Deudas de juego son deudas de honor [Privado / Noche] [Tema Finalizado]
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Deudas de juego son deudas de honor [Privado / Noche] [Tema Finalizado]
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Época de lluvias.
Época de lluvias.
Luego de una noche de sueño reparador. Me levanté prácticamente como nuevo. Me estiré mientras bostezaba y me dirigía de nueva cuenta al pozo. Era un nuevo día, y me caería bien enjuagar mi cara con algo de agua fresca. Y así lo hice. Saqué un balde con agua y comencé a mojarme la cara. - No hay nada mejor para iniciar el día que esto... *burp* - Dicho eso aproveché que mi cabello se mojó un poco para acomodarlo un poco hacia atrás. Hoy los eructos habían sido más controlables que ayer. Al menos esperaba que eso siguiera así.
Una vez que terminé de despertar, decidí aprovechar un poco la mañana y hacer algo de ejercicio, por lo que comencé con mi rutina allí mismo a un lado del pozo, después de todo, aunque era un nuevo día, aún estaba algo nublado, y si hacía ejercicio afuera podía estar aún muy enlodado, por lo que lo hice allí mismo.
Sabía de antemano lo que pasaría hoy. No había manera de postergarlo, y tampoco era mi intención hacerlo. Hoy debía de cumplir el pago de la apuesta, y no es que me molestara el hecho de beber. Lo que me resultaba incomprensible era el hecho de que fuera con vino especiado. Habiendo tantos licores y bebidas embriagantes más económicas, tiene que ser con vino especiado. Eso sin duda afectaría mis bolsillos considerablemente y prácticamente borraba por completo el hecho de haber ganado más dinero que ella, o al menos, eso suavizaba un poco el golpe a mi bolsillo.
Aunque no había forma de reusarme a los planteamientos establecidos a la hora de formar la apuesta, eso tampoco era mi estilo. Después de todo, era una forma de mostrar una buena voluntad, ya que no solo le debía esta apuesta, sino que le debía mi vida por dos ocasiones. Al menos pagando esta apuesta como es debido era un comienzo para saldar mis deudas. Después de todo, las deudas de juego son deudas de honor.
Luego de tomar el desayuno salimos de aquella posada y volvimos a tomar el camino hacia Vulwulfar. El día de hoy fue menos lluvioso que el anterior, por lo menos eso hacía más sencillo el andar. Continuamos a un buen ritmo, por lo que logramos avanzar bastante, aunque el día también lo hizo a ese ritmo, el ocaso le dio paso a la noche, y mientras andábamos divisamos otra posada. Esta se veía más grande que la de la noche anterior, eso quiere decir que la comida sería mucho mejor, y la bebida también, por lo que seguramente aquí podría cumplir con mi parte de la apuesta. - *burp*Qué te parece? Parece un buen lugar para *burp* descansar. - Le sugerí a mi compañera mirándola de reojo con una media sonrisa.
Una vez que terminé de despertar, decidí aprovechar un poco la mañana y hacer algo de ejercicio, por lo que comencé con mi rutina allí mismo a un lado del pozo, después de todo, aunque era un nuevo día, aún estaba algo nublado, y si hacía ejercicio afuera podía estar aún muy enlodado, por lo que lo hice allí mismo.
Sabía de antemano lo que pasaría hoy. No había manera de postergarlo, y tampoco era mi intención hacerlo. Hoy debía de cumplir el pago de la apuesta, y no es que me molestara el hecho de beber. Lo que me resultaba incomprensible era el hecho de que fuera con vino especiado. Habiendo tantos licores y bebidas embriagantes más económicas, tiene que ser con vino especiado. Eso sin duda afectaría mis bolsillos considerablemente y prácticamente borraba por completo el hecho de haber ganado más dinero que ella, o al menos, eso suavizaba un poco el golpe a mi bolsillo.
Aunque no había forma de reusarme a los planteamientos establecidos a la hora de formar la apuesta, eso tampoco era mi estilo. Después de todo, era una forma de mostrar una buena voluntad, ya que no solo le debía esta apuesta, sino que le debía mi vida por dos ocasiones. Al menos pagando esta apuesta como es debido era un comienzo para saldar mis deudas. Después de todo, las deudas de juego son deudas de honor.
Luego de tomar el desayuno salimos de aquella posada y volvimos a tomar el camino hacia Vulwulfar. El día de hoy fue menos lluvioso que el anterior, por lo menos eso hacía más sencillo el andar. Continuamos a un buen ritmo, por lo que logramos avanzar bastante, aunque el día también lo hizo a ese ritmo, el ocaso le dio paso a la noche, y mientras andábamos divisamos otra posada. Esta se veía más grande que la de la noche anterior, eso quiere decir que la comida sería mucho mejor, y la bebida también, por lo que seguramente aquí podría cumplir con mi parte de la apuesta. - *burp*Qué te parece? Parece un buen lugar para *burp* descansar. - Le sugerí a mi compañera mirándola de reojo con una media sonrisa.
Última edición por Gaegel el Vie 22 Abr 2022, 17:36, editado 1 vez
Gaegel
Lobo Renegado
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Re: Deudas de juego son deudas de honor [Privado / Noche] [Tema Finalizado]
Había sido una noche muy reparadora, hasta cálida. Claro que ignorante que mi compañero también optó por dormir en la misma cama que yo, ese era el factor clave de que el calor hizo de la velada algo revitalizante. Debía acotar que también el cansancio fue tal que no desperté hasta pasada las diez de la mañana, para ese momento no sabía ni dónde estaba Gaegel.
Tras un abundante desayuno, a mi cuenta, y luego de que mi desgastada ropa al menos estuviese un poco más seca, y me volviera a equipar todo que tenía, retomamos nuestra marcha a Vulwulfar. Habíamos acordados que nos detendríamos en el lugar que le indiqué, pues el tenía una apuesta que pagar y yo, como buena jugadora un vino que probar que el sólo pensar en él se me hacía agua a la boca.
El camino fue relativamente más rápido, pues dado a que no llovía al menos eso facilitaba un poco las cosas, aunque sí que abundaban los charcos y demás. Tras varios aventones por parte de una que otra carreta, y algunas horas más a pie. Ya para cuando el sol se ocultaba a nueva cuenta, estábamos en la dirección deseada.
Desde fuera se podía ver una gran estructura de varios pisos, además, a pesar de todavía no haber llegado a la entrada se podía escuchar la música sonar, vibrante, enérgica, parecía que el lugar estaba bastante animado. - Me parece excelente. Seguro podremos encontrar mejores habitaciones, aunque admito que anoche pensé que el cuarto sería más frío... en fin... andando. Un vino nos espera, una buena comida, y ya veremos sí mañana tenemos la voluntad de volver con los demás, por hoy... Hay que divertirse. - Le respondía entusiasta. Como siempre, siendo un poco más veloz que él debido al piso mojado, me adelanté a entrar.
Por la hora, que a pesar de que ya la luna estaba sobre el cielo nocturno, no era lo bastante tarde como para que cerraran. Una vez que abrí todo se mezcló: Un olor a asado, la especias que abundaban, la música, la danza, el calor. Habían muchas personas, tal diez o quince: Unos compartían mesas, otros estaban ocupados con señoritas, otros estaban solos, algunos bailaban. Las mesas abarrotadas de comida y al fondo el que parecía ser el encargado, repartía el licor a su meseras.
- Bueno, busquemos un lugar y hablemos por una habitación. - Dije a mi compañero quien suponía ya estaba conmigo dado a que me había tomado mi tiempo en contemplar todo el lugar.
Tras un abundante desayuno, a mi cuenta, y luego de que mi desgastada ropa al menos estuviese un poco más seca, y me volviera a equipar todo que tenía, retomamos nuestra marcha a Vulwulfar. Habíamos acordados que nos detendríamos en el lugar que le indiqué, pues el tenía una apuesta que pagar y yo, como buena jugadora un vino que probar que el sólo pensar en él se me hacía agua a la boca.
El camino fue relativamente más rápido, pues dado a que no llovía al menos eso facilitaba un poco las cosas, aunque sí que abundaban los charcos y demás. Tras varios aventones por parte de una que otra carreta, y algunas horas más a pie. Ya para cuando el sol se ocultaba a nueva cuenta, estábamos en la dirección deseada.
Desde fuera se podía ver una gran estructura de varios pisos, además, a pesar de todavía no haber llegado a la entrada se podía escuchar la música sonar, vibrante, enérgica, parecía que el lugar estaba bastante animado. - Me parece excelente. Seguro podremos encontrar mejores habitaciones, aunque admito que anoche pensé que el cuarto sería más frío... en fin... andando. Un vino nos espera, una buena comida, y ya veremos sí mañana tenemos la voluntad de volver con los demás, por hoy... Hay que divertirse. - Le respondía entusiasta. Como siempre, siendo un poco más veloz que él debido al piso mojado, me adelanté a entrar.
Por la hora, que a pesar de que ya la luna estaba sobre el cielo nocturno, no era lo bastante tarde como para que cerraran. Una vez que abrí todo se mezcló: Un olor a asado, la especias que abundaban, la música, la danza, el calor. Habían muchas personas, tal diez o quince: Unos compartían mesas, otros estaban ocupados con señoritas, otros estaban solos, algunos bailaban. Las mesas abarrotadas de comida y al fondo el que parecía ser el encargado, repartía el licor a su meseras.
- Bueno, busquemos un lugar y hablemos por una habitación. - Dije a mi compañero quien suponía ya estaba conmigo dado a que me había tomado mi tiempo en contemplar todo el lugar.
- Concept Art:
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- Inventario:
- Para efectos de este tema, debido a que cronológicamente es previo a mis compras recientes en el mercado poseo lo siguiente:
- Ropas comunes, desgastadas. (Calidad Pobre)
- Látigo. Desgastado en el evento de Rosenatt. (Calidad Pobre)
- Medalla del Exterminador. (Pecho)
- Pieza Metálica (Pecho)
Meraxes
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Re: Deudas de juego son deudas de honor [Privado / Noche] [Tema Finalizado]
No sabía bien porque seguía allí, aunque sería más corrector decir que si lo sabía, pero se trataba de una sucesión de malas decisiones por las cuales en ese momento sentía poca estima por el Corlys del pasado. Y es que tras el trabajo con el brujo mi plan era desaparecer de esa zona antes de que alguna señora volviera a lanzarme macetas o me encontrase con alguno de los mercaderes que había enfadado últimamente y decidieran saldar cuentas. Pero además de irme también quería comer, y al poco de salir de la ciudad me encontré con un pastor que llevaba unas cabras a una feria, pero estaba prestando demasiada atención a la bebida y muy poca a sus animales, lo que era demasiado tentador para dejarlo pasar. Así que acabé poniéndome tibio a sangre de cabra y se me olvidó la otra parte del plan. Y sentado en un banco pensando que al final se había quedado buena noche me encontré con que pronto iba a amanecer y no tenía donde meterme, por lo que tuve que darme prisa en buscar alguna taberna con habitaciones libres que no hubieran cerrado aún. Finalmente logré encontrar un edificio de varios pisos, donde a pesar de las reticencias del dueño a darme una habitación a esas horas, conseguí que se convenciera de dejarme una gracias a un incentivo monetario.
Tras pasar el día en la taberna, a la que había que admitir que por mucho que me doliera lo que tuve que pagarle era bastante cómoda, me dispuse a continuar mi plan de alejarme todo lo posible de Vulwulfar. Pero el viaje era largo, y ya que estaba en una taberna sería mejor disfrutar un poco antes de ponerme en marcha. Bajé a la parte de abajo y me acerqué a la barra para pedir una cerveza. Una vez me sirvieron me puse a caminar hacia una mesa, pero me crucé con un hombre con demasiadas prisas y tuve que hacer un giro para evitar que me llevara por delante. Lo que no tuve en cuenta al girar fue que llevaba una jarra llena en la mano, que tras completar la maniobra pasó a estar prácticamente vacía, y su contenido había ido a parar sobre una mujer imponente y su acompañante.
- Eeeeh... Lo siento. ¿Y si os invito a una ronda para compensar el haberos tirado una encima?- Después del sablazo a mis fondos que había sido la habitación, no tenía especiales ganas de gastar más, pero por mi experiencia la opción habitual cuando se daban este tipo de situaciones era la violencia, y era mejor evitarlo, y más con gente que parecía bastante capacitada para vapulearme. Por otro lado, si no llegábamos a un entendimiento era probable que me dejaran fino, pero al menos no gastaría nada.
Tras pasar el día en la taberna, a la que había que admitir que por mucho que me doliera lo que tuve que pagarle era bastante cómoda, me dispuse a continuar mi plan de alejarme todo lo posible de Vulwulfar. Pero el viaje era largo, y ya que estaba en una taberna sería mejor disfrutar un poco antes de ponerme en marcha. Bajé a la parte de abajo y me acerqué a la barra para pedir una cerveza. Una vez me sirvieron me puse a caminar hacia una mesa, pero me crucé con un hombre con demasiadas prisas y tuve que hacer un giro para evitar que me llevara por delante. Lo que no tuve en cuenta al girar fue que llevaba una jarra llena en la mano, que tras completar la maniobra pasó a estar prácticamente vacía, y su contenido había ido a parar sobre una mujer imponente y su acompañante.
- Eeeeh... Lo siento. ¿Y si os invito a una ronda para compensar el haberos tirado una encima?- Después del sablazo a mis fondos que había sido la habitación, no tenía especiales ganas de gastar más, pero por mi experiencia la opción habitual cuando se daban este tipo de situaciones era la violencia, y era mejor evitarlo, y más con gente que parecía bastante capacitada para vapulearme. Por otro lado, si no llegábamos a un entendimiento era probable que me dejaran fino, pero al menos no gastaría nada.
Corlys Glokta
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Re: Deudas de juego son deudas de honor [Privado / Noche] [Tema Finalizado]
A Mera parecía agradarle este lugar. Después de todo, era visiblemente más atractivo que el de la noche anterior, el cual usamos porque realmente necesitábamos un sitio para asearnos y descansar. Ella hizo un comentario sobre la noche, diciendo que hizo menos frío del que hubiese imaginado. Preferí quedarme callado ante ese comentario, después de todo, era mejor omitir el hecho de que había decidido compartir la cama con ella.
Cuando hizo el comentario con respecto al vino sonreí levemente. - Si, tienes razón. *burp* Vayamos adentro. - Ella se adelantó, después de todo, se le veía una facilidad a andar en el suelo húmedo, aunque no dejé que me dejara demasiado atrás. Daba algunos pequeños saltos para evitar los charcos más grandes. Al llegar a la puerta de inmediato nos inundó aquel aroma a la exquisita comida, así como también el bullicio de personas, las cuales reían, bailaban y cantaban al son del bardo que andaba entre las mesas animando el ambiente.
Había que admitir que la alegría que había en el lugar contagiaba a sobremanera. Aquello me hizo dibujar una sonrisa en mis labios, después de todo, luego de un día de viajes, siempre era muy agradable encontrarse un sitio tan animado, eso sin duda revitalizaba mi alma. Escuché el comentario de mi acompañante y asentí levemente. - *burp* Si, y encontrar alguna mesa, lo cual se ve una tarea difí... - Justo en ese momento, tanto Mera como yo fuimos bañados por lo que parecía cerveza.
No pude evitar abrir mis ojos de par en par, y mientras me miraba de reojo mis ropas y luego volví mi vista hacia mi compañera, la cual también estaba empapada sonreí de manera burlona. - Aquí si que te dan una bienvenida peculiar... *burp* - Casi de inmediato un joven de cabellera blanca comenzó a disculparse, por lo que mientras hablaba coloqué mis manos en la cintura. A mi en lo personal no me importaba quedarme con el olor a cerveza, después de todo adoraba esa gran bebida.
Me mantuve con los ojos entrecerrados por un momento, como si fingiera algo de molestia por lo sucedido. - Que sea una jarra de cerveza para mi y la comida para la señorita. *burp* Yo me ocuparé de lo que ella beba durante la noche. ¿Te parece bien? - Le pregunté con una media sonrisa. Después de todo, si el compraba mi primera jarra de cerveza para mi, eso suavizaría por lo menos un poco de lo que gastaría en el vino especiado que Mera va a beber. Aunque miré de reojo a la chica esperando que aquel trato que había sugerido tuviera su aprobación.
Cuando hizo el comentario con respecto al vino sonreí levemente. - Si, tienes razón. *burp* Vayamos adentro. - Ella se adelantó, después de todo, se le veía una facilidad a andar en el suelo húmedo, aunque no dejé que me dejara demasiado atrás. Daba algunos pequeños saltos para evitar los charcos más grandes. Al llegar a la puerta de inmediato nos inundó aquel aroma a la exquisita comida, así como también el bullicio de personas, las cuales reían, bailaban y cantaban al son del bardo que andaba entre las mesas animando el ambiente.
Había que admitir que la alegría que había en el lugar contagiaba a sobremanera. Aquello me hizo dibujar una sonrisa en mis labios, después de todo, luego de un día de viajes, siempre era muy agradable encontrarse un sitio tan animado, eso sin duda revitalizaba mi alma. Escuché el comentario de mi acompañante y asentí levemente. - *burp* Si, y encontrar alguna mesa, lo cual se ve una tarea difí... - Justo en ese momento, tanto Mera como yo fuimos bañados por lo que parecía cerveza.
No pude evitar abrir mis ojos de par en par, y mientras me miraba de reojo mis ropas y luego volví mi vista hacia mi compañera, la cual también estaba empapada sonreí de manera burlona. - Aquí si que te dan una bienvenida peculiar... *burp* - Casi de inmediato un joven de cabellera blanca comenzó a disculparse, por lo que mientras hablaba coloqué mis manos en la cintura. A mi en lo personal no me importaba quedarme con el olor a cerveza, después de todo adoraba esa gran bebida.
Me mantuve con los ojos entrecerrados por un momento, como si fingiera algo de molestia por lo sucedido. - Que sea una jarra de cerveza para mi y la comida para la señorita. *burp* Yo me ocuparé de lo que ella beba durante la noche. ¿Te parece bien? - Le pregunté con una media sonrisa. Después de todo, si el compraba mi primera jarra de cerveza para mi, eso suavizaría por lo menos un poco de lo que gastaría en el vino especiado que Mera va a beber. Aunque miré de reojo a la chica esperando que aquel trato que había sugerido tuviera su aprobación.
Gaegel
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Re: Deudas de juego son deudas de honor [Privado / Noche] [Tema Finalizado]
Tan distraída estaba con la actividad que el lugar ofrecía que apenas y pude escuchar con atención las ultimas palabras de Gaegel antes de ser empapada de lo que parecía ser, por el aroma, cerveza, y bastante fría debía acotar. Francamente no me esperaba esa clase de recibimiento, Con el trato que en los últimos días había estado recibiendo mi ropa, estaba más que segura que si compraba nueva pronto, quedaría desnuda en un parpadeo.
Al parecer esa bienvenida había sido sólo un leve accidente por parte de un sujeto de cabellos tan claros como los míos. Era una suerte que yo estaba de tan buen humor, además, Gaegel había tomado la delantera en responder ante las disculpas del joven. Era alto, aunque no tanto como yo. Una vez que mi acompañante dejó las cosas claras y todo con bastante jovialidad, una sonora carcajada salió de mí en la medida que presionaba mi estomago con mi diestra.
- Lo que dice él, y algo para secarme tampoco me caería mal. - Agregué con el mismo animo mientras me señalaba del pecho hacia abajo, pues eran las áreas que más mojadas estaban. - Por cierto ¿sabes si de casualidad hay habitaciones disponibles? Hemos viajado un largo trecho y una noche de descanso no nos vendría mal. - Me estiraba en lo que decía aquello, tal vez ese chico supiera algo al respecto, y rezaba a los dioses antiguos para que al menos hubiese una habitación disponible. Si bien no era para usarla en este momento, pues primeramente comería y bebería hasta que el cuerpo aguantase, quería una cama a la que llegar cuando el alcohol alcanzara proporciones estratosfericas.
- ¿Y cómo debo llamar al señor dos pies izquierdos? - Agregué también con cierta sonrisa, algo de amabilidad y también burla, siempre en el buen sentido.
Al parecer esa bienvenida había sido sólo un leve accidente por parte de un sujeto de cabellos tan claros como los míos. Era una suerte que yo estaba de tan buen humor, además, Gaegel había tomado la delantera en responder ante las disculpas del joven. Era alto, aunque no tanto como yo. Una vez que mi acompañante dejó las cosas claras y todo con bastante jovialidad, una sonora carcajada salió de mí en la medida que presionaba mi estomago con mi diestra.
- Lo que dice él, y algo para secarme tampoco me caería mal. - Agregué con el mismo animo mientras me señalaba del pecho hacia abajo, pues eran las áreas que más mojadas estaban. - Por cierto ¿sabes si de casualidad hay habitaciones disponibles? Hemos viajado un largo trecho y una noche de descanso no nos vendría mal. - Me estiraba en lo que decía aquello, tal vez ese chico supiera algo al respecto, y rezaba a los dioses antiguos para que al menos hubiese una habitación disponible. Si bien no era para usarla en este momento, pues primeramente comería y bebería hasta que el cuerpo aguantase, quería una cama a la que llegar cuando el alcohol alcanzara proporciones estratosfericas.
- ¿Y cómo debo llamar al señor dos pies izquierdos? - Agregué también con cierta sonrisa, algo de amabilidad y también burla, siempre en el buen sentido.
Solo para aclarar. Ambos son libres de manejar Npc´s a su antojo.
- Inventario:
- Para efectos de este tema, debido a que cronológicamente es previo a mis compras recientes en el mercado poseo lo siguiente:
- Ropas comunes, desgastadas. (Calidad Pobre)
- Látigo. Desgastado en el evento de Rosenatt. (Calidad Pobre)
- Medalla del Exterminador. (Pecho)
- Pieza Metálica (Pecho)
Meraxes
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Re: Deudas de juego son deudas de honor [Privado / Noche] [Tema Finalizado]
Por suerte para mi, aunque no tanta para mi monedero, la pareja se había tomado con razonable humor el haberse dado un baño de cerveza y aceptaron mi oferta con un par de matices que no me suponían ningún problema.
- Lo veo bien, suena razonable.- Miré entonces hacia el pecho de la mujer cuando lo señaló para indicar la necesidad de algo para secarse, pero intentando no prestar demasiada atención a donde no debía.- Si, algo para secarse... Veamos...- Lamentablemente no vislumbré ningún trapo sobre la barra, y el plan que se me ocurrió al ver la chaqueta del mozo que me había metido en esta situación al esquivarle no sonaba demasiado bien. Darles la chaqueta de un desconocido para secarse no iba a ayudar a mejorar la impresión que tenían de mi después de vaciarles la jarra de cerveza encima, y además hacer eso tenía muchos puntos de ir a meterme en un lío como aquel que estaba intentando evitar.- Bueno, esto tendrá que servir. Supongo que lo justo es que yo también comparta el aroma a cerveza.- Dije mientras sacaba de mi zurrón una capa notablemente desgastada por el uso y se la lanzaba.
Le hice una señal al posadero para que se acercara, y mientras le esperaba, fui contestando a su pregunta sobre el alojamiento..
- Pues al menos debería haber una libre. Porque acabo de dejar vacía la mía y no creo que nadie haya sido tan rápido como para cogerla ya.- Por mi parte confiaba en no ir a necesitarla, el objetivo de la noche seguía siendo marcharme lejos de esas ciudad, aunque parecía que me iba a entretener en esa taberna un poco más de lo previsto.
- Y me llamo Corlys.- Me presenté con una sonrisa tras su burla.- E intentaría convenceros de que no soy tan torpe como parece. Pero entonces sonaría a que os he regado voluntariamente y eso creo que quedaría peor. Por cierto, ¿cómo se llaman mis estimados invitados?
Entre tanto llegó el posadero, que se me paró frente a mi con una mirada que me hacía sospechar que tenía tan poco aprecio como el que albergaba yo hacia sus precios.
- ¿Qué quieres ahora? ¿Y no te acaban de servir?- Dijo en un tono que me confirmaba que por alguna razón no le caía bien.
- Si, pero bueno, cosas que pasan. ¿Nos pones dos jarras de cerveza y lo que pida la señora?- Le respondí y dejé unas monedas encima de la barra que hicieron que su expresión mejorase sustancialmente.
Mientras esperaba a que la mujer pidiera, me volví hacia su compañero para ver si podía satisfacer mi curiosidad sobre la extrañamente elevada frecuencia con la que estaba eructando al hablar.
- ¿Y estás bien? No creo que nadie muera de gases, pero es raro que estés ya así antes de empezar a beber.
- Lo veo bien, suena razonable.- Miré entonces hacia el pecho de la mujer cuando lo señaló para indicar la necesidad de algo para secarse, pero intentando no prestar demasiada atención a donde no debía.- Si, algo para secarse... Veamos...- Lamentablemente no vislumbré ningún trapo sobre la barra, y el plan que se me ocurrió al ver la chaqueta del mozo que me había metido en esta situación al esquivarle no sonaba demasiado bien. Darles la chaqueta de un desconocido para secarse no iba a ayudar a mejorar la impresión que tenían de mi después de vaciarles la jarra de cerveza encima, y además hacer eso tenía muchos puntos de ir a meterme en un lío como aquel que estaba intentando evitar.- Bueno, esto tendrá que servir. Supongo que lo justo es que yo también comparta el aroma a cerveza.- Dije mientras sacaba de mi zurrón una capa notablemente desgastada por el uso y se la lanzaba.
Le hice una señal al posadero para que se acercara, y mientras le esperaba, fui contestando a su pregunta sobre el alojamiento..
- Pues al menos debería haber una libre. Porque acabo de dejar vacía la mía y no creo que nadie haya sido tan rápido como para cogerla ya.- Por mi parte confiaba en no ir a necesitarla, el objetivo de la noche seguía siendo marcharme lejos de esas ciudad, aunque parecía que me iba a entretener en esa taberna un poco más de lo previsto.
- Y me llamo Corlys.- Me presenté con una sonrisa tras su burla.- E intentaría convenceros de que no soy tan torpe como parece. Pero entonces sonaría a que os he regado voluntariamente y eso creo que quedaría peor. Por cierto, ¿cómo se llaman mis estimados invitados?
Entre tanto llegó el posadero, que se me paró frente a mi con una mirada que me hacía sospechar que tenía tan poco aprecio como el que albergaba yo hacia sus precios.
- ¿Qué quieres ahora? ¿Y no te acaban de servir?- Dijo en un tono que me confirmaba que por alguna razón no le caía bien.
- Si, pero bueno, cosas que pasan. ¿Nos pones dos jarras de cerveza y lo que pida la señora?- Le respondí y dejé unas monedas encima de la barra que hicieron que su expresión mejorase sustancialmente.
Mientras esperaba a que la mujer pidiera, me volví hacia su compañero para ver si podía satisfacer mi curiosidad sobre la extrañamente elevada frecuencia con la que estaba eructando al hablar.
- ¿Y estás bien? No creo que nadie muera de gases, pero es raro que estés ya así antes de empezar a beber.
Corlys Glokta
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Re: Deudas de juego son deudas de honor [Privado / Noche] [Tema Finalizado]
A mis peticiones que había hecho al joven de cabellera blanca, se había sumado algo para secarse. La miré de reojo y asentí levemente. - Ah si... *burp* Y algo para que ella se seque. - Dije aun manteniendo mi sonrisa. Nuestra solicitud fue bien vista por la persona que nos había bañado en cerveza, eso ayudaba bastante, después de todo, habría resultado agridulce llegar a un lugar tan agradable y tener que iniciar un conflicto con alguien solo por un pequeño accidente. No es raro que las personas no quieran asumir sus errores y busquen enmendar las cosas como aquella persona. Casi siempre buscan imponer su voz y hacerla ley. Pero por lo general siempre salen perjudicados ellos mismos.
Una vez que se solucionara el problema de tener algo para secar a Mera, mi acompañante le cuestionó con respecto a que si conocía si había alojamiento disponible en la taberna. A lo que el joven comenzó a responder que al menos habría una disponible, ya que el justamente había dejado libre su habitación. Eso también era una buena noticia, después de todo, el ver la posada tan animada indicaría que tal vez no encontráramos lugar donde quedarnos, y luego de beber lo que beberíamos, no sería muy cómodo tener que dormir a la luz de las estrellas.
Mera le preguntó el nombre de aquel peliblanco de una manera muy chistosa, por lo que no pude evitar soltar una leve risa, aunque sin ninguna mala intención. A lo que aquel sujeto se presentó, siguiendo el comentario de Mera. Acto seguido, Corlys nos preguntó nuestros nombres. Por lo que sonreí ampliamente. - Yo soy Gaegel. Es un placer Corlys. - Le dije mientras extendía mi diestra.
Una vez que el posadero llegó. Nuestro nuevo conocido pidió dos jarras de cerveza. Yo le pediré un tazón de guisado. *burp* Y lo que la dama pida de beber será cubierto por mi. Así mismo quisiéramos saber si hay habitaciones disponibles para nosotros dos. *burp* - Solo queda una habitación. Se paga por adelantado. - Dijo con un comentario tan amargo como el aroma que despedía. Al menos podía afirmar por los aromas que la comida tenía un aroma mucho más natural.
Mientras Mera pedía lo que iba a beber escuché la pregunta de Corlys. Asentí con mi cabeza. - Si, descuida. Estuvimos en una ciudad infestada de ratas, *burp* y bueno, luego de hacer un trabajo de cacería. Salí de ese lugar con estos eructos que no paran. - Le comenté con una media sonrisa. Por suerte, hoy los eructos eran un poco más tolerables que ayer, los cuales estuvieron al borde de llevarme a la locura. En ese momento logré divisar una mesa vacía, por lo que señalé ese lugar. - Allí hay un sitio libre. *burp* Deberíamos asegurarnos un lugar, ¿no creen? - Comenté mientras esperaba la aprobación de ambos.
Una vez que se solucionara el problema de tener algo para secar a Mera, mi acompañante le cuestionó con respecto a que si conocía si había alojamiento disponible en la taberna. A lo que el joven comenzó a responder que al menos habría una disponible, ya que el justamente había dejado libre su habitación. Eso también era una buena noticia, después de todo, el ver la posada tan animada indicaría que tal vez no encontráramos lugar donde quedarnos, y luego de beber lo que beberíamos, no sería muy cómodo tener que dormir a la luz de las estrellas.
Mera le preguntó el nombre de aquel peliblanco de una manera muy chistosa, por lo que no pude evitar soltar una leve risa, aunque sin ninguna mala intención. A lo que aquel sujeto se presentó, siguiendo el comentario de Mera. Acto seguido, Corlys nos preguntó nuestros nombres. Por lo que sonreí ampliamente. - Yo soy Gaegel. Es un placer Corlys. - Le dije mientras extendía mi diestra.
Una vez que el posadero llegó. Nuestro nuevo conocido pidió dos jarras de cerveza. Yo le pediré un tazón de guisado. *burp* Y lo que la dama pida de beber será cubierto por mi. Así mismo quisiéramos saber si hay habitaciones disponibles para nosotros dos. *burp* - Solo queda una habitación. Se paga por adelantado. - Dijo con un comentario tan amargo como el aroma que despedía. Al menos podía afirmar por los aromas que la comida tenía un aroma mucho más natural.
Mientras Mera pedía lo que iba a beber escuché la pregunta de Corlys. Asentí con mi cabeza. - Si, descuida. Estuvimos en una ciudad infestada de ratas, *burp* y bueno, luego de hacer un trabajo de cacería. Salí de ese lugar con estos eructos que no paran. - Le comenté con una media sonrisa. Por suerte, hoy los eructos eran un poco más tolerables que ayer, los cuales estuvieron al borde de llevarme a la locura. En ese momento logré divisar una mesa vacía, por lo que señalé ese lugar. - Allí hay un sitio libre. *burp* Deberíamos asegurarnos un lugar, ¿no creen? - Comenté mientras esperaba la aprobación de ambos.
Gaegel
Lobo Renegado
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Re: Deudas de juego son deudas de honor [Privado / Noche] [Tema Finalizado]
El muchacho se encargó primeramente, luego de brindarme algo con lo que puse secarme el exceso de cerveza de mi ropa, de explicar que al menos había una habitación disponible ya que él estaba por irse. Me pareció curioso, quién se iría entrada la noche cuando los peligros eran mayores al manto de la oscuridad. Debía ser muy gallardo o muy estúpido para salir así, pero cada quien con sus cosas, yo sólo quería comer, beber y pasar un buen rato.
Acto seguido, no tardó en decirnos su nombre. Gaegel, de nuevo, se había adelantado en responder con el suyo, por lo que básicamente sólo faltaba yo por decir el mío. - Meraxes, un placer. - Extendí mi diestra como gesto de formalidad para estrechar su mano. No obstante la llegada del tabernero y la actitud tan hostil de su parte me distrajo al ver el trato entre huésped y "anfitrión".
- Lo que dice mi compañero, sólo necesitamos una habitación. - Reiteré con una galante sonrisa al sujeto, esperando que eso contribuyese a bajarle los humos, claro que también sacaba un pequeño saco con monedas, producto de la ganancia obtenida por la cacería de ratas. Tomé unas cuantas y se las extendí. - Espero que esto cubra el pago de la habitación y si bien sobra lo compense con comida. Y sobre lo que deseo tomar, sé de buena fuente que sirven un excelente vino afrutado con especias peculiares y magnificas, asegurese que mi tarro siempre esté lleno y será bien recompensado mi amigable amigo. - Mi sonrisa no se borraba, con un ligero guiño de ojo para rematar. Sabía que en esta ocasión imponerse con brutalidad no era el camino a tomar. Debía actuar con amabilidad, ser esa dama que me habían enseñado años atrás y dejar que el poder de las palabras y la coquetería, pues sabía que fea tampoco era, hicieran lo suyo.
Una vez que todo llegase a buenos términos, no habría nada más que tratar con el tabernero, por tanto ya podríamos ir en búsqueda de una mesa. Para cuando estábamos en ello , entre Gaegel y Corlys se entablaba una conversación sobre la fuente de los eructos así que quise intervenir. - Tengo la teoría de que cuando tantas ratas se le montaron encima alguna debió orinarse dentro de su boca, se tragó eso y ahora no para de eructar... o quizás está maldito por darle su saco a un sujeto de dudosa procedencia, todo es posible en esta vida. - Dije entre risas, era inevitable no poder burlarme de su desgracia pues no entendía cómo demonios se había convertido en una máquina de gases móvil.
Por ahora sólo restaba buscar un lugar en donde sentarse a fin de disfrutar de la jornada de alzar el codo que nos esperaba. Gaegel había dado con una mesa vacía, justo lo que necesitábamos para tres personas. No perdí el tiempo y me adelanté entre la muchedumbre que bebía, cantaba y bailaba. Conforme me adentraba los olores, de todo tipo, penetraban mi olfato, por suerte eran los olores de la comida, y como no, del vino los que más resaltaban entre los demás.
Para cuando tomé asiento, fue casi prácticamente de inmediato que una de las chicas que servía como camarera se acercaba a nosotros con la bandeja llena de las bebidas. Era una mujer sencilla, de vida campstre, con un vestido que no dejaba nada a la imaginación en el área de su voluminoso pecho, no dudaba que también diera otra clase de servicios por el modo en que miraba a mis dos acompañantes. - En seguida traeré su comida, si desean algo más no duden en pedirlo. - Dijo con gesto coqueto alejándose sólo para buscar lo que faltaba.
- Bueno... en ese caso ¡Salud! Por los nuevos conocidos y porque este caballero - señalé a Gaegel- Al fin comienza a pagar su apuesta. - Finalicé dando un buen, gustoso y gratificante trago a aquella divina bebida.
Acto seguido, no tardó en decirnos su nombre. Gaegel, de nuevo, se había adelantado en responder con el suyo, por lo que básicamente sólo faltaba yo por decir el mío. - Meraxes, un placer. - Extendí mi diestra como gesto de formalidad para estrechar su mano. No obstante la llegada del tabernero y la actitud tan hostil de su parte me distrajo al ver el trato entre huésped y "anfitrión".
- Lo que dice mi compañero, sólo necesitamos una habitación. - Reiteré con una galante sonrisa al sujeto, esperando que eso contribuyese a bajarle los humos, claro que también sacaba un pequeño saco con monedas, producto de la ganancia obtenida por la cacería de ratas. Tomé unas cuantas y se las extendí. - Espero que esto cubra el pago de la habitación y si bien sobra lo compense con comida. Y sobre lo que deseo tomar, sé de buena fuente que sirven un excelente vino afrutado con especias peculiares y magnificas, asegurese que mi tarro siempre esté lleno y será bien recompensado mi amigable amigo. - Mi sonrisa no se borraba, con un ligero guiño de ojo para rematar. Sabía que en esta ocasión imponerse con brutalidad no era el camino a tomar. Debía actuar con amabilidad, ser esa dama que me habían enseñado años atrás y dejar que el poder de las palabras y la coquetería, pues sabía que fea tampoco era, hicieran lo suyo.
Una vez que todo llegase a buenos términos, no habría nada más que tratar con el tabernero, por tanto ya podríamos ir en búsqueda de una mesa. Para cuando estábamos en ello , entre Gaegel y Corlys se entablaba una conversación sobre la fuente de los eructos así que quise intervenir. - Tengo la teoría de que cuando tantas ratas se le montaron encima alguna debió orinarse dentro de su boca, se tragó eso y ahora no para de eructar... o quizás está maldito por darle su saco a un sujeto de dudosa procedencia, todo es posible en esta vida. - Dije entre risas, era inevitable no poder burlarme de su desgracia pues no entendía cómo demonios se había convertido en una máquina de gases móvil.
Por ahora sólo restaba buscar un lugar en donde sentarse a fin de disfrutar de la jornada de alzar el codo que nos esperaba. Gaegel había dado con una mesa vacía, justo lo que necesitábamos para tres personas. No perdí el tiempo y me adelanté entre la muchedumbre que bebía, cantaba y bailaba. Conforme me adentraba los olores, de todo tipo, penetraban mi olfato, por suerte eran los olores de la comida, y como no, del vino los que más resaltaban entre los demás.
Para cuando tomé asiento, fue casi prácticamente de inmediato que una de las chicas que servía como camarera se acercaba a nosotros con la bandeja llena de las bebidas. Era una mujer sencilla, de vida campstre, con un vestido que no dejaba nada a la imaginación en el área de su voluminoso pecho, no dudaba que también diera otra clase de servicios por el modo en que miraba a mis dos acompañantes. - En seguida traeré su comida, si desean algo más no duden en pedirlo. - Dijo con gesto coqueto alejándose sólo para buscar lo que faltaba.
- Bueno... en ese caso ¡Salud! Por los nuevos conocidos y porque este caballero - señalé a Gaegel- Al fin comienza a pagar su apuesta. - Finalicé dando un buen, gustoso y gratificante trago a aquella divina bebida.
- Inventario:
- Para efectos de este tema, debido a que cronológicamente es previo a mis compras recientes en el mercado poseo lo siguiente:
- Ropas comunes, desgastadas. (Calidad Pobre)
- Látigo. Desgastado en el evento de Rosenatt. (Calidad Pobre)
- Medalla del Exterminador. (Pecho)
- Pieza Metálica (Pecho)
Meraxes
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Re: Deudas de juego son deudas de honor [Privado / Noche] [Tema Finalizado]
Mis nuevos conocidos se presentaron como Gaegel y Meraxes, unos nombres curiosos, pero al menos así no me confundiría con nadie que se llamara como ellos. Les estreché la mano mientras observaba su negociación con el posadero, que se mostraba igual de desagradable con ellos que conmigo, así que quizás no fuera que no le gustaba yo o los vampiros en general, sino que era un capullo.
Por lo que contaron a continuación, Gaegel había recibido su ataque de eructos después de un trabajo con ratas, o quizás por una maldición de un tipo turbio también relacionada con las ratas.
- De maldiciones no entiendo mucho.- Al menos si no contabas el vampirismo como maldición, que en ese caso si tenía varias décadas de experiencia..- Pero si has estado con ratas, te puedes esperar cualquier cosa menos algo bueno. A ver si te mejoras..- Ya había tenido que aprender a no beber ratas de ciudad después de tener un par de malas experiencias por tratar de alimentarme de roedores en cuestionables condiciones de salubridad.
Iba a asentir a la propuesta de ocupar la mesa libre, pero antes de que llegase a decir nada, Meraxes avanzó directa hacia ella abriéndose paso entre el gentío.
- Se ve que ya ha decidido que era buen plan.- Comenté en referencia a la dragona encogiéndome de hombros.- Aunque si, mejor darnos prisa y que no nos la quiten.
Una vez en la mesa apareció una camarera de busto generoso y ropa bastante reveladora a traernos la bebida. Me fui poniendo tenso y moví mi banco hacia atrás ante lo mucho que se estaba acercando a Gaegel y yo la muchacha y que en mi cabeza empezaba a rondar con demasiada fuerza la idea de que unos tragos de camarera irían bien para acompañar a la cerveza. «Céntrate Corlys. Que ya te bebiste ayer suficiente sangre para tirar una semana. Y además ya no te bebes gente, o al menos gente que no haya intentado atacarte antes.»
- Gracias, pero estamos bien.- La respondí mientras se alejaba e iba relajando mi postura.
Afortunadamente, mis nuevos compañeros se pusieron a brindar y así puede desviar mis pensamientos de morder a nadie hacia mi bebida y mis nuevos compañeros.
- ¡Salud! Por eso mismo.- Levanté mi jarra para luego dar un buen trago a la cerveza.
Mientras tanto, vi como entraba un pequeño grupo de jóvenes por la puerta, lo que no tenía nada de especial, salvo porque uno de ellos era un desafortunado conocido al que estaba intentando evitar. Y es que resultaba que Robb, el chaval al que había apaleado por error, desvelado su identidad al padre de su amante, apaleado a propósito y entregado a su propio padre por robarle la mercancía, acababa de entrar en la taberna. Durante un momento me quedé bloqueado pensando en como podía haberme alcanzado, pero no tardé en caer en la cuenta de que apenas había avanzado la noche pasada y que él, a diferencia de mi, podía moverse de día, así que no era tan difícil que acabásemos en la misma taberna.
- Oh, mierda.- Me moví un poco para intentar que Meraxes quedara entre la el chaval y yo para que no pudiera verme. Porque con nuestro color de pelo tan característico, confiar en que no me reconociera iba a ser esperar demasiado.- No pasa nada. Pero igual mejor si no me ve ese chico.- Señalé disimuladamente a Robb.- Ayer tuvimos algunos problemillas y no creo que esté muy feliz de encontrarme.
Por lo que contaron a continuación, Gaegel había recibido su ataque de eructos después de un trabajo con ratas, o quizás por una maldición de un tipo turbio también relacionada con las ratas.
- De maldiciones no entiendo mucho.- Al menos si no contabas el vampirismo como maldición, que en ese caso si tenía varias décadas de experiencia..- Pero si has estado con ratas, te puedes esperar cualquier cosa menos algo bueno. A ver si te mejoras..- Ya había tenido que aprender a no beber ratas de ciudad después de tener un par de malas experiencias por tratar de alimentarme de roedores en cuestionables condiciones de salubridad.
Iba a asentir a la propuesta de ocupar la mesa libre, pero antes de que llegase a decir nada, Meraxes avanzó directa hacia ella abriéndose paso entre el gentío.
- Se ve que ya ha decidido que era buen plan.- Comenté en referencia a la dragona encogiéndome de hombros.- Aunque si, mejor darnos prisa y que no nos la quiten.
Una vez en la mesa apareció una camarera de busto generoso y ropa bastante reveladora a traernos la bebida. Me fui poniendo tenso y moví mi banco hacia atrás ante lo mucho que se estaba acercando a Gaegel y yo la muchacha y que en mi cabeza empezaba a rondar con demasiada fuerza la idea de que unos tragos de camarera irían bien para acompañar a la cerveza. «Céntrate Corlys. Que ya te bebiste ayer suficiente sangre para tirar una semana. Y además ya no te bebes gente, o al menos gente que no haya intentado atacarte antes.»
- Gracias, pero estamos bien.- La respondí mientras se alejaba e iba relajando mi postura.
Afortunadamente, mis nuevos compañeros se pusieron a brindar y así puede desviar mis pensamientos de morder a nadie hacia mi bebida y mis nuevos compañeros.
- ¡Salud! Por eso mismo.- Levanté mi jarra para luego dar un buen trago a la cerveza.
Mientras tanto, vi como entraba un pequeño grupo de jóvenes por la puerta, lo que no tenía nada de especial, salvo porque uno de ellos era un desafortunado conocido al que estaba intentando evitar. Y es que resultaba que Robb, el chaval al que había apaleado por error, desvelado su identidad al padre de su amante, apaleado a propósito y entregado a su propio padre por robarle la mercancía, acababa de entrar en la taberna. Durante un momento me quedé bloqueado pensando en como podía haberme alcanzado, pero no tardé en caer en la cuenta de que apenas había avanzado la noche pasada y que él, a diferencia de mi, podía moverse de día, así que no era tan difícil que acabásemos en la misma taberna.
- Oh, mierda.- Me moví un poco para intentar que Meraxes quedara entre la el chaval y yo para que no pudiera verme. Porque con nuestro color de pelo tan característico, confiar en que no me reconociera iba a ser esperar demasiado.- No pasa nada. Pero igual mejor si no me ve ese chico.- Señalé disimuladamente a Robb.- Ayer tuvimos algunos problemillas y no creo que esté muy feliz de encontrarme.
Corlys Glokta
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Re: Deudas de juego son deudas de honor [Privado / Noche] [Tema Finalizado]
Una vez que nos presentamos, Mera se encargó de terminar la negociación con el posadero. De nueva cuenta ella se encargó del pago de la habitación, por lo que cuando ella hizo aquel comentario con respecto al pago del exótico, y seguramente caro, vino con especias el posadero me miró fíjamente, por lo que le sonreí ampliamente. - Ya escuchó. Siempre lleno. - ¿Cómo fue que pude aguantarme los eructos? No lo sé, quería que al menos el posadero supiese que hablaba en serio, y si eructaba, podría pensar que ya venía ebrio, por lo que podría causarle alguna duda, pero al menos en ese momento pude mantener la compostura como es debido.
Luego de haber acordado las cosas con la habitación, la comida y la bebida hablamos con respecto a mi problema de eructos. Mera dijo algo que ya venía sospechando un buen tiempo, y es que ese tipo al que le vendí las ratas tal vez me maldijo. Cuando escuché el comentario del muchacho con respecto a las maldiciones sonreí levemente. - *burp* Descuida, yo estoy igual. Aunque no niego que tal vez eso puede ser verdad. - Miré enseguida a Mera. - *burp* Aunque la maldición me ayudará a pagar tu bebida, así que en tu caso *burp* es una bendición. - Dije riendo levemente.
Mi acompañante fue la primera en llegar a la mesa, por lo que al escuchar el comentario de Corlys con respecto a que podrían quitarnos la mesa reí levemente. - Pobre del incauto que lo intente. *burp* Se llevaría la arrastrada de su vida. - Dije con un tono bromista, aunque no del todo, después de todo hablaba con conocimiento de causa, sabía perfectamente que esa mujer tenía una fuerza descomunal, y porque ya me arrastró a mi con anterioridad.
Ya una vez sentados, una de las camareras nos dio una "gran" bienvenida. Miraba de reojo por un momento sus grandes atributos, tratando de mentalizarme. - No vayas a eructar, no vayas a eructar, no vayas a eructar. - Me decía a mi mismo tratando de reprimir los eructos. - Lo tendremos en cuenta linda... *burp* - Al final el cuerpo me traicionó y terminé eructando. - Malditos eructos, como los odio y los desprecio. - Me decía a mi mismo mientras me encogía de hombros.
Una vez que nos acomodamos en la mesa, Mera propuso un brindis, por lo que llené mi tarro de cerveza y lo alcé. - Salud. - Dicho eso llevé el tarro a mi boca y le di un buen trago, el cual me supo a gloria. Aunque hubo algo que me causó un poco de curiosidad, pude notar como una vez que un grupo de personas entró a la taberna, la actitud de Corlys comenzó a notarse ligeramente sospechosa. - ¿Pasa algo? *burp* - Pregunté mirándolo tratar de esconderse aprovechando la altura de Mera y la similitud de su cabello. El joven comentó que había tenido un pequeño altercado con ese grupo, por lo que no pude evitar mirarlos por el rabillo del ojo y luego ver a mis acompañantes. - Las casualidades de la vida. *burp* Sin duda Aerandir es un sitio más pequeño de lo que parece, o te están persiguiendo. *burp* Como sea, no es como si estuvieses a solas. - Le comenté a Corlys con una media sonrisa para luego darle otro trago a mi cerveza.
Luego de haber acordado las cosas con la habitación, la comida y la bebida hablamos con respecto a mi problema de eructos. Mera dijo algo que ya venía sospechando un buen tiempo, y es que ese tipo al que le vendí las ratas tal vez me maldijo. Cuando escuché el comentario del muchacho con respecto a las maldiciones sonreí levemente. - *burp* Descuida, yo estoy igual. Aunque no niego que tal vez eso puede ser verdad. - Miré enseguida a Mera. - *burp* Aunque la maldición me ayudará a pagar tu bebida, así que en tu caso *burp* es una bendición. - Dije riendo levemente.
Mi acompañante fue la primera en llegar a la mesa, por lo que al escuchar el comentario de Corlys con respecto a que podrían quitarnos la mesa reí levemente. - Pobre del incauto que lo intente. *burp* Se llevaría la arrastrada de su vida. - Dije con un tono bromista, aunque no del todo, después de todo hablaba con conocimiento de causa, sabía perfectamente que esa mujer tenía una fuerza descomunal, y porque ya me arrastró a mi con anterioridad.
Ya una vez sentados, una de las camareras nos dio una "gran" bienvenida. Miraba de reojo por un momento sus grandes atributos, tratando de mentalizarme. - No vayas a eructar, no vayas a eructar, no vayas a eructar. - Me decía a mi mismo tratando de reprimir los eructos. - Lo tendremos en cuenta linda... *burp* - Al final el cuerpo me traicionó y terminé eructando. - Malditos eructos, como los odio y los desprecio. - Me decía a mi mismo mientras me encogía de hombros.
Una vez que nos acomodamos en la mesa, Mera propuso un brindis, por lo que llené mi tarro de cerveza y lo alcé. - Salud. - Dicho eso llevé el tarro a mi boca y le di un buen trago, el cual me supo a gloria. Aunque hubo algo que me causó un poco de curiosidad, pude notar como una vez que un grupo de personas entró a la taberna, la actitud de Corlys comenzó a notarse ligeramente sospechosa. - ¿Pasa algo? *burp* - Pregunté mirándolo tratar de esconderse aprovechando la altura de Mera y la similitud de su cabello. El joven comentó que había tenido un pequeño altercado con ese grupo, por lo que no pude evitar mirarlos por el rabillo del ojo y luego ver a mis acompañantes. - Las casualidades de la vida. *burp* Sin duda Aerandir es un sitio más pequeño de lo que parece, o te están persiguiendo. *burp* Como sea, no es como si estuvieses a solas. - Le comenté a Corlys con una media sonrisa para luego darle otro trago a mi cerveza.
Gaegel
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Re: Deudas de juego son deudas de honor [Privado / Noche] [Tema Finalizado]
No podía sino sentirme más que dichosa al saber que mi copa siempre estaría llena. Tras dejar la amena charla que entablamos de pie, para este punto ya nos encontrábamos todos en la mesa.
Los observé a ambos, su reacción con la señorita, hombres, ven un buen par de tetas y todos se les olvida. Era lo que pensaba ante lo que mis orbes violetas podían descifrar. Por mi parte simplemente negué levemente con mi cabeza. - Sólo mantén esta jarra llena y yo te diré cuando parar. - Agregué con amabilidad.
Con una sonrisa algo forzada hacia mi persona, la chica se retiró dejándonos finalmente "solos", si es que era el término correcto considerando que andábamos en plena cantina con todo el bullicio a nuestro alrededor.
Eso no me detuvo para realizar un brindis, el cual fue correspondido por ambos, eso me llevó al siguiente paso, llevar aquel exquisito néctar a mis labios. Podía sentir como todos esos agradables sabores bailaban en mi boca, como una lluvia de estrellas. El sabor afrutado, la canela, creo que tenía un poco de clavos y a saber que otras especias más que no hacían sino intensificar su sabor de por sí intenso. Un suspiro, uno muy espontaneo tras alejar el vaso de mi boca se hizo presente, estaba en mi pequeño mundo cuando el comentario por parte del recién conocido me sacó de allí.
Arqueé una ceja en señal de duda volteando con discreción hacia a entrada en la medida que escuchaba sus palabras. Aquello me puso a la defensiva, era una sensación de déjà vu, me evocaba al día que Zelas nos había citado y aquellos sujetos aparecieron. En mi cabeza aún contaba con que al menos ellos no vieron nuestros rostros, o quizás sí, pero no descartaba el hecho que tal vez podría estar siguiéndonos a pesar que nos habíamos "dispersado" para reponer fuerzas.
- Escucha, francamente me considero una persona pacifica, peor tal y como dice Gaegel, no creo que tengas que esconderte.Si esos sujetos quieren pelea, quien soy yo para negarme. Hablando claro, no puedo permitir que quien paga la cena resulte herido. Además por nuestro color de cabello bien podemos decir que somos hermanos. - Agregué volviendo a dar un largo sorbo a mi exquisita bebida. Esperaba no tener que recurrir a un enfrentamiento, francamente sólo quería beber, y mi látigo no estaba en condiciones de ser útil, así que básicamente era optar por los puños.
- ¿Sabes defenderte cierto? Es que eres tan flaquito que siento que el viento puede llevarte. - Esta vez mi expresión hacia Corlys cambió a curiosidad total, aún trataba de encajar como alguien de la complexión de Baltazar - que a mis ojos resultó ser una especie de damisela en peligro. - tendría las bolas de viajar de noche cuando justo en este momento se ocultaba de unos sujetos.
Los observé a ambos, su reacción con la señorita, hombres, ven un buen par de tetas y todos se les olvida. Era lo que pensaba ante lo que mis orbes violetas podían descifrar. Por mi parte simplemente negué levemente con mi cabeza. - Sólo mantén esta jarra llena y yo te diré cuando parar. - Agregué con amabilidad.
Con una sonrisa algo forzada hacia mi persona, la chica se retiró dejándonos finalmente "solos", si es que era el término correcto considerando que andábamos en plena cantina con todo el bullicio a nuestro alrededor.
Eso no me detuvo para realizar un brindis, el cual fue correspondido por ambos, eso me llevó al siguiente paso, llevar aquel exquisito néctar a mis labios. Podía sentir como todos esos agradables sabores bailaban en mi boca, como una lluvia de estrellas. El sabor afrutado, la canela, creo que tenía un poco de clavos y a saber que otras especias más que no hacían sino intensificar su sabor de por sí intenso. Un suspiro, uno muy espontaneo tras alejar el vaso de mi boca se hizo presente, estaba en mi pequeño mundo cuando el comentario por parte del recién conocido me sacó de allí.
Arqueé una ceja en señal de duda volteando con discreción hacia a entrada en la medida que escuchaba sus palabras. Aquello me puso a la defensiva, era una sensación de déjà vu, me evocaba al día que Zelas nos había citado y aquellos sujetos aparecieron. En mi cabeza aún contaba con que al menos ellos no vieron nuestros rostros, o quizás sí, pero no descartaba el hecho que tal vez podría estar siguiéndonos a pesar que nos habíamos "dispersado" para reponer fuerzas.
- Escucha, francamente me considero una persona pacifica, peor tal y como dice Gaegel, no creo que tengas que esconderte.Si esos sujetos quieren pelea, quien soy yo para negarme. Hablando claro, no puedo permitir que quien paga la cena resulte herido. Además por nuestro color de cabello bien podemos decir que somos hermanos. - Agregué volviendo a dar un largo sorbo a mi exquisita bebida. Esperaba no tener que recurrir a un enfrentamiento, francamente sólo quería beber, y mi látigo no estaba en condiciones de ser útil, así que básicamente era optar por los puños.
- ¿Sabes defenderte cierto? Es que eres tan flaquito que siento que el viento puede llevarte. - Esta vez mi expresión hacia Corlys cambió a curiosidad total, aún trataba de encajar como alguien de la complexión de Baltazar - que a mis ojos resultó ser una especie de damisela en peligro. - tendría las bolas de viajar de noche cuando justo en este momento se ocultaba de unos sujetos.
- Inventario:
- Para efectos de este tema, debido a que cronológicamente es previo a mis compras recientes en el mercado poseo lo siguiente:
- Ropas comunes, desgastadas. (Calidad Pobre)
- Látigo. Desgastado en el evento de Rosenatt. (Calidad Pobre)
- Medalla del Exterminador. (Pecho)
- Pieza Metálica (Pecho)
Meraxes
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Re: Deudas de juego son deudas de honor [Privado / Noche] [Tema Finalizado]
Sonreí ante la perspectiva de ver a Meraxes arrastrando al infeliz que intentara quitarla la mesa, pues aunque no estuviera buscando problemas, un poco de violencia justificada siempre estaba bien, especialmente si no eras quien la recibía. Lamentablemente, no resultó haber nadie que intentara dejarla sin sitio.
Después de que se fuera la camarera, mis nuevos compañeros me transmitieron su apoyo respecto a la peculiar banda que estaba entrando, lo que resultaba extrañamente reconfortante. No era habitual que te ayudaran a salir de problemas que te habías buscado tu solo, y menos que fueran un par de personas que había conocido esa misma noche.
- No esperaba que tuvieran intención de perseguirme, pero se ve que dejé una mayor impresión de la que esperaba.- Tras reflexionar sobre sus comentarios de apoyo, opté por dejar de tratar de ocultarme tras Meraxes y ver que sucedía.- Confiemos pues en que decidan que no estando yo solo se disuadan.- Di un trago a mi bebida y me recosté en la silla.- No te preocupes que no seré un estorbo. Soy más fuerte de lo que parezco.- Era cierto que antes de convertirme dependía más en mi agilidad y evitar que me tumbaran de un golpe, pero haberme convertido en vampiro me había aportado la capacidad de aguantar más y poderes para aumentar mi fuerza temporalmente. Lo que era una pena es que en un sitio como este no podría usar mi lanza si no quería que acabara clavada en el techo o en algún infeliz.
No pasó mucho tiempo antes de que uno de los tipos se acarara a Robb y señalara nuestra mesa. Robb asintió y se acercó hacia nosotros escoltado por cuatro individuos con una complexión bastante similar a un armario, que contrastaban bastante con el joven delgaducho que era su jefe.
- Buenas Robb. ¿Queréis algo?- Saludé intentando que esto acabara de la forma menos violenta.
- No esperaba que fueras a quedarte en la ciudad después de lo de anoche.
- Yo tampoco, pero cosas que pasan.
- Tienes mucho valor para quedarte tan tranquilo después de que me hundieras la vida. Ya no me permiten acercarme a mi prometida y mi tío ha decidido dejar de pagarme.
- Oye, yo no fui quien se creyó que era buena idea robar a su familia. Y bueno, si no puedes ver a tu prometida no te arriesgas a macetas voladores, no es tan mal plan.- Empezaba a percatarme de que cada palabra que decía, Robb se iba poniendo más nervioso, pero callarme a tiempo no era una de mis facultades.- ¿Y esta gente de dónde la has sacado? ¿Tenías otro tío al que saquear para costearlo?
Y eso debió ser el empujón que faltaba para explotara y se fuera cualquier posibilidad de una solución pacífica, porque en ese momento retrocedió y se puso a dar órdenes a sus lacayos.
- ¡Dadle una lección a este bastardo! Pero traédmelo entero, seguro que sabe donde están sus compañeros.
- Si hablas por el oso y el brujo no son mis compañeros, y no se donde están.- Le interrumpí mientras me levantaba de la silla preparándome para lo que se venía.
- Y traedme también a su hermana y al otro tipo. Algo sabrán si estaba juntos.
Me quedó la impresión de que si no le hubiera interrumpido igual no habría hecho que la tomara también con mis invitados, pero tampoco tuve mucho tiempo de pensarlo porque uno de sus hombres se estaba lanzando directo hacia mi. Tuve el tiempo justo de echarme hacia atrás y empujar la silla de una patada para que se tropezara con ella y cayese al suelo rodando.
- Lamento que os haya metido en este berenjenal. Supongo que cuando salgamos de esta tendré que invitaros a otra ronda.- Comenté girándome hacia mis compañeros antes de volverme hacia mi oponente, que estaba ya levantándose y preparado para seguir luchando.
«Mira, igual si que acabas consiguiendo ver como Meraxes arrastra a alguien por el suelo. No es como si esta situación se pudiera considerar el éxito, pero algo hay.»
Después de que se fuera la camarera, mis nuevos compañeros me transmitieron su apoyo respecto a la peculiar banda que estaba entrando, lo que resultaba extrañamente reconfortante. No era habitual que te ayudaran a salir de problemas que te habías buscado tu solo, y menos que fueran un par de personas que había conocido esa misma noche.
- No esperaba que tuvieran intención de perseguirme, pero se ve que dejé una mayor impresión de la que esperaba.- Tras reflexionar sobre sus comentarios de apoyo, opté por dejar de tratar de ocultarme tras Meraxes y ver que sucedía.- Confiemos pues en que decidan que no estando yo solo se disuadan.- Di un trago a mi bebida y me recosté en la silla.- No te preocupes que no seré un estorbo. Soy más fuerte de lo que parezco.- Era cierto que antes de convertirme dependía más en mi agilidad y evitar que me tumbaran de un golpe, pero haberme convertido en vampiro me había aportado la capacidad de aguantar más y poderes para aumentar mi fuerza temporalmente. Lo que era una pena es que en un sitio como este no podría usar mi lanza si no quería que acabara clavada en el techo o en algún infeliz.
No pasó mucho tiempo antes de que uno de los tipos se acarara a Robb y señalara nuestra mesa. Robb asintió y se acercó hacia nosotros escoltado por cuatro individuos con una complexión bastante similar a un armario, que contrastaban bastante con el joven delgaducho que era su jefe.
- Buenas Robb. ¿Queréis algo?- Saludé intentando que esto acabara de la forma menos violenta.
- No esperaba que fueras a quedarte en la ciudad después de lo de anoche.
- Yo tampoco, pero cosas que pasan.
- Tienes mucho valor para quedarte tan tranquilo después de que me hundieras la vida. Ya no me permiten acercarme a mi prometida y mi tío ha decidido dejar de pagarme.
- Oye, yo no fui quien se creyó que era buena idea robar a su familia. Y bueno, si no puedes ver a tu prometida no te arriesgas a macetas voladores, no es tan mal plan.- Empezaba a percatarme de que cada palabra que decía, Robb se iba poniendo más nervioso, pero callarme a tiempo no era una de mis facultades.- ¿Y esta gente de dónde la has sacado? ¿Tenías otro tío al que saquear para costearlo?
Y eso debió ser el empujón que faltaba para explotara y se fuera cualquier posibilidad de una solución pacífica, porque en ese momento retrocedió y se puso a dar órdenes a sus lacayos.
- ¡Dadle una lección a este bastardo! Pero traédmelo entero, seguro que sabe donde están sus compañeros.
- Si hablas por el oso y el brujo no son mis compañeros, y no se donde están.- Le interrumpí mientras me levantaba de la silla preparándome para lo que se venía.
- Y traedme también a su hermana y al otro tipo. Algo sabrán si estaba juntos.
Me quedó la impresión de que si no le hubiera interrumpido igual no habría hecho que la tomara también con mis invitados, pero tampoco tuve mucho tiempo de pensarlo porque uno de sus hombres se estaba lanzando directo hacia mi. Tuve el tiempo justo de echarme hacia atrás y empujar la silla de una patada para que se tropezara con ella y cayese al suelo rodando.
- Lamento que os haya metido en este berenjenal. Supongo que cuando salgamos de esta tendré que invitaros a otra ronda.- Comenté girándome hacia mis compañeros antes de volverme hacia mi oponente, que estaba ya levantándose y preparado para seguir luchando.
«Mira, igual si que acabas consiguiendo ver como Meraxes arrastra a alguien por el suelo. No es como si esta situación se pudiera considerar el éxito, pero algo hay.»
Corlys Glokta
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Re: Deudas de juego son deudas de honor [Privado / Noche] [Tema Finalizado]
Ya una vez que la mujer se fuera, Mera comenzó a beber. Al escucharla suspirar de aquella manera no pude evitar verla de reojo. Aquello no pudo evitar hacer que mi cabeza comenzara a maquinar cosas. Si así sonaba al beber vino, ¿Cómo sonará...? Bueno, creo que mis pensamientos impuros tendrán que tomar protagonismo en otra ocasión, porque fue cuando noté la actitud del joven peliblanco.
Los sujetos de los que hablaban comenzaron a acercarse. - Esto no va a acabar bien. - Pensé mientras bebía tranquilamente. El hecho de que le hayamos dado algo de apoyo a Corlys sin duda mejoró el semblante de su rostro, y no era para menos. Eran cuatro tipos enormes los que estaban allí, aunque el que parecía dirigirlos se veía aún más endeble que nuestro acompañante de mesa.
Cuando por fin llegaron, fue Corlys quien les dio la bienvenida. Yo seguía bebiendo tranquilamente, por lo que mientras bebía hice un leve ademán con la cabeza en señal de saludo al más grande de ellos. Si las cosas se ponían rudas iba a acaparar la atención de ese grandote, y tal vez del que estaba al lado de el. Me mantuve sereno mientras ese par comenzaba a hablar. Se le podía notar en la forma de hablar a ese tal Robb que tenía una gran rabia a Corlys, y cada que el peliblanco decía algo el semblante de aquel tipo cambiaba para peor. Eso solo quería decir que las cosas terminarían en golpes.
De un momento a otro el sujeto llamado Robb comenzó a dar la orden para que capturaran no solo a Corlys, sino también a nosotros dos. - *burp* Yo sugiero que... - De un momento a otro se lanzaron contra nosotros, por lo que realicé una maniobra inclinándome hacia atrás y antes de que cayera usé mis manos para hacer una voltereta. - *burp* Deberíamos ir afuera. - Uno de los tipos volvió a arremeter contra mi, por lo que tomé la silla donde estaba sentado y se la rompí en la cabeza, aturdiendo a aquel tipo. - ESTOY DICIENDO QUE SALGAMOS AFUERA. *burp*... Caramba
Miré la silla y negué con la cabeza. - Rayos *burp*, voy a tener pagar esa silla. - Miré al grandote de nueva cuenta. - Vamos a bailar grandote... *burp* - Le comenté mientras corrí hacia el y me arrojé hacia el para envolver mis brazos en su cuello y correr directo hacia la puerta donde entramos. - ¡Síganme! - Después de todo, iba a dormir en ese lugar, lo que menos deseaba era armar un alboroto innecesario. Solo esperaba que Mera y Corlys hicieran lo mismo que yo.
Los sujetos de los que hablaban comenzaron a acercarse. - Esto no va a acabar bien. - Pensé mientras bebía tranquilamente. El hecho de que le hayamos dado algo de apoyo a Corlys sin duda mejoró el semblante de su rostro, y no era para menos. Eran cuatro tipos enormes los que estaban allí, aunque el que parecía dirigirlos se veía aún más endeble que nuestro acompañante de mesa.
Cuando por fin llegaron, fue Corlys quien les dio la bienvenida. Yo seguía bebiendo tranquilamente, por lo que mientras bebía hice un leve ademán con la cabeza en señal de saludo al más grande de ellos. Si las cosas se ponían rudas iba a acaparar la atención de ese grandote, y tal vez del que estaba al lado de el. Me mantuve sereno mientras ese par comenzaba a hablar. Se le podía notar en la forma de hablar a ese tal Robb que tenía una gran rabia a Corlys, y cada que el peliblanco decía algo el semblante de aquel tipo cambiaba para peor. Eso solo quería decir que las cosas terminarían en golpes.
De un momento a otro el sujeto llamado Robb comenzó a dar la orden para que capturaran no solo a Corlys, sino también a nosotros dos. - *burp* Yo sugiero que... - De un momento a otro se lanzaron contra nosotros, por lo que realicé una maniobra inclinándome hacia atrás y antes de que cayera usé mis manos para hacer una voltereta. - *burp* Deberíamos ir afuera. - Uno de los tipos volvió a arremeter contra mi, por lo que tomé la silla donde estaba sentado y se la rompí en la cabeza, aturdiendo a aquel tipo. - ESTOY DICIENDO QUE SALGAMOS AFUERA. *burp*... Caramba
Miré la silla y negué con la cabeza. - Rayos *burp*, voy a tener pagar esa silla. - Miré al grandote de nueva cuenta. - Vamos a bailar grandote... *burp* - Le comenté mientras corrí hacia el y me arrojé hacia el para envolver mis brazos en su cuello y correr directo hacia la puerta donde entramos. - ¡Síganme! - Después de todo, iba a dormir en ese lugar, lo que menos deseaba era armar un alboroto innecesario. Solo esperaba que Mera y Corlys hicieran lo mismo que yo.
Gaegel
Lobo Renegado
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Re: Deudas de juego son deudas de honor [Privado / Noche] [Tema Finalizado]
Corlys explicaba su desafortunada situación, hasta cierto punto podía empatizar con él pues pasaba por lo mismo. Desde ese reencuentro con Zelas, vuelvo a recalcar, no podía sentirme del todo tranquila a sabiendas que posiblemente habría sujetos demasiado peligrosos tras nosotros.
Cuando pensaba que aquella noche podría embriagarme a mi antojo y beber cuanto vino se me antojara, las cosas comenzaron a ponerse tensas. Allí estaba, dándole un sorbo a mi exquisita bebida cuando la conversación entre Corlys y la serpiente con patas tomó un rumbo en el que ni yo entendía por qué carajos me habían metido en aquel embrollo.
Terminé el contenido de mi vaso, mirando de reojo a Gaegel quien para ese momento estaba lidiando con ellos en la medida que propinaba semejante sillazo en contra de uno de los sujetos. Me levanté de mi asiento tras dejar la copa en la mesa, no quería que se derramara el contenido de la jarra y la verdad mucho menos quería luchar en un lugar tan concurrido, aunque la música que comenzaba a resonar en mis oídos me incitaba a hacerlo.
- OK... ok... ya sé que pasa aquí, Si quieres llevarme al menos bailemos un poco ¿Te parece? Y tu Corlys, nos debe otra ronda, esto no será gratis amigo mío. - Ya estaba de pie, dispuesta a unirme. Claro que a mi modo, opté por tomar a mi atacante por el brazo y llevarlo en una danza mortal al ritmo de aquella gratificante música con giros, saltos, palmas, pisotones, y un rodillazo en la entrepierna para darme le tiempo suficiente de salir al caudaloso torrente que caía fuera en ese momento. El agua me ayudaría a lidiar con esos bastardos. - Por aquí, muñecos. - Los que fuesen que quedaran los guiaría hacia fuera en donde Gaegel ya había tomado la delantera.
Me preparé tomando el látigo con la mano, esperando que resistiera lo suficiente para hacerle frente a ese grupo.
- ¡Hey Gaegel! Acabemos con esto. - Fue más en modo de motivar y avivar un poco las cosas a nuestro alrededor. Esperaba que Corlys nos siguiera para atraer la atención afuera y orar a los dioses porque saliésemos ilesos.
Cuando pensaba que aquella noche podría embriagarme a mi antojo y beber cuanto vino se me antojara, las cosas comenzaron a ponerse tensas. Allí estaba, dándole un sorbo a mi exquisita bebida cuando la conversación entre Corlys y la serpiente con patas tomó un rumbo en el que ni yo entendía por qué carajos me habían metido en aquel embrollo.
Terminé el contenido de mi vaso, mirando de reojo a Gaegel quien para ese momento estaba lidiando con ellos en la medida que propinaba semejante sillazo en contra de uno de los sujetos. Me levanté de mi asiento tras dejar la copa en la mesa, no quería que se derramara el contenido de la jarra y la verdad mucho menos quería luchar en un lugar tan concurrido, aunque la música que comenzaba a resonar en mis oídos me incitaba a hacerlo.
- Soundtrack:
- OK... ok... ya sé que pasa aquí, Si quieres llevarme al menos bailemos un poco ¿Te parece? Y tu Corlys, nos debe otra ronda, esto no será gratis amigo mío. - Ya estaba de pie, dispuesta a unirme. Claro que a mi modo, opté por tomar a mi atacante por el brazo y llevarlo en una danza mortal al ritmo de aquella gratificante música con giros, saltos, palmas, pisotones, y un rodillazo en la entrepierna para darme le tiempo suficiente de salir al caudaloso torrente que caía fuera en ese momento. El agua me ayudaría a lidiar con esos bastardos. - Por aquí, muñecos. - Los que fuesen que quedaran los guiaría hacia fuera en donde Gaegel ya había tomado la delantera.
Me preparé tomando el látigo con la mano, esperando que resistiera lo suficiente para hacerle frente a ese grupo.
- ¡Hey Gaegel! Acabemos con esto. - Fue más en modo de motivar y avivar un poco las cosas a nuestro alrededor. Esperaba que Corlys nos siguiera para atraer la atención afuera y orar a los dioses porque saliésemos ilesos.
- Inventario:
- Para efectos de este tema, debido a que cronológicamente es previo a mis compras recientes en el mercado poseo lo siguiente:
- Ropas comunes, desgastadas. (Calidad Pobre)
- Látigo. Desgastado en el evento de Rosenatt. (Calidad Pobre)
- Medalla del Exterminador. (Pecho)
- Pieza Metálica (Pecho)
Meraxes
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Re: Deudas de juego son deudas de honor [Privado / Noche] [Tema Finalizado]
Afortunadamente, mis nuevos compañeros parecían bien capacitados para una pelea de estas características. Gaegel reaccionó rápido y le reventó una silla en la espalda a uno de los matones, llevándoselo a la calle mientras nos indicaba que hiciéramos lo mismo. Meraxes por su parte agarró a uno de los tipos y lo sacó del local con un doloroso baile. Por mi parte me dispuse a seguirles, pues aunque la cara de horror que estaba poniendo el capullo del tabernero ante la perspectiva de una pelea que destrozase su local alimentaba mi alma, luchando dentro iba a ser más complicado moverme con libertad si no quería que nadie acabara herido. Solo necesitaba ver como esquivar a los dos matones que quedaban dentro.
- ¡Ahora os alcanzo!
Aprovechando que el tipo al que había derribado con la silla todavía no se había recuperado del todo, cogí la silla donde estaba Meraxes e imité a mi otro compañero rompiéndola en su espalda. Seguidamente cargué contra el último de los matones, que estaba en la entrada dudando si seguir a los que habían salido o atacarme a mi. Aprovechando ese momento de indecisión lo plaqué y salimos a la calle rodando por el suelo mojado. Con lo que no contaba era con que fuese más fuerte que yo y no tardara en acabar atrapado bajo su peso. Viendo que retorciéndome no conseguía gran cosa, cambié la estrategia y canalicé el poder de la sangre para intentar reforzarme[1] mientras me protegía como podía de los golpes que me soltaba. Tras ver como los efectos ya estaban activos, le agarré los brazos para ponerme sobre él y liberarme, disfrutando la expresión de sorpresa en su cara al notar como las tornas se habían cambiado en un momento. Seguidamente me levanté y en cuanto mi oponente se incorporó le solté un puñetazo en la mandíbula que le mando de nuevo al suelo como un saco de cebollas.
Ahora que me había liberado de mi oponente, me tomé un momento para recuperar el aliento y ver que tal les iba a Meraxes y Gaegel con los suyos, y de paso comprobar que Robb y el otro guardaespaldas habían salido ya de la taberna.
- ¡Ahora os alcanzo!
Aprovechando que el tipo al que había derribado con la silla todavía no se había recuperado del todo, cogí la silla donde estaba Meraxes e imité a mi otro compañero rompiéndola en su espalda. Seguidamente cargué contra el último de los matones, que estaba en la entrada dudando si seguir a los que habían salido o atacarme a mi. Aprovechando ese momento de indecisión lo plaqué y salimos a la calle rodando por el suelo mojado. Con lo que no contaba era con que fuese más fuerte que yo y no tardara en acabar atrapado bajo su peso. Viendo que retorciéndome no conseguía gran cosa, cambié la estrategia y canalicé el poder de la sangre para intentar reforzarme[1] mientras me protegía como podía de los golpes que me soltaba. Tras ver como los efectos ya estaban activos, le agarré los brazos para ponerme sobre él y liberarme, disfrutando la expresión de sorpresa en su cara al notar como las tornas se habían cambiado en un momento. Seguidamente me levanté y en cuanto mi oponente se incorporó le solté un puñetazo en la mandíbula que le mando de nuevo al suelo como un saco de cebollas.
Ahora que me había liberado de mi oponente, me tomé un momento para recuperar el aliento y ver que tal les iba a Meraxes y Gaegel con los suyos, y de paso comprobar que Robb y el otro guardaespaldas habían salido ya de la taberna.
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[1]Potencia de sangre: [Mágica, 2 Usos] Utiliza la sangre ingerida para aumentar su fuerza y agilidad, causando un mayor daño físico durante un turno.
Corlys Glokta
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Re: Deudas de juego son deudas de honor [Privado / Noche] [Tema Finalizado]
Ya estábamos afuera tanto el grandote como yo. Al salir el camino estaba algo resbaloso, por lo que el tipo que llevaba conmigo tropezó y ambos caímos al suelo. De inmediato traté de levantarme lo más rápido que pude. Pero aquel enorme sujeto también se levantó al mismo tiempo que yo. Le lancé un puñetazo, el cual sujetó con su corpulenta mano. Acto seguido traté de lanzarle otro puñetazo con mi otra mano, aunque el tipo enorme volvió a detener mi golpe. - Eres más fuerte de lo que tenía previsto.*burp* - En ese momento aquel hombre me levantó del suelo, aquello me hizo abrir los ojos de par en par.
Justo en ese momento salió de la taberna también Mera. Al escuchar aquel comentario la miré de reojo. - Si. *burp* ¡Justo iba a mencionar eso! - Afuera llovía, si. Pero a fin de cuentas era de noche, y aunque la luna estaba escondida por las nubes, la noche me brindaba una mayor fortaleza, si bien, no contaría con toda mi fuerza a plenitud, contaba con que el aumento de fuerza significara una ayuda que compense la diferencia de fuerzas. - Sujétame bien. Alcé ambas piernas y le propiné una patada doble en la cara a aquel sujeto. Aquello hizo que aquel enorme hombre me soltara. Al caer al suelo noté como ese sujeto llevó sus manos a su rostro, quedando expuesto. - *burp* Te dije que me sujetaras bien.
Dicho eso patee hacia la pierna de apoyo de aquel hombre, lo cual lo sacó de balance y este quedara de rodillas, por lo que le propiné un rodillazo en su pecho con mi pierna izquierda y realicé un giro para golpear su rostro con mi codo, aprovechando la velocidad en el giro para dar un mayor impacto. Miré de reojo a la puerta y noté como Corlys también salía también. - Corlys. *burp* Hasta que te unes a la fiesta. - Dije con una sonrisa, aunque aquello bajó mi guardia. El corpulento hombre me sujetó del cuello y me empujó hasta que mi espalda se impactó con un frondoso tronco. Aquello me hizo que me quejara del dolor. - Tsk... Que molesto eres.
Aquel movimiento de ese tipo me molestó. Aquel hombre confiaba en la musculatura que tenía, por lo que en ese momento me estaba asfixiando. Podía notar la mirada de satisfacción, por lo que debía de zafarme lo más rápido que pudiese. Desenfundé mi espada corta y le propiné un golpe con el pomo de mi espada. El golpe fue lo suficientemente fuerte para que aquel hombre me soltara. - Ya me tienes harto. *burp* Interrumpiste mi momento para beber cerveza. *burp* Y eso es un acto imperdonable. - Dicho eso preparé mi espada y realicé un movimiento fino, pero en el que utilicé una buena parte mi fuerza para atravesar el hombro derecho de mi contrincante(1). - Más te vale no intervenir más. O lo siguiente que atravesaré será tu corazón. - Le dije con una mirada con algo de ira, pero sin perder mi semblante relajado. Acto seguido levanto mi pierna derecha y la coloco en el hombro que atravesé y saqué mi espada. Esto lo hizo caer en el suelo, lo cual aproveché para volver a colocar mi pierna sobre su herida y ejercer presión sobre ella. - ¿Fui claro con mis palabras? Digo, si quieres seguir vivo. - Le comenté clavando mi vista en la mirada de aquel hombre y volví a pisar la herida que le había hecho haciendo que el gritara de dolor. Supongo que luego de haber hecho aquello le quitase las ganas de pelear, pero si deseaba pelear hasta las últimas consecuencias, no tendría ningún reparo en terminar el trabajo.
OFF: Habilidades usadas:
1: Estocada sangrienta: lanza una estocada utilizando el maximo de su fuerza, siendo capaz de atravesar a un enemigo sin armadura [2 usos]
Justo en ese momento salió de la taberna también Mera. Al escuchar aquel comentario la miré de reojo. - Si. *burp* ¡Justo iba a mencionar eso! - Afuera llovía, si. Pero a fin de cuentas era de noche, y aunque la luna estaba escondida por las nubes, la noche me brindaba una mayor fortaleza, si bien, no contaría con toda mi fuerza a plenitud, contaba con que el aumento de fuerza significara una ayuda que compense la diferencia de fuerzas. - Sujétame bien. Alcé ambas piernas y le propiné una patada doble en la cara a aquel sujeto. Aquello hizo que aquel enorme hombre me soltara. Al caer al suelo noté como ese sujeto llevó sus manos a su rostro, quedando expuesto. - *burp* Te dije que me sujetaras bien.
Dicho eso patee hacia la pierna de apoyo de aquel hombre, lo cual lo sacó de balance y este quedara de rodillas, por lo que le propiné un rodillazo en su pecho con mi pierna izquierda y realicé un giro para golpear su rostro con mi codo, aprovechando la velocidad en el giro para dar un mayor impacto. Miré de reojo a la puerta y noté como Corlys también salía también. - Corlys. *burp* Hasta que te unes a la fiesta. - Dije con una sonrisa, aunque aquello bajó mi guardia. El corpulento hombre me sujetó del cuello y me empujó hasta que mi espalda se impactó con un frondoso tronco. Aquello me hizo que me quejara del dolor. - Tsk... Que molesto eres.
Aquel movimiento de ese tipo me molestó. Aquel hombre confiaba en la musculatura que tenía, por lo que en ese momento me estaba asfixiando. Podía notar la mirada de satisfacción, por lo que debía de zafarme lo más rápido que pudiese. Desenfundé mi espada corta y le propiné un golpe con el pomo de mi espada. El golpe fue lo suficientemente fuerte para que aquel hombre me soltara. - Ya me tienes harto. *burp* Interrumpiste mi momento para beber cerveza. *burp* Y eso es un acto imperdonable. - Dicho eso preparé mi espada y realicé un movimiento fino, pero en el que utilicé una buena parte mi fuerza para atravesar el hombro derecho de mi contrincante(1). - Más te vale no intervenir más. O lo siguiente que atravesaré será tu corazón. - Le dije con una mirada con algo de ira, pero sin perder mi semblante relajado. Acto seguido levanto mi pierna derecha y la coloco en el hombro que atravesé y saqué mi espada. Esto lo hizo caer en el suelo, lo cual aproveché para volver a colocar mi pierna sobre su herida y ejercer presión sobre ella. - ¿Fui claro con mis palabras? Digo, si quieres seguir vivo. - Le comenté clavando mi vista en la mirada de aquel hombre y volví a pisar la herida que le había hecho haciendo que el gritara de dolor. Supongo que luego de haber hecho aquello le quitase las ganas de pelear, pero si deseaba pelear hasta las últimas consecuencias, no tendría ningún reparo en terminar el trabajo.
OFF: Habilidades usadas:
1: Estocada sangrienta: lanza una estocada utilizando el maximo de su fuerza, siendo capaz de atravesar a un enemigo sin armadura [2 usos]
Gaegel
Lobo Renegado
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Re: Deudas de juego son deudas de honor [Privado / Noche] [Tema Finalizado]
La verdad es que aquellos gorilas, pesé no a superarme en estatura sí que podía decir que lo hacían en tosquedad y sobre todo en fuerza. Por suerte, nada como darles en las bolas a un hombre para ponerlo a llorar como niña. Eso fue lo que me dio el tiempo suficiente de salir y dejar que el agua de la lluvia que cubría el suelo hiciera lo suyo.
Mis movimientos comenzaron a tornarse más rápidos, por lo que compensaría la falta de músculos con la velocidad que el campo me brindaba. Observaba, Gaegel estaba manejando bastante bien la situación, hasta de un modo algo sanguinario a lo que estaba acostumbrada a ver, no conocía esa faceta suya. Hubiera querido ayudar después de mis palabras pero allí estaba el fantoche agarrando su entrepierna mientras me miraba con una expresión entre el dolor y la ira.
No podía arriesgarme a tener un combate cuerpo a cuerpo con él, pero quizás si lograba confundirlo y enredar su grueso cuello con mi látigo podría tomar ventaja de la situación. Suspiré, lista para comenzar a mover mis piernas y dispuesta a maniobrar mi arma.
Todo parecía salir según lo que estaba pasando por mi cabeza, confiada, me acerqué lo suficiente para que mi látigo lo alcanzara, no conté con que luego de semejante golpe entre sus piernas ahora sus reflejos estaban más alertas ante lo que podría hacerle, y, en vez de enredar su cuello, él mismo lo tomó con su mano libre sonriendo de manera maliciosa. En términos prácticos me había atrapado, pues no me dio tiempo de reaccionar cuando con fuerza, a pesar del arrastre de mis piernas me jaló hacia él dándome un abrazo mortal.
Mis pies se despegaron del suelo, y mi cuerpo, de seguir así, no tardaría en comenzar a crujir. - Mierda, mierda, mierda. - Pensaba. - Ga... e...gel... - Trataba de pedir ayuda, definitivamente me había confiado y estaba pagando las consecuencias de ello.
- Eso no te funcionara, princesa, ahora tu y yo bailaremos. - Su sonrisa era maliciosa, y tras esas palabras su apretón fue mucho más fuerte, sentía que el aire me faltaba y por más que intentara zafarme era imposible, mi vista comenzaba a nublarse. Estaba en problemas.
Mis movimientos comenzaron a tornarse más rápidos, por lo que compensaría la falta de músculos con la velocidad que el campo me brindaba. Observaba, Gaegel estaba manejando bastante bien la situación, hasta de un modo algo sanguinario a lo que estaba acostumbrada a ver, no conocía esa faceta suya. Hubiera querido ayudar después de mis palabras pero allí estaba el fantoche agarrando su entrepierna mientras me miraba con una expresión entre el dolor y la ira.
No podía arriesgarme a tener un combate cuerpo a cuerpo con él, pero quizás si lograba confundirlo y enredar su grueso cuello con mi látigo podría tomar ventaja de la situación. Suspiré, lista para comenzar a mover mis piernas y dispuesta a maniobrar mi arma.
Todo parecía salir según lo que estaba pasando por mi cabeza, confiada, me acerqué lo suficiente para que mi látigo lo alcanzara, no conté con que luego de semejante golpe entre sus piernas ahora sus reflejos estaban más alertas ante lo que podría hacerle, y, en vez de enredar su cuello, él mismo lo tomó con su mano libre sonriendo de manera maliciosa. En términos prácticos me había atrapado, pues no me dio tiempo de reaccionar cuando con fuerza, a pesar del arrastre de mis piernas me jaló hacia él dándome un abrazo mortal.
Mis pies se despegaron del suelo, y mi cuerpo, de seguir así, no tardaría en comenzar a crujir. - Mierda, mierda, mierda. - Pensaba. - Ga... e...gel... - Trataba de pedir ayuda, definitivamente me había confiado y estaba pagando las consecuencias de ello.
- Eso no te funcionara, princesa, ahora tu y yo bailaremos. - Su sonrisa era maliciosa, y tras esas palabras su apretón fue mucho más fuerte, sentía que el aire me faltaba y por más que intentara zafarme era imposible, mi vista comenzaba a nublarse. Estaba en problemas.
- Off:
- Habilidad PasivaSe como el agua: Mientras haya agua bajo mis pies, puedo deslizarme por esta con agilidad y usarla para impulsarme.A fin de no confundirme, corrijan si me equivoco, creo vamos así:.
- Matón 1: Inconsciente o mal trecho por golpes de silla de Gaegel y Corlys respectivamente. Dentro de la taberna.
- Matón 2: Lucha con Gaegel fuera.
- Matón 3: Con dolor de bolas, siguió a Merax.
- Matón 4: Inconsciente por puñetazo de Corlys.
- Robb: Dentro de la taberna
- Inventario:
- Para efectos de este tema, debido a que cronológicamente es previo a mis compras recientes en el mercado poseo lo siguiente:
- Ropas comunes, desgastadas. (Calidad Pobre)
- Látigo. Desgastado en el evento de Rosenatt. (Calidad Pobre)
- Medalla del Exterminador. (Pecho)
- Pieza Metálica (Pecho)
Meraxes
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Re: Deudas de juego son deudas de honor [Privado / Noche] [Tema Finalizado]
Parecía que Gaegel había conseguido derrotar a su oponente con contundencia y el matón hacía señales de rendición entre gritos de dolor. Por desgracia, no todos mis aliados habían tenido la misma suerte y Meraxes estaba atrapada por el otro guardaespaldas y cada vez se movía menos. Sin dudarlo un momento me lancé a ayudarla, cargando con intención de darle un varazo con el asta de la lanza por la espalda, lamentablemente, mientras daba los pocos pasos que me faltaban, noté como se me iba pasando el efecto de la magia de sangre y me debilitaba aun más por el sobreesfuerzo, y el golpe que debería haber tumbado al gorila acabó convertido más en un aviso doloroso pero sin la potencia necesaria no ya para tumbarle de un golpe, sino ni siquiera para que soltara a Meraxes.
- Oh, mierda.
La parte positiva era el haber perdido el elemento sorpresa si que sirvió para que tras girarse si que soltó a Meraxes, la negativa es que lo hizo para tener las manos libres y soltarme un puñetazo. Intenté echarme para atrás y esquivarlo, pero mi cuerpo aun no se había estabilizado después de usar mis poderes y estando más torpe que habitualmente no me dio tiempo a apartarme. Todo se puso negro un momento y lo siguiente que recuerdo fue encontrarme en el suelo siendo levantado por el matón para abrazarme como hizo con Meraxes. Notaba como empezaba a faltarme el aire, pero conseguí retorcerme lo suficiente para morderle un hombro, intentando drenarle lo suficientemente rápido como para que le fallaran las fuerzas antes que a mi. Y debía estar funcionando porque el abrazo se fue relajando, pero antes de que terminara con él, unos brazos me agarraron y me estamparon contra una pared. Al girar la cabeza me encontré con el tipo al que habíamos tumbado a sillazos.
- ¿Pero tú cómo sigues en pie?- Se limitó a poner una sonrisa cruel y apretarme más contra el muro.- ¡Ayuda a Mera! Ya me encargo yo de este.- Grité a Gaegel como buenamente pude. «Aún no se como voy a hacer eso, pero algo habrá que improvisar o voy a tener un problema.»
No creía que a ninguno de los dos matones les quedase demasiado para caer, pero siendo realistas a mi tampoco y Meraxes seguía en el suelo. Sólo esperaba que Gaegel pudiera encargarse del otro antes de que volviera a por la mujer, que estaría bastante feo que se la cargasen por haberse ofrecido a ayudarme.
- Oh, mierda.
La parte positiva era el haber perdido el elemento sorpresa si que sirvió para que tras girarse si que soltó a Meraxes, la negativa es que lo hizo para tener las manos libres y soltarme un puñetazo. Intenté echarme para atrás y esquivarlo, pero mi cuerpo aun no se había estabilizado después de usar mis poderes y estando más torpe que habitualmente no me dio tiempo a apartarme. Todo se puso negro un momento y lo siguiente que recuerdo fue encontrarme en el suelo siendo levantado por el matón para abrazarme como hizo con Meraxes. Notaba como empezaba a faltarme el aire, pero conseguí retorcerme lo suficiente para morderle un hombro, intentando drenarle lo suficientemente rápido como para que le fallaran las fuerzas antes que a mi. Y debía estar funcionando porque el abrazo se fue relajando, pero antes de que terminara con él, unos brazos me agarraron y me estamparon contra una pared. Al girar la cabeza me encontré con el tipo al que habíamos tumbado a sillazos.
- ¿Pero tú cómo sigues en pie?- Se limitó a poner una sonrisa cruel y apretarme más contra el muro.- ¡Ayuda a Mera! Ya me encargo yo de este.- Grité a Gaegel como buenamente pude. «Aún no se como voy a hacer eso, pero algo habrá que improvisar o voy a tener un problema.»
No creía que a ninguno de los dos matones les quedase demasiado para caer, pero siendo realistas a mi tampoco y Meraxes seguía en el suelo. Sólo esperaba que Gaegel pudiera encargarse del otro antes de que volviera a por la mujer, que estaría bastante feo que se la cargasen por haberse ofrecido a ayudarme.
Corlys Glokta
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Re: Deudas de juego son deudas de honor [Privado / Noche] [Tema Finalizado]
La situación con aquel tipo estaba prácticamente resuelta. Retorcía de vez en cuando la herida en su hombro. - [b]Si, ya me quedó claro... Demasiado.[/color] - Al escucharlo decir aquellas palabras no pude evitar sonreír maliciosamente. - Pues más te vale *burp*... O si no a la siguiente, te mato. - Fue en ese momento cuando alcé mi vista hacia donde estaba Mera y noté como aquel sujeto la estaba sujetando con fuerzas, y ella no podía zafarse. - Me retiro. - Dicho eso le di un golpe en su entrepierna con la parte plana de la hoja de mi espada.
Cuando me dispuse a ir para ayudar a Mera, noté que fue Corlys quien se había adelantado, pero algo andaba mal. El peliblanco parecía que le había intentado dar un golpe al sujeto que había atrapado a Mera, pero lo hizo con una fragilidad que me extraño, eso debía de admitirlo, pero si era cierto que su movimiento provocó que la soltara, aunque este se centró en golpearlo y luego sujetarlo a el. Aunque de un modo el muchacho peliblanco salió airoso de aquel agarre.
Lo que me tomó completamente por sorpresa fue que apareció el sujeto al que había golpeado con la silla. - ¿Pero cuando? - Pensé que el ya estaba derrotado, pero parecía que no era así, aunque los sujetos resultaron ser más resistentes de lo que había imaginado. Y en el momento que me acerqué para ahora ayudar a Corlys, este me dijo que fuera con Mera, por lo que asentí y corrí hacia donde estaba Mera.
Ya para ese entonces aquel sujeto, si bien diezmado por lo que Corlys le había hecho, aprovechó que Mera estaba en el suelo para intentar asfixiarla, pero cuando apenas se disponía en ejercer presión atiné a darle un golpe con el pomo de mi espada. - Ustedes *burp* tienen unos serios problemas. Son demasiado tercos. - Enfundé la espada y envolví el cuello de aquel tipo con mi mano derecha, sosteniendo el agarre con mi zurda. Utilicé la ventaja que tenía al estar de pie para hacer que el matón se quitara de encima de Mera, ¿Y por qué no? También para estrellar su horrenda cara contra el suelo. Ejercía la presión en su cuello con fuerza, hasta que noté que aquel sujeto dejó de moverse. Una vez comprobado que estaba completamente fuera de combate suspiré en forma de alivio. Así que me acerqué a mi compañera gateando. - *burp* ¿Cómo estás Mera?... ¿O será que necesitas respiración boca a boca? - Reí levemente, aunque el tono de mi voz delataba que ya estaba agotándome por el esfuerzo requerido en dejar fuera de combate a esos dos gorilas.
Cuando me dispuse a ir para ayudar a Mera, noté que fue Corlys quien se había adelantado, pero algo andaba mal. El peliblanco parecía que le había intentado dar un golpe al sujeto que había atrapado a Mera, pero lo hizo con una fragilidad que me extraño, eso debía de admitirlo, pero si era cierto que su movimiento provocó que la soltara, aunque este se centró en golpearlo y luego sujetarlo a el. Aunque de un modo el muchacho peliblanco salió airoso de aquel agarre.
Lo que me tomó completamente por sorpresa fue que apareció el sujeto al que había golpeado con la silla. - ¿Pero cuando? - Pensé que el ya estaba derrotado, pero parecía que no era así, aunque los sujetos resultaron ser más resistentes de lo que había imaginado. Y en el momento que me acerqué para ahora ayudar a Corlys, este me dijo que fuera con Mera, por lo que asentí y corrí hacia donde estaba Mera.
Ya para ese entonces aquel sujeto, si bien diezmado por lo que Corlys le había hecho, aprovechó que Mera estaba en el suelo para intentar asfixiarla, pero cuando apenas se disponía en ejercer presión atiné a darle un golpe con el pomo de mi espada. - Ustedes *burp* tienen unos serios problemas. Son demasiado tercos. - Enfundé la espada y envolví el cuello de aquel tipo con mi mano derecha, sosteniendo el agarre con mi zurda. Utilicé la ventaja que tenía al estar de pie para hacer que el matón se quitara de encima de Mera, ¿Y por qué no? También para estrellar su horrenda cara contra el suelo. Ejercía la presión en su cuello con fuerza, hasta que noté que aquel sujeto dejó de moverse. Una vez comprobado que estaba completamente fuera de combate suspiré en forma de alivio. Así que me acerqué a mi compañera gateando. - *burp* ¿Cómo estás Mera?... ¿O será que necesitas respiración boca a boca? - Reí levemente, aunque el tono de mi voz delataba que ya estaba agotándome por el esfuerzo requerido en dejar fuera de combate a esos dos gorilas.
Gaegel
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Re: Deudas de juego son deudas de honor [Privado / Noche] [Tema Finalizado]
Poco a poco sentía como mi pecho y mi espalda ardían por la falta de aire, y cuando pensé que todo podría acabar allí, la presión se detuvo. Ni siquiera sentir cuando caí de espaldas al suelo, fue segundos después que el aire volvía a mi cuerpo que comencé a tomar consciencia nuevamente de lo que sucedía en mi entorno.
Aún con mi vista borrosa podía distinguir cómo Corlys parecía lidiar con aquel que me había atacado, y cuando pensé que las cosas no podrían complicarse uno de los gorilas al que suponía yo fuera de combate dentro de la taberna, se unía la fiesta. Estaba tan distraída con este hecho que no había notado que a nueva cuenta el sujeto que me había dejado tonta, volvía hacia mí. Por suerte para mí, esta fue Gaegel quien se encargó de la situación.
Se le notaba cansado, jadeaba en sus respiración, al igual que yo pero por razones totalmente distintas... aunque su sentido del humor parecía estar completamente intacto. Para ese punto ya sentía que recuperaba el habla, es decir me había reído ante sus palabras. - ¿Estás seguro que el que no quiere eso eres tú? - Di un ultimo suspiro para reponerme. Por un momento deje que el agua me renovara, aún había uno con el que lidiar y la cosa no acababa hasta que cayera el ultimo de ellos.
- Descansa, ya veremos luego si sigues respirando y necesites "apoyo". - Agregué con cierta picardía en la medida que me reincorporaba. Volví a sostener mi látigo, ya de pie, e impulsada por la fuerza del agua, corría hacia Corlys, aprovechando el factor sorpresa para maniobrar la larga cuerda de cuero hacia los pies del oponente.
Mi propósito, que perdiera el equilibrio una vez que jalara con la fuerza correcta y este pudiera soltar a Corlys. Esperaba con ello abrir un área de oportunidad para que el de cabello platinado se encargara y pronto, mi látigo estaba muy desgastado como para mantener aquel agarre mucho tiempo, y seguía consciente que en un combate cuerpo a cuerpo, tenía la total desventaja contra él.
Aún con mi vista borrosa podía distinguir cómo Corlys parecía lidiar con aquel que me había atacado, y cuando pensé que las cosas no podrían complicarse uno de los gorilas al que suponía yo fuera de combate dentro de la taberna, se unía la fiesta. Estaba tan distraída con este hecho que no había notado que a nueva cuenta el sujeto que me había dejado tonta, volvía hacia mí. Por suerte para mí, esta fue Gaegel quien se encargó de la situación.
Se le notaba cansado, jadeaba en sus respiración, al igual que yo pero por razones totalmente distintas... aunque su sentido del humor parecía estar completamente intacto. Para ese punto ya sentía que recuperaba el habla, es decir me había reído ante sus palabras. - ¿Estás seguro que el que no quiere eso eres tú? - Di un ultimo suspiro para reponerme. Por un momento deje que el agua me renovara, aún había uno con el que lidiar y la cosa no acababa hasta que cayera el ultimo de ellos.
- Descansa, ya veremos luego si sigues respirando y necesites "apoyo". - Agregué con cierta picardía en la medida que me reincorporaba. Volví a sostener mi látigo, ya de pie, e impulsada por la fuerza del agua, corría hacia Corlys, aprovechando el factor sorpresa para maniobrar la larga cuerda de cuero hacia los pies del oponente.
Mi propósito, que perdiera el equilibrio una vez que jalara con la fuerza correcta y este pudiera soltar a Corlys. Esperaba con ello abrir un área de oportunidad para que el de cabello platinado se encargara y pronto, mi látigo estaba muy desgastado como para mantener aquel agarre mucho tiempo, y seguía consciente que en un combate cuerpo a cuerpo, tenía la total desventaja contra él.
- Off:
- Habilidad PasivaSe como el agua: Mientras haya agua bajo mis pies, puedo deslizarme por esta con agilidad y usarla para impulsarme.- Matón 1:.
Inconsciente o mal trecho por golpes de silla de Gaegel y Corlys respectivamente. Dentro de la taberna.Ataca a Corlys. Merax va en su auxilio
- Matón 2:Lucha con Gaegel fuera.Fuera de combate.
- Matón 3:Con dolor de bolas, siguió a Merax.Fuera de Combate
- Matón 4:Inconsciente por puñetazo de Corlys.Fuera de combate
- Robb: Dentro de la taberna
- Inventario:
- Para efectos de este tema, debido a que cronológicamente es previo a mis compras recientes en el mercado poseo lo siguiente:
- Ropas comunes, desgastadas. (Calidad Pobre)
- Látigo. Desgastado en el evento de Rosenatt. (Calidad Pobre)
- Medalla del Exterminador. (Pecho)
- Pieza Metálica (Pecho)
Meraxes
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Re: Deudas de juego son deudas de honor [Privado / Noche] [Tema Finalizado]
Mi idea de que podría soltarme sólo sonaba mejor en la teoría que en la práctica, porque el matón me tenía bien pillado contra la pared, y aunque el método para intentar ahogarme no era el más eficiente y parecía preocuparle que le hiciera lo mismo que a su compañero si cambiaba de posición, si la situación se prolongaba iba a tener problemas serios. Por buscar el lado positivo, tenía buenas vistas de la paliza que le dio Gaegel al matón restante.
Finalmente llegó mi salvación de manos de Meraxes, que enganchó los pies de mi oponente con el látigo, haciendo que perdiera el equilibrio y tuviera que soltarme para no irse al suelo con la cara por delante. Aproveché ese momento para deslizarme hasta donde seguía tirada mi lanza y recogerla. El sujeto parecía que iba a ir a por Meraxes como venganza, pero antes de que diera un paso más le clavé mi arma en la pierna, haciendo que cayera de rodillas con un grito de dolor. Seguidamente, le di la vuelta a mi arma y le vareé la espalda hasta que se desplomó y dejó de intentar levantarse.
- A ver si así aprendes a quedarte en el suelo a la primera.- Le dije mientras revisaba si el asta de la lanza siguiera entera, que con el ruido que había hecho en esos golpes ya me temía que se partiera.
Tras comprobar que mi arma mantenía su precaria integridad y limpiar la punta en la ropa del matón caído me la puse de nuevo a la espalda y me quedé mirando a mis compañeros. Tenían el mismo aspecto lamentable que suponía que tendría yo, pero no debían estar muy mal si todavía conservaban el humor.
- Es bonito eso de que sigáis riéndoos después de esto, aunque dejad el boca a boca para luego que no llevo encima unas velas que poder sujetar.- Empecé a reírme, aunque acabó convirtiéndose en una tos por la falta de aire.Pero ahora en serio, siento que hayáis acabado así por haber sido diplomáticos cuando os regué en cerveza.- Me encogí de hombros. Este tipo de situaciones se habían vuelto algo normal en mi vida, pero era una pena que para alguien agradable con quien me cruzara le metiera en una pelea con la que no tenían nada que ver.- En fin, ¿qué tal estáis? ¿Lo suficientemente bien para cobraros la ronda que os debo todavía?
Recordaba que Robb seguía allí dentro y se podía ver su cara de terror por la ventana de la taberna, pero estaba demasiado molido para siquiera plantearme que hacer con él. Bastante tenía en esos momentos con mantenerme de pie y recomponerme de la pelea, aunque al menos el trago que le había dado a uno de ellos estaba ayudando bastante en eso último.
Finalmente llegó mi salvación de manos de Meraxes, que enganchó los pies de mi oponente con el látigo, haciendo que perdiera el equilibrio y tuviera que soltarme para no irse al suelo con la cara por delante. Aproveché ese momento para deslizarme hasta donde seguía tirada mi lanza y recogerla. El sujeto parecía que iba a ir a por Meraxes como venganza, pero antes de que diera un paso más le clavé mi arma en la pierna, haciendo que cayera de rodillas con un grito de dolor. Seguidamente, le di la vuelta a mi arma y le vareé la espalda hasta que se desplomó y dejó de intentar levantarse.
- A ver si así aprendes a quedarte en el suelo a la primera.- Le dije mientras revisaba si el asta de la lanza siguiera entera, que con el ruido que había hecho en esos golpes ya me temía que se partiera.
Tras comprobar que mi arma mantenía su precaria integridad y limpiar la punta en la ropa del matón caído me la puse de nuevo a la espalda y me quedé mirando a mis compañeros. Tenían el mismo aspecto lamentable que suponía que tendría yo, pero no debían estar muy mal si todavía conservaban el humor.
- Es bonito eso de que sigáis riéndoos después de esto, aunque dejad el boca a boca para luego que no llevo encima unas velas que poder sujetar.- Empecé a reírme, aunque acabó convirtiéndose en una tos por la falta de aire.Pero ahora en serio, siento que hayáis acabado así por haber sido diplomáticos cuando os regué en cerveza.- Me encogí de hombros. Este tipo de situaciones se habían vuelto algo normal en mi vida, pero era una pena que para alguien agradable con quien me cruzara le metiera en una pelea con la que no tenían nada que ver.- En fin, ¿qué tal estáis? ¿Lo suficientemente bien para cobraros la ronda que os debo todavía?
Recordaba que Robb seguía allí dentro y se podía ver su cara de terror por la ventana de la taberna, pero estaba demasiado molido para siquiera plantearme que hacer con él. Bastante tenía en esos momentos con mantenerme de pie y recomponerme de la pelea, aunque al menos el trago que le había dado a uno de ellos estaba ayudando bastante en eso último.
Corlys Glokta
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Re: Deudas de juego son deudas de honor [Privado / Noche] [Tema Finalizado]
Cuando escuché la respuesta de parte de Mera mi risa aumentó un poco en su volumen. - ¿Pero de qué hablas? *burp* Tu eres la que fue exprimida por un gorila. Sería un crimen que *burp* yo te quite el aliento. ¿No lo crees? - Le dije ampliando mi sonrisa mirándola de reojo. Y cuando me disponía a ir para ayudar a Corlys fue la misma Mera quien me detuvo de levantarme, afirmando que ella iría. Cuando escuché aquello último entrecerré mis ojos, acostándome en el suelo boca arriba. - Pues *burp* te tomo la palabra. - Dicho eso, y siguiendo acostado mientras miraba de reojo lo que ocurría con el último matón que quedaba por derribar.
No les tomo demasiado terminar de derribar al tipo que nos habíamos dejado atrás por un momento. Sonreí el tipo quedó fuera de combate, y al escuchar al muchacho no pude evitar volver a reír. - Hay que decir que *burp* fue muy estimulante el poder patear traseros que creen que tienen *burp* la ventaja. - Dije con un amplia sonrisa mientras seguía en el suelo mirando hacia arriba.
Dicho aquello, y luego de que Corlys tuviese un episodio de tos debido a que previamente estaba siendo estrangulado, el se disculpó por esto. - No te lamentes *burp* sobre la leche derramada. Este tipo de cosas pasan. - Le comenté mientras me reincorporaba un poco, aunque manteniéndome sentado en el suelo. Aunque cuando escuché aquello último de parte de Corlys debo admitir que aquello alegraba mi corazón. - Pero por supuesto que si. *burp* De eso no tengas la menor duda. - Le comenté mientras me estiraba un poco.
Ahora que habíamos pateado unos cuantos traseros supongo que podríamos regresar adentro y seguir bebiendo tranquilamente. Aunque primero tendría que pagar la silla que rompí. Podía asegurar que aquel tabernero estaba maldiciéndonos en esos momentos por ir a romper el gran ambiente que había allí, y hasta cierto punto podía comprenderlo, pero confiaba que luego de pagarle la silla, actué como si nada haya pasado.
No les tomo demasiado terminar de derribar al tipo que nos habíamos dejado atrás por un momento. Sonreí el tipo quedó fuera de combate, y al escuchar al muchacho no pude evitar volver a reír. - Hay que decir que *burp* fue muy estimulante el poder patear traseros que creen que tienen *burp* la ventaja. - Dije con un amplia sonrisa mientras seguía en el suelo mirando hacia arriba.
Dicho aquello, y luego de que Corlys tuviese un episodio de tos debido a que previamente estaba siendo estrangulado, el se disculpó por esto. - No te lamentes *burp* sobre la leche derramada. Este tipo de cosas pasan. - Le comenté mientras me reincorporaba un poco, aunque manteniéndome sentado en el suelo. Aunque cuando escuché aquello último de parte de Corlys debo admitir que aquello alegraba mi corazón. - Pero por supuesto que si. *burp* De eso no tengas la menor duda. - Le comenté mientras me estiraba un poco.
Ahora que habíamos pateado unos cuantos traseros supongo que podríamos regresar adentro y seguir bebiendo tranquilamente. Aunque primero tendría que pagar la silla que rompí. Podía asegurar que aquel tabernero estaba maldiciéndonos en esos momentos por ir a romper el gran ambiente que había allí, y hasta cierto punto podía comprenderlo, pero confiaba que luego de pagarle la silla, actué como si nada haya pasado.
Gaegel
Lobo Renegado
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Re: Deudas de juego son deudas de honor [Privado / Noche] [Tema Finalizado]
Por suerte la ayuda fue de utilidad para Corlys y Gaegel podía recuperar el aliento tranquilamente. En un abrir y cerrar de ojos el ultimo de esos gorilas había caído. Suspiré aliviada, todo el jaleo había cesado y podía sentarme un momento en el embarrado piso a descansar, cosa que hice una vez encontrarme cerca de Gaegel y usar su espalda para apoyar la mía.
- ¿Estimulante? Habla por ti. Si vienen con refuerzos mi arma no aguantará otro jalón. - Agregué entre risas viendo el evidente desgaste que había sufrido mi látigo.
Mi vista pasó a Corlys, que tras su comentario sobre ser candelabro, en pocas palabras, negué entre risas. - Descuida. Todos sabemos que a Gaegel le gustó la mesera. Además yo solo vine por el vino y la comida que evidentemente aceptaré como compensación por todo este desorden. - Respondí rebosante, estar descansando y que el agua de la lluvia ahora que no luchaba me empapara se sentía renovador.
Miré hacia la puerta, notando así que había unos cuantos curiosos, por no decir que la mayoría de los que estaban allí que se habían puesto a observar todo el espectáculo, la música aún sonaba, cosa que por lo menos era buena señal. Es decir, es natural que en una taberna haya peleas, además no hubo muertos, sólo estaban bastante heridos. La vista del tabernero que nos recibió estaba puesta sobre nosotros, no parecía molesto, pero tampoco parecía feliz, y de querer botarnos de seguro ya lo hubiera hecho.
- Y entonces ¿Crees que tu amigo haya entendido el mensaje de hoy y nos permita descansar? De verdad muero de hambre. - Nuevamente mi atención fue hacia Corlys, lo detallaba. Me preguntaba cómo alguien de su complexión, que era mucho menos robusta que yo había logrado hasta cierto punto lidiar con dos de ellos, era una persona curiosa.
- ¿Estimulante? Habla por ti. Si vienen con refuerzos mi arma no aguantará otro jalón. - Agregué entre risas viendo el evidente desgaste que había sufrido mi látigo.
Mi vista pasó a Corlys, que tras su comentario sobre ser candelabro, en pocas palabras, negué entre risas. - Descuida. Todos sabemos que a Gaegel le gustó la mesera. Además yo solo vine por el vino y la comida que evidentemente aceptaré como compensación por todo este desorden. - Respondí rebosante, estar descansando y que el agua de la lluvia ahora que no luchaba me empapara se sentía renovador.
Miré hacia la puerta, notando así que había unos cuantos curiosos, por no decir que la mayoría de los que estaban allí que se habían puesto a observar todo el espectáculo, la música aún sonaba, cosa que por lo menos era buena señal. Es decir, es natural que en una taberna haya peleas, además no hubo muertos, sólo estaban bastante heridos. La vista del tabernero que nos recibió estaba puesta sobre nosotros, no parecía molesto, pero tampoco parecía feliz, y de querer botarnos de seguro ya lo hubiera hecho.
- Y entonces ¿Crees que tu amigo haya entendido el mensaje de hoy y nos permita descansar? De verdad muero de hambre. - Nuevamente mi atención fue hacia Corlys, lo detallaba. Me preguntaba cómo alguien de su complexión, que era mucho menos robusta que yo había logrado hasta cierto punto lidiar con dos de ellos, era una persona curiosa.
- Inventario:
- Para efectos de este tema, debido a que cronológicamente es previo a mis compras recientes en el mercado poseo lo siguiente:
- Ropas comunes, desgastadas. (Calidad Pobre)
- Látigo. Desgastado en el evento de Rosenatt. (Calidad Pobre)
- Medalla del Exterminador. (Pecho)
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Meraxes
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Re: Deudas de juego son deudas de honor [Privado / Noche] [Tema Finalizado]
Definitivamente, Gaegel estaba completamente loco, o al menos no se me ocurría otra razón para que calificara de estimulante a que nos vapulearan unos gorilas bajo la lluvia. Aunque por suerte su compañera no compartía esas inclinaciones suicidas. Pero lo más importante era que ninguno de ellos se había tomado mal verse metidos en la pelea y podríamos continuar la comida tranquilamente.
- Excelente pues. Vayamos a continuar con la comida entonces, que hay que celebrar la victoria. Y confiemos en que no tengamos más "ejercicios estimulantes" porque creo que solo Gaegel tiene ganas de más.- Aunque viendo que Meraxes había dicho que prefería a la camarera a ella ya hacía sospechar que no era alguien que destacara por su criterio.
Al entrar pudimos ver que el ambiente no había tardado en calmarse y simplemente habíamos sido el espectáculo de la noche. Aunque el posadero parecía menos contento con todo esto, probablemente porque nos habíamos cargado dos de sus sillas en la pelea. Y el comentario de la dragona sobre el jefe de todos estos patanes me dejó pensando en si realmente habría aprendido la lección o habría que darle un empujón para asegurarse.
- Pues espero que haya pillado bien el concepto, pero preguntémosle.- Me giré hacia la esquina dónde estaba observándonos y le grité.- ¿Qué Robb? ¿Has entendido que este no es el sistema de solucionar nada?
Parecía que su intensidad inicial había bajado notablemente porque ni siquiera respondió, sino que agachó la cabeza dirigiéndose hacia la puerta. Pero cuando pasé a nuestro lado le intercepté pasándole el brazo por encima de los hombros y continué hablándole en un tono alegre, pero echándole una mirada que dejaba claro que si volvía a intentar algo sería yo quien fuera a buscarle.
- Confío en que hayamos visto que la violencia no es el camino.- Entonces bajé la voz intentando que solo me oyera él.- Y si me pasa algo o a mi o a mis compañeros ten por seguro que se filtrarán todas esas cosas que tu tío quiso dejar enterradas.- Tras la amenaza volví a un tono normal para despedirme de él con una sugerencia.- Y bueno, por las molestias causadas a la buena gente de la taberna y mis amigos podrías ser tu quien pagara los destrozos de las sillas, ¿no crees?
Le di un par de palmadas en el hombro como despedida, y Robb me devolvió una mirada de absoluto desprecio, pero al menos soltó una bolsa con lo que confiaba fuesen suficientes aeros para compensar las sillas, y tras eso agachó la cabeza y desapareció.
- Pues parece que si está todo solucionado, al menos por el momento. Así que volvamos a disfrutar de esta hermosa velada.- Aunque mientras iba terminando la frase empecé a escuchar la música de fondo- Mi niña bonita, mi dulce princesa, me siento en las nubes, cuando tú me besas...- y en mi tono se notaba la duda de si no iba a ser mejor estar metidos en una pelea que volver a encontrarme con el intento de bardo ese.
- Excelente pues. Vayamos a continuar con la comida entonces, que hay que celebrar la victoria. Y confiemos en que no tengamos más "ejercicios estimulantes" porque creo que solo Gaegel tiene ganas de más.- Aunque viendo que Meraxes había dicho que prefería a la camarera a ella ya hacía sospechar que no era alguien que destacara por su criterio.
Al entrar pudimos ver que el ambiente no había tardado en calmarse y simplemente habíamos sido el espectáculo de la noche. Aunque el posadero parecía menos contento con todo esto, probablemente porque nos habíamos cargado dos de sus sillas en la pelea. Y el comentario de la dragona sobre el jefe de todos estos patanes me dejó pensando en si realmente habría aprendido la lección o habría que darle un empujón para asegurarse.
- Pues espero que haya pillado bien el concepto, pero preguntémosle.- Me giré hacia la esquina dónde estaba observándonos y le grité.- ¿Qué Robb? ¿Has entendido que este no es el sistema de solucionar nada?
Parecía que su intensidad inicial había bajado notablemente porque ni siquiera respondió, sino que agachó la cabeza dirigiéndose hacia la puerta. Pero cuando pasé a nuestro lado le intercepté pasándole el brazo por encima de los hombros y continué hablándole en un tono alegre, pero echándole una mirada que dejaba claro que si volvía a intentar algo sería yo quien fuera a buscarle.
- Confío en que hayamos visto que la violencia no es el camino.- Entonces bajé la voz intentando que solo me oyera él.- Y si me pasa algo o a mi o a mis compañeros ten por seguro que se filtrarán todas esas cosas que tu tío quiso dejar enterradas.- Tras la amenaza volví a un tono normal para despedirme de él con una sugerencia.- Y bueno, por las molestias causadas a la buena gente de la taberna y mis amigos podrías ser tu quien pagara los destrozos de las sillas, ¿no crees?
Le di un par de palmadas en el hombro como despedida, y Robb me devolvió una mirada de absoluto desprecio, pero al menos soltó una bolsa con lo que confiaba fuesen suficientes aeros para compensar las sillas, y tras eso agachó la cabeza y desapareció.
- Pues parece que si está todo solucionado, al menos por el momento. Así que volvamos a disfrutar de esta hermosa velada.- Aunque mientras iba terminando la frase empecé a escuchar la música de fondo- Mi niña bonita, mi dulce princesa, me siento en las nubes, cuando tú me besas...- y en mi tono se notaba la duda de si no iba a ser mejor estar metidos en una pelea que volver a encontrarme con el intento de bardo ese.
Corlys Glokta
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Re: Deudas de juego son deudas de honor [Privado / Noche] [Tema Finalizado]
Miré de reojo como Mera se sentaba y usaba mi espalda como respaldo, por lo que hice lo mismo. Luego de eso, fue la misma Mera quien dijo algo respondiendo a mi comentario de que esto había sido estimulante. - Tampoco me hagas quedar *burp* como un extraño. Si llegara a darse ese *burp* caso sería muy complicado. Esperemos que no. - Dije riendo levemente para luego suspirar levemente para seguir recuperando el aliento por completo. Después de eso hizo un comentario sobre la mesera, por lo que volví a reír levemente. - Hay que reconocer *burp* los dones que esa mesera tiene, ¿no lo crees? - Comenté para luego.
Me levanté y nos dirigimos de vuelta a la taberna. Ahora lo único que deseaba era volver a comer y a beber tranquilamente. Luego de una confrontación así, la comida y la bebida sabrían muchas veces mejor a lo que sabían previamente. Una vez adentro, mi compañera le preguntó a Corlys algo con respecto a Robb, el sujeto que estaba adentro de la taberna y que había preferido no ensuciarse luchando, el albino se mostró algo asertivo ahora con el enclenque que tenía enfrente. Aquel tipo ahora parecía que estaba a punto de cagarse en sus pantalones. Me mostraba con un semblante sereno, pero altivo, como siguiéndole el juego a Corlys, pero internamente estaba riéndome de aquel esperpento que previamente había llegado tan confiado. No podía evitarlo. Sentía un regocijo al ver eventos de ese tipo.
Corlys hizo un comentario con respecto a las sillas. Giré a verlo con interés. Yo confiaba que el albino convenciera al enclenque en reparar el daño de las sillas. Eso sería un gran apoyo hacia mi economía que era tan escasa. Aquel sujeto terminó por soltar una bolsa con aeros y huyó despavorido. Aquello me hizo sonreír ampliamente. Eso significaba que ya no tendría que pagar por las sillas. Miré al tabernero. - Parece que si decidió pagar por las sillas rotas. *burp* Espero que no haya ningún inconveniente por eso. - El tabernero hizo un gesto irritable. Se acercó hacia Corlys y extendió su mano. - Ya veremos. - Dijo el agrio hombre esperando a revisar si el dinero de la bolsa sería el suficiente para las sillas. - *burp* Espero que encontremos un sitio para seguir bebiendo. - Dije mirando de un lado a otro.
Me levanté y nos dirigimos de vuelta a la taberna. Ahora lo único que deseaba era volver a comer y a beber tranquilamente. Luego de una confrontación así, la comida y la bebida sabrían muchas veces mejor a lo que sabían previamente. Una vez adentro, mi compañera le preguntó a Corlys algo con respecto a Robb, el sujeto que estaba adentro de la taberna y que había preferido no ensuciarse luchando, el albino se mostró algo asertivo ahora con el enclenque que tenía enfrente. Aquel tipo ahora parecía que estaba a punto de cagarse en sus pantalones. Me mostraba con un semblante sereno, pero altivo, como siguiéndole el juego a Corlys, pero internamente estaba riéndome de aquel esperpento que previamente había llegado tan confiado. No podía evitarlo. Sentía un regocijo al ver eventos de ese tipo.
Corlys hizo un comentario con respecto a las sillas. Giré a verlo con interés. Yo confiaba que el albino convenciera al enclenque en reparar el daño de las sillas. Eso sería un gran apoyo hacia mi economía que era tan escasa. Aquel sujeto terminó por soltar una bolsa con aeros y huyó despavorido. Aquello me hizo sonreír ampliamente. Eso significaba que ya no tendría que pagar por las sillas. Miré al tabernero. - Parece que si decidió pagar por las sillas rotas. *burp* Espero que no haya ningún inconveniente por eso. - El tabernero hizo un gesto irritable. Se acercó hacia Corlys y extendió su mano. - Ya veremos. - Dijo el agrio hombre esperando a revisar si el dinero de la bolsa sería el suficiente para las sillas. - *burp* Espero que encontremos un sitio para seguir bebiendo. - Dije mirando de un lado a otro.
Gaegel
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