[Evento de Pascuas] El anciano dragón
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[Evento de Pascuas] El anciano dragón
- Esdras de Rubes:
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Hacía mucho frío, y el anciano dragón estaba en su viejo hogar de piedra, parecido a un castillo, algo deprimido. Estaba junto a la sentado frente a la chimenea en esa amplia habitación y a su lado había una mesa con una bandeja con pasteles, dulces y bebidas calientes,
Su vida era demasiada aburrida, y por problemas con antiguos compañeros a los que creyó conocer siempre, ahora no podía salir de las montañas.
-Si al menos pudiera oír un cuento... lo que fuera, de algún jovenzuelo...- suspiraba tristemente.
No habían guardias en su castillo, sólo estaba él y dos sirvientas. Demasiado para tres personas.
Al visitante que viniera, lo invitaría con gusto a sentarte frente a él, de espalda a la chimenea de piernas cruzadas, como un niño frente a su abuelo, y que le narrara un cuento, o le contara la historia de su vida en Aerandir, a donde había viajado, los malos y buenos momentos... anécdotas... Lo recibiría gustoso y le invitaría a comer unos dulces y una bebida. Recompensaría a quien le hiciera compañía con una buena historia
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El post debe tener un mínimo de 15 líneas. Pueden postear los que quieran, considerando que solo shabrá un post por cada personajeÚltima edición por Master2 el Lun Abr 21 2014, 18:12, editado 1 vez
Ansur
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Re: [Evento de Pascuas] El anciano dragón
Luego de la grata sorpresa que tuve al encontrarme aquel saco en el pico más alto seguí viajando, supe que debía de hacer una parada en Dundarak para descansar, aunque la mayoría de los dragones que había conocido habían muerto hace algunos años, no esperaba encontrarme con alguno que pudiera ayudarme. El frío comenzó a congelar mis huesos por lo que vagué por la ciudad en búsqueda de una mano amiga que me ayudara, pero no encontré nada.
Aun dolía mi pie luego de la caída y no tenía como para curarla, debía seguir viajando o detenerme y descansar, por suerte para mí una mujer me vio tropezar producto del dolor y me ayudó a levantarme, me preguntó que me había pasado y le conté que me accidenté y buscaba un hogar para pasar la noche para seguir viajando luego. Tuve suerte y ella me invitó a un castillo antiguo y bastante cálido como pude percibir de inmediato, me llevó hasta un salón con un gran hombre sentado junto a una chimenea, entonces comprendí la situación apenas ella terminó de hablar – Te podrás quedar si le cuentas a mi amo una historia, está aburrido y algo deprimido, de seguro en tus viajes habrás visto o escuchado numerosos cuentos posibles de contar.
El viejo me habló y me dio todas las comodidades para poder contarle un cuento, eso me agradaba, no por nada había vivido como escritor cuando era humano y no por nada me llamaban además el que movía y contaba las historias, así que fue fácil para mí. Solo algo me producía pena y era que probablemente yo era más viejo incluso que este hombre frente a mi, aunque no estaba seguro de eso.
-Le contaré la pequeña historia de una niña huérfana, que había perdido a sus padres en un incendio, su nombre era Manatsu, ella fue la única sobreviviente pues un vampiro torpe la salvó, pero o pudo salvar a sus padres. Aquel vampiro por la rabia e impotencia decidió cuidar a la pequeña niña y la nombró su hermana, así que juntos emprendieron un viaje por toda Aerandir, la niña estaba contenta con su nuevo hermano, quien le alimentaba y le cuidaba por lo que la ausencia de sus padres no fue tan traumática. Pero la pequeña Manatsu un día fue raptada por los enemigos de aquel vampiro viejo y prácticamente estuvieron a punto de matarla, el vampiro triste no tuvo opción que convertirla en una de su raza, la niña vivió pero el vampiro nunca se perdonó por haberla convertido aunque de todas maneras estaba feliz de que ella pudiera vivir.
Hice una pausa para recordar la historia, el final era triste, como todas las historias de mi vida, Manatsu de todas maneras había sido asesinada y ese no era un muy final feliz para una historia, así que tuve que inventar – Pero el vampiro se hizo más viejo y un día dejó de respirar, la joven y nueva vampiro Manatsu se sintió muy triste pero estaba orgullosa de su hermano mayor, hasta el día de hoy se cuenta la leyenda de la pequeña Manatsu, quien siguió los pasos de su hermanote y cuidó y alimentó a muchos niños que perdieron su hogar. Fin.
El hombre me agradeció por aquella historia y me cobijó por una noche, a la mañana siguiente le dejé una nota diciendo gracias y me marché cubierto por mi capucha contra el sol, me perdí de vista en el horizonte y no miré ni un minuto atrás, pues el pie aún me dolía y quería llegar rápido a casa.
Aun dolía mi pie luego de la caída y no tenía como para curarla, debía seguir viajando o detenerme y descansar, por suerte para mí una mujer me vio tropezar producto del dolor y me ayudó a levantarme, me preguntó que me había pasado y le conté que me accidenté y buscaba un hogar para pasar la noche para seguir viajando luego. Tuve suerte y ella me invitó a un castillo antiguo y bastante cálido como pude percibir de inmediato, me llevó hasta un salón con un gran hombre sentado junto a una chimenea, entonces comprendí la situación apenas ella terminó de hablar – Te podrás quedar si le cuentas a mi amo una historia, está aburrido y algo deprimido, de seguro en tus viajes habrás visto o escuchado numerosos cuentos posibles de contar.
El viejo me habló y me dio todas las comodidades para poder contarle un cuento, eso me agradaba, no por nada había vivido como escritor cuando era humano y no por nada me llamaban además el que movía y contaba las historias, así que fue fácil para mí. Solo algo me producía pena y era que probablemente yo era más viejo incluso que este hombre frente a mi, aunque no estaba seguro de eso.
-Le contaré la pequeña historia de una niña huérfana, que había perdido a sus padres en un incendio, su nombre era Manatsu, ella fue la única sobreviviente pues un vampiro torpe la salvó, pero o pudo salvar a sus padres. Aquel vampiro por la rabia e impotencia decidió cuidar a la pequeña niña y la nombró su hermana, así que juntos emprendieron un viaje por toda Aerandir, la niña estaba contenta con su nuevo hermano, quien le alimentaba y le cuidaba por lo que la ausencia de sus padres no fue tan traumática. Pero la pequeña Manatsu un día fue raptada por los enemigos de aquel vampiro viejo y prácticamente estuvieron a punto de matarla, el vampiro triste no tuvo opción que convertirla en una de su raza, la niña vivió pero el vampiro nunca se perdonó por haberla convertido aunque de todas maneras estaba feliz de que ella pudiera vivir.
Hice una pausa para recordar la historia, el final era triste, como todas las historias de mi vida, Manatsu de todas maneras había sido asesinada y ese no era un muy final feliz para una historia, así que tuve que inventar – Pero el vampiro se hizo más viejo y un día dejó de respirar, la joven y nueva vampiro Manatsu se sintió muy triste pero estaba orgullosa de su hermano mayor, hasta el día de hoy se cuenta la leyenda de la pequeña Manatsu, quien siguió los pasos de su hermanote y cuidó y alimentó a muchos niños que perdieron su hogar. Fin.
El hombre me agradeció por aquella historia y me cobijó por una noche, a la mañana siguiente le dejé una nota diciendo gracias y me marché cubierto por mi capucha contra el sol, me perdí de vista en el horizonte y no miré ni un minuto atrás, pues el pie aún me dolía y quería llegar rápido a casa.
SP Drak3 ONI
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Re: [Evento de Pascuas] El anciano dragón
Las sirvientas, al desayuno, recompensaron al cuenta cuentos con una apetitosa botella de sangre para desayunar, y un cofre con un obsequio de parte de Esdras de Rubes, quien quedó encantado con la historia.
*Recibes esfera armonizante
Adentro tiene una sustancia suspendida en el centro, que gira y se vuelve de colores cuando la agitas. Puedes oír el sonido del paisaje a tu alrededor, a modo de melodía en tus oídos mientras estés en contacto con el objeto. Provoca sueño si estas relajado.
*Recibes 15 monedas de pascua que puedes gastar en la Pastelería de Rosmerta y Gorn.
◈Pastelería: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
*Recibes: 300 aeros.
Pueden seguir posteando los que quieran. Drake en este tema ya no puedes seguir, pero sí en la de la niña elfa o el brujo.
*Recibes esfera armonizante
- Esfera de cristal de la armonía:
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- Monedas de pascua:
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Ansur
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Re: [Evento de Pascuas] El anciano dragón
Con curiosidad paseé por las calles de Dundarak. Allí ingresé a un edificio muy llamativo en busca de resguardo del frío que azotaba con desdén a los que lo desafiaran. Allí me recibió una mujer y me invitó a pasar, para mi sorpresa. Esperaba ser rechazado y tener que buscar alguna polvorienta posada en la que alojarme, sin embargo fui recibido con relativa alegría. La mujer me guió hasta una habitación iluminada por una cálida chimenea en una de las paredes. Un hombre de avanzada edad me observaba desde un sillón que enfrentaba a otro. Fui invitado a sentarme y servirme de los manjares que descansaban en una bandeja junto al par de sillones. Cuando así lo hice el hombre comenzó a hablar. Me pidió que le contase un cuento, algo que me extrañó un poco, sin embargo era lo menos que podía hacer por apaciguarme del frío y los peligros del exterior.
Bajé la cabeza y miré mis manos entrelazadas sobre mi falda. - Bueno... advierto que no soy bueno con los relatos. Pero lo intentaré. - Esbocé una leve sonrisa cuando dirigí mi mirada hacia él e inicié el relato. - Esta historia me la relató mi madre cuando era apenas un joven púber: En tiempos anteriores a los nuestros Aerandir era golpeada por la codicia, la soberbia, el egoísmo, la envidia y la traición de las personas. Un brujo anhelaba cambiarlo todo, deseaba cambiar el mundo y abolir la oscuridad que acechaba a los hombres. Acudió a un altar dedicado a espíritus benéficos, a los cuales presentó su preocupación. - "Oh, grandes espíritus, concededme el poder para cambiar el mundo" - solicitó el brujo. El tiempo pasó y por más que él lo intentase no lograba su cometido. Entonces decidió visitar el altar de los espíritus nuevamente. - "No he podido cambiar el mundo pero, espíritus, les pido que me den el poder para cambiar las Islas Illidenses" -. El hombre oró y se retiró. Nuevamente, el tiempo pasó e incluso cuando ponía todo su esfuerzo en ello no era capaz de cambiar las actitudes de las personas. Otra vez, acudió al altar de los espíritus, frustrado por no poder lograr lo que quería. - "Oh, grandes espíritus. Os lo ruego. Concededme el poder para cambiar mi ciudad. Sé que puedo hacerlo." - Y como en las oportunidades anteriores, no fue capaz de lograrlo. Siendo ya un anciano acudió con pesadez y cansancio al templo. - "Espíritus. No he podido cambiar el mundo, las Islas, ni mi ciudad. Os ruego me brinden el poder para cambiar a mi familia y amigos." Los años pasaron y sus intentos no dieron fruto alguno. Recapacitó y pensó que quizás debía preguntárselo a los espíritus. Estando la muerte cercana a este viejo brujo, regresó al altar por última vez. Les imploró que le mostraran cómo cambiar el mundo, "¿qué debo hacer? ¿por dónde debo comenzar?" preguntaba junto a una potente estatua. Entonces, agua comenzó a brotar de los pies de esta y en todo el templo se oyó la voz de un espíritu: "En el reverbero del agua encontrarás tu respuesta". Temeroso y emocionado, el brujo asomó la mirada en el agua para encontrarse con su propio reflejo. Fue en ese momento en el que comprendió que para cambiar a los demás se debe comenzar por uno mismo. - Finalicé mi relato y me mantuve en silencio, aguardando la respuesta del anciano frente a mí.
Bajé la cabeza y miré mis manos entrelazadas sobre mi falda. - Bueno... advierto que no soy bueno con los relatos. Pero lo intentaré. - Esbocé una leve sonrisa cuando dirigí mi mirada hacia él e inicié el relato. - Esta historia me la relató mi madre cuando era apenas un joven púber: En tiempos anteriores a los nuestros Aerandir era golpeada por la codicia, la soberbia, el egoísmo, la envidia y la traición de las personas. Un brujo anhelaba cambiarlo todo, deseaba cambiar el mundo y abolir la oscuridad que acechaba a los hombres. Acudió a un altar dedicado a espíritus benéficos, a los cuales presentó su preocupación. - "Oh, grandes espíritus, concededme el poder para cambiar el mundo" - solicitó el brujo. El tiempo pasó y por más que él lo intentase no lograba su cometido. Entonces decidió visitar el altar de los espíritus nuevamente. - "No he podido cambiar el mundo pero, espíritus, les pido que me den el poder para cambiar las Islas Illidenses" -. El hombre oró y se retiró. Nuevamente, el tiempo pasó e incluso cuando ponía todo su esfuerzo en ello no era capaz de cambiar las actitudes de las personas. Otra vez, acudió al altar de los espíritus, frustrado por no poder lograr lo que quería. - "Oh, grandes espíritus. Os lo ruego. Concededme el poder para cambiar mi ciudad. Sé que puedo hacerlo." - Y como en las oportunidades anteriores, no fue capaz de lograrlo. Siendo ya un anciano acudió con pesadez y cansancio al templo. - "Espíritus. No he podido cambiar el mundo, las Islas, ni mi ciudad. Os ruego me brinden el poder para cambiar a mi familia y amigos." Los años pasaron y sus intentos no dieron fruto alguno. Recapacitó y pensó que quizás debía preguntárselo a los espíritus. Estando la muerte cercana a este viejo brujo, regresó al altar por última vez. Les imploró que le mostraran cómo cambiar el mundo, "¿qué debo hacer? ¿por dónde debo comenzar?" preguntaba junto a una potente estatua. Entonces, agua comenzó a brotar de los pies de esta y en todo el templo se oyó la voz de un espíritu: "En el reverbero del agua encontrarás tu respuesta". Temeroso y emocionado, el brujo asomó la mirada en el agua para encontrarse con su propio reflejo. Fue en ese momento en el que comprendió que para cambiar a los demás se debe comenzar por uno mismo. - Finalicé mi relato y me mantuve en silencio, aguardando la respuesta del anciano frente a mí.
Nafen
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Re: [Evento de Pascuas] El anciano dragón
El anciano lo miró con una sonrisa en sus labios, agradecido por esa historia que le había contado ese joven de pelo gris o blanco. Su vista no era muy buena.
-He oído antes historias similares a que debe cambiar uno mismo para cambiar al mundo.... Pero admito que me intrigó y e agradó y no me percaté de un final predecible hasta la mitad de la historia. Pero me agradó, causó emoción...-el anciano bajó la mirada de pronto, algo triste, recordando algo, pero al rato volvió a alzarla para mirar a su criada y decir-Trae algo para este muchacho, algo que le sea útil en su vida y veinte monedas de pascua.
Dicho esto, rato mas tarde, la sirvienta trajo un cofre pequeño para el joven, entregándoselo en sus manos. Esdras le sonrió agradecido.
-Espero que el obsequio te guste, me sentía algo solitario en este lugar, por lo que mereces algo-dijo.
*Recibes: Espejo mágico.Parecía viejo, pero había vida detrás de éste. Nafen podría ver el rostro de quien quisiera allí, con aura de color rojo si no era de confiar y mentía, o aura de color blanco si era honesto. Se puede usar solamente una vez por tema de rol.
*Recibes 20 monedas de pascua que puedes gastar en la Pastelería de Rosmerta y Gorn.
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-He oído antes historias similares a que debe cambiar uno mismo para cambiar al mundo.... Pero admito que me intrigó y e agradó y no me percaté de un final predecible hasta la mitad de la historia. Pero me agradó, causó emoción...-el anciano bajó la mirada de pronto, algo triste, recordando algo, pero al rato volvió a alzarla para mirar a su criada y decir-Trae algo para este muchacho, algo que le sea útil en su vida y veinte monedas de pascua.
Dicho esto, rato mas tarde, la sirvienta trajo un cofre pequeño para el joven, entregándoselo en sus manos. Esdras le sonrió agradecido.
-Espero que el obsequio te guste, me sentía algo solitario en este lugar, por lo que mereces algo-dijo.
*Recibes: Espejo mágico.Parecía viejo, pero había vida detrás de éste. Nafen podría ver el rostro de quien quisiera allí, con aura de color rojo si no era de confiar y mentía, o aura de color blanco si era honesto. Se puede usar solamente una vez por tema de rol.
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Ansur
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Re: [Evento de Pascuas] El anciano dragón
Tenía las piernas entumidas del frío, pero careciendo del sentimiento de molestia por ella, me encontré caminando sin rumbo hacia el norte, con la nieve hasta las rodillas, mientras el sonido curioso de la arena blanca congelada rozaba la tela de mi pantalón y mi gabardina negra.
Froté por instinto mis brazos, que llevaban las mangas de mi larga prenda, no sentía frío, pero era un efecto reflejo que tenía gracias a mis pocos años de vampiro.
A pesar de la nieve, una nevada ligera pero pesada, existía antinaturalmente una joven bien vestida de pie en medio del infinito blanco, donde iniciaba Dundarak. Me hizo señales, algo confundido, y pensando que estaba igual de perdida que yo en el Norte, o que simplemente necesitaba ayuda (lo cual era un pensamiento estúpido, pues estaba cerca de su ciudad) me hizo caminar hacia ella, haló mi manó, y me llevó a una enorme casa de piedra, parecida a un castillo salido de la realeza. Un segundo sujeto, parecido a la primera chica, me empujó en la casa.
Extrañado, me encontré con un lugar con una chimenea caliente, una persona entrada en años en un mullido sofá, y una alfombra esponjosa entre él y la chimenea.
De pronto me sentí mal por mis ropas, en un lugar tan lujoso, una gabardina andrajosa y llena de agua derretida de nieve, tenía las asquerosas botas llenas de barro y de nieve y estaba algo sucio por la larga caminata. Me sacudí un poco la melena para quitarme la nieve, confundido ante la repentina intromisión en el lugar.
...Si al menos pudiera oír un cuento... lo que fuera, de algún jovenzuelo...-sentí pena del viejo, triste.
Un poco tímido, intente hablar.
Ah, yo podría contarle uno...si desea...claro...
Miré alrededor, pero no había un lugar en que sentarse en especial, así que me acerqué tímidamente a la alfombra que daba al fuego, aunque me sentía un poco mal de acaparar el fuego, pensaba que era lo ideal para que pudiera hablarle bien al viejo solitario. Acomodé mi gabardina para que se secara al fuego, al menos la cola de esta, y no ensuciara demasiado la alfombra.
—Hm... no soy bueno empezando historias verá... pero es una historia de dos amantes, por así decirlo...claro...—hice una pausa, porque aún me sentía incómodo en un lugar desconocido, en especial con tanto armamento encima, no quería asustar a nadie, menos al señor con la ballesta de madera en la espalda, y una espada envainada cubierta de vendas por la que sobresalía la empuñadura.
—Ellos vivían en un mismo cuerpo, y ambos se amaban, pero a su misma vez amaban a una misma persona, que se llama Valerkey. La personalidad oscura y sangrienta se llamaba Blau, y la que era más pasiva y antisocial se llamaba Jammed, ambos tenían una relación inestable, pues se amaban tanto que terminaban dañándose mutuamente, no podían vivir sin el otro, y aunque no lo reconocieran, su amor era tan indispensable para ellos como el aire mismo... pero...—hice una pausa y aparté la mirada—aunque se amaran tanto, ellos estaban en disputa interna por sus celos, porque ambos amaban a otra persona, y a la misma persona, y aunque ambos fueran tan indispensables uno al otro, se empezaron a distanciar.
Soplé en mis manos no porque tuviera frío, si no, porque de nuevo sentía la necesidad de hacerlo, un reflejo molesto.
—...La disputa entre ambos murió... porque Valerkey murió...
Miré desoladamente hacia la ventana.
—Blau le mató cuando le lastimaron... como dije, Blau era una personalidad sangrienta y oscura, era quien lastimaba a Jammed en la relación constantemente, aunque de hecho, ambos se hacían daño, el hecho de que Blau lastimara con sus versos oscuros a su amante le lastimaba como la sombra que era ¿Que era más doloroso que el hecho de hacer oscuro y fugaz como tu misma presencia a tu amante? Eso se preguntaba Blau, quien siempre lastimaba a su amado, y eso a su vez le lastimaba como mil agujas en los ojos.
—Jammed sólo se quedaba quieto cuando rasgaban su garganta una y otras vez con palabras, y era porque quería que Blau fuera feliz que hacía aquello, pensaba que si aceptaba su existencia, él podría vivir tranquilo, pero Blau no pensaba de la misma forma, y por lo tanto siempre estaban en disputa, lastimándose mutuamente, como un oroboros. Nunca se entendieron.
Suspiré.
—Blau mató a Valerkey... ya lo había dicho... cuando un hombre atravesó el ojo de diferente color del cuerpo de ambos, del único cuerpo de los dos amantes, Blau montó en violenta locura, y le mató. En sus propias alucinaciones mató a su colega de cabello largo y negro, con aquellas ropas renacentistas, dirían mis libros del mundo exterior, y entonces atravesó el cuerpo de su amor platónico, abrazándolo con su espada, mientras sentía la sangre caliente caer en sus manos, y su estómago perder su calor en la nieve.
—Es curioso, lo normal a pensar es que Blau se suicide al ver algo así y que deje a Jammed solo, o que Jammed se suicide y deje a Blau con el peso de sus dos muertes, pero la verdad es que tanto asesino como asesino, es decir, ambos amantes, destruyeron sus memorias, y por lo tanto, se podría decir que ambos murieron.
Cerré los ojos y me sentí cansado de repente.
—Es verdad, ellos no murieron, porque desde el principio fueron sólo uno, y por eso sólo volvieron a ser la simple y llana personalidad que eran en un principio, Reoizha Lezbeth, un Conde solitario que mató a su amante llamada Margarithe. ¿Que hizo al volver? Reoizha mató a Margarithe, y en sus delirios por olvidar su crimen pasional, mató a su segundo amante, Valerkey, su mejor amigo, sí, no era su amor platónico, eran amantes, cometiendo otro crimen por celos. Es curioso, porque toda la realidad donde vivía Jammed y Blau estaba invertida, ni siquiera podría llamarse realidad, o que siquiera existió. Las cosas que sucedieron en el plano real eran completamente diferentes a una apuñalada en un ojo heterocromático, al final todo se reduce a recelo y odio por poca correspondencia entre amantes.
—Oí que Reoizha volvió a heredar sus memorias a una nueva personalidad, pero no sé nada de eso, quien sabe, a lo mejor ha matado a un nuevo o nueva amante, aunque quisiera creer que el los ama lo suficiente para no olvidarles de una manera tan patética en el fondo de sus memorias, incluso si duele, creo que entenderá en su larga e inmortal vida vampírica que esa es la mejor manera de honrarlos, sin tener que pagar con su vida, y pagando de alguna forma el castigo de hacer algo tan terrible como matar a sus dos pretendientes. De otra forma sólo estará huyendo de sí mismo para siempre, repitiendo el error hasta morir y podrirse.
Me callé, y me sentí triste en ese momento no sé porque.
Eh... un momento... ¿No podía contar algo más deprimente?... el anciano ya parecía triste como para deprimirle con una historia tan oscura.
Recogí mis pies como un niño en la alfombra, y coloqué mi cabeza en ella.
Perdón por la historia tan deprimente dije como un niño ocultando mi rostro entre mis piernas. Avergonzado de haber entristecido al solitario anciano más de lo que ya estaba, procedí a retirarme para no molestarle con mi presencia.
Froté por instinto mis brazos, que llevaban las mangas de mi larga prenda, no sentía frío, pero era un efecto reflejo que tenía gracias a mis pocos años de vampiro.
A pesar de la nieve, una nevada ligera pero pesada, existía antinaturalmente una joven bien vestida de pie en medio del infinito blanco, donde iniciaba Dundarak. Me hizo señales, algo confundido, y pensando que estaba igual de perdida que yo en el Norte, o que simplemente necesitaba ayuda (lo cual era un pensamiento estúpido, pues estaba cerca de su ciudad) me hizo caminar hacia ella, haló mi manó, y me llevó a una enorme casa de piedra, parecida a un castillo salido de la realeza. Un segundo sujeto, parecido a la primera chica, me empujó en la casa.
Extrañado, me encontré con un lugar con una chimenea caliente, una persona entrada en años en un mullido sofá, y una alfombra esponjosa entre él y la chimenea.
De pronto me sentí mal por mis ropas, en un lugar tan lujoso, una gabardina andrajosa y llena de agua derretida de nieve, tenía las asquerosas botas llenas de barro y de nieve y estaba algo sucio por la larga caminata. Me sacudí un poco la melena para quitarme la nieve, confundido ante la repentina intromisión en el lugar.
...Si al menos pudiera oír un cuento... lo que fuera, de algún jovenzuelo...-sentí pena del viejo, triste.
Un poco tímido, intente hablar.
Ah, yo podría contarle uno...si desea...claro...
Miré alrededor, pero no había un lugar en que sentarse en especial, así que me acerqué tímidamente a la alfombra que daba al fuego, aunque me sentía un poco mal de acaparar el fuego, pensaba que era lo ideal para que pudiera hablarle bien al viejo solitario. Acomodé mi gabardina para que se secara al fuego, al menos la cola de esta, y no ensuciara demasiado la alfombra.
—Hm... no soy bueno empezando historias verá... pero es una historia de dos amantes, por así decirlo...claro...—hice una pausa, porque aún me sentía incómodo en un lugar desconocido, en especial con tanto armamento encima, no quería asustar a nadie, menos al señor con la ballesta de madera en la espalda, y una espada envainada cubierta de vendas por la que sobresalía la empuñadura.
—Ellos vivían en un mismo cuerpo, y ambos se amaban, pero a su misma vez amaban a una misma persona, que se llama Valerkey. La personalidad oscura y sangrienta se llamaba Blau, y la que era más pasiva y antisocial se llamaba Jammed, ambos tenían una relación inestable, pues se amaban tanto que terminaban dañándose mutuamente, no podían vivir sin el otro, y aunque no lo reconocieran, su amor era tan indispensable para ellos como el aire mismo... pero...—hice una pausa y aparté la mirada—aunque se amaran tanto, ellos estaban en disputa interna por sus celos, porque ambos amaban a otra persona, y a la misma persona, y aunque ambos fueran tan indispensables uno al otro, se empezaron a distanciar.
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—...La disputa entre ambos murió... porque Valerkey murió...
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—Blau le mató cuando le lastimaron... como dije, Blau era una personalidad sangrienta y oscura, era quien lastimaba a Jammed en la relación constantemente, aunque de hecho, ambos se hacían daño, el hecho de que Blau lastimara con sus versos oscuros a su amante le lastimaba como la sombra que era ¿Que era más doloroso que el hecho de hacer oscuro y fugaz como tu misma presencia a tu amante? Eso se preguntaba Blau, quien siempre lastimaba a su amado, y eso a su vez le lastimaba como mil agujas en los ojos.
—Jammed sólo se quedaba quieto cuando rasgaban su garganta una y otras vez con palabras, y era porque quería que Blau fuera feliz que hacía aquello, pensaba que si aceptaba su existencia, él podría vivir tranquilo, pero Blau no pensaba de la misma forma, y por lo tanto siempre estaban en disputa, lastimándose mutuamente, como un oroboros. Nunca se entendieron.
Suspiré.
—Blau mató a Valerkey... ya lo había dicho... cuando un hombre atravesó el ojo de diferente color del cuerpo de ambos, del único cuerpo de los dos amantes, Blau montó en violenta locura, y le mató. En sus propias alucinaciones mató a su colega de cabello largo y negro, con aquellas ropas renacentistas, dirían mis libros del mundo exterior, y entonces atravesó el cuerpo de su amor platónico, abrazándolo con su espada, mientras sentía la sangre caliente caer en sus manos, y su estómago perder su calor en la nieve.
—Es curioso, lo normal a pensar es que Blau se suicide al ver algo así y que deje a Jammed solo, o que Jammed se suicide y deje a Blau con el peso de sus dos muertes, pero la verdad es que tanto asesino como asesino, es decir, ambos amantes, destruyeron sus memorias, y por lo tanto, se podría decir que ambos murieron.
Cerré los ojos y me sentí cansado de repente.
—Es verdad, ellos no murieron, porque desde el principio fueron sólo uno, y por eso sólo volvieron a ser la simple y llana personalidad que eran en un principio, Reoizha Lezbeth, un Conde solitario que mató a su amante llamada Margarithe. ¿Que hizo al volver? Reoizha mató a Margarithe, y en sus delirios por olvidar su crimen pasional, mató a su segundo amante, Valerkey, su mejor amigo, sí, no era su amor platónico, eran amantes, cometiendo otro crimen por celos. Es curioso, porque toda la realidad donde vivía Jammed y Blau estaba invertida, ni siquiera podría llamarse realidad, o que siquiera existió. Las cosas que sucedieron en el plano real eran completamente diferentes a una apuñalada en un ojo heterocromático, al final todo se reduce a recelo y odio por poca correspondencia entre amantes.
—Oí que Reoizha volvió a heredar sus memorias a una nueva personalidad, pero no sé nada de eso, quien sabe, a lo mejor ha matado a un nuevo o nueva amante, aunque quisiera creer que el los ama lo suficiente para no olvidarles de una manera tan patética en el fondo de sus memorias, incluso si duele, creo que entenderá en su larga e inmortal vida vampírica que esa es la mejor manera de honrarlos, sin tener que pagar con su vida, y pagando de alguna forma el castigo de hacer algo tan terrible como matar a sus dos pretendientes. De otra forma sólo estará huyendo de sí mismo para siempre, repitiendo el error hasta morir y podrirse.
Me callé, y me sentí triste en ese momento no sé porque.
Eh... un momento... ¿No podía contar algo más deprimente?... el anciano ya parecía triste como para deprimirle con una historia tan oscura.
Recogí mis pies como un niño en la alfombra, y coloqué mi cabeza en ella.
Perdón por la historia tan deprimente dije como un niño ocultando mi rostro entre mis piernas. Avergonzado de haber entristecido al solitario anciano más de lo que ya estaba, procedí a retirarme para no molestarle con mi presencia.
Shion
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Re: [Evento de Pascuas] El anciano dragón
-No, ¡espera!-habló por fin el dragón anciano, llevando su mano a la cabeza y rascándose pensativo. Esperó a que Shion se volteara-Sólo que... No dije el tipo de historia que quería, por lo que triste o no, me ha gustado igual-el anciano sonrió y chasqueó los dedos para que viniera su criada-Trae algo útil para el joven...y algo para el dolor de cabeza-la mujer asintió y mientras esperaban, Esdras tomó la bandeja de pasteles y le ofreció al vampiro.
*Recibes: 600 aeros.
*Recibes Piedra Armonizante.
*Recibes 15 monedas de pascua que puedes gastar en la Pastelería de Rosmerta y Gorn.
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SHION: deberás hacer un inventario al final de tu lista de tareas misma. No es necesario que pongas una respuesta, sino al final mismo. Usa como ejemplo alguna otra ficha. Saludos.
Pueden seguir posteando los que quieran. Drake en este tema ya no puedes seguir, pero sí en la de la niña elfa o el brujo.
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Ansur
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Re: [Evento de Pascuas] El anciano dragón
Continuando con su búsqueda por nuevos métodos y herramientas para aumentar su efectividad como cazador, Mandrake recorre ahora las tierras de Dundarak. Un largo y agotador viaje a pie por sus montañas, hizo polvo las energías del pobre humano. Las inclemencias del frió de la zona, no ayudan en nada y, en este día en particular, la gelidez del ambiente parece mucho mas severa que de costumbre. Al ver que su única fuente de calor, el sol, comienza a ocultarse, comienza a buscar con sus ojos un buen lugar donde crear una fogata para pasar la noche.
El asombro de repente lo golpea. Logró avistar algo que se asemeja a un castillo aunque, a los ojos, parece estar hecho de piedra. Dichos detalles pierden rápidamente su interés, pues nota luz venir del interior y humo saliendo de lo que se ve como una chimenea. Ignorando su propia fatiga y el dolor que aprisiona sus piernas, acelera su paso hacia el cálido recinto. El terreno no le facilita el recorrido pero en cuestión de unos minutos llega exhausto a su entrada. Al mismo instante en que llama a la puerta es recibido por una sirvienta. No encontrando el aliento suficiente para hablar, Drake solo jadea un par de veces y es suficiente para que el mensaje se comprenda. La criada hace pasar al viajero, lo lleva frente a su amo (un dragón con cuerpo de hombre), de espaldas a la chimenea en una enorme habitación. Es atendido con deliciosos alimentos y bebidas calientes ¡Benditas bebidas calientes! Agradece Mandrake, en su interior, a los dioses por brindarle tal alivio y supone que tras mostrarle tal hospitalidad, no tendrán ningún problema en permitirle pasar la noche en el lugar.
Entre bocados escucha el humano las palabras del dueño del hogar. Palabras que le piden mas palabras a el.
-Sin poder abandonar mi hogar, me encuentro víctima del aburrimiento.- Le dice el dragón. -Tu, que has viajado y seguramente has visto y vivido cosas dignas de ser atesoradas en la memoria, seguro tendrás algún buen cuento con el cual entretenerme.-
Al escuchar esto, Mandrake se apresura en tragar el alimento que se encuentra en su boca y con calma bebe un cálido brebaje que lo ayuda a deslizarlo por su garganta.
-Me alegra que lo haya mencionado. Pues no encontraba forma de agradecer tanta hospitalidad.- Dice el cansado viajero. -Si bien este cuento no es producto de lo vivido en mis viajes, tiene un gran significado para mi. Y, como era mi favorito cuando niño, espero que usted también lo aprecie.
Drake sorbe un trago de su jarro y se acomoda para hablar, el anciano se acomoda atento para oír y, luego de aclarar su garganta, el humano comienza su relato:
-Hace algunas generaciones atrás, en un aldea muy pequeño, vivía una señora mayor con dos hijos. Un joven muchacho el mayor y una pequeña niña la segunda. Una mañana sus hijos notan un semblante de malestar en su rostro. Preocupados le preguntan "Madre ¿Qué te sucede?" y ella a sus hijos responde "Eh amanecido con el presentimiento de que algo malo ocurrirá en el aldea". Ambos restan importancia al asunto y ríen. ".- Mandrake, hace una pausa para beber algo y continua. -El muchacho, hijo de la señora se retira del hogar para holgazanear con sus amigos. Ellos notan, luego de unos minutos, que hay preocupación en su rostro e intrigados le preguntan "Amigo ¿Qué te sucede?" a lo que el les contesta "Estoy preocupado pues, mi madre tiene el presentimiento de que algo grave ocurrirá en el aldea". Sus amigos, entonces, estallan en carcajadas y pasan un largo rato mofándose de el.- Continúa Mandrake mientras observa el rostro del anciano dragón. La expresión en su cara lo muestra atento y absorto en la historia, pero aunque Mandrake intente descifrarlo no logra detectar realmente los juicios de este hombre acerca de su relato. -Uno de los amigos del muchacho vuelve riendo a su hogar. Extrañada, la madre le pregunta "¿Qué es lo que encuentras tan divertido, hijo?" luego de ahogar su carcajada, el muchacho le contesta con una sonrisa "Me río pues un amigo mio se preocupa del bobo presentimiento de su vieja madre, de que algo terrible ocurrirá en el aldea". Al oír esto, su madre lo reprende y le explica "Hay que escuchar a los presentimientos de los viejos pues ellos son sabios y a veces se cumplen". Una vecina que andaba por el lugar oye esto y urgentemente se dirige al almacén a comprar víveres. Extrañado por la enorme cantidad de alimentos que la mujer decide comprar, el almacenero le pregunta "Señora ¿Por qué ah decidido abarrotarse de alimentos tan de repente?" y la señora le responde "Eh oído decir que una anciana tuvo una premonición de que una catástrofe ocurrirá en este aldea". Otros clientes del almacén oyen esto y conforme esparcen el rumor, los depósitos del almacén van mermando. Para el mediodía, el almacén ya estaba vacío y todo el mundo se encontraba encerrado en su hogar, con una o dos ventanas para observar que ocurría afuera. Ven entonces como una gallina se acerca caminando hacia el centro de la plaza y se queda allí parada. Espantados, lo habitantes del aldea se acercan a ver a la gallina que, después de mucho esperar, no hace nada. El miedo y la incertidumbre aumentaban conforme el tiempo avanzaba hasta que uno de los pobladores exclama "¡Soy el único lo suficientemente valiente como para hacer algo!", dicho esto, cargó a su familia y pertenencias en la carreta y dejó el aldea. Comienzan así, los habitantes del aldea, a abandonar sus hogares. Uno grita "Que la desgracia no reciba al próximo que venga aquí" y comienza a incendiar las casas ya vacías. En una carreta en el camino, ya varios kilómetros fuera del aldea una mujer, madre de un muchacho y una niña suspira "Yo dije que algo malo pasaría y se rieron de mi".-
Drake, el cazador, contiene la pequeña carcajada que este cuento le produjo desde pequeño y deja nacer una sonrisa en su rostro.
-Bueno, señor.- Dice mientras se levanta. -Espero que la historia haya sido de su agrado y, sin deseo de abusar de su hospitalidad y buena voluntad, me gustaría que me permitiera pasar la noche aquí.-
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Entre bocados escucha el humano las palabras del dueño del hogar. Palabras que le piden mas palabras a el.
-Sin poder abandonar mi hogar, me encuentro víctima del aburrimiento.- Le dice el dragón. -Tu, que has viajado y seguramente has visto y vivido cosas dignas de ser atesoradas en la memoria, seguro tendrás algún buen cuento con el cual entretenerme.-
Al escuchar esto, Mandrake se apresura en tragar el alimento que se encuentra en su boca y con calma bebe un cálido brebaje que lo ayuda a deslizarlo por su garganta.
-Me alegra que lo haya mencionado. Pues no encontraba forma de agradecer tanta hospitalidad.- Dice el cansado viajero. -Si bien este cuento no es producto de lo vivido en mis viajes, tiene un gran significado para mi. Y, como era mi favorito cuando niño, espero que usted también lo aprecie.
Drake sorbe un trago de su jarro y se acomoda para hablar, el anciano se acomoda atento para oír y, luego de aclarar su garganta, el humano comienza su relato:
-Hace algunas generaciones atrás, en un aldea muy pequeño, vivía una señora mayor con dos hijos. Un joven muchacho el mayor y una pequeña niña la segunda. Una mañana sus hijos notan un semblante de malestar en su rostro. Preocupados le preguntan "Madre ¿Qué te sucede?" y ella a sus hijos responde "Eh amanecido con el presentimiento de que algo malo ocurrirá en el aldea". Ambos restan importancia al asunto y ríen. ".- Mandrake, hace una pausa para beber algo y continua. -El muchacho, hijo de la señora se retira del hogar para holgazanear con sus amigos. Ellos notan, luego de unos minutos, que hay preocupación en su rostro e intrigados le preguntan "Amigo ¿Qué te sucede?" a lo que el les contesta "Estoy preocupado pues, mi madre tiene el presentimiento de que algo grave ocurrirá en el aldea". Sus amigos, entonces, estallan en carcajadas y pasan un largo rato mofándose de el.- Continúa Mandrake mientras observa el rostro del anciano dragón. La expresión en su cara lo muestra atento y absorto en la historia, pero aunque Mandrake intente descifrarlo no logra detectar realmente los juicios de este hombre acerca de su relato. -Uno de los amigos del muchacho vuelve riendo a su hogar. Extrañada, la madre le pregunta "¿Qué es lo que encuentras tan divertido, hijo?" luego de ahogar su carcajada, el muchacho le contesta con una sonrisa "Me río pues un amigo mio se preocupa del bobo presentimiento de su vieja madre, de que algo terrible ocurrirá en el aldea". Al oír esto, su madre lo reprende y le explica "Hay que escuchar a los presentimientos de los viejos pues ellos son sabios y a veces se cumplen". Una vecina que andaba por el lugar oye esto y urgentemente se dirige al almacén a comprar víveres. Extrañado por la enorme cantidad de alimentos que la mujer decide comprar, el almacenero le pregunta "Señora ¿Por qué ah decidido abarrotarse de alimentos tan de repente?" y la señora le responde "Eh oído decir que una anciana tuvo una premonición de que una catástrofe ocurrirá en este aldea". Otros clientes del almacén oyen esto y conforme esparcen el rumor, los depósitos del almacén van mermando. Para el mediodía, el almacén ya estaba vacío y todo el mundo se encontraba encerrado en su hogar, con una o dos ventanas para observar que ocurría afuera. Ven entonces como una gallina se acerca caminando hacia el centro de la plaza y se queda allí parada. Espantados, lo habitantes del aldea se acercan a ver a la gallina que, después de mucho esperar, no hace nada. El miedo y la incertidumbre aumentaban conforme el tiempo avanzaba hasta que uno de los pobladores exclama "¡Soy el único lo suficientemente valiente como para hacer algo!", dicho esto, cargó a su familia y pertenencias en la carreta y dejó el aldea. Comienzan así, los habitantes del aldea, a abandonar sus hogares. Uno grita "Que la desgracia no reciba al próximo que venga aquí" y comienza a incendiar las casas ya vacías. En una carreta en el camino, ya varios kilómetros fuera del aldea una mujer, madre de un muchacho y una niña suspira "Yo dije que algo malo pasaría y se rieron de mi".-
Drake, el cazador, contiene la pequeña carcajada que este cuento le produjo desde pequeño y deja nacer una sonrisa en su rostro.
-Bueno, señor.- Dice mientras se levanta. -Espero que la historia haya sido de su agrado y, sin deseo de abusar de su hospitalidad y buena voluntad, me gustaría que me permitiera pasar la noche aquí.-
Mandrake
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Re: [Evento de Pascuas] El anciano dragón
Al terminar la historia, el anciano Esdras mira con intriga al hombre y se rasca la mejilla. Chasquea los dedos llamando a su sirvienta que se le acerca presurosa y dice:
-Trae algo que le sirva a este muchacho, buen relator de historias...-ahora se dirigió a él y responde-Por supuesto, me ha gustado lo que cuentas aunque me dejó con cierto vacío el final. La misma señora que tuvo un presentimiento, fue causante de lo que ocurrió...-en anciano asiente con una sonrisa que marca las arrugas en su rostro-¡Puedes quedarte! Te llamarán para el desayuno. Conocerás los placeres culinarios de las damas de este viejo dragón-sonreiría.
La sirvienta llegó con un cofre mediano para el humano y se lo entregaría en las manos.
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Ante una situación de peligro, puedes cerrar tu mano en la reliquia con fuerza y los enemigos verán tu cuerpo distorsionarse o duplicarse. Te dará tiempo de escabullirte si estás en riesgo.
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-Trae algo que le sirva a este muchacho, buen relator de historias...-ahora se dirigió a él y responde-Por supuesto, me ha gustado lo que cuentas aunque me dejó con cierto vacío el final. La misma señora que tuvo un presentimiento, fue causante de lo que ocurrió...-en anciano asiente con una sonrisa que marca las arrugas en su rostro-¡Puedes quedarte! Te llamarán para el desayuno. Conocerás los placeres culinarios de las damas de este viejo dragón-sonreiría.
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Re: [Evento de Pascuas] El anciano dragón
Evento Finalizado. ¡El anciano se ha entretenido mucho!
Ansur
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