Cadenas invisibles [Privado] [Cerrado]
Página 1 de 1. • Comparte
Cadenas invisibles [Privado] [Cerrado]
Mi nombre es Dag Thorlák. Tengo treinta años, dos hijos y una esposa llamada Ire... No, Dahlia. Vivo en una cueva. ¿Por qué vivo en una cueva?
Me siento en el trono de piedras apiladas y poso suavemente sobre mi cabeza una corona de ramas que no recuerdo haber hecho. Inhalo, la garganta me duele tras llevar días sin probar una sola gota de sangre. Es un dolor que me gusta porque me recuerda que soy humano. O, bueno, que lo fui alguna vez. Es cierto, ahora soy un vampiro y Dahlia está muerta. Sólo me tengo a mí y a mi corona de ramas. Y a mis fieles amigos, claro, aunque últimamente están muy callados. ¿Se habrán ido tal como se fueron Bálder y Askol? No, deben seguir cerca. Prometieron que nunca me abandonarían, simplemente no los veo porque esta cueva es muy oscura.
Estiro las piernas y acaricio el filo de la espada con la palma de mi mano para beber mi propia sangre. Es agria y espesa; me da arcadas. Me gustaría tener cerca a un humano, pero estoy lejos de Lunargenta. ¿Por qué? Me duele la cabeza al intentar traer esos recuerdos a mi mente. Sé que tiene algo que ver con una guerra, pronto llega a mí la imagen de mi espada cercenando la cabeza de aquella a quien llamaban La Revividora. Rememoro también a la mujer de cabello cano que terminó sufriendo el mismo destino que yo. ¿Géminis? No, ese no era su nombre. ¿Y por qué no estoy en la guerra, si soy un soldado? ¿Acaso la Guardia ha olvidado reclutarme?
El eco de las gotas que caen desde el techo de la cueva es como un gusano internándose cada vez más profundo en mi cerebro. Me molesta, pero no puedo salir de aquí hasta que se haga de noche. Desearía escuchar a mis compañeros antes que al sonido de las gotas, pero mientras más los llamo, más ruidosos son mis pensamientos y más callados están ellos. Necesito hablar con alguien, quiero escuchar una voz que no sea la mía. Al instante me pregunto si acaso, efectivamente, esta voz me pertenece. Si no es así, desearía que la persona que está hablando tanto se callase de una maldita vez. ¡Me está volviendo loco!
Lleno mis pulmones con el aire húmedo y viciado del entorno. ¿Por qué he venido a una cueva? Yo odio las cuevas. Miro alrededor y siento como si no hubiera salido nunca de donde estuve encerrado tanto tiempo. ¿He salido, de hecho? ¿O sigo en la misma de antes? ¿Ha sido todo parte de un sueño? Toco la espada nueva, distinta a la mía que está oxidada, acaricio el nuevo anillo en mi dedo y saboreo, en mis labios, mi propia sangre amarga. -Es real. Es real. Es real. -Digo en voz alta para escuchar el eco de mi voz. Es real, sí. Cuando estaba en la cueva anterior no tenía fuerzas para hablar. Ahora lo que me retiene es el sol; la entrada está abierta y puedo salir cuando el día muera. Soy libre. O, al menos, ahora son otras las cadenas que me retienen.
Última edición por Dag Thorlák el Dom Abr 22 2018, 22:41, editado 1 vez
Dag Thorlák
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 178
Nivel de PJ : : 1
Re: Cadenas invisibles [Privado] [Cerrado]
Regresar desde el norte,nuevamente sola, mi sistema comparaba situaciones actuales con momentos pasados, muy atrás en el tiempo había quedado mi anterior recorrido por los reinos del este, cuando me encontré con el joven Gwynn quien me mostró su manada. Había sido una interesante experiencia, la primera de muchas en realidad, luego había conocido a montones de otras especies, todas ellas fascinantes.
Los pequeños pasos a mis espaldas me recordaban que en verdad ya no estaba sola, SEPA-IV, AMA y ATAC caminaban detrás de mí, yo tenía que andar más lento mientras que ellos practicamente debían correr sí querían alcanzarme. Cada vez que había algún tronco caído, o una grieta profunda tenía que esperar a que lo crucen, podría haberlos ayudado, pero según algunas evaluaciones de mi sistema lo mejor era que aprendieran a trabajar en equipo, y no lo lograrían sí siempre les facilitaba las cosas.
En mi hombro el Muñeco Neil apoyaba su cabeza, recostado sobre mi espalda, observando con atención el camino que estábamos tomando, a veces parecía susurrarme cosas, pero su discurso era tan tenue que no lograba entenderlo. En un primer momento creí que las palabras que escuchaba provenían de él, pero pronto lo descarté, no era así como hablaba Neil ¿Entonces qué podía ser? En ese área no solía haber muchos orgánicos del tipo inteligente.
“Es real, es real, es real”
¿Qué cosa era real? Mire en los alrededores hasta que ATAC me señaló una cueva cercana, probablemente su profundidad era lo que había producido el eco suficiente como para que pusiera haber escuchado tan débil sonido. Me acerqué de forma directa al sitio, no había porqué esconderse, y me asome por la entrada. La diferencia entre la claridad de afuera y la oscuridad de adentro me obligó a adaptar mi visión.
[ESCANEANDO] Pude diferenciar una figura que se recortaba del fondo, era un hombre, aparentemente humano, sentado en posición pensativa sobre una roca, con una corona de ramas en la cabeza. SEPA-IV, AMA y ATAC observaban aún desde la entrada, quizás temerosos, o desconfiados, no había forma de saberlo dadas las pocas facciones que les había diseñado.
-¿Te encuentras bien? - Según mis registros no era normal que los orgánicos buscaran refugio en cuevas húmedas cuando era de día y el clima estaba estable - ¿Estas enfermo? ¿O herido? - Esos podían ser motivos válidos para que un humano buscara refugio [ANALIZANDO] - Soy Zöe, puedo ayudarte si lo deseas.
Me acerque otro paso, siempre con lentitud para que el orgánico comprendiera que no deseaba lastimarlo. Los robots se agarraban a mi pierna, escondidos uno detrás del otro en fila, aún desconfiados de las intenciones del individuo. El hombre parecía estar muy perturbado, y aún no comprendía la funcionalidad de la corona.
-Puedo realizarte un examen rápido para comprobar que no tengas alguna enfermedad que ponga en riesgo tu vida - Agregué ya a poco más de medio metro de distancia del humano.
Los pequeños pasos a mis espaldas me recordaban que en verdad ya no estaba sola, SEPA-IV, AMA y ATAC caminaban detrás de mí, yo tenía que andar más lento mientras que ellos practicamente debían correr sí querían alcanzarme. Cada vez que había algún tronco caído, o una grieta profunda tenía que esperar a que lo crucen, podría haberlos ayudado, pero según algunas evaluaciones de mi sistema lo mejor era que aprendieran a trabajar en equipo, y no lo lograrían sí siempre les facilitaba las cosas.
En mi hombro el Muñeco Neil apoyaba su cabeza, recostado sobre mi espalda, observando con atención el camino que estábamos tomando, a veces parecía susurrarme cosas, pero su discurso era tan tenue que no lograba entenderlo. En un primer momento creí que las palabras que escuchaba provenían de él, pero pronto lo descarté, no era así como hablaba Neil ¿Entonces qué podía ser? En ese área no solía haber muchos orgánicos del tipo inteligente.
“Es real, es real, es real”
¿Qué cosa era real? Mire en los alrededores hasta que ATAC me señaló una cueva cercana, probablemente su profundidad era lo que había producido el eco suficiente como para que pusiera haber escuchado tan débil sonido. Me acerqué de forma directa al sitio, no había porqué esconderse, y me asome por la entrada. La diferencia entre la claridad de afuera y la oscuridad de adentro me obligó a adaptar mi visión.
[ESCANEANDO] Pude diferenciar una figura que se recortaba del fondo, era un hombre, aparentemente humano, sentado en posición pensativa sobre una roca, con una corona de ramas en la cabeza. SEPA-IV, AMA y ATAC observaban aún desde la entrada, quizás temerosos, o desconfiados, no había forma de saberlo dadas las pocas facciones que les había diseñado.
-¿Te encuentras bien? - Según mis registros no era normal que los orgánicos buscaran refugio en cuevas húmedas cuando era de día y el clima estaba estable - ¿Estas enfermo? ¿O herido? - Esos podían ser motivos válidos para que un humano buscara refugio [ANALIZANDO] - Soy Zöe, puedo ayudarte si lo deseas.
Me acerque otro paso, siempre con lentitud para que el orgánico comprendiera que no deseaba lastimarlo. Los robots se agarraban a mi pierna, escondidos uno detrás del otro en fila, aún desconfiados de las intenciones del individuo. El hombre parecía estar muy perturbado, y aún no comprendía la funcionalidad de la corona.
-Puedo realizarte un examen rápido para comprobar que no tengas alguna enfermedad que ponga en riesgo tu vida - Agregué ya a poco más de medio metro de distancia del humano.
Zöe
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 607
Nivel de PJ : : 4
Re: Cadenas invisibles [Privado] [Cerrado]
Tengo los ojos cerrados, no quiero ver cómo las paredes de la caverna se ciernen sobre mí a punto de engullirme. De pronto oigo un sonido que me hace abrirlos; el tiempo que llevo en la oscuridad, sumado a la maldición que condena mi alma pero mejora mis sentidos, me ayudan a vislumbrar con relativa claridad todo lo que me rodea. Todo excepto mis amigos, ¿por qué se esconden de mi vista? ¿o es esa silueta uno de ellos? No. No reconozco la figura que se acerca a mí, por mucho que me quede mirándola con descortés fijeza durante un rato. No hay por qué apurarse; ahora el tiempo no corre para mí y puedo gastarlo como quiera.
-¿Estoy bien? -Cuestiono, bajando la mirada para recorrer con ella mi cuerpo- ¿A qué te refieres? -¿Qué es estar bien? ¿He estado bien alguna vez? Me esfuerzo por recordar y evoco la imagen de Einar, mi primogénito, dando sus primeros pasos en el jardín de nuestra casa. Creo por un instante que en ese momento estuve bien, pero pronto recuerdo que incluso entonces sentía a la infelicidad brotando entre mis entrañas como un manojo de raíces podridas.
Niego bruscamente con la cabeza. No, no estoy bien y dudo haberlo estado alguna vez, ahora que esas raíces ya se han apoderado de mí soy incapaz de recordar un pasado en que haya sido libre de ellas. Sin embargo, no lo expreso con palabras ya que mi atención es captada rápidamente por otra cosa. Desconocidas criaturas de metal aguardan detrás de la mujer; subo mi mirada hacia el rostro de ella y noto algo extraño, aunque no sé decir el qué.
-¿Eres la nueva enfermera de la corte?
Entrecierro los ojos y dejo caer una de mis manos sobre el pomo de la espada que descansa en mis piernas. La intrusa ahora está tan cerca que puedo distinguir lo que está mal en ella: pequeños orificios a un lado de su cabeza me recuerdan de inmediato a los seres metálicos que tuve que enfrentar para que no me arrebataran la corona.
-No, no eres ninguna enfermera... -Me respondo a mí mismo- ¡¡Vienes con Vladimir!! -Bramo al tiempo en que me pongo de pie y enarbolo la espada, dispuesto a cercenarle la cabeza de la misma forma que lo hice con La Revividora.
Dag Thorlák
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 178
Nivel de PJ : : 1
Re: Cadenas invisibles [Privado] [Cerrado]
El hombre parece estar desconcertado [ERROR] se encuentra totalmente desorientado en relación a su estado ¿O es que no tenía nada y solo era un orgánico descansando en una cueva? [ANALIZANDO] Las posibilidades no eran cero, pero mas importante aún era que no sabía cómo contestar a sus preguntas.
-Me refiero a un estado en el que los orgánicos ejercen normalmente todas sus funciones, un conjunto de condiciones físicas que debe poseer tu organismo en un momento determinado para no ser considerado “enfermo” – Intenté explicarle lo que era estar saludable para que pudiera decidir por fin si deseaba que le realizara un examen.
Niega con la cabeza y luego mira a mis acompañantes, parece aún más confundido que antes, pensaba presentar a mis robots y a Neil, pero su pregunta por mi origen me interrumpió.
-¿De la corte? No, soy Zöe, no debes preocuparte, no te haré daño - Pongo ambas manos donde puede verlas, pero de nada sirven mis demostraciones, el orgánico me relaciona con algo que no logro comprender y se pone en posición de ataque - Mi sistema no me permite hacerte daño, por favor no sigas con esto - No tenía intención alguna de lastimarlo, más allá de su evidente agresividad, parecía estar confundido, no era correcto el hacerle daño.
SEPA-IV, AMA y ATAC parecían más nerviosos, no entendían bien qué estaba sucediendo, y entre sus funciones no había puesto las de pelear, estaban diseñados para comprender y realizar tareas sencillas. Sin embargo, podían captar que un hombre con una espada apuntando hacia nosotros no era algo bueno.
-No le hagan daño - El humano estaba completamente convencido de que éramos una amenaza, pero sí le devolvíamos la ofensa solo empeoraríamos la situación - No debe temer, no le haremos ningún daño - Volví a insistir mientras lentamente retrocedía.
Mis palabras no llegaban a él, comenzó a atacarme y sin previo aviso ATAC se puso frente a mi apuntándole con el arma para lanzar clavos.
-¡No! - Llegue a agarrar al pequeño robot justo cuando expulsaba una lluvia de espinas que por fortuna fueron a parar al techo de la cueva. Me aleje tan rápido como me fue posible, sí no podía convencer al orgánico de mi buena voluntad era mejor dejarlo tranquilo - Sí no deseas mi ayuda puedo pedir a alguien más en el pueblo que venga a verte - Le dije con calma desde afuera de la cueva.
-Me refiero a un estado en el que los orgánicos ejercen normalmente todas sus funciones, un conjunto de condiciones físicas que debe poseer tu organismo en un momento determinado para no ser considerado “enfermo” – Intenté explicarle lo que era estar saludable para que pudiera decidir por fin si deseaba que le realizara un examen.
Niega con la cabeza y luego mira a mis acompañantes, parece aún más confundido que antes, pensaba presentar a mis robots y a Neil, pero su pregunta por mi origen me interrumpió.
-¿De la corte? No, soy Zöe, no debes preocuparte, no te haré daño - Pongo ambas manos donde puede verlas, pero de nada sirven mis demostraciones, el orgánico me relaciona con algo que no logro comprender y se pone en posición de ataque - Mi sistema no me permite hacerte daño, por favor no sigas con esto - No tenía intención alguna de lastimarlo, más allá de su evidente agresividad, parecía estar confundido, no era correcto el hacerle daño.
SEPA-IV, AMA y ATAC parecían más nerviosos, no entendían bien qué estaba sucediendo, y entre sus funciones no había puesto las de pelear, estaban diseñados para comprender y realizar tareas sencillas. Sin embargo, podían captar que un hombre con una espada apuntando hacia nosotros no era algo bueno.
-No le hagan daño - El humano estaba completamente convencido de que éramos una amenaza, pero sí le devolvíamos la ofensa solo empeoraríamos la situación - No debe temer, no le haremos ningún daño - Volví a insistir mientras lentamente retrocedía.
Mis palabras no llegaban a él, comenzó a atacarme y sin previo aviso ATAC se puso frente a mi apuntándole con el arma para lanzar clavos.
-¡No! - Llegue a agarrar al pequeño robot justo cuando expulsaba una lluvia de espinas que por fortuna fueron a parar al techo de la cueva. Me aleje tan rápido como me fue posible, sí no podía convencer al orgánico de mi buena voluntad era mejor dejarlo tranquilo - Sí no deseas mi ayuda puedo pedir a alguien más en el pueblo que venga a verte - Le dije con calma desde afuera de la cueva.
Zöe
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 607
Nivel de PJ : : 4
Re: Cadenas invisibles [Privado] [Cerrado]
La pasividad de la mujer me irrita. Quiero que contraataque, ¿por qué no hace lo mismo que los monstruos metálicos de Vladimir? Decido esperar hasta el último instante, dispuesto a frenar el filo de mi espada a escasos centímetros de su cabeza si no hace nada por defenderse, pero una de las pequeñas aberraciones se interpone en el camino y lanza hacia mí una ráfaga de espinas que esquivo saltando hacia atrás, tropezándome con una piedra de las muchas que bañan el suelo de la cueva.
Caigo sentado y gruño de frustración. No entiendo qué son esas cosas ni por qué han venido a quebrantar mi paz. ¿Paz? ¿Acaso no deseaba compañía? Pero no así, no me gustan estos seres con partes del cuerpo metálicas y rostros inexpresivos. De pronto, un aroma ferroso llega a mi nariz y alzo la mano para constatar cómo la herida que me hice con la espada se ha abierto más al apoyarla sobre las filosas rocas del suelo. Instintivamente me la llevo a la boca y vuelvo a beber de mi propia sangre, pero ya no aguanto ese espeso sabor amargo y vuelven a darme arcadas.
Mis ojos se empañan de lágrimas. El enojo se aparta para dar paso a la tristeza con pasmosa rapidez; me siento patético allí en el suelo, sintiendo cómo las paredes de mi estómago se encogen y se retuercen y se consumen a sí mismas anhelando un poco de alimento. Veo entre nebulosas a la mujer, que no me ataca pese a tener clara ventaja sobre mí ahora que he caído, y sólo entonces considero que quizás no ha sido mandada para destronarme, sino que verdaderamente quiere prestarme su ayuda.
-Comida. Quiero comida. Tráeme a Iredia, ¿eres amiga de Iredia? -Recuerdo a la elfa y a su sangre tan dulce como sus cuidados. No entiendo por qué me dejó; ahora me gustaría pedirle que me devuelva el cariño que alguna vez intenté darle. Sin embargo, la mujer que tengo frente a mí es muy distinta; ésta no huye ni sonríe ni dice palabras en un lenguaje que no entiendo, sólo me mira desde lejos y me promete que no hará nada para dañarme. ¿Es miedo lo que veo en su mirada? No importa, preguntas más importantes se abren paso en mi mente. Las palabras se agolpan en mi lengua y se deslizan entre mis labios con ansiedad. -¿Ella te ha mandado? ¿O fue Dahlia? -Pregunto con ilusión, pasándome la mano herida por la frente y dejándome un rastro de sangre oscura que calienta mi piel- ¿Para qué has venido? ¿Qué son esas cosas? -Añado, señalando con un cabeceo a las pequeñas aberraciones metálicas.
Dag Thorlák
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 178
Nivel de PJ : : 1
Re: Cadenas invisibles [Privado] [Cerrado]
Pensé en ayudarlo a levantarse, pero el humano se había mostrado tan agresivo que no parecía conveniente, tenía un problema para interpretar mis gestos, no quería o no era capaz de comprender que no albergaba deseos de lastimarlo. Iba a advertirle que lamer una herida era muy antihigiénico y podía causar infecciones, pero no quería escucharme, sin embargo, hizo por fin un comentario que podía entender.
-¿Comida? Puedo conseguir eso – No llevaba nada comestible conmigo, ya que yo no necesitaba consumirlos, pero estando alejados de la mayoría de los poblados no debía ser difícil cazar algo. Nuevamente mencionaba cosas que desconocía – No conozco a Iredia, ni a Dahlia, nadie me ha enviado – Quizás los delirios eran producto del agotamiento, también se lo veía pálido y como afiebrado, requería cuidados de forma urgente, no podía dejarlo solo durante todo el tiempo que me tomaría ir hasta un pueblo – Simplemente estaba pasando y escuché tu voz, creí que necesitabas ayuda – ATAC aún se agitaba en mis manos, luchando por escaparse para poder enfrentar al humano – Estos son mis compañeros, lamento que intentaran atacarte, se sintieron amenazados y respondieron…
Mire los alrededores, nunca había ido de caza pero conocía la teoría, aunque más importante que eso ¿Era buena idea dejar solo al humano estando en ese estado? Evalué las posibilidades, si enviaba a los robots no era seguro que regresaran con algo comestible.
-AMA, quédate con él, si crees que empeora ven a buscarme ¿Correcto? – El robot se agito un poco para mostrar que había entendido – Vamos a buscar algo para que comas, por favor aguanta.
Dicho eso me retiré de la cueva, como no había podido revisarlo no estaba segura de cuan grave era la situación, por lo que intenté apurarme en conseguir alimento. Luego de caminar dieciséis minutos encontramos unas madrigueras de conejo, esa parecía una mejor opción que intentar agarrar animales grandes. Hice que ATAC se metiera, pero salió en seguida porque se encontraban vacías, intentamos la misma estrategia tres veces más hasta que por fin dimos con una que tenía habitantes.
ATAC atravesó a tres conejos y luego los arrastró hasta que estuvieran fuera de la madriguera.
-Bien hecho – Regresamos a la cueva cuando comenzaba a oscurecer – Trajimos alimento, por favor come ¿Si? – Le dije al humano mientras le ofrecía los cuerpos de los conejos – No sé mucho sobre cocinar, pero puedo intentarlo – Ingerir alimentos crudos podía producir gran cantidad enfermedades en los orgánicos.
-¿Comida? Puedo conseguir eso – No llevaba nada comestible conmigo, ya que yo no necesitaba consumirlos, pero estando alejados de la mayoría de los poblados no debía ser difícil cazar algo. Nuevamente mencionaba cosas que desconocía – No conozco a Iredia, ni a Dahlia, nadie me ha enviado – Quizás los delirios eran producto del agotamiento, también se lo veía pálido y como afiebrado, requería cuidados de forma urgente, no podía dejarlo solo durante todo el tiempo que me tomaría ir hasta un pueblo – Simplemente estaba pasando y escuché tu voz, creí que necesitabas ayuda – ATAC aún se agitaba en mis manos, luchando por escaparse para poder enfrentar al humano – Estos son mis compañeros, lamento que intentaran atacarte, se sintieron amenazados y respondieron…
Mire los alrededores, nunca había ido de caza pero conocía la teoría, aunque más importante que eso ¿Era buena idea dejar solo al humano estando en ese estado? Evalué las posibilidades, si enviaba a los robots no era seguro que regresaran con algo comestible.
-AMA, quédate con él, si crees que empeora ven a buscarme ¿Correcto? – El robot se agito un poco para mostrar que había entendido – Vamos a buscar algo para que comas, por favor aguanta.
Dicho eso me retiré de la cueva, como no había podido revisarlo no estaba segura de cuan grave era la situación, por lo que intenté apurarme en conseguir alimento. Luego de caminar dieciséis minutos encontramos unas madrigueras de conejo, esa parecía una mejor opción que intentar agarrar animales grandes. Hice que ATAC se metiera, pero salió en seguida porque se encontraban vacías, intentamos la misma estrategia tres veces más hasta que por fin dimos con una que tenía habitantes.
ATAC atravesó a tres conejos y luego los arrastró hasta que estuvieran fuera de la madriguera.
-Bien hecho – Regresamos a la cueva cuando comenzaba a oscurecer – Trajimos alimento, por favor come ¿Si? – Le dije al humano mientras le ofrecía los cuerpos de los conejos – No sé mucho sobre cocinar, pero puedo intentarlo – Ingerir alimentos crudos podía producir gran cantidad enfermedades en los orgánicos.
Zöe
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 607
Nivel de PJ : : 4
Re: Cadenas invisibles [Privado] [Cerrado]
Tan pronto como vino la mujer se fue, dejándome solo con mis cavilaciones. O, bueno, no tan solo, ya que uno de sus “compañeros” permanece cerca mío, observándome fijamente con esos ojos que refulgen con una luz antinatural. El ser me pone nervioso, nunca antes en mi vida vi nada parecido y lo único en lo que puedo pensar es que se trata de brujería. ¿Cómo, si no, un montón de metal puede moverse como si tuviera vida propia?
Me pongo de pie sin quitarle los ojos de encima; “eso” hace lo mismo conmigo. Guardo muy lentamente la espada, sin limpiarla, en la vaina que cuelga de mi cinturón y amago una patada para estudiar su reacción. El ser se agita, retrocede y huye rápidamente hacia uno de los huecos de la rocosa pared. Sonrío con satisfacción, agachándome para recoger la corona de ramas y depositarla una vez más sobre mi cabeza.
-Haces bien en temerme, súbdito. -Digo mientras me siento en el trono de piedras y me cruzo de brazos. Miro alrededor, ¿cuándo volverá la muchacha? Cuando estoy solo quiero compañía y cuando estoy acompañado quiero estar solo. Frunzo el ceño, irritado conmigo mismo, y clavo la vista en la salida de la cueva donde se recortan los colores del atardecer. Permanezco así durante largos minutos pues mi larga vida me ha enseñado a ser paciente, el tiempo perdido carece de importancia cuando se tiene una existencia perenne.
Finalmente la mujer regresa. Pronto llega a mi nariz el inconfundible aroma del líquido vital, aunque este es distinto al que estoy acostumbrado: más dulzón. Mi estómago se impacienta; ahorrándome las palabras manoteo uno de los conejos que ella me ofrece y me lo llevo a la boca para clavarle los colmillos en el estómago, succionando con voracidad. Mis ojos refulgen como los de un animal salvaje y siento cómo la sangre todavía caliente acaricia mi garganta y calma el dolor que me aqueja. No me satisface tanto como la de un humano; con el animal aún entre mis fauces echo un vistazo hacia la mujer y me planteo que ella sea la siguiente. Sin embargo entiendo que si la mato no tendré a nadie con quien hablar, así que pronto lanzo al roedor hacia un costado para agarrar el siguiente y repetir el proceso.
Tardo pocos minutos en vaciar a los tres conejos. Cuando termino con el último lo tiro junto a los demás, hago un buche con el resto de sangre y lo escupo a un lado para quitarme los pelos de la boca. Finalmente limpio mis labios y mi barbilla con la manga de mi camisa. Aunque podría comer varios más ya me siento mejor, mi garganta se siente tan tersa como si hubiera probado la más dulce miel y mi estómago no me pedirá más hasta dentro de unas cuantas horas. Me relajo sobre el trono y observo con languidez a mi acompañante; ahora que me ha alimentado comienza a ganarse mi confianza.
-Gracias, aprecio lo que has hecho. -Le digo con una sonrisa sincera, mucho más calmado que antes, señalando con un ademán elegante la roca que descansa a mi lado- Puedes sentarte en el puesto de mi mano derecha. -Otorgo amablemente. Ahora que Bálder y Askol se han ido, necesito a una nueva seguidora fiel y esta chica parece tener la madera necesaria para serlo.
Me pongo de pie sin quitarle los ojos de encima; “eso” hace lo mismo conmigo. Guardo muy lentamente la espada, sin limpiarla, en la vaina que cuelga de mi cinturón y amago una patada para estudiar su reacción. El ser se agita, retrocede y huye rápidamente hacia uno de los huecos de la rocosa pared. Sonrío con satisfacción, agachándome para recoger la corona de ramas y depositarla una vez más sobre mi cabeza.
-Haces bien en temerme, súbdito. -Digo mientras me siento en el trono de piedras y me cruzo de brazos. Miro alrededor, ¿cuándo volverá la muchacha? Cuando estoy solo quiero compañía y cuando estoy acompañado quiero estar solo. Frunzo el ceño, irritado conmigo mismo, y clavo la vista en la salida de la cueva donde se recortan los colores del atardecer. Permanezco así durante largos minutos pues mi larga vida me ha enseñado a ser paciente, el tiempo perdido carece de importancia cuando se tiene una existencia perenne.
Finalmente la mujer regresa. Pronto llega a mi nariz el inconfundible aroma del líquido vital, aunque este es distinto al que estoy acostumbrado: más dulzón. Mi estómago se impacienta; ahorrándome las palabras manoteo uno de los conejos que ella me ofrece y me lo llevo a la boca para clavarle los colmillos en el estómago, succionando con voracidad. Mis ojos refulgen como los de un animal salvaje y siento cómo la sangre todavía caliente acaricia mi garganta y calma el dolor que me aqueja. No me satisface tanto como la de un humano; con el animal aún entre mis fauces echo un vistazo hacia la mujer y me planteo que ella sea la siguiente. Sin embargo entiendo que si la mato no tendré a nadie con quien hablar, así que pronto lanzo al roedor hacia un costado para agarrar el siguiente y repetir el proceso.
Tardo pocos minutos en vaciar a los tres conejos. Cuando termino con el último lo tiro junto a los demás, hago un buche con el resto de sangre y lo escupo a un lado para quitarme los pelos de la boca. Finalmente limpio mis labios y mi barbilla con la manga de mi camisa. Aunque podría comer varios más ya me siento mejor, mi garganta se siente tan tersa como si hubiera probado la más dulce miel y mi estómago no me pedirá más hasta dentro de unas cuantas horas. Me relajo sobre el trono y observo con languidez a mi acompañante; ahora que me ha alimentado comienza a ganarse mi confianza.
-Gracias, aprecio lo que has hecho. -Le digo con una sonrisa sincera, mucho más calmado que antes, señalando con un ademán elegante la roca que descansa a mi lado- Puedes sentarte en el puesto de mi mano derecha. -Otorgo amablemente. Ahora que Bálder y Askol se han ido, necesito a una nueva seguidora fiel y esta chica parece tener la madera necesaria para serlo.
Dag Thorlák
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 178
Nivel de PJ : : 1
Re: Cadenas invisibles [Privado] [Cerrado]
No me da tiempo de poder siquiera cortar los conejos, los arranca de mis manos y comienza a chupar la sangre de sus cuerpos [ANÁLISIS COMPLETO] No era un humano después de todo, sino un vampiro, entonces tal vez su extraño comportamiento se debía a la falta de alimento, así como los animales salvajes que cuando se veían acorralados atacaban a cualquier tipo de presa con tal de saciar su apetito.
-Está bien, es mi deber ayudar a los orgánicos en lo que sea que necesiten - Respondí ante su agradecimiento, si bien mi función principal no era servirles, se entendía que como parte de mi programación estaba el ser de ayuda para el resto de las especies inteligentes de Aerandir - ¿Mano derecha? - Mire su mano derecha, pero no era probable que estuviera siendo literal, más bien se refería a la piedra que estaba junto a él.
[Mano derecha: Persona muy útil a otra como auxiliar o colaborador]
-Correcto - Me senté en la piedra que me había señalado - ¿Exactamente en qué debería asistirte? ¿Más comida? - Ya no parecía estar enfermo, por lo que podía suponer que todos los síntomas anteriores eran sólo producto del hambre. Nunca había visto a un vampiro en semejante estado de frenesí, era un dato valioso que debía guardar en mis registros.
Ahora que el orgánico estaba más calmado mis robots no se mostraban tan desconfiados, AMA había tardado en salir de su escondite, pero finalmente se había terminado acercando, sentado a la izquierda del vampiro. SEPA-IV siempre era más confiado, no tardo casi nada en elegir un lugar junto a mi, pero ATAC aún no parecía perdonarle su anterior agresión, así que estaba justo enfrente del hombre, mirándolo fijamente como si solo estuviera esperando un motivo para volver a dispararle.
-¿Podrías darme a conocer tu nombre? Creo que no cumplimos con las formalidades básicas a cualquier presentación promedio de los orgánicos actuales - Hice un repaso por todas las palabras que me había dicho, ninguna de ellas parecía ser su nombre - ¿Estabas en está cueva para esperar a que el sol se fuera? - Sabia que ningún vampiro podía caminar bajo el sol, quizás había comenzado a tener hambre pero no podía salir a buscar alimento, había sido una suerte que justo pasara por allí.
El Muñeco Neil dejó caer su cabeza hasta apoyarse sobre mi costado, era su modo de decirme que no le gustaba que estuviera cerca de ese hombre, pero como no podía moverse no era un peligro.
-¿Ibas hacía algún lugar cuando el sol te atrapo en esta cueva? - Tantas preguntas podrían resultar incomodas así que agregué - Necesito información para poder cumplir con mis labores correctamente.
-Está bien, es mi deber ayudar a los orgánicos en lo que sea que necesiten - Respondí ante su agradecimiento, si bien mi función principal no era servirles, se entendía que como parte de mi programación estaba el ser de ayuda para el resto de las especies inteligentes de Aerandir - ¿Mano derecha? - Mire su mano derecha, pero no era probable que estuviera siendo literal, más bien se refería a la piedra que estaba junto a él.
[Mano derecha: Persona muy útil a otra como auxiliar o colaborador]
-Correcto - Me senté en la piedra que me había señalado - ¿Exactamente en qué debería asistirte? ¿Más comida? - Ya no parecía estar enfermo, por lo que podía suponer que todos los síntomas anteriores eran sólo producto del hambre. Nunca había visto a un vampiro en semejante estado de frenesí, era un dato valioso que debía guardar en mis registros.
Ahora que el orgánico estaba más calmado mis robots no se mostraban tan desconfiados, AMA había tardado en salir de su escondite, pero finalmente se había terminado acercando, sentado a la izquierda del vampiro. SEPA-IV siempre era más confiado, no tardo casi nada en elegir un lugar junto a mi, pero ATAC aún no parecía perdonarle su anterior agresión, así que estaba justo enfrente del hombre, mirándolo fijamente como si solo estuviera esperando un motivo para volver a dispararle.
-¿Podrías darme a conocer tu nombre? Creo que no cumplimos con las formalidades básicas a cualquier presentación promedio de los orgánicos actuales - Hice un repaso por todas las palabras que me había dicho, ninguna de ellas parecía ser su nombre - ¿Estabas en está cueva para esperar a que el sol se fuera? - Sabia que ningún vampiro podía caminar bajo el sol, quizás había comenzado a tener hambre pero no podía salir a buscar alimento, había sido una suerte que justo pasara por allí.
El Muñeco Neil dejó caer su cabeza hasta apoyarse sobre mi costado, era su modo de decirme que no le gustaba que estuviera cerca de ese hombre, pero como no podía moverse no era un peligro.
-¿Ibas hacía algún lugar cuando el sol te atrapo en esta cueva? - Tantas preguntas podrían resultar incomodas así que agregué - Necesito información para poder cumplir con mis labores correctamente.
Zöe
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 607
Nivel de PJ : : 4
Re: Cadenas invisibles [Privado] [Cerrado]
-¿En qué podrías asistirme? -Repito, observándola fijamente con gesto de confusión. Normalmente mis lacayos se paraban a un costado y esperaban con admirable paciencia a que les pidiera cualquier cosa que necesitase. Ahora no necesito nada, o al menos no sé poner en palabras lo que creo necesitar- ...Déjame pensar. -Me llevo una mano al mentón y acaricio la áspera barba de pocos días. Se me ocurren muchas cosas, pero ninguna que ella pueda darme.
Intento pensar, pero al poco tiempo la mujer comienza a bombardearme con más preguntas. Frunzo el ceño; la cabeza me duele cuando tengo que centrarme en tantos temas a la vez. Ceñudo, respiro profundo y comienzo a responder lentamente, enfocando toda mi atención en recordar cada uno de los cuestionamientos y en responder de manera coherente. Últimamente me cuesta mucho ordenar mis pensamientos.
-Mi nombre es Dag Thorlák, pero puedes llamarme “Su majestad”. ¿Cómo debería llamarte, súbdita? ¿Y qué es un orgánico? -Esta vez inquiero yo, antes de continuar hablando- Sí, así es, estoy aquí por el sol. -Echo un vistazo hacia la salida; ciertamente estaba resguardándome allí para no morir calcinado, pero si el sol ya se ha ido, ¿por qué sigo aquí adentro? Dejo caer mi lánguida mirada sobre la muchacha y entiendo que sigo aquí porque, si me voy, ya no podré conversar con ella. Temo perder su voz tal como perdí las de mis amigos invisibles.
-Iba hacia... hacia... -Arrugo el entrecejo y subo la mano que estaba en mi mentón hasta el tabique de mi nariz, cerrando los ojos en un intento por hacer memoria. ¿Cuándo llegué, en primer lugar? Recuerdo al Aguamarina, el puerto y el largo viaje que hice hasta aquí, pero el tiempo es tan incierto para mi mente que no puedo calcular las noches que llevo en esta caverna ni con qué fin, exactamente, me establecí aquí. Gruño y mascullo los recuerdos hasta que por fin, alzo la voz y exclamo: -¡Iba hacia Lunargenta para recuperar la corona!
Esa no es la verdad, pero cuando sale de mis labios suena como un plan excelente. Entusiasmado y sonriente, miro a la mujer y le doy una palmada en el hombro, quizás, demasiado fuerte.
-Ya sé en qué podrías asistirme. Debo hacer una junta para decidir de qué manera volver a reclamar mi lugar como monarca. Tú serás mi consejera. -Busco en sus ojos un atisbo de emoción, ¡seguramente está conmovida ante semejante honor! -Ellos serán mis caballeros. -Añado, señalando con un cabeceo a los pequeños seres de metal antes de ponerme de pie. Pocos metros por detrás del trono, una roca redondeada cuya superficie es plana emerge naturalmente del suelo- ¡Y esta será nuestra mesa redonda!
Dag Thorlák
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 178
Nivel de PJ : : 1
Re: Cadenas invisibles [Privado] [Cerrado]
El vampiro pensaba con cuidado antes de responder a mis preguntas, me pareció razonable dado que recién me conocía y no había hecho mucho para demostrarle que podía confiar en mi. Esperé con paciencia hasta que decidió qué información podía darme, el nombre de Dag Thorlák no me resultaba conocido, sin embargo, él aseguraba tener un título real.
[BUSCANDO EN LOS REGISTROS HISTÓRICOS]
-Mi nombre es Zöe, Su Majestad - Le respondí y agregué una sonrisa - Los orgánicos son todos los seres como usted, los seres que están vivos, que tienen sangre en las venas, órganos, y padres. Los seres como yo, o mis acompañantes, no tenemos esas cualidades, Su Majestad - [RESULTADO PARCIAL] Según mis datos no había ningún rey apellidado Thorlák, sin embargo, sí había registros de un vampiro que había sido Rey en Lunargenta luego de la plaga que asoló la ciudad, aunque no se había podido comprobar sí había sido cierto
¿Casualidad? Las casualidades no existían.
La siguiente parte de su discurso termina de confirmar lo que mi primer análisis arrojó, estaba ante el vampiro que había tomado el trono luego de que el rey humano escapara de la pandemia. Las cuestiones políticas entre los orgánicos no me importaban en gran medida, tampoco me hacía diferencia alguna un Rey de una raza o de otra, en cambio, sabia que para los ciudadanos de Lunargenta si había sido una variable de gran interés.
-Sí, puedo hacer eso, Su Majestad - Digo en mi tono neutro habitual - Puedo darle tanto asesoramiento como necesite, sin embargo, no puedo dañar de forma directa a ningún orgánico- Mire a mis acompañantes, ninguno había sido hecho para pelear, difícilmente podrían convertirse en caballeros.
Al parecer no había ningún ejercito afuera esperando, quizás lo tuviera oculto en algún otro lado, aunque por lo que sabía la guardia de Lunargenta había estado recuperando el poder en la ciudad. [EVALUANDO SITUACIÓN] En el estado que estábamos, había un 0.0008% de probabilidades que lográramos recuperar el trono.
-Mi primer consejo es que suspenda sus intentos por recuperar el trono, Su Majestad - Sí había pedido mi consejo, ese era el mejor que podía darle - No conozco los detalles de cómo consiguió la corona la primera vez, pero sé que era un momento de confusión generalizada. La ciudad está actualmente restaurando el orden, sí intenta lo mismo lo único que va a conseguir es que lo ejecuten, Su Majestad.
Volví a realizar un análisis de la situación, pero el resultado siempre era el mismo, a menos que hubiesen variables contundentes que yo desconociera, no había manera de que consiguieramos cumplír con el objetivo.
-Aún así, sí usted me lo ordena debería cumplir con sus órdenes, ya que para eso fui programada ¿Correcto? Aunque no podría hacerle daño a ninguno de los guardias que se interpongan en nuestro camino - En ese sentido mi presencia no parecía ser de gran ayuda - De todos modos ¿Porque desea ser Rey? La mayoría de los orgánicos parecen ser felices con otros tipos de vida.
[BUSCANDO EN LOS REGISTROS HISTÓRICOS]
-Mi nombre es Zöe, Su Majestad - Le respondí y agregué una sonrisa - Los orgánicos son todos los seres como usted, los seres que están vivos, que tienen sangre en las venas, órganos, y padres. Los seres como yo, o mis acompañantes, no tenemos esas cualidades, Su Majestad - [RESULTADO PARCIAL] Según mis datos no había ningún rey apellidado Thorlák, sin embargo, sí había registros de un vampiro que había sido Rey en Lunargenta luego de la plaga que asoló la ciudad, aunque no se había podido comprobar sí había sido cierto
¿Casualidad? Las casualidades no existían.
La siguiente parte de su discurso termina de confirmar lo que mi primer análisis arrojó, estaba ante el vampiro que había tomado el trono luego de que el rey humano escapara de la pandemia. Las cuestiones políticas entre los orgánicos no me importaban en gran medida, tampoco me hacía diferencia alguna un Rey de una raza o de otra, en cambio, sabia que para los ciudadanos de Lunargenta si había sido una variable de gran interés.
-Sí, puedo hacer eso, Su Majestad - Digo en mi tono neutro habitual - Puedo darle tanto asesoramiento como necesite, sin embargo, no puedo dañar de forma directa a ningún orgánico- Mire a mis acompañantes, ninguno había sido hecho para pelear, difícilmente podrían convertirse en caballeros.
Al parecer no había ningún ejercito afuera esperando, quizás lo tuviera oculto en algún otro lado, aunque por lo que sabía la guardia de Lunargenta había estado recuperando el poder en la ciudad. [EVALUANDO SITUACIÓN] En el estado que estábamos, había un 0.0008% de probabilidades que lográramos recuperar el trono.
-Mi primer consejo es que suspenda sus intentos por recuperar el trono, Su Majestad - Sí había pedido mi consejo, ese era el mejor que podía darle - No conozco los detalles de cómo consiguió la corona la primera vez, pero sé que era un momento de confusión generalizada. La ciudad está actualmente restaurando el orden, sí intenta lo mismo lo único que va a conseguir es que lo ejecuten, Su Majestad.
Volví a realizar un análisis de la situación, pero el resultado siempre era el mismo, a menos que hubiesen variables contundentes que yo desconociera, no había manera de que consiguieramos cumplír con el objetivo.
-Aún así, sí usted me lo ordena debería cumplir con sus órdenes, ya que para eso fui programada ¿Correcto? Aunque no podría hacerle daño a ninguno de los guardias que se interpongan en nuestro camino - En ese sentido mi presencia no parecía ser de gran ayuda - De todos modos ¿Porque desea ser Rey? La mayoría de los orgánicos parecen ser felices con otros tipos de vida.
Zöe
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 607
Nivel de PJ : : 4
Re: Cadenas invisibles [Privado] [Cerrado]
Observo a la mujer tan fijamente que no puedo disimular mi gesto de estupefacción. Aunque comprendo sus palabras, siento que su vocabulario es extraño. Pero, pensándolo bien, he tenido cien años para quedarme atrás con la manera en que hablan los jóvenes.
-¿Tú no tienes sangre, ni órganos, ni padres, Zoe? -Susurro con la más sincera pena vibrando en mi garganta. Siento tanta tristeza por ella que me dan ganas de abrazarla; sin embargo, contradictoria y egoístamente también me alegra no ser el único ser desdichado y vacío que sólo se dedica a vagar por ahí. Ahora me alegra aún más tener su compañía; fue una buena idea nombrarla mi mano derecha.
¿O fue una pésima idea? Mi opinión respecto a ella cambia rotundamente cuando oigo su sugerencia. Frunzo el ceño y golpeo fuertemente la piedra que oficia de mesa con el puño cerrado. Ignoro el dolor que ésto me causa y exclamo:
-¿¡Suspender!? Suspender es para cobardes, ¡y mis hombres no son ningunos cobardes! -Añado, señalando al oscuro vacío que hay a mis espaldas y escuchando con claridad (en mi mente) los gritos de guerra y júbilo del ejército. No obstante, al oír la última pregunta la algarabía se apaga para dar lugar al más absoluto silencio.
-¿Por qué quiero ser rey? -Me pregunto, clavando la mirada en el suelo y atusándome la barba con una mano. Es la primera vez que alguien me lo cuestiona y no tengo ni la menor idea de qué responder.
-Yo... -Frunzo el ceño. Recuerdo que cuando tomé el trono lo hice sólo para no dejarle ese lugar a Dorak, el sanguinario vampiro que había intentado asesinar a Iredia. Pero, con Dorak muerto, ¿acaso eso sigue teniendo sentido? Arrugo el entrecejo y niego con la cabeza. Yo soy débil, tanto que Vladimir no tuvo que hacer prácticamente ningún esfuerzo para arrebatarme la corona. ¡No la merezco! Seguramente hay muchos que serían mejores reyes que yo. Alzo una mano para quitar de mi cabeza el atado de ramas y lo lanzo al suelo para partirlo de un pisotón.
-... -No sé qué decir. Me dejo caer sentado pesadamente en una de las rocas que rodean la “mesa”, hinco los codos en ésta y escondo el rostro entre mis manos. Siento que ahora, sin motivación que me impulse, todo carece de sentido.
Dag Thorlák
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 178
Nivel de PJ : : 1
Re: Cadenas invisibles [Privado] [Cerrado]
La mirada fija del vampiro no me ponía incomoda, aunque no era lo más normal entre los orgánicos que se comportaran así, en general se mostraban incómodos cuando los observaba durante demasiado tiempo. No era el único punto en el que Dag era distinto a los demás, hacía una gran cantidad gestos con el rostro, fruncía el ceño, sonreía, se indignaba, volvía a alegrarse, pocas veces había visto tantas emociones reflejadas en periodos de tiempo tan cortos.
-Así es, puede revisarme y notara que no poseo pulso como usted, Su Majestad – [ANALIZANDO] ante los frecuentes cambios de humor mi sistema comenzó a hacer un registro, había algo en la actitud de Dag que me llamaba la atención.
Miro su mano, ese golpe probablemente causo daños, luego observo el fondo oscuro y vacío de la cueva. Con los meses había aprendido que los orgánicos a veces hablaban “en sentido figurado”, que era mencionar algo en relación a su semejanza con otra idea, concepto o sentimiento, realizar analogías, pero no terminaba de comprender qué era lo que quería establecer el vampiro con esa comparación.
El orgánico dudaba, hasta el momento su discurso había sido firme y constante, pero ahora podía notarse la incertidumbre que rodeaba toda la cuestión [ANÁLISIS TERMINADO]
-Encontrar motivos es difícil, Dag Thorlák – Se había quitado la corona de ramas, su certeza parecía haberse quebrado, por lo tanto, ya no era necesario llamarlo “Su Majestad” ¿Cierto? – Fui construida para seguir ordenes, si ningún orgánico me dice lo que tengo que hacer… Simplemente no hago nada – El vampiro no me había hecho ninguna pregunta, pero ante su confusión parecía correcto el darle mis propios motivos – Fue muy complicado para mi encontrar algo que me motivara, mmm, tal vez… Debes buscar lo que quieres.
Era un hecho que los orgánicos necesitaban de objetivos para poder motivarse a seguir, ahora sabía que los Bio- cibernéticos también necesitábamos uno, pero encontrarlo no era nada sencillo. Vinieron a mí los archivos de la base de los autómatas rebeldes donde había encontrado a Gwynn, las cosas que había visto que hacían allí adentro, el modo de razonar de Hefesto…Había sido necesario pasar por todas esas vivencias para que por fin tuviera en claro mi objetivo.
-Creo que… - Mi sistema trabajaba recaudando datos de encuentros anteriores con orgánicos para intentar formular la oración correctamente – No está mal si te tomas algo de tiempo para decidir, mmm, puedes… Intentar diferentes cosas, probar distintos caminos, y tal vez luego de algunos intentos tu objetivo sea más claro ¿Si?
Lo observaba fijamente mientras hablaba, parecía muy angustiado por la situación [BUSCANDO] había algo que faltaba, algo se me había pasado por alto [BUSCANDO] ¿Una sonrisa? [ERROR] No era eso [CONCLUSIÓN] Hacía falta algún gesto físico que acompañara al dialogo. Sin estar muy segura de qué hacer, apoye una mano en su espalda, moviéndola arriba y abajo cuatro veces.
-Así es, puede revisarme y notara que no poseo pulso como usted, Su Majestad – [ANALIZANDO] ante los frecuentes cambios de humor mi sistema comenzó a hacer un registro, había algo en la actitud de Dag que me llamaba la atención.
Miro su mano, ese golpe probablemente causo daños, luego observo el fondo oscuro y vacío de la cueva. Con los meses había aprendido que los orgánicos a veces hablaban “en sentido figurado”, que era mencionar algo en relación a su semejanza con otra idea, concepto o sentimiento, realizar analogías, pero no terminaba de comprender qué era lo que quería establecer el vampiro con esa comparación.
El orgánico dudaba, hasta el momento su discurso había sido firme y constante, pero ahora podía notarse la incertidumbre que rodeaba toda la cuestión [ANÁLISIS TERMINADO]
-Encontrar motivos es difícil, Dag Thorlák – Se había quitado la corona de ramas, su certeza parecía haberse quebrado, por lo tanto, ya no era necesario llamarlo “Su Majestad” ¿Cierto? – Fui construida para seguir ordenes, si ningún orgánico me dice lo que tengo que hacer… Simplemente no hago nada – El vampiro no me había hecho ninguna pregunta, pero ante su confusión parecía correcto el darle mis propios motivos – Fue muy complicado para mi encontrar algo que me motivara, mmm, tal vez… Debes buscar lo que quieres.
Era un hecho que los orgánicos necesitaban de objetivos para poder motivarse a seguir, ahora sabía que los Bio- cibernéticos también necesitábamos uno, pero encontrarlo no era nada sencillo. Vinieron a mí los archivos de la base de los autómatas rebeldes donde había encontrado a Gwynn, las cosas que había visto que hacían allí adentro, el modo de razonar de Hefesto…Había sido necesario pasar por todas esas vivencias para que por fin tuviera en claro mi objetivo.
-Creo que… - Mi sistema trabajaba recaudando datos de encuentros anteriores con orgánicos para intentar formular la oración correctamente – No está mal si te tomas algo de tiempo para decidir, mmm, puedes… Intentar diferentes cosas, probar distintos caminos, y tal vez luego de algunos intentos tu objetivo sea más claro ¿Si?
Lo observaba fijamente mientras hablaba, parecía muy angustiado por la situación [BUSCANDO] había algo que faltaba, algo se me había pasado por alto [BUSCANDO] ¿Una sonrisa? [ERROR] No era eso [CONCLUSIÓN] Hacía falta algún gesto físico que acompañara al dialogo. Sin estar muy segura de qué hacer, apoye una mano en su espalda, moviéndola arriba y abajo cuatro veces.
Zöe
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 607
Nivel de PJ : : 4
Re: Cadenas invisibles [Privado] [Cerrado]
¿Debo encontrar algo que quiero? ¿Qué es lo que quiero? Aprieto aún más el rostro entre mis manos y gruño. Muchos deseos pasan por mi mente; quiero ser libre, quiero caminar bajo el sol como antes, quiero ver a mi familia, a Einar, a Lena, a Dahlia, quiero que todo sea igual a lo que alguna vez fue. Sin embargo, sé que eso no es posible y cambio esos deseos por uno más sencillo: quiero que mi vida se acabe para poder, al fin, encontrar la paz.
Pero si quiero morir, ¿por qué busco con tanta fuerza un sentido para mi existencia? No sé si es por la maldición o si se debe a la propia tozudez con que mi alma se aferra a la vida, pero aún no encuentro el valor para bañarme una última vez con los rayos del sol y así dar fin a mi suplicio. Quiero muchas cosas y a su vez no sé qué quiero, sólo sé que hay una parte de mí que me impide hacer lo que más deseo.
Apenas asiento lentamente sólo para demostrarle a la mujer que la he oído. Percibo que intenta ayudarme, pero no existen palabras que puedan aliviar mi tormento; siento que la angustia trepa por mi garganta como una enredadera que asfixia mis cuerdas vocales. Sin embargo, sentir su mano en mi espalda sí que me otorga un poco de calma y destapo levemente el rostro para mirarla de reojo. Pronto, ese contacto me parece insuficiente y me volteo para atraparla en un abrazo; la aprieto con todas mis fuerzas para dejar salir por medio de ese gesto la gran carga de frustración que me corroe por dentro.
-¿Cuánto tiempo te quedarás conmigo? -Inquiero, nervioso ante la idea de volver a quedarme solo. Nos acabamos de conocer pero ahora siento que su compañía es imprescindible. Sin soltarla me incorporo para recargar el mentón sobre uno de sus hombros; lo que decía es cierto, no puedo sentir los latidos de su corazón ni aún cuando giro el rostro para apoyar los labios sobre su cuello, buscando el pulso con éstos.
-Si no tiene latidos... ¿tampoco tiene sangre?
¡Al fin! ¡Al fin vuelvo a oír la voz de uno de mis amigos! Y, con ella, nace en mí la curiosidad. Puedo sentir a mis compañeros pidiéndome con ansias que descubra si la suposición es cierta y no se me ocurre un solo motivo por el cual no hacerlo. Separo levemente los labios y rozo la piel ajena con mis colmillos. Es tan imperiosa la necesidad de morderla aún sin tener hambre, que no se me pasa por la mente la posibilidad de que la mujer se tome mal lo que estoy haciendo.
-Ya sé qué quiero. Quiero probarte... sólo un poco.
Dag Thorlák
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 178
Nivel de PJ : : 1
Re: Cadenas invisibles [Privado] [Cerrado]
El abrazo me toma por sorpresa, es muy poco frecuente que un orgánico adulto demuestre ese tipo de confianza con alguien como yo, tienden más bien a sentirse incómodos y desconfiados ante mi falta de expresión. Los niños en cambio son más cariñosos, más demostrativos, dan abrazos y besos con mucha más facilidad. Mientras estuve con Los Gorriones me acostumbre a ese modo de ser, y ahora al sentir este repentino contacto me recordó al tipo de vínculo que tenía con ellos.
-Me quedaré tanto como me digas que me quede, y me iré cuando me digas que lo haga - Comenzaba a entender las reacciones de Dag [ACTUALIZANDO PARÁMETROS] era como un niño, sí lo consideraba dentro de esa configuración era más sencillo el comunicarme con él - No debes preocuparte, estoy aquí - Lo rodeo con mis brazos y continuó moviendo una mano arriba y abajo sobre su espalda, el gesto me resulta extrañamente familiar y no solo por haberlo vivido con los huérfanos de Lunargenta.
Mis acompañantes se levantan, probablemente preocupados de que Dag me haga algún daño, pero les hago un gesto para que no se acerquen, eso solo pondría nervioso al vampiro y sí en verdad se enojaba era poco probable que hubiese algo que pudiéramos hacer.
-De acuerdo, puedes probarme sí es lo que quieres - Muevo mi cabeza hacia un costado para que le resulte más sencillo morder - Pero no puedo asegurar qué es lo que sucederá, ya que no es exactamente sangre lo que corre por mis venas - Jamás había recibido la mordida de un vampiro, y probablemente los de su especie nunca habían probado sangre de un Bio- cibernético, los resultados de la experiencia serían interesantes para ser registrados.
Podía sentir los labios de Dag sobre mi cuello, también el filo de sus dientes contra mi piel, era interesante ¿Y sí en verdad resultaba satisfactorio para el orgánico mi sabor y luego no podía detenerlo? Sin ese líquido corriendo por mis venas moriría, al igual que cualquier humano que se quedara sin sangre.
Aún así no me moví de mi sitio, me recline ligeramente hacia atrás para permitirle al vampiro acomodarse sobre mi, percibí detrás de mío el profundo odio que emanaba del Muñeco Neil. Detestaba a todo aquel que se mostrara demasiado cercano a mi persona, y ahora mismo había alguien que estaba mucho más cerca de mi de lo que nadie había estado antes.
En un instante los colmillos traspasaron mi piel, y sentí claramente como mi “sangre” era lentamente absorbida por el vampiro. No había dolor, tampoco preocupación, esas eran emociones muy abstractas para mi sistema [ANALIZANDO] debía pensar en alguna alternativa.
¿Y si no se detenía?
-Me quedaré tanto como me digas que me quede, y me iré cuando me digas que lo haga - Comenzaba a entender las reacciones de Dag [ACTUALIZANDO PARÁMETROS] era como un niño, sí lo consideraba dentro de esa configuración era más sencillo el comunicarme con él - No debes preocuparte, estoy aquí - Lo rodeo con mis brazos y continuó moviendo una mano arriba y abajo sobre su espalda, el gesto me resulta extrañamente familiar y no solo por haberlo vivido con los huérfanos de Lunargenta.
Mis acompañantes se levantan, probablemente preocupados de que Dag me haga algún daño, pero les hago un gesto para que no se acerquen, eso solo pondría nervioso al vampiro y sí en verdad se enojaba era poco probable que hubiese algo que pudiéramos hacer.
-De acuerdo, puedes probarme sí es lo que quieres - Muevo mi cabeza hacia un costado para que le resulte más sencillo morder - Pero no puedo asegurar qué es lo que sucederá, ya que no es exactamente sangre lo que corre por mis venas - Jamás había recibido la mordida de un vampiro, y probablemente los de su especie nunca habían probado sangre de un Bio- cibernético, los resultados de la experiencia serían interesantes para ser registrados.
Podía sentir los labios de Dag sobre mi cuello, también el filo de sus dientes contra mi piel, era interesante ¿Y sí en verdad resultaba satisfactorio para el orgánico mi sabor y luego no podía detenerlo? Sin ese líquido corriendo por mis venas moriría, al igual que cualquier humano que se quedara sin sangre.
Aún así no me moví de mi sitio, me recline ligeramente hacia atrás para permitirle al vampiro acomodarse sobre mi, percibí detrás de mío el profundo odio que emanaba del Muñeco Neil. Detestaba a todo aquel que se mostrara demasiado cercano a mi persona, y ahora mismo había alguien que estaba mucho más cerca de mi de lo que nadie había estado antes.
En un instante los colmillos traspasaron mi piel, y sentí claramente como mi “sangre” era lentamente absorbida por el vampiro. No había dolor, tampoco preocupación, esas eran emociones muy abstractas para mi sistema [ANALIZANDO] debía pensar en alguna alternativa.
¿Y si no se detenía?
Zöe
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 607
Nivel de PJ : : 4
Re: Cadenas invisibles [Privado] [Cerrado]
Nunca nadie se ha abandonado a mis colmillos con tanta facilidad; recuerdo que incluso Iredia, que se suponía que me apreciaba tanto como yo a ella, escapó de mí al ver mi faceta más cruda y animal. Ahora Zoe se deja estar entre mis brazos e incluso se acomoda para hacerme más fácil la tarea, mi corazón se acelera de júbilo y la aprieto un poco más, intentando compartir con ella los rápidos latidos que tamborilean dentro de mi pecho.
Mis dientes penetran la piel sin ningún esfuerzo y pronto los retiro para comenzar a succionar el líquido vital de la mujer. Ha dicho que su sangre es distinta pero no le creo hasta que ésta toca mi lengua, deformando mi expresión de goce para dar paso a un arrugado gesto de desagrado. Es amarga, pastosa y me quema la garganta como si fuera ácido; trago un par de sorbos para ver si me habitúo al sabor pero no tarda en tornarse insoportable. Alejo mis labios de su cuello y me encorvo, pasando a sostenerla con sólo una mano apoyada en su espalda para llevarme la otra a la boca, tapándola ante las inminentes ganas de vomitar que contraen y agitan mi estómago.
-¡Puagh! -No puedo evitarlo; libero a la muchacha de mi agarre y termino escupiendo el buche de líquido oscuro hacia un costado. Las voces que me acompañan gritan, gimen y despotrican contra ella; los ojos me lloran, nunca en mi vida he probado algo tan asqueroso.
Tardo un par de minutos en reponerme y, tras carraspear y limpiarme los labios por enésima vez, balbuceo: -N...No te ofendas, pero sabes fatal. -De pronto, tras semejante frase, una súbita alegría me dibuja una sonrisa en el rostro, pues acabo de entender que, si no me gusta su sabor, Zoe no corre peligro de que vuelva a echármele encima; ella es la planta venenosa y yo soy el animal que sabe por experiencia que no debe volver a probarla.
Más tranquilo, la observo con cuidado y noto que no he lamido la herida antes de separarme de ella. No sé si funciona igual en su piel, pero usualmente mi saliva acelera el proceso de cicatrización y pienso que vale la pena intentarlo. Tímidamente vuelvo a acercarme y, como sé que no me evitará, me inclino hacia su cuello para acariciar con la lengua los dos orificios dejados por mis colmillos. Tras hacerlo me retiro unos cuantos pasos hacia atrás y simplemente permanezco observándola en silencio, esperando su reacción... si es que tiene alguna. Zoe es la persona más tranquila que he visto en toda mi vida y eso, inexplicablemente, me genera bastante calma.
Dag Thorlák
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 178
Nivel de PJ : : 1
Re: Cadenas invisibles [Privado] [Cerrado]
Era una sensación extraña, no sentí dolor alguno, tampoco placer, suponía que se sentiría como cuando un animal te mordía pero no era así. Algunos murciélagos tenían la capacidad de adormecer la zona que mordían, evitaban así que sus victimas se dieran cuenta de lo que estaban haciendo y escapaban sin recibir daño alguno. Era un dato curioso [ARCHIVADO]
Ahora que se había calmado Dag demostraba ser un orgánico bastante amable, incluso se disculpó cuando dijo que tenía mal sabor.
-Era de esperarse que el líquido refrigerante no sea algo agradable para ingerir... Lo siento - Seguía algo recostada, con los brazos apoyados sobre el piso de la cueva para poder ver al vampiro a la cara -Debes limpiarte bien, no sabemos sí no podría ser malo para tu organismo ¿Correcto? - Busque en mi morral y encontré una bota con agua- Toma, puedes enjuagarte con esto, yo no lo necesito, solo lo llevo para urgencias.
No pasaba seguido, pero podía ocurrir que mi sistema de refrigeración no fuera suficiente y necesitara ingerir agua para bajar la temperatura.
-Tendremos que continuar cazando conejos-Le digo a Dag mientras veo que se acerca de nuevo, quizás lo había pensado mejor y había decidido que mi “sangre” no era tan desagradable, volví a estirar el cuello para que pudiera morder pero en lugar de eso sentí que pasaba apenas rozando sus labios y su lengua.
Cuando se retiró apoye la mano sobre la zona afectada, pero ya no salía más líquido, de hecho las heridas parecían ser ligeramente más pequeñas.
-Es fascinante, no sabía que los de tu especie tenían esa habilidad -Le sonreí porque a un gesto de amabilidad correspondía un agradecimiento - Muchas gracias.
Ahora tenía aún más información sobre Dag Thorlák, sabía que no iba a querer alimentarse de mí, que estaba indeciso sobre qué rumbo tomar con su vida y que le preocupaba estar solo. [CONCLUSIÓN]
-¿Quisieras venir conmigo?- Le pregunté con mi gesto neutro habitual -Yo tampoco estoy segura de que deseo hacer, y viajó para poder hallar un objetivo. Podríamos ir juntos, y cuando encuentres aquello que quieres hacer seguiré mi camino ¿Si?- AMA temblaba en su sitio lo cual era una demostración de entusiasmo, creo que había terminado por agradarle Dag. SEPA-IV y ATAC no se mostraban igual de contentos, y Neil... Simplemente susurraba cosas poco agradables en mi mente.
-Quedarse en esta cueva no parece una buena opción ¿Cierto? Yo no necesito dormir, por lo que podemos caminar de noche y detenernos durante el día, cuidare que nadie se acerque mientras haya sol - Tenía entendido que los humanos no veían con buenos ojos a los vampiros [ERROR] Tampoco el resto de las razas tenían una buena opinión de ellos, por lo que no sería raro que quisieran hacerle daño a Dag mientras descansaba.
Ahora que se había calmado Dag demostraba ser un orgánico bastante amable, incluso se disculpó cuando dijo que tenía mal sabor.
-Era de esperarse que el líquido refrigerante no sea algo agradable para ingerir... Lo siento - Seguía algo recostada, con los brazos apoyados sobre el piso de la cueva para poder ver al vampiro a la cara -Debes limpiarte bien, no sabemos sí no podría ser malo para tu organismo ¿Correcto? - Busque en mi morral y encontré una bota con agua- Toma, puedes enjuagarte con esto, yo no lo necesito, solo lo llevo para urgencias.
No pasaba seguido, pero podía ocurrir que mi sistema de refrigeración no fuera suficiente y necesitara ingerir agua para bajar la temperatura.
-Tendremos que continuar cazando conejos-Le digo a Dag mientras veo que se acerca de nuevo, quizás lo había pensado mejor y había decidido que mi “sangre” no era tan desagradable, volví a estirar el cuello para que pudiera morder pero en lugar de eso sentí que pasaba apenas rozando sus labios y su lengua.
Cuando se retiró apoye la mano sobre la zona afectada, pero ya no salía más líquido, de hecho las heridas parecían ser ligeramente más pequeñas.
-Es fascinante, no sabía que los de tu especie tenían esa habilidad -Le sonreí porque a un gesto de amabilidad correspondía un agradecimiento - Muchas gracias.
Ahora tenía aún más información sobre Dag Thorlák, sabía que no iba a querer alimentarse de mí, que estaba indeciso sobre qué rumbo tomar con su vida y que le preocupaba estar solo. [CONCLUSIÓN]
-¿Quisieras venir conmigo?- Le pregunté con mi gesto neutro habitual -Yo tampoco estoy segura de que deseo hacer, y viajó para poder hallar un objetivo. Podríamos ir juntos, y cuando encuentres aquello que quieres hacer seguiré mi camino ¿Si?- AMA temblaba en su sitio lo cual era una demostración de entusiasmo, creo que había terminado por agradarle Dag. SEPA-IV y ATAC no se mostraban igual de contentos, y Neil... Simplemente susurraba cosas poco agradables en mi mente.
-Quedarse en esta cueva no parece una buena opción ¿Cierto? Yo no necesito dormir, por lo que podemos caminar de noche y detenernos durante el día, cuidare que nadie se acerque mientras haya sol - Tenía entendido que los humanos no veían con buenos ojos a los vampiros [ERROR] Tampoco el resto de las razas tenían una buena opinión de ellos, por lo que no sería raro que quisieran hacerle daño a Dag mientras descansaba.
Zöe
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 607
Nivel de PJ : : 4
Re: Cadenas invisibles [Privado] [Cerrado]
Acepto la bota de agua y me la llevo a los labios para hacer buches que luego escupiré hacia un costado. Tras limpiarme bien la boca y mientras escucho a la mujer, procedo a beber unos cuantos tragos más. No recuerdo cuándo fue la última vez que procuré hidratar mi cuerpo con algo más que sangre, hace años que no intento cuidarme, pues sé que no moriré de todas formas.
Estoy extendiéndole la cantimplora a Zöe cuando oigo su ofrecimiento. Mi corazón da un vuelco y abro los ojos de par en par, ¿es real lo que dice? No puedo evitar pensar que es una oferta demasiado generosa. El temor se sobreviene cuando pienso en la posibilidad de que, desde un principio, la muchacha haya sido una visión producida por mi mente. ¿Por qué, si no, alguien se ofrecería a permanecer a mi lado? Desde que soy lo que soy, nadie desea pasar mucho tiempo junto a mí.
-¿Estás... estás segura? -Inquiero entre susurros mientras mi mirada se desvía hacia la salida de la cueva. No me gusta estar aquí, pero las altas paredes de piedra hacen que me sienta seguro. No me gusta ser un peligro para los demás, sé que mi sed no será un problema para ella, pero temo volver a dañar a alguien si salgo de aquí. Permanecer en la cueva, pero en compañía de Zöe, parece la decisión más equilibrada entre ambas ideas. ¿Pero cómo? Ha dicho que se quedaría cuanto yo quisiese, mas me apena obligarla a vivir en esta lúgubre caverna el resto de su existencia.
-Entonces no la obligues a 'vivir'. ¡Mátala! ¡Así no podrá quejarse y jamás se irá de tu lado!
Mis músculos se tensan ante tan aberrante idea, aunque reconozco que es bastante buena. Observo a la mujer con ojos de depredador y realmente me planteo la posibilidad de asesinarla, si es que la gente de metal puede morir. Sin embargo, en contrapartida pienso que si la ejecuto ya no podré oírla decir cosas como “orgánico” o “líquido refrigerante”, ni podrá acariciarme suavemente la espalda o devolverme un abrazo. Aprieto los dientes hasta que me chirrían las muelas; sé que prefiero lo último y también sé que puedo arrepentirme muy pronto para volver a la primera idea. Debo ser veloz; rápidamente agarro mi espada y con mi mano libre tomo la de la joven para guiarla hacia la salida de la cueva a paso ligero, casi corriendo para dejar atrás ese trono de piedra y esas negras y húmedas paredes.
-¡Vamos! -Exclamo con una ancha sonrisa en el rostro, exultante ante la idea de respirar una vez más el aire fresco. He tomado una decisión; quizás dejar esa cueva junto a Zöe me libre de la oscuridad que poco a poco consume mi mente.
Quizás...
Dag Thorlák
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 178
Nivel de PJ : : 1
Temas similares
» Las hamburguesas de Zero [Privado] [Cerrado]
» Big world [Privado] [Cerrado]
» The Pain is Gone [Privado] [cerrado]
» Despertar [Privado] [Cerrado]
» Reencuentro [privado] [Cerrado]
» Big world [Privado] [Cerrado]
» The Pain is Gone [Privado] [cerrado]
» Despertar [Privado] [Cerrado]
» Reencuentro [privado] [Cerrado]
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Hoy a las 14:43 por Eilydh
» Días de tormenta + 18 [Privado]
Ayer a las 23:14 por Iori Li
» Laboratorio Harker [Alquimia+Ingeniería]
Ayer a las 19:13 por Zelas Hazelmere
» Pócimas y Tragos: La Guerra de la Calle Burbuja [Interpretativo] [Libre]
Ayer a las 16:18 por Mina Harker
» El vampiro contraataca [Evento Sacrestic]
Ayer a las 05:53 por Lukas
» La Procesión de los Skógargandr [Evento Samhain (Halloween)]
Mar Nov 19 2024, 22:49 por Eltrant Tale
» Entre Sombras y Acero [LIBRE][NOCHE]
Mar Nov 19 2024, 22:42 por Cohen
» [Zona de culto] Altar de las Runas de los Baldíos
Lun Nov 18 2024, 12:29 por Tyr
» Susurros desde el pasado | Amice H.
Lun Nov 18 2024, 04:12 por Amice M. Hidalgo
» [Zona de culto] Iglesia del único Dios
Sáb Nov 16 2024, 21:38 por Tyr
» Enjoy the Silence 4.0 {Élite]
Miér Nov 13 2024, 20:01 por Nana
» Vampiros, Gomejos, piernas para qué las tengo. [Privado]
Mar Nov 12 2024, 04:51 por Tyr
» Derecho Aerandiano [Libre]
Dom Nov 10 2024, 13:36 por Tyr
» Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
Vie Nov 08 2024, 18:40 por Lukas
» Lamentos de un corazón congelado [Libre 3/3]
Vie Nov 08 2024, 01:19 por Tyr