Vestigios de la noche [Libre 3-3] [Completo] [Cerrado]
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Vestigios de la noche [Libre 3-3] [Completo] [Cerrado]
La noche caía como un cruento pincel oscuro que teñía el mundo de matices sombrías e intimidatorias, mientras una leve brisa mecía con lentitud y ritmo lento árboles, arrastrando con delicadeza pequeñas hojas, las cuales chirriaban al contacto del suelo, arrastra, que arrastra; yendo a parar con la pared de un callejón, con grima e indiferencia paseaba una joven mujer, en el esplendor de su vida, flor de vida y de inocencia, embutida en una oscura capa que no dejaba al descubierto más que carmesí rizos que se movían inquietos como reloj de péndulo. Apretaba el paso, los zapatos resonaban en la gris roca que componía el empedrado sendero, que se subdividía en esos instantes en dos más, bifurcando un pequeño redondel de viviendas de cerca de media cuadra. El viento sopló con fuerza, parecida a la borrasca de un huracán, haciendo tambalear y obligándola sostenerse en la esquina de una pared.
La calle se mostraba en silencio. Silencio absoluto por un instante, como si el aire hubiese sido intimidado por una aura de malignidad que cernía y trastocaba el ambiente, como invitando al cerebro a dejar todo acto voluntario y correr de forma desenfrenada y loca en cualquier dirección, para evitar el mal que se acercaba inminente, como una colosal bofetada de un gélido viento que levantó por el aire la hojarasca en una serie de chasquidos aterradores que se sumaban a la soledad poco austera de Sacrestic Ville en la noche.
¿No le han dicho que pasear sola de noche es un poco peligroso? Tronó una voz en el ambiente, que se escuchaba como amplificada por un eco, gutural e inmenso que resonó por todo el ambiente y le hizo voltear a ver con cierto temor. A lo lejos, a unos diez metros se encontraba Daracan, sonrisa en boca como una hiena y mirándola fijamente con sus ojos hipnotizadores, acercándose cada vez más a la mujer, la cual no respondía sino mirando fijamente al vampiro, hipnotizada, dispuesta a servir como fuese al depravado ser que mantenía un estricto control mental sobre ella. Llegó, el paso decidido y firme, mientras otra borrasca de viento hacía tambalear a los presentes con fuerza, obligando a Daracan a apoyarse con su arma como bordón.
Era el momento indicado, abriendo la boca en una intensa y malévola sonrisa, se disponía a clavar sus afilados colmillos en la perfecta piel de mármol que tenía entre sus manos, exhalando vaho de su boca. Una presencia, otro presencia se mezcló con el perfumado aroma de la humana, una presencia que no reconoció, pero que le dio gusto, con tono altivo levanto su cabeza del cuello de la mujer y desencajando la boca en una contorsionada sonrisa dijo.
Perfecto... ¡Otra presa! Mientras desenfundaba el pesado sable y se preparaba para cualquier víctima que llegase
La calle se mostraba en silencio. Silencio absoluto por un instante, como si el aire hubiese sido intimidado por una aura de malignidad que cernía y trastocaba el ambiente, como invitando al cerebro a dejar todo acto voluntario y correr de forma desenfrenada y loca en cualquier dirección, para evitar el mal que se acercaba inminente, como una colosal bofetada de un gélido viento que levantó por el aire la hojarasca en una serie de chasquidos aterradores que se sumaban a la soledad poco austera de Sacrestic Ville en la noche.
¿No le han dicho que pasear sola de noche es un poco peligroso? Tronó una voz en el ambiente, que se escuchaba como amplificada por un eco, gutural e inmenso que resonó por todo el ambiente y le hizo voltear a ver con cierto temor. A lo lejos, a unos diez metros se encontraba Daracan, sonrisa en boca como una hiena y mirándola fijamente con sus ojos hipnotizadores, acercándose cada vez más a la mujer, la cual no respondía sino mirando fijamente al vampiro, hipnotizada, dispuesta a servir como fuese al depravado ser que mantenía un estricto control mental sobre ella. Llegó, el paso decidido y firme, mientras otra borrasca de viento hacía tambalear a los presentes con fuerza, obligando a Daracan a apoyarse con su arma como bordón.
Era el momento indicado, abriendo la boca en una intensa y malévola sonrisa, se disponía a clavar sus afilados colmillos en la perfecta piel de mármol que tenía entre sus manos, exhalando vaho de su boca. Una presencia, otro presencia se mezcló con el perfumado aroma de la humana, una presencia que no reconoció, pero que le dio gusto, con tono altivo levanto su cabeza del cuello de la mujer y desencajando la boca en una contorsionada sonrisa dijo.
Perfecto... ¡Otra presa! Mientras desenfundaba el pesado sable y se preparaba para cualquier víctima que llegase
Última edición por Daracan Fenixsteel el Jue Jul 10 2014, 06:36, editado 2 veces
Daracan Fenixsteel
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Re: Vestigios de la noche [Libre 3-3] [Completo] [Cerrado]
El olor a sangre fresca en Sacrestic Ville era inigualable haciendo que varios vampiros se alerten de la zona y persigan sus presas con demasiada seguridad. Las hojas sobrevolaban la zona como pájaros y los gemidos de las chicas al ser mordidas resonaban por las calles con demasiada intensidad. Paul corría por su presa luego de haber detectado un olor que le cautivó mientras llevaba su espada en la cintura y su cabello jugaba en el aire.
-Su aroma es exquisito... Tiemblo al oler semejante muchacha... ¿Qué diablos la trae por aquí?.-Habló mientras se acercaba lentamente desde las sombras donde pensaba en cada paso, tratando de ser sigiloso. Mientras se acercaba con mucha cautela, notó que alguien ya estaba rondando por allí... Al parecer había detectado primero a la presa o quizá era otro humano tonto que rondaba por ese lugar, pero algo le sorprendió. Aquel chico se refirió a que había detectado otra presa, algo que le sorprendió.
-Ese hombre no es humano...-Susurró para luego desenvainar su espada y acercarse por detrás de la pelirroja hermosa que llevaba un cuerpo extremadamente hermoso. -¿Qué hacen?...-Habló la jovencita para luego ella sentir la suave palma de aquella mano del joven Paul.
-Ya... No te agites... No te haremos nada...-Respondió mientras veía que la pelirroja se sonrojaba y casi alcanzaba el color de su cabello... O bueno, por poco. El colmilludo la apartó a un lado y miró desafiante al otro hombre que llevaba aspecto un poco vikingo, radiando fuerza.
-No soy presa de nadie... Todos aquí son mis presas.-Dijo con una sonrisa de lado para luego extender sus manos, dando a entender que Sacrestic era suya.
-Su aroma es exquisito... Tiemblo al oler semejante muchacha... ¿Qué diablos la trae por aquí?.-Habló mientras se acercaba lentamente desde las sombras donde pensaba en cada paso, tratando de ser sigiloso. Mientras se acercaba con mucha cautela, notó que alguien ya estaba rondando por allí... Al parecer había detectado primero a la presa o quizá era otro humano tonto que rondaba por ese lugar, pero algo le sorprendió. Aquel chico se refirió a que había detectado otra presa, algo que le sorprendió.
-Ese hombre no es humano...-Susurró para luego desenvainar su espada y acercarse por detrás de la pelirroja hermosa que llevaba un cuerpo extremadamente hermoso. -¿Qué hacen?...-Habló la jovencita para luego ella sentir la suave palma de aquella mano del joven Paul.
-Ya... No te agites... No te haremos nada...-Respondió mientras veía que la pelirroja se sonrojaba y casi alcanzaba el color de su cabello... O bueno, por poco. El colmilludo la apartó a un lado y miró desafiante al otro hombre que llevaba aspecto un poco vikingo, radiando fuerza.
-No soy presa de nadie... Todos aquí son mis presas.-Dijo con una sonrisa de lado para luego extender sus manos, dando a entender que Sacrestic era suya.
Paul Brown Moreau
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Atónito notó como la "presa" que había detectado no era sino otro zángano vampiro en ansías de sangre. Su anterior sonrisa se contorsionó en un gesto de ira que estuvo a punto de acompañar con exabruptos y comentarios plebes, bufos y... en total, comentarios comunes. Más la furia invadió su mente, inyectándose sus pupilas de sangre, dilatando la mirada y frunciendo el ceño en señal de desaprobación ante el arrogante comentario del que se presentó a intentar robarle la presa, apartándola a un lado y retándole con un "Esta ciudad es mía".
Se llevó una mano a la frente mientras inclinaba la cabeza, frotándose los ojos y esbozando una leve sonrisa, procedió a levantar la cabeza de nuevo, moviendo la larga cabellera y cruzando los brazos. Le miró, su cara le enojó, la típica cara del joven que se creía en la cúspide de la cadena trófica. Después de unos leves segundos en esa faena, divertido y casi riendo, dignó su boca a hablar.
Te equivocas... Esa es mi presa, búscate la tuya, antes de que me enoja y tenga que hacer algo más, "amigo". Dijo esbozando su característica sonrisa. Acomodó las mangas de su casaca y haciendo el engaño de darse una media vuelta, giró rápidamente sobre sus talones, arma en mano; para dar un grácil pero rápido corte transversal, no con intención de golpear, sino de forma intimidatoria para que el otro soltase a la mujer. La miró de forma directa a los ojos, aumentó la cantidad de energía que requería para la hipnosis.
Ven aquí, dulce niña. Tu amo soy yo, no él. Ordenó con fuerza y rudeza, la mujer se separó del otro vampiro al escuchar tronar la voz de Daracan, y dio unos cuantos pasos hasta encontrarse a su par.
Se llevó una mano a la frente mientras inclinaba la cabeza, frotándose los ojos y esbozando una leve sonrisa, procedió a levantar la cabeza de nuevo, moviendo la larga cabellera y cruzando los brazos. Le miró, su cara le enojó, la típica cara del joven que se creía en la cúspide de la cadena trófica. Después de unos leves segundos en esa faena, divertido y casi riendo, dignó su boca a hablar.
Te equivocas... Esa es mi presa, búscate la tuya, antes de que me enoja y tenga que hacer algo más, "amigo". Dijo esbozando su característica sonrisa. Acomodó las mangas de su casaca y haciendo el engaño de darse una media vuelta, giró rápidamente sobre sus talones, arma en mano; para dar un grácil pero rápido corte transversal, no con intención de golpear, sino de forma intimidatoria para que el otro soltase a la mujer. La miró de forma directa a los ojos, aumentó la cantidad de energía que requería para la hipnosis.
Ven aquí, dulce niña. Tu amo soy yo, no él. Ordenó con fuerza y rudeza, la mujer se separó del otro vampiro al escuchar tronar la voz de Daracan, y dio unos cuantos pasos hasta encontrarse a su par.
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El vampiro por ningún motivo la soltaba y pensaba que iba a ser demasiado fácil conquistarla con su apariencia o algo así pero de repente ese otro grotesco chupasangre la hipnotizó, llamándola con su voz un poco grave demostrando sus poderes a Paul, que estaba mordiéndose los dientes con demasiada fuerza mientras crujían. -*Maldito... Ese hombre se está llevando mi presa*.-Dijo completamente inmóvil mientras apretaba sus puños, dejando ir a aquella chica hermosa.
Mientras se resignaba, recordó que también podría ejercer una forma de atraer a la chica... El poder de la seducción. El colmilludo volvió a mostrar su sonrisa y miró a su contrincante para luego dar unos pasos rápidos y hacerse en frente de la chica que estaba hipnotizada. El joven accedió a acariciarle el cuello con suma delicadeza mientras se acercaba lentamente. -Tu solo eres mía...Habló mientras le lamía la mejilla y ella recuperaba la conciencia y se dejaba seducir de Paul.
-Soy tuya...-La chica decía mientras se sonrojaba mirando a el vampiro mientras se acercaba lentamente a los labios para robarle un beso. -Solo mía...-Paul la sedució rápidamente aunque tuvo que usar mucho poder para ello.
-*Esta chica me dejará exhausto*-Pensó el joven mientras también se acercaba para besarle...
Mientras se resignaba, recordó que también podría ejercer una forma de atraer a la chica... El poder de la seducción. El colmilludo volvió a mostrar su sonrisa y miró a su contrincante para luego dar unos pasos rápidos y hacerse en frente de la chica que estaba hipnotizada. El joven accedió a acariciarle el cuello con suma delicadeza mientras se acercaba lentamente. -Tu solo eres mía...Habló mientras le lamía la mejilla y ella recuperaba la conciencia y se dejaba seducir de Paul.
-Soy tuya...-La chica decía mientras se sonrojaba mirando a el vampiro mientras se acercaba lentamente a los labios para robarle un beso. -Solo mía...-Paul la sedució rápidamente aunque tuvo que usar mucho poder para ello.
-*Esta chica me dejará exhausto*-Pensó el joven mientras también se acercaba para besarle...
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Un estertor ronquido de furia manó de sus fauces cuando ese tipo se interpuso nuevamente entre él y la mujer. Pescó del pescuezo a Don Casanovas, y lo empujó con intenciones de mandarlo a comer suelo, mientras sus cejas demostraban el estado de furia en el que se encontraba, castañeó las muelas de impaciencia e hizo rechinar sus preciados colmillos en un intento de liberar la furia que había causado aquél.
¡Damnant quod non intelligunt! ¡Es mía! Gritó a pecho abierto blandiendo su sable con ambas manos y liberando un fuerte tajo en dirección de él, cortando el aire en un fino silbido que no amenizaba con nada el ambiente tenso que se respiraba a cada bocanada, y que luego se exhalaba como adrenalina en forma de vaho frente a las narices de los tres implicados. ¡Obedéceme a mí! ¡Yo soy tu amo! Gruñó en un último intento de intensificar su hipnosis antes de caer cansado por el esfuerzo que estaba librando en aquella batalla de engaños mentales sobre el cerebro de aquella inocente muchacha que poco o nada tenía que ver ahora con los perversos designios que tramaban ambas mentes.
A fuerza de esta última orden, la mujer volvió a ignorar nuevamente al otro pretendiente de su ansiado elixir carmesí, caminando como una sonámbula hacia él, quien la llamaba con seriedad, miró al otro vampiro y dijo.
Última advertencia, la próxima esto se arreglará a la fuerza.
¡Damnant quod non intelligunt! ¡Es mía! Gritó a pecho abierto blandiendo su sable con ambas manos y liberando un fuerte tajo en dirección de él, cortando el aire en un fino silbido que no amenizaba con nada el ambiente tenso que se respiraba a cada bocanada, y que luego se exhalaba como adrenalina en forma de vaho frente a las narices de los tres implicados. ¡Obedéceme a mí! ¡Yo soy tu amo! Gruñó en un último intento de intensificar su hipnosis antes de caer cansado por el esfuerzo que estaba librando en aquella batalla de engaños mentales sobre el cerebro de aquella inocente muchacha que poco o nada tenía que ver ahora con los perversos designios que tramaban ambas mentes.
A fuerza de esta última orden, la mujer volvió a ignorar nuevamente al otro pretendiente de su ansiado elixir carmesí, caminando como una sonámbula hacia él, quien la llamaba con seriedad, miró al otro vampiro y dijo.
Última advertencia, la próxima esto se arreglará a la fuerza.
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Paul estaba a punto de besar aquella boca pero acto seguido, ese cruel y despreciable vampiro le lanzó hacia otro lugar con intenciones de herirlo, algo que molestó a Paul e hizo que perdiese el equilibrio y cayera al suelo. El colmilludo se sintió derrotado en el suelo mientras trataba de levantarse pero su cuerpo no le dejaba ya que estaba cansado gracias a la seducción que había llevado a cabo con la pelirroja
-Debería mejor atacar al tonto vampiro ese.-Susurró mientras se levanta con lentitud, tratando de recuperar sus fuerzas para luego girar y ver con demasiado odio a ese tonto chupasangre mientras empuñaba sus manos. -Ahora si...-Habló el joven para luego levantarse y caminar con lentitud pero con decisión hacia él.
Paul se acercaba muy molesto y decidido a usar su fuerza como ultima medida. -Puedo ser un gran caballero a la hora de hablar...-Dijo mientras fruncía el ceño y sus venas se hinchaban del odio hacia el otro vampiro que estaba allí, hipnotizando a la chica con demasiada destreza y sabiduría.
-Pero odio cuando usan la violencia para arreglar las cosas y de la única forma que se puede parar esto, es con...-Paul agarró a su contrincante del cuello y se encargó de que le mirara también.
-¡MAS VIOLENCIA!.-El vampiro lanzó a su enemigo contra un pilar para chocarlo. Acto seguido desenvainó su espada, resonando el filo por todo el lugar mientras una brisa suave acariciaba la frente sudada del joven.
La pelirroja de repente recuperó de nuevo la vista y vio a los dos hombres pelear. -¿Quién diablos me trajo aquí?.-La chica empezó a asustarse en gran manera.
-Debería mejor atacar al tonto vampiro ese.-Susurró mientras se levanta con lentitud, tratando de recuperar sus fuerzas para luego girar y ver con demasiado odio a ese tonto chupasangre mientras empuñaba sus manos. -Ahora si...-Habló el joven para luego levantarse y caminar con lentitud pero con decisión hacia él.
Paul se acercaba muy molesto y decidido a usar su fuerza como ultima medida. -Puedo ser un gran caballero a la hora de hablar...-Dijo mientras fruncía el ceño y sus venas se hinchaban del odio hacia el otro vampiro que estaba allí, hipnotizando a la chica con demasiada destreza y sabiduría.
-Pero odio cuando usan la violencia para arreglar las cosas y de la única forma que se puede parar esto, es con...-Paul agarró a su contrincante del cuello y se encargó de que le mirara también.
-¡MAS VIOLENCIA!.-El vampiro lanzó a su enemigo contra un pilar para chocarlo. Acto seguido desenvainó su espada, resonando el filo por todo el lugar mientras una brisa suave acariciaba la frente sudada del joven.
La pelirroja de repente recuperó de nuevo la vista y vio a los dos hombres pelear. -¿Quién diablos me trajo aquí?.-La chica empezó a asustarse en gran manera.
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Las noches en Sacrestic Ville solían ser tan silenciosas y muertas como las muchas criaturas que rondaban por sus calles, a pesar de que siempre existían algunas familias que vivían con vida, muchos vampiros se mezclaban entre ellos y eran un gran problema. Aquella noche una muchacha se había encontrado no con uno, sino con dos de ellos. Imprudente, desde luego, y desafortunada un tanto más. Beth no había nacido con buena estrella, y los hechos lo demostraban pues lo que le deparaba el destino de aquella ciudad no parecía ser algo especialmente agradable.
Una violencia en las calles por parte de dos hombres, dos vampiros, había roto el silencio mortal y él lo escuchó. Esa ciudad olía a sangre, por eso atraía a esos seres, además era la villa más cercana a la cárcel subterránea en la que los encerraron los antiguos, por ello era el lugar más adecuado para este tipo de criaturas, pero solo los mejores, con mejor olfato y vista, con mejor oído podrían sobrevivir y pasar por encima de los otros para poder comer. Él era uno de esos. No tenía nombre, no sabía hablar, pero el caballero de armadura negra con un caballo que más se asemejaba a un espectro salió de caza de nuevo. Esta vez se adentraría de nuevo en las calles de Sacrestic Ville pues de allí provenía el ruido, solo tenía que seguirlo.
Su raída capa ondeaba al viento mientras cruzaba silencioso pero al galope el bosque cercano, en su mano desenfundada, una hacha.
Los dos vampiros no lo notaron, pues el ser hasta que no llegaba no se hacía notar, simplemente pasó por un lado suyo y con un corte limpio separó la cabeza del cuerpo de la muchacha, haciendo que ésta cayese al suelo entre los dos hombres y parando instintivamente la pelea. Los miró fijamente, y entre las rendijas del hielmo pudieron ver unos ojos azules, fríos, helados. A pesar de que eran vampiros pudieron notar que aquello parecía estar incluso más muerto que ellos mismos.
- Hgrhez... arghreh... - mascullaba mientras los miraba. Claramente no buscaba amigos.
Levantó el hacha de nuevo mientras miraba al vampiro que gritó el último, concretamente Paul. Parecía que al ser el que más había gritado lo había tomado como el más peligroso y se disponía a acabar con él primero.
Una violencia en las calles por parte de dos hombres, dos vampiros, había roto el silencio mortal y él lo escuchó. Esa ciudad olía a sangre, por eso atraía a esos seres, además era la villa más cercana a la cárcel subterránea en la que los encerraron los antiguos, por ello era el lugar más adecuado para este tipo de criaturas, pero solo los mejores, con mejor olfato y vista, con mejor oído podrían sobrevivir y pasar por encima de los otros para poder comer. Él era uno de esos. No tenía nombre, no sabía hablar, pero el caballero de armadura negra con un caballo que más se asemejaba a un espectro salió de caza de nuevo. Esta vez se adentraría de nuevo en las calles de Sacrestic Ville pues de allí provenía el ruido, solo tenía que seguirlo.
Su raída capa ondeaba al viento mientras cruzaba silencioso pero al galope el bosque cercano, en su mano desenfundada, una hacha.
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Los dos vampiros no lo notaron, pues el ser hasta que no llegaba no se hacía notar, simplemente pasó por un lado suyo y con un corte limpio separó la cabeza del cuerpo de la muchacha, haciendo que ésta cayese al suelo entre los dos hombres y parando instintivamente la pelea. Los miró fijamente, y entre las rendijas del hielmo pudieron ver unos ojos azules, fríos, helados. A pesar de que eran vampiros pudieron notar que aquello parecía estar incluso más muerto que ellos mismos.
- Hgrhez... arghreh... - mascullaba mientras los miraba. Claramente no buscaba amigos.
Levantó el hacha de nuevo mientras miraba al vampiro que gritó el último, concretamente Paul. Parecía que al ser el que más había gritado lo había tomado como el más peligroso y se disponía a acabar con él primero.
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Re: Vestigios de la noche [Libre 3-3] [Completo] [Cerrado]
Con furia y soltando otro estertor ronquido notó como el otro le empujaba y lo hacía chocar contra una pared. Estaba dispuesto a todo, apartándolo de una patada y preparándose para matarlo si era necesario; nadie se interpondría de forma tan vil entre su comida y él. A punto estuvo de lanzarse a golpear a su nuevo contrincante, cuando una sombra oscura pasó a una velocidad impactante entre ambos, separándolos. Daracan volteó a ver en el momento preciso en el que el nuevo invitado, un jinete embutido en oscura armadura decapitaba a la presa que ambos se disputaban, haciendo saltar chorros de sangre. Vio con disgusto como la cabeza daba unas vueltas en el aire y rodaba con el suelo, acompañando el aire de poderío y malignidad del nuevo aparecido, que montaba un caballo tan espectral y terrorífico como él mismo.
No sentí su presencia, ni siquiera cuando se acercó. Este tipo merece sus respetos Pensó, mientras sentía la penetrante mirada azul que brillaba con maldad y furia, les miró primero desinteresadamente, para luego posar sus aterradores ojos sobre el otro vampiro, a lo que Daracan no pudo sonreír sino con malicia y desdén Pues si lo quiere a él... ¡Hay que dárselo! Se dijo luego mientras con una mueca desenfadada y algo divertida empujaba al otro hacia el jinete oscuro que tenían en frente.
Lo siento... es cuestión de salvar el pellejo de cada uno, colega. Dijo mientras se alejaba corriendo y sonriendo como un demente, para treparse a un edificio y escapar por entre los techos, hasta encontrar un sitio cómodo y lo suficientemente seguro para escapar a la ira del jinete y ver lo que ocurría allá abajo.
No sentí su presencia, ni siquiera cuando se acercó. Este tipo merece sus respetos Pensó, mientras sentía la penetrante mirada azul que brillaba con maldad y furia, les miró primero desinteresadamente, para luego posar sus aterradores ojos sobre el otro vampiro, a lo que Daracan no pudo sonreír sino con malicia y desdén Pues si lo quiere a él... ¡Hay que dárselo! Se dijo luego mientras con una mueca desenfadada y algo divertida empujaba al otro hacia el jinete oscuro que tenían en frente.
Lo siento... es cuestión de salvar el pellejo de cada uno, colega. Dijo mientras se alejaba corriendo y sonriendo como un demente, para treparse a un edificio y escapar por entre los techos, hasta encontrar un sitio cómodo y lo suficientemente seguro para escapar a la ira del jinete y ver lo que ocurría allá abajo.
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Re: Vestigios de la noche [Libre 3-3] [Completo] [Cerrado]
Paul comenzaba a llenarse de odio y sentía que la sangre de esa chica iba a ser suya dado que estaba ganando contra su enemigo. El aire estaba suave y fácil de respirar, pero aún se sintió que algo estaba a suceder, quizá un presentimiento o un preludio, no se sabía en ese instante donde se disputaba un "combate" por así decirlo.
La pelirroja miraba inocente aquella disputa de dos víboras sedientos de sangre mientras el aire comenzaba a sentirse espeso y difícil de respirar por alguna razón. Su contrincante se levantó y de forma imprevista, pateó a Paul para apartarlo y aumentar las ganas de pelear. -Oh... Eres un vampiro muy tonto...-Dijo el colmilludo mientras seguía con su espada en la mano y esperaba que atacara de nuevo su enemigo para atravesar aquella arma en su cuerpo.
-Ahora si... ¡ATÁCAME SI TIENES VA...-No alcanzó a terminar de hablar cuando sintió que algo pasó en la mitad de los dos, haciendo que los ojos del vampiro queden perplejos, casi fuera de su órbita...
Una extraña sensación invadió el cuerpo de nuestro héroe, haciendo que una gota de sudor le acaricie la nariz, rosando su comisura para luego caer al suelo. -*Qué mierda*-Pensó mientras veía la cabeza de la chica, volar por el aire, cargada con un chorro de sangre provocativo pero aún a la vez, tenebroso.
La sangre del joven morocho se heló y la palidez de su rostro se hizo notar porque aunque ya había visto gente morir a sangre fría, de alguna forma sintió miedo. -D...Diablos... M...Mi cuerpo no responde...-Decía sorprendido mientras tragaba un mar de saliva literalmente.
El silencio se tomó toda la escena cuando el jinete mostró sus ojos fríos y llenos de maldad que atravesaban al colmilludo de alguna forma. Nada podía ir peor pero de repente, el maldito chupasangre decidió tumbar a Paul, haciendo que quede a unos metros cerca de ese maldito ser psicópata.
-¡¿Q..Qué mierda haces?!-Dijo agitado mientras trataba de agarrar a su contrincante pero éste salía despavorido de allí, haciendo que todo se eche a perder y la muerte se respirara.
la confusión y la inmovilidad invadía al pobre joven pálido que de alguna forma, comenzó a temblar de forma exagerada. -*Q...Qué mierda... ¿Por qué estoy temblando?... ¿QUÉ DIABLOS ME OCURRE?.*-El cuerpo perdía su movimiento pero seguía con la espada en mano.
El jinete miró a Paul, haciendo sus ojos se abran como platos. Ese monstruo levantó el hacha, mostrando el destino del vampiro... El destino de quizá... La muerte....
El chupasangre se llenó de un poco de valor y temblando como un miedoso, alzó su espada y le hizo frente al espectro que radiaba escalofríos al que lo mirara. -Y...Yo... No escapare... -La arma se movía de un lado para otro, resonando el filo.
¡SÉ QUE MORIRÉ...!.-Paul sudaba exageradamente tratando de mantenerse firme dado que era la segunda vez que sentía miedo y quizá también sería la ultima...
Solo el destino decidirá la vida y la muerte... El viento silbaba de la fuerza, la conclusión de la vida de Paul estaba a punto de decidirse... ¿El joven sobrevivirá o morirá en las manos de un sombrío jinete?... ¿Por primera vez el sol alumbrará para Paul o la mano huesuda de la muerte se lo llevará al inframundo?... Por primera vez la muerte había estado tan cerca y este quizá sería la ultima aventura de Paul...
La pelirroja miraba inocente aquella disputa de dos víboras sedientos de sangre mientras el aire comenzaba a sentirse espeso y difícil de respirar por alguna razón. Su contrincante se levantó y de forma imprevista, pateó a Paul para apartarlo y aumentar las ganas de pelear. -Oh... Eres un vampiro muy tonto...-Dijo el colmilludo mientras seguía con su espada en la mano y esperaba que atacara de nuevo su enemigo para atravesar aquella arma en su cuerpo.
-Ahora si... ¡ATÁCAME SI TIENES VA...-No alcanzó a terminar de hablar cuando sintió que algo pasó en la mitad de los dos, haciendo que los ojos del vampiro queden perplejos, casi fuera de su órbita...
Una extraña sensación invadió el cuerpo de nuestro héroe, haciendo que una gota de sudor le acaricie la nariz, rosando su comisura para luego caer al suelo. -*Qué mierda*-Pensó mientras veía la cabeza de la chica, volar por el aire, cargada con un chorro de sangre provocativo pero aún a la vez, tenebroso.
La sangre del joven morocho se heló y la palidez de su rostro se hizo notar porque aunque ya había visto gente morir a sangre fría, de alguna forma sintió miedo. -D...Diablos... M...Mi cuerpo no responde...-Decía sorprendido mientras tragaba un mar de saliva literalmente.
El silencio se tomó toda la escena cuando el jinete mostró sus ojos fríos y llenos de maldad que atravesaban al colmilludo de alguna forma. Nada podía ir peor pero de repente, el maldito chupasangre decidió tumbar a Paul, haciendo que quede a unos metros cerca de ese maldito ser psicópata.
-¡¿Q..Qué mierda haces?!-Dijo agitado mientras trataba de agarrar a su contrincante pero éste salía despavorido de allí, haciendo que todo se eche a perder y la muerte se respirara.
la confusión y la inmovilidad invadía al pobre joven pálido que de alguna forma, comenzó a temblar de forma exagerada. -*Q...Qué mierda... ¿Por qué estoy temblando?... ¿QUÉ DIABLOS ME OCURRE?.*-El cuerpo perdía su movimiento pero seguía con la espada en mano.
El jinete miró a Paul, haciendo sus ojos se abran como platos. Ese monstruo levantó el hacha, mostrando el destino del vampiro... El destino de quizá... La muerte....
El chupasangre se llenó de un poco de valor y temblando como un miedoso, alzó su espada y le hizo frente al espectro que radiaba escalofríos al que lo mirara. -Y...Yo... No escapare... -La arma se movía de un lado para otro, resonando el filo.
¡SÉ QUE MORIRÉ...!.-Paul sudaba exageradamente tratando de mantenerse firme dado que era la segunda vez que sentía miedo y quizá también sería la ultima...
Solo el destino decidirá la vida y la muerte... El viento silbaba de la fuerza, la conclusión de la vida de Paul estaba a punto de decidirse... ¿El joven sobrevivirá o morirá en las manos de un sombrío jinete?... ¿Por primera vez el sol alumbrará para Paul o la mano huesuda de la muerte se lo llevará al inframundo?... Por primera vez la muerte había estado tan cerca y este quizá sería la ultima aventura de Paul...
Paul Brown Moreau
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Re: Vestigios de la noche [Libre 3-3] [Completo] [Cerrado]
El espectro bajó del corcel, o la sombra de lo que quedaba de él, y es que vistos a los dos tan de cerca Paul podía sentir auténtico terror. Podría haber hecho algo, haberse movido, haberlo intentado... pero era ya muy tarde para él pues había dejado que esa cosa, fuese lo que fuese, se le acercara lo suficiente. Alzó el hacha dispuesto a acabar con su segunda víctima pero viendo que se había rendido quizá pensó que era un gasto de fuerza inútil. Su segunda presa de la noche había caído casi con más facilidad que la primera y él empezaba a tener hambre. Sabía que la mujer no se movería de donde estaba así que decidió empezar por él, pero miró de reojo a Daracan, pues él era el siguiente y éste lo supo en cuanto lo vio. Debía ir con mucho cuidado.
Volvió de nuevo la vista a Paul. Necesitaba su sangre, su carne... su alma.
- Ghgrhg... jhergh... - mascullaba mientras se acercaba.
El espectro soltó el hacha y agarró al vampiro por los hombros atrayéndolo hacia él, y por lo que parecía no opuso mucha resistencia, parecía petrificado por el miedo. El espectro tuvo esa suerte, pues la víctima resultaba entonces mucho más fácil.
Acercó la cabeza, el yelmo, al cuello del vampiro levantó el visor. Daracan desde su posición pudo ver lo que había bajo la armadura negra y era un rostro descompuesto con unos ojos en blanco prácticamente y muchas cicatrices. Parecía un muerto.
Abrió la boca y mordió con fuerza el cuello de Paul que no sabía qué era lo que estaba mordiéndole, pues su rango de visión, por culpa de la armadura y el yelmo no era el adecuado como para verlo.
Algo ocurría, algo no estaba bien, así lo notó el espectro que apartó su boca del cuello, dejando una gran marca de mordida en este pero sin llegar a arrancar la carne. Estaba demasiado frío como para que eso le sirviese de algo. Él necesitaba carne pura, de humano, de bestias. Los malditos no le servían de nada. Cogió el hombro del carnesfrías y lo empujó al suelo de nuevo dejándole a éste un gran dolor en el cuello, un dolor terrible que necesitaba asistencia, pero esa mordida podría acarrear muchísimas consecuencias que él no conocía aún, pero cuando lo empujó pudo ver un poco su rostro, como el que había visto Daracan, y eso implicaba que conocía qué era lo que le había mordido, qué era esa cosa.
La cosa miró a Daracan de nuevo, pero perdió el interés rápidamente en él esta vez pues quizá se dio cuenta, o quizá no, de lo que era en realidad. Pero el verdadero motivo que lo impulso a dejarlo era que no quería que se le enfriase el plato principal; la chica a la cual había cortado la cabeza, de la cual cogió el cuerpo y sin hacer mucho esfuerzo lo colocó en el caballo y posteriormente se subió él, detrás del fiambre, para poder aguantarlo hasta el lugar donde disfrutaría de un buen festín nocturno, pues tras los acontecimientos los dos supieron para qué quería el cuerpo.
Volvió de nuevo la vista a Paul. Necesitaba su sangre, su carne... su alma.
- Ghgrhg... jhergh... - mascullaba mientras se acercaba.
El espectro soltó el hacha y agarró al vampiro por los hombros atrayéndolo hacia él, y por lo que parecía no opuso mucha resistencia, parecía petrificado por el miedo. El espectro tuvo esa suerte, pues la víctima resultaba entonces mucho más fácil.
Acercó la cabeza, el yelmo, al cuello del vampiro levantó el visor. Daracan desde su posición pudo ver lo que había bajo la armadura negra y era un rostro descompuesto con unos ojos en blanco prácticamente y muchas cicatrices. Parecía un muerto.
Abrió la boca y mordió con fuerza el cuello de Paul que no sabía qué era lo que estaba mordiéndole, pues su rango de visión, por culpa de la armadura y el yelmo no era el adecuado como para verlo.
Algo ocurría, algo no estaba bien, así lo notó el espectro que apartó su boca del cuello, dejando una gran marca de mordida en este pero sin llegar a arrancar la carne. Estaba demasiado frío como para que eso le sirviese de algo. Él necesitaba carne pura, de humano, de bestias. Los malditos no le servían de nada. Cogió el hombro del carnesfrías y lo empujó al suelo de nuevo dejándole a éste un gran dolor en el cuello, un dolor terrible que necesitaba asistencia, pero esa mordida podría acarrear muchísimas consecuencias que él no conocía aún, pero cuando lo empujó pudo ver un poco su rostro, como el que había visto Daracan, y eso implicaba que conocía qué era lo que le había mordido, qué era esa cosa.
La cosa miró a Daracan de nuevo, pero perdió el interés rápidamente en él esta vez pues quizá se dio cuenta, o quizá no, de lo que era en realidad. Pero el verdadero motivo que lo impulso a dejarlo era que no quería que se le enfriase el plato principal; la chica a la cual había cortado la cabeza, de la cual cogió el cuerpo y sin hacer mucho esfuerzo lo colocó en el caballo y posteriormente se subió él, detrás del fiambre, para poder aguantarlo hasta el lugar donde disfrutaría de un buen festín nocturno, pues tras los acontecimientos los dos supieron para qué quería el cuerpo.
Offrol. Paul, te ha maldecido un espectro, y es una maldición degenerativa, es decir, irás convirtiéndote en uno de ellos si no encutras cura, pero por suerte tienes tiempo. Busca y encontrarás. Ah, y puede que te den arrebatos de hambre.
Offrol2. Salgo del rol. Sigan con normalidad.
Fehu
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Re: Vestigios de la noche [Libre 3-3] [Completo] [Cerrado]
Cuando volteó a ver desde su privilegiado puesto, notó con satisfacción como el jinete oscuro tomaba al otro vampiro y se retiraba el casco. Una cara deforme y de muerto asomó - ¡Pero qué bicho más feo! - Pensó haciendo una mueca de asco, y una más que demostraba un poco de pena ajena cuando el engendro ese abría la boca y le zampaba una mordida en el cuello. Cuando lo depositó en el suelo volteó a ver a Daracan, al parecer la sangre de vampiros no le parecía atractiva, por lo que ignorándole se centro en recoger y depositar a la humana sin mucho esfuerzo sobre su montura, para irse luego como había aparecido... de la nada.
Se apresuró a bajar de un salto al suelo, cayendo sobre sus talones para amortiguar el impacto de su cuerpo contra el suelo. Volvió con sus pasos soltando una pequeña risa de satisfacción, con el "plac, plac" de sus zapatos resonando en el silencio sepulcral de la calle vacía. Una brisa hizo que las hojarascas volviesen a arrastrarse por el suelo como si nada hubiese pasado. Luego de un pequeño rato en el que el sudor corría por la frente como gotas frías, llegó a su destino, agachándose a la par de la valerosa víctima que se mantenía en el suelo con una mordida al cuello.
¿Duele? - Saboreó un poco el ambiente y olor a sangre que le alborotaba los sentidos y le daba más hambre - Debiste haber corrido... esa cosa no era para plantarle cara como un maldito héroe, pero ¡qué bárbaro! al menos me has servido para salvar un poco el pellejo - Le dijo mientras le dirigía una sonrisa pícara y posaba su mano sobre el hombro - Aunque me odies por usarte de carnaza, creo que te debo algo por no huir en mi misma dirección ¡que va! No sé ni que digo, normalmente no soy así. Pero te ayudaré a sobrevivir por un rato más. - Se paró sonriente y halándolo bruscamente del brazo lo ayudó a levantarse, pasándose luego el brazo del otro sobre la nuca y sirviéndole de apoyo.
Ojalá no se te ocurra hacer alguna estupidez, esta es la segunda vez que pruebo a ser algo bueno.
Se apresuró a bajar de un salto al suelo, cayendo sobre sus talones para amortiguar el impacto de su cuerpo contra el suelo. Volvió con sus pasos soltando una pequeña risa de satisfacción, con el "plac, plac" de sus zapatos resonando en el silencio sepulcral de la calle vacía. Una brisa hizo que las hojarascas volviesen a arrastrarse por el suelo como si nada hubiese pasado. Luego de un pequeño rato en el que el sudor corría por la frente como gotas frías, llegó a su destino, agachándose a la par de la valerosa víctima que se mantenía en el suelo con una mordida al cuello.
¿Duele? - Saboreó un poco el ambiente y olor a sangre que le alborotaba los sentidos y le daba más hambre - Debiste haber corrido... esa cosa no era para plantarle cara como un maldito héroe, pero ¡qué bárbaro! al menos me has servido para salvar un poco el pellejo - Le dijo mientras le dirigía una sonrisa pícara y posaba su mano sobre el hombro - Aunque me odies por usarte de carnaza, creo que te debo algo por no huir en mi misma dirección ¡que va! No sé ni que digo, normalmente no soy así. Pero te ayudaré a sobrevivir por un rato más. - Se paró sonriente y halándolo bruscamente del brazo lo ayudó a levantarse, pasándose luego el brazo del otro sobre la nuca y sirviéndole de apoyo.
Ojalá no se te ocurra hacer alguna estupidez, esta es la segunda vez que pruebo a ser algo bueno.
Daracan Fenixsteel
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Re: Vestigios de la noche [Libre 3-3] [Completo] [Cerrado]
El joven quería correr pero su cuerpo y su maldito orgullo no lo dejaba porque de alguna forma sus ganas de enfrentar ese monstruoso hombre, eran lo que lo mantenía en pie. -T...Te destruiré...-El miedo inundaba todos los sentimientos y los pensamientos de ese joven y hacía que sus ojos perdieran el brillo de antes, sintiendo por primera vez la muerte. El jinete malvado soltó aquella filosa hacha y agarró con fuerza a Paul, haciendo que quedara completamente inmóvil y sus manos no reaccionaran para atacarlo.
-*Muévete maldito cuerpo de mierda...*-Pensaba mientras seguía perplejo y veía como ese ser malvado se quitaba con facilidad ese casco y mostraba un rostro grotesco pero ante todo tenebroso. El joven quería cerrar sus ojos pero sus inmovilidad no le permitía semejante cosa y de alguna forma su boca se abrió de los sorprendido que estaba.
Aquel rostro tan pálido asustaba a nuestro héroe y ademas le hacía tragar demasiada saliva y aunque por dentro quería moverse y darle un puñetazo a ese monstruo, no podía y su cuerpo temblaba hasta el momento que sintió dolor en su cuello, pero no era solo una simple molestia... ¡SENTÍA QUE HABÍA PERDIDO PARTE DE SU CUELLO!.
El joven no podía ni pegar un alarido del shock en el que se encontraba. de alguna forma solo le mordió el cuello y no alcanzó a arrancarle el pedazo, quizá porque era un vampiro seco y helado. El jinete lanzó el cuerpo de él hacia donde cayese y mejor decidió dejarle en paz pegando fuertes pisotones al suelo y haciendo temblar literalmente el suelo. Al final terminó largándose del lugar llevándose el cuerpo difunto de la chica que había sido asesinada para quizá comérsela.
Paul seguía pálido y frío aunque demasiado inmóvil como una estatua, con su mirada perdida en algún lado... Parecía congelado. Así quedó durante unos minutos pero de repente y de alguna forma se movió y sus ojos se salieron casi de la órbita porque por fin sintió el dolor tremendo que le hizo gritar de manera desgarradora, casi como un gutural, perdiendo casi su voz. su cuerpo convulsionaba en el suelo y sus ojos seguían perdidos pero los gritos no se omitían por nada. De repente aparecieron recuerdos tormentosos y el joven se deshuesaba mientras se retorcía... Parecía poseído por el diablo.
-¡¡Ghrezz... Jehrss!!-De repente comenzó a mascullar como el propio jinete que había llegado y su mirada se volvió fría sin algún remedio. Mientras sufría de forma tormentosa, bajó su antiguo contrincante para ayudarle y le hablaba pero Paul no le escuchaba... Quizá habría perdido el sentido de la escucha.
el nuevo amigo del joven trataba de alzarlo de un brazo pero le era casi imposible pero aún así lo hizo y trato de ayudarle. Cuando de repente el vampiro volteó bruscamente su cabeza y miró de forma diabólica a ese barbudo mientras veía demasiado dolor dentro de aquellos ojos.
Con destreza pateó el estómago de su actual enemigo y lo alejó de allí mientras le miraba maliciosamente y le mostraba sus colmillos. Las venas se le brotaban de la furia y su rostro casi se desfiguraba de lo rojizo que estaba.
-¡TU!... ¡SANGRE!.-Una voz le salía desde las entrañas y comenzaba a comportarse casi como un animal perdiendo su elegancia de antes.
-*Muévete maldito cuerpo de mierda...*-Pensaba mientras seguía perplejo y veía como ese ser malvado se quitaba con facilidad ese casco y mostraba un rostro grotesco pero ante todo tenebroso. El joven quería cerrar sus ojos pero sus inmovilidad no le permitía semejante cosa y de alguna forma su boca se abrió de los sorprendido que estaba.
Aquel rostro tan pálido asustaba a nuestro héroe y ademas le hacía tragar demasiada saliva y aunque por dentro quería moverse y darle un puñetazo a ese monstruo, no podía y su cuerpo temblaba hasta el momento que sintió dolor en su cuello, pero no era solo una simple molestia... ¡SENTÍA QUE HABÍA PERDIDO PARTE DE SU CUELLO!.
El joven no podía ni pegar un alarido del shock en el que se encontraba. de alguna forma solo le mordió el cuello y no alcanzó a arrancarle el pedazo, quizá porque era un vampiro seco y helado. El jinete lanzó el cuerpo de él hacia donde cayese y mejor decidió dejarle en paz pegando fuertes pisotones al suelo y haciendo temblar literalmente el suelo. Al final terminó largándose del lugar llevándose el cuerpo difunto de la chica que había sido asesinada para quizá comérsela.
Paul seguía pálido y frío aunque demasiado inmóvil como una estatua, con su mirada perdida en algún lado... Parecía congelado. Así quedó durante unos minutos pero de repente y de alguna forma se movió y sus ojos se salieron casi de la órbita porque por fin sintió el dolor tremendo que le hizo gritar de manera desgarradora, casi como un gutural, perdiendo casi su voz. su cuerpo convulsionaba en el suelo y sus ojos seguían perdidos pero los gritos no se omitían por nada. De repente aparecieron recuerdos tormentosos y el joven se deshuesaba mientras se retorcía... Parecía poseído por el diablo.
-¡¡Ghrezz... Jehrss!!-De repente comenzó a mascullar como el propio jinete que había llegado y su mirada se volvió fría sin algún remedio. Mientras sufría de forma tormentosa, bajó su antiguo contrincante para ayudarle y le hablaba pero Paul no le escuchaba... Quizá habría perdido el sentido de la escucha.
el nuevo amigo del joven trataba de alzarlo de un brazo pero le era casi imposible pero aún así lo hizo y trato de ayudarle. Cuando de repente el vampiro volteó bruscamente su cabeza y miró de forma diabólica a ese barbudo mientras veía demasiado dolor dentro de aquellos ojos.
Con destreza pateó el estómago de su actual enemigo y lo alejó de allí mientras le miraba maliciosamente y le mostraba sus colmillos. Las venas se le brotaban de la furia y su rostro casi se desfiguraba de lo rojizo que estaba.
-¡TU!... ¡SANGRE!.-Una voz le salía desde las entrañas y comenzaba a comportarse casi como un animal perdiendo su elegancia de antes.
Paul Brown Moreau
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Re: Vestigios de la noche [Libre 3-3] [Completo] [Cerrado]
El hombre mascullaba cosas, y por último le lanzó al suelo de una patada dura en el estómago, que le molestó y le hizo rabiar. Con maña logró apañarse para rodar y disminuir el impacto al caer al suelo, para pararse enojado, mientras se sacudía la ropa y posaba altanero frente al otro, con una pose como queriendo decir "mira que estás herido y puedo joderte más"; mano a la cintura y viéndolo desagradablemente, claramente estaba debilitado, pero si había de calmar a la bestia, una dosis de dureza no iba mal.
¿Así que quieres sangre?- Se acercó un poco, mientras veía seriamente al otro vampiro - ¡¿LA QUIERES?! - Gritó - ¡PUES TÓMALA! - Dijo mientras dirigía un fiero puñetazo a la boca del otro, lo suficiente como para hacerle postrarse del dolor, se acercó más, y halándolo del pelo, tomó su cabeza y la estrelló contra su rodilla, para luego tirarle al suelo a unos pasos. Desenvainó en un rápido y silencioso movimiento su sable, y lo posó con un poco de rudeza en el cuello del otro, durante un momento no dijo nada.
El dilema es si dejarte vivir o matarte...- Dijo administrándole un tono serio a su voz - Esa herida pinta que vas a sufrir como un desquiciado, podría ponerle fin a tu vida como acto caritativo... - Añadió un poco de fuerza al brazo que mantenía la espada con posición estática en el cuello del vampiro, hasta hacerle sangrar levemente, en un pequeño corte nada serio - O puedo dejar que te pudras en fiebre y sufras como un animal sarnoso. Tú decides. - Terminó su discurso mientras tomaba del cuello de la camisa al otro y lo obligaba a levantarse, poniendo su cara a escasos centímetros de la del otro, y dirigiéndole una mirada de odio.
Aún no está zanjado que haya perdido mi presa por ti, pero en caso de volverme a encontrar a ese mugroso, juro cortarle la cabeza. Así que si quieres vengarte de él, tendrás que agradecerme que aun no te haya cortado la traquea; vamos levántate y te llevaré a algún doctor.
¿Así que quieres sangre?- Se acercó un poco, mientras veía seriamente al otro vampiro - ¡¿LA QUIERES?! - Gritó - ¡PUES TÓMALA! - Dijo mientras dirigía un fiero puñetazo a la boca del otro, lo suficiente como para hacerle postrarse del dolor, se acercó más, y halándolo del pelo, tomó su cabeza y la estrelló contra su rodilla, para luego tirarle al suelo a unos pasos. Desenvainó en un rápido y silencioso movimiento su sable, y lo posó con un poco de rudeza en el cuello del otro, durante un momento no dijo nada.
El dilema es si dejarte vivir o matarte...- Dijo administrándole un tono serio a su voz - Esa herida pinta que vas a sufrir como un desquiciado, podría ponerle fin a tu vida como acto caritativo... - Añadió un poco de fuerza al brazo que mantenía la espada con posición estática en el cuello del vampiro, hasta hacerle sangrar levemente, en un pequeño corte nada serio - O puedo dejar que te pudras en fiebre y sufras como un animal sarnoso. Tú decides. - Terminó su discurso mientras tomaba del cuello de la camisa al otro y lo obligaba a levantarse, poniendo su cara a escasos centímetros de la del otro, y dirigiéndole una mirada de odio.
Aún no está zanjado que haya perdido mi presa por ti, pero en caso de volverme a encontrar a ese mugroso, juro cortarle la cabeza. Así que si quieres vengarte de él, tendrás que agradecerme que aun no te haya cortado la traquea; vamos levántate y te llevaré a algún doctor.
Daracan Fenixsteel
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Re: Vestigios de la noche [Libre 3-3] [Completo] [Cerrado]
La situación empeoraba cada vez mas, sintiéndose la locura en aquel lugar donde habían sucedido cosas demasiado pesadas incluso para los dos. Paul seguía comportándose como un animal salvaje mientras enfrentaba a su contrincante pero éste se estaba molestando y no aguantó la patada que había recibido, así que fue a zamparle un puñetazo y le hizo golpear con la rodilla, algo que hirió a nuestro héroe pero de alguna forma el dolor desaparecía al igual que la escucha, así que solo botó un coágulo de sangre siguió en pie.
-Grheeez Jerskj-Seguía mascullando mientras miraba de forma diabólica al joven que le había puesto la espada en su cuello y le decía unas palabras pero Paul no escuchaba absolutamente nada y además tampoco podía razonar. Los hoyos de la mordida estaba sangrando un poco.
El morocho levantó con fuerza su puño izquierdo y lo lanzó para golpear a su enemigo pero de repente, ya estando cerca de darle ese fuerte golpe, paró sin ningún motivo y sus ojos recuperaron el brillo de antes junto con rostro que dejó de ser pálido. -T...Tengo sed... Necesito sangre...-Paul cayó en el hombro del otro, descargando todo su cuerpo cansando y sediento.
-Necesito beber sangre...-Ya había vuelto a la normalidad.
-Grheeez Jerskj-Seguía mascullando mientras miraba de forma diabólica al joven que le había puesto la espada en su cuello y le decía unas palabras pero Paul no escuchaba absolutamente nada y además tampoco podía razonar. Los hoyos de la mordida estaba sangrando un poco.
El morocho levantó con fuerza su puño izquierdo y lo lanzó para golpear a su enemigo pero de repente, ya estando cerca de darle ese fuerte golpe, paró sin ningún motivo y sus ojos recuperaron el brillo de antes junto con rostro que dejó de ser pálido. -T...Tengo sed... Necesito sangre...-Paul cayó en el hombro del otro, descargando todo su cuerpo cansando y sediento.
-Necesito beber sangre...-Ya había vuelto a la normalidad.
Paul Brown Moreau
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Re: Vestigios de la noche [Libre 3-3] [Completo] [Cerrado]
Continuaba mi viaje en busca de quien me arrebató mi vida. Me dirigí a Sacrestic Ville, allí era el último paradero de él. Por el camino me alimenté de sangre animal ya que era lo único que encontré a mi paso, pero ello no saciaba mi sed del todo. Las calles apestaban a sangre y los gritos de mujeres se escuchaban por doquier. Hace cuanto no me paseaba por aquí?, medio siglo?.
Unos ruidos a lo lejos llamaron mi atención, así que me dirigí hacia allá sigilosamente. Escondida miré como se desarrollaba todo. Dos Vampiros al parecer se disputaban a una hermosa joven, el de cabello largo se hacia llamar su "dueño", mientras que el de cabello corto intentaba arrebatársela. Que cosa más absurda, aun cuando fuera una vampira no veía a los humanos como comida, aun cuando su sangre fuera la mejor de todas, pero dentro de mi aun guardaba esa esencia humana la cual mi ser vampirico quería exterminar por completo, pero el recuerdo de mi hija era quien me ayudaba a retenerla. Si opté por seguir como vampiresa fue solo por vengar a mi querida hija, nada más.
Si aquella humana estuviera en peligro no dudaría en ayudarla, pero sabia en que juego peligroso se estaba adentrando. Todo me parecía absurdo y decidí alejarme del lugar, pero una presencia extraña hizo que aquello no pasara. En un instante la cabeza la mujer rodó, uno de los hombres fue mordido y el ser extraño cogió el cuerpo de la mujer muerta y se marchó, dejando al hombre en el piso quejándose del dolor. Luego atacó al vampiro de cabellera larga y éste comenzó a golpearlo. El hombre herido parecía loco y ya que se estaba transformando. En ese momento intervine y ataqué al hombre con mi espada por la espalda para aturdirlo y ya en el suelo atontado lo golpee en la cabeza y dejó de moverse.
- Te vi un poco aproblemado, guapo. - le cerré un ojo coquetamente. - no te molesta que halla intervenido, o si?. - le sonreí.
El vampiro de cabellera larga estaba dispuesto a ayudar al malherido ser y por eso decidí ayudar. Lo que necesitaba aquella sanguijuela era sangre y yo sabia donde conseguirla. Nos movimos con el vampiro que se encontraba en calidad de vuelto a un prostíbulo, allí se encontraba una prostituta enferma, lo sabía por que al entrar a la ciudad imploró por convertirla. Mi esencia vampirica afloraba en este lugar rodeada de vampiros y me hacia pensar como uno de ellos por completo. Pagamos la habitación, pedimos a la mujer y dejamos al Malherido vampiro que despertase y se alimentara. Mientras nos quedamos en el antro de placer a esperar.
Unos ruidos a lo lejos llamaron mi atención, así que me dirigí hacia allá sigilosamente. Escondida miré como se desarrollaba todo. Dos Vampiros al parecer se disputaban a una hermosa joven, el de cabello largo se hacia llamar su "dueño", mientras que el de cabello corto intentaba arrebatársela. Que cosa más absurda, aun cuando fuera una vampira no veía a los humanos como comida, aun cuando su sangre fuera la mejor de todas, pero dentro de mi aun guardaba esa esencia humana la cual mi ser vampirico quería exterminar por completo, pero el recuerdo de mi hija era quien me ayudaba a retenerla. Si opté por seguir como vampiresa fue solo por vengar a mi querida hija, nada más.
Si aquella humana estuviera en peligro no dudaría en ayudarla, pero sabia en que juego peligroso se estaba adentrando. Todo me parecía absurdo y decidí alejarme del lugar, pero una presencia extraña hizo que aquello no pasara. En un instante la cabeza la mujer rodó, uno de los hombres fue mordido y el ser extraño cogió el cuerpo de la mujer muerta y se marchó, dejando al hombre en el piso quejándose del dolor. Luego atacó al vampiro de cabellera larga y éste comenzó a golpearlo. El hombre herido parecía loco y ya que se estaba transformando. En ese momento intervine y ataqué al hombre con mi espada por la espalda para aturdirlo y ya en el suelo atontado lo golpee en la cabeza y dejó de moverse.
- Te vi un poco aproblemado, guapo. - le cerré un ojo coquetamente. - no te molesta que halla intervenido, o si?. - le sonreí.
El vampiro de cabellera larga estaba dispuesto a ayudar al malherido ser y por eso decidí ayudar. Lo que necesitaba aquella sanguijuela era sangre y yo sabia donde conseguirla. Nos movimos con el vampiro que se encontraba en calidad de vuelto a un prostíbulo, allí se encontraba una prostituta enferma, lo sabía por que al entrar a la ciudad imploró por convertirla. Mi esencia vampirica afloraba en este lugar rodeada de vampiros y me hacia pensar como uno de ellos por completo. Pagamos la habitación, pedimos a la mujer y dejamos al Malherido vampiro que despertase y se alimentara. Mientras nos quedamos en el antro de placer a esperar.
Aignéis N Dhnaill
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Re: Vestigios de la noche [Libre 3-3] [Completo] [Cerrado]
Los golpes habían surtido efecto. Aquél tipo se debatía ahora entre la vida y la muerte sobre su hombro, implorando sangre y desvaneciéndose por ratos, estaba a punto de hacerlo pasar a mejor vida y terminar su sufrimiento cuando su nariz sintió el aguzado olor de otra presencia que se acercaba, volteó a ver con furia y se trataba de una mujer, eran dos opciones, según su lógica. O estaba loca y quería ser convertida, o de seguro era ya una vampiresa. Báh, más quebraderos de cabeza- Atinó a decir apenas la vio. La dejó acercarse por si esa mujer se atrevía a hacer algo, de todas formas que el otro vampiro estaba ya en su última hora y lo podría usar de escudo de carne, pensó.
¿Qué? ¿También has venido a agredirme? Dijo cuando la mujer desenvainaba su espada y se disponía a golpear, momento en el cual empujó a Paul e hizo que chocara el mango del arma de la otra con la nuca del vampiro, al parecer ese era el cometido de ella desde un principio, Daracan simplemente se limitó a rabiar - ¿Alguna idea? Yo pensaba en una eutanasia, está muy mal herido - Dijo, tomándolo por la cintura y subiéndolo a su hombro como si fuese un saco de alguna cosa - Y además pesa, el muy cabrón.
La mujer les condujo por las enrevesadas callejuelas, gritos de horror y de dolor presionaban la atmósfera, dando una sensación de opresión y de anarquía a cualquiera que no fuera vampiro, y que por supuesto tuviese el coraje lo suficientemente puesto en su sitio para transitar por ese lugar de noche.
¿A dónde planeas ir a depositarlo? Una alcantarilla sería excelente opción, las ratas necesitan comida... Masculló antes de doblar una esquina y dar de lleno con un burdel, lleno de prostitutas y de muy mala muerte - Así que esa era su idea... un burdel... para el casanovas... - Entraron los tres, depositó al fulano sobre una cama sin mucho cuidado y dejó encerrado con él a una fulana que al parecer ansiaba ser convertida; era solo cuestión de esperar unos minutos y se escucharía la magia, en conjunto a los demás gemidos inquietantes que se oían en habitaciones aledañas.
Buena idea, señorita salvadora. Traer al casanovas a un burdel, ni a él se le hubiera ocurrido.
¿Qué? ¿También has venido a agredirme? Dijo cuando la mujer desenvainaba su espada y se disponía a golpear, momento en el cual empujó a Paul e hizo que chocara el mango del arma de la otra con la nuca del vampiro, al parecer ese era el cometido de ella desde un principio, Daracan simplemente se limitó a rabiar - ¿Alguna idea? Yo pensaba en una eutanasia, está muy mal herido - Dijo, tomándolo por la cintura y subiéndolo a su hombro como si fuese un saco de alguna cosa - Y además pesa, el muy cabrón.
La mujer les condujo por las enrevesadas callejuelas, gritos de horror y de dolor presionaban la atmósfera, dando una sensación de opresión y de anarquía a cualquiera que no fuera vampiro, y que por supuesto tuviese el coraje lo suficientemente puesto en su sitio para transitar por ese lugar de noche.
¿A dónde planeas ir a depositarlo? Una alcantarilla sería excelente opción, las ratas necesitan comida... Masculló antes de doblar una esquina y dar de lleno con un burdel, lleno de prostitutas y de muy mala muerte - Así que esa era su idea... un burdel... para el casanovas... - Entraron los tres, depositó al fulano sobre una cama sin mucho cuidado y dejó encerrado con él a una fulana que al parecer ansiaba ser convertida; era solo cuestión de esperar unos minutos y se escucharía la magia, en conjunto a los demás gemidos inquietantes que se oían en habitaciones aledañas.
Buena idea, señorita salvadora. Traer al casanovas a un burdel, ni a él se le hubiera ocurrido.
Última edición por Daracan Fenixsteel el Jue Jul 10 2014, 06:35, editado 2 veces
Daracan Fenixsteel
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Re: Vestigios de la noche [Libre 3-3] [Completo] [Cerrado]
El joven comenzó a ver borro mientras moría por sangre, perdiendo su fuerza. La palidez cada vez se notaba aún mas mientras pequeñas alucinaciones aparecían y hacían que se viese acabado, como un esqueleto. Pero de repente, algo se veía desde lejos, parecía una alucinación porque una chica hermosa se acercaba a ellos. Paul de repente recuperó un poco de fuerza y sonrío embobado a ella mientras seguía herido.
-Uhh... Qué hermosa señorita...-Decía en su debilidad, hablando casi como un ebrio mientras trataba de extender su mano para alcanzar su cuello pero le era imposible de alguna forma. De repente volvió a perder la escucha el joven y quedó un poco inconsciente por un golpe que sintió en su nuca. Su cuerpo perdió el peso y solo sintió que se lo llevaron alzado.
El joven comenzaba a olfatear el olor de las prostitutas y eso le producía mariposas en el estómago. Cuando de repente entraron a un burdel y allí colocaron a Paul en una habitación junto con una chica que ansiaba ser convertida, pero creo que no iba a ser su día con un león casi hambriento. Cerraron la puerta y los dejaron adentro donde el vapor ya comenzaba a salir debajo de allí.
En una fracción de segundos, la chica estaba encima de Paul sin blusa aunque absolutamente desnuda, gimiendo fuerte como gritos mientras el vampiro le mordía el cuello y movía su cadera al ritmo de ella. -Ohh... Delicioso...-El vampiro chocaba su viente contra ella, haciendo que tiemble aquella habitación y el calor comience a aparecer, haciendo que los dos suden.
Cambiaron la posición y la cama rechinaba aún mas fuerte y algunas tablas se caían al suelo mientras las sabanas salían a volar gracias a ese salvajismo en esa habitación.
-Ahhh... ¿Y me convertiré en vampira?.... Ahhh...-La chica gemía de forma excitante mientras iba al ritmo de Paul y dejaba su cuello levantado para que fuera mas fácil la mordida aunque comenzó a decaer. Ya iban horas en aquella habitación y vemos a la chica con los ojos cerrados, pálida y con su cuerpo casi flaco mientras pegaba gemidos sin fuerza dado que se había debilitado por la sangre que absorbió el vampiro. El joven seguía haciendo el amor con ella aunque ya estuviese a punto de morir y no perdía esa velocidad donde hasta salía humo.
Los choques de cuerpo eran fuertes y rápidos.
Las horas seguían pasando hasta que por fin la chica comenzaba a perder absolutamente toda su sangre.
-Ah... Vamos... Ya casi...-El colmilludo terminó de absorber sangre y con una chocada con su vientre, la empujó y la estrelló contra la pared. La chica quedó en el suelo desnuda, pálida y con sus ojos casi en blanco de lo que había absorbido el muchacho.
Paul decidió guardar su miembro y vestirse completamente con una sonrisa coqueta mientras arreglaba la cama y dejaba unas monedas en la almohada. -Muy bien... Gracias por esta noche tan deliciosa... Mañana ya serás lo que quieres ser... Si resistes...-El joven acomodó sus pantalones y terminó de abotonarse su camisa para luego abrir la puerta y versen los cambios.
Paul Brown Moreau ya había recuperado sus característico color moreno, su sonrisa se veía mas tentadora, sus ojos se veían mucho mas penetrantes y su cuerpo se veía mas fornido y tonificado. El joven se acercó a sus nuevos colegas. -Entonces... ¿Nos vamos ya?...-Dijo el vampiro mostrando sus filosos colmillos y radiando felicidad a todos aunque también radiaba que estaba mejor que antes.
-Uhh... Qué hermosa señorita...-Decía en su debilidad, hablando casi como un ebrio mientras trataba de extender su mano para alcanzar su cuello pero le era imposible de alguna forma. De repente volvió a perder la escucha el joven y quedó un poco inconsciente por un golpe que sintió en su nuca. Su cuerpo perdió el peso y solo sintió que se lo llevaron alzado.
El joven comenzaba a olfatear el olor de las prostitutas y eso le producía mariposas en el estómago. Cuando de repente entraron a un burdel y allí colocaron a Paul en una habitación junto con una chica que ansiaba ser convertida, pero creo que no iba a ser su día con un león casi hambriento. Cerraron la puerta y los dejaron adentro donde el vapor ya comenzaba a salir debajo de allí.
En una fracción de segundos, la chica estaba encima de Paul sin blusa aunque absolutamente desnuda, gimiendo fuerte como gritos mientras el vampiro le mordía el cuello y movía su cadera al ritmo de ella. -Ohh... Delicioso...-El vampiro chocaba su viente contra ella, haciendo que tiemble aquella habitación y el calor comience a aparecer, haciendo que los dos suden.
Cambiaron la posición y la cama rechinaba aún mas fuerte y algunas tablas se caían al suelo mientras las sabanas salían a volar gracias a ese salvajismo en esa habitación.
-Ahhh... ¿Y me convertiré en vampira?.... Ahhh...-La chica gemía de forma excitante mientras iba al ritmo de Paul y dejaba su cuello levantado para que fuera mas fácil la mordida aunque comenzó a decaer. Ya iban horas en aquella habitación y vemos a la chica con los ojos cerrados, pálida y con su cuerpo casi flaco mientras pegaba gemidos sin fuerza dado que se había debilitado por la sangre que absorbió el vampiro. El joven seguía haciendo el amor con ella aunque ya estuviese a punto de morir y no perdía esa velocidad donde hasta salía humo.
Los choques de cuerpo eran fuertes y rápidos.
Las horas seguían pasando hasta que por fin la chica comenzaba a perder absolutamente toda su sangre.
-Ah... Vamos... Ya casi...-El colmilludo terminó de absorber sangre y con una chocada con su vientre, la empujó y la estrelló contra la pared. La chica quedó en el suelo desnuda, pálida y con sus ojos casi en blanco de lo que había absorbido el muchacho.
Paul decidió guardar su miembro y vestirse completamente con una sonrisa coqueta mientras arreglaba la cama y dejaba unas monedas en la almohada. -Muy bien... Gracias por esta noche tan deliciosa... Mañana ya serás lo que quieres ser... Si resistes...-El joven acomodó sus pantalones y terminó de abotonarse su camisa para luego abrir la puerta y versen los cambios.
Paul Brown Moreau ya había recuperado sus característico color moreno, su sonrisa se veía mas tentadora, sus ojos se veían mucho mas penetrantes y su cuerpo se veía mas fornido y tonificado. El joven se acercó a sus nuevos colegas. -Entonces... ¿Nos vamos ya?...-Dijo el vampiro mostrando sus filosos colmillos y radiando felicidad a todos aunque también radiaba que estaba mejor que antes.
Paul Brown Moreau
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Re: Vestigios de la noche [Libre 3-3] [Completo] [Cerrado]
Mientras esperábamos que aquel hombre se alimentará, bebíamos con su acompañante. - Buena idea, señorita salvadora. Traer al casanovas a un burdel, ni a él se le hubiera ocurrido. - Tomé mi vaso de cerveza y le dí un trago. - Soy buena para improvisar. - Alcé mi vaso hacia el hombre en señal de brindis, mientras le sonreía. - Me presento, soy Aignéis N Dhnaill, un gusto. - le dí un sorbo a mi vaso.
El lugar estaba lleno de vampiros que se encontraban con prostitutas, ellas se auto inferían heridas para que los chupa sangres bebieran de ellas. Al parecer eso les daba placer al igual que a ellos el hecho de disfrutar haciéndolo de esa manera, terminando aquello encerrados en una habitación.
Las horas pasaban y el hombre no bajaba. Había mucho ruido como para distinguir los de él con la mujer. Quizá lo golpee muy fuerte y ya debe estar muerto, entre los golpes de su acompañante y yo lo dejamos mas muerto que vivo. Vaya manera de transformarse en vampiro, mordido por un ente extraño y en cerrado en una habitación con una prostituta. El hombre de cabello largo miraba a las mujeres, que al parecer era lo único que había en esta ciudad. Tanto tiempo sin venir por este lugar me hacia sentir como si nunca hubiese estado aquí.
De pronto, el hombre que dejamos en la habitación moribundo, bajó las escaleras arreglándose su camisa blanca, se veía radiante, al parecer el ser vampiro le sentaba bien. -Entonces... ¿Nos vamos ya?...- dijo el vampiro mostrando sus filosos colmillos.
El lugar estaba lleno de vampiros que se encontraban con prostitutas, ellas se auto inferían heridas para que los chupa sangres bebieran de ellas. Al parecer eso les daba placer al igual que a ellos el hecho de disfrutar haciéndolo de esa manera, terminando aquello encerrados en una habitación.
Las horas pasaban y el hombre no bajaba. Había mucho ruido como para distinguir los de él con la mujer. Quizá lo golpee muy fuerte y ya debe estar muerto, entre los golpes de su acompañante y yo lo dejamos mas muerto que vivo. Vaya manera de transformarse en vampiro, mordido por un ente extraño y en cerrado en una habitación con una prostituta. El hombre de cabello largo miraba a las mujeres, que al parecer era lo único que había en esta ciudad. Tanto tiempo sin venir por este lugar me hacia sentir como si nunca hubiese estado aquí.
De pronto, el hombre que dejamos en la habitación moribundo, bajó las escaleras arreglándose su camisa blanca, se veía radiante, al parecer el ser vampiro le sentaba bien. -Entonces... ¿Nos vamos ya?...- dijo el vampiro mostrando sus filosos colmillos.
Aignéis N Dhnaill
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Re: Vestigios de la noche [Libre 3-3] [Completo] [Cerrado]
Se limitó a mantenerse sentado. Odiaba socializar, y sin embargo el destino lo obligaba a practicar aquello que no quería, y cada vez con más frecuencia, de seguro se volvería más loco de lo que se consideraba si las cosas seguían por ese sendero más tiempo. Estaba a punto de pararse luego de varias horas de estar escuchando una algarabía en la habitación donde había dejado al moribundo horas atrás. Al parecer está más vivo que muerto ya... - Cuando el susodicho bajó las escaleras, arreglándose la camiseta y hablando como si nada hubiera pasado.
Corrección, amiguete. Aun no hemos zanjado las diferencias y nada quita que perdí mi presa por tu culpa. - Gruñó acercándose y poniendo su frente contra la de él, mientras le veía amenazadoramente. Luego se volteó sobre sus talones y se dirigió a la puerta. La abrió mientras se ajustaba las mangas de la camisa.- Vamos de cacería si es que queremos quedar bien y no golpearnos nuevamente como imbéciles. - Dijo de forma amargada mientras salía y cerraba con un gran portazo.
Corrección, amiguete. Aun no hemos zanjado las diferencias y nada quita que perdí mi presa por tu culpa. - Gruñó acercándose y poniendo su frente contra la de él, mientras le veía amenazadoramente. Luego se volteó sobre sus talones y se dirigió a la puerta. La abrió mientras se ajustaba las mangas de la camisa.- Vamos de cacería si es que queremos quedar bien y no golpearnos nuevamente como imbéciles. - Dijo de forma amargada mientras salía y cerraba con un gran portazo.
- Off:
- Salgo del rol, cuando terminéis me avisáis y mando a cerrarlo.
Última edición por Daracan Fenixsteel el Jue Jul 10 2014, 06:39, editado 1 vez
Daracan Fenixsteel
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Re: Vestigios de la noche [Libre 3-3] [Completo] [Cerrado]
Al decir ello, el disgustado colega se levantó muy furioso y pegó la frente con la de de Paul para luego comenzar a decirle algunas frases. Con una sonrisa, el vampiro le miró, ejerciendo fuerza en su frente y empujando un poco la cabeza de él mientras su mirada se veía absolutamente maliciosa en grandes sentidos.
-Mi culpa... Esa presa era mía... Pero si quieres reclamarla, aquí hay muchas pelirrojas que quieren ser convertidas.-Le mostró un montón de chicas que estaban allí y que le guiñaban el ojo al vampiro.
Luego de ello y después de que el barbudo diera vuelta y se largara, Paul se acercó a la otra chica que estaba con ellos y le miró con ojos coquetos mientras se acercaba lentamente a su boca. -Gracias...-Le lamió la mejilla con sensualidad para luego acariciarle la barbilla y esperar a que ella salga del burdel primero.
-Si supieras lo que tengo pensado en hacer contigo... Me gustaría alquilar otra habitación...-Le dijo en la oreja, susurrándole con decisión mientras ella podía notar que el aliento de Paul, era sangre.
-Mi culpa... Esa presa era mía... Pero si quieres reclamarla, aquí hay muchas pelirrojas que quieren ser convertidas.-Le mostró un montón de chicas que estaban allí y que le guiñaban el ojo al vampiro.
Luego de ello y después de que el barbudo diera vuelta y se largara, Paul se acercó a la otra chica que estaba con ellos y le miró con ojos coquetos mientras se acercaba lentamente a su boca. -Gracias...-Le lamió la mejilla con sensualidad para luego acariciarle la barbilla y esperar a que ella salga del burdel primero.
-Si supieras lo que tengo pensado en hacer contigo... Me gustaría alquilar otra habitación...-Le dijo en la oreja, susurrándole con decisión mientras ella podía notar que el aliento de Paul, era sangre.
Paul Brown Moreau
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Re: Vestigios de la noche [Libre 3-3] [Completo] [Cerrado]
El vampiro de cabello largo salió molesto del lugar con el vampiro playboy. Aun se encontraba molesto por el asunto de la pobre humana decapitada. Habiendo tanta chica para saciar su sed y deben pelear solo por una. El altanero recién convertido le ofrecía mas mujeres dentro del burdel mientras se movía con gracia hacia la salida. Entonces fue ahí donde se me acercó con su mirada seductora. - Gracias. - pasó su lengua por mi mejilla y luego acarició mi barbilla. Si es era una manera seductora para acercarse a las mujeres, creo que solo lo parecía para aquellas humanas del burdel que no quitaron su vista de él desde que bajo las escaleras, lo que es a mi, como vampiresa no me llama mucho la atención que me den lamidas en la cara, quizá en otra parte podría ser mas placentero. - Si supieras lo que tengo pensado en hacer contigo... Me gustaría alquilar otra habitación. - No era posible que me haya hecho aquella propuesta en este lugar de mala muerte. - Este lugar no es de mi agrado para andar revolcándome. - dije y salí del burdel y comencé a caminar por las calles de Sacrestic Ville.
Él caminaba a mi lado, esperaba una respuesta de mi parte. - no sé quien eres y no me conoces y aun asi quieres algo conmigo?. - me detuve y puse mi mano en su pecho y lo llevé hacia una pared. Levanté el cuello de su camisa y con una de mis manos comencé a jugar con su cabello. - de verdad crees que alguien como tu podría estar con alguien como yo?. - lo dejé en aquel lugar y seguí caminando. Era guapo y quizá en otro momento hubiese sido entretenido pasar un rato con él, pero yo me encontraba en este lugar para otra cosa.
Él caminaba a mi lado, esperaba una respuesta de mi parte. - no sé quien eres y no me conoces y aun asi quieres algo conmigo?. - me detuve y puse mi mano en su pecho y lo llevé hacia una pared. Levanté el cuello de su camisa y con una de mis manos comencé a jugar con su cabello. - de verdad crees que alguien como tu podría estar con alguien como yo?. - lo dejé en aquel lugar y seguí caminando. Era guapo y quizá en otro momento hubiese sido entretenido pasar un rato con él, pero yo me encontraba en este lugar para otra cosa.
Aignéis N Dhnaill
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Re: Vestigios de la noche [Libre 3-3] [Completo] [Cerrado]
Por fin habían salido del burdel y los dos caminaban por aquellas calles desoladas donde los vampiros espiaban a los dos que caminaban juntos. El olor a sangre virgen pasaba por la nariz de los dos y hacía que se embriagaran rápidamente, teniendo que tratar de enfocar su olor en otro lado quizá...
La joven de repente le preguntó sobre sus deseos y por qué quería tener relaciones con alguien que acababa de conocer. Paul tranquilo y sereno como siempre, iba a responder pero se dejó llevar por la vampira que lo chocó contra una pared y le volvió a cuestionar si ella era perfecta para él.
El morocho se quedó mudo y solo la miraba con una sonrisa mientras pasaba sus dedos por las piernas, casi tocando sus partes intimas. De repente ella siguió caminando y dejó al sexópata en esa pared mientras le miraba la cintura y el movimiento de su cadera.
Sin mas preámbulo, Paul se estiró un poco y tomó a Aignéis de la mano para luego hacerla girar y que pudiese mirarle los ojos. -No sé si tu seas la indicada para mi... pero siempre me gusta descubrirlo de una forma...-El joven miro hacia los lados y vio varios ojos posados en ellos dos.
El colmilludo se inclinó un poco y subió en sus brazos a la chica, posando su antebrazo en las nalgas mientras la llevaba a un callejón desolado donde la oscuridad reinaba. Allí la bajó de sus manos con delicadeza y la tomó de la cintura, llevándola con lentitud a la pared mientras rozaba sus labios con los de ella.
-Te aseguro que esto se subirá los ánimos...-El joven la chocó contra la pared, al igual que ella lo hizo anteriormente y la besó, mordiéndole su labio inferior y jalándolo como carne.
La joven de repente le preguntó sobre sus deseos y por qué quería tener relaciones con alguien que acababa de conocer. Paul tranquilo y sereno como siempre, iba a responder pero se dejó llevar por la vampira que lo chocó contra una pared y le volvió a cuestionar si ella era perfecta para él.
El morocho se quedó mudo y solo la miraba con una sonrisa mientras pasaba sus dedos por las piernas, casi tocando sus partes intimas. De repente ella siguió caminando y dejó al sexópata en esa pared mientras le miraba la cintura y el movimiento de su cadera.
Sin mas preámbulo, Paul se estiró un poco y tomó a Aignéis de la mano para luego hacerla girar y que pudiese mirarle los ojos. -No sé si tu seas la indicada para mi... pero siempre me gusta descubrirlo de una forma...-El joven miro hacia los lados y vio varios ojos posados en ellos dos.
El colmilludo se inclinó un poco y subió en sus brazos a la chica, posando su antebrazo en las nalgas mientras la llevaba a un callejón desolado donde la oscuridad reinaba. Allí la bajó de sus manos con delicadeza y la tomó de la cintura, llevándola con lentitud a la pared mientras rozaba sus labios con los de ella.
-Te aseguro que esto se subirá los ánimos...-El joven la chocó contra la pared, al igual que ella lo hizo anteriormente y la besó, mordiéndole su labio inferior y jalándolo como carne.
Paul Brown Moreau
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Re: Vestigios de la noche [Libre 3-3] [Completo] [Cerrado]
Estaba decidida a marchar, pero el Vampiro estaba dispuesto a seguir metiéndose en mi camino. Tomó mi mano y me giró hacia él, me miró a los ojos. - No sé si tu seas la indicada para mi... pero siempre me gusta descubrirlo de una forma. - me tomó entre sus brazos y me llevó a un callejón, luego me bajo con cuidado y me tomó de la cintura, mientras me arrinconaba a la pared de aquel lugar y rosaba sus labios con los míos, provocándome. - Te aseguro que esto se subirá los ánimos. - me besó y me dejó entre él y la pared. Odiaba que me hiciera aquello, mis instintos carnales afloraban y hacían que le siguiera aquel juego. Mordía mi labio y lo tironeaba, cuando al fin pude quitar mi labio de sus dientes lo empujé. - no estoy para que me despedaces con tus colmillos. - le di una bofetada y en cuanto me miró, lo tomé de su camisa y lo acerqué hacia a mi de golpe. Lo besé y comenzó de esa manera nuestro juego nocturno.
Con un solo jalón de ambas manos abrí su camisa, dejando su pecho descubierto mientras nos besábamos. Recorría aquel torso con mis uñas, el placer que él me estaba brindando con sus besos y sus ganas de intimar no podía resistirlas. Le quité su camisa por completo. Mis labios ya no querían solo besar los suyos, querían saber como se sentirían besando otras partes de aquel cuerpo recién convertido. Comencé a besar su cuello y me preguntaba como sería morderlo. Sentía su torso en mi pecho y sus caricias me hacían estremecer.
Con un solo jalón de ambas manos abrí su camisa, dejando su pecho descubierto mientras nos besábamos. Recorría aquel torso con mis uñas, el placer que él me estaba brindando con sus besos y sus ganas de intimar no podía resistirlas. Le quité su camisa por completo. Mis labios ya no querían solo besar los suyos, querían saber como se sentirían besando otras partes de aquel cuerpo recién convertido. Comencé a besar su cuello y me preguntaba como sería morderlo. Sentía su torso en mi pecho y sus caricias me hacían estremecer.
Aignéis N Dhnaill
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