Locura en el Hekshold [Minievento SCA]
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Locura en el Hekshold [Minievento SCA]
–¡Que no ha sido una cita! –aclaró por segunda vez Demian.
–No he dicho que lo fuese, señor Demian –contestó Lucio con lo más cercano a una sonrisa dulce que podía formar.
Aquel par, en cierta manera, funcionaba muy bien. Ambos tenían un foco fuertemente puesto en las misiones y el logro de objetivos, ambos eran malos expresando emociones y ambos entendían sólo a medias las relaciones humanas. Lucio tenía la ventaja de ser un adulto y toda la experiencia que ello conllevaba y, aún así, no podía sino ver la experiencia emocional de las personas como parte de un engranaje. El engranaje de Ámbar.
–Pero que quede claro, n-no lo ha sido... sólo visitaba a una amiga que ha suf... –no llegó a terminar la frase.
Rena, la muchacha que había conocido bajo tierra, aún cargaba con la horrible pérdida de uno de sus brazos a manos de aquellos malditos secuaces de aquel Victor Knoth. Ahora llevaba una prótesis que ella misma había confeccionado, pero estaba lejos de sustituir un miembro real. Ella la manejaba jalando de unos gatillos metálicos, pero no era como un brazo real, no respondía a sus pensamientos. Y, más aún que eso, no omitía el hecho de que aún parecía sentir dolores asociados a aquella herida.
Demian se acarició nuevamente los brazos. Para Lucio, aquello podía ser simplemente una señal de empatía hacia lo ocurrido a Rena, pero no dejaba de llamarle la atención el hecho de que el niño llevara ahora tatuajes negros y rojos a lo largo de sus brazos. Por supuesto, el hombre no aprobaba el hecho de que alguien tan joven llevara tatuajes, mucho menos de tal tamaño, pero había algo más, algo que parecía inquietarle. Estaba seguro que había visto a esas cosas arder como brasas de vez en cuando. Jamás había podido comprobarlo con una mirada directa, eran momentos muy sutiles y bien podían ser su imaginación... y sin embargo dentro de sí algo le decía que esas cosas no eran naturales.
Y no lo eran.
Demian había soportado la incomodidad de esas marcas por algunas semanas con estoicismo y no había contado a nadie que variaban de una leve comezón a un dolor que parecía quemarle. Día y noche le recordaban su encuentro con aquella dragona en la Isla Volcánica, de las heridas sufridas y de cómo Eltrant le había salvado la vida cuando se embriagó con todo ese poder.
Lo volvería a hacer, lo volvería a hacer cien veces.
Lucio se puso de pie e indicó al castillo que se erigía en la distancia, el Hekshold.
–Hay algo que no he querido decirle antes... no antes de que al menos pudiera tener un momento de relajo –dijo el hombre acercándose cordialmente al chico–. Puede no ser nada, pero he oído rumores de que las cosas no están bien en el Hekshold.
Demian mantuvo silencio, pero su mirada mostraba una curiosidad tensa. Aquellas palabras sonaban ominosas, o al menos eran señal de que algún tipo de problema iba a tener que enfrentar.
–Desconozco los detalles, pero he oído de que una loba blanca se ha escapado y dicen que ha habido algunos desaparecidos.
El chico endureció su mirada. El Hekshold tenía literalmente un batallón de poderosos magos a su disposición, además de numerosos reclutas escogidos entre los más talentosos de la sociedad bruja y hasta todo el contintente. Era uno de los peores lugares posibles a los que alguien querría atacar. Si alguien... o algo... querían hacer daño, debía ser realmente fuerte o realmente estúpido, o más bien una mezcla de ambas cosas.
–Seguro ya lo habrán solucinado p-para cuando lleguemos –dice en un tono que ni él mismo llegaba a creer.
–Seguro que es así –confirmó Lucio, sin tampoco creer sus propias palabras.
–Como sea, debemos esperar a Chimar. Seguro debe estar por llegar, hemos quedado con juntarnos aquí, justo debajo de la estatua del caballo marino –confirmó Demian.
Aquel caballo marino no era un elemento al azar. Aquella figura representaba a la casa Myrddin, aquella a la que él se había incorporado, que era encabezada por el viejo Rutherford y, más allá de todo eso, era una figura que se había aparecido en sus sueños desde que era muy pequeño, como si algo de aquella criatura, o de aquel apellido, le llamaran poderosamente.
–Chimar suele ser una persona muy puntual –agregó Artyhom, que hasta ese momento se había mantenido en silencio–. Sin duda aparecerá en cualquier momento.
El trío se detuvo a esperar y por un momento pareció que cada uno estaba mentalmente en algún tipo de tarea. En el caso de Demian, no podía dejar de pensar en lo que había pasado a su amiga y en la impotencia de que su limitado conocimiento de la medicina no pudiera ser suficiente para ayudarle. Lucio pensaba en los inquietantes rumores del Hekshold y en cómo eso podría llegar a afectar a su gente, por supuesto. Y Arty.... Arty pensaba en una bella mariposa que revoloteaba en torno a una flor a escasos pasos de distancia.
Ninguno de los tres lo sabía, pero en ese preciso instante se decretaba que nadie podía abandonar las dependencias del Hekshold sin un permiso expreso de parte de los maestros. Un nuevo chico había desaparecido, un joven que, si bien llevaba ya un par de años de estudios, nunca había realmente destacado en el uso de la magia.
Gólems arcanos estaban siendo apostados en las entradas con cierto disimulo. Los catedráticos no querían aún alarmar a los estudiantes demasiado y menos aún a la gente de los alrededores. El Hekshold existía en una constante armonía con la localidad aledaña, con pobladores que ignoraban los ocasionales peligros y rarezas que de allí emergían a cambio de los beneficios que les otorgaba el estar cerca de tan famosa institución y proveer a sus estudiantes.
Demian volvió a sobarse los brazos.
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(*) Se inicia este mini-evento. En este tema sólo puede participar Chimar. Nótese que los tatuajes en los brazos de Demian y sus consecuencias se derivan de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo].
Demian
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Re: Locura en el Hekshold [Minievento SCA]
Recibir una carta del enano brujo más grande sin duda sorprende a Maquiavelo en su momento, no suele ser de los que mandan misivas. Al darse cuenta de que solicita su presencia no puede sino imaginarse de que anda metido en problemas.
No dice mucho en el papel… nada raro sin duda, tiende a tener bien en cuenta que cosas expresa. Lo cierto es que Chimar solo tarda treinta minutos en estar listo para salir rumbo a las islas, lleva como siempre su equipo especial y a Canel.
El trayecto naval resulta particularmente tranquilo, ya tiene suficiente dinero como para pagar mejores dependencias. No es que los barcos sean hoteles pero con aeros se pueden mejorar las condiciones de cualquier empresa.
La tierra de los brujos sigue igual, como pintura al óleo. Suficientes túnicas para decorar con cortinas nuevas el palacio de Lunargenta tres veces y clones no tan raritos de los dos niños hechiceros que conoce Chim.
¿No te molesta que vayamos al Hekshold enano?
“Canel niega con la cabeza sin convencerse mucho”.
Bien sabe el genio que su hermanito se graduó en la academia a muy temprana edad, también conoce la naturaleza que rodeo su instrucción. Haciendo una larga historia corta… causo algunos problemas en la institución.
Espero que ellos no tengan problemas conmigo…
Los hechiceros natos no suelen ser muy apreciados en la sociedad bruja, especialmente en el Hekshold. Ciertamente es una relación amor-odio que gira en torno al miedo intrínseco que se le tiene a los personajes.
Relájate, me tienes a mí de apoyo “le alborota el cabello”.
La acción hace que el chiquillo brujo sonría, sabe bien que puede contar con el inventor. Pese a todo aun alberga dudas, algo le dice que se dirigen a un evento complicado y eso no facilitara las cosas en ningún aspecto.
Llegan a los alrededores, el enorme castillo colma todo Angulo. Es casi tan grande como el palacio del rey en Lunargenta… y seguramente mucho más habitado. Justo cuando Chimar creía conocer todas las instituciones del mundo.
Alguien sin duda trata de compensar algo…
Ese era un chiste recurrente cuando estudiaba “ríe por lo bajo”.
¿Y lo entiendes?
No…
La edad de la inocencia sin duda, Maquiavelo tampoco entiende mucho el concepto pero tiene mejor cara de póker. Viene siendo hora de encontrar al otro enano brujo raro, ver que necesita y si se encuentra bien.
No les toma mucho llegar al punto de reunión que indicaba la carta, allí están tres personajes bajo una estatua aterradora en todo sentido. Dem, Arty y curiosamente Lucio, el personaje que Chimar conoció cuando ayudo a los refugiados de Ámbar por iniciativa de su amigo.
Para el intelectual resulta un alivio ver que su colega sigue vertical, lo cierto es que esta tan inmerso en su cabezota que parece la oportunidad perfecta para jugarle una broma. Luego de hacerle un gesto de silenció a Canel, avanza al punto ciego de la estatua y en el momento preciso salta para sorprender a los presentes.
¡¡BUUU!!
No dice mucho en el papel… nada raro sin duda, tiende a tener bien en cuenta que cosas expresa. Lo cierto es que Chimar solo tarda treinta minutos en estar listo para salir rumbo a las islas, lleva como siempre su equipo especial y a Canel.
El trayecto naval resulta particularmente tranquilo, ya tiene suficiente dinero como para pagar mejores dependencias. No es que los barcos sean hoteles pero con aeros se pueden mejorar las condiciones de cualquier empresa.
La tierra de los brujos sigue igual, como pintura al óleo. Suficientes túnicas para decorar con cortinas nuevas el palacio de Lunargenta tres veces y clones no tan raritos de los dos niños hechiceros que conoce Chim.
¿No te molesta que vayamos al Hekshold enano?
“Canel niega con la cabeza sin convencerse mucho”.
Bien sabe el genio que su hermanito se graduó en la academia a muy temprana edad, también conoce la naturaleza que rodeo su instrucción. Haciendo una larga historia corta… causo algunos problemas en la institución.
Espero que ellos no tengan problemas conmigo…
Los hechiceros natos no suelen ser muy apreciados en la sociedad bruja, especialmente en el Hekshold. Ciertamente es una relación amor-odio que gira en torno al miedo intrínseco que se le tiene a los personajes.
Relájate, me tienes a mí de apoyo “le alborota el cabello”.
La acción hace que el chiquillo brujo sonría, sabe bien que puede contar con el inventor. Pese a todo aun alberga dudas, algo le dice que se dirigen a un evento complicado y eso no facilitara las cosas en ningún aspecto.
Llegan a los alrededores, el enorme castillo colma todo Angulo. Es casi tan grande como el palacio del rey en Lunargenta… y seguramente mucho más habitado. Justo cuando Chimar creía conocer todas las instituciones del mundo.
Alguien sin duda trata de compensar algo…
Ese era un chiste recurrente cuando estudiaba “ríe por lo bajo”.
¿Y lo entiendes?
No…
La edad de la inocencia sin duda, Maquiavelo tampoco entiende mucho el concepto pero tiene mejor cara de póker. Viene siendo hora de encontrar al otro enano brujo raro, ver que necesita y si se encuentra bien.
No les toma mucho llegar al punto de reunión que indicaba la carta, allí están tres personajes bajo una estatua aterradora en todo sentido. Dem, Arty y curiosamente Lucio, el personaje que Chimar conoció cuando ayudo a los refugiados de Ámbar por iniciativa de su amigo.
Para el intelectual resulta un alivio ver que su colega sigue vertical, lo cierto es que esta tan inmerso en su cabezota que parece la oportunidad perfecta para jugarle una broma. Luego de hacerle un gesto de silenció a Canel, avanza al punto ciego de la estatua y en el momento preciso salta para sorprender a los presentes.
¡¡BUUU!!
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Re: Locura en el Hekshold [Minievento SCA]
Demian levantó la mirada. El cometa parecía inmóvil, pintado en el cielo, pero el chico sabía que se había ido volviendo más grande y visible en las últimas semanas. ¿Qué podía significar una cosa así? ¿Era un buen signo o un mal presagio?
La mariposa, en tanto, se posó sobre un dedo de Artyhom, pero no permaneció demasiado tiempo allí. Los pasos de un par de niños la hicieron emprender el vuelo.
–Bienvenidos. Tiempo sin verles, pequeños –dijo Lucio con una sonrisa.
Artyhom, en tanto, se acercó e hizo una profunda reverencia. Si pudiera sonreír, lo habría hecho.
–Los estábamos esperando, es un gusto volver a verles –dijo, lo que en parte explicaba el por qué ninguno de los presentes parecía haber reaccionado demasiado al intento de asustar. Literalmente estaban esperando su llegada.
Demian, por su lado, debía reconocer que un impulso telekinético había movido ligeramente su daga para que se soltara de su funda y estuviera lista para ser usada. Había ocurrido muy rápido, como un reflejo casi instintivo, y con esa misma velocidad había cesado.
–Supongo que querrán ponerse al día –dijo el hombre dando un paso hasta estar frente a los chicos–. Yo también tengo asuntos que tratar, mi gente ha estado nerviosa últimamente. No duden en pasar a mi casa cuando lo deseen.
–Lo tendré en cuenta... y hola, Chim, Canel –dice Demian con su particular efusividad... o falta de ella.
Una vez que Lucio se retiró del lugar, Demian comenzó a caminar en dirección al castillo en la distancia.
–Vamos, R-rutherford ha autorizado que se queden en la torre de la casa Myrddin –dice a sus amigos–. Ha dicho que si se portan bien les dará postre –se detiene un momento y se lleva un dedo a la barbilla–... esperen, ¿será eso que dijo en serio o una broma?
Los postres existían, sólo que no siempre eran de lo más delicioso. Dependía del humor de la cocinera, según le habían contado otros estudiantes, cuando estaba de mal humor traspasaba su amargura a los ingredientes. ¿Sería eso también un comentario en broma? recién ahora se lo cuestionaba.
Se encogió de hombros. Era difícil saber cuándo las personas hablaban realmente en serio y cuándo no, por lo que la mayor parte del tiempo era mejor ignorarles y esperar a ver qué hacían en verdad.
Cuando llegaron al Hekshold no tendría demasiado tiempo para pensar en esas cosas. Los estudiantes de la casa Myrddin estaban siendo reunidos en el patio y algunos profesores estaban sobre una tarima, entre ellos Rutherford.
Aquello no era común. Demian sabía que a esa hora los estudiantes tenían un tiempo libre para divertirse, conversar o practicar cosas de sus intereses. La gente no solía reunirse a esa hora, no al menos hasta la cena.
–Supongo que ya han oído los rumores –dijo Rutherford con un dejo de cansancio en la voz–Aleria Barten, de la casa Hartem, ha desaparecido. No sabemos si está perdida, si ha decidido irse a divertirse por algún lado o si se trata de algo serio. No hay motivo para pensar que algo grave ha pasado, así que no hagan caso si escuchan esas cosas. Y no, no tiene nada que ver con el cometa, no hagan caso de patrañas, ustedes están entre los más listos de Aerandir, no pueden dejarse llevar por comentarios sin sentido.
De pronto el viejo depositó su mirada directamente en Demian. El chico lo sabía, no era que mirara sólo a la multitud (de hecho, Rutherford era ciego), de alguna manera le había mirado, aunque no fuera realmente con sus ojos.
–Y no quiero a nadie jugando a ser héroe. Estas cosas las trataremos a nivel de la autoridad del Hekshold. Mucha gente investigando sólo causará problemas. Sé que aquí hay mucha gente capaz y varios entre ustedes hace tiempo dejaron de ser niños, pero les pido entiendan que las cosas deben funcionar en orden. Ahora, si alguien sabe algo de Aleria, comuníquelo a un profesor lo antes posible.
Lo siguiente de su discurso fueron instrucciones básicas. Cosas como que nadie debía andar solo por los alrededores, que no estaba permitido salir sin avisar a un prefecto o profesor, que esconderse con magia era la peor idea en ese momento y que los mayores debían de hacerse cargo de cuidar a los más jóvenes. Cosas a las que Demian había dejado de prestar atención.
La cabeza de Demian estaba en el asunto de la chica perdida.
Debía confesar que no sabía exactamente cómo lucía. No era de la misma casa y en aquel lugar estudiaba mucha gente. Encima el chico no solía quedarse mucho tiempo en ese lugar. Sólo escuchó un comentario sobre que era de pelo castaño, ojos del mismo color y su cara tenía algunas salpicaduras de pecas.
Rutherford bajó de la tarima y la reunión se dio por terminada. Algunos estudiantes comentaban entre sí, otros miraban confusos. La sensación de seguridad en aquel lugar solía ser muy alta, poderosos magos y encantamientos aseguraban que nada malo pasara a los estudiantes. Había quienes decían que era el lugar más seguro para un joven en todo Aerandir (sin considerar posibles errores con la magia, claro) y, aún así, de pronto los profesores se enfrentaban a un problema del que no parecían tener solución.
Demian lanzó una mirada cómplice a Chimar.
Demian
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Re: Locura en el Hekshold [Minievento SCA]
Nuevamente el intento por asustar al enano y sus compañeros resulta en fracaso, se puede escuchar un patente suspiro por parte del inventor… sin duda es más difícil que bromear con Ratita o Motas.
Chim responde a los saludos con una ligera reverencia educada, luego hace que Canel imite el gesto de forma juguetona. Lucio y Arty siguen igual que siempre, especialmente este último por obvias razones.
Cierta mueca de intriga se forma en el genio por la disculpa que emite el único adulto presente, es claro que algo acontece. Si su gente, una civilización de tecnopatas raros con bios incluidos está preocupada, ¿Qué dejara para los demás?
Cierto “dice cuando el antiguo habitante de la ciudad subterránea se retira” ¿Ahora su gente vive en la academia no?, Zero me comento algo de eso pero… no le puse mucha atención, el chico habla como monje a veces jeje.
Naturalmente cuando algún gorrión se pasa por la esfera, el niño inventor dedica algunos instantes a compartir información con el personaje. Zero tiene el rango de miembro honorario y en cierto modo no sabe cómo limitar la lengua.
¿Myrddin?, nombre raro…
Yo pertenecía a esa casa “dice con cierta mueca graciosa”.
Eso explica todo.
Maquiavelo dedica entonces una mirada divertida a su amiguito, este último tarda severos instantes en pillar la broma. Por otro lado, que ambos enanos raros estén relacionados a esa casa es un dato curioso y aterrador a partes iguales.
Avanzan rápido, más que todo por iniciativa del ilusionista más pequeño. Suele ponerse muy animado cuando alguien menciona un aperitivo dulce… curioso que sea tan enano con todo lo que come.
No tardan mucho en verse envueltos en cierta reunión al aire libre, un ciego precede el discurso. Chimar no puede evitar arquear una ceja al notar la condición del sujeto, se pregunta de inmediato si un brujo puede seguir funcionando con tal desventaja.
Parece que una estudiante ha desaparecido, algo que tiene trasfondo intrincado. Pronto la razón del mensaje enviado por Dem se revela, es claro que el enano desea involucrarse directamente en la situación.
¿Hace tiempo dejaron de ser niños?... ¿Qué rayos?
Han acusado al pequeño intelectual de muchas cosas pero jamás de superar su infancia prematuramente, curioso concepto. Irónicamente al meditarlo mas no le parece tan mala la idea tener el mismo derecho social que un frijol, siendo niño todavía claro.
Una cosa esta clara, algo se cuece en la academia. Y por la mirada que el chico listo no tarda en corresponder se puede decir que los gorriones harán acto de protagonismo, nunca se le debe decir a un mocoso que se queda al margen pues hará todo lo contrario.
Ideas Dem, ¿Dónde comenzamos? “suelta por lo bajo a medida que los estudiantes pasan a retirarse”.
Saben… en mi tiempo de estudiante paso algo similar “mira el horizonte de forma curiosa” coincidencia.
Por obvias razones el comentario de Canel despierta dudas en su protector, lamentablemente sabe bien que cuando su hermanito tiene información importante suele reservársela… no está en su naturaleza hablar claro.
Que el anciano ciego hiciera referencia al cometa también es un punto que resuena en la mente del segundo líder gorrión, tales fenómenos espaciales suelen tener connotaciones extrañas para numerosos cultos, de los más loquitos.
De vuelta a la sartén “comentario que expresa mientras se atusa la barbilla”.
Chim responde a los saludos con una ligera reverencia educada, luego hace que Canel imite el gesto de forma juguetona. Lucio y Arty siguen igual que siempre, especialmente este último por obvias razones.
Cierta mueca de intriga se forma en el genio por la disculpa que emite el único adulto presente, es claro que algo acontece. Si su gente, una civilización de tecnopatas raros con bios incluidos está preocupada, ¿Qué dejara para los demás?
Cierto “dice cuando el antiguo habitante de la ciudad subterránea se retira” ¿Ahora su gente vive en la academia no?, Zero me comento algo de eso pero… no le puse mucha atención, el chico habla como monje a veces jeje.
Naturalmente cuando algún gorrión se pasa por la esfera, el niño inventor dedica algunos instantes a compartir información con el personaje. Zero tiene el rango de miembro honorario y en cierto modo no sabe cómo limitar la lengua.
¿Myrddin?, nombre raro…
Yo pertenecía a esa casa “dice con cierta mueca graciosa”.
Eso explica todo.
Maquiavelo dedica entonces una mirada divertida a su amiguito, este último tarda severos instantes en pillar la broma. Por otro lado, que ambos enanos raros estén relacionados a esa casa es un dato curioso y aterrador a partes iguales.
Avanzan rápido, más que todo por iniciativa del ilusionista más pequeño. Suele ponerse muy animado cuando alguien menciona un aperitivo dulce… curioso que sea tan enano con todo lo que come.
No tardan mucho en verse envueltos en cierta reunión al aire libre, un ciego precede el discurso. Chimar no puede evitar arquear una ceja al notar la condición del sujeto, se pregunta de inmediato si un brujo puede seguir funcionando con tal desventaja.
Parece que una estudiante ha desaparecido, algo que tiene trasfondo intrincado. Pronto la razón del mensaje enviado por Dem se revela, es claro que el enano desea involucrarse directamente en la situación.
¿Hace tiempo dejaron de ser niños?... ¿Qué rayos?
Han acusado al pequeño intelectual de muchas cosas pero jamás de superar su infancia prematuramente, curioso concepto. Irónicamente al meditarlo mas no le parece tan mala la idea tener el mismo derecho social que un frijol, siendo niño todavía claro.
Una cosa esta clara, algo se cuece en la academia. Y por la mirada que el chico listo no tarda en corresponder se puede decir que los gorriones harán acto de protagonismo, nunca se le debe decir a un mocoso que se queda al margen pues hará todo lo contrario.
Ideas Dem, ¿Dónde comenzamos? “suelta por lo bajo a medida que los estudiantes pasan a retirarse”.
Saben… en mi tiempo de estudiante paso algo similar “mira el horizonte de forma curiosa” coincidencia.
Por obvias razones el comentario de Canel despierta dudas en su protector, lamentablemente sabe bien que cuando su hermanito tiene información importante suele reservársela… no está en su naturaleza hablar claro.
Que el anciano ciego hiciera referencia al cometa también es un punto que resuena en la mente del segundo líder gorrión, tales fenómenos espaciales suelen tener connotaciones extrañas para numerosos cultos, de los más loquitos.
De vuelta a la sartén “comentario que expresa mientras se atusa la barbilla”.
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Re: Locura en el Hekshold [Minievento SCA]
–Más o menos –había explicado Demian más temprano a Chimar–. Viven en las dependencias del Hekshold, p-pero obvio que no en el castillo, tienen sus propias viviendas. Se les ha facilitado un espacio para ser más o menos independientes.
Más tarde, luego del discurso de Rutherford, llegaban por fin al castillo. El lugar era bastante sobrio a primera impresión según lo que se podía esperar de un lugar lleno de magia. Había algunos adornos, no demasiados, principalmente algunas pinturas provenientes de distintos puntos del continente, donaciones de familias adineradas por un motivo o por otro, más de una vez para obtener una plaza para un hijo con algo de talento, pero no demasiado.
Una cosa inusual del lugar era la cantidad de libros. Literalmente en cada pasillo había puestos con libros, pergaminos o diseños mágicos para estudiar. No todos eran sobre magia. Se sabía que Rutherford valoraba la retórica, el diálogo, la inteligencia y el conocimiento por encima del poder mágico y los alumnos que estaban en esa casa solían tener intereses similares.
Esto la hacía probablemente la casa más abierta a recibir miembros de otras razas y, así mismo, la volvía una excelente coincidencia con la gente de Ámbar. Chimar no tardaría en descubrir que incluso había tomos de ingeniería y técnicas desde los distintos saberes humanos.
–Comenzamos por la cena –anunció Demian a sus amigos.
Por supuesto, ofició de líder para guiarles al salón en donde tenía lugar la comida diaria de término del día.
No era demasiado lujoso. Demian explicó en el trayecto que para ocasiones especiales se usaba magia para dejarlo reluciente y pomposo, pero que no era así para las comidas del día a día. Aún así, claramente todo estaba limpio, probablemente más que en cualquier salón de cualquier castillo del continente. No era difícil mantener la higiene cuando tenías centenares de aprendices capaces de usar magia a los que podías asignarles turnos de aseo. Formabas su carácter, humildad, y tenías todo limpio. Ganancia para todos.
Probablemente lo más llamativo del salón era el enorme cuadro que adornaba una de sus murallas. Medía al menos cuatro metros de ancho y dos de alto y representaba a un dragón volando por los aires. Sus detalles estaban finamente cuidados, de modo que hasta las escamas parecían reales. Cualquier diría que podría salir volando de allí en cualquier momento.
Había doce mesones para alumnos. tres por cada casa, ordenados por edad. Demian estaba en el mesón de los más jóvenes, donde también irían sus amigos. En el Hekshold los brujos de Beltrexus solían entrar jóvenes, pero había muchos que no llegaban allí sino hasta su adultez. Había personas bastante mayores que por distintos giros de la vida decidían estudiar. Así mismo, los miembros de otras razas no solían llegar en su niñez.
Algunos alumnos les trajeron los platos. Demian explicó también que antiguamente los hacían levitar, pero que Rutherford había hecho que los de su casa los llevaran con sus propias manos y pronto los líderes de otras casas siguieron el ejemplo. Formaba el carácter, había explicado el anciano ciego. Al final se habían establecido turnos que cambiaban semanalmente.
El plato no tiene nada tan llamativo. Se trata de un estofado de verduras. Hay algo de carne de cerdo, pero sólo porciones pequeñas. "Las verduras son buenas para la mente" había explicado Rutherford hace unos meses. Algunos habían protestado de que comer pasto era para las vacas, pero se había terminado por aceptar el cambio. Junto a eso hay una especie de galleta de avena entera, un zumo de manzana cocida y una porción de distintas frutas picadas.
–Rutherford dice que la fruta aumenta la inteligencia –explicó Demian picando un trozo que comenzaba a tomar un tono marrón con un tenedor–, de hecho nos hace cultivarlas nosotros mismos en los patios del castillo.
–Psst, te cambio mis gajos de naranja por una de tus fresas –dijo en voz baja un chiquillo de cabello claro revuelto, sonrisa fácil y ojos movedizos.
Demian se encogió de hombros y realizó la transacción con un movimiento telekinético.
–Soy Narfi –dijo ofreciendo juguetonamente una mano a Chimar–. ¿Son nuevos en la academia?
Unos pocos segundos luego de eso Rutherford se ponía de pie desde la mesa de los maestros.
–Como es tradición, vamos a agradecer al Éter por los alimentos que pone sobre nuestra mesa –dijo en aire solemne.
–Por el pasto, querrá decir –susurró Narfi con una risita cómplice a los chicos nuevos, probablemente tratando de socializar.
–Los elementos han sido buenos con nosotros, han hecho crecer las plantas, han alimentado el ganado y nos han dado buenas cosechas. Vamos a cerrar los ojos e intentar entrar en armonía con el mundo. El mundo no es la suma de sus partes, como todos saben, sino que es una unidad, un único ser cuya alma es el Éter. En representación de esta unidad nos vamos a tomar de las manos y unir nuestro Éter como uno solo.
Los chicos, todos de pie, mostraron estar claramente acostumbrados a aquella rutina, tomándose las manos unos a otros, cada quien con la persona que tenía más cerca a su lado, y cerrando sus ojos.
Aún quienes no fueran usuarios de la magia sentirían una especie de presión, una fuerza difícil de explicar, extendiéndose por todo el salón. No era una fuerza dañina, sino un peso agradable. Muchos lo describían como algo que te hacía sentir abrazado, acogido.
Al cabo de cerca de un minuto se oyó una campanilla.
–Eso significa "al ataque" –dijo alegre Narfi a los chicos nuevos.
Demian
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Re: Locura en el Hekshold [Minievento SCA]
Parece que a los refugiados de Ámbar les ha ido bien, las dos facciones que escaparon consiguieron hogares decentes. Algún día debe prestarle atención completa al niño maquina cuando hable sobre el asunto.
Sin nada más que hacer en el patio, los enanos avanzan al castillo. Canel se detiene en la entrada severos instantes pero su hermano nota el predicamento que le embarga y lo toma de la mano, no tardan entrar luego del gesto.
Lo cierto es que mantiene un estilo bastante recatado con respecto a otras fortalezas, nada que ver con un castillo de gobierno abarrotado de lujos. Se nota que es un sitio destinado a la educación.
Puede decirse con propiedad que genera buenas sensaciones, al menos en una persona amante del conocimiento como Maquiavelo. Incluso el brujito más pequeño abandona sus reservas y pierde los ojos en diferentes detalles conocidos.
A medida que avanzan por los pasillos decorados con cuadros, Chim no puede evitar sentirse atraído por las repisas de libros. Deben tener un compendio de todo el conocimiento aerandiano, los títulos dejan entrever que no solo guardan tomos mágicos.
Es imposible para el genio contener sus impulsos, termina pillado un libro enorme sobre ingeniería mecánica. Por algunos instantes avanza por inercia mientras se centra en los diseños de maquinaria bélica pesada.
Fascinante “casi se lleva un muro por delante pero su protegido le aparta en el último instante” hermosas ilustraciones.
Llegan a un enorme comedor entonces, el pequeño inventor vuelve al mundo de los vivos solo para encontrarse con el cuadro de cierto dragón. No suele dejarse llevar por tales cosas pero incluso él debe admitir que es imponente.
Las palabras de Demian se cumplen como profecía, sin duda llegan a buena hora para la cena. Al encontrarse en un entorno tan especifico, el segundo líder gorrión guarda con cuidado su tomo predilecto y pasa sentir lo que todo enano experimenta cuando llega la hora de comer.
Llegamos buena hora al parecer jeje.
No tardan en sentarse por iniciativa del propio brujo estudiante en la mesa de los enanos, segundos después llega la comida. Lo cierto es que resulta ser bastante balanceada en apariencia, no por esto menos sabrosa claro.
Técnicamente, la carne cocida es la que desarrolla inteligencia en el ser bípedo “dice mientras muerde su galleta”.
Claramente Rutherford tiene ideas extrañas sobre cómo gestionar la institución pero Chim no puede juzgar, en la Universidad de los Susurros se permite experimentar con la comida del alumnado a veces.
Cierto chiquillo propone un cambio de alimentos al mejor amigo del inventor, no tarda en completarse dicha transacción. El pequeño comerciante ofrece luego su mano como saludo mientras vocifera una interrogante.
Podría decirse que si “le corresponde el saludo” soy Chimar y este enano de aquí es Canel.
“Al verse aludido, el pequeño brujito agita su mano derecha muy animado”.
No tarda en aparecer el mismísimo personaje ciego quien inicia cierto ritual de agradecimiento, basta con decir que genera una ceja arqueada en el joven genio. Tristemente este último debe participar para no romper la cadena.
Obviamente no realiza todo el proceso de manera tan solemne como los elementos a su alrededor pero cumple el objetivo, se sorprende bastante al ver que su hermanito si se toma el procedimiento en serio por otro lado.
Eso… fue raro.
Palabras que suelta luego de sentir algo extraño, desconocido en cierto modo. Como es listo suma uno más uno y se lo atribuye a alguna habilidad arcana rara… por suerte esta vez viene sin sorpresa desagradable.
¡No debes decirlo dos veces!
Las palabras de Narfi caen en buen puerto pues toda la comida concentrada ya había despertado el hambre en su interlocutor, basta con decir que lo siguiente es un ataque masivo por parte del intelectual y su acompañante a los alimentos… claramente Chimar dejo sus días de chico privilegiado muy atrás.
Sin nada más que hacer en el patio, los enanos avanzan al castillo. Canel se detiene en la entrada severos instantes pero su hermano nota el predicamento que le embarga y lo toma de la mano, no tardan entrar luego del gesto.
Lo cierto es que mantiene un estilo bastante recatado con respecto a otras fortalezas, nada que ver con un castillo de gobierno abarrotado de lujos. Se nota que es un sitio destinado a la educación.
Puede decirse con propiedad que genera buenas sensaciones, al menos en una persona amante del conocimiento como Maquiavelo. Incluso el brujito más pequeño abandona sus reservas y pierde los ojos en diferentes detalles conocidos.
A medida que avanzan por los pasillos decorados con cuadros, Chim no puede evitar sentirse atraído por las repisas de libros. Deben tener un compendio de todo el conocimiento aerandiano, los títulos dejan entrever que no solo guardan tomos mágicos.
Es imposible para el genio contener sus impulsos, termina pillado un libro enorme sobre ingeniería mecánica. Por algunos instantes avanza por inercia mientras se centra en los diseños de maquinaria bélica pesada.
Fascinante “casi se lleva un muro por delante pero su protegido le aparta en el último instante” hermosas ilustraciones.
Llegan a un enorme comedor entonces, el pequeño inventor vuelve al mundo de los vivos solo para encontrarse con el cuadro de cierto dragón. No suele dejarse llevar por tales cosas pero incluso él debe admitir que es imponente.
Las palabras de Demian se cumplen como profecía, sin duda llegan a buena hora para la cena. Al encontrarse en un entorno tan especifico, el segundo líder gorrión guarda con cuidado su tomo predilecto y pasa sentir lo que todo enano experimenta cuando llega la hora de comer.
Llegamos buena hora al parecer jeje.
No tardan en sentarse por iniciativa del propio brujo estudiante en la mesa de los enanos, segundos después llega la comida. Lo cierto es que resulta ser bastante balanceada en apariencia, no por esto menos sabrosa claro.
Técnicamente, la carne cocida es la que desarrolla inteligencia en el ser bípedo “dice mientras muerde su galleta”.
Claramente Rutherford tiene ideas extrañas sobre cómo gestionar la institución pero Chim no puede juzgar, en la Universidad de los Susurros se permite experimentar con la comida del alumnado a veces.
Cierto chiquillo propone un cambio de alimentos al mejor amigo del inventor, no tarda en completarse dicha transacción. El pequeño comerciante ofrece luego su mano como saludo mientras vocifera una interrogante.
Podría decirse que si “le corresponde el saludo” soy Chimar y este enano de aquí es Canel.
“Al verse aludido, el pequeño brujito agita su mano derecha muy animado”.
No tarda en aparecer el mismísimo personaje ciego quien inicia cierto ritual de agradecimiento, basta con decir que genera una ceja arqueada en el joven genio. Tristemente este último debe participar para no romper la cadena.
Obviamente no realiza todo el proceso de manera tan solemne como los elementos a su alrededor pero cumple el objetivo, se sorprende bastante al ver que su hermanito si se toma el procedimiento en serio por otro lado.
Eso… fue raro.
Palabras que suelta luego de sentir algo extraño, desconocido en cierto modo. Como es listo suma uno más uno y se lo atribuye a alguna habilidad arcana rara… por suerte esta vez viene sin sorpresa desagradable.
¡No debes decirlo dos veces!
Las palabras de Narfi caen en buen puerto pues toda la comida concentrada ya había despertado el hambre en su interlocutor, basta con decir que lo siguiente es un ataque masivo por parte del intelectual y su acompañante a los alimentos… claramente Chimar dejo sus días de chico privilegiado muy atrás.
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Re: Locura en el Hekshold [Minievento SCA]
Las cosas de pronto lucían muy bien. Todos los problemas, todas las preocupaciones, nada importaba, nada más que un plato de comida que después de todo sabía bien.
Narfi resultó ser un compañero de comida que, si bien en un principio podía resultar algo molesto, terminaba teniendo gracia. Contó una anécdota sobre cierta rana que había encontrado en un estanque. La rana no había hecho más que intentar dar un salto desde una hoja a otra, con la mala suerte de resbalarse en el momento menos oportuno y acabar dándose un chapuzón. Nada que no le pasar a cientos de ranas en el mundo, pensó Demian, pero de alguna manera el chico lo contaba con gracia, como si hubiera sido lo más importante que pudiera llegar a contemplar una persona en su vida.
Luego relató algo de la clase de telekinesis práctica. Cierta chica había realizado un movimiento mal hecho, o no quedaba claro si en realidad alguien le había jugado una broma, pero de alguna manera, entre las risas y la hiperventilación del chico para relatar, se podía entender que se había visto más de lo que se debía ver de su ropa interior.
Mientras relataba el hecho, un trozo de patata le cayó al chico en el cabello, pero éste no pareció darle mayor importancia.
–No d-deberías contar esas cosas en voz tan alta –dijo Demian, suponiendo una venganza tras el atentado alimenticio.
Narfi se encogió de hombros.
–Mah, me pasa a menudo –dijo con una voz que sonaba algo más dulce, o bien apenada, Demian no sabía reconocer la diferencia muy bien–. No importa. Y ustedes chicos, ¿de dónde son? –pregunta a Chimar y Canel–, ¿qué tipo de magia hacen? ¿Por qué creen que los dejaron en la casa Myrddin? ¿Son buenos en algún juego? ¿De dónde son? Porque esas cosas que llevas contigo no parecen muy de aquí, aunque ahora que lo pienso, ¿eres de Ámbar? no sabía que iba a haber alumnos de Ámbar –el chico hablaba tan rápido que dejaba muy poco espacio para contestar.
Demian, por otro lado, no deja pasar una buena oportunidad para comer. Su vida le ha enseñado que hay que aprovechar los momentos de abundancia porque luego puede venir uno de dificultad y no siempre se puede prever cuándo. En otras palabras, no dejaba una sola parte de su porción sin aprovechar.
Otro chico no parecía tener la misma opinión que el ilusionista sobre la comida.
Una bola jugosa de verdura fue a dar exactamente en un párpado de Narfi y por poco se le mete al ojo. Parecía haber sido previamente masticada y eso le daba un aspecto más desagradable. La mente de Demian rápidamente concluyó que el agresor no provenía del mismo puesto, dado que este proyectil había dado de frente.
–Hay chicos que te molestan, ¿no? –preguntó serio.
–No importa –dijo otra vez–. Es sólo un poco de verdura. A veces hablo mucho.
Demian miró alrededor y notó un grupo riéndose. No podía estar seguro de que habían sido ellos, pero estaba dispuesto a apostar que sí. Sintió unas ganas enormes de usar una de sus habilidades en el que parecía liderar. Encerrarlo en un mundo de torturas a manos de fantasmas parecía una excelente idea para solucionar el problema de Narfi, pero sabía que el uso de magia en la comida era castigado y, más aún, si era dirigido a otro estudiante. Esas cosas se tomaban en serio en el Hekshold.
–Ya veremos quién se ríe –comenta mirándoles fijamente.
Uno de los chicos parece imitar la tartamudez de Demian, sin embargo no logra escucharle. Un salón lleno de estudiantes no es lo mejor para una buena acústica.
–Déjalos, no es nada grave –dice nervioso–. Luego se enojarán conmigo.
Fue entonces que vino la ola.
Comenzó desde la zona de los maestros, pero fue tan rápida que no tuvieron tiempo de hacer ellos mismos algún hechizo en contra. El agua simplemente corrió por el salón de manera desenfrenada, con tal fuerza que dio vuelta sillas y mesas.
Hubo caos, gritos e intentos poco coordinados de brujos aprendices de hacer algo al respecto. Algunos sólo lograron empeorar las cosas, como el que agregó una buena porción de tierra al intentar crear una barrera y acabó creando fango, o quien por intentar crear agua en contra sólo hizo crecer la ola.
Demian es un buen nadador, pero aquello daba igual en ese instante. Terminó como todos, derribado por la ola, mojado completo, a varios metros de donde estaba originalmente sentado y con una silla sobre la cabeza. Se logró tomar de uno de los pilares, con lo que evitó ser arrastrado más.
No pudo ver a Narfi inicialmente, pero luego le reconoció más al fondo, justo debajo de la imponente pintura. El agua en ese lugar había cedido y el chico se puso de pie. Sonrió.
–Yo estoy bien –gritó.
Demian no sabía muy bien si le hablaba a él, a Chimar, a alguno de los profesores o al resto de los estudiantes, pero con todo el caos eso era completamente irrelevante, nadie estaba realmente interesado en el pequeño Narfi.
Pronto lo estarían.
Fue rápido.
El dragón del cuadro literalmente salió de él, como si siempre hubiera sido real, como si sólo hubiera estado esperando para hacer algo y el agua lo hubiera despertado. No perdió tiempo, se inclinó sobre Narfi y lo devoró de un bocado.
Demian intentó avanzar, pero en ese momento alguien chocaba con él. Bastó sólo ese momento. Fue apenas un segundo, pero al volver la vista nuevamente hacia donde Narfi hubiera sido atacado ya no estaban ni el chico, ni el dragón.
Momentos más tarde uno de los catedráticos daría la orden de que todos fueran a los dormitorios de inmediato.
Estaban bajo ataque.
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Demian
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Re: Locura en el Hekshold [Minievento SCA]
Mientras comen, son inundados masivamente por las historias de Narfi. Lo cierto es que esta misma condición hiperactiva genera algunas miradas molestas en sus compañeros de clases… no es el chico más popular de la academia.
Por su parte Chimar no lo toma a mal, incluso se ríe bastante de algunas anécdotas. Después de todo tiene experiencia con niños peculiares, sus hermanos gorriones son numerosos y llenos de manías pero aun asi los quiere a todos.
Al pequeño recién conocido se le va la lengua sobre algunos temas sensibles, esto genera cierto ataque infantil con comida. Esta vez Maquiavelo ríe por lo bajo, en cierto modo el sitio se parece mucho a la esfera cuando toca comer.
Pues…
¿Pan tostado?
Los más nuevos del lugar son interrogados masivamente, lo curioso es que su interlocutor habla tan rápido que no se le puede dar respuesta a ninguna pregunta. Es como Ratita cuando se tomó una de las bebidas energéticas del inventor... pero sin la desmayada al final.
Nuevamente su amigo de mesa se lleva otro ataque menor, esta vez completamente gratuito. Demian nota la situación y no tarda en preguntar directamente, Narfi se limita a desestimar todo para evitar un conflicto.
La cara vengativa del enano hechicero homicida y sus frases por inercia lo dicen todo, desea vengarse… claro que no tiene tiempo para seguir haciendo su número rarito pues recibe una ración propia de comida masticada.
Por algunos instantes reina el silencio hasta que Chimar no aguanta más y comienza a reír, pequeña jugarreta. ¿Qué se puede decir?, el amor de hermanos es curioso, más si son miembros de los gorriones.
Lamentablemente no hay tiempo para la diversión, algo bastante raro tiene lugar. Una ola enorme se manifiesta en medio del comedor… en el sentido literal. Chim apenas puede creer lo que pasa hasta que termina envuelto por la jodida cosa.
El ataque en si se ve potenciado por la estupidez de algunos aprendices quienes lanzan contramedidas mágicas ineficientes, algunos chicos deben repasar la clase de elementos naturales sin duda… por suerte el que se disponía a tirar rayos término superado antes de meter la pata monumentalmente.
Todo acaba con una barrida de agua, curiosamente no hay daños severos. Lejos de una amenaza parece más la broma de algunos estudiantes a punto de graduarse, al menos hasta que ocurre la desgracia.
Todo pasa demasiado rápido, en un parpadeo Narfi se levanta y anuncia que está bien ante un público que le ignora y al siguiente se lo traga el dragón del cuadro… es justo decir que eso si atrae miradas.
Maquiavelo abre los ojos de par en par pero se detiene en el acto, no puede hacer nada. Cuando los profesores anuncian que deben volver a sus dormitorios el genio pega una mirada a su hermanito, este prácticamente lee sus pensamientos. No es cuestión de magia, solo costumbre.
Acto seguido el pequeño Canel toma la mano de ambos líderes gorriones, justo cuando las filas de estudiantes se forman y nadie presta atención a la retaguardia desencadena su magia. Segundos después se encuentran en uno de los salones del colegio.
Bien, no se tu Dem pero nadie le hace eso a un mocoso en mi presencia, tiempo de cazar y rescatar… Canel.
“El pequeño brujito suelta un esqueleto temático y por su sorpresa ocasiona que caiga al suelo”.
¿Encontraron al culpable cuando paso esto en tu tiempo de estudiante?
No… solo sus víctimas “pone un rostro algo triste” creían que yo era el culpable.
¿Y…?
¡Yo no lo hice!
No hablo de eso, ¿Tú tampoco supiste quien fue?
No, era bueno cubriendo sus pasos.
Bueno, nunca es tan fácil “suspira” ¿Cuál es el plan B Dem?, llevas más tiempo aquí que nosotros… en esta temporada al menos “reformula por la mirada que le pega Canel”.
Por su parte Chimar no lo toma a mal, incluso se ríe bastante de algunas anécdotas. Después de todo tiene experiencia con niños peculiares, sus hermanos gorriones son numerosos y llenos de manías pero aun asi los quiere a todos.
Al pequeño recién conocido se le va la lengua sobre algunos temas sensibles, esto genera cierto ataque infantil con comida. Esta vez Maquiavelo ríe por lo bajo, en cierto modo el sitio se parece mucho a la esfera cuando toca comer.
Pues…
¿Pan tostado?
Los más nuevos del lugar son interrogados masivamente, lo curioso es que su interlocutor habla tan rápido que no se le puede dar respuesta a ninguna pregunta. Es como Ratita cuando se tomó una de las bebidas energéticas del inventor... pero sin la desmayada al final.
Nuevamente su amigo de mesa se lleva otro ataque menor, esta vez completamente gratuito. Demian nota la situación y no tarda en preguntar directamente, Narfi se limita a desestimar todo para evitar un conflicto.
La cara vengativa del enano hechicero homicida y sus frases por inercia lo dicen todo, desea vengarse… claro que no tiene tiempo para seguir haciendo su número rarito pues recibe una ración propia de comida masticada.
Por algunos instantes reina el silencio hasta que Chimar no aguanta más y comienza a reír, pequeña jugarreta. ¿Qué se puede decir?, el amor de hermanos es curioso, más si son miembros de los gorriones.
Lamentablemente no hay tiempo para la diversión, algo bastante raro tiene lugar. Una ola enorme se manifiesta en medio del comedor… en el sentido literal. Chim apenas puede creer lo que pasa hasta que termina envuelto por la jodida cosa.
El ataque en si se ve potenciado por la estupidez de algunos aprendices quienes lanzan contramedidas mágicas ineficientes, algunos chicos deben repasar la clase de elementos naturales sin duda… por suerte el que se disponía a tirar rayos término superado antes de meter la pata monumentalmente.
Todo acaba con una barrida de agua, curiosamente no hay daños severos. Lejos de una amenaza parece más la broma de algunos estudiantes a punto de graduarse, al menos hasta que ocurre la desgracia.
Todo pasa demasiado rápido, en un parpadeo Narfi se levanta y anuncia que está bien ante un público que le ignora y al siguiente se lo traga el dragón del cuadro… es justo decir que eso si atrae miradas.
Maquiavelo abre los ojos de par en par pero se detiene en el acto, no puede hacer nada. Cuando los profesores anuncian que deben volver a sus dormitorios el genio pega una mirada a su hermanito, este prácticamente lee sus pensamientos. No es cuestión de magia, solo costumbre.
Acto seguido el pequeño Canel toma la mano de ambos líderes gorriones, justo cuando las filas de estudiantes se forman y nadie presta atención a la retaguardia desencadena su magia. Segundos después se encuentran en uno de los salones del colegio.
Bien, no se tu Dem pero nadie le hace eso a un mocoso en mi presencia, tiempo de cazar y rescatar… Canel.
“El pequeño brujito suelta un esqueleto temático y por su sorpresa ocasiona que caiga al suelo”.
¿Encontraron al culpable cuando paso esto en tu tiempo de estudiante?
No… solo sus víctimas “pone un rostro algo triste” creían que yo era el culpable.
¿Y…?
¡Yo no lo hice!
No hablo de eso, ¿Tú tampoco supiste quien fue?
No, era bueno cubriendo sus pasos.
Bueno, nunca es tan fácil “suspira” ¿Cuál es el plan B Dem?, llevas más tiempo aquí que nosotros… en esta temporada al menos “reformula por la mirada que le pega Canel”.
- Off:
- Canel usa su habilidad de Lvl 7 (Teletransporte)
- Salón de clases:
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Re: Locura en el Hekshold [Minievento SCA]
Demian estiró su mano hacia un frasco en aquel salón y éste tembló un segundo para luego estallar. Odiaba cuando no podía hacer nada por evitar algo malo, en especial por alguien a quien viera como amigo o sin la fuerza para defenderse.
–Si éste es el salón Salamandra, entonces... –dijo pasando una mano por su mentón, intentando hacerse una figura mental del lugar–Síganme.
Canel relató de algo similar ocurrido hace tiempo, pero Demian supuso que no era tan sencillo lo que pasaba. Alguien había sido capaz de usar magia contra todos los estudiantes y maestros al mismo tiempo, no se trataba sólo de un crimen y de esconderse, esto era un ataque.
–Tenemos algo a nuestro favor –dijo–. Si es un ataque no van a poder concentrarse sólo en ocultar sus pasos, necesitan correr riesgos. Vamos a aprovechar eso.
Los llevó hasta una sala cercana. Se trataba de una especie de cuarto para cambiarse de ropa. Contaba con una fuente de abundante agua, bancas para sentarse y unos estantes.
–La ropa de los estudiantes sale a menudo dañada en ese tipo de... aprendizajes –explicó.
Abrió uno de los estantes, el que en su puerta tenía el dibujo de un caballo marino, y extrajo tres conjuntos.
–Pónganse estas túnicas –dijo a los chicos–. Pasarán por estudiantes y no están mojadas. No puedo tapar con ilusiones cada huella mojada que dejemos. Y, Arty, vuelve a los dormitorios y di algo como que estamos en otra torre, lo que sea. Esto puede ponerse peligroso.
Procedió a cambiarse hasta lucir como uno más de los estudiantes. No es que nunca usara el uniforme, pero ciertamente lo evitaba cuando hacía cosas fuera del Hekshold, como sus andanzas de esa mañana. Artyhom, en tanto, no cuestionó sus instrucciones y se puso en movimiento.
–Bien, vamos –dijo luego, yendo a la puerta–. Los dormitorios están en las torres, en los pisos superiores, que serán en este momento las zonas más habitadas y protegidas. Si estoy haciendo algo malo, lo natural es que busque lo contrario. Vamos al sótano y comencemos desde allí –continuó mientras se disponía a salir y abría la puerta– ¡¿Qué demonios?!
Estaba seguro que el pasillo que había recorrido no era más de tres metros de largo, antes de hacer una curva, pero de pronto veía un largo y recto camino, tan largo que ni siquiera podía distinguir dónde terminaba. No sólo eso, sino que había moho por todas las murallas, como si el lugar estuviera abandonado.
–¿Fuimos movidos? ¿Es una ilusión? –dijo, tratando de pensar.
Debía reconocerlo, quien sea que estuviera causando eso era alguien realmente talentoso. Bajo toda lógica ese alguien no sabía la ubicación del trío ni que eran potenciales enemigos, por tanto era de suponer que algo similar estaba ocurriendo en todo el castillo y que los maestros aún no lo desactivaban.
–Mantener una ilusión tan grande, si es una ilusión, requiere demasiada energía –confirmó Demian, pasando un dedo por la muralla. Se sentía real–, pero si es tan grande, tiene debilidades. Es fácil hacer una ilusión pequeña, pero cuando la llevas a espacios muy grandes el poder se descontrola. Para evitar el desastre, tienes que hacer unas trampas. Tienes que atar partes del Éter a objetos o anclas para mantener la ilusión. Estas anclas suelen ser imperfecciones, lugares en que la ilusión falla, y removerlos puede hacer a toda la ilusión colapsar.
Demian observó el lugar. Aquella zona era demasiado simple, sólo un largo pasillo. Si quería encontrar una falla debía ser un lugar más complejo.
–Rayos, todo esto quita mucho tiempo... así que así se siente –exclamó. Ciertamente no era nada agradable lidiar con ilusiones.
Arrancó un parche de moho y la sensación fue real, podía sentir hasta la humedad. El moho no iba a servir de imperfección, las anclas debían ser cosas más sutiles.
–Es bueno –reconoció–, muy bueno.
Sacó su daga y comenzó a pinchar cosas al azar.
–Debe haber alguna puerta por aquí, oculta por la ilusión. Si entramos a un salón puede que la ilusión allí sea más compleja y pillemos un ancla. No sabemos si esto llega a los salones.
Devolvió sus pasos para volver a entrar en donde se guardaban los trajes de repuesto, pero algo había cambiado. Al abrir el ropero, éste ahora estaba lleno de trajes de payaso.
–La ilusión se expande –advirtió–. A este p-paso perderemos mucho tiempo. Hay que buscar romper la ilusión y buscar pistas de los atacantes.
Última edición por Demian el Sáb Sep 21 2019, 01:34, editado 1 vez
Demian
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Re: Locura en el Hekshold [Minievento SCA]
La acción que hace Demian con el frasco por alguna razón le da escalofríos a su amigo, no puede evitar imaginarse la misma escena pero con un cuello desafortunado… sin duda Chim pasa mucho tiempo con niños raritos.
Es claro que Demian ya conoce bien todo en la academia, incluso el nombre de los salones. Ciertamente le recuerda a Maquiavelo su tiempo en la universidad de los susurros, lleno de energía destinada al aprendizaje.
Deben ser bastante hábiles para poner en jaque a toda una institución de magos.
Resulta lógico pensar que un centro de estudio mágico en medio de las islas brujas debe tener buenas defensas, y eso sin contar a los profesores. Su enemigo predilecto en esta oportunidad puede que sea difícil de pelar.
Un buen plan es la clave para la grandeza.
Bonita frase que deja entrever un concepto pertinente ahora mismo, tal vez no es gente tan poderosa, solo paletos con mucho tiempo libre y alguna especie de enfermedad obsesivo compulsiva.
A veces dices cosas reconfortantes peque.
No yo, la pared “señala uno de los laterales que curiosamente tiene la frase grabada”.
Maquiavelo arquea la ceja derecha de inmediato y no puede evitar tirarle una oreja al enano, este último se queja sonoramente para luego dedicarle cierta mirada interrogante a su “agresor”… por supuesto que no hay interacciones adicionales.
Dem los guía hasta una especie de cuarto de baño, acto seguido da instrucciones para que sus hermanos se cambien. El niño genio no puede evitar refunfuñar un poco por lo bajo pero termina metiéndose en uno de los atuendos estudiantiles.
Entonces… ¿Todos visten igual? “pone una mueca de extrañeza” si me dices que usan mascaras también nos vemos en Lunargenta.
A mí me gusta esta ropa “ríe sonoramente”.
Pues claro, eres de la tierra de las cortinas ambulantes, yo por otro lado soy de ciudad.
Dice esto último con tono jocoso, obviamente está jugando. Lo cierto es que las instituciones humanas de estudio no usan uniformes, básicamente te amoldas a lo que lleva todo el mundo para no resaltar.
¿No podías simplemente secar la ropa con magia?
Un comentario irónico, Chim adora molestar a sus hermanos gorriones más raritos, es uno de los placeres de la vida sin duda. Por desgracia queda poco tiempo para el juego pues detrás de la puerta número uno…
Estoy casi seguro que eso no estaba allí…
Parece que los atacantes no solo lanzan agua, también forman laberintos. Nuevamente Chimar se imagina que todo es una broma elaborada pero cuando recuerda a Narfi disipa la idea enseguida, eso ya no es divertido.
El niño ilusionista más grande da toda una clase sobre como sabotear la treta arcana para poder volver al mundo normalito, al genio le parecen cosas raras sin sentido a la primera pero termina por creerle.
Tú eres el brujo Dem.
Lo siguiente que hacen ambos niños es intentar buscar el error del bucle ilusorio, tarea tan tediosa como infructuosa. Ciertamente el corredor tiene muchos detalles, en este punto será difícil pillar la aguja en el pajar rápido.
¿Y si hago explotar todo el corredor?
Una idea nacida del aburrimiento que si se piensa detenidamente no suena tan mal, eso debería romper la cosa rara que mantiene la ilusión… junto con todo lo demás. El chico listo saca entonces su esferita metálica aunque el estridente tambor de Canel lo detiene enseguida.
¿Te molesta enano?, trato de sacarnos del laberinto del fauno.
Extrañamente el brujito no hace caso y sigue tocando la infernal cosa, algo que desconcierta mucho al chico más alto pues suele ser bastante obediente. Luego de casi cinco minutos golpeando la jodida cosa el mocoso se detiene, posa sus ojos en un escarabajo que sale de la tierra y lo aplasta en seco. Segundos después todo el entorno empieza a cambiar.
¿Qué? “dice al notar la mirada atónita de Chimar” era rojo y todo alrededor azul.
Es claro que Demian ya conoce bien todo en la academia, incluso el nombre de los salones. Ciertamente le recuerda a Maquiavelo su tiempo en la universidad de los susurros, lleno de energía destinada al aprendizaje.
Deben ser bastante hábiles para poner en jaque a toda una institución de magos.
Resulta lógico pensar que un centro de estudio mágico en medio de las islas brujas debe tener buenas defensas, y eso sin contar a los profesores. Su enemigo predilecto en esta oportunidad puede que sea difícil de pelar.
Un buen plan es la clave para la grandeza.
Bonita frase que deja entrever un concepto pertinente ahora mismo, tal vez no es gente tan poderosa, solo paletos con mucho tiempo libre y alguna especie de enfermedad obsesivo compulsiva.
A veces dices cosas reconfortantes peque.
No yo, la pared “señala uno de los laterales que curiosamente tiene la frase grabada”.
Maquiavelo arquea la ceja derecha de inmediato y no puede evitar tirarle una oreja al enano, este último se queja sonoramente para luego dedicarle cierta mirada interrogante a su “agresor”… por supuesto que no hay interacciones adicionales.
Dem los guía hasta una especie de cuarto de baño, acto seguido da instrucciones para que sus hermanos se cambien. El niño genio no puede evitar refunfuñar un poco por lo bajo pero termina metiéndose en uno de los atuendos estudiantiles.
Entonces… ¿Todos visten igual? “pone una mueca de extrañeza” si me dices que usan mascaras también nos vemos en Lunargenta.
A mí me gusta esta ropa “ríe sonoramente”.
Pues claro, eres de la tierra de las cortinas ambulantes, yo por otro lado soy de ciudad.
Dice esto último con tono jocoso, obviamente está jugando. Lo cierto es que las instituciones humanas de estudio no usan uniformes, básicamente te amoldas a lo que lleva todo el mundo para no resaltar.
¿No podías simplemente secar la ropa con magia?
Un comentario irónico, Chim adora molestar a sus hermanos gorriones más raritos, es uno de los placeres de la vida sin duda. Por desgracia queda poco tiempo para el juego pues detrás de la puerta número uno…
Estoy casi seguro que eso no estaba allí…
Parece que los atacantes no solo lanzan agua, también forman laberintos. Nuevamente Chimar se imagina que todo es una broma elaborada pero cuando recuerda a Narfi disipa la idea enseguida, eso ya no es divertido.
El niño ilusionista más grande da toda una clase sobre como sabotear la treta arcana para poder volver al mundo normalito, al genio le parecen cosas raras sin sentido a la primera pero termina por creerle.
Tú eres el brujo Dem.
Lo siguiente que hacen ambos niños es intentar buscar el error del bucle ilusorio, tarea tan tediosa como infructuosa. Ciertamente el corredor tiene muchos detalles, en este punto será difícil pillar la aguja en el pajar rápido.
¿Y si hago explotar todo el corredor?
Una idea nacida del aburrimiento que si se piensa detenidamente no suena tan mal, eso debería romper la cosa rara que mantiene la ilusión… junto con todo lo demás. El chico listo saca entonces su esferita metálica aunque el estridente tambor de Canel lo detiene enseguida.
¿Te molesta enano?, trato de sacarnos del laberinto del fauno.
Extrañamente el brujito no hace caso y sigue tocando la infernal cosa, algo que desconcierta mucho al chico más alto pues suele ser bastante obediente. Luego de casi cinco minutos golpeando la jodida cosa el mocoso se detiene, posa sus ojos en un escarabajo que sale de la tierra y lo aplasta en seco. Segundos después todo el entorno empieza a cambiar.
¿Qué? “dice al notar la mirada atónita de Chimar” era rojo y todo alrededor azul.
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Re: Locura en el Hekshold [Minievento SCA]
De alguna manera Canel logra que tanto Demian como Chimar le sigan el juego y esperen a que termine lo que está haciendo, aún cuando en ello transcurren algunos minutos que se sienten como horas.
En un momento piensa intervenir, preguntarle si necesita algo o si está teniendo problemas, pero le ve tan concentrado que no lo hace, sólo espera y observa, mientras en su propia cabeza intenta elaborar planes y encontrar sentido a lo que pasa. No lo logra, aún hay demasiadas interrogantes abiertas como para elaborar un plan. No tiene más remedio que sentirse enojado por lo sucedido y romper una cosa o dos.
Finalmente Canel logra deshacer la ilusión.
–Es p-posible que nos encontremos con más ilusiones mientras avanzamos –explicó–, así que mantener los ojos abiertos y la mente crítica, si algo parece raro, ponerlo en duda.
Claro está, no es como si una academia de magia no tuviera, de por sí, cosas raras, lo que hacía más difícil cuestionarse qué era real y qué no. Aún así, durante un buen trecho parecen no tener problemas. La ilusión no parece regresar al lugar donde al menos ya la han limpiado.
En un momento Demian casi saca su arma al escuchar pasos cerca. Pronto se da cuenta que es uno de los maestros, quien parece estar atento a vigilar el castillo. El joven asesino no tiene motivos para sospechar o desconfiar. Es natural que los profesores patrullen la zona para proteger a los alumnos y asegurarse de que nadie esté corriendo peligro, dadas las circunstancias. Decide sólo lidiar con eso mediante seguir en silencio por el pasillo, creando una pequeña distracción ilusoria para que no les vean. Así, pronto el obstáculo queda atrás y sólo le sigue un aburrido pasillo.
Eventualmente algo llamó la atención.
Se notan en un mueble de madera. Como la mayor parte del castillo es de piedra, es natural que no estén por todos lados, pero en aquel objeto es clara su presencia. Son marcas como de garras, que han dañado violentamente el material.
–¿Una ilusión? –se pregunta el chico.
Pasa su dedo por la superficie, sintiendo su desnivel. El grado de detalle y realismo es demasiado como para una ilusión, en especial una hecha de manera tan masiva, así que es seguro asumir que se trata de un daño real.
–No hay gatos gigantes en el Hekshold –comenta Demian.
Estudia el lugar. Algo ha pasado allí, pero no hay sangre. No parece haber sido una lucha, mas sí hubo violencia. Una puerta se encuentra casi salida de sus goznes, una alfombra dañada y el ya mencionado mueble ni siquiera está donde debería estar.
–Lo que sea que haya salido, vino desde allí –dice apuntando la puerta.
Al asomarse, nota que una escalera baja. Está oscuro el recorrido.
–Para abajo se llega a los sótanos –explica–. No se permite a los estudiantes ir allí. Hay rumores de cosas muy siniestras escondidas.
Llega un momento de duda. No tienen demasiado tiempo, Narfi podría estar en peligro, y las pistas apuntan en dos direcciones distintas.
–Si bajamos, podemos averiguar mejor qué ha p-pasado –explica a sus compañeros–, pero lo que sea que haya salido de allí, ya no está allí. Si seguimos el rastro, parece haber subido esa escalera. Ese es otro lugar prohibido, es una t-torre donde sólo los maestros pueden entrar. Si seguimos por la torre, puede que encontremos a la cosa que ha hecho esto, pero no tendremos tantas pistas sobre lo ocurrido.
Ambas opciones parecen razonables. En circunstancias normales el chico diría que es mejor investigar primero, pero el potencial peligro de su nuevo amigo hace que el tiempo sea un factor a considerar.
–Sea lo que sea que hagamos, a partir de ahora nos movemos con más cuidado –dice tomando su daga corrupta en la mano derecha.
–¿Qué dicen, chicos, subimos o bajamos? –pregunta.
Demian
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Re: Locura en el Hekshold [Minievento SCA]
Canel les ahorra horas de aburrido escrutinio con sus curiosas habilidades, Chimar no tarda en alborotarle el cabello en señal de agradecimiento. ¿Qué se puede decir?, lo que más odia el genio es perder preciado tiempo en tonterías repetitivas.
Te ganaste un pan dulce jeje.
El pequeño brujito sonríe animado, adora esas cosas. En ese sentido Maquiavelo es un tanto consentidor pero no le preocupa malcriar a su hermano pequeño… en este punto no puede tener más manías.
Con la ilusión disipada pueden avanzar, lo cierto es que el inventor respira aliviado por varios segundos. Demian no es el chico más paciente que digamos y todo el numerito el tambor estaba despertando su mirada asesina.
Poco entiende el intelectual sobre la clase de vínculo que tiene Canel con su artículo musical, claramente no es una relación músico/instrumento normal pero eso ya salta a la vista para cualquier individuo pensante.
Se encuentran pronto con un frijol solitario, por la sabana que lleva encima es fácil deducir que se trata de un maestro. Dem opta por camuflarles con cierta ilusión y dejar que el adulto siga su camino sin pausa.
Una vez se encuentran solos otra vez, el mismo hechicero rarito divisa otra cosa. Marcas de zarpas en cierto mueble dejan entrever una especie de evento salvaje, algo que genera poca confianza sin duda.
No me digas… pues es obvio que Catherine no estudia aquí jajaja.
Dice por la mujer felina que acompaña a su buena amiga Niniel, es bastante útil en lo que respecta a patear traseros pero carece de mucho tacto para temas más pensantes… escuela pública y todo eso.
Se abren dos posibilidades, cada una con igual nivel de misterio. Básicamente el bicho pudo venir del sótano pero ahora está jugando en la torre de los maestros, los niños tienen la opción de ir a uno de los lugares del tablero pero no ambos.
Ambas opciones son tentadoras claro “suelta con especial énfasis en la ironía”.
Debemos conocer de dónde venimos para saber a dónde vamos.
Las palabras del chiquillo hechicero vienen complementadas por su curiosa personalidad, una frase fuera de lugar pero que deja entrever su postura actual… es tan Canel como el tambor que lleva a cuestas.
Pues… los veo del otro lado.
Dice para luego meterse en el agujero, un acto de valor temporal que viene sustentado por el hecho de que el inquilino molesto no se encuentra en casa. Una vez en tierra, Chimar enciende su lámpara de aceite personal y da un reporte.
Esta despejado chicos, por suerte la violenta decoración y el poderoso olor a orina no pueden matar “se encoje de hombros”.
Te ganaste un pan dulce jeje.
El pequeño brujito sonríe animado, adora esas cosas. En ese sentido Maquiavelo es un tanto consentidor pero no le preocupa malcriar a su hermano pequeño… en este punto no puede tener más manías.
Con la ilusión disipada pueden avanzar, lo cierto es que el inventor respira aliviado por varios segundos. Demian no es el chico más paciente que digamos y todo el numerito el tambor estaba despertando su mirada asesina.
Poco entiende el intelectual sobre la clase de vínculo que tiene Canel con su artículo musical, claramente no es una relación músico/instrumento normal pero eso ya salta a la vista para cualquier individuo pensante.
Se encuentran pronto con un frijol solitario, por la sabana que lleva encima es fácil deducir que se trata de un maestro. Dem opta por camuflarles con cierta ilusión y dejar que el adulto siga su camino sin pausa.
Una vez se encuentran solos otra vez, el mismo hechicero rarito divisa otra cosa. Marcas de zarpas en cierto mueble dejan entrever una especie de evento salvaje, algo que genera poca confianza sin duda.
No me digas… pues es obvio que Catherine no estudia aquí jajaja.
Dice por la mujer felina que acompaña a su buena amiga Niniel, es bastante útil en lo que respecta a patear traseros pero carece de mucho tacto para temas más pensantes… escuela pública y todo eso.
Se abren dos posibilidades, cada una con igual nivel de misterio. Básicamente el bicho pudo venir del sótano pero ahora está jugando en la torre de los maestros, los niños tienen la opción de ir a uno de los lugares del tablero pero no ambos.
Ambas opciones son tentadoras claro “suelta con especial énfasis en la ironía”.
Debemos conocer de dónde venimos para saber a dónde vamos.
Las palabras del chiquillo hechicero vienen complementadas por su curiosa personalidad, una frase fuera de lugar pero que deja entrever su postura actual… es tan Canel como el tambor que lleva a cuestas.
Pues… los veo del otro lado.
Dice para luego meterse en el agujero, un acto de valor temporal que viene sustentado por el hecho de que el inquilino molesto no se encuentra en casa. Una vez en tierra, Chimar enciende su lámpara de aceite personal y da un reporte.
Esta despejado chicos, por suerte la violenta decoración y el poderoso olor a orina no pueden matar “se encoje de hombros”.
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Re: Locura en el Hekshold [Minievento SCA]
Chimar optó por el camino más conservador. Aquello no debía sorprender a Demian. El muchacho era valiente, de eso no cabía duda, pero su actitud prudente le dejaba a veces corto en su potencial.
–Bien, veamos de qué se trata esto –dice el joven brujo, mientras desciende–, pero intentemos no tardar mucho. Algo me dice que no encontraremos a Narfi aquí.
Aquello bien podía ser una deducción, una corazonada, o un deseo. Siendo honestos, era más bien lo último. Encontrar allí al desaparecido muchacho no iría acompañado de verle simplemente tomando el té. Si la cosa que había hecho esas marcas había estado allí, un aprendiz de brujo no debía tener muchas oportunidades.
–Esto baja más –confirma Demian al tomar otra escalera descendente.
Lo que fuera que hubiera salido de allí no disfrutaba de una estadía placentera. No había señales de torturas ni sangre, pero el lugar se iba pareciendo más y más a una prisión, de paredes lúgubres que poco a poco tomaban humedad. No era de extrañar en un castillo de piedra tan cerca del mar, pero no era lo más hospitalario meter a alguien... o algo allí.
Llegaron a lo que parecía una habitación redonda, bastante simple, aunque con un evidente conjunto de cadenas al medio. A poca distancia, cuatro pilares rodeaban la zona central, cada uno de los cuales tenía una placa con una runa grabada. Lo llamativo es que las runas estaban ahora dañadas, pero no producto de garras, como los muebles. Era como si las propias runas hubieras estallado por sí mismas.
–¿Sabotaje? –se preguntó Demian en voz alta.
No había muchas señales con las que trabajar, excepto el notar que las cadenas habían sido rotas violentamente. Todo parecía apuntar a que allí había habido alguna criatura encadenada, pero... las cadenas no parecían tan grandes, eran más bien como para una persona.
–Lobo, Luna Nueva, Prisión, Calma –recitó Demian–. Eso decían las runas de los s-sellos arcanos, creo.
Aunque el daño recibido no los dejaba totalmente claros, se podía deducir lo que en ellos decía.
–Lo de "lobo" grita Licántropo, pero ¿por qué tendrían a uno encadenado aquí abajo?... y ¿por qué era tan peligroso? –preguntó el muchacho al aire.
A pesar de que tenía algunas respuestas, aquello no era suficiente. La información obtenida sólo abría más dudas, como si recién se empezara a desmadejar un montón de hilo.
–Y un licántropo no sería capaz de hacer ilusiones como las que vimos –prosiguió.
Volvió a revisar el lugar, en busca de algo más, pero sólo encontró señales de lo que ya era evidente. Algún plato de comida todo de madera, una especie de cama, más cadenas... era claro que alguien había estado retenido allí y que ese alguien había escapado. Tampoco era un salto muy audaz suponer que había tenido ayuda, aunque no había nada allí que realmente lo confirmara.
–Narfi –dijo en voz fuerte, con la vaga esperanza de que el pequeño pudiera estar aún con vida y que, por algún milagro del destino, estuviera allí abajo.
No hubo respuesta.
–Si puedes oírme, golpea algo, haz sonar lo que sea –insistió.
Nada.
Demian puso mala cara, pero de momento se contuvo. No tenía sentido hacer nada allí, nada que le ayudara a encontrar al chico perdido ni a llegar al núcleo del problema.
–Perdemos tiempo, ¿ven algo útil? si no, creo que va siendo hora de volver –dijo el chico a los demás.
En algún punto muy lejano, probablemente arriba, en el pasillo, o quizás subiendo a la torre, se oyeron unas risas estridentes.
Demian
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Re: Locura en el Hekshold [Minievento SCA]
Una vez todos están en la mazmorra, inician la exploración profunda. No es un sitio para nada acogedor y se pone peor con cada paso, es claro que tipo de propósito tiene el sótano aunque eso despierta otras interrogantes de por sí.
Claro, señorito genio.
Dice con un tono irónico complementado por cierta mueca juguetona, nada como molestar al hermano mayor cuando está seguro de algo… bien sabe Maquiavelo que tiene razón pero ese no es el punto.
Se de alumnos insoportables pero esto es excesivo…
No tienen instalaciones prisión en la universidad de los susurros, como máximo experimentan con gente muerta. Claro que no se puede pedir el mismo tipo procedimientos en una entidad educativa arcana por obvias razones.
Eventualmente llegan al dulce del caramelo, el eje central de la prisión. Allí pueden ver algo que tiene toda la pinta de haber sido erigido para contener a un ser humanoide aunque sin prisionero alguno.
Dem menciona la palabra sabotaje y el genio se pone a estudiar las runas, no son su especialidad pero el estado actual de los elementos deja entrever que pasaron a mejor vida al unísono, liberando al cautivo.
Un perro guardián encerrado “traga saliva” no da mucha confianza.
Los cambiaformas caninos no son una facción tan extraña como para que un miembro de la especie tenga su propia “residencia permanente” en el Hekshold, la criatura en su momento contenida debe tener otro tipo de peculiaridad.
Odio a los perros…
¡A mí me gustan! “ríe un poco”.
Recapitulando, tienen a un grupo de magos poderosos y ahora a un licántropo loco desencadenado, muchas piezas en un tablero que sigue manteniéndose oculto. Que todo este relacionado por otro lado no deja de anunciar problemas gordos.
Al final, el ilusionista más grande llama a Narfi, un intento por localizarle al fin. Por desgracia su nuevo conocido no se encuentra en la mazmorra, algo que Demian se toma de mala manera y no se molesta en ocultarlo.
Tranquilo Dem, lo encontraremos.
Chimar asiente entonces ante las nuevas palabras de su buen amigo, deben regresar. Toma a un callado Canel de la mano y entonces navega rumbo a la salida… son recibidos por una serie de risas siniestras en eco.
Muy…
Creepy.
Sí, eso “lo despeina”.
Con cuidado, el joven genio asoma la cabeza, nada peligroso a primera vista. Antes de lo que canta un gallo tanto Maquiavelo como su acompañante se encuentran en las escaleras que llevan a la torre.
No le toma mucho al inventor lograr acumular la suficiente iniciativa como para dar un par de pasos, algo que por desgracia gatilla cierta reacción. Las escaleras se doblan entonces de forma bizarra y el pequeño genio queda envuelto en un truco óptico, solo cuando cae de espaldas es capaz de liberarse aunque termina vomitando en un rincón.
Pero que… “dice cuando ya lo suelta todo y con la debilidad característica que acarrea dicha acción”.
Es un truco óptico, sencillo pero funcional… “entrecierra los ojos” no veo una forma de romperlo, quizás con el tambor “se prepara para tocar su estridente instrumento”.
Claro, señorito genio.
Dice con un tono irónico complementado por cierta mueca juguetona, nada como molestar al hermano mayor cuando está seguro de algo… bien sabe Maquiavelo que tiene razón pero ese no es el punto.
Se de alumnos insoportables pero esto es excesivo…
No tienen instalaciones prisión en la universidad de los susurros, como máximo experimentan con gente muerta. Claro que no se puede pedir el mismo tipo procedimientos en una entidad educativa arcana por obvias razones.
Eventualmente llegan al dulce del caramelo, el eje central de la prisión. Allí pueden ver algo que tiene toda la pinta de haber sido erigido para contener a un ser humanoide aunque sin prisionero alguno.
Dem menciona la palabra sabotaje y el genio se pone a estudiar las runas, no son su especialidad pero el estado actual de los elementos deja entrever que pasaron a mejor vida al unísono, liberando al cautivo.
Un perro guardián encerrado “traga saliva” no da mucha confianza.
Los cambiaformas caninos no son una facción tan extraña como para que un miembro de la especie tenga su propia “residencia permanente” en el Hekshold, la criatura en su momento contenida debe tener otro tipo de peculiaridad.
Odio a los perros…
¡A mí me gustan! “ríe un poco”.
Recapitulando, tienen a un grupo de magos poderosos y ahora a un licántropo loco desencadenado, muchas piezas en un tablero que sigue manteniéndose oculto. Que todo este relacionado por otro lado no deja de anunciar problemas gordos.
Al final, el ilusionista más grande llama a Narfi, un intento por localizarle al fin. Por desgracia su nuevo conocido no se encuentra en la mazmorra, algo que Demian se toma de mala manera y no se molesta en ocultarlo.
Tranquilo Dem, lo encontraremos.
Chimar asiente entonces ante las nuevas palabras de su buen amigo, deben regresar. Toma a un callado Canel de la mano y entonces navega rumbo a la salida… son recibidos por una serie de risas siniestras en eco.
Muy…
Creepy.
Sí, eso “lo despeina”.
Con cuidado, el joven genio asoma la cabeza, nada peligroso a primera vista. Antes de lo que canta un gallo tanto Maquiavelo como su acompañante se encuentran en las escaleras que llevan a la torre.
No le toma mucho al inventor lograr acumular la suficiente iniciativa como para dar un par de pasos, algo que por desgracia gatilla cierta reacción. Las escaleras se doblan entonces de forma bizarra y el pequeño genio queda envuelto en un truco óptico, solo cuando cae de espaldas es capaz de liberarse aunque termina vomitando en un rincón.
Pero que… “dice cuando ya lo suelta todo y con la debilidad característica que acarrea dicha acción”.
Es un truco óptico, sencillo pero funcional… “entrecierra los ojos” no veo una forma de romperlo, quizás con el tambor “se prepara para tocar su estridente instrumento”.
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Re: Locura en el Hekshold [Minievento SCA]
Llegan a la torre y las cosas comienzan a ponerse aún más raras, aunque Demian no se esperaba que aquello acabara con Chimar vomitando en un rincón.
–Debemos ir p-por buen camino si las cosas se ponen más difíciles –dice poniendo una mano en el hombro de su amigo.
Le concede unos momentos para recuperarse, aunque ya han perdido bastante tiempo y es hora de ir apurando las cosas. Canel se ofrece para usar el tambor en intentar remover la ilusión.
–Creo que no tenemos tanto tiempo –niega Demian, acercándose a las escaleras, pero sin mirarlas de manera directa–. Ahora es mi turno de lidiar con esto.
El brujo estira sus manos y hace gala de su fuerte unión con el Éter para ir generando su propia ilusión de tamaño considerable, si bien es simple y directa. Se trata de llenar el ascenso con una espesa oscuridad de origen mágico.
–Si no puedo eliminarla, al menos puedo taparla para que no la veamos –dice mientras su propia ilusión se extiende y asciende.
En ese momento se escucha un inocente trinar. Demian lo reconoce, si bien no tiene tiempo en ese momento de acercarse. Es Chispa, su gorrión, quien se asoma por una ventana. El avecilla, en tanto, vuela hasta ponerse en su hombro, desde donde encuentra muy interesante explorar la oreja del chico en busca de parásitos.
–Vamos, no debería afectarles ahora –dice Demian cuando su ilusión ya ha cubierto por completo el patrón hipnótico–. Pero pisen cuidado, tampoco es posible ver los peldaños.
Subir una escalera a oscuras podía parecer intimidante, pero en realidad no era tan complejo como era posible suponer. El truco era sencillo, arrastrar los pies hasta chocar con el siguiente peldaño, dar el paso y repetir. Ni siquiera tomaba mucho tiempo hacerlo.
En un momento sus pies sintieron un cambio y la ilusión parecía no llegar hasta allí. Habían avanzado un par de pisos hacia arriba, pero aún faltaba para llegar a lo alto de la torre. Demian dio un paso más y sintió un rasguño.
–¡Rayos! -exclamó en voz baja.
Deshizo su ilusión y vio que el camino estaba lleno de flores. En apariencia eran inofensivas, sin embargo al tocar la piel rasgaban como navajas afiladas. Pisoteó una y, al levantar el pie, la flor seguía allí, tan colorida como antes. Levantó la vista, quedaban al menos tres pisos de escalera llenos de flores.
–No saco nada con ocultar estas ilusiones con las mías, de alguna manera son capaces de herir –dijo a sus compañeros–. Sólo se que debemos ir por el camino correcto si se han tomado la molestia de tocarnos los huevos tanto por una simple escalera.
Intentó dar un paso con cuidado, pero una flor se movió, como empujada por el viento, para hacerle otro corte.
–Esto es más molesto que el aliento de Ratita por la mañana –dijo con cada vez menos paciencia–, ¿Cómo se supone que llegaremos arriba?
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(*)
Demian
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Re: Locura en el Hekshold [Minievento SCA]
Canel se encoge de hombros a medida que vuelve a colocarse su instrumento en la espalda, Demian tiene una manera más efectiva de lidiar con la ilusión al parecer y el chico acepta tal realidad.
Por su parte el niño genio vuelve a ponerse vertical, ya se encuentra mejor… lo curioso de vomitar es que poco después suele aparecer una patente sensación de hambre, la biología puede ser extraña como bien recuerda Chim con esta experiencia.
Lo cierto es que el chico hechicero mayor hace trampa, no elimina la ilusión enemiga, solo la camufla con su propia técnica para que pueda ser sorteable. Una estrategia ingeniosa sin duda pero que deja el problema intacto a la larga.
Es mejor que nada “dice mientras reprime una arcada”.
Canel no tarda en tomar la mano del genio y es un gesto que pronto su hermano agradece, el más pequeño del grupo puede caminar con naturalidad sin importar los peldaños oscuros. Basta con decir que Maquiavelo se ahorra muchos tropiezos con el enanito.
Parece que el ilusionismo está de moda en esta generación…
Es fácil deducir que se enfrentan a enemigos expertos en el arte, si a eso le sumamos que los dos magos del grupo gustan de las ilusiones pues… el mercado está en alza con respecto a esa escuela mágica.
Avanzan un par de pisos, con cierta lentitud pese a las ventajas de Canel. Después de todo el niño genio sigue sintiendo temor al caminar por una extraña negrura, el miedo mental puede ralentizar bastante.
¿¡Que!?
La expresión del segundo líder gorrión hace saltar al inventor, cuando todo vuelve a tener color entiende entonces su predicamento. Aunque en un principio el jardín de rosas no se ve amenazante, todo cambia cuando salen a flote detalles peligrosos.
Pero qué clase de mente retorcida crea algo así...
Explicándolo con palabras básicas, las jodidas rosas cortan. Están rodeados por un montón de plantas que pueden causar daño severo…dicha realidad hace que Chim acerque a su hermanito para evitar accidentes.
Nada de tocar, enano.
Vale…
Le toma dos segundos al inventor tomar la ruta bestia, después de todo lo mejor para combatir algo de efecto masivo es una contramedida igual pero en sentido contrario. Sin meditarlo mucho pilla su pequeña esfera metálica, la calibra y luego le arroja al camino que tienen delante.
Open sesame.
Por su parte el niño genio vuelve a ponerse vertical, ya se encuentra mejor… lo curioso de vomitar es que poco después suele aparecer una patente sensación de hambre, la biología puede ser extraña como bien recuerda Chim con esta experiencia.
Lo cierto es que el chico hechicero mayor hace trampa, no elimina la ilusión enemiga, solo la camufla con su propia técnica para que pueda ser sorteable. Una estrategia ingeniosa sin duda pero que deja el problema intacto a la larga.
Es mejor que nada “dice mientras reprime una arcada”.
Canel no tarda en tomar la mano del genio y es un gesto que pronto su hermano agradece, el más pequeño del grupo puede caminar con naturalidad sin importar los peldaños oscuros. Basta con decir que Maquiavelo se ahorra muchos tropiezos con el enanito.
Parece que el ilusionismo está de moda en esta generación…
Es fácil deducir que se enfrentan a enemigos expertos en el arte, si a eso le sumamos que los dos magos del grupo gustan de las ilusiones pues… el mercado está en alza con respecto a esa escuela mágica.
Avanzan un par de pisos, con cierta lentitud pese a las ventajas de Canel. Después de todo el niño genio sigue sintiendo temor al caminar por una extraña negrura, el miedo mental puede ralentizar bastante.
¿¡Que!?
La expresión del segundo líder gorrión hace saltar al inventor, cuando todo vuelve a tener color entiende entonces su predicamento. Aunque en un principio el jardín de rosas no se ve amenazante, todo cambia cuando salen a flote detalles peligrosos.
Pero qué clase de mente retorcida crea algo así...
Explicándolo con palabras básicas, las jodidas rosas cortan. Están rodeados por un montón de plantas que pueden causar daño severo…dicha realidad hace que Chim acerque a su hermanito para evitar accidentes.
Nada de tocar, enano.
Vale…
Le toma dos segundos al inventor tomar la ruta bestia, después de todo lo mejor para combatir algo de efecto masivo es una contramedida igual pero en sentido contrario. Sin meditarlo mucho pilla su pequeña esfera metálica, la calibra y luego le arroja al camino que tienen delante.
Open sesame.
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Re: Locura en el Hekshold [Minievento SCA]
Demian comienza a explorar el lugar para posibles ascensos. Con un poco de telekinesis puede poner una cuerda en el lugar correcto y escalar sin tocar las flores. Aquello supondrá una demora, pero al menos permitiría mantener el sigilo. No saben qué tipo de enemigos se encontrarán más arriba.
Asiente consigo mismo, decidiéndose por seguir tal plan. Mira entonces a sus compañeros.
Se oye una explosión.
–¡Que me cague un gorrión! –dice en un suspiro.
El pequeño inventor se deshace del problema, pero también de un trozo importante de escalera y, claramente, de cualquier factor sorpresa que pudieran aún tener de su lado.
–¿Y te haces llamar el prudente de los Gorriones? –continúa Demian con un suspiro y una leve sonrisa.
Trepa sin problemas el área dañada de la escalera y sube lo que falta. Ya no se molesta en ir con cuidado. La explosión parece haber removido, al menos de momento, las ilusiones, y si quiere aún tener una ventaja sobre los posibles enemigos es mejor actuar rápido.
Llega así a la parte superior de la torre.
No es bien recibido.
Alcanza a anteponer una de sus dagas ante el poderoso zarpazo, pero aún así termina saltando varios metros para atrás. Por poco y cae escaleras abajo, pero se logra sostener de un borde, dando un giro para volver a estar de pie. Hay un corte de uñas en su antebrazo que no luce muy bien, pero puede seguir luchando sin mayores problemas.
–He recibido peores –dice enfocando sus ojos en el enemigo–. Yo he vivido para contarlo... ellos no.
El licántropo albino se abalanza sobre él nuevamente, pero ahora está más preparado. Demian pronto se percata que, aunque furioso, no parece ser una amenaza tan grande. Ha conocido licántropos capaces de abrumarle con su velocidad y fuerza. Éste, si bien es más fuerte que él, parece manejable, en especial cuando se cuenta con las ilusiones de tu lado.
Decide pelear con calma, dejar que el enemigo tome la iniciativa, mientras explora el cuarto.
Lo primero que nota es el altar.
Se trata de una mesa adornada con runas. Si bien reconoce varias, otras le son extrañas, de naturaleza siniestra y grotesca. Justo detrás de la mesa hay un pedestal sobre el cual se erige un libro. En torno a la base, múltiples velas están encendidas. El altar se encuentra manchado de sangre.
Junto al altar hay tres chicos... o eso parece.
Demian realiza una pirueta para quedar más cerca de aquel lugar, mientras los tatuajes en sus brazos parecen crecer. Aquello le causa dolor, pero sigue concentrado en el combate.
Una joven que no parece haber superado por completo la pubertad tiene la cabeza gacha, dejando emerger de entre su cabello la llamativa punta de sus orejas. Se trata de una elfa. Sus ropas tienen la insignia de la casa Axhol.(1)
Yaciendo a los pies de ella, una figura está boca abajo. Lleva el torso desnudo y a su alrededor hay mucha sangre. No parece moverse.
–No... –deja escapar Demian en casi un suspiro.
La tercera figura es más conocida. Es un chico menudo, de cabellos claros y rostro aterrado. Le acaban de quitar la camisa y lo que parece un bio-cibernético(2) le sujeta firmemente de los hombros, exponiendo su pecho ante un sujeto de túnica que manipula un pincel. En su pálida piel hay dibujada una runa. Demian reconoce al chico.
–¡Maldición, Raphael! –exclama una mujer a pocos pasos de ellos–, ¿No puedes hacer eso un poco más rápido?
–¡El maldito mocoso no se queda quieto! –contesta el hombre, dando un fuerte bofetón a Narfi.
La mirada de Demian cambia. Ahora que puede verle, es evidente que esos tipos han golpeado bastante al muchacho para hacerle obedecer. Desconoce qué tipo de horrores han ocurrido en ese lugar, pero el cadáver en el suelo da a entender cuál ha sido el tono de los eventos.
En las manos de Demian aparecen llamas, llamas verdosas que parecen a momentos rostros sufrientes. Fuegos fatuos.
–¡Ardan, hijos de puta! –grita Demian, mientras las llamas se reparten.
Una va hacia la loba, que emite un quejido similar al de un cachorro, otra viaja hacia la mujer y la tercera se adhiere al hombre. Todos parecen sentir los efectos de tan cruel ilusión, si bien Demian sabe que eso sólo los entorpecerá por ahora. El Ignis Fatuus no es una técnica letal y Demian no espera con ello derrotar a sus enemigos, sino ganar tiempo para rescatar al muchacho.(3)
La mujer, entre quejidos de dolor y claramente molesta, extiende sus propias manos. Del suelo emergen tentáculos acuosos que comienzan a atacar. Uno de ellos alcanza a Demian, dejando una herida similar a un látigo. El piso completo se infesta de ellos, lo que dificulta el avance del brujo hacia el rescate de Narfi.
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Ok. Varias cosas pasan en este momento y hay que tener en cuenta. Vamos a ver las más relevantes:
(1) La muchacha que de momento parece asustada en un rincón es Afrannë Lethira, la chica de la segunda complicación.
(2) El Bio-cibernético es Adie, cibernético estropeado y sin funciones. De momento, producto de su catatonía, sólo obedece instrucciones simples sin cuestionarse nada.
(3) Demian ha usado su habilidad de nivel 5: Ignis Fatuus, para lo que el chico sabe hacer bien, causar un dolor horrible a sus víctimas.
(*) Más allá de todo eso, los brujos que aparecen son los mencionados en el desafío, Susan Underwood y Raphael Reedman, ambos de nivel 8. La loba blanca es, por supuesto, Thiel, de nivel 4.
Demian
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Re: Locura en el Hekshold [Minievento SCA]
La explosión resulta, elimina la ilusión… y un par de cosillas extras, como media escalera de ascenso. Por lo menos los héroes del cuento resultan ilesos, para esas cosas Maquiavelo si es preciso.
Imagínate al resto jeje.
Ciertamente su título de gorrión más moderado es bastante acertado, los demás son un tanto inestables. Varían en cuando a lo infantil o lo peligroso de sus acciones pero todos pertenecen al mismo concepto general.
Dem asciende utilizando su agilidad, un poco más atrás le siguen Chimar y el pequeño Canel. Lo bueno de los niños es su capacidad de desplazamiento, que la mitad de la escalera sea astillas en este momento no los va a detener.
A partir de allí se acaban las sorpresas desagradables, ya no hay ilusiones defensivas. Es difícil saber si esto se debe a la iniciativa del genio o es simple casualidad pero son noticias bien recibidas por el grupo.
Finalmente llegan al nivel superior, allí son recibidos de manera violenta. El brujo y segundo líder gorrión se lleva la peor parte por ir de primero mientras que sus dos hermanos menores consiguen saltarse los problemas en un inicio.
¿Qué rayos en el nombre de la ciencia…?
Consiguen entonces al dueño de las zarpas, un imponente lobo albino. Dicho elemento parece completamente centrado en Demian y logra dañarle un poco para mortificación del pequeño inventor.
La escena circundante por otro lado no mejora las cosas, consiguen a Narfi junto con otra chica pero hay un cadáver y de momento se encuentran rodeados de enemigos variopintos… incluso tienen su propio bio.
Esto comienza a parecer una convención de rarezas.
El golpe que recibe su contemporáneo en problemas hace que Maquiavelo mire con cierto desaprecio a los causantes, para desgracia de los malvivientes Demian también está presente y reacciona de forma característica.
Lanza sus fuegos raritos torturadores, por primera vez el inventor no siente ni un ápice de lastima en lo que refiere a los afectados. Los enemigos están distraídos pero a rasgos generales siguen ilesos, su porte promete una pelea dura.
Eso es nuevo…
Dice por los tentáculos acuosos, se centran al principio en Demian pero expanden sus horizontes rápido. Claro que la usuaria no cuenta con una personita bastante capaz que decide entrar en acción también.
El molesto sonido del tambor que lleva Canel aparece en escena, esta vez viene con una habilidad más ofensiva. Ante la mirada atónita del genio, los tentáculos centran sus ataques en la propia mujer origen.
Todo toma un rumbo más bizarro pronto pues a pesar de los daños que recibe, dicha fémina se mantiene espetando insultos desafiantes, con la misma postura que tenía antes de convertirse en objetivo.
Solo cuando las heridas se acumulan en masa y el tambor deja de sonar, la hechicera despierta de su trance. Obviamente lo primero que hace es emitir un poderoso grito, recibe el dolor de todos los golpes al mismo tiempo.
Yo… “cierra los ojos y tiembla ante los quejidos de su víctima”.
Canel “le toma de la mano” hiciste bien… gracias.
“El brujito asiente ahora más calmado”.
Imagínate al resto jeje.
Ciertamente su título de gorrión más moderado es bastante acertado, los demás son un tanto inestables. Varían en cuando a lo infantil o lo peligroso de sus acciones pero todos pertenecen al mismo concepto general.
Dem asciende utilizando su agilidad, un poco más atrás le siguen Chimar y el pequeño Canel. Lo bueno de los niños es su capacidad de desplazamiento, que la mitad de la escalera sea astillas en este momento no los va a detener.
A partir de allí se acaban las sorpresas desagradables, ya no hay ilusiones defensivas. Es difícil saber si esto se debe a la iniciativa del genio o es simple casualidad pero son noticias bien recibidas por el grupo.
Finalmente llegan al nivel superior, allí son recibidos de manera violenta. El brujo y segundo líder gorrión se lleva la peor parte por ir de primero mientras que sus dos hermanos menores consiguen saltarse los problemas en un inicio.
¿Qué rayos en el nombre de la ciencia…?
Consiguen entonces al dueño de las zarpas, un imponente lobo albino. Dicho elemento parece completamente centrado en Demian y logra dañarle un poco para mortificación del pequeño inventor.
La escena circundante por otro lado no mejora las cosas, consiguen a Narfi junto con otra chica pero hay un cadáver y de momento se encuentran rodeados de enemigos variopintos… incluso tienen su propio bio.
Esto comienza a parecer una convención de rarezas.
El golpe que recibe su contemporáneo en problemas hace que Maquiavelo mire con cierto desaprecio a los causantes, para desgracia de los malvivientes Demian también está presente y reacciona de forma característica.
Lanza sus fuegos raritos torturadores, por primera vez el inventor no siente ni un ápice de lastima en lo que refiere a los afectados. Los enemigos están distraídos pero a rasgos generales siguen ilesos, su porte promete una pelea dura.
Eso es nuevo…
Dice por los tentáculos acuosos, se centran al principio en Demian pero expanden sus horizontes rápido. Claro que la usuaria no cuenta con una personita bastante capaz que decide entrar en acción también.
El molesto sonido del tambor que lleva Canel aparece en escena, esta vez viene con una habilidad más ofensiva. Ante la mirada atónita del genio, los tentáculos centran sus ataques en la propia mujer origen.
Todo toma un rumbo más bizarro pronto pues a pesar de los daños que recibe, dicha fémina se mantiene espetando insultos desafiantes, con la misma postura que tenía antes de convertirse en objetivo.
Solo cuando las heridas se acumulan en masa y el tambor deja de sonar, la hechicera despierta de su trance. Obviamente lo primero que hace es emitir un poderoso grito, recibe el dolor de todos los golpes al mismo tiempo.
Yo… “cierra los ojos y tiembla ante los quejidos de su víctima”.
Canel “le toma de la mano” hiciste bien… gracias.
“El brujito asiente ahora más calmado”.
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Re: Locura en el Hekshold [Minievento SCA]
El ataque de Canel, sumado a las llamas de Demian, parecen estar haciendo mella en la enemigo, quien se dobla producto del daño recibido. La loba en sí misma, más allá de sus garras afiladas, no es un gran peligro, de modo que por un momento las cosas parecen estar a favor de los Gorriones.
–Aguanta, Narfi, voy por t... –no termina la frase.
Su percepción del Éter le deja saber que un efecto muy poderoso ha sido desatado y pronto es evidente que así ha sido. Miles de pequeños hilos parecen saltar en todas direcciones por la habitación. Son tantos que es imposible esquivarlos.
Demian siente uno de ellos atravesar limpiamente su fémur, otro entrar por su hombro, otro cruzar a través de su mandíbula. El paso de cada uno es horrible, como si una afilada aguja se hiciera camino sin oposición, destrozando y rasgando a su paso.
Pronto se da cuenta que no hay sangre.
Para un brujo ilusionista que utiliza mucho el dolor ilusorio como arma, aquello resulta evidente que se trata de algo similar. Demian mira hacia donde está el otro enemigo y éste se encuentra con las manos extendidas, recitando unas palabras. El problema está en que, aunque sepa que es magia ilusoria, eso no evita que el dolor se sienta completamente real.
–Maldito hijo de p... –Demian se esfuerza por moverse, pero cada paso es sólo jalar de los hilos y causarse más dolor.
El chico mira a su alrededor, tratando de idear un plan, mientras otro hilo le atraviesa medio a medio el vientre.
–Así que así se s-siente –confirma con ironía.
Entonces se percata que la loba no está aprovechando la oportunidad de tenerle retenido por ilusiones para atacarle, sino que, en cambio, se ha lanzado sobre el libro junto al altar.
–¿Qué demonios hace un licántropo con un libro? –murmura el chico extrañado.
La respuesta no se deja esperar. Los ojos de la criatura rabiosa se tornan de un verde repulsivo, como si se pudrieran por dentro, mientras que el Éter de la zona se torna desagradable. Pero eso no es lo peor.
El cuerpo, aquel que antes parecía estar desprovisto de vida, comienza a moverse. Al principio los movimientos son erráticos, pero luego se pone en pie. Su rostro tiene algo extraño, sigue siendo el de un chico, un alumno del Hekshold, pero parece no mirar a nadie, parece completamente ido.
–¡Demonios! –deja escapar Demian, comprendiendo que algo muy siniestro está ocurriendo.
Entonces divisa a Chispa. Por un instante es como un signo de paz, una pequeña ave que vuela a través de los hilos, esquivándolos ágilmente gracias a su tamaño. Con elegancia, el ave pasa justo por sobre la loba.
Demian usa su oportunidad.
Donde antes estaba Demian, ahora está Chispa y donde antes volara el gorrión, ahora el joven brujo aparece, dispuesto al combate.(1)
Cae sobre la loba, golpeando con sus manos. No ha tenido tiempo de sacar la daga, pero algo extraño ocurre. Sus tatuajes crecen y parecen convertirse en llamas quemando bajo su misma piel. Siente un intenso dolor, pero al mismo tiempo esto parece potenciar su ataque. Una serie de llamas verdosas salen para herir, tanto externa como internamente a la loba. Si bien tienen un parecido, no parecen ser lo mismo que el Ignis Fatuus. Estas llamas causan un daño real sobre la carne de la criatura, que aúlla lastimeramente y cae al suelo. El daño ha sido severo, si bien probablemente no letal.(2)
–Hola, Narfi –dice Demian al otro muchacho, que parece sujeto por los mismos hilos ilusorios al altar.
Demian usa su daga para liberarle, aplicando su propio Éter para que interrumpa el de las ilusiones.
El que antes fuera un cadáver se desploma. Aparentemente no ha alcanzado a ser levantado por completo.
–¡Jodidos mocosos, dejen de molestar! –grita el sujeto al que antes han llamado Raphael.
Al instante una nueva hola de hilos sale desprendida desde sus dedos en todas direcciones. Narfi se arrincona y Demian intenta protegerle con su magia. A esto se suma una nueva oleada de tentáculos acuosos que emergen por la sala. La bruja, si bien severamente golpeada, aún parece tener algo de energía para luchar.
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(1) Demian ha usado "Intercambio Espectral" para cambiar posiciones con Chispa.
(2) Demian ha usado "Puñalada del Fantasma", pero en la versión modificada producto de las llamas del "Vestigio de Thariza".
Demian
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Re: Locura en el Hekshold [Minievento SCA]
Todo iba excelente para los chicos buenos… pero esas cosas no suelen durar. Pronto el tablero se voltea y la camada infantil termina atrapada en cierta dificultad peliaguda, una que debe desglosarse por partes.
Incluso el pequeño inventor puede percibir un escalofrió a medida que cierta maraña de hilos sale disparada en todas direcciones, la imagen es aterradora y la primera reacción de Maquiavelo es hacer una pared humana para proteger a su hermanito.
Curiosamente no hay dolor, ni sensaciones adversas, nada. Cuando abre los ojos entiende que ya no se encuentran en el mismo sitio, Canel en su sabiduría los transporto lejos de la zona cero y vaya que puso énfasis en evitar cualquier maraña.
¿¡Bromeas!?
Dice un exaltado Chimar a medida que asimila su posición, están en el fondo de la torre. Ciertamente se molesta en un principio aunque termina por calmarse una vez entiende que todo fue por su bien.
Debemos ayudar a los demás, no podemos perder tiempo.
“Canel asiente”.
Lo siguiente es una subida rápida, alimentada por los extraños ruidos que vienen de arriba. Chim no es de los que abandona una pelea, mucho menos está en su vocabulario dejar amigos o contemporáneos a su suerte.
Minutos después el par de niños llega arriba, Maquiavelo apenas puede tenerse en pie por el cansancio y su acompañante… bueno, fresco como una lechuga. El único brujo de Aerandir que se le da bien cualquier tipo de esfuerzo físico.
Una vez en el juego de nuevo, el genio usa su prodigiosa mente para unir cabos. Se perdió casi toda la trama pero un cadáver cayendo mientras cierto libro convulsiona da una línea bastante específica de ideas. Irónicamente es el propio Demian quien termina por robarse la mirada absoluta de su hermano.
¿Dem?
No tiene buen aspecto, es como si fuerzas arcanas raras fluctuaran en su cuerpo. Claramente suele manifestar tales cosas dada su condición de brujo pero esto es algo nuevo, peligroso para los ojos inexpertos del intelectual.
Una nueva tanda de hilos saca al genio de su parálisis, afortunadamente tanto el como Canel logran refugiarse en el nivel inferior dada su proximidad con la escalera. Viene siendo hora de responder por los amigos.
El calor del combate le da la suficiente voluntad al genio para arrojar cierto frasco de cristal rumbo al hechicero más molesto, aprovecha que su presencia sigue sin ser tomada en cuenta dado el escape previo.
Es su solución corrosiva acida, un tipo de arma que no le gusta usar sobre elementos vivos por las grotescas reacciones. Es una forma de matar desagradable e incluso cruel, desgraciadamente ahora necesitan su rápido potencial de acción.
Cuando el frasco golpea al individuo objetivo y estalla, Chimar cierra los ojos. Es un miserable pero igual desea que su muerte sea rápida, que se derrita sin sentir más dolor del necesario por piedad de los dioses o lo que sea que haya del otro lado.
Incluso el pequeño inventor puede percibir un escalofrió a medida que cierta maraña de hilos sale disparada en todas direcciones, la imagen es aterradora y la primera reacción de Maquiavelo es hacer una pared humana para proteger a su hermanito.
Curiosamente no hay dolor, ni sensaciones adversas, nada. Cuando abre los ojos entiende que ya no se encuentran en el mismo sitio, Canel en su sabiduría los transporto lejos de la zona cero y vaya que puso énfasis en evitar cualquier maraña.
¿¡Bromeas!?
Dice un exaltado Chimar a medida que asimila su posición, están en el fondo de la torre. Ciertamente se molesta en un principio aunque termina por calmarse una vez entiende que todo fue por su bien.
Debemos ayudar a los demás, no podemos perder tiempo.
“Canel asiente”.
Lo siguiente es una subida rápida, alimentada por los extraños ruidos que vienen de arriba. Chim no es de los que abandona una pelea, mucho menos está en su vocabulario dejar amigos o contemporáneos a su suerte.
Minutos después el par de niños llega arriba, Maquiavelo apenas puede tenerse en pie por el cansancio y su acompañante… bueno, fresco como una lechuga. El único brujo de Aerandir que se le da bien cualquier tipo de esfuerzo físico.
Una vez en el juego de nuevo, el genio usa su prodigiosa mente para unir cabos. Se perdió casi toda la trama pero un cadáver cayendo mientras cierto libro convulsiona da una línea bastante específica de ideas. Irónicamente es el propio Demian quien termina por robarse la mirada absoluta de su hermano.
¿Dem?
No tiene buen aspecto, es como si fuerzas arcanas raras fluctuaran en su cuerpo. Claramente suele manifestar tales cosas dada su condición de brujo pero esto es algo nuevo, peligroso para los ojos inexpertos del intelectual.
Una nueva tanda de hilos saca al genio de su parálisis, afortunadamente tanto el como Canel logran refugiarse en el nivel inferior dada su proximidad con la escalera. Viene siendo hora de responder por los amigos.
El calor del combate le da la suficiente voluntad al genio para arrojar cierto frasco de cristal rumbo al hechicero más molesto, aprovecha que su presencia sigue sin ser tomada en cuenta dado el escape previo.
Es su solución corrosiva acida, un tipo de arma que no le gusta usar sobre elementos vivos por las grotescas reacciones. Es una forma de matar desagradable e incluso cruel, desgraciadamente ahora necesitan su rápido potencial de acción.
Cuando el frasco golpea al individuo objetivo y estalla, Chimar cierra los ojos. Es un miserable pero igual desea que su muerte sea rápida, que se derrita sin sentir más dolor del necesario por piedad de los dioses o lo que sea que haya del otro lado.
- Off:
- Canel usa su habilidad de Lvl 7 (Teletransporte)
Chimar usa su habilidad de Lvl 7 (Sustancia corrosiva)
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Re: Locura en el Hekshold [Minievento SCA]
Narfi, el idiota. Narfi, el tarado. Narfidiota. Narfeo. Narfi el insoportable...
Desde su llegada al Hekshold, el aprendiz de brujo nunca había sido muy popular. El chico no era mal intencionado, de verdad intentaba agradar al resto y no caer mal con sus preguntas e intereses, pero simplemente las cosas no le salían nunca como quería.
Algo similar pasaba con su magia. Los profesores le decían que tenía potencial, que el Éter se concentraba en su interior en cantidades raras de ver, pero al mismo tiempo le comparaban con un saco lleno de gatos. Podía haber allí mucho potencial, pero todo era desordenado. Cuando intentaba hacer levitar cosas acababa rompiéndolas, cuando practicaba conjuros siempre algo acababa dañado (incluso él mismo). Con el tiempo, Narfi había aprendido a cuidarse, a evitar usar la magia a menos que fuera estrictamente necesario.
Por supuesto, sus errores y accidentes, en especial aquellos que involucraban a otros, no habían sido de ayuda a su popularidad.
Narfi, el que revienta todo.
Quizás por eso es que se había hecho amigo de Demian en tan poco tiempo. El ilusionista también era un bicho raro. No era un inútil, como él, pero el resto le miraba con miedo. Sus hechizos daban miedo, su mirada daba miedo, su manera de hablar daba miedo, tanto que ni siquiera lo molestaban por el tartamudeo.
Junto a él, Narfi al menos sabía que no lo molestarían, y él podía animar a ese chico tan serio y solitario. Ambos ganaban. Fuese como fuese, algo estaba claro. Demian era el hábil, él era el inútil. Siempre lo había sido.
Ahora no era diferente. Demian, Chimar y Canel luchaban como verdaderos expertos, sacando trucos del bolsillo que estaba seguro que hasta algunos maestros fallarían al intentar igualar (aunque no estaba seguro de cómo funcionaba la magia de Chimar, ese chico hacía cosas raras).
¿Qué podía hacer él? sólo quedarse en su rincón y rogar a los dioses porque estuvieran del lado de sus amigos. Si intentaba algo, sólo acabaría mal.
Se bajó del altar y se quedó parado junto a ese extraño libro. En un momento casi se cae sentado al pasar a pisar la cola de la licántropo blanca. Si la despertaba sería otra cagada más a su lista. Por suerte no ocurrió, ella parecía inconsciente.
* * *
Cuando ve que Chimar vuelve al campo de batalla, Demian le pega una mirada de reproche, aunque pronto se le pasa. No da la mayor de las confianzas cuando tu compañero de batalla se da a la fuga, aunque sea por corto rato.
Pronto el combate se pone más a su favor cuando el humano recurre a una solución un tanto... horrible, para lidiar con el brujo enemigo. Es necesario decir que, sin embargo, es muy efectiva.
Demian dirige su mirada, en tanto, hacia la mujer. Ella luce herida, el ataque de Canel ha sido efectivo, pero aún le queda magia. No por mucho.
Demian da un paso y un tentáculo de agua le da de lleno... o no. El tentáculo pasa de largo y, en el lugar, sólo queda lo que parece Demian, aunque al mismo tiempo un fantasma. El fantasma grita y ocurre una explosión de llamas. Pero allí no está ocurriendo lo realmente interesante.
Justo detrás de la mujer, el verdadero Demian clava su daga(1). No es necesario ser especialmente letal, ella simplemente estaba gastando las últimas de sus fuerzas. Cae de inmediato, inconsciente... o muerta. El chico no pierde tiempo en verificar, pues está seguro que, al menos, ya no es una amenaza. Le da una patada en la cabeza, sólo por desquite.
–Eso es por meterte con mis amigos –dice, mientras se aleja de ella.
Llega donde están los prisioneros y muestra sus dagas de manera amenazante al extraño bio-cibernético que está allí de pie, como una estatua.
–Ríndete y nadie más sale herido –dice el chico.
Pasan varios segundos. El grandote no se mueve.
–No, no, no es malo, sólo es... raro –explica Narfi.
Demian le mira extrañado. Ha visto antes cómo ayudaba a sujetar al pequeño para que hicieran quizás qué horrores sobre él.
–A veces lo sacan a caminar, pero nunca dice nada. A veces se queda quieto y nadie puede moverlo, sólo mira al vacío. Algunos chicos le gastan bromas, pero no reacciona, ni dice nada, ni hace nada –explica Narfi, con evidente empatía en su voz–. A veces hace caso cuando le dan órdenes, sea quien sea, entonces le dicen cosas como que camine hacia una fuente de agua o que de vueltas en círculos sin parar... hay gente muy mala. Se llama Adie.
Demian guarda sus armas. No comprende realmente qué le ocurre a ese ser, pero si su amigo no parece temerle, aún cuando estuvo del lado de los enemigos, entonces no tiene motivo para ser agresivo.
La chica se pone de pie. Ha estado muy silenciosa, sin hacer nada. Seguramente muy asustada, razona Demian.
–Vale, ¿alguno está herido? –pregunta.
Un silencio y miradas apuntando al cadáver del otro alumno, el que intentaron levantar, se queda en eso, en un silencio incómodo. El brujo casi había olvidado que hubo una muerte allí.
–Digo... d-de ustedes –aclara.
–Yo estoy bien –dice Narfi, pasando la mano por su pecho, tratando de borrar la extraña runa que le grabaron.
La chica asiente, sin decir nada.
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(1) Demian ha usado su habilidad "Paso del Espectro". Ya sabes lo que hace.
Demian
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Re: Locura en el Hekshold [Minievento SCA]
La muerte del hechicero tejedor es horrible, algo que Chimar ya tenía en cuenta desde el principio. Por suerte desparece en un charco sanguinolento bastante rápido, la petición del niño se cumple en cierto modo.
Con su enemigo más peligroso eliminado, los chicos ganan una movilidad inmaculada. El único hostil que continua en pie es la mujer severamente golpeada, se niega a rendirse pese a que su cuerpo denota muy mal estado.
Afortunadamente ni el joven genio ni su hermanito deben quitarle vida, es Demian quien realiza esa labor con un pequeño juego ilusorio y sus dagas. De buenas a primera la refriega parece haber terminado.
Chim respira profundamente, recuperando la tranquilidad. El brujito más pequeño lo imita, pese a sus habilidades no le gustan mucho las peleas. El contador deja a dos enemigos muertos y un par de elementos indefinidos.
¿Estás bien, Narfi?
Dice a medida que lo estudia con la mirada, no presenta daños severos por suerte aunque tendrá la cara inflamada un par de días debido a los golpes. Eventualmente el niño genio centra sus ojos en la chica desconocida y una vez considera su despistaje favorable pasa al segundo líder gorrión.
Enano, te estas volviendo lento jeje “su mirada cambia a una más noble” más cuidado, quiero a todos mis hermanos verticales.
Poco después el pequeño inventor pasa a centrarse en la curiosa máquina que tienen al lado, sin duda presenta alguna especie de falla pero Maquiavelo es incapaz de definir cual es ahora mismo, tales conclusiones requieren un estudio técnico profundo.
No creo que sea una amenaza… esta “roto”.
Apreciación que suelta luego de los detalles pertinentes expuestos por Narfi, la pobre maquina debe haber pasado por una experiencia peliaguda para quedar asi. Incluso aunque no muestre un nivel de acabado tan bueno como el de Zero, en óptimas condiciones su comportamiento sería diferente.
¿Podemos quedárnoslo?
Pues…
Ciertamente la esfera se ha convertido en un refugio para muchos tipos de individuos, en su mayoría niños desafortunados pero ya no es algo tan limitativo. La petición que suelta el pequeño Canel deja pensativo a su protector por severos instantes.
Un problema a la vez, sabes las reglas, primero salvamos el día y luego las recompensas.
Vale…
A todas luces se siente como el epilogo de la aventura, con la amenaza neutralizada viene siendo tiempo de informar a los maestros… la cara que pondrán cuando se enteren que los mocosos salvaron el día cual cuento infantil.
Supongo que ganamos jeje.
Con su enemigo más peligroso eliminado, los chicos ganan una movilidad inmaculada. El único hostil que continua en pie es la mujer severamente golpeada, se niega a rendirse pese a que su cuerpo denota muy mal estado.
Afortunadamente ni el joven genio ni su hermanito deben quitarle vida, es Demian quien realiza esa labor con un pequeño juego ilusorio y sus dagas. De buenas a primera la refriega parece haber terminado.
Chim respira profundamente, recuperando la tranquilidad. El brujito más pequeño lo imita, pese a sus habilidades no le gustan mucho las peleas. El contador deja a dos enemigos muertos y un par de elementos indefinidos.
¿Estás bien, Narfi?
Dice a medida que lo estudia con la mirada, no presenta daños severos por suerte aunque tendrá la cara inflamada un par de días debido a los golpes. Eventualmente el niño genio centra sus ojos en la chica desconocida y una vez considera su despistaje favorable pasa al segundo líder gorrión.
Enano, te estas volviendo lento jeje “su mirada cambia a una más noble” más cuidado, quiero a todos mis hermanos verticales.
Poco después el pequeño inventor pasa a centrarse en la curiosa máquina que tienen al lado, sin duda presenta alguna especie de falla pero Maquiavelo es incapaz de definir cual es ahora mismo, tales conclusiones requieren un estudio técnico profundo.
No creo que sea una amenaza… esta “roto”.
Apreciación que suelta luego de los detalles pertinentes expuestos por Narfi, la pobre maquina debe haber pasado por una experiencia peliaguda para quedar asi. Incluso aunque no muestre un nivel de acabado tan bueno como el de Zero, en óptimas condiciones su comportamiento sería diferente.
¿Podemos quedárnoslo?
Pues…
Ciertamente la esfera se ha convertido en un refugio para muchos tipos de individuos, en su mayoría niños desafortunados pero ya no es algo tan limitativo. La petición que suelta el pequeño Canel deja pensativo a su protector por severos instantes.
Un problema a la vez, sabes las reglas, primero salvamos el día y luego las recompensas.
Vale…
A todas luces se siente como el epilogo de la aventura, con la amenaza neutralizada viene siendo tiempo de informar a los maestros… la cara que pondrán cuando se enteren que los mocosos salvaron el día cual cuento infantil.
Supongo que ganamos jeje.
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Re: Locura en el Hekshold [Minievento SCA]
Los chicos pueden respirar con más calma. Los peligros parecen superados y, aunque no pueden celebrar, al saber que hubo una muerte inocente, al menos pueden sentirse orgullosos de haber colaborado a que las cosas no empeoraran.
–La señora Meitner lo quiere como a un hijo –aclara Narfi–, no creo que te deje quedártelo.
Demian asiente. Chimar tiene razón, por ahora lo mejor es volver donde los maestros, reportar lo sucedido y tratar de que las cosas vuelvan a la normalidad. Eso sin considerar el hecho de que aún no saben por qué esos tipos hicieron todo ese alboroto. Algo extraño ocurre y el chico no puede estar totalmente tranquilo hasta saberlo.
–Vamos –dice Demian–. Es hora de salir de aquí.
Da un par de pasos, hasta que por primera vez escucha la voz de la chica.
–¡Por mi amado Randal! –grita ella.
Demian se gira, pero ya es tarde. La joven elfa tiene sus manos puestas sobre un círculo de runas en el suelo. Las runas brillan y, acto seguido, reaccionan otras runas por todo el lugar. En principio parecían parte de los adornos de la torre, pero ahora emiten una intensa luz roja.
–¡¿Qué demonios?! –exclama el joven brujo.
–No interrumpirán los planes de mi amado –continúa la joven con ojos de locura–. Se suponía que vendría por mí cuando todo esto terminara, pero lo han arruinado, ¡lo han arruinado todo!, ahora sólo me queda aplastarlos con este regalo que nos dejó.
Demian va a atacar, pero se frena. No puede llegar y atacar a otra alumna del Hekshold. Ella es aún joven, algo mayor que él, pero joven para todos los estándares. No sabe qué le han hecho, si está bajo algún efecto hipnótico o si algo en su mente se ha roto, pero sabe que la ha visto antes en el Hekshold. Nunca ha conversado con ella, son de casas e intereses distintos, pero sabe que la ha visto. No puede simplemente matarla.
Las cosas pronto empeoran.
En cada una de las runas se escucha un crujido. Acto seguido, una fisura aparece en cada marca, comenzando a extenderse. La torre completa suena de maneras horribles.
–¡No, esto se va a caer! –dice el chico, aunque probablemente a esas alturas todos intuyen lo mismo.
La chica levanta sus manos y una serie de enredaderas emergen desde el piso, intentando atraparles.
–¡No huirán! –grita ella.
Demian clava su daga corrupta en el piso y las enredaderas a su alrededor se marchitan rápidamente. La magia de la elfa está muy lejos de su nivel, no es realmente una amenaza.
El brujo extiende sus manos y un torrente de fantasmas emerge, viajando hasta meterse en la cabeza, literalmente, de la joven. Ella por un momento grita, luego queda totalmente inmóvil. En su mente debe estar viviendo una experiencia horrible, pero nadie puede decir que no se lo merece. Lo que no merece es la muerte.(1)
–¡Rayos, vámonos de aquí! –grita–. Y ayúdenme a sacarla de aquí, los m-maestros verán si es culpable o no.
Da un par de pasos.
Siente un tirón en la túnica del uniforme. Se gira para ver a Narfi jalando.
–¡¿qué?! –pregunta algo molesto. La situación requiere actuar rápido si no quieren morir aplastados.
–Es que... llámame loco, pero... pero... pero no quiero dejar a la loba blanca aquí –dice el niño con ojos llorosos–. Antes que digas nada, ella no es tan mala. Vi lo que le hicieron esas personas, están usándola. Ella no puede dejar ese libro y ellos la mantenían enojada, pero le impedían tocarlo... la torturaron con esos hilos, la obligaron a hacer cosas.
Demian baja la vista. Si Narfi tiene razón, tampoco puede permitirse dejarla morir allí, inconsciente gracias a su propio ataque, pero hay demasiadas cosas a considerar.
¿Cómo va a sacar a todos? el lugar está por colapsar en cualquier instante.
–Tengo una idea, confía en mí –dice Narfi.
El chico toma el libro del pedestal y cierra sus ojos, depositando una mano sobre unos extraños símbolos allí contenidos. El Éter a su alrededor se vuelve inestable, desagradable.
–No preguntas, sólo... llevo mucho rato aquí. Por cierto, se llama Samuel –dice el muchacho. Hay lágrimas corriendo por sus mejillas.
El joven muerto, Samuel, vuelve a levantarse. La enorme herida en su pecho, desde donde parece haber sido extraído su corazón y se puede ver básicamente todo su interior, hace a Demian desviar un momento la mirada.
–Cárgala –dice Narfi.
El muerto viviente obedece, tomando a la licántropo y subiéndola a sus hombros. Su expresión es neutra, ausente. Demian prefiere no mirar a Narfi, sabe que muchas cosas deben estar pasando por la mente del muchacho en este momento.
–Dame ese libro –dice Demian, tomando el tomo él mismo y sacándolo de las manos de Narfi–. Y salgamos rápido de aquí.
Narfi asiente.
–Chim, tenemos que sacar al bio-cibernético y a la chica, ¿se te ocurre algo? –pregunta Demian. Nunca la fuerza física ha sido su ventaja y queda muy poco tiempo, el edificio comienza a caerse a pedazos, amenazando con aplastarlos a todos. Ya ha usado mucho su magia como para intentar sacarlos a todos mediante la teletransportación.
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(1) Demian ha usado su habilidad: Valle de los Espíritus, para paralizar a la joven.
Demian
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Re: Locura en el Hekshold [Minievento SCA]
Se puede escuchar una pequeña expresión de desánimo, su fuente es Canel. En su pequeña mente ya se estaba haciendo la idea de tener al extraño bio como compañero… suele encariñarse de las cosas más raras y una prueba de esto es colmillitos.
No debes decirlo dos veces.
Justo cuando se disponen a retirarse, tiene lugar una revelación sorpresiva. La chica muda da a entender una afiliación peligrosa, aunque el nombre que suelta cae en saco roto… es claro no siente mucho aprecio por sus rescatadores.
Maquiavelo deja una distancia prudencial entre la fémina y su persona, algo que comparte con Canel. Por desgracia parece que han terminado en una especie de trampa masiva pues destellan runas en todos lados.
No es un escenario muy agradable que digamos pero Chim descarta que se trate de un explosivo potente a los pocos segundos pues… siguen aquí. Es agradable continuar respirando aunque no se puede bajar la guardia por obvias razones.
Lo siguiente es un intercambio de técnicas por parte del enano hechicero mayor y la señorita bipolar. Luego de algunos ataques vegetales, dagas jardineras y una parálisis repentina, todo se decanta a favor de Demian.
Eso no es lo que quería oír ahora mismo…
Por desgracia el niño genio ya había llegado a la misma conclusión, la jodida torre besara el suelo muy pronto. Con la adrenalina al máximo, Chim se prepara para correr pero pronto repara en que su situación es mucho más desesperada.
¡¡Debe ser un chiste!!
No solo deben preocuparse por salvar sus traseros, también tienen la responsabilidad moral de cargar con la niña… y como si eso no fuera suficiente, Narfi quiere llevarse a la loba consigo por algún extraño sentimiento de civismo.
Mil rayos… Canel, ven aquí, no quiero que veas esto.
Le tapa los ojos a su hermanito y es que el curioso niño rescatado levanta al cadáver, utiliza los poderes bizarros del libro raro para lograrlo. La escena es muy grotesca por el hecho de que su nuevo aliado zombi está abierto en canal, tampoco tiene corazón.
Dem, no juegues con esa cosa...
Dice al notar que su buen amigo toma el control del libro, claramente es una acción ideada para proteger a Narfi pero con la magia nunca se sabe. Ya pueden partir finalmente, será difícil pero con un poco de ingenio podrían…
Claro, ¿¡No quieres llevarte el mesón también!?
Espeta la ironía como respuesta al comentario de su hermano, también deben cargar con el bio descompuesto. Refunfuña un par de instantes adicionales, incluso cuando saca el propulsor de su mochila y le calibra con celeridad.
Canel, reparte los arneses.
Con sus órdenes recibidas, el brujito más joven entrega varios sujetadores de cuero tratado. No hay que ser un genio para adivinar que su función es asegurar la figura humanoide portadora, todo están unidos al extraño artilugio que manipula Chimar.
Deben asegurarse bien, suelen ser viajes… accidentados.
Escuche eso.
“El ilusionista rarito pasa entonces a confirmar sus palabras anteriores con una mueca muda y en cierto modo divertida”.
Mientras todo se derrumba, la única mente titulada del grupo lucha por hacer bien las cuentas de vuelo. Al final decide activar su invento con la máxima potencia, eso suele destruir el prototipo al finalizar pero tiene más en casa.
¿¡Preparados!? “expresa mientras se coloca sus lentes de vuelo”.
No debes decirlo dos veces.
Justo cuando se disponen a retirarse, tiene lugar una revelación sorpresiva. La chica muda da a entender una afiliación peligrosa, aunque el nombre que suelta cae en saco roto… es claro no siente mucho aprecio por sus rescatadores.
Maquiavelo deja una distancia prudencial entre la fémina y su persona, algo que comparte con Canel. Por desgracia parece que han terminado en una especie de trampa masiva pues destellan runas en todos lados.
No es un escenario muy agradable que digamos pero Chim descarta que se trate de un explosivo potente a los pocos segundos pues… siguen aquí. Es agradable continuar respirando aunque no se puede bajar la guardia por obvias razones.
Lo siguiente es un intercambio de técnicas por parte del enano hechicero mayor y la señorita bipolar. Luego de algunos ataques vegetales, dagas jardineras y una parálisis repentina, todo se decanta a favor de Demian.
Eso no es lo que quería oír ahora mismo…
Por desgracia el niño genio ya había llegado a la misma conclusión, la jodida torre besara el suelo muy pronto. Con la adrenalina al máximo, Chim se prepara para correr pero pronto repara en que su situación es mucho más desesperada.
¡¡Debe ser un chiste!!
No solo deben preocuparse por salvar sus traseros, también tienen la responsabilidad moral de cargar con la niña… y como si eso no fuera suficiente, Narfi quiere llevarse a la loba consigo por algún extraño sentimiento de civismo.
Mil rayos… Canel, ven aquí, no quiero que veas esto.
Le tapa los ojos a su hermanito y es que el curioso niño rescatado levanta al cadáver, utiliza los poderes bizarros del libro raro para lograrlo. La escena es muy grotesca por el hecho de que su nuevo aliado zombi está abierto en canal, tampoco tiene corazón.
Dem, no juegues con esa cosa...
Dice al notar que su buen amigo toma el control del libro, claramente es una acción ideada para proteger a Narfi pero con la magia nunca se sabe. Ya pueden partir finalmente, será difícil pero con un poco de ingenio podrían…
Claro, ¿¡No quieres llevarte el mesón también!?
Espeta la ironía como respuesta al comentario de su hermano, también deben cargar con el bio descompuesto. Refunfuña un par de instantes adicionales, incluso cuando saca el propulsor de su mochila y le calibra con celeridad.
Canel, reparte los arneses.
Con sus órdenes recibidas, el brujito más joven entrega varios sujetadores de cuero tratado. No hay que ser un genio para adivinar que su función es asegurar la figura humanoide portadora, todo están unidos al extraño artilugio que manipula Chimar.
Deben asegurarse bien, suelen ser viajes… accidentados.
Escuche eso.
“El ilusionista rarito pasa entonces a confirmar sus palabras anteriores con una mueca muda y en cierto modo divertida”.
Mientras todo se derrumba, la única mente titulada del grupo lucha por hacer bien las cuentas de vuelo. Al final decide activar su invento con la máxima potencia, eso suele destruir el prototipo al finalizar pero tiene más en casa.
¿¡Preparados!? “expresa mientras se coloca sus lentes de vuelo”.
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Re: Locura en el Hekshold [Minievento SCA]
Los muros comienzan a caer a pedazos y Demian se preocupa. A ese paso terminarán todos aplastados. En su mente baraja la posibilidad de tomar a Narfi y huir, dejando morir a los demás involucrados. Claro, sabe que Chimar y Canel pueden escapar por sí solos, así que no considera que ellos terminen atrapados. El problema es el tiempo.
–¿Seguro que esa cosa puede con todo? –pregunta el brujo, pero ya no tiene tiempo de averiguarlo ni cuestionarlo. Es ahora o nunca.
–¿Qué tipo de magia es esto? –pregunta un confundido Narfi, que aún no logra comprender qué hace Chimar con esas cosas. Tampoco tiene mucho tiempo para explicaciones.
Al final, todo el grupo pone su fe ciega en el joven humano. Irónico, los brujos causan destrucción y es un joven de otra raza quien trae la solución final.
Demian siente un tirón y de pronto salen despedidos por una ventana. No es un vuelo suave, esa cosa literalmente está a toda potencia.
–¡Tu magia es genial, Chimar! –exclama Narfi, aunque con el viento en contra es difícil entenderle.
Sin entrar en todos los detalles del vuelo, el grupo acaba finalmente en uno de los jardines del castillo. El aterrizaje no ha sido de lo mejor y es probable que todos tengan algunos moretones y cortes que lucir durante los próximos días. Nada que un buen descanso no pueda solucionar.
Demian se deja caer de espaldas en el césped. Ha recibido ya suficiente daño y estrés por un día, se merece un descanso. Narfi hace lo mismo, aunque se le ve triste, en vez de orgulloso.
–Hiciste lo correcto –dice Demian.
Narfi se queda mirando el cielo.
–Los maestros estarán muy enojados conmigo –dice al cabo de un rato.
Demian se larga a reír.
–Destruimos una jodida torre, no escuchamos las órdenes de ir a los dormitorios y hasta hay unos cadáveres que tendrán que explicar, p-por supuesto que estarán enojados, probablemente vamos a estar castigados de aquí hasta que seamos adultos –dice.
–Oye, que yo no me escapé, a mí me raptaron... y la torre no la rompí –contesta Narfi con una sonrisa que se contradice con sus ojos acuosos.
–Tú usaste magia prohibida, no te vengas a hacer el inocente –agrega Demian, riendo.
–Vale... todos somos culpables, ¿no?... por una vez no he sido sólo yo.
Demian divisa el castillo. El aparato de Chimar los ha dejado bastante lejos del sitio de los sucesos, lo que al menos debería darles algo de tiempo antes de que los adultos puedan regañarles.
–Chimar, ¿qué tipo de magia has usado para sacarnos? no he visto telekinesis tan poderosa en mucho tiempo. Eso es mucho peso a mucha velocidad, ha sido increíble –comenta Narfi girándose hacia el joven humano. El movimiento le causa dolor en el hombro y decide volver a tenderse de espaldas.
Demian mira al cibernético. Está de pie, completamente inmóvil, mirando un punto indeterminado del horizonte. Por su mente se cruza la duda de qué le ha pasado, mas no tiene manera de averiguarlo de momento. Los otros siguen inconscientes.
–Creo que deberíamos amarrarlas... por si a caso –comenta apuntando a las dos chicas, la elfa y la loba–. Chim, tú eres el de las cuerdas y cosas raras.
Demian
Aerandiano de honor
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