¿Aventuras? ¿Desventuras? Qué mas da si hay... vino ... iba a decir vino [Libre 4/4 - Cerrado]

Ya no recordaba como había llegado ahí, lo único en lo que podía pensar era en como el tabernero le decía que tenia que salir del lugar porque aquello no era un hostal, una discusión y una ventana rota mas tarde Nero se encontraba afuera de la taberna mirando al cielo nublado de invierno y pensando que quizás algún día de estos debería comprarse un abrigo o algo similar, puesto que andar ebrio por la vida no siempre le servía para combatir el frio.

-Recuerdo haber traído una botella conmigo!- grito furibundo mientras se sentaba en el frio piso de piedra, una botella a medio vaciar salió volando por la misma ventana que el había salido volando unos minutos atrás, aquel truco siempre funcionaba y con presteza sujeto la botella antes que cayera al piso, noto como nuevamente su brazo izquierdo se había lastimado debido a la cadena con cuchillas que cargaba, otra prueba irrefutable de que no sabia como llevar apropiadamente un arma... O que simplemente estaba muy ebrio, se llevo un buen sorbo a la boca y se puso de pie, solo para volver al piso debido a que alguien había chocado de lleno con el.

-Maldito ebrio, ¿Dónde ha quedado?-
-Pues no se, estaba en mi mano hace un rato, ahora la he perdido por tu culpa-
-¿Espera qué?, ¿De que estas hablando?-
-Pues de la botella que estaba bebiendo hasta que me chocaste, ¿De que hablas tú?-
-De la puta bolsa con joyas que había robado-
-Ah pues acá tienes 2 maldito imbécil que me haces perder la botella que tanto me ha costado conseguir-

Aquel dialogo sin sentido acabo cuando mas gente comenzó a llegar, Nero sin darle importancia al asunto buscaba la botella con desesperación, los golpes y las sacudidas le habían devuelto un poco la sobriedad y si no encontraba su botella, probablemente su cara aparecería en un anuncio de se busca otra vez, necesitaba perder el control de sus sentidos, para recuperar el control sobre sus poderes antes que aquello acabara mal.

Ya habían pasado días luego de haber estado en el bar llamado “Camaleón” en Baslodia; Entre caminar, detenerse a curiosear otros lugares y/o comer, descansar. Cuando sin darse cuenta se encontraba en Roilkat. –“Hmmm, quizá pueda ver algo interesante para comprar cuando tenga dinero suficiente” – Pensó recordando que en ese lugar se hallaban varios negocios donde ponen en vitrinas una buena variedad de productos que según la necesidad podrían serle de utilidad y aunque en ese momento no cargaba ni un Aero encima le apetecía caminar y también ver los precios para después volver para comprar.

Roilkat… Un hermoso lugar cuyas enormes murallas hacían sentir a sus habitantes como si de dos enormes brazos los protegieran concediéndoles al mismo tiempo un hermoso ornamento de roca dentro de las mismas repleto el lugar con toda clase de artesanías a base de vidrio; desde pulseras, lámparas, ventanales, vitrinas, exhibidores, estatuas y un etcétera de cuanta cosa pasara por la mente del más creativo decorador, ama de casa o hasta los gustos más exquisitos de la realeza. Todo, pero todo lo relacionado con vidrio podía encontrarse allí. Sin duda alguna las dunas, además de aportar un atractivo turístico también le proporciono al pueblo de material en bruto para así poder fabricar su variopinta artesanía por la que destacaba ese lugar.

Justo ahí entre la algarabía de los vendedores y los transeúntes que por allí se encontraban; Radus estaba observando maravillado con algunas artesanías, pero justo en ese momento algo capto su atención. Un sujeto encapuchado se aproximaba a un negocio donde vendían joyas el cual estaba a escasos metros de donde se hallaba él. Al principio solo se encogió de hombros y estaba por decidir no prestar atención cuando vio aquel extraño forcejeo entre el sujeto y el anciano. Radus pudo escuchar lo que decía aquel sujeto con total claridad. –Entrega eso ahora y no saldrás lastimado. – Dijo el sujeto encapuchado sujetando al pobre anciano del cuello de su camisa. El pobre vendedor quedo momentáneamente en shock.

Aunque se trataba de cuestiones de segundos, Radus le pasaron mil cosas por la mente entre ellas se cuestionaba si ayudar al anciano o no, ¿Qué hay si el sujeto estaba armado? ¡Podría salir perjudicado por querer darse aire de valiente, pero por otro lado ¿Iría a dejar que el antisocial se saliera con la suya? El solo hecho de pensar en ello le hervía la sangre pero el dilema era molesto para Radus… Y mientras se cuestionaba, el maleante cogió algo del puesto, mientras tiraba al anciano como si de un saco de papas se tratara y salió corriendo a todo lo que daba. - ¡Atrápenlo! ¡Qué alguien lo atrape! ¡Ladrón! ¡Ladrón! MI mercancía. – Exclamaba el impotente vendedor haciendo esfuerzo por llamar la atención de alguien que le ayudara con su dilema…

Musica para persecucion:

- “¿Correr? ¿No correr?. ¡Arrgh! ¡jodidas decisiones” – E inmediatamente dejo sobre el mostrador la artesanía que estaba observando y salió corriendo tras el despreciable ladrón. – “ Genial… Estoy tras un ladrón… Un ladrón que posiblemente ande armado y que para mi desgracia yo ando sin mi guadaña siquiera o alguna armadura encima.” – Y justo mientras iba corriendo vio a una chica que seguía con la mirada al ladrón. No es que fuera la única persona viendo al maleante pero no podía evitar sentir cierta envidia. – “Mirala, tan solo está ahí despreocupada. Jeje, seria vergonzoso ver que una dama se lanza a por un tipo loco que de seguro anda armado… Si, definitivamente hice lo correcto a pesar de arriesgarme de esta manera…”- Pensaba en ese momento mientras aceleraba el paso con más determinación que en un principio. – ¡Alto ahí desgraciado! ¡Eso no es tuyo! ¡Devuélvelo! - Le ordenaba sin obtener respuesta del sujeto. En ese momento maldecía el hecho que no hubiera algún guardia por los alrededores. Infelices, cuando más los necesitas menos están ahí.

Off rol:

Como habría de esperarse, rápidamente mas gente comenzó a acercarse al escuchar el breve altercado, un sujeto que le había quitado las joyas fue el iluminado que guio a Nero hacia lo que tan desesperadamente estaba buscando. -Bendito seas por quien sea, al fin alguien que entiende mi predicamento- exclamo Nero quien finalmente había recuperado su botella, bebió rápidamente el contenido de esta, si tenia algo de suerte, aquello serviría para parchar aquella sensación de sobriedad que amenazaba con devolverlo a la cordura.

Seguidos llegaron una rubia despampanante y grande y un tipo que parecía alguien del lugar, el hecho de que la chica le diera las gracias le tomo por sorpresa, ante lo cual, sin levantarse del piso, tomo con las puntas de sus dedos ambos extremos de la tela roja que llevaba amarrada a su pantalón y lo levanto muy delicadamente como si de un extraño intento de reverencia se tratara, a la vez que se presentaba a si mismo como -Nero... Puedes llamarme Nero, es mas corto- señalo al momento que se levantaba, su evidente falta de ropajes, sumado al hecho que estaba herido de un brazo y con evidentes cicatrices, era normal que le confundieran por un vagabundo en vez de un borracho.

Escucho las palabras de la mujer, al parecer el idiota con el que se había estrellado acababa de robar algo sumamente valioso y ahora buscaban como repartir las ganancias, el hecho de que el si fuera considerado para una parte le hizo desistir rápidamente de la idea de tener algo de atención hacia su persona.

-Yo me conformo con 2 botellas de lo que sea que estuviera tomando hasta que este imbécil choco conmigo-
-¡Pero qué demonios! ¡Todos ustedes están locos!-
-Tú calla, tu estupidez casi despierta a una calamidad, sabes lo difícil que es vivir revisando que no esté tu nombre en un tablero de se busca-

Acto seguido procedería a golpear al ladrón con la botella vacía, un impulsivo acto guiado por la sobriedad que nuevamente se volvía una amenaza para si mismo y quienes le rodeaban, -Reitero que pueden quedarse con mi parte a cambio de 2 botellas del licor mas barato y fuerte que puedan conseguir, pero debemos apresurarnos- señalaría con preocupación, algo que cualquiera podría confundir con simplemente la desesperación de un borracho.

OFF:

Inventario:

Aceleraba la velocidad de su paso casi a todo lo que podía, pero sin embargo alguien se adelantó, o alcanzo, a Radus y con un rápido movimiento enlazó el cuello del malhechor el cual fue frenado en seco cerca de un sujeto que yacía en el suelo. “Nero” se presentó ante la dama que le había agradecido el que detuviera al ladrón, mientras incorporaba. Este personaje no llevaba encima casi ropa además del pantalón que vestía, unas correas en sus brazos, de una altura aproximada a la de Radus pero con el físico más entrenado que el de él, y una tela carmesí, la cual alzo en una especie de reverencia para la dama.

musica acompañante:

   La chica inmediatamente ordeno al otro sujeto, aparentemente de nombre “Gaegel” que tomara la bolsa que había robado el pobre diablo que tenía el cuello aun atado y como acto seguido así lo hizo. –“Lo siento, enano. Pero ese tonto es mío… Y tal vez de ellos.”-  Dijo la chica con cierta impertinencia que aunque no fue de agrado de Radus, no le dio importancia ya que peores cosas había escuchado antes. – No, no señorita.- Dijo Radus. – Se equivoca, la verdad no tengo interés alguno en recibir recompensa. – explicaba mientras volvía la mirada al maleante. – Si perseguía a este infeliz era porque el muy habilidoso se aprovechó de un pobre anciano el cual yo no sé si tiene ese puesto para poder ganarse la vida y llevarse algo de comer para él y su familia. No lo sé, quizás si o quizás no.- luego dirigió la mirada a los otros dos sujetos. - ¿Gaegel y Nero, verdad?... Muchas gracias por la ayuda, espero que puedan devolver la bolsa a su dueño. Sé que quizás él de alguna manera se los gratificara, respeto si quieren pedir recompensa. Yo no quiero nada, como dije… - Recalco y volvió la mirada a la chica. – Mi nombre es Radus, a su servicio. No debería ensuciarse las manos con basura como esta. – dijo señalando al ladrón y luego intentando buscar algo al mirar en varias direcciones. – Jo… ¿Por qué será que cuando buscas guardias nunca los encuentras a tiempo? – dijo quejándose para acercarse al ladrón y mirarle. – Tampoco sé si estas en una necesidad, pero creo que es mejor mendigar a que tu nombre pase a la lista de buscados por la justicia, porque después de atrapado no vas a poder hacer mucho.- Anticuado posiblemente, pero cierto lo que dijo en ese momento al antisocial.

Fuera como fuera Radus se quedó junto a los presentes para asegurarse que le entregaran la bolsa al anciano mercader y así impedir que el sujeto escapara y ello tuvieran “cien años de perdón” por robar a otro ladrón.

-¿Tratas de ganar mi confianza?, porque lo estas logrando- Diría Nero sonriendo y recibiendo el regalo de Gaegel al cual le daría un buen sorbo, aquel brebaje era justo lo que necesitaba, incluso podía sentir como el alcohol ahogaba a la bestia que yacía en su interior.

Ahora ya un poco mas compuesto contemplo con un poco de detenimiento las palabras de quien ahora se presentaba como Radus ante lo cual respondió con calma y sutileza -En lo personal no me importa lo que hagan con la bolsa esa, el precio de mi ayuda ya esta pactado- exclamo mientras el ladrón seguía quejándose de que su forma de ser capturada, ahora de mejor animo el dragón se agacho un poco y se desenterraba la cadena con cuchillas que traía en el brazo, estirando aquella arma sangrienta en la cara del ladrón y amagando con amarrársela al cuello, -Sabes, has sido afortunado por muchas cosas hoy, todo esto podría haber terminado de maneras muy diferentes y , sin embargo, solo tienes en tu cuello eso, en vez de esto, pórtate bien en lo que te queda con nosotros de acuerdo- exclamo mientras volvía a clavar/enrollar la cadena en su brazo, la que si bien no era la forma mas idónea de llevar esa arma, al menos reducía el porcentaje de sangre que emanaba de las heridas cuando traía la cadena amarrada al brazo.

El dialogo entre Mera y Radus llamo la atención del borracho y se sintió un poco apenado y un poco divertido ante la clara observación de Mera, -Abandona ese inocente moralismo de una buena vez por tu propio bien chiquillo, la vida no es asi de buena, ni siquiera si "luchas por el bien", un día comprenderás que los buenos ni son tan buenos y que los malos ni son tan malos, no hay blanco o negro, toda la vida es un gran gris de acción y reacción y mucha o poca suerte- exclamo bebiendo otro buen sorbo, entonces hizo un leve gesto hacia el pecho derecho de Mera, que si bien llamaba la atención lo que buscaba era que notara la insignia que traía, -Incluso si llegas a tener la loca idea de sabotear lo que sea que mera haya decidido, esa insignia que lleva en el pecho hará que termines acompañando al ladrón si algún guardia aparece- y no quiso ser mas obvio pero todos parecían traer armas menos el, termino el contenido de la botella pequeña y esbozo una enorme sonrisa.

-Pero para que nos vamos a preocupar de detalles nimios, mas aun cuando podemos beber cerveza en compañía de una hermosa dama y un amistoso y benevolente señor, claro también tendrías que compartirla conmigo pero tranquilo, no causo problemas cuando estoy ebrio... un borracho productivo me dirían algunos- diría aquello ultimo con algo de sarcasmo, al momento que le señalaba a Radus que el también tenia una medalla de esas, por lo que si había entendido algo del o que mero había mencionado antes, el también tenia el poder de manipular a la guardia de la ciudad como el quisiera.

O al menos eso pretendía aparentar, en realidad era solo su pase de salida libre de la cárcel, en caso que volviera a caer en ella.

Inventario:

(- Off rol -)
He tenido un ligero problema con el adaptador del pc (Se me estropeo) y no puedo conectarme desde el mismo, por lo que estoy subiendo esta respuesta desde el móvil y debo decir que aparte de estar algo viejo yo tampoco se mucho manipular el android y debido a eso mi respuesta será sin colores como suelo hacerlo, por lo menos hasta que encuentre la solución al problema. Si alguien me puede hacer el favor de mandar un privado con los códigos que usa mi pj al “hablar” se lo agradecería enormemente. Por favor discúlpenme las molestias tratare en lo posible de solventar este problema, ojala que pueda pronto. Saludos
(- Fin del off rol -)

Radus solo se quedaba tranquilo escuchando lo que cada uno de los presentes le estaban diciendo y aunque no le sorprendía mucho no se imaginaba siendo tan indiferente ante el predicamento del anciano vendedor, pero sin embargo y dadas las circunstancias, él no podía hacer gran cosa.

La situación actual estaba empezando a desagradarle un poco, ya que tenía toda la pinta de que no irían a devolver las joyas si el vendedor no ofrecía algo lo suficientemente consistente a manera de recompensa que pudiera satisfacer las expectativas de la exigente y dominante chica quien para ventaja de ella tenía a Gaegel de compañero y se habían ganado la confianza de Nero; a parte portaban unas medallas que les concedían ciertos “beneficios o ventajas” con las autoridades de las cuales Radus había escuchado algo en otra ocasión; eso sin mencionar que estaban equipados para un combate y él no. El simple hecho de pensar en ello le causaba cierta impotencia pero esta vez no hizo falta que pensara tanto las cosas, Radus le toco aceptar lo que los otros estaban diciéndole o por lo menos la mayoría de lo que decían. – Pff… Miren, por lo menos asegúrense de que este desgraciado no salga de prisión por un buen tiempo. – Dijo apoyando los dedos de una mano entre su cien y el tabique con los ojos cerrados. – Y no, gracias; Me da mal sabor de boca pensar que le quite el sustento a un anciano. – Termino abriendo los ojos, tras expresar eso a Meraxes y compañía.

Al notar que Gaegel cargaba con el sujeto y se ponía en marcha; Radus le siguió no muy lejos para cerciorarse que lo escoltaran a prisión. – De la bebida paso, pero no me importa charlar un rato y conocer nuevas caras.- Si no puedes con ellos, al menos úneteles. Bueno, era más o menos lo que Radus pensaba en ese momento o por lo menos alguien tenía que vigilar que hicieran justicia con el preso. Radus solo se encogió de hombros, se rasco la cabeza y siguió al trio.

- Entonces… Señorita, no recuerdo haber escuchado su nombre. Por cierto, sé que ya lo dije pero mi nombre es Radus, mucho gusto. – hizo una pausa. – Creo haberle visto antes. ¿Era usted quien estaba entre la multitud esa cuando empecé a perseguir al ladrón, verdad? – tras recordar eso no pudo evitar soltar una risa. – No se imagina lo mucho que me sorprendió cuando el látigo pasó por un lado de mí y apenas pude esquivarlo, ja, ja, ja. Realmente es muy hábil con esa cosa, mis respetos. – Y así fue. Lugo dirigió su atención a Nero de quien había recordado que le menciono algo sobre que “la vida es un gran gris de acción y reacción y mucha o poca suerte”. – ¿De verdad usted cree que eso de que la vida es gris? Lo que he aprendido es que si no apoyamos a quien necesita una mano amiga el mundo termina siendo un caos. – Esbozo una leve sonrisa para luego recuperar su semblante serio pero tranquilo en dirección al camino. – Aunque los demás no les importe uno debe tratar de hacer la diferencia. – continuo mientras caminaba.

Mientras avanzaba no podía evitar pensar la suerte que tenía porque después de todo la dominante chica con todo lo creída o mandona que fuera no se le podía quitar que por lo menos tuvo el gesto de querer compartir algo de la ganancia y de paso invitarle a beber y charlar, eso sin mencionar a los otros dos que también le sorprendieron. En otros casos la situación realmente hubiera sido totalmente diferente. Casi le hizo desear estar en un grupo e irse de jerga de vez en cuando con colegas de grupo y vivir aventuras. Sin duda alguna la idea de hacerse aventurero cada vez le punzaba la mente más y más.

Luego Radus dirigió la mirada a Gaegel quien iba delante llevando al ladrón pero no quiso decirle gran cosa de momento. Tenía curiosidad por saber cuánto tiempo llevaban trabajando juntos y como se habían conocido, pero no quería ser invasor y abusar de su suerte, por lo que decidió esperar a que eventualmente saliera otro tema de conversación.

Nero termino de beber el contenido de la botella y dejo salir un suspiro de alivio, la crisis había sido evitada y cualquier hostilidad que pudiera perturbarle se había disipado tan rápido como el contenido de la botella anteriormente mencionada, tanto así que las palabras del joven Radus le entraron por una oreja y le salieron por la otra.

-Ojala tengas esa misma actitud cuando toques fondo y conozcas la verdadera desesperación y crueldad que subsiste en el mundo que vivimos- diría con una sonrisa genuina, a pesar de decir algo tan sombrío, pero nadie mejor que el para decir algo como eso, siguió caminando mientras esperaba a ver el desarrollo de los acontecimientos.

Mientras caminaban en la dirección que Gaegel había indicado y por la forma en la que se había comportado con el antes, el borracho no dudaría en seguirlo a donde fuera, luego Mera se impondría bastante solo para reafirmar su autoridad sobre el botín de la única persona que tenia "moralidad" en el grupo, ahora viéndola detenidamente y con la visión alcohólica activada, juraría que se veía mucho mejor, hasta le habría provocado un cosquilleo en la entrepierna si no fuera porque la cosa no le funcionaba por tanto beber(?).

-¿Y que les trae por Roilkat?, ¿vienen a cazar o a disfrutar?- preguntaría sin tapujos a modo de entablar algo de conversación.

Andamos serios (bgm):

Radus solo observaba a la chica quien aparentemente le había ignorado. – “Mujeres… Debería de haber algún pergamino, libro o persona que nos ayude a entenderlas mejor…”- Tan solo encogió de hombros con una leve sonrisa al escuchar la amenaza que le había dicho sobre la posibilidad de la falta de recompensa del joyero.

 - Ojala tengas esa misma actitud cuando toques fondo y conozcas la verdadera desesperación y crueldad que subsiste en el mundo que vivimos. – dijo Nero mientras Radus solo miraba al suelo un tanto triste deseando que no llegara a pasar nada malo. Luego dirigió su mirada a este solo para ver la sonrisa que mostraba. – Bueno, también es mi deseo compañero, así que gracias. – Dijo esbozando una sonrisa un tanto forzada.

Luego la chica que lideraba el variopinto grupo se presentó mucho rato después cosa que ya no causaba efecto en Radus por lo que había visto de ella hasta ahora y solo se limitó a sonreír ligeramente y decirle. – Mucho gusto, Meraxes… - Para después volver la mirada al camino

Iban avanzando y finalmente luego de haber guardado algo de silencio Gaegel le explica a Radus desde otro punto de vista las posibles causas por las que el ladrón pudo haber tomado la decisión de cometer ese delito y también que ellos podrían ser “los malos” al apresar a alguien tras las rejas. Esta vez Radus le miro serio prestándole mucha atención a lo que decía, ya que sin duda era cierto lo que decía y también porque desde que le vio notó en el cierto grado de seriedad ante la situación.

Sin lugar a dudas Gaegel era alguien de quien debía no solo tener respeto, sino también precaución porque suele ocurrir que los más tranquilos pueden llegar a ser los más peligrosos, o al menos eso pensaba Radus. – Bueno, admito que eso tiene algo de razón… - Asintió con su cabeza.

Mientras caminaban, Radus le hizo gracia que el grupo con el que andaba en ese momento era de lo más variado si te ponías a pensarlo; por un lado tenias a un posible vagabundo amante de la bebida que solo quiere mantenerse alejado de la ley, luego tenemos un pensador impredecible con el que había de andar con cuidado, luego un mozalbete (Radus) con una crianza demasiado moralista al que le desagrada la bebida y por ultimo pero no menos importante la hermosa, agraciada pero dominante y muy mandona lideresa con aires de grandeza que más que molesto le quedaban lindos. Sin lugar a dudas era un grupo único el de ese momento.

Luego le sorprendió a Radus ver que el ladrón lograra zafarse de la mordaza y tras escuchar lo que este dijo Gaegel le respondió: - ¡Ay por favor! Esa es la historia más vieja de la vida. Te vas a ir a la cárcel y eso está escrito. Quiero ver si nos dan una recompensa por ti. – Aunque a Radus le incomodo que el ladrón se entrometiera en la conversación se hizo de vista gorda y solo regreso su mirada al camino. Aunque le hubiera gustado decirle otras cosas más permaneció en silencio ya que Meraxes se había adelantado a donde se encontraba su compañero en lo que parecía susurrarle algo y no quería entrometerse más de lo que lo había hecho hasta ahora.

Off rol:

Nero seguía caminando junto a ese variopinto grupo, -Espero te guste visitar el arenal porque es lo único que conozco... para cazar, digamos que es mi "primera" vez en Roilkat, bueno a medias... Es una larga historia- se excuso mientras se encogía de hombros, esbozo una sonrisa cuando escucho al ladrón usar el truco mas viejo del libro, aunque habiendo sido el un ladrón en su tiempo, no le extrañaría que existiera una levísima posibilidad de que aquello fuera verdad, pero de ser así, no habría impedido que le detuvieran tan rápido.

Cuando escucho la invitación de Meraxes la tomo sin dudarlo, quería evitar a los guardias por cualquier medio posible -Claro que te acompaño, a ver si me compras algo bonito, ¿Qué piedra crees que me vendría bien?- diría a modo de broma puesto que Nero se veía como cualquier cosa, menos algo bonito, les hizo unas señas con los dedos a modo de despedida momentánea a Gaegel y a Radus, ya que tendrían tiempo para beber mas tarde, su plan original era emborracharse lo mas que pudiera antes de embarcarse al arenal a liberar su frustración y sus conflictos internos.

-Me puedo tomar el atrevimiento de preguntar algo?, ¿Te he visto en algún lado?, es que no he podido despegar mis ojos de tus pechos y he notado que tienes la misma medalla que yo- comento con una ebria honestidad al momento que se llevaba una mano al trozo de tela rojo que llevaba amarrada a su cinto, y exponía la misma medalla. seria realmente que el mundo era pequeño, o seria que Nero solo era muy borracho y capaz y ni era una medalla lo que tenia(?).

- Bueno ya que Gaegel parece llevarse muy bien contigo, Radus. Estoy segura que pueden lidiar con ellos. Nero, si gustas puedes ir conmigo a la joyería.- Dijo Meraxes a Radus mientras se disponía a ir con Nero a devolver las joyas.

- Si, no hay problema… - tranquilamente dijo - “¿Realmente había caído en gracia con Gaegel al punto que la misma Meraxes lo afirmara?, claro se ve que es alguien a quien tenerle cierto grado de respeto y precaución también” - pensaba Radus. Él prefería asegurarse que el tipo estuviera tras las rejas a tener que ver como seguramente el pobre vendedor terminaba viéndose obligado a pagar una recompensa de la que tardaría en reponerse, además que sabía que la misma Meraxes no estaría de acuerdo. En eso, Gaegel interrumpió su línea de pensamiento - Vamos muchacho, hay que entregar al bribón para así cobrar una recompensa. - Dijo emprendiendo camino a donde estaba el cuartel, a lo que Radus asintió – Si, le sigo. – y también se dispuso a continuar la corta caminata hasta nuestro destino.

Al llegar a la entrada del cuartel; El oficial que cuidaba la entrada le pregunto de forma un tanto brusca a Gaegel por la razón de llevar amordazado y amarrado al ladrón. Lógicamente le dio los detalles e incluyo a Radus como testigo presencial del acto de vandalismo del desgraciado, a lo que asintió con la cabeza y como acto seguido, el oficial les hizo ingresar para discutir los detalles.

- Esperen aquí un momento mientras busco a mi superior. – Dijo el oficial dejándonos en lo que se trataba una habitación sencilla con unas sillas y una mesa. La habitación no tenía ventanas, solamente la puerta por donde habíamos entrado. En ese momento Radus supuso que ahí era donde detenían a los bandidos para confirmar si realmente hacían algo o no; y para interrogarles en caso de ser afirmativo.

Radus tomo una de las sillas y se sentó. Examino el lugar con la mirada buscando algo que llamara la atención, mas no encontró nada fuera de lo común, además de algunas manchas viejas de lo que parecía sangre en el piso… - Vaya, supongo que aquí no les gusta andar con rodeos y saben cómo hacer hablar a la gente, jeje – Hizo el comentario más que nada con la intención que lo oyera el tipo atado; más que nada para intimidarlo y así hacer que escupiera más fácilmente la verdad para complementar el testimonio que Radus iría a decir.

Ya de tanto rato hablando y caminando Radus tenía sed… - Caramba, ¿realmente dejan pasando sed a la gente aquí… Sabía que no tenía que haber salido sin nada encima. – Dijo lamentándose y prometiéndose a sí mismo no volver a cometer un error como ese.

Tras eso Radus permaneció en silencio hasta que Gaegel dijera algo ya que no quería ser indiscreto y que no fuera el lugar o el momento para ello. Quizás ya había perdido esa oportunidad cuando estaban fuera.

(Off rol)

Sorry compañeros, esta vez no hay musica de fondo como suelo recomendar.

-Oh eso es original- comento con genuina credulidad al respecto en cuanto a lo de la piedra Ámbar, la verdad nunca había pensado sobre ponerse piedras encima, suficiente tenia con lanzar piedras de vez en cuando en su forma de dragón, cuando menciono el oro el se rio y siguió con el juego -hoy te atreviste ¿verdad?- se sentía bien tener con quien bromear, cuando comento lo de las ratas recordó el mal rato que había pasado esa noche y se alegro de haber salido de ese lugar, lo bueno fue que aquel comentario de haberle mirado las tetas paso prácticamente desapercibido -Mejor que no nos hubiéramos visto, recuerdo haberla pasado muy mal esa noche, las ratas tampoco ayudaron mucho- dijo lo ultimo riendo.

Finalmente llegaron al lugar del atraco, al escuchar las palabras de Mera alzo una ceja, no comprendía como el estar sin camisa seria mas intimidante que su brazo herido con esa cadena con cuchillas, pero asintió ante su estrategia con la señal universal de aprobación y solo se limito a levantar el pulgar mientras veía como la rubia ingresaba al local, pasaron un par de segundos se olfateo a si mismo, quizás olía mal lo cual tenia sentido, sin embargo, su andrajosa forma de vestir solo emitía olor a alcohol, lo cual neutralizaba todo lo demás para su suerte.

Entonces la puerta se abrió nuevamente y vio aquel brazo delicado capaz de azotarte sin piedad invitándole a entrar al lugar solo moviendo un par de dedos, Nero entonces entro en la estancia sobresaltando al joyero quien sostenía la bolsa del botín y le apunto a la bolsa con su brazo herido -No se preocupe, nada ha salido de esa bolsa- comento mientras caía un poco de sangre al piso. -Oh lo siento, el choque con el ladrón debe haber abierto alguna herida, uno diría que ya estaría acostumbrado a cargar con un brazo que tiene una cadena con cuchillas incrustadas en el mismo, pero nunca se sabe cuando algo puede salir mal, ¿no lo cree?- cuando pregunto lo ultimo noto como el hombre se sobresalto nuevamente, al parecer su apariencia si era mas intimidante de lo que creía, por lo que dejo que Mera siguiera con las negociaciones.

-Si no le molesta me sentare por acá, puede lidiar con el asunto de la recompensa con mi compañera, los demás involucrados están llevando al culpable con la guardia así que asegúrese que sea suficiente para mas de 2 personas- exclamo mirando de reojo a Mera que seria la única que recibirá toda la recompensa, si tenia suerte ella le invitaría un buen trago mas tarde, Nero como si nada se sentó en una de las mesitas mientras esperaba a ver el rumbo de acción que tomaría el anciano asustadizo.

Radus no se había percatado de que era lo que le había ofrecido Gaegel cuando coloco la botella sobre la mesa; por lo que Radus la cogió con total tranquilidad; como si de una cantimplora con agua le hubiesen pasado. – Bueno, no lo dije para quitarte el agua; pero tampoco la voy a despre… - Se paró en seco cuando tenía el pico de la botella sobre el labio inferior y se percató del olor. - … Esto… Gaegel. – Dirigió la mirada sin mover su cabeza en la posición en que la tenía; para luego bajar la botella. – No lo tomes a mal compañero; pero a menos que quieras que nos dejen sin recompensa; mejor te devuelvo la botellita. – Cogió la tapa y cerro la botella para dársela en las manos. – Mmm… Digamos que la bebida no me ayuda mucho cuando quiero mantener la tranquilidad, por decirlo de alguna forma. – Dijo intentando dar a entender que se podía volver o loco o violento al ingerir la bebida etílica. – De todos modos te lo agradezco. – Termino para continuar esperando que llegara el jefe de guardias.

El sujeto cargaba en las manos avisos de recompensa con varios retratos que él les mostro tanto a Gaegel como a Radus. Un par de ellos le pareció ver en otras ocasiones; pero ya había pasado mucho como para darle importancia, pero lo que si llamo su atención fue que el pelele que habían capturado estaba ahí en el tablón. – Los “Mano sucia”… Lindo nombre. – Dijo burlonamente mirando al sujeto atado.  Luego le hizo gracia la reacción de Gaegel cuando se fijó que habían atrapado al sujeto por el que ofrecían la menor recompensa, pero no dijo nada porque en ese momento el jefe de cuartel pido que testificara Gaegel; pero este señala inmediatamente a Radus; quien se sorprendió por un instante – Si, si… - Dijo para luego recuperarse de la impresión. Entonces el oficial se quedó mirando a Radus y le miro de pies a cabeza alzando una ceja le dijo – ¿Y tú cómo te llamas? – Radus también lo miro y dijo – Radus, señor. Soy un campesino que andaba por la zona comercial; cuando a pocos pasos de donde estaba yo, este personaje. – Señalo al sujeto atado para después continuar. – Amenazo al encargado del puesto de joyas; robándole y salió corriendo a todo lo que podía. – Decía Radus y en eso el jefe interrumpió. - ¿Y entonces que paso?- Radus lo miro por un momento y continuo. – Pues eso; sale corriendo este infeliz y luego tome la decisión de perseguirle para detenerlo. – Radus después de eso termino conto y después de eso termino contando el resto de la historia; de como se había encontrado a los otros tres y le aseguro que las joyas habían sido devueltas a su dueño legítimo.

El oficial de turno se quedó mirando tanto a Radus como a Gaegel intentando quizás hallar algo que le indicara que mentían en alguna parte, pero no; nada. Sin mencionar el hecho de que quizás no hayan realmente entregado las joyas a su dueño, pero que era algo de lo que él no estaba seguro, así que dio por sentado que sí; esperando lo mejor. – Muy bien… - Tomo la palabra el jefe. - … Al parecer todo lo que dicen tiene sentido. – Se acercó al sujeto atado. – Y en efecto este es Ferd. – Hizo una pausa. – Pero respecto a lo que me dicen de las joyas está un poco dudoso… A ver ¿Por qué no trajeron las joyas como prueba?- Radus se molestó, pero sabía que tenía que mantener la compostura. – Si, quizás no fue la mejor idea señor, pero supusimos que su dueño estaba urgido por recuperarlas. – Fue lo que dijo. Entonces el jefe se dio un ligero toque en la frente y deslizo la mano por toda su cara. - … Escucha chico, hare como que me basta esa excusa, pero como haya un reporte que no entregaron las joyas ustedes dos serán los primeros a los que personalmente buscare. – Dijo con semblante serio. - ¡Cabo!... – Llamo a otro de sus subordinados. – ¿Señor?- Llego un oficial a donde se encontraban. – Arregle el papeleo con estos señores para la entrega de la recompensa de Ferd de la banda “Manos sucias” y entréguesela. Yo me ocupare personalmente de meter a este idiota tras las rejas. – Dijo el jefe cogiendo al sujeto por el cuello de la camisa y antes de retirarse dijo. – Bueno señores, si me disculpan; me llevare a este sujeto… Y… Muchas gracias por sus servicios prestados. Que tengan buen día. – Se retira llevándose al prisionero.