Corriendo en la noche (Priv Zelas) [CERRADO]

Tenía mala suerte, fácil rápido y sencillo. Por eso los dioses le habían puesto justo al lado de Ahroun, eso ya lo entendía de pleno. Apretó los ojos mientras hacía presión en su brazo, trataba, de verdad que trataba de concentrarse en sanarse pero era imposible. Traía la cadena colgando en el cuello mientras la sangre corría hasta sus dedos. Los movió y casi vio luces. Soltó un alarido y se tapó la boca con la mano que hacia instantes presionaba una herida. Sintió el sabor ocre de su sangre. Mientras respiraba hondo, bien pegada a la pared. Apretó los ojos, como si con eso se hiciera invisible pero realmente solo tomaba fuerzas.

Miro hacia abajo y noto que su collar estaba de fuera, lo volvió a guardar bajo sus ropas, cuando peleaba no le gustaba sentir que bailoteaba aquí y allá, era un recuerdo tan preciado como la tiara que adornaba sus cabellos. La noche estaba en su plenitud y lo sabía por qué en la gruta había algunas partes que conectaban con la superficie. Otra cosa fue la que le hizo espabilar. Algo la había hecho internarse en esas cuevas al límite de Verisar, y le había helado la sangre pensando que su destino sería peor si ese algo la atrapaba.

-Aunque la otra vez no tuvimos problemas.-Se dijo a sí misma, aunque no sabía si andaría solo. Ahora se arrepentía de su impulsividad.-Oh rayos rayos. –Gimió apretando los ojos y salió de su escondite, ir al inicio de la gruta allá por donde había entrado y si tenía suerte se lo toparía o en el camino o afuera. No fue muy lejos sus piernas flaquearon y sea lo que fuera que vivía en esa gruta le atrapo la pierna. –No no no –Grito cuando cayó en seco y estiraba su mano sana buscando en el sueño cualquier cosa a la que aferrarse, pero este era resbaloso tras años de sentir el agua gotear en la piedra y enlamar la superficie de esta.

-¡No no no quiero morir así! –Grito  pateando a la criatura.

Tenia buena suerte, siempre lo supo, los dioses lo amaban, de ahí que siempre hubiera tenido la libertad de hacer lo que quisiera, eso ya lo entendía de pleno. Sonrió mientras seguía esquivando, corriendo y pateando a aquellas pequeñas creaturas, cortaba a una que otra ocasionalmente, mas ahora su meta era encontrar a su hermanita, la pobre había tenido la idea de ir a deshacerse de unos trasgos, misión a la que Zelas como buen hermano mayor le había dicho que no valía la pena, mas ante la obstinación de esta el decidió acompañarla, al fin y al cabo ya lo habían hecho antes y le servia como tiempo de calidad antes que tomaran caminos separados nuevamente, ademas era de esas pocas ocasiones en las que el lobo mascota de ella los dejaba tranquilos, la reunión anterior había estado marcada por los celos del lycan, situación de la que Zelas se burlo por supuesto, hasta que le resulto aburrido.

Sujeto su collar por entre sus ropas, no le gustaba mostrar esa joya puesto que solo habían 2 de su clase, y guardaba la suya con mucho ahincó, era especial ya que fue el regalo que su hermana menor le había hecho el día en que se entero que este se marcharía de el hogar, el a su vez le regalo a ella uno que siempre usaba el, asi se perdió en sus recuerdos por unos momentos antes de volver por el chillido de un trasgo al cual corto en un ágil movimiento, ya había perdido a los trasgos en su totalidad, ya que en cierto momento de la misión se habían visto sobrepasados por la gran cantidad de aquellas pequeñas y bastardas creaturas. sin poder tomar muchas decisiones Zelas insto a su hermana a huir primero mientras compraba algo de tiempo y retenía a la mayor cantidad de creaturas posibles.

Por suerte para el, y gracias a la bendición de los dioses, el elfo pudo escapar gracias a su agilidad esquivando y saltando a la vez que usaba cualquier cosa para crear obstáculos a sus perseguidores hasta que quedo solo y procedió a ir inmediatamente a la entrada de la gruta donde vio a una de las pequeñas creaturas sujetando a Aradia a la vez que esta gritaba desesperada que no quería morir así. -Te dije que esta misión no valía la pena- acto seguido corto el brazo del trasgo y lo pateo lejos, al momento de ayudar a Ari a levantarse noto la herida en su brazo desde el cual la sujeto aplicándole presión en la herida a la vez que le ayudaba a correr, Zelas a diferencia de Aradia solo se encontraba con un par de rasguños, y uno que otro corte superficial un poco mas profundos que un rasguño, así corrieron un buen trecho hasta que sintieron que estarían bien entonces sin quitar su mano de la herida de su hermana realizo una plegaria elfica mientras ponía la otra mano encima-ancient gods from farthest lands, help this silly elf to get some health back- momento en que un brillo leve comenzó a emanar desde sus manos, cerrando gradualmente la herida en el brazo de su hermana, hasta que sano superficialmente.

-Eso deberia bastar por ahora, te recomiendo mantener una venda apretada y no forzar mucho ese brazo, no esta sano por completo- dijo mientras observaba a sus alrededores, de momento estaban a salvo y les serviría para descansar un poco, solo un par de locos como ellos se harían cargo de una misión que debería ser para mínimo 4 personas.

HABILIDAD UTILIZADA:

¿Cómo una misión tan sencilla que era el deshacerse de unos trasgos se había complicado así? Menos acompañada de Zelas. Bueno también la había aceptado por el mero hecho de hacerlo, de ir a comprar algunos víveres paso a querer ser buena samaritana y si él le ayudaba no había forma de errar… Error con todas las letras en grande. Pero estaba segura que lo que la había arañado no era una de esas criaturas. –Ahhg, ya se ya sé, no pensé.- Dijo entre quejas cuando su hermano la rescato. Como siempre, de todos sus hermanos era el que en general salía en su defensa, su partida le había dolido más que todo, solo el exilio de Hastíele le había dolido así. Y de ambas partidas se había sentido culpable, o al menos así lo hizo saber su padre.

“Lo tuyo no es pensar”

Siempre que pasaba algo así era como el recordatorio del lema que su padre le había dado desde que tenía memoria. Después de todo era más una moneda de cambio, si todo salía como debía ella sería una buena esposa, una buena sacerdotisa y una buena madre. Eso se esperaba de ella. Pensar en eso la hacía abrazar con más fuerza sus ánimos de mantenerse lejos, después de todo ya había pasado demasiado tiempo fuera del hogar, y, bueno, Ahroun no era el prometido que sus padres hubieran aprobado. Le alegraba que al menos Zelas pareciera divertida la situación. Corría con él hasta que sus piernas no dieron para más.-Si hubieras hecho caso a padre o madre serías mejor sanador.- Rio moviendo sus entumecidos dedos. Recordaba como se la singeniaba para hacer de todo menos las lecciones y este le daba los consejos a su hermanita.-Así podría seguir entrenando en vez de reposar. Aun, si somos sinceros seguro Ahroun lo prefiere así.

Y seguro sus padres no estaban muy orgullosos del par, de Corn era de esperarse que no pidieran un sanador, su habilidad era de liderar a la camada, el par menor era como el comodín, y de ambos tras los cuidados de Hastíele habían obtenido a un par que buscaban curiosos conocer el mundo más allá de la rigidez elfica. “Corromper” al par había sido su pecado.-Te digo esto no lo hizo un trasgo, hay algo más ahí. Te presumo por cierto que tu hermanita derroto a algunos trolls.-Omitió de momento aclarar que no había sido sola, pero ey, para ser una novata en combate directo…-Gracias por acompañarme.

El elfo rodó los ojos cuando comento lo de sus padres -ya, ahora el mejor ejemplo de obediencia familiar me va a decir que debería haberle prestado atención a padre y madre, tienes cara Aradia- dijo en un tono sarcástico, cuando ya se aseguro de estar relativamente fuera de amenaza, se sentó junto a su hermana, un breve descanso les haría bien, chistó la lengua cuando escucho hablar del lobo celoso, -hermana eres libre de hacer lo que quieras con quien quieras, enserio dejaras que el lobo te ponga trabas?, ademas ya basta de habla de el, no me interesa en lo mas mínimo tu novio mascota lleno de inseguridades, solo me importa que tu estés bien- sentencio mientras observaba las estrellas, en una extraña pero conveniente noche despejada.

Era la oveja negra con suerte si podía decirlo de alguna forma, dentro de todas las cosas que le habían ocurrido, como cuando lo mandaron fuera de casa para que se "enderezara" y como eso termino siendo el primer paso para obtener su verdadera libertad. Cuando su hermana menciono lo de los trolls, contuvo notoriamente una carcajada -ya, diré que te creo, a ti la misma chica que gritaba que no quería morir así cuando un trasgo le sujeto la pierna, no se si fue un trasgo lo que te hirió el brazo, pero tengo la certeza de que le corte el brazo al trasgo que te sujeto- dijo al momento que su hermana le agradecía, el no dijo nada y simplemente puso su mano sobre la cabeza de ella, dándole a entender que no tenia que preocuparse por nimiedades como esa.

-No tenía más opciones. Fui buena hija, pero… creo que nunca fui la mejor- Se justificó cerrando los ojos y se recargo en su hermano, abrió uno de sus ojos y lo oía riendo un poco, no realmente nadie le ponía trabas, ella solita era excelente para hacerlo. Solo tenía la suerte de caer en situaciones que la sobrepasaban y terminaba como en ese momento, siendo rescatada.-mmm, depende de a que le digas estar bien. Y bueno no fue sola, pero ayude bastante.

Pensó mirando el cielo y le saco la lengua como si fuera aun una chiquilla a la que molestaba e incitaba a jugar en vez de hacer lo que se supone debería.-Eso si no te lo niego pero el susto que me dio. –Recordó otras experiencias y un escalofrió le recorrió de solo imaginarlo y le tembló el labio cuando con una caricia le daba el apoyo que necesitaba. Con el brazo sano le dio un golpe en el brazo, sintió mucho enojo, frustración y tras un par de golpes más se dejó caer nuevamente en la hierba tratando de no mover el brazo que aún le dolía.-Debiste llevarme contigo si tanto te importaba que estuviera bien. Por cierto, tú que llevas vagando más tiempo que yo, ¿has oído del circo de los horrores?

No guardo mucha esperanza de una respuesta positiva, pero siendo Zelas quien era, si le metía esa duda seguramente cuando lo volviera a ver le daría santo y seña de tal tema. En cierta forma era demasiado reservada en cuanto a ese tema, y vaya que sus problemas le había traído, de hecho era algo que ni siquiera a Ahroun le había contado del todo. Ni ella misma conocía el alcance de lo revelado ni de los efectos que a veces se le presentaban. Miro a la hierba y suspiro, lo que estaba por hacer le parecía lo más loco, pero, quien más que Zelas para ello, seguro no pondría un gesto tan serio o preocupado como Cornaith, Ahroun… Dependiendo de la reacción de su hermano seguro podría trabajar mejor para buscar respuestas.-¿Quieres hacer un experimento?

-Que dices, con los estándares que tiene el viejo Aramil, ni siquiera Cornaith es el mejor y eso que hace todo lo que le dicen- menciono mientras dejaba que su hermana se apoyara en el, de a poco les iba quitando las formalidades a sus padres, solo bastaba con escuchar que se refería a su padre llamándolo el viejo Aramil. Se puso a reír al recordar como gritaba su hermana, sin duda había resultado gracioso -si estas conforme con la forma en que estas llevando tu vida, entonces estas bien- comento demostrando esas pequeñas perlitas de sabiduría que a veces tienen los hermanos mayores.

Cuando noto el repentino golpe recriminatorio de su hermana le apretó levemente el brazo herido, típico de hermanos, se cuidan y se maltratan al mismo tiempo -vamos que tampoco soy tu niñero, ademas todos debemos labrar nuestros propios caminos... en cuanto a lo segundo, he visto circos que son horribles, pero no me suena para nada el que mencionas- dijo a la vez que se encongia de hombros, la verdad no tenia interés en circos, pero como siempre estaba en movimiento, aun existía la posibilidad de que algún día se topara con el... sino lo olvidaba primero.

-Que tienes en mente?- pregunto curioso mientras se preparaba para escuchar la propuesta que su hermana estaba por hacerle.

-Tsh tshtsh –Puso los ojos en blanco mientras chasqueaba los dientes por el dolor y lagrimando lo vio agitada, era tan típico de él. Con la otra mano le dio unos golpes para que dejara la herida en paz. Hipo por el dolor y volvió a sacarle la lengua. Simplemente volvía a ser una cría a su lado. Bajo el gesto, recordar a sus padres y los estándares, era como si fueran la camada defectuosa. Aun así no podía decir que eran malos, algo descarriados al menos el par de menores pero. Suspiro retomando el tema que le aquejaba y confiaría a su hermano. Tal vez lo tomaría como algo simple y le ayudaría a sentir que no tenía le peso del mundo en sus hombros de una forma que solo ella podía conocer y que tenía pánico de solicitar ayuda. Ir al Árbol Madre para hablarlo con alguna sacerdotisa… Claro y luego si la tachaban de loca se podría decir que quedaría marcada peor que un exiliado, Además por lo visto era algo más acaecido en brujos. Así que ni hablar. Otra era ir a Beltrexus, buscar todo el asunto y evitar que le cortaran las orejas por hereje, o solo por el hecho de ser elfa. Sin darse cuenta se había cubierto las orejas.-NO POR FAVOR NO LAS CORTEN.-Grito y luego abrió los ojos y noto que solo había caído en un sueño. Demasiado vivido para colmo. Y suspiro mirando a su hermano recordando lo que decía.

-Si estoy, bien con ella. Creo que podré hacer más y de ello.-Claro el acceso de un sueño vivido en ese justo instante podía catalogarse como todo lo contrario a bien. Se hinco quedando de frente a él. Le miro lo más seria que pudo.-Bueno, hace un tiempo bebí de un cáliz, y tuve una visión, -Alzo la mano diestra, la sana y estiro el índice para que no dijera nada.-Si sé que suena loco, pero paso, el cáliz da visiones del futuro, pero, a pesar de que ya escribí todo lo que recuerdo, cuando busco información, hablando con las personas, me pasa que pierdo la conciencia y despierto sin siquiera recordar que estaba haciendo, o muy agotada para recordarlo, sé que lo dispara algo de la visión, pero no sé qué sea, Ahroun no lo sabe, que yo sepa, no sé si me ha pasado dormida, pero…-Miro a otro lado y luego volvió a verlo.-Te diré la visión si caigo recuerda que palabra estaba diciendo, por favor.

Le miro con suplica en sus ojos y aferrando su mano, tenía miedo, pero le aterraba más que las cosas estuvieran en marcha y ella no estuviera haciendo nada para evitar alguno de los futuros previstos, solo quería saber si la rueda iba bien y si era así ella misma solo vería desde lejos que las cosas siguieran un curso favorable y no llegara el fin del mundo por los objetos malditos.

Vio a su hermana alucinar por unos segundos ya que grito sobresaltada que no quería que le cortaran las orejas, ante lo cual Zelas alzo una ceja extrañado y entonces la escucho hablar, cálices, visiones y otras cosas mas las cuales sorprendieron al sexto del linaje Hazelmere.

-Tranquila yo te cubro- fue lo único que salio de las palabras de Zelas, acto seguido sujeto la mano de su hermana con firmeza, percibía el miedo de esta mas solo podía sujetar su mano por ahora, que clases de cosa había tenido que pasar su hermana, el elfo no podía comprenderlo, ni siquiera imaginárselo, si bien Zelas había tenido que pasar por cosas complicadas, la vida siempre lograba sonreirle al final, o al menos con esa impresión el elfo siempre se quedaba.

"hmmm, esto me parece sospechoso, cuando vuelva hablare con ese estúpido lobo y le recriminare por tener a mi hermana en estas condiciones, si eso es lo que haré" se dijo el joven elfo a si mismo decidido a confrontar a ese animal por tener a su hermana en esas condiciones, ya saldaría cuentas con el.

Sonrió a su hermano, a pesar de ver su gesto. Era algo por demás de esperarlo, cualquiera que la escuchara seguro la tachaba de loca, ni siquiera había encontrado las palabras para decirle a Ahroun y eso ya era mucho decir. Suspiro y cerró los ojos tocando su sien como si hiciera memoria. Estaba nerviosa y sentía un nudo en el estómago, en el pecho y la garganta. No era para nada parecido a como lo ensayaba frente al espejo - Bueno es algo borrosa, a veces, una mujer, mato, mata, matará a muchos niños, ya vi a uno, pero no sé si aún está haciéndolo. Se lleva sus vidas para que nazca, nació o nacerá la niña de una mujer peliazul, acompañada de un gigante. Es hija de un hombre, una mujer y un hechizo.

Aradia volvió a cerrar los ojos, buscaba los rasgos, los nombres apretaba la mano de su hermano temblando.-La niña puede, o podrá destruir a los objetos malditos, o unirse al Hombre Muerto y destruirnos al hacerse de Aerandir. La niña es hija de un hechizo se llama Melo- La voz pausada y calma de Aradia se paró en frio abriendo los ojos mientras aferraba la mano de su hermano y con la otra la estiraba hacía él comenzando a temblar apretando los labios mientras por las comisuras de este un espumarajo  de color enfermizo brotaba. Su mano se contraía de forma grotesca mientras sus ojos se ponían en blanco, la debilidad la invadió y su cuerpo entre espasmos involuntarios caía sin más. No supo más de sí misma, su instinto le alarmaba por respirar por gritar y sin embargo estaba solo respondía con estertores e hilos de voz ahogados.

Off: se pone en efecto la Maldicion de Somphony Shappire escribió:
No podrás pronunciar el nombre de Simphony ni el de ninguno de sus familiares (Melody, Booomer, Emily...). De hacerlo, te sentirás débil. Tu cuerpo fallará, ejerciendo espasmos involuntarios. Echarás espuma por la boca. eEn definitiva, Sufrirás un ataque de similar a la epilepsia. El efecto durará por el resto del turno.

El elfo escuchaba con atención las palabras que su hermana pronunciaba, no encontraba sentido alguno en las palabras y la historia que Aradia relataba, sin embargo se dispuso a recordarlo todo "mujer que mata niños para que nazca el hijo de una mujer con el pelo azul acompañada de un gigante, hechizos, magia, blablabla hombre muerto, niña que destruye objetos malditos, mas blablabla" por desgracia prefería seguir escuchando mas blablablas en vez de presenciar aquello que ocurría ante sus ojos.

La hermana de Zelas convulsionaba violentamente mientras lanzaba espuma por la boca, por desgracia no era la primera vez que veía algo así, ya antes en uno de sus viajes vio a un humano que sufría de lo mismo, y en medio de un ataque similar se ahogo con su propia lengua, por lo mismo el elfo actuó de manera rápida encorvando a su hermana y sosteniéndola con la mano que ella apretaba con desesperación, mientras que con la otra abría su boca y ponía el mango de su látigo para evitar que se lesionara a si misma, la apretó contra su cuerpo mientras intentaba contener sus convulsiones y comenzó a pedirle a los dioses por ayuda -gods give her strength, help her to enlight this dark hour, help her to have success- intentando que de algún modo esto pasara rápido, y comenzó a respirar pausadamente, como si le volviera a enseñar a respirar a su hermana -mirame, siente como lo hago yo, no temas, estoy contigo, sigue mi ritmo, vamos, tu puedes hacerlo, estoy aquí- repetia el elfo una y otra vez sin soltar a su hermana por nada del mundo, intentaba sonar calmado, pero por dentro era un manojo de nervios a punto de estallar si la situación no mejoraba.

habilidad usada:

Sentía su cerebro una esponja, una copa a punto de rebasar mientras volvía en sí y su mirada enfocaba el cielo, sentía una calidez que la inundaba y tosiendo un poco aflojaba el agarre de su mano. Estaba completamente desorientada y escuchaba distante una voz que reconocía. Quiso hablar pero tenía algo en la boca y que ella mordía con mucha fuerza, lo escupió y entonces medio cayó en cuenta de donde estaba.

-Los trasgos, me, yo... Algo me ataco.-Gimió alterada y se dejó caer cuando quiso levantarse pero se sentía agotada, y recargo la cabeza en.- ¿Zelas?- Musito y sintió un sabor amargo en la boca, se llevó la mano a la frente y recordó un poco lo sucedido, o bueno si podría decir que recordaba.- ¿Qué pasó? ¿Pu pudiste notar algo?

Seguro que le podría dar algunas respuestas, pero el gesto preocupado bastante atípico en su querido hermano, le decía que lo que acababa de pasar no era muy bueno. O al menos no había sido solo un desmayo como ella siempre sospechaba, no recordaba lo ultimo pero si pensaba que había sucedido, lo que había planeado, tenía una vaga idea de que preguntar a su hermano. El hacerlo frente al espejo había resultado después de todo..- Per, perdóname por asustarte. ¿Me, me puedes decir que fue lo último que dije?

Trato de hablar lo mejor posible, como si no pasara nada, pero ciertamente su voz titubeaba y aunque sentía que podría moverse sin problemas, prefirió quedarse en se abrazó, el calor de su hermano le dio calma y sentir como la sanaba le hacía recordar cuando de niña él se quedaba cuidándola ya fuera por alguna herida o alguna enfermedad.- Si siempre me cuidas.

Aradia por medio de un milagro de los dioses había vuelto a la normalidad y el elfo dejo salir un suspiro de tranquilidad, y se mantuvo abrazando a su hermana agradecido de que ella estuviera bien -me diste un buen susto chiquilla, ya después te diré lo que dijiste, ahora déjame relajarme un poco- dijo Zelas ya un poco mas tranquilo después del susto.

Recordó los sustos que tenia de pequeño, al ser la menor el elfo siempre le echaba un ojo encima cuando estaba mal y se pasaba el tiempo atendiéndola cuando no tenia cosas que hacer, un rasgo que Zelas en el presente mantenía en mucho secreto, no demostraba miedos, ni preocupaciones porque no las tenia, o al menos eso les hacia creer a todos, cuando ya se controlo a si mismo comenzó a hablar lo ultimo que ella había dicho -La niña puede, o podrá destruir a los objetos malditos, o unirse al Hombre Muerto y destruirnos al hacerse de Aerandir. La niña es hija de un hechizo se llama Melo- y en ese mismo momento comenzo a convulsionar al igual que su hermana, salvo que a diferencia de ella el solo lo hizo por medio segundo porque no pudo aguantarse la risa, cuando ya dejo de reir le comento -intente ser lo mas fidedigno posible, comenzaste a convulsionar en ese mismo momento, despues de eso tuve que hacer lo que crei necesario- dijo en el momento que observo a su hermana quien ya no era la pequeña a la cual dejo en el asentamiento Hazelmere.

A Aradia le sorprendía a sobremanera que Zelas la abrazara así. No es que no fuera afectivo solo era peculiar y daba la impresión de ser desapegado. Lo que le daba una idea de lo mal que se veía el asunto desde fuera de su cabecita. Se lamento de haber puesto a su hermano en esa posición, pero era algo necesario. O al menos eso es lo que creía.

Ella de buen modo aceptó la cercanía, recuperando el aliento y dejando al igual que él, de que la información se asentará y poder recordar mínimo lo hecho ese día. Cerró los ojos hasta que Zelas volvió a hablar y se sentó morosa a su lado, rio con él ante la interpretación de las convulsiones y exhaló un suspiro.

-Perdón el susto. No sabía que pasaba cuando perdía el conocimiento yo, yo solo siento que me desconectan y todo se vuelve muy confuso.- Se quedó mirando a su hermano unos momentos, y ato algunos cabos. -Creo que son los nombres -musito bajando la mirada, sin fijarla en ningún lado. Volvió a ver a su hermano encogiéndose un poco, como cuando era reñida y tomo su mano, con los ojitos de cachorro y los labios ligeramente fruncidos.-¿Crees que puedas?,- No supo como terminar la frase, de algún modo sabía que solo podía confiárselo a él. era una corazonada. -solo para confirmar la teoría.

Las corazonadas no la dejaban casi nunca bien parada, era mas como estar en el ojo del huracán, y aunque no siempre salia ella beneficiada, notaba que el patrón era ser el medio para resolver asuntos aun fuera de su comprensión.

Zelas se sobresalto al escuchar el pedido de su hermana, era una locura que quisiera hacer eso de nuevo, por otro lado ya sabia que no era tan grave como se veía, no era la primera vez según ella, mas nunca se sabia si seria la ultima, -siempre supe que eras la loca de familia, y siempre me sentí responsable por haber dejado que te cayeras de la mesa cuando eras una bebe, supongo que este es el precio a pagar- dijo lo ultimo con una fingida seriedad.

-Si vamos a hacer esto, hay que asegurarse de hacerlo bien, pondrás tu cabeza en mis piernas para que no te la azotes contra el piso y te obligare a morder el mango de tu cadena para que no te asfixies con tu propia lengua, por ultimo golpeare a tu novio antes de volver a separarnos... eso no es negociable, solo mira en la condición que estas, tanta sobre protección e inseguridad para nada- dijo mientras se preparaba para volver a ver aquella escena horrorosa y fascinante ahora que comprendía la naturaleza del asunto, tomo la cadena desde su mango de cuero y se dispuso a cumplir su parte del acuerdo.

-Jaj ja  ja.-Dijo a la anécdota de la caída, claro que ella no sabía si era algo real, pero solían decírselo en momentos tal ilustres como ese… Aunque presentía que era cotilleo de los mayores contra ella.-Bueno sigue sintiéndote responsable. Anda anda.

Sonrió suavemente la verdad no recordaba haber hecho algo así dos veces seguidas, pero dado que seguía viva y bastante menos afectada que otras veces, confiaba estar en buenas manos. Después de todo, tenía la ventaja de que su hermano podía sanarla, seguramente eso era lo que le había ayudado. Escucho sus condiciones y se estremeció con eso de ahogarse con su lengua, la imagen no le gustó nada y supuso haber tenido demasiada suerte en tiempos pasados. Y giro los ojos cuando llego al tema de Ahroun.-Oh vamos esto no fue culpa suya, yo solo ayudaba a alguien en una misión, de hecho, no le he contado de esto, y como te dije, a menos que hable dormida y haya pasado mientras dormía, pero creo que me hubiera dicho o me hubiera preguntado algo.

Eso o tanto cuidado hacia ella podía deberse a haberla visto y no quererla preocupar. Suspiro y no pudo negar la condición.-Esta bien, pero debo decirle el por qué antes de eso, o aclararlo.-Suspiro, trataba de tomarlo a la ligera pero tenía miedo, el hecho de estar tan expuesta, y sola, había sido sumamente descuidada en ese aspecto, al menos ahora tenía a alguien que velaría por su bien y quiso llorar cuando se acostó y apoyo la cabeza en sus piernas.-Si algo me pasa, todo está escrito, es una carpeta que hice de madera, parece un libro, busca a la niña y asegúrate de que destruya los objetos.

No sabía de donde salía esa solemnidad, pasaba de bromear, de aligerar el tema, como si esos espasmos fueran solo alguna cosquilla, pero el miedo la abrumaba, un Zelas serio era señal de cosas que no debían tomarse a la ligera. Pensó, cerró los ojos, pensó en otro nombre, volvió a abrir sus ojos azules, mirando a su hermano y luego al cielo, busco su mano, sonrió buscando borrar el miedo que sentía.-Tienen nombres musicales.-Dijo recordando los nombres, había un par de excepciones, en teoría los nombres eran lo que la afectaba, era maso menos donde perdía la noción de lo que sucedía cuando buscaba algo, pero y ¿si solo era el de Melody?, bueno para eso era el ensayo y error. Busco el nombre más simple, alguno que pudiera decir hasta por error.

-Emil- la sensación de vacío, la imposibilidad de moverse de hablar, de sentir que todo se nublaba mientras seguro Zelas se preocupaba de su hermana, lo lamento mucho por hacerle pasar por eso, había aferrado su mano antes de expulsar la palabra, era como un ancla para regresar. Su cuerpo convulso enfermizo, seguro era un espectáculo grotesco y no tenía noción del tiempo que duraba, ¿crecía el lapso, disminuía? ¿Eso podría matarla? No lo sabía pero tampoco era algo que fuera a experimentar. Nadie toleraría tal espectáculo.

Porque la ciencia lo amerita
Se pone en efecto la Maldicion de Simphony Shappire:

No podrás pronunciar el nombre de Simphony ni el de ninguno de sus familiares (Melody, Booomer, Emily...). De hacerlo, te sentirás débil. Tu cuerpo fallará, ejerciendo espasmos involuntarios. Echarás espuma por la boca. eEn definitiva, Sufrirás un ataque de similar a la epilepsia. El efecto durará por el resto del turno.

-ya le explicaras después que lo golpee y me vaya- dijo rodando los ojos, estaba preparándose mentalmente para lo que estaba a punto de ocurrir, cuando escucho la forma trágica en la que su hermana hablaba como legándole la responsabilidad Zelas aguanto la risa -no me hago cargo de mis responsabilidades y piensas que me haré cargo de la tuya, Aradia Hazelmere, te prometo aquí y ahora que si algo te pasa, me olvidare del asunto así signifique el fin de Aerandir- aquello lo decía en serio, a pesar del tono bromista con el que lo hizo.

Entonces comenzó, apenas dijo Aradia un par de cosas comenzó a convulsionar desenfrenadamente, esta vez se le hizo un poco mas difícil ponerle el mango de la cadena en la boca, pero logro su cometido luego de forcejear un poco, ya la segunda vez no era tan choqueante como la primera, si bien estaba mas tranquilo, aun seguía preocupado por la forma en que terminaría, esta vez sin embargo una idea le asalto la mente "si hacemos esto bien, podemos conseguir dinero" pensó al momento que las convulsiones comenzaban a calmarse, sacudió su cabeza, no podía convertir a su hermana en una gallina de huevos de oro, eso era bajo hasta para el, por otro lado si ella estaba de acuerdo ya era otra cosa.

Que su hermano se deslindara no le sorprendía mucho pero esperaba que de alguna forma hiciera llegar el mensaje a alguien que si pudiera hacer algo, claro en el peor de los casos. Dejando de lado la mirada acusadora que le prodigo, la cosa no fue tan bien como esperaba. Se dijo a si misma, conforme regresaba a la conciencia, que evitaría hacer algo así de forma seguida. En cierta forma recordó la anécdota del enano y como se la paso como una ardilla tras comer un terrón de azúcar… Casi trepando a los techos y luego en una casi inconsciencia… Pero los avances se lograban en esos pequeños sacrificios.

¿Pequeños?

Ya vería eso consigo misma luego, apenas recobró la consciencia se levantó como si fuere un resorte y tratando de alejarse lo más posible (con muy poco éxito cabe decir) devolvió su escasa comida en el césped, sudando frío y sintiendo el cuerpo como entumecido, respirando de forma superficial y sin forma de describir el cansancio que la embargo, dejándose caer de lado, tratando de no caer sobre su obra maestra, sintiendo el suelo frio como un alivio, tal vez abusaba de su suerte. Se daba una idea de cómo buscar a esas personas pero no podía pensar más, las ideas iban y venían mareándola y sintiendo como si la tierra bajo de ella se meciera como un barco, divagando tuvo algunas ideas y trato de retenerlas para cuando se sintiera más estable poder centrarlas. Definitivamente Ahroun no estaría muy de acuerdo, divago pensando qué pensaría si estuviera ahí en ese momento.

-¿Ze zelas? –Susurro recordando donde y con quien estaba, había sido como un golpe y trato de levantarse sin mucho éxito, miro de nuevo el cielo estrellado con una mirada vaga y luchando por mantenerse despierta.

Zelas vio como su hermana no alcanzaba ni a pronunciar el nombre cuando se levanto de golpe a vomitar, tuvo recuerdos de antiguas borracheras donde le ocurrieron cosas similares, entonces se levanto y fue a buscarla vio como su hermana había esquivado con éxito su gran obra de arte y la sujeto de un brazo mientras la alejaba un poco antes de curarla.

-Tranquila pequeña borracha, estoy acá- comento para calmarla cuando esta pregunto por el, entonces puso una de sus manos sobre la cabeza de ella y la otra en la clavícula. -Gentle wind, healing leaves, make this girl hangover free-, rezo el elfo a la vez que aliviaba la fatiga de su hermana volviéndola a la normalidad, y le sentó mientras sacaba agua desde un recipiente de cuero, -procura enjuagarte bien la boca, esta vez no alcanzaste a decir mucho, solo que sus nombres tenían motivos musicales, nuevamente dejaste uno a medias antes de convulsionar.... no deberías hacer esto mas de una vez al día, sobretodo si no tienes a un oportuno elfo que te pueda ayudar- comento mientras esperaba que su hermana se sintiera mejor, entonces decidieron emprender el camino de vuelta al lugar donde hospedaban momentáneamente.

Al otro dia Zelas se despidio cariñosamente de su hermana, cuando se acerco al amante lobo de esta hizo un gesto de saludo con la mano, cuando este miro bufando hacia otro lado, Zelas le asesto un duro golpe en el rostro haciendo que este cayera al piso molesto y confundido, el elfo entonces se marcho dejando a su hermana la problemática de las explicaciones.

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