llamaba desde lo profundo pero no sabía que.
Mientras le daba vueltas al asuntos a lo lejos se escuchaba un diálogo aunque no le preste demasiada atención, estaba muy centrada en mis pensamientos y tratando de acomodar las ideas que su voz bullició.
En cuestión de segundos sentí como fui arrojada fuertemente contra el muro de aquel mohoso lugar golpeándome muy duro en la cabeza a un lado de la cien, en el hueso de la ceja, eso logró marearme un poco. Luego un inesperado abrazo me dejo atónita y el calor de otro ser vivo estaba en contacto conmigo como nunca antes, más bien estampado contra mí. Estaba entre los pechos de gran tamaño femenino y la pared, la curva de los mismos dibujaba mi cuello y su rostro estaba a escasos milímetros de mi cara.
Todo ocurrió demasiado repentino y no lo noté por distraerme con trivialidades absurdas, una cosa gigante pasó por detrás de ella lastimándola y haciéndola rugir, sus acciones me confundieron aún más. "Me salvo? A mí?? Por qué?"
Acababa de ser protegida de un bellísimo accidente por esta mujer extraña y no entendía el por qué.
Un segundo y la cosa se alejó, el silencio rápidamente se apodero del tétrico lugar y sentía el vaho de su boca acariciando mi rostro a la altura de mis heridas. Estaba tan cerca que podía escuchar claramente el agitado palpitar de su corazón y era entendible, la estrepitosa situación ameritaba el tamborileo pero un cosquilleo en el vientre me hizo sentir incomoda ante los hechos y por un instante insignificante y pequeño desee quedarme contenida por sus brazos. Una ilusión efímera como su contacto.
- Si... yo.. - estaba atónita, no sabía que decir ni como hablarle, sus intenciones no agresivas hacia mí, estaban muy clara, pero tenía miedo de bajar mi guardia con ella y más aún en este lugar, no era un lugar para mí, pero porque sería un lugar para ella? - estoy bien... tú estás bien? Esa cosa te hizo mucho daño?
Así como su espalda seguro sangraba, mi cabeza también tras aquel golpe, la piel en el rostro tiene muchos vasos sanguíneos cerca de la superficie y aunque la cantidad de sangrado podía ser alarmante la lesión no tan grave como podía ser la de ella, Ahora me sentía en deuda, se lastimo por protegerme. Pensé un instante antes de aventurarme a hablar.
- Podría intentar curarte, pero el agua que resulte de este ambiente dudo que esté limpia - le dije sacando de mi cintura un pequeño morral que en su interior tenía un bambú con una especie de tapita de madera al costado. - Esta es mi agua potable, por favor, permíteme curarte, no puedes andar por aquí así. - Estaba preocupada sí, pero si ella realmente era Bicho, no quería que sepa de aquel lado mío del cual me enorgullecía tanto o por el cual muchos me odiaban. Bicho era mi amigo, entonces ella también.
Esta suerte de encontrarnos las dos aquí abajo, podría resultarme demasiado peligrosa, yo avanzaba mi camino con objetivos sumamente peligrosos para mi integridad física, mental y espiritual, aun no me enfrentaba a nadie y ya estuve al borde de salir muy mal herida, era demasiado irresponsable de mi parte distraerme de tal modo.
Aun así su actitud estaba muy lejos de ser conflictiva o peligrosa, nuevamente aquel pensamiento que tuve frente al gran animal surgió "si me quisiera muerta, ya lo estaría", por el contrario esta tía era agradable en su forma de hablarme y cálida con sus palabras, como si realmente me conociera y agradeciera un buen gesto lo cual, sonaba más ridículo aun viniendo de mí; nadie que me conociera haría o me trataría como ella lo estaba haciendo. Puede que no tuviera lógica alguna, pero salvo por mi amigo reptil, hacía mucho tiempo tenía una relación buena con alguien, por algo estaba la.
- Yo... yo... - no podía mas que tartamudear muy desorientada - no sabía de ninguna guerra, algo me llamo... - Atisbé a decir, si bien no era la verdad del todo, tampoco era mentira. No sabía que se tratase de una guerra, yo estaba aquí por el juego, nada más. Y algo me llamaba desde lo profundo pero no sabía que.
Mientras le daba vueltas al asuntos a lo lejos se escuchaba un diálogo aunque no le preste demasiada atención, estaba muy centrada en mis pensamientos y tratando de acomodar las ideas que su voz bullició.
En cuestión de segundos sentí como fui arrojada fuertemente contra el muro de aquel mohoso lugar golpeándome muy duro en la cabeza a un lado de la cien, en el hueso de la ceja, eso logró marearme un poco. Luego un inesperado abrazo me dejo atónita y el calor de otro ser vivo estaba en contacto conmigo como nunca antes, más bien estampado contra mí. Estaba entre los pechos de gran tamaño femenino y la pared, la curva de los mismos dibujaba mi cuello y su rostro estaba a escasos milímetros de mi cara.
Todo ocurrió demasiado repentino y no lo noté por distraerme con trivialidades absurdas, una cosa gigante pasó por detrás de ella lastimándola y haciéndola rugir, sus acciones me confundieron aún más. "Me salvo? A mí?? Por qué?"
Acababa de ser protegida de un bellísimo accidente por esta mujer extraña y no entendía el por qué.
Un segundo y la cosa se alejó, el silencio rápidamente se apodero del tétrico lugar y sentía el vaho de su boca acariciando mi rostro a la altura de mis heridas. Estaba tan cerca que podía escuchar claramente el agitado palpitar de su corazón y era entendible, la estrepitosa situación ameritaba el tamborileo pero un cosquilleo en el vientre me hizo sentir incomoda ante los hechos y por un instante insignificante y pequeño desee quedarme contenida por sus brazos. Una ilusión efímera como su contacto.
- Si... yo.. - estaba atónita, no sabía que decir ni como hablarle, sus intenciones no agresivas hacia mí, estaban muy clara, pero tenía miedo de bajar mi guardia con ella y más aún en este lugar, no era un lugar para mí, pero porque sería un lugar para ella? - estoy bien... tú estás bien? Esa cosa te hizo mucho daño?
Así como su espalda seguro sangraba, mi cabeza también tras aquel golpe, la piel en el rostro tiene muchos vasos sanguíneos cerca de la superficie y aunque la cantidad de sangrado podía ser alarmante la lesión no tan grave como podía ser la de ella, Ahora me sentía en deuda, se lastimo por protegerme. Pensé un instante antes de aventurarme a hablar.
- Podría intentar curarte, pero el agua que resulte de este ambiente dudo que esté limpia - le dije sacando de mi cintura un pequeño morral que en su interior tenía un bambú con una especie de tapita de madera al costado. - Esta es mi agua potable, por favor, permíteme curarte, no puedes andar por aquí así. - Estaba preocupada sí, pero si ella realmente era Bicho, no quería que sepa de aquel lado mío del cual me enorgullecía tanto o por el cual muchos me odiaban. Bicho era mi amigo, entonces ella también.
Esta suerte de encontrarnos las dos aquí abajo, podría resultarme demasiado peligrosa, yo avanzaba mi camino con objetivos sumamente peligrosos para mi integridad física, mental y espiritual, aun no me enfrentaba a nadie y ya estuve al borde de salir muy mal herida, era demasiado irresponsable de mi parte distraerme de tal modo.
Merida DunBroch
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [3/3] Formando Parte... [Cerrado]
-Si. Tranquila, no es para tanto. -A la vez que hablaba con la bruja movía mis manos por detrás de la espalda, una subiendo por las lumbares y la otra bajando por las cervicales. Al mismo tiempo giraba la cabeza tratando de ver algo, pero sin conseguirlo. Todo lo que notaba era un escozor agudo y algunas gotas recorriendo la piel de mi espalda.
-Son solo unos rasguñ... -En ese preciso instante uno de mis dedos toco la herida y por acto reflejo solté un siseo. -Vale, puede que si me haya hecho daño, pero tu también te llevaste un buen golpe por mi culpa. Aunque te dire. -Ahora miraba a la pelirroja con los brazos en una posición mas natural y con una sonrisa en la boca. -Que a mi me gustan la cicatrices, en particular las de las cejas tienen un no se que, de que se yo. Que hacen ver a la gente mas ruda.
La sangre le corría en un pequeño hilo justo por el extremo del parpado (O por donde debería estar el final de él). Mi primera intención fue levantar la mano para sacarle la sangre, pero luego caí en la cuenta de que aquello no tenia sentido. ¿De que sirve quitar la sangre si no tiene ojos por donde poder entrar? El liquido rojo empezó a surcar la costura que le recorría por los ojos y de repente la imagen dejo de ser "atractiva" (Si es, que alguna vez lo fue.)
-Esta es la segunda vez que me curas. -Le decía a la muchacha para despejarme la mente de la imagen que estaba viendo. -Por lo menos deja que te de unas gasas para secarte el corte. -Viendo la diferencia de altura que había entre las dos decidí ponerme de cuclillas y dar la vuelta para que mi espalda quedara a una altura manejable. -Y encima te hago gastar tu agua, recuerda me que te lance un rallo al cielo cuando hayan nubes. Así podrás rellenar tu botijo hasta que desborde.
Reí ante la idea de ver empapada a la bruja. Lo haré aunque me diga que no, así de paso se baña... aunque para dejarla limpia tendría que hacer una lluvia torrencial. Deje que la ermitaña me curara tranquilamente, nada tenia que ver esto con la primera vez que nos encontramos. En aquella ocasión recuerdo perder el conocimiento por el dolor, en comparación esto no hacia ni cosquillas. Al contrario, el contaco del agua en mi piel me refrescaba.
-Por cierto, aun no me has dicho como te llamas. Yo soy Reivy, pero si quieres puedes decirme Bicho. -Le sonreí con amabilidad y le tendí la mano. -Me gusta como suena. Por cierto ¿Que es eso que te llama?
-Son solo unos rasguñ... -En ese preciso instante uno de mis dedos toco la herida y por acto reflejo solté un siseo. -Vale, puede que si me haya hecho daño, pero tu también te llevaste un buen golpe por mi culpa. Aunque te dire. -Ahora miraba a la pelirroja con los brazos en una posición mas natural y con una sonrisa en la boca. -Que a mi me gustan la cicatrices, en particular las de las cejas tienen un no se que, de que se yo. Que hacen ver a la gente mas ruda.
La sangre le corría en un pequeño hilo justo por el extremo del parpado (O por donde debería estar el final de él). Mi primera intención fue levantar la mano para sacarle la sangre, pero luego caí en la cuenta de que aquello no tenia sentido. ¿De que sirve quitar la sangre si no tiene ojos por donde poder entrar? El liquido rojo empezó a surcar la costura que le recorría por los ojos y de repente la imagen dejo de ser "atractiva" (Si es, que alguna vez lo fue.)
-Esta es la segunda vez que me curas. -Le decía a la muchacha para despejarme la mente de la imagen que estaba viendo. -Por lo menos deja que te de unas gasas para secarte el corte. -Viendo la diferencia de altura que había entre las dos decidí ponerme de cuclillas y dar la vuelta para que mi espalda quedara a una altura manejable. -Y encima te hago gastar tu agua, recuerda me que te lance un rallo al cielo cuando hayan nubes. Así podrás rellenar tu botijo hasta que desborde.
Reí ante la idea de ver empapada a la bruja. Lo haré aunque me diga que no, así de paso se baña... aunque para dejarla limpia tendría que hacer una lluvia torrencial. Deje que la ermitaña me curara tranquilamente, nada tenia que ver esto con la primera vez que nos encontramos. En aquella ocasión recuerdo perder el conocimiento por el dolor, en comparación esto no hacia ni cosquillas. Al contrario, el contaco del agua en mi piel me refrescaba.
-Por cierto, aun no me has dicho como te llamas. Yo soy Reivy, pero si quieres puedes decirme Bicho. -Le sonreí con amabilidad y le tendí la mano. -Me gusta como suena. Por cierto ¿Que es eso que te llama?
Reivy Abadder
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [3/3] Formando Parte... [Cerrado]
Su herida si le dolía y por más que intentara disimular seria problemático no brindarle ayuda aquí abajo.
- Golpe??? Ahh... eso - dije instintivamente entre sus palabras mientras sentía el cosquilleo de la sangre deslizándose por mi piel, luego caí en cuentas de lo que menciono sobre las cicatrices, y si bien se refirió a la que quedaría después del corte, la simple palabra me hacía pensar en la gran costura en donde deberían estar mis ojos, fue un comentario agradable, si se quiere ver así.
Coloque mi mano sobre su cuerpo y note que me dio la espalda; controlando el hidrogeno no podía ver nada el aire aquí tenia demasiadas moléculas que desconocía y podía crear un agua podrida o símil, no quería tampoco tocarla de mas ya que la mugre que traía conmigo era algo que no tenía comparación alguna, incluso aquí abajo. Mi sola presencia parecía estar resultando un riesgo para ella.
Tire el agua por donde calcule el medio de la misma, escuchándola, hablaba bastante para lo callado que era Bicho, la simple idea hizo que me cuestionarme un montón de cosas: desconocía la existencia de seres que podían cambiar de forma como de humano a cosa gigante tipo reptil, cuanta gente había cruzado en mi camino con esta habilidad? cuanta gente me había comido con esta habilidad? eran poderes transmisibles o algo así? ella quería hablarme tanto cuando era Bicho aquella vez? le dolerá mutar? como sabía que podía mutar? nació sabiéndolo?
Miles de preguntas se conjugaban en mi cabeza en lo que la chica me agradecía.
- Segunda vez... sí.. Puede decirse que si... - reaccionaba algo lento dado a que me distraje pensando en las incógnitas sobre toda la situación - heee... no, yo, no.. Te agradezco, tengo todo bajo control...
Separe mi mano de ella y detuve la caída del agua para luego dejar caer un poco en mi rostro. Sujetando el puño de mi vestido levante el brazo y me fregué para luego mantener un instante. No era una cortada de mayor importancia por lo que calcule que el sangrado no tendría mas derrames.
Erguí mi espalda acomodándome y hable con simpatía sin mover mis brazos ni nada, su mano tendida era algo que no pude predecir.
- Creí que te dije mi nombre en aquel entonces... No lo estaré recordando bien... Soy Merida, me dicen Seer o Bruja del bosque, pero puedes llamarme Merida.
Medite un momento que le diría sobre el "llamado" pero unos pasos más al fondo me desconcentraron y captaron mi atención. Dos personas se acercaban.
- Alguien viene, quizás sean los dos que te lastimaron hoy...
Efectivamente, cuando pasaron a gran velocidad, ambas personas nos habían notado y por lo andar apresurado quizás no venían para disculparse. - prepárate...
Cree una pantalla ilusoria de mí y me aparte de la escena principal acercándome a las escaleras, para mi magia debía canturrear y concentrarme, si ellos estaban encima de mí, no lo lograría.
- Hola Señoritas, bendecidos los ojos que las ven - dijo en un tono muy alegre pero con tintes de ironía una voz gruesa y masculina - Con mi amiga las notamos al pasar - aquella persona tenía unas zancadas ligeras, casi ni se escuchaba su caminar de no ser por la humedad en el suelo que intensificaba el eco del rebote en los charcos, quizás sus huellas eran silenciosas, pero sus dagas fueron muy barullentas al salir de su estuche, se preparaba para atacarnos - y nos preocupó que hubieran salido lastimadas...
La otra persona tenía pasos más pesados e impactantes pero su voz contradecía esa presencia.
- Pero parece que no... Y es una pena...
________________- Golpe??? Ahh... eso - dije instintivamente entre sus palabras mientras sentía el cosquilleo de la sangre deslizándose por mi piel, luego caí en cuentas de lo que menciono sobre las cicatrices, y si bien se refirió a la que quedaría después del corte, la simple palabra me hacía pensar en la gran costura en donde deberían estar mis ojos, fue un comentario agradable, si se quiere ver así.
Coloque mi mano sobre su cuerpo y note que me dio la espalda; controlando el hidrogeno no podía ver nada el aire aquí tenia demasiadas moléculas que desconocía y podía crear un agua podrida o símil, no quería tampoco tocarla de mas ya que la mugre que traía conmigo era algo que no tenía comparación alguna, incluso aquí abajo. Mi sola presencia parecía estar resultando un riesgo para ella.
Tire el agua por donde calcule el medio de la misma, escuchándola, hablaba bastante para lo callado que era Bicho, la simple idea hizo que me cuestionarme un montón de cosas: desconocía la existencia de seres que podían cambiar de forma como de humano a cosa gigante tipo reptil, cuanta gente había cruzado en mi camino con esta habilidad? cuanta gente me había comido con esta habilidad? eran poderes transmisibles o algo así? ella quería hablarme tanto cuando era Bicho aquella vez? le dolerá mutar? como sabía que podía mutar? nació sabiéndolo?
Miles de preguntas se conjugaban en mi cabeza en lo que la chica me agradecía.
- Segunda vez... sí.. Puede decirse que si... - reaccionaba algo lento dado a que me distraje pensando en las incógnitas sobre toda la situación - heee... no, yo, no.. Te agradezco, tengo todo bajo control...
Separe mi mano de ella y detuve la caída del agua para luego dejar caer un poco en mi rostro. Sujetando el puño de mi vestido levante el brazo y me fregué para luego mantener un instante. No era una cortada de mayor importancia por lo que calcule que el sangrado no tendría mas derrames.
Erguí mi espalda acomodándome y hable con simpatía sin mover mis brazos ni nada, su mano tendida era algo que no pude predecir.
- Creí que te dije mi nombre en aquel entonces... No lo estaré recordando bien... Soy Merida, me dicen Seer o Bruja del bosque, pero puedes llamarme Merida.
Medite un momento que le diría sobre el "llamado" pero unos pasos más al fondo me desconcentraron y captaron mi atención. Dos personas se acercaban.
- Alguien viene, quizás sean los dos que te lastimaron hoy...
Efectivamente, cuando pasaron a gran velocidad, ambas personas nos habían notado y por lo andar apresurado quizás no venían para disculparse. - prepárate...
Cree una pantalla ilusoria de mí y me aparte de la escena principal acercándome a las escaleras, para mi magia debía canturrear y concentrarme, si ellos estaban encima de mí, no lo lograría.
- Hola Señoritas, bendecidos los ojos que las ven - dijo en un tono muy alegre pero con tintes de ironía una voz gruesa y masculina - Con mi amiga las notamos al pasar - aquella persona tenía unas zancadas ligeras, casi ni se escuchaba su caminar de no ser por la humedad en el suelo que intensificaba el eco del rebote en los charcos, quizás sus huellas eran silenciosas, pero sus dagas fueron muy barullentas al salir de su estuche, se preparaba para atacarnos - y nos preocupó que hubieran salido lastimadas...
La otra persona tenía pasos más pesados e impactantes pero su voz contradecía esa presencia.
- Pero parece que no... Y es una pena...
Habilidad: Pantalla ilusoria
Última edición por Merida DunBroch el Lun 17 Sep - 0:00, editado 1 vez
Merida DunBroch
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [3/3] Formando Parte... [Cerrado]
Abrí y cerré la mano barias veces, apretando el aire, al parecer su no visión no captaba los modelas básicos de etiqueta o a lo mejor simplemente es que no lo vio de verdad. No te vas a escapar del baño, pequeño montón de suciedad. Pensaba mientras prestaba atención a sus palabras.
Al parecer el dúo dinámico había vuelto a por mas, o a ver si aun quedaba algo vivo de nosotros. Y a juzgar por su reacción no se esperaban que estuviéramos en plenas condiciones.
-No se que pretendéis de nosotras, pero me lo puedo imaginar. -Instintivamente me puse por delante de la bruja. Aunque si hubiera sabido que ya no estaba, hubiera tomado otra posición. Una donde pudiera defenderme a mi en lugar de a ella. -Os recomiendo que os marchéis por donde habéis venido.
-¿Nos recomiendas? -La pareja se miro el uno al otro y empezaron a reír. -Yo te recomiendo que vacíes la bolsa y nos entregues las joyas.
Aquello resultaba surrealista, primero nos atropellan y luego vuelven para ver que rascar. Y como no se podía esperar otra cosa de unos canallas, atacaron sin decir nada mas.
La mujer corrió de nuevo preparándose para efectuar un nuevo pase como si Merida y yo fuéramos bolos de bolera, mientras que el hombre se quedo a la espera. Esta vez te saldrá cara la jugada. Es lo que hubiera dicho, pero solo pensé. No estaba dispuesta a poner sobre aviso a mi enemigo. Cambie de forma de manera habitual, primero los cuernos y las extremidades, después el torso y las alas y por ultimo la cola.
En lo que tarde en convertirme la mujer armadillo ya había cogido carrera y rodaba veloz, pero en esta ocasión se encontró con un bicho 4 veces mas largo que ella. Con rapidez baje la cabeza y la mujer quedo frenada entre mis cuernos, la mujer-bestia paro en seco contra mi profiriendo un grito de dolor. La mire fijamente y si hubiera tenido labios habría sonreído con superioridad, pero al no tenerlos la mueca se convirtió en una sonrisa llena de diente puntiagudos.
En el improvisado plan de mi cabeza, contaba con que la electricidad que nacía de mis cuerno paralizara al canalla, pero al parecer sus placas endurecidas servían para algo mas que abrasiones en la piel. -Pero que coño!? -Y esa fue la celebre y única frase que pudo decir la pelota, antes de que levantara la cabeza y la mandara de regreso al inicio de una cornada.
La mujer despego del suelo unos metros y aterrizo sobre el felino. -Levanta de encima joder,creo que me has roto algo. -Al parecer la caída, aunque fuerte, solo había provocado daño menores. El felino sangraba por la nariz, con lo que me daba a entender que se la había roto, pero la mujer que ahora había vuelto a su forma bípeda apenas parecía tener un leve mareo.
______
Off Rol:
Habilidad racial: Transformación en dragón.
Al parecer el dúo dinámico había vuelto a por mas, o a ver si aun quedaba algo vivo de nosotros. Y a juzgar por su reacción no se esperaban que estuviéramos en plenas condiciones.
-No se que pretendéis de nosotras, pero me lo puedo imaginar. -Instintivamente me puse por delante de la bruja. Aunque si hubiera sabido que ya no estaba, hubiera tomado otra posición. Una donde pudiera defenderme a mi en lugar de a ella. -Os recomiendo que os marchéis por donde habéis venido.
-¿Nos recomiendas? -La pareja se miro el uno al otro y empezaron a reír. -Yo te recomiendo que vacíes la bolsa y nos entregues las joyas.
Aquello resultaba surrealista, primero nos atropellan y luego vuelven para ver que rascar. Y como no se podía esperar otra cosa de unos canallas, atacaron sin decir nada mas.
La mujer corrió de nuevo preparándose para efectuar un nuevo pase como si Merida y yo fuéramos bolos de bolera, mientras que el hombre se quedo a la espera. Esta vez te saldrá cara la jugada. Es lo que hubiera dicho, pero solo pensé. No estaba dispuesta a poner sobre aviso a mi enemigo. Cambie de forma de manera habitual, primero los cuernos y las extremidades, después el torso y las alas y por ultimo la cola.
En lo que tarde en convertirme la mujer armadillo ya había cogido carrera y rodaba veloz, pero en esta ocasión se encontró con un bicho 4 veces mas largo que ella. Con rapidez baje la cabeza y la mujer quedo frenada entre mis cuernos, la mujer-bestia paro en seco contra mi profiriendo un grito de dolor. La mire fijamente y si hubiera tenido labios habría sonreído con superioridad, pero al no tenerlos la mueca se convirtió en una sonrisa llena de diente puntiagudos.
En el improvisado plan de mi cabeza, contaba con que la electricidad que nacía de mis cuerno paralizara al canalla, pero al parecer sus placas endurecidas servían para algo mas que abrasiones en la piel. -Pero que coño!? -Y esa fue la celebre y única frase que pudo decir la pelota, antes de que levantara la cabeza y la mandara de regreso al inicio de una cornada.
La mujer despego del suelo unos metros y aterrizo sobre el felino. -Levanta de encima joder,creo que me has roto algo. -Al parecer la caída, aunque fuerte, solo había provocado daño menores. El felino sangraba por la nariz, con lo que me daba a entender que se la había roto, pero la mujer que ahora había vuelto a su forma bípeda apenas parecía tener un leve mareo.
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Reivy Abadder
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [3/3] Formando Parte... [Cerrado]
Estaba escondida y dedicada a pensar que haría con toda la situación de promedio. Si eran otros Guerreros de sangre el enfrentamiento sería útil y válido, si no, sería solo un desgaste y derroche de magia, en este juego me aguardaban demasiados encuentros violentos, no malgastaría mi energía en aquellas peleas banales con malhechores de segunda y, a juzgar por sus palabras, parecía ser que lo eran. "joyas? que acaso no notaron mi aspecto, que imbéciles" pensé o quizás me pareció un decir demasiado ligero y ocurrente. Por qué maleantes estándar se aventurarían a lo profundo de las catacumbas a robar trivialidades como simples joyas, que más bien se conseguirían en mercados o talleres? Este sitio ya en la ciudad tenía una fama terrible y de no ser por fuertes razones merecedoras de toda lógica, nadie bajaría a tener un día de campo.
Lo único deducible allí, era lo que no decían... Palabras de relleno, eso eran, algo para acercarse, pelear y lograr verdaderos objetivos.
Reivy demostró con actos que si se trataba de mi buen amigo animal en una transformación impecable, Me costó seguirla pues se movía rápido y ligero pero el chirrido característico en su piel me permitía saber dónde estaba a cada momento.
Si eran o no guerreros de sangre lo sabría yendo en serio a por ellos, tenía que matarlos y si no me costaba trabajo enfrentarlos serian idiotas normales y descuidados que solo bajaron por mera curiosidad.
Despeje mi mente completamente para así encontrar todo el hidrogeno libre en el hediondo aire que nos rodeaba, moví los dedos y con mi telequinesis hice lo que mejor sabía hacer para intimidar e incluso asesinar: uniones covalentes para crear más y más agua en dosis infinitamente pequeñas. Sabia dónde estaban, solo necesitaba concentrarme para lograr dejaros sin oxígeno que respirar.
La mujer armadillo comenzó a carraspear a los pocos segundos y su respiración se escuchó más fuerte e intensa, a su cuerpo se le estaba dificultando el encontrar aire útil a sus funciones básicas y comenzaba a desesperarse. Llevo ambas manos al cuello montando un show impresionante de ahogamiento, una toz reseca acompañaba los alaridos y todo marchaba perfecto de no ser que mi magia se vio interrumpida luego de que sus rodillas tocaran el suelo.
Un metal helado y filoso acaricio mi cuello con delicadeza, sentí el corte pero no dolió de inmediato.
- Creí que eran tres, pero eres la misma que la de aquel lado... - el felino estaba a mi lado y con sus garras sujeto mi cabello exponiendo aún más mi garganta para acomodarse él y a mí. - Eres una bruja no niña? - no lograba descifrar como, pero él estaba con la otra a metros míos, como se movió tan rápido sin que lo escuchara. Lógicamente tenía que tener habilidades para eso o solo yo baje la guardia al concentrarme en tantos miles de átomos a la vez, esto solo me demostraba una cosa: este truquito mío no era optimo en situaciones de combate, lección que bien podría estar costándome la vida. - Engañaras a todos con ese espejito tuyo, pero ya me sonaban ataque así, no es la primera vez que enfrento a un mago, y tu sombrita estaba demasiado quieta mientras mi amiga iba contra tu amiga...
Me empujo junto a él saliendo del escondite donde estaba, a la vuelta en una entrada.
- Oye dragona... Ríndete o la mato.
- Bien ahí Gatito! - festejaba ya de pie nuevamente la otra chica.
- Que no me llames así mierda! Ahora ustedes, una de las dos, o las dos tienen un pergamino que necesito así que por las malas o por las malas, les arrebataremos las bolsas de sus cadáveres.
"Pergamino? Son guerreros!" tenía mi confirmación, éramos dos contra dos y necesitaba matarlos a como dé lugar, este sería un buen inicio, de eso no había dudas.
- A ti te matare primero, apestas y eres horrenda, te haré más bien un favor con mis acciones - dijo ya en una voz más suave solo a mi desde mi lado.
- Bicho! Ocúpate de tus asuntos! - grite y centre mi magia en aquella daga para frenarla, al escuchar mi vos intento degollarme pero no podía moverla ni un milímetro más hacia mí, mover un solo objeto no era igual a pensar en cada partícula que lo conformara por lo que la telequinesis clásica sería más que suficiente para ganarle y confiaba que la dragona era suficiente para ganarle a la compañera de este.
______________________Lo único deducible allí, era lo que no decían... Palabras de relleno, eso eran, algo para acercarse, pelear y lograr verdaderos objetivos.
Reivy demostró con actos que si se trataba de mi buen amigo animal en una transformación impecable, Me costó seguirla pues se movía rápido y ligero pero el chirrido característico en su piel me permitía saber dónde estaba a cada momento.
Si eran o no guerreros de sangre lo sabría yendo en serio a por ellos, tenía que matarlos y si no me costaba trabajo enfrentarlos serian idiotas normales y descuidados que solo bajaron por mera curiosidad.
Despeje mi mente completamente para así encontrar todo el hidrogeno libre en el hediondo aire que nos rodeaba, moví los dedos y con mi telequinesis hice lo que mejor sabía hacer para intimidar e incluso asesinar: uniones covalentes para crear más y más agua en dosis infinitamente pequeñas. Sabia dónde estaban, solo necesitaba concentrarme para lograr dejaros sin oxígeno que respirar.
La mujer armadillo comenzó a carraspear a los pocos segundos y su respiración se escuchó más fuerte e intensa, a su cuerpo se le estaba dificultando el encontrar aire útil a sus funciones básicas y comenzaba a desesperarse. Llevo ambas manos al cuello montando un show impresionante de ahogamiento, una toz reseca acompañaba los alaridos y todo marchaba perfecto de no ser que mi magia se vio interrumpida luego de que sus rodillas tocaran el suelo.
Un metal helado y filoso acaricio mi cuello con delicadeza, sentí el corte pero no dolió de inmediato.
- Creí que eran tres, pero eres la misma que la de aquel lado... - el felino estaba a mi lado y con sus garras sujeto mi cabello exponiendo aún más mi garganta para acomodarse él y a mí. - Eres una bruja no niña? - no lograba descifrar como, pero él estaba con la otra a metros míos, como se movió tan rápido sin que lo escuchara. Lógicamente tenía que tener habilidades para eso o solo yo baje la guardia al concentrarme en tantos miles de átomos a la vez, esto solo me demostraba una cosa: este truquito mío no era optimo en situaciones de combate, lección que bien podría estar costándome la vida. - Engañaras a todos con ese espejito tuyo, pero ya me sonaban ataque así, no es la primera vez que enfrento a un mago, y tu sombrita estaba demasiado quieta mientras mi amiga iba contra tu amiga...
Me empujo junto a él saliendo del escondite donde estaba, a la vuelta en una entrada.
- Oye dragona... Ríndete o la mato.
- Bien ahí Gatito! - festejaba ya de pie nuevamente la otra chica.
- Que no me llames así mierda! Ahora ustedes, una de las dos, o las dos tienen un pergamino que necesito así que por las malas o por las malas, les arrebataremos las bolsas de sus cadáveres.
"Pergamino? Son guerreros!" tenía mi confirmación, éramos dos contra dos y necesitaba matarlos a como dé lugar, este sería un buen inicio, de eso no había dudas.
- A ti te matare primero, apestas y eres horrenda, te haré más bien un favor con mis acciones - dijo ya en una voz más suave solo a mi desde mi lado.
- Bicho! Ocúpate de tus asuntos! - grite y centre mi magia en aquella daga para frenarla, al escuchar mi vos intento degollarme pero no podía moverla ni un milímetro más hacia mí, mover un solo objeto no era igual a pensar en cada partícula que lo conformara por lo que la telequinesis clásica sería más que suficiente para ganarle y confiaba que la dragona era suficiente para ganarle a la compañera de este.
Habilidad: Telequinesis <3
PD: Mi partida, mis villanos jajaja, son Guerreros de Sangre, nos necesitan muertas, así que si no gustas de matarlos, no lo hagas pero ellos no se detendrán hasta que mínimo los inmovilices. Y como dice, solo lo hacen para conseguir mi pergamino.
Merida DunBroch
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [3/3] Formando Parte... [Cerrado]
¿En que momento había perdido al gato de vista? hacia solo unos segundo estaba bajo la mujer-bestia, y ahora, mientras ella se ahogaba el gato simplemente desapareció. Parece que cada vez domina mejor eso de asfixiar a gente, espero que este mejor que la primera vez, sino se me desmallara en medio del combate. Al mismo tiempo que pensaba buscaba con la mirada al otro rival.
De pronto la mujer dejo de asfixiarse. Algo acababa de ocurrir, el conjuro estaba roto lo que suponía una de dos cosas: Merida se había desmayado o se encontraba en peligro.
El gato la tenia pillada por el cuello y eso me ponía a mi contra la pared. Me quede parada sin saber que hacer, el tiempo pasaba y la situación se tensaba, la bestia armadillo noto mi duda y la aprovecho para dar una nueva arremetida contra mi cabeza.
El golpe me vino de lado y giro toda mi cabeza siguiendo la dirección del choque, aun sabiendo el peligro que corría Merida mi instinto animal salio a la luz, y a la vez que mi cuello se movía y recuperaba la posición natural de la cabeza, le propine una cornada a la mujer que la hizo caer al agua putrefacta de las cloacas.
Todo transcurrió en el mismo tiempo que tarda una fruta madura en caer del árbol al suelo, mire frenética al gato con el corazón en la boca, esperando que el felino no hubiera degollado a la bruja.
-Joder, estoy empapada y llena de mierda. Peludo deshazte de la pordiosera.
Pero aquella frase dicha desde el centro del agua nunca llego a puerto, Merida estaba bien, tenia al gato controlado y como buena gruñona que es, me mando meterme en mis asuntos. Nuevamente, mis dientes salieron a relucir, efectivamente estaba sonriendo, (O al menos el impulso nervioso de mi cerebro a la mandíbula indicaban ese gesto) pero cuando una no tiene labios lo único que hace es enseñar los dientes de manera amenazadora. Os vais a cagar pedazos de mierdas.
En mi fuero interno sonaba una carcajada de triunfo mientras mis cuernos se sobrecargaban. La energía se acumulaba en las puntas y pasaban de un lado a otro. Y luego, nada. Dos rayos salieron despedidos hacia el gato y la armadillo, la luz instantánea cegó el ambiente por un segundo y el ensordecedor trueno retumbo por toda la cloaca, el eco no hacia mas que devolver una replica tras otra de la fuerza que había tenido el sonido.
La mujer se hundía por su propio peso en el agua, y pequeños anfibios y roedores salían flotando entre la podredumbre. El gato estaba en estado de shock, de pie y con el pelaje comenzando a prenderse fuego, pero todavía sostenía el cuchillo.
__________
Off:
Habilidad lvl0: Centella Dividida: El dragon lanza un rayo por cada uno de sus cuernos lazando simultaneamente 2 rayos que buscan al objetivo enemigo o a los dos objetivos enemigos (uno por cada rayo) mas cercano en un radio de 5 metros.
Enfriamiento: 4 turnos.
De pronto la mujer dejo de asfixiarse. Algo acababa de ocurrir, el conjuro estaba roto lo que suponía una de dos cosas: Merida se había desmayado o se encontraba en peligro.
El gato la tenia pillada por el cuello y eso me ponía a mi contra la pared. Me quede parada sin saber que hacer, el tiempo pasaba y la situación se tensaba, la bestia armadillo noto mi duda y la aprovecho para dar una nueva arremetida contra mi cabeza.
El golpe me vino de lado y giro toda mi cabeza siguiendo la dirección del choque, aun sabiendo el peligro que corría Merida mi instinto animal salio a la luz, y a la vez que mi cuello se movía y recuperaba la posición natural de la cabeza, le propine una cornada a la mujer que la hizo caer al agua putrefacta de las cloacas.
Todo transcurrió en el mismo tiempo que tarda una fruta madura en caer del árbol al suelo, mire frenética al gato con el corazón en la boca, esperando que el felino no hubiera degollado a la bruja.
-Joder, estoy empapada y llena de mierda. Peludo deshazte de la pordiosera.
Pero aquella frase dicha desde el centro del agua nunca llego a puerto, Merida estaba bien, tenia al gato controlado y como buena gruñona que es, me mando meterme en mis asuntos. Nuevamente, mis dientes salieron a relucir, efectivamente estaba sonriendo, (O al menos el impulso nervioso de mi cerebro a la mandíbula indicaban ese gesto) pero cuando una no tiene labios lo único que hace es enseñar los dientes de manera amenazadora. Os vais a cagar pedazos de mierdas.
En mi fuero interno sonaba una carcajada de triunfo mientras mis cuernos se sobrecargaban. La energía se acumulaba en las puntas y pasaban de un lado a otro. Y luego, nada. Dos rayos salieron despedidos hacia el gato y la armadillo, la luz instantánea cegó el ambiente por un segundo y el ensordecedor trueno retumbo por toda la cloaca, el eco no hacia mas que devolver una replica tras otra de la fuerza que había tenido el sonido.
La mujer se hundía por su propio peso en el agua, y pequeños anfibios y roedores salían flotando entre la podredumbre. El gato estaba en estado de shock, de pie y con el pelaje comenzando a prenderse fuego, pero todavía sostenía el cuchillo.
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Off:
Habilidad lvl0: Centella Dividida: El dragon lanza un rayo por cada uno de sus cuernos lazando simultaneamente 2 rayos que buscan al objetivo enemigo o a los dos objetivos enemigos (uno por cada rayo) mas cercano en un radio de 5 metros.
Enfriamiento: 4 turnos.
Reivy Abadder
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [3/3] Formando Parte... [Cerrado]
Como no podía ser de otra manera, mi amiga termino metida en mis líos también más allá de mi exigencia, "Ajjj~ ¬¬" ella no podía dejar de defenderme como si fuese una niña pequeña que necesitaba cuidados especiales y mucha atención; el gato al que me enfrentaba estaba chamuscado tras el fuerte impacto de su ataque y apenas se movía mientras empezaba a despedir un fuerte olor a cabello quemado, el latido en su pecho no se escuchaba, a diferencia del otro ser, este era un simple gato que dudo sobreviviera a una descarga eléctrica de tantos voltajes y si no fuera por el cuchillo que sujetaba con magia pero seguía en su mano por las contracciones musculares, abría caído en seco al suelo.
Volví a mover cada uno de mis dedos cerrando el puño con una delicadeza indigna de mí y arranque de sus manos aquel puñal. No para mí, no me interesaba, lo arroje lejos de ambos con mera magia. Lo creí dispuesto a seguir luchando por un instante, pero sin latido, no había vida y ni bien se quedó sin punto de agarre cayó al suelo rostizado.
Pensé un instante sin decir nada, junte tanta humedad como pude alrededor de su cadáver para enfriarlo y me agache a revisar sus bolsillos.
- Debiste adivinar que ella era un dragón... - le decía a mi amigo confitado, entre pertenencias banales como monedas, collares, piedras y otros, encontré un pergamino enrollado sujeto con un hilo similar al mío en textura. - Debe ser este - susurre y lo guarde entre mis cosas. En el mismo impulso, de mi morral, saque unas telas que envolvían una tijera de costura con grabados muy delicados color metal. Corte las telas de su pantalón a la altura de las piernas e hinque la punta filosa sobre su piel apartando cada uno de los cabellos del cuero cabelludo para empezar a cortar por la epidermis del cuerpo con una destreza impecable. Estaba tan bien cocido por dentro que ni una gota de sangre salió.
"Mmm... se pasó del punto..." pensé a notar la falta de líquidos al corte "Primero la tapa y listo, algo para el camino..."
Luego de rasgar dos o tres músculos bien cocidos, los coloqué sobre la tela y los envolví para guardarlos en mi morral. Guarde mi tijera de nuevo y me coloque de pie para acercarme a Reivy.
Percibía el cuerpo del segundo en la inmundicia del agua.
- Necesito algo del cadáver Rei...
Volví a mover cada uno de mis dedos cerrando el puño con una delicadeza indigna de mí y arranque de sus manos aquel puñal. No para mí, no me interesaba, lo arroje lejos de ambos con mera magia. Lo creí dispuesto a seguir luchando por un instante, pero sin latido, no había vida y ni bien se quedó sin punto de agarre cayó al suelo rostizado.
Pensé un instante sin decir nada, junte tanta humedad como pude alrededor de su cadáver para enfriarlo y me agache a revisar sus bolsillos.
- Debiste adivinar que ella era un dragón... - le decía a mi amigo confitado, entre pertenencias banales como monedas, collares, piedras y otros, encontré un pergamino enrollado sujeto con un hilo similar al mío en textura. - Debe ser este - susurre y lo guarde entre mis cosas. En el mismo impulso, de mi morral, saque unas telas que envolvían una tijera de costura con grabados muy delicados color metal. Corte las telas de su pantalón a la altura de las piernas e hinque la punta filosa sobre su piel apartando cada uno de los cabellos del cuero cabelludo para empezar a cortar por la epidermis del cuerpo con una destreza impecable. Estaba tan bien cocido por dentro que ni una gota de sangre salió.
"Mmm... se pasó del punto..." pensé a notar la falta de líquidos al corte "Primero la tapa y listo, algo para el camino..."
Luego de rasgar dos o tres músculos bien cocidos, los coloqué sobre la tela y los envolví para guardarlos en mi morral. Guarde mi tijera de nuevo y me coloque de pie para acercarme a Reivy.
Percibía el cuerpo del segundo en la inmundicia del agua.
- Necesito algo del cadáver Rei...
Merida DunBroch
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [3/3] Formando Parte... [Cerrado]
Con desgana y un rugido de desaprobación moví la cola y la introduje en el agua, usándola a modo de anzuelo pesque a la mujer bestia y la subí al suelo. Seguidamente me sacudí entera como si fuera un perro acabado de salir del baño, solo pensar que mi cola estaba mojada con esa agua infecta me dieron escalofríos.
Al acabar el combate la calma llego al lugar y me tome mi tiempo para volver a mi forma humana, como siempre, lo primero en recuperar la forma fueron los brazos y piernas, seguido del tórax y la cola, las alas menguaron hasta desaparecer y los cuernos se encogieron lentamente, casi como si no quisieran irse, al final desaparecieron entre la mata de pelo azabache.
-¿Que buscas? -Miraba a la bruja con un interrogante en la cara, estaba claro que de esta no sacaría carne... o eso quería pensar. -Te robaron algo. -El canibalismo no era una practica que secundara, pero luego de ver el hambre que pasaba en el bosque y los dos intentos que tuvo por comerme tampoco me pareció extraño que lo hiciera. -¿Buscas mas comida? Si quieres yo te doy, pero deja a esa tranquila esta llena de porquería.
La mire con paciencia mientra Merida rebuscaba y al terminar la observe pensando en el siguiente paso que tenia que dar. Estaba claro que aquí no se me había perdido nada y tenia que salir de la ciudad antes de que la guerra estallara.
Al acabar el combate la calma llego al lugar y me tome mi tiempo para volver a mi forma humana, como siempre, lo primero en recuperar la forma fueron los brazos y piernas, seguido del tórax y la cola, las alas menguaron hasta desaparecer y los cuernos se encogieron lentamente, casi como si no quisieran irse, al final desaparecieron entre la mata de pelo azabache.
-¿Que buscas? -Miraba a la bruja con un interrogante en la cara, estaba claro que de esta no sacaría carne... o eso quería pensar. -Te robaron algo. -El canibalismo no era una practica que secundara, pero luego de ver el hambre que pasaba en el bosque y los dos intentos que tuvo por comerme tampoco me pareció extraño que lo hiciera. -¿Buscas mas comida? Si quieres yo te doy, pero deja a esa tranquila esta llena de porquería.
La mire con paciencia mientra Merida rebuscaba y al terminar la observe pensando en el siguiente paso que tenia que dar. Estaba claro que aquí no se me había perdido nada y tenia que salir de la ciudad antes de que la guerra estallara.
Reivy Abadder
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [3/3] Formando Parte... [Cerrado]
El claro ruido del agua y el cuerpo dejado caer en el suelo por parte de mi amiga dragón, eran ondas sonoras muy claras y apreciables allí dentro, no me fue complicado el poder acercarme al cuerpo para retirar de sus húmedos cinturones el morral, donde al igual que el perteneciente al felino, este, traía alhajas, varios personales y un pergamino. Sin ningún tipo de basca toque por el cuerpo hasta dar con él, separar el papel anhelado todo humedecido y discretamente guardarlo en mi bolso junto a mis pertenencias.
- Tengo hambre, pero tampoco estoy desesperada... - dije ligeramente poniéndome de pie nuevamente.
Necesitaba seguir a delante, pero con lo entrometida y curiosa que ya había demostrado ser Reivy en más de una oportunidad no podía llevarla conmigo, o dejar que me acompañe, ella parecía ser de esas personas de bien, con valores inviolables y me tenía algo de estima, no dejaría que viera lo oscuro en mi persona así de simple.
- Bien... - no estaba segura que tenía que decirle, que opción era la correcta para que no me siguiera o no insistiera con escoltarme a una salida segura o algo así, lógicamente simularía alejarme de este sitio pero necesitaba volver tan pronto como me perdiese de vista. - Ya conseguí lo que vine a buscar... - baje mi rostro ya que solía ser demasiado expresiva a veces - Será mejor buscar algo de luz de afuera... Este lugar, me enferma...
Me di la vuelta dándole la espalda en dirección al camino por el cual llegue.
- Ven si quieres Rei, pero no me quedare mas aquí, tengo cosas que hacer~
Sonaba creíble, y casi incitador a que me siga pero si no me equivoco, no era coincidencia encontrarla aquí abajo, ciertamente tendría cosas que hacer también como para que el destino la condujera a mí en tan asquerosa situación.
- Tengo hambre, pero tampoco estoy desesperada... - dije ligeramente poniéndome de pie nuevamente.
Necesitaba seguir a delante, pero con lo entrometida y curiosa que ya había demostrado ser Reivy en más de una oportunidad no podía llevarla conmigo, o dejar que me acompañe, ella parecía ser de esas personas de bien, con valores inviolables y me tenía algo de estima, no dejaría que viera lo oscuro en mi persona así de simple.
- Bien... - no estaba segura que tenía que decirle, que opción era la correcta para que no me siguiera o no insistiera con escoltarme a una salida segura o algo así, lógicamente simularía alejarme de este sitio pero necesitaba volver tan pronto como me perdiese de vista. - Ya conseguí lo que vine a buscar... - baje mi rostro ya que solía ser demasiado expresiva a veces - Será mejor buscar algo de luz de afuera... Este lugar, me enferma...
Me di la vuelta dándole la espalda en dirección al camino por el cual llegue.
- Ven si quieres Rei, pero no me quedare mas aquí, tengo cosas que hacer~
Sonaba creíble, y casi incitador a que me siga pero si no me equivoco, no era coincidencia encontrarla aquí abajo, ciertamente tendría cosas que hacer también como para que el destino la condujera a mí en tan asquerosa situación.
Merida DunBroch
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Re: [Guerra de Lunargenta] [Libre] [3/3] Formando Parte... [Cerrado]
Aguante la risa y me lleve la mano a la boca para ahogar la carcajada. Le dijo el cazo a la sarten, ¿Enferma? si su olor hace competencia con el de este lugar. La bruja por fin se alejo del cuerpo, dando así por concluida su búsqueda ¿Que estaría buscando? Nunca respondió a mi pregunta.
-No gracias. -Me puse al lado de la pelirroja mientras las dudas por la evasión me asaltaban. -Yo también tengo cosas que hacer. Y cuanto mas pase a este lado de la muralla mas peligro corro.
La incursión en soledad al lado enemigo había terminado siendo inútil, no tenia información valiosa, pero por lo menos había salvado la vida Merida, ahora estábamos en paz.
-No te quedes mucho tiempo aquí. -La mire a la vez que me ponía una capucha para tapar mis facciones. -Estamos en el ojo de la tormenta. Hasta la vista Merida. Si algún día volvemos a vernos te presentare a alguien especial.
Me despedí de ella con una sonrisa y un movimiento de mano, tenia que darme prisa si quería volver a la zona segura. Todavía tenia mucho por hacer, pero una cosa estaba clara, no volvería allí dentro sin un equipo de exploradores.
Al salir de la ciudad camine hasta encontrarme a una distancia segura y cambie de forma para salir volando rumbo al campamento leonico.
___________
Off: Fin del Tema.
-No gracias. -Me puse al lado de la pelirroja mientras las dudas por la evasión me asaltaban. -Yo también tengo cosas que hacer. Y cuanto mas pase a este lado de la muralla mas peligro corro.
La incursión en soledad al lado enemigo había terminado siendo inútil, no tenia información valiosa, pero por lo menos había salvado la vida Merida, ahora estábamos en paz.
-No te quedes mucho tiempo aquí. -La mire a la vez que me ponía una capucha para tapar mis facciones. -Estamos en el ojo de la tormenta. Hasta la vista Merida. Si algún día volvemos a vernos te presentare a alguien especial.
Me despedí de ella con una sonrisa y un movimiento de mano, tenia que darme prisa si quería volver a la zona segura. Todavía tenia mucho por hacer, pero una cosa estaba clara, no volvería allí dentro sin un equipo de exploradores.
Al salir de la ciudad camine hasta encontrarme a una distancia segura y cambie de forma para salir volando rumbo al campamento leonico.
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Off: Fin del Tema.
Reivy Abadder
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