¿Qué esconden las profundidades del pantano? (Mastreado - Libre)

Tuve que enterrar el cuerpo de Tianna yo sólo, ninguno de los otros dos se dignó a ayudarme, lo cual me produjo cierto resquemor para con ellos.

- Vámonos aqui ya no hay nada que hacer. Además si queréis encontrar al responsable de su muerte os tendréis que mover y en cuanto a buscar a su hermano olvidadlo ya estará muerto. - Marcus habló con un poco de apatía, según lo que me pareció. Podíamos ser premiados por devolver a Tim a su hogar pero ellos no parecían comprenderlo.

- Busquemos al chico. Seguramente su familia nos dará una recompensa por devolverlo con vida. Aún podría estar vivo, necesito dinero y más comida. No voy a arriesgar la oportunidad de obtenerlo sólo porque desean vengarse. - No me importaba Tim, yo deseaba la recompensa. Tenía alimento en mi mochila con el que podría alimentarme por un par de días más, pero una vez acabados ya no tendría más, y debido a mi carencia de aeros tampoco sería capaz de obtener comida.

Caminé un poco más acelerado que los otros dos, esperando encontrar al niño perdido. Pasaron algunos minutos mientras yo examinaba con mi mirada cada movimiento y sonido, procurando no encontrarme con nuevas fieras. Comencé a llamar su nombre "¡TIM!" con las palmas de mis manos a los lados de mi boca; quizás se acercaría si oía su nombre, no obstante otras criaturas podían hacer lo mismo, aunque decidí correr el riesgo.

El ardiente corazón de Sakun, aullaba por venganza. Aquel pantano se veía infinito pero en aquel joven no abundaba el temor aunque su fuerza y poder fuese muy poca. Los charcos al ser pisados, resonaban por todo el pantano, auyentando a algunas aves del lugar que silbaban por los cielos y tapaban la luz del sol, creando oscuridad en aquel pantano que sin oscuridad, era suficiente para que diese miedo.

-Sí salvar al chico, hacía feliz a la difunta jovencita que nos acompañó, por mi me parece bien. Pobre chica, debió quedarse fuera de esta laguna...-Dijo Sakun mientras respondía lo que dijo aquel chico de cabello gris y seguía atento para que no les atacaran de sorpresa. Marcus se notaba un poco pesimista pero quizá tenia sus razones.

Las aves seguían silbando en el cielo con mucha fuerza mientras pasaba el tiempo. Para aquel dragón le parecía que ya había pasado un día por el gran cansancio que tenía pero no desfallecía hasta terminar con su misión de salvar a aquel chico, una misión que fue escogida personalmente.

Sakun encontró un arbol mientras Nafen llamaba al nombre "Tim" con fuerza. Aquel muchacho pelinegro escaló el arbol que por cierto era de gran tamaño. Demoró unos minutos pero por fin lo escaló completamente el arbol, se dio cuenta que debe entrenar su agilidad ya que le costó demasiado.

En la cima del arbol, comenzó a buscar pistas del chico que andaba perdido en el pantano, hasta que satisfactoriamente encontró una bota en el charco, quizá es del chico. -Hey... Encontré algo.-Dijo Sakun mientras llamaba a los otros dos y los llevaba a aquel lugar donde estaba la bota mojada y sucia en un charco pequeño.

No podía dar crédito a mis oídos los dos chicos querían ir a buscar al chico, hermano de la difunta chica, en su memoria algo que a mi claramente me parecía ridículo y sin sentido. Tanto Nafen como Sakun se pusieron en camino para buscar a aquel chico pequeño cuyo paradero era desconocido, yo por mi parte me mantuve delante de la tumba de la chica unos segundos suficientes para que el recuerdo de la muerte de mi madre me inundara la mente. Enseguida volví a la realidad y me dispuse a seguir a los dos chicos que ansiosos intentaban buscar al niño. Caminaba despacio sin acercarme mucho a ellos y no lo hacia porque no confiaba en ellos porque no lo hacia sino por el simple echo de protegernos las espaldas al fin y al cabo estábamos los tres en un pantano el cual era peligroso.

El camino se hacia largo y pesado, Nafen gritaba el nombre del niño intentando que este le respondiera cosa que sabía no iba a pasar y Sakun en un momento dado empezó a trepar a un árbol lo bastante grande como para ver algo desde él. Mientras Sakun trepaba y Nafen seguía llamando al niño yo me movía de un lado a otro pensativo y alerta para que nada nos sorprendiera. Después de poco rato Sakun bajo del árbol y nos indico que le siguiéramos ya que al parecer había encontrado algo. Seguimos a Sakun hasta un lugar igual al resto del pantano, fue entonces cuando fui a decir algo poco agradable pero antes de que abriera mi boca Sakun señalo una bota sucia que yacía en un charco. Me agache para mirar mas de cerca la bota y cuando lo hice vi que era la bota de un niño por lo tanto aquello significaba que Tim, ya que así se llamaba, estuviera cerca. Cogí la bota y la examine detenidamente, no parecía llevar mucho allí ya que la humedad y la suciedad del pantano no habían dejado huella en él.

-Tenéis suerte parece que un niño a pasado por aquí no hace mucho.-Les dije a los dos con la vista fija al frente.

Cerré los ojos y empecé a respirar algo mas fuerte de lo normal para intentar oler la sangre de Tim ya que si no estaba lejos podría encontrarlo. Estuve así un rato algo largo pero dio resultado ya que olfatee algo no sabía bien si era sangre humana o no ya que el olor del pantano dificultaba mi capacidad para saber que olor de sangre era pero para mi era suficiente.

-Seguidme.-Les dije a Sakun y a Nafen abriendo los ojos y echando a correr en la dirección donde había olfateado la sangre.

Aparentemente los otros dos habían estado de acuerdo en buscar al niño, o al menos no se habían negado. Mientras yo me dedicaba a buscarlo por medio de ruidosos llamados, Sakun trepaba un árbol, desde el cual divisó algo de suma importancia para nuestra búsqueda. - Hey... Encontré algo. - Levanté mi mirada arqueando las cejas un poco, honestamente me sorprendió que alguien tan torpe -y en mi opinión, que no merecía controlar el mana- hubiera sido capaz de hallar evidencia de la cercanía de Tim.

Era una bota en el barro. Probablemente pertenecía a un niño perdido, sin dudas era el joven que buscábamos. Fruncí el ceño ya que no sólo podía significar que Tim estaba cerca, sino también que quizás estaba muerto o herido. Entonces Marcus habló.

-Tenéis suerte parece que un niño a pasado por aquí no hace mucho.- Inhaló por su nariz con mucha fuerza, lo cual llamó mi atención. Quizás era un licántropo o un vampiro, me preocupaba que fuera esto último ya que no me agradaban, los aborrecía con fervor. - Seguidme. - Dijo Marcus mientras comenzaba a caminar. Era probable que fuera un vampiro, pero esa situación no era la mejor para discutir o pelear; consideré que podía ser un brujo con un extraño tipo de magia o incluso un hombre-bestia muy bien camuflado. Podía ser cualquier cosa en ese pantano, lo único que sabía era que Sakun era un dragón y aún así dudaba de ello a pesar de haberlo visto con mis propios ojos.

Avancé con cautela, esperando lo peor. No me resultaría demasiado desagradable ver el cadáver de un niño -o eso creía yo-, lo malo sería que si el niño estaba muerto ya no habría recompensa. Y a la vez, sin recompensa, no hay comida. Me comencé a preocupar un poco, pero preferí mantener la calma.

Solo el miedo podría estar en aquel pantano, el lugar donde murió una o quizá dos personas... Solo lo sabe el pantano, el asesino y la victima, sí es que hay. El agua... El peor enemigo de Sakun... Allí abundaba y resonaba cuando los tres pasaban por los charcos donde los animales se esparcían rápidamente. Los ojos de Sakun se fijaban siempre en la venganza, ya que todo lo que ha jurado vengarse, lo ha logrado o ha aportado para la venganza.

-Tim debe estar cerca...-Dijo Sakun mientras miraba a sus alrededores y cerraba sus puños, esperando encontrar a algún monstruo que les hubiese preparado una emboscada. Marcus inspeccionó la bota y supo que aquel chico estaba cerca, eso hacia que Sakun liberara un suspiro y cruzara sus brazos.

De repente pasó otra brisa cerca de Sakun, que esta vez recorrió todo su cuerpo y hizo que sus musculos se contraigan. Marcus comenzó a tratar de oler algo que Sakun no entendía y no le daba importancia, hasta el momento que quiso ver que hacía y rápidamente recordó algo. -*Recuerdo que los vampiros, para buscar algo, respiraban así. Hace mucho pelee con unos y me encontraron ya que me olieron.-Penso Sakun mientras miraba a Marcus y asimilaba lo que sucedía.

Luego de un tiempo, aquel joven de ojos azules nos pidió que le siguieramos a lo que nuestro héroe, le siguió los pasos y trato de igualar la rapidez.

En el camino, casi tropieza con una piedra si no fuese que alcanzó a saltar. Mientras se apresuraban, una voz aguda, dijo Sakun a lo que aquel joven se quedó quieto como estatua mientras los otros seguían caminando. Aquel morocho al parar, miró al cielo y supuso algo. -Hmmm... Quizá fue mi imaginación.-Dijo el pelinegro mientras se apresuraba para alcanzar a los otros dos y saber sí está Tim o no.

Aquel olor que llegaba hasta mis fosas nasales era flojo así que me daba prisa por no perder el rastro seguido por Nafen y Sakun. A medida que avanzabamos el olor parecia disiparse y aquello no me gustaba nada ya que podía significar dos cosas, o que lo que estaba oliendo ya se alejado o que el pantano me tapaba el olor, fuese lo que fuese me preocupaba bastante. Después de un rato me detuve en seco a la vez que Sakun que se había quedado atrás nos alcanzaba. No me había detenido por descansar sino porque aquel olor había desaparecido o se había ocultado de mi olfato vampotico.

-¡Maldición¡-Exclame nientras desenvainaba la espada y le propinaba un tajo a un árbol para desaogarme.

Después de relajarme un poco envaine la espada y me puse a olfatear de nuevo pero nada así que decidi probar con las habilidades de cazador que aprendi de pequeño. Empecé a mirar por el suelo buscando huellas pero el pantano las había ocultado si es que habían algunas. Nada mas me doy por vencido el olor vuelve y esta vez mas fuerte que antes aunque seguía sin saber de quien era el olor pero aquello me indicaba que volvíamos a estar cerca de lo que fuera.

-Es por ahi pero tener cuidado no sé que nos podemos encontrar.-Les dije a los dos señalando hacia mi izquierda.

No me moví del sitio esperando a que ellos se movieran.

El fango en combinación con varias clases de plantas e insectos llegaba a despedir un hedor putrefacto que constantemente nos recordaba la presencia del peligro que aquella ciénaga presentaba a quienes se adentrasen en ella. Marcus nos guiaba entre la leve bruma hacia lo que yo esperaba fuese el joven Tim, deseaba con ansias encontrarlo sano y salvo por el pequeño premio que su familia podía llegar a darnos a cambio de entregarlo.

Volví mi mirada hacia atrás moviendo mi rostro hacia mi hombro izquierdo, asegurándome de que Sakun continuara por la misma senda que nosotros para luego comprobar que así era, aunque el observarlo tropezar hizo énfasis en mi negativa opinión respecto a él. Fue entonces cuando el rítmico rechinido de pisadas sobre el agua se detuvo, dando lugar a la voz de Marcus.

- -¡Maldición¡ - Observé con detenimiento el corte que la hoja de su espada realizó en aquel árbol, el cual probablemente dejaría una marca permanente o al menos, duradera; no cualquier hombre podía hacer un tajo así con tal facilidad. Ante mis ojos entrecerrados se revelaba la prueba de que él no era un hombre, tal como sospechaba, motivo por el cual comencé a subir mis defensas, comenzando a estar más alerta.

Comencé a recorrer con la mirada nuestros alrededores, mas la tenue luz que se colaba por entre las ramas del espeso follaje no permitía ver la lejanía. Mis retinas me mostraban un paisaje al cual no prestaba atención, absorto en mis pensamientos repetía en mi mente el grito infantil que antes resonó en el pantano. Repasé varias veces la muerte de Tianna, y la rapidez de los sucesos para verme interrumpido por, nuevamente, la voz de nuestro orientador.

- Es por ahi pero tener cuidado no sé que nos podemos encontrar. -

Señaló en dirección a su izquierda. Levanté una ceja mientras volteaba mi cara hacia donde indicaba su seña sin notar nada que cautivara mi atención hasta que percibí en el agua un curioso sendero de líquido flotante, que se diluía en el solvente. Su color rojo destacaba entre la característica combinación de color verde y pardo, ciertamente era más espeso que el agua no obstante su fluidez era notoria, y dibujaba una pequeña ruta que se perdía de vista detrás de un grueso tronco.

Exhalé por la nariz y apreté los puños. Seguí el rastro de sangre esperando lo peor, sin llegar a tener en cuenta si mis acompañantes me seguían.

Todo comenzaba a oscurecerse mientras aquellos héroes, pasaban por aquel pantano lleno de charcos sucios que liberaban un hedor muy desagradable pero ante todo era tener la resistencia y aguantar cualquier adversidad que se les presente, estaba en juego una vida. mientras Sakun corría, pisó arena movediza y por poco fue atrapado si no fuese que alcanzó a darse cuenta a tiempo. Aquel
angustia era inolvidable.

-[color=blue]Mierda, casi quedo atrapado.[color/]-Dijo aquel joven dragón que miró angustiadamente la arena, para luego girarse de nuevo y seguir corriendo, adentrándose al oscuro y hediondo pantano.

El cansancio no se notaba pero la angustia si se notaba en todos los aspectos que se vieran como fruncir el ceño y mirar al cielo, tratando de buscar una respuesta razonable. Aquel pelinegro iba detrás de los otros dos que también corrían con suma rapidez y decisión.

Luego de unos minutos, Marcus cortó un arbol con suma fuerza que dejó sorprendido a Sakun. Al cortar aquel arbol, dijo Maldición. Aquel joven dragón, comenzó a mirar el suelo para ver si no volvía caer en la arena movediza cuando de repente habla Marcus diciendo algo referente a que el camino era por un lugar pero se veía peligroso.

Aquel joven de cabello gris fue el primero que avanzó pero el pelinegro no lo hizo y se puso a pensar duramente unos minutos hasta que se le ocurrió una idea.

-ESPEREN CHICOS, ¿Y si sobrevolamos la area?, me convierto en dragón y ustedes se suben a mi espalda, ¿qué dicen?. Por cierto, si me convierto en dragón, puedo perder energía y quizá no pueda pelear en el próximo combate.-Dijo Sakun mientras esperaba la respuesta de los dos.

La propuesta del dragón podría haber sido una buena idea, pero los demás no tuvieron tiempo para poder prestarle atención, pues el mago, y si le seguía el vampiro también, se encontró con una escena que difícilmente podría imaginar.

- ¿Hay alguien ahí...? - comentó una voz masculina muy débil. Detrás del árbol, medio metido en una pequeña corriente de agua que poco a poco transportaba su sangre, se encontraba un hombre de mediana edad, con una impresionante herida en el pecho, de la cual una flecha parecía ser la causante. Sus azules ojos relucieron con la poca luz de los destellos del agua y se fijaron en los viajeros, primero asustados, pero aliviados al no reconocer a los muchachos. Pero eso no era lo que llamaba la atención, sino la especie de garra que tenía en vez de mano, y la cual parecía haber sido cosida a él.

- Gracias a dios... - susurró. No parecía quedarle mucho tiempo. - Po-porfavor... Salvad a los demás... Salvadlos... - suplicó señalando una dirección con sus últimas fuerzas, para después caer en un sueño profundo. El último sueño de toda vida.

El, ahora muerto, hombre llevaba ropas andrajosas, una mano "demoníaca" cosida en lugar de la suya, con suturas evidentemente recientes, y con una especie de número tatuado al rojo vivo en su otra mano. "29" ¿Qué podría significar todo aquello? No era el niño al que esperaban encontrar, sino algo completamente diferente. ¿O podría tener alguna relación?

OFF ROL: He dado pie a una emocionante historia, así que podéis decidir si queréis que participe activamente un par de posts más o preferís manejarlo por vuestra cuenta. Como dije, estoy siguiendo el tema, así que a no ser que hayáis avisado a vuestros compañeros de tardanzas al postear, andaos con ojo. Suerte.

Sakun dijo algo que no llegué a oír, pues mi atención se centraba en el rastro de sangre que me entregaba esa adorada sensación de intriga y temor, la cual perseguí con ansias hasta llegar de una forma muy cautelosa al final del rastro rojo. Me llevé una gran sorpresa al observar tan curiosa escena; el hombre que reposaba en su lecho de muerte, aparentemente producto del impacto de una flecha en su pecho, tenía en lugar de una de sus manos una muy extraña extremidad, que era lo que más me inquietaba de la situación.

- ¿Hay alguien ahí...? - Enarqué mis cejas al oír estas palabras ya que no creí que ese hombre pudiese seguir consciente. De no ser por la intriga que latía en todo mi cuerpo habría dejado morir en paz a ese hombre, o quizás habría acelerado su muerte, pero preferí responder situándome frente a él y aclarando mi garganta para que notase mi presencia.

- Gracias a dios... - el tono de su voz ponía en evidencia la debilidad que padecía. - Po-porfavor... Salvad a los demás... Salvadlos... - Señaló en una dirección para luego finalizar la última exhalación de toda su vida. Noté entonces el número 29 tatuado en una de sus manos, lo cual agregó aún más misterio a la situación.

Sin pensarlo ni titubear comencé a caminar en la dirección indicada por el ya difunto hombre, ignorando si mis compañeros me seguían o no. Posé una de mis manos en mi espada, en caso de que fuera necesario desenvainarla; no era común encontrarse en situaciones como esa, y en adición a los inherentes peligros del Pantano Misterioso, era aún peor el riesgo que allí corría con mi sola presencia.

Los tres viajeros llegaron al fin hacia un pequeño claro, en la que una verja oxidada y un camino de tierra llevaban a lo que parecía ser una enorme mansión abandonada. Lo cierto es que daba la impresión de que aquel edificio no tuviese nada que hace ahí. ¿De dónde había salido?  Pero lo peor no fue el espeluznante aspecto que mostraba, capaz de erizar el bello del guerrero más valiente, sino un olor que hasta una nariz inexperta podría identificar. Sangre.

Nafen era libre de acercarse si así lo quería, al igual que el dragón, pero no sucedía lo mismo con el vampiro. Especialmente a él le resultaba imposible acercarse. El intenso olor carmesí se extendía con fuerza hasta sus fosas nasales y algo en su interior lo obligaba a alejarse de aquel lugar. Un olor tan imponente que en lugar de atraer al ser chupasangre lo repelía.

¿Qué sucedía en el interior...?

Off rol: Nafen, concretaremos el seguimiento de la historia por MP, como te había avisado. Marcus y Sakun, me temo que aquí termina la búsqueda para vosotros, por razones que aún no pueden ser reveladas, pero si así lo deseáis, estaré encantado de hacer un rol mastredo a parte para ambos, ya sea conjunto o por separado, para poder abandonar el pantano. O también podríais seguir con la búsqueda fuera de la mansión. Si es así, mandadme un MP. Suerte y espero que nos volvamos a ver. Cualquier duda, aquí estaré.