Y por esto, niños; hacedle caso a la abuela Paca y no caigáis ante la primera cara bonita que veáis [Trabajo][Rascal]

“¡Oh, Lazuli! ¿Ese era tu nombre? Soy Gloria, la clienta. Cloé me habló de ti...”


Se había cumplido el medio mes desde que Ruru llegó a las islas, siguiendo la falsa pista de un rumor que hubiera podido dar con el paradero de su gente. La mujer-bestia vivió varias aventuras desde que llegó a las islas pero, tal y como siempre pasaba, no se quedaría demasiado en la ciudad de los brujos ¡Debía regresar a la búsqueda de su gente en el resto del continente! Pero antes de eso debía trabajar para ahorrar el dinero que le permitiera financiar sus travesías.



Fue de hecho, buscando un trabajo corto de escolta o una labor manual de corta duración que le diera un puñado de monedas, que conoció el caso de cierta mujer-bestia de boca de una bruja de nombre Cloé.


Una mujer llegó a ella, pidiendo ayuda para el extraño caso de su amiga, su clienta actual; Parece ser que la joven mujer-bestia está en un aprieto grave por un mal entendido, uno en el que su honor y el futuro de su tienda familiar pende de un hilo. Ruru aceptó escuchar lo que la afecta tenía a decir, la mujer se puso en contacto con su amiga y decidieron quedar en la taberna, en donde se hablarían todos los detalles. Lo cual acabó en su encuentro en una taberna situada cerca de los muelles;


“Perdona la tardanza...Ya sabes….E-es….difícil moverse por el barrio para mí, especialmente en mi situación actual…....”


La muchacha frente a la mujer-mariposa era bastante bonita, no más mayor de 25 años. Era bajita y de rasgos suaves, un tanto aniñados. Su cabello corto y ondulado era de un bonito color pálido, similar al de los melocotones que conjuntaba sus ojos de colores dispares, carmesí y azulado respectivamente. Dos largas astas decoradas con flores, y sus dos largas orejas un poco más abajo confirmaban su identidad como una mujer bestia, un chica venado más específicamente. Se sentó en frente de la mujer bestia, Ruru hizo un gesto con la mano, dando a entender que no le importaba el retraso.


Ambas compartieron, bueno, Gloria compartió la charla de cortesía -Pues Ruru no podía hablar la lengua común incluso si la entendía.- con la mariposa mientras esperaban sus bebidas, solo comenzaron a compartir la información verdaderamente importante cuando el tabernero les dejó frente a ellas dos jarras de madera llenas de hidromiel. Apretando el mango de la jarra, con un tono ligeramente cohibido, la mujer-venado comenzó a hablar:


“¿Sabes? Vivir como hombres-bestia en el archipiélago es duro. Ha pasado un tiempo, pero se nos sigue viendo como meros animales en muchos lugares y….El hecho de ser una raza sin afinidad a la magia en Belltreux, la ciudad de la magia solo lo empeora todo….Ya puedes suponer cómo ha sido para mi familia subsistir aquí…..Afortunadamente, al menos se nos respetaba un mínimo desde que somos uno de los mejores zapateros de la isla…¡Incluso nobles vienen a hacernos pedidos!”


Gloria sonrío, claramente orgullosa de lo que su familia había logrado con su esfuerzo y dedicación. Por primera vez desde que llegó su mirada se volvió más brillante. Pero eso solo duró un par de segundos, enseguida su sonrisa se desvaneció y su mirada volvió a ser más oscura.


“Verás...Hace un tiempo, ya casi dos años, conocí a un chico. Su nombre es Julen, nos enamoramos al poco tiempo….Él….Él es diferente a cualquier brujo que haya conocido antes. Nunca me miró a mí o a mi familia por debajo del hombro, siempre fue amable con nosotros….Cuando me propuso matrimonio, me sentí como la mujer más afortunada de toda Aerandir...”


Suspiró, dándole un sorbo a la bebida, recordando los agridulces recuerdos felices con el tal Julen. Dándole su tiempo, Ruru espero pacientemente a que se animara a continuar, dándole un sorbo lento a su jarra. Gloria le regaló una leve sonrisa para agradecerle, prosiguió con un amargo tono:


“¿Que probabilidad hay de que un hombre que te propuso matrimonio, ya esté comprometido con una de las familias que comienzan a hacerse de notar en Belltreux? ¡Julen ni siquiera me dijo que estaba comprometido! Y esa mujer….Yo no hice nada pero ha comenzado a destruir mi reputación y la de mi familia. Intenté contactar a Julen para que me ayudara a resolver este malentendido pero….Ya nisiquiera me habla….Nadie quiere ayudarme y las ventas de mi familia comienzan a estancarse…”


Sus ojos heterocromaticos comenzaron a humedecerse, pero no dejó de hablar:


“Toda mi familia depende del negocio ¿Que haré si alguno de mis hermanos menores sale herido de esto? No podría volver a ver la cara de mis padres nunca más sin sentir vergüenza ¡No puedo permitir que todo el trabajo de 15 años se vaya al diablo por esto! Mi familia aún conserva una parte del dinero que hicimos ¡Por favor! ¡Pagaremos bien! ¡Limpia el nombre de mi familia!”


Ruru asintió tranquilamente, dejando a su lado la jarra de hidromiel vacía con calma, Gloria sonrío aliviada. La mujer venado se terminó de un trago el resto de su jarra, claramente más animada, dejó al costado de la mesa un par de aeros y exclamó con un tono preocupado y alarmado, con un gesto sorprendido;


“¡Ah! ¡Se me olvidó! A decir verdad, ya hemos contratado a otra persona; Un elfo. Está esperando ¡Lamento no haber informado antes de esto ¿E-Esto está bien para ti?”


Ruru asintió, dejando un par de aeros al lado de las monedas de Gloria, a ella no le importaba hacer el trabajo sola o acompañada. El venado dejó salir un suspiro aliviado, animadamente dijo;


“Deja que te guíe al lugar”

Gloria:

Rascal no disfrutaba mucho viajar al Archipiélago Illidense. El viaje en barco era hermoso, sentir la brisa y escuchar las olas del mar era relajante. Lo que realmente odiaba eran los brujos, no soportaba a aquellos seres que en un momento asesinaron a sus hermanos. Generalmente le resultaba muy difícil ser amable con los brujos, pero estaba vez debía intentar contenerse.

Además, no solamente estaba llevando un cargamento de pieles a una familia amiga de la familia de Rascal, si no que Gloria le había enviado una carta para pedirle ayuda con un trabajo especial. Maribor Dunke era el dueño de una zapatería, a la cual Rascal eventualmente enviaba pieles para comerciar. Su hija, Gloria, ayudaba a su padre en el negocio y desde no hace mucho tiempo había comenzado a encargarse de los envíos y pedidos. Gloria tenía aproximadamente la misma edad que Rascal y en todas las veces que Rascal había llevado mercancía a la tienda desarrollaron una amistad.

La última carta que recibió la familia de Rascal, antes de aquella que envió Gloria para pedir ayuda, contaba sobre el compromiso de la hija mayor de los Dunke con un tal Julen Maneke. En la última carta, parecía que aquello no había terminado muy bien. La familia de Julen no tenía los mismos planes que Julen decía tener, si no que ya habían planeado un enlace con una noble familia de Baslodia. Por lo tanto, la mejor idea que tuvo la familia de Julen para romper su compromiso con Gloria fue ensuciar su nombre y el de su familia. Esto trajo una eventual ruina al negocio y todo parecía empeorar cada vez.

Gloria, en su última carta, pedía ayuda a Rascal para limpiar su nombre y el de su familia para de esta forma recuperar su vida normal y evitar la bancarrota de la zapatería. Por lo tanto, Rascal decidió ir a ayudar a la familia, no simplemente por su decisión, sino que también por recomendación de su padre, que era amigo de Maribor desde muchos años atrás.

Cuando entro al negocio, Maribor se encontraba en el mostrador, con el rostro hundido entre sus manos. Al escuchar la campanilla que sonó cuando Rascal abrió la puerta, Maribor se irguió rápidamente.

—¡Rascal! Que bueno que llegaste —lo recibió con una gran sonrisa— ¿Cómo está la familia?

Maribor, así como toda su familia eran hombres-bestia, parte humano y parte venado. El dueño de la zapatería lucia unas enormes astas en su cabeza y cuando rodeo el mostrador para recibir a Rascal dejo ver sus patas de venado cuyos cascos resonaban con cada paso.

Luego de dejar el cargamento de pieles, comenzaron a charlar por unos minutos mientras esperaban la llegada de Gloria. Finalmente, sonó de vuelta la campanilla y la joven mujer-venado entró al negocio. Gloria estaba acompañada por una mujer-insecto que Rascal no había visto jamás. Quizá era amiga de la familia, pero pensó que de ser asi habría escuchado hablar sobre ella en algún momento.

—¡Que bien que ya estás aquí, Rascal! ¿Cómo estuvo el viaje? —Gloria saludo delicadamente— Lamento la tardanza. Veo que tuviste tiempo de ponerte al día con mi padre, ¿no? —Rascal y Maribor asintieron levemente con la cabeza.

—Me alegra verte Gloria, después de tanto tiempo sin visitar la isla —saludó Rascal—. El viaje fue hermoso, siempre disfruto un buen paseo en barco.

—Estoy al tanto de cuanto odias visitar la isla y te agradezco mucho que te hayas tomado la molestia de venir. Realmente necesitamos la ayuda de ustedes dos —al vislumbrar la confusión que proyectaba el rostro de Rascal, Gloria rápidamente presentó a su acompañante— ¡Oh, pero que torpe, olvide presentarlos! Rascal, ella es Lazuli, le pedí ayuda a ella también para el trabajo. Se que no será nada fácil, pero les prometo que la recompensa valdrá la pena —Gloria denotaba una expresión de esperanza y emoción por lograr limpiar el nombre de su familia. Lo único que deseaba era que todo vuelva a la normalidad.

—Mucho gusto Lazuli, soy Rascal —se presentó y saludo amablemente a la mujer-bestia que sería su compañera en aquel trabajo. Realmente, tener a alguien con quien hacer las cosas iba a resultar mucho más fácil.

Gloria guió con una suave sonrisa amable a Ruru a la tienda mientras le hablaba un poco más sobre el caso. Al principio el viaje se sintió cómodo y agradable para ambas, quienes terminaron por congeniar bastante bien, pero esa calma cambió a un profunda sensación de incomodidad y hostilidad en cuanto entraron al barrio, no entre ellas, sino de las personas externas que las observaban al pasar.


¿Porque sentía tanto rechazo de parte de la gente que los observaba pasar? Ninguno las había increpado directamente pero sus miradas y la forma en que murmuraban entre ellos no era nada agradable. Gloria mantenía la compostura, ya acostumbrada al trato de desprecio y Ruru, gracias a su entrenamiento, también lo aguantó sin demasiados problemas, siendo mas confuso que molesto para ella. De todas formas, era sorprendente el rechazo que generaban al pasar, y no era dirigido hacía Ruru casi, era prácticamente en su totalidad hacía Gloria.


Gloría afirmó que su situación en el barrio era mala….Pero….Esto es….Es simplemente demasiado....Esto es realmente exagerado, es casi como si Gloria fuera una asesina en serie mas que una "Mujer ladrona".


La mariposa movió sus mullidas antenas, escuchando a escondidas el contenido del cuchicheo de las personas, valiéndose de su fina y gran audición. Y casi se arrepintió de hacerlo. Era totalmente demencial lo que decían de ella, poco les faltaba para desearle la muerte a la pobre muchacha. Ruru sintió una punzada de rabia y confusión ¿Cómo podían decir cosas tan horribles de una simple chica? Peor aún, de su familia ¡Escuchó claramente como una mujer le deseó la muerte al hermano menor de Gloría que apenas tenía 10 años mientras sujetaba en brazos a su bebé!


Esto no son simples rumores para hacer daño a la reputación de Gloria, son para destruirla a ella y a toda la familia….Para que tengan que huir de las islas y jamás puedan regresar....


Ruru dejó de escuchar las conversaciones, sintiéndose asqueada por el contenido de estas y pasó a mirar la pequeña espalda de Gloria ¿Ella también podía escuchar el contenido de las conversaciones? Los venados poseían una buena audición, también. La chica parecía esforzarse para ignorar los comentarios y las miradas pero Ruru podía notar la tristeza y la frustración en ella. Decía mucho de la madurez y compostura de Gloria el que pudiera aguantar algo así, Ruru sintió bastante admiración por ella, y era precisamente por esa misma admiración que no se quedaría quieta al ver como estaban tratando a su clienta...


Claramente protegiéndola de las miradas afiladas como cuchillas, se puso al lado de la joven mujer-bestia para poner su mano sobre su hombro, buscando animarla y confortarla. Una vez vio a la joven devolverle una sonrisa un poco más animada y segura, Ruru se permitió lanzar una advertencia con la mirada a las múltiples fuentes de comentarios nocivos, provocando que la gente se dispersara y cesaran los murmullos. El resto del viaje fue relativamente tranquilo, pero al sensación de incomodidad no desapareció.


La tienda de los Dunke era grande y bastante lujosa para tratarse de unos zapateros de origen humilde, levantada sobre madera de buena calidad y ladrillo carmesí, era un edificio de doble planta decorado y pintado muy cuidadosamente ¡Daba una impresión hogareña y cálida! Pero esa misma tienda tan bonita y cálida fue empañada por restos de pintura a medio retirar, ventanas rotas y mensajes de odio maliciosamente talladas en la madera de las vigas. Ruru lo observó por unos segundos antes de obedientemente seguir a la mujer-venado al interior de la tienda.


Afortunadamente, el interior estaba en mejor estado que el exterior. Era espacioso e iluminado perfectamente por la luz exterior, mostrando estanterías, expositores y diferentes calzados de todas las calidades posibles de forma pulcra y elegante. Parece que la malicia del barrio hacía los Dunke no llegó hasta el punto de robos o vandalismo dentro del local. Dos hombres estaban de pie en el mostrador, un hombre-bestia que debía ser el padre de Gloria y un elfo, su nuevo compañero de trabajo.


Educadamente, Ruru ofreció la etiqueta básica de respeto al padre de su empleadora y a su supuesto compañero de trabajo, un joven elfo que no debía aparentar más de veinte años ¿Cuántos tendría en realidad? Le costaba creer aún la gran diferencia de edad. Sin atreverse a juzgar de buenas a primeras al elfo, la mariposa lo miró por unos segundos; ¿Un mercader? Había tratado con clientes que eran mercaderes antes, el chico portaba una aura similar.


“Ruru no puede hablar pero entiende el idioma perfectamente y a priori puede comunicarse mediante notas, ya le explique la situación.”


Gloria habló sobre la mudez de Ruru con un gesto amigable, dejando su bolsa sobre el mostrador que contenía algunos materiales ¿Un recado de su padre? De todas formas, Ruru agradeció que Gloria se adelantara a explicar la situación para Rascal y su padre, ahorrándole la explicación y el tiempo.


“No creo que consigáis mucho de este barrio….Ya…..Ya habéis visto su opinión sobre nosotros….Quizá podáis obtener algo un poco más lejos, en el barrio de mercaderes no muy lejos de aquí, se han mantenido muy neutrales al respecto y deberían saber algo al respecto dado que la familia de Julen son mercaderes. ”


Maribor asintió a las palabras de Gloria, dejando un pequeño saco de monedas en el mostrador. añadió con un tono tranquilo y servicial:


“Si pagáis un precio justo, hablarán, así funcionan los informantes y mercaderes de ese barrio.... Lo haríamos por nuestra cuenta, pero a estas alturas cualquier cosa que digamos o hagamos será usado en nuestra contra….Solo podemos depender de ayuda externa.”


Ruru asintió, tomando el pequeño saco de aeros, por el peso pudo confirmar que dentro no habían solo monedas en su interior, sino piezas de oro para grandes transacciones. La familia Dunke realmente estaba poniendo todos su ahorros en limpiar sus nombres, y mucha confianza en ambos ¿O quizá solo en Rascal? Por lo que pudo ver Ruru de la interacción del os dos hombre, ya los conocía de antes. La mariposa sentía cierta admiración hacía la familia, no cualquiera ponía toda la leña en el fuego de esa forma y menos semejante voto de confianza en dos personas ajenas a la familia.


De todas formas, tenían un lugar por el cual empezar la investigación; El barrio de mercaderes de Beltreux. Mirando levemente a Rascal, Ruru asintió para hacerle entender que estaba lista para comenzar.


Con un poco de suerte encontraremos un hilo del cual tirar