Behind Closed Doors [Solitario] [+18] [Terminado]

-Tengo un mal presentimiento, tengo un muy mal presentimiento- señalaría el patriarca del clan Hazelmere mientras reflexionaba en su trono.

-Cariño, tu vives con malos presentimientos, por suerte para ti, estoy acá para encargarme de esas cosas- diría su amada esposa, quizás la única que le conocía realmente.

-Midlun, mi amada, se que siempre digo lo mismo pero ahora es diferente... Solo lo se- Aramil diría aquellas ultimas palabras sin la mascara de estoicismo que siempre llevaba y fue tal el asombro de su esposa que esta ultima quedaría sin palabras.

¿Qué era lo que acechaba allá afuera capaz de quebrar el semblante de un padre de 7 hijos? lo que sea que fuera fue suficiente para poner a todo el asentamiento Hazelmere en alerta. Patrullas ininterrumpidas y redoblando todas las medidas de seguridad posible, el asentamiento de los Hazelmere se acuartelo esperando lo que fuera que tenia al patriarca preocupado.

Adentro del árbol principal, en el salón de reuniones, Aramil Hazelmere, junto a su esposa Midlun, acompañados por Sagiri y Hastiele Hazelmere, hermanas de Aramil, y Hachiman y Nurik hermanos de Midlun que también habían adquirido el apellido Hazelmere debido al casamiento, todos con cargos importantes dentro del clan, salvo por Hastiele que había sido exiliada años atrás, el hecho de que incluso ella estuviera allí denotaba que el asunto era de suma importancia.

-¿Ya nos dirás que es lo que ocurre?- preguntaría Hastiele preocupada por su hermano.

-¿Ya llegaron mis hijos?- preguntaría Aramil ignorando a su hermana.

-Maldita sea Aramil, no ignores a Hastiele, al menos danos una explicación, ¿Qué rayos esta sucediendo?- Sagiri la otra hermana de Aramil demandaría respuestas del mismo, mas este no contestaria nada al menos no hasta ver a sus hijos.

-No esperes mas que los 5 que respondieron a tu llamado- Diría Nurik con algo de veneno en sus palabras.

-Quizás si hubieras hecho un esfuerzo por contactar a tus 2 ovejas descarriadas... Digo capaz igual no venían pero siempre existe una posibilidad- comentaría Hachiman para quien en realidad todo esto era una simple exageración.

-No.. mejor así... ¿Escuchaste los rumores?, de lo que hicieron en volcán Thariza, Y Zelas ¿Sabes cuantas veces he oído sobre su muerte en Roilkat? - Aramil asomo lo que parecía ser una sonrisa, cosa que sorprendió a todos -Repudiaron todo lo que intente inculcarles y aun así, de alguna forma.... Hicieron lo que era lo correcto, Aradia incluso defendió Sandorai!- diría con exaltación sobre su hija cosa era rara en él.
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Mientras tanto en otra habitación del árbol principal los hermanos Hazelmere sostenían su propia reunión, cada uno apartado en cada muro, con solo el primogénito intentando unirles a todos e instándolos a estar en la mejor condición posible para enfrentar lo que fuera que tenia asustado al padre de ellos.

-Debemos apresurarnos, padre nunca actúa de la forma en la que lo ha estado haciendo últimamente, debemos reunirnos con el al instante- comentaría Cornaith tratando transmitir la urgencia que la situación demandaba.

-O como quisiera yo estar en una buena condición, si tan solo ALGUIEN no me hubiera envenado hace un par de meses- comentaría el tercero de los hermanos mirando directamente a la quinta hermana, quien no tardaría en replicarle.

-Relaja las tetas Rhosann, era una batalla en equipos y tu fuiste el estúpido que comió del sándwich envenenado, además con tu don de curación, fácilmente podrías haberte desintoxicado.... Si tan solo no fueras un perezoso tonto- replicaría la quinta hermana, escupiendo al piso en señal de repudio a quien era sangre de su sangre.

-Basta, Cornaith tiene razón, debemos ir con padre, pelear acá no tiene sentido- comento la segunda hermana.

-Algo esta pasando, por lo que he escuchado padre no solo nos ha llamado a nosotros, ha llamado a cada miembro del clan Hazelmere- señalaría el cuarto hermano mientras afilaba una de sus lanzas.

Cuernos de alarma comenzaron a sonar en una de las puertas del asentamiento, haciendo que todos los hermanos comenzaran a salir rápidamente para ver que había ocurrido, siendo Rhosann el único en la habitación debido a su pereza, -Espero no tener que curar a nadie, no estoy de humor para...-  sus palabras fueron interrumpidas abruptamente por el filo de una lanza que le atravesaba el pecho, la hoja se retiro rapidamente haciendo que el tercer hijo de los Hazelmere cayera abruptamente al piso, poniendo sus manos en la zona de la herida y tratando desesperadamente de hacer una plegaria, mas un individuo cubierto en armadura de pies a cabeza entraría por la ventana y terminaría el trabajo cortando la garganta del elfo.

-El prodigio del clan Hazelmere, muerto por su propia pereza... Que decepción- señalaría el individuo desconocido para la mayoría de los Hazelmere, salvo por uno, que por desgracia no se encontraba en ese lugar, V el segundo al mando de la Dark Order comenzaba un asalto en solitario en el árbol principal de los Hazelmere.
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-Ha comenzado- señalo el patriarca del Clan Hazelmere al escuchar los cuernos de alarma, los demás presentes miraron con confusión al líder de su clan, sin embargo, ahora no era momento de flaquear, lo que hubiera de pasar lo enfrentaría con la misma tenacidad con la que afrontaba todo lo que el destino le tiraba.

-Aramil, que rayos esta pasando- demando Sagiri, la maestra de armas del clan evidentemente preocupada por lo que estaba ocurriendo en el asentamiento.

-Sagiri, nos enfrentamos a un enemigo antiguo, hace unos meses apareció sin mas un pergamino en mi despacho, no decía mucho, pero decía lo suficiente, las palabras en el pergamino eran las siguientes. "El trabajo en el archipiélago illidense no ha terminado"- al escuchar esas palabras tanto Hastiele como Sagiri sintieron la reapertura de una herida que creían sanada hace muchos años atrás. El fuego de la maestra de armas se había extinguido en un instante Hastiele por su parte sentía como sus piernas cedían dejándola inútil.

Midlun y Nurik se apresuraron rápidamente en ayudar a la pobre Hastiele mientras que la primera miraba a su esposo de manera inquisitiva, Aramil en cambio, había recuperado su rostro de piedra inescrutable para todos incluso su esposa. Hachiman observaba todo de brazos cruzados esperando alguna orden de quien seguía siendo el patriarca de su clan, Aramil viendo como este era el único en la sala que no había perdido la compostura se dirigió a el con el siguiente mandato.

-Hachiman, escolta a las mujeres a la casa de Hastiele, si al amanecer no he llegado a ese lugar te nombro el nuevo patriarca del clan Hazelmere- todos abrieron los ojos como platos, pero la primera en protestar fue Midlun, quien se acerco a reprender rápidamente a su esposo, porque no importa que seas el líder de un enorme clan, nada te libra de una reprimenda de tu esposa -¿Qué crees que estas haciendo?, después de todos estos años piensas que te dejare solo en un momento como este, acaso no..- la reprimenda fue interrumpida por un apasionado beso por parte de Aramil, cuyo semblante cambio por aquel que solo su esposa había visto desde siempre.

-Es porque te conozco que no quiero que estés acá, si bien lo nuestro comenzó como algo meramente político, con el pasar de los años te volviste el amor mas grande que he tenido, me has dados múltiples bendiciones y 7 hijos maravillosos, Midlun lo único que verdaderamente me aterra perder es a ti- Midlun sentía como sus ojos comenzaban a aguarse al darse cuenta de lo que ese beso significaba y lo ultimo que alcanzo a ver de su esposo fue como este miraba detrás de ella y asentía, después un golpe sordo seguido de la oscuridad total. Hachiman había noqueado a su hermana al momento que se la llevaba al hombro y verificaba que Hastiele estuviera en condiciones de caminar, mientras que Aramil retomaba nuevamente su semblante de hierro y se dirigía a su asiento en busca de unos pergaminos, cuando volvió se los entrego a Hachiman junto con sus 3 anillos.

-¿Qué debo hacer con estos?- pregunto viendo los 3 anillos y los 4 pergaminos, Aramil entonces procedió a explicar -El rojo es para Aradia junto a uno de los pergaminos, el verde es para Zelas junto a uno de los pergaminos, el ultimo anillo es para Midlun junto con este pergamino, y el ultimo pergamino es mi testamento, donde he dejado estipulado que tu eres el siguiente patriarca del clan en caso de que mi final llegue esta noche, llévalo al árbol madre de ser necesario... Ahora ve rapido y con cuidado, nuestros enemigos no tendrán piedad con nadie que pertenezca al linaje principal- señalo haciendo que los guardias acompañaran al grupo a la casa de Hastiele.
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Los cuatro hermanos Hazelmere habían bajado a ver que era lo que había ocurrido en el asentamiento, al parecer una seguidilla de cadáveres habían sido encontrados y los miembros del clan se encontraban patrullando en las inmediaciones y habían solicitado a los no combatientes acuartelarse en sus hogares protegidos por cuadrillas de 5 o mas combatientes, según las ordenes del patriarca del clan.

Cuando los hermanos notaron la ausencia del tercer hermano y volvieron en su búsqueda al interior del árbol principal, sin embargo,  serian recibidos por una seguidilla de cadáveres de los guardias, cadáveres que no se encontraban en ese lugar cuando habían salido, rápidamente los 4 se pusieron en posición de combate cubriendo sus espaldas de manera instintiva, con sus armas en mano y preparados para el enemigo que acechaba el lugar que había sido su hogar por tantos años.

Avanzaban con cautela y en silencio, cada uno solo escuchaba sus propios latidos mientras la adrenalina comenzaba a llenar sus cuerpos, Aelina seria la primera que rompería el silencio, preocupada de que Rhosann hubiera conocido el mismo destino de los guardias.

-Creen que haya...-
-No lo digas Aelina- le interrumpiría Rheksa.
-Rhosann es lo suficientemente hábil para evitar que lo maten- respondería Ashar
-Lo mismo pensaba, por eso lo liquide primero-

Los hermanos se sobresaltaron al escuchar aquella voz que provenía de sus espaldas y cuando se giraron para atacar al mismo tiempo sus ataques aterrizaron en el cadaver de Cornaith quien tenia una daga en la cabeza y quien sostenia la daga era el mismo individuo cubierto de pies a cabeza en armadura, V empujaría el cadaver de Cornaith hacia Ashar, soltando la daga para sujetar la implacable lanza de Rheksa quien había intentado empalar al asesino de sus hermanos, V por su parte se movería de manera ágil para arrebatarle el arma al joven Hazelmere quien rápidamente retrocedería para empuñar su otra lanza, acción que le costaría la vida a Ashar quien seria atravesada por la lanza que Rheksa había perdido.

Aelina quedaría de rodillas ante lo sucedido, aterrorizada mientras veía el fútil intento de Rheksa por cobrar venganza, V esquivaria cada una de las estocadas que el Hazelmere le propinaría solo para recibir un par de golpes y terminar desarmado, a este Hazelmere en cambio V le propinaría un fuerte golpe en el cuello, rompiendo su tráquea y haciendo que el joven Rheksa se ahogara al no poder respirar. Aelina viendo como su final se acercaba solo pudo llorar y orinarse encima debido al terror que estaba experimentando, V en cambio se agacharía para verle de mas cerca.

-Eres patética, ni siquiera vale el esfuerzo matarte- señalaría V mientras retiraba su daga del cráneo de Cornaith para volver a ocultarse en algún lugar del árbol madre...
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Aramil ya solo en el salón de reuniones esperaba sentado en su trono, observando la entrada completamente abierta con una mano se sujetaba la cabeza mientras la otra se encontraba apoyada de forma despreocupada en la empuñadura de su espada ya desenvainada, a lo lejos y por primera vez en la noche unos pasos pesados se escuchaban resonando en los pasillos, el sonido del metal tintineando hacia eco en los pasillos ya vacíos, finalmente V apareció en la entrada del salón, Aramil con un semblante de hierro observaba al individuo cubierto en armadura de pies a cabeza.

-No pensé que fuera un elfo quien atacaría mi asentamiento- comentaría Aramil inexpresivo, V por su parte ladearía la cabeza tratando de hacerse el desentendido -vamos que el casco lo hace obvio- diría Aramil en un tono que denotaba molestia por el insulto a su inteligencia.

-Al parecer la manzana no cayo tan lejos del árbol como pensabas- comentaría V mientras clavaba la lanza cubierta de sangre en el piso frente a el.

-Tengo muchos hijos, deberás ser mas especifico- diría el líder del clan sin moverse de su trono.

-Tenias muchos hijos, ¿sabes? esperaba mas de los niños que criaste, en especial del supuesto prodigio de tu clan- comentaría V al momento que desenvainaba una de las espadas que tenia en su espalda.

Si Aramil había sentido algo de tristeza por la noticia repentina de la muerte de sus hijos, no dejo que su rostro lo delatara, sin embargo, ahora empuñaba su espada con fuerza al momento que se ponía de pie para enfrentar a su adversario -ha sido culpa de Zelas ¿verdad?, ese niño tiene un don para molestar a la gente- diría tomando una pose de batalla.

-Oh no, esto es completamente culpa tuya, Zelas solo apresuro las cosas pero no te preocupes, el será el siguiente hijo que te arrebatare- comentaría V también tomando una pose de batalla.

En un parpadeo ambos elfos habían acortado la distancia que había entre ambos y sus espadas colisionaban la una contra la otra, el pináculo de los Hazelmere contra el despiadado enemigo que había llegado para segar las vidas de su progenie.
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Mientras tanto Hachiman se prestaba a salir del árbol principal haciendo caso omiso a la masacre de guardias y miembros del clan que aparecían conforme descendían, sin embargo, logro captar algo por el rabillo del ojo que le hizo detenerse, y es que el cadaver de Rhosann brutalmente asesinado le perturbo y le entristeció profundamente, siendo el sobrino mas Asaemon que tenia y con un potencial incluso mayor que el de su hermana Midlun, Hastiele, Nurik y Sagiri también le vieron y rompieron en llanto mientras se veían obligados a avanzar, pero lo peor se encontraba mas abajo, los cadáveres de Cornaith, Ashar y Rheksa se encontraban igual de brutalizados que el anterior, la psique de Hastiele finalmente termino de quebrarse mientras vomitaba y procedía a desmayarse, Hachiman decidiendo cumplir con la misión encomendada por el patriarca hizo una breve plegaria por las almas de sus sobrinos y siguió bajando para salir, Sagiri quien había quedado perturbada tras las palabras de Aramil, al ver los cadáveres de sus sobrinos sintió como su fuego interior volvía a arder con una ferocidad que solo la venganza puede proporcionar.

-Váyanse, volveré a ayudar a mi hermano y quien sea que haya hecho esto, me encargare de darle una muerte lenta y dolorosa- diría Sagiri sujetando su escudo con firmeza y desenvainando una de las espadas que llevaba en su espalda.

-Espera!- comentaría Nurik mientras le sujetaba el brazo.

-NO INTENTES DETENERME!- gritaria Sagiri quien con el pasar del tiempo se iba hundiendo cada vez mas en la ira.

-No planeo hacerlo!, ellos también eran mis sobrinos- diría Nurik con lagrimas en sus ojos, pero con una mirada de determinación que Sagiri supo interpretar enseguida.

Acto seguido, la maestra de armas le cedería su espada y procedería a desenvainar su otra espada, Nurik cortaría parte de su vestido para moverse con mayor libertad e intercambiaría una mirada con su hermano.

-Sácalas de aquí, ponlas a salvo... Y ten compasión con nuestra hermana cuando le reveles lo que ha sucedido esta noche- diría antes de correr de vuelta al salón junto a Sagiri.

Los soldados que acompañaban a Hachiman estaban igual de perturbados que los demás entonces Hachiman les daría la siguiente orden -nos separaremos, uno de ustedes me ayudara a llevar a Hastiele el otro reunirá a todos los soldados posibles y se apresurara a ayudar al patriarca- rápidamente uno de los soldados partiría en busca de ayuda mientras el otro se apresuraba en ayudar a Hastiele, Hachiman entonces solicito un par de Fèidh para partir en dirección al asentamiento del clan Alvdriel ya que el hogar de Hastiele se encontraba en las cercanías.
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Ambientación (poner en loop de ser necesario):

El intercambio de golpes entre los elfos que luchaban en el salón era brutal y despiadado, Aramil era visiblemente quien mas se estaba llevando daños en ese combate, sus ropas estaban llenas de cortes y manchadas de sangre, sin embargo, sus heridas comenzaban a sanar cada cierto tiempo.

-Interesante, no te he visto realizar ninguna plegaria- comentaría V mientras se preparaba para chocar espadas nuevamente.

-Me subestimas si piensas que no habría tomado medidas para enfrentarte- respondería Aramil al momento que escupia al suelo, atacando nuevamente con vehemencia al asesino de sus hijos.

En el nuevo intercambio Aramil sufriría un profundo corte en una de sus piernas, mientras que V recibiría una estocada en su casco que haría que este se soltara, otra vez pausaban el intercambio de golpes, mientras que el patriarca se llevaba una de sus manos a la herida recién recibida y recitaba una breve plegaria, V comenzaba a soltar los seguros de su casco para finalmente revelar su identidad.

-¿Como?- fueron las palabras de un sorprendido Aramil, quien no daba crédito a lo que sus ojos veían, el asesino de sus hijos, la persona que asaltaba y masacraba a los miembros de su clan no era otro que a quien creían muerto hace mucho tiempo, Vitserk Hazelmere descubría su rostro el cual esbozaba una malvada sonrisa.

-Jajajaja, finalmente has cambiado tu expresión Aramil, debo admitir que pensé que harías al menos una mueca de dolor al enterarte de la muerte de tus hijos, pero de haber sabido que bastaba con quitarme el casco créeme que lo habría hecho antes- diría el elfo quien comenzaba a retroceder lentamente hacia donde había clavado su lanza con anterioridad.

-¿Como es posible?, te llore, sufrí por tu muerte!- el temple del patriarca del clan Hazelmere había sido neutralizado completamente, necesitaba respuestas, pero no tendría tiempo puesto que Sagiri y Nurik entraban en el salón, ambas traían ansias de venganza, sin embargo, solo una seguiría con su ataque inicial, -maldito monstruo!- gritaria Nurik quien atacaría segada por la ira mientras Vitserk esquivaba o bloqueaba sus ataques con gran agilidad. Sagiri en cambio, nuevamente sentiría como sus sentimientos eran perturbados ante la presencia de su hermano menor.

-No.. Puede.. Ser- diría la maestra de armas con su corazón completamente destrozado, tanto Aramil como Sagiri verían como Vitserk prácticamente jugaba con Nurik -Tú debes ser una Asaemon, sin dudas- diría de manera burlesca antes de propinarle un fuerte golpe en el rostro, aturdiendo a la mujer quien veia de manera impotente como el intruso le quitaba su arma y ahora ambas espadas se dirigían a ella, cuando las hojas estaban por arrebatarle la vida, dos espadas de diferentes direcciones se interponían para evitar aquel fatídico destino. Sagiri quien había interceptado una de las hojas, procedería a golpear a Vitserk en la cara con su escudo, este retrocedería hasta llegar al lado de su lanza, momento en el cual escupiria algo de sangre, sonriendo con malicia ante los 3 que le hacían frente.

-Ya era hora que hicieran algo, me lo estaban dejando demasiado fácil- diría desafiante el elfo traidor al momento que tiraba la espada que había robado por una de las ventanas.

-Aun no entiendo que ha sucedido, pero no permitiré que arrebates mas vidas- respondería Sagiri quien había logrado recobrar la compostura.

-Lo siento, me ha tomado desprevenida- se disculparía Nurik quien sangraba por sus narices de manera profusa.

-Pase lo que pase, debemos capturarlo con vida- diría Aramil quien le ofrecía a Nurik una mano para levantarse.

-Estas demente, este monstruo ha acabado con mis sobrinos y con varios miembros mas del clan- diría Nurik ofuscada.

-No se que paso contigo Vitserk, pero lo que has hecho es imperdonable, Aramil, Nurik tiene razón, hay que acabar con este monstruo- secundaria Sagiri quien se mantenía cuerda a punta de rabia.

-No importa la decisión que tomen, el resultado será el mismo- Vitserk tomaría su lanza con su mano libre, ahora con su espada y su lanza adoptaría una nueva postura de combate y se lanzaría al ataque, utilizando su lanza para bloquear y obligar a sus contrincantes a tomar distancia, Sagiri atacaba con ferocidad y por lo mismo estaba llevándose la mayor cantidad de las heridas, sin embargo, Nurik ahora había adoptado un rol de soporte realizando plegarias para ayudar a Sagiri a mantener su feroz ataque sin preocuparse de la defensa, a pesar de tener un escudo enorme, lograba utilizarlo con gran habilidad para mantener a raya la lanza de Vitserk.

Aramil en cambio se movía alrededor de sus hermanos, buscando una apertura para inmovilizar al asesino de sus hijos, espero a que Vitserk realizara una potente estocada que obligaría a Sagiri a retroceder unos metros para el realizar una estocada brutal, lo que no esperaba era que Vitserk desviara la estocada con su lanza, haciéndole perder el equilibrio y utilizando su cuerpo como un medio de apoyo para saltar y arrojar su lanza hacia el rostro de Nurik quien no alcanzaría a esquivar a tiempo la lanza, la cual le dejaría un vacío reventando su ojo izquierdo y haciendo desaparecer parte del cráneo, matándola al instante.

Sagiri correría enfurecida para embestir a Vitserk con su escudo, el rubio saltaría para recibir parte del golpe, girando en el proceso para realizar un corte lacerante en la espalda de Sagiri, la hoja iría con tanta fuerza que rompería incluso la armadura que su hermana llevaba, el corte habría tocado nervios de la columna que harían que Sagiri quedara tetrapléjica casi inmediatamente después de recibir el ataque. Vitserk apoyaría una de sus rodillas en el piso para recuperarse del último golpe de su hermana, mas Aramil no le daría la oportunidad, ya que le daría una fuerte patada en el rostro, a la vez que enterraba su espada en un diminuto espacio sin armadura ubicado en el trapecio izquierdo de Vitserk, obligándole a soltar su espada, mas este giraría rápidamente para evitar que la hoja se clavara más en su cuerpo, Aramil trataría de continuar con la reyerta a pesar de los gritos desgarradores de Sagiri, quien ni siquiera podía voltearse para ver cómo iba la pelea, solo podía gritar, gritar de rabia, gritar de dolor, gritar de impotencia.

Aramil ya no estaba interesado en capturar a su hermano, ahora deseaba matarlo con todo su ser, evitando por todos sus medios que Vitserk se reincorporara, ya fuera pateándolo o tratando de cortarle, el elfo rubio por su parte, giraba descontroladamente esquivando con éxito los cortes mas no alguno que otro golpe, por desgracia Aramil no alcanzaría a ver a tiempo la daga que Vitserk había tratado de alcanzar durante todo el tiempo que duro la reyerta y cuando el rubio esquivo otro de los cortes de la espada de su hermano, se reincorporo a tiempo para enterrar la daga a través de la axila, tocando justo lo suficiente del corazón de Aramil para provocarle una muerte segura. Vitserk sujetaría y jalaría con su mano libre el cabello de Aramil, quería que le viera y él también quería ver como la vida abandonaba su cuerpo.

-Yo.. Aun.. No- Aramil trataría de esbozar una oración, más la sangre que salía a borbotones por momentos desde su boca le interrumpiría constantemente.
-Ni tampoco lo sabrás Aramil, me conformo con haberte arrebatado casi todo, ahora iré a romper el espiritu de pelea de tu hijo antes de acabar con él y después será su hermana, esperare a que tu esposa pierda a todos sus hijos antes de matarla a ella también- diría Vitserk sonriendo malévolamente al pensar como terminaría su venganza, lo que no esperaba era que Aramil también comenzará a sonreír.
-Idiota.. Ahora... El te.. Liquidara.. Zelas.. Nos vengara- diría Aramil cuya mirada denotaba solemnidad y una certeza que Vitserk no supo de donde venia.
-La muerte te ha hecho perder la cabeza, ese niño no quiere saber nada de esta familia, y nosotros solo le mataremos por arruinar nuestros planes.- respondería Vitserk tratando de desinflar los delirios de su hermano.
-Por lo mismo... Ya no podrá... Probar que me equivoque con el... Y eso lo.. Cabreara lo suficiente- diría Aramil sonriendo, sabiendo que su muerte provocaría la caída de su hermano y la organización para la que trabajaba, súbitamente vomitaría una gran cantidad de sangre, debido a que Vitserk retiraría la daga de la axila, apresurando su muerte.

¿Sería cierto lo que decía Aramil sobre su hijo? Vitserk no lo sabía pero tampoco le importaba, ya estaba seguro de haber visto casi todo lo que el niño Hazelmere podía hacer, pero para generar más disrupción mental cortaría la cabeza de Aramil mientras escuchaba los gritos de Sagiri, llamando por su hermano, sintiendo como la desesperación comenzaba a consumir cada molécula de su ser, Una vez decapitado Aramil. acerco la cabeza de este en un pergamino y esta desapareció, casi al mismo tiempo que los gritos de Sagiri dejaron de sonar, Vitserk ladeo la cabeza y se acercó a esta, solo para ver como un charco de sangre se había formado en la cabeza de esta, al voltearla noto que esta se había ahogado a sí misma al morderse la lengua ocupando el trozo de la misma para asfixiarse, Vitserk esbozo una mueca de indiferencia y procedió a recuperar sus armas y su casco para luego desaparecer del mismo modo que ya llevaba haciéndolo esa noche, justo a tiempo ya que una gran cantidad de soldados habían arribado al salón solo para ver la cruel escena que involucraba a los miembros de la familia principal.