Tesoros y Recuerdos [Privado - Eilydh - Finalizado]
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Tesoros y Recuerdos [Privado - Eilydh - Finalizado]
El enorme barco se puso en movimiento nada mas di las órdenes para ello, sabía la ruta a donde teníamos que ir y Eily tenia los mapas para que no nos perdiéramos, así que todo tenia que salir bien si así los dioses lo querían. Los hombres no paraban de ir de un lugar a otro, algunos se quedaban de vigías en lo alto del mástil, pero esos eran los mas afortunados pues podrían estar descansando todo el día. - ¡Todos preparen también sus armas, afilen cada porción de acero y prepárense para una futura batalla, no somos los únicos detrás de ese maldito tesoro! - Mis palabras resonaron por toda la cubierta generando que aquellos que no parecían hacer nada en un primer momento empezaran a tomar todas las armas que pudieron para afilarlas, claramente tener piratas bajo mi mando no era una mala idea, pero no eran guerreros… Al menos servían para mis propósitos. Me paseaban por la cubierta buscando algo que hacer, pero nada.
Busque con la mirada a Eily, pero no la encontraba así que no tuve mas que quedarme parado en la cubierta con una mano sobre la empuñadura de mi espada y dejar que la brisa del mar me golpeara, dejando que el salado olor de las aguas llegara a mis fosas nasales y por un segundo cerré los ojos para disfrutar de este remanso de paz y tranquilidad que estalló en mi mente. Abrí los ojos lentamente para mirar a mi alrededor, el barco empezaba a estar en movimiento y lo único que podía hacer ahora era ver si los piratas bajo mi mando cumplían mis ordenes, cosa que hacían bastante bien a decir verdad.
- Que aburrimiento… - Me dije a mi mismo mirando como en una zona de la cubierta estaban un grupo de jóvenes bucaneros, estos quizás no llegaban a la mayoría de edad y como mucho tendrían de diez años para arriba,pero estaban entrenando movimientos de daga y sable con muñecos de paja. Eso llamo mi atención y me acerque a estos lentamente, cuando notaron mi presencia se pusieron nerviosos y me detuve para mirarlos a cada uno, quizás estos si podrían ser convertidos en guerreros… Con algo de entrenamiento adecuado.
Busque con la mirada a Eily, pero no la encontraba así que no tuve mas que quedarme parado en la cubierta con una mano sobre la empuñadura de mi espada y dejar que la brisa del mar me golpeara, dejando que el salado olor de las aguas llegara a mis fosas nasales y por un segundo cerré los ojos para disfrutar de este remanso de paz y tranquilidad que estalló en mi mente. Abrí los ojos lentamente para mirar a mi alrededor, el barco empezaba a estar en movimiento y lo único que podía hacer ahora era ver si los piratas bajo mi mando cumplían mis ordenes, cosa que hacían bastante bien a decir verdad.
- Que aburrimiento… - Me dije a mi mismo mirando como en una zona de la cubierta estaban un grupo de jóvenes bucaneros, estos quizás no llegaban a la mayoría de edad y como mucho tendrían de diez años para arriba,pero estaban entrenando movimientos de daga y sable con muñecos de paja. Eso llamo mi atención y me acerque a estos lentamente, cuando notaron mi presencia se pusieron nerviosos y me detuve para mirarlos a cada uno, quizás estos si podrían ser convertidos en guerreros… Con algo de entrenamiento adecuado.
Última edición por Finn Devlin el Miér Jun 19 2019, 15:44, editado 1 vez
Finn Devlin
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Re: Tesoros y Recuerdos [Privado - Eilydh - Finalizado]
Abrió los ojos aún adormecida y una leve sensación de vacio la recorrió al descubrir que su cama estaba también vacia. Tardó un poco en comprender que el vaivén de su cabeza no era tan solo causado por la cerveza de anoche, sino que el barco había zarpado. Saltó de la cama, nerviosa, y se dio cuenta que no tenía nada que ponerse aparte del vestido rojo de seda.
Abrió la puerta y le pidió a uno de los niños menudos que limpiaban el pasillo uno de sus pantalones más nuevos. El chico pareció enfadado pero obedeció. Era azul oscuro y el chico le indico que aún no lo había estrenado. Eilydh le dio una moneda por el pantalón un precio justo y exagerado. Se lo puso. Le quedaba algo ajustado marcando un poco más de sus formas de lo que le hubiese gustado, pero usó parte del vestido de ayer, limpio en la noche , para crear una camisa vaporosa para cubrir su pecho. Dejo sus mangas al aire y las adornó con algunas tiras de piel, como las que adornaban la espada de Finn, ocultando su cicatriz. Recogió sus cabellos largos en una trenza mezclada con hilos de plata y se odió por las ojeras que adornaban su cara.
Buscó su daga y la guardó en uno de los bolsillos, jugueteó con una espada que alguien, sin duda uno de los marineros habían dejado junto a su daga. No sabía usarla, así que la dejó justo donde la encontró.
Subio las escaleras y el aire propio del navio moviendose la recibió. Esperaba que no hubiese dormido demasiado... tenia planes que hacer con Finn..
Finn.. Eilydh lo encontró observando a algunos bucaneros mientras peleaban con unas espadas rudimentarias de madera. Se acercó por detrás y agarró el brazo del chico a modo de saludo.
-Tengo competencia?- dijo Eilydh observando las indicaciones que el humano les daba- Veo que con ellos eres más concienzudo...- sonrió.
Eilydh miró el mar abierto, y se vio rodeada por la inmensidad del mismo. Se estaba acostumbrando a navegar y revisó los mapas, estirados cerca del timón. Había marcas de varias barreras antes de llegar a la gruta, pero aquello no sorprendió a la chica. Estaba segura que ningún pirata iba a dejar su botín expuesto a quien quisiese agarrarlo. Así que esperó poder hacer frente a lo que fuese.
Se acordó de algo que quería preguntarle al chico, y los recuerdos de los ojos de Finn azules envueltos en el halo de la noche anterior la tomó sorprendida y se sonrojó. Finalmente habló:
-Háblame de ese tal Toki... a qué nos enfrentamos? -preguntó
Abrió la puerta y le pidió a uno de los niños menudos que limpiaban el pasillo uno de sus pantalones más nuevos. El chico pareció enfadado pero obedeció. Era azul oscuro y el chico le indico que aún no lo había estrenado. Eilydh le dio una moneda por el pantalón un precio justo y exagerado. Se lo puso. Le quedaba algo ajustado marcando un poco más de sus formas de lo que le hubiese gustado, pero usó parte del vestido de ayer, limpio en la noche , para crear una camisa vaporosa para cubrir su pecho. Dejo sus mangas al aire y las adornó con algunas tiras de piel, como las que adornaban la espada de Finn, ocultando su cicatriz. Recogió sus cabellos largos en una trenza mezclada con hilos de plata y se odió por las ojeras que adornaban su cara.
Buscó su daga y la guardó en uno de los bolsillos, jugueteó con una espada que alguien, sin duda uno de los marineros habían dejado junto a su daga. No sabía usarla, así que la dejó justo donde la encontró.
Subio las escaleras y el aire propio del navio moviendose la recibió. Esperaba que no hubiese dormido demasiado... tenia planes que hacer con Finn..
Finn.. Eilydh lo encontró observando a algunos bucaneros mientras peleaban con unas espadas rudimentarias de madera. Se acercó por detrás y agarró el brazo del chico a modo de saludo.
-Tengo competencia?- dijo Eilydh observando las indicaciones que el humano les daba- Veo que con ellos eres más concienzudo...- sonrió.
Eilydh miró el mar abierto, y se vio rodeada por la inmensidad del mismo. Se estaba acostumbrando a navegar y revisó los mapas, estirados cerca del timón. Había marcas de varias barreras antes de llegar a la gruta, pero aquello no sorprendió a la chica. Estaba segura que ningún pirata iba a dejar su botín expuesto a quien quisiese agarrarlo. Así que esperó poder hacer frente a lo que fuese.
Se acordó de algo que quería preguntarle al chico, y los recuerdos de los ojos de Finn azules envueltos en el halo de la noche anterior la tomó sorprendida y se sonrojó. Finalmente habló:
-Háblame de ese tal Toki... a qué nos enfrentamos? -preguntó
Eilydh
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Re: Tesoros y Recuerdos [Privado - Eilydh - Finalizado]
Comencé entonces a dar indicaciones a los jóvenes bucaneros como si de un sargento me tratase, los dividí en grupos de cuatro y cada uno tenia que proteger al contrario de sus contrincantes, era un modo de entrenar la formación del muro de escudos, pero a falta de escudos quería hacer que se protegieran los unos a los otros de mejor manera. - Tienen que saber que su compañero estará orgulloso de morir a vuestro lado, si es un cobarde seguramente hará que tengáis mas heridas que el ¡Tenéis que pelear codo a codo! ¡Ahora continúen! - Me quede mirando como los jóvenes parecían seguir las indicaciones que les daba como si fueran esponjas que aprendían todo lo que se les decía, tenían fallos como todos eso estaba claro, pero con el tiempo eso se podría perfeccionar, estaba creando a mis primeros guerreros desde cero, algo que también era mas que necesario.
Hasta que note la voz de la rubia elfa a mi lado y como me había tomado del brazo me quede mirando a los jóvenes, mi mirada viajó para mirar de reojo las facciones del rostro de Eily y luego esboce una arrogante sonrisa. - No tienes competencia, ellos ya son mejores que tu ¿No los ves? Saben usar una espada. - Dije en tono burlesco mientras miraba a la elfa durante unos segundos mas y luego di las indicaciones a los jóvenes de como tenían que seguir y que descansaran cuando quisieran. - Puedes tomar una espada y te enseñare los movimientos básicos si quieres, antes de la batalla no te vendría mal… Aunque mejor creo sería reservar las fuerzas para lo que viene. - Empecé entonces a caminar por la cubierta con la compañía de Eily.
- Nos enfrentamos a Toki y seguramente otros treinta piratas, quizás mas, pero también tenemos otros peligros que vienen de las aguas y que son mucho peores. - No era alentador saber que el enemigo nos superaba en numero, pero no se podía hacer nada. Los minutos pasaron entre la explicación de la ruta, como seguramente nuestros enemigos iban a reaccionar en combate y pocas cosas mas. - Yo no sirvo para estrategias así que tendrás que sacar tu las ideas, yo sirvo para lanzarme hacia delante y cortar cabezas. - Y antes de que nos diéramos cuenta una ligera niebla empezó a aparecer, nos estábamos acercando hacia la ubicación del tesoro. Pero también era una señal de que los problemas estaban a la vuelta de la esquina.
- ¡Capitan estamos entrando en el terreno de la isla donde tenemos el tesoro! - Bien, eso quiere decir que no habíamos perdido el tiempo, según tenia entendido primero una niebla llenaría todo, luego empezarían los cánticos ¿Cantos? Si, porque no estábamos solos en esta ruta tan peligrosa… Nuestros enemigos no solo venían en barcos, sino que también estaban… Bajo las aguas. - Aquí vienen. - Murmure mientras las sombras aparecen en la lejanía, personas mitad pez y mitad humanos, con colmillos como tiburones y pieles pegajosas y escamosas. Las sirenas no eran precisamente como las pintan, no cuando tienen hambre.
Hasta que note la voz de la rubia elfa a mi lado y como me había tomado del brazo me quede mirando a los jóvenes, mi mirada viajó para mirar de reojo las facciones del rostro de Eily y luego esboce una arrogante sonrisa. - No tienes competencia, ellos ya son mejores que tu ¿No los ves? Saben usar una espada. - Dije en tono burlesco mientras miraba a la elfa durante unos segundos mas y luego di las indicaciones a los jóvenes de como tenían que seguir y que descansaran cuando quisieran. - Puedes tomar una espada y te enseñare los movimientos básicos si quieres, antes de la batalla no te vendría mal… Aunque mejor creo sería reservar las fuerzas para lo que viene. - Empecé entonces a caminar por la cubierta con la compañía de Eily.
- Nos enfrentamos a Toki y seguramente otros treinta piratas, quizás mas, pero también tenemos otros peligros que vienen de las aguas y que son mucho peores. - No era alentador saber que el enemigo nos superaba en numero, pero no se podía hacer nada. Los minutos pasaron entre la explicación de la ruta, como seguramente nuestros enemigos iban a reaccionar en combate y pocas cosas mas. - Yo no sirvo para estrategias así que tendrás que sacar tu las ideas, yo sirvo para lanzarme hacia delante y cortar cabezas. - Y antes de que nos diéramos cuenta una ligera niebla empezó a aparecer, nos estábamos acercando hacia la ubicación del tesoro. Pero también era una señal de que los problemas estaban a la vuelta de la esquina.
- ¡Capitan estamos entrando en el terreno de la isla donde tenemos el tesoro! - Bien, eso quiere decir que no habíamos perdido el tiempo, según tenia entendido primero una niebla llenaría todo, luego empezarían los cánticos ¿Cantos? Si, porque no estábamos solos en esta ruta tan peligrosa… Nuestros enemigos no solo venían en barcos, sino que también estaban… Bajo las aguas. - Aquí vienen. - Murmure mientras las sombras aparecen en la lejanía, personas mitad pez y mitad humanos, con colmillos como tiburones y pieles pegajosas y escamosas. Las sirenas no eran precisamente como las pintan, no cuando tienen hambre.
- Sirenicas:
Finn Devlin
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Re: Tesoros y Recuerdos [Privado - Eilydh - Finalizado]
La sonrisa de Eilydh se le borró de la cara y un gesto de decepción se apoderó de sus facciones cuando Finn confesó que los niños ya le llevaban ventaja.
Caminaron juntos hasta la cubierta principal.La chica pareció detectar un deje de secretismo en la información que el humano daba sobre el tal Toki. No estaba muy segura de por qué no quería desvelarle todo lo que sabía de él, pero aquello le dio mucha más curiosidad. Podría simplemente ser que no supiese nada más de él. La elfa esperó que a si fuese... guardar secretos antes de una batalla no era lo indicado y podría dejarlos en desventaja.
Decidió no seguir preguntando. Estaba segura que descubriría quien era el tal personaje tarde o temprano... Tomó una de las espadas que rodeaba a los bucaneros, agarró una de las de metal, lo suficientemente grande como para atravesar el tronco de un hombre pero no muy pesada, por lo que Eilydh vio como su mano la manejaba con facilidad.
-Tendremos que pensar una estrategia para la batalla, si..- dijo la chica pensativa- Me pregunto si le llevamos ventaja y ellos aún no han llegado a la cueva.. aquello sin duda nos daría el elemento sorpresa y podríamos explorar un poco antes de preparar una emboscada. No es bueno atacar sin conocer el ambiente.. hace que podamos tener fallas que estan fuera de nuestro control.- añadió aún jugueteando con la espada.
Verdaderamente no tenía ni idea de cómo empezar a usar aquella arma, pero confiaba en que el instinto la guiase. A decir verdad tenía poco en qué confiar, pues las sirenas le habían dado un objetivo temprano. Miró a Finn, copiándose de su postura y agarre de la empuñadura. Estaba segura que no iba a poder copiar sus movimientos en la batalla, así que se dio por vencida y avanzó hasta aquellas criaturas.
La imagen mental de las sirenas que Eilydh había guardado en su mente durante toda su vida se eliminó en el momento exacto en las que la vio saltar a cubierta, como delfines endemoniados que usaban la velocidad que sus aletas les proporcionaban para sobrepasar el barco y morder y atacar a los marineros y guerreros.
Los niños bucaneros se estaban desenvolviendo bien con las leves nociones que Finn les había dado y habían encontrado en la unión la fuerza que les faltaba en la batalla, apresando una por una a las criaturas y usando habilidades de tres en tres para controlarlas.
Eilydh pegó la espalda a Finn, protegiendo la suya misma a la par que él servía de barrera humana para la de Eilydh.
-Debo decir, Finny- dijo risueña- que no esperaba que tus tretas para nuestros entrenamientos superasen tus juegos mentales en nuestra primera clase.- dió una estocada, copiando los movimientos de Finn a su espalda y cortando la carne de una de aquellas criaturas haciendo que la sangre salpicase la cubierta- Pero esta clase de uso de espada a tiempo real- Volvió a copiar los movimientos del humano- Con criaturas reales... bueno.. que puedo decir? Sabes como sorprender a una dama- añadió calcando los movimientos del chico que servían para protegerla de los ataques.
Parecía como si todas las criaturas siguiesen un guión de como moverse, y por ello sus movimientos calcados a los de Finn surtían efecto.. como si un lider los estuviese controlando...
Pero quién?
Caminaron juntos hasta la cubierta principal.La chica pareció detectar un deje de secretismo en la información que el humano daba sobre el tal Toki. No estaba muy segura de por qué no quería desvelarle todo lo que sabía de él, pero aquello le dio mucha más curiosidad. Podría simplemente ser que no supiese nada más de él. La elfa esperó que a si fuese... guardar secretos antes de una batalla no era lo indicado y podría dejarlos en desventaja.
Decidió no seguir preguntando. Estaba segura que descubriría quien era el tal personaje tarde o temprano... Tomó una de las espadas que rodeaba a los bucaneros, agarró una de las de metal, lo suficientemente grande como para atravesar el tronco de un hombre pero no muy pesada, por lo que Eilydh vio como su mano la manejaba con facilidad.
-Tendremos que pensar una estrategia para la batalla, si..- dijo la chica pensativa- Me pregunto si le llevamos ventaja y ellos aún no han llegado a la cueva.. aquello sin duda nos daría el elemento sorpresa y podríamos explorar un poco antes de preparar una emboscada. No es bueno atacar sin conocer el ambiente.. hace que podamos tener fallas que estan fuera de nuestro control.- añadió aún jugueteando con la espada.
Verdaderamente no tenía ni idea de cómo empezar a usar aquella arma, pero confiaba en que el instinto la guiase. A decir verdad tenía poco en qué confiar, pues las sirenas le habían dado un objetivo temprano. Miró a Finn, copiándose de su postura y agarre de la empuñadura. Estaba segura que no iba a poder copiar sus movimientos en la batalla, así que se dio por vencida y avanzó hasta aquellas criaturas.
La imagen mental de las sirenas que Eilydh había guardado en su mente durante toda su vida se eliminó en el momento exacto en las que la vio saltar a cubierta, como delfines endemoniados que usaban la velocidad que sus aletas les proporcionaban para sobrepasar el barco y morder y atacar a los marineros y guerreros.
Los niños bucaneros se estaban desenvolviendo bien con las leves nociones que Finn les había dado y habían encontrado en la unión la fuerza que les faltaba en la batalla, apresando una por una a las criaturas y usando habilidades de tres en tres para controlarlas.
Eilydh pegó la espalda a Finn, protegiendo la suya misma a la par que él servía de barrera humana para la de Eilydh.
-Debo decir, Finny- dijo risueña- que no esperaba que tus tretas para nuestros entrenamientos superasen tus juegos mentales en nuestra primera clase.- dió una estocada, copiando los movimientos de Finn a su espalda y cortando la carne de una de aquellas criaturas haciendo que la sangre salpicase la cubierta- Pero esta clase de uso de espada a tiempo real- Volvió a copiar los movimientos del humano- Con criaturas reales... bueno.. que puedo decir? Sabes como sorprender a una dama- añadió calcando los movimientos del chico que servían para protegerla de los ataques.
Parecía como si todas las criaturas siguiesen un guión de como moverse, y por ello sus movimientos calcados a los de Finn surtían efecto.. como si un lider los estuviese controlando...
Pero quién?
Eilydh
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Re: Tesoros y Recuerdos [Privado - Eilydh - Finalizado]
Mas bestias que doncellas, eso eran realmente las sirenas. Estas saltaban a la cubierta mientras el barco no detenía su avance y ver como los piratas, hasta los jóvenes bucaneros, se estaban haciendo con la ventaja contra un enemigo que no sabemos cuántos eran exactamente por venir de las profundidades me dio la impresión de que para estos hombres no era la primera vez que se enfrentaban a estas criaturas. Tome la espada con fuerza, apretando la empuñadura mientras sentía la espalda de Eily detrás de mi, parecía ser que había seguido las indicaciones que también le di a los niños ¿Acaso las había escuchado todas? Como fuese, me concentré en matar a todo lo que venia por mi lado, esas sirenas se movían como si fueran muñecas siendo controladas por algo mas y para mi no era una amenaza, el acero de Baldur, así se llamaba mi espada personal, cortaba la pegajosa piel de las sirenas con facilidad.
La sangre verdosa salpicaba la cubierta haciendo que un olor a pescado muerto se expandiera. - Que puedo decir, tengo mis secretos para conquistar a una mujer. - Respondí a las palabras de Eily, continuando el juego de las mismas sobre si sabía como sorprender a una dama y es que este combate contras las criaturas marinas que nos asaltaban era perfecto para realizar un entrenamiento mas eficiente. Entonces un enorme grito resonó en el lugar y las sirenas empezaron a marcharse de la cubierta, había cuerpos de ellas esparcidos por todos lados y algunas estaban capturadas con multitud de cuerdas que habían usado algunos piratas. - Primera fase acabada y ese grito… Hicimos enojar a sus padres, por suerte ya estamos lejos de su alcance. - Empecé a caminar por la cubierta y limpie mi espada contra la madera antes de dar mas órdenes.
- Tomen los cadáveres y guárdenlos, lleven a las sirenas que hemos capturado a alguna bañera y póngalas allí, que no escapen pues serán buenas mercancías. - Las sirenas se vendían bastante bien en el mercado negro, ya sea como mascotas o simplemente como material para pociones de brujos o alquimia, cosas raras con la magia negra.- En cuanto a ti Eily, buen trabajo copiandome los movimiento, pero seguro que te has dado cuenta que algo les estaba controlando. - Y no íbamos a tardar demasiado en saber de que se trataba pues la niebla empezó a desaparecer y el cielo en lugar de mostrarse soleado estaba completamente nublado. Una gota de agua cayó sobre mi cabeza y luego… Miles.
Empezó a llover como nunca antes y grandes formaciones de rocas como gigantescas columnas empezaron a a aparecer en el lugar. Estábamos cerca de la isla y parecíamos que eramos los primeros… De momento. Los truenos empezaron a sonar y los piratas se movieran aterrados por la tormenta, pero corriendo por mantener el barco en perfectas condiciones. - ¡Thor sabe que estamos aquí! ¡Estamos cerca y ahora nos enfrentamos a su furia! ¡Dejemos que nos guíe hacia nuestro destino! - Dije yendo hacia la proa, donde las olas cada vez eran mas grandes y se rompían con violencia contra la madera y el metal del barco, extendiendo los brazos a ambos lados y disfrutando del caos que tanta paz me traía.
La sangre verdosa salpicaba la cubierta haciendo que un olor a pescado muerto se expandiera. - Que puedo decir, tengo mis secretos para conquistar a una mujer. - Respondí a las palabras de Eily, continuando el juego de las mismas sobre si sabía como sorprender a una dama y es que este combate contras las criaturas marinas que nos asaltaban era perfecto para realizar un entrenamiento mas eficiente. Entonces un enorme grito resonó en el lugar y las sirenas empezaron a marcharse de la cubierta, había cuerpos de ellas esparcidos por todos lados y algunas estaban capturadas con multitud de cuerdas que habían usado algunos piratas. - Primera fase acabada y ese grito… Hicimos enojar a sus padres, por suerte ya estamos lejos de su alcance. - Empecé a caminar por la cubierta y limpie mi espada contra la madera antes de dar mas órdenes.
- Tomen los cadáveres y guárdenlos, lleven a las sirenas que hemos capturado a alguna bañera y póngalas allí, que no escapen pues serán buenas mercancías. - Las sirenas se vendían bastante bien en el mercado negro, ya sea como mascotas o simplemente como material para pociones de brujos o alquimia, cosas raras con la magia negra.- En cuanto a ti Eily, buen trabajo copiandome los movimiento, pero seguro que te has dado cuenta que algo les estaba controlando. - Y no íbamos a tardar demasiado en saber de que se trataba pues la niebla empezó a desaparecer y el cielo en lugar de mostrarse soleado estaba completamente nublado. Una gota de agua cayó sobre mi cabeza y luego… Miles.
Empezó a llover como nunca antes y grandes formaciones de rocas como gigantescas columnas empezaron a a aparecer en el lugar. Estábamos cerca de la isla y parecíamos que eramos los primeros… De momento. Los truenos empezaron a sonar y los piratas se movieran aterrados por la tormenta, pero corriendo por mantener el barco en perfectas condiciones. - ¡Thor sabe que estamos aquí! ¡Estamos cerca y ahora nos enfrentamos a su furia! ¡Dejemos que nos guíe hacia nuestro destino! - Dije yendo hacia la proa, donde las olas cada vez eran mas grandes y se rompían con violencia contra la madera y el metal del barco, extendiendo los brazos a ambos lados y disfrutando del caos que tanta paz me traía.
- LUGAR:
Finn Devlin
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Re: Tesoros y Recuerdos [Privado - Eilydh - Finalizado]
Aquello era un desastre. Literalmente.
Quién les hubiese dicho que la sangre de aquellas sirenas podía ser tan pegajosa, verde e irritante en la piel de una elfa. Eilydh se limpió los restos de su cara y pecho con un paño y una reacción rojiza había quedado donde aquellas sirenas habían esparcido su ponzoña, parcheando la piel clara de la elfa.
Parecía sin embargo que el tiempo había escuchado la necesidad de limpiar la cubierta de los marineros y la lluvia empezó a caer sobre el barco primero poco a poco para después tornarse en un aguacero. Finn era un buen capitán. Se veía que tenía experiencia en aquello: Daba ordenes certeras a los marineros y velaba por posible beneficios al querer conservar aquellas sirenas y venderlas luego, quizás en el mercado de Isla tortuga.
La elfa no supo el momento exacto, sin embargo en el que aquella lluvia se había transformado en una tempestad, moviendo el velero de manera violenta, meciéndolos hasta las rocas de manera preocupantemente cerca. Iban a chocar contra ellas. No estaba segura de si el barco soportaría aquel choque y al mismo tiempo tenía la sensación de esta flotando sobre algo...Algo con los suficientes brazos como para mecerlos entre las olas. Miró a través del agua. La bruma se había disipado pero no había gruta a su alrededor. Contempló su reflejo en el mar salvaje.. pero no había nada en lo que reflejarse.
Gritó a muchos de los marineros, urgiendolos a saltar por la borda y sumergirse tan hondo como pudiesen, aguantando la respiración tanto como pudiesen hasta que notasen que estaban secos. Todos la miraron como loca, pero le hicieron caso. Esperaba que todos supiesen nadar. O al menos bucear.
Eilydh supuso que aquello era lo que estaba dominando a las sirenas y también supuso que el mismo dios Niord no podría ayudarlos a salir de esa situación, al menos no sin audacia. Buscó a Finn con la mirada cuando lo encontró, ocupado en dar órdenes y manejar el timón . El bárbaro movía los brazos como si hubiese nacido para mover aquel navío. Como si la furia de los Dioses le llenase los pulmones de fuerza y la estuviese canalizando allí. Le costó unos segundos forzarse a dejar de disfrutar de aquella escena pero la gravedad casi tirándola del barco la hizo reaccionar. Lo agarró de un brazo y tiró de él. Tuvo que hacer más esfuerzo del necesario como para quitarlo del timón
El hombre se resistió mirándola como si estuviese loca. Ella comenzó a hablar como pudo, empapada y apenas sin fuerzas para agarrarse a nada.
-Tenemos que hundirnos- dijo la chica y el rostro confuso de Finn le devolvió la mirada, consternado- Confias en mi? - añadió la elfa agarrando su mano de manera desesperada ahora.
Lo llevó hasta uno de los lados del barco, para que vislumbrase el mar violento, donde el reflejo de ambos debería aparecerse, y como pasó con ella, la nada se reflejó.
-La gruta está.. al otro lado del agua .. - dijo perdiendo su fuerza para convencerlo a medida que hablaba, pues sabía lo ridiculo que parecía aquello- Debemos hundirnos. Con o sin navío- Eran los únicos que quedaban sin saltar por la borda, y no estaba segura de si Finn iba a tomar aquella estúpida creencia de que el capitán se hundía con el barco, así que no le soltó la mano, por si acaso.
Tiró de él con todas sus fuerzas, enredandose casi en su cuerpo para que se dirigiese hacia en agua y finalmente, esta los envolvió con su frialdad y al mismo tiempo paz.
Sin soltar las manos del chico buceó con gran intensidad, siguiendo las figuras de los otros muchos que la seguían. Metro tras metro la confianza en que su plan era acertado se desvanecía, cada brazada la dejaba más sin aliento, sintió que el brazo de Finn se separaba de el de ella y de repente..
Aire.
El mar estaba en calma a su alrededor. La entrada a la gruta se extendía a unos 200 metros de ella. A su lado podía sentir el movimiento de cuerpos que salen a respirar y nadan hacia la costa.
No supo el momento exacto en el que se quedó sin consciencia.
Quién les hubiese dicho que la sangre de aquellas sirenas podía ser tan pegajosa, verde e irritante en la piel de una elfa. Eilydh se limpió los restos de su cara y pecho con un paño y una reacción rojiza había quedado donde aquellas sirenas habían esparcido su ponzoña, parcheando la piel clara de la elfa.
Parecía sin embargo que el tiempo había escuchado la necesidad de limpiar la cubierta de los marineros y la lluvia empezó a caer sobre el barco primero poco a poco para después tornarse en un aguacero. Finn era un buen capitán. Se veía que tenía experiencia en aquello: Daba ordenes certeras a los marineros y velaba por posible beneficios al querer conservar aquellas sirenas y venderlas luego, quizás en el mercado de Isla tortuga.
La elfa no supo el momento exacto, sin embargo en el que aquella lluvia se había transformado en una tempestad, moviendo el velero de manera violenta, meciéndolos hasta las rocas de manera preocupantemente cerca. Iban a chocar contra ellas. No estaba segura de si el barco soportaría aquel choque y al mismo tiempo tenía la sensación de esta flotando sobre algo...Algo con los suficientes brazos como para mecerlos entre las olas. Miró a través del agua. La bruma se había disipado pero no había gruta a su alrededor. Contempló su reflejo en el mar salvaje.. pero no había nada en lo que reflejarse.
Gritó a muchos de los marineros, urgiendolos a saltar por la borda y sumergirse tan hondo como pudiesen, aguantando la respiración tanto como pudiesen hasta que notasen que estaban secos. Todos la miraron como loca, pero le hicieron caso. Esperaba que todos supiesen nadar. O al menos bucear.
Eilydh supuso que aquello era lo que estaba dominando a las sirenas y también supuso que el mismo dios Niord no podría ayudarlos a salir de esa situación, al menos no sin audacia. Buscó a Finn con la mirada cuando lo encontró, ocupado en dar órdenes y manejar el timón . El bárbaro movía los brazos como si hubiese nacido para mover aquel navío. Como si la furia de los Dioses le llenase los pulmones de fuerza y la estuviese canalizando allí. Le costó unos segundos forzarse a dejar de disfrutar de aquella escena pero la gravedad casi tirándola del barco la hizo reaccionar. Lo agarró de un brazo y tiró de él. Tuvo que hacer más esfuerzo del necesario como para quitarlo del timón
El hombre se resistió mirándola como si estuviese loca. Ella comenzó a hablar como pudo, empapada y apenas sin fuerzas para agarrarse a nada.
-Tenemos que hundirnos- dijo la chica y el rostro confuso de Finn le devolvió la mirada, consternado- Confias en mi? - añadió la elfa agarrando su mano de manera desesperada ahora.
Lo llevó hasta uno de los lados del barco, para que vislumbrase el mar violento, donde el reflejo de ambos debería aparecerse, y como pasó con ella, la nada se reflejó.
-La gruta está.. al otro lado del agua .. - dijo perdiendo su fuerza para convencerlo a medida que hablaba, pues sabía lo ridiculo que parecía aquello- Debemos hundirnos. Con o sin navío- Eran los únicos que quedaban sin saltar por la borda, y no estaba segura de si Finn iba a tomar aquella estúpida creencia de que el capitán se hundía con el barco, así que no le soltó la mano, por si acaso.
Tiró de él con todas sus fuerzas, enredandose casi en su cuerpo para que se dirigiese hacia en agua y finalmente, esta los envolvió con su frialdad y al mismo tiempo paz.
Sin soltar las manos del chico buceó con gran intensidad, siguiendo las figuras de los otros muchos que la seguían. Metro tras metro la confianza en que su plan era acertado se desvanecía, cada brazada la dejaba más sin aliento, sintió que el brazo de Finn se separaba de el de ella y de repente..
Aire.
El mar estaba en calma a su alrededor. La entrada a la gruta se extendía a unos 200 metros de ella. A su lado podía sentir el movimiento de cuerpos que salen a respirar y nadan hacia la costa.
No supo el momento exacto en el que se quedó sin consciencia.
Eilydh
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Re: Tesoros y Recuerdos [Privado - Eilydh - Finalizado]
Tome el timón mientras la tormenta iba de mal en peor, no solamente era la lluvia sino la forma en que las olas se movían, todo era tan violento que nuestro destino parecía ser colisionar contra una de las enormes rocas con forma de columna que había por todos lados, quizás este iba a ser nuestro final y que glorioso final bajo los ojos del mismísimo Thor que golpea su martillo contra el yunque para hacer que las chispas del mismo fueran los relámpagos que veíamos en los cielos. Todo marchaba relativamente mal, hasta que Eily apareció para empeorar la situación. ¿Estaba loca? Eso parecía, me costo lo suyo dejar el timón atrás. - ¡Estas loca o que demonios te…! - No me dio tiempo a acabar cuando esa pregunta de “¿Confías en mi?” Me sacudió la mente haciéndome callar durante unos segundos y luego dejar que sea lo que la elfa quisiera, realmente mostraba resistencia a su agarre, pero el barco ya estaba tan balanceado que lo único que pude hacer fue dejarme caer y sentir como la elfa se enredaba en mi cuerpo al tiempo que el abrazo gélido de las aguas turbulentas me rodeaba.
Sabía nadar, era cierto, pero por alguna razón Eily estaba esforzándose para sacarme de esta, no eramos los únicos que estaban nadando para encontrar aire y entonces salimos hacia el exterior. ¿Lo siguiente? Lo siguiente fue que cuando tome aire por primera vez tuve que tomar en brazos a la elfa que había hecho un esfuerzo desmesurado para encontrar todo este lugar y de paso convencerme de que no estaba loca. - Capitan la gruta… Esta aquí ¿Pero donde esta el barco? - Si nosotros habíamos aparecido en este mar tan calmado con la gruta tan cerca solamente tirándonos al agua, el navío estaba… Debajo de nosotros. Un gran estruendo se formó cuando el enorme navío apareció de la nada lanzando a algunos por los aires, otros se sujetaron en las maderas del mismo y por mi parte acabe en la cubierta de nuevo donde con Eily en brazos camine para dejarla en uno de los camarotes, sobre una de las camas para luego salir hacia la cubierta a dar ordenes.
El barco no tenía especialmente daños, quizás tablas sueltas y agua por todas partes, que estuviera aquí indicaba que el navío se había hundido también y ahora pusimos rumbo hacia la gruta. Llegamos a la costa y no tardamos en anclar el barco, las tablas de madera servían como enormes rampas que hicieron bajar a la tripulación, una porción se quedó en cubierta con cubos de agua sacando toda el agua salada que se encontraba en cubierta, otro grupo estaba haciendo guardia en la misma costa de arena tan blanca que no parecía de este mundo y yo me encontraba con las manos en el timón viendo como justamente enfrente teníamos nuestra isla del tesoro. ¿Cuanto tiempo tardarían en venir nuestros rivales? ¿O ya estaban aquí? Quien sabe. Pero de momento tocaba reponer las fuerzas después de un viaje turbulento.
Sabía nadar, era cierto, pero por alguna razón Eily estaba esforzándose para sacarme de esta, no eramos los únicos que estaban nadando para encontrar aire y entonces salimos hacia el exterior. ¿Lo siguiente? Lo siguiente fue que cuando tome aire por primera vez tuve que tomar en brazos a la elfa que había hecho un esfuerzo desmesurado para encontrar todo este lugar y de paso convencerme de que no estaba loca. - Capitan la gruta… Esta aquí ¿Pero donde esta el barco? - Si nosotros habíamos aparecido en este mar tan calmado con la gruta tan cerca solamente tirándonos al agua, el navío estaba… Debajo de nosotros. Un gran estruendo se formó cuando el enorme navío apareció de la nada lanzando a algunos por los aires, otros se sujetaron en las maderas del mismo y por mi parte acabe en la cubierta de nuevo donde con Eily en brazos camine para dejarla en uno de los camarotes, sobre una de las camas para luego salir hacia la cubierta a dar ordenes.
El barco no tenía especialmente daños, quizás tablas sueltas y agua por todas partes, que estuviera aquí indicaba que el navío se había hundido también y ahora pusimos rumbo hacia la gruta. Llegamos a la costa y no tardamos en anclar el barco, las tablas de madera servían como enormes rampas que hicieron bajar a la tripulación, una porción se quedó en cubierta con cubos de agua sacando toda el agua salada que se encontraba en cubierta, otro grupo estaba haciendo guardia en la misma costa de arena tan blanca que no parecía de este mundo y yo me encontraba con las manos en el timón viendo como justamente enfrente teníamos nuestra isla del tesoro. ¿Cuanto tiempo tardarían en venir nuestros rivales? ¿O ya estaban aquí? Quien sabe. Pero de momento tocaba reponer las fuerzas después de un viaje turbulento.
Finn Devlin
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Re: Tesoros y Recuerdos [Privado - Eilydh - Finalizado]
Abrió los ojos esperando encontrar a Isir, embalsamada en cualquier árbol donde echaría raices hasta el resto de sus días. Pero la rodeaba la mullida cama, algo mojada por su propia ropa y pensó que no iba a ser tan afortunada. Tosio varias veces hasta aclarar su pecho de agua salada y una vez hecho aquello, instantaneamente respiró mejor.
Si no habían muerto entonces es que estaba en lo cierto.. Se levantó de la cama con esfuerzo. Le dolían todos los músculos y la garganta, como si hubiese estado chillando en sueños durante horas.Corrió hacia la cubierta principal, debía investigar los daños.. esperaba que no hubiesen perdido muchos hombres. Estaba segura que las provisiones habían perecido, pero si las anotaciones de Momoa eran correctas, no tenían de que preocuparse. La sorprendió el mar en calma, el sol en el cielo y sobretodo que estaba todo bajo control... bajo la guía de Finn.
La elfa no pudo negar que su corazón se calmó un poco al ver que sus esfuerzos por atraer al hombre hasta la superficie habían sido exitosos, aunque no estaba segura que el hombre pensase lo mismo de su locura. Se estaba preparando para la guerra: Podía ver como instruía las armas y organizaba grupos de marineros a los que les enseñaba a dar estacadas.
Eilydh contempló el verde de los arboles sobresaliendo del espesor de la isla donde se encontraba la gruta como llamándola e intentó desquitarse mientras se acercaba al capitán, se contuvo en abrazarlo para demostrarle su alegría al saberlo bien y aclaró su garganta antes de hablar, fría y distante.
-Me alegra no haberte perdido en la tempestad ni en el mar- dijo la chica aunque sabía que quizás el humano hubiese preferido morir a manos de Thor.- Es una suerte que hayamos llegado antes que Taki.- suspiró aliviada,- aunque no estoy segura de que nuestra ventaja vaya a durar mucho. Debemos explorar nuestros alrededores..- dijo evitando el contacto con los ojos del chico.
Señaló la parte de bosque frondoso y luego el horizonte que indicaba que para llegar al final de la gruta seguramente debían atravesarlo. Su ropas se habían secado y no estaba muy segura del porqué pero necesitaba perderse por aquel vestigio de sus tierras.
-Quizás podamos tenderles una trampa o una emboscada desde los árboles, aquello disminuirá la oportunidad de que Taki salga victorioso. Solo cuando hayamos ganado propongo que nos aventuremos a la gruta.. de lo contrario quizás sea muy peligroso- De nuevo habló en un tono monótono, casi ensayado casi sin prestar atención a lo que el humano podría pensar- Pero.. obviamente es tu decisión, capitán- dijo, esbozando una sonrisa que no le llegó a los ojos.
Buscó por alrededor su pequeña maleta que había estado cargando durante todo el trayecto pero que había perdido con la tempestad. afortunadamete la encontró amarrada a uno de los postes del barco, enganchada en un barullo de tablas sueltas. Rebuscoó en ella y sacó un arco y algunas flechas con simbolos élficos alrededor.Las flechas estaban mojadas y las plumas se apegotonaban al final. Eilydh las separó para que se secasen y cuando estuvo lo suficientemente segura de que lo estaban se lo cargó al hombro y no esperó a la decisión de Finn para bajar del barco una vez encallado.
El bosque la llamaba.
Si no habían muerto entonces es que estaba en lo cierto.. Se levantó de la cama con esfuerzo. Le dolían todos los músculos y la garganta, como si hubiese estado chillando en sueños durante horas.Corrió hacia la cubierta principal, debía investigar los daños.. esperaba que no hubiesen perdido muchos hombres. Estaba segura que las provisiones habían perecido, pero si las anotaciones de Momoa eran correctas, no tenían de que preocuparse. La sorprendió el mar en calma, el sol en el cielo y sobretodo que estaba todo bajo control... bajo la guía de Finn.
La elfa no pudo negar que su corazón se calmó un poco al ver que sus esfuerzos por atraer al hombre hasta la superficie habían sido exitosos, aunque no estaba segura que el hombre pensase lo mismo de su locura. Se estaba preparando para la guerra: Podía ver como instruía las armas y organizaba grupos de marineros a los que les enseñaba a dar estacadas.
Eilydh contempló el verde de los arboles sobresaliendo del espesor de la isla donde se encontraba la gruta como llamándola e intentó desquitarse mientras se acercaba al capitán, se contuvo en abrazarlo para demostrarle su alegría al saberlo bien y aclaró su garganta antes de hablar, fría y distante.
-Me alegra no haberte perdido en la tempestad ni en el mar- dijo la chica aunque sabía que quizás el humano hubiese preferido morir a manos de Thor.- Es una suerte que hayamos llegado antes que Taki.- suspiró aliviada,- aunque no estoy segura de que nuestra ventaja vaya a durar mucho. Debemos explorar nuestros alrededores..- dijo evitando el contacto con los ojos del chico.
Señaló la parte de bosque frondoso y luego el horizonte que indicaba que para llegar al final de la gruta seguramente debían atravesarlo. Su ropas se habían secado y no estaba muy segura del porqué pero necesitaba perderse por aquel vestigio de sus tierras.
-Quizás podamos tenderles una trampa o una emboscada desde los árboles, aquello disminuirá la oportunidad de que Taki salga victorioso. Solo cuando hayamos ganado propongo que nos aventuremos a la gruta.. de lo contrario quizás sea muy peligroso- De nuevo habló en un tono monótono, casi ensayado casi sin prestar atención a lo que el humano podría pensar- Pero.. obviamente es tu decisión, capitán- dijo, esbozando una sonrisa que no le llegó a los ojos.
Buscó por alrededor su pequeña maleta que había estado cargando durante todo el trayecto pero que había perdido con la tempestad. afortunadamete la encontró amarrada a uno de los postes del barco, enganchada en un barullo de tablas sueltas. Rebuscoó en ella y sacó un arco y algunas flechas con simbolos élficos alrededor.Las flechas estaban mojadas y las plumas se apegotonaban al final. Eilydh las separó para que se secasen y cuando estuvo lo suficientemente segura de que lo estaban se lo cargó al hombro y no esperó a la decisión de Finn para bajar del barco una vez encallado.
El bosque la llamaba.
Eilydh
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Re: Tesoros y Recuerdos [Privado - Eilydh - Finalizado]
Todos se estaban preparando, teníamos que hacerlo pues se avecinaba una batalla por nuestras vidas y por el tesoro que este lugar escondía, la calma solo iba a durar hasta que la tormenta volviera a nosotros en forma de hombres con sed de sangre y acero dispuesto a tomar nuestras vidas, aun así algo de alivio se reflejó en mi mente cuando pude ver a la elfa en buen estado, quizás lo había pasado mal con todo eso de nadar y salvarme, pero también debía decir que no la quería muerta. Por alguna razón. De cualquier modo escuche sus palabras de buena gana y es que estaba de buen humor, se acercaba una batalla y no podía estar mas feliz pues era mi labor enviar mas almas junto a la diosa Hel para que se las diera de alimento a los perros del infierno y los gigantes de fuego, por otro lado Eily tenia razón, pero algo le sucedía ¿Había evitado mi mirada? Eso parece.
Cuando la vi bajar del barco con su arco y flechas ordene a todos los hombres que nos pusiéramos en marcha y entonces baje el primero para dar rápidos pasos y tomar del brazo a Eily, tirando de ella levemente para que girase su cuerpo. - Esta vez tu nos guías, tu conoces el bosque mejor que ninguno aquí y mejor que yo, así que seguiré esa recomendación tuya y tendremos una trampa a Toki para luego ir hacia la ruta ¿Te parece bien? Porque ya estamos todos listos. - Señale a mi espalda con el pulgar como la treintena de piratas ya armados y animados por lo que venía.
Lo siguiente fue seguir las indicaciones de Eily, colocar las trampas en el bosque como lo estaba indicando ella y también por mi parte ver quienes eran lo bastante ligeros como para portar un arco y una flecha entre los arboles, los mas pequeños, los bucaneros, ellos irían por las ramas de los árboles lanzando flechas desde las sombras, por mi parte seguramente tenia que esperar para mandar todo el resto del grupo y emboscar a nuestros enemigos. Fue un nuevo estruendo cuando todo estuvo preparado que nos advirtió. - Están aquí, espero que esto salga bien Eily y sino, nos vemos en el Valhalla. - Estaban aquí, Toki y sus hombres que nos superaban en numero, pero yo tenia algo que ellos no… Una elfa guerrera que conocía los bosques.
Cuando la vi bajar del barco con su arco y flechas ordene a todos los hombres que nos pusiéramos en marcha y entonces baje el primero para dar rápidos pasos y tomar del brazo a Eily, tirando de ella levemente para que girase su cuerpo. - Esta vez tu nos guías, tu conoces el bosque mejor que ninguno aquí y mejor que yo, así que seguiré esa recomendación tuya y tendremos una trampa a Toki para luego ir hacia la ruta ¿Te parece bien? Porque ya estamos todos listos. - Señale a mi espalda con el pulgar como la treintena de piratas ya armados y animados por lo que venía.
Lo siguiente fue seguir las indicaciones de Eily, colocar las trampas en el bosque como lo estaba indicando ella y también por mi parte ver quienes eran lo bastante ligeros como para portar un arco y una flecha entre los arboles, los mas pequeños, los bucaneros, ellos irían por las ramas de los árboles lanzando flechas desde las sombras, por mi parte seguramente tenia que esperar para mandar todo el resto del grupo y emboscar a nuestros enemigos. Fue un nuevo estruendo cuando todo estuvo preparado que nos advirtió. - Están aquí, espero que esto salga bien Eily y sino, nos vemos en el Valhalla. - Estaban aquí, Toki y sus hombres que nos superaban en numero, pero yo tenia algo que ellos no… Una elfa guerrera que conocía los bosques.
Finn Devlin
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Re: Tesoros y Recuerdos [Privado - Eilydh - Finalizado]
Apenas escuchó los pasos de los demás marineros siguiendola. Sabía que Finn estaba a su lado pues oía su voz mezclarse con el viento e inundaba su nariz de su aroma a salitre y a algo dulce. El hombre le habló de liderarlos pero Eilydh estaba demasiado concentrada en los árboles como para entender en realidad a qué se refería.
Hacía 4 meses que no se perdía en el bosque y cualquier rama de arbol por pequeña que fuera le hablaba de su gente, e intentaba ponerla al día de diezmil historias que se había perdido. Eilydh, a su vez les respondía con el leve posar de sus manos en esta o aquella manera e indicaba como si estuviese en piiloto automático donde deberían posicionarse cada uno de los arqueros, los luchadores de cuerpo a cuerpo y los demás marineros que la habían seguido. Estaba segura de que Finn le había hablado varias veces pero sus oídos parecían no sintonizarlo, demasiado abrumados por la cantidad de información de aquel bosque como para preocuparse por cosas tan mundanas como la voz de un humano. Aunque fuese Finn.
Habían encallado de manera adecuada, una pequeña distracción para los hombres de Taki que recibieron la imagen del barco como si pudiesen llevarles ventaja, creyendo que sus propios hombres no sabían donde estaban e imaginandolos contando las monedas del tesoro.
Cuán equivocado estaban!!
Los 50 hombres de Taki desembarcaron y Finn y la chica habían previsto decidieron acortar el camino a través de la arboleda. Eiydh sonrió enigmática.
El bosque les haría tener que separar su agrupación para afrontar la maleza y aquello era otro punto a favor a tener en cuenta. Cuando estuvieron lo suficientemente cerca para escuchar sus pasos intentando ser silenciosos, Eilydh pareció sintonizar de nuevo con Finn que se despedía de ella hasta verla en el Valhalla.
Lo miró con fiereza
-Si mueres enterraré tus huesos en un arbol y crecerán como raices, y cuando crezcas, te cortaré y haré contigo un nuevo arco- dijo intentando asustarlo usando la misma técnica que él mismo había usado con ella en el primer entrenamiento- Así que mas vale que no lo hagas.- añadió. No sonrió pues escuchaba lo que las hojas le decían acerca de la situación de los hombres de Taki, a unos metros más abajo de la ladera de aquella montaña.
Pero entonces el viento cambió. y la chica tomó aquello como una señal inequívoca de que era hora. Alzó su arco apuntando a alguien en particular, miró de reojo a Finn antes de tensar el arco y sonrió mientras lanzaba la primera flecha.
Los hombres tomaron aquello como una señal y se lanzaron desde arriba a atacar al enemigo. Los bucaneros usaron la misma técnica que con las sirenas y apresaban a objetivos más grandes que ellos de tres en tres. Otros niños siguieron el ejemplo silencioso de Eiydh y dispararon flechas, al principio no con mucha puntería, pero a menudo que aumentaban el número de intentos, Eilydh los apremiaba instándoles a continuar mientras veía como alguno de los soldados caía al suelo herido.
Estaba claro que los hombres de Taki no estaban esperando aquello, Eilydh vio como Finn se alzaba sobre ellos pero de nuevo el bosque la llamaba a ignorar justo la visión del guerrero y siguió disparando flechas. De cuándo en cuando tenía que luchar con algún soldado lo suficientemente listo como para intentar hacerlos bajar de su beneficiosa altura.
No supo exactamente cómo acabó la batalla hasta que los vientos entre las hojas de los árboles le contaron el resultado.
Hacía 4 meses que no se perdía en el bosque y cualquier rama de arbol por pequeña que fuera le hablaba de su gente, e intentaba ponerla al día de diezmil historias que se había perdido. Eilydh, a su vez les respondía con el leve posar de sus manos en esta o aquella manera e indicaba como si estuviese en piiloto automático donde deberían posicionarse cada uno de los arqueros, los luchadores de cuerpo a cuerpo y los demás marineros que la habían seguido. Estaba segura de que Finn le había hablado varias veces pero sus oídos parecían no sintonizarlo, demasiado abrumados por la cantidad de información de aquel bosque como para preocuparse por cosas tan mundanas como la voz de un humano. Aunque fuese Finn.
Habían encallado de manera adecuada, una pequeña distracción para los hombres de Taki que recibieron la imagen del barco como si pudiesen llevarles ventaja, creyendo que sus propios hombres no sabían donde estaban e imaginandolos contando las monedas del tesoro.
Cuán equivocado estaban!!
Los 50 hombres de Taki desembarcaron y Finn y la chica habían previsto decidieron acortar el camino a través de la arboleda. Eiydh sonrió enigmática.
El bosque les haría tener que separar su agrupación para afrontar la maleza y aquello era otro punto a favor a tener en cuenta. Cuando estuvieron lo suficientemente cerca para escuchar sus pasos intentando ser silenciosos, Eilydh pareció sintonizar de nuevo con Finn que se despedía de ella hasta verla en el Valhalla.
Lo miró con fiereza
-Si mueres enterraré tus huesos en un arbol y crecerán como raices, y cuando crezcas, te cortaré y haré contigo un nuevo arco- dijo intentando asustarlo usando la misma técnica que él mismo había usado con ella en el primer entrenamiento- Así que mas vale que no lo hagas.- añadió. No sonrió pues escuchaba lo que las hojas le decían acerca de la situación de los hombres de Taki, a unos metros más abajo de la ladera de aquella montaña.
Pero entonces el viento cambió. y la chica tomó aquello como una señal inequívoca de que era hora. Alzó su arco apuntando a alguien en particular, miró de reojo a Finn antes de tensar el arco y sonrió mientras lanzaba la primera flecha.
Los hombres tomaron aquello como una señal y se lanzaron desde arriba a atacar al enemigo. Los bucaneros usaron la misma técnica que con las sirenas y apresaban a objetivos más grandes que ellos de tres en tres. Otros niños siguieron el ejemplo silencioso de Eiydh y dispararon flechas, al principio no con mucha puntería, pero a menudo que aumentaban el número de intentos, Eilydh los apremiaba instándoles a continuar mientras veía como alguno de los soldados caía al suelo herido.
Estaba claro que los hombres de Taki no estaban esperando aquello, Eilydh vio como Finn se alzaba sobre ellos pero de nuevo el bosque la llamaba a ignorar justo la visión del guerrero y siguió disparando flechas. De cuándo en cuando tenía que luchar con algún soldado lo suficientemente listo como para intentar hacerlos bajar de su beneficiosa altura.
No supo exactamente cómo acabó la batalla hasta que los vientos entre las hojas de los árboles le contaron el resultado.
Eilydh
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Re: Tesoros y Recuerdos [Privado - Eilydh - Finalizado]
Y la batalla dio comienzo cuando la primera de las flechas fue disparada. Los mas jóvenes disparan mas flechas contra los enemigos, algunas erradas al principio, pero luego fueron acercando para herir a nuestros enemigos, los mas esbeltos usaban sus capacidades de trampas para atrapar a sus oponentes mas grandes como bien habían aprendido atrapando sirenas y otros seres marinos y en lugar de ese caos me alce con la espada sobre el hombro y el resto de los piratas detrás dispuestos a saciar la sed de sangre que teníamos. Nos lanzamos a la batalla mientras los gritos de los piratas de Toki inundaban el bosque, se podía escuchar a su insensato líder dar órdenes de replegarse y ordenarse, pero ya era demasiado tarde cuando les estaba cayendo encima el acero de nuestras espadas. - ¡Odin mira a tu guerrero en esta nueva gloria para ti! - Fueron mis palabras a la vez que tomaba mi espada con las dos manos y la primera de las cabezas de mis enemigos fue cercenada y me bañaba en la sangre de la misma.
La batalla entre los árboles era un caos, había sangre por todos lados y no solamente eso, no parecía haber pirata que pudiera pararme, no eran guerreros y por lo tanto no había arma que pudiera dañarme… Me sentía realmente intocable. Por cada tajo que daba la empuñadura de mi espada era tomada con mas fuerza hasta hacerme sangre en la misma palma de mi mano, me bañaba en la sangre de cada enemigo que cercenaba. - ¡Debemos retirarnos ahora Toki, no podemo…! - La voz de aquel hombre se vio acallada por una lanza que yo mismo lance haciendo que su cabeza fuera atravesada dándole una muerte rápida. Mi mirada era cada vez mas azulada, como si la sed de batalla aumentará su brillo.
Grite como un animal enrabietado cuando me acerque a dos metros de Toki y antes de darme cuenta la batalla había terminado. La visión se me fue aclarando de nuevo para ver como había terminado todo, tenia varios cortes por todo mi cuerpo, pero mientras que en una mano sostenía mi espada bañada en la sangre, en la otra sujetaba la cabeza de Toki por su negruzco cabello. - ¡Victoria! ¡Asesinen a los heridos y manden a la prisión del barco a los capturados! ¡Todo aquel que pueda todavía luchar que venga conmigo! - Seguramente habíamos perdido hombres, pero ellos también, en batalla y también aquellos que huyeron de ella. Estaba totalmente manchado con sangre propia y ajena y clave la cabeza de Toki en una lanza en mitad del campo de batalla antes de ponerme a caminar hacia donde se suponga que debía de estar el tesoro, sin poder quitarme la victoriosa y sádica sonrisa del rostro.
La batalla entre los árboles era un caos, había sangre por todos lados y no solamente eso, no parecía haber pirata que pudiera pararme, no eran guerreros y por lo tanto no había arma que pudiera dañarme… Me sentía realmente intocable. Por cada tajo que daba la empuñadura de mi espada era tomada con mas fuerza hasta hacerme sangre en la misma palma de mi mano, me bañaba en la sangre de cada enemigo que cercenaba. - ¡Debemos retirarnos ahora Toki, no podemo…! - La voz de aquel hombre se vio acallada por una lanza que yo mismo lance haciendo que su cabeza fuera atravesada dándole una muerte rápida. Mi mirada era cada vez mas azulada, como si la sed de batalla aumentará su brillo.
Grite como un animal enrabietado cuando me acerque a dos metros de Toki y antes de darme cuenta la batalla había terminado. La visión se me fue aclarando de nuevo para ver como había terminado todo, tenia varios cortes por todo mi cuerpo, pero mientras que en una mano sostenía mi espada bañada en la sangre, en la otra sujetaba la cabeza de Toki por su negruzco cabello. - ¡Victoria! ¡Asesinen a los heridos y manden a la prisión del barco a los capturados! ¡Todo aquel que pueda todavía luchar que venga conmigo! - Seguramente habíamos perdido hombres, pero ellos también, en batalla y también aquellos que huyeron de ella. Estaba totalmente manchado con sangre propia y ajena y clave la cabeza de Toki en una lanza en mitad del campo de batalla antes de ponerme a caminar hacia donde se suponga que debía de estar el tesoro, sin poder quitarme la victoriosa y sádica sonrisa del rostro.
Finn Devlin
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Re: Tesoros y Recuerdos [Privado - Eilydh - Finalizado]
Los bucaneros que habían acompañador a Eilydh durante la lucha salieron al encuentro de Finn, alzando sus arcos con algunas flechas, compartiendo la alegría del humano y el resto de marineros. Buena parte de la tripulación regresó al barco por ordenes del chico y aunque exitosa, aquella había sido una lucha muy igualada así que también se habían perdido algunos hombres que fueron enterrados en el lugar exacto que Eilydh dispuso para ello entre los árboles.
La chica estaba distraída desde el momento en el que había puesto pies en aquel frondoso bosque, como si tuviese algo más en su mente que aquello que venían a hacer. Leves percepciones le recorrían la mente de cuando en cuando: Debes ser la elfa más imbecil del mundo por pensar que este humano no va a dejarte tirada en cuanto alcance el tesoro. Intentaba sosegarse pero con cada bocanada de aire puro y cada trozo de madera de árbol que tocaba aquellos pensamientos se volvían más feroces:
Ahora que no tenían nadie siguiéndoles los talones, podrían dedicarse a inspeccionar la ruta. No estaba muy segura de que quería hacer exactamente Finn, pero ella pensó que quizás fuese mejor una misión exploratoria de ambos mientras dejaban que el resto de marineros se recuperasen. No tenía duda de que aquella gruta guardaba secretos pero por cómo vio pelear a Finn y su arte con el arco la elfa no creyó que tuviesen que temer a nada viajando juntos.
Aparte de a ellos mismos.
La voz nerviosa en su cabeza y que Eilydh estaba segura que provenía del bosque tenía objeciones a aquella idea: Crees que has encontrado a tu Aias en ese bárbaro? pobre Eilydh, exiliada y también ingenua. Volvió a bloquearlo concentrándose en el camino. Estaba empezando a sentirse muy molesta y empezaba a reflejarse en su actuación cada vez más fría con Finn.
-Quizás sería mejor que descansasen- dijo la chica dirigiéndose al capitán- No son guerreros y están lejos de estar sanos.. un respiro no les vendría mal- añadió.- Tu puedes volver con ellos si quieres.. - dijo deseando una negativa- Yo.. necesito saber que diablos se esconde en esta gruta.-
Pues claro que va a volver con ellos elfa idiota.. Avanzó a pasos agigantados, como si en su mente ya supiese que estaba sola. El bosque seguía hablándole en murmullos a medida que caminaba a través de la maleza. Dejó que su linaje élfico la guiase subiéndose a árboles, corriendo entre arbustos, escuchando el fluir de un arroyo cercano, siseante. Que clase de elfa es esa que tan solo encandila cuando los embriaga en cerveza? . La voz la acabó por molestar del todo, y Eilydh sacó su daga esperando encontrarse con quien fuera que estaba jugándole trucos.
Si tu padre pudiese verte en este momento.. desearía que esos dos locos te hubiesen matado aquella noche
Se sentía inútil. No podía pelearse con las plantas, el suelo y los árboles.. pero esa voz tan adentro.. tan élfica tan suya.
La entrada a la gruta la sorprendió jadeando después de haberse pasado la mayor parte del camino corriendo. Ahora, calma.. quédate aquí conmigo. Tendremos el tiempo del mundo para nosotras..
Qué carajos estaba pasándole?
La chica estaba distraída desde el momento en el que había puesto pies en aquel frondoso bosque, como si tuviese algo más en su mente que aquello que venían a hacer. Leves percepciones le recorrían la mente de cuando en cuando: Debes ser la elfa más imbecil del mundo por pensar que este humano no va a dejarte tirada en cuanto alcance el tesoro. Intentaba sosegarse pero con cada bocanada de aire puro y cada trozo de madera de árbol que tocaba aquellos pensamientos se volvían más feroces:
Ahora que no tenían nadie siguiéndoles los talones, podrían dedicarse a inspeccionar la ruta. No estaba muy segura de que quería hacer exactamente Finn, pero ella pensó que quizás fuese mejor una misión exploratoria de ambos mientras dejaban que el resto de marineros se recuperasen. No tenía duda de que aquella gruta guardaba secretos pero por cómo vio pelear a Finn y su arte con el arco la elfa no creyó que tuviesen que temer a nada viajando juntos.
Aparte de a ellos mismos.
La voz nerviosa en su cabeza y que Eilydh estaba segura que provenía del bosque tenía objeciones a aquella idea: Crees que has encontrado a tu Aias en ese bárbaro? pobre Eilydh, exiliada y también ingenua. Volvió a bloquearlo concentrándose en el camino. Estaba empezando a sentirse muy molesta y empezaba a reflejarse en su actuación cada vez más fría con Finn.
-Quizás sería mejor que descansasen- dijo la chica dirigiéndose al capitán- No son guerreros y están lejos de estar sanos.. un respiro no les vendría mal- añadió.- Tu puedes volver con ellos si quieres.. - dijo deseando una negativa- Yo.. necesito saber que diablos se esconde en esta gruta.-
Pues claro que va a volver con ellos elfa idiota.. Avanzó a pasos agigantados, como si en su mente ya supiese que estaba sola. El bosque seguía hablándole en murmullos a medida que caminaba a través de la maleza. Dejó que su linaje élfico la guiase subiéndose a árboles, corriendo entre arbustos, escuchando el fluir de un arroyo cercano, siseante. Que clase de elfa es esa que tan solo encandila cuando los embriaga en cerveza? . La voz la acabó por molestar del todo, y Eilydh sacó su daga esperando encontrarse con quien fuera que estaba jugándole trucos.
Si tu padre pudiese verte en este momento.. desearía que esos dos locos te hubiesen matado aquella noche
Se sentía inútil. No podía pelearse con las plantas, el suelo y los árboles.. pero esa voz tan adentro.. tan élfica tan suya.
La entrada a la gruta la sorprendió jadeando después de haberse pasado la mayor parte del camino corriendo. Ahora, calma.. quédate aquí conmigo. Tendremos el tiempo del mundo para nosotras..
Qué carajos estaba pasándole?
Eilydh
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Re: Tesoros y Recuerdos [Privado - Eilydh - Finalizado]
Quizás si era una buena idea que los hombres descansen y no eran guerreros como bien había dicho Eily, así que seguir ese consejo no les vendría mal a ellos. Les di la orden para que descansaran de momento y poco mas se podía hacer, ellos sabían donde estaba la gruta porque seguramente ya habían logrado venir una o dos veces a dejar los botines con su antiguo capitán, pero ahora por mi parte era momento de continuar con la búsqueda y le estaba siguiendo los talones a Eily. La elfa empezó a correr por alguna razón, quizás se sentía embriagada por el mismo bosque o quien sabe que cosas, pero lo importante es que ella seguramente sabía donde estaba la entrada a la gruta y tenia que seguirla si no quería acabar perdido. Mis pasos eran rápidos a pesar de estar cansado por la batalla y me detuve a cinco metros de ella cuando sacó su daga ¿Que le pasaba? No lo sabía con certeza, baje la espada para enfundarla en mi cintura y me acerque a Eily lentamente.
- ¿Estas ansiosa por estar de nuevo en un bosque o quizás te has drogado con alguna flor? Como sea, has encontrado la entrada. - Una vez llegue hacia donde estaba Eily y sin miedo alguno a su daga, le di unas palmadas en la cabeza como quien se las da a alguien que ha cumplido bien con una labor, manchando un poco sus propios cabellos y dedicándole una sonrisa algo menos agresiva. - Los hombres estarán aquí después de que descansen, yo me adelante porque… - Hice una pequeña pausa mientras me quedaba mirando la entrada de la gruta, alzando la mirada para ver la rudimentaria entrada que estaba construida en la piedra y luego mire de reojo a la elfa.
- Porque no quiero que te quedes sola. - Y volví a dar pasos hacia delante subiendo escalones que estaban grabados en la piedra, quizás esas eran las palabras que Eily necesitaba escuchar, quien sabe, como fuera ahora estaba entrando por la gruta donde la luz del sol entraba fácilmente por grandes agujeros en la misma, la carencia de antorchas en esta especie de cueva con agujeros daba clara señal de que la luz de la luna también iluminaba por la noche de la misma forma. Pero ¿Dónde estarian escondidos esos tesoros? No iba a irme de aquí sin alguno de ellos, con eso, mi barco y Eily.
- Y ademas esos estúpidos se quejaban de los rasguños que han recibido, seguro que este fue su primer combate serio... Yo tengo algunas heridas ¡Pero no duelen, no cuando están aquí para ser vistas por los dioses! - Exclame dejando ver como tenia un corte en el brazo derecho a la altura del hombro, tenia otro en el muslo izquierdo y cortes pequeños en general esparcidos por el cuerpo, nada graves, ademas de un pequeño corte a la altura de la mejilla.
- ¿Estas ansiosa por estar de nuevo en un bosque o quizás te has drogado con alguna flor? Como sea, has encontrado la entrada. - Una vez llegue hacia donde estaba Eily y sin miedo alguno a su daga, le di unas palmadas en la cabeza como quien se las da a alguien que ha cumplido bien con una labor, manchando un poco sus propios cabellos y dedicándole una sonrisa algo menos agresiva. - Los hombres estarán aquí después de que descansen, yo me adelante porque… - Hice una pequeña pausa mientras me quedaba mirando la entrada de la gruta, alzando la mirada para ver la rudimentaria entrada que estaba construida en la piedra y luego mire de reojo a la elfa.
- Porque no quiero que te quedes sola. - Y volví a dar pasos hacia delante subiendo escalones que estaban grabados en la piedra, quizás esas eran las palabras que Eily necesitaba escuchar, quien sabe, como fuera ahora estaba entrando por la gruta donde la luz del sol entraba fácilmente por grandes agujeros en la misma, la carencia de antorchas en esta especie de cueva con agujeros daba clara señal de que la luz de la luna también iluminaba por la noche de la misma forma. Pero ¿Dónde estarian escondidos esos tesoros? No iba a irme de aquí sin alguno de ellos, con eso, mi barco y Eily.
- Y ademas esos estúpidos se quejaban de los rasguños que han recibido, seguro que este fue su primer combate serio... Yo tengo algunas heridas ¡Pero no duelen, no cuando están aquí para ser vistas por los dioses! - Exclame dejando ver como tenia un corte en el brazo derecho a la altura del hombro, tenia otro en el muslo izquierdo y cortes pequeños en general esparcidos por el cuerpo, nada graves, ademas de un pequeño corte a la altura de la mejilla.
Finn Devlin
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Re: Tesoros y Recuerdos [Privado - Eilydh - Finalizado]
Quién la había seguido? Eilydh escuchaba palabras acercándose pero no atinaba a reconocer la voz. Había demasiado ruido en aquel bosque. El arroyo cercano, las hojas que alguien andaba pisando a su alrededor. Sintió unas manos en la cabeza pero su cuerpo no era ya suyo. Pobre humano... debió sentirse apenado de como le ponías ojos de cordero y vino a ver si al fin te habías sacrificado.. por otro lado ni yo mismo podría haber escogido mejor técnica
Eilydh abrió mucho los ojos. Estaba Finn cerca? Podía escuchar su respiración, sus pasos cercanos. Pero solo veía árboles y sendas entre ellos y cánticos élficos que invitaban a seguirlos. y..
Escuchó un deje de voz masculina. Sabía que era del humano y el corazón de la elfa dio un vuelco cuando el chico dijo que no quería dejarla sola. Pero ella sabía que quizás era él el que corría peligro.
-Finn.. Finn..- dijo medio susurrando intentando que el hombre la esucháse- Algo no va bien... Finn. HUYE
Deja de pedir ayuda, estupida elfa fo***-hombres.. Vas a arruinarlo todo. como tu estúpido antepasado Eilydh volvio las manos a su alrededor buscando la figura de su acompañante, guiándose ante la maleza. Estaba segura de que si el chico estaba allí debía parecer una loca entre los árboles.. pero estaba segura que aquel bosque estaba maldito.
Había ignorado las leyendas de Isla tortuga hasta entonces porque todo había salido bien, pero la chica sabia que aquello era tan solo cuestión de tiempo. Ahora, elfa inutil, deja de resistirte y no te irás de esta Isla con otra de esas cicatrices.. como tus abuelos. Como todos los Skye que jamás pongan pie en esta isla.
Y entonces Eilydh dejó de ser Eilydh y fue el bosque entero. Se aproximó a Finn a punto de entrar en aquella gruta y sacó el arco que cargaba la elfa en su espalda. Tensó la cuerda y lo apuntó con una de las flechas. Sin darle tiempo a reaccionar el cuerpo de Eilydh pero la mente de la isla maldita dejó salir la flecha que apuntaba al brazo derecho del humano. Cuando dio en su diana los labios del cuerpo de Eilydh se convirtieron en una curvatura en forma de sonrisa maquiavelica.
-Apártate de mis tesoros si no quieres que acabe con tu vida, ladrón de pacotilla, escoria de mar... renegado- habló la chica, con la voz grave de hombre y los ojos emblanquecidos, sin expresión
Eilydh abrió mucho los ojos. Estaba Finn cerca? Podía escuchar su respiración, sus pasos cercanos. Pero solo veía árboles y sendas entre ellos y cánticos élficos que invitaban a seguirlos. y..
Escuchó un deje de voz masculina. Sabía que era del humano y el corazón de la elfa dio un vuelco cuando el chico dijo que no quería dejarla sola. Pero ella sabía que quizás era él el que corría peligro.
-Finn.. Finn..- dijo medio susurrando intentando que el hombre la esucháse- Algo no va bien... Finn. HUYE
Deja de pedir ayuda, estupida elfa fo***-hombres.. Vas a arruinarlo todo. como tu estúpido antepasado Eilydh volvio las manos a su alrededor buscando la figura de su acompañante, guiándose ante la maleza. Estaba segura de que si el chico estaba allí debía parecer una loca entre los árboles.. pero estaba segura que aquel bosque estaba maldito.
Había ignorado las leyendas de Isla tortuga hasta entonces porque todo había salido bien, pero la chica sabia que aquello era tan solo cuestión de tiempo. Ahora, elfa inutil, deja de resistirte y no te irás de esta Isla con otra de esas cicatrices.. como tus abuelos. Como todos los Skye que jamás pongan pie en esta isla.
Y entonces Eilydh dejó de ser Eilydh y fue el bosque entero. Se aproximó a Finn a punto de entrar en aquella gruta y sacó el arco que cargaba la elfa en su espalda. Tensó la cuerda y lo apuntó con una de las flechas. Sin darle tiempo a reaccionar el cuerpo de Eilydh pero la mente de la isla maldita dejó salir la flecha que apuntaba al brazo derecho del humano. Cuando dio en su diana los labios del cuerpo de Eilydh se convirtieron en una curvatura en forma de sonrisa maquiavelica.
-Apártate de mis tesoros si no quieres que acabe con tu vida, ladrón de pacotilla, escoria de mar... renegado- habló la chica, con la voz grave de hombre y los ojos emblanquecidos, sin expresión
Eilydh
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Re: Tesoros y Recuerdos [Privado - Eilydh - Finalizado]
¿Ahora si estaba loca? Eso parecía. Me gire para ver que demonios le pasaba y porque demonios estaba gritando, no veía nada raro en la entrada a decir verdad y dudaba que hubiese alguna trampa en los escalones cuando ya los había subido todos prácticamente, así que ¿Que ocurría? No tuve mucho tiempo para pensarlo cuando una flecha venia hacia mi brazo derecho, entonces en un rápido movimiento con mi mano izquierda desenvaine la espada con la rapidez suficiente como para bloquear la fecha y hacer que esta se desviara para que terminase clavada en uno de los árboles cercanos. - No se porque mierdas sonríes, no me has dado. - Dije de mala gana mientras escuchaba la voz, ahora masculina, que proviene de Eily ¿La habían poseído? Y mas importante quería que me apartase de sus tesoros, así que lo mas probable es que hubiera algo allí dentro que era capaz de sacar a esa cosa del cuerpo de la elfa. Cambio de planes entonces.
- Lo que tu digas, demonio de mierda. Adiós. - Y me gire para empezar a correr hacia la gruta y pasar la entrada, iba directamente en busca de los tesoros sin importarme si le estaba dando la espalda a un arquero, me daba igual, seguro que dentro de los tesoros había algo que pudiera ser útil. Dentro de aquella gruta había mas de una trampa, primero tuve que esquivar una lluvia de estacas que venían del techo, luego dar un salto para no caer en un foso que no parecía tener fondo y además de esquivar las flechas que eran disparadas a mi espaldas conseguí llegar a una enorme puerta de madera que parecía estar tallada con las enormes raíces de un árbol que estaba justamente arriba, poco me importaba ahora eso pues entre de cabeza con una fuerte patada.
Cerré la puerta a mis espaldas escuchando como las flechas se clavaban en la misma y mire hacia atrás para ver… El tesoro. Era enorme había cofres con monedas abiertos por todos lados, también había una zona que daba hacia las aguas del mar o eso me daba la impresión donde estaba amarrado mi propio barco y muchos mas objetos que no reconocía. - Tengo que encontrar algo para ese demonio… Piensa por una vez en tu vida Finn. - Me decía a mi mismo pateando monedas y objetos en busca de alguno que pudiera servir en contra de posesiones, pero claro no era un brujo ni un mago para saber esas cosas ¿Así que mierdas podía hacer?
- Lo que tu digas, demonio de mierda. Adiós. - Y me gire para empezar a correr hacia la gruta y pasar la entrada, iba directamente en busca de los tesoros sin importarme si le estaba dando la espalda a un arquero, me daba igual, seguro que dentro de los tesoros había algo que pudiera ser útil. Dentro de aquella gruta había mas de una trampa, primero tuve que esquivar una lluvia de estacas que venían del techo, luego dar un salto para no caer en un foso que no parecía tener fondo y además de esquivar las flechas que eran disparadas a mi espaldas conseguí llegar a una enorme puerta de madera que parecía estar tallada con las enormes raíces de un árbol que estaba justamente arriba, poco me importaba ahora eso pues entre de cabeza con una fuerte patada.
Cerré la puerta a mis espaldas escuchando como las flechas se clavaban en la misma y mire hacia atrás para ver… El tesoro. Era enorme había cofres con monedas abiertos por todos lados, también había una zona que daba hacia las aguas del mar o eso me daba la impresión donde estaba amarrado mi propio barco y muchos mas objetos que no reconocía. - Tengo que encontrar algo para ese demonio… Piensa por una vez en tu vida Finn. - Me decía a mi mismo pateando monedas y objetos en busca de alguno que pudiera servir en contra de posesiones, pero claro no era un brujo ni un mago para saber esas cosas ¿Así que mierdas podía hacer?
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Re: Tesoros y Recuerdos [Privado - Eilydh - Finalizado]
La flecha fue desviada de su objetivo, y la sonrisa en el cuerpo de Eilydh se esfumó a medida que el guerrero avanzaba a la gruta.
Mira muy bien esto, elfa idiota, tu guerrero prefiere mil veces el oro de esa gruta a tu vida inútil, acaso creías que iba a ser de otra manera?
La mente de Eilydh chillaba, intentando avisar al humano cada vez que su cuerpo lanzaba una flecha pero de manera inútil.
El cuerpo de Eilydh había decidido seguir al hombre que se aventuró entre los pasadizos en busca de algo en particular y le dio la espalda a un arquero. El espiritu aprovechó aquella ventaja para seguir lanzando flechas intentando que alguna se clavase en su objetivo, pero el hombre era rápido.. demasiado.
-Ya imaginaba yo que tanta fachada era solo para ahuyentar... como un perro ladrador.. que muerde poco- dijo la voz del espíritu mientras lo veía correr en la gruta.
Eilydh, la real, o su mente se había sumido ahora en un mar de recuerdos y flashbacks de su niñez aparecían en su subsconsciente sin motivo aparente:
Era noche cerrada en Sandorai.
Los elfos acababan de terminar la ceremonia del solsticio de verano y una niña elfa rogaba a su padre para que la dejase ir a ver como peleaban los guerreros en el torneo al amanecer. El padre, cansado de aquellos intentos de la chica por inmiscuirse en la vida masculina y avergonzarlo frente al consejo del árbol madre decidió apartarla del resto para decirle por enesima vez que las mujeres iban al costurero una vez la ceremonia acababa y que debía crecer a ser una elfa de provecho si queria ser exitosa en la vida y dar mucha descendencia Skye.
Lo dijo mientras se llevaba la mano a la daga que colgaba de su cinturón, que había pertenecido a su familia desde tiempos innombrables. Eilydh había escuchado la historia de su cicatriz miles de veces, pues Septa Gaia le había contado como sus antepasados habían vencido al mismísimo espíritu del bosque anochecido con una Daga que la misma Imbar había forjado para los elfos. La ofrenda de una vida elfica a cambio del bienestar de la comunidad había resultado un sacrificio tan honrado que Anar le había recompensado devolviéndole la vida y desterrando al espíritu del bosque anochecido a una Isla maldita con la única señal de una cicatriz violácea, La leyenda establecia que tan solo el propio Skye o alguno de sus descendientes podría liberar aquel espíritu de nuevo, por eso su padre nunca ponía los pies en una isla al recoger los aranceles, esperaba que sus súbditos trajesen el dinero a su barco, mirando al horizonte .
Eilydh recordó que aquella había sido la primera vez que robaba algo en su vida. Y había mantenido aquella daga cerca suyo desde entonces por miedo a que alguien de los elfos descubriesen su robo y la desterrasen.
El cuerpo de Eilydh había abandonado la lucha con el arco y había agarrado una de las espadas de la gruta avanzando a pasos agigantados.
-Ven y demuestrame de lo que son capaces esos músculos.. prometo que no tardaré mucho en hacerte perecer- añadió el espiritu del bosque.
La mente de Eilydh tomó el control por un momento a base de fuerza mental y la expresión de su cara volvió a cambiar. La chica sabía exactamente lo que debía hacer. Agarró su daga de un bolsillo, la desnvainó...
Y el espíritu del bosque volvió a tomar el control despojando la mano de la elfa de la daga y haciendo que esta cayese al suelo. Parecía enfadado.. atacó a Finn con fiereza
.Mira muy bien esto, elfa idiota, tu guerrero prefiere mil veces el oro de esa gruta a tu vida inútil, acaso creías que iba a ser de otra manera?
La mente de Eilydh chillaba, intentando avisar al humano cada vez que su cuerpo lanzaba una flecha pero de manera inútil.
El cuerpo de Eilydh había decidido seguir al hombre que se aventuró entre los pasadizos en busca de algo en particular y le dio la espalda a un arquero. El espiritu aprovechó aquella ventaja para seguir lanzando flechas intentando que alguna se clavase en su objetivo, pero el hombre era rápido.. demasiado.
-Ya imaginaba yo que tanta fachada era solo para ahuyentar... como un perro ladrador.. que muerde poco- dijo la voz del espíritu mientras lo veía correr en la gruta.
Eilydh, la real, o su mente se había sumido ahora en un mar de recuerdos y flashbacks de su niñez aparecían en su subsconsciente sin motivo aparente:
Era noche cerrada en Sandorai.
Los elfos acababan de terminar la ceremonia del solsticio de verano y una niña elfa rogaba a su padre para que la dejase ir a ver como peleaban los guerreros en el torneo al amanecer. El padre, cansado de aquellos intentos de la chica por inmiscuirse en la vida masculina y avergonzarlo frente al consejo del árbol madre decidió apartarla del resto para decirle por enesima vez que las mujeres iban al costurero una vez la ceremonia acababa y que debía crecer a ser una elfa de provecho si queria ser exitosa en la vida y dar mucha descendencia Skye.
Lo dijo mientras se llevaba la mano a la daga que colgaba de su cinturón, que había pertenecido a su familia desde tiempos innombrables. Eilydh había escuchado la historia de su cicatriz miles de veces, pues Septa Gaia le había contado como sus antepasados habían vencido al mismísimo espíritu del bosque anochecido con una Daga que la misma Imbar había forjado para los elfos. La ofrenda de una vida elfica a cambio del bienestar de la comunidad había resultado un sacrificio tan honrado que Anar le había recompensado devolviéndole la vida y desterrando al espíritu del bosque anochecido a una Isla maldita con la única señal de una cicatriz violácea, La leyenda establecia que tan solo el propio Skye o alguno de sus descendientes podría liberar aquel espíritu de nuevo, por eso su padre nunca ponía los pies en una isla al recoger los aranceles, esperaba que sus súbditos trajesen el dinero a su barco, mirando al horizonte .
Eilydh recordó que aquella había sido la primera vez que robaba algo en su vida. Y había mantenido aquella daga cerca suyo desde entonces por miedo a que alguien de los elfos descubriesen su robo y la desterrasen.
El cuerpo de Eilydh había abandonado la lucha con el arco y había agarrado una de las espadas de la gruta avanzando a pasos agigantados.
-Ven y demuestrame de lo que son capaces esos músculos.. prometo que no tardaré mucho en hacerte perecer- añadió el espiritu del bosque.
La mente de Eilydh tomó el control por un momento a base de fuerza mental y la expresión de su cara volvió a cambiar. La chica sabía exactamente lo que debía hacer. Agarró su daga de un bolsillo, la desnvainó...
Y el espíritu del bosque volvió a tomar el control despojando la mano de la elfa de la daga y haciendo que esta cayese al suelo. Parecía enfadado.. atacó a Finn con fiereza
Eilydh
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Re: Tesoros y Recuerdos [Privado - Eilydh - Finalizado]
No tuve mucho tiempo para pensar cuando la poseída elfa ya se encontraba en la estancia donde los tesoros se almacenaba, así que esto iba a ser una batalla entre un demonio y un hijo de los dioses, supongo que no es una mala manera de morir. Apreté la empuñadura de mi espada con fuerza mirando hacia Eily, la cual se suponía que estaba poseída por un demonio o algo así, pero cuando intenté acercarme lo bastante como para lanzar un ataque esta pareció tomar su daga por alguna razón, por unos segundos pude ver el resplandor en los ojos de la elfa que me confirmaba que era ella y no una abominación, hasta que de nuevo aquella abominación volvió, tiro la daga al suelo y se abalanzo sobre mi. No me quedaba otra que contraatacar y tomar esa daga ¿Porque? Si Eily la había sacado seguramente era por algo en especial y seguramente fuera por alguna razón que se me escapaba, pero las cosas élficas seguro que no atendían a lógica humana.
Aquel demonio atacaba con fiereza, pero no con la destreza suficiente como para hacerme daño. Me moví hacia un lado para desviar con mi espada la suya haciendo que terminase desarmado en un abrir y cerrar de ojos antes de propinarle un codazo en toda la espalda para generar que el impulso que había tomado para atacar continuará… Hacia el suelo. Entonces rodé hacia un lado justo después del codazo y tome la daga de la elfa con la otra mano. - La tengo ¿Esto es lo que no quieres que tome Eily? Seguro que esconde algún secreto.. - Me levante manteniendome en guardia, la espada mirando hacia el frente y la daga en mi otra mano.
- Me pregunto que pasara si la rompo en mil pedazos o si la clavó en el cuerpo de la elfa o algo parecido, pero no te voy a dejar tomarla de nuevo… No a ti demonio de cuarta. - Esboce una arrogante sonrisa mientras movía la daga con algo de soltura en mi mano y daba pasos lentos y seguros hacia el lateral derecho de la elfa, algo me decía que este combate iba a ser mucho mas que golpes y musculo, si tenia que luchar contra un demonio me preguntaba como mierda iba a hacerle daño sin causarle daños a Eily, no es como si me importase… Pero la quería viva.
Aquel demonio atacaba con fiereza, pero no con la destreza suficiente como para hacerme daño. Me moví hacia un lado para desviar con mi espada la suya haciendo que terminase desarmado en un abrir y cerrar de ojos antes de propinarle un codazo en toda la espalda para generar que el impulso que había tomado para atacar continuará… Hacia el suelo. Entonces rodé hacia un lado justo después del codazo y tome la daga de la elfa con la otra mano. - La tengo ¿Esto es lo que no quieres que tome Eily? Seguro que esconde algún secreto.. - Me levante manteniendome en guardia, la espada mirando hacia el frente y la daga en mi otra mano.
- Me pregunto que pasara si la rompo en mil pedazos o si la clavó en el cuerpo de la elfa o algo parecido, pero no te voy a dejar tomarla de nuevo… No a ti demonio de cuarta. - Esboce una arrogante sonrisa mientras movía la daga con algo de soltura en mi mano y daba pasos lentos y seguros hacia el lateral derecho de la elfa, algo me decía que este combate iba a ser mucho mas que golpes y musculo, si tenia que luchar contra un demonio me preguntaba como mierda iba a hacerle daño sin causarle daños a Eily, no es como si me importase… Pero la quería viva.
Finn Devlin
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Re: Tesoros y Recuerdos [Privado - Eilydh - Finalizado]
La luz se había hecho más oscura en la cueva a medida que avanzaban por la travesía de calles improvisadas por las rocas. Las monedas de oro y rubíes proyectaban la escasa luz de fuera y iluminaban la estancia con un color centelleante entre rojizo, verde y azulado dandole un aspecto tétrico a la estancia.
Las dos figuras se habían posicionado en un pequeño recodo rodeado de monedas y alguna que otra armadura. El cuerpo de Eilydh poseido dió un grito que retumbó en las paredes de la gruta despertando a los murcielagos que habitaban en ella cuando vio como el chico agarraba la daga que Eiydh había tirado al suelo.
-De donde demonios has sacado eso?- dijo la voz intentando esconder el miedo que reflejaba su gesto.- Dame ese objeto del diablo y quizás te perdone la vida, bardo,- añadió la voz.
La mente de Eilydh luchaba por alcanzar el control al menos un segundo de su cuerpo, pero el demonio llevaba cientos de años reuniendo fuerzas y no podía permitirse ni un mísero error, así que no le estaba siendo una tarea muy fácil. Tan solo esperaba que el hombre no hubiese estado demasiado borracho cuando fue a su habitación la noche anterior. Lo deseaba por varios motivos, pero en especial porque ella le había mostrado exactamente el lugar de su cuerpo en el que el poder de la daga residía.. o al menos eso pensaba la chica.
-VAMOS humano..- volvió a gritar- No tengo todo el día.. además no es como si supieses que hacer con ese objeto... Estos Skye son inocentes como cervatillos... Acaso te mostró esta chica los secretos de su condición élfica?- rió con una sonrisa irónica- Sus trazos en la piel que muestran cómo de poco valiosa es su vida y la de sus antecesores?- El demonio deció entonces quitarse la camisa dejando el pecho de Eilydh descubierto tapado tan solo con sus cabellos y se giró mostrando la espalda de la chica con fingido decoro.
Mostrando las [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] en su espalda.
-Ves estas lineas muchacho? - dijo el demonio- Esto significa que allá donde vaya la elfa, en cualquier lugar del mundo y Aerandir la buscan. Quieren su cabeza. Tiene un precio.jajaja resulta que la florecilla no es tan dócil como parece ser? que sorpresa -dijo con voz sutil- Tu vida por lo tanto si estas cerca de ella tiene también un precio.. De veras crees que merece la pena complicarte demasiado?- El demonio se giró y acomodó sus cabellos tapando a medias el busto de Eilydh.- Te propongo que partas con todos los objetos de esta sala, y la dejes aquí... y vuelvas a tu vida fácil de pirata.. o guerrero.. o violador. Lo que sea que prefieras.- dijo finalmente.
Das asco demonio del infierno pensó la mente de Eilydh al sentir las triquiñuelas de aquel espiritu que intentaba distraer a Finn con mentiras y exponiendo el cuerpo de la chica.
Las dos figuras se habían posicionado en un pequeño recodo rodeado de monedas y alguna que otra armadura. El cuerpo de Eilydh poseido dió un grito que retumbó en las paredes de la gruta despertando a los murcielagos que habitaban en ella cuando vio como el chico agarraba la daga que Eiydh había tirado al suelo.
-De donde demonios has sacado eso?- dijo la voz intentando esconder el miedo que reflejaba su gesto.- Dame ese objeto del diablo y quizás te perdone la vida, bardo,- añadió la voz.
La mente de Eilydh luchaba por alcanzar el control al menos un segundo de su cuerpo, pero el demonio llevaba cientos de años reuniendo fuerzas y no podía permitirse ni un mísero error, así que no le estaba siendo una tarea muy fácil. Tan solo esperaba que el hombre no hubiese estado demasiado borracho cuando fue a su habitación la noche anterior. Lo deseaba por varios motivos, pero en especial porque ella le había mostrado exactamente el lugar de su cuerpo en el que el poder de la daga residía.. o al menos eso pensaba la chica.
-VAMOS humano..- volvió a gritar- No tengo todo el día.. además no es como si supieses que hacer con ese objeto... Estos Skye son inocentes como cervatillos... Acaso te mostró esta chica los secretos de su condición élfica?- rió con una sonrisa irónica- Sus trazos en la piel que muestran cómo de poco valiosa es su vida y la de sus antecesores?- El demonio deció entonces quitarse la camisa dejando el pecho de Eilydh descubierto tapado tan solo con sus cabellos y se giró mostrando la espalda de la chica con fingido decoro.
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-Ves estas lineas muchacho? - dijo el demonio- Esto significa que allá donde vaya la elfa, en cualquier lugar del mundo y Aerandir la buscan. Quieren su cabeza. Tiene un precio.jajaja resulta que la florecilla no es tan dócil como parece ser? que sorpresa -dijo con voz sutil- Tu vida por lo tanto si estas cerca de ella tiene también un precio.. De veras crees que merece la pena complicarte demasiado?- El demonio se giró y acomodó sus cabellos tapando a medias el busto de Eilydh.- Te propongo que partas con todos los objetos de esta sala, y la dejes aquí... y vuelvas a tu vida fácil de pirata.. o guerrero.. o violador. Lo que sea que prefieras.- dijo finalmente.
Das asco demonio del infierno pensó la mente de Eilydh al sentir las triquiñuelas de aquel espiritu que intentaba distraer a Finn con mentiras y exponiendo el cuerpo de la chica.
Si.. pero eso él no lo sabe.
Eilydh
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Re: Tesoros y Recuerdos [Privado - Eilydh - Finalizado]
Bingo. Tal y como pude suponer la daga tenia algo que hacía que aquel demonio tuviera miedo, pude notarlo en aquellas primeras palabras que soltó cuando vio la daga sobre mi mano y no tarde en que la sonrisa que tenia en mis labios se volviera una mucho mas arrogante. Fruncí lentamente el ceño mientras me acercaba con pasos cautos, con la espada siempre mirando al frente y manteniendo la daga hacia atrás, como si estuviera preparando alguna especie de tajo hacia su cuerpo. Por otro lado cuando pude ver el cuerpo de Eily no voy a negar que tuve las intenciones de seguir las normativas de aquel demonio, pero había algo que claramente este no tenia en mente y no pude mas que soltar una carcajada que retumbó en todo el lugar. - Eso… Eso si que es gracioso, que es buscada… Si, si que lo es. - Y no paraba de reír, la risa no se me quitaba y mas carcajadas por mi parte empezaron a ser el sonido claro de la estancia durante unos segundos, hasta me dolía la tripa de tanto reír.
Entonces estaba a dos metros de Eily en ese momento, sin que el demonio quizás se hubiese dado cuenta. - ¿Sabes que me importa una mierda que sea buscada? Me importa una mierda todas esas fantasías de elfo, cosas mágicas o que su cabeza sea buscada, mi cabeza también es buscada ¿Crees que por estar con ella corro peligro? Llevo con el peligro encima todos los días de mi puñetera vida… - Hice una pequeña pausa mientras enfundaba la espada y mantenía un porte tranquilo, calmado, sin apartar la mirada de los ojos poseídos de Eily. - Si, podría aceptar todo eso que dices ¿Sabes? Me quitaría muchos problemas de encima, pero hay algo que no tienes en cuenta. - Entonces empecé a dar una carrera hacia la elfa con la daga bien apretada en la mano, ahora recordaba donde quizás tenia que impactar esta daga.
- ¡Ella es mía y viene conmigo sin importar lo que tenga sobre sus hombros, porque entonces también es algo para mis hombros! ¡Un guerrero no abandona a otro nunca! - Y eran palabras de honor y de codicia, cierto era que me había ganado a la elfa cuando mate a Xander y cierto era que la había puesto al mismo nivel que uno de los guerreros que tanto me gustaría tener a mi lado, pero porque se lo merecía. Cuando estuve lo bastante cerca moví la daga para intentar impactar en una zona especifica del cuerpo, aquella muñeca donde se suponía que tenia la marca extraña que me había explicado Eily hacia un tiempo atras.
Entonces estaba a dos metros de Eily en ese momento, sin que el demonio quizás se hubiese dado cuenta. - ¿Sabes que me importa una mierda que sea buscada? Me importa una mierda todas esas fantasías de elfo, cosas mágicas o que su cabeza sea buscada, mi cabeza también es buscada ¿Crees que por estar con ella corro peligro? Llevo con el peligro encima todos los días de mi puñetera vida… - Hice una pequeña pausa mientras enfundaba la espada y mantenía un porte tranquilo, calmado, sin apartar la mirada de los ojos poseídos de Eily. - Si, podría aceptar todo eso que dices ¿Sabes? Me quitaría muchos problemas de encima, pero hay algo que no tienes en cuenta. - Entonces empecé a dar una carrera hacia la elfa con la daga bien apretada en la mano, ahora recordaba donde quizás tenia que impactar esta daga.
- ¡Ella es mía y viene conmigo sin importar lo que tenga sobre sus hombros, porque entonces también es algo para mis hombros! ¡Un guerrero no abandona a otro nunca! - Y eran palabras de honor y de codicia, cierto era que me había ganado a la elfa cuando mate a Xander y cierto era que la había puesto al mismo nivel que uno de los guerreros que tanto me gustaría tener a mi lado, pero porque se lo merecía. Cuando estuve lo bastante cerca moví la daga para intentar impactar en una zona especifica del cuerpo, aquella muñeca donde se suponía que tenia la marca extraña que me había explicado Eily hacia un tiempo atras.
Finn Devlin
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Re: Tesoros y Recuerdos [Privado - Eilydh - Finalizado]
El espiritu del bosque se mordió apretó su madíbula y enfocó sus ojos en el humano escuchando con atención lo que decía. A lo que parecían años luz de allí Eilydh escuchaba con atención también a su capitán con casi la emoción de un niña pequeña, calmando sus ideas y esperando que su plan funcionase y aquella presencia le devolviese su cuerpo.
El demonio pareció perder fuerzas en su furia y Eilydh tomó parte del control de su cuerpo, lo suficiente como para evitar que aquella criatura moviese su cuerpo y desviase cualquier ataque de Finn. El lado negativo? Sabía que iba a doler.Su muñeca sangró tras la estocada del humano, cortándola casi en dos haciendo que la sangre se esparciese por su brazo y sacando un grito de frustración que más bien provenía de la gruta misma.
Y después; silencio.
El silencio que indica el fin de algo, la bocanada de aire que la chica había perdido tras hundirse en las profundidades del mar aquella mañana, el sentir que de nuevo su cuerpo era suyo y lo más importante, su mente era de nuevo controlada por ella misma. Se acercó al humano aún con el brazo ensangrentado. Había empezado a cerrar pero aquella herida tardaría días en cicatrizar por completo, añadiendo otra cicatriz a la estrella que tenía con anterioridad.
No confirmó que había vuelto a ser ella, estaba demasiado concentrada en dejar por una vez que sus acciones ganasen a la razón. Agarró varias gemas de alrededor de la cueva, monedas, oro collares que metió en sus bolsillos y cuando creyó que su lucha interna de nuevo la había vencido su cabeza, la chica encontró el único zafiro de la sala. Azul como el mismísimo mar. Como el cielo de los bosques de Sandorai. Como los arroyos infinitos y como los ojos de Finn.
Dejó todo lo que tenía en la mano y se acercó al hombre, aún sin decidirse, le llevó la mano que no estaba herida a la mejilla acariciandole la barba y sin mediar palabras lo besó en los labios. Dejando por un momento su pensamiento a un lado, de manera furtiva y furiosa, sin importarle siquiera si él quería ser besado. Como hacía años que no besaba a nadie sobre la tierra.
Cuando paró, con las mejillas aún encendidas de un rosa intenso, clavó un momento la mirada en el chico y señaló al resto de tesoros incluyendo al barco de Finn, en una laguna lo suficientemente profunda y cercana a ellos.
-Ya ves que merezco la pena- sonrió ante su juego de palabras.
El demonio pareció perder fuerzas en su furia y Eilydh tomó parte del control de su cuerpo, lo suficiente como para evitar que aquella criatura moviese su cuerpo y desviase cualquier ataque de Finn. El lado negativo? Sabía que iba a doler.Su muñeca sangró tras la estocada del humano, cortándola casi en dos haciendo que la sangre se esparciese por su brazo y sacando un grito de frustración que más bien provenía de la gruta misma.
Y después; silencio.
El silencio que indica el fin de algo, la bocanada de aire que la chica había perdido tras hundirse en las profundidades del mar aquella mañana, el sentir que de nuevo su cuerpo era suyo y lo más importante, su mente era de nuevo controlada por ella misma. Se acercó al humano aún con el brazo ensangrentado. Había empezado a cerrar pero aquella herida tardaría días en cicatrizar por completo, añadiendo otra cicatriz a la estrella que tenía con anterioridad.
No confirmó que había vuelto a ser ella, estaba demasiado concentrada en dejar por una vez que sus acciones ganasen a la razón. Agarró varias gemas de alrededor de la cueva, monedas, oro collares que metió en sus bolsillos y cuando creyó que su lucha interna de nuevo la había vencido su cabeza, la chica encontró el único zafiro de la sala. Azul como el mismísimo mar. Como el cielo de los bosques de Sandorai. Como los arroyos infinitos y como los ojos de Finn.
Dejó todo lo que tenía en la mano y se acercó al hombre, aún sin decidirse, le llevó la mano que no estaba herida a la mejilla acariciandole la barba y sin mediar palabras lo besó en los labios. Dejando por un momento su pensamiento a un lado, de manera furtiva y furiosa, sin importarle siquiera si él quería ser besado. Como hacía años que no besaba a nadie sobre la tierra.
Cuando paró, con las mejillas aún encendidas de un rosa intenso, clavó un momento la mirada en el chico y señaló al resto de tesoros incluyendo al barco de Finn, en una laguna lo suficientemente profunda y cercana a ellos.
-Ya ves que merezco la pena- sonrió ante su juego de palabras.
Eilydh
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Re: Tesoros y Recuerdos [Privado - Eilydh - Finalizado]
¿Había funcionado? Sabía que la daga impactó contra la muñeca donde se suponía que estaba la marca de la elfa y luego rodé hacia un lado con la daga manchada de sangre, lo cierto es que pensaba que quizás me había sobrepasado con ese golpe y luego recordé que la elfa tenia un poder de regeneración curioso. No pareció decir una palabra mas, no soltaba ninguna palabra que pudiera ser sumamente agresiva como las de aquel demonio y me quede mirándola hasta que empezó a recoger tesoros por todos lados ¿De verdad había vuelto a su cuerpo? ¿Había recuperado su mente? Eso parecía. Guarde la daga en mi cintura por si las moscas y me levanté del suelo para empezar a recoger todas las monedas que cabían en mis bolsillos, no solamente eso sino que también había armas, objetos de decoraciones, accesorios de mujeres nobles y otras cosas que no sabía que eran, todo aquello era un inmenso botín y una sorpresa, pero mas sorpresa fue ver que Eily se acercaba con tanta decisión.
Por un momento dude de que fuera ella misma, pero notar aquella mano en mi mejilla y luego sentir sus labios pegados a los míos, no era tonto, correspondí aquel beso lo mejor que supe hacer e intentando controlar las ganas de apresarla en mis brazos para terminar… No de manera civilizada. Aun así mi brazo derecho rodeo su espalda con mi mano posada en su cintura para apretar mi cuerpo contra el suyo. Entonces el beso termino y mire en dirección hacia donde apuntaba la elfa, no sin antes mirar por unos segundos el rostro de Eily, enrojecido y con mirada vidriosa.
- Nunca dije que no valieras la pena ¿Verdad? - Y sin previo aviso la tomé en brazos como si fuera ¿Una princesa? Supongo, la tomé en brazos para llevarla hacia el barco, hacia mi barco, las aguas de la orilla no eran tan profundas y entonces la subí con cuidado antes de empezar a meter todos los tesoros en el barco, todos aquellos que podía y que le pasaba a Eily para que los ordenara. - Todo esto es ahora nuestro ¿Lo sabes? Llenemos el barco y volvamos con los piratas de agua dulce que están bajo mi mando… Luego, bueno, tenemos que hablar tu y yo. - Claro, ademas de pedirle que sanara las heridas que todavía tenia por el cuerpo, que aunque ya no sangraban estaban allí. Había sido un viaje de locos sin duda, pero este solo era el comienzo del viaje.
Por un momento dude de que fuera ella misma, pero notar aquella mano en mi mejilla y luego sentir sus labios pegados a los míos, no era tonto, correspondí aquel beso lo mejor que supe hacer e intentando controlar las ganas de apresarla en mis brazos para terminar… No de manera civilizada. Aun así mi brazo derecho rodeo su espalda con mi mano posada en su cintura para apretar mi cuerpo contra el suyo. Entonces el beso termino y mire en dirección hacia donde apuntaba la elfa, no sin antes mirar por unos segundos el rostro de Eily, enrojecido y con mirada vidriosa.
- Nunca dije que no valieras la pena ¿Verdad? - Y sin previo aviso la tomé en brazos como si fuera ¿Una princesa? Supongo, la tomé en brazos para llevarla hacia el barco, hacia mi barco, las aguas de la orilla no eran tan profundas y entonces la subí con cuidado antes de empezar a meter todos los tesoros en el barco, todos aquellos que podía y que le pasaba a Eily para que los ordenara. - Todo esto es ahora nuestro ¿Lo sabes? Llenemos el barco y volvamos con los piratas de agua dulce que están bajo mi mando… Luego, bueno, tenemos que hablar tu y yo. - Claro, ademas de pedirle que sanara las heridas que todavía tenia por el cuerpo, que aunque ya no sangraban estaban allí. Había sido un viaje de locos sin duda, pero este solo era el comienzo del viaje.
Finn Devlin
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