Magia es magia [Trabajo]
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Magia es magia [Trabajo]
Canel rara vez pide algo, pero cuando lo hace y no se le escucha suele insistir hasta el cansancio. Luego de casi una semana soltando la misma canción el joven inventor decide hacerle justicia… lo hubiera hecho antes pero la petición es algo extraña.
Básicamente necesita una persona arcana para que le enseñe algo, el que lo mantiene en secreto como es natural. Todo el contexto trae problemas agregados, entre los cuales destaca que los brujos no crecen en los árboles.
La primera persona que le viene a la cabeza al inventor es su hermano Dem, por desgracia dicho enano se encuentra haciendo una visita a las islas… en cierto modo es de agradecer porque el mundo no podría tolerar a dos enanos aterradores entrenando juntos.
A partir de allí Maquiavelo queda en blanco varios instantes hasta que su mente prodigiosa idea algo posible, afortunadamente su acompañante acepta la idea de recibir ayuda de otra raza mágica, específicamente la elfica.
En una carta con muchas maromas Chimar solicita la ayuda de Niniel, no dice nada que deje entrever algo sobre la labor en sí y finaliza con “Niniel, eres mi única esperanza”. Sonara infantil pero siempre quiso decir eso.
Esto nos lleva al momento actual, ambos enanos esperando en las puertas de la esfera con su mejor cara de aburrimiento. Jamás lo admitirá pero la curiosidad carcome al joven inventor quien no haya que más imaginarse.
Canel es una de las pocas personas que pueden hacer mover el trasero al niño genio sin detalles de antemano, luego de casi un año con él le ha tomado bastante cariño. Chim es un blando cuando se trata de personas queridas.
Una cosa esta clara, la elfa y su amiga gatuna se llevaran una sorpresa de muerte cuando vean la nueva base gorriona. ¿Qué tan seguido puedes encontrar una esfera gigante en medio de la jodida Lunargenta?
Luego de que el más lógico de los gorriones tomara el control algunas reglas cambiaron, se permiten adultos en el cuartel general siempre que sea extremadamente necesario y hayan demostrado buenas intenciones con anterioridad.
Afortunadamente Dem se niega a pisar la nueva instalación o tendrían problemas, es el más severo en cuanto a frijoles del grupito. Los demás enanos son indiferentes, incluso se puede decir que aprecian las visitas extrañas.
¿No vas a soltar prenda sobre lo que necesitas verdad?
“Canel niega con la cabeza con cierta sonrisa generando un largo suspiro de resignación en su hermano”.
Básicamente necesita una persona arcana para que le enseñe algo, el que lo mantiene en secreto como es natural. Todo el contexto trae problemas agregados, entre los cuales destaca que los brujos no crecen en los árboles.
La primera persona que le viene a la cabeza al inventor es su hermano Dem, por desgracia dicho enano se encuentra haciendo una visita a las islas… en cierto modo es de agradecer porque el mundo no podría tolerar a dos enanos aterradores entrenando juntos.
A partir de allí Maquiavelo queda en blanco varios instantes hasta que su mente prodigiosa idea algo posible, afortunadamente su acompañante acepta la idea de recibir ayuda de otra raza mágica, específicamente la elfica.
En una carta con muchas maromas Chimar solicita la ayuda de Niniel, no dice nada que deje entrever algo sobre la labor en sí y finaliza con “Niniel, eres mi única esperanza”. Sonara infantil pero siempre quiso decir eso.
Esto nos lleva al momento actual, ambos enanos esperando en las puertas de la esfera con su mejor cara de aburrimiento. Jamás lo admitirá pero la curiosidad carcome al joven inventor quien no haya que más imaginarse.
Canel es una de las pocas personas que pueden hacer mover el trasero al niño genio sin detalles de antemano, luego de casi un año con él le ha tomado bastante cariño. Chim es un blando cuando se trata de personas queridas.
Una cosa esta clara, la elfa y su amiga gatuna se llevaran una sorpresa de muerte cuando vean la nueva base gorriona. ¿Qué tan seguido puedes encontrar una esfera gigante en medio de la jodida Lunargenta?
Luego de que el más lógico de los gorriones tomara el control algunas reglas cambiaron, se permiten adultos en el cuartel general siempre que sea extremadamente necesario y hayan demostrado buenas intenciones con anterioridad.
Afortunadamente Dem se niega a pisar la nueva instalación o tendrían problemas, es el más severo en cuanto a frijoles del grupito. Los demás enanos son indiferentes, incluso se puede decir que aprecian las visitas extrañas.
¿No vas a soltar prenda sobre lo que necesitas verdad?
“Canel niega con la cabeza con cierta sonrisa generando un largo suspiro de resignación en su hermano”.
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Re: Magia es magia [Trabajo]
Catherine observaba a su hermana mientras esta terminaba de empaquetar algunas cosas y las iba cargando poco a poco en las alforjas de Trickster. Su postura, casi colgada boca arriba del mostrador de la clínica propiedad de la elfa de blancos cabellos, no podía ser considerada como la de una dama. De hecho no podía ser considerada ni tan siquiera normal por absolutamente nadie que la viera en aquellos momentos, pero ella parecía estar extrañamente cómoda, y no mostraba intención alguna de moverse. Ni siquiera para ayudar a Níniel.
-Al final llegaremos tarde por tu culpa, Cath. Creí que después de todo lo que ocurrió le tenías cierto aprecio a Chimar y a Canel. No entiendo por qué te pones así.- Expresó la sacerdotisa mientras salía nuevamente por la puerta, llevando hasta su montura aquellos restos de escorpión metálico del que tantas veces había hablado con Chimar pero que por una cosa u otra razón aún no le había entregado. Pesaba lo suyo a pesar de no ser especialmente grande.
-Supongo que no son los críos más cargantes del mundo...Aunque Canel...No lo entenderías. Tú sabes cuando está haciendo esas cosas raras suyas. Incluso es posible que no funcionen contigo...Yo en cambio lo llevo claro...¿Cómo te sentirías si no pudieses saber si lo que ves ante ti es o no real? Ya viste a esos bios...Hasta se lanzaban a la lava real como locos.- Respondió la pelirroja recuperando la verticalidad para poder mantener aquella conversación con su hermana. En cierto modo conocer a Canel había despertado en ella aquel miedo, al percatarse de una debilidad que creía no poder contrarrestar.
-¿Cómo crees que se siente cada una de las personas a la que puedes tumbar de un solo golpe y antes siquiera de que puedan hacer nada por evitarlo? Todos tenemos puntos fuertes y débiles. Por eso cuidamos la una de la otra.- Respondió la peliblanca comprobando que tuviera ya todo lo que creía necesario para la clase de situaciones que solían darse cuando se juntaba con Chimar, y de hecho con cualquiera de los gorriones. -Además, Canel no usaría nada de eso contigo. Y aunque lo hiciera, me tienes a mi, como yo te tengo a ti.- Añadió dedicándole una cálida sonrisa que hizo que la felina arrugara la nariz sin poder ocultar su satisfacción ante aquellas palabras.
-Seguro que hay brujos que pueden hacer lo mismo que Canel y no son Canel...- Musitó no obstante, sin duda volviendo a darle vueltas al asunto. Tratando de encontrar algún modo de no acabar como los enemigos que caían bajo la poderosa magia de ilusión del hermano pequeño de Chimar.
-Si en vez de quejarte como si fueras una niña pequeña me hubieses ayudado ya estaríamos allí y podrías preguntarle tú misma a Canel. ¿Quién mejor que un ilusionista para saber qué puedes hacer para no caer presa fácil de las ilusiones?- Argumentó la peliblanca de manera incontestable. Aprovechando aquella conversación para terminar de convencer a la pelirroja de deponer su negativa actitud y que de ese modo la acompañara a ver a sus jóvenes amigos.
-Ummm. Esa es una buena idea. Además si vamos a ayudarles, qué menos que recibir algo a cambio. Aunque eso de que la carta no dijera en qué necesitaban ayuda...Si es algo pervertido les sacudiré de lo lindo por muy amigos tuyos que sean.- Convino cediendo al fin. Una lástima no haber tenido aquella conversación antes. Así Níniel no habría tenido que prepararlo todo sola.
Las dos jóvenes no tardaron en ponerse en marcha a buen paso por las calles de la mayor de las ciudades de los hombres. Su destino estaba claro, a pesar de las confusas y crípticas indicaciones de la carta, pues Níniel conocía el barrio mencionado en la misiva, aunque hacía tiempo que no pasaba por allí. Más difícil parecía ser encontrar el sitio concreto entre aquella maraña de calles y callejuelas. Por mucho que Chimar le hubiese hablado de su flamante esfera y en la nota indicara que "no tenía pérdida".
Pronto Níniel se daría cuenta de que había subestimado el tamaño de aquella cosa, y lo mucho que destacaba con respecto a su entorno. Sí, definitivamente era difícil no verla.
-Oh...- Fue todo cuanto pudo decir al encontrarse delante de ella y sin apenas percatarse de la presencia allí de Chimar y Canel, anonadada ante aquella estructura y profundamente extrañada de que no fuera la comidilla principal en la ciudad o hubiera decenas de curiosos en las inmediaciones, observándola tan perplejos como ella.
-Toma ya...¿Y se supone que ahí dentro vive gente?- Se cuestionó la felina. -¿Cuánto debe de valer una cosa así?-
-Al final llegaremos tarde por tu culpa, Cath. Creí que después de todo lo que ocurrió le tenías cierto aprecio a Chimar y a Canel. No entiendo por qué te pones así.- Expresó la sacerdotisa mientras salía nuevamente por la puerta, llevando hasta su montura aquellos restos de escorpión metálico del que tantas veces había hablado con Chimar pero que por una cosa u otra razón aún no le había entregado. Pesaba lo suyo a pesar de no ser especialmente grande.
-Supongo que no son los críos más cargantes del mundo...Aunque Canel...No lo entenderías. Tú sabes cuando está haciendo esas cosas raras suyas. Incluso es posible que no funcionen contigo...Yo en cambio lo llevo claro...¿Cómo te sentirías si no pudieses saber si lo que ves ante ti es o no real? Ya viste a esos bios...Hasta se lanzaban a la lava real como locos.- Respondió la pelirroja recuperando la verticalidad para poder mantener aquella conversación con su hermana. En cierto modo conocer a Canel había despertado en ella aquel miedo, al percatarse de una debilidad que creía no poder contrarrestar.
-¿Cómo crees que se siente cada una de las personas a la que puedes tumbar de un solo golpe y antes siquiera de que puedan hacer nada por evitarlo? Todos tenemos puntos fuertes y débiles. Por eso cuidamos la una de la otra.- Respondió la peliblanca comprobando que tuviera ya todo lo que creía necesario para la clase de situaciones que solían darse cuando se juntaba con Chimar, y de hecho con cualquiera de los gorriones. -Además, Canel no usaría nada de eso contigo. Y aunque lo hiciera, me tienes a mi, como yo te tengo a ti.- Añadió dedicándole una cálida sonrisa que hizo que la felina arrugara la nariz sin poder ocultar su satisfacción ante aquellas palabras.
-Seguro que hay brujos que pueden hacer lo mismo que Canel y no son Canel...- Musitó no obstante, sin duda volviendo a darle vueltas al asunto. Tratando de encontrar algún modo de no acabar como los enemigos que caían bajo la poderosa magia de ilusión del hermano pequeño de Chimar.
-Si en vez de quejarte como si fueras una niña pequeña me hubieses ayudado ya estaríamos allí y podrías preguntarle tú misma a Canel. ¿Quién mejor que un ilusionista para saber qué puedes hacer para no caer presa fácil de las ilusiones?- Argumentó la peliblanca de manera incontestable. Aprovechando aquella conversación para terminar de convencer a la pelirroja de deponer su negativa actitud y que de ese modo la acompañara a ver a sus jóvenes amigos.
-Ummm. Esa es una buena idea. Además si vamos a ayudarles, qué menos que recibir algo a cambio. Aunque eso de que la carta no dijera en qué necesitaban ayuda...Si es algo pervertido les sacudiré de lo lindo por muy amigos tuyos que sean.- Convino cediendo al fin. Una lástima no haber tenido aquella conversación antes. Así Níniel no habría tenido que prepararlo todo sola.
Las dos jóvenes no tardaron en ponerse en marcha a buen paso por las calles de la mayor de las ciudades de los hombres. Su destino estaba claro, a pesar de las confusas y crípticas indicaciones de la carta, pues Níniel conocía el barrio mencionado en la misiva, aunque hacía tiempo que no pasaba por allí. Más difícil parecía ser encontrar el sitio concreto entre aquella maraña de calles y callejuelas. Por mucho que Chimar le hubiese hablado de su flamante esfera y en la nota indicara que "no tenía pérdida".
Pronto Níniel se daría cuenta de que había subestimado el tamaño de aquella cosa, y lo mucho que destacaba con respecto a su entorno. Sí, definitivamente era difícil no verla.
-Oh...- Fue todo cuanto pudo decir al encontrarse delante de ella y sin apenas percatarse de la presencia allí de Chimar y Canel, anonadada ante aquella estructura y profundamente extrañada de que no fuera la comidilla principal en la ciudad o hubiera decenas de curiosos en las inmediaciones, observándola tan perplejos como ella.
-Toma ya...¿Y se supone que ahí dentro vive gente?- Se cuestionó la felina. -¿Cuánto debe de valer una cosa así?-
Níniel Thenidiel
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Re: Magia es magia [Trabajo]
Esperar es aburrido pero Chimar quiere darle la bienvenida en persona a su amiga… está casi seguro de que una voz artificial proveniente de la enorme esfera terminaría dándole un susto de muerte.
Eventualmente el niño genio gasta algo de tiempo molestando al pequeño Canel, es demasiado fácil y divertido. Eso se gana por no decir nada acerca de toda la situación en general cual banquero.
Ya llegaron “dice tapándose la cabeza para no recibir otro jalón de pelo o tirón de orejas”.
No veo a nadie enano.
Al final las mujeres aparecen minutos después por el lugar señalado, el niño hechicero lo vuelve a hacer. Ojala resultara tan útil en los juegos de azar… aunque sería difícil comprobarlo bien siendo niños de por sí.
Maquiavelo agita la mano frenéticamente a modo de saludo, algo que también tiene connotaciones lógicas. Es una manera de evitar que salgan corriendo por sentir algún miedo irracional hacia la colosal estructura.
Ambos enanos bajan de la plataforma y pisan tierra, una vez allí sonríen al unísono. Es bueno saber que cuando necesitas ayuda tienes amigos que responden el llamado… aunque realmente no sepas que ayuda necesitas.
Bienvenidas a la esfera, humilde cuartel general de los gorriones “sonríe con todos los dientes” si creen que es rara por fuera esperen a verla por dentro jeje.
Canel sube la plataforma corriendo mientras que su hermano mayor espera a la mitad y hace un gesto con la mano para que le sigan, tiene bien presente que no todo el mundo avanza rápido a lo desconocido.
Tranquilas, son invitadas.
Ahora que lo piensa, Chimar tiene más contemplaciones con ambas señoritas que con otros visitantes… bueno, al final Fred era un conejillo experimental así que no entra en la misma clasificación.
Una vez ambos enanos están en la entrada, deciden esperar a que lleguen sus amigas. Se puede ver que están de buen humor, Chimar porque mostrara su nueva casa a Niniel y Canel porque podrá recibir ayuda.
En cierto modo Maquiavelo también siente bastante curiosidad sobre que tiene su hermanito en mente, las ideas que Canel puede barajear son de lo más extrañas. Por suerte ahora tienen los mejores recursos a disposición.
Eventualmente el niño genio gasta algo de tiempo molestando al pequeño Canel, es demasiado fácil y divertido. Eso se gana por no decir nada acerca de toda la situación en general cual banquero.
Ya llegaron “dice tapándose la cabeza para no recibir otro jalón de pelo o tirón de orejas”.
No veo a nadie enano.
Al final las mujeres aparecen minutos después por el lugar señalado, el niño hechicero lo vuelve a hacer. Ojala resultara tan útil en los juegos de azar… aunque sería difícil comprobarlo bien siendo niños de por sí.
Maquiavelo agita la mano frenéticamente a modo de saludo, algo que también tiene connotaciones lógicas. Es una manera de evitar que salgan corriendo por sentir algún miedo irracional hacia la colosal estructura.
Ambos enanos bajan de la plataforma y pisan tierra, una vez allí sonríen al unísono. Es bueno saber que cuando necesitas ayuda tienes amigos que responden el llamado… aunque realmente no sepas que ayuda necesitas.
Bienvenidas a la esfera, humilde cuartel general de los gorriones “sonríe con todos los dientes” si creen que es rara por fuera esperen a verla por dentro jeje.
Canel sube la plataforma corriendo mientras que su hermano mayor espera a la mitad y hace un gesto con la mano para que le sigan, tiene bien presente que no todo el mundo avanza rápido a lo desconocido.
Tranquilas, son invitadas.
Ahora que lo piensa, Chimar tiene más contemplaciones con ambas señoritas que con otros visitantes… bueno, al final Fred era un conejillo experimental así que no entra en la misma clasificación.
Una vez ambos enanos están en la entrada, deciden esperar a que lleguen sus amigas. Se puede ver que están de buen humor, Chimar porque mostrara su nueva casa a Niniel y Canel porque podrá recibir ayuda.
En cierto modo Maquiavelo también siente bastante curiosidad sobre que tiene su hermanito en mente, las ideas que Canel puede barajear son de lo más extrañas. Por suerte ahora tienen los mejores recursos a disposición.
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Re: Magia es magia [Trabajo]
Tras unos instantes observando tan extraña estructura, más que suficientes como para ameritar una disculpa, Níniel logró bajar su mirada desde la esfera hasta los dos jóvenes que esperaban con impaciencia una respuesta a su afectuoso saludo. Claro que por sus caras no es que pareciera importarles demasiado esperar un poco más mientras disfrutaban del asombro que su "cuartel general", como lo habían llamado, causaba en sus visitantes. De hecho seguramente Chimar debía de haber esperado ese momento con ansias, sobre todo después de todo lo que le había contado a la elfa sobre las maravillas de aquel lugar.
-No sé cuán humilde sea por dentro...Desde luego su exterior no pasa desapercibido. Aunque por lo orgullosos que os noto, sin duda debe de ser mucho más acogedora para unas señoritas que la anterior base de los Gorriones.- Expresó la peliblanca recordando también lo que los pequeños le habían contado en su día sobre la vieja torre medio derruida en la que vivían cuando se dedicaban al latrocinio. Trabajo que por otro lado no sabía si habían abandonado tras mejorar sus vidas gracias a aquella esfera. Al menos Chimar parecía haber dejado de lado tales pillerías en favor de aventuras y trabajos mucho mejor pagados, pero quizá para los gorriones aquel camino no fuera una opción.
-¿Se puede saber de dónde habéis sacado esto? O hablando de cosas raras...¿Cómo acabó aquí? Parece como si se hubiera comido parte de las casas...Explicarle esto a la guardia y a los vecinos sin duda debió de implicar grandes cantidades de..."persuasión", ya me entendéis.- Quiso saber Catherine por su parte, observando el modo en el que la esfera parecía fusionada con algunas casas y realizando con sus manos el claro del gesto del cambio de manos de grandes sumas de dinero.
-Sin duda fue magia de metal...- Respondió en parte la propia Níniel, aunque sin saber dar más detalles. Ni de dicha magia, ni de los trámites burocráticos que la posesión de tal domicilio debería haberle acarreado al genio inventor. Trámites que debían de estar ya resueltos, como evidenciaba que no hubiera una docena de guardias allí.
-Mi segundo tipo de magia favorito...- Se quejó la pelirroja deteniendo sus pasos ante la plataforma que parecía que las llevaría al interior. -Esto me trae recuerdos de Dundarak que no son muy agradables.- Añadió, dando su primer paso sobre la plataforma únicamente cuando Níniel ya se hubo adelantado y ya casi alcanzaba la posición de Chimar. -Decidme que las alimañas devoradoras no vienen de serie con esta clase de cosas...-
Níniel no fue capaz de complacerla, por lo que se limitó a dedicarle una sonrisa tranquilizadora. Lo cierto era que en el norte, la ciudad roja estaba infestada de criaturas devoradoras, y en el sur, en unas instalaciones parecidas a las del norte, la joven elfa había encontrado también fauna muy hostil y peligrosa. Por no mencionar que en el refugio 101 trataron de convertirla en una bio sin conciencia propia y acabaron despertando a un gigantesco hombre pájaro de metal...Parecía que el peligro era algo intrínseco a los restos de aquella magia terrestre llamada tecnología...Pero aquella era la casa de Chimar...¿No?
-No estamos en la ciudad roja. Chimar no nos ha llamado para que le ayudemos a lidiar con una infestación de criaturas de pesadilla en su casa...Creo.- Dijo la joven mientras seguía avanzando hasta alcanzar a ambos gorriones.
-Aunque ahora que lo menciono...Aún no sabemos con qué necesitáis ayuda. ¿A qué se debe tanto misterio? He traído un poco de todo solo por si acaso.- Añadió señalando con la mirada a las monturas de las que acababan de separarse y a sus alforjas bien llenas. -Elfa prevenida vale por dos...O por tres en mi caso.- Bromeó sobre la abultada carga.
-Lo que me recuerda que te traje un regalo...Una especie de escorpión mecánico que no quedó muy churruscado cuando lo...apagamos...Me pareció que podía ser de tu interés y lleva ya un tiempo rondando por casa.- Dijo desandando sus pasos para recoger uno de los bultos que Trickster transportaba. Un paquete bien envuelto del tamaño del brazo de un hombre adulto y que pesaba lo suyo. -Tal vez saques algo útil de...lo que sea que le hacía funcionar.-
-No sé cuán humilde sea por dentro...Desde luego su exterior no pasa desapercibido. Aunque por lo orgullosos que os noto, sin duda debe de ser mucho más acogedora para unas señoritas que la anterior base de los Gorriones.- Expresó la peliblanca recordando también lo que los pequeños le habían contado en su día sobre la vieja torre medio derruida en la que vivían cuando se dedicaban al latrocinio. Trabajo que por otro lado no sabía si habían abandonado tras mejorar sus vidas gracias a aquella esfera. Al menos Chimar parecía haber dejado de lado tales pillerías en favor de aventuras y trabajos mucho mejor pagados, pero quizá para los gorriones aquel camino no fuera una opción.
-¿Se puede saber de dónde habéis sacado esto? O hablando de cosas raras...¿Cómo acabó aquí? Parece como si se hubiera comido parte de las casas...Explicarle esto a la guardia y a los vecinos sin duda debió de implicar grandes cantidades de..."persuasión", ya me entendéis.- Quiso saber Catherine por su parte, observando el modo en el que la esfera parecía fusionada con algunas casas y realizando con sus manos el claro del gesto del cambio de manos de grandes sumas de dinero.
-Sin duda fue magia de metal...- Respondió en parte la propia Níniel, aunque sin saber dar más detalles. Ni de dicha magia, ni de los trámites burocráticos que la posesión de tal domicilio debería haberle acarreado al genio inventor. Trámites que debían de estar ya resueltos, como evidenciaba que no hubiera una docena de guardias allí.
-Mi segundo tipo de magia favorito...- Se quejó la pelirroja deteniendo sus pasos ante la plataforma que parecía que las llevaría al interior. -Esto me trae recuerdos de Dundarak que no son muy agradables.- Añadió, dando su primer paso sobre la plataforma únicamente cuando Níniel ya se hubo adelantado y ya casi alcanzaba la posición de Chimar. -Decidme que las alimañas devoradoras no vienen de serie con esta clase de cosas...-
Níniel no fue capaz de complacerla, por lo que se limitó a dedicarle una sonrisa tranquilizadora. Lo cierto era que en el norte, la ciudad roja estaba infestada de criaturas devoradoras, y en el sur, en unas instalaciones parecidas a las del norte, la joven elfa había encontrado también fauna muy hostil y peligrosa. Por no mencionar que en el refugio 101 trataron de convertirla en una bio sin conciencia propia y acabaron despertando a un gigantesco hombre pájaro de metal...Parecía que el peligro era algo intrínseco a los restos de aquella magia terrestre llamada tecnología...Pero aquella era la casa de Chimar...¿No?
-No estamos en la ciudad roja. Chimar no nos ha llamado para que le ayudemos a lidiar con una infestación de criaturas de pesadilla en su casa...Creo.- Dijo la joven mientras seguía avanzando hasta alcanzar a ambos gorriones.
-Aunque ahora que lo menciono...Aún no sabemos con qué necesitáis ayuda. ¿A qué se debe tanto misterio? He traído un poco de todo solo por si acaso.- Añadió señalando con la mirada a las monturas de las que acababan de separarse y a sus alforjas bien llenas. -Elfa prevenida vale por dos...O por tres en mi caso.- Bromeó sobre la abultada carga.
-Lo que me recuerda que te traje un regalo...Una especie de escorpión mecánico que no quedó muy churruscado cuando lo...apagamos...Me pareció que podía ser de tu interés y lleva ya un tiempo rondando por casa.- Dijo desandando sus pasos para recoger uno de los bultos que Trickster transportaba. Un paquete bien envuelto del tamaño del brazo de un hombre adulto y que pesaba lo suyo. -Tal vez saques algo útil de...lo que sea que le hacía funcionar.-
Níniel Thenidiel
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Re: Magia es magia [Trabajo]
El asombro mostrado por las chicas infla el ya de por si enorme ego del enano genio, por suerte se mantiene recatado y es que sabe a quién molestar. Cuando Dem pise la esfera por otro lado… no tendrá tanto control mental.
Encontrarla y traerla fue un paseo en comparación a lo que me costó legalizarla… afortunadamente el distrito estaba abandonado por la pandemia.
Sin duda la gata sabe que preguntas hacer, sus aproximaciones en este caso también son bastante acertadas. Al menos toda la experiencia dejo una valiosa lección, todo se soluciona con una bolsa de monedas lo suficientemente amplia.
Las chicas cambian el tópico a un tema relacionado, aquella instalación infernal que casi termina por sepultarles. Es de agradecer que la esfera no viniera con bichos de cuatro patas de apetito insaciable y sazonados con un vapor rojo corrosivo.
Tranquilas... no venía con sorpresas tan desagradables por suerte.
Niniel pasa entonces al punto dorado, su razón de estar allí. Lo cierto es que Maquiavelo sabe tanto como ella en este punto… quizás un poco menos si tenemos en cuenta que no maneja nada arcano.
Lo discutiremos adentro… eso espero.
Los ojos del inventor se tornan sorprendidos cuando recibe un regalo de parte de la elfa, cierto despojo tecnológico bastante grande y pesado. No tarda mucho en adoptar un rostro iluminado, como el de cualquier mocoso en navidad.
¡¡Gracias Nin!!
Ahora tendrá entretenimiento sano para el fin de semana, aprendiendo secretos de un artilugio desconocido. Apenas puede resistir la emoción aunque recupera su compostura cuando recuerda a Canel.
Las labores de hermano mayor nunca terminan y algo le dice que todo quedara en segundo plano cuando su amiguito revele que cosa lo aqueja, el niño genio solo puede esperar que se solucione con uno de los frascos que porta Niniel.
Para sorpresa de todos el pesado regalo de las señoritas se eleva y comienza a avanzar por arte de magia, levitando en el aire. Chimar arquea una ceja pues sabe reconocer habilidades telequinéticas cuando las ve… aunque no estaba consciente de que su aliado era tan fuerte con esas cosas.
La puerta de entrada se abre dejando pasar la cosa metálica envuelta, poco después avanza Canel pero no sin antes hacer un gesto con la mirada para que le sigan. Es claro que ha tomado un carácter impaciente.
Mejor seguirle… no lo había visto así nunca.
Encontrarla y traerla fue un paseo en comparación a lo que me costó legalizarla… afortunadamente el distrito estaba abandonado por la pandemia.
Sin duda la gata sabe que preguntas hacer, sus aproximaciones en este caso también son bastante acertadas. Al menos toda la experiencia dejo una valiosa lección, todo se soluciona con una bolsa de monedas lo suficientemente amplia.
Las chicas cambian el tópico a un tema relacionado, aquella instalación infernal que casi termina por sepultarles. Es de agradecer que la esfera no viniera con bichos de cuatro patas de apetito insaciable y sazonados con un vapor rojo corrosivo.
Tranquilas... no venía con sorpresas tan desagradables por suerte.
Niniel pasa entonces al punto dorado, su razón de estar allí. Lo cierto es que Maquiavelo sabe tanto como ella en este punto… quizás un poco menos si tenemos en cuenta que no maneja nada arcano.
Lo discutiremos adentro… eso espero.
Los ojos del inventor se tornan sorprendidos cuando recibe un regalo de parte de la elfa, cierto despojo tecnológico bastante grande y pesado. No tarda mucho en adoptar un rostro iluminado, como el de cualquier mocoso en navidad.
¡¡Gracias Nin!!
Ahora tendrá entretenimiento sano para el fin de semana, aprendiendo secretos de un artilugio desconocido. Apenas puede resistir la emoción aunque recupera su compostura cuando recuerda a Canel.
Las labores de hermano mayor nunca terminan y algo le dice que todo quedara en segundo plano cuando su amiguito revele que cosa lo aqueja, el niño genio solo puede esperar que se solucione con uno de los frascos que porta Niniel.
Para sorpresa de todos el pesado regalo de las señoritas se eleva y comienza a avanzar por arte de magia, levitando en el aire. Chimar arquea una ceja pues sabe reconocer habilidades telequinéticas cuando las ve… aunque no estaba consciente de que su aliado era tan fuerte con esas cosas.
La puerta de entrada se abre dejando pasar la cosa metálica envuelta, poco después avanza Canel pero no sin antes hacer un gesto con la mirada para que le sigan. Es claro que ha tomado un carácter impaciente.
Mejor seguirle… no lo había visto así nunca.
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Re: Magia es magia [Trabajo]
Por las dudas que el genio inventor mostraba a la hora de responder sobre los motivos para hacerlas ir hasta allí, Níniel supuso que él tampoco sabía mucho más al respecto. Algo curioso teniendo en cuenta que era el jefe de aquel grupo de chiquillos y el dueño de la extraña esfera en la que vivían, además de ser el autor de la carta instándolas a visitarles tan pronto les fuera posible. ¿Quién podría hacerle actuar de ese modo, incluso pidiendo ayuda a terceros, y al mismo tiempo ocultarle la razón detrás de todo ello? Seguramente algún otro gorrión, pues Chimar siempre se preocupaba por ellos, no dudando incluso en mostrar una furia casi salvaje muy poco habitual en él si alguno de ellos estuviera en peligro. Y de entre los gorriones, sin duda el más cercano al joven era...
Como si pudiera leer su mente, y delatándose al demostrar que creía que los saludos, asombros y agradecimientos ya habían durado más de lo que deberían, Canel tomó con su magia telequinética al escorpión metálico y se apresuró a hacerlo levitar hasta el interior de la estructura, entrando él tras el envuelto paquete y lanzándoles a los demás una mirada que denotaba que no se tomaría nada bien una nueva demora, fuese por el motivo que fuese.
-Ya veo...Sea lo que sea en lo que necesite ayuda está impaciente por recibirla.- No pudo sino convenir la peliblanca ante las palabras de Chimar. Si él estaba sorprendido de su comportamiento más aún lo estaba ella, para quien Canel siempre había sido todo lo contrario a una persona impaciente, aún dentro de lo extrañamente trascendental y metafísico que solía mostrarse a pesar de su edad...O tal vez precisamente por ello.
-¿Es demasiado pronto para preocuparme o puedo empezar a hacerlo ya? Porque no es por nada pero no creo que necesite ayuda para algo muy normal...Ya si era Chimar pensé en máquinas locas o algo de alquimia peligrosa...Si es Canel el que la necesita...el loco mundo de los sueños bien podría parecer un patio de juegos en comparación.- Expresó Catherine medio en broma medio en serio. Sin duda que no le dijese a Chimar los detalles daba pié a especular con muchas y diversas opciones, partiendo de la base de que el propio inventor no debía de ser capaz de ayudarle o ellas no estarían allí.
¿Era tal vez algo que requiriera a un adulto o al menos a alguien mayor? ¿Tal vez algo que requiriera un toque femenino? ¿Alquimia o medicina?. Quizá requiriera de alguien con talento para la magia...Todas ellas eran cosas en las que Chimar no habría podido ser de ayuda, ni ningún otro de los miembros de aquella agrupación de chiquillos de las calles que ella conociera...Salvo Demian.
-Es un niño, tal vez no sea nada tan importante, Cath. No le hagamos esperar y así saldremos todos de dudas.- Tranquilizó la elfa a su felina hermana, siguiendo a Chimar hasta el interior de la esfera, intrigada por la situación.
-Sí, un niño...Uno que en vez de jugar con un balón de cuero puede hacerlo con las mentes de la gente...Y hacer que empiecen a patearse entre ellos al creer que los demás son pelotas.- Quiso puntualizar la pelirroja, avanzando no obstante tras ellos. Puede que las habilidades de Canel la inquietaran, y que creyera que era un chico muy extraño, pero lo cierto es que no podía considerarlo una amenaza directa. No después de haber pasado por tanto juntos.
Como si pudiera leer su mente, y delatándose al demostrar que creía que los saludos, asombros y agradecimientos ya habían durado más de lo que deberían, Canel tomó con su magia telequinética al escorpión metálico y se apresuró a hacerlo levitar hasta el interior de la estructura, entrando él tras el envuelto paquete y lanzándoles a los demás una mirada que denotaba que no se tomaría nada bien una nueva demora, fuese por el motivo que fuese.
-Ya veo...Sea lo que sea en lo que necesite ayuda está impaciente por recibirla.- No pudo sino convenir la peliblanca ante las palabras de Chimar. Si él estaba sorprendido de su comportamiento más aún lo estaba ella, para quien Canel siempre había sido todo lo contrario a una persona impaciente, aún dentro de lo extrañamente trascendental y metafísico que solía mostrarse a pesar de su edad...O tal vez precisamente por ello.
-¿Es demasiado pronto para preocuparme o puedo empezar a hacerlo ya? Porque no es por nada pero no creo que necesite ayuda para algo muy normal...Ya si era Chimar pensé en máquinas locas o algo de alquimia peligrosa...Si es Canel el que la necesita...el loco mundo de los sueños bien podría parecer un patio de juegos en comparación.- Expresó Catherine medio en broma medio en serio. Sin duda que no le dijese a Chimar los detalles daba pié a especular con muchas y diversas opciones, partiendo de la base de que el propio inventor no debía de ser capaz de ayudarle o ellas no estarían allí.
¿Era tal vez algo que requiriera a un adulto o al menos a alguien mayor? ¿Tal vez algo que requiriera un toque femenino? ¿Alquimia o medicina?. Quizá requiriera de alguien con talento para la magia...Todas ellas eran cosas en las que Chimar no habría podido ser de ayuda, ni ningún otro de los miembros de aquella agrupación de chiquillos de las calles que ella conociera...Salvo Demian.
-Es un niño, tal vez no sea nada tan importante, Cath. No le hagamos esperar y así saldremos todos de dudas.- Tranquilizó la elfa a su felina hermana, siguiendo a Chimar hasta el interior de la esfera, intrigada por la situación.
-Sí, un niño...Uno que en vez de jugar con un balón de cuero puede hacerlo con las mentes de la gente...Y hacer que empiecen a patearse entre ellos al creer que los demás son pelotas.- Quiso puntualizar la pelirroja, avanzando no obstante tras ellos. Puede que las habilidades de Canel la inquietaran, y que creyera que era un chico muy extraño, pero lo cierto es que no podía considerarlo una amenaza directa. No después de haber pasado por tanto juntos.
Níniel Thenidiel
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Re: Magia es magia [Trabajo]
La impaciencia de Canel sin duda suena las alarmas en ambas mujeres… y su hermano mayor. No resulta raro pues suele ser un mocoso de lo más distraído, plenamente convencido de que el universo sigue su curso sin importar acciones.
Sé que da miedo pero… no es malo “baja la mirada”.
Eso podría aplicarse a Demian, al gorrión vampiro Ralphy ¿Y por qué no?, a el mismo. Digamos que Maquiavelo a pesar de ser un orfanato ambulante escoge a los mocosos más peculiares del mundo para cuidarles, casi como ese libro infantil.
Para bien o para mal todo avanza según los planes del chiquillo hechicero, los presentes ingresan en la esfera con diferentes niveles de aceptación. Se puede decir con propiedad que a pesar de todo cada participante siente cariño por el niño rarito.
En el primer habitáculo queda reunido el grupo, una visión que sin duda les parecerá extraña a las invitadas pero eso viene de largo. A Chimar le gustaría saber si se sorprenden más con el esqueleto metálico del recinto, la decoración tan hibrida o elementos discretos como la iluminación tecnológica, la temperatura agradable, etc.
Siéntanse como en casa “hace una leve reverencia” y no se preocupen, mis hermanos salieron de paseo… basto con decir que Canel había pedido ayuda para que se tomaran un día entero de permiso “suspira” hablando de eso peque.
Mi petición, lo que requiero es… complicado “titubea un poco las palabras” necesito sus almas.
Aunque al principio Chimar siente un escalofrió no le toma mucho adivinar que está haciendo su hermano, después de todo son uña y carne desde hace meses… menudo momento para ponerse a bromear.
“Maquiavelo le suelta una colleja leve al enano por bromista” ya en serio mocoso, ¿Porque moleste a las chicas con una petición de ayuda?
Es… peor “gesticula exageradamente varias veces antes de volver a la tierra de los mortales” en el mundo natural real la magia suele manifestarse por oleadas con grandes vacíos en el medio “tiembla un poco” la esfera es una fuente mágica de energía perpetua y… me está afectando.
El genio le mira con cierta preocupación pues sabe bien que la esfera actúa como un faro mágico, eso le permitía viajar entre planos e incluso inactiva sigue teniendo propiedades de batería arcana. A los seres normales no les afecta mucho pero Canel está en una comunión más directa con el mundo energético que todos los habitantes.
Podías decírmelo Canel…
No quería molestar “niega con la cabeza” lo cierto es que el estado en si no es malo… resulta vigorizante “baja la mirada” quizás demasiado.
¿Me estás diciendo que te estas drogando con mi esfera?
Es una forma de decirlo “suspira” me gusta aquí pero si no aprendo a canalizar la energía de manera sana… podría convertirme en un resucitado.
¿Un… que?
La gente como yo es rara pero constante, todos mis semejantes han compartido, comparten y compartirán la necesidad de relacionarse con magia poderosa. Algunas veces termina bien pero “mira con miedo la nada” un solo error y terminas perdiéndote para siempre.
“Chimar le sujeta una mano para que deje de temblar” bien, ya sabemos los detalles, ¿Cómo te mantenemos normal?... bueno, tú me entiendes.
Alguien con conocimientos energéticos superiores debe enseñarme a sobrellevar esto, casi siempre suele ser un brujo pero cualquier personaje mágico poderoso puede.
¿No podemos llevarte lejos de la esfera una temporada?
Me temo que la energía ya está en todo lo que soy, correr no es una opción esta vez… señorita Niniel “su voz toma un tono arrepentido” sé que no tengo dere… “se lleva ambas manos a la cabeza por no encontrar palabras acordes” ¿Me ayudara?
Sé que da miedo pero… no es malo “baja la mirada”.
Eso podría aplicarse a Demian, al gorrión vampiro Ralphy ¿Y por qué no?, a el mismo. Digamos que Maquiavelo a pesar de ser un orfanato ambulante escoge a los mocosos más peculiares del mundo para cuidarles, casi como ese libro infantil.
Para bien o para mal todo avanza según los planes del chiquillo hechicero, los presentes ingresan en la esfera con diferentes niveles de aceptación. Se puede decir con propiedad que a pesar de todo cada participante siente cariño por el niño rarito.
En el primer habitáculo queda reunido el grupo, una visión que sin duda les parecerá extraña a las invitadas pero eso viene de largo. A Chimar le gustaría saber si se sorprenden más con el esqueleto metálico del recinto, la decoración tan hibrida o elementos discretos como la iluminación tecnológica, la temperatura agradable, etc.
Siéntanse como en casa “hace una leve reverencia” y no se preocupen, mis hermanos salieron de paseo… basto con decir que Canel había pedido ayuda para que se tomaran un día entero de permiso “suspira” hablando de eso peque.
Mi petición, lo que requiero es… complicado “titubea un poco las palabras” necesito sus almas.
Aunque al principio Chimar siente un escalofrió no le toma mucho adivinar que está haciendo su hermano, después de todo son uña y carne desde hace meses… menudo momento para ponerse a bromear.
“Maquiavelo le suelta una colleja leve al enano por bromista” ya en serio mocoso, ¿Porque moleste a las chicas con una petición de ayuda?
Es… peor “gesticula exageradamente varias veces antes de volver a la tierra de los mortales” en el mundo natural real la magia suele manifestarse por oleadas con grandes vacíos en el medio “tiembla un poco” la esfera es una fuente mágica de energía perpetua y… me está afectando.
El genio le mira con cierta preocupación pues sabe bien que la esfera actúa como un faro mágico, eso le permitía viajar entre planos e incluso inactiva sigue teniendo propiedades de batería arcana. A los seres normales no les afecta mucho pero Canel está en una comunión más directa con el mundo energético que todos los habitantes.
Podías decírmelo Canel…
No quería molestar “niega con la cabeza” lo cierto es que el estado en si no es malo… resulta vigorizante “baja la mirada” quizás demasiado.
¿Me estás diciendo que te estas drogando con mi esfera?
Es una forma de decirlo “suspira” me gusta aquí pero si no aprendo a canalizar la energía de manera sana… podría convertirme en un resucitado.
¿Un… que?
La gente como yo es rara pero constante, todos mis semejantes han compartido, comparten y compartirán la necesidad de relacionarse con magia poderosa. Algunas veces termina bien pero “mira con miedo la nada” un solo error y terminas perdiéndote para siempre.
“Chimar le sujeta una mano para que deje de temblar” bien, ya sabemos los detalles, ¿Cómo te mantenemos normal?... bueno, tú me entiendes.
Alguien con conocimientos energéticos superiores debe enseñarme a sobrellevar esto, casi siempre suele ser un brujo pero cualquier personaje mágico poderoso puede.
¿No podemos llevarte lejos de la esfera una temporada?
Me temo que la energía ya está en todo lo que soy, correr no es una opción esta vez… señorita Niniel “su voz toma un tono arrepentido” sé que no tengo dere… “se lleva ambas manos a la cabeza por no encontrar palabras acordes” ¿Me ayudara?
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Re: Magia es magia [Trabajo]
-No puedo decir que me entusiasme la decoración...definitivamente aquí hace falta un toque femenino, pero no se puede negar que te lo has montado bien, enano.- Comunicó Catherine tan pronto como estuvieron dentro de la esfera y alcanzaron la primera zona habitable de la misma. -Desde luego es más grande que nuestra casa, y mucho más cálida a pesar de que no veo chimeneas o braseros...- Se interesó barajando mentalmente la posibilidad de que lo que fuera que permitía a aquella estructura mantener el calor pudiera ser replicado en el hogar que ambas jóvenes compartían. Y es que aunque era un buen lugar para vivir, como la mayoría de construcciones humanas resultaba de lo más fría en invierno.
-Es un lugar ciertamente peculiar. Tan parecido a los restos de la tierra...pero a la vez tan diferente...- Se mostró de acuerdo a su manera la elfa, deslizando una de sus manos sobre una de las paredes metálicas pero retirándola rápidamente, casi como si hubiera sentido aquella lisa superficie mucho más fría o caliente de lo que realmente estaba. -Extraño...- Se limitó a añadir pensativa, echando un vistazo curioso al resto del lugar.
-Así que vivís todos aquí normalmente...Y parece que el resto de la chiquillería es más lista que nosotros...- Respondió la pelirroja al comentario de Chimar sobre la ausencia del resto de gorriones. Incluso sus amiguitos preferían estar lejos cuando Canel comenzaba a actuar de una manera más extraña a la habitual. -Si vamos a poner en peligro a toda la ciudad tal vez debamos avisar a los cabezacubo. No creo que les haga gracia tener que volver a reconstruirla ahora que por fin se habían librado de la peste a chupasangre.- Añadió antes de que el pequeño ilusionista desvelara finalmente sus motivos para preparar aquel encuentro. Motivos que dejaron a la felina helada y con cara de circunstancias.
-Y yo que pensaba que una petición adolescente lasciva sería lo peor...Estos críos nunca dejan de sorprenderme.- Dijo la gata con un tono que evidenciaba que aquello no iba a pasar, y que más le valía explicarse si no quería saber lo que se sentía al recibir una colleja de alguien cuyas zarpas podían atravesar el metal. Destino del que se libró gracias a la providencial intervención de Chimar. Instando a Canel de inmediato a explicar el auténtico motivo por el que necesitaba allí a Níniel.
-Canel tiene sentido del humor...Creo que esta revelación me sorprende más que la esfera y todo. Aunque no me he enterado de nada de lo que habéis dicho luego.- Comunicó Catherine desviando su mirada hacia una pensativa Níniel, sin duda esperando que ella sí para que pudiera explicarle qué se suponía que tenían que hacer realmente.
-Lo intentaré.- Respondió la sacerdotisa al requerimiento del ilusionista. -Aunque no sé si ni siquiera un brujo podría ayudar en estas circunstancias. Ninguno se ve sometido a un flujo constante de unas energías tan anómalas como las que fluyen por las paredes de este lugar, ni son tan permeables a ellas. Los brujos sencillamente toman lo que necesitan y lo usan, con razón te está afectando tanto, Canel.- Razonó la joven volviendo a quedar en silencio por un momento. -Pero es posible de hecho que aunque una elfa como yo no fuese la primera opción...- Añadió entonces de manera críptica.
-En cierto modo lo que describes es...ser un elfo. Claro, nosotros somos uno con las divinas energías naturales y vitales del mundo, fluyen a través de nosotros, como bendiciones de los dioses, y nosotros fluimos con ellas. Nos cambiaron con el paso de las generaciones, nos revitalizan y nos permiten revitalizar a otros. O lo contrario, nos permiten enfrentar al peligro como un torrente arrastra el barro y erosiona las rocas hasta convertirlas en polvo.- Hizo una pausa. -En tu caso tu peculiar sensibilidad se ha afinado con las extrañas energías que emite la esfera en muy poco tiempo. Compararlo con una adicción a una groga es ciertamente acertado.- Afirmó.
-No puedo convertirte en un elfo, ni tampoco serviría de nada porque esta energía no es natural...Pero puedo enseñarte a controlar el flujo para que no te "pierdas para siempre", como bien dices que podría suceder. Y solo hay una manera de lograrlo...Disciplina. Disciplina después de que me contéis lo que sabéis sobre esta esfera y sobre esos otros que son como tú y esos "resucitados" que mencionas, Canel.- Níniel nunca se había planteado que hubiera más como él, mucho menos que fuese alguna especie de organización como parecía insinuar el muchacho. ¿Acaso provenía de algún tipo de clan dentro de la sociedad bruja?
-Es un lugar ciertamente peculiar. Tan parecido a los restos de la tierra...pero a la vez tan diferente...- Se mostró de acuerdo a su manera la elfa, deslizando una de sus manos sobre una de las paredes metálicas pero retirándola rápidamente, casi como si hubiera sentido aquella lisa superficie mucho más fría o caliente de lo que realmente estaba. -Extraño...- Se limitó a añadir pensativa, echando un vistazo curioso al resto del lugar.
-Así que vivís todos aquí normalmente...Y parece que el resto de la chiquillería es más lista que nosotros...- Respondió la pelirroja al comentario de Chimar sobre la ausencia del resto de gorriones. Incluso sus amiguitos preferían estar lejos cuando Canel comenzaba a actuar de una manera más extraña a la habitual. -Si vamos a poner en peligro a toda la ciudad tal vez debamos avisar a los cabezacubo. No creo que les haga gracia tener que volver a reconstruirla ahora que por fin se habían librado de la peste a chupasangre.- Añadió antes de que el pequeño ilusionista desvelara finalmente sus motivos para preparar aquel encuentro. Motivos que dejaron a la felina helada y con cara de circunstancias.
-Y yo que pensaba que una petición adolescente lasciva sería lo peor...Estos críos nunca dejan de sorprenderme.- Dijo la gata con un tono que evidenciaba que aquello no iba a pasar, y que más le valía explicarse si no quería saber lo que se sentía al recibir una colleja de alguien cuyas zarpas podían atravesar el metal. Destino del que se libró gracias a la providencial intervención de Chimar. Instando a Canel de inmediato a explicar el auténtico motivo por el que necesitaba allí a Níniel.
-Canel tiene sentido del humor...Creo que esta revelación me sorprende más que la esfera y todo. Aunque no me he enterado de nada de lo que habéis dicho luego.- Comunicó Catherine desviando su mirada hacia una pensativa Níniel, sin duda esperando que ella sí para que pudiera explicarle qué se suponía que tenían que hacer realmente.
-Lo intentaré.- Respondió la sacerdotisa al requerimiento del ilusionista. -Aunque no sé si ni siquiera un brujo podría ayudar en estas circunstancias. Ninguno se ve sometido a un flujo constante de unas energías tan anómalas como las que fluyen por las paredes de este lugar, ni son tan permeables a ellas. Los brujos sencillamente toman lo que necesitan y lo usan, con razón te está afectando tanto, Canel.- Razonó la joven volviendo a quedar en silencio por un momento. -Pero es posible de hecho que aunque una elfa como yo no fuese la primera opción...- Añadió entonces de manera críptica.
-En cierto modo lo que describes es...ser un elfo. Claro, nosotros somos uno con las divinas energías naturales y vitales del mundo, fluyen a través de nosotros, como bendiciones de los dioses, y nosotros fluimos con ellas. Nos cambiaron con el paso de las generaciones, nos revitalizan y nos permiten revitalizar a otros. O lo contrario, nos permiten enfrentar al peligro como un torrente arrastra el barro y erosiona las rocas hasta convertirlas en polvo.- Hizo una pausa. -En tu caso tu peculiar sensibilidad se ha afinado con las extrañas energías que emite la esfera en muy poco tiempo. Compararlo con una adicción a una groga es ciertamente acertado.- Afirmó.
-No puedo convertirte en un elfo, ni tampoco serviría de nada porque esta energía no es natural...Pero puedo enseñarte a controlar el flujo para que no te "pierdas para siempre", como bien dices que podría suceder. Y solo hay una manera de lograrlo...Disciplina. Disciplina después de que me contéis lo que sabéis sobre esta esfera y sobre esos otros que son como tú y esos "resucitados" que mencionas, Canel.- Níniel nunca se había planteado que hubiera más como él, mucho menos que fuese alguna especie de organización como parecía insinuar el muchacho. ¿Acaso provenía de algún tipo de clan dentro de la sociedad bruja?
Níniel Thenidiel
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Re: Magia es magia [Trabajo]
La revelación de Canel es como mínimo curiosa, resulta difícil de entender para alguien tan científico como Chimar. Por suerte la elfa comprende en gran medida las palabras expuestas por el chiquillo brujo.
De repente el genio y Catherine quedan en segundo plano, el tópico se transforma en algo meramente arcano. Maquiavelo como buen genio sabe algunos datos generales pero incluso con su mente estudiada muchas cosas se le escapan, simplemente no es su área.
Niniel por otro lado sabe bien lo que está padeciendo el pequeño mago, no deja de ser una situación extraña para ella pero maneja todo con profesionalismo increíble. Los niños no se equivocaron en pedirle ayuda.
A rasgos generales los elfos parecen compartir las penurias del mocoso ilusionista, su fuente de energía es más patente que la de los propios hechiceros… sin duda un concepto que despertaría acaloradas palabras en las islas.
Su aliada finaliza la intervención solicitando información adicional sobre dos puntos, uno técnico y otro histórico. Luego de varios minutos quedándose al margen el niño intelectual finalmente puede intervenir.
Esto no se escucha todos los días… pues “se aclara la garganta” la esfera es una maquina híbrida que sirve o servía para viajar a otros planos materiales, el núcleo genera energía lo suficientemente “voluble” como para cruzar las barreras y volver “asiente varias veces” fascinante creación que aún no tengo ni idea de cómo funciona a ciencia cierta.
Es más como… una resonancia armónica de éter, da a la estructura la capacidad de “pedir permiso” a las barreras entre planos en lugar de atravesarlas como un virote. Única en su tipo... al menos de forma artificial.
Cortesía de Giaco “suspira” ojala hubiera puesto un botón de apagado en algún sitio para evitar efectos secundarios con el tuyo peque.
Una pequeña broma pues Chimar sabe luego de revisar varias veces que la jodida cosa no se puede apagar, simplemente existe y seguirá funcionando por varios milenios. Construido para durar en un sentido casi obsesivo.
Los resucitados son… las personas como yo nacen cada cierto tiempo en mundus, nunca demasiados a la vez. Nadie sabe lo que somos a ciencia cierta “baja la mirada” ni siquiera nosotros mismos, lo único innegable es que la energía nos afecta de manera única y nuestras vidas se basan en buscarla.
Si una persona como yo consigue una fuente demasiado poderosa y no es capaz de controlarse, se transforma en un resucitado. Entidades muy caóticas que pierden su “entrecierra los ojos” humanidad, cascarones vacíos en busca de éter sin importar el costo “su mirada se pierde algunos instantes” terribles, violentos, monstruosos, llenos de perversidad… imparables.
Eso no te pasara a ti Canel, tranquilo.
De repente el genio y Catherine quedan en segundo plano, el tópico se transforma en algo meramente arcano. Maquiavelo como buen genio sabe algunos datos generales pero incluso con su mente estudiada muchas cosas se le escapan, simplemente no es su área.
Niniel por otro lado sabe bien lo que está padeciendo el pequeño mago, no deja de ser una situación extraña para ella pero maneja todo con profesionalismo increíble. Los niños no se equivocaron en pedirle ayuda.
A rasgos generales los elfos parecen compartir las penurias del mocoso ilusionista, su fuente de energía es más patente que la de los propios hechiceros… sin duda un concepto que despertaría acaloradas palabras en las islas.
Su aliada finaliza la intervención solicitando información adicional sobre dos puntos, uno técnico y otro histórico. Luego de varios minutos quedándose al margen el niño intelectual finalmente puede intervenir.
Esto no se escucha todos los días… pues “se aclara la garganta” la esfera es una maquina híbrida que sirve o servía para viajar a otros planos materiales, el núcleo genera energía lo suficientemente “voluble” como para cruzar las barreras y volver “asiente varias veces” fascinante creación que aún no tengo ni idea de cómo funciona a ciencia cierta.
Es más como… una resonancia armónica de éter, da a la estructura la capacidad de “pedir permiso” a las barreras entre planos en lugar de atravesarlas como un virote. Única en su tipo... al menos de forma artificial.
Cortesía de Giaco “suspira” ojala hubiera puesto un botón de apagado en algún sitio para evitar efectos secundarios con el tuyo peque.
Una pequeña broma pues Chimar sabe luego de revisar varias veces que la jodida cosa no se puede apagar, simplemente existe y seguirá funcionando por varios milenios. Construido para durar en un sentido casi obsesivo.
Los resucitados son… las personas como yo nacen cada cierto tiempo en mundus, nunca demasiados a la vez. Nadie sabe lo que somos a ciencia cierta “baja la mirada” ni siquiera nosotros mismos, lo único innegable es que la energía nos afecta de manera única y nuestras vidas se basan en buscarla.
Si una persona como yo consigue una fuente demasiado poderosa y no es capaz de controlarse, se transforma en un resucitado. Entidades muy caóticas que pierden su “entrecierra los ojos” humanidad, cascarones vacíos en busca de éter sin importar el costo “su mirada se pierde algunos instantes” terribles, violentos, monstruosos, llenos de perversidad… imparables.
Eso no te pasara a ti Canel, tranquilo.
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Re: Magia es magia [Trabajo]
-Entiendo...-Musitó Níniel tras los breves momentos de silencio que siguieron a las explicaciones de los niños sobre todo aquel asunto de la energía de la esfera y las peculiaridades del joven ilusionista. Parecía que los dioses, es su a menudo inescrutable modo de hacer las cosas, habían tenido a bien que los caminos de dos de las personas mas extrañas sobre la faz de Aerandir se cruzaran, generando un problema sin duda más único que la suma de sus partes...Uno en el que era muy posible que ella, como elfa y maga, pudiera ayudar, lo cual terminaba de rizar el rizo de las improbabilidades.
Definitivamente los divinos tenían sentido del humor.
-¿Entiendes?- Preguntó Catherine incrédula y dejándose caer sobre una de las ergonómicas y extrañas sillas de aquella sala. -Pues yo no me entero de nada. Haced lo que tengáis que hacer y...eso. Si necesitás ayuda, Nín, solo dime qué puedo hacer sin tanto rollo de cosas armónicas y volubles...-Sentenció la felina recostándose y comprobando que la silla era más cómoda de lo que aparentaba. La primera buena noticia desde que había entrado allí.
-Aunque sigo sin saber cómo es que pareces estar en contacto con otros como tú y cómo es que sabes tanto al respecto, Canel. Hablas casi como si fuerais un gremio que se dedicase a buscar a otros como vosotros. Es una idea que nunca me había planteado contigo. Siempre pensé que eras..."único", no producto de...una línea de sangre peculiar o de ciertas circunstancias biológicas o mágicas como puedo ser yo.- Tuvo que aceptar la joven, pues siempre había considerado a Canel como un chiquillo extraño y punto. Desde luego nunca como uno de los pocos miembros de una extraña subclase de brujos con dones y tendencias similares y repetidas a lo largo de a saber cuántas generaciones. Aquella conversación estaba demostrando lo poco que realmente sabía del pequeño. Y por la cara de Chimar, él tampoco estaba muy al tanto de aquello.
-Bueno, supongo que no tenemos que hablar de eso ahora...No es que tengamos que actuar a toda prisa porque puedas convertirte en un..."resucitado" en cualquier momento, pero deberíamos empezar a sentar las bases de tu entrenamiento cuanto antes.- Encauzó de nuevo la conversación la sacerdotisa, retomando el motivo de su presencia allí.
-Como ya he dicho, lo que propongo es enseñarte a encauzar un flujo de energía continuado, como yo hago con la energía natural que nos rodea en todo momento. De hecho lo estoy haciendo ahora mismo. La diferencia es que para mi es algo tan orgánico como respirar; en parte porque fui entrenada desde niña como sacerdotisa, y en parte porque nuestros cuerpos son diferentes. Para tí no va a ser tan sencillo.- Instruyó comenzando ya a hablar como lo hicieron con ella sus superioras sacerdotisas en el gran templo de los dragones gemelos de Veyond.
-De hecho es posible que pueda resultar molesto, y hasta doloroso al principio.- Añadió a modo de aviso para que lo tuviera en cuenta y se mentalizara. -Pero no te preocupes. Puede que sea joven, pero aprendí de la mejor. Además soy sanadora, lo cual es ideal ¿no crees?.-
-Sí, si se rompe algo al menos podemos estar seguros de que puede arreglarlo...- Comentó de manera jocosa Catherine mientras pelaba una pieza de fruta, haciéndola girar entre sus garras. Níniel la fulminó con la mirada, aquel comentario no ayudaba en nada.
-Me refería a que me especializo en aplicar mi magia sobre personas o cosas. En manipular sus energías a diferencia de otros elfos. Lo hago constantemente, por lo que soy la elfa idónea para esto.- Refutó a su hermana, que no obstante tenía algo de razón. Sí, si algo se "rompía" ella podría arreglarlo. Médicamente hablando.
-Y bueno, en principio no necesitamos preparar nada especial. Solo necesitamos una sala en la que Canel pueda estar sentado, comida, agua y tener a mano alguna de las pociones que llevo en la bolsa...Así que podemos empezar cuando queráis. Eso sí, una vez que empecemos nos llevará al menos un par de días. Quizá queráis avisar al resto de gorriones, o resolver algún asunto antes. Además Cath y yo tendremos que quedarnos aquí esos días. Necesitaríamos un lugar donde quedarnos...- Pareció no saber cómo terminar la frase.
-A salvo de las miradas pervertidas de un grupo de chicos demasiado curiosos sobre el género opuesto.- Terminó de decir la pelirroja por ella. -No queremos que se repita lo de aquel refugio en el norte...No sería bueno para vuestra integridad física...- Añadió esbozando una amplia sonrisa a la vez que cortaba un pedazo más de aquella fruta con sus peligrosas garras.
Definitivamente los divinos tenían sentido del humor.
-¿Entiendes?- Preguntó Catherine incrédula y dejándose caer sobre una de las ergonómicas y extrañas sillas de aquella sala. -Pues yo no me entero de nada. Haced lo que tengáis que hacer y...eso. Si necesitás ayuda, Nín, solo dime qué puedo hacer sin tanto rollo de cosas armónicas y volubles...-Sentenció la felina recostándose y comprobando que la silla era más cómoda de lo que aparentaba. La primera buena noticia desde que había entrado allí.
-Aunque sigo sin saber cómo es que pareces estar en contacto con otros como tú y cómo es que sabes tanto al respecto, Canel. Hablas casi como si fuerais un gremio que se dedicase a buscar a otros como vosotros. Es una idea que nunca me había planteado contigo. Siempre pensé que eras..."único", no producto de...una línea de sangre peculiar o de ciertas circunstancias biológicas o mágicas como puedo ser yo.- Tuvo que aceptar la joven, pues siempre había considerado a Canel como un chiquillo extraño y punto. Desde luego nunca como uno de los pocos miembros de una extraña subclase de brujos con dones y tendencias similares y repetidas a lo largo de a saber cuántas generaciones. Aquella conversación estaba demostrando lo poco que realmente sabía del pequeño. Y por la cara de Chimar, él tampoco estaba muy al tanto de aquello.
-Bueno, supongo que no tenemos que hablar de eso ahora...No es que tengamos que actuar a toda prisa porque puedas convertirte en un..."resucitado" en cualquier momento, pero deberíamos empezar a sentar las bases de tu entrenamiento cuanto antes.- Encauzó de nuevo la conversación la sacerdotisa, retomando el motivo de su presencia allí.
-Como ya he dicho, lo que propongo es enseñarte a encauzar un flujo de energía continuado, como yo hago con la energía natural que nos rodea en todo momento. De hecho lo estoy haciendo ahora mismo. La diferencia es que para mi es algo tan orgánico como respirar; en parte porque fui entrenada desde niña como sacerdotisa, y en parte porque nuestros cuerpos son diferentes. Para tí no va a ser tan sencillo.- Instruyó comenzando ya a hablar como lo hicieron con ella sus superioras sacerdotisas en el gran templo de los dragones gemelos de Veyond.
-De hecho es posible que pueda resultar molesto, y hasta doloroso al principio.- Añadió a modo de aviso para que lo tuviera en cuenta y se mentalizara. -Pero no te preocupes. Puede que sea joven, pero aprendí de la mejor. Además soy sanadora, lo cual es ideal ¿no crees?.-
-Sí, si se rompe algo al menos podemos estar seguros de que puede arreglarlo...- Comentó de manera jocosa Catherine mientras pelaba una pieza de fruta, haciéndola girar entre sus garras. Níniel la fulminó con la mirada, aquel comentario no ayudaba en nada.
-Me refería a que me especializo en aplicar mi magia sobre personas o cosas. En manipular sus energías a diferencia de otros elfos. Lo hago constantemente, por lo que soy la elfa idónea para esto.- Refutó a su hermana, que no obstante tenía algo de razón. Sí, si algo se "rompía" ella podría arreglarlo. Médicamente hablando.
-Y bueno, en principio no necesitamos preparar nada especial. Solo necesitamos una sala en la que Canel pueda estar sentado, comida, agua y tener a mano alguna de las pociones que llevo en la bolsa...Así que podemos empezar cuando queráis. Eso sí, una vez que empecemos nos llevará al menos un par de días. Quizá queráis avisar al resto de gorriones, o resolver algún asunto antes. Además Cath y yo tendremos que quedarnos aquí esos días. Necesitaríamos un lugar donde quedarnos...- Pareció no saber cómo terminar la frase.
-A salvo de las miradas pervertidas de un grupo de chicos demasiado curiosos sobre el género opuesto.- Terminó de decir la pelirroja por ella. -No queremos que se repita lo de aquel refugio en el norte...No sería bueno para vuestra integridad física...- Añadió esbozando una amplia sonrisa a la vez que cortaba un pedazo más de aquella fruta con sus peligrosas garras.
Níniel Thenidiel
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Re: Magia es magia [Trabajo]
Canel revela muchas cosas en poco tiempo, su hermano apenas puede mantener la boca cerrada. Resulta irónico que lleve viajando con el chico meses y solo ahora en presencia de terceros es que tenga ganas de abrirse completamente.
En cierto modo Maquiavelo comprende la postura de Catherine, estas cosas le superan como a el mismo. Por otro lado está interesado en el bienestar de su hermanito así que hace esfuerzo para entender las cosas.
No es un gremio... los brujos saben de nosotros y nos instruyen porque nos temen “baja la mirada” podemos causar bastantes problemas incluso cuando no hay muchos de nosotros al mismo tiempo “mira fijamente una luz artificial del recinto” soy el único en el ahora.
Con discreción, el niño genio traga saliva. Que la sociedad bruja le tenga tanto miedo a algo pero aun así no lo destruya de buenas a primeras sin duda suena las alarmas, no son una cultura muy moderada que digamos.
La buena disposición de Niniel hace que el pequeño Canel genere una sonrisa sincera, incluso aunque es algo desconocido para ella está dispuesta a ayudar y con grandes ideas de paso. Es suficiente con decir que el joven inventor también suspira aliviado.
Ocurre cierto momento de tensión cuando la gata suelta su comentario aunque rápidamente el otro elemento femenino arregla todo como puede, por obvias razones Chimar no desea que su buen amigo resulte lastimado.
Creo que en eso puedo ayudar “asiente seguro de sí mismo” Carol, prepara la sala de imágenes y agrega dos invitadas prolongadas al sistema.
Enseguida maestro Chimar.
“Nota las miradas raras de las mujeres por lo que pasa a explicar” es complicado… pero esta de nuestro lado jeje.
Sin vacilar el intelectual inicia un avance tranquilo por las instalaciones, su objetivo es dar un pequeño recorrido por los habitáculos esenciales para facilitar la adaptación del par femenino durante los días que tengan por delante.
Esta es “dice abriendo la puerta de un segundo corredor” la sala común, tenemos un área no habitada con todas las comodidades que pueden usar, está por esa ¡AAAAHHHH!
¿Invitadas?
Ralphy… ¿No deberías estar en el día de campo?
“El pálido niño responde con una mirada irónica que rápidamente es descifrada por su hermano”.
Claro… el sol no te sienta “suspira” bueno, Niniel y su amiga Catherine nos acompañaran un par de días, asegúrate de que los gorriones sean respetuosos con ellas.
Claro, sienta bien tener sangre nueva por aquí… en el buen sentido “se levanta y hace una leve reverencia” bienvenidas señoritas “acto seguido pasa a sentarse otra vez para seguir leyendo su grueso libro”.
No le tengan miedo, es un gran chico y con modales impecables jajaja “mira a varias direcciones en caso de que haya algún otro gorrión rezagado” comemos tres veces al día en el comedor de allá, casi siempre frutas o vegetales.
Segundos después abre otra puerta e insta a los demás para que le sigan, no había tenido que dar un recorrido desde Iliaki así que se siente bastante animado. Sabe bien que es una visita temporal pero nada le gusta más que presumir su base.
Estos son los jardines, cultivan nuestra comida… tendremos que hacer la ruta larga pues el atajo sigue bloqueado.
Aun no se tiene un acceso total en la esfera, muchas secciones siguen selladas. Un 75% del área inferior continúa fuera de los límites pese a los intentos del genio por escudriñar cada habitáculo posible.
Este es el laboratorio “dice luego de cruzar el umbral recién abierto” lo mejor es que ignoren todo lo de aquí... por el bienestar colectivo.
Cruzan dicha sección bastante rápido, la sala de trofeos que anteriormente guardaba las unidades de defensa automatizadas también es recorrida sin muchas paradas. Es el sitio donde Maquiavelo junto con otros gorriones destacables almacenan artículos importantes y tiene bien presente que Catherine posee unos dedos muy largos.
Y aquí está, la sala de imágenes “dice mostrando un habitáculo rodeado de espejos que sorprendentemente reflejan colores en lugar formas, como estar en medio de un cielo estrellado muy vivido” será nuestro sitio seguro “afirma mientras toma asiento en una de las sillas” lo usamos como salón recreativo pero creo que servirá a nuestros propósitos de hoy “se aclara la garganta” ¿Listos para comenzar?
“Canel asiente y pasa a sentarse en forma meditativa”.
En cierto modo Maquiavelo comprende la postura de Catherine, estas cosas le superan como a el mismo. Por otro lado está interesado en el bienestar de su hermanito así que hace esfuerzo para entender las cosas.
No es un gremio... los brujos saben de nosotros y nos instruyen porque nos temen “baja la mirada” podemos causar bastantes problemas incluso cuando no hay muchos de nosotros al mismo tiempo “mira fijamente una luz artificial del recinto” soy el único en el ahora.
Con discreción, el niño genio traga saliva. Que la sociedad bruja le tenga tanto miedo a algo pero aun así no lo destruya de buenas a primeras sin duda suena las alarmas, no son una cultura muy moderada que digamos.
La buena disposición de Niniel hace que el pequeño Canel genere una sonrisa sincera, incluso aunque es algo desconocido para ella está dispuesta a ayudar y con grandes ideas de paso. Es suficiente con decir que el joven inventor también suspira aliviado.
Ocurre cierto momento de tensión cuando la gata suelta su comentario aunque rápidamente el otro elemento femenino arregla todo como puede, por obvias razones Chimar no desea que su buen amigo resulte lastimado.
Creo que en eso puedo ayudar “asiente seguro de sí mismo” Carol, prepara la sala de imágenes y agrega dos invitadas prolongadas al sistema.
Enseguida maestro Chimar.
“Nota las miradas raras de las mujeres por lo que pasa a explicar” es complicado… pero esta de nuestro lado jeje.
Sin vacilar el intelectual inicia un avance tranquilo por las instalaciones, su objetivo es dar un pequeño recorrido por los habitáculos esenciales para facilitar la adaptación del par femenino durante los días que tengan por delante.
Esta es “dice abriendo la puerta de un segundo corredor” la sala común, tenemos un área no habitada con todas las comodidades que pueden usar, está por esa ¡AAAAHHHH!
¿Invitadas?
Ralphy… ¿No deberías estar en el día de campo?
“El pálido niño responde con una mirada irónica que rápidamente es descifrada por su hermano”.
Claro… el sol no te sienta “suspira” bueno, Niniel y su amiga Catherine nos acompañaran un par de días, asegúrate de que los gorriones sean respetuosos con ellas.
Claro, sienta bien tener sangre nueva por aquí… en el buen sentido “se levanta y hace una leve reverencia” bienvenidas señoritas “acto seguido pasa a sentarse otra vez para seguir leyendo su grueso libro”.
No le tengan miedo, es un gran chico y con modales impecables jajaja “mira a varias direcciones en caso de que haya algún otro gorrión rezagado” comemos tres veces al día en el comedor de allá, casi siempre frutas o vegetales.
Segundos después abre otra puerta e insta a los demás para que le sigan, no había tenido que dar un recorrido desde Iliaki así que se siente bastante animado. Sabe bien que es una visita temporal pero nada le gusta más que presumir su base.
Estos son los jardines, cultivan nuestra comida… tendremos que hacer la ruta larga pues el atajo sigue bloqueado.
Aun no se tiene un acceso total en la esfera, muchas secciones siguen selladas. Un 75% del área inferior continúa fuera de los límites pese a los intentos del genio por escudriñar cada habitáculo posible.
Este es el laboratorio “dice luego de cruzar el umbral recién abierto” lo mejor es que ignoren todo lo de aquí... por el bienestar colectivo.
Cruzan dicha sección bastante rápido, la sala de trofeos que anteriormente guardaba las unidades de defensa automatizadas también es recorrida sin muchas paradas. Es el sitio donde Maquiavelo junto con otros gorriones destacables almacenan artículos importantes y tiene bien presente que Catherine posee unos dedos muy largos.
Y aquí está, la sala de imágenes “dice mostrando un habitáculo rodeado de espejos que sorprendentemente reflejan colores en lugar formas, como estar en medio de un cielo estrellado muy vivido” será nuestro sitio seguro “afirma mientras toma asiento en una de las sillas” lo usamos como salón recreativo pero creo que servirá a nuestros propósitos de hoy “se aclara la garganta” ¿Listos para comenzar?
“Canel asiente y pasa a sentarse en forma meditativa”.
Invitado
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Re: Magia es magia [Trabajo]
Si ya a aquellas alturas resultaba muy difícil no comparar aquella esfera con lo que habían visto y vivido tiempo atrás en la "ciudad roja", cuando aquella voz femenina y claramente artificial respondió a la llamada e instrucciones de Chimar pasó a ser totalmente imposible no hacerlo. Incluso su tono y el modo de expresarse parecían muy similares a la de aquella voz que les había acompañado durante buena parte de su aventura norteña, hablando la mayor parte del tiempo en un idioma extraño y advirtiéndoles de una amenaza tras otra como si de un oráculo se tratara.
-No me fastidies...Ya casi había logrado sacarme esa condenada voz metálica de la cabeza... Y hasta le has puesto nombre. ¿Estás totalmente seguro de que no va a empezar a hacer saltar las alarmas porque todo se está yendo a tomar por el culo?- Quiso saber Catherine tras dar un evidente respingo y tensar su cuerpo de manera instintiva a causa de sus experiencias pasadas. Dirigiendo una mirada precavida en dirección a la salida.
-Tranquilízate, Cath. Aunque en la ciudad roja aquella voz pareciera siempre venir acompañada de problemas, parece más bien que son algún tipo de ente que los humanos de la tierra vinculaban a su magia de metal para que actuaran a modo de...sirvientes. Sí, si algo va mal debería avisarnos, pero también parecen servir para otras cosas relacionadas con las funciones del lugar.- Pensó en voz alta la peliblanca para que su hermana se tranquilizara y no se preparara para luchar o correr cada vez que aquella voz se manifestara. Algo que bien podría pasar a menudo si estaba en lo cierto, como era casi seguro que pasaba. Desde luego no podía negarse que, a base de encontronazos con aquella tecnología de otro mundo, Níniel se estaba convirtiendo en toda una experta, muy a su pesar.
-¿Un ente sirviente? ¿Puedo pedirle que me prepare un buen filete poco hecho?- Respondió escéptica la pelirroja mientras miraba al techo y hacia las paredes, esperando la respuesta de aquella voz proveniente de cualquiera de dichos lugares.
-Diría que, como haría un sirviente de carne y hueso, solo responde ante su "señor".- Dio por sentado la elfa ante la falta de respuesta por parte de "Carol".
-Genial...toda la "casa" está viva y obedece a un pervertido...Creo que dormiré con la armadura puesta.- Refunfuñó la felina ya a solas y antes de seguir a los demás a aquel tour guiado por la esfera. Mirando con desconfianza a su alrededor y tratando de averiguar mediante amplias gesticulaciones si la tal Carol podía verla de algún modo o solo escucharles. -Que mal rollo...-
-Compórtate. ¿Qué te digo siempre sobre los modales cuando se es una invitada?- La reprendió Níniel, instándola a dejar de gesticular así. Confiaba en que Chimar no actuaría como Catherine insinuaba, con o sin magia de metal. Incluso aunque estuviera entrando ya en esa complicada fase que los humanos cruzaban en su juventud y que algunos parecían no superar nunca.
-Solo investigab...¡ahhhhh!- Interrumpió su frase uniéndose al grito de Chimar, aún tensa por haber recordado lo mal que lo habían pasado en la ciudad roja y por lo poco que se fiaba de aquella esfera debido a aquello. -Nos atacan esos putos bichos otra vez...- Añadió desplegando sus garras y reaccionando con celeridad, tomando una posición protectora delante de Níniel, que también se había asustado, sobresaltada por el repentino grito del genio inventor.
Aunque al final no había ninguna criatura devoradora tras aquella puerta, solo uno de los pequeños gorriones leyendo tan tranquilamente.
-Me cago en la...¿Por qué gritas enano pervertido? Casi convierto a este niño en una brocheta de carne por tu culpa.- Increpó la gata al inventor guardando las garras y soltando un largo suspiro de alivio, casi tan largo como el de la propia Níniel.
-Un placer, Ralphy.- Respondió al educado saludo del pequeño la joven sacerdotisa una vez que el susto hubo pasado y la situación volvió a la normalidad. Continuando su visita por la esfera y dejando al pequeño leyendo un libro que poco o nada parecía adecuado para un chico de su edad, y de hecho para muy pocos adultos. Tampoco había pasado desapercibido para la joven los dobles sentidos que ambos chicos intercambiaron.
-Miedo...Aquí el único que casi hace que me de un ataque eres tú...Espero que añadas más carne al menú para compensarme...-
Siguieron su camino y sus pasos les llevaron a pasar por salas realmente increíbles. Parecía que aquella esfera contaba literalmente con todo lo que sus habitantes podrían necesitar. Comodidades, agua, sus propios cultivos de vegetales y hortalizas...Por supuesto todo aquello resultaba demasiado frío y artificial para Níniel como para poder considerar vivir allí demasiado tiempo seguido, pero no podía negarse que era toda una mejora para los gorriones. Muchos humanos de la ciudad, obligados a vivir en casuchas y de una manera precaria matarían por un hogar así. Incluso tenía una sala que mediante magia de metal simulaba escenarios a cielo abierto...Aunque solo fuera mediante imágenes falsas que no obstante no eran ilusiones.
-Son como pinturas vivas increíblemente reales...- No pudo evitar comentar la elfa al ver aquel lugar, deslizando sus dedos sobre aquellos paneles y notando el leve calor que desprendían. Calor, pero ni un ápice de la energía que tales escenarios compartirían con ella de encontrarse en ellos. Aún así era un espectáculo hermoso ver todas aquellas estrellas cuya luz incluso titilaba, reflejándose en sus ojos aguamarina. -Me recuerda al cielo de mi hogar...Incluso veo las estrellas que debería seguir para volver allí...Tan real y a la vez tan...falso.-Comentó antes de concentrarse en la tarea que les esperaba. Parecía que echaba de menos Sandorai. Hacía demasiado tiempo que no regresaba a casa.
-Bien. Cuanto antes empecemos, antes acabaremos.- Dijo decidida colocándose tras un meditabundo Canel. -Quiero que te concentres en sentir esa energía que amenaza con saturar cada centímetro de tu cuerpo. No te preocupes, te ayudaré a controlarla.- Pidió la sacerdotisa, sentándose tras el ilusionista y colocando ambas manos sobre su espalda, concentrándose ella también en sentir el éter del joven, su flujo y sus fluctuaciones.
-Así...Está bien, no trates de bloquearla, debes dejarla fluir. Piensa en ella como si del agua de un río se tratara. Sin presas, sin embalses, sin acequias. Solo el agua fluyendo de manera natural.- Aleccionó, notando como el éter se revolvía agitado cuanto más lo acumulaba. -No. No lo contengas, no vas a usarlo, déjalo fluir. Sigue visualizando el agua, deslizándose sin impedimentos. Limpia y cristalina.- La joven comenzó a aplicar sobre el ilusionista su propia magia, ayudando a su cuerpo a relajarse, obligándole a abrir esos obstáculos con los que aún trataba de contener el poder, de crear un embalse en lugar de dejar el agua fluir. Con su magia fue mostrándole el camino y lo que se sentía.
No debía de serle fácil. Era algo nuevo para él. Sin duda no tratar de bloquear aquella energía debía de causarle miedo, y más teniendo en cuenta lo afín a ella que era. Podría sentir que aquella corriente podía tragárselo. Además realizar lo que la elfa le pedía le suponía un esfuerzo, incluso con la ayuda de la joven.
Y aquello no había hecho más que empezar.
-No me fastidies...Ya casi había logrado sacarme esa condenada voz metálica de la cabeza... Y hasta le has puesto nombre. ¿Estás totalmente seguro de que no va a empezar a hacer saltar las alarmas porque todo se está yendo a tomar por el culo?- Quiso saber Catherine tras dar un evidente respingo y tensar su cuerpo de manera instintiva a causa de sus experiencias pasadas. Dirigiendo una mirada precavida en dirección a la salida.
-Tranquilízate, Cath. Aunque en la ciudad roja aquella voz pareciera siempre venir acompañada de problemas, parece más bien que son algún tipo de ente que los humanos de la tierra vinculaban a su magia de metal para que actuaran a modo de...sirvientes. Sí, si algo va mal debería avisarnos, pero también parecen servir para otras cosas relacionadas con las funciones del lugar.- Pensó en voz alta la peliblanca para que su hermana se tranquilizara y no se preparara para luchar o correr cada vez que aquella voz se manifestara. Algo que bien podría pasar a menudo si estaba en lo cierto, como era casi seguro que pasaba. Desde luego no podía negarse que, a base de encontronazos con aquella tecnología de otro mundo, Níniel se estaba convirtiendo en toda una experta, muy a su pesar.
-¿Un ente sirviente? ¿Puedo pedirle que me prepare un buen filete poco hecho?- Respondió escéptica la pelirroja mientras miraba al techo y hacia las paredes, esperando la respuesta de aquella voz proveniente de cualquiera de dichos lugares.
-Diría que, como haría un sirviente de carne y hueso, solo responde ante su "señor".- Dio por sentado la elfa ante la falta de respuesta por parte de "Carol".
-Genial...toda la "casa" está viva y obedece a un pervertido...Creo que dormiré con la armadura puesta.- Refunfuñó la felina ya a solas y antes de seguir a los demás a aquel tour guiado por la esfera. Mirando con desconfianza a su alrededor y tratando de averiguar mediante amplias gesticulaciones si la tal Carol podía verla de algún modo o solo escucharles. -Que mal rollo...-
-Compórtate. ¿Qué te digo siempre sobre los modales cuando se es una invitada?- La reprendió Níniel, instándola a dejar de gesticular así. Confiaba en que Chimar no actuaría como Catherine insinuaba, con o sin magia de metal. Incluso aunque estuviera entrando ya en esa complicada fase que los humanos cruzaban en su juventud y que algunos parecían no superar nunca.
-Solo investigab...¡ahhhhh!- Interrumpió su frase uniéndose al grito de Chimar, aún tensa por haber recordado lo mal que lo habían pasado en la ciudad roja y por lo poco que se fiaba de aquella esfera debido a aquello. -Nos atacan esos putos bichos otra vez...- Añadió desplegando sus garras y reaccionando con celeridad, tomando una posición protectora delante de Níniel, que también se había asustado, sobresaltada por el repentino grito del genio inventor.
Aunque al final no había ninguna criatura devoradora tras aquella puerta, solo uno de los pequeños gorriones leyendo tan tranquilamente.
-Me cago en la...¿Por qué gritas enano pervertido? Casi convierto a este niño en una brocheta de carne por tu culpa.- Increpó la gata al inventor guardando las garras y soltando un largo suspiro de alivio, casi tan largo como el de la propia Níniel.
-Un placer, Ralphy.- Respondió al educado saludo del pequeño la joven sacerdotisa una vez que el susto hubo pasado y la situación volvió a la normalidad. Continuando su visita por la esfera y dejando al pequeño leyendo un libro que poco o nada parecía adecuado para un chico de su edad, y de hecho para muy pocos adultos. Tampoco había pasado desapercibido para la joven los dobles sentidos que ambos chicos intercambiaron.
-Miedo...Aquí el único que casi hace que me de un ataque eres tú...Espero que añadas más carne al menú para compensarme...-
Siguieron su camino y sus pasos les llevaron a pasar por salas realmente increíbles. Parecía que aquella esfera contaba literalmente con todo lo que sus habitantes podrían necesitar. Comodidades, agua, sus propios cultivos de vegetales y hortalizas...Por supuesto todo aquello resultaba demasiado frío y artificial para Níniel como para poder considerar vivir allí demasiado tiempo seguido, pero no podía negarse que era toda una mejora para los gorriones. Muchos humanos de la ciudad, obligados a vivir en casuchas y de una manera precaria matarían por un hogar así. Incluso tenía una sala que mediante magia de metal simulaba escenarios a cielo abierto...Aunque solo fuera mediante imágenes falsas que no obstante no eran ilusiones.
-Son como pinturas vivas increíblemente reales...- No pudo evitar comentar la elfa al ver aquel lugar, deslizando sus dedos sobre aquellos paneles y notando el leve calor que desprendían. Calor, pero ni un ápice de la energía que tales escenarios compartirían con ella de encontrarse en ellos. Aún así era un espectáculo hermoso ver todas aquellas estrellas cuya luz incluso titilaba, reflejándose en sus ojos aguamarina. -Me recuerda al cielo de mi hogar...Incluso veo las estrellas que debería seguir para volver allí...Tan real y a la vez tan...falso.-Comentó antes de concentrarse en la tarea que les esperaba. Parecía que echaba de menos Sandorai. Hacía demasiado tiempo que no regresaba a casa.
-Bien. Cuanto antes empecemos, antes acabaremos.- Dijo decidida colocándose tras un meditabundo Canel. -Quiero que te concentres en sentir esa energía que amenaza con saturar cada centímetro de tu cuerpo. No te preocupes, te ayudaré a controlarla.- Pidió la sacerdotisa, sentándose tras el ilusionista y colocando ambas manos sobre su espalda, concentrándose ella también en sentir el éter del joven, su flujo y sus fluctuaciones.
-Así...Está bien, no trates de bloquearla, debes dejarla fluir. Piensa en ella como si del agua de un río se tratara. Sin presas, sin embalses, sin acequias. Solo el agua fluyendo de manera natural.- Aleccionó, notando como el éter se revolvía agitado cuanto más lo acumulaba. -No. No lo contengas, no vas a usarlo, déjalo fluir. Sigue visualizando el agua, deslizándose sin impedimentos. Limpia y cristalina.- La joven comenzó a aplicar sobre el ilusionista su propia magia, ayudando a su cuerpo a relajarse, obligándole a abrir esos obstáculos con los que aún trataba de contener el poder, de crear un embalse en lugar de dejar el agua fluir. Con su magia fue mostrándole el camino y lo que se sentía.
No debía de serle fácil. Era algo nuevo para él. Sin duda no tratar de bloquear aquella energía debía de causarle miedo, y más teniendo en cuenta lo afín a ella que era. Podría sentir que aquella corriente podía tragárselo. Además realizar lo que la elfa le pedía le suponía un esfuerzo, incluso con la ayuda de la joven.
Y aquello no había hecho más que empezar.
Níniel Thenidiel
Aerandiano de honor
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Re: Magia es magia [Trabajo]
Niniel se muestra nostálgica algunos instantes, las imágenes del recinto le hacen rememorar su hogar. Chimar no recuerda haberla visto asi nunca… al final las memorias del pasado suelen alcanzar incluso a los más aventureros.
Por suerte no hacen falta palabras de ánimo y es que el joven inventor es terrible para eso, la propia mujer supera su estado para luego entrar en materia. La instrucción del pequeño ilusionista puede comenzar finalmente.
La instructora designada comienza a dar concejos pertinentes a un meditativo Canel, este último se mantiene con los ojos cerrados pero completamente atento a las palabras que expresa la mujer elfa.
En un particular momento las luces del recinto comienzan a cambiar, eso casi siempre suele indicar manipulación mágica... digamos que no es la primera vez que el chiquillo hechicero juega en la sala de imágenes.
Por varios instantes el chico arcano muestra incomodidad, aquello pasa a disiparse un poco cuando Niniel aplica su propia magia en él. Sin duda es como aprender a usar todos sus dotes otra vez.
Los magos no suelen ser conductos constantes de energía, solo se encienden y consumen como un petardo de darse la necesidad. Incluso Canel con su particular enlace al mundo energético se encuentra dando pasos nuevos ahora mismo, las señales que le llegan son más susurros espontáneos que otra cosa.
Una cosa esta clara, es un aprendiz bastante dedicado. Sigue las instrucciones al pie de la letra y aunque al principio le cuesta mucho termina por entender las referencias con el pasar de los minutos.
Dejar fluir la energía en lugar de acumularla para su uso inmediato es algo que va contra cualquier enseñanza de las islas… pero estas no son las islas ni Canel es un mago normal, situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas.
Eventualmente surge una situación peligrosa para los presentes, el chico en instrucción comienza a separarse de la realidad. Deja de responder a los estímulos externos y se sumerge profundamente en su mente.
Las imágenes luminosas fluctúan frenéticamente alertando a los elementos no mágicos de que algo va mal, Niniel por su parte debería ser capaz de sentir que el pequeño niño comienza a emanar energía de una forma masiva… como un cristal arcano muy poderoso.
No soy experto pero… esto no se ve bien.
Las sillas comienzan a levitar, segundos después el propio Chimar se encuentra flotando con una expresión que merece la pena ser retratada. No tarda mucho en aparecer Carol hablando de manera cerrada para la sala de imágenes.
Elemento energético arcano desconocido detectado en su posición, riesgo de singularidad mágica.
¡En español Carol!
Va a explotar con mucha fuerza, integridad de la esfera y áreas circundantes comprometida.
¡¡Alguien apague a Canel!!
Por suerte no hacen falta palabras de ánimo y es que el joven inventor es terrible para eso, la propia mujer supera su estado para luego entrar en materia. La instrucción del pequeño ilusionista puede comenzar finalmente.
La instructora designada comienza a dar concejos pertinentes a un meditativo Canel, este último se mantiene con los ojos cerrados pero completamente atento a las palabras que expresa la mujer elfa.
En un particular momento las luces del recinto comienzan a cambiar, eso casi siempre suele indicar manipulación mágica... digamos que no es la primera vez que el chiquillo hechicero juega en la sala de imágenes.
Por varios instantes el chico arcano muestra incomodidad, aquello pasa a disiparse un poco cuando Niniel aplica su propia magia en él. Sin duda es como aprender a usar todos sus dotes otra vez.
Los magos no suelen ser conductos constantes de energía, solo se encienden y consumen como un petardo de darse la necesidad. Incluso Canel con su particular enlace al mundo energético se encuentra dando pasos nuevos ahora mismo, las señales que le llegan son más susurros espontáneos que otra cosa.
Una cosa esta clara, es un aprendiz bastante dedicado. Sigue las instrucciones al pie de la letra y aunque al principio le cuesta mucho termina por entender las referencias con el pasar de los minutos.
Dejar fluir la energía en lugar de acumularla para su uso inmediato es algo que va contra cualquier enseñanza de las islas… pero estas no son las islas ni Canel es un mago normal, situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas.
Eventualmente surge una situación peligrosa para los presentes, el chico en instrucción comienza a separarse de la realidad. Deja de responder a los estímulos externos y se sumerge profundamente en su mente.
Las imágenes luminosas fluctúan frenéticamente alertando a los elementos no mágicos de que algo va mal, Niniel por su parte debería ser capaz de sentir que el pequeño niño comienza a emanar energía de una forma masiva… como un cristal arcano muy poderoso.
No soy experto pero… esto no se ve bien.
Las sillas comienzan a levitar, segundos después el propio Chimar se encuentra flotando con una expresión que merece la pena ser retratada. No tarda mucho en aparecer Carol hablando de manera cerrada para la sala de imágenes.
Elemento energético arcano desconocido detectado en su posición, riesgo de singularidad mágica.
¡En español Carol!
Va a explotar con mucha fuerza, integridad de la esfera y áreas circundantes comprometida.
¡¡Alguien apague a Canel!!
- Off:
- Subrayado el inicio de la complicación (El alumno tiene muchos problemas de control, riesgo mortal para todos)
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Re: Magia es magia [Trabajo]
En un primer momento todo pareció ir de maravilla. Mucho mejor de lo esperado incluso, teniendo en cuenta que aquella debía de ser la primera vez que el ilusionista intentaba algo así. Níniel había esperado que el chico no comprendiera sus palabras, que no fuera capaz de imaginar fácilmente el flujo de éter como si de agua se tratara, tal y como le pedía insistentemente, que no pudiera mantener tanto tiempo la canalización y que sus instintos y enseñanzas fueran una barrera mucho más complicada de derribar, pero había sucedido todo lo contrario.
De haber seguido así, aquellas lecciones, que bién podrían requerir días solo para obtener una base con la que trabajar, podrían haberse completado en solo unas horas...Pero a pesar del esperanzador comienzo, y del innegable talento de Canel, no tardarían en aparecer complicaciones que darían al traste con tan optimistas previsiones. Enseñarle aquella técnica desarrollada por los hijos del bosque a un brujo no iba a ser tan sencillo.
-Tranquilízate, estás acumulando demasiado de ese éter alterado.- Advirtió la joven al alumno sin notar reacción alguna por su parte, como había hecho o intentado el chico cada vez que la peliblanca se lo había indicado. -Tienes que dejarlo salir, dejar que fluya a través de tí, si se desborda no podrás controlar sus efectos.- Volvió a advertirle al ver como el exceso de éter comenzaba a afectar a su entorno. Ella no corría peligro, al menos de momento, pero la magia del pequeño estaba causando que las imágenes de aquella sala comenzasen a fallar, y pronto que los objetos y hasta las personas comenzaran a flotar. La telequinesis del brujo era muy poderosa, y estafa fuera de control.
-Gracias por el aviso, capitán obvio. ¿En qué lo has notado?- Espetó Catherine ante el comentario de advertencia de Chimar. Apartando una de las sillas flotantes de delante de su cara y tratando de devolver al inventor al suelo, aprovechando que al menos de momento ella mantenía los piés en la tierra. No obstante pronto sería consciente de que no era inmune al poder desatado del ilusionista, terminando con todo su pelo erizado y al final flotando también cabeza abajo, sujetada a uno de los fluctuantes paneles.
-Lo sabía...Si es que lo sabía...Sabía que todo iba a irse a tomar por culo. Nunca saldrá nada bueno de esos entes sirvientes con voz de cabezacubo...-Se lamentó la pelirroja tras escuchar el aviso de Carol. -Nín, tenemos que salir de aquí...- Instó a su hermana, que junto a Canel era la única que no se hallaba flotando, sino que se mantenía sentada tras el niño, con aspecto concentrado. No obstante Chimar parecía creer que había otra solución.
-¿Quiéres que lo "apague"? - La felina miró a Canel y pensó en si podría impulsarse lo suficientemente fuerte con sus piernas sobre la pared como para llegar hasta él a pesar de la magia que afectaba todo el lugar. Resultaba difícil poder decir que no acabaría pegada al techo en cuanto se soltase. -Espero que esto funcione.- Añadió poco convencida, doblando sus piernas sobre el metal y cerrando fuertemente su mano libre en un puño con el que golpear al ilusionista. Por suerte para él no llevaba sus guanteletes de metal. -Una...Dos...Y...-
-¡NO! Quieta Cath, puedo ocuparme yo. Tranquilos, solo aguantad un poco más.- Interrumpió su conteo y su acción la sacerdotisa abriendo por fin los ojos. Estos fulguraban intensamente con el mismo color de sus iris, denotando que en aquellos momentos las energías que canalizaba eran muy superiores a las que manejaba de manera normal. Despacio llevó sus manos de la espalda de Canel a sus hombros, y de sus hombros a ambos lados de su cabeza, comenzando a absorber su poder mágico.
A los pocos segundos la magia descontrolada del Ilusionista comenzó a disiparse, devolviendo lentamente todo a la normalidad y haciendo que todos los objetos, así como Chimar y Catherine volvieran al suelo poco a poco. Y tras unos instantes más, en los que Níniel no cesó en su empeño, Canel cayó inconsciente hacia atrás, a sus brazos.
-Ya está. No te asustes Chimar... Canel está bien.- Tranquilizó la joven al genio inventor antes de volver a cerrar los ojos y concentrarse de nuevo. En aquellos momentos no solo controlaba su propia magia aumentada, sino la de Canel y la que este había canalizado de la esfera. Era una cantidad realmente enorme de poder, incluso para ella.
-¿Estás bien, Nín?- Se interesó Catherine al verla tan tensa a pesar de que se suponía que todo había pasado. Debido a una maldición ella misma había podido sentir lo abrumador que podía llegar a ser el éter al convertirse momentáneamente en elfa.
-Sí. Estoy bien. De hecho ahora mismo siento que podría aplastar una montaña con mis propias manos...No me sentía así desde que tuve que absorber el poder mágico de Belladona Boisson. O desde el ritual de renovación...- Respondió la peliblanca antes de reabrir los ojos y soltar un largo suspiro. Entonces volvió a colocar una de sus manos sobre la frente de canel y, aplicando sus habilidades sanadoras, logró que recuperara la consciencia sin apenas esfuerzo.
-Tenemos que trabajar más ese flujo de éter, sigues acumulando demasiado.- Le riñó aunque de manera amable la joven. Al fin y al cabo había estado preparada para que algo así sucediera. No sin razón había afirmado ser la elfa adecuada para el trabajo.
De haber seguido así, aquellas lecciones, que bién podrían requerir días solo para obtener una base con la que trabajar, podrían haberse completado en solo unas horas...Pero a pesar del esperanzador comienzo, y del innegable talento de Canel, no tardarían en aparecer complicaciones que darían al traste con tan optimistas previsiones. Enseñarle aquella técnica desarrollada por los hijos del bosque a un brujo no iba a ser tan sencillo.
-Tranquilízate, estás acumulando demasiado de ese éter alterado.- Advirtió la joven al alumno sin notar reacción alguna por su parte, como había hecho o intentado el chico cada vez que la peliblanca se lo había indicado. -Tienes que dejarlo salir, dejar que fluya a través de tí, si se desborda no podrás controlar sus efectos.- Volvió a advertirle al ver como el exceso de éter comenzaba a afectar a su entorno. Ella no corría peligro, al menos de momento, pero la magia del pequeño estaba causando que las imágenes de aquella sala comenzasen a fallar, y pronto que los objetos y hasta las personas comenzaran a flotar. La telequinesis del brujo era muy poderosa, y estafa fuera de control.
-Gracias por el aviso, capitán obvio. ¿En qué lo has notado?- Espetó Catherine ante el comentario de advertencia de Chimar. Apartando una de las sillas flotantes de delante de su cara y tratando de devolver al inventor al suelo, aprovechando que al menos de momento ella mantenía los piés en la tierra. No obstante pronto sería consciente de que no era inmune al poder desatado del ilusionista, terminando con todo su pelo erizado y al final flotando también cabeza abajo, sujetada a uno de los fluctuantes paneles.
-Lo sabía...Si es que lo sabía...Sabía que todo iba a irse a tomar por culo. Nunca saldrá nada bueno de esos entes sirvientes con voz de cabezacubo...-Se lamentó la pelirroja tras escuchar el aviso de Carol. -Nín, tenemos que salir de aquí...- Instó a su hermana, que junto a Canel era la única que no se hallaba flotando, sino que se mantenía sentada tras el niño, con aspecto concentrado. No obstante Chimar parecía creer que había otra solución.
-¿Quiéres que lo "apague"? - La felina miró a Canel y pensó en si podría impulsarse lo suficientemente fuerte con sus piernas sobre la pared como para llegar hasta él a pesar de la magia que afectaba todo el lugar. Resultaba difícil poder decir que no acabaría pegada al techo en cuanto se soltase. -Espero que esto funcione.- Añadió poco convencida, doblando sus piernas sobre el metal y cerrando fuertemente su mano libre en un puño con el que golpear al ilusionista. Por suerte para él no llevaba sus guanteletes de metal. -Una...Dos...Y...-
-¡NO! Quieta Cath, puedo ocuparme yo. Tranquilos, solo aguantad un poco más.- Interrumpió su conteo y su acción la sacerdotisa abriendo por fin los ojos. Estos fulguraban intensamente con el mismo color de sus iris, denotando que en aquellos momentos las energías que canalizaba eran muy superiores a las que manejaba de manera normal. Despacio llevó sus manos de la espalda de Canel a sus hombros, y de sus hombros a ambos lados de su cabeza, comenzando a absorber su poder mágico.
A los pocos segundos la magia descontrolada del Ilusionista comenzó a disiparse, devolviendo lentamente todo a la normalidad y haciendo que todos los objetos, así como Chimar y Catherine volvieran al suelo poco a poco. Y tras unos instantes más, en los que Níniel no cesó en su empeño, Canel cayó inconsciente hacia atrás, a sus brazos.
-Ya está. No te asustes Chimar... Canel está bien.- Tranquilizó la joven al genio inventor antes de volver a cerrar los ojos y concentrarse de nuevo. En aquellos momentos no solo controlaba su propia magia aumentada, sino la de Canel y la que este había canalizado de la esfera. Era una cantidad realmente enorme de poder, incluso para ella.
-¿Estás bien, Nín?- Se interesó Catherine al verla tan tensa a pesar de que se suponía que todo había pasado. Debido a una maldición ella misma había podido sentir lo abrumador que podía llegar a ser el éter al convertirse momentáneamente en elfa.
-Sí. Estoy bien. De hecho ahora mismo siento que podría aplastar una montaña con mis propias manos...No me sentía así desde que tuve que absorber el poder mágico de Belladona Boisson. O desde el ritual de renovación...- Respondió la peliblanca antes de reabrir los ojos y soltar un largo suspiro. Entonces volvió a colocar una de sus manos sobre la frente de canel y, aplicando sus habilidades sanadoras, logró que recuperara la consciencia sin apenas esfuerzo.
-Tenemos que trabajar más ese flujo de éter, sigues acumulando demasiado.- Le riñó aunque de manera amable la joven. Al fin y al cabo había estado preparada para que algo así sucediera. No sin razón había afirmado ser la elfa adecuada para el trabajo.
Níniel usa este turno uno de los poderes de su bastón para aumentar sus atributos. Así como su habilidad Aspir sobre Canel.
Níniel Thenidiel
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Re: Magia es magia [Trabajo]
Catherine reacciona a las palabras de Chimar, aunque lo que tiene planeado no es nada bueno. Afortunadamente antes de que el inventor tenga que protestar la misma Niniel pone control en su amiga.
Dicha elfa entonces enfoca sus habilidades en Canel, es claro que es un enorme choque de fuerzas. Aunque Maquiavelo no tiene la capacidad de percibir directamente la magia, puede llegar a esa conclusión al ver los paneles luminosos.
Poco a poco el pequeño ilusionista es contenido, impresionante muestra de habilidad por parte de la sanadora. A pesar de su tamaño, el mocoso hechicero guarda dentro de sí un enorme e incomprendido poder.
Las cosas comienzan a retornar a su sitio, Chim y la gata son los últimos elementos en regresar al suelo. Es claro que las cosas vuelven a estar en control… o lo más cercano que se puede esperar teniendo en cuenta los involucrados.
El rostro que Maquiavelo pone al ver a su amiguito desmayarse es tan dramático que despierta una respuesta rápida en la elfa, Canel está bien y por lo que se puede observar en las paredes del recinto ya no hay riesgo de singularidad magia… sea lo que sea.
Niveles retornando a normales, alerta cancelada.
Sin vacilar el joven genio se acerca al dúo arcano, las palabras de Niniel sin duda le hacen ser consciente de lo cerca que estuvieron de terminar en desastre. Si ella dice que el poder mágico era destacable se le debe hacer caso.
Ver al enanito recuperar la conciencia hace que su hermano mayor sonría, este debe ser el personaje que más sustos le ha hecho pasar a Chimar. Después de todo los demás gorriones suelen tener problemas medio normales… Dem es la excepción pero al menos pone de su parte en las soluciones pertinentes.
Por su parte el más joven de los presentes queda con cierto rostro neutro, acto seguido tienen lugar algunas manifestaciones extrañas alrededor. Justo al frente de todos aparecen ilusiones inofensivas pero vistosas.
La primera muestra a una pareja medianamente joven discutiendo y aunque al principio no se escucha nada las voces comienzan a manifestarse con el pasar de los segundos, se puede decir que todos son transportados a la escena.
¡¡Es tu hijo mujer!! , ¿¡Cómo puedes tenerle miedo!?
¡¡No has pasado tiempo con él, apenas vienes a casa, parece que vives en el magisterio!!
¿¿¡¡Y se puede saber qué cosas aterradoras puede hacer un niño de seis años!!??
Sabe cosas que no debería saber, habla solo, desaparece y aparece como un fantasma “entra en llanto” ¡¡No es normal!!
Es un niño, todos son asi… no le des más vueltas Jena.
Hable con el conclave hace dos días… dicen que hay posibilidades de que pueda ser un hechicero nato, enviaran maestros de Hekshold para evaluarlo.
¿Canel un vidente? , no puede ser… ¿Verdad?
La imagen se disipa y pasa entonces a varios elementos ataviados en túnicas, se puede ver incluso a través del falso reflejo que un aire de solemnidad les envuelve. Son brujos especialistas con años de experiencia.
Pasemos a otro punto importante, la situación que tenemos con el hechicero nato, maestro McNamara si es tan amable.
Nunca había tenido un estudiante asi en mis ochenta años de enseñanza, supera niveles anuales en semanas, es como si ya supiera todo esto.
Albert.
Manipula la energía de manera más intuitiva que practica, una vez entiende los hechizos pasa a transformarlos en algo que se adapte a sus gustos.
Erie.
Los registros históricos concuerdan, es un vidente poderoso… entre otras cosas.
Tengo entendido que ocurrió un incidente hace varios días, ¿Alguien puede darme los detalles?
Si “se aclara la garganta nerviosamente” en una práctica de incapacitación utilizo una habilidad mental muy poderosa sobre su contrincante, es suficiente con decir que la recuperación del contrario ha sido difícil…
¿¡Difícil!?, el chico lleva tres días catatónico, ¡Es un jodido vegetal!, el rumor se regó por la población estudiantil y ahora todos le tienen miedo a Canel.
Maestros por favor “dice para tranquilizar los ánimos caldeados” saben tan bien como yo que estas cosas suelen pasar con los hechiceros natos, no controlan bien su poder y son muy volubles “suspira” nuestra labor es simplemente educarlos para que estén listos para el mundo, nada más y nada menos… nos guste o no “complementa con varios golpecitos a un escritorio de madera” envíen una petición a nuestro agregado elfo para que vea al chico en la enfermería y que de ahora en adelante Canel solo practique con maestros “se frota los ojos con cansancio” se graduara pronto por lo que podremos olvidar este capítulo al menos cien años más.
Tal escena se disuelve y pasa entonces a un panorama conocido por Chimar, nada más y nada menos que su viejo hogar. Pronto los recuerdos propios del genio concuerdan con lo que está viendo.
Demian no confía en mí… ¿Verdad?
Relájate, ese es su estado natural jeje, no importa pues ahora eres un gorrión y por ende mi hermano… no quiero perderte de vista hasta entenderte bien, eres un chico especial.
“Canel se detiene y mira a Maquiavelo de una forma imprecisa”.
¿Pasa algo?
Nada “lo observa fijamente” todo está bien por primera vez “sonríe con sinceridad”.
Ante el rostro sorprendido de Chimar la escena da paso a un enorme ojo rojo brillante que observa todo desde un cielo incendiado, parece tener la vista perdida hasta que todos los presentes sienten un cruce miradas al mismo tiempo. Acto seguido las ilusiones cesan.
Estoy cansado señorita Niniel, ¿Puede llevarme a mi cama?
Duerme en la habitación del director al igual que yo, está por aquella puerta cruzando mi taller personal.
Dicha elfa entonces enfoca sus habilidades en Canel, es claro que es un enorme choque de fuerzas. Aunque Maquiavelo no tiene la capacidad de percibir directamente la magia, puede llegar a esa conclusión al ver los paneles luminosos.
Poco a poco el pequeño ilusionista es contenido, impresionante muestra de habilidad por parte de la sanadora. A pesar de su tamaño, el mocoso hechicero guarda dentro de sí un enorme e incomprendido poder.
Las cosas comienzan a retornar a su sitio, Chim y la gata son los últimos elementos en regresar al suelo. Es claro que las cosas vuelven a estar en control… o lo más cercano que se puede esperar teniendo en cuenta los involucrados.
El rostro que Maquiavelo pone al ver a su amiguito desmayarse es tan dramático que despierta una respuesta rápida en la elfa, Canel está bien y por lo que se puede observar en las paredes del recinto ya no hay riesgo de singularidad magia… sea lo que sea.
Niveles retornando a normales, alerta cancelada.
Sin vacilar el joven genio se acerca al dúo arcano, las palabras de Niniel sin duda le hacen ser consciente de lo cerca que estuvieron de terminar en desastre. Si ella dice que el poder mágico era destacable se le debe hacer caso.
Ver al enanito recuperar la conciencia hace que su hermano mayor sonría, este debe ser el personaje que más sustos le ha hecho pasar a Chimar. Después de todo los demás gorriones suelen tener problemas medio normales… Dem es la excepción pero al menos pone de su parte en las soluciones pertinentes.
Por su parte el más joven de los presentes queda con cierto rostro neutro, acto seguido tienen lugar algunas manifestaciones extrañas alrededor. Justo al frente de todos aparecen ilusiones inofensivas pero vistosas.
La primera muestra a una pareja medianamente joven discutiendo y aunque al principio no se escucha nada las voces comienzan a manifestarse con el pasar de los segundos, se puede decir que todos son transportados a la escena.
¡¡Es tu hijo mujer!! , ¿¡Cómo puedes tenerle miedo!?
¡¡No has pasado tiempo con él, apenas vienes a casa, parece que vives en el magisterio!!
¿¿¡¡Y se puede saber qué cosas aterradoras puede hacer un niño de seis años!!??
Sabe cosas que no debería saber, habla solo, desaparece y aparece como un fantasma “entra en llanto” ¡¡No es normal!!
Es un niño, todos son asi… no le des más vueltas Jena.
Hable con el conclave hace dos días… dicen que hay posibilidades de que pueda ser un hechicero nato, enviaran maestros de Hekshold para evaluarlo.
¿Canel un vidente? , no puede ser… ¿Verdad?
La imagen se disipa y pasa entonces a varios elementos ataviados en túnicas, se puede ver incluso a través del falso reflejo que un aire de solemnidad les envuelve. Son brujos especialistas con años de experiencia.
Pasemos a otro punto importante, la situación que tenemos con el hechicero nato, maestro McNamara si es tan amable.
Nunca había tenido un estudiante asi en mis ochenta años de enseñanza, supera niveles anuales en semanas, es como si ya supiera todo esto.
Albert.
Manipula la energía de manera más intuitiva que practica, una vez entiende los hechizos pasa a transformarlos en algo que se adapte a sus gustos.
Erie.
Los registros históricos concuerdan, es un vidente poderoso… entre otras cosas.
Tengo entendido que ocurrió un incidente hace varios días, ¿Alguien puede darme los detalles?
Si “se aclara la garganta nerviosamente” en una práctica de incapacitación utilizo una habilidad mental muy poderosa sobre su contrincante, es suficiente con decir que la recuperación del contrario ha sido difícil…
¿¡Difícil!?, el chico lleva tres días catatónico, ¡Es un jodido vegetal!, el rumor se regó por la población estudiantil y ahora todos le tienen miedo a Canel.
Maestros por favor “dice para tranquilizar los ánimos caldeados” saben tan bien como yo que estas cosas suelen pasar con los hechiceros natos, no controlan bien su poder y son muy volubles “suspira” nuestra labor es simplemente educarlos para que estén listos para el mundo, nada más y nada menos… nos guste o no “complementa con varios golpecitos a un escritorio de madera” envíen una petición a nuestro agregado elfo para que vea al chico en la enfermería y que de ahora en adelante Canel solo practique con maestros “se frota los ojos con cansancio” se graduara pronto por lo que podremos olvidar este capítulo al menos cien años más.
Tal escena se disuelve y pasa entonces a un panorama conocido por Chimar, nada más y nada menos que su viejo hogar. Pronto los recuerdos propios del genio concuerdan con lo que está viendo.
Demian no confía en mí… ¿Verdad?
Relájate, ese es su estado natural jeje, no importa pues ahora eres un gorrión y por ende mi hermano… no quiero perderte de vista hasta entenderte bien, eres un chico especial.
“Canel se detiene y mira a Maquiavelo de una forma imprecisa”.
¿Pasa algo?
Nada “lo observa fijamente” todo está bien por primera vez “sonríe con sinceridad”.
Ante el rostro sorprendido de Chimar la escena da paso a un enorme ojo rojo brillante que observa todo desde un cielo incendiado, parece tener la vista perdida hasta que todos los presentes sienten un cruce miradas al mismo tiempo. Acto seguido las ilusiones cesan.
Estoy cansado señorita Niniel, ¿Puede llevarme a mi cama?
Duerme en la habitación del director al igual que yo, está por aquella puerta cruzando mi taller personal.
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Re: Magia es magia [Trabajo]
A pesar de que la crisis parecía ya superada y que los poderes de Canel habían vuelto a la normalidad, una última fluctuación algo inestable de éter causó que el joven, de manera evidentemente involuntaria, proyectara una vívida ilusión hacia todos los presentes y sobre aquella sala. No se trataba no obstante de un intento de engaño o manipulación, como solía ser habitual por parte de los practicantes de la magia de ilusión, motivo por el que podían ser peor vistos que los usuarios de otras escuelas de magia, sino más bien una especie de externalización irrefrenable de los recuerdos del chico. Como si fuera su particular modo de hablar y agitarse en sueños.
Un modo que no gustó nada a Catherine, que rápidamente se puso tensa y buscó la protección mágica de su hermana, aunque no la necesitaban.
Dicha inocua visión se mostró fragmentada en varias escenas cláramente diferenciadas y aparentemente separadas en el tiempo, pero mostradas en rápida sucesión, cortas pero intensas y con un mismo sentimiento de fondo conectándolas todas; la tristeza y la soledad. Tal vez mostraran algo que Canel no quería que otros supieran, lo solo que aquel don le había hecho sentir...Aunque sin duda ayudarían a los allí presentes a entenderle mejor, respondiendo muchas de las preguntas que se hacían, algo que difícilmente podrían lograr a través de sus a menudo crípticas palabras.
Además, ¿representaba aquel ojo el miedo a su poder, a convertirse en uno de esos "resucitados? Desde luego que había sido una imagen sobrecogedora, casi como si aquel ojo realmente les hubiese visto, una sensación realmente diferente a la que la joven había sentido durante el resto de las escenas. Como si a diferencia de con el resto en aquel momento hubiese dejado de ser una mera espectadora. Había logrado que se le pusiera la piel de gallina. Con razón para Canel todo aquel asunto era tan urgente.
-¿Ummm? Sí, sí. Lo mejor será que sigamos cuando hayas descansado. Lo has hecho muy bien, Canel. No te preocupes, muy pronto podrás pasearte por aquí tan tranquilamente como los demás.- Asintió la peliblanca a las palabras del brujo, felicitándole además por sus progresos y volviendo a denotar que los problemas de descontrol que había sufrido entraban dentro de lo normal. Que no tenía que darle vueltas a aquello o martirizarse. Hacerlo sería contraproducente.
Despacio se levantó y, con Catherine por delante para abrir cualquier puerta y despejar cualquier obstáculo con el que no pudiera lidiar al cargar en brazos con el chico, se dirigieron al lugar indicado por Chimar, acostando al pequeño en su cama y dejándole descansar. No sin antes volver a animarle al decirle lo mucho que sin duda lograrían durante su siguiente práctica.
-¿Estás cansada Nín? si quieres puedes descansar mientras yo saqueo la despensa de los gorriones...Flotar me ha dado mucha hambre. Y por los dioses que me lo he ganado.- Se preocupó la pelirroja ya fuera del despacho del director, y asegurándose de que Chimar la oyera.
-No. De hecho todo lo contrario. Ahora mismo podría liberar Lunargenta yo sola...-Dijo claramente eufórica por sus aumentados niveles de poder. -Si necesitara ser liberada otra vez claro...Algo que espero que no vuelva a ser necesario.- Puntualizó al darse cuenta de cómo podían haber sonado sus palabras.
-Entonces a saquear la despensa juntas...A ver si se me pasa el susto.- Convino la felina mirando inquisitivamente al genio inventor.
Níniel no pudo negar que algo de hambre sí que sentía. Además seguramente mientras dejaban que la gata saciara su apetito, los "mayores" podrían hablar. Sin duda que Chimar agradecería poder hacerlo tras todo lo que acababa de suceder, y ella también. Ambos habían sido bombardeados sin piedad con una gran cantidad de información sobre su amigo en común que digerir.
Un modo que no gustó nada a Catherine, que rápidamente se puso tensa y buscó la protección mágica de su hermana, aunque no la necesitaban.
Dicha inocua visión se mostró fragmentada en varias escenas cláramente diferenciadas y aparentemente separadas en el tiempo, pero mostradas en rápida sucesión, cortas pero intensas y con un mismo sentimiento de fondo conectándolas todas; la tristeza y la soledad. Tal vez mostraran algo que Canel no quería que otros supieran, lo solo que aquel don le había hecho sentir...Aunque sin duda ayudarían a los allí presentes a entenderle mejor, respondiendo muchas de las preguntas que se hacían, algo que difícilmente podrían lograr a través de sus a menudo crípticas palabras.
Además, ¿representaba aquel ojo el miedo a su poder, a convertirse en uno de esos "resucitados? Desde luego que había sido una imagen sobrecogedora, casi como si aquel ojo realmente les hubiese visto, una sensación realmente diferente a la que la joven había sentido durante el resto de las escenas. Como si a diferencia de con el resto en aquel momento hubiese dejado de ser una mera espectadora. Había logrado que se le pusiera la piel de gallina. Con razón para Canel todo aquel asunto era tan urgente.
-¿Ummm? Sí, sí. Lo mejor será que sigamos cuando hayas descansado. Lo has hecho muy bien, Canel. No te preocupes, muy pronto podrás pasearte por aquí tan tranquilamente como los demás.- Asintió la peliblanca a las palabras del brujo, felicitándole además por sus progresos y volviendo a denotar que los problemas de descontrol que había sufrido entraban dentro de lo normal. Que no tenía que darle vueltas a aquello o martirizarse. Hacerlo sería contraproducente.
Despacio se levantó y, con Catherine por delante para abrir cualquier puerta y despejar cualquier obstáculo con el que no pudiera lidiar al cargar en brazos con el chico, se dirigieron al lugar indicado por Chimar, acostando al pequeño en su cama y dejándole descansar. No sin antes volver a animarle al decirle lo mucho que sin duda lograrían durante su siguiente práctica.
-¿Estás cansada Nín? si quieres puedes descansar mientras yo saqueo la despensa de los gorriones...Flotar me ha dado mucha hambre. Y por los dioses que me lo he ganado.- Se preocupó la pelirroja ya fuera del despacho del director, y asegurándose de que Chimar la oyera.
-No. De hecho todo lo contrario. Ahora mismo podría liberar Lunargenta yo sola...-Dijo claramente eufórica por sus aumentados niveles de poder. -Si necesitara ser liberada otra vez claro...Algo que espero que no vuelva a ser necesario.- Puntualizó al darse cuenta de cómo podían haber sonado sus palabras.
-Entonces a saquear la despensa juntas...A ver si se me pasa el susto.- Convino la felina mirando inquisitivamente al genio inventor.
Níniel no pudo negar que algo de hambre sí que sentía. Además seguramente mientras dejaban que la gata saciara su apetito, los "mayores" podrían hablar. Sin duda que Chimar agradecería poder hacerlo tras todo lo que acababa de suceder, y ella también. Ambos habían sido bombardeados sin piedad con una gran cantidad de información sobre su amigo en común que digerir.
Níniel Thenidiel
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Re: Magia es magia [Trabajo]
Las ilusiones de Canel dejan en silencio a su hermano mayor, en el breve periodo de tiempo que tienen lugar este último entiende más de su amiguito que durante todos los meses compartidos hasta ahora.
Canel…
Por desgracia el pequeño brujito no se muestra dispuesto a hablar y es que apenas puede mantener los ojos abiertos, toda la experiencia le pasa factura. Suele tener una energía ilimitada pero no se encuentra en una situación normal.
Niniel trata de animar al más pequeño pero este último esta tan agotado que solo logra asentir, al final dicha elfa termina por llevarle hasta su cama sin perder la oportunidad de soltar varias palabras de ánimo antes de acostarle.
Con emociones encontradas Maquiavelo coloca su mano derecha sobre la cabeza del hechicero, los momentos tristes expuestos por medio del truco visual sin duda le impactaron… espera que su colega desee hablar sobre eso una vez despierte.
A partir de allí el joven genio avanza más callado que una tumba, meditando multitud de cosas. Las peticiones indirectas de Catherine lo devuelven a la realidad, después de todo viene siendo hora de comer.
Síganme por favor.
Recorren todo el trayecto de vuelta hasta llegar a la sala común, una vez allí las invitadas son guiadas a la cocina que se encuentra justo debajo de las habitaciones. Pronto pueden constatar que los gorriones mantienen a sus miembros bien alimentados.
Los contenedores y las cajas tienen el característico estilo tecnológico de la esfera aunque muchos artículos mundanos se pueden encontrar en este habitáculo también, a diferencia de las otras secciones aquí existe un equilibrio entre ambas realidades.
Sírvanse, están en su casa.
Como bien dijo al principio Chimar, lo que más tienen son vegetales y frutas... bien podría ser el mercado de verduras de Lunargenta. Sin embargo hay otros alimentos entre los cuales destacan leche, huevos y queso, incluso dos cajas con varios tipos de carne en conserva.
La esfera no tiene una población animal de la cual extraer “material comestible” pero los gorriones comercian mucho con el exterior, después de todo una fuente ilimitada de comida verde y agua potable puede resultar una buena moneda de cambio si se tiene cerebro mercantil.
Por su parte el niño genio se queda recostado de una pared mirando la nada, durante varios momentos parece el propio Canel pero solo esta pensativo. No come y eso es algo que cualquier conocido puede tomar como algo raro.
Señorita Niniel yo… “baja la mirada” ¿Sabe de algún remedio mágico para no sentirme mal?... Canel es un gran chico a pesar de haber tenido una vida triste “su mueca avanza a nostálgica” ahora está bien pero “se cruza de brazos como buscando calor en una tormenta de nieve” me hubiera gustado ayudarlo antes “suspira” me siento mal aunque no es mi culpa “suelta algunas lágrimas preludio de un llanto” ¿Tiene sentido?
Canel…
Por desgracia el pequeño brujito no se muestra dispuesto a hablar y es que apenas puede mantener los ojos abiertos, toda la experiencia le pasa factura. Suele tener una energía ilimitada pero no se encuentra en una situación normal.
Niniel trata de animar al más pequeño pero este último esta tan agotado que solo logra asentir, al final dicha elfa termina por llevarle hasta su cama sin perder la oportunidad de soltar varias palabras de ánimo antes de acostarle.
Con emociones encontradas Maquiavelo coloca su mano derecha sobre la cabeza del hechicero, los momentos tristes expuestos por medio del truco visual sin duda le impactaron… espera que su colega desee hablar sobre eso una vez despierte.
A partir de allí el joven genio avanza más callado que una tumba, meditando multitud de cosas. Las peticiones indirectas de Catherine lo devuelven a la realidad, después de todo viene siendo hora de comer.
Síganme por favor.
Recorren todo el trayecto de vuelta hasta llegar a la sala común, una vez allí las invitadas son guiadas a la cocina que se encuentra justo debajo de las habitaciones. Pronto pueden constatar que los gorriones mantienen a sus miembros bien alimentados.
Los contenedores y las cajas tienen el característico estilo tecnológico de la esfera aunque muchos artículos mundanos se pueden encontrar en este habitáculo también, a diferencia de las otras secciones aquí existe un equilibrio entre ambas realidades.
Sírvanse, están en su casa.
Como bien dijo al principio Chimar, lo que más tienen son vegetales y frutas... bien podría ser el mercado de verduras de Lunargenta. Sin embargo hay otros alimentos entre los cuales destacan leche, huevos y queso, incluso dos cajas con varios tipos de carne en conserva.
La esfera no tiene una población animal de la cual extraer “material comestible” pero los gorriones comercian mucho con el exterior, después de todo una fuente ilimitada de comida verde y agua potable puede resultar una buena moneda de cambio si se tiene cerebro mercantil.
Por su parte el niño genio se queda recostado de una pared mirando la nada, durante varios momentos parece el propio Canel pero solo esta pensativo. No come y eso es algo que cualquier conocido puede tomar como algo raro.
Señorita Niniel yo… “baja la mirada” ¿Sabe de algún remedio mágico para no sentirme mal?... Canel es un gran chico a pesar de haber tenido una vida triste “su mueca avanza a nostálgica” ahora está bien pero “se cruza de brazos como buscando calor en una tormenta de nieve” me hubiera gustado ayudarlo antes “suspira” me siento mal aunque no es mi culpa “suelta algunas lágrimas preludio de un llanto” ¿Tiene sentido?
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Re: Magia es magia [Trabajo]
Como era de esperar, la cocina y despensa de la esfera eran tan diferentes de lo normal como el resto de aquel lugar. Sí, parte del menaje seguía siendo el típico que podrías esperar en cualquier hogar de Lunargenta, o al menos resultaba más o menos sencillo identificar qué cumplía la misma función que un objeto ya conocido, pero el resto...Casi parecía más un laboratorio de alquimia extrañamente avanzado que el lugar donde colocar un puchero y preparar un guiso.
Algo que no obstante no desalentó a Catherine, dispuesta a salirse con la suya y llenar su estómago aunque le llevara todo el día. Y por supuesto sin miedo de descolocar y manchar más de lo necesario, por mucho que con un simple filete poco hecho fuese a sentirse más que satisfecha. Siempre había sido más del tipo glotón que del sibarita, aunque apreciaba la alta cocina siempre que fuera grátis.
-¿Cómo se enciende el fuego aquí? No veo leña ni nada parecido.- Preguntó rompiendo el silencio meditabundo que embargaba en aquellos momentos a Chimar y a su hermana. Perdidos ambos en sus pensamientos sobre todo lo que habían averiguado sobre Canel de forma tan repentina. -¿Vas querer algo más de verdura o con esto ya tienes suficiente, Nín?- Añadió mostrándole a su ausente hermana las verduras que había seleccionado para ella, todas ellas con muy buen aspecto.
-Ummm. Sí, será más que suficiente. No tengo tanta hambre.- Pudo responder la elfa dedicándole a su hermana una leve sonrisa de agradecimiento por preparar la comida. Pasando por alto que para ella misma la felina había preparado la mejor carne que había encontrado, de sobra para varias personas. Pronto la pelirroja comenzaría a canturrear mientras cocinaba, abriendo todos los cajones y estantes para buscar los condimentos y utensilios que iba necesitando, o apañando los que no encontraba. Se le daba bien cocinar, aunque limpiar una vez que terminaba solía llevar bastante tiempo.
-Bien, ya está. No es por echarme flores pero...- Terminó expresando la gata antes de servir la comida sobre la mesa de la propia cocina. Una generosa fuente de carne humeaba y extendía su agradable olor por toda la sala, y junto a ella otra de verduras a la plancha no le iba a la zaga. Incluso el pan era reciente, algo que demostraba que los gorriones distaban mucho ya del grupito de ladronzuelos andrajosos que Níniel conoció antaño.
-Supongo que no es necesario llamar a Ralphy a comer...-Comentó la elfa antes de comenzar, dejando constancia de que a pesar de no haber dicho nada en su momento se había dado cuenta de la naturaleza vampírica del "niño". -Que aproveche pues.- Deseó comenzando por las verduras. Echando unas pocas en su plato y asintiendo levemente con la cabeza. Eras sabrosas a pesar de su extraño modo de cultivo. No estaban al nivel de las que se cultivaban en Sandorai, pero sí que superaban a algunas de las cultivadas en las afueras de Lunargenta.
-Chimar, aún no has probado la comida.- Expresó la joven instantes después con tono maternal. -Catherine sabe lo que se hace cuando se trata de comida, está muy buena.- Intentó animarle, aunque sabía que no es que el genio inventor dudara de las artes culinarias de la felina. Desde luego el aspecto y olor de aquellos platos despejaría cualquier duda al respecto.
-Entiendo...-Respondió tras escuchar las palabras del chico. Levantándose de su asiento para poder aliviar su sufrimiento con un cálido abrazo, aunque fuese un poco. -¿Cómo no va a tener sentido? Se llama empatía. Solo un ser malvado no se sentiría mal ante el sufrimiento de alguien cercano.- Razonó.
-Te sientes mal por lo que Canel tuvo que sufrir. Pero como dices no es culpa tuya. Ní mía y también me afecta. Claro que lo hace. Igual que sé que le afecta a Catherine, aunque no quiera mostrarlo.- Dijo guiñandole un ojo a su hermana, que soltó un pequeño bufido con el que pretendía reafirmarse en su pasotismo, aunque no resultó muy convincente. -Tú le has ayudado y cuidado, has buscado entenderle incluso siendo difícil. Cuando ha pedido ayuda, se la has dado...E igual de importante, seguirás haciéndolo cuando la necesite.- Continuó diciendo, segura de ello.
-No necesita tu lástima, ni que te tortures por no haber podido ayudarle antes, o más. Lo que necesita es un amigo, un hermano.- Sentenció la peliblanca, y Catherine asintió sin darse cuenta mirando con un profundo cariño a su hermana. Ella también necesitó una amiga cuando todo parecía oscuro y no encontraba una salida. O cuando ni siquiera pensaba que existiese dicha salida, mejor dicho. Nunca necesitó que cambiaran su pasado, necesitaba que cambiaran su presente.
Algo que no obstante no desalentó a Catherine, dispuesta a salirse con la suya y llenar su estómago aunque le llevara todo el día. Y por supuesto sin miedo de descolocar y manchar más de lo necesario, por mucho que con un simple filete poco hecho fuese a sentirse más que satisfecha. Siempre había sido más del tipo glotón que del sibarita, aunque apreciaba la alta cocina siempre que fuera grátis.
-¿Cómo se enciende el fuego aquí? No veo leña ni nada parecido.- Preguntó rompiendo el silencio meditabundo que embargaba en aquellos momentos a Chimar y a su hermana. Perdidos ambos en sus pensamientos sobre todo lo que habían averiguado sobre Canel de forma tan repentina. -¿Vas querer algo más de verdura o con esto ya tienes suficiente, Nín?- Añadió mostrándole a su ausente hermana las verduras que había seleccionado para ella, todas ellas con muy buen aspecto.
-Ummm. Sí, será más que suficiente. No tengo tanta hambre.- Pudo responder la elfa dedicándole a su hermana una leve sonrisa de agradecimiento por preparar la comida. Pasando por alto que para ella misma la felina había preparado la mejor carne que había encontrado, de sobra para varias personas. Pronto la pelirroja comenzaría a canturrear mientras cocinaba, abriendo todos los cajones y estantes para buscar los condimentos y utensilios que iba necesitando, o apañando los que no encontraba. Se le daba bien cocinar, aunque limpiar una vez que terminaba solía llevar bastante tiempo.
-Bien, ya está. No es por echarme flores pero...- Terminó expresando la gata antes de servir la comida sobre la mesa de la propia cocina. Una generosa fuente de carne humeaba y extendía su agradable olor por toda la sala, y junto a ella otra de verduras a la plancha no le iba a la zaga. Incluso el pan era reciente, algo que demostraba que los gorriones distaban mucho ya del grupito de ladronzuelos andrajosos que Níniel conoció antaño.
-Supongo que no es necesario llamar a Ralphy a comer...-Comentó la elfa antes de comenzar, dejando constancia de que a pesar de no haber dicho nada en su momento se había dado cuenta de la naturaleza vampírica del "niño". -Que aproveche pues.- Deseó comenzando por las verduras. Echando unas pocas en su plato y asintiendo levemente con la cabeza. Eras sabrosas a pesar de su extraño modo de cultivo. No estaban al nivel de las que se cultivaban en Sandorai, pero sí que superaban a algunas de las cultivadas en las afueras de Lunargenta.
-Chimar, aún no has probado la comida.- Expresó la joven instantes después con tono maternal. -Catherine sabe lo que se hace cuando se trata de comida, está muy buena.- Intentó animarle, aunque sabía que no es que el genio inventor dudara de las artes culinarias de la felina. Desde luego el aspecto y olor de aquellos platos despejaría cualquier duda al respecto.
-Entiendo...-Respondió tras escuchar las palabras del chico. Levantándose de su asiento para poder aliviar su sufrimiento con un cálido abrazo, aunque fuese un poco. -¿Cómo no va a tener sentido? Se llama empatía. Solo un ser malvado no se sentiría mal ante el sufrimiento de alguien cercano.- Razonó.
-Te sientes mal por lo que Canel tuvo que sufrir. Pero como dices no es culpa tuya. Ní mía y también me afecta. Claro que lo hace. Igual que sé que le afecta a Catherine, aunque no quiera mostrarlo.- Dijo guiñandole un ojo a su hermana, que soltó un pequeño bufido con el que pretendía reafirmarse en su pasotismo, aunque no resultó muy convincente. -Tú le has ayudado y cuidado, has buscado entenderle incluso siendo difícil. Cuando ha pedido ayuda, se la has dado...E igual de importante, seguirás haciéndolo cuando la necesite.- Continuó diciendo, segura de ello.
-No necesita tu lástima, ni que te tortures por no haber podido ayudarle antes, o más. Lo que necesita es un amigo, un hermano.- Sentenció la peliblanca, y Catherine asintió sin darse cuenta mirando con un profundo cariño a su hermana. Ella también necesitó una amiga cuando todo parecía oscuro y no encontraba una salida. O cuando ni siquiera pensaba que existiese dicha salida, mejor dicho. Nunca necesitó que cambiaran su pasado, necesitaba que cambiaran su presente.
Níniel Thenidiel
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Re: Magia es magia [Trabajo]
Chimar en estado melancólico apenas nota que la gata tiene buenas habilidades culinarias, en cierto modo pasa de toda la experiencia en la cocina… incluso del desastre que la felina deja por todos lados.
Tiene la atención más bien centrada en Niniel quien demostrando su característica personalidad amable le propina un abrazo, sonara cursi pero es exactamente lo que necesita debido a lo emocional del momento.
Acto seguido su compañera elfa pasa a intentar confortarlo, de una manera muy eficiente vale destacar. Es como si supiera exactamente que palabras decir para hacer sentir al niño genio de mejor manera.
Maquiavelo escucha atento, poniendo toda su asombrosa mente en la tarea de comprensión. Pocos adultos pueden jactarse de algunas vez haber sido escuchados enteramente por el joven genio.
Siempre bajo el resguardo del cariñoso abrazo, Chimar pasa a calmarse ante la realidad de grandes argumentos. Es suficiente con decir que contiene el llanto casi en su totalidad aunque algunas lágrimas consiguen escurrirse por sus mejillas.
Niniel tiene razón, Canel ahora mismo no necesita sus lágrimas, necesita un gran hermano mayor que lo cuide y quiera. No es posible cambiar el pasado pero se puede tomar como inspiración para mejorar el futuro.
El niño genio permanece algunos instantes más abrazando a su amiga, lo que comenzó hace tanto como un encuentro casual se ha transformado en una fuerte relación. Es justo decir que Niniel es una de las personas adultas actuales más importantes para el chico listo.
Señorita Niniel… y-yo “dice casi tartamudeando como su hermano Demian” yo la quiero mucho, espero lo sepa.
Se separa un poco y le dedica una mirada noble, es la primera vez que le dice algo asi a alguien que no sea uno de sus hermanos. En realidad no recuerda habérselo expresado a ningún otro adulto desde que Giaco vivía.
En un giro casi hilarante el joven reemplaza su rostro por uno de vergüenza al entender bien lo que acaba de decir… y a quien. Acto seguido el mocoso toma la comida servida como preparándose para salir del habitáculo, tan rojo como un tomate.
Si si “mira para varios lados nerviosamente” Ralphy limpiara esto, no se preocupen “tose en serio pues se atora con su propia saliva” en la sala común tomen la escalera izquierda “Tos” les llevara a un habitáculo vacío “tos” solo pillen un catre y descansen “recupera con esfuerzo su respiración normal” el desayuno es a las seis, ¡Nos vemos mañana! “sale casi huyendo aunque cuidando de no tirar la comida”.
Como si lo persiguieran vampiros homicidas, Maquiavelo alcanza sus aposentos y cierra la puerta frenéticamente. Apenas puede mantenerse en pie por la vergüenza, claro que eso no le impide terminarse el plato de comida rápido.
Luego de comprobar que Canel está descansando bien pasa a meterse en su propia cama, curioso día y algo le dice que mañana será toda una experiencia también. El mocoso ilusionista lo suele poner en situaciones raras siempre.
Ya sea por los nervios o los pensamientos molestos que surgen luego de cometer un error, Chimar cierra los ojos y cuando los abre poco después ya es de mañana. Ni siquiera tuvo el consuelo de un sueño pasajero.
Justo al lado de su cama está el enanito brujo, arreglado para otro día de magia rara. El inventor suspira antes de pasar a prepararse para el desayuno, vale destacar que tarda más de lo habitual esta mañana.
Cuando los niños inseparables llegan al comedor se encuentran un cuadro conocido, todos los gorriones están en la mesa y tienen la comida servida. Definir si esto último es obra de Arty o Zöe es difícil en este punto.
Con un leve saludo unísono los recién llegados se sientan pasando a degustar el desayuno de inmediato, pronto descubren la especialidad nutritiva de la mujer maquina… avena. Costo bastante que los gorriones se adaptaran a sus comidas horriblemente sanas aunque lo cierto es que tienen buen sabor.
Todos hablan de las típicas cosas que flotan en la mente de un gorrión hasta que nuevos elementos hacen acto de presencia, pese a haber sido informados por Ralphy es obvio que los demás mocosos mantienen la inconfundible curiosidad infantil con respecto a las invitadas.
Tiene la atención más bien centrada en Niniel quien demostrando su característica personalidad amable le propina un abrazo, sonara cursi pero es exactamente lo que necesita debido a lo emocional del momento.
Acto seguido su compañera elfa pasa a intentar confortarlo, de una manera muy eficiente vale destacar. Es como si supiera exactamente que palabras decir para hacer sentir al niño genio de mejor manera.
Maquiavelo escucha atento, poniendo toda su asombrosa mente en la tarea de comprensión. Pocos adultos pueden jactarse de algunas vez haber sido escuchados enteramente por el joven genio.
Siempre bajo el resguardo del cariñoso abrazo, Chimar pasa a calmarse ante la realidad de grandes argumentos. Es suficiente con decir que contiene el llanto casi en su totalidad aunque algunas lágrimas consiguen escurrirse por sus mejillas.
Niniel tiene razón, Canel ahora mismo no necesita sus lágrimas, necesita un gran hermano mayor que lo cuide y quiera. No es posible cambiar el pasado pero se puede tomar como inspiración para mejorar el futuro.
El niño genio permanece algunos instantes más abrazando a su amiga, lo que comenzó hace tanto como un encuentro casual se ha transformado en una fuerte relación. Es justo decir que Niniel es una de las personas adultas actuales más importantes para el chico listo.
Señorita Niniel… y-yo “dice casi tartamudeando como su hermano Demian” yo la quiero mucho, espero lo sepa.
Se separa un poco y le dedica una mirada noble, es la primera vez que le dice algo asi a alguien que no sea uno de sus hermanos. En realidad no recuerda habérselo expresado a ningún otro adulto desde que Giaco vivía.
En un giro casi hilarante el joven reemplaza su rostro por uno de vergüenza al entender bien lo que acaba de decir… y a quien. Acto seguido el mocoso toma la comida servida como preparándose para salir del habitáculo, tan rojo como un tomate.
Si si “mira para varios lados nerviosamente” Ralphy limpiara esto, no se preocupen “tose en serio pues se atora con su propia saliva” en la sala común tomen la escalera izquierda “Tos” les llevara a un habitáculo vacío “tos” solo pillen un catre y descansen “recupera con esfuerzo su respiración normal” el desayuno es a las seis, ¡Nos vemos mañana! “sale casi huyendo aunque cuidando de no tirar la comida”.
Como si lo persiguieran vampiros homicidas, Maquiavelo alcanza sus aposentos y cierra la puerta frenéticamente. Apenas puede mantenerse en pie por la vergüenza, claro que eso no le impide terminarse el plato de comida rápido.
Luego de comprobar que Canel está descansando bien pasa a meterse en su propia cama, curioso día y algo le dice que mañana será toda una experiencia también. El mocoso ilusionista lo suele poner en situaciones raras siempre.
Ya sea por los nervios o los pensamientos molestos que surgen luego de cometer un error, Chimar cierra los ojos y cuando los abre poco después ya es de mañana. Ni siquiera tuvo el consuelo de un sueño pasajero.
Justo al lado de su cama está el enanito brujo, arreglado para otro día de magia rara. El inventor suspira antes de pasar a prepararse para el desayuno, vale destacar que tarda más de lo habitual esta mañana.
Cuando los niños inseparables llegan al comedor se encuentran un cuadro conocido, todos los gorriones están en la mesa y tienen la comida servida. Definir si esto último es obra de Arty o Zöe es difícil en este punto.
Con un leve saludo unísono los recién llegados se sientan pasando a degustar el desayuno de inmediato, pronto descubren la especialidad nutritiva de la mujer maquina… avena. Costo bastante que los gorriones se adaptaran a sus comidas horriblemente sanas aunque lo cierto es que tienen buen sabor.
Todos hablan de las típicas cosas que flotan en la mente de un gorrión hasta que nuevos elementos hacen acto de presencia, pese a haber sido informados por Ralphy es obvio que los demás mocosos mantienen la inconfundible curiosidad infantil con respecto a las invitadas.
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Re: Magia es magia [Trabajo]
Contenta al ver que sus palabras calaban en el genio inventor, Níniel le dedicó una cálida sonrisa y un último achuchón antes de separarse de él y dejarle algo de espacio. A veces resultaba sencillo olvidarse de que era solo un niño; especialmente cuando en las situaciones más peliagudas podías confiar en que actuaría de forma más confiable que muchos adultos, incluidos capaces magos o fuertes guerreros. Pero ciertamente, con todas sus sorprendentes habilidades y todo su genio, con todas aquellas armas y artefactos que llevaba siempre consigo, seguía siendo un chiquillo. Era normal que toda aquella situación le superase, y seguramente no sería la primera ni la última, pues a pesar de su tierna edad cargaba con no pocas responsabilidades.
-Eres un encanto.- Respondió sin dudar la joven a su confesión, despeinándolo un poco de manera cariñosa y ampliando su anterior sonrisa. El sentimiento era mutuo, y es que ambos habían pasado juntos por muchas cosas. De hecho podría decirse que, a pesar de su diferencia de edad, ambos habían comenzado a la vez una etapa de sus vidas plagada de aventuras por Aerandir. Con Lunargenta como casilla de salida.
De repente, y sin que la peliblanca entendiera muy bien el rápido cambio de actitud, el chico comenzó a actuar algo nervioso y acelerado, con el rostro enrojecido y la cabeza gacha, como tratando de ocultarlo. ¿Qué se había perdido? ¿Acaso había recibido algún tipo de aviso urgente de aquella esfera que solo él había podido escuchar? ¿Acababa de recordar que tenía algún experimento en marcha? Fuese cual fuese el caso no lo explicó, sino que dejó a ambas jóvenes solas en la cocina tras decirles que no se preocuparan por recogerla, saliendo como una exhalación de allí con un plato de comida a cuestas que por poco no acaba en el suelo debido a tantas prisas.
-Eso ha sido...extraño.- Expresó la elfa dirigiéndose a su hermana, que sonreía ampliamente denotando que aquello le había resultado divertido.
-Sí...muy extraño. Tan extraño como sumar dos y dos.- Respondió la felina de manera críptica y levantándose de su asiento. -En fin, vamos a ver qué clase de habitación tenemos preparada. Si no es al menos tan grande como la de Chimar se va a enterar.- Añadió más que dispuesta a tomarse al pié de la letra las palabras del inventor y dejar la cocina echa un desastre.
-¿Sumar dos y dos? No sé de qué hablas...De repente es como si hubiese recordado que tenía algo urgente que hacer...- Insistió la peliblanca sin entender a la felina.
-¿No recuerdas que ya trató de espiarnos en el norte? Por mucho que dijera que fue un accidente...vio lo que vio. - Comenzó a intentar explicarle la pelirroja sin que Níniel entendiera a qué venía aquello. En aquella ocasión sencillamente ambas habían tenido que desprenderse de su ropa para no morir congeladas, y Chimar había llegado poco después tras estar buscándolas. No podía saber que no estaban vestidas, alegó no haber visto nada y se disculpó a pesar de ello.
-No fue culpa suya, y además no vio nada. Es solo un niño...Llevas exagerando aquello desde que volvimos...-Argumento la elfa quitándole hierro al asunto.
-Sí, y no acaba de ponerse rojo como un tomate por la vergüenza de decirle a una elfa poco mayor que el que la quiere...Y seguro que tu cercanía no ha tenido nada que ver tampoco...Es un humano, y ya está en esa edad.- Fue la respuesta de la gata.
-No lo ha dicho en ese sentido. No seas malpensada Cath.- Alegó la joven intentando quitarle aquella absurda idea de la cabeza a su hermana. Pero esta se limitó a emitir un sonido que dejaba claro que no estaba de acuerdo.
A la mañana siguiente, y a pesar de no poder guiar su horario por la luz del sol, Níniel pudo comprobar que en aquella esfera se tomaban muy en serio la hora de levantarse y la del desayuno, pues la voz metálica de Carol no cesó en su empeño por despertar a sus invitadas hasta que ambas estuvieron nuevamente en pié y preparadas para salir de su pequeña pero cómoda habitación. Algo que por supuesto causaría que Catherine aún odiara más a la ente sirviente de los gorriones.
-Buaahhh, que sueño. ¿En serio ha amanecido ya? En este lugar es difícil saberlo. A mi me parece que aún es de noche.- Se quejó la pelirroja al salir al pasillo y comprobar que las luces mantenían siempre la misma intensidad.
-Eso creo. Aunque ciertamente yo añadiría algunas ventanas.- Estuvo parcialmente de acuerdo la elfa con la felina mientras ambas desandaban el camino de vuelta al comedor. Como elfa que era aquel sitio resultaba especialmente asfixiante para ella ahora que su estancia se estaba prolongando, aunque gracias a su tiempo entre humanos su tolerancia a tales inconvenientes era mayor que cuando salió de Sandorai por primera vez.
-Supongo que lo más parecido aquí a eso sería la sala de imágenes. Si cambias el cielo estrellado por la fachada del edificio de enfrente y le añades el olorcillo a pan recién hecho de la panadería de al lado.- Asintió la gata mientras sus tripas rugían al recordar el olor y el sabor de una hogaza de pan recién horneada. -Prepararé un buen desayuno. La despensa de Chimar tiene bastantes cosas. Yo creo que optaré por la panceta y...- Dejó la frase en el aire al abrirse la puerta del comedor ante ellas y encontrarse delante con toda aquella chiquillería que conformaba los gorriones al completo.
-¿Pero qué...? Debo de estar soñando. Una pesadilla con un montón de críos de la edad de Chimar y Canel...- Dijo con evidente tono de disgusto la pelirroja.
-Bueno...No esperarías que fuesen a dormir en la calle mientras Canel aprende. Esta es su casa.- Intervino la peliblanca de un modo mucho más afable, aunque igualmente sorprendida por el el número de niños que Chimar había acabado por tener a su cargo. Decir que eran una familia numerosa era quedarse muy corta, especialmente para alguien como ella, de una raza con una tasa de natalidad muy baja, hasta el punto de que tener más de un hermano era toda una rareza.
-Buenos días.- Saludó la joven esbozando una sonrisa. -Parece que nos hemos retrasado un poco para el desayuno.- Ofreció a modo de disculpa y con la intención de romper el hielo. Acercándose hasta la mesa y esperando que les ofrecieran un lugar en la misma.
-Chimar me ha hablado mucho de los gorriones, aunque aún así me parece que tendremos que presentarnos. Yo soy Níniel, y sí, soy una elfa de Sandorai. Ella es mi hermana Catherine. Hermana del mismo modo que lo sois entre vosotros.- Puntualizó para evitar confusiones y esperando a que se presentaran uno a uno, aunque a algunos, como a Ratita, ya los conocía.
-Tengo dos preguntas. ¿De dónde habéis salido tantos y...dónde está la carne?- Quiso saber la felina, a la que un desayuno de gachas de avena no iba a alegrarle el día.
-Eres un encanto.- Respondió sin dudar la joven a su confesión, despeinándolo un poco de manera cariñosa y ampliando su anterior sonrisa. El sentimiento era mutuo, y es que ambos habían pasado juntos por muchas cosas. De hecho podría decirse que, a pesar de su diferencia de edad, ambos habían comenzado a la vez una etapa de sus vidas plagada de aventuras por Aerandir. Con Lunargenta como casilla de salida.
De repente, y sin que la peliblanca entendiera muy bien el rápido cambio de actitud, el chico comenzó a actuar algo nervioso y acelerado, con el rostro enrojecido y la cabeza gacha, como tratando de ocultarlo. ¿Qué se había perdido? ¿Acaso había recibido algún tipo de aviso urgente de aquella esfera que solo él había podido escuchar? ¿Acababa de recordar que tenía algún experimento en marcha? Fuese cual fuese el caso no lo explicó, sino que dejó a ambas jóvenes solas en la cocina tras decirles que no se preocuparan por recogerla, saliendo como una exhalación de allí con un plato de comida a cuestas que por poco no acaba en el suelo debido a tantas prisas.
-Eso ha sido...extraño.- Expresó la elfa dirigiéndose a su hermana, que sonreía ampliamente denotando que aquello le había resultado divertido.
-Sí...muy extraño. Tan extraño como sumar dos y dos.- Respondió la felina de manera críptica y levantándose de su asiento. -En fin, vamos a ver qué clase de habitación tenemos preparada. Si no es al menos tan grande como la de Chimar se va a enterar.- Añadió más que dispuesta a tomarse al pié de la letra las palabras del inventor y dejar la cocina echa un desastre.
-¿Sumar dos y dos? No sé de qué hablas...De repente es como si hubiese recordado que tenía algo urgente que hacer...- Insistió la peliblanca sin entender a la felina.
-¿No recuerdas que ya trató de espiarnos en el norte? Por mucho que dijera que fue un accidente...vio lo que vio. - Comenzó a intentar explicarle la pelirroja sin que Níniel entendiera a qué venía aquello. En aquella ocasión sencillamente ambas habían tenido que desprenderse de su ropa para no morir congeladas, y Chimar había llegado poco después tras estar buscándolas. No podía saber que no estaban vestidas, alegó no haber visto nada y se disculpó a pesar de ello.
-No fue culpa suya, y además no vio nada. Es solo un niño...Llevas exagerando aquello desde que volvimos...-Argumento la elfa quitándole hierro al asunto.
-Sí, y no acaba de ponerse rojo como un tomate por la vergüenza de decirle a una elfa poco mayor que el que la quiere...Y seguro que tu cercanía no ha tenido nada que ver tampoco...Es un humano, y ya está en esa edad.- Fue la respuesta de la gata.
-No lo ha dicho en ese sentido. No seas malpensada Cath.- Alegó la joven intentando quitarle aquella absurda idea de la cabeza a su hermana. Pero esta se limitó a emitir un sonido que dejaba claro que no estaba de acuerdo.
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A la mañana siguiente, y a pesar de no poder guiar su horario por la luz del sol, Níniel pudo comprobar que en aquella esfera se tomaban muy en serio la hora de levantarse y la del desayuno, pues la voz metálica de Carol no cesó en su empeño por despertar a sus invitadas hasta que ambas estuvieron nuevamente en pié y preparadas para salir de su pequeña pero cómoda habitación. Algo que por supuesto causaría que Catherine aún odiara más a la ente sirviente de los gorriones.
-Buaahhh, que sueño. ¿En serio ha amanecido ya? En este lugar es difícil saberlo. A mi me parece que aún es de noche.- Se quejó la pelirroja al salir al pasillo y comprobar que las luces mantenían siempre la misma intensidad.
-Eso creo. Aunque ciertamente yo añadiría algunas ventanas.- Estuvo parcialmente de acuerdo la elfa con la felina mientras ambas desandaban el camino de vuelta al comedor. Como elfa que era aquel sitio resultaba especialmente asfixiante para ella ahora que su estancia se estaba prolongando, aunque gracias a su tiempo entre humanos su tolerancia a tales inconvenientes era mayor que cuando salió de Sandorai por primera vez.
-Supongo que lo más parecido aquí a eso sería la sala de imágenes. Si cambias el cielo estrellado por la fachada del edificio de enfrente y le añades el olorcillo a pan recién hecho de la panadería de al lado.- Asintió la gata mientras sus tripas rugían al recordar el olor y el sabor de una hogaza de pan recién horneada. -Prepararé un buen desayuno. La despensa de Chimar tiene bastantes cosas. Yo creo que optaré por la panceta y...- Dejó la frase en el aire al abrirse la puerta del comedor ante ellas y encontrarse delante con toda aquella chiquillería que conformaba los gorriones al completo.
-¿Pero qué...? Debo de estar soñando. Una pesadilla con un montón de críos de la edad de Chimar y Canel...- Dijo con evidente tono de disgusto la pelirroja.
-Bueno...No esperarías que fuesen a dormir en la calle mientras Canel aprende. Esta es su casa.- Intervino la peliblanca de un modo mucho más afable, aunque igualmente sorprendida por el el número de niños que Chimar había acabado por tener a su cargo. Decir que eran una familia numerosa era quedarse muy corta, especialmente para alguien como ella, de una raza con una tasa de natalidad muy baja, hasta el punto de que tener más de un hermano era toda una rareza.
-Buenos días.- Saludó la joven esbozando una sonrisa. -Parece que nos hemos retrasado un poco para el desayuno.- Ofreció a modo de disculpa y con la intención de romper el hielo. Acercándose hasta la mesa y esperando que les ofrecieran un lugar en la misma.
-Chimar me ha hablado mucho de los gorriones, aunque aún así me parece que tendremos que presentarnos. Yo soy Níniel, y sí, soy una elfa de Sandorai. Ella es mi hermana Catherine. Hermana del mismo modo que lo sois entre vosotros.- Puntualizó para evitar confusiones y esperando a que se presentaran uno a uno, aunque a algunos, como a Ratita, ya los conocía.
-Tengo dos preguntas. ¿De dónde habéis salido tantos y...dónde está la carne?- Quiso saber la felina, a la que un desayuno de gachas de avena no iba a alegrarle el día.
Níniel Thenidiel
Aerandiano de honor
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Re: Magia es magia [Trabajo]
La llegada de ambas chicas es tomada con sorpresa por el grupo de gorriones ajeno a su presencia, ciertamente no es normal ver adultos caminando en la fortaleza de enanos. Las reglas son bastante estrictas.
Chimar no puede más que agradecer mentalmente que su buen amigo y segundo líder Demian se niegue a pisar la nueva base, ahora mismo le estaría fulminando con esa miradita aterradora que tiene.
Problemas desesperados requieren medidas desesperadas, en esta ocasión todos tendrán que confiar en el buen juicio de Maquiavelo… tampoco es que tengan muchas opciones porque resulta que el genio está a cargo también.
Sea como sea esta es una medida más de necesidad que otra cosa, Canel está en problemas y necesita a los mejores. Eso se traduce en la hábil Niniel junto con su peculiar acompañante felina, un buen trato sin duda.
De repente los asientos al lado de Chimar se apartan con educación, todos observan a Canel pues saben que es el único brujo presente. Luego se miran algo confusos a lo que Maquiavelo decide poner las cosas en su lugar.
Se las reglas chicos, yo las escribí pero estas son situaciones complicadas, basta con decir que Niniel y su amiga son invitadas “pone un rostro serio” confió plenamente en ella… ellas “niega con la cabeza nervioso” ahora a presentarse.
La desconfianza dura un par de minutos más pero al final se disipa ante las inquisidoras miradas del joven líder, luego y mostrando claramente que se trata de mocosos los demás comienzan a decir sus nombres portando sonrisas amplias.
Ratita, Motas, Iliaki y nuevamente Ralphy dicen sus calificativos con cierto entusiasmo. Los gorriones aprecian las visitas amistosas, incluso de adultos cuando superan el estigma inicial… tan lógico como ponerle cinco ruedas a un carro.
La que se roba toda mirada sin duda es Catherine, después de todo pocas veces se logra ver un gato enorme que además habla y camina erguido. El propio ratita debe hacer esfuerzo para no jugar con la cola del único ser bestial presente convirtiendo toda la situación en una gran ironía.
Faltan miembros y planeamos seguir uniendo niños en necesidad jeje… la carne se sirve al almuerzo, esto es más sano “hace un muy mal fingido sonido de gusto culinario”.
Dice como respuesta a la chica gato despertando en el proceso un ligero abucheo… claramente por la segunda parte. Costo bastante que los gorriones no atacaran la despensa todas las noches pero la psicología inversa obra maravillas, se deben tomar tales medidas para no comprometer el bienestar de todos pues no reciben apoyo de ninguna facción oficial.
Cuando terminemos aquí podemos seguir con… eso que hacemos.
El entrenamiento.
Exacto, lo que dije.
Chimar no puede más que agradecer mentalmente que su buen amigo y segundo líder Demian se niegue a pisar la nueva base, ahora mismo le estaría fulminando con esa miradita aterradora que tiene.
Problemas desesperados requieren medidas desesperadas, en esta ocasión todos tendrán que confiar en el buen juicio de Maquiavelo… tampoco es que tengan muchas opciones porque resulta que el genio está a cargo también.
Sea como sea esta es una medida más de necesidad que otra cosa, Canel está en problemas y necesita a los mejores. Eso se traduce en la hábil Niniel junto con su peculiar acompañante felina, un buen trato sin duda.
De repente los asientos al lado de Chimar se apartan con educación, todos observan a Canel pues saben que es el único brujo presente. Luego se miran algo confusos a lo que Maquiavelo decide poner las cosas en su lugar.
Se las reglas chicos, yo las escribí pero estas son situaciones complicadas, basta con decir que Niniel y su amiga son invitadas “pone un rostro serio” confió plenamente en ella… ellas “niega con la cabeza nervioso” ahora a presentarse.
La desconfianza dura un par de minutos más pero al final se disipa ante las inquisidoras miradas del joven líder, luego y mostrando claramente que se trata de mocosos los demás comienzan a decir sus nombres portando sonrisas amplias.
Ratita, Motas, Iliaki y nuevamente Ralphy dicen sus calificativos con cierto entusiasmo. Los gorriones aprecian las visitas amistosas, incluso de adultos cuando superan el estigma inicial… tan lógico como ponerle cinco ruedas a un carro.
La que se roba toda mirada sin duda es Catherine, después de todo pocas veces se logra ver un gato enorme que además habla y camina erguido. El propio ratita debe hacer esfuerzo para no jugar con la cola del único ser bestial presente convirtiendo toda la situación en una gran ironía.
Faltan miembros y planeamos seguir uniendo niños en necesidad jeje… la carne se sirve al almuerzo, esto es más sano “hace un muy mal fingido sonido de gusto culinario”.
Dice como respuesta a la chica gato despertando en el proceso un ligero abucheo… claramente por la segunda parte. Costo bastante que los gorriones no atacaran la despensa todas las noches pero la psicología inversa obra maravillas, se deben tomar tales medidas para no comprometer el bienestar de todos pues no reciben apoyo de ninguna facción oficial.
Cuando terminemos aquí podemos seguir con… eso que hacemos.
El entrenamiento.
Exacto, lo que dije.
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Re: Magia es magia [Trabajo]
Níniel aceptó el recelo inicial del grupo de niños sin tomárselo como algo negativo o como una falta de educación o de respeto hacia su persona, manteniendo la cordialidad y la sonrisa el tiempo que hiciese falta, al contrario que su hermana, a menudo tan infantil o más que cualquiera de los infantes allí presentes. La elfa conocía lo suficiente los orígenes de aquella organización de niños para niños como para saber que su actitud hacia los adultos estaba de sobra justificada, pues se trataba de chiquillos abandonados y a los que el mundo de los mayores no había tratado de manera precisamente indulgente, obligándoles a malvivir en las sucias calles de Lunargenta y a menudo solo gracias a pequeños hurtos y pillerías. Pillerías que les dieron más motivos para temer a los adultos aún, claro. Tomárselo con calma era todo cuanto podía hacer, y no tardaría en dar resultado.
Tras las presentaciones, y para sorpresa de la joven tras un breve momento haciendo memoria, resultó que conocía o reconocía a la mayoría de los gorriones presentes en el desayuno. A Ratita lo conoció junto a Demian, cuando ambos trataron de inculpar a la elfa de un hurto que habían cometido ellos, asunto que pudo haber acabado realmente mal. A Motas no lo había visto nunca, pero a Iliaki sí, durante la segunda gran carrera de upeleros en la que ambas participaron. Una competición llena de trampas y malas artes, aunque con un premio lo bastante tentador como para atraer a un buen número de corredores...y a todo tipo de intereses de los bajos fondos.
-Espero que mantengas el tirachinas de esta jovencita a buen recaudo Chimar. Recuerdo que lo manejaba con no poca puntería.- Confesó recordando la que a todas luces fue el arma predilecta de Iliaki durante la carrera de upeleros. Aunque omitió el tipo de munición que la elfa había usado en aquel entonces, no le haría bien al estómago de nadie mientras desayunaban aquellos boles de gachas.
-¿Sano? No hay nada más sano que una bandeja llena de panceta y huevos para desayunar. ¿Cómo pretendes que tenga fuerzas para mi entrenamiento diario comiendo solo esto?- Se quejó la pelirroja dejando caer una cucharada de gachas de nuevo al bol con cara de desazón. Níniel por su parte daba buen ejemplo, comiendo sin reparos lo que se le ofrecía, haciendo gala de unos modales dignos de la nobleza.
-Creo que ya me siento desfallecer...- Dramatizó comenzando a comer a desgana, a sabiendas de que por mucho que no fuera su comida favorita sería más que suficiente hasta el almuerzo, por mucho que se exigiera durante sus prácticas matutinas. Estaba tan centrada en quejarse que ni siquiera era consciente de lo mucho que llamaba la atención de los pequeños, ni de lo cerca que estuvo el mechón rojo de la punta de su cola de convertirse en el extraño juguete de uno de ellos. Normalmente era Níniel la que llamaba la atención.
-Sí, seguiremos donde lo dejamos ayer si te ves con fuerzas.- Convino la peliblanca sobre continuar con las prácticas. -¿Será en el mismo sitio?- Dudó a continuación. Tal vez con la esfera nuevamente ocupada por más de los gorriones Chimar se decantara por otra opción diferente.
-Yo necesitaré algo de espacio también para mis ejercicios. Creo que usaré la sala principal.- Declaró la felina sin molestarse siquiera en pedir permiso. Al menos hasta que con una mirada y un leve gesto su hermana la instó a comportarse. -¿Puedo?- Preguntó entonces la gata, aunque denotando que la decisión estaba ya tomada. -Prometo no romper nada...-
Tras las presentaciones, y para sorpresa de la joven tras un breve momento haciendo memoria, resultó que conocía o reconocía a la mayoría de los gorriones presentes en el desayuno. A Ratita lo conoció junto a Demian, cuando ambos trataron de inculpar a la elfa de un hurto que habían cometido ellos, asunto que pudo haber acabado realmente mal. A Motas no lo había visto nunca, pero a Iliaki sí, durante la segunda gran carrera de upeleros en la que ambas participaron. Una competición llena de trampas y malas artes, aunque con un premio lo bastante tentador como para atraer a un buen número de corredores...y a todo tipo de intereses de los bajos fondos.
-Espero que mantengas el tirachinas de esta jovencita a buen recaudo Chimar. Recuerdo que lo manejaba con no poca puntería.- Confesó recordando la que a todas luces fue el arma predilecta de Iliaki durante la carrera de upeleros. Aunque omitió el tipo de munición que la elfa había usado en aquel entonces, no le haría bien al estómago de nadie mientras desayunaban aquellos boles de gachas.
-¿Sano? No hay nada más sano que una bandeja llena de panceta y huevos para desayunar. ¿Cómo pretendes que tenga fuerzas para mi entrenamiento diario comiendo solo esto?- Se quejó la pelirroja dejando caer una cucharada de gachas de nuevo al bol con cara de desazón. Níniel por su parte daba buen ejemplo, comiendo sin reparos lo que se le ofrecía, haciendo gala de unos modales dignos de la nobleza.
-Creo que ya me siento desfallecer...- Dramatizó comenzando a comer a desgana, a sabiendas de que por mucho que no fuera su comida favorita sería más que suficiente hasta el almuerzo, por mucho que se exigiera durante sus prácticas matutinas. Estaba tan centrada en quejarse que ni siquiera era consciente de lo mucho que llamaba la atención de los pequeños, ni de lo cerca que estuvo el mechón rojo de la punta de su cola de convertirse en el extraño juguete de uno de ellos. Normalmente era Níniel la que llamaba la atención.
-Sí, seguiremos donde lo dejamos ayer si te ves con fuerzas.- Convino la peliblanca sobre continuar con las prácticas. -¿Será en el mismo sitio?- Dudó a continuación. Tal vez con la esfera nuevamente ocupada por más de los gorriones Chimar se decantara por otra opción diferente.
-Yo necesitaré algo de espacio también para mis ejercicios. Creo que usaré la sala principal.- Declaró la felina sin molestarse siquiera en pedir permiso. Al menos hasta que con una mirada y un leve gesto su hermana la instó a comportarse. -¿Puedo?- Preguntó entonces la gata, aunque denotando que la decisión estaba ya tomada. -Prometo no romper nada...-
Níniel Thenidiel
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Re: Magia es magia [Trabajo]
Por suerte el recelo inicial de los enanos es tomado de manera calmada por las invitadas, todo un hito para la gata sin duda. Esto no puede hacer más feliz a Chimar pues tiene en mucha estima a la elfa sanadora.
Ha aprendido modales desde su último encuentro jeje.
Dice refiriéndose a Iliaki, una gran mentira vale destacar pues dicha niña tiene la personalidad más “única” de Aerandir. Es de agradecer que se tome el comentario con una simple manifestación de desdén juguetón.
La comida no cae en gracia de Catherine, dicha felina vocifera algunos platillos que sin duda captan la atención colectiva. Por suerte acaba aceptando su destino alimenticio antes de formar una peligrosa revuelta de enanos.
Este mismo elemento informa que va a entrenar en el recinto común, algo a lo que pide permiso poco después gracias a una mirada discreta de su amiga. Maquiavelo simplemente asiente sonriente, no le preocupa que rompa nada pues si las cosas han durado hasta ahora es porque son resistentes.
Chicos, la sala de imágenes estará fuera de los limites hoy, no pueden acercarse “se escucha un abucheo de protesta general” Canel va a entrenar allí “todos cambian su postura de inmediato y aceptan la noticia”.
Ya los demás gorriones conocen bien la naturaleza extraña del mocoso ilusionista, en cierto modo les da más miedo que Demian… un logro difícil de alcanzar. Saben que cuando está involucrado en cosas raras es mejor jugar en el otro lado de la esfera.
Cuando termines peque pod…
Nada más escuchar las primeras palabras, el chiquillo brujo acaba su plato de golpe. Acto seguido se pone en pie para luego sujetar a su protector y llevarlo arrastrado del brazo, escena que es complementada por las puertas abriéndose gracias a la telequinesis inherente en el hechicero.
Antes de darse cuenta ya están en el curioso habitáculo de nuevo, una vez allí Canel suelta a su hermano y pasa a tomar la misma posición de ayer en el suelo. Su entusiasmo actual supera con creces el mostrado ayer.
Traten de no… iniciar una secuencia destructiva masiva esta vez, por favor.
Una petición bastante aceptable si se tiene en cuenta lo acontecido con anterioridad, algo a lo que Canel asiente ahora con ambos ojos cerrados. Su amigo termina por encogerse de hombros y toma posición en una de las sillas, es claro que solo faltan las instrucciones de Niniel para comenzar la práctica.
Ha aprendido modales desde su último encuentro jeje.
Dice refiriéndose a Iliaki, una gran mentira vale destacar pues dicha niña tiene la personalidad más “única” de Aerandir. Es de agradecer que se tome el comentario con una simple manifestación de desdén juguetón.
La comida no cae en gracia de Catherine, dicha felina vocifera algunos platillos que sin duda captan la atención colectiva. Por suerte acaba aceptando su destino alimenticio antes de formar una peligrosa revuelta de enanos.
Este mismo elemento informa que va a entrenar en el recinto común, algo a lo que pide permiso poco después gracias a una mirada discreta de su amiga. Maquiavelo simplemente asiente sonriente, no le preocupa que rompa nada pues si las cosas han durado hasta ahora es porque son resistentes.
Chicos, la sala de imágenes estará fuera de los limites hoy, no pueden acercarse “se escucha un abucheo de protesta general” Canel va a entrenar allí “todos cambian su postura de inmediato y aceptan la noticia”.
Ya los demás gorriones conocen bien la naturaleza extraña del mocoso ilusionista, en cierto modo les da más miedo que Demian… un logro difícil de alcanzar. Saben que cuando está involucrado en cosas raras es mejor jugar en el otro lado de la esfera.
Cuando termines peque pod…
Nada más escuchar las primeras palabras, el chiquillo brujo acaba su plato de golpe. Acto seguido se pone en pie para luego sujetar a su protector y llevarlo arrastrado del brazo, escena que es complementada por las puertas abriéndose gracias a la telequinesis inherente en el hechicero.
Antes de darse cuenta ya están en el curioso habitáculo de nuevo, una vez allí Canel suelta a su hermano y pasa a tomar la misma posición de ayer en el suelo. Su entusiasmo actual supera con creces el mostrado ayer.
Traten de no… iniciar una secuencia destructiva masiva esta vez, por favor.
Una petición bastante aceptable si se tiene en cuenta lo acontecido con anterioridad, algo a lo que Canel asiente ahora con ambos ojos cerrados. Su amigo termina por encogerse de hombros y toma posición en una de las sillas, es claro que solo faltan las instrucciones de Niniel para comenzar la práctica.
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Re: Magia es magia [Trabajo]
Mientras terminaba de desayunar Níniel no pudo evitar pensar en lo difícil que debía ser para Chimar mantener a toda aquella chiquillería a salvo y bajo control. Siempre preocupándose de que ninguno se metiera en un lío, y seguro que se metían en muchos, pendiente de que la comida estuviera a punto cuando tocaba, que se mantuvieran relativamente limpios y la esfera ordenada... Incluso llevarlos de la ratonera a aquel nuevo hogar y adaptarse a el debía de haber sido toda una odisea. A la peliblanca le gustaría pensar que sería capaz de algo así ella también. Que podría haberse ocupado del orfanato de la ciudad de un modo tan afectivo por su cuenta. Pero lo cierto era que sin ayuda ni siquiera habría podido servir la cena de la primera noche.
Definitivamente era más sencillo llevar un hospital que a un hogar para niños sin padres. O al menos esa era su impresión.
-Parece que alguien tiene prisa por continuar sus lecciones.- Dijo la elfa dejando su plato y los cubiertos colocados impecablemente sobre la mesa y levantándose de su silla haciendo gala nuevamente de unos modales perfectos. Los mismos que aún no había sido capaz de inculcarle a su hermana, que no dudó en estirarse exageradamente antes de imitarla, emitiendo un sonoro bostezo que bien pudo demostrarles al resto de los gorriones que a pesar de dárselas de mayor no distaba mucho de ellos, ni en edad ni en actitud. De hecho apenas si era un poco más alta que el más alto entre ellos.
-Si necesitas ayuda para "apagar" a Canel...Bueno, iba a decir que me avisaras pero...seguramente me entere de todos modos. Yo, toda la esfera y hasta el rey en su castillo.- Convino la pelirroja antes de despedirse de Níniel, que siguió al ilusionista y al genio inventor al que este arrastraba por el brazo, recorriendo nuevamente aquel indirecto camino de vuelta a la sala de imágenes. ¿Qué más secretos escondería aquel lugar tras las puertas que Chimar aún no había sido capaz de abrir, aquellas que les obligaban a dar un serpenteante rodeo para llegar de algunas de las salas a otras? Era difícil poder imaginárselo siquiera, y más aún saber si realmente querría descubrirlo.
-No te preocupes. Hoy sin duda haremos notables progresos. Seguramente nadie acabe flotando esta vez.- Expresó la joven sentándose tras un ya meditabundo Canel y colocando al igual que el día anterior las palmas de sus manos sobre su espalda, notando lo agitado de su respiración.
-Respira despacio. Pase lo que pase estoy justo detrás de ti.- Comenzó la clase la sacerdotisa, volviendo poco a poco a llevar al chico al mismo punto en el que su poder se había descontrolado horas antes, convirtiendo su voz en un suave mantra casi susurrado a su oído. -Mucho mejor, céntrate en esta sensación. Si no retienes esa energía alterada, no te afectará aunque no desaparezca. Simplemente fluirá a través de ti. Usarla es posible, pero peligroso como todo gran poder, especialmente para ti.- Instruyó colocando una de sus manos sobre la sien del muchacho.
-Concéntrate. Ahora va a complicarse un poco.- Pidió a continuación, aplicándose a sí misma y al chico un aumento de sus capacidades mágicas que aumentaría aún más su poder mágico, y con ello su sensibilidad a la energía que emitía la esfera. Si lograba aprender a controlar el flujo de éter a ese nivel, los niveles normales de la esfera dejarían de suponerle un peligro.
Mientras, en la sala de estar, Catherine había apartado todo el mobiliario que no se encontrara anclado al suelo y se disponía a comenzar con sus ejercicios matutinos. Una costumbre heredada de sus días como esclava y que había decidido no perder por mucho que odiara aquella parte de su vida, consciente de que aquello era lo único que la podía mantener viva en un mundo peligroso.
Sí algo bueno habían tenido aquellos años bajo la severa tutela del maestro Dario, doctore del señor de esclavos conocido como Bergen "látigo rojo", era que, como resultado de sus duros entrenamientos y las duras condiciones a las que sometía a sus futuras "herramientas", había despertado la superviviente nata que dormía en su interior cuando era solo una despreocupada niña. Y esa superviviente sabía que debía mantener sus garras siempre afiladas. Especialmente ahora que ya no solo debían defenderla a ella misma.
-Umm, ummm, ummm.- Comenzó a mascullar mientras calentaba y estudiaba el área que acababa de despejar, estirando su flexible cuerpo felino hasta límites que causarían dolor a un humano con solo mirarla. -Estúpidas gachas...- Se quejó antes de recuperar la verticalidad tras un ejercicio de puro contorsionismo, sin duda muy útil para colarse por lugares estrechos, y tomando una posición de combate desarmado básica, lanzando varias sucesiones de rápidos puñetazos y patadas. Normalmente usaría muñecos o maderos de práctica, pero dado que allí no tenía nada parecido, el aire sería su adversario.
A continuación comenzaría a realizar toda una serie de flexiones, sentadillas y abdominales, intercalando pequeñas pausas lanzando nuevamente sucesiones de golpes entre ellas, observando por el rabillo del ojo y escuchando gracias a su fino oído que su entrenamiento había atraído la curiosidad de alguno de los mocosos de Chimar.
-¿Lo de espiar a chicas jóvenes y guapas es un requisito para ser parte de los gorriones o es cosa de la mala influencia de Chimar?-Inquirió la pelirroja, dejando la pregunta en el aire pero dejando claro que sabía que había alguién allí.
Definitivamente era más sencillo llevar un hospital que a un hogar para niños sin padres. O al menos esa era su impresión.
-Parece que alguien tiene prisa por continuar sus lecciones.- Dijo la elfa dejando su plato y los cubiertos colocados impecablemente sobre la mesa y levantándose de su silla haciendo gala nuevamente de unos modales perfectos. Los mismos que aún no había sido capaz de inculcarle a su hermana, que no dudó en estirarse exageradamente antes de imitarla, emitiendo un sonoro bostezo que bien pudo demostrarles al resto de los gorriones que a pesar de dárselas de mayor no distaba mucho de ellos, ni en edad ni en actitud. De hecho apenas si era un poco más alta que el más alto entre ellos.
-Si necesitas ayuda para "apagar" a Canel...Bueno, iba a decir que me avisaras pero...seguramente me entere de todos modos. Yo, toda la esfera y hasta el rey en su castillo.- Convino la pelirroja antes de despedirse de Níniel, que siguió al ilusionista y al genio inventor al que este arrastraba por el brazo, recorriendo nuevamente aquel indirecto camino de vuelta a la sala de imágenes. ¿Qué más secretos escondería aquel lugar tras las puertas que Chimar aún no había sido capaz de abrir, aquellas que les obligaban a dar un serpenteante rodeo para llegar de algunas de las salas a otras? Era difícil poder imaginárselo siquiera, y más aún saber si realmente querría descubrirlo.
-No te preocupes. Hoy sin duda haremos notables progresos. Seguramente nadie acabe flotando esta vez.- Expresó la joven sentándose tras un ya meditabundo Canel y colocando al igual que el día anterior las palmas de sus manos sobre su espalda, notando lo agitado de su respiración.
-Respira despacio. Pase lo que pase estoy justo detrás de ti.- Comenzó la clase la sacerdotisa, volviendo poco a poco a llevar al chico al mismo punto en el que su poder se había descontrolado horas antes, convirtiendo su voz en un suave mantra casi susurrado a su oído. -Mucho mejor, céntrate en esta sensación. Si no retienes esa energía alterada, no te afectará aunque no desaparezca. Simplemente fluirá a través de ti. Usarla es posible, pero peligroso como todo gran poder, especialmente para ti.- Instruyó colocando una de sus manos sobre la sien del muchacho.
-Concéntrate. Ahora va a complicarse un poco.- Pidió a continuación, aplicándose a sí misma y al chico un aumento de sus capacidades mágicas que aumentaría aún más su poder mágico, y con ello su sensibilidad a la energía que emitía la esfera. Si lograba aprender a controlar el flujo de éter a ese nivel, los niveles normales de la esfera dejarían de suponerle un peligro.
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Mientras, en la sala de estar, Catherine había apartado todo el mobiliario que no se encontrara anclado al suelo y se disponía a comenzar con sus ejercicios matutinos. Una costumbre heredada de sus días como esclava y que había decidido no perder por mucho que odiara aquella parte de su vida, consciente de que aquello era lo único que la podía mantener viva en un mundo peligroso.
Sí algo bueno habían tenido aquellos años bajo la severa tutela del maestro Dario, doctore del señor de esclavos conocido como Bergen "látigo rojo", era que, como resultado de sus duros entrenamientos y las duras condiciones a las que sometía a sus futuras "herramientas", había despertado la superviviente nata que dormía en su interior cuando era solo una despreocupada niña. Y esa superviviente sabía que debía mantener sus garras siempre afiladas. Especialmente ahora que ya no solo debían defenderla a ella misma.
-Umm, ummm, ummm.- Comenzó a mascullar mientras calentaba y estudiaba el área que acababa de despejar, estirando su flexible cuerpo felino hasta límites que causarían dolor a un humano con solo mirarla. -Estúpidas gachas...- Se quejó antes de recuperar la verticalidad tras un ejercicio de puro contorsionismo, sin duda muy útil para colarse por lugares estrechos, y tomando una posición de combate desarmado básica, lanzando varias sucesiones de rápidos puñetazos y patadas. Normalmente usaría muñecos o maderos de práctica, pero dado que allí no tenía nada parecido, el aire sería su adversario.
A continuación comenzaría a realizar toda una serie de flexiones, sentadillas y abdominales, intercalando pequeñas pausas lanzando nuevamente sucesiones de golpes entre ellas, observando por el rabillo del ojo y escuchando gracias a su fino oído que su entrenamiento había atraído la curiosidad de alguno de los mocosos de Chimar.
-¿Lo de espiar a chicas jóvenes y guapas es un requisito para ser parte de los gorriones o es cosa de la mala influencia de Chimar?-Inquirió la pelirroja, dejando la pregunta en el aire pero dejando claro que sabía que había alguién allí.
Níniel usa este turno su habilidad Intelecto arcano.
Níniel Thenidiel
Aerandiano de honor
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Re: Magia es magia [Trabajo]
La aproximación de Niniel sin duda es bastante acertada, el enanito desea probarse a sí mismo otra vez… claramente es el único entre los actuales personajes de la esfera con tal entusiasmo por el tema.
Para bien o para mal la sanadora le sigue el juego rápido, inicia formalmente la segunda etapa de entrenamiento. Canel sonríe todavía con los ojos cerrados mientras empieza a seguir las instrucciones de su maestra predilecta.
Chimar por su parte observa todo con cierto recelo, algo le dice que tendrá que sujetarse otra vez para evitar flotar. Por suerte las cosas van bien en el periodo inicial, es claro que su amiga tiene dotes de instructora.
El pequeño brujo se muestra más receptivo y obediente esta vez, incluso cuando Niniel le informa que subirá la intensidad. En cierto modo es un momento donde todo puede salirse de control aunque el inicio transcurre sin incidentes.
Mientras tanto, una ágil Catherine se ejercita en medio de la sala común. Su rutina de entrenamiento es rigurosa aunque la desempeña con naturalidad, es claro que producto de muchos años siguiéndola.
En breve la secuencia se interrumpen, el elemento felino detecta miradas indiscretas posadas en su persona. Aunque al principio todo permanece en un inmutable silencio, la paz es interrumpida por algunos gorriones cayendo fuera de una cobertura.
¡Tonto, te dije que no empujaras!
¡Si yo soy tonto tú eres el rey!
No vayan a comenzar otra vez por favor… “dice Ralphy saliendo desde el lateral contiguo”.
Que chismosos “expresa una traviesa Iliaki colgada de la barandilla superior”.
En otro escenario y completamente ignorantes de las travesuras que llevan a cabo los chiquillos en el área común, Chimar y su aliada desempeñan la monumental tarea de entrenar al curioso mocoso ilusionista.
La nueva ola de entrenamiento complejo propuesto por la elfa no genera altercados al principio, claro que eso no dura demasiado tiempo. Canel empieza a succionar energía de la propia Niniel y complementarla con el flujo que recibe alternamente gracias a la esfera.
Maquiavelo siente como se le eriza el vello del cuerpo, la única respuesta que cualquier ente no mágico puede tener ante manipulaciones de éter poderosas a su alrededor… bueno, esa y la percepción de que algo no va bien.
¿Qué ocurre?
Yo “dice de manera forzada, como intentando contener algo” ¿Por qué? “agita su respiración”.
¿Canel… que tienes?
¿Por qué debo someterme?, ¿Por qué ser bueno?
Es lo correcto, tú lo sabes, no dudamos sobre e… “una fuerza invisible sujeta a Chimar del cuello y comienza a estrangularlo”.
¿Por qué no?
El chiquillo mágico se levanta con una mirada más aterradora que de costumbre, apunta con su mano derecha al joven Chimar dando a entender que esta utilizando sus poderes telequinéticos para atentar contra la vida del genio.
Tu no… “intenta hablar pese a la presión” eres así “tose fuerte” te conozco.
No sé lo que soy “vacila su postura” pero esta energía se siente tan bien, ¿Por qué someterme a la moral?
Hermano…
Podría ser tan fuerte, tan grande, solo necesito más… ¿¡Acaso eso es malo!?
No eres así “dice cómo puede llegando a las ultimas de su resistencia”.
Más grande que los hombres, más poderoso que los dioses, algo mejor… yo “se le humedecen los ojos” quiero esto, debo quererlo… ¿Verdad?
Para bien o para mal la sanadora le sigue el juego rápido, inicia formalmente la segunda etapa de entrenamiento. Canel sonríe todavía con los ojos cerrados mientras empieza a seguir las instrucciones de su maestra predilecta.
Chimar por su parte observa todo con cierto recelo, algo le dice que tendrá que sujetarse otra vez para evitar flotar. Por suerte las cosas van bien en el periodo inicial, es claro que su amiga tiene dotes de instructora.
El pequeño brujo se muestra más receptivo y obediente esta vez, incluso cuando Niniel le informa que subirá la intensidad. En cierto modo es un momento donde todo puede salirse de control aunque el inicio transcurre sin incidentes.
Mientras tanto, una ágil Catherine se ejercita en medio de la sala común. Su rutina de entrenamiento es rigurosa aunque la desempeña con naturalidad, es claro que producto de muchos años siguiéndola.
En breve la secuencia se interrumpen, el elemento felino detecta miradas indiscretas posadas en su persona. Aunque al principio todo permanece en un inmutable silencio, la paz es interrumpida por algunos gorriones cayendo fuera de una cobertura.
¡Tonto, te dije que no empujaras!
¡Si yo soy tonto tú eres el rey!
No vayan a comenzar otra vez por favor… “dice Ralphy saliendo desde el lateral contiguo”.
Que chismosos “expresa una traviesa Iliaki colgada de la barandilla superior”.
En otro escenario y completamente ignorantes de las travesuras que llevan a cabo los chiquillos en el área común, Chimar y su aliada desempeñan la monumental tarea de entrenar al curioso mocoso ilusionista.
La nueva ola de entrenamiento complejo propuesto por la elfa no genera altercados al principio, claro que eso no dura demasiado tiempo. Canel empieza a succionar energía de la propia Niniel y complementarla con el flujo que recibe alternamente gracias a la esfera.
Maquiavelo siente como se le eriza el vello del cuerpo, la única respuesta que cualquier ente no mágico puede tener ante manipulaciones de éter poderosas a su alrededor… bueno, esa y la percepción de que algo no va bien.
¿Qué ocurre?
Yo “dice de manera forzada, como intentando contener algo” ¿Por qué? “agita su respiración”.
¿Canel… que tienes?
¿Por qué debo someterme?, ¿Por qué ser bueno?
Es lo correcto, tú lo sabes, no dudamos sobre e… “una fuerza invisible sujeta a Chimar del cuello y comienza a estrangularlo”.
¿Por qué no?
El chiquillo mágico se levanta con una mirada más aterradora que de costumbre, apunta con su mano derecha al joven Chimar dando a entender que esta utilizando sus poderes telequinéticos para atentar contra la vida del genio.
Tu no… “intenta hablar pese a la presión” eres así “tose fuerte” te conozco.
No sé lo que soy “vacila su postura” pero esta energía se siente tan bien, ¿Por qué someterme a la moral?
Hermano…
Podría ser tan fuerte, tan grande, solo necesito más… ¿¡Acaso eso es malo!?
No eres así “dice cómo puede llegando a las ultimas de su resistencia”.
Más grande que los hombres, más poderoso que los dioses, algo mejor… yo “se le humedecen los ojos” quiero esto, debo quererlo… ¿Verdad?
- Off:
- Subrayado el inicio de la complicación (El aprendiz quiere aprender a dominar los elementos por razones equivocadas)
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