Bebidas espirituosas e invitaciones engañosas [Libre - Noche] [4/4] [Finalizado]
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Bebidas espirituosas e invitaciones engañosas [Libre - Noche] [4/4] [Finalizado]
Anteriormente en... Este lugar
Mis ojos se abrieron lentamente. Los sucesos aún estaban presentes en mi cabeza. Me era difícil recordar lo que pasó después de que logré descender de esa gárgola que me llevaba volando por el lugar. Pero algo estaba fijo en mi cabeza, y era que no había logrado encontrar a Mera. Me levanté con dificultad y al lado mío me di cuenta que estaba en una carreta y habían un par de hombres al lado mío. - Al fin despertaste muchacho. - Miré de un lado a otro muy confundido. Me di cuenta de que ya era bastante tarde, incluso miraba a lo lejos en ocaso. ¿Cuánto tiempo dormí? - Te encontramos hace un rato y decidimos que lo mejor era llevarte con nosotros a que algún bandido quisiera robar tus pertenencias.
Les agradezco mucho sus atenciones. - Dije mientras comenzaba a hurgar entre mis pertenencias. Parecía que todo estaba en su sitio al menos. Fue en ese momento que me di cuenta que mi pieza metálica no vibraba para nada. ¿En donde estaría Mera? Miraba de un lado a otro. - No fue nada. - Me dijo aquel hombre. Era alguien de diez, tal vez quince años mayor que yo. Sus canas cubrían casi todo su cabeza, y lo demás era calvicie, mientras que el otro era más o menos de la misma edad, aunque completamente calvo. - Han sido muy amables, pero debo bajarme ahora mismo. Yo vine a recolectar Guld con alguien más y debo ir a encontrarlo.
En ese momento el hombre sonrió. - Descuida. Esta carreta va a una pequeña villa que está muy cerca de donde los recolectores llevan el Guld. Puedes acompañarnos y luego podrás ir allá para buscarla. - Su respuesta hizo que suspirara levemente. Era posible que dado a la hora que era Mera haya regresado con Meleis, por lo que tal vez podría acercarme a donde ellos estaban si los acompañaba. - Está bien. Iré con ustedes. - Ante mi respuesta, los hombres sonrieron ampliamente. - Has tomado una buena decisión.
Luego de un rato llegamos por fin a la pequeña villa, la cual se componía de solo algunas cuantas casas y establos. Al llegar allí me bajé de la carreta. Los hombres bajaron algunos barriles de Guld, el cual compraban. Esas personas se encargaban de fabricar un licor de Guld muy difícil de encontrar debido a la rareza de su producción, así como de la poca producción del jarabe antes mencionado. Este jarabe era mezclado con algunos cereales y cuando fermentaba se eliminaban las impurezas y el resultado era un precioso licor de color dorado.
En la aldea también habían algunos recolectores de guld, así como un par de bardos. Parecía que en la noche tenían pensado hacer una gran fiesta para celebrar la producción de esta noche. Había mucha cerveza y vino, y también darían de beber una parte de la producción. - Bueno, solo díganme que dirección tomar. - No hay prisas. Quédate esta noche, habrá una gran fiesta. Es más, si te quedas, te podemos regalar un par de botellas de licor de guld. Estuviste trabajando duro extrayendo ese jarabe, ¿No es así? Te mereces un licor que es sumamente difícil de conseguir. Sobre todo luego del problema de esas gárgolas. - Sin mencionar a ese gran dragón. - Estaba por negarme cuando me dieron en un pequeño vaso un poco de ese licor. Al beberlo mis pupilas se dilataron. Era un sabor dulce, pero sin llegar a ser empalagoso. Ligeramente amielado. Al probarlo me rasqué la nuca. Lo más seguro es que Mera me mate por esto, pero al menos podría enmendarlo. - Está bien... Me quedaré a la celebración. - Sonreí levemente mientras aquel hombre calvo amplió su sonrisa. Mientras eso ocurría, el sol volvía a ocultarse dándole paso a la noche, lo cual sería el inicio de una gran celebración.
Les agradezco mucho sus atenciones. - Dije mientras comenzaba a hurgar entre mis pertenencias. Parecía que todo estaba en su sitio al menos. Fue en ese momento que me di cuenta que mi pieza metálica no vibraba para nada. ¿En donde estaría Mera? Miraba de un lado a otro. - No fue nada. - Me dijo aquel hombre. Era alguien de diez, tal vez quince años mayor que yo. Sus canas cubrían casi todo su cabeza, y lo demás era calvicie, mientras que el otro era más o menos de la misma edad, aunque completamente calvo. - Han sido muy amables, pero debo bajarme ahora mismo. Yo vine a recolectar Guld con alguien más y debo ir a encontrarlo.
En ese momento el hombre sonrió. - Descuida. Esta carreta va a una pequeña villa que está muy cerca de donde los recolectores llevan el Guld. Puedes acompañarnos y luego podrás ir allá para buscarla. - Su respuesta hizo que suspirara levemente. Era posible que dado a la hora que era Mera haya regresado con Meleis, por lo que tal vez podría acercarme a donde ellos estaban si los acompañaba. - Está bien. Iré con ustedes. - Ante mi respuesta, los hombres sonrieron ampliamente. - Has tomado una buena decisión.
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Luego de un rato llegamos por fin a la pequeña villa, la cual se componía de solo algunas cuantas casas y establos. Al llegar allí me bajé de la carreta. Los hombres bajaron algunos barriles de Guld, el cual compraban. Esas personas se encargaban de fabricar un licor de Guld muy difícil de encontrar debido a la rareza de su producción, así como de la poca producción del jarabe antes mencionado. Este jarabe era mezclado con algunos cereales y cuando fermentaba se eliminaban las impurezas y el resultado era un precioso licor de color dorado.
En la aldea también habían algunos recolectores de guld, así como un par de bardos. Parecía que en la noche tenían pensado hacer una gran fiesta para celebrar la producción de esta noche. Había mucha cerveza y vino, y también darían de beber una parte de la producción. - Bueno, solo díganme que dirección tomar. - No hay prisas. Quédate esta noche, habrá una gran fiesta. Es más, si te quedas, te podemos regalar un par de botellas de licor de guld. Estuviste trabajando duro extrayendo ese jarabe, ¿No es así? Te mereces un licor que es sumamente difícil de conseguir. Sobre todo luego del problema de esas gárgolas. - Sin mencionar a ese gran dragón. - Estaba por negarme cuando me dieron en un pequeño vaso un poco de ese licor. Al beberlo mis pupilas se dilataron. Era un sabor dulce, pero sin llegar a ser empalagoso. Ligeramente amielado. Al probarlo me rasqué la nuca. Lo más seguro es que Mera me mate por esto, pero al menos podría enmendarlo. - Está bien... Me quedaré a la celebración. - Sonreí levemente mientras aquel hombre calvo amplió su sonrisa. Mientras eso ocurría, el sol volvía a ocultarse dándole paso a la noche, lo cual sería el inicio de una gran celebración.
Última edición por Gaegel el Mar Abr 23 2024, 21:36, editado 3 veces
Gaegel
Lobo Renegado
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Re: Bebidas espirituosas e invitaciones engañosas [Libre - Noche] [4/4] [Finalizado]
-Ay.. me duele la cabeza-
-Ha despertado llamen de vuelta al curandero!-
-Donde?.. auch-
-No te muevas-
El ya no tan borracho Nero despertó cubierto de vendas sobre una mesa, su brazo estaba en muy malas condiciones, pero eso era siempre, la cadena con cuchillas estaba colgada en una silla, aun cubierta con su sangre, entonces por la puerta entro un hombre que supuso era el curandero.
-Ha sido usted muy afortunado señor, un poco mas y probablemente ni estaría quejándose-
-¿Qué ha pasado?-
-Esperábamos que usted pudiera iluminarnos mas en ese aspecto, cuando le encontraron estaba sin ropa, y muy malherido, de milagro no ha perdido el brazo-
-Yo... no recuerdo, creo que debo dejar de transportar esa arma con mi brazo de funda jaja ay-
-Intente no moverse, aun no sabemos la gravedad de sus heridas, le traeremos una muda de ropa para cuando se sienta en condiciones-
-Yo.. No tengo dinero-
-Si fuera por eso, nadie se hubiera molestado en ayudarle-
-Gracias-
El curandero se fue sin indagar mas en el asunto, mientras el otro hombre que estaba ahí limpiaba el piso de lo que parecía su sangre, -Oh, lo siento por eso- se disculpo Nero mientras iba moviendo sus músculos poco a poco, intentando ver que parte de su cuerpo estaba mas comprometida.
-Hombre no hay problema, eres un tipo con suerte, entre las gárgolas, el dragón y los bandidos ocasionales, que te hayan encontrado con vida ha sido un milagro- decía el hombre terminando de limpiar el piso, entonces, el curandero entro con una muda de ropa y una muleta improvisada con unos palos, unos paños y una muleta(?)
-Ahí tienes ropa que debería quedarte, unas botas gastadas y una muleta, no recomiendo que te muevas mucho, pero tampoco puedes quedarte, últimamente con todo lo ocurrido están apareciendo muchos heridos y puede que necesite usar la estancia para atender a otros con mejor o peor suerte que la tuya-
-No se preocupe, entiendo, y gracias nuevamente, con los pantalones y las botas me bastan-
-Es invierno, dejare las cosas donde están ya veras si las usas o no-
-Gracias de nuevo-
El curandero salió al igual que el hombre que limpiaba mientras un accidentado Nero hacia su mejor esfuerzo para sentarse y vestirse, pasaron unos buenos minutos antes que un vendado Nero se pusiera de pie ya vestido y apoyado en la muleta, la misma que también utilizaba para llevar su cadena con cuchillas, debido a la forma en la que lo habían atendido sabia que no era buscado en ese lugar, pero por si las moscas, decidió ir en busca de un lugar donde pudiera recopilar información, el pueblo era pequeño por lo que no tardaría mucho en encontrar una taberna o algo similar.
-Ha despertado llamen de vuelta al curandero!-
-Donde?.. auch-
-No te muevas-
El ya no tan borracho Nero despertó cubierto de vendas sobre una mesa, su brazo estaba en muy malas condiciones, pero eso era siempre, la cadena con cuchillas estaba colgada en una silla, aun cubierta con su sangre, entonces por la puerta entro un hombre que supuso era el curandero.
-Ha sido usted muy afortunado señor, un poco mas y probablemente ni estaría quejándose-
-¿Qué ha pasado?-
-Esperábamos que usted pudiera iluminarnos mas en ese aspecto, cuando le encontraron estaba sin ropa, y muy malherido, de milagro no ha perdido el brazo-
-Yo... no recuerdo, creo que debo dejar de transportar esa arma con mi brazo de funda jaja ay-
-Intente no moverse, aun no sabemos la gravedad de sus heridas, le traeremos una muda de ropa para cuando se sienta en condiciones-
-Yo.. No tengo dinero-
-Si fuera por eso, nadie se hubiera molestado en ayudarle-
-Gracias-
El curandero se fue sin indagar mas en el asunto, mientras el otro hombre que estaba ahí limpiaba el piso de lo que parecía su sangre, -Oh, lo siento por eso- se disculpo Nero mientras iba moviendo sus músculos poco a poco, intentando ver que parte de su cuerpo estaba mas comprometida.
-Hombre no hay problema, eres un tipo con suerte, entre las gárgolas, el dragón y los bandidos ocasionales, que te hayan encontrado con vida ha sido un milagro- decía el hombre terminando de limpiar el piso, entonces, el curandero entro con una muda de ropa y una muleta improvisada con unos palos, unos paños y una muleta(?)
-Ahí tienes ropa que debería quedarte, unas botas gastadas y una muleta, no recomiendo que te muevas mucho, pero tampoco puedes quedarte, últimamente con todo lo ocurrido están apareciendo muchos heridos y puede que necesite usar la estancia para atender a otros con mejor o peor suerte que la tuya-
-No se preocupe, entiendo, y gracias nuevamente, con los pantalones y las botas me bastan-
-Es invierno, dejare las cosas donde están ya veras si las usas o no-
-Gracias de nuevo-
El curandero salió al igual que el hombre que limpiaba mientras un accidentado Nero hacia su mejor esfuerzo para sentarse y vestirse, pasaron unos buenos minutos antes que un vendado Nero se pusiera de pie ya vestido y apoyado en la muleta, la misma que también utilizaba para llevar su cadena con cuchillas, debido a la forma en la que lo habían atendido sabia que no era buscado en ese lugar, pero por si las moscas, decidió ir en busca de un lugar donde pudiera recopilar información, el pueblo era pequeño por lo que no tardaría mucho en encontrar una taberna o algo similar.
Nero Crimson
Borracho de Aerandir
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Re: Bebidas espirituosas e invitaciones engañosas [Libre - Noche] [4/4] [Finalizado]
Tras abandonar la zona del pantano, y aprovechando al máximo las noches, la pareja se fue adentrando en los bosques del oeste, territorio de vampiros, en busca de su siguiente destino, el altar de Habakhuk. - Aún tardaremos unos días en llegar a Sacrestic. - comentó el cazador, tras revisar el mapa que sostenía para calcular aproximadamente en qué parte de la comarca de Urd se encontraban.
- No importa, ¿qué son un par de días después de casi un año? - respondió la vampira, acariciando suavemente el cuello de su montura. Un año, sí, aquella pesadilla que había comenzado al aceptar la sangre de Géminis en isla volcánica para no morir se había alargado bastante, pero lejos de tranquilizarla, la idea de tener la cura al alcance de los dedos le provocaba cierta inquietud.
¿Qué pasaría cuando volviese a ser la de antes? Esa cuestión era la que rondaba su mente. Las sombras se habían convertido rápidamente en parte de su ser, le daban un poder al que no resultaba sencillo renunciar, pero no podía dejar que las dudas volviesen a asaltarla. - No debo seguir pensando en ello, la decisión está tomada… - caviló, clavando los verdes ojos sobre la figura de su compañero.
Alister era la razón principal por la que aceptaba llevar a cabo el ritual para revertir la conversión, para cerrar de una vez por todas aquel capítulo de sus vidas y que pudiesen comenzar una nueva etapa juntos.
- Pronto amanecerá, deberíamos buscar refugio. - sugirió, doblando el pergamino y devolviéndolo a su bolsa antes de cruzar una mirada con ella. Elen asintió en respuesta y no tardaron en ponerse de nuevo en marcha, y a diferencia de los últimos días, que habían pasado de cueva en cueva, los dioses sonrieron a la pareja poniendo en su camino un modesto pueblo.
- Hoy si podremos descansar en condiciones. - soltó la de cabellos cenicientos, colocando sus pertenencias sobre la mesa antes de dirigirse a la cama y dejarse caer sobre ésta. - Sí, es todo un alivio, sobretodo porque cada vez hace más frío… - respondió el norteño, desprendiéndose de la gabardina que lo envolvía.
Por suerte su naturaleza le permitía mantener a raya ese problema con cierta facilidad, solo tenía que transformarse y usar su elemento para aumentar la temperatura de su cuerpo, pero para preservar el calor y proteger a la joven necesitaba estar despierto y mantener las llamas en el punto justo, lo cual lo dejaba bastante agotado. Consciente de su cansancio, y sintiéndose algo culpable por los inconvenientes de su maldición, la benjamina de los Calhoun esperó a que el cazador se sentase al borde de la cama para abordarlo por la espalda, abrazando su torso y apoyando la barbilla en su hombro.
- Solo unos días más… y todo habrá acabado. - lo animó en un susurro. Por el rabillo del ojo pudo ver como sus labios se curvaban en una sonrisa, tras lo cual tomó una de las manos de la señora de sombras para acercarla a su rostro y darle un suave beso. - Sí, lo estoy deseando. - respondió, girándose un poco para mirarla. - ¿Cómo te encuentras? ¿necesitas sangre? - preguntó, dispuesto a entregarle la suya como solía hacer. - No hace falta, estoy bien… deberías aprovechar para dormir. - instó ella, y no tuvo que esforzarse mucho para convencerlo.
Acurrucada contra su pecho, Elen también se sumió en un profundo y reparador sueño, que duraría hasta el siguiente atardecer.
Cuando los últimos rayos de la tarde se desvanecían en el horizonte, la criatura de la noche empezó a moverse de nuevo, abandonando la cama con cuidado para no despertar a su compañero. Lentamente se acercó a la ventana y echó un vistazo al exterior, que parecía más animado de lo que estaba cuando llegaron, pero no prestó demasiada atención a aquel detalle, ya que la sed había regresado, haciendo arder su garganta. Visiblemente incómoda a pesar de haberse acostumbrado a la sensación que le provocaba, se llevó una mano al cuello y apretó ligeramente con los dedos mientras avanzaba hacia la mesa, donde reposaba su bolsa.
No tardó en sacar de ella un frasco de contenido rojizo, que destapó y se bebió de un trago. - Con esto aguantaré un rato… pero tengo que buscar más. - pensó, desviando la mirada hacia la silueta del cazador. Por supuesto, la idea de beber de él más tarde resultaba terriblemente tentadora, su sangre siempre sabía mejor que aquellos preparados, pero exhausto como se encontraba por el viaje no podía arriesgarse a debilitarlo aún más, tendría que buscar una alternativa, aunque a él no le gustase.
Haciendo el menor ruido posible, Elen aprovechó para asearse y cambiarse de ropa mientras Alister seguía dormido, y luego se tumbó de nuevo a su lado, apartándole los cabellos del rostro para poder admirar su tranquila expresión.
- ¿Qué hora es? - quiso saber el dragón en cuanto abrió los ojos, minutos después. - Ya ha anochecido. - le informó la joven, siguiéndolo con la vista mientras se incorporaba. - ¿Por qué no me has despertado? Debemos aprovechar para continuar… - replicó, tratando de desperezarse. - Necesitabas descansar, así que preferí no avisarte. - susurró, levantándose hasta quedar sentada. - No llegaremos muy lejos si sigues exigiéndote demasiado por mi culpa… y este no parece un mal lugar para que te repongas, quizá deberíamos quedarnos un día más… - dejó caer, sin saber cómo se tomaría aquella idea.
Alister la observó en silencio durante unos instantes, aunque solo podía atisbar su silueta a causa de la oscuridad que reinaba en la habitación. - Siento haberte preocupado, tranquila, estaré bien. - aseguró, deslizando la diestra por encima de las sábanas para cubrir con ella la mano de la vampira.
Sin más que añadir, dejó el lecho para dirigirse al baño, donde pudo refrescarse y ponerse una muda limpia antes de que ambos bajasen a la taberna a por algo de alimento. - Buenas noches, ¿qué van a tomar? - los saludó el propietario, nada más verlos llegar a la barra. - ¿Tiene algo que ayude a combatir este dichoso frío? - dijo el norteño, para luego desviar sus ojos hacia la de cabellos cenicientos. - Y también algo de beber para mí, por favor. - intervino ella, mostrando los colmillos a propósito para que supiese a qué se refería.
- Por supuesto, enseguida les sirvo, pónganse cómodos. - pidió amablemente el hombre, señalándoles las mesas de la sala. Solo un par de minutos más tarde ya tenían delante la cena, que tomaron con cierta tranquilidad. - Iré a saldar la cuenta de la habitación y a ver si consigo que me venda algo de sangre para el viaje. - indicó Elen, levantándose de la silla para volver junto a la barra. - ¿Cuánto le debemos por todo? Ah, y añada a la cuenta un par de botellas de esto, me harán falta de camino a Sacrestic. - comentó, agitando la copa que le había servido.
- ¿No pensarán marcharse tan pronto no? Justo ahora que el pueblo se está animando… - empezó a decir. - Esta noche se celebra una fiesta, al menos quédense un rato y disfruten del ambiente. - la invitó, intentando convencerla para que se hospedasen al menos otra noche y así sacarse unos aeros más. - Una fiesta… nos lo pensaremos entonces. - cedió la señora de sombras, planeando usar los festejos para entretener al alado y que así aceptase su idea de descansar otro día más antes de proseguir hacia su destino.
- Alister, parece que hemos tenido suerte, los lugareños están de celebración ¿y si damos un paseo para ver de qué se trata? - propuso una vez llegó de nuevo a la mesa, esperando no tener que insistir demasiado para convencerlo.
- No importa, ¿qué son un par de días después de casi un año? - respondió la vampira, acariciando suavemente el cuello de su montura. Un año, sí, aquella pesadilla que había comenzado al aceptar la sangre de Géminis en isla volcánica para no morir se había alargado bastante, pero lejos de tranquilizarla, la idea de tener la cura al alcance de los dedos le provocaba cierta inquietud.
¿Qué pasaría cuando volviese a ser la de antes? Esa cuestión era la que rondaba su mente. Las sombras se habían convertido rápidamente en parte de su ser, le daban un poder al que no resultaba sencillo renunciar, pero no podía dejar que las dudas volviesen a asaltarla. - No debo seguir pensando en ello, la decisión está tomada… - caviló, clavando los verdes ojos sobre la figura de su compañero.
Alister era la razón principal por la que aceptaba llevar a cabo el ritual para revertir la conversión, para cerrar de una vez por todas aquel capítulo de sus vidas y que pudiesen comenzar una nueva etapa juntos.
- Pronto amanecerá, deberíamos buscar refugio. - sugirió, doblando el pergamino y devolviéndolo a su bolsa antes de cruzar una mirada con ella. Elen asintió en respuesta y no tardaron en ponerse de nuevo en marcha, y a diferencia de los últimos días, que habían pasado de cueva en cueva, los dioses sonrieron a la pareja poniendo en su camino un modesto pueblo.
- Hoy si podremos descansar en condiciones. - soltó la de cabellos cenicientos, colocando sus pertenencias sobre la mesa antes de dirigirse a la cama y dejarse caer sobre ésta. - Sí, es todo un alivio, sobretodo porque cada vez hace más frío… - respondió el norteño, desprendiéndose de la gabardina que lo envolvía.
Por suerte su naturaleza le permitía mantener a raya ese problema con cierta facilidad, solo tenía que transformarse y usar su elemento para aumentar la temperatura de su cuerpo, pero para preservar el calor y proteger a la joven necesitaba estar despierto y mantener las llamas en el punto justo, lo cual lo dejaba bastante agotado. Consciente de su cansancio, y sintiéndose algo culpable por los inconvenientes de su maldición, la benjamina de los Calhoun esperó a que el cazador se sentase al borde de la cama para abordarlo por la espalda, abrazando su torso y apoyando la barbilla en su hombro.
- Solo unos días más… y todo habrá acabado. - lo animó en un susurro. Por el rabillo del ojo pudo ver como sus labios se curvaban en una sonrisa, tras lo cual tomó una de las manos de la señora de sombras para acercarla a su rostro y darle un suave beso. - Sí, lo estoy deseando. - respondió, girándose un poco para mirarla. - ¿Cómo te encuentras? ¿necesitas sangre? - preguntó, dispuesto a entregarle la suya como solía hacer. - No hace falta, estoy bien… deberías aprovechar para dormir. - instó ella, y no tuvo que esforzarse mucho para convencerlo.
Acurrucada contra su pecho, Elen también se sumió en un profundo y reparador sueño, que duraría hasta el siguiente atardecer.
Cuando los últimos rayos de la tarde se desvanecían en el horizonte, la criatura de la noche empezó a moverse de nuevo, abandonando la cama con cuidado para no despertar a su compañero. Lentamente se acercó a la ventana y echó un vistazo al exterior, que parecía más animado de lo que estaba cuando llegaron, pero no prestó demasiada atención a aquel detalle, ya que la sed había regresado, haciendo arder su garganta. Visiblemente incómoda a pesar de haberse acostumbrado a la sensación que le provocaba, se llevó una mano al cuello y apretó ligeramente con los dedos mientras avanzaba hacia la mesa, donde reposaba su bolsa.
No tardó en sacar de ella un frasco de contenido rojizo, que destapó y se bebió de un trago. - Con esto aguantaré un rato… pero tengo que buscar más. - pensó, desviando la mirada hacia la silueta del cazador. Por supuesto, la idea de beber de él más tarde resultaba terriblemente tentadora, su sangre siempre sabía mejor que aquellos preparados, pero exhausto como se encontraba por el viaje no podía arriesgarse a debilitarlo aún más, tendría que buscar una alternativa, aunque a él no le gustase.
Haciendo el menor ruido posible, Elen aprovechó para asearse y cambiarse de ropa mientras Alister seguía dormido, y luego se tumbó de nuevo a su lado, apartándole los cabellos del rostro para poder admirar su tranquila expresión.
- ¿Qué hora es? - quiso saber el dragón en cuanto abrió los ojos, minutos después. - Ya ha anochecido. - le informó la joven, siguiéndolo con la vista mientras se incorporaba. - ¿Por qué no me has despertado? Debemos aprovechar para continuar… - replicó, tratando de desperezarse. - Necesitabas descansar, así que preferí no avisarte. - susurró, levantándose hasta quedar sentada. - No llegaremos muy lejos si sigues exigiéndote demasiado por mi culpa… y este no parece un mal lugar para que te repongas, quizá deberíamos quedarnos un día más… - dejó caer, sin saber cómo se tomaría aquella idea.
Alister la observó en silencio durante unos instantes, aunque solo podía atisbar su silueta a causa de la oscuridad que reinaba en la habitación. - Siento haberte preocupado, tranquila, estaré bien. - aseguró, deslizando la diestra por encima de las sábanas para cubrir con ella la mano de la vampira.
Sin más que añadir, dejó el lecho para dirigirse al baño, donde pudo refrescarse y ponerse una muda limpia antes de que ambos bajasen a la taberna a por algo de alimento. - Buenas noches, ¿qué van a tomar? - los saludó el propietario, nada más verlos llegar a la barra. - ¿Tiene algo que ayude a combatir este dichoso frío? - dijo el norteño, para luego desviar sus ojos hacia la de cabellos cenicientos. - Y también algo de beber para mí, por favor. - intervino ella, mostrando los colmillos a propósito para que supiese a qué se refería.
- Por supuesto, enseguida les sirvo, pónganse cómodos. - pidió amablemente el hombre, señalándoles las mesas de la sala. Solo un par de minutos más tarde ya tenían delante la cena, que tomaron con cierta tranquilidad. - Iré a saldar la cuenta de la habitación y a ver si consigo que me venda algo de sangre para el viaje. - indicó Elen, levantándose de la silla para volver junto a la barra. - ¿Cuánto le debemos por todo? Ah, y añada a la cuenta un par de botellas de esto, me harán falta de camino a Sacrestic. - comentó, agitando la copa que le había servido.
- ¿No pensarán marcharse tan pronto no? Justo ahora que el pueblo se está animando… - empezó a decir. - Esta noche se celebra una fiesta, al menos quédense un rato y disfruten del ambiente. - la invitó, intentando convencerla para que se hospedasen al menos otra noche y así sacarse unos aeros más. - Una fiesta… nos lo pensaremos entonces. - cedió la señora de sombras, planeando usar los festejos para entretener al alado y que así aceptase su idea de descansar otro día más antes de proseguir hacia su destino.
- Alister, parece que hemos tenido suerte, los lugareños están de celebración ¿y si damos un paseo para ver de qué se trata? - propuso una vez llegó de nuevo a la mesa, esperando no tener que insistir demasiado para convencerlo.
Elen Calhoun
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Re: Bebidas espirituosas e invitaciones engañosas [Libre - Noche] [4/4] [Finalizado]
Una vez que la noche cayó, el ambiente en la pequeña y modesta aldea comenzó a animarse rápidamente. Todas las casas estaban iluminadas y adornadas con motivo a la festividad que inundaban a los pobladores. En los ojos de ellos podía verse un brillo en los ojos, la emoción que podía dar la celebración del Mezclado del licor de Guld. ¿Había algo detrás de esos brillantes ojos? La verdad es que no lo sabía, y mientras hubiese alcohol de por medio no me interesaba en absoluto, por lo que debo admitir que aproveché ese momento para beber unas jarras de cerveza.
No lo podía negar, estos aldea aunque pequeña, sabía organizar grandes festividades, ya que se había encargado de contratar a algunos bardos así como otros músicos, y no solo eso, sino que también a hermosas bailarinas que se movían hermosamente al son de las canciones que tocaban.
Si bien había alguno que otro puesto distribuido en la aldea donde te proporcionaban alimentos bebidas, sobre todo embriagantes, era en la zona central donde todo se concentraba. Al llegar allí no pude evitar ver entre los bardos a alguien conocido. Ese bardo y yo trabajamos juntos en Lunargenta antes de que yo iniciara mi trabajo como transportista. Se podía decir que yo conocí los inicios como bardo de ese sujeto de albina cabellera. Al verme no pudo evitar sonreírme.
Al termino de su canción de inmediato se acercó a mi con mucha emoción. - Por los dioses. Jamás me hubiese imaginado encontrarte aquí en este lugar. - No pude evitar sonreír levemente por el comentario del bardo. - No sé por qué te extraña. Tu sabes que el alcohol y las celebraciones son un excelente complemento para mi. - El hombre de albina cabellera asintió y me abrazó. Acto que terminé por corresponder. - Me alegra mucho volver a verte Gaegel. - A mi también me alegra mucho encontrarte Edrie... Veo que tu manera de tocar ha mejorado. -
Pues sí, eso no te lo voy a negar. - Una mujer con una bandeja llena de tarros de cerveza pasaba al lado de nosotros, por lo que ambos tomamos un tarro y comenzamos a beber. - La gente de esta aldea sí que sabe organizar celebraciones a lo grande ¿Ya viste a las bailarinas? - El bardo rió con malicia. - Y que lo digas, estoy seguro que podré tener algún "bono extra" con alguna de ellas luego de la celebración... Es más, ven, te llevaré con ellas para que consigas algo. - Pues qué amable de tu parte.
Dicho eso el bardo de albino cabello me acercó al grupo de músicos y bailarinas, por lo que no me costó mucho adaptarme al ritmo de la melodía, por lo que aproveché para compartir el baile con una hermosa bailarina de cabello rojizo y hermosos ojos verdes. Dejándome llevar por la gran melodía que estaba interpretando mi amigo Edrie.
No lo podía negar, estos aldea aunque pequeña, sabía organizar grandes festividades, ya que se había encargado de contratar a algunos bardos así como otros músicos, y no solo eso, sino que también a hermosas bailarinas que se movían hermosamente al son de las canciones que tocaban.
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Si bien había alguno que otro puesto distribuido en la aldea donde te proporcionaban alimentos bebidas, sobre todo embriagantes, era en la zona central donde todo se concentraba. Al llegar allí no pude evitar ver entre los bardos a alguien conocido. Ese bardo y yo trabajamos juntos en Lunargenta antes de que yo iniciara mi trabajo como transportista. Se podía decir que yo conocí los inicios como bardo de ese sujeto de albina cabellera. Al verme no pudo evitar sonreírme.
Al termino de su canción de inmediato se acercó a mi con mucha emoción. - Por los dioses. Jamás me hubiese imaginado encontrarte aquí en este lugar. - No pude evitar sonreír levemente por el comentario del bardo. - No sé por qué te extraña. Tu sabes que el alcohol y las celebraciones son un excelente complemento para mi. - El hombre de albina cabellera asintió y me abrazó. Acto que terminé por corresponder. - Me alegra mucho volver a verte Gaegel. - A mi también me alegra mucho encontrarte Edrie... Veo que tu manera de tocar ha mejorado. -
Pues sí, eso no te lo voy a negar. - Una mujer con una bandeja llena de tarros de cerveza pasaba al lado de nosotros, por lo que ambos tomamos un tarro y comenzamos a beber. - La gente de esta aldea sí que sabe organizar celebraciones a lo grande ¿Ya viste a las bailarinas? - El bardo rió con malicia. - Y que lo digas, estoy seguro que podré tener algún "bono extra" con alguna de ellas luego de la celebración... Es más, ven, te llevaré con ellas para que consigas algo. - Pues qué amable de tu parte.
Dicho eso el bardo de albino cabello me acercó al grupo de músicos y bailarinas, por lo que no me costó mucho adaptarme al ritmo de la melodía, por lo que aproveché para compartir el baile con una hermosa bailarina de cabello rojizo y hermosos ojos verdes. Dejándome llevar por la gran melodía que estaba interpretando mi amigo Edrie.
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- Melodía que sonaba en ese momento:
Gaegel
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Re: Bebidas espirituosas e invitaciones engañosas [Libre - Noche] [4/4] [Finalizado]
Y así fue como Nero no encontró una taberna, mas bien, la taberna le encontró a el, la diferencia era que esta taberna era todo el pueblo puesto que las festividades habían comenzado la música y la gente se lanzaba a las calles, el alcohol, la música y los bailes no se hicieron esperar, cualquier tipo de desgracia que hubiera ocurrido en los alrededores, esta noche se olvidaba y Nero no podía estar mas de acuerdo con eso.
-Tú pareces alguien que necesita una cerveza-
-Tan mal me veo?-
-Tranquilo viajero, esta noche todos tenemos el deber de ayudarnos a pasar pagina, ten bebe por los que ya no pueden-
Nero ni lento, ni perezoso sujeto la jarra con su brazo libre y brindo a la salud de la mujer que le había entregado aquel hermoso néctar de los dioses, oh aquella bebida refrescante que casi inmediatamente le hacia sentir un poco mejor, se termino la jarra de cerveza y comenzó a recorrer el lugar, la música le llamo la atención, así que indudablemente se acercaría a ese lugar solo para ser encantado por las bailarinas del lugar quienes se movían con mucha gracia y estilo, sin embargo, lo que realmente destacaba, al menos para el era ver a Gaegel bailando con las mismas como si fuera uno mas de aquella caravana, cosa que le causo mucha gracia y se alegro de que ni las gárgolas ni el mismo hubieran acabado con el, si Gaegel se encontraba bailando y feliz entonces Meraxes también estaría bien, o al menos eso esperaba, ya un poco mas tranquilo cambio su jarra vacía por una llena y se quedo observando a la distancia, mas tranquilo pero aun sintiéndose como un impostor ante aquella hospitalidad no merecida.
-Tú pareces alguien que necesita una cerveza-
-Tan mal me veo?-
-Tranquilo viajero, esta noche todos tenemos el deber de ayudarnos a pasar pagina, ten bebe por los que ya no pueden-
Nero ni lento, ni perezoso sujeto la jarra con su brazo libre y brindo a la salud de la mujer que le había entregado aquel hermoso néctar de los dioses, oh aquella bebida refrescante que casi inmediatamente le hacia sentir un poco mejor, se termino la jarra de cerveza y comenzó a recorrer el lugar, la música le llamo la atención, así que indudablemente se acercaría a ese lugar solo para ser encantado por las bailarinas del lugar quienes se movían con mucha gracia y estilo, sin embargo, lo que realmente destacaba, al menos para el era ver a Gaegel bailando con las mismas como si fuera uno mas de aquella caravana, cosa que le causo mucha gracia y se alegro de que ni las gárgolas ni el mismo hubieran acabado con el, si Gaegel se encontraba bailando y feliz entonces Meraxes también estaría bien, o al menos eso esperaba, ya un poco mas tranquilo cambio su jarra vacía por una llena y se quedo observando a la distancia, mas tranquilo pero aun sintiéndose como un impostor ante aquella hospitalidad no merecida.
Nero Crimson
Borracho de Aerandir
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Re: Bebidas espirituosas e invitaciones engañosas [Libre - Noche] [4/4] [Finalizado]
Alister la miró en silencio durante unos instantes, plenamente consciente de lo que intentaba. Conocía muy bien a la de cabellos cenicientos, tanto como para saber que aquella celebración solo era una simple excusa para quedarse un poco más en el pueblo y que así él pudiese reponer fuerzas antes de proseguir su viaje hacia Sacrestic. - Ya te lo dije antes, estoy bien, podemos continuar. - aseguró, provocando que al quedar al descubierto, Elen cambiase drásticamente de táctica.
Apoyando ambas manos sobre la mesa, la vampira se inclinó hacia su acompañante hasta que sus rostros quedaron prácticamente juntos, clavando sus brillantes ojos verdes en los de él. - No me obligues a usar la voz para convencerte… - susurró, tomando por sorpresa al norteño. - No serías capaz de hacerlo… ¿verdad? - preguntó, pero su expresión no dejaba lugar a dudas, estaba dispuesta a valerse de la magia si eso la ayudaba a salirse con la suya.
- Sabes que no me gusta la idea de utilizarla contigo… pero si no me dejas otra alternativa… - contestó con suavidad, acercándose peligrosamente a su oído. - Ríndete, lo hago por tu bien y ambos sabemos cómo acabará esto. - habló con tranquilidad, completamente segura de que no podría resistirse a aquel don que su maldita naturaleza le había brindado.
Su habilidad para influir en la voluntad de otros había mejorado considerablemente en los últimos meses gracias a la práctica, y el dragón lo había visto de primera mano, no tenía nada que hacer. - No es justo que uses esos trucos en mi contra. - replicó, girándose para mirarla. - Un día, y luego nos marchamos. - cedió finalmente, para satisfacción de la nocturna criatura, que le dedicó una amplia sonrisa. - Por supuesto, ¿ves? No era tan difícil. - soltó, irguiéndose.
- Como si le hiciera falta llegar a esos extremos… - pensó el cazador, aceptando que su debilidad por ella lo ponía en clara desventaja. Por eso mismo se había resignado a aceptar su plan antes de que la de cabellos cenicientos intentase meterse en su cabeza, porque no le hacía falta ninguna magia ni habilidad vampírica para retenerlo allí.
- Salgamos a echar un vistazo. - instó, enfundándose la gabardina nada más acabar de cenar para dirigirse hacia la puerta. Fuera el ambiente era de lo más animado, la multitud se congregaba en torno a los puntos de interés, en los que se servía comida y bebida en abundancia a cuantos se acercaban.
Sin embargo, al haber saciado sus estómagos en la taberna, el interés de la pareja pasó a centrarse en la zona en que se hallaban un bardo y algunos bailarines. Lentamente, se fueron acercando al lugar del que llegaba la animada música y buscaron donde sentarse para observar los festejos, quedando en un segundo plano desde el que podían disfrutar de la alegre celebración sin tener que participar directamente.
- ¿Qué hacen con las manos vacías? - les preguntó una mujer, que llevaba consigo una bandeja cargada de frescas jarras de licor. - Vamos, prueben nuestra bebida estrella, el jarabe de Guld le da un toque que sin duda no encontrarán en ninguna otra. - los invitó, tendiéndoles dos de aquellos recipientes. - Gracias. - respondió Alister, aceptando el gesto y esperando a que su compañera hiciera lo propio para brindar con ella.
Y tan rápido como apareció, la extraña se perdió entre el gentío para seguir sirviendo a los presentes.
- ¡Salud! - soltó, haciendo chocar suavemente su jarra contra la de la señora de sombras antes de dar un trago a su contenido. - Tenía razón, tiene un regusto dulce pero en la medida justa, está bastante buena. - añadió, buscando la mirada de Elen. - Sé que no es sangre pero deberías darle una oportunidad. - sugirió, y no tuvo que decir más para que la benjamina de los Calhoun le hiciese caso.
- Es verdad, para ser un licor está muy bien. - concedió, visiblemente sorprendida por el buen sabor de aquella mezcla. Y de pronto, mientras la canción del bardo seguía sonando de fondo y los bailarines iban de un lado para otro, los agudos ojos de la criatura de la noche atisbaron un rostro conocido entre la multitud, el de Nero, el dragón con que se habían topado nada más volver del Oblivion.
Sin duda encajaba perfectamente en un ambiente festivo como el que los rodeaba, así que no se preguntó cómo habría llegado hasta allí.
Off: Se hace mención al talento de Elen: Susurro tenebroso, pero no llega a usarlo.
Apoyando ambas manos sobre la mesa, la vampira se inclinó hacia su acompañante hasta que sus rostros quedaron prácticamente juntos, clavando sus brillantes ojos verdes en los de él. - No me obligues a usar la voz para convencerte… - susurró, tomando por sorpresa al norteño. - No serías capaz de hacerlo… ¿verdad? - preguntó, pero su expresión no dejaba lugar a dudas, estaba dispuesta a valerse de la magia si eso la ayudaba a salirse con la suya.
- Sabes que no me gusta la idea de utilizarla contigo… pero si no me dejas otra alternativa… - contestó con suavidad, acercándose peligrosamente a su oído. - Ríndete, lo hago por tu bien y ambos sabemos cómo acabará esto. - habló con tranquilidad, completamente segura de que no podría resistirse a aquel don que su maldita naturaleza le había brindado.
Su habilidad para influir en la voluntad de otros había mejorado considerablemente en los últimos meses gracias a la práctica, y el dragón lo había visto de primera mano, no tenía nada que hacer. - No es justo que uses esos trucos en mi contra. - replicó, girándose para mirarla. - Un día, y luego nos marchamos. - cedió finalmente, para satisfacción de la nocturna criatura, que le dedicó una amplia sonrisa. - Por supuesto, ¿ves? No era tan difícil. - soltó, irguiéndose.
- Como si le hiciera falta llegar a esos extremos… - pensó el cazador, aceptando que su debilidad por ella lo ponía en clara desventaja. Por eso mismo se había resignado a aceptar su plan antes de que la de cabellos cenicientos intentase meterse en su cabeza, porque no le hacía falta ninguna magia ni habilidad vampírica para retenerlo allí.
- Salgamos a echar un vistazo. - instó, enfundándose la gabardina nada más acabar de cenar para dirigirse hacia la puerta. Fuera el ambiente era de lo más animado, la multitud se congregaba en torno a los puntos de interés, en los que se servía comida y bebida en abundancia a cuantos se acercaban.
Sin embargo, al haber saciado sus estómagos en la taberna, el interés de la pareja pasó a centrarse en la zona en que se hallaban un bardo y algunos bailarines. Lentamente, se fueron acercando al lugar del que llegaba la animada música y buscaron donde sentarse para observar los festejos, quedando en un segundo plano desde el que podían disfrutar de la alegre celebración sin tener que participar directamente.
- ¿Qué hacen con las manos vacías? - les preguntó una mujer, que llevaba consigo una bandeja cargada de frescas jarras de licor. - Vamos, prueben nuestra bebida estrella, el jarabe de Guld le da un toque que sin duda no encontrarán en ninguna otra. - los invitó, tendiéndoles dos de aquellos recipientes. - Gracias. - respondió Alister, aceptando el gesto y esperando a que su compañera hiciera lo propio para brindar con ella.
Y tan rápido como apareció, la extraña se perdió entre el gentío para seguir sirviendo a los presentes.
- ¡Salud! - soltó, haciendo chocar suavemente su jarra contra la de la señora de sombras antes de dar un trago a su contenido. - Tenía razón, tiene un regusto dulce pero en la medida justa, está bastante buena. - añadió, buscando la mirada de Elen. - Sé que no es sangre pero deberías darle una oportunidad. - sugirió, y no tuvo que decir más para que la benjamina de los Calhoun le hiciese caso.
- Es verdad, para ser un licor está muy bien. - concedió, visiblemente sorprendida por el buen sabor de aquella mezcla. Y de pronto, mientras la canción del bardo seguía sonando de fondo y los bailarines iban de un lado para otro, los agudos ojos de la criatura de la noche atisbaron un rostro conocido entre la multitud, el de Nero, el dragón con que se habían topado nada más volver del Oblivion.
Sin duda encajaba perfectamente en un ambiente festivo como el que los rodeaba, así que no se preguntó cómo habría llegado hasta allí.
Off: Se hace mención al talento de Elen: Susurro tenebroso, pero no llega a usarlo.
Elen Calhoun
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Re: Bebidas espirituosas e invitaciones engañosas [Libre - Noche] [4/4] [Finalizado]
Había estado varias semanas de nuevo enfrascado en mis libros, en mi biblioteca mientras trabajaba duramente en el taller. Llegado el momento, decidi que era el momento de hacer otro de mis viajes. Tanto tiempo encerrado no me gustaba y no era nada bueno, sobretodo para alguien tan aficionado a la aventura como yo. Por ello, con la decisión tomada, no tarde demasiado en prepararlo todo para realizar el nuevo fiaje.
Este viaje me llevaría a los reinos del oeste. Concretamente, iría a visitar la comarca de Ud. Había escuchado rumores por el camino de que se iba a celebrar cierta fiesta y me había entrado curiosidad, la verdad. Normalmente mis viajes incluían aventura, emoción y peligros. Pero una fiesta no estaba nada mal. Era una gran oportunidad para conocer personas y ahora que el peligro de cierto clan había pasado, era buen momento para expandir horizontes.
Tras un largo viaje, llegue a la aldea y una vez allí, con algunas indicaciones, me persone en el lugar de la fiesta, para la cual no tuve que caminar demasiado. Con la bolsa a mi espalda, observe a los aldeanos y vi a alguien que no tarde en reconocer. —Vaya, la última vez que te vi tenías una buena borrachera —le dije a Nero, mientras me acercaba a él. Él y yo habíamos coincidido en aquellas minas donde tuvimos que colaborar para tratar de ayudar con cierto problemilla que tenían por allí.
Este viaje me llevaría a los reinos del oeste. Concretamente, iría a visitar la comarca de Ud. Había escuchado rumores por el camino de que se iba a celebrar cierta fiesta y me había entrado curiosidad, la verdad. Normalmente mis viajes incluían aventura, emoción y peligros. Pero una fiesta no estaba nada mal. Era una gran oportunidad para conocer personas y ahora que el peligro de cierto clan había pasado, era buen momento para expandir horizontes.
Tras un largo viaje, llegue a la aldea y una vez allí, con algunas indicaciones, me persone en el lugar de la fiesta, para la cual no tuve que caminar demasiado. Con la bolsa a mi espalda, observe a los aldeanos y vi a alguien que no tarde en reconocer. —Vaya, la última vez que te vi tenías una buena borrachera —le dije a Nero, mientras me acercaba a él. Él y yo habíamos coincidido en aquellas minas donde tuvimos que colaborar para tratar de ayudar con cierto problemilla que tenían por allí.
Logan Allen
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Re: Bebidas espirituosas e invitaciones engañosas [Libre - Noche] [4/4] [Finalizado]
Mientras tanto, a las afueras de la aldea:
Completamente ajena a los vicios y buen ambiente que estuviese habiendo dentro de ese lugar se encontraba una persona que vigilaba a lo lejos ese sitio. Una mujer que se encargaba de cubrir su rostro con una capucha. Mujer de cabellera negra y ojos de color ámbar. Esta persona se había encargado de que nada malo le hubiese pasado al lobo luego de los eventos de las gárgolas y el imponente dragón.
Se encontraba en la parte superior de un árbol, lo cual la mantenía protegida de cualquier ataque inesperado. Aunque luego de un rato algo le causó curiosidad a esa persona. Desde lejos de esa aldea podía notarse que en intervalos de 5 a 10 minutos se apreciaba cómo de esa aldea salían carretas cargadas. - ¿Por qué están saliendo tantos vehículos?... O mejor dicho. Si es una caravana. ¿Por qué no salen todos juntos y ya? - Se preguntó aquella mujer mientras se cruzaba de brazos algo confundida. Acto seguido hurgó un poco y sacó una cantimplora con agua y bebió un poco mientras continuaba vigilando desde lejos lo que ocurriese. (1)
De regreso a las festividades:
La situación en el festival no podía ser mejor. Eso no lo iba a negar. Me había hecho de una hermosa compañía. Esa elfa bailaba como una diosa con aquellos movimientos de cadera la cual me hacían verla fijamente a sus preciosos ojos verdes. La mujer giraba y me dedicaba sonrisas coquetas mientras de vez en cuando nuestras manos se tomaban para girar ambos en aquella danza llena de alegría, pero que no podía evitar tener aquellos tintes de sensualidad emanados por parte de ella, y los cuales eran correspondidos por mi.
El resto de las personas que estaban bailando se les veía rebosantes de alegría, y eso mismo causaba un efecto que provocaba que las demás personas la pasaran bien, y en consecuencia también se integraban al resto de las demás personas que iban a bailar.
La elfa se acercó a mi y rodeo mi cuello con ambas manos mientras bailaba, por lo que yo rodee la cintura de esa mujer con mis manos. Sus ojos estaban clavados en los míos. - Deberíamos integrar a las demás personas que no estén bailando para que también se diviertan a lo grande. ¿No lo crees? - Sugirió la mujer, la cual con su hermosa figura y divino rostro me hicieron asentir con mi cabeza. - Está bien. Por lo que sin dejar de bailar esa elfa y yo nos dedicamos a acercarnos a las personas que se encontraban de pie. Mientras eso pasaba, aproveché para tomar un tarro de cerveza, ya que hace rato que no estaba bebiendo y necesitaba "hidratarme" como era debido.
En general, la mayoría de las personas a las que nos acercábamos decidían aceptar la idea y comenzaban a bailar, otros pocos al inicio se negaban. Pero era en ese momento cuando una de las bailarinas que era compañera de la elfa se acercaba para terminar de convencer a los demás. Las mujeres mientras tanto eran convencidas por mi encanto natural (?) y la simpatía de las invitaciones. Fue en ese momento cuando entre mi vista logré divisar un rostro conocido. Tomé de la mano a la pelirroja. Se trataba de Nero, el cual estaba acompañado de alguien más.
Hey Nero... Yo sé que no hay nada más sagrado que beber. Pero anda a mover ese trasero de una vez por todas. - Dije con una amplia sonrisa. Fue en ese momento cuando dos de las bailarinas se acercaron para invitar tanto a Nero como al otro hombre con el que hablaba. - Sí... No se queden allí parados. Un festival es para celebrarlo en grande. - Dijo la elfa pelirroja que continuaba tomando mi mano.
- Melodía que sonaba en ese momento:
Después de mi encuentro con Nero decidí volver a la tarea. Me había acabado de nueva cuenta el tarro de cerveza, por lo que tras tomar un vaso corto el licor de Guld, luego volví a tomar otro tarro de cerveza. Rayos. Ese licor tenía un sabor fenomenal, podría beberlo y beberlo sin parar todo el día.
Mi vista se posó ahora en un par que se encontraba hablando entre ellos. Un hombre castaño y una mujer de cabellera de color rubio cenizo. Muy parecido al de Mera, solo que evidentemente no era tan alta como mi compañera extraviada. Y quizá por el hecho de que esa mujer me recordaba a ella me acerqué con un poco de confianza. - Oigan, no se queden allí parados. Hay que ir a bailar. - Tal vez por esa misma confianza tomé la libertad de tomar del brazo a la mujer. Acto que no fue bien recibido por el hombre de cabellera castaña.
Oye. ¿No te parece que es descortés invitar a alguien así? - Pude sentir la presión en su agarre. (2) - Auu - De inmediato negué con mi cabeza. - No no no... Era una invitación en plural. - De inmediato se acercó la elfa y miró al hombre que parecía que había tomado mi exceso de confianza de mala manera. - Así es. Creemos que la mejor manera de disfrutar de esta festividad es sumándose al baile... Estoy segura que a la señorita le vendría bien compartir una pieza con usted. ¿No lo cree así? - Dijo la elfa con la intención de calmar el ambiente. - Sí. Únanse también ustedes, el cuerpo también requiere desempolvarse un poco... - Dije ampliando mi sonrisa. - ... From disco to disco... To the
Looooooooooveeeeee
Looooooooooveeeeee
Dijimos la elfa y yo al mismo tiempo siguiendo la melodía. Aunque evidentemente en mi ya se podía notar un poco los efectos alcohólicos de la cerveza y el licor de guld.
OFF:
1.- Aparición de Ryra, mi acompañante, en el tema. Aunque se encuentra lejos de la aldea. Vigilando cual Batgirl haría (?)
2.- Tengo la autorización de Elen para utilizar ligeramente a Alister en el post.
Gaegel
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Re: Bebidas espirituosas e invitaciones engañosas [Libre - Noche] [4/4] [Finalizado]
La fiesta se veía animada y entretenida, el licor estaba delicioso y la gente por algún motivo instaba en invitarle a bailar a pesar de su estado casi momificado, viendo que estaba en pie gracias a una muleta Nero declino la mayoría de las invitaciones que le llegaban, lo que no esperaba era que alguien llegara diciendo conocerle.
-Vaya, la última vez que te vi tenías una buena borrachera-
-Ehm... Claro, he tenido mejores momentos-
Respondería Nero, en un triste estado de sobriedad, malherido y luchando por mantener la compostura siguió contemplando como los fiesteros disfrutaban, hasta que Gaegel llego acompañado de unas cuantas bellezas.
-Hey Nero... Yo sé que no hay nada más sagrado que beber. Pero anda a mover ese trasero de una vez por todas.-
-Entonces todos van a ignorar que solo estoy en condiciones de beber-
Respondería a su compañero, al momento que dos bellezas élficas se pondrían una a cada lado de el para ayudarle a adentrarse mas a la fiesta. -De acuerdo, pero ustedes harán todo el baile- les respondería a las elfas antes de ser escoltado a la pista de baile, -Consigue alguien con quien bailar o bebe!- le diría Nero al individuo con el que estaba hablando antes que llegara Gaegel, mientras las elfas danzaban alrededor de el, Nero poco a poco fue entrando en el ambiente fiestero, conforme mas bebía, mas dejaba de sentir el dolor de sus heridas físicas hasta que decidió enrollar la cadena con cuchillas en su brazo para comprobar que se sintiera mejor, mientras las elfas mas le daban de beber, mejor se iba sintiendo hasta el punto que finalmente tiro la muleta para ponerse a bailar.
Varios miembros de la fiesta celebraron el gesto al momento que el borracho comenzaba a bailar con las bellezas hasta que por un giro mal calculado, Nero cayo de sopetón contra el piso haciendo que algunas heridas se volvieran a abrir, hecho un lio de sangre y vendas, la celebración se detuvo por un breve momento mientras las elfas hacían su magia, curando gran parte de sus heridas mas graves, con la ayuda de las mujeres se puso de pie al momento que alguien mas le traía otra jarra de cerveza.
-Que siga la fiesta!- gritaría el borracho ya un poco mejor de sus heridas, al momento que los demás levantaban sus jarras y dejaban salir gritos de celebración por haber superado el impase, rápidamente todo volvió a la normalidad mientras el borracho bailaba y celebraba junto a los demás.
-Vaya, la última vez que te vi tenías una buena borrachera-
-Ehm... Claro, he tenido mejores momentos-
Respondería Nero, en un triste estado de sobriedad, malherido y luchando por mantener la compostura siguió contemplando como los fiesteros disfrutaban, hasta que Gaegel llego acompañado de unas cuantas bellezas.
-Hey Nero... Yo sé que no hay nada más sagrado que beber. Pero anda a mover ese trasero de una vez por todas.-
-Entonces todos van a ignorar que solo estoy en condiciones de beber-
Respondería a su compañero, al momento que dos bellezas élficas se pondrían una a cada lado de el para ayudarle a adentrarse mas a la fiesta. -De acuerdo, pero ustedes harán todo el baile- les respondería a las elfas antes de ser escoltado a la pista de baile, -Consigue alguien con quien bailar o bebe!- le diría Nero al individuo con el que estaba hablando antes que llegara Gaegel, mientras las elfas danzaban alrededor de el, Nero poco a poco fue entrando en el ambiente fiestero, conforme mas bebía, mas dejaba de sentir el dolor de sus heridas físicas hasta que decidió enrollar la cadena con cuchillas en su brazo para comprobar que se sintiera mejor, mientras las elfas mas le daban de beber, mejor se iba sintiendo hasta el punto que finalmente tiro la muleta para ponerse a bailar.
- Nero:
Varios miembros de la fiesta celebraron el gesto al momento que el borracho comenzaba a bailar con las bellezas hasta que por un giro mal calculado, Nero cayo de sopetón contra el piso haciendo que algunas heridas se volvieran a abrir, hecho un lio de sangre y vendas, la celebración se detuvo por un breve momento mientras las elfas hacían su magia, curando gran parte de sus heridas mas graves, con la ayuda de las mujeres se puso de pie al momento que alguien mas le traía otra jarra de cerveza.
-Que siga la fiesta!- gritaría el borracho ya un poco mejor de sus heridas, al momento que los demás levantaban sus jarras y dejaban salir gritos de celebración por haber superado el impase, rápidamente todo volvió a la normalidad mientras el borracho bailaba y celebraba junto a los demás.
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Re: Bebidas espirituosas e invitaciones engañosas [Libre - Noche] [4/4] [Finalizado]
Poco a poco, más bailarines se fueron sumando a los que disfrutaban de la fiesta en la zona central, animando aún más el alegre ambiente que de por sí se había apoderado del lugar en tan solo un rato. - Hacemos bien en quedarnos, ya no recuerdo la última vez que pudimos celebrar con esta tranquilidad. - comentó la de cabellos cenicientos, dando otro sorbo a su licor de Guld. - No digo que no… relajarnos un poco de vez en cuando no está mal, pero una vez hallamos llegado al templo de Habak y revertido tu transformación ya no tendremos de qué preocuparnos… - contestó el dragón, ansioso por cerrar aquel oscuro capítulo de sus vidas.
- Cuando Laluth cumpla su palabra podremos ir a donde queramos, si quieres festejar lo haremos, y no tendrás que volver a ocultarte de la luz… - continuó, alzando una mano para colocar uno de los rebeldes mechones blanquecinos de su compañera tras su oreja. - Todo volverá a ser como antes. - concluyó en voz más baja, recordando a la joven tal como era antes de su trágica visita a isla volcánica. - Sí, eso suena bien… quiero sentir de nuevo el calor del sol en mi piel. - confesó, ya que su última experiencia con el astro rey había terminado ocasionándole unas dolorosas quemaduras.
Después de aquel breve intercambio de palabras, ambos siguieron con atención el desarrollo de los festejos, terminando sus bebidas instantes antes de que, tras sacar al menos a una decena de personas a bailar, un extraño se acercase a ella para hacer lo mismo. Las intenciones de aquel individuo no habrían sido un problema de no ser por la forma con que trató de convencerla, tomándose la confianza de sujetarla por el brazo, gesto que por supuesto, a Alister no le gustó un pelo.
- Oye. ¿No te parece que es descortés invitar a alguien así? - saltó al momento, aferrando al recién llegado con más fuerza de la debida para que soltase a la joven. Elen por su parte lo observaba con una ceja enarcada, conteniéndose para no reírse, pues ver aquel tipo de reacciones en el cazador se le antojaba divertido hasta cierto punto. Sin embargo, debía ser sincera consigo misma, si hubiese sido al revés ella también habría hecho algo parecido.
Por eso mismo ladeó la cabeza ante la llegada de una llamativa elfa pelirroja, pero la mujer en vez de centrar su interés sobre el norteño, intervino para calmar los ánimos, apoyando a su acompañante e instándolos a bailar. - Vayamos con los demás querido, ya que estamos aquí debemos aprovechar la oportunidad ¿no crees? - habló la vampira, levantándose y tomando su mano para llevarlo consigo.
Los ánimos de aquel par estaban por las nubes, ¿sería cosa de la bebida? Quien sabe, aunque tampoco importaba demasiado. - Está bien. - cedió Alister, relajándose de nuevo. Y mientras aquellos dos seguían cantando a pleno pulmón la letra que los bardos interpretaban, la pareja empezó a mezclarse con la multitud, buscando un hueco en que pudiesen moverse con libertad.
- ¿Ese no es Nero? - preguntó el dragón, al ver a su congénere tirado en el suelo y visiblemente herido, pero pronto dos elfas acudieron a sanarlo y se levantó como si nada, tomando otra jarra de cerveza y animando al resto a seguir con la fiesta. - Si, y parece que está en su ambiente. - respondió la señora de sombras, sorprendida por la tranquilidad con que el moreno seguía adelante a pesar de su estado.
- ¿No tienen las gargantas secas chicos? - comentó otra de las chicas que servía a los presentes, acercándoles una bandeja en que descansaban media docena de vasos llenos de licor de Guld. Sin dudarlo, ambos aceptaron el dorado néctar y se lo tomaron, devolviéndole los recipientes vacíos poco después, momento en que, siguiendo la música, la benjamina de los Calhoun deslizó una de las manos por el torso del cazador, subiendo hasta su cuello.
En respuesta, él la rodeó por la cintura y la atrajo hacia sí, buscando su otra mano para entrelazar los dedos con ella mientras empezaban a bailar. De vez en cuando se acercaban y sus labios se unían brevemente, mientras otras se separaban para girar al ritmo de la melodía, dejándose envolver por aquella alegre atmósfera.
- Cuando Laluth cumpla su palabra podremos ir a donde queramos, si quieres festejar lo haremos, y no tendrás que volver a ocultarte de la luz… - continuó, alzando una mano para colocar uno de los rebeldes mechones blanquecinos de su compañera tras su oreja. - Todo volverá a ser como antes. - concluyó en voz más baja, recordando a la joven tal como era antes de su trágica visita a isla volcánica. - Sí, eso suena bien… quiero sentir de nuevo el calor del sol en mi piel. - confesó, ya que su última experiencia con el astro rey había terminado ocasionándole unas dolorosas quemaduras.
Después de aquel breve intercambio de palabras, ambos siguieron con atención el desarrollo de los festejos, terminando sus bebidas instantes antes de que, tras sacar al menos a una decena de personas a bailar, un extraño se acercase a ella para hacer lo mismo. Las intenciones de aquel individuo no habrían sido un problema de no ser por la forma con que trató de convencerla, tomándose la confianza de sujetarla por el brazo, gesto que por supuesto, a Alister no le gustó un pelo.
- Oye. ¿No te parece que es descortés invitar a alguien así? - saltó al momento, aferrando al recién llegado con más fuerza de la debida para que soltase a la joven. Elen por su parte lo observaba con una ceja enarcada, conteniéndose para no reírse, pues ver aquel tipo de reacciones en el cazador se le antojaba divertido hasta cierto punto. Sin embargo, debía ser sincera consigo misma, si hubiese sido al revés ella también habría hecho algo parecido.
Por eso mismo ladeó la cabeza ante la llegada de una llamativa elfa pelirroja, pero la mujer en vez de centrar su interés sobre el norteño, intervino para calmar los ánimos, apoyando a su acompañante e instándolos a bailar. - Vayamos con los demás querido, ya que estamos aquí debemos aprovechar la oportunidad ¿no crees? - habló la vampira, levantándose y tomando su mano para llevarlo consigo.
Los ánimos de aquel par estaban por las nubes, ¿sería cosa de la bebida? Quien sabe, aunque tampoco importaba demasiado. - Está bien. - cedió Alister, relajándose de nuevo. Y mientras aquellos dos seguían cantando a pleno pulmón la letra que los bardos interpretaban, la pareja empezó a mezclarse con la multitud, buscando un hueco en que pudiesen moverse con libertad.
- ¿Ese no es Nero? - preguntó el dragón, al ver a su congénere tirado en el suelo y visiblemente herido, pero pronto dos elfas acudieron a sanarlo y se levantó como si nada, tomando otra jarra de cerveza y animando al resto a seguir con la fiesta. - Si, y parece que está en su ambiente. - respondió la señora de sombras, sorprendida por la tranquilidad con que el moreno seguía adelante a pesar de su estado.
- ¿No tienen las gargantas secas chicos? - comentó otra de las chicas que servía a los presentes, acercándoles una bandeja en que descansaban media docena de vasos llenos de licor de Guld. Sin dudarlo, ambos aceptaron el dorado néctar y se lo tomaron, devolviéndole los recipientes vacíos poco después, momento en que, siguiendo la música, la benjamina de los Calhoun deslizó una de las manos por el torso del cazador, subiendo hasta su cuello.
En respuesta, él la rodeó por la cintura y la atrajo hacia sí, buscando su otra mano para entrelazar los dedos con ella mientras empezaban a bailar. De vez en cuando se acercaban y sus labios se unían brevemente, mientras otras se separaban para girar al ritmo de la melodía, dejándose envolver por aquella alegre atmósfera.
Elen Calhoun
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Re: Bebidas espirituosas e invitaciones engañosas [Libre - Noche] [4/4] [Finalizado]
Yo particularmente no conocía a nadie y solo estaba un poco de paso, con la intención de presenciar como eran las festividades por la zona. No negaría que me gustaba disfrutar de estas fiestas como el que más, pero debía de admitir que no era muy de ir de fiesta en fiesta como otros jovenes. Tal vez mi vida hubiera sido diferente si hubiera sido criado de otra forma, pero no tenía sentido darle vueltas al pasado.
Después del breve saludo con Nero, observe como otro tipo llegaba muy bien acompañado, alguien que parecía conocer a Nero. Tal vez hubiera estado bien pedir presentaciones, pero todos estaban ocupando festejando y bailando. Tal vez era mejor dejar las presentaciones para otro momento. Y es que, además, algunas jovenes, que llevaban un rato mirándome, no tardaron en venir a mií. —Vamos guapo, echémonos unos bailes —me dijo una joven mientras me cogía de las manos y me llevaba al centro de la “pista de baile” para comenzar a bailar juntos al son de la música.
Después del breve saludo con Nero, observe como otro tipo llegaba muy bien acompañado, alguien que parecía conocer a Nero. Tal vez hubiera estado bien pedir presentaciones, pero todos estaban ocupando festejando y bailando. Tal vez era mejor dejar las presentaciones para otro momento. Y es que, además, algunas jovenes, que llevaban un rato mirándome, no tardaron en venir a mií. —Vamos guapo, echémonos unos bailes —me dijo una joven mientras me cogía de las manos y me llevaba al centro de la “pista de baile” para comenzar a bailar juntos al son de la música.
Logan Allen
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Re: Bebidas espirituosas e invitaciones engañosas [Libre - Noche] [4/4] [Finalizado]
- Canción en ese momento:
La fiesta estaba en su momento más álgido, ya que no había ninguna alma que no estuviese involucrada en el baile y la celebración. Eso no hacía más que llenarme de éxtasis. El ver a las demás personas disfrutando de esto me contagiaba ese sentimiento. No lo iba a ocultar. Para nada era el mejor bailarín del mundo, pero vamos, que el alcohol encima te ayuda a desinhibirte. Y contando a Edrie el bardo y Nero, no había otro conocido que pueda juzgar mis actos.
Mientras bailaba junto con la elfa me volví a acercar a donde se encontraba el bardo de cabellera albina. Yo conocía perfectamente esa canción puesto que el la escribió en el tiempo que trabajaba junto a el. Incluso tenía algo de mi esencia en esa canción. Por lo que me animé a cantar junto a Edrie.
Estamos locos de atar
Somos trovadores que en tu ciudad
Damos pinceladas de color a tu gris realidad
Somos mitad caballeros
Mitad bohemios y embusteros
No somos lo que un padre quiere para su hijita bebé
Estamos locos de atar
Somos trovadores que en tu ciudad
Damos pinceladas de color a tu gris realidad
Somos mitad caballeros
Mitad bohemios y embusteros
No somos lo que un padre quiere para su hijita bebé
[...]
Somos trovadores que en tu ciudad
Damos pinceladas de color a tu gris realidad
Somos mitad caballeros
Mitad bohemios y embusteros
No somos lo que un padre quiere para su hijita bebé
Estamos locos de atar
Somos trovadores que en tu ciudad
Damos pinceladas de color a tu gris realidad
Somos mitad caballeros
Mitad bohemios y embusteros
No somos lo que un padre quiere para su hijita bebé
[...]
Una vez que la canción terminó. La elfa con la que bailaba se acercó a mi y comencé a susurrarle. - ¿Sabes? Mi cuerpo aún "aguanta" un poco más. - La mujer de cabellera roja sonrió de manera pícara. - ¿De verdad? Eso quiero verlo. - Mientras las canciones continuaban ella y yo nos perdimos por las cabañas y al encontrar un establo vacío y solo decidimos darle rienda suelta a lo que nuestros cuerpos ya habían estado demandando desde el momento en que ella y yo cruzamos nuestras vistas.
No lo iba a negar. Fue glorioso, y algo morboso el haber realizado aquellos actos pecaminosos en un sitio desconocido. En donde podían encontrarnos por accidente y aún así seguir. Al término ella y yo regresamos al centro de la aldea para continuar con la celebración. Bailando y tomando alcohol sin más.
- Canción actual:
En ese momento me encontraba bebiendo a una velocidad estrepitosa. Y no era para menos. Parecía que esta aldea tenía el alcohol suficiente para saciar la sed de los ejércitos más grandes de todo Aerandir, y yo no me iba a privar de beber y beber sin cesar. En ese momento me acerqué a una mujer que estaba repartiendo y tomé una cerveza. - Quiero felicitarlos. Esta fiesta es sin duda una de las mejores en la que he estado. - Dije con una voz torpe debido al estado alcohólico en el que me encontraba. La mujer me miró un momento y negó con la cabeza. - No te equivoques muchacho. A mi solo me contrataron.
Aquello me extrañó un poco y miré de un lado a otro. - ... No he visto en todo el rato a los hombres que me encontraron y me trajeron aquí. - Dije entrecerrando los ojos y rascándome la nuca algo extrañado. ¿Estarían entre todos los que bailaban? Bueno, no es como que me importara, pero me resultaba extraño. Tampoco había visto a la persona que sirvió los alimentos en la tarde. Era raro.
Mientras tanto, a las afueras de la aldea
La bruja había observado cómo siguieron saliendo carruajes de esa aldea hasta que por otro notó algo de movimiento. - ¿Qué es eso? - Miraba con extrañeza a lo lejos. Eran algunos caballos y también hombres bien armados. - Carajo... ¿No son guardias? - Hablaba en voz baja. Sea lo que sea. La extraña caravana que había salido de esa aldea parecía estar escapando de lo que estaba aconteciendo ahora mismo.
Miró hacia abajo y notó cómo se acercaba el último hombre que había salido de la aldea. Bajó del árbol y esperó. El hombre al ver a la bruja sonrió levemente. - ¿Pero qué haces tú sola en estos parajes? Es peligroso. - Dijo bajándose del caballo y acercándose la mujer. - Pues. Estoy perdida. - Dijo fingiendo algo de inocencia. - Pues si lo deseas puedes viajar conmigo. Voy a alcanzar una caravana que está más adelante. - Al escuchar aquello sonrió. - Claro. Suena bien. - Se acercó y de la parte posterior de su pantalón sacó una daga, la cual clavó en el estómago de aquel hombre y la giró dentro de su cuerpo
Los guardias los están siguiendo. ¿Verdad? - El hombre se quejaba del dolor y asintió. - ¿Eres parte de los guardias? - La mujer negó con la cabeza. - No... Por eso debes estar tranquilo. - La mujer sonrió maliciosamente y ahora le clavó su daga en el cuello para así terminar de matarlo. Miró por un momento a la aldea y tras caminar un poco dijo en voz baja. - Seguramente encontrará la forma de salir. Pero los de la aldea no pueden salirse con la suya. - Dicho eso se subió al caballo y comenzó a seguirlos. Aunque en el camino fue dejando algunos árboles en llamas. Como una especie de camino que pudiesen seguir quien sea que estuviese detrás de la caravana, mientras que los guardias estaban prácticamente por llegar a la aldea a irrumpir la gran festividad.
OFF: Bueno. La fiesta tendrá que terminar por desgracia. Ahora los guardias que están detrás de los fabricantes ilegales de licor de Guld prácticamente llegaron a la aldea y atacaran a quien sea, ya que piensan que todos los que están allí son parte de esto.
Y técnicamente podría decirse que sí ya que todos han consumido ese licor, lo cual también es ilegal.
Gaegel
Lobo Renegado
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Re: Bebidas espirituosas e invitaciones engañosas [Libre - Noche] [4/4] [Finalizado]
El borracho seguía disfrutando de la fiesta, la cadena con cuchillas ahora volvía a su lugar original que era el brazo del borracho, mientras no se cayera estaba todo bien, Nero se movía de un lado a otro bailando con todos y brindando con todos, cuando entonces se topo con una pareja que conocía, Elen y Alister eran los nombres que Nero tendría que haber dicho, sin embargo, en su borrachera solo atino a decir -Hey eres tu y tu!, yo los recuerdo, de cuando fuimos a ayudar en Sandorai y nos perdimos jajaja, que bueno verles pásenlo bien!- dijo el borracho alegremente para luego acercarse un poco mas a ambos y tapándose la boca menciono en voz baja solo para Elen y Alister -Psst si necesitan que hagamos la maniobra del borracho desvalido solo avísenme, que rescate unos buenos aeros la ultima vez- acto seguido les esbozo una sonrisa a ambos y procedió a brindar por la salud de la pareja mientras se terminaba su jarra y procedía a ir en busca de otra.
Mientras se movía por el salón bailando y jugando logro tomar otra jarra y cuando sus ojos se posaron en el resto de la gente noto al tipo que le había hablado al comienzo, el alcohol hizo su magia y fue en ese momento que recordó de donde le conocía, así como también recordó que las cosas no habían terminado bien, Nero siendo Nero decidió tomar el camino correcto, ese que siempre elegía cuando estaba ebrio, así que tomo una jarra extra y espero a que terminara de bailar y se alejara de la chica para acercarse al sujeto, -Hey, ya recordé de donde te conozco... También recuerdo que no terminamos como los mejores amigos... Así que, que tal si lo olvidamos y arreglamos los malentendidos con una cerveza- exclamo el borracho ofreciéndole la otra jarra para enterrar el disentimiento de una vez por todas.
OFF: Nero recuerda caras pero no nombres, por eso va a saludar a Elen y Alister y finalmente trata de hacer las paces con Logan, porque un Nero borracho es un Nero feliz(?)
=D
Mientras se movía por el salón bailando y jugando logro tomar otra jarra y cuando sus ojos se posaron en el resto de la gente noto al tipo que le había hablado al comienzo, el alcohol hizo su magia y fue en ese momento que recordó de donde le conocía, así como también recordó que las cosas no habían terminado bien, Nero siendo Nero decidió tomar el camino correcto, ese que siempre elegía cuando estaba ebrio, así que tomo una jarra extra y espero a que terminara de bailar y se alejara de la chica para acercarse al sujeto, -Hey, ya recordé de donde te conozco... También recuerdo que no terminamos como los mejores amigos... Así que, que tal si lo olvidamos y arreglamos los malentendidos con una cerveza- exclamo el borracho ofreciéndole la otra jarra para enterrar el disentimiento de una vez por todas.
OFF: Nero recuerda caras pero no nombres, por eso va a saludar a Elen y Alister y finalmente trata de hacer las paces con Logan, porque un Nero borracho es un Nero feliz(?)
=D
Nero Crimson
Borracho de Aerandir
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Re: Bebidas espirituosas e invitaciones engañosas [Libre - Noche] [4/4] [Finalizado]
Una tras otra, las canciones fueron guiando a los bailarines que se reunían en el centro del pueblo, llevando la celebración a su punto álgido, en el cual los efectos del alcohol que llevaban bebiendo desde hacía rato empezó a dejarse ver con mayor claridad. Algunos estaban más animados que nunca, otros algo mareados, pero de un modo u otro todos los presentes habían caído bajo el influjo de aquel exquisito licor de Guld, y la pareja no fue una excepción.
Alister parecía relajado, y a pesar de haberse resistido en un principio a pasar la noche en aquel recóndito lugar, estaba disfrutando de la fiesta en compañía de la vampira, haciéndola girar al ritmo de la música. La de cabellos cenicientos por su parte se limitó a dejarse llevar por él, pero conforme la bebida empezó a afectarle, una tentadora idea se instaló en su cabeza. - ¿Por qué tiene que oler tan bien? - pensó para sí, en uno de los momentos en que sus cuerpos se acercaron, deslizando los dedos por su cuello en una suave caricia.
¿Le daría el alcohol un toque especial a su sangre? Esa pregunta comenzó a rondarla, obligándola a hacer un esfuerzo para no morderlo allí mismo, en medio de la gente. Se suponía que habían parado a descansar precisamente para que el dragón pudiese reponerse, con lo que alimentarse de él sería contraproducente y lo sabía, pero ¿qué podía hacer? El rojizo líquido vital del norteño era con diferencia el mejor que había probado desde que Géminis la transformó, con lo que no podía evitar tener cierta debilidad por él.
Por suerte una voz la sacó de sus pensamientos, era Nero, que también los había reconocido y se acercó para saludarlos animadamente. - Hola Nero, parece que tú también te estás divirtiendo. - comentó la joven, sin hacer alusión a su herido estado ya que él mismo parecía ignorarlo por completo y rebosaba alegría. - Ese licor rivalizaría con algunas hierbas anestésicas. - pensó, esbozando una leve sonrisa cuando el dragón se ofreció a repetir la treta que habían usado en los bosques del este para que ella tuviese acceso a algo de sangre.
- Gracias, aunque creo que hoy no será necesario. - respondió en voz baja, justo antes de que el recién llegado se terminase su cerveza a la salud de la pareja y se marchase en busca de otro vaso lleno. Y tras aquel breve encuentro, volvieron a seguir la melodía que interpretaba el bardo, aceptando una tercera ronda de manos de una de las camareras que iban y venían por entre los bailarines.
- Creo que no debería beber más. - musitó Elen tras terminar el último trago de su recipiente, dejándolo en una de las bandejas de otra de las chicas. - ¿Te has mareado? - quiso saber el cazador, sujetándola con algo más de fuerza por si acaso. - No, no es eso… - susurró, llevando ambos brazos a su cuello para luego acercar el rostro lentamente a su piel y besar el punto en que se encontraba su yugular.
Alister comprendió enseguida lo que sucedía, la sed entraba de nuevo en juego, una que ni la cerveza y ni el Guld podían saciar. Sin pensarlo, atrajo más aún a la benjamina de los Calhoun hacia sí, apretándola contra su pecho en una silenciosa invitación, pero en vez de sentir los colmillos de la criatura de la noche abrirse paso a través de su cuerpo, ésta se retiró levemente y dejó descansar la cabeza en su hombro.
- Que bebas un poco no me hará daño. - susurró, a lo que la señora de sombras respondió negando sutilmente. - Si lo hago tardarás más en reponerte y nos retrasaremos. - replicó sin apenas elevar la voz, consciente de que la prioridad del norteño era llegar a Sacrestic lo antes posible para revertir su conversión. Y justo por eso el alado no insistió, simplemente la mantuvo abrazada y siguió moviéndose al son de la música, aunque con algo más de lentitud.
Y mientras los lugareños y viajeros disfrutaban de la celebración, un grupo de guardias llegó a la aldea a toda prisa, irrumpiendo ruidosamente en la zona en que se concentraba la multitud. - ¡Que nadie se mueva! - exclamó el que iba a la cabeza, mientras los otros rodeaban a los bailarines para que nadie escapase aprovechando el caos. - ¡Paren la música! ¡Quedan detenidos por fabricar y consumir licores ilegales! - sentenció el sujeto, y sus subordinados empezaron a cercar a los presentes, dispuestos a usar la violencia de ser necesario.
- ¿Qué? ¿de qué está hablando? - formuló el cazador, soltando a su compañera para colocarse por delante de ella con actitud defensiva. Aquel gesto le salió de forma instintiva, aunque sabía perfectamente que la de ojos verdes era plenamente capaz de protegerse y que con sus habilidades, aquellos tipos no le supondrían un gran problema. A su espalda, y preparándose ya para lo peor, la vampira comenzó a reunir las sombras en torno a su cuerpo, oscureciendo su aura y adquiriendo un aspecto mucho más amenazador.
- Solo queríamos pasar una maldita noche tranquila, ¿era mucho pedir? - masculló entre dientes, aunque teniendo en cuenta cómo se había torcido su vida desde que abandonó las islas en compañía de su hermano, ya tendría que estar más que acostumbrada a aquellos problemas.
Off: Gaegel, me tomé la libertad de hacer la entrada en escena de los guardias, si quieres que edite algo solo avisa y lo arreglo.
Alister parecía relajado, y a pesar de haberse resistido en un principio a pasar la noche en aquel recóndito lugar, estaba disfrutando de la fiesta en compañía de la vampira, haciéndola girar al ritmo de la música. La de cabellos cenicientos por su parte se limitó a dejarse llevar por él, pero conforme la bebida empezó a afectarle, una tentadora idea se instaló en su cabeza. - ¿Por qué tiene que oler tan bien? - pensó para sí, en uno de los momentos en que sus cuerpos se acercaron, deslizando los dedos por su cuello en una suave caricia.
¿Le daría el alcohol un toque especial a su sangre? Esa pregunta comenzó a rondarla, obligándola a hacer un esfuerzo para no morderlo allí mismo, en medio de la gente. Se suponía que habían parado a descansar precisamente para que el dragón pudiese reponerse, con lo que alimentarse de él sería contraproducente y lo sabía, pero ¿qué podía hacer? El rojizo líquido vital del norteño era con diferencia el mejor que había probado desde que Géminis la transformó, con lo que no podía evitar tener cierta debilidad por él.
Por suerte una voz la sacó de sus pensamientos, era Nero, que también los había reconocido y se acercó para saludarlos animadamente. - Hola Nero, parece que tú también te estás divirtiendo. - comentó la joven, sin hacer alusión a su herido estado ya que él mismo parecía ignorarlo por completo y rebosaba alegría. - Ese licor rivalizaría con algunas hierbas anestésicas. - pensó, esbozando una leve sonrisa cuando el dragón se ofreció a repetir la treta que habían usado en los bosques del este para que ella tuviese acceso a algo de sangre.
- Gracias, aunque creo que hoy no será necesario. - respondió en voz baja, justo antes de que el recién llegado se terminase su cerveza a la salud de la pareja y se marchase en busca de otro vaso lleno. Y tras aquel breve encuentro, volvieron a seguir la melodía que interpretaba el bardo, aceptando una tercera ronda de manos de una de las camareras que iban y venían por entre los bailarines.
- Creo que no debería beber más. - musitó Elen tras terminar el último trago de su recipiente, dejándolo en una de las bandejas de otra de las chicas. - ¿Te has mareado? - quiso saber el cazador, sujetándola con algo más de fuerza por si acaso. - No, no es eso… - susurró, llevando ambos brazos a su cuello para luego acercar el rostro lentamente a su piel y besar el punto en que se encontraba su yugular.
Alister comprendió enseguida lo que sucedía, la sed entraba de nuevo en juego, una que ni la cerveza y ni el Guld podían saciar. Sin pensarlo, atrajo más aún a la benjamina de los Calhoun hacia sí, apretándola contra su pecho en una silenciosa invitación, pero en vez de sentir los colmillos de la criatura de la noche abrirse paso a través de su cuerpo, ésta se retiró levemente y dejó descansar la cabeza en su hombro.
- Que bebas un poco no me hará daño. - susurró, a lo que la señora de sombras respondió negando sutilmente. - Si lo hago tardarás más en reponerte y nos retrasaremos. - replicó sin apenas elevar la voz, consciente de que la prioridad del norteño era llegar a Sacrestic lo antes posible para revertir su conversión. Y justo por eso el alado no insistió, simplemente la mantuvo abrazada y siguió moviéndose al son de la música, aunque con algo más de lentitud.
Y mientras los lugareños y viajeros disfrutaban de la celebración, un grupo de guardias llegó a la aldea a toda prisa, irrumpiendo ruidosamente en la zona en que se concentraba la multitud. - ¡Que nadie se mueva! - exclamó el que iba a la cabeza, mientras los otros rodeaban a los bailarines para que nadie escapase aprovechando el caos. - ¡Paren la música! ¡Quedan detenidos por fabricar y consumir licores ilegales! - sentenció el sujeto, y sus subordinados empezaron a cercar a los presentes, dispuestos a usar la violencia de ser necesario.
- ¿Qué? ¿de qué está hablando? - formuló el cazador, soltando a su compañera para colocarse por delante de ella con actitud defensiva. Aquel gesto le salió de forma instintiva, aunque sabía perfectamente que la de ojos verdes era plenamente capaz de protegerse y que con sus habilidades, aquellos tipos no le supondrían un gran problema. A su espalda, y preparándose ya para lo peor, la vampira comenzó a reunir las sombras en torno a su cuerpo, oscureciendo su aura y adquiriendo un aspecto mucho más amenazador.
- Solo queríamos pasar una maldita noche tranquila, ¿era mucho pedir? - masculló entre dientes, aunque teniendo en cuenta cómo se había torcido su vida desde que abandonó las islas en compañía de su hermano, ya tendría que estar más que acostumbrada a aquellos problemas.
Off: Gaegel, me tomé la libertad de hacer la entrada en escena de los guardias, si quieres que edite algo solo avisa y lo arreglo.
Elen Calhoun
Aerandiano de honor
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Re: Bebidas espirituosas e invitaciones engañosas [Libre - Noche] [4/4] [Finalizado]
Y justo cuando terminaba de realizar un par de bailes con aquella chica y de comenzar a separarme un poco de la pista de baile, observe como aquel tipo dado a la bebida me venía. Parecía que finalmente me había reconocido y además recordaba lo mal que habíamos acabado aquel día. Parece que venía con ganas de hacer las paces y hacer borron y cuenta nueva. —Si claro. Era un momento tenso. No hay motivos para no intentar olvidarlo —le dije aceptando la cerveza y comenzar a beber junto a él.
Pero entonces un grupo de guardias irrumpio en la estancia ordenando parar la fiesta y diciendo que estábamos todos detenidos por una serie de delitos de los que, seguramente, nos pillara a muchos por sorpresa. —¿Qué? —pregunté mientras me acercaba con cuidado a alguno de los guardias. —Señores, no se de que estáis hablando, yo estoy de paso y tan solo entre animado por la fiesta. Y estoy convencido de que muchos del resto tampoco saben de donde procede la bebida que se sirve aquí —dije mientras pensaba en el hecho de lo raro que me parecía todo esto, y en que seguramente no fueran guardias de verdad y que todo fuera una excusa para llevarnos por delante. Si había algo que tenía claro es que no pensaba dejar que me llevaran sin motivo alguno.
Pero entonces un grupo de guardias irrumpio en la estancia ordenando parar la fiesta y diciendo que estábamos todos detenidos por una serie de delitos de los que, seguramente, nos pillara a muchos por sorpresa. —¿Qué? —pregunté mientras me acercaba con cuidado a alguno de los guardias. —Señores, no se de que estáis hablando, yo estoy de paso y tan solo entre animado por la fiesta. Y estoy convencido de que muchos del resto tampoco saben de donde procede la bebida que se sirve aquí —dije mientras pensaba en el hecho de lo raro que me parecía todo esto, y en que seguramente no fueran guardias de verdad y que todo fuera una excusa para llevarnos por delante. Si había algo que tenía claro es que no pensaba dejar que me llevaran sin motivo alguno.
Logan Allen
Honorable
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Re: Bebidas espirituosas e invitaciones engañosas [Libre - Noche] [4/4] [Finalizado]
Mientras tanto, en el camino real cerca de la aldea:
La bruja iba cabalgando tan rápido como el equino le permitía. Conforme avanzaba cada cierta distancia se encargaba de incendiar algunos árboles. Esperaba que ese camino guía le sirviese a alguien más adelante. Cuando vio a la gente de la aldea más adelante ella salió del camino para rodearlos y sacarles ventaja. Ella tenía claro un plan para no darles ningún escape a esa gente tan extraña. El hecho de que los guardias se dirigieran a la aldea no le daba buena espina.
Luego de adelantarlos lo suficiente tomó el hacha que iba con el caballo y comenzó a talar un par de árboles para así cerrar el camino. Le tomó algunos minutos. Pero derribó los suficientes para no permitir el paso. Ryra se mantuvo escondida esperando a los incautos de los aldeanos. Era evidente que no podría retenerlos con eso para siempre. Tendría que buscar alguna otra alternativa.
De regreso a la aldea:
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Lo que ocurrió a continuación cambió por completo el ambiente. La llegada de los guardias fue algo que nadie pudo prever. Con una voz imperativa. El líder de los guardias ordenó parar la fiesta, lo cual causó un gran desconcierto en toda la multitud. Uno de los presentes trató de calmar a los hombres enfundados en hierro. Lo cual no fue bien recibido por su líder. - Esa es la excusa más tonta de todo Aerandir.
En ese momento uno de los presentes se colocó entre los presentes y los guardias. - ¡No están! ¡Ninguno de los aldeanos está aquí! - La elfa me miró confundida. - ¿Y ese hombre quién es? - Dije en voz baja. - Es nuestro contratista. Digamos que es el líder de la compañía de bardos y bailarinas. - Aquello hizo que arqueara la ceja. Parecía que mis impresiones estaban en lo cierto. Los hombres que me trajeron hasta acá se habían evaporado.
Dejen las bromas y entréguense por las buenas. O nos obligarán a utilizar la fuerza. - Dijo el líder de los guardias con una voz imponente. Di unos pasos hacia adelante para hacerme notar. - No digo que usted esté equivocado. Solo creo que los aldeanos de este lugar nos tendieron una trampa tanto a nosotros, como a ustedes. Tal vez podríamos trabajar juntos y resolver este asunto sin tantos líos. - Mis palabras lo único que hizo fue enfadar más al guardia. - ¡Ya estoy harto de sus tonterías! ¡Soldados, captúrenlos!
Ante esas palabras me acerqué para proteger a la elfa que había "montado" hace un rato. Ese movimiento hizo que la pelirroja sonriera levemente. - Pero que gallardo caballero. Aunque eso no es necesario... ¿Jefe? - Ante esa pregunta, el hombre que antes había intervenido suspiró. - No nos queda de otra. ¡A trabajar muchachos! - En ese momento uno de los guardias se acercó a mi. Estaba por desenvainar mi espada cuando la pelirroja asestó un poderoso ataque con su pandereta. El guardia cayó en seco, y para sorpresa para mi ese instrumento no se rompió ni se abolló en absoluto. - No soy una delicada damisela. - Abrí mis ojos con sorpresa, aunque sonreí con malicia. - Que bueno saberlo. - Y dicho eso ahora fui yo quien pateo a un guardia que se acercaba a nosotros.
En ese momento el resto de bardos y bailarinas comenzaron a pelear con los guardias mientras que las personas que antes bailaban buscaban la manera de escapar de la aldea. Todo era un caos. El hecho de que las personas de la compañía se pudieran defender por si solos era algo bueno. Pero no había que cantar victoria. Si bien los guardias en su mayoría no eran tan habilidosos. Su falta de pericia se compensaba con su cantidad, la cual nos superaba a 5 a 1. Así mismo el líder de los guardias no se movía. Miraba la "acción" como analizaba el momento en el cual actuar. Mientras repelía a los guardias golpeándolos con el mango de mi espada miré a lo lejos cómo había algunas llamas siguiendo una especie de línea. - ¿Qué es eso? - Pregunté algo confundido mientras seguía combatiendo.
Gaegel
Lobo Renegado
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Re: Bebidas espirituosas e invitaciones engañosas [Libre - Noche] [4/4] [Finalizado]
El alcohol la causa y solución a todos los problemas había demostrado nuevamente su lado amable al aclarar malentendidos, como el que había tenido con el sujeto con el cual estaba bebiendo, todo iba bien, demasiado bien, como reza el dicho "cuando algo es demasiado bueno para ser verdad, probablemente no sea verdad", cuando la felicidad de todos estaba llegando un punto desbordante, los guardias aparecieron para arrestarlos a todos.
-¡Que nadie se mueva!-
-Pero quiero terminar de beber-
- ¡Paren la música! ¡Quedan detenidos por fabricar y consumir licores ilegales!
-Oh-
El sujeto con el que había hecho las paces además de la chica vampiro y su compañero draconido junto a mas personas protestaban sobre el desconocimiento de los motivos que los guardias tenían para arrestarles, sin embargo, los guardias desecharon los argumentos rápidamente.
-Dejen las bromas y entréguense por las buenas. O nos obligarán a utilizar la fuerza-
-Si me dejan beberme todo esto yo feliz asumo la culpa en nombre de todos-
Gaegel en ese momento también propondría una solución pacifica para todo esto, pero los guardias ya tenían sus intenciones bien definidas desde un principio. -¡Ya estoy harto de sus tonterías! ¡Soldados, captúrenlos!- lo que ocurriría a continuación seria algo de locos. las elfas y los bardos comenzarían a repartirles y no consejos a los guardias, aprovechando el caos, Nero comenzaría a acercarse al lugar donde se servían las jarras y comenzaría a beber todo lo que podía mientras contemplaba el espectáculo, aquello no duraría mucho en cambio puesto que un guardia se le acercaría para arrestarle.
-Borracho! deja de beber, estas arrestado!-
-Oh vamos, solo déjame beber un poco mas y te acompañare-
-Cada jarra que bebas solo hará que tu sentencia sea peor-
-Deberías probarla, seguro que si todos beben un poco podemos buscar una forma de legalizarla, anda bebe un poco-
Señalaría el borracho ofreciéndole una jarra a través de la barra, sin embargo, el guardia se negaría y procedería a desenfundar su arma -mfhhh Supongo que si no vas a beberla, siempre puedes usarla- y en un acto impropio de el, arrojaría la jarra de cerveza en el rostro del guardia antes de salir corriendo del lugar, manoteando una botella para el camino. Las elfas habían utilizado su magia en el para curarle y el borracho planeaba aprovechar cada segundo de eso.
-¡Que nadie se mueva!-
-Pero quiero terminar de beber-
- ¡Paren la música! ¡Quedan detenidos por fabricar y consumir licores ilegales!
-Oh-
El sujeto con el que había hecho las paces además de la chica vampiro y su compañero draconido junto a mas personas protestaban sobre el desconocimiento de los motivos que los guardias tenían para arrestarles, sin embargo, los guardias desecharon los argumentos rápidamente.
-Dejen las bromas y entréguense por las buenas. O nos obligarán a utilizar la fuerza-
-Si me dejan beberme todo esto yo feliz asumo la culpa en nombre de todos-
Gaegel en ese momento también propondría una solución pacifica para todo esto, pero los guardias ya tenían sus intenciones bien definidas desde un principio. -¡Ya estoy harto de sus tonterías! ¡Soldados, captúrenlos!- lo que ocurriría a continuación seria algo de locos. las elfas y los bardos comenzarían a repartirles y no consejos a los guardias, aprovechando el caos, Nero comenzaría a acercarse al lugar donde se servían las jarras y comenzaría a beber todo lo que podía mientras contemplaba el espectáculo, aquello no duraría mucho en cambio puesto que un guardia se le acercaría para arrestarle.
-Borracho! deja de beber, estas arrestado!-
-Oh vamos, solo déjame beber un poco mas y te acompañare-
-Cada jarra que bebas solo hará que tu sentencia sea peor-
-Deberías probarla, seguro que si todos beben un poco podemos buscar una forma de legalizarla, anda bebe un poco-
Señalaría el borracho ofreciéndole una jarra a través de la barra, sin embargo, el guardia se negaría y procedería a desenfundar su arma -mfhhh Supongo que si no vas a beberla, siempre puedes usarla- y en un acto impropio de el, arrojaría la jarra de cerveza en el rostro del guardia antes de salir corriendo del lugar, manoteando una botella para el camino. Las elfas habían utilizado su magia en el para curarle y el borracho planeaba aprovechar cada segundo de eso.
Nero Crimson
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Re: Bebidas espirituosas e invitaciones engañosas [Libre - Noche] [4/4] [Finalizado]
Ante la inesperada llegada de los guardias, uno de los presentes tomó la iniciativa para intentar excusarse de las acusaciones que traían los recién llegados, alegando no tener idea de lo que hablaban, pero de poco sirvieron sus palabras. Aquellos soldados no venían con intención de escuchar, lo dejaron bastante claro en cuanto un par de personas más trataron de hacerlos entrar en razón, con lo que viendo por dónde iban, la señora de sombras no perdió el tiempo.
- No dejaré que nos fastidien lo que queda de noche. - masculló, envolviéndose con su oscuro elemento casi por completo, para luego dejar que de su propia silueta brotasen tres estelas de humo negro, que tomaron forma al tocar el suelo. - Detenedlos, pero que no se convierta en un baño de sangre. - ordenó a sus criaturas, justo cuando los guardias la emprendían contra la compañía de bailarinas, que sorprendentemente, optó por defenderse en vez de tratar de huir.
Las bestias salieron disparadas hacia sus objetivos más cercanos, abalanzándose sobre sus desdichadas víctimas pero teniendo presente lo que la vampira les había advertido, con lo que en vez de matar, se centraron en incapacitar al enemigo y equilibrar los bandos. - ¿Puedes cubrir a los civiles? Yo iré a por el capitán para cortar el problema de raíz… - pidió la joven, girándose levemente hacia su compañero, que le respondió asintiendo con la cabeza.
Apartándose unos metros del centro del caos, Alister empezó a transformarse a marchas forzadas, adoptando su forma de dragón y valiéndose de su cuerpo y de la cola para abrir una brecha en la línea de los soldados, hueco que los asistentes a la fiesta podrían aprovechar para escapar.
Mientras tanto, la criatura de la noche se abrió paso entre la multitud gracias a la agilidad que su naturaleza le brindaba, alcanzando a ver como Nero le estampaba una jarra a uno de los guardias en la cara para luego echar a correr. Las atenciones de las elfas y el licor de Guld habían hecho maravillas en él, sin duda, así que con suerte conseguiría encontrar la forma de salir de todo aquel lío sin acabar herido de nuevo, o eso pensó la de cabellos cenicientos.
Poco a poco, las sombras se fueron aproximando a su creadora, flanqueándola para que pudiese llegar a su objetivo sin demasiados problemas, y eso unido a su oscura aura, que le confería una apariencia mucho más aterradora de lo que era, terminó de despejarle el camino.
Cuando apenas unos metros la separaban ya del líder de aquella unidad, la vampira concentró su elemento entre las manos, formando una esfera que explotó de forma repentina, liberando una espesa niebla que los envolvería a ambos y a cualquiera que se encontrase en un radio de 10 metros. Aquella treta era para que su víctima no pudiese ver por dónde se le iba a acercar, y funcionó a la perfección.
En un abrir y cerrar de ojos, la benjamina de los Calhoun se situó a su espalda y le aferró la garganta con la diestra, clavando levemente las garras de sombra que había creado en la piel del hombre para instarlo a no cometer la estupidez de moverse. - Diles que se retiren. - susurró en su oído, imbuyendo magia a su voz para intentar manipular al soldado, aunque la efectividad de aquel don suyo era diferente según sobre quién lo utilizase.
La oscura neblina no duraría mucho, pronto comenzaría a disiparse, pero esperaba que para entonces aquel sujeto ya estuviese bajo su influjo, y con ello, poner fin a la pelea.
Solo entonces podrían hablar de los delitos que supuestamente habían cometido y llegar hasta el fondo de todo aquel asunto.
Habilidades utilizadas por orden:
- Nivel 7: Llamada a las armas
- Nivel 2: Mundo de las sombras
- Nivel 3: Confusión mental: la efectividad de esta habilidad la dejo a tu criterio Gaegel, de todos modos tendría pillado al capitán a las malas (?)
- No dejaré que nos fastidien lo que queda de noche. - masculló, envolviéndose con su oscuro elemento casi por completo, para luego dejar que de su propia silueta brotasen tres estelas de humo negro, que tomaron forma al tocar el suelo. - Detenedlos, pero que no se convierta en un baño de sangre. - ordenó a sus criaturas, justo cuando los guardias la emprendían contra la compañía de bailarinas, que sorprendentemente, optó por defenderse en vez de tratar de huir.
Las bestias salieron disparadas hacia sus objetivos más cercanos, abalanzándose sobre sus desdichadas víctimas pero teniendo presente lo que la vampira les había advertido, con lo que en vez de matar, se centraron en incapacitar al enemigo y equilibrar los bandos. - ¿Puedes cubrir a los civiles? Yo iré a por el capitán para cortar el problema de raíz… - pidió la joven, girándose levemente hacia su compañero, que le respondió asintiendo con la cabeza.
Apartándose unos metros del centro del caos, Alister empezó a transformarse a marchas forzadas, adoptando su forma de dragón y valiéndose de su cuerpo y de la cola para abrir una brecha en la línea de los soldados, hueco que los asistentes a la fiesta podrían aprovechar para escapar.
Mientras tanto, la criatura de la noche se abrió paso entre la multitud gracias a la agilidad que su naturaleza le brindaba, alcanzando a ver como Nero le estampaba una jarra a uno de los guardias en la cara para luego echar a correr. Las atenciones de las elfas y el licor de Guld habían hecho maravillas en él, sin duda, así que con suerte conseguiría encontrar la forma de salir de todo aquel lío sin acabar herido de nuevo, o eso pensó la de cabellos cenicientos.
Poco a poco, las sombras se fueron aproximando a su creadora, flanqueándola para que pudiese llegar a su objetivo sin demasiados problemas, y eso unido a su oscura aura, que le confería una apariencia mucho más aterradora de lo que era, terminó de despejarle el camino.
Cuando apenas unos metros la separaban ya del líder de aquella unidad, la vampira concentró su elemento entre las manos, formando una esfera que explotó de forma repentina, liberando una espesa niebla que los envolvería a ambos y a cualquiera que se encontrase en un radio de 10 metros. Aquella treta era para que su víctima no pudiese ver por dónde se le iba a acercar, y funcionó a la perfección.
En un abrir y cerrar de ojos, la benjamina de los Calhoun se situó a su espalda y le aferró la garganta con la diestra, clavando levemente las garras de sombra que había creado en la piel del hombre para instarlo a no cometer la estupidez de moverse. - Diles que se retiren. - susurró en su oído, imbuyendo magia a su voz para intentar manipular al soldado, aunque la efectividad de aquel don suyo era diferente según sobre quién lo utilizase.
La oscura neblina no duraría mucho, pronto comenzaría a disiparse, pero esperaba que para entonces aquel sujeto ya estuviese bajo su influjo, y con ello, poner fin a la pelea.
Solo entonces podrían hablar de los delitos que supuestamente habían cometido y llegar hasta el fondo de todo aquel asunto.
- Sombras y garras:
Habilidades utilizadas por orden:
- Nivel 7: Llamada a las armas
- Nivel 2: Mundo de las sombras
- Nivel 3: Confusión mental: la efectividad de esta habilidad la dejo a tu criterio Gaegel, de todos modos tendría pillado al capitán a las malas (?)
Elen Calhoun
Aerandiano de honor
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Re: Bebidas espirituosas e invitaciones engañosas [Libre - Noche] [4/4] [Finalizado]
La situación no hacía sino volverse más caótica. De una manera u otra, tal vez eso nos beneficiaba a nosotros. Los guardias no sabían que hacer ante los embates de los bardos y las bailarinas, los cuales, superaban considerablemente la habilidad de los custodios. Era sorprendente que incluso algunos bardos utilizaban sus instrumentos como armas para repeler los ataques. Las bailarinas eran muy hábiles en el combate cuerpo a cuerpo. Era evidente que el jefe de la compañía de bardos y bailarinas no contrataba a quien sea para formar parte de su grupo de artistas. Eran artistas en ámbitos muy amplios.
Mientras tanto yo me encargaba de dejar a los guardias inconscientes utilizando mis piernas, o bien con la empuñadura de mi espada corta, la cual también tenía la misión de bloquear los ataques hacia mí. Aunque no podía evitar mirar con cierta admiración a la elfa de cabellera roja. Ella era simplemente como una rosa meciéndose con elegancia en medio de la refriega. La cual cuando parecía desocuparse de algún guardia me sonreía con coquetería.
Pero así como tenía tiempo de ver a la elfa. También me daba tiempo de ver al líder de los guardias en su lugar. Inerte... Como si meditara lo que tenía que hacer para acabar con esto. - Vámonos de aquí. Los guardias están siendo controlados por mis compañeros y el dragón. - Me dijo la pelirroja con la intención de escaparnos de la aldea en medio del caos. - Espera... - ¿Esperar qué? Ya vámonos. - Arquee mi ceja. - Pero ese guardia no ha hecho nada todavía. Seguro que en un momento va a hacer algo y seguro que será espectacular.
No digas tonterías y vámonos. - Dijo tomándome del brazo y jalándome. En ese momento, la mujer de cabellos cenizos se acercó con fiereza al líder de los guardias. De pronto se creo una espesa neblina oscura que los rodeo a ella y al líder de los custodios. - Wow. - Dijo la elfa mientras se detenía también para observar lo que ocurría.
Mientras el resto estaba exento ocupado en sus asuntos. El líder de la guarnición miraba de reojo a la vampiresa, la cual al hablar sentía que ejercía un influjo sobre él. Esto lo confundía, pero debía resistir. "Resiste... Resiste por todos los Dioses." Era lo que pasaba por la cabeza del guardia mientras que la neblina comenzaba a ceder. Así que en un impulso, el tomó una pequeña daga que llevaba consigo y se la clavó a sí mismo. - Tch... - Se quejó el guardia. - ¡Alto! - Ordenó a sus hombres, los cuales, quienes aún estaban conscientes, se detuvieron. - No cederé a tu influencia, mujer. Pero creo que podemos negociar.
Suspiré pesadamente. - No era lo que yo imaginaba. Pero no puedes negar que pasó algo espectacular. - Negó con la cabeza la pelirroja con una leve sonrisa. - Deberías agradecer que hiciste enfadar al dragón y no a ella cuando los invitaste a bailar. - Escuchar esas palabras me hicieron tragar saliva. - Que los Dioses me sigan bendiciendo de esa manera. - Dije rascándome la nuca.
¿Qué les parece esto? Ustedes me ayudan a capturar a la gente que dicen que escapó. Y nosotros haremos de la vista gorda que bebieron alcohol ilegal. - En ese momento se acercó el líder de la compañía. - ¿Y nosotros qué ganamos con todo esto? Podemos derrotarlos e ir a buscar a esos bastardos. - El líder de los guardias miró a ese hombre. - Ya se los dije. Ustedes no serán perseguidos posteriormente por actos de ilegalidad. Además de que, con excepción del licor ilegal. Podrán quedarse con las posesiones de esa gente a forma de compensación por el dinero que les debe a ustedes.
El hombre se quedó meditando un momento y sonrió. - Tenemos un trato. - El jefe de los guardias sonrió y luego miró a la mujer que hace unos momentos casi lo lograba hechizar con sus palabras. - ¿Qué me dicen? ¿Ustedes también se unen? Los hechos de esta noche quedarán olvidados por mis hombres y por mí. - Unos instantes después, uno de los guardias corrió hacia su jefe. - ¡Jefe! ¡El bosque a las afueras se está incendiando! - Lo que me faltaba. - Bufó el jefe de los guardias. Miré atentamente a donde estaba el incendio y me rasqué la barbilla. - Casi parece... Como una guía.
Los aldeanos llegaron al fin a donde Ryra había cerrado el camino. - ¿Qué significa esto? - Mientras miraban de un lado a otro. Varias flechas encendidas cayeron sobre el bloqueo, incendiando el árbol. - ¡Es una trampa! - Dijo su compañero. - Lo siento. Pero tendrán que quedarse aquí hasta que lleguen por ustedes. - Dijo mientras que andaba en su caballo encendiendo la hierba tras de ella.
¡Desgraciada! No estarás viva cuando lleguen tus compañeros. - La bruja rió levemente. - Eso ya lo veremos. - Dijo haciendo gala de su habilidad en el arco. (1)
OFF:
Habilidades usadas:
1.- Ryra, Nivel 1: Flechas Ígneas: [Pasiva] [Requiere Arco o Ballesta] Es capaz de lanzar flechas en llamas, sin reducir su velocidad al lanzarlas.
Mientras tanto yo me encargaba de dejar a los guardias inconscientes utilizando mis piernas, o bien con la empuñadura de mi espada corta, la cual también tenía la misión de bloquear los ataques hacia mí. Aunque no podía evitar mirar con cierta admiración a la elfa de cabellera roja. Ella era simplemente como una rosa meciéndose con elegancia en medio de la refriega. La cual cuando parecía desocuparse de algún guardia me sonreía con coquetería.
Pero así como tenía tiempo de ver a la elfa. También me daba tiempo de ver al líder de los guardias en su lugar. Inerte... Como si meditara lo que tenía que hacer para acabar con esto. - Vámonos de aquí. Los guardias están siendo controlados por mis compañeros y el dragón. - Me dijo la pelirroja con la intención de escaparnos de la aldea en medio del caos. - Espera... - ¿Esperar qué? Ya vámonos. - Arquee mi ceja. - Pero ese guardia no ha hecho nada todavía. Seguro que en un momento va a hacer algo y seguro que será espectacular.
No digas tonterías y vámonos. - Dijo tomándome del brazo y jalándome. En ese momento, la mujer de cabellos cenizos se acercó con fiereza al líder de los guardias. De pronto se creo una espesa neblina oscura que los rodeo a ella y al líder de los custodios. - Wow. - Dijo la elfa mientras se detenía también para observar lo que ocurría.
Mientras el resto estaba exento ocupado en sus asuntos. El líder de la guarnición miraba de reojo a la vampiresa, la cual al hablar sentía que ejercía un influjo sobre él. Esto lo confundía, pero debía resistir. "Resiste... Resiste por todos los Dioses." Era lo que pasaba por la cabeza del guardia mientras que la neblina comenzaba a ceder. Así que en un impulso, el tomó una pequeña daga que llevaba consigo y se la clavó a sí mismo. - Tch... - Se quejó el guardia. - ¡Alto! - Ordenó a sus hombres, los cuales, quienes aún estaban conscientes, se detuvieron. - No cederé a tu influencia, mujer. Pero creo que podemos negociar.
Suspiré pesadamente. - No era lo que yo imaginaba. Pero no puedes negar que pasó algo espectacular. - Negó con la cabeza la pelirroja con una leve sonrisa. - Deberías agradecer que hiciste enfadar al dragón y no a ella cuando los invitaste a bailar. - Escuchar esas palabras me hicieron tragar saliva. - Que los Dioses me sigan bendiciendo de esa manera. - Dije rascándome la nuca.
¿Qué les parece esto? Ustedes me ayudan a capturar a la gente que dicen que escapó. Y nosotros haremos de la vista gorda que bebieron alcohol ilegal. - En ese momento se acercó el líder de la compañía. - ¿Y nosotros qué ganamos con todo esto? Podemos derrotarlos e ir a buscar a esos bastardos. - El líder de los guardias miró a ese hombre. - Ya se los dije. Ustedes no serán perseguidos posteriormente por actos de ilegalidad. Además de que, con excepción del licor ilegal. Podrán quedarse con las posesiones de esa gente a forma de compensación por el dinero que les debe a ustedes.
El hombre se quedó meditando un momento y sonrió. - Tenemos un trato. - El jefe de los guardias sonrió y luego miró a la mujer que hace unos momentos casi lo lograba hechizar con sus palabras. - ¿Qué me dicen? ¿Ustedes también se unen? Los hechos de esta noche quedarán olvidados por mis hombres y por mí. - Unos instantes después, uno de los guardias corrió hacia su jefe. - ¡Jefe! ¡El bosque a las afueras se está incendiando! - Lo que me faltaba. - Bufó el jefe de los guardias. Miré atentamente a donde estaba el incendio y me rasqué la barbilla. - Casi parece... Como una guía.
Mientras tanto, en el camino real cerca de la aldea:
Los aldeanos llegaron al fin a donde Ryra había cerrado el camino. - ¿Qué significa esto? - Mientras miraban de un lado a otro. Varias flechas encendidas cayeron sobre el bloqueo, incendiando el árbol. - ¡Es una trampa! - Dijo su compañero. - Lo siento. Pero tendrán que quedarse aquí hasta que lleguen por ustedes. - Dijo mientras que andaba en su caballo encendiendo la hierba tras de ella.
¡Desgraciada! No estarás viva cuando lleguen tus compañeros. - La bruja rió levemente. - Eso ya lo veremos. - Dijo haciendo gala de su habilidad en el arco. (1)
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Habilidades usadas:
1.- Ryra, Nivel 1: Flechas Ígneas: [Pasiva] [Requiere Arco o Ballesta] Es capaz de lanzar flechas en llamas, sin reducir su velocidad al lanzarlas.
Gaegel
Lobo Renegado
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Re: Bebidas espirituosas e invitaciones engañosas [Libre - Noche] [4/4] [Finalizado]
-No quiero pelear!, no quiero pelear!- señalaba el borracho mientras corría de un lugar a otro esquivando las diferentes peleas que se estaban generando cuando todos se pausaron un momento al ver a Alister adoptar su forma ancestral, seguido de las creaturas sombrías que Elen invoco, un par de segundos después todo volvió a ser tan caótico como había estado antes.
El borracho que aun seguía con su botella en la mano cuando piso una botella y resbalo, cayendo justo a tiempo ara esquivar una espada que iba a su cabeza(1), el borracho desplegando reflejos de felino, giro sobre si mismo rápidamente para caer sobre sus cuatro extremidades y comenzar a arrastrarse debajo de las mesas que rodeaban ese lado de la taberna dividida por un dragón que por primera vez no era el, si bien le llamaba la atención que no era tan grande, Alister cumplía con su rol perfectamente.
Cuando finalmente salió de la hilera de mesas, noto que el soldado seguía siguiéndole -Oh vamos, ¿Qué no tienes nada mejor que hacer que perseguir a un borracho?- le recriminaría el borracho al momento que se dirigía a lo que parecía ser una salida lateral, sin embargo, cuando estaba por llegar, otro soldado abrió la puerta "Oh la ironía" pensó el borracho cuando por voluntad propia se tiro por la ventana, rompiéndola en el proceso y llenándose de unos cuantos cortes superficiales, el borracho comenzó a correr siendo perseguido por unos cuantos soldados y se metió a la fuerza a lo que parecía una posada, subió por las escaleras desenredando su cadena con cuchillas, se metió a la fuerza a una habitación y cuando los soldados estaban por atraparle, el borracho salto nuevamente rompiendo la ventana superior sorprendiendo a los soldados, Nero arrojo su cadena con cuchillas logrando aferrarla a un pilar generando la fuerza suficiente para que se balanceara de vuelta a la posada rompiendo ahora la ventana inferior y confundiendo a los soldados que le miraban desde la ventana de arriba.
-Ay... No lo pensé lo suficiente- exclamaría el borracho quedándose en el piso por unos momentos, al escuchar los pasos de los guardias, Nero se obligo a si mismo a levantarse y en vez de salir por la puerta ya simplemente se tiro por la ventana que acababa de romper, corriendo ya cansado, al igual que los guardias que le seguían ahora continuaban la persecución en un trote un poco mas suave.
OFF: Habilidad usada
1_Alcoholismo (Pasiva): Mientras este borracho tendrá mas probabilidades de esquivar ataques.
El borracho que aun seguía con su botella en la mano cuando piso una botella y resbalo, cayendo justo a tiempo ara esquivar una espada que iba a su cabeza(1), el borracho desplegando reflejos de felino, giro sobre si mismo rápidamente para caer sobre sus cuatro extremidades y comenzar a arrastrarse debajo de las mesas que rodeaban ese lado de la taberna dividida por un dragón que por primera vez no era el, si bien le llamaba la atención que no era tan grande, Alister cumplía con su rol perfectamente.
Cuando finalmente salió de la hilera de mesas, noto que el soldado seguía siguiéndole -Oh vamos, ¿Qué no tienes nada mejor que hacer que perseguir a un borracho?- le recriminaría el borracho al momento que se dirigía a lo que parecía ser una salida lateral, sin embargo, cuando estaba por llegar, otro soldado abrió la puerta "Oh la ironía" pensó el borracho cuando por voluntad propia se tiro por la ventana, rompiéndola en el proceso y llenándose de unos cuantos cortes superficiales, el borracho comenzó a correr siendo perseguido por unos cuantos soldados y se metió a la fuerza a lo que parecía una posada, subió por las escaleras desenredando su cadena con cuchillas, se metió a la fuerza a una habitación y cuando los soldados estaban por atraparle, el borracho salto nuevamente rompiendo la ventana superior sorprendiendo a los soldados, Nero arrojo su cadena con cuchillas logrando aferrarla a un pilar generando la fuerza suficiente para que se balanceara de vuelta a la posada rompiendo ahora la ventana inferior y confundiendo a los soldados que le miraban desde la ventana de arriba.
-Ay... No lo pensé lo suficiente- exclamaría el borracho quedándose en el piso por unos momentos, al escuchar los pasos de los guardias, Nero se obligo a si mismo a levantarse y en vez de salir por la puerta ya simplemente se tiro por la ventana que acababa de romper, corriendo ya cansado, al igual que los guardias que le seguían ahora continuaban la persecución en un trote un poco mas suave.
OFF: Habilidad usada
1_Alcoholismo (Pasiva): Mientras este borracho tendrá mas probabilidades de esquivar ataques.
Nero Crimson
Borracho de Aerandir
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Re: Bebidas espirituosas e invitaciones engañosas [Libre - Noche] [4/4] [Finalizado]
Para su sorpresa, ya que no esperaba gran cosa de un tipo que en vez de dialogar había elegido la violencia para imponerse a los presentes, Elen observó como el líder de los guardias se auto apuñalaba con su daga para resistirse a su magia de voz. Aquella era una salida drástica y algo desesperada, pero el dolor de la herida consiguió distraerlo lo suficiente para no caer en la treta de la vampira.
Sin embargo, seguramente porque aún sentía las afiladas garras de la joven contra su cuello y podía ver como las criaturas de sombras sometían a los suyos, el humano ordenó a sus hombres que se detuviesen, y ahora sí, se mostró más dispuesto a tratar con los implicados en la fiesta ilegal. - Parad, oigamos lo que tienes que decir y si me convence… - replicó Elen, consiguiendo que sus oscuras aliadas se detuviesen y soltasen a los soldados.
- No intentes nada raro. - le advirtió con tono frío, antes de liberarlo de su agarre, momento en que el les propuso un trato, que a cambio de hacer la vista gorda por lo sucedido, los ayudasen a dar con los verdaderos culpables del asunto. Uno de los integrantes de la compañía de artistas, que a simple vista parecía ser el que mandaba, saltó de inmediato, preguntando por qué debían aceptar teniendo la ventaja de su lado, pero ante la idea de poder seguir con sus espectáculos sin la presión de tener a la guardia encima y llevarse las pertenencias de los que habían organizado todo, terminó cediendo.
Entonces, y girándose ligeramente hacia ella, el humano quiso saber si tanto ella como su reptiliano compañero se unirían al grupo. - Nos han arruinado la noche… alguien tendrá que pagar por ello. - fue lo que obtuvo por respuesta, mientras Alister avanzaba hasta situarse a su lado y le deba un toque en el hombro con el hocico. - Mira eso. - señaló, apuntando con la cabeza hacia la el lejano brillo de las llamas que consumían parte de la vegetación.
Uno de los hombres de la guarnición llegó al poco para anunciar lo que los agudos ojos del dragón y de la criatura de la noche ya habían captado, pero lo que llamó la atención de la de cabellos cenicientos fue la caprichosa forma y disposición de las ardientes estelas, no parecía natural.
- ¿Una guía? - comentó por lo bajo, tras escuchar al individuo que los había invitado a bailar anteriormente. - Puede que alguien haya seguido la pista de los culpables, deberíamos comprobarlo al menos… y que otros sigan las huellas que salen del pueblo para ver si la trayectoria coincide. - sugirió, buscando la mirada de su compañero, quien de inmediato adivinó sus intenciones. - Nosotros nos adelantaremos por aire. - intervino el alado, apartándose un poco para tener espacio y desplegar las alas.
Elen por su parte también se alejó del líder de la guardia unos metros, mientras todo su cuerpo se cubría de la más profunda oscuridad, convirtiendo su silueta en una negra forma que repentinamente, empezó a fragmentarse, dando paso a un amasijo de murciélagos. Los agudos chillidos de la bandada rompieron la tranquilidad que se había instalado tras el cese de las hostilidades entre ambos bandos, pero solo hasta que se organizaron, formando una espiral ascendente que no tardó mucho en situarse por encima de la aldea.
Alister alzó el vuelo entonces para situarse junto a aquella versión de la vampira, y sin esperar a que los guardias o la compañía de artistas se pusiesen de acuerdo sobre cómo proceder, emprendió el camino, siguiendo las llamas. - En esta forma no deberíamos tardar en dar con ellos. - habló con su gutural voz de bestia, a lo que la benjamina de los Calhoun, incapaz de responder con palabras, se limitó a contestar emitiendo un agudo chillido.
Y solo unos instantes más tarde, las sombras también se pusieron en marcha a toda prisa, ignorando a los presentes para seguir a su señora por tierra.
Alcanzar el origen del fuego solo les llevaría unos minutos, ¿qué encontrarían una vez llegasen? Con suerte darían con los responsables y podrían zanjar el asunto, pero algo les decía que no se rendirían sin más.
Off: Elen utiliza su habilidad de nivel 9: Transformación.
Elen es capaz de convertirse en un amasijo de murciélagos sombríos, lo que le permite volar hasta posiciones más altas y tomar ventaja con respecto al terreno. También puede modificar su cuerpo para tomar forma de enorme bestia de sombras, pero esto la obliga a atacar cuerpo a cuerpo, lo que también la expone.
Segundo turno activo de las criaturas de sombras, desaparecerán durante el próximo post.
Sin embargo, seguramente porque aún sentía las afiladas garras de la joven contra su cuello y podía ver como las criaturas de sombras sometían a los suyos, el humano ordenó a sus hombres que se detuviesen, y ahora sí, se mostró más dispuesto a tratar con los implicados en la fiesta ilegal. - Parad, oigamos lo que tienes que decir y si me convence… - replicó Elen, consiguiendo que sus oscuras aliadas se detuviesen y soltasen a los soldados.
- No intentes nada raro. - le advirtió con tono frío, antes de liberarlo de su agarre, momento en que el les propuso un trato, que a cambio de hacer la vista gorda por lo sucedido, los ayudasen a dar con los verdaderos culpables del asunto. Uno de los integrantes de la compañía de artistas, que a simple vista parecía ser el que mandaba, saltó de inmediato, preguntando por qué debían aceptar teniendo la ventaja de su lado, pero ante la idea de poder seguir con sus espectáculos sin la presión de tener a la guardia encima y llevarse las pertenencias de los que habían organizado todo, terminó cediendo.
Entonces, y girándose ligeramente hacia ella, el humano quiso saber si tanto ella como su reptiliano compañero se unirían al grupo. - Nos han arruinado la noche… alguien tendrá que pagar por ello. - fue lo que obtuvo por respuesta, mientras Alister avanzaba hasta situarse a su lado y le deba un toque en el hombro con el hocico. - Mira eso. - señaló, apuntando con la cabeza hacia la el lejano brillo de las llamas que consumían parte de la vegetación.
Uno de los hombres de la guarnición llegó al poco para anunciar lo que los agudos ojos del dragón y de la criatura de la noche ya habían captado, pero lo que llamó la atención de la de cabellos cenicientos fue la caprichosa forma y disposición de las ardientes estelas, no parecía natural.
- ¿Una guía? - comentó por lo bajo, tras escuchar al individuo que los había invitado a bailar anteriormente. - Puede que alguien haya seguido la pista de los culpables, deberíamos comprobarlo al menos… y que otros sigan las huellas que salen del pueblo para ver si la trayectoria coincide. - sugirió, buscando la mirada de su compañero, quien de inmediato adivinó sus intenciones. - Nosotros nos adelantaremos por aire. - intervino el alado, apartándose un poco para tener espacio y desplegar las alas.
Elen por su parte también se alejó del líder de la guardia unos metros, mientras todo su cuerpo se cubría de la más profunda oscuridad, convirtiendo su silueta en una negra forma que repentinamente, empezó a fragmentarse, dando paso a un amasijo de murciélagos. Los agudos chillidos de la bandada rompieron la tranquilidad que se había instalado tras el cese de las hostilidades entre ambos bandos, pero solo hasta que se organizaron, formando una espiral ascendente que no tardó mucho en situarse por encima de la aldea.
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Alister alzó el vuelo entonces para situarse junto a aquella versión de la vampira, y sin esperar a que los guardias o la compañía de artistas se pusiesen de acuerdo sobre cómo proceder, emprendió el camino, siguiendo las llamas. - En esta forma no deberíamos tardar en dar con ellos. - habló con su gutural voz de bestia, a lo que la benjamina de los Calhoun, incapaz de responder con palabras, se limitó a contestar emitiendo un agudo chillido.
Y solo unos instantes más tarde, las sombras también se pusieron en marcha a toda prisa, ignorando a los presentes para seguir a su señora por tierra.
Alcanzar el origen del fuego solo les llevaría unos minutos, ¿qué encontrarían una vez llegasen? Con suerte darían con los responsables y podrían zanjar el asunto, pero algo les decía que no se rendirían sin más.
Off: Elen utiliza su habilidad de nivel 9: Transformación.
Elen es capaz de convertirse en un amasijo de murciélagos sombríos, lo que le permite volar hasta posiciones más altas y tomar ventaja con respecto al terreno. También puede modificar su cuerpo para tomar forma de enorme bestia de sombras, pero esto la obliga a atacar cuerpo a cuerpo, lo que también la expone.
Segundo turno activo de las criaturas de sombras, desaparecerán durante el próximo post.
Elen Calhoun
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Re: Bebidas espirituosas e invitaciones engañosas [Libre - Noche] [4/4] [Finalizado]
En la aldea
Parecía que las cosas ya tenían un cause qué seguir. El siguiente movimiento de la mujer que le recordaba tanto a Mera me hizo quedar boquiabierto durante un momento. A tal punto que la elfa de cabellos rojos se acercó para cerrar mi boca. - No te quedes allí como tonto, recuerda que debemos de ir hacia allá. - En eso salí de aquel trance. - Claro, claro. - Mi cabeza giró hacia donde estaba el líder de los guardias. - Que los guardias que están heridos se queden resguardando la aldea. Quienes aún estén aptos para pelear síganos. - Hecho eso tomé prestado uno de los caballos de los guardias y subí a la elfa para que se sentara en el caballo detrás de mi. - Chicas. Quédense aquí para curar a quien lo necesite.
Las elfas asintieron y comenzaron a asistir con sus capacidades curativas a los guardias que habían sido heridos en el combate. El grupo que iba a pie era más reducido. Éramos cerca de 10 o 15 personas que iban montados a caballo. - Las huellas que salen de la aldea se adentran en la zona del incendio. - Dije alzando la voz hacia el líder de los guardias, quien a pesar de estar herido decidió unirse al escuadrón de persecución. - Esas son buenas noticias para nosotros. - Respondió aquel hombre.
Mientras tanto al final del incendio
Las cosas para la bruja no estaban pintando nada bien. La gente de la aldea estaba enojada, y comenzaron a perseguirla en reducido espacio que era el camino real. La gente de la aldea perseguía a la bruja, la cual por fortuna tenía la capacidad de evadir los ataques de la rabiosa gente, aunque más por suerte que por habilidad. Eran demasiados después de todo, por lo que no podría estar dependiendo de la bendición de los dioses por el resto de la noche. Tenía que encontrar una manera de escapar de allí. Pero el campo de acción de Ryra estaba siendo mermado con el paso del tiempo.
Los aldeanos se encargaban de cerrarle el paso que tuviese, por lo que tuvo que acercarse a la zona que se estaba incendiando. - Maldita bruja. Pagarás con tu vida por esta jugarreta que haz planeado. - La bruja se encargó de lanzar una flecha en llamas a los pies del caballo, el cual reparó de manera brusca. - ¿A sí? ¿Y quién será el valiente que intente atacarme? - Preguntó la bruja, moviendo las riendas del caballo de un lado a otro. El equino estaba comenzando a sentir el ardor de estar cerca del fuego, y se le notaba la impaciencia por alejarse de allí. Pero para Ryra ese sitio era el más seguro.
Tú no eres la única que puede jugar con fuego bruja. - Para ese momento alguien de los aldeanos había metido un paño incendiado en una botella de alcohol, la cual arrojaron a donde estaba Ryra. Esta alcanzó a evadirlo, pero la botella se rompió, haciendo que las llamas se esparcieran por todo el lugar donde el alcohol haya tocado. Esto incluía las patas del caballo, el cual también reparó, pero la bruja no pudo sostenerse bien y terminó cayendo.
Los aldeanos intentaron acercarse para atraparla, pero el frenético caballo les impidió llegar hasta ella. Vaya que los dioses si que le tienen aprecio a esta bruja, eso podía quedar bien claro. Aunque la mujer de cabellera negra debía de pensar rápido. Lo único que atinó a hacer fue volver a preparar su arco y amenazar a los aldeanos. - ¡Vengan! Solo intenten acercarse, y verán. - Fue en ese momento cuando el sonido de aleteos se hizo presente. - ¡Dragón! - Gritó uno de los aldeanos. - Fantástico. Lo que nos faltaba. - Ryra alcanzó a divisar la figura del dragón en el aire, por lo que esbozó una sonrisa triunfante. Ahora era el momento de encontrar el primer hueco para que ella se escabullera en el y salir bien librada de eso.
OFF: Quiero ofrecer de antemano una sincera disculpa por haber dejado el tema varado por tanto tiempo, y sobre todo cuando este esta prácticamente en su recta final. u.u
Por desgracia tuve un bloqueo, y por más que intentaba ponerme a escribir el post, las palabras simplemente no fluían como yo quería.
Gaegel
Lobo Renegado
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Re: Bebidas espirituosas e invitaciones engañosas [Libre - Noche] [4/4] [Finalizado]
Nero seguía corriendo ya sin muchas ganas, bordeando la línea entre el rendirse o seguir corriendo -Ya vayanse!, ¿no tienen nada mejor que hacer que andar persiguiendo a un borracho?- grito el cada vez menos borracho Nero disminuyendo de a poco la velocidad, al igual que los soldados quienes estaban aun mas exhaustos al llevar todo el pesado equipamiento.
La persecución se detuvo un momento para que los 3 se quedaran viendo como un dragón y una bandada de murciélagos dirigirse a un lugar en llamas cerca del poblado, Nero observo a los soldados y esbozando una sonrisa se dirigió hacia donde todos parecían ir, suponiendo que tuviera suerte, podría finalmente deshacerse de esos soldados si estos se enfocaban en otra cosa, así que sin mucho animo y a un trote muy lento, los 3 individuos comenzaron a salir del poblado dirigiéndose al lugar en llamas.
-Guardias!, vienen guardias, Ayuda!!!- comenzó a gritar el borracho para llamar la atención de todos, lo cual termino siendo un grave error puesto que bombas inflamables comenzaron a volar en su dirección, haciendo que el borracho comenzara a bordear y a correr erráticamente buscando algún lugar libre de fuego, hasta que se vio acorralado por las llamas y también los guardias.
-Bien, pausa, necesi... BLEEEEEERGH- el eructo iba tan cargado de alcohol, que por un momento se mezclo con las llamas generando una leve llamarada que parecía venir de la boca del borracho, los 3 individuos quedaron sorprendidos por un momento, entonces el borracho comenzó a utilizar su "nueva habilidad" y se obligo a eructar a propósito, espantando un poco a los guardias y causando mas caos a su alrededor atravesándose en momentos inoportunos y desviando la atención hacia sus inconsecuentes acciones.
La persecución se detuvo un momento para que los 3 se quedaran viendo como un dragón y una bandada de murciélagos dirigirse a un lugar en llamas cerca del poblado, Nero observo a los soldados y esbozando una sonrisa se dirigió hacia donde todos parecían ir, suponiendo que tuviera suerte, podría finalmente deshacerse de esos soldados si estos se enfocaban en otra cosa, así que sin mucho animo y a un trote muy lento, los 3 individuos comenzaron a salir del poblado dirigiéndose al lugar en llamas.
-Guardias!, vienen guardias, Ayuda!!!- comenzó a gritar el borracho para llamar la atención de todos, lo cual termino siendo un grave error puesto que bombas inflamables comenzaron a volar en su dirección, haciendo que el borracho comenzara a bordear y a correr erráticamente buscando algún lugar libre de fuego, hasta que se vio acorralado por las llamas y también los guardias.
-Bien, pausa, necesi... BLEEEEEERGH- el eructo iba tan cargado de alcohol, que por un momento se mezclo con las llamas generando una leve llamarada que parecía venir de la boca del borracho, los 3 individuos quedaron sorprendidos por un momento, entonces el borracho comenzó a utilizar su "nueva habilidad" y se obligo a eructar a propósito, espantando un poco a los guardias y causando mas caos a su alrededor atravesándose en momentos inoportunos y desviando la atención hacia sus inconsecuentes acciones.
Nero Crimson
Borracho de Aerandir
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Re: Bebidas espirituosas e invitaciones engañosas [Libre - Noche] [4/4] [Finalizado]
Las cosas empezaron a caldearse conforme se iban acercando al origen del fuego, donde un grupo de individuos trataba de rodear a una mujer, la cual seguramente había originado el incendio. - Aterriza lejos de las llamas. - habló el dragón, girando levemente el hocico hacia el amasijo de murciélagos que volaba a su lado, obteniendo unos agudos chillidos a modo de respuesta.
Y ágilmente organizada, la bandada comenzó a descender hacia el suelo, donde volvió a fusionarse, revelando la silueta de la vampira. Elen no tuvo que decir nada a su compañero, apenas unos instantes después de haber tocado tierra el alado procedió a recubrirla con una proyección de su elemento, para que pudiese moverse con libertad a pesar del fuego. - Gracias, hora de ajustar cuentas con los culpables de arruinarnos la noche… - comentó, dando unos instantes a sus sombras para que la alcanzaran y entrar en escena.
Alister se adelantó volando, y su presencia no pasó inadvertida, los aldeanos enseguida reaccionaron a su llegada y centraron su atención sobre él, sin ver el peligro que se aproximaba a ellos desde la oscuridad. - No los matéis a todos, necesitamos a algunos vivos para que confiesen ante los guardias… - ordenó mentalmente a sus creaciones, mientras las cuatro lúgubres figuras, incluyendo la suya, se abrían paso a través de las candentes llamas.
Y como si de perros salvajes se tratase, las criaturas gruñeron con cierto descontento antes de lanzarse a la carrera, buscando a sus presas. Los gritos no tardaron en alzarse por encima del crepitar del fuego y el aleteo del dragón, que aterrizando en pleno centro del conflicto, se valió de su cuerpo para llevarse por delante a dos de los hombres que se encontraban más cerca de la arquera.
Ninguno de ellos tenía idea de quién era aquella mujer, ni por qué se encontraba en una situación tan espinosa, pero todo apuntaba a que estaba intentando detener a los sospechosos del asunto del licor de Guld, y eso era suficiente para tomarla como una aliada.
Elen intervino entonces, corriendo hacia el individuo más cercano para hundir sus negras garras de sombra en uno de sus costados, arrancando un doloroso quejido de su garganta. - Nos habéis tendido una trampa… ¿quién es el responsable? Habla… - la voz de la joven adquirió un matiz diferente al final de la frase, más suave y atrayente a oídos el pobre desdichado cuya sangre empezaba a teñir la tierra.
- Yo… yo solo seguía órdenes, lo juro. - replicó el tipo, con expresión arrepentida y sin poder apartar la mirada de los verdes ojos de la criatura de la noche. - Lo sé, sólo dime quién está al mando y todo acabará… - volvió a hablar la benjamina de los Calhoun, imbuyendo con magia cada una de las palabras que salía de sus labios. - Él, él lo organizó todo. - reveló el pueblerino, señalando a otro de los involucrados bajo el influjo de la vampira. - Gracias. - susurró Elen, extrayendo las garras de su costado para pasarlas fugazmente por su mejilla antes de echar la mano hacia atrás y tomar el impulso necesario para rajarle la garganta con ellas.
Y mientras aquel pobre se desangraba sin poder hacer nada, la señora de sombras siguió su camino hacia el verdadero culpable de todo, abriéndose paso entre sus enemigos de forma despiadada pero procurando dejar a algunos de los delincuentes heridos pero con vida.
Sus creaciones pronto comenzaron a desvanecerse en mitad del combate, pero aquel pequeño detalle no le preocupaba, no contando con el apoyo del dragón y sabiendo que pronto los refuerzos los alcanzarían, así que se centró en su objetivo.
Extendiendo dos largos y negros lazos creados a partir de su elemento, Elen atrapó al cabecilla por los tobillos y tiró de él para hacerlo caer al suelo y arrastrarlo hacia su posición, donde lo castigaría por haber echado a perder lo que habría sido una tranquila y alegre noche para ella y Alister.
Off:
Antes de nada perdón por la tardanza, he tenido un par de meses bastante complicados.
- Habilidad utilizada por Alister
Nivel 7: Proyección elemental (Mágica, Vínculo de fuego nivel 4, 2 usos)
El dragón emite su elemento y este lo recubre a sí mismo o a un aliado, sin dañarlo. Si un tercero recibe el elemento no lo puede usar ya que este solo sirve de escudo o barrera defensiva.
Duración: 1 ronda.
- Habilidad utilizada por Elen
Nivel 3: Confusión mental (Mágica, Susurro tenebroso, 2 usos)
Gracias a su condición de vampira, Elen es capaz de influir en la mente de otra persona para manipularla en su beneficio. Puede cambiar la voluntad de individuos con poca inteligencia y darles órdenes complejas, mientras que con sujetos más inteligentes su poder se limita a instrucciones básicas.
Duración: 1 ronda.
Y ágilmente organizada, la bandada comenzó a descender hacia el suelo, donde volvió a fusionarse, revelando la silueta de la vampira. Elen no tuvo que decir nada a su compañero, apenas unos instantes después de haber tocado tierra el alado procedió a recubrirla con una proyección de su elemento, para que pudiese moverse con libertad a pesar del fuego. - Gracias, hora de ajustar cuentas con los culpables de arruinarnos la noche… - comentó, dando unos instantes a sus sombras para que la alcanzaran y entrar en escena.
Alister se adelantó volando, y su presencia no pasó inadvertida, los aldeanos enseguida reaccionaron a su llegada y centraron su atención sobre él, sin ver el peligro que se aproximaba a ellos desde la oscuridad. - No los matéis a todos, necesitamos a algunos vivos para que confiesen ante los guardias… - ordenó mentalmente a sus creaciones, mientras las cuatro lúgubres figuras, incluyendo la suya, se abrían paso a través de las candentes llamas.
Y como si de perros salvajes se tratase, las criaturas gruñeron con cierto descontento antes de lanzarse a la carrera, buscando a sus presas. Los gritos no tardaron en alzarse por encima del crepitar del fuego y el aleteo del dragón, que aterrizando en pleno centro del conflicto, se valió de su cuerpo para llevarse por delante a dos de los hombres que se encontraban más cerca de la arquera.
Ninguno de ellos tenía idea de quién era aquella mujer, ni por qué se encontraba en una situación tan espinosa, pero todo apuntaba a que estaba intentando detener a los sospechosos del asunto del licor de Guld, y eso era suficiente para tomarla como una aliada.
Elen intervino entonces, corriendo hacia el individuo más cercano para hundir sus negras garras de sombra en uno de sus costados, arrancando un doloroso quejido de su garganta. - Nos habéis tendido una trampa… ¿quién es el responsable? Habla… - la voz de la joven adquirió un matiz diferente al final de la frase, más suave y atrayente a oídos el pobre desdichado cuya sangre empezaba a teñir la tierra.
- Yo… yo solo seguía órdenes, lo juro. - replicó el tipo, con expresión arrepentida y sin poder apartar la mirada de los verdes ojos de la criatura de la noche. - Lo sé, sólo dime quién está al mando y todo acabará… - volvió a hablar la benjamina de los Calhoun, imbuyendo con magia cada una de las palabras que salía de sus labios. - Él, él lo organizó todo. - reveló el pueblerino, señalando a otro de los involucrados bajo el influjo de la vampira. - Gracias. - susurró Elen, extrayendo las garras de su costado para pasarlas fugazmente por su mejilla antes de echar la mano hacia atrás y tomar el impulso necesario para rajarle la garganta con ellas.
Y mientras aquel pobre se desangraba sin poder hacer nada, la señora de sombras siguió su camino hacia el verdadero culpable de todo, abriéndose paso entre sus enemigos de forma despiadada pero procurando dejar a algunos de los delincuentes heridos pero con vida.
Sus creaciones pronto comenzaron a desvanecerse en mitad del combate, pero aquel pequeño detalle no le preocupaba, no contando con el apoyo del dragón y sabiendo que pronto los refuerzos los alcanzarían, así que se centró en su objetivo.
Extendiendo dos largos y negros lazos creados a partir de su elemento, Elen atrapó al cabecilla por los tobillos y tiró de él para hacerlo caer al suelo y arrastrarlo hacia su posición, donde lo castigaría por haber echado a perder lo que habría sido una tranquila y alegre noche para ella y Alister.
Off:
Antes de nada perdón por la tardanza, he tenido un par de meses bastante complicados.
- Habilidad utilizada por Alister
Nivel 7: Proyección elemental (Mágica, Vínculo de fuego nivel 4, 2 usos)
El dragón emite su elemento y este lo recubre a sí mismo o a un aliado, sin dañarlo. Si un tercero recibe el elemento no lo puede usar ya que este solo sirve de escudo o barrera defensiva.
Duración: 1 ronda.
- Habilidad utilizada por Elen
Nivel 3: Confusión mental (Mágica, Susurro tenebroso, 2 usos)
Gracias a su condición de vampira, Elen es capaz de influir en la mente de otra persona para manipularla en su beneficio. Puede cambiar la voluntad de individuos con poca inteligencia y darles órdenes complejas, mientras que con sujetos más inteligentes su poder se limita a instrucciones básicas.
Duración: 1 ronda.
Elen Calhoun
Aerandiano de honor
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Re: Bebidas espirituosas e invitaciones engañosas [Libre - Noche] [4/4] [Finalizado]
Desde la perspectiva de Ryra
El hecho de que apareciera un dragón en el lugar, quería decir que la pequeña treta de la bruja había resultado exitosa, aunque eso no quería decir que su seguridad estaba garantizada. Ryra en aquel momento usaba su magia de fuego para repeler y mantener a penas a raya a sus atacantes, los cuales cada vez se veían menos intimidados por el fuego que ella emanaba de sus manos. - Tch... Que molestos son. - Y de un momento a otro una mujer de cabellos cenizos hizo acto de presencia, para dejar fuera del juego a esos hombres en un santiamén.
La bruja pudo notar cómo a punta de influjos, le sacó la verdad sobre quién era el líder de toda esta truculenta operación. Una vez que ese hombre le dio razón del líder, la mujer que, por puras conjeturas era una vampira se encargó de asesinar a ese hombre. - Uy. Eso debe doler. - Hizo una mueca, como sintiendo escalofríos por lo sucedido.
Mientras tanto, en la aldea
Mientras tanto, en la aldea se habían quedado casi todas las elfas, las cuales comenzaron a sanar tanto a los bardos heridos, como a los soldados que se habían quedado allí. Los miembros de la compañía que se se sentían mejor, comenzaban a reunir algunas de las pertenencias que habían dejado los pobladores de la aldea para así tratar de reunir un poco luego de la estafa en la que habían caído.
Fue en ese momento cuando un grupo de elfas notaron cómo unos guardias aún seguían a un exhausto Nero, el cual comenzó a usar una habilidad muy peligrosa. - Por todos los dioses. ¿Podrían dejar de perseguirlo? Lo están asustando. - Dijo con molestia la elfa para así regañar a los guardias. En ese momento se acercaron algunas al borracho con dotes de piromanía. - Ven para que volvamos a curar tus heridas. Además... Tenemos reunidas algunos barriles de cerveza. Podrías descansar allí. - Le dijo a Nero con una amplia sonrisa.
De regreso al epicentro de las llamas en el bosque
Ryra pudo apreciar cómo la mujer lograba capturar al líder de los traficantes, el cual al quedar en el suelo, estaba a merced de la mujer, quien la veía con terror en sus ojos. - Por favor, por favor no me mates. - Suplicaba de manera patética el líder de los traficantes. Aquella escena llenó de terror a su compañero. - ¡Retirada! ¡Regresemos por donde vinimos! - Las palabras de ese hombre hicieron eco en el grupo que quedaba vivo o consciente, el cual comenzó a huir despavorido por donde habían venido.
Pero lo que ellos no imaginaban es que no solo habían aparecido la mujer vampiro y el dragón. En ese momento el grupo a caballo encabezado por el líder de los guardias y yo hizo acto de presencia. - No me jodas. ¿Cómo llegaron aquí tan pronto? - Dijo el hombre. - Bueno. Hicieron un escape demasiado llamativo. - Dije mientras me bajaba del caballo y señalaba las llamas.
Nos abriremos paso a través de ustedes. - Negué con mi cabeza. - No me hagan reír. - Corrí hacia donde estaba ese hombre y, empleando toda mi fuerza realicé una poderosa estocada (1) la cual atravesó el escudo de madera de ese hombre, y también hiriendo de gravedad su brazo en el proceso.
Para ese entonces. Desde la posición de Ryra comprendió que ahora todo estaba controlado. - Bueno. Ahora puedo irme. - La bruja lanzó algunas flechas más para incapacitar a algunos adversarios más y logró atravesar el muro de llamas para luego huir así sin más.
Mientras la bruja escapaba dejando atrás su acción tan altruista, los miembros de la compañía y los guardias se encargaron de someter al resto de los traficantes. El jefe de los guardias se acercó hacia donde estaba la vampiresa. Y al ver que tenía sometido a alguien sonrió levemente. - Te agradezco mucho por someter a este hombre. Me encargaré de que le caiga todo el peso de la ley por haber cometido un acto tan ruin como ese e involucrarlos en sus asuntos. - Le dijo el jefe de los guardias. En eso me acerqué y dejé en el suelo al compañero del líder. - Bueno. Al menos pudimos limpiar nuestro nombre. - Dije con una media sonrisa para luego rodear la cintura de la elfa de cabellos rojos, la cual, luego de patear el estómago del hombre al que derroté, me dio un beso en la mejilla.
OFF:
- Descuida. No te preocupes por eso. Lo primero es lo primero, y lo segundo es lo segundo (???)
Esta es la última ronda del tema, así que esta ronda será el cierre de los personajes. Aunque al finalizar esta ronda yo haré un último post a manera de conclusión.
Habilidades usadas:
1.- Nivel 0: Estocada sangrienta: lanza una estocada utilizando el máximo de su fuerza, siendo capaz de atravesar a un enemigo sin armadura [2 usos]
Gaegel
Lobo Renegado
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