Juego de sombras [Libre] [Cerrado]
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Juego de sombras [Libre] [Cerrado]
Luego de la fundación de los mirmidones el curioso Zero destino tiempo para “poner la información sobre la mesa” con respecto a su semejante racial pero de ideales radicales, ciertamente logro llenar varias páginas.
Parece mover hilos en muchas direcciones aunque jamás interviene de manera directa, es más un juego de sombras muy similar al que se dominaba en el pasado terrestre. Influencias, experimentos y violencia puntual suelen ser sus herramientas.
Gracias a un curioso contacto el pequeño robot tiene cierto bosquejo verídico, la visión general del organigrama utilizado por Exos en sus operaciones. Suele emplear lugartenientes para hacer su trabajo sensible y estos a su vez utilizan elementos propios.
Un gran tablero que lleva décadas tejiéndose en Aerandir bajo la mirada confusa de todos, magistral estructura cuyo objetivo sigue eludiendo cualquier esfuerzo por entenderle… mala señal sin lugar a dudas.
Z9-42 lleva algunos meses indagando sobre las operaciones de su igual por iniciativa propia y puede decir con propiedad que “algo huele mal”, no es una típica banda de matones así que sus intereses son más altos.
Sabe bien que es una “corazonada”, el tipo de cosas que suelen ser erróneas en el 50% de las veces… pero no puede dejar de pensar en ello. Cierta obsesión que en su mente parece justificada bajo todos los estándares.
Una cosa esta clara, Exos es una amenaza. No tiene el más mínimo aprecio por la vida y la utiliza a voluntad en el mejor de los casos. Debe tener cientos de muertos a cuestas sin contar los pobres desafortunados que terminan envueltos en sus experimentos.
Todas estas razones traen al joven sintético a un sitio alejado del centro geográfico de acometimientos mundiales, con la guerra en curso los ojos del mundo están posados sobre una sitiada Lunargenta.
Existe una pieza del esquema utilizado por la entidad tejedora de intrigas que despierta interés en el propio chico artificial, el maestre de información conocido como Verne. Está a cargo de la red oculta de informantes por lo que tiene acceso a muchos datos sensibles.
Un solo vistazo a su conocimiento podría poner a los mirmidones en el buen camino, ahorrarles muchos problemas a la hora de elegir objetivos y quizás responder la mayor pregunta de todas… a ciencia cierta que es Exos.
Los Jägers informaron a Zero de un encuentro planeado en la carretera del rey, uno de los muchos intercambios que realizan agentes contrarios aunque este destaca por una cosa, Verne aparecerá en persona.
Por tal motivo la maquina se encuentra observando todo desde la oscuridad entre unos matorrales a un lado del camino, por tal motivo ignora la situación de Lunargenta tan directamente.
Parece mover hilos en muchas direcciones aunque jamás interviene de manera directa, es más un juego de sombras muy similar al que se dominaba en el pasado terrestre. Influencias, experimentos y violencia puntual suelen ser sus herramientas.
Gracias a un curioso contacto el pequeño robot tiene cierto bosquejo verídico, la visión general del organigrama utilizado por Exos en sus operaciones. Suele emplear lugartenientes para hacer su trabajo sensible y estos a su vez utilizan elementos propios.
Un gran tablero que lleva décadas tejiéndose en Aerandir bajo la mirada confusa de todos, magistral estructura cuyo objetivo sigue eludiendo cualquier esfuerzo por entenderle… mala señal sin lugar a dudas.
Z9-42 lleva algunos meses indagando sobre las operaciones de su igual por iniciativa propia y puede decir con propiedad que “algo huele mal”, no es una típica banda de matones así que sus intereses son más altos.
Sabe bien que es una “corazonada”, el tipo de cosas que suelen ser erróneas en el 50% de las veces… pero no puede dejar de pensar en ello. Cierta obsesión que en su mente parece justificada bajo todos los estándares.
Una cosa esta clara, Exos es una amenaza. No tiene el más mínimo aprecio por la vida y la utiliza a voluntad en el mejor de los casos. Debe tener cientos de muertos a cuestas sin contar los pobres desafortunados que terminan envueltos en sus experimentos.
Todas estas razones traen al joven sintético a un sitio alejado del centro geográfico de acometimientos mundiales, con la guerra en curso los ojos del mundo están posados sobre una sitiada Lunargenta.
Existe una pieza del esquema utilizado por la entidad tejedora de intrigas que despierta interés en el propio chico artificial, el maestre de información conocido como Verne. Está a cargo de la red oculta de informantes por lo que tiene acceso a muchos datos sensibles.
Un solo vistazo a su conocimiento podría poner a los mirmidones en el buen camino, ahorrarles muchos problemas a la hora de elegir objetivos y quizás responder la mayor pregunta de todas… a ciencia cierta que es Exos.
Los Jägers informaron a Zero de un encuentro planeado en la carretera del rey, uno de los muchos intercambios que realizan agentes contrarios aunque este destaca por una cosa, Verne aparecerá en persona.
Por tal motivo la maquina se encuentra observando todo desde la oscuridad entre unos matorrales a un lado del camino, por tal motivo ignora la situación de Lunargenta tan directamente.
Última edición por Z9-42 el Lun Ago 13 2018, 16:31, editado 1 vez
Z9-42
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Re: Juego de sombras [Libre] [Cerrado]
Tan raro como pudiera parecer viniendo de mí misma: extrañaba a Percy. Quizás echaba de menos la tranquilidad que le envolvían a él y las pocas familias que estaban a su cargo. Volver a los caminos era casi un desafío en los momentos que se vivían. Tenía una idea del caos que se sufría, pero nunca me hubiera imaginado el caos y el desorden creciente a medida que me acerca a Lunargenta. ¿Para qué ir a una ciudad perdida? Porque a pesar de todo, no podía creer las noticias. Sabía que podía llegar a ser bastante poco observadora cuando mi cabeza es obligada a funcionar…por eso nunca me gustó pensar sino seguir órdenes, más nunca, por ningún motivo, ni en la peor de mis pesadillas hubiera tenido una visión tan triste como la que estaba presenciando.
Sin dudas es importante la presencia de abolengo en una ciudad. Siegfried representaba más de lo que jamás le hubiera dado crédito. Una pequeña parte de mis pensamientos corrieron hacia el colmillo de hierro y Nana. Probablemente me habrían dado por muerta a estas alturas… si ese era el caso tal vez sería para bien. No pensaba volver por esos lares en un largo, largo tiempo. Eso no quería decir que no dejaran de preocuparme. Sabía que Nana era una condesa o algo así, ¿me encontraría con alguien de Ulmer? Realmente no lo deseaba, no quería que mis camaradas estuvieran cerca del conflicto. Seguramente el morbo me atraía a la ciudad muerta. Sí… eso debía ser: morbo.
Aunque no tenía más pertenencias que un delgado vestido, más de una vez habían intentado robarme en el camino, o cosas peores. Por ese motivo estaba viajando de incógnito, en paralelo a la ruta principal, pero en mi versión de lobo. Llegando a la ciudad primero olfatee y luego vi a uno de esos biocibernéticos en actitud sospechosa. Era pequeño, como nunca había visto antes. Parecía estar atento a algo. De no ser porque sabía que esas cosas eran tan duras por fuera como por dentro, hubiese dicho que se escondía, pero ¿cuál sería la razón de esconderse de ese feo y pulcro intento de ser viviente? Poco a poco me acerqué, también por entre los matorrales y volví a mi forma humana. Posiblemente por razones muy distintas que las de ese… bio enano, yo tampoco quería ser vista.
Saludos… iba a decir la palabra “máquina” pero algo en su semblante me enterneció. ¿Sus ojos? ¿su pelo excesivamente ordenado? ¿el que lo hicieran para parecer algo que no es? ¿Vigilas la ciudad? pregunté, como queriendo hacer conversación. Malditos científicos, hacían esas cosas que cada vez parecían más humanas. Casi podías olvidarte de todo el rencor generado durante toda tu vida con un modelo como ese. ¿Qué eres? cuestioné, mi boca hablando antes que mi cabeza le diera la orden. Sabía que era un bio, no olía a vivo, sólo destilaba olor a cosas… no a esencias de la tierra, pero no entendía por qué esa forma. ¿Debería de odiarlo igual que a sus antecesores?.
Sin dudas es importante la presencia de abolengo en una ciudad. Siegfried representaba más de lo que jamás le hubiera dado crédito. Una pequeña parte de mis pensamientos corrieron hacia el colmillo de hierro y Nana. Probablemente me habrían dado por muerta a estas alturas… si ese era el caso tal vez sería para bien. No pensaba volver por esos lares en un largo, largo tiempo. Eso no quería decir que no dejaran de preocuparme. Sabía que Nana era una condesa o algo así, ¿me encontraría con alguien de Ulmer? Realmente no lo deseaba, no quería que mis camaradas estuvieran cerca del conflicto. Seguramente el morbo me atraía a la ciudad muerta. Sí… eso debía ser: morbo.
Aunque no tenía más pertenencias que un delgado vestido, más de una vez habían intentado robarme en el camino, o cosas peores. Por ese motivo estaba viajando de incógnito, en paralelo a la ruta principal, pero en mi versión de lobo. Llegando a la ciudad primero olfatee y luego vi a uno de esos biocibernéticos en actitud sospechosa. Era pequeño, como nunca había visto antes. Parecía estar atento a algo. De no ser porque sabía que esas cosas eran tan duras por fuera como por dentro, hubiese dicho que se escondía, pero ¿cuál sería la razón de esconderse de ese feo y pulcro intento de ser viviente? Poco a poco me acerqué, también por entre los matorrales y volví a mi forma humana. Posiblemente por razones muy distintas que las de ese… bio enano, yo tampoco quería ser vista.
Saludos… iba a decir la palabra “máquina” pero algo en su semblante me enterneció. ¿Sus ojos? ¿su pelo excesivamente ordenado? ¿el que lo hicieran para parecer algo que no es? ¿Vigilas la ciudad? pregunté, como queriendo hacer conversación. Malditos científicos, hacían esas cosas que cada vez parecían más humanas. Casi podías olvidarte de todo el rencor generado durante toda tu vida con un modelo como ese. ¿Qué eres? cuestioné, mi boca hablando antes que mi cabeza le diera la orden. Sabía que era un bio, no olía a vivo, sólo destilaba olor a cosas… no a esencias de la tierra, pero no entendía por qué esa forma. ¿Debería de odiarlo igual que a sus antecesores?.
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Re: Juego de sombras [Libre] [Cerrado]
Aquella noche había salido a cazar sola, el ambiente que se respiraba en la habitación cuando estaban juntos se había enrarecido tras los acontecimientos de la última semana, y no le gustaba la forma en que Alister la miraba de vez en cuando, con una mezcla de temor y preocupación en el rostro. Sin un rumbo fijo, la de cabellos cenicientos vagó por los alrededores de la ciudad en silencio, cuidando que sus pasos fuesen lo más ligeros posibles para no espantar su cena. Una vez saciada su sed no regresó de inmediato a la posada, prefirió seguir por la zona para darse algo de tiempo para sí misma, cosa que necesitaba bastante. - ¿Por qué tuvo que aparecer ese hombre? - se preguntó mentalmente, uniendo los labios hasta que se volvieron una fina línea.
Randall Flagg, o más conocido como el Hombre Muerto, se había cruzado en su camino para añadir una nueva maldición a su ya de por sí complicada existencia, y la incertidumbre de no saber cuándo se volvería a transformar la estaba matando. - Buscaremos el modo de controlarlo. - le susurraron las almas del medallón, pero lo cierto era que no tenían idea de cómo hacerlo. - No pudimos entonces… y algo me dice que tampoco podremos detenerlo la próxima vez. - pensó, ligeramente cabizbaja y con la mirada clavada en el suelo. - Solo queda una opción. - musitó, tras unos instantes. - Cuando el proceso vuelva a comenzar os invocaré para que me mantengáis a raya, no permitáis que dañe a inocentes. - pidió, y sus aliadas aceptaron el cometido que les estaba asignando, a fin de cuentas ni la vampira ni ellas salían ganando con permitir que la sombra de odio se apoderase de la situación.
Dicho esto, y con esperanzas de que llegase a funcionar, Elen siguió su camino sin intención de volver a Lunargenta, al menos no tan temprano. La noche era suya, y teniendo en cuenta que pasaría todo el día siguiente encerrada en el modesto cuarto de la posada quería aprovechar las horas que le quedaban antes del amanecer. Se apartó del sendero y caminó a lo largo del lindero del bosque, aguzando el oído y escrutando con la mirada el paisaje en busca de cualquier sonido o presencia que pudiese captar su atención, pero ésta le llegó del lado opuesto, provocando que se detuviese de forma repentina.
Olfateó el aire, sí, había alguien más allí, pero a juzgar por su aroma, que le resultó un poco desagradable, no podía tratarse de un humano. Eso la intrigó aún más, motivo por el que decidió cambiar su ruta y aproximarse al origen del olor de forma sigilosa, entregándose a su elemento para hacerse prácticamente invisible. De ese modo no la verían llegar y podría decidir si mantenerse oculta o no, eso dependería claramente de lo que encontrase. Con la hierba amortiguando sus ágiles pasos no tardó en encontrar un rastro fresco que seguir, pero se obligó a parar cuando un segundo aroma le reveló que había dos personas y no una, como había supuesto en un principio. ¿Debía seguir adelante o se estaría metiendo donde no la llamaban? Probablemente sería el caso, pero con su sombría cobertura no tenía nada que temer, así que continuó avanzando hasta distinguir a un par de siluetas tras los matorrales.
En primera instancia podría haber dado por hecho que a aquellas horas y en un lugar tan apartado solo podría encontrar a parejas de amantes o criminales, pero esas ideas se desvanecieron en cuando sus verdes ojos se posaron sobre los extraños. Se trataba de una mujer y un niño, ¿madre e hijo? No, no podía ser, sus olores eran demasiado distintos para que fuesen familia, a lo que había que sumar el hecho de que la esencia que desprendía el muchacho no se parecía a ninguna que hubiese captado antes, era, por así decirlo, poco natural. Un vistazo más exhaustivo le hizo fijarse en la adulta que hablaba con él, y de repente reconoció los claros cabellos y los rasgos de la loba, a la cual llevaba muchísimo sin ver.
- ¿Wood? - preguntó en voz baja al tiempo que abandonaba las sombras para aparecer a espaldas de ambos. ¿Cómo reaccionaría la licántropa al verla? ¿sería capaz de notar la transformación que había sufrido recientemente? Y de ser así, ¿cuál sería su reacción? El odio entre vampiros y hombres lobo era muy conocido, y al igual que en el caso de brujos y elfos, que se habían enfrentado en la guerra y no podían dejar esa etapa en el olvido, aún quedaban miembros de ambas razas que solo pensaban en destruir a la otra para cobrar venganza.
Habilidad: Mimetización
Randall Flagg, o más conocido como el Hombre Muerto, se había cruzado en su camino para añadir una nueva maldición a su ya de por sí complicada existencia, y la incertidumbre de no saber cuándo se volvería a transformar la estaba matando. - Buscaremos el modo de controlarlo. - le susurraron las almas del medallón, pero lo cierto era que no tenían idea de cómo hacerlo. - No pudimos entonces… y algo me dice que tampoco podremos detenerlo la próxima vez. - pensó, ligeramente cabizbaja y con la mirada clavada en el suelo. - Solo queda una opción. - musitó, tras unos instantes. - Cuando el proceso vuelva a comenzar os invocaré para que me mantengáis a raya, no permitáis que dañe a inocentes. - pidió, y sus aliadas aceptaron el cometido que les estaba asignando, a fin de cuentas ni la vampira ni ellas salían ganando con permitir que la sombra de odio se apoderase de la situación.
Dicho esto, y con esperanzas de que llegase a funcionar, Elen siguió su camino sin intención de volver a Lunargenta, al menos no tan temprano. La noche era suya, y teniendo en cuenta que pasaría todo el día siguiente encerrada en el modesto cuarto de la posada quería aprovechar las horas que le quedaban antes del amanecer. Se apartó del sendero y caminó a lo largo del lindero del bosque, aguzando el oído y escrutando con la mirada el paisaje en busca de cualquier sonido o presencia que pudiese captar su atención, pero ésta le llegó del lado opuesto, provocando que se detuviese de forma repentina.
Olfateó el aire, sí, había alguien más allí, pero a juzgar por su aroma, que le resultó un poco desagradable, no podía tratarse de un humano. Eso la intrigó aún más, motivo por el que decidió cambiar su ruta y aproximarse al origen del olor de forma sigilosa, entregándose a su elemento para hacerse prácticamente invisible. De ese modo no la verían llegar y podría decidir si mantenerse oculta o no, eso dependería claramente de lo que encontrase. Con la hierba amortiguando sus ágiles pasos no tardó en encontrar un rastro fresco que seguir, pero se obligó a parar cuando un segundo aroma le reveló que había dos personas y no una, como había supuesto en un principio. ¿Debía seguir adelante o se estaría metiendo donde no la llamaban? Probablemente sería el caso, pero con su sombría cobertura no tenía nada que temer, así que continuó avanzando hasta distinguir a un par de siluetas tras los matorrales.
En primera instancia podría haber dado por hecho que a aquellas horas y en un lugar tan apartado solo podría encontrar a parejas de amantes o criminales, pero esas ideas se desvanecieron en cuando sus verdes ojos se posaron sobre los extraños. Se trataba de una mujer y un niño, ¿madre e hijo? No, no podía ser, sus olores eran demasiado distintos para que fuesen familia, a lo que había que sumar el hecho de que la esencia que desprendía el muchacho no se parecía a ninguna que hubiese captado antes, era, por así decirlo, poco natural. Un vistazo más exhaustivo le hizo fijarse en la adulta que hablaba con él, y de repente reconoció los claros cabellos y los rasgos de la loba, a la cual llevaba muchísimo sin ver.
- ¿Wood? - preguntó en voz baja al tiempo que abandonaba las sombras para aparecer a espaldas de ambos. ¿Cómo reaccionaría la licántropa al verla? ¿sería capaz de notar la transformación que había sufrido recientemente? Y de ser así, ¿cuál sería su reacción? El odio entre vampiros y hombres lobo era muy conocido, y al igual que en el caso de brujos y elfos, que se habían enfrentado en la guerra y no podían dejar esa etapa en el olvido, aún quedaban miembros de ambas razas que solo pensaban en destruir a la otra para cobrar venganza.
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Elen Calhoun
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Re: Juego de sombras [Libre] [Cerrado]
Un bio suele tener dos visiones, la natural y la técnica. El primer estado le muestra el mundo como lo percibe cualquier criatura viviente, el segundo da un registro detallado de cada acontecimiento a su alrededor.
Las máquinas están diseñadas para operar con ambos estados en lo que a cualquier mente simple catalogaría de vorágine demencial, demasiadas entradas crecientes en una matriz de pensamiento igual de vivaz.
Por esta razón cuando Zero detecto una criatura animal acercándose opto por descartarla, en ese instante pasaban diecisiete seres menores por las cercanías que variaban entre roedores y aves nocturnas.
Vale destacar que sintió algo de sorpresa al escuchar palabras por su retaguardia, no lo suelen sorprender. Al voltear poso sus ojos en una mujer con cierto recelo en el rostro, parece saber la verdadera identidad del “niño” por imposible que suene.
Todo queda confirmado instantes después por las mismas palabras de la mujer desconocida, no le endosa humanidad al sintético lo que suele indicar un conocimiento directo de su realidad racial... nadie corriente tiene esa capacidad de detección.
Me llamo Zero y… soy un biocibernético como bien sabes, es claro que compartimos una raza diferente a la humana.
Otras especies inteligentes suelen tener sentidos aumentados, detectan cosas que sus primos evolutivos no. En ese panorama el camuflaje que tanto suele emplear Z9-49 con su población de estudio predilecta queda inutilizado.
Las sorpresas no terminan allí pues una segunda fémina se manifiesta de la nada, deja entrever que conoce a la primera involucrada. El pequeño sintético mira con cierta mueca de extrañeza, no se esperaba encontrar a nadie aleatoriamente antes del contacto deseado.
Tales cosas deben ser lo que se considera como situaciones no previstas, lleva estudiando el fenómeno desde que dejo la base hace casi un año… los personajes aventureros suelen tener una habilidad casi sobrenatural para encontrarse tales eventos.
Buenas noches señorita nosferatu, mi nombre es Zero.
Piel pálida y algunas otras señales indican que la recién llegada posee la enfermedad vampírica recorriendo su sistema, dicha raza suele ser bastante hostil “en especial ahora con la guerra” pero su entrada es moderada y Zero no realiza ataques sin provocación.
El tiempo para la reunión se acerca pero aún tienen oportunidad de aclarar algunos puntos, por lo menos el tema de las identidades. Al niño robot no le gusta meter elementos terceros en sus tramas con Exos pues siempre suelen involucrar tragedia y sufrimiento aunque es una constante difícil de romper.
Las máquinas están diseñadas para operar con ambos estados en lo que a cualquier mente simple catalogaría de vorágine demencial, demasiadas entradas crecientes en una matriz de pensamiento igual de vivaz.
Por esta razón cuando Zero detecto una criatura animal acercándose opto por descartarla, en ese instante pasaban diecisiete seres menores por las cercanías que variaban entre roedores y aves nocturnas.
Vale destacar que sintió algo de sorpresa al escuchar palabras por su retaguardia, no lo suelen sorprender. Al voltear poso sus ojos en una mujer con cierto recelo en el rostro, parece saber la verdadera identidad del “niño” por imposible que suene.
Todo queda confirmado instantes después por las mismas palabras de la mujer desconocida, no le endosa humanidad al sintético lo que suele indicar un conocimiento directo de su realidad racial... nadie corriente tiene esa capacidad de detección.
Me llamo Zero y… soy un biocibernético como bien sabes, es claro que compartimos una raza diferente a la humana.
Otras especies inteligentes suelen tener sentidos aumentados, detectan cosas que sus primos evolutivos no. En ese panorama el camuflaje que tanto suele emplear Z9-49 con su población de estudio predilecta queda inutilizado.
Las sorpresas no terminan allí pues una segunda fémina se manifiesta de la nada, deja entrever que conoce a la primera involucrada. El pequeño sintético mira con cierta mueca de extrañeza, no se esperaba encontrar a nadie aleatoriamente antes del contacto deseado.
Tales cosas deben ser lo que se considera como situaciones no previstas, lleva estudiando el fenómeno desde que dejo la base hace casi un año… los personajes aventureros suelen tener una habilidad casi sobrenatural para encontrarse tales eventos.
Buenas noches señorita nosferatu, mi nombre es Zero.
Piel pálida y algunas otras señales indican que la recién llegada posee la enfermedad vampírica recorriendo su sistema, dicha raza suele ser bastante hostil “en especial ahora con la guerra” pero su entrada es moderada y Zero no realiza ataques sin provocación.
El tiempo para la reunión se acerca pero aún tienen oportunidad de aclarar algunos puntos, por lo menos el tema de las identidades. Al niño robot no le gusta meter elementos terceros en sus tramas con Exos pues siempre suelen involucrar tragedia y sufrimiento aunque es una constante difícil de romper.
Z9-42
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Re: Juego de sombras [Libre] [Cerrado]
Una respuesta típica pero a la vez original, era de esas cosas lo suficientemente inteligente como para responder, cuanto más peligrosa. Mejor no buscar ponerme en su contra, viéndolo en más detalle, era casi como ver a mi pequeño Black, pero sin voluntad. A juzgar por su largo y el pelo debían tener la misma edad. Una punzada en mi corazón silenció el comentario que pensaba hacerle “Aún no me dices qué haces” probablemente era una respuesta implícita, sin embargo el ácido de mis palabras se había convertido en un silencioso hilito de agua. Esperé un momento al golpe de ironía en mis sentimientos, ese humor mordaz sobre la gente de la base de los bio… pero por una vez me había quedado en blanco. …Zero más allá de mis esfuerzos sentí que comenzaba a dibujarse un asomo de sonrisa en mis labios.
Mi nariz se arrugó casi al mismo tiempo que escuché mi nombre de una criatura no esperada. Reconocí con terror el rostro de la bruja Elen, ¿cómo olvidarla? De entre los interminables brujos a los que odiaba, ella era la preciosa excepción, una aliada. Discriminador murmuré con recelo, claramente el enano había hecho una diferencia sustancial entre su saludo y mi saludo, el mío no había sido un saludo en absoluto. No podía ser Elen, tenía que ser una hermana malvada o… no, hermanos no. ¿Una pariente? Una campanita sonó en mi cabeza, ella sabía quién era yo.
La nariz me estaba matando, alarmada me arrastré por el piso dándole siempre el frente, como si fuese una monstruosa serpiente venenosa a punto de atacarme hasta que un tronco ofreció de pared para proteger mí espalda. Mis pensamientos eran un caos, intentaba asimilar brujo con vampiro, pero era la primera vez que sabía de un caso así Im… ¡imposible! respiraba por la boca, me sentía como un pescado fuera del agua, el aire no era suficiente. Mi ojo derecho no dejaba de molestarme con un tic, se abría y cerraba a voluntad.
Viéndola por donde la viera era Elen, su actitud era la de Elen, pero la raza estaba toda mal. Totalmente mal ¿Es una broma de mal gusto? ¿Quién te envió? pregunté encontrando mi voz y parte por parte el resto de mi cuerpo que comenzaba a temblar listo para transformarse. ¡Tendrías que estar muerta! no podría haberse mantenido viva en el ritual de conversión imposible…incompatible ¡impostora! una oleada de rencor me golpeó Zero ¿estás detrás de esto? ¿Artificios? por primera vez desde que ella apareciera despegué mis ojos de esa vampiresa para buscar al niño que sólo podía ser biónico.
Estaba esperando cualquier señal de hostilidad para transformarme y terminar con esa charada. Estaba teniendo demasiado solamente en las afueras de Lunargenta, tal vez debía poner más distancia entre los últimos meses de venganzas y odios del futuro que pensaba comenzar a vivir. Tenía que haberme conocido mejor.
Mi nariz se arrugó casi al mismo tiempo que escuché mi nombre de una criatura no esperada. Reconocí con terror el rostro de la bruja Elen, ¿cómo olvidarla? De entre los interminables brujos a los que odiaba, ella era la preciosa excepción, una aliada. Discriminador murmuré con recelo, claramente el enano había hecho una diferencia sustancial entre su saludo y mi saludo, el mío no había sido un saludo en absoluto. No podía ser Elen, tenía que ser una hermana malvada o… no, hermanos no. ¿Una pariente? Una campanita sonó en mi cabeza, ella sabía quién era yo.
La nariz me estaba matando, alarmada me arrastré por el piso dándole siempre el frente, como si fuese una monstruosa serpiente venenosa a punto de atacarme hasta que un tronco ofreció de pared para proteger mí espalda. Mis pensamientos eran un caos, intentaba asimilar brujo con vampiro, pero era la primera vez que sabía de un caso así Im… ¡imposible! respiraba por la boca, me sentía como un pescado fuera del agua, el aire no era suficiente. Mi ojo derecho no dejaba de molestarme con un tic, se abría y cerraba a voluntad.
Viéndola por donde la viera era Elen, su actitud era la de Elen, pero la raza estaba toda mal. Totalmente mal ¿Es una broma de mal gusto? ¿Quién te envió? pregunté encontrando mi voz y parte por parte el resto de mi cuerpo que comenzaba a temblar listo para transformarse. ¡Tendrías que estar muerta! no podría haberse mantenido viva en el ritual de conversión imposible…incompatible ¡impostora! una oleada de rencor me golpeó Zero ¿estás detrás de esto? ¿Artificios? por primera vez desde que ella apareciera despegué mis ojos de esa vampiresa para buscar al niño que sólo podía ser biónico.
Estaba esperando cualquier señal de hostilidad para transformarme y terminar con esa charada. Estaba teniendo demasiado solamente en las afueras de Lunargenta, tal vez debía poner más distancia entre los últimos meses de venganzas y odios del futuro que pensaba comenzar a vivir. Tenía que haberme conocido mejor.
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Re: Juego de sombras [Libre] [Cerrado]
El primero en reaccionar a su aparición fue el muchacho, que sorprendentemente no tardó en adivinar la raza a la que pertenecía, quizás la palidez de su rostro o su oscura aura la hubiesen delatado. Nosferatu… aquel término no le hizo gracia, como tampoco le gustaba que se refiriesen a ella con el despectivo de chupasangres, pero ¿qué podía pedir a un completo extraño? Las circunstancias no eran buenas y menos aún para los suyos, que tras la conquista del trono de Lunargenta se habían granjeado numerosos enemigos. El hecho de que ella misma diese caza a sus congéneres para restablecer el orden poco importaría a quienes hubiesen sufrido por cuenta de algún vampiro, para ellos todos serían iguales, lo cual la dejaba al mismo nivel de sus enemigos ante los ojos de aquel niño y probablemente también ante los de la loba.
El rostro de la mujer lo dijo todo antes incluso de que empezase a arrastrarse por el suelo, como si hubiese visto un fantasma en vez de a una vieja conocida. - Tranquilízate Wood. - le pidió con voz suave, sin acercarse al menos de momento, ya que era lo más seguro para ambas. La de cabellos cenicientos no terminaba de entender cómo funcionaba la mente de un licántropo pero podía imaginar que se movían por instinto, tal como hacía ella, y eso mismo podía empujar a la loba a atacarla por pertenecer a la raza que consideraba rival natural.
Para ella tampoco resultaba agradable el olor animal que desprendía la que en el pasado fue su aliada, había algo en su presencia que ponía en tensión todo su cuerpo, como si estuviese esperando el inicio de un conflicto inevitable, pero consciente de que aquello se debía a su transformación lo dejó a un lado, concentrándose en parecer lo más inofensiva posible. Sin embargo, su tranquila actitud no pareció aliviar la agitación de Wood, que tras buscar protección pegando la espalda a un árbol cercano soltó todo lo que pasaba por su cabeza, increpándole en un principio el mal gusto de aquella “broma”, para luego asegurar que lo que tenía ante sí no era posible, que debía estar muerta.
Por último, y ya alejándose de la razón, la acusó de ser una impostora y no dudó en involucrar al chico, preguntándole directamente si tenía algo que ver con la señora de sombras. - Zero es inocente, ni siquiera lo conozco. - respondió la benjamina de los Calhoun, utilizando el nombre con que el muchacho se le había presentado hacía tan solo unos instantes pero sin apartar la mirada de la peliblanca. - Debí imaginar que al igual que a los demás te costaría asimilarlo, más a ti por el odio que existe entre ambas razas… pero soy yo Wood, mira más allá de la piel y los colmillos, sigo siendo la Elen que conociste en Beltrexus. - continuó, en un intento por calmarla.
La licántropa no era la primera persona que reaccionaba mal a su cambio, Huracán y Cassandra también habían mostrado recelo ante su nueva naturaleza, y otros como Bio, Asher o Eltrant se habían compadecido de ella al ver cómo había acabado. Era un cambio inesperado y bastante chocante, razón por la cual no le extrañaba que otros pudiesen tomárselo de mala manera.
En parte, la criatura de la noche mentía, habían pasado muchas cosas desde la última vez que sus caminos se cruzaron, y el resultado de todas las desgracias que se habían empeñado en arruinarle la vida no era tan visible, puede que su aspecto ahora fuese más demacrado a causa de la maldición que Géminis le había transmitido, pero lo peor lo llevaba por dentro. - Muerta… sí, casi lo estuve, pero entonces me dieron a elegir entre eso y la conversión. - reveló, bajando la voz, seguía sin gustarle hablar de los acontecimientos de isla volcánica. - Pensarás que habría sido mejor lo primero, un final más digno, pero era una opción que no podía permitirme, no teniendo tanto por lo que vivir y luchar aún. - dijo para terminar, sin saber si sus palabras bastarían para que la loba se relajase.
Su semblante mostraba cierta tristeza, ¿sería así para siempre? ¿cada vez que se encontrase con alguien de su pasado tendría que aguantar que la mirasen de aquella forma? Alister confiaba en que hallarían una cura que revirtiese la maldición y la devolviese a su estado anterior, pero ella guardaba pocas esperanzas, cada vez menos.
El rostro de la mujer lo dijo todo antes incluso de que empezase a arrastrarse por el suelo, como si hubiese visto un fantasma en vez de a una vieja conocida. - Tranquilízate Wood. - le pidió con voz suave, sin acercarse al menos de momento, ya que era lo más seguro para ambas. La de cabellos cenicientos no terminaba de entender cómo funcionaba la mente de un licántropo pero podía imaginar que se movían por instinto, tal como hacía ella, y eso mismo podía empujar a la loba a atacarla por pertenecer a la raza que consideraba rival natural.
Para ella tampoco resultaba agradable el olor animal que desprendía la que en el pasado fue su aliada, había algo en su presencia que ponía en tensión todo su cuerpo, como si estuviese esperando el inicio de un conflicto inevitable, pero consciente de que aquello se debía a su transformación lo dejó a un lado, concentrándose en parecer lo más inofensiva posible. Sin embargo, su tranquila actitud no pareció aliviar la agitación de Wood, que tras buscar protección pegando la espalda a un árbol cercano soltó todo lo que pasaba por su cabeza, increpándole en un principio el mal gusto de aquella “broma”, para luego asegurar que lo que tenía ante sí no era posible, que debía estar muerta.
Por último, y ya alejándose de la razón, la acusó de ser una impostora y no dudó en involucrar al chico, preguntándole directamente si tenía algo que ver con la señora de sombras. - Zero es inocente, ni siquiera lo conozco. - respondió la benjamina de los Calhoun, utilizando el nombre con que el muchacho se le había presentado hacía tan solo unos instantes pero sin apartar la mirada de la peliblanca. - Debí imaginar que al igual que a los demás te costaría asimilarlo, más a ti por el odio que existe entre ambas razas… pero soy yo Wood, mira más allá de la piel y los colmillos, sigo siendo la Elen que conociste en Beltrexus. - continuó, en un intento por calmarla.
La licántropa no era la primera persona que reaccionaba mal a su cambio, Huracán y Cassandra también habían mostrado recelo ante su nueva naturaleza, y otros como Bio, Asher o Eltrant se habían compadecido de ella al ver cómo había acabado. Era un cambio inesperado y bastante chocante, razón por la cual no le extrañaba que otros pudiesen tomárselo de mala manera.
En parte, la criatura de la noche mentía, habían pasado muchas cosas desde la última vez que sus caminos se cruzaron, y el resultado de todas las desgracias que se habían empeñado en arruinarle la vida no era tan visible, puede que su aspecto ahora fuese más demacrado a causa de la maldición que Géminis le había transmitido, pero lo peor lo llevaba por dentro. - Muerta… sí, casi lo estuve, pero entonces me dieron a elegir entre eso y la conversión. - reveló, bajando la voz, seguía sin gustarle hablar de los acontecimientos de isla volcánica. - Pensarás que habría sido mejor lo primero, un final más digno, pero era una opción que no podía permitirme, no teniendo tanto por lo que vivir y luchar aún. - dijo para terminar, sin saber si sus palabras bastarían para que la loba se relajase.
Su semblante mostraba cierta tristeza, ¿sería así para siempre? ¿cada vez que se encontrase con alguien de su pasado tendría que aguantar que la mirasen de aquella forma? Alister confiaba en que hallarían una cura que revirtiese la maldición y la devolviese a su estado anterior, pero ella guardaba pocas esperanzas, cada vez menos.
Elen Calhoun
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Re: Juego de sombras [Libre] [Cerrado]
Las interacciones se vuelven más hostiles con el pasar de los segundos, sin duda por iniciativa recelosa de una involucrada. Es claro que existen especies con una trama histórica difícil entre ellas.
Es la primera vez que la raza de Zero no resulta ser la más controvertida durante una situación calmada, no le desagrada el sentimiento pero tiene bien presente que acostumbrarse sería un error pues es caso extraño.
Ambas mujeres se conocen de antes, tienen cierta historia juntas. El contexto que les envuelve ahora parece influir negativamente en su comportamiento pese a las experiencias pasadas mutuamente compartidas.
Elen mantiene su postura calmada con cierto esfuerzo discreto mientras que Wood dispensa todo tipo de argumentos en contra, en un punto acusa al propio niño robot de orquestar algo descabellado pero por suerte el argumento no prospera.
Somos lo que decidimos ser…
Deja escapar en un intento por llegar a punto medio, los seres inteligentes tienen la posibilidad de escoger en que convertirse pese a las circunstancias y ninguna otra criatura de la realidad posee tal característica.
La fachada es solo decoración “sonríe” se entiende… ¿verdad?
Dicho esto regresa sus ojos al camino, tiene una misión clara y el intercambia acalorado entre señoritas no es más que un evento aleatorio aunque parezca algo planeado con mucho tiempo de antelación.
De pronto posibles objetivos aparecen por la carretera del rey, a diferencia de las oportunidades anteriores esta vez son pasos contados. Los refugiados nunca viajan tan faltos de gente así que existen buenas posibilidades.
Otro aspecto destaca entre el dúo que comienza a asomarse por entre las sombras, no llevan luces. Caminan en medio de la carretera pero algunos vistazos laterales espontáneos indican que no desean invitados sorpresa.
El pequeño artificial mira a las mujeres en disputa con su típico rostro impreciso para luego indicar usando cierto gesto que hagan silencio, para bien o para mal ahora están involucradas en una operación mirmidona.
El sitio exacto fue marcado por los contactos aliados, por ende la reunión debería acontecer justo adelante. Los bios cuidan cualquier detalle de manera casi obsesiva, como Exos es una maquina si dice un lugar sus seguidores acataran dicha orden al pie de la letra.
Les recomiendo que guarden silencio… esto es importante de ver.
Es la primera vez que la raza de Zero no resulta ser la más controvertida durante una situación calmada, no le desagrada el sentimiento pero tiene bien presente que acostumbrarse sería un error pues es caso extraño.
Ambas mujeres se conocen de antes, tienen cierta historia juntas. El contexto que les envuelve ahora parece influir negativamente en su comportamiento pese a las experiencias pasadas mutuamente compartidas.
Elen mantiene su postura calmada con cierto esfuerzo discreto mientras que Wood dispensa todo tipo de argumentos en contra, en un punto acusa al propio niño robot de orquestar algo descabellado pero por suerte el argumento no prospera.
Somos lo que decidimos ser…
Deja escapar en un intento por llegar a punto medio, los seres inteligentes tienen la posibilidad de escoger en que convertirse pese a las circunstancias y ninguna otra criatura de la realidad posee tal característica.
La fachada es solo decoración “sonríe” se entiende… ¿verdad?
Dicho esto regresa sus ojos al camino, tiene una misión clara y el intercambia acalorado entre señoritas no es más que un evento aleatorio aunque parezca algo planeado con mucho tiempo de antelación.
De pronto posibles objetivos aparecen por la carretera del rey, a diferencia de las oportunidades anteriores esta vez son pasos contados. Los refugiados nunca viajan tan faltos de gente así que existen buenas posibilidades.
Otro aspecto destaca entre el dúo que comienza a asomarse por entre las sombras, no llevan luces. Caminan en medio de la carretera pero algunos vistazos laterales espontáneos indican que no desean invitados sorpresa.
El pequeño artificial mira a las mujeres en disputa con su típico rostro impreciso para luego indicar usando cierto gesto que hagan silencio, para bien o para mal ahora están involucradas en una operación mirmidona.
El sitio exacto fue marcado por los contactos aliados, por ende la reunión debería acontecer justo adelante. Los bios cuidan cualquier detalle de manera casi obsesiva, como Exos es una maquina si dice un lugar sus seguidores acataran dicha orden al pie de la letra.
Les recomiendo que guarden silencio… esto es importante de ver.
- Off:
- Bien chicas, como ayuda rolera y argumental diré que estos sujetos tienen un olor peculiar, similar a la estela que deja un rayo al caer... ya que ustedes tienen “grandes narices” les será útil el detalle jeje.
Z9-42
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Re: Juego de sombras [Libre] [Cerrado]
Perturbador. Era extremadamente perturbador. Esa sonrisa biónica no podía ser “verdadera” ¿o sí? Malditos científicos. Malditos vampiros. ¡Elen! exclamé, sólo ella podía saber de nuestro primer encuentro, un vampiro cualquiera no luciría tan traqueteado como esta Elen. Tomé su mano entre las mías, como queriendo darle mi calor, hubiera preferido abrazarla, pero probablemente sería demasiado. No sabía por qué pero me sentía bastante sensiblona. Primero el niño de metal y luego el reencuentro con Elen o había hecho muchas cosas bien o muchas mal, probablemente ya lo sabría. Me mordí los labios, tantas preguntas para hacerle a la que fuera bruja, mis ojos querían traicionarme con esas estúpidas lágrimas, sentía que se me habían humedecido.
Querida Elen comencé a decir, pensaba agregarle un “lo siento” pero estar, continuar estando, decidir mantenerse sobre los caminos se merecía más que una condolencia Fuerza le dije con vehemencia, casi en un susurro. Mucha fuerza si hubiera alguna forma de mostrarle… si pudiese realmente explicarle… le di otro apretón a su mano antes de soltársela. Esa expresión no va con esa raza me aventuré a decir, intentando no verla así. Sin dudas era la guerrera que había conocido, la misma, pero un poco más apagada, probablemente proporcionalmente apagada con relación a su nueva durabilidad. Pensé en decirle que podría ser peor, que la hubieran convertido en un biocibernético, pero dada la compañía me mordí la lengua.
El bio enano… “Zero” corregí en mi cabeza quería que hiciéramos silencio. Había algo más que le quería decir a Elen, pero podía esperar. Me puse junto al chico y agucé la vista. Parecía que vigilaba a dos… ¿algo? Nunca había sentido esa esencia. Eso era bastante que decir. Era ciertamente no apetecible. Por un instante me recordó a los jinetes oscuros, no sabía por qué. No había nada de ellos que se les pareciera. De todas formas no me daba buena espina. Arrugué la nariz. La presencia de Elen no facilitaba precisamente las cosas, aunque era ciertamente tranquilizante.
No me gustaba seguir órdenes. No me gustaba estar cerca de un bio. No me gustaba hacer cosas sin entenderlas. No me gustaba hacer cosas de gratis por otras personas. No me gustaba seguir la orden de un niño bio de mantenerme callada sin saber por qué. Yo que creía que había dejado mi pasado de acción, violencia y esas cosas atrás y ahora estaba al lado de una persona que podía considerar amiga, convertida en algo que no debería existir siguiéndole el juego a un enano de dudosa procedencia y reputación… Genial… murmuré queda, viendo a ese par actuar de una forma tan sospechosa que era imposible de ignorar. “¿Por qué?” le pregunté a no sé, el dios Fenrir de mi cabeza. Ya ni siquiera valía la pena pelear conmigo misma. Me resigné, ya estaba involucrada. Tal vez fuera alguna señal.
Querida Elen comencé a decir, pensaba agregarle un “lo siento” pero estar, continuar estando, decidir mantenerse sobre los caminos se merecía más que una condolencia Fuerza le dije con vehemencia, casi en un susurro. Mucha fuerza si hubiera alguna forma de mostrarle… si pudiese realmente explicarle… le di otro apretón a su mano antes de soltársela. Esa expresión no va con esa raza me aventuré a decir, intentando no verla así. Sin dudas era la guerrera que había conocido, la misma, pero un poco más apagada, probablemente proporcionalmente apagada con relación a su nueva durabilidad. Pensé en decirle que podría ser peor, que la hubieran convertido en un biocibernético, pero dada la compañía me mordí la lengua.
El bio enano… “Zero” corregí en mi cabeza quería que hiciéramos silencio. Había algo más que le quería decir a Elen, pero podía esperar. Me puse junto al chico y agucé la vista. Parecía que vigilaba a dos… ¿algo? Nunca había sentido esa esencia. Eso era bastante que decir. Era ciertamente no apetecible. Por un instante me recordó a los jinetes oscuros, no sabía por qué. No había nada de ellos que se les pareciera. De todas formas no me daba buena espina. Arrugué la nariz. La presencia de Elen no facilitaba precisamente las cosas, aunque era ciertamente tranquilizante.
No me gustaba seguir órdenes. No me gustaba estar cerca de un bio. No me gustaba hacer cosas sin entenderlas. No me gustaba hacer cosas de gratis por otras personas. No me gustaba seguir la orden de un niño bio de mantenerme callada sin saber por qué. Yo que creía que había dejado mi pasado de acción, violencia y esas cosas atrás y ahora estaba al lado de una persona que podía considerar amiga, convertida en algo que no debería existir siguiéndole el juego a un enano de dudosa procedencia y reputación… Genial… murmuré queda, viendo a ese par actuar de una forma tan sospechosa que era imposible de ignorar. “¿Por qué?” le pregunté a no sé, el dios Fenrir de mi cabeza. Ya ni siquiera valía la pena pelear conmigo misma. Me resigné, ya estaba involucrada. Tal vez fuera alguna señal.
Woodpecker
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Re: Juego de sombras [Libre] [Cerrado]
Zero intervino para apoyar algunos de sus argumentos, y finalmente, algo en sus palabras, quizá la tristeza con que las decía, consiguió conmover a la loba, que pasó de evitarla y estar a punto de atacarla a acercarse y tomar una de sus manos. La de ojos verdes se sorprendió al ver el drástico cambio en su antigua aliada, pero se alegró mucho de que fuese capaz de aceptarla a pesar de lo que le había ocurrido. Sin apenas elevar la voz, Wood la instó a ser fuerte, gesto que Elen agradeció asintiendo con la cabeza y dedicándole una leve sonrisa, aún quedaba esperanza, quizá no todos sus conocidos acabasen mirándola con recelo y tachándola de monstruo. Si la licántropa podía dejar a un lado el tema de la raza ¿por qué no otros?
No tuvieron más tiempo para hablar, el muchacho les indicó que guardasen silencio, añadiendo que en el camino había algo importante que ver, cosa que intrigó a la benjamina de los Calhoun. Imitando a Wood, la vampira se acercó al chico y se mantuvo oculta detrás de los matorrales, comenzando a hacerse una idea del motivo que podía llevar a un niño a estar en un lugar como aquel a horas tan intempestivas. ¿Había llegado hasta allí para espiar a alguien? Todo apuntaba a que así era pero le extrañaba que pusiesen ese tipo de tareas sobre unos hombros tan jóvenes, aunque no podía olvidar que algunos niños sabían desenvolverse con soltura en casi cualquier tipo de situación, Chimar era la prueba de ello.
El pequeño se había unido a ella y a los cazadores no hacía mucho para asaltar una guarida de chupasangres, y a excepción de un momento puntual, en que la sangrienta escena lo superó, no mostró debilidad alguna ni miedo a meterse en problemas. - Quizá Zero también sea así. - se dijo mentalmente, observándolo por el rabillo del ojo durante unos instantes antes de centrarse en lo que venía por el camino. Por el sendero avanzaban dos siluetas, y de inmediato queda claro que no se trata de viajeros comunes y corrientes, al menos no se comportan como tal. Van a oscuras, algo poco recomendable y bastante sospechoso, pero eso no es lo único, aguzando la vista la centinela alcanza a ver cómo revisan de vez en cuando los alrededores, probablemente para asegurarse de que nadie les seguía o veía lo que hacían.
El aroma que le llegó de ellos tampoco era muy normal, le recordaba al que solía dejar su antiguo elemento cuando lo utilizaba sobre sus enemigos, no llegaba a ser quemado pero se le parecía. - ¿Qué esperas de esos dos? - susurró a Zero con un leve hilo de voz, inclinándose ligeramente hacia él para que pudiese escucharla. - ¡Elen! ¡Las sombras del Nigromante! - exclamaron las almas del medallón dentro de su cabeza, alertándola de que el proceso volvía a empezar. La de cabellos cenicientos maldijo por lo bajo. - Tengo que irme, por vuestro bien. - soltó con seriedad, y sin tiempo para explicar nada más, se entregó a la oscuridad para hacerse invisible y alejarse a toda prisa tanto de la loba como de su joven acompañante.
Corrió en dirección opuesta al camino para no estropear los posibles planes del niño, pero en cuanto la maldición del Hombre Muerto se apoderase de su cuerpo no podría controlar nada de lo que pasase. - ¿Por qué tenía que pasar justo ahora? - pensó, consciente de que aquella involuntaria transformación podría echar por tierra los avances que había conseguido con Wood. ¿Por qué no habría hecho caso a Alister? Con él allí todo habría sido mucho más sencillo. - Salid, rápido. - ordenó a sus criaturas, concentrándose para que su elemento la envolviese por completo y las negras estelas tocasen tierra antes de que fuese demasiado tarde. Cuatro figuras la rodearon y tomaron forma, listas para afrontar lo que estaba a punto de suceder.
Elen se arrodilló sobre la hierba y no pudo hacer más que mirar como sus extremidades se tornaban negras, lo mismo que el resto de su ser, que poco a poco fue desapareciendo para dejar en su lugar a la sombra de odio de Randall Flagg. Una vez completada la metamorfosis se inició el conflicto, la creación del Nigromante se movía por instinto, ansiaba matar y sabía que no muy lejos de allí había personas a las que podía destruir, mientras las almas del medallón, cumpliendo su promesa, hacían todo lo posible para retenerla y mantenerla ocupada hasta que la posesión terminase.
A ninguna de las partes le importaba lo relacionado con el par de hombres del camino y que se les estuviese espiando, por lo que sus gruñidos podrían escucharse en la distancia, aunque para un oído poco entrenado podrían parecer sonidos de animales.
Off: La sombra de odio está aquí y probablemente os alcance en el próximo turno (si consigue librarse de las criaturas)
No tuvieron más tiempo para hablar, el muchacho les indicó que guardasen silencio, añadiendo que en el camino había algo importante que ver, cosa que intrigó a la benjamina de los Calhoun. Imitando a Wood, la vampira se acercó al chico y se mantuvo oculta detrás de los matorrales, comenzando a hacerse una idea del motivo que podía llevar a un niño a estar en un lugar como aquel a horas tan intempestivas. ¿Había llegado hasta allí para espiar a alguien? Todo apuntaba a que así era pero le extrañaba que pusiesen ese tipo de tareas sobre unos hombros tan jóvenes, aunque no podía olvidar que algunos niños sabían desenvolverse con soltura en casi cualquier tipo de situación, Chimar era la prueba de ello.
El pequeño se había unido a ella y a los cazadores no hacía mucho para asaltar una guarida de chupasangres, y a excepción de un momento puntual, en que la sangrienta escena lo superó, no mostró debilidad alguna ni miedo a meterse en problemas. - Quizá Zero también sea así. - se dijo mentalmente, observándolo por el rabillo del ojo durante unos instantes antes de centrarse en lo que venía por el camino. Por el sendero avanzaban dos siluetas, y de inmediato queda claro que no se trata de viajeros comunes y corrientes, al menos no se comportan como tal. Van a oscuras, algo poco recomendable y bastante sospechoso, pero eso no es lo único, aguzando la vista la centinela alcanza a ver cómo revisan de vez en cuando los alrededores, probablemente para asegurarse de que nadie les seguía o veía lo que hacían.
El aroma que le llegó de ellos tampoco era muy normal, le recordaba al que solía dejar su antiguo elemento cuando lo utilizaba sobre sus enemigos, no llegaba a ser quemado pero se le parecía. - ¿Qué esperas de esos dos? - susurró a Zero con un leve hilo de voz, inclinándose ligeramente hacia él para que pudiese escucharla. - ¡Elen! ¡Las sombras del Nigromante! - exclamaron las almas del medallón dentro de su cabeza, alertándola de que el proceso volvía a empezar. La de cabellos cenicientos maldijo por lo bajo. - Tengo que irme, por vuestro bien. - soltó con seriedad, y sin tiempo para explicar nada más, se entregó a la oscuridad para hacerse invisible y alejarse a toda prisa tanto de la loba como de su joven acompañante.
Corrió en dirección opuesta al camino para no estropear los posibles planes del niño, pero en cuanto la maldición del Hombre Muerto se apoderase de su cuerpo no podría controlar nada de lo que pasase. - ¿Por qué tenía que pasar justo ahora? - pensó, consciente de que aquella involuntaria transformación podría echar por tierra los avances que había conseguido con Wood. ¿Por qué no habría hecho caso a Alister? Con él allí todo habría sido mucho más sencillo. - Salid, rápido. - ordenó a sus criaturas, concentrándose para que su elemento la envolviese por completo y las negras estelas tocasen tierra antes de que fuese demasiado tarde. Cuatro figuras la rodearon y tomaron forma, listas para afrontar lo que estaba a punto de suceder.
Elen se arrodilló sobre la hierba y no pudo hacer más que mirar como sus extremidades se tornaban negras, lo mismo que el resto de su ser, que poco a poco fue desapareciendo para dejar en su lugar a la sombra de odio de Randall Flagg. Una vez completada la metamorfosis se inició el conflicto, la creación del Nigromante se movía por instinto, ansiaba matar y sabía que no muy lejos de allí había personas a las que podía destruir, mientras las almas del medallón, cumpliendo su promesa, hacían todo lo posible para retenerla y mantenerla ocupada hasta que la posesión terminase.
A ninguna de las partes le importaba lo relacionado con el par de hombres del camino y que se les estuviese espiando, por lo que sus gruñidos podrían escucharse en la distancia, aunque para un oído poco entrenado podrían parecer sonidos de animales.
Off: La sombra de odio está aquí y probablemente os alcance en el próximo turno (si consigue librarse de las criaturas)
- Sombra de odio y criaturas de Elen:
Sombra de odio
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Re: Juego de sombras [Libre] [Cerrado]
La situación baja de intensidad con repentina rapidez, pronto el tono se vuelve casual o incluso ameno… cada vez que Zero entiende un poco al ser vivo viene algo como esto a echar por tierra todos sus esquemas.
Una cosa esta clara, es agradable ver triunfar la razón. No es bueno que las amistades peleen pues un vínculo fuerte tarda en formarse, en algunos casos familiar y amigo son sinónimos para una persona o sociedad.
Sorprende el nivel de estigma que poseen los vampiros actualmente, aunque en la mayoría de casos es bien merecido siempre existen personajes inocentes que pagan “justos por pecadores”. Claramente la invasión de Lunargenta no hará otra cosa más que arrojar leña a un fuego bastante antiguo.
Los bios tienen algunos estudios sobre el vampirismo, suelen interesarse mucho en tales temas desde que los terrestres manejaban sus experimentos. Técnicamente existe una cura sintetizada pero cualquier referencia está bajo muchos sellos de seguridad.
Ambas mujeres siguen las instrucciones de Zero, no quería sonar autoritario pero en aras de un mal mayor la educación queda en segundo plano. Mientras todos observan a los misteriosos personajes que se acercan tienen lugar algunas conversaciones entre susurros.
Respuestas.
Dice a Elen por su interrogante, no desea otra cosa más que conocer datos adicionales sobre su enemigo. Es difícil saber si alguno de los recién llegados es el propio Verne pero es el tipo de cosas que se deben averiguar sobre la marcha.
De repente la aliada vampira decide desaparecer con premura en su voz, es claro que algo va mal con ella. Se desplaza en retirada erráticamente hasta que ruidos animales resuenan desde su última dirección.
Las extrañas manifestaciones sonoras terminan por alertar al par en movimiento quienes vuelven sus cabezas en la orientación pertinente, bajo la oscuridad Z9-42 puede ver una sonrisa complementada por brillantes ojos azules.
Vociferan palabras en un idioma que no debería existir en Aerandir mientras desenfundan espadas muy animados, pese a su euforia mantienen movimientos ordenados dignos de cualquier unidad militar.
El niño robot reconoce entonces sus armaduras, lucho contra sujetos similares en la isla misteriosa y sabe de primera mano que pueden resultar enemigos brutales. Sin saber muy bien cómo reaccionar espera que los individuos muevan ficha, dichos personajes deciden internarse en el follaje buscando la fuente del ruido.
Una cosa esta clara, es agradable ver triunfar la razón. No es bueno que las amistades peleen pues un vínculo fuerte tarda en formarse, en algunos casos familiar y amigo son sinónimos para una persona o sociedad.
Sorprende el nivel de estigma que poseen los vampiros actualmente, aunque en la mayoría de casos es bien merecido siempre existen personajes inocentes que pagan “justos por pecadores”. Claramente la invasión de Lunargenta no hará otra cosa más que arrojar leña a un fuego bastante antiguo.
Los bios tienen algunos estudios sobre el vampirismo, suelen interesarse mucho en tales temas desde que los terrestres manejaban sus experimentos. Técnicamente existe una cura sintetizada pero cualquier referencia está bajo muchos sellos de seguridad.
Ambas mujeres siguen las instrucciones de Zero, no quería sonar autoritario pero en aras de un mal mayor la educación queda en segundo plano. Mientras todos observan a los misteriosos personajes que se acercan tienen lugar algunas conversaciones entre susurros.
Respuestas.
Dice a Elen por su interrogante, no desea otra cosa más que conocer datos adicionales sobre su enemigo. Es difícil saber si alguno de los recién llegados es el propio Verne pero es el tipo de cosas que se deben averiguar sobre la marcha.
De repente la aliada vampira decide desaparecer con premura en su voz, es claro que algo va mal con ella. Se desplaza en retirada erráticamente hasta que ruidos animales resuenan desde su última dirección.
Las extrañas manifestaciones sonoras terminan por alertar al par en movimiento quienes vuelven sus cabezas en la orientación pertinente, bajo la oscuridad Z9-42 puede ver una sonrisa complementada por brillantes ojos azules.
Vociferan palabras en un idioma que no debería existir en Aerandir mientras desenfundan espadas muy animados, pese a su euforia mantienen movimientos ordenados dignos de cualquier unidad militar.
El niño robot reconoce entonces sus armaduras, lucho contra sujetos similares en la isla misteriosa y sabe de primera mano que pueden resultar enemigos brutales. Sin saber muy bien cómo reaccionar espera que los individuos muevan ficha, dichos personajes deciden internarse en el follaje buscando la fuente del ruido.
- Enemigos:
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- Off:
- Bien, acabamos de toparnos con algunos legionarios expertos de Exos, estos en particular son un poco más fuertes que cualquier npc tanto por su entrenamiento como por su aumento “la cosa que los hace brillar y oler rarito”… para resumir no deben morirse tan rápido jajajaja.
Para enriquecer el rol diré que su sangre es roja pero mezclada con una sustancia azul brillante y no parece molestarles sufrir heridas por muy horribles que sean.
Z9-42
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Re: Juego de sombras [Libre] [Cerrado]
Como tantas otras veces, mi sonrisa se invirtió al ver que Elen se marchaba sin más despedida que “es por vuestro bien” ¿enserio? ¿es que me tenía tan poca estima? Sabía que no éramos exactamente las mejores amigas pero… me sentía bastante herida por ese feo. Suspiré. Probablemente sea por su bien no estar cerca de un magneto de problemas como lo era yo. Me encogí de hombros, quitándome ese sentimiento tan negativo. Debería de tener sus asuntos, encontrarnos había sido una coincidencia simplemente. Me alegraba que tuviese la bondad de acercarse a saludar al menos. Puse mi atención en Zero y los hombres. Ese enano no era precisamente informativo –igual que el resto de los bio que había conocido- es que ¿les pagaban por parecer misteriosos? ¿creerían que eran más inteligentes si decían poco? Bios y brujos, tendrían que ponerlos a todos juntos y embarcarlos a una isla remota, lejana y desconocida.
Los hombres siguieron con sus asuntos en la oscuridad, a cada segundo se volvían más sospechosos. No me hacía gracia estar quieta, pero digamos que había aprendido del beneficio de mantenerse bajo cubierto. Conociendo mi suerte, pronto terminaría con algo roto o rompiendo a alguien –o ambos. Unos extraños sonidos salvajes vinieron de la misma dirección en la que se había perdido Elen. Extraño, no había sentido ninguna aglomeración extraña de olores más temprano. ¿Habría alguien siguiendo a Elen?... no, debía de ser mi paranoia de persecución. Traté de enfocarme en los hombres y Zero. Ese mocoso era tan silencioso que una se olvidaba que estaba ahí, aunque él mismo fuera la razón de todo… eso. Ridículo murmuré, comenzando a ponerme en pie con la paciencia contada por gotas. Pero el brillo azul en los ojos de esos hombres cuando se volvieron en dirección de los crecientes ruidos me silenció.
¿En qué estás metido chico? el tono fue de reprobación, exactamente como cuando Black se metía en problemas y arrastraba a mis hijos con él. Sentía que los platos rotos de Zero eran bastante más indestructibles que algunas abejas enfurecidas o un troll de bosque solitario enfurecido. Si no contestaba rápidamente pensaba en agarrarlo de una oreja y zarandearlo con fuerza. Desistí de la idea rápidamente, un biocibernético, no dejaba de ser un biocibernético ¿para qué me molestaba siquiera? Tch chasquee mi lengua entre enojada e impaciente. Esas cosas se dirigían hacia donde se había perdido Elen. “maldición” pensé cuando me di cuenta que ya había tomado la decisión en el mismo momento en el que esos…probables bandidos habían desenfundado sus espadas.
A la distancia no era claro, pero podría afirmar que había visto una expresión bastante sedienta de sangre cuando se movía hacia la fuente de los sonidos. El que tuvieran armaduras no era exactamente reasegurador. Me movía sigilosamente, siguiendo a los hombres a la distancia. Cerré mis ojos y saqué al lobo para rastrearlos mejor. “Sólo es paranoia, no vas a encontrar nada Wood. No vas a meterte en líos ajenos tan rápido” intentaba reasegurarme pensando en que mis armas y armadura estaban a leguas de distancia y echando de menos a mi halcón. Con Chy ya hubiera sabido donde se encontraba la ex bruja. Me paré en seco cuando sentí nada. El bosque estaba en silencio, excepto por los sonidos de esa posible pelea de seres que nunca antes había escuchado, no había nada. Los bosques generalmente se silenciaban con la presencia de seres como nosotros o los vampiros… pero esto era otro nivel. Rodee a las dos figuras y vi el desarrollo de una pelea entre seres que no debían estar en este mundo.
Tengo que aceptarlo, para mí “este mundo” debería de reducirse bastante, eliminando vampiros, jinetes oscuros, algunos tipos de magia… y seres creados por todos los anteriores. Los pelos desde mi nuca hasta la punta de la cola se me pararon. Cuatro criaturas oscuras luchaban contra lo que parecía la unión más fina entre la más alta tecnología –malditos científicos- y la magia más oscura. Afortunadamente Elen no estaba allí, aunque podía sentir su nuevo aroma por todas partes. Curioso. Si hubiera podido encogerme de hombros lo hubiese hecho, no había más nada que me atara al lugar. No era una pelea en la que me iba a involucrar. Estaban todas las cosas que odiaba juntas, incluyendo una nueva categoría “seres sin categoría y desconocidos pero potencialmente peligrosos” abreviado: problemas graves. Me volví sobre mis pasos para alejarme, pero no pude. Abrí los ojos grandes y sentí las orejas apretarse contra mi cabeza, un gruñido creciendo en mi garganta. Mostré todos mis dientes en un gesto territorial y arisco. Mierda
Los hombres siguieron con sus asuntos en la oscuridad, a cada segundo se volvían más sospechosos. No me hacía gracia estar quieta, pero digamos que había aprendido del beneficio de mantenerse bajo cubierto. Conociendo mi suerte, pronto terminaría con algo roto o rompiendo a alguien –o ambos. Unos extraños sonidos salvajes vinieron de la misma dirección en la que se había perdido Elen. Extraño, no había sentido ninguna aglomeración extraña de olores más temprano. ¿Habría alguien siguiendo a Elen?... no, debía de ser mi paranoia de persecución. Traté de enfocarme en los hombres y Zero. Ese mocoso era tan silencioso que una se olvidaba que estaba ahí, aunque él mismo fuera la razón de todo… eso. Ridículo murmuré, comenzando a ponerme en pie con la paciencia contada por gotas. Pero el brillo azul en los ojos de esos hombres cuando se volvieron en dirección de los crecientes ruidos me silenció.
¿En qué estás metido chico? el tono fue de reprobación, exactamente como cuando Black se metía en problemas y arrastraba a mis hijos con él. Sentía que los platos rotos de Zero eran bastante más indestructibles que algunas abejas enfurecidas o un troll de bosque solitario enfurecido. Si no contestaba rápidamente pensaba en agarrarlo de una oreja y zarandearlo con fuerza. Desistí de la idea rápidamente, un biocibernético, no dejaba de ser un biocibernético ¿para qué me molestaba siquiera? Tch chasquee mi lengua entre enojada e impaciente. Esas cosas se dirigían hacia donde se había perdido Elen. “maldición” pensé cuando me di cuenta que ya había tomado la decisión en el mismo momento en el que esos…
A la distancia no era claro, pero podría afirmar que había visto una expresión bastante sedienta de sangre cuando se movía hacia la fuente de los sonidos. El que tuvieran armaduras no era exactamente reasegurador. Me movía sigilosamente, siguiendo a los hombres a la distancia. Cerré mis ojos y saqué al lobo para rastrearlos mejor. “Sólo es paranoia, no vas a encontrar nada Wood. No vas a meterte en líos ajenos tan rápido” intentaba reasegurarme pensando en que mis armas y armadura estaban a leguas de distancia y echando de menos a mi halcón. Con Chy ya hubiera sabido donde se encontraba la ex bruja. Me paré en seco cuando sentí nada. El bosque estaba en silencio, excepto por los sonidos de esa posible pelea de seres que nunca antes había escuchado, no había nada. Los bosques generalmente se silenciaban con la presencia de seres como nosotros o los vampiros… pero esto era otro nivel. Rodee a las dos figuras y vi el desarrollo de una pelea entre seres que no debían estar en este mundo.
Tengo que aceptarlo, para mí “este mundo” debería de reducirse bastante, eliminando vampiros, jinetes oscuros, algunos tipos de magia… y seres creados por todos los anteriores. Los pelos desde mi nuca hasta la punta de la cola se me pararon. Cuatro criaturas oscuras luchaban contra lo que parecía la unión más fina entre la más alta tecnología –malditos científicos- y la magia más oscura. Afortunadamente Elen no estaba allí, aunque podía sentir su nuevo aroma por todas partes. Curioso. Si hubiera podido encogerme de hombros lo hubiese hecho, no había más nada que me atara al lugar. No era una pelea en la que me iba a involucrar. Estaban todas las cosas que odiaba juntas, incluyendo una nueva categoría “seres sin categoría y desconocidos pero potencialmente peligrosos” abreviado: problemas graves. Me volví sobre mis pasos para alejarme, pero no pude. Abrí los ojos grandes y sentí las orejas apretarse contra mi cabeza, un gruñido creciendo en mi garganta. Mostré todos mis dientes en un gesto territorial y arisco. Mierda
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Re: Juego de sombras [Libre] [Cerrado]
Los gruñidos de las bestias pronto atrajeron la indeseada atención del par de extraños a los que habían visto poco antes en el camino, consiguiendo que se apartasen del sendero para internarse en la vegetación, donde las criaturas de la vampira hacían hasta lo imposible por reducir a su oponente. Perfectamente organizadas, y demostrando la conexión que tenían entre sí, las cuatro sombras mantuvieron rodeada en todo momento a su adversaria, cerrándole el paso y tratando de sujetarla para que no pudiese abalanzarse sobre nadie, pero esto último no iba a resultarles nada fácil.
Frustrada y ansiosa por conseguir lo que deseaba, la alargada silueta se defendió ferozmente, manipulando su cuerpo para que los redondeados dedos de las manos se convirtiesen en afiladas garras, con las que esperaba quitar de en medio a aquellos obstáculos que la separaban de sus víctimas potenciales. Las almas del medallón, sin rendirse en ningún momento, intentaron atrapar sus extremidades para obligarla a ceder el control de nuevo a la de cabellos cenicientos, pero no contaron con la agilidad y la fuerza que albergaba la creación del Hombre Muerto, dos de ellas fueron alcanzadas por el oscuro ser en que su señora se había convertido, y al igual que con los impactos mágicos comenzaron a debilitarse rápidamente hasta verse sin fuerzas para seguir luchando, perdiendo su forma.
Sus estelas, incapaces de regresar al medallón solar mientras la centinela estuviese poseída, sobrevolaron al par de criaturas que aún seguían en pie, mientras éstas creaban una barrera que era lo único que se interponía entre Elen y el resto de personas que había en la zona. Un gutural gruñido de protesta escapó de la garganta de la sombra de odio, que volviendo a cambiar consiguió volverse lo suficientemente pequeña para colarse por entre sus atacantes, pero la pelea no había terminado. Antes de que pudiese acercarse a la loba o al par de extraños, que para su desgracia eran los que se encontraban más cerca de la bestia, una de sus perseguidoras, la más imponente de las cuatro por su altura y cadavérica apariencia, alcanzó a clavarle las garras por la espalda, tirando de ella y arrastrándola por el suelo para apartarla de su objetivo.
Aquello dolió, pero no solo haría daño a la enviada de Randall Flagg sino a la de ojos verdes en cuanto volviese a la normalidad, ese era el problema con que habían tenido que lidiar desde el principio. - ¡No queremos hacerte daño! - trató de comunicarse el ser mentalmente, pero la vampira, aunque estaba allí dentro en alguna parte, no pudo escucharlo. Actuando por instinto, el mismo que tendría un animal salvaje al verse acorralado o herido, se volvió hacia él y se le echó encima mientras su silueta se alargaba y adoptaba la forma anterior, pero aquella alma en particular no era como las otras, ya dentro de la reliquia se notaba que era la más poderosa e influyente, con lo que su resistencia también era mejor que la de las otras.
En un intento por dar apoyo a su aliada, la cuarta criatura se lanzó sobre la espalda del monstruo y le rodeó el cuello con ambas manos, pero solo consiguió que el interés de su enemiga se centrase en ella, algo que lamentaría. Impulsándose hacia atrás, la benjamina de los Calhoun, o al menos la cosa en que se había transformado, tumbó a su oponente y tras rodar por la hierba durante unos segundos, enzarzadas en una ajustada lucha cuerpo a cuerpo, consiguió imponerse, colocándose encima de su adversaria y rasgándole el rostro con las zarpas que aún tenía por manos.
Con esto había eliminado a tres de las cuatro, pero no le interesaba terminar con la última, su ansia de matar iba en aumento y eso se debía a la proximidad de la loba y del par de hombres que habían optado por acercarse hasta allí. Necesitaba alcanzarlos.
Dejándose llevar por aquella sensación, la sombra se concentró para fragmentarse como ya había hecho poco antes en Roilkat, convirtiendo cada pequeño trozo de sí misma en un negro cuervo. La bandada de aves voló sin rumbo durante unos instantes, luego clavaron sus ojos sobre la figura de la loba y se dirigieron hacia ella a toda prisa, ignorando casi por completo al par de individuos de las armaduras.
Sin apoyo de ningún tipo, la bestia del medallón que todavía era capaz de pelear se puso en pie y emprendió la carrera tras el grupo de pájaros, con la esperanza de detenerlos antes de que alguien saliese mal parado. En realidad no le importaba lo que pudiese pasarle a la licántropa ni al niño, mucho menos a aquellos guerreros, pero debía cumplir la promesa que había hecho a su señora, y también asegurarse de que ésta no sufría daños graves.
Off: La suerte ha querido que ataque a mis aliados (runa en el tema de suerte oficial para temas aleatorios), y como Wood es la más cercana los cuervos irán a por ella, puedes defenderte de ellos como consideres, incluso haciéndoles algo de daño, Elen volverá a transformarse al inicio del siguiente post.
Frustrada y ansiosa por conseguir lo que deseaba, la alargada silueta se defendió ferozmente, manipulando su cuerpo para que los redondeados dedos de las manos se convirtiesen en afiladas garras, con las que esperaba quitar de en medio a aquellos obstáculos que la separaban de sus víctimas potenciales. Las almas del medallón, sin rendirse en ningún momento, intentaron atrapar sus extremidades para obligarla a ceder el control de nuevo a la de cabellos cenicientos, pero no contaron con la agilidad y la fuerza que albergaba la creación del Hombre Muerto, dos de ellas fueron alcanzadas por el oscuro ser en que su señora se había convertido, y al igual que con los impactos mágicos comenzaron a debilitarse rápidamente hasta verse sin fuerzas para seguir luchando, perdiendo su forma.
Sus estelas, incapaces de regresar al medallón solar mientras la centinela estuviese poseída, sobrevolaron al par de criaturas que aún seguían en pie, mientras éstas creaban una barrera que era lo único que se interponía entre Elen y el resto de personas que había en la zona. Un gutural gruñido de protesta escapó de la garganta de la sombra de odio, que volviendo a cambiar consiguió volverse lo suficientemente pequeña para colarse por entre sus atacantes, pero la pelea no había terminado. Antes de que pudiese acercarse a la loba o al par de extraños, que para su desgracia eran los que se encontraban más cerca de la bestia, una de sus perseguidoras, la más imponente de las cuatro por su altura y cadavérica apariencia, alcanzó a clavarle las garras por la espalda, tirando de ella y arrastrándola por el suelo para apartarla de su objetivo.
Aquello dolió, pero no solo haría daño a la enviada de Randall Flagg sino a la de ojos verdes en cuanto volviese a la normalidad, ese era el problema con que habían tenido que lidiar desde el principio. - ¡No queremos hacerte daño! - trató de comunicarse el ser mentalmente, pero la vampira, aunque estaba allí dentro en alguna parte, no pudo escucharlo. Actuando por instinto, el mismo que tendría un animal salvaje al verse acorralado o herido, se volvió hacia él y se le echó encima mientras su silueta se alargaba y adoptaba la forma anterior, pero aquella alma en particular no era como las otras, ya dentro de la reliquia se notaba que era la más poderosa e influyente, con lo que su resistencia también era mejor que la de las otras.
En un intento por dar apoyo a su aliada, la cuarta criatura se lanzó sobre la espalda del monstruo y le rodeó el cuello con ambas manos, pero solo consiguió que el interés de su enemiga se centrase en ella, algo que lamentaría. Impulsándose hacia atrás, la benjamina de los Calhoun, o al menos la cosa en que se había transformado, tumbó a su oponente y tras rodar por la hierba durante unos segundos, enzarzadas en una ajustada lucha cuerpo a cuerpo, consiguió imponerse, colocándose encima de su adversaria y rasgándole el rostro con las zarpas que aún tenía por manos.
Con esto había eliminado a tres de las cuatro, pero no le interesaba terminar con la última, su ansia de matar iba en aumento y eso se debía a la proximidad de la loba y del par de hombres que habían optado por acercarse hasta allí. Necesitaba alcanzarlos.
Dejándose llevar por aquella sensación, la sombra se concentró para fragmentarse como ya había hecho poco antes en Roilkat, convirtiendo cada pequeño trozo de sí misma en un negro cuervo. La bandada de aves voló sin rumbo durante unos instantes, luego clavaron sus ojos sobre la figura de la loba y se dirigieron hacia ella a toda prisa, ignorando casi por completo al par de individuos de las armaduras.
Sin apoyo de ningún tipo, la bestia del medallón que todavía era capaz de pelear se puso en pie y emprendió la carrera tras el grupo de pájaros, con la esperanza de detenerlos antes de que alguien saliese mal parado. En realidad no le importaba lo que pudiese pasarle a la licántropa ni al niño, mucho menos a aquellos guerreros, pero debía cumplir la promesa que había hecho a su señora, y también asegurarse de que ésta no sufría daños graves.
Off: La suerte ha querido que ataque a mis aliados (runa en el tema de suerte oficial para temas aleatorios), y como Wood es la más cercana los cuervos irán a por ella, puedes defenderte de ellos como consideres, incluso haciéndoles algo de daño, Elen volverá a transformarse al inicio del siguiente post.
Elen Calhoun
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Re: Juego de sombras [Libre] [Cerrado]
Eventualmente las piezas avanzan, los dos extraños guerreros que parecen ser miembros del cuerpo armado manejado por Exos se adentran en el bosque. La situación escala a peligrosa en cuestión de segundos y esa es una realidad que no tenía prevista Zero… al menos no tan rápido.
Wood pasa a tomar una forma canina de nuevo y medita algunos instantes sus propios pasos a seguir, es claro que aunque la situación sea demasiado aleatoria para ella una parte de su ser desea participar.
Los ruidos violentos del interior se vuelven más viscerales con el pasar de los minutos por lo que todas las partes terminan avanzando al lugar, es como si estuviera llevándose a cabo una pelea masiva de criaturas salvajes.
El niño robot decide “seguir la corriente” y avanza al punto de reunión no planeado que todos fijaron, vale destacar que trata de mantener un sigilo decente como seguro en caso de refriega directa.
Cuando llega al sitio se encuentra una escena bastante psicodélica, muchas aves avanzan en picada teniendo como objetivo a la licántropa seguidas de cerca por una sombra de aspecto humanoide.
Claramente se trata de magia oscura de algún tipo, peligrosamente viable es necesario resaltar también. Z9-42 coteja posibles formas de intervenir en defensa de su curiosa aliada cuando los dos guerreros contrarios arriban a la escena también.
Probabilidades de supervivencia para la mujer… 3%.
Deja escapar ante el desigual tablero, muchas fuerzas combatiendo sus propios intereses en cualquier campo nunca termina bien. No hay señal de Elen por ningún lado y teniendo en cuenta las circunstancias su vida puede haber terminado súbitamente instantes atrás.
Hoy tendremos una pira funeraria colectiva “risa demencial”
¡Gloria a Exos!
Los seguidores del bio trastornado no tardan en avanzar con claras intenciones, por sus rostros no son ajenos al combate múltiple e incluso muestran señales de apreciar la “diversión”… de los seres inteligentes el brazo armado es sumamente difícil de entender.
Sin vacilar el chiquillo artificial sale de su inactividad para darle oportunidades al nuevo contacto, no puede permitirse perder otra señorita por su culpa ya que… ya que está mal en todos los sentidos del concepto.
Localiza un árbol mediano y joven que se amolda a su reciente idea, después invoca un par de guantes potenciadores ganados en cierta aventura. Acto seguido carga sus extremidades superiores tomándose dos segundos meditativos antes de talar la formación vegetal.
Arroja el árbol luego de calcular la trayectoria óptima en un intento por generar una pausa forzada en los combatientes de primera línea. Interrumpir una batalla da posibilidades a cualquier facción en desventaja y esta no debería ser la excepción, buena estrategia aunque haya dejado al pequeño bio jadeando por agotamiento integral.
Wood pasa a tomar una forma canina de nuevo y medita algunos instantes sus propios pasos a seguir, es claro que aunque la situación sea demasiado aleatoria para ella una parte de su ser desea participar.
Los ruidos violentos del interior se vuelven más viscerales con el pasar de los minutos por lo que todas las partes terminan avanzando al lugar, es como si estuviera llevándose a cabo una pelea masiva de criaturas salvajes.
El niño robot decide “seguir la corriente” y avanza al punto de reunión no planeado que todos fijaron, vale destacar que trata de mantener un sigilo decente como seguro en caso de refriega directa.
Cuando llega al sitio se encuentra una escena bastante psicodélica, muchas aves avanzan en picada teniendo como objetivo a la licántropa seguidas de cerca por una sombra de aspecto humanoide.
Claramente se trata de magia oscura de algún tipo, peligrosamente viable es necesario resaltar también. Z9-42 coteja posibles formas de intervenir en defensa de su curiosa aliada cuando los dos guerreros contrarios arriban a la escena también.
Probabilidades de supervivencia para la mujer… 3%.
Deja escapar ante el desigual tablero, muchas fuerzas combatiendo sus propios intereses en cualquier campo nunca termina bien. No hay señal de Elen por ningún lado y teniendo en cuenta las circunstancias su vida puede haber terminado súbitamente instantes atrás.
Hoy tendremos una pira funeraria colectiva “risa demencial”
¡Gloria a Exos!
Los seguidores del bio trastornado no tardan en avanzar con claras intenciones, por sus rostros no son ajenos al combate múltiple e incluso muestran señales de apreciar la “diversión”… de los seres inteligentes el brazo armado es sumamente difícil de entender.
Sin vacilar el chiquillo artificial sale de su inactividad para darle oportunidades al nuevo contacto, no puede permitirse perder otra señorita por su culpa ya que… ya que está mal en todos los sentidos del concepto.
Localiza un árbol mediano y joven que se amolda a su reciente idea, después invoca un par de guantes potenciadores ganados en cierta aventura. Acto seguido carga sus extremidades superiores tomándose dos segundos meditativos antes de talar la formación vegetal.
Arroja el árbol luego de calcular la trayectoria óptima en un intento por generar una pausa forzada en los combatientes de primera línea. Interrumpir una batalla da posibilidades a cualquier facción en desventaja y esta no debería ser la excepción, buena estrategia aunque haya dejado al pequeño bio jadeando por agotamiento integral.
- Off:
- Zero usa su habilidad de Lvl 1 (Golpes cargados) potenciada con su artículo (Guantes cargados)
Z9-42
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Re: Juego de sombras [Libre] [Cerrado]
Paranoia, por supuesto. Tendría que recordar mejor los tiempos en los que vivíamos. Paranoia… si… ¡PARANOIA! Había una maldita bandada de asquerosos bichos negros voladores que indudablemente venía directo a mí para hacer choricitos de lobo. ¿Cuántas habían? Muchas y ¿qué hacían? Gritar y venir con todo su odio por mí. ¿Por qué?. Casi que quería hacerme bolita y llorar. Tener dos manos y un escudo de hierro puro sería genial para empezar a repartir cuervos a discreción pero ¡no! Me di la media vuelta y empecé a correr como alma que lleva el diablo. Además de todo, uno de esos seres extraños y negros, de la categoría “problemas” comenzó a perseguirme también “Perfecto”.
¡Sáquense! grité, pero en mi forma de lobo probablemente esos de dos patas hubieran escuchado algo como Auuuu guuu uuu para ser aves volaban endemoniadamente bajo y endemoniadamente rápido, no cualquiera me alcanzaba con mis cuatro patitas cuando corría por mi vida. Esquivé a uno que vino a mis ojos haciendo una gambeta, salté contra un tronco y seguí corriendo, en el círculo que había hecho, eludí a la gran cosa sombría –que pareció no ir directo por mi cuello ¡¿qué?!- miraba hacia atrás cuando vi que esos dosbandidos se reían y disfrutaban del espectáculo. Apunté directo a ellos en mi mejor carrera en cuatro patas de la historia de las carreras. Hubiese sonreído lobunamente, de no ser porque uno de esos negros bichos con pico casi me saca una vértebra del rabo. Chillé.
Con la cola entre las patas enderecé hacia los glorificadores del sexo a ver si podían hacer una “fiestita” a una bandada de pájaros asesinos. Pero Zero tenía sus propios planes e hizo algo que sólo un bio podía hacer. ¡Casi matarme! Pero ¡¿estaban todos tratando de fulminar a la loba?! ¿Era gracioso? Eso era totalmente crueldad animal. Se aprovechaban de que no podía decirle sus verdades en ese momento. ¡…!!! mis aullidos probablemente llegaron a escucharse dentro de la ciudadela. Los adoradores de las relaciones en masa no parecieron sufrir muchos daños. Esta vez corría hacia el niño máquina que parecía haberse roto, no habían muchas más opciones ¿no? Parecía estar cansado. Imposible para un bio.
Los cuervos parecieron receder y reunirse en una nube en un punto. Me puse al lado de Zero y lo toqué con mi hocico, instándolo a que saliera de ese lugar. Esperaba que tuviera algún ¿cómo le decían?¿chip?¿programa? de traducción de lobos “Te ves mal ¿salgamos?” pensé tan concentrada y profundamente que olvidé pestañear y respirar por unos segundos. Pero las sorpresas no terminaban ahí. ¡Elen! Sentía la presencia de Elen al mismo tiempo que esas aves del mal parecían desaparecer. Miré para todos lados, pero sólo vi al par de hombres venir por nosotros. Bueno, probablemente por Zero que había estado haciendo gala de sus habilidades. Di un paso al frente y sentí que mi modo alfa se apoderaba de mí*.
Gruñí por lo bajo impidiéndole el paso al primer espadachín que venía a hacernos frente. Lanzó su primer ataque con tanta velocidad y destreza que lo esquivé por los pelos. Llegó a acariciarme la piel, dejando un nuevo rastro de sangre en mi ya agujereada pelambre –estúpidos cuervos, estúpidos hombres- Gracias piel peluda por el adelanto. Para evadir el corte en diagonal y hacia abajo, apenas si pude pararme en dos patas e intentar retroceder. En la bajada le di un zarpazo a mi atacante, haciéndole caer al suelo. “¡Toma! Punto a la lobita” pensé alegre, pero luego recordé a Zero y se me erizó la piel ¡el bio roto!
¡Sáquense! grité, pero en mi forma de lobo probablemente esos de dos patas hubieran escuchado algo como Auuuu guuu uuu para ser aves volaban endemoniadamente bajo y endemoniadamente rápido, no cualquiera me alcanzaba con mis cuatro patitas cuando corría por mi vida. Esquivé a uno que vino a mis ojos haciendo una gambeta, salté contra un tronco y seguí corriendo, en el círculo que había hecho, eludí a la gran cosa sombría –que pareció no ir directo por mi cuello ¡¿qué?!- miraba hacia atrás cuando vi que esos dos
Con la cola entre las patas enderecé hacia los glorificadores del sexo a ver si podían hacer una “fiestita” a una bandada de pájaros asesinos. Pero Zero tenía sus propios planes e hizo algo que sólo un bio podía hacer. ¡Casi matarme! Pero ¡¿estaban todos tratando de fulminar a la loba?! ¿Era gracioso? Eso era totalmente crueldad animal. Se aprovechaban de que no podía decirle sus verdades en ese momento. ¡…!!! mis aullidos probablemente llegaron a escucharse dentro de la ciudadela. Los adoradores de las relaciones en masa no parecieron sufrir muchos daños. Esta vez corría hacia el niño máquina que parecía haberse roto, no habían muchas más opciones ¿no? Parecía estar cansado. Imposible para un bio.
Los cuervos parecieron receder y reunirse en una nube en un punto. Me puse al lado de Zero y lo toqué con mi hocico, instándolo a que saliera de ese lugar. Esperaba que tuviera algún ¿cómo le decían?¿chip?¿programa? de traducción de lobos “Te ves mal ¿salgamos?” pensé tan concentrada y profundamente que olvidé pestañear y respirar por unos segundos. Pero las sorpresas no terminaban ahí. ¡Elen! Sentía la presencia de Elen al mismo tiempo que esas aves del mal parecían desaparecer. Miré para todos lados, pero sólo vi al par de hombres venir por nosotros. Bueno, probablemente por Zero que había estado haciendo gala de sus habilidades. Di un paso al frente y sentí que mi modo alfa se apoderaba de mí*.
Gruñí por lo bajo impidiéndole el paso al primer espadachín que venía a hacernos frente. Lanzó su primer ataque con tanta velocidad y destreza que lo esquivé por los pelos. Llegó a acariciarme la piel, dejando un nuevo rastro de sangre en mi ya agujereada pelambre –estúpidos cuervos, estúpidos hombres- Gracias piel peluda por el adelanto. Para evadir el corte en diagonal y hacia abajo, apenas si pude pararme en dos patas e intentar retroceder. En la bajada le di un zarpazo a mi atacante, haciéndole caer al suelo. “¡Toma! Punto a la lobita” pensé alegre, pero luego recordé a Zero y se me erizó la piel ¡el bio roto!
Off: Uso de habilidad alfa
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Re: Juego de sombras [Libre] [Cerrado]
Graznando y batiendo las alas con fuerza, los cuervos iniciaron la persecución de su objetivo, que en vez de encararlos optó por darse la vuelta y correr como alma que lleva el diablo para esquivarlos, dejando de lado al par de extraños de brillantes ojos, a los que la bandada tampoco hizo ningún caso, al menos de momento. Volando en una casi perfecta formación, las aves trataron de acortar distancia con la licántropa y avanzaron manteniendo una altura baja que les permitiese atacar en cuanto la tuviesen a su alcance, pero eso no iba a ocurrir tan pronto como deseaban.
Su presa era ágil, demasiado ágil, tanto como para evitar que su primer intento de acercamiento, que iba directamente hacia los ojos, tuviese éxito. Tras haber salido ilesa del primer ataque, Wood saltó contra un tronco y modificó ligeramente la trayectoria en que corría, pasando más cerca de la criatura del medallón de lo que le habría gustado sin duda, pero no debía preocuparse por ella, pronto se daría cuenta de que aquel ser no tenía ningún interés en su persona. La diversión que aquella escena estaba brindando al par de guerreros pronto hizo que la cuadrúpeda se girase hacia ellos para llevar a los cuervos en su dirección, quizá con la esperanza de que la dejasen en paz para ir a por alguno de ellos, pero esto dio oportunidad a uno de los pájaros de aproximarse peligrosamente a su cola.
El quejido del animal que vino a continuación se oiría a lo lejos, y si no lo hacía, los aullidos que soltó al ver caer un árbol justo entre ella y sus oponentes terminarían alertando a alguien de la zona. Zero había intervenido para detener la pelea durante unos instantes, pero con echar un simple vistazo al chico se podía apreciar que el esfuerzo le estaba pasando factura. Ya casi la tenía, pensó la sombra de odio, solo necesitaba unos segundos más para abalanzarse sobre su víctima y hacerla pedazos, pero justo entonces, sus fuerzas comenzaron a menguar drásticamente, su tiempo en aquel plano se había agotado y la legítima dueña del cuerpo que ocupaba reclamaba lo que le pertenecía.
La bandada dejó de avanzar para arremolinarse en un punto concreto, graznando con frustración por no haber conseguido saciar sus ansias de matar antes de perder el control de la situación. Consciente de lo que iba a pasar, la última alma de la reliquia se situó junto a las aves y aguardó hasta que el proceso de fragmentación empezó a invertirse, haciendo que los cuervos se uniesen para formar la silueta de la creación del Nigromante, que poco a poco fue cambiando hasta dejar en su lugar a la vampira de cabellos cenicientos, arrodillada sobre la hierba. Con la respiración agitada, Elen alzó la vista y buscó con desesperación a Wood y a Zero, temiéndose lo peor, pero allí estaban, vivos los dos a pesar de todo.
- No pudimos detenerla. - informó la criatura que quedaba en pie, mientras las oscuras estelas de las otras tres flotaban hacia su señora y regresaban al colgante para reponerse. - Me lo temía… no debí salir sin Alister. - musitó la joven, arrepintiéndose de haber decidido cazar sola aquella noche. La presencia del dragón hubiese cambiado mucho las cosas, para empezar no tendría que haberse preocupado por herir a nadie, ya que él sabía cómo lidiar con lo que el Hombre Muerto le había hecho y tenía el elemento perfecto para mantener a raya a la sombra. - Vuelve al medallón, puede que os necesite de nuevo más tarde. - instó, sin la seguridad de que tras el enfrentamiento, sus aliadas pudiesen volver a ser invocadas tan pronto.
Por suerte la reliquia albergaba muchas más almas, de las que podía disponer cuando quisiese, pero se había acostumbrado a colaborar con algunas de ellas más que con otras. En cuanto el sombrío ser perdió su forma y voló hacia el collar, la de ojos verdes echó mano a su cinturón para extraer un frasquito de sangre y bebérselo, luego se puso en pie y pudo ver a Wood peleando contra el par de hombres a los que se suponía que Zero quería espiar, probablemente su presencia les hubiese arruinado el plan así que debía hacer algo para enmendarlo.
Ya que valerse del sigilo y escuchar a escondidas ya no era una opción, lo único que podían hacer para obtener la información que quería el chico era atrapar al menos a uno de aquellos individuos con vida e interrogarlo. A la benjamina de los Calhoun esto se le daba particularmente bien, no tenía reparos a la hora de torturar a alguien para conseguir lo que quería, así que avanzó hacia el resto a paso ligero, colocándose a la par que la licántropa y extendiendo unos gruesos lazos de sombra. Su elemento brotó de su espalda y se moldeó hasta que estuvo conforme con el resultado, momento en que salieron disparados hacia el extraño al que la loba aún no había tumbado. Su intención no era matarlo sino herirlo y atraparlo, pero era la primera vez que se topaba con aquel tipo de guerreros y no tenía idea de qué capacidades tendrían.
Elen miró a sus aliados por el rabillo del ojo con cierto temor, habían visto la peor parte de ella y no sabía cómo podrían reaccionar, pero eso tendrían que hablarlo luego, en cuanto los seguidores de Exos no fuesen un problema.
Su presa era ágil, demasiado ágil, tanto como para evitar que su primer intento de acercamiento, que iba directamente hacia los ojos, tuviese éxito. Tras haber salido ilesa del primer ataque, Wood saltó contra un tronco y modificó ligeramente la trayectoria en que corría, pasando más cerca de la criatura del medallón de lo que le habría gustado sin duda, pero no debía preocuparse por ella, pronto se daría cuenta de que aquel ser no tenía ningún interés en su persona. La diversión que aquella escena estaba brindando al par de guerreros pronto hizo que la cuadrúpeda se girase hacia ellos para llevar a los cuervos en su dirección, quizá con la esperanza de que la dejasen en paz para ir a por alguno de ellos, pero esto dio oportunidad a uno de los pájaros de aproximarse peligrosamente a su cola.
El quejido del animal que vino a continuación se oiría a lo lejos, y si no lo hacía, los aullidos que soltó al ver caer un árbol justo entre ella y sus oponentes terminarían alertando a alguien de la zona. Zero había intervenido para detener la pelea durante unos instantes, pero con echar un simple vistazo al chico se podía apreciar que el esfuerzo le estaba pasando factura. Ya casi la tenía, pensó la sombra de odio, solo necesitaba unos segundos más para abalanzarse sobre su víctima y hacerla pedazos, pero justo entonces, sus fuerzas comenzaron a menguar drásticamente, su tiempo en aquel plano se había agotado y la legítima dueña del cuerpo que ocupaba reclamaba lo que le pertenecía.
La bandada dejó de avanzar para arremolinarse en un punto concreto, graznando con frustración por no haber conseguido saciar sus ansias de matar antes de perder el control de la situación. Consciente de lo que iba a pasar, la última alma de la reliquia se situó junto a las aves y aguardó hasta que el proceso de fragmentación empezó a invertirse, haciendo que los cuervos se uniesen para formar la silueta de la creación del Nigromante, que poco a poco fue cambiando hasta dejar en su lugar a la vampira de cabellos cenicientos, arrodillada sobre la hierba. Con la respiración agitada, Elen alzó la vista y buscó con desesperación a Wood y a Zero, temiéndose lo peor, pero allí estaban, vivos los dos a pesar de todo.
- No pudimos detenerla. - informó la criatura que quedaba en pie, mientras las oscuras estelas de las otras tres flotaban hacia su señora y regresaban al colgante para reponerse. - Me lo temía… no debí salir sin Alister. - musitó la joven, arrepintiéndose de haber decidido cazar sola aquella noche. La presencia del dragón hubiese cambiado mucho las cosas, para empezar no tendría que haberse preocupado por herir a nadie, ya que él sabía cómo lidiar con lo que el Hombre Muerto le había hecho y tenía el elemento perfecto para mantener a raya a la sombra. - Vuelve al medallón, puede que os necesite de nuevo más tarde. - instó, sin la seguridad de que tras el enfrentamiento, sus aliadas pudiesen volver a ser invocadas tan pronto.
Por suerte la reliquia albergaba muchas más almas, de las que podía disponer cuando quisiese, pero se había acostumbrado a colaborar con algunas de ellas más que con otras. En cuanto el sombrío ser perdió su forma y voló hacia el collar, la de ojos verdes echó mano a su cinturón para extraer un frasquito de sangre y bebérselo, luego se puso en pie y pudo ver a Wood peleando contra el par de hombres a los que se suponía que Zero quería espiar, probablemente su presencia les hubiese arruinado el plan así que debía hacer algo para enmendarlo.
Ya que valerse del sigilo y escuchar a escondidas ya no era una opción, lo único que podían hacer para obtener la información que quería el chico era atrapar al menos a uno de aquellos individuos con vida e interrogarlo. A la benjamina de los Calhoun esto se le daba particularmente bien, no tenía reparos a la hora de torturar a alguien para conseguir lo que quería, así que avanzó hacia el resto a paso ligero, colocándose a la par que la licántropa y extendiendo unos gruesos lazos de sombra. Su elemento brotó de su espalda y se moldeó hasta que estuvo conforme con el resultado, momento en que salieron disparados hacia el extraño al que la loba aún no había tumbado. Su intención no era matarlo sino herirlo y atraparlo, pero era la primera vez que se topaba con aquel tipo de guerreros y no tenía idea de qué capacidades tendrían.
Elen miró a sus aliados por el rabillo del ojo con cierto temor, habían visto la peor parte de ella y no sabía cómo podrían reaccionar, pero eso tendrían que hablarlo luego, en cuanto los seguidores de Exos no fuesen un problema.
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Re: Juego de sombras [Libre] [Cerrado]
El árbol interrumpe la refriega fiel al plan pero Zero experimenta un agotamiento generalizado, como niño aumentado posee una resistencia por estados que fluctúa a diferencia de cualquier bio más macizo.
Pasa a su matriz táctica y destina algunos componentes para acelerar su ya de por si prodigiosa recuperación. Pronto la respiración se normaliza seguida de cerca por otros sistemas que combinados forman una mejoría notable.
Más adelante la batalla no se detiene, Wood hace lo imposible para salir bien parada logrando en cierto modo su objetivo… Para estar rodeada de múltiples enemigos es algo muy aceptable solo terminar con una herida trasera en la nalga.
Aquella mujer cambiaformas también consigue asestar un zarpazo en su enemigo más próximo e incluso compromete el equilibrio del violento hombre. Dicho personaje niega con la cabeza antes de reincorporarse con una mueca bastante animada pese a sus heridas.
Las sorpresas no paran pues en un lateral aquella insidiosa bandada de aves sufre una extraña anomalía, se aglomeran en cierto punto dando paso al espectáculo más extraño de transformación jamás visto en vivo por Zero.
De la masa informe y sombría sale Elen, conformada a partir de penumbras extrañas antes de adquirir una integridad viva real. Ya el niño maquina puede decir con propiedad que existen personajes con tramas propias muy complejas.
Con los elementos oscuros desaparecidos solo queda una amenaza, el par de guerreros enemigos. Fugazmente las probabilidades cambian de balanza para dejar al grupo aliado de Z9-42 con el mejor número.
El joven sintético recupera la compostura pero no lo suficientemente rápido, uno de sus enemigos le embiste. Termina rodando algunos metros por el suelo y aunque su integridad sigue siendo óptima pierde foco por varios instantes.
Son… fuertes.
Con premura la aliada vampira trata de inmovilizar al personaje ileso usando sombras, tales habilidades sin dudas requieren un poco más de investigación para ser entendidas a cabalidad… y vale destacar que para la mente del “chiquillo” son geniales.
Aunque el legionario parece perder libertad algunos instantes pronto comienza a separar las sombras con mera fuerza, destellos en sus venas revelan que está haciendo uso de un poder sobrehumano por lo que de seguir así conseguirá su objetivo.
No mereces terminar en la pira, tú serás mi nueva capa.
Expresa el otro hostil con una sonrisa macabra que los cortes sangrantes solo empeoran, luego sujeta a la loba usando una sola mano y la levanta del suelo. En ese momento Z9-42 se pone de pie con un salto para luego dar cierto empujón al personaje acorazado, le hace retroceder una distancia considerable logrando que suelte a su presa en el proceso.
Sangre de Exos… ¿otro iluminado aquí?
¿Que dij… “recibe una patada en carga que lo devuelve al suelo”
Pasa a su matriz táctica y destina algunos componentes para acelerar su ya de por si prodigiosa recuperación. Pronto la respiración se normaliza seguida de cerca por otros sistemas que combinados forman una mejoría notable.
Más adelante la batalla no se detiene, Wood hace lo imposible para salir bien parada logrando en cierto modo su objetivo… Para estar rodeada de múltiples enemigos es algo muy aceptable solo terminar con una herida trasera en la nalga.
Aquella mujer cambiaformas también consigue asestar un zarpazo en su enemigo más próximo e incluso compromete el equilibrio del violento hombre. Dicho personaje niega con la cabeza antes de reincorporarse con una mueca bastante animada pese a sus heridas.
Las sorpresas no paran pues en un lateral aquella insidiosa bandada de aves sufre una extraña anomalía, se aglomeran en cierto punto dando paso al espectáculo más extraño de transformación jamás visto en vivo por Zero.
De la masa informe y sombría sale Elen, conformada a partir de penumbras extrañas antes de adquirir una integridad viva real. Ya el niño maquina puede decir con propiedad que existen personajes con tramas propias muy complejas.
Con los elementos oscuros desaparecidos solo queda una amenaza, el par de guerreros enemigos. Fugazmente las probabilidades cambian de balanza para dejar al grupo aliado de Z9-42 con el mejor número.
El joven sintético recupera la compostura pero no lo suficientemente rápido, uno de sus enemigos le embiste. Termina rodando algunos metros por el suelo y aunque su integridad sigue siendo óptima pierde foco por varios instantes.
Son… fuertes.
Con premura la aliada vampira trata de inmovilizar al personaje ileso usando sombras, tales habilidades sin dudas requieren un poco más de investigación para ser entendidas a cabalidad… y vale destacar que para la mente del “chiquillo” son geniales.
Aunque el legionario parece perder libertad algunos instantes pronto comienza a separar las sombras con mera fuerza, destellos en sus venas revelan que está haciendo uso de un poder sobrehumano por lo que de seguir así conseguirá su objetivo.
No mereces terminar en la pira, tú serás mi nueva capa.
Expresa el otro hostil con una sonrisa macabra que los cortes sangrantes solo empeoran, luego sujeta a la loba usando una sola mano y la levanta del suelo. En ese momento Z9-42 se pone de pie con un salto para luego dar cierto empujón al personaje acorazado, le hace retroceder una distancia considerable logrando que suelte a su presa en el proceso.
Sangre de Exos… ¿otro iluminado aquí?
¿Que dij… “recibe una patada en carga que lo devuelve al suelo”
Z9-42
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Re: Juego de sombras [Libre] [Cerrado]
Bue’… ¿por dónde empezar? Las aves asesinas eran de Elen y Elen estaba formada por las aves. Bastante interesante para ser un vampiro. ¡NO EN REALIDAD NO! ¿cuánto más peligrosa podía llegar a ser? Yo ni bien salía de una para meterme en otra. El niño bio estaba bien –bueno, hasta que lo mandaron volar, pero no le salió sangre…- ni siquiera entendía esa estúpida empatía que sentía por él o las ganas de protegerle ¿era por su parecido a Black? Me ardían los “pequeños” picotazos de los pájaros y mi rabo estaba dormido de aquella picada épica; miré a Elen hacer esas cosas de bruja/vampira y no pude evitar saltar a un lado, apartándome del trayecto de ese…¿ataque? ¡Ya no sabía nada! ¿Qué “onda” con Elen? Estaba confundida ¿nos atacaba o ayudaba? Como “buena” licántropo dejé que mis sentidos tomaran la decisión por mí y me guiaran, mi corazón me obligaba a cuidar del niño y las únicas amenazas a él allí, eran esos… ¿humanos? superdesarrollados.
Lo confieso, probablemente no debí ponerme zanguanga y abrir la boca “pensando”, eso era para gente inteligente. A mí se me daba mejor una buena pelea de bar… pero no. Estaba frente a un loco masoquista que me quería usar de tapete, no… de capa. ¡Já! Antaño hubiera querido borrar su sonrisa con mis dientes, pero ya sabía mejor que no debía perderme así. La pelea de Elen me distrajo, ¿qué les corría por las venas a esos? ¿energía pura? “Simplemente perfecto” era la noche de los espantos para mí. ¿Qué más faltaba? El aire. ¡Me faltaba el aire! Y el suelo. Estaba siendo levantada en el aire desde mi pescuezo. Si apretaba un poco más sus dedos me rompería la tráquea. No podía cambiar de forma, estaba en un apuro. Intentar luchar solamente hacía que se me agotara más rápido el aire de reserva en los pulmones.
Cerré los ojos, no entendía en qué momento se había puesto en pie y cuándo fue lo suficientemente rápido como para tomarme así. Craso error. No había querido subestimarlo pero pasó y estaba perdida. Buen lobo de la guarda se había conseguido el pequeño Bio, al menos esa última ironía me estaba permitida ¿no? Pero Fenrir tenía otros planes para una de sus hijas. Caí al suelo de costillas tras un pulso en el brazo de mi atacante. Respiraba por la boca y el hocico. Intenté ponerme en pie dos veces, la tercera fue la vencida. Pude ver con horror como Zero volvía a ser golpeado por uno de ellos. Ahogué un aullido, se me apretó el corazón como si me hubieran golpeado en la boca del estómago. Menos mal que era una máquina ¿no? No sabía cuál era el daño que había recibido, pero la acción estaba mal. Muy mal.
Volví a la carga antes que le pusiera otro dedo encima, por un momento pareció dubitativo, eso me permitió agarrarle de la pierna. Un humano normal hubiera sufrido un desgarro, pero ese no era normal. El gusto de su sangre era peor que el de los vampiros, poluta y amarga, sabía peor que bilis. Con toda su atención en mí, dio un salto bajo y giró en el aire, dándome una patada entre el cuello y el hombro que por poco me disloca. Al menos aterricé en cuatro patas, clavé las garras en el suelo para detener el impulso de su golpe e impulsarme hacia adelante. Si pensaba que con eso me iba a parar estaba bastante equivocado. Podía que estuviera peleando en desventaja ya que no solía hacerlo en mi forma feral pero jamás podría subestimar a una licántropo cabreada porque le tocan lo que considera suyo.
Dejé el que el frenesí del depredador* se liberara, podía sentir que la sangre me hervía bajo la piel. Cargué hacia él, buscaba herirle en algún lugar, mis instintos me decían que atacara su garganta aunque muy en el fondo sabía que no era lo indicado, pero ¿a quién le importaba? Sólo veía rojo. Sentí que el aire se cortaba, la espada bajaba con velocidad. Salté a un lado en el momento justo que sentía la punta de su filo penetrar parte del cuero de mi pecho. Mordí el brazo con el que agarraba la espada y empecé a jalarle hacía mí, sacudiendo la cabeza. Quería desgarrar todo lo posible ¡Esa sangre asquerosa!
El hombre soltó la espada y comenzó a golpearme con su puño libre en las costillas ¿qué tenía por mano una roca? Recibí tres golpes, todos exactamente en el mismo lugar independientemente de lo que hiciera. Había aflojado un poco mi mordida, pero mis colmilos estaban tan metidos en la carne que se atoraron allí. Recibí el cuarto golpe y sentí un “crack” interno. Eso iba a doler por muchos días. Se me destrabaron los dientes a tiempo para lanzar una serie de mordidas al puño de mi atacante. Pude ver sangre, pero estaba segura de que no le había hecho un daño importante. Además, me había dado un puñetazo en el hocico y por mi propia sangre había perdido buena parte de mi mayor sentido: el olfato.
Buscó volver a armarse, pero no se lo iba a permitir. Intentó correr hacia la espada, escudándose en su armadura y agilidad pero tendría que atravesar una pared de carne y hueso. Aún dolorida por el golpe cerca del hombro, le peché con todas mis fuerzas. Si volvía a tomar la espalda estaba en apuros. Todo o nada. Ambos volamos en dirección a donde se encontraba Elen en su batalla. Había estado tan enfrascada en mis acciones que no le había prestado mucha atención, pero ella sabría disculparme. Toda ella emanaba mucha más fuerza que cuando nos conocimos, mi prioridad había sido Zero. Caímos al suelo a un par de metros el uno del otro. Nos miramos Nada mal para un tapete eh… capa pensé con acritud, poniéndome lentamente en pie. Me estaba quedando sin muchos ases bajo la manga. Extrañaba mi hacha.
Lo confieso, probablemente no debí ponerme zanguanga y abrir la boca “pensando”, eso era para gente inteligente. A mí se me daba mejor una buena pelea de bar… pero no. Estaba frente a un loco masoquista que me quería usar de tapete, no… de capa. ¡Já! Antaño hubiera querido borrar su sonrisa con mis dientes, pero ya sabía mejor que no debía perderme así. La pelea de Elen me distrajo, ¿qué les corría por las venas a esos? ¿energía pura? “Simplemente perfecto” era la noche de los espantos para mí. ¿Qué más faltaba? El aire. ¡Me faltaba el aire! Y el suelo. Estaba siendo levantada en el aire desde mi pescuezo. Si apretaba un poco más sus dedos me rompería la tráquea. No podía cambiar de forma, estaba en un apuro. Intentar luchar solamente hacía que se me agotara más rápido el aire de reserva en los pulmones.
Cerré los ojos, no entendía en qué momento se había puesto en pie y cuándo fue lo suficientemente rápido como para tomarme así. Craso error. No había querido subestimarlo pero pasó y estaba perdida. Buen lobo de la guarda se había conseguido el pequeño Bio, al menos esa última ironía me estaba permitida ¿no? Pero Fenrir tenía otros planes para una de sus hijas. Caí al suelo de costillas tras un pulso en el brazo de mi atacante. Respiraba por la boca y el hocico. Intenté ponerme en pie dos veces, la tercera fue la vencida. Pude ver con horror como Zero volvía a ser golpeado por uno de ellos. Ahogué un aullido, se me apretó el corazón como si me hubieran golpeado en la boca del estómago. Menos mal que era una máquina ¿no? No sabía cuál era el daño que había recibido, pero la acción estaba mal. Muy mal.
Volví a la carga antes que le pusiera otro dedo encima, por un momento pareció dubitativo, eso me permitió agarrarle de la pierna. Un humano normal hubiera sufrido un desgarro, pero ese no era normal. El gusto de su sangre era peor que el de los vampiros, poluta y amarga, sabía peor que bilis. Con toda su atención en mí, dio un salto bajo y giró en el aire, dándome una patada entre el cuello y el hombro que por poco me disloca. Al menos aterricé en cuatro patas, clavé las garras en el suelo para detener el impulso de su golpe e impulsarme hacia adelante. Si pensaba que con eso me iba a parar estaba bastante equivocado. Podía que estuviera peleando en desventaja ya que no solía hacerlo en mi forma feral pero jamás podría subestimar a una licántropo cabreada porque le tocan lo que considera suyo.
Dejé el que el frenesí del depredador* se liberara, podía sentir que la sangre me hervía bajo la piel. Cargué hacia él, buscaba herirle en algún lugar, mis instintos me decían que atacara su garganta aunque muy en el fondo sabía que no era lo indicado, pero ¿a quién le importaba? Sólo veía rojo. Sentí que el aire se cortaba, la espada bajaba con velocidad. Salté a un lado en el momento justo que sentía la punta de su filo penetrar parte del cuero de mi pecho. Mordí el brazo con el que agarraba la espada y empecé a jalarle hacía mí, sacudiendo la cabeza. Quería desgarrar todo lo posible ¡Esa sangre asquerosa!
El hombre soltó la espada y comenzó a golpearme con su puño libre en las costillas ¿qué tenía por mano una roca? Recibí tres golpes, todos exactamente en el mismo lugar independientemente de lo que hiciera. Había aflojado un poco mi mordida, pero mis colmilos estaban tan metidos en la carne que se atoraron allí. Recibí el cuarto golpe y sentí un “crack” interno. Eso iba a doler por muchos días. Se me destrabaron los dientes a tiempo para lanzar una serie de mordidas al puño de mi atacante. Pude ver sangre, pero estaba segura de que no le había hecho un daño importante. Además, me había dado un puñetazo en el hocico y por mi propia sangre había perdido buena parte de mi mayor sentido: el olfato.
Buscó volver a armarse, pero no se lo iba a permitir. Intentó correr hacia la espada, escudándose en su armadura y agilidad pero tendría que atravesar una pared de carne y hueso. Aún dolorida por el golpe cerca del hombro, le peché con todas mis fuerzas. Si volvía a tomar la espalda estaba en apuros. Todo o nada. Ambos volamos en dirección a donde se encontraba Elen en su batalla. Había estado tan enfrascada en mis acciones que no le había prestado mucha atención, pero ella sabría disculparme. Toda ella emanaba mucha más fuerza que cuando nos conocimos, mi prioridad había sido Zero. Caímos al suelo a un par de metros el uno del otro. Nos miramos Nada mal para un tapete eh… capa pensé con acritud, poniéndome lentamente en pie. Me estaba quedando sin muchos ases bajo la manga. Extrañaba mi hacha.
Woodpecker
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Re: Juego de sombras [Libre] [Cerrado]
Su ataque sirvió para retener momentáneamente a uno de los extraños guerreros, pero tras los instantes iniciales, en los que el individuo se vio sorprendido por los gruesos lazos de sombra que le sujetaban brazos y piernas, las tornas empezaron a cambiar a su favor. La de cabellos cenicientos maldijo por lo bajo al notar como separaba las ataduras valiéndose de una fuerza asombrosa, pero pronto comprendió que no era solo eso, los extraños destellos que recorrían sus venas y atravesaban la piel para hacerse visibles dejaban claro que estaba utilizando otra cosa, ¿magia?, probablemente.
Eso iba a complicar las cosas así que volvió a concentrarse para que nuevos lazos emergiesen de su espalda y se cerrasen en torno al torso y al cuello de su adversario, obligándolo a esforzarse para respirar. El plan de la joven era sencillo, seguir apretando hasta que su víctima perdiese el sentido y luego soltarlo, de ese modo tendrían la posibilidad de interrogarlo más tarde para que Zero obtuviese lo que había venido a buscar, y podrían ayudarse para acabar con el otro sin que les causase demasiados problemas, la superioridad numérica siempre facilitaba los combates.
Sin querer apartar la vista de su oponente, la benjamina de los Calhoun pudo escuchar como el otro extraño se dirigía a Wood de forma despectiva, asegurando que se haría una nueva capa con su piel cuando acabase con ella, cosa que según él, no tardaría en pasar. De algún modo consiguió aferrar a la loba por el cuello y levantarla del suelo, hecho que la vampira solo pudo ver por el rabillo del ojo y que la hizo apretar los dientes con frustración, debía ayudarla pero ¿cómo?, si liberaba a su prisionero la situación podría empeorar para todos. Afortunadamente no hizo falta que interviniese, demostrando una valentía poco propia de un ser tan pequeño, Zero empujó al espadachín y lo obligó a retroceder, permitiendo que la licántropa pudiese volver a respirar de nuevo.
Segundos después, un golpe seco envió al niño contra el suelo, pero Wood ya estaba lista para volver a la carga y no dudó en abalanzarse sobre la pierna de aquel indeseable, hundiendo en ella sus afilados colmillos. - Necesitamos una ventaja clara. - pensó Elen, manipulando su elemento para que asfixiase a su víctima más rápido, pero aquel hombre no se rendía, en vez de eso empezó a luchar con más ganas, tantas como para librarse de los lazos que retenían sus brazos y le rodeaban el torso. - Arderás. - fue lo único que alcanzó a decir, ya que su cuello seguía rodeado. Llevando las manos hacia arriba, el guerrero tiró de las negras ataduras que limitaban la llegada del oxígeno a sus pulmones y haciendo uso de su fuerza sobrehumana logró apartarlas de sí lo suficiente como para tomar una bocanada de aire.
La criatura de la noche supo que tendría que cambiar de estrategia, no podría doblegar a aquel individuo sin debilitarlo primero así que tendría que herirlo, pero no demasiado, o el muchacho perdería su oportunidad de obtener la información que necesitaba. Hizo brotar un nuevo lazo y lo modificó hasta que la punta quedó afilada como un cuchillo, momento en que lo lanzó hacia su contrincante, hiriéndolo por encima del codo del brazo con que sostenía su arma. La espada cayó sobre la hierba, pero su dueño no pareció darle importancia al corte o a la sangre que se deslizaba por su piel, siguió luchando para liberarse, y ésta vez, lo consiguió.
Apresurándose antes de que pudiese recuperar la hoja, la señora de sombras dejó que sus manos fuesen sustituidas por negras y alargadas garras, avanzó en dirección a su enemigo y lanzó un zarpazo contra el punto del que manaba el rojizo líquido, castigando la diestra del extraño para que no pudiese blandir el arma de nuevo. Aquel fugaz acercamiento le permitió ver algo más, no solo el olor de aquel par era raro, su sangre también, en vez de el característico tono carmesí del resto de personas la suya parecía mezclada con algo azul, lo que le daba un tono violáceo de lo más raro. La centinela no pudo ver nada más antes de que su adversario la golpease con la izquierda, acertándole un puñetazo en el vientre y lanzándola hacia atrás.
Por suerte no acabó en el suelo pero las cosas se estaban complicando más de lo que le gustaría, así que, sin perder tiempo, alargó uno de lazos que aún seguían en torno a los tobillos del guerrero y atrapó su espada, que de inmediato salió volando para aterrizar lo más lejos posible de su propietario. Se suponía que la pelea sería más fácil si él estaba desarmado, pero la de cabellos cenicientos no contaba con que su cuerpo volviese a transformarse de nuevo, justo en el peor momento. Las garras se desvanecieron para dejar paso a un par de vistosas alas, una larga cola de plumas verdes y azules comenzó a crecer desde su cintura hasta llegar al suelo y por último, su rostro se cubrió de los mismos colores que adornaban ahora su figura, mientras sus labios eran sustituidos por un fino pico. - ¡Otra vez no! ¡Maldita sea! - exclamó, visiblemente molesta con que los dioses siguiesen riéndose a su costa.
Como mujer bestia pavo real no podía hacer gran cosa, las sombras no le obedecían y tampoco podía sujetar su daga así que solo le quedaba una opción, el combate cuerpo a cuerpo. - Cuando acabe contigo me haré un adorno con tus plumas. - soltó el miembro de Exos, sonriendo con malicia y visiblemente más seguro de sus posibilidades. A toda prisa, salvó la distancia que los separaba para tratar de atraparla con las manos, pero apenas llegó a tocarla, Alister la había enseñado a volar la noche anterior y ahora que la vida le iba en ello no pensaba quedarse en tierra. Aún no controlaba del todo aquello pero podía mantenerse fuera del alcance de su atacante por el tiempo que considerase necesario, y no solo eso, las alturas le daban algo de ventaja.
Elen ascendió unos veinte o treinta metros, luego se detuvo y clavó su mirada sobre su objetivo, que decidió aprovechar para correr hacia el lugar en que había terminado su espada. Plegando ligeramente las alas como el dragón le había enseñado, la benjamina de los Calhoun se lanzó en picado hacia la espalda de su presa, impactando contra el tipo con tanta aceleración como para arrastrarlo varios metros sobre la hierba. - Solo tengo que aguantar un poco más. - se dijo mentalmente, consciente de que aquella transformación sería breve y que pronto volvería a tener las sombras de su lado.
Off: Siento no ser demasiado útil con tanto cambio. Segunda transformación en mujer bestia por el evento en memoria de Midgar.
Eso iba a complicar las cosas así que volvió a concentrarse para que nuevos lazos emergiesen de su espalda y se cerrasen en torno al torso y al cuello de su adversario, obligándolo a esforzarse para respirar. El plan de la joven era sencillo, seguir apretando hasta que su víctima perdiese el sentido y luego soltarlo, de ese modo tendrían la posibilidad de interrogarlo más tarde para que Zero obtuviese lo que había venido a buscar, y podrían ayudarse para acabar con el otro sin que les causase demasiados problemas, la superioridad numérica siempre facilitaba los combates.
Sin querer apartar la vista de su oponente, la benjamina de los Calhoun pudo escuchar como el otro extraño se dirigía a Wood de forma despectiva, asegurando que se haría una nueva capa con su piel cuando acabase con ella, cosa que según él, no tardaría en pasar. De algún modo consiguió aferrar a la loba por el cuello y levantarla del suelo, hecho que la vampira solo pudo ver por el rabillo del ojo y que la hizo apretar los dientes con frustración, debía ayudarla pero ¿cómo?, si liberaba a su prisionero la situación podría empeorar para todos. Afortunadamente no hizo falta que interviniese, demostrando una valentía poco propia de un ser tan pequeño, Zero empujó al espadachín y lo obligó a retroceder, permitiendo que la licántropa pudiese volver a respirar de nuevo.
Segundos después, un golpe seco envió al niño contra el suelo, pero Wood ya estaba lista para volver a la carga y no dudó en abalanzarse sobre la pierna de aquel indeseable, hundiendo en ella sus afilados colmillos. - Necesitamos una ventaja clara. - pensó Elen, manipulando su elemento para que asfixiase a su víctima más rápido, pero aquel hombre no se rendía, en vez de eso empezó a luchar con más ganas, tantas como para librarse de los lazos que retenían sus brazos y le rodeaban el torso. - Arderás. - fue lo único que alcanzó a decir, ya que su cuello seguía rodeado. Llevando las manos hacia arriba, el guerrero tiró de las negras ataduras que limitaban la llegada del oxígeno a sus pulmones y haciendo uso de su fuerza sobrehumana logró apartarlas de sí lo suficiente como para tomar una bocanada de aire.
La criatura de la noche supo que tendría que cambiar de estrategia, no podría doblegar a aquel individuo sin debilitarlo primero así que tendría que herirlo, pero no demasiado, o el muchacho perdería su oportunidad de obtener la información que necesitaba. Hizo brotar un nuevo lazo y lo modificó hasta que la punta quedó afilada como un cuchillo, momento en que lo lanzó hacia su contrincante, hiriéndolo por encima del codo del brazo con que sostenía su arma. La espada cayó sobre la hierba, pero su dueño no pareció darle importancia al corte o a la sangre que se deslizaba por su piel, siguió luchando para liberarse, y ésta vez, lo consiguió.
Apresurándose antes de que pudiese recuperar la hoja, la señora de sombras dejó que sus manos fuesen sustituidas por negras y alargadas garras, avanzó en dirección a su enemigo y lanzó un zarpazo contra el punto del que manaba el rojizo líquido, castigando la diestra del extraño para que no pudiese blandir el arma de nuevo. Aquel fugaz acercamiento le permitió ver algo más, no solo el olor de aquel par era raro, su sangre también, en vez de el característico tono carmesí del resto de personas la suya parecía mezclada con algo azul, lo que le daba un tono violáceo de lo más raro. La centinela no pudo ver nada más antes de que su adversario la golpease con la izquierda, acertándole un puñetazo en el vientre y lanzándola hacia atrás.
Por suerte no acabó en el suelo pero las cosas se estaban complicando más de lo que le gustaría, así que, sin perder tiempo, alargó uno de lazos que aún seguían en torno a los tobillos del guerrero y atrapó su espada, que de inmediato salió volando para aterrizar lo más lejos posible de su propietario. Se suponía que la pelea sería más fácil si él estaba desarmado, pero la de cabellos cenicientos no contaba con que su cuerpo volviese a transformarse de nuevo, justo en el peor momento. Las garras se desvanecieron para dejar paso a un par de vistosas alas, una larga cola de plumas verdes y azules comenzó a crecer desde su cintura hasta llegar al suelo y por último, su rostro se cubrió de los mismos colores que adornaban ahora su figura, mientras sus labios eran sustituidos por un fino pico. - ¡Otra vez no! ¡Maldita sea! - exclamó, visiblemente molesta con que los dioses siguiesen riéndose a su costa.
Como mujer bestia pavo real no podía hacer gran cosa, las sombras no le obedecían y tampoco podía sujetar su daga así que solo le quedaba una opción, el combate cuerpo a cuerpo. - Cuando acabe contigo me haré un adorno con tus plumas. - soltó el miembro de Exos, sonriendo con malicia y visiblemente más seguro de sus posibilidades. A toda prisa, salvó la distancia que los separaba para tratar de atraparla con las manos, pero apenas llegó a tocarla, Alister la había enseñado a volar la noche anterior y ahora que la vida le iba en ello no pensaba quedarse en tierra. Aún no controlaba del todo aquello pero podía mantenerse fuera del alcance de su atacante por el tiempo que considerase necesario, y no solo eso, las alturas le daban algo de ventaja.
Elen ascendió unos veinte o treinta metros, luego se detuvo y clavó su mirada sobre su objetivo, que decidió aprovechar para correr hacia el lugar en que había terminado su espada. Plegando ligeramente las alas como el dragón le había enseñado, la benjamina de los Calhoun se lanzó en picado hacia la espalda de su presa, impactando contra el tipo con tanta aceleración como para arrastrarlo varios metros sobre la hierba. - Solo tengo que aguantar un poco más. - se dijo mentalmente, consciente de que aquella transformación sería breve y que pronto volvería a tener las sombras de su lado.
Off: Siento no ser demasiado útil con tanto cambio. Segunda transformación en mujer bestia por el evento en memoria de Midgar.
Elen Calhoun
Aerandiano de honor
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Re: Juego de sombras [Libre] [Cerrado]
Zero termina varios metros lejos de su posición inicial y no puede evitar calcular la potencia del golpe recibido en plano secundario, está muy encima del rango para una persona normal. Ya no quedan dudas de que Exos hace algo más que reclutar seguidores.
Wood termina siendo liberada pero su odisea está lejos de terminar, se enfrasca en una violenta batalla con un enemigo que parece tener intensiones de convertirla en cierto accesorio de moda cruel.
Ambos elementos luchan con uñas y dientes “literalmente” por ganar ventaja, su danza ocurre fugazmente pero deja suficiente fluido vivo regado como para arrugar la mirada de cualquier personaje sensible.
Lo cierto es que ninguno logra imponerse, realidad bastante molesta para una de las partes. El legionario ya en un estado de frustración acaba por morder a su rival canina para sorpresa del chiquillo mecánico.
Tanta violencia…
Z9-42 combate de forma técnica como cualquier bio, no es algo que aprecie realmente por lo que ocurre contadas veces. Tal escena de sadismo correspondido entre dos individuos le hace sentir emociones poco agradables.
Por favor, deténganse “dice con rostro de tristeza”
No es posible que Exos reclute o incluso moldee tales individuos, los bios ven la vida con un enfoque de aprendizaje pasivo… ¿qué pudo hacer cambiar a una maquina tanto como para hacerla renegar de su visión original?
Simultáneamente Elen libra su propia refriega, en un principio consigue inmovilizar a su enemigo predilecto aunque la ventaja se esfuma rápidamente ante una fuerza sobrenatural. Pasa luego a intentar cierta técnica de estrangulamiento que tampoco sale bien… esta vez por una situación muy extraña.
Sin duda catalogar a la señorita vampira puede ser más complicado de lo barajeado inicialmente, posee cualidades solo atribuibles a cambiaformas expertos. Que pueda utilizar tantos avatares despierta muchas interrogantes en la matriz del sintético.
La pequeña maquina baja la mirada, suspira y luego se reincorpora al conflicto. Luchar contra Exos traerá consigo muchas situaciones crudas, debe intentar mantener la compostura en aras de un bien mayor.
Accede a su enlace de energía y da los permisos para una subida de potencia, esta vez traducida a mayor fuerza. Acto seguido fija trayectoria para luego saltar con impulso rumbo al objetivo que más amenaza a su grupo.
Cuando se activa el reactor Caronte las capacidades aumentan desbloqueando muchos combos alternativos, es por esto que Zero puede saltar como una resortera… y también influye bastante en su aterrizaje violento sobre la masa viva deseada.
Aterriza como un martillo sobre un individuo que no se había reincorporado del todo y sus manos en posición de porra magnifican el daño exponencialmente, la lluvia de sangre junto con los trozos carnosos y ruidos grotescos de huesos quebrándose es suficiente para describir el resultado.
Lo siento… no me dejaste opción.
Wood termina siendo liberada pero su odisea está lejos de terminar, se enfrasca en una violenta batalla con un enemigo que parece tener intensiones de convertirla en cierto accesorio de moda cruel.
Ambos elementos luchan con uñas y dientes “literalmente” por ganar ventaja, su danza ocurre fugazmente pero deja suficiente fluido vivo regado como para arrugar la mirada de cualquier personaje sensible.
Lo cierto es que ninguno logra imponerse, realidad bastante molesta para una de las partes. El legionario ya en un estado de frustración acaba por morder a su rival canina para sorpresa del chiquillo mecánico.
Tanta violencia…
Z9-42 combate de forma técnica como cualquier bio, no es algo que aprecie realmente por lo que ocurre contadas veces. Tal escena de sadismo correspondido entre dos individuos le hace sentir emociones poco agradables.
Por favor, deténganse “dice con rostro de tristeza”
No es posible que Exos reclute o incluso moldee tales individuos, los bios ven la vida con un enfoque de aprendizaje pasivo… ¿qué pudo hacer cambiar a una maquina tanto como para hacerla renegar de su visión original?
Simultáneamente Elen libra su propia refriega, en un principio consigue inmovilizar a su enemigo predilecto aunque la ventaja se esfuma rápidamente ante una fuerza sobrenatural. Pasa luego a intentar cierta técnica de estrangulamiento que tampoco sale bien… esta vez por una situación muy extraña.
Sin duda catalogar a la señorita vampira puede ser más complicado de lo barajeado inicialmente, posee cualidades solo atribuibles a cambiaformas expertos. Que pueda utilizar tantos avatares despierta muchas interrogantes en la matriz del sintético.
La pequeña maquina baja la mirada, suspira y luego se reincorpora al conflicto. Luchar contra Exos traerá consigo muchas situaciones crudas, debe intentar mantener la compostura en aras de un bien mayor.
Accede a su enlace de energía y da los permisos para una subida de potencia, esta vez traducida a mayor fuerza. Acto seguido fija trayectoria para luego saltar con impulso rumbo al objetivo que más amenaza a su grupo.
Cuando se activa el reactor Caronte las capacidades aumentan desbloqueando muchos combos alternativos, es por esto que Zero puede saltar como una resortera… y también influye bastante en su aterrizaje violento sobre la masa viva deseada.
Aterriza como un martillo sobre un individuo que no se había reincorporado del todo y sus manos en posición de porra magnifican el daño exponencialmente, la lluvia de sangre junto con los trozos carnosos y ruidos grotescos de huesos quebrándose es suficiente para describir el resultado.
Lo siento… no me dejaste opción.
- off:
- Zero usa su habilidad de Lvl 2 (Reactor Caronte)
Última edición por Z9-42 el Mar Ago 07 2018, 01:49, editado 1 vez
Z9-42
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Re: Juego de sombras [Libre] [Cerrado]
Esa vez ya no me sorprendí, tampoco era como que tenía el tiempo y la energía para prestar atención a algo distinto a mi presa. Debido al frenesí tenía ese impulso incontenible de atacar a mi rival, pero tampoco ves todos los días a una vampiresa convertirse en una mujer pavo real. En el fondo de mis pensamientos hacía eco el pedido de Zero y esa expresión que me atravesaba el corazón. Yo sólo quería protegerlo y en cambio le hice poner esa cara. Era difícil no ser tan agresiva, luchar contra mi naturaleza y mis instintos… Pero no podía detenerme aún, mi rival era tan encarnizado como yo, a no ser que huyera con el niño en mi lomo, no veía otra salida y no quería dejar a Elen con esos.
Con mis ojos en la mujer bestia voladora –me alegraba que estuviera de nuestra parte, cuando alzaban vuelo eran ya bastante fuertes- en el cielo y mi lucha interna por intentar calmar ese rojo intenso, recibí el ataque menos esperado: una mordida. Volví a aullar, pero más presa de la sorpresa que del dolor. En mi modo alfa, mi piel era más gruesa y ese tipo de ataques hacían bastante menos daño, si le sumábamos el frenesí y de cierta forma la “anestesia” que él proveía por unos minutos, era como la picada de un mosquito. Pero la violencia en los ojos del hombre de la armadura casi que me hechizaron. Parecía devoto a matarme, casi tanto como yo por proteger al chico. A esa distancia y pese a su maciza armadura, podría llegar a romperle el cuello… sólo tenía que hallar la forma de esconderlo de sus ojos.
Todo pasó muy rápido, el chico estaba en un lugar y de pronto habían partes blandas, sangre y carne regados por todos lados. ¿Qué había pasado con el defensor de la paz? ¿Lo había roto? Mi cuerpo empezó a temblar todo, volví a mi forma humana me llevé las manos a la cabeza. Biocibernético o no, el chico era un chico, no como el resto de los otros contra los que había luchado ¿cómo no me había dado cuenta antes? –malditos científicos- ¡un niño! ¡por los dioses! Le abracé un fugaz momento ¿Estás bien Zero? Wood lo siente me había puesto tan nerviosa que le hablé como si le estuviera hablando a mis hijos Lo siento. Sólo quería protegerte y las cosas se salieron de control las palabras se pisaban las unas a las otras ¡por todos las estrellas del firmamento! Era como Black… Intenté limpiarle con mi vestido y las pocas partes limpias de mi brazo su rostro ¿Por qué no vas tras ese árbol y esperas allí? Elen y yo…
No terminé de formular la oración, era la primera vez que entraba en pánico de esa forma. Estrujé mi cabeza pensando en batallas pasadas, pero la verdad era que entre licántropos nos entendíamos y mis hijos se habían acostumbrado al mal ejemplo, incluso Black era bastante difícil en su propia medida. Otros niños… antes de Black y mis hijos nunca tuve especial cuidado con ellos, Magazubi de alguna forma también me había sensibilizado, pero estar en los caminos tanto tiempo te hace olvidar… uno deja de tener presente las coas realmente importantes. Puse mi diestra sobre mi rostro con la palma abierta. Era un desastre. Y allí estaba Elen siendo ave… ¿y dejando de serlo? Negué con la cabeza y pensé en tomar mi forma bípeda para ayudarla a inmovilizar al tipo, porque en todo ese tiempo parecía que era lo que quería lograr.
Aún sentía que mi fuerza y agilidad eran superiores y aunque tenía mis nanas el dolor era ignorable por apenas unos minutos más. Sería suficiente si lo hacíamos bien. Tomé el escudo del que fue mi rival y corrí hacia la otra batalla, no sin antes darme la vuelta para verificar a Zero. Todo va a ir bien yo no era el tipo de mujer que es madre y que tiene una sonrisa tierna, cuando dejé a mis cachorros había sentido que casi todo mi corazón se había dormido. Señalé a Zero con un dedo Tenemos que crear nuestras opciones “y recorrer nuestro propio camino” pero no diría nunca en voz alta el resto de la frase. Yo no era su madre o creadora, ni su tutora. No tenía el derecho. Tomé el escudo como lo había visto en incontables ocasiones a brazos de mis rivales y fui directo a la dupla que se enfrentaba, dispuesta a abollar el yelmo junto con la cabeza del maldito si tenía la necesidad o la oportunidad.
No quería meterme en la pelea de Elen –y mucho menos ponerme en riesgo en la forma humana- pero tampoco quería perturbar más la paz del jovencito. Nada pasaba por casualidades. Había sido una tonta en mi ignorancia por haberle restado crédito a los bio y este era mi castigo: un niño.
Con mis ojos en la mujer bestia voladora –me alegraba que estuviera de nuestra parte, cuando alzaban vuelo eran ya bastante fuertes- en el cielo y mi lucha interna por intentar calmar ese rojo intenso, recibí el ataque menos esperado: una mordida. Volví a aullar, pero más presa de la sorpresa que del dolor. En mi modo alfa, mi piel era más gruesa y ese tipo de ataques hacían bastante menos daño, si le sumábamos el frenesí y de cierta forma la “anestesia” que él proveía por unos minutos, era como la picada de un mosquito. Pero la violencia en los ojos del hombre de la armadura casi que me hechizaron. Parecía devoto a matarme, casi tanto como yo por proteger al chico. A esa distancia y pese a su maciza armadura, podría llegar a romperle el cuello… sólo tenía que hallar la forma de esconderlo de sus ojos.
Todo pasó muy rápido, el chico estaba en un lugar y de pronto habían partes blandas, sangre y carne regados por todos lados. ¿Qué había pasado con el defensor de la paz? ¿Lo había roto? Mi cuerpo empezó a temblar todo, volví a mi forma humana me llevé las manos a la cabeza. Biocibernético o no, el chico era un chico, no como el resto de los otros contra los que había luchado ¿cómo no me había dado cuenta antes? –malditos científicos- ¡un niño! ¡por los dioses! Le abracé un fugaz momento ¿Estás bien Zero? Wood lo siente me había puesto tan nerviosa que le hablé como si le estuviera hablando a mis hijos Lo siento. Sólo quería protegerte y las cosas se salieron de control las palabras se pisaban las unas a las otras ¡por todos las estrellas del firmamento! Era como Black… Intenté limpiarle con mi vestido y las pocas partes limpias de mi brazo su rostro ¿Por qué no vas tras ese árbol y esperas allí? Elen y yo…
No terminé de formular la oración, era la primera vez que entraba en pánico de esa forma. Estrujé mi cabeza pensando en batallas pasadas, pero la verdad era que entre licántropos nos entendíamos y mis hijos se habían acostumbrado al mal ejemplo, incluso Black era bastante difícil en su propia medida. Otros niños… antes de Black y mis hijos nunca tuve especial cuidado con ellos, Magazubi de alguna forma también me había sensibilizado, pero estar en los caminos tanto tiempo te hace olvidar… uno deja de tener presente las coas realmente importantes. Puse mi diestra sobre mi rostro con la palma abierta. Era un desastre. Y allí estaba Elen siendo ave… ¿y dejando de serlo? Negué con la cabeza y pensé en tomar mi forma bípeda para ayudarla a inmovilizar al tipo, porque en todo ese tiempo parecía que era lo que quería lograr.
Aún sentía que mi fuerza y agilidad eran superiores y aunque tenía mis nanas el dolor era ignorable por apenas unos minutos más. Sería suficiente si lo hacíamos bien. Tomé el escudo del que fue mi rival y corrí hacia la otra batalla, no sin antes darme la vuelta para verificar a Zero. Todo va a ir bien yo no era el tipo de mujer que es madre y que tiene una sonrisa tierna, cuando dejé a mis cachorros había sentido que casi todo mi corazón se había dormido. Señalé a Zero con un dedo Tenemos que crear nuestras opciones “y recorrer nuestro propio camino” pero no diría nunca en voz alta el resto de la frase. Yo no era su madre o creadora, ni su tutora. No tenía el derecho. Tomé el escudo como lo había visto en incontables ocasiones a brazos de mis rivales y fui directo a la dupla que se enfrentaba, dispuesta a abollar el yelmo junto con la cabeza del maldito si tenía la necesidad o la oportunidad.
No quería meterme en la pelea de Elen –y mucho menos ponerme en riesgo en la forma humana- pero tampoco quería perturbar más la paz del jovencito. Nada pasaba por casualidades. Había sido una tonta en mi ignorancia por haberle restado crédito a los bio y este era mi castigo: un niño.
Off: Me tomé dos libertades, la primera, que el muertito era mi presa y no la de Elen -lo siento Elen :)- la segunda, decir que estás volviendo a tu forma de vampiro, pero como en el tema de Midgar dice que es solo por un turno, supongo que la inferencia es correcta. Si hay algo que editar, me lo hacen saber asap ^^
Off 2: Dadas las interacciones que inicié o dejé en marcha, también les autorizo a usar a Wood de la forma más conveniente para cerrar cada acción ewe Z- no te pases eh que conozco tus intenciones- ewe ewe
Woodpecker
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Re: Juego de sombras [Libre] [Cerrado]
Tras el primer impacto, que había dejado a su contrincante en el suelo momentáneamente, la mujer bestia se apartó para ganar algo de espacio, plegando las alas y revisándose fugazmente con la esperanza de que las plumas desapareciesen lo antes posible. - Vamos, vamos… - masculló, rogando a los dioses que dejasen de convertirla en su objeto de diversión, al menos por aquella noche. - Con estas cosas no puedo hacer nada. - pensó frustrada, deslizando la mirada hasta la empuñadura de su daga, arma que no podría desenvainar hasta que volviese a tener manos.
Anticipándose al enemigo, que ya se recuperaba del golpe y empezaba a incorporarse, la de ojos verdes alzó el vuelo nuevamente, pero esta vez no tuvo tiempo suficiente como para ascender hasta la altura que había alcanzado en su anterior ataque. Con el guerrero ya en pie y dispuesto a continuar la pelea, Elen se vio obligada a precipitarse sobre él sin el impulso que hubiese querido, y además de frente, pues ya no contaba con el factor sorpresa. El resultado fue un choque bastante violento entre ambos, en el que rodaron por la tierra varios metros antes de detenerse, el miembro de Exos con la espalda pegada al suelo, y la joven atrapada entre sus fuertes brazos. - ¡Suéltame! - exigió, retorciéndose bruscamente en un vano intento por liberarse, mientras su captor la miraba con frialdad y le ofrecía una sonrisa cargada de malicia.
La estaba esperando y ahora la tenía justo donde quería, solo tenía que apretar su “abrazo“ hasta que le faltase el aire y se desvaneciese, entonces acabaría con ella y se llevaría su trofeo, algunas de las coloridas plumas que formaban parte de su cola. Si Géminis no la hubiese transformado aquel desgraciado habría lamentado terriblemente el simple hecho de tocarla, la electricidad lo habría recorrido por entero y habría destrozado desde dentro su cuerpo, pero sin esa posibilidad, ni la de usar sombras, a la benjamina de los Calhoun solo le quedó una opción, usar lo que su nueva forma le ofrecía.
Eso se tradujo en un doloroso picotazo directamente al ojo izquierdo de su adversario, que aflojó el agarre con que la retenía y maldijo a viva voz, insultándola con una palabra poco apropiada para decirla delante de un niño. La sangre pronto tiñó toda la parte blanca que rodeaba el iris y comenzó a caer por la mejilla del hombre, su pupila había sido atravesada por la afilada punta del pico y las consecuencias de ello no se hicieron esperar, a efectos prácticos lo había dejado tuerto.
Lejos de mostrarse dolorido o en shock, lo que una persona normal haría al perder parte de su capacidad de visión de tal forma, el guerrero se levantó a toda prisa y embistió a la culpable de su mal, consiguiendo que ésta aterrizase sobre una de las alas y se la dañase, ya no podría utilizar la ventaja de las alturas. Movido por su furia, se abalanzó sobre ella y le propinó un contundente puñetazo en la mandíbula que la dejó aturdida por unos instantes, que por supuesto, aprovechó para volver a golpearla en el mismo punto. La vampira nada tenía que hacer contra aquella fuerza bruta, debía escapar y esperar a que la maldita transformación se revirtiese, cosa que por suerte no tardaría mucho en pasar.
Antes de que pudiese asestarle el tercer puñetazo en el rostro, Elen lanzó un rodillazo a la entrepierna del luchador y consiguió quitárselo de encima, se alejó de él y trató de controlar su agitada respiración, mientras escuchaba de fondo el inconfundible sonido de huesos al romperse. Un leve vistazo le bastó para comprobar que no era Wood la que estaba causando aquello sino Zero, el pequeño se las había ingeniado para aterrizar sobre su oponente y destrozarlo, literalmente. Viendo de lo que era capaz el niño las sospechas regresaron a la cabeza de la mujer bestia, no olía como los humanos con los que solía relacionarse, y su tremenda fuerza dejaba entrever que ciertamente, no pertenecía a aquella raza.
Su situación no le permitió seguir pensando sobre ello durante más tiempo, aún quedaba un enemigo a batir, y ahora la necesidad de atraparlo con vida era mucho mayor. Con eso en mente se giró hacia el individuo que quedaba en pie y dio gracias a los dioses en cuanto las alas y el resto de partes de ave desaparecieron, permitiendo que su sombrío elemento volviese a responderle. Un negro muro apareció ante ella, y casi al instante salió disparado en dirección al miembro de Exos, que una vez más fue a dar con sus huesos contra la tierra. Gruñendo guturalmente, y dejando claro que no se rendiría de ningún modo, el espadachín logró incorporarse y avanzó hacia ella a toda velocidad, solo para estamparse contra otra oscura barrera que apareció delante de sus narices de forma repentina.
Varios lazos de sombras brotaron del cuerpo de la vampira para inmovilizar las piernas de su persistente contrincante, y justo entonces llegó Wood, armada con un escudo y lista para causar el mayor daño posible a aquel ser. La loba abordó a su objetivo por uno de los costados, y descargó contra su cabeza un duro golpe que lo hizo tambalearse, en aquel momento el desgraciado empezó a sentir todo lo que llevaba ignorando desde el inicio del combate, no podría aguantar mucho más sin desplomarse. - ¡Wood! ¡No lo mates! - pidió Elen, adelantándose y apretando las ligaduras en torno a las piernas de su víctima para obligarlo a arrodillarse, posición en la que otra sombra se cernió en torno a su cuello, limitando el aire que podía meter en los pulmones.
La de cabellos cenicientos alcanzó a su prisionero y meramente por venganza, echó hacia atrás la diestra para darle un puñetazo en el rostro, cosa que dolió a ambos, aunque más a uno que a otro. - Quizá podamos sacarle algo de información. - explicó, situándose detrás del extraño y volviendo a manipular sus manos para que se convirtiesen en garras, que al momento se clavaron en los bíceps de éste, con lo que el más mínimo movimiento lo pondría en un serio peligro. Si trataba de resistirse ella le rajaría la arteria y se desangraría, con lo que terminaría todo… pero Zero se quedarían sin averiguar lo que fuese que le hubiesen mandado a investigar.
Off: No he querido manejarte mucho Wood así que solo he puesto el golpe que más o menos tenías en mente dar.
Anticipándose al enemigo, que ya se recuperaba del golpe y empezaba a incorporarse, la de ojos verdes alzó el vuelo nuevamente, pero esta vez no tuvo tiempo suficiente como para ascender hasta la altura que había alcanzado en su anterior ataque. Con el guerrero ya en pie y dispuesto a continuar la pelea, Elen se vio obligada a precipitarse sobre él sin el impulso que hubiese querido, y además de frente, pues ya no contaba con el factor sorpresa. El resultado fue un choque bastante violento entre ambos, en el que rodaron por la tierra varios metros antes de detenerse, el miembro de Exos con la espalda pegada al suelo, y la joven atrapada entre sus fuertes brazos. - ¡Suéltame! - exigió, retorciéndose bruscamente en un vano intento por liberarse, mientras su captor la miraba con frialdad y le ofrecía una sonrisa cargada de malicia.
La estaba esperando y ahora la tenía justo donde quería, solo tenía que apretar su “abrazo“ hasta que le faltase el aire y se desvaneciese, entonces acabaría con ella y se llevaría su trofeo, algunas de las coloridas plumas que formaban parte de su cola. Si Géminis no la hubiese transformado aquel desgraciado habría lamentado terriblemente el simple hecho de tocarla, la electricidad lo habría recorrido por entero y habría destrozado desde dentro su cuerpo, pero sin esa posibilidad, ni la de usar sombras, a la benjamina de los Calhoun solo le quedó una opción, usar lo que su nueva forma le ofrecía.
Eso se tradujo en un doloroso picotazo directamente al ojo izquierdo de su adversario, que aflojó el agarre con que la retenía y maldijo a viva voz, insultándola con una palabra poco apropiada para decirla delante de un niño. La sangre pronto tiñó toda la parte blanca que rodeaba el iris y comenzó a caer por la mejilla del hombre, su pupila había sido atravesada por la afilada punta del pico y las consecuencias de ello no se hicieron esperar, a efectos prácticos lo había dejado tuerto.
Lejos de mostrarse dolorido o en shock, lo que una persona normal haría al perder parte de su capacidad de visión de tal forma, el guerrero se levantó a toda prisa y embistió a la culpable de su mal, consiguiendo que ésta aterrizase sobre una de las alas y se la dañase, ya no podría utilizar la ventaja de las alturas. Movido por su furia, se abalanzó sobre ella y le propinó un contundente puñetazo en la mandíbula que la dejó aturdida por unos instantes, que por supuesto, aprovechó para volver a golpearla en el mismo punto. La vampira nada tenía que hacer contra aquella fuerza bruta, debía escapar y esperar a que la maldita transformación se revirtiese, cosa que por suerte no tardaría mucho en pasar.
Antes de que pudiese asestarle el tercer puñetazo en el rostro, Elen lanzó un rodillazo a la entrepierna del luchador y consiguió quitárselo de encima, se alejó de él y trató de controlar su agitada respiración, mientras escuchaba de fondo el inconfundible sonido de huesos al romperse. Un leve vistazo le bastó para comprobar que no era Wood la que estaba causando aquello sino Zero, el pequeño se las había ingeniado para aterrizar sobre su oponente y destrozarlo, literalmente. Viendo de lo que era capaz el niño las sospechas regresaron a la cabeza de la mujer bestia, no olía como los humanos con los que solía relacionarse, y su tremenda fuerza dejaba entrever que ciertamente, no pertenecía a aquella raza.
Su situación no le permitió seguir pensando sobre ello durante más tiempo, aún quedaba un enemigo a batir, y ahora la necesidad de atraparlo con vida era mucho mayor. Con eso en mente se giró hacia el individuo que quedaba en pie y dio gracias a los dioses en cuanto las alas y el resto de partes de ave desaparecieron, permitiendo que su sombrío elemento volviese a responderle. Un negro muro apareció ante ella, y casi al instante salió disparado en dirección al miembro de Exos, que una vez más fue a dar con sus huesos contra la tierra. Gruñendo guturalmente, y dejando claro que no se rendiría de ningún modo, el espadachín logró incorporarse y avanzó hacia ella a toda velocidad, solo para estamparse contra otra oscura barrera que apareció delante de sus narices de forma repentina.
Varios lazos de sombras brotaron del cuerpo de la vampira para inmovilizar las piernas de su persistente contrincante, y justo entonces llegó Wood, armada con un escudo y lista para causar el mayor daño posible a aquel ser. La loba abordó a su objetivo por uno de los costados, y descargó contra su cabeza un duro golpe que lo hizo tambalearse, en aquel momento el desgraciado empezó a sentir todo lo que llevaba ignorando desde el inicio del combate, no podría aguantar mucho más sin desplomarse. - ¡Wood! ¡No lo mates! - pidió Elen, adelantándose y apretando las ligaduras en torno a las piernas de su víctima para obligarlo a arrodillarse, posición en la que otra sombra se cernió en torno a su cuello, limitando el aire que podía meter en los pulmones.
La de cabellos cenicientos alcanzó a su prisionero y meramente por venganza, echó hacia atrás la diestra para darle un puñetazo en el rostro, cosa que dolió a ambos, aunque más a uno que a otro. - Quizá podamos sacarle algo de información. - explicó, situándose detrás del extraño y volviendo a manipular sus manos para que se convirtiesen en garras, que al momento se clavaron en los bíceps de éste, con lo que el más mínimo movimiento lo pondría en un serio peligro. Si trataba de resistirse ella le rajaría la arteria y se desangraría, con lo que terminaría todo… pero Zero se quedarían sin averiguar lo que fuese que le hubiesen mandado a investigar.
Off: No he querido manejarte mucho Wood así que solo he puesto el golpe que más o menos tenías en mente dar.
Elen Calhoun
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Re: Juego de sombras [Libre] [Cerrado]
En ese instante de reflexión sangrienta Zero recibe un extraño presente, cariño por parte de la licántropa. Acepta el abrazo pero no consigue responder a tiempo, solo se queda allí con una mirada interrogante.
No ha experimentado muchas muestras de afecto desde que salió a explorar el mundo, toda su experiencia le obliga a considerar Aerandir como un sitio frio y peligroso… pero son instantes como este los que le hacen sentir aprecio por la vida inteligente.
Sonríe ante las palabras de su nueva compañera mientras toma la posición señalada, puede recibir mucho castigo antes de quedar desactivado pero algo en aquella mujer le insta a obedecer. Cierto recuerdo fantasma aflora en la mente del chico quien no logra hacer otra cosa más que mirar con nostalgia.
Madre…
La imagen se desvanece, cruel recordatorio de que su vida anterior ya paso y no volverá. Ciertamente los seres vivos tienen existencias llenas de sufrimiento con muchas deficiencias aunque también despiertan algo de envidia en una maquina infantil como Z9-42.
Vuelve a centrarse en la batalla justo a tiempo para detallar como Elen recibe numerosos ataques, su nueva forma es elegante pero dista mucho de ser un espécimen destacable si tenemos en cuenta capacidad combativa.
Por suerte aquella forma aviar no dura mucho, la mujer vuelve a su estado anterior y logra encadenar un ataque conjunto que deja al último enemigo en cierta posición desesperada, la batalla parece haber finalizado.
Bien hecho “aplausos”
Una nueva presencia se manifiesta aunque bajo estándares extraños, para los sensores del “niño” es como si estuviera hablando de todas direcciones. Le tarda varios segundos darse cuenta de que alguien puede estar manipulando su mente.
Mi señor, he fallado, perdóneme y conviértame en un instrumento de divinidad.
Apenas termina sus palabras el legionario comienza a experimentar espasmos violentos que finalizan en un estallido biológico, le explotan las venas enviando sangre con restos azules en todas direcciones.
Me llamo Verne, lamento no mostrarme ante ustedes pero créanme cuando les digo que es mejor así. Han interferido con una operación de mi maestro aunque tengo órdenes específicas de pasar por alto tal ofensa una vez... no les recomiendo cometer de nuevo el error.
Algo extraño tiene esa voz, Zero casi puede asegurar conocerla aunque toda memoria de su dueño se encuentra en blanco. Es algo del pasado, un individuo muy venerado por su persona pero que no tiene cabida en el presente.
No atraigan nuestra atención otra vez.
Esa simple frase resuena en la mente del chico artificial, fue transmitida en tono alto con severidad. También destaca por otro aspecto, es un tipo diferente de voz… como la de un niño enojado.
De repente el cielo comienza a fluctuar mostrando un acelerado paso del tiempo, la noche transcurre en su totalidad antes de regresar al punto correcto dejando más preguntas que respuestas.
Ya no quedan dudas, los mirmidones son más necesarios que nunca… tome la decisión correcta.
No ha experimentado muchas muestras de afecto desde que salió a explorar el mundo, toda su experiencia le obliga a considerar Aerandir como un sitio frio y peligroso… pero son instantes como este los que le hacen sentir aprecio por la vida inteligente.
Sonríe ante las palabras de su nueva compañera mientras toma la posición señalada, puede recibir mucho castigo antes de quedar desactivado pero algo en aquella mujer le insta a obedecer. Cierto recuerdo fantasma aflora en la mente del chico quien no logra hacer otra cosa más que mirar con nostalgia.
Madre…
La imagen se desvanece, cruel recordatorio de que su vida anterior ya paso y no volverá. Ciertamente los seres vivos tienen existencias llenas de sufrimiento con muchas deficiencias aunque también despiertan algo de envidia en una maquina infantil como Z9-42.
Vuelve a centrarse en la batalla justo a tiempo para detallar como Elen recibe numerosos ataques, su nueva forma es elegante pero dista mucho de ser un espécimen destacable si tenemos en cuenta capacidad combativa.
Por suerte aquella forma aviar no dura mucho, la mujer vuelve a su estado anterior y logra encadenar un ataque conjunto que deja al último enemigo en cierta posición desesperada, la batalla parece haber finalizado.
Bien hecho “aplausos”
Una nueva presencia se manifiesta aunque bajo estándares extraños, para los sensores del “niño” es como si estuviera hablando de todas direcciones. Le tarda varios segundos darse cuenta de que alguien puede estar manipulando su mente.
Mi señor, he fallado, perdóneme y conviértame en un instrumento de divinidad.
Apenas termina sus palabras el legionario comienza a experimentar espasmos violentos que finalizan en un estallido biológico, le explotan las venas enviando sangre con restos azules en todas direcciones.
Me llamo Verne, lamento no mostrarme ante ustedes pero créanme cuando les digo que es mejor así. Han interferido con una operación de mi maestro aunque tengo órdenes específicas de pasar por alto tal ofensa una vez... no les recomiendo cometer de nuevo el error.
Algo extraño tiene esa voz, Zero casi puede asegurar conocerla aunque toda memoria de su dueño se encuentra en blanco. Es algo del pasado, un individuo muy venerado por su persona pero que no tiene cabida en el presente.
No atraigan nuestra atención otra vez.
Esa simple frase resuena en la mente del chico artificial, fue transmitida en tono alto con severidad. También destaca por otro aspecto, es un tipo diferente de voz… como la de un niño enojado.
De repente el cielo comienza a fluctuar mostrando un acelerado paso del tiempo, la noche transcurre en su totalidad antes de regresar al punto correcto dejando más preguntas que respuestas.
Ya no quedan dudas, los mirmidones son más necesarios que nunca… tome la decisión correcta.
- Off:
- Rondas finales “les dije que sería corto el tema jeje”, dejo este off para agregar que la voz inicial de Verne es de una persona importante para ustedes.
Z9-42
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Re: Juego de sombras [Libre] [Cerrado]
Con el ímpetu que llevaba, no me costó asestarle un buen golpe a la cabeza con el escudo. Había tomado mi improvisada arma con ambas manos y con un balanceo desde el costado lo estrellé con todas mis fuerzas en la presa de Elen. Nuevamente, un humano común hubiera quedado inconsciente con la fuerza de aquél ataque. Sentí que se me saltaba la vena y pensé en darle otro más ya que estaba inmovilizado y todo, pero Elen pareció leerme el pensamiento y me detuve antes de comenzar la acción. El escudo se deslizó entre mis dedos mientras sentía que la fuerza del frenesí se agotaba y era reemplazada por muchas pequeñas fuentes de dolor por todo mi cuerpo. Tch con cautela me llevé una mano a las costillas ¡…! oh sí, estaban rotas. Me tomé la precaución de respirar más veces y más liviano.
Elen había cambiado, toda mi agresividad de la que siempre había hecho alarde palidecía en comparación con su descargo. Había perdido su toque eléctrico, pero había ganado cierta rudeza y un puño… que apostaba era duro a juzgar por el gemido que recibió en respuesta. De nuevo, me alegraba no ser su enemiga. No dejaba nada al azar, parecía estar preparada para lidiar con eso y mucho más, la forma en la que había inmovilizado a su presa era como si lo hubiese hecho cientos de veces. Me sentía como una cachorra a la que le quitan su inocencia como si fuese una pelota. Elen era una luchadora infinitamente más fuerte, pero daba más miedo. Su nueva existencia no tenía nada de normal y nadie que yo conociera se convertía en una bandada de cuervos asesinos.
Me di la vuelta con la intención de llamar a Zero para que hiciera sus respectivas preguntas, pero unas palabras resonaron en mi cabeza. Mierda no era la primera vez que alguien se metía en mi cabeza. Sentía un doble tono que disfrazaba la verdadera voz del perpetrador. Yo escuchaba la voz de Alexein en mis pensamientos, mi lobo negro. Cerré mis puños intentando mantener mis pensamientos a raya, pensar en caminos bloqueados. Pero pronto me quedé en blanco cuando el rehén explotó de la misma forma en la que haces explotar cosas con compuestos alquímicos o gases. Otra oleada de carne, sangre y humores volvió a golpearme de lado, entreverado con partes de metal y astillas de huesos.
Había estado en varias batallas sangrientas en mi vida… como cuando luchamos contra los nigromantes o los muertos resucitados, pero esto había sido por lejos lo más asqueroso. Probablemente estaría semanas antes de que se me quitara el tufo y esa sangre que… ¿era violácea? En mi forma de lobo no distinguía los colores tan bien como con los ojos humanos, aunque la oscuridad no ayudaba exactamente a diferenciar las cosas. “Verne eh… te vas a arrepentir de usar la voz de un muerto” pensé concentrándome en mandar ese mensaje, como si se tratara de alguien más de mi manada. No sabía si él recibiría el mensaje, ni si era capaz de leer mis pensamientos, así que sólo le escuché, haciendo un vacío en mi cabeza.
La voz silenció. Miré a Elen y fui donde estaba Zero, en un par de zancadas estuve lo suficientemente cerca. ¿Mirmidones? ¿Sabes quién nos acaba de amenazar? pregunté, apoyando una mano sobre su hombro, ahora que lo veía como un niño no era “tan” difícil interactuar con él. Probablemente me veía horrenda con restos de esos seres colgando de mí, pero no había mucho que pudiera hacer para cambiar mi apariencia frente a Zero. Miré el cielo y luego a Elen. Debes marcharte... Espero que nos volvamos a encontrar en una situación más propicia… me gustaría saber qué ha pasado y si te puedo ser de ayuda le dije a la que otrora fuera bruja. Habían historias que hablaban del vampirismo como una maldición, tal vez esa era su condición. Si había una maldición tenía que haber una cura… ¿no? dudaba que no quisiera revertir todo eso de estar cambiando permanentemente de forma, pero quién sabía...
La preocupación por una vieja compañera de armas -casi una amiga- y la que sentía por el niño estaban bastante igualadas. A una le tenía afecto por lo que habíamos compartido en el pasado y preocupación de lo que sería ella en el futuro, había cambiado mucho. Pero Zero era un niño, un niño biocibernético que estaba allí solito. Sólo verle me hacía imaginar a mis hijos en su lugar y se me achicaba el corazón. Nuevamente, volvía a estar en una situación difícil -mal-di-tos-cien-tí-i-cos-
Elen había cambiado, toda mi agresividad de la que siempre había hecho alarde palidecía en comparación con su descargo. Había perdido su toque eléctrico, pero había ganado cierta rudeza y un puño… que apostaba era duro a juzgar por el gemido que recibió en respuesta. De nuevo, me alegraba no ser su enemiga. No dejaba nada al azar, parecía estar preparada para lidiar con eso y mucho más, la forma en la que había inmovilizado a su presa era como si lo hubiese hecho cientos de veces. Me sentía como una cachorra a la que le quitan su inocencia como si fuese una pelota. Elen era una luchadora infinitamente más fuerte, pero daba más miedo. Su nueva existencia no tenía nada de normal y nadie que yo conociera se convertía en una bandada de cuervos asesinos.
Me di la vuelta con la intención de llamar a Zero para que hiciera sus respectivas preguntas, pero unas palabras resonaron en mi cabeza. Mierda no era la primera vez que alguien se metía en mi cabeza. Sentía un doble tono que disfrazaba la verdadera voz del perpetrador. Yo escuchaba la voz de Alexein en mis pensamientos, mi lobo negro. Cerré mis puños intentando mantener mis pensamientos a raya, pensar en caminos bloqueados. Pero pronto me quedé en blanco cuando el rehén explotó de la misma forma en la que haces explotar cosas con compuestos alquímicos o gases. Otra oleada de carne, sangre y humores volvió a golpearme de lado, entreverado con partes de metal y astillas de huesos.
Había estado en varias batallas sangrientas en mi vida… como cuando luchamos contra los nigromantes o los muertos resucitados, pero esto había sido por lejos lo más asqueroso. Probablemente estaría semanas antes de que se me quitara el tufo y esa sangre que… ¿era violácea? En mi forma de lobo no distinguía los colores tan bien como con los ojos humanos, aunque la oscuridad no ayudaba exactamente a diferenciar las cosas. “Verne eh… te vas a arrepentir de usar la voz de un muerto” pensé concentrándome en mandar ese mensaje, como si se tratara de alguien más de mi manada. No sabía si él recibiría el mensaje, ni si era capaz de leer mis pensamientos, así que sólo le escuché, haciendo un vacío en mi cabeza.
La voz silenció. Miré a Elen y fui donde estaba Zero, en un par de zancadas estuve lo suficientemente cerca. ¿Mirmidones? ¿Sabes quién nos acaba de amenazar? pregunté, apoyando una mano sobre su hombro, ahora que lo veía como un niño no era “tan” difícil interactuar con él. Probablemente me veía horrenda con restos de esos seres colgando de mí, pero no había mucho que pudiera hacer para cambiar mi apariencia frente a Zero. Miré el cielo y luego a Elen. Debes marcharte... Espero que nos volvamos a encontrar en una situación más propicia… me gustaría saber qué ha pasado y si te puedo ser de ayuda le dije a la que otrora fuera bruja. Habían historias que hablaban del vampirismo como una maldición, tal vez esa era su condición. Si había una maldición tenía que haber una cura… ¿no? dudaba que no quisiera revertir todo eso de estar cambiando permanentemente de forma, pero quién sabía...
La preocupación por una vieja compañera de armas -casi una amiga- y la que sentía por el niño estaban bastante igualadas. A una le tenía afecto por lo que habíamos compartido en el pasado y preocupación de lo que sería ella en el futuro, había cambiado mucho. Pero Zero era un niño, un niño biocibernético que estaba allí solito. Sólo verle me hacía imaginar a mis hijos en su lugar y se me achicaba el corazón. Nuevamente, volvía a estar en una situación difícil -mal-di-tos-cien-tí-i-cos-
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Re: Juego de sombras [Libre] [Cerrado]
El guerrero tuvo suerte de no volver a sentir en sus carnes el ímpetu de la licántropa, que haciendo caso a las palabras de su aliada dejó caer el escudo que portaba y se llevó una mano a las costillas, probablemente para valorar el daño que había recibido durante la pelea. Elen no se movió de su posición, clavo aún más las garras en los brazos de su prisionero y aguardó a que el dolor lo instase a hablar, aunque para eso habría que formular las preguntas correctas y eso solo podía hacerlo Zero. Pero antes de que pudiese llamar al chico para que se acercase a ellos, una extraña voz comenzó a sonar dentro de su cabeza, provocando que la agitase levemente hacia los lados, como si con eso pudiese sacársela de la mente.
Se podría decir que estaba acostumbrada a aquel fenómeno, las almas del medallón se comunicaban con ella constantemente del mismo modo e incluso Vladimir y otros vampiros lo habían hecho antes, pero ésta vez fue diferente… la voz que escuchaba le sonaba trágicamente familiar. - ¿Quién es? - se preguntó a sí misma, cerrando los ojos y tratando de averiguar la identidad del interlocutor, que pronto llegó a sus pensamientos de forma repentina. Contrajo el rostro en una mueca triste al percatarse de que estaba oyendo a su difunto padre, pero en cuestión de segundos su expresión se tornó furiosa, ¿cómo se atrevían a jugar con su memoria de aquella manera? Era simplemente imperdonable.
Sus zarpas se apretaron en torno a los brazos del espadachín justo antes de que éste dirigiese unas palabras a su señor y empezase a sufrir violentas convulsiones, que terminaron con una asquerosa explosión de sus venas y el reguero de sangre violácea que salió disparada en todas direcciones. - Estupendo… ¿cómo voy a explicarle esto a Alister? - pensó, al tiempo que dejaba caer el inerte cuerpo sobre la hierba. Toda su ropa estaba ahora cubierta con aquel extraña y repugnante sustancia, un punzante dolor se extendía por su brazo izquierdo y el moratón en la mandíbula no tardaría en salir para acompañar al rojizo hilillo que caía desde la comisura de sus labios hasta la barbilla. Nada de aquello haría gracia al dragón, que sin duda se encargaría de sermonearla por haber salido sola a cazar, eso sin contar lo relacionado con la transformación en sombra de odio… cosa que se guardaría para evitar más conflictos.
- Verne. - musitó, haciendo que sus garras se desvaneciesen para poder cerrar los puños. Ese era el nombre de la persona que la estaba manipulando para que oyese a su padre, ¿tan cobarde era como para utilizar su propia voz? La centinela ni siquiera lo conocía, entonces ¿a qué venía tanta tontería? No tenía ni idea, ni tampoco sobre Exos, así que le tocaría investigar al respecto, es decir, acercarse a Zero para que resolviese sus dudas y la pusiese al tanto de lo que estaba pasando. El extraño lanzó una advertencia a modo de despedida, y solo unos segundos después el cielo comenzó a cambiar, consiguiendo que la benjamina de los Calhoun diese un paso atrás y alzase la vista con preocupación, nunca había visto nada parecido.
Conocía el plano que compartía con sus hermanos, uno en el que el tiempo no transcurría, y también había viajado a través de un portal hasta el pasado, pero lo que tenía ante sus ojos era algo nuevo e inquietante. ¿Acaso iba a hacerse de día y acabaría calcinada por el sol? la sola idea de que eso ocurriese la movió a escrutar los alrededores con la mirada en busca de algún lugar que le permitiese esconderse de la luz, pero gracias a los dioses, no le hizo falta. - ¿De qué va todo esto Zero? ¿qué es lo que acaba de pasar? - inquirió, avanzando hacia el chico en cuanto volvieron a quedarse los tres solos. -¿Mirmidones? - añadió, repitiendo a Wood.
No entendía nada en absoluto, pero la loba tenía razón, su presencia allí suponía un grave peligro para ambos, con lo que solo se quedaría unos minutos más antes de alejarse de ellos. - ¿Cómo va todo por ahí dentro? - preguntó mentalmente a sus aliadas de la reliquia, esperando que las sombras del Nigromante no volviesen a aparecer, al menos no antes de que pudiese llegar hasta Alister. - Los heridos se recuperan… por ahora no hay signos de esa cosa. - respondió una de las almas, la única que había resistido el combate contra la creación del Hombre Muerto.
- Tengo poco tiempo pero quiero saber quién es ese Verne. - dijo, clavando su vista sobre el muchacho. - Me gustaría poder explicarte todo Wood pero es una larga historia… estoy pasando unos días en Roilkat, búscame si pasas por allí. - prosiguió, girando el rostro hacia la peliblanca. Su inestabilidad había quedado más que demostrada, necesitaba llegar hasta el cazador, solo él con su elemento podría mantener a raya a la sombra de odio, pero se concedería lo justo para poder escuchar la posible explicación de Zero, luego tendría que regresar a la ciudad tan rápido como le fuese posible.
Se podría decir que estaba acostumbrada a aquel fenómeno, las almas del medallón se comunicaban con ella constantemente del mismo modo e incluso Vladimir y otros vampiros lo habían hecho antes, pero ésta vez fue diferente… la voz que escuchaba le sonaba trágicamente familiar. - ¿Quién es? - se preguntó a sí misma, cerrando los ojos y tratando de averiguar la identidad del interlocutor, que pronto llegó a sus pensamientos de forma repentina. Contrajo el rostro en una mueca triste al percatarse de que estaba oyendo a su difunto padre, pero en cuestión de segundos su expresión se tornó furiosa, ¿cómo se atrevían a jugar con su memoria de aquella manera? Era simplemente imperdonable.
Sus zarpas se apretaron en torno a los brazos del espadachín justo antes de que éste dirigiese unas palabras a su señor y empezase a sufrir violentas convulsiones, que terminaron con una asquerosa explosión de sus venas y el reguero de sangre violácea que salió disparada en todas direcciones. - Estupendo… ¿cómo voy a explicarle esto a Alister? - pensó, al tiempo que dejaba caer el inerte cuerpo sobre la hierba. Toda su ropa estaba ahora cubierta con aquel extraña y repugnante sustancia, un punzante dolor se extendía por su brazo izquierdo y el moratón en la mandíbula no tardaría en salir para acompañar al rojizo hilillo que caía desde la comisura de sus labios hasta la barbilla. Nada de aquello haría gracia al dragón, que sin duda se encargaría de sermonearla por haber salido sola a cazar, eso sin contar lo relacionado con la transformación en sombra de odio… cosa que se guardaría para evitar más conflictos.
- Verne. - musitó, haciendo que sus garras se desvaneciesen para poder cerrar los puños. Ese era el nombre de la persona que la estaba manipulando para que oyese a su padre, ¿tan cobarde era como para utilizar su propia voz? La centinela ni siquiera lo conocía, entonces ¿a qué venía tanta tontería? No tenía ni idea, ni tampoco sobre Exos, así que le tocaría investigar al respecto, es decir, acercarse a Zero para que resolviese sus dudas y la pusiese al tanto de lo que estaba pasando. El extraño lanzó una advertencia a modo de despedida, y solo unos segundos después el cielo comenzó a cambiar, consiguiendo que la benjamina de los Calhoun diese un paso atrás y alzase la vista con preocupación, nunca había visto nada parecido.
Conocía el plano que compartía con sus hermanos, uno en el que el tiempo no transcurría, y también había viajado a través de un portal hasta el pasado, pero lo que tenía ante sus ojos era algo nuevo e inquietante. ¿Acaso iba a hacerse de día y acabaría calcinada por el sol? la sola idea de que eso ocurriese la movió a escrutar los alrededores con la mirada en busca de algún lugar que le permitiese esconderse de la luz, pero gracias a los dioses, no le hizo falta. - ¿De qué va todo esto Zero? ¿qué es lo que acaba de pasar? - inquirió, avanzando hacia el chico en cuanto volvieron a quedarse los tres solos. -¿Mirmidones? - añadió, repitiendo a Wood.
No entendía nada en absoluto, pero la loba tenía razón, su presencia allí suponía un grave peligro para ambos, con lo que solo se quedaría unos minutos más antes de alejarse de ellos. - ¿Cómo va todo por ahí dentro? - preguntó mentalmente a sus aliadas de la reliquia, esperando que las sombras del Nigromante no volviesen a aparecer, al menos no antes de que pudiese llegar hasta Alister. - Los heridos se recuperan… por ahora no hay signos de esa cosa. - respondió una de las almas, la única que había resistido el combate contra la creación del Hombre Muerto.
- Tengo poco tiempo pero quiero saber quién es ese Verne. - dijo, clavando su vista sobre el muchacho. - Me gustaría poder explicarte todo Wood pero es una larga historia… estoy pasando unos días en Roilkat, búscame si pasas por allí. - prosiguió, girando el rostro hacia la peliblanca. Su inestabilidad había quedado más que demostrada, necesitaba llegar hasta el cazador, solo él con su elemento podría mantener a raya a la sombra de odio, pero se concedería lo justo para poder escuchar la posible explicación de Zero, luego tendría que regresar a la ciudad tan rápido como le fuese posible.
Elen Calhoun
Aerandiano de honor
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Re: Juego de sombras [Libre] [Cerrado]
Con las amenazas directas solventadas llega el momento de las preguntas, pocos en Aerandir conocen algo de Exos a menos que estén relacionados directamente en sus tramas… o sean víctimas afortunadas.
La ignorancia del público respecto a su existencia es lo que le ha permitido volverse tan fuerte, desde las sombras maneja todos sus intereses y el anonimato es una de las cosas que más se empeña en mantener.
Ambas mujeres luego de superar la experiencia sueltan interrogantes que a pesar de llegar en tiempos diferentes son muy similares entre sí, tienen prisa por seguir con sus vidas pero reservan algunos instantes para entender a profundidad lo ocurrido.
Verne es uno de los lugartenientes de Exos, maneja su red de información… escuchar lo demás podría involucrarlas así que es un buen momento para seguir su camino si desean dejar esto atrás.
Espera dos minutos a que alguna se retire, es un gesto de decencia. Exos es su carga y tiene bastante cuidado de a quien involucrar, dicho personaje posee muchos recursos volviéndose “alguien de cuidado”.
Exos es un bio… como yo y la vez muy diferente, se volvió peligroso para los habitantes de Aerandir por razones desconocidas “baja la mirada” lleva mucho tiempo causando daño, cubriendo sus huellas, reclutando.
Para cualquier persona corriente tal revelación seria tomada de locura pero los aventureros suelen tener una mente muy abierta luego de tantas situaciones extrañas, Z9-42 solo puede esperar que las mujeres acepten la información como real.
Los mirmidones son un grupo que funde para rastrear esta amenaza y combatirla, no es trabajo fácil pues Exos tiene un número enorme de miembros con sus propios líderes.
No es la única facción que alguna vez se ha enfrentado al personaje pero si la que está en mayor disposición de cumplir la tarea, es un horizonte lejano pero Zero como buen bio puede ser bastante laborioso.
Lo que han visto aquí es solo una pequeña parte de sus maquinaciones, ha causado mucho daño al ser vivo y por ende debe ser… eliminado.
Tal concepto le pone triste, una maquina no debería destruir a otra aunque ya no quedan más opciones. Es imposible dialogar con la entidad e incluso de darse el caso se encuentra tan convencido de sus ideales que no cambiara de opinión.
Muchas gracias por su ayuda aquí, puede que no parezca una victoria pero los mirmidones hemos conseguido información útil, tengan mucho cuidado.
Sonríe con su típico rostro calmado mientras acerca sus pasos al primer cadáver, estudiara un poco los cuerpos en busca de más detalles antes de partir. La carretera del rey ya no recibe tanto tráfico como antes así que debería poder trabajar con tranquilidad, también duda que Verne rompa su acuerdo.
La ignorancia del público respecto a su existencia es lo que le ha permitido volverse tan fuerte, desde las sombras maneja todos sus intereses y el anonimato es una de las cosas que más se empeña en mantener.
Ambas mujeres luego de superar la experiencia sueltan interrogantes que a pesar de llegar en tiempos diferentes son muy similares entre sí, tienen prisa por seguir con sus vidas pero reservan algunos instantes para entender a profundidad lo ocurrido.
Verne es uno de los lugartenientes de Exos, maneja su red de información… escuchar lo demás podría involucrarlas así que es un buen momento para seguir su camino si desean dejar esto atrás.
Espera dos minutos a que alguna se retire, es un gesto de decencia. Exos es su carga y tiene bastante cuidado de a quien involucrar, dicho personaje posee muchos recursos volviéndose “alguien de cuidado”.
Exos es un bio… como yo y la vez muy diferente, se volvió peligroso para los habitantes de Aerandir por razones desconocidas “baja la mirada” lleva mucho tiempo causando daño, cubriendo sus huellas, reclutando.
Para cualquier persona corriente tal revelación seria tomada de locura pero los aventureros suelen tener una mente muy abierta luego de tantas situaciones extrañas, Z9-42 solo puede esperar que las mujeres acepten la información como real.
Los mirmidones son un grupo que funde para rastrear esta amenaza y combatirla, no es trabajo fácil pues Exos tiene un número enorme de miembros con sus propios líderes.
No es la única facción que alguna vez se ha enfrentado al personaje pero si la que está en mayor disposición de cumplir la tarea, es un horizonte lejano pero Zero como buen bio puede ser bastante laborioso.
Lo que han visto aquí es solo una pequeña parte de sus maquinaciones, ha causado mucho daño al ser vivo y por ende debe ser… eliminado.
Tal concepto le pone triste, una maquina no debería destruir a otra aunque ya no quedan más opciones. Es imposible dialogar con la entidad e incluso de darse el caso se encuentra tan convencido de sus ideales que no cambiara de opinión.
Muchas gracias por su ayuda aquí, puede que no parezca una victoria pero los mirmidones hemos conseguido información útil, tengan mucho cuidado.
Sonríe con su típico rostro calmado mientras acerca sus pasos al primer cadáver, estudiara un poco los cuerpos en busca de más detalles antes de partir. La carretera del rey ya no recibe tanto tráfico como antes así que debería poder trabajar con tranquilidad, también duda que Verne rompa su acuerdo.
- Off:
- Buen tema chicas, divertido, gore y rápido como me gusta jeje. Los mirmidones andan reclutando gente si les interesa, planeo muchos temas relacionados.
Z9-42
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