Las luciérnagas solo brillan en la oscuridad [Rakan'Drag]

Era de noche, nos dirigíamos a las catacumbas sin saber el por que, vigilar supongo. Enarque una ceja mirando a Merlín, confundido por aquello, con esto de la guerra y las malas experiencias en las catacumbas nunca creí que estaría aquí de vuelta. Merlín finalmente me miro, entrecerrando los ojos y sonriendo - Para recordar los viejos tiempos. - dijo con un tono sarcástico

Suspire soltando una leve risa por aquel comentario, era extraño, la gente con túnicas oscuras y negras me hacían sentir que iba directo a una secta del dragón oscuro, no podía dejar de pensarlo. Tape mi espada con la capa, era mejor parecer desarmado que un soldado o algo por el estilo. La gente en estos lugares juzgan demasiado, Merlín parecía estar algo asustado, mirando para todos lados.

- No seas cobarde Merlín, tu tuviste la idea de venir. - dije golpeando su nuca y caminando mas rápido, seguido por el nos adentramos en las catacumbas para explorarlas, en ese momento se me vinieron recuerdos de la ultima vez que entre a las catacumbas, lo cual no había sido nada bueno.

Camine por los pasillos esquivando a los sujetos encapuchados, los cuales ni se movían al pasar. Empezamos a mirar todas las escrituras que se encontraban en aquel sector, una por una. Algunos nombres eran conocidos, otros no tanto. Llegamos a la parte final donde el nombre señalaba a un antiguo conde, parecía ser el mas importante del sector asi que me quede mirando fijamente junto a Merlín.

Pero por sorpresa una mujer choca contra mi, ambos nos dimos vuelta y dimos unos pasos para atrás debido al susto, mire a Merlín disimulando - Solo es una mujer Merlín. - dije negando y extendiéndole mi mano a la joven - Soy Rakan, el Guardián Ancestral. -

Merlín sonrió y levanto la mano como gesto de saludo - Merlín... solo Merlín -

Mire nuevamente a la chica que parecía estar vestida diferente ante todos aquellos con túnica, ella llevaba una blanca - ¿No eres de ellos, o si? - pregunte intrigado, empece a frotarme los ojos con mis manos, últimamente estaban mas iluminados que de costumbre y empezaban a arderme  lo cual no me asustaba tanto... por ahora. Esto no me había pasado antes y preferí ignorarlo de momento, no era tan molesto. Ahora mismo mi mirada estaba en aquella joven.