Ladrón de Sentidos [Noche] [Libre] [Cerrado]

Mientras continuaba tocando el tambor, Cohen vio cómo el elfo se aproximaba a la maldita mujer y la atravesaba con una de sus grandes espadas.

Aquello apareció acelerar el proceso del sonido del tambor que poco a poco, volvía a demostrar una realidad más acorde a la que el vampiro recordaba.

El oscuro cielo estrellado, los ruidos nocturnos propios del bosque y la destartalada casa, inerte y común, volvían a ser de lo más reales. Ambos combatientes habían sido vencidos.

El vampiro estaba exhausto. No había participado en lucha física alguna, pero estaba realmente cansado por todas las vivencias ocurridas. ¡Él sólo pretendía encontrar una extraña flor en la zona!

El atractivo hombre pelirrojo se acercó hasta él, interesándose por su estado y presentándose cómo Sango. El nombre le resultó algo familiar, aunque no recordaba exactamente dónde lo había oído anteriormente [1].

―Cohen ―dijo, mirando a ambos combatientes, antes de que éstos se quedaran observando los cadáveres de aquellos dos malhechores.

El vampiro hubiese optado por escupir sobre aquellos sucios cadáveres o patearlos, pero dudaba que aquel gesto estuviera bien visto por aquellos hombres, por lo que controló sus instintos.

―Sí, afortunadamente, todo parece haber vuelto a la normalidad… ―dijo Cohen tras las palabras de Sango, mientras observaba el cielo nocturno.

¿Cuánto tiempo había pasado desde la entrada en la cabaña? ¿Cuánto tiempo quedaba para el amanecer?

Aunque aún no se veía indicio alguno de un próximo amanecer, Cohen estaba alertado, mientras en su mente recalculaba el tiempo que le llevaría hasta el refugio dónde había predispuesto pasar el día diurno siguiente. Podría quedarse en aquella cabaña, pero ni loco volvería a entrar de nuevo en ese edificio.

―Pues espero que encontréis dónde tomar el trago. Yo debería marcharme. El grupo con el que viajo se preguntará dónde he ido a parar…

La alusión a aquel grupo ficticio de viajeros acompañantes le ayudaba normalmente a hacer creer a los demás que, en algún lugar cercano, había personas interesadas en él.

Normalmente, Cohen desconfiaba en los desconocidos, pero tras las experiencias vividas aquella noche, dudaba estar frente a una amenaza. Aún así, siempre optaba por cubrirse las espaldas. Por si acaso.

―Espero que, de volver a encontrarnos, sean en algunas condiciones algo más seguras. Pasen buena noche.

Tras un gesto de respeto para ambos en el que el vampiro inclinó su cabeza, dio media vuelta y rodeó la cabaña, antes de echar un último vistazo a su interior mientras pasaba frente a la puerta.

Una vez había logrado interponer un obstáculo visual entre él y los dos hombres, el vampiro aceleró el ritmo y corrió desesperado hacia su refugio, a un par de kilómetros de allí, esperando que la luz del sol no le sorprendiera en el camino.

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[1] - Cohen y Sango habían coincidido anteriormente en la Flor Inerte, establecimiento de Cohen en Sacrestic Ville, y recuerda su nombre de su inscripción en su libro de clientes, pero en ese momento no lo recuerda

Finalmente aquella mala noche había acabado, Zelas por suerte no tenia que moverse mucho de donde estaba, todos parecían venir a donde estaba el, contemplando a los nuevos números que acaban de sumarse a su lista de asesinatos confirmados, miro al brujo que había planeado aquella trampa mortal y le escupio y le pateo la cara, lanzando un sonoro quejido de dolor después de hacerlo.

-Valió completamente la pena.... Me llamo Zelas por cierto, si algún día necesitas matar algo avísame y te daré un descuento, si tienes algún amigo o amiga que necesite matar algo diles también sobre mi, no discrimino mientras tengan aeros para pagar- comento mientras se apoyaba en el buen Sango, escucho a Cohen dar sus motivos para marcharse y no celebrar aquella victoria y lo entendió completamente, al fin y al cabo el rubio y el pelirrojo habían hecho casi todo el trabajo y mientras menos hubieran, mas bebería el, se despidió con un leve gesto de cabeza y emprendió la marcha de la victoria... Completamente derrotado.

Zelas escucho las palabras de Sango sobre la casa lo cual le hizo mirar los cadáveres de nueva cuenta -acércame a la casa, quiero cerciorarme de que esto no vuelva a pasar- comento el rubio y mientras caminaban hacia la casa, el no-elfo toco la runa que le daba las propiedades inflamables a la espada(1), acto seguido le dio unos cuantos golpecitos a la vieja choza para que comenzara a incendiarse, acto seguido desactivo la runa y dio unos pasos atrás con la ayuda de Sango. -Que tal si nos quedamos viendo la fogata y aprovechamos de descansar un poco- exclamo dejándose caer con cuidado y observando como aquella casa maldita se quemaba, no quería tener que pelear contra una casa de nuevo en su vida.

OFF: habilidades y cosas usadas
1_Activo la runa arma de fuego para quemar esa casa de una buena vez.