El instinto es tu mejor maestro [Privado, Kaala y Nana/Interpretativo]

Había conseguido nadar hasta la orilla, ciertamente echaba de menos la presión del agua en sus oídos, cegando todas las ideas en su cabeza, privándola del dolor de todo, simplemente un vacío, tranquilidad y bruma. No duró mucho, cuando llegó a la orilla el pitido y la presión volvieron a la normalidad, había puesto de nuevo los pies en tierra firme. Se sacudió los oídos violentamente frunciendo el ceño y se giró hacia Kaala, que había saltado como ella. Esperó en la orilla a que su reciente camarada llegase. Ella se sacudió y Nana rió negando con la cabeza mientras salía del todo del lago.

-Bien Kaala. -Alzó la vista al cielo, sería medio día más o menos, el sol estaba en su máximo esplendor y los rayos del sol sobre su piel blanquecina se agradecían. Tomó aire y volvió a mirarla a los ojos. -Hace mucho tiempo un amigo me enseñó que tu mejor maestro es tu instinto, más yo no puedo ayudarte. Somos solitarios por naturaleza, pero la manada es algo que se lleva en la sangre. -Se puso en pie y le posó la mano en el hombro de forma amistosa. -Escúchame bien porque esto te puede salvar de muchas. -Clavó sus ojos amarillos en sus pupilas, seria y serena. -A partir de ahora este bosque será tu hogar, vivirás por y para él. Despertarás con el susurro de los árboles, cazarás con los dientes del lobo y vivirás bajo la sombra de las cuevas. Pero jamás olvides tu naturaleza humana.- Le quitó la mano del hombro y le acarició el rostro con el contorno de la mano.

 -Recuerda, tú eres tu lobo, sois una para las dos, vive con ello, y cuando aprendas a vivir con ello estarás preparada para afrontar al clan. -Posó su mano en la cabeza de Kaala, acariciándole el cabello detrás de las orejas y le sonrió, la sonrisa cálida de una líder, de confianza. -Entonces, en la próxima luna llena tú y yo nos veremos aquí, en este mismo lugar, cuando nuestra musa yazca en el cielo redonda y pura. - Acercó su rostro al de Kaala un poco más y posó su frente contra la de ella y la abrazó por el cuello estrechándola contra ella. Después se separaron y Nana la miró de nuevo a los ojos. -Tú y yo, en la próxima luna llena, responderé a todas las preguntas que tengas. Ahora, hermana, eres del colmillo de hierro. -Sonrió ampliamente e hizo una pequeña reverencia ante Kaala. Dos semanas para que la loba gris aprendiese a respetarse y a convivir con ella misma, a aprender a comunicarse con su lobo, eran más que suficientes y Nana tenía plena confianza en ella.

Salí del agua y el sol calentó agradablemente mi piel, aunque fuese poco a poco. Me dirigí hacia Nana, que me estaba esperando en la orilla y sonreí. Ella se acercó a mí y me habló de cómo el instinto es el mejor maestro y que me guiase con su ayuda. Habló sobre que conectase con mi yo lobuno, con mi otra mitad, y viviese junto a él en este bosque, el cual iba a ser ahora mi hogar, hasta fusionarme con el mismo. Era muy cariñosa conmigo en todo momento, y gestos que podían parecer normales para cualquier otra persona, eran solo recuerdos del pasado para mí, y una ola de nostalgia inundó mi corazón, Ya había vivido por años y años en el bosque, conociendo la vida en él y conociendo también mi parte animal, pero las palabras de Nana me inspiraron y llenaron de esperanzas y entusiasmo. En ese preciso momento me sentí más que nunca parte de una manada, parte del Colmillo, y deseaba poder explorar esas tierras... Experimentar sus suelos debajo de mis almohadillas, cazar con mis propios dientes los animales que el bosque me ofreciese, o bañarme en las aguas de su lago y riachuelos... Mi mente bailaba imaginando experiencias viejas, pero que a la vez serían como la primera vez... Pues antes simplemente era supervivencia, pero ahora sentía la necesidad de correr como el viento entre los verdosos árboles...

Sonreí con mayor ímpetu, pues no había dejado de hacerlo en todo el momento. Sabía que podía confiar en ella... Algo, en lo más profundo de mi corazón, me indicaba que no tenía por que temer...

- En la próxima luna llena... - Susurré y le devolví el abrazo conmovida. Realmente hacía años y años, desde mi infancia, que no me comportaba de esta forma con nadie... La loba se apartó de mí y me esforcé en contener las lágrimas, esperando que no notara que mis ojos empezaban a cristalizarse. Estaba segura de que a madre le habría gustado esta mujer. No... Esta loba.

La vi partir y mi cabeza se inundó de recuerdos, tanto recientes como lejanos... Pasaron años desde que mi vida cambiase, y tan solo días para que los cambios pareciesen demasiados a la vez. Pensé en los viajeros, en la Manada, en mi madre y... No pude evitar pensar también en Ázzuen... Unas lágrimas cayeron por mis mejillas, pero nadie notaría la diferencia... Estaba sola... Y aunque, en parte, me sentía liberada, seguía como al principio... No sabía nada sobre la Luna Negra aún, y las esperanzas de averiguar más parecían desvanecerse ante mis ojos... Pero debía de ser fuerte, pues hasta que mi corazón no dejase de latir, seguirían habiendo esperanzas...

Se cierra y continua en post interpretativo personal privado hasta que me reencuentre con Nana.